casada con su enemigo

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Casada con un enemigo

Lucy saba que lo perdera todo si no se casaba con Justin Waite, as que accedi. l afirm que slo quera un matrimonio de conveniencia, pero en seguida dej claro que sera ms feliz con una esposa en el amplio sentido de la palabra. Y Lucy se dio cuenta demasiado tarde de que la razn de que se sintiera tentada por la sugerencia de Justin era que ya no poda verlo como su enemigo...

Capitulo 1

J USTIN, esto es increble, hay un fotgrafo... Oh, lo siento! No saba que estabas acompaado.

Lucinda Waite se detuvo en la puerta del despacho de su marido antes de entrar.

-Ah, eres t, Sasha! Bueno, y alguien ms. Cmo est? -aadi educadamente a la tercera persona del despacho-. Soy Lucinda, la esposa de Justin, pero todo el mundo me llama Lucy -aadi extendiendo su mano con elegancia.

-Robert Lang -murmur el hombre levantndose rpidamente y aceptando su mano extendida-. Cmo est, seora Waite?

-Pues no muy bien, seor Lang. Mi intimidad est siendo invadida, y no puedo evitar pensar que usted puede ser el responsable de todo.

Robert Lang, de unos treinta aos, se qued atontado. Los ojos de la recin llegada eran del. color azul profundo y aterciopelado de los pensamientos, y su piel tena la textura cremosa de los capullos de flor mientras que su pelo, echado hacia atrs, tena el color del trigo maduro. Robert Lang mir de arriba abajo a Lucinda Waite. No, no poda ser todo perfecto. Sus ojos se abrieron ms y ms, sus piernas eran largas y sensacionales...

-Est mirando fijamente, seor Lang -dijo Sasha Peterson, una elegante pelirroja de treinta y pocos aos.

Pero Robert Lang no careca de encanto e ingenuidad.

-Es cierto -admiti-. La verdad es que estoy impresionado. No creo haber visto nunca a ninguna mujer tan bella como usted, seora Waite... y perdneme por decirlo, seor -dijo mirando con respecto a Justin Waite, sentado tras su mesa.

-Est perdonado, seor Lang -dijo Justin Waite-. Mi esposa tiene ese efecto en las personas desde que estaba en la cuna.

Justin Waite se levant, mostrando su cuerpo alto y musculoso.

-Y mi esposa tambin vuelve loca a la gente -aadi con frialdad.

Lang mir a Lucinda, que simplemente sonri dbilmente.

-Qu he hecho ahora, Justin? -murmur.

-Invadir tu propia intimidad, querida. Escribiste o no a cierta revista y los invitaste aqu a escribir un reportaje sobre este lugar y sobre ti?

-S, es cierto... As que es usted! -exclam

Lucy mirando a Lang con una sonrisa gloriosa-. Pero no me avis de que vena hoy.

-La razn de que no supieras que vena, Lucy -dijo Sasha Peterson levantndose y tomando una carta de la mesa- es que mientras Justin y yo hemos estado fuera, no te has molestado en abrir el correo aunque me aseguraste que lo haras.

-Es cierto -intervino Robert Lang-. Yo le escrib sugiriendo que vendra hoy si no haba ningn problema.

-Oh! -se lament Lucy Waite-. Debi haber esperado una respuesta, seor Lang, pero ahora que s quin es, podramos empezar. No tengo nada que hacer. Por cierto, eres indispensable, Sasha, verdad? Perdona por haberlo dudado! Ir a cambiarme.

-No hars tal cosa, Lucy.

-0h, Justin! -protest Lucy-. Por qu?

Lucy se qued mirando fijamente los ojos duros de Justin. La atmsfera se carg repentinamente de electricidad.

-Porque lo digo yo, Lucy -declar Justin-. Vuelve con tus caballos, querida, y yo me disculpar por el malentendido.

Lucy Waite se encogi de hombros.

-Lo que t digas, Justin -murmur-. Perdneme, seor Lang. No llevo mucho tiempo casada, as que supongo que an no me s bien las reglas, pero...

-Lucy...

-Ya me voy, Justin. Adis!

-Imagino que los acontecimientos de hoy han sido ms disparos en la guerra que me prometiste desde el da que nos casamos, Lucy -dijo Justin sentado frente a su mujer mientras cenaban.

-Imaginas bien, Justin.

-No fue muy ingenioso.

Lucy tom un poco de sopa y sonri.

-Pues pens que te molest realmente. Odias la publicidad, verdad? -pregunt muy seria.

-No puedo creer que a ti te guste realmente.

Lucy arrug la nariz.

-Era slo un peridico rural. Y lo que planeaba era ensearles la casa y tus ampliaciones en la propiedad. Habra sido una noticia sensacional para ese joven, no te parece? Posiblemente hayas arruinado su carrera, Justin.

-No he arruinado su carrera en absoluto, pero l ya tiene claro que mi esposa est fuera de sus lmites, as que olvdate de l, Lucy.

Lucy se ri y apart su plato de sopa.

-Notas como tiemblo? Pero todo no est perdido. Al menos ya hay una persona ah fuera que estar pensando que los Waite de Dalkeith y Riverbend son un matrimonio muy extrao.

-Al contrario. Habr al menos una persona que pensar que Lucinda Waite es una mocosa consentida que se merece una buena leccin.

-Por mi experiencia con los hombres jvenes, J ustin, normalmente no piensan eso de m. Eso slo les ocurre a los de tu generacin, y he de decirte que si te refieres a lo que pienso que te refieres...

-Que mereces que te pongan sobre las rodillas de alguien y te den unos generosos azotes?

-Qu valiente eres! -replic Lucy enfadada.

-No me refera a eso -dijo l levantando su vaso de vino con gesto pensativo-. Estaba pensando en una leccin de otra clase -dej el vaso en la mesa y la mir-. Como quitarte el vestido desnudarte y hacerte el amor hasta que ests... digamos ms dcil? Tengo una teora con las mujeres. Trata de que sin sexo regular y satisfactorio, se vuelven caprichosas y molestas, y en tu caso en particular, querida Lucy, lo que realmente necesitas es un par de hijos para evitar hacer tonteras. No ests de acuerdo?

-Creo -dijo Lucy con cuidado-, que es una pena que t no vivas en una era pasada y diferente cuando se trataba a las mujeres como a objetos y se las consideraba como si fueran... ganado. Como si no tuvieran mente y slo instintos.

-Dime una cosa. T has dirigido el curso de este matrimonio hasta ahora. Te ha hecho muy feliz?

-T te has dejado llevar.

-Estabas esperando secretamente algo tan vulgar y... excitante como que yo te tomara en contra de tu voluntad despus de que t hicieras aquella dramtica declaracin la noche de bodas?

Lucy se qued boquiabierta.

-Slo hace unos minutos estabas hablando de...

-De algo completamente diferente, Lucy.

-Ya lo veo -dijo ella desafiante.

-Estaba hablando de averiguar cules son realmente tus deseos -dijo sonriendo-. No te preocupes tanto. No voy a hacerlo. Al menos no esta noche. Pero quiero sealar que en cierto sentido, t eres mi rehn en esta ridcula guerra, y quizs debieras recordarlo la prxima vez que decidas volver a atacar. Sirves t o lo hago yo?

Lucy dej su servilleta y se levant.

-Lo har yo. Justin, me diste muy poca opcin sobre casarme contigo. Dejaste claro que poda perder todo lo que tena, como mnimo mi casa, donde llevaba toda mi vida, si no me casaba contigo. Me dijiste que podramos pelearnos durante aos por Dalkeith y que t lucharas aunque fuera todo lo que yo tena, mientras que t habas heredado Riverbend y tenas una gran fortuna aparte de eso.

-Eso es discutible.

-No me interrumpas -le orden-. Nunca fue culpa ma que nuestros padres fueran lo bastante tontos para ser los dueos a medias de este lugar

y luego ms tontos an de enemistarse y dejarnos a nosotros con este lo...

-Lucy, los hechos son algo distintos. Como Riverbend y Dalkeith son propiedades vecinas y como nuestros padres eran amigos, cuando tu padre tuvo problemas econmicos, mi padre le ofreci invertir dinero en su propiedad y aceptar a cambio parte de la misma. Lo que rompi la amistad fue que tu padre insisti en creer que Australia poda seguir prosperando slo con sus ovejas y rechazaba cada sugerencia que mi padre haca.

Lucy se mordi el labio.

-Yo no saba nada de eso -dijo, sin perder la valenta.

-No, pero eso no fue culpa ma -replic Justin impaciente-. Fue culpa de tu padre que t no lo supieras, que te permitiera ser coronada Lucinda Wainright de Dalkeith y nunca sospecharas que tenas que compartir esa propiedad con alguien. Y aparte estaba yo, de quien tu padre no te hablaba precisamente bien. Aunque... -sus ojos brillaron-, hubo veces en que no te import conocerme, verdad?

Ella enrojeci levemente pero no perdi el nimo.

-Si te refieres a los das cuando yo apenas haba dejado el babero y te segua a todas partes como una ingenua...

-No me refiero a esos das -dijo suavemente, y no dijo ms.

Esa vez ella s enrojeci completamente, lo que la enfureci ms. Era cierto que Justin la atrajo en la adolescencia, pero desde luego, no iba a admitirlo en ese momento.

-Si sta es tu venganza por... -se call de pronto.

-No lo es. Al menos no contra ti.

-Entonces dime algo, Justin. Cul fue tu motivo para venir a verme quince das despus del funeral de mi padre y decirme que lo nico sensato para nosotros era el matrimonio?

-Ah, bueno, he de confesar que ah asom mi buen fondo. T eras muy orgullosa. Yo poda ver claramente las complicaciones que se crearan si otra persona se casaba contigo o t te quedaras embarazada antes de que todo quedara aclarado. Lucy, tienes que estar de acuerdo en que rompiste varios corazones, y slo era cuestin de tiempo el que cayeras en la tentacin. Pero por supuesto, tambin estaba el modo en que habas crecido, perfecta, con un cuerpo deslumbrante -dijo encogindose de hombros-. Se me ocurri que a m no me importara estar casado contigo, y adems, como tenamos tanto en comn... eso simplificara las cosas considerablemente.

-Me sorprende que no tengas otra teora -dijo Lucy furiosa-. Como que las esposas pue

den ser entrenadas e instruidas como caballos. 0 eso an est por llegar?

-Podra ser una posibilidad si son muy jvenes, aunque t estuviste demasiado mimada y consentida por tu padre -dijo indiferente-. Lucy, tenemos que esperar ms para comer? Ya hemos hablado de todo esto otras veces. Y t fuiste la que aceptaste mi proposicin. Y si estamos hablando de moralidad, estamos empatados. Aunque t mencionaste antes que yo te amenac con la pobreza, de hecho te dije que me vendieras tu parte, y eso est lejos de la pobreza, querida.

-Pero yo no quera vender. Decid luchar del nico modo que se me ocurri por mis derechos de nacimiento, Justin. Resulta que mis abuelos estn enterrados aqu, y mi madre y mi padre. Adoro cada parte de Dalkeith y a veces, cuando se ama algo lo suficiente, se est dispuesto a llegar muy lejos para conservarlo. Y adems, tambin pens que para ti tambin sera ms difcil desahuciar a tu esposa.

-A una esposa s, Lucy. Pero hay ciertas cosas que hay que hacer para convertirse en una autntica esposa.

-Eso es slo tu palabra contra la ma... Ah, claro! Por eso no me has forzado a acostarme contigo. Quieres mantener tus opciones abiertas, verdad, Justin? Pero aunque con una anulacin basada en la no consumacin puede que no tenga derecho a nada tuyo, es slo tu palabra contra la ma -repiti.

l se reclin en la silla y la mir.

-Mentiras en algo as, Lucy?

-En lo referente a ti, podra. No olvides que tengo que aguantar a tu amante desfilando por mi casa... Por cierto, dnde est Sasha?

-Ha vuelto a Riverbend, y no es mi amante.

-Entonces se muere por serlo.

-Resulta que es mi empleada, mi ayudante a cargo de las cuadras de Riverbend, como bien sabes, y es muy buena en su trabajo. Qu te hace pensar que ella desea ser... lo que has sugerido?

Lucy se acerc al fin al aparador donde estaba la comida.

-Tendras que ser mujer para entenderlo. Pero yo pensaba que incluso t habas visto el modo crtico en que me trata.

-Hay veces en que t invitas a hacerlo, Lucy.

Lucy ech pollo y arroz en un plato y se ri.

-Es posible. Pero ella obviamente est convencida de que t estuviste loco al casarte conmigo, sea lo que sea ella. Y hablando de amantes... -le llev el plato a Justin y volvi a servirse el suyo-. A los treinta aos, debes de haber tenido docenas. Eres rico, atractivo... No te inspir ninguna el matrimonio?

Tras servirse, Lucy se sent y se ech ensalada, luego le pas la ensaladera a Justin.

-Por ejemplo, Joanna Madden -continu-. Estoy segura de que mucha gente la consideraba la candidata perfecta.

-Yo tambin lo pens -dijo l pasado un rato.

-Qu pas? No tena algo tan seductor como la otra mitad de Dalkeith que ofrecerte?

-Ella tuvo... sus razones.

-No pareces particularmente afectado.

l sonri dbilmente.

-De la vida se aprende, Lucy... Considerando nuestros sentimientos en el tema de Dalkeith, y mientras yo reconozco que los mos no son tan altruistas y nobles como los tuyos, que adems no me interesan mucho... y considerando que los dos queremos lo mejor para Dalkeith, sera tan duro intentar que este matrimonio funcionara?

-Eso es como pedir a una nacin que ame a sus invasores. No lo veo posible. Y adems tambin hay otra cosa. T no me respetas. Es imposible si piensas realmente que el sexo regular es todo lo que yo necesito para ser feliz.

-Hay una diferencia entre sexo regular y sexo satisfactorio.

-Tu ego es realmente monumental, Justin, incluso para un hombre. De todos modos yo sigo siendo una nia frvola para ti, verdad?

-Supongo que no ayud tener tu aspecto aparte de un padre que te mim en exceso, pero realmente no te esfuerzas en acabar con esa imagen, Lucy.

-Posiblemente no, pero eso no podra ser lo importante para m. Por ejemplo s cmo se dirige Dalkeith.

l se ri suavemente.

-Mira, Lucy, Esto es lo importante para ti. Si el celibato se est volviendo molesto, yo soy tu nica alternativa. Recurdalo.

-Y qu hay de ti? No esperars que me crea que yo soy tu nica alternativa, verdad?

-Bueno, lo eres, as que recurdalo tambin. Pero me temo que el celibato dentro del matrimonio no me gustar para siempre -se levant-. Y aunque veo el mrito en tu devocin por Dalkeith, no hay modo de que pudiera dirigirlo una joven de veinte aos. No haba modo de que hubieras podido hacerlo sin el dinero necesario... Pero as eres la duea de todo. Y si fueras sensata como pienso que lo eres en tus momentos ms racionales, sabras que est en buenas manos. Por cierto, este fin de semana daremos una fiesta en casa. A lo mejor necesitars ayuda extra. Buenas noches.

Un par de horas ms tarde, Lucy entr en su dormitorio y cerr la puerta.

Como parte de las austeras medidas que tom su padre antes de su muerte, no haba criados viviendo en Dalkeith. De hecho, Lucy abandon sus estudios de arte para volver a casa y cuidar a su padre seis meses antes, y despus de su matrimonio, decidi mantener as la casa. Le daba algo que hacer, y descubri que a pesar de su gran inters por Dalkeith, como Justin no le dejaba participar, slo le quedaban los caballos para mantenerse ocupada. Y eso no requera mucho tiempo.

Tena una. asistenta que iba diariamente y un mozo que se ocupaba de las chimeneas. Pero en los das del declive de su padre, descubri sorprendida que le gustaba cocinar y ocuparse del jardn.

Suspir y tom la fotografa enmarcada en plata de su padre. No importaban las cosas que ella lleg a sospechar antes de su muerte, como que era un hombre al que le gustaba ms divertirse qu trabajar y que intent recuperar Dalkeith de nuevo apostando en los caballos. A pesar de todo, ella lo quera, y tres meses despus de su muerte, lo echaba de menos terriblemente. l le ense lo que ms le gustaba: montar, cazar y pescar. Tambin le ense arte y msica. La llev a lugares exticos y lejanos, la ayud a definir su gusto en ropas y realmente la mim y

consinti al mximo. Pero Lucy nunca tuvo que aguantar a una madrastra tras la muerte de su madre, a la que no poda recordar. De hecho, Lucy sospechaba que su padre nunca haba superado la muerte de su madre, y ciertas cosas en la vida dejaron de tener mucho significado para l. Incluido Dalkeith.

Pero su padre nunca se dio cuenta de lo mucho que Dalkeith siempre signific para ella. Tendra ella ms afinidad con sus abuelos escoceses de lo que pensaba? Una afinidad espiritual con la tierra, que era casi un lazo fsico? Su padre no saba que sin l y sin Dalkeith, la valiente y decidida Lucinda Wainright se encontraba sola y un poco asustada.

Lucy se quit los zapatos y se acurruc en el silln de terciopelo rosa junto a la chimenea, y se qued mirando las llamas con una expresin distante en los ojos.

Sinti una extraa mezcla de confusin y culpa. Por qu no habra presionado ella a su padre para que le contara los detalles de su enemistad con los Waite? Lucy ya entenda que l no le hubiera contado lo que suceda. El hecho de que Riverbend empezara a criar caballos de carreras con espectacular xito debi ser un golpe horrible para el orgullo de su padre, pero por qu ella no se dio cuenta a tiempo? Y luego, cuando le dijo que ellos ya no eran lo bastante buenos para los Waite, ella se enfureci. Y el resultado fue que ella se puso en ridculo tratando mal a Justin del modo en que lo hizo. Pero realmente ella le ofendi tanto como para que l tomara ese tipo de venganza? Obligarla a casarse con l para poder quedarse as con todo Dalkeith?

Y Justin haba levantado un imperio con el negocio de los caballos. No slo Riverbend produca ejemplares de pura raza, sino que tambin se dedicaba a fabricar monturas de primera calidad, con una reputacin internacional en todo tipo de productos relacionados con los caballos, igual que ropa, botas de montar y un largo etc-. tera. S, Justin era inteligente.

Se levant furiosa, tom su cepillo de plata y juguete en l entre sus manos. Entonces lo mir y vio la W grabada en el mango y record lo que l le dijo cuando le hizo la proposicin de matrimonio.

-Ni siquiera tendremos que cambiar los monogramas, verdad? Eso demuestra que realmente ser un arreglo totalmente prctico.

Pero Lucy se estremeci de repente, porque en un momento de rabia y pnico, ella acept. Y luego, en un momento de ms pnico an, en la noche de bodas, hizo su declaracin dramtica, dicindole a Justin que nunca se acostara con l de propia voluntad.

Captulo 2

TE NECESITO, Justin...

-Bien, bien -Justin agarr a su esposa de la mueca-. Te han hecho pensar mis palabras, querida?

Lucy cerr los ojos, intent apartarse sin conseguirlo y apret los dientes.

-Necesito hablar contigo. Sobre la fiesta.

Era una maana fresca y brillante, pero Jstin pareca haberse levantado mucho antes que ella. Lucy se lo encontr entrando en la casa por la puerta de la cocina cuando ella sala.

-Ah -l la solt-. Entonces habla mientras desayuno.

-Qu has estado haciendo? -le pregunt mientras l se serva el desayuno, que estaba preparado.

Justin llevaba vaqueros, botas y un jersey amarillo, y tena el grueso pelo oscuro alborotado. El aire fro de la maana pareca sentarle bien. Se le vea en forma, duro y capaz, alerta y ligeramente burln.

-He estado de un sitio a otro -dijo distrado llevando el plato de salchichas, huevos revueltos y tostadas a la mesa de la cocina.

Haba una cafetera en el fuego. Lucy se acerc y sirvi dos tazas, que tambin llev a la mesa. Se sent frente a Justin.

-Puedes contrmelo, ya sabes. No slo la mitad de este lugar es mo, sino que adems me interesa. En circunstancias normales no tendra yo nada que decir en lo que haces?

-Slo he estado comprobando las vallas en el prado grande, Lucy. La nica decisin que he tomado es que hay que repararlas.

Lucy respir profundamente y pens en lo mucho que le habra gustado cabalgar por ese prado antes de desayunar y comprobarlo ella misma, en lugar del paseo solitario y sin sentido que estaba a punto de dar.

-Qu hay de la cabaa en los lmites del prado? La ltima vez que la vi estaba un poco desvencijada. A mi padre le gustaba mantenerla siempre con provisiones y en buen estado. As te podas cobijar si el prado se inundaba y te quedabas aislado, ya que la cabaa est construida en la nica zona alta del prado.

-Tambin empezarn hoy con la cabaa.

-Bueno -dijo Lucy inexpresiva-. Hblame de la fiesta. No me has dicho mucho.

Justin se ech mermelada en la tostada.

-Si quieres puedo hacer que venga alguien a ocuparse de todo. Te he dicho varias veces que no hace falta que trabajes tanto, Lucy -dijo tapando el frasco de mermelada impaciente.

-Y yo te he dicho que me volvera loca si no lo hiciera. Mira, puedo hacerlo. Puedo pedirle a la seora Milton y a su hermana que venga... He organizado antes fiestas en Dalkeith.

-Y qu quieres saber?

-Cundo llegarn, cundo se marcharn, quines son y qu clase de fin de semana tienes en mente.

-Pues el fin de semana por el que Dalkeith es famoso, Lucy. Estoy seguro de que no tengo que explicrtelo. Sern cuatro invitados y Sasha.

Ella lo mir fijamente y se oblig a relajarse:

-Bueno, si vienen el viernes por la tarde, tendremos una cena informal, un buffet y una velada sencilla con msica, cartas y ese tipo de cosas. El sbado un picnic junto al ro, una vuelta por los alrededores, tiro al blanco y arco. Luego una cena formal en la que pueda invitar a algunas personas de la localidad -dijo pensativa-. S, podra invitar a los Simpson, y a Miles Graham para Sasha! Eso igualara las cosas. Y luego el domingo un desayuno tardo y que hagan lo que quieran hasta que se marchen despus de comer.

-Y t, la seora Milton y su hermana podris ocuparon de todo eso?

Lucy se encogi de hombros.

-La seora Milton se ocupar de la cocina, aunque mucho estar preparado de antemano, y su hermana de las camas, arreglar las habitaciones, servir la mesa y esas cosas. Mientras se d bien de comer a la gente, el resto parece solucionarse solo.

-Hoy es martes, Lucy -le record Justin.

-Eso me da tres das. Adems, creo que necesito emociones nuevas -murmur apoyando la barbilla en sus manos.

l la mir un rato antes de hablar.

-Ests ponindote las cosas muy duras, Lucy.

-No, t me las ests poniendo, Justin.

-No me gusta insistir en este punto, Lucy, pero si no fuera por m, no estaras aqu.

-A lo mejor. Pero a lo mejor sentira que haba perdido en una pelea justa... Quin sabe?

-Qu vas a hacer con lo nuestro delante de esas personas?

Ella sonri.

-No lo haba pensado... an -se enderez-. Quieres decir que tendremos que fingir escenas de amor?

-Es algo normal en los recin casados.

-No es necesario. Yo he conocido a personas que realmente estaban enamoradas y no... lo ostentaban delante de otros.

-Quizs no. Pero lo que yo quiero saber es si ests preparada para ser sensata o vas a organizar algo como lo de ayer para anunciar al mundo que no estamos enamorados.

Lucy apret los labios.

-A lo mejor soy simplemente normal y dejo que ellos piensen lo que quieran -dijo pensativa-. No creo que t puedas esperar mucho ms de m, Justin.

-Cuando dices normal, te refieres a que me incluiras en tu coqueteos?

-Yo no hago eso.

-A lo mejor no te das cuenta de que lo haces. Puede que sea parte de tu naturaleza. No viste cmo se quedaba embobado Robert Lang ayer cada vez que le sonreas?

-No puedo evitar mi sonrisa!

-No, pero con un poco de madurez usaras tu sonrisa con discrecin. De otro modo algn das podras encontrarte en una situacin difcil.

Lucy se levant.

-Como sta -continu Justin levantndose tambin, ponindose frente a ella y abrazndola-. En la situacin de ser besada por tu peor enemigo.

-Justin...

Pero l ignor la advertencia en sus ojos y en su voz, y la abraz ms. Ella sinti su cuerpo duro y su suave olor a aftershave y a masculinidad... y lo encontr todo embriagador, como un primitivo asalto a sus sentidos. Se qued algo aturdida y menos capaz de enfrentarse a lo que sigui. Un beso no particularmente profundo al que Lucy no respondi pero tampoco rechaz.

Y cuando l levant la cabeza, ella vio sus ojos con expresin risuea.

-Bien, Lucy. Eres toda una experta, eh?

-De qu hablas?

l baj las manos a su cintura.

-En el arte de besar y no dar nada al mismo tiempo.

Ella se sonroj y se enfureci.

-Es exactamente lo que has hecho t! -replic, apartndose de l y sentndose de nuevo.

-Entonces por qu ests tan enfadada? -pregunt Justin apoyndose contra la mesa.

-A lo mejor estoy cansada de que me digas continuamente que soy una especie de mujer fatal. Y si esto ha sido un aviso de lo que me dijiste ayer...

-Ha sido un aviso para que te comportes este fin de semana, Lucy.

-Escchame, Justin! -grit Lucy con los ojos echando chispas.

-No, escchame t, Lucy -dijo l mirndola con dureza-. Puedes pelearte todo lo que quieras conmigo en privado, pero no en pblico. Porque si lo haces te prometo que me vengar, y de un modo que no te gustar nada y que har parecer tu pequea guerra un juego de nios. Ha quedado claro?

Fue la seora Milton quien interrumpi los pensamientos de Lucy. La seora Milton iba cada da. Lucy segua sentada a la mesa de la cocina donde Justin la haba dejado, mirando a la nada.

-Buenos das, seora -dijo la seora Milton alegremente dejando un paquete en la mesa-. Aqu estn las sbanas que haba que arreglar.

Lucy se sobresalt.

-Oh, gracias, seora Milton:.. Perdone, estaba distrada pensando.

-Le ocurre algo? -le pregunt la seora Milton sirvindose una taza de caf.

-Tienen algo que hacer algo este fin de sema

na usted y su hermana?

-No. Dan una fiesta?

-S, y quiero que sea... algo especial, seora

Milton. Espere. Voy a buscar lpiz y papel.

El mircoles por la maana, Justin y Lucy

volvieron a encontrarse a la hora del desayuno.

-Cmo va todo, Lucy?

-Est controlado.

-Necesitas que te ayude en algo?

-Todo lo que tienes que hacer es estar aqu, Justin.

-An no te he dicho quin viene aparte de Sasha.

Lucy se encogi de hombros.

-Llam a Sasha y ella me lo cont. De hecho es una mina de informacin. Me dijo que vienenn dos parejas, aunque una de ellas no est casada pero de todos modos compartir dormitorio...

-A diferencia de algunas parejas casadas que yo conozco. Bien, sigue.

-Sasha tambin me dijo que aunque no es estrictamente un fin de semana de negocios, querrn ver algunos potros y podran estar finte

s resados en comprarlos en la prxima venta de potros en Sidney. Dijo eso de forma muy significativa, Justin. En otras palabras, que yo no molestara. Y tambin me hizo algunas sugerencias que...

-Que t ignorars, claro -termin Justin divertido.

-Por supuesto. No entiendo cmo puedes aguantarla!

-Ya te lo he dicho. Es muy buena en su trabajo.

-Realmente tiene un complejo de superioridad. Es por eso por lo que os llevis tan bien? -pregunt Lucy con aspecto inocente-. Adems, que sea buena en su trabajo no significa necesariamente que tenga que ser tratada como una amiga.

-Bueno, la verdad es que Sasha es ambas cosas, Lucy. Y desde que yo me vine a vivir a Dalkeith, para que t pudieras seguir viviendo aqu, ella est ms al corriente de lo que sucede en las cuadras y con los potros que yo. As que vendr casi a trabajar -se detuvo y mir a Lucy con frialdad-. No molestes a Sasha, Lucy. Puede que no te diga cosas apropiadas, pero tiene el cerebro como un ordenador en lo referente a los caballos.

-Te creo, Justin. Incluso he pensado que tiene cierto aspecto de caballo... -aadi con una sonrisa maliciosa-. Y en cuando a molestarla, me gustara que me dijeras cmo hacerlo, porque me parece algo imposible de conseguir.

Se quedaron mirndose fijamente, y Lucy habl al fin.

-De acuerdo! No molestar a Sasha... mientras me sea humanamente posible!

-Bien.

-Hay veces, Justin Wait, que realmente me irritas. Y contigo y Sasha dicindome lo que debo y no debo hacer, ser un milagro si este fin de semana no se convierte en un desastre.

-Y hay veces, Lucy, en las que es imposible decirte nada. No me gustara que este fin de semana fuera desastroso, as que si tienes alguna duda, dmelo ahora.

-No la tengo.

-Imagino que eso se ver -dijo l mirndola de arriba abajo, y fijndose en su peto vaquero y las dos coletas-. Por cierto, te importara no peinarte as este fin de semana?

Ella pestae.

-Por qu no?

-Porque podran acusarme de corruptor de menores.

-Quiz lo seas!

-Lucy, los dos sabemos que no lo soy, verdad?

La mir fijamente, ella enrojeci y se dio media vuelta sin ms palabras.

Por suerte para su agitado estado mental, Lucy tena mucho que hacer para calmarse y obligarse a concentrarse. Y saba que tanto Justin como Sasha tenan sus dudas sobre su capacidad como anfitriona, por lo que quera darles una leccin

El viernes al medioda los frutos de su labor y de la seora Milton eran evidentes. La casa estaba brillante y llena de flores. Las habitaciones de los invitados estaban impecables, sin una arruga en las camas y la despensa estaba repleta de una seleccin de tartas y pasteles, carnes fras, frutas y verduras y tres esplndidos patos dispuestos a ser asados para la cena del sbado por la noche.

Fue tambin pasado el medioda cuando apareci el desastre ' en la forma de una llamada telefnica de la seora Milton, que se haba ido a recoger a su hermana para que ambas pasaran en la casa el fin de semana en las habitaciones del servicio.

-Su madre? Oh, lo siento, seora Milton! -dijo Lucy al telfono-. S, claro que lo entiendo.... querrn estar con ella. Mire, si puedo hacer algo, por favor...

-Ya tiene bastantes los, seora. He estado rompindome la cabeza y todo lo que se me ocurre es enviarle a mi sobrina, Shirley. Qu le parece? Es buena cocinera, eso se lo garantizo. Slo hay un problema, y...

-Oh, por favor, llmela -la interrumpi Lucy-. Le estara muy agradecida, y entre las dos lo haremos todo. Pero cul es el problema?

-Bueno, tendra que llevar a su hijo, Adrian.

-Eso no es problema.

-Mmm. Yo no le he contado nada de Adrian, verdad? Mire... si se es firme con l no hay ningn problema, pero su padre se fue cuando l tena dos aos y Shirley besa la tierra que l pisa.

-No se preocupe. Yo lo controlar. No se preocupe por su madre y dle un beso de mi parte.

Lucy colg y respir profundamente. Entonces record que haba olvidado preguntar cuntos aos tena el hijo de Shirley.

Tena diez aos y era pelirrojo, con grandes ojos azules y dientes de conejo. Caminaba con aspecto de fanfarrn y no contestaba cuando le hablaban. Su madre tena el pelo rubio, apagado y de aspecto dbil pero era limpia y presentable, y obviamente deseaba hacerlo todo lo mejor posible.

-Bien, Shirley -dijo Lucy sonriente media hora antes de que llegaran los invitados-. Lo importante es que no nos entre el pnico. Todo en el buffet o se toma fro o slo hay que calentarlo, as que esta noche no habr problemas. Y ms tarde yo vendr a echarte una mano.

Le explic a Shirley lo que tena que hacer y luego los llev a ella y a su hijo a las habitaciones. Le ense a Adrian la televisin y le llev incluso antiguos libros y juegos suyos.

-No lee mucho -se disculp su madre-. Pero es encantador que se haya molestado, seora Lucy. Adrian ser un buen muchacho, verdad, hijo?

A las cinco y media el saln estaba radiante con las luces, los tintineos de los vasos y la conversacin.

Lucy llevaba pantalones rojos, zapatos planos a juego y un jersey color crema con un precioso pauelo rojo, verde y crema a modo de chal. Tena el pelo suelto y estaba ligeramente sonrosada por los cumplidos que estaba recibiendo, la mayora referentes a las recin casadas. Sus invitados eran mayores que ella, y las dos mujeres, del mismo aspecto que Sasha, elegantes y cerca de los treinta, con experiencia y carreras propias. Pero ese entorno era muy familiar para Lucy, ya que su padre le ense a saber estar en esas situaciones. Ella haba sido la anfitriona de sus fiestas desde los dieciocho aos. Y si Lucy tena en esos momentos menos recursos que dos aos antes, nadie lo sabra. Y menos de nadie Justin, a quien haba sorprendido mirndola un par de veces con expresin alerta. Pero l no poda leerle la mente, y no tena ninguna razn para entrar en la cocina esa noche.

A las seis y media, cuando Lucy sugiri que todo el mundo fuera a refrescarse antes de la cena, suspir aliviada cuando todos subieron a su dormitorio y ella se retir a la cocina. Encontr a Shirley con los ojos llenos de lgrimas.

-Qu ocurre, Shirley?

-Se ha ido!

-Quin?

-Adrian! Podra estar en cualquier parte ah fuera! No es un muchacho de campo, seorita Lucy. Slo estamos pasando las vacaciones con la ta Vera.

-Bueno... tranquila, Shirley. Lo encontrar. T sigue con el buffet. An tenemos una hora.

Lucy tard media hora en localizar a Adrian en el desvn que haba sobre el garaje. Y el sermn que le ech no pareci provocar en el joven ninguna reaccin, a pesar de que le dijo que habla asustado mucho a su madre.

-Maana podrs ir a ver los caballos. Te organizar una vuelta en tractor, lo que quieras... y tu cena estar lista en un momento.

-Ests bien, Lucy?

-Bien, Justin -dijo ella alegre, encontrndolo solo en el saln-. No ha bajado nadie an?

-No. Has estado corriendo?

Ella se ri.

-No. Por qu?

-Se te ve un poco agobiada. Se las estn arreglando bien la seora Milton y su hermana?

-Todo va bien. Si pudieras tener algo de confianza en m, sera de gran ayuda.

-Muy bien, Lucy. Ah, aqu est nuestro primer invitado.

El buffet transcurri como la seda con muchos cumplidos y elogios. Despus se puso msica mientras todos charlaban, y entonces los hombres se pusieron a hablar juntos en un extremo de la habitacin, dejando a las mujeres en el otro. Sasha pareci por una vez en su vida no saber a qu grupo unirse.

Lucy aprovech la oportunidad y le murmur al odo que le estara agradecida si pudiera sustituirla durante un rato mientras ella iba a comprobar que todo iba bien.

El comedor estaba recogido, la cocina ordenada y una bandeja de t preparada, pero no se vea a Shirley por ningn lado. La encontr fregando el cuarto de bao del servicio porque Adrian haba dejado que la baera rebosara. Shirley explic que haba estado tan absorto en la televisin que se olvid de la baera.

Lucy cerr los ojos y cont hasta diez.

Cuando volvi con sus invitados estaba agotada. Shirley y ella haban tardado veinte minutos en secar el suelo, y Lucy tena los pies mojados por dentro de los zapatos y sudor cayendo por la espalda, pero nadie pareci notarlo y la fiesta continu.

Dos horas despus, suspir aliviada. La fiesta se disolvi y todos subieron a sus habitaciones, pareciendo felices y contentos con su estancia en Dalkeith hasta el momento.

Haba enviado a Shirley a la cama, dicindole que as estara fresca y lista para el da siguiente.

Lucy termin de recoger el saln y se qued un rato ah de pie, pensando en la velada que haba transcurrido y en los problemas que podran surgir al da siguiente.

-Lucy.

-Oh! -se gir, sobresaltada-. No te he odo llegar.

-Ya me he dado cuenta.

-Bueno, ya esta todo hecho. Ahora me ir a la cama. Buenas noches.

-Yo tambin subo -dijo Justin caminando a su lado hasta los pies de la escalera-. Por cierto, esta noche ha sido estupenda.

Lucy se detuvo con la mano en la barandilla e intent decir algo, pero al abrir la boca, bostez.

-Lo siento...

-Ests agotada. Vamos -Justin la tom en brazos sin esfuerzo y subi las escaleras.

Pasado el momento inicial de sorpresa, Lucy se qued muy quieta entre sus brazos.

El la dej en su cama y se gir para avivar el fuego. Lucy se qued quieta, mirndolo y sintiendo una extraa sensacin de prdida. Y entonces se dio cuenta de que no se haba sentido tan sola entre sus brazos... Se sent, sintindose molesta y con ganas de descargarse.

-Qu pena que los invitados no te hayan visto trayndome en brazos! -exclam irnicamente-. Justin, es importante para ti la impresin que yo d a esas personas? Van a juzgarte a ti basndose en m o algo as?

l se acerc a la cama.

-Por qu me preguntas eso, Lucy?.

-Por curiosidad.

-Bueno, supongo que es humano preguntarse lo que una persona ve en otra y emitir cierto juicio.

-Imagina que me juzgan a m y dicen que bueno, que soy guapa pero que podra aburrirte terriblemente pasado un tiempo. Cmo te afectara eso?

-Lucy, no entiendo...

-T eras el que quera que yo diera cierta impresin y que t no parecieras por mi aspecto un corruptor de menores.

l sonri.

-Es as como te has sentido esta noche? Un poco perdida? Me pareci que estabas un poco nerviosa por algo.

El comentario la hizo enrojecer levemente.

-No puedes tener las dos cosas, Justin. Te casaste conmigo, aunque fuera por motivos equivocados, pero ellos no lo saben, as que...

-Lucy -la interrumpi Justin muy serio-, no te comas la cabeza. No me importa lo que la gente piense sobre mi vida privada, Nunca me ha importado. Mi preocupacin sobre cmo pudieras comportarte este fin de semana se deba slo a que cuando se invita a alguien a pasar unos das contigo, creo que es primordial y justo hacerles sentirse cmodos y no meterlos en medio de una pelea domstica. No ests de acuerdo?

-Claro. Pero eso no explica lo del corruptor de menores.

-Bueno, en cuanto a eso -dijo l agarrando un mechn de su pelo-, me pregunt si las coletas no seran parte de tu estrategia, eso es todo.

-No lo entiendo.

-No? Desde que dije que tu comportamiento de mujer faltal, como t lo llamaste y no yo, no era algo que me gustara de ti, pudiste decidir... cambiar de tctica.

Lucy cerr los ojos.

-Es gracioso que no se me hubiera ocurrido a mi.

-No estars debilitndote en esta guerra, verdad?

Ella lo consider unos instantes.

-Estoy cansada, Justin. Eso es todo.

-Lo es, Lucy? -pregunt con un tono extrao. Lucy abri los ojos.

-Qu otra cosa podra ser?

-No lo s si t no me lo dices -dijo l, mirn dola a los ojos.

Ella apart la mirada y pens en decirle que no tena a la seora Milton ni a su hermana, slo a una nerviosa sustituta con su horrible hijo, y que si el resto del fin de semana transcurra bien sera un milagro. Pero al momento decidi que no podra soportar sus desprecios esa noche.

-No hay nada -dijo ella al fin

-Quizs te ests esforzando demasiado, Lucy.

-Realmente no s qu hacer para que me apruebes, Justin.

-Slo lo nico que no haras.

Ella no pudo evitar imaginarse entre sus brazos mientras l le haca el amor, y dejar de estar sola al fin. Imgenes de rendicin de una mujer hacia un hombre...

-Pero entonces yo sera la que no mc aprobara. Es un dilema, verdad'' susurr Lucy, y se enderez de pronto, llevndose las manos a la cara mientras las lgrimas llenaban sus ojos-. Por favor, vete, Justin. No puedo hacerte frente a tiy a todo esto al mismo tiempo.

El mir sus hombros temblorosos unos instantes.

-De acuerdo. Me voy, Pero si hay algn problema, no tienes que...

-No hay nada! -grit ella levantando su rostro baado en lgrimas-. Aparte de que ahora has conseguido minar mi seguridad.

-Lucy, nunca pens que te oira decir eso. Buenas noches. No hagas nada estpido, de acuerdo?

Ella no lo hizo. No en ese momento. Pero antes de que el fin de semana terminara, interfiri seriamente en la libertad de Adrian.

Captulo 3

FUE Sasha, cmo no, quien lleg con las noticias el domingo por la maana. Entr en el saln donde todo el mundo estaba cmodamente reunido poco antes de su marcha, an comentando la gran cena de la noche anterior y el fabuloso da que pasaron.

-Justin, hay un nio esposado a una valla ah fuera. Dice que Lucy lo hizo y amenaz con dispararle.

Todo el mundo abri mucho los ojos y mir a Lucy.

-Oh -Lucy trag saliva-. Slo lleva ah unos diez minutos. Yo... -se call y se puso como un tomate.

Increblemente, fue Justin quien sali a su rescate.

-Qu ha hecho ese cro ahora? -dijo resignado-. Adrian es el hijo de nuestra cocinera, Shirley. Estoy seguro de que todos estarn de acuerdo en que es una fabulosa cocinera.

Lucy lo mir con la boca abierta.

-Cuntanoslo, Lucy -le anim Justin suavemente-. De otro modo la gente pensar que eres una especie de monstruo.

-Ayer... ayer l me espos a m a la barra de los trapos en la cocina. Uno de sus tos es polica y le dio el juego de esposas. Por suerte, su madre apareci- y me rescat... Y hoy, forz la cerradura del armario de las armas... Yo le sorprend all, pero por suerte guardamos la municin aparte. Y yo no le he amenazado con dispararle... pero como ayer ech basura en todos los tomates de la huerta, encendi un fuego en el gallinero y meti toda la ropa tendida en el estanque de los patos, pens que podra irle bien un poco de su propia medicina... Lo sabas! -le dijo a Justin-. Lo has sabido todo el tiempo!

-No todo el tiempo. Dnde estn las llaves? Le... pondr en libertad.

Pero Lucy ignor sus intentos de ser discreto.

-Cmo has podido? -acus a su marido-. Es algo bajo y rastrero. Me dejaste seguir y t fingas... Oh! Te odi, Justin Waite, eres el hombre ms arrogante y obstinado que nunca he conocido y sa es slo una de las cosas que odio de ti.

El silencio fue elctrico, pero Justin slo se ri, como si realmente estuviera divertido.

-Bueno, casi lo logramos. Perdonad todos, pero Lucy ha tenido un fin de semana traumtico, verdad, cario? Estoy segura de que querrs disculparte con nuestros invitados.

Lucy se meti las manos en los bolsillos de los vaqueros y sac un juego de llaves.

-Ah, ests aqu, Shirley. Toma. No lleva ah mucho tiempo, y si yo fuera t, le confiscara las esposas, son una gran tentacin. Lo siento -dijo arrepentida dirigindose a los invitados-. He estado falta de personal este fin de semana y tengo un terrible genio. Espero que sepis disculparme.

Lucy estaba tumbada en su cama con los ojos cerrados, pero supo que era Justin al que oy entrar y cerrar la puerta. Haba odo la avioneta despegar media hora antes.

Lo que le hizo abrir los ojos fue el hundimiento que sinti al otro lado de la cama doble, y vio antes de cerrarlos de nuevo, que l se haba tumbado con las manos bajo la cabeza.

-No ests enfurruada, verdad, Lucy?

Ella se sent de pronto con las piernas cruzadas.

-La verdad es que sigo enfadada, as que si has venido a echarme un sermn, ests perdiendo el tiempo.

-La idea nunca ha pasado por mi cabeza. Ella frunci el ceo.

-No ests enfadado? -Lo parezco?

Ella vacil porque la verdad es que se le vea muy relajado.

-Hay veces que no te entiendo, Justin.

-Eso es bastante obvio.

-Acabo de hacer lo que no quieres que haga, incomodar a los invitados, y t...

-Ya se iban, pero contina.

Ella respir profundamente.

-Demostr sentimientos no muy propios de las recin casadas. Posiblemente les he dado motivos para preguntarse si estaba loca, esposando nios a vallas. No es suficiente?

-Y todo sin intentarlo --dijo Justin sonriendo-. Ests enfadada porque fue algo espontneo y sin malicia y por tanto te priv de alguna satisfaccin?

Lucy se mordi el labio y no dijo nada.

-Y en cuanto a mi comportamiento... bajo y rastrero -continu Justin-, lo que sucedi fue que me enter cuando o a una mujer que no conoca ayer por la maana en la cocina. Ella me cont toda la historia, aunque no me dijo lo terrible que es Adrian. Entonces yo actu contigo como si no lo supiera porque t parecas estar apandote de maravilla y pens que eso te ayudara a recuperar tu confianza. La misma confianza y seguridad que me acusaste de minar. Ahora me doy cuenta de que deb haberte ayudado o algo as, pero eso habra significado tener que explicarle a gente como Sasha...

-Que yo me haba metido en un aprieto -termin Lucy.

-S, y pens que no te gustara que lo supiera.

-Es cierto... Bueno, supongo que me equivoqu... Pero ahora s que habr al menos cinco personas que estarn preguntndose cosas sobre m.

-Yo no me preocupara por eso. Uno de ellos incluso sugiri que podras estar embarazada.

-Pues no es as! -Lucy se baj de la cama.

-T lo sabes y yo lo s. Pero ellos no.

-Dentro de pocos meses todos lo sabrn. Qu pensarn entonces?

l la mir en silencio unos instantes.

-Las cosas podran cambiar en unos meses.

Lucy lo mir desesperada y se acerc a la ventana.

-An no entiendo por qu ests contento de que otras personas sepan que te odio o piensen que has estado loco al casarte conmigo por mi mal genio.

-Te lo dije. No me importa lo que piense la gente. Tambin resulta que te prefiero cuando eres espontnea, aunque sea de ese modo tan poco convencional.

Ella mir por la ventana. Ese da haba empezado brillante y fro de nuevo, pero en ese momento estaba lloviendo. Se estremeci.

Se produjo el silencio, y ella se tens al or crujir los muelles de la cama, pero se neg a mirar incluso cuando oy los suaves pasos de Justin sobre la moqueta acercarse a ella.

-Ests excesivamente cansada y nerviosa -dijo Justin girndola-. Por qu no te das un bao y te acuestas?

-A las tres de la tarde? Aparte de cualquier cosa, Adrian sigue en la casa...

-No. Tuve una charla con l y dudo que tengamos ms problemas con. Tambin le he dicho a Shirley que se tome un par de horas de descanso y le he dado las gracias por sus esfuerzos.

-Yo tambin le he dado las gracias y me he disculpado por lo que le hice a Adrian -declar Lucy con la cabeza alta.

-Entonces no te importar si se quedan unos das. Shirley para ayudarte y Adrian quizs para tener alguna supervisin masculina.

Lucy lo mir con los ojos muy abiertos.

-Slo es un nio que sufre de la falta de padre

-continu Justin-. Como nia que sufri la falta de una madre, t...

-Oh, cllate, Justin! -lo interrumpi Lucy-. No crees que ya me siento lo bastante culpable? En otras circunstancias, yo nunca habra... Slo me ha sorprendido que quisieras dedicar tiempo a eso -vacil-. Creo que har lo que has sugerido. No me parece que haya otra alternativa.

-La hay. Y te la dir. Suponiendo que t yo llegramos a tener algn tipo de armona mental y dejando a un lado el aspecto fsico de momento... Suponiendo que encajramos mentalmente, podramos bajar y tomar el t delante del fuego en la biblioteca. Podramos discutir los planes que yo tengo para el resto de la semana, todo relacionado con Dalkeith y el tipo de cosas que llevan aos necesitando hacerse. T podras tocar un rato el piano y yo disfrutara escuchando mientras lea el peridico... Luego podramos cenar, ver una pelcula de vdeo y acostarnos pronto. T dormiras profundamente y te despertaras con los ojos brillantes y el pelo enmaraado por la maana.

Ella haba abierto la boca mientras l hablaba, y se qued mirndolo a los ojos con una especie de aoranza en los suyos. l lo vio, pero no se movi.

Lucy dio media vuelta.

Lucy se dio un largo bao. Y mientras, intent aclarar su confusin.

Mientras echaba ms agua caliente y contemplaba el vapor, pens que estaba casada con un hombre que no la amaba, y que la forz a casarse. Un hombre que decidi que quera un matrimonio de conveniencia y que posiblemente podra moldearla en el tipo de esposa que l quera. Qu clase de hombre haca eso? Un hombre rencoroso, aunque realmente ese asunto no era de Justin, sino que tena que ver con su padre.

Y especialmente cuando Justin podra tener la mujer que quisiera. No, tena que haber algo ms... Se pregunt si habra alguna pista en el Justin que ella conoci de adolescente.

Era un joven al que se le vea que siempre conseguira lo que quisiera. Era independiente y reservado. Su madre huy con un hombre. A lo mejor l sufri de falta de madre ms que Lucy. A lo mejor por eso pensaba que poda tratar a las mujeres de ese modo, porque nunca haba tenido a su lado a una mujer a la que respetara ni apreciara. Seguro que eso tena algo que ver!

Pero al instante le pas por la cabeza que quiz fuera ridculo ese anlisis de un marido mundano y sofisticado. Sigui pensando. Suponiendo que ella se rindiera a l, qu clase de marido sera durante el resto de su vida? Siempre distante, siempre el jefe... cmo sera ese matrimonio? Si era misterioso en ese momento, siempre lo sera, y aunque no fuera un marido horrible, sera como vivir media vida. Pero por supuesto, estaba Dalkeith... Tena ella que pagar un precio tan alto?

Se estremeci, y no porque el agua estuviera fra, sino porque estaba cada vez ms y ms segura de que tendra que pagar un precio por su adorado hogar.

Durmi un par de horas, algo impropio de ella durante el da. Y aunque se levant menos cansada tambin se sinti fra y sola mientras la lluvia chocaba contra la ventana. Se puso un chndal azul marino y se cepill el pelo durante un largo rato, mirando su imagen en el espejo y pensando que tena que dar un paso que nunca crey que dara...

Justin estaba leyendo el peridico en la biblioteca cuando ella entr. l levant la cabeza.

-Te encuentras mejor? Creo que la cena est casi lista.

-Oh, s, estoy mejor. Justin...

l se levant. Y mientras la miraba, grande y despreocupado con sus vaqueros y jersey verde, a Lucy se le ocurri que si ella cruzaba la habitacin, se echaba en sus brazos y l le acariciaba el pelo.... todo podra ir bien...

-Justin -dio un par de pasos hacia l-. Lo que dijiste antes sobre armonizar mentalmente. Podramos hablar de ello?

-Claro. Te gustara beber algo antes de cenar?

-Gracias -Lucy se sent.

l le sirvi un brandy con soda y se prepar otro para l. Volvi pero no se sent. Se apoy en la chimenea y bebi, mirndola.

-Adelante, Lucy.

Ella dio un gran trago a su bebida.

-Me comprometera si dijera... si dijera que podra intentarlo?

-Comprometerte cmo?

-Te hara pensar que sera un preliminar a acostarme contigo?

l lo pens con seriedad.

-Posiblemente -replic con mirada divertida

-Bueno, pues te confundiras.

-Un error. Qu significara entonces, Lucy?

Ella vacil y entonces habl con sinceridad.

-No s qu otra cosa puedo hacer, eso es todo.

-Entonces ests sugiriendo que pasemos el resto de nuestras vidas slo en armona mental?

Ella dio un gran trago esa vez, lo que la hizo toser antes de continuar.

-No puedo pensar en tanto tiempo por adelantado! Todo lo que estoy sugiriendo es que... estoy diciendo que no puedo seguir as. No s qu hacer. Y mientras estoy en esta horrible situacin, que es tu culpa, no lo olvides, la vida va pasando, y yo me siento intil y... -hizo un gesto indefensa.

l la estudi en silencio un rato.

-T eres muy joven, verdad, Lucy?

-Lo preguntas o lo afirmas?

-Lo afirmo. De acuerdo, podemos intentarlo. Mientras entiendas que no me contentar con eso para siempre.

Ella lo mir irnica.

-Quin sabe, las cosas pueden cambiar en unos meses.

-Muy lista, para una persona tan curiosamente... ingenua a veces.

-Se te ha ocurrido pensar que a lo mejor no sabes cmo soy?

-Al contrario, s exactamente cmo eres, Lucy. De otro modo no estara casado contigo.

-Y cmo soy?

-Oh -l se encogi de hombros y se qued un rato mirando al fuego-. Un poco inconstante a veces, confundida -la mir con malicia-. Cabezota pero con coraje, brillante, con un gran estilo... Muchas virtudes admirables.

-Entonces yo tena razn. A tus ojos soy moldeable, verdad? Piensas que puedes moldearme en una esposa apropiada, verdad? Me pregunto qu recibir yo a cambio... suponiendo que te dejara convertirme en algo. En otras palabras, digamos que yo tengo algunas ideas sobre el tipo de marido que me gustara. Me est permitido?

-Por qu no? Yo siempre he tenido la teora de que la sinceridad y una relacin desinhibida entre hombres y mujeres es lo mejor. Pero algunas mujeres son reacias al tema. Eres t reacia a esas cosas, Lucy?

-A qu cosas?

-Por ejemplo a decir cmo te gusta que te hagan el amor, dnde tocarte y qu te excita... Todas esas cosas que son primordiales en un matrimonio, no ests de acuerdo? Yo realmente pienso que eso puede romper o formar una relacin, as que s, si tienes alguna preferencia, me encantara conocerla.

-No me refera a eso. Nunca piensas en otra cosa?

-Frecuentemente. Pero es lgico, no? Al fin y al cabo, somos recin casados -aadi divertido.

-Pero debe haber algo ms en un matrimonio! Debe haber amor. De otro modo uno se cansa del otro. Y el hecho de que esto sea un matrimonio de conveniencia siempre me har sentirme mal y sentir que no te entiendo.

-Hay algo, aparte del modo en que me cas contigo, que te disguste de m, Lucy?

Ella mir al fuego con el ceo fruncido.

-Yo... bueno -lo mir indefensa-. Por qu?

-La idea de acostarte conmigo te disgusta, te pone la piel de gallina y piensas realmente que a m no me interesa realmente tu adorada Dalkeith?

Ella lo mir fijamente.

-Realmente no he pensado en acostarme contigo.

-No, Lucy? -pregunt Justin atravesndola con la mirada.

Ella se sonroj y respir profundamente.

-No... seriamente.

-Entonces cmo?

-Pens que no me sentira tan so... -se call.

-Tan sola? -pregunt l muy despacio.

-S -susurr Lucy.

-Es cierto.

-Justin -Lucy se levant nerviosa-. Esto no...

-Qu ms pensaste? Sentiste repulsin, Lucy?

Ella cerr los ojos.

-No. Pero eso no es lo mismo que desearlo con cada fibra de tu cuerpo.

-Estoy de acuerdo, pero es un comienzo. Cuntas veces lo has deseando realmente con cada fibra de tu cuerpo, Lucy?

Ella apret los labios.

-Eso no es asunto tuyo.

-De acuerdo. Y lo que te pregunt de Dalkeith?

-S. Creo que tambin quieres lo mejor, pero...

-Entonces, Lucy, creo que ha llegado el momento de que madures y aceptes que la vida no es todo color de rosa y dulces sueos, y que cuando llega la realidad, casi todos tratamos de sacar el mayor provecho. Y la realidad es, y me disculpo por ello, que yo soy en cierto modo un cnico desilusionado. Quiero Dalkeith por varias razones, y si t tambin lo quieres tanto como dices, entonces ste el precio que has de pagar. Por otro lado, no me habra casado contigo si creyera que esto no podra funcionar, Muchos matrimonios han funcionado con menos... Bueno, la cena est lista, he odo la campana. Trae tu bebida.

Cenaron macarrones con queso en la cocina en compaa de Shirley y Adrian.

Lucy consigui ocultar su sorpresa. Era obvio que Justin haba conseguido un pequeo milagro con Adrian. El malhumor del nio haba desaparecido y Lucy casi se ahog, cuando le dio sus esposas.

-Mam dice que es mejor que las guardes hasta que yo me haya reformado.

Pero hubo ms sorpresas.

-Ahora hay vacaciones escolares, Lucy -le inform Justin-. Adrian tiene tres semanas, as que se quedar con nosotros.

-Y mam tambin -dijo Adrian con la boca llena de macarrones.

-Claro, querido -dijo Shirley-. El seor Waite me pidi que la ayudar durante tres semanas ms, seora, y l le dar a Adrian algunas tareas por las maanas para compensar el... dao que hizo -enrojeci y luego sonri-. Y si se porta bien, el seor lo llevar al avin y le ensear a montar a caballo y a conducir un tractor. Le parece bien?

-Maravilloso! -exclam Lucy de corazn-. Me parece estupendo, Shirley..

Y mientras Shirley haca caf y recoga, Justin mir sonriente a su mujer.

-He pensado ir maana a hacer una inspeccin area si deja de llover. Quieres venir?

Captulo 4

LA SEMANA siguiente fue en su mayor parte tranquila y pacfica. Hicieron todas las cosas que dijo Shirley y a Adrian le iba muy bien reformndose. Lucy estaba encantada por ser incluida en el funcionamiento de la propiedad. A veces la entristeca ver lo mucho que se haba dejado de lado, y a veces la molestaba ver a Justin en el papel del dueo, aunque tenia que reconocer que trabajaba de forma prctica y eficaz, y conoca bien las necesidades de Dalkeith.

Una tarde, estaba en su dormitorio, intentando decidir qu ponerse para una fiesta que daban sus vecinos ms cercanos, a quince kilmetros de distancia, y Justin entr justo cuando ella estaba hablando consigo misma.

-Vaya, Lucy -murmur detenindose en la puerta y levantando una ceja al ver toda la ropa colorida que llenaba la cama-. Te vas a mudar? Adems, me pareci or voces.

Lucy se puso la mano en la cadera.

-Estaba hablando sola, algo que hago frecuentemente. A lo mejor deberas tenerlo en cuenta si insistes en seguir casado conmigo. Y estoy intentando decidir qu ponerme esta noche. A lo mejor tambin deberas tener en cuenta que a veces tardo das en decidir qu ponerme.

-Eso no es extrao en las mujeres.

-Puede. De todos modos yo no pienso cambiar.

-No te estoy pidiendo que lo hagas. Por otro lado -Justin se acerc a la cama y tom un vestido-, los maridos pueden ser tiles en momentos as. Creo que nunca te he visto con ste.

Era un vestido gris recto de manga larga y el cuello y los puos de encaje blanco.

-Es curioso -dijo Lucy-. Casi... -se call de pronto.

-Casi te habas decido por este vestido? -ter min Justin-. Entonces estoy seguro de que cambiars de opinin.

-No soy tan estpida.

-Entonces por qu no te lo pruebas?

-Por qu iba a hacerlo?

-As podramos estar seguros de que es el vestido apropiado para la ocasin. Es la primera vez que nos invitan como pareja.

-Ya lo s -declar Lucy irnica.

-Es eso por lo que ests un poco nerviosa? No deberas estarlo. Los dos conocemos a los Gardiner desde siempre.

-Quin ha dicho que est nerviosa? -dijo

Lucy con frialdad.

Antes morira que admitir que en verdad lo estaba ante la idea de tener que desfilar con Justin como Lucy Waite frente a unas personas que conoca de toda la vida.

-De todos modos, si lo estoy no es sin motivo -aadi-. Me siento... me siento como un potro a punto de ir a una exhibicin.

Justin se apart de la cama y se sent en el silln de terciopelo rosa.

-A veces me recuerdas a un potro de largas piernas. Por qu no te pruebas el vestido para que pueda darte mi opinin?

-No contigo ah sentado.

l mir sus vaqueros y jersey.

-Supongo que llevars ropa interior.

-Claro que s, pero no voy a ensertela -dijo ella muy digna.

-Es... especialmente descarada?

-No lo es. Bueno... -Lucy vacil-, toda la ropa interior es siempre...

-Sugerente? -pregunt mirndola con picarda.

Lucy frunci el ceo.

-Justin, esta conversacin no me parece apropiada.

-A m me parece que s, al menos entre un marido y su mujer. Pero si prefieres cambiarte en el cuarto de bao, no me importa -aadi sin moverse de su posicin relajada.

Lucy murmur algo, agarr el vestido y se meti en el cuarto de bao. Pero cuando se quit los vaqueros y el jersey, se mir al espejo con su bonita ropa interior blanca con lacitos rojos y sinti un escalofro. Qu le parecera su aspecto a un hombre de mundo y experimentado como Justin Waite? Y de pronto, Lucy sinti deseos de salir tal como estaba. Era la oportunidad perfecta para...

Entonces se ruboriz, dej de mirarse y se puso el vestido gris a toda prisa.

-Ya est! -anunci saliendo del cuarto de bao y haciendo un par de piruetas delante de l-. Creo que hemos acertado con el vestido, Justin. Estoy segura de que los Gardiner lo aprobarn, ya que son extremadamente remilgados y recatados, verdad? Aunque me encantan de todos modos. Y estoy segura de que el conservador Coronel Howard tambin estar, as que me lo pondr.

Durante unos instantes, Justin se qued mirndola fijamente, y ella estuvo segura de que l supo por qu no dejaba de hablar tan nerviosa. Entonces sus miradas se encontraron.

l se levant, no dijo nada y alis el cuello de encaje dejando que su mirada bajara por el

vestido que le llegaba justo sobre las rodillas.

-S, querida Lucy, es un modelo modesto y recatado. Pero aun as se te ve joven, preciosa e infinitamente deseable, y estoy seguro de que el Coronel Howard y los Gardiner tambin lo vern.

Ella abri mucho los ojos. Senta las manos de Justin en sus hombros como si le quemaran a travs de la tela, igual que vea todo lo que la atraa de l... Su cuerpo alto y fuerte, los ojos inteligentes...

-Se me ve as? -trag saliva y sigui apresurada-. Bueno, no s qu otra cosa ponerme. Los dems vestidos son menos...

-Lucy -Justin le puso un dedo en los labios-. El vestido est bien. Es perfecto. Pero a ti te sentara bien hasta un saco de patatas -sonri suavemente-. Bueno, tengo que ir a cambiarme.

-Ests muy callada, Lucy -observ Justin cuando llevaban recorridos un par de kilmetros.

-Lo siento.

-Me tienes preocupado.

Lucy se movi inquieta y se pregunt cmo reaccionara Justin si le dijera que l la tena a ella preocupada.

-No es nada. Estoy cansada. Jugar a ser esposa es muy cansado, Justin -dijo, y se arrepinti al momento.

Pero l no hizo el comentario burln que ella esper. Sigui conduciendo en silencio aunque pis el acelerador mientras ella lo miraba con curiosidad.

Entonces, de pronto apareci en la carretera frente a ellos una sombra oscura. El Land Rover gir, se sali de la carretera, golpe una enorme roca y se par. Y Justin se golpe con el volante.

-Oh, no, Justin! Ests bien? Oh, no!

Lucy se arrodill con dificultad en el asiento y busc el pulso en su cuello. En esas carreteras pequeas era normal que un canguro u otro animal saltara delante de los vehculos.

Lucy encontr el pulso.

-Oh, que no se haya fracturado el crneo ni nada as.

Tras los primeros momentos de pnico, ella se calm. Todo lo que poda hacer era ponerle lo ms cmodo posible. Le ech hacia atrs para que su cabeza descansara en el reposacabezas. Tena un moretn en la sien, y Lucy decidi aplicarle una compresa de agua fra con la botella que todos los vehculos llevaban en el maletero.

As que sali, tom la botella y subi rpidamente porque haca mucho fro.

Justin tard media hora en recuperar el conocimiento.

Treinta minutos durante los cuales aument el fro en el interior del vehculo, que adems se resisti a todos los intentos de Lucy por arrancar para poder poner la calefaccin. As que ella dej de aplicarle el agua fra y se concentr slo en mantenerlos calientes. Treinta minutos que le parecieron horas y durante los cuales Lucy se sinti de manera extraa por dos razones. Por el miedo de que l estuviera gravemente herido y la libertad de poder disfrutar de estar con l, y mirarlo a su antojo, sin tener que ocultrle nada.

Oh, no! No tena sentido fingir que no se haba enamorado de l, verdad?

Lucy tena la cabeza apoyada en su hombro y le rodaba con los brazos cuando Justin abri los ojos.

-Lucy? Eres t?

A ella le dio un vuelco el corazn.

-S, soy yo -se enderez-. Intento mantenerte caliente. Te golpeaste en la cabeza. Cmo te encuentras?

l volvi a abrazarla.

-Fatal.

-Justin -ella intent apartarse.

-Sobrevivir -Justin sonri y no la dej moverse-. Pero no me apetece soltarte.

-Ests seguro de que no te has fracturado el crneo o algo as?

-Seguro. Ya recuerdo todo. Est muy mal el Land Rover?

-No arranca. Chocamos con una gran roca...

-Ests bien t, Lucy? -la apart un poco y la mir a los ojos.

-S.

-Se te ve plida.

-Estaba... preocupada por ti.

-Cunto tiempo he estado inconsciente?

-Media hora. Te he puesto agua fra en la frente pero pens que podras sufrir hipotermia, porque hace muchsimo fro.

Justin levant una mano y se toc el moretn en la sien, poniendo gesto de dolor. Pero sonri y acarici la mejilla de Lucy.

-Gracias, me siento como un idiota -se puso recto-. Estaba conduciendo demasiado deprisa... Bueno, veamos si podemos salir de aqu.

De algn modo consigui poner el marcha el Land Rover y volvieron a Dalkeith muy despacio.

-Mira, ests seguro de que te encuentras bien? -le pregunt Lucy de nuevo cuando entraron en la cocina-. Se te ve fatal.

-Nada que no pueda curar un par de aspirinas, un t y una noche de sueo. Qu es esto? -tom un trozo de tela con pequeas flores azules de la mano de Lucy.

-Oh, es un trozo de mi enagua. Era lo nico

que se me ocurri para usar de compresa.

-Ya... pens que poda ser... No me mires as.

-Cmo?

-Como si quisieras echarme otro sermn por hablar de tu ropa interior.

Lucy enrojeci.

-Si ests seguro de que no puedo hacer nada ms por ti, creo que me ir a la cama -gru.

-Buena idea -dijo l con cierta irona. Lucy murmur las buenas noches y se march deprisa.

Pero en cuanto se ech en la cama, el estado agitado de su corazn no la ayud precisamente a dormir bien.

Y en cuanto a los das siguientes, tampoco ayud que l no estuviera de buen humor.

-Es su cabeza -declar Adrian filosficamente cuando Justin le ri por una tontera.

-S, es su cabeza -aadi Shirley.

-Bueno, pues podra ir al mdico -opin Lucy.

-Estoy segura de que no es nada grave -dijo Shirley-. Pero un golpe as puede dar dolor de cabeza durante un par de das. Pensar en algo especial para cenar!

-Y yo me mantendr apartado de su camino -decidi Adrian.

Dos das despus del accidente, Sasha fue a comer a Dalkeith. Justin estaba mucho mejor pero an tena el moretn, lo que hizo que Sasha

empezara a hacer preguntas.

Justin le explic brevemente el accidente y luego le llamaron por telfono.

-Espero que lo ests cuidando, Lucy -dijo Sasha maliciosa en cuanto l sali del comedor.

-Qu te hace pensar que no lo hago? -pregunt Lucy con frialdad.

-Nada -murmur Sasha-. Son una de esas cosas que se dicen. Pero pensndolo bien, la ltima vez que os vi juntos no estabais... bueno, en gran armona.

Lucy apret los dientes.

-Eso no tiene nada que ver contigo, Sasha.

-Oh, lo siento! Vaya, ya te he molestado.

-Yo te dir lo que debera molestarte a ti. El hecho de que no tendras valor para decir estas cosas si Justin estuviera aqu.

-Valor para decir qu? -pregunt Justin entrando en ese momento.

Se produjo un corto silencio. -Nada -dijo Lucy.

-Si las dos os estabais peleando, os importara dejarlo? Sasha, tenemos mucho que discutir, y apreciara si te concentraras en el trabajo.

Sasha enrojeci, pero Lucy le sonri dulcemente, y sonri de igual modo a su marido.

-Nos hemos quedado apabulladas, Justin -dijo Lucy muy seria-. No crees que deberamos escribir cien veces que no debemos pelearnos?

Justin la mir con dureza.

-No hace mucho que has dejado el colegio, verdad, Lucy?

Si Sasha no hubiera estado all, Lucy le habra echado por encima su plato de sopa.

-No s por qu, pero parece que he perdido el apetito, as que os dejar para que tengis una discusin de adultos. S, porque, para ser sincera, los dos adultos sois un aburrimiento. Qu os divirtis!

Se levant y se march todo lo alegremente que pudo.

Pero cuando Justin la encontr en los establos diez minutos despus, Lucy estaba llorando de furia y angustia mientras usaba una horca con considerable energa para echar heno limpio a un establo vaco.

Fue la sombra de Justin en el suelo del establo lo que la sobresalt. Dej lo que estaba haciendo, y se gir hacia l.

-Lucy... -Justin intent quitarle la horca de la mano y ella se resisti-. No seas idiota, te hars dao movindola de ese modo.

Ella se resisti ms, pero tras un pequeo forceje, Justin se la quit y la apoy contra la pared. Lucy lo mir furiosa y se sent en una bala de heno.

-De acuerdo, adelante! Estoy segura de que has venido a decirme de nuevo lo infantil que soy.

-No, pero te avis una vez, Lucy, de que podras pelear conmigo todo lo que quisieras en privado. Pero en pblico sera algo diferente.

-Pelear contigo! T empezaste! Y te dir algo, Justin Waite... A m tampoco me gustan las peleas en pblico, pero yo no aguantar ser insultada delante de alguien. Tienes suerte de que no te haya echado por encima un plato de sopa.

-Pues para alguien que no le gusta, lo haces con bastante frecuencia.

-Slo cuando me provocan -declar Lucy orgullosa-. Si las dos os estabais peleando... -dijo imitando su voz-. Quin te crees que eres? Si realmente quieres una esposa, ser mejor que empieces a tratarme como a una.

-Si yo te estuviera tratando como a una esposa -dijo l despacio-, esto no estara sucediendo -sonri-. Pero tengo que reconocer tu valor. Tambin empiezo a preguntarme cmo pudo tu padre contigo, por no mencionar a tus profesores.

Lucy lo mir fijamente.

-Te odio, Justin -susurr-. Estuve loca por pensar... -se call.

-Pensar qu?

-Nada -se levant pero l bloqueaba su cami no-. Y ahora qu? -pregunt cansada.

-Qu te dijo ella?

-Te refieres... ?

-Me refiero a Sasha -dijo limpindole una lgrima de la cara y dejando sus dedos en la barbilla.

Lucy experiment varias emociones, pero habl con dignidad.

-No voy a contrtelo, Justin. Me las arregl bien sola.

-Hasta que yo met la pata?

-S.

-Tenia algo que ver con el hecho de que... no nos llevamos bien siempre?

Pero Lucy se neg a hablar, aunque no dej de mirarlo. Tras un rato l sonri, le dio un suave beso en los labios y le solt la barbilla.

-Eres una esposa orgullosa y testaruda. He enviado a Sasha a Riverbend y le he echado un sermn.

Lucy abri mucho los ojos.

-Por qu?

-Por qu? T eres mi esposa, y ella es slo mi ayudante.

-Si se es el caso, por qu... ?

-Por qu dije esas palabras fatales sobre que os peleabais? -se encogi de hombros-. Bueno, Lucy, he de ser sincero y confesarte que hay veces en las que no es fcil jugar a ser un marido -dijo mirndola de arriba abajo de forma significativa.

Ella enrojeci.

-Es por eso por lo que... que has estado de malhumor estos das, y no por tu cabeza? -susurr.

-Bueno, mi cabeza no ha ayudado tampoco -admiti l divertido.

-No... no me di cuenta -dijo Lucy confundida-. Pero ahora s, y no s qu hacer al respecto. No puedo... de pronto... acostarme contigo. Hace un momento pensaba que te odiaba!

-Y ahora? -pregunt l con un brillo pcaro en los ojos.

-An no te he perdonado del todo. Sigo molesta.

-Entonces por qu no abordamos las cosas desde un ngulo distinto?

Ella frunci el ceo.

-A qu te refieres?

-Empezamos esta semana con cierta armona, volvamos a lo mismo.

-De acuerdo.

-Bien -Justin le dio la mano- . Y ahora podemos terminar nuestro almuerzo? No s t, pero yo me muero de hambre.

Captulo 5

Y ESO fue lo que hicieron.

Adrian pasaba unas horas cada da en el huerto y en el gallinero, reparando los daos que caus, y era recompensado por sus esfuerzos cada da con una vuelta en avin por la propiedad o un paseo en tractor. Lucy tom de nuevo parte en esas expediciones, y Shirley, al ver a su hijo ms feliz que en toda su vida, limpiaba y ordenaba, lavaba y planchaba con eficacia y cocinaba de maravilla. Incluso empez a perder su mirada angustiada.

Pero Lucy saba que no podan seguir as siempre, que ella tendra que tomar una decisin y admitir que esos momentos de armona con Justin eran casi irresistibles. Dnde estaba su hostilidad? Quiz en su subconsciente siempre se hubiera sentido fascinada pro Justin.

Pens que siempre debi de estar un poco enamorada de l, y toda la furia la causaba su orgullo herido ms que otra cosa, porque l no la amaba del mismo modo. Qu sera peor, estar casada con un hombre al que ella odiara o estar casada con un hombre al que amara y no le correspondiera? Y si se decida a aceptar eso, cmo se daba ese ltimo paso... ?

Fue irnico que lo que al final la ayud fue tambin la causa de que Justin Waite no la amara como ella crea amarlo a l...

Lucy una vez le haba soltado el nombre de Joanna Madden, con la que Justin tuvo una larga relacin. Luego, Joanna se cas con un hombre mayor muy rico y dos veces divorciado. Pero lo que Lucy no esper fue encontrarse a Joanna Madden en carne y hueso en Riverbend.

Haban llevado a Adrian y a Shirley a ver los potros que pronto se venderan. Shirley estaba nerviosa porque era la primera vez que volaba. Justin llam a Sasha par decirle que ira. Cuando llegaron, haba otra avioneta en la pista. Justin se qued mirndola con el ceo fruncido... era la de los Madden.

Todos se reunieron en la oficina. Sasha pareca confundida.

-Oh, Justin -dijo cuando l apareci-. Yo... bueno... aqu, el seor Madden... est muy interesado en la potrilla de Cawnpore y me llam dicindome que vena a verla.

-No pasa nada, Sasha -Justin se dirigi a la pareja en la habitacin-. Joanna, Tim. Cmo estis? No s si conocis a Lucy.

Lucy pens que Joanna Madden segua siendo preciosa. De unos treinta aos, morena, alta y elegante, igual que cuando la vio unos aos antes.

-S -Joanna se adelant-. Nos vimos una vez, Lucy. Lo recuerdas? Tim -se gir a su marido-. Te presento a Lucy Wainright de Dalkeith, la vecina de Justin.

Se hizo un silencio. Sasha cerr los ojos.

-Lucy y yo nos casamos hace un par de meses, Joanna -explic Justin con suavidad.

Joanna lo mir perpleja, pero en seguida cambi su expresin.

-Oh, llevamos fuera del pas tanto tiempo... Os deseo la mayor felicidad, verdad, Tim? -dijo girndose a su marido y dndole la mano.

-Justin?

-Hmm.

Esa misma tarde, estaban sentados en la biblioteca despus de cenar, costumbre que haban empezado a adquirir desde haca unos das. Estaba lloviendo de nuevo.

-Creo que deberas hablarme de Joanna Madden.

l estir las piernas y mir al fuego.

-Qu quieres saber?

-Por qu no se cas contigo? Por qu pareci... algo triste? Por qu no pudo ocultar lo que le sorprendi nuestro matrimonio? Y por qu, teniendo en cuenta el pasado, su marido la ha llevado a Riverbend?

Justin la mir.

-En primer lugar, la potrilla de Cawnpore es la mejor de todos. Da seales de una fabulosa adaptacin, tiene una maravillosa sangre por el lado femenino de su_ familia... tanto que le he puesto un precio tan alto que incluso a Tim Mariden le va a resultar difcil pagarlo.

-Si se es el caso, por qu la quieres vender?

Justin se encogi de hombros.

-Yo tengo a su madre y a su abuela y a Cawnpore, un gran semental, as que se podra decir que no pierdo nada. Los genes siguen aqu, en Riverbend. No se puede saber todo con seguridad. Podra quedarme con la potrilla y que algo fuera mal o enfermara. Sucede continuamente con los caballos.

-Supongo que es lgico. Pero por qu la iba a querer Tim Mariden de ti?

Justin sonri.

-Es un hombre que adora las carreras. Los caballos lo son todo para l.

-Incluso para que su esposa pase por... una experiencia as?

-Qu te hace pensar que lo pas mal? Joanna y yo rompimos hace dos aos.

Lucy vacil.

-Por qu? Y no lo pregunto porque quiera cotillear.

-No?

-No. Pero mi intuicin me dice que podra tener algo que ver con que te hayas casado conmigo. Entonces por qu debo estar en la ignorancia? -pregunt mirndolo desafiante.

l sonri distrado.

-Muy bien, te lo dir. Joanna descubri que no podra tener hijos.

Lucy abri mucho los ojos y la boca.

-Y entonces no se cas contigo y lo hizo con un hombre que ya tena familia? Oh, es muy triste, Justin!

-No te pases, Lucy. No es tan dramtico.

-Debi de serlo! Cuando dos personas se quieren de verdad...

-Djate de cuentos de hadas, Lucy.

-Pero ella pareci tan... atormentada durante unos instantes...

Justin no dijo nada y su expresin fue indescifrable mientras miraba al fuego.

-Y t nunca la has perdonado, Justin. Ver dad?

l la mir.

-Claro que s -dijo impaciente-. La tristeza que viste en ella posiblemente tiene que ver con no tener nios.

-Yo... -Lucy lo mir confundida-. No s nada de eso, pero, ests seguro de que no te casaste conmigo porque te daba igual con quien te casaras... despus de haber estado con ella?

-Lucy -Justin la mir fijamente-. Si se fuera el caso, que me hubiera casado porque s, no crees que habra podido encontrar una candidata ms sumisa?

-Posiblemente, pero no olvides que yo tena la otra mitad de Dalkeith

-Eso es cierto. As que eres nica en varios aspectos.

-Tampoco me gusta que te casaras porque era lo ms prctico -dijo Lucy con amargura-. Eso fue lo que t me dijiste?

-Mis disculpas. Si te hubiera dicho que era porque una vez fuimos amigos, cmo te habra sentado?

-Posiblemente mejor.

-Pero lo habras admitido?

Ella abri la boca, la cerr y enrojeci.

-No s qu intentas demostrar, Justin. Pero los hechos son que estamos atrapados en un matrimonio sin amor, y estoy empezando a ver la razn!

-Lucy, nunca he negado lo prctico de nuestro matrimonio. Pero an no se ha puesto a prueba el amor. Te he dicho que desde mi punto de vista es un compromiso, no un milagro. Cuando lo intentes, me entenders -se puso de pie y se estir-. Y aqu termina la leccin, pero quizs pueda decir algo ms. El romance, la luna y las declaraciones de amor eterno estn muy bien. No esperara que t vivieras siempre sin esas cosas -sonri-. T no. Pero hay mucho ms en ello. As que no seas mordaz al referirte a lo prctico. ya que a menudo sirve para construir algo fuerte y durarero, porque precisamente hay una base donde construirlo.

Lucy frunci el ceo.

-Por qu yo no?

-De qu hablas?

-Por qu no esperas que yo no viva sin todas esas cosas sobre las que has hablado con irona?

-No eres t la Lucy Wainright por la que un hombre vol en avin por todo Sidney llevando una pancarta en la que peda que te casaras con l?

Los ojos de Lucy brillaron de indignacin.

-No es justo que me culpes por eso! Yo no le di ningn motivo para que decidiera hacerlo!

l hizo una mueca.

-A lo mejor no. Recuerdo los peridicos diciendo que eras cruel porque lo rechazaste -sonri-. Pero debes admitir que has recibido muchos gestos romnticos.

-S. Y a lo mejor no te has dado cuenta de que yo no acept ninguno.

-Slo tienes veinte aos.

-S, pero no soy tonta -dijo Lucy ponindose de pie.

Justin estudi su postura valiente. Se fij en su pelo suelto, y finalmente en su rostro. Y entonces ella aguant la respiracin, sintiendo algo que se estaba volviendo familiar recorrer su cuerpo, una sensacin temblorosa de anticipacin. No, l no poda hacerle eso. No cuando acababa de hablarle de Joanna! Lucy apart la mirada, confundida.

Dio media vuelta y se fue hacia la puerta, rezando para que l no adivinara el esfuerzo que le estaba costando parecer completamente normal.

Durante los das siguientes, Lucy sinti que Justin estaba reservado y preocupado. De hecho pas mucho tiempo en Riverbend, para disgusto de Adrian.

Y ella no pudo evitar preguntarse cunto le habra afectado ese encuentro inesperado con Joanna. Tambin record que l nunca haba negado estar enamorado de Joanna. Todo encajaba, no? Tena que ser eso. Un hombre no se casaba con una mujer como l haba hecho con ella a menos que hubiera una razn detrs.

Qu poda hacer ella entonces?

Lo que hizo fue bastante inesperado, y todo ocurri una tarde, de repente...

Estaba sentada al piano tocando a Chopin cuando entr Justin. Lucy no lo haba visto desde haca dos das. Lleg despus de cenar. Shirley le guard la comida caliente y l se la tom en la cocina mientras charlaba con Adrian.

Lucy se qued un rato y luego entr en la biblioteca y empez a tocar suavemente. Levant la cabeza cuando l cerr la puerta y se le encogi el corazn. Justin llevaba vaqueros y un jersey negro, y tena el rostro cansado, el pelo alborotado y una expresin vaca en los ojos.

-Qu ocurre, Lucy?

-Nada. Yo iba a preguntarte lo mismo.

-Por qu?

-Pareces cansado y triste, eso es todo.

l se encogi de hombros.

-Estoy cansado. Preparar veinticinco potros para la venta es agotador -se sent en un silln-. Toca algo ms. Por qu tocas tan bien?

-La Madre Anglica, en el colegio, me ense. Sola atarme al taburete del piano.., bueno, no realmente, pero era una persona muy decidida, y al final consigui que me gustara.

-Fue tu profesora de msica?

-Fue mucho ms que eso. Era la directora del colegio. Y a veces era mi peor pesadilla, pero mirando al pasado, veo que era muy inteligente, y siempre la admirar.

Justin no dijo nada y ella se puso a tocar, recordando a la Madre Anglica, una monja un poco autoritaria pero con ideas muy claras sobre una increble cantidad de temas.

Cuando llevaba casi una hora tocando, Lucy empez a preguntarse si l se habra quedado dormido. Pero cuando cerr suavemente el piano .y se levant, vio que no era as.

-Lo siento -se disculp-. Estoy muy cansado y eso era muy... relajante.

Lucy vacil antes de sentarse frente a l.

-Es extrao que lo digas. Siento no poder ofrecerte el tipo de relajacin ms convencional que se supone que proporcionan las esposas. Pero no creo que sirviera de nada intentar ser una sustituta esta noche, verdad?

La boca de Justin se endureci, pero se forz a relajarse de nuevo.

-Es eso lo que te preocupa? Joanna?

-S -admiti Lucy-, pero quiz te sorprendiera todo lo que pienso del tema.

-Bien, sorprndeme.

-Podras creer que pienso que yo podra ser una buena esposa, modesta y trabajadora? Y no te ras.

-No -dijo l frunciendo el ceo-. Cundo te diste cuenta?

-Supongo que ltimamente.

-Bien... Y qu sugieres?

-Eso depende te ti. Me refiero... a si an crees que podra funcionar.

-Nunca he cambiado de opinin respecto a eso. Lucy, no irs a sacrificarte por tu dramtica versin de lo que sucedi con Joanna, verdad?

-No mientras ella siga cerca de ti. Bueno, t me dijiste que hay un momento en el que las personas han de sacar el mejor provecho de las cosas -lo mir con dignidad-. Ahora mismo me siento toda una mujer posiblemente por primera vez en mi vida -aadi nerviosa-. Y estoy empezando a entender cules son mis opciones: irme de aqu o intentar construir algo de valor contigo. Y supongo que si tuviera el valor para marcharme, lo habra hecho al principio. Y aunque t no pudieras amarme como amaste a Joanna, s te importo es suficiente. As que tienes razn. Puede salir algo de aqu.

-Y si el modo en que yo te ame no alcanza tus expectativas?

-Te refieres a si yo me enamoro de ti pero no sucede lo mismo contigo? Entonces yo tendra que volcarme en Dalkeith y t tendras que darme hijos, Justin. Pero hay una cosa que he decirte antes de que te decidas -vacil y respir profundamente-. Es una de las razones por las que esta decisin ha sido tan difcil para m... No s si me creers, pero no tengo mucha experiencia haciendo el amor. De hecho... nunca lo he hecho.

-Lo s.

-Y si eso altera tu decisin, lo entiendo, claro... Qu has dicho?

-S que eres virgen, Lucy.

-Pero... cmo puedes saberlo?

-Porque tu inocencia en estos asuntos es obvia.

-Y todo lo que has dicho los das pasados? -pregunt Lucy.

-Me apeteca seguir la corriente de todo lo que decas con tanto valor. Pero tambin... te conozco desde hace mucho tiempo y siempre he sentido respeto por ti, Lucy.

-Respeto -murmur atontada-. Y qu hay de la propuesta de matrimonio colgada de un avin? Y he tenido bastantes novios...

-S, pero sigue siendo obvio que eres una mujer encantadora que no se ha entregado a nadie.

-Oh -Lucy hizo una mueca-. Esto es humillante!

-Al contrario. Es algo para enorgullecerse.

-As que no importa?

-Por qu iba a importarme?

-Bueno, yo podra ser frgida. Y no entiendo por qu elegiste casarte con una virgen en lugar de con alguien que pudiera conocer mejor... bueno, todas las cosas! -termin indignada. l se enderez.

-No eres frgida, Lucy.

-Eso suena terriblemente machista!

-Puede -dijo l impaciente-. Pero es cierto, creme.

-Saben tanto los hombres de las mujeres? -pregunt confundida de nuevo.

l se encogi de hombros.

-No lo s. Y t eres la nica mujer de la que estamos hablando. No soy un experto en el tema. A lo que me refiero es que soy unos aos mayor y tengo ms experiencia.

Ella lo mir fijamente unos instantes.

-Sabes qu me gustara? -murmur-. En este momento me gustara estar planeando ser una esposa modesta y trabajadora para alguien que no tuviera necesariamente experiencia pero que me amara tanto que no importara.

-Es extrao... Yo tambin lo pienso ahora.

-Justin...

Pero l se levant, se acerc a ella y extendi la mano.

-Lucy, an podras aceptar mi oferta... Una vez hablaste de anulacin -le dio mano y la puso de pie-. Si eso es realmente lo que quieres hacer...

Ella no se dio cuenta del miedo que asom a sus ojos.

-Es porque has vuelto a ver a Joanna... Es por eso.

-Lucy, aquello termin. Yo...

Pero ella no le dej continuar. Habl llevada por el miedo.

-Bueno, a lo mejor si t no puedes tenerla a ella y yo no puedo tener... a una persona imaginaria que podra no existir nunca, los dos podramos consolarnos mutuamente, No te parece?

-Podramos intentarlo -dijo l muy serio.

-Bien...

Ella no sigui, porque l le puso un dedo en los labios.

-Creo que ya hemos dicho todo lo que se puede decir sobre el tema. Ha llegado el momento ahora de dejar que las cosas sigan su curso. As.

La abraz y empez a besarla.

Un rato despus, cuando se apart, Lucy se dio cuenta de que sus labios y sus manos se haban quedado grabadas en su mente. Fue una revelacin que no esper. Pens que ese beso sera como el resto que haba recibido en su vida. Pero fue mucho ms. Lo mir con la respiracin agitada, sin querer que la soltara. Las manos de Justin bajaron por su espalda y se metieron bajo la falda, deslizndose por las caderas, apenas cubiertas por unas diminutas braguitas de seda.

Ella se estremeci, y l la abraz ms. Lucy sinti una atraccin sensual que la sorprendi y la llen de una mezcla de aoranza y excitacin... y supo que no quera estar en otro lugar que no fueran los brazos de Justin Waite.

Justin se puso a mirarle la boca, los labios, lo que la hizo temblar de nuevo, y entonces baj las manos por su cuello y le desabroch dos botones.

Ella gimi, pensando que era injusto que l despertara semejantes sensaciones en ella, aunque deba reconocer que era algo que llevaba tiempo creciendo en su interior.

-Qu ests pensando ahora mismo? -susurr Justin.

-An creo que deberamos esperar hasta...

-No, ahora. Esto ha durado mucho, y todo ir bien. Te lo prometo.

-Justin -dijo ella enrojeciendo-. Te refieres...?

-S, ahora, esta noche.

-Me siento... distinta -dijo ella ms tarde echada en su cama.

Justin acarici su cuerpo esbelto y lo mir a los ojos.

-Cuntamelo.

-Me siento como... trasladada. Te suena extrao?

-En absoluto -Justin le acarici la mejilla-. Yo tambin me siento un poco as. Eres increblemente preciosa.

-Pero he estado bien? -pregunt ella despacio.

Lucy tenia el pelo hmedo y despeinado y haba ingenuidad y perplejidad en sus ojos, como si no pudiera creer lo que hubiera pasado.

Justin sonri y le apart unos mechones de la cara.

-Has sido tierna y... deliciosa. No has notado mi reaccin?

Ella lo pens un momento y cerr los ojos al recordar su cuerpo duro sobre el suyo, a Justin dicindole que era suave y dulce. Record que no haba sentido dolor, y el placer haba inundado su cuerpo...

-Llegaste al orgasmo, verdad, Lucy?

-S... me sucedi algo maravilloso -confes.

-Me alegro -dijo l abrazndola.

-Justin... Tengo la sensacin de que me he descubierto, y estoy algo preocupada.

-Descubierto, Lucy?

-Dejando que sepas que te amo.

-No tienes que preocuparte por eso.

-Supongo que t sabas todo el tiempo que yo estaba... fingiendo. Pero lo que me preocupa es que pueda ser una carga para ti...

-No, Lucy -Justin le puso un dedo en los labios-, no lo es, nunca podra serlo, as que no lo digas ms. Reljate y disfruta. Y ahora durmete, charlatana -dijo dndole un beso en la frente.

Lucy se acurruc contra l, y ste empez a acariciarle el pelo y la espalda hasta que se qued dormida.

A la maana siguiente, ella se despert y se encontr a Justin mirndola con ternura.

-Cmo se encuentra, seora Waite?

-Bien, gracias, seor Waite.

-Entonces te importa si hago esto?

Apart las sbanas y toc sus pezones hasta que se endurecieron, y Lucy abri tanto los ojos que l se ri y la bes.

-No me mires as. Es normal levantarse excitado. Yo llevo luchando contra ello media hora.

Despus de hacer el amor, se ducharon juntos, desayunaron y fueron a montar. Y durante el paseo, ella le habl por primera vez de sus. ideas para Dalkeith. l escuch atento e interesado. Pero despus de comer se fue a trabajar y Lucy encontr un libro, se acurruc en un silln y se puso a leerlo.

-Lucy?

Levant la cabeza y vio a Justin de pie a su lado.

-Hola.

-No saba dnde estabas. Todo est muy silencioso.

Lucy se estir, bostez, cerr el libro, mir su reloj y se sorprendi.

-Casi es la hora de cenar! Es esto lo que

le hace el matrimonio a una mujer? -pregunt burlona.

-No hay nada de malo en ello -replic Justin ayudndola a levantarse.

-Pero estoy perezosa -dijo ella abrazndolo.

-A lo mejor para eso es la luna de miel.

-Oh, quizs tengas razn! -Lu