Hoy nuestro mundo, nosotros , vivimos en un tiempo agitado , un tiempo lleno de cambios

e innovaciones que deslumbran la mente humana, seguramente un tiempo atrás era

impensable lo que hoy la ciencia ya ha logrado, pero detrás de todo ello

arrastramos grandes problemas y dilemas que nos hacen reflexionar constantemente.

De alguna manera muchos ante todo lo que ven, han retrocedido en su encuentro con Dios,

hoy tal vez para algunos Dios no es necesario, es más, para otros cuantos pensar en la

existencia de Dios es una tarea innecesaria. Yo digo que pensar y vivir hoy en Dios es el

camino que debemos retomar.

De que ha valido tanta filosofía, tantas teorías, tantas propuestas de vida, aún así millones de hermanos claman por el dolor que viven, por

la crueldad con que otros desde su indiferencia actúan; por esta razón hoy la vocación y el servicio desde el sacerdocio

tiene sentido.

Hay que atreverse nuevamente a pensar en Dios, a movernos en las categorías de Dios, a vivir con

más amor y caridad como nos lo enseño Jesús de Nazaret, solamente en la medida en que nuestra

vida se configure con Dios, nuestro mundo experimentará cambios como consecuencia de

encarnar a Jesús en nuestra vida.

Yo hoy digo SI a Dios y su propuesta de vida porque soy un convencido de lo que Dios hace y puede hacer en mi vida y en la vida de todo aquel que lo quiera recibir en su corazón.