clasificación de áreas potenciales para reforestación en
TRANSCRIPT
Clasificación de áreas potenciales para reforestación en
la serranía del Uchumachi, región Nor Yungas,
departamento de La Paz, Bolivia
Patrocinante: Sr. Víctor Gerding S.
Trabajo de Titulación presentado como
parte de los requisitos para optar al
Título de Ingeniero Forestal
ERICO HEINZ KUTCHARTT RUEDLINGER VALDIVIA
2013
i
Calificación del Comité de Titulación
Nota
Patrocinante: Sr. Víctor Gerding S. 6,0
Informante: Sr. Óscar Thiers E. 6,2
Informante: Sr. Víctor Sandoval V. 6,0
El patrocinante acredita que el presente Trabajo de Titulación cumple con los requisitos de contenido y
de forma contemplados en el Reglamento de Titulación de la Escuela. Del mismo modo, acredita que
en el presente documento han sido consideradas las sugerencias y modificaciones propuestas por los
demás integrantes del Comité de Titulación.
_____________________________
Sr. Víctor Gerding S.
ii
AGRADECIMIENTOS
Quisiera expresar mis más sinceros agradecimientos al Dr. Víctor Gerding, gran responsable de mi
interés por las Ciencias Forestales, persona que me abrió las puertas de esta Facultad cuando aún me
encontraba en mi etapa de enseñanza media, del cual he recibido un apoyo incondicional en todo mi
recorrido universitario y que ha dedicado un tiempo muy valioso en las correcciones y sugerencias de
esta tesis.
También quisiera agradecer a mis profesores informantes, Dr. Víctor Sandoval y Dr. Óscar Thiers,
por su esfuerzo y dedicación en mi formación como profesional, personas que me han motivado día a
día a esforzarme y entregar lo mejor de mí en lo académico. Muchas gracias por sus consejos y ayuda.
Agradezco también al Lic. Rubén Darío Gómez, director de investigaciones de la Unidad
Académica Campesina de la Universidad Católica Boliviana, quien me entregó todo su apoyo y
confianza en el desarrollo de este trabajo.
Asimismo quisiera agradecer a Carlos Garay y Silvia Alemán, por haberme acogido de manera
desinteresada en tierras bolivianas, su hospitalidad y solidaridad hacia mi persona, guardan un grato
recuerdo en mi corazón.
Además, agradezco a las siguientes personas por su colaboración en la recopilación de la literatura
y ayuda en la elaboración cartográfica de esta tesis, vayan mis más sinceros agradecimientos a: Stephan
Beck, Elmer Cuba, Emilia García, Francisco Mamani, Humberto Sainz, José Luis Beltrán, Pablo
Rubio, Johannes Horstmann, Silvia Diez y Paul Dassori.
Por último, quisiera agradecer a los amigos que me han acompañado durante en este largo camino,
quienes siempre me han entregado su amistad y ayuda en todo momento, vaya un especial
agradecimiento a: Federico An-der Fuhren, Manuel Rocha, Carolina Holmqvist, Luis Luna, Fernando
Navia, Alejandro Aguirre, Rodrigo Labbé, Cristian Flandes y Rodrigo Inzunza.
iii
DEDICATORIA
A mis padres Erico Kutchartt y Gabriela Ruedlinger
Por su amor y apoyo incondicional
A mi tía Adriana Sánchez
Persona que me enseñó a escribir mis primeras letras
A Carolina Rosenkjaer
Quien llena mi corazón de alegría
Índice de materias Página
i Calificación del Comité de Titulación i
ii Agradecimientos ii
iii Dedicatoria iii
iv Resumen iv
1 INTRODUCCIÓN 1
2 ESTADO DEL ARTE 2
2.1 Situación actual de los bosques en Bolivia 2
2.2 Bosques montanos húmedos 3
2.3 Estado actual de la serranía del Uchumachi 4
2.4 La cuenca hidrográfica del Uchumachi 5
2.5 Aplicaciones de técnicas cartográficas y de teledetección 6
3 MÉTODOS 7
3.1 Descripción del área de estudio 7
3.1.1 Clima 8
3.1.2 Suelo 8
3.1.3 Vegetación y fauna 9
3.2 Generación de la cartografía de la serranía del Uchumachi 10
3.3 Creación de capas topográficas 13
3.3.1 Modelo de elevación 14
3.3.2 Modelo de pendiente 15
3.4 Clasificación de áreas potenciales para la reforestación del Uchumachi 15
4 RESULTADOS 18
4.1 Uso actual de suelo en la serranía del Uchumachi 18
4.2 Superficie del terreno según elevación y pendiente 19
4.3 Áreas potenciales de reforestación 20
4.3.1 Cuantificación de cada categoría de área prioritaria 20
4.3.2 Identificación de estas áreas dentro de la serranía del Uchumachi 22
5 DISCUSIÓN 23
6 CONCLUSIONES 26
7 REFERENCIAS 27
Anexos 1 Mapa de Bolivia por regiones
2 Localidades en la serranía del Uchumachi
3
4
5
Red hidrográfica en la serranía del Uchumachi
Formularios de reconocimiento de suelos en la ladera oeste y este
de la serranía del Uchumachi, sectores Carmen Pampa y Cochuna,
departamento de La Paz
Sistema general de clasificación de uso de suelo
6 Mapa modelo de elevación
7 Mapa modelo de pendiente
8 Pautas para determinar la capacidad de uso en los suelos
iv
RESUMEN
El bosque premontano del Uchumachi, pertenece a la región de los Nor Yungas del departamento de La
Paz en Bolivia, es un ecosistema frágil que actualmente se encuentra en un estado de conservación
crítico debido a la deforestación desproporcionada que ha sufrido en las últimas tres décadas. En una
superficie de 3.603 hectáreas, durante el período 1975-2005 se deforestaron 647 hectáreas, creando
graves problemas de erosión y degradación en los suelos e indirectamente en el recurso hídrico. Para
contribuir con información de utilidad para contrarrestar los daños, se propuso una clasificación de
áreas potencialmente reforestables dirigida a los sectores más críticos que requieran protección del
suelo en de la serranía del Uchumachi, según criterios de uso actual de suelo, pendiente del terreno y
elevación. En la cartografía levantada se identificaron 485,3 hectáreas reforestables. Se clasificaron 196
hectáreas, es decir, el 40,4 % de la superficie total a reforestar, en tres categorías: la prioridad 1 obtuvo
una superficie de 78,4 hectáreas, la prioridad 2 sumó 13,6 hectáreas y la prioridad 3 resultó con 103,6
hectáreas. Los polígonos de áreas prioritarias para reforestación se concentraron principalmente en la
ladera este y hacia el sur en el municipio de Coripata, entre las comunidades de Capillania, San Jacinto,
Cochuna, Santa Bárbara, Arapata, Trinidad Pampa y Chovacollo.
Palabras clave: uso actual de suelo, pendiente del terreno, elevación, teledetección, sistema de
información cartográfica.
1
1. INTRODUCCIÓN
Los Yungas es una de las regiones ecológicas del departamento de La Paz, en Bolivia, con mayor
valoración en términos de potencialidad de recursos, calidad escénica y de prestación de servicios
ecosistémicos. Sin embargo, los ecosistemas naturales de esta región han sido prácticamente
transformados en su totalidad por la actividad humana, notándose un avance en la frontera agrícola,
consecuencia de la tala indiscriminada, el sobrepastoreo y la quema para la habilitación de los terrenos
para cultivos, principalmente de cítricos (Citrus spp.) y coca (Erythroxylum coca). La región de Los
Yungas es una importante zona agrícola del país, que proporciona a la ciudad de La Paz parte
importante de sus productos alimenticios, especialmente frutos tropicales, y también produce para la
exportación de café (Coffea spp.), cacao (Theobroma cacao), té (Camellia sinensis) y coca.
El cerro Uchumachi se encuentra dividido entre los municipios de Coroico y Coripata; es decir,
posee una división política, por lo que conlleva una administración por parte de ambos municipios, lo
que dificulta la toma de decisiones, respecto a la gestión que se desea desarrollar en dicha área. La
serranía del Uchumachi, alberga en su interior a 33 comunidades rurales, 27 de las cuales pertenecen al
municipio de Coroico. Dichas comunidades, a través del tiempo, han sufrido daños económicos y
ambientales, como sequías, erosión de suelos, cambios en la vegetación, pérdida de vegetación y,
principalmente, falta de agua para consumo y riego.
La gran problemática se centra en la disminución del abastecimiento de agua para las comunidades
rurales, siendo la serranía del Uchumachi un centro generador de agua por excelencia, debido a que es
un formador de ríos por la acumulación de nubosidad y lluvias orográficas constantes. Esta área provee
de agua a una población cercana a los 11.000 habitantes, lo que hace indispensable trabajar en
proyectos que puedan ser capaces de contrarrestar los cultivos agrícolas en las áreas inadecuadas y, por
lo tanto, mitigar los daños causados por las malas prácticas en la agricultura.
A nivel mundial, los bosques montanos húmedos son ecosistemas frágiles, lo que indica que el
cerro Uchumachi es un ecosistema de alta fragilidad ecológica, sin embargo, por lo visto anteriormente,
no ha tenido los cuidados que se requiere para un desarrollo sustentable. Es por ello que se desea
trabajar en una propuesta de clasificación de áreas potenciales para una reforestación, tomando como
objetivo central la protección del suelo.
Debido a la dificultad de reforestar un área tan extensa y heterogénea, se necesita de herramientas
que puedan facilitar y optimizar los recursos. Entre tales herramientas, es de utilidad la aplicación de
2
técnicas cartográficas y de teledetección, que permiten desarrollar procesos de análisis, planificación,
gestión y control de los recursos físicos ambientales y socioculturales.
Un proyecto de reforestación sería una buena alternativa en la recuperación de bosques degradados
y permitiría evitar el proceso de erosión y degradación en los suelos. Previo a la reforestación, es
importante identificar las áreas críticas, ya que muchas veces los recursos son escasos para este tipo de
proyectos. Las prioridades deben contemplar aspectos técnicos que justifiquen la reforestación,
permitiendo así un trabajo dirigido hacia las áreas más alteradas, permitiendo de esta manera una
recuperación gradual en los ecosistemas boscosos y la protección del suelo. La presencia de bosques en
áreas de fuertes pendientes entregaría una mayor protección al suelo con respecto al uso agropecuario
actual, impidiendo los frecuentes deslizamientos de tierra y cortes de caminos, situación habitual entre
los municipios de Coroico y Coripata.
El objetivo general es identificar y clasificar áreas prioritarias para reforestación, que permitan
planificar una recuperación sectorizada de las áreas degradadas en la serranía del Uchumachi. Los
objetivos específicos son: (i) realizar un catastro que clasifique y cuantifique el uso actual en las
categorías de áreas urbanas, terrenos agrícolas, praderas, matorrales, bosques, afloramientos rocosos y
áreas desprovistas de vegetación, (ii) desarrollar un método para identificar las áreas críticas que
requieran de una protección urgente del suelo y (iii) cuantificar áreas piloto respecto a la superficie de
suelo según prioridades para la reforestación.
2. ESTADO DEL ARTE
2.1 Situación actual de los bosques en Bolivia
Bolivia es un país que cuenta con una gran variedad de formaciones vegetales, encontrándose
desde bosques amazónicos hasta vegetación altoandina. Según Killeen et al. (1993), el país posee una
superficie boscosa de 50.000.000 hectáreas, lo que equivale a casi un 44 % de la superficie del país.
Bolivia congrega cuatro regiones fitogeográficas de Sudamérica según criterios de clima, altitud y
geomorfología: Los Andes, la Amazonía, el Cerrado y el Gran Chaco (Killeen et at. 1993).
Según FAO (2004), debido a la poca claridad legislativa sobre el uso de los suelos, en el año 1995
la tasa de deforestación en Bolivia aumentó, llegando a 168 mil hectáreas, de las cuales 80 mil
hectáreas correspondían a la Amazonía, representando el 2,0 % de la tasa de deforestación del total de
3
América Latina. Otro autor señala que el promedio de la tasa de deforestación entre los años 1971-2005
fue de 140.000 hectáreas anuales, alcanzando a 275.128 hectáreas en el año 2004 y 281.283 hectáreas
en el año 2005 (Muñoz 2006). Las áreas de mayor deforestación se encuentran en las ecoregiones del
bosque chiquitano, el Gran Chaco y en los alrededores de la ciudad de Santa Cruz (Cuba 2007) (cuadro
1) (anexo 1). La deforestación en estas áreas se ha generado principalmente por la colonización
extranjera a partir de mediados del siglo pasado. Los inmigrantes mayoritariamente japoneses,
invitados por el gobierno boliviano, se han transformado en el motor del desarrollo económico de la
región.
Cuadro 1. Deforestación por departamentos (modificado de Cuba 2007).
Departamento Período
(años)
Tasa de deforestación
(ha año-1
)
Fuente
Santa Cruz 2005 214.033 Muñoz (2006)
1993 – 2000 203.243 BOLFOR (2001)
1978 – 2001 66.846 Superintendencia agraria (2001)
Pando 2005 29.420 Muñoz (2006)
Beni 2005 23.978 Muñoz (2006)
Cochabamba 2005 6.905 Muñoz (2006)
Tarija 2005 3.848 Muñoz (2006)
La Paz 2005 2.344 Muñoz (2006)
1978 – 2001 17.614 La Prensa (2004)
La deforestación, acompañada normalmente de la quema, produce impactos significativos en el
suelo, como la pérdida de la estructura que se traduce en una mayor densidad aparente y en una pérdida
de porosidad (Gutiérrez 2006). Además, posterior a una quema, la cobertura de cenizas, puede ser
levantada por el viento o transportada por el escurrimiento de las lluvias, o puede haber pérdida de
bioelementos por lixiviación, mermando la fertilidad (Holdridge 2000).
2.2 Bosques montanos húmedos
Los bosques montanos húmedos pertenecen a la ecoregión Los Andes, se encuentran en las faldas
orientales de Los Andes, cubren una superficie cercana a 15.000.000 hectáreas (Kessler y Beck 2001),
lo que corresponde al 13,7 % del territorio nacional de Bolivia. Se presentan en cadenas montañosas
con lomas y laderas anchas, y con quebradas y valles estrechos. Los bosques montanos están adaptados
a suelos pobres en nutrientes y cubren sus requerimientos principalmente desde la materia orgánica
4
(Bach et al. 2003). Estos suelos están marcados por acidificación muy fuerte (pH ≤ 4,5 en el subsuelo y
pH < 4 en los horizontes A y O), capacidad de intercambio catiónico muy baja (< 5 cmol kg-1
), alta
saturación de aluminio (superior al 70-90 % a profundidad ≥ 50 cm), proporción entre carbono y
nitrógeno mayor de 20 y un horizonte orgánico muy grueso, alrededor de 30 cm (Bach et al. 2003).
El clima en los bosques montanos es húmedo a subhúmedo. En la región de Los Yungas, las
precipitaciones en bosques húmedos de pie de monte, bosques montanos y ceja de monte van de menos
de 800 mm hasta más de 7.000 mm anuales (Müller et al. 2004). Sin embargo, Killeen et al. (1993)
mencionan que en bosques montanos húmedos se estima una precipitación anual entre 2.500 y 3.500
mm. La temperatura promedio anual fluctúa entre 17 °C y 24 °C (Killeen et al. 1993). Según Vergara
(2007), en un período de 10 años, la temperatura promedio más alta se dio en el mes de enero (sobre 19
°C) y, las temperaturas promedio más bajas, entre los meses de junio y julio (15 °C). Se registra una
temperatura máxima de alrededor de 25 °C y la más baja de 15 °C, mientras que la humedad relativa
del aire es del 100 % en la noche y baja a un 50 % durante el día.
Las formaciones vegetales en un bosque montano húmedo corresponden a los bosques más
diversos en Bolivia y están conformadas, principalmente, por especies de las familias: Moraceae,
Sapotaceae, Lauraceae, Euphorbiaceae, Meliaceae, Burseraceae, Sapindaceae, Piperaceae, Rubiaceae,
Leguminosae y Araliaceae (Killeen et al. 1993). La estructura de estos bosques, según Bascopé (2005),
varía en un rango de altura, entre 5 y 35 m, y en un rango diamétrico entre 10 y 60 cm, concentrándose
la mayoría de los árboles en las clases diamétricas menores. Estos bosques se caracterizan, además, por
la abundancia y diversidad de epifitas y musgos, qué bajan ligeramente hacia bosques montanos
siempreverdes (Müller et al. 2002).
2.3 Estado actual de la serranía del Uchumachi
Algunas poblaciones locales han intentado extender sus áreas de cultivo y producción hacia el área
del Uchumachi, lo que ha sido dificultado o imposibilitado por las pendientes pronunciadas que existen
en todo el contorno de este cerro (Coroico 2003). Sin embargo, en el sur del Uchumachi, por el área de
Trinidad Pampa y Arapata (anexo 2), existen mejores condiciones topográficas para el desarrollo de la
agricultura. Es por ello que se ha hecho un uso productivo de esta área a través de la construcción de
terrazas de cultivo, lo que ha provocado fuerte erosión y ha transformado a esta zona en una de las más
afectadas últimamente. Prueba de ello es la escasez de agua en las épocas secas del año, en donde el
abastecimiento de agua para la población se lleva a efecto a través de camiones aljibes.
5
La tasa anual de deforestación en la serranía del Uchumachi, estimada para el período 1975-2005,
fue de 29 %, lo que significa que anualmente se deforestaron en promedio 22 hectáreas (Cuba 2007).
Es decir, se han deforestado aproximadamente 647 hectáreas en las últimas tres décadas (cuadro 2).
Cuadro 2. Deforestación en la serranía del Uchumachi por períodos (modificado de Cuba 2007).
N° Período
(años)
Bosque inicial Bosque final Diferencia Tasa
Superficie (ha) ha año-1
I 1975-1987 2.225,8 1.776,7 449,1 37,4
II 1987-1994 1.776,7 1.724,4 52,2 7,5
III 1994-1999 1.724,4 1.700,8 23,6 4,7
IV 1999-2005 1.700,8 1.579,1 121,7 20,3
Total 1975-2005 2.225,8 1.579,1 646,7 21,6
Según Cuba (2007), durante las últimas tres décadas, la superficie de cultivos de coca muestra un
crecimiento acelerado. El autor menciona que en 1975 habían menos de 2.000 hectáreas, mientras que
en el año 2005 serían más de 18.000 hectáreas en la región de Los Yungas. La posibilidad de reforestar
los terrenos dañados por el cultivo de la coca está muy condicionada, ya que áreas con asentamientos
humanos o cultivos de coca podrían no ser aceptados por los agricultores como sitios de reforestación.
Sin embargo, se tiene el apoyo de las políticas de consenso de las comunidades locales, que no
permiten cultivos a partir de los 2.000 m s.n.m (Gutiérrez 2006). Un informe de la FCDI (2007),
menciona que hay 14 comunidades rurales que participan a través de talleres en la elaboración de un
plan de manejo y conservación del Uchumachi, que busca mejorar y conservar esta área. Actividades
como fiscalización, reglamentos internos, capacitación, concientización, reforestación y agroforestería
son prioridades para la elaboración e implementación del plan de manejo y conservación del
Uchumachi.
2.4 La cuenca hidrográfica del Uchumachi
La provincia de los Nor Yungas deposita sus caudales en los afluentes de la cuenca amazónica,
siendo el río Alto Beni el principal receptor de dichos afluentes. Uno de los ríos más importantes es el
río Unduavi, que se constituye en el límite natural de la provincia, siendo posteriormente afluente del
río Tamanpaya, que recibe aguas de los ríos Peri, San Isidro y Jankho, entre otros (Cuba 2007). El río
Alto Beni alberga a la subcuenca del río Coroico, con una longitud de 130 km y que tiene sus nacientes
6
en los ríos Tiquimani e Illampu, los cuales nacen de procesos de deshielo de glaciares actuales y
rebalse de lagunas de origen glacial.
El área del Uchumachi se encuentra rodeada por los ríos Coroico – San Juan al sudoeste y del río
Santa Bárbara al este. La zona del Uchumachi es muy importante por ser un centro generador de agua y
pluviogenético, es decir, formador de ríos por la acumulación de nubosidad y lluvias orográficas
constantes (Gutiérrez 2006). El río Coroico forma los ríos San José, Santa Elena, Cedro, San Juan,
Kanuquika y Huarinilla, mientras que el río Santa Bárbara forma los ríos San Cristóbal, San Jacinto,
Santa Teresa, Vagantes, Huaña Jahuira y Conlaya (Grájeda 2003) (anexo 3).
Durante el mes de octubre se produce un incremento en los caudales, que alcanzan su mayor grado
en los meses de enero y febrero, para disminuir entre abril y mayo. Los meses de enero y febrero
coinciden con las grandes riadas y avenidas que afectan fuertemente valles y terrazas bajas en las zonas
de aluvión (Coroico 2003). El período con menor actividad está considerado entre los meses de junio y
septiembre, en donde el río Coroico, en la confluencia con el río Huarinilla, tiene un caudal
aproximado de 45 m3 s
-1.
El valor de los bosques del Uchumachi para un buen estado de conservación para la calidad y
cantidad de agua es indiscutible (GTZ 2005). Un bosque, mientras más denso y multiestratificado sea,
liberará un menor excedente de agua que bosques ralos u otro tipo de vegetación menor, debido a su
alto nivel de evapotranspiración. Sin embargo, tiene la ventaja de dar una mayor regularidad en su
caudal y mejor calidad en el agua.
2.5 Aplicaciones de técnicas cartográficas y de teledetección
La teledetección espacial se entiende como la técnica que permite detectar objetos sin contacto
físico, desde un punto de vista exterior al planeta, generando avances sustanciales en un número
importante de disciplinas científicas, como en la geografía, geología, meteorología, ciencias forestales e
ingeniería, entre otras. El observador corresponde a un sensor situado en el aire o en el espacio, siendo
capaz de detectar y almacenar la información para su posterior análisis. Por otro lado, los sistemas de
información geográficos (SIG) son una importante herramienta para la gestión y análisis de
información geográfica y espacial obtenida mediante sensores remotos. Como interfase entre la
información espacial y el SIG se encuentra la fotointerpretación, que es una técnica que identifica y
cuantifica áreas (objetos) de interés, como, por ejemplo, un catastro de vegetación, en que se
categorizan ciertas áreas diferenciadas por un patrón de vegetación y se delimitan sus respectivas
7
superficies. Otro campo de interés, es el sistema de posicionamiento global (GPS), sistema basado en
tecnología satelital que consiste en determinar la posición geográfica de un punto sobre la superficie
terrestre. Todas estas herramientas, facilitan y optimizan los recursos económicos para mejorar la
calidad y aumentar la información sobre los recursos naturales.
La teledetección ha sido una herramienta muy utilizada en la región de los Yungas. Según García-
Lino et al. (2006), se han elaborado mapas de vegetación, caracterizando comunidades vegetales, como
unidades naturales según su fisonomía y composición florística. El mismo autor menciona que una de
las grandes utilidades que ofrece la clasificación digital de imágenes, es documentar el cambio en el
uso del suelo, mediante la comparación temporal de imágenes de la misma área, como por ejemplo la
deforestación y fragmentación de hábitats, entre otros. Una de las limitantes de las imágenes, está
referida a la nubosidad, ya que en muchas ocasiones la presencia de nubes impide identificar el uso de
los suelos.
En la teledetección es posible clasificar áreas de manera supervisada y no supervisada (Killeen et
al. 2005). La clasificación supervisada está referida a un análisis visual, la cual consiste en una técnica
que examina la imagen analógica, con el propósito de identificar los diferentes componentes del
paisaje, basándose en criterios visuales de tono, color, textura, etc. (Mena 2005). Esto es posible
realizarlo con herramientas disponibles gratuitamente en la red. Una de estas herramientas es el Google
Earth, que permite al usuario navegar libremente por cualquier lugar de la Tierra, observando
detalladamente sus territorios a distintas escalas, basándose en datos y fotografías reales. Una
desventaja del análisis visual es el fatigoso trabajo humano y el tiempo empleado, sin embargo, el costo
de realizar éste es menor, que en un análisis digital (Mena et al. 2001).
3 MÉTODOS
3.1 Descripción del área de estudio
El área de estudio se encuentra en la serranía del Uchumachi, perteneciente a los municipios de
Coroico y Coripata, en la provincia de los Nor Yungas del departamento de La Paz, en Bolivia. Se
encuentra ubicada en el sector sudoriental, limitando al norte con la provincia de Caranavi y al oeste
con la provincia Sud Yungas (Cuba 2007). La dimensión de la serranía es de 12 km de largo en su eje
8
principal y entre 3 y 6 km de ancho (Gutiérrez 2006), su superficie es de 6.000 a 8.000 hectáreas
(Ribera 2002) y su altitud varía entre 1.100 y 3.000 m (Gutiérrez 2006) (figura 1).
Figura 1. Límites del cerro Uchumachi.
3.1.1 Clima
El clima en el cerro Uchumachi es variado, puesto que presenta grandes diferencias altitudinales.
Posee un período de lluvias entre los meses de noviembre y abril, concentrándose el período seco entre
los meses de mayo y agosto. Según Vergara (2007), la precipitación media anual en la serranía del
Uchumachi es de 2.390 mm. La temperatura media es de 18,4 °C, con una temperatura máxima y
mínima de 23,3 y 12,5 °C, respectivamente, teniendo una temperatura máxima extrema de 28,6 °C y
una humedad relativa media del aire de 78,5 %.
3.1.2 Suelos
El origen de los suelos en la serranía del Uchumachi proviene del resultado de la meteorización de
rocas metamórficas de montañas, serranías y colinas. Según la taxonomía, estos suelos pertenecen a
9
entisols e inceptisols (Cuba 2007). Son suelos que presentan un esqueleto pronunciado, con alta
presencia de piedras y gravas, pobres en materia orgánica, excepto en lugares con presencia de
vegetación nativa. La mayor parte de los suelos son de textura franca arcillosa y de color pardo
amarillento (Gutiérrez 2006). Según Vergara (2007), el suelo bajo bosque presenta una característica de
textura franca, con predominio de limo (42 %), seguido de arena (37 %) y arcilla (21 %). Posee
estructura grumosa en su horizonte A y, en los horizontes más profundos, llega a una estructura
poliédrica, con una consistencia firme y muy firme, en la mayoría de los casos, y con un contenido de
raíces finas fuerte en el horizonte A y leve en los horizontes B y C (anexo 4). La profundidad arraigable
varía según altitud y pendiente, observándose en las partes altas de la serranía suelos que no sobrepasan
los 15 cm de profundidad total, mientras que en las partes planas y bajas del cerro es posible encontrar
suelos más profundos, depositándose en esta parte la materia orgánica y suelo fino que deriva de la
erosión de las laderas altas del cerro. Respecto a la composición química de estos suelos, el pH es
extremadamente ácido (pH de 3,9 en agua y 3,8 en cloruro de calcio) y la capacidad de intercambio
catiónico de 7,4 cmol kg-1
de suelo, que equivale a un bajo nivel (Vergara 2007). Algunos datos no
publicados1 (cuadro 3) mencionan un alto porcentaje de carbono orgánico total y una alta saturación de
aluminio y, por contraparte, un bajo valor en la suma de sus bases.
Cuadro 3. Análisis químico de suelo en sector Carmen Pampa, departamento de La Paz.
Elemento Media CV%
pH en agua (1:5) 4,9 6,5
P (fósforo asimilable) (mg kg-1
) 5,1 93,8
Carbono orgánico total (%) 13,7 36,2
Nitrógeno total (%) 0,4 -
Calcio (cmol kg-1
de suelo) 1,8 109,0
Magnesio (cmol kg-1
de suelo) 1,4 57,3
Sodio (cmol kg-1
de suelo) 0,1 139,1
Potasio (cmol kg-1
de suelo) 0,2 47,9
Aluminio (cmol kg-1
de suelo) 3,3 37,0
Suma de bases (cmol kg-1
de suelo) 3,6 73,2
Saturación de aluminio (%) 51,9 40,4
3.1.3 Vegetación y fauna
Los bosques montanos húmedos son de mediana altura, con una alta densidad arbórea y en las
partes bajas del cerro se encuentran bosques con mayores diámetros. Dentro de estos bosques se
1 Humberto Sainz, 2013, Universidad Católica Boliviana, comunicación personal
10
presentan decenas de especies endémicas, lo que demuestra la gran biodiversidad existente en esta
serranía (Killeen et al. 1993).
Según el inventario florístico realizado por Endara (2001), en un bosque húmedo tropical
premontano en el cerro Uchumachi se identificaron 39 especies, con abundancia de helechos
arborescentes e individuos de la familia Laurelaceae, además de árboles como espeke (Clusia
haughtii), leche leche (Sapium aereum) y mata palo (Ficus obtusifolia) alcanzan un DAP mayor a 100
cm y abarcan gran parte del área basal total. La especie más abundante es el helecho arbóreo (Cyathea
amazonica) con 260 individuos por hectárea, seguido por el kori kori (Clethra scabra), chojo maurel
(Nectandra membranácea), chaka chaka (Alchornea glandulosa) y pili mora (Myriocarpa stipita); por
último, también está el ambaibo (Cecropia angustifolia), que crece a consecuencia de la perturbación
natural o artificial (Endara 2001).
Cabe mencionar que estos bosques también poseen una rica variedad de fauna, albergando en su
interior a primates, roedores, marsupiales, felinos, aves y tayasuidos (chancho de monte) (FCDI 2007).
3.2 Generación de la cartografía de la serranía del Uchumachi
Se clasificó el área de la serranía del Uchumachi, según el sistema general de clasificación de uso
del suelo (anexo 5). Esta metodología fue desarrollada por el Centro de Estudios Fitosociológicos y
Ecológicos L. Emberger (CEPE de Montpellier) y es conocida como la carta de ocupación de tierras
(COT). La metodología mencionada divide el uso del suelo en nueve categorías y 37 subcategorías.
Esta clasificación se llevó a cabo a través de una imagen de Google Earth (Google Earth 2012),
mediante fotointerpretación con un rango de escala aproximada de 1:3.500 a 1:400, identificando las
categorías: área urbana, terreno agrícola, pradera, bosque, matorral, afloramiento rocoso y área
desprovista de vegetación; esta última está referida a los sitos con suelo desnudo, en que no existe
ningún tipo de cubierta vegetal.
La información proveniente del Google Earth no es estrictamente una imagen satelital, si bien
existen algunas imágenes satelitales, la gran mayoría son imágenes que se obtienen a través de aviones
o globos aerostáticos, que permite tener un mosaico de imágenes de todo el mundo. La calidad de las
imágenes ha ido en aumento en los últimos años, llegando a una alta resolución y logrando ser una
herramienta útil en el ordenamiento territorial. Para el presente trabajo se utilizaron dos imágenes, que
datan de junio de 2005 y septiembre de 2012, respectivamente. Estas imágenes permitieron distinguir
de manera confiable los atributos de interés, diferenciándose las áreas que pudieran tener cierta
11
similitud, por lo que se siguió una serie de claves de fotointerpretación para su correcta categorización
(cuadro 4).
Cuadro 4. Claves para la clasificación de categorías en la fotointerpretación en la imagen Google Earth.
12
Luego de fotointerpretar los sectores de interés, la capa de Google Earth que poseía un formato en
kml fue transportada a formato shp, lo que además permitió transformar de líneas a polígonos, ya que
la fotointerpretación en la capa de Google Earth se llevó a cabo en líneas. Para calcular las superficies
fue necesario transformar a polígonos, permitiendo así trabajar en un sistema de información
cartográfica. El programa utilizado para esta transformación de la capa fue Quantum GIS 1.7.3
(Quantum GIS 2013), el cual permite que la capa pueda ser trabajada en el programa ArcGIS 9.3 bajo
licencia académica (figura 2).
Figura 2. Transformación de la capa Google Earth en formato kml a shapefile en Quantum GIS 1.7.3.
En el ArcGIS 9.3 fue creada la capa de usos de suelo (figura 3). En las propiedades de la capa, se
seleccionó el comando simbología y luego categorías, donde cada atributo está representado por un
color e indica el número de polígonos por categoría. En la tabla de atributos se creó un nuevo campo,
en donde fue posible calcular la superficie de cada polígono, luego esa tabla se abrió en una planilla
Excel en un formato dbf para procesar la información. Para el correcto cálculo de las superficies, fue
necesario darle la proyección exacta del área de estudio en coordenadas UTM, correspondiente a WGS
1984 zona 19S.
13
Figura 3. Capa de uso actual del suelo en la serranía del Uchumachi.
3.3 Creación de capas topográficas
Las capas topográficas están referidas al modelo de pendiente y elevación. Ellas fueron realizadas
en el programa ArcGIS 9.3 y fueron un complemento a la capa de uso actual de suelo, permitiendo
14
contar con más criterios para la elaboración de la categorización de áreas potenciales para la
reforestación. Las curvas de nivel con las que se obtuvieron los modelos de elevación y pendiente, se
encuentran en el huso 19S según el sistema de coordenadas Universal Transversal de Mercator (UTM)
y poseen una equidistancia de 20 metros. A partir de estas curvas de nivel, fue posible generar la
interpolación TIN en formato tif y de esa manera derivar ambos modelos de elevación y pendiente.
3.3.1 Modelo de elevación
Este modelo se diferenció a través de los pisos ecológicos, según Bach et al. (2003), en que se
diferencian la vegetación, los suelos y el clima dentro de estos bosques de la región de Los Yungas
(figura 4). El primero es un bosque montano, que se encuentra bajo los 2.100 m de altitud, seguido por
los bosques altimontanos I y II, que se encuentran entre 2.100 – 2.600 y 2.600 - 3.150 m de altitud,
respectivamente, y, por último, un bosque tropical subalpino con una elevación entre 3.150 y 3.400 m.
De esta manera es posible entender la composición florística en cada piso ecológico y su repercusión en
una propuesta de reforestación, ya que permitió ser una variable importante para identificar las áreas
potenciales de reforestación (anexo 6).
Figura 4. Modelo de elevación del cerro Uchumachi, en metros sobre nivel del mar en formato ráster.
15
3.3.2 Modelo de pendiente
El criterio utilizado para diferenciar las pendientes fue el de capacidad de uso de los suelos
(Schlatter et al. 2003) (anexo 8). De esta manera se obtuvo una segregación de las pendientes, en siete
categorías (figura 5): 0 - 3 % (capacidad de uso I), 3 – 5% (capacidades de uso II y V), 5 – 10%
(capacidad de uso III), 10 – 15 % (capacidad de uso IV), 15 – 30 (capacidad de uso VI), 30 – 58 %
(capacidad de uso VII) y > 58 % (capacidad de uso VIII) (anexo 7).
Figura 5. Modelo de pendiente del cerro Uchumachi en porcentaje en formato ráster.
3.4 Clasificación de áreas potenciales para la reforestación del Uchumachi
En la clasificación de áreas potenciales para reforestación se utilizó la matriz del cuadro 5, en la
que se combinaron los tres atributos (capas cartográficas), anteriormente mencionados: uso actual,
pendiente del terreno y elevación (figura 6). Estas capas fueron combinadas a través de la herramienta
de intercepto, que se encuentra en “herramientas de análisis” de ArcGIS 9.3 y en la cual se ingresaron
las restricciones de cada prioridad, seleccionando las áreas de interés.
16
Uso actual de suelo Altitud Pendiente
¯
Figura 6. Capas utilizadas en los interceptos para identificar áreas prioritarias para reforestación.
Cuadro 5. Matriz para la clasificación de áreas potenciales para reforestación.
Atributos Prioridades
Elevación (m s.n.m) 2.600 – 3.150 2.100 – 2.600 1.460 -2.100
Pendiente (%) >58 30 – 58 <30 >58 30 – 58 <30 >58 30 – 58 <30
Área desprovista de
vegetación
1 1 2 1 1 3 2 3 3
Pradera 1 2 3 1 2 3 2 3 3
Terreno agrícola 1 2 3 1 2 3 2 3 3
1: Condiciones de mayor erosividad. 2: Condiciones de erosividad intermedia. 3: Condiciones de alta
erosividad, pero con uso actual que dificulta su conversión.
La matriz para la clasificación de áreas potenciales para la reforestación (cuadro 5) identifica todas
las posibles combinaciones entre las tres capas cartográficas, en primer orden se colocó el criterio de
elevación, seguido por las tres categorías de pendientes (fila) y las tres categorías de uso actual
(columna) y se identificó a qué tipo de prioridad correspondía cada combinación.
De esta manera fue posible crear una nueva capa con las tres prioridades para la reforestación,
identificándose las áreas de prioridad 1 de color rojo, que reúne las condiciones de mayor erosividad,
las áreas de prioridad 2 de color naranjo, con condiciones de erosividad intermedia y las áreas de
prioridad 3 de color amarillo, presentan condiciones de alta erosividad, pero con un uso actual que
dificulta su conversión. Los polígonos que resultaron con una superficie menor a 0,1 hectáreas fueron
eliminados.
17
Las capas topográficas, en un comienzo poseían un formato ráster, pero debido a que la capa de
uso actual de suelo resultó en un formato vectorial, éstas se transformaron en un formato vectorial, para
calcular las áreas en que se categorizó cada modelo y además, para superponer las tres capas en un
mismo formato. Por lo general, un análisis en formato vectorial es más preciso en el cálculo de áreas,
perímetros y longitudes, que en un formato ráster, en este último existe un alto nivel de error en las
estimaciones de áreas (Mena 2005).
La matriz de prioridades aplicada a las áreas piloto en el presente trabajo consideró sólo las
variables que representan un riesgo en cuanto a la degradación y erosión en los suelos, dejando fuera la
categoría matorral, porque corresponde a una cubierta vegetal continua y permanente, y el resto de
categorías no reforestables. El uso actual de suelo se consideró como la variable que mayor predominio
tiene en la categorización. Para efectos de poner a prueba el método propuesto, fueron consideradas
solamente las combinaciones de variables indicadas en el cuadro 6.
Cuadro 6. Selección de combinaciones prioritarias para la clasificación de terrenos potenciales para
reforestación en las áreas piloto.
Prioridad Atributo
Uso actual
Pendiente del terreno
(%)
Elevación (m
s.n.m)
Prioridad 1: Condiciones de
mayor erosividad Área desprovista
de vegetación > 58 2.600 – 3.150
Prioridad 2: Condiciones de
erosividad intermedia Pradera 30 – 58 2.100 – 2.600
Prioridad 3: Condiciones de
alta erosividad, pero con uso
actual que dificulta su
conversión
Terreno agrícola 15 – 30 1.460 – 2.100
El diagrama de flujo (figura 7) resume los programas y los procesos realizados para llegar a los
resultados propuestos, mencionándose los formatos en que se obtuvieron las distintas capas en el
sistema de información cartográfica y de cómo estos se combinaron para llegar al resultado final,
siendo este el mapa de categorización de áreas prioritarias para reforestación.
18
ArcGIS 9.3
Google Earth
Curvas de nivel Tin Modelo de elevación
Modelo de pendiente
Fotointerpretación Capa de uso actual de suelo
Mapa de Categorización de áreas
prioritarias para reforestación (*.shp)Formato (*.shp ) Formato (*.tif)
Formato (*.kml) Formato (*.shp)
ResultadoProgramas Procesos
Figura 7. Diagrama de flujo para la categorización de áreas prioritarias para reforestación.
4 RESULTADOS
4.1 Uso actual del suelo en la serranía del Uchumachi
De las 3.603 hectáreas analizadas en el cerro Uchumachi, el 77 % correspondió a bosques y el 23
% se distribuyó en otras seis categorías (cuadro 7). Entre estas últimas, el matorral presentó la mayor
superficie, con un tamaño promedio de polígonos de 2,4 hectáreas, y el terreno agrícola la mayor
cantidad de polígonos con una superficie promedio menor a una hectárea (cuadro 7). El 86,5 % de la
superficie correspondió a áreas no reforestables, ya que abarcaron bosques, matorral, áreas urbanas y
afloramientos rocosos. Descontadas tales áreas no reforestables, se alcanzó una superficie de 485,3
hectáreas que pudieran ser intervenidas para un proceso de recuperación de tierras degradadas mediante
reforestación. Estos terrenos reforestables representan el 13,5 % de la superficie total analizada y, son
de gran importancia si se considera la geomorfología y las limitantes que posee esta zona para el
desarrollo agropecuario.
Se delimitaron 649 polígonos en total, los cuales se distribuyeron espacialmente en forma
heterogénea, concentrándose principalmente en tres categorías (80,4 % del total): terreno agrícola,
pradera y matorral. Los que obtuvieron la menor cantidad de polígonos fueron las áreas no
19
reforestables determinadas por áreas urbanas y afloramientos rocosos, estos últimos localizados en la
ladera oeste. Los polígonos de uso actual con posibilidad de reforestación se agruparon principalmente
por la ladera este de la serranía del Uchumachi y por la zona sur, en el municipio de Coripata (anexo 1).
Cuadro 7. Superficie, polígonos y porcentaje de cada categoría de uso actual de suelo.
Categoría Superficie (ha) Porcentaje (%)
Número de
polígonos
Porcentaje
(%)
Bosque 2.775,8 77,0 -* -
Matorral 276,9 7,7 114 17,6
Terreno agrícola 206,7 5,7 250 38,5
Área desprovista de vegetación 177,7 4,9 78 12,0
Pradera 100,9 2,8 158 24,3
Área urbana 40,1 1,1 29 4,5
Afloramiento rocoso 24,7 0,7 20 3,1
Total 3.602,8 100,0 649 100,0
*La superficie de la categoría bosque se obtuvo por diferencia entre la superficie total y la de aquellas de otras categorías de
uso actual del suelo.
4.2 Superficie del terreno según pendiente y elevación
La superficie presentó principalmente las categorías de pendientes 15 – 30 % (capacidad de uso
VI), 30 – 58 % (capacidad de uso VII) y > 58 % (capacidad de uso VIII), concentrando el 95,3% del
total (figura 8). La superficie restante (4,7 %) se repartió en las otras cinco clases de pendiente del
suelo. Cabe mencionar que en el cerro Uchumachi se obtuvieron todas las clases de pendiente de los
suelos, lo que refleja el relieve variado y accidentado del área de estudio
En la clasificación para la elevación se reconocieron tres pisos altitudinales, ya que la elevación
máxima fue de 2.680 m s.n.m, descartándose el piso altitudinal de bosque tropical subalpino (3.150 –
3.400 m). La elevación mínima que presentó el área de estudio fue de 1.460 m s.n.m (figura 8). Como
era de esperar, la superficie se concentró mayoritariamente en el piso altitudinal más bajo (bosque
montano por debajo de los 2.100 m), mientras que la menor superficie se obtuvo en el bosque
altimontano II, con tan sólo 33,4 hectáreas (0,9 %).
20
Figura 8. Distribución en porcentaje de la superficie según pendiente (%) y elevación (m) del terreno.
4.3 Áreas potenciales de reforestación
Se obtuvieron áreas prioritarias para reforestación por un total de 196 hectáreas. Esta superficie
refleja solamente áreas críticas que requerirán intervención, con la finalidad de proteger el suelo. Las
otras 289,3 hectáreas restantes no se consideraron como áreas prioritarias, debido a su condición de uso
actual de suelo y variables topográficas. Por lo tanto, del total de la superficie a reforestar, se consideró
el 40,4 % como terrenos prioritarios para reforestación.
4.3.1 Cuantificación de cada categoría de área prioritaria
La prioridad 3 obtuvo la mayor superficie y número de polígonos (cuadro 8), debido
principalmente a la gran cantidad de terrenos agrícolas identificados en el catastro (cuadro 7). La
prioridad 2 arrojó los valores menores de superficie, por la baja superficie de pradera. La prioridad 1, se
identificó en los tres pisos altitudinales, porque la superficie registrada en el piso altitudinal bosque
altimontano II, fue despreciable por su pequeña magnitud. Por ello, en este caso se combinaron
solamente el uso actual de suelo y la pendiente; esto permitió que la superficie de la prioridad 1 no
haya sido tan baja.
21
Cuadro 8. Número de polígonos, superficie y porcentaje en cada una de las prioridades.
Superficie (ha)
Prioridad
N° de
polígonos Media Desviación estándar Total (%)
1 26 3,0 4,9 78,4 40,1
2 13 1,0 1,4 13,6 7,0
3 142 0,7 1,7 103,6 53,0
Total 181 - - 195,6 100,0
La superficie de los polígonos en las áreas prioritarias varío entre 0,1 y 23,6 hectáreas (figura 9).
La superficie mínima se debe a que los terrenos agrícolas eran superficies pequeñas y al fraccionarse
con los modelos de pendiente y elevación, quedaron superficies aún menores, llegando a cifras
despreciables. La mayoría de los polígonos se concentró en la prioridad 3.
En la partición de los polígonos resultaron superficies de bajo tamaño, con un rango de 0,00001 a
0,09842 hectáreas, por lo que se eliminaron cuatro polígonos en prioridad 1, cuatro polígonos en
prioridad 2 y 46 polígonos en la prioridad 3.
Figura 9. Relación entre superficie de los polígonos y frecuencia.
22
4.3.2 Identificación de áreas dentro de la serranía del Uchumachi
Las áreas prioritarias para reforestación se distribuyeron principalmente en la ladera este (figura
10), concentrando la totalidad de las áreas de prioridades 1 y 2 en esa zona. En cambio, la distribución
de la prioridad 3 se concentró en el sur, en el municipio de Coripata. Las zonas en que se distribuyó la
mayoría de estos polígonos fueron: Las Ciénagas, Arapata, San José, Trinidad Pampa, El Choro,
Chovacollo y Carmen Pampa (anexo 2).
Figura 10. Mapa con la clasificación de áreas potenciales para reforestación según prioridades.
23
5 DISCUSIÓN
La metodología propuesta es sencilla y considera todas las combinaciones posibles para una
propuesta de reforestación, sin embargo, para efectos de resultados, sólo se consideraron algunas
combinaciones. Por ello, los resultados provienen de un análisis parcial de prioridades, debido a que no
se clasificó toda la superficie disponible para reforestación. No se utilizaron criterios de variables
climáticas ni edáficas para esta categorización. Es decir, datos como temperaturas, precipitaciones,
profundidad total de suelo, drenaje interno, entre otros factores, no fueron considerados en la
determinación de las áreas prioritarias, ya que la metodología propuesta solamente aplicó variables
físicas del terreno. La ventaja de aplicar esta metodología se basa en el bajo costo, debido a que no
implica gastos en salidas a terreno, ni en la obtención de información más detallada, además considera
sólo una parte del total de las áreas a reforestar, por lo que los recursos irán destinados solamente a las
áreas que requieran de una protección urgente del suelo.
De las 802 hectáreas deforestadas (sin considerar la superficie de afloramiento rocoso) observadas
en el presente trabajo, se desprende que habría una tasa promedio anual de deforestación de 19,4
hectáreas en el período 2005 - 2012. Cuba (2007) informa una tasa anual promedio de deforestación de
21,6 hectáreas, levemente superior en el período 1975 - 2005. La estimación realizada en el presente
trabajo, además de considerar solo una parte del territorio, puede estar influida por las imágenes
utilizadas del Google Earth, ya que tienen diferente fecha, siendo una del 2005 y la otra del 2012. De
ello, se infiere que podría ser mayor el área deforestada, ya que la imagen del año 2005 coincidía
justamente con el área de mayor alteración antrópica. Se presume que en esa área el uso
silvoagropecuario aumentó, debido a las favorables condiciones topográficas que presentan esos
terrenos. Si bien la información proveniente del Google Earth es una aproximación a la realidad, puesto
que el nivel de resolución es inferior que en imágenes satelitales como Lidar y Landsat, la cartografía
obtenida permite llegar a valores referenciales útiles para trabajos de ordenamiento territorial y de
decisiones de reforestación.
Las áreas prioritarias para reforestación, obtenidas en el presente trabajo, indican una superficie de
196 hectáreas, distribuidas en tres categorías. Gutiérrez (2006) identificó tres áreas potenciales para
reforestación ubicadas en la ladera este del cerro Uchumachi, las cuales se determinaron por una
fotointerpretación que solamente consideró áreas desprovistas de vegetación, sin considerar otras
categorías, como praderas o terrenos agrícolas (31 hectáreas en la localidad de Paco, 23 hectáreas en la
localidad de Capillania y 21 hectáreas en la localidad de Cochuna). El presente trabajo, ratifica que la
24
problemática del área de estudio se concentra principalmente en la ladera de exposición este. Varios
podrían ser los factores que influyen en que dicha ladera sea la más degradada; una razón tiene
referencia a su topografía, ya que posee terrenos con pendientes menos inclinadas y con suelos más
profundos, siendo menos limitantes para la agricultura. La ladera oeste, en cambio, se caracteriza por
presentar terrenos fuertemente inclinados con suelos delgados y pedregosos (Yujra 2007). Otro factor
determinante es el clima, puesto que la ladera este presenta temperaturas más altas que la ladera oeste,
mientras que la humedad es más alta en esta última, ya que presenta paredes de roca que ocasionan
constantes precipitaciones orográficas por el choque de las masas ascendentes de humedad (Cuba
2007).
Las áreas prioritarias (cuadro 8) consideran una superficie algo mayor a las 75 hectáreas
propuestas por Gutiérrez (2006). Esta diferencia está dada porque ambos trabajos consideran áreas de
estudio diferentes. En el presente trabajo, la mayor superficie a reforestar se encuentra en la prioridad
3, en terrenos agrícolas, que perfectamente podría pasar a la prioridad 2 por su gran superficie (cuadro
8). Si bien la superficie no es una variable utilizada en la categorización de las áreas prioritarias para
reforestación, obtenidos los resultados, se podría replantear nuevamente su clasificación, según el
objetivo esperado. Sin embargo, la posibilidad de reemplazar sus cultivos tradicionales por
plantaciones forestales, está muy condicionada por factores socioeconómicos y culturales, ya que en
áreas con asentamientos humanos o cultivos de coca se produce un rechazo de los agricultores para su
cambio de uso, impidiendo la realización de reforestación (Gutiérrez 2006).
La superficie de cada polígono susceptible de ser reforestado varía comúnmente entre 1 y 9
hectáreas, a excepción de dos polígonos mayores (13 y 23 hectáreas). Ello facilitaría una reforestación
manual con recursos humanos locales. Polígonos con una superficie menor a 0,1 hectáreas fueron
eliminados, ya que en el proceso de delimitación y clasificación para identificar las áreas prioritarias,
los polígonos fueron fraccionados al momento de combinarse las tres capas en el sistema de
información cartográfica. Además no tendría sentido reforestar áreas tan pequeñas, tomando en cuenta
el tiempo que se debe emplear en su localización y muchas veces el acceso se ve dificultado por las
variables topográficas.
En la clasificación del modelo de elevación, el piso altitudinal bosque montano (1.460 – 2.100 m)
concentró la mayor superficie del área de estudio (figura 8). Esta zona se caracteriza por tener un dosel
que normalmente no está cerrado (Bach et al. 2003), mientras que el piso altitudinal bosque
altimontano I (2.100 – 2.600 m) concentró una superficie menor, en donde el bosque crece hasta 20 m
de altura en promedio y el dosel todavía está cerrado (Bach et al. 2003). En el piso altitudinal bosque
25
altimontano II (2.600 – 3.150 m), el dosel a menudo se observa abierto y con una disminución en la
altura de los árboles (Bach et al. 2003). En este ambiente se registraron solamente 33,4 hectáreas
posibles de reforestación. Debido a que la altura máxima del cerro Uchumachi es de 2.680 m, no se
alcanzó a tener parte del piso altitudinal bosque tropical subalpino (3.150 – 3.400 m), el cual concentra
principalmente arbustos y plantas epifitas (Bach et al. 2003). Por lo anterior, se puede mencionar que el
piso altitudinal bosque altimontano I, es el que concentra la mayor densidad arbórea y que, por lo tanto,
debería ser la zona que reciba la mayor protección posible, evitando nuevas acciones de quemas y
deforestaciones.
Las pendientes del terreno se distribuyen mayoritariamente en las capacidades de uso VI, VII y
VIII, concentrando más del 95 % de su superficie total; el resto de distribuye en las cinco capacidades
de uso restantes (figura 8). Sin embargo, Yujra (2007) menciona que los en suelos de Carmen Pampa
(10 – 30 % de pendiente) las capacidades de uso pertenecen a las clases III, IV y VI. La intensidad de
uso, en el caso de la capacidad de uso VI es forestal o praderas con limitaciones, en tanto que la
capacidad de uso VII pertenece a forestal con limitaciones y la capacidad de uso VIII es para zonas de
protección sin uso agrícola ni forestal de producción (Schlatter et al. 2003). Considerando el porcentaje
de la superficie que abarcan estas tres capacidades de uso y la intensidad de uso recomendada, se puede
determinar que la serranía del Uchumachi no es un área apta para los cultivos agrícolas y requiere de un
manejo sustentable en sus bosques.
El suelo en el bosque premontano del Uchumachi presenta textura franca (Vergara 2007). Sin
embargo, datos más recientes indican que la textura es predominantemente arcillosa (59 % de arcilla,
29 % de limo y 12 % de arena)2. Las características físicas del suelo tienen gran relevancia en la
fertilidad de estos, la alta presencia de arcilla puede generar dificultades sobre el desarrollo y
penetración de las raíces (Donoso 2008). Su alta retención de agua no implica que en este tipo de
suelos haya una buena infiltración y percolación del agua, sino que generalmente presenta problemas
en este ámbito y frecuentemente se producen pérdidas de agua por el excesivo escurrimiento
superficial. Debido a estos procesos erosivos es importante realizar un plan de reforestación.
Los suelos son nutritivamente pobres (cuadro 3), por lo que sus bosques dependen en gran parte
del material reciclable de la materia orgánica. Según Yujra (2007), el aprovechamiento de la materia
orgánica en las plantas está condicionado por el relieve, debido a la exposición y ángulo de incidencia a
la radiación solar. En este sentido, la ladera este de la serranía del Uchumachi es la que recibe la mayor
radiación solar, lo que permitiría un mayor reciclaje de la materia orgánica en esa zona.
2 Humberto Sainz, 2013, Universidad Católica Boliviana, comunicación personal
26
El porcentaje de carbono del suelo es relativamente alto, con un rango de 3,9 a 4,6 % (Villca 2001)
y la saturación de aluminio es muy alta, de un 40,4%, siendo un suelo tóxico para muchas plantas. Esto
último es característico de zonas sometidas a elevados índices pluviométricos, lo cual induce a pérdidas
de cationes intercambiables por lixiviación. La capacidad de intermabio catiónico también está
influenciada por la materia orgánica presente en los suelos superficiales, por lo que la baja presencia de
materia orgánica en los suelos del Uchumachi podría condicionar la capacidad de intercambio
catiónico, lo que implicaría una baja retención de nutrientes (Fassbender y Bornemisza 1994).
El recurso hídrico tiene importancia en la serranía del Uchumachi, por lo que la reforestación de
las 196 hectáreas toma un aspecto relevante para el futuro de las comunidades que se encuentran en las
faldas del cerro. Cabe mencionar que una reducción en la cubierta forestal aumenta el rendimiento de
agua al disminuir la evapotranspiración (Zhang et al. 2001). Es importante considerar esta observación
antes de comenzar un trabajo de reforestación, ya que si el objetivo es aumentar la cantidad de agua,
una reforestación podrá obrar en contrario, puesto que la evapotranspiración puede ser mayor.
Echeverría et al. (2007) observaron que la evapotranspiración en un bosque fue 2,5 veces superior que
en una pradera de comparación. Es decir, mientras mayor sea la cobertura vegetal, menor será el
excedente de agua. Esto indicaría que la reforestación no necesariamente debe llevarse a cabo con
especies forestales de rápido crecimiento, ya que el objetivo es tener un equilibrio entre la protección
del suelo y la regularidad hídrica. Por ello, una opción sería reforestar con especies forestales de
crecimiento lento o matorral arbustivo, ya que de esa manera se podría proteger el suelo y su
evapotranspiración sería menor, consumiendo menor cantidad de agua. La ventaja de identificar las
áreas potenciales a intervenir, permitiría a futuro realizar una reforestación que entregaría agua de
mayor calidad y una mejor regularidad de este recurso durante todas las estaciones del año.
6 CONCLUSIONES
En un área heterogénea con distintos tipos de uso de suelo y relieves variados, que presentan una
deforestación que va en aumento durante los últimos años, se requiere de una intervención rápida que
pueda mitigar los daños causados principalmente por la tala indiscriminada y quema. Una reforestación
es una manera de contrarrestar estos daños, sin embargo, antes de comenzar un proyecto de
reforestación, es de suma importancia reconocer y clasificar las áreas que presentan un mayor peligro
respecto a la erosión y degradación en los suelos.
27
Los resultados de la cartografía del uso actual fueron útiles en la clasificación de las áreas
prioritarias para reforestación, ya que esta información no se había generado anteriormente y fue
determinante en el orden jerárquico de las prioridades de reforestación. También las variables
topográficas de elevación y pendiente del terreno permitieron determinar de mejor manera las áreas
prioritarias.
La metodología aplicada en este trabajo, si bien considera todas las posibles combinaciones entre
los atributos de uso actual de suelo, pendiente del terreno y elevación, para efectos de resultados,
solamente se consideran algunas combinaciones, por lo que solamente se obtiene alrededor del 40 %
del total de la superficie a reforestar como áreas prioritarias.
Las áreas prioritarias en los sectores piloto se distribuyen en pequeñas superficies (< 5 ha), que se
ubican principalmente por la ladera este del cerro Uchumachi, localizándose en los sectores de
Capillania, San Jacinto, Cochuna, Santa Bárbara, Arapata, Trinidad Pampa y Chovacollo. Estas serían
las principales localidades a intervenir con la finalidad de protección y conservación de suelo e
indirectamente mejorar sus condiciones hidrográficas.
7 REFERENCIAS
Asistencia Técnica Internacional en Recursos Naturales y Medio Ambiente (GTZ). 2005. Conservación
de fuentes de agua. Cuencas hidrográficas y ojos de agua en los Yungas de La Paz. Bolivia. 14
p.
Bach H, M Schawe, S Beck, G Gerold, S Gradstein, M Moraes. 2003. Vegetación, suelos y clima en
los diferentes pisos altitudinales de un bosque montano de Yungas, Bolivia: Primeros
resultados. Ecología en Bolivia 38(1): 3-14.
Bascopé F, P Jorgense. 2005. Caracterización de un bosque montano húmedo: Yungas, La Paz.
Ecología en Bolivia 40(3): 365-379.
Coroico. 2003. Creación y propuesta de gestión del área Uchumachi. Segunda parte. Municipio de
Coroico, Bolivia. 46 p.
Cuba E. 2007. Análisis multitemporal del proceso de deforestación en la serranía Uchumachi –
municipios de Coroico y Coripata (Nor Yungas – La Paz). Tesis Ingeniero en Medio Ambiente
y Recursos Naturales. La Paz, Bolivia. Facultad de Ciencias Naturales, Universidad Loyola.
145 p.
28
Donoso C. 2008. Ecología forestal. El bosque y su medio ambiente. Editorial universitaria. Sexta
edición. Santiago, Chile. 368 p.
Echeverría C, A Huber, F Taberlet. 2007. Estudio comparativo de los componentes del balance hídrico
en un bosque nativo y una pradera en el sur de Chile. Bosque 28(3): 271-280.
Endara R. 2001. Inventario de las especies forestales del bosque húmedo tropical premontano del cerro
Uchumachi sector Carmen Pampa. Tesis de grado. Universidad Católica Boliviana – Unidad
Académica Campesina de Carmen Pampa. La Paz, Bolivia.
FAO. 2004. Estudio de tendencias y perspectivas del sector forestal en América Latina. Documento de
trabajo. Informe Nacional Bolivia. Ministerio de asuntos campesinos y agropecuarios.
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Roma, Italia. 76 p.
Fassbender H, E Bornemisz. 1994. Química de suelos con énfasis en suelos de América Latina.
Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura. San José, Costa Rica. Segunda
edición. 420 p.
FCDI (Fondo comunitario de desarrollo integral). 2006. Plan comunal de Manejo y Conservación de la
Serranía del Uchumachi (Basado en Usos y Costumbres). USAID y Gobierno de Bolivia. Cruz
Loma, Bolivia. 12 p.
García-Lino C, A Palabral-Aquilera. 2006. Aplicación de técnicas cartográficas y de teledetección en la
investigación y conservación de los yungas bolivianos. Grazer Schriften der Geopraphie und
Raumforschung. 41: 49-58 p.
Google Earth. 2012. Consultado 11 dic. 2012. Disponible en
http://www.google.com/intl/es/earth/index.html
Grájeda J. 2003. Diagnostico ambiental. Plan de acción ambiental. Gobierno municipal de Coroico,
Bolivia. 56 p.
Gutiérrez P. 2006. Propuesta de reforestación en la serranía de Uchumachi (Nor Yungas) mediante el
análisis del proceso de colonización en dos bosques secundarios. Tesis Ingeniero Ambiental. La
Paz, Bolivia. Escuela Militar de Ingeniería MCAL. Antonio José de Sucre Bolivia. 108 p.
Holdridge L. 2000. Ecología basada en zonas de vida. Instituto Interamericano de Cooperación para la
Agricultura. San José, Costa Rica. Quinta edición. 216 p.
Kessler M, S Beck. 2001. Bosques nublados del neotrópico: Bolivia. En: Kappelle, M., Brown, A.
(eds): Bosques nublados del neotrópico. INBIO/FUA/UICN.
Killeen T, T Siles, L Soria, L Correa. 2005. Estratificación de vegetación y cambio de uso de suelo en
Los Yungas y El Alto Beni de La Paz. Ecología en Bolivia 40(3): 32-69.
29
Killeen T, E García, S Beck. 1993. Guía de árboles de Bolivia. La Paz, Bolivia. Herbario Nacional de
Bolivia. Editorial del Instituto de Ecología, Universidad Mayor de San Andrés. 958 p.
Mena C, Y Ormazábal. 2001. Comparación del tratamiento visual versus el tratamiento digital de
fotografías aéreas verticales en la elaboración de cartografía forestal. Teledetección, medio
ambiente y cambio global 233 – 236.
Mena C. 2005. Geomática para la ordenación del territorio. Serie Textos Docentes. Editorial
Universidad de Talca. Talca, Chile. 314 p.
Muñoz A. 2006. Avance de la deforestación en Bolivia. Apuntes de la audiencia técnica. BOLFOR II.
Müller R, A Briancon. 2004. Identificación de sitios prioritarios para la conservación en los yungas
bolivianos. TROPICO/FAN. 118 P.
Müller R, S Beck, R Lara. 2002. Vegetación potencial de los bosques de Yungas en Bolivia, basado en
datos climáticos. Ecología en Bolivia 37(2): 5-14.
Quantum GIS. 2013. Consultado 30 ene. 2013. Disponible en http://www.qgis.org/
Ribera M. 2002. Propuesta técnica para el establecimiento de un área protegida en la serranía del
Uchumachi. ETNO–ECO tur SRL.
Schlatter J, R Grez, V Gerding. 2003. Manual para el reconocimiento de suelos. Valdivia, Chile.
Universidad Austral de Chile. 114 p.
Vergara C. 2007. Inventory of the orchids in the humid tropical premontane forest on Uchumachi
mountain, Nor Yungas Region of La Paz, Bolivia. Carmen Pampa, Coroico – Nor Yungas, La
Paz, Bolivia. LANKESTERIANA 7(1-2): 122-125.
Vergara C. 2007. Inventario de orquídeas en el bosque húmedo premontano del cerro Uchumachi
(sector Carmen Pampa y Chovacollo). Tesis de grado. Universidad Católica Boliviana – Unidad
Académica Campesina de Carmen Pampa. La Paz, Bolivia. 112 p.
Villca R. 2001. Evaluación de la erosión hídrica en un sistema agroforestal café (Coffea arábica) con
sikili (Igna adenophylla) bajo dos métodos de control de maleza con chonta y machete en
Carmen Pampa. Tesis de grado. Universidad Católica Boliviana – Unidad Académica
Campesina de Carmen Pampa. La Paz, Bolivia.
Yujra M. 2007. Evaluación del aporte de materia orgánica en un sistema agroforestal café (Coffea
arábica) con distintas especies del genero Inga y su efecto en la edafofauna de la zona de
Carmen Pampa del municipio de Coroico Nor Yungas, departamento de La Paz. Tesis de grado.
Universidad Católica Boliviana – Unidad Académica Campesina de Carmen Pampa. La Paz,
Bolivia. 67 p.
30
Zhang L, W Dawes, G Walker. 2001. Response of mean annual evapotranspiration to vegetation
changes al catchment scale. Water Resources Research 37(3): 701-708.
ANEXOS
Anexo 1. Mapa de Bolivia por regiones
0 1 2 3km
Anexo 2. Localidades en la serranía del Uchumachi (Cuba 2007)
0 1 2 3km
Anexo 3. Red hidrográfica en la serranía del Uchumachi (Cuba 2007)
Anexo 4. Formularios de reconocimiento de suelos en la ladera oeste y este de la serranía del Uchumachi, sectores Carmen
Pampa y Cochuna, departamento de La Paz
N S F
UNIVERSIDAD AUSTRAL DE CHILE
FACULTAD DE CIENCIAS FORESTALES
INSTITUTO DE SILVICULTURA
LABORATORIO DE NUTRICIÓN Y SUELOS FORESTALES
Fonofax 56 - 63 – 221431, Casilla 567, Valdivia, Chile
NOMBRE
Erico Kutcharttt
Guillermo Huarcacho
FECHA
17 – 02 -2011
PERFIL Nº
OT1-I
REGIÓN
La Paz
PROVINCIA
Nor Yungas
COMUNA
Carmen Pampa
LUGAR
Transepto Carmen Pampa - Cumbre
FORMA DEL TERRENO
Intermedio montañoso
POSICIÓN FISIOGRAFICA
Cerro - Monte
UBICACIÓN EN EL RELIEVE
Ladera media
FORMA DE LA LADERA
Convexa
FORMA DEL CONTORNO
Convexo
ELEVACION (m s.n.m.)
1.892
EXPOSICIÓN
Norte
PENDIENTE
27%
DRENAJE EXTERNO
Moderado a rápido
ESTRATO ARBÓREO
Sikili (15 m – 25 cm), Laurel (15 m – 20 cm),
Ambaybo (26 m y 30 cm) y Chusi (8 m y 10 cm)
ESTRATOS RESTANTES
Helechos y Heliconias
USO ANTERIOR
Bosque nativo
INFORMACIÓN CLIMÁTICA
Precipitación anual 2.390 mm
Temperatura media 18,4°C
Humedad relativa media 78,5%
OBSERVACIONES
Es un lugar húmedo y denso
HORIZONTE
PROFUNDIDAD
cm
LÍMITES
Forma y
nitidez
CONTENIDO
RAÍCES FINAS
Raíces/100 cm2
ESTRUCTURA CONSISTENCIA TEXTURA PEDRE-
GOSIDAD
%
COLOR M.O.
%
pH CAA
mm
DRENAJE
INTERNO
OTROS
(Compactación)
A
B
C
0-34
34-76
76-155+
Ondulado
Claro
Lineal
claro
Fuerte
Leve
Leve
Grumosa
Grumosa
Poliédrica
Firme
Muy friable
Muy
firme
Arcilla
Arenosa
Arcilla
Arenosa
Arena
Franca
80
80
90
7,5 YR
4/4
10 YR
5/4
10 YR
5/4
Lento
Lento
Lento
MATERIAL DE ORIGEN
Sedimentos lacustres y origen volcánico
NIVEL FREÁTICO
No se observa
GRADO DE EROSIÓN
Ligera
PROFUNDIDAD FISIOLÓGICA
140 cm
PROFUNDIDAD DE RAÍCES
140 cm
FACTORES LIMITANTES:
PROFUNDIDAD PENETRACIÓN DE RAÍCES CAA TEXTURA EXTREMA CLIMA
PEDREGOSIDAD ROCOSIDAD ESTRUCTURA CONSISTENCIA DRENAJE EXTERNO
DRENAJE INTERNO PENDIENTE ERODABILIDAD NUTRIENTES SALINIDAD
RIESGO DE INUNDACIÓN
CAA Profundidad
fisiológica
CAA
Profundidad
de raíces
CAA 1 m
CAPACIDAD DE USO
N S F
UNIVERSIDAD AUSTRAL DE CHILE
FACULTAD DE CIENCIAS FORESTALES
INSTITUTO DE SILVICULTURA
LABORATORIO DE NUTRICIÓN Y SUELOS FORESTALES
Fonofax 56 - 63 – 221431, Casilla 567, Valdivia, Chile
NOMBRE
Erico Kutchartt
Guillermo Huarcacho
Francy Quisbert
FECHA
19 – 02 -2011
PERFIL Nº
ET1-I
REGIÓN
La Paz
PROVINCIA
Nor Yungas
COMUNA
Cochuna
LUGAR
Transepto Cochuna - Cumbre
FORMA DEL TERRENO
Ondulado a quebrado
POSICIÓN FISIOGRAFICA
Cerro - Monte
UBICACIÓN EN EL RELIEVE
Ladera baja
FORMA DE LA LADERA
Convexa
FORMA DEL CONTORNO
Cóncavo
ELEVACION (m s.n.m.)
1.721
EXPOSICIÓN
Norte
PENDIENTE
75%
DRENAJE EXTERNO
Rápido
ESTRATO ARBÓREO
Ambaybo, Siquili (igna sp.) y Laurel
ESTRATOS RESTANTES
Helechos y Orquídeas
USO ANTERIOR
Bosque nativo
INFORMACIÓN CLIMÁTICA
Precipitación anual 2.390 mm
Temperatura media 18,4°C
Humedad relativa media 78,5%
OBSERVACIONES
Presencia de gran cantidad de rocas
HORIZONTE
PROFUNDIDAD
cm
LÍMITES
Forma y
nitidez
CONTENIDO
RAÍCES FINAS
Raíces/100 cm2
ESTRUCTURA CONSISTENCIA TEXTURA PEDRE-
GOSIDA
D
%
COLOR M.O.
%
pH CAA
mm
DRENAJE
INTERNO
OTROS
(Compactación)
A
C
0-19
19-137+
Ondulado
Difuso
Fuerte
Poco
Grumosa
Grumosa
Firme
Muy firme
Arena
Arcillosa
Arena
Arcillosa
50
70
10 YR
4/4
10 YR
5/4
Modera
do a
rápido
Rápido
MATERIAL DE ORIGEN
Sedimentos lacustres
NIVEL FREÁTICO
No se observa
GRADO DE EROSIÓN
Severa
PROFUNDIDAD FISIOLÓGICA
128 cm
PROFUNDIDAD DE RAÍCES
128 cm
FACTORES LIMITANTES:
PROFUNDIDAD PENETRACIÓN DE RAÍCES CAA TEXTURA EXTREMA CLIMA
PEDREGOSIDAD ROCOSIDAD ESTRUCTURA CONSISTENCIA DRENAJE EXTERNO
DRENAJE INTERNO PENDIENTE ERODABILIDAD NUTRIENTES SALINIDAD
RIESGO DE INUNDACIÓN
CAA Profundidad
fisiológica
CAA
Profundidad
de raíces
CAA 1 m
CAPACIDAD DE USO
Anexo 5. Sistema general de clasificación de uso de suelo
Categoría de Uso Clase de
Cobertura
% Recubrimiento por Tipo
Biológico
Árboles Arbustos Herbáceas
1 Áreas Urbanas e Industriales
1.1 Ciudades, pueblos, zonas industriales
1.2 Minería industrial
n. a.
n.a.
n.a.
n.a.
2 Terrenos Agrícolas
2.1 Terrenos de uso agrícola
2.2 Rotación cultivo / pradera
n.a.
n.a.
n.a.
n.a.
3 Praderas y Matorrales
3.1 Praderas
3.1.1 Estepa altiplánica
3.1.2 Estepa andina norte
3.1.3 Praderas anuales
3.1.4 Praderas perennes
3.1.5 Estepa andina central
3.1.6 Estepa patagónica
n.a.
< 10
< 25
< 10
< 25
> = 10
> = 25
3.2 Matorral Pradera Denso
Semidenso
Abierto
< 10
< 25
> 75
50 - 75
25 - 50
> 75
50 - 75
25 - 50
3.3 Matorral Denso
Semidenso
Abierto
Muy abierto
< 10
< 25
> 75
50 - 75
25 - 50
10 - 25
0 - 100
3.4 Matorral Arborescente
(Matorral con árboles > 2 m de altura)
Denso
Semidenso
Abierto
Muy abierto
10 - 25
> 75
50 - 75
25 - 50
10 - 25
0 - 100
3.5 Matorral con Suculentas
(Presencia de suculentas > 5 %)
Denso
Semidenso
Abierto
Muy abierto
< 10
< 25
> 75
50 - 75
25 - 50
10 - 25
0 - 100
3.6 Formación de Suculentas
(Presencia de suculentas > 5 %)
< 10
< 10
0 - 100
3.7 Plantación de Arbustos n. a. n. a. n. a. n. a.
4 Bosques
4.1 Plantación
4.1.1 Plantación adulta
4.1.2 Plantación joven o recién cosechada
4.1.3 Bosque de exóticas asilvestradas
n. a.
n. a.
n. a.
n. a.
4.2 Bosque Nativo
4.2.1 Bosque adulto (árboles > 8 m de altura)
Denso
Semidenso
> 75
50 - 75
0 - 100
0 - 100
4.2.2 Renoval
Abierto
Muy Abierto
25 - 50
10 - 25
4.2.3 Bosque adulto / renoval
4.2.4 Bosque achaparrado (altura 2 - 8 m)
Denso
Semidenso
Abierto
Muy Abierto
> 75
50 - 75
25 - 50
10 - 25
0 - 100
0 - 100
4.3 Bosques Mixtos
4.3.1 Bosque nativo / Plantación
4.3.2 Bosque nativo con exóticas asilvestradas
Denso
Semidenso
Abierto
Muy Abierto
> 75
50 - 75
25 - 50
10 - 25
0 - 100
0 - 100
5 Humedales
5.1 Vegetación Herbácea en orillas de ríos
5.2 Marismas Herbáceas
5.3 Ñadis Herbáceos y Arbustivos
5.4 Turbales
5.5 Bofedales
5.6 Vegas
5.7 Otros terrenos húmedos
n. a.
< 25
0 - 100
0 - 100
6 Áreas Desprovistas de Vegetación
6.1 Playas y Dunas
6.2 Afloramientos Rocosos
6.3 Terrenos Sobre el Límite Altitudinal de la
Vegetación
6.4 Corridas de Lava y Escoriales
6.5 Derrumbes Sin Vegetación
6.6 Salares
6.7 Otros Sin Vegetación
6.8 Cajas de Río
n. a.
< 10
< 25
< 10
< 25
< 10
< 25
7 Nieves Eternas y Glaciares
7.1 Nieves
7.2 Glaciares
7.3 Campos de Hielo
n. a.
n. a.
n. a.
n. a.
8 Cuerpos de Agua
8.1 Mar
8.2 Ríos
8.3 Lagos, Lagunas, Embalses
n. a.
n. a.
n. a.
n. a.
9 Áreas No Reconocidas
9.1 Áreas de Acceso Restringido
9.2 Sin Cobertura Aerofotográfica
n. a.
n. a.
n. a.
n. a.
n. a. No aplicable
Anexo 6. Mapa modelo de elevación
Anexo 7. Mapa modelo de pendiente
Anexo 8. Pautas para determinar la capacidad de uso en los suelos (Schlatter et al. 2003)
Variable I II III IV V VI VII VIIII
Pendiente (º)
(%)
< 2
< 3
< 3
< 5
< 6
< 10 1
< 9 1
< 15 2
< 3
< 5
< 17 2
< 30 4
< 30 4
< 58 10
> 30 4
> 58 10
Profundidad
fisiológica
(cm)
> 120
> 70
> 40
> 20
< 40
> 40
> 20
Cualquiera o
Inundado
Pedregosidad
(%)
< 1
< 5
< 10
< 25
< 75
< 50
< 75
0 - 100
Rocosidad
(%)
0
< 2
< 5
< 10
< 25
< 25
< 50
0 - 100
Riesgo de
Inundaciones
Ninguno a
Ocasional
Ninguno a
Frecuente
Ninguno a
Frecuente
Ninguno a
Frecuente o
Prolongado
Ninguno a
Frecuente y
Prolongado
Ninguno
Ninguno
Ninguno o
Terrenos
inundados
Susceptibilida
d a
la erosión
Ninguna a
Ligera
Ninguna a
Ligera
Ninguna a
Moderada
Ninguna a
Pronunciada
Ninguna a
Moderada
Ninguna a
Pronunciada
Ninguna a
Pronunciada
Ninguna a
Muy
Pronunciada
Nivel freático
(cm)
> 150
> 100
> 70
> 40
Superficial o
sin
---
---
Sin o
inundado
Drenaje
interno
del suelo
Moderado-
rápido
a Moderado-
lento
Moderado-
lento
Muy rápido a
Lento
Muy rápido a
Muy lento
Muy rápido a
Muy Lento
Muy rápido
a
Muy lento
Muy rápido
a
Muy lento
Muy rápido
a
Muy lento
Textura
Franca arenosa
Arena franca a
Arena limosa
Todo el rango
Todo el rango
Todo el
Todo el
Todo el
a Franca limosa Franca
arcillosa
a
Arcilla limosa
rango rango rango
Consistencia
en
Húmedo
Suelta a
Friable
Suelta a
Friable
Suelta a
Firme
Suelta a
Muy Firme
Suelta a
Muy Firme
Suelta a
Muy Firme
Suelta a
Muy Firme
Todo el
rango
Capacidad de
agua
aprovechable
Alta a
Moderada
Alta a
Baja
Alta a
Baja
Todo el rango
Todo el rango
Todo el
rango
Todo el
rango
Todo el
rango
Disponibilida
d de
elementos
nutritivos
Buena
Buena a
Moderada
Buena a
Baja
Buena a
Baja
Buena a
Baja
Buena a
Baja
Buena a
Baja
Buena a
Baja
Días libres de
heladas
>140
> 100
> 80
> 50
---
> 50
---
---
Período de
sequía estival
Corto Corto Largo Muy Largo Muy Largo Muy Largo Muy Largo Cualquiera
Limitaciones
climáticas
Ninguna Ninguna a
Leves
Ninguna a
Moderadas
Ninguna a
Severas
Ninguna a
Severas
Ninguna a
Severas
Ninguna a
Severas
Ninguna a
Muy Severas
Intensidad
de uso
Cultivos
intensos o muy
intensos
Cultivos
intensos con
ligeras
limitaciones
Cultivos con
limitaciones a
Forestal
intensivo
Cultivos con
limitaciones
pronunciadas
a Forestal
intensivo
Praderas o
Forestal con
limitaciones
Forestal o
Praderas con
limitaciones
Forestal con
limitaciones
Sin uso
agrícola;
Forestal de
protección