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Co-creando una vida dulce:comunidades en transición

¿cómo luciría mi barrio y mi región si estos fueran forjados deliberadamente desde la conciencia participativa de mi comunidad?

¿cómo co-creamos mi barrio sin petróleo, mi barrio como una comunidad autosuficiente?

Enrique Vargas MadrazoCentro EcoDiálogo, Universidad VeracruzanaBio-región del Centro de VeracruzXalapa, Veracruz, México, América, Planeta Tierra

Co-creando una vida dulce y sustentable

La “vida dulce” acorde con la cosmovisión de los pueblos andinos, a diferencia

del desarrollo occidental globalizado, nos invita a co-crear y re-crear el

florecimiento de nuestro pequeño territorio (chacra andina, milpa

mesoamericana), de forma que podamos ser felices yo y mi familia, mi barrio,

siendo felices los pájaros, los ríos, el sonido, los árboles, mi casa mayor que es

mi territorio…

Sustentabilidad dicho en palabras y sentires de los pueblos originarios

implica entonces vida dulce, es decir el florecimiento de mi espacio vital de vida,

donde todo el ecosistema es feliz y se cuida en su totalidad a sí mismo.

Nuestros abuelitos indígenas han sido sustentables en tanto han estado aquí de

forma viable en mi bio-región y en el planeta durante miles de años. Acorde con

los pueblos aborígenes, vida sustentable o sostenible también implica “nuestro compromiso con la séptima generación”, es decir si estamos viviendo y

haciendo las cosas que hacemos de forma que nuestros nietos de séptima

generación puedan disfrutarlas con la misma o mayor calidad. Evidentemente no

sólo no estamos haciendo esto, sino que ya en estos momentos estamos

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consumiendo a un ritmo que necesitamos al menos dos planetas tierra,

completitos, para satisfacer nuestra adicción de consumo.

Este pequeño panfleto, es una historia de utopía fundamentada en

muchas historias que ya existen en el mundo, es una invitación a iniciar un

camino personal y comunitario de forma que “seamos el mundo que queremos

ver”. Espero que te resulte inspirador y que te sugiera algunas rutas realistas

para empezar a movernos como un organismo vivo y coherente a las miles,

cientos de miles, quizás millones de personas que en este país, que en esta

América, desean construir un mundo posible, un mundo en Vida Dulce…

¿Crisis o pico de todo?Hace 150 años se perforó el primer pozo petrolero del mundo, por John D.

Rockefeller. En ese momento no existía la economía globalizada, ni imperaba el

sistema financiero gobernado por los bancos centrales privados, que se ha

implantado en casi todo el mundo desde entonces. La economía norteamericana

y la mundial desde aquel tiempo está basada, sobrevive y crece apoyada en la

emisión de deuda pública (¡así, deuda de la nada!). Con base en esta deuda que

ya es de por si absurda como fundamento monetario, se calculan intereses

sobre esa deuda y ese es el “apoyo” del dinero que circula. Ese es el

“fundamento sólido” en que se basan las “finanzas” del mundo capitalista

(puedes consultar el documental siguiente: (http://www.youtube.com/watch?

v=f11uJEIw-V0). Pero lo más importante es que ese estado de cosas del dinero,

así como el crecimiento exponencial de la población mundial, ha sido soportado

por la extracción de un tesoro, el petróleo, que fue creado por la naturaleza a lo

largo de centenas de millones de años. Cabe mencionar que hasta el momento

del inicio del petróleo como fundamento energético de la civilización, la

población mundial había permanecido bastante estable durante cientos de años

y que se ha multiplicado por más de tres veces hasta nuestros días. La

explotación petrolera ha implicado que la tierra ha sido expoliada, agujereada,

contaminada y destruida de formas que nuestras buenas conciencias no pueden

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ni quieren imaginar, todo en nombre de ese “progreso” materialista y avaricioso.

El petróleo es un material que contiene la capacidad energética más

extraordinaria de los energéticos con una potencia ni por de cerca igualada

(además de ser una fuente de materia prima igualmente extraordinaria). Su

abundancia y disponibilidad implica que hasta hace unos años por cada dólar

que invertías te redituaba 200, lo que ha sido capaz de dar soporte a esta

fantasía del progreso y el desarrollo infinito. Este progreso, tal como lo anunció

al mundo Harry Truman al fin de la Segunda Guerra Mundial, y que está

soportado por el petróleo, es el responsable de una fuerza destructora en

magnitudes que apenas comenzamos a sospechar. Tal como el agujero de la

capa de ozono, el calentamiento global, la destrucción de más del 70% de los

bosques y selvas, de la extinción de 200 especies al día, de la desaparición de

cientos de pueblos y lenguas ancestrales -con todos sus mitos, sus saberes

medicinales y en general de sustentabilidad a largo plazo-, etcétera, etcétera,

etcétera y más etcétera.

Ese material maravilloso, el petróleo es un tesoro indescriptible. Nadie le

dijo a la especie humana que le era regalado y que le pertenecía, de hecho ni

siquiera sabemos qué rol juega, ese petróleo que ya quemamos, en la ecología

de este ser vivo que es GAIA, nuestra tierra patria-matria. Aparentemente la

mayoría del petróleo ya lo quemamos en apenas 150 años, comparados con los

cientos de millones de años que la tierra se tardó en producirlo y conservarlo.

Los EEUU el primer productor de petróleo en la historia, se acabó su bonanza

petrolera en tan sólo 80 años, teniendo lugar este agotamiento en los años 40’s

del siglo XX, es decir llegó al pico de hallazgo de yacimientos de petróleo en

aquellos años. A partir de esa época la fuerza y magnitud de su producción fue

evaneciendo. El pico de producción se alcanzó en ese país alrededor del año

1973, es decir 40 años después. El pico de hallazgo de fuentes de petróleo del

mundo se alcanzó en los años 60’s, y aparentemente alrededor del año 2004, 35

años después que aquel pico de hallazgos -similar a lo ocurrido con EEUU-,

hemos, aparentemente alcanzando el pico mundial de producción de petróleo.

Es importante observar que hasta hace unos 10-20 años el petróleo se obtenía

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básicamente de fuentes bastante accesibles, es decir que no se requería invertir

demasiado esfuerzo, energía y tecnología para obtener el petróleo. Esa

situación ha cambiado radicalmente en la actualidad, y la mayoría de los

descubrimientos actuales son a grandes profundidades y en el mar. Esto implica

que ahora ya no sea la “ganga” energética y económica que era, pero peor aun,

ahora el riesgo y la destrucción socioambiental para su extracción es inmenso y

lo hace inaceptable (si es que alguna vez fue aceptable todo lo que se hizo).

Ejemplo de esto es el accidente del Golfo de México que costó a la Corporación

petrolera BP alrededor de 2,000 millones de dólares, y generó un desastre

ecológico y humano incalculable. Acorde con la experiencia petrolera, a partir del

pico de producción de petróleo empieza el declive en la facilidad, de extracción y

abundancia, eso sucedió aparentemente en el año 2004, y desde ese entonces

el precio del barril a pasado de 20-25 dólares a los 100-120 dólares de ahora.

No obstante esos precios “exorbitantes” para una economía basada en el

petróleo casi regalado, la producción no ha podido repuntar bajo el estímulo del

sobreprecio. Y todos estos inidcios del pico de petróleo se están produciendo

cuando “por fin” el modelo de la globalización y el desarrollo (el consumismo

desenfrenado) está prendiendo en buena parte del mundo “sub-desarrollado”, es

decir China (1,350 millones de habitantes), India (1,200), Brasil (200), Indonesia

(250), Argentina (45), Colombia (40), Tailandia (70), Rusia (200), Polonia (45),

Turquía (90), etcétera. Esto implica que esas “economías” comienzan a recorrer

por la escalada exponencial de consumo de energía y materiales, propio del

“camino del desarrollo”. Esto conlleva a un aumento gigantesco de consumo del

petróleo. El paradigma neoliberal de fantasía energética y monetaria implica

para todos esos países, que crecer a menos del 10% anual es una “tragedia”

con consecuencias desastrosas… Laa fantasía del crecimiento ilimitado como

sustento del “bienestar” humano es un absurdo que sólo ha podido sostenerse

por el petróleo barato. Por demás que dicho “bienestar” ha sido más bien, una

ilusión de mercadeo vendida a los pueblos del mundo.

¿Qué ocurrirá cuando el petróleo, que es el fundamento absoluto de esa

fantasía económica, empiece a escasear y a elevarse a precios de 200, 300 o

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500 dólares el barril? Las otras fuentes de energía no tienen ninguna posibilidad

de sustituír al petróleo, y menos aún bajo este modelo absurdo del

hiperconsumo globaziado (http://www.peakprosperity.com/crashcourse/espanol/capitulo-

17a-el-pico-del-petroleo). Como dice Ted Trainer de la Universidad de Sur de Gales:

"las energías renovables no pueden dar sustento a una sociedad consumista". Y

por otra parte los empleos globalziados de todos esos cientos de millones de

personas que “dependen” del consumismo, que a su vez sólo es posible por la

destrucción del planeta, incluido el quemar el tesoro planetario del petróleo, se

van a colapsar.

Pero ¿qué significa ese colapso?

Veamos en términos alimentarios; el EROI es una medida que nos dice

en términos energéticos cuánta energía obtenemos de retorno de alguna

actividad económica, comparado con la energía invertida para producir ese bien

o proceso (EROI=energía obtenida/energía invertida). Por ejemplo, si invertimos

dos unidades de energía en producir zapatos (la suma de toda energía y materia

consumida para lograr el producto), siendo que obtenemos 8 unidades de

energía en dichos zapatos, entonces el EROI será para esa actividad: 8/2=4.

Según cálculos aplicados a la agricultura actual producto de la “revolución

verde”, por cada 10 unidades de energía invertida en producir alimentos,

obtenemos una unidad, ¡una! Este absrudo económico y energético es así

“gracias” al derroche de petróleo que ha sido casi gratis para las economías

capitalistas “desarrolladas” de los últimos 6 años. Esa ha sido la forma en que

hemos podido mantener esa fantasía absurda, como por ejemplo que una

zanahoria viaja en promedio más de 2,000 km para ser consumida, o que la casi

totalidad de los fertilizantes que se aplican a un suelo arrasado en su fertilidad

por esos mismo fertilizantes, proviene también del petróleo. Eso mismo sucede

con los plaguicidas, herbicidas, el regadío, los aviones, tractores y demás

máquinas, etcétera, todo depende del petróleo. Y todo ese entramado

complicadísimo de escuelas de agronomía, productos, técnicas, redes de

distribución, canales de riego, patentes, maquinaria, etcétera, es controlado y

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reproducido por un puñado de corporaciones transnacionales. Es decir con el

colapso del petróleo vendrá el colapso de alimentos…

Y lo peor es que en estos 60 años de revolución verde se ha aniquilado o

desmontado la casi totalidad de los saberes y prácticas tradicionales y

vernáculas agrícolas locales, prácticas que sí pueden mantener una producción

alimentaria sustentable sin la fantasía del petróleo. Llamamos a eso el pico de

producción de alimentos, que como ya vimos es una fantasía por no decir una

locura insana de 10 a 1, energéticamente hablando.

Si nos damos cuenta de que casi la totalidad de nuestro consumo

depende del petróleo podemos preguntarnos así: ¿y qué con el pico de la ropa,

el calzado, la electrónica, los autos, los aviones, el turismo, la construcción, los

muebles, la cocina, las diversiones, las carreteras, las telecomunicaciones, el

internet, nuestras compras en COSTCO, Liverpool, Wal-Mart o Apple Store?

Todo eso está en pico, aparentemente… Y todo este análisis sólo ha estado

centrado en el agotamiento de la capacidad de carga planetaria de energía, pero

qué hay de los bosques, del agua, de los minerales, del clima, etcétera. Es decir

de cómo esa fantasía consumista también está limitada por cada uno de eso

ámbitos, por sus interacciones y co-dependencias.

En cuánto al pico, la discusión sólo puede ser de cuándo ha pasado o

pasará el pico del petróleo y de todo. Pero más importante aun, que el pico de

petróleo barato ya pasó, sin lugar a dudas. ¿Importa eso? ¿Vamos a seguir

cultivando la fantasía insana por comodidad o por pereza planetaria? Esta

actitud es suicida a estas alturas, era una locura hace 40 años… y no hicimos

nada.

Una historia alternativa es la tecno-explosión que es el paradigma tipo

Discovery Chanel, y que afirma que todos nuestros problemas los van a resolver

los científicos e ingenieros. Veamos…

Para terminar este brevísimo recuento de lo que hemos construido en

esta historia de “expansión” de la humanidad y su consumo, hemos de recordar

que en el siglo IXX se inició la era de la síntesis química moderna. Como

resultado de eso se generó, por ejemplo el DDT, los herbicidas, los

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organofosforados (responsables del agujero de la capa de ozono, que a su vez

ha creado el “bum” de los bloqueadores, que a su vez son contaminantes y

cancerígenos), etcétera. En esa misma línea se creó toda la industria química de

la “revolución verde”, una verdadera hecatombe ecológica para el suelo y el

agua, así como para las y los campesin@s.

Pero ¿qué está ocurriendo en términos de crisis planetaria a este

respecto ahora en el año 2013?

Estamos descubriendo la tragedia productiva, económica, ecológica,

alimentaria, de salud y cultural del modelo de agricultura de los transgénicos. Y

apenas inicia la “revolución” de la bio-nanotecnologías, que son moléculas

“inteligentes” capaces de “innovar” las “cualidades” de la materia, ¡además de

auto-ensamablarse y auto-reproducirse ellas mismas en el ambiente! Le dejo a

la lectora y el lector que imagine las posibles linduras de estas “súper”

tecnologías pueden ocasionar, que son miles de veces más complejas que sus

tecnologías abuelas del siglo IXX.

Como última imagen, reflexionemos que cada año se liberan al medio

ambiente más de 80,000 sustancias sintéticas que no han sido probadas en su

toxicidad en un sentido amplio, y mucho menos evaluados los problemas y

desastres que las interacciones que entres pares, tripletas, etcétera de estas

sustancias se pueden ocasionar. Recordemos el caso del DDT y los

organofosforados que revelaron su ecocidio hasta unas décadas después de su

invención…

Creo que como seres humanos tenemos que recapacitar y darnos cuenta

de que tenemos que detenernos YA, que esa acción no va a venir del gobierno,

de las universidades, de las empresas o de ninguna organización que no sea a

escala estrictamente humana y local… participativa…

El colapso, sin lugar a dudas nos señala que mucho de lo que hemos dado por “garantizado” en la civilización está en proceso irreversible de pérdida, cavando su propia tumba. El planeta en su forma nativa, los estilos de vida simples en los cuales crecimos, los mundos humano y no humano, el clima, los ecosistemas, todo ello está en proceso de muerte. Los “recursos” están evaneciendo dramáticamente, por lo que la humanidad está cavando su propia fosa de muerte a una velocidad vertiginosa.

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Si de hecho, como números@s maestr@s espirituales nos han recordado, estamos indudablemente conectad@s con toda la vida, entonces la muerte en algún rincón del universo afecta nuestro mundo inmediato en algún nivel. Si nuestros cuerpos son parte del cuerpo de la madre tierra, entonces nuestros cuerpos no pueden escapar a las heridas de la tierra y del agua envenenada, a la extinción de las especies, la violación de los bosques, y la toxicidad de nuestro aire y nuestra comida. Todo se siente tan desesperanzador y de hecho lo es…

Así penetramos en un nuevo territorio, en tanto reconocemos el momento que estoy sugiriendo, que significa confrontar nuestro desencanto, así estoy invitándonos hacia capas más profundas de la psique, hacia lo que los griegos nombraban con la palabra ALMA. En este punto estamos fuera del “radar” de las teorías, de los “hechos” y aun de los paradigmas, es la experiencia reflexiva y crítica desde nuestra comunidad, desde la pureza de nuestros corazones.

Nos estamos encontrando frente a nuestros más profundos terrores, nuestras negaciones, nuestras aversiones. De repente estamos confrontando nuestros límites humanos, y de hecho, con nuestra propia muerte. Realmente, en tanto podamos reconocer honestamente que nuestro planeta se encuentra en la lucha por la muerte, ambos literal y metafóricamente, y mientras que podamos aceptar que no estamos haciendo nada más que habitando los días y horas en una procesión funeral, estaremos pateando y gritando, reclamando soluciones esperanzadoras.

Esto es la preparación consciente para la muerte, y tod@s aquell@s que estamos dispuestos a abrazar la realidad del colapso devenimos en cuidador@s del hospicio para nosotr@s mism@s y para el mundo. No queda mucho tiempo restante, y cada momento es un regalo a ser saboreado, olido, degustado y cuidado… De esta forma liberamos preciosos espacios y tiempos creativos para trabajar humilde y entregadamente en las alternativas para enfrentar el colapso.

Carolyn Baker en “La pérdida sagrada: andando el camino

espiritual en el colapso de la civilización industrial”, pp. 94-96

¿Qué tal si los cambios vinieran de la acción cotidiana, articulada y consciente de las personas desde sus barrios, sus pueblos y sus ciudades?

Vida personal sustentable, barrios amorosos, pueblos y bio-regiones en transición

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Entonces, si nos adentramos en un acto amoroso de honestidad personal,

podemos soñar con una vida sustentable acorde con una visión de vida dulce o

de compromiso consciente con la séptima generación. De esta forma

propiciamos de instante en instante que nuestra vida cotidiana en nuestro barrio,

en nuestro pueblo y ciudad, de nuestra bio-región sea una vida alegre, pausada,

justa social y económicamente, llena de convivencia, autónoma, en una frase

sustentable en el aquí y ahora, y al mismo tiempo a largo plazo. Nada que ver

con el colapso actual y también a escala planetaria. Podemos quizás construir

una imagen ideal de lo que esto implica en la vida cotidiana…

Semblanza de una vida dulce –la utopía posible- en mi barrio

Nuestro barrio de El Sumidero en Xalapa, tiene una red de 47 huertos

barriales donde todas las mañanas cultivamos nuestros alimentos con

ecotecnias como agricultura orgánica, biodinámica y permacultura. Más del 60%

de nuestra comida proviene de esos huertos, los cuales están ubicados en

escuelas, en parques públicos, en techos de edificios públicos, en jardines de

empresas, en viejos estacionamientos que fueron reconvertidos, etcétera.

Nos transportamos en bicicleta por las innumerables calles, veredas y

senderos de bosque con que se comunica nuestro barrio con el resto de la

ciudad y con los pueblos que están en el campo. Quienes necesitamos hacerlo

en los medios de transporte público motorizado que tenemos, lo hacen por

servicios de cooperativas que transitan por calles que han sido diseñadas

especialmente.

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La energía eléctrica que necesitamos para los poquitos aparatos eléctricos

que usamos, proviene de celdas fotoeléctricas, de molinos movidos por el viento

y también de nuestras piernas ya que con nuestras bici-máquinas podemos

generar energía, mover licuadoras, lavadoras y demás. Algunos de esos

aparatos como lavadoras de ropa o televisiones, las compartimos por grupos de

familias en espacios de servicios compartidos.

Nuestr@ hij@s y nosotr@s mism@s nos educamos en el aprendizaje

transformativo y significativo en los 26 Centros de Eco-formación y Aprendizaje

Comunitario, donde la comunidad entera comparte sus saberes y crea nuevas

tecnologías, reproduce y enriquece los saberes artesanales y tradicionales.

Nos divertimos con los innumerables grupos de son jarocho, salsa, cumbia,

mariachi, música norteña, jazz y demás géneros que se tocan en bares,

cantinas, pulquerías, salones de baile. Semanalmente existen cinco o seis obras

de teatro y danza comunitarios que los grupos de artistas locales montan para

sus barrios y comunidades. En todos estos lugares trabajan cooperativamente

cientos de jóvenes que encuentran alternativas de vida digna. La televisión es un

recurso poco usado que nos sirve para ver programas de arte, de drama o de

aprendizaje de otras culturas a través de una red local y regional de canales

regionales.

Nos curamos en nuestro Centros de Sanación Comunitaria donde hemos

construido modelos y prácticas de salud holística y sustentable que bajo

esquemas de salud pública y de economía solidaria disfruta toda la población. El

diálogo de saberes entre los sistemas médicos occidental, náhuatl, totonaco,

chino, homeopático y demás es el fundamento en la formación de curander@s-

médic@s-enfermer@s comunitarios. Para las enfermedades y accidentes graves

contamos con tres hospitales de la ciudad que son un ejemplo de atención

humana, holística, sustentable y solidaria.

Contamos con 79 vigorosas redes de consumo consciente en donde están

agrupadas un alto porcentaje de la población de forma que el 70% del consumo

que hacemos en nuestro barrio es local, bajo esquemas cooperativos de

producción donde sabemos cómo se produce, bajo qué condiciones, con qué

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materiales y con que contenido cultural se generan los productos. ¿Sabías que

hay bio-regiones de Francia e Italia en dónde las cosas son así?

Para dar soporte a todo esto desde hace 5 años acuñamos nuestra

moneda local, “El gasparito” que es una moneda que sólo tiene validez dentro

de nuestra bio-región (ya existe una moneda así en el totonacapan). Esta

moneda local es reconocida por el Banco de México (tal como sucede con la

moneda local de Bristol en el Reino Unido), como un instrumento de estabilidad

económica-monetario, y que nos permite impulsar aquellos aspectos de nuestra

economía que resultan para el incremento del índice de felicidad humana/no humana, que es el principal medidor macroeconómico de nuestro estado para

cuantificar qué tan bien va nuestra economía. Eexiste en Bután una experiencia

similar de sustitución de PIB por un índice de felicidad

(http://www.bhutanstudies.org.bt).

¿Será posible? El valor de la utopía…Cuando me pregunto si todo esto es posible, vienen a mi quizás esas

sensaciones de impotencia y decepción por lo público, o la repulsión que la

política profesional y también muchas veces la no profesional me dan al recibir

los horribles frutos que nos espeta en el rostro la arrogancia, la corrupción y la

lucha por el poder. Siento cuán difícil es para mi siquiera intentar separar la

basura, comprar huevos de rancho para el diario, cuidar las jardineras de mi

cuadra o ponerme de acuerdo con mis familiares para no usar platos

desechables en la fiesta del día de las madres.

Pareciera que una de las principales estrategias que las sociedades

dominatorias, patriarcales y auto-destructivas han desarrollado para imponer y

reproducir sus modelos socio-económicos es a través de destruir primero mi

capacidad de relacionarme sin disputar la razón y el poder, y a partir de ahí

romper la estructura y los lazos comunitarios, destruir la capacidad de los seres

humanos de convivir comunitariamente en intimidad política, humana y creativa.

De esta forma en ausencia del diálogo, del encuentro y de la reflexión crítica es

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casi imposible decidir y construir el mundo que deseamos colectivamente a

escala barrial, urbana, regional.

De forma alternativa, nuestra profunda insatisfacción con el sistema

político, puede encontrar una alternativa al compaginar estas prácticas

soberanas de la política local con aquellas a nivel de estatal, nacional y

planetario, ¡otro mundo político debe ser posible si deseamos sobrevivir como

especie! Pero hemos soltado todo el poder que va fuera de nuestra piel, es decir

de nuestras elecciones personales, qué decir del de la cuadra, del barrio, la

ciudad y la nación. Nos han convencido que la democracia representativa es

“LA” forma de expresar y ejercer la organización política humana viable. Pero

eso no es necesariamente cierto, existen otras formas igualmente válidas de

participación y organización políticas que podemos explorar y que deben ser

desarrolladas por nosotr@s ante el total fracaso y colapso al que nos está

llevando esta forma aislada, egoísta y corrupta de vivir en sociedad y ceder el

poder a los políticos y su sistema corruptor de los humanos modernos.

Frecuentemente tendemos a decir ¿qué puedo hacer yo que pueda

contender realmente con esta maquinaria inmensa de la globalización, de los

sistemas políticos y económicos del mundo que sufro? Pareciera que la realidad

es que nadie forja el mundo con su mano precisa y a su antojo. Ni siquiera Bill

Gates, Carlos Slim, George Bush o la Coca Cola tienen el poder de diseñar y

dirigir al mundo. Lo que sí está forjando al mundo son las fuerzas del mercado,

el materialismo vacío y el egoísmo expresado a través fundamentalmente de la

globalización capitalista y el consumismo. Y es justamente a ese nivel que cada

una y uno de nosotr@s podemos hacer mucho, podemos, como dice Gandhi:

“ser el cambio que queremos ver en el mundo”.

Una forma de apreciar mi mundo es que el mundo experiencial y “a mi

mano” real para mí es aquel que vivo en mi día a día, es el que forjo y recorro

con mis pies y que moldeo con mis manos. Las demás referencias al planeta y a

lo global las recibo indirectamente y suelen ser en realidad más bien historias e

ideas que me forja la sociedad, es decir en cierto modo son ideologías

básicamente abstractas. Y es precisamente en ese espacio de mi mundo de la

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experiencia donde puedo concebir con mis acciones, con mis palabras y con mis decisiones el mundo que es real e influenciable para mi escala de ser humano. Pero para eso requiero hacerlo en compañía en un micro-contexto

comunitario que le de soporte y coherencia, sustento material, emocional y

político a lo que decido, a lo que decidimos hacer. Es en ese mundo de las

personas, cosas y procesos que toco, donde los resultados de mis acciones se

regresan hacia mi, donde mis acciones se pueden juntar a las de otras y otros, y

donde de forma real y correspondiente a lo que junt@s queremos se puede

direccionalizar y significar. Pues además, sin este espacio de lo individual-

comunitario consciente y co-operativo, resulta imposible desenchufarme de los

infinitos apegos, “necesidades” y ocupaciones que me impone esta “vida loca”

moderna de consumismo, no sólo de cosas, sino de espacio y sobre todo de

tiempo. Dinámica casi enloquecedora que no me deja detenerme y dedicar

amplios espacios y tiempos para participar y forjar el mundo que deseo y que es

sustentable para una vida dulce y de calidez humana sustentable que

deseamos. Es este tren voraz de “ocupaciones” y consumos de todo tipo en la

que estamos inmersos hasta el cuello, y que ni nos dimos cuenta cómo la

aceptamos en un abrir y cerrar de ojos de los últimos 30 o 40 años de nuestro

México…

La metáfora de un llano arrasado por la “revolución verde” de la

ganadería extensiva puede ayudarnos a ampliar nuestros entendimientos al

respecto de las dificultades de poder cambiar el mundo desde mi sutil y personal

actividad. Si observamos un potrero de pasto estrella de Veracruz no vemos

más que eso, pasto y vacas, quizás algunos pequeñísimos manchones de

vegetación totalmente marginada, pero ya no podemos llamar “selvitas” a esa

situación. Podemos decir en parte que esa es una imagen bastante parecida a la

situación humana comunitaria de nuestra actual sociedad, se ha talado la casi

totalidad de los procesos comunitarios sociales, económicos, políticos, culturales

y espirituales locales y sustentables. ¿Cómo puede renacer un pequeño

manchón auto-organizativo y con su propia identidad de selva en ese terreno

devastado? Si como ocurre cae una semilla de alguna especie salvaje original

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de selva en esa tierra, si ella solita pone todos sus recursos en crecer sola,

inmediatamente es arrasada por las vacas, por la sequía o por el pasto estrella

que la ahoga. En el caso de que logre sobrevivir, tal como un activista social, es

muy difícil, casi imposible que de ahí nazca un manchón o una región de selva,

pues el potrero y sus mecanismos de reproducción están ahí siempre actuando

para acabar con cualquier intento de renacimiento (en el caso humano la tele,

las baratas nocturnas, el individualismo, los partidos políticos, la violencia,

etcétera). Requerimos de la protección de un número considerable de otros

arbolitos, de otros elementos de constante cuidado, quizás también de alguna

persona externa que venga a regar, a sembrar otras especies, a crear pequeños

espejos de agua para que esta se acumule, a quizás poner una cerca, al menos

durante algún tiempo para que los arboles crezcan y se fortalezcan a tal grado

que ya no puedan ser devorados por los agentes “naturales” del potrero.

Es por esto que es tan importante poder construir un espacio comunitario

en donde nos podamos proteger en el día a día en lo cotidiano, tal como en el

potrero, para así poder crecer junt@s, fortalecer nuestras habilidades, crear

redes de productores-consumidores locales, nuestra conciencia, la forma en que

invertimos el tiempo y el dinero y los focos en los que dirigimos nuestra energía.

Un ejemplo de esto, de la forma en que esta manera posmoderna de “invertir” el

tiempo nos paraliza, es el Facebook, la TV o las llamadas de celular; si

invirtiéramos la décima parte del tiempo y atención de lo que “compartimos” con

amigos en esos “medios de comunicación”, del tiempo para pagar, reparar, o

reponer esos servicios, si ese tiempo lo dedicáramos a la semana a fortalecer

nuestros lazos en un Círculo comunitario y a crear formas alternativas de vida,

realmente tendríamos una experiencia profundamente enriquecedora de

amistad, de sentirnos acompañados y además de estar construyendo formas de

vida humanas y sustentables para mí y para mi familia.

De forma general podemos contar una cierta historia de una posible ruta

para generar un cambio en mi persona, en mi pequeña comunidad, en mi barrio,

en mi pueblo o en mi ciudad.

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ComUnidades en transición, eco-barrios por una “vida dulce”:

podemos co-crear el mundo que queremos desde nuestra acción personal-colectiva...Si percibo de forma evidente en mi experiencia de vivir, el dramático divorcio

entre el discurso y el mercadeo del progreso materialista, y la profunda crisis

humana y planetaria en que vivimos y que estamos exponenciando... entonces

es posible ser y co-crear el cambio que quiero ver en el mundo...

Puedo iniciar en mi barrio, en mi pueblo, un pequeño Círculo de Diálogo

de amig@s en torno a la crisis humana-planetaria, la transición y las alternativas

a la globalización y el individualismo, es decir en cómo generar los pasos que

pueden llevar a mi barrio, pueblo o ciudad hacia un decrecimiento, un descenso

hacia la autosuficiencia... un pueblo en transición hacia una vida sustentable a

largo plazo...

Para ello puedo reunirme una vez por semana en casas de amig@s

que vivan a no más de 15 o 20 minutos caminando entre nuestras casas y crear

un grupo para nutrir nuestra calidad del ser humano (ver más abajo en la

siguiente sección), ver algunos videos, leer algunos textos y reflexionar,

cuidarnos y apoyarnos, en pocas palabras crear ComUnidad... en nuestro

Círculo podemos comer junt@s, cuidar nuestros hijos, leer cuentos o novelas,

apoyarnos como padres, como consumidores, como ciudadanos… Es en este

espacio sinérgico y co-creativo comunitario donde nacen nuevas-ancestrales

formas de vida alternativa viables económicamente, barrialmente,

humanamente. Quizás la cualidad personal y comunitaria más importante que

surge de estos espacios comunitarios barriales de cuidado es la liberación de la

“falta de tiempo”, del esclavismo del dinero y el consumo como formas de “dar

dignidad a mi nivel de vida” (Michael Ende nos comparte la estrategia del “ahorro

de tiempo para se más productivos” que los “hombres de traje gris” llegan a

imponer al pueblo de la pequeña niña Momo en su novela maravillosa y

revolucionaria titulada “Momo”). El énfasis entonces empieza a orientarse hacia

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los que los pueblos andinos llaman una “vida dulce” (Suma Camaña) en mi

barrio y en mi pueblo, en opción ante el “bienestar” materialista y consumista

que llamamos desarrollo bajo el paradigma occidental moderno y globalizado.

Con el objetivo de nutrir es historias de construcción de formas de “vida

dulce” hemos creado un espacio donde se dan sugerencias de textos, videos,

música y un “banco de ideas” con diferentes experiencias e iniciativas que

personas del mundo han puesto en marcha para formarse en pequeñas

ComUnidades (dialogoscomunitarios.wordpress.com).

Si ponemos amor y compromiso en este compartir, podemos consolidar

un hermoso grupo de personas en ComUnidad en tan sólo algunos meses. A

partir de ahí podemos invitar a otr@s amig@s a crear otros círculos, al invitarles

a una sesión de sensibilización en torno a la idea de los Círculos y a la Crisis y

las alternativas de vida en bien vivir... de manera que ellas y ellos puedan crear

su propio Círculo… esto es clave pues la estrategia de desmovilización para

hacernos sentir impotentes ante el estado de cosas, es estar sol@s e

“ignorantes” enfrentados ante la omnipotencia de lo que “es” y nadie puede

parar…

Al existir varios Círculos, podemos entonces hacer un llamado a "desatar"

un movimiento de barrio o pueblo en transición a través de un magno evento

de creación de una Red de Iniciativas hacia la Sustentabilidad. Puedes pedir

ayuda a otros grupos en tu estado o país para organizar este evento. En este

evento se pueden formar más Círculos de Diálogo, y formar a su vez distintos

Grupos de acción en torno a los ámbitos esenciales del vivir: salud, economía,

transporte, habitación, educación, diversión, arte, relaciones humanas, etcétera.

En nuestros Grupos trabajamos junt@s para co-diseñar el <futuro ideal> que

deseamos como ComUnidad en este ámbito del vivir, y decidimos qué pequeña

iniciativa en esa dirección podemos y deseamos emprender y apoyar

cotidianamente desde la ComUnidad de nuestro Círculo, y nuestra red de

Círculos barriales…

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Una vez en esta dinámica de acción y reflexión en el contexto de

cuidarnos junt@s, estamos ya co-creando formas de vida en transición hacia

una vida humana y planetariamente sustentable a largo plazo...

¿Qué pasaría si todas las personas que andan en bici en Xalapa

compraran con total conciencia de forma local, que además aprendieran y

construyeran sus casas con ecotecnias sustentables, que todas las personas

que hacen lombricomposta y huertos urbanos se unieran al movimiento

bicicletero y de economía solidara, y si a su vez todas y todos ell@s participaran

en la sustitución de la energía eléctrica en su forma actual hacia solar, de viento

o de bici-máquinas, y si todos esos grupos apoyaran y participaran en los grupos

de nueva masculinidad, de vigilancia de cuadra en torno a la violencia, y además

que toda esa población apoyara y participara en el movimiento de renacimiento

del son jarocho, y si tod@s l@s que luchan en contra de la minas a cielo abierto

o contra las presas incorporaran en su vida cotidiana a esas otras iniciativas, y

más y más y más?

Existen numerosas ComUnidades que ya han emprendido viajes similares

a este, es decir la co-construcción deliberada, conectada y consciente de futuros

sustentables basado en la acción ciudadana, pueblos y ciudades en transición,

eco-barrios, municipios libertarios, etcétera:

http://www.transitionnetwork.orghttp://gen.ecovillage.orghttp://movimientotransicion.pbworks.com/w/page/21695346/Movimiento%20de%20Iniciativas%20de%20Transiciónhttp://www.entransicion.com.arhttp://www.organi-k.org.mx/nsp/viewpage.php?page_id=3http://www.ecoportal.nethttp://transitionbrasil.ning.com/profile/MonicaPicavea

Partiendo de esta pequeña historia posible, que no es más que eso, una

de las millones de posibles rutas para forjar una sociedad civil vigorosa y co-

creadora de las formas de vida que realmente ella necesita, podemos resaltar

algunos aspectos centrales. Planteo que estos elementos son importantes,

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centrales en una ruta de lo que llamaría un empoderamiento personal y

comunitario:

Primero.- Reflexión honesta y crítica. Reflexionar de forma profunda en ser

sobre la dimensión y realidad de la crisis humana y planetaria.

Segundo.- ¿Qué puedo hacer yo? Me puedo preguntar ¿qué tal si junt@s

como sociedad civil podemos paso a paso y sumando esfuerzos, crear nuestro

barrio o ciudad tal como la queremos para un bien vivir sustentable?

Tercero.- Crear mi nicho de cuidado. Emprender un esfuerzo por crear mi

nicho local de arbolitos creciendo, crear mi círculo de diálogo de barrio.

Cuarto. Formar una red de Círculos. Tomar contacto con otros grupo y formar

una red de grupos en los cuales atender e impulsar iniciativas de vida

alternativa.

Quinto.- Formalizar mi pueblo o ciudad en transición. Formar una red de

iniciativas con vías a desarrollar un Plan de Pueblo o Ciudad en Transición hacia

la sustentabilidad humana.

"Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo..."

Eduardo Galeano