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UNIVERSIDAD DE JAÉN
Centro de Estudios de Postgrado
Trabajo Fin de Máster
Trabajo Fin de Máster
ANÁLISIS DE LA EVOLUCIÓN DE
CAUCES DE LA CUENCA DEL RÍO
GUADALQUIVIR EN LA PROVINCIA
DE JAÉN MEDIANTE TÉCNICAS SIG
Y SERIES DE IMÁGENES DE
SATÉLITE
Alumno: Padilla Rascón, Carmen
Tutor: Prof. D. Tomás Fernández del Castillo
Dptos: Ingeniería Cartográfica, Geodésica y
Fotogrametría
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UNIVERSIDAD DE JAÉN Centro de Estudios de Postgrado
TRABAJO FIN DE MÁSTER
Trabajo Fin de Máster
ANÁLISIS DE LA EVOLUCIÓN DE
CAUCES DE LA CUENCA DEL RÍO
GUADALQUIVIR EN LA PROVINCIA
DE JAÉN MEDIANTE TÉCNICAS SIG
Y SERIES DE IMÁGENES DE
SATÉLITE
Carmen Padilla Rascón
Tutor
Dr. Tomás Fernández del Castillo
Octubre, 2016
ÍNDICE
Resumen 1
Summary 3
I. INTRODUCCIÓN 5
l.1. Motivación 5
l.2. Objetivos 5
l.3 .Zona de estudio 6
l.3.1. Localización geográfica 6
l.3.2. Hidrografía 10
l.3.3. Clima 13
l.3.4. Geología 14
l.3.5. Usos del suelo 17
ll. ANTECEDENTES 18
ll.1. Dinámica de cauces 18
ll.2. Teledetección y fotogrametría 19
ll.3. Análisis SIG 21
III. MATERIAL EMPLEADO 23
lll. 1. Hardware 23
lll.2. Software 23
lll.2.1. ArcGIS 10.3 23
lll.2.2. Global Mapper 17 24
lll.2.2. Microsoft Excel 24
lll. 3. Datos 24
lll.3.1. Imágenes de satélite 24
lll.3.2. Ortofotografías 27
lll.3.3. Modelos digitales del terreno (MDT) 29
lll.3.4. Mapa geológico 30
lll.3.5. Mapa usos del suelo 33
lll.3.6. Otros datos 35
IV._METODOLOGÍA 36
IV. 1. Análisis de imágenes 36
IV.1.1. Clasificación de las imágenes de satélite 36
IV.1.1.1. Entrenamiento 37
IV.1.1.2. Análisis de separabilidad 38
IV.1.1.3. Asignación (clasificación) 38
IV.1.1.4. Verificación 38
IV.1.2. Clasificación de las ortofotografías 39
IV.1.2.1. Entrenamiento 40
IV.1.2.1. Separabilidad 40
IV.1.2.3. Clasificación 40
IV.2. Análisis SIG 40
IV.2.1. Digitalización de los cauces 41
IV.2.2. Cálculo de desplazamientos entre cauces
de distintas épocas y zonas 41
IV.2.3. Análisis de factores condicionantes 43
IV.2.3.1. Pendiente 44
IV.2.3.2. Curvatura vertical 45
IV.2.3.3 .Sinuosidad (curvatura horizontal) 45
IV.2.3.4. Geología 45
IV.2.3.5. Usos del suelo 46
IV.2.3.6. Datos de lluvia 46
V.RESULTADOS 47
V.1. Análisis de imágenes 47
V.1.1. Clasificación de las imágenes de satélite 47
V.1.1.1. Análisis de separabilidad 47
V.1.1.2. Clasificación 49
V.1.1.2. Verificación 51
V.1.2. Clasificación de las ortofotografías 53
V.1.2.1. Análisis de separabilidad 53
V.1.2.2. Clasificación 58
V.2. Análisis SIG 67
V.2.1. Cauces obtenidos 67
V.2.2. Desplazamientos entre cauces de distintas
épocas y zonas 79
V.2.3. Análisis de factores condicionantes 82
V.2.3.1. Forma del cauce 82
V.2.3.2. Forma del cauce para la zona
de Las Infan tas 83
V.2.3.3. Geología 87
V.2.3.4. Usos del suelo 88
V.2.4. Análisis de factores 89
V.2.4.1. Lluvias 92
VI. DISCUSIÓN 93
VI.1. Análisis de imágenes 93
VI.2. Análisis SIG 94
VI.2.1. Análisis de distancias entre cauces de distintas
zonas y épocas 96
VI.2.2. Análisis factores condicionantes 99
VI. CONCLUSIÓN 101
VII. BIBLIOGRAFÍA 105
ANEXO I. Referencias web 110
ANEXO II. Análisis de factores condicionantes 112
1
Resumen
En este trabajo se ha realizado un análisis y cuantificación de los desplazamientos
fluviales de tres ríos de la provincia de Jaén, el Guadalquivir, el Guadalbullón y el
Arroyo Salado entre los años 1956 y 2013, para diferentes tramos de sus cauces.
Se han empleado técnicas de Sistemas de Información Geográfica (SIG) tomando
como base imágenes del satélite Landsat y fotografías aéreas. Ambos tipos de
imágenes se han clasificado mediante técnicas de teledetección y análisis digital
de imágenes. Posteriormente los cauces de los ríos se han digitalizado sobre las
las ortofografías de las distintas zonas y en una de ellas sobre ortofotografías de
distintas épocas.
Con los datos obtenidos, se han realizado diferentes análisis SIG y cálculos sobre
la hoja de cálculo Excel que han permitido cuantificar los desplazamientos,
identificar su dirección y realizar un análisis de la influencia de los factores
condicionantes (topografía, forma del cauce, geología y usos del suelo a nivel
local. Los desplazamientos encontrados van desde unos pocos metros hasta
centenares de ellos en algunas zonas puntuales. En términos medios de las
distintas zonas se encuentran desde unos 5 m en las zonas de menor
desplazamiento medio hasta unos 30 m en las de mayor desplazamiento medio.
Se han encontrado algunas relaciones cualitativas entre algunos de los factores y
los desplazamientos, de tal forma que los mayores desplazamientos se producen
en las zonas medias de las cuencas, donde la pendiente es intermedia y la
sinuosidad (calculada sobre la base de una distancia de 1000 m) es la más alta.
Las zonas más altas de las cuencas con mayor pendiente y menor sinuosidad
presentan los menores desplazamientos y las zonas bajas donde la pendiente es
también baja, presentan desplazamientos intermedios. Otros factores como la
geología y los usos del suelo no ejercen influencia, quizá por la poca variabilidad
de los materiales que atraviesan los ríos analizados.
2
En la zona del Guadalbullón cercana a Las infantas además se ha realizado un
análisis multitemporal de la influencia de estos factores a lo largo de los años con
los desplazamientos, y además se ha estudiado la relación entre la magnitud de
los deslizamientos y el régimen pluviométrico de los años de estudio. Se
encuentran relaciones poco claras entre ambos fenómenos, debido probablemente
a la amplitud de los periodos estudiados, que no recogen la influencia de periodos
cortos pero intensos de lluvias que producen importantes cambios en el trazado de
los ríos.
3
Summary
This paper has made an analysis and quantification of river journeys of three rivers
in the province of Jaen, the Guadalquivir, the Guadalbullón and Arroyo Salado
between 1956 and 2013, for different sections of their channels.
Techniques have been used Geographic Information Systems (GIS) based on
Landsat satellite images and aerial photographs. Both types of images are
classified using remote sensing techniques and digital image analysis. Later the
riverbeds have been digitized on the ortofografías of different areas and one on
orthophotos from different eras.
With the data obtained, the use of different GIS analysis and calculations on the
Excel spreadsheet that allowed quantify displacement, identify their direction and
an analysis of the influence of conditioning factors (topography, channel shape,
geology and uses soil locally. the displacements found ranging from a few meters
to hundreds of them in some specific areas. in average terms of the various areas
are from about 5 m in areas of lower average displacement up to 30 m in the of
higher average displacement.
We found some qualitative relationships between some of the factors and
displacement so that the greatest displacement occurs in the middle areas of the
basin, where the slope is intermediate and sinuosity (calculated on the basis of a
distance of 1000 m) is the highest. The highest areas of the basins steeper and
less sinuosity present the small displacement and low-lying areas where the slope
is too low, somewhere between those movements. Other factors such as geology
and land use no influence, perhaps because of the low variability of materials that
cross the rivers analyzed.
In the area close Guadalbullón to Las infantas further it has made a multi-temporal
analysis of the influence of these factors over the years with the movement and
4
also has studied the relationship between the magnitude of landslides and rainfall
regime the years of study. Unclear relations between the two phenomena, probably
because of the breadth of the periods studied, which do not reflect the influence of
short but intense rains that produce major changes in the layout of the rivers are
periods.
5
I. INTRODUCCIÓN
l.1. Motivación
Los ríos son sistemas complejos y dinámicos, con continuos ajustes y
fluctuaciones de su caudal, lo que da como resultado una movilidad lateral del
trazado fluvial. El análisis y la cuantificación de estos desplazamientos resulta de
gran complejidad y es agravada cuando se quiere realizar un estudio
multitemporal, por este motivo cada vez está más extendido el uso de Sistemas de
Información Geográfica (SIG), que permiten simplificar el análisis, estudio y
cuantificación de los cambios morfológicos fluviales, en este caso de tres ríos de la
provincia de Jaén.
Los ríos seleccionados han sido el Guadalquivir, ya que es uno de los ríos más
importantes de España, cuyo nacimiento está situado en la provincia de Jaén y
atraviesa gran parte de esta provincia, el Guadalbullón, por ser uno de los
afluentes más importantes del Guadalquivir, por su cercanía a la capital y sus
conocidos cambios en su morfología fluvial, y el Arroyo Salado, también afluente
del Guadalquivir y conocido por su morfología fluvial variable.
Este trabajo presenta la utilización de unas técnicas innovadoras para el estudio
de estas zonas, ya que no se conocen de estudios de esta índole en la provincia
de Jaén que utilicen los SIG para el analizar y cuantificar los cambios morfológicos
fluviales utilizando como base imágenes de satélite y fotografías aéreas de cada
una de las zonas de estudio para cada río.
l.2. Objetivos
El objetivo principal de este trabajo fin de máster es el análisis de los cauces de la
cuenca del río Guadalquivir, río Guadalbullón y Arroyo Salado a partir de
6
imágenes de satélite y fotografías aéreas. Se trata de calcular los desplazamientos
que han sufrido estos cauces y relacionarlos con una serie de factores que pueden
condicionarlos o desencadenarlos.
Lo objetivos secundarios son:
- Clasificación de digital de imágenes de satélite y ortofotografías.
- Digitalización de cauces y posterior análisis y cuantificación de los cambios
morfológicos entre diferentes años.
- Análisis de factores condicionantes, geología, coberturas y usos del suelo en
los desplazamientos a nivel de localización y temporal.
- Estudio multitemporal de los cambios morfológicos, análisis de los diferentes
factores y relación de precipitaciones con los desplazamientos en la zona del
Guadalbullón próxima a Las Infantas
l.3 .Zona de estudio
l.3.1. Localización geográfica
Las diferentes zonas de estudio se enclavan en la cuenca del Guadalquivir situada
en Andalucía, al sur de España. El río Guadalquivir nace en la Sierra de Cazorla
(Jaén), su cuenca ocupa una extensa área del territorio andaluz que comprende
parte de las provincias de Jaén, Córdoba, Sevilla, Huelva y Cádiz.
La morfología de la cuenca es subtriangular, alargada en la dirección ENE-OSO
con una longitud de unos 400 km y una anchura que varía entre 125 y 200 km. Por
ella discurre el río más importante de la Comunidad, el Guadalquivir. La depresión
del Guadalquivir forma un amplio valle abierto que está limitado al norte por Sierra
7
Morena, al sur por los relieves subbéticos, al este por los prebéticos de la Sierra
de Cazorla y al oeste por el Golfo de Cádiz
Figura 1. Localización geográfica a nivel mundial de la cuenca del Guadalquivir. En rojo
se señala la zona de la cuenca. Fuente 1.
Figura 3. Localización geográfica de la cuenca del Guadalquivir. Fuente 2.
8
En este estudio se han seleccionado seis zonas diferentes de la cuenca del
Guadalquivir pertenecientes todas a la provincia de Jaén:
Río Guadalquivir:
Curso alto, situado aguas arriba del pantano del Tranco, uno de los
de mayores dimensiones de Andalucía y situado en el Parque
Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, por lo que se
trata de un cauce de cuenca alta. Este pantano se construyó entre
1929 y 1944, se extiende por los términos municipales de Hornos y
Santiago-Pontones, su cuenca vertiente de 550 km2 es drenada por
los ríos Guadalquivir y Hornos, caracterizada por su alta pluviosidad.
Es una obra fundamental en la regulación hidráulica de la Cuenca
del Guadalquivir, y fue la infraestructura clave que facilitó la
transformación en regadío de miles de hectáreas en el Bajo
Guadalquivir.
A lo largo del estudio esta zona se denominará “Tranco”.
Tramo del Guadalquivir a la altura de su unión con el Guadiana
Menor, localizado en el término municipal de Úbeda. El Guadiana
Menor es uno de los principales afluentes del Guadalquivir, su
denominación se aplica al tramo situado aguas abajo de la
confluencia del río Fardes con el Guardal hasta su desembocadura
en el Guadalquivir.
Esta zona será nombra como “Úbeda” durante el trabajo.
Zona aguas arriba de Andújar. Este tramo del río Guadalquivir,
localizado ya en una zona mucho más baja altimétricamente dentro
9
de la Depresión de su mismo nombre (de las zonas más bajas dentro
de la provincia de Jaén), está caracterizado por su trazado
meandriforme.
En el estudio esta zona será denominada como “Andújar”.
Guadalbullón:
El Arroyo-Río Frío nace en la Sierra de la Pandera, lo que resulta un
aporte importante de caudal, en este caso se ha estudiado un tramo
que incluye parte de Río Frío, su unión con el Eliche, que le aporta
una gran cantidad de caudal y una zona aguas abajo tras la unión,
que mantiene el nombre de Río Frío.
Ya que este tramo presenta una importante aportación al río
Guadalbullón, en este estudio se toma como “tramo alto” del
Guadalbullón para determinar su comportamiento en una zona de
curso alto dentro de la cuenca.
En este estudio esta zona se identificará como “Los Villares”.
Guadalbullón próximo a su paso por Las Infantas (Jaén). Este barrio
pertenece a la periferia de la ciudad de Jaén, entre la ciudad y esta
localidad, está ubicado en la vega del río Guadalbullón. Este río
discurre en una dirección N-S, perpendicular prácticamente a la
dirección del río Guadalquivir, en una zona intermedia entre la zona
alta de la cuenca del Guadalquivir en la provincia de Jaén y la parte
baja de la misma.
Esta zona será denominada como “Las Infantas” a lo largo de este
estudio.
10
Arroyo Salado situado a su paso por el término municipal de Higuera de
Calatrava, cerca de Porcuna, tiene una situación similar a la del cauce
anterior (Guadalbullón en las Infantas) en una zona media de la cuenca.
Durante el estudio se referirá a esta zona como “Arroyo Salado”.
l.3.2. Hidrografía
La demarcación hidrográfica del río Guadalquivir comprende el territorio de la
cuenca hidrográfica del río Guadalquivir, incluyendo las cuencas hidrográficas que
vierten al Océano Atlántico, situándose desde el límite entre los términos
municipales de Palos de la Frontera y Lucena del Puerto (Torre del Loro) hasta su
desembocadura (Fuente 2).
La cuenca hidrográfica del Guadalquivir posee una extensión de 57.527 km, el río
Guadalquivir tiene una longitud de 657 km.
Figura 4. Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir por Provincias. Fuente3
11
l.3.2.1. Hidrografía y geografía humana del río Guadalquivir en la provincia de
Jaén
El nacimiento del Guadalquivir se localiza a unos 1.350 metros sobre el nivel del
mar, en la Sierra de Cazorla, más concretamente en la Cañada de las Fuentes
donde confluyen varios arroyos de curso intermitente en verano, en el término
municipal de Quesada.
En dirección NNE atraviesa la Cerrada de los Tejos, El Raso del Tejar, La
Espinarea, la Cerrada de los Cierzos y el Puente de las Herrerías. Tras pasar junto
al poblado del Vadillo (Cazorla) hay un embalse, el de la Cerrada del Utrero a
unos 980 msnm.
Pierde altura en la Cerrada del Utrero y pasa junto a Arroyo Frío (La Iruela), cruza
el Puente del Hacha y la Herradura para bordear el cerro de Cabeza Rubia y
aguas abajo recibe por el margen derecho al río Borosa y algo más abajo al río
Aguamulas.
Se remansa nuevamente en el Pantano del Tranco a 650 msnm, donde gira al
oeste atravesando la Sierra de Las Villas; junto al Charco del Aceite recibe por la
izquierda al Arroyo de María y aguas más abajo por el mismo margen al Arroyo del
Chillar, saliendo luego por el Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y Las
Villas.
Se considera que el curso medio del río comienza cuando el Guadalquivir gira al
sudoeste, bordeando el Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y Las
Villas pasando por las pedanías de Agrupación de Mogón (Villacarrillo) y Mogón
(Villacarrillo), donde recibe por el margen izquierdo al río Aguascebas. Aguas más
abajo junto a Santo Tomé recibe por la izquierda al río Cañamares, pasa junto a la
pedanía de El Molar (Cazorla) y se remansa en el Embalse del Puente de la
Cerrada a unos 350 msnm.
12
Posteriormente bordea La Loma y Las Villas, donde recibe por la izquierda al río
Guadiana Menor y se remansa en el embalse de Doña Aldonza; aguas abajo
recibe por la izquierda al río Jandulilla y posteriormente se vuelve a remansar en el
embalse de Pedro Marín, junto a la aldea de El Donadío (Úbeda). Pasada la
pedanía del Puente del Obispo (Baeza) recibe por el margen izquierdo al río
Torres y más abajo por la derecha al río Guadalimar.
Girando hacia el noroeste pasa junto a Mengíbar, donde recibe por la izquierda al
río Guadalbullón, pasa junto a Espelúy y aguas debajo recibe por la derecha al río
Rumblar. Bordeando al Sur Sierra Morena, pasa junto a Villanueva de la Reina y
Andújar donde aguas abajo recibe al río Jándula. Pasa junto a Marmolejo y en el
límite de provincia con Córdoba recibe por la derecha al río Yeguas.
l.3.2.2. Hidrografía y geografía humana del río Guadalbullón
El río Guadalbullón tiene su origen en la falda de Cerro Prieto, al sudeste de
Campillo de Arenas, donde nacen los arroyos conocidos como río de las Huertas y
río Grande, los que tras juntarse, forman el río Campillo. Cuando éste entra en el
término municipal de Jaén se le denomina río Guadalbullón, teniendo este nombre
sólo en el tramo final de Jaén y Mengíbar, es en el término de Mengíbar donde se
une con el río Guadalquivir.
En este estudio también se estudia un afluente del Guadalbullón, el río Jaén,
cuyos orígenes son el río Eliche y el Río Frío.
El Eliche es un río nacido en el término municipal de Martos (Jaén). Pasa por el
término municipal de Los Villares, uniéndose en esta localidad al Río Frío (Jaén)
que nace en la Sierra de la Pandera.
13
Posteriormente, el río Eliche atraviesa los cañones y se une en el Puente de la
Sierra con el río Quiebrajano, formando el Río Jaén, éste desemboca en el Río
Guadalbullón, afluente del Guadalquivir.
l.3.2.3. Hidrografía y geografía humana del Arroyo Salado.
El Arroyo Salado nace el Cerro Viento, término municipal de Los Villares y cerca
de la localidad de Martos. Este río es afluente del río Guadalquivir, aunque su
aporte fluvial no es tan importante como el del río Guadalbullón, sobre todo en la
época estival en la que el río disminuye su cauce llegando incluso a ser nulo.
l.3.3. Clima
El clima de la cuenca del Guadalquivir es mediterráneo, caracterizado por unas
temperaturas templadas-cálidas, con veranos cálidos secos e inviernos fríos. En la
cuenca existe gran complejidad termométrica a causa del desnivel existente, con
altitudes entre 400 y 1800 metros.
Más concretamente el clima que podemos encontrar en la provincia de Jaén, zona
de estudio, es de tipo mediterráneo continental influenciado por el Valle del
Guadalquivir debido a su morfología abierta al océano Atlántico, condicionando la
circulación atmosférica de la provincia. La temperatura media anual es de 16,9 ºC.
La precipitación media anual está en el entorno de los 500 mm.
El invierno en la provincia de Jaén es templado, siendo frío en las zonas de
Montaña. Los vientos húmedos con origen oceánico que circulan por el valle del
Guadalquivir producen precipitaciones entre el otoño y la primavera, siendo
especialmente importantes en la Sierra de Cazorla, Segura y las Villas, lo que
hace posible que en esta zona nazcan dos de los ríos más importantes de la
península, el río Guadalquivir y el río Segura.
14
El verano suele ser caluroso, llegando a temperaturas máximas de hasta 40º y con
lluvias escasas. Estas altas temperaturas son menos acentuadas en la zona de
montaña.
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
Temperatura
media (ºC) 8 10 13 15 19 25 28 27 23 18 12 9
Precipitación
(mm) 75 80 83 61 45 20 4 5 28 54 57 76
Tabla 1. Temperaturas medias anuales (ºC) y precipitación total (mm). Periodo: 1981-
2010. Estación Cerro de los Lirios. Fuente: 3.
l.3.4. Geología
La Cuenca del Guadalquivir se formó durante el Neógeno como una cuenca
periférica al norte de la Cordillera Bética (Villalobos, 2006). Geológicamente en el
entorno de esta cuenca se diferencian tres grandes unidades: el Macizo Ibérico, la
Cordillera Bética y la Depresión del Guadalquivir. Las zonas pertenecientes a este
estudio se localizan en éstas dos últimas grandes unidades geológicas.
La Cordillera Bética, localizada en el SE de la cuenca, está constituida en el sector
de y la provincia zona de Jaén por un sistema montañoso, geológicamente
conocido como Zona Externa de la Cordillera Bética (Vera et al., 2006). Este
sistema está alineado en dirección E-NE y en ella se diferencian dos grandes
dominios, una más externo (situada más hacia el norte) que se denomina
Prebético y otra localizado al sur de ésta, denominada Subbético. En el Prebético
predominan los materiales depositados en medios marinos someros e incluso
litorales, mientras que en el Subbético se encuentran sedimentos propios de
medios alejados del continente (pelágicos). Al sur del Prebético, se dispone
mediante un cabalgamiento una unidad denominada Dominio Intermedio,
compuesto por dolomías y calizas del Jurásico y margas y margocalizas del
15
Cretácico. El Dominio Intermedio es cabalgado a su vez por el Subbético,
compuesto por materiales dolomíticos y calizos en el Jurásico, sobre el que se
disponen los materiales del Cretácico, de carácter más carbonatado o más
margoso según las diferentes unidades en las que se subdivide.
Todas las unidades consideradas se disponen sobre unos materiales del Triásico,
con un comportamiento muy plástico y que han favorecido la formación de los
cabalgamientos. Estos materiales triásicos, así como una parte de la Unidad
Olistostrómica, que ahora se comentará se disponen sobre otros más antiguos, de
edad Paleozoico, similares a los que componen Sierra Morena. La Unidad
Olistostrómica, perteneciente a la Cuenca del Guadalquivir, está constituida por
materiales sedimentarios, de edad Mioceno, compuestos por bloques de rocas
más antiguas de unidades meridionales inmersos en una matriz margosa y
formados por procesos gravitacionales.
La Depresión del Guadalquivir es un dominio sedimentario que comenzó a
rellenarse en el Mioceno Medio (Fernández et al., 1998). En este periodo serán
encontrados los sedimentos más antiguos identificados en la Cuenca, dispuestos
por encima del basamento Paleozoico y la Cobertera Tabular. Fue durante la edad
Tortoniense cuando se produce la mayor tasa de acumulación de sedimento en el
actual valle del Guadalquivir. La depresión del Guadalquivir se encuentra en un
proceso de estructuración que originó series deposicionales marinas que
evolucionarían a un contexto continental como el actual durante el periodo
Cuaternario (Riaza y Martínez del Olmo, 1996). El proceso sedimentario que
encontramos en el valle del Guadalquivir puede dividirse en dos estadios
diferentes (Sánchez-Gómez et al, 2014). Por un lado encontramos la
sedimentación del margen norte del valle, de depósito de materiales del Mioceno
superior (Santos García et al., 1991; Pendón et al., 2004; Abad, 2007),
conformado por materiales tales como areniscas calcáreas, calcarenitas y
conglomerados que evolucionan en paquetes de areniscas ordenados hacia el
interior de la cuenca (Sánchez-Gómez et al., 2014). Por otro lado, encontramos el
16
margen sur, constituido por materiales provenientes del subbético, mezclados
entre los sedimentos propios del valle del Guadalquivir (Sánchez-Gómez et al.,
2014).
En la zona estudiada, concretamente en los sectores correspondientes a las
ortofotografías analizadas, afloran fundamentalmente materiales de la Cuenca del
Guadalquivir (miocenos a cuaternarios), aunque en algunas de ellas llegan a
aparecer materiales pertenecientes a los dominios Prebético y Subbético.aluviales
(Figuras 4 y 5).
Figura 5. Esquema geológico de la Cuenca del Guadalquivir. Fuente 5.
17
l.3.5. Usos del suelo
En la provincia de Jaén hay un predominio del uso del suelo agrícola, ocupado
fundamentalmente por cultivos leñosos, fundamentalmente olivar, como se puede
observar en la Figura 6. También hay otros cultivos herbáceos presentes de forma
minoritaria. El norte y sureste de la provincia está mayoritariamente ocupados por
un uso forestal (tonalidades verdes en la Figura 6). Por la provincia discurren
numerosos ríos, también hay repartidos lagunas y embalses (tonalidades azules).
Figura 6. Coberturas y usos del suelo presentes en la provincia de Jaén. Fuente 6.
18
II._ANTECEDENTES
ll.1. Dinámica de cauces
Los ríos son sistemas de gran complejidad geomorfológica y ambiental que
destacan por sus activos procesos de dinámica fluvial. Su ajuste permanente y sus
fluctuaciones de caudal dan como resultado una movilidad lateral y vertical del
trazado fluvial (Werritty, 1997).
El uso de los Sistemas de Información Geográfica (SIG) supone un avance en los
estudios de dinámica fluvial, ya que nos permite realizar un análisis y obtener
datos cuantitativos espaciales de los cursos fluviales a en un periodo temporal. Es
muy interesante su aplicación para el análisis de las tasas de migración lateral del
cauce, ya que es un importante indicador de la dinámica fluvial (Hickin y Nanson,
1984).
Este tipo de estudios son abundantes a nivel internacional (Liébault y Piegay,
2002; Lagasse et al., 2004; Larsen, 2007). Sin embargo a escala nacional son
escasos los estudios realizados que utilicen los SIG como herramienta para el
análisis de la dinámica fluvial, la gran parte de los existente se han realizado en el
río Ebro y sus afluentes, algunos de los más relevantes son las aportaciones de
Ollero et al. (2006), Acín et al., (2007), Ibisate (coord., 2010), Granado (2010),
Ollero (2010) y Magdaleno (2011). Además hay algún estudio de los ríos Arga y
Aragón de Acín et al., (2011) y también en la cuenca del Tajo se puede estacar la
tesis de Uribelarrea (2008) para los ríos Manzanares, Jarama y Tajo.
Para la zona sur de España, más concretamente para la cuenca del Guadalquivir
en la provincia de Jaén no se han encontrado estudios de dinámica fluvial en los
que se utilicen los Sistemas de Información Geográfica, a pesar de gran oferta de
recursos online disponibles tales como imágenes de satélite, ortofografías y
modelos digitales del terreno, entre otros.
19
Este tipo de estudios puede suponer un gran avance en cuanto al estudio y
análisis de dinámica fluvial, ya que con ellos se puede conocer el comportamiento
fluvial en un periodo temporal e incluso realizar una previsión de cuál será su
comportamiento futuro. En este sentido son de gran utilidad para el diseño de un
plan para la ordenación del territorio y para la evaluación de la vulnerabilidad, la
peligrosidad y el riesgo de las zonas anexas al cauce ante riesgos ambientales,
tales como por ejemplo una inundación.
ll.2. Teledetección y fotogrametría
El método más extendido actualmente para la adquisición de datos en Geomática
lo constituyen los sensores remotos, esta adquisición de información de la
superficie terrestre constituye el marco de estudio de la Teledetección (Chuvieco,
2010).
Los sensores, actualmente de carácter óptico electrónico, pueden montarse en
distintos tipos de plataformas, desde pequeños vehículos no tripulados (UAVs o
drones) hasta satélites espaciales, pasando por aviones o avionetas
convencionales. En todos los casos, los sensores se basan en los mismos
principios (registro de la radiación electromagnética en un número determinado de
bandas en una serie de detectores, consistentes en células fotoeléctricas y
conversión de la señal eléctrica en un número digital que se almacena en una
memoria). No obstante, varían en su formato desde pequeñas cámaras –
generalmente de bajo coste- como las que se colocan en los UAV, hasta cámaras
de gran formato en las plataformas aéreas y los sensores a bordo de satélites. En
este estudio, se van a considerar como punto de partida tanto imágenes
capturadas con satélite (en concreto Landsat 7 y 8), como imágenes (fotografías)
tomadas con cámaras de gran formato aerotransportadas en aviones.
20
Las imágenes de satélite presentan diferentes bandas en las que en cada una de
ellas aporta información diferente, correspondiente a una banda más o menos
amplia del espectro electromagnético, siendo el conjunto de ellas lo que se conoce
como una imagen multiespectral. Las posibilidades de visualización son muy
variadas, ya que la combinación de sus bandas permite identificar distintos
elementos, así como distintos aspectos de los mismos. Las imágenes utilizadas en
este estudio provienen del satélite Landsat 7 (imagen de satélite de 1999) y
Landsat 8 (imagen de satélite de 2015). Aunque hoy en día, existen imágenes de
gran resolución que permiten abordar levantamientos 3D de la superficie del
terreno, por las capacidades de estereoscopía o de otros procedimientos (por
ejemplo la interferemetría) que incorporan, los estudios a realizar con las
imágenes de Landsat se centran en análisis bidimensionales conducentes a la
elaboración de mapas temáticas multitemporales. En este sentido hay colecciones
ya muy importantes de imágenes de satélite que permiten realizar este tipo de
estudios.
Por su parte, la fotogrametría es una técnica que tiene como objeto determinar las
propiedades geométricas de los objetos y sus situaciones espaciales a partir de la
medida e interpretación realizadas en una o varias imágenes (Cardenal, 2015,
Krauss, 2007). La expresión más simple y tradicional es la utilización de
estereóscopos que permiten, mediante la visión tridimensional, la interpretación de
las fotografías y la realización de cartografía. No obstante, este método ha sido
superado a lo largo del tiempo y la utilización de restituidores (por este orden,
analógicos, analíticos o digitales) ha permitida la extracción de la información con
la suficiente precisión geométrica. Hoy en día, además de la restitución digital, que
proporciona ya capas de información digital, de fácil introducción en un SIG, hay
una alternativa muy en uso que es la utilización de ortofotografías como base de la
fotointerpretación. Su empleo resulta muy cómodo y ágil, ya que se disponen
como base de la digitalización en un SIG, aunque cuentan con la limitación de ser
información 2D, lo cual en cierto modo se puede solucionar situando bajo ellas un
modelo digital del terreno (MDT) o de superficie (MDS). No obstante, para ello hay
21
que contar con las ortofotografías, las cuales se generan a partir de las orientación
y georreferenciación de vuelos fotogramétricos con técnicas de aerotriangulación
convencionales, últimamente apoyadas otras más novedosas como la Structure
from Motion (SfM). Tras la orientación de las fotografías aéreas, la extracción de
un MDT o MDS mediante técnicas de correlación automática (matching), permite
la ortorectificación que junto con procesos de ajuste radiomérico y mosaicado da
lugar a las ortofotografías. Afortunadamente hoy en día se dispone en muchos
países, como el caso de España, de colecciones de ortofotografías de buena
calidad que permiten abordar estudios multitemporales.
Otra técnica fotogramétrica reciente y de interés medioambiental son los sistemas
LIDAR aerotransportados (ALS), que permiten extraer modelos digitales de la
superficie terrestre, su utilización es conjunta con las fotografías digitales.
ll.3. Análisis SIG
Un sistema de información geográfica (SIG) es un mecanismo informático para
manejar información y datos que facilita el entendimiento de los fenómenos
espaciales (Bosque, 1992). Un SIG se define como un sistema de hardware,
software y procedimientos elaborados para facilitar la obtención gestión,
manipulación, análisis, modelado, representación y salida de datos espacialmente
referenciados para resolver problemas complejos de planificación y gestión
(NCGIA, 1990).
El análisis espacial es la denominación habitual empleada para referirnos a un
amplio conjunto de procedimientos de estudio de los datos geográficos en los que
se considera de alguna manera sus características espaciales con objeto de
extraer información nueva y significativa (Unwin, 1981). Normalmente el análisis
espacial se realiza mediante un sistema de información geográfica (SIG), éste
usualmente aporta herramientas de análisis espacial para calcular estadísticas de
las entidades y realizar procesos de geoprocesamiento como la interpolación de
22
datos o la medida de la distancia. Hay distintos tipos de procedimientos en el
análisis espacial, dentro de los que destacan el análisis de vecindad de una capa
o la superposición de capas (Burrough, 1989; Bosque, 1992), que se han utilizado
de forma frecuente en este trabajo, además de otros como el análisis de redes o
los análisis de densidad, que no han sido tan empleados, pero que pueden ser
aplicables a estudios relacionados con la red fluvial. Dentro del análisis de
vecindad a su vez se pueden distinguir los análisis de superficies (pendientes,
orientaciones, etc.), los análisis de distancia (buffers, voronoi, etc.) o los análisis
estadísticos zonales.
23
III. MATERIAL EMPLEADO
lll.1. Hardware
Para el tratamiento, obtención, procesado y análisis de los datos, se ha utilizado
un ordenador marca Acer con las siguientes especificaciones:
Modelo: Acer Aspire 5750
Procesador: Intel Core i3 2310M
Adaptador Gráfico: Intel HD Graphics 3000
Memoria RAM: 4GB DDR3 Memory
Disco duro: 500 GB HDD
Pantalla: 15.6 pulgadas, 16:9, HD (1366x768 pixeles), LED LCD
Sistema operativo: Windows 10 Home Premium 64-bit
lll.2. Software
lll.2.1. ArcGIS 10.3
ArcGIS es un conjunto de productos de software SIG que permite recopilar,
organizar, analizar, administrar, compartir y distribuir información geográfica. Está
producido por ESRI y bajo este nombre genérico se agrupan un conjunto de
programas de procesamiento geoespacial.
En este estudio se ha utilizado ArcMap, el componente principal de este conjunto
de programas pertenecientes a ArcGIS. ArcMap permite visualizar, analizar, editar
y crear datos geoespaciales. Existen una amplia variedad de herramientas,
algunas de las más importantes utilizadas son Spatial Analyst, 3D Analyst y Data
Managent.
24
Spatial Analyst es una herramienta que nos proporciona una amplia gama de
recursos relacionados con al análisis espacial de datos, permitiéndonos visualizar,
crear y modificar datos ráster y vectoriales, aplicar funciones matemáticas, realizar
análisis de distancias, obtener nueva información a partir de datos existentes,
entre otros.
3D Analyst nos permite la visualización creación y el análisis de datos SIG con
componente tridimensional.
Data Management nos ofrece un amplio y variado conjunto de herramientas para
administrar, desarrollar, elaborar y mantener estructuras de clases de entidad,
datasets, capas y datos ráster.
lll.2.2. Global Mapper 17
Es un software SIG desarrollado por Blue Marble Geographics, permite la edición,
creación, visualización, procesado, manejo y conversión de datos vectoriales,
ráster y de elevación. En este estudio se ha utilizado para la conversión de
archivos para su posterior uso en ArcGIS,
lll.2.2. Microsoft Excel
Forma parte del paquete Microsoft Office, es un software que ha permitido realizar
los cálculos necesarios de este estudio.
lll. 3. Datos
lll.3.1. Imágenes de satélite
Las imágenes de satélite son un producto obtenido mediante un sensor instalado
en un satélite artificial, en este caso Landsat 7 (imagen 1999) y Landsat 8 (imagen
25
2015); estas imágenes son posteriormente transmitidas a las estaciones terrestres
para su visualización, procesamiento y análisis. Las imágenes de satélite se han
obtenido de la página web (http://landsat.usgs.gov//index.phpm .Fuente 7) del
Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), para el estudio se han utilizado
dos imágenes, una del año 1999 y otra del año 2015.
La imagen del año 1999 se obtuvo con el satélite Landsat 7, lanzado en 1999,
propiedad de EEUU (NASA). Las características de este programa se muestran en
la Tabla 2 EL satélite vuela a una altura de 705 Km con una frecuencia temporal
de 16 días. Incorpora varios sensores entre los que destaca el ETM+ (Enhanced
Thematic Mapper), que presenta 7 bandas mutltiespectrales entre el visible e
infrarrojo próximo, medio y térmico, cuya resolución espacial es de 15 m, excepto
la banda del térmico con 60 m, y cuya resolución radiométrica es de 256 ND (8
bits); además presenta una banda pancromática, con una mayor resolución
espacial (15 m). El tamaño de las imágenes o escenas es de 185x185 km, y el
sistema de referencia con el que se proporcionan es
“WGS_184_UTM_zone_30N”.
La imagen utilizada se tomó el 29 de Agosto de 1999 y pertenece a la zona este
de Andalucía, cubriendo sobradamente la zona de trabajo.
La imagen del año 2015 se realizó con el satélite Landsat 8, lanzado en 2013,
igualmente propiedad de EEUU. Las características del programa se muestran
asimismo en la Tabla 2. La altura de vuelo es igualmente de 705 Km y su
frecuencia temporal es de 16 días con desfase de 8 días respecto Landsat 7. El
satélite transporta, entre otros, dos instrumentos: Operational Land Imager (OLI) y
Thermal Infrared Sensor (TIRS). El sensor OLI proporciona nueve bandas
espectrales que cubren el espectro desde los 0.433 μm a los 1.390 μm (visible-
infrarrojo medio), ocho de ellas (bandas 1-7 y 9) con una resolución de 30 metros,
mientras que la banda 8 es pancromática y tiene una resolución de 15 metros. El
sensor TIRS registra de 10.30μm a 12.50μm, dos bandas (10-11) en la región del
26
infrarrojo térmico con una resolución de 100 metros, aunque actualmente se ha
aumentado su resolución a 30 metros para que tenga la misma resolución que el
sensor OLI. Estas imágenes tienen un procesado de corrección del terreno. El
tamaño de la escena es igualmente de 185x185 Km y el sistema de referencia de
las imágenes que se han obtenido es “WGS_184_URM_zone_30N”.
La imagen utilizada en este estudio se tomó el día 1 de Agosto de 2015 y
pertenece a la zona este de Andalucía.
Tabla 2. Bandas características de Landast 7 y Landsat 8.
27
lll.3.2. Ortofotografías
Las ortofotografías son un producto cartográfico georreferenciado y corregido, son
generadas a partir de fotografías aéreas.
Conserva toda la información que aporta la fotografía y además permite la
medición de distancias y superficies, lo que hace posible su ajuste con los mapas
existentes mediante su referenciación. La obtención de Ortofotografías Aéreas a
partir de fotografías aéreas se realiza desde plataformas aéreas,
fundamentalmente aviones.
Se han realizado una división del territorio de Andalucía en cuadrantes para cubrir
todo el territorio y en los diferentes proyectos regionales de Ortofotografía. El
sistema de geodésico de referencia de todas las ortofotografías ofrecidas por la
REDIAM es el ETRS89 Zona 30 y Zona 29,y proyección UTM. En este estudio se
han seleccionado las ortofotografías de estudio siguiendo esta división del
territorio por cuadrantes.
Se utilizaron ortofografías del año 1956-57 de la base de datos de la Red de
Información Ambiental de Andalucía (REDIAM)
(http://ws041.juntadeandalucia.es/medioambiente/dlidar/index.action Fuente 8).
Estas imágenes se obtuvieron mediante cooperación entre el Ejército del Aire de
España y la Fuerza Aérea de EEUU, conocido coloquialmente como “vuelo
americano”.
Estas ortofotografías son pancromáticas B/N a escala aproximada de 1:10.000 y
resolución de 1 metro, a partir de este vuelo se obtuvieron 2700 imágenes que
conforman la Base Cartográfica de Referencia de esa época.
De esta base de datos se han obtenido las imágenes correspondientes a cada una
de las zonas de estudio, a continuación se especifica el cuadrante de cada una de
las zonas de estudio:
28
Guadalquivir aguas arriba del tranco: 908-1-3
Guadalquivir en su unión con el Guadiana Menor: 927-4-2
Guadalquivir aguas arriba de Andújar: 904-3-4
Eliche y Río Frío a su paso por Los Villares: 947-1-4
Guadalbullón a su paso por Las Infantas: 926-2-4
Arroyo Salado: 946-1-1
Las imágenes actuales, del año 2013 fueron tomadas del PNOA de máxima
actualidad del Instituto Geográfico Nacional (IGN)
(http://centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/catalogo.do;jsessionid=A5D45
8653A1523AB1E295F0F3A3ABC8B#selectedSerie Fuente 9), con una resolución
de 0,5 metros, en formato ECW, sistema geodésico de referencia ETRS89 y
proyección UTM en su huso correspondiente. La unidad de distribución y descarga
es la hoja del MTN50 (Mapa Topográfico Nacional 1:50.000), son el resultado de
componer un mosaico con las ortofotos correspondientes a cada hoja del MTN50,
según esta distribución la zona de estudio se localiza en las siguientes hojas:
Guadalquivir aguas arriba del tranco: 908
Guadalquivir en su unión con el Guadiana Menor: 927
Guadalquivir aguas arriba de Andújar: 904
Eliche y Río Frío a su paso por Los Villares: 947
Guadalbullón a su paso por Las Infantas: 926
Arroyo Salado: 946
En zona del Guadalbullón a su paso por Las Infantas se ha hecho un efectuado un
estudio más exhaustivo a lo largo de una serie de años, en lugar de estudiar
únicamente el cambio producido entre el año 1956 y 2013, por lo que ha sido
necesario además obtener ortofografías correspondientes al cuadrante 926-2-4 de
la REDIAM de los siguientes años:
29
1983: obtenida en el vuelo fotogramétrico nacional interministerial b/n
realizado entre 1977-83 para todo el territorio nacional. A partir de este
vuelo se han obtenido 2.700 imágenes de ortofoto pancromáticas a escala
1:5.000 y resolución 0.5 metros.
2001: obtenida por fusión de la ortofoto a color de 1998-199 y la
pancromática de 2001-2001. Este es un producto cartográfico
georreferenciado y corregido, se ha mantenido toda la información de la
fotografía aérea, lo que permite realizar medidas a escala. Escala 1:10.000
2005: composición por cuadrantes de Ortofotografía a 0.5 metros de
resolución: Cuadrante Noreste (NE) Color Infrarrojo y Cuadrante Noroeste
(NW) Color, generadas a partir de vuelos de 2005. Escala 1:10.000.
2011: Esta ortofotografía de 50 cm de resolución ha sido producida a partir
de los vuelos fotogramétricos realizados en el verano de 2011. Para la
realización de la ortofotografía del PNOA Básico se ha utilizado el MDT
generado en el año 2008, en el que se han actualizado aquellos elementos
que hayan sufrido cambios. Se han incluido también en el proceso de
obtención de la ortofotografía los datos de los sistemas GPS/INS e IMU del
avión y la cámara durante el vuelo. Finalmente, se ha obtenido una
ortofotografía continua geométricamente de la zona de trabajo, a una
resolución geométrica de 50 cm y con información RGB.
lll.3.3. Modelos digitales del terreno (MDT)
Se ha obtenido de la página del Instituto Geográfico Nacional (IGN) (Fuente 9) el
modelo digital del terreno del año 2013, con un paso de malla de 5 metros, con la
misma distribución de hojas que el MTN50, en formato ASCII, sistema geodésico
de referencia ETRS89 y proyección UTM zona 30.
30
Esta información se ha descargado para todas las zonas de estudio según la hoja
del MTN50 correspondiente, según esta distribución la zona de estudio se localiza
en la misma numeración de hojas que las ortofotografías del 2013 descargadas
del IGN.
Para el estudio exhaustivo realizado en el río Guadalbullón a su paso por Las
Infantas se ha obtenido además del anterior MDT los modelos digitales de
elevaciones (MDE) de la página web del REDIAM (Fuente 8) correspondientes a la
hoja 926-2-4 de los años 1984, 2001, 2005 y 2011.
El MDE representa las Elevaciones del Terreno de Andalucía a partir de un
Modelo Digital del Terreno (MDT) con una resolución espacial de 10x10m,
generado en el marco del Plan Nacional de Ortofotografía Aérea (PNOA).
El MDT regional se ha obtenido mediante una composición de MDT por
cuadrantes establecidos por el PNOA. Las elevaciones del terreno se han extraído
del Modelo Digital del Terreno de Andalucía de 10x10m (vuelos de 2010-2011)
para representación a escalas mayores a 1:200.000. Para menor detalle se han
utilizado las elevaciones del Modelo Digital del Terreno de Andalucía de
100x100m (obtenido por remuestreo del de 10x10m y 5x5m de los años 2006-
2007). El sistema geodésico de referencia es el ETRS89, con proyección UTM en
el huso 30. Las elevaciones del terreno son Ortométricas.
lll.3.4. Mapa geológico
Como mapa geológico se ha empleado el Mapa Geológico-Minero de Andalucía
1:400.000, como mapa de síntesis, que permita comparar entre las distintas zonas
de trabajo. En este sentido, aunque la utilización de los mapas 1:50.000 quizá
serían más adecuados atendiendo a la escala de trabajo (hay que tener en cuenta
que la base de digitalización han sido las ortofotografías), la variedad y falta de
correlación espacial entre las distintas hojas aconsejan el uso del mapa 1:400.000.
31
No obstante, para los objetivos de este estudio de carácter preliminar y dada la
extensión de la zona, se ha considerado suficiente la resolución que aporta este
mapa, que por otra parte es un trabajo de síntesis de calidad y que puede
emplearse como referencia en estudios regionales.
Este mapa fue elaborado por la empresa nacional Adaro en 1985 para la
Consejería de Economía. La información original está disponible en SIGMA, la
página del Sistema de Información Geológico y Minero de Andalucía dependiente
de la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo. Se ha descargado
de la página web de los Datos de Referencia de Andalucía (DERA)
http://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia/DERA/ (Fuente
10). El mapa se presenta en varias capas:
Cronología geológica: Contiene la planimetría de las principales unidades
geológicas atendiendo a su antigüedad, incluyendo un campo que permite
su correcta ordenación cronológica.
Unidades geoestructurales: Contiene la planimetría de las principales
unidades y subunidades que desde el punto de vista geológico podemos
diferenciar en Andalucía.
Unidades litológicas: Contiene la información acerca de la composición
litológica de los materiales del subsuelo andaluz.
El mapa ha sido revisado y sintetizado de nuevo en un mapa de unidades
litoestructurales que se presentan en la Figura 7 (cortesía de Mario Sánchez
Gómez). En la tabla 3 se desarrolla la leyenda de unidades litoestructuras y las
litologías más significativas.
32
Unidad litoestructural Litología Clave
Pliocuaternario Detriticos recientes no activos 1
Cuaternario Sedimentos llanuras de inundación, terrazas o depresiones
2
Mioceno medio superior del Guadalquivir
Arcillas, margas, areniscas, calizas y calcareintas
103
Unidades del Guadalquivir A (Antiguo Olistostroma)
Margas, areniscas y silexitas (J.A.) 211
Triásico de la Cobertera Tabular Arcillas, arenas, carbonatos y yesos 101
Triásico superior-Jurásico de la Cobertera Tabular
Dolomías y carbonatos 102
Rocas básicas variscas Gabros, dioritas y tonalitas 450
Granitos variscos Granitos 451
Granodioritas variscas Granodioritas 452
Anfibolitas variscas, Silúrico Anfibolitas, pizarras y cuarcitas 402
Metapelitas variscas, Devónico Pizarras, carbonatos y cuarcitas 403
Metapelitas variscas, Ordovícico Pizarras, grauwacas y cuarcitas 401
Metapelitas variscas, Carbonífero inferior
Pizarras y areniscas 404
Prebético Externo, Jurásico Superior- Cretácico
Arcillas, margas, calizas y dolomías 302
Prebético Externo, Jurásico Inferior Calizas y dolomías 301
Prebético Interno, Paleógeno Arcillas, areniscas y calizas 314
Prebético Interno, Cretácico 1 Calizas y dolomías 313
Prebético Interno, Cretácico 2 Margas y calizas 312
Subbético Externo, Jurásico Carbonatos 331
Subbético Externo, Cretácico Margas y calizas 332
Subbético Medio, Jurásico y Cretácico Margas y calizas 341
Subbético Medio, Jurásico Basaltos en forma de pillow-lavas 349
Unidades del Guadalquivir B (Antiguo Olistostroma)
Arcillas y margas con yesos y otras Litologías
202
Unidades del Guadalquivir C (Antiguo Olistostroma, predominio Triásico)
Arcillas, areniscas, yesos y dolomías 201
Unidades del Guadalquivir D (Antiguo Olistostroma y sedimentos de cuencas)
Arcillas, margas, areniscas, calizas y calcareintas
210
Unidades Intermedias, Jurásico Margas y calizas 321
Unidades Intermedias, Cretácico Margas y calizas 322
Tabla 3. Unidades y litologías del Mapa Geológico (Basado en el Mapa Geológico-Minero
de Andalucía 1:400.000.
33
Figura 7. Mapa Geológico de Andalucía en la provincia de Jaén (basado en el Mapa
Geológico-Minero de Andalucía 1:400.000. Revisión a cargo de Mario Sánchez Gómez.
III.3.5. Mapa usos del suelo
Los datos de cobertura y usos del suelo se han obtenido de la base de datos
proporcionada por el Sistema de Información de Ocupación del Suelo de España
(SIOSE). Como en otros casos la fuente de estos datos es el REDIAM. Se ha
descargado el cuadrante noroeste andaluz del año 2011 para utilizarlo en relación
con las ortofotografías del año 2013, y para la zona del Guadalbullón a su paso
por Las Infantas también los de los años 2009 y 2005. Los datos del resto de la
serie de años no se han encontrado de forma satisfactoria, por lo que éstos no se
han podido utilizar para el análisis SIG.
34
Esta base de datos cartográfica tiene una escala de detalles de 1:10.000 y los
datos son aportados en formato ráster y vectorial. Las coberturas y usos del suelo
se han agrupado en 16 usos diferentes, como muestra la leyenda.
Figura 8. Base de datos cartográfica completa de las coberturas y usos del suelo de
Andalucía del año 2013. Fuente 6.
35
III.3.6. Otros datos
III.3.6.1. Datos de lluvias
Se dispone de una base de datos de lluvias para una subzona (la cuenca alta del
río Guadalbullón) resultado de un análisis de series de precipitación a partir datos
ERA-Interim (cfr. http://www.ecmwf.int/research/era/do/get/era-interim) que
proporciona el European Centre for Medium-Range Weather Forecasts (ECMRW).
Estos datos permiten, tras un procesamiento realizado con WRF (Weather
Research & Forecasting Model) y mediante sucesivos anidamientos que tienen en
cuenta el comportamiento de la atmósfera, obtener los valores de precipitación a
alta resolución en esta región. Los resultados se han validado con datos de
estaciones meteorológicas de la zona, obteniendo finalmente series de datos de
precipitación diaria de los últimos 20 años (desde 1994) en una malla 5 * 5 nodos
con una resolución de 10º centrada en la cuenca alta del río Guadalbullón. Los
datos han sido suministrados por el tutor del TFM, Tomás Fernández del Castillo.
Un resumen de los datos se muestra en la Figura 9, para uno de los nodos de la
malla (situado en las proximidades de la Guardia de Jaén).
Figura 9. Resume de los datos de precipitaciones para uno de los nodos de la
malla situado próximo a la Guardia de Jaén.
36
IV. METODOLOGÍA
IV. 1. Análisis de imágenes
IV.1.1. Clasificación de las imágenes de satélite
Una clasificación de una imagen de satélite u ortofotografía es un mapa en el que
se determinan diferentes coberturas y usos del suelo en una región determinada a
partir de una muestra significativa de zonas reconocidas de cada uso y cobertura
identificadas visualmente por el usuario, y el análisis estadístico de los valores del
nivel digital (ND) de las bandas de la imagen.
Se ha elaborado con el software ArcGIS una clasificación de las imágenes de
satélite correspondientes a una escena de Landsat del este de Andalucía de los
años 1999 (Landsat 7) y 2015 (Landsat 8). Para ello, con carácter previo en la
imagen de 1999 se ha realizado una composición de las bandas 1-7
(multispectral), obteniendo una imagen con una resolución de 30 metros.
Posteriormente, se ha realizado una fusión mediante “pan-sharpening” con la
banda 8 (pancromática con resolución de 15 m), dando como resultado una
imagen multiespectral con una resolución de 15 metros. Para la imagen de 2015
se ha seguido el mismo proceso, tan solo cambiando las bandas con las que se ha
realiza la primera composición, que en este caso son las bandas 1-7 y 9
(multiespectrales de 30 m); en este caso la banda pancromática de 15 m es
igualmente la 8.
El pan-sharpening es un proceso en que se fusiona una imagen multiespectral de
menor resolución y una pancromática de mayor resolución para crear imágenes en
color de alta resolución.
37
Finalmente, para la delimitación de las parcelas de entrenamiento que ahora se
describirán, se hecho tanto una composición en color real (bandas 3-2-1 en la
imagen de Landsat 7 y bandas 4-3-2 en la de Landsat 7) y una composición en
falso color con la inclusión de bandas de infrarrojo próximo y medio (bandas 5-4-3
en la imagen de Landsat 7 y bandas 6-5-4 en la de Landsat 8).
En la clasificación digital supervisada de imágenes se distinguen tres fases que
son: entrenamiento, análisis de separabilidad y asignación (Pinilla, 1995;
Chuvieco, 1999).
Previamente a la clasificación se ha realizado una corrección radiométrica para
evitar el efecto de dispersión atmosférico de Rayleigh, empleando el conocido y
sencillo método de Chavéz que consiste en restar a cada banda del visible (los
infrarrojos no resultan afectados) los valores mínimos, (zonas oscuras) que
normalmente se encuentran en relación con zonas de agua profunda y limpia
(embalses) o sombras.
IV.1.1.1. Entrenamiento
En cada una de las imágenes de satélite se han digitalizado unas parcelas
significativas de cada una de las diferentes coberturas y usos del suelo,
agrupando las parcelas en diez usos de suelo:
1. Ríos
2. Embalses y mar
3. Urbano y urbanizado
4. Nieve
5. Monte bajo
6. Monte alto
7. Olivar
8. Suelo y labor
9. Regadío
10. Invernaderos.
38
Para ello es necesario tener en cuenta que las parcelas sean homogéneas (cada
parcela debe estar localizada en un solo uso), pero que al tiempo las parcelas
seleccionadas para cada uso reflejen la variabilidad de éste (zonas de sol y
sombra, etc.) (Pinilla, 1995; Chuvieco, 1999).
IV.1.1.2. Análisis de separabilidad
El análisis de separabilidad es un análisis estadístico de los niveles digitales (ND)
de cada banda en cada una de las clases establecidas en la fase de
entrenamiento con el objeto de conocer si estas clases son o no separables en
función de los datos de partida. Este análisis permite conocer si una clase es muy
amplia (tiene mucha variabilidad de los ND en las bandas de la imagen) y debería
separarse, o por el contrario, dos o más clases son muy similares y deberían
agruparse para disminuir el ruido de la clasificación.
IV.1.1.3. Asignación (clasificación)
Tomando como referencia las parcelas de entrenamiento seleccionadas se ha
realizado la clasificación utilizando el método de máxima probabilidad (herramienta
de “Maximum Likelihood Classification” en ArcGIS) para cada una de las imágenes
de satélite. La clasificación resultante es reformada introduciendo algunas
parcelas pertenecientes a zonas con error en la clasificación, hasta que se ha
obtenido la óptima clasificación posible.
IV.1.1.4. Verificación
Por último se ha realizado una verificación de las clasificaciones obtenidas para
comprobar su exactitud. Para ello se han generado 100 puntos de forma aleatoria
sobre la imagen de satélite, y a continuación se ha realizado un buffer con 15
metros de radio asociado a cada uno de los puntos, consistente en un área
circular con un radio dado, en este caso 15 metros. Manualmente se introduce la
39
clase a la que pertenece cada uno de los buffer tomando como base la imagen de
satélite y para finalizar, mediante una herramienta estos buffer se han comparado
con la clasificación realizada. Para ambas imágenes se ha realizado el proceso de
igual manera.
IV.1.2. Clasificación de las ortofotografías
Las ortofotografías clasificadas son las correspondientes al Guadalbullón a su
paso por Las Infantas en cada uno de los años de estudio, 1956, 1983, 2001,
2005, 2011 y 2013. Se ha seleccionado esta zona en primer lugar de forma
experimental para realizar la clasificación, ya que se realizó un análisis visual
preliminar de cada una de las zonas de estudio mediante comparación de las
ortofografías de diferentes épocas y tras este análisis preliminar se observó que la
zona de Las Infantas tenía unos mayores cambios en su trazado fluvial. Así, si los
resultados obtenidos de dichas clasificaciones fueran satisfactorios, se procedería
también a la clasificación del resto de imágenes de las otras zonas de estudio.
Las ortofografías utilizadas han necesitado unas previas correcciones. Así, la
ortofotografía de 2013 obtenida del IGN presenta un mayor tamaño, debido a su
distribución de hojas, por lo que ha sido necesario cortarla según el tamaño de las
ortofotografías obtenidas de la REDIAM. También ha sido necesario realizar una
corrección radiométrica para todas las imágenes en color, es decir para todas
excepto para las de 1956 y 1983 (de carácter pancromático y por lo tanto con una
menor afección de la dispersión atmosférica). Se han examinado en distintos
puntos los valores que deberían ser los mínimos, estos valores mínimos
observados para cada una de las bandas de cada color se han restado al valor
correspondiente de cada banda.
40
IV.1.2.1. Entrenamiento
Las parcelas de entrenamiento se han realizado del mismo modo que para las
imágenes de satélite (IV.1.1.1. Entrenamiento), variando en este caso los usos del
suelo en los que se agrupa. Estas imágenes presentan mayor resolución y por
tanto aparecen más usos (por ejemplo, en el olivar se ha de distinguir entre el
suelo y los olivos; además son distinguibles las carreteras y caminos, que antes no
se apreciaban con la suficiente resolución).
IV.1.2.2. Separabilidad
En análisis de separabilidad entre clases se ha realizado del mismo modo que
para las imágenes de satélite (IV.1.1.2. Separabilidad).
IV.1.2.3. Clasificación
La clasificación se ha realizado con la herramienta “Maximum Likelihood
Classification”, a partir de las parcelas de entrenamiento obtenidas, siguiendo el
mismo proceso anteriormentemente descrito para las imágenes de satélite
(IV.1.1.3. Clasificación).
IV.2. Análisis SIG
El análisis SIG se ha realizado con el software ArcGIS en todas las zonas de
estudio para los años 1956 y 2013, y en la zona del Guadalbullón a su paso por
Las Infantas también se ha realizado para los años 1983, 2001, 2005, 2011 y
2013.
41
Para el análisis SIG el único tratamiento previo necesario ha sido recortar las
ortofotografías de 2013 procedentes del IGN con el mismo tamaño que las
ortofotografías de la REDIAM.
IV.2.1. Digitalización de los cauces
En cada uno de los tramos de cada una de las ortofotografías se ha digitalizado el
río trazando con una línea siguiendo trazado del cauce. Se ha realizado con
cuidado, generalmente de izquierda a derecha o de arriba abajo por ser más
adecuado a la hora de digitalizar, aunque esto habrá que tenerlo luego en cuenta,
a la hora de los cálculos, para seguir siempre el sentido fluvial.
IV.2.2. Cálculo de desplazamientos entre cauces de distintas épocas y zonas
El cálculo de desplazamientos entre cauces de distintas épocas se realiza
teniendo en cuenta las dos líneas, pertenecientes cada una a un año. Para el
cálculo se ha generado un buffer a lo largo del trazado del río a partir de la línea
correspondiente al trazado más antiguo del río que comparamos (Figura 10). Por
su parte, la línea perteneciente al trazado más actual se ha convertido a puntos.
Posteriormente, mediante la herramienta correspondiente de añadir información
desde una superficie (Add Surface Information), tomando como superficie el buffer
de distancia generado se calcula la distancia de cada punto del cauce más actual
al más antiguo, como estimación del desplazamiento experimentado en cada
punto.
42
Figura 10. Imagen correspondiente a la zona del Guadalquivir aguas arriba del pantano
del Tranco, hoja 908-1-3, tomada del Software ArcGIS en la que se puede observar el
buffer generado a partir de la línea digitalizada de 1956 y la línea de puntos amarillos
generada a partir de la línea digitalizada de 2013.
Además del desplazamiento (módulo) se ha calculado la orientación a partir el
mapa de buffer realizado con de la línea de digitalización de cada cauce y la
herramienta adecuada de ArcGIS se obtienen los mapas de orientación, que nos
indican la dirección hacia la que se ha producido el desplazamiento del trazado
fluvial. Con los datos que nos ofrecen estos mapas se ha obtenido la dirección
media de desplazamiento y la dispersión para cada uno de los puntos.
43
IV.2.3. Análisis de factores condicionantes
Para realizar el análisis de factores que pueden condicionar los desplazamientos,
se comienza por enriquecer la tabla de puntos –a la que se acaban de añadir las
distancias o desplazamientos- con datos procedentes de distintas capas del SIG,
para luego realizar los cálculos correspondientes en la tabla exportada mediante la
hoja de cálculo Excel.
Así, en primer lugar, a la tabla de puntos se le añaden las coordenadas X e Y con
la opción de correspondiente de geometría disponible en el menú de tabla en
ArcGIS. A continuación, desde el MDT se extrae la Z en cada punto, mediante la
misma herramienta de añadir información desde una superficie vista
anteriormente. De esta forma cada punto tiene expresamente sus coordenadas
XYZ, que servirán de base para todos los cálculos.
No obstante, mientras las coordenadas XY son bastante fiables, la Z no lo es tanto
(la precisión de los modelos, salvo el de 2013, no es muy grande) y de hecho la Z
del años 1956 no es posible de calcular ya que no se dispone de un MDT de esta
época. De este modo la Z de los cauces solo se ha calculado sobe el trazado más
moderno (2013) y no sobre el más antiguo (1956). En el análisis multitemporal de
la zona de las Infantas sí se han calculado todas las Z, ya que se dispone de
modelos para los años 2013, 2011, 2005, 2001 y 1983, excepto la de 1956.
Por otra parte, puesto que los MDT tienen un formato XYZ que no es capaz de
abrir el software ArcGIS, es necesario realizar una conversión a formato ASC con
el software Global Mapper.
Además de obtener datos referidos a las coordenadas –que informarán sobre la
topografía y la forma de los cauces-, se han extraído otros datos en el SIG, en
concreto la geología (litología) y uso del suelo en cada punto del cauce.
44
Finalmente, tras enriquecer la base de daros con el software ArcGIS, ésta (que
está en formato DBASE, *.dbf) se abre desde Excel y allí se realizan una serie de
cálculos que se exponen a continuación.
IV.2.3.1. Pendiente
Se calcula a partir del incremento de Z entre el punto anterior y posterior
(desnivel), dividiendo por el incremento o distancia horizontal entre dichos puntos.
El desnivel (Z) a su vez se calcula a partir de la diferencia de altitud entre el
punto posterior y anterior al tomado como referencia. También se calcula en otros
entornos más grandes de 10 y 100 puntos (aunque esto varía dependiendo de
cómo se han digitalizado los puntos en torno al punto de referencia, y en
consecuencia qué distancia hay entre ellos), lo que equivale a distancias de 100 y
1000 m.
Para este cálculo y los sucesivos se toma la precaución de reordenar los puntos
de acuerdo a la dirección aguas abajo del cauce, lo que implica en algunos casos
invertir el orden de los puntos.
A su vez la distancia horizontal (H) se calcula según la fórmula, a partir de los
incrementos de las coordenadas X e Y.
√
(
)
Como se ha apuntado, este parámetro y los sucesivos, es calculado tomando
como referencia una distancia de 10, 100 y 1000 metros por encima y por debajo
del punto de referencia, la diferencia entre un punto superior y otro inferior descrita
45
anteriormente sería para la distancia de 10 metros. Finalmente, al tratarse de una
factor cuantitativo, se calcula la media y la desviación típica de la pendiente en
todos los puntos, para las distintas distancias consideradas (10, 100 y 1000 m).
IV.2.3.2. Curvatura vertical
Se calcula mediante el promedio entre el punto posterior y anterior de su
coordenada Z y que es comparado con la coordenada Z de referencia, y
dividiendo por la distancia entre ambos puntos. Este parámetro igualmente es
calculado tomando distancias de 10, 100 y 100 metros por encima y por debajo del
punto de referencia. Igualmente, al tratarse de una variable cuantitativa, se calcula
el valor medio y la desviación típica de la curvatura en las tres distancias.
IV.2.3.3 .Sinuosidad (curvatura horizontal)
Se calcula comparando la posición (XY) del punto de referencia con la media (en
X e Y) de los puntos anterior y posterior, y dividiendo por la distancia entre los
puntos, lo que proporciona un valor relativo. Este parámetro es calculado tomando
distancias de 10, 100 y 100 metros por encima y por debajo del punto de
referencia e igualmente se calculan los valores medios y la desviación típica.
Este factor sí se puede calcular para el trazado del río en 1956, ya que no requiere
de la variable Z proporcionada por el MDT o MDE para su cálculo.
IV.2.3.4. Geología
En este caso, no hay que hacer cálculos, ya que la geología en cada punto es la
extraída en el SIG. Para analizar la relación con los desplazamientos y el resto de
los factores, al tratarse de un factor cualitativo, se calculan las medias de estos
parámetros en cada una de las clases de geología.
46
IV.2.3.5. Usos del suelo
Al igual que la litología es un factor cualitativo, por lo que para analizar su relación
con los desplazamientos y el resto de los factores, se calculan las medias de estos
parámetros en cada una de las clases de usos del suelo.
IV.2.3.6. Datos de lluvia
A partir de los datos de lluvia proporcionados, se ha realizado un gráfico por
meses de los últimos 25 años que se muestra en la Figura 11. A partir de ahí, se
ha analizado de forma cualitativa si en los distintos intervalos temporales
considerados en la zona de las Infantas hay relación con los desplazamientos
observados, es decir, si se observa algún comportamiento (normalmente un pico o
máximo) en las lluvias que pueda explicar los cambios en el trazado del cauce de
los ríos.
Figura 11. Gráfico mensual de las precipitaciones de los últimos 25 años.
47
IV. RESULTADOS
V.1. Análisis de imágenes
V.1.1. Clasificación de las imágenes de satélite
A continuación se detalla el análisis de separabilidad, las clasificaciones y las
matrices de verificación, obtenidos para cada una de las imágenes de satélite.
V.1.1.1. Análisis de separabilidad
Se ha realizado un análisis de separabilidad para cada una de las imágenes de
satélites con el objetivo de comprobar si con la resolución que ésta nos ofrecen
(30 m) estas clases son separables o existen algunas de ellas que deberían
considerarse como una ya que no es posible su separación.
Para la ortofotagrafía de 1999, en la Figura 12.1 se observa que hay algunas
bandas con bastante similitud espectral y que, en consecuencia, podrían ser
agregadas, como el olivar, labor e incluso urbano. El resto de clases podrán
mantenerse. El caso concreto que más interesa en este trabajo, como son los
cauces, presenta alguna similitud con el monte alto en alguno de las regiones del
espectro y con el monte bajo en otras, aunque puede considerarse en general
separable de ellas. La banda 6 (infrarrojo térmico) presenta gran confluencia de
las clases, ya que presentan niveles digitales entre 100 y 170 todas ellas.
48
Figura 12.1. Análisis de separabilidad de la imagen de satélite de 1999.
Para la imagen de 2015 en la Figura 12.2 que no existen clases con valores
digitales próximos en todas las bandas, únicamente podemos destacar el monte
bajo y el regadío, ya que presentan unos niveles digitales, sin llegar a ser iguales
en todas sus clases, por tanto separables.
Figura 12.2. Análisis de separabilidad de la imagen de satélite de 2015.
49
V.1.1.2. Clasificación
Los resultados de la clasificación de la imagen de 1999 se muestran en la Figura
13 y la Tabla 4, en la que se indican las áreas de cada clase. En este clasificación
se observa un predominio de zonas de monte bajo y olivar (más del 24% cada
uno), así como también abundantes zonas de monte alto y suelos desnudos y de
labor. Los trazados para los ríos con gran cauce si se distinguen con nitidez para
ríos de gran caudal, los ríos con un cauce más pequeño se distinguen de forma
discontinua, y además son confundidos en parte de forma errónea con los
embalses. Los embalses son reconocidos perfectamente y el mar también se
incluye como parte de esta clase. Las zonas urbanas ocupan un alto porcentaje
(8%), y se observa zonas clasificadas erróneamente para este uso. Las zonas de
regadío ocupan una pequeña (3%) extensión del área de estudio, la mayoría de
ellas concentradas en torno a los cauces. Las zonas de nieve se localizan
puntualmente en las cimas de montaña (Sierra Nevada) y los invernaderos se
concentran en la zona costera fundamentalmente.
Figura 13. Clasificación obtenida de la imagen de satélite de 1999 (Landsat 7).
50
Uso del suelo Valor Pixeles Área (km2) Porcentaje (%)
Ríos-Cauces 1 949558 854,60 2,46
Embalses-Mar 19 2363178 2126,86 6,12
Urbanizado 29 2978313 2680,48 7,71
Nieve 36 71274 64,15 0,18
Invernaderos 42 1135047 1021,54 2,94
Monte Bajo 48 9846179 8861,56 25,50
Monte Alto 55 5230452 4707,41 13,55
Suelos-Labor 60 5503188 4952,87 14,25
Olivar 66 9344981 8410,48 24,21
Regadío 82 1185174 1066,66 3,07 Tabla 4. Uso de suelo, valor y área de las zonas obtenidas de la clasificación de la
imagen de satélite de 1999.
En la clasificación correspondiente a la imagen de satélite de 2015, que se
muestra en la Figura 14 y la Tabla 5 hay una dominancia de olivar, ocupando el
24% del área, junto a las zonas de monte bajo y alto que también ocupan una
importante proporción, el 18% y el 12%, respectivamente. Las zonas de suelos
desnudos y labor ocupan diferentes zonas dispersas en el área clasificada,
representando un 10% del área. Los ríos son situados de forma discontinua en su
mayoría, en una buena parte son clasificadas como embalses, y con gran
dificultad para identificar los ríos de bajo caudal. Como urbanizado se ha
clasificado un alto porcentaje del área de estudio (8%), en genera con una
extensión superior a la que realmente corresponde a este uso. Las zonas de
regadío presentan el 5% del área de clasificada, presentando zonas dispersas,
algunas de ellas con error en la clasificación. Las nubes causan interferencias en
esta imagen, están ubicadas en el este de la zona y los invernaderos se
concentran en la costa de Almería.
51
Figura 14. Clasificación obtenida de la imagen de satélite de 2015 (Landsat 8).
Uso del suelo Valor Pixeles Área (km2) Porcentaje (%)
Ríos-Cauces 1 408918 368,03 1,08
Embalses-Mar 19 3475945 3128,35 9,16
Urbanizado 29 3204570 2884,11 8,45
Nubes 36 1667014 1500,31 4,39
Invernaderos 42 2525285 2272,76 6,66
Monte Bajo 48 7057985 6352,19 18,61
Monte Alto 55 4591719 4132,55 12,10
Suelos-Labor 60 3877219 3489,50 10,22
Olivar 66 9144278 8229,85 24,11
Regadío 82 1979804 1781,82 5,22 Tabla 5. Uso de suelo, valor y área de las zonas obtenidas de la clasificación de la
imagen de satélite de 2015.
V.1.1.2. Verificación
Las matrices de verificación obtenidas han permitido comprobar la calidad de las
clasificaciones obtenidas.
52
La clasificación realizada para la imagen de satélite de 1999 ha sido evaluada
mediante su correspondiente matriz de verificación para identificar posibles
errores.
Como indica la Tabla 6, las zonas clasificadas como río efectivamente lo son. Los
embalses están bien clasificados como tal, pero parte de las zonas que determina
son en realidad ríos, luego habría un error de omisión importante en el caso que
nos ocupa en este trabajo. Las zonas clasificadas como urbano presentan error,
algunas de ellas son monte alto y muchas en realidad son zonas de olivar. Las
zonas calificadas como monte alto en ocasiones son monte bajo o zonas de suelo-
labor. Las zonas de olivar, que están ampliamente extendidas son calificadas
como tal en la mayoría de clasificación, pero en algunas zonas se ha clasificado
como olivar zonas urbanas. Las zonas determinadas como suelo y labor en
algunas zonas son regadío realmente. Las zonas de regadío son en su mayoría
clasificadas como tal, aunque algunas zonas son monte bajo en la realidad. Las
zonas de monte bajo en su gran mayoría son clasificadas con ese uso, aunque
también se identifican erróneamente zonas de monte alto y olivar como de este
uso. La zona clasificada como nieve está correcta.
Imagen
Ríos Embal Urban Mont alto
Olivar Suelo-Labor
Regad Invernad Monte
bajo Nieve
Ve
rdad
te
rre
no
Ríos 4500 2000 0 0 0 0 0 900 0 0
Embalses 0 4300 0 0 0 0 0 0 0 0
Urbano 0 0 3600 0 900 0 0 0 0 0
Monte alto 0 0 900 2700 0 0 0 0 900 0
Olivar 0 0 3600 0 9000 0 0 0 300 0
Suelo-Labor 0 0 0 900 0 9900 0 0 0 0
Regadío 0 0 0 0 0 6300 4500 0 0 0
Invernadero 0 0 0 0 0 0 0 6300 0 0
Monte bajo 0 0 0 900 0 0 900 0 6000 0
Nieve 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2300
Tabla 6. Matriz de verificación de la clasificación de 1999.
53
Como se observa en la Tabla 7 correspondiente a 20154, la zona clasificada como
olivar tiene errores ya que incluye a zonas que en la realidad son de monte algo y
urbano. Los embalses son clasificados como tal y también incluye en esta clase
parte de ríos. Los invernaderos son clasificados correctamente en su totalidad. Las
zonas clasificadas como monte bajo son en algunos casos zonas de olivar y
monte alto. Las zonas que la clasificación determina como monte alto lo son en
todos los casos dicho uso. Las zonas de suelo desnudo y labor son en su mayoría
clasificados bien, pero tiene errores incluyendo zonas de olivar, monte bajo y
regadío. Las zonas con un uso urbano tienen error al incluir con este uso zonas de
olivar y monte bajo. La zonas de clasificadas como regadío en algunos lugares
son realmente suelo desnudo y labor o ríos. Las zonas que la clasificación
determina como ríos incluyen zonas de suelo y labor y regadío. Las zonas
clasificadas como nubes incluyen zonas con error de olivar y monte alto.
Olivar Embalses Invernaderos
Monte bajo
Monte alto
Suelo-Labor
Urbano Regadío Ríos Nubes
Olivar 4500 0 0 900 0 900 1300 0 0 1600
Embalses 0 4000 0 0 0 0 0 0 0 0
Invernaderos 0 0 7200 0 0 0 0 0 0 0
Monte bajo 0 0 0 7900 0 900 600 0 0 0
Monte alto 900 0 0 2000 1800 0 0 0 0 400
Suelo-Labor 0 0 0 0 0 12600 0 1800 1800 0
Urbano 900 0 0 0 0 0 2600 0 0 0
Regadío 0 0 0 0 0 2700 0 2900 1800 0
Ríos 0 1400 0 0 0 0 0 1600 7200 0
Nubes 0 0 0 0 0 0 0 0 0 3200
Tabla 7. Matriz de verificación de la clasificación de 2015.
V.1.2. Clasificación de las ortofotografías
V.1.2.1. Análisis de separabilidad
Se ha realizado un análisis de separabilidad para cada una de las ortofotografías
de la zona de Las Infantas, para de este modo comprobar que son suficientemente
54
diferentes entre sí cada una de las clases que pueden considerarse como clases
distintas.
Para la ortofografía de 1956 se observa que algunas de las clases no son
separables, ya que se superponen. Concretamente, el río y la carretera son las
clases que mayor similitud presentan, junto las zonas urbanas que se confunden
con los caminos y labor. En menor medida se observa una cierta similitud entre las
zonas que presentan vegetación (vegetación de ribera, olivar y regadío). Las
zonas de matorral no presentan similitud con ninguna otra.
Figura 15. Análisis de separabilidad de la ortofografía de 1956 de la zona de Las Infantas.
En la ortofografía de 1983 igualmente aparecen las clases no separables entre sí,
como el urbano con el suelo-olivar, por un lado, y regadío con la vegetación de
ribera por otro. El resto de clases, incluyendo los cauces de los ríos –aunque está
cercano al regadío- pueden ser separables.
55
Figura 16. Análisis de separabilidad de la ortofografía de 1983 de la zona de Las Infantas.
En la ortofografía de 2001 se observa una gran similitud entre el río y las balsas,
puede deberse a que ambas son masas de agua, por lo que serían indistinguibles.
También hay gran similitud, aunque en menor medida entre la vegetación de
ribera, la carretera y los regadíos. En menor medida, las zonas urbanas, las zonas
de labor, el suelo de olivar y las llanuras de inundación también presentan una
cierta similitud.
Figura 17. Análisis de separabilidad de la ortofografía de 2001 de la zona de Las Infantas.
56
.
En la ortofotografía de 2005 sí se observa una mayor separabilidad que en la
anterior, aunque todavía hay clases bastante similares como las zonas urbanas
con el suelo de olivar, por un lado, y las zonas de regadío, con la vegetación de
ribera y los olivos, por el otro. Sin embargo, en este caso los cauces sí son
separables, y una buena parte de las otras clases también.
Figura 18. Análisis de separabilidad de la ortofografía de 2005 de la zona de Las Infantas.
En la ortofotografía de 2011 vuelven a aparecer muchas clases prácticamente
indistinguibles, como el urbano, suelo de olivar y labor. También resulta difícil
distinguir la vegetación de ribera y el regadío, y lo que es más importante para
este trabajo los cauces de los ríos de la carretera. El resto de las clases, con
matices, pueden ser separables.
57
Figura 19. Análisis de separabilidad de la ortofografía de 2011 de la zona de Las Infantas.
En la ortofotografía de 2013 siguen apareciendo indistinguibles, muchas clases
como la vegetación de ribera y el regadío, y lo que es tiene mayor relevancia para
el trabajo, confunde los cauces de los ríos y la carretera. Además hay otras clases
indistinguibles como el urbano, suelo de olivar y labor.
58
Figura 20. Análisis de separabilidad de la ortofografía de 2013 de la zona de Las Infantas.
V.1.2.2. Clasificación
A continuación se detallan las clasificaciones de las ortofotografías del río
Guadalbullón a su paso por Las Infantas.
En la clasificación obtenida a partir de la ortofotografía de 1956 (Figura 21 y
Tabla8 ) el matorral, el olivar, suelo y la labor ocupan la gran parte del territorio,
seguido por los caminos, que en este caso se extiende por zonas que realmente
no lo son. Los ríos y la carretera ocupan un bajo porcentaje del área de la
clasificación, no pudiendo distinguirse claramente el trazado del río. Las zonas de
regadío y huerta ocupan un bajo porcentaje del área, las zonas urbanas y de
vegetación de ribera y bosque son los usos menos presentes en la clasificación.
59
Figura 21. Clasificación obtenida de la ortofotografía del río Guadalbullón a su paso por
Las Infantas del año 1956.
Área ocupada por los usos del suelo en la clasificación de la ortofografía del
Guadalbullón a su paso por Las Infantas:
Uso del suelo Valor Pixeles Área (m2) Porcentaje (%)
Ríos 1 747754 747754 2,17
Urbano 12 8496 8496 0,02
Matorral 13 8808940 8808940 25,53
Veg. ribera-Bosque 19 253419 253419 0,73
Olivar 27 8551891 8551891 24,79
Regadío-Huerta 42 348973 348973 1,01
Labor-Suelo 45 10041314 10041314 29,10
Caminos 72 4448286 4448286 12,89
Carretera 78 1292585 1292585 3,75
Tabla 8. Uso de suelo, valor y área de las zonas obtenidas de la clasificación de la
ortofotografía del Guadalbullón a su paso por Las Infantas en 1956.
En la clasificación de 1983 (Figura 22 y Tabla 9) La mayor parte del área
clasificada está formada por el suelo del olivar (20%) y las zonas de labor y suelo
desnudo (35%). Las zonas de cultivo de regadío y huerta y matorral también
Leyenda
60
ocupan un área importante de la clasificación, alrededor del 13% cada una. El
porcentaje los olivos bajo (7%), ya que a pesar de que gran parte de la zona está
cubierta por olivar el área que ocupa cada uno de los olivos es mucho menor a la
que ocupa por ejemplo el suelo sobre el que están. La vegetación de ribera no
presenta un alto porcentaje del área total y como se puede comprobar en la
Figura 22 muchas de las zonas consideradas como vegetación de ribera no están
clasificadas correctamente. Como carretera se identifican pequeñas zonas, no
llegando a clasificar de forma definida el trazado de la carretera, al igual ocurre
con el trazado del río, que ocupa muy poca área y tampoco se observa un trazado
fluvial definido. Esta zona tiene escasas construcciones, pero la clasificación
determina zonas urbanas dispersas en zonas sin construcciones, que en su
mayoría es olivar.
Figura 22. Clasificación obtenida de la ortofotografía del río Guadalbullón a su paso por
Las Infantas del año 1983:
Áreas ocupadas por cada uno de los usos del suelo según la clasificación realizada a
partir de la ortofotografía del Guadalbullón a su paso por Las Infantas en 1983:
Leyenda
61
Uso del suelo Valor Pixeles Área (m2) Porcentaje (%)
Río 1 527532 131883 0,36
Suelo olivar 6 30035871 7508967 20,26
Olivar 16 10661703 2665425 7,19
Regadío-Huerta 23 20280603 5070150 13,68
Urbano 29 997969 249492 0,67
Matorral 32 19216218 4804054 12,96
Veg. Ribera-Bosque 42 8651933 2162983 5,84
Labor-Suelo 54 52261605 13065401 35,25
Carretera 81 5631366 1407841 3,80
Tabla 9. Uso de suelo, valor y área de las zonas obtenidas de la clasificación de la
ortofotografía del Guadalbullón a su paso por Las Infantas en 1983.
La clasificación de la ortofotografía del año 2001 (Figura 23 y Tabla 10) está
principalmente compuesta por matorral (23%) y suelo y labor (27%), seguidos por
el suelo de olivar y los olivos. El uso urbano ocupa un mayor porcentaje (9%) del
área que en zonas anteriores, pero como se puede ver muchas de las zonas son
zonas de olivar o suelo. Las zonas de regadío y huerta se concentran en parcelas
y en zonas anexas al río, en rasgos generales muestran su uso real, las zonas de
vegetación de ribera se encuentran distribuidas a lo largo del curso fluvial. El río
ocupa una pequeña área, no estando determinado el cauce nítidamente. Los
embalses y balsas de regadío son áreas puntuales de poca extensión, por lo que
representan un bajo porcentaje (0.04%) del área total. Los caminos y las
carreteras ocupan áreas pequeñas, el trazado de la carretera a grandes rasgos si
ha sido determinado por la clasificación, sin embargo aparecen zonas puntuales
como caminos que no lo son y no se distinguen sus trazados.
62
Figura 23. Clasificación obtenida de la ortofotografía del río Guadalbullón a su paso por
Las Infantas del año 2001.
Áreas de cada uno de los usos de suelo y coberturas de la ortofotografía del
Guadalbullón a su paso por Las Infantas:
Uso del suelo Valor Pixeles Área (m2) Porcentaje (%)
Ríos 1 4064681 1016170 2,74
Suelo-Labor 18 40050624 10012656 27,01
Veg. ribera-Bosque 126 3639446 909861 2,45
Embalses 155 592184 148046 0,40
Urbano 156 13602487 3400621 9,17
Matorral 157 34898046 8724511 23,54
Suelo olivar 158 24823627 6205906 16,74
Olivar 168 17197914 4299478 11,60
Regadío-Huerta 176 6584417 1646104 4,44
Caminos 241 1591263 397815 1,07
Carretera 247 1220111 305027 0,82
Tabla 10. Uso de suelo, valor y área de las zonas obtenidas de la clasificación de la
ortofotografía del Guadalbullón a su paso por Las Infantas en 2001.
Leyenda
63
La clasificación de la ortofotografía de 2005 (Figura 24 y Tabla 11) muestra que la
mayor parte del área está ocupada por el suelo de olivar, las zonas de labor y
suelo desnudo. El matorral ocupa alrededor de un 11% del área clasificada (Tabla
x), se observan diferentes áreas dispersas. El uso urbano está representado de
forma sobredimensionada, ya que hay zonas que clasificadas como tal que no lo
son realmente. El olivar está ampliamente repartido por todo el área clasificada. La
vegetacion de ribera se observa como se adapta al trazado fluvial, el cual está
identificado de forma discontinua, no pudiendo distinguirse completamente su
trazado. Los embalses se distinguen perfectamente todos ellos. La carretera se
distinguen bastante bién, aunque hay algunas zonas con algo de ruido; sin
embargo los caminos no se consiguen distinguir claramente.
Figura 24. Clasificación obtenida de la ortofotografía del río Guadalbullón a su paso por
Las Infantas del año 2005.
Leyenda
64
Uso del suelo Valor Pixeles Área (m2) Porcentaje (%)
Río 1 3135554 783889 2,12
Embalses 29 1221274 305319 0,82
Urbano 37 11569998 2892500 7,81
Matorral 40 16120887 4030222 10,89
Veg. ribera-Bosque 57 5788350 1447088 3,91
Suelo olivar 76 43589139 10897285 29,44
Olivar 97 9810565 2452641 6,63
Regadío-Huerta 111 4227944 1056986 2,86
Suelo-Labor 116 44524159 11131040 30,07
Camino 141 6717349 1679337 4,54
Carretera 147 1363981 340995 0,92
Tabla 11. Uso de suelo, valor y área de las zonas obtenidas de la clasificación de la
ortofotografía del Guadalbullón a su paso por Las Infantas en 2005.
En cuanto a la clasificación obtenida a partir de la ortofotografía del año 2011
(Figura 25.1 y Tabla 12), el matorral y el suelo y labor son los usos más
extendidos, aunque el suelo de olivar y los olivos también ocupa un porcentaje
importante del área total. El uso urbano está clasificado en mayor medida de su
extensión real. Las zonas de regadío y huerta se sitúan en las zonas en torno a los
cauces, habiéndose clasificado correctamente. La vegetación de ribera se
encuentra localizada en la clasificación a lo largo del cauce fluvial y también en
zonas dispersas de forma errónea. Por su parte, el trazado fluvial no se distingue
de forma continua, al contrario que las balsas que se han determinado claramente
en la clasificación. La carretera está definida claramente por la clasificación, pero
los caminos se reconocen como zonas dispersas, y no los clasifica como tal.
65
Figura 25.1. Clasificación obtenida de la ortofotografía del río Guadalbullón a su paso por
Las Infantas del año 2011.
Área ocupada por los usos del suelo en la clasificación de la ortofografía del
Guadalbullón a su paso por Las Infantas:
Uso del suelo Valor Pixeles Área (m2) Porcentaje (%)
Ríos 1 4064681 1016170 2,74
Suelo-Labor 18 40050624 10012656 27,01
Veg. ribera-Bosque 126 3639446 909862 2,45
Balsas 155 592184 148046 0,40
Urbano 156 13602487 3400622 9,17
Matorral 157 34898046 8724512 23,54
Suelo olivar 158 24823627 6205907 16,74
Olivar 168 17197914 4299479 11,60
Regadío-Huerta 176 6584417 1646104 4,44
Caminos 241 1591263 397816 1,07
Carretera 247 1220111 305028 0,82
Tabla 12. Uso de suelo, valor y área de las zonas obtenidas de la clasificación de la
ortofotografía del Guadalbullón a su paso por Las Infantas en 2011.
Leyenda
66
La clasificación de la ortofotografía de 2013 (Figura 25.2 y Tabla 13) muestra que
la mayor parte del área clasificadad está formada por el suelo y labor, suelo de
olivar y matorral. El uso urbano está repersentado de forma sobredimensionada,
ya que hay zonas que clasificadas como tal que no lo son realmente. El olivar está
representado de forma excasa. La vegetacion de ribera se observa como se
adapta al trazado fluvial, el trazado fluvial está identificado de forma discontinua,
no pudiendo distinguirse completamente su trazado y mayor parte de esta clase
esta mal clasificada, clasificando con este uso grandes zonas que realente no lo
son. Los embalses se respresenta excasamente. La vegetación de ribera ocupa
una baja proporción, pero está bien clasificada las zonas que marca como tal. La
carretera se distinguen bastante bién, aunque hay algunas zonas con algo de
ruido de esta clase, sin embargo los caminos no se consiguen distinguir aparecen
errores en zonas, ya que clasifica parcelas con este uso. Los caminos no se
distinguen correctametne y representa un pequeño área de la imagen.
Figura 25.2. Clasificación obtenida de la ortofotografía del río Guadalbullón a su paso por
Las Infantas del año 2013.
Leyenda
67
Área ocupada por los usos del suelo en la clasificación de la ortofografía del
Guadalbullón a su paso por Las Infantas:
Uso del suelo Valor Pixeles Área (m2) Porcentaje (%)
Rios 1 6428802 1607201 4,64
Suelo-Labor 18 42311679 10577920 30,54
Veg. De ribera 126 1415382 353846 1,02
Embalses 155 41723 10431 0,03
Urbano 156 15534440 3883610 11,21
Matorral 157 32613098 8153275 23,54
Suelo olivar 158 34845911 8711478 25,15
Olivar 168 1537176 384294 1,11
Regadío 176 2598218 649555 1,88
Camino 241 149280 37320 0,11
Carretera 247 1063007 265752 0,77
Tabla 13. Uso de suelo, valor y área de las zonas obtenidas de la clasificación de la
ortofotografía del Guadalbullón a su paso por Las Infantas en 2013.
V.2. Análisis SIG
V.2.1. Cauces obtenidos
Tras digitalizar cada los cauces correspondientes a las orfotografías se ha
obtenido una comparativa visual en cada una de las localizaciones, en las que se
puede observar el trazado del río del año 1956 y de 2013 para todas las
localizaciones. Hay que destacar que para la zona del Guadalbullón a su paso por
Las Infantas dispone de una serie comparativa de 6 años (1956, 1983, 2001,
2005, 2011 y 2013).
A continuación se pueden observar en cada uno de los tramos de los ríos los
trazados digitalizados del año 1956 y 2013.
68
Río Guadalquivir aguas arriba del pantano del Tranco.
Visualmente no se observan grandes cambios (Figura 26), habiendo algunos
ligeramente mayores puntalmente, esto puede deberse a la regulación del cauce
que ejerce la presa construida aguas arriba de la zona de estudio.
Los desplazamientos todos ellos de escasa magnitud (Figura 27), se producen
por aumento de la curvatura de los meandros debido a procesos de erosión lateral
en los márgenes, excepto en la zona más alta, donde los desplazamientos tienden
a hacer más rectilíneo el cauce, esto es efecto del pantano, que cuando descarga
mayor cantidad de agua produce que en esa zona el agua lleva más energía.
Río Guadalquivir en el tramo en el que se une con su afluente el Guadiana
Menor.
No hay grandes modificaciones en el trazado del Guadalquivir (Figura 28),
exceptuando unos meandros que se han cortado en la zona oeste y en menor
medida la suavización del trazado de un meando en el puente de la Reina.
Los desplazamientos acontecidos en esta zona (Figura 29) son de baja magnitud
y se concentra en la zona de meandros, de forma excepcional se produce un
desplazamiento mayor producido por la corta de meandros de la zona oeste,
además de ligeros aumentos en la curvatura de los meandros por erosión lateral y
la disminución de los meandros.
Río Guadalquivir aguas arriba de Andújar
Visualmente no se determinan grandes modificaciones en el trazado del río
(Figura 30), exceptuando el abandonamiento de un meandro.
69
Los desplazamientos son mínimos en toda la zona (Figura 31), a excepción de la
corta del meandro, lo que produce un desplazamiento del cauce de más de 200 m.
Arroyo salado cerca de Higuera de Calatrava
En este tramo se pueden observar numerosos cambios de diferente magnitud en
el trazado fluvial (Figura 32)
Como se observan en el mapa de deslizamientos correspondientes (Figura 33) se
producen numerosos deslizamientos a lo largo de todo el trazado fluvial, siendo de
mayor tamaño en la zona norte.
Guadalbullón a su paso por Los Villares
No se producen grandes cambios en el trazado fluvial, (Figura 34) destacando
uno ligeramente mayor en la zona norte de la localidad.
En el mapa de deslizamientos (Figura 35) se muestra que los pequeños cambios
se producen mayoritariamente con orientación este y de mayor magnitud en la
zona norte de Los Villares.
70
Figura 26. Digitalización del río Guadalquivir aguas arriba del pantano del Tranco.
Figura 27. Mapa de desplazamientos del Guadalquivir aguas arriba del Tranco.
71
Figura 28. Digitalización del río Guadalquivir en la zona de unión con el Guadiana Menor,
en rojo se muestra el trazado de 1956 y en azul el de 2013.
Figura 29. Mapa de desplazamientos del Guadalquivir en la zona de Úbeda.
72
Figura 30. Digitalización del río Guadalquivir aguas arriba de Andújar, en rojo se muestra
el trazado de 1956 y en azul el de 2013.
Figura 31. Mapa de desplazamientos del Guadalquivir aguas arriba de Andújar.
73
Figura 32. Digitalización del Arroyo Salado en una zona cercana a Higuera de calatrava,
en rojo se muestra el trazado de 1956 y en azul el de 2013.
Figura 33. Mapa de desplazamientos del Arroyo Salado en una zona cercana a Higuera
de calatrava.
74
Figura 34. Digitalización del Río Frío y el Eliche a su paso por Los Villares, en rojo se
muestra el trazado de 1956 y en azul el de 2013.
Figura 35. Mapa de desplazamientos del Río Frío y Eliche en Los Villares.
75
Análisis multitemporal del Guadalbullón a su paso por Las Infantas
Entre 1956 y 2013, se pueden observar numerosos cambios en el trazado del
Guadalbullón (Figura 36), por lo que resulta de interés su estudio en diferentes
periodos temporales para determinar la evolución del trazado, así como identificar
cuándo se ha producido el mayor cambio morfológico.
Hay abundantes deslizamientos en el trazado meandriforme fluvial, siendo en su
mayoría con orientación este y oeste
Entre 1956 y 1983 se observan numerosos cambios a lo largo del trazado fluvial,
siendo muchos de ellos de gran tamaño. (Figura 38)
En este intervalo entre 1983 y 2001 , apenas se distinguen grandes cambios en el
trazado fluvial. (Figura 39)
Entre los años 2001 y 2005 no se observan tampoco cambios en el trazado fluvial
del Guadalbullón. (Figura 40)
En este caso, se distinguen algunos cambios zonas concretas del trazado del
Guadalbullón de 2005 y el 2011, concretamente se observa un cambio de gran
magnitud con recorte de un meandro, en la parte sur de la imagen. (Figura 41)
En este caso, no se observan grandes cambios en el trazado del río entre los años
2011 y 2013, aunque en determinadas tramos se observan ciertos cambios en los
meandros, que o bien se recortan o bien se acentúan. (Figura 42)
Tras realiza una visualización preliminar de los cambios producidos en el trazado
del río Guadalbullón a su paso por Las Infantas se puede apuntar que los cambios
en el trazado fluvial no se han producido de forma continua, habiendo periodos
con mayor actividad de cambio y otros con menor.
76
Figura 36. Digitalización del río Guadalbullón a su paso por Los Villares, 1956-2013.
Figura 37. Mapa de desplazamientos del Guadalbullón cerca de Las Infantas, 1956-2013.
Guadalbullón a su paso por Las Infantas 1956-1983.
77
Figura 38. Digitalización del río Guadalbullón a su paso por Las Infantas, años 1956 y
1983.
Figura 39. Digitalización del río Guadalbullón a su paso por Las Infantas, trazados 1983 y
2001.
78
Figura 40. Digitalización del río Guadalbullón a su paso por Las Infantas, años 2001 y
2005.
Figura 41. Digitalización del río Guadalbullón a su paso por Las Infantas, años 2005 y
2011.
79
Figura 42. Digitalización del río Guadalbullón a su paso por Las Infantas, años 2011 y
2013.
V.2.2. Desplazamientos entre cauces de distintas épocas y zonas
Los desplazamientos entre los años 1956 y 2013 obtenidos para cada una de las
zonas de estudio se exponen a continuación (Tabla 14). Estos desplazamientos
se miden para una serie de años (1956, 1983, 2001, 2005, 2011 y 2013) en la
zona del Guadalbullón a su paso por Las Infantas (Tabla 15), debido a su interés
por los grandes desplazamientos que se observaron en la visualización
previamente descrita.
Las zonas que presentan una mayor longitud de cauce de estudio son las de
Úbeda y Andújar, seguidas por las del Arroyo Salado y Las Infantas, teniendo las
zonas del Tranco y Los Villares las dimensiones más pequeñas. Los valores
medios del desplazamiento más elevados se encuentran en la zona de las
Infantas, seguido por las zonas del Arroyo Salado y Andújar, con valores entre 20
y 30 m. En el resto de zonas (Tranco, Úbeda y Los Villares), los valores medios no
80
superan los 10 m. La desviación típica alcanza sus valores más elevados
igualmente en Andújar, Arroyo Salado y las Infantas, y los valores más bajos en
Úbeda, Tranco y Los Villares. En cambio, los desplazamientos máximos alcanzan
su valor más elevado en Andújar, seguido por el Arroyo Salado y las Infantas, y los
valores mínimos en las otras zonas. Los desplazamientos mínimos son 0 metros
en todas las zonas.
La dirección de los desplazamientos se produce fundamentalmente hacia el
sureste en las zonas del Tranco y Los Villares, hacia el oeste en la zona de
Úbeda, hacia el noroeste en Andújar y hacia el noreste en las zonas de Las
Infantas y el arroyo Salado. La dispersión del desplazamiento es máxima (el
coeficiente es muy bajo) en la zona de Las Infantas, el resto de zonas tiene una
dispersión de desplazamiento mucho mayor, la zona que mayor dispersión posee
es la del Salado y Los Villares, teniendo valores intermedios el Tranco, Úbeda y
Andújar
Tranco Úbeda Andújar Los Villares Las Infantas Arroyo Salado
Longitud (km) 6,62 13,41 12,52 7,88 9,18 9,39
Media 7,31 10,70 20,72 5,54 29,21 25,83
Desviación típica 8,16 14,14 41,68 6,43 25,56 33,73
Mínimo 0 0 0 0 0 0
Máximo 48,85 140,95 253,28 52,44 122,31 177,36
Dirección media 152,37 276,13 287,00 156,71 163,37 58,13
Dispersión 0,25 0,25 0,27 0,18 0,13 0,14
Tabla 14. Valores de longitud del río, media, desviación típica, máximo y mínimo para los
desplazamientos entre los cauces estudiados en los años 1956 y 2013.
En la zona del Guadalbullón a su paso por las Infantas el desplazamiento medio
mayor se produce en el período 1956-1983, donde se superan los 25 m, siendo de
mucha menor magnitud los producidos en el resto de periodos. De esta forma,
teniendo en cuenta que el desplazamiento medio en todos los periodos es de caso
40 m, la mayor parte de desplazamiento se ha concentrado en él, mientras los
periodos 2005-2011 y 1983-2001 alcanzan valores entre 9 y 5 metros, y en el
81
resto de periodos son inferiores a 4 m. La desviación típica es también
ampliamente mayor en 1956-1983, seguida de 2005-2011, presentando los
valores más bajos los otros períodos. El mínimo desplazamiento en todos los
períodos es 0 metros. El desplazamiento máximo más grande se produce en el
período 1956-1983 (más de 25 m), mientras que en el resto de los casos no se
superan los 10 m.
La tasa media de desplazamiento es mayor en los períodos 2011-2013 y 2005-
2011 (tasas superiores a 1 m/año), seguido por 1956-1983 y 2001-2005 (tasas
cercanas a 1 m/año), presentando una menor tasa media el periodo 1983-2001
(0,31 m/año), inferior a la calculada pata todo el periodo analizado (0,5 m/año). La
tasa de máximos desplazamientos se produce en 2011-2013 y 2005-2011,
superando los 18 y 14 m/año, respectivamente, mientras en el resto de los casos
no se superan los 10 m/año.
La dirección media del desplazamiento para el 1956-1983 es hacia el sureste,
suroeste para 1983, este para 2001-2005, noroeste para 2005-2011, norte-
noroeste para el 2011-2013 y noreste para 1956-2013. El coeficiente de
dispersión presenta valores muy bajos para todos los periodos, indicando que la
dirección de desplazamiento es muy dispersa.
1956-1983 1983-2001 2001-2005 2005-2011 2011-2013 1956-2013
Media 26,22 5,84 2,74 8,38 3,66 29,21
Desviación típica 24,33 8,53 2,56 12,63 5,35 25,56
Mínimo 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Máximo 111,94 105,12 21,69 87,70 37,88 122,31
Tasa media 0,97 0,31 0,91 1,40 1,83 0,51
Tasa máximo 4,15 5,53 7,23 14,62 18,94 2,15
Dirección media 124,85 220,86 95,50 302,38 10,05 163,37
Dispersión 0,10 0,17 0,18 0,16 0,12 0,13
Tabla 15. Valores medios, de desviación típica, mínimos y máximos, y sus tasas de
valores medios y máximos de desplazamiento para la zona del Guadalbullón a su paso
por las Infantas para diferentes épocas.
82
V.2.3. Análisis de factores condicionantes
V.2.3.1. Topografía del cauce (pendiente y curvatura vertical)
A partir de los resultados de la Tabla 16, se observa cómo las pendientes son en
general negativas, lo que resulta lógico ya que se han calculado en el sentido
aguas abajo del río, como luego se discutirá. Esto se produce en todos los tramos
estudiados y en todos los rangos considerados. Por zonas, se observan que las
mayores pendientes aparecen en los Villares, donde se encuentran valores entre 1
y 2º, mientras en el resto de las zonas las pendientes son siempre inferiores a 1º.
Dentro de ellas, los valores son algo superiores en Las Infantas y el Arroyo
Salado, menores en la zona de Úbeda y el Tranco, y finalmente en Andújar donde
la pendiente del río es cercana a 0º. Las desviaciones típicas están en
concordancia con los valores medios, siendo mayores a medida que estos
también lo son, aunque en la zona del Arroyo Salado y en menor medida en Las
Infantas se alcanzan valores significativamente más elevados respecto a los
valores medios.
Considerando la longitud del tramo empleado para el cálculo de la pendiente,
aunque con diferencias reducidas, se observan mayores pendientes en valor
absoluto a medida que la longitud considerada es mayor (10-100-1000 m) en
todas las zonas estudiadas. Por el contrario, en general, la desviación típica es
mayor en las distancias más cortas (10 m), que en las más largas.
La relación observada entre este factor y los desplazamientos no es del todo clara,
aunque en general se observa que los mayores desplazamientos se producen en
las zonas de pendiente intermedia (Las Infantas y Arroyo Salado), y aún en la
zona de pendiente más baja (Andújar). Los valores más bajos de desplazamiento
se observan tanto en zonas de mayor pendiente (Los Villares) como en la de
pendiente más baja (Úbeda y el Tranco).
83
En la zona de las Infantas, el análisis multitemporal muestra valores muy similares
de la pendiente en las tres distancias y para todos los intervalos considerados, que
apenas se separan de los valores medios para todo el periodo (1956-2013). Las
únicas diferencias se aprecian entre las distintas distancias de cálculo, que como
en el análisis por zonas muestran pendientes más elevadas en la distancia de
1000 m respecto a las otras. Al no haber diferencias entre las zonas tampoco se
observa una influencia de este factor sobre los desplazamientos en el análisis
multitemporal.
Por su parte, la curvatura vertical no muestra resultados resaltables, ya que en
prácticamente todas las zonas la curvatura alcanza valores nulos, lo que es
indicativo de que los cauces presentan un perfil rectilíneo. La desviación típica
muestra igualmente valores próximos a 0 en la mayor parte de las zonas y
longitudes de cálculo. En el análisis multitemporal de Las Infantas no se aprecian
diferencias tampoco diferencias significativas entre los valores medios y la
desviación típica de la curvatura vertical, siendo todos prácticamente de 0. Siendo
los valores constantes, no se aprecia una incidencia de este factor sobre los
desplazamientos.
V.2.3.2. Forma del cauce: sinuosidad o curvatura horizontal
La sinuosidad presenta valores medios similares en todas las zonas cuando se
consideran las longitudes de cálculo de 10 y 100 m, con valores generalmente
bajos o moderados, entre 0,10 y 0,15, siendo las desviaciones típicas
concordantes con los valores medios. Sin embargo, al analizar la sinuosidad con
los datos calculados con una distancia de 1000 m, en primer lugar se observa que
los valores son en general mayores (aunque no siempre), y además se aprecian
ciertas diferencias entre las zonas. Así, los valores más elevados aparecen en
Úbeda y Las Infantas (en torno a 0,25), seguidos de Andújar y Los Villares (0,17) y
los valores más bajos aparecen en el Tranco y Los Villares (por debajo de 0,10).
84
Por su parte, las desviaciones típicas no muestran valores fuera de concordancia
con los valores medios en todos los casos.
En cuanto a la relación con los desplazamientos, en el caso de los
desplazamientos calculados con 10 y 100 m, no hay posible relación ya que
presentan valores bastante uniformes en todas las zonas. Si se tiene en cuenta la
sinuosidad calculada con una longitud de 1000 m, se observa que las zonas con
menores desplazamientos (El Tranco y Los Villares) coinciden en alguna medida
con las zonas de menor sinuosidad y las zonas con mayores desplazamientos con
las de mayor sinuosidad (Las Infantas y en menor medida el Arroyo Salado). Sin
embargo hay una zona donde los desplazamientos son moderados (Úbeda) que
presenta una alta sinuosidad, lo que sería una excepción a lo dicho anteriormente.
En cuanto al análisis multitemporal realizado en la zona de Las Infantas, se
observa igualmente que la sinuosidad calculada con 10 y 100 m tiene valores
similares (entre 0.11 y 0.13) para todos los periodos y aumenta con la longitud de
cálculo. Así, la calculada con una longitud de 1000 m toma valores en torno a 0,25
en todos periodos. Los valores de la desviación típica están de nuevo en
consonancia con los valores medios.
85
Tranco Úbeda Andújar Los Villares Las Infantas Arroyo Salado
Media
Desviación típica
Media Desviación
típica Media
Desviación típica
Media Desviación
típica Media
Desviación típica
Media Desviación
típica
Desplazamiento 7,31 8,16 10,70 14,14 20,72 41,68 29,21 25,56 29,21 25,56 25,83 33,73
Pendiente
10 -0,06 1,30 -0,10 1,03 -0,04 0,77 -0,22 2,93 -0,22 2,93 -0,17 4,75
100 -0,07 0,92 -0,10 0,42 -0,03 0,40 -0,27 1,23 -0,27 1,23 -0,22 1,99
1000 -0,10 0,22 -0,12 0,09 -0,05 0,10 -0,38 0,20 -0,38 0,20 -0,24 0,38
Curvatura vertical
10 0,00 0,01 0,00 0,01 0,00 0,01 0,00 0,02 0,00 0,02 0,00 0,02
100 0,00 0,01 0,00 0,01 0,00 0,00 0,00 0,01 0,00 0,01 0,00 0,02
1000 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Sinuosidad
10 0,11 0,07 0,12 0,08 0,08 0,05 0,11 0,11 0,11 0,11 0,12 0,09
100 0,10 0,07 0,12 0,08 0,06 0,04 0,15 0,10 0,15 0,10 0,14 0,10
1000 0,09 0,08 0,27 0,21 0,17 0,11 0,24 0,14 0,24 0,14 0,17 0,14
Dispersión Dispersión Dispersión Dispersión Dispersión Dispersión
Dirección 152,37 0,25 276,13 0,25 287,00 0,27 156,71 0,18 163,37 0,13 58,13 0,14
Tabla 16. Resultados del análisis de factores condicionantes de las zonas de estudio.
86
1956-1983 1983-2002 2002-2005 2005-2011 2011-2013 1956-2013
Media
Desviación típica
Media Desviación
típica Media
Desviación típica
Media Desviación
típica Media
Desviación típica
Media Desviación
típica
Desplazamiento 26,22 24,33 5,84 8,53 2,74 2,56 8,38 12,63 3,66 5,35 29,21 25,56
Pendiente
10 -0,23 2,05 -0,25 4,67 -0,23 2,89 -0,22 2,58 -0,21 2,92 -0,22 2,93
100 -0,27 0,65 -0,26 1,32 -0,25 0,87 -0,27 0,86 -0,27 1,23 -0,27 1,23
1000 -0,38 0,13 -0,38 0,20 -0,36 0,17 -0,39 0,15 -0,38 0,20 -0,38 0,20
Curvatura vertical
10 0,00 0,01 0,00 0,03 0,00 0,02 0,00 0,01 0,00 0,00 0,00 0,02
100 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,01 0,00 0,01 0,00 0,00 0,00 0,01
1000 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,02 0,00 0,00
Sinuosidad del año más reciente
10 0,12 0,07 0,12 0,08 0,13 0,08 0,11 0,07 0,00 0,01 0,11 0,11
100 0,13 0,09 0,15 0,10 0,16 0,12 0,17 0,14 0,00 0,00 0,15 0,10
1000 0,25 0,14 0,30 0,16 0,24 0,17 0,26 0,17 0,11 0,11 0,24 0,14
Dispersión Dispersión Dispersión Dispersión Dispersión Dispersión
Dirección 124,85 0,10 220,86 0,17 95,50 0,18 302,38 0,16 10,05 0,12 163,37 0,13
Tabla 17. Resultados del análisis de factores condicionantes en la zona del Guadalbullón a su paso por las Infantas en los diferentes
periodos temporales.
87
V.2.3.3. Geología
Las litologías atravesadas por los cauces de los ríos analizados según la Tabla 3
son las siguientes:
2: Arenas, limos, arcillas, gravas y cantos, correspondientes a depósitos o
sedimentos de llanuras de inundación, terrazas o depresiones, de edad
cuaternaria.
102. Arcillas, margas, areniscas, calizas y calcarenitas, de edad Mioceno
Medio-Superior de la Depresión del Gualdalquivir.
301. Calizas y dolomías, de edad Jurásico Inferior, en este caso
correspondientes al Prebético Externo.
332. Margas y calizas de edad Cretácico, correspondientes en este caso al
Subbético Externo.
202. Margas yesíferas, areniscas y calizas, correspondientes al Triásico
(términos comunes).
211. Margas, areniscas y lutitas, del olistostroma.
322. Margas y calizas de edad cretácica, correspondientes a las Unidades
Intermedias.
En la zona del Tranco, en torno al cauce del río Guadalquivir aparece casi
exclusivamente el Triásico, y tan sólo un corto tramo del mismo llega a tocar las
calizas y dolomías del Prebético Externo. Los desplazamientos son similares en
ambos casos, en torno a 6-7 m.
88
En la zona próxima a Úbeda, el cauce del río Guadalquivir se localiza casi
exclusivamente en la zona de sedimentos cuaternarios, afectando de forma muy
limitada al Triásico y a las margas y calizas del Subbético Externo. Hay diferencias
significativas entre los desplazamientos que se producen en los sedimentos
cuaternarios y el Triásico (en torno a 10 m) y los que se produce en los materiales
del Subbético Externo (en torno a 25 m).
En la zona de Andújar, el cauce del río Guadalquivir se sitúa igualmente de forma
mayoritaria sobre sedimentos cuaternarios, afectando en un pequeño tramo a los
materiales del Mioceno Medio-Superior. En este caso, el desplazamiento medio
está en torno a 20 m en los sedimentos cuaternarios ya 9 m en los materiales
miocenos.
En la zona del Arroyo Salado, el cauce se enclava mayoritariamente en los
materiales del olistostroma, tocando de forma tangencial a los materiales
Triásicos. En este caso los desplazamientos son de unos 25 m en el olistrostroma
y superior a 40 m en el Triásico.
En la zona de los Villares el río Frío solamente atraviesa materiales margosos y
calizos de las Unidades Intermedias con un desplazamiento medio de poco más
de 5 m.
Finalmente en la zona de las Infantas, el cauce del río Guadalbullón atraviesa
materiales cuaternarios y triásicos, predominantemente de los primeros, aunque
los segundos son afectados en un tramo significativo. En este caso, los
desplazamientos son similares en ambos tipos de materiales, en tono a los 30 m.
En resumen los cauces analizados se encuentran localizados de forma mayoritaria
en materiales cuaternarios (zonas de Úbeda, Andújar y Las Infantas), donde se
han calculado desplazamientos variables entre 10 y 30 m, variando según la zona.
También se sitúan sobre materiales Triásicos (El Tranco y Las Infantas), con
89
desplazamientos variables (7 y 30 m), el olistostroma (Arroyo Salado) con
desplazamientos de unos 25 m y los materiales margosos de las Unidedes
Intermedias con desplazamientos de unos 5 m. Con carácter residual destacan los
materiales carbonatados del Subbético donde los desplazamientos alcanzan los
25 m (el doble de la media de la zona) y el pequeño tramo en el Triásico en las
zonas del Arroyo Salado y Las Infantas con desplazamientos entre 30 y 45 m.
V.2.3.4. Usos del suelo
Los usos del suelo sobre los que se enmarcan los cauces de los ríos analizados
(Figura 8) son los siguientes:
2: Zonas húmedas, río.
3: Matorral.
4: Zonas construidas.
11: Pastizal.
13: Cultivos leñosos, olivar.
14: Cultivos herbáceos.
En la zona del Tranco, entorno al río Guadalquivir los usos del suelo
predominantes son los forestales, matorral y pastizal, presentado el mayor
desplazamiento medio (34 m) y el menor (1,6 m) respectivamente, como es lógico
la zona donde se enclava el río presenta un uso del suelo fluvial con un
desplazamiento medio (10 m) y una zona construida puntual con un
desplazamiento medio-bajo (5 m).
En la zona próxima a Úbeda los cauces únicamente se localizan en la zona
húmeda fluvial, con unos valores medios en torno a 18 metros.
En la zona de Andújar el uso del suelo que resulta atravesado por los cauces
igualmente es el fluvial, con una magnitud media de 18 metros.
90
En la zona del Arroyo Salado el cauce fluvial se enclava fundamentalmente entre
cultivos leñosos, en este caso olivar, en zonas puntuales también hay cultivos
herbáceos, éstos presentan unos deslizamientos medios de 28 m, frente a los 20
del olivar. El cauce en sí forma parte de su uso particular, el de zona húmeda y
presenta unos deslizamientos de unos 24 m.
La zona de Los Villares está dominada por el cultivo leñoso, olivar y las zonas
construidas, ya que atraviesa parcialmente la localidad, además la zona del cauce
como tal tiene un uso húmedo fluvial. En este caso los mayores desplazamientos
son de 9 m en el olivar, de casi 6 m en las zonas construidas y de algo más de 3
m para las zonas fluviales
En zona de Las Infantas el cauce se enclava en una zona dominada por el olivar,
menor medida también hay matorral, el uso húmedo fluvial propio del cauce y de
forma puntual construcciones, debido a la existencia de un puente. Los
desplazamientos medios máximos de 52 m se localizan en las zonas de matorral,
en la zona predomínate, el olivar, los desplazamientos son de en torno a 40 m, en
la zona húmeda fluvial de alrededor de 27 m y muy inferior (menos de 2 m) para la
zona donde está construido el puente.
91
Geología Usos del suelo
Tranco
Geología 301 202
Usos 2 3 4 11
Desplazamiento Medio
6,17 7,37 Desplazamiento Medio
10,04 33,94 4,98 1,51
Úbeda
Geología 2 332 202 Usos 2
Desplazamiento Medio
10,63 24,46 9,54 Desplazamiento Medio
11,58
Andújar
Geología 2 102
Usos 2
Desplazamiento Medio
21,05 8,55 Desplazamiento Medio
18,53
Arroyo Salado
Geología 202 211
Usos 2 13 14
Desplazamiento Medio
43,74 25,41 Desplazamiento Medio
23,8 20,38 28,5
Los Villares
Geología 322
Usos 2 4 13
Desplazamiento Medio
5,54 Desplazamiento Medio
3,39 5,7 8,94
Las Infantas
Geología 2 202
Usos 2 3 4 13
Desplazamiento Medio
29,24 29,98 Desplazamiento Medio
27,45 40,58 1,71 52,3
Tabla 18. Promedio de la distancia en función de la geología y los usos del suelo para las
zonas de estudio.
En resumen, los cauces analizados se encuentran situados en zonas con un uso
húmedo de río, ya que es el uso propio fluvial, con desplazamientos variables,
normalmente medios respecto al resto de usos. De forma mayoritaria se ubican en
zonas anexas al olivar (zonas de arroyo Salado, Los Villares y Las infantas) donde
presentan unos deslizamientos medios y altos en relación a los producidos en
cada zona, desde 9 metros para Los Villares, 20 para el Arroyo Salado y hasta 52
para Las Infantas). Las zonas construidas (Tranco, Los Villares y Las Infantas)
presentan unos desplazamientos de pequeño tamaño entre 6 y 1 m. El matorral
está presente en la zona del Tranco y Las Infantas, siendo la cobertura que
presenta mayor deslizamiento en cada una de las zonas, 34 m y 41 m
respectivamente. El tranco presenta también anexas a su cauce zonas de pastizal
con pequeños desplazamientos (1,5 m). Hay que destacar los máximos
deslizamientos de casi 29 m producidos en las zonas de cultivos herbáceos
situadas junto al Arroyo Salado.
92
V.2.4. Análisis de factores desencadenantes
V.2.4.1. Lluvias
A partir del gráfico de la Figura 9 se observan un máximo absoluto en 1997, y
otros máximos relativos en 2010 y en menor medida en 2001, 2003 y 2013. El
primero de ellos (1997) se encuentra en el periodo 1983-2001, en que se produce
un desplazamiento medio de 5,84, que da una tasa de 0,31 m/año. El segundo
máximo de 2010 se encuentra en el periodo de 2005-2011, en el que hay un
desplazamiento de 8,38 m y una tasa de 1,40 m/año. Los otros máximos se
encuentran repartidos entre los periodos 1983-2001, 2001-2005 (con
desplazamientos de 2,74 m y tasa de 0,91 m/año) y 2011-2013 (con
desplazamientos de 3,66 y tasas de 1,83 m/año).
93
VI. Discusión
VI.1. Análisis de imágenes
Los resultados del análisis de separabilidad, de la propia clasificación y de su
verificación se pueden considerar aceptables. Así, se ha comprobado que en
general muchas de las clases son separables entre sí ya que sus niveles digitales
no son coincidentes, por lo que las clasificaciones obtenidas han sido
satisfactorias ya que diferencian bastante bien a grandes rasgos las diferentes
coberturas y usos del suelo. Es posible que hubiera que agregar algunas clases,
que muestran poca separabilidad e incluso sería conveniente eliminar del análisis
la banda del infrarrojo térmico, que introduce más ruido que definición.
Sin embargo, como se ha apuntado, las mayores dificultades se encuentran
especialmente en los ríos de pequeño caudal, ya que no se diferencia de forma
nítida su trazado, apareciendo de forma discontinua y siendo asignados a veces a
otros usos como los embalses, con los que presentan una cierta confusión. Para
eliminar estas zonas habría que realizar filtrados, lo que complicaría el análisis, sin
garantía de buenos resultados.
De esta manera, si los cauces no se obtienen de una forma clara, no será posible
realizar con garantías un análisis de cambios sobre las imágenes. El motivo de
esta falta de resultados en la detección de los ríos hay que buscarla en la
resolución de la imagen, ya que como se ha visto posteriormente los
desplazamientos medios no superan los 30 m, siendo este el tamaño de la celdilla
de las imágenes, por lo que difícilmente se pueden analizar los cambios de los
cauces en la zona de estudio. Aunque con el pan-sharpening realizado la
resolución baje en cierto modo hasta 15 m, sigue siendo insuficiente para resolver
este problema.
94
No obstante, se demuestra que aún con estas dificultades la técnica es válida, y
aplicable en otras circunstancias, con cauces más caudalosos y desplazamientos
más grandes.
Empleando esta técnica se ha hecho un análisis con las fotografías aéreas, que
tienen una resolución espacial mucho mayor (celdillas de 1 m o inferior). No
obstante, los resultados no han sido tampoco satisfactorios, siendo en este caso la
principal limitación la baja resolución espectral. De hecho hay imágenes
pancromáticas (1956 y 1983), otras con 3 bandas (2001, 2005 y 2013) y otras con
4 (2011) tres bandas para el visible y una infrarroja. Con el análisis de
separabilidad se ha encontrado una mayor similitud en los niveles digitales de las
clases delos encontrados en las imágenes de satélite, aun así estas clases se han
considerado separables y se ha procedido a realizar su clasificación, la cual
identifica a grandes rasgos las coberturas y usos del suelo pero presenta muchas
interferencias entre las clases, lo que ha dificultado notablemente la posibilidad de
definir de forma satisfactoria el trazado fluvial de forma continua. Las
clasificaciones con las imágenes en tres bandas apuntan una mejoría, e incluso
cuando se introduce la banda del infrarrojo próximo esto es aún más claro, como
se aprecia en la clasificación de 2005, no tanto en la de 2011.
Hay que señalar que estas imágenes han tenido una previa corrección
radiométrica con objeto de eliminar los efectos de la dispersión atmosférica pero
aun así los resultados no han mejorado significativamente. Se descarta pues esta
técnica, en tanto no se disponga de imágenes con más bandas espectrales, que
son cruciales para que la clasificación se haga de forma adecuada.
VI.2. Análisis SIG
VI.2.1. Análisis de distancias entre cauces de distintas zonas y épocas
De los resultados del análisis de los desplazamientos entre cauces descritos en el
apartado correspondiente y resumidos en la Tabla 14, se desprende que hay tres
95
zonas con desplazamientos medios entre 20 y 30 m (de mayor a menor Las
Infantas, Arroyo Salado y Andújar), y otras tres donde los desplazamientos no
superan los 10 m (Úbeda, El Tranco y Los Villares).
Dentro de las zonas donde se calculan mayores desplazamientos, dos de ellas,
Las Infantas y el Arroyo Salado se encuentran en un tramo medio de los ríos
correspondientes (Guadalbullón y el propio Arroyo Salado), entre la zona de
nacimiento (la Sierra Sur en ambos casos) y su desembocadura en el río
Guadalquivir. Ambos tienen un trazado aproximadamente Norte-Sur. En ambos
casos las deviaciones típicas son acordes con los valores medios y los valores
máximos superan los 100-150 m, aunque no son los mayores dentro de los
cauces analizados.
Por su parte, el río Guadalquivir, en el que se han estudiado tres tramos (El
Tranco, Úbeda y Andújar), que se podrían considerar de su cuenca alta, media y
baja (dentro el entorno de la provincia de Jaén), presenta desplazamientos
medios del entorno de 7-10 m en los dos primeros y desplazamientos
significativamente mayores en la tercera. Los valores de la desviación típica de
esta tercera zona así como el máximo son elevados, lo que indica que hay una
importante variabilidad en los desplazamientos, desde pequeños desplazamientos
prácticamente imperceptibles hasta grandes desplazamientos, como el recorte o
migración de un meandro que se observa en esta zona, que supera los 200 m. En
la zona de Úbeda también se aprecia algo similar aunque en menor medida,
siendo en este caso el máximo desplazamiento de 140 m. En la zona del Tranco,
tanto los valores de la desviación como lo valores máximos indican menores
desplazamientos y menor variabilidad. Finalmente en la zona de los Villares, que
corresponde a un tramo de la cuenca alta del río Guadalbullón (llamado aquí río
Frío) se observan desplazamientos más bajos, tanto en los valores medios (5 m)
como en la desviación típica y el máximo (50 m).
96
Se puede concluir que en general los cauces en zonas altas de la cuenca (Los
Villares y en menor medida en el Tranco) los desplazamientos son menores, con
ríos con más energía y de formas más rectilíneas que circulan de forma bastante
estable en el tiempo a favor de fracturas u otros accidentes del terreno. En zonas
intermedias de las cuencas (Las Infantas y Arroyo Salado), donde hay formación
ya de meandros, pero donde el río todavía puede llevar una energía elevada,
especialmente en determinados episodios (tormentas, lluvias persistentes, etc.),
se producen cambios importantes con desplazamientos de los meandros en
sentido centrífugo, recorte de los mismos o simplemente migraciones. Por su
parte, en las zonas más bajas de las cuencas (dentro del entono de la provincia de
Jaén), los ríos tiende a volverse más estables, aunque en determinados
momentos se producen cambios, fundamentalmente el abandono de meandros
como sucede en la zona de Andújar pueda producir cambios importantes, pero
localizados. En este sentido la zona de Úbeda, que en principio podría ser
catalogada como de cuenca media, tiene una dinámica más parecida a la de
Andújar que a las de Las Infantas o Arroyo Salado, con una cierta estabilidad del
cauce y cambios puntuales en algunos meandros, pareciendo por su dinámica
estar ubicado en el curso bajo (dentro de la provincia).
VI.2.2. Análisis factores condicionantes
En primer lugar el hecho de que las pendientes sean negativas en todas las zonas
y casos analizados se deriva de la forma en que se han calculado, como el
cociente entre el desnivel y la distancia horizontal. Así, el desnivel, calculado como
la diferencia entre la cota del punto posterior a uno dado y la cota del punto
anterior, resulta generalmente negativo ya que la cota del punto posterior suele ser
inferior a la del punto anterior si se considera el sentido aguas abajo. Siendo la
pendiente la razón entre el desnivel y la distancia horizontal, las pendientes suelen
ser negativas.
97
En el análisis de las pendientes por zonas, se observa que las mayores
pendientes se producen en las zonas correspondientes a las partes altas de la
cuenca (Los Villares), disminuyendo a medida que se desciende hacia las partes
medias (Úbeda, Las Infantas y el Arroyo Salado) y bajas, de tal forma que en la
zona de Andújar la pendientes es cercana a 0º. Sin embargo la zona del Tranco,
que podría considerarse una zona alta, presenta una pendiente comparable a la
de las zonas medias e incluso bajas, lo que puede deberse a que se encuentra
tras un presa (construida con anterioridad a la primera imagen considerada), que
podría haber modificado su dinámica .
Por su parte, el hecho de que la pendiente calculada en tramos de mayor longitud
sea más elevada que en los más cortos, se debe al hecho de que el perfil es
irregular (porque los sea realmente o por la falta de precisión del modelo) con
tramos de mayor pendiente y menor pendiente (de ahí la mayor desviación típica),
que se anulan en cierta medida al calcular la pendiente. Sin embargo, en tramos
más largos hay una menor variabilidad, por lo que la desviación típica es menor y
la media algo mayor.
En el análisis multitemporal de la zona de las Infantas, la gran similitud de las
pendientes puede deberse o bien a una estabilidad del cauce, lo que contradice lo
observado al analizar los desplazamientos, o bien a una falta de calidad de los
modelos utilizados. En este sentido, hay que tener en cuenta que el MDT actual es
de buena calidad (LiDAR) y resolución (5 m), y sin embargo, los antiguos resultan
de levantamientos fotogramétricos de menor resolución e incluso de
actualizaciones (los más antiguos de los más modernos), con lo que resulta difícil
detectar estos cambios verticales submétricos.
La relación observada entre este factor y los desplazamientos no es del todo clara,
como se ha expuesto en los resultados. Sin embargo, concuerda el que los
mayores desplazamientos se observen en las zonas de pendiente intermedia
(0,20-0,40º), correspondientes a lo que se han catalogado como zonas de la
98
cuenca media (Las Infantas y Arroyo Salado), y los menores desplazamientos se
observen en las zonas de pendiente más elevada, correspondiente a la cuenca
alta (Los Villares). La zona de cuenca baja (Andújar), junto a la zona de Úbeda,
presentan pendientes bajas y desplazamientos medios variables relacionados con
procesos de abandono de meandros y la mayor excepción se produce en la zona
del Tranco, que se podría considerar de cuenca alta. Sin embargo, su pendiente
más parecida a las zonas de cuenca baja hace pensar en una dinámica más a las
partes más bajas del río Guadalquyivir, probablemente por su situación tras una
presa.
La curvatura vertical no nos ha aportado unos resultados destacables, ya que para
todas las longitudes de cálculo en todas las zonas de estudio su valor es cero y su
desviación típica muy pequeña para 10 y 100 y nula para 1000, lo que nos indica
que hay pequeñas fluctuaciones que al aumentar su longitud de cálculos son
inapreciables. Ya que no muestra variación entre las diferentes zonas no se puede
realizar ninguna relación con los desplazamientos. En el análisis multitemporal de
Las Infantas tampoco se aprecian diferencias significativas entre los valores
medios de curvatura vertical, siendo prácticamente todos igual a todos cero.
En el análisis de sinuosidad por zonas se observa que las zonas con una mayor
sinuosidad calculada en la distancia de 100 m son aquellas que pertenecen al
tramo medio del Guadalquivir (Úbeda y Las Infantas), y en menor medida el
Arroyo Salado y Andújar. Las dos zonas de los cursos altos presentan una menor
sinuosidad, lo que resulta lógico. Este análisis puede sorprender ya que el mayor
desarrollo de meandros se produce en la parte baja, aunque quizá debido al
tamaño de estos meandros sea necesario tomar una aún mayor distancia de
cálculo. Los meandros detectados con una distancia de 100 m se aprecian bien en
las zonas medias de las cuencas. Por su parte con las distancias de cálculo de
100 y 10 m no aprecian. En la zona de Las Infantas no se ha observado una
variación significativa entre periodos, que se mantienen en valores en torno a
0,10-0,15 para las distancias de 10 y 100 m y de 0,25 para la de 1000 m.
99
La relación con los desplazamientos es similar a la encontrada para la pendiente,
es decir, los tramos medios que muestran (Infantas, Arroyo Salado) en este caso
la sinuosidad más elevada es donde se producen los mayores desplazamiento,
solamente con la excepción de Úbeda donde la sinuosidad es elevada, pero los
desplazamientos no lo son. La zona de Andújar donde se encontraban también
desplazamientos notables (ligados a un recorte de un meandro) no muestra
sinuosidad, quizá debido a que no se ha detectado, ya que presenta meandros
grandes que se pueden observar visualmente.
Tras analizar la magnitud de los desplazamientos en función de su geología y los
usos del suelo no se ha observado una relación entre ninguno de estos factores
con el desplazamiento ni con su magnitud. Quizás en este caso la litología no
influencia los deslizamientos ya que es muy homogénea en todas las zonas, en
zonas con más alternancia entre materiales de diferentes durezas sí que podría
quizás observarse una diferenciación en cuanto al desplazamiento.
VI.2.2. Análisis factores desencadenantes (lluvias)
El análisis de la relación entre los desplazamientos observados en la zona de las
Infantas y las lluvias del periodo 1991-2013 no arroja una relación causa-efecto
clara, quizá porque los periodos analizados (los intervalos entre fotografías) son
demasiado amplios en los primeros periodos. Así, si se analiza el intervalo 2011-
2013 en el que hay un desplazamiento de 3,66 m que da una tasa de 1,83 m/año
se puede encontrar la clave. En este corto periodo, se observa un episodio de
lluvias en el invierno de 2012-13, que es probablemente el causante de los
desplazamientos observados. En otros intervalos también cortos como el de 2005-
2011, hay otro episodio (uno de los más importantes) en el invierno de 2009/2010,
causante de un desplazamiento importante de unos 8 m, teniendo en cuenta que
el resto de los años fueron bastante secos. Sin embargo, otros eventos como el de
los años 1995-98 (varios años seguidos con fuerte lluvias) se difumina en un
100
periodo más largo, donde una desplazamiento de cerca de 6 m, proporciona una
tasa muy baja (0,31 m/año). El otro periodo largo, 1956-1983, con un
desplazamiento importante de más de 25 m queda difuminado en una tasa media
de 0,97 m/año, aunque probablemente los desplazamientos se produjeran de
forma muchos más rápida en los eventos lluviosos de primeros de los años 1960 y
otros, eventos que se producen con una cadencia de entre 4 y 13 años
(Fernández et al. 2012).
101
VI. CONCLUSIONES
Del estudio realizado se han extraído las siguientes conclusiones:
El uso de clasificaciones de imágenes de satélite de resolución media como el
caso de Landsat no se adecúan a este tipo de estudios, en los que se analizan
cauces de pequeña magnitud, en los que se pueden producir desplazamientos
de orden métrico a decamétrico. Las imágenes de satélite, por su carácter
multiespectral, son muy adecuadas para la realización de clasificaciones y la
extracción automática o semiautomática de cauces, y por su carácter
multitemporal, para estudios evolutivos, pero en este caso no proporcionan la
suficiente resolución espacial.
Las ortofotografías analizadas sí proporciona la suficiente resolución espacial,
pero carecen de suficiente resolución espectral y las clasificaciones realizadas
a partir de ellas presentan muchos problemas de confusión entre clases, por lo
que tampoco han proporcionado resultados satisfactorios a la hora de extraer
los cauces de forma automática. Probablemente, el tratamiento radiométrico al
que se han sometido a las fotografías originales para obtener las
ortofotografías haga perder potencial clasificatorio a las mismas. Sin embargo,
sí constituyen una buen base para la digitalización y, dado de que se dispone
ya de colecciones bastante extensas de ortofotografías en un periodo amplio,
permiten abordar estudios evolutivos del tipo que se ha realizado aquí.
A partir de los datos extraídos desde las ortofotogafías y los análisis SIG, así
como los cálculos correspondientes, se han podido cuantificar unos
desplazamientos variables, que van desde unos pocos de metros hasta
grandes desplazamientos puntuales de cientos de metros, llegando a los
200m. Los deslizamientos medios en las distintas zonas (ortofotografías
analizadas) varían desde los 5 m hasta los 30 m.
102
Existen relaciones entre los desplazamientos observados y algunos de los
factores considerados:
Los mayores desplazamientos se producen n zonas medias de las cuencas,
donde su pendiente es intermedia y la sinuosidad es alta.
Las zonas altas caracterizadas por una mayor pendiente y menor
sinuosidad presentan los menores desplazamientos
Las zonas bajas presentan una pendiente baja y desplazamientos
intermedios.
- Todo ello se atribuye a que la parte alta de la cuenca, de fuerte pendiente, y
donde el río lleva una considerable energía tiende a producir cauces
rectilíneos, a favor de fracturas y otros accidentes del terreno, sin que se
desarrollen por tanto meandros y tampoco desplazamientos. A medida que se
alcanzan zonas de menor pendiente, pero aún cercanas a la zona alta de
mayor energía, con desarrollo de meandros, se produce una dinámica más
acusada con cambios en el trazado de los cauces, que en ocasiones produce
recortes y abandonos del cauce, y en otros hace que los meandros sean más
acusados, relación con episodios de crecida y aumento de la energía del
cauce. En las zonas más bajas donde estos aumentos de la energía son
menores, los cambios en los cauces son menos intensos, aunque también se
produce fenómenos de abandono o recortes de los meandros también
asociados a eventos de crecida o inundación.
La geología y los usos del suelo no ejercen una influencia sobre los
desplazamientos, lo que en este caso se atribuye a la poca variabilidad de
materiales y usos que atraviesan los ríos analizados.
103
El estudio multitemporal de los desplazamientos no permite establecer una
relación clara con episodios de mayor energía del río, relacionados con lluvias
intensas, probablemente debido a que los periodos analizados son demasiado
largos, difuminando los efectos que producen los episodios de mayor energía
en los cauces. Sin embargo para periodos cortos con abundantes lluvias, como
el de 2011-2013 sí se observa un aumento de los deslizamientos, por lo que
este tipo de relación sería posible establecerla para periodos cortos.
En cuanto a las posibilidades de mejora que se puedan conseguir en estudios
futuros se pueden citar las siguientes:
- Mejora de la resolución espacial de las imágenes de satélite. En este sentido
hay imágenes de alta resolución (Ikonos, Quickbird, Pleiades, etc.) con
resoluciones del entorno de 1 m, pero presentan el mismo problema de las
ortofotografías, que es la reducida resolución espectral (3 bandas en visible y
una en infrarrojo próximo). Es de esperar que esta situación mejore en los
próximos años, y que incluso las fotografías aéreas que ya incorporan
innfrarrojo próximo, introduzcan sensores multiespectales extendidos hacia el
infrarrojo medio y térmico.
- Aplicación de técnicas de clasificación expertas sobre imágenes y fotografías
brutas, es decir, no sometidas a un intenso tratamiento radiométrico para el
mosaicado que perjudica a su resolución radiométrica y limita sus
posibilidades de clasificación automática.
- Mejora de los modelos digitales del terreno, tanto actuales (procedentes
LiDAR) como históricos (mediante técnicas fotograméticas y SfM avanzadas),
que permitan mejorar la precisión de factores como la pendiente o la
curvatura.
104
- Empleo de mapas geológicos de mayor calidad y resolución y aplicación a
zonas con una mayor variabilidad geológica, que permita analizar la influenca
de este factor en la dinámica de los cauces.
- Empleo de colecciones más extensas de fotografías e imágenes, con una
mayor resolución temporal (menor periodo entre ellas), que permita identificar
los eventos de mayor energía que causan los cambios observados en los
trazados de los ríos y comprender mejor la dinámica fluvial en una región.
105
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110
ANEXO I. Listado de páginas webs
Fuente 1: Google Maps
https://www.google.com/maps
Fuente 2: Página web de la Confederación Hidrológica del Guadalquivir
http://www.chguadalquivir.es/inicio
Fuente 3: Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
http://www.aemet.es/es/serviciosclimaticos/datosclimatologicos/valoresclimatolo
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Fuente 7: Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS).
http://landsat.usgs.gov//index.phpm
111
Fuente 8: Base de datos de la Red de Información Ambiental de Andalucía
(REDIAM)
http://ws041.juntadeandalucia.es/medioambiente/dlidar/index.action
Fuente 9: Centro de descargas del Instituto Geográfico Nacional
http://centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/catalogo.do;jsessionid=A5D45
8653A1523AB1E295F0F3A3ABC8B#selectedSerie
Fuente 10: Datos de Referencia de Andalucía (DERA)
http://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia/DERA/
112
ANEXO II. Análisis de factores condicionantes
Resultados del análisis de factores condicionantes para las zonas de estudio y los
diferentes períodos temporales del Guadalbullón a su paso por Las Infantas.
Guadalquivir aguas arriba del pantano del Tranco.
Media Desviación
típica
Promedio en función geología
Promedio del uso del suelo
16 8 2 3 4 11
Desplazamiento
7,31 8,16 7,37 6,17 10,04 33,94 4,98 1,51
Pendiente
10 -0,06 1,30 0,05 0,30 -0,01 0,56 0,72 0,21
100 -0,07 0,92 -0,06 -0,33 0,02 0,38 0,62 0,19
1000 -0,10 0,22 -0,08 -0,44 -0,03 0,06 -0,08 -
Curvatura vertical
10 0,00 0,01 0,00 0,00 -0,00 0,01 0,01 0,01
100 0,00 0,01 0,00 0,00 0,00 0,02 0,01 0,00
1000 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 -
Sinuosidad 2013
10 0,11 0,07 0,10 0,13 0,11 0,07 0,12 0,05
100 0,10 0,07 0,09 0,12 0,09 0,05 0,16 0,04
1000 0,09 0,08 0,09 0,10 0,08 0,05 0,10 -
Dispersión
Dirección 152,37 0,25
Tabla I. Análisis de factores condicionantes para la zona del Tranco.
113
Guadalquivir a la altura de su unión con el Guadiana Menor
Media
Desviación típica
Promedio en función geología
Promedio del uso
del suelo
16 6 15 2
Desplazamiento
10,70 14,14 9,54 10,63 24,46 11,58
Pendiente 10 -0,10 1,03 0,11 -0,10 -0,63 -0,11
100 -0,10 0,42 0,17 -0,10 -0,34 -0,11
1000 -0,12 0,09 -0,04 -0,12 -0,05 -0,11
Curvatura vertical 10 0,00 0,01 0,00 0,00 -0,01 0,00
100 0,00 0,01 0,00 0,00 -0,01 0,00
1000 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Sinuosidad 2013
10 0,12 0,08 0,18 0,12 0,24 0,12
100 0,12 0,08 0,27 0,11 0,17 0,12
1000 0,27 0,21 0,49 0,26 0,44 0,26
Dispersión
Dirección 276,13 0,246
Tabla II. Análisis de factores condicionantes para la zona de Úbeda.
Guadalquivir aguas arriba de Andújar
Media Desviación
típica Promedio en
función geología
Promedio del uso
del suelo
6 7 2
Desplazamiento 20,72 41,68 21,05 8,55 18,53
Pendiente
10 -0,04 0,77 -0,04 0,00 -0,04
100 -0,03 0,40 -0,03 0,00 -0,03
1000 -0,05 0,10 -0,05 0,00 -0,05
Curvatura vertical
10 0,00 0,01 0,00 0,00 0,00
100 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
1000 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Sinuosidad 2013
10 0,08 0,05 0,08 0,04 0,08
100 0,06 0,04 0,06 0,05 0,06
1000 0,17 0,11 0,17 0,27 0,17
Dispersión
Dirección 286,999 0,27
Tabla III. Análisis de factores condicionantes para la zona de Andújar.
114
Río Frío y Eliche a su paso por Los Villares
Media Desviación
típica
Promedio en función geología
Promedio del uso del
suelo
18 2 4 13
Desplazamiento
5,54 6,43 5,54 3,39 5,70 8,94
Pendiente
10 -1,44 3,90 -1,44 -1,81 -1,46 -1,26
100 -1,66 1,36 -1,66 -1,97 -1,35 -1,44
1000 -1,83 0,75 -1,83 -2,17 -1,83 -1,37
Curvatura vertical
10 0,00 0,02 0,00 0,00 0,00 0,00
100 0,00 0,02 0,00 0,00 0,00 0,00
1000 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Sinuosidad 2013
10 0,11 0,08 0,11 0,13 0,10 0,11
100 0,15 0,11 0,15 0,14 0,10 0,14
1000 0,14 0,18 0,14 0,06 0,36 0,22
Dispersión
Dirección 156,71 0,18
Tabla IV. Análisis de factores condicionantes para la zona de Los Villares.
Guadalbullón a su paso por Las Infantas
Media Desviación
típica
Promedio en función geología
Promedio del uso del suelo
6 16 2 3 4 13
Desplazamiento
29,21 25,56 29,24 29,98 27,45 40,58 1,71 52,30
Pendiente
10 -0,22 2,93 -0,18 -0,24 -0,21 1,36 0,47 -0,38
100 -0,27 1,23 -0,24 -0,37 -0,29 -0,48 -0,17 -0,05
1000 -0,38 0,20 -0,36 -0,54 -0,37 -0,32 -0,14 -0,36
Curvatura vertical
10 0,00 0,02 0,00 0,00 0,00 0,01 -0,01 0,00
100 0,00 0,01 0,00 0,00 0,00 0,02 0,00 0,00
1000 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Sinuosidad 2013
10 0,11 0,11 0,11 0,09 0,11 0,18 0,07 0,08
100 0,15 0,10 0,15 0,13 0,14 0,10 0,02 0,23
1000 0,24 0,14 0,22 0,32 0,21 0,51 0,10 0,24
Dispersión
Dirección 30,59 1,00
Tabla V. Análisis de factores condicionantes para la zona de Las Infantas.
115
Arroyo salado
Media
Desviación típica
Promedio en función geología
Promedio del uso del suelo
16 17 2 13 14
Desplazamiento
25,83 33,73 43,74 25,41 23,80 20,38 28,50
Pendiente 10 -0,17 4,75 1,31 -0,21 0,41 0,16 0,16
100 -0,22 1,99 0,42 -0,23 0,04 -0,09 -0,21
1000 -0,24 0,38 -0,73 -0,23 -0,20 -0,10 -0,28
Curvatura vertical 10 0,00 0,02 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
100 0,00 0,02 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
1000 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Sinuosidad 2013
10 0,12 0,09 0,12 0,12 0,12 0,13 0,15
100 0,14 0,10 0,19 0,14 0,12 0,22 0,19
1000 0,17 0,14 0,25 0,17 0,18 0,30 0,16
Dispersión
Dirección
58,1328 0,13768
Tabla VI. Análisis de factores condicionantes para la zona del Arroyo Salado.
Análisis de factores condicionantes en la zona del Guadalbullón a su paso por Las
Infantas para sus diferentes períodos temporales.
Guadalbullón a su paso por Las Infantas 1956-1983
Media Desviación
típica Promedio en
función geología
16 6
Desplazamiento 26,22 24,33 13,45 28,99
Pendiente 10 -0,23 2,05 -0,23 -0,23
100 -0,27 0,65 -0,24 -0,28
1000 -0,38 0,13 -0,39 -0,38
Curvatura vertical
10 0,00 0,01 0,00 0,00
100 0,00 0,00 0,00 0,00
1000 0,00 0,00 0,00 0,00
Sinuosidad 1983
10 0,12 0,07 0,12 0,12
100 0,13 0,09 0,13 0,13
1000 0,25 0,14 0,36 0,24
Dispersión
Dirección 124,85 0,10
Tabla VII. Análisis de factores condicionantes para la zona de Las Infantas 1956-1983
116
Guadalbullón a su paso por Las Infantas 1983-2001
Media Desviación
típica Promedio en
función geología
6 16
Desplazamiento
5,84 8,53 4,82 13,50
Pendiente
10 -0,25 4,67 -0,24 -0,30
100 -0,26 1,32 -0,27 -0,24
1000 -0,38 0,20 -0,38 -0,32
Curvatura vertical 10 0,00 0,03 0,00 0,00
100 0,00 0,00 0,00 0,00
1000 0,00 0,00 0,00 0,00
Sinuosidad 1983
10 0,12 0,08 0,11 0,14
100 0,15 0,10 0,14 0,22
1000 0,30 0,16 0,28 0,50
Dispersión
Dirección 220,86 0,17 Tabla VII. Análisis de factores condicionantes para la zona de Las Infantas 1983-2001.
Guadalbullón a su paso por Las Infantas 2001-2005
Media Desviación
típica Promedio en
función geología
Promedio del uso
del suelo
16 6 2
Desplazamiento
2,74 2,56 3,31 2,67 2,82
Pendiente
10 -0,23 2,89 -0,18 -0,23 -0,21
100 -0,25 0,87 -0,36 -0,24 -0,23
1000 -0,36 0,17 -0,42 -0,35 -0,35
Curvatura vertical
10 0,00 0,02 0,00 0,00 0,00
100 0,00 0,01 0,001 0,00 0,00
1000 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Sinuosidad 2005
10 0,13 0,08 0,14 0,13 0,13
100 0,16 0,12 0,22 0,15 0,15
1000 0,24 0,17 0,54 0,22 0,22
Dispersión
Dirección 95,50 0,18
Tabla VIII. Análisis de factores condicionantes para la zona de Las Infantas 2001-2005.
117
Guadalbullón a su paso por Las Infantas 2005-2011
Media Desviación
típica Promedio en
función geología Promedio del uso
del suelo 2011
Promedio del uso del suelo 2005
16 6 2 13 2 13
Desplazamiento 8,38 12,63 20,85 6,10 8,72 4,03 5,79 38,79
Pendiente
10 -0,22 2,58 -0,34 -0,19 -0,12 0,17 -0,36 0,09
100 -0,27 0,86 -0,33 -0,25 -0,24 -0,32 -0,29 -0,38
1000 -0,39 0,15 -0,47 -0,38 -0,40 -0,38 -0,38 -0,50
Curvatura vertical
10 0,00 0,01 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
100 0,00 0,01 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
1000 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Sinuosidad 2011
10 0,11 0,07 0,11 0,11 0,11 0,12 0,11 0,10
100 0,17 0,14 0,19 0,16 0,18 0,16 0,15 0,16
1000 0,26 0,17 0,40 0,24 0,26 0,21 0,22 0,48
Dispersión
Dirección 302,38 0,16
Tabla IX. Análisis de factores condicionantes para la zona de Las Infantas 2005-2011
Guadalbullón a su paso por Las Infantas 2011-2013
Media Desviación
típica Promedio en
función geología Promedio del uso
del suelo
16 6 2 13
Desplazamiento 3,66 5,35 6,31 3,12 3,89 8,19
Desnivel
-0,05 0,78 -0,04 -0,05 -0,05 -0,19
Distancia horizontal 13,93 4,89 11,02 14,54 14,53 18,45
Pendiente
10 -0,22 2,93 -0,24 -0,18 -0,21 -0,38
100 -0,27 1,23 -0,37 -0,24 -0,29 -0,05
1000 -0,38 0,20 -0,54 -0,36 -0,37 -0,36
Curvatura vertical
10 0,00 0,02 0,00 0,00 0,00 0,00
100 0,00 0,01 0,00 0,00 0,00 0,00
1000 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Sinuosidad 2011
10 0,11 0,11 0,09 0,11 0,11 0,08
100 0,15 0,12 0,13 0,15 0,14 0,23
1000 0,25 0,15 0,32 0,22 0,21 0,24
Dispersión
Dirección 10,05 0,12
Tabla X. Análisis de factores condicionantes para la zona de Las Infantas 2011-2013.