cinco preguntas del padre arrupe a los cristianos de hoy

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CINCO PREGUNTAS DEL PADRE ARRUPE A LOS CRISTIANOS DE HOY De la profundidad de mi experiencia de Dios depende la profundidad con la que voy a vivir mi vida, y la hondura de mi compromiso con mis hermanos; sin esa experiencia, mi compromiso va a estar tentado y amenazado de superficialidad. Del vigor y la fuerza de mi experiencia de Dios va a depender la constancia y la perseverancia en el servicio y el compromiso con mis hermanos. ¿QUÉ EXPERIENCIA DE DIOS ES LA QUE ME MUEVE Y MESOSTIENE? ¿CUÁL ES SU AUTÉNTICA PROFUNDIDAD EN MÍ? Las relaciones interpersonales, el cuidado de nosotros mismos, el descanso y también nuestras pasividades, nuestras disminuciones. Todo puede ser para nosotros misión, servicio, y vivir todo como misión le dará sentido y unidad. La propuesta de la misión como eje de integración es también una propuesta válida para todos los momentos y etapas de la vida, que se pueden vivir como “misión”, con formas distintas de concretarla según las propias posibilidades. El vivirnos en misión nos da un modo de leer el mundo. El modo de leer el mundo de Dios, que Arrupe sintetiza en tres palabras: “con la anchura, con la hondura, y con la cercanía de Dios”. Con la universalidad y la mirada amplia de Dios, con la profundidad de Dios, con el cariño de Dios. ¿CUÁL ES LA CLAVE DE INTEGRACIÓN DE MI VIDA? ¿CUÁL ES SU EJE INTEGRADOR? El sentirnos en Iglesia nos abre a tres dimensiones muy importantes para nuestro seguimiento de Jesús “a la ignaciana” y para nuestra misión: la comunión, la universalidad y la disponibilidad. P. Arrupe nos da una preciosa definición del “sentir” ignaciano: “No es un mero conocimiento intelectual. Es un conocimiento impregnado de afecto, fruto de experiencia espiritual, que compromete a todo el hombre” ¿ME SIENTO IGLESIA? ¿VIVO MI MISIÓN COMO Y EN IGLESIA? Una de las grandes preocupaciones de Arrupe: qué hemos de cambiar, en nuestra vida y en nuestra acción, para mejor servir en un mundo que está en permanente cambio. ¿Qué hemos de cambiar para no responder al hoy y al mañana con las soluciones de ayer? No sólo el discernimiento sobre necesidades nuevas y respuestas nuevas, sino el discernimiento sobre la legitimidad carismática de las nuevas respuestas y de los cambios que dichas respuestas piden. El discernimiento que distingue lo grande de lo pequeño, lo permanente de lo transitorio, lo universal de lo local, lo sustancial de lo accidental. ¿ESTOY ACTIVO EN MI DISCERNIMIENTO? ¿ESTOY ABIERTO A LOS CAMBIOS QUE LA MISIÓN ME PIDE? En un mundo donde hay tanta injusticia estructural, y donde hay tanto sufrimiento debido a la injusticia, una caridad que no es afectada por la injusticia, y que no se compromete en la lucha por la justicia, no es la

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Page 1: Cinco Preguntas Del Padre Arrupe a Los Cristianos de Hoy

CINCO PREGUNTAS DEL PADRE ARRUPE A LOS CRISTIANOS DE HOY

De la profundidad de mi experiencia de Dios depende la profundidad con la que voy a vivir mi vida, y la hondura de mi compromiso con mis hermanos; sin esa experiencia, mi compromiso va a estar tentado y amenazado de superficialidad.Del vigor y la fuerza de mi experiencia de Dios va a depender la constancia y la perseverancia en el servicio y el compromiso con mis hermanos.¿QUÉ EXPERIENCIA DE DIOS ES LA QUE ME MUEVE Y MESOSTIENE? ¿CUÁL ES SU AUTÉNTICA PROFUNDIDAD EN MÍ?

Las relaciones interpersonales, el cuidado de nosotros mismos, el descanso y también nuestras pasividades, nuestras disminuciones. Todo puede ser para nosotros misión, servicio, y vivir todo como misión le dará sentido y unidad. La propuesta de la misión como eje de integración es también una propuesta válida para todos los momentos y etapas de la vida, que se pueden vivir como “misión”, con formas distintas de concretarla según las propias posibilidades.El vivirnos en misión nos da un modo de leer el mundo. El modo de leer el mundo de Dios, que Arrupe sintetiza en tres palabras: “con la anchura, con la hondura, y con la cercanía de Dios”. Con la universalidad y la mirada amplia de Dios, con la profundidad de Dios, con el cariño de Dios.¿CUÁL ES LA CLAVE DE INTEGRACIÓN DE MI VIDA? ¿CUÁL ES SU EJE INTEGRADOR?

El sentirnos en Iglesia nos abre a tres dimensiones muy importantes para nuestro seguimiento de Jesús “a la ignaciana” y para nuestra misión: la comunión, la universalidad y la disponibilidad.P. Arrupe nos da una preciosa definición del “sentir” ignaciano: “No es un mero conocimiento intelectual. Es un conocimiento impregnado de afecto, fruto de experiencia espiritual, que compromete a todo el hombre”¿ME SIENTO IGLESIA? ¿VIVO MI MISIÓN COMO Y EN IGLESIA?

Una de las grandes preocupaciones de Arrupe: qué hemos de cambiar, en nuestra vida y en nuestra acción, para mejor servir en un mundo que está en permanente cambio. ¿Qué hemos de cambiar para no responder al hoy y al mañana con las soluciones de ayer?No sólo el discernimiento sobre necesidades nuevas y respuestas nuevas, sino el discernimiento sobre la legitimidad carismática de las nuevas respuestas y de los cambios que dichas respuestas piden. El discernimiento que distingue lo grande de lo pequeño, lo permanente de lo transitorio, lo universal de lo local, lo sustancial de lo accidental.¿ESTOY ACTIVO EN MI DISCERNIMIENTO? ¿ESTOY ABIERTO A LOS CAMBIOS QUE LA MISIÓN ME PIDE?

En un mundo donde hay tanta injusticia estructural, y donde hay tanto sufrimiento debido a la injusticia, una caridad que no es afectada por la injusticia, y que no se compromete en la lucha por la justicia, no es la auténtica caridad cristiana, ni, en consecuencia, la ignaciana. Y que así como sin caridad no hay vida cristiana, sin compromiso por la justicia, tampoco.¿MI CARIDAD ESTÁ “AFECTADA” POR LA INJUSTICIA QUE HAY EN EL MUNDO? ¿LA LUCHA POR LA JUSTICIA ES UNA DIMENSIÓN DE MI VIDA?

“Yo me pregunto cuál sería hoy la actitud de Ignacio ante los desastres de nuestra época: los fugitivos del mar, las multitudes hambrientas en el cinturón del Sahara, los refugiados y emigrados forzosos… ¿Sería equivocado pensar que él en nuestro tiempo hubiera hecho más, hubiera hecho las cosas de otra manera que nosotros?”“Es mucha verdad que los problemas nos desbordan y que no lo podemos todo. Pero lo poco que podemos ¿lo hacemos todo?”

Pedro Arrupe