charlie hebdo y la paradoja de la racionalidad

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Charlie Hebdo y la paradoja de la racionalidad. H. Orlando Carmona Sánchez El atentado contra la revista Charlie Hebdo, ocurrido en enero pasado, nos demuestra que habitamos una época profundamente paradójica, basta con leer los diarios para darnos cuenta de que somos constantemente bombardeados por un discurso que pretende ser legitimado bajo un estandarte libertario, democrático y tolerante. Estamos lejos de lograrlo, esto se debe a que la raíz del problema no obedece a un orden racional, pues el verdadero núcleo de nuestra existencia versa en todo lo contrario. Todos sabemos que la revista Charlie Hebdo se ha destacado por ser un magazine de crítica satírica contra los grupos de ultra-derecha y los fundamentalismos religiosos. La base desde la cual han construido este discurso es, por tanto, profundamente izquierdista y atea. La revista parecía prosperar en un ambiente de libre expresión, sin embargo, las crueles mofas constantes hacia el fundamentalismo musulmán colmaron a un grupo de islamistas, a quienes no cayó en gracia ver un sin fin de críticas dirigidas hacia sus máximas figuras religiosas, lo que desencadenó en el fatídico atentado que ya conocemos. Sin embargo, a partir de aquí, uno puede cuestionarse sobre diversas paradojas que surgen con este acontecimiento: En primer lugar, basta con pensar hasta qué punto es válida la crítica en este mundo libertario cuando está permitido reírse de un nerd y llamarlo bullying, de un fundamentalista islámico y decir que es libertad de expresión, de los cristianos y decirse ateo, de los nazis (o morenazis) por ser monstruos radicales, pero no está permitido burlarse de un demócrata.

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Charlie Hebdo y la paradoja de la racionalidad.

H. Orlando Carmona Snchez

El atentado contra la revista Charlie Hebdo, ocurrido en enero pasado, nos demuestra que habitamos una poca profundamente paradjica, basta con leer los diarios para darnos cuenta de que somos constantemente bombardeados por un discurso que pretende ser legitimado bajo un estandarte libertario, democrtico y tolerante. Estamos lejos de lograrlo, esto se debe a que la raz del problema no obedece a un orden racional, pues el verdadero ncleo de nuestra existencia versa en todo lo contrario.

Todos sabemos que la revista Charlie Hebdo se ha destacado por ser un magazine de crtica satrica contra los grupos de ultra-derecha y los fundamentalismos religiosos. La base desde la cual han construido este discurso es, por tanto, profundamente izquierdista y atea.

La revista pareca prosperar en un ambiente de libre expresin, sin embargo, las crueles mofas constantes hacia el fundamentalismo musulmn colmaron a un grupo de islamistas, a quienes no cay en gracia ver un sin fin de crticas dirigidas hacia sus mximas figuras religiosas, lo que desencaden en el fatdico atentado que ya conocemos.

Sin embargo, a partir de aqu, uno puede cuestionarse sobre diversas paradojas que surgen con este acontecimiento:

En primer lugar, basta con pensar hasta qu punto es vlida la crtica en este mundo libertario cuando est permitido rerse de un nerd y llamarlo bullying, de un fundamentalista islmico y decir que es libertad de expresin, de los cristianos y decirse ateo, de los nazis (o morenazis) por ser monstruos radicales, pero no est permitido burlarse de un demcrata.

Esta paradjica situacin la podemos apreciar mejor si tomamos en cuenta que: en Francia se han incrementado en un 110% los arrestos por hacer apologas del islamismo. El pasado 15 de enero, un Adolescente de diecisis aos fue arrestado por haber hecho una parodia de una de las portadas de la revista. En la original se podra apreciar a un hombre islmico recibiendo balazos mientras sostena el Corn y como encabezado tena la inscripcin: "Le Coran CEst de la Merde [...] Canarrte pas le balles (El Corn es una mierda [...] no puede detener las balas)"; Por otro lado, la imagen de la parodia tena un hombre, de apariencia francesa, que de igual forma reciba balas mientras en sus manos tena un nmero de Charlie Hebdo y con la inscripcin: "Charlie Hebdo Cst de la de la merde (Charlie Hebdo es una mierda [...] no puede detener las balas)".

Parece entonces que la libertad de expresin no se aplica de igual modo en ambos casos. Aun cuando no estamos haciendo una apologa del islamismo, pues sabemos que en Francia existe una ley contra el terrorismo desde 2014, pareciera que estamos ante una situacin que resalta la gran paradoja de nuestro mundo moderno, a saber, que es imposible burlarnos de un demcrata pero este puede burlarse de aquellos que si creen, ciega y fervientemente, en algo.

Podemos plantear entonces que nuestro mundo democrtico est sujeto a una doctrina racionalista que slo nos pide aparentar que creemos, basta con ver las conversaciones de caf en donde se afirman frases como: estudios cientficos dicen que los cientficos de una Universidad de Estados Unidos demostraron que. Es decir, que nuestra creencia debe estar fundamentada desde un lugar vaco. Cosa que encontramos en la misma democracia, pues se puede afirmar que creemos en tal o cual partido, pero, podemos tomar una copa en un bar con los opositores sin ningn problema.

Situacin que apuntara a demostrar que occidente parece haberse quedado sin contenido en aras de una supuesta armonizacin, a saber, la bsqueda racional de crear un mundo en el que quepan muchos mundos, donde existan rivales que llegan a una conciliacin tras una encarnizada batalla, llmese justa deportiva, discusin acadmica o contiendas partidistas.

Entonces, nuestra situacin se vuelve problemtica cuando alguien est dispuesto, o empecinado, a creer fervientemente algo: Ser este el verdadero problema con los fundamentalistas islmicos que an creen que un Dios podr redimirlos si dan su vida por l?; Ser acaso que, en un rechazo inconsciente, estamos dispuestos a hacer que claudiquen los verdaderos creyentes como una forma de venganza?

Si an persiste alguna duda sobre lo expuesto hasta ahora pedira que pasramos a la segunda paradoja, la cual resalta a la luz de una portada que sali publicada posterior a los atentados contra la revista. En ella podemos observar a Mahoma que, con una cara llena de vergenza, sostiene un cartel con el mensaje "Je suis Charlie' [] 'Tout est pardonn' ('Yo soy Charlie' [] 'Est todo perdonado').

Esta imagen nos demuestra dos cosas: por un lado, que la revista de corte Ateo sigue, paradjicamente, un ideal cristiano Todo est perdonado, pues, de la misma manera que Jess ense a poner la otra mejilla cuando se recibiera un golpe, los editores de Charlie Hebdo deciden sustentar que existe un perdn a los islmicos por su acto barbrico, demostrando que se puede pasar del atesmo al cristianismo sin ningn pudor, pues no hay una verdadera creencia que sostenga el discurso ideolgico; por otro lado, se puede apreciar claramente que, el perdn cristiano es pasado por el tamiz de la racionalidad y a su vez se escapa algo que es de otro orden, podramos decir, inconsciente.

Con respecto a esto ltimo, Nietzsche nos haba hablado del peligro de ofrecer el discurso racional supeditado a la democracia, pues, esta misma se inscriba, de manera velada, en un orden cristiano (Todos iguales) culpable de invertir los valores para hacer crear una moral que a los hombres del resentimiento los hiciera seores y a los agresores los tornara en brbaros.

En la Gaya Ciencia ya explicaba que el perdn cristiano siempre intenta conciliar a los hombres, pero con la paradoja de que no son iguales, sino que, el hecho de perdonar nos permite posicionarnos en el lugar de Seor que disculpa al ofensor, el cual termina siendo un hombre inferior, esto ltimo, bajo una moral que posibilita la magnanimidad:

Me parece que el magnnimo es al menos, ese tipo de magnnimo que siempre ha causado la mayor influencia- un hombre extremadamente sediento de venganza, que busca la satisfaccin tan pronto la ve, y que la bebe de manera tan abundante, tan profunda y hasta la ltima gota, anticipndose de tal manera a ella, a que este rpido desenfreno le sigue una enorme y repentina nausea pero entonces se sobrepone a s mismo, como se dice, y perdona a su enemigo, incluso lo bendice y honra [] la magnanimidad contiene el mismo grado de egosmo que la venganza, pero un egosmo de otra calidad.[endnoteRef:1] [1: Nietzsche, F. La gaya ciencia. Traduccin de Germn Cano. Biblioteca Nueva. Madrid 2001. p.141]

Comprobamos entonces el hecho de que el supuesto perdn emitido a los fundamentalistas islmicos est supeditado por la venganza, pero que, en un acto de seores se les ofrece el perdn para hacerlos ver como brbaros incivilizados que an estn lejos de aceptar el orden racional y democrtico, pues siguen atrapados por su fundamentalismo rampln. Emergiendo de lo anterior, su desprecio por aquellos que verdaderamente creen en algo y sometindolos a la moral invertida de este orden (racionalista-democrtico-cristiano) para hacerlos ver como una horda de hombres perversos.

Reiteramos nuevamente que no se trata de realizar una crtica a los fundamentalismos, simple y sencillamente, pretendemos demostrar cuales son los problemas de nuestro mundo sometido por la paradoja de la racionalidad, que ya Nietzsche y otros nos han sealado, pues hemos querido ensear que an en este discurso higienista existen fenmenos de orden irracional, como el de la venganza, que nos impiden lograr esas metas ilusorias de someter la vida a un corpus racionalista, el cual nos ahoga en un discurso vaco.

Entonces Quines son los irracionales?

Referencias: