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CLUB DE PERIODISMO PAULINA ABAD JUNIO 2018 UNIDAD EDUCATIVA BILINGÜE DELTA EL PASO DEL TIEMPO El tiempo pasa, la vida sigue. Sin importar las decisiones que tomemos las horas no se extienden, los días no paran y los años no se recuperan. Sin embargo, para ellos el tiempo pasó como si no significara nada. Decidieron olvidar aquel verano, el cual no cabe duda que fue el mejor de sus vidas. Dejaron todo atrás, esos besos, esas caricias, esas conversaciones sin final, esas miradas que los hacía suspirar, las que hacía que el tiempo se detenga, aquellas que decían todo sin necesidad de decir una palabra… Querían que todo quede enterrado, ser dos completos extraños ¿será que de verdad pudieron lograrlo? Con el pasar de los años, poco a poco se fueron olvidando y siguieron con sus vidas negándolo, evitándolo, omitiendo esos días de verano ¿pero, para qué? si el destino de una forma u otra los iba a terminar juntando. Coincidieron ese día, en ese mismo lugar que no había cambiado, daba la impresión que ahí el tiempo no había transcurrido, seguía siendo exactamente la misma cafetería en la que se conocieron. Ahí estaba ella, tan elegante y encantadora como siempre. Una vez más se encontraba sentada en aquella mesa de la esquina, sola, tomando ese café negro que tanto le gustaba. Sonó la campanilla de la puerta, esa que suena cada vez que alguien entra. Ella alzó la mirada, él la reconoció sin ninguna dificultad, sus ojos se volvieron a encontrar, el tiempo paró, y con tan solo una mirada se dijeron todo sin necesidad de decir una palabra…

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Page 1: CLUB DE PERIODISMOuna hora más para mí. No era la primera vez que me hacía esto y sabía que no iba a ser la última. Decidí marcarle por tercera ocasión, no contestaba, escribirle

C L U B D E P E R I O D I S M OPAULINA ABAD JUNIO 2018

UNIDAD EDUCATIVA BILINGÜE DELTA

E L PAS O D E L T I E M P OEl tiempo pasa, la vida sigue. Sin importar las decisiones que tomemos las horas no se extienden, los días no paran y los años no se recuperan. Sin embargo, para ellos el tiempo pasó como si no significara nada.

Decidieron olvidar aquel verano, el cual no cabe duda que fue el mejor de sus vidas. Dejaron todo atrás, esos besos, esas caricias, esas conversaciones sin final, esas miradas que los hacía suspirar, las que hacía que el tiempo se detenga, aquellas que decían todo sin necesidad de decir una palabra… Querían que todo quede enterrado, ser dos completos extraños ¿será que de verdad pudieron lograrlo?

Con el pasar de los años, poco a poco se fueron olvidando y siguieron con sus vidas negándolo, evitándolo, omitiendo esos días de verano ¿pero, para qué? si el destino de una forma u otra los iba a terminar juntando.

Coincidieron ese día, en ese mismo lugar que no había cambiado, daba la impresión que ahí el tiempo no había transcurrido, seguía siendo exactamente la misma cafetería en la que se conocieron. Ahí estaba ella, tan elegante y encantadora como siempre. Una vez más se encontraba sentada en aquella mesa de la esquina, sola, tomando ese café negro que tanto le gustaba. Sonó la campanilla de la puerta, esa que suena cada vez que alguien entra. Ella alzó la mirada, él la reconoció sin ninguna dificultad, sus ojos se volvieron a encontrar, el tiempo paró, y con tan solo una mirada se dijeron todo sin necesidad de decir una palabra…

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C L U B D E P E R I O D I S M ODOMÉNICA NÚÑEZ DEL ARCO JUNIO 2018

UNIDAD EDUCATIVA BILINGÜE DELTA

I M AG I N AC I Ó NEstuve siete años a su lado, y me abandonó.

Siete años completos, con grandes sonrisas y pesadas lágrimas, pero me abandonó.

Siete años de largos días de escuela y cortas noches de verano, aun así, me abandonó.Siete años llenos del hada de los dientes y el monstruo debajo de la cama. No entiendo por qué me abandonó.

Siete años empapados con la más pura relación que el mundo jamás haya tenido la gracia de presenciar. Igualmente me abandonó.

Nos conocimos el primer día de clases de la primaria. Era imposible no distinguir el miedo plasmado en su rostro, tan evidente como el brillo del sol en la mañana. Era el niño nuevo, sin ninguna cara conocida entre las veinticinco que se encontraban en el salón. Recuerdo que estaba llorando, suplicándole entre lágrimas a su mamá que, por favor, por favor, no lo deje sólo en aquel espantoso lugar. Fue ahí cuando me acerqué, y le dije el primer hola de millones que vendrían después. Me dedicó una sonrisa llorosa, y ambos supimos instantáneamente que seríamos los mejores amigos. Ese fue el

momento en que mi vida finalmente cobró sentido.

Desde lavarnos los dientes en la mañana, hasta jugar videojuegos en la noche, todo siempre lo hacíamos juntos. Teníamos la misma comida preferida, usábamos la misma ropa y ambos alentábamos al mismo equipo de fútbol. Estábamos hechos el uno para el otro. Todo lo que posiblemente pudieras buscar en una amistad, él y yo lo teníamos. Pero ya no más.

El día que cumplió trece años, tan inesperado como un terremoto, sacudió totalmente el mundo que conocía, pronunciando las palabras que yo más temía: “Ya no te necesito”. Me rompió.

Simplemente ya no me quería a su lado. Aparentemente, ya era lo bastante grande y maduro como para que yo lo acompañe. Nunca lo comprendí, ¿Acaso… Acaso hice algo mal? ¿Acaso no fui un buen amigo durante todo este tiempo? ¿Acaso no era suficiente?

Día tras día, me encontraba cada vez más encerrado en las tinieblas de su memoria. No era nada, ni nadie para él, y todo lo sucedido entre nosotros, sencillamente se esfumó.

Ahora sólo soy un pedazo de su imaginación, olvidado para siempre.

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C L U B D E P E R I O D I S M OMELISA CORREA JUNIO 2018

UNIDAD EDUCATIVA BILINGÜE DELTA

G R I E TASAcostada, con mis ojos fijos directamente en el techo, observé como una abertura se iba formando en él La ruptura recién empezaba a cobrar vida, comenzó siendo una pequeña rajadura, pero ahora lo único que hace es crecer y no solo en un camino, sino que también se esparce por diferentes vías, haciendo su mayor esfuerzo para invadir toda mi habitación.

Me quedé tanto tiempo mirándolas que hasta cuando cerraba mis ojos podía visualizar cómo se desparramaban por las paredes. Ya no solo formaban parte de algo externo, de un momento a otro sentí como se adentraron por mi piel haciéndome daño.

Permanecí quieta, sin poder realizar un movimiento, comencé a respirar lentamente, en cada segundo transcurrido el aire ya no era suficiente, se habia vuelto escaso.

Traté de reaccionar, pero mi cuerpo no lo permitía, estaba inmóvil.

Grietas y más grietas surgían, atormentando mi mente, adueñándose de mi.

Mi fuerza se había agotado, no tenía la capacidad de echarlas, mientras me debilitaba, ellas se fortalecíán cada vez más, haciéndome sentir intimidada.

Conseguí abrir mis ojos, pero inoportunas lágrimas empezaron a descender, destruyendo toda posibilidad de escapar de esta tortura.

Una lágrima, otra grieta, otra, más dolor, dolor que me debilita y finalmente solo quedan hendiduras que consumen todo lo que queda dentro de mi.

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C L U B D E P E R I O D I S M OISABEL GONZALEZ RUBIO Julio 2018

UNIDAD EDUCATIVA BILINGÜE DELTA

A T R ÁV E S D E L C R I S TA LLas palabras me cortaban, me volví sorda. Las miradas me lastimaban, me volví ciega. Este mundo me mataba, me encerré en el mío.

Hace ya tanto tiempo abandoné ese lugar que lo único que me queda de él es una llave que guardé en algún compartimento de mi memoria. Al huir, construí un hermoso mundo de cristal en un lugar donde nadie nunca pudiera llegar.

Ha pasado tanto tiempo que me olvidé de hablar, ya no se como suenan las palabras. Lo único que escucho son mis pensamientos que corren de un

lado de mi cuerpo hacia el otro jugando a las atrapadas sin nunca perder o ganar. Y lo único que siento es mi dolor recorriendo mi alma, buscando algo que amar. Pero todavía puedo mirar, y a través del cristal veo personas, extraños seres con caras borrosas que esconden en sus sonrisas historias que jamás serán contadas y de sus manos cuelgan secretos que nunca revelarán.

No es que no haya tratado de ser como ellos, lo hice y tal vez demasiado. Pues, aun así quería ser uno más de ellos, pero tal vez no lo suficiente.

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C L U B D E P E R I O D I S M OCRISTINA RAMOS AGOSTO 2018

UNIDAD EDUCATIVA BILINGÜE DELTA

J U N T O A L R E L O JEran las doce de la noche y él no había llegado, cada minuto que esperaba era una hora más para mí. No era la primera vez que me hacía esto y sabía que no iba a ser la última. Decidí marcarle por tercera ocasión, no contestaba, escribirle iba a ser peor, pero yo sabía que algo no estaba bien, sentí dolor y pena, pero no entendía por qué.

Varios pensamientos se me vinieron a la cabeza, no pude más, así que salí a buscarlo. Eran las tres de la mañana y seguía sin aparecer, busqué hasta en el lugar más oscuro de aquel pueblo donde él siempre va, y no lo encontré, pasé por la casa de aquella chica, y tampoco estaba ahí, cada segundo me desesperaba más, decidí que lo mejor era regresar.

Eran las seis de la mañana cuando escuché un golpe en la puerta, “¡Es el!” pensé, de pronto al bajar las escaleras, sentía como todo me empezaba a pesar, como mis pensamientos me ahogaban lentamente, me asusté y poco a poco fui abriendo la puerta, y en ese momento me di cuenta que ya mi hijo nunca más iba a regresar.

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C L U B D E P E R I O D I S M OKARINA ABAD AGOSTO 2018

UNIDAD EDUCATIVA BILINGÜE DELTA

AS E S I N AT OTodos en el pueblo la miraban mal porque el día martes a las 1: 30 de la mañana, mató a su hijo sin piedad porque su esposo fue infiel.

Cuando se dio cuenta de lo que hizo, se le secó la vida.

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C L U B D E P E R I O D I S M OVANESSA BAQUERIZO AGOSTO 2018

UNIDAD EDUCATIVA BILINGÜE DELTA

L A PA R T I D AEn silencio sin poder decir nada, lo veía armar la maleta con sus cosas. No sabía que iría a pasar, solo esperaba que me lleve con él, tenía un mal presentimiento de lo que podría suceder.

Abrió la puerta y se fue con sus ojos rojos llenos de miedo y dolor. Había pasado toda la noche llorando a mi lado, tanto que mi pelaje estaba mojado. Lo intenté perseguir, desesperadamente quería ayudarlo a volver a ser feliz, pero sin decir adiós cerró la puerta. Me quedé ahí un buen rato, no podía salir ni gritarle que vuelva, aunque tanto lo quería.

Me desperté horas más tarde, alrededor mío todos estaban llorando, y estaba segura de lo que había pasado; me acerqué a la caja negra que estaba en el centro del cuarto y me acosté a lado de ella.

Aún cuando todos ya se habían ido, yo seguía ahí...

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C L U B D E P E R I O D I S M OVALERIA HEINERT AGOSTO 2018

UNIDAD EDUCATIVA BILINGÜE DELTA

S U P R I S I O N E R AEl vestido que llevaban todos los que allí se encontraban, era verde, un verde pastel. Uno sin intensidad, sin luz, sin vida; un color débil, débil como ella. Con los demás, no tenía solamente en común el vestido, sino también la condena que ahí los mantenía.

Viéndola al pie de la cama en la que ella descansaba, estaba él. Le parecía una ilusión, una pesadilla.

Recordaba como si fuera ayer todo lo que habían pasado juntos, y cómo se había enamorado de ella.

Siempre se acordaba de la primera vez que le sonrío; cómo esa sonrisa que tanta dulzura y cariño reflejaba, lo había atrapado desde el inicio, igual que

cuando vio sus ojos, con tal cercanía, que logró observar todo aquello que esa profunda mirada llevaba dentro...Aquella que en algún momento estuvo llena de vida, y que ahora parecía estar en otro mundo.

Pero sus recuerdos y pensamientos del pasado fueron interrumpidos por aquel sonido agudo que marcaría su futuro. Uno que indicaba lo más complicado que a él le podría suceder. Uno que lo dejó solo con las memorias de momentos cortos, pero que durarían para siempre.

Y después, fue el silencio su único acompañante, ya que ella no era más su prisionera.

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C L U B D E P E R I O D I S M OBERNARDA ARCE AGOSTO 2018

L A V I E E N R O S EDesde que tengo memoria nunca en mis veinte y un años me había sentido de esta manera. Mis manos temblaban de forma imposible. Mi cuerpo no tenía control de sí mismo, de repente se había desconectado completamente de mi. Y ni hablar de mi cara. Parecía que alguien había prendido fuego justo al frente de ella. Si tan sólo estos sentimientos tuvieran un botón para apagarlos.

Mis padres solían consolarme y aclaraban mis dudas cuando me sentía fuera de lugar. Algo que quedó en mi cabeza de todos los consejos y palabrerías de mi mamá, era mirar la vida a través de gafas color rosa, sin importar el precio de ellas.

Mientras mordía la parte interior de mi labio, sentía mi corazón latir más rápido. ¿Cómo es que me perdí de este sentimiento tan horrible y cautivante durante toda mi vida? ¿Habrá sido mi culpa? ¿Habré tratado de evitar esta sensación a toda costa? ¿Dónde están esas palabras que repetía para sentir que el tiempo parara? Aunque sea por un segundo. Todas esas respuestas estaban al fondo de mi cabeza, en un recuerdo color café y con olor a miel y vainilla.

–Trata de ver la vida a través de gafas color rosa– Esa era mi oración a la cual recurrir en momentos de crisis. Recuerdo muy bien a mi madre repetirlas cada mañana acompañada de un café y una sonrisa acogedora que aseguraba certeza en su filosofía, por mala suerte esas palabras no lograrían que pudiera calmarme ahora y habían funcionado en muchas ocasiones.

Mi vista dirigida hacia su espalda sin que él sepa que estoy aquí, me da un sentimiento de paz temporal. Mi mano apretaba el material de cuero que estaba sujetando. Me asusté al darme cuenta de que estoy a segundos de lanzarla y salir corriendo, ahora que lo pienso no es mala idea. Parece ocupado, preocupado incluso, sus manos pasaban por su pelo revelando su perfil mientras palabras en francés salían de su boca. Aunque estuviéramos a dos metros de distancia tenía vergüenza de que él me viera así. Sin aire suficiente y el peso de estos sentimientos no descubiertos llevándome a piso. Respiré hondo, para segundos después, quedarme fría.

Pensaba. ¿Qué puedo decir? ¿Encontré tu billetera en la cafetería y decidí seguirte

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UNIDAD EDUCATIVA BILINGÜE DELTA

hasta que estés solo para dártela? Pegué un grito interno mientras me daba la vuelta para dejar este juego de si o no. Claro que no estaba lista, esto era simplemente otra pérdida de tiempo en mi vida. Tenía tantas opciones, dejarla en la tienda y decirle al dueño que la había perdido él. Pude haberme no metido en sus asuntos y no hubiera cruzado medio París para seguir a alguien que no conozco por una simple billetera, pero en ese instante recordé su cara.

Sus ojos eran del tipo de los cuales uno podía perderse en cuestión de segundos, y yo fui una víctima más de tal catástrofe. Me hicieron querer tener una excusa para seguirlo, algo, sabía que quería estar con él. –¿Hola?– Mi garganta ardió por un segundo hasta que me di cuenta de que había olvidado cómo respirar por un momento. Y ahí estaban, esos ojos que me trajeron hasta acá. Mi cara se sintió aún más caliente. -¿Puedo ayudarte?–

–¡Sí! ¡Bueno no! ¿O sea yo a ti si? No, no, no bueno yo…– Precisamente por esto lo evitaba. Me había acordado de la vergüenza que viví la primera vez que sentí algo así.

–¿Qué es eso?¿Dónde la encontraste?–

–Se cayó cuando chocaste conmigo al salir del café–

–¿Estás bien? Lo siento mucho–

–Tranquilo, no fue nada–

–¿Segura?– Y para quitarle las dudas asentí rápidamente con la cabeza. Lo difícil ya pasó, y sentía el nudo en mi pecho soltarse poco a poco. Dejé que un suspiro escapara. –Lindas gafas– Había olvidado por completo que las tenía puestas, me las quité rápidamente y antes de que las pudiese guardar, sentí mi cuerpo estremecerse. Lo que había vuelto el aire a mis pulmones.

Rió colocando el accesorio de vuelta en mi cara con gentileza mientras me miraba de reojo. El tiempo paró el momento en que las gafas volvieron a mi rostro. –¿Rosadas?– Sentí mi boca abrirse con el propósito de hablar, decir algo, lo que sea, pero fue inútil, mis palabras se perdieron en sus ojos.

Sus manos encontraron su camino a mi cara cuando la sujetaron.

–¿Sabes? Tratar de ver la vida a través de ellas va más allá de lo material–

El cielo se empezó a despejar y pude ver bien los colores que presentaba. Sus ojos reflejaban tal cambio mientras seguían implantados en mi. Esa sensación de sonreír de repente vino a mi cabeza como una orden, no pude evitarlo. Me sentí pequeña tan de repente. Como en un sueño me sentí irreal. Sabía que en algún momento se acabaría, pero estaba segura que fue ahí, después de tantos años, que las gafas color rosa empezaron a funcionar.

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C L U B D E P E R I O D I S M OELISA RICAURTE OCTUBRE 2018

P E R F E C TAS I N S E G U R I D A D E SMis inseguridades, mis imperfecciones, me destruyen en el día y me hacen llorar en la noche. Chicas hermosas, atrayendo miradas de los extraños. No sabemos que pasa por su mente, si es soberbia o un poco de vergüenza. Vergüenza porque pensarán: “ están mirando mi gordura, estarán mirando mis granos?”

Al fin y al cabo, esa mentalidad de que tenemos errores físicos, no se define por la belleza, sino por la dura personalidad que podríamos tener. Irónico ¿no? Algo que está dentro de nosotros, nos afecta como nos vemos por afuera.

Pero las personas no somos bobas, nosotros sabemos que todo comienza con la manera en que pensamos, y una vez que nos convencemos de eso y estamos listos para llegar a la entrada de la seguridad en nosotros mismos, vemos un pequeño error, una pequeña falla, que nos hace volver a caer en el huracán horroroso de inestabilidad en la que vivimos todos los días.

Cada vez que vemos a una modelo o influencer en una red social, pensamos, “wow, quisiera ser como ella” , lo que no sabemos es que esa misma chica está diciendo lo mismo de otra. El ser humano nunca se satisface con lo material, mucho menos con la manera en que se ve. Por eso cada persona debe amarse, y no tratar de atrapar ese sentido de la perfección, que nadie va a alcanzar.

Todos tenemos nuestros errores y nuestras maneras de ser, no dejemos que nuestra propia mente nos degrade, porque al final es ella la que nos difama. Las personas pueden decir muchas cosas hirientes pero solo nosotros dejamos que nos afecte. Así que hagamos eso a un lado y empecemos a apreciarnos tal y como somos. Porque no hay nada más hermoso, que una seguridad de guerrero.

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C L U B D E P E R I O D I S M ODenisse Miranda OCTUBRE 2018

UNIDAD EDUCATIVA BILINGÜE DELTA

U N H AS TA S I E M P R E“La vida es una rueda y hay que aprender a rodar con ella”, esta frase la solía decir el héroe de mi vida. Después de una infancia llena de risas, de defenderme de la dragona de la casa cuando se enojaba conmigo, de pelear con mis miedos sobre los monstruos debajo de la cama, de estar siempre que lo necesitaba, de soportarme en todos mis días malos, de acompañarme después de mi primer corazón roto e idealizar al hombre de mi vida, no perfecto, pero perfecto para mi y que hoy me uno con él ante todos, ahí siempre estuviste. No puedo olvidar que tú tuviste el papel más importante en mi crianza, porque ella se tuvo que apartar de mi lado por causas naturales, pero solo tú pudiste llenar ese vacío tan grande, aunque después de mucho

entendí tu frase “un tropezón no es caída” y que juntos todo es posible. Por lo que no me puedo cansar de decirte que te quiero, te adoro, te admiro, que te respeto y que te agradezco infinitamente por enseñarme todo lo que sé y lo que me hace la mujer que hoy soy.

Pero hoy estoy aquí, no solo para agradecerte, sino, para prometerte que ahora seré yo esa heroína protectora, una madre comprometida y luchadora por su familia.

Finalmente prometerte que aceptaré que esos momentos inolvidables juntos pasarán a ser recuerdos, que nuestros sueños pasarán a ser metas y los monstruos debajo de la cama se tendrán que ir por si solos.

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C L U B D E P E R I O D I S M OAlejandra Manzur Roca OCTUBRE 2018

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E S T OYEstoy estancada y perdida, no tengo a nadie que venga a buscarme y suena patético tener que pedir ayuda. No sé si el fracaso me atemoriza a estas alturas, pues ya no hay nadie a quien tenga que rendirle cuentas, ya no creo en ese infame que dirán… Estoy estancada, no hay nada que pueda hacer y la frase “la fe mueve montañas” empieza a sonar trillada cuando no tienes santo a quien rezarle ni un ángel el cual ilumine tu camino.¿Qué pasa si solo soy yo? Si solo me tengo a mi, si solo estoy.

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C L U B D E P E R I O D I S M OAlejandra Manzur enero 2019

UNIDAD EDUCATIVA BILINGÜE DELTA

P ro p u e s ta I n d e c e n te Y si te invito a perderte en men-tiras… ¿Vendrás? Prometo llenarte de sueños y no cumplir ninguno. Te haré sentir un poco más arriba del cielo mientras te tenga aquí en la tierra. Te tengo un mar de promesas vacías sin ningún tipo de fundamento. Juro ser todas tus alegrías mientras mi tiempo lo permita, pero ven por favor acompáña-me, veremos en lo incierto. Por un tiempo sentirás que sigo a tu lado y me buscarás donde sabes que no estaré. Me haré cargo cuando te levantes con-fundida en un lugar que no volverás a ver, y mi sombra te acompañará haciendo un poco más pesado tu regreso. Si, te estoy invitando a perder todo para después solo odiar amarme. Cuando ya te sientas un poco más libre, volveré solo por unas horas para hacerte sentir y que vuelvas a empezar. Ese será tu lado de la historia … ¿quieres escuchar el mío?

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C L U B D E P E R I O D I S M ODulce María Wong diciembre 2018

UNIDAD EDUCATIVA BILINGÜE DELTA

L a Ta re a d e O r fe o“Tómame de la mano, índice, o meñique y los caminos se abrirán y te guiaré al andar. Tómame de la mano, índice, o meñique y prometo llevarte donde todos tus sueños residen. Tómame de la mano, índice, o meñique y el propósito que dicta tu existencia se esclarecerá. No obstante hay un precio que pagar: Remítete a mirar hacia adelante y dar pasos estridentes, para que todos se estremezcan de tu andar. En el caso de mirar hacia atrás, se restarán segundos del limitado tiempo que tienes en la tierra, los caminos que se abrieron se cerrarán a causa de tu errada mente que desconfía aún de sí misma.P.S La Fortuna siempre favorece al osado”. Una tarde de abril me llegó esta carta sin autor, sin embargo me tenía a mi como respectivo destinatario. Las palabras grabadas en ella aún hacen eco en mi memoria.