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Cindy Montoya Castaño
Código: 201010182500
Metodología y diseños cuantitativos
COMO LA GENTE CORRIENTE SE CONVIERTE EN MONSTRUOS… O
HEORES
Desde tiempos inmemorables el hombre ha consagrado la idea de que la línea
entre el bien y el mal es móvil e impermeable, olvidando que en el mundo siempre
ha existido el bien y el mal pues son el yin yang de la condición humana y es allí
donde se puede ver que realmente esta línea es, por el contrario a lo que se
piensa, móvil y permeable.
La gran pregunta es ¿Cómo la gente buena puede pasar a convertirse en un
agente del mal?, al respecto se crea la “Teoría de Lucifer”, que tiene su origen en
el suceso bíblico en donde Dios envía a su ángel preferido, Lucifer, a los infiernos
debido a su desobediencia y para resguardar allí la maldad, pero es precisamente
en este lugar donde las circunstancias o situaciones negativas pueden causar este
efecto en las personas, que pasan simplemente de ser buenas personas a ser
agentes del mal; a su vez se construye una definición psicológica del mal: Es que
este surge de manera consiente y a propósito dentro del ejercicio del poder.
Respecto a esta teoría y definición del mal se pueden caracterizar tres maneras de
transformar a ese individuo sano, bueno en una persona cruel que causa daño a
su prójimo y estas son desde el ámbito disposicional, es decir mirar el interior del
mismo, sus pensamientos, sentimientos y demás que a la largo del tiempo ha sido
la base de muchas de las creencias sociales; por otro lado se puede encontrar el
factor situacional, es decir todos los factores endógenos al ser y su interior, y
finalmente, el factor sistemático, en donde se concentra fundamentalmente el
poder, en los ámbitos legales, políticos, sociales, económicos y culturales, que
crean situaciones para el individuo que finalmente terminan corrompiéndolo.
De este factor sistemático surge una apreciación relevante: “Si quieres cambiar al
individuo, cambia la situación, si quieres cambiar la situación debes saber dónde
se encuentra el poder”, lo cual deja entrever como, no solo la factor de poder sino
el anonimato, hacen de este un factor tan crítico, pues a través de los estudios
realizados por el Dr. Philip Zimbardo, mediante un experimento donde personas
llamadas “maestros” y con el dominio de un aparato de descargas eléctricas
podían reprender a otros, totalmente desconocidos para ellos, por sus
equivocaciones, y se logró demostrar que contrario a como se afirmó por
diferentes psicólogos en un principio, de que solo el 1% de los “maestros” llegaría
a usar la descarga eléctrica de los 450 voltios, por considerarse un acto sádico,
revelo que el 90% de las personas que participaron del experimento llegaron a
usar el voltaje máximo permitido; es decir que esta nueva situación que se generó
para estas personas totalmente normales, “buenas”, gracias al poder que se les
otorgo, hizo de ellas personas “sádicas” al dejarles la facultad de alcanzar el tope
establecido.
En conclusión estos factores que influyen de manera directa en la transformación
de las personas, pueden ser contrarrestados desde la infancia con la creación de
figuras heroicas que permitan desarrollar en el pensamiento la idea de que el
“hacer el bien” es el fin último, y que las claves del heroísmo son principalmente el
actuar cuando todos están pasivos o nadie lo espera, actuar por la sociedad y no
para ti, rompiendo los esquemas individualistas que tanto auge tienen en la
sociedad actual y la máxima “Lo hice porque sé que seguramente cualquier
persona lo haría por mí”.