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1 Catequesis para vivir la Semana Santa en Familia Diócesis de San Andrés Tuxtla, Ver.

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1

Catequesis para vivir la Semana Santa en Familia

Diócesis de San Andrés

Tuxtla, Ver.

2

INDICE

INTRODUCCION…………………………………………………………………………………………………………………4

CUARESMA (miércoles de ceniza)

COMENZAMOS LA CUARESMA INCLINANDO LA CABEZA

PARA RECIBIR LA CENIZA……………………………………………………………………………………….…………5

Introducción

¿Qué tiene el signo de la ceniza que es capaz de convocar

a tanta gente?........................................................................................................................6

Reflexión

¡Por tu cruz y resurrección, nos has salvado, Señor!.............................................................6

Rito

Para hacer las cenizas, el signo del retorno a nuestro origen

como creaturas de Dios……………………………………………………………………….…………………………….8

DOMIGO DE RAMOS

INCLINAMOS LA CABEZA PARA SEMBRAR EL GRANO DE TRIGO………………………………………9

introducción

Que cada miembro de la familia sea como el grano de trigo……………………………………………10

Reflexión

Hay que morir para vivir……………………………………………………………….…………………………………10

Rito

Para vivir y resucitar en familia como el grano de trigo……………………………………………………11

JUEVES SANTO

JESÚS INCLINO LA CABEZA PARA LAVAR LOS PIES A SUS DISCÍPULOS……………………………12

Introducción

LA herida de la mejilla izquierda del señor:………………………………………………..……………………13

Reflexión

El don del amor hasta el extremo y la traición del amigo…………………………………………………14

Rito

Para aprender a lavar los pies a los demás………………………………………………………………………15

3

VIERNES SANTO

JESÚS INCLINA LA CABEZA PARA ENTREGAR EL ESPÍRITU………………………………………………18

Introducción

La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad………………….19

Reflexión

La cruz como signo de amor hasta el extremo………………………………………………………….……..20

Rito

Para responderle a Jesús adorando la Santa Cruz…………………………………………….………………21

SABADO SANTO

INCLINAMOS LA CABEZA PARA SEPULTAR A JESÚS………………………………………………………..24

Introducción

Tiempo para sepultar y resucitar…………………………………………………………………….……………….25

Reflexión

Creo que Jesucristo fue crucificado, muerto y sepultado…………………………………………………25

Rito

Para enterrar el hombre viejo……………………………………………………………….…………………………26

PASCUA (Domingo de Resurrección)

COMENZAMOS LA PASCUA INCLINANDO LA CABEZA

PARA RECIBIR EL AGUA DE PASCUA……………………………………………………………………………….27

Introducción

La cuaresma (ceniza) y la pascua (agua) son inseparables……………………………………………….28

Reflexión

Yo les aseguro que el que no nace del agua y el espíritu

no puede entrar al Reino de Dios…………………………………………………..………………………….…….28

Rito

Para hacer el agua, el signo del retorno a nuestro origen

como hijos de Dios……………………………………………………………………………….………………………….32

4

INTRODUCCIÓN

Cuaresma: Puerta de la caridad familiar

La intención con las que se han elaborado estas “Catequesis, sobre la cuaresma

En familia es retomar el mensaje de nuestro Obispo diocesano para esta cuaresma.

Don Fidencio invita a contemplar la parábola del rico y el pobre Lázaro (Cf. 2c. 16,

19-31), precisamente aprovechando el simbolismo de esa puerta donde se la pasaba

Lázaro, esperando las sobras del rico, don Fidencio nos invita a:

- Actualizar nuestra entrada por la puerta de la Fe cristiana católica, que introduce

en la vida de comunión con Dios y permite la entrada a su Iglesia.

Las seis catequesis están dedicadas a las familias cristianas. Sabemos que la familia

es la institución primaria, y la escuela más inmediata del ser humano, para aprender

a ser persona y cristiano (cfr. Que en Cristo Nuestra Paz, México tenga vida digna

195). Por eso, ofrecemos estas catequesis como un recurso sencillo y práctico para

meditar en los principales temas de nuestra fe, y animar en la participación de las

celebraciones litúrgicas y otros actos de Piedad popular propios de cada día.

Las seis catequesis están pensadas para realizarse en un mínimo de 30 minutos, para

propiciar el dialogo, la convivencia y un verdadero encuentro de la palabra de Dios

con la familia, de tal modo que sin que importara el tiempo, se tocaran los temas y

las situaciones, que les llevara a la experiencia de “Refundamentar la familia”; es

decir, de retornar al origen y a los valores familiares, a la luz del origen y los valores

fundantes de nuestra fe cristiana fe cristiana católica.

¡! Felices Pascuas de Resurrección ¡!

16 de abril del 2017

Diócesis de San Andrés Tuxtla, Ver.

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CUAREMAS

(Miércoles de ceniza)

COMENZAMOS LA CUARESMA INCLINANDO LA CABEZA

PARA RECIBIR LA CENIZA

RECOMENDACIONES:

1. Adaptar un lugar de la casa para hacer el altar de la Pascua. Durante la cuaresma se

pone la Santa Cruz con una tela o moño morado, una corona de espinas, un

recipiente con agua bendita, la santa Biblia, etc. En Pascua todo se adornará con

flores y signos de vida y fiesta.

2. Poner una banderita o moño morado en la puerta de la casa durante la Cuaresma y

en la Pascua uno blanco.

3. Leer y meditar la Biblia, sobre todo las lecturas dominicales en familia.

4. Practicar el ayuno y la abstinencia de comer carne los viernes. El ayuno es obligatorio

el miércoles de ceniza y el viernes santo, de los 18 a los 59 años de edad.

5. Participar en el Vía Crucis todos los viernes de cuaresma en el templo o hacerlo en

familia.

6. Confesarse y comulgar durante la cuaresma.

7. Hacer obras de caridad: dar limosna, visitar enfermos, perdonar a los hermanos,

hacer la alcancía fruto del ayuno, y entregarla el día de la caridad.

8. Hacer por escrito un proyecto de conversión y vida nueva.

9. Poner hora y lugar para ir a un templo a recibir la ceniza.

10. Para esta reflexión se prepara un botecito o maceta de barro con tierra para cada

miembro de la familia.

Canto: “Perdona a tu pueblo señor”

Perdona a tu pueblo Señor, Señor,

perdona a tu pueblo perdónale,

Señor.

Por la inseguridad y violencia, por

tanto crimen y delincuencia,

Perdónanos Señor.

Por nuestras casas amuralladas, y

nuestras puertas siempre cerradas,

perdónanos Señor.

Por las mujeres asesinadas, y tantas

vidas amenazadas, perdónanos

Señor.

Por el soborno y la corrupción y

nuestra falta de indignación,

perdónanos Señor.

Por la incongruencia y doble moral,

la insensatez y complicidad,

perdónanos Señor.

6

1. Introducción

¿QUÉ TIENE EL SIGNO DE LA CENIZA QUE ES CAPAZ

DE CONVOCAR A TANTA GENTE?

Leemos, meditamos y comentamos:

El símbolo de la ceniza es muy antiguo y muy popular. Todos nos sorprendemos y

preguntamos: ¿Qué tiene el símbolo de la ceniza que es capaz de convocar a tanta

gente? ¿Qué busca la gente cuando inclina la cabeza para recibir la ceniza? ¿Qué

anhelos, qué hambre y qué fuerzas consistentes e inconsistentes se mueven en torno

a este signo? ¿Qué hay más allá de la ceniza, que ha logrado una popularidad

milenaria? Independientemente de las respuestas que se den a estas preguntas, lo

cierto es que año tras año, Comenzamos la cuaresma, inclinando la cabeza para

recibir la ceniza. Mientras recibimos la ceniza escuchamos la palabra del Génesis:

“Acuérdate que eres polvo y al polvo vas a volver” (Cfr. Gn. 3, 17-19) o “Arrepiéntete

y cree en el Evangelio” (Mc 1,15). Así el signo de la ceniza y la Palabra de Dios nos

obligan a mirar la tierra, y reconocernos creaturas que dependemos de Dios. Cuando

retornamos a nuestro origen descubrimos que los males comienzan cuando nos

olvidamos, quienes somos y que sólo así, podremos ponerle fin a la violencia y a la

enemistad con Dios y con nuestros hermanos (Cf. Que en Cristo nuestra Paz, México

tenga vida digna 121).

Preguntas para compartir en familia.

¿Usted qué significado le da a la ceniza?

¿Cuáles son las situaciones que están haciendo ceniza a nuestra familia?

¿Cómo podemos renacer en familia desde nuestras cenizas?

2. Reflexión

¡POR TU CRUZ Y RESURECCIÓN, NOS HAS SALVADO, SEÑOR!

“Inclinando la cabeza ante la presencia de Dios y recibiendo la ceniza en señal de

penitencia es como iniciamos el tiempo de cuaresma”. La Iglesia lo llama “tiempo

saludable”, porque nos ofrece la oportunidad de mejorar nuestra vida con el ayuno

y la penitencia corporal, y de obtener el perdón de nuestros pecados con el

7

sacramento de la reconciliación. La cuaresma es, pues, un tiempo de gracia para

todos los que creemos y esperamos en Cristo Salvador.

Es un tiempo largo, sí, porque bien sabe la iglesia que no se cambia el corazón de un

día para otro. El mal suele arraigar profundamente en el alma, creando hábitos

perversos que le endurecen y matan. Se necesita paciencia y constancia en el

trabajo de arrancar las hierbas del mal y hacer flores las plantas del bien.

Es, pues, la cuaresma tiempo propicio para meditar la palabra de Dios y confrontar

con ella nuestra vida. Sin palabra de Dios no hay conversión. Es tiempo de compartir

nuestros bienes con los pobres y de devolver lo mal habido. Sin justicia no puede

haber caridad. Es tiempo de curar las heridas del corazón con la misericordia y el

perdón. Sin reconciliación no hay salvación. La Iglesia resume estas prácticas en

tres: ayuno, limosna y oración. Si no se ejercitan no se puede demostrar su eficacia,

y se frustra el plan de Dios.

Como podemos observar, la cuaresma es un camino de enmienda y un proyecto de

vida para ser mejor. El término de la cuaresma es la semana santa o semana mayor.

También se llama triduo pascual: los tres días grandes de nuestra fe: el viernes de la

crucifixión de Cristo, el sábado de su santa sepultura y el domingo de su gloriosa

resurrección. Sin la celebración de la Pascua la cuaresma es un proyecto frustrado,

porque toda la obra salvadora brota del costado abierto de Cristo en la cruz.

La santa madre Iglesia nos invita a recorrer el camino que Jesús inicio el desierto, en

el momento de la tentación, y que culminó en el monte calvario en su pasión y

resurrección. Por la cruz a la luz. ¡Por tu cruz y resurrección, nos has salvado, Señor!

(Mario De Gasperín, Obispo de Querétaro, Marzo de 2011)

Por, eso podemos decir, que cuando retornamos a nuestro origen comienza nuestra

resurrección, pues la ceniza de este día recuerda no sólo que el hombre es polvo,

sino también que está destinado a participar en el triunfo de Cristo. A través de la

cruz y de la muerte, Dios convierte la ceniza en trigo que cae en la tierra y produce

fruto abundante; muriendo con Cristo el pecado, resucitaremos con Él a nueva vida

y la ceniza del comienzo de la cuaresma, se encontrará con el agua purificadora en

la Vigilia Pascual. Así, lo que es signo de muerte y destrucción, se trocará en fuente

de vida en la Vigilia Pascual, gracias a las aguas generadoras del Bautismo.

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3. RITO

PARA HACER LA CENIZA, EL SIGNO DEL RETORNO A

NUESTRO ORIGEN COMO CREATURAS DE DIOS

PREPARACIÓN: (Ver recomendación 10, pág. 2)

REALIZACIÓN:

- Cantamos: “Perdona a tu pueblo Señor”.

- El papá a la mamá de a cada miembro de la familia un botecito o una macetita de

barro con tierra.

- En silencio todos se inclinan y miran su botecito.

- Entre todos van formando una cruz con los botecitos, mientras cada uno va

diciendo: “Hoy comienzo (he comenzado), la cuaresma inclinando la cabeza

para recibir la ceniza, volveré el Domingo de Pascua para iniciar la cabeza y

recibir el agua de Pascua. Amen”

- Oración comunitaria.

- El papá o la mamá dan la bendición

- Convivencia familiar (recomendamos

comer o cenar juntos).

9

DOMINGO DE RAMOS INCLINAMOS LA CABEZA PARA SEMBRAR EL GRANO DE TRIGO

Recomendaciones:

1. Hoy iniciamos la semana mayor. Esta es la semana más importante del año. Para

distinguirla realmente de las otras semanas, recomendamos preparar el lugar y el

altar para reunirse y hacer las celebraciones en familia, durante la semana.

2. La Semana Santa, es la semana por excelencia para reflexionar, convivir y orar en

familia. Por eso conviene poner todo el esfuerzo y todos los medios para poder vivir

en familia la Semana Santa.

3. En ésta semana los lugares más adecuados para estar, reflexionar, convivir y orar,

son la casa donde vivimos, el templo, y la casa de nuestros hermanos más pobres

y quienes más sufren. No olvidemos que la pasión de Jesucristo hoy, se actualiza en

la pasión de nuestros hermanos sufrientes.

4. Hay que tener presente los horarios en los que se realicen actos comunitarios en la

parroquia, para participar en familia y ponerse bien de acuerdo en la hora para hacer

estas catequesis familiares.

5. Para la celebración familiar de este día hay que preparar entre otras cosas: una cruz

hecha de botecitos o macetitas de barro con tierra, o una cruz de madera, de medio

metro por lo menos, un poco de trigo o semillas que germinen en ocho días y las

palmas (ambos signos se llevan a bendecir).

6. Recomendamos poner un lugar visible el lema de este año: “Urge Refundamentar la

Familia en el amor, la fidelidad y respeto”.

CANTO: “Entre tus manos”.

Entre tus manos está mi vida señor,

entres tus manos pongo mi existir.

Hay que morir para vivir, entre tus

manos confío mi ser.

Si el grano de trigo no muere, si no

muere sólo quedará, pero si muere en

abundancia dará un fruto eterno que

no morirá.

Hay que morir para vivir, entre tus

manos confío mi ser.

10

1. INTRODUCCIÓN

QUE CADA MIEMBRO DE LA FAMILIA SEA COMO EL GRANO DE TRIGO

Leemos, meditamos y comentamos.

La palma es el signo que se pone en las manos de los mártires, es decir de las mujeres

y hombres más destacados por su sacrificio y su entrega para que los demás se salven

y sean felices. Jesús comparó su propia vida, y la vida de estos hombres y mujeres

que dan la vida por los demás, con el grano de trigo.

PREGUNTAS PARA COMPARTIR EN FAMILIA.

- ¿Qué he hecho yo para que mi familia se salve y sea feliz?

- ¿A qué voy a renunciar o a morir como el grano de trigo para resucitar a una

nueva vida en familia?

2. REFLEXIÓN

HAY QUE MORIR PARA VIVIR

El signo de la palma y la siembra del grano de trigo, con el que comenzamos la

Semana Santa, nos ayudaran a contemplar y celebrar el misterio de la muerte y

resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Todos los días podremos ir contemplando

la transformación del grano de trigo, el cual podremos mirar ya transformado en

una planta en la noche de la Pascua. Así se refería Jesús a este misterio:

“He llegado la hora de que sea glorificado el hijo del Hombre. En verdad les digo: si

el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, da mucho

fruto. El que ama su vida la destruye; y el que despierta su vida en este mundo, la

conserva para la vida eterna. El que quiere servirme, que me siga, y donde yo esté,

allí estará también mi servidor. Y al que me sirve, el Padre le dará un puesto de

honor. ” (Jn. 12, 24-26).

Vivir unidos en familia como los granos en la espiga de trigo, y estar dispuestos a

caer en el surco, es parte de la dinámica de la salvación: “Hay que morir para vivir”.

La ley universal de la vida indica que ésta será la opción de toda vida que busca su

plena realización. Esta opción se les presentará a todos un día u otro, sean cuales

fueron su carácter, su vocación, su religión o su rechazo a las religiones. En este

sentido, Jesús va a morir, y nacerá la Iglesia universal. En su persona resucitada se

unirán todos los creyentes.

11

Esta es la ley también de todo ministerio cristiano que quiere ser fecundo (cfr. Mc 8,

34). Es necesario que los testigos mueran o sean rechazados, que las obras

portadoras de vida sean detenidas o destruidas (cfr. Mc 8,34). Ya los primeros

creyentes decían: “La sangre de los mártires es una semilla”. (Cf. Comentarios de la

Biblia Latinoamericana)

3. RITO

PARA MORIR Y RESUCITAR EN FAMILIA COMO EL GRANO DE TRIGO O MAIZ

Preparación:

- Todos con su palma en las manos, canta “Entre tus manos”.

- Luego el papá reparte a cada miembro de la familia un puñito de trigo o maíz.

- El papá o la mamá dice a cada uno de los miembros de la familia su nombre y le

recuerda las palabras del miércoles de ceniza.

- N… “Arrepiéntete y cree en el evangelio” o “Acuérdate que eres polvo y al polvo

has de volver”.

- Quien fue nombrado siembre la semilla en botecito o macetita que le corresponde

y dice: “Muero con Cristo para resucitar con Él”.

- Al final el papá o la mamá riega las semillas sembradas en la cruz de botecitos o

macetitas y vuelve a cantar.

- El papá o la mamá dan la bendición.

- Convivencia familiar (recomendamos comer o cenar juntos).

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JUEVES SANTO

JESÚS INCLINO LA CABEZA PARA LAVAR LOS PIES A LOS DISCÍPULOS

RECOMENDACIONES:

1. Hoy Jesús nos dio tres regalos: La Eucaristía como signo de alimento y comunión,

el Sacerdote como signo de servicio y sacrificio por los demás, y el Mandamiento

del amor. Por eso, hoy, agradecemos a Dios esta manera extraordinaria de

quedarse antes de irse físicamente de nosotros.

2. Es necesario preparar con esmero la ofrenda para compartir con nuestros

hermanos enfermos y más pobres.

3. Hay que tener presente el horario de la Eucaristía y prever un tiempo para visitar

a Jesucristo en el monumento, y a llevar la ofrenda a nuestros hermanos más

pobres.

4. Hay que tener presente los horarios en los que se realicen estos actos

comunitarios en la parroquia, para participar en familia y ponerse bien de acuerdo

en la hora para hacer sus celebraciones familiares.

5. Para la celebración familiar de este día preparar la cruz de trigo formada con

botecitos con tierra, un recipiente con agua, una toallita, la ofrenda para los

pobres, la hoja para la meditación de la visita a las 7 casas y otros signos de amor

y servicio.

CANTO: “Un mandamiento nuevo”

Un mandamiento nuevo nos da el

Señor, que nos amemos todos como

Él nos amó.

La señal de los cristianos es amarnos

como hermanos.

Perdonemos al hermano, como Cristo

nos perdona.

El que no ama a sus hermanos no se

acerca a este banquete.

Lo que hacemos al hermano, a Dios

mismo se lo hacemos.

En la vida y en la muerte, Dios nos

amará por siempre.

Es cristiano aquél que sirve con amor

y en alegría.

13

1. Introducción

LA HERIDA DE LA MEJILLA IZQUIERDA DEL SEÑOR

Leemos, meditamos y comentamos.

El Jueves Santo es el día lleno de signos, de celebración y de ritos. Sobresalen la

Institución de la Eucaristía, el Sacerdocio, el Mandamiento del amor, el lavatorio de

los pies, la oración de Jesús en el Huerto, la traición de Judas, etc.

Sabiendo que son muchos los temas del jueves santo; proponemos compartir la

reflexión acerca de la herida de la mejilla izquierda del Señor. Éste acontecimiento

del jueves santo que parece accidental, toca un aspecto crucial y definitorio de la

vida espiritual: “el don del amor hasta el extremo y la traición del amigo”.

Los escultores y pintores novohispanos suelen remarcar en el rostro de sus Cristos

la herida de la mejilla izquierda del Señor. En la interpretación de la piedad popular,

es la herida que le infirió Judas con su beso traidor. Es la herida que causa la traición

de un amigo. No olvides que este es el título que el Señor Jesús da a sus discípulos.

“ya no los llamamos siervos, en adelante los llamaré amigos” (cfr. Jn 15, 15).

Nosotros somos sus discípulos, somos sus amigos, somos enviados como misioneros

de la paz, enviados a curar y a bendecir. “Que Dios nos libre” de hacer más grande la

herida, y las múltiples llagas que lastiman al Señor en el cuerpo dolorido de nuestros

hermanos sufrientes.

Por eso es impórtate empezar por nuestra familia y comunidad revisar la fraternidad,

las amistad, el saludo, el beso, el abrazo, etc., para pasarlo todo por la “báscula” de

“el don de la mistad o la traición”.

PREGUNTAS PARA COMPARTIR EN FAMILIA.

¿Qué ritos o prácticos familiares tenemos sobre estos temas del Jueves Santo?

¿Qué opinan de la herida que causa la traición de un amigo?

¿Qué experiencia de estas tenemos en nuestra familia?

14

2. REFLEXIÓN. (Jn. 13, 1-15)

EL DON DEL AMOR HASTA EL EXTREMO Y TRAICIÓN DEL AMIGO

El lavatorio de los pies es como la inauguración de la plenitud del amor, que se

consuma en la cruz. Así Jesús nos revela en que consiste el mandamiento del amor

hasta el extremo. Leamos:

“Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que le había llegado la hora de salir de

este mundo para ir al Padre, como había amado a los suyos que quedaban en el

mundo, los amó hasta el extremo. Estaban comiendo la cena y el diablo ya había

depositado en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarle.

Jesús, por su parte, sabia sabía que el Padre había puesto todas las cosas en sus manos

y que había salido de Dios y que a Dios volvía. Entonces se levantó de la mesa, se

quitó el manto y se ató una toalla en la cintura. Echó agua en un recipiente y se puso

a lavar los pies de los discípulos; y luego se los secaba con la toalla que se había atado.

Cuando llego Simón Pedro, éste le dijo: << ¿Tú, Señor, me vas a lavar los pies a mí?>>

Jesús le contestó: << Tú no puedes comprender ahora lo que estoy haciendo. Lo

comprenderás más tarde.>>

Pedro le replicó: << Jamás me lavarás los pies.>>

Jesús le respondió: << Si no te lavo, no podrás tener parte conmigo.>>

Entonces Pedro le dijo: << Señor, láveme no solo los pies, sino también las manos y la

cabeza>> s

Jesús le dijo: << El que se ha bañado, está completamente limpio y le basta lavarse los

pies. Y ustedes están limpios aunque no todos.>>

Jesús sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: <<No todos ustedes están limpios>>

Cuando termino de lavarles los pies, se puso de nuevo el manto, volvió a la mesa y les

dijo: ¿Comprenden lo que he hecho con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y

Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, siendo el Señor y Maestro, les he

lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Yo les he dado

ejemplo, y ustedes deben hacer como he hecho yo.”

15

El lavatorio de pies tiene por lo menos dos significados, uno simbólico y otro moral.

El significado simbólico del lavatorio de pies se revela en estas palabras: “se quitó el

manto, tomó una toalla y se la ciño a la cintura” (Jn. 13,4) Esta es una imagen

descriptiva de la encarnación de Jesús, que abandona el manto de su naturaleza

divina y aparece con la toalla como un esclavo. También el lavatorio es una imagen

de la última entrega que Jesús hará en favor de sus discípulos: es decir su muerte en

la Cruz. En la Cruz Jesús se humilla, toca los pies, los lava, los purifica y los sana de sus

heridas.

El significado ejemplar o moral del laboratorio de los pies se revela en estas palabras:

“Si Yo, que soy el maestro y el Señor les he lavado los pies, también ustedes deben

lavarse los pies los unos a los otros” (Jn. 13,14). Lavarse los pies significa más que

servir a los demás, significa inclinarnos allí donde están nuestros hermanos y

hermanas están heridos, y necesitan ser purificados por nuestro amor. Jesús quiere

una comunidad de amigos en donde se ofrezcan unos a otros el servicio amistoso

de lavarse los pies. Él quiere una familia de hermanos y hermanas que se acojan y se

amen sin condiciones, para que cada uno se sienta puro y transparente, como si

estuvieran recién salido del baño, y disfrutando la grandeza de servidor a la manera

de Jesús.

3. RITO.

PARA APRENDER A LAVAR LOS PIES A NUESTROS HERMANOS

PREPARACIÓN: (Ver recomendación 5, pág. 9)

Realización:

a) Para realizar en casa

- Para actualizar este acontecimiento ponemos un santo Cristo en medio o enfrente

del lugar de la reunión.

- Va pasando cada uno a dar un beso a Cristo en sus llagas.

- Luego se sientan y comparten su testimonio de amistad o de traición.

- Entre todos se edifican mutuamente.

- El papá o la mamá de la bendición.

- Convivencia familiar (recomendamos comer o cenar juntos).

16

b) Para realizar en el templo.

Para la visita de la Santa Eucaristía en las siete casas, recomendamos después de

cada reflexión rezar el padre nuestro, Ave María, Gloria al Padre, Alabemos y

demos gracias en cada instante y momento y un canto (“Gracias Padre” o “Un

mandamiento nuevo”).

Primera Visita

Quienes han participado en la Santa Eucaristía entienden el significado del

lavatorio de los pies.

Lavar los pies es:

Cenar con amigos, abrirles el corazón sin miedo, lavarse los pies con cariño y

respeto, hacerse pan tierno compartido y vino nuevo bebido. Embriagarse de Dios,

e invitar a todos a hacer lo mismo.

- Padre nuestro…

-Ave María…

-Gloria al Padre…

-Alabemos y demos gracias en cada instante y momento…

-Canto: “Gracias Padre” o “Un mandamiento nuevo”

Segunda Visita

Lavar los pies es: Visitar a los enfermos, cuidar a ancianos y niños, dar de comer a los

hambrientos y de beber a los sedientos; liberar apresos y cautivos, vestir a los

desnudos, acoger a emigrantes y desempleados, sepultar dignamente a los muertos.

No olvidarse de los vivos, e invitar a todos a hacer lo mismo.

Tercera Visita

Lavar los pies es: Enseñar al que no sabe, dar buen consejo al que necesita, corregir

al que se equivoca, perdonar injurias y torpezas. Consolar al triste, tener paciencia

con las flaquezas del prójimo. Pedir a Dios por amigos y enemigos, e invitar a todos

a hacer lo mismo.

Cuarta Visita

Lavar los pies es: Trabajar por la justicia, empeñarse en una paz duradera, decir no a

las armas, desvivirse en proyectos solidarios, reducir nuestras cuentas y carteras,

superar las limosnas. Amar hasta el extremo, e invitar a todos a hacer lo mismo.

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Quinta Visita:

Lavar los pies: Ofrecer un vaso de agua, brindar una palabra de consuelo, denunciar

leyes injustas, renunciar a la corrupción, cargar con el herido, aunque no sea de la

familia, salir de mi casa y círculo-choza, grupo o castillo-. Construir una ciudad para

todos, e invitar a todos a hacer lo mismo.

Sexta Visita

Lavar los pies es: Realizar el trabajo debidamente. No defraudar a hacienda. Respetar

la dignidad de todos. Defender los Derechos Humanos. Romper fronteras y guetos.

Dudar de fronteras y privilegios. Crear desconcierto evangélico. Amar como él nos

ama, e invitar a todos a hacer lo mismo.

Séptima Visita

Lavar los pies es: Reconocer que hoy y siempre un gesto solo, uno solo, desbordar tu

amor que se nos ofrece como manantial de vida. Si nos dejamos alcanzar y lavar,

todos quedamos limpios, como niños recién bañados, para descansar el Tu regazo,

¡Lávame, Señor! ¡Lávame, Señor!

Gracias Jesús,

porque por amor hasta el

extremo, entregaste tu cuerpo

y derramaste tu sangre

por nosotros.

Enséñanos

a entregarnos

y a sacrificarnos

por amor

a nuestros

hermanos

Amén

18

VIERNES SANTO

JESÚS INCLINÓ LA CABEZA PARA ENTREGAR EL ESPÍRITU

RECOMENDACIÓNES:

1. Tener en cuenta que celebramos la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo

con ayuno, oración y hermandad con los que sufren.

2. Procurar leer la Pasión de Ntro. Señor Jesucristo y otras lecturas propias, para la

meditación personal o familiar.

3. Hacer un ambiente de meditación, sin radio, ni tele, a no ser que entre todos elijan

un programa, película o video, que hablen de la vida, pasión y muerte de Nuestro

Señor Jesucristo.

4. Ponerse de acuerdo para participar con toda la gente de la Parroquia en el Vía

Crucis, procesión de la esperanza, celebración litúrgica y otros actos parroquiales.

5. Hoy después del día del amor (Jueves Santo), ante el testimonio de Jesucristo en la

Cruz, es necesario darse el perdón unos a otros, y si alguien tiene un enemigo, hay

que ir a buscarlo y darle o pedirle perdón.

6. Preparar para la celebración familiar: una Cruz grande y todos los santos Cristos y

cruces que tenga en la casa, una corona de espinas, etc.

CANTO: “yo no soy nada”.

Yo no soy nada

y del polvo nací,

pero Tú me amas

y moriste por mí.

Ante la cruz

sólo puedo exclamar:

Tuyo soy, tuyo soy.

Cuando de rodillas

te miro, oh Jesús,

veo tu grandeza

y mi pequeñez.

¿Qué puedo darte yo?

Sólo mi ser.

Tuyo soy, tuyo soy.

Toma mis manos, te pido

toma mis labios, te amo,

toma mi vida, oh Padre,

tuyo soy, tuyo soy.

19

1. INTRODUCCIÓN

LA VIDA SE ACRECIENTA DÁNDOLA

Y SE DEBILITA EN EL AISLAMIENTO Y LA COMODIDAD

Leemos, meditamos y comentamos.

La familia ha sido la escuela de la fe, palestra de valores humanos y cívicos, hogar en

la vida nace y se acoge generosa y responsablemente. La familia es por eso llamada

el santuario de la vida y es la institución primaria e insustituible para la serenidad

personal y para la educación de los hijos (Cfr. DA 114). Nuestros Obispos

latinoamericanos cuando hablan de la Misión Continental Permanente dicen que se

trata de una misión para comunicar la vida, como la oferta de la vida plena para

todos, como contenido fundamental del Reino de Dios (Cfr. DA 361).

“La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad. De

hecho, los que más disfrutan la vida son los que dejan la seguridad de la orilla y se

apasionan en la misión de comunicar la vida de los demás. El Evangelio nos ayuda a

descubrir que un cuidado enfermizo de la propia vida atenta contra la calidad

humana y cristiana de esa misma vida. Se vive mucho mejor cuando tenemos

libertad interior para darlo todo: “Quien aprecie la vida terrena, la perderá” (Jn. 12,

25). Aquí descubrimos otra ley profunda de la realidad: que la vida se alcanza y

madura a medida que se le entrega para dar vida a los otros. Eso es en definitiva la

misión.” (DA 360)

Preguntas para compartir en familia.

¿Cuáles son los valores humanos, cívicos y cristianos que más se viven y promueven

en nuestra familia?

¿Qué experiencias tenemos como familia de que la vida se acrecienta más cuando

se comparte, y se debilita con el aislamiento y la comunidad?

¿Qué experiencia tenemos como familia del amor hasta el extremo?

20

2. REFLEXIÓN

LA CRUZ COMO SIGNO DE AMOR HASTA EL EXTREMO.

Comenzamos la cuaresma inclinando la cabeza para recibir la ceniza y así recordar que

somos de barro, y que todos los males comienzan cuando olvidamos quienes somos.

Ayer en la lectura de la pasión de nuestro Señor Jesucristo, escuchamos como Jesús

también “inclinó la cabeza y entregó el Espíritu”. Jesús se inclina en su muerte, para

ponerle firma a su amor por nosotros “hasta el extremo”, para recordarnos que siendo

Dios se hizo hombre, que bajó a la tierra para amar a los hombres y entregarles su

Espíritu.

Él entrega todo a los hombres que permanecen abajo en este mundo; a todos los que

están caídos y doblegados, desilusionados, frustradas, resignados. En la cruz Jesús crea

al hombre nuevo. El amor hasta el extremo del que Jesús hablaba el Jueves Santo, se

hace visible para todos en la muerte de cruz, así el amor se extiende por el mundo y

transforma la conciencia de los hombres. Cuando el amor penetra en un hombre de

modo tan claro como en Jesús, entonces lo transforma todo, y de este amor surge el

movimiento que nadie puede detener. El Espíritu de Jesús entrega a la cruz a todos los

hombres, se derrama por todos los dominios y rincones de la mente y de los

sentimientos humanos, y se transforma en un manantial de salud y salvación, de

transformación y ampliación de la conciencia para todos.

Teniendo como signo principal a Jesucristo crucificado, vamos a meditar en las 7

palabras y en otros textos de la santa Palabra de Dios, para verificar el amor de Jesús

hasta el extremo y el significado de la Cruz.

Primera Palabra: “Padre perdónalos…” Lc. 23, 34.

Segunda Palabra: “hoy estarás conmigo en el paraíso.” Lc 23, 39.

Tercera Palabra: “Mujer ahí tienes a tu hijo” Jn 19, 25.

Cuarta Palabra: “Tengo sed.” Jn 18, 28.

Quita Palabra: “Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?...” Mt 27, 45-49.

Sexta Palabra: “Todo ha terminado” Jn 19, 30

Séptima Palabra: “Padre en tus manos encomiendo mi espíritu.” Lc 23, 46. (Cfr. Jn 19,

30)

21

<<Nadie tiene amor más grande que el que te da la vida por los que ama>> (Jn 15,13).

<<El Hijo del Hombre ha venido para servir y dar la vida en rescate de todos>> (Mc 10,

45).

<<Les aseguro que, si el grano de trigo caído en tierra no muere, queda él solo; pero si

muere, da mucho fruto. Quien tiene apego a su propia existencia, la pierde; quien

desprecia lo propia existencia en el mundo, la conserva para una vida sin término >>

(Cfr. Jn 12, 24-25).

<<Ahora me siento agitado: ¿Le pido al Padre que me saque de esta hora? ¡Pero si para

esto avenido, para esta hora! ¡Padre, manifiesta tu gloria!>> (Jn 10, 11)

<<El Padre me ama por que doy mi vida para recobrar de nuevo. Nadie me la quita; la

doy yo voluntariamente>> (Jn 10, 17)

Dejo que fluyan en mí el agradecimiento, el asombro, la fascinación, la paz, y la

seguridad que destila la confesión y proclamación de Pablo a la comunidad de Corinto:

<<Mientras los judíos piden milagros y los griegos buscan el saber, nosotros

proclamamos a un Mesías crucificado: para los judíos ¡Que escandalo! Y para los griegos

¡Qué locura! Pero para los que Dios ha llamado, judíos o griegos, este Mesías es fuerza

de Dios y sabiduría de Dios. >> (1 Cor. 1, 22-24).

3. RITO

PARA RESPONDERLE A JESÚS ADORANDO LA SANTA CRUZ

Preparación: (Ver recomendación 6, pág. 15)

Realización:

Papá: Dios se queja de la ingratitud de su Pueblo, un pueblo que como dice Isaías, se

ha olvidado de su Dios y Salvador. (cfr. Is. 1,1-30). Recordemos estas quejas, que en la

liturgia del viernes santo se le ha llamado tradicionalmente improperios.

Todos: Pueblo mío, ¿qué te he hecho o en qué te he ofendido? ¡Respóndeme!

22

Mamá: Yo te saqué de Egipto, país de la esclavitud y te guíe durante cuarenta años por

el desierto: tú me entregaste a mis enemigos y me llevaste hasta el suplicio de la cruz.

T: Pueblo mío, ¿qué te he hecho o en qué te he ofendido? ¡Respóndeme!

¿Qué respondo? ________________________________________________________

Papá: ¿Qué más puedo hacer por ti? Yo te regué como viña escogida y hermosa: ¡Qué

amarga te has vuelto conmigo! Para calmar mi sed tú me diste salivazos y vinagre.

T: Pueblo mío, ¿qué te he hecho o en qué te he ofendido? ¡Respóndeme!

¿Qué respondo? ________________________________________________________

Mamá: Yo te puse sobre mis rodillas y te llevé en mi seno. Yo te quise como un padre

a su hijo pequeño: tú me hiciste caer a empujones y me diste bofetada y azotes.

T: Pueblo mío, ¿qué te he hecho o en qué te he ofendido? ¡Respóndeme!

¿Qué respondo? ________________________________________________________

Papá: Yo hice de ti un pueblo de reyes y sacerdotes: tú me pusiste una corona de

espinas. Yo te escogí para ser un pueblo libre: tú me amarraste al árbol de la cruz.

T: Pueblo mío, ¿qué te he hecho o en qué te he ofendido? ¡Respóndeme!

Mamá: Yo te hice brotar para ti agua de la roca: tú como una lanza, abriste mi corazón.

Yo fui la luz en tu camino: tú me tapaste los ojos para golpearme.

T: Pueblo mío, ¿qué te he hecho o en qué te he ofendido? ¡Respóndeme!

¿Qué respondo?________________________________________________________

23

Papá: ¿Qué más hubiera podido darte? Yo mismo me entregué a ti: tú me dejaste

desnudo y me arrancaste hasta la vida.

T: Pueblo mío, ¿qué te he hecho o en qué te he ofendido? ¡Respóndeme!

¿Qué respondo?________________________________________________________

Mamá: Yo te llevé a las alturas del Sinaí, asenté tú morada en Sión: Tú me subiste al

calvario y me levantaste en el patíbulo de la cruz.

T: Pueblo mío, ¿qué te he hecho o en qué te he ofendido? ¡Respóndeme!

¿Qué respondo?________________________________________________________

Terminada la meditación y las oraciones de los improperios todos los miembros de la

familia se arrodillan y se ponen de frente a la Santa Cruz en silencio, luego la besan y

terminan todos con la siguiente oración:

Gracias Señor,

porque por amor

hasta el extremo

entregaste tu cuerpo

y derramaste tu sangre

por todos nosotros.

Enséñanos a entregarnos

y a sacrificarnos

por amor a nuestros hermanos.

Amén.

24

SÁBADO SANTO

INCLINAMOS LA CABEZA PARA SEPULTAR A JESÚS

RECOMENDACIONES:

1. Organizarse en familia para barrer y arreglar la casa.

2. Plantar algunos arbolitos, podar y regar las plantas.

3. Nadie está de fiesta cuando tiene un difunto en casa, por lo tanto hay que

mantenerse en silencio y en la esperanza de la resurrección.

4. Leer la Biblia, elegir algunos libros y lecturas adecuadas para la meditación personal.

5. Ponerse de acuerdo para participar en el pésame y Vigilia Pascual con toda las demás

gente en la parroquia.

6. Preparar para celebración familiar: la cruz con maíz germinado, una caja que

represente la tumba, una tarjetita o papelito para escribir lo que se desea enterrar,

fotos de familiares difuntos; un traste con agua, una imagen de la Sma. Virgen, velas,

flores y otros signos externos, que hablen de la vida y la Resurrección.

CANTO: “Aquí ante tu altar, Señor”.

Los granos que forman la espiga,

se unen para hacer el plan,

los que formamos la iglesia,

nos une la entrega nuestra.

Aquí ante tu altar, Señor,

entiendo mi vocación:

debo ofrecer mi vida,

para que tu pueblo viva (2)

El grano que cae de la tierra,

sólo vive si va a morir,

es dando que se recibe,

muriendo se va a vivir.

El vino y el pan te ofrecemos,

son nuestra respuesta de amor,

pedimos humildemente

acéptalo, Señor.

25

1. INTRODUCCIÓN.

TIEMPO PARA SEPULTAR Y RESUCITAR

Leemos, meditamos y comentamos.

La sepultura de Jesús (Jn. 19, 38-42) y luego el sepulcro vacío (Jn. 20, 2-9), son los

signos más sobresalientes del Sábado Santo y del Domingo de Resurrección. En

las personas que se acercan a la tumba y la encuentran vacía, se producen

diferentes pensamientos, sentimientos, postura, opciones y cosas que desde el

punto de vista de la fe son definitivos. En este sentido proponemos aprovechar

el símbolo del sepulcro, “para morir con Cristo y resucitar con Él”. Es decir para

sepultar al hombre viejo: pecados, heridas del pasado, autorreproches, conflictos,

etc., que es necesario meter en la tumba con la esperanza de resucitar a una vida

nueva.

Preguntas para compartir en familia.

¿Cuál es el hombre viejo que hoy sepultamos para resucitar a una nueva vida

como familia y así morir con Cristo y resucitar con Él?

¿Cuál es la carga que más pesa sobre nuestra familia?

¿Cómo manifiesto que: “creo en la resurrección de los huertos y en una vida

futura”?

2. Reflexión.

CREO QUE JESUCRISTO FUE CRUCIFICADO MUERTO Y SEPULTADO

La antítesis: entre el hombre viejo, el que vive en la órbita del pecado; y el hombre

nuevo, que vive bajo la acción del Espíritu Santo; adopta una nueva manera de

ver, pensar y actuar, que define la nueva conducta moral, de quien ha tomado la

decisión de ser cristiano. Este es el mayor desafío del Sábado Santo: hay que

enterrar al hombre viejo para resucitar a una nueva vida.

Dice San Pablo a los Romanos:

“Como ustedes saben, todos nosotros, al ser bautizados en Cristo Jesús, hemos

sido sumergidos en su muerte. Por este bautismo en su muerte fuimos sepultados

con Cristo, y así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la Gloria del

Padre, así también nosotros empezamos una vida nueva.

26

Una representación de su muerte nos injerto en él, pero compartiremos también

su resurrección. Como ustedes saben, el hombre viejo que está en nosotros ha sido

crucificado con Cristo. Las fuerzas vivas del pecado han sido destruidas para que

no sirvamos más al pecado. Hemos muerto ¿No es cierto? Entonces ya no le

debemos nada. Pero si hemos muerto junto a Cristo, debemos creer que también

viviremos junto a él. Sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos,

ya no muere más: desde ahora la muerte no tiene poder sobre él. Así pues, hay

una muerte y es un morir al pecado de una vez para siempre. Y hay un vivir que es

vivir para Dios. Así también ustedes deben considerarse muertos para el pecado y

vivos para Dios en Cristo Jesús. (cfr. Rm 6, 4-11)”

3. RITO

PARA ENTERRAR AL HOMBRE VIEJO

Realización:

- Mientras cantamos: “Aquí ante tu altar”, contemplamos los botecitos ahora ya

con las semillas transformadas, la cajita que representa la tumba, las fotos de

familiares difuntos, etc.

- Al terminan el canto cada uno escribe en el papelito lo que desea enterrar.

Pueden ser pecados que nos quitan el sueño, heridas de los últimos años

entorno a las cuales giran una y otra vez los pensamientos y sentimientos.

Pueden ser conflictos producidos dentro de la familia o de la empresa. Pueden

ser relaciones rotas, etc.

- Después en silencio se hace el rito del entierro, depositan el papelito en la caja

que representa la tumba.

- Finalmente todos contemplan como van brotando las semillas el Domingo de

- Ramos, y comparten como han ido resucitando durante la semana que hoy

termina.

- Terminamos haciendo oración comunitaria.

- Cantamos: “Aquí ante tu altar”.

- El papá o la mamá dan la bendición.

- Convivencia familiar.

27

PASCUA (Domingo de Resurrección)

INICIAMOS LA PASCUA INCLINANDO LA CABEZA

PARA RECIBIR EL AGUA PASCUAL

RECOMENDACIONES:

1. Que en el altar familiar, resalte ahora la Santa Cruz adornada con signos de

fiesta y resurrección. Durante la Pascua podrían adornarlos con regalos

significativos para entregarse unos a otros en la fiesta del pentecostés.

2. Es importante saber aplicar bien la pedagogía del contraste que se da entre la

Cuaresma y la Pascua:

- Si en la cuaresma se resalta la ceniza, en la pascua debe resaltarse el agua

bendita;

- Si en la cuaresma se resalta el ayuno y la abstinencia, en la pascua la comida

y la fiesta;

- Si en la cuaresma se resalta el color morado, en la pascua el color blanco;

- Si en la cuaresma se resalta la Cruz, en la pascua la Luz;

- Si en la cuaresma se resalta la Vía Crucis, en la pascua la Vía Lucis, etc.

3. Para esta Celebración: preparamos además un recipiente de agua bendita y una

flor para dar individualmente el agua de Pascua y luego hacer la bendición de la

casa.

CANTO: “con agua viva”

Yo te pido de las aguas de tu paz,

esa agua viva y me la das,

tengo sed y tengo hambre de tu

amor,

y espero tato de tu fuente, mi Señor.

Eres Dios, estás en Dios y muestras

Dios,

y Dios contigo es unidad;

yo que vine de la tierra y polvo soy,

quiero vivir, quiero beber de tu

verdad.

Con agua viva,

con vida nueva,

todos los días

me bautizas otra vez.

Me siento renovar,

me siento rebosar,

cuando estoy cerca

de la fuente de tu paz.

28

1. INTRODUCCIÓN

LA CUARESMA (CENIZA) Y LA PASCUA (AGUA) SON INSEPARABLES.

Leemos, meditamos y mentamos.

Estos dos signos son indispensables: unos anuncia nuestro origen, el otro

nuestro destino; uno anuncia la muerte, el otro anuncia la resurrección, unos

anuncia nuestra debilidad y el otro nuestra fortaleza, uno nuestra humanidad y

el otro nuestra divinidad en Jesucristo nuestro Señor.

La cuaresma sin la pascua es un proyecto frustrado. No se puede –aunque así

o hagamos- recibir la ceniza sin recibir el agua. No se puede ser cristiano solo

de cuaresma o solo de pascua, esto es frustrar el proyecto de Dios, es un

atentado contra nuestra fe que tiene su vértice en el anuncio de la muerte y la

proclamación de la resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

Preguntas para compartir en familia.

¿Qué costumbres y prácticas hacemos en nuestra familia durante la cuaresma?

¿Qué costumbres o prácticas hacemos en nuestra familia durante la Pascua?

¿Qué costumbres o prácticas hacemos durante la Semana Santa?

La cuaresma (ceniza) y la pascua (agua) son inseparables:

¿Cómo se vive esto en nuestra familia?

2. Reflexión

YO LES ASEGURO QUE EL QUE NO NACE DEL AGUA Y DEL ESPÍRITU

NO PUEDE ENTRAR EN EL REINO DE DIOS.

1) ¿Cómo puede volver a nacer un hombre si ya está viejo?

El nuevo nacimiento es obra del Espíritu Santo y se realiza en el Bautismo.

Sin ellos no hay salvación ni vida, ni posibilidad de entrar en el reino.

La Santa Biblia al referirse a éste tema, lo dice con estas palabras:

“Entre los fariseos había un personaje judío llamado Nicodemo. Este fue de noche a

ver a Jesús y le dijo: <<Rabbí, sabemos que has venido de parte de Dios como

maestro, porque nadie puede hacer señales milagrosas como las que haces tú, a no

ser que Dios este con él>>

29

Jesús le contestó: <<En verdad te digo que nadie puede ver el Reino de Dios si no

nace de nuevo desde arriba.>>

Nicodemo le dijo: << ¿Cómo renacerá el hombre ya viejo? ¿Quién volverá al seno de

su madre?>>

Jesús le contesto: <<En verdad de digo: El que no renace del agua y del Espíritu no

puede entrar al Reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, y lo que nace del

Espíritu es espíritu. No te extrañes de que haga dicho: Necesitan nacer de nuevo

desde arriba. El viento sopla donde quiere, y tú oyes su silbido, pero no sabes de

donde viene ni a donde va. Lo mismo le sucede al que ha nacido del Espíritu. >>” (Jn

3, 1-8).

2) Aquí nace para el cielo un pueblo de alto linaje.

El agua es el origen de cualquier tipo de vida. Toda vida tiene origen en el agua.

También la vida cristiana tiene su origen en el agua, dice una inscripción el

bautisterio de San Juan de Letrán-Roma:

“Aquí nace para el cielo un pueblo de alto linaje y el Espíritu le da vida en las

fecundas aguas.

Pecador, desciende a la fuente sagrada para lavar tu pecado: Desciende canoso y

asciende con una nueva juventud. Nada separa a los renacidos, ya son uno:

Pues uno es Bautismo, otro es Espíritu, una la fe. En las aguas, la Madre Iglesia

engendra una fecundidad virginal a los que pone en el mundo por la virtud del

Espíritu. Si quieres ser puro lávate con esta agua, sea cual fuera tu falta; pecado de

origen o falta personal. Esta es la fuente de la vida que baña al universo entero: Ha

brotado de la herida de Cristo. Esperad el reino de los que habéis nacido en esta

fuente. No basta nacer para arribar al país de Dios. Que nadie se ausente del número

o peso de sus faltas, y santo será quien nazca de esta agua”. (Siglo IV)

30

3) Bendición y significado del agua.

Dios nuestro, cuyo Espíritu aleteaba la superficie de las aguas en los mismos

principios del mundo, para que ya desde entonces el agua recibiera el poder de

dar la vida.

En todas las religiones y culturas el agua posee una fuerza purificadora y

renovadora. El agua del bautismo nos purifica de los errores del pasado y nos

renueva para que vivamos como personas nuevas. (Agua: signo de Purificación)

(cfr. Ef. 16, 4-9; Hb. 9,13s)

Dios nuestro, que incluso en las aguas torrenciales del diluvio prefiguraste el

nuevo nacimiento de los hombres, al hacer que de una manera misteriosa, un

mismo elemento diera fin al pecado y origen a la virtud.

Hay personas que se petrifican en la rutina cotidiana, personas de las cuales ya

no sale nada, porque todo a si desertizado y fosilizado. Para estas situaciones el

agua de pascua nos recuerda que en nosotros por el bautismo, brota una fuente

que no permite que nos sequemos. Es la fuera del Espíritu Santo que nos inspira

nuevas ideas y nos pone en contacto con la creatividad divina (CF. Hch. 10, 47s).

(Agua: signo de la fecundidad espiritual)

“Dios Nuestro, que hiciste pasar a pie enjuto por el Mar Rojo a los hijos de

Abraham, a fin de que el pueblo liberado de la esclavitud del faraón, prefigurara

al pueblo de los bautizados.”

El agua puede tener también una fuerza destructora: Nos sumergimos en el

bautismo como si descendiéramos a la tumba de Cristo y allí sepultamos todo lo

que es obstáculo para nuestra vida, sepultamos nuestra vieja identidad,

sepultamos las heridas y las ofensas, morimos a este mundo para vivir como

personas nuevas (Cf. Rm. 6, 3ss). (Agua: signo para sepultar lo que estorba en

la vida).

31

Dios nuestro, cuyo Hijo, al ser bautizado por el precursor en el agua del Jordán,

fue ungido por el Espíritu Santo; suspendido en la cruz, quiso que brotaran de su

costado sangre y agua; y después de su resurrección mando a sus apóstoles: “Id

y enseñad a todas la naciones bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo,

y del Espíritu Santo.”

Si estamos muertos al mundo, esto significa también que nosotros vivamos más

allá del lumbral tras el cual la muerte ya no tiene dominio.

(Agua: signo del poder sobre la muerte cfr. Rm 6,9).

El sumergirse de Jesús en el agua, simboliza que penetra en las profundidades

de la Tierra. Cuando descendemos a nuestra propia oscuridad, se abre el cielo,

es una hermosa imagen de misterio Cristiano. (Mc 9-11) (Agua signo del cielo

abierto).

Desde el cielo Dios nos dirige la palabra y os dice que somos aceptados

incondicionalmente y que tenemos el derecho a vivir “Tu eres mi hijo, mi

predilecto, tu eres mi hija mi predilecta… en ti me complazco”. Te quiero mucho,

no por lo que haces, sino porque estas bien tal como eres. Este derecho absoluto

a la existencia, que experimentamos en el bautizo es la premisa para poder nos

solo sobrevivir sino para vivir realmente. (Agua: signo adopción incondicional).

(Mt. 3,14s).

Mira ahora a tu iglesia en oración y abre para ella la fuente del bautismo. Que

por la obra del Espíritu Santo adquiera la gracia de tu Unigénito, para que el

hombre, creado a tu imagen, limpio de su antiguo pecado por el sacramento del

bautismo, renazca a la vida nueva por el agua y el Espíritu Santo.

La imagen del nuevo nacimiento ilustra un aspecto esencial del bautismo. En el

evangelio de Juan, Jesús dice a Nicodemo: “si uno no nace de nuevo no puede

ver el Reino de los cielos”. (Jn 3,3). El bautismo nos una nueva identidad,

sumergidos en la imperecedera vida divina, nos convertimos en una persona

nueva que participa de la inmortalidad y de la eternidad de Dios. (Agua: signo

de nuevo nacimiento).

32

3. RITO

PARA HACER EL AGUA DE PASCUA EL SIGNO DE RETORNO

A NUESTRO ORIGEN COMO HIJOS DE DIOS

Preparación: (ver recomendaciones 1 al 3, pág. 24)

Realización:

a) Para la aspersión individual

Este rito puede hacerse en todas las misas dominicales, incluso en las celebradas en

las últimas horas celebradas los sábados por la tarde.

La bendición y aspersión del agua se hace después del saludo inicial y ocupa el lugar

y la función del acto penitencial del comienzo de la misa.

Notas: Este rito es el que se propone en el Misal Romano dentro de la misa, pero

puede adaptarse para hacerlo en la casa con la familia.

Rito de la bendición y aspersión del agua de los domingos, tomado del Misal

Romano, Formulario III.

Este formulario está indicado especialmente para la cincuentena pascual.

El sacerdote invita al pueblo a la plegaria, con estas palabras u otras semejantes:

Queridos hermanos: Invoquemos la bendición de Dios. Nuestro Padre, y pidámosle

que la aspiración de esta agua reavive en nosotros la gracia del bautismo, por medio

del cual fuimos sumergidos en la muerte redentora del Señor para resucitar con él

una vida nueva.

Después de una breve oración en silencio, el sacerdote prosigue, diciendo:

Oh Padre, que el Cordero inmolado en la cruz haces brotar una fuente de agua viva.

R. bendice y purifica a tu iglesia.

33

O bien:

R. Bendito seas por siempre, Señor.

Oh Cristo, que renuevas la juventud de la Iglesia en el baño del agua con la palabra

de vida.

R. Bendice y purifica tu iglesia.

O bien:

R. Bendito seas por siempre, Señor.

Oh Espíritu, que nos haces renacer de las aguas del bautismo como primicia de la

humanidad nueva.

R. Bendice y purifica a tu Iglesia.

O bien:

R. Bendito seas por siempre, Señor.

Dios todo poderoso, que por medio de los sacramentos de la fe renuevas las

maravillas de la creación y de la redención, bendice esta agua y concede que a

todos los renacidos del Bautismo sean mensajeros y testimonios de la Pascua, que

se renueva incesantemente en tu iglesia.

Por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.

Terminada la bendición, el sacerdote torna el hisopo, se rocía a sí mismo y, luego,

rocía los ministros, al clero y los fieles. Si le parece conveniente, puede recorrer la

iglesia para la aspersión de los fieles. (El primer Domingo de Pascua podría ser la

aspersión individuamente con la ayuda de las personas que dieron la ceniza. El

Sacerdote o el ministro puede decir a cada uno: “Bendito sea Dios que te ha elegido

en nombre de Jesucristo”. (cfr. Ef. 1,4). Quien recibe el agua bendita dice: “Gloria a

ti señor Jesús” o “Hoy inicio –o he iniciado- las Pascua inclinando la cabeza para

recibir el agua de Pascua, volveré el miércoles de ceniza del año entrante, para

inclinar la cabeza y recibir nuevamente la ceniza”. Amén)

Mientras tanto, se canta un canto apropiado. Una vez acabado el canto, el sacerdote,

de pie y de cara al pueblo, con las manos juntas, dice:

Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta

Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.

34

Por los siglos de los siglos.

R. Amén.

A continuación se dice o se canta Gloria a Dios, si lo hay en la misa.

b) Para rociar en familia el agua de gloria en la propia casa

Reunida la familia, el papá o la mamá dirige la siguiente oración, procurando que

participen todos los miembros de la familia. Al final el papá o la mamá rocían la

casa con el agua bendita y hace la oración final.

Esquema

1. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

2. Canto: Iglesia Bendita, u otro cato adecuado y conocido por todos.

IGLESIA BENDITA FAMILIA DE DIOS

IGLESIA EN LAS CASAS TEJIENDO EL AMOR. (2 veces)

Iglesia que nace del Padre y del Hijo,

del “fuego” y del “viento” de Pentecostés

carisma y dones, muchas expresiones

hablando el idioma del Reino de Dios.

Mujeres y hombres, pueblos y naciones

razas y culturas todos a una voz,

unidos se entienden, unidos transcienden,

hablando el idioma del Reino de Dios.

Pastores y laicos en un solo cuerpo,

una sola alma y mismo corazón,

unidos oramos y evangelizamos

hablado el idioma de la comunión

3. TEXTO BIBLICO - Mt. 7,24-28

“Si uno escucha estas palabras mías y las pone en práctica, dirán de el: Aquí

tienen al hombre sabio y prudente, que edifico su casa sobre roca. Cayó la lluvia,

se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y se arrojaron contra aquella casa,

pero la casa no se derrumbó, porque tenía los cimientos sobre roca. Pero dirán el

que oye estas palabras mías, y no las pone en práctica: aquí tienen a un hombre

tonto que construyo su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos,

soplaron los vientos y se arrojaron contra esa casa: la casa se derrumbó y todo

35

fue un gran desastre. Cuando Jesús termino este discurso, la gente estaba

admirado de como enseñaba.”

4. Breve comentario.

¿Qué dice la Palabra de Dios?

¿Qué dice concretamente a nuestra familia?

¿Cuáles son los cimientos sobre los que está construida nuestra familia?

¿Qué valores humanos, cívicos y cristianos se cultivamos en nuestra familia?

5. Oración común

Queridos hermanos, llenos de la inmensa alegría de la Pascua, movidos por el

Espíritu Santo, invoquemos a Cristo, a quien el Padre ha constituido principios y

fundamentos de nuestra comunión, diciéndole con humildad:

R. Quédate con nosotros, Señor.

Señor Jesucristo, que después de tu Resurrección te apareciste a tus discípulos y los

alegraste con el don de tu paz, has que esta familia sienta tu presencia y se esfuerce

por vivir siempre unida a ti en el gozo de tu paz.

R. Quédate con nosotros, Señor.

Tú que llegaste a la gloria de la resurrección a través de la humillación de la cruz,

enseña a los miembros de esta familia a encontrar motivo de unión en las mismas

dificultades de cada día.

R. Quédate con nosotros, Señor.

Tú que sentado a la mesa con los discípulos, te diste a conocer en la Fracción del

Pan, haz que esta familia, participando, en la celebración de la Eucaristía, fortalezca

su fe y de testimonio de su piel.

R. Quédate con nosotros, Señor.

Tú que llenaste con la fuerza del Espíritu Santo la casa donde estaban reunidos tus

discípulos, envía el mismo Espíritu a esta familia para que gocen de su paz y de su

gloria.

R. Quédate con nosotros, Señor.

Pueden agregarse otras intenciones.

36

6. Agua bendita.

Antes de rociar al agua bendita.

Benditos seas Señor que en la Pascual del Antigua Testamento, conservaste intactas

las casa de tu pueblo escogido, rociadas con la sangre del Cordero, y que en los

sacramentos de la Nueva Alianza, nos diste a tu Hijo Jesucristo, crucificado por

nosotros y resucitado de entre los muertos, como verdadero pascual, para proteger

a tus fieles de los engaños del enemigo y llenarnos con la gracia del Espíritu santo,

derrama sobre esta casa y familia tu bendición † para que el gozo de la caridad

inunde los corazones de lo que en ella viven. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

7. Oración final.

(Después de rociar el agua bendita)

- Padre nuestro…

- Dios te salve María…

- Gloria al Padre…

- Dulce madre…

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