cartografias del poder

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CARTOGRAFÍAS DEL PODER GEOPOLÍTICA DEL CONOCIMIENTO

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Cartografias Del Poder

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CARTOGRAFAS DEL PODERGEOPOLTICA DEL CONOCIMIENTOCARTOGRAFAS DEL PODERGEOPOLTICA DEL CONOCIMIENTO1113151727354145ndicePrlogoIntroduccinI Parte Representaciones cartogricas y produccin de conocimientoUna nueva visin de la cartografa desde el Instituto Geogrico NacionalSergio Rubn CimbaroCartografa y toponimiaSergio A. RossiLos mapas, la representacin del territorio como componente de la identidad culturalJorge FernndezDe centros y perspectivasJavier AraujoGeopoltica del saber: los BRICS y la distribucin racial del capital y del conocimientoWalter Mignolo517175778391Cartografas del poder, una lectura desde la transmodernidadEnrique DusselNuevas miradas desde las representaciones cartogricasAgustn RossiII Parte Cartografa, territorio y sociedad Mapas, representaciones y produccin de sentidoValeria SonnaLa igura de la geopoltica en la literatura nacionalDaniel Perrone La cartografa como discusin. Juventud y arbitrariedaden el Meridiano de Greenwich y otras disquisiciones sobre la interpelacin cartogricaDaro G. Barriera 91Daro G. Barriera1Proponiendo miradasDesde hace algunos aos primero en la ctedra de Espacio y Sociedad, ahoradesdeladeHistoriadeAmricaIIdelaUniversidadNacionalde Rosario he tratado de transmitir a los estudiantes algunas ideas sen-cillas para posicionarse frente a la cartografa.Enprimerlugar,queentantorepresentacin,losmapasconstituyen un discurso grico sobre los territorios. No se trata de un calco en escala delarealidad,sinodelaproyeccindeunaimagenquepuedeestarani-mada por diversas razones: algunas veces denuncian una relacin de do-minacin, otras ilustran una situacin de conlicto, algunas otras expresan laexpresindeundeseoterritorialolainscripcindeunamarca.Los mapasoicialesonoformanpartedeundiscurso(elcartogrico)que siempre est connotado polticamente pero tambin de un modo ms am-plio, socialmente.1 Doctor en Historia y Civilizaciones por la EHESS (Pars). Investigador Independiente del CONICET. Docente de la Universidad Nacional de Rosario. Director del CEHISO (UNR) y de la revista Prohistoria.La cartografa como discusinJuventud y arbitrariedad del Meridiano de Greenwich y otras disquisiciones sobre la interpelacin cartogricaC A R T O G R A F A S D E L P O D E R92Ensegundolugar,quelacartografatieneuncarcterconvencionaly que las convenciones que la rigen son histricas. En buen romance, hist-ricas signiica que tienen una duracin (no son eternas) y que siempre de-ben interpretarse en funcin de contextos relativos al orden del desarrollo tecnolgico y de la accin prctica, lo cual en diferentes pocas incidi so-bre su soporte (rocas, papiros, cuero, papel, hoy magntico o digital) o so-bre su formato u orientacin ver por ejemplo los mapas orientados, que se miraban de pie y tenan el Este en la parte superior, donde hoy ubicamos elNorte,locualexpresabaunavisindelapartedelmundoconsiderada importante para el observador.En suma, todos los mapas existentes son el resultado de una conven-cinqueespolticapordeinicin,yaquesellegaaelladespusdeque algunas partes interesadas discuten y acuerdan cosas. Una nota que Pablo Calvo public en Clarn el 4 de noviembre de 2012 Argentinaestenelombligodelmundo,segnunplanisferiooicial esuninteresanteejemplosobreelmodoenquesepresentabajoropaje crtico un pensamiento construido a partir de ideas conservadoras y ajenas a la crtica. Las inas ironas del autor estn apoyadas en ajadas conviccio-nestericassobrelossaberesgeogricosysobrelacartografaqueja-ms son explicitadas: Calvo da por bueno que el planisferio tal y como lo conocamos,conelpuntoceroenelmedio(dondepareceraquetiene que estar), es un dato dado, algo incuestionable, y basado en la ms abso-luta objetividad cosmolgica y cosmognica. Pero pocas cosas estn ms alejadas de la verdad que esta. Mirando el planisferio elaborado por el IGN en2012,elescribasuelta:Europaesunpotrero.Miroelmismomapa (vase la pgina 24 de este libro) y no hay ningn indicio grico que sugie-ra esa analoga. Por qu lo dice? Cul sera el continente-potrero en el mapamundi como Dios manda de Pablo Calvo? G E O P O L T I C A D E L C O N O C I M I E N T O93Antes de GreenwichPara hacer notar la complejidad que tiene un tema tan rido como la rela-cin que existe entre la crisis del feudalismo de inales de los siglos XIV y XVyelimpulsoexpansionistaenEuropa,enocasionesdigoamisestu-diantes que los europeos no consiguieron resolver el problema tierra aden-tro y que, por eso, se lanzaron al agua. La imagen es una simpliicacin, pero permite romper el hielo para pre-sentar un problema complejo: las lecturas neomalthusianas han enseado Cdice del Beato de Saint Sever ao 1050-1060 En los mapas orientados exista un vnculo con el modo en que se los utilizaba de pie y arriba estaba la zona importante con la cual se quera intercambiar, hacia donde estaban puestos los esfuerzos por la comunicacin (pacfica o beligerante). En esta imagen del siglo XI, el Mediterr-neo aparece como el centro del mundo y su conexin con el ocano Atlntico puede verse abajo, donde se ubica el oeste.C A R T O G R A F A S D E L P O D E R94que,enlosumbralesdelamodernidad,loseuropeosenfrentaronuna ecuacin negativa entre recursos y consumo que resolvieron aprovechando susadelantosenmateriadenavegacin,conlautilizacindearmasde fuego, planiicacin militar y organizacin poltica. Convirtieron en un valor saberesqueposibilitaronqueelesfuerzolohicieraotro:formularonuna solucin de carcter imperial la dominacin poltica se enfoc en la trans-ferencia de recursos de varios continentes al suyo, la cual se vio segura-mentefacilitadaporelreplieguedeChina,lagranpotenciaasitica,que volc sus energas tierra adentro hacia 1450. Un complejo sistema de arti-culaciones de intereses particulares y de las monarquas europeas propici el lanzamiento de millares de hombres de ese continente a la exploracin, invasin, conquista y colonizacin del resto del mundo. La supremaca tecnolgica y militar que ejercieron sobre las poblacio-nes que invadieron y conquistaron les permiti entonces resolver la ecua-cinnegativa,induciendoosometiendoaestosnuevosotrosdefrica, Asia y Amrica para que produjeran por y para ellos, adems, en otros te-rritorios. Hoy sabemos que este proceso de colonizacin a escala planeta-rianosloresolvilacrisisdelfeudalismosinoqueiniciunformidable procesodetransferenciaintercontinentalderecursosque,trasvariossi-glosdeacumulacinyreformulacionesfuertesdelospactoscoloniales, propici el surgimiento del capitalismo. El colonialismo de los siglos XV a XVIII,anensupermanentetransformacin,esbsicamentelacompleja organizacin econmica, poltica y cultural de esta articulacin. Los mapas de aquel colonialismoLascartasdelossiglosXIVaXVIexpresanclaramenteesavoluntadde conocer para organizar y, eventualmente, dominar y explotar. Las cartogra-G E O P O L T I C A D E L C O N O C I M I E N T O95fas del siglo XV asitico incluan a Amrica; los portulanos del siglo XV y XVI, tambin. Curiosamente, dichas cartografas de hace cinco siglos, muestran una caracterstica que el planisferio del IGN recupera: la desmesura de Amrica contrasta con la pequeez de Europa. En las percepciones asiticas y en las europeas, el tamao del conti-nente americano, particularmente de Amrica del Sur, responde a la im-presin de gigantismo que ste les provocaba. La representacin expre-saba muy bien la desmesura que el europeo, todava invasor y colonizador en ciernes, perciba como temor o como obstculo. Era quizs uno de los fantasmas que le planteaba dudas paradjicamente razonables sobre su victoriaenloqueconciernealdominiodelNuevoMundo:patentizaba miedos, subrepticias y temporales sensaciones de inferioridad, dudas de una civilizacin.Desnaturalizar el grado cero, o el joven Meridiano de GreenwichEn la citada nota periodstica de Pablo Calvo, la acendrada defensa por el planisferioconsucentropticoenelMeridianodeGreenwichesenrigor del mismo tenor que la defensa del sistema mtrico decimal, de un cdigo civil o de un reglamento de trnsito. Es la defensa de una convencin. Y en este caso, la de una convencin bastante reciente, coetnea con la fundacin de la National Geographic Society en Estados Unidos, la Ex-posicinUniversaldeBarcelona,laprimerautilizacindeltelescopio (California) o la ilmacin de la primera pelcula muda en Londres Es el resultadodeunaconferenciainternacionalcelebradaenWashingtonen 1884 a la cual asistieron representantes de solamente veinticinco pases.C A R T O G R A F A S D E L P O D E R96Qu fue lo que se decidi all?-Terminarconlosmltiplesmeridianosdereferenciaqueexistan hasta entonces. -Designar al meridiano que pasaba por el Observatorio de Greenwich como el grado cero, lo cual ij que el resto de los pases adoptaran lo que se llama el da universal.Diego Gutirrez, 1562.G E O P O L T I C A D E L C O N O C I M I E N T O97Desde entonces, y no antes, se adopt el da de 24 horas con una lnea internacionalmenteaceptadaparaelcambiodefecha,admitindoseque los das comenzaban a la hora cero y que dicha hora era la medianoche. Estas resoluciones, a las cuales se lleg no sin oposiciones y absten-ciones parciales las de Francia y Brasil, por ejemplovincularon la divisin deltiempoydelespacioconlaaplicacindelsistemamtricodecimal, aprobado en Francia en 1875 (el primer metro se haba fabricado en 1799, debi esperar muchos aos para ser patrn) y que recin estaba imple-mentndose en casi todo el mundo: de hecho, en nuestro pas este trnsito provoc menudos problemas y Estados Unidos de Norteamrica, por ejem-plo, nunca adopt este sistema. La institucin y las cartas geogricasTantoelnuevoplanisferiocomoelmapabicontinentalsoncartasreali-zadas en el marco del Instituto Geogrico Nacional y no sorpresivamen-te, porque su elaboracin es el fruto de discusiones amplias e inclusivas con especialistas del pas y del exterior. El IGN que es una dependencia delMinisteriodeDefensatienecomopropsitodeiniryrepresentarla soberanaterritorialargentina,proveerserviciosgeogricos,obtener cartografasbsicasdelosterritoriosargentinos(noslodelcontinen-tal, sino tambin de los insulares y del antrtico) iscalizar las represen-tacionesdelterritorionacionalyestablecer,mantener,actualizaryper-feccionarelMarcodeReferenciaGeodsicoNacional,sobreelcualse apoya la cartografa del pas. Hoy es una institucin claramente democrtica y ya no es, como otro-ra,unespaciomonopolizadopormilitares:sussaberesysusquehaceres continan presentes pero conviven en una institucin que desde 2009, es C A R T O G R A F A S D E L P O D E R98claramente civil.2 El cambio de adjetivo en el nombre (de militar a nacio-nal) releja una voluntad de incorporar el Instituto al sistema cientico y tecnolgiconacional,suaperturaenunaintegracinalaadministracin pero tambin a la interaccin con la ciudadana. Expresa tambin la supe-racincrticadealgunasdicotomasqueataenanuestrahistoria:este gesto restituye civilidad a los saberes militares, otorga peso y participacin a la ciudadana en un campo que, para muchos de nosotros, constitua so-bre todo un velo, como si ciertas parcelas del quehacer poltico en el rea 2Susorgenesseremontanalacreacindelaoicinatopogricamilitarel5dedi-ciembre de 1879, creada en el contexto del delineamiento institucional de lo que se-ra el Estado Nacional en la Argentina, tras la campaa del desierto de Roca y pues-ta bajo la direccin de Manuel J. Olascoaga. La designacin de Instituto Geogrico Militar le fue conferida en 1901 y, a travs del decreto 554 del 14 de mayo de 2009, la Presidenta Cristina Fernndez de Kirchner lo transform en el IGN. Mercator, 1569G E O P O L T I C A D E L C O N O C I M I E N T O99cienticadebieranresignarseaunosespecialistasquenoerannicien -ticos ni ciudadanos, sino militares, una categora aparte. Relexiones inalesTanto el mapa nacional bicontinental como el nuevo planisferio presentado por el IGN y el Ministerio de Defensa deben leerse como un acontecimiento poltico, cultural y tambin como una interpelacin cientica. Su confeccin pone en juego tres valores de cualquier discurso carto-grico: centralidad, primaca y distorsin. Elactualplanisferiotieneuninteresanteantecedenteenotroqueel IGM haba creado en 1975, donde la proyeccin cenital se ubicaba en Bue-nos Aires lo cual desagradara todava ms a los objetores de conciencia cartogrica, puesto que dicha proyeccin simboliza ms un ojo celeste que uno terrestre.Como cualquier sistema de representacin, una proyeccin cartogrica establecerelacionesentreelementos.Enelcasodeunplanisferiocomo su nombre lo plantea surge adems el problema de relacionar en un plano elementos de una supericie que es curva. Aunque este problema no es ex-clusivo de la cartografa, es verdaderamente relevante: la proyeccin idea-daporMercatorenelsigloXVIllevaaosdecuestionamiento,perosirvi para realizar presentaciones proporcionales en el plano que fueron de utili-dadparalanavegacindealtura,permitiendograicarvientos,corrientes, etc. Este sistema de coordenadas que traman una especie de malla siempre provoca una distorsin, que expresa precisamente el punto de vista del ob-servador,estoes,laprimacaquesobreelrestodelorbeintentabaimpo-nersedesdeelcontinentedondeseplaniicabanlasexpedicionesquepu-sieron en marcha los colonialismos de los siglos XVI y XVII. C A R T O G R A F A S D E L P O D E R100Pero su falta no es exclusiva: toda proyeccin cartogrica distorsiona la verdadera coniguracin terrestre. La de Mercator agigantaba el tamao de las masas terrestres de manera directamente proporcional a su lejana respectodelEcuadoryporesolosplanisferiosconfeccionadoscondicha proyeccin presentan el denominado problema de Groenlandia que pa-rece grande como frica, cuando su supericie es apenas el 7,5% de la de dichocontinente.PasalomismoconAlaska,aunquelarelacinalles menor, de 5 a 1. Esta distorsin ptica es fruto de una convencin que, adems de con-senso interno, disfrut por supuesto de una aceptacin externa, incluso de unaaceptacindeloshabitantesdelospasesqueveanvisualmente perjudicadas las proporciones de sus territorios nacionales frente a otros que aparecan magniicados. En el planisferio del IGN esta distorsin apa-rece corregida y aparecen otras, nuevas. Pero tras muchos aos de acos-tumbramiento a las anteriores, no es sorprendente que las primeras reac-ciones hayan sido de carcter conservador. Lo que concierne al carcter poltico de las actuales distorsiones, diiere de las anteriores en un aspec-tocentral:sonasumidascomoeldesafodelaconstruccindeunnuevo punto de vista y, al ser explcitas, son discutibles sin ms prembulo. Las decisionestomadassobrecentralidad,primacaydistorsinalahorade confeccionar el nuevo planisferio, forman parte de supuestos explcitos en el discurso oicial. El uso obligatorio del mapa bicontinental de la Repbli-ca Argentina, por otra parte, es parte de la Ley N 26.651, aprobada por el Congreso Nacional en 2010. La presentacin de un planisferio o de un mapa que aviva las discusio-nessobrelasconvencionesnosinterpela.Elcarcterpoltico,culturaly cientico de esta presentacin es una oportunidad excelente para relexio-nar sobre las relaciones entre ciencia, poltica, Estado, cultura y sociedad, que no son jams ni unvocas ni inocentes.