centro de investigación en alimentación y desarrollo, a.c. · dejado es aprender a ser feliz. a...
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Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A.C.
EL TEATRO COMO ESTRATEGIA DE COMUNICACIÓN PARA EL DESARROLLO
_______________________________________________________
Por:
Alba Angélica Castillo Frock
TESIS APROBADA POR LA
COORDINACIÓN DE DESARROLLO REGIONAL
Como requisito parcial para obtener el grado de
MAESTRÍA EN DESARROLLO REGIONAL
Hermosillo, Sonora Enero 2015
ii
APROBACIÓN
iii
DECLARACIÓN INSTITUCIONAL
iv
AGRADECIMIENTOS
Gracias a CONACYT y a CIAD A. C. que hicieron posible la realización de este
proyecto.
A Dios, a Mis Padres: Alba Frock y Graciano Castillo, por todo el amor infinito que
me han dado y el gran ejemplo profesional que me han impregnado; además de
haberme enseñado que todo es posible, recordando que el mejor legado que me han
dejado es aprender a ser feliz. A mi hijo Daniel Jesús y a su Padre, por existir.
Infinitas gracias a la Dra. María del Carmen Hernández por aceptarme en el
proyecto Laboratorio de Innovación Rural (proyecto CONACYT 188865) y considerar
importante destinar interés, tiempo, y recurso para su realización. Agradezco su
colaboración profesional, sensible y permanente; gracias por compartir toda su
experiencia, conocimiento y pasión y sobre todo gracias por involucrarse en este
proyecto y creer en él. Agradezco a M.C. Antonio Alberto Ulloa, por todo su apoyo
técnico, y sus enseñanzas tan valiosas, ya que sin él nada de esto hubiera sido
posible. A la Dra. Isabel Ortega por unirnos, y a la Coordinación de Nutrición en el área
de Salud Pública a la M.C. Gloria Elena Portillo, a la estudiante de maestría Angelina
Rábago y a la M en C. Noemí Bañuelos de la Coordinación de Desarrollo Regional.
Al maravilloso equipo formado por el comité de tesis: Dra. Beatriz Camarena, en
especial por haber acogido este proyecto desde el inicio, y a Dra. Juana María
Meléndez, Dra. Isabel Ortega, M.C. Roberto Corrella por aceptar participar y sobre todo
por destinar su tiempo, experiencia y conocimiento para enriquecer con sus
aportaciones esta investigación. Gracias a Roberto Corrella por involucrarse con amor,
y aceptar trabajar de codo a codo con la magia del teatro, por estar en el mismo canal,
y haberme dado fortaleza y apoyo moral casi con un lenguaje telepático. A José Martín
Carrazco, por todo su apoyo en trabajo de campo.
A todos mis maestros, en especial a: Dra. María del Refugio Palacios, Dr. Jesús
Laborín, M.C. Gilda Salazar, Dra. Gloria Cáñez, Dr. Guillermo Núñez que con sus
enseñanzas marcaron positivamente mi desarrollo. Gracias a la Mtra. Guadalupe
Murillo y al Dr. Bernardo Miranda por su interés y tiempo para asesorarme. A mi
familia, mis nanas, tíos y primos, por todo su apoyo, en especial a mi nana Lucrecia, mi
tía Mónica y Mi Mamá que me apoyaron con la educación de mi hijo para poder
v
culminar con el proceso de Maestría. A mis amigos los babys, Eritzel, Cecilia, Celeste,
Emanuel, Mazca y Eduardo. Elegida familia. En especial a Melisa Valenzuela, por
invitarme al CIAD, Lucila Armenta y el Ricardo Efrén, por su ejemplo.
A mis queridos amigos y socios Julio Patricio Cárdenas y Nayely Sedano,
grandiosos artistas y apasionados del arte. A los grandes artistas y seres humanos,
Ricardo Zozaya, Alda Duarte, Fernando Robles por ser un gran impulso y recordarme
la capacidad de creación. A Susan Chico que gracias a su apoyo estoy aquí.
Alejandro Cabral, Óscar Fernández, Luis Enrique García, Fernando Hodgers, Angélica
Contreras, Luis Ángel Valdez y sobre todo a las comunidades de La Galera y Cobachi,
a los niños que pusieron su pasión y su esencia depositando su confianza en este
proyecto.
vi
DEDICATORIA
Le dedico especialmente este proyecto a mi hijo, por ser la evidencia más clara de la existencia del desarrollo y la evolución de la humanidad. Mi mayor regalo y
bendición.
Como una muestra de agradecimiento le dedico este proyecto también A Don Ricardo Zozaya, que me ha enseñado a visualizar mis sueños, por creer siempre
en mí y ser un impulso fundamental en este proyecto de vida: participar en la creación de un mundo mejor, un mundo lleno de paz, alegría, abundancia,
expresión, evolución, un mundo en desarrollo,
¡UN MUNDO LLENO DE ARTE!
Y evidentemente a mi linaje en honor a su ser y honrando con todo mi amor y reverencia a mis Padres, Abuelos, Bisabuelos y todos los que están, estuvieron y
estarán.
A Dios que aún sigue existiendo al igual que la ciencia.
vii
CONTENIDO
Página
LISTA DE FIGURAS Y GRÁFICAS x
LISTA DE CUADROS xiv
RESUMEN xv
ABSTRACT xvi
INTRODUCCIÓN 1
Planteamiento del Problema 1
Pregunta de Investigación 5
Justificación 5
Objetivo General y Objetivos Específicos 8
Hipótesis 8
I. EL TEATRO COMO ESTRATEGIA DE COMUNICACIÓN PARA EL
DESARROLLO
9
I.1 Importancia de la Cultura en el Desarrollo 9
I.2 La Identidad como Elemento Fundamental del Desarrollo 22
I.3 El Teatro como Estrategia para Fortalecer la Identidad Hacia el
Desarrollo
29
I.4 Desarrollo Rural y Alimentación 46
I.4.1 Los Diversos Componentes del Desarrollo Rural 46
I.4.2 Alimentación y alimentos tradicionales 54
II. CONOCIENDO A LA COMUNIDAD 62
II.1 Ubicación Geográfica 62
II.2 Historia y Aspectos Culturales Relevantes 63
II.3 Caracterización de la Población de las Comunidades Cobachi y La
Galera
66
III. METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN 70
III.1 Perspectiva Metodológica 70
viii
CONTENIDO (continuación…)
Página
III.2 Características de los Sujetos Participantes 72
III.3 Etapas de la Intervención 72
III.3.1 Etapa de preparación 77
III.3.1.1 Fase 1 Identificación de los alimentos tradicionales en
las comunidades de Cobachi y La Galera
77
III.3.1.2 Fase 2 Identificación de los alimentos procesados de
mayor consumo entre los niños participantes
82
III.3.1.3 Fase 3. Diseño del instrumento para evaluar el
conocimiento y valoración de los alimentos tradicionales
y alimentos procesados
84
III.3.2. Primera etapa. Evaluación ex ante sobre el conocimiento y
valoración de los alimentos tradicionales y alimentos
procesados
85
III.3.2.1. Fase 1. Primera aplicación del instrumento para
diagnosticar el conocimiento y valoración de alimentos
tradicionales y procesados
85
III.3.3. Segunda etapa. Diseño e impartición de plática informativa
sobre los alimentos tradicionales y sus cualidades nutritivas
86
III.3.3.1. Fase 1. Diseño e impartición de la plática informativa 86
III.3.3.2. Fase 2. Segunda aplicación del instrumento para
evaluar el impacto de la plática informativa
88
III.3.4. Tercera etapa. Aplicación del taller de teatro y montaje
escénico de la obra “El sabor de la vida”.
88
III.3.4.1. Fase 1. Realización del taller de teatro 88
III.3.4.2. Fase 2. Montaje escénico “El Sabor de la Vida” 91
III.3.4.3. Fase 3. Tercera aplicación de instrumento 96
IV. ANÁLISIS DE RESULTADOS 99
IV.1. Análisis de Resultados por Niño Participante
103
ix
CONTENIDO (continuación…)
Página
IV.2. Análisis de los Resultados del Conocimiento y Valoración del Grupo
Participante Hacia Cada Uno de los Alimentos Tradicionales
115
IV.3. Análisis de los Resultados del Conocimiento y Valoración del Grupo
Participante Hacia Cada Uno de los Alimentos Procesados
122
IV.4. Análisis Comparativo de Resultados Totales Sobre el Conocimiento
y Valoración de los Alimentos Tradicionales y Alimentos Procesados
128
IV.5. A Manera de Recuento del Proceso de Intervención 135
IV.6. Discusión de Resultados 151
V. CONCLUSIONES 161
VI. FUENTES CONSULTADAS 165
VII. ANEXOS 173
VII.1. Instrumento para la Identificación de los Alimentos Tradicionales 173
VII.2. Instrumento para Evaluar Conocimiento y Valoración de Alimentos
Tradicionales y Procesados en los Niños Participantes
179
VII.3. Dramaturgia de la Obra de Teatro “El Sabor de la Vida” 207
VII.4. Contenido Nutricional de Platillos Tradicionales 220
VII.5. Fotografías de Talleres y de la Obra 221
VII.6. Video de Talleres y de la Obra (anexo al documento)
x
LISTA DE FIGURAS Y DE GRÁFICAS
Figuras Página
1 Mapa. Ubicación geográfica de las comunidades de estudio 62
2 Imágenes de los ejidos La Galera y Cobachi, La Colorada,
Sonora 62
3 Etapas de evaluación del conocimiento y la valoración del
alimento tradicional 73
Gráficas
1.a Comparativo del impacto de la plática y el teatro sobre
conocimiento y valoración de alimentos tradicionales. Niño 1 103
1.b Cambios en la valoración de los alimentos tradicionales vrs. los
procesados. Niño 1 103
2.a Comparativo del impacto de la plática y el teatro sobre
conocimiento y valoración de alimentos tradicionales. Niño 2. 104
2.b Cambios en la valoración de los alimentos tradicionales vrs. los
procesados. Niño 2 104
3.a Comparativo del impacto de la plática y el teatro sobre
conocimiento y valoración de alimentos tradicionales. Niño 3. 106
3.b Cambios en la valoración de los alimentos tradicionales vrs. los
procesados. Niño 3 106
4.a Comparativo del impacto de la plática y el teatro sobre
conocimiento y valoración de alimentos tradicionales. Niño 4 107
4.b Cambios en la valoración de los alimentos tradicionales vrs. los
procesados. Niño 4 107
5.a Comparativo del impacto de la plática y el teatro sobre
conocimiento y valoración de alimentos tradicionales. Niño 5 108
xi
LISTA DE FIGURAS Y DE GRÁFICAS (continuación…)
Gráficas Página
5.b Cambios en la valoración de los alimentos tradicionales vrs. los
procesados. Niño 5 108
6.a Comparativo del impacto de la plática y el teatro sobre
conocimiento y valoración de alimentos tradicionales. Niño 6
109
6.b Cambios en la valoración de los alimentos tradicionales vrs. los
procesados. Niño 6
109
7.a Comparativo del impacto de la plática y el teatro sobre
conocimiento y valoración de alimentos tradicionales. Niño 7
111
7.b Cambios en la valoración de los alimentos tradicionales vrs. los
procesados. Niño 7
111
8.a Comparativo del impacto de la plática y el teatro sobre
conocimiento y valoración de alimentos tradicionales. Niño 8
111
8.b Cambios en la valoración de los alimentos tradicionales vrs. los
procesados. Niño 8
111
9.a Comparativo del impacto de la plática y el teatro sobre
conocimiento y valoración de alimentos tradicionales. Niño 9
112
9.b Cambios en la valoración de los alimentos tradicionales vrs. los
procesados. Niño 9
112
10.a
Comparativo del impacto de la plática y el teatro sobre
conocimiento y valoración de alimentos tradicionales. Niño 10
113
10.b Cambios en la valoración de los alimentos tradicionales vrs. los
procesados. Niño 10
113
11.a Comparativo del impacto de la plática y el teatro sobre
conocimiento y valoración de alimentos tradicionales. Niño 11
114
11.b Cambios en la valoración de los alimentos tradicionales vrs. los
procesados. Niño 11
114
12.a Resultados del conocimiento del alimento tradicional. Atole de
péchita
116
12.b Resultados de la valoración del alimento tradicional. Atole de
péchita
116
xii
LISTA DE FIGURAS Y DE GRÁFICAS (continuación…)
Gráficas Página
13.a Resultados del conocimiento del alimento tradicional. Batarete 116
13.b Resultados de la valoración del alimento tradicional. Batarete 116
14.a Resultados del conocimiento del alimento tradicional. Chiles
rellenos
117
14.b Resultados de la valoración del alimento tradicional. Chiles
rellenos.
117
15.a Resultados del conocimiento del alimento tradicional. Migas 118
15.b Resultados de la valoración del alimento tradicional. Migas 118
16.a Resultados del conocimiento del alimento tradicional. Nopales
con chile
119
16.b Resultados de la valoración del alimento tradicional. Nopales con
chile
119
17.a Resultados de la valoración del alimento tradicional. Quelites con
frijoles
119
17.b Resultados de la valoración del alimento tradicional. Quelites con
frijoles
119
18.a Resultados del conocimiento del alimento tradicional. Tortillas de
requesón
120
18.b Resultados de la valoración del alimento tradicional. Tortillas de
requesón.
120
19.a Resultados del conocimiento del alimento tradicional. Té de
Cosahui
121
19.b Resultados de la valoración del alimento tradicional. Té de
Cosahui.
121
20.a Resultados del conocimiento del alimento procesado. Chips
toreadas.
123
20.b Resultados de la valoración del alimento procesado. Chips
toreadas. 123
21.a Resultados del conocimiento del alimento procesado. Chips
fuego
124
xiii
LISTA DE FIGURAS Y DE GRÁFICAS (continuación…)
Gráficas Página
21.b Resultados de la valoración del alimento procesado. Chips
fuego.
124
22.a Resultados del conocimiento del alimento procesado. Chips sal
del mar
124
22.b Resultados de la valoración del alimento procesado. Chips sal
del mar
124
23.a Resultados del conocimiento del alimento procesado. Pau Pau 125
23.b Resultados de la valoración del alimento procesado. Pau Pau 125
24.a Resultados del conocimiento del alimento procesado. Doritos
nachos
125
24.b Resultados de la valoración del alimento procesado. Doritos
nachos
125
25.a Resultados del conocimiento del alimento procesado. Big Mix 126
25.b Resultados de la valoración del alimento procesado. Big Mix 126
26.a Resultados de la valoración del alimento procesado. Big Mix 127
26.b Resultados de la valoración del alimento procesado. Takis 127
27.a Resultados del conocimiento del alimento procesado. Snikers 127
27.b Resultados de la valoración del alimento procesado. Snikers 127
28 Comparativo de la valoración de los alimentos tradicionales en la
1ª, 2ª, y 3ª evaluación
129
29.a Comparativo de los cambios en el conocimiento de alimentos
tradicionales y procesados en la 1ª y 3ª evaluación
130
29.b Comparativo de los cambios en la valoración de alimentos
tradicionales y procesados en la 1ª y 3ª evaluación
131
30.a Condensado global del conocimiento y valoración de los
alimentos tradicionales
132
30.b Condensado global del conocimiento y valoración de los
alimentos procesados
134
xiv
LISTA DE CUADROS
Cuadro
Página
1 Evolución demográfica de las comunidades de estudio
1990-2010
68
2 Nivel de instrucción de la población 69
3 Organización de la intervención en campo 74
4 Listado de mujeres de La Galera 78
5 Listado de mujeres de Cobachi 78
6 Frecuencia de alimentos tradicionales mencionados por mujeres
de ambas comunidades
80
7 Alimentos utilizados en fiestas y ocasiones especiales 80
8 Alimentos de conservas y recolección 81
9 Platillos tradicionales seleccionados para ser incluidos en el
instrumento de evaluación
81
10 Alimentos y frutos de recolección 82
11 Relación total de alimentos procesados consumidos por los
niños en el recreo
83
12 Alimentos procesados seleccionados para ser incluidos en el
instrumento de evaluación
84
13 Alimentos incluidos en el análisis 100
xv
RESUMEN
Esta tesis se propuso demostrar que el teatro puede ser una estrategia de
comunicación para el desarrollo regional. Utilizado desde la antigüedad para
comunicarse, evidenciar problemas, promover la reflexión y la solución de conflictos de
una comunidad, el teatro, y el resto de las artes, sigue sin ser plenamente incorporado
a los programas de fomento del desarrollo. En esta ocasión, el teatro se aplicó para
que un grupo de niños rurales ampliara su conocimiento y valoración de sus alimentos
tradicionales. Se trabajó con alimentos por su relevancia como elemento cultural que
reafirma la identidad de una comunidad, cuya producción y transformación también
genera bienes y servicios que aseguran la reproducción social, biológica y económica
de la población. Se seleccionaron niños porque en entrevistas preliminares, se detectó
que a menor edad, es mayor el desconocimiento de las tradiciones culinarias de una
región. La pregunta de investigación que se buscó responder fue: ¿Se ampliará el
conocimiento y la valoración de los alimentos tradicionales de la población infantil de la
Galera y Cobachi al aplicar el teatro como estrategia de comunicación? Se trabajó con
niños de 4 a 6 grado de la escuela primaria. Las referencias, o elementos de control,
fueron en el caso del conocimiento de los alimentos tradicionales, una plática
informativa sobre los platillos tradicionales, sus ingredientes, nutrientes y beneficios al
cuerpo humano. Para determinar, la valoración se tomó como referencia los alimentos
procesados de mayor consumo en el recreo. El estudio se dividió en tres etapas: la
primera, previa a cualquier intervención; la segunda, después de una plática
informativa; y la tercera, posterior a la participación de los niños en el montaje escénico
“El sabor de la vida”. Al final se comparó el impacto de la plática y del teatro sobre el
conocimiento de los niños respecto a sus alimentos tradicionales, por un lado y la
valoración de los alimentos tradicionales respecto a los procesados de mayor consumo
en el recreo. Se concluyó que en general conocimiento y valoración de los alimentos
tradicionales de los niños se ampliaron en el proceso de intervención, pero lo más
importante fue que los niños reflexionaron, desarrollaron su creatividad y aplicaron
valores como el respeto, el trabajo en equipo y la cohesión social, habilidades todas
fundamentales para promover el cambio social desde abajo.
Palabras clave: teatro, desarrollo rural, alimentos tradicionales
xvi
ABSTRACT
The proposal for this thesis was to demonstrate that theater can be employed as a
communication strategy in regional development. Since ancient times, theater, as well
as the other arts, has been used as a tool to communicate, bring problems to light, and
encourage thought and conflict resolution within a community. Nonetheless, it hasn’t
been fully incorporated into programs that promote development. In this instance,
theater was used as a resource to enhance awareness and appreciation of traditional
food in a group of rural children. The topic of food was chosen because of its
importance in the cultural identity of their community, since its production generates
goods and services that ensure their own social, biological and financial permanence.
Children were the main subjects in this thesis because initial interviews indicated that
the younger the person, the less they know about the culinary traditions of a region. The
main question that this research sought to answer was: Will the awareness and
appreciation of traditional food in the child population of La Galera and Cobachi grow if
theater is employed as a communication strategy? In order to resolve this, the research
required school-age children from the 4th to the 6th grade. An informative talk was used
as the main reference of the awareness factor, which delved into traditional dishes, their
ingredients, nutrients and benefits to the human body. To determine appreciation, the
research observed the most common processed foods children ate during their lunch
break. The study was divided into three phases: the first, prior to any involvement; the
second, after an informative talk; and the third, following the children’s participation in
the play “El sabor de la vida”. Finally, the investigation compared the effects of the talk
and play had over the children’s awareness of their traditional foods, and their
appreciation in reference to the most commonly eaten processed foods during their
lunch break. The conclusion was that the children’s knowledge and appreciation of
traditional foods increased after their participation in the play but most important was
that the children reflected, developed their creativity and applied values such as
respect, teamwork and social cohesion, all fundamental skills to promote social change
from below.
Keywords: theater, rural development, traditional foods
1
INTRODUCCIÓN
Planteamiento del Problema
México es uno de los países de América Latina donde prevalecen grandes
asimetrías entre las zonas rurales y zonas urbanas. Según Rojas (2009: 41), su
integración a la globalización ha propiciado la ampliación de la brecha de la pobreza en
el campo. En particular, desde que comenzó a evaluarse la pobreza alimentaria, ha
sido la población rural la que presenta los índices más elevados. Esta problemática
tiene su raíz en la modernización agroalimentaria que, fincada en el principio de las
ventajas comparativas, provocó que miles de familias rurales perdiesen su capacidad
para producir sus propios alimentos, incrementando su dependencia del mercado. En
el ámbito del consumo este fenómeno promovió la sustitución de los alimentos
tradicionales por alimentos industrializados.
Desde la lógica de la modernización agroalimentaria, solo los agentes
económicos más eficientes para producir alimentos deben ser apoyados por los
diversos instrumentos de las políticas públicas, marginando a las familias rurales que
producen o producían en pequeña escala, para los mercados locales, porque no son
“competitivas”. Sobre este último punto, un problema a añadirse es que con base
también en el principio de las ventajas comparativas se promovió la reestructuración
productiva del campo, estimulando la producción de cultivos para la exportación,
muchos de ellos ajenos a nuestra cultura culinaria nacional, en detrimento de los
cereales y oleaginosas de gran peso en la dieta de los mexicanos. Así, a la par que las
familias rurales dejaron de ser autosuficientes para alimentarse, nuestro país
incrementó su dependencia alimentaria del extranjero (Hernández, Andablo y Ulloa,
2014).
Esta suma de elementos respecto a la problemática alimentaria ha llevado a
autores como Hewitt (2007: 80) y González y Macías (2007: 48) a afirmar que nuestro
país es un claro ejemplo de cómo la vulnerabilidad alimentaria se incrementa en
relación directa al descuido del bienestar de la población rural. Años atrás, Yolanda
2
Trápaga (2005) ya había planteado la necesidad de ubicar el desarrollo rural
como el cimiento de una estrategia nacional para la soberanía alimentaria.
Los factores que inciden en el rezago del campo mexicano son múltiples y
complejos. Blanca Rubio (2012) ha señalado que el atraso de las áreas rurales es
consecuencia directa de los procesos de acumulación de capital de un modelo
agroalimentario cimentado en el despojo de miles de familias campesinas en todo el
país. Desde una perspectiva distinta, Cynthia Hewitt (2007: 18) identifica como uno de
los obstáculos al desarrollo rural, la desvalorización de lo rural por amplios sectores
urbanos, en particular la clase media y alta mexicana, que consideran que el papel del
campo en el desarrollo pasado del país fue negativo y que será insignificante en su
desarrollo futuro. Esta visión peyorativa a su vez se refleja en un desprecio interno en
las comunidades rurales hacia su propia imagen, historia, tradiciones y costumbres.
Otro fenómeno que ha incidido en la desvalorización de lo rural, ha sido el
reforzamiento de los vínculos entre las zonas rurales y urbanas a raíz de los avances
alcanzados por los medios de comunicación y la mayor movilización de la población
entre una zona y otra, en comparación con años anteriores, razón por la cual es
posible afirmar que culturalmente las zonas rurales ahora están mucho más
influenciadas por las zonas urbanas y por la globalización (Macías 2005).
En el ámbito alimentario, los fenómenos anteriores han propiciado un cambio
sustantivo de las dietas locales: tanto en virtud de la menor producción para el
autoconsumo y/o para los mercados locales, como también debido a la influencia de
nuevos modelos de consumo alimentarios, una expresión más de la globalización. Esta
última, ha inducido cambios económicos, productivos, sociales y culturales en las
zonas rurales, las que en el plano alimentario han buscado una nueva adaptación a
nuevas prácticas de consumo, relegando con ello las anteriores prácticas alimentarias.
Es por ello que Macías (2005:2) afirma: “En la actualidad la globalización
provoca que las culturas se vean afectadas de forma más violenta que antaño. La
competitividad que enmarca el modelo de globalización de corte occidental, ocasiona
contradicciones importantes ante la dificultad de las poblaciones locales de asimilar las
prácticas culturales que reciben del exterior e incorporarlas con éxito en su repertorio”.
Los medios de comunicación, el acceso al internet, la publicidad y la
mercadotecnia han utilizado herramientas eficaces para lograr que grandes compañías
3
transnacionales agroalimentarias posicionen sus productos en el consumo básico de
las comunidades rurales. A la par que la producción de alimentos tradicionales ha sido
disminuida por los factores ya señalados, a los que podríamos añadir los impactos del
cambio climático, se han incorporado a la dieta habitual productos altamente
procesados, con poco valor nutritivo.
“Se supone que estamos en crisis, que deberíamos evitar gastos superfluos,
sin embargo por todos lados nos envuelven, absorben, corrompen de propaganda de
“alimentos chatarra”, de artículos nocivos e inútiles que tienen como único objetivo
luchar promoviendo la sociedad de consumo. En su mayoría son productos de grandes
compañías transnacionales“. (Frischman, 1990: 193).
Frente a esta problemática de múltiples aristas, es necesario contrarrestar la
imagen negativa que las comunidades rurales tienen de sí mismas a raíz de la
modernización agrícola primero, y de la globalización después. Una estrategia de
desarrollo capaz de atender esta situación en toda su complejidad tendría que incluir a
la cultura.
A raíz del fracaso de los modelos de desarrollo cimentados solo en variables
económicas, se ha iniciado la búsqueda de nuevos esquemas fincados en los
intangibles del desarrollo como las variables relacionadas con el capital social, la
institucionalidad, el fortalecimiento de la confianza, la cohesión social, etc. En ese
sentido, autores como Amartya Sen (1998) han destacado la centralidad de la cultura
en el tema del desarrollo, pues más que un instrumento o un medio, la cultura permite
a los pueblos definir el significado que para ellos tiene el desarrollo. Es por ello que,
como afirma Rish (2005:4) “Desde hace un par de décadas la mayoría de los gobiernos
occidentales han comenzado a incluir a la cultura en sus agendas de desarrollo”.
En México por lo tanto es necesario innovar las estrategias para promover el
desarrollo regional, en particular en las zonas rurales, haciendo de la cultura y del
rescate de los valores que reconocen la riqueza de las sociedades rurales un eje
fundamental en el desarrollo general del país.
México podría incluir a la cultura en sus programas de desarrollo, como lo han
hecho con éxito otros países, porque “la cultura constituye una dimensión fundamental
del proceso de desarrollo y contribuye a fortalecer la independencia, la soberanía y la
identidad” (Rish, 2005: 12). En esta visión del desarrollo, las artes, y por ende el teatro,
4
constituyen un método de comunicación que puede ser mayormente aprovechado
como estrategia para lograrlo.
En efecto, el teatro es una expresión, una reflexión, una actividad realizada por
los humanos con fines de estética o comunicación, a través del cual se expresan
visiones, ideas, emociones y entre otros aspectos, fomenta los valores, la soberanía, la
autoconciencia, la independencia, el trabajo en equipo, el respeto y fortalece la
identidad (Duvignaud: 1981)
“Entre los varios tipos de elementos culturales se incluyen los simbólicos:
códigos de comunicación y representación, signos y símbolos, entre los cuales cabría
el teatro y las demás artes” (Frischman, 1990: 27). Conocer e incorporar los valores de
una comunidad son fundamentales para emprender procesos de cambio social de
largo alcance, acordes a sus necesidades, circunstancias y sueños. En palabras de
Gustavo Gordillo (2009: 11), se trata de recuperar el derecho de soñar los propios
sueños, pues en la actualidad se ven como propios los sueños de los desarrolladores,
aunque para los "subdesarrollados" se vuelvan pesadillas.
Como se expuso al inicio, desde el punto de vista económico las áreas con
mayores carencias y rezagos en México son las rurales. Además, como parte de los
saldos de la modernización, estas comunidades han sido desvalorizadas por la
sociedad en general, y lo más grave es que internamente éstas, en aras de adaptarse
a los cambios sociales, han abandonado las tradiciones que dan sentido a su
identidad, incorporando valores, visiones y formas de interacción que les son ajenas.
La desvalorización de los alimentos tradicionales forma parte de este proceso.
La sustitución de las dietas tradicionales, cimentadas en la producción local, por
alimentos industrializados, adoptados por la comunidad como respuesta al detrimento
de su producción local y a la integración de nuevos modelos de consumo promovidos
por la globalización alimentaria, tienen efectos diversos: en la economía de las familias,
que ahora dependen del mercado para alimentarse; en su salud, por los problemas de
obesidad asociados a las nuevas dietas y modos de vida más sedentarios; y en la
identidad de la población, la cual se ve erosionada, con sus efectos nocivos sobre el
desarrollo.
En particular han sido las nuevas generaciones de las zonas rurales, las más
afectadas por esta situación. En un trabajo preliminar realizado con mujeres de tres
5
generaciones de las comunidades de Cobachi y La Galera, municipio de La Colorada,
Sonora, pudo constatarse que el grado de desconocimiento de los alimentos y
tradiciones culinarias se incrementa de una generación a otra, por lo que es de
suponerse esta situación se agrava en la población infantil. Con base en lo anterior,
consideramos que el teatro puede ser utilizado como una herramienta que permita a
una comunidad mirarse de manera crítica y reflexiva para definir, con base en su
propia historia y experiencias, un sentido particular del desarrollo y el camino para
alcanzarlo.
Para la recuperación de las tradiciones alimentarias sobre todo con los niños de
las comunidades rurales, el teatro se propone como herramienta pedagógica y de
comunicación que permita, de una manera lúdica y reflexiva, procesar información
sobre los alimentos tradicionales elaborados y recreados por sus ancestros a través de
su historia, y principalmente recuperar sus valores y significados, para compararlos con
la publicidad que reciben a través de los medios de comunicación, respecto a los
alimentos industrializados de consumo generalizado en su comunidad. Se trata de
reforzar la identidad de los niños rurales a través de la recuperación de sus tradiciones
culinarias, pues como se planteó en párrafos previos, un grupo social sin identidad
propia no es capaz de definir un camino hacia el desarrollo, acorde a sus intereses e
idiosincrasia.
Pregunta de Investigación
¿Se ampliará el conocimiento y la valoración de los alimentos tradicionales de
la población infantil de la Galera y Cobachi al aplicar el teatro como estrategia de
comunicación?
Justificación
México necesita explorar nuevas estrategias para lograr el desarrollo regional y
en particular en las zonas rurales, dándoles el peso que merecen en el desarrollo
general del país. Como afirmó Hewitt (2007) aún persiste un profundo desprecio hacia
lo rural, situación que al interior de las comunidades rurales se traduce en desprecio
interno hacia sus propias tradiciones.
La alimentación tradicional es un aspecto fundamental para las comunidades
rurales. No puede ser reducida a aspectos meramente biológicos. Es mucho más, es
6
un reflejo de sus costumbres, deseos, gustos, preferencias, ideologías y forma parte de
la identidad del grupo social, en la que intervienen aspectos entrañables de su ser.
“La alimentación no es únicamente un problema fisiológico, sino uno cultural y
social” (Nolasco, 1994:407). La manera en que nos alimentamos y lo que comemos
está relacionado con aspectos sociales y culturales, al adentrarnos en la alimentación
nos acercamos al desarrollo mismo.
La alimentación es también un factor fundamental del desarrollo de las regiones
porque surge en contextos sociales y culturales específicos. A la inversa, a través de la
alimentación podemos comprender la cultura e identidad de una región.
Al ser la alimentación un elemento cultural de una sociedad, es posible
abordarla desde una perspectiva cultural, incluyendo a las artes. Todas ellas: danza,
pintura, escultura, artes plásticas, teatro y cine pueden ser utilizadas como estrategias
de comunicación y representación de lo que las comunidades buscan y desean como
desarrollo.
El teatro de manera específica ha utilizado por nuestros ancestros como una
herramienta de comunicación. “Desde sus orígenes, cuando teatro y rito eran una
misma cosa y cuando las artes todavía no se fragmentaban entre sí y formaban parte
esencial de la existencia cotidiana, las artes representacionales constituían un
instrumento fundamental de comunicación humana” (Prieto y Muñoz, 1992:5).
En esta investigación se utiliza el teatro para explorar su pertinencia en
procesos de desarrollo social. Se considera que el teatro, como estrategia de
comunicación, brinda la posibilidad de fortalecer la identidad y la cohesión social
necesarias para impulsar procesos de desarrollo concebidos desde las bases mismas
de los sujetos.
Con este estudio se busca ofrecer argumentos necesarios que justifiquen la
incorporación de la cultura como eje central de las estrategias para el desarrollo, pues
como afirma Rish (2005: 31) “El capital cultural de una región no debe visualizarse
como una herramienta destinada a regenerar un espacio para fortalecer una actividad
en específico (turismo), sino es también un mecanismo por medio del cual se fortalece
el sentimiento de identidad que tienen los residentes hacia él.”
Con anterioridad se han aplicado programas que buscan atender diversas
problemáticas sociales. Varios son los casos en los que se ha aplicado el teatro como
7
un programa cultural para el desarrollo como son: “El Teatro Conasupo de Orientación
campesina (1971-1976), patrocinado por la Campaña Nacional de Subsistencias
Populares (CONASUPO); Arte Escénico Popular (1977-1982) de la Dirección de
Culturas Populares de la Secretaría de Educación Pública (SEP); y el proyecto de
Teatro popular del Instituto Nacional para la educación de los adultos (INEA), rama de
la SEP (1983), que bajo la supervisión artística del maestro Rodolfo Valencia han
contribuido a una toma de conciencia entre las clases populares rurales para el
mejoramiento de sus condiciones de vida y , en lo artístico-cultural, para la producción
teatral independiente y la conservación de una identidad cultural propia”. (Frischman,
1990: 47)
Los anteriores solo son algunos ejemplos de la aplicación del teatro en
búsqueda del desarrollo, la necesidad de reforzar los beneficios del teatro radica en la
gama amplia que logran las artes en las comunidades, ya que además de ser un
método de comunicación, fortalece la identidad de ellas. Utilizar el teatro para que los
niños, quienes presentan un mayor desconocimiento de sus tradiciones culinarias,
conozcan y valoren sus alimentos tradicionales es trabajar en pro del fortalecimiento de
la identidad y abonar al empoderamiento de las comunidades rurales para que tomen
las riendas de su propio desarrollo.
La mercadotecnia y los recursos publicitarios a disposición de las
transnacionales agroalimentarias, son incomparables con los esfuerzos que se han
hecho para promover la conservación de la alimentación tradicional. Esta circunstancia
nos orilla a buscar métodos innovadores que contrarresten o mitiguen el impacto de
estas estrategias sobre la cultura alimentaria de los niños rurales. Éste es otro de los
propósitos principales de este estudio.
Es importante recalcar que este ejercicio de comunicación a través del teatro
puede ser replicable en otras comunidades, con otras problemáticas, y con esto
podríamos estar encontrando una estrategia para el desarrollo que posteriormente
podría utilizarse con mayor frecuencia, atención e impacto.
Por lo tanto el teatro es un método de comunicación y una estrategia para
fortalecer la identidad, ofreciendo la posibilidad de valorar la alimentación tradicional
que debe ser explorada y aplicada para el desarrollo.
8
Objetivo General
Explorar el potencial del Teatro para ampliar el conocimiento y valoración de los
alimentos tradicionales de los niños de las comunidades de Cobachi y La Galera.
Objetivos Específicos
Identificar los alimentos tradicionales de las comunidades La Galera y Cobachi
y los alimentos procesados de mayor consumo por los niños, en el recreo;
Acercar a los niños a sus alimentos tradicionales a través de una plática
informativa y su participación en la puesta en escena “El sabor de la vida”;
Identificar los cambios en los niveles de conocimiento y valoración registrados
por los niños participantes en el estudio, en sus dos experiencias de acercamiento;
Identificar los cambios en la valoración de los alimentos tradicionales, respecto
a los productos procesados de mayor consumo en el recreo;
Determinar el impacto del teatro en el conocimiento y valoración de los
alimentos tradicionales en los niños de La Galera y Cobachi participantes en el estudio.
Hipótesis
El conocimiento y la valoración del alimento tradicional de la población infantil
de La Galera y Cobachi se amplían al aplicar el teatro como estrategia de
comunicación.
9
I. EL TEATRO COMO ESTRATEGIA DE COMUNICACIÓN PARA EL
DESARROLLO
En este capítulo se presentan los elementos conceptuales básicos de esta propuesta
de investigación: en primer lugar, se destaca el papel de la cultura y de la identidad en
el desarrollo y cómo el teatro se inserta en esta temática como un apoyo para que sea
la gente, como sujetos del desarrollo, quienes lo definan y determinen las acciones
colectivas para alcanzarlo. En una segunda parte señalaremos los vínculos entre el
desarrollo rural y la alimentación, destacando por qué el desarrollo se vuelve relevante
en las zonas rurales y el potencial de la alimentación, entendida como un proceso de
producción, transformación, distribución y consumo de alimentos, apuntalado en un
entramado de valores y elementos simbólicos identitarios, que puede constituirse en el
eje del desarrollo rural, con una perspectiva territorial.
I.1. Importancia de la Cultura en el Desarrollo
“El desarrollo, en su sentido más amplio, incluye el desarrollo cultural, que es un
componente básico e inseparable del desarrollo en general. Si se priva a las personas
de la oportunidad de entender y cultivar su creatividad, eso es en sí un obstáculo para
el desarrollo”. (Sen: 1998: 4)
Al hablar de una región y de la búsqueda por su desarrollo, estamos
refiriéndonos por ende de la cultura, ya que ésta se encuentra inmersa en las
comunidades; es decir, en términos más claros, al abordar una región hacemos
referencia a su cultura. Región y cultura se encuentran íntimamente adheridas. La
región es el territorio donde se teje la telaraña de significados (Gertz 1972, citado por
Giménez, 2005: 19), que constituyen la cultura. En esta perspectiva, la cultura es la
interpretación típica, recurrente y ampliamente compartida de objetos y eventos,
evocada por cierto número de personas como resultado de experiencias similares.
Hasta la medianía del siglo XX por lo menos, la proximidad espacial era condición
10
determinante para la construcción de la cultura es todo aquello que representa
una región, de esta manera, admitimos la asociación directa entre buscar el desarrollo
regional y el desarrollo cultural.
Omitir este aspecto es castrar a una sociedad, es limitar su capacidad creadora.
Esto puede representar el riesgo de imponer externamente lo que desde un punto de
vista puede ser el desarrollo. El imponer una posible verdad externa limita a la región
de su propio crecimiento. Es necesario entonces comprender, promover y propiciar la
creatividad en una región, ya que el objetivo es que ésta misma defina lo que para ella
será el desarrollo.
Cada miembro de una cultura posee habilidades creativas a desarrollar, esto
representa un amplio potencial de desarrollo. “La cultura en el contexto de la ciudad es
un elemento que estimula la creatividad en todas sus dimensiones; la creatividad es un
recurso con alto potencial de desarrollo. Cada comunidad local posee un alto capital
creativo, el cual se encuentra inmerso entre sus miembros.” (Rish, 2005: 32)
Una sociedad altamente creativa tiene la capacidad de realizar la
transformación social; por lo tanto, el desarrollo. Esto puede darse gracias a la
cohesión social y lo valores compartidos que pueden presentarse al incluir programas
de desarrollo con relevancia en la cultura.
“El mejor antídoto para el aislamiento, la desolación y la fragmentación social es
la cultura, por ello, la transformación social debe partir a través de la diseminación y la
explotación de valores socialmente compartidos, edificados y comunicados en
conjunto. Una fuerza creativa capaz de transformar el futuro”. (Rish, 2005: 32)
El buscar nuevas estructuras sociales puede ser abordado utilizando
estrategias que den pie a propiciar el desarrollo individual y por consiguiente regional
“La cultura puede facilitar el proceso de desarrollo entre los ciudadanos al facilitar
nuevas estructuras de organización social” (Rish, 2005: 38) Abordar la cultura como
parte fundamental del desarrollo, nos permite llegar al centro de las comunidades y
conocer desde su perspectiva sus propias necesidades, evitando la imposición y la
inserción de creencias posiblemente justificadas, que puedan para nosotros ser el
desarrollo.
Por lo tanto la capacidad creativa, es un aspecto indispensable para el
desarrollo, sin ésta se obstaculiza el desarrollo. Propiamente la cultura se encuentra
11
inmersa e inseparable al desarrollo. “Una vez que pasamos del concepto puramente
instrumental de la cultura y le asignamos un papel constructivo y creativo, debemos
concebir el desarrollo en términos también del desarrollo cultural.” (Sen: 1998: 4)
Consideramos que la cultura es la base social de cualquier región, y por lo
tanto es necesario y fundamental visionar las posibilidades de crecimiento que nos
puede brindar tomarla en cuenta. “La cultura debe ser considerada en grande, no
como un simple medio para alcanzar ciertos fines, sino como su misma base social.”
(Sen: 1998: 2)
Para abordar la importancia que posee la cultura en el desarrollo, es
fundamental esclarecer lo que se visualiza como cultura, la percepción que poseemos
de ella, la manera en que se ha conceptualizado.
Mcnarr (2000), nos dice que cultura es un “mecanismo a través del cual los
individuos, las comunidades y las naciones se definen a sí mismos. Por medio de la
cultura uno busca la satisfacción en un sentido individual, y de forma simultánea se
desarrolla el sentido de identidad grupal”. La cultura es un proceso a través del cual
las regiones se precisan, se forman, se crean, se conocen, reconocen, identifican y se
integran a una totalidad. La cultura brinda al individuo su satisfacción, la concepción de
sí mismo y paralelamente la identidad grupal.
La Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo es un organismo independiente
establecido conjuntamente por la UNESCO y las Naciones Unidas. Tiene como
mandato el preparar reportes que informen el diálogo y la toma de decisiones en
materia de política cultural y de desarrollo. Aun cuando el vínculo entre la cultura y el
desarrollo se ha reconocido como esencial, hasta el momento en que la Comisión fue
constituida, no existía un análisis comparativo a nivel mundial que informara políticas
de cultura y desarrollo. (Observatorio Interamericano de Políticas Culturales, 2014)
Esta Comisión define a la cultura como: “capacidad colectiva para satisfacer
una de nuestras necesidades más básicas, y el derecho a definir cuáles son
justamente esas necesidades”. Es relevante para cada comunidad detectar sus propias
necesidades, es importante evitar les sea impuesta una visión de desarrollo. La misma
comunidad debe considerar su propio desarrollo como tal e incluir la cultura en las
agendas de desarrollo nos brinda esta posibilidad.
Esta misma puede representar a ordenamientos psicológicos, por medio de los
12
cuales las regiones determinan su estructura, por medio de la cual orientan su
conducta y comportamiento. “La cultura está compuesta de estructuras psicológicas
mediante las cuales los individuos o grupos de individuos guían su conducta”. (Geertz,
1973: 25)
Geertz hace referencia a la cultura como un conjunto de conceptos sublimados
simbólicamente en donde la población se expresa, conserva y desarrolla su
conocimiento en relación a la vida. “La cultura como sistema de concepciones
expresadas en formas simbólicas por medio de las cuales la gente se comunica,
perpetúa y desarrolla su conocimiento sobre las actitudes hacia la vida.” (Geertz, 1973:
197)
Rish (2005: 6) habla de cómo es que finalmente la cultura involucra procesos en
donde intervienen símbolos, que replican una proyección social, una realidad social,
tomando en cuenta a la cultura como un grupo de herramientas. “La cultura es un
grupo de herramientas y procesos simbólicos con los cuales reproducimos una
realidad social”.
La aportación de Rish (2005:9) la menciona como una estructura realizada,
partiendo de la producción social y transferencia de significados, creencias,
aspiraciones, memorias, propósitos, actitudes e identidades, conocimientos y valores.
Esto nos orienta hacia una visión donde la cultura es todo el contenido de una región.
“La forma de vida de un grupo particular de seres humanos: costumbres, creencias,
códigos de conducta, vestimenta, lenguaje, arte, cocina, ciencia, tecnología, religión,
tradiciones e instituciones”.
La cultura incluye una gama amplia de aspectos que conforman a una
comunidad, prácticamente describiendo a ésta misma como la esencia y el ser de una
región, donde se encuentran inmersas la cocina, las costumbres, las tradiciones, los
códigos de conducta y el arte entre otros.
Es necesario abordar el desarrollo desde la propia perspectiva de las
comunidades, ya que esto nos ofrece la posibilidad de un verdadero y más profundo
desarrollo al abrir la posibilidad de un proceso impulsado por la convicción más no por
la imposición. Esto se puede lograr con un enfoque del desarrollo que incluya a la
cultura como un pilar fundamental.
La cultura constituye la subjetividad de la comunidad, ya que es utilizada para
13
comunicarse, en ella se encuentran simbolismos, significantes, y por medio de ésta se
puede desarrollar el conocimiento y la conducta.
Para Giménez (1999: 32), la cultura pude abordarse desde tres perspectivas
analíticas: a) la cultura como comunicación, como conjunto de sistemas de símbolos,
signos, emblemas y señales entre los que se incluyen además de la lengua, el hábitat,
la alimentación, el vestido, etc., considerados no bajo su aspecto funcional, sino como
sistemas semióticos; la cultura como stocks de conocimientos: creencias, intuición,
conocimiento práctico y científico, sentido común; y c) la cultura como visión del mundo
que incorpora a las religiones, filosofías, ideologías y en general las totalidades que
implica un sistema de valores y por lo mismo dan sentido a la acción y permiten
interpretar el mundo.
La cultura entonces podría decirse es todo aquello que da sentido a la región,
donde intervienen la historia, los simbolismos, las costumbres, tradiciones, códigos de
conducta, la cocina, el arte, por medio de la cual se puede definir, satisfacer las
necesidades de una comunidad, conocer, perpetuar y desarrollar el conocimiento sobre
las actitudes hacia la vida. En particular sobre la relación entre cultura y arte, Geertz
1983: 11) afirma “Los términos y concepciones del arte derivan de sus contenidos
culturales.
Es importante mencionar aquí los vínculos entre el desarrollo y la cultura. Éstos
comenzaron a esbozarse a principios de los años setenta del siglo pasado, cuando
Dudley Seers provocó una verdadera revolución en torno a la discusión sobre el
desarrollo, al incorporar el tema del significado del desarrollo y concebirlo, fuertemente
inspirado en el pensamiento de Gandhi, como las condiciones necesarias para la
realización del potencial de la personalidad humana (Boisier, 1999: 4). Más tarde, en
los años noventa el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con
base en las ideas de Amartya Sen, Mahbub ul Haq, Richard Jolly y otros, comenzó a
referirse al desarrollo como un proceso de ampliación de opciones para las personas,
que incluye en el plano individual “el tener un propósito en la vida y un sentido de
potenciación” y, en tanto miembros de familias y comunidades, a la cohesión social y al
derecho a afirmar sus tradiciones y cultura propia. (Boiseier, 1999: 4-5)
Sin embargo, sería Amartya Sen (1998: 1), quien hiciera explícitos estos
vínculos cuando diferenció dos maneras de percibir el proceso de desarrollo en el
mundo contemporáneo: la noción opulenta del desarrollo que está “profundamente
14
influenciada por la economía del crecimiento y sus valores subyacentes”, para la cual,
“el desarrollo es esencialmente un proceso de crecimiento económico, una expansión
acelerada y sostenida del Producto Bruto Interno per cápita, posiblemente con el
requisito de que los frutos de esa expansión lleguen a todos los sectores de la
población”. En esta perspectiva, “los valores y la cultura no tienen un lugar fundacional
ya que todo funciona en términos de valores dados, es decir, aquéllos que se centran
en la opulencia económica”.
Existe la noción de desarrollo de la libertad de Amartya Sen que incluye a la
cultura como un enfoque necesario para lograr que los involucrados descubran sus
propios valores y desarrollen sus propias capacidades para decidir la clase de vida que
quieren tener. “De acuerdo con la noción de desarrollo de la libertad real podemos
caracterizar la expansión de la capacidad humana como la característica central del
desarrollo. La capacidad de una persona es un concepto con raíces decididamente
Aristotélicas. La capacidad se refiere a las combinaciones de distintos funcionamientos
entre los que una persona puede elegir”. (Sen: 1998: 1)
A la otra noción del desarrollo, Sen la llamó “desarrollo de la libertad real”, la
cual lo concibe como “un proceso que enriquece la libertad real de los involucrados en
la búsqueda de sus propios valores”. En esta concepción “la expansión de la capacidad
humana” se convierte en la característica nuclear del desarrollo. Estas libertades
constituyen tanto los fines como los medios principales para el desarrollo. Entre ellos
están la libertad de participar en la economía, la libertad de expresión y participación
política, las oportunidades sociales, incluyendo el derecho a exigir educación y
servicios sanitarios; la existencia de mecanismos de protección social, garantizados
por redes de seguridad como el seguro de desempleo y ayudas contra el hambre.
(Álvarez, 2001: 2)
Con base en lo anterior, podemos inferir que para Sen el “no desarrollo”, puede
ser definido como la ausencia de oportunidades reales para seleccionar otras formas
de vida. Refiere a una condición inhibitoria de capacidades, relacionada a las
limitaciones de opciones y oportunidades que tienen las personas para vivir de una
manera valiosa y respetable. (Álvarez 2001).
Por otra parte, y en sintonía a la definición de Seers (Boiseier, 1999: 4-5),
hablar de desarrollo implica necesariamente identificar los significados que para las
personas con limitaciones de opciones y oportunidades, tiene el desarrollo. Es decir,
15
los grupos sociales que están en tal situación deben ser quienes determinen cuáles
son sus aspiraciones respecto al desarrollo, cuál es su sentido del desarrollo. Al
incorporar la dimensión espacial y su escala geográfica al tratamiento del desarrollo, se
evidencia también la necesidad de partir de la propia visión de los grupos locales, por
lo que el desarrollo debe ser definido en los términos en los que la población de cada
región lo visualiza.
Con base en lo anterior entonces, no existe una noción única de desarrollo, ni
solo un camino para lograrlo. El desarrollo será definido por cada grupo social en
función de su estructura de poder, de su espacialidad y ubicación geográfica, de su
historia, de sus relaciones con otros grupos sociales, de sus costumbres, sus valores,
sus tradiciones y expectativas, entre otras, y para ello, la cultura resulta ser un
elemento esencial no solo para entender los fundamentos del desarrollo de un
determinado grupo social, sino también como vehículo para potenciar la capacidad
creativa de las personas que se encuentran carentes de oportunidades reales para
seleccionar otras formas de vida.
Al respecto Sen (1998:2) afirma: “Independientemente del concepto de
desarrollo que adoptemos, la cultura tendrá un papel muy claro que desempeñar…”.
Para este autor, la cultura constituye un proceso, dinámico y constructivo, con
actividades de emulación e imitación. Es el andamiaje que permite entender cómo la
gente obtiene y utiliza sus recursos, cómo se forman y transforman los valores, y cómo
cambian e interactúan con otros valores (Álvarez, 2001: 2)
La importancia de abordar la cultura es fundamental, sea cual sea la visión y
concepto con se busque el desarrollo. “Una vez que pasamos del concepto puramente
instrumental de la cultura y le asignamos un papel constructivo y creativo, debemos
concebir el desarrollo en términos también del desarrollo cultural”. La cultura es tan
relevante para el desarrollo, que prácticamente al desarrollar la cultura se causa un
impacto en el desarrollo en general. Como refiere Sen (1998:4) es necesario que los
individuos cultiven su creatividad y la desarrollen, el impedimento de esto solo logra
obstaculizar el desarrollo en general.
Para Rish (2005: 12) por su parte, “la cultura constituye una dimensión
fundamental del proceso de desarrollo y contribuye a fortalecer la independencia, la
soberanía y la identidad”. Este autor afirma que es indispensable humanizar el
desarrollo; pues su fin último debería ser la persona en su dignidad individual y en su
16
responsabilidad social. El ser humano es el principio y el fin del desarrollo... Sólo puede
asegurarse un desarrollo equilibrado mediante la integración de los factores culturales
en las estrategias para alcanzarlo; en consecuencia, “tales estrategias deberían tomar
en cuenta siempre la dimensión histórica, social y cultural de cada sociedad”.
Otra acepción digna de incorporarse a esta noción de desarrollo, es el capital
cultural, concepto propuesto por Pierre Bourdieu en los años setenta para hacer
referencia, en principio a las formas de conocimiento, educación, habilidades y
ventajas que tiene una persona y que le dan un estatus más alto dentro de una
sociedad. En un sentido más amplio, es lo que diferencia y da ventaja a un grupo
social, o a una sociedad, frente a otras. Con el capital cultural Bourdieu (2000) hace
referencia a las características que comparten los miembros de una sociedad tales
como tradiciones, prácticas rituales, conductas económicas, educación, arte, literatura,
formas de gobierno, distintas religiones, entre otras. El capital cultural se adquiere y se
refleja en el seno familiar, pero se refuerza en las escuelas y situaciones de vida diaria.
Para Bourdieu el capital cultural puede existir bajo tres formas: en estado incorporado,
en forma de habitus; en forma de bienes culturales, como el patrimonio artístico-
monumental, y con ello refiere a las bellas artes en general; y en estado
institucionalizado: la cultura escolar legitimada por títulos, prácticas rituales
institucionalizadas, etc. (Bourdieu: 1979: 3-6, tomado de Giménez, 1999: 33)
Por otra parte, como se dijo anteriormente, las nociones de desarrollo
delimitadas espacialmente, como el desarrollo territorial, el desarrollo regional o el
desarrollo local enfatizan la importancia de elementos intangibles como condiciones
constitutivas y constituyentes del desarrollo. Al respecto Alburquerque (2004:306)
señala: “La dimensión social y cultural del desarrollo local consiste en la movilización
del potencial creativo y emprendedor de la población local en términos de confianza en
sí misma y despliegue de imaginación, iniciativa, cooperación y receptividad a las ideas
y propuestas innovadoras. Giménez (1999: 39) al hablar de territorios culturales, hace
referencia a la apropiación simbólico-expresiva del espacio.
Es por lo anterior, entre otros aspectos, que varios gobiernos de occidente han
incluido a la cultura en sus agendas de desarrollo” (Rish, 2005: 4)
Al comienzo del siglo XXI, el mundo está regresando a unos de sus debates
fundamentales e inconclusos: las cuestiones relativas a la libertad, igualdad, las
responsabilidades colectivas, y el rol de los gobiernos en pro de la democracia y la
17
justicia social y económica. Las políticas culturales tendrán un impacto positivo como
estrategia para el estímulo de apertura de nuevos espacios para la interactividad y la
negociación en estas áreas”. (UNESCO, 2000)
Desde la perspectiva meramente material del desarrollo, centrada en variables
económicas, se ha considerado que no es bastante sólido, ni justificable la opción de
incluir permanentemente a la cultura en el desarrollo, sin embargo, los resultados
obtenidos con las estrategias puramente económicas y relacionadas con los aspectos
puramente objetivos del bienestar, como la construcción de viviendas, dotación de
servicios públicos, de alimentos nutritivos sin anclaje cultural, están obligando a volver
la vista hacia otras concepciones del desarrollo, tales como la llamada corriente del
buen vivir, que surge de una profunda crítica, a los cimientos mismos del paradigma
del desarrollo (Gordillo, 2009).
Conocer algunos ejemplos en donde se ha utilizado la cultura para el desarrollo
puede orientarnos hacia una posibilidad real de aplicación con efectivos y positivos
resultados como lo es en el caso de Rish (2005) y su investigación en donde se
enfatiza el valor de la cultura en los procesos de desarrollo urbano sustentable,
después de la guerra en las grandes urbes europeas. Su trabajo tuvo como finalidad
demostrar que la cultura, como parte de una estrategia central en el proceso de
regeneración del entorno, además de generar beneficios económicos a partir de la
creación de empleos y generación de ingresos, modificó patrones de comportamiento a
nivel comunitario, generando cohesión social como herramienta para el estímulo de las
aspiraciones colectivas e individuales” (Rish: 2005:7)
Los principales beneficios que se encontraron en este proceso fueron los
siguientes:
- Las políticas culturales empezaron a tener un peso fundamental en las
agendas políticas locales y regionales de los países europeos;
- Las instituciones culturales se convierten en centro de expresión donde se
desenvuelve la vida pública, económica, social y donde paulatinamente se desarrolla
un sentido de pertenencia, erigiéndose así una identidad local propia.
- Se reintegraron grupos anteriormente marginados de la economía local.
- Se encontró el potencial de una nueva fuente de desarrollo económico basada
en una nueva necesidad, una demanda de actividades y productos inherentes al
mercado cultural. (Los eventos culturales se convirtieron en parte de la canasta
18
básica de la sociedad)
- Surgió la economía cultural o creativa. En algunos países esta nueva
economía cultural constituye en la actualidad un importante estímulo al crecimiento
económico y a la generación de empleos.
- El arte y los eventos culturales están al acceso de la población.
- Se presentó un impacto positivo en la calidad de vida de las ciudades
europeas.
-Se comenzó a destinar más tiempo y ahorro a actividades culturales y
artísticas, contrarrestando el ocio.
-Se mostró un papel muy importante de los movimientos sociales.
-La sociedad reclamó a los gobiernos presionándolos a incrementar la inclusión
de la cultura en sus agendas públicas.
- Se flexibilizaron las formas y contenidos del arte y con ello, manifestaciones
culturales encabezadas por el surgimiento de las culturas populares.
“Se transformó el valor y jerarquía con la que los gobiernos concebían a la
cultura. La cultura se convirtió en un instrumento de poder, en una forma de promover
la expresión y la diversidad de opiniones por medio de nuevas manifestaciones
creatividad. A partir de esta época la sociedad comienza expandirse y a diversificarse,
y se comienza a reconocer el papel de la cultura y su potencial en el campo de la
política pública, como un nuevo vehículo de movilización social ante una sociedad
“culturalmente” diversa y creativa.” (Rish, 2005:11)
Europa resurgió gracias a las políticas públicas culturales, después de haber
mostrado grandes estragos negativos de la guerra. “En el caso europeo, la necesidad
de confrontar los estragos de la guerra llevó a plantearse la utilización de la cultura
como un elemento capaz de confrontar a una sociedad golpeada tanto material como
espiritualmente”. (Rish, 2005: 10)
Es entonces, importante hacer una pausa y recalcar las posibilidades de
crecimiento que puede presentar una región en crisis o con una necesidad de
desarrollo, si en determinado momento como ocurrió en el anterior ejemplo, se aplican
programas de desarrollo centrado en el reconocimiento de las culturas locales y se
proponen fortalecerlas a través de las artes. Es quizás ésta una esperanza latente para
regiones, comunidades urbanas, rurales, y hasta naciones con conflictos sociales
profundos.
19
Reforzando lo anterior se señalan algunos ejemplos en done la cultura ha sido
utilizada para el desarrollo.
“En la Conferencia Mundial Sobre Políticas Culturales, convocada por la
UNESCO, se declaró: … “Sólo puede asegurarse un desarrollo equilibrado mediante la
integración de los factores culturales en las estrategias para alcanzarlo; en
consecuencia, tales estrategias deberían tomar en cuenta siempre la dimensión
histórica, social y cultural de cada sociedad” También señala que “un desarrollo
disociado de su contexto humano y cultural es solo un crecimiento sin alma”
(Rish.2005: 12)
“En 1970 el Director General de la UNESCO, René Maheu, declaró: “El hombre
es el medio y el fin del desarrollo; no es la idea abstracta y unidimensional del Homo
economicus, sino una realidad viviente, una persona humana, en la infinita variedad de
sus necesidades, sus posibilidades y sus aspiraciones… Por consiguiente, el centro de
gravedad del concepto de desarrollo se ha desplazado de lo económico a lo social, y
hemos llegado a un punto en que esta mutación empieza a abordar lo cultural (Álvarez,
2001: 16)
“El 8 de mayo de 2004 en Barcelona, en el contexto del Fórum Universal de las
Culturas, se aprobó la Agenda 21 de la Cultura por parte de ciudades y gobiernos
locales de todo el mundo. Este documento quiere contribuir a dar una respuesta a los
retos del desarrollo cultural que el mundo afronta en este siglo XXI. Comprende el
compromiso de llegar a acuerdos que promuevan la diversidad cultural, el carácter
abierto de la cultura y la importancia de la creación y la participación cultural” (Albert y
Cuesta, 2006:7)
Otro ejemplo es el Gobierno Canadiense que reconoce y aplica el vínculo entre
la calidad de vida de su región y las políticas culturales mencionado en el trabajo de
Rish (2005).
En la perspectiva patrimonialista de la cultura, ya señalada por Bourdieu, en
diversos estudios se ha buscado calcular las ventajas que la cultura, como actividad
económica, puede aportar al desarrollo y al crecimiento económico local. Aunque no se
ha encontrado una fórmula exacta, sí se puede hablar de un impacto significativo con
interesantes resultados. Por ejemplo, “en el caso Británico en 1991, un poco menos de
1 millón de personas (4.5% del total de la fuerza laboral del país) se encontraban
20
empleadas en alguna actividad relacionada a las industrias culturales.” (Álvarez, 2006:
20)
En el 2002, el Georgia Institute of Technology de EUA, realizó una investigación
en 91 ciudades en la cuales se encontraron datos bastante reveladores: Las industrias
culturales no lucrativas (museos, compañías de teatro, orquestas, compañías de danza
y consejos de arte) generaron un total de 134 billones de dólares en el transcurso de
un año. Esto representa más que el PIB de muchas naciones. Ahí mismo, las industrias
culturales generaron durante ese año un total 4.85 millones fuentes de empleo a
tiempo completo. “Los beneficios que estas industrias generaron, representan un
aproximado de ocho veces más de lo que el gobierno invirtió en ellas”. (Rish, 2005:
26)
Otro ejemplo es Berlín con su resurgimiento económico a partir del uso de la
cultura (eventos culturales, arquitectura, imagen, vanguardia artística) como estrategia
de mercado para promocionar el desarrollo turístico y empresarial en la ciudad. Este
proceso se logra mediante la unión entre la iniciativa privada, las instituciones públicas
y la sociedad civil.
Otro excelente ejemplo es el museo Guggenheim de Bilbao, el cual revivió de
forma parcial el sector comercial e industrial de esa ciudad después de estar paralizado
por largo tiempo. También se encuentran los barrios: Manchester, Dublín, Barcelona,
Berlín, donde gracias a la cultura, que enriquece la pluralidad de ideas, valores y
necesidades manifestadas a través de la expresión literaria, acústica, visual, sensorial
y sus actividades culturales (eventos culturales, espacios culturales, diversidad) se
incentiva el desarrollo de nuevos espacios comerciales y empresariales.
“La cultura como parte central en la estrategia de regeneración urbana no solo
genera beneficios económicos directos a partir de la creación de empleos y generación
de ingresos, sino que también puede llegar a modificar los patrones negativos de
comportamiento social en zonas altamente conflictivas mediante el estímulo de
aspiración tanto individuales como colectivas. (Rish, 2005:21)
Es necesario recalcar los beneficios económicos con el fin de darle una visión
más integral a la cultura, ya que con ella llegan muchas más ventajas de lo que en
ocasiones se considera, que van mucho más allá de aspectos económicos. Se busca
con ello darle un valor real y significante a la cultura, al arte y a los hacedores del
21
mismo, con ello nos atrevemos a hablar del sector creativo, donde por su creatividad
(la cual puede ser llevada a cabo por cualquier ser humano) ha desarrollado la
habilidad de expresión y creación. Atraer y retener estas características, y sumarlas al
capital social de una región, propiciar estas capacidades y promover su desarrollo son
fundamentales contribuyentes para la calidad de vida de una sociedad.
“La atracción y retención de talento profesional es la fórmula hacia el éxito de
regeneración de iniciativas como mecanismo de desarrollo y mantenimiento de la
calidad de vida de una localidad... arte y cultura son dos elementos actualmente
asociados con el desarrollo económico de las ciudades y con la evolución de los
barrios y comunidades a partir del estímulo de valores relativos al capital social. (Rish,
2005: 28)
Los estímulos que pueden aparecer pueden ser brindados por políticas públicas
que incluyan a la cultura, o políticas culturales que establezcan estrategias para buscar
a través de la cultura el desarrollo. Estas políticas pueden propiciar la creatividad y la
educación cultural.
“La pobreza de aspiraciones es un agente destructivo del bienestar, del
optimismo y de oportunidad para conseguir beneficios materiales a través del uso del
conocimiento como instrumento de progreso. De esta forma, la cultura, en el sentido
más amplio, juega un rol importante en los estándares de vivienda, seguridad
comunitaria, salud y conocimiento.” (Rish, 2005: 22)
A su vez “la cultura es un elemento importante para desarrollar capital social y
la confianza, es un vehículo para el desarrollo de la inclusividad y la participación
cívica, es un laboratorio importante para experimentar nuevas técnicas de innovación
social (organización, participación, manifestación) y para examinar los nuevos recursos
simbólicos que emanan de la complejidad social.” (Rish, 2005: 33)
La invitación a explorar a través de cultura la búsqueda del desarrollo es
insistente, es permanente, esta presentación es una lucha más por demostrar los
beneficios de la cultura y el arte en pro para el desarrollo regional. A través de la unión,
(en conjunto sociedad y gobierno) de la fuerza y la creatividad para contrarrestar las
fuertes conflictivas de las regiones, comunidades y naciones. Estos beneficios deben
estar al acceso de todos. “Si un gobierno no tiene una inversión fuerte para estimular el
sector cultural corre el riesgo de que las actividades artísticas se conviertan en una
22
actividad de élites.” (Rish, 2005: 2)
I.2. La Identidad como Elemento Fundamental del Desarrollo
“El concepto de identidad es inseparable de la idea de cultura, debido a que las
identidades sólo pueden formarse a partir de las diferentes culturas y subculturas a las
que se pertenece o en las que se participa”…… (Giménez, 2005:18).
Giménez (2005:18) afirma que la identidad “es uno de esos conceptos de
encrucijada hacia donde converge una gran parte de las categorías centrales de la
sociología, como cultura, normas, valores, status, socialización, educación, roles, clase
social, territorio / región, etnicidad, género, medios, etc.”, y aunque pareciera reciente
su inserción al estudio de la sociedad, en realidad ha estado presente de una manera
implícita incluso en los análisis de los autores clásicos “sea bajo formulaciones y
terminologías diferentes: como la teoría de la “conciencia de clase” en Marx (“clase en
sí” vs. “clase para sí”); la teoría de la “conciencia colectiva” en Durkheim; en la teoría
de la “acción dotada de sentido” y en su concepto “conciencia de comunidad” de Max
Weber. Inclusive Hegel, en su momento dio a la identidad el sentido de una “lucha por
el reconocimiento, movimiento que llevaba a encontrar lo igual y lo distinto, la alteridad
y la mismisidad en una dialéctica de identidades entre diferentes. (Lara, 1990: 258)
En este apartado se presentará una breve reseña sobre diversos abordajes de
la identidad, destacando solo aquellos aspectos de la discusión que resultan más
relevantes para nuestro estudio: Cuál es el papel de la identidad en los procesos de
desarrollo que pretenden definirse desde la visión de los actores y de qué manera la
identidad puede ser apuntalada a través de artes escénicas aplicadas como estrategia
de comunicación en estos procesos de desarrollo.
Como punto de partida hay que precisar que durante la década de los 70, los
análisis sobre la identidad se centraron en la perspectiva microsociológica de la
psicología social y en el interaccionismo simbólico, para analizar la manera cómo las
interacciones personales modelaban al individuo. En la actualidad, los estudios de la
identidad se focalizan en los atributos que comparten un grupo de individuos que
integran o forman parte de una colectividad (Chiu y López, 2007). Esta última
concepción de identidad es en la que nos enfocaremos para los propósitos de esta
tesis.
23
Bourdieu (1979, 3-6) distingue tres formas de existencia del capital cultural, la
primera de ellas, la cultura distintivamente internalizada como habitus, correspondería
a la identidad. Para este autor, las identidades delimitan y reproducen, en forma
práctica, el sistema de diferencias constitutivas del orden social, por lo tanto entrañan
diferenciaciones que reproducen separaciones, distancias y jerarquías (Bourdieu,
2002: 6)
En la misma perspectiva constructivista de la realidad social Berger y Luckman
(1988) definen la identidad como el “conjunto de valores, orgullos, tradiciones,
símbolos, creencias y modos de comportamiento que funcionan como elementos
dentro de un grupo social y que actúan para que los individuos que lo forman, puedan
fundamentar su sentimiento de pertenencia que hacen parte a la diversidad al interior
de las mismas en respuesta a los intereses, códigos, normas y rituales que comparten
dichos grupos dentro de la cultura dominante. La construcción de identidades es “un
fenómeno que surge de la dialéctica entre el individuo y la sociedad” (Berger y
Luckman, 1988: 240)
En el caso de Habermas la discusión de la identidad tiene lugar en el contexto
de una sociedad con una pluralidad de valores y formas de ver y de entender la vida; y
está vinculada a la forma específica en que toda sociedad articula los niveles de la vida
cotidiana: cultura, creencias, tradiciones, valores y momentos históricos, que
constituyen el conjunto único e irrepetible del que somos parte (Lara, 1990: 257-262).
Identidad social como intersubjetividad donde política y moral se entrecruzan. En este
contexto, la identidad se vuelve un imperativo auto-constitutivo en el nivel de lo social,
que se refuerza solamente cuando está interconectado con el terreno de la moral, de
una reflexión normativa que permite cuestionarnos sobre el proyecto de vida por el que
apostamos. Para Habermas, estos procesos tienen lugar en un esquema de
intersubjetividad, como el terreno propicio para la comunicación y la reflexión, y es en
esta intersubjetividad, donde se encuentran los cimientos de la identidad social, y
donde el consenso normativo es mediado de forma simbólica por todo lo que promueve
culturalmente una identidad colectiva.
Según Giménez (2004: 22) la tematización de las identidades colectivas parece
propia de la tradición durkheimiana y, particularmente, de los teóricos de los
movimientos sociales como Alain Tourraine, Alessandro Pizzorno, y Alberto Melucci,
cuyas visiones sobre la identidad presentaremos a continuación:
24
Touraine (1995, tomado de Chiu y López 2007: 129) concibe la identidad como
uno de los rasgos distintivos de los movimientos sociales, es la condición de existencia
que les permite actuar sobre sí mismos y sobre la sociedad. El principio de identidad,
por medio del cual el actor da una definición de sí mismo, es fundacional para
Touraine, porque sin identidad el movimiento social permanecería en su estado latente.
Al igual que Bourdieu, considera a la identidad en el seno de la reproducción social. La
centralidad de la identidad en la sociedad posindustrial, la explica Touraine en virtud
del abandono de las nociones trascendentales que justificaban el orden social: Dios y
la Razón, para dar paso a una autoproducción de la sociedad por sí misma.
En Melucci (1996 tomado de Chiu y López, 2007: 135-136) toda teoría de la
producción social implica una teoría de la identidad, es decir una teoría acerca de
cómo los actores sociales se reconocen a sí mismos como actores productivos
socialmente, capaces de asignar un sentido propio a su actividad social y de reconocer
el producto socialmente generado, como resultado de su acción en tanto productores.
Los nuevos movimientos sociales se encuentran asociados a un conjunto de creencias,
símbolos, valores y significados relacionados al sentimiento de pertenencia a un grupo
social diferenciado, con la imagen que tienen sus miembros de sí mismos y nuevas
atribuciones de significado, socialmente construidas, relativas a la vida cotidiana.
Para este autor, la identidad puede ser definida como un sistema de relaciones
y representaciones, muy vinculada a la acción colectiva; por tanto, se produce y recrea
en la interacción social y es compartida por cierto número de individuos. Está
delimitada cultural y espacialmente y es reconocida por todos los demás sujetos. Los
elementos de la identidad son definidos a través de un lenguaje compartido e
incorporados a un conjunto determinado de rituales, prácticas y artefactos culturales,
que dan contenido a los valores, o constituyen un modelo cultural, susceptible de
adhesión colectiva, que influye en la orientación de la acción de los individuos. Este
proceso de creación de la identidad se produce siempre con un grado de
involucramiento emocional.
De acuerdo a los elementos expuestos, la identidad colectiva: presupone la
capacidad auto-reflexiva de los actores sociales; supone que éstos tienen la noción de
causalidad y pertenencia, es decir, tienen la capacidad de atribuir los efectos de sus
acciones a sí mismos, y ocurre en una dimensión temporal, es decir, los actores
sociales tienen una noción de causa y efecto de sus acciones. (Giménez 2004: 27-29)
25
Melucci maneja la noción de identidad colectiva en dos sentidos
complementarios. En el primero, la usa para captar de mejor manera el proceso que
conduce a la conformación de actores colectivos, proceso en el que el uso de las
definiciones compartidas sobre su situación permite explicar la continuidad de los
actores colectivos en el tiempo; en una segunda acepción, la identidad es utilizada
para indicar el carácter distintivo de los conflictos y de las acciones colectivas que
tienen lugar en el contexto de las sociedades complejas actuales. Para Melucci, dadas
las transformaciones del capitalismo actual, la esfera central del conflicto se ha
desplazado al terreno cultural. En este escenario lo que se encuentra en juego, es la
apropiación de los recursos de información y los simbólicos que permiten construir y
reconstruir las identidades, es decir, la manera en que los agentes son definidos por
otros y se definen a sí mismos. En las sociedades complejas los bienes materiales se
producen y consumen por la mediación de gigantescos sistemas de información y
simbólicos (Melucci 1999: 69, tomado de Chiu y López, 2007: 151-153)
En el análisis de Pizzorno (2000, tomado de Giménez 2000: 26,41) adquiere
relevancia el tema del reconocimiento de la identidad y quiénes nos reconocen, en
particular cuando se trata de aquellos que se atribuyen el poder de otorgar
reconocimientos “legítimos” desde una posición dominante. Aquí surge como tema
central la pregunta, ¿Quiénes definen nuestra identidad?, ¿los otros?, ¿nosotros?; y
agrega: “En los años treinta lo importante era cómo las instituciones alemanas definían
a los judíos, y no cómo éstos se definían a sí mismos”. Al igual que Touraine, Pizzorno
considera que muchos de los actuales conflictos sociales tienen como trasfondo la
lucha por el reconocimiento de la identidad, considerada como valor supremo, de modo
que todos los demás “bienes”, como la dignidad, los derechos y los beneficios
materiales reclamados, deben considerarse como derivados de la misma. Una
característica peculiar de este tipo de conflictos es la exclusión, en principio, de toda
forma de negociación porque la identidad no es negociable por definición, y esto
explica el carácter muchas veces intransigente y violento de la lucha.
Por otra parte, si para Bourdieu la identidad delimita, para Berger y Luckman
(1988), y posteriormente Giménez (1999) la identidad se traduce en sentido de
pertenencia a un determinado grupo social y en particular en referencia al territorio.
Giménez abunda, fundamentado en Pollini (1990, citado por Giménez 1999: 34)
afirmando que las pertenencias implican la inclusión de las personas en una
26
colectividad hacia la cual experimentan un sentimiento de lealtad, pero sobre todo
significa compartir el complejo simbólico-cultural que funge como emblema de esa
colectividad. A partir de la interiorización de por lo menos algunos rasgos o elementos
de dicho simbolismo, las personas se convierten en miembros de una colectividad y
orientan recíprocamente sus propias actitudes adquiriendo una común pertenencia
(Giménez 1999: 34-35).
Este atributo de la identidad, el sentido de pertenencia, permite a Valadez
(2010), vincularla al desarrollo local, y asignarle un lugar destacado pues permite la
incorporación del sentido de pertenencia que los actores locales tienen hacia su
terruño, el lugar donde nacieron sus hijos, padres y abuelos, donde nacerán sus nietos.
En esta perspectiva del desarrollo, la identidad es lo que une a los habitantes de una
región o comunidad y permite superar sus diferencias para visualizar un futuro común.
En esa misma línea de argumentación, Coraggio (2005: 9-10) afirma que la
identidad forma parte de los derechos de los grupos sociales locales y juega un papel
fundamental para afirmar la subjetividad local. En esta perspectiva del desarrollo local
se rebasan los niveles de satisfacción material o de acceso a las condiciones
materiales, para resolver necesidades y derechos, incluyendo la consideración de los
contextos culturales para asegurar la subsistencia de todos los grupos sociales de un
territorio, pero con dignidad.
En la perspectiva territorial del desarrollo rural Sepúlveda y Cols. (2003: 99),
afirman que el territorio es el espacio donde se crean y reproducen las identidades. Los
territorios rurales han servido de hogar, durante milenios, a múltiples generaciones
humanas y les han otorgado, además, un sentido de pertenencia. Así, se han originado
numerosas formas de apropiación del territorio, enmarcadas en identidades colectivas”
Desde la perspectiva del territorio visto como región socio-cultural, Giménez
(2000: 13, 17) propone una serie de precisiones prácticas sobre la identidad colectiva:
1) Sus condiciones sociales de posibilidad son las mismas que las que
condicionan la formación de todo grupo social: la proximidad de los agentes
individuales en el espacio social;
2) La formación de las identidades colectivas, no implica en absoluto que éstas
se hallen vinculadas a la existencia de un grupo organizado;
3) Existe una “distinción inadecuada” entre agentes colectivos e identidades
27
colectivas, en la medida en que éstas solo constituyen la dimensión subjetiva de los
primeros, y no su expresión exhaustiva. Por lo tanto la identidad colectiva no es
sinónimo de actor social.
4) No todos los actores de una acción colectiva comparten unívocamente y en
el mismo grado las representaciones sociales que definen subjetivamente la identidad
colectiva de su grupo de pertenencia.
5) Frecuentemente las identidades colectivas constituyen uno de los
prerrequisitos de la acción colectiva. Pero de aquí no se infiere que toda identidad
colectiva genere siempre una acción colectiva, ni que ésta tenga siempre por fuente
obligada una identidad colectiva;
6) Las identidades colectivas no tienen necesariamente por efecto la
despersonalización y la uniformización de los comportamientos individuales (salvo en
el caso de las llamadas “instituciones totales”, como un monasterio o una institución
carcelaria).
Una primera reflexión sobre la revisión bibliográfica, dado el tema que nos
ocupa, está vinculada al reconocimiento de las identidades, sobre todo de aquellos
grupos sociales no hegemónicos, como es el caso de la población rural. Bajo esta
consideración, una estrategia de desarrollo congruente a la discusión sobre la
identidad arriba presentada debería permitir a esta población recuperar, en palabras de
Gustavo Gordillo (2009) la capacidad de soñar sus propios sueños, y no los de otros.
El tema de la identidad también se vuelve crucial para el desarrollo si se
considera, como se verá más adelante, que las comunidades rurales han sido
menospreciadas por la sociedad mexicana en general. El sentimiento de inferioridad
cultivado por los mexicanos desde la conquista, como expuso en su momento Octavio
Paz, en el Laberinto de la Soledad (1950), es acumulado con creces en las zonas
rurales. Es decir, al despojo material del que han sido víctimas estas poblaciones,
habría que sumar el despojo de sus símbolos, valores y tradiciones (siguiendo a
Touraine y a Pizzorno). Por tanto, un prerrequisito para el desarrollo es la recuperación
de las identidades colectivas, en parte porque solo así podrían estos grupos sociales,
ejercer su derecho de la auto-constitución y con ello definir una propia ruta y un propio
destino en materia de desarrollo; y porque a través del fortalecimiento de sus
identidades, se fundamenta su sentido de pertenencia, como señalaron tanto Berger y
28
Lukman, Pollini y Giménez.
Otro elemento importante es el relativo al papel central de la comunicación que
Habermas identifica en el proceso de construcción de las identidades sociales. Así,
para este autor, la identidad se crea y recrea en esa interacción comunicativa, en un
ambiente reflexivo donde, en este caso la población rural, se cuestionaría sobre su
proyecto de vida por el cual están apostando, como punto de partida para el cambio
social, permitiéndoles arrancar de inicio con un proyecto propio acorde a su historia
común, valores, creencias y tradiciones.
Es asimismo muy rescatable la aportación de Touraine en el sentido de que
identidad colectiva es condición de existencia de todo movimiento social y los
esfuerzos de toda comunidad rural por definir un modelo de desarrollo acorde a sus
expectativas, se verían intrínsecamente fortalecidos si se toman en consideración
estas aportaciones sobre la identidad.
Para finalizar, y a manera de ejemplo del impacto de una débil identidad
colectiva sobre el desempeño económico de una región, se hace referencia a una
investigación realizada por Alejandro Macías-Macías (2007) cuyos resultados fueron
publicados en el artículo: “La identidad colectiva en el sur de Jalisco”. Ahí el autor
señala que siendo Jalisco un territorio rico en muchos aspectos - económicos, políticos
y culturales -, no existe un sentimiento de pertenencia, ni identidad colectiva. Hace un
análisis de la configuración de las identidades a diferentes niveles: nacional, regional y
local y de los factores que las perfilan fortaleciéndolas, desdibujándolas o
hibridizándolas. Concluye que la pérdida de la identidad colectiva - o territorial en
palabras de Giménez (2000) – afecta de manera directa los intercambios económicos
ya que aún pueblos vecinos se ven a sí mismo como extraños y en algunos casos
como rivales, históricos y económicos, pues frecuentemente compiten por los mismos
mercados. De manera más puntual Macías-Macías (2007: 1062) agrega que bajo este
escenario, “es lógico que lo que predomine en las relaciones entre ellos sea la
desconfianza, el aumento en los costos de transacción en cualquier intercambio que se
realice (y que, obviamente, son muchos por la propia cercanía geográfica), la necesaria
formalización legal de las relaciones económicas, así como el desinterés por ejecutar
obras de mutua cooperación o por formar alianzas que incrementen el poder en las
negociaciones que se sostengan con actores externos a la región. Como consecuencia
de todo ello, disminuye la velocidad con la que se realizan los intercambios. A menor
29
velocidad, menos intercambios y de más baja calidad y, por lo tanto, menos
posibilidades de crecimiento y desarrollo económico regional. Esto no quiere decir que
no existan y se acrecienten relaciones de confianza entre personas o grupos de
personas de distintas poblaciones, pero éstas estarán concentradas en determinadas
redes o nichos sociales específicos, y al no salir al resto de la región”
En resumen si una comunidad no parte del reconocimiento y autovaloración de
su identidad, estructurada y fundamentada en sus costumbres, tradiciones y valores
tiene mayor riesgo a desaparecer y a sucumbir ante nuevas formas culturales de otra
región. Por el contrario, si una comunidad tiene una identidad bien fortalecida es más
factible que pueda desempeñar un papel más protagónico frente al impacto de factores
externos como la globalización.
I.3 El teatro Como Estrategia para Fortalecer la Identidad Hacia el Desarrollo
Hemos mencionado en reiteradas ocasiones la importancia de la cultura para el
desarrollo, ahora analizaremos el papel de las artes, en particular del teatro, para
fortalecer la identidad de un colectivo, trabajar con sus valores y significados de
manera que sus esfuerzos y acciones colectivas se encaminen a mejorar su calidad de
vida de acuerdo a su propia definición y sentido del concepto “desarrollo” o
“mejoramiento de la calidad de vida”. También se quiere destacar que el teatro permite
y estimula otras habilidades esenciales para el desarrollo como: la creatividad, el
fortalecimiento de la identidad, la cohesión social, el sentido de pertenencia, la
identificación de los valores propios, entre otras. El teatro a su vez se puede concebir,
como un estímulo terapéutico, como estrategia pedagógica y en este caso como una
estrategia de comunicación, propicie un ambiente de auto-reflexión y socialización de
los problemas y expectativas comunes y compartidas. El teatro podría ser, dadas las
características de la identidad colectiva que presentamos en el apartado anterior, un
vehículo para reconstruir la identidad de una comunidad que se ve menospreciada
social e internamente.
Ello es posible porque el teatro posee, entre otras cuestiones, códigos de
representación, signos y símbolos que son relevantes para una comunidad o grupo
social. El teatro puede lograr la sublimación de una sociedad, la resolución de
conflictos, exposición de sus deseos, sus pensamientos, gustos, ideas, necesidades,
30
significantes, símbolos, y al mismo tiempo, como se mencionó antes, puede ser una
propuesta y una estrategia de comunicación.
Como se mencionó antes el teatro es un arte y se encuentra inmerso en la
cultura. Es una expresión, una reflexión, una actividad realizada por los humanos con
fines de estética o comunicación, a través del cual se expresan visiones, ideas,
emociones; entre otros aspectos, fomenta los valores, la soberanía, la autoconciencia,
la independencia, el trabajo en equipo, el respeto, elementos todos que abonan al
fortalecimiento de la identidad. El teatro es bastante más que el teatro, es un arte…”
(Duvignaud: 1981: 13) Al respecto Frischman (1990: 27) señala que “Entre los varios
tipos de elementos culturales se incluyen los simbólicos: códigos de comunicación y
representación, signos y símbolos, entre los cuales cabría el teatro y las demás artes”
El teatro, por ser un arte, es una herramienta importante para la exposición,
fortalecimiento y apropiación de los valores comunitarios. Sus beneficios son
estructurales, ya que a través de éstos la comunidad se auto-constituye. La cohesión
social, como resultante de la identidad colectiva, es determinante para una comunidad,
ya que la unión de sus habitantes, la suma de sus esfuerzos y el trabajo en equipo, la
integración puede lograr con mayor facilidad el desarrollo; en términos más específicos
una sociedad con alta cohesión social ya posee por sí sola el desarrollo. “Artes como
cultura constituyen herramientas importantes de desarrollo de los valores comunitarios.
La clave para fomentar la cohesión social por medio de la cultura se encuentra en la
capacidad de las políticas culturales para estimular la participación de los miembros de
una comunidad” (Rish, 2005:.37)
Valorar y considerar aspectos importantes para una comunidad, lograr la integración y
cohesión social es un reto, sin embrago existen actividades artísticas que promueven
el orgullo por las tradiciones, el teatro fortalece este orgullo no solo en los participantes
sino en la comunidad en general, ya que los asistentes comparten la reflexión colectiva
que, en última instancia prevalece detrás de una propuesta teatral.
“Los científicos sociales han descubierto que la participación en actividades
culturales por parte de la comunidad –visitas al museo, arte callejero, teatro,
exposiciones, áreas públicas- fortalece el sentimiento de orgullo y de pertenencia a una
comunidad, también se observa, según Galligan, “que la gente que participa en este
tipo de actividades se encuentran más satisfechas y perciben un aumento de calidad
de vida dentro de sus comunidades.” (Rish, 2005:29)
31
Además, la presencia del arte es un factor positivo que promueve la retención
parcial de un área y la superación parcial de individuos o colectivos en línea de
pobreza; a través de ésta se gestan las bases para la superación paulatina del conflicto
social. Para ello es importante detectar en los participantes las habilidades y
capacidades que poseen y así integrarlas a la sociedad.
Con esto se presenta el reconocimiento de capacidades y habilidades
individuales, lo que conlleva a un aumento de autoestima, en el plano individual y
colectivo lo que finalmente conducirá al fortalecimiento de la identidad. El individuo
identifica en sí mismo sus diferencias y las pone al servicio de los demás, lejos de ser
éstas un motivo de discriminación o exclusión. Por ende, se da la empatía con el otro,
el respeto, y una serie de valores que pueden ser desarrollados. Una comunidad
orgullosa de sus tradiciones y de sus características, es más propensa incidir y
encabezas su propia propuesta de desarrollo.
“Los valores y competitividades no se heredan, deben de ser creados y
desarrollados. Dentro de este contexto, el concepto de sociedad “culturalmente
avanzada” se podría interpretar como el de aquella comunidad que ha logrado
desarrollar el potencial individual a partir de su capacidad para fortalecer las relaciones
con otros. Esto precisa el desarrollo y evolución de una serie de fundamentos, de ideas
y de valores capaces de generar un equilibrio a partir del progreso de la razón, la auto-
estima, la empatía y una ciudadanía activa” (Rish, 2005: 22)
El individuo busca de manera permanente encontrarse, comprenderse y
reconocer qué le gusta y qué no le gusta realizar. Cada individuo es distinto y además
de pertenecer a un campo social presenta individualidades que le permiten
reconocerse ante los otros, el encontrar las capacidades que posee es el principio del
desarrollo, ya que a partir de la detección de las mismas, se plantea una inserción
social donde se encuentran las utilidades que se brindan socialmente a la comunidad.
A través de la aplicación del teatro se busca permanentemente identificarse
como ser, reconocerse y detectar cuáles son las habilidades que se tienen para así
desarrollarlas, experimentarlas, vivirlas y gozarlas. De esta manera, el individuo
encuentra su plenitud. Detecta sus capacidades y a través de ellas, se realiza.
Al hablar de capacidades nos referimos a: “una función del bienestar individual
y colectivo y, por tanto, como una ventaja que habilita a los individuos y a la sociedad
32
para el emprendimiento de acciones valiosas y para la prosecución de mejores
condiciones de desarrollo de convivencia y de cohesión social.” (Funlectura, 2011: 25).
Desde esta perspectiva entonces, el teatro puede ser considerado como una
función del bienestar individual y colectivo, ya que busca la sublimación de emociones,
el desarrollo individual y social, la promoción de valores, entre otros aspectos. El teatro
fomenta la detección y desarrollo de las habilidades, fomenta el respeto a esa
diversidad del ser y la integración del individuo a los aspectos sociales, buscando
permanentemente una evolución en la integración e inclusión efectiva en el aspecto
social; por lo tanto el teatro puede ser visto también como una capacidad.
La creatividad también es un aspecto fundamental de los seres humanos,
gracias a ésta pueden surgir estrategias eficaces para el desarrollo; es decir, el
desarrollo en sí mismo es un proceso creativo. En contraparte, limitar la creatividad es
oprimir la capacidad de las personas para crear, por lo tanto para ser y hacer; sin ésta
no hay desarrollo. Las artes brindan esta posibilidad y una vez más el teatro nos
promete su aplicación. Sin embargo, a pesar de la amplia gama de impactos positivos
que promete, en esta ocasión, nos enfocaremos a la utilización del teatro como
estrategia de comunicación.
“Hoy en día sigue habiendo polémicas sobre el término arte, pero en un sentido
general se refieren a toda actividad estética realizada mediante una técnica…Todos
los objetos creados por el hombre son de dos clases: a) vehículos de comunicación; b)
utensilios e instrumentos.” (Lozano, 1995: 14) “El Teatro en sentido lato podría
definirse: la comunión de un público con un espectáculo viviente. Por una parte, un
público de espectadores en plural, no es singular.” (D’ Amico, 1961: 1)
Lo anterior, refiriéndose puramente al evento de presentación, al montaje
escénico; sin embrago el teatro es una infinidad de aspectos de más amplio rango e
impacto. El teatro es catarsis, es la explosión y sublimación de los aspectos
relacionados con una sociedad, es su representación, su expresión más profunda, es
capaz de dejar entrever sus proyecciones más internas, sus deseos, sus miedos, sus
necesidades y búsquedas, su propia visión del desarrollo. “Para Aristóteles el arte tiene
un efecto catártico y esta catarsis justifica frente a la teoría platónica la emoción
artística.” (Lozano, 1995: 14)
El arte dramático o teatro se basa en la imitación, observa la realidad y la
33
representa, brindando un reflejo a manera de espejo a la comunidad, causando con
esto un aspecto reflexivo, que promueve la concientización y análisis de conflictivas a
solucionar y la presentación de posibles maneras de encontrar el desarrollo adecuadas
a los valores, expectativas, deseos de la población sujeta del desarrollo.
El teatro trabaja con diversos estímulos visuales, auditivos, quinestésicos,
emocionales, entre otros; se logra empatía con los actores, se fortalece la identidad,
integra aspectos sociales, utiliza herramientas psicológicas, logra informar y brinda una
apertura a las cogniciones posicionándose de esta manera como método para
transmitir mensajes.
“El arte dramático habla en todos los sentidos: habla al corazón y al
entendimiento; se vale simultáneamente de todos los medios capaces de excitar
sensaciones, sus efectos son sucesivos, graduales, preparados con artificio, unas
veces para prevenir la incredulidad y otras para producir una sorpresa admirable”.
(Prieto y Muñoz, 2001: 54)
La forma en la que trabaja el teatro desarma intelectualmente al hombre,
abriendo paso a sus emociones, hace a un lado el juicio y la razón, siente más y piensa
menos, y con este mecanismo es capaz de concientizar más cualquier problemática.
“La metamorfosis que se produce cuando un hombre cualquiera entra a formar
parte de un público: Pierde su sensibilidad más fina y personal, ya sea intelectual o
moralmente;…se vuelve menos intelectual y más emocional;…se vuelve menos
razonable y juicioso…” (Writh, 1962, citado por Frischmann, 1990: 223)
El espectador puede recibir el mensaje más claramente a través del teatro ya
que su atención tiene mayor probabilidad de ser atrapada, los estímulos visuales y
auditivos que recibe son a través de imágenes, donde puede sentirse identificado, se
trabaja a un nivel más profundo donde sus emociones y sus pensamientos son
incididos, lo que en consecuencia provoca que las cogniciones y pensamientos
puedan ser transformados, siendo éste el primer paso para cualquier cambio social
que propicie el desarrollo.
Las artes han sido utilizadas desde el principio de la historia como una
estrategia de comunicación en diversas regiones del mundo. El teatro ha existido
desde el origen del hombre, la necesidad innata que posee el ser humano de
comunicar está adherida a su existencia misma. Las maneras de comunicación han
34
sido variadas y entre ellas aparece, sin antes ponerle un nombre: el teatro.
La forma de comunicación siempre ha sido por medio del mismo hombre,
siendo parte de su cotidianidad, las artes siempre han sido utilizadas para lograr la
comunicación, han sido fundamentales para el desarrollo de las comunidades
humanas.
“Las celebraciones rituales no sólo tenían la finalidad de poner al hombre en
contacto con las fuerzas sobrenaturales, sino que también eran actos mediante los
cuales se comunicaba, por medio de símbolos y acciones rítmicas, todo un acervo
sociocultural que de esta manera se transmitía de generación en generación. Estos
actos de encuentro y comunión estaban destinados a despertar periódicamente el
sentimiento de pertenencia a la comunidad y de armonía con la naturaleza” (Prieto y
Muñoz, 1992:5)
Sin ponerle términos ni definiciones, nuestros ancestros ya utilizaban el teatro
por medio de rituales, utilizados para comunicarse provocando a la vez, el sentido de
pertenencia, la fortaleza de la identidad y por consecuencia el desarrollo.
“…el teatro se revela hoy como un vehículo fundamental de comunicación para
la sociedad contemporánea, gracias a su capacidad de establecer el encuentro directo
y creativo a nivel interpersonal y transcultural” (Prieto y Muñoz, 1992:5).
El teatro es un vehículo de comunicación, un medio, una estrategia, que se ha
utilizado en la antigüedad y que en la actualidad promete ser una manera eficaz de
penetrar e incidir en la sociedad como un método para transmitir un mensaje, de
manera directa y creativa, con la posibilidad de llegar a todas las culturas.
El teatro se ha ido desarrollando a través de los tiempos, cada vez se ha ido
especificando, perfeccionando y apoyando en la ciencia, para trascender con mayor
facilidad en las culturas, utilizando su estética y aumentando su método audaz para
comunicar.
“El teatro comienza a retroalimentarse de diversas disciplinas, como la
psicología, la neurofisiología y la antropología, para trascender su función puramente
estética e intentar reubicarse como un medio de comunicación imprescindible para las
sociedades.” (Prieto y Muñoz, 1992:5)
Las ventajas del teatro ante otros medios de comunicación pueden ser mayores
35
y su utilización para el desarrollo en cualquier temática en específico puede ser una
opción aplicable ante el desarrollo de una región.
“El teatro como expresión desde y hacia el pueblo, apropiándonos de un
término, que a veces nos parece tan lejano, como el de la cultura. El teatro como
espejo de nuestra propia realidad, donde podemos vernos reflejados, y desde donde
podemos cuestionar y cuestionarnos desde lo más superficial hasta lo más íntimo y
profundo. Donde se nos permite pensar y no solo recibir una realidad hecha y ajena,
como la que nos muestra la televisión” (Vázquez, 2000: 101)
La televisión es capaz de transmitir realidades ajenas, esto puede ser el
principio de diversos cambios sociales, el ser humano ha estado en búsqueda
permanente por ser y estar en las realidades que nos ha enseñado la televisión a
través de sus técnicas de publicidad y mercadotecnia.
La identidad ha sido desvalorizada y motivada al consumismo, la falta de
capacidad adquisitiva ha provocado una necesidad por posicionarse como sociedades
que pueden y deben obtener lo que la televisión nos vende.
La raíz de grandes conflictos sociales, es la pérdida de identidad que provoca
querer ser como el que nos muestra la telenovela, el comercial o los programas
televisivos. En diversas regiones donde las capacidades adquisitivas son distintas a lo
mostrado en TV y así nace un conflicto, la pérdida de identidad, ocasionada por la
inadecuada utilización de los medios de comunicación masivos.
La ventaja del teatro sobre estos medios, aunque no impacta las masas como
aquéllos, es que trabaja en estrecha sintonía con la población, considerando sus
propias necesidades y vivencias, permitiéndoles activar las fuerzas locales necesarias
para impulsar procesos de desarrollo desde la propia comunidad y no de una manera
estandarizada y a-cultural.
El teatro se ha utilizado como una manera de expresión que nace desde el
interior de una región y es presentada en ésta misma, esto permite a los
representantes sublimar y expresar como artistas lo que su entorno les muestra, lo que
ellos viven es similar a otros individuos de esa misma región. Se trata de visualizar, a
través de las artes escénicas lo que ha permanecido por décadas de manera
subyacente: las vivencias, conocimientos, formas de hacer y de estar, mitos, platillos,
símbolos, valores y normas compartidas. Una vez evidenciadas a través del teatro se
36
hacen visibles los lazos que dan sentido y fortalecen el sentido de pertenencia.
El comunicar a través del teatro permite proyectar y observar cuál es la
expresión y qué está diciendo. La población que comparte un espacio geográfico e
histórico se identifica y percibe que observa de la misma manera su realidad ya que es
muy similar a la del artista que expresa desde su región, al verse reflejado introyecta y
tiene la capacidad para cuestionar sus cogniciones, pensamientos e ideologías desde
lo más banal hasta lo más profundo e interno.
Entre el teatro y los otros medios de comunicación hay una principal diferencia:
el espectador no solo es receptor de la información, es un ser que despierta o
desarrolla su capacidad para dialogar consigo mismo, para cuestionar su realidad
desde su propia visión, ante una realidad similar a la suya.
“…se emplea un lenguaje simbólico, polivalente, que genera en el espectador
una respuesta interpretativa. El símbolo apela al inconsciente, y por lo tanto, invita al
espectador a compartir un proceso de introspección que no es posible a través de los
medios de comunicación masiva o de otros meramente informativos” (Prieto, Muñoz,
1992:5)
Los medios de comunicación masiva han logrado transformar ideologías, que
finalmente producen cambios sociales, el teatro tiene mayor impacto pero ha sido
menos utilizado y explotado; si este último se aplicara con mayor frecuencia, de
manera permanente como los medios masivos, la respuesta pudiera ser impactante, ya
que su mecanismo de trabajo es más profundo en comparación con los medios
masivos de comunicación.
“…el auténtico teatro no se ve amenazado por los medios de comunicación
masiva, ya que tiene raíces profundas y, por lo tanto, muy difíciles de arrancar. A
diferencia de éstos, el arte teatral tiende puentes y traza senderos por los cuales el
espectador atento, logra el encuentro humano que transforma la visión de sí mismo y
de los demás” (Prieto y Muñoz, 1992:5)
Lo anterior, afianza la idea de utilizar el teatro para lograr el desarrollo de una
región, esto es posible ya que gracias a él, las comunidades pueden detectar lo que
buscan como desarrollo, se pueden encontrar las estrategias para lograrlo, y el teatro
mismo suele ser una estrategia para comunicar y valorizar el desarrollo, en este caso
lo fue la alimentación pero con este modelo puede ser utilizado para cualquier otra
37
conflictiva social, como lo pueden ser aspectos ambientales, ecológicos, políticos,
educativos y/o sociales como delincuencia, adicciones, entre otros.
El teatro se ha aplicado en diversas partes del mundo desde el inicio de los
tiempos y sus razones han sido diversas: por expresión, catarsis, creación,
fortalecimiento, politización, revolución, transformación, desarrollo, comunicación, entre
otras. Se puede reconocer que frecuentemente el teatro impacta en varias o en todas
formas al desarrollo.
En particular se busca abordar el teatro como estrategia de comunicación,
dejando en claro que lo anterior, es tan solo una pequeña fracción del impacto social
para el desarrollo que provoca el teatro.
Existen tipos de teatro enfocados al beneficio social, buscando los cambios y
transformaciones necesarias para las regiones, donde han utilizado al teatro para
comunicar o informar diversas conflictivas, temáticas y sucesos importantes para las
regiones.
El teatro ha sido vehículo de comunicación desde el inicio de los tiempos, ha
sido un medio para comunicar y en ocasiones sin ser ese el objetivo que posee el
teatro se logra por añadidura, éste ha sido utilizado en diversas partes del mundo y del
país.
“A partir de los años setenta, se inician en Europa y América una serie de
proyectos parateatrales, cuyo propósito es encontrar la manera de que, fuera del
escenario pero con técnicas representacionales, un grupo de personas pueda
establecer comunicación directa más allá de las barreras raciales, ideológicas y
culturales” (Prieto y Muñoz, 1992:5)
Uno de los beneficios que se ha logrado con el teatro es lograr una entrañable
comunicación, de humanos a humanos, dejando atrás las diferencias regionalistas, de
pensamiento, físicas, de edad, conocimiento, posición social, económica, cultural. Este
atributo permite al teatro constituirse en una estrategia de comunicación intensificada
como se ha realizado en América y Europa a partir de los años setenta, que a pesar de
siempre haberse realizado por ende en la historia, lo concientizaron y enfatizaron con
ese fin.
El teatro de propaganda, por ejemplo, ha sido un medio de comunicación
consciente y utilizado con ese fin específico y de esta manera promulgar diversos
38
mensajes y comunicados que por importancia tenían que penetrar la conciencia y
pensamiento del ser humano, buscando el impacto y la rapidez en la transmisión
informativa se utilizó por diversos países, entre ellos Estados Unidos, como una
excelente estrategia de comunicación. En Brasil fue utilizado durante muchos años
hasta en 1964- fecha del primer golpe de Estado de la dictadura-, por los llamados
centros populares de cultura” (Boal, 1975: 22) Ha sido utilizado para difundir
información relevante en diversas situaciones, sucesos y ciudades, ha funcionado para
comunicar lo requerido en temas diversos en relación al desarrollo.
El teatro de propaganda, además de temas internacionales, buscaba sus
especificaciones y necesidades de públicos más específicos.
“Los objetivos del teatro de propaganda eran muy claros y definidos. Se
necesitaba explicar al público un hecho que había ocurrido; y había urgencia: su labor
de esclarecimiento incluiría propuestas para que el espectador votara tal o cual
candidato, participara o no en determinadas huelgas, enfrentara o no una represión
policial. Hasta 1964, el teatro de propaganda se pronunció en Brasil contra todos los
actos de imperialismo”. (Boal, 1975: 26)
El teatro popular ha sido aplicado entre otras cosas como una estrategia de
comunicación, donde éste es abordado por el pueblo y su realización está basada de
acuerdo a la perspectiva del pueblo, buscando la transformación permanente, la lucha
contra la explotación y la desalienación.
Los espectáculos de teatro realizados en los centros populares de cultura eran
los encargados de ocuparse de los problemas más importantes y urgentes para las
comunidades. Comúnmente se realizaban representaciones teatrales sobre actos
políticos. Se acostumbraba representar continuamente la obra Revolución en América
del Sur utilizando el episodio Da Silva y el ángel de la guardia. En Brasil siempre que
ocurría un acto o situación política relevante, se ponían en acción los centros y se
apresuraban para escribir y representar dicha situación para dar a conocer y
comunicarle a la comunidad lo sucedido.
“La noche en el que el presidente Kennedy ordenó el bloqueo naval de Cuba se
reunieron algunos autores para escribir una obra en la Unión Nacional de los
Estudiantes del Estado de Guanabara… El texto daba las causas del conflicto y las
posibilidades del desarrollo del mismo. La obra ayudó extraordinariamente a la
39
movilización popular en defensa de la revolución cubana y a la concientización del
pueblo”. (Boal, 1975: 24). El logro y el peso que tuvo el teatro ante esta situación
fueron determinantes. El impacto de una estrategia de comunicación tan eficaz como lo
fue este mismo, contribuyó, como en otras comunidades, al desarrollo a través de la
concientización.
Utopía Urbana (2014) es un ejemplo de una compañía teatral mexicana que ha
visto en el arte una estrategia de comunicación y la ha aplicado como tal, buscando la
reflexión de su público para crear el propio desarrollo de sus comunidades.
En Utopía Urbana vemos al arte dramático como “un excelente medio para la
comunicación social, capaz de aportar elementos útiles para la transformación de la
vida humana y creativa del individuo por sus diversas temáticas que llevan al público a
ser renuente, pensante y reflexivo…” (Vázquez, 2000: 150)
El teatro didáctico también ha sido una estrategia de comunicación ya que
busca aportar una enseñanza, busca promover el aprendizaje, la difusión de
información, utilizándose en cuestiones morales o informativas, utilizándose
continuamente en la agricultura.
“En el nordeste de Brasil…enseñaban como utilizar determinado insecticida
para combatir una plaga específica. Por ejemplo, en este montaje la heroína
amenazada era la zanahoria, el abominable villano era el insecto y el heroico joven que
la rescataba era el insecticida…La historia se desarrollaba de tal manera que los
campesinos podían aprender las características de la agricultura e incrementarla.”
(Boal, 1975:29). El teatro didáctico también ha sido muy utilizado por los políticos, sus
fines son muy directos, ya que buscan comunicar algún suceso y dar a conocer alguna
perspectiva.
La capacidad que brinda el teatro para el entendimiento se catapulta si
consideramos que al convertirse en una experiencia memorable, se vuelve
trascendente. El ejemplo de su uso para promover el uso de una nueva tecnología en
la agricultura, muestra cómo de una manera divertida, se aclaran las asociaciones de
lo negativo y lo positivo para el adecuado desarrollo de la agricultura, causando un
mayor impacto en los espectadores, que si se utilizasen otros medios de comunicación
como los panfletos, charlas o conferencias, programas de radio, televisión, etc.
En la obra aludida por Boal (1975), la zanahoria era un producto en peligro y fue
40
representada como una heroína, de tal manera que instintivamente se provocó en el
espectador un instinto de protección. En la citada historia, el insecto era el enemigo y el
héroe era el insecticida, provocando con ello una clara identificación de los elementos
que deberían ser fortalecidos, la zanahoria, los que deberían ser combativos, el
insecto, y el medio para lograrlo: el insecticida. Aquí el teatro se utilizó para promover
una estrategia de promoción de un producto que permitiría mejorar los rendimientos en
la agricultura brasileña de zanahoria.
Otro ejemplo es la utilización del teatro para dar a conocer e informar que la
tierra es de quien la trabaja y de esta manera crear conciencia entre los participantes.
“Cuando en el Brasil se discutía la necesidad de la reforma agraria, varios teatros
representaron simultáneamente El Círculo de Tiza caucasiano de Brecht, para mostrar,
a través de una fábula que la tierra pertenece al que en ella trabaja.” (Boal, 1975:37).
En México, varios son los casos en los que se ha aplicado el teatro como un
programa cultural para el desarrollo como son: “El Teatro Conasupo de Orientación
Campesina (1971-1976), patrocinado por la Campaña Nacional de Subsistencias
Populares (CONASUPO); Arte Escénico Popular (1977-1982) de la Dirección de
Culturas Populares de la Secretaría de Educación Pública (SEP); y el proyecto de
Teatro Popular del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), rama de
la SEP (1983- ), bajo la supervisión artística del maestro Rodolfo Valencia han
contribuido a una toma de conciencia entre las clases entre las clases populares
rurales para el mejoramiento de sus condiciones vitales y , en lo artístico-cultural, para
la producción teatral independiente y la conservación de una identidad cultural propia”.
(Frischman, 1990: 47)
En Europa, durante la ocupación nazi, muchos textos fueron representados
según la perspectiva de la resistencia… En San Pablo, algunos políticos solían valerse
de su aparente religiosidad: hacían manifestaciones por la calle bajo el eslogan “Con
Dios, por La Familia y La libertad” (Boal, 1975:37)
“En San Pablo hicimos una “Feria Pulista de Opinión” donde reunimos el
pensamiento sobre la dictadura de seis dramaturgos, seis compositores y una infinidad
de artistas plásticos. El espectáculo se convirtió en un verdadero juicio al gobierno
local. Por supuesto, fue prohibido por la censura, aunque todavía era posible recurrir a
los tribunales, que autorizaron el espectáculo.”(Boal, 1975:38)
41
Existe el teatro de perspectiva anti-pueblo que va dirigido al pueblo, realizado
por las clases dominantes, éstas siempre utilizaron al arte en general y el teatro en
particular, como efectivos instrumentos de formación de la opinión pública.
Lo que se comunica es variado y como todo puede ser un arma de doble filo y
aunque este teatro ha buscado dominar, reprimir y opacar al pueblo, se ha utilizado
como método de comunicación, en búsqueda de objetivos particulares de la gente que
ha estado en el poder.
“Las clases dominantes usan dos procedimientos principales para inyectar en el
pueblo su propia ideología 1) Evitar los temas realmente importantes para la
sociedad… y 2) Valoriza las características o ideas que perpetúan la situación actual,
es decir “la docilidad” de los esclavos, la capacidad de cocinar y cuidar la casa que
tienen las mujeres, la “bondad” de los campesinos, etc.” (Boal, 1975:39). Este tipo de
control ha sido utilizado en su casi totalidad en las series televisivas, cinematográficas
“made in USA” y las obras presentadas “on-Broad-way, on calle Corrientes, on-avenida
Copacabana” y todos los otros “on”.
Si esta herramienta eficaz como lo es el teatro ha sido utilizada con anterioridad
para fines antipueblo puede funcionar a la inversa, ya que el impacto es el mismo, lo
que varía es el objetivo y con ello, el mensaje y la temática que se quiera tratar, es
decir, el mensaje que se busque transmitir.
El Teatro Periodístico. Es un teatro realizado por el pueblo y para el pueblo,
donde éste es participante, y se involucra en la creación artística ofreciendo con ello un
acercamiento más profundo a la información a difundir, pero sobre todo busca
promover el desarrollo visto desde sus propias necesidades.
El teatro es hecho por el pueblo y para sí mismo. El pueblo es agente creador,
no solo inspirador o consumidor. Es activo: produce teatro. El pueblo es el artista,
eliminándose la antinomia “artista-espectador” (Boal, 1975:46)
Es así como se han presentado algunos ejemplos de la utilización del teatro
como una estrategia de comunicación para el desarrollo. De la misma manera en que
la historia se ha utilizado, en la actualidad el teatro sigue existiendo, causando un gran
impacto; es un medio, una manera para expresar, transmitir y provocar la reflexión, a
través del arte, sobre cualquier temática
Las conflictivas sociales, que en el panorama actual vivimos, arrojan evidencias
42
de violencia, guerras, narcotráfico, indiferencia, bullying, racismo, corrupción,
globalización, ausencia de cohesión social, problemas o distorsión de la alimentación y
muchas más temáticas y necesidades que pueda presentar una comunidad en busca
de su desarrollo. En general todos los aspectos pueden ser tratados a través del teatro,
ya que por medio de éste se busca lograr el trabajo en equipo, el respeto por los
demás, la armonía, el autoestima, la aceptación de las diferencias, la inserción social y
en general cualquier información que busque ser transmitida para la reflexión, la acción
colectiva y la transformación social.
La propuesta de implementar el teatro como un método de comunicación para
el desarrollo es una posibilidad para enfrentar el panorama actual en que nos
encontramos inmersos, teniendo un acercamiento respetuoso a la sociedad para evitar
imponer el desarrollo, sino más bien buscar el desarrollo desde el núcleo y el centro de
las comunidades, determinándolo por ellas mismas.
Utilizar las artes como estrategia de comunicación para el desarrollo es una
invitación que nace de la experiencia previa ya aplicada y que pretende demostrar
teórica y prácticamente cómo es que a través del teatro se puede motivar a una
población para desarrollar su región.
El teatro es una respuesta artística a una sensibilización consciente de la
necesidad del cambio social, hacia modelos de sociedad más incluyentes y
equitativos. La expresión artística es la voz de la inconformidad en busca de
transformaciones positivas. La investigación científica es la posibilidad de validar este
modelo como propuesta de desarrollo y la posibilidad de encaminar este proyecto
hacia una política pública, que permita el crecimiento y desarrollo de cualquier región.
La base de aplicación en este proyecto es el Teatro Popular y Comunitario,
elegido principalmente por la participación activa de la población. El Teatro Popular
es “La respuesta popular y revolucionaria del arte, como precursor de un
procesamiento nuevo y de la necesidad de comunicación del hombre oprimido, en un
mundo en el cual aún no se producen en los cambios estructurales” (Frischman,
1990: 35)
La opresión social y el control de las masas que han logrado obtener las
transnacionales para mantener sus productos en el mercado, puede ser
contrarrestado con información, sensibilización y valoración de las tradiciones.
43
El teatro popular ha sobrevivido los rigores de los siglos para resurgir en “el
gran movimiento de rebeldía teatral que se está operando en América Latina, al
compás del despertar general de las masas, de su concientización y de su lucha en
ascenso a su liberación definitiva de todas las formas opresivas seculares
(Frischman, 1990: 30)
Se puede incrementar el despertar conciencias, liberación de la opresión de las
conflictivas sociales, al utilizar el teatro como método de comunicación y sobre todo,
porque el despertar es descubierto por la población, no es implantado desde fuera.
Los individuos de la población son los personajes en este teatro, lo que a su vez
conlleva a la unión y visión individual y colectiva por una transformación positiva para
su región.
Este tipo de teatro se trabaja por categoría y en este caso particular se pretende
utilizarlo en su categoría didáctica que “se centra en problemas generales, ofrece una
enseñanza práctica o teórica (Frischman, 1990: 38).
“Otra vez el teatro fue concebido como instrumento de comunicación, factor de
cambio a través de un lenguaje teatral puesto al servicio no solamente de una
expresión cultural genuina, sino inmersa en un amplio contexto socioeconómico,
mismo que cuestiona en vista de transformarlo” (Meyer,2008:7, citado en Prieto y
Muñoz, 1992: 7)
Comunicar a través del teatro es un intento por informar al espectador de una
manera creativa, llamativa, interesante, quizás utilizando las mismas estrategias que
la mercadotecnia y la publicidad ha utilizado, pero con poco recurso, de manera
directa, y por lo tanto más sensible y enriquecedora, y precisamente esto es lo que se
busca implementar con esta estrategia.
Es interesante y atractivo un modelo que ofrezca la creación artística por parte
de todos los participantes, ya que de esta forma emergen las emociones, ideas,
pensamientos, conocimientos, valoraciones que existen intrínsecamente en la
comunidad y permite observar el panorama que ellos perciben y si quieren o no
transformarlo, en qué aspectos y de qué manera.
Los beneficios del teatro son directos, logra la valorización de las tradiciones,
nace el orgullo por el ser, el autoestima aumenta, y en general hay una aceptación por
lo que se es y se tiene, no se intenta parecer al otro, ni al modelo de la tele que
44
consume comida chatarra, ni a la incansable figura esbelta de las modelos con
problemas de anorexia que solo consumen productos procesados altamente
procesados.
“La comunidad se vuelve uno de los personajes de su propio teatro, no tanto
para la representación sino de un teatro para la acción (una comunidad, un proceso
creativo, una incidencia práctica a nivel social” (Frischman, 1990: 74).
Una de las razones por las que las transnacionales han logrado tanto éxito tiene
que ver con las desigualdades sociales marcadas y divididas que son solo uno de los
aspectos con los que el teatro puede trabajar y remediar, por su capacidad para
desarrollar el trabajo en equipo, la valoración del yo y de los compañeros.
“El teatro comunitario de vecinos es una de las expresiones artísticas más
originales, inéditas y genuinas que existen en nuestra sociedad fragmentada y
diezmada por las cada vez más profundas diferencias y desigualdades sociales, que
suman a las distintas disoluciones del individuo y la comunidad, consecuencia de los
efectos de la globalización y del fracaso del proyecto neoliberal” (Bigegain: 2007: 17)
La opción que se ha ofrecido para mejorar las injusticias socioeconómicas, es
utilizar al teatro para sostener un orgullo y valoración de la comunidad, se ha utilizado
como método de comunicación en búsqueda de la unión de las regiones.
“El teatro comunitario como toda creación artística es transformadora en tanto
congrega a los vecinos-actores a pensar, compartir, expresar, debatir, y estimular ideas
y acciones. Sus integrantes son artistas atentos, abiertos, ocupados y preocupados
por la realidad social para encontrar la manera de incidir en ella y originar cambios.
Cumple una función de rescate de identidades, de encuentros, comunicación, de
recuperar historias del barrio, de la ciudad, de la nación, de los lazos sociales y de las
sucesiones generacionales y rompe con el aislamiento, la uniformidad y la pérdida de
diferencias locales, regionales, etarias que propone la cultura liberal y globalizada”
(Bidegain, 2007:61)
“Los grupos de teatro comunitario se proponen con cada espectáculo
pronunciarse acerca de las acentuadas e injustas diferencias socio-económicas y
utilizar el teatro como herramienta o instrumento de conocimiento y comunicación para
lograr, así, reconstruir la identidad social y cultural fragmentada de cada barrio, ciudad
o región” (Bidegain, 2007:63)
45
El origen de este tipo de teatro surge del pueblo y para el pueblo, la razón de su
utilización, es el propósito de elaborar un programa de desarrollo que parta del respeto
a los deseos de los actores de la comunidad evitando a toda costa la imposición de las
visiones y creencias externas.
La fortaleza más grande para evitar ser presa fácil de conflictivas sociales, es
tener bien arraigado el yo, el orgullo por ser quien se es, por aceptarse y amarse tal
cual, aceptar a la comunidad, al entorno y tener una preocupación activa por el
desarrollo de la región
“El teatro comunitario se erige contra las formas hegemónicas de concebir la
cultura y construye un espacio micropolítico que valora la reinserción social, el trabajo
en equipo, la práctica comunitaria, lo grupal, y de esta forma, se constituye un arma
poderosa contra la forma radical según, la cual se reconoce y valora el propio yo”
(Dubatti, 2003, citado por Bidegain, 2007: 42)
“Desarrollar o permitirse desarrollar la capacidad creadora es una auténtica
transformación personal y, en consecuencia social porque no sólo el integrante del
grupo se valoriza a sí mismo sino que aprende a valorizar el trabajo del otro y empieza
a ver cómo puede transformar la comunidad a la que pertenece. La transformación
empezará en el grupo, se proyectará luego a su casa, a su trabajo, a su vida cotidiana
y, a partir de allí, a la de la comunidad de la que forma parte” (Bidegain, 2007:62)
La posibilidad que ofrece el teatro no sólo para comunicar sino también para
valorar ciertas tradiciones es lo que nos orilla a explorar su utilización, como un
mecanismo de investigación, el proceso que da la aplicación del teatro es significativo
para el desarrollo ya que a través de éste se pueden propiciar transformaciones
sociales, gracias a la valorización de tradiciones, buscando así mismo una posibilidad
de evolución, sin paternalismos.
“El proceso teatral pasa por los anhelos de transformación y cambio alrededor
de los temas presentados, al mismo tiempo que reafirma la expresión personal, el
deseo de conocimiento y valorización de ciertos hechos históricos o tradiciones
culturales, un camino hacia la educación integral del hombre, desde los valores
personales humanos hasta el compromiso de luchar por una nueva sociedad, sin
demagogia ni paternalismo” (Frischman, 1990: 74)
Con base en lo anterior y la experiencia previa aplicada, se plantea la
46
posibilidad de utilizar efectivamente el teatro como una estrategia de comunicación
para el desarrollo. El Estado ha tenido la necesidad de recortar recurso, evita brindar el
apoyo económico a proyectos culturales y el recurso para el arte es cada vez más
limitado. La clave para superar esta problemática está en la visión de las situaciones,
en el verdadero conocimiento del impacto positivo que el arte en general y el teatro en
particular tiene una región al aplicar un modelo de desarrollo con la inclusión de la
cultura. Este proyecto es una oportunidad de demostrar la importancia de los modelos
culturales y los beneficios e impacto social que traen consigo, para el desarrollo en
general.
Es una inversión en capital humano y una puerta para el desarrollo económico.
Es una opción para mantener a la población activa, despierta, y así evitar que solo
unos pocos obtengan los beneficios. Esta propuesta de desarrollo es solo el comienzo
de un modelo replicable para evolucionar, a través del teatro, cualquier región bajo
cualquier conflictiva social.
“Precisamente hoy, cuando ni los partidos políticos que perdieron credibilidad,
ni los medios de comunicación masiva, ni las religiones, ni la misma escuela
construyen sentido, el arte se vuelve más imprescindible que nunca. Es la voz del arte,
la palabra del arte la que se vuelve necesaria en esta época signada por el
escepticismo; la voz que se vuelve necesaria para entender las claves de lo que
vivimos y mantener despierta y activa nuestra memoria colectiva” (Bidegain, 2007:23)
Una vez que se han presentado los argumentos que destacan el papel que la
cultura y la identidad juegan en el desarrollo y el potencial de las artes escénicas, en
particular del teatro, como herramienta para fortalecer la identidad, la última sección de
este capítulo se dedica a precisar el concepto de desarrollo rural que se utiliza en este
estudio, a destacar el rol que la alimentación juega como eje del desarrollo rural y
establecer la importancia de recuperar la tradición culinaria como estrategia para
fortalecer la identidad de una comunidad rural.
I.4 Desarrollo Rural y Alimentación
I.4.1 Los Diversos Componentes del Desarrollo Rural
Hablar de desarrollo rural, es enfatizar territorialmente al desarrollo, ya que en
general las comunidades rurales resultan ser las que presentan los mayores rezagos
47
sociales en términos de carencias materiales y de acceso a oportunidades.
A raíz de la agudización de la pobreza, sobre todo en el campo, se ha
revitalizado la discusión sobre el desarrollo rural que había permanecido en un estado
de latencia desde los años ochenta. El actual tratamiento del desarrollo rural incorpora
una serie de elementos que han aparecido o se han agudizado en los últimos treinta
años a raíz de la implementación de políticas públicas de corte neoliberal y la
globalización en los ámbitos rurales. Tal es el caso del fortalecimiento de los vínculos
entre lo rural y lo urbano a raíz, entre otras cosas, de la migración que estrecha las
relaciones interpersonales y los lazos tanto consanguíneos, laborales o afectivos entre
los habitantes de la ciudad y del campo. El mayor acceso a los medios de
comunicación, en particular la televisión, el celular y el internet, se suman al peso que
las influencias externas tienen sobre la población de estas comunidades, pues como
afirma Hewitt (2007: 17) “Las zonas rurales de hoy están mucho menos alejadas de la
vida urbana —tanto física como culturalmente— de lo que estaban hace treinta o
cuarenta años. A la par que el resto del país, la gran mayoría de estas zonas se ha
“globalizado”.
A pesar lo anterior, continúa Hewitt (2007: 18), se mantiene un desprecio
ancestral hacia la comunidad campesina, expresado a través de la concepción de
estereotipos negativos en los que se sobaja a la comunidad rural, pues a diferencia de
lo que ocurre en países desarrollados como Japón, por ejemplo, o Francia, Alemania,
Suiza, Inglaterra o Estados Unidos, en México segmentos muy amplios de la clase
media y alta todavía desprecian la vida rural. Para ellos, el papel del campo en el
desarrollo pasado del país ha sido negativo, y su influencia en su evolución futura será
insignificante.
En un recuento sobre la situación del desarrollo rural en México, Hewitt (2007)
menciona que las políticas públicas a favor de la gran empresa agraria, la utilización de
la violencia, la autoridad, la falta de equidad, el trato de las instituciones, la agricultura
comercial entre otros, continúan reproduciendo los esquemas que marginan a las
comunidades rurales.
La población rural ha sido “apoyada” de manera deficiente, ya que las políticas
para “promover” el desarrollo rural solo se han enfocado a la “modernización agrícola”,
basada en objetivos productivistas de tipo tecnológico y esquemas industrializados,
que en diversas ocasiones perjudican al pequeño productor, siendo éste la base misma
48
de las comunidades rurales. Con esto también se deja entrever la incapacidad para
visualizar a las comunidades rurales como una sociedad en desarrollo en diversos
aspectos como culturales y sociales. Se concibió pues al desarrollo rural como
modernización agrícola (Hewitt, 2007: 7)
En el neoliberalismo, el papel de las comunidades rurales como abastecedoras
de alimentos para el mercado interno ha sido eliminado, sea porque estas
comunidades han sido totalmente excluidas del sistema agroalimentario o porque sus
procesos productivos se han reorientado al mercado mundial. Es decir bajo este
contexto, la agricultura, la pesca y la ganadería no se están ligando al sistema
agroalimentario como antes. El productor de alimentos rural está convirtiéndose cada
vez más en solo consumidor, se está alejando de sus actividades agrícolas, que le
proveían alimentos para el consumo local y está más expuesto, a través de la
publicidad, a modelos de consumo ajenos a sus costumbres y tradiciones. Esto ha
traído consigo cambios sustantivos en el consumo alimentario de las comunidades
rurales, cuya tendencia es hacia un mayor consumo de alimentos procesados y el
desplazamiento de los alimentos tradicionales, vinculados a su identidad e
idiosincrasia. A lo anterior podemos añadir, las diversas conflictivas que viven las
comunidades rurales como el narcotráfico, la violencia, el pago por uso de suelo, la
extorción, la migración, la desvalorización de sus tradiciones, entre otros.
En la modernización se observa una inclusión de términos subdesarrollados
para referirse a comunidades rurales que no entran dentro de los parámetros de lo
modernizado, causando una división entre lo tradicional y lo moderno, haciendo a un
lado las verdaderas necesidades de las comunidades rurales para implementar la
tecnología y una visión enfocada hacia el seguir al capitalismo a través del
conocimiento, desarrollo de capacidades, tecnología, organización y capital.
Cristóbal Kay (2009) en su investigación “Los paradigmas del desarrollo rural en
América Latina” señala que el incremento de la pobreza en las zonas rurales antecede
el periodo neoliberal y se ubica en el modelo sustitutivo de importaciones (ISI) cuando
se puso a la estructura agraria al servicio de la industrialización del país mediante la
transferencia de mano de obra barata y de excedentes, a través del abaratamiento de
los insumos y de los alimentos. Desde la implementación de este modelo se promovió
una mayor pobreza y desigualdad en las zonas rurales. Por tanto el desarrollo rural,
continúa Kay (2009: 58) no puede analizar aisladamente y que se tiene que ubicar en
49
la problemática más amplia del proceso de desarrollo en general, tanto a escala
nacional como internacional”.
Alexander Schejtman y Julio A. Berdegué (2004) son algunos de los autores
que han abordado el desarrollo rural dejando atrás la postura en la que principalmente
se busca el desarrollo agropecuario como sinónimo de desarrollo rural. Su propuesta
busca el desarrollo económico local, la competitividad, la descentralización, la
modernización del Estado, de la pequeña y mediana empresa, y toma en cuenta el
medio ambiente. Ellos presentan el enfoque territorial del desarrollo rural donde se
busca la participación ciudadana, y reconocen cómo las zonas rurales están cada vez
más fusionadas culturalmente con las zonas urbanas, por lo que evidentemente se han
dado cambios en la cultura rural.
“Terminar con la identidad desarrollo rural = desarrollo agropecuario; rescata la
importancia de los vínculos urbano-rurales y con mercados dinámicos; enfatiza la
innovación tecnológica; y plantea la exigencia de reformas institucionales,
descentralización y fortalecimiento de los gobiernos locales, concertación social,
intersectorial y público-privada, y otros”. (Schejtman y Berdegué: 2004:5)
Los vínculos urbanos rurales, el desarrollo institucional y detectar al territorio no
solo como un espacio físico existente, nos posiciona en una realidad actual de las
comunidades rurales y estar conscientes de ella nos da una perspectiva con mayor
amplitud. De esta manera, dejamos de reducir una comunidad a solo su espacio
geográfico, sino que comprendemos que el territorio va mucho más allá de lo
delimitado, ya que los nodos sociales y culturales cada vez son más amplios.
Estos enfoques y perspectivas del desarrollo rural puntualizan y denotan las
limitantes que se han presentado como la disminución del empleo rural y el aumento de
la actividad diversa. Es importante enfatizar de nuevo la correlación de lo urbano con lo
rural, es decir, ya no existen las comunidades puristas rurales, por toda la influencia
directa o indirecta de lo urbano.
También se muestra el énfasis económico dejando a un lado otros aspectos del
desarrollo donde intervienen los diversos tipos de necesidades, intereses, habilidades,
gustos, realización, entre otros. La fusión de programas integrales que promuevan el
desarrollo económico y el desarrollo social podrían tener más peso. “El desarrollo rural
en América Latina ha tenido desde antiguo una importante orientación de lucha contra
50
la pobreza, pero nunca ha llegado a formar parte de una estrategia nacional de
construcción de sociedad y desarrollo.” (Mora y Sumpsi, 2004: 6)
Lo anterior nos motiva a incidir y explorar estrategias que incidan en aspectos
sociales, buscando con ello una apertura a nuevos panoramas y nuevas intervenciones
más integrales, en donde además de buscar el desarrollo agropecuario y económico se
consideren otros aspectos y conflictivas de las comunidades, que además puedan de
alguna manera repercutir positivamente en el desarrollo en general.
Otros aspectos del desarrollo rural que se ha presentado es la inserción de
“arriba-abajo”, ésta se refriere a la imposición de programas o sistemas impuestos, que
quizás en busca de un efectivo desarrollo, terminan limitando a las comunidades,
olvidando la importancia de escuchar las necesidades y conflictos reales que se
presentan. Esto quiere decir, que de la misma manera que sucede a nivel mundial,
nacional, estatal y municipal, las comunidades rurales sufren de igual manera las
consecuencias que sistemas autoritarios, que reprimen la expresión verídica de una
sociedad latente, viva, cada vez más despierta y consciente.
“La falta de participación de los beneficiarios y las formulaciones con sesgo
tecnocrático, de arriba abajo, fue otro de los errores de las políticas de desarrollo rural
de las últimas décadas. La consecuencia fue que no se tomaron en cuenta
suficientemente las necesidades reales y carencias que afectaban a los grupos
objetivo.” (Mora y Sumpsi, 2004: 7).
Al abordar el desarrollo rural es importante y necesario también, mencionar
investigaciones con aportaciones significativas como: “determinantes de las dinámicas
de desarrollo territorial rural en América Latina” realizada por: Julio Berdegué y Cols.
(2012). En este estudio se analizan las dinámicas que han surgido en pro del desarrollo
territorial en América Latina. El análisis consiste en diversas etapas donde primero se
analiza la parte económica basada en el ingreso, las dinámicas, estudios relacionados
con las preguntas principales para detectar el éxito de una comunidad. En 2009 se
estudiaron 75 territorios en 11 países, a través de 4 proyectos.
En muchas comunidades de menor ingreso per cápita, se observan diferencias
territoriales, geográficas y por lo tanto diferentes oportunidades para su desarrollo. En
los últimos 15 años, América Latina ha logrado avances en las comunidades rurales en
reducción de la pobreza. Se descubrió que para conocer del éxito de un territorio no es
51
suficiente con saber si su población participa o no en el desarrollo sino determinar el
cómo su población participa. La manera en la que se llevan a cabo los acuerdos o
políticas públicas fungen un papel primordial, pero sobre todo el papel y el rol que
desempeñan los participantes. Entre las ventajas se encuentran la formación y
desarrollo, otro aspecto es que las comunidades dependen del capital natural, la
estructura agraria, la estructura productiva, y en definitiva intervienen los vínculos
urbanos.
Otras investigaciones realizadas por Mabel Manzanal y Cols. (2008) y Ricardo
Abramovay (2006) se basan en la teoría del territorio para analizar el desarrollo rural,
aplicando una perspectiva que incluye aspectos tangibles e intangibles, donde se
observa la relación entre los actores. Esta propuesta de abordar al territorio propone la
unión de los espacios privados, públicos y asociativos que se relacionan en el plano
local. Lo anterior posee bastante lógica y coherencia en la parte teórica, pero
complicada en la parte práctica y operativa, principalmente por la divergencia de
objetivos y misiones en común de cada área.
Se menciona la capacitación que poseen en los actores, siendo éstos los
habitantes, para explotar los recursos disponibles es una oportunidad verídica y real, y
la principal ventaja es que este modelo puede ser adaptable a cada situación y
espacio, es decir a cualquier comunidad y sus necesidades, ya que se parte de a
disponibilidad de los recursos con que se cuenta. Entre esto se encuentran las
capacidades de los actores,
“Los factores más importantes para el desempeño económico no son los
tangibles, sino la manera por la cual las personas se capacitan para explotar los
recursos que tienen disponibles y, algunas veces, consiguen un flujo favorable de
transferencias en su dirección” (Bryden y Hart, 2001:45 cit. Abramovay, 2006: 5)
Al hablar de factores intangibles se trata la capacidad de los actores y en
particular los líderes de las sociedades, y se ha buscado con ello lograr la cooperación
de actores a través de la habilidad social, así, se puede trabajar con los líderes de las
comunidades a través de la convicción, mas no la opresión, obteniendo favorables
resultados para el desarrollo rural. Se busca adquirir de la capacidad de construir
coaliciones políticas que reflejen la fuerza de cada grupo social, con una perspectiva
desde adentro que sea capaz de trasladar sus necesidades hasta las instituciones,
proponiendo esta oportunidad como un eje de desarrollo que permita establecer orden
52
y claridad en las estructuras presentes, siendo esta propuesta una opción sensible,
respetuosa y coherente al mismo tiempo.
Otro aspecto necesario a enfatizar en el desarrollo rural es la capacidad que
poseen los actores, cada ser humano posee habilidades y destrezas, la posibilidad de
ser detectadas y orientadas al bienestar común, brinda un sentido de pertenencia al
individuo, de utilidad, de sentido, cohesión social, autoestima, seguridad, identidad y
posibilidades de presentar una mayor calidad de vida, comenzando por la misma
realización de actividades satisfactorias y la alegría por realizarlas. Un individuo suele
ser más funcional si las actividades que realiza tienen que ver con sus capacidades.
“El potencial de cada persona es el recurso fundamental para el desarrollo de
un país, una región o un territorio. No obstante, para que la población rural pueda
desplegar al máximo su potencial debe estar en condiciones de acceder a los bienes y
servicios básicos –entre ellos la educación y la capacitación-, sin los cuales sería
impensable que pudieran responder a los retos del desarrollo. (Sepúlveda y Cols.,
2003: 103)
La educación y la capacitación son indispensables para el desarrollo de
capacidades. Todos los seres humanos poseen habilidades, todas las sociedades
tienen potencial, enfocarse en ellas y fortalecerlas refuerza el desarrollo rural, ya que a
través de ese potencial se pueden despuntar las fortalezas de una sociedad y éste
llamado también capital social se enriquece con los vínculos, las relaciones y redes
sociales que sirven para la reproducción, la supervivencia y el mejoramiento de
condiciones de vida.
Existe el enfoque de capacidades, siendo éstas las más importantes a enfatizar
en una región. Podría parecer una utopía el tan solo hecho de pensar en la posibilidad
que tiene una región de desarrollarse a través de la atención a las capacidades de los
actores de una comunidad. Podría parecer un sueño imaginar que es posible crear el
desarrollo. Estas capacidades son vistas de manera individual y colectiva buscando un
bien común. “el núcleo de éste enfoque es su focalización en aquello que la gente es
efectivamente capaz de hacer y llegar a ser, es decir, en lo que concierne directamente
a sus capacidades” (Funlectura, 2011:17).
Las capacidades son posibilidades de desarrollo individual y colectivo, son
ventajas, y a través de ellas se pueden lograr acciones que logren la cohesión social,
53
la inserción del individuo dentro de una sociedad, participando de manera productiva y
placentera a la vez, poniendo sus habilidades al servicio de la comunidad. En realidad
puede encontrarse que una capacidad es: “una función del bienestar individual y
colectivo y, por tanto, como una ventaja que habilita a los individuos y a la sociedad
para el emprendimiento de acciones valiosas y para la prosecución de mejores
condiciones de desarrollo de convivencia y de cohesión social.” (Funlectura, 2011: 25).
En realidad las capacidades son una herramienta y una esperanza para el
desarrollo rural. Delgadillo (2009) menciona la necesidad de aprovechar las
capacidades que se han acumulado a través de los años y los prestadores de servicios
profesionales, ya que ellos son quienes de manera directa gestionan los recursos para
el desarrollo rural, a la par es fundamental capacitar a los actores rurales para poseer y
desarrollar capacidades de acuerdo a su entorno social, cultural, económico y natural.
El contexto actual en el que se encuentran las comunidades rurales habla de
uno de los conflictos más relevantes y considerado la raíz de muchos otros, es el
sentimiento de inferioridad, por los estereotipos despreciativos que se han arraigado
con la modernización y la globalización, orillando a los comunidades rurales a tener
“necesidades” que con anterioridad no se presentaban. La reforma agraria ha
producido cambios en los vínculos de producción y consumo dejando con ello diversas
secuelas sociales y culturales.
“México ha pasado por una revolución y posteriormente por una reforma agraria
de grandes dimensiones, pero los rencores, los estereotipos despreciativos y los
recuerdos de otros tiempos persisten todavía.” (Hewitt, 2007: 4)
Los estereotipos despreciativos afectan directamente en la identidad, surge
socialmente un deseo por querer ser lo que no se es para poder encajar en los nuevos
estereotipos sociales que han querido ser implementados con el nuevo corte mundial.
Esto afecta culturalmente a las comunidades rurales y las exigencias del medio
provocan un choque con las tradiciones y con las nuevas pautas sociales que con la
globalización se buscan implementar.
“En la actualidad la globalización provoca que las culturas se vean afectadas de
forma más violenta que antaño. La competitividad que enmarca el modelo de
globalización de corte occidental, ocasiona contradicciones importantes ante la
dificultad de las poblaciones locales de asimilar las prácticas culturales que reciben del
54
exterior e incorporarlas con éxito en su repertorio” (Macías-Macías, 2005:2)
La globalización ha traído cambios consigo, de los principales y más notorios
es la transición del productor al consumidor, es decir, con anterioridad se mostraba la
permanencia de pequeños productores, era más común entre los miembros de las
comunidades rurales que existieran los huertos y que el consumo se diera
directamente de lo que producían. En la actualidad se han visto grandes
modificaciones y los habitantes producen menos y consumen más. Con la
globalización han llegado las transnacionales y ahora son ellas las principales
proveedoras, lo que ha ocasionado cambios en el consumo y por consiguiente en la
alimentación.
La globalización ha influenciado a la producción y a su vínculo, el consumo, en
las comunidades rurales. La producción agrícola ha disminuido y se ha presentado un
aumento en el consumo de productos procesados. Hewitt (2007) menciona como una
parte considerable de los habitantes del campo cayó en la categoría de comprador
neto de alimentos.
El panorama en que se encuentran las comunidades rurales en donde el
sentimiento de inferioridad se viene arrastrando de antaño, nos invita a explorar
estrategias que brinden posibilidades de fortalecer la identidad, incitando a solucionar
conflictos sociales, como lo son los modelos de desarrollo que incluyan a la cultura.
“La diversidad de ambientes y contrastes que actualmente presentan los
territorios rurales obligan a una reorientación de las políticas públicas, de las
estrategias seguidas y de los instrumentos que permitan su reorganización”.
(Delgadillo, 2009: 69)
I.4.2 Alimentación y Alimentos Tradicionales
La alimentación es una parte fundamental de la identidad y como tal la vamos a
abordar. El individuo aprende a comer y a producir lo que su cultura y contexto le
enseñan o le permiten, adecuándose a las normas preestablecidas relacionadas con
este acto, pero el acto de alimentarse también se da en contextos estructurales
específicos, por tanto el tema de la alimentación tiene al mismo tiempo connotaciones
culturales y estructurales.
55
Desde la primera perspectiva, el acto de alimentarse de un individuo se
relaciona con el grupo del cual forma parte, las técnicas, formas de conducta y
organización e ideas, creencias que ha acumulado en su historia, y en general tiene
que ver con todo lo que le rodea. El acto de comer es mucho más complejo de lo que
parece y es el reflejo y representación de variantes aspectos sociales. Existen los
condicionamientos externos, cultura y sociedad involucradas por la necesidad del ser
humano de permanecer y pertenecer a una manada y su constante necesidad de
adaptación y pertenencia.
Desde la antropología de la alimentación, se observa cómo es más importante
la respuesta cultural obligada que el acto mismo de comer, cómo lo percibimos, cuáles
factores intervienen, qué es mejor, si comer esto o lo otro, en determinada
circunstancia, lugar, horario, etc.
Margarita Nolasco (1994) destaca que los elementos culturales en torno a la
alimentación pueden llegar a tener impactos en la salud, tal es el caso de alguien que
no come carne y condiciona su cuerpo físico a tal grado que de llegar a consumirla
puede provocarle vómitos, náuseas, etc. El acto de comer con sus complicaciones
posee un sinfín de tabúes que lo limitan. Esto demuestra y habla de cómo nuestra
alimentación está relacionada con nuestro contexto de valores y significados por lo que
forma sustantiva de nuestra identidad. ¿Cómo quitar a los individuos algo que aprecian
comer? Es aquí donde radica la importancia del valor que le dan a la alimentación,
¿Qué simbolismo representa?, ¿Qué significan para ellos ciertos alimentos?
Los seres humanos no comen algunos alimentos a pesar de que son digeribles
y comestibles biológicamente hablando, porque la alimentación es mucho más que la
fisiología de la digestión, son las tradiciones gastronómicas de cada pueblo, y a esto se
le llama cultura alimentaria.
Un enfoque que aborda la alimentación desde el punto de vista cultural deja
entrever la importancia de las acciones, pensamientos y sucesos alrededor de la
alimentación, no solo como un aspecto fisiológico. La variabilidad en la elección de los
alimentos es en sí una acción que involucra totalmente a la cultura, ya que gracias a
ella se va a dar el conocimiento y la valoración de ciertos alimentos.
Por ejemplo, para una persona mexicana tiene un significado distinto el chile, en
comparación con una estadounidense, hay una serie de significados asociados a su
56
cultura, a sus valores. Comer chile, al mexicano, lo hace sentirse más fuerte y
poderoso en comparación con las sociedades que no lo hacen o que no pueden tolerar
sus efectos.
Los alimentos que se encuentran en la preferencia y gustos de los humanos
son considerados buenos para comer y tienen una relación de costes y beneficios
prácticos más favorables que los malos para comer, que finalmente son los que se
evitan. Cada alimento puede ser preferido por una comunidad, bueno para comer,
porque su contexto se lo permite o así lo visualiza, por tanto no será lo mismo para una
cultura lo que signifique comer cierto alimento, que para otra.
Ahora bien para comprender por qué una comunidad abandona su cultura
culinaria y adopta patrones de consumo desligados de su historia e identidad, es
preciso abordar el tema alimentario desde una perspectiva estructural, para ello
retomaremos el concepto de régimen alimentario acuñado por Friedmann y McMichael
(1989), que, entre otras cosas, correlaciona la producción con el consumo. En esta
perspectiva la alimentación y los patrones de consumo aparecen muy relacionados al
papel que la agricultura desempaña en el proceso de acumulación del capital y se
destaca lo siguiente:
El desarrollo de la industrialización de la agricultura para permitir la expansión
del sustento internacional de la acumulación agrícola capitalista;
Las cambiantes relaciones entre la formación del capital y los modos
regulatorios, ambos nacional e internacional, para determinar la velocidad y las
características de las tendencias globalizadoras del capital agroindustrial o capital
agroalimentario;
La integración del sector agrícola dentro de los procesos económicos externos
de producción alimentaria (es decir circuitos de capital basados en nuevas tecnologías
agrícolas en química, maquinaria, alimentos de animales y procesamiento de
alimentos;
El rol del Estado en la mediación de la circulación del capital, normas culturales
y valores medioambientales, esto para influenciar el desarrollo de la agricultura.
Aglietta utiliza el concepto de régimen alimentario vinculando las relaciones
internacionales de la producción de alimentos y consumo a las formas de acumulación
en amplios periodos de trasformación capitalista desde 1870. (Fine, 1992) Mientras
que para Friedmann es una regla gubernamental la estructura de producción y
57
consumo de alimentos en una escala mundial.
Existe una supuesta relación entre la unidad de consumo masivo y el aumento
de la participación femenina en el mercado laboral. (Fine, 1992). Este autor realizó una
de las principales aportaciones en el estudio de la alimentación que es involucrar a las
ciencias sociales en el estudio del consumo.
Desde la perspectiva estructuralista, los patrones de consumo globalizados son
una respuesta a la reestructuración de la oferta alimentaria a raíz de su globalización y
de los intentos de conformar un sistema agroalimentario globalizado. En este proceso
de sintonizar los patrones alimentarios locales a las necesidades de reproducción del
capital agroalimentario, la publicidad y las diversas formas de promover los modelos de
consumo alimentario, tales como la televisión, el Internet y el cine, juegan un papel
fundamental en la expansión de estos modelos de consumo alimentario hasta los
lugares más marginados. Desde el punto de vista económico este proceso es resultado
de la centralización de los sistemas agroalimentarios, de la existencia de los
monopolios y de la expansión de las transnacionales
A pesar del apabullante avance de un modelo alimentario hegemónico, la
emergencia de un consumidor más crítico e informado que comienza a movilizarse,
incluso políticamente, en contra de algunas de las prácticas productivas de la
globalización agroalimentaria como la depredación de los recursos naturales, la
mercantilización de la alimentación, la ruptura del ciclo producción-consumo de
alimentos, utilización de transgénicos y del maltrato a los animales utilizados en la
industria pecuaria están estableciendo algunos límites al modelo dominante al revalorar
los alimentos tradicionales, la producción local y el fortalecimiento de los vínculos entre
productor y consumidor de alimentos.
En ese sentido es que Constance (2007) nos ofrece un breve recuento de los
logros alcanzados por los movimientos ciudadanos en favor de un consumo
responsable, mismos que han sido capaces de establecer tendencias que limitan la
expansión del modelo agroalimentario dominante tales como las propuestas en pro de
las agriculturas sustentables, que permitan dar paso a la alimentación orgánica y la
agricultura cívica que permitan reactivar la producción de alimentos en las
comunidades rurales de manera que las familias puedan integrarse de manera
perdurable, efectiva y remunerada en diversos sistemas agroalimentarios.
58
En esta perspectiva, el rescate de los alimentos tradicionales y la reactivación
de las familias rurales como proveedoras de alimentos resultan complementos de una
misma estrategia encaminada a responder a los embates de la globalización
alimentaria y su modelo de exclusión cultural y productiva. Este abordaje de la
problemática alimentaria, en la que consumo y producción de alimentos aparecen
íntimamente vinculados, entiende que el cambio de patrones de consumo está ligado a
la exclusión de millones de familias rurales no solo de México, sino de todo el mundo,
en el modelo agroalimentario hegemónico, por lo tanto es este modelo agroalimentario
el principal obstáculo al desarrollo de la población rural en general.
El alimento tradicional invoca la necesidad de reconocer diversos modelos
agroalimentarios adaptados a las condiciones agroecológicas, culturales y
socioeconómicas de las personas que los sustentan, sea como productores o como
consumidores. El alimento tradicional tiene como contexto la relevancia de lo local, el
respeto a la diversidad cultural y una relación sociedad-naturaleza más armoniosa.
Desde el punto de vista técnico, el Código Alimentario Nacional define al
alimento tradicional (artículo 6) como toda substancia tradicional o mezcla de
substancias tradicionales, naturales o elaboradas, que ingeridas por el hombre, aporten
a su organismo los materiales y la energía necesarios para el desarrollo de sus
procesos biológicos. La designación “alimento” incluye además las substancias o
mezclas de substancias que se ingieren por hábito, costumbres, o como coadyuvantes,
tengan o no valor nutritivo.
En la percepción del alimento tradicional adquiere relevancia el conocimiento y
valoración del mismo ya que al ser un elemento cultural hacemos referencia tanto a su
valor de uso (al nutrir el cuerpo del individuo) y su valor simbólico (como parte de su
identidad y sentido de pertenencia). Por valoración simbólica se entiende “el valor que
tienen los objetos en virtud de las maneras en que, y del alcance por el cual, son
estimados por los individuos que los producen y los reciben” (Thompson, 1990:154,
citado por Ortega, 2009: 14). De ahí la importancia de reconocer los significados que
los alimentos tradicionales tienen en una comunidad.
Por otra parte, las diferencias entre las cocinas del mundo tienen relación con
las limitaciones y oportunidades ecológicas, donde la elección del consumo puede
explicarse por medio de la relación con la nutrición, con la ecología o con el dinero
disponible y en general lo que come la gente tiene que ver con razones prácticas.
59
El contexto natural interviene a través de las estaciones del año, el clima, las
diferencias entre la flora y la fauna de una región, en relación a la economía, podemos
denotar que cada alimento tiene diferente capacidad de adquisición y no todo el tipo de
alimentación se encuentra al acceso de todas las poblaciones. El contexto económico
influye en el acceso a los alimentos, aun los que no se encuentran localmente, por
tanto no será igual la alimentación de una población que tenga un poder adquisitivo
mayor a una que tenga uno precario. Incluso la FAO ha reconocido que en la
actualidad los problemas relacionados con la pobreza alimentaria están más
vinculados a la falta de poder adquisitivo, sobre todo de las familias rurales, que a la
disponibilidad de alimentos (Hernández, Andablo y Ulloa, 2012).
No obstante lo anterior, o a la par de ello, gran relevancia tiene el significado de
los alimentos para las comunidades, solo a través del análisis de estos significados es
posible abordar el estudio de la alimentación de una manera más profunda, como parte
de la identidad y esencia misma de la región.
Así pues la alimentación de una población permite un mayor acercamiento a su
comunidad, ya que es su reflejo, su sublimación, es parte fundamental de su estructura
social, es un detonante emocional y afectivo, es su ser. Ella evidencia la composición
cultural de las regiones.
“Al examinar el vasto ámbito de los simbolismos y representaciones culturales
que intervienen en los hábitos alimentarios humanos, se ha de aceptar el hecho de
que, en su mayor parte, son verdaderamente difíciles de atribuir a nada que no sea una
coherencia intrínseca que es fundamentalmente arbitraria” (Harris, 1985:11)
El alimento posee un valor simbólico, un significado para quien consume uno u
otro alimento, ante él se encuentran una seria de asociaciones, que determinan de una
u otra manera el gusto, sin embargo esto está determinado por la cultura, que involucra
la accesibilidad y practicidad de los alimentos.
El por qué comemos lo que comemos: “habrá de buscarse no en la índole de
los productos alimenticos, sino más bien en la estructura del pensamientos
subyacentes del pueblo de que se trate” (Harris, 1985:11)
Aquí interviene un factor importante como es la historia; a través de generación
y generación nuestros linajes nos han ido compartiendo recetas y formas de
alimentarnos, la mayoría en tradición oral, que hoy forman parte de nuestra dieta
60
actual, la historia se refleja en el hoy y constantemente podemos observar cómo las
comidas actuales mucho tienen que ver con lo que nos enseñaron nuestros padres,
abuelos, tíos, vecinos, etc. o con lo que simplemente hemos recibido en la mesa o
hemos visto que se come en nuestro entorno.
Relacionado con lo anterior, se encuentran los condicionamientos externos,
donde cultura y sociedad se vinculan en la alimentación. Los condicionamientos
externos se dan gracias a que el ser humano busca permanecer en manadas y a su
constante necesidad de adaptación y pertenencia. Es decir, que con tal de reconocerse
y ser reconocido dentro de un grupo, el ser humano es capaz de comer o rechazar
determinados alimentos de acuerdo a la cultura, normas, creencias, etc. que se
manejen.
Ahora bien, dado el bagaje cultural de la alimentación y la relevancia de los
alimentos tradicionales para fortalecer la identidad de una comunidad rural, el teatro
puede resultar una herramienta de comunicación particularmente pertinente para
revalorar no solo los alimentos tradicionales, sino el protagonismo de las familias
rurales en la producción de alimentos como parte de una estrategia de desarrollo rural
territorial por una parte y de una estrategia política de contención al avance del modelo
hegemónico alimentario impuesto por la globalización, por la otra. Es decir, una posible
forma de abordar la alimentación de una comunidad, tanto para fortalecer su identidad
como para promover su desarrollo puede ser el teatro, gracias al cual se puede
adentrar en la región y trabajar desde una perspectiva de ella misma, con base en sus
necesidades y percepciones, siendo éste un ejercicio realizado por la misma
comunidad.
“El teatro comunitario sería un desarrollo cultural casi natural de grupos
humanos que celebran juntos y tienen proyectos de valorizar sus idiosincrasias. Esta
valorización es a partir del arte que les posibilita interpretar y comunicar sus ideas. La
raíz más específicamente teatral sería el teatro hecho por las personas del pueblo”.
(Barba, 2007, citado por Cornago, 2010: 49)
El arte, como ya vimos con anterioridad, permite interpretar y comunicar ideas,
información, conocimientos para reflexionar colectivamente, en este caso, sobre los
impactos de la modernización y la globalización alimentaria no solo sobre la economía
comunitaria, al excluir a muchas familias rurales productoras de alimentos, sino en la
cultura e identidad locales, en la calidad de la alimentación impuesta por el régimen
61
alimentario actual, y en la salud de la población. Se trata, en última instancia de
estimular la acción colectiva para una transformación social que redunde en un
desarrollo acorde a las expectativas de la población participante.
La conflictiva actual de las comunidades rurales refleja como la alimentación y
el consumo han sido modificados por la globalización, los medios de comunicación y la
tecnología han posicionado a través de eficaces estrategias publicitarias alimentos
procesados o “chatarras”, y se ha querido implementar la cultura de consumo. Las
comunidades rurales y sus conflictos ancestrales, aunados a los sentimientos de
desprecio, han afectado la identidad, y ésta ha sido una posible causa para ser
blancos perfectos para las compañías transnacionales, haciendo a un lado el alimento
tradicional que se consumía con anterioridad.
Tal como lo refiere Frischman (1990: 193), en la actualidad se realizan gastos
banales, a pesar de ser esto algo que debiese evitarse. Existe una plaga de
propaganda por parte de las transnacionales, bombardeando a las sociedades,
promoviendo productos nocivos e inútiles en donde el consumismo es el principal
beneficiario, sin tomar en cuenta los efectos y repercusiones que esto pueda ocasionar
en las regiones.
En síntesis, el rescate de las tradiciones culinarias puede de manera paralela
abonar en la reconstrucción y consolidación de una comunidad, así como reactivar la
economía, y la salud, local, sea mediante la producción para el auto-abasto, o
mediante la elaboración de alimentos artesanales para los mercados regionales y
urbanos.
Es por ello que postulamos la posibilidad de ampliar el conocimiento y la
valoración de los alimentos tradicionales en las comunidades rurales La Galera y
Cobachi, municipio de La Colorada, Sonora a través del teatro como una estrategia de
comunicación para el desarrollo.
62
II. CONOCIENDO A LA COMUNIDAD
II.1 Ubicación Geográfica
Las comunidades en las que se realizó el
estudio son La Galera y Cobachi. Ambas
pertenecen al municipio de La Colorada, en donde
se ubican en la región centro-norte como puede
observarse en el siguiente mapa
Imágenes satelitales de las dos comunidades
Fuente: Google Earth
Mapa 1. Ubicación de la zona de estudio
63
El ejido La Galera tiene una superficie total de 3,205 has, mientras que Cobachi
tiene 10,358.29 has. La región en la que se encuentran está integrada por lomeríos por
lo que se ubican a 400 metros sobre el nivel del mar. Sus suelos se componen de
xersol, litosol y regosol, y su uso principalmente es ganadero, forestal y agrícola.
Pertenecen al municipio La Colorada, a la región hidrológica Sonora Sur. Sus recursos
hidrológicos son proporcionados principalmente por el río Mátepe con una gran
cantidad de afluentes (INAFED, 2014)1.
Su clima es el seco semicálido; con lluvias en verano y sin cambio térmico
invernal bien definido. Su temperatura media anual es de 18.5°C, la máxima se registra
en el mes de junio (45ºC) y la mínima se registra en febrero (2ºC). El régimen de lluvias
se registra en el verano, contando con una precipitación media de 349.7 milímetros.
Tiene una vegetación caracterizada por una gran variedad de matorrales como
el subtropical, cuyas especies son casahuate, y además componentes del matorral
sarcocaule como: copal, torote blanco, torote colorado, incienso, hierba del burro,
gobernadora, palo fierro, choya. Respecto a su fauna, se encuentran las siguientes
especies: sapo y sapo toro; tortuga de desierto, salamanquesa, cachora, camaleón,
culebras, chitejón, liebre, conejo, zorra gris, tlacuachi, ardilla, zorrillo manchado,
juancito, ratón de campo y rata verdosa; y tórtola churea, lechuza, tecolotillo,
chupamirto prieto, carpintero de Arizona, cuervo cuello blanco, tordo negro, aura,
gavilán ratonero, aguililla cola blanca, güilota.
II.2 Historia y Aspectos Culturales Relevantes
La Galera y Cobachi, son dos comunidades muy cercanas espacial, cultural e
históricamente. Entre ellas existe una distancia de solo tres kilómetros, sin embargo en
época de lluvias el río Mátape puede convertirse en una barrera infranqueable. Sus
habitantes comparten lazos familiares y de amistad; costumbres, festividades y un
origen común: albergaron a los peones que trabajaban en las haciendas o ranchos
privados que fueron expropiados en los años treinta del siglo XX para darles una nueva
identidad como ejidos.
Muchas de las familias asentadas en estas comunidades son descendientes de
los patrones o los peones de aquellos ranchos. Los actuales ejidatarios heredaron de
1 Todos los datos geográficos de la región de estudio fueron tomados de INAFED 2014
64
los jesuitas, de sus antepasados ópatas y de los ranchos privados, sus saberes
productivos artesanales que hoy constituyen la principal fortaleza de sus unidades de
producción (Andablo y Hernández, 2011).
En sus inicios La Galera era una comunidad mayor en territorio y población
respecto a Cobachi, lo que en la actualidad se encuentra invertido. Estas comunidades
se encuentran divididas por el río Mátape, llamado localmente el “río grande”, el cual se
ha utilizado desde antaño para convivios recreativos o punto de reunión entre las dos
localidades, aunque también ha cobrado algunas vidas en la época de lluvias, cuando
llega la creciente que incomunica por el sur, a Cobachi.
La Galera se integró con pobladores provenientes de otras regiones cercanas y
el principal enlace entre ellas desde sus inicios ha sido la familia, ya que unos
familiares se encontraban y encuentran del otro lado del río, que se encuentra seco la
mayor parte del año.
Poco a poco la gente de La Galera fue migrando por cuestiones laborales,
educativas o personales, mientras Cobachi fue aumentando su población. Esto sucedió
principalmente debido al establecimiento de la escuela primaria en esta última
comunidad, hace como 60 años, primero con maestros foráneos que asistían
especialmente a realizar la docencia. Poco a poco dicha escuela fue creciendo hasta
constituirse en la primaria Emiliano Zapata, en la cual se realizó esta investigación. Lo
anterior motivó a diversas familias a considerar a Cobachi como una opción viable para
asentarse y vivir.
Originalmente la forma de vida era autosustentable, su alimentación era
producida por las mismas familias ya que en todos los hogares existían huertos y
criaderos de animales, la ganadería y la agricultura era su forma de vida, la mayoría de
la gente sembraba y todos tenían pollos, gallinas y subsistían sin tiendas. Se utilizaba
el comercio principalmente de leña, carbón, queso, requesón, mantequilla y frijol. Se
utilizaba el trueque sobre todo con los pueblos cercanos a los que acudían
transportándose en caballos.
En la actualidad se conserva la producción de queso y requesón. Ha disminuido
en gran medida la producción familiar para el autoconsumo, los informantes evidencian
dicha disminución con la aparición de tiendas comerciales en la comunidad de Cobachi
y se comenzaron a acabar los huertos, pues en la población se presentó la preferencia
65
por el consumo en lugar de la producción, ya que los productos ya se encontraban
preparados y brindan mayor practicidad, también comenzaron a recibir la visita de un
camión que vende frutas y logró la preferencia de la población.
La población en La Galera ha disminuido ya que los jóvenes han migrado en su
mayoría a Hermosillo para continuar sus estudios, y en la mayoría de los casos ya no
regresan. Sin embargo han llegado a vivir a la comunidad aproximadamente 100
personas ya que actualmente se encuentra en operación la mina “Anaconda Barita”
que les ha ofrecido trabajo para moler la piedra de barita utilizada en carreteras y
pozos petroleros.
Su estructura política está encabezada por el presidente municipal, en La
Colorada, y un comisario en cada comunidad encargado principalmente de funciones
de seguridad, salud y aspectos culturales. También cuentan con un presidente ejidal
que coordina a los aspectos productivos de cada ejido.
La religión que profesan la mayoría de los habitantes es la católica y solo
Cobachi cuenta con una iglesia. Las fiestas del pueblo están relacionadas con la
religión ya que las principales celebraciones son Semana Santa y la bienvenida de la
virgen María el 15 de Agosto.
En Semana Santa asisten misioneros de escuelas diversas y a diario se juntan
para la celebración religiosas de la ocasión. El Viernes Santo se representa el viacrucis
a manera de obra de teatro y los habitantes participan activamente evento.
El 15 de Agosto se celebra a la virgen María que viaja por los pueblos de
Mazatán y Adivino. El día de su llegada se realiza una danza llamada el baile de los
matachines practicada por niñas y jóvenes haciendo una fila delante de la virgen y
alrededor de ella. Toda la gente se incorpora y se hace una fila larga donde la gente
realiza una caminata. La celebración culmina en las casas particulares y sus invitados
personales consumen barbacoa y se acostumbra sacrificar puercos y comer carnitas.
Con anterioridad han tenido cercanía con el teatro y han sido una población
asistente, les gustan los eventos culturales. Desde 1990 han tenido la presencia de
representaciones llevadas por la Universidad de Sonora, a lo que han respondido con
agradecimiento y valoración. En 2014 la propia Universidad de Sonora filmó un vídeo
con la danza de los matachines.
Uno de los símbolos naturales más importantes, sobre todo en Cobachi es la
66
cueva de Cobachi, ubicada en el cerro del mismo nombre, que no solo representa un
atractivo turístico, también constituye una actividad económica ya que en la cueva se
obtiene guano, excremento de murciélagos que es utilizado en como fertilizante en la
agricultura.
II.3 Caracterización de la Población de las Comunidades Cobachi y La Galera.
La Galera y Cobachi son dos comunidades cuya población puede ser
caracterizada como eminentemente rural, en principio porque la mayor parte de su
Población Económicamente Activa (PEA), se dedica principalmente a las actividades
primarias: agricultura, ganadería y minería; presentan un escaso número de habitantes
(mucho menos de 2,500) y por lo mismo, baja densidad de población. La escasa
diversidad productiva y laboral propicia el que sean comunidades con niveles
socioeconómicos homogéneos, y ello sumado a una baja densidad de población
permite interacciones sociales también menos diversas pero más directas, dotadas de
un toque personal, mayor intimidad y solidez en relación a las interacciones de las
aglomeraciones urbanas.
Como se mencionó en el apartado anterior, ambas se fundaron a raíz de la
expropiación de ranchos privados por lo que las actividades tradicionales están
fuertemente vinculadas a la agricultura y la ganadería que son realizadas por las
familias ahí asentadas, mientras que la minería es desarrollada por una empresa
minera proveniente del estado de Coahuila, que contrata a gente de ambos ejidos o de
poblaciones aledañas.
La dotación de la propiedad ejidal permitió a los productores de ambos ejidos
disponer de agostadero propio para la cría de ganado y el establecimiento de sus
ordeñas, actividades que combinaron con la producción de maíz, trigo, frijol, diversas
frutas y hortalizas para el autoconsumo y el mercado local. A partir de los años sesenta
del siglo XX, estas familias fueron integradas al proceso de modernización ganadera
promovido por el gobierno del estado de Sonora, en el contexto de la industrialización y
expansión del modelo tecnológico de engorda de ganado bovino de los Estados
Unidos.
La demanda de becerro en la frontera norte de Sonora constituyó el principal
incentivo para mejorar la genética del ganado criollo, originalmente productor de carne
magra para el mercado interno. A partir de los cincuenta se introdujeron razas
67
europeas especializadas en carne como la hereford, charolais, brangus, angus, entre
otras, proceso que se intensificó en los años ochenta. Esto generó a su vez una
reconversión productiva de la agricultura familiar que estaba orientada al cultivo de
alimentos para el autoconsumo, hacia la producción de forrajes para el ganado (Pérez,
1993, tomado de Andablo y Hernández, 2011); la especialización de las unidades
rurales familiares en la ganadería de cría generó fuertes presiones en el uso de sus
recursos, socavó su capacidad de subsistencia y subsumió la producción quesera a la
cría de becerros para exportación (Andablo y Hernández, 2011).
Este proceso influyó de manera decisiva en la problemática alimentaria que se
busca revertir con esta propuesta de trabajo, pues se dejaron de producir muchos de
los ingredientes con los que se preparaban los platillos que formaban parte de la
cultura culinaria de ambas comunidades, provocándose una alta dependencia del
mercado externo, por lo general de la ciudad de Hermosillo, para adquirir los insumos
requeridos en la preparación de sus alimentos.
En un estudio previo realizado por Alma Delia Contreras Paniagua bajo la
supervisión de las Dras. Isabel Ortega de la Coordinación de Nutrición y María del
Carmen Hernández de la Coordinación de Desarrollo Regional para determinar la
dependencia de los mercados externos en el abasto de frutas y verduras, se obtuvo
que en promedio el 90% del consumo de estos alimentos provenía de Hermosillo,
Sonora. Gran parte del abasto se hacía en las mismas comunidades a través del
“verdulero”, persona externa a la comunidad que cada semana acude a ofrecer este
tipo de alimentos, y en menor medida en Hermosillo cuando la familia acude a vender
sus quesos o atender de diversos asuntos.
El estudio se realizó en 2010 mediante la aplicación de un cuestionario a las
familias, propias y vecinas, de los jóvenes alumnos de la telesecundaria de Cobachi.
En total se aplicaron 40 encuestas en Cobachi y La Galera. El análisis de los
resultados de las misas permitió confirmar la hipótesis de la mayor dependencia del
mercado para el abasto de frutas y verduras, en demérito del abasto interno que
reseñábamos en párrafos previos. La hipótesis de la mayor dependencia del mercado
externo a las comunidades tuvo como sustento el análisis del patrón de cultivos de
ambas localidades en el que se observa la sustitución de cultivos para el consumo
humano directo, por forrajes para el ganado.
Esta reconversión productiva de la agricultura formó parte de la estrategia de
inserción de estas familias en la cadena productiva bovinos carne, como proveedores
68
de becerros a la industria cárnica de Estados Unidos, que expusimos en un párrafo
previo, lo que a su vez puede ser considerada como expresión de la expansión del
modelo agroalimentario fincado en la desacreditación de los conocimientos
tradicionales mismos que debían ser sustituidos por los conocimientos técnicos
propagados por el Estado a través de la asistencia técnica. Esta condición, sumada al
desprecio hacia lo rural que relatábamos en el capítulo I, con base en los estudios de
Hewitt (2007), más la influencia de los medios de comunicación y las propias
instituciones de salud de aquella época (de los años 60 a los 80), incidieron en el
paulatino olvido de muchos de sus alimentos tradicionales que fueron sustituidos por
alimentos procesados.
En otra línea, el perfil demográfico de las comunidades de estudio podemos
mencionar que entre 1990 y 2010 el crecimiento de la población se comportó como se
muestra en el siguiente
Cuadro #1. Evolución demográfica de las comunidades de estudio
1990-2010
COMUNIDAD Población
Variación
%
1990 1995 2000 2005 2010 1990-2010
Cobachi 441 361 414 350 266 -39.68
La Galera 11 26 49 43 48 336.36
Fuentes: Instituto Nacional de Estadística y Geografía
Pob_1990: XI Censo General de Población y Vivienda
Pob_1995: Conteo de Población y Vivienda
Pob_2000: XII Censo General de Población y Vivienda
Pob_2005: II Conteo de Población y Vivienda
Pob_2010: XIII Censo General de Población y Vivienda
Aunque no disponemos de información a nivel de comunidad sobre los años
previos al periodo presentado en el cuadro, las entrevistas a informantes clave de
ambas comunidades nos hicieron saber que a principios del siglo XX La Galera tenía la
población más numerosa y aunque recientemente ha registrado un crecimiento
positivo, continúa viéndose totalmente rezagada respecto a la población de Cobachi.
Un fenómeno que no se aprecia en la información del cuadro, por ser más reciente es
la activación del crecimiento de Cobachi en virtud de la puesta en operación de la mina
de varita.
69
Respecto al nivel educativo de la población es posible apreciar cómo se
concentra en los dos extremos, siendo más numeroso el que aglutina a las personas
que no concluyeron la primaria. Ello puede ser resultado de una mayor presencia de
personas de la tercera edad que tenían menos oportunidades de seguir estudiando. No
hay que olvidar que la mayoría de los jóvenes salen de la región en busca de una
mayor instrucción académica ya que solo en Cobachi se tiene primaria y una
telesecundaria por lo que los preparatorianos deben salir a continuar sus estudios.
Cuadro #2. Nivel de instrucción de la población
NIVEL DE INSTRUCCIÓN % DE POBLACIÓN
Cobachi La Galera
Sin instrucción 8 3
Primaria incompleta 42 41
Primaria completa 20 16
Secundaria incompleta 7 15
Secundaria completa 7 15
Instrucción media superior o superior 16 10
Fuente: SAGARPA-SAGARHPA (2011). Estudio de la parte alta de la cuenca del Río
Mátape. Comité Técnico Estatal de Evaluación de Sonora, pp.39 y 46
La primaria que opera en Cobachi es multigrado y es atendida por maestros del
CONAFE que son removidos cada ciclo escolar por lo que los niños reciben instrucción
de docentes con un nulo arraigo en la comunidad, sin conocimiento de sus tradiciones
y valores. Es relevante mencionar aquí que el acceso a la educación y a la
capacitación son oportunidades para fortalecer la identidad.
Respecto a los servicios de salud, solo Cobachi cuenta con un centro de salud
al que acuden médicos de rotación que pasan por los pueblos cercanos y se asientan
de 1 a 2 días para realizar revisiones médicas, si ocurre alguna urgencia tienen que
acudir a la comunidad de Mazatán, ubicada a treinta minutos de Cobachi, o en su
momento y necesidad deben viajar a Hermosillo,
70
III. METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN
III.1 Perspectiva Metodológica
Este trabajo tiene como finalidad explorar el potencial del teatro para ampliar el
conocimiento y valoración de los alimentos tradicionales, que presentan los niños de
las comunidades rurales de Cobachi y La galera.
Se apuesta a que a través del teatro, concebido como estrategia de
comunicación para el desarrollo, los niños de las comunidades de Cobachi y La Galera
puedan ampliar su conocimiento y valoración de los alimentos tradicionales.
Para lograr este acercamiento a la problemática de la tesis, metodológicamente
se combinaron tanto métodos y procedimientos propios de las metodologías
cualitativas y como de las cuantitativas.
Para evaluar el impacto del teatro sobre el conocimiento y valoración de los
alimentos tradicionales, los niños fueron expuestos a dos experiencias de
acercamiento a sus alimentos tradicionales. La primera consistió en una plática
informativa, apoyada en la proyección de láminas en Power Point, en la que se les
presentaron imágenes de sus alimentos tradicionales, se les expusieron sus cualidades
nutritivas y beneficios para su cuerpo. La segunda experiencia consistió en la
participación de los niños en la puesta en escena “El sabor de la vida”, obra de teatro
escrita especialmente para la ocasión, donde los participantes interpretaron a algunos
de sus alimentos tradicionales, como los héroes de la historia, y otros a los alimentos
“chatarra” como los villanos. Posteriormente se comparó el impacto de una y otra
experiencia en el conocimiento y valoración de los alimentos tradicionales registrado
por los niños. Por otra parte, también se compararon los cambios registrados en la
valoración de los alimentos tradicionales respecto a los alimentos procesados de
mayor consumo en el recreo, después del teatro. Antes de la intervención se realizó
una evaluación ex ante con el mismo instrumento.
En general la intervención se organizó en tres etapas de evaluación más una
etapa previa. A través de toda la intervención se realizaron entrevistas
71
semiestructuradas con las mujeres de mayor edad en ambas comunidades,
para conocer sus alimentos tradicionales; en tres ocasiones (ex ante, después de la
plática y después del teatro) se aplicó un instrumento para registrar el grado de avance
de los niños en el conocimiento y valoración de los alimentos tradicionales; en dos
ocasiones además (ex ante y después del teatro) se evaluaron además, los cambios
en la valoración de los alimentos procesados de mayor consumo en el recreo, para
compararlos con los cambios registrados respecto a los alimentos tradicionales.
También se hizo observación participante cuando se les dio la plática informativa,
cuando se realizaron reuniones con los padres de familia; cuando se impartió un taller
de teatro en siete sesiones; y cuando se dirigió la puesta en escena de la obra “El
sabor de la vida” en la que actuaron los niños y niñas participantes en el estudio.
El estudio se llevó a cabo de manera coordinada con otro trabajo de tesis de
Maestría en Ciencias dirigida por la Dra. Isabel Ortega Vélez de la Coordinación de
Nutrición de CIAD, cuyo propósito fue identificar el grado de conocimiento de los
alimentos tradicionales en mujeres de tres generaciones. En éste se detectó que a
mayor juventud, las mujeres presentaron mayor nivel de desconocimiento de sus
alimentos tradicionales. El resultado de esta etapa nos permitió seleccionar los
alimentos que serían utilizados más adelante como referentes tanto en el instrumento
aplicado a los niños, como en los personajes de la obra de teatro.
El instrumento aplicado a los niños fue diseñado especialmente para este
estudio, se integró con las fotografías de los alimentos tradicionales y procesados
seleccionados. Se utilizó una hoja por alimento y en la primera se registraron los datos
básicos del niño(a) (ver anexo 7.2). Se hicieron las mismas preguntas para cada
alimento. En total fueron nueve reactivos, de las cuales tres fueron preguntas abiertas.
Hubo preguntas control como pedir el nombre del alimento para cerciorarse de que
efectivamente el niño lo conocía; también se le preguntó si lo había comido, cuántas
veces, en dónde y quién lo había preparado, para profundizar en el nivel de
conocimiento del alimento. Para la valoración se consideraron dos reactivos: te gusta y
sobre todo, se preguntó si le gustaría consumirlo varias veces a la semana y por qué.
En el caso de los alimentos procesados fueron siete reactivos, solo no se les
preguntó quién lo preparó porque éstos se consumen directos de la tienda. Las
preguntas básicas relacionadas con el conocimiento y la valoración fueron
exactamente las mismas que se empelaron con los alimentos tradicionales.
72
Los resultados fueron analizados en el Programa Excel. Los datos se analizaron
por niño, por alimento - fuese tradicional o procesado - y al final se hizo un comparativo
de los alimentos tradicionales, en conjunto, respecto al grupo de alimentos procesados
de mayor consumo en el recreo.
III.2 Características de los Sujetos Participantes
En las comunidades participantes en el estudio solo existe una escuela primaria, en
Cobachi. Se trata de una escuela multigrado, con solo dos grupos. El primero reúne a
estudiantes de primero a tercer grado (primaria menor); y el segundo (primaria mayor),
a los de cuarto, quinto y sexto grado. Un requisito para participar en el estudio fue el
dominio de las habilidades de lectoescritura, tanto para responder los cuestionarios
como para aprenderse los diálogos en la obra de teatro, se eligió al grupo de niños de
la primaria mayor, de cuarto a sexto grado.
Por lo tanto, la población que participó fueron niños de Cobachi y La Galera que
acuden a la escuela primaria Emiliano Zapata, ubicada en Cobachi y cursan la primaria
mayor. Participó el 100% de los niños. Aunque en principio la matrícula de la primaria
mayor fue de 17 niños, el análisis de la información se realizó tomando en
consideración solo a 11 los niños que participaron en todas las etapas del estudio, en
virtud de la alta inasistencia escolar. Se trabajó con 6 niños y con 5 niñas, cuyas
edades fluctuaron entre los 8 y 12 años de edad.
III.3. Etapas de la Intervención
El estudio se estructuró en tres etapas, y una etapa previa de preparación para
la intervención. En la etapa de preparación los trabajos se coordinaron con Angelina
Félix Rábago, estudiante de la maestría en ciencias, bajo la dirección de la Dra. Isabel
Ortega, para la recuperación de los platillos y recetas tradicionales. Mientras que el
estudio de Angelina incluyó a tres generaciones de mujeres de las comunidades de
Cobachi y La Galera, en el caso de la presente tesis, solo se utilizó la información de
las señoras mayores de 60 años sobre alimentos y recetas de platillos tradicionales; en
una segunda etapa se identificaron los alimentos procesados de mayor consumo de los
niños participantes en el estudio. Con la información obtenida en ambas etapas, se
73
diseñó el instrumento que recogería la información requerida para evaluar el nivel
inicial de conocimiento y valoración de los alimentos tradicionales, en relación con sus
alimentos procesados más consumidos en el recreo por los niños participantes. Como
se señaló este instrumento se aplicó en tres momentos: 1) antes de ofrecer alguna
información sobre el tema a los participantes; 2) una semana después de una plática
informativa; 3) una semana después de la puesta en escena de la obra “el sabor de la
vida” en la que actuaron los niños del estudio. Para la preparación de la plática
informativa se contó con el apoyo del equipo de la Dra. Isabel Ortega, quien
proporcionó la información y apoyo visual específico para atraer la atención de los
niños participantes.
El periodo de campo del estudio abarcó desde el 2 de julio de 2013, cuando se
iniciaron las entrevistas a las señoras mayores de 60 años, hasta el 23 de junio de
2014, fecha en la que se aplicó el instrumento por tercera ocasión. En el siguiente
cuadro se presenta una síntesis de las etapas, actividades y fechas de realización:
74
Cuadro # 3. Organización de la intervención en campo
ETAPA DEL ESTUDIO FASES/ACTIVIDADES FECHA DE REALIZACIÓN
Etapa previa
Identificación, preparación y registro fotográfico de alimentos tradicionales
02-12/ 07/ 2013
Diseño del instrumento de evaluación 10/08-15/10/2013
Primera etapa: Evaluación ex ante
1ª. aplicación del instrumento: 29 /10/ 2013
Segunda etapa: Plática informativa
Impartición de la plática informativa 12/11/ 2013
2ª aplicación del instrumento: Evaluación del impacto de la plática
19/11/2013
Tercer etapa: Puesta en escena de El sabor de la vida
Taller de teatro y ensayo para la puesta en escena
21/01-15/06/2014
Presentación El sabor de la vida 16/06/2014
3ª aplicación del instrumento: evaluación del impacto de participación en la obra
23/06/2014
A continuación se presenta una primera descripción general de las etapas del
proyecto:
Etapa de Preparación.
Diseño del instrumento de diagnóstico con la inclusión de los datos obtenidos por las
entrevistas de las adultas mayores, la preparación de los platillos tradicionales para la
obtención de fotografías y el registro de productos procesados de mayor consumo por
el grupo infantil.
Fase 1. Identificación de los alimentos tradicionales en las comunidades de Cobachi y La Galera:
a) Realización de entrevistas semiestructuradas a las mujeres adultas mayores de
60 años (con el equipo de trabajo de la Dra. Isabel Ortega);
b) Selección de alimentos tradicionales utilizados en el estudio (con el equipo de
trabajo de la Dra. Isabel Ortega);
c) Preparación de las recetas de los alimentos seleccionados (equipo de trabajo de
75
la Dra. Isabel Ortega);
d) Registro fotográfico de la preparación de los alimentos tradicionales y de los
platillos ya elaborados (equipo de trabajo de la Dra. Isabel Ortega);
Fase 2. Identificación los alimentos procesados de mayor consumo entre los niños
participantes:
a) Registro de los alimentos procesados que los niños consumieron en el recreo
durante una semana (por el maestro de los niños);
b) Selección de los alimentos procesados utilizados en el estudio;
c) Recolección de imágenes en Internet de los alimentos procesados más
consumidos por los niños en el recreo.
Fase 3. Diseño del instrumento de diagnóstico de conocimiento y valoración del
alimento tradicional.
a) Estructuración del instrumento y selección de los reactivos de acuerdo a las
variables que se evaluarían: conocimiento y valoración;
b) Selección de las fotografías que sirvieron de apoyo a los niños para la
identificación de los alimentos tradicionales y los procesados;
c) Integración de las secciones alimentos tradicionales y alimentos procesados;
d) Impresión de los cuestionarios a ser aplicados en el grupo.
Primera etapa. Evaluación ex ante sobre el conocimiento y valoración de los alimentos
tradicionales y los procesados de mayor consumo en el recreo:
Fase 1: Primera aplicación del instrumento:
a) Gestión de la reunión con los estudiantes a través del profesor del grupo;
b) Aplicación del instrumento;
c) Captura de la información en Excel.
Segunda etapa. Diseño e impartición de plática informativa sobre los alimentos
tradicionales con sus componentes nutritivos y evaluación de su impacto
76
Fase 1. Diseño e impartición de una plática informativa:
Diseño e impartición de una plática informativa sobre los alimentos tradicionales y sus
cualidades nutritivas:
a) Análisis de los ingredientes de las recetas seleccionadas para trabajar con los
niños (equipo de trabajo de la Dra. Isabel Ortega);
b) Recopilación de información y material visual de apoyo adecuado a la edad de los
niños sobre las cualidades nutritivas de los alimentos tradicionales;
c) Capacitación para optimizar los recursos didácticos y visuales en la impartición de
la plática informativa a los niños participantes;
d) Gestión de la fecha para la impartición de la plática en la escuela primaria de
Cobachi;
e) Impartición de la plática a los niños de la comunidad.
Fase 2. Segunda aplicación del instrumento:
Evaluación del impacto de la plática informativa sobre el nivel de conocimiento y
valoración de los alimentos tradicionales por los niños participantes:
a) Gestión de la reunión con los estudiantes a través del profesor del grupo;
b) Aplicación del instrumento;
c) Captura de la información en Excel.
Tercera etapa. Aplicación del taller de teatro, montaje escénico de la obra “El sabor de
la vida” y evaluación del conocimiento y valoración del alimento tradicional y de los
alimentos procesados de mayor consumo en el recreo.
Fase 1. Realización del taller de teatro:
a) Planeación de los contenidos y plan de trabajo para la impartición del taller de
teatro;
b) Coordinación con el maestro del grupo para precisar la agenda;
c) Reunión de información, discusión y definición de acuerdos con las madres de los
niños participantes;
d) Realización del taller.
Fase 2. Montaje escénico “El Sabor de la Vida”
a) Acercamientos del dramaturgo con los niños participantes en el estudio;
77
b) Redacción de la dramaturgia (M.C. Roberto Corella);
c) Realización de los ensayos y definición de los personajes;
d) Definición de la escenografía, utilería, vestuario y aspectos técnicos;
e) Definición de la logística del montaje en coordinación con las madres de familia;
f) Presentación de la obra: “El Sabor de la Vida”
Fase 3. Tercera aplicación de instrumento:
Tercera aplicación de instrumento: evaluación del impacto de la participación de la
puesta en escena “El sabor de la vida” sobre el nivel de conocimiento y valoración de
los alimentos tradicionales y los alimentos procesados por los niños participantes:
a) Gestión de la reunión con los estudiantes a través de la encargada del grupo;
b) Aplicación del instrumento;
c) Captura de la información en Excel.
A continuación se describen las condiciones en las que se realizaron las actividades e
cada fase y etapa de la intervención:
III.3.1. Etapa de Preparación.
III.3.3.1. Fase 1. Identificación de los alimentos tradicionales en las comunidades de
Cobachi y La Galera.
a) Realización de entrevistas semiestructuradas a las mujeres adultas mayores de 60
años.
El primer acercamiento a las mujeres de las comunidades fue con nuestras
primeras informantes a las que llamamos líder 1 en La Galera y líder 2 en Cobachi.
Después de explicarles el propósito del estudio, nos proporcionaron la primera
información sobre los alimentos tradicionales que recordaban, así como un listado con
nombres, edades aproximadas y direcciones de todas mujeres de ambas comunidades
que hubieran nacido, crecido y radicasen en ese momento en La Galera y Cobachi.
La relación de las informantes obtenida con las líderes de ambas comunidades,
se presenta a continuación. Dado el objetivo de nuestro estudio, la relación de
informantes aparece acotada a las mujeres de 60 años y más, y las líderes
informantes. En cada persona se menciona si fue entrevistada o no, y en este caso, se
señala la razón.
78
Cuadro #4. Listado de mujeres de La Galera
INFORMANTE EDAD
(aproximada) RESIDENCIA ENTREVISTA
1 94 La Galera Está en Hermosillo, enferma.
2 80 Hermosillo/LG Vive en Hermosillo, no cumple con
el perfil
3 65 La Galera Entrevistada
4 65 La Galera Entrevistada
5 70 y + La Galera Indispuesta por enfermedad
6 72 La Galera Entrevistada
7 Hermosillo Vive en Hermosillo, no cumple con
el perfil
8 50 La Galera Entrevista piloto
Cuadro #5. Listado de mujeres de Cobachi
INFORMANTE EDAD RESIDENCIA ENTREVISTA
1 76 Cobachi Entrevistada
2 84 Cobachi Entrevistada
3 80 Cobachi Entrevistada
4 75 Cobachi Entrevistada
5 79 Cobachi Entrevistada
6 79 Cobachi Entrevistada
7 80+ Cobachi Tiene problemas de sordera y para entender.
8 82 Cobachi Entrevistada
9 80 Cobachi Está en Hermosillo.
10 60 + ó -
Cobachi Está de viaje.
11 60 + ó -
Cobachi No quiso ser entrevistada.
15 51 Cobachi Entrevistada, aunque no entra en la categoría de 60 a 80 años.
Agregadas a la lista
1 77 Cobachi Entrevistada
2 68 Cobachi Entrevistada
3 73 Cobachi Entrevistada, tiene poco viviendo en
el ejido.
4 64 Cobachi Entrevistada, tiene poco viviendo en
el ejido.
5 92 Cobachi Entrevistada
6 69 Cobachi Entrevistada
7 83 Cobachi Entrevistada
79
Observaciones:
Se agregaron 7 mujeres al listado de Cobachi con la ayuda de nuestra informante líder,
quien recordó que estas mujeres residentes del lugar también tenían más de 60 años
de edad.
Se realizaron 18 entrevistas a mujeres mayores de 60 años residentes de La Galera y
Cobachi, 3 y 15 respectivamente, de las cuales, una de ellas es menor de 60 años y
dos tienen poco tiempo viviendo en estos lugares. Estas 3 últimas mujeres
mencionadas, todas residentes de Cobachi, no se tomaron en cuenta para obtener
información sobre platillos regionales, ya que se salían del perfil que buscábamos.
Llegamos a realizar la entrevista, ya que solo durante la misma podríamos detectar si
cumplían con el total de requisitos.
El instrumento para recoger la información de las señoras fue diseñado en
colaboración con el equipo de la Dra. Isabel Ortega, con el fin de recabar su
experiencia y opiniones tanto en su calidad de consumidoras como de responsables de
la preparación de los alimentos. Con el fin de identificar los cambios en la alimentación,
el guion de entrevista se estructuró en varias etapas correspondientes al desarrollo
etario de la informante: niñez, juventud, adultez. Se distinguieron los alimentos
cotidianos, de los vinculados a rituales religiosos y a los días festivos. Se visitaron los
hogares de cada una de las informantes, previa cita.
A través de los resultados extraídos del análisis de la aplicación de la entrevista
semi-estructurada, pudimos detectar diferencias entre lo que las señoras reconocen
como alimento tradicional en la actualidad y lo que ellas consumían en su infancia. Por
lo tanto pudimos observar que la alimentación ha sufrido cambios diversos. Se dejaron
entrever aspectos dignos de ser estudiados, sin embargo este trabajo debía acotarse a
sus objetivos y en esta etapa lo que buscábamos era identificar los alimentos
tradicionales con los que se trabajaría con los niños.
En el primer análisis encontramos una serie de alimentos que en la actualidad
las señoras entrevistadas consideran son los alimentos tradicionales, sin embargo
nuestro interés es profundizar en la infancia de las mismas y reconocer cuáles eran
entonces los alimentos tradicionales, para lograr establecer si se ha ido perdiendo su
consumo, al comparar con lo que en la actualidad la población infantil consume como
alimento tradicional. En resumen, se profundizó en la entrevista para detectar si lo que
80
consumían las señoras adultas mayores en su infancia se continúa conociendo y
valorando por la población infantil actual.
Cuadro # 6. Frecuencia de alimentos tradicionales mencionado por mujeres de ambas comunidades
Cobachi La Galera
ALIMENTO TRADICIONAL
FRECUENCIA ALIMENTO
TRADICIONAL FRECUENCIA
Frijoles 4 Frijoles 3
Barbacoa 4 Barbacoa 2
Pozole 4 Pozole 2
Menudo 3 Gallina Pinta 2
Enchiladas 3 Tortillas de
harina 2
Cocido 3 Sopa en general 1
Tamales 2
Tortillas 2
Caldo de elote 1
Quelites 1
Calabacitas 1
Caldo de queso 1
Champurro 1
Queso regional 1
Gallina pinta 1
También se registraron los alimentos que las mujeres de ambas comunidades
consumían en ocasiones especiales, festividades así como los alimentos en conservas
y recolección que consumían en su infancia y adolescencia.
Cuadro # 7. Alimentos utilizados en fiestas y ocasiones especiales
ALIMENTO FRECUECIA
Tamales( elote, carne y puerco) 12
Menudo 7
Capirotada 5
Barbacoa 5
Buñuelos 5
Pescado frito 4
Pan 3
Empanadas 1
81
b) Selección de alimentos tradicionales utilizados en el estudio
Para seleccionar los alimentos tradicionales se realizó un análisis a profundidad
y en conjunto de los mismos. La base fundamental fue la detección de los alimentos
más representativos de la región, ya que se encontraron discrepancias entre lo que
señoras en específico decían ser los alimentos tradicionales y los que en el análisis
general de las entrevistas se observó como tales, considerando a éstos como los
alimentos más distintivos que se consumían en su infancia, cuyo consumo se ha ido
perdiendo en la actualidad. Los resultados fueron los siguientes:
Cuadro # 9. Platillos tradicionales
seleccionados para ser incluido en el
instrumento de evaluación
Atole de Péchita
Batarete
Chiles rellenos
Migas
Nopalitos con chile
Quelites con frijoles
Tortillas con requesón
Té de Cosahui
Cuadro # 8. Alimentos de conservas y recolección
ALIMENTO FRECUECIA ALIMENTO FRECUECIA
Higos 15 Garambuyos 2
Quelites 15 Berracos 2
Nopales 15 Zapote 2
Tunas 15 Zayas 1
Duraznos 13 Membrillo 1
Verdolagas 13 Granada 1
Cítricos 12 Pitayas 1
Berros 12 Durasnillas 1
Talayotes 2
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Cuadro # 10. Alimentos y frutos de recolección seleccionados
Berracos
Garambullos
Quelites
Talayote
Zayas
c) Preparación de las recetas de los alimentos seleccionados.
Para contar con el material visual que se utilizaría en el diseño del instrumento
de evaluación, se solicitó a señoras de la comunidad la preparación de los platillos
tradicionales seleccionados. El equipo de la Dra. Ortega, en particular su tesista
Angelina Félix, se hizo cargo de la preparación de los platillos.
d) Registro fotográfico de la preparación de los alimentos tradicionales y de los
platillos ya elaborados
El registro gráfico de los alimentos se llevó a cabo por la fotógrafa Gabriela
Castañeda quien registró tanto el proceso de elaboración, como la presentación de los
platillos ya preparados. También se fotografiaron los frutos y alimentos de recolección
para incluirlos en el instrumento, aunque posteriormente solo se trabajó con los
alimentos tradicionales preparados, ya que en el consumo de los frutos intervienen
variaciones estacionales de difícil control por las limitaciones de tiempo de esta
investigación.
III.3.1.2. Fase 2. Identificación los alimentos procesados de mayor consumo entre los
niños participantes.
a) Registro de los alimentos procesados que los niños consumieron en el recreo
durante una semana (actividad realizada por el maestro de los niños);
Para tener un punto de referencia contra el cual medir el avance o la situación
del conocimiento de los alimentos tradicionales por los niños, se investigaron los
alimentos procesados de mayor consumo en el recreo. Para tal efecto se solicitó al
profesor encargado del grupo un registro individual para cada día de la semana de los
alimentos procesados que con mayor frecuencia consumieron en el recreo los niños de
su grupo.
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El docente observó cada uno de los lonches de cada uno de los niños,
diariamente. Los lonches provenían de sus hogares y/o eran obtenidos a través de la
reja trasera de la escuela, brindados por el servicio de una tienda de abarrotes, por
medio de la compra-venta.
La información obtenida por el docente fue analizada para seleccionar los
alimentos procesados que se incluirían en el instrumento, misma que estuvo
determinada por la frecuencia en el registro de los docentes.
En el siguiente listado se presentan los alimentos procesados que cada uno de
los niños participantes comían en la hora del recreo escolar durante una semana y la
frecuencia con que se presentó.
A continuación se presentan los alimentos procesados de mayor consumo en
el recreo escolar por los niños participantes:
Cuadro # 11. Relación de alimentos procesados consumidos por los niños en el recreo y su frecuencia
ALIMENTO FRECUENCIA ALIMENTO FRECUENCIA
Chips fuego 13 Jugo Jumex 2
Chips con chamoy 12 Galletas de su abuela 2
Jugo Pau Pau 8 Rellerindo 1
Doritos con chamoy 7 Paletas de dulce 1
Toreadas Barcel 5 Jugo del valle 1
Jugo Vigor 5 Crujitos 1
Big Mix 4 Barritas de fresa 1
Duro con verdura 4 Chipotles 1
Takis 3 Paleta Tics Tics 1
Chocolate 3 Soda 1
Paleta de mango 3 Chetos fuego 1
Paquetaxo 2 Pan 1
b) Selección de los alimentos procesados utilizados en el instrumento de evaluación;
La selección de los alimentos procesados fue definida con base en la frecuencia
de consumo y al mayor acceso en las tiendas (datos obtenidos por entrevista informal
a los dueños y la observación realizada)
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Cuadro # 12. Alimentos procesados seleccionados para ser incluidos en el instrumento de evaluación
Chips Toreadas
Chips Fuego
Chips sal de mar
Pau Pau
Doritos nacho
Big Mix
Takis
Snickers
c) Recolección de imágenes en Internet de los alimentos procesados más
consumidos por los niños en el recreo.
Se buscaron imágenes fotográficas por vía internet y se incluyeron en la 1ª y 3ª
aplicación del instrumento para detectar si hubo alguna modificación con la
intervención. Cabe aclarar que los alimentos procesados de mayor consumo en el
recreo fueron utilizados como referencia para dimensionar el potencial cambio en la
valoración de los alimentos tradicionales como resultado de la participación de los
niños en la puesta en escena de “El sabor de la vida”, pues de antemano se sabía que
los alimentos procesados serían ampliamente conocidos y valorados por los niños,
pues fueron sus preferidos según el registro del maestro del grupo.
III.3.1.3. Fase 3. Diseño del instrumento para evaluar el conocimiento y valoración de
los alimentos tradicionales y procesados.
a) Estructuración del instrumento y selección de los reactivos de acuerdo a las
variables que fueron evaluadas: conocimiento y valoración
El instrumento tiene dos tipos de reactivos. Aquellos orientados a recabar
información sobre el nivel de conocimiento de los alimentos tradicionales, tales como:
¿Conoces el alimento?; ¿Sabes cómo se llama?, y para profundizar en el registro del
conocimiento del alimento y el contexto en el que tiene lugar su consumo se les
preguntó ¿Lo has comido?; ¿En qué lugar?, y ¿Quién lo preparó? Para determinar el
grado de valoración, las preguntas fueron ¿Te gusta? Y sobre todo: ¿Te gustaría
comerlo varias veces a la semana?; y ¿Por qué? Al final se compararon las
85
respuestas.
Para agilizar la aplicación del instrumento y en virtud de la complejidad de
trabajar con un grupo multigrado, con niños de diversas edades y desarrollo
académico, se privilegió el uso de preguntas cerradas, aunque hubo cuatro abiertas,
tres se respondían con una palabra y solo la última requería de un proceso de reflexión
de estudiante para contestar por qué le gustaría consumir el alimento varias veces a la
semana o por qué no le gustaría consumirlo varias veces a la semana.
b) Selección de las fotografías que sirvieron de apoyo a los niños para la
identificación de los alimentos tradicionales y los procesados
La selección de las fotografías se realizó de acuerdo a su claridad para mostrar
las características del platillo en cuestión.
c) Integración de las secciones alimentos tradicionales y alimentos procesados
La primera parte del instrumento se dedicó a presentar a los estudiantes cada uno de
los alimentos tradicionales seleccionados para el instrumento, trece en total. La
segunda, a los ocho alimentos procesados de mayor consumo en el recreo. Las
imágenes de estos últimos se obtuvieron de Internet.
A cada alimento, fuese tradicional o procesado, se le dedicó una hoja dividida
en dos partes, la primera contiene la fotografía del alimento, en la mitad de la hoja, y la
segunda las preguntas, que en total fueron ocho. Es importante señalar que en los tres
momentos de la evaluación se aplicó el mismo instrumento, solo en la evaluación
posterior a la plática informativa se omitieron los reactivos que miden el nivel de
conocimiento y valoración de los alimentos procesados porque en la plática no se
incluyó ninguna información al respecto.
d) Impresión de los cuestionarios a ser aplicados en el grupo.
El proceso de impresión de los instrumentos se realizó en el Centro de
Investigación en Alimentación y Desarrollo, A.C.
III.3.2. Primera etapa. Evaluación ex ante sobre el conocimiento y valoración de
los alimentos tradicionales:
III.3.2.1. Fase 1: Primera aplicación del instrumento para diagnosticar el conocimiento y
valoración de alimentos tradicionales y procesados.
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a) Gestión de la reunión con los estudiantes a través del profesor del grupo;
Como preámbulo a esta etapa se acudió a la escuela primaria para
entrevistarnos con el maestro encargado del grupo, presentarle el estudio, sus
objetivos y conocer de manera indirecta a los potenciales participantes. Desde un inicio
el docente se mostró muy accesible y dispuesto a colaborar, incluso ofreció incluir el
taller de teatro como parte de las actividades artísticas de los menores.
b) Aplicación del instrumento
El instrumento se aplicó al grupo sin haber tratado con ellos en ningún momento
el tema del estudio, lo único que se les aclaró de entrada, fue que no se trataba de un
examen que perjudicase sus calificaciones, por lo tanto las respuestas no afectarían su
desempeño escolar, solo se pretendía saber si conocían las respuestas, sin importar si
estaban bien o mal. La aplicación duró aproximadamente una hora el día 29 de
Octubre de 2013 a las 11:00 am después del recreo.
Al aplicar este instrumento pudo constatarse que erróneamente supusimos un
dominio de las habilidades de lectoescritura en los niños de la primaria mayor ya que al
menos uno de ellos no sabía leer, ni escribir en absoluto. Posteriormente, se
incorporaron al grupo otros niños con conflictivas similares lo que complicó mucho el
trabajo.
c) Captura de la información en Excel.
Se capturaron los resultados y datos de la primera aplicación del instrumento de
diagnóstico, haciendo un registro en programa Excel.
III.3.3. Segunda etapa. Diseño e Impartición de plática informativa sobre los
alimentos tradicionales y procesados con sus componentes nutritivos.
Evaluación del conocimiento y valoración del alimento tradicional.
III.3.3.1. Fase 1. Diseño e impartición de una plática informativa sobre los alimentos
tradicionales y sus cualidades nutritivas.
a) Análisis de los ingredientes de las recetas seleccionadas para trabajar con los
niños.
Con la información nutricional de los alimentos tradicionales seleccionados y
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sus fotografías se preparó una plática informativa en Power Point para ser impartida a
los niños. En esta actividad se contó con el apoyo del equipo de la Dra. Isabel Ortega
que proporcionó la información nutricional de los alimentos tradicionales, y su
importancia para el desarrollo físico y biológico de los niños.
b) Recopilación de información y material visual de apoyo adecuado a la edad de
los niños sobre las cualidades nutritivas de los alimentos tradicionales
Se unió la información obtenida con material visual compuesto por fotografías
de los componentes nutricionales e imagines que ayudaran a comprender los efectos
en el cuerpo humano.
c) Asesoría para optimizar los recursos didácticos y visuales en la impartición de
la plática informativa a los niños participantes
En conjunto con la directora de tesis se realizó un diseño didáctico de la plática
dirigida al grupo de niños, buscando fuese atractiva a los estudiantes.
d) Gestión de la fecha para la impartición de la plática en la escuela primaria de
Cobachi.
Se programó de acuerdo a las posibilidades conjuntas la fecha para la
aplicación de la plática, gestionando los tiempos de acuerdo a la agenda escolar y las
actividades académicas. Se pretendió presentarla en proyección de cañón, finalmente
ocurrieron fallas técnicas y esto no fue posible a lo que ajustándose a las posibilidades,
se realizó directamente con el monitor, buscando el total acceso visual y cercano de
cada integrante del grupo.
e) Impartición de la plática a los niños de la comunidad.
La plática se impartió en el salón y horario de clases. Durante la plática los
niños se mostraron atentos todo el tiempo, en determinados momentos intervenían
para reforzar la información que se les estaba brindando. Inicialmente se les dio la
indicación y motivación para que participaran con confianza, por si tenían dudas o
querían hacer comentarios. Cuando se les explicó para qué servían y cómo
funcionaran ciertos nutrientes, ellos aportaban diciendo que ya sabían ciertas cosas.
Algunos niños se mostraron intranquilos e inquietos, fueron los que el docente reportó
como muy tremendos. Durante la plática sus intervenciones fueron reforzadas.
88
III.3.3.2. Fase 2. Segunda aplicación del instrumento: evaluación del impacto de la
plática informativa.
a) Gestión de la reunión con los estudiantes a través del profesor del grupo
Se buscó agendar la reunión para la exploración del impacto de la plática,
exactamente una semana después de la impartición de la plática, nuevamente
realizándolo a través del docente, responsable del grupo.
b) Aplicación del instrumento
Para evaluar el impacto de la plática informativa sobre el conocimiento y
valoración de los alimentos tradicionales se aplicó al grupo el mismo instrumento de
diagnóstico bajo circunstancias similares a la anterior. La aplicación se realizó, tal
como se solicitó, una semana después de haber ofrecido la plática informativa, con la
intención de poner distancia entre uno y otro evento; y evitar que los niños
respondiesen de memoria el instrumento. Su realización fue el día 12 de noviembre
2013 a las 11:00 am, después de la hora del recreo
En esta ocasión se presentaron cambios en los niños participantes ya que
algunos fueron dados de baja por el cambio de residencia, pero otros niños ingresaron
al grupo. A pesar de que estos niños de nuevo ingreso no habían participado en la
primera evaluación, se les aplicó el instrumento para evitar la exclusión.
c) Captura de la información en Excel.
La información de los cuestionarios se registró en Excel y se formuló un
concentrado formando una base de datos, con la primera y segunda encuesta.
III.3.4. Tercera etapa. Aplicación del taller de teatro y montaje escénico de la obra
“El sabor de la vida”.
III.3.4.1. Fase 1. Realización del taller de teatro.
a) Planeación de los contenidos y plan de trabajo para la impartición del taller de
teatro.
La primera actividad consistió en la elaboración del programa de trabajo del
taller de teatro, dicho programa se diseñó de acuerdo a las principales oportunidades
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de desarrollo observadas en los niños como lo fue la integración grupal, el desarrollo
de la seguridad y la autoestima para disminuir el bulling y las agresiones detectadas.
El taller se planeó en ocho módulos. Se utilizaron estrategias propias del teatro
comunitario, caracterizado porque los actores son los mismos miembros de la
comunidad, en este caso los estudiantes de primaria seleccionados. Es conveniente
señalar que durante el taller de teatro solo se habló de teatro, no se tocó el tema de los
alimentos, ni tampoco se hizo alusión a ellos durante el desarrollo de cada módulo del
programa. Es decir, en ningún momento se tocó el tema de los alimentos tradicionales
ni de los procesados, se evitó intencionalmente dar información al respecto.
En todos los módulos del taller se trabajó con dinámicas y juegos enfocados al
objetivo de cada módulo, dejando entrever que cada uno de los módulos estuvieron
interconectados entre sí, basados en la experiencia previa y formación como
educadora, psicóloga, actriz y docente de teatro de quien lo impartió, se utilizó material
bibliográfico que se señala en la relación de fuentes consultadas, sin embargo el taller
está fue diseñado de acuerdo a la experiencia previa de la tallerista.
b) Coordinación con el maestro del grupo para precisar la agenda.
Al igual que en las actividades anteriores fue necesario precisar la agenda del
taller con el maestro responsable del grupo.
c) Reunión de información, discusión y definición de acuerdos con las madres de los
niños participantes
Nos coordinamos tanto con docente del grupo como con los padres de familia.
Con el maestro se acordó que se requeriría de dos horas un día a la semana (de
preferencia el mismo día), durante 7 semanas. Y posteriormente se programarían
ensayos para realizar el montaje escénico.
También se tuvo una reunión con los padres de familia para darles a conocer el
objetivo y plan de trabajo del taller de teatro y explicarles la importancia de contar con
su apoyo para motivar la asistencia y participación del alumnado. En dicha reunión
participaron la directora del proyecto, el dramaturgo, y la tallerista. Se realizó una breve
presentación y descripción del proyecto y de los integrantes del mismo, dando la
oportunidad para participar cada quién en su presentación, mencionando los intereses
y objetivos su participación en el proyecto. Al finalizar se realizó un ambigú programado
por la directora que facilitó la convivencia de los asistentes.
90
d) Realización del taller.
En cada uno de los módulos participó la población infantil con quién se iba a
trabajar durante todo el proyecto. Sin embargo, los niños del otro grupo, el de los niños
más pequeños, solicitaron a la tallerista dar clases de teatro, debido al interés les
impartió dos sesiones de teatro durante el recreo del grupo de 1ro a 3er grado de
primaria. Cada módulo duró una sesión de aproximadamente una hora, una vez a la
semana dentro del calendario escolar, realizados generalmente los días Martes (día
elegido entre el maestro de clases, los padres de familia y la tallerista) es decir fueron
un total de 7 horas divididas en 1 hora cada semana. El último módulo constó de la
realización del montaje escénico. Los módulos se describen a continuación y están
identificados de acuerdo al objetivo de cada sesión:
Módulo I. Integración y trabajo en equipo.
Dicho módulo tuvo como objetivo integrar a los participantes, promover la
cohesión social, destacar las capacidades individuales para ponerlas al servicio del
bienestar común. Se establecieron bases fundamentales como el respeto, el
compañerismo, el fortalecimiento de las habilidades, el reconocimiento grupal y
maneras para establecer la armonía grupal, lo que conlleva directamente a la
prevención y atención del bullying, y la promoción de actividades positivas para el
desarrollo individual y grupal.
Módulo II. Seguridad y autoestima.
El objetivo fue trabajar con la seguridad y el autoestima ya que como
mencionamos en el primer capítulo, a partir de aquí las sociedades pueden
desarrollarse, en el teatro existe una exposición a la crítica y por ello, entre otros
aspectos, fue necesario fortalecer estas áreas y descubrir, que todos los seres
humanos tenemos defectos y virtudes. Los defectos puedes ser oportunidades de
crecimiento y las virtudes pueden ser desarrolladas.
Módulo III. Expresión verbal y corporal.
El objetivo fue desarrollar en los niños su capacidad de expresión verbal y
corporal. El cuerpo es la principal herramienta del actor, la voz y la expresión a través
de ésta es una posibilidad para comunicar, la forma en la que se expresa la voz y el
cuerpo influye en la asertividad para comunicar con mayor profundidad.
91
Módulo IV. Improvisación.
El objetivo fue capacitar a los niños en la técnica de improvisación. La
improvisación es una técnica escénica que permite la creación del personaje y la
historia a contar en el momento preciso en el que se está actuando. Esto habilita al
participante a reaccionar ante situaciones escénicas, pero al mismo tiempo brinda
habilidades creativas que pueden ser utilizadas en presentaciones ante el público, ya
sea para las siguientes actuaciones o para el desarrollo de una exposición escolar, o
cualquier exposición frente a otro ser humano.
Módulo V. Técnicas de actuación
El objetivo fue compartir técnicas de actuación. Se utilizaron técnicas básicas y
dinámicas de juegos de Stanislavsky, Carlos Urquide, Luis Mandoki, Maisner y Larry,
Silberman y Paula Markovitch, Patrick Querillac.
Módulo VI. Desarrollo de la creatividad e imaginación.
El objetivo fue desarrollar la creatividad y la imaginación en los participantes.
Con ello se buscó motivar e incentivar la imaginación de los niños y la creatividad,
aspectos fundamentales en el mundo del teatro, y como se mencionó con anterioridad,
necesarios para el desarrollo.
Módulo VII. Técnicas de memorización y creación de personaje
El objetivo fue trabajar maneras y formas para memorizar el texto y técnicas
para crear personajes, ya que cada niño representaría a uno dentro del montaje
escénico.
III.3.4.2. Fase 2. Montaje escénico “El Sabor de la Vida”
a) Acercamientos del dramaturgo con los niños participantes en el estudio
El objetivo de éste módulo fue presentar una obra de teatro. El proceso duró 8
sesiones de 2 horas cada una. Se realizó un montaje escénico “El sabor de la vida” del
dramaturgo Roberto Corrella, obra realizada especialmente para este proyecto de
acuerdo a los objetivos del estudio. Se invitó al Maestro Corella por su experiencia y
sensibilidad. Los personajes de la obra fueron adaptados a los alimentos tradicionales
considerados en el estudio. Se buscó que los niños representaran a cada alimento y
los alimentos procesados representaron a los villanos de la historia.
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Para adentrarse en el tema, además de la información obtenida de las
entrevistas con las señoras mayores, el dramaturgo visitó la comunidad y trabajó con
los niños impartiendo clases para así conocerlos y escribir una historia más apegada a
su idiosincrasia.
b) Redacción de la dramaturgia (M.C. Roberto Corella);
El Montaje escénico tuvo como objetivo mostrar a los niños de una manera
lúdica y artística los alimentos tradicionales y los alimentos procesados, quienes fueron
protagonizados por los mismos niños y niñas participantes en el estudio. Se les brindó
la información relacionada con el proyecto y sus objetivos, los datos de los alimentos
con que se interpretarían en la obra y una idea generalizada de lo que se buscaba con
ella. Con su experiencia, disposición y creatividad se logró montar en escena la
dramaturgia “El sabor de la vida”:
c) Realización de los ensayos y definición de los personajes.
Selección de personajes. El proceso de selección de los personajes fue
realizado de acuerdo primeramente al sexo del o la participante, ya que la dramaturgia
se realizó de acuerdo al perfil de los participantes; posteriormente se detectaron las
habilidades de los niños en cuanto a su capacidad lectora, sus habilidades histriónicas
y capacidad de memorización. También se tomó en cuenta la personalidad de cada
niño; a los más expresivos y con mayor energía se les asignaron los personajes con
mayor capacidad de expresión corporal. A los niños que mostraron mayor constancia,
nivel de responsabilidad y capacidad para memorizar se les asignaron los personajes
con más texto, pero también se analizó su capacidad para expresarse y entrar en
ficción. En la medida en la que fueron avanzando los ensayos, y en función del
desempeño y participación de los niños, se fueron haciendo cambios sobre todo a la
hora de definir quién iba a representar cada alimento tradicional, esto se decidió de
acuerdo a la solicitud de cada niño y su tamaño corporal, a la par de la realización del
vestuario.
Para la programación de los ensayos, se realizó una junta con las madres de
familia y se les hizo hincapié en la importancia de estimular a los niños para estudiar el
texto. Dados los problemas en la lectura que se detectaron desde la aplicación del
primer instrumento de evaluación, y en virtud de la dilación en el aprendizaje de los
personajes por parte de algunos niños, se tomó la decisión de grabar un CD con el
93
texto de la obra, mismo que se entregó a cada niño, para apoyar a quienes no sabían
leer y para reforzar por igual a todo el grupo.
La falta de dominio de las habilidades de lectoescritura retrasó el montaje de la
obra y se atravesaron tanto Semana Santa como la Semana de Pascua. Al regresar
después de un periodo tan largo de vacaciones se detectó que muy pocos niños
habían estudiado; también nos encontramos con la novedad de que el maestro del
grupo había dejado de asistir a clases por lo que varias niñas y niños habían dejado de
ir a la escuela.
Para resolver este problema, se contactó a las mamás vía telefónica con la
intención de vernos personalmente y agendar nuevamente los ensayos a pasar de la
ausencia del docente, sin embargo hubo niños que aunque ya tenían personaje y
presentaban una excelente motivación para actuar, no pudieron seguir asistiendo,
debido a la distancia prevaleciente entre la escuela y su casa (sobre todo los que
estaban fuera de Cobachi) y las dificultades que les representa asistir día a día a la
escuela.
El taller estaba sujeto al calendario escolar ya que se impartió dentro del horario
académico y se tuvo que ajustar a las asistencias de quienes siguieron acudiendo solo
al taller de teatro. El taller se convirtió en un suceso tan importante para los niños que
algunas madres nos comentaron que los amenazaban con prohibirles participar en la
obra de teatro, si hacían travesuras o no cumplían con sus responsabilidades.
Finalmente los niños comprendieron la relevancia de su participación en la obra y lo
mismo ocurrió con sus familiares y terminaron por apoyar, a tal grado que comenzaron
a hacer reuniones fuera de agenda del taller, para ensayar en grupo el texto en casa
de una de las niñas.
La desesperación fue distinta a todos los talleres impartidos con anterioridad en
la experiencia profesional del docente, la principal conflictiva fue el fuerte bullying al
que estaban acostumbrados a vivir, pero las técnicas teatrales y la sensibilización del
tema lograron armonizar al grupo, convirtiendo en un ambiente armonioso, lo que en
determinado momento se había mostrado violento y agresivo; ya que hasta en una
ocasión dos niños se golpearon físicamente, dentro del aula.
La motivación de los niños iba creciendo, junto con los nervios y la presión del
estreno, y los contratiempos se seguían presentando. La ausencia de un solo niño
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modificaba la dinámica y aunque se les solicitó y motivó para promover la participación,
algunos familiares prefirieron que se emplearan en la milpa, en casa o hasta
consideraban se quedasen dormidos era más productivo que un taller de teatro. Si un
niño faltaba a un ensayo los compañeros solicitaban acudiéramos a su hogar para
invitarlos a incorporarse, lo que en la mayoría de los casos fue un éxito.
También los nervios provocaron que una niña ya no quisiera salir, y menos aun
cuando su primo le hizo bullying, sin embargo la misma dinámica y su deseo por
incorporarse grupalmente la motivó a continuar.
Finalmente los ensayos se realizaron en dos semanas, tiempo en el cual es
muy complicado montar una obra de teatro incluso con actores profesionales. Los
plazos de este proyecto estuvieron determinados por la agenda de la maestría y el
ciclo escolar de los niños participantes lo que constituyó un motivo más de presión.
Los beneficios que se observaron fue la unión y respeto que se evidenciaron en
el grupo, cabe aclarar que el objetivo de ampliar el conocimiento y valoración del
alimento tradicional a través del teatro, era una parte de los propósitos de este
proyecto exploratorio, también se quería probar si a través del teatro los niños eran
capaces de desarrollar habilidades imprescindibles para encauzar esfuerzos colectivos
hacia el desarrollo, tales como la creatividad, el reforzamiento de la autoestima, la
tolerancia y la cohesión. Es importante enfatizar que a los niños no se les habló de los
alimentos, durante ningún proceso de teatro. El único acercamiento que se tuvo fue en
el montaje donde a cada niño o niña tocó representar a un alimento.
d) Definición de la escenografía, utilería, vestuario y aspectos técnicos
La musicalización de la obra fue seleccionada por los niños participantes y se
trabajó en conjunto (los niños participantes y la tallerista) en la edición del material en
el aula de cómputo de la primaria. El vestuario, realizado por una señora de La Galera,
requirió la confección de botargas y trajes fuera de lo común que representaban a los
alimentos tradicionales. La obra estuvo dividida en dos partes. En la primera, cada
participante interpretó personajes de niños, que actuaron con vestuarios elegidos por
ellos mismos, la utilería fue muy sencilla y cada familia aportó algo según la necesidad
(manteles, fruteros y adornos). En la segunda parte, los niños se transforman en
alimentos tradicionales unos y en alimentos chatarra los otros. En el montaje no se hizo
referencia a los alimentos procesados de mayor consumo en el recreo.
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La escenografía fueron lonas ambientales, mamparas y cubos brindados por El
trapecio Foro de Saltimbanqui Teatro. Se utilizó un escenario armable, un equipo de
sonido y luces profesionales, junto con micrófonos de diadema, la sensibilización hacia
el proyecto de la directora de tesis permitió se consiguieran.
e) Definición de la logística del montaje en coordinación con las madres de familia.
Nos organizamos en conjunto con las madres de familia para decidir el lugar
más adecuado para la presentación, tomando en cuenta su experiencia en la logística
de la realización de eventos pasados en la comunidad y se decidió realizar la obra de
teatro en la plaza, apoyados con las bancas que poseen para lograr sentarse durante
el evento, para mayor comodidad del público asistente.
Los padres realizaron invitaciones de boca en boca a todos sus familiares y
amigos y de esta manera comenzó a realizarse la publicidad y convocatoria del público
para el evento de la puesta en escena de la obra “El sabor de la vida”, presentada por
los actores del grupo de 3ro a 6to grado de la primaria Emiliano Zapata, con la
dirección de su tallerista.
f) Presentación de la obra: “El Sabor de la Vida”
El día del evento, durante la mañana, los estudiantes de primaria estuvieron
muy activos en la realización del montaje de la escenografía, el vestuario y la utilería,
también, hicieron las pruebas del escenario así como de los micrófonos y del sonido.
Al terminar la mañana en donde se realizó la aplicación de escenografía y
pruebas de sonido cada da uno de los niños regresaron a sus hogares a prepararse
para el momento de la presentación de la obra, recibir sus alimentos y prepararse con
sus vestuarios.
El niño que al parecer presenta más problemas de conducta invitó a la tallerista
a comer, haciendo pasar un momento agradable y sensibilizador para todos. Los niños
invitaron a toda la comunidad a asistir a la presentación de la obra de teatro utilizando
los micrófonos y el equipo de sonido de manera creativa y llamativa.
Se prepararon realizando calentamiento y llegaron en una camioneta los
invitados de Hermosillo, entre ellos se encontraban el dramaturgo quien compartió con
los niños consejos y preparación actoral. Les ayudó en su seguridad y autoestima y los
motivó a disfrutar el momento. La directora de tesis, estuvo sensible y apoyando todo
96
el tiempo, detectó con la cámara momentos cruciales como lo fue los rezos que
brindaban las niñas frente a la iglesia para que todo saliera bien.
La Dra. Maricarmen Hernández, Mtro. Antonio Ulloa y Martín Carrasco se
encargaron de organizar un ambigú al final de la puesta en escena para disfrutar al
finalizar, además de tomar video.
Durante la obra se presentaron contratiempos, como los nervios de una niña
que lloró paralizada en medio del escenario, ya iniciada la obra; detalles técnicos en el
sonido y una tormenta de viento que tumbó parte de la escenografía. El dramaturgo
subió a escena a apoyar con los detalles.
Finalmente la relajación llegó y corrió la obra, los niños se divirtieron y buscaron
responsablemente que culminara de manera exitosa a pesar de que la primera
tormenta del verano se integró a la puesta en escena como parte de la ambientación.
Durante la obra los niños se observaron divertidos, relajados y responsables en cada
una de sus tareas; los niños se apoyaron entre sí y sacaron adelante cada uno de los
contratiempos que se presentaron. En el video anexo se puede apreciar dicha
experiencia.
3.3.4.3. Fase 3. Tercera aplicación de instrumento:
Tercera aplicación de instrumento: evaluación del impacto de la participación de la
puesta en escena “El sabor de la vida” sobre el nivel de conocimiento y valoración de
los alimentos tradicionales por los niños participantes:
a) Gestión de la reunión con los estudiantes a través de la encargada del grupo.
Se programó nuevamente la reunión para realizar la exploración del
conocimiento y valoración del alimento tradicional directamente con los niños y sus
familiares.
Se programó exactamente una semana después de la presentación de la obra,
al igual que se hizo con la plática informativa, se aplicó el tercer y último instrumento,
en el aula de clases. Se aprovechó esta reunión para reforzar la seguridad y la
autoestima de los niños felicitándolos por su exitosa participación en el escenario.
b) Aplicación del instrumento.
Se aplicó el instrumento de diagnóstico bajo las mismas condiciones que en las
ocasiones anteriores, en el aula de clases, dando las mismas indicaciones, y
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realizando observaciones que pudieran ser relevantes para realizar el análisis de la
exploración del conocimiento y valoración de los alimentos tradicionales. En esta
tercera evaluación sí se incluyeron los alimentos procesados de mayor consumo en el
recreo.
c) Captura de la información en Excel.
Se realizó el vaciado de datos en las bases anteriormente trabajadas, anexando los
nuevos resultados arrojados en la última aplicación del instrumento de diagnóstico para
poder comenzar a analizar los datos obtenidos.
Con la información de las tres evaluaciones, en principio se depuró la base de
datos seleccionando solo a los niños que participaron en todas las etapas del estudio.
Asimismo, se decidió eliminar del análisis a los alimentos estacionales, en particular
frutos, raíces y hojas, para evitar un posible sesgo por su acceso limitado a
temporadas específicas del año. Se dejaron solo platillos preparados y como bebida el
té de cosahui.
Para registrar los cambios en el conocimiento del alimento, se eligió solo una
pregunta, cómo se llama el alimento, pues si bien se habían considerado dos de inicio,
¿Conoces el alimento?, y ¿Cómo se llama?, se dejó esta última como la más
significativa pues se detectó que hubo niños que, sobre todo en la aplicación del primer
instrumento, decían sí conocer un alimento, pero el nombre que daban era incorrecto.
Ello pudo deberse a confusiones con la imagen mostrada en el instrumento.
En el caso de la valoración de los alimentos se tomó en consideración solo una
pregunta, ¿Te gustaría a comerlo varias veces a la semana?, porque muestra la
disposición de los niños a incrementar el consumo de estos alimentos. Para precisar el
análisis de la valoración de alimentos tradicionales, se tomaron como referencia los
alimentos procesados que más consumen en el recreo. El propósito fue comparar los
cambios en ambos alimentos después de participar en la obra de teatro, bajo el
supuesto de que la participación en la puesta en escena elevaría la valoración de los
niños respecto a sus alimentos tradicionales y bajaría la valoración de los procesados.
Las preguntas abiertas y el resto de los reactivos no considerados en el análisis
comparativo se utilizaron para analizar cualitativamente el proceso completo de
intervención. Como se mencionó anteriormente, preguntas como dónde los has
comido, quién lo preparó tuvieron como propósito profundizar en el conocimiento del
98
contexto en el cual los niños consumen los alimentos tradicionales, en caso de que
efectivamente los conozcan y consuman.
Dado que la experiencia en las artes escénicas tiene una expresión colectiva y
también personal, e íntima, como se argumentó ampliamente en el capítulo primero, se
decidió hacer el análisis en tres niveles: en el nivel personal, observando los cambios
que cada niño o niña fue registrando durante el proceso, respecto a las dos variables
consideradas: conocimiento y valoración de cada alimento; a nivel colectivo,
registrando los cambios que cada alimento obtuvo a través de las tres etapas del
estudio; y un último nivel comparativo donde se consideró el conocimiento y sobre todo
la valoración general de los alimentos tradicionales, frente a los alimentos procesados
de mayor consumo en el recreo. En el siguiente capítulo se mostrarán los resultados.
99
IV. ANÁLISIS DE RESULTADOS
Este capítulo muestra tanto los resultados del análisis cuantitativo de los
instrumentos de evaluación como del análisis cualitativo del proceso de intervención,
que incluye también los resultados de las evaluaciones, el análisis de las preguntas
abiertas, y de la observación participante en las interacciones con los niños durante la
aplicaciones del instrumento de evaluación, en las reuniones con los padres de familia,
en el taller de teatro, los ensayos y la puesta en escena de la obra “El sabor de la vida”.
Como se explicó a detalle en el capítulo previo, la evaluación ex-ante refiera a
la primera aplicación del instrumento, sin ninguna información previa brindada a los
niños; la segunda aplicación se realizó después de la plática informativa ofrecida a los
niños y la tercera, la evaluación ex post, tuvo como propósito medir el impacto de la
puesta en escena “El sabor de la vida” en el conocimiento y valoración de los alimentos
tradicionales y procesados por parte de los niños participantes
En el análisis de la información debieron hacerse varios ajustes. El primero se
relacionó al número de niños a considerar debido a que, como se mencionó en el
capítulo anterior, la matrícula del grupo fue muy variable durante el periodo del estudio.
Por lo tanto, se tomó la decisión de solo considerar en el análisis de la información a
aquellos niños que participaron en todas las etapas del estudio, es decir desde la
aplicación del primer instrumento de evaluación; en la plática informativa; en el taller de
teatro y en la puesta en escena de la obra. El resultado de esta selección fue: 11 niños
en total, de los cuales 6 fueron varones y 5, mujeres. Es importante aclarar que durante
el proceso de intervención, en ningún momento se excluyó a algún niño o niña de
alguna actividad, siempre participaron todos los niños presenten en el momento, solo
que para asegurar el rigor del análisis sí se depuró la relación de participantes con el
criterio ya señalado.
Algo similar ocurrió con los alimentos analizados. En la marcha del estudio
tuvimos dificultades para la representación gráfica de los alimentos tradicionales, si
bien utilizamos fotografías, como se verá más adelante, algunas se prestaron a
100
confusión. Cuando los niños respondían en el instrumento que sí conocían el
alimento pero erraban al registrar su nombre, tomamos como negativa la primera
respuesta y anulamos las respuestas positivas posteriores ya que los niños en realidad
estaban haciendo referencia a otro alimento, derivado de la confusión de imágenes.
Otro factor que influyó en el análisis de los alimentos tradicionales fue que el
número de alimentos incluidos en el instrumento no pudo ser interpretado en la obra
porque superaba al número de niños participantes. Por esta razón, los alimentos
tradicionales no incluidos en la obra se dejaron fuera del análisis que a continuación
presentaremos.
Es importante mencionar aquí que en la obra hay tres villanos que son los
“alimentos chatarra” pero a diferencia del tratamiento a los alimentos tradicionales que
sí fueron personificados por los niños, las marcas de los alimentos procesados de
mayor consumo, no se personificaron de manera que los cambios en el conocimiento y
valoración de estos alimentos procesados registrados por los niños durante la
intervención son el resultado de su propia reflexión, personal o colectiva, en la que
nosotros no tuvimos ninguna incidencia explícita directa.
Con estas precisiones metodológicas a continuación se presenta la relación de
alimentos analizados, tradicionales y procesados:
Cuadro # 13. Alimentos incluidos en el análisis
ALIMENTOS TRADICIONALES ALIMENTOS PROCESADOS
Atole de péchita Chips toradas
Batarete Chips fuego
Chiles rellenos Chips sal de mar
Migas Pau pau
Nopalitos con chile Doritos nachos
Quelites con frijoles Big Mix
Tortillas de requesón Takis
Té de cósahui Snikers
Respecto a los reactivos del instrumento de evaluación, para el análisis
cuantitativo se seleccionó uno por cada variable dependiente de nuestra hipótesis:
101
conocimiento y valoración de los alimentos. Las preguntas consideradas para la
identificar los cambios en el conocimiento del alimento en principio fueron dos:
¿Conoces el alimento? y ¿Cómo se llama?, En principio esta segunda pregunta tuvo
como propósito confirmar si verdaderamente conocían en alimento. Pregunta número 1
del instrumento, o estaban confundiéndolo como ocurrió en varias ocasiones. Para
simplificar la presentación de los resultados se eligió el segundo reactivo, ¿Cómo se
llama el alimento?, pues si el niño o niña acertaba, significaba que sí lo conocía.
Otras preguntas tales como ¿Lo has comido?,¿Dónde?, y ¿Quién lo preparó?,
tuvieron como propósito profundizar sobre el nivel de conocimiento del alimento y
sobre todo conocer el contexto en el cual lo consume. Dada la brevedad de la
intervención en ningún momento se pretendió incidir en el consumo.
Los reactivos ¿Te gusta? y ¿Te gustaría comerlo varias veces a la semana?,
los vinculamos a la variable valoración de los alimentos. Para el análisis comparativo
solo se consideraron las respuestas a la pregunta te gustaría consumirlo (el alimento)
varias veces a la semana, porque requerimos del niño una respuesta reflexionada al
solicitarle la justificación, o argumentación del sí o del no, le gustaría consumirlo varias
veces a la semana.
Como se indicó en el apartado anterior, el análisis se realizó en tres
dimensiones: 1) Cambios experimentados por cada niño durante el proceso de
intervención; 2) Cambios experimentados en la percepción del grupo de niños
participantes hacia cada alimento, tradicional y procesado; y 3) Un comparativo global,
alimentos tradicionales versus alimentos procesados, en términos de los cambios en el
conocimiento, valoración y consumo registrado por el grupo después de la puesta en
escena de “El sabor de la vida”. En este nivel del análisis se comparó la evaluación ex
ante con la evaluación ex post realizada después de la participación en la obra de
teatro.
El análisis cuantitativo se centra en las frecuencias de las respuestas de los
niños en los reactivos ya precisados y en las etapas ya indicadas para cada nivel de
análisis. El análisis cualitativo conjuga el análisis de las respuestas abiertas del
instrumento con las reflexiones y experiencias derivadas de la observación participante
durante las diversas etapas del estudio, lo que ha permitido contextualizar y explicar
los resultados obtenidos en todo el proceso de intervención.
102
Los resultados se presentan en las siguientes secciones: 1) Descriptivos por
niño, con el fin de analizar en cada caso si el niño(a) amplió el conocimiento y
valoración de los alimentos tradicionales; 2) Descriptivos de la percepción del grupo
hacia cada alimento tradicional; 3) Descriptivos de percepción grupal hacia cada uno
de los alimentos procesados, como punto de referencia y contraste del impacto
obtenido en los alimentos tradicionales; 4) Análisis comparativo de los resultados
totales sobre el conocimiento y valoración de los alimentos tradicionales y procesados
en su totalidad, 5) Un recuento del proceso con base en la observación participante 6)
discusión de resultados.
Antes de iniciar con la exposición de los resultados es necesario recordar que el
objetivo de este trabajo es explorar el potencial del teatro como estrategia de
comunicación para el desarrollo y que en esta ocasión particular este ejercicio se
centró en el tema de la recuperación de los alimentos tradicionales, tanto por su
relevancia para el desarrollo material de una región, como por sus implicaciones
culturales e influencia para fortalecer la identidad colectiva de a población.
Por otro lado, durante la discusión de la identidad se señaló que no obstante se
le aborde como categoría social, y no psicológica, los elementos identitarios aun siendo
colectivos son interiorizados por los actores sociales de maneras distintas, en virtud de
sus biografías y circunstancias personales.
Es por esta razón que la presentación de los resultados de esta investigación se
destinó en una primera instancia a identificar individualmente los impactos de esta
experiencia pedagógica y comunicativa en los niños participantes. Por lo tanto, a
continuación se presentarán por cada niño, dos resultados: el primero registra el
impacto que la plática informativa y el teatro tuvieron sobre su nivel de conocimiento y
valoración de los productos tradicionales de su comunidad. Después, se presentará el
comparativo del impacto del teatro en la valoración de los alimentos tradicionales
versus, los procesados. En ambos casos se trabajó solo con el número de alimentos
tradicionales conocidos y valorados en cada aplicación del instrumento. El análisis se
complementa con la información cualitativa recabada tanto por el instrumento como a
través de la observación participante.
103
IV.1. Análisis de Resultados por Niño Participante
Niño 1.
En el caso del Niño 1, la comparación de los resultados de los tres instrumentos
muestran que mejoró de manera sustantiva su conocimiento y valoración de los
alimentos tradicionales, pero fue la plática la que tuvo un mayor impacto en ambas
variables. En el caso particular del conocimiento, el teatro vino a consolidar el
aprendizaje obtenido con la plática, mientras la valoración se mantuvo intacta después
de su participación en el montaje escénico (gráfica 1.a). El análisis de las resuestas
abiertas, sin embargo, nos arroja una falta de comprensión de la lectura porque ante
una misma pregunta ofreció una serie de respuestas contradictorias a lo largo de las
tres evaluaciones. De hecho fue el niño que durante la aplicación del segundo
instrumento debió ser asistido por una compañera. A pesar de estas limitaciones, el
hecho de que el instrumento estuviese apoyado por imágenes le permitió discernir y
expresar su preferencia por alimentos tradicionales como frijoles con quelites y
nopalitos con chile, en los que destacó sus cualidades nutritivas, además del gusto,
para justificar su preferencia, mientras anuló la posibilidad de valorar el resto de los
alimentos tradicionales por no gustarle o por no haberlos probado nunca.
En la contrastación de la valoración de los alimentos tradicionales respecto a
los procesados sí se observa que la valoración general de los tradicionales se
incrementó pero también matuvo constante su preferencia por los alimentos
procesados (gráfica 1.b). También hay que resaltar las razones utilizadas para justificar
su disposición a consumir más alimentos tradicionales fueron porque son más
104
nutritivos y tienen más vitaminas. Por el contrario, cuando se le preguntó al Niño 1, si
estaría dispuesto a consumir alimentos procesados varias veces a la semana, las
respuestas cambiaron de la 1ª a la 2ª evaluación, después del teatro: disminuyó el
numero de alimentos procesados que estaba dispuesto a consumir varios días a la
semana y los adjetivos utilizados en para justificar sus propósitos de mayor consumo
fueron menos superlativos en la 2ª evaluación.
Niño 2:
En este caso particular de este Niño también se observa un incremento en el
conocimiento de los alimentos tradicionales después de la obra de teatro (gráfica 2.a),
pero en la valoración, el teatro parece no haber tenido gran influencia; sin embargo el
teatro sí impactó negativamente su disposición a consumir alimentos procesados,
como se observa en la gráfica 2.b. Como se recordará los datos condensados en esta
gráfica son un comparativo entre los resultados de la evaluación 1 y la 3 porque los
alimentos procesados no fueron evaluados en el segundo instrumento debido a que la
plática no trató sobre ellos, por lo tanto, el cambio tan destacado que se registra en la
valoración puede abonarse a la estrategia de intervención integral, que incluye a la
plática y al teatro.
Por otra parte, es importante mencionar que el Niño 2 presentó varios
problemas de conducta durante el desarrollo del proceso. El principal conflicto fue la
presencia de bullying hacia otros compañeros actores, por lo cual se tuvo que citar a la
madre para juntos abordar dicha problemática. Una de las repercusiones fue que la
Mamá lo castigó prohibiéndole asistir al taller de teatro y a la obra misma, lo cual, para
105
efectos del desarrollo del estudio constituyó un contratiempo; ya que cada uno de los
participantes jugaron un papel fundamental para la culminación exitosa del montaje
escénico. La cohesión social se fundamenta en el sentido de pertenencia y el aumento
de la seguridad y de la autoestima, por lo que es importante cuidar la seguridad de los
niños que son víctimas de bullying pero también de quien lo realiza.
Debido a lo anterior, se tuvo que hacer una intervención directa con él, y
posteriormente con la mamá, para lograr que se comprendiera la importancia de su
participación asertiva en la obra. Solo se le pidió evitar las burlas hacia sus
compañeros. En un principio este proceso desmotivó al participante, pero el juego y la
diversión que ofrece el teatro lo volvió a incorporar. Al final, su desempeño en la obra
fue extraordinario, ya que su energía desbordada la canalizó en el escenario y mostró
al público su talento y creatividad.
El día de la aplicación del 3er instrumento, el niño no acudió a la sesión. Debido
a esto, los compañeros sugirieron ir a su casa a donde acudimos personalmente, él se
encontraba jugando en el patio y no quería acudir, reportó tener miedo de haber
actuado mal o haber hecho algo “malo”. Inmediatamente se le reforzó la autoestima y
seguridad con comentarios positivos sobre su desempeño y participación en la obra. La
aplicación del tercer instrumento de evaluación permitió la oportunidad de reforzar el
reconocimiento al excelente papel realizado por los niños en escena. En el caso del
Niño 2, la evaluación se aplicó en el patio de su casa, con su desesperación de seguir
jugando. Su personalidad arroja síntomas de hiperactividad, su energía canalizada en
las artes con el teatro aplicado adecuadamente, lejos de ser una debilidad termina
siendo una habilidad y oportunidad, entre las cuales también se mostraron su
sensibilidad y destreza para el baile.
Respecto a las preguntas abiertas del instrumento es posible añadir que no
hubo cambios sustantivos en la argumentación de sus respuestas en particular cuando
se les preguntó por qué sí o por qué no les gustaría consumir los alimentos
tradicionales, varias veces a la semana, las respuestas se relacionaron con el gusto.
En cambio al tratarse de los alimentos procesados mostró un cambio cualitativo en las
respuestas, pues registró menor entusiasmo por consumir alimentos procesados.
106
Niña 3.
Esta Niña también muestra que la participación en la obra de teatro fortaleció
más el conocimiento de los alimentos tradicionales que su valoración (gráfica 3.a), por
una parte, y que el teatro propició la desvalorización de los alimentos procesados, al
mostrar una menor disposición a consumirlos varias veces en la semana (gráfica 3.b).
Otro dato destacable en el caso de esta Niña fue que sus expresiones frente a
los alimentos tradicionales se modificaron a través de las etapas del estudio, hacia una
mayor apreciación. También resaltó la respuesta de no estar dispuesta a consumir
tortillas con mayor frecuencia porque “las tortillas engordan”, sin embargo, en las
evaluaciones 2 y 3 cambió de parecer y dijo que sí le gustaría consumir las tortillas con
requesón varios días en la semana “porque son ricas”. En contraste, esta niña
disminuyó su intención de consumir alimentos procesados y expresó calificaciones más
mesuradas respecto a estos alimentos, en la segunda evaluación, ya que en la
primera, prácticamente todos los alimentos procesados le parecían “deliciosos”.
Niño 4
El Niño 4 también mejoró el conocimiento y la valoración de los alimentos
tradicionales durante el proceso, pero al igual que en los casos anteriores parece ser
que la plática tuvo un impacto mayor al del teatro (gráfica 4.a).
107
Ahora bien, la valoración de los alimentos tradicionales respecto a los
procesados (gráfica 4.b) se observa el impacto del teatro al disminuir las intenciones de
este niño de consumir los alimentos procesados varias veces en la semana. Los
argumentos vertidos en las preguntas abiertas se fundamentaron en motivos
relacionados con el gusto para discernir entre procurar un incremento en el consumo
de algún alimento tradicional. En el caso de los alimentos procesados si bien bajó
ligeramente el número de alimentos valorados, también lo hicieron los adjetivos para
calificarlos, es decir, fueron más moderados.
Niño 5
En este Niño también se observa el gran impacto de todo el proceso de
intervención sobre su conocimiento y valoración de sus alimentos tradicionales más
aún si se considera que este niño partió de cero en ambos casos. Aquí sí la
contundencia del teatro es evidente en ambas variables: conocimiento y valoración
(gráfica 5.a).
108
No obstante los resultados anteriores, en el proceso el Niño 5 también aumentó
sus preferencias hacia los alimentos procesados (gráfica 5.b). Sobre las respuestas
abiertas para fundamentar su valoración, sus respuestas fueron más diversas en
relación con otros niños. Habló de que eran alimentos que cuyo consumo era una
costumbre en su comunidad. También en la primera evaluación mencionó que no
estaba dispuesta a consumirlos más seguido porque no le gustaban y a final comentó
que estaba dispuesta a comer cinco alimentos tradicionales porque le parecían muy
ricos.
De manera más específica, el Niño 5 presentó un cambio evidente en la sección
de atole de Péchita, se ya que en la primera evaluación había declarado no gustarle,
en la 2ª solo respondió que no quería consumirlo varias veces a la semana solo porque
no; y en la 3ª contestó que sí le gustaría consumirlo más porque es muy rico; en la
sección de batarete cambió de percepciones negativas a positivas observando en la 1ª
evaluación una respuesta no; en la 2ª porque no, y para la tercera cambió su opinión a
“sabe muy bueno”; en reactivos referidos a los nopalitos con chile, en la 1ª evaluación
respondió “porque no”, continúa con la misma posición en la 2ª; y finalmente en la 3ª,
después de la participación en el teatro respondió: “tiene buen sabor”. En las tortillas
de requesón, se observa cómo en la primer entrevista dice: “porque no”, para la
segunda evaluación ya hay un cambio a “porque sí” (le gustaría consumirla), y en la 3ª
señaló: “la mayoría de la gente es lo que acostumbra comer”. En los reactivos
relacionados con el té de cósahui, primero no contestó nada, en la segunda encuesta
dijo “porque no” y para la 3ª contestó “es lo que tomamos cuando comemos”. Esto
puede indicar que incluso en la propia familia hubo alguna influencia del estudio,
109
porque se retomaron costumbres como el consumo del té de cósahui.
Sobre su disposición a consumir alimentos procesados varias veces a la
semana, en la segunda evaluación argumentó que estaba “acostumbrado” a
consumirlos, porque era un “vicio” ingerir esos alimentos y también que los prefiere
porque es “hiperactivo”.
Niño 6.
Este Niño también muestra el mayor impacto del teatro en el conocimiento y
valoración de los alimentos tradicionales (gráfica 6.a). Asimismo, el comparativo de la
valoración de los alimentos tradicionales, versus los procesados (gráfica 6.b), confirma
el impacto del teatro en esta variable a través de un proceso de reflexión ya que como
se ha mencionado de manera reiterada en ningún momento durante los módulos del
taller, en los ensayos o en la puesta en escena, se les habló explícitamente de estos
alimentos que son los más consumidos en el recreo. En la obra los villanos fueron los
“alimentos chatarra” como genéricos, no se manejaron las marcas que sí estaban
explícitas en los instrumentos de evaluación respondidos por los niños.
Por otra parte, al analizar las preguntas abiertas se observa claramente, como
en ningún otro niño, el impacto de la plática informativa porque sus razones para
valorar los alimentos tradicionales se fundamentaron en argumentos relacionados con
la nutrición. Solo un alimento tradicional fue desechado en la valoración final porque no
le gusta uno de los ingredientes.
De manera más puntual el Niño 6 tuvo las siguientes respuestas: en los
reactivos relacionados con el atole de Péchita, no contestó nada en la primera
110
evaluación; en la segunda mencionó “se ve rico y nutritivo”, y en la 3ª contestó “porque
es nutritivo”, lo que demuestra que añadió notoriamente aspectos de nutrición en su
valoración. En el batarete primero no contestó nada; en la segunda evaluación
respondió que es nutritivo y en la 3ª refrendó que le parece nutritivo. En los chiles
rellenos, contestó en la 1ª evaluación que están bien ricos; posteriormente mencionó
que le gustaría comerlo varias veces a la semana “porque es nutritivo”; y en la 3ª,
“porque nutre y alimenta”, lo que nos arroja la incorporación de conceptos de nutrición
en la valoración de los alimentos. En la sección de migas, en la 1ª evaluación no
contestó; en la 2ª, respondió “no me gusta”, y por último registró un aumento del deseo
de consumirlo en la 3ª evaluación; En los nopalitos con chile vimos primero la
respuesta “están ricos”; después “porque son ricos”, y por último añadió también
conceptos de nutrición al contestar en la 3ª evaluación. En la sección de quelites con
frijoles, primero no contestó; después dijo “por sus nutrimentos”, para terminar con la
respuesta “porque nutre” en la 3ª evaluación. En el té de cosahui primero no contestó
nada, en la segunda contestó por sus nutrimentos, y en la tercera, dijo “se ve rico”. Lo
anterior evidencia la integración de valores como nutrición en referencia a los alimentos
tradicionales.
Sobre las razones de bajar el consumo de alimentos procesados, este Niño
cambió radicalmente sus respuestas de la primera a la última evaluación ya que en la
primera utilizó varios adjetivos para justificar sus preferencias por estos alimentos, tales
como están deliciosos, me dan energías, están enchilositos, etc. a no son nutritivos,
que fue la respuesta a su intención de consumirlos menos.
Niño 7.
El Niño 7 aumentó el conocimiento de sus alimentos tradicionales y su
valoración subió de manera sustantiva a raíz de la plática informativa (gráfica 7.a), pero
se mantuvo constante durante todo el ejercicio su valoración de los alimentos
procesados, por encima de los tradicionales (gráfica 7.b).
111
En el análisis de las preguntas abiertas sobre los argumentos para fundamentar
la valoración de los alimentos tradicionales, este Niño no se mostró abierto al cambio,
más bien reafirmó la valoración de aquellos alimentos que sí le gustaron. Indicador que
se incrementó después de identificarlos en la plática informativa. En el caso específico
de la última evaluación, después de participar en la obra de teatro, las preferencias no
se modificaron y las razones tampoco, los argumentos fueron similares entre una y otra
evaluación.
Niña 8.
La Niña 8 también incrementó en mayor medida el conocimiento de los
alimentos tradicionales respecto a su valoración; y después de participar en la obra de
teatro (gráfica 8.a), esta tendencia se acentuó. Sin embargo, también aumentó su
intención de incrementar su consumo de alimentos procesados (gráfica 8.b).
112
Respecto a su disposición a consumir alimentos tradicionales varias veces a la
semana, la Niña 8 pasó de contestar que no los consumiría porque es malo, a se ve
rico en 6 alimentos después de la 3ra evaluación. Sobre las razones esbozadas
justificar su mayor preferencia por los alimentos procesados fueron que están muy
buenos y que le gustan mucho.
En el análisis a detalle de los alimentos tradicionales la Niña 8 no contestó en el
área de migas de la 1ª evaluación; en la segunda dijo “está muy malo”, y en la 3ª,
después de la aplicación del teatro, cambió argumentando que sí le gustaría
consumirlas varias veces a la semana “porque están buenas”. Respecto a los quelites
con frijoles, primero dijo “no me gustan”; en la 2ª, “está muy malo”, y en la 3ª termina
por desear comer el alimento, contestando “porque sí”. En la sección del té de cósahui,
primero no contestó; después dijo “está muy malo” y en la 3ª aplicación terminó por
considerar que “se ve bueno”.
Las respuestas para justificar su intención de consumir alimentos procesados,
no cambiaron en el proceso, solo en la primera evaluación no había contestado en dos
alimentos procesados y en la 2ª evaluación contestó que sí le gustaría consumirlos
más porque “dicen que son buenos”.
Niña 9.
La Niña 9, respondió muy favorablemente al estímulo del teatro en cuanto al
conocimiento, pero fue la plática la que incidió con mayor intensidad en la valoración
de los alimentos tradicionales (gráfica 9.a). Ello se resalta de manera preponderante en
el comparativo de la valoración entre los alimentos tradicionales y los procesados
(gráfica 9.b).
113
Sobre las respuestas a las preguntas abiertas para argumentar su disposición a
consumir alimentos tradicionales, En el caso de la Niña 9 con el atole de Péchita no
contestó nada en la 1ª evaluación; en la 2ª dijo “no lo he comido”, y para la 3ª mostró
un deseo de consumirlo al contestar “se ve rico”. Con el batarete en la 1ª, no contestó
nada; en la 2ª dijo “no lo he comido” y se vio un cambio evidente para la 3ª evaluación
al responder “porque se ve delicioso”. En la sección chiles rellenos, contestó primero
“sí me gusta pero casi no”; en la 2ª evaluación dijo “no me gusta”; y radicalmente para
la 3ª evaluación respondió “están bien ricos”. En el área de migas, no contestó nada la
1ª vez; en la 2ª dijo “no lo he comido”, y para la 3ª evaluación reportó que “le gustaría
comerlo varias veces a la semana porque se ve rico”. En los nopalitos con chile, dijo en
la 1ª evaluación “está muy rico”; en la 2ª, “porque están muy amargos”, y para la 3ª
dijo “están ricos”. En los quelites con frijoles se muestra un aumento en la valoración,
pues en la 1ª evaluación contestó “me gusta pero no tanto”; en la 2ª dijo “casi no me
gustan”, y se evidencia un cambio para la 3ª evaluación al responder “me gustan”; en
el té de cosahui primero no contestó, en la 2ª evaluación respondió “no se me antoja” y
el cambió se notó cuando en la 3ª respondió que ahora sí le gustaría consumirlo varias
veces a la semana ya que dijo “se ve rico”..
En los alimentos procesados se notó una baja en la calificación de estos
alimentos, de “encantarles” en las respuestas de la primera evaluación, en la segunda
contestó que le gustaría consumirlos porque “le gustan” o “se ven ricos”, y en tres
alimentos ya no contestó.
Niña 10
La Niña 10 también mostró de manera muy definida el impacto del teatro sobre
el conocimiento y valoración de los alimentos tradicionales (gráfica 10.a), aunque
también incrementó su disposición a consumir alimentos procesados (gráfica 10.b).
114
Los argumentos para rechazar los alimentos tradicionales en la 1ª evaluación
de la Niña 10 fue que “los desconocía”. De manera más puntual, en el atole de péchita
no contestó nada en la 1ª evaluación; en la 2ª dijo “porque no lo he comido”, y para la
3ª dijo “porque se ve rico”. En el caso del batarete, no contestó nada en la 1ª
evaluación; en la 2ª, mencionó “porque no lo he comido”; y para la 3ª respondió “se ve
rico”. En la sección de migas, en la 1ª evaluación no contestó nada; en la 2ª, “no lo he
comido” y en la 3ª cambió a responder “porque se ve rico”. En los quelites con frijoles,
se muestra la evidencia del aumento en la valoración pues en la 1ª evaluación dijo “me
gusta poco”; en la 2ª contestó “porque no me gustan los nopales” (cuando se le
estaban mostrando quelites con frijoles); y en la 3ª se pudo constatar que ya los
conocía y mencionó que le gustan. En el té de cósahui en la 1ª evaluación dijo “porque
sí”, en la segunda se retractó y dijo que no le gustaría consumirlo varias veces a la
semana “porque no lo he tomado”, y en la 3ª señaló “se ve rico”.
En los procesados esta Niña también mostró un incremento en su disposición a
consumirlos más y en el caso de la calificación de tales alimentos, ocurrió un proceso
inverso al del resto del grupo al pasar de una valoración más modesta, en la primera
evaluación, en cuanto a los adjetivos utilizados para calificar estos alimentos, quería
consumirlos más “porque sí” a quiero consumirlos más “porque son ricos”.
Niña 11.
En la gráfica 11.a se observa claramente el impacto del teatro sobre el
conocimiento y valoración de sus alimentos tradicionales. En particular su disposición
al consumo se vio fortalecida porque cuando comenzó la intervención no tenía
intenciones de consumir alimentos tradicionales, y al finalizar expresó intenciones de
consumir estos alimentos varias veces a la semana. Al mismo tiempo reforzó su
intención de consumir con mayor frecuencia los alimentos procesados (gráfica 11.b).
115
Sobre la disposición a consumir alimentos tradicionales, esta Niña mostró una
actitud más abierta después del teatro, argumentando que sí gustaría de consumir
varias veces a la semana estos alimentos para saber “a qué saben”. Respecto a los
alimentos procesados, también se observó que la Niña 11 utilizó adjetivos más
mesurados para justificar su propensión a consumir más alimentos procesados.
De manera más específica la niña 11, en la sección de los chiles rellenos, en la
1ª evaluación no contestó nada; en la segunda, respondió “porque está muy malo”; y
cambió radicalmente en la 3ª al contestar “porque son muy buenos”. En las migas
primero contestó “porque no”; en la 2ª respondió “porque está muy malo”; y en la 3ª,
contestó “para ver a qué saben”, lo que evidencia que al menos se le despertó la
curiosidad por consumir el alimento.
Ahora bien, cuando se hizo la selección de alimentos tradicionales con base en
la información proporcionada por las mujeres de mayor edad en ambas comunidades,
se identificó que algunos todavía se consumían en la actualidad, mientras otros se
habían perdido en el tiempo, por tal motivo se consideró importante hacer un análisis
por alimento para determinar cómo se habían comportado las preferencias a lo largo
del estudio. A este análisis se dedica la siguiente sección.
IV.2 Análisis de los Resultados del Conocimiento y Valoración del Grupo
Participante Hacia Cada Uno de los Alimentos Tradicionales
El análisis por alimento muestra los cambios en la percepción del grupo de
niños en las tres evaluaciones. En esta sección los datos se muestran como porcentaje
de las frecuencias en las menciones de los niños, por cada alimento, en cada
evaluación, y se utilizan dos gráficas por alimento: una para mostrar los cambios en el
conocimiento y la otra, cambios en la valoración. Para el conocimiento se incluyeron
los tres reactivos contemplados en el instrumento: conoces el alimento, sabes cómo se
llama y lo has comido, con el afán de profundizar en el conocimiento que el niño tiene
en el alimento. En la valoración se dejaron dos reactivos: te gusta y te gustaría
consumirlo varias veces a la semana.
El primer alimento es el atole de péchita, una bebida preparada con vainas de
mezquite, maíz, agua y azúcar o piloncillo. La vaina de mezquite solo se consigue a
116
finales de la primavera. En la gráfica 12.a se observa una disminución en el consumo
que puede ser causada por una falta de precisión en el instrumento en referencia a la
temporalidad, es decir debimos aclarar si queríamos saber si alguna vez en su vida el
niño había consumido el alimento, o si lo había hecho recientemente.
En el caso de la valoración de los niños, gráfica 12.b, la información resulta
menos contundente, aunque en general la posibilidad de consumirlo varias veces a la
semana mejoró positivamente, sea porque se considera más nutritivo, aunque siga sin
gustarles mucho. Finalmente puede concluirse una posición más abierta por parte de
los niños como resultado de su participación en la obra “El sabor de la vida”.
El siguiente alimento analizado es el batarete, otro atole preparado con pinole
de maíz, piloncillo, queso fresco y agua que por lo general se consume en la época
invernal.
En el caso de este alimento se incrementó el nivel de conocimiento sobre todo a
117
raíz del teatro (gráfica 13.a), sin embargo el consumo parece haber disminuido. Ello
puede haber sido resultado de que el alimento estuviese asociado a cierta época del
año, como se mencionó en el párrafo anterior, y a que el último instrumento se aplicó
en el verano. Hay que tener en cuenta que la 2ª evaluación tuvo lugar a finales del mes
de noviembre, cuando en esa región del estado comienzan a refrescar los días y se
consumen más bebidas calientes.
En cuanto a la valoración del batarete (gráfica 13.b), ésta se mantuvo igual en
lo referente al gusto por el alimento, pero aumentó de manera importante la disposición
de los niños a consumirlo varias veces a la semana.
El siguiente alimento es chiles rellenos, preparado con chiles verdes (anaheim),
rellenos de tiras de queso, rebozados en una mezcla de claras a punto de turrón y
yemas, y fritos. Es un alimento disponible en todas las estaciones del año aunque se
consume más en la cuaresma porque no lleva carne entre sus ingredientes.
A diferencia del atole de péchita y del batarete, el conocimiento y la valoración
de los chiles rellenos fueron de los más elevados del estudio desde inicio, lo que indica
que es un platillo que se sigue consumiendo. Aun así, su conocimiento y valoración se
ampliaron durante la intervención, de acuerdo a las respuestas de los niños (gráficas
14.a y 14.b), aunque fue la plática informativa el evento que detonó la ampliación del
conocimiento y valoración de este alimento de gran tradición en la cultura culinaria no
solo de Cobachi y La Galera, sino de Sonora en general.
Las migas son otro atole de masa elaborado con maíz, agua, panocha o
piloncillo, canela y agua, también se consumen en los meses de invierno y primavera,
118
en particular en Semana Santa.
El conocimiento que de este alimento manifestaron los niños tuvo un
comportamiento muy similar al del atole de péchita y el batarete, ya que su consumo
prácticamente ha desaparecido. En estos casos la plática informativa tuvo un impacto
muy relevante en el nivel de conocimientos del alimento.
En cuanto a la valoración, el teatro constituyó un medio más efectivo para
mejorar la valoración de las migas. Algo muy similar ocurrió con el atole de péchita y el
batarete, alimentos que también han sido desplazados por la modernidad. En los tres
casos, la plática sobre los alimentos tradicionales y sus cualidades nutritivas
incrementó sensiblemente el conocimiento de los niños sobre sus tradiciones
culinarias, pero la valoración se vio más fortalecida después de participar en la obra de
teatro.
Los nopalitos en chile se preparan con nopales tiernos cortados en trozos,
cebolla, manteca, chiles colorados de sarta, ajo, harina y agua. Son un alimento muy
popular aún, sin embargo el nivel de desconocimiento con el que arranca el estudio se
debió a su confusión en el instrumento, con el platillo carne con chile, cuyo consumo se
mantiene más generalizado. Al errar los estudiantes en el reconocimiento del platillo, el
reactivo se marcó como negativo, situación que fue corregida por los estudiantes
después de la plática informativa.
119
En el caso de la valoración de los nopales en chile, de nueva cuenta el teatro
resultó ser una herramienta más efectiva para que los niños mejoraran su percepción
de este alimento.
Los quelites con frijoles se preparan con frijoles guisados, un mazo de quelites,
cebolla verde y manteca. Se consumen por lo general en Semana Santa y durante la
primavera y principios del verano.
En el caso de los quelites con frijoles ocurrió lo mismo que en los nopales. Al
reproducir la fotografía de este alimento en el instrumento, ésta perdió nitidez lo que
propició una fuerte confusión entre los niños, cuando se evaluó por primera vez. La
mayoría de los niños creyó que se trataba de un platillo distinto, de ahí el
120
comportamiento aparentemente errático de esta gráfica tanto en lo que se refiere al
conocimiento como a la valoración del alimento. No obstante lo anterior, una vez más
se refrenda el mayor impacto que el teatro tuvo en la valoración de los alimentos
tradicionales.
En el caso de las tortillas con requesón ocurrió una situación similar a la
anterior, solo que en este caso se eliminaron las respuestas incorrectas. En la primera
aplicación los niños evaluaron el alimento creyendo que se trataba de tortillas simples,
sin requesón. Fue a raíz de la plática que los niños dispusieron de una información
más precisa, de ahí el alto incremento en el conocimiento del alimento. La valoración
se incrementó desde la plática informativa porque las tortillas con requesón son un
alimento que aún tiene una gran aceptación entre los niños, como se observa en las
dos gráficas siguientes:
El cósahui (Calliandra erioplhyllaes) es un arbusto perenne del desierto
sonorense. Con sus ramas se prepara un té medicinal que ayuda a bajar la calentura.
Su color es rojo muy parecido al de la Jamaica, tal vez por esta razón, y por su uso
más bien medicinal, fue el alimento menos reconocido y menos valorado por los niños.
Después de la plática informativa, cuando los niños supieron de qué alimento se
trataba, y que no era Jamaica, el rechazo se mantuvo, fue solo hasta después de la
obra de teatro que el conocimiento y valoración de los niños hacia esta bebida cambió
positivamente. En el análisis individual, por niño, presentado en la sección anterior se
mostró cómo si bien los niños no afirman de manera contundente que les gusta, sí se
mostraron dispuestos a probarlo y hasta consumirlo varias veces en la semana por sus
cualidades nutricionales y curativas.
121
En el recuento del análisis por alimento tradicional se pudo detectar que en
general se registró un aumento en el conocimiento, valoración y consumo en los
alimentos tradicionales. Que en los casos de confusión, la plática informativa tuvo un
impacto significativo en el nivel de conocimiento del alimento tradicional registrado por
los niños aunque con menor incidencia en la valoración de estos alimentos.
El instrumento aplicado a los niños en las tres etapas del estudio también
recogió información sobre dónde habían ingerido los alimentos tradicionales y quién los
había preparado. Al respecto, los niños que manifestaron sí haber consumido
alimentos tradicionales identificaron dos lugares de consumo: en el caso de los
alimentos menos comunes en la actualidad, como el atole de péchita, las migas y el
batarete, fueron consumidos en casa de la abuela y ella los preparó. Los alimentos
tradicionales que aún se consumen tuvieron como referencia la casa del niño y la
preparación fue la madre en primer lugar, seguido de la abuela.
Por otra parte los frutos que no se incluyeron en el análisis cuantitativo, porque
no fueron representados en la obra de teatro, pero sí formaron parte del instrumento de
evaluación, tales como verracos, garambullos (Celtis pallida), tlayotes (Marsdenia
edulis), zayas, los niños que sí los conocieron y/o consumieron manifestaron que lo
hicieron en el monte, en la milpa o en el rancho y que fue el papá, el abuelo, el tío
quien se lo dio a probar por primera vez.
Los alimentos procesados en un 90% se consumen en la escuela, y después en
la plaza y en la casa. Las razones para comprarlos la primera vez fueron: por
recomendación de los amigos, o porque les convidaron en el recreo; porque lo vio
como un producto nuevo en la tienda, o con nuevo empaque, porque lo anunciaron en
122
la tele.
Para continuar con la exposición y análisis de los resultados ahora
presentaremos las gráficas que condensan la información sobre los cambios en el
conocimiento y valoración de los alimentos procesados que registraron los niños
durante la intervención. No está de más recordar que tales alimentos procesados
fueron utilizados como referencia para comparar y poner perspectiva los cambios de
percepción logrados con los alimentos tradicionales, hasta ahora poco conocidos y
valorados por los niños, con aquellos alimentos que ellos más prefieren, según lo
constató el propio maestro del grupo al registrarlos en sus observaciones sobre el
consumo de los niños en el recreo.
IV.3. Análisis de los Resultados del Conocimiento y Valoración del Grupo Participante
Hacia Cada Uno de los Alimentos Procesados
Una primera acotación metodológica fue que en estos alimentos se aplicaron
solo dos evaluaciones, la ex ante y la ex post, ya que no fueron incluidos en la plática
sobre las cualidades nutricionales de los alimentos tradicionales que se impartió a los
niños en el mes de noviembre. Otro elemento importante es que en la obra de teatro
ninguno de los alimentos que a continuación se presentarán, no fueron personificados
por los niños. En la obra “los malvados” fueron los alimentos chatarra como un
genérico, sin identificar marcas.
Hay que tomar en cuenta también que el consumo y preferencia por estos
alimentos están respaldados por intensivas y llamativas campañas publicitarias, por lo
que más que pretender cambios en el conocimiento de los mismos, se buscó registrar
cambios en su valoración después de la obra de teatro, para demostrar el potencial del
teatro para inducir la reflexión de los participantes, público y actores, aunque en este
caso el foco fueron siempre los niños y niñas actores, a través de mecanismos más
sutiles, pero más profundos porque se trabaja con la subjetividad misma de los
participantes. Es decir, durante todo el proceso de intervención con los niños, jamás
hubo expresiones peyorativas hacia los alimentos procesados que ellos consumen en
el recreo, tampoco se les proporcionó información sobre sus probables impactos
negativos en la salud, en particular si se abusa de su consumo.
123
A continuación se presentan los resultados para cada uno de los productos
procesados consumidos en el recreo. Al igual que en el caso de los alimentos
tradicionales, cada alimento presenta dos gráficas, la primera relativa a los reactivos
asociados al conocimiento del alimento, y la segunda, a su valoración. Los resultados
se presentan en porcentaje de las frecuencias de todas las respuestas positivas al
alimento que se está analizando.
La primera gráfica condensa los resultados en los cambios en el conocimiento
de los Chips toreados. Interesa destacar en este caso el decremento, aunque ligero, en
el consumo reportado por los estudiantes.
Respecto a la valoración de los Chips toreados, a pesar de que el alimento
sigue gustándoles mucho, como se observa en la siguiente gráfica, después de su
participación en la obra de teatro, los niños mostraron una mayor conciencia sobre la
necesidad de limitar su consumo, lo que puede ser considerado un indicador de un
descenso en la valoración de los chips de toreados como alimento.
En el caso de los Chips de fuego disminuyó levemente el consumo pero se
incrementó el conocimiento y su valoración a pesar de la participación en la obra de
teatro.
124
Este es el único alimento procesado que registró tal comportamiento en la
percepción de los niños. Desconocemos las razones para tal comportamiento pero es
posible lanzar varias hipótesis, como una posible novedad del alimento en las
comunidades del estudio, una más agresiva campaña de publicidad, etc.
El Chips sal de mar, disminuyó drásticamente su consumo pero no el
conocimiento que de él tienen los niños. En cambio la valoración se vio negativamente
afectada después de la participación en la obra de teatro, como ocurrió en general con
los demás alimentos procesados.
El Pau Pau es una bebida azucarada especialmente diseñada para el consumo
infantil. Durante el estudio, el conocimiento de este alimento disminuyó de manera
consistente (tanto en lo que refiere al conocimiento abstracto del alimento como a su
nombre).
125
Este resultado puede explicarse a través de varias hipótesis. La primera es que
aunque no se estigmatizó ningún alimento específico durante la intervención, es
probable que en la percepción de los niños, luego de conocer las cualidades
nutricionales de los alimentos tradicionales, hubiese quedado la idea de que este tipo
de alimentos y bebidas no son positivos para su salud por lo que pudieron haberse
avergonzado de reconocerlos. El problema de esta hipótesis es que no procedieron
igual al momento de responder que sí los consumían y que sí les gustaban. La única
variable que registró un descenso pronunciado es la disposición a comerlos varias
veces en la semana.
En el caso de los Doritos Nachos se registró una disminución tanto en el
conocimiento, reconocimiento de la marca, como en el consumo. El registro de las tres
variables sustentaría de manera más consistente la hipótesis del avergonzamiento de
los niños de sus preferencias respecto a este alimento, una vez que se tocó el tema de
las cualidades nutritivas de los alimentos tradicionales
126
En cuanto a la valoración de los Doritos Nachos, el gusto se mantuvo constante
pero la frecuencia con la que les gustaría consumirlo disminuyó significativamente. Es
decir, reconocen que les gusta pero se muestran conscientes de la necesidad de
reducir su consumo. El resultado de esta variable resulta más consistente en relación
al cambio de percepción de los estudiantes frente a estos alimentos después de su
participación en la obra de teatro.
Uno de los alimentos procesados más sensibles al teatro como estrategia de
comunicación fue el Bix Mix, cuyas variables de conocimiento, consumo y valoración
disminuyeron a raíz de la participación de los niños en la puesta en escena “El sabor
de la vida”.
Inclusive la variable “me gusta”, que en otros alimentos procesados se mantuvo
constante, en el Big Max registró un pronunciado descenso, siendo el único alimento
que presentó esta situación.
Los Takis mantuvieron su nivel de conocimiento y valoración, es decir,
prácticamente fueron inmunes al impacto de la participación de los niños en la obra de
teatro. En este comportamiento seguro influye el hecho de ser uno de los alimentos
procesados del estudio con mayor difusión de publicidad, no obstante lo anterior, su
consumo sí registró un descenso estrepitoso.
127
Respecto a los chocolates Snikers aumentó el nivel de conocimiento pero
disminuyó el de consumo. En cuanto a la valoración, se mantuvo el gusto por el
alimento aunque la disposición a consumirlo varias veces en la semana se vio
ligeramente disminuida después de la obra de teatro
Como se dijo en el inicio de esta sección, en el caso de los alimentos
procesados interesó conocer los cambios en la valoración de los niños al respecto, ya
que son productos muy apuntalados en sofisticadas campañas publicitarias. Al
respecto es muy interesante observar cómo solo dos alimentos, Takis y Chips de
fuego, mantuvieron intacta su valoración, mientras que el resto, tuvieron una menor
valoración. De nuevo, hay que insistir que en ningún momento se brindó a los niños
información negativa sobre estos productos, por lo tanto los resultados en la valoración
son directamente atribuibles a esa reflexión a la que induce el teatro como ejercicio
128
pedagógico y de comunicación.
Con el fin de determinar si se cumple o no nuestra hipótesis de trabajo, en la
siguiente sección se presenta un comparativo de los cambios en los registros en el
conocimiento y valoración de los alimentos tradicionales versus los alimentos
procesados de mayor consumo que mostraron los niños durante la intervención.
IV.4. Análisis Comparativo de Resultados Totales Sobre el Conocimiento y Valoración
de los Alimentos Tradicionales y Alimentos Procesados
Para finalizar la presentación de los resultados, se ofrecen cuatro gráficas. La
primera (gráfica 28) expone el recuento del conocimiento de los alimentos tradicionales
en las tres evaluaciones; la segunda, exhibe las mismas variables pero para los
alimentos procesados en las dos evaluaciones que los incluyeron. Se concluye con una
gráfica donde se comparan los totales de los cambios en el conocimiento de los niños
de los alimentos tradicionales respecto de los procesados; y una gráfica de los totales
de los cambios en la valoración de los alimentos tradicionales, respecto de los
procesados.
En el caso de los alimentos procesados, hay que recordar que en éstos solo se
realizaron dos evaluaciones porque la plática informativa solo se centró en los
alimentos tradicionales, nada más.
En todas las gráficas de esta sección los indicadores que se analizan son en el
conocimiento, el número de aciertos de los niños respecto al nombre del alimento que
se solicitó en el instrumento, fuese tradicional o procesado; y el porcentaje de veces
que manifestaron estar dispuestos a consumir el alimento, fuese tradicional o
procesado, varias veces a la semana.
129
En la gráfica 28, las barras azules corresponden a la 1ª evaluación, cuando a
los niños no se les había dado información alguna sobre los alimentos tradicionales; las
de trama naranja son de la 2ª evaluación, después de la plática informativa y la 3ª se
realizó después de que los niños participaron en la obra “El sabor de la vida”. En la
gráfica se puede observar claramente cuáles son los alimentos tradicionales que ya
eran valorados por los niños, aun sin intervención, como los chiles rellenos; en
segundo lugar están los nopalitos con chile y en tercero los quelites con frijoles.
En el extremo opuesto a los chiles rellenos está el té de cósahui y las tortillas
con requesón desconocidas para todos los niños. Una situación extraordinaria si se
considera que Cobachi y La Galera son comunidades donde la producción de queso es
uno de los pilares de la economía familiar, y el requesón es un subproducto de la
actividad, años atrás muy apreciado por la gente. En cambio ahora, algunos niños
manifestaron no gustarles el requesón razón por la cual todavía después de la plática
no se ampliaba su valoración entre los y las niñas participantes, sería hasta la puesta
en escena que sus percepciones cambiaron y mostraron mayor disposición a consumir
este alimento varias veces en la semana.
A pesar de estas diferencias internas entre los alimentos tradicionales, la
130
tendencia en todos los casos favoreció la ampliación de su valoración después del
ejercicio de intervención y particular los alimentos menos conocidos al inicio, fueron los
que registraron una mayor ampliación de su valoración. Solo las migas continuaron
encontrando resistencia en la mayor parte de los niños.
Respecto al comparativo sobre el conocimiento presentado en la gráfica 29.a es
posible observar la contundencia presencia de los alimentos procesados en tanto en el
conocimiento como en la valoración de los niños, pues como ya se mencionó, tienen
tras de sí una sofisticada y vanguardista estrategia de publicidad, que por supuesto
incluye la presentación de los mismos. No en balde algunos niños expresaron que
comenzaron a consumirlos porque estos productos cambiaron de empaque y eso les
pareció vistoso y atractivo. Sin embargo, cuando se contrasta el crecimiento del
conocimiento en el caso de los alimentos tradicionales, entre la primera y tercera
evaluación, se ve el efecto de la intervención.
En efecto, las barras que representan el conocimiento de los alimentos
procesados en la 3ª evaluación muestran que solo en los Takis se mantuvo constante y
en los Snikers inclusive se incrementó después de la intervención, todos los demás
131
experimentaron un decremento en el conocimiento de los niños. Este resultado en
principio parece contradictorio sobre todo si se considera que en la 1ª evaluación los
niños afirmaron conocerlos, además de seguir expuestos a la penetrante publicidad
que los acompaña tanto en los medios de comunicación, como en las dinámicas de sus
presentaciones, aquí una explicación hipotética sería que en la 3ª evaluación, los niños
se retractaron, aun fuese ligeramente, porque consideraron que no son un alimento
nutritivo.
Al analizar los cambios en la valoración de los alimentos tradicionales versus
los procesados (gráfica 29.b) se confirma la tendencia de la gráfica 29.a:
La comparación de los resultados entre la 1ª y 3ª evaluación muestra la
contundencia del impacto de la intervención en el campo de la valoración: mientras que
en los alimentos tradicionales en todos los casos se amplió la valoración, en los
alimentos procesados solo con los Takis ocurrió algo similar y con los Chips de fuego.
Para los efectos de este estudio, y con base en el marco conceptual que se manejó, la
variable más importante es la valoración porque, como se afirmó en el primer capítulo,
los alimentos son relevantes por su valor de uso, porque nutren, pero sobre todo por su
Gráfica 29.b
132
valor simbólico, como parte de su identidad y sentido de pertenencia, pero también
porque son apreciados por los individuos, en este caso, que los consumen (Thompson,
1990:154, citado por Ortega, 2009: 14)
A continuación se muestran dos gráficas que condensan los resultados totales
del estudio en las cinco preguntas básicas, en términos porcentuales. La gráfica 29.a
muestra el impacto global de la plática informativa y del teatro en los principales
indicadores. Los datos indican que los niños aumentaron el conocimiento del alimento
tradicional de un 17% a un 79.5%; y del 17% que conocían el nombre del alimento en
la primera evaluación se aumentó al 86%. El gusto por los alimentos tradicionales
aumentó del 14.8% al 62.5% y la disposición a incrementar el consumo ascendió del
12.5%, al 77.3%.
Respecto al impacto del teatro con referencia a la plática informativa, se ve
claramente que ésta incidió más en el ámbito del conocimiento, mientras el teatro
operó más en el plano de la valoración, como era de esperarse de acuerdo con la
literatura consultada. En el caso específico de los alimentos menos conocidos y
valorados como el té de cosahui los datos expresados en términos porcentuales,
indicaron que el teatro funcionó como una estrategia muy eficiente ya que incrementó
del 0 al 81.8% el conocimiento; y de un 0 al 63.6% en la valoración.
133
No obstante la anterior afirmación, la reflexión sobre los saldos de la
intervención en el ámbito de los alimentos tradicionales es que la plática informativa y
la participación de los niños en la puesta en escena “El sabor de la vida” fueron
estrategias pedagógicas complementarias. El hecho de que el teatro presente una
mayor incidencia en el ámbito de los valores que dan sentido a las acciones de los
actores, refuerzan la identidad y la cohesión social, prerrequisitos esenciales en todo
proceso de desarrollo.
Un análisis similar se hizo a la información global de los alimentos procesados.
De entrada hay que advertir, una vez más, que éstos se usaron solo como referencia,
que no son alimentos sustitutos y que tienen tras de sí una intensa y sofisticada
plataforma publicitaria, por lo tanto no hay punto de comparación entre el nivel de
conocimiento y valoración que estos alimentos registraron desde la primera evaluación.
Solo se usaron para poner en perspectiva los cambios en las variables, conocimiento y
valoración de los alimentos tradicionales, considerando sobre todo que son los
alimentos preferidos por los niños para consumirlos en el recreo. Los adjetivos y las
expresiones corporales de los niños cuando llegaron a la sección de alimentos
procesados, en la primera aplicación del instrumento, confirmaron que la estrategia
comparativa había sido la adecuada.
Al incluir estos alimentos en el instrumento es posible que esto diera la pauta
para que se hablase de ellos en el salón de clases y que algunos niños hubiesen
aprendido el nombre correcto del alimento; otra razón pudiese ser que en la primera
evaluación los niños equivocaron el nombre y por ello se observa un incremento en el
nivel de conocimiento del nombre del alimento y otra razón es que al utilizarse el teatro
funcionó como estrategia de comunicación también para los alimentos procesados. En
esta gráfica lo que nos resulta más relevante de comentar es la caída del consumo de
estos productos y sobre todo de las intenciones de comerlo varias veces en la semana,
a pesar de que los niños confirman su gusto por ellos.
En la gráfica 29.b, los indicadores relacionados con el reconocimiento del
nombre del alimento y con el gusto por consumirlo, fueron los que se incrementaron
durante el proceso, en cambio la disposición a consumirlo varias veces a la semana
fue el indicador que más disminuyó. Este último dato se considera particularmente
relevante porque, como se indicó en su momento, después de la pregunta “¿te gustaría
134
comerlo varias veces? se solicitaba al niño la razón de su respuesta, del sí, o del no.
Por lo tanto, hay un supuesto de reflexión al menos mínima para justificar la respuesta.
Por otra parte, como también se señaló anteriormente, en ningún momento de
la intervención se hizo comentario alguno a los niños sobre estos alimentos, ni
positivos, ni negativos. No se hicieron referencias a ellos como “productos chatarra”,
aunque en la obra los villanos fueron los “productos chatarra”. De manera que
podemos suponer que la menor disposición a consumirlo varias veces a la semana, es
el resultado de la reflexión propia de los niños y de una asociación – “productos
chatarra”-alimentos procesados - que ellos hicieron por cuenta propia, en lo individual o
de manera colectiva. Éste es un hallazgo cualitativo de gran relevancia para la materia
que nos ocupa, explorar el potencial del teatro como instrumento de reflexión y
formación de capacidades para el desarrollo regional y en particular el desarrollo rural.
135
IV.5. A Manera de Recuento del Proceso de Intervención
En esta sección se concentran las observaciones realizadas durante el trabajo
de intervención ya que como plantean DeWalt y DeWalt (2002, citado por Kawulich,
2005: 5) a través de este ejercicio tratamos de lograr y ofrecer una comprensión
holística de la convivencia con la población y esa interacción entre los alimentos
tradicionales y los alimentos procesados en la vida cotidiana de las comunidades de
estudio. A continuación se reseñan los aspectos más relevantes de cada una de las
etapas del estudio.
En la etapa previa:
Es importante mencionar lo que sucedió durante el transcurso de la etapa de
preparación ya que antes de iniciar las etapas se tuvo la oportunidad de observar
aspectos relevantes en relación a la alimentación gracias al trabajo de campo.
El primer contacto se realizó con una habitante de la comunidad de La Galera,
la cual fue considerada líder e informante clave. Aquí comenzó la observación. Se
inició con la entrevista semiestructurada para detectar los alimentos tradicionales, pero
durante la entrevista se observó que nos encontrábamos en una tienda abarrotera
donde los principales productos de venta eran los alimentos procesados. Había un
refrigerador horizontal donde se encontraban refrescos, un estante surtido de
productos procesados.
Esta persona nos relató cómo había surgido esta tienda y que la Coca Cola la
había buscado para instalar su punto de distribución en esa comunidad. Durante
nuestra estancia en la entrevista, acudieron tres personas a comprar sodas y papitas,
cabe aclarar que era en el transcurso de la mañana.
Después se realizaron las demás entrevistas con las adultas mayores y en
todas las casas se observó la presencia de los alimentos procesados. Papitas grandes
sobre todo y refrescos. Se encontraban a la vista arriba del refrigerador, o en estantes.
Las razones tenían que ver con el gusto de los nietos, es decir varias señoras dijeron
que las tenían ya que a sus nietos les gustaban mucho y era lo único que les gustaba
comer, que ya no les gustaba lo que ellas les cocinaban.
La primera etapa de trabajo en campo duró 10 días por lo que una de las
líderes de la comunidad de Cobachi nos dio hospedaje y alimentación. Esto sirvió para
observar lo que nos cocinaba en el desayuno, comida y cena. Los platillos eran casi
136
siempre huevo con jamón durante el desayuno, con leche y tortillas de harina
realizadas por ella misma. La comida podían ser calabacitas, caldos, carne,
acompañados de frijoles. aguas frescas naturales. Nuestro agradecimiento siempre fue
evidente añadiéndole el gusto por comer sobre todo las tortillas recién hechas.
Ella demostraba agradado cuando le decíamos que estaba delicioso lo que
preparaba, y se sentía alegre. Mencionaba que para ella era una oportunidad preparar
esa comida que ya casi nadie cocinaba pues sus coterráneas preferían hacer una sopa
instantánea que preparan alimentos. Sobre todo porque los mismos nietos ya no
comían en sus casas.
Decía los hijos se van y ya les da flojera cocinar, prefieren ver novelas o hacer
otras cosas, los nietos llegan a sus casas apurados y les dan lo que sea para que
coman y los chamacos disfrutan comer papitas con las abuelas, pues nosotras ya
estamos para consentirlos.
Con esto se puede constatar el significado que la población ha depositado en
los productos procesados, ya que se han asociado con demostración de afecto. Otra
situación que se detectó es que los niños ya no quieren comer lo que preparan las
abuelas y ellas se sienten mal por dedicar tanto tiempo a la preparación de los
alimentos “para que nadie los coma”.
Para estas mujeres, la preparación de los alimentos está íntimamente ligada al
afecto y el rechazar su comida es casi como rechazarlas a ellas mismas. Esto ha
influido para que prefieran adaptarse a los gustos de los niños, en el afán de ser
aceptadas.
Estos comentarios fueron repetidos en todas las adultas mayores. Aunque no
era el objetivo trabajar a profundidad con ellas y solo necesitábamos identificar los
alimentos tradicionales a través de ellas, nos parece relevante compartir estas
observaciones en campo.
También durante las visitas a los hogares de las adultas mayores estuvo
siempre la televisión encendida. Algunos hogares se veían austeros pero la televisión
no podía faltar. La mayoría de las señoras se encontraban viendo la tv cuando
llegamos a la cita para las entrevistas y durante la misma la mantuvieron encendida.
Ahí se veían comerciales de manera continua presentando productos procesados con
los actores más atractivos y famosos del momento. En alguna ocasión eso fue causa
137
de distracción de la señora hasta mencionar ¡qué guapo!, ¿verdad? Cuestión que era
imposible de negar.
Sí nos encontramos con señoras que estaban regando o aseando su casa, pero
a nuestra vista ninguna se encontraba cocinando, ni aun cuando las visitas fueran
antes de la hora de la comida. Al asistir alguna señora nos invitó un café y nos
encontramos con cafés instantáneos, alejados de los que esperábamos encontrar. Nos
ofrecieron galletas de animalitos para acompañar el café.
En el parque se reunían los niños a jugar y en varias ocasiones se observó que
al terminar, ellos solos iban a la tienda a comprar refrescos y alimentos procesados. En
las tardes se observaban grupos de personas que salían a disfrutar la tarde para
convivir, y en ellos, familias completas, con integrantes de distintas edades, consumían
productos procesados durante su convivencia vespertina.
En general en esta etapa se pudo observar la fuerte presencia del consumo de
los alimentos procesados en la vida cotidiana de los habitantes de las comunidades:
en sus hogares, en las visitas y convivencias con familiares, en momentos de juego.
Los alimentos procesados se ven cómo símbolos de afecto y su consumo se encuentra
reforzado por una publicidad a la que son expuestos permanentemente.
Primera Etapa. Evaluación ex ante sobre el conocimiento y valoración de los alimentos
tradicionales.
El primer contacto con los niños en esta etapa fue la asistencia a la escuela,
durante la hora de recreo se pudo observar el consumo de productos procesados en la
mayoría, no se observó ningún alimento así fuera tradicional o no, es decir, en lo niños
no se observó el consumo de alguna fruta, verdura, ni alimento no procesado. Todos
consumían productos procesados. La pequeña cantidad de alumnos benefició para
poder hacer una observación más amplia y con todos los niños, los alumnos en
general, no solo con los que se trabajarían.
Una vez que entramos al aula, se les explicó que veníamos a aplicarles una
encuesta, en donde no era importante si respondían adecuada o erróneamente a las
preguntas, ya que en realidad lo que importaba era conocer la verdad, por lo que no
existían respuestas buenas o respuestas malas. Anteriormente se había solicitado el
permiso al docente, el cual advirtió que dentro del grupo se encontraban niños muy
inquietos, que no hacían caso.
138
Ya con esa advertencia se entró al grupo, buscado la mirada de cada niño para
posteriormente recibir su atención. Los alumnos se mostraron interesados en escuchar
las razones por las que estábamos ahí, y mientras comenzamos a entregar los
instrumentos comenzaron los comentarios a causa de su nerviosismo; unos decían y
¿si no sé nada?, a lo que reafirmábamos de manera inmediata que en ningún
momento esto era un examen. Después, repartimos lápices y les pedimos a los niños
más inquietos esperar a quienes aún no estaban listos para comenzar todos al mismo
tiempo, a responder el instrumento.
Los niños hacían comentarios donde se evidenciaba el desconocimiento del
alimento tradicional, preguntaban en voz alta ¿qué es eso?, ¡yo sé que son las manos
de mi mamá!, ¡a lo lejos se ve el carro de X habitante! Seguían cuestionando
insistentemente entre ellos, qué pasaría, si no sabían. Intentaban preguntarse entre
ellos qué era lo que observaban en las fotografías, pero solo pocos niños exclamaban
¡yo sí sé! ¡Ya lo he comido!
Se les insistió, debido a su persistencia, evitar copiar las respuestas ya que en
realidad no se verían afectados si no lo sabían, más bien buscábamos su honestidad
para poder explorar. Los comentarios siguieron y ciertos niños se mostraban
preocupados por no saber las respuestas, sus rostros lo denotaban, sobre todo los que
se veían más aplicados. Había niños que se conducían de manera más desenvuelta y
aparentemente eran ellos quienes parecían saber todas las respuestas.
¡Sí yo me la sé!, ¡Éste lo cortábamos en la milpa!, ¡Éste lo hacia mi nana!
decían algunos. Pero la mayoría se mostraba preocupado por no saber las respuestas,
era tal su desesperación que intentaron copiar, dos niñas se hacían caras a lo que se
les pidió de nuevo se tranquilizaran ya que no era un examen.
Era tal el desconocimiento que se observaba en sus comentarios que cuando
uno reconocía el alimento lo expresaba efusivamente en la voz alta para ser
reconocido entre el grupo.
Esto ocurrió a excepción del chile relleno que cuando lo vieron suspiraron por
reconocerlo. Y comenzaron a decir: ¡yo sí lo conozco!, ¡yo también, y decían
alardeando: ¡ya sé cuál es! ¡Ya sé cuál es! Así se pudo observar en esta sección que la
mayoría de los alimentos tradicionales fueron desconocidos para ellos, y ello les
preocupó y causó frustración.
139
Al llegar a la primera fotografía de los alimentos procesados las exclamaciones
de júbilo y alegría se hicieron evidentes y casi todos al mismo tiempo expresaron
conocerlo. Hubo risas, alegría y se respiró un ambiente de alivio ya que los niños se
relajaron, pues le habían atinado a una respuesta.
Posteriormente siguieron las demás fotografías de los alimentos procesados, y
el cambio en su comportamiento fue evidente, siguió aumentando la alegría y la
agilidad para contestar. La aplicación del instrumento avanzó inmediatamente, los
rostros de preocupación disminuyeron hasta desaparecer y en su lugar aparecieron los
rostros llenos de alegría por saber positivamente las respuestas, diciendo: ¡Ese sí sé
cuál es!, ¡Ése también! ¡Qué rico!
En general y en referencia a la alimentación se observó drásticamente la
reacción ante las preguntas referentes a los alimentos tradicionales en comparación
con los alimentos procesados. Siendo los primeros, los causantes de preocupación por
su desconocimiento y los segundos, los promotores de la algarabía, por su
reconocimiento.
En esta etapa se pretendió observar el nivel en que se encontraba el grupo en
referencia a sus capacidades de seguridad, autoestima, trabajo en equipo, expresión
verbal y corporal; ya que son aspectos necesarios para trabajar en la aplicación del
teatro y era de suma importancia observarlos para considerarlos al implementar la
obra de teatro, cuyo propósito era precisamente ampliar el conocimiento y valoración
del alimento tradicional en los niños.
Durante la aplicación del instrumento y conforme fueron avanzando
observamos cómo ciertos niños estaban atorados y se ponían nerviosos, poco a poco
los demás compañeros a manera acusativa fueron diciendo: “es que él no sabe leer y
¡eso que está en quinto!”, “ella tampoco sabe leer”, y así surgieron varios casos que se
fueron detectando, en los que se descubrió que el grupo no dominaba las habilidades
de lectoescritura en su totalidad.
Se presentaron burlas recurrentes a los niños que no sabían leer,
indistintamente del sexo. En ocasiones hubo respuestas negativas a las burlas y en
otros momentos solo silencios. No hubo expresiones solidarias, ya que nadie se ofreció
a ayudar a los niños que no podían responder por sí solos la entrevista.
Cabe aclarar que la capacidad de la lectoescritura adquirida era uno de los
140
principales requisitos de elección del grupo, pero una vez ya iniciando las etapas se
prefirió trabajar con todos los niños, para fomentar la integración grupal, trabajando
con el rechazo y bulling que se detectó precisamente por no poseer dicha habilidad en
el total del grupo. Uno de los objetivos del teatro es rescatar las habilidades que se
poseen y en cada niño se observó la posibilidad por rescatar las capacidades.
Uno de los niños presentó más marcada la ausencia de la lectoescritura dentro
de sus capacidades; de manera armoniosa, el apoyo de la directora de tesis, promovió
el desarrollo de la aplicación del primer instrumento siendo ella quien lo apoyó
directamente leyéndole las preguntas y ayudando a escribir las respuestas, mientras la
instructora siguió trabajando con el resto del grupo.
Conforme fuimos explicando que tampoco importaba si sabían leer o no, el
nerviosismo de los niños fue bajando; lo anterior lo pudimos registrar por el tipo de
movimientos que empezaron a mostrarse, con rasgos de cohibición y sonrojo en sus
rostros, su lenguaje se tornó con un volumen más bajo e intentaron defenderse de los
aparentes ataques. A medida que fuimos abordando al grupo solicitando respeto y
comprensión, haciendo hincapié en que nadie nació leyendo y todos pudimos en
determinado momento aprender, dichos síntomas fueron disminuyendo.
Los niños que presentaron más destreza en tiempo y asertividad trabajaron con
mayor rapidez y comentaron en voz alta saber las respuestas. Se pudo observar un
grupo con niños con baja autoestima y seguridad, sobre todo en los niños que aún no
desarrollaban por completo la lectoescritura con expresiones verbales y corporales
variadas entre los participantes, es decir que se detectaron niños con bastante
participación y otros extremamente callados.
Por otra parte había niños que tenían mayor movimiento físico reflejándose en
su energía e inquietud y otros con menos movimiento. Sin embargo, la mayoría se
mostraron con un alto nivel de desempeño. Respecto al trabajo en equipo, se observó
en un nivel muy bajo, ya que desde la misma posición de los mesa bancos se
observaban separaciones ente los niños y las niñas, y dentro de ellos, grupos menores,
y en otros casos, niños aislados, en donde la unión y el apoyo se encontró ausente, ya
que lejos de ayudarse entre ellos, se atacaban.
Finalmente se percibió a un grupo de niños con posibilidades de ser receptivo y
dispuesto a escuchar. Se detectó mucha energía en algunos miembros a través de su
141
participación, inquietud y movimientos acelerados; al mismo tiempo se hicieron
presentes las personalidades contrarias, niños en extremo tranquilos y retraídos, con
síntomas de timidez e inseguridad, registrado en las miradas evasivas, quietud
extrema, movimientos retraídos y nula participación.
Como se mencionó el grupo en principio estaba dividido por sexo, marcado
hasta en la posición de los participantes, las niñas para un lado y los niños para otro, a
excepción de un niño con síntomas de pubertad, que se interrelacionaba más
cordialmente con las niñas, haciendo comentarios de compañerismo y mostrando
alegría en los comentarios.
La expresión verbal y corporal en términos generales se encontró disparada,
muy contenida por un lado y muy marcada por otro. Se presentaban rasgos de
inseguridad y desbordada expresión. Se observó represión grupal interna, entre los
mismos niños, hacia los más inquietos, las críticas hacía ellos con comentarios como:
¡ya cálmate!, ¡ya no hables!, ¡le voy a decir al maestro!
Observar lo anterior fue importante, ya que para incidir posteriormente con el
taller de teatro es necesario detectar los niveles en los que se encuentra el grupo para
trabajar ciertas áreas.
Dentro de un panorama general se observó en base a los comentarios, un
grupo que reconocía con mayor facilidad los alimentos procesados en comparación
con los alimentos tradicionales; de manera colateral se detectó un grupo con
problemas de aprendizaje, disciplina, autoestima, agresión verbal, faltas de respeto y
bulling; las diferencias de capacidades se encontraron devaluadas en lugar de
respetadas y aprovechadas; sin embargo se detectó un grupo con disposición, interés
y expectativas.
Segunda Etapa. Impartición de Plática informativa sobre los alimentos tradicionales y
procesados con sus componentes nutritivos.
En esta etapa se tuvo mayor contacto con los alimentos directamente, ya que
es aquí donde se les presentaron las diapositivas con las fotografías y nombres de los
alimentos tradicionales. La reacción de los niños en cuanto a los alimentos fue
inmediata, es decir en cuanto veían la foto comenzaban a hablar de él y decían ¡Ah,
ésa es la respuesta correcta!, otros dijeron ¡Yo ya la sabía, sí estaba bien!
Algunos niños que no las sabían solo asentaban con la cabeza, estuvieron muy
142
atentos y participativos sobre todo, en el momento en donde se les explicaban los
componentes de los platillos, los nutrientes, vitaminas, minerales y en particular en qué
nos beneficiaban. Después de cada presentación del alimento tradicional, se les
preguntó en qué nos beneficia ese alimento y ellos contestaban en grupo. Lo anterior
se hizo con la intención de reforzar el conocimiento de la información brindada.
Las respuestas que se observaron tenían que ver con la integración del
conocimiento brindado inmediatamente y contestaban muy participativos todos. En el
atole de Péchita dijeron que nos daba energía, que nos servía para correr y jugar; el
batarete dijeron nos servía para ser fuertes y tener los huesos sanos, para que no se
nos quiebren; los chiles rellenos para ver mejor y para los huesos; las migas para ir al
baño, los huesos y la sangre; los nopalitos con chile para ver mejor y para que corra
mejor la sangre, ésos son muy nutritivos dijeron; los quelites con frijoles, nos dan
fuerza como a Popeye, si los comemos no nos va a dar cáncer y sirve para ver mejor;
el Té de Cosahui lo usan para tener hijos y para el dolor de panza. Cuando se les
presentaron las tortillas de requesón dijeron yo creía que eran tortillas, y al final un niño
exclamó ¡Están bien buenas, ayudan a los huesos y dan energía!
Como se mencionó, se buscó dar una plática informativa interactiva, en donde
se promoviera la participación de los niños, mantener su atención y evitar
distracciones. Al tener un acercamiento previo y un análisis general del grupo, se
reconocieron algunas oportunidades de desarrollo, y se aprovechó la plática para
comenzar a trabajarlas como: la seguridad, autoestima, respeto, expresión verbal,
corporal y trabajo en equipo, puntos necesarios para la integración del teatro enfocado
a comunicar y valorar los alimentos tradicionales.
En relación a lo anterior, se preguntó directamente a los niños más tranquilos,
se les motivó y reforzó su participación. Se canalizó la extrema participación de los
niños más inquietos, pidiendo a los demás participantes escucháramos con atención a
cada uno de los que expresaban sus comentarios. En todo momento se promovió el
respeto y el grupo respondió, en ese momento, adecuadamente a la solicitud.
Se detectaron más puntualmente las personalidades diversas, y se observaron
los liderazgos, siendo una niña la líder más evidente y como líderes 3 niños (los más
participativos). Estos niños corregían a los demás y eran los que se peleaban más
entre ellos, solicitándose silencio entre ellos mismos.
143
Poco a poco mientras sentían confianza, fueron utilizando palabras
altisonantes, gritos para dirigirse los unos a los otros y en ocasiones golpes como
forma de interactuar entre ellos. Observando esto durante la impartición de la plática,
se tuvo que hacer una pausa para hablarles directamente a los ojos y solicitarles su
atención, los golpes fueron ignorados para evitar reforzarlos y tratar de extinguirlos,
aprovechando que ninguno de ellos había salido lastimado.
Ya en pausa, se les solicitó respeto y se les invitó a disfrutar de la unión entre
todos para divertirnos y aprender juntos, se les compartió que podíamos crear un
espacio en donde todos podíamos ser felices, sabiendo que todos son diferentes entre
sí, desde físicamente hasta en la forma de ser. Se les explicó que estábamos viviendo
una etapa de convivencia, que iba a pasar y que era más bonito disfrutarla para
impregnar un recuerdo agradable en nuestras vidas.
Se les dijo que a nadie le gusta sufrir, ni sentirse dañado, entonces es
importante evitar dañar a los demás; y las faltas de respeto, como los insultos, las
palabras altisonantes, las burlas, las ofensas, y los golpes, entre otras cosas, no
estaban permitidos ni porque son niñas, o niños, o porque algunos saben más o menos
que otros, ni porque nos caen bien gordos, ya que hasta a ése que nos caen mal, lo
podemos llegar a querer y convertirlo en nuestro amigo.
También se les dijo que era más divertido llevarse bien y no tener miedo de
llevarnos con los demás. A partir de ese momento el grupo se mostró más atento, con
mayor participación y menor bulling. En comparación con el primer acercamiento, cabe
aclarar que se enfatizó con más puntualidad la oportunidad de divertirnos y aprender
juntos. En ningún momento se les solicitó directamente conocieran y valoraran los
alimentos tradicionales, solo nos sujetamos a brindarles información que podría servir
para ello.
Después de la plática se dejó pasar una semana y acudimos de nuevo al grupo
para la segunda aplicación del instrumento. Se observó un cariñoso recibimiento y se
mostró alegría cuando se les planteó el motivo de la visita y que se les aplicaría el
mismo cuestionario, los niños externaron en voz alta comentarios como: ¡qué bueno,
yo ya me lo sé!
Se les pidió lo contestaran de manera individual, y se les dieron las mismas
indicaciones bajo las mismas condiciones en que se dio la primera evaluación del
144
conocimiento y valoración del alimento tradicional.
En esta ocasión en la sección de alimentos tradicionales se observaron rasgos
de júbilo y alegría ya que decían, ¡Eh yo ya me la sé!, ¡es lo que vimos el otro día!,
¡están bien!, ¡ahora sí me va a ir bien!, y otro niño dijo: ¡yo ya me las sabía!, algunos
preguntaron: ¿cuál es este alimento?, ¿Cómo se llamaba? .dijeron estos: son muy
nutritivos, no como los chatarras. Fluyó más rápido en comparación con la primera
aplicación, ya que mostraron saber más las respuestas.
En relación a los aspectos para observar de autoestima, seguridad, expresión
verbal, corporal y trabajo en equipo sí hubo mejoría. En general se mostraron con
mayor seguridad; los niños que participaban menos, empezaron a hacerlo más y las
burlas hacia los que no sabían leer y escribir disminuyeron. En esta ocasión se detectó
mayor confianza y se vio la intención por ayudar a responder a los compañeros que no
sabían la respuesta. Los que sabían las respuestas intentaron dar pistas, como
acuérdate es el que vimos en la plática, y a la par evitaron compartir las respuestas.
Pudimos observar, en general un grupo integrado, desde la posición de los mesa
bancos, en donde ya se encontraban intercalados niños y niñas. Sus comentarios
reflejaban conocer más los alimentos tradicionales.
Tercera Etapa. Aplicación del taller de teatro y montaje escénico de la obra “El
sabor de la vida”.
Durante la realización del taller de teatro se evitó hablar de los alimentos con el
objetivo fundamental de no influir directamente en el conocimiento y valoración del
alimento tradicional, en un primer intento por evaluar el impacto del teatro. Sin
embargo, se observó su comportamiento o comentarios que se pudieran dar durante el
transcurso de los 8 módulos y las dos semanas intensas de ensayo.
Por ejemplo, se observó que durante el recreo comían productos procesados,
que generalmente adquirían a través de la reja trasera de la escuela. Los niños
ofrecían para compartir y cuando se les decía: no gracias, decían a sí, es cierto, no son
tan saludables, pero son muy ricos, y tenemos hambre.
Durante la aplicación de los módulos del taller de teatro, una madre de familia
comenzó a vender en la hora del recreo fritos, pepihuates y picos de gallo. La mayoría
de los niños del grupo dejaron de ir a la parte trasera de la escuela para comprar
productos procesados y comenzaron a consumir picos de gallo.
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Teniendo a disposición otros alimentos, los niños los prefirieron sobre los
procesados. Como participante también compré los alimentos que vendía la madre de
familia, y me mostraba gustosa al hacerlo. Es decir, se evitó comer productos
procesados para evitar la influencia sobre el consumo de los mismos. Aunque esta
investigación no pretendía la disminución en el consumo, se prefirió evitarlos. Las
pláticas entre los niños sobre los alimentos incorporaron continuamente lo nutritivo, es
decir: ¡mira que rico, me compre un pico de gallo nutritivo!
En relación a los otros aspectos se pudo ver que la percepción del grupo al
inicio del taller fue favorable, ya que se detectaron habilidades histriónicas, de
sensibilidad, creatividad y energía. El trabajo en equipo se presentaba deficiente por
las agresiones verbales continuas, sin embargo desde la primera sesión del taller, se
trabajó con integración.
Al trabajar con la seguridad y el autoestima se buscó reafirmar las habilidades
a través de las dinámicas de teatro, en la integración grupal se observó que los
mismos niños habían desarrollado habilidades para defenderse.
Durante el proceso de inicio de la intervención del teatro se vivieron sucesos de
oportunidad. En una ocasión y de manera repentina, dos niños se golpearon
físicamente dentro del aula, terminando en llanto y emociones desbordadas. Se utilizó
el evento para analizar la violencia, los niños respondieron disfrutar de ella ya que
contestaron: “si alguien te golpea se siente muy a gusto golpearlo también”.
Sus razonamientos instintivos siempre fueron muy honestos y trabajar con esa
visión fue complicado, pero cada sesión brindó la oportunidad para demostrar que el
gusto por la violencia puede ser menor en comparación por el gusto del compañerismo
y la alegría que brinda el trabajo en equipo, el respeto ayuda a la seguridad y la
autoestima, que a través del juego se promovió con los módulos de teatro.
Se observaron cambios conforme avanzaba el taller, al principio existían
bastantes burlas y bulling, más marcado del sexo masculino hacia el femenino y
dirigido a los niños aparentemente más débiles, o con deficiencias sociales y
académicas. Al terminar el análisis podíamos detectar que en determinado momento
todos los niños solían jugar el rol de: agresor y/o agredido.
El interés por divertirse fue creciendo; algunos comentarios resaltaban como los
siguientes: ¡ya quería que viniera!, ¡ya queríamos teatro!, y ¿ahora a qué vamos a
146
jugar?. El otro grupo escolar de los niños más pequeños solicitó directamente recibir
clases durante el recreo, siendo éste el momento más valorado para una comunidad
infantil dentro del espacio escolar. Se acercaron diciendo que ellos también querían
tener clases de teatro pues sus amigos o hermanos mayores les decían que se sentían
muy felices, que jugaban y se divertían mucho. Los niños del otro grupo querían seguir
recibiendo clases ya que se divirtieron mucho, tenían toda la disposición y las
habilidades para aplicarlas; en un momento se pensó en integrarlos, pero desviaría el
proceso de la investigación, por lo que tuvo que evitarse.
Con el taller de teatro el bulling fue disminuyendo, la atención en la diversión
enfocada fue un gran aliciente en los niños que fueron interesándose; niños y niñas
jugaban y hacían equipos mixtos a la hora de las dinámicas, disminuyeron las burlas y
ataques a los más desprotegidos, lo que les permitió sentirse más seguros y con mayor
autoestima, a su vez esto desarrolló su capacidad para expresarse a través del habla,
presentándose un lenguaje más fluido, con mayor dicción, aumento en la frecuencia de
participaciones, mayor expresión y control corporal, menos nervios y temblores al
hablar, por lo que se favoreció la integración y el trabajo en equipo.
Había niños que no querían integrarse a los juegos al inicio y después lo
hicieron. Los gritos disminuyeron, establecimos códigos para guardar silencio y
escuchar a los que hablaban, lo que funcionó entrando todos a esta dinámica.
En el módulo final, el de la realización de la obra de teatro, nos acercamos a los
alimentos tradicionales y a los procesados, pues al presentárseles el guion de la obra
pronto identificaron a los platillos, y decían: ¿quién va ser el chile relleno? ¿quién va a
ser la totilla de requesón? La mayoría de los alimentos tenían el mismo peso dentro de
la obra, sin embargo se tuvo que hace un análisis de propuestas para la elección de los
personajes de acuerdo a su capacidad de lectoescritura y habilidades generales.
Algunos personajes los eligieron ellos mismos, el chile relleno, el té de cosahui,
los quelites fueron los más peleados por las niñas; a los niños les daba igual el
personaje que obtendrían. A los niños más inquietos se les dieron los personajes de
los alimentos procesados ya que la propuesta involucraba mayor expresión corporal y
menos texto, y así de esta manera se adecuaba a la elección de los personajes.
Al iniciar el proceso de ensayos se presentó el primer gran tropiezo que
tuvimos en el trabajo con los niños, en virtud de la falta de dominio de la habilidad de
147
lectoescritura de algunos integrantes del grupo, como lo mencionamos con
anterioridad.
Esta situación complicó y retrasó la puesta en escena de la obra de teatro, se
vinieron las vacaciones de Semana Santa y por lo mismo, se decidió hacer una reunión
con los padres de familia para mostrarles el texto y solicitarles lo leyeran con ellos, ya
que algunos no sabían leer. Suponiendo que podría haber padres que tampoco
supieran leer, decidimos grabar el texto en CD´S para facilitarles el ensayo de manera
auditiva.
A la reunión asistió menos de la mitad del grupo, y se les pidió apoyo para los
demás, sin embargo las que asistieron reportaron que los niños estaban muy
emocionados y nerviosos a la vez, por el miedo a que les saliera mal.
Una Mamá decía: ¡es que yo quiero que le salga bien pero él me dice que no
quiere que yo vaya porque si voy y le sale mal, lo voy a regañar! Por detalles similares,
se les pidió su apoyo sobre todo en la cuestión moral y que supieran que pasara lo que
pasaba, eso sería lo correcto.
No obstante lo anterior quizá el obstáculo mayor enfrentado fue el abandono del
grupo por parte del docente. Como se indicó en su momento, esta situación propició la
dispersión de los niños cuyos padres dejaron de mandarlos a la escuela, para
involucrarlos en otras actividades, lo que dificultó la realización de los ensayos.
Frente a esta conflictiva debimos intensificar el trabajo con los niños poco antes
de la presentación de la obra. Finalmente, los padres colaboraron enviando a sus hijos
a los ensayos, los niños desbordaron entusiasmo y por último logramos montar la obra
con un ensayo previo de tan solo dos semanas, cuando comúnmente los montajes
profesionales duran meses. Con esto se recalca que este proyecto tuvo limitantes en
tiempos ya que finalmente se tenía que acotar a los tiempos académicos de un
proyecto de maestría.
Durante ese proceso los niños comenzaron su acercamiento con el alimento
que les tocó representar, y cuando la vestuarista comenzó a asistir para la realización
de sus vestuarios, ellos estaban muy emocionados, hacían fila inmediatamente para
que les tomaran las medidas y preguntaban a la señora: ¿cómo va a ser mi traje?, ¿y
los quelites cómo los va a hacer? ¿Y la tortilla de requesón? y ¿los monjes? La
expectativa estaba presente y nadie sabíamos cómo iban a ser los trajes así es que
148
entre todos los fuimos creando.
Imaginábamos de acuerdo a las fotos y la idea que cada quién tenía. Unos
decía que no se pongan, que se dibujen; otros, que sean como botargas, y así hasta
lograr con el desarrollo de la imaginación y creatividad grupal concluir en ideas más
claras. Los personajes y el acercamiento cada vez mayor con la obra y su personaje
los fue llenando de responsabilidad voluntaria.
Los niños fueron envolviéndose en una búsqueda creativa para representar a
sus personajes. Durante la misma realización del vestuario, fueron conociendo a los
alimentos y comenzó la emoción aceptando gustosamente a cada uno de los
personajes que se les fue brindado, de acuerdo a sus habilidades. Los niños
escogieron las canciones, las escuchamos juntos y utilizamos tecnología para lograrlo.
Estas dinámicas optimizaron la integración grupal y el desarrollo de la imaginación y la
creatividad con sus propuestas.
Los niños comenzaron a tratar con respeto a las niñas y buscaban ayudarlas,
las niñas dejaron de pelear con ellos y el trabajo en equipo dio un salto evidente, la
participación aumentó, y la paulatinamente disminuyó el bulling.
En las últimas sesiones solo se dio un caso en donde un niño molestó a su
prima, también compañera de grupo, provocando que ya no quisiera salir en la obra
por las burlas ocasionadas. Sin embargo, el conocimiento ya estaba adquirido y el
agresor pidió disculpas, actitud nunca antes observada durante el proceso.
La mayoría reconocía el alimento tradicional con el solo hecho de saber qué
personaje realizaba cada quien, hablaban de ellos y decían: ¡yo soy la tortilla de
requesón!, ¡yo soy el quelite!, ¡yo soy el té de cosahui! Implícitamente se buscó asociar
a los alimentos procesados con los personajes de villanos, y esto provocó que los
niños exclamaran por sí solos preferir divertirse con los alimentos tradicionales.
Esta fue una manera indirecta de asociar y encontrar la valorización en las
tradiciones culinarias de la comunidad, que evitó la imposición de un pensamiento, idea
o conocimiento, sino más bien propició la convicción. Cabe aclarar que transmitir un
aprendizaje sin que el niño lo perciba como tal es una oportunidad didáctica.
La fecha de la presentación de la obra generó gran expectativa entre la
población en general de las dos comunidades, no solo entre los familiares de los niños,
quienes puntualmente asistieron a la plaza de Cobachi donde se presentó en la obra.
149
Preguntaban continuamente: ¿cómo va la obra?, ¿cuándo va ser?, ¿a qué hora va a
ser?, ¿dónde va a ser?
El día del evento, los niños estuvieron muy emocionados y hablaban de la pena
que sentían y los nervios pero que ya querían actuar, tenían dudas de si irían sus
familiares y durante la mañana colaboraron cargando las mamparas con mucho júbilo y
alegría. En ese momento pasó el verdulero y situación que se aprovechó para comprar
frutas para los niños que querían comer algo desde tiempo atrás. Los niños las
escogieron y en ningún momento pidieron alimentos procesados dentro de la compra,
a pesar de ser posible ya que el verdulero estaba en la tienda de abarrotes.
Aunque no fue parte del estudio evaluar la conducta del público, se notó una
integración colaborativa de la comunidad en general, no solo de los familiares, ya que
varios adultos se acercaron a ofrecer su ayuda, y finalmente colaboraron trayendo las
bancas junto con el equipo del CIAD, para mayor disfrute del público.
Todos se encontraban a la expectativa y se oía decir ¡llegó el día!, lo que
demostró ser un evento de importancia para los habitantes, no nada más para los
niños participantes. Al comenzar la obra, una de las actrices se trabó y lloró, nadie
podía imaginar los nervios tan impresionantes que se pueden sentir en esos
momentos, al mismo tiempo sucedieron fallas técnicas; la comunidad, al principio, se
mostraba exigente, era un público duro, en donde podía percibirse la crítica. Sin
embargo, el teatro con su capacidad sensibilizadora, logró suavizar la situación y la
niña salió victoriosa, el público aplaudió como un símbolo de apoyo
Ya iniciada la puesta en escena, los niños aprendieron a resolver conflictos, ya
que a pesar de las controversias, todos siguieron en el escenario realizando su función.
Tuvimos nuevamente problemas con el sonido lo que retrasó el inicio a pesar de que
estuvimos con tiempo preparados. Se resolvieron los problemas técnicos del sonido, y
cuando ya la obra había comenzado en una escena en la que casualmente ocurría una
tormenta, de manera intempestiva se dejó venir una tormenta de verano en la realidad,
con truenos, relámpagos y sobre todo mucho viento y tierra por lo que algunos de los
asistentes literalmente corrieron. A pesar de los contratiempos climatológicos, de las
fallas del sonido, de los nervios y la “estampida” del público, los niños tuvieron el coraje
de salir adelante, interpretar sus respectivos papeles, disfrutar y concluir la obra, como
todos unos profesionales, lo que motivó a los espectadores a mantener su atención en
la obra y permanecer hasta el último momento.
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Al finalizar, los niños se acercaban para preguntar cómo les había salido, se
encontraban muy emocionados, y decían ¿vieron cómo bailo el batarete?, y ¡el té de
cosahui, se andaba cayendo! Integraron el alimento y le dieron vida, lo personificaron y
esto les brindaba la posibilidad de valorarlo.
Una semana después de la puesta en escena acudimos de nuevo a la tercera
evaluación del conocimiento y valoración de los alimentos. En esta ocasión se observó
cómo los niños que sabían leer ayudaron a quienes no tenían dominaban la
lectoescritura, sin que se les solicitara, por iniciativa propia, indistintamente del sexo,
grado escolar o personalidad. Siempre hubo respeto, y cometarios positivos de unos a
otros; se mostraron contentos y alegres; preguntaron cómo les había salido la obra y
contaban anécdotas de lo sucedido. A pesar de estar a casi 8 meses de distancia de la
plática informativa, algunos dijeron gustosamente en voz alta, que conocían los
alimentos tradicionales y mencionaron comentarios negativos hacia los productos
procesados como: ¡están más chilos los que se hacen!
Al leer las preguntas, comentaban en voz alta que ese alimento había sido
representado por determinado niño y eso permitió reconocer más fácilmente los
alimentos. Repetían gustosos: ¡ya sé cuál es! Y se sentían orgullosos de reconocerles,
algunos platicaron que ya lo habían probado y los comentarios reforzaron el
conocimiento y valoración del alimento tradicional, brindando a su vez de manera
colateral beneficios sociales de impacto para el desarrollo.
En términos generales la conducta y comentarios que se observaron durante la
evaluación del conocimiento y valoración del alimento tradicional pueden reafirmar un
aumento entre la primera evaluación, posteriormente en la segunda después de la
plática informativa y finalmente la tercer evaluación posterior a la aplicación del teatro.
En esta etapa se observó una manera lúdica de dar a conocer y valorar el
alimento tradicional, sin la necesidad de la repetición informativa e impositora, se abrió
un espacio para dirimir conflictos en un grupo social, así sea de niños, ya que durante
el taller de teatro que incluyó los módulos, los ensayos, y la obra de teatro, se reforzó
el trabajo en equipo, se intervino en el bullying y en aspectos de agresividad de
algunos niños, se fomentó la seguridad, el respeto, la tolerancia, la autoestima, la
imaginación y la creatividad, cualidades todas necesarias para encauzar los esfuerzos
colectivos hacia el logro de objetivos comunes.
151
IV.6. Discusión de Resultados
La discusión de los resultados de este trabajo puede hacerse en dos niveles. El
primero vinculado con la problemática alimentaria que pudimos documentar en esta
experiencia de intervención y el segundo con los hallazgos sobre el potencial del teatro
como estrategia de comunicación para el desarrollo a partir de la sistematización de la
experiencia de trabajo con los niños de las comunidades de Cobachi y de La Galera.
Previamente, y a manera de recuento, debemos recordar dos aspectos básicos
tratados desde la introducción. Uno es el de los contextos por los que han debido
transitar estas comunidades rurales - el de la modernización agroalimentaria primero y
el de la globalización del sistema agroalimentario después -; y el otro es el propósito
mismo, la razón de ser de esta tesis: explorar el potencial del teatro para lograr que
niños de comunidades rurales reconozcan y valoren sus alimentos tradicionales, en
aras de aportar argumentos y evidencias que allanen el camino a la cultura, al teatro y
al arte en general para que sean reconocidos e incorporados como parte sustantiva de
los instrumentos de promoción del desarrollo.
Respecto a la primera consideración es necesario tener en cuenta los procesos
a través de los cuales Cobachi y La Galera, como muchas otras localidades de Sonora
y de México, han sido inducidas a la especialización productiva para el mercado, en
detrimento de la producción de alimentos para el autoconsumo y para el consumo local
(Hernández, Andablo y Ulloa 2012). Esta situación, sumada a la penetración de
modelos de consumo alimentarios ajenos a sus tradiciones culinarias, han propiciado
cambios sustantivos en la alimentación de las sociedades locales. Como lo reportaron
las adultas mayores en las entrevistas que se les realizaron, en ambas comunidades
se han registrado cambios en la estructura alimenticia y la disminución total de los
huertos familiares, pues tal como menciona Hewit (2007) esta población ha carecido de
apoyo suficientes para hacer frente a la modernización, lo que ha traído consigo
cambios esenciales en las dinámicas alimentarias locales, mismos que también
reseñaron las mujeres mayores que participaron en el estudio.
Aquí, producción y consumo de alimentos siguen estrechamente relacionados
en la medida en la que han pasado de una situación de autoconsumo a una de total
dependencia del mercado. Como se recordará, el 90% de las frutas y verduras
consumidas en la localidad proviene del centro urbano más cercano: Hermosillo,
Sonora, la capital del estado.
152
Pero la problemática de Cobachi y La Galera es más compleja. Los cambios en
la alimentación también responden a otros factores como la adopción de estilos de vida
ajenos, sea como resultado de una mayor interacción campo-ciudad, por la movilidad
de las personas o por la penetración de los medios masivos de comunicación tales
como la televisión y el Internet. Frishman (1990) habla de la publicidad absorbente que
penetra las estructuras más profundas de las sociedades, situación que corroboramos
sobre todo en las visitas realizadas a las adultas mayores en donde la influencia de la
televisión fue muy evidente, tanto durante las visitas a las señoras mayores como en
las respuestas de los niños que justificaban el consumo de los alimentos procesados
porque los habían visto en la tele. La situación es tal que buena parte de las
actividades cotidianas de convivencia y recreación que realizan niños y adultos giran
en torno a alimentos y bebidas procesadas. Las abuelas al parecer son las únicas que
aún valoran los alimentos tradicionales y se esmeran en su preparación, pero
sucumben ante la influencia de los alimentos procesados con el fin de sentirse
aceptadas por sus nietos. “Es que es lo que les gusta a los niños”, con frecuencia se
oye decir a los adultos de las áreas rurales para justificar la abrumadora presencia de
alimentos procesados en sus mesas.
Ahora bien, posicionar entre los niños el tema de los alimentos tradicionales aun
con el apuntalamiento publicitario, sofisticado y penetrante, de los alimentos
procesados no resulta una tarea imposible. Este trabajo exploratorio, con todo y sus
dificultades logísticas, lo demostró. Los niños fueron muy receptivos al conocimiento
que se les brindó y con un poco de estímulo pronto estuvieron dispuestos, al menos en
la intención, a incorporar la mayor parte de sus alimentos tradicionales a sus dietas
cotidianas. Incluso hay alimentos como los chiles rellenos, los nopalitos con chile y los
quelites con frijoles que resultaron sorpresivamente apreciados y reconocidos desde la
primera evaluación. Lo importante aquí es promover que los niños los identifiquen
como elementos distintivos de su cultura y constituyentes de una identidad que será su
mayor fortaleza cuando interactúen con el exterior. Pero parece ser que la intención de
los adultos ha sido la inversa, hacer que los niños olviden sus raíces para que se
impregnen mejor de una cultura ajena, como condición de éxito en la vida. En la
actualidad todos los modelos de desarrollo local apuntan en dirección opuesta tal como
lo constatan Álvarez (2001); Shejtman y Berdegué (2004); Mora, Sumpsi (2004); Rish
(2005); Alburquerque (2004); Valadez (2010).
153
Por otra parte, si la problemática alimentaria es compleja, el potencial del tema
alimentario como catapultador del desarrollo también tiene muchas aristas y
posibilidades si se le aborda desde una perspectiva multisectorial. La alimentación es
uno de los ejes más sólidos de la identidad Nolasco (1994) y como tal recrea el sentido
de pertenencia. La alimentación es también territorio y como tal está ligada a su
ecosistema. La producción de alimentos de una región es a la vez una peculiaridad
resultante de sus atributos naturales. Desde el punto de vista económico, no es menor
la capacidad para generar ingresos que a las familias rurales les representa la
producción, transformación, distribución, preparación de alimentos y demás actividades
colaterales a la producción agraolimentaria como la proveeduría de insumos, equipos y
el turismo alimentario (Hernández, Andablo y Ulloa, 2012) por mencionar los más
comunes.
En la otra línea de argumentación, el potencial del teatro como estrategia de
comunicación para el desarrollo, los resultados obtenidos en este ejercicio exploratorio
también tiene por lo menos dos interpretaciones: desde las lecciones metodológicas
aprendidas y desde la constatación misma de la centralidad que puede lograr el teatro
aplicado como estrategia de comunicación para el desarrollo.
En primer lugar respecto a las lecciones metodológicas, se señalan los aciertos.
El uso complementario de técnicas como el cuestionario aplicado a los alumnos de la
primaria en diferentes tiempos, la exposición de los niños a dos experiencias de
acercamiento a los alimentos tradicionales, las entrevistas semi-estructuradas y
estructuradas a las mujeres de la tercera edad e informantes clave; y la observación
participante nos brindaron una gama diversa de información que nos permitieron una
comprensión más profunda del fenómeno estudiado.
En particular las preguntas abiertas del instrumento sobre las razones que
ofrecieron los niños para fundamentar por qué sí o por qué no deseaban consumir un
alimento, tradicional o procesado, nos abrió la puerta para aprehender, como Harris
(1985) postula, los pensamientos subyacentes de los niños en torno a la alimentación y
entender por qué consumen o rechazan ciertos alimentos. Asimismo, aplicar la misma
herramienta, al mismo grupo de niños en tres ocasiones distintas nos permitió
constatar los cambios en la percepción de los alimentos que fueron presentando los
niños a través de las etapas del estudio.
154
Como se observó en su momento, hubo varios casos en donde al inicio de la
intervención los niños expresaron no gustar de algún alimento porque lo desconocían o
no les apetecía y posteriormente, después de los acercamientos a través de la plática
informativa o del teatro, mencionaban que sí les gustaba, o sí estaban dispuestos a
probarlo “para ver a qué saben” o consideraban su consumo porque era nutritivo. Ese
mismo reactivo nos permitió comparar los adjetivos utilizados por los niños para
describir por qué sí o por qué no estaban dispuestos a consumir más alimentos
tradicionales vrs. alimentos procesados. El entusiasmo y las emociones de los niños
quedaron registradas a través de una diversidad de adjetivos calificativos superlativos
hacia los alimentos procesados, tales como “porque son deliciosos”, “me encantan”;
“están muy buenos” que contrastaban con la parquedad de las razones esbozadas en
torno a los alimentos tradicionales, ya aludidas en los párrafos previos, sobre todo en la
primera evaluación.
De igual manera, las entrevistas con las abuelas nos permitieron desentrañar
un drama cultural: el abandono de sus tradiciones culinarias, preparar y ofrecer a la
familia sus platillos tradicionales con todos sus significados e implicaciones afectivas,
en aras de integrarse y ser aceptadas por el resto de la familia, en particular por sus
nietos.
Otro elemento de la estrategia metodológica que resultó de gran utilidad fue la
inclusión, como referencia, de los alimentos procesados de mayor consumo por los
niños en el recreo. Aun cuando se sabía que éstos no son alimentos sustitutos de los
tradicionales, y que tienen tras de sí una intensa y sofisticada plataforma publicitaria,
que de entrada pondría en desventaja el conocimiento y valoración de los alimentos
tradicionales, fueron un muy buen referente no solo para dimensionar los cambios
ocurridos en la percepción de los niños hacia los alimentos tradicionales, objetivo inicial
de su inclusión, pero además permitieron constatar, algo que de inicio no se tenía
previsto: una de las potencialidades del teatro como instrumento que induce a la
reflexión y en particular a la auto-reflexión. Ello confirma el planteamiento de
Duvignaud (1981) sobre la capacidad del teatro como proceso reflexivo en el que los
participantes se ven a sí mismos y se contrastan frente los otros y sus diferentes
realidades. Ello explica los cambios, aunque ligeros, de percepción presentados por los
niños en relación a sus alimentos procesados favoritos.
155
Entre los aspectos metodológicos que deben ser mejorados están: la necesidad
de haber puesto un mayor acento en los aspectos culturales de los alimentos
tradicionales en aras de, efectivamente durante la intervención, fortalecer la identidad y
el orgullo de tenerlos como parte del patrimonio cultural de la comunidad. Es decir, la
plática informativa debió incluir estos aspectos y la obra, haberlos enfatizado, en lugar
de limitarse a privilegiar sus cualidades nutritivas.
Otra debilidad metodológica, sobre todo en relación a la pregunta de
investigación de esta tesis, fue el no haber aplicado la plática informativa, con el
ingrediente cultural, en una comunidad distinta para poder dimensionar el verdadero el
potencial del teatro. Aun cuando transcurrieron casi ocho meses entre la plática y la
puesta en escena, resultó difícil discernir con contundencia, hasta dónde el
conocimiento y valoración alcanzados por los niños fueron resultado de uno u otro
acercamiento a sus alimentos tradicionales. En realidad los cambios en la percepción
de los niños sobre los alimentos procesados más consumidos en el recreo, fueron los
que proporcionan mayores elementos en favor del potencial del teatro para inducir la
reflexión crítica.
En ese sentido, otro elemento que hay que tener en cuenta en futuros intentos
similares a éste, es el factor tiempo y sobre todo el plazo para la intervención. A ese
respecto es preciso reconocer que este proyecto fue posible porque en el arranque
tuvo el apoyo incondicional del equipo de trabajo especializado, dirigido por la Dra.
Isabel Ortega, en particular por la estudiante de maestría Angelina Félix Rábago. Como
se asentó en su momento, la etapa previa de este proyecto requirió de un gran
esfuerzo de este equipo multidisciplinario para realizar las entrevistas a las adultas
mayores, seleccionar los alimentos, analizarlos nutricionalmente, prepararlos y hacer el
registro fotográfico, todo como preámbulo para el diseño del instrumento de
evaluación. Esta logística previa dificultaría, en un ejercicio posterior, que una sola
persona realizara el estudio comparativo en las dos comunidades.
Otro aspecto relacionado con el tiempo fue el de la aplicación del 2º y 3º
instrumento. Aunque lo ideal hubiese sido realizar las evaluaciones en un plazo mayor
al utilizado, para dar oportunidad a que los niños tomaran distancia del evento de
acercamiento a los platillos tradicionales, las limitaciones de este estudio: por tratarse
de una tesis de maestría, escolarizada y con plazos finales muy precisos, sumadas a
las vicisitudes del trabajo en campo, no permitieron esta condición ya que era un
156
imperativo trabajar con el mismo grupo de niños y ello nos obligó a no rebasar el
periodo del ciclo escolar de los pequeños. Este contratiempo podría solventarse si el
estudio se hiciera en dos o más comunidades y a los niños se les expusiera a una sola
experiencia de acercamiento a sus alimentos tradicionales por comunidad. El problema
en este caso seguiría siendo el apoyo logístico ya que habría que multiplicar por dos la
etapa previa con el consumo de recursos humanos, materiales, financieros, pues
tendrían que ser comunidades que compartiesen un contexto cultural, histórico y
natural pero lo suficientemente alejadas entre sí, para evitar contaminaciones en los
ejercicios de acercamiento de los niños a los alimentos tradicionales. De hecho un
ejercicio interesante sería utilizar, con niños de distintas comunidades, varias
herramientas pedagógicas de acercamiento, entre ellas el teatro, como una más, para
después evaluar el nivel de retención que cada una permite. Este estudio permitiría
obtener resultados de mayor contundencia sobre la capacidad del teatro para propiciar
la apropiación del conocimiento en distintas temáticas relacionadas con el desarrollo.
Un error en el instrumento fue el no incluir imágenes de los ingredientes cuando
se trató de presentar platillos a los niños, porque la sola fotografía del platillo terminado
en ocasiones indujo a errores. En la obra de teatro asimismo, debió cuidarse en la
personificación de los alimentos tradicionales, el equilibrio entre platillos preparados y
frutos, semillas o hierbas silvestres que también se consumían frescos. Estos
alimentos sí incluidos en el instrumento de evaluación, quedaron fuera del análisis
porque no fueron personificados en el teatro pero, como se reseñó en el apartado 4.4
de este capítulo, proporcionaron una riqueza de información respecto a los lugares
donde los han consumido y quiénes se los han ofrecido. Mientras que en los platillos
destacaban solo las abuelas o las madres, en los frutos aparecieron el abuelo, los tíos,
el padre y respecto a los lugares donde los consumían, todos hacían referencia a sus
espacios abiertos, el monte, el rancho, la milpa. Todas ellas evocaciones identitarias
ligadas a su ecosistema.
Un punto más a cuidar en un estudio futuro sería el precisar en el instrumento la
temporalidad del consumo de un platillo, ya que tuvimos varios alimentos que en uno
de los instrumentos los niños afirmaban haberlos consumido y después decían que no.
Por ejemplo, hubo varios atoles que dadas las condiciones extremas del clima
sonorense, no se consumen en verano y sí en invierno, o platillos cuyos ingredientes
son estacionales o se acostumbran en ciertas fechas del año. Algo similar pasó con
157
algunos frutos.
Respecto a los hallazgos del estudio en la perspectiva de documentar el
potencial del teatro como estrategia de comunicación para el desarrollo, hay que
mencionar que el teatro tuvo la virtud de incidir en varios aspectos del desarrollo a la
vez. Si bien el eje de la intervención, o el pretexto para realizarla, giró en torno a los
alimentos tradicionales, en el transcurso del taller de teatro y de la puesta en escena,
los niños tuvieron la oportunidad de trabajar otras habilidades fundamentales para el
desarrollo, tanto en el plano personal como colectivo.
Por una parte los niños experimentaron en carne propia el representar a un
platillo tradicional y ésta es una experiencia que ninguna otra herramienta pedagógica
podría brindarles. En efecto, a través de la puesta en escena “El sabor de la vida”, los
niños que participaron en el estudio tuvieron la oportunidad de otorgarles significados a
los personajes que representaron, sus alimentos tradicionales, e integrarlos a sus
juegos, conversaciones, etc.
Otras habilidades adquiridas por los niños a través del teatro, mismas que se
documentaron en este estudio fue la expresión verbal, corporal, la seguridad y
autoestima. De inicio se observaron grandes dificultades para el trabajo colaborativo,
los niños no estaban acostumbrados a cooperar y a apoyarse entre sí; había entre
ellos agresiones verbales y faltas de respeto, actitudes todas que obstaculizan la
integración del grupo para trabajar con un objetivo común. En los talleres se trataron
estas problemáticas cada vez que se presentaron, se propició la reflexión y los niños
más problemáticos fueron corrigiendo sus conductas agresivas. En ese sentido,
también se trabajó con la cohesión social, visualizándola como la unión de un grupo
social, en este caso de niños, que comparten concepciones y símbolos identitarios, en
aras de alcanzar un objetivo común: llegar a montar la puesta en escena “El sabor de
la vida” a pesar de todas las vicisitudes enfrentadas durante el proceso.
El potencial de cada persona es el principal recurso para el desarrollo de una
región. De acuerdo con Sepúlveda (2003) es básico acceder a la educación y
desarrollo de capacidades, por lo que este proyecto de intervención buscó estimular las
habilidades individuales y particulares de cada niño, y partió de observar los aspectos
en que poseían mayor y/o menor talento, primero como individuos y luego como grupo.
Así fue como a través de un taller educativo de teatro, se desarrollaron las capacidades
de los niños para liberar su creatividad, sentirse más seguros, brindarse respeto y
158
afecto, expresarse verbal y corporalmente con mayor claridad y dicción, lo que a su vez
repercutió en la integración y forma de colaborar en equipo. Una de las principales
capacidades que se buscó desarrollar fue la creatividad dada su relevancia para el
desarrollo, pues como señaló Sen en su discurso ante la UNESCO (1998) si se limita a
las personas en su oportunidad de entender y cultivar su creatividad, eso es en sí un
obstáculo para el desarrollo.
La formación y adquisición de estas habilidades a través del taller de teatro
puede tener efectos en todos los ámbitos de la vida de estos niños. Por ejemplo, al
haber trabajado con el lenguaje (expresión verbal) pueden exponer mejor sus ideas y/o
conocimientos en cualquier escenario. Por tanto a través del teatro es posible expandir
la capacidad humana, que desde el punto de vista de Sen (1998: 1) es la característica
central de su noción del desarrollo como “desarrollo de la libertad.
Por otra parte Rish (2005) sostiene que las capacidades deben ser creadas y
desarrolladas. Y agrega: aquellas sociedades “culturalmente avanzadas” son las que
han logrado desarrollar el potencial individual y su capacidad para fortalecer las
relaciones con otros encontrando el equilibrio en la razón, la autoestima, la empatía y
por ende una ciudadanía activa. Es por ello que para trabajar con el conocimiento y la
valoración de los alimentos tradicionales, también fue necesario incluir los demás
aspectos (autoestima, seguridad, etc.) ya que precisamente es a través de ellos que
pudimos incidir sobre todo en la valoración.
La capacidades desarrolladas son nuestro capital cultural que como señala
(Bourdieu, 2000) se adquiere y se refleja en el seno familiar, pero se refuerza en las
escuelas y situaciones de vida diaria, por lo que trabajar en una escuela fue una gran
oportunidad de intervención.
Como afirma Rish (2005), una fuerza creativa es capaz de transformar el futuro.
Por lo tanto en este ejercicio, la creatividad se abordó a través de los juegos y las
dinámicas pero también directamente asociada a la puesta en escena de la obra de
teatro ya que los niños participaron en la creación de sus personajes que finalmente
eran los alimentos tradicionales que se pretendía dar a conocer y valorar.
En esa perspectiva Alburquerque (2004) señala, el desarrollo local consiste en
la movilización del potencial creativo y emprendedor, de la población local en términos
de confianza en sí misma, por lo que, en este proyecto se trabajó con el autoestima y
159
con la valoración del alimento tradicional que forma parte de su yo y de su identidad.
En esta línea se vuelve relevante el despliegue de la imaginación, iniciativa,
cooperación y receptividad a las ideas y propuestas innovadoras. En este caso, los
niños fueron ese potencial creativo, que se pusieron a disposición para participar con
su imaginación e ideas en referencia a su colaboración con la representación de los
alimentos tradicionales.
Bidegain (2007) también postula que la capacidad creadora es una
transformación personal y social, ya que propicia la valorización propia y también hacia
el trabajo del otro, hasta transformar su comunidad, empezando por el grupo, la casa,
la su vida cotidiana. Los niños transformaron su conocimiento y valoración del alimento
tradicional comenzaron en un nivel y terminaron en otro. Se valoraron a sí mismos y a
su grupo, lo cual se vio reflejado en el respeto hacia ellos y sus compañeros.
Por otro lado, al incluir un enfoque que promovió el trabajo en equipo, se buscó
por ende también abordar la identidad, ya que identidad y acción colectiva se
encuentran íntimamente ligados (Turaine, 1995; Melucci 1996; y Pizzorno 2000). A
través de la identidad pudimos lograr la valoración de los alimentos tradicionales, pero
al mismo tiempo, la aplicación del teatro, por sí mismo, también la fortaleció. Como
menciona Duvignaud: (1981) el teatro es una expresión, una reflexión, para comunicar
donde se plasman visiones, ideas, emociones y entre otros aspectos, fomenta los
valores, la soberanía, la autoconciencia, la independencia, el trabajo en equipo, el
respeto y fortalece la identidad.
Incidir en la cultura a través del teatro nos permitió observar las concepciones
expresadas en formas simbólicas, es decir, si los niños estaban dispuestos a
incrementar su consumo de determinado alimento y por qué, al mismo tiempo que nos
permitió registrar sus actitudes de los niños hacia la vida, su comunidad, sus demás
compañeros de clase. Dentro de esta investigación, los resultados de la aplicación
vislumbran haber repercutido en ello, ya que como postula Frischman (1990) el teatro y
las artes son códigos de comunicación y representación, signos y símbolos, que en
este caso se hicieron presentes a través de los significantes que cada alimento
representó para cada uno de los niños durante el desarrollo de una etapa a otra de la
investigación.
Para finalizar hay que precisar que dentro de la gama de opciones que ofrece el
teatro, se eligió trabajar con el teatro comunitario ya que es una de las expresiones
160
artísticas más originales, inéditas y genuinas que se requieren en la actualidad bajo las
circunstancias en las que se encuentran las sociedades según Bigegain (2007) con la
presencia de desigualdades, la globalización y la derrota del proyecto neoliberal.
Como nos reseña Writh (1962, citado por Frischmann, 1990: 223) el
participante del público se vuelve más emocional y menos racional y juicioso, como se
mostró en el público que se fue transformando en sus juicios hacia los actores hasta
llegar a los aplausos. El día del evento el teatro tuvo más espectadores que la misma
televisión, y como señala Vázquez (2000) el teatro permitió el pensar en lugar de
adoptar una realidad hecha y ajena.
Prieto, Muñoz (1992) menciona que el teatro utiliza un lenguaje simbólico,
cómo lo fueron los personajes de los alimentos dentro de la obra y esto trabaja con el
inconsciente, se invita al participante a aplicar la introspección que no es posible
realizar con los medios de comunicación masiva ni los medios meramente informativos,
y esto se vio más claramente en la valoración de los alimentos tradicionales.
Para finalizar este capítulo concluiremos que más allá de los cambios que
logramos registrar en las respuestas de los niños captadas a través de los
instrumentos, pudimos constatar que a través del teatro los niños fueron capaces de
desarrollar ejercicios de auto-reflexión expresados sobre todo en la intención de
consumir menos alimentos procesados, aun cuando éstos no fueron estigmatizados
durante el proceso.
Por otra parte el teatro mismo, sobre todo en procesos como el que realizamos
contribuye al fortalecimiento de la identidad y del sentido de pertenencia. Los niños
aprendieron de una manera lúdica que comparten entre sí, y con sus padres y abuelos,
una riqueza culinaria, natural e histórica que está ahí para ser reconocida y valorada.
Intuitivamente estos niños aprendieron que a partir de la interiorización de por lo menos
algunos rasgos o elementos propios del simbolismo de su entorno natural, cultural y
culinario es posible identificarse como miembros de una colectividad.
Como bien señala Macías-Macías (2005), solo las sociedades con una
identidad, cohesión social y fuerte sentido de pertenencia estarán en condiciones de
enfrentar con éxito la embestida de la globalización cultural.
161
V. CONCLUSIONES
La información generada por este estudio ofrece elementos que confirman la
pertinencia del teatro como estrategia de comunicación para el desarrollo. Los
resultados obtenidos en el trabajo con los niños permitieron constatar que después de
actuar en la obra “El sabor de la vida”, donde se resaltaron las cualidades de los
alimentos tradicionales, los participantes mejoraron su valoración de estos alimentos,
en detrimento de la valoración de los alimentos procesados que consumen durante el
recreo. No obstante lo accidentado de los ensayos y de la puesta en escena, las
respuestas plasmadas por los niños en el último instrumento de evaluación, indican
cambios cualitativos en sus percepciones, producto de un proceso de reflexión
inducido por el teatro. El aumento del conocimiento de los alimentos tradicionales
registrados después de una plática informativa y la mayor valoración de los mismos
registrada después de la participación en el montaje escénico, ofrecen una clara idea
de los alcances del teatro: mientras que la plática informativa les dejó eso,
precisamente información, el teatro operó mejor en el ámbito de los valores y de los
significados que los participantes atribuyen a los alimentos tradicionales, de ahí que su
influencia fuese más contundente en las variables relacionadas con la valoración de los
alimentos tradicionales y los procesados.
El teatro es una estrategia de comunicación efectiva que puede ser utilizada en
cualquier problemática vinculada al desarrollo de una sociedad, región o grupo social;
en esta tesis se utilizó para posicionar la alimentación tradicional en la percepción de
niños de primaria de dos comunidades rurales, pero puede ser aplicado en distintos
contextos socioculturales y grupos etarios, con temáticas y problemáticas diversas. En
el caso de nuestro estudio, además de mejorar el conocimiento y la valoración del
alimento tradicional, el teatro permitió aumentar, de manera colateral, el consumo del
alimento tradicional y la disminución de la ingesta de los alimentos procesados.
Cabe recalcar que la importancia en la integración de la plática informativa y el
teatro funcionó para lograr los objetivos. Es necesario ver a ambos como estrategias
162
complementarias para el desarrollo, más no como puntos de competencia para medir cual
es mejor que otra. Las evidencias arrojan que la unión de ambas funcionó para aumentar
el conocimiento y la valoración del alimento tradicional.
Estos logros nos confirman que el teatro funciona como método para comunicar,
promover la reflexión, cambiar percepciones, incidir en los valores y por ende modificar
conductas. Este potencial del teatro, y de las artes en general, resulta particularmente
pertinente cuando se trabaja en contextos como los rurales que han sido desvalorizados
por las sociedades modernas y globalizadas, problemática que se complejiza mucho más
cuando son las propias comunidades rurales quienes, en aras de adaptarse a las
megatendencias sociales, internamente se menosprecian, abandonando las tradiciones
que le dan sentido e identidad, para incorporar valores, visiones y formas de interacción
que les son ajenas. La desvalorización de los alimentos tradicionales por las nuevas
generaciones rurales forma parte de este proceso.
Como se señaló en un inicio el fracaso de los modelos de desarrollo cimentados
solo en variables económicas, ha promovido la búsqueda de nuevos esquemas fincados
en los intangibles del desarrollo como las variables relacionadas al fortalecimiento de la
confianza, la identidad, la cohesión social, etc., habilidades y condiciones todas que se
recrean y refuerzan en los procesos de interacción social que implican el montaje
escénico. De nuevo en el caso específico de nuestro estudio pudo constatarse que con la
aplicación del teatro se fomentó en los niños participantes la cohesión social, la seguridad,
la autoestima, la imaginación, la creatividad y se intervino en el bullying y en situaciones
de agresividad que se estaban presentando en el grupo. Este potencial es el que permite
proponer al teatro como una estrategia de comunicación efectiva que puede acompañar
los procesos de desarrollo desde su concepción, hasta la movilización para la
transformación social.
Con estos argumentos como soporte, este documento además de cumplir los
requisitos de un trabajo académico, se propone ofrecer las evidencias necesarias para
animar a las instituciones gubernamentales, académicas y demás involucradas y
comprometidas con el desarrollo, a hacer del teatro y de las bellas artes en general parte
sustantiva de sus estrategias de intervención y trabajo con la población vulnerable. Este
proyecto busca convertirse en una invitación insistente para que el arte y la cultura se
integren a las políticas públicas para el desarrollo, para resolver conflictivas sociales como
lo son problemas del sector salud, seguridad pública, delincuencia y adicciones,
163
educación, entre otros. Este puede ser entonces un proyecto que por sí solo sea un
comienzo de lo que en un futuro puede ser una política pública, capaz de contribuir
positivamente en el desarrollo de una región, pues como afirmó Amartya Sen en su
disertación ante la UNESCO en 1998, la cultura en el desarrollo, es más que un
instrumento o un medio, la cultura permite a los pueblos definir el significado que para
ellos tiene el desarrollo.
Sugerencias para investigaciones posteriores
Realizar el modelo de intervención para medir el teatro como estrategia de
comunicación para el desarrollo en dos comunidades similares. Brindar la plática
informativa en una comunidad y en otra ofrecer la aplicación del teatro (taller y
montaje escénico); para después compararlos con mayor eficacia.
Se puede utilizar a dos comunidades donde en una se aplique una plática
informativa y en la otra comunidad se presente una obra de teatro, las dos
relacionadas con el tema y así los puntos de comparación pueden ser más
equilibrados. Posteriormente se puede estudiar la mayor permanencia de la
información de las dos intervenciones entre la población de las comunidades.
Estudiar el teatro como una estrategia pedagógica. El teatro funciona como
estrategia de comunicación y a través de la educación se busca transmitir
información además de formar individuos y grupos sociales funcionales y
productivos, entonces podríamos investigar su utilización en la educación.
Las artes, adecuadamente aplicadas, son una Oportunidad didáctica y pedagógica
para transmitir el aprendizaje. Y por ende una oportunidad para enriquecer el
sistema educativo. Pueden funcionar como una eficiente alternativa para el
desarrollo de las sociedades en donde se observan conflictivas sociales como el
bulling, trastornos conductuales, alimenticios y emocionales como TDA, suicidios,
asesinatos, delincuencia y adicciones.
Replicar el estudio en otras comunidades y bajo otras conflictivas sociales.
Utilizar como estrategia de comunicación las demás artes y medios de
comunicación en pro de mejorar diversas conflictivas sociales. La publicidad, la
televisión, la radio, y el cine son frecuentemente utilizados con efectividad por las
transnacionales para lograr sus fines. Sería interesante investigar la utilización de
estas para aplicarlas al desarrollo regional.
164
Investigar el teatro como estrategia terapéutica enfocado al desarrollo social.
Investigar y promover la justificación para implementar la utilización de las artes
como una política pública.
165
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VII ANEXOS
VII.1. Entrevista a Señoras de La Galera y Cobachi para Identificar el Alimento
Tradicional
---- ----
GUÍA PARA EL ANÁLISIS DE ALIMENTOS TRADICIONALES
1. DATOS GENERALES
1.2 Nombre
1.3 Lugar de nacimiento
1.4 Fecha de nacimiento
1.5 Tiempo de radicar
1.6 Número de miembros del hogar, ¿quiénes son?
1.7 Cuánto tiempo pasa con cada uno del los miembros del hogar
1.8 ¿Con quién vivía a en la infancia?
1.9 ¿Con quién vivía a los 12 años?
1.10 Actividades que realizaba a los 12 años
2. ACTIVIDADES ECONÓMICAS
2.2 Actividades económicas de la familia cuando era adolescente (De qué vivían)
2.3 Tamaño de la parcela (Tenía tierra su familia, cuánta)
2.4 Tamaño del hato (Tenía ganado, cuánto)
2.5 Otros trabajos (Alguien de la familia se dedicaba a minería, comercio, gambuseo u otros)
174
2.6 SIEMBRAS
Maíz Frijol y leguminosas
Trigo Forrajes Otros
¿Lo sembraban?
Tipo
Superficie o cantidad
Mes de siembra
Mes de cosecha
Rendimientos
Destino
2.7 GANADO, PUERCOS Y AVES
Leche Queso Manteca Carne Huevos Pollo Puerco Chorizo
No. de animales
Cuánto producían
Cada cuánto
Vendían
Tipo
175
3. HISTORIAL DE DIETA
INFANCIA 3.1 ¿Cuál era su alimento preferido cuando era niña?
3.1.1 Ingredientes que contenía
3.1.2 ¿Dónde los adquiría?
3.2 ¿Qué alimentos comía usted en una semana y con qué frecuencia?
3.2.1 En el desayuno
3.2.2 En la comida
3.2.3 En la cena
3.2.4 Entre comidas
3.3 ¿Qué alimentos comían en ocasiones especiales?
3.3.1 Navidad y Año Nuevo
3.3.2 Cuaresma
3.3.3 Fiestas del pueblo
3.3.4 Al levantar las cosechas
3.4 ¿Consumía alimentos frescos: Elotes, ejotes u otro?
176
3.5 ¿Consumía alimentos de conservas: De cítricos, de duraznos, higos, otros?
3.6 ¿Consumía productos de recolección: Quelites, berros, verdolagas, nopales, tunas, péchitas,
otros?
3.7 ¿Qué alimentos de los que consumía producía su familia?
3.8 ¿Qué alimentos de los que consumía compraban o intercambiaban?
3.9 ¿Cuánto compraban y cada cuándo?
3.10 ¿Dónde los compraban y a quién?
3.11 ¿De dónde traían esos productos?
3.12 ¿Quién cocinaba?
ADOLESCENCIA (12-17 AÑOS)
3.13 ¿Cuál era su comida favorita adolescencia?
3.14 ¿Qué alimentos consumía su familia cuando era adolescente?
3.15 ¿Quién cocinaba?
3.16 ¿Qué alimentos comía usted en una semana y con qué frecuencia?
3.16.1 En el desayuno
3.16.2 En la comida
3.16.3 En la cena
3.16.4 Entre comidas
3.17 ¿Qué alimentos comían en ocasiones especiales?
3.17.1 Navidad y Año Nuevo
177
3.17.2 Cuaresma
3.17.3 Fiestas del pueblo
3.17.4 Al levantar las cosechas
3.18 ¿Consumía alimentos frescos: Elotes, ejotes u otro?
3.19 ¿Consumía alimentos de conservas: De cítricos, de duraznos, higos, otros?
3.20 ¿Consumía productos de recolección: Quelites, berros, verdolagas, nopales, tunas,
péchitas, otros?
3.21 ¿Qué alimentos de los que consumía producía su familia?
3.22 ¿Qué alimentos de los que consumía compraban o intercambiaban?
3.23 ¿Cuánto compraban y cada cuándo?
3.24 ¿Dónde los compraban y a quién?
3.25 ¿De dónde traían esos productos?
4 DIETA ACTUAL
4.1 ¿Cuál es su comida favorita actualmente?
4.1.1 Ingredientes que contiene
4.1.2 ¿Dónde los adquiere?
178
4.2 ¿Cuáles son los alimentos que más consume actualmente (mencione 3)?
4.3 ¿Quién cocina?
4.4 ¿Considera que ha habido cambios en la alimentación y en la forma de alimentarse
en la actualidad?
4.5 ¿Cuáles considera las principales diferencias?
4.6 ¿Cuáles son los alimentos tradicionales de su comunidad? (mencione 3)
4.7 ¿Se han dejado de consumir?
4.8 ¿Por qué cree que se han dejado de consumir?
4.9 ¿Le gustaría que se siguieran consumiendo?
4.10 ¿Por qué y para qué le gustaría que se consumiera más alimento tradicional?
1. Instrumento de diagnóstico
179
VII.2. Instrumento para Evaluar Conocimiento y Valoración de Alimentos Tradicionales
y Procesados en los Niños Participantes
---- ----
Hola, queremos saber cuánto sabes de los alimentos
tradicionales en tu comunidad y cuánto los valoras….la
información que nos proporciones, es confidencial. Gracias
por colaborar Nombre:________________________________________________________Edad:___
_________
Sexo: F___ M____; Lugar de
nacimiento:_______________________________________________
Lugar de residencia:
_______________________________________________________________
Escuela:________________________________________________________Grado:__
__________
¿Conoces este alimento? Sí___ No __
180
¿Cómo se llama?
¿Lo has comido? Sí___ No__
_
Cuántas veces: Una____ Varias_____
Siempre____
¿Te gusta? Sí___ No__
_
¿En qué lugar lo has
comido?
¿Quién lo preparó?
¿Te gustaría comerlo varias veces a la
semana?
Sí_____ No_____
¿Por qué?
181
¿Conoces este alimento? Sí___ No __
¿Cómo se llama?
¿Lo has comido? Sí___ No__
_
Cuántas veces: Una____ Varias_____
Siempre____
¿Te gusta? Sí___ No__
_
¿En qué lugar lo has
comido?
182
¿Quién lo preparó?
¿Te gustaría comerlo varias veces a la
semana?
Sí_____ No_____
¿Por qué?
¿Conoces este alimento? Sí___ No __
¿Cómo se llama?
¿Lo has comido? Sí___ No__
_
Cuántas veces: Una____ Varias_____
Siempre____
183
¿Te gusta? Sí___ No__
_
¿En qué lugar lo has
comido?
¿Quién lo preparó?
¿Te gustaría comerlo varias veces a la
semana?
Sí_____ No_____
¿Por qué?
184
¿Conoces este alimento? Sí___ No __
¿Cómo se llama?
¿Lo has comido? Sí___ No__
_
Cuántas veces: Una____ Varias_____
Siempre____
¿Te gusta? Sí___ No__
_
¿En qué lugar lo has
comido?
¿Quién lo preparó?
¿Te gustaría comerlo varias veces a la
semana?
Sí_____ No_____
¿Por qué?
185
¿Conoces este alimento? Sí___ No __
¿Cómo se llama?
¿Lo has comido? Sí___ No__
_
Cuántas veces: Una____ Varias_____
Siempre____
¿Te gusta? Sí___ No__
_
¿En qué lugar lo has
comido?
186
¿Quién lo preparó?
¿Te gustaría comerlo varias veces a la
semana?
Sí_____ No_____
¿Por qué?
¿Conoces este alimento? Sí___ No __
¿Cómo se llama?
¿Lo has comido? Sí___ No__
_
Cuántas veces: Una____ Varias_____
Siempre____
¿Te gusta? Sí___ No__
_
187
¿En qué lugar lo has
comido?
¿Quién lo preparó?
¿Te gustaría comerlo varias veces a la
semana?
Sí_____ No_____
¿Por qué?
¿Conoces este alimento? Sí___ No __
188
¿Cómo se llama?
¿Lo has comido? Sí___ No__
_
Cuántas veces: Una____ Varias_____
Siempre____
¿Te gusta? Sí___ No__
_
¿En qué lugar lo has
comido?
¿Quién lo preparó?
¿Te gustaría comerlo varias veces a la
semana?
Sí_____ No_____
¿Por qué?
189
¿Conoces esta bebida? Sí___ No __
¿Cómo se llama?
¿La has tomado? Sí___ No__
_
Cuántas veces: Una____ Varias_____
Siempre____
¿Te gusta? Sí___ No__
_
¿En qué lugar la has
tomado?
190
¿Quién la preparó?
¿Te gustaría beberla varias veces a la
semana?
Sí_____ No_____
¿Por qué?
¿Conoces este fruto? Sí___ No __
¿Cómo se llama?
¿Lo has comido? Sí___ No__
_
Cuántas veces: una____ varias_____
Siempre____
191
¿Te gusta? Sí___ No__
_
¿En qué lugar lo has comido?
¿Recuerdas quién te lo dio a comer por primera vez? Sí__ No__
Quién_____________________________
¿Te gustaría comerlo varias veces a la
semana?
Sí_____ No_____
¿Por qué?
192
¿Conoces este fruto? Sí___ No __
¿Cómo se llama?
¿Lo has comido? Sí___ No__
_
Cuántas veces: una____ varias_____
Siempre____
¿Te gusta? Sí___ No__
_
¿En qué lugar lo has comido?
¿Recuerdas quién te lo dio a comer por primera vez? Sí__ No__
Quién_____________________________
¿Te gustaría comerlo varias veces a la
semana?
Sí_____ No_____
¿Por qué?
193
¿Conoces esta planta? Sí___ No __
¿Cómo se llama?
¿La has comido? Sí___ No__
_
Cuántas veces: una____ varias_____
Siempre____
¿Te gusta? Sí___ No__
_
¿En qué lugar lo has comido?
¿Conoces algún platillo que se prepare con ella? Sí__ No__
194
Cuál_____________________________
¿Te gustaría comerlo varias veces a la
semana?
Sí_____ No_____
¿Por qué?
¿Conoces este fruto? Sí___ No __
¿Cómo se llama?
¿Lo has comido? Sí___ No__
_
Cuántas veces: una____ varias_____
Siempre____
195
¿Te gusta? Sí___ No__
_
¿En qué lugar lo has comido?
¿Recuerdas quién te lo dio a comer por primera vez? Sí__ No__
Quién_____________________________
¿Te gustaría comerlo varias veces a la
semana?
Sí_____ No_____
¿Por qué?
196
¿Conoces este fruto? Sí___ No __
¿Cómo se llama?
¿Lo has comido? Sí___ No__
_
Cuántas veces: una____ varias_____
Siempre____
¿Te gusta? Sí___ No__
_
¿En qué lugar lo has comido?
¿Recuerdas quién te lo dio a comer por primera vez? Sí__ No__
Quién_____________________________
¿Te gustaría comerlo varias veces a la
semana?
Sí_____ No_____
¿Por qué?
197
¿Conoces este producto? Sí___ No __
¿Cómo se llama?
¿Lo has comido? Sí___ No__
_
Cuántas veces: una____ varias_____
Siempre____
¿Te gusta? Sí___ No__
_
¿En qué lugar lo has comido?
¿Recuerdas por qué lo comiste por primera vez? Sí__ No__ Por qué
_____________________________
198
¿Te gustaría comerlo varias veces a la
semana?
Sí_____ No_____
¿Por qué?
¿Conoces este producto? Sí___ No __
¿Cómo se llama?
¿Lo has comido? Sí___ No__
_
Cuántas veces: una____ varias_____
Siempre____
199
¿Te gusta? Sí___ No__
_
¿En qué lugar lo has comido?
¿Recuerdas por qué lo comiste por primera vez? Sí__ No__ Por qué
_____________________________
¿Te gustaría comerlo varias veces a la
semana?
Sí_____ No_____
¿Por qué?
¿Conoces este producto? Sí___ No __
200
¿Cómo se llama?
¿Lo has comido? Sí___ No__
_
Cuántas veces: una____ varias_____
Siempre____
¿Te gusta? Sí___ No__
_
¿En qué lugar lo has comido?
¿Recuerdas por qué lo comiste por primera vez? Sí__ No__ Por qué
_____________________________
¿Te gustaría comerlo varias veces a la
semana?
Sí_____ No_____
¿Por qué?
201
¿Conoces esta bebida? Sí___ No __
¿Cómo se llama?
¿Lo has tomado? Sí___ No__
_
Cuántas veces: una____ varias_____
Siempre____
¿Te gusta? Sí___ No__
_
¿En qué lugar lo has tomado?
¿Recuerdas por qué la tomaste por primera vez? Sí__ No__ Por qué
_____________________________
202
¿Te gustaría tomarla varias veces a la semana? Sí_____ No_____
¿Por qué?
¿Conoces este producto? Sí___ No __
¿Cómo se llama?
¿Lo has comido? Sí___ No__
_
Cuántas veces: una____ varias_____
Siempre____
¿Te gusta? Sí___ No__
_
203
¿En qué lugar lo has comido?
¿Recuerdas por qué lo comiste por primera vez? Sí__ No__ Por qué
_____________________________
¿Te gustaría comerlo varias veces a la
semana?
Sí_____ No_____
¿Por qué?
¿Conoces este producto? Sí___ No __
¿Cómo se llama?
¿Lo has comido? Sí___ No__ Cuántas veces: una____ varias_____
204
_ Siempre____
¿Te gusta? Sí___ No__
_
¿En qué lugar lo has comido?
¿Recuerdas por qué lo comiste por primera vez? Sí__ No__ Por qué
_____________________________
¿Te gustaría comerlo varias veces a la
semana?
Sí_____ No_____
¿Por qué?
205
¿Conoces este producto? Sí___ No __
¿Cómo se llama?
¿Lo has comido? Sí___ No__
_
Cuántas veces: una____ varias_____
Siempre____
¿Te gusta? Sí___ No__
_
¿En qué lugar lo has comido?
¿Recuerdas por qué lo comiste por primera vez? Sí__ No__ Por qué
_____________________________
¿Te gustaría comerlo varias veces a la
semana?
Sí_____ No_____
¿Por qué?
206
¿Conoces este producto? Sí___ No __
¿Cómo se llama?
¿Lo has comido? Sí___ No__
_
Cuántas veces: una____ varias_____
Siempre____
¿Te gusta? Sí___ No__
_
¿En qué lugar lo has comido?
¿Recuerdas por qué lo comiste por primera vez? Sí__ No__ Por qué
_____________________________
¿Te gustaría comerlo varias veces a la
semana?
Sí_____ No_____
¿Por qué?
207
Anexo VII.3 Dramaturgia de la Obra de Teatro “El sabor de la Vida”
---- ----
El sabor de la vida
Roberto Corella
Personajes María Lupita Anita Marisol Azucena Juan Beto Carlos Pancho Monse El márgaro El pato La maestra
María: ¿Irán a venir?
Anita: ¡Seguro!
María: Pues sí, ¿verdad? Les dijimos que iba a haber mucha comida… Con lo tragones que
son…
Lupita: ¡Que vengan! No se nos vaya a hacer de noche…
Marisol: ¡Qué miedo! Los coyotes… Los lobos…
Azucena: ¡Qué miedo! Y ellos han de andar como siempre jugando a la pelota o pateando botes.
Sencillos que son. La que me extraña es Monse. ¿Qué le pasaría? ¿La habrán Castigado?
Lupita: ¡Ay! Ojalá que venga.
Azucena: Es bien enfadosa. Repite todo lo que una dice.
Lupita: Pues sí, pero es simpática y su mamá cocina bien sabroso. Además, todos y todas
208
tenemos defectos; hay que tolerarnos, ¿qué no? Yo estoy muy emocionada. ¡Qué padre! ¡Vamos
a comer lo que comían nuestros abuelitos…!
Anita: Y los papás de nuestros abuelitos…
María: ¡Qué rico! Fíjate que nuestros abuelos comían lo que producían. Casi no compraban nada
de la tienda. Café, azúcar, sal, pastas, unas cuántas cosas…
Marisol: ¡Adio! ¿No comían huevos?
María: Proteína. Sí, sí comían, pero tenían gallinas y las gallinas ponían huevos y ellos, ¡pum!, se
los comían… Y de vez en cuando mataban una gallina y hacían un rico caldo, con ajo, cebolla,
tomate y chile verde que ellos mismos cosechaban.
Azucena: ¿Y tortillas? ¿No compraban harina?
María: Fíjate que antes la gente sembraba trigo y luego lo molía en una piedras redondas,
grandotas, que le llamaban tauna y ya tenían harina y con ella hacían las tortillas. Y para hacer
tortillas de requesón, ¡hum! Pues se hacen gorditas, así, con manteca de puerco y requesón en
lugar de leche… ¡El sabor de la vida! Marisol: Qué padre, pero vamos a jugar, ándenle…
Azucena: ¡Qué floje!
Anita: ¡Sí! ¡A jugar! ¡A la roña! ¡Tú la traes!
María: ¡Tú la traes!
Anita: ¡No se vale chicle!
Lupita: Tramposa… ¡Roña!
Marisol: ¡Roña!
Azucena: Yo no juego. ¡Bueno, pues! ¡Roña!
Anita: ¿A quién se la pego? ¡Ya sé! ¡Roña!
María: ¡No me tocaste!
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Anita: ¡Sí te toqué! ¡Aquí, mira, en la espalda!
María: ¡Pues yo no sentí!
Marisol: Tramposa…
María: ¡Ya me cansé! ¡Quinc! ¡Quinc! Tengo hambre…
Lupita: Todavía no podemos comer. Hasta que lleguen los muchachos. Ellos van a traer los
refrescos y van a hacer la fogata…
Marisol: ¿Va a haber lumbrada aunque sea de día? ¡Qué padre!
María: ¡Van a andar trayendo…! ¡La panza lista pa´ echarle es lo que van a traer!
Anita: Carlos dijo que iba a traer atole de péchita.
Azucena: ¿Atole de péchita? ¿Qué es eso?
Anita: ¡Pues… atole de péchita!
Azucena: Sencilla… ¿Y tú qué trajiste? A ver…
María: ¿Pá´ qué te digo? Te lo vas a comer todito; no nos vas a dejar ni las sobras…
Azucena: Ni creas que traigo mucha hambre…
Lupita: No has de haber traído nada… A ver, ¿qué trajiste?
Azucena: Es sorpresa, ¿qué no?
María: Pues yo sí les voy a decir lo que traje…
Anita: ¿Qué trajiste?
María: Traje… ¡tolondrones pa´ los preguntones!
Anita (Música de magia; ella actúa como maga y se coloca la botarga de atole de péchita): ¿Te
gustan las péchitas?
Azucena: Sí. Son bien sabrosas. ¡Hum!
Marisol: ¡A mí también me gustan!
210
Anita: Pues las secas, las cueces y luego las mueles muy bien y el agüita que va soltando la
cuelas y luego le pones azúcar y si tienes hielo ¡listo! ¡A saborearlo!
Azucena: ¡Uy! ¡Qué trabajal! Mejor me compro una soda…
Anita: Para que te lo sepas, la soda no tiene nutrientes, y el atole de péchita sí. Cualquier jugo de
futas es bueno. De melón, de sandía, guayaba, papaya, mango, durazno, tamarindo, ciruela… De
lo que quieras…
María: Y los puedes tener en tu casa, ¿qué tal?
Azucena: Las sodas también las puedo tener en la casa… ¿Y para qué sirven los nutrientes? A
ver.
Anita: Pues para que estés sana, que crezcas, que tengas energía…
Azucena: La soda me da energía…
María: Pues sí, porque tiene mucha azúcar y el azúcar da energía, pero no te nutre, no te
alimenta, pues.
Marisol: ¿Oyen? ¡Ahí vienen los muchachos!
Marisol: ¡Qué bueno! Ya era hora.
Azucena: Enfadosos. ¿A que no traen nada?
Lupita: Ya verás que sí. ¡Hola!
Juan: ¡Primeras! ¡Llegué primeras! ¡Yuju! ¡Yuju!
Beto: ¡Por tramposo!
Juan: ¡Lero, lero!
Beto: ¡Espérate y te alcanzo, verás!
Carlos: Hola, chicas… Ya llegamos.
Marisol: Hola…
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María: ¿Qué tanto hacían?
Azucena: ¡Cómo se tardaron!
Lupita: ¿Qué trajeron?
Pancho: ¡Qué gachos! ¡A mí me tocó cargar todo!
Juan: Bueno, ya llegamos. ¿Dónde está la comida? Las papitas toreadas, las chips con fuego,
los pau pau, los doritos, los takis, sabritas, los bombones, los rielitos, los pica pica… ¡Hum! ¡Con
mucho chile!
Beto: ¡Yes!
Monse (Llegando): ¿A quién se le ocurrió un paseo en un lugar tan lejano? A la María, de
seguro. ¡Híjole, qué cansada estoy!
María: ¿Y el márgaro?
Carlos: Se quedó atrás; por ahí ha de venir junto con el pato.
Pancho y Juan: ¡Cua, cua, cua!
Anita: Bueno, ¿y la leña?
Pancho: ¿No la han juntado? ¡Uta, qué flojas!
Monse: ¡Qué flojas, sí!
Azucena: ¡Esa tarea les toca a ustedes!
Pancho: ¿Quién dijo?
Azucena: ¡La maestra!
Monse: La maestra, sí.
Marisol: ¿No son ustedes los hombres? La maestra dijo que los hombres iban a recolectar la
leña para hacer la fogata.
Monse: Para hacer la fogata, sí.
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Pancho: Ah, bueno. Órale, muchachos, junten mucha leña pa´ hacer una lumbradota que se vea
hasta el infinito y más allá…
Juan: ¿Y tú qué?
Pancho: Yo aquí los espero. Alguien tiene que cuidar de las muchachas mientras llega la
maestra…
Beto: Flojo, es lo que eres.
Monse: Flojo es lo que eres, sí.
Azucena: ¡Ándale, ándale! Moviéndote, moviéndote… Si no hay leña no hay fogata y si no hay
fogata no hay comida…
Carlos: Con gusto, damas lindas…
Beto: ¡Qué chistoso! (Imitando a Carlos) ¡Con gusto, damas lindas!
Juan: ¡Vieja el último!
Todos: ¡Pato, cua, cua, cua! ¡Pato, cua, cua cua!
Pancho: ¡Qué chiste! Todo el tiempo pierdo…
Monse: Todo el tiempo pierdes, sí.
Marisol: ¡Ándale, ándale!
Pancho: Y ni una botanita. Esto no empezó bien… Si no hay comida no hay gasolina…
Anita: Ahora sí, muchachas, rápido antes de que llegue la maestra. Vamos a acomodar todo lo
que traemos…
María: Aquí está lo mío.
Anita: Espérate. Necesitamos una mesa.
Azucena: ¿No trajeron?
Anita: Con unos tablones vamos a hacer una… Yo vi unos por allá, ¿vamos?
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Lupita: Voy contigo.
Monse: Va contigo, sí.
Marisol: ¿No vas a ir?
Monse: ¿No vas a ir?
María: ¡Huy! ¡Monse! A ver, ayúdenme a poner estos burros para colocar los tablones encima.
Monse: Burros, sí.
Marisol: ¿Cuáles burros? ¿De los que rebuznan o de los que se comen?
María: Ni unos ni otros. Burros como los que usan los albañiles para subirse a pegar los adobes
cuando hacen casas… Como estos, mira. ¡Y no lo repitas, Monse, porque te regresamos por
donde viniste!
Monse: ´Tá güeno, ya rugiste…
Anita: Yo traje unos manteles, miren.
Lupita: ¡Qué bonitos! ¡Con florecitas y todo!
Marisol: Bueno, aquí está mi bolsa con lo que traje. Miren…
Se escucha un aullido. Todas se asustan
Azucena: ¡Un coyote!
Monse: ¡Un coyote! ¡Ay! ¡Nos va a comer!
Lupita: Son los muchachos que nos quieren hacer una broma.
María: ¡Rápido, hay que hacer lumbre! La lumbre los espanta.
Llegan corriendo los muchachos
Beto: ¿Oyeron?
Azucena: ¿Quién fue? ¿Quién nos quiso asustar?
Carlos: Nadie. Oímos al coyote y corrimos para acá. No es broma.
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Se escucha de nuevo el aullido
Marisol: ¡Ay, mamita!
María: ¡La leña! ¿Dónde está la leña?
Juan: La dejamos tirada.
Azucena: ¡Pues vayan por ella!
Pancho: ¡Cómo serán miedosos! Yo voy por la leña (De nuevo se escucha el aullido. Pancho
brinca sobre alguno de los chicos) ¡Amáaaa!
Todos corren hacia diferentes direcciones, asustados
Azucena: ¡Aquí está la leña! ¡Cobardes! ¡Chillones!
De nuevo, el aullido
Pancho: ¡Amáaaa!
Marisol: ¡La llorona!
Monse: ¡Un fantasma!
Anita: ¡Aay!
Carlos: Calmantes, montes; no pasa nada.
María: ¡Ay, Carlitos!
Azucena: Bueno, ya; a hacer la fogata. Yo voy por mi platillo.
Carlos: Necesitamos piedras para rodear la fogata y que no vaya a haber un incendio…
María: ¡Taaan precavido…!
Monse: Taaan…! ¡Taaannn!
Azucena (Aparece con una botarga de chile relleno): ¡Aquí está mi alimento tradicional! (Baila.
Todos le aplauden)
Lupita: ¿Qué es eso?
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Carlos: ¡Hum! ¡Chiles rellenos!
Azucena: Con chile verde relleno de queso de Cobachi, envuelto en huevo y bañadito en salsa
de tomate con chiltepín… ¿Eh? Son altos en calcio, que ayuda en la formación de huesos y
dientes, en la coagulación sanguínea y trasmisión nerviosa; tienen mucha vitamina A, que sirve
para ver bien, para tener una piel sana y un sistema inmunitario fuerte… ¿Eh? ¿Eh?
Juan: ¡Quiero! ¡Son para mí! ¡Yo me los como! ¡Hum!
Azucena: Se sirve con arroz, con frijolitos y una ensaladita verde…
Juan: ¡Hum! ¡Hum!
Pasan, al fondo, unos apaches haciendo su característico sonido
Marisol: ¿Qué fue eso?
Beto: ¡Fantasmas!
Carlos: ¡Que fantasmas ni que la hilacha! ¡Yo voy a averiguar!
Pancho: ¡Sí! ¡Ve!
Beto: ¡´Amáaaa!
Anita: Voy contigo, Carlos.
Lupita: ¿Y la maestra, pues? ¿Por qué no llega?
Monse: ¡Ay! ¿Y la maestra?
Azucena: Yo me voy a quitar esto.
Juan: Pero me das, ¿eh?
Azucena: ¡Tragón!
El pato: (Entra junto con el márgaro. Escenifican un baile alusivo a la comida chatarra. Bailan y
actúan cada uno de sus comerciales. Pueden ser los de la tele) ¡Cua, cua, cua!
El márgaro: ¡Prueba tus sabritas! ¡Come bien sabroso!
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El pato: Come mucha sal, come mucho chile… Cua, cua, cua…
El márgaro: Come mucha harina, mucho condimento…
El pato: Come ricos takis, ricos churrumais…
Todos festejan
Pancho: ¡Qué rico! ¡Hum!
El márgaro: ¡Viva maruchán!
El pato: ¡Cua, cua, cua!
El márgaro: ¡Rica la chatarra…!
El pato: ¡Cua, cua, cua, cua cua!
María: Todo eso es comida chatarra…
Monse: Chatarra…
Carlos: Proporciona energía, pero no alimenta.
El pato: ¡Ya lo sabemos!
El márgaro: ¡Cua, cua, cua!
Lupita: ¿Cómo dicen que dijo?
Todos: ¡Fuera!
Lupita: ¿Qué esto y que lo otro?
Todos: ¡Fuera!
Anita: ¿A dónde va la comida chatarra?
Todos: ¡Pa´ ´fuera! Pa´ ´fuera! ¡Pa´ ´fuera!
La maestra (que ha estado observando, aplaude): ¡Bravo! ¡Bravo!
Todos y todas corren a abrazarla
María: ¡Maestra!
217
Carlos: ¡Llegó la maestra!
Azucena: ¡Cómo se tardó, maestra!
Monse: Profesora!
Pancho: ¡Qué bueno que vino¡ ¡Ya vamos a poder comer!
Maestra: Ya veo que se han estado divirtiendo. ¡Qué bien!
Monse: ¿Ya podemos comer?
Maestra: Vamos a ver. Hablemos de alimentos tradicionales, los que consumían nuestros
abuelos y los papás de nuestros abuelos… ¿Se acuerdan?
Lupita: ¡Yo! ¡Yo! Comidas muy ricas, como los nopalitos con chile…
Anita: Yo traje mi botarga de chiles rellenos…
Maestra: Muy bien, Anita. Excelente. Te quedó muy bien. ¿Alguien más trajo botarga de un
alimento tradicional?
María: ¡Ya voy, maestra! ¡Me la estoy poniendo!
Marisol: ¡Y yo le estoy ayudando!
Carlos: ¡Ya quiero verlas!
Monse: ¡SÍ!
Aparecen María y Marisol. María carga una botarga de nopalitos con chile y Marisol una de
batarete
Pancho: ¿Qué son?
María: Adivina…
Pancho: Hummm. ¿Albóndigas?
Maestra: Las albóndigas son muy ricas y se pueden preparar con carne, pollo o pescado… Pero
no, ¿verdad, muchachas? No son albóndigas.
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El pato: Mi mamá me hace de eso y me gusta mucho… La botarga de María es de nopalitos con
chilito colorado… ¡Hum!
Maestra: ¡Bravo, pato! Los nopalitos con chile, además de sabrosos, contienen calcio, potasio,
vitamina C, ácido fólico y vitamina A.
Pancho: ¡La botarga DE Marisol es batarete!
Maestra: Muy bien, pancho. ¿Cómo se prepara el batarete y qué nutrientes contiene, Marisol?
Marisol: Pues… Es como postre. Se hace con panocha o piloncillo disuelto en agua hirviendo;
luego le agregas pinole de maíz que antes disolviste en un poco de agua; luego se le agrega
queso de Cobachi… Se sirve como taco en una tortilla de harina o en un platito, al gusto. ¡Más
que rico! Es rico en energía porque tiene muchos carbohidratos, y tiene mucho calcio y potasio.
El márgaro: ¡Yo traigo mi botarga de tortilla de harina con requesón!
Pancho: ¡Quiero!
Carlos: Yo traje una botarga de migas.
Pancho: ¡Migas!
Carlos: Es parecido al batarete, pero no se espesa; se deja en bolitas o en tiritas, pero es igual
de sabroso.
Maestra: ¡Qué rica nuestra comida tradicional! ¡Tantas cosas tan sabrosas! ¡Qué rico!
Pancho: ¡Por el amor de Dios, ya quiero comer!
Maestra: ¡Más tarde vamos a comer y vamos a invitar a nuestras familias para que disfruten la
maravilla de nuestros platillos.
Monse: ¡Maestra, maestra! ¡Mire mi botarga de quelites con frijoles!
El márgaro: ¡Yo soy té de cosahui!
Maestra: ¡Pues muchas gracias a todos! ¡Han hecho muy bien su tarea! Esperemos que hayan
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disfrutado la actuación de nuestros jovencitos. ¡Aplausos para todos! Gracias, muchas gracias
por permitirnos llega hasta ustedes. Gracias y muy buenas tardes.
Los niños se abrazan, se felicitan entre ellos, abrazan a la maestra, corren a saludar a sus
familiares. La fiesta apenas ha comenzado
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VII.4
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VII.4 Fotografías de Talleres y de la Obra
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Fotografías
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Presentación Obra de Teatro Infantil por estudiantes de la Escuela Primaria Emiliano
Zapata en Cobachi, La Colorada, Sonora. 16 de junio de 2014
El Sabor de la Vida
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