ciencia tecnologia y vida cotidiana

Ciencia, Tecnologa y Vida CotidianaReflexiones y Propuestas del Nodo Sur de la Red Pop

Ciencia, Tecnologa y Vida Cotidiana

Se autoriza la reproduccin total o parcial de esta obra, siempre y cuando se cite la fuente y no sea para fines de lucro. Derechos reservados por Nodo Sur de la Red Pop www.redpop.org Editores Compiladores Nelsa Bottinelli, Roxana Giamello Diseo Grfico Daniel Bergara Ilustraciones Luca Venturini Impresin Imprimex S.A. Edicin Amparada Decreto 218/96 Depsito Legal N IMPRESO EN URUGUAY PRINTED IN URUGUAY

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Reflexiones y Propuestas del Nodo Sur de la Red Pop

INDICEPresentacin ........Nelsa Bottinelli. Coordinadora del Nodo Sur de la RedPOP. Presidente de la Asociacin Civil Ciencia Viva. Uruguay Roxana Giamello. Coordinadora de Comunicacin y Relaciones Institucionales, Mundo Nuevo, Programa de Divulgacin y enseanza de las Ciencias. Universidad Nacional de La Plata, Argentina.

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Mensaje de UNESCO .......................................................................................................................... 9Jorge Grandi. Director de ORCYT/Montevideo. Oficina Regional de Ciencia para Amrica Latina y el Caribe. UNESCO.

Desde la Direccin Ejecutiva de la RedPOP ................................................................................11Alejandra Len Castell. Directora Ejecutiva de la RedPOP. Directora de Cientec, Costa Rica.

PARTE 1 Recuperar la memoria para pensar el futuro ..........................................................12La RedPOP a travs de sus reuniones .........................................................................................13Julin Betancourt. Coordinador del Nodo Andes de la RedPOP. Director del Museo de la Ciencia y el Juego. Facultad de Ciencias, Universidad Nacional de Colombia.

PARTE 2 Reflexiones ...Rodrigo Arocena. Profesor Titular de Ciencia y Desarrollo de la Facultad de Ciencias. Rector de la Universidad de la Repblica, Uruguay.

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Sobre la democratizacin de la ciencia y la tecnologa ..........................................................25

Enredados en los laberintos de la comunicacin .....................................................................33Roxana Giamello. Mundo Nuevo, Programa de Divulgacin y Enseanza de las Ciencias. Universidad Nacional de La Plata, Argentina.

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Panorama e desafios do jornalismo cientfico na Amrica Latina e no Caribe .....................................................................................................43Luisa Massarani. Jornalista especializada em cincia. Coordenadora do Ncleo de Estudos da Divulgao Cientfica/ Museu da Vida/ Casa de Oswaldo Cruz/ Fundao Oswaldo Cruz. Coordenadora de SciDev.Net/Amrica Latina e Caribe. Bruno Buys. Estudos da Divulgao Cientfica/Museu da Vida/ Casa de Oswaldo Cruz/ Fundao Oswaldo Cruz.

De qu hablamos cuando hablamos de la alfabetizacin cientfica en al ciudadana del siglo XXI.......................................................................................................51Graciela Merino. Directora de Mundo Nuevo, Programa de Divulgacin y Enseanza de las Ciencias. Universidad Nacional de La Plata. Argentina.

Sobre la necesidad de una epistemologa de la Comunicacin Pblica de la Ciencia .......................................................................................................................59Leonardo Moledo. Editor de dicie del diario argentino Pgina 12. Director del Planetario de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires.

A popularizao da cincia e tecnologia no Brasil ..................................................................67Ildeu Moreira. Professor do Instituto de Fsica da UFRJ. Diretor do Departamento de Popularizao e Difuso de Cincia e Tecnologia SECIS Secretaria de Cincia e Tecnologia para Incluso Social. Ministrio da Cincia e Tecnolgia - Brasil.

El sur visto desde el norte .............................................................................................................75Julia Tagea. Directora General de Divulgacin de la Ciencia (Universum, Museo de las Ciencias). Universidad Nacional Autnoma de Mxico. Coordinadora del Nodo Norte de la RedPOP

Ciencia, Tecnologa, Innovacin e Inclusin: una cuestin de agendas .............................81Judith Sutz. Coordinadora Acadmica de la Comisin Sectorial de Investigacin Cientfica de la Universidad de la Repblica, Uruguay

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PARTE 3 Relatos .............Mara Cristina Alvarez. CTJ - Areas de Actividades Cientficas y Tecnolgicas Juveniles. SECYT, Argentina

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Una afirmacin cargada con 30 aos de experiencia .............................................................89

Arte, Ciencia, Tecnologa, Globalidad..........................................................................................97Joaqun Fargas. Centro Cientfico Tecnolgico Exploratorio, San Isidro, Argentina

Los Museos Tecnolgicos al servicio de la educacin .......................................................... 105Aquiles Gay. Centro de Cultura Tecnolgica, Crdoba, Argentina

Trabajando desde la cotidianidad ............................................................................................. 113Nelsa Bottinelli, Daniel Bergara, Michel Hakas. Asociacin Civil Ciencia Viva, Uruguay

Espacio Ciencia - Un lugar de encuentro con la ciencia ..................................................... 121Martha Cambre, Griselda Alvarez de Pou. Espacio Ciencia - Laboratorio Tecnolgico del Uruguay

Show de cincia: um novo olhar para os fenmenos do cotidiano .................................. 127Alfredo Luis Mateus. Colgio Tcnico da Universidade Federal de Minas Gerais; Slvio Fernando Vargas Bento. Museu da Vida Casa Oswaldo Cruz Fundao Oswaldo Cruz

Estao Cincia .............................................................................................................................. 131Apresentao geral. Estao Cincia, Universidade de So Paulo, Brasil

Projeto Clicar: a construo de um projeto educacional em conjunto com crianas ..Dirce Maria F. Pranzetti, Maria Ceclia Toloza, Beatriz Magon P. de Cerqueira. Estao Cincia, So Paulo, Brasil

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Programas da Divulgao Cientfica da Fundao CECIERJ ................................................ 141Vera Cascon, Vanessa Fernandes Guimares, Mnica dos Santos Dahmouche, Paulo Cezar Bastos Arantes. Fundao CECIERJ, Brasil

Mundo Nuevo: experiencias educativas en contextos barriales........................................ 147 - Cultura ciudadana y representaciones de la vida barrialMatilde Roncoroni, Sara Gonzlez, Jorge Saravi.

- Reencuentro de los chicos con el barrioStella Maris Ramrez; Mara Florencia Court, Mara Lujn Docters.

- La Linterna Mgica: Relatos de Trastienda

Constanza Pedersoli, Martn Eckmeyer, Gastn Figueiredo Cabanas, Melina Braziunas, Valentn de la Concepcin, Ma. Celeste Pedersoli.

Mundo Nuevo, Programa de Divulgacin y Enseanza de las Cincias, Universidad Nacional de La Plata, Argentina.

Ciencia y Tecnologa para mejorar la calidad de vida .......................................................... 159Rubn Piacentini. Museo experimental de Ciencias de Rosario, Argentina

Estudio y reflexin sobre la interactividad en la enseanza de la ciencia...................... 169Roberto Ronchi, Agustn Carpio. Museo Interactivo de Ciencias Puerto Ciencia. UNER Universidad Nacional de Entre Rios. Paran, Argentina.

Novos Projetos do Museu Exploratrio de Cincias UNICAMP: Oficina Desafio .............................................................................................................................. 179M. Firer, A.V. Rossi, M. Guzzo e Marcelo Knobel. Universidade Estadual de Campinas, Brasil

Programa Sarmiento de Divulgacin cientfica, tecnolgica y artstica. Informe................................................................................................. 187Isaac Edelstein. SECyT. Crdoba, Argentina

Miembros Activos de la Red Pop l 2007 .................................................................................. 196

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PresentacinNelsa Bottinelli y Roxana Giamello

En los 17 aos de historia construida por la Red de Popularizacin de la Ciencia y la Tecnologa en Amrica Latina y el Caribe, han sido varias las publicaciones que se han generado, en diferentes momentos y ante diferentes necesidades y circunstancias. En este caso, la iniciativa y decisin por parte de la Coordinacin del Nodo Sur de la Red-POP asume un carcter, como hecho productivo colectivo, particular: el valor del registro en la historia institucional y el de dar cuenta de aquellos pensamientos, ideas, marcos tericos y experiencias que hoy circulan en la Regin. Precisamente es la posibilidad de poner en situacin de circulacin e intercambio lo que puede generar procesos que fortalezcan las acciones de los Centros y Programas que se encuentran trabajando desde nuestro sur de Amrica Latina, con el convencimiento de que las instituciones y organizaciones involucradas activamente en la trama social necesitan no perder la memoria y dejar registro de sus acciones y sus ideas para que, analizado el proceso, poder pensar un futuro en el que cobre sentido su identidad, su permanencia y consolidacin como tales. Para llevar a cabo esta edicin fueron convocados todos los Centros y Programas Miembros Titulares activos del Nodo Sur (Argentina, Brasil, Chile y Uruguay), otros Centros y Programas que tambin se encuentran trabajando en la Regin vinculados a la RedPOP y especialistas en la temtica, dispuestos a plantear sus aportes y miradas. Ha sido una decisin tomada, desde quienes somos responsables de esta Edicin/Compilacin, no intervenir en el contenido de cada uno de los artculos, respetando la libertad de ideas y concepciones de los autores, siendo ellos quienes asumen la responsabilidad por lo escrito y expresado. Slo en algunos casos, por razones de espacio, se han sugerido algunos ajustes en la extensin de los textos, en funcin de la pautas planteadas por el proyecto editorial. Las pginas que siguen son el resultado de un esfuerzo colectivo de muchos que, solidariamente, han aportado su tiempo y su capacidad reflexiva, comprometidos con el sentido esencial de la Red-POP: la cooperacin y el intercambio. Heterogeneidad y diversidad, caractersticas propias de Amrica Latina, es lo que posiblemente surgir al recorrer las pginas. Diversas miradas y diversas experiencias. Los lectores podrn encontrar las articulaciones entre la teora y la prc-

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tica, como tambin sus puntos de divergencia. En definitiva, slo se trata de hacer pblico lo que en ciertos mbitos se denomina el estado del arte o el estado de la cuestin. Confiamos en que finalmente se cumplan los objetivos planteados y que juntos, desde la Direccin Ejecutiva y las Coordinaciones de los Nodos Norte, Andes y Sur, acompaados por el compromiso de cada uno de los Miembros Titulares de la Red-POP, comencemos a construir un futuro posible, desde una mirada latinoamericana integradora, desde un concepto de Red productiva y generadora de acuerdos y consensos donde no slo se escuchen la voces legitimadas sino tambin se generen situaciones para que las voces del silencio encuentren espacios para ser escuchados e involucrados, comiencen a ser protagonistas en su derecho a la expresin y a la produccin, a la inclusin en espacios de participacin activa y crtica donde se ponga en juego el ejercicio de la ciudadana que se articula polticamente con la imperiosa necesidad de acceso al conocimiento. Un espacio desde el cual es posible construir nuevas ideas y transformar realidades. Agradecemos el apoyo de la Oficina Regional de Ciencia y Tecnologa para Amrica Latina y el Caribe de UNESCO y al Departamento de Cultura de la Intendencia Municipal de Montevideo para la publicacin de este libro.

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Ciencia, Tecnologa y Vida Cotidiana Reflexiones y Propuestas del Nodo Sur de la RedPOPJorge Grandi Director Oficina Regional de Ciencia de la UNESCO para Amrica Latina y el Caribe

PrlogoDe acuerdo al Dr. Roberto Trotta, Premio Nobel de Fsica 2006, slo mediante la difusin pblica de los resultados de investigacin en las ciencias bsicas y aplicadas obtenidos en laboratorios y universidades alrededor del mundo se puede forjar una empresa cultural en el sentido ms amplio de la palabra, es decir donde la gente pueda ver las ventajas o desventajas que puede aportar la Ciencia y la Tecnologa a su diario vivir. En este contexto, los ciudadanos de Amrica Latina y el Caribe con su gran riqueza cultural, diversidad biolgica y a su vez la inequidad social existente pueden y deben beneficiarse de las aplicaciones de la ciencia y la tecnologa a todo nivel. Entendemos que la presente publicacin debe servir como una herramienta prctica, tanto a cientficos como al ciudadano comn y permitir una comprensin del significado de la Ciencia, la Tecnologa e Innovacin al desarrollo social y econmico a nivel local, regional y global y su impacto en la vida cotidiana. La UNESCO, a travs de su Oficina Regional de Ciencia para Amrica Latina y el Caribe agradece la coordinacin por parte de la Red de Popularizacin de la Ciencia y la Tecnologa en Amrica Latina y el Caribe (RedPOP), y en particular del Nodo Sur y a todas aquellas personas que contribuyeron con sus reflexiones tericas y experiencias relacionadas a la aplicacin de la ciencia y a la democratizacin del conocimiento.

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Desde la Direccin Ejecutiva de la RedPOPAlejandra Len Castell

Como Directora Ejecutiva de la Red de Popularizacin de la Ciencia y la Tecnologa para Amrica Latina y el Caribe, RedPOP, me honra presentar este libro, producto del intenso trabajo de mis colegas del Nodo Sur, lideradas por Nelsa Bottinelli y con el apoyo de Roxana Giamello y Luisa Massarani que se han dado a la tarea de reunir experiencias y reflexiones de instituciones y personas, de diferentes pases de la regin, en torno a la Popularizacin de la Ciencia y la Tecnologa. Cumplen con uno de los grandes objetivos de la RedPOP: desarrollar interaccin entre sus miembros, documentar buenas prcticas y ofrecer estos recursos hacia afuera, a diferentes actores y comunidades en crecimiento. La RedPOP fue creada en noviembre de 1990 en Ro de Janeiro, Brasil, a instancias del programa de Ciencia, Tecnologa y Sociedad de la UNESCO. Desde entonces ha abogado por la identificacin de programas en los diferentes pases y su incorporacin a esta red interactiva, que funciona mediante mecanismos regionales de cooperacin, en favor del intercambio, la capacitacin y el aprovechamiento de los recursos entre sus miembros. Como principio activo, la RedPOP promueve la calidad tcnica y el rigor profesional de sus miembros. En esta nueva etapa de comunicacin digital, la RedPOP utiliza tambin los medios electrnicos, no slo para conectar a sus miembros entre s, sino tambin para favorecer un pblico ms amplio, que puede nutrirse de los desarrollos que la RedPOP viene cultivando desde su inicio. Esperamos que este libro que tiene usted en sus manos tambin llegue a tener una versin digital y que, de esta manera, trascienda las limitaciones que el medio fsico impone, tales como las distancias geogrficas y los costos postales, a disposicin de cualquier cibernauta interesado a travs de la internet desde el sitio web de la RedPOP (www.redpop.org). No me queda ms que felicitar de nuevo al Nodo Sur y a sus aliados en esta aventura y agradecer a todos los contribuyentes que han respondido al llamado en contenidos y financiamiento. Estoy segura que esta publicacin aportar al crecimiento en calidad y diversidad de la Popularizacin de la Ciencia y la Tecnologa en el mundo.

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PARTE 1 Recuperar la memoria para pensar el futuro

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La Red-POP a travs de sus reunionesJulin Betancourt Mellizo

Este trabajo es una reflexin que pretende avanzar un poco en la comprensin del desarrollo de la Red-POP. Para tal efecto se escogi analizar las 10 reuniones que se han llevado a cabo desde la creacin de la Red, utilizando documentos tales como los diferentes informes, relatoras, memorias y boletines producidos durante el proceso de cada reunin y dos artculos que, sobre temas similares, se publicaron por mi parte en Museoldica: La Red-POP: pasado y presente (Revista N 5, Vol. 3) y Popularizacin de C&T: datos latinoamericanos de museos interactivos y centros de C&T en 2001 (Revista N 8, Vol. 5). En noviembre de 1990, por iniciativa de ORCyT-UNESCO y del Museo de Astronoma y Ciencias Afines, se convoc en Ro de Janeiro, la reunin que defini la creacin de la Red-POP. De los 40 participantes, de 11 pases, que concurrieron a la convocatoria slo conoca a Magola Delgado, juntos constituamos la delegacin colombiana. En ese entonces, Magola diriga el Programa Cucl-Cucl de Colciencias y por mi parte, era el Director del Museo de la Ciencia y el Juego de la Universidad Nacional de Colombia, creado 6 aos antes por un grupo de profesores de la Facultad de Ciencias coordinados por m. Las personas all reunidas provenan de mbitos tan diversos como museos, programas de divulgacin cientfica y de educacin no formal, periodismo cientfico y produccin de materiales didcticos de bajo costo y de divulgacin. Esta composicin se vera reflejada posteriormente en la conformacin de la Red. En el primer da, Eduardo Martnez de ORCyT-UNESCO present la conferencia central de la reunin Una red de popularizacin de la ciencia y la tecnologa en Amrica Latina: problemas y desafos, a continuacin se abri el debate sobre la posibilidad de constituir la Red. En el segundo da sesionaron grupos de trabajo sobre tpicos que hoy en da seguiran teniendo actualidad, excepto por Internet. En el tercer da se discuti las conclusiones de los grupos de trabajo y sus posibilidades de llevarlas a la realidad. En fin, despus de tres das, en donde se discuti y controvirti seriamente, se convino en crear la Red y se redact una declaracin de principios cuyo primer prrafo dice as: Resulta imprescindible alcanzar una mejor comprensin del rol que juegan los factores cientficos y tecnolgicos en el proceso de desarrollo, concebido ste

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como integral, endgeno y centrado en el hombre. Las dificultades para integrar en las diarias actividades econmicas, sociales y culturales principios, conocimientos y habilidades cientficas y tecnolgicas en Amrica Latina hacen necesario estimular el estudio, discusin e intercambio de programas y actividades de popularizacin de la ciencia y la tecnologa. En lo concerniente al conocimiento cientfico y tecnolgico se hace impostergable su divulgacin en el Tercer Mundo para el Tercer Mundo. Posteriormente sigue la declaracin: La Red de Popularizacin de la Ciencia y la Tecnologa en Amrica Latina y el Caribe (Red-POP) persigue movilizar los potenciales nacionales y regionales, a travs de diferentes mecanismos de cooperacin, con el propsito de fortalecer la popularizacin de la ciencia y la tecnologa en la regin. Detrs de todo esto estaba el espritu manifiesto en la reunin. Por un lado la popularizacin, la divulgacin, o en trminos generales la comunicacin de la ciencia, deba ser relevante para la regin, y por otro se trataba de que los diferentes miembros deban hacer gala de voluntad, solidaridad y cooperacin si se deseaba que la Red se desarrollara y cumpliera un papel dinamizador en los procesos de popularizacin de C&T en nuestros pases. La 1ra. Reunin dej otro legado que ha sido importante en el desarrollo de la Red-POP: el Programa de Cooperacin. En la convocatoria inicial se peda a los participantes que propusieran reas prioritarias de trabajo y acciones conjuntas para el bienio 1991 - 1992. En la discusin sobre el asunto las tareas de la Red se concretaron en 4 reas prioritarias: 1. Formacin e intercambio de especialistas. 2. Creacin de sistemas de informacin y bases de datos sobre centros nacionales de popularizacin de la ciencia y la tecnologa y acerca de los materiales ms destacados de cada pas. 3. Diseo, produccin e intercambio de materiales de popularizacin de la ciencia y la tecnologa. 4. Investigaciones conjuntas entre los miembros de la Red. En cada una de las reas anteriores se esbozaron proyectos y actividades ofrecindose coordinadores y/o responsables en las tres primeras reas. A ttulo de ejemplo se trascribe la propuesta de investigacin: Seguimiento y evaluacin de los programas de actividades cientficas infantiles y juveniles y sus materiales impresos y audiovisuales. La reunin se caracteriz por una seria discusin, no exenta de controversias y desencuentros, que produjo un documento, la Declaracin, y una Relatora del even-

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to que en un alto porcentaje sigue siendo vigente. Posiblemente lo nico esencial que habra de agregarle hoy en da es lo pertinente a la contribucin de la C&T en la formacin ciudadana y en la construccin de una democracia participativa. Quizs la gran virtud de la primera reunin fue poner en contacto a personas e instituciones que de diferentes maneras actuaban en el campo de la popularizacin de C&T. El reconocer en el otro el trabajo propio dio comienzo a un lento proceso de conformacin de una comunidad de popularizadores que estaban disgregados, atomizados e incomunicados y que fue la semilla de la Red-POP. En Ro de Janiero se pensaba que las reuniones se realizaran cada ao, sin embargo diferentes obstculos impidieron que la 2da. Reunin se hiciera en 1991. Afortunadamente UNESCO, en cabeza de Eduardo Martnez, sigui firme en sus propsitos y gest la 2da. Reunin en 1992 en Guatemala, organizada por el Museo Metropolitano de C&T. En ella participaron 38 personas, de 9 pases, de las cuales 6 haban estado en la reunin de Ro. En Guatemala se cre la Secretara Ejecutiva dndole a la Red una estructura mnima que permiti cristalizar el proceso de conformacin de la Red. Adems se retomaron las reas sealadas en Ro, algunas de sus sugerencias y, en particular, la propuesta de investigacin antes mencionada, actividades que conformaron el Programa de Cooperacin a realizar hasta la 3ra. Reunin. Esta estructura, algo rudimentaria, dinamizada por Magola Delgado, nuestra primera Secretaria Ejecutiva, y secundada por colegas de Argentina, Brasil, Colombia, Cuba y Mxico, logr aglutinar a personas e instituciones cuya base fue lo que se ha denominado una red social informal de amigos que al vincularnos veamos en la Red la posibilidad alcanzable de concretar sueos comunes. Los vnculos son nexos o uniones, que existen, entre cosas o personas con otras. En la Red este nexo fue de carcter afectivo, de reconocimiento de lo que hacan los otros y de reconocernos en ellos. De enorme respeto mutuo. Esto llev a una cooperacin entre colegas de los pases antes mencionados y que fue el secreto de la conformacin de la Red junto con la accin de UNESCO. Este elemento del nexo afectivo ha sido fundamental en la Red-POP. Es un elemento sustantivo para la construccin de la trama y la urdimbre de cualquier Red. Es esencial para su conformacin y fortalecimiento. Su ausencia produce entes de papel y su resquebrajamiento incide en las actividades de la Red y cuando no, en burocratizarla aislando la direccin de los dems. Magola Delgado como buena comunicadora social se di a la tarea de crear un logo que identificara a la Red y en producir un Boletn que sirviera de medio formal de comunicacin pero tambin en un producto tangible de ella. Lo anterior ya era una realidad en la 3ra. Reunin realizada en Bogot con la participacin de

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60 personas de 11 pases. En Bogot se aprobaron los primeros estatutos de la Red, lo cual contribuy a darle una estructura ms precisa. La agenda del evento estaba basada en la dinmica de Coloquio-Taller con sus grupos de trabajo que permitan una discusin sobre el estado del arte en museos y centros de ciencia, produccin de material impreso, radio y video, as como periodismo cientfico. Tambin se convirtieron en un importante espacio de formacin para los participantes. De cada Coloquio-Taller salieron recomendaciones que fueron la base del Programa de Cooperacin 1994-1995, cuyos primeros frutos se presentaron en la 4ta. Reunin en Ciudad de Mxico siendo el anfitrin Universum y en donde participaron 133 personas provenientes de 11 pases. Efectivamente en el campo de materiales de ciencia para nios, programas de Argentina, Brasil, Colombia y Mxico tuvieron un importante intercambio que redund en la mutua cualificacin y contribuy a cimentar la conformacin de la Red y a desarrollar en alguna medida la propuesta de investigacin emanada de Ro. En este campo y en otros la incidencia de mujeres fue muy alto: Graciela Merino, Roxana Giamello, Margarida Castro, Lucila Martnez, Charo Fernndez, entre otras, y por supuesto Magola Delgado. El peso del gnero femenino ha sido grande hasta el punto de que hemos tenido 4 mujeres al mando de la Red y slo un hombre. Justo es reconocer el papel inicial de los varones, quienes hombro a hombro con ellas cimentaron la Red: Javier Arvalo, Agustn Carpio, Alfredo de la Concepcin, Enrique Linz, Ernest Hamburguer, Roberto Carrasco, Eduardo Martnez, Jorge Flores, Juan Jos Sallaver y Julin Betancourt, entre otros, pusieron tambin su grano de arena en la tarea de conformar la Red. Bajo la coordinacin de la Secretara Ejecutiva se hizo adems la primera publicacin de la Red: Apuntes para el taller de videos de ciencias, taller realizado en el evento de Bogot gestado por Javier Arvalo, de Mxico. De esta manera la Red estaba mostrando sus potencialidades. Con la 4ta. Reunin prcticamente se cierra el proceso, muy intenso, de conformacin de la Red y comienza el de crecimiento en donde cada vez aumenta el poder de convocatoria de la Red de tal forma que las reuniones van a congregar crecientes audiencias. Se haba logrado abrir un espacio para la popularizacin de la ciencia y de la tecnologa, la cual ira ganado presencia en nuestros pases. Las reuniones de la Red se haban convertido en un importante foro y en un mbito de encuentro prcticamente nico en la regin. En Mxico 95 se ve la necesidad de establecer contacto con otras Redes y Asociaciones internacionales que persiguen fines similares. Esta visin llev por ejemplo, a que en el Programa de Cooperacin se estableciera la participacin en el I Congreso Mundial de Museos y Centros de C&T a realizarse en Finlandia. Se program un video en espaol e ingls que sirviera de carta de presentacin. Tambin 16


se program un curso denominado Cmo se hace un museo de ciencias?, y la produccin y distribucin de dos libros sobre material de bajo costo de los colegas de Paran, Argentina. Se previeron otras acciones que no se desarrollaron pero las mencionadas tuvieron xito. En Mxico se nombra a Graciela Merino, Directora del Programa Mundo Nuevo como nueva Secretaria Ejecutiva y se crea el Premio Latinoamericano de Popularizacin de C&T cuya primera versin culminar en La Plata en 1997, siendo otorgado cada dos aos a proyectos inscriptos para tal fin por la comunidad de popularizadores y divulgadores. En Ro de Janiero, 1999, se crea la categora de especialista que empezar a reconocer la actividad de personas muy destacadas en los campos de accin de la Red, posteriormente en Chile. La participacin en el Congreso Mundial llev posteriormente a que la Red tuviera asiento permanente en el Comit Organizador de los Congresos Mundiales, IPC, y a darle visibilidad internacional, no slo ante las otras Redes sino tambin ante organismos internacionales que ven en la Red un aliado para viabilizar polticas y procesos o, por lo menos, para escuchar puntos de vista. El curso inaugur un proceso que desde Ro 1990 se vea muy importante: la cualificacin de los diferentes equipos que realizan labores de popularizacin y divulgacin de C&T. Fue un paso ms en el proceso de cualificacin de los diferentes equipos que conforman las instituciones miembros que se haba iniciado con la dinmica de los talleres. Las temticas tratadas en los cursos han sido variadas: este tipo de actividades ya alcanza la cifra de 20 cursos abriendo un espacio importante de formacin para la comunidad de popularizadores. Ellos han tenido el aval y la financiacin parcial de ORCyT-UNESCO. El curso inspir al equipo de Universum para relatar todo lo que significa qu es hacer un museo de ciencias, editado por el Fondo de Cultura Econmica quien tambin haba editado otro libro sobre popularizacin de C&T con un porcentaje significativo de colaboraciones de miembros de la Red-POP. El primer libro editado por la Red fue el de video ya mencionado. Un poco ms tarde y como parte del Programa de Cooperacin los colegas argentinos de PuertoCiencia publicaron sus dos libros sobre material didctico de bajo costo. En el 2001 la Secretara Ejecutiva editara otro libro que llevara el ttulo Red-POP 10 aos. Reflexiones y realidades. En cierto sentido la Red estaba en ebullicin, lo cual ayud a su crecimiento. Como ejemplo de esto, en la 5ta. Reunin realizada en La Plata (1997), Argentina, y organizada por el Programa Mundo Nuevo participaron 218 personas de 10 pases y la 6ta. Reunin (1999) nuevamente en Ro y organizada por el Museo de Astronoma y Ciencias Afines, cont con 278 asistentes de 15 naciones. En el evento se introduce el Reglamento de la Red que desarrolla y aclara ciertos puntos de los Estatutos y establece las condiciones de ingreso y permanencia en la Red.

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El Programa Explora organiz en Santiago de Chile la 7ma. Reunin, se hicieron presentes 148 personas de 9 pases y en la 8va. versin realizada en Len, Mxico, organizada por el Centro de Ciencias Explora asistieron 265 personas de 20 pases. En la 9na. Reunin nuevamente en Ro de Janiero asistieron 140, este evento fue organizado conjuntamente por el Museo da Vida de la Fundacin FioCruz y el Centro de Ciencias Explora, de Mxico y finalmente en la ltima reunin, la 10ma., organizada por el programa CIENTEC en San Jos de Costa Rica, 186 asistentes. El grfico 1 sintetiza lo antes mencionado. El grfico deja ver las diferentes etapas de la Red-POP que no tienen exactamente unas fronteras ntidas sino que se traslapan. Las tres primeras reuniones corresponden esencialmente al perodo de conformacin de la Red. Las tres siguientes al proceso de crecimiento y las ltimas cuatro al periodo de estabilizacin. Por supuesto que aqu tambin sumaron procesos exgenos: en la dcada de los 70 se da en Estados Unidos el boom de los museos interactivos, ste llega a Europa en los 80 y alcanza a nuestra regin en los aos 90 en donde se crean 93 museos interactivos y centros de C&T contribuyendo a fortalecer nuestras comunidades y a la Red. Las reuniones cuarta, quinta y sexta se realizan en Mxico, Argentina y Brasil respectivamente, los pases de la regin con mayor tradicin en divulgacin cientfica lo cual coadyuva al xito de los eventos al participar un porcentaje significativo de personas del pas sede. Al mismo tiempo esto significa un poder de convocatoria relevante que empieza a construirse durante el perodo de configuracin de la Red que la muestra como uno de los pocos espacios de encuentro de una creciente comunidad de popularizadores. El proceso de crecimiento va a plantear desafos a la Red. Efectivamente, el exceso de celo por no generar estructuras burocrticas hace que la estructura de la Red se basara nicamente en la Secretara Ejecutiva. En una regin tan extensa, variada y heterognea, como es Amrica Latina y el Caribe, esta estructura es a todas luces insuficiente de tal forma que al inicio del nuevo milenio, el Secretario Ejecutivo de ese entonces, quien escribe, Julin Betancourt del Museo de la Ciencia y el Juego, comienza a discutir una reforma basada en regionalizar la Red, sin embargo, en la Asamblea General del 2001 la reforma no prospera en ese sentido. La

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modificacin realizada introduce un cambio de nombre: la Direccin Ejecutiva -en lugar de Secretara Ejecutiva-, una Vicedireccin y un Comit Consultivo de tres miembros. Sin embargo, la responsabilidad total recaa en la Direccin Ejecutiva como antes y los cambios fueron poco operativos. Lo anterior hace que durante la direccin de Julia Taguea, de Universum, UNAM-Mxico, se plantee nuevamente la reforma. Esta es aprobada en la Asamblea General del 2005 y se crean tres nodos: el Nodo Sur: integrado por Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay; el Nodo Andes: Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela; y el Nodo Norte y Caribe: Amrica Central, el Caribe y Mxico. Cada Nodo tiene su Coordinador quienes junto con la Direccin Ejecutiva conforman el Consejo Coordinador de la Red. En correspondencia con la reforma de estructura de la Red, se reforman los estatutos que estaban vigentes desde Bogot, 1993. En la Asamblea se elige una nueva Directora Ejecutiva, Hayde Domic, del Programa Explora de Chile y a los Coordinadores de Nodos: Sur, Nelsa Bottinelli de Ciencia Viva, Uruguay; el ya mencionado Julin Betancourt de Colombia por el Nodo Andes y Mara del Carmen Faras de Mxico, por el Nodo Norte y Caribe. Infortunadamente en el trascurso de los primeros meses de 2006, tanto Hayde Domic como Mara del Carmen Faras dejan de coordinar sus respectivos programas cuestin que las inhabilitaba para seguir en la Direccin de la Red. Alejandra Len Castell de CIENTEC, Costa Rica, organizadora de la 10ma. Reunin acepta ser la nueva Directora Ejecutiva y en la Asamblea del 2007 se la ratifica. Esta crisis hizo que durante el 2006 y parte del 2007 se hiciera un gran esfuerzo apoyando a la Direccin Ejecutiva, dejndose en segundo lugar la consolidacin de los Nodos, proceso que hasta ahora va tomando cuerpo y corresponde a la fase de estabilizacin de la Red. Siguiendo con la visin de mirar un poco la trayectoria de la Red a travs de las reuniones, la estructura de stas da una informacin complementaria. Efectivamente desde Ro, 1990 hasta Santiago de Chile, 2001, la estructura del evento fue similar con algunas variaciones. Las reuniones mencionadas se caracterizaron por la dinmica de grupos de trabajo asociados a coloquios - talleres, o talleres de discusin o mesas redondas sobre temas relevantes. All se presentaban las ponencias y se proponan actividades. De los talleres y grupos de trabajo salan recomendaciones a la Asamblea General que eran parcial o totalmente acogidas en el Programa de Cooperacin de la Red para el bienio siguiente. Las conferencias magistrales se hicieron comunes a partir de la 4ta. Reunin, as como las sesiones de carteles. En La Plata se inician las ferias abiertas al pblico que de esta forma se acerca al trabajo de la Red y a lo que se hace en divulgacin y popularizacin de C&T. Esta feria no se programa en Brasil 2005 ya que ella est ligada al IV Congreso Mundial de Museos y Centros de C&T en donde hubo una gran feria abierta al pblico lo cual no era lo tpico en los Congresos Mundiales, y fue debido a la influencia de la Red-POP. En San Jos de Costa Rica este evento no se program.

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La dinmica de los grupos de trabajo con sus recomendaciones a la Asamblea garantizaba unidad del evento y algn xito del Programa de Cooperacin ya que los responsables de actividades de dicho programa salan de los grupos de trabajo. Los avatares administrativos, econmicos, sociales y polticos no permitieron muchas veces llevar a buen trmino todo el Programa pero siempre se lograba realizar un porcentaje del mismo. Con el crecimiento de la Red ingresan miembros con otras ideas que expresan la necesidad de obrar de otra manera. Ya en Ro 1999, los grupos de trabajo van a tener un nmero decreciente de personas permanentes y es ms bien la trashumancia lo que comienza a emerger. Es as como desde Len, Mxico, la Reunin se asemeja a la de un Congreso Internacional perdiendo completamente el protagonismo los grupos de trabajo y la dinmica de talleres. Estos se convierten en actividades pre o post reunin. Es razonable pensar que con eventos de gran asistencia, la dinmica basada slo en los grupos de trabajo no era muy operativa, pero por otro lado, falt un espacio de sana controversia entre las diferentes visiones sobre la Red que diera como resultado una nueva visin, lo suficientemente lcida para garantizar un canal de comunicacin entre el palpitar de la Reunin y la Asamblea, que permitiera garantizar un Programa de Cooperacin viable y unos compromisos hacia el futuro que entre otras cosas fortalecieran los nexos afectivos, quedando en gran parte la iniciativa en lo que pudiera coordinar la Direccin Ejecutiva, recargndola con mayor trabajo. Lo anterior ha sido uno de los factores por el cual el Programa de Cooperacin ha perdido significado en las ltimas tres reuniones. Por otro lado, otro factor que ha incidido en el mencionado Programa tiene que ver con lo que se ha denominado la red informal de amigos que tuvo un papel fundamental en la etapa de conformacin de la Red y en los primeros aos de crecimiento de sta, lo cul suma ms o menos la mitad de los aos de existencia. Tal red se fue erosionando gradualmente debido a que un alto porcentaje de sus miembros, casi todos fundadores, se retiraron de los cargos o de las instituciones que posibilitaban su accin y, en general, sus reemplazos visualizaban a la Red de manera diferente. Sin embargo, justo es reconocer que an existe un importante ncleo de esa red informal que sigue actuando y a la cual se han sumado otros miembros de Uruguay y Mxico. Esto, que es normal, y podemos llamar cambio generacional est signado por un tiempo mucho menor de permanencia de estas personas en la Red, lo cual sumado a crisis econmicas, administrativas y a otros avatares que constituyen el da a da en la regin, ha incidido en que el Programa de Cooperacin haya cado como dinmica de comunicacin y de accin de la Red. La conformacin de Nodos regionales en la reforma del 2005 pretende superar esta situacin. Ya se han dado importantes colaboraciones entre los Nodos con el fin de llevar a cabo actividades conjuntas con otras redes e instituciones como

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es el caso de la Escuela Latinoamericana de Museologa de las Ciencias, evento que contribuye a densificar el espacio de formacin en estos campos y que a su vez favoreci la apertura de la Red. Volviendo al terreno de las Reuniones, de las ltimas 5 de ellas se tienen datos que permiten mirar los intereses temticos de la comunidad de popularizadores y divulgadores de C&T. Como se present al inicio de este trabajo las actividades fundamentales en que se centra la accin de los miembros de la Red son Museos y Centros de Ciencia (MCC), Educacin No Formal (ENF), Produccin de materiales (PM) y Periodismo Cientfico, (PC). Estos campos de accin se convirtieron en las reas prioritarias de la Red. Desde Len, Mxico, se sum Profesionalizacin (PRO), que recoge la necesidad de ir profesionalizando el campo de divulgacin y popularizacin de C&T en nuestros pases que ha sido liderado por los colegas de Mxico en especial de SOMEDICyT y Universum. La tabla 1 muestra datos de ponencias orales (o) y de carteles (c), presentados en las reuniones. Los datos de Brasil 1999 son tomados de la Relatora del evento; los de Chile 2001 del libro de Resmenes de la Reunin. Los de Mxico 2003 del CD que contiene la memoria Pro Total del evento. Los de Brasil Reunin N de ENF MCC PC PM das trabajos 2005 fueron tomados del Informe Final del evento Brasil 4 36 o 36 o 19 o 27 o 118 o realizado por los colegas 1999 13 c 8c 2c 10 c 33 c Jorge Padilla y Lourdes 32% 29 % 14 % 25 % 151 Patio de Explora, Mxi- Chile 3 33 o 18 o 7 o 19 o 77 o co. La ltima fila corres- 2001 9c 2c 0c 2c 13 c ponde a los resultados de 47 % 22 % 8 % 23 % 90 la 10ma. Reunin extra- Mxico 4 61 o 55 o 15 o 27 o 35 o 193 o dos de la programacin 2003 6c 8c 5c 4c 2c 25 c 31 % 29 % 9 % 14 % 17 % 218 de ponencias orales y de la informacin sobre la Brasil 1 20 26 11 11 9 77 o sesin de carteles dada 2005 26 % 34 % 14 % 14 % 12 % 25 c 102 por la Direccin Ejecutiva. En el caso de Brasil 2005 Costa 3 40 o 21 o 9o 0 o 14 o 84 los nmeros y porcentajes Rica 22 c 7c 3c 0c 1c 33 53 % 24 % 10 % 0 % 13 % 117 corresponden slo a las 2007 ponencias orales. Tabla 1 La tabla anterior se puede llevar a grficos que visualizan las variaciones de las reas prioritarias y por supuesto de los intereses de los diferentes participantes en las distintas reuniones de la Red. Tanto en el grfico 2 como en el 3 es palpable el enorme inters de la comunidad de divulgadores y popularizadores por el rea de Educacin No Formal (ENF). El 21


grfico, aparentemente, tambin muestra un decreciente inters por la Produccin de materiales (PM), al punto que en San Jos de Costa Rica no hubo ponencias en esta rea. Sin embargo se debe tener en cuenta que un porcentaje de las ponencias en ENF y MCC se basan en la Produccin de materiales, slo que en la manera de presentar la ponencia se opt por un enfoque de ENF o MCC. Tampoco se debe olvidar que en nuestros Museos y Centros de Ciencia la ENF y PM son reas de gran importancia dentro el quehacer de ellos. Por ltimo el Periodismo Cientfico, en promedio, no pasa del 10% de las ponencias, quizs sea debido a que la Red-POP no se la percibe como un mbito natural para el periodista especializado en este campo, sino ms bien para el estudioso de l. En conclusin la Red tiene dos reas muy fuertes ENF y MCC. De seguir esta tendencia, tal y como lo plantean los colegas del Centro Explora, Mxico en el Informe Final de Brasil 2005, las caractersticas de las futuras reuniones seran distintas a las ya realizadas lo cual conlleva a que la Red cambie un poco sus caractersticas. El grfico 4 muestra que la presentacin de ponencias orales es preferida por los asistentes a las Reuniones. En promedio, 1 de cada 5 de los trabajos tienen la presentacin en forma de cartel. Probablemente esta tendencia no est alejada de los promedios mundiales y es un poco impuesta por la estructura de los eventos. En cuanto a la incidencia de los pases en la presentacin de trabajos, como ya se vio, el pas sede participa con un porcentaje alto. A vuelo de pjaro se puede afirmar que Brasil y Mxico comparten el primer lugar, Argentina est de segunda y Colombia de tercera. En 17 aos se han organizado 10 Reuniones las cuales han logrado convocar a un buen nmero de pases, incluso desde sus inicios, lo cual es diciente del enorme vaco que haba en este campo y que la Red empez a llenar.

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En el grfico 5 se ve este poder de convocatoria que ha tenido la Red desde sus inicios. A sus reuniones han concurrido personas de 9 a 11 pases y en la 6ta., 7ma. y 10ma. Reunin la presencia de personas venidas de pases fuera de la regin ha sido significativa y es indicio de la presencia internacional de la Red que tiene Miembros Asociados en Europa y Estados Unidos. Por ejemplo, durante la VIII Reunin en Len, Mxico, se congreg el International Programm Committee, IPC, en una de las reuniones preparatorias del IV Congreso Internacional de Museos y Centros de C&T que se llev a cabo en Ro de Janeiro en 2005. Los diferentes miembros del IPC, tambin participaron en la 8va. Reunin. Como dato curioso en la 1ra. Reunin participaron dos personas de fuera de nuestra regin, una de Espaa y otra de Estados Unidos. Por supuesto que organizar 10 eventos en una regin tan extensa y con tantas viscisitudes es notable y exige un gran esfuerzo de cooperacin interna como el del Museo da Vida y el Centro Explora para organizar la 9na. Reunin, cooperacin externa que involucra a los organismos nacionales de C&T de los pases organizadores, a otros entes pblicos y privados que operan a nivel local y a organismos internacionales que, como la UNESCO, avala el evento y cofinancia algunos rubros de la Reunin. La Red ha buscado unir esfuerzos de tal forma que la reunin de Len fue coorganizada con SOMEDICyT y la de San Jos se organiz con el apoyo del IV Taller de Ciencia, Comunicacin y Sociedad. Esto habla tambin del poder de convocatoria y credibilidad de la Red-POP que a pesar de las grandes limitaciones, entre otras de tipo econmico, se las ha arreglado para seguir vigente y actuante, lo cual es realmente notable. La Red-POP abri un espacio y contribuy al clima que hizo posible a AMMCCYT, la Asociacin Mexicana de Museos y Centros de Ciencia; la ABMCCT, la Asociacin Brasilera de Museos, a Liliput, la Red de pequeos museos interactivos del rea Andina. Tambin se abre la posibilidad de sendas redes nacionales en Argentina y Venezuela. Sin el espacio abierto por la Red-POP no habra sido posible la Escuela Latinoamericana de Museologa de las Ciencias. En fin, ella ha contribudo a tejer el campo de la popularizacin y divulgacin de C&T en nuestra regin. Entre ms se piense en las dificultades que se han tenido que remontar en estos 17 aos de existencia, el valor de la Red se hace cada vez mayor. En cierta forma se logr que entonramos una cancin para que cantemos juntos. Esperamos que el coro sea creciente, multicultural y polifnico.

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PARTE 2 Reflexiones

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Sobre la democratizacin de la ciencia y la tecnologaRodrigo ArocenaA la memoria de Mischa Cotlar, mi maestro, cientfico sobresaliente y ser humano sin par, que se nos fue en enero del 2007 cuando, con ms de noventa aos, segua enseando matemtica y trabajando en pro de un Centro para la Unidad de la Ciencia y la tica.

Este ensayo asume, como punto de partida, que la democratizacin de las relaciones sociales es un objetivo valioso, pues en general contribuye a mejorar la calidad material y espiritual de la vida colectiva. En aras a la brevedad, no se argumentar a favor de tal afirmacin, ni se analizar la nocin sin duda problemtica de democratizacin. En relacin a la afirmacin de partida, slo se subrayar que no se refiere a la democracia, en tanto rgimen o situacin, sino a la democratizacin, en tanto conjunto de procesos variados, siempre cambiantes y nunca acabados. Quienes quieren, de un modo u otro, impulsar la democracia, deben afrontar problemas que cambian cuando se modifican los principales factores de poder social. En una primera aproximacin, a elaborar sumariamente ms adelante, cabe decir que estamos empezando a vivir en sociedades de base cientfica porque, a travs de su matrimonio con la tecnologa, la ciencia se ha convertido en la principal fuerza de produccin y destruccin de nuestra poca y, por consiguiente, en la base principal de las relaciones de poder econmico, militar, poltico e ideolgico. En tal perspectiva, la interrogante que constituye el hilo conductor para las embrionarias reflexiones que aqu se presentan es la siguiente: cmo se plantean los problemas de la democracia en las sociedades de base cientfica? Abordaremos la pregunta rozando algunos grandes enfoques, de variada orientacin, cuya consideracin ms pausada puede colaborar a proponer respuestas.

Democracia versus cienciaLas dos grandes nociones que nos ocupan tienen algo relevante en comn: tanto la ciencia como la democracia constituyen procedimientos que la sociedad cultiva para validar formas del accionar colectivo. La investigacin cientfica respalda, por ejemplo, acciones blicas o sanitarias; las decisiones democrticas tambin. Pero los respectivos criterios de validacin son, en principio, diametralmente opuestos. Suele repetirse que en la ciencia no se vota, asercin obvia cuya contrapartida quizs no tan obvia- sera en la democracia no se demuestra ni verifica. La ciencia tiene como ideal normativo el alcanzar la verdad mediante procedimientos que combinan 25


la experiencia y la razn. La democracia como lo dice una de las formulaciones ms antiguas y elocuentes, la oracin fnebre que en el siglo V AC Tucdides atribuy a Pericles apunta a garantizar a todos la justicia mediante leyes forjadas de acuerdo a procedimientos que favorecen a los ms en lugar de a los menos. Establecer por votacin las causas de una enfermedad constituira la negacin de la ciencia. Definir desde la academia la reforma de la salud constituira la negacin de la democracia. Sin desmedro de ello, hay espacio para sostener que los ideales definitorios y las disposiciones espirituales que inspiran a la ciencia y a la democracia no son tan contrapuestos como suele darse por descontado. Esbozaremos algunos argumentos en esa direccin, que tienen sentido especialmente si, en vez de la ciencia como conocimiento y de la democracia como rgimen, nos interesamos por la investigacin cientfica y la democratizacin como procesos desplegados a lo largo del tiempo, intrnsecamente cambiantes. Reconocer algunas similitudes entre ambos puede ser de valor para las prcticas en uno y otro caso, as como tambin, y fundamentalmente, para el gran terreno de encuentro de tales prcticas que es la educacin. La similitud a la que nos referimos la sugiere ya el origen comn de la ciencia propiamente dicha y de la democracia, all por el siglo VI AC en las ciudades griegas, donde los mismos grupos buscaban averiguar, mediante la observacin y la discusin racional, cules son las leyes que rigen el cosmos y cules las que deben regir a la polis. El ideal de la ciudad griega, que alumbr la construccin de la democracia ateniense, es el de una comunidad de seres humanos que, desde valores compartidos, afronta problemas intercambiando abiertamente argumentos con la expectativa de llegar a soluciones cuya validez sea alta y comprensible, de donde aceptable para muchos, sino para todos. Es muy distinto el ideal de la comunidad cientfica? Ambos ideales, en la visin de ellos que aqu se defiende, tienen en comn la relevancia de la comunicacin y un postulado de igualdad, que por cierto dan lugar a prcticas diferentes en uno y otro caso. Todos saban en Atenas que la influencia poltica de Pericles no era igual a la de otro ciudadano cualquiera pero, a la hora de definir una cuestin, sus puntos de vista prevalecan si era capaz de comunicarlos convincentemente a un nmero suficiente de personas interesadas en el punto, todas las cuales tenan igual incidencia en la votacin definitoria. Ningn simpatizante de la Real Sociedad ignoraba que la influencia de Newton no era igual a la de otro cualquier aficionado a la ciencia pero, a la hora de establecer un resultado nuevo, su propuesta prevaleca si era capaz de comunicarla convincentemente a otros cuya capacidad bsica para llegar a entenderla, si estaban dispuestos a dedicar a ello el tiempo suficiente, se asuma en principio igual. Como apunte al pasar, cabe sealar que la reflexin epistemolgica post positivista tiende a caracterizar al conocimiento cientfico, ms que por su objetividad, por su intersubjetividad, vale decir, por su capacidad de ser comunicado

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convincentemente entre seres que, ms all de todas sus diferencias naturales y culturales, comparten el atributo bsico de la razn humana. All radica el cimiento de la pretensin universalista de la democracia que, sin ignorar especificidades y valorando pluralidades, es una fuente de inspiracin para la prctica en comunidades diferentes y en distintos mbitos de la vida colectiva. La vinculacin entre razn humana, ciencia y democracia impone destacar que la sobrevaloracin de esa razn constituye un gran obstculo tanto para la democratizacin como para la investigacin. Nadie expres esa tendencia permanente de la historia con la brillantez de Platn, que en textos literariamente maravillosos y duraderamente sugerentes present lo que cabe llamar la razn orgullosa, todopoderosa y nica fuente de conocimientos, reservada a unos pocos, los que pueden llegar a ser sabios y, por eso mismo, deben ser los dirigentes o guardianes de la ciudad. Esa concepcin liquida a la democracia y esteriliza a la ciencia. Pero no constituye un asunto del pasado. En sociedades de base cientfica, si en vez de los ideales similares de la investigacin y la democratizacin, los que cobran fuerza son sus reales contraposiciones, se ahondarn las diferencias entre las minoras que saben o controlan a los que saben y las mayoras, lo que ir en desmedro probablemente de la ciencia y seguramente de la democracia. Tales riesgos impulsan a bucear en ciertas tendencias profundas de la evolucin social, buscando sustentos para alternativas diferentes.

Ciencia y poderEn trminos histricos, es relativamente reciente la conversin del conocimiento cientfico y tecnolgico en palanca fundamental del crecimiento econmico. Ese proceso ha tenido lugar en paralelo con el avance acelerado de la especializacin y la divisin del trabajo. A esta ltima atribuy Adam Smith el papel central en la riqueza de las naciones, en su clebre obra sobre el tema, publicada en 1776, el ao inicial del ciclo de revoluciones polticas que abrira el camino a la democracia poltica moderna. Por entonces ya estaba tomando cuerpo la Revolucin Industrial. La parcelacin de las tareas productivas y la concentracin de quienes la realizan en un mismo mbito, caractersticas de la organizacin manufacturera del trabajo, abri camino a la introduccin de mquinas alimentadas por una fuente comn de energa. El trnsito de sociedades de base agraria a sociedades de base industrial fue desencadenado por el salto revolucionario en materia de uso de la energa que supuso la introduccin de la mquina de vapor. Las chimeneas llegaron a ser el smbolo de la institucin caracterstica de la sociedad emergente, la fbrica, y sta se constituy en un puente extraordinario para conectar invencin e innovacin. La vinculacin entre, por un lado, la generacin de nuevos conocimientos o proce27


dimientos y, por otro lado, la transformacin de las prcticas productivas avanz en una alimentacin recproca con la expansin de la industria moderna. Cuando esa simbiosis estaba todava en ciernes, Marx y Engels anunciaron en el Manifiesto Comunista de 1848 que la ciencia devena fuerza productiva directa. Ese texto brillante fue afiebradamente escrito para estar pronto a tiempo para la revolucin que los autores anticipaban, y que efectivamente tuvo lugar ese ao, dando lugar a una brevsima primavera de los pueblos que, sin embargo, dejara duraderas consecuencias para la construccin de la democracia, particularmente en lo que se refiere a la reivindicacin del sufragio universal. Era prematura la previsin marxista acerca del papel de la ciencia, pero hacia 1900 ya contaba con slidos sustentos en la realidad, emergiendo de las dinmicas entretejidas de la generacin de conocimientos y las transformaciones institucionales. Entre estas ltimas, dos tuvieron particular incidencia en ese proceso. Una fue la que se ha dado en llamar la Revolucin Acadmica, definida por la incorporacin a la universidad de la misin de investigar, como tarea adicional y conectada a la misin definitoria de ensear. Semejante transformacin revolucion efectivamente lo que era en gran medida una decadente corporacin medieval, convirtindola en la ms gravitante forja de, a la vez, nuevos investigadores y nuevas investigaciones. La otra transformacin que corresponde destacar en este contexto es el surgimiento del laboratorio empresarial de Investigacin y Desarrollo (I+D), que al decir de Jorge Sabato marc el pasaje de la produccin artesanal de tecnologa a su produccin fabril. Ambas transformaciones de carcter institucional impulsaron la llamada Segunda Revolucin Industrial de las dcadas finales del siglo XIX, cuya principal caracterstica ha sido bautizada como el matrimonio de la ciencia y la tecnologa o, en la formulacin menos usual pero quizs ms elocuente de David Noble, el matrimonio de la ciencia y las artes tiles. Ese fue un factor esencial de la impresionante expansin del empleo y la produccin industrial que el siglo XX habra de conocer. La industrializacin no ha dejado de expandirse y, en esta primera dcada del siglo XXI, su aceleracin en China e India trastoca el panorama econmico internacional. Pero varias dcadas antes, en los pases de ms temprana industrializacin, diversos indicios, como la disminucin del proletariado industrial en el conjunto de la poblacin asalariada, anunciaban ciertas alteraciones de tendencias. En 1973, Daniel Bell public La sociedad post-industrial, obra slida y controvertible presentada como un ensayo de prospectiva que, de hecho, anuncia el trnsito a una sociedad de base cientfica. En su visin, la fbrica ira perdiendo la centralidad que tuvo en las sociedades de base industrial y la universidad se convertira en una institucin central. Esa evolucin surga como consecuencia natural del creciente influjo de la ciencia y la tecnologa, as como del paralelo proceso de expansin de la educacin superior. En los aos siguientes cobr gran vigor la democratizacin poltica. Ya era tiempo de volver a interrogarse acerca de las relaciones entre ciencia y democracia. En el hist28


rico ao de 1989 uno de los ms influyentes cientistas polticos de la segunda mitad del siglo XX, Robert Dahl, al reflexionar sobre la democracia en los tiempos por venir, hizo particular hincapi en los riesgos que pueden generar los expertos: cuando el conocimiento se expande vertiginosamente y parece desbordar las posibilidades de comprensin de la mayora de la gente, quienes se especializan en alguna temtica determinada pueden llegar a arrogarse la potestad de decidir en la materia, haciendo realidad el papel antidemocrtico asignado a los guardianes en la concepcin de Platn. El mundo sigui girando. Entre 1996 y 1999, en su Suma sobre la Era de la Informacin, Manuel Castells describi con gran enjundia una nueva Revolucin Tecnolgica, de envergadura no menor a la de aquella Revolucin de la Energa que abri el camino a las sociedades de base industrial. Intentando evitar la confusin entre informacin y conocimiento, cabe decir que la Revolucin de las Tecnologas de la Informacin, como proceso social mltiple, termin de abrir la va de acceso a la llamada sociedad del conocimiento o, mejor quizs, a la sociedad de base cientfica, anticipada por Marx. Dicha revolucin ha multiplicado las capacidades para generar, manejar y transmitir informacin, en particular, alimentando con ella mecanismos e instrumentos, a la vez que ha disminuido drsticamente los tiempos que tales tareas insumen. Consiguientemente, ha tenido lugar un verdadero salto cualitativo en las posibilidades de generar y usar conocimientos. Jugando un poco con la idea del matrimonio entre ciencia y tecnologa (C&T), cabe sugerir que sa fue durante cierto tiempo una pareja de tipo tradicional, con roles bastante diferenciados y estables, de modo que era por lo general la ciencia ya bien establecida la que se usaba para modificar la tecnologa, as que era por la va de sta sobre todo que aqulla incida en la produccin de bienes y servicios; al presente, C&T ha devenido una pareja moderna, con roles menos separados, de modo que una investigacin cientfica orientada a contestar algn por qu? suele encontrarse con una rpida respuesta a algn cmo hacer? y as pasar a desenvolverse en el campo de la tecnologa; la recproca no es menos frecuente. As, es cada vez ms la ciencia en proceso de construccin la que tiene impactos directos en la produccin, como lo ilustran notablemente las ciencias de la vida. Sin dejar de ser investigacin fundamental, la ciencia es ya una gran fuerza productiva directa. Como elocuentemente lo describe Castells, la Revolucin de las Tecnologas de la Informacin se ha entretejido con una impresionante reestructura del capitalismo. Dicho autor, Touraine y otros recurren a una clave interpretativa que es un eje principal del libro citado de Daniel Bell; a saber: Marx subray agudamente las conexiones entre el nivel de las fuerzas productivas y el carcter de las relaciones de produccin, pero supuso que dichas conexiones son tales que a un cierto nivel de las primeras corresponde necesariamente una nica configuracin de las segundas, necesidad que la historia no ha confirmado. As, durante el siglo XX contemplamos al menos dos tipos de sociedades cuya base la

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constituan las fuerzas productivas de la industria, pero con diferentes relaciones de produccin, capitalistas unas y propias del socialismo de estado las otras. En esta perspectiva, lo que emerge en el Norte es una sociedad capitalista de base cientfica. No es de extraar pues que la privatizacin del conocimiento que se extiende rpidamente de la tecnologa a la ciencia sea una tendencia mayor en una sociedad capitalista cuya fuerza productiva fundamental tiende a ser el conocimiento cientfico y tecnolgico. Como quiera que sea, parece indiscutible que el creciente papel del conocimiento est modelando una nueva estructura del poder, tanto a escala geopoltica global como a la escala social de cada pas o regin. Las relaciones de dominacin de unas naciones sobre otras, de algunos grupos sociales sobre los dems tienen cada vez ms que ver con el acceso al conocimiento y al control sobre su generacin y uso. Para quienes nos desvelan el subdesarrollo persistente de nuestros pases y las fisuras sociales, sta es una cuestin mayor.

La ciencia desde la ticaLa democratizacin de la ciencia, para que favorezca a los ms en lugar de a los menos, supone un compromiso tico que debe orientar tareas mltiples en por lo menos cuatro dimensiones: (i) filosfica, (ii) colectiva y relacional, (iii) republicana, y (iv) comunitaria. (i) En la dimensin filosfica, hay que cultivar una razn modesta, la que se pone en juego en las prcticas de la investigacin y permite obtener verdades significativas, pero frecuentemente provisionales y siempre parciales. Esta postura se ubica en las antpodas de la pretensin soberbia que se remonta a Platn - segn la cual la ciencia puede conocerlo todo, lo que implica que algunos cientficos tienen la ltima palabra en los debates sociales. (ii) La dimensin colectiva y relacional parte de reconocer que el conocimiento ha llegado a tener la enorme gravitacin que conocemos a travs de un proceso de especializacin, comparable a la divisin del trabajo destacada por Adam Smith. Ese proceso se ha acelerado tanto que, en realidad, el conocimiento no puede sino ser patrimonio de colectivos, posibilidad que slo puede devenir realidad a partir de la riqueza de la comunicacin y las relaciones de cooperacin entre mucha gente. (iii) La nocin de cosa pblica implica que la repblica existe en la medida en que las grandes cuestiones que a todos afectan son objeto de debates y decisiones de carcter pblico. Dado el peso de la ciencia y la tecnologa en lo que hace a la produccin y a la destruccin, a los riesgos y a las oportunidades, la agenda ciudadana debe incluir ciertas cuestiones fundamentales para la orientacin de la investigacin, los problemas que recibirn mayor atencin, el tipo de soluciones que han de procurarse. Esta es la dimensin republicana de la democratizacin de la ciencia. 30


(iv) La notoriamente creciente vinculacin de C&T con desigualdad y con la apropiacin privada del conocimiento impone reivindicar la vocacin comunal de la investigacin, que por cierto constitua el primer rasgo de la tica cientfica en la clsica formulacin de Merton. La dimensin comunitaria de la democratizacin de la ciencia la ilustran ejemplos como los siguientes, que consideramos claves en la lucha contra el subdesarrollo: impulsar un Nuevo Desarrollo sustentado en la incorporacin de conocimientos y calificaciones de alto nivel a todas las actividades productivas de bienes y servicios; vincular estrechamente a las polticas de investigacin e innovacin con las polticas sociales; promover la generalizacin de la enseanza avanzada.

EplogoLa democratizacin es una lucha permanente que se da en condiciones cambiantes. Las sociedades de base agraria surgieron de la revolucin de la agricultura que se iniciara hace unos diez mil aos; constituy lo que Douglass North ha caracterizado como la primera revolucin econmica. En tales sociedades, los conflictos en torno al uso de la tierra tuvieron un papel mayor. En ciertos casos, las luchas sociales consiguientes llegaron a plantearse como enfrentamientos propiamente polticos, durante los cuales tuvo lugar la invencin de la democracia. En las sociedades de base industrial, los conflictos por las condiciones de trabajo, planteados a nivel de la fbrica, alimentaron la irrupcin de los movimientos de masas en la poltica. Se inici as lo que Jos Luis Romero denomin el ciclo del 48, aludiendo a su origen en las revoluciones europeas de 1848. Esos movimientos desbordaron el carcter elitista inicial de la democracia representativa, amplindola mediante la expansin de los derechos civiles y polticos, que incluy la conflictiva conquista del sufragio universal; los movimientos de masas han sido tambin protagonistas de la profundizacin de la democracia a travs de la afirmacin de los derechos econmicos, sociales y culturales. En las sociedades de base cientfica, la lucha permanente por defender y ampliar la democracia ha de incorporar cuestiones claves como la generalizacin del acceso a la enseanza avanzada y, en general, la democratizacin de la ciencia en el sentido que hemos intentado explicitar en estas pginas. Las luchas democrticas del presente deben poner las mejores tradiciones del pasado al servicio de la construccin del futuro. Una de esas grandes tradiciones la constituye el Movimiento de la Reforma Universitaria, rasgo originalsimo de la historia latinoamericana, inspirado por el propsito de democratizar la universidad para ponerla al servicio de la democratizacin de la sociedad. Por eso denominamos Segunda Reforma Universitaria al proyecto de transformar la universidad para que colabore cada vez ms a la democratizacin del conocimiento. 31


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Enredados en los laberintos de la comunicacinRoxana GiamelloA Magola Delgado y Javier Arvalo, quienes me abrieron las primeras ventanas para mirar al problema de la comunicacin desde un lugar diferente; a los viejos y jvenes colegas de Amrica Latina que me han apoyado en los logros y las dificultades; a mi Programa, Mundo Nuevo, que me ofreci un espacio para crecer y especialmente a los jvenes de mi equipo quienes con su constructiva actitud indagadora hacen que permanentemente me formule nuevos interrogantes sobre mi intervencin profesional para buscar y enfrentar nuevos desafos.

Estamos en este mundo para entreayudarnos y no para entredestruirnos escribi en el siglo XIX Martn Rodrguez, el maestro de Simn Bolvar. Desde esta simblica referencia est escrito este relato, con el intento de interpretar el sentido de la RedPOP en trminos de cooperacin e intercambio y aportar, desde una perspectiva comunicacional, a la reflexin crtica de las propias prcticas profesionales en el campo de la popularizacin de la ciencia y la tecnologa y a la construccin de diversas miradas posibles que privilegien la identidad latinoamericana, en la implementacin de proyectos y propuestas, en el marco de una gestin participativa. No se trata de realizar un anlisis terico acerca de los diversos modelos de comunicacin que circulan y que hoy tal vez convivan en los Centros y Programas de la regin, sino mas bien de ampliar el campo de anlisis y poner en cuestin y en articulacin las variables que intervienen. Situacin compleja por su naturaleza, y en la que es frecuente quedar enredados en un laberinto si no se analiza el campo en las mltiples dimensiones que abarca. La diversidad cultural de Amrica Latina y lo especfico de sus propias problemticas, la diversidad de los sectores sociales a los que se orientan las propuestas en ejecucin (nios, jvenes y adultos de zonas urbanas y rurales, comunidades indgenas, poblaciones en situacin de marginalidad y exclusin, etc), junto a la diversidad de propuestas que se estn implementando y reas de intervencin da cuenta de la complejidad que este campo plantea. Es justamente este carcter multicultural de Amrica Latina el que requiere de la gestin de procesos comunicacionales especficos, alejados de recetas y discursos unilaterales. La comunicacin es una condicin esencial y estructurante del hombre, acto social vital que tiene una diversidad de manifestaciones. En este sentido la comunicacin humana es constitutiva de la relacin social, de la generacin de identidades, de la construccin de sentidos.

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La comunicacin lleva las marcas de su poca, no es ajena a la dialctica del poder ni a las singularidades propias de las conyunturas socio-econmicas, por lo tanto la comunicacin debe ser analizada desde una perspectiva histrica. Esto lleva a considerar que toda intervencin supone un contexto poltico y que por lo tanto la misma no ser meramente tcnica ni mucho menos neutra; debe considerar dimensiones flexibles y tener en cuenta la realidad y la dinmica de las conyunturas; y por otro lado, debe convertirse en una instancia que permita profundizar la democratizacin, en tanto promueva mecanismos de concertacin, participacin y produccin colectiva. Un ejercicio reflexivo acerca de estas cuestiones puede ser planteado desde algunas palabras claves que llevan a su vez a interrogantes. Los Centros y Programas de la regin tienen sus propias y particulares especificidades en cuanto al tipo de propuestas o reas a las que estn orientados, pero la mayora en algn punto tienen un vnculo con la educacin, entonces cabe la pregunta: y quin aprende?. Aquellos que son consumidores de una transmisin de informacin, o aquellos a quienes se los involucra en propuestas que los reconocen como sujetos sociales activos? Otro trmino comn es conocimiento. Pero, de qu conocimiento se habla? La respuesta casi obvia sera, del conocimiento cientfico y tecnolgico. Es cierto. pero qu sucede con el conocimiento cotidiano o los saberes construidos socialmente?, son realmente tomados en cuenta, son imaginados o ni siquiera considerados? Desde hace varios aos se habla de cultura cientfico tecnolgica. Sin embargo, en trminos ms amplios cuando se habla de cultura, de qu cultura se habla?, la de quin?; la de aquellos poseedores del saber que divulgan su conocimiento a quienes no lo poseen o desde una concepcin ms amplia e integradora que reconoce y respeta la diversidad y las diferencias? Otro concepto vinculado a las prcticas, propuestas y proyectos que se implementan es accin. Pensado como interaccin y configuracin de relaciones, cabe preguntarse entonces desde qu lugar se interviene? Desde cierta verticalidad que muchas estructuras organizacionales presentan?, desde la segmentacin en los modos y lgicas de produccin? desde la posibilidad de construir una propuesta en base a acuerdos y consensos internos de diferentes miradas disciplinarias con objetivos y marcos tericos comunes? Surge tambin un concepto central y complejo, cuyo abordaje en profundidad excede el marco de anlisis de esta reflexin, como es el de institucin. Ms all de todo tipo de posturas acerca de este concepto, una pregunta que alude al interior de su funcionamiento es qu hace la institucin con nosotros? Prescribe,

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decide, limita, acompaa o abandona a quienes forman parte de ella?; y qu hacemos con ella y por ella? Se aceptan las prescripciones y limitaciones y se aglutina y encierra el funcionamiento hacia adentro o se desencadenan acuerdos y desacuerdos y procesos de reflexin interna para generar cambios? Por su parte, uno de los conceptos ms difciles de explicitar por los propios implicados en la cuestin dada la interpelacin interna que significa es el de actores. Asociado a los modos de funcionamiento y a la toma de decisiones desde lo institucional, se trata de aqullos que intervienen en todas las instancias de la gestin de un proyecto o propuesta, que incluye el abordaje conceptual, metodolgico y de produccin material. Desde este lugar, resulta necesario plantearse qu pensamos de nosotros?; se cuenta con la cuota de flexibilidad necesaria para reformular los marcos tericos si fuera necesario, de reconocer que hay errores en las lgicas de funcionamiento interno y externo, dispuestos al cambio sin que eso signifique una supuesta prdida de poder?; y qu pensamos de los otros?. Algunos los llaman, pblico, otros destinatarios, receptores, usuarios, o bien interlocutores. Una designacin que no es casual y que encierra una concepcin o ms bien creencias y supuestos acerca de los otros que debieran ser pensados en trminos de diversidad y multiculturalidad. Desde este ejercicio conceptual, y planteada desde este enfoque la relacin comunicacin-educacin-cultura, puede resultar muy sencillo ingresar a un laberinto sin salida si no es posible poner en relacin los marcos conceptuales (cientficos, pedaggicos, comunicacionales, etc.) desde donde se opera e interviene, comprendiendo y asumiendo la dimensin social que este tipo de intervenciones suponen. Lo que aqu aparece como campo problemtico es que la comunicacin es un eje transversal que atraviesa todas las prcticas e intervenciones en el mbito de lo social, y para poder definir desde qu lugar se analiza, se construye y deconstruye el problema es necesario comprender que lo que subyace en estas concepciones es un problema de lenguaje, en todas sus diversidades y manifestaciones, en tanto la comunicabilidad de conocimiento aparece como condicin necesaria para que pueda generar procesos de apropiacin; y es un problema de sentido, en trminos de argumentacin, interpretacin y construccin de significados. En esta articulacin lo que est en juego por un lado son los propios obstculos que frecuentemente plantea la formacin disciplinaria, en proyectos y propuestas que requieren de la participacin multidisciplinaria; y por otro los modos en que se construyen el discursos y se sostiene la coherencia entre lo que se dice en los marcos tericos y lo que se propone en las prcticas de intervencin, es decir la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Surge as otra articulacin conceptual entre institucin-cultura, en tanto la comunicacin es un hecho de cultura y no hay cultura sin comunicacin, y en la que est involucrada la cultura institucional tanto interna como externa. 35


En el marco de esta perspectiva, las condiciones materiales histricas en que se establece la relacin del sujeto con el mundo estn dadas a travs de la articulacin del lenguaje, en tanto discurso, texto, imagen, representacin, construccin, ideologa, cdigos, enunciados y narraciones; la accin como prctica, interaccin, rituales, gestos y configuracin de relaciones; y el sentido, como interpretacin, inteligibilidad, significados y un problema material de la cultura. Desde las ciencias sociales, es a partir de estas relaciones que se construye la nocin de institucin, y se definen los modos en que se construyen, circulan y se apropian los discursos. En definitiva, lo que subyace en este debate frecuentemente es, por un lado, la discusin por la posesin de un lugar de poder, de discursos, de prcticas y de saberes, un lugar que desde ciertas concepciones tradicionales an no superadas se resiste a ser abandonado; y por otro, la concepcin instrumental generalizada que se le ha otorgado histricamente al campo de lo comunicacional. En relacin a esto, las instituciones se preocupan, en mayor o menor medida, por definir su contrato fundacional, por explicitar sus objetivos y sus polticas de accin a corto, mediano y largo plazo, pero no siempre se dedican a definir su identidad comunicacional, explicitar sus objetivos comunicacionales o plantear sus polticas de comunicacin para orientar el desarrollo de su proyecto. Todava es frecuente que en el mejor de los casos, la visin de la comunicacin puede quedar reducida a demandar a especialistas el contacto con sus interlocutores a travs de los medios y de la produccin de determinados materiales. Adems por la tendencia a creer que la comunicacin no es un problema de la institucin sino slo una cuestin de especialistas, cuando se toman decisiones se lo hace a partir de un anlisis de la situacin o de los problemas, de una evaluacin previa que plantee indicadores o variables para la accin, sin embargo estos diagnsticos pocas veces involucran a lo comunicacional, excepto cuando la gestin de la institucin y la capacidad de decisin est a cargo de especialistas con una mirada construida de manera tal que les permita superar estas visiones instrumentales. Las instituciones estn constituidas por personas que intervienen en ellas a partir de sus propios saberes, creencias y percepciones a partir de las cuales definen los modos posibles de su comunicacin institucional interna y externa y las relaciones que establecen con los sujetos que participan en ellas. De all que la gestin comunicacional de Centros y Programas de la regin no puede limitarse a ese carcter meramente instrumental sino que deben poner en cuestin crtica problemas de lenguajes, prcticas y los modos en que se constituye lo institucional. La diversidad cultural de Amrica Latina, lo especfico de sus propias problemticas y la diversidad de propuestas que se estn implementando actualmente, dan cuenta no slo de la compleja trama institucional en el que estn insertas sino

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tambin de la complejidad y heterogeneidad del campo en que estas experiencias intervienen, pero que al mismo tiempo requieren de respuestas y propuestas especficas que contrarresten el predominio de los discursos unilaterales y las verdades hegemnicas. Las reiteradas crisis polticas, sociales y econmicas de Amrica Latina han colocado y colocan an en situacin de riesgo la consolidacin, crecimiento y sostenimiento de los Centros y Programas de divulgacin cientfica, sin embargo afirma Alcira Argumedo junto a otros cambios de magnitud, la Revolucin CientficoTcnica impone el conocimiento como el nuevo recurso estratgico que definir el papel de los distintos pases y regiones en el futuro. Frente a esta realidad adquiere una relevancia significativa considerar la posibilidad de repensar, y si fuera necesario, redefinir la orientacin de centros, programas y proyectos, muchos con origen hace ms de 20 aos para que puedan asumir el sentido poltico, educativo y cultural que poseen, si se coloca la mirada en la identidad latinoamericana. En cuanto al concepto de cultura, compartiendo la perspectiva de los estudios culturales, derivados de la Escuela de Birmingham, Inglaterra (Williams R.; Hall, S.; etc) se entiende por tal a las prcticas y los modos con que las sociedades confieren sentido a sus experiencias comunes y reflexionan sobre ellas. Esta concepcin es de carcter mas integrador que aquellas provenientes de algunos estudios antropolgicos o sociolgicos que entienden por cultura a todo modo de vida de un pueblo diferenciado o de algn grupo social determinado; o bien claramente diferenciada de otras de raz mas positivista que interpretan y aplican el concepto cultura como cultivo activo de la mente y a partir de all surgen las ideas y acciones acerca de la caracterizacin de una persona culta o con cultura; los procesos derivados de este desarrollo de la mente que se asocian luego a las ideas de intereses o actividades culturales; o bien los medios que posibilitan este desarrollo, dando lugar a la categorizacin de artes u obras humanas intelectuales. Se plantea que esta concepcin es de carcter mas integrador en tanto la nocin de cultura, desde esta perspectiva, es la dimensin significante de todas las prcticas sociales, lo cual implica que los significados compartidos son inseparables de las prcticas sociales. Aparece all la nocin de sistema significante, que entiende al conjunto de sentidos valorados a travs del cual un orden social se comunica, se reproduce, pero tambin se experimenta, se analiza y se transforma. En este sentido, el hombre, como sujeto social a lo largo de su historia ha producido significados colectivos, dando lugar en diferentes momentos a lo que podemos denominar en su momento cultura oral, luego cultura impresa o bien a la que hoy aparece como predominante o hegemnica - lo cual no implica la desaparicin de las anteriores - en tanto plantea relaciones sociales masificadas, denominada por diversos autores como cultura meditica.

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Entre los rasgos que caracterizan a la cultura meditica, se pueden mencionar como relevantes a la centralidad de los medios de informacin y las tecnologas en la vida cotidiana, planteando nuevos modos de relacin social; la centralidad de los medios y la tecnologa en la vida pblica, dando lugar a la construccin de un nuevo imaginario colectivo acerca de ello; la constitucin de los sujetos sociales como pblicos, dando origen a un nuevo principio de identidad; la mediatizacin de la experiencia, que conlleva a la prdida de la experiencia directa; la aparicin de un nuevo estatuto de los medios a travs de los cuales la vida se realiza, y en consecuencia la transformacin de la experiencia humana; la transformacin de la nocin de tiempo y espacio, y con ella la idea de inmediatez, simultaneidad y copresencia, que da lugar a la creencia del conocimiento en tiempo real. De este modo se genera una modificacin en el modo de percibir lo real; una transformacin de la simultaneidad temporal, de lo inmediato, en la posibilidad de conocimiento; el saber rpido como valor cognoscitivo y la primaca del ver como forma de conocer y, lo que es mas grave an, como garanta de conocer la verdad. As tambin aparece la nocin de usuario de tecnologa como rasgo de identidad. La existencia -innegable de esta globalizacin o mundializacin de la cultura plantea no slo la uniformizacin tcnica, sino tambin la modificacin del concepto de territorialidad y el de ciudadana, pero al mismo tiempo esta concepcin dominante de cultura da lugar a plantear como interrogante si realmente permite la expresin de las diferencias y de qu modo se interviene al trabajar desde el campo de la comunicacin, cuando se aborda a la institucin, el contexto en que desarrolla sus acciones, la interseccin entre las prcticas sociales y las prcticas culturales que la propia institucin plantea, y los actores que, desde sus diferentes lugares y roles, participan de ella. Desde la perspectiva de la popularizacin de la ciencia, se hace necesario pasar del consumo de informacin, tal como lo plantea hoy la existencia de la cultura meditica y las acciones mas tradicionales de la divulgacin de la ciencia, a reconocer no slo la multiculturalidad, sino tambin que los sujetos sociales tienen diferentes habilidades comunicativas; y requiere establecer nuevos discursos recontextualizados a los diferentes pblicos, incorporando a los diferentes sectores sociales en una relacin de apropiacin del conocimiento que posibilite la participacin y el razonamiento colectivo y la construccin de nuevos saberes para leer, interpretar y transformar la realidad. En esta idea subyace el concepto de comunicacin no como transmisin de informacin sino como proceso relacional de construccin de significados y sentidos, un proceso que debe ser comprendido como una estructura donde se articulan tres momentos desde el concepto central de mediacin, entendida como la intervencin pensada de modo tal y desde la cual es posible generar mltiples relaciones e interacciones, resignificaciones y apropiaciones que las situaciones de

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comunicacin plantean en un complejo juego de mediadores y mediaciones que se orientan a proponer una relacin dialgica. Esta concepcin de modelo comunicacional dialgico proviene del aporte que han realizado los estudios culturales, desde diversas disciplinas, en un intento por superar los modelos lineales y mecanicistas como el paradigma informacional o transmisor, que se sustenta en la idea de xito, la eficacia basada en la exactitud y en la correccin de la informacin y en resultados posibles de ser evaluados en trminos de control de la informacin; el paradigma funcionalista, con pertinencia comunicativa desde la lingstica, en el cual el mensaje posee funciones y el lenguaje, por su carcter ambigo y polismico necesita ser remitido al contexto para acotarlo; y entre otros, el paradigma de los efectos, en el que se reconoce la intencionalidad de la comunicacin pero los efectos son siempre sobre el receptor como sujeto pasivo y donde los medios son meros transmisores, es decir no significan. Este aporte desde la mirada dialgica plantea la articulacin constante de tres instancias o momentos: el de Produccin, el de Circulacin y el de Recepcin/Consumo/Apropiacin, donde el objeto de estudio es el significado. En la instancia de Produccin se genera la construccin del mensaje en un proceso de codificacin significativa; en el momento de la puesta en Circulacin, de puesta en escena o intervencin, entra en proceso la instancia de ConsumoApropiacin-Recepcin, en el cual tambin se genera la construccin del mensaje y el proceso de decodificacin significativa. En ambos siempre se da una posicin dominante. Durante la instancia de Produccin (conceptual, pedaggica, comunicacional, metodolgica, etc) intervienen aspectos discursivos, vinculados a las reglas formales del discurso utilizado y aspectos no discursivos que dejan sus marcas, como la ideologa de la institucin, las ideologas profesionales, las creencias acerca del pblico o receptor, las rutinas, condiciones y prcticas de produccin y la estructura de produccin disponible. Del mismo modo, en el proceso de Apropiacin tambin intervienen los aspectos discursivos, en tanto reglas formales del discurso y aspectos no discursivos, como las ideologas personales; las creencias acerca de la institucin/emisor, las rutinas y prcticas sociales y las competencias comunicativas. En este sentido, el proceso no se restringe al mensaje ni al contenido sino que lo que moviliza es la construccin de significados; lo que circula no garantiza la produccin de significado en la apropiacin, en el sentido de respuesta esperada; los cdigos de codificacin y decodificacin no son simtricos ya que este nivel de asimetra y de cambios en las posiciones de dominio en las diferentes instancias estn vinculadas a la relacin entre cultura y poder; la intencionalidad puesta en la

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produccin no garantiza la recepcin, ya que hay modos de proponer el significado y hay modos de comprender el significado y en definitiva lo que la puesta en acto del proceso genera es una multiplicidad de lecturas y apropiaciones. Es necesario, entonces repensar la estructura y el carcter del conocimiento y de la actividad cientfica para rescatar las formas de involucrar a los distintos sectores sociales en un razonar colectivo acerca de las cuestiones cientficas y construir nuevos modos de relacin con el conocimiento, nuevas formas de participacin pblica, ms activas y conscientes, en las que confluyan las voluntades, posibilidades y deseos de todos los sectores sociales en la imaginacin y creacin, no slo de mundos posibles sino tambin de mundos diferentes. En este sentido, la ciencia y la tecnologa debe ser entendida como una empresa creativa, tan estimulante como el arte; una empresa que se construye a partir del lenguaje, instrumento de semantizacin de la realidad, a la que no cabe asignar ningn atributo epistemolgico especial, ni privilegio tico o poltico. Hablar de popularizacin de la ciencia y la tecnologa en definitiva no es slo referirse a otro modo de mirar la ciencia, sino a un cambio de lugar de la ciencia en la cotidianidad, a una nueva propuesta de produccin del conocimiento en la que participen activamente todos los sectores de la sociedad y a la bsqueda de puentes creativos entre la ciencia y las otras formas de leer, escribir, transformar e interpretar la realidad. Evidentemente el campo es complejo y problemtico y en esto no hay respuestas mgicas ni recetas magistrales para resolverlo. Un camino posible para abordarlo es la construccin de acuerdos y consensos, de espacios de reflexin interna que acompaen el proceso, de respetar las miradas disciplinarias pero al mismo tiempo construir colectivamente un punto de encuentro multidisciplinar. Un proyecto gestado desde la participacin, desde la nocin de dilogo e interaccin, si es coherente en s mismo, seguramente convocar a un dilogo e interaccin con la ciencia desde diferentes lugares y miradas, y posibilitar una multiplicidad de respuestas y una multiplicidad de construccin de significados, respetando la diversidad y las diferencias. La metfora inicial del laberinto tiene muchos sentidos posibles. Los hay linea

ciencia tecnologia y vida cotidiana

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