cenicienta

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CENICIENTA EDITORIAL: EDIMAT NARRADORA: PILI FECHA: 9/2/2007

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Cuento tradicional

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Page 1: Cenicienta

CENICIENTA

EDITORIAL: EDIMAT

NARRADORA: PILI

FECHA: 9/2/2007

Page 2: Cenicienta

Había una vez una hermosa muchacha llamada Cenicienta. Era una joven dulce y de gran corazón que siempre era buena con todos, sobre todo con sus amigos los animales.

Pero no todos eran buenos con Cenicienta. Ella vivía con su madrastra y dos hermanastras, quienes la trataban como a una esclava. “¡Cenicienta, tráeme el desayuno!”, “¡Cenicienta, plancha!”, “¡Cenicienta, lava la ropa sucia!”.

Page 3: Cenicienta

Cenicienta nunca se quejaba y siempre hacía lo que le pedían, pero era muy infeliz. Deseaba ser tratada con el mismo respeto que sus hermanastras y las demás muchachas del reino.

Un día su deseo se hizo realidad: el Rey iba a dar una fiesta en el palacio para el Príncipe, y todas las jóvenes de la región estaban invitadas, ¡hasta Cenicienta!.

Page 4: Cenicienta

Su madrastra le dio permiso para ir al gran baile con dos condiciones: que antes terminara todos sus deberes y hallara un vestido adecuado para la ocasión.A Cenicienta no le molestó hacer sus tareas ese día. Sabía que por fin sus esfuerzos darían fruto ¡y que pronto estaría en la gran fiesta como todas las demás muchachas del reino!.

Page 5: Cenicienta

Al terminar la última de sus tareas, Cenicienta corrió a su cuarto y sacó un viejo vestido que había pertenecido a su madre. Se imaginó bailando en la fiesta mientras lo sostenía. Necesitaba unos remiendos, pero serían tarea fácil para ella.

Page 6: Cenicienta

Al sacar su costurero, escuchó que la llamaban: “¡Cenicienta!¡Cenicienta!”. Su madrastra y hermanastras se estaban arreglando para la fiesta y no la dejarían en paz un soo momento.

Con su suspiro, Cenicienta dejó su costurero en el suelo y bajó obedientemente las escaleras. Sus amigos comprendieron que no tendría tiempo de arreglar ele vestido para la fiesta, así que decidieron darle una sorpresa.

Page 7: Cenicienta

Sin perder tiempo, ratones y pájaros se pusieron a trabajar en el vestido. Buscaron cintas, cordones y cuentas para que quedara precioso. Cuando Cenicienta volvió a su cuarto, se maravilló al ver la prenda. “¡Oh, qué hermoso!¡Gracias!¡Muchas gracias!”, exclamó.

Los ratones se pusieron felices al ver a Cenicienta con su nuevo vestido. Y ella se llenó de esperanzas de que al fin, tal vez, encontraría la verdadera felicidad.

Page 8: Cenicienta

Pero no pasó mucho tiempo antes de que sus hermanastras destruyeran sus esperanzas. Cuando la vieron, corrieron hasta ella y comenzaron a romper su vestido.“¡Esas cuentas son mías!”, chilló Drizella.“!Y ése es mi cordón!¡Devuélvemelo!”, gritó Anastasia.

Page 9: Cenicienta

Pronto el vestido de Cenicienta quedó hecho trizas. Entonces ella salió corriendo y rompió a llorar. “Ya, ya. No llores”, la consoló una suave voz. Su Hada madrina apareció mágicamente.

Page 10: Cenicienta

“No puedes ir así a la fiesta”, le dijo su bondadosa Hada Madrina. Y al mover su varita mágica, convirtió una calabaza en una carroza.Con otro giro de su varita, convirtió a los ratones en caballos.

Page 11: Cenicienta

El Hada Madrina agitó de nuevo su varita y esta vez apareció Cenicienta con un vestido deslumbrante y un par de zapatos de cristal.“¡Esto es un sueño!¡Un maravilloso sueño hecho realidad!¡Gracias!”, dijo Cenicienta.“Pero no durará para siempre”, replicó el Hada Madridna. “Al sonar las doce, todo volverá a ser como antes”.

Page 12: Cenicienta

En el palacio, el Príncipe quedó hechizado por la belleza de Cenicienta. Bailaron durante horas. Ella flotaba en un mundo de ensueño cuando oyó que el reloj daba las doce.Bajó corriendo las grandes escaleras, dejando atrás uno de sus zapatos de cristal – Al día siguiente el Rey ordenó al Gran Duque buscar a la dueña del zapato.

Page 13: Cenicienta

La madrastra encerró a Cenicienta en el desván para que no pudiera probarse el zapato de cristal.Pero la joven no perdió la esperanza. Sus amigos ratones buscaron la llave de la bolsa de la madrastra y la liberaron. Justo cuando Cenicienta se sentó para probarse el zapato, éste cayó al suelo y se rompió. Pero para sorpresa de todos, ella sacó el otro zapato del bolsillo de su falda, para demostrar que era la joven que había conquistado el corazón del Príncipe.

Page 14: Cenicienta

Cenicienta había sido infeliz mucho tiempo, pero siempre creyó que si seguía soñando con la felicidad y tratando de encontrarla, un día sus sueños se harían realidad. ¡Por fin ese día había llegado!¡Poco después se casó con el Príncipe y fue al fin verdaderamente feliz.