Zócalo Saltillo Lunes 6 de agosto de 2012 1Earte@zocalo.com.mx“Por el bulevar de los sueños rotos/ moja una lágrima antiguas fotos/ y una canción se

burla del miedo./ Las amarguras no son amargas/ cuando las canta Chavela Vargas/ y las escribe un tal José Alfredo”. Joaquín Sabina

Editora: sylvia georgina estrada disEño: karla hErnándEz

¡Que vivaChavela Vargas:

‘La Chamana’!

La cantante nacionalizada mexicana murió ayer a los 93 años

AURELIO PÉREZZócalo | Saltillo

Escapada “de una cárcel de amor, de un delirio de alco-hol, de mil noches en vela”, según su gran amigo Joa-quín sabina, Chavela Var-gas fue una guerrera, una

cantante de recia personalidad, orgullosa de ser quien era, y tal vez sin pretenderlo, fue parte de una generación legendaria de artistas e intelectuales de mediados del siglo 20.

oriunda de Costa rica, fueron México y España, dos países que la amaron, los que le abrieron los brazos a esta mujer, quien a los dolores del alma sumó, como dijo alguna vez, “los chingazos del cuer-po”, pues padeció poliomielitis y ceguera. Para Chavela no había obstáculos. su fé-rreo carácter esculpió su leyenda.

¿Quién no la recuerda con su pecu-liar voz aguardentosa cantando “todos me dicen el negro, llorona…” o “Ponme la mano aquí Macorina…, o evocando su encuentro con sabina “en los ‘madriles’” en la conmovedora interpretación a dueto con él de “noches de Boda”?

Chavela fue y será por siempre grande. de peculiar estilo y áspera tesitura vocal, supo formular un perfil como cantante que sedujo lo mismo a la realeza europea que a manda-tarios, intelectuales y públicos diversos.

su longeva existencia y su inclinación por la bohemia, le permitieron conocer y hacerse amiga de Frida kahlo, diego ri-vera, José alfredo Jiménez, Carlos Mon-siváis, Pedro almodóvar y otros perso-najes de la cultura nacional y extranjera,

así como con las figuras musicales más importantes de su época.

Parrandera, alcohólica y lesbiana con-fesa, María isabel anita Carmen de Jesús Vargas lizano (su nombre completo), na-ció en san Joaquín de Flores, Costa rica el 17 de abril de 1919,

tenía 17 años cuando llegó a México, donde conoció a uno de sus más grandes amigos, el cantautor José alfredo Jimé-nez, quien promovería su carrera.

almodóvar la redescubrió en 1991, tras dos décadas de retiro. Y fue en filmes como “kika”, “la Flor de mi secreto” y “Carne tré-mula”, donde se consolidó el retorno de un talento incrementado contra todo pronós-tico por falta de cuidados y sus nada sanos

hábitos de desvelos, licor y tabaco.Feminista, ruda e implacable, rugosa

como su inseparable poncho rojo y sobre todo austera; Chavela fue un estandarte del valor indómito de la mujer mestiza que recita con voz cascada pero melodiosa como nadie las canciones rancheras.

ayer, cansada de deambular “por el bu-levar de los sueños rotos”, se fue en pos de otros caminos, y aunque ya no estará en este plano, sin duda, seguirá presente en el alma de todos aquellos que necesi-tan un paliativo para las penas del alma.

“la Chamana” irá seguramente a re-unirse con José alfredo, con Monsiváis y con quien se anime a brindar con ellos por haber dejado atrás las amarguras munda-

nas, mientras aquí se queda su gran lega-do, parte fundamental de la historia de la música vernácula mexicana.

SUS ÚLTIMOS DÍASa mitad de julio de este año, Chavela fue hospitalizada en Madrid a causa de una taquicardia, a días de haberse presenta-do, junto a Miguel Poveda y Martirio, en el homenaje a Federico García lorca.

la artista regresó a México hace un par de semanas y desde el 31 de julio fue ingresada a terapia intensiva de un hospi-tal en Cuernavaca, Morelos, debido a una bronconeumonía, donde falleció ayer al mediodía, según dio a conocer su biógra-fa y amiga María Cortina.

FOTOS: ZÓCALO | SALTILLO / ArChIvO

Chavela trabó amistad con importantes figuras del ámbito cultural en México y España.

Quiero morirme un martes, pera no fregarle el fin de semana a nadie. Nada pasa en martes, son muy aburridos”.

ChaVEla VarGas