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Naturaleza humana La “naturaleza” de la naturaleza humana M. C. Chiriguini Presentación La noción de naturaleza humana y la relación del hombre con el mundo de lo viviente han sido planteadas y discutidas a lo largo de la historia del pensamiento occidental desde diferentes posturas teóricas e ideológicas. Algunas de las preguntas formuladas con más frecuencia están relacionadas con el origen del hombre, la especificidad de la dimensión humana y la diversidad de respuestas culturales presentes en las distintas sociedades para resolver situaciones similares. Otra cuestión que interesa conocer está referida al mayor o menor grado de incidencia de lo hereditario sobre lo adquirido en la determinación del comportamiento humano. En los últimos tiempos, y frente al avance de la biotecnología y el desciframiento del genoma humano, nuevos interrogantes fascinan y preocupan: ¿nos convertiremos en un mundo en que convivan clones y seres humanos? ¿hacia dónde se proyecta la humanidad en un mundo de desarrollo tecnológico sin fin? Dejando en libertad, por unos instantes, nuestra imaginación, nos preguntamos: ¿la figura de los cyborgs, mezcla de máquina y organismo, seguirá ocupando el espacio de la ciencia -ficción o, por el contrario, debemos incluirlos en nuestras expectativas de un futuro no tan lejano? Ahora bien, ubicándonos en una perspectiva presente y realista, queremos señalar que en las últimas décadas las preocupaciones han estado dirigidas hacia la naturaleza que nos cobija, el entorno en que transcurre nuestra existencia y que muchos intereses dominantes parecieran obstinados en destruir, comprometiendo el mismo futuro de las sociedades. En los capítulos siguientes abordaremos muchas de estas cuestiones desde una perspectiva que privilegia el papel de lo cultural y lo social en la interpretación de todo comportamiento que atañe a los seres humanos. Pensamos a la naturaleza humana desde una concepción bidimensional y dialéctica, ya que definir al hombre exclusivamente desde una de esas dimensiones, sea biológica o cultural, es caer en algún tipo de reduccionismo, como veremos en las páginas siguientes. Ha sido demostrado que el hombre es producto de la selección natural, como todo lo viviente, pero también el resultado de procesos sociales y culturales. A diferencia del resto de los animales y de nuestros antepasados homínidos que se extinguieron, somos el único animal cuya capacidad de elegir es casi ilimitada. Como sostiene el antropólogo Richard Leakey, una de nuestras mayores dificultades es la incapacidad para reconocer que somos capaces de

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  • Naturaleza humana

    La naturaleza de la naturaleza humana

    M. C. Chiriguini

    Presentacin

    La nocin de naturaleza humana y la relacin del hombre con el mundo de lo viviente han sido planteadas y discutidas a lo largo de la historia del pensamiento occidental desde diferentes posturas tericas e ideolgicas. Algunas de las preguntas formuladas con ms frecuencia estn relacionadas con el origen del hombre, la especificidad de la dimensin humana y la diversidad de respuestas culturales presentes en las distintas sociedades para resolver situaciones similares. Otra cuestin que interesa conocer est referida al mayor o menor grado de incidencia de lo hereditario sobre lo adquirido en la determinacin del comportamiento humano. En los ltimos tiempos, y frente al avance de la biotecnologa y el desciframiento del genoma humano, nuevos interrogantes fascinan y preocupan: nos convertiremos en un mundo en que convivan clones y seres humanos? hacia dnde se proyecta la humanidad en un mundo de desarrollo tecnolgico sin fin? Dejando en libertad, por unos instantes, nuestra imaginacin, nos preguntamos: la figura de los cyborgs, mezcla de mquina y organismo, seguir ocupando el espacio de la ciencia-ficcin o, por el contrario, debemos incluirlos en nuestras expectativas de un futuro no tan lejano?

    Ahora bien, ubicndonos en una perspectiva presente y realista, queremos sealar que en las ltimas dcadas las preocupaciones han estado dirigidas hacia la naturaleza que nos cobija, el entorno en que transcurre nuestra existencia y que muchos intereses dominantes parecieran obstinados en destruir, comprometiendo el mismo futuro de las sociedades.

    En los captulos siguientes abordaremos muchas de estas cuestiones desde una perspectiva que privilegia el papel de lo cultural y lo social en la interpretacin de todo comportamiento que atae a los seres humanos. Pensamos a la naturaleza humana desde una concepcin bidimensional y dialctica, ya que definir al hombre exclusivamente desde una de esas dimensiones, sea biolgica o cultural, es caer en algn tipo de reduccionismo, como veremos en las pginas siguientes.

    Ha sido demostrado que el hombre es producto de la seleccin natural, como todo lo viviente, pero tambin el resultado de procesos sociales y culturales. A diferencia del resto de los animales y de nuestros antepasados homnidos que se extinguieron, somos el nico animal cuya capacidad de elegir es casi ilimitada. Como sostiene el antroplogo Richard Leakey, una de nuestras mayores dificultades es la incapacidad para reconocer que somos capaces de

  • elegir nuestro futuro y, por lo tanto, de modificar el presente. En esa misma lnea de pensamiento, la nica cosa cierta que podemos decir sobre la naturaleza humana es que est en su misma naturaleza biolgica la construccin de su propia historia. Los hombres crean las condiciones materiales de su existencia porque est en su misma naturaleza esta capacidad de transformar la naturaleza en forma colectiva y social y no individual: construyen sus viviendas, producen sus alimentos, confeccionan sus vestidos, inventan tcnicas; en sntesis, organizan su vida social. En ese sentido la especie humana es el resultado de dos instancias: somos seres de la naturaleza y somos seres sociales. Y la relacin que se establece entre ambos dominios no es pasiva ni unidireccional, sino, bidireccional y dialctica.

    Transformamos el ambiente natural limitante y condicionante y construimos en ese proceso relaciones de diferente ndole, ya sean econmicas, polticas y/o sociales y, al mismo tiempo que producimos estas relaciones, constituimos universos simblicos. Sin lugar a dudas, nuestra vida cotidiana se desenvuelve en un espacio fsico. Nuestro planeta, por el momento nuestro nico hbitat, requiere tambin de nuestro inters. La naturaleza no comprende nicamente los pocos entornos naturales en los que la sociedad industrial y la explotacin abusiva de los recursos no han dejado todava (supuestamente) su impronta, sino que incluye todo el ambiente construido y transformado por el hombre, desde el espacio que ocupa una reserva indgena, en una desolada meseta del sur de nuestro pas, hasta las grandes ciudades que actualmente identifican la vida urbana.

    En ese sentido consideramos a la interaccin de los procesos sociales que involucran a las sociedades humanas con la naturaleza como histricamente producidos, fruto de determinados sistemas de produccin y del acceso desigual a los recursos, incluyendo, en esta perspectiva aquellos espacios llamados naturales como los parques o reservas nacionales, que son el resultado de las polticas de los estados. Las transformaciones de la naturaleza son inherentes a la propia existencia de los seres humanos que la utilizan y la transforman en el proceso productivo (Comas D Argemir 1998:162). Sin embargo, a pesar de que los hombres acten sobre la naturaleza y la transformen en su beneficio, no se pueden dominar totalmente sus leyes y, por lo tanto, la relacin entre las sociedades humanas y la naturaleza es de carcter dialctico, del mismo modo que en la naturaleza humana lo es el vnculo entre lo biolgico y lo cultural. Los seres humanos actan sobre la naturaleza mediante el proceso de trabajo para satisfacer sus necesidades de existencia y en ese proceso se modifican a s mismos y a la propia naturaleza1.

    La Antropologa, en sus estudios de otras culturas, ha mostrado cmo cada sociedad tiene su propia racionalidad para entablar las relaciones con la naturaleza2. No obstante, esa 1 El conjunto de las relaciones sociales es histricamente cambiante, por lo que la misma naturaleza humana no podr entenderse como puramente biolgica, una abstraccin, sino como una naturaleza que solo puede desenvolverse en la historia. La historia de una especie que transforma concientemente la naturaleza y as se transforma a s misma, es decir, transforma su propia naturaleza humana (Narvaja 2003 Una concepcin dialctica del hombre. En: Antropologa, Gua de Actividades Prcticas y Seleccin de Textos. Ctedra Chiriguini. Proyecto Editorial. Buenos Aires, p.70).

    2 La regin de Huallaga en el centro del Per, es actualmente la zona ms importante del mundo en el cultivo de la coca para exportacin. En ao 1966 se inicia un programa de colonizacin entre el gobierno peruano y el Banco Interamericano de Desarrollo para ubicar en la zona a 4.680 familias que se ocuparan de cultivar algunos productos para su consumo (frijol, mandioca, coca) y otros productos para la exportacin (caf, t, maz) mediante crditos otorgados por esos organismos. En el ao 1976

  • racionalidad est vinculada en cada sociedad a las diferentes formas en que se establece, en el marco del sistema mundial, el acceso a la tierra, el trabajo y el capital, as como la forma en que se integra al mercado. Es indispensable considerar, en un sistema de intercambio desigual, cmo las fuerzas econmicas y polticas de carcter global inciden en los sistemas locales, constituyendo un elemento explicativo de las diferencias en el acceso a los recursos recin mencionados.

    El ejemplo paradigmtico de violencia y degradacin ambiental del entorno es el del modo de produccin capitalista a lo largo de su historia y hasta el presente. La lgica del mercado que lo caracteriza lleva a someter a toda sociedad que se enfrente a sus intereses de acumulacin de riqueza y que se interponga en su camino de mximo beneficio, llmense comunidades indgenas, grupos campesinos y hasta los sectores perifricos de su propia sociedad. Tambin sus efectos se hacen sentir en las ciudades, afectando las condiciones de existencia, en particular de los ms pobres y vulnerables: escasez o contaminacin del agua, malas condiciones de vivienda, prestacin insuficiente de los sistemas de salud y de la educacin. Todo esto conduce, ms tarde o ms temprano, a la mortalidad infantil y a la desnutricin de la poblacin afectada, como ejemplos de algunas de sus consecuencias ms conocidas.

    Sobre la naturaleza humana en particular

    Introducirnos en las peculiaridades de la naturaleza humana constituida por una serie de niveles y dimensiones requiere estudiarla en toda su complejidad, transitando por diversos senderos que nos permitirn acceder, al final del recorrido, a una visin superadora de los dualismos y los determinismos.

    En ese sentido, en primer lugar presentaremos la nocin de la naturaleza humana desde la perspectiva terica de los niveles de integracin de la materia, enfoque dialctico de los fenmenos sociales que considera al hombre como emergente de un proceso evolutivo biolgico y a su vez como creador de cultura.

    En segundo lugar, ilustraremos uno de los primeros intentos desde la Antropologa de vincular la naturaleza con la cultura a travs del trabajo del antroplogo francs Claude Lvi-Strauss sobre la prohibicin del incesto.

    En tercer lugar, como ejemplos de determinismo biolgico o biologizacin de lo social, consideraremos crticamente los postulados desarrollados por la Sociobiologa y los etlogos biologicistas que intentan explicar lo humano desde esta disciplina, para proponer, en cambio, una interpretacin social y cultural de los comportamientos humanos a travs del ejemplo de los sistemas de parentesco, propios y exclusivos de los seres humanos.

    Por ltimo, nos introduciremos brevemente en la relacin entre la naturaleza humana y la Biotica, teniendo en cuenta los ltimos avances de la Gentica.

    se retiran los crditos por considerar que se obtena una baja productividad en la zona; ante esta situacin, el cultivo de la coca se afianza porque significaba una alternativa inmediata y real a las dificultades que enfrentaban los colonos pobres para sobrevivir. La prohibicin del cultivo de coca para la exportacin y la persecucin a los campesinos dedicados a ella est llevando a la desforestacin de amplias zonas del Per a causa del permanente desplazamiento de los campesinos a regiones ms alejadas. Se calcula que en el Per hay ms de 200.000 ha. plantadas con coca, lo que ha llevado a desforestar casi 700.000 ha desde el ao 1970 (Comas dArgemir 1998:172-174).

  • Reduccionismos y determinismos

    No existe un nico esquema conceptual comn a todos los niveles de descripcin. La realidad es demasiado rica y sus contornos son demasiado complejos para que una sola lmpara los pueda iluminar por completo (Ilya Prigogine: Metamorfosis de la ciencia).

    A lo largo de la historia del pensamiento occidental se han formulado distintas concepciones sobre la naturaleza humana y de las sociedades, que han contribuido en algunos casos a legitimar y en otros a impugnar el orden social y poltico vigente en un momento histrico. Podemos citar como ejemplos de impugnacin la nocin de naturaleza humana de Rousseau3, que revela una crtica a las instituciones injustas de su tiempo, y el concepto de naturaleza humana alienada de Marx, que responde, a su vez, a una mirada crtica de la sociedad capitalista4. De ah que el estudio de la naturaleza humana nos permite reflexionar sobre las formas en que la investigacin cientfica (que no es neutral como muchas veces se pretende calificarla), los comunicadores sociales y los polticos en general formulan sus preguntas sobre el mundo humano y el natural, en muchos casos, desde prejuicios sociales, culturales y polticos y con consecuencias directas sobre la vida y otras veces la muerte de los seres humanos. Recordemos los ms salientes: el nazismo y el apartheid sudafricano, como ejemplos de la historia ms reciente, que se dieron a lo largo del siglo XX. En el caso del nazismo, con el argumento falaz de la raza superior se llev a cabo una biopoltica de Estado que condujo al aniquilacin de millones de judos y a la esterilizacin de cientos de alemanes considerados no arios puros. Por su parte, el apartheid sudafricano representa un claro ejemplo de poltica de estado racista hacia los pueblos de raza negra. Pretende justificarse en la defensa de las tradiciones tnicas africanas, cuando en realidad la segregacin impuesta es un abuso de la perspectiva del relativismo cultural para mantener la dominacin de la minora blanca.

    La idea de que el ser humano es una criatura formada por un cuerpo y un alma (espritu o mente) est presente en las interpretaciones filosficas y religiosas de la Antigedad y la Edad Media y responden a una visin dualista del hombre. En el siglo XVII, el filsofo francs Ren Descartes, continuando con la misma tradicin, propone un enfoque filosfico

    3 J.J.Rousseau, crtico de las instituciones y del viejo sistema monrquico, elabora una concepcin del hombre natural tomando a los pueblos no europeos ms primitivos como representantes de lo autntico y no corrompido por la sociedad de su tiempo. Ver Iluminismo en Ghiglino.

    4 El concepto de naturaleza humana en Marx destaca la perfectibilidad del hombre, su potencialidad para el desarrollo, desde una mirada similar a la roussoniana. Para este pensador el sistema capitalista deshumaniza al hombre como consecuencia de la alienacin, es decir, lo despoja de sus caractersticas humanas ms peculiares. Este proceso comienza con la separacin de los trabajadores de sus medios de produccin y subsistencia. Marx considera que la misma actividad que se realiza para la subsistencia es alienante ya que el producto permanece ajeno al obrero y el proceso mismo de produccin es externo a su conciencia y a sus necesidades y deseos.

  • del hombre de gran influencia durante los siguientes tres siglos. Para Descartes el ser humano est constituido por dos sustancias distintas, la mente/alma y el cuerpo. La mente es de carcter inmaterial e intangible, mientras el cuerpo es material y destructible. El Yo es el aspecto ms interno de un sujeto, su identidad esencial. Cuando Descartes usa el pronombre en primera persona, Yo, est haciendo referencia a su mente o alma, la res cogitans. En cambio la esencia del cuerpo es la extensin, lo mensurable, la res extensus.

    En las ltimas dcadas del siglo XX nuevas representaciones sobre la dimensin de lo humano reemplazan el dualismo anterior y sostienen, por el contrario, que el hombre es parte de la evolucin de todo lo viviente y que todas sus manifestaciones, incluidas aquellas ms peculiarmente humanas, como su mente y el lenguaje simblico, son el resultado de la evolucin biolgica y del proceso adaptativo en el que estuvo involucrado como una especie ms. Esta nueva formulacin tiene determinadas consecuencias sobre la interpretacin de lo social y lo cultural en tanto son analizados desde los mismos modelos que explican el comportamiento animal. Es as como esta imagen de la naturaleza humana est presente en las concepciones biologicistas de la ciencia que podramos denominar reduccionistas y deterministas.

    Desde el reduccionismo se intenta explicar las propiedades de una molcula, de un organismo o de una sociedad en trminos de las unidades en que estn compuestos. Estos enfoques sostienen, por ejemplo, que las propiedades de una molcula proteica estn determinadas por las caractersticas de los electrones o protones que componen los tomos. Tambin afirman que las caractersticas de una sociedad son iguales a la suma de los comportamientos individuales. De esta manera una sociedad sera violenta por ser el resultado de la suma de individuos violentos que la componen. En este sentido se justifican las guerras por el carcter agresivo de los individuos. Es decir, las unidades y propiedades tendran existencia previa a los conjuntos complejos, hablemos de molculas qumicas, de organismos o de sociedades humanas (Lewontin, Rose y Kamin 1987:16).

    Cuando desde este enfoque se considera que el comportamiento humano est regido por la accin de los genes estamos en presencia de un tipo especial de reduccionismo, el determinismo biolgico. Frente a la pregunta sobre por qu los seres humanos son como son o hacen lo que hacen, los pensadores enrolados en el determinismo biolgico contestan: porque las acciones de los hombres son consecuencias inevitables de las propiedades bioqumicas que constituyen los genes que posee cada individuo (Ibid: 16-17). En otras palabras, se afirma que la naturaleza humana est determinada por los genes y las causas de los fenmenos sociales deben buscarse en la biologa de los actores individuales. Por lo tanto, los fenmenos sociales deben explicarse a partir de la suma de los comportamientos de los individuos de una sociedad.

    La funcin ms importante del determinismo biolgico es afirmar que las conductas y diferencias sociales y econmicas que existen en los grupos humanos, especialmente las que son atribuidas al sexo, la raza y las clases sociales, pueden ser explicadas por las caractersticas biolgicas, heredadas e innatas de los individuos. En este caso, estamos en presencia de una de las formas ms conocidas que asume el determinismo biolgico, el llamado darwinismo social, perspectiva terica e ideolgica que interpreta los fenmenos sociales a partir de categoras biolgicas y de los principios ms difundidos y vulgarizados de la teora darwiniana: la lucha por la existencia, la seleccin natural, la supervivencia del

  • ms apto5. El darwinismo social extrapola los conceptos adecuados a un nivel de anlisis, el de los fenmenos biolgicos, pero inadecuados e incorrectos para interpretar el mundo social y cultural de los hombres.

    Por otro lado, y desde un determinismo de signo contrario, el que se posiciona en la dimensin cultural, se postula que la biologa se detiene en el momento que nacemos y desaparece desde el instante que entramos en el dominio de la cultura; desde este lugar nos ubicamos en el determinismo cultural. Esta posicin terica va a considerar a la naturaleza humana como una tbula rasa en la que la experiencia temprana puede imprimir lo que desee y la cultura disear por entero nuestro comportamiento. Esta manera de considerar la condicin humana recuerda a ciertos fragmentos de la pelcula The Wall, cuando los alumnos entran en una mquina (que representa la educacin) que los convierte en objetos idnticos y deshumanizados.

    En la Antropologa este determinismo cultural, tambin llamado culturalismo, est presente en la llamada teora de la cultura de la pobreza, corriente que enfatiza la transmisin en grupos urbanos pobres de ciertas pautas culturales tales como la planificacin a corto plazo, la violencia y la inestabilidad de las estructuras familiares. Desde esta representacin de la naturaleza humana, el crculo de la pobreza se contina, en tanto los hijos de estos pobres al estar tan inevitablemente aculturados en un estilo de vida, no pueden salir de ese mbito y reproducen la situacin de los padres que, a su vez, reproducirn sus hijos (Lewontin 1991:101).

    La naturaleza humana desde un enfoque dialctico

    Si consideramos, por el contrario, a los seres humanos desde un enfoque dialctico, en este caso el de los niveles de integracin, podremos superar falsas oposiciones que se han dado a lo largo de la historia del pensamiento filosfico y cientfico occidental respecto a la naturaleza humana: las distinciones entre lo natural y lo cultural, lo innato y lo adquirido, lo dado y lo aprendido, en sntesis, dejar de lado el dualismo que implica escindir al ser humano entre la herencia gentica y lo adquirido. Por un lado, la visin que proponemos sobre lo humano permite cuestionar la imagen de una naturaleza esencializada y determinada biolgicamente desde su emergencia en el mundo de lo viviente. A partir de ese momento, supuestamente seramos portadores de los genes agresivos de los primeros cazadores paleolticos y estaramos determinados desde entonces por esa condicin inicial. Y, por otro lado, nos conduce a rechazar los argumentos que explican el comportamiento en la sociedad

    5 El exponente ms conocido de esta teora social es H. Spencer, contemporneo de Ch. Darwin y muy reconocido en su poca. Sostiene que las caractersticas hereditarias tienen ms peso que la educacin y las caractersticas adquiridas. Esta perspectiva terica tuvo su mayor difusin desde las ltimas dcadas del siglo XIX hasta los finales de la Segunda Guerra Mundial y entre sus influencias ms desdichadas podemos mencionar el comienzo de la eugenesia y su aporte a la doctrina racial de los nazis. La gran mayora de los bilogos evolucionistas, como es el caso de Stephen J. Gould, refutan totalmente sus afirmaciones. Ver para mayor informacin: Marisa Miranda y Gustavo Vallejo (compiladores) 2005 Darwinismo social y eugenesia en el mundo latino. Siglo XXI de Argentina Editores.

  • humana como anlogo al del mundo animal, es decir, sujeto a los mismos determinantes genticos.

    El enfoque de los niveles de integracin6 en la interpretacin del comportamiento humano sostiene que el hombre es una unidad biolgica y cultural que emerge del mundo animal al crear cultura, constituyndose en ese proceso en una realidad cualitativamente ms compleja. Como dice J. Bleger no estamos en presencia de un animal ms inteligente, sino de una especie con propiedades nuevas y complejas que explican su comportamiento (Bleger 1973).

    Este epistemlogo define un nivel de integracin como una organizacin particular que comprende funciones y leyes que responden a esa unidad particular, dando cuenta de todos los fenmenos propios de ese nivel. A su vez, cada nivel se va integrando en un proceso de complejidad creciente que tiene su inicio en el nivel fsicoqumico, a partir del cual se estructura el nivel biolgico y alcanza su mayor complejidad, en el nivel de lo socio-cultural. Otra caracterstica de estos distintos niveles es que tienen entre s un nexo de sucesin en el tiempo durante el cual uno de los niveles ha dado lugar a la aparicin del otro, por su transformacin cualitativa (Bleger 1973: 291-292). Es decir, el primer nivel, el del mundo de lo inorgnico, en un determinado momento dio lugar, por un proceso de transformacin, a un nivel de mayor complejidad, el nivel biolgico, que va a ser abordado por determinadas disciplinas cientficas. As como la Fsica y la Qumica buscarn las respuestas que explican los fenmenos de ese nivel de anlisis, las ciencias biolgicas, por su parte, van a estudiar todo el mundo de lo viviente.

    Y, por ltimo, el nivel de lo humano, de lo socio-cultural, el de mayor complejidad, ser abordado por las disciplinas sociales, entre ellas, la Psicologa, la Sociologa y la Antropologa, que estudiarn al hombre en los espacios sociales donde transcurre su existencia cotidiana, en tanto miembro de una familia, de una clase social, de un grupo tnico.

    Cmo emerge el nivel humano? Sabemos que el hombre es el resultado de un proceso nico de millones de aos que compromete a todo lo viviente, desde los seres ms simples a los ms complejos. Las plantas y los animales son el producto de la combinacin de molculas qumicas con capacidad de replicacin bajo ciertas condiciones que alguna vez existieron sobre la Tierra. Estas molculas qumicas, que constituyen el nivel de los fsico-qumico, en el transcurrir de los tiempos constituyeron los organismos vivos, pero no pueden explicar las nuevas cualidades emergentes: la vida y la muerte, ya que son procesos que no se encuentran en el nivel anterior. Es decir, surge el nivel de lo biolgico, emergiendo del nivel inorgnico con propiedades nuevas y ms complejas.

    Del mismo modo, al ser los hombres las nicas criaturas creadoras de cultura, trascienden el nivel biolgico, constituyendo una dimensin cualitativamente diferente, en la que transformarn su entorno y a ellos mismos en un proceso de retroalimentacin que modificar su naturaleza biolgica anterior. Nuevos atributos y nuevas leyes interpretarn su naturaleza tanto biolgica como cultural: todos nacemos y morimos, pero la manera como nacemos y como morimos pertenece al mbito de lo social y cultural. Todos nosotros debemos satisfacer las necesidades biolgicas bsicas, pero los hombres no son capaces de satisfacer sus necesidades fsicas bsicas si no se orientan en el mundo por medio de la reflexin y el conocimiento (Elas 1998:143).

    6 La formulacin de los niveles de integracin est basada en el desarrollo terico de J. Bleger.

  • Retomando lo expresado, podramos decir, entonces, que cada nivel se presenta como una superacin dialctica, conformado por elementos o unidades del nivel anterior en una combinacin ms compleja y con leyes que le son propias. Es claro que interpretar las acciones de los hombres desde el nivel biolgico, como un ser viviente ms y manteniendo una interaccin con el medio basada sobre impulsos innatos modificados en cierto punto por su propia experiencia, no resulta adecuada y suficiente. En este caso nos posicionaramos en el determinismo biolgico (o gentico) para entender por qu somos como somos y hacemos lo que hacemos. Las analogas con el comportamiento instintivo de los animales y ms aun, culpabilizar al gen de la agresividad de la actitud violenta de un padre a su hijo, son ejemplos de extrapolacin, es decir, de interpretacin de fenmenos sociales a partir de conceptos y teoras de un nivel de menor complejidad.

    Desde el determinismo biolgico o gentico, conceptos tales como adaptacin, seleccin, supervivencia del ms apto, adecuados en el nivel biolgico, se trasladan automtica y errneamente al nivel de lo social y cultural. Si tomamos como ejemplo el mismo concepto de adaptacin, tan adecuado desde la teora de la evolucin biolgica, vemos que es impropio cuando se pretende explicar la adaptacin humana desde ese mismo marco terico. Existe una fractura entre la adaptabilidad biolgica y la adaptabilidad humana. Los seres humanos inventamos estrategias para sobrevivir que dependen de nuestra manera de ver e interpretar el mundo y que no siempre resultan beneficiosas, ni siempre exitosas. Si esto fuera as, las sociedades humanas avanzaran en un sentido de progreso y bienestar que la realidad y la historia desmienten (Castoriadis 2003). Otros hechos, diferentes circunstancias sociales y polticas, explican las formas peculiares en que las sociedades humanas se adaptan a su propia historia.

    Resumiendo, esta interpretacin dialctica de los niveles de integracin nos permite afirmar que los determinismos de uno u otro signo no son vlidos y que todos los comportamientos sociales del hombre son simultneamente sociales y biolgicos, del mismo modo que son qumicos y fsicos. Un buen ejemplo es el aprendizaje del lenguaje en los nios: la incorporacin de un lenguaje slo es posible por el ensamble del proceso biolgico de maduracin y el proceso social de aprendizaje. Como dice Elas, el aprendizaje puede permanecer completamente sin funcin si ste ha sido confinado a la propia capacidad de los nios para entender el significado de los patrones de sonidos aprendidos por otros (Elas 1998:307). Es claramente ilustrativa la descripcin de Leslie White sobre la adquisicin del lenguaje de Hellen Keller, una nia afectada por importantes limitaciones fisiolgicas:

    ... Esta nia haba perdido la vista y el odo a causa de una enfermedad a edad muy temprana. A los siete aos es tomada a cargo por una institutriz, Miss Sullivan, quien va a intentar un mtodo de acercamiento y contacto a travs de una de las vas sensitivas posibles: el tacto. Miss Sullivan haca que la nia tocara los contornos de los objetos y despus escriba la palabra correspondiente en la palma de la mano, era solo algo fsico para la nia. Hasta que transcurrido un mes de aplicacin, mientras jugaban en el jardn, la maestra escribe la palabra agua en la palma de su alumna, en el momento que el lquido fluye desde la canilla. En ese momento Hellen se da cuenta del lenguaje, se da cuenta que cada objeto tiene una palabra que lo nombra. Esas palabras eran ms que la

  • realidad fsica de sentir garabatear la palma de la mano. A partir de ese momento pasaron a ser smbolos. La nia fue transformada por esa experiencia: Me alej de la glorieta y sus madreselvas, impaciente por aprender -escribe ms tarde H. Keller- que cada cosa llevaba un nombre y cada nombre haca nacer un nuevo pensamiento. Cuando regresbamos a la casa, todo objeto que tocaba en mi mano pareca palpitar con vida. Ello se deba a que vea todo con la nueva y extraa vista que haba llegado a m (White L.A: La ciencia de la cultura. en M. Lischetti 1997:229).

    El ejemplo muestra cmo los seres humanos por naturaleza estamos constituidos para aprender y debemos aprender y, como travs de ese proceso, adquirimos plenamente nuestra humanidad. Estudios antropolgicos sobre diferentes culturas han mostrado que la manera en que se perciben o infieren situaciones depende de factores culturales, sociales y psicolgicos. En tanto poseedores de un organismo biolgico, sentimos, sufrimos, necesitamos alimentarnos, descansar, dormir. Pero simultneamente es el ambiente social y cultural el que interacta dinmicamente con lo biolgico, redefiniendo la respuesta: el grado de excitabilidad, los lmites de resistencia, difieren en cada cultura, del mismo modo que los esfuerzos irrealizables, los placeres extraordinarios, estn ms relacionados con los criterios sancionados por la aprobacin o desaprobacin del grupo de pertenencia que por las particularidades de la especie. Si bien se requieren ciertas sinergias nerviosas y musculares, stas son solidarias con un determinado contexto social (Mauss en Lvi-Strauss 1970). Lvi-Strauss emprendi en la dcada del cuarenta una de las primeras aproximaciones para vincular lo biolgico y lo cultural desde la Antropologa. A continuacin describiremos algunos de los aspectos ms significativos de su abordaje.

    La relacin entre naturaleza y cultura segn Lvi-Strauss

    Este estudioso desarrolla en su obra Las estructuras elementales de parentesco, la relacin entre el estado de naturaleza y el estado de cultura, oponindose a las teoras que establecen un continuum entre la naturaleza y la cultura (por ejemplo el evolucionismo del siglo XIX). A partir de una pregunta inicial: dnde termina la naturaleza y comienza la cultura? este antroplogo describe diversos caminos para abordar esta relacin. Las posibilidades de aislar a un nio recin nacido de las influencias sociales y culturales son, sin lugar a dudas, una experiencia impracticable. Los pocos casos en el mundo de los llamados nios salvajes, nios supuestamente abandonados y que pudieron sobrevivir aislados de algn contacto humano en sus primeros aos, no son una evidencia confiable. En la mayora de los casos, eran nios anormales. Para Lvi-Strauss, el argumento de mayor peso para descartar el estudio de esos nios es que el hombre no puede retrotraerse a un estado pre-social, porque ste es inexistente en la condicin humana. Slo es posible en los animales domesticados y posteriormente abandonados, que en la mayora de los casos adquieren nuevamente un comportamiento salvaje.

    Otro camino que descarta el autor para encontrar el pasaje al estado de cultura es el estudio del comportamiento animal. En esa bsqueda no encuentra ni siquiera el esbozo de lo que podra denominarse el modelo cultural universal: lenguaje, herramientas,

  • instituciones sociales, sistema de valores ticos, morales o religiosos (Lvi-Strauss 1985:38). Esta vuelta a la naturaleza, tambin lo deja sin respuestas acerca del pasaje a la cultura. No se registran normas que regulen la vida en los animales. Esta constatacin le permite arribar a una primera conclusin: la ausencia de reglas sera el carcter distintivo del estado de naturaleza y slo la presencia de una norma nos dara la pauta de la presencia de la cultura.

    Define al estado de naturaleza por lo universal, lo repetitivo, lo constante en cada especie, en tanto est inscripto en el cdigo gentico. Por otro lado, por lo espontneo y azaroso, por no estar sujeto a normas sociales. A su vez, el mbito de la cultura se caracteriza por estar sujeto a normas que son particulares de cada cultura y por medio de las cuales se asegura la existencia y continuidad de un grupo. Estas normas, en tanto producto de la creacin humana, son arbitrarias y cobran sentido en el interior de una sociedad.

    Lvi-Strauss instituye el pasaje del estado de naturaleza al de cultura en la prohibicin del incesto. Esta regla posee el carcter universal de la naturaleza y simultneamente el arbitrario de todo hecho cultural. Es decir, que la prohibicin no sera ni totalmente cultural ni totalmente natural, pues la integran aspectos tomados de la naturaleza y de la cultura. En este sentido tiene ese carcter universal, pero al mismo tiempo el carcter distintivo de la cultura, en tanto impone una restriccin no biolgica a las diferentes sociedades. Es un vnculo que transforma un comportamiento natural: el impulso sexual, en un comportamiento social y cultural:

    en efecto, es menos que una unin que una transformacin o un pasaje; antes de ella la cultura no existe; con ella, la naturaleza deja de existir, en el hombre como reino soberano. La prohibicin del incesto es el proceso por el cual la naturaleza se supera a s misma; enciende la chispa bajo cuya accin una estructura nueva y ms compleja se forma y se superpone -integrndolas- a las estructuras ms simples de la vida psquica, as como stas ltimas se superponen -integrndolas- a las estructuras ms simples de la vida animal. Opera, y por s misma constituye el advenimiento de un nuevo orden (Lvi-Strauss 1985:59).

    En nuestras palabras, la prohibicin del incesto transforma el estado de naturaleza y lo organiza en un nuevo orden: el de la dimensin cultural por medio de una norma. El carcter social y cultural de la regla y, por lo tanto arbitrario, explica la gran diversidad que asume en las diferentes sociedades, abarcando desde la prohibicin de la unin entre parientes consanguneos, como en nuestra cultura occidental, hasta la de parientes lejanos, en otras sociedades. Lo cierto es que esta norma afecta por lo menos a uno de los parientes consanguneos. En el Antiguo Egipto esta regla era vlida en forma absoluta para la madre, en tanto la relacin con la hermana slo estaba desaprobada. Ejemplos similares corresponden al Antiguo Per, Hawai y Madagascar, para mencionar los ms conocidos.

    Para Lvi-Strauss lo importante no es la prohibicin en s de matrimonio entre algunos miembros de la sociedad considerados parientes, sino aquello que prescribe. El hecho significativo es la relacin social que se establece. Relacin que dar lugar a una alianza entre diferentes sociedades, organizando las reglas de parentesco y las modalidades particulares que asuman los grupos exogmicos y en las que siempre estar presente un sistema de

  • intercambio: ms que una regla que impone restricciones, es una regla que obliga a entregar una hermana o la hija a un hombre de otro grupo. Al mismo tiempo que circulan mujeres se instituyen relaciones de alianza, de reciprocidad, que organizan la vida social. La dimensin simblica de la cultura se materializa en estos intercambios que toman forma y contenido en instituciones concretas (por ejemplo los sistemas de parentesco y la familia) y, por supuesto, en smbolos que las representen.

    Lvi-Strauss se aleja de aquellas interpretaciones que sostienen que el origen universal del tab del incesto tiene como base un requerimiento biolgico y la funcin de la regla sera la de proteger a la especie por los resultados nefastos de los vnculos consanguneos. Otro argumento que descarta es el horror natural a las relaciones sexuales entre parientes cercanos. En cambio, este pensador nos recuerda que las ideas sobre las probables deficiencias biolgicas en la descendencia por uniones consanguneas aparecen tardamente en la historia de la humanidad. Y, con respecto al horror natural, la teora psicoanaltica descubre no el horror natural en las relaciones con los padres, sino, por el contrario, su bsqueda.

    Un ejemplo actual de determinismo biolgico: la Sociobiologa

    La Sociobiologa es una rama de la Biologa que surge en la dcada del setenta del siglo XX, reactualizando el discurso biologizante del siglo anterior. Intenta legitimar sus afirmaciones en la teora cientfica de la evolucin, que explica la evolucin de los seres vivos sobre la base los datos de la Gentica, la Biologa Sistemtica (estudio de las especies y su clasificacin) y la Paleontologa (estudio de las especies a travs de los restos fsiles), apropindose de los resultados de dos disciplinas: la Etologa y la Ecologa7. Nos detendremos particularmente en los conceptos bsicos de la Etologa que conjuntamente con los estudios ecolgicos sirvieron a los sociobilogos y al pensamiento biologicista8 en general para extrapolar y generalizar las conclusiones sobre el comportamiento de las especies animales al comportamiento social humano.

    Edward Wilson, famoso entomlogo, en su libro Sociobiologa: la nueva sntesis, publicado en 1975, define la Sociobiologa como la disciplina que estudia la base biolgica de todo comportamiento social, desde los invertebrados hasta los primates, sin dejar de lado al comportamiento humano. Esta publicacin hace su aparicin en un mundo escptico donde muchas apreciaciones de la naturaleza humana no son inocentes. En Estados Unidos, desde algunos crculos cientficos y medios de comunicacin masiva, la naturaleza (biolgica) era

    7 La Ecologa es la disciplina que aportar a la sociobiologa sus conclusiones sobre las dinmicas de las poblaciones animales en relacin con su medio ambiente: la natalidad, la mortalidad y las migraciones que ocurren en una poblacin que comparte un mismo ambiente y el mismo reservorio gentico. 8 Sociobiologa es un concepto polismico. Puede expresar la disciplina que surge en la dcada de los 70 y tambin todo tipo de pensamiento que biologice lo social, incluyendo a cualquier otra disciplina cientfica. No es requisito tener un ttulo de bilogo social para ser un sociobilogo. Las interpretaciones sociobiologistas pueden estar presente en un socilogo, en un periodista, en un poltico, en un maestro, entre otros.