clases sociales, polÍtica y religiosidad popular en mÉxico y amÉrica central (traducido)

Upload: fanny-jeannette-pichardo

Post on 15-Jul-2015

563 views

Category:

Documents


2 download

TRANSCRIPT

CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRALEditado por Lynn Stephen y James Dow

Textos de Duncan M. Earle Frank Cancian James B. Greenberg James Dow James Howe John K. Chance Leigh Binford Lynn Stephen Michael James Higgins Stephanie Kane

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

2

PRLOGO PREFACIO NDICE: 1 Introduccin: Religiosidad popular en Mxico y Amrica Central, de Lynn Stephen & James Dow (Traduccin de Leif Korsbaek). Primera Parte: El impacto de polticas estatales y desarrollo econmico sobre las jerarquas religiosas. 2 Cambios los sistemas de cargos mesoamericanos en el siglo veinte, de John K. Chance (Traduccin de Hilario Topete). 3 La poltica de rituales: El Estado mexicano y la autonoma zapoteca, 1926 a 1989, de Lynn Stephen (Traduccin de Mara Mora Ahumada Quintar). Segunda Parte: Relaciones econmicas campesinas y cambios en los sistemas de cargos religiosos locales. 4 Las listas de espera de cargos en Zinacantn como reflejo de cambios sociales, polticos y religiosos, de 1952 a 1987, de Frank Cancin (Traduccin de Gabriela Anah Luna Velasco) 5 La economa poltica de las velas en el istmo de Tehuantepec, de Leigh Binford (Traduccin de Adriana Giselle Martn del Campo Jensen). Tercera Parte: Conflicto poltico y religin local. 6 Santidad y resistencia en las comunidades cerradas corporativas indgenas: Dinero de caf, violencia y organizacin ritual en comunidades chatinas en Oaxaca, de James B. Greenberg (Traduccin de Carmen Mina). 7 Apropiando al enemigo: Organizacin religiosa en los altos de los mayas y supervivencia comunitaria, de Duncan M. Earle (Traduccin de Eduardo Rodrguez). Cuarta Parte: Misiones, iglesias institucionalizadas y religiosidad popular. 8 Rivalidad misionera y conflicto en San Blas, Panam, de James Howe (Traduccin de Al Ruz Coronel). 9 Los Chamanes reconsiderados: El ember (Choc) en Darin, Panam, de Stephanie Kane (Traduccin de Leif Korsbaek, con ayuda de Karla Anglica Luna Olalde). 10 Mrtires y vrgenes: Religiosidad popular en Mxico y Nicaragua, de Michael James Higgins (Traduccin de Amalia Montoya Paredes) Quinta Parte: Conclusiones. 11 La dinmica de la religin en comunidades de Amrica Central, de James Dow & Lynn Stephen (Traduccin de Julio Andrs Andrade Seman).

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

3

CAPTULO 1 Introduccin: religiosidad popular en Mxico y Amrica Central Lynn Stephen (Northeastern University) y James Dow (Oakland University)1 INTRODUCCIN Las instituciones religiosas locales en Mxico y Amrica Central al mismo tiempo que responden a fuerzas polticas y econmicas mayores, tambin ejercen influencia sobre ellas. En anteriores periodos de dominacin colonial y neocolonial, los campesinos de Amrica Media crearon sistemas poltico-religosos locales en reaccin a la falta de oportunidades de participacin directa en los sistemas polticos y econmicos nacionales. Estos sistemas locales estuvieron influenciados por los la poltica cambiante de los espaoles y ms tarde de los estados independientes, en lo econmico y en lo poltico. Sin embargo, los pueblos indgenas, los campesinos, los trabajadores urbanos y otros sectores marginados de la sociedad en Amrica Media, siguen utilizando formas de instituciones religiosas para organizarse a nivel local en respuesta a las fuerzas polticas y econmicas que afectan sus comunidades. Admitiendo que la proletarizacin secular y la poltica moderna de partidos juegan un importante papel en la vida de mexicanos y centroamericanos, los casos que aqu se discuten confirman que la religin sigue ocupando un lugar importante en la creacin de polticas y economas locales y regionales, enfatizando el papel activo de los miembros de la comunidad en el proceso. Tambin dirigen la atencin hacia la importancia de la diferenciacin de clase en la creacin de la participacin religiosa a nivel local y cmo las actividades religiosas populares pueden unir sectores diferentes de la poblacin para actividades polticas o separarlos de acuerdo a lneas divisorias de clase. Mientras que los sistemas polticos formales han sido fuertemente influenciados por el estado en muchas partes de Amrica Media, las formas religiosas locales frecuentemente1

Traduccin de Leif Korsbaek, INAH-ENAH, Revisin de Marcela Barrios Luna, Correccin de estilo Sergio Ricco Monge.

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

4

operan de una manera semiindependiente del estado y reflejan los conflictos polticos, econmicos y tnicos ms abiertamente que los sistemas polticos formales. La religin sigue siendo una fuerza activa en Amrica Media. La informacin que se presenta en este volumen no fortalece la idea de que las sociedades de Amrica Media contemporneas, se encuentren en proceso de secularizacin. Parece ms bien que la religiosidad popular se contina manifestando como un mecanismo vital en la formacin de la organizacin social y poltica. Tenemos que analizar la religiosidad popular en relacin con el desarrollo capitalista y las relaciones de clase, la intervencin estatal y luchas por laautonoma poltica y econmica a nivel local, para entender de qu manera operan en Amrica Media, donde el desarrollo capitalista ha estimulado la diferenciacin de clases, las formas de la religiosidad popular se pueden transformar, pero aparentemente no desaparecen y, donde las diferencias en riqueza resultan en una jerarqua de estatus fuera de la responsabilidad de cargos religiosos, las comunidades rurales pueden abandonar los cargos religiosos, pero la religin sigue ocupando un lugar importante en el sistema poltico. Adems, el consumo ritual y los rituales que producen prestigio pueden asumir otras formas que no se relacionan directamente con los sistemas de cargos religiosos o mayordomas. Mientras que anlisis anteriores antropolgicos estudiaron la religin popular o folk en trminos de sus funciones defensivas, nosotros encontramos un proceso ms activo en el cual las clases populares en la ciudad, los grupos tnicos y campesinos pueden utilizar la religin bajo ciertas condiciones en un intento por definir sus propias agendas. Eso no implica necesariamente un continuo aislamiento de los centros del poder econmico y poltico, sino un intento consciente por influenciar las estructuras polticas y econmicas mayores por las cuales tradicionalmente han sido dominados. En algunos casos podemos encontrar un retorno a formas tradicionales de cargos religiosos cuando las comunidades pierden el control sobre recursos a forasteros. Formas religiosas populares tambin pueden reforzar la solidaridad tnica en una comunidad o en una regin y servir de soporte para una oposicin desde la base. En otros casos,

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

5

las formas religiosas sern utilizadas por los caciques o fracciones de clases para defender sus intereses y enfatizar antagonismos basados en diferencias econmicas y tnicas. Cuando los misioneros se solidarizan con los poltica y econmicamente marginados, pueden organizar la oposicin al control estatal, como en el caso de Nicaragua bajo Somoza. O puede ser que los misioneros tengan poca influencia sobre la poblacin indgena que los califican como forasteros. En otros casos, como en Guatemala bajo Ros Montt, nuevas formas religiosas se pueden acomodar a polticas del gobierno que tienen como objetivo limitar la autonoma de las poblaciones indgena y campesinas. La aceptacin o el rechazo, en la ltima instancia, de los misioneros por parte de la poblacin local dependen en gran medida de las consecuencias polticas de la nueva religin. As que concluimos que Amrica Media no se encuentra en un proceso de secularizacin, sino que, nos encontramos ante una relacin dinmica y sostenida entre la religin y la poltica. Mientras que s existen diferencias econmicas, polticas y culturales significativas en las regiones que sern discutidas aqu, es importante prestar atencin a la dinmica de la religiosidad popular, ya que es un vehculo para la accin poltica. Los casos discutidos aqu no solamente ofrecen detalles etnogrficos e histricos acerca del papel de la religiosidad popular en sociedades concretas, tambin, nos pueden ayudar a entender la importancia regional de la religin en la formacin del proceso poltico en Mxico y Amrica Media en la actualidad a nivel regional tanto como a nivel nacional. DEFINICIONES Con el fin de contextualizar nuestra discusin tenemos que aclarar algunos de los conceptos que se utilizarn en esta introduccin y en los siguientes captulos: 1) Amrica Media (Middle America); 2) los campesinos; 3) indios versus indgenas; 4) clases populares y cultura popular; y 5) sincretismo religioso. 1 Amrica Media. Los estudios de caso de religiosidad popular incluidos en el presente volumen giran en torno a la regin central de Amrica Media,

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

6

frecuentemente llamada Mxico y Amrica Central. Esta rea incluye las repblicas de Mxico, Guatemala, Belice, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Honduras y Panam, y la podemos dividir entre tres sectores culturales: (a) Mesoamrica, las reas de civilizacin temprana con grandes poblaciones indgenas en el momento de la conquista espaola y con marcada influencia de los pueblos indgenas sobre la cultura moderna (el sureste de Mxico, Guatemala, el occidente de Honduras y El Salvador); (b) Amrica Media mestiza, las reas con menos poblacin indgena y una cultura moderna ms hispanizada (Nicaragua, Panam, el centro de Mxico, el oriente de El Salvador y el oriente de Honduras); y (c) Amrica Media europea, las reas pobladas principalmente por pueblos con un trasfondo espaol que fueron poco influenciados por las culturas indgenas (Costa Rica, el norte de Mxico), (de acuerdo con West & Augelli, 1966: 12-16). Habra que sealar tambin que las sociedades de las partes bajas de Amrica Central compartieron experiencias histricas que las diferencian del corazn de Mesoamrica. Se distinguen el rea de contacto temprano con exploradores espaoles, el contacto con piratas, la interaccin con ingleses y alemanes, la migracin de esclavos negros y libertos, y territorio costeo (Loveland, XII). En consecuencia, la religin es diferente en lo que se refiere a sus formas y su relacin con la poltica en estos sectores culturales, debido a diferencias histricas en las relaciones culturales, polticas y econmicas antes de y durante el periodo colonial. El sistema econmico de la colonia en la parte baja de Amrica Central, en particular, no dependa, en el mismo grado, de la existencia de comunidades indgenas estables y accesibles, constituyendo una reserva grande y en gran medida autoreproducindose de fuerza de trabajo como fue el caso de Mesoamrica. Las tierras ocupadas por los pueblos del corazn de Amrica Media varan de tierras desrticas en el norte de Mxico a planicies costeras tropicales en el estado de Veracruz y a lo largo de las costas de las repblicas centroamericanas. Montaas encontramos por doquier. El corazn de Mxico es una planicie alta, alrededor de 7,000 pies sobre el nivel del mar, donde se encuentra la Ciudad de

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

7

Mxico. La Ciudad de Mxico se est convirtiendo rpidamente en el complejo urbano ms grande del mundo, con problemas ecolgicos que alcanzan proporciones peligrosas (Gold, 1982: 394; Pezzoli, 1989). Hacia el sur, la altura de la tierra va decreciendo. El estado de Oaxaca es atravesado por la Sierra Madre que es ms baja y ms calurosa. En la parte ms estrecha de Mxico; el Istmo de Tehuantepec, es una planicie sin montaas. Ms all de Mxico, las montaas se elevan de nuevo en las tierras altas de Amrica Central en Guatemala. En otras partes de Amrica Central, surgen montaas entre las planicies costeras al norte y al sur. Las cordilleras ms altas de Nicaragua alcanzan una altura de 3,000 a 6,500 pies. Y al final de Amrica Central encontramos a Panam, que hasta 1903 formaba parte de Colombia, as que algunos estudiosos prefieren considerarla todava como parte de Amrica del Sur. 2 Los campesinos, quines son? La experiencia colonial de Amrica Media ha producido una diferenciacin regional en formaciones polticas y econmicas que hace difcil cualquier generalizacin acerca de la naturaleza de las organizaciones sociales comunitarias y las relaciones econmicas. Muchos de los estudios de casos aqu presentados tratan de comunidades campesinas. Cuando discutimos el uso del trmino campesino, dos cuestiones son de primera importancia, teniendo en mente el muy amplio alcance de las poblaciones aqu discutidas. Primero, hasta qu grado es importante la diferencia de clase y/o la identidad tnica para captar el potencial poltico de las actividades e instituciones religiosas? Segundo, cules son las relaciones actuales e histricas de las comunidades aqu estudiadas con la economa ms amplia de los estados nacin? Hay posiciones encontradas sobre estas dos cuestiones, como se refleja en el uso de los autores. En general, sostenemos que la clase es una variable crucial para entender las dinmicas sociales y polticas de la religin en comunidades campesinas. Mientras que, pueden existir varios grados de diferenciacin de clase en los casos aqu explorados, las relaciones de produccin (particularmente las categoras de trabajador y patrn), as como la tenencia de la tierra y otros medios de produccin son claves para entender las relaciones locales de poder. En

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

8

algunas comunidades que son descritas aqu, las relaciones de clase siguen estrechamente las lneas tnicas con los miembros indgenas de la comunidad siendo relegados a las clases inferiores por una minora mestiza con un monopolio sobre los recursos econmicos y el poder poltico. En otros casos, las comunidades indgenas son caracterizadas por una estratificacin que deriva de un proceso de acumulacin de capital articulado con una produccin comercial de cultivos y/o artesanas. En muchos de los casos, la principal justificacin para utilizar el trmino campesino se debe al hecho de que estas comunidades agrarias comparten un estatus marginal ante la sociedad ms grande. A pesar de la estratificacin interna en muchas comunidades, en su totalidad se encuentran colocadas en un estatus subordinado, tanto en el pasado como en la actualidad, en relaciones polticas y econmicas ms amplias. Este marco de una posicin histrica de subordinacin es el punto focal en el presente libro y, para una definicin heurstica de los campesinos. Aqu, campesino se refiere laxamente a un individuo cuya existencia se basa en la tierra e inevitablemente participa en relaciones sociales, econmicas y polticas ms amplias, es al mismo tiempo partcipe de instituciones polticas, econmicas y religiosas a nivel local. Estas instituciones mantienen una dinmica interna que responde al estado y a las economas nacionales e internacionales sin ser por completo determinadas por ellos. Econmicamente no podemos definir a un campesino como un individuo que participe exclusivamente en la agricultura, ya sea con fines de subsistencia o comerciales. En realidad, la mayora de los campesinos, tanto a nivel individual como de hogar, extienden estrategias plurales de empleo, mezclando trabajo asalariado, agricultura de subsistencia, produccin artesanal, migracin y otros tipos de trabajo, con el fin de sobrevivir econmicamente. Vemos al campesino como una persona que manipula su trabajo y sus recursos con fines de movilidad econmica y social tanto en relaciones clasistas como en otros tipos de relaciones (Bennet & Kannel, 1983; Deere, 1986), ms que como un agricultor de subsistencia que se encuentra en un proceso de transicin hacia una vida como trabajador asalariado de tiempo completo sin tierra, o como pequeo capitalista

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

9

(De Janvry, 1981; Lenin, 1982), sencillamente preocupado por producir suficiente excedente para lograr satisfacer mnimamente las necesidades de consumo de la familia (Chayanov, 1966). Centramos nuestra atencin en aquellas relaciones religiosas y rituales fuera del hogar que constituyen puntos focales para la autonoma comunitaria. 3 Indios versus indgenas El carcter encapsulado de los mltiples procesos econmicos y no econmicos en los cuales participan los campesinos, exige que nuestra discusin sobre la religiosidad popular, abarque no solamente las relaciones de clase econmicas, sino tambin las de etnicidad, especficamente las de identidades tnicas indgenas. La posicin histrica de subordinacin que ha sido el destino de todas las comunidades indgenas es, tambin, relevante en la distincin de los trminos indio e indgena. La distincin bsica entre una identidad tnica indgena autoelegida por determinados grupos tnicos y una identidad india impuesta, es discutida por Smith en su anlisis de federaciones tnicas, uniones de campesinos y movimientos indianistas en las repblicas de los Andes (Smith, 1985: 9). Una identidad tnica autoelegida es por lo regular basada en: a) el postulado de una autonoma histrica; y, b) la percepcin de rasgos culturales, naturales o fsicos que reciben nfasis como la fuente principal de identidad, que es aceptada tanto interna como externamente (Barth, 1981; Stearns, 1987; Stephen, s. f.; Adams, 1988). Adams seala que the salience de un grupo tnico surge de manera ms importante cuando es al mismo tiempo auto-definido y externamente definida, cuando su existencia es significativa tanto para sus miembros como para forasteros (1988: 11). Adams sostiene que este tipo de grupos son, por definicin, entes polticos (1988: 11). Estudiando la encrucijada de clase y etnicidad en los Andes, Stearns describe de qu manera rasgos culturales y fsicos supuestos construyen fronteras sociales que no coinciden necesariamente con fronteras de clase y que pueden servir para articular demandas campesinas y no campesinas (1988: 15-16).

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

10

4 clases populares y cultura popular. Mientras que la mayor parte de los captulos que siguen concentran su atencin en comunidades indgenas, varios de ellos hacen referencia a poblaciones urbanas y, uno de los captulos se concentra en poblaciones urbanas marginales en Oaxaca, Mxico y Managua, Nicaragua. Las colonias perifricas de la ciudad de Oaxaca que nacieron por invasiones de tierras, y las colonias pobres urbanas en Managua tienen en comn con las comunidades indgenas campesinas su situacin poltica y econmica la marginacin poltica y econmica-. Como parte de una economa poltica ms amplia, estas vecindades son llamadas colonias populares, y sus miembros son parte de las clases populares urbanas (Ramrez Saiz, 1986: 30). En una descripcin de la composicin socio-econmica de la poblacin en varias colonias populares de Mxico, Ramrez Saiz estima que alrededor de 5060% son plenamente empleados en industrias pequeas y medianas o en el sector de servicios, 30-40% son empleados temporales o trabajadores estacionales en el ejrcito de reserva industrial, una pequea parte (3-5%) constituyen una pequea burguesa empobrecida (artesanos, pequeos mercaderes, trabajadores auto-empleados) y 1-3% conforman el proletariado lumpenizado o el sector informal aquellos con la seguridad de empleo ms baja (1986: 30-31). Ramrez Saiz utiliza estas descripciones para explicar la participacin diferencial de la poblacin en movimientos populares urbanos. Sostiene que, no obstante, la participacin en tales movimientos de gente de diferentes clases y fracciones de clases, todos comparten una situacin de explotacin econmica y dominacin poltica que crea condiciones objetivas para una conciencia de clase comn la base de su participacin- en un movimiento social urbano. Otros autores han tomado la idea de la marginacin compartida utilizndola para articular una ms amplia gama de grupos disenfranchised en el sistema econmico y poltico en Mxico, llamndolos clases populares (Garca Canclini, 1982; Higgins, infra). Estas incluyen a poblaciones indgenas campesinas, los pobres en la ciudad, obreros urbanos, y los marginalmente empleados y desempleados. Mientras que los grupos del movimiento popular urbano en

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

11

Mxico, tales como la Coordinadora del Movimiento Urbano Popular (CONAMUP), y la Revolucin Sandinista en Managua, lograron unir una serie de sectores de clase en la ciudad en un movimiento social revolucionario a travs de la creacin de una cultura popular compartida y una organizacin poltica, las clases populares en otros lugares no siempre fueron tan fcilmente unidas. La cultura popular y las clases populares son estudiadas aqu en trminos de: a) cmo las actividades y los smbolos religiosos pueden servir como un medio para unir varios sectores clasistas y tnicos de la poblacin, hasta el grado bajo el cual, tales smbolos y actividades pueden ser la base de la creacin de una autonoma poltica (Higgins, Earle, Kane, Stephen, Chance, Greenberg); y, b) cmo, por otro lado, actividades religiosas compartidas son utilizadas para reforzar la diferenciacin socio-econmica y son aprovechadas por individuos concretos y grupos basados en su clase para aumentar su influencia, poder y recursos (Binford, Earle, Howe, Greenberg, Cancian). 5 Sincretismo religioso. Cuando contemplamos la religin en Amrica Media, tenemos que darnos cuenta de que el presente no constituye una representacin pura de un sistema de creencias unificado, sino una amalgama de creencias y rituales reunidos desde diferentes fuentes y experiencias histricas. Amrica Media es un lugar donde religiones con escritura, incluyendo a las religiones maya y azteca; as como tambin, catlica y protestante, todas con escritura, se han mezclado y fusionado con religiones locales, incluyendo tradiciones shamansticas y mgicas. As que, las formas religiosas que estudiamos tienen orgenes mltiples y complejos. No debera sorprendernos encontrar que las creencias catlicas en Amrica Media son diferentes de aquellas que existen en otras partes del mundo. Muchos santos catlicos han perdido sus caractersticas de santos (Madsen, 1967: 381). Son figuras con rasgos humanos, con poderes y debilidades que pueden ser manipulados por la gente, pareciendo tal vez ms dioses precolombinos que dioses catlicos. Sin embargo, la mayora de la gente an se afilia a la Iglesia Catlica y les escandalizara cualquier sugerencia de que no se encuentren

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

12

marchando firmemente en el falange de aquella fe, no obstante su interpretacin de manera sui generis. Los estudios de los santos catlicos se han centrado principalmente en las mayordomas en su relacin con el sistema de cargos cvico-religiosos en Mxico y Guatemala. Pero Gudeman ha notado, tambin, la importancia de la celebracin del da de los santos y fiestas en el Panam de los campesinos (1976: 43-63, 1976b). l describe un calendario anual de fiestas que no est articulado a un patrocinio formal, pero s comparte algunos rasgos comunes con calendarios rituales indgenas y campesinos en Mxico y Guatemala, subrayando el hecho de que los das de los santos son celebrados profanamente y se encuentran alejados de la esfera oficial de la iglesia, sugiriendo que ste tipo de fiestas pertenece al dominio de la religiosidad popular, tal como lo hemos definido aqu. Su descripcin de la religin en Panam campesina difiere de las religiones ember y kuna que mantienen gran cantidad de caractersticas precolombinas. La flexibilidad en la adopcin de ideas y creencias diferentes son una parte de la mayora de los sistemas religiosos. El aspecto ms importante del sincretismo religioso en Amrica Media es que crea una flexibilidad que permite el moldeo de rituales y creencias religiosas alrededor de procesos polticos en el pasado y en el presente. No estamos tratando con puristas, sino con gente que sabe cmo combinar la fe con consideraciones prcticas acerca del poder poltico. LAS BASES CONCEPTUALES DEL ESTUDIO DE LA RELIGIOSIDAD POPULAR EN AMRICA MEDIA Los casos que son presentados aqu sugieren que la religin representa un importante modo de articulacin de ideas sociales y accin poltica en Amrica Media. Los sistemas religiosos en Amrica Media no son supervivencias religiosas en el proceso de metamorfosis que convertira anteriores estados teocrticos en estados militaristas, sino el resultado de una dinmica poltica moderna, en particular una dinmica de conflictos de clases y etnias. En el Mxico y la Amrica Media de hoy, como fue tambin en el pasado, los conflictos de clase, el desarrollo

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

13

capitalista,

la

organizacin

poltica

y

la

religin

estn

intrnsicamente

interrelacionados. Religiosidad popular En un ensayo crtico de primera importancia acerca de la antropologa de la religin, Talal Asad sugiere que nos acerquemos a la religin preguntndonos qu condiciones histricos (movimientos, clases, instituciones, ideologas) son necesarias para la existencia de determinados discursos y prcticas religiosas (1983: 252). De qu manera se presentan al mismo tiempo, en un momento histrico particular, determinadas fuerzas sociales para posibilitar discursos, prcticas, eventos y espacios concretos? Estas amplsimas preguntas planteadas por Assad proporcionan un marco general del enfoque que hemos elegido para el estudio de la religiosidad popular. Por religiosidad popular queremos decir actividades religiosas o rituales llevados a cabo fuera de o en oposicin a la religin institucionalizada dominante, o aquellas actividades religiosas que, no obstante que se llevan a cabo dentro del marco de la religin institucionalizada, ofrecen una crtica del marco religioso y de las desigualdades polticas y econmicas ms amplias (vase Berryman, 1984: 380-381). Las actividades y prcticas en la religiosidad popular no son necesariamente la provincia exclusiva de expertos o especialistas, todo el mundo puede participar. Junto con el sincretismo religioso que existe en gran parte de la religiosidad popular, nos interesan las religiones de las masas que aparecen en formas muy variadas, combinando elementos indgenas con las tradiciones con escritura que han venido con los misioneros. Mientras que algunas de las formulaciones de la poltica de poder exageran la importancia de la religin institucionalizada como medio para asegurar la obediencia de poblaciones subordinadas (Assad, 1983), otros estudios de estructuras religiosas locales reiteran los comentarios de Ingham acerca de la construccin de la religin local en Mxico. l postula que, aunque el catolicismo popular formula y santifica la socialidad positiva, proporciona un idioma para comentar crticamente relaciones sociales negativas y sugiere que en la ltima

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

14

instancia el catolicismo popular en Mxico es tanto una construccin campesina como el producto de una elite clerical (1986: 2). Esta posicin retrata a los campesinos de Amrica Media como participantes activos en la construccin de instituciones, eventos y discursos religiosos. Esta participacin es vista tanto en trminos de apropiacin por parte de los campesinos de formas religiosas locales e instituciones como medio para asegurar autonoma local, y por el uso de estructuras religiosas institucionales en luchas polticas para transformar la posicin socio-econmica de los campesinos en la sociedad mayor. Un ejemplo, de eso en Mxico, es un cuerpo de 4,000 catequistas indgenas que, junto con el obispo catlico Ruz en su cuartel general en San Cristbal de las Casas, han construido comunidades cristianas de base, cooperativas que comercializan maz, grupos de mujeres, brigadas de salud y organizaciones de autodefensa de campesinos, a travs de 25,000 millas cuadradas de la dicesis (Latin America Press, 1988: 7). En Guatemala, la Asociacin Nacional Campesina Pro-Tierra, con 100,000 afiliados, bajo la direccin del sacerdote catlico Andrs Jess Girn de Len, es uno de los movimientos agraristas en Guatemala que continua ocupando tierras y ejercen presin a favor de la redistribucin de la tierra frente a la continua opresin por parte del gobierno (Cambranes, 1986: 9-10). Como es el caso en Chiapas, este movimiento es claramente relacionado con los ideales de la religiosidad popular, que se proyectan en las comunidades cristianas de base en Nicaragua y El Salvador (vase Berryman, 1983: 22-24; Pearce, 1985). Mientras que en los casos tratados en el presente libro no se discuten de manera directa la teologa de la liberacin, la autodeterminacin y la crtica de las estructuras polticas y econmicas dominantes que se proyectan en movimientos campesinos indgenas, como se ha ejemplificado en el del padre Girn, son tambin entrelazados con las estructuras alternativas de autoridad en las jerarquas religiosas (vase Greenberg, infra; Stephen, infra; Earle, infra), shamanismo (Kane, infra), y los esfuerzos indgenas por resistir y manipular a misioneros (Howe, infra).

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

15

Las discusiones antropolgicas de la religin en Mxico y Guatemala Tradicionalmente las discusiones de la religin en Mesoamrica han girado en torno a la naturaleza de los sistemas de cargos cvico-religiosos en Mxico y Guatemala (vase Greenberg, 1981, para una visin general), y labores de misin y conversin al protestantismo, centrndose en la manera de cmo la religin afecta la organizacin social comunitaria. Posteriores anlisis de las jerarquas cvico-religiosas, y la labor misionera protestante se ha extendido ms all de la frontera de la comunidad y se estudia el efecto de cambios econmicos y las modificaciones en la poltica nacional en su relacin con sistemas religiosos locales cambiantes (Russ & Wassersrtom, 1980; Greenberg, 1981; Taussig, 1987). La integracin de la poltica y economa nacionales en los estudios de comunidad ha llevado a los antroplogos a empezar a considerar la importancia de la teologa de la liberacin en la interaccin social local. Los sistemas de cargos religiosos Hasta hace poco la mayor parte de la discusin sobre instituciones religiosas en Mesoamrica, en particular en Mxico y Guatemala, se diriga hacia las formas, estructuras y significados cambiantes de los sistemas de cargos religiosos. Siguiendo a Chance (infra) distinguimos entre: a) un sistema de cargos como una jerarqua de oficios jerarquizados, a travs de los cuales las parejas ascienden; y, b) un sistema de fiestas en el cual se adquiere prestigio por medio del patrocinio ceremonial en la ausencia de una jerarqua bien definida de cargos. Mientras que la discusin anteriormente giraba en torno a la cuestin de si la funcin de las jerarquas cvico-religiosas era la nivelacin de diferencias en la riqueza (Tax, 1937; Wolf, 1955), reforzaba y justificaba diferencias existentes en la riqueza (Cancian, 1965), mantena un sistema de reciprocidad y redistribucin dentro de la comunidad (Dow, 1977; Aguirre, 1967), o serva como medio de extraccin de riqueza de las comunidades indgenas (Harris, 1964), ms recientemente los anlisis sobre los sistemas de cargos se han dirigido hacia la dimensin histrica considerando los cambios de forma y funcin de los sistemas de cargos en su relacin con cambios econmicos y cambios en la poltica del

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

16

estado y de la iglesia (Wasserstrom, 1983; Chance & Taylor, 1985; Chance, infra). Este tipo de anlisis histricos de sistemas de cargos religiosos nos han dado informacin acerca de qu manera los cambios en las actividades rituales fueron estructuralmente organizados, y de qu manera, tales cambios han afectado no solamente los hogares campesinos individuales sino, tambin la naturaleza de las relaciones entre comunidades de campesinos indgenas y el estado. Trabajos etnohistricos recientes, incluyendo ensayos publicados en este volumen, revelan de qu manera determinadas comunidades han puesto resistencia a cambios en la poltica estatal y de la iglesia en lo referente al funcionamiento del sistema de cargos religiosos. Los campesinos han utilizado el sistema de cargos local como un medio para asegurarse una posicin poltica en su relacin con el estado (Chance, Stephen, Greenberg, infra), o como una manera de mantener una autonoma local en una jerarqua municipal (Cancian, infra; Wasserstrom, 1978). Una de las contribuciones ms importantes en el trabajo histrico reciente ha sido la correccin de la imagen prevaleciente en la etnografa mexicana y guatemalteca de la forma clsica de la jerarqua cvico-religiosa que es descrita como una jerarqua intertwining de cargos civiles y religiosos. La obra de Chance y Taylor (1985), Chance (infra), Wasserstrom (1983) y otros nos ha mostrado que las jerarquas tempranas en la colonia eran civiles. Los sistemas de cargos religiosos tienen su origen en los sistemas de cofradas, corporaciones religiosas creadas para pagar por el culto a los santos locales. Las cofradas posean tierra y ganado que les aseguraban una ganancia para financiar la celebracin de los cultos locales. Solamente despus de la expropiacin de la propiedad de las cofradas por la iglesia y la aparicin de sanciones contra fiestas religiosas impuestas por el estado empezaron los hogares individuales a patrocinar la celebracin de culto a los santos locales. La individualizacin de las responsabilidades en los cargos religiosos se llev a cabo durante el siglo XVIII y tuvo como resultado la integracin de cargos religiosos con cargos civiles. Como seala Chance (infra), esta forma de la jerarqua cvico-religiosa fue tambin una etapa histrica. La comparacin que hace Chance de 23 fuentes

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

17

etnogrficas y otros estudios recientes de sistemas de cargos muestra que las jerarquas cvico-religiosas, de hecho han sufrido un cambio estructural en respuesta a una integracin creciente a las estructuras polticas comunitarias con aquellas del estado y de los gobiernos nacionales. Este cambio ha tenido como resultado una variedad de formas rituales institucionales. La literatura etnogrfica reciente describe varias formas de religiosidad en jerarquas que eran anteriormente cvico-religiosas. Chance (infra) se concentra en lo que llama sistemas de cargos religiosos, aquellos sistemas que mantienen una jerarqua de oficios pblicos con el objetivo explcito de servir a los santos locales. l sostiene que este tipo de jerarquas pueden consistir en cofradas o mayordomas de una sola posicin, pero en ambos casos, las posiciones son jerrquicamente organizadas. En su opinin, esa es la tendencia dominante en la literatura actual acerca de los sistemas de cargos. Otras tres posibilidades contemporneas encontramos tambin descritas en la literatura. Una es la desaparicin por completo de cualquier tipo de sistema de cargos. Otra variedad nos refleja el apoyo comunitario a la celebracin de culto ofrecido en las cofradas durante la etapa temprana de la colonia. Brandes (1981, 1988) y otros (Smith, 1977; Good, 1988) describen un sistema de colecta que cubre la comunidad entera, por lo regular, llevada a cabo por comits especialmente nombrados que apoyan la celebracin comunitaria en asociacin con santos especficos, esencialmente sustituyendo mayordomas patrocinadas por hogares individuales. En algunas comunidades, comits de la iglesia, establecidos a fecha tan temprana como en 1920 son parte de la estructura de gobierno municipal, juegan tambin un papel en la ejecucin de colectas y la organizacin de rituales comunitarios (Stephen, infra). Otra respuesta local a la separacin de las jerarquas civiles de las religiosas, ha sido continuar con el patrocinio de mayordomas espordicas, pero transferir el contenido y la forma rituales de las mayordomas a rituales del ciclo vital; tales como bautizo, confirmacin, noviazgo, boda y entierro. El patrocinio sigue siendo basado en el hogar y contina movilizando redes de intercambio

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

18

mutuo de objetos y trabajo, pero con fines diferentes (Stephen, infra; Good, 1988; Warman, 1980). En el centro de la discusin antropolgica de las jerarquas religiosas encontramos las preguntas acerca de la relacin entre diferenciacin de clases, poltica y los sistemas de cargos religiosos. Anteriormente, este debate fue entre aquellos que vieron la naturaleza de la comunidad campesina en Mesoamrica en gran medida determinada por las fuerzas econmicas y polticas nacionales e internacionales (Smith, 1977; Wasserstrom, 1983) y aquellos que, tambin enfatizan la dinmica interna de reciprocidad y redistribucin (Dow, 1974; Greenberg, 1981). Smith, propuso escribiendo en la dcada de los setenta, con un idioma modernista; que la integracin socio-econmica que produce pobreza o abundancia relativa es relacionada con el colapso de lo que el llama ceremonias patrocinadas (1977: 6-7). Seala que el consumo ritual tiende a ocurrir donde la economa es rural y tradicional, ms que urbana y dinmica, y donde la gente no est sujeta a la presin de inversionista-consumidor del mercado (1977: 17). l sugiere que los sistemas de fiesta son viables solamente en casos de prosperidad econmica moderada (1977: 7). En una lectura cuidadosa del libro de Smith, Greenberg seala una aparente contradiccin, donde sigue la hiptesis de extraccin de Harris. Por un lado, argumenta Smith que los sistema de fiesta no aislaron a los pueblos indgenas de la explotacin, fragmentaron las sociedades indgenas, y extrajeron el dinero de las comunidades. Por otro lado, sostiene que tales sistemas florecieron en comunidades que se encontraban aisladas del mercado colonial (Greenberg, 1981: 14). Wasserstrom, quien sigue las pistas de Smith y busca factores polticos y econmicos, ms amplios, como las fuerzas principales en la construccin de trayectorias histricas de las cofradas y los sistemas de fiestas, indirectamente pone en peligro las conclusiones de Smith. Wasserstrom insiste que los sistemas de cargos religiosos y el patrocinio de fiestas han florecido en aquellas regiones que se encontraban ms cerca de los centros de poder poltico y econmico. Su cuidadoso anlisis etnohistrico de Chamula y Zinacantan muestra que estn integrados en la economa nacional como granjeros, comerciantes, ganaderos y,

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

19

antes que nada, como trabajadores asalariados (Wasserstrom, 1983). Describe cmo el control de los oficios en las jerarquas religiosas en Chamula ya en los aos de 1930 fue acaparado por pequeos comerciantes que tenan intereses en comn con la agricultura comercial y la ganadera. El nfasis de Wasserstrom en el poder determinante del capitalismo agrario en expansin y en coordinacin con la poltica estatal lo hace concluir que las diferencia tnicas en la regin han sido sumergidas debajo de las diferencias ms fundamentales de riqueza, propiedad y poder (1983: 213). Mientras que enfatiza la importancia de la acumulacin de capital y la diferenciacin de clases dentro de Chamula y Zinacantan, no considera la flexibilidad de las cambiantes alianzas de clases locales que permite modificar su posicin en relacin al estado, y as cambiar internamente. El resultado final es un nivel de anlisis que les otorga poca iniciativa a los habitantes de Chamula y Zinacantan para retar a la alianza entre terratenientes y el estado. Dow Escribe en los primeros aos de la dcada de los setenta, una imagen muy diferente de las economas campesinas, las jerarquas religiosas y los resultados y la racionalidad del patrocinio de fiestas. Sosteniendo que el subsistema econmico que ha encontrado su institucionalizacin en el sistema de fiesta, es diferente del sector econmico comercial, Dow insista en que el patrocinio de fiestas promova la acumulacin de un excedente que no lleva a la acumulacin de capital, pues gobierna solamente la produccin de bienes de consumo que benefician al grupo entero. Propuso que las ceremonias religiosas integran las economas campesinas, a travs de su coordinacin de produccin, redistribucin y consumo de excedentes. Mientras que el anlisis de Dow sugiere que el intercambio redistributivo, que es una de las caractersticas de los rituales indgenas, mantienen a los otomes como no capitalistas, su argumento llama tambin la atencin hacia el efecto que tienen sobre la interaccin de las comunidades indgenas con la sociedad mayor, a travs de instituciones indgenas que representan un medio exitoso para la creacin de procesos polticos y econmicos que se oponen a la explotacin (1974: 225).

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

20

El anlisis de Greenberg de las interpretaciones anteriores sobre los sistemas de fiestas y las jerarquas religiosas, nos ofrece; un buen punto de partida para articular las posiciones de los que sostienen la determinancia de la economa poltica internacional sobre las instituciones religiosas locales, y los que enfatizan la importancia de la dinmica interna en la comunidad. En los aos ochenta, la antropologa de Amrica Media se desarroll a un punto tal donde fue necesario tomar en cuenta a los sistemas econmicos y polticos nacionales, as como tambin a la organizacin local de lo social, lo poltico y lo econmico en una perspectiva histrica para ofrecer un anlisis satisfactorio de la participacin popular en la vida religiosa. Criticando la teora reduccionista de la dependencia de Frank (1967), Greenberg (1981) nos ofrece una combinacin del anlisis de Laclau (1971) en las diferencias de las relaciones de produccin e intercambio que enmarcan las relaciones entre comunidad y estado, y el nfasis de Taussig (1980) en la importancia del ritual, cosmologa e ideologa campesinas como una tabla de evaluacin del cambio social desde una perspectiva del pasado hacia otra perspectiva del futuro (1981: 17-19). La manera de Taussig de caracterizar los sistemas de fiestas, y a las economas, sugiere un enfoque dialctico para la comprensin de las comunidades campesinas:Por un lado, las comunidades indgenas han conservado, en diferentes grados, una cosmologa y una ideologa igualitaria construidas sobre los principios de reciprocidad y redistribucin. Estos principios se encuentran encapsulados en relaciones sociales y rituales. Por otro lado, un sistema tal de obligaciones recprocas tiende a ser convertido en la dialctica de una comunidad indgena frente a una metrpoli capitalista con individualismo y, una escalera vertical de formas de clase basadas en el intercambio asimtrico. La riqueza es, por supuesto, extrada cada vez ms de la forma de intercambio desigual y las relaciones de clase van penetrando a la comunidad. El sistema religioso intenta, aunque con xito muy variado, mediar estas contradicciones (1981: 20-21).

Como los sistemas religiosos median las contradicciones entre reciprocidad y redistribucin; por un lado y, por otro lado, entre el intercambio desigual y la diferenciacin clasista se vuelven altamente politizados. Aqu, en muchos de los casos, la mediacin poltica de las instituciones religiosas locales est asociada con formas de resistencia cultural contra la dominacin desde el exterior, por el

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

21

estado y agentes econmicos. Tal resistencia puede involucrar no solamente confrontaciones directas, como el movimiento agrarista del padre Girn en Guatemala, puede ocurrir, tambin, cuando formas locales cambian y se adaptan a condiciones impuestas por fuerzas externas. La cultura y las instituciones que surgen de este tipo de interaccin pueden involucrar nuevas formas culturales que combinan la estructura y el contenido de formas ms antiguas con una nueva realidad social y poltica, lo que Diamond (1951) llama cultura autntica, siguiendo la pista de Salir (1954). Las jerarquas cvico-religiosas, como la que describe Greenberg de los chatinos (infra), apoyan la idea del ritual y la religin como instituciones mediadoras; que al mismo, tiempo actan sobre y son influenciadas por la poltica del gobierno y la dinmica del desarrollo capitalista. Los casos tratados en este volumen muestran claramente que el grado de control de las formas religiosas por parte de los intereses polticos y econmicos extra-comunitarios, o viceversa es muy variado de acuerdo a la regin y al periodo histrico. Earle muestra, por ejemplo, que en los mismos municipios chamula donde Wasserstrom document una dominacin durante muchos aos por escribanos bilinges en alianza con el gobierno estatal, recientemente una mayora de miembros de las comunidades sacaron a un presidente apoyado por los caciques y reestablecieron el control popular del municipio. Como cambia la economa y la poltica nacionales, as tambin cambia la poltica local relacionada con ellas. Las discusiones antropolgicas de la actividad misionera en Amrica Media A diferencia de su obsesin por el sistema de cargos, a los antroplogos les falta todava prestar la atencin que merece a la actual accin misionera. En el periodo presente, en el cual misioneros catlicos y protestantes han convertido y reconvertido con asombrosa rapidez a campesinos en todos partes de Amrica Media, seguramente ser recordado como una era de cambio religioso de tanta envergadura como la temprana colonia. Etnografas, biografas e historias, especialmente aquellas de Guatemala, invariablemente dedican pocas y dispersas

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

22

pginas al protestantismo. Han aparecido obras polmicas, por ejemplo las que tratan la accin misionera del controversial Instituto Lingstico de Verano, pero solamente unas pocas de ellas iluminan o dan informacin. Estudios serios del proceso y de los efectos de la accin misionera siguen siendo un artculo muy escaso. Con mayor frecuencia, aparentemente, los antroplogos han estudiado la diferenciacin entre protestantes, tradicionalistas y catlicos reconvertidos, investigando en el marco de una comunidad lo social y lo econmico, en busca de factores que puedan explicar la conversin o la oposicin, mostrando las diferencias de orientacin, de proceso de vida y de xito econmico. El estudio neo-weberiano de Annis (1987) de San Antonio, en Guatemala nos expone la fuerza de este enfoque. Ya que los estudios cuantitativos en la antropologa se prestan a interpretaciones tales como, que los catlicos poseen x% ms tierra que los protestantes, son factibles y reveladores aunque parciales. Las historias de proselitismo y luchas religiosas (Warren, 1978; Brintnall, 1979) son medulares para nuestra comprensin de la dinmica en la poltica local y nacional, por difcil que pueda ser recoger los datos necesarios para elaborarlas. En el presente volumen, Howe presenta un caso de triple faccionalismo en la parte surea de Amrica Central, muy parecido a los eventos recientes en municipios guatemaltecos, solamente que aqu los tradicionalistas siguen una religin precolombina y no un sincretismo catlico. Howe insiste en que los eventos locales se tienen que ver en el marco de la poltica nacional, un punto que ha sido enfatizado por la presidencia de Ros Montt en Guatemala. Las historia de la accin misionera, que tpicamente incluye interacciones fuertemente antagnicas entre diferentes sistemas culturales, nos imponen la problemtica de la articulacin cultural y las diferencias de conciencia (Warren, 1978). En este volumen Kane ilustra de manera dramtica el abismo que existe entre la conciencia de los Embera Choc y la de un misionero, l se ve a si mismo, tolerante, y defendiendo al Ember de la opresin. Con una luz diferente, Howe muestra que misioneros que intentaron convertir a los kuna, tuvieron mayor efecto

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

23

sobre el modo de pensar de los administradores seculares y policas que sobre el de los kuna mismos. En otros continentes los estudios antropolgicos de la accin misionera ha empezado a concentrarse en los misioneros y su cultura (Boutillier, Hughes, & Tiffany, 1978; Beidelman, 1982; Schneider & Lindenbaum, 1987), aspecto que brilla por su ausencia en la etnografa mesoamericana. No obstante que la hostilidad y la secreca de algunos misioneros hace difcil la minuciosa observacin, muchas sectas siguen produciendo documentos del tipo que utiliz Howe para el trabajo incluido en el presente volumen; incluyendo, memorias, boletines y tratados de varios tipos. (NO SE ENTIENDE) Aunque son fascinantes en su propio derecho, esta clase de material tiende a prestarse a una forma de interpretacin histrica y cultural que otorga igual peso analtico a los misioneros y a sus paganos, dndole sentido a la articulacin de cosmovisiones en competencia (Borden, 1981; Axtell, 1985; Comaroff, 1985; Comaroff & Comaroff, 1986). La misin activista: La teologa de la liberacin en Amrica Media En Amrica Media la Iglesia Catlica desde el momento de la conquista ha articulado la religin con el estado. En el siglo XIX y en parte del XX, mientras que la iglesia ocasionalmente intentaba defender a las poblaciones indgenas y a los pobres contra el estado, por lo regular se presentaba como una fuerza conservadora que se opona a cualquier reforma social. Sin embargo, en dcadas recientes ha ocurrido un cambio que relaciona elementos de la fe catlica y algunas iglesias protestantes con movimientos populares de reforma entre las clases ms pobres. En muchos casos, las iglesias han instigado este tipo de movimientos, y el crdito es suyo, un hecho que no ha escapado a la atencin de las oligarquas represivas en Amrica Central, que a veces han perseguido brutalmente a sacerdotes radicales y a misioneros (Bermdez, 1986; Bonpane, 1985: 41-43). Los activistas cristianos que han organizado grupos campesinos de estudios de la Biblia y cooperativas en Amrica Media, expresan la lucha a favor

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

24

de los pobres y las clases campesinas principalmente en trminos teolgico cristianos. Estos trminos pueden ser neutrales en relacin a la Biblia, esos activistas llegan tambin armados con una agenda poltica. El proceso de articular la protesta popular frecuentemente procede a travs de voces, expresiones del pensamiento y de los sentimientos de grupos, cuyas necesidades son ignoradas por las autoridades neocoloniales y las burocracias estatales. En Nicaragua, El Salvador y Guatemala, misioneros y sacerdotes han alentado tales voces como una respuesta a la enseanza de Cristo, de que Dios quiere particularmente a los pobres. Este tipo de sacerdotes son, sin embargo, individuos altamente politizados. Despus de haber sido formados por telogos tericos, estas ideas se han convertido en una autntica teologa de la liberacin (Boff & Boff, 1986; Sobrino, 1987) con un impacto significativo en la iglesia. Higgins (infra) nota de qu manera ideas cristianas en la forma de la teologa de la liberacin se han conformado en un vocabulario para la expresin de las necesidades de los pobres. En Mesoamrica la presencia de sistemas de cargos aparentemente no obstaculiza el activismo cristiano. De manera interesante, Warren (1978) sugiere que durante el siglo XIX los sistemas de cargos florecieron en Guatemala debido a que el anticlericalismo del gobierno mantena a los sacerdotes alejados de las comunidades indgenas. Ahora los sacerdotes han regresado, pero con un mensaje que se diferenca del de la Iglesia Catlica anteriormente institucionalizada. En Guatemala el activismo cristiano se ha desenvuelto en reas donde encontramos, tambin, el sistema de cargos tradicional (Sierra, 1983; Berryman, 1984: 171-180; Bonpane, 1985: 24-30). Parece que existe una correlacin ms grande entre activismo cristiano y gobiernos estatales represivos que con la ausencia o presencia de sistemas de cargos. Ya que el activismo cristiano ha sido catalizado por sacerdotes letrados y misioneros, podramos esperar que tuviera mayor acogida en comunidades que son ms abiertas a influencias urbanas que en comunidades indgenas ms cerradas. Sin embargo, el activismo cristiano contiene muchos de los valores comunitarios, - as como ayudar a los pobres y hacer trabajo comunitario que el servicio tradicional a los santos en el sistema de

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

25

cargos. Adems, es una fuerza que se opone al poder de explotacin del capitalismo, as como muchos investigadores piensan que es el sistema de cargos (cf. Earle, infra y Chance, infra). Bonpane encontr, por ejemplo, que comunidades quich en Guatemala eran ms abiertas a la ayuda revolucionaria que comunidades ladinas igualmente pobres. Aparentemente varios factores eran responsables de esta aceptacin: el respeto local por el sacerdote, la estructura poltica estable de la comunidad, la ausencia de conflictos internos, y la ausencia de ladinos relacionada con gente en el gobierno. El gobierno de Guatemala no tiene medios para frenar un proceso revolucionario en comunidades indgenas, como las de la regin Quich que son cerradas a la influencia de los ladinos, excepto por medio de la opresin militar extrema. Trgicamente la fuerza militar ha sido utilizada de manera extensa en Guatemala. Sin embargo, a largo plazo la religin popular indgena ha ayudado ms que obstruido la adopcin de ideas del activismo cristiano en Guatemala. El papel de las iglesias protestantes en el cambio poltico en Amrica Media ha variado. Earle (infra) muestra cmo es posible enlazar el protestantismo al sistema de cargos tradicional, para incrementar la resistencia a una iglesia catlica que se ala con intereses capitalistas. Sin embargo, en Guatemala el protestantismo norteamericano ha sido utilizado para controlar comunidades campesinas (Peck, 1984). Las iglesias protestantes evanglicas en Guatemala formaron la organizacin FUNDAPI (Foundation for Aid to the Indian People) que apoy la ayuda en alimentos, Food-for-Work, construccin de carreteras y los programas de aldeas modelo que fueron parte del plan de contrainsurgencia del ejrcito durante los aos de 1980 (Manz, 1988:98). El presidente Ros Montt, un protestante cristiano renacido, tena relaciones con el Protestant Gospel Outreach en Eureka, California, que canalizaba dinero, ayuda material y misioneros del movimiento de los renacidos al rgimen represivo en Guatemala en 1982 y 1983 (Manz, 1988: 252; Frank & Wheaton, 1984: 73). Aunque no es posible generalizar y acusar a la mayora de los protestantes en Amrica Media de haber cometido atrocidades como las del gobierno de Ros Montt, el caso s muestra hasta qu extremo un estado moderno puede hacer uso de una religin

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

26

institucionalizada como parte de una poltica, aparentemente, genocida. Por otro lado, el caso de Earle (infra) y otros en Mxico nos muestra cmo la iglesia protestante puede ser una fuerza directrz en la autonoma campesina (Garma, 1984). El papel muy variado de las sectas protestantes sugiere que los campesinos son capaces de escoger los elementos que les convengan de diferentes grupos misioneros y ofrecer su apoyo con el fin de promover sus propios intereses, cuando tales grupos no se encuentran coordinados directamente con los programas polticos de los gobiernos nacionales. El shamanismo Aunque el chamanismo no es aqu nuestro tema principal, la discusin de Kane del tema nos impone un importante problema relacionado con la religin como fuente de resistencia cultural. No obstante que el shamanismo articula un conjunto de creencias que se encuentran lejos de las de la Iglesia Catlica o de cualquier otro sistema religioso importado, es posible integrarlas en grados muy variados dentro de las ceremonias pblicas de las comunidades indgenas. Oakes (1951), por ejemplo, describe una comunidad maya en la cual un shamn acta como sacerdote para la comunidad entera. shamanes otomes en las montaas ejecutan ceremonias pblicas para invocar la lluvia (Sandstrom, 1981: 56) y actan como sacerdotes para pequeas feligresas (Dow, 1986: 63-73). Disponemos de una evidencia considerable que indica que los shamanes en Amrica Media cumplen importantes funciones sacerdotales y en ocasiones representan a una comunidad entera, convirtindose as en actores importantes de los procesos polticos locales (Tedlock, 1982: 47-53). La diferencia poltica importante entre los shamanes y otras personas con influencia poltica en las comunidades indgenas, se tiene que buscar en el modo por el cual adquieren su influencia. Los shamanes dependen de la creencia en sus poderes mgicos. En Amrica Media, otras personas adquieren influencia por medio de su patrocinio conspicuo de fiestas, estableciendo lazos estratgicos de proteccin poltica, utilizando su riqueza con fines de control social o a travs de la creacin de grupos polticos de base. La influencia del shamn depende de su

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

27

capacidad de expresar de manera correcta los mejores valores morales de la comunidad y otorgarles expresin a estos valores en rituales mgicos. Aunque es un camino alternativo para la adquisicin de prestigio y poder, el shamanismo no es una va comn hacia el liderazgo poltico y, sin embargo, para los lderes carismticos les puede ofrecer una oportunidad para su desarrollo. El shamanismo es, en cierto sentido, y al mismo tiempo una amenaza al sistema poltico local y al poder del estado, por su reclutamiento abierto de practicantes. Sinopsis de los captulos A travs de la historia entera de Amrica Latina, la iglesia, el ritual y la religin se han encontrado en el centro de la poltica local y nacional. Un estudio cuidadoso del dilogo histrico entre las instituciones religiosas y los campesinos revela una tensin sostenida entre las autoridades religiosas catlicas y protestantes, instituciones religiosas basadas en la comunidad y los diversos niveles en las comunidades campesinas. El presente volumen es testimonio de este dilogo, principalmente desde dentro de las comunidades campesinas, mirando hacia fuera a los efectos de las cambiantes circunstancias econmicas, polticas y culturales sobre las formas religiosas locales. Mientras que muchos de esos ensayos enfatizan el uso que hacen los campesinos de formas e instituciones religiosas como evidencia de una resistencia contra instituciones externas del estado, al mismo tiempo demuestran cmo los campesinos pueden utilizar la religin institucionalizada como vehculo para alcanzar metas definidas por ellos mismos. Al presentar la dinmica reciente e histrica de la religiosidad popular en Mxico y Amrica Central, estos ensayos revelan el motor central en las permanentes luchas de la regin. El libro est dividido en cinco partes. La primera parte; trata los efectos a largo plazo de la poltica del estado, polticas regionales y de los desarrollos econmicos locales sobre las jerarquas religiosas. Lo que queda del libro es dedicado a las respuestas religiosas ms recientes, a cambios en las fuerzas polticas y econmicas. La parte II estudia cmo los cambios en los sistemas religiosos locales se articulan a cambios en las relaciones econmicas

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

28

campesinas. La parte III presenta el conflicto poltico, subrayando cmo la religin puede ser un medio importante en la regulacin de facciones dentro de una comunidad unificndolas para fines polticos o rompindolas. La parte IV explora el rol que las iglesias organizadas, especialmente los misioneros y la teologa de la liberacin, juega en la estructuracin de la religiosidad popular al nivel local. La parte V resume la obra y formula una serie de conclusiones que pueden servir como punto de partida para una investigacin futura. La visin histrica que se presenta en la parte I sugiere que los sistemas polticos que articulan el poder estatal al nivel local han llevado a las jerarquas religiosas y a los sistemas de fiestas a asumir un carcter ms religioso y separarse de las jerarquas polticas. Adems, la intrusin de la poltica estatal y la comercializacin de las economas locales pueden causar una transferencia del prestigio de mayordomas a rituales del ciclo vital. Cambios estructurales en los sistemas de cargos cvico-religiosos son analizados con referencia a la poltica interna de la comunidad y las relaciones polticas que mantienen los pueblos campesinos indgenas con el estado y con las instituciones polticas econmicas nacionales. Tanto Chance como Stephen sostienen que se presentan cambios en las jerarquas locales como reaccin a la intervencin estatal y un aumento en la integracin de gobiernos civiles municipales con las burocracias estatales oficiales. Reduccin y separacin de los cargos religiosos de las jerarquas civiles son vistas como medidas para mantener un nivel limitado de autonoma comunitaria y sistemas internos de autoridad y prestigio, frecuentemente en situaciones de aumento de diferencias entre clases. Stephen insiste en que el fin puede ser el mismo en el caso de transferencia de la forma y el contenido de ceremonias del espacio de los mayordomos a rituales del ciclo vital. En las siguientes dos partes, Greenberg, Cancian, Earle y Binford describen cmo los sistemas de cargos y el patrocinio ceremonial son relacionados a la estratificacin econmica, y en algunos casos, son medios del discurso poltico. Los casos de Cancian, Binford, Earle y Greenberg, todos muestran el impacto de una estratificacin econmica en incremento, un cambio en las lealtades polticas y desafos contra el estado, y sobre las instituciones religiosas locales.

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

29

En la parte II, Binford y Cancian sugieren que los sistemas religiosos expresan los cambios causados por un aumento en la riqueza, a travs de nuevas oportunidades de trabajo asalariado y ganancia por nuevas empresas. Cancian comprueba que las oportunidades de establecer pequeas empresas capitalistas pueden causar primero un incremento en la participacin del sistema de cargos, y posteriormente una reduccin en la participacin. Seala que en la comunidad de Zinacantan, una comunidad maya en los Altos de Chiapas, tanto los trabajadores asalariados como los miembros de la elite involucrada en nuevas empresas capitalistas se niegan a ocupar los cargos religiosos por razones diferentes. Los trabajadores asalariados en Zinacantan pueden considerar un da gastado en servicio de cargo como un sueldo perdido, mientras que los miembros de la lite prefieren invertir en camiones y otros bienes de capital con el fin de desarrollar una empresa familiar. Binford nota que entre los campesinos zapotecos, en el Istmo de Tehuantepec, cada vez un nmero menor de miembros de los hogares menos acomodados se afilian a asociaciones de vela, debido al costo excesivamente elevado que implica la membresa, y describe cmo dos diferentes velas se asociaron con dos grupos polticos, como en el caso de Chamula descrito por Earle, y cmo la participacin en la poltica religiosa se vuelve paulatinamente ms determinada por factores econmicos. La parte III, que pone nfasis en el conflicto, sugiere que cuando las confrontaciones dentro de comunidades campesinas e intercomunitarias se vuelven violentas, se presenta un consenso creado a travs de la religin y puede ser polticamente ms efectivo porque es menos manipulable desde el exterior. Earle muestra de qu manera las autoridades cvico-religiosas entre los chamulas utilizaron sus palancas polticas para asegurar la lealtad local al PRI, el partido en el gobierno en Mxico. Chamulas pertenecientes a la lite expulsaron a 7,000 miembros de la comunidad que eran protestantes afiliados al partido conservador en oposicin (PAN) o catlicos reformados oponindose al partido en el gobierno; el PRI, desde la posicin de la teologa de la liberacin. Greenberg describe cmo la lealtad a los partidos polticos se manifiesta en conflictos entre ancianos

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

30

tradicionalles que ganan autoridad a travs de sus posiciones religiosas, y autoridades en cargos civiles que derivan su autoridad de la asociacin con el PRI. La parte IV del libro dirige la atencin hacia el papel de la religin institucional y la poltica local. Los primeros dos captulos enfatizan la accin misionera protestante y catlica. El ensayo histrico de Howe, sugiere que los misioneros catlicos y protestantes representan a los pueblos indgenas, a la cultura latinoamericana y norteamericana, y convierten a las comunidades indgenas en campos de batalla para lealtades ideolgicas. Adems, propone que la accin misionera es parte de un proceso ms amplio del cambio poltico que involucra alianzas con grupos polticos no indgenas. Muestra de qu manera el destino religioso de los kuna se relaciona con conflictos en la poltica nacional y entre la cultura panamea y norteamericana. El abismo cultural que bloquea la comunicacin entre los misioneros y la gente que pretenden convertir, es vlido, tambin para la teologa de la liberacin, como sugiere Kane. En su anlisis del discurso relacionado con un viaje shamnico y la invitacin de un representante de la teologa de la liberacin a la unidad de clase, Kane muestra el significado histrico para el ember agregada a la religin del hombre blanco, no importa cul sea su forma. Las enseanzas de los telogos de la liberacin son filtradas a travs de la conciencia ember, para ser aceptadas o rechazadas de acuerdo a su propia visin de la historia y la realidad poltica. Higgins, al contrario, muestra en su captulo cmo el catolicismo de la teologa de la liberacin es capaz de proporcionar smbolos que pueden expresar las necesidades sociales de los pobres, sobre todo, a travs del uso del martirio revolucionario. En Nicaragua hubo un intento activo por parte del estado sandinista; as como, por organizaciones autnomas campesinas y populares urbanas, por fusionar las prcticas teolgicas de la religiosidad popular con las de la revolucin. Comparando la religin popular en la Managua urbana con el catolicismo popular de la Oaxaca urbana, Higgins muestra las diversas maneras en que poblaciones marginadas se apropian smbolos religiosos institucionales para fines polticos y personales.

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

31

Conclusiones La regin de Mxico y Amrica Central ocupa hoy una posicin prominente en la conciencia internacional, a partir informes sobre movimientos guerrilleros, guerras civiles, narcotrfico, deuda externa, migracin y tragedia humanas atraviesan con espantosa regularidad las pantallas de nuestros televisores. Nuestro conocimiento de la regin, por lo regular, est desprovisto de la complejidad histrica de clase y etnicidad, a menudo ha sido filtrado a travs de un prisma de la nostalgia romntica por comunidades indias autnticas o una visin reduccionista de la poltica como una sucesin de dictadores y/o partidos polticos dominantes, con la excepcin de Costa Rica. Los ensayos que aqu se presentan intentan aprovechar el inters pblico actual por el conflicto poltico y el desarrollo econmico en Mxico y Amrica Central e iluminar el papel de la religiosidad popular en estos procesos, destacando la dialctica interna de etnicidad y clase a travs del lente de la religin y la poltica. Los ensayos enfatizan la reaccin de las comunidades a la intervencin del estado y desarrollo econmico y cmo se refleja este en las estructuras religiosas locales. Se intentan retratar a los pueblos, a los campesinos no solamente como constreidos por las fuerzas de la poltica estatal y el desarrollo capitalista, sino tambin activamente involucrados en la construccin de una autonoma comunitaria y dentro de movimientos sociales que contrarrestan y, en su turno, afectan tales fuerzas. La arena de la religiosidad popular nos ofrece una rica oportunidad para explorar dinmicas sumamente complicadas de clase y etnicidad en las polticas de Amrica Central. Cuando las consideramos como parte de un proceso poltico, las instituciones, eventos y movimientos basados en la religin, nos permite ver de qu manera tanto la identidad tnica como las clases que existen en una estructura histricamente especfica, son ideolgicamente reconstituidas en relacin a las agendas polticas variables de estados, comunidades campesinas y los individuos inconformes y facciones polticas dentro de las comunidades. A un nivel ms elevado, los captulos ofrecen una base conceptual que nos ayuda a entender de qu manera formas culturales e instituciones son integradas con el

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

32

material y los factores econmicos de la poltica local en las comunidades campesinas. NotasReconocimientos. Quisiramos agradecer la crtica creativa y los comentarios de James Howe en el proceso de escribir esta introduccin. 1) Adams (s. f.) seala que la poblacin indgena de Guatemala (alrededor del 50%) y de El Salvador (probablemente menos del 20%) tienen considerablemente ms influencia sobre su estado ladino que es al caso en los dems pases centroamericanos. Nota la importancia de los mismito en Nicaragua tambin, pero a un escala menor.

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

33

Referencias: Adams, Richard (1988). Ethnic Images and Strategies in 1944, Prepublication Working Paper of the Institute of Latin American Studies, University of Texas at Austin, Paper No. 88-06. Austin, University of Texas, Center for Latin American Studies. Adams, Richard (s.f.). Strategies of Ethnic Survival in Latin America, Manuscrito no publicado. Aguirre Beltrn, Gonzalo (1967). Regiones de refugio. El desarrollo de la comunidad y el proceso dominical en mestizo Amrica, Instituto Nacional Indigenista, Serie de Antropologa Social, No. 17. Mxico. Annis, Sheldon (1987). God and Production in a Guatemalan Town, Austin: University of Texas Press. Assad, Talal (1983). Anthropological Conceptions of Religion: Reflections of Geertz, Man, 18 (2): 237-259. Axtell, James (1985). The Invasion within: The Contest of Cultures in Colonial North America, New York, Oxford University Press. Barth, Fredrick (1981). Ethnic Groups and Boundaries, en Process and Form of Social Life, Selected Essays of Fredrick Barth, Vol. I, pp. 198-227. London, Routledge and Kegan Paul. Beidelman, T. O (1982). Colonial Evangelism: A Socio-Cultural History of an East African Mission at the Grassroots, Bloomington, University of Indiana Press. Bennet, John W. & Don Kanel (1983). Agricultural Economics and Economic Anthropology: Confrontation and Accomodation, en Economic Anthropology, S. Ortiz, editor, pp. 201-248. Bermdez, Fernando (1986). Death and Resurrection in Guatemala, Maryknoll, NY: Orbis Books. Berryman, Philip (1984). The Religious Roots of Rebellion: Christians in Central American Revolutions, Maryknoll, NY: Orbis Books. Boff, Leonardo & Clodovis Boff (1986). Introducing Liberation Theology, Maryknoll, NY: Orbis Books.

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

34

Bonpane, Blaise (1985). Guerrillas of Peace: Liberation Theology and the Central American Revolution, Boston: South End Press. Boutelier, James, Daniel Hughes & Sharon Tiffany (1978). Mission, Church, and Sect in Oceania, ASAO Monograph 6. Lanham: University Press of America. Bowden, Henry Warner (1981). American Indians and Christian Missions: Studies in Cultural Conflict, Chicago: University of Chicago Press. Brintnall, Douglas (1979). Revolt against the Dead: The Modernization of a Mayan Community in the Highlands of Guatemala, New York: Gordon & Brezh. Brandes, Stanley (1981). Cargos versus Cost Sharing in Mesoamerican Fiestas with Special Reference to Tzintzuntzan, Journal of Anthropological Research, 37(3): 209-225. Brandes, Stanley (1988). Power and Persuasion: Fiestas and Social Control in Rural Mexico, Philadelphia, University of Pennsylvania Press. Cambranes, J. C. (1986). Agrarismo en Guatemala, Guatemala: Serviprensa Centroamericana. Cancian, Frank (1965). Economics and Prestige in a Mayan Community, Stanford: Stanford University Press. Chance, John K. & William B. Taylor (1985). Cofradas and Cargos: An Historical Perspective on the Mesoamerican Civil-Religious Hierarchy, American Ethnologist, 12(1): 1-26. Chayanov, A. V. (1966). The Development of Peasant Economy, Illinois: Homewood. Comaroff, Jean (1985). Body of Power, Spirit of Resistance: The Culture and History of a South African People,Chicago: University of Chicago Press. Comaroff, Jean & John Comaroff (1986). Christianity and Colonialism in South Africa, American Ethnologist, 13(1): 1-22. Deere, Carmen Diana (1986). The Peasantry in Political Economy, Paper presented at the Thirteenth International Congress of the Latin American Studies Association, Boston, MA, October 23-25, 1986. De Janvry, Alain (1981). The Agrarian Question and Reformism in Latin America, Baltimore: The Johns Hopkins University Press.

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

35

Diamond, Stanley (1951). Dahomey: A Proto-State in West Africa, Ph. D. Dissertation, Columbia University. Ann Arbor, University Microfilms. Dow, James (1977). Religion in the Organization of a Mexican Peasant Economy, en Peasant Livelihood: Studies in Economic Anthropology and Cultural Ecology. Rhoda Halperin & James Dow, editors, pp. 215-226. New York, Saint Martins Press. Dow, James (1986). The Shamans Touch: Otomi Symbolic Healing, Salt Lake City, University of Utah Press. Frank, Andr Gunder (1967). Capitalism and Underdevelopment in Latin America: Historical Studies of Chile and Brazil, New York, Monthly Review Press. Frank, Luisa & Philip Wheaton (1984). Indian Guatemala: Path to Liberation, Washington D. C.: EPICA Task Force. Garma Navarro, Carlos (1984). Liderazgo protestante en una lucha campesina en Mxico, Amrica Indgena, 44(1): 127-141. Gold, Harry (1982). The Sociology of Urban Life, Englewodd Cliffs, NJ: PrenticeHall. Good Eshelman, Catherine (1988). Haciendo la lucha: Arte y comercio nahuas de Guerrero, Mxico D. F.: Fondo de Cultura Econmica. Greenberg, James (1981). Santiagos Sword: Chatino Peasant Religion and Economics, Berkeley: University of California Press. Gudeman, Stephen (1976a). Relationships, residence and the individual: A Rural Panamanean Community, Minneapolis: University of Minnesota Press. Gudeman, Stephen (1976b). Saints, Symbols, and Ceremonies, American Ethnologist, 3(4): 709-730. Harris, Marvin (1964). Patterns of Race in the Americas, New York: Walker. Hermite, M. Esther (1970). Poder sobrenatural y control social en un pueblo maya contemporneo, Mxico D. F., Instituto Indigenista Interamericano. Ingham, John M. (1986). Mary, Michael and Lucifer: Folk Catholicism in Central Mexico, Austin: University of Texas Press. Laclau, Ernesto (1971). Feudalism and Capitalism in Latin America, New Left Review, 67: 19-38.

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

36

Lenin, Vladimir I. (1962). The Development of Capitalism in Russia, Moscow, Progress Publishers. Loveland, Christine (1982). Introduction in Sex Roles and Social Change in Native Lower Central American Societies, C. Loveland & F. Loveland, editors, pp. XI-XIX. Urbana: University of Illinois Press. Madsen, William (1967). Religious Syncretism, en Handbook of Middle American Indians, Vol. 6: 369-391, Austin, University of Texas Press. Manz, Beatriz (1988). Refugees of a Hidden War: The Aftermath of Counterinsurgency in Guatemala, Albany, State University of New York Press. Nash, June (1963). Protestantism in an Indian Village in the Western Highlands of Guatemala, Southwestern Journal of Anthropology, 19: 131-148. Oakes, Maude (1951). The Two Crosses of Todos Santos. Survivals of Maya Religious Ritual, Princeton, Princeton University Press. Pezzoli, Keith (1989). Irregular Settlement and Politics of Land Allocation in Mexico City: The Case of Ajusco, Disertacin Doctoral, Department of Urban Planning, University of California, Los Angeles. Peck, Jane Cary (1984). Reflections from Costa Rica on Protestantisms Dependence and Nonliberative Social Function, Journal of Ecumenical Studies, 21: 181-198. Pearce, Jenny (1986). Promised Land: Peasant Rebellion in Chalatenango, El Salvador, London: Latin American Bureau. Ramrez Saiz, Juan Manuel (1986). El movimiento urbano popular en Mxico, Mxico D. F.: Siglo XXI Editores. Redfield, Robert & Alfonso Villa Rojas (1962, org. 1934). Chan Kom: A Mayan Village, Chicago, University of Chicago Press. Ross, John (1988). Mexicos Southern Prelates firmly defend Indian Flock, Latinamerica Press, 24 de marzo de 1988, pp. 6-7. Rus, Jan & Robert Wasserstrom (1980). Civil-Religious Hierarchies in Central Chiapas: A Critical Perspective, American Ethnologist, 7(3): 466-478. Saler, Benson ().

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

37

Sandstrom, Alan (1981). Traditional Caring and Crop Fertility Rituals among Otom Indians of the Sierra de Puebla. Mexico: The Lpez Manuscripts, Bloomington, University of Indiana Press. Sapir, Edward (1966). Culture, Genuine and Spurious, en Culture, Language, and Personality, David Mandelbaum, ed., pp. 78-119, Berkeley, University of California Press. Schneider, Jane & Shirley Lindenbaum, editors (1987). Frontiers of Christian Evangelism, Edicin especial de American Ethnologist, 3(1). Serra Pop, Oscar R. (1983). The Church and Social Conflicts in Guatemala, Social Compass, 30(2-3): 317-348. Smith, Richard Chase (1985). A Search for Unity within Diversity: Peasant Unions, Ethnic Federations, and Indianist Movements in the Andean Republics, in Native Peoples and Economic Development, Theodore MacDonald, Jr., editor, pp. 5-38, Cambridge, MA.: Cultural Survival, Inc. Smith, Waldemar (1977). The Fiesta System and Economic Change, New York, Columbia University Press. Sobrino (1987). Jesus in Latin America, Maryknoll, New York: Orbis Books. Stephen, Lynn (n.d.). Culture as a Ressource: Four Cases of Self-Managed Indigenous Craft Production, Economic Development and Cultural Change, In Press. Stern, Stephen (1987). New Approaches to the Study of Peasant Rebellion and Consciousness: Implications of the Andean Experience, in Resistence, Rebellion, and Consciousness in the Andean Peasant World, 18th to 20th Centuries: Stephen Stern, editor, pp. 3-25. Madison, University of Wisconsin Press. Stoll, David (1982). Fishers of Men or Founders of Empire: The Wycliffe Bibile Translators in Latin America, London, Zed Press. Tax, Sol (1937). The Municipio of the Western Highalands of Guatemala , American Anthropologist, 39: 423-444. Taussig, Michael (1987). Shamanism, Colonialism, and the Wild Man : A Study in Terror and Healing , Chicago, University of Chicago Press.

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

38

Taussig, Michael (1980). The Devil and Commodity Fetichism in South America, Chapel Hill, University of North Carolina Press. Tedlock, Barbara (1982). Time and the Highland Maya, Albuquerque, University of New Mexico Press. Warman, Arturo (1980). We come to object, Baltimore, Johns Hopkins University Press. Warren, Kay B. (1978). The Symbolism of Subordination: Indian Identity in a Guatemalan Town, Austin, University of Texas Press. Wasserstrom, Robert (1983). Class and Society in Central Chiapas, Berkeley, University of California Press. West, Robert C. & John P. Augelli (1966). Middle America. Its Lands and Peoples, Englewood Cliffs, N. J., Prentice Hall. Wolf, Eric (1955). Types of Latin American Peasantry: A Preliminary Discussion, American Anthropologist, 57: 452-471.

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

39

LOS CAMBIOS EN EL SISTEMAS DE CARGOS MESOAMERICANO EN EL SIGLO XX JOHN K. CHANCE2 Universidad del Estado de Arizona INTRODUCCIN Durante los ltimos cincuenta aos, los etngrafos de Mesoamrica han puesto un especial nfasis en la jerarqua cvico-religiosa, o sistema de cargos, como la clave para comprender a las comunidades indgenas y sus relaciones con la sociedad nacional de Mxico y Guatemala. Dentro de la copiosa produccin etnogrfica, una gran parte de las descripciones y de los anlisis, probablemente, ha estado ms ligada a los sistemas de cargos que a cualquier otro aspecto de la vida local. La tambin llamada forma tradicional o clsica del sistema, segn ha sido descrita, consiste de una jerarqua de oficios escalonados que, juntos, comprenden la administracin civil y religiosa de la comunidad. Los oficios civiles articulan la comunidad con los sistemas polticos regionales y nacionales, mientras que los cargos religiosos estn asociados con el culto local a los santos (y lo comn es que estn tenuemente ligados a la estructura eclesistica externa). Los individuos o los matrimonios, en su ascenso en la escala de servicios a lo largo de su vida alternando puestos civiles y religiosos dispuestos de manera ascendente, representan a las diferentes unidades domsticas. Los hombres con recursos y longevidad suficiente para alcanzar la cspide pasan a formar parte de un selecto grupo de principales o ancianos que, a menudo, ejercen marcada influencia en la poltica local. Un rasgo distintivo del sistema es el patrocinio individual de fiestas en honor a los santos por los responsables de los cargos religiosos. Un individuo o un matrimonio pueden derrochar una considerable cantidad de riqueza si desean ascender en la jerarqua en la bsqueda de influencia y prestigio ante la mirada de los miembros de su comunidad.32 3

Traduccin: Hilario Topete Lara y Vladmir Alioshka Topete de la Fuente.

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

40

La

enorme

mayora

de

las

descripciones

etnogrficas

contemporneas en torno de las jerarquas cvico-religiosas mesoamericanas provienen de la zona oaxaquea y de las tierras altas mayenses de Chiapas en Mxico y Guatemala (vase DeWalt, 1975:88 y la Tabla 2.1 ms abajo). Aunque en Michoacn pudieron haber existido jerarquas cvico-religiosas en el pasado, no se conoce de ningn caso de ellas en el siglo XX (Carrasco, 1952). Tzintzuntzan, una de las comunidades mesoamericanas ms minuciosamente estudiadas, tuvo un sistema de cargos hasta antes de 1925, pero careca del componente civil y estaba completamente enfocado a los oficios religiosos (Foster, 1967; Brandes, 1988). De la misma manera, en la Pennsula de Yucatn, al parecer, se carece de sistemas cvico-religiosos a pesar del interesante argumento de Grant Jones (1981) en torno de un sistema de fiestas que no es la misma cosa- en el norte de Belice durante la centuria decimonnica.4 Igualmente rara es la escasez de cargos cvico-religiosos entre los nahuatlatos del Mxico central donde hoy, los sistemas de cargo usualmente estn compuestos slo de una estructura religiosa (Tabla 2.1, pero vase tambin Montoya Briones, 1964). La explicacin de las variaciones regionales an espera futuras investigaciones etnohistricas. En este artculo voy a enfocar mi atencin en las tierras altas del centro y del sur y demostrar que en el siglo XX, en las comunidades indgenas donde an se conservan sistemas de cargo jerarquas cvico-religiosas, estas estn transformndose en jerarquas exclusivamente religiosas. Los datos de soporte provienen de veintitrs estudios etnogrficos de caso publicados desde 1965, ao en que el estudio de Frank Cancian en Zinacantan, Chiapas, marc un hito en los estudios sobre sistemas de cargos. William Taylor y yo habamos resaltado, anteriormente (Chance and Taylor, 1985:20), las ventajas analticas que pueden obtenerse mediante la separacin de la jerarqua cvico-religiosa en sus tres componentes la jerarqua civil, la jerarqua religiosa y la prctica del patrocinio de la fiesta por parte de individuos o matrimonios (como representantes de las unidades domsticas). El anlisis que propongo sigue esta misma directriz y4

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

41

parte de que la caracterstica primordial de un sistema de cargos es la existencia de una jerarqua de oficios pblicos escalonados ascendentemente, por los cuales debe transitarse en cierto orden. Esto presupone que el ascenso escalafonario proporciona prestigio. La propia naturaleza de estos oficios (es decir, que sean civiles, religiosos, etc.), y el hecho que involucren o no la realizacin de fiestas, y las prcticas derivadas del financiamiento de la mismas, secundarias. Las discusiones acerca de los factores que provocan el cambio y colapso de los sistemas de cargos son casi tan voluminosas como la literatura descriptiva sobre el propio sistema. Muchos etngrafos, enfrentados al desvanecimiento o la muerte del sistema de cargos, han atribuido las causas de estos procesos a los eventos locales que lo llevaron a tal situacin. Frank Cancian (1976:293-296) y Waldemar Smith (1977), en un nivel ms general, propusieron que el debilitamiento y el colapso de los sistemas de cargos pudieron haber sido provocados por la ladinizacin, la accin poltica directa por parte de los gobiernos nacionales, el incremento de la pobreza, el incremento de la prosperidad y tanto la reduccin como el incremento demogrfico. Billie De Walt (1975:95, 100-102) enfatiza en el incremento del contacto con el mundo exterior 5 y la especializacin del trabajo como factores ntimamente ligados al proceso de colapso. James Greenberg (1981:159) le da especial importancia a las transformaciones en los modos de produccin y a las relaciones metroplislocalidad como fuerzas causales. En este escrito no apoyar ni pondr en tela de juicio ninguno de estos testimonios, sino que me enfocar en la discusin sobre el cambio estructural en el sistema. No obstante los extensos debates acerca de los orgenes y las funciones de las jerarquas (vase Chance y Taylor 1985 para mayores detalles), relativamente poca atencin se ha prestado a las cualidades formales del sistema de cargos y a los tipos de oficios que contienen. DeWalt (1975) ofrece una til tipologa integrada por cuatro tipos, pero falla al conectarla convincentemente con una teora del cambio sistmico. En contraste, en este escrito utilizo una tipologa menos estricta e intento delinear a grandes rasgos el5

son caractersticas

STEPHEN Y DOW, EDS.: CLASES SOCIALES, POLTICA Y RELIGIOSIDAD POPULAR EN MXICO Y AMRICA CENTRAL

42

proceso general de cambio que se ha desarrollado en muchas comunidades desde la dcada de los veintes del siglo XX. 6 Para entender este proceso, es necesario ubicarlo en la perspectiva histrica y relacionarlo con otras innovaciones en los sistemas de cargos mesoamericanos que han ocurrido en los ltimos tres siglos. DE LAS JERARQUAS CIVILES A LAS CVICO-RELIGIOSAS En un escrito anterior, Taylor y yo (Chance y Taylor, 1985) recusamos la postura largamente asumida de que las jerarquas cvico-religiosas tuvieron sus orgenes en las fases tempranas del proceso colonial. Argumentamos que tal suposicin era errnea en tanto que proyecta el presente etnogrfico del siglo XX sobre el pasado colonial. Tras investigar en fuentes primarias y secundarias en Jalisco, Michoacn, las tierras del Altiplano Central mexicano, el Valle de Oaxaca, la Sierra Zapoteca de Oaxaca y Chiapas, hemos sugerido que la forma primigenia del sistema de cargos fue una jerarqua civil, que emergi en el siglo XVI y que estaba compuesta por los puestos polticos que conformaban el cabildo municipal (gobierno municipal). Mientras que algunos de los oficios ms bajos tenan nombres en lenguas indgenas y probablemente databan de tiempos prehispnicos, todos los cargos superiores llevaban ttulos espaoles y eran ocupados mediante elecciones anuales conforme lo establecan las leyes coloniales. Los oficios religiosos en los pueblos indgenas coloniales estaban centrados en las cofradas, fraternidades religiosas locales fundadas para darle soporte al culto a los santos locales y sostener sus gastos. Estas hermandades, de cu