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Humanismo

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    HUMANISMO Y TECNOLOGA EN LA EDUCCIN SUPERIOR Por Beatriz Casa Tirao

    RESUMEN

    La presente ponencia comienza con un referencia al crecimiento de la ciencia y de la tecnologa en el siglo XX y su influencia en las formas de vida y en el pensamiento de los actores sociales. Se hace hincapi, tambin, en el rol que predominante de la tecnologa en todas las actividades, especialmente en la bsqueda, creacin y diseminacin del conocimiento. . Se destaca, por otro lado, el desplazamiento que sufren las disciplinas humansticas, no slo como tales sino tambin como parte de una formacin integral de los individuos. Se incluye un anlisis de la situacin de la universidad frente al desarrollo tecnolgico y de la interrelacin que este ltimo guarda con los fenmenos de la globalizacin y el neoliberalismo. Se destaca, asimismo, el papel importante que corresponde a las tecnologas para optimizar las actividades de la universidad . Un anlisis acerca de las humanidades en la educacin superior precede a la exposicin de un caso particular en relacin con la formacin de los profesionales de la informacin. Todo lo anterior culmina en algunas conclusiones que suponen una mirada reflexiva sobre el contenido de la ponencia y, a la vez, una propuesta de equilibrio entre los temas tratados en la ponencia. 1. Introduccin En el siglo XX crecimiento de la ciencia y de la tecnologa tuvo un auge tan importante que durante este perodo, ms que nunca antes, el mundo ha conocido un enorme desarrollo de la investigacin cientfica y de su aplicacin en productos tecnolgicos. Baste decir que el 90% de los hombres y mujeres de ciencia que han existido en la historia de la humanidad estn vivos todava para comprender que nuestra poca constituye el grandioso escenario de una verdadera revolucin cientfica y tecnolgica.1 Esta situacin supone un cambio profundo en la vida de las personas y, al mismo tiempo, la necesidad de los seres humanos de asumir el cambio no a travs de la adaptacin al mismo sino como hacedores de ese cambio. Esto permitir, adems, que seamos capaces de hacer que el progreso est subordinado a los requerimientos humanos y no el caso inverso. La aplicacin cada vez ms frecuente y abundante de la tecnologa en todas las actividades y su contribucin a la optimizacin de los resultados ha hecho que la presencia de la misma sea casi ineludible en todos los campos y el de la educacin es uno de ellos. Cierto es que en este punto vale la pena reflexionar acerca de la situacin general de muchos pueblos que carecen de los elementos fundamentales para su subsistencia y que no pueden ser suplidos por la tecnologa. No obstante, existe una fuerte tendencia a incorporarla en los procesos de enseanza aprendizaje en diversa medida, segn las posibilidades de la sociedad de la que se trate, y a la educacin superior le comprenden las generales de esta tendencia. Se plantea a partir de ello la obligacin de reflexionar acerca de la funcin que la tecnologa cumple en la bsqueda, creacin y diseminacin del conocimiento y la enajenacin que pareciera estar produciendo en diversos sectores del quehacer educativo y de investigacin donde en ocasiones se transforma casi en la razn de ser de la actividad y pierde su verdadera dimensin que es la de una herramienta extremadamente til y valiosa.

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    Paralelamente a lo anterior puede observarse en el quehacer universitario un relegamiento de las disciplinas humansticas y de la necesaria complementacin que stas ofrecen en otros campos del saber. Este es un tema que a muchos preocupa pero que ha sido poco tratado, como si hubiera una elusin al respecto. Me parece que es llegado el momento de abordarlo e iniciar as una discusin capaz de aportar alternativas vlidas a esta cuestin. 2. La universidad frente al desarrollo tecnolgico. Me parece que antes de entrar en este tema es necesario mencionar una coincidencia que parece no serlo tanto. En el transcurso de la segunda mitad del siglo XX aparecen de manera formal en un mismo escenario, as sociedades modernas, tres elementos que se interrelacioan y tienen que ver con la cuestin que nos ocupa: la globalizacin, las nuevas tecnologas y el neoliberalismo. Y digo que se interrelacionan porque evidentemente existe entre ellos una correspondencia innegable. El neoliberalismo como ideologa poltica y doctrina econmica se vali, sin duda, del proceso de globalizacin el cual es facilitado grandemente a travs del empleo de la tecnologa. De esta manera,los pases menos favorecidos econmicamente fueron incorporados de manera casi violenta, en un proceso globalizador cuyos beneficios para estos pases resultan dudosos. En el campo educativo las tendencias se dirigieron hacia conceptos relacionados con las necesidades de la produccin y la comercializacin. En el quehacer de las universidades esto perme de manera importante y las nuevas tecnologas tuvieron un papel protagnico en la formacin profesional de quienes incorporaran su saber al rea productiva. Pero en este terreno no es posible hablar de una forma nica para todos los pases y, por ende, para todas las universidades ya que, por ejemplo, como menciona Comboni Hay que entender que los modelos tradicionales (es decir los norteamericanos) de desarrollo tecnolgico intrnsecamente privilegian a patrones y modelos de avance que no pueden responder a necesidades populares porque estos grupos no ejercen una demanda efectiva para dinamizar la inversin corporativa, es decir, la tecnologa produce bienes para los ricos, no para las mayoras. 2 De alguna manera, lo anteriormente expuesto estara dando la imagen de lo que ha sucedido en la educacin superior en relacin con la tecnologa. En la mayor parte de las ocasiones hemos copiado las formas de aplicacin de los recursos tecnolgicos, hemos importado tecnologa y no la hemos producido para nuestras propias necesidades. En este sentido puede decirse que hemos quemado etapas y, en fin, que quiz hemos desperdiciado la posibilidad de realizar nuestras propias creaciones en el campo tecnolgico. Por otro lado, las tendencias actuales de la educacin superior, en el marco del panorama ya visto, se relacionan de manera fundamental con la formacin de recursos humanos para la produccin y, por lo tanto, con la articulacin del sistema de educacin y la generacin de conocimientos con el sector productivo. Esto no es malo ni bueno en s mismo, depende del sentido que se le d y de su intensidad. Me parece que lo que debe quedar claro es que las universidades son creadoras de conocimiento y para ello, entre otras cosas, funcionan como centros de investigacin.No es concebible que nuestras universidades sean fuente de solucin de los problemas de las empresas privadas, especialmente si se tiene en cuenta que estas ltimas se han desentendido de lo que concierne a su contribucin para el desarrollo de la educacin superior. En este panorama las nuevas tecnologas comienzan a asumir un rol cada vez ms importante en las actividades de la universidad como un elemento para optimizar resultados. Pero esta capacidad constituye quiz el mayor atractivo de las nuevas tecnologas a tal punto que, en ltima instancia,, permite que se produzca una simbiosis entre la razn de ser de la universidad tal como la enseanza, la investigacin y la difusin de la cultura por un lado y las nuevas tecnologas por el otro, lo que en algunos casos produce una confusin que lleva a una sobrevaloracin del empleo de la tecnologa por encima de la bsqueda, creacin y difusin del conocimiento mismo.

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    1. Presencia de las humanidades en la educacin superior El quehacer humanstico podra definirse como el conjunto de tendencias intelectuales y filosficas cuyo objetivo es el desarrollo de las cualidades esenciales del hombre.3 Esta sencilla definicin apunta claramente a una de las funciones que competen a la universidad en el sentido de la formacin no slo de profesionales en determinadas disciplinas sino tambin seres humanos capaces de pensar los problemas, de asumir una actitud crtica ante los hechos y aun ante el propio conocimiento, es decir la formacin de seres humanos participativos , comprometidos socialmente y con la posibilidad, inclusive, de recrear el conocimiento cada vez que sea necesario. Las disciplinas humansticas se encuentran en este momento en un evidente segundo plano y no parecen merecer especial atencin por parte de los organismos educativos pero, sobre todo, por parte de las instancias gubernamentales cuyo quehacer tiene como objeto principal la educacin. Todo esto a pesar de que las humanidades deberan estar en la base de la formacin integral de los seres humanos. El quehacer cientfico requiere marchar de la mano con las humanidades para no perder su verdadero sentido que radica en la posibilidad de ponerlo al servicio de las personas con el fin ltimo siempre buscado que es la felicidad de los hombres y mujeres que integran la sociedad. La universidad, como se mencionaba antes, no puede estar sujeta a las necesidades del mercado porque Tiene una misin ms alta: la consolidacin del conocimiento adquirido y el progreso de la verdad. La labor cientfica y humanstica no est sometida a los avatares cambiantes de la produccin y el consumo: rebasa tambin la mera aplicacin del saber-hacer en las profesiones liberales y tcnicas; tiene como condicin la bsqueda desinteresada de la verdad y como actitud, la crtica. Por lo tanto, la universidad, para cumplir con esa tarea, no puede depender de los intereses particulares de empresas o burocracias estatales; tampoco puede tener como fin la rentabilidad de Su trabajo. Si por eficacia se entiende rentabilidad , la universidad no tiene como fin especfico esa eficacia 4 La labor de la universidad debe estar avalada por la formacin que ella sea capaz de dar a los estudiantes y la motivacin que provoque en los profesores para que la generacin del conocimiento sea seguida por la aplicacin de la capacidad crtica que haga posible el cuestionamiento permanente de las propias acciones de la universidad y de los contenidos del conocimiento generado. Esto slo es posible cuando a la formacin especfica en un rea determinada se integra la reflexin desde el punto de vista humano, la capacidad de asumir la crtica y el valor de la discusin de los temas. Esto slo se logra con la formacin del pensamiento y la motivacin de la sensibilidad, con la adquisicin de valores por aparte de los actores universitarios y esto se encuentra ms all del saber de cada disciplina, se forja a travs de la reflexin acerca del sentido de las cosas y de los seres, de la capacidad para defender aquello en lo que se cree y en lo que se trabaja y a travs, en fin, de tener un pensamiento claro y una actitud en consecuencia acerca del mundo y de la vida. Esto slo es posible lograrlo con una formacin humanstica aunada a la disciplinaria de la que se trate, en una connivencia destinada a promover la existencia de profesionales con una preparacin integral que los lleve a darle a su profesin el sentido de servicio que debe tener. 4. Un caso ilustrativo: las tecnologas de la informacin El grupo de las tecnologas de la informacin est constituido por los procesos, procedimientos e instrumentos que hacen posible la transferencias de los datos contenidos en las fuentes documentales lo cual permite la transmisin de la informacin. El empleo de los recursos tecnolgicos en el manejo de la informacin resulta hoy de fundamental importancia y son utilizados tanto para facilitarle soportes a la misma como para organizarla y diseminarla.|Algunos ejemplos de la utilidad de la tecnologa en este sector pueden darse con la posibilidad del acceso a los catlogos en lnea lo que permite obtener informacin ms abundante y precisa sobre determinados temas, localizar referencias bibliogrficas, tener acceso a la cooperacin nacional e internacional en materia de in informacin a partir de lo cual las redes de informacin asumen un rol protagnico en la denominada sociedad de la informacin. En definitiva

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    es posible decir que la tecnologa en general y las nuevas tecnologas en particular inciden de manera importante en el campo de la informacin. Esto determina que el profesional universitario que se dedica a este quehacer debe conocer estas tecnologas y saber hacer uso de las mismas. Esto debe ser una habilidad ms incluida en su bagaje de conocimientos. No obstante, es necesario que en la formacin de estos profesionales quede claro el carcter de herramienta que estos recursos tienen y no perder de vista que en el manejo y empleo de la informacin lo esencial es el contenido de la misma, el conocimiento que ella proporciona, la apertura que ofrece hacia el campo del saber. Sutz seala algunas condiciones a tener en cuenta para evitar lo que podramos llamar enajenacin por la tecnologa y menciona la transparencia en cuanto a apreciar el significado de la tecnologa apara entenderla como mera herramienta, indispensable es cierto, pero herramienta al fin; tambin reclama la modestia para estimar la capacidad de la tecnologa para resolver problemas, al entender que todo depende del empleo que se le d y, por ltimo, la orientacin de la tecnologa de la informacin con una tica ajena a intereses econmicos e inclinada a regirse por la conciencia social. 5 El desempeo de mi profesin docente en la formacin de profesionales de la informacin me ha mostrado que no es tan fcil escapar a la enajenacin por la tecnologa antes mencionada y esto debe tenerse en cuenta porque independientemente de las razones antes vistas, es necesario considerar que en nuestros pases el acceso al empleo de este recurso es limitado. Grandes grupos de poblacin viven marginados de esta posibilidad y esto demanda, sin duda, una apreciacin ms humanstica de estos temas. El impacto que la tecnologa ha tenido en las actividades relacionadas con la informacin es importante y en este campo no debe perderse de vista que es un recurso al cual nosotros debemos controlar y no ser controlados por l para evitar que su aplicacin en circunstancias cada vez ms sofisticadas se transforme en el objetivo principal de las labores documentales porque El impetuoso avance de las tecnologas de la informacin y de las comunicaciones, constituye uno de los factores que est influyendo de manera decisiva en los cambios de escenarios y paradigmas de cualquier proceso organizacional o actividad socioplrofesional. Los cambios van mucho ms all de las fronteras que hasta ahora haba aportado el uso de las tcnicas d e la computacin, llegando a la aparicin de lo que se ha denominado una nueva cultura de en cuanto al acceso a la informacin y al intercambio del conocimiento universal. 6 Deseo que a travs de lo expuesto haya quedado claro mi pensamiento acerca del significado del empleo de las tecnologas en la educacin superior y tambin del rol fundamental que creo cumplen las humanidades en este mismo nivel. No son excluyentes entre s, pero actan en distintos niveles de la educacin superior; las humanidades requieren tambin del empleo de la tecnologa y sta se transforma en una auxiliar de aqullas, por ello es que no se puede establecer un antagonismo entre ambas instancias porque no se encuentran al mismo nivel. No obstante esto, seguimos viendo cmo se confunde el medio con el fin y cmo en los planes de estudio que se formulan para la formacin de profesionales de la informacin la tecnologa adquiere un papel cada vez ms protagnico y la formacin humanstica es desplazada sin que para ello existan razones valederas. 5. Conclusiones La tecnologa desempea un papel importante en la cultura actual de la cual forma parte como un producto de la revolucin cientfico tcnica y a travs de esta relacin se inserta en los procesos sociales. De esta manera su presencia en los diversos sectores de la educacin superior es importante y cada vez adquiere mayor peso en las actividades propias de este nivel educativo. Al mismo tiempo es posible apreciar que aquellos conocimientos y actividades que tienen que ver con la formacin integral de los estudiantes y que confieren una dimensin tica a las diversas profesiones, estn siendo relegadas a un lugar secundario. Inclucusive, las humanidades han perdido la fuerza que solan tener como verdaderas impulsoras del pensamiento y de la reflexin. Crear una controversia a partir de lo anterior me parece que sera una posicin falsa, creo que lo necesario es darle su justo valor a cada instancia, asumir una posicin al respecto y que ella contemple el esfuerzo

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    por retornarles a las humanidades el lugar que les corresponde en el conjunto de las disciplinas universitarias como elementos de integracin y decomplementacin. Para terminar, deseo citar el pensamiento de un gran maestro mexicano, el doctor Pablo Latap Sarre quien en una reciente publicacin expresa que la educacin del futuro ser mucho ms que proporcionar tcnicas para manejar informacin o disponer de conocimientos prcticos (como ofrecen hoy los mercaderes); se propondr que cada alumna y alumno constituya en su interior un estado de alma profundo, se convierta en sujeto consciente, capaz de orientarse al correr de los aos en la bsqueda del sentido de las cosas y del sentido de su vida. As transformar la informacin en conocimiento y el conocimiento en sabidura; habr aprendido a vivir. 6 NOTA: 1. Casa Tirao, Beatriz. El rol de la tecnologa en la cultura actual. En: Kaos internacional: revista

    independiente de anlisis internacional. Ao 1, v. 1, en.-feb. 1999 p.41-46 2. Comboni Salinas, Sonia. Universidad, sociedad y cambios tecnolgicos. En: Universidad

    contempornea, racionalidad poltica y vinculacin social coord. por Roberto Rodrguez Hugo Casanova. Mxico, UNAM, CESU, 1994, p. 107

    3. Diccionario de espaol moderno. Mxico, Larousse, 1983. 4. Villoro, Luis. Las dos antinomias de la universidad En: Dilogos para la reforma de la UNAM.

    Coord. por Josu Landa. Mxico, UNAM, 2000, 24 (no, 11) 5. Sutz, J. La informatizacin en el futuro de Amrica Latina: una exploracin de tendencias. El desafo

    latinoamericano, potencial a desarrollar. Caracas, 1997 6. Garca Gonzlez, Fidel. La universidad del siglo XXI como un modelo de la industria de la

    informacin y el conocimiento. Camagey, Cuba, Universidad de Camagey, Centro de gestin de la informacin, 1998.

    7. Latap Sarre, Pablo. De las cosas prohibidas en la escuela. En Proceso, no. 1307 18 de nov. 2001