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El Informativo Mujer es una publicación

bimestral editada por el Área Mujer del Centro

de Documentación y Estudios (CDE).

Año 15, No 166, noviembre/diciembre 2003.

Cerro Corá 1426 c/Paí PérezCasilla de Correo: 2558Tels.: (595 21) 225 000 / 204 295Fax: (595 21) 213 246E-mail: cde@cde.org.py

amujer@cde.org.py

Asunción, Paraguay

Equipo Informativo MujerLine Bareiro

Margarita Elías

Myrian González Vera

Ofelia Martínez

Clyde Soto

Carolina Thiede A.

Any Ughelli

Verónica Villalba M.

ResponsablesMyrian González Vera

Verónica Villalba M.

AsistenteCarolina Thiede A.

Colaboraron en este númeroLila Molinier

María Graciela Mendoza

Lilian Soto

Recortes de PrensaRafael Martínez

Foto de tapaJuan Britos

Diseño GráficoMarta Giménez

Eduardo Barreto

ImpresiónEdiciones y Arte

ÍNDICELA MIRADA

Alianza estratégica �

PANORAMA

Ordenando la casa /Lila Molinier �

La corte se hizo polvo /Line Bareiro ��

Una mujer en el Consejo de la Magistratura.Crónica de un sueño frustrado /María Graciela Mendoza ��

Patriarcado exagerado /Clyde Soto ��

Nuestra primera vez:Encuentro Feminista del Paraguay /Carolina Thiede Arias ��

Las desubicadas mujeres políticas y el conservadurismoen la Junta Municipal de Asunción /Lilian Soto ��

Derechos en Paraguay:cada vez más lejos de ser humanos /Myrian González Vera ��

INTERNACIONALESJuárez: la ciudad de la muerte /Verónica Villalba �

BREVES INTERNACIONALESFeminismo-s en Brasil �

ACONTECIMIENTOS �

ENTREVISTAS

Después del Primer Encuentro Feminista /Myrian González Vera Las mujeres recluidas:el sistema penal repite sus vicios /Carolina Thiede Arias ��

VIOLENCIALa Marcha del pañuelo lila �

TE RECOMENDAMOS��� ��

PIENSO QUE���Imagen feminista /Carolina Thiede Arias �

PERSONAJESBenedita da Silva ��

Tapa: Indígenas Ayoreode.Comunidad Jesudi.Dpto. de Boquerón.

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El Paraguay es un país empobrecido. Nunca fuerico, o por lo menos, nunca se produjeron gran-des riquezas, y sus habitantes nunca han tenidoigualdad de oportunidades. Tampoco se ha co-nocido un Estado de bienestar que garantizaseun mínimo de seguridad social a toda la pobla-ción. Pero en los últimos años se fue convirtien-do en un país pobre en lo material y también encreatividad. Pareciera que se perdió la capaci-dad de generar proyectos colectivos que mar-quen un rumbo de desarrollo incluyente. Lo nota-ble de esa pobreza es que se agudizó en los quin-ce años de libertad, y en cuanto a la pobrezamaterial hoy alcanza casi al 49% de los hombresy mujeres del Paraguay, según la Dirección Gene-ral de Estadística, Encuestas y Censos.

Dentro de una difícil coyuntura general, nuestramirada detectó algunos procesos sociales muypositivos. Vamos a hablar de una alianza estra-tégica que no se realizó en una mesa de nego-ciaciones, que tampoco fue planificada ni tieneque ver directamente con la gobernabilidad de-mocrática y ni siquiera con la política, en el sen-tido de ámbito de lucha por el poder. Nuestramirada hoy se dirige hacia una fructífera alianzaeconómico-cultural entre mujeres de diferentesclases sociales en el Paraguay, en la que inter-vienen también otros actores.

Hay mujeres de sectores populares que desdesiempre han tejido en telares y bordan aho po’íen Yataity, en Guairá, y que se ha extendido apueblos de otras regiones, están las que tejenñandutí en Itauguá y encaje ju en Carapeguá,por citar solamente algunos. Siempre lo hicie-ron maravillosamente. Las telas de aho poi entelares de 40 centímetros de ancho son estu-pendas, y ni qué decir de los bordados con susmúltiples diseños, y el ñandutí derivado del en-caje de las islas Canarias pero con identidadpropia que adquiere formas increíbles, al igualque el encaje ju, hecho con agujas.

Esos trabajos siempre fueron estupendos, y al-gunos productos como los manteles y mantas,sobre todo los poyvi, nunca necesitaron ser pro-

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movidos especialmente para que en la mayoríade las casas paraguayas se contase con ellos, yademás eran y son apreciados en el extranjero.De eso podemos dar testimonio personal por-que son los regalos más apreciados que sole-mos llevar.

El problema era con la ropa. En general, no te-nía buen corte y ponérsela era usar algo popu-lar y folklórico pero no de moda, o porque eraropa fresca y barata, o porque en las escuelasnos vestían “de paraguayas” y usábamos typoi,que lo siguen usando las bailarinas folklóricas.Es decir, las ropas realizadas con hermosos teji-dos y bordados paraguayos no eran mercancíacompetitiva, aunque hubo excepciones comolas creaciones de Antonia Galeano en los años‘50 y ‘60, que eran de alta costura con ahopo´i y de algún vestido de novia de ñandutí.

Pero si alguien viene hoy al Paraguay diría queestamos locas por hacer esta descripción. Encasi todos los actos, reuniones y oficinas, lamayoría de las mujeres y de los hombres vistenropas de aho po´i, o con apliques de ñandutí ode encaje ju, Lo que pasó es que desde haceunos años mujeres de clase media, con idea demoda, de buen corte, comenzaron a utilizar eltrabajo de las mujeres de sectores populares ylos vestidos, blusas, pantalones, sacos, comen-zaron a mejorar.

Creemos que el mérito no fue de los proyectosde promoción social, gubernamentales o nogubernamentales, que apostaron a las artesanas,sino de creadoras de moda y objetos culturales.Aun con el riesgo de ser injustas por olvidar

nombres, queremos recordar a algunas perso-nas que fueron marcando el cambio desde hacecomo 20 años, como por ejemplo, Ysanne Gayetcon sus gallitos aplicados a túnicas de hermo-sos colores y cortes, Totó Giret que abrió unnegocio en el que se encontraban conjuntosmuy lindos confeccionados con aho po´i en telasde algodones naturales de distintos colores queni siquiera sabíamos que teníamos, y OsvaldoCodas que apostó a las telas y trabajos popula-res paraguayos para sus creaciones. Los con-tactos ayudaron a que algún modisto famosointernacionalmente tomase ocasionalmentenuestras telas.

Hoy son incontables los nombres de creadorasque trabajan con los tejidos tradicionales, y elimpacto fue tan grande que una importanteempresa textil puso en el mercado camisas yblusas de aho po’i, con un éxito tal que en lasfiestas de primavera de los clubes sociales loshombres de clase media y alta usan esas cami-sas con sus smoking. Lo más genial es que esorevirtió en los pueblos de artesanas. Hace añosla pobreza se enseñoreaba de las casas de lasbordadoras de Yataity y hoy, en medio de la cri-sis económica actual, pasó a haber prosperidaden ese pueblo gracias al talento de las mujeres.

Podríamos hablar de manera parecida de lascarteras de cuero y de los trabajos en madera,pero hoy lo más importante para nosotras esque podemos pensar en el desarrollo del Para-guay a partir de alianzas entre productoras dediversas experiencias culturales y circunstanciassociales, que confluyen en un pacto no firmadopero que todas utilizamos porque simplementesus productos son maravillosos y eso generabuena onda, como cuando nos dijo una vende-dora de carteras: “hoy la vi a Cecilia en la tele yme encanta que la entrevisten porque ella hizomucho por las artesanas”. Es cierto y tambiénlo es que las artesanas hicieron mucho por Ce-cilia, por Carolina y tantas otras creadoras demoda.

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” Los dos últimos meses del año 2003 se vin-culan con las medidas asumidas tanto por elsector público como el privado para mejorarlos resultados económicos del ciclo anual, asícomo también con las actividades propias dela estación y las fechas festivas. Las noveda-des en el sector público trascienden el cortoplazo al establecer y proponer medidas depolítica económica y social de largo alcance,como la propuesta y la promulgación de laLey 2.345 del 24 de diciembre de Reforma ysostenibilidad de la Caja Fiscal, Sistema deJubilaciones y Pensiones del Sector Público,así como el proyecto de ley marco deReordenamiento Administrativo y AdecuaciónFiscal, cuyo estudio y aprobación se prolon-ga hasta el 2004.

Al mismo tiempo, los poderes Ejecutivo y Le-gislativo asumieron negociaciones y acuer-dos diversos para “ordenar la casa” con me-didas de corto y mediano plazo, como elacuerdo con el Fondo Monetario Internacio-nal vinculado con el establecimiento de ajus-tes en las finanzas públicas que garanticen elcumplimiento de los compromisos contraídoscon los organismos del crédito externo, al igualque los niveles y características del propio Pre-supuesto General de la Nación para el año2004.

Las movilizaciones sociales producidas en estecontexto, entre las que se destaca las del gre-mio docente, indican la percepción de lo quese considera un endurecimiento de los efec-tos sociales esperados con la aplicación dedichas medidas, y han generado distintos ni-veles de quejas, reclamos y desconfianza ha-cia el proyecto económico y el orden socialdel nuevo gobierno, un clima inquietante enotros términos.

El alto costo político que significan estas reac-ciones para el nuevo equipo de gobierno se in-tentó suavizar con la difusión de medidas decontención y transparencia de la administraciónpública, como la reiteración del pago del agui-naldo a los jubilados, la puntualidad en el pagode los sueldos y aguinaldos al funcionariado delsector público, y la normalización de los proce-dimientos de licitación pública. Estas dos últi-mas eran reclamos y pendientes de larga data.

“Still Life with Sleeping Woman”, Henri Matisse

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La recuperación económica

El balance económico anual reportó la recupe-ración del producto interno bruto en un 2.6 %frente a la crisis 2001-2002 cuando las activi-dades económicas habían caído en un 2.3 %1,dentro de la tendencia general de estancamien-to registrada a partir de 1995.

En el sector agrícola, los meses de noviembre ydiciembre corresponden a un periodo dentro delcual se abrieron las expectativas en torno alperiodo inicial de la temporada agrícola de lasoja y del algodón, y se recogieron los resulta-dos de la temporada anual y de su segundosemestre.

El año 2003 se caracterizó por el aumento dela superficie cultivada, de la producción y el ren-dimiento de los rubros de exportación, en res-puesta al contexto internacional favorable a larecuperación de los precios internacionales delos productos agrícolas como la soja, el trigo,maíz, algodón, tabaco. En el cuadro siguientese muestra que en el caso de la semilla de lasoja, el aumento interanual fue de 100 dólaresla tonelada (55,5 %), y el de la fibra de algodónfue de más de 500 (54,5 %). Esta reactivación dela producción agrícola tuvo efectos dispares enlos sectores productivos rurales, por las condicio-nes dentro de las cuales se desarrollaron.

En el caso de las familias campesinas (salvoexcepciones ligadas a grupos organizados y asis-tidos con proyectos productivos definidos), laexpansión de los cultivos del algodón y los de-más rubros de mercado y de consumo familiarse desarrollaron en fincas campesinas empobre-cidas en recursos humanos y materiales por lacrisis 2001-2002. Mientras, en el caso de lasempresas agrícolas, la rápida expansión de loscultivos mecanizados incluyó nuevas zonas decultivo, grandes extensiones de tierras rentadasa los ganaderos y las pequeñas parcelas renta-das o rematadas a las familias campesinas em-pobrecidas, llegando con esto hasta los límitesde los lotes ocupados por sus respectivas vi-viendas.

Más que nunca, la temporada agrícola de la sojapara la exportación 2003-2004 ha evidenciadosu agresiva e irracional forma de explotación, algenerar graves daños a la salud de la poblacióncampesina y al medio ambiente rural, afectadospor el uso y abuso de los agrotóxicos, lo que seevidencia en la inusitada movilización de las orga-nizaciones campesinas en esta época del año.

1 Los datos utilizados, salvo especificacióndiversa, se encuentran sistematizados enel cuadro inserto al final.

PARAGUAY.

Evolución de los precios internacionales prome-

dio de los principales productos de exportación e

importación.

Diciembre 2002 a diciembre 2003

Principales productos Dic-02 Dic-03

Semilla de soja, tonelada 181,1 281,6

Fibra de algodón, tonelada 959,5 1482,3

Petróleo, barril 31,2 32,5

Fuente: www.bcp.gov.py/gee/Informe Económico, enero 2004.

Por otro lado, el grupo de medidas del gobiernoorientado a regularizar el movimiento comercialy productivo, tuvo respuestas favorables en lademanda y oferta interna. Se facilitó la disponi-bilidad de los salarios, sueldos, aguinaldos y pagode proveedores, unido a la campaña de reduc-ción de precios de la canasta familiar en lossupermercados, y se acordó con el sector priva-do financiero la reducción de las tasas de inte-rés activas para el crédito productivo. Las tasasde interés activas (cobradas a los préstamosconcedidos por los bancos y financieras), se re-dujeron en diciembre a un promedio pondera-do del 36% dentro de un promedio anual queaun así lució alto, de 50%.

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La expansión, la racionalización y la equidad enla ejecución de las políticas públicas, a pesar desu incorporación a nivel del diseño de los mis-mos en los años noventa, son deudas pendien-tes. Las falencias y deficiencias en estos cam-pos forman parte de las terribles crónicas prota-gonizadas a diario por cientos de niños y niñas,indígenas y mujeres, desamparadas/os y aban-donadas/os a su suerte.

En este contexto de deuda social y deficienciade la gestión pública, acumuladas en los quin-ce años que lleva la nueva época para el Estadoy la sociedad paraguaya, no dejan de llamar laatención los drásticos ajustes realizados al régi-men de jubilaciones y pensiones del funciona-riado público, en particular: el aumento de 14 a16% de la cotización mensual sobre los sueldosbrutos, y a un plazo de 40 años frente a los 20a 25 años anteriores. Sobre todo, si el sistemapúblico sigue convirtiendo este ahorro obligato-rio de esta gran masa de la población en finan-ciamiento del régimen de privilegios heredado,y no en recursos para inversión social a favor delas mayorías.

El contexto de mayorpobreza, desigualdad ydesempleo

El éxito de las medidas de política económica yde nuevas políticas económicas depende de susostenibilidad y articulación con el desarrollosocial global y medio ambiental.

Teniendo en cuenta el aumento del número depobres y pobres extremos, el desempleo, elsubempleo, y la desigualdad social históricas,las salidas son difíciles y complejas, y requierenel concurso de todos los sectores públicos yprivados, y de la cooperación internacional, enun esquema de gobernabilidad que a estas al-turas de la transición se ha instalado sólo par-cialmente en la cultura política paraguaya.

El nuevo modelo de desarrollo reclamado en lasmovilizaciones campesinas, obreras y de muje-res apuestan a este cambio, que apunta a insta-lar un nuevo sistema u orden social equitativo,un compromiso político y moral para toda lapoblación paraguaya.

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PARAGUAY

Indicadores socioeconómicos 2002-2003

En guaraníes corrientes o constantes, dólares y porcentajes, según especificaciones

Producto Interno Bruto (PIB). En millones de dólares corrientes (2002) 5,595

PIB por habitante. En dólares corrientes (2002) 969

PIB. Composición sectorial en porcentajes. Total (2002) 100%

Agricultura, ganadería, forestales, caza y pesca 23.6%

Industria, construcción y minería 18.7%

Electricidad, agua y serv. sanitarios, transporte y comunicación 11.6%

Comercio y finanzas, gobierno, viviendas y otros servicios 46.0%

PIB total. % de crecimiento interanual promedio /2001 - 2002). Guaraníes 2000 -2.3%

PIB total. % de crecimiento interanual promedio 2002 - 2003 2.6%

PIB total. % de crecimiento anual promedio /1995 - 2002). Guaraníes 2000 0.6%

Ingreso Nacional Total. En millones de dólares corrientes (2002) 4,879

IN por habitante. En dólares corrientes (2002) 845

Salario Mínimo Legal desde febrero 2003. En Gs. corrientes 972,413

Salario Mínimo Legal. En dólares promedio año 151 y corrientes a diciembre 2003 163

Inflación acumulada a diciembre 2003 9%

Población total (Censo Nacional 2002) 1/ 5,516,391

Población económicamente activa (PEA) sobre poblac de 10 años y más (2002) 61.2%

Población económicamente inactiva (PEA) sobre poblac de 10 años y más (2002) 38.8%

Población ocupada 89.2 % c/desempleo abierto 11 % sobre la PEA (2002)

Desempleo oculto 11 % de la PEI; subocupado: 25 % de la PEAO (2002)

Población pobre 24.2 % y pobre extremo 24.7 % (2002) Total país 48.8%

Zona urbanas: pobre 28.0 % y pobre extremo 18.1 % (2002) Total z urbana 46.1%

Zonas rurales: Población pobre 18.8 % y pobre extremo 33.5 % (2002) Total z rural 52.3%

Exportaciones registradas de bienes. Millones de dólares (2003) 1,288.5

Importaciones registradas de bienes. Millones de dólares (2003) -1,878.2

Ingreso de divisas de Itaipú y Yacyreta a diciembre 2003 239.0

Saldo de la deuda externa pública a diciembre 2003. En millones de dólares corrientes 2,432.7

Servicio de la deuda externa pública pagado a diciembre 2003. Millones U$ 200.2

Desembolsos del crédito externo de enero a dic. 2003. Millones de dólares 204.6

Transferencia neta de recursos externos a dic. 2003. Millones de dólares -34.4

Activos de Reservas Internacionales. Saldo a dic. 2003. Millones de dólares 982

Tipo de cambio nominal, Guaraníes = 1 dólar dic. 03 = 5.983. Promedio año 2003 6,435

Saldo de la deuda pública interna con el BCP del S Público No Financiero=. (MM) 2,753

y Financiero. En mil millones de guaraníes (MM) 130

Saldo de la deuda interna del Sector Privado con el BCP Mil millones Gs. 1,430

Déficit fiscal ( - ) a diciembre 2003, en Millones de Gs. -104,878

Tasas de interés activas, promedio año 50.0 %, dic 2003: 36.2 %. Tasas pasivasa la vista 6.9 %; a plazo 15.5 % CDA 18.4 % Promedio ponderado: 10.2Intermediación bancaria, promedio año: 39.7, dic 2003: 31.2 %

1/ Incluye ajuste censal. Veáse Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC), [Principales resultados del Censo 2002.Vivienda] y Población [en línea] Asunción, DGEEC, 2002 <www.dgeec.gov.py> [consulta: febrero 2004]“Fuente: Elaboración propia con base en www.bcp.gov.py/gee, Cuentas Nacionales 1992-2002; Informe “económico diciembre 2003 yenero 2004; http://www.dgeec.gov.py/Principal.php/ Principales Resultados de la Encuesta Permanente de Hogares 2002 (EPH/2002).Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos (DGEEC).

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Lo prometió Nicanor y la clase política lo cum-plió1. A finales de 2003 la Corte Suprema deJusticia (CSJ) ha sido pulverizada mediante unacuerdo político entre el presidente de la Repú-blica y todos los partidos políticos con repre-sentación parlamentaria. Un pacto similar habíapermitido su conformación hace sólo ocho años.

Presión y renuncias

A partir del momento en que Nicanor DuarteFrutos dijo que pulverizaría a la Corte Supremade Justicia comenzó una euforia en la clasepolítica y en los medios de comunicación. Nohubo ya lugar para opiniones divergentes y cadacual disputó durante tres meses el liderazgo paradar cumplimiento al deseo y propuesta deltendota2. En artículos anteriores habíamos pre-sentado ya los debates que se dieron sobre elcamino para destituir a una parte de los inte-

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1 Parafraseando el poema del gran Nicolás Guillén que dice“Te lo prometió Martí y Fidel te lo cumplió”.

2 Tendota es la más alta jerarquía política de los guaraníes.El presidente Higinio Morínigo prefería ser mburuvichaque es también sinónimo de jefe en guaraní, Stroessnerrecibió diversas denominaciones y Duarte Frutos expresóque quería ser un tendota.

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grantes de la CSJ. La Corte había perdido total-mente su legitimidad y la nueva constelaciónpolítica quería tener una hecha a su medida.

Ciertamente, no era ya la misma Corte de 1995,pues en estos años fallecieron dos de sus inte-grantes. Políticamente uno era colorado y el otroliberal, pero ambos, Oscar Paciello y Elixeno Ayalaeran personas de cuya solvencia jurídica nadiepodía dudar. En su momento fueron reemplaza-dos por Antonio Fretes y Bonifacio Ríos Ávalos,ambos activos colorados y no sólo de menornivel de formación y producción, sino que mu-cho menos respetados que los ministros falleci-dos. A la renuncia del liberal Enrique Sosa, éstetambién fue reemplazado por otro activo colo-rado, Víctor Núñez.

Al inicio de las presiones y amenazas de juiciopolítico para cuya resolución no se precisa másque contar con votos del Senado, como reitera-ron una y otra vez los portavoces de los parti-dos políticos, la CSJ estaba compuesta, ade-más de los ya mencionados, por Jerónimo IralaBurgos, Luis Lezcano Claude, Raúl SapenaBrugada, Felipe Santiago Paredes, CarlosFernández Gadea y Wildo Rienzi. Los tres últi-mos son colorados y también lo es Sapena peroéste siempre ha mantenido actitudes indepen-dientes, en tanto que Irala Burgos es demócratacristiano y Lezcano es liberal.

Sin guardar formas mínimas, los diferentes par-tidos debatieron a cuántos miembros remover.La oposición quería siete cabezas parareestablecer el equilibrio perdido y por lo tanto,incluir a Rienzi en el paquete. Los colorados porsu parte, deseaban mantenerlo y lo lograron,quedando Wildo Rienzi como el único sobrevi-viente de la Corte de 1995.

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Las presiones para que los ministros de justiciarenunciasen a sus cargos eran fuertes, sobretodo después de hacer agua el intento de nego-ciar una jubilación. El primero en renunciar fueSapena Brugada y el segundo Jerónimo IralaBurgos. Ninguno de los dos quería someterse aun juicio en el que sólo importarían los votos,sin que ningún argumento o prueba pudieseservir para refutar las acusaciones. La propiaCoordinadora de Derechos Humanos del Para-guay (CODEHUPY) emitió un comunicado ma-nifestando su respaldo y respeto a la trayectoriay gestión de Raúl Sapena Brugada. El caso delJerónimo Irala Burgos era distinto porque, sien-do un defensor histórico de los derechos huma-nos y un excelente internacionalista, hacía mu-cho tiempo que se encontraba con un grandeterioro físico y su aporte había decaído.

El juicio político

El 3 de noviembre, fecha feliz durante la dicta-dura por ser el día del cumpleaños de Stroessner,los líderes de bancada de la Cámara de Diputa-dos presentaron acusación a cuatro ministrosde la Corte Suprema de Justicia. En el docu-mento se incluían unos veinte casos de maldesempeño en sus funciones, incluyendo viola-ción a la constitución nacional y delitos comu-nes. Al día siguiente debía comenzar el juicio,aunque todavía se discutía abiertamente a quiénprocesar primero, ya que la oposición temía queel oficialismo colorado destituyera a los oposito-

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res y a algún correligionario, pero tratase desalvar a Bonifacio Ríos Ávalos, en ese momentopresidente de la CSJ. Se llegó a proponer queel orden se decida por sorteo.

Un tema interesante fue que el partido UNACEtrató de incluir a dos ministros más en el juicio:Wildo Rienzi y Antonio Fretes. Su solicitud noprosperó, pues no se le había incluido en elacuerdo político.

El 12 de noviembre, la Comisión de AsuntosConstitucionales de Diputados aprobó el dicta-men para enjuiciar a Ríos, Fernández Gadea,Lezcano y Paredes. La anécdota fue el retiro dela sesión del presidente de dicha comisión,Edmundo Rolón, quien consideró que el proce-dimiento convertía en parodia al juicio (lo queefectivamente fue desde un principio).

Por supuesto que la prensa recogía también lasopiniones de los miembros de la CSJ, quienesdenunciaban las irregularidades, del Ejecutivoque seguía promoviendo más renuncias, y delos presidentes de los partidos políticos quequerían, por ejemplo, “una Corte Suprema másrepresentativa”(Yoyito Franco, presidente delPLRA).

Luego de presentar descargo ante la Cámara deDiputados, el día 17 de noviembre, renuncióFelipe Santiago Paredes a su cargo de ministrode la Corte Suprema de Justicia. Dijo que lo quese haría sería un linchamiento y que no estabadispuesto a someterse. Un día después la Cá-mara de Diputados decidió por 72 votos a favor,7 abstenciones (oviedistas) y 1 voto en contra,el enjuiciamiento político del presidente y dosministros de la CSJ.

El 19 de noviembre, una comitiva de diputadosentregó al titular del Senado, Carlos MateoBalmelli, la acusación contra los tres ministrosde la Corte. Inmediatamente se abrió un nuevodebate, los senadores colorados querían juzgara un ministro por vez y la oposición insistía enhacerlo en paquete de tres. Entretanto, el Con-sejo de la Magistratura se preparaba para con-vocar a candidaturas para los cargos que deja-ron vacantes los renunciantes.

El 26 de noviembre los diputados fiscalesacusadores Rafael Filizzola (País Solidario),Sebastián Acha (Patria Querida), Carlos Santacruz(ANR) y Nelson Chávez (PLRA), expusieron anteel Senado unos veinte cargos contra los tresministros de justicia y solicitaron que se les se-pare del cargo y que se remitan los anteceden-tes a la justicia ordinaria.

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El 1 de diciembre los ministros “desnu-daron la fragilidad de las acusaciones”3,se defendieron y acusaron a los legis-ladores y legisladoras. Un efecto ines-perado fue que un día después la Cá-mara de Diputados redujo las acusa-ciones, desistiendo de 14 de ellas.

Finalmente, las seis causas por las cua-les fueron procesados los ministros fue-ron: 1) haberse declarado inamovibles en suscargos; 2) haber alterado el procedimiento cons-titucional para la confirmación de magistradosjudiciales; 3) haber interferido en el ejercicio defunciones constitucionales de la Cámara de Di-putados; 4) haber incumplido plazos procesa-les; 5) atribuirse potestades constitucionalesexpresamente reservadas al Poder Legislativo; y6) el acuerdo y sentencia por el cual se rechazóuna inconstitucionalidad presentada por la Enti-dad Binacional Itaipú para no pagar una gigan-tesca deuda por comidas, conocida como “lascroquetas de oro”.

El 10 de diciembre las partes expusieron susalegatos y dos días después, Luis LezcanoClaude presentó su renuncia criticando “el des-preciable proceso” que fuera llevado en forma“salvaje, arbitraria y sin ningún sustento, no sólojurídico, sino ético”4. La renuncia se produjominutos antes del desenlace del juicio.

De los 45 senadores y senadoras, 44 votaronpor la destitución de Carlos Fernández Gadea y43 por la de Bonifacio Ríos Ávalos. Estuvo au-sente de la sesión Domingo Laíno y Bader Rachidse abstuvo de votar contra Ríos.

Algunos ecos

• Los dos ministros que llegaron hasta el fi-nal del juicio político plantearon acción deinconstitucionalidad. Aparentemente, quie-ren agotar los recursos internos para llevarel caso ante la Corte Interamericana deDerechos Humanos.

• La Corte Suprema de Justicia que, segúnla Constitución debe tener nueve miem-bros, pasó a funcionar con tres miembros.Se decidió que se convocaría a camaristaspara casos concretos, pero que no la inte-grarían de manera estable mientras senombra a los y ¿las? integrantes de la Cor-te Suprema de Justicia.

• En un momento se produjo una acefalíaadministrativa porque ninguno de los tresministros quería presidir el raleado orga-nismo. Finalmente, asumió la presidenciadel Poder Judicial el ministro Víctor Núñez.

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3 Titular del diario La Nación (3/12/2003).4 Carta de renuncia de Luis Lezcano Claude, dirigida a

Carlos Mateo Balmelli, presidente de la Cámara deSenadores, de fecha 12 de diciembre de 2003 ypublicada facsimilarmente en el diario La Nación (13/12/2003).

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Escandalito paralelo ydiscriminación a unaluchadora por los derechosde las mujeres

Luis Caballero Krauer era el representante delPoder Ejecutivo ante el Jurado de Enjuiciamien-to de Magistrados. Había sido designado por elpresidente Luis González Macchi, pero era ami-go y compueblano de Nicanor y debía ocuparel cargo hasta marzo de 2004. En noviembresaltó a la luz que Caballero tenía en su poder unauto Mercedes Benz robado en el Brasil.

Su amigo presidente le destituyó. La Corte Su-prema de Justicia le restituyó en el cargo, y fi-nalmente Caballero Krauer renunció. Lo lamen-table del caso no fue una evidencia más de co-rrupción y mafia en el Estado paraguayo. Lo peorfue que Nicanor Duarte Frutos nombró en sureemplazo al abogado Guillermo Delmás Fres-cura, desconociendo que Mirta Zárate Zayas erala suplente de Caballero Krauer, según constaen un decreto presidencial.

Mirta Zárate fue presidenta de la Asociación deAbogadas del Paraguay (ADAP), aportó muchoa la Coordinación de Mujeres del Paraguay yactualmente integra el Círculo de Abogadas delParaguay. Obviamente, con ese currículum noaccedió al cargo que por derecho le correspon-día y presentó una acción de inconstitucionali-dad, con el apoyo de las organizaciones demujeres. ¿Porqué una suplente honorable debeseguir la suerte de un titular corrupto? Porquees mujer. El caso está aún en fase de definición.

El proceso de selección deternas para la CorteSuprema de Justicia

Ya se inscribieron los candidatos y candidataspara reemplazar a Raúl Sapena Brugada y Jeró-nimo Irala Burgos. El Consejo de la Magistratu-ra abrió un plazo para recibir críticas hacia loscandidatos y candidatas.

El 28 de enero de 2004 vence el plazo parapresentar candidaturas para sustituir a BonifacioRíos, Luis Lezcano Claude, Felipe Santiago Pa-redes y Carlos Fernández Gadea. El 18 de febre-ro el Consejo de la Magistratura deberá enviarlas ternas al Senado.

En medio de todo eso se realizaron las eleccio-nes de representantes de abogados/as ante elConsejo de la Magistratura. Ganaron hombrescolorados que dicen que su prioridad será quelas mujeres pasen a integrar las ternas.

El año terminó sin avances sustantivos en losnombramientos, pero con el regocijo de líderespolíticos como Yoyito Franco, Carlos Filizzola yPedro Fadul, quienes consideran que lo mejordel 2003 fue el proceso de renovación de laCorte Suprema de Justicia. Las últimas noticiasdel año dan cuenta de que los diferentes secto-res políticos tienen como principal punto deagenda a cuántos de sus amigos meterán en lamás alta instancia de administración de justicia.

Así es, de todo hubo en este tiempo, menosjusticia.

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En el mes de noviembre de 2003, enmedio de nuestra campaña

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Estábamos aún saboreando la buena convoca-toria y los resultados del Primer Encuentro Fe-minista del Paraguay, realizado el 15 y el 16 denoviembre de 2003 en San Bernardino, cuandolos obispos nos regalaron un hermoso muestra-rio del más recalcitrante pensamiento machistay patriarcal. Aunque se haya dirigido explícita-mente al feminismo, y en general a las mujeres,el discurso del obispado local resultóofensivamente discriminatorio para las personascon mentalidad democrática del país.

En ocasión de la festividad de la virgen deCaacupé, la jerarquía católica nacional decidióque entre los temas que serían tratados duranteel novenario estaría el referente al “feminismoextremo de la mujer paraguaya”. El anuncio fuehecho ya el 21 de noviembre por el presidentede la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP),monseñor Claudio Giménez, quien explicó deesta manera los ejes del discurso:• ... “las feministas [que] buscan desprender-

se de la sociedad en la que se encuentran,aislándose individualmente”.

• ... “el orgullo y la prepotencia que envile-cen a muchos y especialmente a la mujeren nuestros días”.

• el “feminismo desencadenado, aislado delcomplemento natural”, ya que consideranal feminismo como necesario, “pero quecuando se pasa de una línea natural, nor-mal, la mujer se aísla y se queda sola nueva-mente en el marco social” (ABC, 21/11/03).

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Giménez aclaró que recordarían además quemujeres y hombres se complementan y que espreciso un espíritu solidario entre ambos, asícomo algunos aspectos positivos, como la pro-gresiva valoración de la mujer: “La vemos comoun complemento maravilloso, necesario, en unaatmósfera de reciprocidad respetuosa”, fue-ron sus palabras, según el matutino ABC(Ibíd.).

Unos días después se efectivizó la de-cisión del episcopado con la homilía he-cha en Caacupé por otro monseñor,esta vez Claudio Silvero, obispo auxiliarde Encarnación, quien ante una audien-cia mayoritariamente femenina se ex-playó en guaraní, a veces jopara, y connumerosos ejemplos sobre lo que élconsidera desvíos provocados por el “fe-minismo exagerado”. Para ilustración delas lectoras y los lectores transcribimosfrases extractadas del sermón, publica-das por el diario La Nación.

Además, Silvero manifestó que debido aque muchas mujeres no hacen bien sutrabajo, la gente de su casa se desvía,por lo que sugirió que las señoras pidana Dios que las ilumine para hacerbien sus tareas y criar jovencitas quesean el cimiento de “cosas buenas”(La Nación, 3/12/03, p.20).

Las frases antifeministas

“Oîmimi avei peicha oexageráva, ojeporekáva,heta kuña oikoséva kuimba’éicha, haimbareteséva”.

• “Existen muchas mujeres que exageran, que

buscan, muchas mujeres que quieren ser como

hombres, que quieren mandar”.“Amombe’úta peteî kaso, peteî catequistaivaléva. ‘¿Mba’éichapa oiko nde ména?’,aporandu chupe. ‘Ha oime oiko upérupi, kureakangüeicha ojeguereko inambígui’, he’i chéve.Anína ere upéicha nderapicháre’, ha’e jey chupe.Naiporâi la kuña imbareteséva la ogaguype.Naiporâi la ha’e he’ívante ojejapova’erâ”.

• “Les voy a contar un caso, sobre una catequis-

ta sobresaliente. ‘¿Cómo anda tu marido?’, le

pregunté. ‘Y por ahí anda, le tengo de la oreja

como cabeza de chancho’, me contestó. ‘No

digas eso del prójimo’, le dije nuevamente. No

es bueno que la mujer quiera ser dominante

dentro de la casa. No es bueno que se haga

sólo lo que ella dice”.

“Upe feminismo exagerado hetápe oraha vai.Hermanakuéra jepe iñantójo ha oñembyaty unascuantas monjas con mujeres muy liberadas haojo ojerure Pápape oiko hagua chuguikuéra pa’i.Ko’ága oikose pa’i ko’âva kuña. Ohendupa rirehe’íva chupe, Papa he’i chupekuéra quenaiporâiha upéva, peikónte tupâsyichante, haupépe he’ipáma chupekuéra”.

• “El feminismo exagerado a muchos les ha lle-

vado mal. Varias hermanas tuvieron un antojo

y entre unas cuantas monjas y mujeres muy

liberadas fueron a pedirle al Papa para que sean

proclamadas como sacerdotisas. Ahora las mu-

jeres quieren ser sacerdotisas. Una vez que el

Papa las escuchó, les dijo que eso no era bue-

no, que sigan nomás viviendo como la Virgen,

y con eso ya les dijo todo”.

Les voy a contar otra anécdota. Un señor medijo: ‘¿Mba’épiko la kuñakuéra ohechaukasetela ipuru’â? Ojapo mbykymimi la ijaokuéra haipuru’â okápe, ojehechapa, ha upéi jatopahyeguasúma”.

• “Les voy a contar otra anécdota. Un señor medijo: ‘¿Qué es eso de que las mujeres quieranmostrar el ombligo? Se mandan hacer muy cor-tas sus prendas y el ombligo queda al aire,donde se ve todo y después nos encontramosque se queda embarazada”.

Fuente: La Nación, 3/12/03, p. 20

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El discurso patriarcal de losClaudios

Es interesante revisar el discurso del episcopa-do paraguayo, puesto en boca de estos obisposde igual nombre, con el fin de identificar lasideas claves del pensamiento patriarcal presen-tes en estas palabras. Aun cuando se refieradirectamente a las mujeres, y en especial a lasfeministas, este discurso está dirigido a todaslas mujeres y hombres del Paraguay, pues susprincipales anclajes se ubican en la férrea de-fensa de la tradicional configuración de las rela-ciones de género. Es precisamente este lugarideológico el que cuestiona el pensamiento fe-minista, y son sus diversas manifestaciones enla cultura y en la sociedad las que se buscamodificar desde el movimiento feminista, y tam-bién a partir de las actividades y actitudes indi-viduales de muchas mujeres y hombres de pen-samiento democrático, que construyen un nue-vo mundo sobre la base de relaciones igualita-rias y democráticas.

Los obispos paraguayos han sido bastante ex-plícitos al exponer las ideas centrales que ron-dan en sus cabezas, que podemos ordenar ycomentar en los siguientes puntos:

• El poder es un asunto que compete alos hombres y no es bueno ni para lasmujeres ni para la sociedad que estasituación cambie. No es bueno que lasmujeres quieran poder ni que aspirena ejercerlo en condiciones de igualdadentre ambos sexos. Obviamente, ésta esla base misma del patriarcado y su modifi-cación implica la transformación radical deeste sistema.

• Esta situación es obra de la naturalezay no puede ni debe ser modificada. Losplanteamientos feministas, por tanto,atentan contra el orden natural de lascosas y, consecuentemente, constitu-yen una amenaza para la sociedad. Losprocesos de dominación suelen sustentar-se con fuerza en la creencia de que “lascosas son como son por mandato natu-ral”, promovida por quienes poseen podera través de mecanismos de convencimien-to y de coerción y frecuentemente asumi-da por el lado dominado de la relación,

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que si bien se en-cuentra en rela-ción de desventa-ja, también recibe (al menos la promesade) ciertos beneficios si se conforma consu suerte. Esa es la raíz de la acusaciónhecha al feminismo de “pasar una líneanatural”. ¿Cuál es dicha línea? La de unasupuesta naturaleza que está por encimade las construcciones sociales y que el serhumano simplemente debe respetar.

• El lugar de las mujeres es el hogar, ellasson las principales encargadas del cui-dado de hijas e hijos y, por tanto, res-ponsables de los problemas que sur-jan en este ámbito. La distribución delpoder patriarcal establece ámbitos “natu-rales” diferenciados de desenvolvimiento yresponsabilidad para mujeres y hombres.A las primeras corresponde encargarse delámbito privado, el hogar, donde se satisfa-cen las necesidades de la reproducción,del cuidado de las personas y de la crian-za de la prole. En tanto, a los segundos lescompete el ámbito público, donde se ma-nejan los asuntos del gobierno y la política(incluyendo el liderazgo religioso) y de laeconomía productiva. El progresivo ingre-so de las mujeres al mundo de lo público,que constituye uno de los cambios demayor impacto cultural de los últimos tiem-pos, representa una amenaza para el or-den patriarcal y, por tanto, se responsabilizaa las mujeres de los desajustes que estasituación produce en la vida familiar y so-cial. Ni siquiera como posibilidad se pien-sa en las responsabilidades compartidascomo alternativa a esta desigual distribu-ción de tareas.

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sustenta en consideraciones de igualdad yde reciprocidad, sino en la obvia realidadde que la dedicación de los hombres a losasuntos del poder requiere que alguien, engeneral una mujer, solucione los inevita-bles asuntos domésticos de la vida actual.

• La aspiración y la lucha por la igualdadson actos de orgullo y de prepotenciapor parte de las mujeres. Al mismo tiem-po que se alaba la sumisión, se condenala posible rebeldía y se intenta disuadir a lasmujeres de emprender el camino de la críti-ca y la ruptura con la tradición patriarcal.

• La soledad de las mujeres es un casti-go por la rebeldía ante los designiossociales tradicionales. La trasgresión alas normas sociales debe conllevar algúncastigo. En tiempos pasados eran penali-zadas severamente tanto por las leyes comopor el ostracismo para quienes no seadecuaban al comportamiento esperado.Una imagen arquetípica, que hasta hoypermanece a fuego en el imaginario co-lectivo, es la de la feminista amargada ysolitaria como contrapunto de la mujer fe-liz en un hogar, rodeada de su familia. Noson extrañas las palabras de los obisposdel Paraguay con referencia al “feminismodesencadenado”, a través del cual la mu-jer “se aísla y se queda sola en el marcosocial”, pues apela a ese estereotipo. Sibien todavía sucede que en una sociedadtradicional como la paraguaya la integra-ción social es algo más fácil desde el aca-tamiento de la tradición, las cosas han cam-biado bastante desde que el feminismo,como movimiento de ruptura radical conel orden imperante, tenía consecuenciastan drásticas en la vida de las mujeres.

· Las mujeres son las principales respon-sables de la reproducción. El discursopatriarcal no puede olvidar la doble moralsexual, según la cual ellas deben cuidarsedel sexo fuera de los marcos aceptados y,por tanto, no exponer sus figuras ni tentara los hombres para no sufrir las consecuen-cias de un posible embarazo indeseado.

• Las mujeres deben conformarse con ellugar que la tradición les ha reserva-do. Esto implica que sigan dedicándo-se a sus hogares (o a lo sumo a activi-dades perfectamente compatibles), yque no insistan en acceder a espaciosde poder. La respuesta del Papa a las mon-jas que pidieron acceso al sacerdocio ca-tólico sugiere que se conformen con el des-tino programado para ellas, que no quie-ran modificar las cosas, que se resignenante la situación. Es el mismo mensaje quese da a todas las mujeres del Paraguay:que no quieran mandar, que no sean do-minantes, que no crucen la “línea natural”del poder masculino.

• Las mujeres son un complemento delos hombres, son valoradas en tantocompañeras de quienes están llama-dos por designio divino y natural a ejer-cer poder en la sociedad. Se intenta conello suavizar la brutalidad del mensaje desumisión para las mujeres, adornándolocon adjetivos y diciendo que somos mara-villosas, necesarias e imprescindibles comocomplementos de los hombres. Pero conesto no se logra ocultar la realidad de laideología patriarcal: para que subsista, ló-gicamente, es imprescindible que las mu-jeres existamos, pero como seres subordi-nados, no como personas plenas e igua-les a los hombres en dignidad y derechos.Sería interesante saber si los obispos sedan cuenta o no de que ser calificada de“complemento” no es una alabanza, dadala evidencia de que este adjetivo no se

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Esto refuerza la irresponsabilidad pater-na masculina, pues si la mujer no secuidó lo suficiente, debe arreglárselascon el resultado.

Es evidente que este discurso forma parte deuna corriente ideológica que todavía tiene granpreponderancia en la iglesia católica, en espe-cial en los sectores involucrados en la jerarquíay el poder eclesial. Esta corriente es descriptaen los siguientes términos en un documento dedebate puesto a consideración en un grupo degente católica:

“La ideología que fundamenta de manera muycoherente todo un sector del catolicismo es esen-cialmente patriarcal (el patriarca da órdenes atoda la familia, la cual le debe una obedienciaabsoluta), machista (el macho es superior a lahembra), monarco-teocrática (tiende a dotarsede un estatuto particular, de una lengua propia,de edificios propios, de sus dirigentes propios),clerical (todas las funciones de dirección sonejecutadas por personal “sagrado” y por lo tan-to, célibe), dogmática (toda la doctrina es deorigen divino e inmutable). Tal cosmovisión seconcreta en el poder, la propiedad privada, lariqueza, las leyes, la disciplina, el temor y de sernecesario, a través de la opresión y la violencia.Todo atentado contra el poder es consideradoun “sacrilegio” y es objeto de exclusión de lacomunidad (excomunión)”1.

Esta ideología es responsable de la cada vezmás notoria separación entre la jerarquía y unagran cantidad de personas que, aunque se di-gan católicas, están lejos de cumplir las reglasde una moral anacrónica, y que ya no se identi-fican con los mensajes centrales y con las nor-mas de comportamiento promovidas desde elcentro del poder católico.

Reacciones críticas

A los monseñores del Paraguay, las feministasdebemos en cierto modo agradecer por haberexpuesto de manera tan ilustrativa y sencilla losnúcleos de un discurso patriarcal que, lamenta-blemente, persiste como uno de los pilares dela actuación oficial de la iglesia católica. Muchode lo que nosotras decimos una y otra vez enrevistas, entrevistas y libros acerca del pensa-miento machista queda frecuentemente en loslimbos de la abstracción, pero cuando se expli-ca de forma tan brutal en qué consiste ese pen-samiento, es difícil que pase desapercibido. Lasmisas de Caacupé tienen además un públicoamplio y garantizados espacios de difusión enla prensa, por lo que las palabras de los obisposno pasaron desapercibidas.

Aunque quizás parte de quienes recibieron elmensaje lo hayan asimilado acríticamente, hubouna importante reacción contraria hacia los con-tenidos discriminadores del discurso por partede mujeres y hombres periodistas, de feminis-tas de diversas organizaciones, de mujeres polí-ticas y de gente democrática del Paraguay. In-cluso desde el clero paraguayo se oyeron vocesde disconformidad, como la del sacerdotePaulino Cáceres, de la ciudad de Pedro JuanCaballero, quien desde un artículo publicado enel diario Última Hora (9/12/03) abogó por unaprofunda revisión interna de la iglesia católicacon respecto a sus posturas sobre la posiciónde las mujeres en la sociedad.

1 Documento presentado en el Foro Europeo de Cristianos yCristianas (FEC) organizado por el International MovementWe Are Church - European Network Church on the Move(IMWAC-EN), http://www.we-are-church.org/forum/forum6espan.htm [26/02/2004].

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Y es que, aun cuando pueda prevalecer algunadesconfianza o imágenes estereotipadas del fe-minismo, la mayoría de la gente se da cuentade que no es admisible, por razones de justicia,defender la sumisión de las mujeres ante el po-der indiscutido de los hombres. A las mujeres,que sobre todo en el transcurso del siglo XXhemos conquistado enormes cuotas de auto-nomía, como mínimo nos deja intranquilas cuan-do viene alguien a decirnos que debemos que-darnos en nuestras casas a cumplir nuestro rolpredeterminado y renunciar a cualquier atisbode poder y de autodeterminación.

Para finalizar, a muchas feministas nos resultatremendamente osado que la jerarquía eclesialcatólica, conformada exclusivamente por hom-bres, se atribuya el derecho de decirnos a lasmujeres cómo debemos pensar y comportar-nos en la vida social. En todo caso, debería serun tema que debatan tanto mujeres como hom-bres que profesan esa religión. Sería bueno versi en el marco de una organización democráti-ca, donde ambos sexos tuvieran igualdad dederechos, un discurso patriarcal como el dadopor los obispos en las fiestas de Caacupé po-dría sobrevivir tan campantemente.

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El Primer Encuentro Feminista del Para-guay convocó a aproximadamente 500personas, durante el sábado 15 y el do-mingo 16 de noviembre de 2003. Es elnúmero que pasará de boca en boca,regocijando a las instituciones que pu-sieron su esfuerzo, su presencia y suaporte para el éxito de esta iniciativa denivel nacional. La Coordinación de Mu-

jeres del Paraguay (CMP), organizadora generaldel encuentro, contó con el apoyo de la Coordi-nadora de Derechos Humanos del Paraguay(CODEHUPY), Decidamos - Campaña por la Ex-presión Ciudadana, el Comité Latinoamericanopara la Defensa de los Derechos de las Mujeres(CLADEM-Paraguay), la Coordinadora de Muje-res de Cordillera (COMUCOR) y el Comité Na-cional de Mujeres Cooperativistas (CNMC). Elaporte local –pues el encuentro se realizó en laciudad de San Bernardino, a 40 kilómetros dela capital– lo pusieron la Municipalidad y el Co-mité de Mujeres de esa ciudad, y con relación alos auspicios, las entidades que participaron fue-ron más que generosas1.

Durante los dos días se realizaron 35 activida-des en distintos espacios físicos, entre panelesdebate, talleres, conversatorios, lanzamientos,presentaciones, actividades culturales y artísti-cas, además de la exposición y venta de pro-ductos artesanales y materiales de las organiza-ciones sociales que participaron. Trabajaron en-tre organizadoras y voluntarias/os más de cin-

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1 Auspiciaron el encuentro los organismos de las NacionesUnidas UNIFEM, UNICEF, UNFPA y PNUD, además de laAgencia de Cooperación Técnica Alemana (GTZ) y elFondo de Pequeños Proyectos (FPP). Otros aportesfundamentales para la difusión del encuentro fueron los dela Agencia Informativa Joven Jaku´éke Paraguay, con lacobertura completa del evento, y de la empresa PlanetInternet que facilitó el sitio web www.pla.net.py/encuentro_feminista, todavía disponible.

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2 Nosotras mujeres, en idiomaguaraní.

cuenta personas, y se involucra-ron en el evento más de cuaren-ta grupos e instituciones. Unode los talleres tuvo que repetir-se porque las participantes ex-cedieron su capacidad (se titu-laba “El clítoris y el placer”), y laparticipación de hombres rozóel 10% del total. Definitivamen-te, los números finales supera-ron las expectativas.

Presencia feminista

El manifiesto final del encuentro empieza dicien-do “Ore kuña2 paraguaya, nosotras las nivache,nosotras las jóvenes, nosotras feministas latinoa-mericanas, nosotros hombres feministas, orecampesina, nosotros los jóvenes, nosotras mu-jeres políticas, mujeres lesbianas, mujeres de lasdiversas regiones del país, nosotras cooperati-vistas, artistas, periodistas, intelectuales, noso-tras funcionarias públicas, parlamentarias nacio-nales y municipales, nosotras, con nuestras múl-tiples identidades [...], disfrutamos del simplehecho de encontrarnos, compartimos nuestraspenas y alegrías, aprendimos sobre formas des-conocidas de placer, protestamos porque nose hizo mucho antes este encuentro y sobre todo,abrimos los oídos, la mente y el corazón paracomprender lo que dicen, sufren, disfrutan, sue-ñan las y los demás”. Para quienes participaronde este primer encuentro, una de las principa-les riquezas fue la diversidad de rostros y voces.

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El Encuentro Feminista no tuvo un eje centralde discusión porque así lo resolvió la CMP, queprefirió abrir el espacio de encuentro y debate atodas las organizaciones de mujeres, feministase interesadas en general, difundir la existenciade instituciones que trabajan por la equidad degénero y, antes que optar por un tema específi-co, decidió promover la circulación de las ideasy propuestas de estos grupos. Con el consensoinicial de la propuesta feminista y con el lema“Mirando a Paraguay con otros ojos”, el Encuen-tro intentó agregar su perspectiva a las miradashabituales de la situación del país, provenientesen su mayoría del poder formal ejercido mayori-tariamente por hombres en cargos de decisión,y que por lo tanto sólo reflejan una visión mas-culina de la realidad. Los diversos grupos eindividualidades presentes difundieron y deba-tieron desde sus propias agendas, mirando ha-cia la problemática de las mujeres y la perspec-tiva feminista de cambio social.

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Foto: Archivo Área Mujer

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Los paneles centrales fueron “Feminismos hoy”y “Derechos sexuales y reproductivos. Desafíosen los 10 años del Cairo”, temas consideradosimprescindibles por las organizadoras. La primeraactividad, convocada por la CMP, fue planteadapara presentar distintas perspectivas feministasy de lucha contra la discriminación hacia lamujer, incluyendo la visión analítica de las com-pañeras que activan desde diversos sectoresorganizados. Fueron panelistas la politóloga LineBareiro del Centro de Documentación y Estudios,la secretaria de la mujer de la Mesa Coordinadorade Organizaciones Campesinas (MCNOC) EstherLeiva, y María Elena Araújo, de la Red de MujeresPolíticas. El segundo panel –organizado por la CMPy CLADEM, con el apoyo del Fondo de Poblaciónde las Naciones Unidas (UNFPA)– contó con laparticipación de Susana Chiarotti, coordinadoraregional de CLADEM, Mirtha Rivarola, consulto-ra en Género y Adolescencia del UNFPA, Ale-jandra Sardá, coordinadora de la Comisión In-ternacional de los Derechos Humanos para Gaysy Lesbianas (IGLHRC), y Esther Prieto, integran-te de la CMP, quien tuvo a su cargo la modera-ción de la mesa. El debate fue enriquecedor,frente a una concurrencia de aproximadamente200 personas.

Temas y notas

Entre las actividades más concurridas figuraronlos paneles debate “Mujer y Administración deJusticia”, “¿Cómo afecta el neoliberalismo a lasmujeres campesinas?” y “Empoderamiento dela Mujer en el ámbito cooperativo”, y los talleres“Juventud y participación de género”, “Mujer ymilitarismo”, “Discriminación y derechos huma-nos de lesbianas”, este último organizado por elgrupo de lesbianas feministas Airea-na. Con res-pecto a este tema, se puede decir que el resul-tado fue una gran sorpresa para las mismas or-ganizadoras; en ese sentido, al concluir su parti-cipación en esta actividad –que contó con másde cincuenta participantes, entre lesbianas y he-terosexuales– la coordinadora del taller Alejan-dra Sardá declaró que “fue un taller muy fértil,[...] yo creo que abre una posibilidad de diálogo

entre estos dos grupos que es impres-cindible que se entiendan para que elfeminismo pueda caminar. No hay unverdadero feminismo sin una compren-sión cabal de todos los derechos sexua-les de las mujeres, aunque esto incluyaalgunos que una nunca va a ejercer”.

También se vivieron asambleas populares abso-lutamente espontáneas como la surgida entrelas mujeres que no pudieron ingresar al taller“El clítoris y el placer”. Como había mucho inte-rés en el tema, se formó un grupo “paralelo”,que dejó una declaración “clitoridiana” dondelas participantes reclamaron, entre risas y gri-tos, “un mejor trato al clítoris para la sustentabi-lidad y gobernabilidad de nuestros cuerpos”, yexigieron “el rescate de la historia de la existen-cia del clítoris”. Lo que quedó de este espaciode discusión y debate, es que el placer sexualde las mujeres es todavía un tema tabú, puesmuchas de las participantes de la espontáneareunión autoconvocada manifestaron la necesi-dad que tenían de abordar este tema con totallibertad como lo hicieron ahí. La presencia de

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mujeres indígenas nivache es otro recuerdo me-morable; llenas de sabiduría y dignidad com-partieron su testimonio de vida, sus apreciacio-nes sobre las discriminaciones que las aquejany sus estrategias de sobrevivencia y lucha; des-pués se quedaron para bailar y compartir el artede sus manos con la cantidad de personas respe-tuosas y sedientas de conocimiento ancestral.

La libertad de expresión, la euforia, el ambientedistendido y el alto nivel de simbolismos surgi-dos de la reunión feminista hablan de la avidezexistente entre mujeres y hombres que nos sen-timos convocadas/os. Por supuesto, además dela consolidación de varios consensos entre laspersonas presentes, se notaron algunas tensio-nes. Por ejemplo, los restos de “mujerismo” enunos pocos discursos motivaron que el mani-fiesto leído al concluir el encuentro diga expre-samente “no somos mujeristas, porque no cree-mos en ningún esencialismo de bondad o mal-dad intrínseca de ningún grupo humano, perohacemos de la igualdad de las mujeres en lasociedad nuestra lucha principal”.

Y el condimento que no podía faltar. Días des-pués tuvimos el titular que faltaba: “Obisposhablarán en Caacupé sobre el feminismo extre-mo”3 (ABC Color, 21/11/2003). Año tras año,esta celebración religiosa de la iglesia católicaatrae a miles de hombres y mujeres a la ciudadde Caacupé, en una peregrinación masiva quebusca pagar las promesas hechas a la Virgenmilagrosa, además de ser feriado nacional y unafiesta popular de enormes dimensiones. Allí sehablará del “feminismo desencadenado”, segúnpalabras del obispo Claudio Giménez, presiden-te de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP).

A la Iglesia paraguaya le preocupan “los aspec-tos negativos como el orgullo y la prepotencia,que envilecen espiritualmente a muchos, y es-pecialmente a la mujer en nuestros días”, aun-que “[...] creen que el feminismo es necesario,pero que cuando se pasa una línea natural, nor-mal, la mujer se aísla y se queda sola nueva-mente en el marco social” (Ibídem). Sin dudas,un digno reconocimiento de nuestros “natura-les” adversarios.

Sobran las anécdotas, los aprendizajes quedan,y las ganas de más reuniones nos desbordan. Elpróximo y segundo encuentro es ya un desafíopara las organizaciones feministas de nuestropaís, y la invitación para todos/as los/las quequieran compartirlo está cursada.

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3 Véase el artículo de Clyde Sotosobre este tema en las páginas 18al 23 de este informativo.

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También participó en la directiva de una seriede instituciones e iniciativas a favor de la mujer,y ayudó profesional y gratuitamente a mujeresde escasos recursos en temas de Derecho deFamilia, Mujer y Menores. Su labor como juristale valió varios premios y homenajes como porejemplo: la Bandeja de plata otorgada a la “CMPpor la Ley de modificación parcial del CódigoCivil” en el Concurso “Los Doce del Año”, en1992; el Premio “Serafina Dávalos” en 1997 y elPremio “César Garay” en 1999.

El acto de homenaje concluyó con un largo aplau-so de pie de las participantes del Primer Encuen-tro Feminista, quienes con ese gesto agradecie-ron a Mercedes por los importantes aportes quehizo por las mujeres en el Paraguay.

(Basado en el escrito titulado “Mercedes Sandoval y los

desafíos para las Mujeres” que Graziella Corvalán leyóen el acto de homenaje realizado en San Bernardino,16 de noviembre de 2003).

Homenajea la feminista MercedesSandoval de Hempel

En el segundo y último día del encuentro femi-nista, en la calurosa siesta del domingo 16, enel auditorio central instalado en el Club NaúticoSan Bernardino, se realizó el homenaje a Mer-cedes Sandoval de Hempel, destacada jurista,reconocida por su trayectoria de lucha por losderechos de las mujeres. Graziella Corvalán, in-tegrante del Grupo de Estudios de la Mujer Pa-raguaya (GEMPA) del Centro Paraguayo de Es-tudios Sociológicos (CPES), y una de las funda-doras de la Coordinación de Mujeres del Para-guay (CMP) habló de la trayectoria de vida deMercedes y entregó una escultura a su hija AnaHempel, como un recuerdo simbólico de estehomenaje. El momento estuvo cargado de emo-tividad, recordando a Mercedes quien no pudoasistir al acto, por problemas de salud.

Mercedes fue fundadora y presidenta de la Ligade los Derechos de la Mujer, donde inició sulucha por el renocimiento de los derechos civi-les y políticos de las mujeres. Bajo su presiden-cia en la Liga se aprobó en nuestro país en1961 el derecho al voto para las mujeres. En1987 participó de la convocatoria del PrimerEncuentro Nacional de Mujeres “Por nuestraigualdad ante la ley”, del cual surgieron las pro-puestas e ideas que después ella plasmó en laredacción del Anteproyecto de Modificación Par-cial del Código Civil presentado al Congreso en1989 y aprobado en 1992.

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La concejala de Asunción, Ana MaríaFerreira, tuvo la osadía de embarazarse.Mejor dicho, la desubicación de embara-zarse. Porque, ¡mirá que hay que serdesubicada para quedar preñada estandoen un cargo de poder público! Parece queno entendió: o madre o política, medias tin-tas, no.

Si a Ana María, como a todas, desde quenació se le explicó que las mujeres estánpara parir y quedarse en su casa, eso es loque en todo caso debería haber hecho. Sise embarazó después de cumplir 40 años,es lógico suponer que lo que quería era sermadre y punto. Y ahí todo iba a estar bien,en su casa, o en alguna actividad comple-mentaria a la de su casa, hubiese tenido lavenia general para embarazarse tantas ve-ces como le viniesen en ganas.

Lo que Ana María no entendió es que sidecidió que quería meterse en esa cancha,la de la política, no podía desconocer lasreglas del juego. Es la condición indispen-sable para que no te saquen a patadas.Porque también hay que decir que para esode la cultura política transformada falta unmontón. Y en qué cabeza cabe entoncesque en un mundo de hombres, con reglashechas por los hombres y para los hom-bres, ¡¿alguien se embarace?! En todo caso,las esposas de los concejales son las quese embarazan, o sus hijas, pero no lasconcejalas. Eso no lo prevé ninguna ley niestá contemplado en reglamento alguno. Ysi semejante trasgresión se da –mujer, polí-tica y embarazada– los reclamos de igual-dad no tienen por qué calzarle.

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La Comisión de Equidad yGénero

Esto último, de contramano con su nombre,pareciera entender la Comisión de Equidad yGénero de la Junta Municipal de Asunción. Eslo que se desprende de la posición que asumióla mayoría de sus integrantes cuando rechaza-ron la posibilidad de expedirse favorablementeante el planteamiento de que la política y la ma-ternidad son compatibles. Es decir, en lugar deapoyar una propuesta con el fin de estableceren el reglamento de la Junta Municipal de Asun-ción los permisos de maternidad y lactancia paralas concejalas que decidieran procrear, se opu-so. Y no es que se haya opuesto al permisopara Ana María, ya que ella ni siquiera lo nece-sitaba (su bebé nacería en pleno receso de laJunta Municipal de Asunción), se opuso al reco-nocimiento de un derecho de todas las muje-res. Y las mujeres que hacen política, aunqueresulte difícil entenderlo, también son mujeres,y cuando lo deciden, se embarazan y paren.

Con esta oposición, la Comisión de Equidad yGénero echa por tierra las luchas por la partici-pación política de las mujeres. Esa es la sencillaecuación que surge de lo sucedido. Si las muje-res que están en espacios de poder público notienen permisos de maternidad y lactancia ga-rantizados, o no pueden embarazarse, o no pue-den hacer política. Es decir, las mujeres debe-rán optar: o la política o la maternidad. Ambascosas juntas, no. Y eso equivale a un retrocesotremendo a los avances en el reconocimientode la necesidad de participación política de lasmujeres. A partir de este debate, y con el crite-rio de la Junta Municipal de Asunción, la in-mensa mayoría de mujeres tendrá que pensarlomil veces antes de postularse.

Pero veamos los hechos. En diciembre de 2001,Ana María Ferreira, del Partido País Solidario,asume como concejala de Asunción. En el año2003 se embaraza. El nacimiento de su niña–María Bethania– estaba previsto para diciem-bre de 2003, época de receso de la Junta Mu-nicipal, que reinicia sus sesiones ordinarias re-cién en el mes de febrero. El 18 de agosto de2003, Ana María presenta una minuta a la Jun-ta Municipal de Asunción planteando que en elcaso de las concejalas que se embarazan y dana luz no están contemplados los permisos dematernidad y lactancia. En consecuencia, si laconcejala pide permiso, el o la suplente puedeser convocado/a para cubrir ese espacio con laconsecuente pérdida de la dieta en momentosen que las mujeres más la necesitan. La minutasolicita que el reglamento de la Junta Municipalsea modificado para subsanar esa omisión yplantea el proyecto de modificación, incluyendotambién los permisos de paternidad, así comolos casos de adopción.

La solicitud de Ana María fue girada a las Comi-siones de Legislación y de Equidad y Género dela Junta Municipal. El resultado fue patético, sino indignante. En un enredo de supuestos lega-les, la propuesta de Ana María es rechazada, yhasta le dan a entender que ya está grandecitacomo para alegar desconocimiento de preser-vativos o similares.

Y quizás es cierto que, como piensan algunos/as,en esta posición de la Comisión de Equidad yGénero de la Junta Municipal de Asunción hayanprimado las mezquindades político partidarias.Después de todo, habrá resultado tentador pen-sar en sacar de la cancha a quien no tiene otraque salir de ella durante un periodo cuasi obli-gatorio, para poner en su reemplazo a alguienmás obsecuente. Pero probablemente el análi-sis deba ir un poco más lejos.

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¿Equidad de género omachismo y homofobiadisfrazados de mujerismo?

Algunos hechos posteriores indican que, mise-rias aparte, lo que existe es un gran desconoci-miento de los fundamentos que sustentan lasacciones de quienes, en un determinado mo-mento, asumen compromisos de generar políti-cas públicas que apunten a la igualdad de gé-nero. La reacción de algunas/os concejales/asante el nombramiento de un hombre, NicolásChase, al frente de la Comisión de Equidad yGénero para el próximo año, con argumentoshomofóbicos, machistas o mujeristas, dan lapauta de la ignorancia que existe en torno a untema que hoy resulta indispensable para la trans-formación social.

A más de la vergüenza que produce constatarla mediocridad de un debate en el que se dis-cute sobre “la virilidad” de un concejal varónque se atreve a asumir lo que todo el colectivomasculino debiera para resarcir siglos de exclu-sión y sometimiento de mujeres, y en el quecon claro contenido discriminatorio e intento deinsulto se solicita la “definición” sexual de Chasey se lo “insta a usar polleritas, aros y peluca” (LaNación, 18/12/2003), resulta alarmante com-probar que quienes actúan en el sector públicono tienen noción alguna sobre las cuestionesque están tratando. Si la tuvieran sobre el tema

género, entenderían que el compromiso con elcambio de las pautas culturales, que excluyen alas mujeres de ciertos espacios y obligan a hom-bres y mujeres a asumir roles en razón de supues-tas complementariedades, tradiciones o funcio-nes, lo pueden tener hombres y mujeres.

Porque de eso se trata esta historia. No de crearcomisiones ni de llenarse la boca con palabrascomo equidad y género. La búsqueda de la igual-dad supone el compromiso con un profundocambio de relaciones sociales que, reconocien-do las diferencias y la diversidad, establezca lascondiciones para que no existan exclusiones depersona alguna en razón de características bio-lógicas, fenotípicas, intelectuales o de opciónen los diversos ámbitos de la sociedad, el políti-co entre ellos.

La respuesta al planteamiento de Ana María nopuede ser, por consiguiente, el rechazo ni lapostergación. No se puede obligar a las muje-res a optar entre la maternidad y la política. Unadisyuntiva de ese tipo consolida las desigualda-des, y de la peor manera. Porque ni siquieraserá cuestionable que las mujeres huyan de lapolítica: o madre o política, ambas cosas, no.

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Conservadurismo en la JuntaMunicipal de Asunción

El machismo y la homofobia de algunos inte-grantes de la Junta Municipal de Asunción noparecen, para colmo, pensamientos aislados.Ciertos hechos inducen a pensar que concep-tos de tendencia conservadora circulan en elseno de la misma.

El 16 de noviembre, en el artículo “El retorno dela censura” en el diario ABC Color, Jesús RuizNestosa columniza la pretensión de sancionaruna ordenanza que nos retrotraería a las nefas-tas épocas de censura, cuando los “guardianesde la moral pública” debían autorizar o prohibirlo que llegara a las mentes de la ciudadanía.Ese mismo mes, los periódicos se hacen ecodel planteamiento de un concejal de reavivar laordenanza 23.920 de 1987, que basa sus esti-pulaciones en la defensa “del pudor, la decen-cia y la moral pública” (Última Hora, 11/11/2003; La Nación, 9/11/2003).

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Ambos casos reflejan un preocupante cariz dequienes son responsables del diseño de solu-ciones a los problemas ciudadanos: la auto-con-vicción de ser paradigmas de valores morales ydecentes ¡con relación al sexo! ¿De qué otra cosase habla cuando se pretende calificar películas?¿O cuando se desempolvan ordenanzas queprohíben “realizar en la vía pública actos o es-pectáculos obscenos, que por su naturalezaconstituyan una agresión al pudor y/o a la mo-ral pública”? Con la homofobia e intoleranciaevidenciadas en los debates de la junta munici-pal, el listado de esos actos prohibidos podríaincluir a parejas homosexuales o lesbianas pa-seando de la mano, marchas de travestis, ymuchos otros que algunos/as concejales/aspodrían considerar ofensivos a la “moral públi-ca” y que hoy, en el planeta entero, son recono-cidos como derechos sustentados en la libertadde opción sexual.

En tiempos de apuesta a la diversidad, a la nodiscriminación, a la igualdad, resultan anacróni-cas las posiciones de intolerancia, de censura,de control de supuestas conductas “inmorales”.Con ese cuento, durante siglos, las mujeres fue-ron sentenciadas al ámbito privado, los homo-sexuales fueron declarados criminales, las les-bianas no existieron y los travestis, transexualeso transgénero y cuanta persona no está nom-brada por su sexualidad “desordenada”, fueronla escoria de la humanidad.

Es probablemente cierto que en la sociedadparaguaya aún falta un trecho para la plena vi-gencia de conceptos que indican una transfor-mación social. Pero cuando anacronismo e ig-norancia van de la mano en quienes son res-ponsables de indicar los caminos, ese horizontepuede volverse más lejano. Y el cuento que pa-recía del pasado, desgraciadamente, puede vol-ver a acechar.

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Hace tres décadas atrás era im-pensable imaginarse que MartínAlmada –perseguido, detenido,torturado y exiliado por el gobier-no dictatorial del general AlfredoStroessner–, pudiera estar reci-biendo del Congreso Nacional pa-raguayo un reconocimiento a su

lucha por los derechos humanos, talcomo ocurrió el 23 de diciembre de2003. Entonces, vivíamos el tiempo delas detenciones arbitrarias, las persecu-ciones políticas, la tortura, el asesinato,e incluso las desapariciones de perso-nas en Paraguay, así como en todo elcono sur. Era la época en que un pobrecomerciante era apresado por haber ven-dido unas remeras con la inscripción“DERECHO HUMANO” para estudiantesde un conocido colegio secundario dela capital1. Era también la época en quedoña Coca de Lara Castro iba y veníade las cárceles llevando alimentos y ro-pas a los presos políticos, sin amilanar-se por ser acusada “de subvertir el or-den público”, al reclamar libertad y jus-ticia desde la organización que fundóbajo el nombre de Comisión Paraguayade Derechos Humanos.

Hoy, sin embargo, se goza de liberta-des públicas, se pueden crear organiza-ciones sociales y políticas diversas, laspáginas de diarios y revistas están lle-nas de artículos de opinión política, decríticas a las más altas autoridades gu-bernamentales, de demandas por elcumplimiento de derechos y, aun cuan-

1 El caso tiene ribetes jocosos. En 1977 unecuatoriano hizo un pedido de camisetas conla inscripción DERECHOS HUMANOS en unatienda deportiva. Sin embargo, el solicitanteno retiró el trabajo porque le faltaban las esesa las inscripciones, lo que llevó al comerciantea poner a precio de oferta dicha mercadería,que fue comprada por unos estudiantes. Éstoslucieron las camisetas “falladas” durante untorneo deportivo, lo que motivó una rápidainvestigación policial que concluyó con elapresamiento del comerciante y la expulsióndel país del ecuatoriano (Véase en: Boccia A.;González M. y Palau R. , Es mi informe. Losarchivos secretos de la Policía de Stroessner,Asunción, CDE, 1994, pp. 140-142).

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do continúan habiendo –según las denuncias–casos de torturas en las cárceles policiales, és-tas ya no son cubiertas por el manto silenciosodel miedo, del temor a una posible represión detipo stronista, que era terrible con quienes nocomulgaban con las ideas del dictador.

Hemos tenido importantes avances legislativosen el campo de los derechos humanos, y fun-damentalmente, gracias al arduo trabajo de di-versas organizaciones sociales podemos decirque en Paraguay existe en la actualidad una con-ciencia de derechos que, aun siendo incipiente,permite abrir caminos para la instauración deun verdadero Estado de derecho. La diferenciacon el ayer es grande: hoy reclamamos, deman-damos, exigimos nuestros derechos, ejercemosuna ciudadanía activa y responsable, que ya nonos cuesta la persecución, ni la cárcel, ni lamuerte, ni las torturas. Somos libres para expre-sar nuestras ideas, para manifestarnos, para or-ganizarnos, para elegir y ser elegidas/os. En fin,podemos decir que mucho hemos avanzado enel respeto a nuestros derechos civiles y políti-cos. Sin embargo, ¡cuánto falta todavía para quela población paraguaya goce de los derechoseconómicos, sociales y culturales! que tambiénestán garantizados en las leyes nacionales y enlos convenios internacionales ratificados por elParaguay.

Es frecuente escuchar que la pobreza en la cualestá sumida casi la mitad de la población para-guaya es producto de la “democracia”, que du-rante la dictadura no había tantos pobres y tan-ta delincuencia, que la mano dura es necesariapara evitar tanta inseguridad ciudadana. Perono hay que dejarse confundir con retóricasstronistas. La pobreza de hoy es el resultado deldespilfarro, la corrupción, el enriquecimiento ilí-cito de las autoridades del pasado –ciertamen-te agravada en los gobiernos de la transición,que tuvieron los mismos vicios que sus antece-sores–, y ya se sabe que la pobreza, la margina-ción social, traen aparejados otros problemas,entre los que se destaca el aumento de la delin-cuencia. Por ello, la solución no está en usar “manodura”, sino lograr que no hayan excluidos/as so-ciales y que la impunidad no se enseñoree de lajusticia. Justamente, justicia y pobreza son ejesprincipales de los diagnósticos sobre la situa-ción de derechos humanos en el año 2003 enel Paraguay.

Injusticia y pobreza:principales obstáculosdel año

Desde mediados de los noventa se ela-boran diagnósticos anuales bastantecompletos sobre el cumplimiento de losderechos humanos en el Paraguay. ElComité de Iglesias para Ayudas de Emer-gencia (CIPAE) publica un informe des-de 1994 y la Coordinadora de DerechosHumanos del Paraguay (CODEHUPY) lohace desde 1996. Ambos lo hacen, fun-damentalmente, desde una mirada so-cial, enfatizando algunos casos que tu-vieron repercusión por el incumplimiento

del Estado en su obligación de garantizar los de-rechos humanos a toda la población.

Este año, según estas instituciones, se desta-can la falta de justicia y el crecimiento de lapobreza como los principales factores que aten-tan contra los derechos humanos. Según elCIPAE, “el 2003 fue un año en el que la pobre-za de los habitantes de esta República creció

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en forma preocupante, donde los derechos hu-manos son pisoteados cotidianamente y dondelos derechos económicos, sociales y culturalesconstituyen letra muerta, y donde la corrupcióny la impunidad se fortalecen ante la debilidadde las instituciones del Estado [...]”2. Para laCODEHUPY los problemas principales son “lano aplicación de las leyes existentes [...], la faltade reformas legales y la generación de nuevasleyes que impliquen un avance significativo enel disfrute de los derechos humanos”3.

La pobreza crece en el Paraguay en forma sos-tenida desde mediados de la década del noven-ta, y hasta ahora poco ha hecho el Estado paraimpedir que siga avanzando. En los últimos añosse han perdido numerosas fuentes de empleopor el cierre de fábricas a causa de la compe-tencia desleal (incumplimiento de leyes, contra-bando, privilegios), o falta de créditos adecua-dos para la producción, en tanto día a día sedescubren robos millonarios a las arcas del Es-tado, sin que nadie vaya a parar a la cárcel porestos delitos. En el sector campesino, la situa-ción es más grave aún, por la falta de tierra, dereforma agraria, de apoyo técnico y crediticio alos productores que llevan a familias enteras amigrar hacia las ciudades, y pasan a engrosar elcinturón de pobreza, generando más exclusióny marginalidad.

Con pobreza, marginalidad y exclusión social nose puede hablar de vida digna. Si el Estado nose ocupa de que la educación sea de verdadigualitaria y gratuita, tal como reza la Constitu-

ción Nacional, si los centros de salud y hospita-les no pueden brindar a la población la mínimaatención por falta de médicos, medicamentos,instrumentales, y si la mayoría de las viviendasque hoy se construyen son de hule y cartón, nose puede hablar de derechos humanos. Por ello,es urgente que el nuevo gobierno trabaje en laimplementación de políticas públicas que apor-ten en la solución de estos graves problemassociales.

Así también mucho hay por hacer en el campode la justicia. Hay que lograr que ella esté alalcance de toda la población, que no sea ciegaa causa del poder del dinero que muchos utili-zan para evadir demandas o volcar una resolu-ción favorable. Si se cumplieran las leyes contodo el rigor, ya no habría en el Paraguay ciuda-danas/os de primera, donde la gente pobre esde segunda, donde todavía son muchas las per-sonas que no saben que tienen derechos y aquienes se les lleva a la cárcel, por ejemplo, porhaber vendido gusanos para, con el dinero ob-tenido, dar de comer a sus hijos, tal como hahecho una fiscala en Cnel. Oviedo, quien detu-vo a un señor por haber cometido “delito”ecológico, mientras una decena de “señores”pasean tranquilamente por las calles ostentan-do su riqueza, proveniente de alguna instituciónpública. Y esto ocurre porque la justicia es ciegacuando sanciona a los pobres,pero tiene “buena vista” para dis-tinguir a los ricos a quienes, gene-ralmente, brinda impunidad.

2 CIPAE, Situación de los Derechos Humanos en elParaguay 2003, Asunción, CIPAE, 2003, p. 129.

3 CODEHUPY, Derechos Humanos en Paraguay 2003,Asunción, CODEHUPY, 2003, p. 457.

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Adónde vamos...

Se puede decir que a quince años de la caídadel régimen en el Paraguay se han dado pasosimportantes para el goce de algunos derechosciviles y políticos, que este año se corona con lacreación de la Comisión de Verdad y Justiciaque se encargará de investigar todos los casosde violación a los derechos humanos ocurridosdurante la dictadura de Stroessner, con fin deque el Estado reconozca oficialmente los críme-nes cometidos y cumpla con su obligación deresarcir a las víctimas4. Sin embargo, la total faltade derechos económicos, sociales y culturales,atenta contra la instauración de un orden demo-crático, y puede llevar a la población a creer que,efectivamente, en “la dictadura se vivía mejor”.

Por ello, el desafío de las organizaciones socia-les que luchan por un real Estado de derecho,por una democracia real, justa y equitativa, es lade fortalecer la participación ciudadana, demanera que haya cada vez más gente que exigaa las autoridades el cumplimiento de estos de-rechos, porque con pobreza, con hambre, congrandes sectores de la población sin acceso ala educación, lo que único que se genera es uncampo propicio para la formación de nuevoslíderes populistas, autoritarios y mesiánicos, quegobiernan a su antojo, regalando migajas, car-gos públicos, medicamentos, “donando” al pue-blo lo que en realidad debería ser obligacióndel Estado. Cualquier semejanza con la realidadactual no es pura coincidencia.

4 Para mayores datos véase el artículo de Clyde Soto“Comisión de verdad y justicia: La posibilidad de saldaruna deuda con el Paraguay” en Informativo Mujer N°165,septiembre/octubre de 2003, Asunción.

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JUÁREZ:La ciudad de la muerte*

Juárez, estado de Chihuahua, es una ciudadmexicana que tiene su frontera con El Paso, es-tado de Texas, EE UU. En Juárez, desde haceaproximadamente diez años, cientos de muje-res fueron encontradas muertas, violadas y des-cuartizadas, otras cientas están desaparecidas,nadie sabe lo que ocurrió con ellas. Los casosde asesinatos denunciados llegan a más de 300y las desapariciones a más de 500.

Las víctimas tienen un patrón común: son mu-jeres pobres, jóvenes y muchas de ellas trabaja-doras de la maquila. Hay varias hipótesis sobreel móvil de los crímenes, pero hasta hoy ningu-na se ha comprobado. Se cree que los asesina-tos y las desapariciones podrían estar motiva-dos por el sadismo o el odio racial, que podríaser una cadena internacional que graba videosde violación y muerte que luego son comer-cializados en oriente. Pero la verdad es que aúnnadie sabe con certeza quiénes son los culpablesni las razones de los asesinatos, que ya se hanconvertido en un exterminio masivo de mujeres.

Los cuerpos rotos y vejados de las víctimas apa-recieron y aparecen hasta hoy de a uno, dos,tres u ocho, a lo largo de estos años, en variasoportunidades se encontraron varios cuerpos enuna misma semana. Fueron hallados en el de-sierto y luego en las áreas más céntricas de laciudad. Uno de los primeros casos conocidos,de hace aproximadamente diez años, es el ase-sinato de Silvia, una estudiante de medicina quetrabajaba como bailarina en un bar de la ciu-

Verónica Villalba Morales

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* Basado en: Rosa Isela Pérez, CiudadJuárez. El silencio de la muerte. En:www.geocities.com/pornuestrashijas;www.es.amnesty.org

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dad, propiedad de la familia Maynes; según unode los comandantes del Departamento de Ho-micidios de la Subprocuraduría de Justicia delEstado en aquella época, las pruebas incrimina-ban a Alejandro Maynes, pero luego de pasarpor un interrogatorio éste huyó sin muchos obs-táculos. Después de Silvia siguieron aparecien-do los cuerpos de otras cientas de mujeres a lolargo de estos años.

Silencio es igual aimpunidad

A pesar de que el número de asesinadas siguiócreciendo a través de los años, hasta hoy no seha encontrado a ningún culpable, el misteriojunto al terror sigue instalado en ciudad Juárez.¿Cómo explicar tanta impunidad? ¿Cómo no seha descubierto a los asesinos? Al parecer, lasmismas autoridades convencieron a las familiasde las víctimas, en su mayoría de escasos recur-sos económicos, para callar y no denunciar loscrímenes. Recién en 1998 surge el primer gru-po organizado de familiares denominado “Vo-ces sin eco”.

Desde este grupo varias familias unidas inicia-ron gestiones para abrir procesos de investiga-ción de los asesinatos, participaron en manifes-taciones pidiendo justicia, hablaron con repre-sentantes de Naciones Unidas, pero no logra-ron sostenerse en el tiempo. Sin mucho apoyode la sociedad y la poca respuesta de las auto-ridades, “Voces sin eco” terminó por extinguirseen el año 2000.

Los asesinatos siguieron junto con la impuni-dad, las autoridades estatales y nacionales nohan dado respuestas a las denuncias; al contra-rio, están acusadas de negar en forma sistemá-tica la existencia de un patrón de violencia con-tra las mujeres basado en la discriminación porgénero. Existen errores graves en la investiga-ción de los casos, no se realizaron procedimien-tos básicos, como por ejemplo, la prueba delADN a los cadáveres encontrados, en la mayo-ría de los casos las autoridades se han limitadoa levantar los cadáveres sin hacer el seguimien-to para el esclarecimiento de los asesinatos.

Además, existen muchas contradicciones entrela posición del gobierno del estado de Chihuahuay del federal, entre la Procuraduría General de laRepública y la Secretaría de la Gobernación.Hace unos meses el gobierno federal nombró auna comisionada especial para el esclarecimientode los casos de ciudad Juárez, también se dio aconocer un plan de seguridad para prevenir ycombatir la violencia contra las mujeres en ciu-dad Juárez, que fue presentado por el presiden-te Vicente Fox en el mes de julio de 2003. Es-tas acciones fueron una respuesta a las presio-nes internacionales de organismos como Na-ciones Unidas y la Comisión Interamericana deDerechos Humanos de la Organización de Esta-dos Americanos, que se han pronunciado ex-presando su preocupación por los crímenes.

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Reclamo de justicia: más alláde las fronteras

Recién en el año 2001, luego del asesinato deLilia Alejandra García Andrade, surge el grupoNuestras Hijas de Regreso a Casa, que ha gene-rado el interés a nivel internacional del caso deciudad Juárez. Gracias a ello hoy existe una fuertepresión sobre el gobierno mexicano para quetermine con la impunidad de los asesinatos, yse pueda acabar con ellos.

La campaña emprendida por esta organizaciónha logrado el apoyo de organizaciones dentro yfuera de México, como Amnistía Internacional yCatólicas por el derecho a decidir. En el mes denoviembre, en que el 25 se conmemora el DíaInternacional de la No Violencia contra la Mujer,se formó un comité promotor que organizó la“Campaña de protesta contra el feminicidio y laimpunidad en ciudad Juárez y Chihuahua”. Estaarticulación está integrada, además de las orga-nizaciones mencionadas, por la Red nacionalcontra la violencia hacia las mujeres y hombresjóvenes, Mujer Arte, Tenzin S.C., Asociación parael Desarrollo Integral de Personas Violadas, Sa-lud Integral para la Mujer, Red de Mujeres SigloXXI, Globo-UCM, Mexfam/Gente Joven Xola, Ser-vicios Preventivos de Apoyo, Instituto deLiderazgo Simone de Beauvoir, Modem-mujer, Taller Universitario de DerechosHumanos y la Red por los Derechos Sexua-les y Reproductivos de México.

internacionales

El objetivo de la campaña es denunciar la impu-nidad en los casos de asesinatos y desaparicio-nes de las más de mil mujeres de ciudad Juárez.Durante la misma se pidió el cumplimiento enciudad Juárez del programa de seguridad paraprevenir y combatir la violencia contra las muje-res del gobierno mexicano. En las diversas acti-vidades de la campaña realizadas tanto en Juárezcomo en México DF, se reclamó al gobierno elfin de la impunidad de los asesinatos y desapa-riciones de las mujeres, a través de accionesreales y concretas.

Hoy el mundo conoce lo que les sucedió y lessucede a las mujeres de Juárez, el mundo sabelo que pasa allí, sin embargo, y a pesar de lagran movilización conseguida, esto no ha sidosuficiente, los feminicidios en masa siguen su-cediendo, ¿hasta cuándo?

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Bajo el slogan “Feminismo, un proyecto políticode vida”, del 13 al 16 de noviembre en la ciu-dad de Porto Alegre, se realizó el 14º EncuentroFeminista del Brasil. El evento ha sido por añosun espacio de reflexión y reunión entre las orga-nizaciones y redes feministas brasileras que acu-den anualmente a esta reunión.

Según la feminista y profesora de la Universi-dad de São Paulo, Vera Soares, en los encuen-tros no se proponen deliberar y definir líneaspolíticas para el movimeinto feminista, al con-trario, es un espacio donde se reflexiona sobreel feminismo o los feminismos. En este 14º en-cuentro y relacionando el slogan del mismo,Soares señala que preguntas como ¿Qué es elfeminismo hoy, en Brasil?, ¿Qué rol rol tiene eseencuentro en el contexto?, ¿Estando las feminis-tas en diversos sitios, será que hay espacio parala reflexión más profunda? fueron disparadoresde la discusión durante el cónclave.

Uno de los grandes desafíos del encuentro,según Soares, fue reinstalar el debate sobrela igualdad de mujeres y hombres en el Bra-sil, ya que se piensa, contrariamente a la rea-lidad, que ésta ha sido alcanzada. Al impor-tante evento acudieron cientos de activistasde organizaciones y redes feministas, asícomo también mujeres políticas y de organi-zaciones sociales de todo el Brasil.

Feminismo-s en Brasil

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Firmaron “Conveniopor la NoDiscriminación

El Fondo de Población de las Naciones Uni-das (UNFPA), la Comisión de Equidad So-cial y Género de la Cámara de Diputados,la Comisión de Equidad, Género y Desarro-llo de la Cámara de Senadores y el Centrode Documentación y Estudios (CDE) firma-ron el 9 de diciembre un “Convenio por laNo Discriminación”, en la sala de sesionesdel Congreso Nacional, con el objetivo deimpulsar, acompañar y promover activida-des en torno al proceso público de elabora-ción de un proyecto de ley contra la discri-minación.

Dieron a conocer estudio sobre el trabajodoméstico remunerado

La Comisión Tripartita de Igualdad de Oportunidades en el Empleo, el Sindicato de TrabajadoresDomésticos del Paraguay (Sintradop) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dieron aconocer, en el marco de un seminario-taller del que participaron representantes de diversas institu-ciones públicas y de la sociedad civil, un estudio sobre la situación del trabajo doméstico remune-rado en Paraguay, realizado por Hugo Valiente y Lilian Soto, bajo la coordinación de LineBareiro.

aconteciMientos

ReuniónsobreEl Cairo +10

En el auditorio de las Na-ciones Unidas se realizó el6 de noviembre la Reu-nión Técnica: A 10 años de El Cairo, convocada por laMesa Tripartita de Seguimiento a la Implementacióndel Programa de Acción (MTS Cairo), conformada por15 organizaciones del gobierno, la sociedad civil y lacooperación internacional. La apertura del evento es-tuvo a cargo de Manuelita Escobar, oficial nacional dePrograma del Fondo de Población de las NacionesUnidas (UNFPA). Posteriormente, Mirtha Rivarola, con-sultora en Género y Adolescencia del UNFPA, se refi-rió al tema “Igualdad, equidad y empoderamiento dela mujer”, y Zulma Sosa de Servín, presidenta de laAsociación Paraguaya de Estudios de Población(ADEPO), presentó la “Encuesta-examen acumulativodecenal de la implementación del Programa de Acciónde la CIPD”.

Presentaron el Protocolo Facultativo de la CEDAWen sistema Braille

En la sede del Palacio de Justicia se presentó el 10 de diciembre la publicación en sistema Brailledel Protocolo Facultativo de la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discrimina-ción contra la Mujer (CEDAW), propiciada por el Comité de América Latina y el Caribe para la Defensade los Derechos de la Mujer (CLADEM- Paraguay) y la Asociación de Ciegos del Paraguay.

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Asamblea de la Red de Mujeres

Políticas

Nueva organización de mujeres

políticas

La organización Mujeres Políticas en Red fue cons-tituida el 16 de diciembre, con la participaciónde representantes de los distintos partidos y mo-vimientos políticos y con el objetivo de lograr unaagenda común de género al interior de las agru-paciones políticas y del Estado. Algunas de lasintegrantes son: Nancy Augsten y Carmen Colazodel Partido País Solidario (PPS), Marta Melgarejoy María Angélica Cano Radil de la AsociaciónNacional Republicana (ANR-Partido Colorado), AnaMaría Mendoza de Acha del partido Patria Queri-da, Sonia de León, Elba Arce y Martha Ashwelldel Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) yGladis Cattebeke de la Unión de Colorados Éticos(UNACE), entre otras.

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Página web de laSecretaría de laMujer de laPresidencia de laRepúblicaLa página web www.mujer.gov.py, aúnen etapa inicial, fue habilitada en el mesde diciembre por la Secretaría de la Mujerpara facilitar información básica sobre eltrabajo que realiza la institución a favor delsector femenino.

“Políticas feministas en derechos sexualesy derechos reproductivos”

El Centro de Documentación y Estudios (CDE), el Foro Cono Sur deMujeres Políticas y la Fundación Friedrich Ebert realizaron el 12 de di-ciembre la apertura del Foro Cono Sur de Mujeres Políticas – EspacioParaguay, con el panel debate “Políticas feministas en derechos sexualesy derechos reproductivos” realizada en la Casona de Coomecipar. Fue-ron panelistas las argentinas Elisa Carca, Mariela Pallotti y AlejandraSardá, junto a Verónica Villalba, quienes también expusieron durante losdías del foro de formación y debate con treinta jóvenes líderes de dife-rentes agrupaciones sociales y políticas, realizado el 13 y 14 de diciem-bre en el Hotel Pueblo de San Bernardino.

Campaña “Toleranciacero” contra laexplotación sexualinfantil

La campaña “Tolerancia cero” de lucha contrala explotación sexual infantil fue lanzada en elmes de diciembre en el local de la Goberna-ción de Caaguazú, con la participación delCentro de Asistencia Integral (CEDAI) y la Se-cretaría de Educación de la Gobernación, en elmarco de la campaña nacional que consta detres etapas: sensibilización a las autoridades,fortalecimiento a las familias y prevención a lapoblación vulnerable.

La Red de Mujeres Políticas del Paraguayrealizó su asamblea de elección de la nuevadirectiva el 17 de diciembre en el local delPartido Demócrata Cristiano, resultando elec-ta como presidenta la colorada CristinaMuñoz, ex ministra de la Mujer.

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aconteciMientos

Actividades del 25 de Noviembre“Día de la No Violencia contra la Mujer”

• La Fundación Kuña Aty, con el apoyo del Centro de Educación, Capacitación yTecnología Campesina (CECTEC), Decidamos - Campaña por la Expresión Ciuda-dana, Colectivo de Mujeres 25 de Noviembre y la Coordinación de Mujeres delParaguay (CMP), realizó el 22 la “Marcha del pañuelo lila” frente al Oratorio VirgenNuestra Señora de la Asunción (Panteón de los Héroes), en homenaje a lasparaguayas que fueron asesinadas en sus hogares, víctimas de sus parejas.

• En el marco de la XII Conferencia de Primeras Damas, Esposas y Representantesde Jefes de Estado y de Gobierno de las Américas realizada en Santo Domingo,República Dominicana, las primeras damas de México, República Dominicana yParaguay firmaron el 24 una declaración destinada a prevenir, sancionar y erradi-car la violencia contra las mujeres, apoyadas en la Convención de Belém do Pará.

• El panel debate “Las experiencias de la aplicación de la Ley 1.600 desde la pers-pectiva de los agentes intervinientes” organizado por la Secretaría de la Mujer dela Presidencia de la República, se realizó el 25 en el Carmelitas Center con lapresencia de magistrados/as de Justicia de Paz, personal de Salud Pública eintegrantes de la Policía Nacional.

• El libro de Nila López La mascota –con ilustraciones de AnyUghelli– fue presentado el 26 en el teatro galpón “ErnestoBáez” de la Universidad Iberoamericana, en el marco de laserie de la Biblioteca Infanto Juvenil dirigida por Augusto RoaBastos, presentado por Servilibro y la Dirección de Fomentodel Libro y la Lectura del Viceministerio de Cultura.

• La Campaña Contra el Abuso y la Explotación Sexual de Ni-ñas, Niños y Adolescentes en la Triple Frontera fue lanzada el25 en el parque Alejo García de Ciudad del Este, con elapoyo de la Entidad Binacional Itaipú. Las actividades inclu-yen principalmente la concienciación a través de los mediosde comunicación y un número telefónico gratuito para de-nunciar casos.

• Los ministerios del Interior y de Salud Pública, la Policía Na-cional y la Secretaría de la Mujer suscribieron el 28 un acuer-do para diseñar, coordinar y ejecutar acciones conjuntas quegaranticen la protección de los derechos humanos de la mu-jer y en contra de la violencia doméstica. El acto se realizó enlas oficinas de la cartera de la Mujer y contó con la participa-ción de los titulares de las instituciones involucradas.

Olga Blinder

informativoMujer44

Una vez pasada la euforia del primer encuentrofeminista, organizado por la Coordinación deMujeres del Paraguay (CMP) los días 14 y15 denoviembre de 2003 en San Bernardino, quisi-mos conocer las apreciaciones de algunas líde-res acerca del encuentro, cuáles fueron sus ex-pectativas y como evalúan los resultados, espe-cialmente teniendo en cuenta el gran desafíoque significó realizar un encuentro a nivel na-cional bajo el nombre de feminista. La denomi-nación, a juzgar por las afirmaciones de quie-nes participaron en esta entrevista colectiva, fueacertada porque convocó y atrajo a más dequinientas personas, mujeres y algunos hom-bres, y porque rompió algunos mitos alrededorde lo que significa ser feminista en Paraguay.

Estuvieron presentes en la entrevis-ta1, además de integrantes del Infor-mativo Mujer, Angélica Roa, coordi-nadora general del encuentro femi-nista, Esther Leiva, secretaria de laMujer de la Organización de Luchapor la Tierra (OLT) –que también ocu-pa el mismo cargo en la Mesa Coor-dinadora de Organizaciones Campe-sinas (MCNOC)–, Clara Cubilla, pre-sidenta de la Coordinación Nacionalde Mujeres Cooperativistas2, Pilar Ca-llizo, feminista de larga trayectoria enla lucha por los derechos de las mu-jeres y actual presidenta de Transpa-rencia Internacional–Paraguay, yMaría “Macky” Martínez, líder de laFederación Nacional de EstudiantesSecundarios (FENAES).

Entrevistas

Primer ENCUENTROFEMINISTA Myrian González Vera

Fotos: Carolina Thiede A.1 La entrevista fue realizada el 27 de febrero de

2004 en Asunción

Después del

informativoMujer45

El surgimiento de la idea enclave feminista

Al inicio de la entrevista, Angélica Roa cuentaque la idea de organizar este encuentro nacede una evaluación que hizo la CMP a quinceaños de su creación, durante la cual “surgió comouna debilidad el hecho de que no nos pudimosextender hacia el interior”, aun cuando durantetodo ese tiempo habían realizado distintas ac-ciones exitosas a nivel nacional, como por ejem-plo, la lucha por la modificación del Código Civildesde 1987, los foros sectoriales durante la Asam-blea Nacional Constituyente –que produjo unanueva Carta Magna en 1992–, las propuestas yevaluaciones elaboradas en consulta con distin-tos sectores de mujeres de todo el país para laConferencia Mundial sobre la Mujer en Beijingen 1995, así como también para el proyecto deley sobre violencia doméstica, entre otras. Sinembargo, hasta entonces, y siendo la CMP “unade las únicas redes que se identif icaestatutariamente con el feminismo, no pudimoscrear grupos de enlace con otras organizacio-nes fuera de las que son meramente de la capi-tal”. Por ello, y en el marco de un proyecto pre-sentado a UNIFEM con el fin de crear redes deenlace en el interior del país, se propone la rea-lización de un encuentro nacional de mujeres,que genere “un proceso de seguimiento paraposicionar y crear liderazgos feministas, o sea,no solamente ya el concepto de género, o elplanteamiento de la presencia de la mujer, sinoel pensamiento feminista”.

Las integrantes de la CMP debatieron interna-mente sobre el nombre que le darían al encuen-tro, pues denominarle feminista podría, por unlado “crear mayor resistencia para las organiza-ciones de mujeres –porque la mayoría no seidentifica como feminista–, o podría tambiéncrear cierta expectativa [...] y el objetivo de laCMP al tomar ese nombre fue, primero, poneren el debate lo que significa el feminismo, quees un tema que no discutimos, que no pudimoshacer trascender más que al interior de nues-tras organizaciones (incluso las organizacionesque integran la CMP no necesariamente sonfeministas o se manifiestan como tales), y hayotras organizaciones que dicen ser feministas,pero que nosotras creemos que no conjuganjustamente con lo que se plantea dentro del fe-minismo. Entonces era la posibilidad de debatirsobre eso, creíamos que íbamos a tener comoun proceso de debate al interior de la CMP conlas otras organizaciones, y tener una idea gene-ral de lo que significaba para nosotras ser femi-nistas hoy”.

Otro punto fue que en la CMP, también duranteotra evaluación, se habían percatado de que ha-bía “como una situación adversa al planteamien-to del feminismo”, en algunos temas que de-bían tratarse, por ejemplo, la salud sexual y lasalud reproductiva, en donde se necesita “formaralianzas con otras organizaciones”. Con estos de-safíos a cuestas se lanzaron a la organización delprimer encuentro feminista en Paraguay.

Según Macky, en la FENAES se vio que “iba aser un encuentro muy productivo, ya que íba-mos a saber un poco cuál era el concepto realdel feminismo, porque nos meten tantas cosasen la cabeza sobre lo que es feminismo [...] yademás me llamó la atención de que se habíainvitado también a varones, entonces ahí ya erauna contraposición a lo que siempre nos ense-ñan que es meramente sobre la mujer, que so-lamente las mujeres estamos en esto”. Sobreeste punto, las entrevistadas señalaron que es-tuvo bien incluir en la invitación a los hombres,pues “existen varones incluso más abiertos quemuchas mujeres”; no obstante, algunas indica-ron que hay que tener cuidado al dejar los espa-cios ganados para las mujeres, en manos dehombres, porque a veces se vuelve a perder loque se ha conquistado en cuestiones de igual-dad y equidad.

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En el ámbito cooperativo, según Clara, el nom-bre del encuentro generó curiosidad, e inclusoun poco de miedo entre algunas, “sobre todoen mi ambiente, entre mis amigas cooperativis-tas decían: ‘no te juntes tanto porque o sino vana creer que vos también sos lesbiana”, dejandosentado uno de los tantos tabúes y prejuiciosque existen. Sin embargo, Clara afirma que todoel encuentro se desarrolló dentro de un marcode respeto, aun cuando “el primer paso es muydifícil dar”, en el sentido de ir a conocer otrasorganizaciones de mujeres. Para ella la iniciati-va “fue genial, algo que estaba pendiente entrelas mujeres, ya estaba yo en la búsqueda dealgo semejante, no sabía el nombre, podía lla-marse congreso, encuentro, conferencia [...] fueun desafío ponerle ese nombre, era romper laprimera barrera, y yo, totalmente satisfecha”.

Para Esther el encuentro fue muy interesantepues se pudo ver cómo está la organización so-cial en Paraguay, que hay muchas organizacio-nes de mujeres, y que sólo faltaba un espaciocomo éste para compartir entre todas el pensa-miento, los objetivos, la experiencia que tiene

cada una. Así lo decía ellaen su claro y contundenteguaraní: “cheve guara ha∂positivo, ha upeicha aveijahecha mbaeichaite la or-ganización oi Paraguai pe,la organización de mujereshetaha había sido, ndaja-guerekointe petei espacioikatuhape jacomparti ñanepensamiento, la ñande ob-jetivo oñondivekuera, hapea ha∂ha petei espacio

iporaitereiva ikatu-hape ña compartioñondivepa, ha jatraslada ojupekuerala experiencia jague-rekova cada uno”.

Pilar señaló que “actualmente todavía la deno-minación feminista tiene ciertos prejuicios paraque las mujeres asistan libremente a este tipode encuentros, aunque parezca increíble [...] esuna terminología que de alguna manera tienesus sesgos particulares [...]”. Coincide con lasdemás al comentar que le pareció “una expe-riencia muy alentadora como primer encuentrodonde, de alguna manera, las mujeres necesita-ban ese espacio para reconocerse como tales,independientemente de la denominación, y deque una se considere o no dentro del grupo, ono feminista en este país, me pareció un espa-cio apropiado”. Además, Pilar afirma que vio alas mujeres más “relajadas” pues se sentía queestaban en un espacio que era de reconocimien-to entre mujeres, considerando que “hay mu-chas que están participando en temas que ha-cen a la perspectiva de género, que no han es-tado anteriormente, incluso por la misma edadque tienen [...] también jóvenes que se estánincorporando a todo lo que significa el trabajodesde esa perspectiva [...]”. Ella señalaba queeste encuentro fue muy diferente a otras accio-nes realizadas por mujeres que “venimos desa-rrollando desde hace mucho tiempo, y eso esmuy alentador. Quiere decir que hay un caminorecorrido que ya está ganado, que aún se nece-sita mucho, pero hoy, por ejemplo, ya tenemoscandidatas a la Corte Suprema de Justicia”.Agrega que el encuentro fue diferente a los otrosque “tal vez eran un poco tirantes y rígidos, yéste, sin embargo, fue como un espacio másnatural para un grupo de mujeres que, sin estaren movimientos feministas, sintieron la necesidadde poder ser identificadas dentro de un mismoquehacer, y eso para mí fue muy significativo”.

Los temas que se salieron delos “moldes”

Con respecto a los contenidos abordados en elprimer encuentro feminista, quisimos saber quéopinaban las entrevistadas acerca de algunostemas que se incluyeron en el programa y queson todavía difíciles de enfrentar, como por ejem-plo, los derechos sexuales y derechos reproducti-vos, el placer femenino y el derecho a la libreopción sexual, que fueron probablemente lostemas que más llamaron la atención durante elencuentro, por haber concitado mucho interésy alta participación de la gente.

Entrevistas

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Clara nos decía que ella siempre creyó que te-nía derechos “porque soy persona, pero habíasido que también tenemos derechos en el temasexo y eso me llamó mucho la atención, yo salíaprendiendo de eso [...] me quedé encantadacon los argumentos que presentaron las chicas2,y dije: ‘tienen toda la razón [...] y cómo jamás seme ocurrió pensar, no sé luego si antes se po-día hablar del tema, era como que no podía-mos pensar de ese modo”. Señaló que hastaese momento nunca pensó en que “las lesbia-nas querían tener hijos y que tienen derecho aello y me pareció muy válido su argumento, ysobre todo la forma que presentaron el tema,muy respetuosa, como ya lo dije antes. La gen-te escuchaba atenta, había una expectativa si-lenciosa y por eso yo dije que era respetuosoporque nadie se levantó a quejarse, a decir: ‘a lapucha’. A mi lado había dos señoras de 70 añosque escuchaban con una seriedad terrible y quea lo mejor si estaban en otro ambiente, en elámbito de su casa, por ejemplo, iban a decir‘éstas son todas locas’, pero como estaban ahíel ambiente les hacía que tomen de una mane-ra seria”. Clara agrega que incluso este debatese llevó a las casas, y que ella comentó conmujeres religiosas, de la iglesia, y “ellas se ca-llan y aceptan que es un derecho, que nosotrasnunca antes habíamos pensado que todos te-nemos derechos, que hombres y mujeres tie-nen derecho a tener hijos [...] me gustó que enese panel dijeran que ellas tienen que mentir aljuez y decir que son heterosexuales para poderadoptar, era algo sincero, honesto, y son valoresque se rescatan y me parecen importantes”.

Sobre el mismo tema, Pilar coincidió con Claraacerca de la manera en que se discutió sobre lasexualidad, los derechos sexuales, la libre op-ción sexual, de manera realista y muy humana,incluso para mucha gente que “hasta hace muypoco no podía todavía tomar como un temaque pudiera ser tratado con la naturalidad conla cual se planteó, y con la cual se recibió tam-bién”. No obstante, a ella le llama la atencióncómo, actualmente, a la par que se planteantemas que antes eran difíciles, existen otros “ini-ciados anteriormente que todavía no están sien-do internalizados totalmente por muchas muje-res, y que hay que volver a recordar, como porejemplo, el empoderamiento político”, y pusocomo ejemplo un encuentro en un país vecinoal que asistió y donde incluso notó como un

retroceso, es decir, “por un lado, se hacen plan-teamientos de avanzada en ciertos temas, peropor otro lado estamos en un debate que noso-tras considerábamos superado, como por ejem-plo, considerar la violación de ciertos derechosde las mujeres como derechos de orden públi-co y no de orden privado,como era antes, lo que dala pauta de que todavíaquedan caminos por con-solidar en lo primero y porir metiendo temas que re-cién están entrando en eldebate, por ejemplo, la ex-periencia presentada porlas lesbianas, y ver las for-talezas que tienen, las de-bilidades también, e inclu-so cuáles son las amena-zas propias del sistema a estetipo de relacionamiento”.

Esther decía que sus com-pañeras estaban muy in-teresadas en saber mássobre las lesbianas, que-rían conocer las causaspor las cuales las mujeresse deciden por esa opciónsexual, pero que no lo hi-cieron por falta de infor-mación, pues la diferenciade niveles determina mu-chas veces la participa-ción en las jornadas. Perodijo también que hay gente en su grupo, sobretodo gente de edad más avanzada, que tieneuna postura definida, que hay cosas que com-parten y otras que no, porque hay diferencias alrespecto, y que por ello, a pesar de que habíacompañeras que querían participar de ese ta-ller, prefirieron conocer bien primero los moti-vos por los cuales otras mujeres toman ese tipode decisión, y que lo harían en otra ocasión,porque no es un tema que lo hayan descartado.“Ñaime diferente niveles, upea la ahechava,porque che la petei che grupo pe la compa-ñera ajea orekoma otro edad ajepa, edad másavanzada, ha hae oñaposiciona voi, algunascosas la o comparti, otra cosa ndo compartiri,ha oi la diferencia, ha upea pe tema laointeresavea la compañera kuérape pero ndo

Entrevista

Pillar Callizo -Transparencia Internacional

2 Ocupó ese cargo hasta febrero de 2004.

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participai porque a lo mejor ontendeseve pro-fundamente aje, mba∂pa la decisión otomavala compañera kuera”.

Para Macky, el tema que generó gran debateentre las jóvenes fue el referido a los militares ylas mujeres, donde hubo mucha discusión y fuemuy difícil de entender, “incluso a mí me des-pertó millones de contradicciones [...] parecíaun tema fácil, pero apenas empezó, la discu-sión fue muy compleja, porque había gente quepensaba que una manera de tener poder comomujeres es entrar dentro del sistema militar, yyo eso no lo podía creer”. En ese sentido, ellamanifestó que un problema fundamental es laestructura de pensamiento de la gente, “que esalgo que hay que romper porque muchos dicenque nosotras tenemos que hacer todas las co-sas que hacen los varones para tener más po-der, y no es así”. Según Macky, también el tallersobre el clítoris y el placer llamó la atención delas jóvenes, quienes decían que había que par-ticipar “sí o sí”, y que había muchísima curiosi-dad al respecto, y aunque ella no pudo estarpresente, se percató de que fue un tema quetuvo mucha repercusión, “porque afuera y aden-tro había discusión, comentarios [...] y ademásporque el enfoque fue totalmente diferente a loque nos suelen enseñar, y era genial que estu-viera escrito en una carpeta porque casi nuncase hace eso”.

Pero quienes emocionaron profundamente aMacky fueron las indígenas nivache, pues alhablar de sus experiencias mostraban cómo losproblemas que tenemos las mujeres “ni siquie-ra se basan en la clase social ni nada, sino quetoda la sociedad te impone, no importa que ten-gas dinero o no, te afecta de igual manera [...]no importa que estés en el campo, te hace elmismo daño”, refiriéndose a la falta de dere-chos, a la discriminación, a la desigualdad porrazones de sexo.

Respecto a la agenda de actividades del en-cuentro, Angélica contó que en la CMP se deci-dió no marcar ejes temáticos y que cada orga-nización eligiera los temas a abordar durante elmismo, de manera a crear un espacio de inter-cambio de experiencias entre ellas. Por su par-te, la CMP optó por el feminismo, y por los dere-chos sexuales y derechos reproductivos, ade-más de priorizar algunos sectores, como porejemplo el de las lesbianas, porque “era la pri-mera vez que podíamos contar con la presenciade un sector con su propia reivindicación y con

un grupo que quería compartir su experiencia”.Agregó que quedaron muy sorprendidas por lacantidad de organizaciones que se ofrecieronpara realizar actividades, con lo cual “inclusotuvimos que rechazar algunas de ellas porqueya no había espacios ni tiempo”. Asimismo,Angélica dijo haberse impresionado por la si-tuación de las mujeres nivache porque era tam-bién la primera vez que “tenemos a las mujeresindígenas con reivindicaciones como mujeres,no como sector, no como indígenas nomás [...]además, tuvieron sencillez y claridad en su plan-teamiento sobre lo que ellas esperan y quierencompartir con nosotras”.

Los temas para tratar en elsegundo encuentro feminista

Las entrevistadas indicaron que hay otros temasen el debate actual que no fueron parte de laagenda de este primer encuentro feminista. Pi-lar señaló que está bien que se aborden situa-ciones sectoriales específicas, pero con el mis-mo énfasis se debería incluir temas que afectanprofundamente a las mujeres, que hasta ahorano han sido tratados adecuadamente, y en loscuales “debemos tener una voz decidida, comopor ejemplo, la adecuación fiscal. Yo no he es-cuchado a mujeres que se pronuncien desdeuna perspectiva de género, y es importante sa-ber cómo impacta ese tipo de medidas”. Ellaafirma que no hay que olvidar que “nosotrastrabajamos por aquellas que no tienen voz yque son las que necesitan que sigamos abrien-do caminos”. Otros asuntos a priorizar, segúnPilar, son la corrup-ción, la falta de justi-cia, el acceso a la jus-ticia, y el impacto quetienen estas cuestio-nes en la condición ycalidad de vida de lasmujeres, en sus dere-chos, en cómo afec-ta a la mujer las pe-nalidades de ciertosdelitos, la descentra-lización de la adminis-tración de la justicia,etc. Por ejemplo,“cómo encaran losjueces –que mayorita-

Entrevistas

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riamente son hombres– una decisión o un falloen cuanto a lo concerniente al derecho de lamujer [...] cómo la consecuencia de la corrup-ción afecta más a la mujer, comenzando por elproblema de todo lo que se desvía en salud, edu-cación [...] son hechos concretos que deben serabordados, pero no como temas en el contextode lo social sino focalizados como políticas públi-cas”.

Macky manifestó que hay que incluir la discu-sión sobre la violencia doméstica, así como tam-bién la situación actual de las mujeres, para vercuáles son las características principales de estarealidad, ver en qué se avanzó, qué cosas mejo-raron, y en qué cosas se retrocedieron, y sobretodo hablar “del machismo de la mujer, porquedesde mi punto de vista hay más mujeres ma-chistas que varones [...]”.

Esther señaló que un aspecto ausente en esteprimer encuentro y que debería incluirse en lossiguientes es el intercambio de experiencias entrelas distintas organizaciones de mujeres, de ma-nera a ver entre todas qué falta para fortalecer-se, y ver qué experiencias pueden servir, discu-tir en grupos y sacar conclusiones que puedanenriquecer el encuentro. “Ore ropensante avei,la ojeabri va∂ra petei espacio, ikatu jae porsector avei, ikatu haguaicha jajapo petei in-tercambio de experiencia, ha ikatu hapejahecha oñondive kuera mba∂pa la ofaltava,ikatu haguaicha yafortaleceve la organizaciónde mujeres. Entonces upea oservita, la ex-periencia oservita entero vevape, upeare oreropensa la ofaltaha pe espacio, ha upea áriavei ikatua haguaicha ña impone [...] ko sec-tor ohecha upea, ha pea ofalta, pea la jajapova∂ra ikatu haguaicha jaje fortalece, enton-ces pe ñemohasa jey grupope, toñembohasape evento upeape ha toñe conclui. Pea peformape ore ro∂ la ofaltaha, upea oenriqueceveta avei”.

Sobre la reflexión de Esther surgió entre las en-trevistadas la idea de realizar encuentros simila-res en el interior del país, pues según Pilar “hayque ir a otros lugares, estos encuentros tienenque ayudar a que nos conozcamos [...] que otrasmujeres conozcan quiénes son las mujeres queocupan cargos de decisión, o simplemente es-pacios de presión a los poderes políticos, de talmanera que sean referentes para ir extendiendoeste trabajo que evidentemente tenemos quecontinuar con mucha fuerza [...] y saber quehay mujeres que están incluso liderando proce-sos, que a lo mejor ni siquiera entre nosotrasnos conocemos”.

Para concluir...

Esta entrevista fue muy pro-ductiva porque quienesparticiparon de ella sonmujeres que expresaronsus opiniones de maneramuy clara, con profundasreflexiones y análisis que latiranía del espacio de unmedio impreso impide in-cluir en su totalidad. Noobstante estas limitaciones,el resultado fue que tuvi-mos un rico análisis desdedistintos puntos de vista, yaque nuestras entrevistadaspertenecen a sectores muydistintos entre sí, pero,como ciudadanas -y a juz-gar por su trayectoria ymilitancia-, sus metas apun-tan a la conquista de una socie-dad justa e igualitaria entre mu-jeres y hombres.

Macky es una adolescente que aún no ha con-cluido la educación media, y trabaja por lograrque la federación de estudiantes en la que mili-ta tenga alcance nacional. Por su parte, Estheres joven pero ya tiene un largo camino andadoen el movimiento campesino, y es hoy una delas pocas mujeres líderes en ese sector; Pilar haacompañado el proceso de resurgimiento delmovimiento de mujeres en el Paraguay, haciafinales de la década de los ochenta, y es unareconocida abogada que ha ocupado y ocupacargos de mucha relevancia, tanto en el sectorprivado como en el propio Estado. Clara provie-ne del sector cooperativo que desde hace unbuen tiempo trabaja con mucho ahínco en lainclusión de la perspectiva de género en susacciones. Finalmente, Angélica fue la coordina-dora de este primer encuentro feminista y esmilitante de la CMP desde sus inicios, y la quelogró, junto a un gran equipo de trabajo, que elprimer encuentro feminista del Paraguay hayabrillado con luz propia.

Así, con las lecciones aprendidas en este pri-mer encuentro, y sobre todo la amplia participa-ción de mujeres de distintos sectores que res-pondieron a la convocatoria, se abre un caminoque se presenta auspicioso para realizar el se-gundo encuentro, que ojalá se realice antes deque la tierra complete el próximo giro alrededordel sol.

Entrevistas

Esther Leiva - OLT-MCNOC

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En Paraguay existen dos cárceles de mujeres: elpenal del Buen Pastor, en Asunción, que alber-ga a 186 reclusas, y la cárcel Juana María deLara en Ciudad del Este, Alto Paraná, con aproxi-madamente 30 internas. Ellas no llegan ni si-quiera al 5% de la población penal total del país,ya que existen más de cinco mil varones en losdiferentes penales regionales y mayoritariamen-te en Tacumbú1. Sin embargo, los vicios del sis-tema penitenciario se repiten a pesar de la me-nor población penitenciaria femenina. Duranteel año 2003 se agudizaron las quejas de lasreclusas, disconformes con la lentitud con quese tramitan las causas, y a esto se sumó que lasinternas del Buen Pastor protagonizaron unahuelga de hambre por la escasa cantidad deindultos concedidos a mujeres: sólo dos reclusas,

frente a los 65 varones indultados, medi-da que ellas consideraron injusta.

En una entrevista realizada a la defensorade derechos humanos Soledad Villagra2,

quien, entre otras cosas, es secretaria dela Plataforma Interamericana de DerechosHumanos, Democracia y Desarrollo-Capí-tulo Paraguay, e integrante del Grupo de

detenciones arbitrarias de la Comisión de Dere-chos Humanos de las Naciones Unidas, pudimosprofundizar algunos puntos de este problema.

Carolina Thiede Arias

Las MUJERES RECLUIDAS:el sistema penal repite sus vicios

1 Martínez, Ofelia; González, Myrian, “La igualdadde las mujeres y los desafíos ante el nuevogobierno”, en Derechos Humanos en Paraguay2003, Coordinadora de Derechos Humanos delParaguay (CODEHUPY), Asunción, 2003.

2 La entrevista a Soledad Villagra fue realizada el19 de febrero de 2004.

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En líneas generales, ¿cuál es la situación delas mujeres recluidas en centros penitencia-rios del Paraguay?

Comparte la crisis de todo el sistema peniten-ciario. Hay una cantidad de mujeres menor a lade hombres, evidentemente, pero se tienen losmismos problemas en escala más chica. He vis-to prisiones en otros países y pienso que com-partimos una triste realidad en toda AméricaLatina. Vi mujeres viviendo con sus hijos, enMéxico por ejemplo, tienen que vivir ahí loschicos, forzosamente recluidos incluso hastaedades mayores que las permitidas en Paraguay,porque las mismas internas lo solicitan. El pro-blema es que toda la familia, el núcleo familiarse ve afectado cuando la mujer queda recluida.En el caso de un hombre no es tanto, pero en elcaso de una mujer se quiebra toda la familia,los hijos quedan muchas veces a la deriva, le-jos, y es mucho más doloroso para la mujer nopoder criar a sus hijos, dadas las condiciones.

Es muy triste también la situación de los paísesnuestros, cómo quedan ellas, quedan en luga-res que no son los ideales, no están bien nues-tras prisiones, en algunos casos unas son mejo-res que otras, pero cárceles modelos no exis-ten. El hacinamiento es menor, pero no llega aser lo ideal.

¿Qué pensás de la problemática particular delos penales de mujeres, por ejemplo, con re-lación a la tenencia de hijos dentro de los cen-tros de reclusión?

Yo creo que es mejor que lo permitan, aunqueen otros países no es así.

¿Considerás que existe algún tipo de discri-minación específica hacia las mujeres en elsistema penal paraguayo?

Yo creo que comparten la miseria general delsistema, pero lo que sí pasa es que por su con-dición se agrava más el problema. Es disfuncionalpara una familia que la mujer no esté, que unamadre de varios hijos falte causa estragos en lafamilia, y normalmente esos chicos conviven contraumas y problemas más graves que si fuera elpadre el que faltase. Por eso, el tiempo de esta-día de una mujer se tiene que cuidar, evitar queesté sin condena mucho tiempo, porque si bienes un problema que los hijos vivan con susmadres en el penal, es peor que estén alejados.Es mayor el costo social cuando la madre esrecluida, ya que es toda la familia la que sufre,no es una persona nomás la que va a la cárcel,sino que es la familia entera, obviamente, sindejar de notar que hay hombres que sí se ha-cen cargo de sus casas.

Sin embargo, hay que decir que el índice mejo-ró mucho. Actualmente, hay menos personasprocesadas y más condenadas. Bajó mucho esenivel que teníamos del 93% hace algunos años,después del cambio del sistema penal, mejorómucho. Pero se puede mejorar aún más. Toda-vía tenemos falta de espacio, no hay suficientesrecreaciones, todos los problemas que tienenen otros lados. El hacinamiento es menor en elBuen Pastor, pero todavía hay mucho que pue-den hacer las organizaciones. Siempre la vigi-lancia de las organizaciones ayuda a corregirciertos males, no solamente para cosas coyun-turales, sino para mejorar el sistema mismo.

¿Por qué se repiten los mismos vicios que afec-tan a las cárceles de hombres (falta de con-dena, malas condiciones de vida, etc...) sien-do las reclusas menos del 5% de la poblaciónpenal del país?

Lo que pasa es que el sistema tiene los mismosvicios, más allá del porcentaje o número depersonas. El problema, por ejemplo, es la faltade programas post penitenciarios para la genteque no es inocente, que está ahí por un motivoreal, no hay mecanismos para reinsertarlos en

Entrevistas

Soledad Villagra

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PAÑUELO LILALa MARCHA del

La Fundación Kuña Aty, el Cen-tro de Educación, Capacitacióny Tecnología Campesina(CECTEC), Decidamos - Campa-ña por la Expresión Ciudadana,el Colectivo de Mujeres 25 deNoviembre y la Coordinación deMujeres del Paraguay (CMP),convocaron a la ciudadanía ca-pitalina a una marcha el sába-do 22 de noviembre, en recor-dación al Día Internacional dela No Violencia contra la Mujer.

Esta conmemoración nació enel Encuentro Feminista Latino-americano y del Caribe, realiza-do en Bogotá, en 1981, en ho-nor a las hermanas Mirabal,Patria, Minerva y María Teresa,tres activistas políticas que fue-ron asesinadas el 25 de noviem-

violenCia

bre de 1960 por la policía se-creta del dictador Rafael Trujilloen República Dominicana. Ade-más, desde 1999, las NacionesUnidas declararon al 25 de no-viembre como fecha de recor-dación de la violencia quecotidianamente se ejerce sobrelas mujeres de todo el mundo,tanto a nivel público como pri-vado.

La “Marcha del pañuelo lila” serealizó en horas de la mañanafrente a la plaza donde se en-cuentra el Oratorio de la VirgenNuestra Señora de la Asunción,en la céntrica calle Palma. Laidea era rendir un homenaje alas mujeres que fueron asesina-das por sus parejas, con el finde llamar la atención sobre el

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alto porcentaje de feminicidioocurrido a nivel doméstico eintrafamiliar. Este grave proble-ma social se ve reflejado endatos del Informe de DerechosHumanos en Paraguay1, dondese consigna que entre enero yagosto de 2003, ocho mujeresfueron asesinadas por sus pa-rejas o ex parejas (esposos, no-vios, concubinos), cifra que seeleva si se tiene en cuenta elalto sub registro.

La violencia contra la mujer,considerada hoy como un pro-blema de orden público, ha sidouno de los motivos centrales dela lucha de organizaciones fe-ministas, desde hace más dedos décadas. Actualmente, espenalizada en muchos paísesdel mundo y se ha convertidoen un atentado contra los dere-chos humanos de las mujeres.Desde el año 2000, en el Para-guay existe una ley civil de pro-tección contra la violencia enla casa y en la familia. Tambiénexisten convenciones internacio-nales que protegen a las vícti-mas de violencia. En ese senti-do, la instauración de un día alaño para reflexionar sobre la vio-lencia, y la realización de actospara denunciar los crímenes yrecordar a sus víctimas, sirventambién para difundir la existen-cia de esas leyes protectoras yde organizaciones que amparana las mujeres.

La invitación a lucir un pañueloo alguna prenda lila como sím-bolo de adhesión al acto dedenuncia de estos crímenes,

fue una manera de identificaresta marcha con la lucha femi-nista contra la opresión de lasmujeres. Tal vez el lugar dondese realizó el acto, el Panteón Na-cional de los Héroes, abra eldebate acerca de la importan-cia que tiene para las mujeresvisibilizar el problema de la vio-lencia de género en un espa-cio que tradicionalmente hasido sólo de los hombres, puesen ese Panteón se venera a losgrandes héroes nacionales,hombres guerreros, pertene-cientes a la casta político–mili-tar. Por supuesto, hasta hoy nin-guna mujer que ha luchado yque ha aportado a la historiasocial del Paraguay, forma par-te de esta galería de “ciudada-nos ilustres”.

Más allá de las discusiones ydebates que se pueden gene-rar alrededor del lugar del acto,se puede rescatar el mensaje ysignificado que dejó la marchadel pañuelo lila en la sociedadcapitalina, ya que fue unaacción que tuvo mucha reper-cusión en los medios de comu-nicación. Además, el 25 denoviembre, al igual que otrasfechas como el 8 de marzo “DíaInternacional de la Mujer”, sir-ve para hacer visibles las discri-

1 Ofelia Martínez; Myrian Gónzalez, “Laigualdad de las mujeres y losdesafíos ante el nuevo gobierno”, enInforme de Derechos Humanos enParaguay, Coordinadora de DerechosHumanos del Paraguay (CODEHUPY),Asunción, 2003, p.103.

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minaciones que sufrimos lasmujeres en sociedades patriar-cales. Al denunciar este tipo deviolencia en un lugar como el“Panteón de los Héroes”, que esuno de los símbolos patriarca-les de nuestra sociedad, tam-bién estamos dando, en ciertamedida, una resignificación a loque representa dicho lugar parala sociedad paraguaya.

En ese sentido, creemos queactos como “La marcha delpañuelo lila” quizás puedenaportar a deconstruir esos sím-bolos que refuerzan el pensa-miento patriarcal, y mostrar asílas consecuencias que tiene esesistema para las mujeres en elParaguay.

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te recomendamos

2º concurso de ensayos de CLADEM

Con el objetivo de estimular a estudiantes y cientistasdel derecho y otras ciencias a trabajar por la defensa delos derechos de la mujer en la región, y a contribuir aldesarrollo del conocimiento jurídico e interdisciplinariodesde el enfoque de género, el Comité de América Lati-na y el Caribe para la Defensa de los Derechos de laMujer (CLADEM) convoca al 2º Concurso de Ensayos,sobre el tema “Estado Laico”.

La convocatoria cuenta con dos categorías de abordaje:la categoría legal, dirigida a abogadas/os y estudiantesde Derecho de América Latina y el Caribe hispano par-lantes que deseen participar en forma individual o co-lectiva; y la categoría interdisciplinaria, dirigida a profe-sionales y estudiantes de otras ciencias. En cada cate-goría se otorgará un primer premio de 1.000 US$ y unsegundo premio de 500 US$. La fecha límite para reci-bir las propuestas es el 30 de abril de 2004 y el lugarde recepción de los trabajos es la oficina de CLADEMubicada en Jr. Estados Unidos 1.295 departamento 702,Jesús María, Lima 11, Perú.

El jurado en la categoría legal estará compuesto por:Liliana Tojo, directora del Programa para Brasil del Cen-tro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL),Luisa Cabal, abogada encargada del programa paraAmérica Latina y el Caribe del Center for ReproductiveRights con sede en Nueva York, y Susana Chiarotti Boero,actual coordinadora regional de CLADEM. En la catego-ría interdisciplinaria serán integrantes del jurado AnaGüezmes, integrante del Comité Coordinador del Pro-grama de Estudios de Género de la Universidad Nacio-nal Mayor de San Marcos, y coordinadora del Observa-torio del Derecho a la Salud del Consorcio de Investiga-ciones Económicas y Sociales, Mónica Tarducci, profe-sora de grado y postgrado e investigadora en temas dereligión y familia, y Regina Soares Jurkewicz, coordina-dora ejecutiva e investigadora de Católicas por el Dere-cho a Decidir (CDD – Brasil).

Los términos de referencia y la información adicional pue-den encontrarse en la página web www.cladem.org/espanol/novedades/2concurso.esp.asp. Para mayor infor-mación las personas interesadas pueden dirigirse arborja@cladem.org

Diplomado “Derechos Humanos de la

Mujer: Teoría y Práctica”

El programa de diplomado sobre “Derechos Humanosde la Mujer: Teoría y Práctica”, organizado por el Centrode Derechos Humanos (CDH) de la Facultad de Dere-cho de la Universidad de Chile, ofrece la oportunidadde estudiar temas relacionados con la teoría feminista ylos diversos mecanismos nacionales e internacionalesdisponibles para la protección de los derechos huma-nos de la mujer. Este programa, diseñado para 25 parti-cipantes, ofrece 20 becas completas para abogados/aslatinoamericanos/as cuyo trabajo o actividades actua-les demuestren su capacidad para defender y promoverlos derechos humanos de la mujer en sus países deorigen. El programa priorizará a personas que desem-peñen sus actividades en organismos no gubernamen-tales de derechos humanos y de mujeres o en institu-ciones públicas, secretarías y oficinas de la mujer, aprofesores/as de derecho y a funcionarios/as de repar-ticiones ligadas con el Poder Judicial y/o la Defensoríadel Pueblo.

El programa consistirá en actividades docentes y aca-démicas en Santiago de Chile (2 semanas en septiem-bre y octubre de 2004 y 1 semana en enero de 2005)y clases online (21 semanas). El contenido temático in-cluye: introducción al derecho internacional de los dere-chos humanos; feminismos, género y derecho; derechoshumanos y perspectiva de género en el ámbito interna-cional; derechos humanos y perspectiva de género enel ámbito interno, y estrategias para promover el desa-rrollo de los derechos humanos de las mujeres en elámbito nacional.

El diplomado cuenta con un cuerpo académico de pro-fesionales de reconocida trayectoria en derechos huma-nos y temas afines, tanto a nivel nacional como interna-cional, integrado por la doctora Cecilia Medina, co-di-rectora del Centro de Derechos Humanos (CDH) de laFacultad de Derecho de la Universidad de Chile y direc-tora del presente diplomado, el profesor José Zalaquett,co director del CDH, Lorena Fries, docente en materiade Género y Derecho e integrante del Directorio delCaucus por la Justicia de Género para la Creación de laCorte Penal Internacional, y Claudio Nash, coordinadordel CDH y docente en materia de Derecho Internacio-nal de los Derechos Humanos. También se contará conla participación de destacados conferencistas y profe-sores/as invitados/as, quienes guiarán módulos especí-ficos de las clases virtuales.

En la página web www.derecho.uchile.cl/cdh/diplomados/dipmuj/index.html se encuentra la informa-ción ampliada sobre el diplomado.

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Carolina Thiede Arias

Imagen feminista: radicales y solas

pienso que...

Cuando un grupo de comunicadoras nos pro-pusimos pensar en la campaña de difusión parael Primer Encuentro Feminista del Paraguay,surgió la idea de trabajar con la metodologíadel grupo focal. Sentimos que nuestras ideasestaban fuertemente ligadas a lo que creíamosque las y los demás pensaban del feminismo –y de las feministas– y que, si bien ese prejuiciono podía ser evitado, era fundamental definirlomejor y ajustarlo a la valoración real de nues-tros grupos meta para pensar con claridad.

Utilizar la palabra “feminista” como denomina-ción del encuentro fue una decisión clave parala Coordinación de Mujeres del Paraguay (CMP).Fue una opción discutida y consciente, y en-tiendo que tuvo la intención de medir el nivelde aceptación o rechazo que el término genera-ría en el resto de la sociedad. Por cierto, tiempodespués podemos afirmar que el objetivo secumplió. Tuvimos reacciones variopintas, inclu-yendo a la cúpula de la Iglesia Católica que de-dicó una de las homilías de la fiesta de la virgende Caacupé para hablar del “feminismo exage-rado” y sus nefastas consecuencias en la socie-dad toda. Y por otro lado, los números fuerontambién una respuesta: más de 500 participan-tes, mujeres y algunos hombres, en el Encuen-tro Feminista. Bastante más de lo que se espe-raba.

Pero todo esto nos lo mostró la experiencia.Antes de embarcarnos en una campaña de di-fusión que convocaría al encuentro, quisimosobtener herramientas para no caer en los este-reotipos de siempre. Fue así que se organizarondos grupos de discusión para determinar el ni-vel de percepción que tienen mujeres jóvenes yadultas sobre otras mujeres que se autodeno-minan feministas, o pertenecen a algún movi-miento feminista en Paraguay. Coordinadas porNidia Glavinich, reunimos a las jóvenes por unlado, y a las mayores por el otro. Fue como unavía libre para que dijeran todo lo que piensansobre nosotras, sobre nuestras organizaciones ysobre la posibilidad de convocar a un encuentromasivo. Algunas respuestas fueron sugerentes.

Las jóvenas y los curas

Cuando analizamos lo que dijeron las mujeresjóvenes reunidas en el grupo focal, por un ladopensé que el objetivo estaba cumplido: ahí te-níamos una lista larga de prejuicios, juicios, con-ceptos, críticas y sugerencias sobre lo que so-mos, lo que parecemos y lo que creen que de-beríamos ser. Pero no pude evitar, ya tiempodespués de la campaña comunicacional, pen-sar nuevamente en lo que nos dijeron, en parti-cular, otras jóvenas.

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“Radicales, autoritarias, opuestas a lo democrá-tico, fanáticas, intransigentes, extremas, cerra-das, irracionales, auto excluidas de otros gru-pos”: notable similitud entre el discurso de es-tas mujeres –activistas en causas sociales y conacceso a mucha información– y lo que manifes-tó el monseñor Claudio Silvero, a quien algunascreímos representante de un conservadurismoduro y extemporáneo.

También fue evidente en ese grupo focal, y asu-mido, el altísimo nivel de desconocimiento sobreel feminismo en general y, en particular, de lo quehacemos las feministas en nuestro medio. Puedeser fruto de una carencia en materiales de difu-sión accesibles, o puede ser simple desinterés.

Entre la desinformación y los adjetivos señala-dos, el panorama no fue esperanzador. Sin em-bargo, las expresiones vertidas tienen un valorparticular, ya que nos permitieron escuchar loque no se dice en el discurso políticamentecorrecto habitual. Probablemente, son las mis-mas jóvenes que luego participaron con entu-siasmo y dieron vida al Primer Encuentro Femi-nista. Fue aleccionador entender lo que muchassienten y creen a través de la cultura patriarcalen la que vivimos, ésa que nos enseñó que lasmujeres solas sufren, que ser radicales es de lo-cas, que la fuerza en un hombre es valentía, peroen una mujer es autoritarismo e irracionalidad.

Por supuesto que aquí no hablamos de casosparticulares ni de conceptos absolutos. Uso esteejemplo (el del grupo focal) sólo como excusapara pensar sobre actitudes que siento repeti-das, porque mirarse en el espejo siempre esútil, no para creer todo lo que una ve, pero sípara encontrar las claves que permitan expan-dir nuestras ideas, nuestro activismo. Y cuántotrabajo falta, si sobre el derecho a la igualdadentre mujeres y hombres y el feminismo parecehaber tanta confusión.

“No quiero ser como ellas”

Me cuestiona también la importancia de la ima-gen que reflejamos como feministas y mujeres.Reflexionar sobre este tema puede implicar, entreotras cosas, admitir que somos modelos de fe-minismo que otras quieren o no imitar. Eso nome parece libre, ni para nosotras y menos parael resto de las mujeres. ¿Hasta qué punto laadscripción a un movimiento social se juega enla imagen que éste proyecta y no en sus postu-lados ideológicos?

Muchos de los prejuicios negativos presentesen las participantes de nuestro grupo focal gira-ron en torno a que las feministas somos “muje-res solas, anti-hombres, traumadas, fuertes, queejercen un poder masculino, mujeres divorcia-das y que tuvieron malas experiencias en elmatrimonio”. Todo esto tiene que ver con nues-tra vida privada, nuestra intimidad y sobre todocon cómo nos relacionamos con nuestras pare-jas (si las tenemos). ¿Por qué se nos juzga contanta soltura en esos ámbitos, cuando nuestrapropuesta feminista es política y pública?

Cuándo leí la frase “no quiero ser cómo ellas”traté de recordar si cuando decidí empezar atrabajar en el movimiento feminista lo hice,mayormente, porque quería ser como las femi-nistas que conocía en ese entonces. Parece másbien materia para el psicoanálisis, pero creo quees importante empezar a romper con los mode-los que nos imponen. Comprar a un movimien-to social con la misma lógica que adquirimos lamarca de un producto no es de ciudadanas/aslibres. Precisamente, porque en el activismo so-cial somos ciudadanas, y no consumidoras.

La imagen de un colectivo de personas quecoinciden en una ideología no debe ser homo-génea. Eso nos resta diversidad, nos saca de-mocracia. El feminismo es más que una ima-gen –construida, es cierto, por nosotras, perotambién por un sistema imperante de valorestodavía machista–, y eso es lo que debemosproyectar.

informativoMujer59

Benedita Souza da Silva es una política activista del movimiento negro y del movimientofeminista. Nació el 11 de marzo de 1942 en la ciudad de Río de Janeiro, hija de la lavanderaMaría da Conceicão, conocida como Doña Ovidia, y del albañil y lavador de autos José Tobías,en esa época moradores de la favela de la Praia do Pinto (Leblón), destruida en los años ‘60por un incendio, para dar lugar a un condominio residencial.

Recién nacida se mudó al morro Chapéu-Mangueira –una favela incrustada en la zona surcarioca–, en Leme (RJ), donde residió con su familia. Bené, como la apodaron, trabajó desdeniña, al igual que el resto de sus 13 hermanos y hermanas, primero, vendiendo limones ydulces, luego como operaria en una fábrica y entregando ropa lavada por su madre. En 1965,durante las conmemoraciones del IV Centenario de la ciudad de Río de Janeiro, fue la repre-sentante del barrio de Copacabana en el concurso de mujeres sambistas, siendo electa Miss IVCentenario. A los 26 años se convirtió a la Asamblea de Dios.

En las décadas del sesenta y setenta, tiempo de agitación social y dureza del régimen militar,Bené y otras mujeres del morro Chapéu-Mangueira comenzaron a reunirse para enfrentar ladifícil situación de los pobladores/as de las favelas, resistir los ataques de la policía y mejorarlas condiciones de vida. Fundó el Departamento Femenino de la Asociación de Moradores deChapéu-Mangueira. Luego del renacimiento del movimiento feminista carioca (entre 1975 y1976), esta pionera organización de mujeres de las favelas propició el Centro de la MujerBrasilera (RJ) para articular el trabajo en conjunto, promoviendo un cambio histórico de expe-riencias entre estratos sociales diferentes: la clase media ilustrada y las mujeres del cerro.

Benedita fue la única de su familia que consiguió conciliar el trabajo con el estudio, graduán-dose en la carrera de servicio social en 1982. Un año antes quedó viuda de su primer marido,Nilton Aldano da Silva, con quien tuvo dos hijos, y poco después se casó con AguinaldoBezerra dos Santos (o Bola), importante líder comunitario carioca, quien murió en 1988. Ac-tualmente está casada con el actor y político Antonio Pitanga.

Su actuación en los movimientos de las favelas, el movimiento negro y de mujeres, fue la puntade lanza para su candidatura como concejala en las elecciones municipales de 1982 por elPartido de los Trabajadores (PT). Una vez electa, su trayectoria política fue meteórica, siendo laprimera mujer negra en acceder a los más altos cargos en la historia de Brasil: concejala,diputada federal constituyente, reelecta para un segundo mandato en 1990, senadora, en1994, con más de 2 millones 400 mil votos, y vice gobernadora en las elecciones de 1998.

Sus mandatos estuvieron marcados por la defensa de los derechos de las mujeres y de losnegros. Es de su autoría el proyecto que inscribió a Zumbi dos Palmares en el panteón de loshéroes nacionales. Logró que el 20 de noviembre fuese designado como “Día nacional de laconciencia negra”, además de otros proyectos que proponen la inclusión de negros/as enproducciones de emisoras de televisión, películas y piezas publicitarias, creación de las delega-ciones especiales para investigar crímenes raciales, cuota mínima para sectores etno-racialesen instituciones de enseñanza superior, obligatoriedad de incluir el tipo de color de las perso-nas en sus documentos, ley contra el acoso sexual y derechos de los trabajadores extendidosa las empleadas domésticas.

Bené se volvió un símbolo para la población de escasos recursos de todo el Brasil. Su popula-ridad e imagen asociada a las luchas sociales transformaron a Benedita en un fenómenointernacional.

(Basado en: Schumaher, Schuma; Vital Brazil, Érico, Dicionário Mulheres do Brasil, Jorge Zahar Editor,Río de Janeiro, 2000).

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