circular n° 16 - 2013 - la escritura en el nivel inicial
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Ministerio de Educación
Secretaría de Estado de Gestión Educativa Dirección de Educación Inicial
Tucumán
San Miguel de Tucumán, 30 de septiembre de 2013.
CIRCULAR Nº ….. / 2013
A las Supervisoras de Nivel Inicial,
Directores de Nivel Inicial y Primario
Docentes de Jardines de Infantes
Presente
“No podemos reducir al niño a un par de ojos que ven, un par de oídos que escuchan, a una mano que
aprieta con torpeza un lápiz sobre una hoja de papel. Detrás, o más allá de los ojos, los oídos y la mano, hay un
sujeto que piensa y trata de incorporar a sus propios saberes este maravilloso medio de representar y recrear la
lengua que es la escritura, todas las escrituras”
Emilia Ferreiro
Asunto: La escritura en el Nivel Inicial.
En esta oportunidad, la Dirección de Educación Inicial se
dirige a Uds. para invitarles a reflexionar acerca de la enseñanza y el aprendizaje de la
ESCRITURA en el Nivel Inicial.
En este sentido es importante destacar, que se trata de un
proceso que se inicia sistemáticamente en la escuela a través de situaciones de lectura y
reconocimiento de la palabra escrita en los textos. Esta tarea se realiza en forma simultánea
e integrada, como un acompañamiento contínuo de las actividades cotidianas, es decir, sin
que se separen de otras situaciones de uso del lenguaje en el Jardín. El lenguaje oral o
hablado y el lenguaje escrito se entraman fuertemente en experiencias comunicativas en
las que ambos lenguajes son necesarios.
Si bien entonces, tanto la lectura como la escritura son
entendidas cada una como un proceso1, no se dan en forma aislada, sino que, “transitando
un mismo camino”, se constituyen en aprendizajes centrales de la escolaridad. Todos los
espacios de conocimiento se relacionan con ellas, ya que las prácticas del lenguaje: hablar,
escuchar, leer y escribir se interrelacionan y se involucran unas a otras, en acciones
habituales.
1 Ver Circular Nº 03/2013 Dirección de Educación Inicial
CIRCULAR Nº 16 / 2013
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Tucumán
Para comenzar esta reflexión, se propone partir del concepto
de Alfabetización Inicial y su intrínseca relación con la enseñanza y aprendizaje de la
Lecto-Escritura.
La alfabetización refiere a un complejo proceso, compuesto
por diferentes etapas que se desarrollan en las prácticas sociales y en las que se va dando
la apropiación de los códigos, según la finalidad y los niveles de interacción del sujeto
social con la palabra.
Y en forma específica, la Alfabetización Inicial en Lengua es
un proceso a través del cual, el niño adquiere habilidades, destrezas y herramientas
relacionadas a la lectura y a la escritura, que preceden y conducen a la alfabetización
convencional. Por ello, el proyecto escolar institucional ha de considerar, centralmente
desde el nivel inicial, la inclusión de los niños en la cultura escrita, como partícipes activos
del saber patrimonial.
De allí, que una situación de escritura pueda partir no sólo
de una situación exclusiva de literatura, sino iniciarse también, en otras actividades del
cotidiano del Jardín, tales como juegos matemáticos, experiencias con las ciencias, con la
tecnología y las vivencias que el niño tiene en interrelación con el ambiente de los distintos
contextos.
En consonancia con lo anterior, será necesario tener en
cuenta que el “camino de la escritura” compromete en primer lugar el desarrollo de una
conversación significativa, guiada por el docente, para continuar con la lectura de
diferentes portadores de textos: cuentos, poesías, leyendas, adivinanzas, libros álbum,
entre otros, y además textos varios de uso social, como publicidades, propagandas, guías
de teléfono, revistas, carteleras diversas, folletos, boletos de colectivo, etiquetas de
productos, entre otros. La lectura de esta variedad de textos, implica posteriormente la
escritura de textos y palabras. Esta escritura se realizará en forma mediatizada, a través
del maestro, para permitir la participación del niño, en el conocimiento del texto escrito y
sus estructuraciones.
Ahora bien, si se hace referencia a las prácticas de escritura
en forma puntual, se está mencionando la producción de textos por parte de los alumnos, sean
éstos textos en forma de narración, de opinión, de dictado al maestro o de escrituras espontáneas de
los niños; pero también, la construcción realizada por los niños, a partir de sus propias palabras y
no sólo lo que pueden escribir concretamente sobre el papel2
2 Serie Cuadernos para el aula. Volumen I (NAP)
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En palabras de Vigostzky3, el aprendizaje de la escritura no es
espontáneo como la adquisición de la oralidad ni se produce por la sola inmersión o interacción del
sujeto en una comunidad alfabetizada; por el contrario, la lengua escrita se aprende y el desarrollo
de las complejas competencias de lectura y escritura requiere enseñanza ya que no es de origen
biológico sino que, dentro de un proceso de desarrollo general pertenece a los procesos de origen
sociocultural.
Favorecer el aprendizaje de la escritura en los niños,
requerirá, entonces, de hacer evidente cuál es para ellos, el interés y el significado que
reviste este objeto social, de manera que los alumnos puedan establecer un vínculo
espontáneo y placentero con esta habilidad lingüística, y en forma progresiva, vayan
comprendiendo el por qué y el para qué de la escritura.
El docente deberá prestar especial atención a aquellos niños
que no han tenido experiencias enriquecedoras de lectura y escritura en su hogar, ya que
en estos casos, será la escuela la que intensificará sus propuestas didácticas, generando las
condiciones para que los mismos actúen como lectores y escritores a través de experiencias
significativas, que el docente como mediador, les proporcionará.
En este sentido, Ana María Borzone de Manrique considera
que “…es necesario generar todos los días situaciones de intercambio verbal, de juegos con sonidos
y de lectura y escritura de palabras y textos, poniendo el acento en el rol del adulto que andamia los
aprendizajes de los niños”.
Se presentan seguidamente, algunas orientaciones para
trabajar la escritura en el Jardín de Infantes, con diferentes propuestas de enseñanza:
• Acercar y motivar al niño a participar de situaciones de escritura
“con sentido” desde el inicio del período lectivo, a partir de situaciones espontáneas, de
interacción, de convivencia con la escritura y de relación con otros niños o adultos.
• Ofrecer múltiples y variadas oportunidades y experiencias para
hablar, escuchar, leer y escribir, teniendo en cuenta siempre la realidad de los niños y sus
propias posibilidades.
• Crear un ambiente alfabetizador o contexto letrado “significativo”,
que sea el reflejo del trabajo cotidiano y colectivo del docente con los niños, considerando
sus experiencias previas. Por ejemplo: la realización del código de convivencia, carteleras
de anuncios sociales, listados diversos, listados de palabras nuevas aprendidas a partir de
situaciones determinadas de aprendizaje significativo, carteleras de recomendaciones,
listados de cuentos, entre otros.
3 En documento “La formación de Alfabetización Inicial de los futuros docentes”. Instituto Nacional de
Formación Docente. Área de Investigación. Repositorio Institucional del Ministerio de Educación de la
Nación. Buenos Aires (2009)
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• Explorar en forma cotidiana, distintos tipos de textos, tales como
cuentos, noticias, mensajes, avisos, informes, entre otros, para favorecer el descubrimiento
de la función comunicativa de la lengua escrita.
• Pensar actividades de lectura y escritura del nombre propio y otras
palabras significativas.
• Estimular las producciones escritas de los niños, valorándolas como
producciones creativas, ya sean éstas como resultado de la copia significativa o de sus
propias escrituras espontáneas no convencionales, o como resultantes del dictado
mediatizado. Por ejemplo, a través de la observación de imágenes, la escritura de notas,
mensajes, carteles, carteleras, listas, en las cuales los niños producen sus propios textos.
• Enseñar canciones y poemas para permitir al niño desarrollar su
memoria auditiva, necesaria para la adquisición de la lectura y de la escritura.
• Reconocer palabras de uso cotidiano dentro de un texto, de un todo,
evitando la fragmentación textual o las “palabras sueltas” carentes de significatividad. Por
ejemplo: el uso de libros de cuentos para lograr el acercamiento de los niños a la cultura
escrita, en vez de tomar palabras aisladas o frases sueltas, descontextualizadas.
• Crear las condiciones didácticas necesarias para que los niños actúen
como escritores autónomos, críticos, creativos, aún cuando no escriban en forma
convencional.
De todo esto se infiere que uno de los objetivos del Jardín de
Infantes, como escenario privilegiado para el desarrollo temprano y recurrente de las artes
del lenguaje, es “provocar el acercamiento” a la lectura y a la escritura en un sentido
amplio, y no que el niño lea convencionalmente ni escriba alfabéticamente.
Para lograr una intervención docente adecuada, será
necesario entonces, repensar las propuestas de manera que todos los niños, con
experiencias ricas o precarias de lectura y escritura, puedan avanzar desde el lugar en el
que se encuentran y alcanzar trayectorias escolares exitosas.
Atentamente.-
Prof. Patricia Tauber
Directora de Educación Inicial
Tucumán