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Proiektuaren ekoizpena | Producción del proyecto:

Montehermoso Kulturguneak egin duen “Proiektu Artistikoak 2018” deialdian hautatutako proiektua.Eusko Jaurlaritzaren Kultura Sailaren laguntzarekin.

Proyecto seleccionado dentro de la convocatoria “Proyectos Artísticos 2018”, realizada por el Centro Cultural Montehermosos.Con la ayuda del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco.

Argitaratzailea / Edita: Centro Cultural Montehermoso Kulturunea. Vitoria-Gasteizko Udala / Ayuntamiento de Vitoria-Gazteiz

Diseinua / Diseño: Jon Seoane. Irati Inoriza

Testuak / Textos: Gala Knörr. Irati Inoriza

Argazkiak / Fotografías: Irati Inoriza

Itzulpenak / Traducciones: Udaleko Euskara Zerbituza / Servicio de Euskera del Ayuntamiento María Gracia de Pedro

Maketazio / Maquetación: Jon Seoane

Inprimatzailea / Imprime: Gráficas Dosbi

IBSN: 978-84-96845-57-2

Martxoa / Marzo: 2019

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En 1995, lentamente, comenzó la llegada de los módem dial-up a los espacios domésti-cos en España, a los hogares de millones de personas. Entonces Internet contenía cierta naiveté que hizo de ella el perfecto reino in-tangible para la creación de una utopía que no pudiera ser perpetrada. Una visión post-colonial de un espacio que pudiera fomentar la representación multicultural, cosmopolita y globalista de un intercambio incesante fun-dado desde la tolerancia de un anonimato tecnológico. Hoy día, con la introducción de las redes sociales y sus algoritmos, se ha generado una hiper-normalización que desde la segunda mitad del siglo XX, ha hecho que socialmente nos centráramos en la expresión individual, algo de lo que las redes sociales han conseguido convertir en una mercancía de valor incalculable.

Al mismo tiempo haciendo que vivamos, en palabras del documentalista Adam Curtis, en una época de confusión e incertidumbre, donde nuestra experiencia como usuarios de internet acaba resultando ser una cámara de ecos, siendo lo único que escuchamos una reverberación de nuestra propia voz (1).Vivimos en una era en la que la realidad tan-gible ha sido la gran víctima del crecimiento tecnológico disruptivo en la sociedad contem-poránea, generando un cambio socioeconómi-co en el que las sociedades se convierten en burbujas homogéneas, donde el debate pú-blico se basa en viralidad guionizada, confor-tablemente anestesiados en un artificio que nos polariza (2). Este conflicto ha generado una corporeidad defensiva, con una tensión estructurada, un debate sin palabras que se lee mediante el movimiento, conformando un entendimiento a través del cuerpo y la acep-tación del otro gracias a las borrosas líneas divisorias del ser.

En la Florencia del siglo XVI, ese conflicto físi-co y tecnológico en el que nuestros cuerpos se balancean podría haberse interpretado como un partido de Calcio Storico, entre los Santa Croce Azzurri y los Santa Maria Nove-lla Rossi, una comunidad dividida en colores, un encuentro donde los cuerpos en silencio intentan suprimirse los unos a los otros, allí donde la comunicación verbal es inefectiva,

constantemente, cambiando, biológicamente, químicamente, tú, yo.Nuestras espaldas se arquearon mientras estábamos entrelazados, nuestra acción/inacción física, la tensión electrificada de un contacto que se arremolina hacia adelante y hacia atrás hasta que el magnetismo divisivo de nuestros cuerpos presenta los efectos de los afectos nacidos de nuestras corporeida-des confrontadas que originan un unísono, un tono perfecto coincidente de dos notas separadas que llegan a un entendimiento. Un aullido que se orquesta bajo la sinfonía in-crescendo, en una ceremonial pseudo-ab-ducción punk desplegando mecanismos que desconstruyan el Olimpo entre afectos y tor-mentos. Deep blue, rosso profondo, una línea de contacto cuyo fluir explora los cuerpos en constante cambio, una articulación dentro de un combate, una constante posibilidad, una ficción intangible aún activada por el movi-miento, una verdad corporal que utiliza como motor el afectar como el ser afectado, una vic-toria laureada del sentir como cuerpo y como realidad.

Una línea de contacto que hace que no pien-ses, no te preocupes, mires por encima del hombro, preguntes, dudes, temas, lastimes, esperes una salida fácil, luches, agarres, confundas, piques, rasques, murmures, mur-mures, murmures, tropieces, te adormezcas, divagues, juegues, caigas. Correteando, luchando, enganchando, eclosionando, te quejes, gimiendo, gimiendo, afilando, deshue-sando, hables mierda, se te parta el cabello, recogiendo liendres, hagas pis, te metas el dedo en la nariz, saques el culo, metas el dedo en el ojo, señales con el dedo, te esca-pes por el callejón, larga espera, pequeños pasos, mires mal, te rasques la espalda, bus-cando, posarse, te restriegues, moler, moler, moliéndote a ti mismo. Detente y solo SIENTE (5).

1 Curtis, Adam. Hypernormalisation, British Broad-casting Corporation, 20162 Steyerl, Hito. ‘Technology Has Destroyed Reality’, The New York Times, 2018, abenduak 53 Twain, Mark. Siguiendo al Ecuador: Viaje alrededor del Mundo, Laertes, 19924 Fisher, Mark. Realismo Capitalista ¿No hay alter-nativa?, Caja Negra, 20165 Sol LeWitt-ek Eva Hesse-ri 1965eko apirilaren 4an idatzitako gutuna

se puede leer un deseo de derrota o de cele-bración. Nuestro cuerpo tanto en su quietud como en su movimiento adquiere el poder de ser afectado o de crear conexiones que a su vez generan afectos, a veces de una mane-ra intangible. En 1982 se estrenó la película de culto Tron, un relato de ciencia ficción en la que una inteligencia virtual extraordinaria adquiere cierto apetito por el poder, un cibe-respacio donde los programas toman la forma humana de aquellos que los diseñaron y crea-ron. Tron es un festival virtual en el que los cuerpos en constante aceleración se baten, azul y rojo, en una dinámica de tensión en la que su luz se entrelaza y gira alrededor de un circuito cerrado en busca de una escapatoria. Su protagonista Flynn atrapado en el mundo virtual de Tron, se rematerializa a través de su terminal y consigue sus objetivos, su cor-po-realidad ahora cambiada.La verdad es más extraña que la ficción, por-que la ficción está atada a la posibilidad (3), así todas las grandes historias del ser hu-mano se han narrado siempre conducidas por el deseo, el hilo conector de naturaleza animalística. Desde el gran Twain hasta las historias impregnadas de benzodiazepinas y bourbon de Hemingway, o a través del hedo-nismo nihilista ochentero de ‘Las Reglas de la Atracción’ de Easton Ellis.

Hemos sufrido y alimentado los despojos de las narrativas radicales de finales del siglo XX asumiendo de manera permanente que nuestra realización personal solo podría con-cebirse través de la expresión individual. Un deseo que ayudaría a pavimentar nuestro camino de ascensión hacia algo más grande que nosotros mismos, un tipo de autoestima a veces dictada por los likes y retweets con los que 140 caracteres pudieran definirnos, aunque siempre sujetos al gran ‘otro’, una red infinita y desconocida. Dentro de la gran auto-pista electrónica encontramos consuelo en el mundo que experimentamos como una ilusión solipsista, sin perturbaciones en nuestra omnipotencia fantaseada (4). Nuestros cuer-pos aún están, están presentes, se descuidan navegando a través del universo, nos hemos convertido en una figura sin pretensiones que genera datos constantemente, compartiendo y recibiendo en una consciencia colectiva tec-nológica dentro de un mundo que aunque no palpable, tiene la capacidad de dar forma al estrato de nuestras realidades despertadas.Los templos venerados, nuestros cuerpos,

es un display elaborado a partir de la coreo-grafía generada por la conexión entre los cuer-pos físicos-tangibles y los cuerpos físicos-vir-tuales. El contacto entendido como acción de enlace, conduce mi interés por los vínculos que acontecen entre los cuerpos, a partir del tacto originado en la relación con el/lo/la otro de una manera física y virtual.Me atrae la aproximación que se produce en-tre los cuerpos vividos y vivientes que se re-lacionan, entre las corporeidades que somos. Cerca, enlazadxs, en tensión, con fuerza, peso, forma, tempo y fraseo. Es un ejercicio de abducción, de relación, “con” el otro (cuer-po), no “del” otro.

El dispositivo que propongo desborda el ejer-cicio del combate: Azul contra Rojo. Hay en las piezas expuestas un interés por crear es-trategias, que estructuran las capas de sig-nificantes que construyen la acción de estar en contacto. Esta la fragmentación y la repe-tición. No hay comienzo ni fin. Utilizo retroali-mentaciones y bucles entre la experiencia y el cuerpo que se va construyendo en el con-tacto.

Encuentro una correlación atractiva en aque-llo que transforma la corporeidad, el cuerpo que experimenta el contacto:

afecto>efecto>fisicalidad>efecto>afectoCómo el afecto tiene un efecto en la corporei-dad, y cómo, ese cuerpo transformado por la experiencia vivida, construye un efecto nue-vo/diferente en el afecto. La capacidad del cuerpo de afectar y/o ser afectado. La forma que construye el afecto en el cuerpo.

Toda una coreografía, que en sus gestos y posiciones corporales, es un acontecimiento de un devenir. En ella estamos todos inmer-sos escribiendo incesantemente el presente/futuro con nuestros movimientos corporales. Un tiempo de conexiones relacionales cada vez más constantes y múltiples, en diversos espacio/tiempo-s. Un artefacto en el que entra la experiencia del espectador como un elemento importante, porque su contacto da sentido al significante expuesto.

STATEMENT

IRATI INORIZA

TEXTO

GALA KNÖRR

BLUE: CONTACT LINE: RED

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1995ean hasi ziren iristen Espainiako etxee-tara, milioika pertsonen etxeetara, lehen dial-up modemak, pixkanaka-pixkanaka. Garai hartan, Internetek bazuen nolabaiteko kutsu naïf bat, nolabaiteko xalotasun bat, zeina-ren bitartez erresuma ukiezin aparta bihurtu baitzen, bertan burutu ezingo zen utopia bat sortu ahal izateko. Anonimotasun teknologiko batean oinarritutako tolerantziak eragindako etengabeko trukearen errepresentazio multi-kultural, kosmopolita eta globalistaren espa-zio baten ikuspegi postkoloniala. Gaur egun, sare sozialen eta beren algoritmoen haritik hiper-normalizazioa gertatu da, XX. mendea-ren bigarren erditik aurrera eragin du sozialki soilik norbanako adierazpenari erreparatzea, eta sare sozialek asmatu egin dute hori balio kalkulaezineko salgai bihurtzen.

Adam Curtis dokumental egilearen aburuz, horrek eragin izan du, eta aldi berean, na-hasmen eta zalantzazko garai batean bizi gai-tezen, non Interneteko erabiltzaile gisa dugun eskarmentua nork bere ahotsaren erreberbe-razioa baino entzuten ez dugun oihartzun-gan-bera baino ez den (1).Bizi garen gizarte garaikideko hazkuntza tek-nologiko disruptiboaren biktima handi eta na-gusiena errealitate ukigarria izan da: gizarteak burbuila homogeneo bihurtu dituen aldaketa soziekonomikoa gertatu den, non eztabaida publikoa biraltasun gidoituan oinarritzen den, polarizatzen gaituen artifizio batean eroso anestesiatuta gaudelarik (2). Gatazka horrek defentsa-gorpuztasun bat eragin du, tentsio egituratu baten bidez, dakartzana, mugimen-duaren bitartez irakurtzen den hitzik gabeko debatea, gorputzaren bitartezko ulermena eta bestearen onarpena.

XVI. mendeko Florentzian gure gorputzak ku-lunkatzen diren gatazka fisiko eta teknologiko hori Calcio Storicoko partida gisa interpreta-tu ahalko litzateke, Santa Croce Azzurri alde batetik eta Santa Maria Novella Rossi, hots, koloretan banatutako komunitatea, gorputz isilek elkar deuseztatu nahi luketen lehia; han non ahozko komunikazioak eraginkortasunik ez duen, porrotaren edo garaipenaren desi-ra irakurri daiteke. Gure gorputzak, dela gel-

Gure bizkarrak makotu egin ziren elkarlotu-rik geundelarik, gure ekin/ekin eza, kontaktu baten tentsio elektrifikatua, aurrerantz eta atzerantz zirimolatzen dena, harik eta gure gorputzen magnetismo banatzaileak gure gorpuztasun aurkatuen afektuen efektuak erakusten dituen arte, zeinek hotsbakarra sortuko duten, elkar ulertzera irizten diren bi nota berezik bat egitean lortutako tonu aparta. Oihu bat, in-crescendo sinfonia pean orkestratua, pseudo-abdukzioko punk zere-monia batean, afektuen eta torturen arteko Olimpoa dekonstruitzen duten mekanismoak erabiliaz. Deep blue, rosso profondo, kon-taktu-ildo bat, zeinaren jarioak etengabeko aldaketan dauden gorputzak ikertzen dituen, posibilitate etengabeko bat, fikzio ukiezin bat nahiz eta mugimendu bidez aktibatua, gor-putz-egi bat, motortzat baliatzen duena nola afektatzea hala afektatua izatea, gorputz eta errealitate gisa sentitzearen garaipena.

Kontaktu-lerro bat, eragiten dizuna ez pent-satzea, ez kezkatzea, destainaz begiratzea, galdetzea, zalantzan egotea, beldur izatea, itxaropena piztea, irtenbide erraza espero izatea, lehiatzea, hartzea, nahastea, ziztada jotzea, hazka egitea, murmurikatzea, murmu-rikatzea, murmurikatzea, estropezu egitea, lokartzea, haririk gabe aritzea, jolas egitea, erortzea. Korrika alderraian ibiliaz, lehian, katigatzen, ernatzen, kexu egitea, intzirika, intzirika, zorrozten, hezurgabetzen, kaka za-harra hitz egitea, hileak erdibitzea, bartzak biltzen, pixa egitea, hatza sudur zuloan sart-zea, ipurdia erakustea, hatza begian sartzea, hatzarekin erakustea, kalexkan zehar ihes egitea, itxarote luzea, urrats txikiak, gaizki begiratzea, bizkarrean hazka egitea, bilatzen, pausatzea, igurztea, ehotzea, ehotzea, zure zeure burua ehotzea. Geldi eta soilik, SENTITU ezazu (5).

1 Curtis, Adam. Hypernormalisation, British Broad-casting Corporation, 20162 Steyerl, Hito. ‘Technology Has Destroyed Reality’, The New York Times, 2018, abenduak 53 Twain, Mark. Siguiendo al Ecuador: Viaje alrededor del Mundo, Laertes, 19924 Fisher, Mark. Realismo Capitalista ¿No hay alter-nativa?, Caja Negra, 20165 Sol LeWitt-ek Eva Hesse-ri 1965eko apirilaren 4an idatzitako gutuna

dian, dela mugimenduan, afektatua izateko gaitasuna irabazten du, edo afektuak sortzen dituzten konexioak, batzuetan modu ukigait-zean. 1982an Tron kultuko filma estreinatu zen, zientzia fikzioko narrazioa bat, non adi-men birtual aparteko bat botere-gose hasten den, nolabait esateko, ziberespazio bat non programek diseinatu eta sortu zituzten berbe-ren giza-itxura hartzen duten. Tron ikuskizuni birtual bat da, non etengabe azelerazio baten menpean dauden gorputzak lehiatzen diren, urdin eta gorri, tentsio-dinamika batean, non argia zirkuitu itxi baten inguruan kiribiltzen den, irteera baten bila. Troneko mundu bir-tualean harrapatuta dago Flynnn protagonista birmaterializatu egingo da haren terminalaren bitartez, eta bere helburuak lortuko ditu, gor-putz-errealitate orain aldatua.Egia fikzioa baino arraroagoa da, fikzioa posibi-litatera loturik dagoelako (3); hartara, gizakioi dagozkigun istorio handi guztiak desiraren –zein animalia-izaerako hari eroalea den– bult-zadapean kontatu izan dira beti. Horrela izan da beti, hwain handiarekin hasi eta Hemin-gwayren istorio benzodiazepina eta bourbonez zipriztinduekin buka, edo baita Easton Ellisen Las reglas de la atracciónen, laurogeiko ha-markadak oso berezko zuen hedonismo nihi-lista estiloan.

XX. mende amaierako narratiba erradikalen hondarrak nozitu eta elikatu ditugu, etengabe asumituta soilik adierazpen indibidualaren bi-tartez hauteman daitekeela norberaren errea-lizazioa. Desira horrek lagundu egingo luke gu geu baino handiago den zerbaitera igotzeko bidea, batzuetan “gustuko dut” eta “birtxio” bidez osatutako autoestiomu-mota berezi bat, non 140 karakterek defini gaitzaketen, nahiz eta beti ‘beste’ handiari lotuta, sare infinitu eta ezezagunari. Autopista elektroniko erral-doiaren barruan, kontsolamendua aurkitzen dugu ilusio solipsista gisara esperimentatzen dugun munduan, gure guztiahaltasun ames-tuan batere asaldurarik gabe (4). Gure gor-putzak artean hor dira, hor daude, nahiz eta unibertsoan zehar nabigatzen, ardurarik gabe, etengabe datuak sortzen dituen pretentsiorik gabeko izaki bihurtu gara, kontzientzia kolek-tibo teknologiko baten menpe datuok konpar-titu eta jasotzen, ukigarri ez den arren, gure errealitate esnatuen geruzei itxura emateko ahalmena duen mundu baten baitan.Tenplu gurtu horiek, gure gorputzak, etengabe aldatzen, biologikoki, fisikoki, zu, ni.

gorputz fisiko-ukigarrien eta gorputz fisiko-bir-tualen arteko konexioak sortutako koreogra-fian oinarritutako display bat da. Harremanak –estekatze-ekintza gisa ulertuta–, besteareki-ko harreman fisiko edo birtualak eragindako ukimena bitarte, gorputzen artean gertatzen den horretara bideratzen du nire interesa. Erakarri egiten nau harremanetan diren gor-putz bizituen eta bizidunen artean gertatzen den hurbilketa, garen gorpuztasunen artea. Gertu, elkarlotuta, tentsioan, indar, pisu, for-ma, tempo eta fraseatze betean. Abdukzio-ari-keta da, beste”arekin” harremantzekoa, eta ez beste”tik”.Proposatu dudan dispositiboak gainditu egi-ten du Urdin vs. Gorri lehia-ariketa. Erakuske-tako piezetan nolabaiteko estrategiak sortu nahi bat dago, fragmentazioa eta errepikape-na agertzen dira, zeinek kontaktu-ekintza erai-kitzen dituzten esangura-geruzak egituratzen dituztwn. Ez hasierarik, ez amaierarik. Atze-raelikatzea eta begizta darabilzkit esperient-ziaren eta kontaktuan eraikitzen doan gorput-zaren artean.

Korrelazio erakargarri bat ikusten dut gorpuz-tasuna eraldatzen duen hartan, kontaktua es-perimentatzen duen gorputzean:

afektu>efektu>fisikalitate>efektu>afektuAfektuak efektua dauka gorpuztasunean, eta esperientzia bizitauaren bitartez eraldatutako gorputz horrek, bere aldetik, efektu berri/des-berdina eraikitzen di afektuan. Gorputzaren eragin-gaitasuna: afektatzekoa eta afektatu izatekoa. Afektuak gorputzean eraikitzen duen forma.

Koreografia oso bat, zein, bere keinu eta gor-putz-posizioetan, gertatzeko dagoenaren ger-takari den. Koreografia horren baitan daude denok murgilduta, iragan-etorkizunak behin eta berriz idazten, etengabe, gure gorputz-mu-gimenduak bitarte. Harremanezko konexio gero eta anitz eta ugariagoen garaia, zenbait denbora-espazio sistematan. Ikuslearen es-perientzia elementu garrantzitsu gisa hartzen duen artefaktua; izan ere, haren kontaktuak janzten du zentzuz adierazle erakutsia.

BLUE: CONTACT LINE: RED

STATEMENT

IRATI INORIZA

TESTUA

GALA KNÖRR

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In 1995, slowly began the arrival of dial-up modems in domestic spaces in Spain, in the homes of millions of people. Back then, the Internet contained a certain naiveté that made it the perfect intangible kingdom for the creation of a utopia that could not be perpe-trated. A postcolonial vision of a space that could foster the multicultural, cosmopolitan and globalist representation of an incessant exchange founded on the tolerance of tech-nological anonymity. Nowadays, with the intro-duction of social media and its algorithms a hyper-normalisation has been generated, that from the second half of the 20th century has made us socially focus on individual expres-sion, something that social networks have managed to turn into a priceless commodity. At the same time making us live, in the words of documentary filmmaker Adam Curtis, in a confusing and uncertain time, where our expe-rience as Internet users ends up becoming an echo chamber, the reverberation of our own voice being the only thing that we can hear. (1)

We live in an era in which the only tangible reality has been the major victim of the dis-ruptive technological growth in our contem-porary society, generating a socioeconomic change in which societies become homoge-nous bubbles, where public debate is based on scripted virality, comfortably numb in an artifice that polarizes us (2). This conflict has generated a defensive corporeality with struc-tured tension, a debate without words that you can read through the movement, shaping an understanding through the body and the acceptance of the other, thanks to the blurred divisory lines of being.

In 16th century Florence, that physical and te-chnological conflict in which our bodies sway could have been interpreted as a Calcio Stori-co match, between Santa Croce / Azzurri and Santa Maria Novella / Rossi, a community di-vided in colours, a meeting where bodies in si-lence try to suppress each other, where verbal communication is ineffective; you can read a desire of defeat or celebration. Our body, in its stillness as much as in its movement, acqui-res the power of being affected or of creating

connections which, at the same time, gene-rate affects, sometimes in an intangible way. In 1982, the cult film Tron was released, a science fiction story in which an extraordinary virtual intelligence acquires a certain appetite for power, a cyberspace where programmes take the human form of those who designed and created them. Tron is a virtual festival in which the bodies, in constant acceleration, battle each other, blue and red, within a dyna-mic of tension in which their light intertwines and revolves around a closed circuit in search of an escape. Its protagonist, Flynn, trapped in Tron’s virtual world, rematerializes through his terminal and obtains his goals, his cor-po-reality now changed.

Truth is stranger than fiction, because fiction is obliged to stick to possibilities (3). Thus, all great stories of humanity have been always narrated driven by desire, the connecting thread of animalistic nature. From the great Twain, to the stories impregnated by benzo-diazepines and bourbon of Hemingway, or through the 80s nihilistic hedonism of ‘The Rules of Attraction’ by Easton Ellis. We have suffered and nurtured the remnants of radi-cal narratives of the late twentieth century, permanently assuming that our personal ful-filment could only be conceived through indivi-dual expression.

A desire that would help pave our path of as-cent towards something bigger than oursel-ves, a type of self-esteem that is sometimes dictated by the likes and retweets that 140 characters could define us by, although always subjected to the great ‘other’, an infinite and unknown network. Within the great electronic highway, we find comfort in the world that we experience as a solipsistic illusion, without disturbances in our fantasised omnipotence (4). Our bodies are still there, they are pre-sent, carelessly careening through of the universe. We have become an unpretentious figure that constantly generates data, sharing and receiving in a collective technological consciousness within a world that, although not palpable, has the capacity to shape the strata of our waking realities.

The venerated temples, our bodies, constant-ly, changing, biologically, chemically, you, me. Our backs arched while we were entwined, our physical action / inaction, the electrified ten-sion of contact that swirls back and forth until

TEXT

GALA KNÖRR

the divisive magnetism of our bodies presents the effects of the affects born from our con-fronted corporealities that originate a unison, a perfect tone that joins two separate notes reaching an understanding. A howling that is orchestrated under the in-crescendo sym-phony, in a ceremonial punk pseudo-abduc-tion unfolding mechanisms that deconstruct the Olympus between affection and torment. Deep blue, rosso profondo, a line of contact whose flow explores the bodies in constant change, an articulation within a combat, a constant possibility, an intangible fiction still activated by movement, a corporeal truth that utilizes as engine the affect as the affected being, a laureate victory of feeling as a body and a reality.

A line of contact that makes you not think, not worry, look over your shoulder, ask, doubt, fear, hurt, hoping for some easy way out, fi-ght, grasp, confuse, itch, scratch, mumble, mumble, mumble, stumble, doze off, ramble, gamble, fall. Scrambling, battling, hatching, bitching, moa-ning, groaning, honing, boning, horse-shit-ting, hair-splitting, nit-picking, piss-trickling, nose picking, ass-gouging, eyeball-poking, fin-ger-pointing, alleyway-sneaking, long waiting, small stepping, evil-eyeing, back-scratching, searching, perching, besmirching, grinding, grinding, grinding away at yourself. Stop it and just FEEL (5).

1 Curtis, Adam. ‘Hypernormalisation’, British Broad-casting Corporation, 20162 Steyerl, Hito. ‘Technology Has Destroyed Reality’, The New York Times, 5 Dec. 20183 Twain, Mark. ‘Siguiendo al Ecuador: Viaje Alrede-dor del Mundo’, (Following the Equator: A Journey Around the World), Laertes, 19924 Fisher, Mark. ‘Realismo Capitalista: No hay alter-nativa?’ (Capitalist Realism: Is There No Alternati-ve?), Caja Negra, 20165 Letter from Sol LeWitt to Eva Hesse, 4 April 1965

is a display made out of a choreography gene-rated by the connection between the physical and the physical-virtual bodies. The contact understood as a connection action drives my interest in the links that take place between bodies, starting from the touch originated in the relationship with the other in a physical and virtual way. I am attracted to the approximation that ha-ppens between living and worldly bodies that interact, among the corporealities that we are. Nearby, linked, in conflict, with streng-th, weight, form, tempo and phrasing. It’s an abduction exercise of relationship “with” the other (body), not “of” the other.

The device that I propose overflows the com-bat exercise: Blue against Red. In the pieces displayed, there is an interest in creating stra-tegies that structure the layers of signifiers that construct the action of being in contact. Fragmentation and repetition are there. There is no beginning or end. I use feedback and loops between experience and the body that is being built on the contact.

I find an attractive correlation in what trans-forms corporeality, the body that experiences contact:

affect>effect>physicality>effect>affectHow affect has an effect on corporeality, and how, that body transformed by the experience, constructs a new/different effect on affect. The capacity of the body to affect and/or be affected. The form that affect builds in the body.

An entire choreography, which, in its gestures and body positions, is an event of a trans-formation. In it, we are immersed, writing the present/future non-stop with our bodily movements. A time of increasingly constant and multiple relational connections, in various spaces/times. A mechanism in which the ex-perience of the viewer is included as an im-portant element, because their contact gives meaning to the displayed signifier.

BLUE: CONTACT LINE: RED

STATEMENT

IRATI INORIZA

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AGRADECIMIENTOS / ESKER ONAK / THANKS

Colaboración / Kolaborazioa / Collaboration

Aranako Club de lucha (Vitoria-Gasteiz) Nerea Elorza Maialen GuelbenzuClub de lucha Burlada (Pamplona-Iruña) Naiomi Matthews Itziar RekaldeClub de lucha Munoa (Barakaldo) Gentzane Ortiz Euba Elena Arbea

Equipo de producción Audiovisual / Ikus-entzunezkoen Produkzio Taldea / Audiovisual Production Team

Oihane Iraguen Imanol Zubiauz Sara MunguíaAnder Manero Tana Garrido Xabier BarriosIrati Urrestarazu Ainhoa Unzue

Mila esker, gracias a Gala, Abeltxu, Vito, Sara, Jon, Adrien, Rut, Virginia, Eneko, familia y a mis eternos Ama-Aita.

...Y a todas las personas, que de una forma u otra, han confiado en este proyecto....Eta proiektu honetan modu batean edo bestean, konfiantza izan duten guztiei.

...And to everyone who in some way or another have supported this project.

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