cine de la razón

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  • 7/25/2019 Cine de La Razn

    1/9

    Los orgenes del cine: en busca

    de un lenguaje especfico

    Desde su mismo nacimiento, se

    ha dado un debate ininterrumpido

    en el cine acerca de la especificidad

    del lenguaje cinematogrfico y la

    relacin del cine con otras artes.

    Cuando es creado por los hermanos

    Lumire, el cine es concebido como

    tributario de la fotografa. Los Lumire

    eran fotgrafos e inventores y su

    objetivo era lograr lo que para la

    poca era un prodigio: la fotografa

    en movimiento. Es de esta forma

    como concibieron el cine cuando lo

    inventaron. Los gneros cinematogr-

    ficos primitivos resultaban tributariosde los gneros fotogrficos: retratos

    de grupos familiares, paisajes, esce-

    nas de actualidad. Es as que los pri-

    meros cortometrajes de los Lumire

    constituyen la gnesis del documen-

    talismo. En este sentido, se dice con

    justic ia que, aun cuando el c ine de

    ficcin ocupa un lugar indiscutible-

    mente hegemnico en la actualidad,

    en sus orgenes el cine naci como

    documental. La creatividad de los

    Lumire no iba ms all del invento

    de la fotografa mvil. A lo largo de

    dos dcadas, los operarios de su

    compaa viajaron por el mundo fil-

    mando y exhibiendo sin cesar retra-

    tos familiares, comidas de bebs,

    marinas en movimiento, arribos de

    trenes a estaciones diversas. Previsi-

    blemente, lleg un punto en el que

    esta modalidad primitiva se agot, en

    cuanto dej de ser una novedad. El

    cine experiment en este momento

    la primera crisis de crecimiento de

    su breve historia. Las alternativas no

    son ms que dos: agotamiento o for-

    zosa renovacin.

    Los pioneros norteamericanos

    siguieron los pasos del primer artistadel cine, el francs George Mlis, el

    mago de Montreuil. Mlis regentea-

    ba un especialsimo teatro de varieda-

    des, el Thatre Robert Houdini. La

    apelacin al nombre del celebrrimo

    ilusionista no era casual: el teatro de

    variedades de Mlis se dedicaba cen-

    tralmente a distintos nmeros de

    magia. El cine y sus primitivos trucajes

    (los antecedentes primeros de los

    actuales efectos especiales) ofrecan

    al artista francs una inagotable fuente

    ESPACIOS12

    Cine de la razn / Cine de la contemplacin

    Willie Mndez

    Prof. y Lic. en Letras, FFyL, UBA. Prof. Asoc. de Diseo

    y Comunicacin Audiovisual I, II y III, carrera de Diseo

    de Imagen y Sonido, UBA

    Los hermanos Lumire.

  • 7/25/2019 Cine de La Razn

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    de sorpresas para sus admirados

    espectadores. No es para nada desati-

    nada, a partir de esto, la afirmacin

    segn la cual, si bien los Lumire son

    considerados como los padres del cine

    en cuanto tcnica, es Mlis el padre

    del cine como arte.

    El camino que l comenz a trazar

    es el que siguieron los fundadores de

    lo que despus llegara a ser Holly-

    wood, la meca del cine (y tambin su

    babilonia). De la mano de Edwin Potter

    y del gran David Griffith surgi el

    cine de ficcin. A Potter correspondi

    la invencin del western (El gran robo

    del tren, filmada por Potter en 1903) y

    a Griffith la de la casi totalidad de los

    gneros cinematogrficos restantes:

    el cine romntico, el melodrama, el

    cine de accin, la pica-histrica. En

    este ltimo gnero se encuadran sus

    dos monumentales largometrajes El

    nacimiento de una nacin (1915) e

    Intolerancia (1916). Estos pioneros,

    avanzaron en la direccin abierta por

    Mlis, que desvincul a al cine de la

    realidad y crea la ficcin, lo hace

    empezar a narrar historias. De esta

    forma el cine se independiz de la

    fotografa, pero se convirti en tribu-

    tario de otra de las grandes artes cl-

    sicas: la literatura. La literatura, con su

    vasta tradicin, se transform en

    fuente inagotable de historias pasi-

    bles de ser llevadas al cine. Naci y se

    consolid as lo que hoy se llama

    cine narrativo, un modelo de diseo

    y produccin basado en una piezaclave: el guin (bautizado tcnica-

    mente como guin literario). Pero

    de la mano de este modelo naci

    tambin el debate.

    Los directores fundamentales del

    gran cine sovitivo primitivo, Sergei

    Eisestein y Vsvolod Pudovkin, pro-

    ponan un cine concebido como arte

    de montaje, divergente del cine

    narrativo-literario de los pioneros de

    Hollywood. El cine no deba apuntar,

    segn ellos, al mero entretenimiento

    de los espectadores, sino al desper-

    tar de conciencias. Ideologa y no

    diversin. Arte y no industria del

    espectculo. El binomio antinmico

    cine norteamericano-cine europeo

    (casi siempre solo un estereotipo)

    estableci desde este momento las

    bases de su tradicional divergencia.

    Eisestein y Pudovkin proponan que

    el cine se independizara de la litera-

    tura para desarrollar un lenguaje y

    recursos propios y especficos.

    La segunda crisis del cine traera

    aparejado un nuevo gran cambio y

    tambin un nuevo gran debate. Esta

    crisis se produjo a fines de los aos

    20, cuando el cine mudo dio paso al

    sonoro. Los soviticos, cultores per-

    manentes del cuestionamiento y la

    polmica, condenaban la asociacin

    del cine con el sonido (pensaban en

    el sonido sincrnico, que dota de

    voces y palabras a los actores que,

    hasta ese momento, eran rostros que

    contaban con la expresividad gestual

    como nico instrumento para comu-

    nicar). Consideraban que esta innova-cin alejara al cine de su especifici-

    dad visual e ira en detrimento del

    montaje como recurso bsico de

    construccin y comunicacin. Con

    diferentes argumentos, el genial

    Charles Chaplin se opuso con igual

    tenacidad al cine sonoro. Aduca que

    la palabra hablada producira una

    total y completa subordinacin del

    cine a la literatura. Como l lo enten-

    da y lo realizaba, el cine era tributa-

    rio del antiguo arte de la pantomima

    Artes 13

    ...aun cuando el cine de ficcin ocupa un lugar

    indiscutiblemente hegemnico en la actualidad,

    en sus orgenes naci como documental

    Sergei Eisestein.

  • 7/25/2019 Cine de La Razn

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    (en sus humildes orgenes teatrales

    en Inglaterra, Chaplin nio formaba

    parte de una compaa de mimos).

    La historia posterior no necesita

    ser narrada ya que es conocida por

    todos. Si bien el debate acerca de la

    especificidad del lenguaje cinemato-

    grfico contina hasta nuestras das,

    se impone y adquiere carcter

    incuestionablemente hegemnico el

    modelo hollywoodense, que confiere

    importancia decisiva al guin como

    pieza previa y condicionante de la

    realizacin del futuro film. El cine

    (entendido a partir de este modelo)

    acepta sin resistencia alguna su

    subordinacin a la literatura.

    El cine segn Tarkovsky

    Realizadores claves en el desarro-

    llo del arte cinematogrfico a lo largo

    de las ltimas dcadas han propicia-

    do un modelo de cine no basado en

    el guin literario cerrado. Los rusos

    siguieron ocupando un espacio

    medular en este debate, de la mano

    del extraordinario Andrei Tarkovsky

    (1932-1986). En su breve vida Tar-

    kovsky lleg a realizar solo siete lar-

    gometrajes: La infancia de Ivn (1962),

    Andrei Rublev (1969), Solaris (1972), El

    espejo (1975), Stalker-La zona (1979),

    Nostalghia (1983) y El sacrificio (1986).

    Film los cinco primeros en medio de

    una extenuante lucha contra la omni-

    potente censura sovitica. Exiliado

    por voluntad propia, realiz sus dos

    ltimos filmes en Italia y Suecia res-pectivamente. La produccin tan

    acotada de Tarkovsky constituye, sin

    embargo, un pinculo en la historia

    del arte cinematogrfico. Las siete

    pelculas de Tarkovsky cuentan histo-

    rias. Nunca es esta historia, no obs-

    tante, la clave para comprender y

    apreciar la obra del director. Citamos

    un ejemplo que resultar particular-

    mente grfico. En su segundo largo-

    metraje, Andrei Rublev,Tarkovsky

    toma como base de inspiracin la

    figura de un mtico icongrafo

    medieval ruso. El film se compone de

    cinco partes relativamente autno-

    mas. Intentar encuadrarlas genrica-

    mente es casi imposible (todo lo que

    se diga oculta ms de lo que esclare-

    ce). Se podra hablar, por aproxima-

    cin, de estampas histricas (si bien

    lo histrico cede abierto terreno al

    onirismo potico y mstico caracters-

    tico del realizador ruso). En estas cin-

    co estampas aparece, en algn

    momento, la figura de Andrei Rublev.

    En ninguna de ellas, sin embargo,

    Rublev es el protagonista. La pelcula

    sobre Rublev aborda su figura alejn-

    dose de toda previsibilidad u obvie-

    dad. Elige el camino indirecto de la

    asociacin potica. No la explicita-

    cin sino la metfora. Esta bsqueda

    es completamente conciente por

    parte de Tarkovsky, enemigo declara-

    do del cine literario.

    En Esculpir en el tiempo, superlativa

    recopilacin de sus escritos sobre

    cine (que trascienden, de hecho,

    ampliamente el cine en tanto temti-

    ca), el director ruso se refiere en reite-

    radas oportunidades a este punto:

    Ya va siendo hora de que separemos

    la literatura y el cine.

    (...) En el cine lo que me atrae son las

    interconexiones poticas que se salgan

    de la normalidad. La lgica de lo poti-

    co. En mi opinin, esto es lo que mejor

    corresponde a las posibilidades del cine,

    la ms verdica y potica de todas las

    artes. En cualquier caso, esto me resultams cercano que la dramaturgia tradi-

    cional, que une las imgenes por la

    evolucin lineal, lgica y consecuente

    del tema.

    () Al hablar de poesa no estoy

    pensando en ningn gnero determi-

    nado. La poesa es para m un modo de

    ver el mundo, una forma especial de

    relacin con la realidad.

    (...) En su desarrollo futuro, el cine

    eso es lo que opino- no solo se aparta-

    r de la literatura, sino tambin de las

    ESPACIOS14

    Cine de la razn / Cine de la contemplacin

    Andrei Tarkovsky, cuya

    produccin constituye

    un pinculo en la historia

    del arte cinematogrfico.

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    dems artes, siendo as cada vez ms

    independiente. Este proceso no se reali-

    za a la veloc idad que sera deseable. Se

    est produciendo un proceso lento y

    dificultoso, en varias etapas. De ah el

    hecho de que en el cine se haya llegado

    a una cierta estabilizacin de los princi-

    pios es pecficos que en realidad son

    propios de otras artes, pero en los que

    se siguen apoyando frecuentemente los

    directores de cine. Sin embargo, estos

    principio s estn empezando a frenar el

    desarrollo de la especificidad del cine,

    se estn convirtiendo en un impedi-

    mento. Y una de las consecuencias de

    ello es que el cine ha perdido parcial-

    mente la capacidad de otorgar una

    configuracin inmediata a la realidad

    con sus medios especficos, sin atrave-

    sar el camino de la literatura, de la pin-

    tura o del teatro.1

    El debate en las ltimas dcadas

    Paralelas a la postura de Tarkovsky,

    que postulaba un cine que se inde-

    pendizara de cualquier lenguaje arts-

    tico que no le fuera especfico, se

    desarrollaron en las ltimas dcadas

    otras que, si bien coincidan en la

    necesidad de que el cine dejara de

    lado la subordinacin respecto de la

    literatura, convalidaban la interaccin

    con otras artes ms afines. Esta pos-

    tura est representada por el ingls

    Peter Greenaway. Pintor antes de

    convertirse en cineasta, Greenaway

    obtuvo en su juventud una beca que

    le permiti vivir varios aos en Italia,con el objeto de estudiar la pintura

    de los grandes maestros italianos del

    Renacimiento. Conciente de la breve-

    dad de la historia del cine comparada

    con la de las grandes artes tradicio-

    nales, Greenaway legitim que un

    cineasta buscara inspiracin y apoyo

    en algn otro lenguaje artstico. Con-

    sidera, sin embargo, que no debe ser

    la literatura el arte elegido, por el

    hecho de que su lenguaje, basado en

    la palabra, no es coincidente con el

    lenguaje cinematogrfico, cuyo signo

    de base es la imagen. Greenaway eli-

    ge la pintura (previsiblemente) y la

    pera como fuentes de inspiracin

    para su cine. El mtico Sacha Vierny,

    director de fotografa hasta su muer-

    te de todos los filmes del ingls,

    declar que Greenaway siempre le

    plante atmsferas pictricas como

    referencia para su trabajo fotogrfico.

    As, el enigmtico Johannes Vermeer

    es el referente pictrico de Zoo

    (1985); la escuela inglesa prerrafaelis-

    ta fue la base de inspiracin fotogrfi-

    ca de Drowning by numbers2 (1988), y

    la pintura del holands Franz Hals la

    de El cocinero, el ladrn, su mujer y su

    amante (1989). La inverosimilitud

    argumental y la hiprbole melodra-

    mtica de este ltimo film, con sus

    espacios escenogrficos y su vestua-

    rio manierista, se comprenden, a su

    vez, a partir de la confesa aficin de

    Greenaway por la pera y sus fastos.

    Cuando el personal director habla

    de sus pares, son muy pocos los reali-

    zadores que cita como referentes. Pun-

    tualmente dos: otro ingls, Derek Jar-

    man y un norteamericano, el genial

    David Lynch. La seleccin no es

    casual. Tanto el cine de Jarman como

    el de Lynch se encuadran de pleno

    dentro del modelo de cine no literario.

    Dentro de la produccin de Jar-

    man se destacan Caravaggio (1984) y

    Eduardo II (1991). El film acerca del

    pintor italiano barroco se aleja de

    todo intento de rigor biogrfico. Elacento est puesto mucho ms fuer-

    temente en la reconstruccin de la

    atmsfera de los cuadros de Caravaggio

    (se realiza, incluso, la escenificacin

    viva de algunas de sus pinturas ms

    clebres) que en la vida del pintor. En

    Eduardo II, si bien la base es la obra

    teatral homnima de Christopher

    Marlowe, Jarman aprovecha la

    supuesta identidad homosexual del

    monarca ingls para crear un film que

    se constituye en asumido manifiesto

    Artes 15

    Willie Mndez

    1.Tarkovsky, A., Esculpir en el tiempo, Madrid, Rialp,

    1999, pp. 34-42.

    2. Distribuida en la Argentina con el ttulo Conspi-

    racin de mujeres.

    Peter Greenaway.

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    militante gay. La escenografa y ves-

    tuario trasladan la accin del siglo

    XIV a la actualidad (en que se mez-

    clan la psicodelia de los 60 con el

    glam-rockde los 80), con el objeto

    de dejar en claro la universalidad

    atemporal del alegato en favor de la

    homosexualidad.

    Las experimentaciones no narrati-

    vas en la filmografa de Jarman llegan

    al extremo en filmes como The ange-

    lic conversation (1985) y Blue (1993). El

    primero est conformado por una

    sucesin de planos de efebos des-

    nudos que interactan sin palabras,

    acompaados por msica incidental.

    Sonetos amorosos de Shakespeare en

    la voz de Judie Dench ritman las

    escenas de homoerotismo. Blue est

    constituida por un nico e incesante

    plano azul que intenta trasladar a la

    imagen la ceguera que el director

    padeca en el momento en que reali-

    zaba el film.

    La filmografa del genial e inclasifi-

    cable David Lynch constituye otra

    declarada apuesta al cine no literario.

    Desde la surrealista Cabeza borradora

    (1977), hito inicial dentro de su obra,

    Lynch cultiva un onirismo creciente

    que llega a extremos experimentales

    en sus pelculas recientes. La carretera

    perdida (1997), Mulholland Drive3

    (2001) e Inland Empire4 (2006) confor-

    man una triloga en que la realidad

    inicial da rpido paso a situaciones

    profundamente onricas (de corte

    pesadillesco, de hecho) en que los

    personajes se duplican (La carretera

    perdida, Mulholland Drive) o se multi-

    plican (Inland Empire) tomando la

    fragmentariedad, la lgica de lo

    inconciente y los estados alterados y

    expandidos de la conciencia5 como

    principio de construccin. Interroga-

    do acerca de sus influencias, David

    Lynch, al igual que Greenaway, cita a

    pintores y no a cineastas. Nombra

    puntualmente a Francis Bacon y

    Oskar Kokoschka como los referentes

    en su produccin reciente.

    Discpulo en cierta medida de Tar-

    kovsky y ruso como l, Alexander

    Sokurov es otro prestigioso represen-

    tante del cine no literario. En el bino-

    mio integrado por Madre e hijo (1997)

    y Padre e hijo (2003), las relaciones

    madre-hijo, padre-hijo escapan a

    toda previsibilidad. Por completo ale-

    jado del matiz psicolgico con que

    estos vnculos seran abordados por

    directores como Bergman o Sokurov,

    elige una construccin no realista

    que tie estos lazos de una ambige-

    dad por momentos agobiante. Es for-

    zoso que el espectador deje de lado

    las convenciones de lectura lineal ylgica y se abra a cdigos cinemato-

    grficos alternativos. De otra manera,

    se quedar inexorablemente afuera

    de la propuesta del realizador ruso.

    Igualmente surrealista es la forma en

    que Sokurov aborda cinematogrfica-

    mente las harto polmicas figuras de

    Hitler en Molokh (1999) y Lenin en

    Taurus (2001). El espectador que bus-

    que acopiar datos histricos o bio-

    grficos sobre ambos personajes, sal-

    dr por completo decepcionado y

    ESPACIOS16

    Cine de la razn / Cine de la contemplacin

    3. El camino de los sueos en la distribucin local.

    4. Distribuida en la Argentina con el ttulo Imperio.

    5. Lynch practica activamente la meditacin y

    est a punto de publicar un libro sobre el tema.

    Derek Jarman (a la derecha) durante la filmacin

    de Eduardo II.

    Alexander Sokurov

  • 7/25/2019 Cine de La Razn

    6/9

    consternado. Siguiendo los pasos tra-

    zados por Tarkovsky en Andrei Rublev,

    los personajes histricos son retrata-

    dos desde una perspectiva que apun-

    ta a lo que el director considera sus

    esencias. Queda claro que, en su

    visin, estas esencias no responden a

    biografismo lineal alguno. En Spiritual

    voices,6 pelcula de cinco horas de

    duracin, Sokurov lleva a cabo uno

    de sus experimentos ms comprome-

    tidos con un cine no narrativo. El film,

    presentado como un diario de gue-

    rra, est integrado por cinco episo-

    dios, cada uno de aproximadamente

    una hora de duracin. El primero est

    conformado por el plano fijo de un

    paisaje nevado que, musicalizado por

    un concierto para piano y orquesta

    de Mozart, se mantiene sin alteracin

    a lo largo de toda la hora que dura el

    episodio. Las nicas variaciones per-

    ceptibles son las provenientes de los

    cambios en la luz que incide sobre el

    paisaje y un pastor que, en un

    momento dado, lo atraviesa.

    2008: El estado de las cosas

    Dos ttulos estrenados durante

    2008 adscriben al modelo del cine no

    literario y lo exponen en sus alcances

    ms ricos. Se trata de Aniceto del

    genial e inclasificable director argen-

    tino Leonardo Favio y de My blue-

    berry nights,7 ltima produccin del

    no menos genial realizador chino

    Wong Kar Wai.

    En el comienzo de su pelcula, lavoz en over del propio Favio anuncia

    que, de todos los fantasmas que

    habitan su mundo, es el de Aniceto el

    que lo ronda con mayor frecuencia.

    Aniceto es el protagonista del cuarto

    largometraje de Favio, que ostenta el

    rcord de ser el film con el ttulo ms

    extenso de la historia del cine argen-

    tino: Este es el romance del Aniceto y la

    Francisca, de cmo qued trunco,

    comenz la tristeza y unas pocas cosas

    ms (1967). Por razones deducibles, el

    film se populariz con el ms breve

    ttulo de El romance del Aniceto y la

    Francisca. Para el guin, Favio se inspi-

    r en el cuento La Ceniza, escrito por

    su hermano Jorge Zuhair Jury. El direc-

    tor film la historia en un austero blan-

    co y negro, completamente adecuado

    al atavismo de la tragedia narrada (con

    claras reminiscencias del teatro griego

    o el lorquiano, pese a estar ambienta-

    da en el medio rural argentino). Favio

    cuenta que fueron muchos los que le

    marcaron, en ese momento, que los

    largos silencios de su film sugeran

    espacios musicales. Esta fue la razn

    por la cual concibi la idea de filmar

    nuevamente la historia cuarenta

    aos despus, pero con la forma que

    l bautiza como pelcula-ballet.

    El tro protagnico, encarnado en

    1967 por Federico Lupi, Elsa Daniel y

    Mara Vaner, estuvo a cargo ahora de

    tres bailarines. Aniceto fue ntegra-

    mente filmada en los interiores de un

    gigantesco galpn. Todo lo que el

    espectador ve es artificio (en el sen-

    tido ms teatral del trmino). Las ili-mitadas posibilidades que un mbito

    de este tipo ofrece desde el punto de

    vista fotogrfico y escenogrfico son

    aprovechadas al mximo por Favio.

    Cada espacio est diseado e ilumi-

    nado con tal vuelo plstico que el

    resultado es una sucesin ininterrum-

    pida de imgenes cuya sofisticacin

    raya en lo inverosmil (sobre todo

    cuando se tiene conciencia de que

    no ha habido intervencin digital de

    ningn tipo: todo lo que vemos es

    Artes 17

    Willie Mndez

    Desde su mismo nacimiento, se ha dado un debate

    ininterrumpido en el cine acerca de la especificidad del

    lenguaje cinematogrfico y la relacin con otras artes.

    6.Transcribo el ttulo del film en ingls ya que no

    tuvo distribucin comercial en la Argentina.

    7. El sabor de la noche en la distribucin local.

    Escenas deSpiritual voices, de S okurov.

  • 7/25/2019 Cine de La Razn

    7/9

    verdadero). El desborde visual pro-

    pio de Favio como artista domina

    cada escena, cada plano. La historia

    trgica de Aniceto, Francisca y Luca

    constituye una mera excusa para que

    el director componga una autntica

    sinfona audiovisual. Tal enunciacin

    sinestsica no es arbitraria. La msica

    del film (que remite estilsticamente

    en forma reconocible a la de otros fil-

    mes de Favio) establece una estrech-

    sima relacin con la imagen, enfatiza-

    da por el muy elaborado ritmo del

    montaje. Aniceto es concebido como

    un film bsicamente para contem-

    plar: los sentidos por sobre la razn.

    Con rasgos estilsticos de cons-

    truccin completamente diferencia-

    dos, lo mismo ocurre con My blue-

    berry nights. Wong Kar Wai, el ms

    clebre y prestigioso entre los direc-

    tores orientales de la actualidad, se

    aleja por completo del cine conven-

    cional. El rasgo que marca ms signi-

    ficativamente esta distancia es el

    valor mnimo que asumen en sus

    pelculas las historias narradas. El

    acento est siempre puesto, en cam-

    bio, en el complejo y suntuoso dise-

    o audiovisual. En los filmes de Wong

    Kar Wai la forma se convierte en el

    verdadero contenido. El cmo pasa a

    ser e l qu. La imagen adquiere una

    especial materialidad. Cada escena,

    cada plano, es concebido con una

    obsesividad plstica (lumnica y cro-

    mtica) ms propia de un pintor que

    de un cineasta. Esta tendencia a lahiperelaboracin fotogrfica de la

    imagen es creciente en sus filmes.

    Resulta fundamental para esto la

    cooperacin con grandes directores

    de fotografa. En casi todas sus pel-

    culas lo acompa el australiano

    Christopher Doyle, que lleg a con-

    vertirse en su mano derecha. En My

    blueberry nights fue secundado por

    primera vez por el franco iran Darius

    Khondji, cuyo talento qued clara-

    mente evidenciado a travs de su

    trabajo en este film, el ms sofistica-

    do fotogrficamente de toda la pro-

    duccin de Wong Kar Wai.

    El otro factor clave es la msica.

    Wong Kar Wai es un reconocido

    melmano, con predileccin por la

    msica romntica. El amor desgarra-

    do es el denominador comn del

    director, en todos los ritmos musica-

    les que lo abordan: el tango (Happy

    together),8 el bolero (In the mood for

    Love),9 la pera belcantista (2046), la

    balada romntica y el soul (My blue-

    berry nights). Al igual que en la ltima

    produccin de Favio, en las pelculas

    de Wong Kar Wai msica e imagen

    establecen una relacin sinestsica.

    La aficin de Wong Kar Wai por la

    msica romntica no es arbitraria. Se

    inscribe dentro de una visin romnti-

    ca mucho ms amplia, que explica la

    recurrencia del director y guionista a

    un nico tema (que, con distintas

    variaciones, se desarrolla en todos sus

    filmes): el amor desencontrado. Aqu

    radica una de las claves que explican

    el poco peso que el componente

    narrativo asume en las pelculas del

    oriental. La historia narrada, finalmen-

    te, siempre es la misma. Como para

    que no quepan dudas: el guin de My

    blueberry nights, sucripto por Lawrence

    Block y el propio Wong Kar Wai, surge

    de la expansin del corto In the mood

    for Love 2001. El ttulo pone en eviden-

    cia que el corto, a su vez, es una varia-

    cin sobre In the mood for Love, pelcula

    que le vali la consagracin internacio-nal al director chino.

    Los riesgos del cine no narrativo:

    sin lmites y sin red

    La existencia de un guin literario

    opera como un lmite, pero al mismo

    tiempo confiere al film una estructura

    y lo torna legible y familiar en

    cuanto a sus cdigos de construc-

    cin ante los ojos del espectador

    medio. Frente a este lmite, que es al

    mismo tiempo garanta, el cine no

    ESPACIOS18

    Cine de la razn / Cine de la contemplacin

    8. Pelcula filmada en Buenos Aires, en la que el

    director tom como base The Buenos Aires affair

    de Manuel Puig.

    9. Distribuida en la Argentina con el ttulo Con

    nimo de amar..

    Escena de la segunda versin de El romance del

    Aniceto y la Francisca, de Leonardo Favio.

  • 7/25/2019 Cine de La Razn

    8/9

    narrativo se mueve en un mbito de

    completa libertad. Pero esta libertad

    lo ubica, inexorablemente, en un

    espacio sin red. Todo es posible.

    Naturalmente, no todo lo posible es

    interesante y, menos an, artstico.

    Pero, dnde se encuentra el umbral?

    Quin puede establecerlo? Partien-

    do de qu pautas?

    En general se da un consenso

    (relacionado con la distribucin cine-

    matogrfica) por el cual los produc-

    tos ms extremos del cine no narrati-

    vo no se consideran adecuados para

    el estreno comercial. Su exhibicin

    se limita a los circuitos de festivales

    en los que el pblico, adems de una

    evidente cinefilia, muestra una dis-

    posicin ms abierta a lo experimen-

    tal. The angelic conversation y Blue de

    Derek Jarman, Spiritual Voices, Molock

    y Taurus de Alexander Sokurov, los fil-

    mes ms recientes de Peter Green-

    away nunca han llegado a salas

    comerciales. Aunque esto representa,

    sin duda, una marcada limitacin, al

    mismo tiempo configura un cierto

    marco que asegura condiciones de

    recepcin ms favorables por parte

    de la audiencia. El espectador medio

    suele rechazar casi sin excepcin el

    cine no narrativo, habituado (en gran

    medida por la pobre tarea que habi-

    tualmente lleva a cabo la crtica) a

    reducir una pelcula al guin y las

    actuaciones.

    Ms all de esta ley de exhibi-

    cin, es indiscutible que la completaausencia de pautas estructurantes,

    propia del cine no narrativo, lo expo-

    nen al alto riesgo de la extrema arbi-

    trariedad realizativa. El director

    argentino Gustavo Fontn estren

    en la edicin 2008 del BAFICI La ori-

    lla que se abisma. El film lleg a las

    salas comerciales pocas semanas ms

    tarde. Las reseas periodsticas ade-

    lantaban que el director haba trata-

    do de capturar en su pelcula la parti-

    cularsima vivencia de la naturaleza

    del poeta entrerriano Juan L. Ortiz

    (1896-1978). Ortiz, sutilsima cumbre

    de la poesa contempornea en

    espaol, ha sido calificado como

    mstico de la naturaleza. El poeta

    pas casi toda su vida en una humil-

    de casita a orillas del Paran. rboles,

    hierba, agua asumen en su poesa un

    aura de transfigurada espiritualidad.

    Tarea dific ils ima (mis in imposible

    habra que decir) la de trasladar a

    otro cdigo este universo tan nico

    y personal. El film de Fontn se abre

    con un epgrafe extrado de la obra

    de Ortiz, que opera como claro mar-

    co de referencia y predispone (o

    condiciona) al espectador a prepa-

    rarse para algo serio. Tras este ep-

    grafe sobre fondo negro aparece un

    primer plano de hojas. Este plano

    pasa por corte a otro de igual conte-

    nido. Cada plano, aunque fijo, es lar-

    gusimo. En el cuarto o quinto plano,

    las hojas son mostradas fuera de

    foco. Sintetizando, la totalidad del

    film de Fontn consiste casi exclusi-

    vamente en esto: planos de hojas en

    foco o fuera de foco, a veces con un

    ro de fondo. Se prescinde de toda

    msica ya que la intencin es

    sumergir al espectador en la sonori-

    dad de la naturaleza. Cerca del final

    del film (64 minutos de duracin)

    aparece un breve registro histrico

    de Juan L. recitando uno de sus poe-

    mas. La crtica ensalz hasta lmites

    insospechados el film de Fontn.

    Cuando quien suscribe lo vio, habasiete espectadores en la sala. Media

    hora despus de iniciado el film

    quedaba solo uno (huelga aclarar

    quin). Los contados asistentes no

    ignoraban que no se encontraran

    con un film de cuo comercial. Esto

    no fue suficiente para que permane-

    cieran hasta el final de la proyeccin.

    Quin estuvo en lo cier to, la crtica

    que se deshizo en crpticos elogios o

    el pblico que se levant antes de

    completar la media hora inicial?

    Artes 19

    Willie Mndez

    Leonardo Favio.

  • 7/25/2019 Cine de La Razn

    9/9

    El eventual debate entre dos especia-

    listas en cine, uno de ellos defensor y

    el otro detractor del film no zanjara

    la cuestin ya que dependera del

    canon forzosamente subjetivo en

    que cada uno se apoyara para dife-

    renciar lo artstico de lo que no lo es.

    Sin lmites y sin red.

    Un cine para la perplejidad crtica

    Los inusitados elogios dirigidos a

    La orilla que se abisma, aun cuando se

    los atribuya a un cierto grado de

    esnobismo, podran hacer pensar en

    una actitud abierta y cooperativa de

    la crtica hacia las experimentaciones

    del cine no literario. Nada ms lejano,

    sin embargo, de la realidad.

    Tarkovsky debi padecer una

    incesante ordala frente a la censura

    cinematogrfica sovitica, que obje-

    taba con pertinaz miopa cada uno

    de sus filmes por no considerarlos

    efectivos como instrumentos de pro-

    paganda poltica. Los detractores de

    Peter Greenaway son particularmente

    encarnizados y se cuentan por legin.

    El argumento en el que se apoyan

    para proscribirlo es que lo que l

    hace no es cine, sino pintura filmada.

    Un prestigioso matutino argenti-

    no titula su resea crtica de My blue-

    berry nights Un viaje a ninguna par-

    te. En el copete de la resea, el crti-

    co comenta:

    En El sabor de la noche, el brillo

    formal del cineasta chino no logra disi-

    mular una historia esculida.10

    Este copete deja en claro que el

    crtico considera que lo esencial en

    un film es la historia narrada. Lo for-

    mal es adjetivo, secundario. Clara-

    mente est pensando en el modelo

    hegemnico de cine narrativo. En

    funcin de lo anteriormente expues-

    to, queda claro que este modelo est

    muy lejos de ser el cultivado por

    Wong Kar Wai. La pauta de anlisis

    aplicada, entonces, se revela como

    cabalmente inadecuada (falencia

    aceptable en un lego pero reveladora

    de notable miopa en un especialista

    en el tema).

    No solo el espectador medio

    reduce un film al guin y las actua-

    ciones. La mayor parte de la crtica

    tambin toma estos componentes

    como marco para su anlisis.

    La ausencia de lmites termina

    convirtindose en un gran riesgo, en

    un escollo casi imposible de sortear

    para la percepcin de los espectado-

    res (legos o especialistas). Solo queda

    la apuesta a la sensibilidad y apertura

    de los pocos que puedan ponerse en

    sintona y darle la bienvenida a los

    nuevos lenguajes.

    Sin lmites, entonces. Pero bsica-

    mente: sin red...

    ESPACIOS20

    Cine de la razn / Cine de la contemplacin

    10. La Nacin, resea crtica firmada por Fernando

    Lpez.

    My blueberry nights,

    traducida como El sabor de

    la noche, del director chino

    Wong Kar Wai.