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CIUDAD AGRÍCOLA: ANÁLISIS SOCIAL DE LOS PROCESOS DE AGRICULTURA URBANA CASO LOCALIDAD BOSA - BOGOTÁ. NORMA CONSTANZA VARGAS SANDOVAL UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS FACULTAD DEL MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES MAESTRÍA EN DESARROLLO SUSTENTABLE Y GESTIÓN AMBIENTAL Bogotá, Colombia 2016

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CIUDAD AGRÍCOLA: ANÁLISIS SOCIAL DE LOS PROCESOS DE

AGRICULTURA URBANA CASO LOCALIDAD BOSA - BOGOTÁ.

NORMA CONSTANZA VARGAS SANDOVAL

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

FACULTAD DEL MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES

MAESTRÍA EN DESARROLLO SUSTENTABLE Y GESTIÓN AMBIENTAL

Bogotá, Colombia

2016

ii

CIUDAD AGRÍCOLA: ANÁLISIS SOCIAL DE LOS PROCESOS DE

AGRICULTURA URBANA CASO LOCALIDAD BOSA - BOGOTÁ.

NORMA CONSTANZA VARGAS SANDOVAL

MARÍA DEL CARMEN QUESADA GONZÁLEZ

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

FACULTAD DEL MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES

MAESTRÍA EN DESARROLLO SUSTENTABLE Y GESTIÓN AMBIENTAL

Bogotá, Colombia

2016

iii

Dedicatoria

A mi hija María Paula.

Un ángel que Dios envió a mi vida para llenarme de amor y esperanza.

Gracias por tu maravillosa compañía.

Por tu capacidad de asumir las dificultades y permanecer siempre optimista.

Por tu sonrisa alentadora.

Gracias por la emoción que te causan mis triunfos.

Por la alegría que irradias con mis logros.

En memoria de Ismael Enrique Vargas C.

Mi padre

iv

Agradecimientos

A la Doctora María del Carmen Quesada por su apoyo y colaboración en la realización de

este trabajo.

A Luz Dary, a los integrantes de SEMISVIPAZ y a los agricultores urbanos de la localidad

de Bosa, por compartir conmigo su trabajo y experiencia como organización comunitaria.

A mi mamá y mis hermanos Oscar y Sergio, por estar siempre presentes en cada etapa de mi

vida.

A mi esposo y mi hijo Juan Sebastián, por su amor y compañía.

A Maribel, Juan Manuel y Tatiana por sus voces de aliento y su ayuda incondicional,

necesarios para no desfallecer.

v

Resumen

Este proyecto de investigación analiza de qué manera los procesos de agricultura urbana -

AU- practicada en la Localidad de Bosa en Bogotá, pueden llegar a contribuir a la

construcción social desde el desarrollo comunitario. Se aplica una metodología de tipo

descriptivo con un enfoque cualitativo, que brinda flexibilidad al proceso de investigación.

A través del análisis de la información, se caracteriza la posible estructura social que es

utilizada por los participantes del proyecto, identificando las dimensiones que se relacionan

en la organización comunitaria, los sistemas que soportan las dinámicas de los procesos

sociales, y las relaciones que articulan los actores en diferentes escenarios, para la

construcción de redes. La divulgación y documentación de estas experiencias comunitarias

de AU en torno al componente social, son una herramienta que aporta a la planeación y

ejecución de programas a nivel local y distrital, que contribuyen al desarrollo comunitario

desde la apropiación y participación en el territorio.

vi

Contenido

1. Justificación…….………………………………………………….....……………11

2. Planteamiento del problema……….…………..………………………………...…14

3. Objetivos de la investigación…………….……....………………...………………16

3.1 Objetivo general…………………………….…………………...…………......16

3.2 Objetivos específicos……………………………………….………………..…16

4. Marco referencial………………………………………….………………...……..17

4.1 Marco histórico……..………………………………………………………17

4.1.1 La agricultura urbana en el ámbito internacional……….………….20

4.1.2 La agricultura urbana en el ámbito nacional……………………......28

4.1.3 La agricultura urbana en el ámbito distrital……………….…….….31

4.2 Marco teórico……………………………………………..………………...34

4.2.1 La agricultura urbana y la dimensión social del desarrollo…….......34

4.2.2 El desarrollo comunitario…………………………………...............37

4.2.3 Capital social: principales aporte conceptuales………………….....41

4.2.4 Redes que fortalecen la estructura social …………………………..44

4.2.5 La estructura social: una alusión a la sociedad…...……………...…46

4.3 Marco geográfico…………………………………………..…………….…49

4.3.1 Aspectos físicos de la localidad de Bosa……………………….......49

4.3.2 La organización social en la localidad de Bosa, fortalecida desde la

participación…………………………………………………………….…….........51

5. Metodología de la investigación…………………….……………………………...54

5.1 Trabajo previo al campo……………………….……………………….…..55

5.2 Trabajo de campo…………………………………….…………………….57

5.2.1 Recorridos exploratorios……………………………………………57

5.2.2 Selección de la muestra……………………………………………..57

5.2.3 Realización de entrevistas……...…………………………………...59

5.3 Ordenamiento de datos.…………………………………………………….60

vii

5.4 Interpretación de datos……………………………………………………...61

6. Resultados y análisis de los resultados………………………………...…………...61

6.1 Contexto social en la formulación de los proyectos de agricultura urbana en

la localidad de Bosa…………………………......………………………………………....62

6.2 Características de las dimensiones de la organización e identificación del

sistema

organizacional………………………………….………………………………………..…67

6.2.1 El proyecto………………………………………………….…........67

6.2.1.1 Propósitos del proyecto………………….....……………….67

6.2.2 La estructura organizativa y las condiciones internas del trabajo….73

6.2.3 El contexto………………….....……………………………………83

6.3 Fortalecimiento de los procesos de articulación y negociación, para la

construcción de redes sociales ampliadas……………......………………………………...94

6.4 Dimensión del capital social: privado o público………………………….100

7. Conclusiones y recomendaciones……………………………………………..…..102

7.1 Conclusiones………………………..……………………………………..102

7.2 Recomendaciones…………………………..………………………….….105

8. Referencias bibliográficas………………………………………………………...107

Anexos

viii

Lista de tablas

Tabla 1. Categorías de análisis de las prácticas de AU en la localidad de Bosa…………...56

Tabla 2. Instituciones educativas que desarrollan el proyecto de AU acompañados por

SEMISVIPAZ……………………………………………………………………………...76

Tabla 3. Centros comunitarios que desarrollan el proyecto de AU acompañados por

SEMISVIPAZ……………………………………………………………………………...77

Tabla 4. Contenidos y temas desarrollados en las capacitaciones de AU…………………82

Tabla 5. Especies con mayor frecuencia de aparición en las experiencias de AU

visitadas en Bosa………………………………………………...…………………………84

ix

Lista de figuras

Figura 1. Mapa distribución por localidades de la ciudad de Bogotá……………………...49

Figura 2. Mapa distribución por UPZs de la localidad de Bosa……………………………50

Figura 3. Fotografía de los niños del IED Kimy Pernía, realizando semilleros……………75

Figura 4. Fotografía de los niños del Colegio Marmatos, trasplantando plántulas………...75

Figura 5. Fotografía de los adultos mayores en el lote de la huerta de la JAC realizando

labores de mantenimiento ……………………………………………………………........78

Figura 6. Fotografía de los participantes de la huerta de la Casa de la Igualdad, realizando

un taller sobre tubulares dirigido por una persona externa………………………………..79

Figura 7. Fotografía del taller sobre plantas aromáticas para niños, padres y docentes del

Colegio Carlos Albán ………………………………………………………………….......85

Figura 8. Fotografía del proceso de abono y reutilización de embaces……………………85

Figura 9. Porcentaje de la disposición de los residuos orgánicos, en las experiencias

visitadas de AU………………………………………………………………………...…..86

Figura 10. Fotografía de la señora Lilia Gómez con su grupo de agricultores realizando

pomada cálida………………………………………………………………………………92

Figura 11. Fotografía de agricultores del grupo PAS Porvenir, realizando encurtidos……92

x

Lista de anexos

Anexo 1. Guía de observación – visita a las huertas……………………………………...122

Anexo 2. Tabulación guía de observación………………………………………………..123

Anexo 3. Transcripción de la entrevistas. Diálogos que más aportaron a la

investigación……………………………………………………………………………...124

Anexo 4. Consolidado Tabla 1, según entrevistas semi-estructuradas y observación…....145

Anexo 5. Fotografías – El Mercado de los Pueblos………………………………………146

Anexo 6. Fotografías – Encuentro de Saberes y Sabores…………………………………147

11

1. Justificación

La implementación de modelos de desarrollo económico enfocados hacia el

crecimiento ilimitado, genera como consecuencias en los países el deterioro ambiental, la

pobreza, el crecimiento demográfico, la producción y consumo acelerado, el hambre y la

desnutrición debido a la escasez en los recursos para producir y abastecer alimentos en

cantidad y calidad adecuada. Por tales motivos, la población con hambre en el mundo en

lugar de decrecer, se ha incrementado, pasando de 825 millones a 1.000 millones para el año

2010 (FAO, 2010).

El modelo económico para América Latina, y especialmente para Colombia, se enfoca

en el Neoliberalismo, el cual se centra en la liberación de la economía, a una economía de

mercado. Alejandro Bernal (2008) lo describe como un modelo que alimenta la concentración

económica a nivel mundial, las dependencias de las economías en desarrollo y el deterioro

de la calidad de vida de los pueblos.

Sumado a esto, el fenómeno de desplazamiento poblacional hacia las ciudades se ha

intensificado en nuestro país en las últimas décadas. El conflicto armado ha hecho que

millones de familias dejen atrás su lugar de vivienda y redes sociales presionando para que

migren hacia las grandes urbes, de tal forma que el número de habitantes en los centros

urbanos crece al tiempo que disminuyen las estrategias efectivas para garantizar una vida

digna a sus pobladores y por el contrario, se generan problemas como la pobreza, el mal uso

del poder y la desigualdad.

Como respuesta a ésta problemática en muchas partes del mundo están surgiendo, y

desde hace algunos años funcionando pero in-visibilizados, proyectos que proponen

12

estrategias diferentes a las del modelo económico capitalista, propuestas que se configuran

en lo que Víctor Toledo (2009) sugiere llamar como modernidad alternativa, que propone

organizar la resistencia ciudadana, y construir el poder social.

Por lo tanto, se ha impulsado la exploración de nuevas vías, sin recurrir a los modelos

únicos, visualizando otras formas de desarrollo con enfoques más cualitativos, integrales,

participativos y armónicos de crecimiento, que tengan en cuenta las características de la

comunidad, como sus vínculos sociales, intereses, perspectivas y acciones comunes, así

como de nuevos modos de entender lo público y la democracia, que están reivindicando lo

comunitario. Como valor alternativo, incorporando estrategias efectivas enfocadas hacia el

desarrollo sustentable y mejora de la calidad de vida.

Tal es el caso de la AU, un proyecto que concibe la ciudad como un espacio que puede

ser adaptado para la producción agrícola, que busca satisfacer las necesidades de una

comunidad, en cuanto al acceso a los alimentos, intercambio de productos por sistema de

trueque, generación de ingresos a las familias para suplir otro tipo de necesidades, y

fortalecimiento de las relaciones sociales entre los miembros de la comunidad.

De aquí la necesidad de realizar investigaciones en la AU como proyecto social, que

no solo se limiten al análisis de tasas de cobertura, reutilización de espacios, cantidad de

especies sembradas, entre otras. Es necesario caracterizar la estructura social que se

desarrolla en estos proyectos, para lograr identificar las dimensiones y sistemas que soportan

las dinámicas de la organización comunitaria, e identificar las relaciones que se dan en la

comunidad, con el fin de mejorar los procesos que fortalezcan el capital social, lo que

contribuirá a que las personas participen en la planeación y políticas públicas de su territorio.

13

Finalmente, cabe aclarar que la pertinencia de un estudio de este tipo es importante

considerando la diversidad cultural de la Localidad de Bosa y la oportunidad que la AU

brinda para recuperar y adaptar saberes tradicionales en el contexto actual, sirviendo de

ejemplo como proyecto en el marco del desarrollo comunitario.

14

2. Planteamiento del problema

Las diferentes intenciones de los planes de gobierno en los últimos años, en este caso

distritales, buscan la planeación y ejecución de proyectos que impulsen el desarrollo de las

comunidades, en donde se satisfagan algunas de sus necesidades básicas. Entre las acciones

que se vienen desarrollando para articular procesos más humanos de inclusión, producción y

consumo se encuentra la agricultura urbana.

Bogotá institucionaliza la AU en el año 2005 insertándola en los planes de desarrollo

en la última década, favorecido por un proyecto internacional asociado a los Objetivos del

Milenio (Barriga y Leal, 2011); esta iniciativa se implementa como proyecto piloto en la

localidad de Ciudad Bolívar y posteriormente en las localidades de Usme, Bosa y San

Cristóbal.

La AU es un proyecto tomado por las instituciones con un enfoque de intervención

social, que según el Informe de Agricultura Urbana realizado por el Jardín Botánico de

Bogotá (2005), a través de estas iniciativas se buscó utilizar el potencial local en conjunto

con los avances científicos y tecnológicos, unidos con el conocimiento tradicional que

promovieron la sostenibilidad ambiental, teniendo como finalidad la generación de

productos alimenticios para el autoconsumo y comercialización, mediante el fortalecimiento

del tejido social.

Diferentes autores y organizaciones han destacado que una de las debilidades de estas

experiencias en América Latina son los pocos procesos de documentación y sistematización

(Spiaggi, Biasatti y Guillén, 2001; Treminio, 2004). Algunas investigaciones han presentado

conclusiones de las ventajas y desventajas de este proyecto en términos de sostenibilidad

ambiental (Vásquez, 2010), seguridad alimentaria, consumo de productos inocuos y

15

aprovechamiento de espacios subutilizados (Mosquera, 2009). Pero son reducidas las

investigaciones que enfatizan o retoman las dinámicas sociales y comunitarias del grupo

humano que participa en él. Es común evaluar únicamente cumplimiento de objetivos

inmediatos, según lo señala el trabajo de investigación realizado por La Universidad del

Rosario en el año 2011 titulado Agricultura Urbana en Bogotá, Una evaluación externa –

participativa, Dentro de sus conclusiones se encuentra que “la AU se ha centrado en obtener

logros técnicos y operativos, olvidando el componente social-organizacional que es el

aspecto que dará las bases para que dicho conocimiento técnico se mantenga en el tiempo”

(Cantor, 2009; Barriga y Leal, 2011).

Sin embargo, la pregunta que compete a esta investigación es: ¿Cuáles son las estructuras

sociales que soportan las dinámicas de la organización comunitaria, utilizadas en los

proyectos de agricultura urbana de la localidad de Bosa en Bogotá?

16

3. Objetivos de la investigación

3.1 Objetivo general

Caracterizar la estructura social que soporta las relaciones de los participantes en la

organización comunitaria de los proyectos de agricultura urbana en la Localidad de Bosa en

Bogotá.

3.2 Objetivos específicos

Describir las dimensiones de la organización comunitaria establecidas en el proyecto

de agricultura urbana.

Identificar el sistema organizacional que soportan el desarrollo del proyecto de

agricultura urbana en la Localidad de Bosa en Bogotá.

Establecer las redes sociales que conforman los actores entre sí y con su entorno,

mediante los procesos de articulación y negociación.

17

4. Marco referencial

4.1 Marco histórico

El hombre basó su sustento por más de 100.000 años en la recolección de alimentos y la

caza de animales. Debido a diferentes procesos de evolución y adaptación al medio deja de

ser nómada, pasa a ser sedentario y transforma su forma de organizarse (Ermini, 2012).

Comienza a observar los beneficios de seleccionar algunas especies y cultivarlas en áreas

cercanas a sus sitios de asentamiento; es así como se da comienzo a la agricultura, hace

alrededor de 10.000 años atrás (Hujber, 2008). Esta les ofreció la posibilidad de cultivar

diferentes especies y reconocer el periodo vegetativo, además de ir incorporando tecnología

a los procesos, como los sistemas de riego.

Desde el punto de vista histórico, la agricultura ha sido el motor de crecimiento en el

desarrollo de las economías emergentes (Pingali, 2006). En este sentido, el Banco Mundial

(2007) destaca que la agricultura contribuye al desarrollo general de las naciones de tres

formas: (i) como actividad económica, (ii) como medio de subsistencia y (iii) como

proveedor de servicios ambientales.

Tradicionalmente, la agricultura ha sido un factor determinante para la ocupación y el

desarrollo de los territorios rurales. Las transformaciones y las dinámicas de diverso orden

que allí se dan tienen una alta relación con el tipo de desarrollo agropecuario que le ha

seguido. El desarrollo de la agricultura en América Latina se ha constituido en un mecanismo

de apropiación del territorio a través del cual se han configurado los espacios rurales y

propiciado la conformación de las culturas, las sociedades y las instituciones (Sepúlveda,

2003).

18

Desde la época de la Colonia, en Colombia la distribución de la tierra por parte del Estado

se basó en la asignación de baldíos. Esto se hizo con el propósito de aliviar las tensiones entre

grandes terratenientes y colonos, debido a la escasez de tierras en el interior de la frontera

agrícola (Mougeot, 2006). En consecuencia, unos de los procesos sobresalientes del siglo

XIX fue la expansión de la frontera agrícola, en el que la población se esparció hacia los

valles y las vertientes interandinas, modificándose la distribución de la población rural en el

territorio nacional y expandiéndose el área agrícola en zonas que antes eran inhóspitas

(Perfetti, 2013).

A principio del siglo XX, el desarrollo industrial y las transformaciones técnicas

impulsaron la expansión de cultivos como el café, el algodón, la caña de azúcar, el arroz y el

trigo. Según Bejarano (2007), el hecho decisivo de las primeras décadas del siglo XX fue,

sin duda, la expansión de la economía cafetera en el occidente del país, la cual se basó en la

pequeña producción parcelaria, fenómeno que representó nuevas formas de organización

social y productiva en los territorios rurales.

La estabilidad otorgada por la agricultura, nueva base productiva, se refleja en el

excedente de producción y en la creciente composición de la dieta con lo cultivado, en el

crecimiento demográfico y en la división del trabajo. Esta especialización del trabajo tiene

como consecuencia el nacimiento de la estructura de clases, donde la élite dirige y controla

los recursos productivos. De tal forma, se puede decir que la agricultura, aun cuando no fue

el único factor impulsor para el surgimiento de organizaciones sociales más complejas que

darían paso a la conformación de las primeras ciudades, fue un detonante sobresaliente

(Semo, 2006).

En consecuencia, los cambios globales generaron impactos principalmente en los hábitos

de consumo, los estilos de vida y el rápido crecimiento urbanístico; este aumento de la

19

población conlleva a la expansión de la ciudad, la cual conduce a un mayor grado de in-

sustentabilidad (Fernández, 2000). Las ciudades como ecosistemas urbanos, consumen

grandes cantidades de bienes y servicios, que proveen otros ecosistemas cercanos. Estos

grandes consumos también generan grandes producciones de basuras y desechos urbanos,

acumulación de materiales de difícil degradación, residuos peligrosos e industriales, además

de contaminación en acuíferos subterráneos y superficiales del aire y del suelo (Carreño y

Viglizzo, 2007). Uno de los componentes esenciales en el funcionamiento de las ciudades es

el sistema alimentario urbano, la elección que hacemos sobre éste afecta el estilo, la estética,

la salud, la economía y la infraestructura (Roberts, 2001); las largas distancias que recorren

los alimentos desde el lugar de producción hasta los consumidores urbanos debilitan la

seguridad alimentaria (De Bon, 2009).

Por tal motivo, la producción local conocida como AU, se transforma en una gran

alternativa para aumentar la seguridad alimentaria. De igual manera, brinda la posibilidad de

un acceso físico a los alimentos y un fortalecimiento de los lazos entre consumidores y

productores.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estimó que en 2006

alrededor de 800 millones de personas a nivel mundial estaban involucradas con la práctica

y el desarrollo de la AU. Producción que en su mayoría se destinaba para el autoconsumo;

sólo alrededor de un 25 por ciento de esa cifra obtenía algún ingreso de la actividad.

Estas cifras son significativas para visualizar cómo el resurgimiento en los últimos 30 años

de una actividad tradicionalmente ligada al contexto rural, ha crecido y cobrado importancia

a tal punto que investigadores, organizaciones sociales y agencias nacionales e

internacionales, entre otros, empezaron a documentar las experiencias en distintos lugares

20

para tratar de sistematizar el entendimiento del fenómeno que es la AU actual y sus

importantes aportaciones para incrementar el nivel de vida en la ciudad.

En estos 30 años el desarrollo teórico respecto a la AU y la forma en que surge y se

desarrolla en relación a los ciudadanos y las ciudades, se encuentra en un primer nivel, con

un fuerte enfoque en la descripción de experiencias. A continuación, se muestran algunas de

las distintas perspectivas desde las que ha sido abordado el estudio de la AU, logrando un

acercamiento desde el objeto de estudio.

4.1.1 La agricultura urbana en el ámbito internacional.

Diversos estudios realizados por la Fundación RUAF (Resource Centres on Urban

Agriculture and Food Security) y el IDRC (International Development Research Centre),

sobre experiencias de agricultura urbana en contextos de pobreza, revelan que las familias

involucradas en esta actividad tienen una mejor alimentación (como lo demuestran el

consumo de calorías y proteínas y los indicadores de crecimiento), en comparación con

aquellas que no las realizan (Moreno, 2007). Se reconoce el potencial de la agricultura

urbana y periurbana como una estrategia efectiva para reducir la pobreza y mejorar la

seguridad alimentaria, la salud y la economía doméstica de los grupos vulnerables.

En los inicios de la ciudad industrial del XIX la AU cumple funciones de subsistencia,

higiene y control social. En países como Gran Bretaña, Alemania o Francia las autoridades

locales y las grandes fábricas se ven obligadas a ofrecer terrenos a los trabajadores para

completar sus recursos y mejorar las condiciones de vida en los barrios obreros (Moran y

Hernández, 2001).

21

En Gran Bretaña las primeras leyes que regularon los huertos obligaron a iglesia y

autoridades locales a proporcionar a los obreros terrenos para el cultivo, controlando que se

convirtieran en una alternativa de trabajo.

En los años setenta en Europa se desarrollaron iniciativas de ocupar solares para cultivar,

primero en Países Bajos y posteriormente en Gran Bretaña, el movimiento de Granjas

Urbanas y Jardines Comunitarios no sólo de huertos sino también de cría de animales de

granja y caballos en entornos urbanos, incorporando una fuerte carga de educación ambiental

a través de actividades orientadas a los niños.

La grave crisis económica que estalló en Uruguay entre julio y agosto de 2002 da inicio

al fenómeno de la agricultura urbana, al lado nace el Programa de Producción de Alimentos

y Organización Comunitaria (PPAOC), un programa de extensión de la Universidad de la

República creado a partir de las múltiples demandas de vecinos que solicitaban colaboración

a la Facultad de Agronomía para la realización de huertas para autoconsumo. En octubre de

2003 se realizó el Primer Encuentro de Agricultores Urbanos en Montevideo, en el que se

reunieron alrededor de 150 personas de la capital. En el encuentro se buscó determinar qué

aporta la agricultura urbana. Bellenda (2005), destacó dentro de las conclusiones los cambios

en la alimentación, puesto que permite la obtención de alimentos sanos, frescos y confiables;

manteniendo algunas hortalizas en la dieta que no se podían consumir por su costo, e

incorporando nuevas.

En los últimos años en la Franja Gaza, Palestina el cambio de la producción en los

territorios palestinos hacia los mercados de exportación ha revelado sus desventajas. La

seguridad alimentaria se ha convertido en uno de los problemas más urgentes para la sociedad

palestina. La población en esta área de aproximadamente 360 km² ha aumentado

dramáticamente en los últimos 50 años, con densidades poblacionales de 20.000 a 100.000

22

personas por kilómetro cuadrado, cerca de la cuarta parte de los niños palestinos padecen de

desnutrición aguda o crónica (Catherine, 2002). En julio de 2000, el Comité Palestino de

Alivio Agrícola presentó un primer proyecto “Actividades Agrícolas Urbanas en Gaza”, el

cual introdujo la producción de siete tipos de vegetales y algunos animales como palomas y

pollos que serían criados en las azoteas de las casa. El proyecto contribuyó al

enverdecimiento de la zona, al aumento de la seguridad alimentaria y a la generación de

ingreso en pequeña escala, particularmente para las mujeres. La inseguridad alimentaria

devolvió a los palestinos a las antiguas prácticas de agricultura doméstica, gente que nunca

antes había estado involucrada en la agricultura empezó a cultivar sus tierras y jardines

(Laeremans y Sourani, 2006). El programa de alimentos ha crecido en importancia

alcanzando a 220.000 familias del territorio (Hansen, 2003).

Una de las experiencias más destacadas es la de Cuba, debido a la caída de la Unión

Soviética en 1991 privó a Cuba de su principal socio comercial y su fuente de hidrocarburos.

Este hecho, dio como inicio lo que los cubanos conocen como el periodo especial, una crisis

económica prolongada que condujo al racionamiento de alimentos y a crecientes índices de

malnutrición. Con la agricultura afectada por la escasez de combustibles, fertilizantes

minerales y los plaguicidas, los habitantes de La Habana iniciaron la siembra de productos

alimentarios en cuanto espacio se encontraba disponible. Inicialmente no se lograban altos

rendimientos, debido a la falta de insumos y de experiencia agrícola (Moran y Hernández,

2011). Sin embargo, con un fuerte apoyo gubernamental, a través de dos programas

nacionales, uno para la agricultura urbana y otro para la agricultura suburbana. Con el fin de

impulsar esta actividad, además creó la Delegación Provincial de la Agricultura, siete

subdelegaciones provinciales y 15 delegaciones municipales. El Gobierno también ha

introducido medidas para ceder en usufructo y gratuitamente espacios sin construir para

23

destinarlos a la agricultura y fomentar la participación de mujeres y jóvenes (FAO, 2010).

De esta manera, la agricultura urbana pasó rápidamente de ser una respuesta espontánea a la

inseguridad alimentaria a ser una prioridad nacional (Treminio, 2004). Durante este proceso,

La Habana ha agregado una palabra nueva —organopónicos— al vocabulario de la

agricultura urbana y se ha convertido en pionera en la transición global hacia una agricultura

sostenible que produce más con menos. “Los huertos populares no sólo acabaron con la

monotonía de los alimentos disponibles, sino que incluso recuperaron cultivos tradicionales

(maracuyá, sésamo, guanábana) e introdujeron nuevos cultivos como la espinaca” (González

y Murphy; 2000, p.14). Estos huertos populares ocupan jardines, balcones, patios terrazas o

solares cedidos por la comunidad, proporcionan alimentos a los hortelanos y a los colegios y

comedores de los barrios, y destinan el resto de la producción al autoconsumo y a la venta en

mercadillos. En 2013, La Habana contaba con 97 organopónicos de alto rendimiento, en los

que se producían diferentes hortalizas y tubérculos (FAO, 2010).

Finalmente, en el año 2002, México se encontraba marcado por la creciente población en

condición de marginación y pobreza, situaciones que vienen invariablemente vinculadas con

la inseguridad alimentaria y la subnutrición de la población (Tapia y Oregón, 2008). A través

del Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA), el cual es una estrategia de la

FAO que inició en 1994, se buscó una producción de agricultura familiar auto-sostenible,

para avanzar en la solución de problemas alimentarios y nutricionales. La producción

agrícola en Ciudad de México y sus áreas conurbadas la realizan sobre todo personas con

menos recursos económicos.

Las experiencias internacionales muestran que existen distintos enfoques de la práctica,

que dependen de los objetivos que se persigan con cada proyecto. De una perspectiva

inicialmente alimentaria, los estudios se han ido diversificando para documentar experiencias

24

sobre el impacto de la AU en muchos más aspectos sociales que aquél de la alimentación, así

como en aspectos ambientales, educativos y culturales, como se refiere a continuación a partir

de la literatura recién descrita.

El enfoque ambiental señala diferentes estrategias para restaurar la diversidad agrícola en

el tiempo y el espacio, como lo son (i) rotaciones de cultivos, (ii) cultivos de cobertura, (iii)

policultivos y (iv) mezclas de cultivos (Altieri, 2000).

Las prácticas de AU en el barrio los Bulevares en Montevideo, Uruguay presentan bajo

uso de insumos externos, por lo que no se identificaron problemas de contaminación

derivados de agroquímicos. Los productores realizan un bajo nivel de reutilización de

desechos orgánicos (de los animales y los hogares) sin reutilización de desechos líquidos. El

agua utilizada para riego proviene de agua potable de la red (Santandreu y Lapetina, 2000).

A partir de las experiencias de AU en Brasil publicadas por Smit (2001), concluyó que

mediante el desarrollo de los cultivos el suelo mejora sus condiciones debido al agregado de

materia orgánica, lo que produce la multiplicación de los microorganismos, la repoblación de

los insectos y polinizadores. Además que en la escala de las pequeñas comunidades, la AU

puede mejorar el "paisaje" vital, pero también puede, si se practica poco, contaminar el medio

ambiente y perjudicar la salud humana (Smit, 2004). Los huertos pueden formar parte de la

red de corredores y nodos verdes, destinados a usos recreativos, de movilidad y de inserción

a procesos ecológicos.

El proyecto Lagunage de Harnes desarrollado en Francia, a partir del 2005. Se centró en

un sistema de purificación de aguas residuales urbanas mediante lagunas de fitorremediación.

La iniciativa se enmarca en una estrategia de gestión ambiental, enfocada a maximizar la

purificación de las aguas para devolverlas al canal existente generando balnearios públicos,

integrar los procesos ecológicos utilizados como parte del paisaje local, el uso recreativo y

25

educativo del lugar por parte de los residentes, la estética del proyecto dada su amplia

visibilidad y la conexión de éste con otras áreas naturales a través del valle donde tiene lugar

la intervención.

Mediante la investigación realizada en San Cristóbal de las Casas, México, Vásquez

(2010) afirmó que el material inorgánico era ampliamente utilizado en los procesos de

agricultura urbana, especialmente las botellas, bolsas y vasos plásticos para fabricar

semilleros, básicamente en la producción a micro escala. Además que la asociación de

cultivos resulta muy efectiva para combatir plagas, y la calendarización de la siembra de

acuerdo a las estaciones del año, permite una rotación que ofrece una cosecha y provisión

permanente de distintas especies.

A partir de los procesos de AU en Barcelona, España, Soler y Rivera (2011) afirmaron

que al incorporarse espacios verdes al diseño urbano se generan beneficios en la distancia

que recorren los alimentos, reduciendo los insumos industriales y contaminantes de la

agricultura, disminuyendo dependencia de energías fósiles y las emisiones de CO2 y,

consecuentemente, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático.

Las investigaciones realizadas en la Ciudad de Quito, Ecuador por Garófalo (2012),

concluyeron que las actividades de AU no resuelven los problemas ecológicos de la ciudad,

pero mediante el uso de todo tipo de espacios disponibles, incluso sobre los techos, se

incrementan las áreas verdes; ayudando a reducir la contaminación, mejorando el microclima

y la calidad del aire, lo que provocó el “reverdecimiento” urbano, y por consiguiente, el

mantenimiento y protección de la biodiversidad.

Las experiencias de AU realizadas en Managua, Nicaragua destacan una alta tasa de

adopción de tecnologías limpias, prácticas de bajo consumo y conservación de recursos

(FAO, 2010). Para regar los huertos de los patios traseros, se aprovechó la fuente de agua

26

limpia y abundante más fiable de la ciudad: las lluvias de la estación húmeda. Para ello, en

las azoteas de las viviendas de todos los participantes se instalaron un sistema capaz de

capturar y almacenar unos 10.000 litros de agua de lluvia al año. De igual manera, se adaptó

un sistema de riego por goteo utilizando material reciclado como lo son las botellas de

plástico. Las familias que participan, a su vez, han demostrado compromisos en todas las

actividades del proyecto, buscando incorporar los conocimientos adquiridos para procesar y

promover acciones entre los vecinos multiplicadores (Almeida, 2004).

En la dimensión social y educativa, han sido reportados otros beneficios a partir del

desarrollo de la AU, tales como la integración vecinal o comunitaria, la educación ambiental

y la recreación tanto para quienes la practican como para visitantes. Se han identificado

oportunidades como el apoyo que la AU ha recibido de los gobiernos locales y nacionales e

incluso agencias internacionales. Muestra que lo primero, ha sido la integración en algunos

casos de la AU dentro de la planeación urbana municipal. En el ámbito cultural, se ha

destacado la conservación de prácticas tradicionales de aprovechamiento de residuos animales

y orgánicos. (Vásquez, 2010). Una de las conclusiones que expresa Mendoza (2010) en su

investigación es que la AU articula especialmente el área de Ciencias Naturales, lo que permite

la aplicación de la información y del conocimiento a través de las tareas cotidianas.

La ciudad de Quito, Ecuador es una de las capitales más “verdes” de la región y acoge

140 huertos comunitarios, cientos de huertos familiares e institucionales, prósperos negocios

agrícolas a pequeña escala y una red de mercados de agricultores que venden productos

orgánicos cultivados localmente (FAO, 2010). Mediante el Proyecto de Agricultura Urbana

Participativa (AGRUPAR) se reunieron alrededor de 12.250 agricultores urbanos y

periurbanos y 380 organizaciones comunitarias de base, con el apoyo de los gobiernos locales

y nacionales, universidades, organismos de cooperación al desarrollo, Organizaciones no

27

gubernamentales – ONG´s y empresas del sector privado. Su objetivo principal fue reforzar

la seguridad alimentaria y promover la elaboración de alimentos, el acceso al microcrédito,

la gestión de microempresas y la comercialización.

La experiencia de AU desarrollada en la ciudad de Bahía Blanca, Buenos Aires, a través

del programa Pro-Huerta del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en el

año 2011, tuvo como resultados significativos, el aumento en el número total de huertas

representadas en 563 de tipo familiares, tres de tipo comunitario y 10 de tipo escolar, y el

total de población involucrada, que ascendió a 2.900 personas (Quintero, 2011). A partir de

la evaluación del programa, se destacó la participación de los sectores sociales más

vulnerables y se incentivó a todos los actores institucionales y sociales involucrados con la

problemática a construir nuevas formas de desarrollo local y territorial. Las acciones llevadas

a cabo por Pro-Huerta y los distintos actores en el espacio urbano analizado contribuyó a

mejorar la calidad de vida de sus habitantes, a partir de la autoproducción de alimentos en

huertas familiares, la participación y la organización comunitaria (Quintero y Alamo, 2011).

Uno de los medios más eficaces para promover la agricultura urbana en la ciudad de Belo

Horizonte, Brasil, fueron los huertos escolares, que pasaron de 60 a 126 entre 2008 y 2012.

Se invitaron a los niños a asistir a talleres de micro-horticultura, y los que participaron en el

programa recibieron asistencia técnica para crear sus huertos. Se establecieron huertos en

escuelas primarias y preescolares con un total de 96.000 alumnos, quienes dedicaron en

promedio una hora al día al cuidado de las plantas. Estos huertos, en los que se cultivaron

coles, lechugas, hierbas y plantas aromáticas, funcionaron como centros al aire libre, con

fines didácticos en materia de medio ambiente y alimentos (FAO, 2010).

De igual manera, han sido documentadas limitantes, como la falta de apoyo

gubernamental, o bien un apoyo enfocado a proyectos y participantes muy reducidos, así

28

como la prácticamente inexistencia de estudios cuantitativos que pudieran atraer la atención

de tomadores de decisión, como lo relata Treminio (2004).

Otra limitante identificada ha sido la tenencia de la tierra, en cuanto a la inseguridad que

representa para seguir con el uso agrícola del predio. En otros contextos, el apoyo ha venido

de la ciudadanía y de las ONG´s. Los niveles de organización intersectorial varían en cada

región, pero no siempre suceden de forma exitosa.

Sin duda existen diversos rangos de experiencias al interior de cada país, pero podemos

concluir, que estos movimientos especialmente en América Latina y el Caribe se dieron como

resultado de crisis socio-económicas y cuyas principales aportaciones se refieren a la

seguridad alimentaria y combatir la pobreza. Pero como alternativa de explorar nuevas

formas de desarrollo podemos destacar en estas experiencias el fortalecimiento de la

participación de actores sociales, la educación, la organización comunitaria y la construcción

de redes de mercado.

4.1.2 La agricultura urbana en el ámbito nacional.

En Colombia se puede decir que las experiencias han girado en torno a los enfoques desde

la seguridad alimentaria, lo educativo y lo social, con el objetivo de mejorar la calidad de

vida de las poblaciones de escasos recursos.

En el país la agricultura urbana se ha desarrollado en diversas ciudades con motivaciones

diferentes, que buscan la sostenibilidad ambiental y solucionar problemáticas sociales como

falta de alimentos, el desempleo, entre otros (Mosquera, 2009). A continuación se

mencionaran algunas experiencias representativas encontradas en el país.

29

En Pereira, tras el terremoto de 1999, el Programa de las Naciones Unidas para el

Desarrollo (PNUD) implementó el proyecto de AU y periurbana bajo la técnica de huertas

hidropónicas, como estrategia para el mejoramiento de las condiciones económicas y

nutricionales de la población más vulnerable ubicada en los barrios Las Brisas, Villa Santana,

El Dorado, Cuba, El Paraíso, utilizando 2.500 lotes para la producción. Posterior a esto, la

Asociación “Raíces” de Pereira presentó una propuesta a la Secretaría de Salud

Departamental de huertas hidropónicas para la siembra de plantas medicinales bajo el nombre

Proyecto la Huerta de mi Barrio en los municipios de Pereira y Dosquebradas. Un proyecto

con un enfoque social que busco recuperar el saber ancestral y el mejoramiento de las

relaciones medioambientales.

Las experiencias de AU de Medellín, Antioquia están vinculadas en diferentes convenios

que se realizaron en los años de 2004, 2005 y 2006. La práctica de agricultura urbana adquirió

el nombre de Solares Ecológicos ejecutado por la Secretaría del Medio Ambiente,

CorAntioquia (Corporación Autónoma Regional de Antioquia), la Comisión Europea y la

Universidad del Rosario de Bogotá D.C (Banguero, 2010). El proyecto fue concebido como

una estrategia que trasciende los límites de la seguridad alimentaria y la agricultura urbana,

al respecto en el seguimiento que realizó la investigadora Rivera (2005), lo caracterizó como

elemento fundamental para construir procesos sociales de territorios orientados a desarrollar

una ciudad sostenible, con soberanía alimentaria y hábitos saludables de vida. Además,

resaltó significativamente su componente ambiental y sanitario, como proceso que

contribuyó a mejorar las condiciones ambientales de la vecindad.

Los resultados de la experiencia en Caquetá en el año 2004, a través de proyecto Siembra

Agricultura Urbana en el Caquetá, destacó el nivel de aprovechamiento de los productos de

la huerta y el consecuente mejoramiento de la alimentación de las familias atendidas, visible

30

en la modificación de hábitos de consumo y en el aprovechamiento de la producción para

alimentación animal, trueque, solidaridad y en varios casos para generación de ingresos

(Banguero, 2010).

La Corporación Red de Agricultores Urbanos de Usme comenzó en el 2008 como un

proyecto de agricultura urbana, financiado por la Unión Europea y la Embajada de Alemania

a través de La Universidad del Rosario como gestora y ejecutora. Durante el proceso, los

miembros de la Red recibieron capacitación técnica agrícola en manejo de residuos sólidos,

transformación y aprovechamiento de cosechas, siembra y producción de hortalizas y

tubérculos y la comercialización de productos. Su experiencia se destacó por buscar

concientizar a los habitantes de la zona sobre el cuidado del medio ambiente, el saneamiento

ambiental y el mejoramiento en los hábitos alimenticios, llevando esto a fortalecer el

movimiento de resistencia pacífica del proceso acelerado de construcción, en estas tierras

que son de tradición rural (Experiencias Destacadas y Premiadas, 2010).

En el departamento del Tolima, la FAO, a través del Proyecto FAO UTF/COL/031/COL

llamado “Capacitación y Formación en Agricultura Urbana y Periurbana para la Seguridad

Alimentaria para el Departamento del Tolima”. Buscó disminuir los niveles de inseguridad

alimentaria de manera integral a partir de la agricultura urbana y desencadenar acciones

conjuntas entre población y gobiernos locales. Las acciones estaban dirigidas a atacar los

problemas derivados de la pobreza y la marginalidad de las comunidades, tanto desplazadas

como receptoras, del Departamento del Tolima (Mosquera, 2009).

Lopera (2011), a través del análisis de 28 unidades agrícolas en Marinilla, Antioquia

concluyó que en su mayoría generaron productos para la subsistencia de los agricultores y

sus familias, y la venta en pequeño volumen, hacia el mercado vecinal.

31

A manera de conclusión sobre las experiencias nacionales, puede decirse que en su

mayoría se documentan los procesos conformados por organizaciones gubernamentales, y

sus enfoques están relacionados con la seguridad alimentaria, ciudad sustentable y educación

ambiental, entre otros temas. También se evidencia que estos procesos han contribuido en la

recuperación de saberes ancestrales, la construcción de procesos para dar solución a sus

necesidades en el territorio y las economías de intercambio como lo es, el trueque.

Actividades que conllevan a fortalecer las relaciones en la comunidad desde sus recursos

sociales.

4.1.3 La agricultura urbana en el ámbito distrital.

Las experiencias de AU en el Distrito han estado enmarcadas principalmente desde el

enfoque de seguridad alimentaria y otras responden al enfoque educativo y social.

En Bogotá la AU, fue institucionalizado a partir de iniciativas de sectores públicos

gubernamentales y no gubernamentales, privados y de organismos de cooperación

internacional.

En el marco del Plan de Desarrollo Distrital “Bogotá Sin Indiferencia-un compromiso

social contra la pobreza y la exclusión”, se implementó el Programa Bogotá Sin Hambre,

como parte de la política social, el cual tenía como finalidad promover la realización de

diversas acciones tendientes a mejorar la nutrición y alimentación de los sectores más

vulnerables del Distrito. Uno de los proyectos pilotos que se propusieron para lograr esa meta

fue el proyecto de agricultura urbana “Volvamos a Sembrar” implementado en un principio

en la Localidad de Ciudad Bolívar, liderado por el Jardín Botánico “José Celestino Mutis” y

con el apoyo de la Presidencia de la República a través de Acción Social, Red de Seguridad

32

Alimentaria - RESA y la Red Nacional de Jardines Botánicos. Vale la pena mencionar que

este proyecto se asumió como una alternativa socio – ambiental que involucraba tres esferas:

(i) hábitat y ambiente, (ii) seguridad alimentaria y (iii) desarrollo humano sostenible.

Comenzó a finales del 2004, se argumentó desde los derechos humanos, principalmente el

derecho a la alimentación, desde la planificación del territorio, buscando introducir este

proyecto en los planes y programas de urbanización y modificación de los usos del suelo, y

desde lo productivo, fortaleciendo la economía solidaria y tecnologías limpias aprovechando

los residuos orgánicos en la producción de abonos y los residuos inorgánicos en la

reutilización de botellas y empaques.

A continuación se citarán algunas experiencias que han sido objeto de estudio y por tal

motivo se encuentran documentadas.

La experiencia de agricultura urbana en el barrio Potosí, en el sur de Bogotá, se centró en

procesos de gestión para el mejoramiento de las condiciones de vida de la población. Surgió

como proyecto escolar, pretendiendo aportar a los problemas alimentarios desde una

organización de la comunidad. Este grupo se conformó principalmente por mujeres. La

actividad se desarrolló en patios y en lotes, con la utilización de recipientes plásticos

reciclados, optimizando el uso del espacio. La experiencia se caracterizó por manejar más de

46 especies vegetales, el ahorro y reutilización del agua, el uso de lombrices en la producción

de abono, y en las técnicas caseras de alelopatía y bio-preparados (Granados y Millán, 2006).

Linares (2007) y Méndez (2005) a través de estudios de caso en el sur de Bogotá,

encontraron que la agricultura urbana surgió porque los campesinos que vinieron del campo

a la ciudad, buscaron sobrevivir en el nuevo entorno, creando estrategias que usualmente

estaban en los sectores informales. Es así como entre sus estrategias, aplicaron los

33

conocimientos en agricultura adaptándolos al nuevo entorno, respondiendo a una parte de sus

necesidades alimentarias y económicas.

Para Linares (2007), la agricultura urbana, combina actividades que representan

estrategias de las familias para hacerse a sus medios de vida, el conocimiento que traen las

personas provenientes de las zonas rurales forma parte del capital humano.

Desde la investigación que realizó López (2007), en la comunidad educativa del Colegio

de Chuniza, Bogotá, afirmó que la AU es una práctica que brinda la oportunidad de educar

ambientalmente, actuando como instrumento capaz de motivar, vincular y empoderar a las

personas con su situación ambiental.

Mediante las experiencias en Ciudadela Sucre y Altos de Cazucá, Cundinamarca se

identificaron limitantes con el recurso del agua y el riesgo climático, elementos que muchas

veces interrumpen la producción. En este sentido, varios agricultores riegan las plantas con

aguas reutilizadas y cuando eventualmente llueve algunos las almacenan en tanques (Cantor,

2009).

Por otro lado, a partir de la evaluación del programa de AU en Bogotá, Barriga y Leal

(2011), concluyeron que no son suficientes las capacitaciones y cursos para garantizar que

un agricultor y su familia cambien sus hábitos alimenticios e incluyan los productos que

siembran en su dieta. Lo que si se logró fue que los agricultores tengan una idea de consumo

diferente respecto a los alimentos, productos que sean limpios, sanos e inocuos.

Desde las experiencias distritales se observó que las categorías que sobresalen en los

procesos de AU van enfocadas hacia la organización comunitaria, la perspectiva de género,

los saberes tradicionales y las fronteras entre lo urbano y lo rural.

Podemos concluir de las experiencias citadas, que los procesos de agricultura urbana

fueron reconocidos en los planes de gobierno, como mecanismo para contribuir a la seguridad

34

alimentaria de la población. En algunos casos, las asociaciones y movimientos constituidos

intencionalmente respondían como defensa ante la insatisfacción de sus necesidades, allí no

sólo convocaron sus problemáticas y adversidades comunes, sino partieron con el propósito

explícito de superarlas con la acción organizada y en función de unas realidades compartidas.

Generando sentimientos de arraigo hacia su territorio que se convierten en el fortalecimiento

de las comunidades.

4.2 Marco teórico

4.2.1 La agricultura urbana y la dimensión social del desarrollo.

La actividad agrícola que se desarrolla en la ciudad ha sido conceptualizada recientemente

como Agricultura Urbana (AU). Existe en el mundo desde tiempos inmemoriales, pero

durante el siglo XX, con el incremento de la población urbana, fue alcanzando un gran auge,

tanto en países desarrollados como en los subdesarrollados, si bien no por igual en todos

ellos, debido a factores sociales, económicos y productivos. Entre ellos figuran: (i)

crecimiento urbano de los países en desarrollo, (ii) deterioro de las condiciones de la

población, guerras, catástrofes naturales, que perturban los suministros de alimentos

procedentes de las zonas rurales, (iii) degradación ambiental y (iv) falta de recursos, que

provocan una escasez alimentaria todavía mayor.

El concepto de agricultura urbana, tiene diversas acepciones. A continuación se ofrecen

algunas definiciones:

El programa de Naciones Unidas para el Desarrollo definió la AU como una actividad que

produce, procesa y comercializa alimentos y otros productos. La producción se lleva a cabo

35

dentro de los confines de las ciudades, optimizando espacios, como son los solares, huertos

comunitarios, terrazas, patios y espacios públicos no aprovechados (FAO, 1996; Hernández,

2006). Además en sus investigaciones, Hernández, concluyó que “El Ser Humano” lleva a

cabo esta actividad para su propio beneficio tanto económico, ambiental o social, haciendo

uso de tecnologías limpias, reciclando recursos naturales, re-colección y re-utilización de

materiales que se encuentran en la vida cotidiana del hogar, incorporando diversas técnicas

agrícolas sostenibles y aplicando el conocimiento local de cada agricultor.

En este mismo sentido, Moreno (2007) subraya que en esta práctica se incluye no solo la

producción de vegetales comestibles, sino también de especies destinadas a la medicina

natural. Así también, distintas experiencias de agricultura en las ciudades incorporan junto

al cultivo de plantas, actividades de crianza de animales menores y acuicultura, además

de otros espacios facilitados por personas u organizaciones de la comunidad, como son las

Juntas de Acción Comunal o espacios facilitados por organizaciones públicas o privadas.

En las investigaciones realizadas en Brasil, Santandreu y Lovo (2007), rescatan que la AU

debe orientarse valorando la sabiduría y conocimientos locales. Además concluye, que la AU

es una actividad que promociona la equidad de género a través de procesos participativos y

promueve la gestión urbana, social y ambiental de las ciudades, contribuyendo a la mejora

de la calidad de vida de la población urbana y al desarrollo sostenible de las ciudades.

Uno de los factores que favorece y vuelve estratégico el desarrollo de la AU es el

incremento de la pobreza urbana (Cittadini, 2002). En los países empobrecidos, la AU atiende

prioritariamente necesidades alimentarías y de generación de ingresos para poblaciones

pobres y excluidas. Éstas poblaciones se insertan en redes colectivas de producción y

consumo alimentario que reduce su vulnerabilidad socio- económica (Soler y Rivera, 2011).

36

Desde el punto de vista del urbanismo, la agricultura urbana es una estrategia de

recuperación cabal de los ambientes urbanos y periurbanos, ante dificultades

relacionadas con el deterioro de las ciudades. En la periferia o en el interior de las ciudades,

la agricultura puede aprovechar recursos infrautilizados, sobre todo suelo, agua y residuos

orgánicos. y reducir la huella ecológica de las áreas urbanas. Es posible adoptar estrategias

de reutilización de aguas usadas o en mucha menor medida con aljibes para aguas de lluvia,

e introducir elementos para el compostaje de residuos orgánicos, en lo que nos acercaría al

cierre del ciclo de nutrientes (Moreno, 2007).

En América Latina, la agricultura urbana se ha manifestado a partir de dos formas: una

tiene que ver con propuestas apoyadas por gobiernos municipales, pero teniendo como

sustento ámbitos locales, y la otra, con organizaciones no gubernamentales que llevan a cabo

proyectos puntuales de desarrollo comunitario en donde se combate la pobreza y la exclusión,

involucrando organizaciones sociales o comunidades, unidades vecinales, entre otras, y son

planteamientos surgidos desde las bases mismas de la población, en donde se enriquece la

sociedad civil y también se abren espacios para la participación social (Altieri, 2000).

Para finalizar, los procesos de AU han dejado de cumplir con el objetivo único de

satisfacer la necesidad básica de alimentación, para cumplir con propósitos

multidimensionales como la aproximación al balance ecológico, la productividad económica

justa y equitativa, la identificación, y la organización desde el fortalecimiento comunitarios.

Es el reflejo de una forma de pensar sobre el desarrollo comunitario en su territorio,

promoviendo acciones de interés común, que contribuyan a satisfacer las necesidades de sus

participantes. Así mismo, desde la revalorización del capital social, la agricultura urbana

puede constituirse en un medio para el fortalecimiento de las redes sociales e institucionales,

37

que a su vez, faciliten el acceso a mayor información y a servicios que ayuden a

revertir las situaciones de desigualdad (Cittadini, 2002).

4.2.2 El desarrollo comunitario.

Las comunidades mejoran su calidad de vida a partir de la apropiación del territorio.

Cuando los individuos participan e interactúan entre sí para lograr una conciencia de su

realidad social, analizan los problemas y necesidades comunes, propiciando alternativas de

solución que les permiten superarlos. En ese sentido, la acción comunitaria, posibilita el

acceso a determinados niveles de bienestar para una comunidad.

Existen diferentes posturas teóricas que definen el proceso de Desarrollo Comunitario, a

continuación algunas de ellas:

Quintana (1986), concibe el desarrollo comunitario como un campo de la educación

comunitaria, consistente en dinamizar la iniciativa de las comunidades en problemas de

desarrollo (económico, humano, cultural, social) para que sepan por sí mismas encontrar una

salida a su situación.

Para Bouzada (1995), el desarrollo comunitario, es un proceso concreto de organización en

los territorios que resulta de los esfuerzos conjuntos de la población implicada, de sus

representantes, de los agentes socioeconómicos y eventualmente de los agentes estatales.

Encaminado a reconstruir un proyecto de desarrollo que integre diversos componentes

económicos, sociales y culturales, así como actividades y recursos locales.

De forma semejante, Rodríguez (2004), expone que es un movimiento endógeno, que

surgió de la iniciativa de la sociedad civil, vinculada en un territorio y a una historia concreta,

fundamentado en la valorización y utilización de los recursos locales con los que cuenta, y

38

que debe estar acompañado por iniciativas institucionales. Su finalidad es mejorar el nivel de

vida de la población a partir de la combinación eficiente de las potencialidades de cada

territorio, de sus recursos y de su fuerza emprendedora.

Por otra parte, Ander-Egg (2006), considera que el desarrollo de la comunidad es una

técnica o práctica social que tiene por objetivo fundamental la promoción del hombre,

movilizando recursos humanos e institucionales, mediante la participación activa y

democrática de la población en el estudio, programación y ejecución de los diferentes

programas comunitarios. Es una acción de la comunidad, que pretende cambios actitudinales

y en donde la participación popular es el elemento fundamental en los programas de

desarrollo de la comunidad.

Por último, el desarrollo comunitario para Zarate (2007), consiste en un modelo que debe

considera aspectos como: (i) analizar al ser humano como sujeto y objeto de su propio

desarrollo; él lo origina y lo promueve, (ii) cualquier alternativa de desarrollo comunitario

debe estar estrechamente relacionado con los planteamientos globales que en esta materia

señala la política social, (iii) la comunidad debe ser vista como un escenario donde la

participación es el elemento clave, pues el sujeto es un recurso estratégico e inteligente para

el proceso, (iv) la finalidad de considerar así al sujeto es propiciar el mejoramiento de su

calidad de vida, (v) es indispensable generar un proceso de capacitación que no solo informe

sino que forme y (vi) a partir de ello, favorecer los sentimientos de arraigo y pertenencia, que

es lo que finalmente coadyuva a la participación de los sujetos. Finalmente, se debe

considerar la importancia de generar metodologías adecuadas a las características propias del

escenario de intervención, pues si bien hay elementos generales de la intervención, las partes

específicas deben ser atendidas con la particularidad que la misma requiere.

39

Por lo tanto, las características que según los autores citados mejor definen el desarrollo

comunitario son:

• Un proceso educativo destinado a lograr cambios cualitativos en las actitudes y

comportamientos de la población.

• El objetivo principal es la consecución del bienestar social, es decir, la mejora de la

calidad de vida de la población o comunidad objeto de la intervención.

• Exige la participación voluntaria, consciente y responsable de los individuos en la

resolución de sus propios problemas.

Para concluir, el desarrollo comunitario pretende generar apropiación del territorio,

cambios actitudinales y mejoramiento en la calidad de vida de las personas, por medio de la

educación para lograr mayores procesos de participación, en donde sus necesidades son

reelaboradas y reivindicaciones, mediante la construcción de propuestas de solución que

transforme lo deseable en posible y desplegar prácticas para lograrlo.

4.2.3 Capital social: principales aportes conceptuales.

En el marco de la creciente orientación social que ha adquirido la teoría del desarrollo en

los últimos 20 años, la noción o concepto de capital social ha despertado interés y es hoy en

día visto como una posible respuesta a muchas de las obvias limitaciones y consecuentes

fracasos de un significativo número de proyectos, programas y políticas de desarrollo en

América Latina y en el resto del Mundo. El principal interés en este concepto surge de los

recientes hallazgos que prueban su contribución al desarrollo sustentable.

40

Aunque la discusión teórica y la utilización del concepto de capital social son

relativamente recientes, el enfoque de capital social utiliza una noción que no es nueva

(Sobel, 2002). La primera definición teórica del capital social proviene del sociólogo francés

Pierre Bourdieu, el cual hace hincapié en tres aspectos implicados en este concepto: (i) los

beneficios que surgen de la participación en redes sociales; (ii) la necesidad de su

construcción mediante estrategias de formalización y (iii) el intercambio de objetos

materiales y simbólicos que supone comunicación. Según Bourdieu (1979), existen tres

formas de capital: (i) el económico (ingresos), (ii) el cultural, el cual se divide en tres estadios:

el incorporado (poseído por cada persona), el objetivado (en bienes como libros, pinturas y

otros), y el institucionalizado (determinado por los grados de escolaridad) y (iii) el capital

social desde el conjunto de redes sociales. Las tres formas de capital se hallan

interrelacionadas, puesto que a través del capital social, los actores pueden obtener acceso

directo a recursos económicos (capital económico) y a recursos de información y

conocimiento (capital cultural), que a su vez les otorga un mejor posicionamiento social. Es

en esencia, la habilidad de las personas y de las familias para obtener recursos gracias a su

pertenencia a redes y otras estructuras sociales.

A finales de la década de los ochenta aparece en la sociología norteamericana la noción

de capital social, desde los aportes de Coleman y Putnam. Colmena (1990), define el capital

social en relación con la construcción de capital humano, desarrollando el concepto a través

de tres formas de capital social: (i) la confianza existente en un ambiente social, que implica

cumplimiento de las obligaciones contraídas, (ii) el uso de las relaciones sociales para

adquirir información, y (iii) la existencia de normas efectivas. La anterior definición, tiene

que ver con la densidad de los vínculos sociales y con su capacidad de hacer respetar la

observancia de las normas.

41

Pese a sus diferencias conceptuales, el uso del término por Bourdieu y Coleman condujo

a definiciones operacionales similares. En ambos casos, se basaban en las redes de relaciones

en las que estaban insertos individuos y familias, así como en la densidad y otras

características de tales redes.

Por el contrario, para Putnam (1993), el capital social es un bien público. El acervo de

potencial participativo, la orientación cívica y la confianza en los demás, son las condiciones

que disponen las ciudades, estados o naciones. Su concepto está proyectado hacia unidades

sociales mucho más grandes, el foco empírico cambió del círculo inmediato de relaciones

que rodea a individuos y familias, a las características agregadas de la población. En este

sentido, el capital social para Putnam se caracteriza en: (i) crear redes o contactos que se

forman entre las personas, los grupos y sin las cuales las sociedades no podrían organizarse

ni funcionar, (ii) surge gracias a cuatro elementos fundamentales: compromiso cívico,

reciprocidad, confianza y asociatividad, y (iii) produce beneficios tanto para quien forma

parte de la red coma para los individuos o grupos que sin estar en la red guardan cierta

relación con la misma (Fernández, Alcázar y Romero, 2007). Putnam señala que el trabajo

en conjunto es más fácil en una comunidad que tiene un stock abundante de capital social

(Durston, 2000).

Otro autor que ofrece aportes al concepto es Narayan (1999), quien lo define como la

cantidad y calidad de asociaciones al interior de un grupo y sus relaciones con las normas

sociales. Es decir, el capital social está constituido por las reglas, normas, obligaciones,

reprocidades y confianza que rigen las relaciones sociales y que a su vez permite a sus

miembros alcanzar sus objetivos individuales y grupales. Basado en sus investigaciones,

afirma que el capital social puede facilitar mejores cooperaciones para la provisión directa

42

de servicios que beneficien a todos los miembros de una comunidad (Palacio y Sabatier,

2001).

Por otro lado, un enfoque más socioeconómico lo sustenta Fukuyama (1995), quien afirma

que la presencia de la confianza mutua entre las personas que trabajan juntas en una empresa,

con unas normas definidas, disminuye el costo operativo del negocio. Además que una

organización de estas características tendrán más capacidad para innovar, puesto que permite

una variedad más amplia de relaciones sociales.

El capital social se almacena a nivel individual, puesto que forma parte de la psique de

cada individuo construir confianza, valores cívicos, entre otros; sin embargo, estas normas y

reglas sociales se generan y son compartidos en los grupos. La construcción del capital social

es indispensable para la sostenibilidad de los diferentes emprendimientos, por el efecto

multiplicador que estos tienen para modificar aquellas relaciones de poder que constituyen

los principales obstáculos para el desarrollo (Caracciolo y Foti, 2003).

Para Stolle (2001), las organizaciones voluntarias tienen mayor capacidad de favorecer el

compromiso cívico, con base en dos distinciones fundamentales: por una parte, el carácter

público o privado del capital social, medido a través de actitudes y valores de los miembros

de las organizaciones y, por la otra, el tipo de organización.

Las dimensiones del capital social que define Stolle, a partir del compromiso cívico son:

La dimensión privada "interna": implica que la atención de quienes participan en una

organización se centra en asuntos internos de ésta; cooperan entre sí, y el capital social

funciona como un activo solo para quienes interactúan, pero no es accesible para

personas que están fuera de ese grupo.

43

La dimensión pública: incluye actitudes y valores generalizados que tienden a influir

en conductas favorables a la cooperación fuera del grupo.

Por otra parte Lin (2001), ha hecho énfasis en la importancia del tipo de lazos entre los

individuos, tanto en el campo del análisis de la democracia, como en el del desarrollo y en el

estudio de redes. Se abordan dos tipos de vínculos: fuertes y débiles. Los primeros implican

frecuencia en los contactos e intimidad entre las personas que sostienen estos lazos. En estos

vínculos opera el llamado principio de homofilia, que indica que las interacciones sociales

tienden a darse entre individuos con estilos de vida y características sociodemográficas

semejantes, con recursos -tales como riqueza, reputación y poder- similares. En cambio, en

los lazos débiles las interacciones se dan con poca frecuencia e implican escasa intimidad;

en estos lazos actúa el principio de heterofilia, que describe relaciones entre dos actores con

recursos disímiles y características distintas.

Teniendo en cuenta la diversidad de conceptos, para esta investigación se tomarán los

elementos que aportan al capital social desde los individuos para llegar a fortalecer los grupos

sociales y sus iniciativas comunitarias. En este orden de ideas, el capital social está

constituido por reglas, normas, reprocidades y obligaciones, las cuales rigen las relaciones

de confianza, solidaridad y cooperación, al igual que modifica aquellas relaciones de poder

que generan obstáculos a las iniciativas sociales, permitiendo una variedad más amplia de

relaciones. Esto favorece la capacidad de organización de las comunidades, llegando a

movilizar recursos que permita a sus miembros alcanzar sus objetivos individuales y

grupales, además de proporcionarles un stock de recursos sociales, culturales, psicológicos,

institucionales, entre otros. Fortaleciendo la participación y aumentando la probabilidad de

44

un comportamiento cooperativo de los individuos para construir proyectos sociales que

generen bienestar en la comunidad.

La construcción de redes de relaciones duraderas que establecen las personas en una

comunidad o grupo social a partir de la solidaridad y la cooperación, pueden facilitar la

constitución de actores sociales o incluso de sociedades civiles saludables, que tengan como

finalidad contribuir al bien común, por medio de la participación en la transformación de su

terriorio.

4.2.3 Redes que fortalecen la estructura social.

El análisis de las dinámicas organizacionales de un grupo de personas, requiere el interés

por los procesos desarrollados en comunidad, según Lozares (1996), el sujeto social se

constituye en la sociedad en grupos específicos como son los familiares, los sociales, de

trabajo y de estudio. Si pensamos en las características de estos grupos, Zarate (2007), afirma

que deben ser vistas como un escenario donde la participación es el elemento clave y su

finalidad es conseguir el mejoramiento de la calidad de vida de las personas.

A partir de estas interacciones sociales, se construye lo que Pichón denomina el vínculo,

la manera particular en que un sujeto se conecta o relaciona con otros, creando una estructura

particular para cada caso y cada momento; una estructura compleja que incluye a un sujeto,

un objeto (que es otro sujeto) motivando a generar momentos de comunicación y aprendizaje

(Pichón, 1980).

Para dimensionar la trama social Caracciolo (et al, 2003) introduce la noción de

acumulación del Capital Social esto es desde un estadio de capital social simple, hacia

estadios más complejos de capital social ampliado. El capital social simple está constituido

45

especialmente por relaciones de parentesco o de vecindad, que se agrupan con la finalidad de

desarrollar estrategias para enfrentar sus dificultades. Se caracteriza porque expresan una

conciencia a corto plazo, se mueve a nivel micro como la vecindad y el barrio y no son grupos

formales.

Por otro lado, el capital social ampliado se caracteriza porque los grupos van estableciendo

conexiones más formales con otros grupos u organizaciones, construyendo redes que se

desenvuelven en ámbitos macro (local, distrital, nacional) alrededor de propuestas más

sustentables. La ampliación del capital social se ve reflejada hacia dentro de la organización,

puesto que es necesario delegar roles y funciones que implican una mayor capacitación.

Además de definir las áreas de gestión, la especialización de su desempeño y la ampliación

hacia fuera de la organización. La cual da como resultado la construcción de mayores

vínculos con diferentes actores sociales, para obtener nuevas oportunidades y recursos que

conlleven a la acumulación de los distintos tipos de capital (Caracciolo et al, 2003).

La transición hacia nuevos estadios de capital social implica cambios en la organización

desde lo cuantitativo en términos de conocimiento y recursos, y lo cualitativo en mayores

niveles de participación social, pertenencia en función de objetivos de apropiación y en el

diseño de planificación de proyectos a corto y mediano plazo.

Por otra parte, la cantidad y calidad de las relaciones duraderas ordenadas y tipificadas

entre los elementos de una sociedad, nos acerca a una de las definiciones de estructura social.

46

4.2.4 La estructura social: una alusión a la sociedad.

La estructura social, es uno de los términos más polisémicos de la sociología Gobernado

(2001), afirma que su principal finalidad del término es construir generalizaciones sobre

formas de organización social observables empíricamente.

La estructura social, pese a su estabilidad, no puede entenderse, como un objeto estático,

cerrado y predeterminado. Algunas definiciones del término se citan a continuación:

Ossowski (1972), señala que el término se usa como un sistema de distancias,

interpretadas figuradamente, y de relaciones, de manera que cuando hablamos de estructura

social queremos significar el espacio social de relaciones.

Para Giner et al. (1998), el término estructura social nos sensibiliza a examinar lo más

permanente, lo básico, lo no aparente y quizás oculto, el armazón, o quizá la forma lógica de

algo.

Para Callinicos (1985), las características más destacables de las estructuras sociales son:

(i) tener cierto grado de sistematicidad e interdependencia (existen límites a su variabilidad

sin convertirse en un tipo diferente de estructura social), (ii) persistencia en el tiempo y (iii)

ser un conjunto de lugares no dependientes de las identidades de la gente concreta que los

ocupa.

Feito (1998), señala que la estructura quiere decir sistema, coherencia, totalidad,

dependencia de las partes con respecto al todo, sistema de relaciones, totalidad no reducible

a la suma de sus partes y otros. Por su parte, Giner (1978), define la estructura social como

el conjunto relativamente estable de las interrelaciones entre las diversas partes de una

sociedad, más la distribución de estas partes según un orden dinámico.

47

Así pues, el término estructura se reserva para referirse a la disposición interna de los

elementos de un sistema, entonces no sólo es un concepto descriptivo, como mantiene

Gobernado (2001), sino también con un concepto explicativo que es usado para mostrar como

el comportamiento social, las actitudes, los atributos y las trayectorias de los individuos, y de

los grupos de los cuales forman parte, se conforman en un complejo de relaciones sociales.

A menudo se reserva el término sistema como un concepto analítico y operacional, que

permite focalizar la observación empírica de un conjunto interdependiente. Por tanto, el

potencial de una aproximación estructural al análisis social proviene de una premisa básica

según la cual los comportamientos, actitudes y atributos de los individuos, es decir, lo que

hacen, lo que piensan y lo que tienen, depende, de forma muy significativa, de su posición en

la estructura social.

Las investigaciones en grupos sociales realizadas por el sociólogo George Homans (1954),

utilizaron el concepto de sistemas. Él señaló que una organización está formada por un sistema

ambiental externo y un sistema interno de relaciones que son interdependientes. Existen tres

elementos en un sistema social: las actividades, son las tareas que la gente desempeña; las

interacciones, ocurren entre las personas en el desempeño de dichas tareas, y los sentimientos,

que se desarrollan entre las personas. Estos elementos se refuerzan mutuamente, es decir, las

actividades conjuntas conducen a interacciones y sentimientos.

La organización como sistema integrado está formado por un conjunto de dimensiones

que se diferencian entre sí y se relacionan de manera dependiente. Las dimensiones de la

organización que serán tenidas en cuenta en esta investigación son:

El Proyecto: entendido como la idea que la organización quiere llevar adelante y que

ordena a través de un plan de acción. El plan de acción institucional es un conjunto

48

organizado de pasos para alcanzar los fines que se propone el grupo. Toda

organización nace para cumplir con un determinado objetivo. Este objetivo

básicamente apunta a satisfacer a los miembros de dicha organización, pero puede

beneficiar también a personas que no son socias. Así el proyecto actúa como bisagra

o como nexo entre la realidad de la organización y la realidad social donde la

organización está inmersa (Giomi, 1997).

La estructura organizativa: es el conjunto de roles que se han establecido en la

organización y que han sido aceptados o consensuados por sus miembros, como las

interrelaciones mutuas entre esos roles.

Condiciones internas de trabajo en la organización: que según Giomi (1997) deben

comprender especialmente la satisfacción y la auto-realización individual y colectiva

de los miembros de la organización. En la medida en que se establezcan y funcionen

las interrelaciones aumentarán o disminuirán al grado de identificación y el

compromiso de los miembros con sus organizaciones.

El contexto: los grupos comunitarios constituyen un sistema que está inserto en un

contexto socioeconómico y político con el cual se guardan relaciones de intercambio

y de mutua determinación.

49

4.3 Marco geográfico

4.3.1 Aspectos físicos de la localidad de Bosa.

La Localidad de Bosa está ubicada al suroccidente de la ciudad y limita por el norte

con la localidad de Kennedy; por el sur con la localidad de Ciudad Bolívar y el municipio

de Soacha; por el oriente con las localidades de Kennedy y Ciudad Bolívar, y por el

occidente con el municipio de Mosquera.

Figura 1. Distribución por localidades de la ciudad de Bogotá.

Fuente: http://4.bp.blogspot.com/ Mapa_Localidad_7_Bosa.png.gif

Tiene una extensión total de 2.395,59 hectáreas, distribuidas en 5 Unidades de Planeación

Zonal (UPZ) así: Bosa Central: 29.9%, Tintal Sur 23,7%, Bosa Occidental 20,7%, Porvenir

16,7% y Apogeo 8,7%.; la localidad no tiene suelo rural.

50

A su vez se distribuyen en 381 barrios legalizados por Secretaría de Planeación. La UPZ

que tiene el mayor número de barrios es Bosa Occidental, seguida de Bosa Central y en menor

número Porvenir, Tintal Sur y Apogeo.

En el 2009, la localidad contaba con 554.389 habitantes, que representan el 7,7 % del total

de la población de la ciudad. La UPZ Bosa Central tiene una población de 214.767 habitantes,

abarcando el 47,7% de la población total. Bosa es la cuarta localidad con el porcentaje más

alto de población en pobreza y miseria, medida por el Índice de Necesidades Básicas

Insatisfechas NBI, respecto del total de su población de acuerdo con los resultados de la

Encuesta de Calidad de Vida (ECV) 2003. En las UPZ´s el Porvenir y el Tintal Sur tienen la

mayor cantidad de población en estrato 1, mientras que las UPZ´s Bosa central y Bosa

occidental tienen el mayor número de habitantes en estrato 2.

Figura 2. División por UPZs de la localidad de Bosa. Fuente: http://4.bp.blogspot.com/Mapa_Localidad_7_Bosa.png

En la actualidad, ante los indicadores de pobreza de la localidad de Bosa, que aumentan

día a día con la continua presencia de personas en situación de desplazamiento, sumado a la

situaciones de embarazo de madres adolescentes (243 adolescentes embarazadas de enero a

51

septiembre de 2008, CADEL 2008), entre muchas otras situaciones, se observa la necesidad

de recuperar el lugar de la comunidad como actor no solo consultivo, sino de toma de

decisiones frente a las problemáticas locales, en donde se vincula activa y propositivamente

a la ciudadanía en la búsqueda de respuestas integrales a sus necesidades, que permitan que

Bosa sea un mejor lugar para todos.

4.3.2 La organización social en la localidad de Bosa, fortalecida desde la

participación.

La construcción de los espacios de participación en la localidad de Bosa comenzaron en

el año 2004, en algunos casos no empezaron en los sectores sino en las comunidades

organizadas que demandan sus necesidades. Las acciones comunitarias en un principio

fortalecieron la respuesta de las instituciones representantes de los sectores, especialmente

de salud, educación e integración social, como escenario para la satisfacción de las

necesidades sociales y como respuesta ante las solicitudes de su población.

En el año 2005 estos tres sectores emprendieron una apuesta para intervenir de forma

integrada en la localidad. Como resultado de este primer espacio multisectorial, se observó

que las acciones desarrolladas no fueron puntuales, estaban dispersas y no generaron un

impacto para responder a las necesidades de la localidad, además se escucharon a las

comunidades pero se dejó de lado la participación de estas en las respuestas. Como

consecuencia se crea la primera articulación intersectorial que toma el nombre de Mesa

Interinstitucional, donde se establecieron acuerdos locales que conjuntamente le apostaron a

las instituciones y a la comunidad. Fue concertado como un espacio de participación

52

institucional y de participación comunitaria, como resultado se elaboró el Plan Zonal

Conjunto, articulado de acuerdo a las problemáticas sociales.

Posteriormente, en el año 2007 estos acuerdos fueron el pilar para el ejercicio de mesas

compartidas entre la institucionalidad y la comunidad organizada. Para finales del 2008, el

gobierno local, en cabeza de la Alcaldesa Diana del Pilar Betancourt, avaló la conformación

de la mesa de Gestión Social Integral y de Participación (GSIyP), con la representación de

sectores como: Secretaria de Salud, Secretaría de Integración Social, Secretaría de

Movilidad, Secretaria Distrital de Desarrollo Económico, Metrovivienda, Casa de la Igualdad

y el Convenio Fergusson.

A partir del 2010, el proceso de GSIyP fue orientado desde el equipo conductor, en donde

se planteó el desarrollo del trabajo de las mesas territoriales, priorizando el trabajo en

territorios sociales definidos en años anteriores. Es así como se desarrollaron acciones de

acercamiento con las comunidades. Posteriormente se iniciaron las mesas territoriales en

cinco territorios de la localidad (Apogeo, Tintal Sur, Bosa Central, Bosa Occidental y

Porvenir), con la participación aproximada de 1600 personas, donde surgieron las matrices

por núcleos problematizadores en el marco de los derechos, las matrices diagnósticas por

sectores y poblaciones a nivel local y la identificación de la oferta institucional con referencia

a dichos problemas.

Desde el 2011 se adelantaron ejercicios de territorialización de los problemas

identificados cada año anterior. La conformación de grupos primarios por territorio social de

los diferentes sectores, con el acompañamiento de las instituciones, permitieron dinamizar la

construcción de respuestas integrales para los Planes Territoriales de cada uno de los

territorios sociales, los cuales se posicionaron como insumo determinante para la

53

construcción del Plan de Desarrollo de Bosa en cada periodo de gobierno, y son socializados

con los candidatos a ediles de la localidad.

Finalmente, la ejecución del Proyecto N° 848 en el componente Fortalecimiento de

Expresiones Sociales, en el Plan de Desarrollo Local “Bosa participativa, incluyente,

ambiental y humana 2012 - 2015”, generó como resultado el fortalecimiento de 84

organizaciones locales en aspectos técnicos, logísticos, operativos y de visibilización,

rescatando el trabajo conjunto entre comunidades e institución.

Es importante el fortalecimiento de la organización social, puesto que las comunidades

conociendo la particularidad de sus entornos, las ofertas, las demandas, los sujetos, las

relaciones y las necesidades, evidencian los problemas presentes en las realidades de las

personas y los territorios. Así mismo, es urgente la recuperación de la confianza de las

comunidades en la institucionalidad, para generar soluciones, planes de respuestas y

propuestas, que queden plasmadas en la formulación del Plan de Desarrollo Local, desde su

vivencia en sus barrios, calles y casas.

54

5. Metodología de la investigación

En este apartado se describe la estrategia que se siguió en la investigación; desde el trabajo

preparatorio a la experiencia en campo, la dinámica en campo y finalmente el análisis de la

información recabada para la elaboración de las conclusiones. A continuación se detalla la

forma de trabajo de manera que sirva para entender cómo se llegó a los resultados, mostrados

en el siguiente capítulo.

La falta de estudios previos de esta naturaleza en la localidad de Bosa, tanto de

identificación de prácticas agrícolas en la ciudad, como de determinación del tipo de su

aportación al análisis social de las organizaciones, decidió el rumbo exploratorio de la

investigación (Hernández, 2006). El objetivo general de la investigación es aproximarnos a

la caracterización de la estructura social de las experiencias de la práctica de AU existentes

en la localidades de Bosa en Bogotá y su contribución a la dimensión social del desarrollo

comunitario. Se eligió un enfoque cualitativo, para lograr la búsqueda de las cualidades del

fenómeno social, de igual manera ha sido desarrollada con fines descriptivos e

interpretativos, como la estrategia para la exploración de las experiencias en los elementos

de capital social y referencial que soportan las dinámicas comunitarias. De forma general la

estrategia metodológica fue la siguiente:

1. Identificación de las prácticas de AU

2. Conducción de entrevistas semi-estructuradas

3. Observación en campo

4. Análisis cualitativo de la información recopilada

55

5.1 Trabajo previo al campo

Para la identificación de iniciativas relacionadas con la práctica de AU en la Localidad de

Bosa, en un primer ejercicio, se localizaron lugares e informantes clave con base en la

experiencia previa de la autora, por tratarse de una de las zonas de influencia de la empresa

donde labora.

Las primeras iniciativas identificadas estuvieron referidas a actividades a una escala

exclusivamente familiar muy pequeña, se identificaron diversos lugares dentro de la

localidad. En ese momento no hubo ninguna discriminación geográfica, de escala, de

antigüedad, de vocación, como educativa, comercial, para autoconsumo, entre otros, para

llegar a ser considerado dentro del estudio. El propósito era identificar la mayor cantidad de

experiencias que se encontraran funcionando.

La revisión bibliográfica de experiencias de AU a nivel internacional, nacional y distrital,

del desarrollo comunitario y capital social; permitió desarrollar el cuadro de categorías (Tabla

1), el cual señaló los criterios para definir las prácticas de AU que se iban a incluir en la

investigación.

Desde el punto de vista metodológico, el desarrollo de una investigación obliga a

delimitar, en sus inicios, los componentes esenciales del estudio. En los diseños de campo,

se definieron particularmente, la estipulación, la diferenciación, la relación de la unidad de

análisis UA y la unidad de observación UO, lo que resultó fundamental para delimitar la

muestra a tomar por la investigación.

Es así, como al definir nuestra UA tenemos que es el rango de experiencias de la práctica

de AU existentes en la Localidad de Bosa en la ciudad de Bogotá, pero al revisar nuestros

antecedentes, conceptos y teorías, definimos la UO como las prácticas de AU que tengan

56

experiencias y procesos de alianzas que fortalezcan la comercialización frecuente, es decir

que su experiencia no solo se haya quedado en el autoconsumo.

Tabla 1.

Categorías de análisis de las prácticas de AU en la localidad de Bosa.

FASES DEL

PROYECTO CATEGORIAS

INFORMACIÓN ENCONTRADA DESDE LAS

ENCUESTAS

Organización Social

ELABORACIÓN

DEL PROYECTO

Planteamiento del proyecto La comunidad o las instituciones.

Marco de lectura de la

realidad

Ideas o percepciones de la realidad que orienta la

dirección que seguirá las acciones de los grupos.

Problemática identificada

Situaciones o condiciones puntuales identificadas en la

comunidad a partir del marco de lectura de la realidad

que se pretende impactar con la implementación del

proyecto.

Propuesta de solución Es una idea de la organización que quiere llevarse

adelante y que se ordena a través de un plan de acción.

GESTIÓN E

IMPLEMENTACIÓN

Relaciones entre las visiones

y otros actores sociales.

Relación entre marcos de lectura de la realidad

institucionales y comunitarios entorno a la realización

del proyecto, mediante el intercambio de información y

la construcción de consenso.

Relaciones entre las

condiciones simbólicas y

otros actores sociales.

Relación entre las posibilidades que ofrece el marco

legal y referencial de las instituciones y las posibilidades

de interacción que ofrece la comunidad en términos de

sus necesidades, sus exigencias, sus aspiraciones y

formas de trabajo.

Relaciones entre las

condiciones materiales y

otros actores sociales.

Encuentro entre los recursos económicos, humanos,

materiales.

Destinados por instancias distritales o locales.

Relaciones entre los recursos

inmateriales con su entorno.

Comprenden el encuentro entre la información

manejada, percibida, interpretada por las comunidades,

según su cultura particular y que tiende a evaluar según

su propia escala de intereses, objetivos y valores.

RESULTADOS

Relaciones establecidas

Tramas sociales, relaciones que constituyen los actores

en el entorno participando en las diferentes actividades.

Las relaciones se analizan en términos de vínculos, y

actividades de observación.

Capital social simple Sistema de interacción que teje los participantes con

otros para el cumplimiento de sus objetivos.

Capital social ampliado Sistema de interacción que construye la organización a

través de vínculos complementarios y de intermediación.

Fuente: Elaboración propia, adaptado de Vélez (2007)

57

5.2 Trabajo de campo

5.2.1 Recorridos exploratorios.

El trabajo de campo se realizó entre enero y noviembre de 2015, iniciando con recorridos

a las zonas ubicadas con antelación. Durante estos recorridos se identificaron líderes

comunitarios que expresaban reconocer otras actividades de AU, además se contó con el

apoyo de un contratista del Jardín Botánico de Bogotá, responsable de las prácticas de AU

en la localidad de Bosa, el cual referencio los grupos que él conocía. Todas estas experiencias

fueron visitadas.

5.2.2 Selección de la muestra.

Con base en la UO, uno de los criterios que se generaron a partir de los recorridos y el

contacto inicial con los primeros entrevistados, inicia desde el proceso de desarrollo del

proyecto en sus fases de: (i) elaboración del proyecto, (ii) gestión implementación y (iii)

resultados de los mismos. La primera fase se enfocó en las lógicas de procesos como son los

formuladores del proyecto, marcos referenciales del contexto e identificación de las

problemáticas y finalmente la construcción de las propuestas de solución.

La fase de gestión e implementación del proyecto se centró en las relaciones entre el

entorno y los actores involucrados alrededor del tema de AU, para la construcción de tramas

sociales a partir de nuevos objetos vinculantes. Esto incluyó el tipo de relaciones establecidas

a partir de las actividades desarrolladas, los roles que identifican a los actores que contribuyen

a la caracterización de las relaciones y los sistemas de poder que representan las dinámicas

58

de la organización comunitaria. Finalmente, la evaluación del proyecto en términos de

impacto en el fortalecimiento del capital simple y ampliado que lleva a hablar de relaciones,

redes sociales y tejido social, propiciado tras la implementación del proyecto, incluyó

aspectos relacionados con la interacción, articulación y negociación con el entorno. Los

actores vinculantes de los entornos, el conocimiento y la comunicación con otros actores que

inciden en el proceso, esto en términos de las posibilidades de sostenibilidad y transferencia

del proyecto, en la medida en que la trama de relaciones establecidas al ritmo que se

complejiza, dote de mayor poder a los actores comunitarios que a los institucionales, que

logré generar otras propuestas de intervención.

Es preciso aclarar que se utilizó un muestreo intencional, (Patton, 1990) característico de

la investigación cualitativa, en el que se selecciona a los entrevistados o experiencias con

base en su potencial para informar sobre un tema en particular.

Del muestreo aleatorio se logró identificar 42 huertas con diferentes tipologías, de las

cuales 20 huertas conforman la muestra de la investigación. “El método cualitativo, haciendo

uso del muestreo intencional (no probabilístico), pretende profundizar en aspectos concretos

de la realidad social, a través de la interpretación y análisis de los discursos de los actores

sociales, sin perseguir la generalización de los resultados a la población en general en

términos del error calculable estadísticamente” (Izcara, 2007: 21).

Estas huertas aunque han tenido el apoyo de varias organizaciones como ONG´s,

universidades, el Jardín Botánico de Bogotá, entre otros, se caracterizan porque han estado,

desde sus inicios, orientados por la organización comunitaria Semillas Vida y Paz

(SEMISVIPAZ).

59

5.2.3 Realización de entrevistas.

Habiendo definido los procesos de AU, así como la estrategia de muestreo dentro de las

variables definidas, se procedió a la recolección de datos, los cual fueron desarrollados con

los participantes de la organización SEMISVIPAZ y participantes de las 20 huertas.

Se emplearon dos técnicas de recolección de información: (i) la observación de los

participantes (anexo 1) y (ii) las entrevistas semi-estructuradas, con base en el cuadro 1, que

implicó la presencia en terreno durante un periodo de siete meses. Lo cual facilitó la

interacción del investigador con la organización, para identificar las funciones de cada actor,

participar en las dinámicas de la organización y estructurar los vínculos establecidos en su

entorno.

5.3 Ordenamiento de datos

Mediante la codificación de los datos recolectados fue posible clasificar la información.

A partir de la guía de observación se tabularan (anexo 2) las respuestas para presentarlas en

formas de gráficas o tablas y hacer sus respectivas reflexiones. La información recolectada

con el cuadro 1, se realizó el ordenamiento los datos en dos momentos: (i) la transcripción

de las entrevistas (anexo 3), (ii) la construcción de una rejilla, para organizar las respuestas

generales de la información que se encontraba en las entrevistas (anexo 4) y construir las

reflexiones por parte del investigador.

60

5.4 Interpretación de datos

Debido a que el ejercicio metodológico es de tipo descriptivo, se plantearon una serie de

estrategias para analizar la información que permitió la construcción de una visión clara de

lo que nos preguntamos. Sin embargo, la metodología exigió la contrastación continua entre

los datos recolectados en el trabajo de campo, con la teoría y conceptos que permitieron la

riqueza de la indagación.

La estrategia de análisis se realizó desde la etnografía, la cual propone una comparación

constante a través de una construcción secuencial y deductiva que permite cualificar

permanentemente la indagación. En este proceso se logró la construcción de una

investigación en la cual los actores más allá de su participación se recrearon como narradores

de sus historias personales y colectivas.

61

6. Resultados y análisis de los resultados

6.1 Contexto social en la formulación de los proyectos de agricultura urbana en la

localidad de Bosa

En el período de gobierno del Alcalde Mayor Luis Eduardo Garzón (2004 – 2008), más

de un millón de bogotanos, especialmente niños, mujeres gestantes y ancianos, se

diagnosticaron dentro de una situación de desnutrición debido a sus condiciones de pobreza.

Para afrontar esto, la administración distrital creó el programa Bogotá Sin Hambre, una

estrategia que buscaba satisfacer las necesidades alimentarias de más de 625.000 ciudadanos.

Después de identificar las localidades más vulnerables, dentro de las que se encontraron

Ciudad Bolívar, Usme, Bosa, San Cristóbal, Rafael Uribe Uribe y Suba, el Distrito empezó

a seleccionar los lugares donde funcionarían los Comedores Comunitarios; iglesias, colegios,

salones comunales y fundaciones, se convirtieron en los escenarios a los que diariamente

asistían para recibir lo que se convirtió algunas veces en su única comida del día. Incluso

muchos de estos lugares ya prestaban este servicio desde hacía varios años y fueron incluidos

en este programa.

En la estrategia de Comedores Comunitarios del Distrito se definió la forma en que los

usuarios debían ser incluidos socialmente al circuito económico de la ciudad. Se estipuló

como componentes que permiten este proceso, i) realizar talleres de sensibilización dirigidos

a participantes del comedor; ii) referenciar los servicios sociales básicos del Estado, iii)

fortalecer los procesos de organización de la población usuaria, vi) reforzar los procesos de

organización en redes de oferentes y v) desarrollar mecanismos de sostenibilidad. Por lo

tanto, una de sus finalidades fue formar a los usuarios en la apropiación del territorio y así

62

mismo fortalecer los procesos de desarrollo de proyectos sociales productivos enfocados a

mejorar su calidad de vida y contribuir al tejido social. Las propuestas de estos grupos

sociales estuvieron enfocados desde diferentes actividades, entre ellas: tiendas comunitarias,

satélites de costura y agricultura urbana.

En este caso el proyecto de agricultura urbana, estuvo acompañado por otras

organizaciones del Distrito como el Jardín Botánico de Bogotá, la Secretaria de Ambiente,

universidades o el componente de responsabilidad social y ambiental de los hospitales de

primer nivel de las localidades.

6.2 Características de las dimensiones de la organización e identificación del sistema

organizacional

El trabajo de campo realizado entre los meses de enero y marzo de 2015, permitió elaborar

las preguntas orientadoras para definir las dimensiones de la organización comunitaria.

6.2.1 El proyecto.

Esta dimensión es entendida como la idea que la organización tiene para llevar a cabo su

objeto social, y con ella genera su plan de acción. Se tuvieron los siguientes criterios para

caracterizar la planificación del proyecto de las prácticas de AU encontradas en la localidad

de Bosa de Bogotá: momento, actividad, proyección, metas, expectativas.

En los siguientes apartados se hace una descripción detallada de las características de la

planeación del proyecto, a partir de las entrevistas realizadas.

63

A través del comité de usuarios del Comedor Comunitario El Palmar, conformado en el

año 2007, los participantes se fortalecieron en temas como soberanía, autonomía y autoctonía

alimentaria. Después de casi dos años de formación, incluyendo encuentros y demás

actividades de inclusión social que se llevaron a cabo en este lugar, un grupo de mujeres se

organizaron y comenzaron a gestionar capacitaciones en diferentes temas con el fin de

volverse productivas. Tuvieron la necesidad de organizarse para buscar recursos materiales,

como el apoyo económico, e inmateriales, como las capacitaciones, alianzas, entre otros, para

iniciar un proyecto productivo que lograra satisfacer sus necesidades.

“Era la única manera de luchar contra todo este sistema y contra la vulnerabilidad que

tenemos, realizando trabajo social, es haciendo algo real por la comunidad. Empezamos a

agrupar mujeres desde el comedor y con el apoyo del Hospital Pablo VI logramos

capacitarlas en gestoras. El hospital nos regalaba la bienestarina y nosotros se las

entregábamos a las que asistieran a los talleres” (LD, entrevista 2015).

A partir de las capacitaciones e integrándose a los comités de usuarios de seis comedores

comunitarios de la localidad, como lo fueron: Bosques de Marylan, San Bernardino,

Manzanares, La Paz, Centauros y San Eugenio, los cuales hacían parte de la Secretaría de

Integración Social, conformaron la organización MULTIRED. Esta organización postuló su

proyecto productivo al Programa de Fortalecimiento de Organizaciones Sociales de la

Fundación Social, en el cual fueron beneficiados con un apoyo económico.

“Los ejes de la política pública cuando Lucho Garzón los hizo para la Bogotá sin Hambre

eran darle de comer el 35% del alimento a la persona en condición de vulnerabilidad,

formarlo, hacer organización social y hacer proyectos productivos; yo creo en eso, yo soy

producto de eso… no con los tallercitos pendejos que dan los inclusores sino ir más allá”

(LD, entrevista 2015).

64

Su proyecto productivo tenía como finalidad realizar productos de aseo y aprender sobre

agricultura urbana, talleres que gestionaron y fueron desarrollados.

Posteriormente, formaron el Movimiento Alimentario de Bosa, en donde se aliaron con

otras organizaciones como la Escuela Popular de Artes y Oficios – EPAO y Vida Digna. Con

el Movimiento se generaron nuevas metas como el crecimiento del proyecto productivo

uniéndose a otras redes y con una proyección ambiciosa de comercialización. Utilizando los

recursos económicos que les quedaban, orientaron la propuesta de aprendizaje sobre los

procesos de agricultura urbana, para que la fabricación de sus productos de aseo con químicos

no contaminara ambiente, y a mediano plazo fueran biodegradables.

“Todos los comedores necesitan productos de aseo, entonces nos los pueden comprar y

si aprendemos sobre agricultura urbana los podemos llegar hacer biodegradables, como nos

llamamos Movimiento Alimentario, se unía con el tema del alimento, lo medicinal y los

productos de aseo” (LG, entrevista 2015).

Iniciaron el proyecto de agricultura urbana en las terrazas de las casas donde habitaban

varios integrantes del grupo y las de algunos vecinos, con la colaboración de todos realizaron

el montaje de las huertas. Además, arrendaron una casa en donde construyeron un

invernadero en su terraza. Especialmente las mujeres iban con los niños a sembrar. Para

impartir los talleres contrataron a un asesor, el cual también los apoyó a gestionar insumos

con la Fundación Yakonia.

“Un joven que contratamos con el dinero que nos dio Fundación Social nos comenzó a

capacitar a todos los del movimiento y los del comité de participantes del comedor donde

estábamos, éramos alrededor de 30 personas, sobre agricultura urbana, al igual se

compraron los insumos para la fabricación de los productos de aseo” (TQ, entrevista 2015).

65

“Nosotros no aprendimos agricultura urbana con el joven que nos capacitaba, sino con

una señora que venia del Tolima y llevaba mucho tiempo realizando un compostaje

utilizando el desperdicio de la cocina y echando en canecas grandes en la terraza de su

casa… cuando se hizo el montaje de la huerta de ella las acelgas median como un metro…

ella fue la que nos enseñó; tanto así que el joven de la universidad monto un proyecto que

se llama Centro de Investigación de la Agricultura Urbana” (TQ, entrevista 2015).

Al finalizar las capacitaciones del proyecto de agricultura urbana, el Movimiento

Alimentario de Bosa se dividió, debido a que no se cumplió con su finalidad, la cual consistía

en fabricar productos de aseo biodegradables y buscar los mecanismos para comercializarlos.

“Ellos continúan haciendo los productos de aseo con químicos y eso nos enojó, cuando

se termina el proyecto nos entregan todo lo de agricultura urbana y hasta hoy lo hemos

multiplicado como SEMISVIPAZ” (LG, entrevista 2015).

Las personas beneficiadas por los talleres de AU que se separan del Movimiento

Alimentario de Bosa, afirman que lo hicieron porque percibieron que el proceso tenían

limitaciones como la decisión del facilitador en priorizar las técnicas exclusivamente de

cultivo y producción, no reconocía los conocimientos que tenían las personas sobre el tema,

no se practicaba lo aprendido, no se realizaba la producción de productos de aseo

biodegradables y no existencia la proyección para construir la cadena de comercialización y

vender lo que sembraban y producían. Entonces, deciden reformular su propuesta y

conforman la organización SEMISVIPAZ, Semillas de Vida y Paz, organización de primer

grado.

Desde el programa de Comedores Comunitarios se fortaleció en los usuarios la confianza

(uno de los componentes más importantes del capital social), desde las relaciones de soporte

y seguridad que se garantizaban en los servicios que ofrecían y donde ellos eran beneficiarios,

66

es decir, la porción de alimento y las capacitaciones en temas de nutrición, derechos y

proyectos productivos que se ofrecían desde el comedor, propiciaban estructuras formales

producidas y legitimadas en la estructura social. Por otro lado, las relaciones de confianza

entre iguales también fueron creciendo, basados en características que recaen en semejanzas

sociales, como explica Zucker (1986), el que confía y el sujeto de la confianza pertenecen al

mismo grupo social o comunidad. Pero, como lo afirma Narayan (1999), las relaciones de

confianza también son regidas por: intereses, reglas, normas, obligaciones y reprocidades,

para que puedan surgir. Por lo tanto cuando uno de estos elementos no se cumple estas

relaciones se van debilitando.

Es así como las personas que fueron formadas se lograron reorganizan, puesto que tenían

un capital social acumulado. Esto se dio debido a los recursos ganados en el grupo social al

que pertenecían, estos recursos se representaron en económicos (el dinero que les sobró),

conocimientos (las capacitaciones a las que asistieron), que los llevó a tener una mayor

apropiación del territorio, contactos (las personas con las que se relacionaron) y un

reconocimiento y posicionamiento en la comunidad por defender sus ideas e imaginarios.

El nombre de la organización SEMISVIPAZ se enmarcaba en una realidad social, que

daba cuenta de su finalidad.

“Este nombre nace porque nosotros empezamos a crear las semillas en las mujeres,

empezamos a formarlas, empezamos a cambiar el chip, porque los niños de nuestras mujeres

estaban en barras futboleras, estaban en otras cosas y tenían muchas necesidades. Para que

la mujer no abandonara los niños, empezamos a gestionar como formarlas para que ellas

pudieran estar en la casa y hacerlas productivas” (LD, entrevista 2015).

67

El objetivo más importante que tenían las mujeres como organización era la de ser

productivas, formadoras y educadoras de sus familias, alrededor de la soberanía, la

autonomía y la autoctonía alimentaria por un derecho digno a una alimentación,

“En nuestro objetivo la agricultura urbana entra, porque la agricultura urbana forma,

educa y produce” (LD, entrevista 2015).

Aprendieron agricultura urbana y se especializaron en elaborar postres y refrigerios, con

un toque ecológico y orgánico. Otra tarea era la de unirse a organizaciones que hicieran lo

mismos que ellas, que tuvieran objetivos similares y así fortalecer su trabajo.

“Siempre pensamos en hacer parte de redes, porque pensamos que las alianzas son muy

importantes, por eso nos unimos a la Unión Nacional Agroalimentaria de Colombia - UNAC,

Agropolis y Red de Semillas Libres, para trabajar en red, la organización tenga un

posicionamiento y mantener informado y formado” (LD, entrevista 2015).

Después de la experiencia que habían adquirido los integrantes de SEMISVIPAZ en la

conformación como organización social y la importancia de definir los objetivos que

priorizaron su labor; lograron definir cuales iban a ser los propósitos para desarrollar el

proyecto de agricultura urbana en su localidad.

6.2.1.1 Propósitos del Proyecto.

Los propósitos del proyecto fueron asumidos de manera diversa, por los actores

comunitarios, estos son: producción de alimentos, volver a cocinar, el reencuentro con la

tierra, transformación de alimentos y construcción de la cadena de comercialización.

Los cinco propósitos identificados pueden ser agrupados en dos categorías, que logran

motivar a los participantes y dotar de sentido y significado sus actividades, propiciando el

establecimiento de tramas vinculares.

68

La primera categoría la denominamos Apropiación del Territorio, desde la

identificación simbólica, la cual se vincula con los procesos afectivos, cognitivos e

interactivos, es decir, una forma de comprender y explicar la manera como se generan las

relaciones que las personas mantienen con los espacios desde tres posibilidades de vínculo:

consigo mismo, con los otros y con el entorno (Vidal y Pol, 2005).

Los propósitos que se agrupan en esta categoría son: producción de alimentos, volver a

cocinar y el reencuentro con la tierra.

Producción de alimentos: Los actores comunitarios encuentran por medio del uso

productivo de los espacios una forma de dinamizar las interacciones familiares y vecinales.

La huerta se constituye en un nuevo productor de bienes y recursos, que pueden ser

consumidos e intercambiados. Además se generan estrategias de sensibilización para conocer

acerca de los alimentos y cómo se deben consumir, de esta manera convertirse en

consumidores conscientes que apoyan a los pequeños productores.

“Les enseñamos como es la diferencia de la lechuga que cultiva ella en su casa, a la

lechuga que compran en la tienda, que no sabe de dónde viene y como viene el producto”

(LG, entrevista 2015).

“Aprendemos de donde traen los aguacates, de donde traen la cebolla, el tendero dice

que viene de abastos, pero de abastos puede venir de cualquier lugar del mundo” (TQ,

entrevista, 2015).

“Cuando empezamos a buscar como llegaban los alimentos a la tienda, contamos casi

cuatro manos por las cuales habían pasado antes, en donde habían sido sembrados y como

trataban el cultivo, así que nos dimos cuenta lo mucho que pagamos por cosas que no nos

69

alimenta mucho… porque aprendimos que cuando usan químicos apresuran la cosecha y los

nutrientes se pierden” (EM, entrevista 2015).

“Me motivó mucho el saber de qué en mi casa puedo tener otras cosas porque con la

plata que gastaba comprando hortalizas que ahora cultivo puedo cubrir otras necesidades y

me rinde la plática, y que muchas veces no podía meter a la bolsa porque muchas veces se

va usted a hacer mercado y no le alcanza la plata, entonces me motiva eso, de tener las cosas

que uno de pronto no está en capacidad, si ve, tener las cosas que en otros tiempo no se

podían tener y cómo no me voy a motivar si es un beneficio para mí, mis hijos y otra gente,

yo no trabajo para mí sola, antes me choca cuando una persona que puede tener cosas no

trabaja” (ER, entrevista 2015).

“Es una ayuda para nosotros, para compartir con el vecino que es mi amigo y con el que

necesite, entre más alimento se saque de ahí más se puede uno ayudar, muchas veces necesita

uno una cebolla, un tomate y poder sacarlo de ahí” (LG, entrevista 2015).

Volver a cocinar: En torno a este propósito los actores buscan recuperar la utilización de

los alimentos autóctonos por medio de nuevas recetas para motivar su consumo. Las personas

desconocen muchos de estos alimentos que realmente aportan valor nutricional a nuestra

dieta, además muchas veces no saben cómo prepararlos para consumirlos, puesto que tienen

en muchas ocasiones sabores, colores y presentaciones que no son del agrado de todos, como

son los cubios, las chuguas, la guatila, entre otros.

La calidad de los alimentos que actualmente consumimos dista mucho de lo que se podía

obtener en el pasado. Exceso de químicos, alta concentración de pesticidas, productos

procesados con altísimos índices de sodio, entre otros, son un denominador común que

genera la necesidad de producir alimentos sanos para mejorar nuestra nutrición.

70

“A los niños no les gusta mucho las verduras, porque a veces se ven feas y no saben tan

rico. Cuando entramos a aprender sobre las huertas me llamó mucho la atención cuando

decían volver a cocinar, porque nos enseñaban recetas con lo que sembramos y a sembrar

otras cosas diferente a solo la lechuga” (LD, entrevista 2015)

“La ausencia de cosas frescas en nuestro platos nos hizo olvidar las buenas

preparaciones, nos acostumbramos a comprar cosas procesadas y llenas de químicos, es

más fácil comprar la salsa de tomates que hacerla en casa y con verduras frescas” (IM,

entrevista 2015).

“En un encuentro vino una persona que se ganó el Festival de Gastronomía del Jardín

Botánico, porque nos querían enseñar aprender a consumir las cosas no como nos lo

enseñaron nuestros abuelos que decían eso es cocinar ahí y echarle el guisito y cocinarlo

con marrano, pero a mucha gente no le gusta el sabor, pero mire que tan bonito cuando nos

dice la chica lo que yo hago es poner a cocinar los cubios o las chuguas a parte, poner a

hervir agua al tiempo el hecho es cuando eche el primer hervor le votas esa agua a las dos

cosas y le vuelves a echar el agua caliente, el sabor cambia pero no pierde las propiedades”

(IM, entrevista 2015).

Reencuentro con la tierra: La huerta se ha convertido en el espacio y la oportunidad para

el reencuentro con la tierra. Para algunos es su primer encuentro con las labores agrícolas. El

trabajo de la tierra en espacios reducidos como la huerta, y la poca dependencia alimenticia

de los productos resultantes, ofrecen posibilidades de disfrutar actividades, convirtiéndolas

en un espacio para la recreación y el esparcimiento. Podría considerarse como una práctica

terapéutica.

71

“Esto me fascina, estoy haciendo los semilleritos y cada momentito voy y me asomo y ver

que salen más y más planticas, eso es hermoso… Ya a uno le da alegría que una persona

siembre, muchas personas que no sabían, y para mí, así esté enseñado es un milagro que

nazca una mata de cebolla, que quiero hacer una ensalada, ahí están las cosas para

hacerla…Yo la relación que he tenido con la tierra es aquí y nada más, yo no la he tenido,

yo fui de visita a una finca no más, pero que yo diga que me voy a ir a coger café o a sembrar

esta mata, no, porque no soy amante a las matas, mi mamá sí, de pronto estaba enseñada

cuando pequeña” (TQ, entrevista 2015).

“Lo que nosotros estamos pidiendo a los Ediles de Bosa, nosotros queremos que se

impongan 60 horas de agricultura urbana obligatorias en los colegios, si la gente aprendiera

a sembrar desde pequeñitos, a cuidar otro seria nuestro futuro, los únicos que tienen derecho

a cultivar y tener 120 horas son los campesinos” (LD, entrevista 2015).

La segunda categoría la identificamos como Construcción y Activación de Redes

Sociales, en ella agrupamos los propósitos que han dinamizado las relaciones de los actores

para reactivar la vida social del territorio que habitan.

Los propósitos agrupados en esta categoría son: transformación productiva y construcción

de cadenas de mercado.

Transformación productiva: Para los actores comunitarios este objeto es especialmente

relevante en la medida en que los vincula en torno a los saberes propios, puesto que participan

y comparten sus conocimientos en la transformación del cultivo.

72

“En nuestro grupo de compañeros hemos aprendido a hacer yogurt de Yacón, de sábila

y guatila, porque en nuestras familias, y la gente en general no les gusta consumir estos

productos. Entonces al transformarlos guardamos sus propiedades y los presentamos de

otras formas. Es importante consumirlos porque sirven para controlar la diabetes, regulan

el tema del azúcar en la sangre, todo lo que hace la sábila, limpiar nuestro organismo” (LG,

entrevista 2015).

“Hemos aprendido hacer mermeladas, encurtidos, antipastos, postres, dulces y hasta

compostaje… para realizar esos talleres en donde aprendemos estas cosas es fácil entre

nosotras conocemos o vamos hablando de lo que hemos hecho o que conocemos una persona

que sabe hacer algo como una pomada y la invitamos a que conozca el grupo y que comparta

con nosotros lo que sabe, entonces es chévere porque todos aprendemos y reconocemos lo

que han aprendido otras personas” (IM, entrevista 2015).

Construir cadenas de mercado: Una de las debilidades que tiene la AU es la cadena de

comercialización, porque las personas se apropian de los conocimientos, descubren

diferentes habilidades, realizan el ejercicio de sembrar, consumen sus alimentos, los

transforman, pero no tienen un espacio, un mercado donde venderlos, donde

comercializarlos. Por tal motivo este propósito se convierte en la gran meta del proyecto,

porque es el que le brinda la sostenibilidad.

“Yo entiendo la soberanía alimentaria como: donde podamos sembrar lo que queramos

según nuestras culturas y así mismo consumirlas hacer intercambios de productos

realizando una economía popular justa y responsable” (LD, entrevista 2015).

A partir de la definición de sus propósitos, se observan los procesos socioculturales en

donde los integrantes, mediante un ejercicio de participación, exponen cuales debería ser los

73

componentes del proyecto para garantizar que las intervenciones realizadas generen

trasformaciones en las relaciones de las personas - el uno se vea reflejado en el otro- y con

su entorno. Prevalecen temas como: la política pública, la educación ambiental, el rescate de

las tradiciones, entre otros, mediante el diálogo de saberes, el intercambio trans-generacional,

la cultura agrícola y la construcción de la cadena de comercialización. Al igual que

implementar estrategias para construir y re-construir las relaciones de confianza que

favorezca a resolver problemas de acción colectiva, y a su vez permitan mejorar los niveles

de desarrollo.

6.2.2 La estructura organizativa y las condiciones internas del trabajo.

Entendida como el conjunto de roles que se han establecido en la organización y generan

satisfacción individual y colectiva. Para caracterizar esta dimensión se tuvieron los siguientes

criterios que se desarrollan en el proyecto: como se establecen las relaciones, normas de

reciprocidad y equilibrio de poderes en la relación.

En los siguientes apartados se hace una descripción de las características, encontradas

mediante la aplicación de los instrumentos: de entrevista semi - estructurada y la observación

en campo.

Al referirnos a las interacciones sociales, estamos hablando del inter-juego de roles que

en ella se producen, es decir, que los sujetos asumen cierta posición en las tramas vinculares,

acorde con sus expectativas y las de otros. “El rol es la función social que asume un sujeto

y/o que le es adjudicada por los otros y que resulta de un proceso de internalización que se

inscribe en otro más amplio: la socialización del individuo”

En las relaciones vinculares generadas en el proceso desarrollado a través del proyecto de

AU acompañado por la organización SEMISVIPAZ, se establecieron una serie de funciones

74

que correspondieron a los participantes en el proceso. Éstas se desarrollaron a partir de una

distinción entre las actividades, funciones y responsabilidades propias de: los actores

comunitarios (huerteros, vecinos, la Junta de Acción Comunal) y algunos actores

institucionales como el JBB.

De tal forma que estos comprendieron el espectro de actores que interactuaron y se

afectaron mutuamente, dando paso a dinámicas de la organización comunitaria que

conllevaron a las dinámicas de sistemas de autoridad, el establecimiento de roles y funciones

sociales que permitieron el funcionamiento del proyecto y la creación de redes sociales.

Las relaciones partieron de diferentes actividades que se realizaron para fortalecer el

proceso, a continuación se realiza la descripción de ellas.

La convocatoria a la comunidad: Las mujeres que integran la organización SEMISVIPAZ

asumieron la función de ofrecer los procesos de AU a diferentes grupos sociales en la

localidad. Los primeros convocados fueron los colegios, identificando como prioridad los

colegios en donde estudiaban sus hijos.

“Pasamos a los colegios, les ofrecimos trabajar, hacer huertas, creemos que alrededor

de la agricultura urbana se pueden formar personas valiosas y más en los niños y jóvenes, y

nos abrieron las puertas” (LG, entrevista 2015).

No solo trabajaban con los niños, niñas y docentes, si no que convocaban a padres de

familias que los quieran apoyar, aprender y compartir sus conocimientos. En los colegios han

formado siete (7) huertas, en la Tabla 2 se observa los núcleos de formación de AU.

75

Figura 3. Fotografía de los niños del IED Kymi Pernía,

realizando semilleros.

Figura 4. Fotografía de los niños del Colegio

Marmatos, trasplantando plántulas.

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Tabla 2.

Instituciones educativas que desarrollan el proyecto de Agricultura Urbana acompañados de

SEMISVIPAZ.

UPZ

BARRIO

ORGANIZACIÓN

POBLACIÓN

EXPERIENCIA

Bosa Central Naranjos Colegio Carlos Albán sede A

Niños, jóvenes, docentes y padres

Cultivo escolar comunitario

Bosa Central

José María Carbonelle

Colegio Carlos Albán

sede B

Niños, jóvenes y docentes

Cultivo Escolar

Bosa Central

El Jardín

Colegio Carlos Albán

sede C

Niños, jóvenes,

docentes y padres

Cultivo escolar

comunitario

Bosa Central

Carlos Albán Colegio Guimarc

Niños, docentes

Muro Verde

Bosa Central

Mira Flores II

Colegio Marmatos

Niños, jóvenes y docentes

Cultivo escolar

Tintal Sur

San Bernardino IED Kymi Pernía

Niños, jóvenes, docentes y padres

Cultivo escolar

comunitario

La convocatoria en los comedores y centros comunitarios, fue una de las tareas

desarrolladas por los líderes y organizaciones de esas comunidades. Un detonante para la

asistencia fue la gratuidad del proyecto y otro, que las personas que enseñaban hacían parte

de la comunidad. Las prácticas de siembra de cultivos de alimentos y plantas medicinales no

eran extrañas para los habitantes de Bosa, algunos de ellos practicaron la agricultura urbana

en pequeños espacios de sus casas, como patios y terrazas, mediante el voz a voz se lograba

identificar a estas personas para reunirlas. Actualmente, en los centros comunitarios existen

13 huertas, en la Tabla 3 se observan los núcleos de formación de AU.

77

Tabla 3.

Centros Comunitarios que desarrollan el proyecto de Agricultura Urbana acompañados por

SEMISVIPAZ.

UPZ

BARRIO

ORGANIZACIÓN

POBLACIÓN

EXPERIENCIA

Porvenir

Porvenir

PAS Porvenir (Punto de atención Social)

Adultos mayor, jóvenes y niños

Huerta comunitaria

Apogeo

Bosa Nova

Casa de la Igualdad

Jóvenes y adultos

Cultivo en terraza

Bosa Central Carlos Albán Demostrativa Adultos, jóvenes y niños Cultivo de terraza

Bosa

Occidental

La Independencia Familia Adulto mayor Cultivo en lote

Bosa

Occidental

Danuvio Azul

Familia Niños, jóvenes y adultos

Cultivo familiar y comunitario

Bosa

Occidental

Villa Clemencia Familiar Niños, jóvenes y adultos

Cultivo

comunitario patio

Apogeo

Apogeo

Fundación

Niños, jóvenes y

Adultos

Cultivo

comunitario

vivero y

especies

menores El porvenir Santa Marta Jardín Social Santa

Marta

Niños y comunidad Cultivo en terraza

Bosa Centro Bosa Junta de Acción

Comunal - JAC

Adultos Cultivo en lote

El porvenir Caldas Comedor Nueva

Colombia

Niños y comunidad en

general

Cultivo en terraza

El porvenir El Anhelo ONG Fundanhelo Madres comunitarias

y niños

Cultivo en lote

Bosa Central El Jardín Demostrativa Adultos, jóvenes y niños Cultivo en terraza

Bosa Central

Islandia Familiar Niños, jóvenes y adultos

Cultivo

comunitario lote

“Las reuniones al principio se hicieron en el comedor. Yo cité a una primera reunión y

no vino casi nadie y después a la segunda si vino más gente. Luz Dary nos contó del

programa, en qué consistía, que la gente no tenía que dar un peso, entonces ya eso motivó

un poquito más a la gente y me acompañó a esa reunión, vinieron unas 35 o 40 personas”

(AS, entrevista 2015).

“Se eligió un día y una hora para realizar las reuniones y los talleres, en el comedor nos

citaban y a nosotros nos gustó. Nos dijeron que era para aprender sobre agricultura urbana,

y a nosotros nos gustó” (IM, entrevista 2015).

78

Dentro de las estrategias de convocatoria, resultó imprescindible el contacto con los

líderes en el barrio, esto implicaba el reconocimiento de las figuras de poder y la legitimación

del proceso al interior de las comunidades. Los integrantes de la organización hacían parte

de la Mesa de Seguridad Alimentaria de Bosa, canal que les permitió conseguir aliados

comunitarios, para contribuir en la potenciación del proceso siendo parte.

Figura 5. Fotografía de los adultos mayores en el lote de la huerta de

la JAC, realizando labores de mantenimiento.

79

“Como hacemos parte de la Mesa de Seguridad Alimentaría de la Localidad de Bosa

desde allí hemos podido tener aliados como los presidentes de la juntas, los del comité

ambiental, los referentes, que nos ayudan a muchas cosas, una de esas es a convocar en los

diferentes lugares para realizar los procesos de agricultura urbana. Porque así cumplimos

con nuestros objetivos y los de ellos. Pero a veces hay que pelear mucho porque a veces

toman nuestras actividades para sacar pecho de lo que no han hecho. Cuando ellos convocan

la gente ya casi no les cree…Por ejemplo en la Casa de la Igualdad nuestro grupo de

agricultores han hecho visualizar más este espacio para que utilicen los servicios que dan”

(LD, entrevista 2015).

En el proceso de convocatoria se puede analizar, que al privilegiar ciertas comunidades

para iniciar los procesos de AU, debido a su proximidad geográfica, a sus intereses y a sus

valores compartidos, se favorece la confianza en las relaciones, puesto que conocen y

reconocen sus esquemas mentales, las situaciones de vida, aspiraciones y problemas.

Figura 6. Fotografía de los participantes de la huerta de la Casa de la

Igualdad, realizando un taller de tubulares dirigido por una persona externa.

80

Visitando y observando se fueron motivando: Una de las estrategias de mayor impacto a nivel

motivacional fue la observación de otras huertas, asumida como la materialización del

discurso que inicialmente se llevó a las comunidades.

El encuentro con lo real, con lo concreto, con lo tangible, es el encuentro con la

credibilidad respecto al proyecto. A esto se suma la posibilidad de sacar a los participantes

de su ambiente cotidiano, hacia la exploración de otros ambientes, de otros barrios y

comunicarse con otras personas, este impacto es aún más positivo.

“Nosotros los llevamos para que conozcan la huerta del Instituto Educativo Distrital Kimy

Pernía Domicó, la Granja Ecológica en la Perseverancia liderada por doña Rosa Poveda,

ella recuperó ese espacio que era un basurero y por último la visita al Jardín Botánico de

Bogotá… lo más difícil es conseguir el recurso del transporte, pero lo hemos conseguido por

muchas instituciones que nos apoyan como la Alcaldía, el hospital y hasta fundaciones” (TQ,

entrevista 2015).

Los espacios físicos a intervenir: En las instituciones educativas no se tuvo mayor dificultad,

puesto que la misma institución delimitó el espacio para que pudieran realizar el trabajo y

ellos optimizaron dicho espacio. Con los Centros Comunitarios fue más difícil, así que en las

reuniones los participantes sugirieron que tipos de espacios se podían utilizar.

“En algunos barrios el acueducto les había dejado a la comunidad un lote en comodato,

en la casa de la igualdad tienen una terraza grande, en los salones comunales trabajábamos

en pedacitos de lotes que tienen… en algunos lugares cuando no existe un espacio

comunitario algunas personas ofrecían y ofrecen sus terrazas y todos trabajamos ahí” (EM,

entrevista 2015).

81

Las capacitaciones: Los espacios para el intercambio de saberes y el aprendizaje de la técnica

de huertas fueron en un primer momento colectivos, sin embargo, por las dudas y espacios

de trabajo se emprendió la metodología de aprender haciendo.

“Que estamos sembrando, sembramos en su corazón, en su mente, en su alma, que están

sembrando ellos conciencia, no solo plantas, porque no es sembrar por sembrar” (LD,

entrevista 2015).

Se realizaban mínimo seis (6) capacitaciones tanto teóricas como prácticas, en donde los

responsables de organizar las capacitaciones eran las líderes de la organización

SEMISVIPAZ, ellas como estrategia invitaban a diferentes actores para enriquecer cada

taller. Los contenidos generales se describen en la Tabla 4.

Tabla 4.

Contenidos y temas desarrollados en las capacitaciones de AU.

CONTENIDOS TEMAS

LOS OBJETIVOS ALIMENTARIOS

POLÍTICAS PÚBLICAS

PARTICIPACIÓN

¿Qué es soberanía?, ¿qué es autonomía? y ¿qué es

autoctonía?

APROVECHAMIENTO DE RESIDUOS

ORGÁNICOS Y SÓLIDOS.

Generar en los asistentes la disposición y manejo

adecuado de los residuos sólidos. Producir compostaje

(seco, semi-seco y húmedo), producción de lombri-

abono, producción de súper 4 con las heces de especies

menores y producción de caldo microbiano.

¿QUÉ ES LA AGRICULTURA URBANA? ¿QUÉ

SE PÚEDE SEMBRAR EN AGRICULTURA

URBANA?

Cambios alimenticios

CONTROL DE PLAGAS Purines, repelentes y fungicidas

Alelopatía

TRANSFORMACION DE PLANTAS

(MEDICINAL Y ALIMENTARIA)

Capacitar a los asistentes en diferentes alternativas en

transformación de las plantas producidas en los

huertos o de otros cultivos, para crear productos

naturales de uso cotidiano.

PROBLEMÁTICAS QUE AFECTAN EL

ALIMENTO

Transgénico, biocombustible y monocultivo

“Dentro de todos esos talleres hablamos del tema ambiental, especialmente de los

humedales, porque los humedales son soberanía alimentaria, ellos son alimento, de pronto

82

ahorita no para nosotros, pero sí para otras especies que también tienen derecho y nosotros

les quitamos a ellos, los desplazamos. Hay un proyecto que nosotros construimos hace

muchos años cuando estamos reconociendo la Soberanía Alimentaría que se llama Voces de

Animales en Selvas de Cemento, nosotros les invadimos su territorio y sin embargo estamos

ahí y ellos se adaptan a nosotros, no nosotros a ellos, es al contrario” (LG, entrevista 2015).

En el espacio de las capacitaciones se refleja la estructura social de los grupos, es decir

del inter-juego de roles que en ellas se produce. Los actores asumen una posición en las

relaciones que se establecen acorde con sus expectativas, se instauran y adjudican una serie

de actividades, funciones y responsabilidades propias de los actores comunitarios (huerteros,

vecinos, líderes e instituciones).

Es posible afirmar que las relaciones sociales establecidas entre los huerteros se dan desde

un reconocimiento de sus saberes y las actividades de siembra, construcción de camas,

mantenimiento de huertas, entre otros.

Uno de los aprendizajes obtenidos según los integrantes de la organización SEMISVIPAZ,

fue la de reconocer que todos los actores tienen algo que aportar. Sólo en la medida en que

esto es reconocido, es posible generar un verdadero diálogo de saberes y relaciones amistosas

con los otros, propiciando actividades conjuntas.

La colaboración entre vecinos se manifiesta más allá del trabajo, en el fruto de éste, a

través del obsequio de alimentos, semillas y plantas, que en un inicio del proyecto se

plantearon como alicientes para su implementación. Hoy día se tornan en estrategia para el

fortalecimiento de vínculos vecinales a través de la reciprocidad, componente importante

para la construcción de capital social.

83

La realización de actividades para los niños, la entrega de regalos y la organización de

paseos, se ha convertido en una estrategia importante para fortalecer los lazos dentro de la

comunidad, como reflejo de sus intereses.

Los asesores del proyecto son clasificados como el eje, motor y cabeza del proyecto, en

cada huerta se encuentra un líder de SEMISVIPAZ que motiva y organiza los procesos. Por

su parte los beneficiarios del proyecto son auto concebidos como los responsables del

sostenimiento, cuidado y continuidad de la huerta.

Esta dimensión organizacional refleja el sistema político, que corresponde a la forma

como se relacionan y estructuran las distintas partes para alcanzar su objetivo, en esta medida

se logra una distinción entre los actores involucrados en el proceso, no sólo a través de sus

funciones, sino de la importancia que éstos reconocen en cada una de ellas, y por lo tanto se

revierte en el poder o capacidad de incidencia de algunos actores sobre otros.

6.2.3 El contexto.

Esta dimensión es entendida como la relación de intercambio permanente y cambiante, en

la cual se comunican múltiples y variados actores institucionales y comunitarios, que

interactúan y negocian constantemente, dando lugar a las relaciones sociales.

Mediante la técnica de observación de campo (anexo 2), se evidenciaron diferentes formas

en que las personas se relacionaban y realizaban procesos de intercambio. Por ejemplo, en

las huertas, se observaban intercambios sociales que facilitaban el aprendizaje de actitudes y

conductas cooperativas, incrementando la interacción cara a cara y creando condiciones para

las relaciones de confianza.

84

A sembrar hortalizas, frutales, cereales y medicinales: Al momento de realizar las visitas se

encontraron noventa y cinco (95), especies vegetales, distribuidas en las veinte (20)

experiencias de agricultura urbana. De estas se encontraron cinco (5) especies con una mayor

frecuencia de aparición, como se presenta a continuación, en la siguiente tabla. Para efectos

de análisis se diferenciaron en tres (3) grupos o tipos así: alimenticias (A), aromáticas y

medicinales (AR) y las ornamentales (O).

Tabla 5.

Especies con mayor frecuencia de aparición en las experiencias de AU visitadas en Bosa.

ESPECIE TIPO FRECUENCIA PORCENTAJE

Lechuga A 17 85%

Cilantro A 17 85%

Acelga A 15 75%

Fresa A 15 75%

Caléndula AR 20 100%

Las especies vegetales encontradas con una mayor frecuencia de aparición poseen un

mayor reconocimiento, aceptación y uso por parte de la comunidad. Entre las aromáticas y

medicinales se encontraron 18 especies, siendo la caléndula la de mayor frecuencia de

aparición (100%). En una menor frecuencia encontramos el toronjil y el cidrón. En el grupo

de las hortalizas las de mayor aceptación son la lechuga y el cilantro con un 85%. En el grupo

de las especies ornamentales se encontraron treinta (30) especies, las que poseen un buen

nivel de diversidad, dado su fácil manejo y cuidado, se destacaron en este grupo

especialmente los pensamientos.

“Siempre sembramos pensamientos porque son unas plantas ornamentales que también

son medicinales y según el color de la flor son alimenticios” (IM, entrevista 2015).

85

Las plantas aromáticas cobran un significado relevante para todos aquellos que creen

inmensamente en su poder curativo y que han sido testigos de los beneficios que trae su

consumo, algunos de ellos son expertos en la elaboración de pomadas, jabones y remedios.

“Pueden salir beneficios de aromáticas que nosotros necesitamos mucho pa ́ tomar. Sale

más barato comprar las semillas y sembrarlas, además las cogemos frescas. Yo le debo la

vida a esas ramas aromáticas” (AS, entrevista 2015).

El manejo de residuos orgánicos: Uno de los temas más importantes en el transcurso de sus

capacitaciones es el manejo de los residuos, especialmente los orgánicos en la producción de

compostajes seco, semi-seco y húmedo. El compostaje se convierte en un sustrato

indispensable para el mantenimiento de los cultivos, al igual que como insumo para la venta.

“Para nuestras capacitaciones es importante e interesante enseñar hacer compostaje,

porque de nada sirve que el alcalde diga vamos hacer un programa de basura cero si la

gente no lo conoce, sino sabe que tiene que hacer o de pronto si lo hacían pero hemos perdido

esa cultura. Lo único que si sabemos hacer con nuestras basuras es sacarlas al frente de

nuestras casas porque creen que ahí se acaba el problema, pero lo que no saben es que ahí

Figura 8. Fotografía del proceso de

abono y reutilización de embaces. Figura 7. Fotografía del taller sobre plantas aromáticas,

para niños, padres y docentes del Colegio Carlos Albán

86

empieza, les enseñamos hacer compostaje hemos vendido bultos de compostaje ellos ponen

el precio y se les ha pagado, de esta manera se promueve la productividad desde lo que

hacen en la casa” (LG, entrevista 2015).

“El día que hablamos del compostaje recuerdo que nos mostraron una foto fea era de

Doña Juana, donde llega toda nuestra basura y nos hablaron de tres cosas: la importancia

de que clasifiquemos nuestras basuras desde la casa, la otra es que dejemos de consumir

tanta vaina, comprar tanta cosa, vainas que son desechables porque tienen mucho tiempo

para descomponerse y por ultimo hacer compostaje para reutilizar los desechos de la comida

y otras cosas” (GC, entrevista 2015).

En las experiencias visitadas, se presenta un nivel alto del manejo de los residuos

orgánicos, en el desarrollo de compostaje y lombri abono, reconocidos como medio para la

obtención de materia orgánica y el desarrollo y mantenimiento de las experiencias.

Figura 9. Porcentaje de la disposición de los residuos orgánicos, en las experiencias visitadas de AU.

El setenta y cinco por ciento (75%) de las experiencias de AU visitadas realiza el manejo

de los residuos sólidos orgánicos en la producción de compostaje húmedo, únicamente. Sin

embargo, el quince por ciento (15%) realiza un manejo para los residuos orgánicos, en la

Lombri - abono15 %

Compostaje75%

87

producción de abonos mixtos, es decir lombri-abono y compostaje, lo que implica que estos

residuos se aprovechen al máximo en la transformación de un buen abono para nutrir las

cosechas y restaurar los suelos.

“Nos enseñaron que para hacer compostaje seco, que llaman, uno pone a secar en la

terraza las cascaras de papa y yuca especialmente, durante todo el día y en la tarde uno

sube a la terraza y las pisa, eso toca hacerlo por ocho días, sale un polvo blanco, ese se le

echa de alimento a las lombrices y estas se ponen grandes y se reproducen”...”El semi-seco

es donde se utilizan todos los desechos de la comida y se le echa aserrín para recoger la

humedad y darle porosidad para que se ventile y se descomponga más rápido, después se le

pasa a las lombrices para que ellas se lo coman y después produzcan el lombri-abono”…“el

compostaje húmedo es el que termina todo el proceso de descomposición y no se le echa a

las lombrices”… “el super 4 es cuando se le echa estiércol de caballo o vaca o de gallina o

conejo”… “y los caldos microbianos nos enseñaron en un taller un señor que llevaron, a

hacerlos con los orines de conejo o caballo, hasta los de uno, eso no me gustó mucho, pero

él dijo que como tenían mucho nitrógeno la orina, eso es cierto, es una manera de

devolvérselas a la tierra, porque necesita mucho eso” (MCh, entrevista 2015).

Las técnicas de fumigación y abono: Las asesorías técnicas sobre manejos de siembra,

abonos y fungicidas se facilitaron en este proceso gracias a la experiencia que, sobre las

labores agrícolas, tenían la mayoría de los participantes. Una de las fortalezas del proceso

fue la implementación de una técnica tradicional de cultivo que empleaba la tierra como

sustrato.

Sin embargo, hablar de producción limpia o agricultura orgánica, implica la introducción

de prácticas como: la alelopatía, el compost, y la fumigación con hidrolatos de ortiga, de

88

caléndula con manzanilla, y repelentes orgánicos, como el ajo – ají, que exigen un proceso

de acompañamiento continuo a los ejecutores comunitarios.

“Nos capacitaron sobre preparación de fungicidas y repelentes creo que es algo muy

bueno porque no llevan químicos” (GC, entrevista 2015).

La alelopatía: Consiste en el perfecto diseño de siembra asociativa de cultivos para

protección mutua de las plantas, conociendo sus particularidades en cuanto a las afinidades

y compatibilidad que hay entre ellas. Dentro de esta técnica también se emplea la siembra de

plantas medicinales y aromáticas, para un control natural de plagas y así evitar al máximo

fumigar los cultivos con sustancias químicas. Además la importancia que cobra para los

participantes el tratamiento de enfermedades y dolencias a través del uso de plantas

medicinales y aromáticas.

“Nos enseñaron (técnicos del JBB) que las camas eran únicamente para sembrar repollo,

cebolla, pimentón, zanahoria, cilantro, ajo, aromáticas y que si teníamos sacáramos para

allá. Nos dijeron que le metiéramos buena rama aromática para que el gusano no fuera por

allá, que sacara lo que más pudiera de aquí” (MCh, entrevista 2015).

Estos aprendizajes tuvieron lugar en los talleres colectivos que se tornaron en espacios de

reunión, empleados para compartir la proyección de la huerta a través de actividades de

diálogo. Sin embargo, los espacios de capacitación colectiva a veces no podían resolver las

preguntas de todos los participantes, así que se abrieron espacios para las asesorías

personalizadas, con cada huertero en función de sus inquietudes y las condiciones de la

huerta.

“Ellas (Luz Dary, Lilia) vienen y le van diciendo a uno, vea haga esto, haga lo otro. Ellas

nos dieron medidas para sembrar, nos enseñaron a hacer el abono. Cuando fuimos a

89

sembrar ellas nos dijeron cómo sembrar el repollo por lo que se abre. Que productos

congenian con cuales, porque hay alimentos que no se deben sembrar juntos como el tomate

y la ruda, porque la ruda atrae mucha palomilla blanca y eso afecta al cultivo de tomate”

(MC, entrevista 2015).

Cada una de las capacitaciones fue acompañada inmediatamente con la práctica, así

surgían, de las experiencias de todos los participantes comunitarios, dudas y preguntas.

En la Localidad de Bosa gran parte de la población tiene fuertes antecedentes campesinos,

lo que los hace portadores de importantes conocimientos de esta labor. La metodología

empleada para el proyecto favoreció los niveles culturales y conceptuales, motivando la

participación de estos actores y la de los que deseaban aprende sobre este oficio. Se destacó

especialmente la participación de actores comunitarios en edad adulta, que encontraron en el

proyecto de AU la posibilidad para la realización de actividades productivas y la

socialización de sus conocimientos, permitiéndoles ser reconocidos y valorados.

Recursos físicos para la sostenibilidad de la AU: La AU en Bosa, cumple varios propósitos

entre quienes la desarrollan en este caso cabe resaltar los espacios de encuentro, socialización

y reconocimiento, además de generar en las personas el desarrollo de habilidades, esto unido

a la importancia de la obtención de plantas de consumo alimenticio. Con el fin de observar

la sostenibilidad del proceso frente a la consecución de semillas, se indagó en las visitas

técnicas adelantadas en las experiencias de AU y en los núcleos de formación acerca de este

tema, de igual forma se preguntó sobre el destino previsto para la cosecha.

90

Las semillas: La forma de realizar la consecución de las semillas es un factor importante, ya

que este es un insumo básico para el desarrollo de la AU, por tal motivo se buscó establecer

como se obtienen las semillas.

“Nos enseñan la importancia de las semillas, como hacer semilleros, como sembrar las

semillas, como guardarlas, como recogerlas, para que no seamos dependientes sino que

tengamos autonomía” (AS, entrevista 2015).

“Cuando iniciamos las capacitaciones llevamos el primer plante de semillas, las cuales

fueron adquiridas por compra o trueque en la Red de Semillas Libres, ellos tienen custodios

de semillas y recuperadores, las semillas que adquirimos son sanas” (LD, entrevista 2015).

A través de la indagación en las huertas se observó que los agricultores obtenían sus

semillas por trueque o producción, lo que indica que están trabajando en la sostenibilidad del

proceso, favoreciendo las semillas criollas producto de su trabajo, así mismo consideran que

el beneficio obtenido con las cosechas retribuye el costo de las semillas. De igual forma

apoyan la Red de Semillas Libres de Colombia, en donde defienden las semillas como parte

de la libertad, dignidad y autonomía alimentaria, y desde la agricultura urbana las semillas

caminan en los territorios a través de la cultura campesina que llegó a las ciudades con sus

tradiciones, costumbres, maneras de alimentarse y el contacto con la tierra. Están en contra

de las semillas patentadas, certificadas y transgénicas.

“La AU que fue apareciendo sin ningún propósito no tenía como objetivo la propagación

de semillas y su reproducción, porque no se sabía cuál era su importancia, cómo recogerlas

y custodiarlas, entonces solo se daba la producción de alimentos y se unió a los discursos

de Soberanía Alimentaria, como un derecho que tenemos a decidir sobre la producción y

alimentación de manera autónoma… pero cuando la Red nos cuenta todos los problemas

que existen sobre las semillas como el monopolio, la calidad y sanidad, los transgénicos, es

91

como si hubiéramos abierto los ojos, porque entendimos que nunca habíamos trabajado por

esa soberanía, que era un discursito más para cumplir con los presupuestos sociales… ahora

entendemos que desde la semillas comienza esa soberanía y por ende la sostenibilidad de

nuestras huertas” (LD, entrevista 2015).

Destino de la cosecha: En las experiencias visitadas se buscó establecer el destino que se les

ha dado o dará a las cosechas obtenidas en la agricultura urbana.

De acuerdo a lo manifestado por los agricultores urbanos en Bosa, destinan una gran parte

de la producción para el autoconsumo, que en el caso de grupos de trabajo implica el que se

reparte entre quienes aportan mano de obra y mantenimiento a los cultivos. Otra parte se

destina para la venta en crudo o trueque y procesos de transformación.

Los grupos se organizan para realizar las diferentes actividades los que van a los mercados

y los que hacen la transformación del producto. Manifiestan que de esta manera se facilita la

generación de tejido social, en donde las relaciones interpersonales se fortalecen mediante el

establecimiento y aplicación de reglas de juego que en este caso es la distribución de

funciones.

Transformación: El autoconsumo de las cosechas va ligado a aprender a realizar diferentes

transformaciones con la producción, para abrir el mercado con variedad de productos, como

lo son: jabones, champú, encurtidos postres, tortas, pasteles, empanadas, mermeladas,

pudines, antipastos, vinagre, abonos y diversas recetas. También realizan transformación

medicinal en la compañía de un asesor del Jardín Botánico de Bogotá, el cual les enseña

hacer pomadas cálidas, aceites, cremas, esencias, entre otros.

92

Los productos que ellos fabrican los consumen, los venden y los recomiendan,

constituyendo así una de las reglas de su organización coherencia con su labor.

“El discurso va acompañado con hechos, eso no es cualquier pendejada. Las cosas desde

la práctica mostrarle a la gente que si se puede hacer. Todo lo que aprendemos debemos

utilizarlo y multiplicarlo, debe ponerse en práctica siempre” (LG, entrevista 2015).

“Muchas organizaciones se quedan en que vamos hacer, vamos hacer y no hacemos nada,

esas son las discusiones que nosotros siempre hemos tenido con el Hospital, los inclusores

de los comedores y otras organizaciones que quieren que nosotros asistamos a sus cosas,

pero solo para cumplir. Mientras terminan sus contrato o cumplen con sus cosas, y nosotros

qué, con que nos quedamos, por eso nos gusta trabajar con SEMISVIPAZ porque son como

nosotros y crecemos juntos y aprendemos y también podemos enseñar” (TQ, entrevista

2015).

Se puede analizar, que la aplicación de mecanismos pedagógicos como son las

capacitaciones y procesos de transformación del cultivo, entre otros, sumado a las repetidas

Figura 10. Fotografía de la señora Lilia Gómez con su

grupo de agricultores realizando pomada cálida.

Figura 11. Fotografía de agricultores del grupo

PAS Porvenir, realizando encurtidos.

93

interacciones, facilitan las conexiones mutuas, generando normas sociales que favorecen la

participación, y por ende la cooperación.

Mediante la construcción de saberes, conocimientos y lazos de afecto entre vecinos y

compañeros, se logran fortalecer recursos y facilitar acciones coordinadas de cooperación,

en donde se evidencian diferentes mecanismos de participación.

Las personas involucradas en este proceso manifiestan cambios en los modelos cognitivos,

puesto que experimentan una re-significación y una re-interpretación de la realidad de su

territorio y el futuro de este. Encuentran nuevas posibilidades de acción individual y

comunitaria, que les permiten evaluar sus capacidades como actores sociales y las posibles

intervenciones sobre las problemáticas que les afectan.

Los cambios cognitivos promueven la transformación de su cotidianidad de una manera

práctica. Las formas de hacer las cosas se ven intervenidas por la manera como las conocemos

y percibimos, de ahí que las nuevas concepciones sobre el ambiente y el territorio sean

puestas en práctica. Cómo son: el reciclaje de desechos orgánicos en la producción de abonos,

en lugar de que estos terminen en la basura o en las calles del barrio generando

contaminación, nuevas tendencias alimenticias, en las que se experimentan recetas para llegar

a consumir alimentos que antes no hacían parte de su dieta, el reconocimiento de la calidad

de los alimentos frescos y naturales, y las nuevas dinámicas de relacionarse con las personas

del barrio entre familias, vecinos, amigos, entorno a objetivos comunes.

Según Pretty y Ward (2001), en la medida en que un grupo social progresa hacia la

madurez existe mayor posibilidad real de disponibilidad local de capital social. Es decir,

cuando las asociaciones no evolucionan, no aseguran la presencia de un capital social

significativo, lo que hace más probable que la organización desaparezca. En cambio, una vez

alcanzada una etapa de conciencia grupal significativa, los grupos son más propensos a

94

establecer relaciones con otras organizaciones y a generar propuestas que mejoren su calidad

de vida.

Por lo tanto podemos concluir que las redes sociales simples, tejidas dentro de los grupos

de AU son correspondientes con las relaciones sociales de primer orden. Se construyen a

partir de las relaciones entre familiares, vecinos, amigos huerteros. También podemos incluir

en estas redes a los presidentes de JAC, directivos y docentes de instituciones educativas,

director de la Casa de la Igualdad, como actores vinculantes de la comunidad, con el proyecto

y con los líderes comunitarios.

6.3 Fortalecimiento de los procesos de articulación y negociación, para la construcción

de redes sociales ampliadas

El establecimiento de relaciones y tramas vinculares con otros entornos y actores,

implican la relación con terceros, que potencian el desarrollo de la organización y abre las

posibilidades de participación en la construcción del tejido social.

Para analizar la conformación de redes, se tuvieron en cuenta actividades realizadas a nivel

local y distrital y la generación de aliados. En los siguientes apartados se hace una descripción

de la información encontrada sobre la conformación de redes sociales.

Mercado de los pueblos: Producto de todo el trabajo colectivo nace el Mercado de los

Pueblos, con los objetivos: i) crear canales de comercialización para las mujeres de Bosa, ii)

generar encuentros rurales y urbanos desde el rescate ancestral, iii) formar y conformar redes

de consumidores conscientes, justos, responsables y solidarios, iv) sensibilizar a la

comunidad frente al cuidado alimentario y ambiental de sus familias, y v) apoyar a los

pequeños productores del país.

95

Por medio de la organización AGROPOLIS conocieron muchos agricultores, puesto que

ellos tienen una base de datos de más 2.200 grupos. El mercado inicia en el año 2010 en el

barrio la Alameda de la Localidad de Bosa.

“La logística era pesada, era necesario contratar sonido para que la gente escuchara

ruido y se acercara, también contratar carpas, transporte y todo lo teníamos que buscar

nosotras, a veces hasta poner plata… en ese tiempo comienzan unas campañas políticas y

nos ofrecían colaboración pero teníamos que dejarlos hacer campaña en el mercado para

ganar votos y no lo permitimos, porque el mercado es un espacio libre, es para la comunidad,

para los agricultores. Como organización decidimos parar y lo renovamos hasta octubre de

2012” (LD, entrevista 2015).

A partir de esa primera experiencia, manifiestan que su aprendizaje fue significativo y

cuando reabrieron el mercado, lo hicieron con otra visión. En primer lugar, enseñarles a los

agricultores, especialmente a los rurales, un ejercicio de corresponsabilidad y de autonomía,

involucrándolos en la logística y organización del mercado, puesto que anteriormente su

función se basaba en ir a vender sus productos y que la organización del mercado les pagara

transporte, espacio y alimentación.

Para diversificar el mercado se convocan agricultores de varios lugares. En Bogotá

participan de las localidades de Bosa, Engativá, Ciudad Bolívar, Usme y Sumapaz; de los

Municipios Choachí, Sesquile, Cajicá, Tenjo, Silvania, Funza, Ubaté, entre otros. Algunos

agricultores de los cuales ya se conoce su producción envían sus productos para ser

comercializados.

El mercado tiene como aliados a varias organizaciones sociales e instituciones. En el

ámbito local, tienen el apoyo de Huellas de Arte, FIDAHT, TECHOTIVA, la Fundación ‘De

mi Gente’, El Hospital Pablo VI, La Alcaldía Local de Bosa. Desde el distrito, el Movimiento

96

Quinua (trabajo juvenil), el Bienestar Familiar y el Jardín Botánico de Bogotá.

Organizaciones nacionales tales como UNAC - UITA (organizativo social, político)

Agropolis uniendo campo y ciudad (comercial y de servicios en abastecimiento de alimentos)

y Naghara comercio justo. Estas entidades los apoyan con recursos como; refrigerios, carpas,

transporte, espacios físicos, publicidad, contactos para llevar el mercado a otras

organizaciones.

“Me encanta el trabajo social (Luz Dary) enseñarle a la gente, que la gente se empodere

y se apodere de lo que es nuestro, las instituciones no son del funcionario de paso, ni del

contratista son de la comunidad y están ahí para servirle a la comunidad” (LD, entrevista

2015).

Los logros que han obtenido hasta el momento son:

Mercados en las universidades Minuto de Dios y Nacional.

Mercados constantes en la localidad de Bosa.

Mercados en las diferentes veredas.

Conformación de redes de agricultores.

Gestión de aliados.

Tienda ecológica en Bosa

Formación constante.

Dotación de equipos para la realización efectiva de los eventos.

Promoción en los pequeños productores buenas prácticos de comercialización.

Tejidos social

Facilitar el cambio en los consumidores.

97

“Todo lo que hacemos con el corazón, con el alma lo demás viene por añadidura. Una

ganancia grande es como estamos criando a nuestros hijos, con valores diferentes,

participando de nuestro mercado y aprendiendo de otros agricultores como nosotros,

aprendiendo de la tierrita” (LG, entrevista 2015).

Desde el Mercado de los Pueblos, se puede evidenciar que el grupo social comprenden las

dinámicas a nivel local, distrital y nacional. Además logran posicionarse en la sociedad a

través del reconocimiento de la comunidad, de las instituciones gubernamentales y no

gubernamentales, su gran capacidad de convocatoria y una experiencia amplia en el trabajo

por medio de alianzas y la construcción de redes sociales.

La conformación de este espacio, en el cual no solo participan los agricultores urbanos de

la organización SEMISVIPAZ, sino que convocan a otros agricultores de la localidad, de

otras localidades, de municipios cercanos a Bogotá y de municipios de otros departamentos,

que enriquecen la variedad de experiencias y productos que se ofrecen.

Es un proceso tangible de madurez del capital social, puesto que reúne diferentes actores

que proveen de recursos, servicio y programas, estrechando los lazos y dando cumplimiento

a objetivos en común; además contribuye a fortalecer el capital económico de los

agricultores, brindándoles una forma de empleabilidad.

Experiencias Sabores y Saberes de los Agricultores Urbanos, Periurbanos y Rurales de las

Localidades de Bosa, Usme, Ciudad Bolívar y Sumapaz; y de los Municipios de Sesquile,

Tenjo y Choachí: A partir del trabajo en el Mercado de los Pueblos y el fortalecimiento de

alianzas, SEMISVIPAZ con sus huerteros, organizó y realizó el encuentro de sabores y

saberes de agricultores. Su objetivo fue fortalecer los procesos de las organizaciones sociales

que trabajaban en torno a la agricultura urbana y rural en las localidades de Usme, Bosa,

98

Sumapaz y Ciudad Bolívar, como medio para desarrollar conciencia y acción política frente

al tema de la soberanía y la seguridad alimentaria de los pueblos. Contribuyendo a la

articulación entre agricultores urbanos y rurales, con el fin de crear una red de comercio justo

y consumo responsable. Además de conocer y reconocer las experiencias de las

organizaciones sociales y realizar un intercambio de sabores y saberes donde se evidencien

las condiciones políticas, económicas y sociales de los diferentes sectores que participan del

proceso.

Por medio de la socialización de experiencias y las visitas a los diferentes espacios como

granjas, humedales, aulas ambientales, huertas, entre otros.

“Queremos conocer como la comunidad trabaja, como se mueven entorno a la

recuperación de espacios y como promueven desde sus recursos cosas para beneficiarse

como comunidad” (LG, entrevista 2015).

“Queremos que los productores sean los que enseñen que es lo que hacen, porque lo

hacen, como produce, por qué lo producen, que les dicen a la gente que haga con sus

productos, como consumirlos… en este encuentro vamos aliados con muchas organizaciones

entre ellas las universidades, queremos que los jóvenes escuchen a los productores y vayan

identificando las falencias que tenemos nosotros y ver como ellos desde sus carreras

empiezan a ayudarnos como productores para mejorar” (TQ, entrevista 2015).

La producción y reproducción de la estructura social depende de aquellos actores que

ejercen el poder y actúan socialmente. Los actores sociales operan con cierta dotación de

recursos que los capacita para el ejercicio del poder, que se traduce en beneficios para la

organización. Les permitió identificar la adquisición de recursos y las relaciones vinculares

necesarias para el desarrollo de la acción social a través de la cooperación, permitiéndoles

99

tener un mayor poder para lograr reproducir la estructura social en los grupos de agricultores

urbanos.

Otro de los indicadores para evidenciar el fortalecimiento del capital social en los

participantes, es la construcción colectiva de los Intercambios de Experiencias Sabores y

Saberes de los Agricultores Urbanos, Periurbanos y Rurales, con el fin de conocer las

realidades de sus territorios, la asistencia social de las organizaciones, la construcción de

procesos socio –culturales que favorecieron la organización social. Al igual realizar acciones

entorno a la agricultura urbana, la agroecología y la agricultura orgánica, para lograr incidir

en la política pública a partir de la participación en encuentros ciudadanos, donde se formulan

los planes de desarrollo local. En este proceso tiene como principales aliados a las

Universidades Minuto de Dios y Nacional. Otras entidades como el Hospital Pablo VI, la

Fundación Pavco, el Jardín Botánico de Bogotá, la CAR, entre otros, más todos los líderes,

amigos y contactos que los reciben en sus comunidad y les comparten sus experiencias.

Podemos evidenciar que las redes refuerzan la reciprocidad al construir mayores vínculos

que generan oportunidades y recursos, mejoran los flujos de información puesto que existen

mayores conocimientos que conlleva a fortalecer la cooperación. Los que más confían en los

otros, tienden a participar más en la organización.

Actualmente, los grupos de agricultores urbanos se postularon al premio Kaluz que

entrega una empresa privada, para gestionar la financiación de 25 sistemas de riego, que

permitan optimizar el agua que consume el riego de los cultivos de cada huerta.

Desde el Mercado de los Pueblos están llevando a cabo la expedición alimentaria en varias

universidades de la ciudad y próximamente en algunas empresas del sector privado.

En el encuentro de sabores y saberes lograron aliarse con más organizaciones como el

Sistema Integral de Transporte Público (SITP), quienes les facilitan los buses para

100

trasportarse a los diferentes humedales o aulas ambientales, empresas privadas desde el área

de Responsabilidad Social y actores de la academia quienes son los que documentan el

proceso.

6.4 Dimensión del capital social: privado o público

En la evaluación de esta dimensión, se tuvo en cuenta el instrumento de observación y los

análisis que se realizaron anteriormente, mediante las entrevistas semi- estructuradas, con el

fin de verificar las variables que expone Stoll (2001) en sus investigaciones y dar cuenta de

que dimensión del capital social se caracteriza esta experiencia.

Las investigaciones de Stoll (2001), han buscado determinar qué tipo de organizaciones

voluntarias tienen mayor capacidad de favorecer el compromiso cívico. Sus resultados están

orientados especialmente a las organizaciones heterogéneas.

Propone las siguientes variables para el análisis: i) vincular el tipo de confianza que

generan las organizaciones en sus miembros y ii) el tipo de composición de la organización.

Al analizar cada variable, para identificar si los participantes del proceso de agricultura

urbana orientado por la organización SEMISVIPAZ, generan compromiso cívico en sus

integrantes. Según los resultados y análisis de los apartados anteriores, se evidencia que la

organización genera especialmente dos tipos de confianza como son: confianza basada en

características que como hemos visto, se sustenta en semejanzas sociales y, la confianza

basada en reglas y normas comunes.

Ahora bien, sobre qué clase de vínculos tiene la organización según sus características Lin

(2001) aborda dos tipos de vínculos: fuertes y débiles. Los primeros operan con el llamado

principio de homofilia (homogénea) y los segundos, con el principio de heterofilia

101

(heterogénea). En este caso el tipo de vínculo de nuestra organización es fuerte, puesto que

las interacciones sociales se presentan entre individuos con estilos de vida y características

sociodemográficas semejantes. Sumado a esto, podemos evidenciar que los participantes de

los procesos de AU, participan en actividades de otras organizaciones, como la Red de

Semillas Libres. Además reconocen las políticas públicas y el propósito de las instituciones

gubernamentales, esto les permite tener una madurez que les brinda herramientas para

establecer vínculos más robustos. Lo cual permite fomentar la dimensión del capital social

público, que se caracteriza por desarrollar beneficios de cooperación tanto dentro como fuera

de la organización. Esto les permite, no solo generar recursos y beneficios para su grupo, sino

mejorar el nivel de implicación en la sociedad, determinando acciones de reivindicación para

forzar cambios en la misma, siendo actores colectivos con proyectos propios y con capacidad

de incidir en la dinámica social.

102

7. Conclusiones y recomendaciones

7.1 Conclusiones

El análisis realizado en esta investigación se logró identificar tres factores que contribuyen

en la construcción de capital social de los procesos de AU organizados por SEMISVIPAZ,

los cuales son: i) la existencia de formas de reciprocidad en la cultura de los actores; ii) el

surgimiento de una ventana de oportunidad de cambios favorables y el crecimiento como

actor social, y iii) la internalización de capacidades de autogestión comunitaria.

La estrategia metodológica empleada para desarrollar los procesos de AU por la

organización SEMISVIPAZ, desde su concepción hasta su ejecución, fue estructurada a

partir de la experiencia y las necesidades que tenía la comunidad. Lo que le permite

trascender en cada uno de los pasos para la consecución de un fin, manifestando la manera

como son concebidos los actores comunitarios, los actores institucionales y los mecanismos

para generar, fortalecer y construir vínculos. Dentro de este proceso es posible deducir una

dimensión educativa y pedagógica, que contribuyó a fortalecer procesos de producción social

de tipo comunitario y a la construcción de identidades colectivas, en donde se involucraron

conocimientos y valores en temas como: los relacionados con la agricultura urbana, la

movilidad de los participantes, la transformación de la sociedad y la participación

democrática.

103

Se pudo evidenciar que los vínculos entre los participantes se favorecieron mediante las

relaciones de confianza, las normas de reciprocidad, la conformación de redes sociales y los

esquemas productivos sostenibles. Con el tiempo, estos a su vez pueden fomentar la

conformación de asociaciones o corporaciones, en donde se establezcan y formalicen reglas,

normas y obligaciones, que logren satisfacer en mayor grado sus necesidades y aspiraciones

sociales, culturales, económicas, entre otras. Además, con la posibilidad de incluir, en las

estructuras ya conformadas, a otras personas, familias y comunidades a participar, bajo una

propiedad colectiva y de gestión democrática.

Podemos dar cuenta que desde el desarrollo comunitario los procesos de AU, contribuyen

a la creación de un espacio para la convivencia familiar y con otras personas dedicadas a la

misma actividad o actividades similares. Promueve la organización y la participación

comunitaria, además del diálogo de saberes. Incrementa las posibilidades de construir

capacidades entre los practicantes debido a la posibilidad de compartir experiencias y

conocimientos.

Los líderes de la organización SEMISVIPAZ logran reunir a los diversos interesados en

la AU, utilizando recursos más intangibles que tangibles, como lo son: interés, motivación,

disposición y trabajo. Estos líderes reúnen no solo características en torno a la AU, sino en

procesos de desarrollo comunitario sustentable, puesto que están conformados como

organización y su trabajo conjunto no es sólo para el aprendizaje comunitario, sino para la

convivencia y la construcción de una identidad social. Las características que consideran

algunos autores (Devuyst, 2001; Portney, 2001) y se destacan en este grupo de líderes son:

104

Poseedores de valores humanos tales como respeto, amor y confianza.

Abiertos a compartir, comunicar, cooperar y coordinarse.

Capaces de reconocer y valorar las relaciones intrínsecas entre sistemas (humano,

natural, urbano).

Pacientes en la búsqueda y solución del origen de los problemas, no en los síntomas.

Practican un ciclo continuo de teoría, experimentación, acción y reflexión.

Poseen una visión de sustentabilidad cultural y ambiental de largo plazo.

Podemos inferir que las políticas gubernamentales que instan a la generación de proyectos

productivos, en este caso la AU, construyen discursos, instituciones y simbologías propias,

en torno a los cuales han construido relaciones solidarias y de hermandad entre ellos, así

como sentido de pertenencia colectiva y lazos subjetivos tanto racionales (ideológicos,

valorativos), como emocionales. Estos comparados con los subsidios para las familias

vulnerables, que han entregado los gobiernos de los últimos años (Familias en Acción,

subsidios a los servicios públicos, entre otros), que solo alivian los requerimientos

económicos de un grupo de familias vulnerables, generando dependencia, paternalismo, e

improductividad. Si bien es cierto, se trata de disminuir los niveles de pobreza extrema y

miseria, por tal motivo, los primeros generan un modelo más eficiente y eficaz, donde se

potencializa el recurso humano para propiciar soluciones a sus necesidades, contribuyendo

al desarrollo de una comunidad, una región y un país.

105

7.2 Recomendaciones

Es necesario tener en cuenta los estudios cualitativos, como este, para plantear la

reestructuración del Programa de Agricultura Urbana con base en el Acuerdo 605 de 2015,

en el cual se formulan los lineamientos para institucionalizar el programa de agricultura

urbana y periurbana agroecológica en la ciudad de Bogotá. De esta manera poder garantizar

la sostenibilidad y el fortalecimiento del tejido social por medio de las redes y grupos de

trabajo en torno al establecimiento de cultivos limpios y la disponibilidad de alimentos sanos

en las huertas de los hogares.

Independientemente de la institución u organización que pueda intervenir en los procesos

de AU, sea éste gobierno, academia, organizaciones no gubernamentales, organizaciones

comunitarias, agencias internacionales, actuando de manera independiente o conjunta; es

necesario el diagnóstico de los territorios en términos de las necesidades de la comunidad, la

caracterización de sus habilidades y recursos. En este caso, de nuevo se recalca el potencial

de la AU para el logro de distintos objetivos: generación de trabajo, producción de alimentos,

ayuda al medio ambiente, actividad de dispersión, espacio para la educación cultural,

ambiental y agroecológica.

Por otra parte, es importante entender que este campo de estudio no se agota bajo esta

perspectiva teórica, los abordajes desde la participación social de futuras investigaciones

pueden llegar a ser muy enriquecedoras y aportar nuevos elementos a la consolidación de

ésta teoría. En este trabajo se identificaron elementos relevantes que podrían dar paso a

nuevas investigaciones, por ejemplo, acerca de las personas involucradas en programas

106

sociales, de cómo hacen uso de su capital social, económico y cultural, mediante la

participación en escenarios sociales y políticos, y de la forma como logran la obtención

eficiente de sus recursos.

107

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ANEXOS

122

Anexo 1. Guía de observación – visita a las huertas.

Barrio: _________________________Fecha: ______________Hora:

_________ Nivel de ingreso: Menos de 500.000_____ Entre 500.000 y 1.000.000

_____

Edades de los participantes: Menores de 18___ 18- 25 ___ 26-39___ 40-

55___

56-70 ____ Mayores de 70___

Estrato socio económico: 1__ 2__3__ Número de integrantes del grupo:

1__2__3__4__5__más__

Género: F___ M___

Tipo de huerta: Escolar__ Familiar comunitaria____ Comunitaria _____ Otra

____

Destino de la producción:

Autoconsumo___Transformación:___ Comercialización_____

¿Existe aprovechamiento de residuos orgánicos?

Sí___No___Composta___________ Lombri-compostaje ____ Otro _____

¿Producen fertilizantes?: Sí ____ No ____ Practican la alelopatía: Sí ___ No

____

La actividad ha: crecido _____ Disminuido _____ Permanecido _____

Especies:

Alimentarias (A)

_____________ ____________ _____________ ____________

___________

_____________ ____________ _____________ ____________

___________

_____________ ____________ _____________ ____________

___________

_____________ ____________ _____________ ____________

___________

_____________ ____________ _____________ ____________

___________

Aromáticas (Ar)

_____________ ____________ _____________ ____________

___________

_____________ ____________ _____________ ____________

___________

_____________ ____________ _____________ ____________

___________

_____________ ____________ _____________ ____________

___________

_____________ ____________ _____________ ____________

___________

Ornamentales (O)

_____________ ____________ _____________ ____________

___________

_____________ ____________ _____________ ____________

___________

123

Anexo 2. Tabulación guía de observación.

menos de

500.000 pesos

entre 500.000 y

1.000.000 pesosFemenino Masculino Adulto mayor Adultos Jovenes Padres Niños Docentes Si No Compostaje

Lombri -

compostajeCompra Trueque Producción

NaranjosColegio Carlos Albán

sede AX 44 24 20

X X X X X X X X X X

José María

Carbonelle

Colegio Carlos Albán

sede B35 22 13

X X X X X X X X

El JardínColegio Carlos Albán

sede CX 38 17 21

X X X X X X X X X

Carlos Albán Colegio Guimarc 42 25 17 X X X X X X X

Mira Flores II Colegio Marmátos 36 23 13 X X X X X X X X

San Bernardino IED Kymi Pernía X 43 36 7 X X X X X X X X X

PorvenirPAS Porvenir (Punto

de atención Social)X 13 13

X X X X X X X X

Bosa Nova Casa de la Igualdad X 18 17 1X X X X X

X

Carlos Albán Demostrativa X 7 5 2 X X X X X X X X X

La Independencia Familia X 8 5 3 X X X X X

Danuvio Azul Familia X 6 6 X X X X X X X X

Villa Clemencia Familia X 9 7 2 X X X X X X X X

Apogeo Fundación X 27 27 X X X X X X X X X

Santa MartaJardín Social Santa

MartaX 13 13

X X X X X X X X X

BosaJunta de Acción

Comunal - JACX 17 14 3

X X X X X X X

CaldasComedor nueva

ColombiaX 14 11 3

X X X X X X X X X X

El Anhelo ONG Fundanhelo X 26 24 2 X X X X X X X X

El jardín Demostrativa X 8 8 X X X X X X X X X

Islandia Familiar X 6 5 1 X X X X X X X

20% 55% 90% 25% 90% 30% 100% 55% 100% 15% 75% 30% 40% 70%PORCENTAJES

POBLACIÓN QUE PARTICIPA

Se comercializa

DESTINO DE LA PRODUCCIÓN

Autoconsumo Transformación

BARRIO

HUERTASORGANIZACIÓN

NIVEL DE INGRESOSNUMERO DE

INTEGRANTES DEL

GRUPO

GÉNEROAPROVECHAMIENTO DE

RESIDUOS SÓLIDOSPROCEDIMIENTO DE LAS SEMILLAS

124

Anexo 4: Consolidado Tabla 1, según entrevistas semi-estructuradas y observación.

FASES DEL

PROYECTO CATEGORIAS

INFORMACIÓN ENCONTRADA

DESDE LAS ENCUESTAS

Organización Social

ELABORACIÓN

DEL PROYECTO

Planteamiento del

proyecto La comunidad o las instituciones.

Marco de lectura de la

realidad

Ideas o percepciones de la realidad que orienta la

dirección que seguirá las acciones de los grupos.

Problemática identificada

Situaciones o condiciones puntuales

identificadas en la comunidad a partir del marco

de lectura de la realidad que se pretende

impactar con la implementación del proyecto.

Propuesta de solución

Es una idea de la organización que quiere

llevarse adelante y que se ordena a través de un

plan de acción.

GESTIÓN E

IMPLEMENTACIÓN

Relaciones entre las

visiones y otros actores

sociales.

Relación entre marcos de lectura de la realidad

institucionales y comunitarios entorno a la

realización del proyecto, mediante el

intercambio de información y la construcción de

consenso.

Relaciones entre las

condiciones simbólicas y

otros actores sociales.

Relación entre las posibilidades que ofrece el

marco legal y referencial de las instituciones y

las posibilidades de interacción que ofrece la

comunidad en términos de sus necesidades, sus

exigencias, sus aspiraciones y formas de trabajo.

Relaciones entre las

condiciones materiales y

otros actores sociales.

Encuentro entre los recursos económicos,

humanos, materiales.

Destinados por instancias distritales o locales.

Relaciones entre los

recursos inmateriales con

su entorno.

Comprenden el encuentro entre la información

manejada, percibida, interpretada por las

comunidades, según su cultura particular y que

tiende a evaluar según su propia escala de

intereses, objetivos y valores.

RESULTADOS

Relaciones establecidas

Tramas sociales, relaciones que constituyen los

actores en el entorno participando en las

diferentes actividades. Las relaciones se analizan

en términos de vínculos, y actividades de

observación.

Capital social simple Sistema de interacción que teje los participantes

con otros para el cumplimiento de sus objetivos.

Capital social ampliado

Sistema de interacción que construye la

organización a través de vínculos

complementarios y de intermediación.

125

Anexo 5. Fotografías- El Mercado de los Pueblos.

Universidad Nacional – Facultad de Veterinaria. Noviembre 5 de 2015

126

Anexo 6. Fotografías - Encuentro de Sabores y Saberes.

Páramo de Sumapaz. Septiembre 19 de 2015.

Humedal Neuta.- Soacha. Octubre 24 de 2015