Cifuentes se tapa los oídos para no oír los palos a Rajoy La delegada del Gobierno en Madrid usó sus pulgares para no escuchar cómo al~unos periodistas largaban de Rajoy en ~a entrega de [os premios Pata negra.

Debaten el debate, lógico. España es un mentidero donde polemizan sobre si Podemos es la auténtica oposición aunque gracias

al golpe en la mesa del más carismá ­tico Pedro Sánchez anticipan un gran remonte del PSOE. Ángel Gabilondo fue una buena apuesta. Convence, tranquiliza y aporta serenidad. De Sánchez admiran su apostura, arro­gancia y firmeza, como en el caso de Albert Rivera. Ellos resucitan un físico - que no la política- kennedyano más en el estilo de Bob que en el del presi­dente asesinado.

Distintos estilos. Aportan estilos desencorsetados nada apolillados, casi con arrojo infrecuente, frente al apolillamiento aborregado hasta en el vestir de líderes como Maria Dolores de Cospedal, tan opuesta a la seductora Soraya Sáenz de Santama­ría, que gana luciendo escote mientras la seca y toledana secretaria general - a quien Cristina Cifuentes no deja de significar como "buenísima persona" ­viste casi reconvertida en acorazada Juana de Arco compartiendo la ensal­zadora docilidad de Alfonso Alonso, el rendido Soriano y un González Pons que paga con la cara. Y la tiene bien grande.

Pero no es ese el debate de la calle, tampoco su intranquilidad y des­asosiego. Lo que perturba y deses­pera al españolito ya no es confirmar que, estables, Michavila y Genoveva - Genoboba o Genoviva- fueron al Teatro Real para ver ópera Iorquiana tras ser cazados con sus siete hijos

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esquiando en Baqueira. Prima, apura y desazona descubrir qué se esconde y quién ha montado la campaña destro­nadora de Belén Esteban. Imaginan

. que el montaje llega de las alturas, qué no sabrán ellos. Mantuvo en vilo y sin sueño intuir su expulsión de Gran Hermano Vip, que apenas interesa tras las divertidas trifulcas intrigantes del súpertelevisivo Víctor Sandoval. No atraen ni interesan nada los cuatro supervivientes de este concurso, acaso tapadera para derrocar a Belén como hasta ahora chillona, jaleada y también caprichosa princesa del pueblo.

Es lo que cala y preocupa, bien lo ~ constante en el nombramiento de

"patas negras" donde, milagro. lo eran cuantos recibieron investidura y el entreverado serrano de Guijuelo. De igual manera que Pere Bonet desde Freixenet alienta en el Penedés, nada

: secesionista, la cofradía del cava y en : el barcelonés Can Soteras reúnen a

los amigos del caracol, el salmantino Bernardo Hernández debería crear

Impactaron los zapatos rojinegros de plataforma de Cristina Cifuentes, que le

, habían costado 15 euros

Mariló Montero, pródi¡fa en torpezas matinales enlVE, se desmadró de una forma imprevisible y maquinadora

con otros criadores incluso del jabugo rival, una celebración anual de caba ­lleros y damas donde la TIzona fuese reemplazada por una pata negra.

Tal proponían viendo los recelos iniciales de lola Herrera, ya a punto de cumplir los 80 que no aparenta gracias a ser pionera en el uso de las cremas de caviar de las persas - ellas nunca se refieren a Irán - hermanas Masomeh que también cuidan - o cuidaban hasta ahora- la cara exótica de ese monu­mento nacional bastante restaurado que es Isabel Preysler.

Lola los cumplirá en julio, cuando todavía representará hasta finales de año En el estanque dorado, auténtico boom escénico. Abarrotan donde van. Viendo mesa con placas sobre el esce­nario del histórico Corral de la Moreria que mantiene prestigio con el mejor flamenco , esto si es marca España, por allí pasaron desde Marlene Die­trich a Marlon Brando, Richard Gere, Mohamed AIi, Michael Douglas, los Rolling Slones y una Cyd eharisse que recibió lecciones de airear el mantón de Blanca del Rey, que es única. Maes­tra en lo suyo ya sin seguidores.

"Hay mucha fantasía con el peso del mantón, pero no excede de tres kilos por rebordado que esté, incluso con caras marfileñas de chinos", impar­tía lección improvisada a una Mariló Montero convertida en un jarrón floral con estampados pantalones. Luego se desmadró, imprevisible y maquina ­dora. Me tiene perdido y despistado su juego. Casi se convirtió en airada, agresiva o agredida y luchadora Agus ­tina de Aragón, pródiga en torpezas matinales en la TVE que pagamos )

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) todos. La mantienen aunque ya no tenga arriba a su máximo protector tan amoroso. Pero no precipitemos los hechos.

Retomo porque me divierte la des­confianza de Lola Herrera ante María Luisa San José, tan sobresaliente en el cine de la Transición como actriz glamurosa que, encima, hablaba por derecho. Lo reconoció desde sus 84 años Carlos Saura, que la dirigió bas­tante. Oteando de lejos las placas pla­teadas reproduciendo una pata negra, Lola rezongó:

"Afortunadamente, tengo la casa llena de trofeos, ya no sé dónde poner­los, uf", pero Álvaro Luis, eterno en la radio de siempre y mantenedor de estos reconocimientos la tranquilizó con un Agustín Bravo en estado de gracia facial envejecida con barba. Ya tiene una hija de 7 años, suspiraban añorando su buen humor reiterado al presentar los sabrosos trofeos. Me preguntó por Carmen Sevilla a la que tanto ayudó cuando compartían "el cuponaso".

"Sé que Hugo Ferrer la visita bas­tante" , añadió.

"No la creo, porque Hugo murió hace seis años", precisé. Es Moncho Ferrer quien no deja de verla. Aunque es posi­ble que Hugo la vea pronto. carmen vive en un mundo de yuppy atendida las veinticuatro horas por dos mujeres.

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"Pero ninguna llegará a lo que Agri­pina fue para ella. Algo más que una entrega total", evocó sentido el pre­sentador, que ahora hace teatro como galán maduro mientras Lola mantenía el escame enseguida aclarado:

"Que os dan una pata negra, allí están contra la pared" , tranquilizaron a los alarmados que no quitaron ojo a Cristina Cifuentes recién llegada del político debate y casi enconado match entre Mariano Rajoy y el líder sociata. La delegada vestía negro salpicado de bordados rojos , muy en su estilo rom­pedor nada clásico.

Una rara avis, Es rara avis en nuestras gobernantas. Desde Raúl del Pozo -grande, grande­a José María Gareía la saludaron con alborozo deseándole lo mejor, "Será lo que Dios quiera, no aspiro a nada por­que me encanta lo que hago" , aclaró. Impactaron sus zapatos rojinegros de plataformas coloradas. Le habian costado lS euros. Riendo tuvo que dar detalles y dirección de tal ganga tan

Los actores Fernando Guillén Cuervo, Ana Milán triunfan en el teatro con El diario de Addn fI Elfll

envidiada. Natalia Dicenta - a quien peina y platina Mary Ángeles Caceres en Moncho Moreno- tomó nota igual que Anna Saura, veinteañera catalana hija del cineasta genial. Es la pequeña de siete hermanos, única mujer y nació de su ya duradera relación con Eulalia Ramón. Tras contarme que "nunca veo los Osear porque son un rollo comer­cializado", me anticipó próximo viaje a Argentina.

"He montado un musical con el folclore del Sur, zambas y esas cosas". Le comento que aquí se vieron cuando las importó el olvidado Alfredo Alaria, que renovó nuestros escenarios y trajo de danzantes a Ricardo Ferrante, luego amorío de Marujita Díaz, y Roberto Romero, luego gran autor. Ferrante montó revistas a Celia Gámez, que revive en el histórico Maipo bonae­rense de Pantalano con guion casi póstumo del poeta Santiago Castelo, imposibilitado por salud de asistir al éxito. Lo comentaban entre otros Enrique Cornejo fiel a una cabellera renegrida más que el azabache. Lolita Flores, por su parte, también vive su particular estado de gancho escénico y acaso deje la canción:

"Me da muchas satisfacciones hacer la Columeta de La plaza del Diamante.

"¿Y tu ruptura con Pablo Durán?" "Es irreversible y sin marcha atrás.

Hay que tirar pa adelante" , sostuvo

arrebujándose en pieles con cara­colillos. Jorge Cadavalle preguntó, " ¿Serán herencia materna?". "¡Qué va, no valen nada! Pero calientan". Tam­bién fue muy cálido el ambiente creado sin proponerlo, a Lola Herrera le pare­cía un sueño de tiempos mejores tal el éxito de Fernando Guillén Cuervo y Ana Milán al reponer con diarios "no hay billetes" Historias de Adán y Eva. El jamonazo al barbado actor coinci­dió con sus mil noches de amor, me confesaron.

"Te veo como Sherezade, venga a mantenerlo con cuentos".

"Hoy iniciamos nuestras mil y una noches", rio la bellísima actriz, tan añorada en sus diversiones televisivas de cada sobremesa.

Jamones de mano en mano, Pero no todo fueron carcajadas mien­tras los jamones iban de mano en mano. Tras argumentar protestón con un "por qué nos dan uno solo si tienen cuatro patas" , Saura lo escogió como punto de apoyo mientras mantenía tipo y curiosidad con una Leika col­gada del cuello. No paró de dispararla y captó el momento en que, rechaza­dora en un casi lorquiano "no quiero oírlo", Cristina Cifuentes taponó sus oídos con los pulgares para no escu­char cómo García, Pedro Ruiz y Raúl del Pozo largaron de Mariano Rajoy.

Lolita Flores habló de su ruptura con Pablo Durán: "Es irreversible, no hay posi- . bilidad de marcha atras"

"Saura es de la vieja escuela", exaltó Pedro Ruiz recién llegado de Miami con Dany Daniel, legendario autor de "por el amor de una mujer .. . " .

"Tripliqué audiencias en las cinco teles que hice", descubrió Pedro Ruiz, que adaptó El proceso de Kafka como ya hizo en cine Orson Welles. Prepá­rense, Kafka versionado por Pedro.

"En Miami conté que buscamos hacer de España un país limpio, hon­rado e ilusionado" , replicado por García refiriéndose al actual presidente como "mi antes amigo y ahora ni conocido" , para luego sentirse crítico con "los Ondas siempre manipula-dos y los Goya, que son una falsedad. Aquí no existe la democracia" , aseguró mientras Cifuentes aguantaba su· falta de audición para que luego no digan, y a esta carrerilla se unió la explosiva ex de Carlos Herrera que lo mismo amaña libro de recetas - iY solo hay que verla cocinar! - y, trágica, casi enfatizó un "sobreviviré a cuanto me achacan y no son ciertas las calumnias que me atri ­buyen" , como si todos estuviésemos

sordos como astutamente se hizo la Cifuentes. Lo último, el limón previsor del cáncer. Altiva, clamó justicia y su enfado retumbó en el 7S aniversario de Semana. Otra cita retro de tiempos mejores montada por Charo Izquierdo en el Chicote.

Evocadora estaba Natalia Figueroa insensible al tiempo. Comentó que debuta "sin cantar y en plan cómico" en Mi gran noche, la nueva película de Á1ex de la Iglesia. Vuelta jaleada por Ana Rosa Quintana con floreado abrigo vintage de mejor aroma que el de Mariló. Hasta en eso se diferencian. Soplaron velas Terelu Campos favore ­cida de negro, Mercedes Milá encen­dida como siempre, María Patmo que en un mes debuta en el corto La cara del diablo , donde la colaboradora de Sálvame interpreta a una mujer mal­tratada, y Rosa Benito ya formando increlble dúo - si Rocío levantase la cabeza- con su hija Chayo. Lo que una tiene de dura se hace calidez en mamá. Nieves Herrero, la adelgazada Alaska con Mario, esplénrlid::l Juncal Rivero, Javier Osborne nostálgico y hasta Altonsito de Hohenlohe menos gar ­bancito que ahora compite con el deportista David Meca en récords nadadores. Un cuadro perfecto y representativo para tan fastuoso cum­pleaños. Hasta me sentí melancólico, no les digo más. I

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