cartas pastorales de manos unidas 2014

128
Cartas Pastorales con motivo de la Jornada Nacional de Manos Unidas Campaña LV Febrero 2014

Upload: manosunidasongd

Post on 31-Mar-2016

220 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

 

TRANSCRIPT

Page 1: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

Cartas Pastorales con motivo de la

Jornada Nacional de Manos Unidas Campaña LV

Febrero 2014

Page 2: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

2

Diócesis de:

5.

7.

9.

11.

13.

15.

17.

19.

21.

23.

25.

27.

29.

31.

33.

35.

37.

39.

41.

43.

45.

47.

49.

51.

53.

55.

57.

59.

61.

63.

� Albacete

� Alcalá de Henares

� Almería

� Asidonia-Jeréz

� Astorga

� Ávila

� Barbastro-Monzón

� Barcelona

� Bilbao

� Burgos

� Calahorra y

La Calzada-Logroño

� Canarias

� Cartagena

� Ciudad Real

� Córdoba

� Coria-Cáceres

� Cuenca

� Getafe

� Girona

� Guadix

� Huelva

� Huesca y Jaca

� Ibiza

� León

� Lleida

� Lugo

� Madrid

� Mallorca

� Menorca

� Mérida-Badajoz

65.

67.

69.

71.

73.

75.

77.

79.

81.

83.

85.

87.

89.

91.

93.

95.

97.

99.

101.

103.

105.

107.

109.

111.

113.

115.

117.

119.

121.

123.

125.

� Mondoñedo-Ferrol

� Orihuela-Alicante

� Osma-Soria

� Ourense

� Oviedo

� Palencia

� Pamplona y Tudela

� Plasencia

� San Sebastián

� Sant Feliu de Llobregat

� Santander

� Santiago de Compostela

� Segorbe-Castellón

� Segovia

� Sevilla

� Sigüenza-Guadalajara

� Solsona

� Tarazona

� Tarragona

� Terrasa

� Teruel y Albarracín

� Toledo

� Tortosa

� Tui-Vigo

� Urgell

� Valencia

� Valladolid

� Vic

� Vitoria

� Zamora

� Zaragoza

Sumario

Page 3: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

3

PRESENTACIÓN

Manos Unidas me solicita unas líneas para presentar la publicación de las cartas pasto-rales escritas por los obispos españoles con motivo del lanzamiento de la Campaña Contra elHambre del año 2014; con mucho gusto respondo expresando la estima de la Conferencia Epis-copal a esta querida institución, y el agradecimiento por el servicio generoso y efectivo que vieneprestando desde hace ya algunas décadas. Estoy seguro de que con este escrito expreso el sentirdel conjunto del episcopado.

Son muchos los elementos positivos que Manos Unidas aporta a la Iglesia:� En un momento en el cual no andamos sobrados del compromiso de los seglares, contamos con

esta organización, que se mantiene viva y activa, y que reúne una cantidad significativa de vo-luntarios y a muchos socios.

� Es una organización dedicada a hacer frente a uno de los problemas más importantes que tienehoy nuestro mundo: la lucha contra el vasto campo de la pobreza extrema.

� Esta lucha, cuando se trata de Manos Unidas, no se queda solo en palabras, sino que pasa al te-rreno de los hechos. Realiza una labor que no es solamente testimonial, pues se plasma en va-rios cientos de iniciativas, cada una de las cuales quiere ser respuesta a otras tantas necesidades.

� Es una obra colectiva, fiel imagen de la Iglesia-comunidad, que cuenta con la colaboración demuchísima gente, tanto aquí en España como en los países del Sur: donantes y colaboradoresmuy diversos, parroquias, colegios, técnicos que atienden la viabilidad y repercusión de los pro-yectos… pero también entidades de países del Sur, con las que Manos Unidas trabaja, que seresponsabilizan del desarrollo de las iniciativas, sin olvidar a los destinatarios finales, que parti-cipan en los proyectos de desarrollo de una forma activa allí donde es posible.

� Todo esto contribuye a dar una imagen más universal de la Iglesia española y, por qué no decir-lo, también del conjunto de nuestro país, que aparece asociado a obras sociales de interés comoescuelas, sistemas de microcrédito, cooperativas, dispensarios, sistemas de suministro de aguapotable y tantas otras.

La labor de Manos Unidas merece un apoyo firme. Dignificando las condiciones de vida de los máspobres, los más olvidados, realiza una labor encomiable.

El hambre es una grave indigencia, una humillación de las personas y un quebranto de los derechosde las personas. La Iglesia ha invitado con frecuencia a trabajar para erradicarla. El Papa Pablo VItuvo palabras muy lúcidas en esta materia. Igualmente, Benedicto XVI aborda el “escándalo” del

Mons. Ricardo Blázquez PérezArzobispo de Valladolid

Presidente de la Conferencia Episcopal Española

Page 4: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

4

hambre en varios escritos, entre ellos la encíclica “Caritas in veritate”: “En la era de la globaliza-ción, dice, eliminar el hambre en el mundo se ha convertido también en una meta que se ha delograr para salvaguardar la paz y la estabilidad del planeta. El hambre no depende tanto de la esca-sez material, cuanto de la insuficiencia de recursos sociales” (num 27).

El papa Francisco no ha dejado tampoco de llamar la atención sobre esta cuestión. En la exhorta-ción apostólica “Evangelii gaudium” realiza una crítica muy incisiva del consumismo, de la inequi-dad mundial y de otras cuestiones, como la autonomía “absoluta” de los mercados (num. 54). Nosrecuerda que “el solo hecho de haber nacido en un lugar con menores recursos o menor desarro-llo no justifica que algunas personas vivan con menor dignidad. Hay que repetir que los más favo-recidos deben renunciar a algunos de sus derechos para poner con mayor liberalidad sus bienes alservicio de los demás” (190). Critica la “economía del descarte”, que considera al hombre como unbien de consumo “que se puede usar y luego tirar” y en la cual los excluidos no son “explotados”sino desechos, “sobrantes” (53). Necesitamos, señala, una economía con “un rostro y unos objeti-vos realmente humanos” y “crecer en una solidaridad que debe permitir a todos los pueblos llegara ser por sí mismos artífices de su destino”(n 190).

En el encuentro que celebró con el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, en mayo pasado,instó a “una movilización ética mundial contra las desigualdades” y a poner en marcha medidas“que incidan sobre las causas estructurales de la pobreza y del hambre”. Elogió los resultados posi-tivos conseguidos estos últimos años en materia de desarrollo, especialmente en materia de edu-cación y disminución de la pobreza extrema, pero añadió: “Es propio de la función directiva no con-formarse nunca con los resultados obtenidos sino empeñarse cada vez más, porque lo conseguidosolo se asegura buscando obtener lo que aún falta. Y, en el caso de la organización política y eco-nómica mundial, lo que falta es mucho, ya que una parte importante de la humanidad continúaexcluida de los beneficios del progreso y relegada, de hecho, a seres de segunda categoría”.

Manos Unidas, en sus campañas más recientes, nos ha recordado una parte de lo mucho que aúnfalta, a que se refiere el Papa: la importancia de continuar avanzando en materia de educación, en sec-tores como el agrícola, el sanitario, la promoción social y la promoción de la mujer; el número deproyectos relativo a la educación supera con mucho a los demás. La promoción del papel de la mujer, queacumula mayores desventajas en casi todos los conceptos, es atendida de un modo especial en paí-ses del Sur. Recuerdo otros campos: la reducción de la mortalidad infantil; la necesidad de ponerfreno a enfermedades como el sida, la malaria o la tuberculosis; la necesidad de facilitar a los máspobres el acceso a los medicamentos; tratar de una manera razonable los problemas de la deuda…

En la Campaña de 2014, a las que se refieren las cartas de los obispos aquí reunidas, y con el lema“Un mundo nuevo, proyecto común”, Manos Unidas nos dice que, siendo el hambre un problemamundial, la solución ha de ser necesariamente mundial también y exige el compromiso de todos.Los cristianos, hemos de estar atentos no solamente a las vertientes económicas del desarrollo,sino a que éste sea integral, sostenible… y humano.

Los aspectos citados en estas cartas son una invitación a continuar nuestro compromiso en favor de estacausa, y a hacerlo a través de una organización de probada responsabilidad: Manos Unidas, la aso-ciación de la Iglesia Católica en España para la ayuda, la promoción y el desarrollo del Tercer Mundo.

† Mons. Ricardo Blázquez PérezArzobispo de Valladolid

Presidente de la Conferencia Episcopal Española

Page 5: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

5

ace casi quince años, la comunidad internacional se comprometió firmemente a poneren marcha las políticas necesarias para que, en el año 2015, se hubieran logrado unaserie de objetivos que permitieran eliminar o, al menos, reducir de manera significati-va las situaciones infrahumanas de vida de muchas personas.

La famosa Declaración del Milenio y los pasos dados han contribuido a la reducción del hambre, allogro de mejoras en el acceso a la salud, a la educación, al trabajo, a la participación política. Hayque reconocer, sin embargo, que los logros se han quedado mucho más cortos que los objetivos.De hecho, ha crecido el número de personas que viven con menos de dos dólares al día, y hay toda-vía muchas personas que siguen muriendo de hambre o se ven obligadas a la emigración por causade la guerra o la falta de un trabajo digno, quedando expuestas con mucha frecuencia al tráfico depersonas.

Por eso, Manos Unidas, organización de la Iglesia Católica para el Desarrollo, a cuyas voluntarias yvoluntarios la situación les escuece en el alma, vuelve a golpear nuestras conciencias. Con la Cam-paña del 2014 “UN MUNDO NUEVO, PROYECTO COMÚN”, nos invita, una vez más, a una revisiónpersonal y colectiva, y nos impulsa a poner manos a la obra para contribuir a hacer de este mundonuestro la tierra de todos, para instaurar la civilización del amor.

Los Objetivos del Desarrollo fueron formulados en un contexto histórico de optimismo generaliza-do. Dominaba la euforia provocada por la globalización. El Programa de las Naciones Unidas ase-guraba que el crecimiento del bienestar y la solución a los problemas de la humanidad vendrían dellibre mercado, que se nos presentaba, además, como modelo único, sin alternativa posible (Pro-grama de la ONU para el desarrollo, 1997). Sin embargo, una eminente analista internacional respi-raba de otra manera: “Hemos legitimado al mercado para decidir sobre nuestras vidas. Si lo dejamosno sólo destrozarán la tierra, sino que sus sistemas sólo permitirán que subsista el 5% más rico delmundo. Como ellos dicen, coge lo mejor y tira el resto a la basura” (Susan George. Directora del Insti-tuto trasnacional de Amsterdam). Los mecanismos de la economía del mercado son capaces decrear riqueza, de favorecer el intercambio de productos; pero difícilmente asegurarán el desarro-llo de todos los pueblos, si tales mecanismos no están animados por el deseo de promover el biencomún universal por encima de los intereses particulares.

“La globalización nos ha hecho más cercanos, pero no más hermanos” (Benedicto XVI). Necesita-mos ante todo y sobre todo globalizar la solidaridad. Manos Unidas está convencida de que sin uncompromiso solidario mundial, que parta del reconocimiento de la fraternidad fundamental delgénero humano, no superaremos el individualismo y la indiferencia.

Diócesis de Albacete

“UN MUNDO NUEVO,PROYECTO COMÚN”

Monseñor Ciriaco Benavente Mateos,Obispo de Albacete.

H

Page 6: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

6

El lema de la Campaña “UN MUNDO NUEVO, PROYECTO COMÚN” quiere sintonizar con la Plata-forma “El mundo que queremos más allá del 2015”, lanzada por Naciones Unidas para movilizar alos ciudadanos de todo el mundo en favor del desarrollo en los países pobres.

El fundamento del trabajo de Manos Unidas se encuentra en el Evangelio y en la Doctrina Social dela Iglesia. Y, en concreto, durante el año 2014 quiere poner su atención en la encíclica Caritas in Veri-tate de Benedicto XVI, donde se nos invita a realizar un esfuerzo común para lograr la implicaciónde todos en el desarrollo integral de cada hombre y de todos los hombres: “El desarrollo de lospueblos, decía el Papa, depende, sobre todo, de que se reconozcan como parte de una sola fami-lia, que colabora con verdadera comunión y está integrada por seres que no viven simplementeuno junto al otro”.

Queridos amigos: “El contexto hedonista en que vivimos los países desarrollados lleva al hombrea centrarse en la realización emocional de sí mismo, aniquila las utopías de transformación socialy la disposición a los compromisos permanentes”, nos dicen los analistas sociales. Por otra parte,las altas dosis de dramas cotidianos que ingerimos anestesia nuestra capacidad de discernimientoy respuesta. Manos Unidas lo sabe. Y sabe, desde su experiencia de fe, que la civilización del amorno se logra sólo con un convencimiento teórico, con ser éste importante. Reconocer afectiva yefectivamente al otro como hermano exige un cambio del propio corazón, que sólo es posible cuan-do el amor se recibe como un regalo de Aquel que es Amor. Acogiendo el amor como don, pode-mos hacernos don de amor para los demás. Por eso, Manos Unidas, al promover cada año la cam-paña, no se olvida de invitarnos a la oración y al ayuno. Ese es uno de los secretos de su eficacia.

Invito a que unáis vuestras manos y vuestros corazones para responder con la mejor generosidada la llamada de Manos Unidas en esta Campaña de 2014.

+ Ciriaco Benavente Mateos,Obispo de Albacete

Page 7: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

7

Diócesis de Alcalá de Henares

Un mundo nuevo,un proyecto común

Monseñor Antonio Reig Plá,Obispo de Alcalá de Henares.

l mes de febrero, año tras año, Manos Unidas pone sobre la mesa los escalofriantesdatos de nuestro mundo: Una de cada ocho personas pasan hambre a diario, el 50% delos que lo sufren son agricultores, el 60% son mujeres, y mientras la tercera parte de lacomida que se produce en un año se desperdicia. El mundo no avanza, el número depersonas que sufren hambre, miseria y exclusión sigue creciendo, las diferencias siguenaumentando.

Sin embargo; Manos Unidas, no se desanima. “Un mundo nuevo, un proyecto común”, es el lemaque esta institución de la Iglesia nos propone para este curso. Se centra en el 8º de los Objetivosdel Desarrollo del Milenio (ODM): “fomentar una alianza mundial por el desarrollo”.

Los siete anteriores aún no se han conseguido, y caminan muy lentamente. ¿Es éste un propósitoque quizá se ha definido en orden equivocado? En un mundo globalizado, donde cada decisióntiene implicaciones en cada uno de los rincones del planeta, ¿acaso no hubiera debido ser éste elprimero de los objetivos? Sin una voluntad común y verdadera de acabar con el fracaso del ham-bre, los avances que se realicen nunca serán suficientes.

Soledad Suárez, presidenta de Manos Unidas en España, nos anima en esta apasionante labor: “esaes la gran batalla. Hay que pensar en estos pueblos, qué parte de responsabilidad tenemos cada unode nosotros en esto, qué posturas debemos adoptar, cómo esto nos debe llevar a actuar”.

La Iglesia está extendida por todo el mundo, somos muchos los que creemos en el mensaje deCristo, “pero si la sal se vuelve sosa…..”. No dejemos que eso ocurra, encendamos nuestra luz,nuestra esperanza, seamos candiles para descubrir y denunciar las zonas oscuras de la corrupción,la injusticia, la insolidaridad y el acaparamiento; y al mismo tiempo, mostremos al mundo que la ale-gría auténtica está en la fraternidad, que “Dios no se revela mediante el poder y la riqueza delmundo, sino mediante la debilidad y la pobreza”. Hemos comprendido y experimentado que “lo quenos da verdadera libertad, verdadera salvación y verdadera felicidad es su amor lleno de compasión,de ternura, que quiere compartir con nosotros…” (Papa Francisco: Mensaje de Cuaresma).

Agradezco y bendigo a Manos Unidas por su trabajo y esfuerzo, y pido a todos los sacerdotes, reli-giosos y laicos que colaboren en esta inexcusable tarea. Y quiero hacer mías las palabras del SantoPadre en las que nos recuerda que “No es posible que la muerte por congelamiento de un anciano sinabrigo no sea noticia, mientras sí lo es la caída de dos puntos de la Bolsa. Esto es exclusión. No sepuede tolerar más el hecho de tirar comida a la basura cuando hay personas que pasan hambre“(Evangelii gaudium).

E

Page 8: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

8

Pongamos en manos de María, madre de todos los hombres, el cuidado y la ternura de todos losque entregan su vida para el servicio de los preferidos de Dios, los más humildes y desprotegidos;que ella sea siempre el Consuelo y la Esperanza infatigable.

Con mi bendición

+ Juan Antonio Reig Pla, Obispo de Alcalá de Henares

Page 9: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

9

lega la campaña de Manos Unidas y no quiero dejar de ofreceros unas reflexiones que glo-sen el lema de este año: «Un mundo nuevo, proyecto común».

Parto ciertamente, del supuesto de que un mundo verdaderamente nuevo es obra de Dios, porquesólo de él, de su poder y de su misericordia depende la irrupción de un mundo nuevo, es decir, deDios depende el hombre nuevo y la nueva creación, que nos ha mostrado en la resurrección deCristo, vencidos el mal que infecta el mundo y la muerte. A quienes no les gusta esta afirmación,les basta mirar en su entorno para ver hasta qué punto el mal flagela la vida de los seres humanos.

Algunas de estas manifestaciones son crudelísimas como esa forma nueva de esclavitud que es latrata de personas, principalmente mujeres, niños y adolescentes; seres humanos reducidos a fuer-za de trabajo, maltratados por la desnutrición y el hambre y huyendo despavoridos de los conflic-tos bélicos, de la guerra que todo lo reduce a ruinas, diezma y aniquila las poblaciones, causa que-brantos irrecuperables en las sociedades divididas y enfrentadas, dejando en ellas heridas que sonestigmas del odio y de la falta de entendimiento por décadas. ¿Para qué mencionar lo que todo elmundo conoce? Ahí están las noticias de cada día.

Entonces, ¿no podemos hacer nada? En modo alguno. Es mucho lo que se ha hecho y, en su justacomprensión de las cosas, es posible lograr un mundo nuevo, en la misma medida en que ayude-mos al desarrollo humano de las sociedades; es decir, en la medida en que contribuyamos a suhumanización verdadera mediante la propuesta y el fomento constante de una «civilización delamor». Los Papas de nuestro tiempo vienen proponiendo este mensaje incansablemente. Desdelos tiempos de Pío XII y la campaña llevada a cabo con su estímulo y el apoyo de su magisterio, laIglesia viene presentando y ofreciendo esta propuesta: «Por un mundo mejor». Después, Juan XXIIIabrió los corazones a la esperanza en la superación definitiva de los enfrentamientos entre lasnaciones que desencadenaron la segunda guerra mundial, para lo cual proponía el establecimien-to de la paz sobre el respeto a la dignidad humana y la defensa de los derechos humanos en la encí-clica Pacen in terris (1963).

El Vaticano II que él convocó promovió cuanto une a los cristianos, frente a lo que los divide, parafavorecer su servicio a la humanidad mediante el mayor avance hacia una humanidad mejorque resultará de “la unidad en la verdad y en el amor, bajo la virtud poderosa del Espíritu Santo”,de suerte que unidas las fuerzas, “nos esforcemos por cooperar fraternalmente para prestar unservicio a la familia humana, que está llamada en Cristo Jesús a ser la familia de los hijos de Dios”(GS, n.93). El Concilio nos alentó para no confundir la historia de la salvación con la simple historiadel progreso, siempre ambigua, que sólo se orienta al hombre cuando tiene en cuenta a Dios. La

Diócesis de Almería

Campaña contra el Hambre 2014de Manos Unidas

Monseñor Adolfo González Montes,Obispo de Almería

L

Page 10: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

10

Iglesia aprecia cuanto de bueno y noble le es posible alcanzar al esfuerzo humano, siempre que serija por los valores del espíritu que hacen del ser humano infinitamente más que un animal evolu-cionado, es decir, hijo de Dios. Así, hace equipamiento suyo: «el estudio de las ciencias y la fideli-dad exacta a la verdad en las investigaciones científicas, la necesidad de trabajar conjuntamente enequipos técnicos, el sentido de la solidaridad internacional, la conciencia cada vez más viva de laresponsabilidad de los expertos para ayudar e incluso proteger a los hombres, la voluntad de hacermás favorables para todos las condiciones de vida, especialmente para aquellos que sufren priva-ción de su responsabilidad o pobreza cultural» (GS, n. 57).

Por esto el Concilio apoya todo proyecto de «humanización» de la vida, destinado a combatir elhambre y la miseria y a promocionar las aptitudes de las personas y de las colectividades paralograr por sí mismas un bienestar necesario para acoger mejor la palabra del Evangelio. Es imposi-ble separar el apoyo a proyectos de esta índole de la predicación evangélica, aunque estos proyec-tos representen un paso previo a la misma predicación en determinadas circunstancias. El Concilio,en el mismo lugar citado dice refiriéndose a cuanto de bueno acabamos de mencionar: «Todo locual puede aportar alguna preparación para recibir el mensaje del Evangelio, que puede ser anima-da con la caridad divina por Aquel que vino a salvar el mundo». ¡No cabe mayor claridad!

Pablo VI, que aplicó con voluntad grande el Concilio, hablaba de la necesidad de una verdadera«civilización del amor», expresión que acuñada particularmente por él fue después más desarrolla-da y aplicada por Juan Pablo II a su magisterio social. Benedicto XVI le ha dado una singular valida-ción al poner en relación caridad y verdad en la encíclica Caritas in veritate (Caridad en la verdad,2009). Por eso dice de él en esta encíclica remitiéndose a Pablo VI, que con sus enseñanzas socia-les de gran relevancia, «reafirmó la importancia imprescindible del Evangelio para la construcciónde la sociedad según libertad y justicia, en la perspectiva ideal e histórica de una civilización anima-da por el amor» (n.13); concluyendo con la misma claridad que su predecesor: «No hay desarrollopleno ni un bien común universal sin el bien espiritual y moral de las personas, consideradas en sutotalidad, alma y cuerpo» (n.76).

Manos Unidas nos lanza un mensaje también claro: es posible un mundo nuevo como proyectocomún, pero no olvidemos desde dónde lo dice: desde la fe que anima a sus militantes, particular-mente a las mujeres de fe que le han dado cuerpo a una organización como Manos Unidas, impres-cindible hoy en la lucha contra el hambre. Manos Unidas cree en la imbricación de Dios en todaacción en favor del hombre, donde se deja sentir ya la novedad del mundo nuevo que esperamosde Dios. También el papa Francisco se apoya en Pablo VI, para recordarnos, con su estimulantemagisterio, que la propuesta es el Reino de Dios, y que «se trata de amar a Dios que reina en elmundo», por eso asegura: «En la medida en que él logre reinar entre nosotros, la vida social seráámbito de fraternidad, de justicia, de paz, de dignidad para todos. Entonces, tanto el anuncio comola experiencia cristiana tienden a provocar consecuencias sociales» (Evangelii gaudium, n.181).También muy claro: la novedad del mundo viene de Dios y, mientras llega su plenitud, se nos pideque vayamos hacia ella cambiando todo lo que no entra en el proyecto de Dios para el mundo,como el hambre y la miseria de los pobres, que el amor fraterno puede remediar.

Almería, 9 de febrero de 2014Día de la Campaña contra el hambre en el mundo

+ Adolfo González Montes,Obispo de Almería

Page 11: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

11

los sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas, seminaristas y a todos los fieles,

Durante este año se desarrolla la Campaña LV de Manos Unidas bajo el lema «Un mundo nuevo,proyecto común», centrada en el octavo Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) propuesto porNaciones Unidas. En él se hace hincapié sobre la necesidad de fomentar una alianza mundial por eldesarrollo que evite, como bien ha denunciado el Papa Francisco, el escándalo de que todavía hayahambre y malnutrición en el mundo. Esta alianza es imprescindible si se quiere avanzar en la luchacontra la pobreza, y necesita de la implicación de los países desarrollados y de los que están en víade desarrollo.

Manos Unidas, como asociación de la Iglesia Católica inspirada en el Evangelio y en la Doctrina So-cial de la Iglesia, lucha para erradicar el hambre y la pobreza del mundo. Y para ello es necesarianuestra colaboración como parte de la entera Familia Humana. Recordemos las palabras de Bene-dicto XVI en la encíclica Caritas in Veritate: «Hoy la humanidad aparece mucho más interactiva queantes: esa mayor vecindad debe transformarse en verdadera comunión. El desarrollo de los pueblosdepende sobre todo de que se reconozcan como parte de una sola familia, que colabora con verdaderacomunión y está integrada por seres que no viven simplemente uno junto al otro». (nº. 53)

Siendo conscientes de que el hambre nunca puede ser considerada un hecho normal al que hay queacostumbrarse, como si formara parte del sistema, sino que son necesarias acciones concretas quedisminuyan el sufrimiento de tantos hombres, mujeres y sobre todo niños que la padecen injusta-mente, quiero invitar a todas las parroquias, movimientos, asociaciones, hermandades y comuni-dades cristianas de nuestra Diócesis a participar en esta campaña que celebra Manos Unidas.

Os animo a uniros a este gesto tan significativo del «Día del Ayuno Voluntario» que se celebrará elviernes 7 de febrero, y a ofrecer una generosa aportación económica tanto en las colectas de lasMisas del próximo domingo 9 de febrero, como en las mesas petitorias en las calles de la ciudad.

Por último, deseo enviar un mensaje de felicitación y estímulo a los numerosos asociados y colabo-radores que, sensibles a esta realidad del hambre en el mundo, inspirados por su conciencia cristia-na, están comprometidos con la labor de Manos Unidas.

Con mi cordial saludo y bendición,

+ José Mazuelos Pérez,Obispo de Asidonia-Jerez

Diócesis de Asidonia-Jerez

“UN MUNDO NUEVO,PROYECTO COMÚN”Campaña de Manos Unidas

Monseñor José Mazuelos Pérez,Obispo de Asidonia-Jerez.

A

Page 12: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

12

Page 13: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

13

a Campaña de Manos Unidas del año 2014 se realizará teniendo delante este sugerentelema: “Un Mundo Nuevo, Proyecto Común”

Todos sabemos que la construcción de un “Mundo Nuevo”presupone una gran tarea en la quetodos debemos comprometernos, no sólo con palabras, sino con actitudes coherentes durante eseproceso de construcción. Porque la realidad social que conocemos es casi totalmente opuesta.

Esta afirmación no es exagerada, sino real, porque con preferencia, si consideramos que el egois-mo nos arrastra siempre a querer lo que a cada uno le beneficia. Si, a lo que a mí me conviene ypara fundamentar esta afirmación os recuerdo una realidad vivida en España: durante bastantesaños se fue creando una cultura del gasto superior a las posibilidades que cada uno tenía, es decir,se vivió con la convicción de que cada día se podía gastar hasta derrochar sin necesidad. Y las con-secuencias las estamos sufriendo desde hace varios años hasta hoy. Y ahora ya nadie quiere bajara la realidad que se nos impone a la fuerza.

Era muy fácil aceptar que se nos mejorasen los ingresos, pero aceptar la reducción del gasto pro-voca la rebelión de todos y nadie aceptar sacrificios. Es lo mismo que nos sucede a todos, aunquela realidad se nos ha impuesto y “todos decimos que no somos los que la causamos”.

Os recuerdo esta realidad porque hoy a todos nos afecta. Y ahora os recordaré lo que sigue suce-diendo en los paises deprimidos que necesitan ayuda, por lo que Manos Unidas nos invita a cons-truir “Un Mundo Nuevo”, pero no solamente para unos pocos, sino que tiene que ser a través deun “Proyecto Común” si, desde un proyecto común que sea aceptable por todos, pues unos derro-chan el dinero y otros no tienen ni lo suficiente para poder alimentarse, aunque lleven una vidapobre pero diferente, ya que tantas familias carecen de casi todo, e incluso pueden no tener ni paravivir.

Pues bien Hermanos: en el Tercer Mundo en el que viven muchos millones de Hermanos nuestroses frecuente que no puedan comer más que una pequeña ración cada día. Preguntémonos: ¿Cómopueden vivir así? ¿Qué pecado han cometido esos Hermanos que viven en el llamado TercerMundo, y no los socorremos sabiendo que son Hermanos nuestros?

Al llegar a este punto volvamos a recordar que se necesita construir un Mundo Nuevo, respetandoun Proyecto Común que sea aceptable por la mayor parte, ya que esto lo están reclamando y exi-giendo los pobres de este Mundo para que se a un Mundo Nuevo.

“UN MUNDO NUEVO,PROYECTO COMÚN”

Diócesis de Astorga

Monseñor Camilo Lorenzo Iglesias,Obispo de Astorga.

L

Page 14: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

14

En conclusión: es imprescindible construir un Proyecto Común para que haya un Mundo Nuevo, delo contrario sería casi imposible.

+ Camilo Lorenzo Iglesias,Obispo de Astorga

Page 15: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

15

ueridos diocesanos:

Este año la Campaña de Manos Unidas nos ayuda a ponernos en camino hacia ese mundo nuevoque nace de la fraternidad universal, como cualidad necesaria para crear condiciones de desarrolloen plenitud. El lema de esta LV campaña es: Un mundo nuevo, proyecto común, y responde al octa-vo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM): Fomentar una alianza mundial para el desa-rrollo. Una alianza mundial que exige la responsabilidad y el compromiso de todos.

La globalización que vive el mundo actual y la red de comunicaciones han creado nuevas oportuni-dades para acabar con la injusticia, pero la realidad es que la pobreza y el hambre, la injusticia y lasdesigualdades se han reconfigurado.

El papa Francisco nos dice: «Hoy, que las redes y los instrumentos de la comunicación humana hanalcanzado desarrollos inauditos, sentimos el desafío de descubrir y transmitir la mística de vivir jun-tos, de mezclarnos, de encontrarnos, de tomarnos de los brazos, de apoyarnos, de participar deesa marea algo caótica que puede convertirse en una verdadera experiencia de fraternidad»(Evangelii gaudium, 47).

Esa es la propuesta de Manos Unidas: aceptar el desafío de «la mística de vivir juntos», en unaauténtica experiencia de fraternidad. Gracias al amor de Cristo, que se derrama en nuestros cora-zones, podemos ser fermento de esa fraternidad universal; sólo bajo la lógica del amor, de eseamor que mira a la persona concreta, del don de sí mismos, será posible un mundo nuevo.

Esa lógica del amor, es una lógica dinámica y no teórica, que se basa especialmente en el diálogo,la apertura, la generosidad, la acogida y la promoción social especialmente de los más pobres.

Esta lógica del amor nos inserta en el camino que nos une con todos y conduce al desarrollo detodos. Por eso, el papa Benedicto XVI, afirmaba que «el desarrollo de los pueblos depende, sobretodo, de que se reconozcan como parte de una sola familia, que colabora con verdadera comunióny está integrada por seres que no viven simplemente uno junto al otro» (Caritas in veritate, 53).

Los proyectos asignados para Ávila en esta Campaña de Manos Unidas son: la construcción de letri-nas y zonas de aseo en una escuela rural de primaria en Kinoni (Uganda); Programa educativo paraniños que trabajan en las fábricas de ladrillo de Pune, en Maharashtra (India); Instalación de coci-nas sin humo, depósitos de agua, letrinas, cocinas solares y heno, en Tamil Nadu (India); y mejorade la salud ocular, en Togo (África).

“UN MUNDO NUEVO,PROYECTO COMÚN”Manos Unidas 2014

Diócesis de Ávila

Monseñor Jesús García Burillo,Obispo de Ávila.

Q

Page 16: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

16

Os invito a todos a participar de esta Campaña de Manos Unidas con la alegría y el entusiasmo quenacen de la mística del vivir juntos, y con la conciencia de que somos una sola familia, hermanosentre nosotros, y que ese mundo nuevo que todos esperamos sólo es posible bajo la lógica delamor y la fraternidad universal. «No nos cansemos jamás de optar por la fraternidad» (Evangeliigaudium, 91).

Os saludo con todo afecto.

+ Jesús García Burillo,Obispo de Ávila

Page 17: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

17

ace dos meses se presentó en Madrid la campaña promovida por Cáritas Internacio-nal para erradicar, de una vez, el hambre en nuestro mundo. Cáritas Española y Ma-nos Unidas protagonizan esta campaña en nuestro país. El Papa ha apoyado la pre-sentación de la misma con un mensaje televisado y, como cristianos que sabemos

dónde está la fuerza que cambia al mundo, una ola de oración acompaña a las iniciativas concretaspara conseguir los objetivos de la campaña.

El papa Francisco ha invitado a la Iglesia, a las instituciones públicas y a los ciudadanos a «dar voza todas las personas que sufren silenciosamente el hambre, para que esta voz se convierta en unrugido capaz de sacudir al mundo». Ha exhortado de manera especial a la comunidad creyente acompartir con caridad cristiana y a ser promotores de una auténtica cooperación con los pobrespara que lleguen a acceder al derecho a una alimentación adecuada que Dios quiere para todos.

Manos Unidas, asociación española de la Iglesia Católica para luchar contra el hambre en el mundo,propone en este año el lema «Un mundo nuevo, un objetivo común» para seguir impulsando accio-nes concretas que ayuden a conseguir el octavo objetivo de desarrollo del milenio, propuesto porNaciones Unidas. Este objetivo hace hincapié en la necesidad de fomentar una alianza mundial enfavor del desarrollo.

A su vez, la campaña promovida por Cáritas Internacional para erradicar el hambre del mundo pre-tende llevar el problema y las iniciativas a los diversos Gobiernos y al seno de las Naciones Unidas,con la intención de que los países desarrollados tomen iniciativas eficaces para ayudar a los paísesen vías de desarrollo. Va a ser una campaña intensa y de larga duración, que se pone como metahacer desaparecer el hambre en elmundo antes de que finalice el año 2025.

Es una tarea difícil porque los países ricos, no sólo no han incrementado su cooperación al desarro-llo, sino que en muchos casos han disminuido la ayuda que prestaban. No obstante hay que seguirtrabajando para que todos los seres humanos, sean de la nación que sean, tengan garantizados losderechos fundamentales y puedan vivir conforme a su dignidad.

Manos Unidas es consciente de que no puede resolver todos los problemas de la pobreza delmundo pero, por su experiencia a lo largo de más de cincuenta años de lucha contra el hambre,sabe que es mucho lo que se puede hacer con los donativos, grandes y pequeños, de miles de per-sonas solidarias. Y proclama con fuerza que «toda violación de la dignidad personal del ser huma-no grita venganza delante de Dios y se configura como ofensa al Creador del hombre».

Participa en la campaña de Manos Unidas

Diócesis de Barbastro-Monzón

Monseñor Alfonso Milián Sorribas,Obispo de Barbastro-Monzón.

H

Page 18: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

18

Manos Unidas parte de la convicción cristiana de que todos somos hermanos.

Los cristianos, además, formamos parte de la familia de Dios por el Bautismo, somos la Iglesia, quetiene vocación de ser signo de fraternidad y busca reunir a todos en un solo Espíritu. El papaFrancisco nos dice que «cada cristiano y cada comunidad estamos llamados a ser instrumentos deDios para la liberación y promoción de los pobres, de manera que puedan integrarse plenamenteen la sociedad».

Os invito a participar activamente en la campaña de Manos Unidas, con mi afecto y bendición.

+ Alfonso Milián Sorribas,Obispo de Barbastro-Monzón

Page 19: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

19

a realidad de nuestra humanidad es cruda: hay hambre en el mundo y muchas personasmueren de hambre cada día. Un año más, la organización católica Manos Unidas nossensibiliza sobre esta triste y humillante realidad. Su conocida campaña contra el ham-bre llega a la edición número cincuenta y cinco, y tiene como lema: ” Un mundo nuevo,proyecto común”.

Ante el progreso científico y técnico de nuestro mundo nos podemos preguntar: ¿el avance es elmismo por lo que se refiere al humanismo? ¿Somos hoy más humanos? ¿Nos sentimos más herma-nos unos de otros? Todos amamos la vida humana y todos deseamos que cada persona la puedaconservar y desarrollar con calidad. Para lograrlo, es necesaria una actitud decidida de solidaridadgenerosa, es decir, de caridad cristiana. Y esto se consigue si uno se acerca a la realidad del ham-bre y del sufrimiento humano del hermano.

El samaritano del Evangelio que ayudó al herido que yacía al borde del camino lo hizo porque seacercó, lo vio y se compadeció de aquel hermano suyo. Si vemos a nuestros hermanos que yacenal borde de las calles y las plazas del mundo muriendo de hambre o desnutridos, nos compadece-mos y les ayudamos. En este sentido, Gandhi escribió: “Os daré un potente talismán. Antes detomar una decisión importante, representaos ante vosotros al hombre más pobre y más necesita-do que hayáis visto. Dejaos impresionar por él y preguntaos: ¿cómo, en qué grado, de qué maneraesta decisión que tomaré afectará la suerte de este pobre ser humano? Realmente, todas nuestrasdecisiones inciden de alguna manera en el resto de la familia humana.

Así va creciendo una conciencia solidaria. El Papa, que ha sido llamado el Papa de la alteridad, estáhaciendo mucho para que nos sintamos interpelados por el rostro del otro, y especialmente por elrostro del pobre. Él clama contra la globalización de la indiferencia y nos invita a sentir como pro-pias las injusticias y las violaciones de los derechos humanos cometidas en países lejanos que nuncavisitaremos.

En el fondo de la problemática del hambre está el sentido universal de los bienes materiales y dela propiedad privada. La propiedad privada no anula que la tierra esté destinada originalmente alconjunto de la humanidad. El destino universal de los bienes continúa siendo primordial. El Señorya nos da la tierra para todos. Es necesario que nosotros repartamos mejor sus frutos.

+ Lluís Martínez Sistach,Cardenal arzobispo de Barcelona

Hambre y malnutrición en el mundo

Diócesis de Barcelona

Monseñor Lluís Martínez Sistach,Cardenal Arzobispo de Barcelona.

L

Page 20: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

20

Page 21: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

21

ueridos hermanos y hermanas:

1. Manos Unidas nos presenta la campaña para este año 2014 bajo el lema “un mundo nuevo, pro-yecto común”. En esta ocasión, se pretende incidir y sensibilizar sobre la implicación que todostenemos en el desarrollo de los pueblos. Los últimos Papas han reflexionado en repetidas ocasio-nes sobre esta cuestión. Ya así, la “Pacem in terris” de Juan XXIII afirmaba que “ningún país puede,separado de los otros, atender como es debido a su provecho y alcanzar de manera completa superfeccionamiento. Porque la prosperidad o el progreso de cada país son en parte efecto y enparte causa de la prosperidad y del progreso de los demás pueblos” (PiT, 131).

2. Y Pablo VI, en la Encíclica “Populorum Progressio”, continuaba con la misma línea de pensamien-to afirmando que: “cada uno de los hombres es miembro de la sociedad, pertenece a la humani-dad entera. Y no es solamente éste o aquel hombre sino que todos los hombres están llamados aeste desarrollo pleno… La solidaridad universal, que es un hecho y un beneficio para todos, es tam-bién un deber” (PP, 17)

3. Juan Pablo II hablaba en múltiples ocasiones de una globalización no sólo de la economía, sinoprincipalmente de la solidaridad entre todas las familias de la tierra. Y el papa Benedicto XVI, enla encíclica “Caritas in Veritate” afirma que “el tema del desarrollo coincide con el de la inclusiónrelacional de todas las personas y de todos los pueblos en la única comunidad de la familia hu-mana, que se construye en la solidaridad sobre la base de los valores fundamentales de la justiciay la paz”. (CV, 54).

4. El Santo Padre Francisco, en su mensaje para la Jornada Mundial de la paz de este año, nos hablaprecisamente de la centralidad de la fraternidad en las relaciones verdaderas y justas entre los pue-blos capaces de generar una paz verdadera. Y así afirma que “el número cada vez mayor de inter-dependencias y de comunicaciones que se entrecruzan en nuestro planeta hace más palpable laconciencia de que todas las naciones de la tierra forman una unidad y comparten un destinocomún.

En los dinamismos de la historia, a pesar de la diversidad de etnias, sociedades y culturas, vemossembrada la vocación de formar una comunidad compuesta de hermanos que se acogen recípro-camente y se preocupan los unos de los otros… las numerosas situaciones de desigualdad, depobreza y de injusticia revelan no sólo una profunda falta de fraternidad, sino también la ausenciade una cultura de la solidaridad.”

“UN MUNDO NUEVO,PROYECTO COMÚN”Campaña LV de Manos Unidas contra el hambre 2014

Diócesis de Bilbao

Monseñor Mario Iceta Gabicagogeascoa,Obispo de Bilbao.

Q

Page 22: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

22

5. Sobre este rico, largo y profundo surco de la doctrina social reciente de la Iglesia podemos inser-tar el tema de la campaña de Manos Unidas de este año. El mundo nuevo nace del ejercicio efecti-vo de la fraternidad universal. Esta fraternidad nace de tener todos a Dios como Padre común. ElSanto Padre Francisco, en el mismo mensaje anteriormente mencionado, continuaba diciendo: “esclaro que tampoco las éticas contemporáneas son capaces de generar vínculos auténticos de fra-ternidad, ya que una fraternidad privada de la referencia a un Padre común, como fundamento últi-mo, no logra subsistir. Una verdadera fraternidad entre los hombres supone y requiere una pater-nidad trascendente. A partir del reconocimiento de esta paternidad, se consolida la fraternidadentre los hombres, es decir, ese hacerse «prójimo» que se preocupa por el otro.”

6. La campaña de Manos Unidas de este año nos presenta objetivos concretos, a nivel personal,social y político, para vivir esta fraternidad capaz de generar un mundo nuevo. Se fija, de modo par-ticular, en la formación en cuestiones de participación social y política, en el fortalecimiento de lascomunidades indígenas, en el afianzamiento de la paz, seguridad y buen gobierno en diversas re-giones de la tierra, en la educación para el desarrollo, en el trabajo en red, en el fortalecimiento ins-titucional, el apoyo a poblaciones vulnerables, la atención sanitaria a refugiados, el turismo solida-rio y la promoción de bienes culturales de poblaciones indígenas, la educación para el desarrollo,la formación laboral de jóvenes, el apoyo a organizaciones campesinas, la capacitación de produc-tores y actividades generadoras de ingresos.

7. Os animo a tomar parte de esta iniciativa de Manos Unidas, a colaborar con sus proyectos y aofrecer parte de vuestro tiempo y de vuestros bienes en la construcción de un mundo más frater-no, de un mundo nuevo según el corazón de un Padre que ama a todos sus hijos e hijas y que paratodos ha creado los hermosos y maravillosos bienes de la creación. Con un abrazo fraterno.

+ Mario Iceta Gabicagogeascoa,Obispo de Bilbao

Page 23: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

23

Unidos para luchar contra el hambre en el mundo

Diócesis de Burgos

Monseñor Francisco Gil Hellín,Arzobispo de Burgos.

ajo el lema “Una sola familia humana, alimentos para todos”, el papa Francisco ha pro-movido una gran campaña mundial contra el hambre que está prevista hasta mayo de2015. Esta campaña se ha encomendado a Cáritas Internacional, que junto a Justicia yPaz, CONFER y Manos Unidas, se encargarán de desarrollar diversos actos en nuestradiócesis para recordarnos que una persona de cada ocho, a nivel mundial, no come

todos los días lo necesario. Además la forma como se producen, comercializan y distribuyen los ali-mentos no tiene en cuenta las necesidades de los más pobres. Se trata de una injusticia que pode-mos y debemos contribuir a cambiar.

El beato Juan Pablo II nos hacía, con ocasión del jubileo del año 2.000, esta invitación: “es la horade una nueva imaginación de la caridad que se pondría de manifiesto no sólo mediante los auxiliosrequeridos con la mayor eficacia sino también en la capacidad de volverse prójimo, de solidarizar-se con quienes sufren de forma que el gesto se sienta no como una limosna sino como un repartofraterno. Para ello debemos obrar de suerte que, en todas las comunidades, los pobres se sientanen su casa. ¿No sería este estilo sino la presentación más grande y eficaz de la buena nueva delReino?” (NMI.n. 50).

El papa Francisco, por su parte, sigue en la misma línea, e insiste en que una familia unida -y esodebemos ser los fieles de la Iglesia y todos los hombres del mundo- debe poner los medios pararesponder a las necesidades de todos sus miembros, al estilo de Jesús, el Buen Pastor, que no semostró ni indiferente ni sin recursos ante cualquier angustia humana.

Como Pastor de la diócesis asumo con gusto estas orientaciones y os invito a poner en juego nues-tros recursos con fe y humanidad, con el fin de secundar la Campaña antes aludida. Ante todo, osinvito a rezar el Padre Nuestro y pedir con especial énfasis “nuestro pan de cada día”. Esta oración,si es verdadera, debe impulsarnos a compartir nuestro pan y a no seguir tolerando más que las per-sonas que nos rodean se vean privadas de alimento.

Además, la Compaña puede ayudarnos a redescubrir y profundizar el misterio de la Eucaristía. ElSeñor quiso dejarnos el sacramento de su sacrificio y su presencia real en medio de nosotros bajolos signos de pan y de vino. Partir el pan eucarístico, llegar a ser comunidades que celebran la Euca-ristía, sacramento de comunión y de alianza, nos urge a hacer todo cuanto podamos para devolverla dignidad a nuestros hermanos y hermanas privados de alimentos suficientes y de buena calidad.

Pienso que todavía es posible intensificar la lucha contra el hambre y la pobreza, y movilizarnos aúnmás los agentes pastorales, los fieles y todas las personas de buena voluntad. Entre otras acciones

B

Page 24: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

24

posibles, pienso que urge instaurar estructuras de reflexión y acción a todos los niveles, a fin deque, respetando el principio de subsidiariedad, cada uno aporte su contribución a la eliminación delescándalo del hambre en el mundo.

Para llevarlo a cabo, las organizaciones promotoras en nuestra diócesis nos facilitarán una serie demateriales divulgativos y formativos, que llegarán en breve, y que os animo a trabajar en vuestrosgrupos, reuniones o encuentros de las diversas comunidades.

Que vuestra oración sea confiada. Esta injusta realidad se puede cambiar con la ayuda de Dios.

+ Francisco Gil Hellín,

Arzobispo de Burgos

Page 25: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

25

uando empezó la Campaña de Manos Unidas, hace 54 años, promovida por las muje-res de Acción Católica, dijeron muy certeramente que la guerra y la limitación de la na-talidad eran soluciones falsas para abordar el gran problema del hambre en el mundo.Decían: “No queremos que se den soluciones perezosas y criminales a este trágico pro-

blema: la guerra, la limitación de la natalidad, son soluciones falsas, soluciones ineficaces, solucio-nes de muerte”. Y seguían diciendo: “No podemos resignarnos al hecho de que la mitad de lahumanidad sufra hambre”. Y emprendieron un camino de solidaridad y fraternidad para superar yvencer la lacra del hambre.

Este año, Manos Unidas, presente en todos los rincones de España, nos habla de soñar con unnuevo mundo en el que todos nos sintamos hermanos, nos invita a trabajar todos juntos por hacerrealidad lo que el papa Francisco nos decía en el Mensaje de la Jornada de la Paz de este mismoaño 2014: que la fraternidad es el camino para la paz. Sí, se entiende que la fraternidad sea caminode la paz, porque los hermanos se respetan, se quieren, comparten y se ayudan.

No podemos ignorar a nuestros hermanos más pobres, a los que mueren de hambre en los paísesllamados del Tercer Mundo. No podemos encerrarnos en nuestras trincheras de países desarrolladostratando de desarrollar al máximo la sociedad del bienestar mientras hermanos nuestros carecende lo más elemental y vital como es la comida, la sanidad, la educación, el respeto de su dignidad.

Impresiona ver cómo muchos hermanos nuestros mueren desnutridos, carentes de atenciones sa-nitarias, abandonados a su suerte. Algunos de ellos tratan de huir de su realidad y emigran a los paí-ses desarrollados, pero no siempre encuentran una acogida fraterna y muchos de ellos mueren enel intento de llegar a ese “paraíso que imaginan hermoso y que les sacará de su extrema miseria”.

Estamos llamados a construir un mundo nuevo en el que nos sintamos todos hermanos y nos ayu-demos unos a otros a vivir en dignidad y teniendo cubiertas las necesidades básica. Manos Unidasestá trabajando con ilusión en esta empresa. Y siguen diciendo, hoy en día, lo mismo que decían lasmujeres que pusieron en marcha la Campaña contra el Hambre: “ Un solo obstáculo en la luchacontra el hambre sería insuperable: creer la victoria imposible. Todos unidos podemos mucho másde lo que creemos. No se necesita más para acometer la empresa”.

Gracias Manos Unidas por vuestra lucha decidida contra la pobreza en el mundo. Gracias por creerque es posible erradicarla. Gracias por contar con nuestra ayuda para esta hermosa empresa. Y gra-cias también a todos los que colaboráis con Manos Unidas: trabajadores, socios, voluntarios, losque aportáis vuestros donativos, así como los que entregáis herencias o vuestro tiempo e ilusión.

Campaña de Manos Unidas

Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño

Monseñor Juan José Omella Omella,Obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño.

C

Page 26: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

26

Que Dios os bendiga. La colecta de este domingo en todas las comunidades cristianas de Españaestá destinada a esta institución y a la labor que realiza. ¡Que seamos generosos para ayudar a esefin tan humanitario!

La jornada viene precedida en muchos lugares por un día de oración y de Ayuno Voluntario, en elcual realizamos un ayuno como símbolo de solidaridad con quienes ayunan por necesidad durantetodo el año. Es también una invitación a adoptar un estilo sobrio en todo el conjunto de nuestravida. La misma crisis económica que padecemos en España nos invita también a ser austeros y aestar junto a los que sufren.

Con mi afecto y bendición,

+ Juan José Omella Omella,Obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño

y Consiliario Nacional de Manos Unidas

Page 27: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

27

is queridos Hermanos y Amigos todos:

Entre los materiales que pone a nuestra disposición la Asociación Manos Unidas en esta jornada de laCampaña contra el Hambre en el mundo, he estado leyendo el Manifiesto 2014 que resume y expli-ca los objetivos y las demandas que se proponen. Las palabras iniciales de este Manifiesto plantean entoda su crudeza la situación: “En el año 2000 -dice- todos los países acordaron trabajar juntos paraacabar con el hambre antes de 2015. A menos de un año para que se acabe el plazo, comprobamos queestamos muy lejos de poder conseguir este objetivo. Hoy, 842 millones de personas pasan hambre”. ¿Buscamos resultados y, si no los vemos realizados, nos hundimos en la desesperanza, o seguimostrabajando con tesón para que siga extendiéndose la conciencia de que todos podemos y debemosembarcarnos en el mismo proyecto? Como cristianos rezamos todos los días pidiendo al Padre “quevenga a nosotros tu Reino”, y ese Reino que pedimos, y que queremos hacer presente con nuestrocompromiso porque es la voluntad del Padre, es el Mundo Nuevo del que habla el lema de la Cam-paña de Manos Unidas. Mundo Nuevo, Reino de Dios. Don del Padre, tarea compromiso de los cre-yentes y de todos los hombres que sienten el valor de la humanidad.

La Exhortación del papa Francisco LA ALEGRíA DEL EVANGELIO dedica una parte muy importante, todoel capítulo cuarto, al tema de la Dimensión Social del Evangelio, y lo abre precisamente con una afir-mación fundamental: Evangelizar es hacer presente en el mundo el Reino de Dios (EG 176). “La pro-puesta es el Reino de Dios (cf. Lc 4,43); se trata de amar a Dios que reina en el mundo. En la medida enque Él logre reinar entre nosotros, la vida social será ámbito de fraternidad, de justicia, de paz, de dig-nidad para todos” (EG 180). Si hay hambre, si hay injusticia, si hay guerra y odio es porque Dios noreina, porque los corazones de los hombres se cierran, nos cerramos a su amor, a su proyecto; y nopercibimos que en el corazón de Dios estamos todos con un solo nombre, un nombre común: hijo.El Proyecto, eso que queremos que sea común para formar un Mundo Nuevo, es el de Padre Dios.Es el anuncio de Jesús, y es el encargo del Señor Resucitado a todos los suyos. El Viernes 7 deFebrero es el Día del Ayuno Voluntario, y el Domingo 9 la Campaña Contra el Hambre en el Mundocon su Colecta y sus actividades solidarias. Manos Unidas es la misma Iglesia de España atendien-do la ayuda, la promoción y el desarrollo de los países empobrecidos. Queremos secundarlo eimplicarnos de todo corazón en los proyectos que podamos asumir.

Que Padre Dios nos bendiga con su amor y nos llene de amor mutuo y de amor a todos, en espe-cial a los que pasan hambre

Monseñor Francisco Cases Andreu,Obispo de Canarias

Un Mundo Nuevo, Proyecto Común

Diócesis de Canarias

Monseñor Francisco Cases Andreu,Obispo de Canarias

M

Page 28: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

28

Page 29: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

29

uien ejerce las obras de misericordia se convierte en luz, escucharemos en la Pala-bra de Dios. El antagonismo entre luz y tinieblas es frecuentemente socorrido paraexplicar el valor esencial, dónde está asentado un cristiano católico. Ser sal y luz

indica el sentido y la tarea de la vocación cristiana: presentar a Cristo y ser signos eficaces de la pre-sencia de Dios en nuestro mundo, para que cuando nos vea la gente, reconozca la grandeza de lapresencia de Dios. Una explicación precisa nos la da San Pablo en la segunda lectura de este domin-go, que la fuerza de su palabra no está en su sabiduría humana o en sus habilidades, sino en Dios.

Este domingo celebramos la Campaña contra el Hambre en el Mundo y podríamos tener la tenta-ción de pensar que somos nosotros los que arreglamos los desajustes de la humanidad, que lassoluciones vienen de nuestra sabiduría, cuando hemos sido nosotros los que hemos creado lastinieblas de las injusticias, por nuestras indecencias y desigualdades. Quede bien claro que la justi-cia y la igualdad entre todos los hombres sólo puede venir de la misericordia de Dios. La organiza-ción de la Iglesia Manos Unidas está trabajando durante muchos años para erradicar el hambre enel mundo; con un amor misericordioso y desde que nació, su objetivo esencial es mirar hacia la dig-nidad del hombre. Las carencias de lo esencial son muy grandes en muchas naciones, especialmen-te, la falta de alimentos, agua, cultura y dignidad… precisamente por estas razones se debe salir asu encuentro, con carácter de urgencia, con la fuerza y el poder de Dios, que es el que mueve loscorazones hacia la solidaridad.

Si el mundo debe ser un hogar de puertas abiertas y de mesa puesta no debemos faltar la comuni-dad de los cristianos, porque no se comprendería si nos desentendemos del que “a la puerta,cubierto de rocío, pasa las noches del invierno oscuras” con hambre y sin calor de hermano. Todoslos días nos lo haría recordar el Señor: “cuánto fueron tus entrañas duras pues no le abrí”. Lo queos propongo es la causa del hombre. ¡Ayúdame a que la conozcan todos!

Podemos decir con orgullo que la mayor riqueza que tiene esta organización de la Iglesia son susvoluntarios de corazón grande, entre ellos, muchos jóvenes, a los que felicito. Es verdad que Ma-nos Unidas ha sido y sigue siendo un recurso para los que, desde la necesidad, llaman a la puertadesde cualquier rincón del mundo y que por eso tiene un buen merecido prestigio y reconocimien-to social. Pero debemos seguir trabajando contra las injusticias y las desigualdades. Contamos convosotros, que la respuesta sea generosa y Dios os lo pagará.

+ José Manuel Lorca Planes,Obispo de Cartagena

El justo brilla en las tinieblas

Diócesis de Cartagena

Monseñor José Manuel Lorca Planes,Obispo de Cartagena.

Q

Page 30: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

30

Page 31: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

31

Un mundo nuevo, proyecto común”. Es el lema de la Campaña contra el hambre en el mun-do que nos ofrece Manos Unidas con el fin de que desde la Iglesia llevemos adelante el cre-cimiento de nuestra sensibilidad y nuestro mejor y más generoso compromiso económico

para sacar adelante los proyectos concretos que financiamos a través de las parroquias, asociacio-nes, cofradías, hermandades, etc..

El papa Francisco nos dijo el 1 de enero, la Jornada de la Paz de este 2014: «El número cada vezmayor de interdependencias y de comunicaciones que se entrecruzan en nuestro planeta hace máspalpable la conciencia de que todas las naciones de la tierra forman una unidad y comparten undestino común. En los dinamismos de la historia, a pesar de la diversidad de etnias, sociedades yculturas, vemos sembrada la vocación de formar una comunidad compuesta de hermanos que seacogen recíprocamente y se preocupan los unos de los otros. Sin embargo, a menudo los hechos,en un mundo caracterizado por la “globalización de la indiferencia”, que poco a poco nos “habi-túa” al sufrimiento del otro, cerrándonos en nosotros mismos, contradicen y desmienten esa voca-ción». Comprendemos que, ante la inmensa tarea de evitar el hambre en el mundo, no nos pode-mos quedar en dar un dinero, siempre corto, el día de la Campaña de Manos Unidas, necesitamosconvertir la mente y el corazón para, poco a poco, crecer todos en comprendernos como miem-bros de una misma y sola familia humana que habita el mismo planeta y participa de su destino.Nada de lo que pasa en este mundo nos puede resultar indiferente y menos que haya hermanosque ayer, hoy y mañana no han tenido, no tienen ni tendrán nada que echarse a la boca. En resu-men, por cada uno que comemos todos los días hay cinco que malcomen o no comen nada.

Las palabras del Papa son contundentes y nos deben hacer reaccionar: «En particular, el sectoragrícola es el sector primario de producción con la vocación vital de cultivar y proteger los recur-sos naturales para alimentar a la humanidad. A este respecto, la persistente vergüenza del hambreen el mundo me lleva a compartir con ustedes la pregunta: ¿cómo usamos los recursos de la tierra?Las sociedades actuales deberían reflexionar sobre la jerarquía en las prioridades a las que se des-tina la producción. De hecho, es un deber de obligado cumplimiento que se utilicen los recursos dela tierra de modo que nadie pase hambre. Las iniciativas y las soluciones posibles son muchas y nose limitan al aumento de la producción. Es de sobra sabido que la producción actual es suficientey, sin embargo, millones de personas sufren y mueren de hambre, y eso constituye un verdaderoescándalo. Es necesario encontrar los modos para que todos se puedan beneficiar de los frutos dela tierra, no sólo para evitar que se amplíe la brecha entre quien más tiene y quien se tiene que con-formar con las migajas, sino también, y sobre todo, por una exigencia de justicia, de equidad y derespeto hacia el ser humano. En este sentido, quisiera recordar a todos el necesario destino univer-sal de los bienes, que es uno de los principios clave de la doctrina social de la Iglesia. Respetar este

La mayor desigualdad: la falta de alimento

Diócesis de Ciudad Real

Monseñor Antonio-Ángel Algora Hernando,Obispo de Ciudad Real.

Page 32: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

32

principio es la condición esencial para posibilitar un efectivo y justo acceso a los bienes básicos yprimarios que todo hombre necesita y a los que tiene derecho».

Los cristianos hacemos mucho en esta lucha contra el hambre, y debemos avanzar en que nos sa-bemos «en la Iglesia, que somos miembros los unos de los otros, que todos nos necesitamos unosa otros, porque a cada uno de nosotros se nos ha dado una gracia según la medida del don deCristo, para la utilidad común». No nos conformemos con presentar resultados económicos de laCampaña mientras no avancemos en este sentimiento de fraternidad universal que nos pide elPapa.

Vuestro obispo,

+ Antonio-Ángel Algora Hernando,Obispo de Ciudad Real

Page 33: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

33

L a Campaña de Manos Unidas dura todo el año. Durante todo el año se realizan activida-des para concienciar a las distintas parroquias, grupos cristianos y a la sociedad entera acerca delhambre en el mundo, es decir, de las múltiples carencias que sufren tantas personas en el mundo,mientras otras tienen de sobra para vivir desahogadamente. El mundo está mal repartido y de ellono tiene la culpa Dios, sino el egoísmo de los hombres, que se quedan con lo suyo y lo ajeno.

Pero el viernes segundo de febrero es el día del “ayuno voluntario”, cuyo resultado es entregadoen la colecta litúrgica del domingo siguiente con destino a Manos Unidas. Señalemos algunos as-pectos propios de esta campaña y esta colecta: Primero, que la ayuda que prestamos a las perso-nas que viven en países en vías de desarrollo no lo hacemos de lo que nos sobra, sino privándonos(ayunando) de algo que necesitamos. Esto es típicamente cristiano. Damos rascándonos el bolsillo yquitándolo de tantas cosas legítimas, pero que podemos prescindir de ellas para compartir con los queno tienen nada. “Jesús, siendo rico se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza” (2Co 8,9)

Segundo, se trata de una colecta litúrgica, que resume las aportaciones de todos los que se reúnena celebrar la Eucaristía, donde aprendemos a compartir y a ser generosos con los demás, como loha sido Jesucristo con cada uno de nosotros. “Si Dios nos ha amado de esta manera, tambien noso-tros hemos de amarnos unos a otros” (1Jn 4,1l). Así cumplimos lo que hacían los primeros cristia-nos, que privándose de sus bienes, los vendían y ponían el dinero “a los pies de los Apóstoles”(Hech 4,35) para que éstos lo repartieran a los pobres. Manos Unidas es una organización de segla-res y dirigida por seglares, bajo la alta dirección de los pastores de la Iglesia, porque se considerauna ONG católica vinculada gozosamente a sus pastores. Una fuerza interna de Manos Unidas esque está respaldada por los obispos de toda España.

Tercero, las mujeres de Acción Católica que comenzaron y todos los que hoy participan en esta ges-tión lo hacen movidos por el amor cristiano, al que pueden unirse todas las personas de buenavoluntad que lo deseen. Es decir, Manos Unidas nunca apoyará proyectos que vayan en contra dela persona humana o promuevan la injusticia. Promueve la dignidad de la persona, la promoción dela mujer que en tantos lugares está despreciada, el acceso a la cultura por parte de los niños, lacapacitación profesional de jóvenes y adultos para sacar de la tierra el agua y la comida medianteuna agricultura sostenible, el acceso a una asistencia sanitaria básica, etc. Nunca promocionarácampañas de esterilización de la mujer, campañas de aborto provocado, situaciones injustas queincluyan la explotación de los pobres, “pelotazos” por los que se enriquecen los gestores a costade los destinatarios, etc. Se trata de una organización confesionalmente católica, y por eso mere-ce el apoyo de todos los católicos y de todos los que en esa linea quieran colaborar. Los proyectosde Manos Unidas cuidan con esmero su ejecución según la doctrina social de la Iglesia.

MANOS UNIDAS: “UN MUNDO NUEVO,

PROYECTO COMÚN”

Diócesis de Córdoba

Monseñor Demetrio Fernández González,Obispo de Córdoba

Page 34: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

34

Este año, la campaña se refiere a “Un mundo nuevo: proyecto común”, fijado en el marco de losObjetivos del Milenio. Cada uno entiende estos Objetivos del Milenio a su manera. Manos Unidaslo enfoca siempre desde la perspectiva cristiana a la que antes me he referido. Sí, es posible unmundo nuevo, porque es posible un hombre nuevo. Y es posible un hombre nuevo, porqueJesucristo es el Hombre nuevo que hace nuevas todas las cosas. La muerte y resurrección de Cristohace nuevas todas las cosas. No hay ninguna fuerza tan capaz de transformar la realidad humanacomo la resurrección de Cristo, que hace nuevas todas las cosas. Ningún personaje de la historia havencido la muerte como la ha vencido Cristo el Señor resucitando. Por eso, es posible un mundonuevo, es posible vencer el pecado y la muerte, es posible cambiar el rumbo del egoísmo y trans-formarlo en amor, es posible un mundo nuevo, porque es posible la esperanza para tantas perso-nas que llevan toda su vida sin acceso a las necesidades mas básicas de la existencia humana. Esposible un mundo nuevo en el que las personas, las sociedades, los Estados y el orden internacio-nal propicien un mundo nuevo en el que todos puedan comer, tener acceso a la cultura y estarcubierto en la asistencia sanitaria.

La oración es una fuerza potente para cambiar el mundo, porque comienza cambiando los corazo-nes de las personas, que toman decisiones en la marcha de la historia. La campaña de ManosUnidas este año nos recuerda que tenemos que aspirar todos -cada uno desde su perspectiva- a unobjetivo común: hacer un mundo nuevo. Para un cristiano no es una utopía, es algo real, comen-zando por uno mismo.

Recibid mi afecto y mi bendición:

+ Demetrio Fernandez González, Obispo de Córdoba

Page 35: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

35

on tantos los años que Manos Unidas ha declarado la guerra al hambre en el mundo quedeberíamos todos los cristianos y todos los hombres de buena voluntad apoyarles in-condicionalmente. Son, las personas que trabajan en Manos Unidas, las mejores aliadaspara la paz. Mientras que exista el hambre no habrá paz duradera. Todavía resuenan en

mí las palabras del entonces cardenal Ratzinger con motivo de la Misión Ciudadana de Roma, el 5de mayo de 1992, de preparación del Jubileo en la Basílica de San Juan de Letrán, donde se pregun-taba el futuro Papa: ¿Puede haber algo más trágico, algo que contradiga más la fe en un Dios Buenoy la fe en un redentor de los hombres, que el hambre de la humanidad? Estas palabras son cada vezmás actuales.

Este año la Campaña, recogiendo los Objetivos del Milenio nos vuelve a presentar qué podemoshacer para colaborar a que el hambre no acampe, con derecho de ciudadanía, en tantos lugares delmundo y en otros, donde parecía erradicada, se vuelve para atrás. ¿No es posible que nos tome-mos en serio un drama que es para avergonzarnos?

Nuestra reflexión, recogiendo lo que el papa Francisco está continuamente insistiendo con gestos,con palabras y con la vida, es crear una fraternidad universal, que arrancando del mensaje evangé-lico nos lleve a la convicción de que todos somos hermanos del mismo Padre.

No podemos permitirnos el lujo de que mientras unos viven en la opulencia, teniendo todo, lamayoría muere de hambre de pan, de bienes de todo tipo, de cultura. Es la sociedad del bienestarque se niega una y otra vez a los que viven en las periferias y en todos los dramas del corazónhumano. No podemos quedarnos cruzados de brazos mientras la humanidad agoniza de hambre,de guerras, de conflictos, donde los niños y los pobres son siempre las víctimas de nuestro egoís-mo. Los que vivieron en todas las crisis y no llegaron a superar ninguna.

Es necesario vivir con el convencimiento de que otro mundo es posible. Necesitamos vivir de la feen Jesús de Nazaret, que nos ha revelado el Amor del Padre y nos da la fuerza del Espíritu paraconstruir fraternidad como proyecto común. No podemos ser indiferentes pues como decía laMadre Teresa de Calcuta, este es el gran pecado de nuestro tiempo: la indiferencia, el creer que nopodemos hacer nada, el cruzarnos de brazos viendo morir a miles de personas de hambre en todoel mundo. No puede estar en crisis ni nuestro amor, ni nuestra solidaridad. Os animo a todos aseguir apoyando a Manos Unidas para que se haga presente en todas las periferias donde puedanllegar nuestras voluntades unidas para un proyecto común, de un mundo nuevo, que aunque nosparezca que no avanzamos sino que vamos para atrás, no podemos “tirar la toalla”

“UN MUNDO NUEVO, PROYECTO COMÚN”

Diócesis de Coria-Cáceres

Monseñor Francisco Cerro Chaves,Obispo de Coria-Cáceres

S

Page 36: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

36

Sed generosos. El dinero entregado a los pobres, a los que no tienen pan, es la mejor inversión denuestra vida, es nuestro mejor proyecto común. ¿A qué esperas?

+ Francisco Cerro Chaves,Obispo de Coria-Cáceres

Page 37: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

37

Queridos diocesanos:

En los primeros días del mes de febrero, Manos Unidas lanza su campaña de sensibilización y depromoción de la lucha contra el hambre en el mundo. Este año la campaña, que hace el número LV,tiene como lema: Un mundo nuevo, proyecto común. La campaña trata de llevar adelante el octavoObjetivo de Desarrollo del Milenio, fijado en su momento por Naciones Unidas.

El lema elegido pone claramente ante los ojos de todos dos necesidades que están exigiendo nues-tra atención. La primera nos habla de que es preciso empeñarse en hacer construir un mundonuevo. No se trata, pues, de una meta limitada, de un objetivo de corto alcance, por necesario o ur-gente que pudiera ser. Se nos habla de hacer surgir un mundo nuevo, “un lugar” en el que los hom-bres podamos “estar” y “vivir” mejor. Al oír hablar de un proyecto de esta envergadura, no falta-rá quien lo considere una utopía irrealizable, un sueño inalcanzable o una tarea para ilusos queviven a años luz de la realidad, en definitiva una quimera sin ningún viso de poderse hacer realidad:algo de lo que hablar, pero en cuya prosecución no se dará un solo paso.

Nosotros, cristianos, sabemos de esto, porque somos conscientes de que también el Reino de Diosque anunciamos y estamos llamados a instaurar en esta tierra tiene algo de utópico, algo que nun-ca lograremos realizar plenamente, aunque es tarea a la que ninguno podemos renunciar. Es frutode la gracia más que del esfuerzo humano, indispensable, pero de ninguna manera suficiente.

El papa Francisco, en su Exhortación Apostólica Evangelii gaudium , nos ofrece las vías para la rea-lización de este mundo nuevo, o, al menos, para mejorarlo. Si es necesario que la ciencia y la técni-ca progresen y sigan poniendo en manos de los hombres nuevas posibilidades, lo es tanto o másque se haga más viva y universal la conciencia de que nadie debe quedar fuera de este mundo nuevoy que debe imperar en él la justicia y la equidad, sobre la base del respeto de la dignidad de cada serhumano y de la promoción del bien común.

El lema de esta Jornada de Manos Unidas señala como segunda necesidad, la de que el mundonuevo sea tarea y objetivo de todos, un proyecto común. El desarrollo integral de todos debe serempeño común. Es preciso que cada persona, cada pueblo, cada nación se comprometa en eseesfuerzo que aúna voluntades y energías en favor de un mundo nuevo, donde sean asequibles atodos los bienes necesarios para llevar una vida verdaderamente humana: alimentos, casa, vesti-do, educación, libertad, también en el campo religioso… Como dice el papa Francisco en el docu-mento citado, “una paz que no surja como fruto del desarrollo integral de todos, tampoco tendráfuturo y siempre será semilla de nuevos conflictos y de variadas formas de violencia” (n. 219).

UN MUNDO NUEVO,PROYECTO COMÚN

Diócesis de Cuenca

Monseñor José María Yanguas Sanz,Obispo de Cuenca.

Page 38: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

38

Manos Unidas quiere ser protagonista y ocupar su puesto en este proyecto común por un mundonuevo más humano, justo y fraterno. Solicita nuestra generosidad, sabedora de que en este mundonuestro hay pan, vestido y educación para todos, si individuos y pueblos nos dejamos invadir porla lógica del Evangelio, que es la lógica del bien común y del compartir, lógica creadora de esperan-za, superando aquella otra egoísta, privatista, que acaba por generar tristeza y hastío.

Con mi bendición,

+ José María Yanguas Sanz,Obispo de Cuenca

Page 39: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

39

Queridos hermanos y amigos:

El deseo del Señor Jesús, que amemos al prójimo como Él nos ha amado (cf. Jn 13,34), la ley delamor, el mandamiento nuevo, lo desarrolla san Pablo en una de las manifestaciones prácticas:“Llevad los unos las cargas de los otros, y así cumpliréis la ley de Cristo” (Gal. 6,2).

La LV Campaña Contra el Hambre, que Manos Unidas propone para el año 2014, tiene como lema:“Un mundo nuevo, proyecto común”; Campaña centrada en el octavo Objetivo de Desarrollo delMilenio (ODM) de los propuestos por Naciones Unidas: “Fomentar una Asociación Mundial para elDesarrollo”.

Esta insistencia en la necesidad de fomentar una alianza mundial por el desarrollo se puede formu-lar popularmente como “Tarea de todos”.

Se entiende que tienen más responsabilidad los que más tienen y pueden: los países desarrolladoso en vías de desarrollo; las grandes empresas multinacionales; que pueden tomar iniciativas políticas yeconómicas que hagan efectivas las mejores condiciones de vida para todos los seres humanos.

El papa Francisco dedicó el Mensaje para la celebración de la Jornada Mundial de la Paz, el 1 deenero de este año, a la fraternidad, como “fundamento y camino para la paz”.

Nos decía que “la fraternidad es una dimensión esencial del hombre, que es un ser relacional. Laviva conciencia de este carácter relacional nos lleva a ver y a tratar a cada persona como una ver-dadera hermana y un verdadero hermano” (n.1). Y, aunque la fraternidad comienza en la familia,añadía: “El número cada vez mayor de interdependencias y de comunicaciones que se entrecruzanen nuestro planeta hace más palpable la conciencia de que todas las naciones de la tierra formanuna unidad y comparten un destino común” (id.).

En Manos Unidas, desde hace más de 50 años, nos facilitan este sentimiento de unidad y destinocomún al ponernos delante de los ojos los proyectos concretos, las necesidades materiales de algu-nos lugares del planeta en alimentación, educación, sanidad; que, en la Diócesis de Getafe, se haconcretado en asumir unos proyectos en Haití, India y Kenia.

“Es preciso un nuevo impulso del pensamiento para comprender mejor lo que implica ser una fami-lia; la interacción entre los pueblos del planeta nos urge a dar ese impulso, para que la integraciónse desarrolle bajo el signo de la solidaridad”; estas palabras de Benedicto XVI (Caritas in veritate, n. 53)

MANOS UNIDAS 2014: “UN MUNDO NUEVO,

PROYECTO COMÚN”

Diócesis de Getafe

Monseñor Joaquín López de Andujar y Cánovas del Castillo,

Obispo de Getafe.

Page 40: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

40

no son sólo palabras bonitas, las hacen suyas en Manos Unidas para generar y acompañar esenuevo impulso, procurando que sean muchas las personas comprometidas en un proyecto comúnpor un mundo más humano

Es ya una tradición que el “lanzamiento de la campaña” tenga lugar en febrero, pero también seproponen algunas ideas que son válidas durante todo el año: cenas solidarias en verano; lavado decoches, los “globos de la ilusión”; carreras solidarias,… y tener “embajadores” en las parroquias.

En mi carta del año pasado os decía: “Una vez más hemos de dar las gracias a Manos Unidas y atodos los que de forma gratuita y desinteresada dedican su tiempo y su vida a esta admirable orga-nización católica. Especialmente quiero dar las gracias al espléndido equipo que trabaja en nuestradiócesis. Su modo de actuar pone siempre en el centro la dignidad de la persona humana, integratodas sus dimensiones y persigue el perfeccionamiento de todas sus capacidades”.

El paso del tiempo confirma los motivos de gratitud al equipo de Manos Unidas en la Diócesis, enparticular a los voluntarios: generosos con su tiempo, su entusiasmo; y a tantos otros con su apor-tación económica directa.

Con mi bendición y afecto.

+ Joaquín María López de Andújar,Obispo de Getafe

Page 41: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

41

l papa Francisco se dirigió a nosotros el primer día del año con su mensaje en ocasiónde la Jornada Mundial de la Paz con la consigna «la fraternidad, fundamento y caminopara la paz».

A partir del mensaje del Papa he reflexionado nuevamente sobre la pobreza y sobre una de sus fa-cetas más radicales y escandalosas: el hambre. Sí, porque en el mundo, y quizás también en nuestropequeño mundo, hay hambre, tanto en el sentido de la carencia de los bienes más necesarios e im-prescindibles para una vida digna como por la imposibilidad de generarlos por falta de financiación,de recursos, de conocimiento, de libertad, de justicia social, de distribución de la riqueza, de inversión,pensando en el máximo beneficio y en el mínimo coste. Hay hambre porque los tan citados «dere-chos de las personas» en muchos lugares prácticamente no son ni reconocidos ni promovidos.

Difícilmente construiremos un mundo nuevo como proyecto común si no vivimos la fraternidaduniversal con nuestros allegados y con quienes están lejos.

Escribe el Papa en su mensaje: «El número cada vez más grande de interdependencias y de comu-nicaciones que se entrecruzan en nuestro planeta hace más palpable la percepción de que todaslas naciones de la Tierra forman una unidad y comparten un destino común. En los dinamismos dela historia, a pesar de la diversidad de etnias, sociedades y culturas, vemos sembrada la vocaciónde formar una comunidad compuesta por hermanos que se acogen recíprocamente y se preocu-pan los unos de los otros. A menudo, sin embargo, los hechos, en un mundo caracterizado por la“globalización de la indiferencia”, que poco a poco nos “habitúa” al sufrimiento del otro cerrándo-nos en nosotros mismos, contradicen y desmienten esta vocación».

Todos, para justificarnos, miramos a nuestros vecinos, sean personas, sean instituciones, sean go-biernos o estructuras internacionales. Y tenemos que hacerlo para reclamar que quienes han reci-bido un encargo de responsabilidad lo ejerzan. Pero no solamente tenemos que mirar a nuestrosvecinos: tenemos que mirarnos a nosotros mismos.

En pleno siglo XXI, el hecho de que numerosos colectivos -entre ellos, niños- sufran hambre es unescándalo, y para nosotros es un pecado en el sentido más genuino, porque al romper la armoníay la fraternidad con los demás por nuestro egoísmo también rompemos o fracturamos la comunióncon Dios, con nosotros mismos y con el mundo tal como Dios lo quiere. Y también es vergonzosoque haya que hacer dieta por exceso de calorías -fijaros en los anuncios, las listas de los dietistas,las recomendaciones para después de las fiestas- mientras que muchos no pueden acceder a lasmínimas necesarias para subsistir.

Fraternidad y hambre. UN MUNDO NUEVO,PROYECTO COMÚN

Diócesis de Girona

Monseñor Francesc Pardo i ArtigasObispo de Girona

E

Page 42: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

42

Tenemos que escuchar nuevamente dirigida a nosotros la pregunta que Dios hizo a Caín despuésde matar su hermano: «¿Qué has hecho con tu hermano?». O también la pregunta con la cual elSeñor de la historia, Jesucristo, valorará nuestra vida: «¿Has dado comida, bebida, vestido, compa-ñía, acogida...?».

¿Qué responderemos personalmente? ¿Qué respondemos ahora, a pesar de las dificultades quepodamos padecer a causa de la crisis?

A todos nos hace falta conversión a la fraternidad, premisa para vencer la pobreza y el hambre.

+ Monseñor Francesc Pardo i Artigas,Obispo de Girona

Page 43: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

43

Queridos hermanos y hermanas:

Si saliéramos a la calle y preguntáramos: ¿quién quiere un mundo mejor?, creo que serían pocos,por no decir ninguno, los que dijeran que no quieren un mundo mejor. Todos queremos un mundomejor. Un mundo donde la libertad, la justicia, la igualdad, la paz y el amor fueran lo normal, lo coti-diano. Claro que para que esto ocurriera, antes habríamos de desterrar la desigualdad entre loshombres y los pueblos, y habríamos de hacer del mundo una gran mesa donde cada hombre omujer por el hecho de serlo pudiera sentarse en ella y compartir lo que es suyo.

Un mundo nuevo no debe, no puede, ser una utopía que nos gustaría ver realizada pero que sabe-mos que no es posible. Un mundo nuevo es posible. La primera condición es creer que es posible,y después ponernos a construirlo. Si esperamos a que se cumplan todas la condiciones necesariaspara construir el mundo nuevo nunca lo haremos; con lo que tenemos, con nuestra pobreza, conmedios pobres pero con un corazón rico, hemos de comenzar este proyecto. Un proyecto comúnpara un mundo nuevo.

Este es el lema que nos propone este año Manos Unidas, Campaña contra el hambre. Y creo quees mucho más que un lema, es un programa que nos invita a salir de la comodidad y la modorra quenos atenaza y poner la mano en el arado para construir el mundo nuevo. No vale mirar para otraparte o pensar que hay gente más capacitada o con más tiempo para hacerlo; cada uno tenemosnuestro lugar en la construcción de un mundo nuevo. Eso sí, necesitamos hacerlo juntos, con unproyecto común, no sirven los que van por libre, porque destruyen más que construyen.

Parece mentira pero es así, el hambre sigue siendo un problema mundial; en todo el mundo mu-chos hombres y mujeres, familias y pueblos enteros pasan hambre. Por eso, la solución tiene queser también mundial, es necesaria una alianza mundial por el desarrollo, es decir, hemos de propi-ciar unas relaciones fraternas entre los pueblos; los otros no son adversarios sino que son herma-nos, y hemos de compartir con ellos como hermanos. La doctrina social de la Iglesia da fundamen-to a este proyecto de fraternidad universal para el desarrollo: “el desarrollo de los pueblos depen-de, sobre todo, de que se reconozcan como parte de una sola familia, que colabora con verdaderacomunión y está integrada por seres que no viven simplemente uno junto al otro” (Enc. Caritas inVeritate, 53). Pero este proyecto no puede quedarse en meras palabras, ni convertirse en una cues-tión ideológica para el debate político, social o cultural; han de existir iniciativas políticas y econó-micas que hagan posible condiciones de vida digna para todo hombre.

¿QUIÉN QUIERE UN MUNDO NUEVO?Con motivo de la campaña de Manos Unidas

Diócesis de Guadix

Monseñor Ginés García Beltrán,Obispo de Guadix.

Page 44: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

44

Para nosotros, los cristianos, la apuesta por un mundo fraterno es una exigencia que brota delcorazón del mismo Evangelio. El papa Francisco escribe en la Exhortación Apostólica EvangeliiGaudium: “existe un vínculo inseparable entre nuestra fe y los pobres. Nunca los dejemos solos”(n. 49). No puede seguir siendo noticia que hay hombres y mujeres, niños que mueren de hambre.Esto ha de acabar, y para ello hemos de poner los medios necesarios. Hemos de convertir la ley delmás fuerte en una ley de fraternidad, la cultura del rechazo en una cultura del encuentro y de laacogida.

La diócesis de Guadix siente un santo orgullo de tener tantos hombres y mujeres que procurancada día un mundo nuevo. Los voluntarios de Manos Unidas son un hermoso ejemplo de esto;hombres y mujeres que no se conforman, que no se cruzan de brazos, sino que calladamente perocon constancia llevan adelante una labor de concienciación a los de aquí y de ayuda a los pueblosmás necesitados. Gracias, amigos y hermanos por esta misión que lleváis a cabo.

Como cada año, hemos elegido un proyecto para financiar desde esta delegación diocesana. Esteaño es una escuela de bachillerato en la India, en la aldea de Michaelpalayán, en el Distrito de Din-digul, al sur del país. Serán 240 alumnos los que se beneficien, de los cuales el 41% son chicas. Estosjóvenes podrán acceder a una enseñanza superior que les permita también mejores trabajos ymejor calidad de vida. Es un proyecto costoso, pero que conseguiremos entre todos.

¿Quieres un mundo nuevo?, pues trabaja por conseguirlo; pero permíteme un consejo: no vendráel mundo nuevo cuando lo procures para ti sino cuando lo procures para los demás. No conserveslo que ya tienes, lucha por que todos lo tengan. Dice el Papa: “Al que arriesga, el Señor no lodefrauda”. No estamos sólos, el Señor viene con nosotros e ilumina el camino hacia un mundonuevo.

María, la Virgen, es modelo en la construcción de un mundo mejor, dijo a Dios que sí, se fio y sepuso en camino. Te deseo un feliz camino en la construcción de un mundo nuevo.

Con mi afecto y bendición.

Guadix, 23 de Enero de 2014

+ Ginés García Beltrán, Obispo de Guadix

Page 45: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

45

Queridos hermanos y hermanas:

Nuevamente, se acerca el segundo domingo de febrero, y con él un nuevo inicio de la Campaña deManos Unidas. Cincuenta y cinco campañas a favor de los hermanos más necesitados de los paísesdel sur. Cincuenta y cinco años en los que Manos Unidas ha contribuido, con sus proyectos, a cons-truir un mundo nuevo y una sociedad mejor. Una vez más, Manos Unidas se siente corresponsableen el servicio para fomentar un compromiso mundial con el desarrollo, teniendo en cuenta el lemaelegido para este año: “Un mundo nuevo, un proyecto común”.

Nuestro trabajo nace no sólo desde el compromiso social, sino, sobre todo, de nuestro encuentrocon Cristo, Señor de la Vida y de la Historia, que nos invita a estar atentos para escuchar el grito delos hermanos que más lo necesitan, sin mirar lengua, color, ideología o religión. Manos Unidas nosinvita a ser sensibles y solidarios -a pesar de nuestras dificultades en medio de la crisis actual-, conaquellos pueblos, hombres, mujeres y niños que nunca han tenido, ni tienen, unas condiciones fa-vorables para el desarrollo armónico de su existencia.

Se pueden aducir diversas razones para no acoger esa llamada de solidaridad: la crisis que vivimosen España, la necesidad de destinar recursos a nuestro propio pueblo, la atención de los inmigran-tes que llegan a nuestra tierra. Pero tales razones no pueden cerrar nuestro corazón a la realidaddel mundo que nos rodea y del que todos somos responsables. No debemos hacer compartimen-tos estancos, pues todos compartimos esa responsabilidad y a todos se nos pedirá cuenta de ella.Cuanto mejor sea el mundo en su globalidad, mejor será nuestro pequeño mundo local; cuantomás caritativo y solidario sea nuestro corazón, habrá más esperanza para aquellos hermanos nues-tros, hijos del mismo Padre común, que, estando cerca, a veces los consideramos tan lejanos.

Hagamos nuestro el lema de la campaña de este año: “Un mundo nuevo, proyecto común”. Unmundo de todos y para todos, en el que todos nos sintamos hermanos y responsables los unos delos otros, desde los países desarrollados o en vías de desarrollo, a aquellos otros que no alcanzanni los niveles más bajos de subsistencia. Recordemos, a este respecto, algunas afirmaciones denuestro querido papa Francisco: “Mientras en el mundo, especialmente en algunos países, reapare-cen diversas formas de guerras y enfrentamientos, los cristianos insistimos en nuestra propuesta dereconocer al otro, de sanar las heridas, de construir puentes, de estrechar lazos y de ayudarnos «mu-tuamente a llevar las cargas»” (Evangelii Gaudium, 67)

Hoy, nuestros hermanos de África, América Latina y Asia -continentes de esperanza, aunque enellos todavía abunden la miseria, la guerra y las desigualdades- ,siguen llamando a nuestra puerta,

“UN MUNDO NUEVO,PROYECTO COMÚN”Campaña de Manos Unidas 2014

Diócesis de Huelva

Monseñor José Vilaplana Blasco,Obispo de Huelva.

Page 46: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

46

a la puerta de nuestros corazones que, cuando son capaces de responder, lo hacen sin excusa algu-na. Cristo nos sigue llamando a través de los que, de cerca y de lejos, siguen sufriendo. Seamos ca-paces de abrirle la puerta de nuestro corazón diciéndole sí en todos aquellos que nos necesitan.

No quiero terminar, sin agradecer, un año más, a cuantos colaboran en esta magnífica campaña desensibilización y compromiso: parroquias, voluntarios, socios, colegios, empresas, administracionespúblicas, asociaciones, hombres y mujeres de buena voluntad, que, una vez más, dicen sí a estecompromiso a favor de los países del tercer mundo. Es el compromiso con el desarrollo, el bienes-tar y la felicidad de todos los que vivimos en este mundo nuestro, y que Dios nos encomienda cui-dar para hacer de él un hogar para todos.

Con mi afecto y bendición.

+ José Vilaplana Blasco,Obispo de Huelva

Page 47: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

47

Queridos hermanos en el Señor:

Os deseo gracia y paz.

En Manos Unidas trabajan desinteresadamente muchas personas generosas, con un corazón nobley entrañas de misericordia. Hacen filigranas con la agenda y encuentran tiempo en los horarios,repletos de compromisos y de urgencias, para vivir sin excluir a nadie.

Con Manos Unidas podemos colaborar entregando parte de nuestro tiempo como voluntarios,compartiendo nuestros bienes, apoyando sus iniciativas, conociendo sus proyectos, animando susrespuestas a los acuciantes problemas de los países más necesitados, y sosteniendo con la oraciónsus actividades.

Por Manos Unidas merece la pena salir del reducido ámbito de nuestra vida cotidiana y descubrirnuevos rostros que nos interpelan desde países lejanos, pero desde la cercanía que brota del sen-tir cómo se puede abrazar una realidad distinta que deja de ser distante.

Desde Manos Unidas se extiende una red de personas comprometidas, con clara conciencia de jus-ticia, y eficaz trabajo de ayuda, promoción y desarrollo del Tercer Mundo.

A través de Manos Unidas entramos en la construcción de un mundo nuevo como proyecto comúnde muchas voluntades en sintonía. Un mundo nuevo para todos, especialmente los más pobres ydesfavorecidos. Un mundo renovado en sus criterios, en sus prioridades, en sus acciones y en suspersonas. Un mundo nuevo que no es solamente fruto del esfuerzo de la humanidad, sino conse-cuencia del designio de Dios, que nos ama como Padre y nos invita a vivir como hermanos.

Leemos en la encíclica “Lumen fidei” del papa Francisco: “la fe no sólo se presenta como un cami-no, sino también como una edificación, como la preparación de un lugar en el que el hombre puedaconvivir con los demás” (LF 50). Por ello, “la fe no aparta del mundo ni es ajena a los afanes con-cretos de los hombres de nuestro tiempo” (LF 51). Escribe el Papa: “La fe permite comprender laarquitectura de las relaciones humanas, porque capta su fundamento último y su destino definiti-vo en Dios, en su amor, y así ilumina el arte de la edificación, contribuyendo al bien común” (LF 51).

Manos Unidas nos estimula y nos compromete en el arte de la edificación de un mundo nuevo. Setrata de un trabajo artesanal, confeccionado a medida, realizado a la medida de quienes menos tie-nen, menos pueden, menos saben y tienen más carencias y, seguramente, más valores.

Manos Unidas nos interpela:“UN MUNDO NUEVO:

PROYECTO COMÚN”

Diócesis de Huesca y Jaca

Monseñor Julián Ruiz Martorell,Obispo de Huesca y Jaca.

Page 48: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

48

Manos Unidas lleva a cabo dos actividades complementarias: 1ª) sensibilización de la población,para que conozca y sea consciente de la realidad de los países en vías de desarrollo; y 2ª) apoyo yfinanciación de proyectos en África, América, Asia y Oceanía, para colaborar con el desarrollo delos pueblos más necesitados.

Agradecemos la respuesta generosa de quienes trabajan en Manos Unidas. Reconocemos su valorpersonal, su capacidad de entrega, su abierta y sincera disponibilidad. Valoramos el apoyo de susfamilias que experimentan, en tantas ocasiones, una dedicación que va más allá de lo estipuladoen un compromiso reducido. Son muchas las horas compartidas, entregadas, ofrecidas. Es muchoel tiempo que podría dedicarse al legítimo descanso, a la convivencia familiar o a múltiples activi-dades lúdicas y que se dedica a los demás.

Por todo ello, y de corazón, ¡gracias!, ¡muchas gracias!

Recibid mi cordial saludo y mi bendición.

+ Monseñor Julián Ruiz Martorell,Obispo de Huesca y Jaca.

Page 49: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

49

n año más, y ya son 55, la Organización católica “Manos Unidas” lleva adelante sucampaña anual que, inspirada en el octavo Objetivo de Desarrollo del Milenio, pro-puesto por Naciones Unidas, tiene por lema “Un mundo nuevo, un proyecto común”.

Crear un mundo nuevo es crear un mundo donde la humanidad asuma el perdón del pecado, queobtenemos por la Redención que Jesucristo nos ha obtenido desde el árbol de la Cruz, y se organi-ce el mundo, no de cualquier manera, sino según el plan de Dios, que es el que seamos todos unamisma y unida familia, bajo la guía del Padre común, el Dios todopoderoso, y con la fuerza que nosda el Espíritu Santo.

En una familia los miembros no están simplemente unos al lado de los otros, sino que están unoscon los otros, con una unión que brota del amor y se reproduce en los deseos y las acciones de cadauno siempre a favor de los demás y nunca en contra de nadie

Mirando la realidad de nuestro mundo, vemos que hay muchos medios que puestos en acto aca-ban con las injusticias y divisiones y fortalecen el amor. Sin embargo, aún existen muchas, muchísi-mas, demasiadas situaciones en que ello no se cumplen. Ante ello, como una aportación válida ypositiva, Manos Unidas potencia este año esta campaña para desarrollar un mundo nuevo, dondeintegralmente se proceda a, juntos en un proyecto, crear esa nueva situación de desarrollo integralque es expresión del amor y lo potencie y haga que sus frutos lleguen a todos.

Los cristianos tenemos un camino seguro en ese itinerario. Es el mandato nuevo de Jesucristo:“amaos los unos a los otros como yo os he amado”. Es un mandato nuevo y sus resultados serán cier-tamente nuevos. Un mundo nuevo será, pues, solamente accesible cumpliendo este mandato.Manos Unidas, como organización católica, está llamada a caminar en ese sentido y a ofrecerlo alos demás, nunca como imposición, siempre como proposición adecuada.

Ese mandamiento nuevo es el que nos ofrece Jesús cuando en la víspera de su Pasión, en el primerJueves Santo de la historia, en la Ultima Cena, nos hace esa exhortación para inaugurar u nuevotipo de su presencia.: “Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros, como yo oshe amado así amaos los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os amáislos unos a los otros” (Jn 13,34). Se trata del mandamiento final, conclusivo y reasuntivo de la volun-tad de Dios que Jesús nos había ido señalando en los años de su vida terrena: una voluntad deamor, porque Dios es amor. Es un mandamiento nuevo porque el amor de los discípulos deberátener como fundamento y modelo el amor mismo que tiene Cristo y nuestras actuaciones tendránque ser expresiones de su amor. Así el amor de los discípulos deberá tener como criterio el mismo

LV CAMPAÑA DE MANOS UNIDAS“Un mundo nuevo,

un proyecto común”

Diócesis de Ibiza

Monseñor Vicente Juan Segura,Obispo de Ibiza.

U

Page 50: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

50

criterio del amor de Cristo (Cf. Jn 13, 14-15), es decir, darse a los demás, a todos sin exclusión, yespecialmente a los más humildes y necesitados. Ha de ser, además, un amor recíproco, de losunos hacia los otros y viceversa, como tres veces repite Jesús. Donde no hay amor reciproco lacomunidad humana no alcanza su madurez, su perfección; una comunidad humana, más aun, unacomunidad cristiana donde no hay amor recíproco es una comunidad donde a Cristo se le separa,donde se le considera ausente, donde hay un vacío. El amor reciproco es la señal inconfundible einequívoca de que Jesús está presente. A hacerlo, pues presente, colabora la generosa obra deManos Unidas.

Deseo hacer presente, pues, una palabra de aprecio y aprobación de Manos Unidas en nuestra dió-cesis. Trata de trabajar por un mundo nuevo, un mundo como Dios lo tiene pensado y nos lo hamanifestado a través de Jesucristo. Una palabra de gratitud a todos los voluntarios que en todaslas parroquias de Ibiza y Formentera, y muy especiadamente la Junta directiva, a lo largo del añotrabajan para ayudar, promover y desarrollar a los hermanos necesitados en el Tercer Mundo. Enmuchos lugares del mundo hay servicios, proyectos, instalaciones para el bien de la gente que hansido posibles gracias a la aportación que ha salido desde aquí, desde Ibiza y Formentera. Vamos,pues, a seguir adelante con ello, vamos con renovado impulso y constante consideración a conti-nuar así, sabiendo que practicamos de ese modo el mandato nuevo del amor, que colaboramos aun mundo nuevo, a hacer entre todos el proyecto común de más justicia en las grandes líneas dela sanidad, la educación, la promoción social y de la mujer, el desarrollo agrícola. Gracias y adelan-te por ese camino.

+Vicente JUAN SEGURAObispo de Ibiza

Page 51: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

51

“UN MUNDO NUEVO,PROYECTO COMÚN”

Diócesis de León

Monseñor Julián López Martín,Obispo de León.

Queridos diocesanos:

El día 9 de febrero, domingo, tiene lugar la Jornada Nacional de “Manos Unidas” que debe recor-darnos una vez más la sentencia que pronunciará Jesús en el Juicio Universal dirigiéndose a los quecumplan su mandato del amor y de entrega al prójimo necesitado: “Tuve hambre y me disteis decomer”; y a los que no lo cumplan: “Tuve hambre y no me disteis de comer” (Mt 25, 35 y 42). Laadvertencia del Señor es genérica pero afecta a situaciones concretas, no importa el tamaño delproblema o volumen de la necesidad. En efecto, lo mismo se aplica a una simple petición de ayudahecha por una persona particular que a la necesidad de colaborar en la solución de los problemasde quienes están sufriendo las consecuencias de la crisis económica que se ceba en estratos cadavez más amplios de nuestra sociedad, o respecto al problema de la pobreza y del hambre en elmundo. Ahora bien, este último problema es tan grande y tan extenso que requiere medidas pro-porcionadas que desbordan las posibilidades no ya de unos y de otros sino de países enteros queno son capaces de encontrar solución para que, al menos, sea posible atender a las necesidadesprimarias de tantos hermanos y hermanas nuestros que, al no tener el pan de cada día, no puedensentarse dignamente a la mesa.

Para hacer frente a este gran problema “Manos Unidas” nos convoca para la LV Campaña destina-da a formar las conciencias y a facilitar nuestra respuesta, naturalmente unida a las de otros hom-bres y mujeres que con su pequeña y singular aportación, sin hacer granero, ayudan eficazmentea que se haga. Es lo que insinúa el nombre mismo de la institución “Manos Unidas”, organizadorade la nueva edición de la campaña bajo el sugestivo título de “Un mundo nuevo, proyecto común”,centrado en el octavo objetivo de Desarrollo del Milenio propuesto por las Naciones Unidas: “Fo-mentar una alianza mundial para el desarrollo”. El cumplimiento de este objetivo, se dice en la expli-cación de la actual campaña, depende directamente de nuestra capacidad para establecer relacio-nes con los demás, unas relaciones abiertas, dialogantes y colaboradoras, de manera que se hagaverdad la fraternidad a la que todas las personas estamos llamadas.

Tengamos en cuenta esta llamada de “Manos Unidas” que acude periódicamente a nuestras puer-tas, porque el objetivo pastoral diocesano de este curso nos pide “obras” como aplicación y res-puesta al don de la fe. Recordad el lema del curso: “La fe sin obras está muerta” (Sant 2, 26), comoextensión del Año de la Fe ya clausurado y teniendo delante el ejemplo del Buen Samaritano al quese refiere para estimular nuestra caridad efectiva el programa pastoral. Sólo que en el caso de lacampaña de “Manos Unidas” no es un hombre molido a palos y tirado al borde del camino por unosfacinerosos el que pide ayuda, sino una masa de millones de personas que reclama un orden socialmás justo, y un compromiso de alcance mundial que haga posible desde el respeto a los derechos

Page 52: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

52

humanos de todos hasta el tomar las medidas necesarias para poner fin a esa inmensa desgraciaque afecta a las personas y a los pueblos más débiles del planeta.

El papa Francisco, tan sensible a los problemas de la pobreza, hablando a la FAO ha recordadocómo “es necesario encontrar la manera de que todos puedan beneficiarse de los frutos de la tierra,no sólo para evitar que aumente la diferencia entre los que más tienen y los que tienen que confor-marse con las migajas, sino también, y sobre todo, por una exigencia de justicia, equidad y respeto atodo ser humano”(20-VI-2013). Colaboremos todos con “Manos Unidas” para que esto sea realidad.

Con mi cordial saludo y bendición:

+ Julián López Martín,Obispo de León

Page 53: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

53

“UN MUNDO NUEVO,PROYECTO COMÚN”

Diócesis de Lleida

Monseñor Joan Piris Frígola,Obispo de Lleida.

anos Unidas nos vuelve a poner ante los ojos una realidad que conocemos bien y enla que debemos seguir sintiéndonos implicados: el hambre en nuestro mundo es másque evidente y debe preocuparnos esta realidad que, en algunos países, se vahaciendo crónica y deshumanizadora.

La campaña 2014 nos llama a construir “un mundo nuevo”, añadiendo “proyecto común”, unaespecificación que puede resultar muy familiar en nuestra Iglesia Diocesana que está procurandoanunciar el Evangelio y servir a los hermanos teniendo como referente permanente el lema “entretodos y para el bien de todos”: proyecto común, complementariedad y trabajo en red.

Es una buena manera de contribuir a hacer que nuestro mundo pase de condiciones menos huma-nas a condiciones más humanas, para cada uno y para todos (cfr. Populorum Progressio 20-21). Conestas palabras tan precisas concretaba Pablo VI lo que él llamaba el verdadero desarrollo y para elque, decía, no bastan personas técnicas sino también pensadores de reflexión profunda que bus-quen un humanismo nuevo, que permita al hombre moderno encontrarse a sí mismo, asumiendolos valores superiores del amor, de la amistad, de la oración y de la contemplación.

Es evidente que, aún hoy, hay que contribuir más y más a la promoción del bien común y el desa-rrollo de condiciones de vida más humanas donde todo el mundo sienta respetada su dignidad ypueda disfrutar de lo necesario, material y moralmente hablando. Y hay que seguir denunciandocomo menos humanas aquellas condiciones de vida que privan a las personas de los mínimos parapoder vivir con cierta dignidad, también material y moral. Esto nos pide también luchar contra lascausas que lo impiden: el egoísmo de personas y estructuras abusivas e injustas.

Existe, además, una cuestión que hace aumentar la injusticia en las relaciones: establecer la com-petitividad como norma de progreso y de crecimiento.

Si la fuerza que mueve la actuación es, sobre todo, la competitividad y el provecho, no puede habermundo nuevo ni proyecto común. Porque son planteamientos que nos impedirán siempre ser soli-darios de verdad y nos hacen mirar al otro -persona, pueblo o país- como algo de quien se puedesacar partido, del que uno puede aprovecharse.

Las personas pasan así a ser consideradas, preferentemente, instrumentos para conseguir algo. Deaquí a la explotación de la gente hay un paso muy corto: la convivencia se establecerá sobre rela-ciones de fuerza y de poder y los más débiles siempre estarán condenados a perder, y aumentaránlos excluidos. Así desaparece la lógica de la gratuidad en favor del oportunismo y el consumo. Es

M

Page 54: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

54

lo contrario al humanismo integral porque estimula el individualismo y no el sentido de comunidady fraternidad que es lo que hace considerar a todos como sujeto de derechos (y deberes) con lamisma dignidad. Todos llamados por Dios -como tú y yo- a participar del banquete de la vida. Claroque también para ello habrá que despertar la conciencia religiosa de personas y pueblos.

Recibid el saludo de vuestro hermano obispo,

+ Joan Piris Frígola,Obispo de Lleida

Page 55: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

55

Queridos hermanos:

La esperanza de un mundo nuevo atraviesa la experiencia de los pueblos, que siempre han sufridoen la historia y no es sentida menos agudamente en la actualidad, aunque por un instante hayamostenido la ilusión de que la realización de este sueño milenario ya estaba casi al alcance del poderhumano. Es verdad que el aumento de nuestro conocimiento del entorno y de las técnicas paraintervenir en él ha permitido responder a muchas necesidades. Sin embargo, aunque hayan creci-do nuestras posibilidades de acción -siempre en los límites de la naturaleza-, siguen existiendoinjusticias tan viejas como el hambre y las guerras, y han aparecido nuevas formas de exclusión delos bienes de la tierra. La suma de las injusticias y de los sufrimientos, tantas veces evitables, noshace percibir la urgencia de poner en común fuerzas y capacidades, para hacer posible una nove-dad real en nuestro mundo.

Esta novedad ha de estar enraizada en el hombre, en su conciencia y corazón, para evitar que el cre-cimiento de nuestro poder aumente la arbitrariedad y la impunidad, y desaparezca en la persona elsentido de una justicia y una fraternidad elementales. Poder disponer de los recursos -y de la vida-de otros, sin ver sus rostros ni pensar en su bien, ha hecho posible lo que el papa Francisco ha llama-do una “cultura del descarte” del débil, del que no contribuye u obstaculiza mi enriquecimiento.

Esta inhumanidad del corazón convierte en dañino un poder llamado a servir para el bien. Por eso,es muy importante comprender que no habrá mundo nuevo sin hombre nuevo, ni proyecto comúnsin sentido de la fraternidad, sin que encuentre acogida en nosotros la pregunta elemental: ¿dóndeestá tu hermano?

A esta urgencia primera y fundamental no responde el crecimiento de nuestras técnicas, sino lanovedad del corazón: reconciliado y no fracturado, amado radicalmente y no encerrado en la sole-dad, capaz de gratuidad y libre de la necesidad de apoderarse de todo.

Este cambio profundo y personal, que nos permite vivir como hermanos, es fruto del don de unAmor inmenso, cuyo encuentro cambia Ia existencia y sus horizontes. Lo genera siempre el haberconocido y haber creído en el Amor de Dios, que nos es dado en Jesucristo.

La gratuidad, el sentido de la fraternidad deben estar desde el principio en la mente y el corazón,para que el uso de nuestro poder -y de nuestras riquezas- sirva a un mundo nuevo. La fe, la espe-ranza y la caridad deben alentar en lo íntimo, para que resplandezca la fraternidad, para que bus-quemos caminos que dejen atrás las injusticias y sepamos estar al lado de quien sufre.

Un mundo nuevo, proyecto común. Ante la LV campaña de Manos Unidas

Diócesis de Lugo

Monseñor Alfonso Carrasco Rouco,Obispo de Lugo.

Page 56: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

56

La campaña de Manos Unidas nos invita ciertamente a dar con generosidad, a ayudar a los necesi-tados. Pero así nos invita a algo más grande: a cambiar la mentalidad. Nos da testimonio de que existeesperanza, de que es posible novedad real en nuestro mundo; y nos recuerda la prioridad de la fra-ternidad y de la caridad en tiempos en que el riesgo del individualismo y de la soledad es grande.

Un año más, la campaña de Manos Unidas puede ayudarnos a descubrir lo más importante denosotros mismos, quiénes somos, cuál es nuestra fe y nuestra esperanza. Porque el gesto de lacaridad nos hará volver la mirada de nuevo, y con mayor confianza, hacia nuestro Señor, en quienhemos encontrado perdón y amor y de quien recibimos un Espíritu activo e incansable, que noshace reconocer a Dios como Padre de todos, y a cada hombre como hermano.

Esta fraternidad concretamente vivida será siempre una novedad en el mundo. De ella podrá bro-tar un trabajo y un proyecto común, en el que el más necesitado no sea el excluido, sino el cuida-do en primer lugar.

+ Alfonso Carrasco RoucoObispo de Lugo

Page 57: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

57

Queridos hermanos y hermanas:

La LV campaña contra el Hambre de Manos Unidas, que celebraremos el día 9 de febrero, se pre-senta bajo el lema Un mundo nuevo, proyecto común. Pretende recordarnos la responsabilidadineludible de ser protagonistas de la historia y no meros espectadores. Desde sus orígenes, ManosUnidas se ha comprometido, desde la fe en el Señor Jesús, en trabajar por un mundo nuevo. Esteobjetivo de su misión se fundamenta, como no podía ser de otra manera, en la esperanza de loscielos nuevos y nueva tierra que consumarán la historia de la humanidad. Como muy bien dice elConcilio Vaticano II, esta esperanza «no debe debilitar, sino más bien avivar la preocupación porcultivar la tierra, donde crece aquel cuerpo de la nueva familia humana, que puede ofrecer ya uncierto esbozo del siglo nuevo» (GS 39).

La diócesis de Madrid está inmersa en una gran Misión, que tiene como centro el anuncio delEvangelio de Cristo. Como he dicho en la carta con que presentaba el Plan Pastoral para el curso2013-1014, el anuncio del Evangelio no es posible sin el testimonio cristiano que abarca la palabra ylas obras: «La fe, os decía, es inseparable de la caridad, ámbito donde se hace particularmente visi-ble y consciente» (Servicio y Testimonio de la verdad 3). Así lo recordaba también el papa Franciscoen la Encíclica Lumen Fidei: «Por su conexión con el amor, la luz de la fe se pone al servicio concre-to de la justicia, el derecho y la paz« (LF 51). Su reciente Exhortación apostólica es una ardienteexhortación a la acción evangelizadora y misionera de la Iglesia, que nace de la fe: «De nuestra feen Cristo hecho pobre, y siempre cercano a los pobres y excluidos, brota la preocupación por eldesarrollo integral de los más abandonados de la sociedad». (cf. Evangelii Gaudium 186).

La fe en Dios, Creador y Padre de todos, nos exige vivir la responsabilidad de unos para con otros,como hijos del un mismo Padre y miembros de la única familia humana, ya que la fe, «como expe-riencia de la paternidad y de la misericordia de Dios se expande en un camino fraterno» (LF 54). Conrespecto al desarrollo, Benedicto XVI nos recordaba en su última encíclica que «el desarrollo de lospueblos depende, sobre todo, de que se reconozcan como parte de una sola familia, que colaboracon verdadera comunión y está integrada por seres que no viven simplemente uno junto a otro»(CiV 53). Es cierto que no son pocas las iniciativas y testimonios de ello en nuestra Iglesia diocesa-na, pero la Campaña de Manos Unidas nos invita a mirar más allá de nosotros mismos, abriéndo-nos a la universalidad que reclama nuestro ser Iglesia. De este modo la luz de la fe «nos ayuda a edi-ficar nuestras sociedades, para que avancen hacia el futuro con esperanza» (LF 51).

En nuestros días, el fenómeno de la globalización contribuye no poco a hacernos conscientes de lafraternidad que existe entre los diversos pueblos de la tierra. Sin embargo, pese a las ventajas que

“UN MUNDO NUEVO,PROYECTO COMÚN”

Diócesis de Madrid

Monseñor Antonio María Rouco Varela,Cardenal-Arzobispo de Madrid.

Page 58: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

58

todos reconocemos a este fenómeno, no se ha logrado acabar con las desigualdades e injusticiasentre los hombres, sino que, en muchos casos, las ha reconfigurado, provocando, junto a aspectospositivos, la globalización de la indiferencia. Contra ella nos ha advertido repetidas veces el papaFrancisco, a la vez que la ha denunciado y desenmascarado, invitándonos a luchar contra el indivi-dualismo y el subjetivismo que nos aleja progresivamente del proyecto de un mundo más justo ysolidario. Os animo, pues, a una participación generosa en la Campaña de Manos Unidas, cuyo lemanos recuerda lo que decía Pablo VI en la Populorum Progressio: «El desarrollo integral del hombreno puede realizarse sin el desarrollo solidario de la humanidad, mediante un mutuo y comúnesfuerzo» (PP 43).

Es verdad que no son pocas las necesidades presentes entre nosotros: necesidades a las que loscristianos de Madrid respondemos con gran generosidad. Sin embargo, estas necesidades y suatención no nos eximen de acudir en ayuda de tantos hermanos nuestros de otros países. Lo he-mos hecho siempre a lo largo de nuestra historia y recientemente con nuestros hermanos afecta-dos por el tifón en Filipinas. Lo hacemos también ahora al participar en esta LV Campaña de ManosUnidas, convencidos de que «la obligada solidaridad entre los que compartimos una misma condi-ción y un mismo destino nos exige compartir, siendo preciso modificar nuestros hábitos de vida yadecuarlos a una sobria austeridad» (CEE, Mensaje con motivo del L aniversario de Manos Unidas20). Manifestamos así que «las manos de la fe se alzan al cielo, pero a la vez edifican, en la caridad,una ciudad construida sobre relaciones que tienen como fundamento el amor de Dios» (LF 51).

Con mi afecto y bendición.

Madrid, 9 de febrero de 2014

+ Antonio Mª Rouco Varela,Cardenal Arzobispo de Madrid

Page 59: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

59

a edición de este año de la Campaña contra el Hambre, institucionalizada ya en nuestrasparroquias e iglesias como una de las jornadas de profundo arraigo durante el año litúr-gico, presenta como lema a nuestra reflexión el del encabezamiento: “Un mundo nuevo,un proyecto común.”

No hay duda de que cualquier proyecto hoy, dentro del fenómeno de la globalización, devienefácilmente mundial. La cuestión estriba, pues, en la dirección que demos al proyecto. No podemosrepetir los vicios, inercias, maldades personales y estructuras y desigualdades injustas, multiplica-das por muchas cifras.

Al contrario, debemos procurar invertir el proceso a través de nuestra conversión personal y de lainfluencia que podamos ejercer en la sociedad con iniciativas como la de Manos Unidas, la bene-mérita Organización No Gubernamental Católica protagonista de la citada Campaña contra el Ham-bre y de los más variados proyectos de cooperación al desarrollo a lo largo y ancho de los continen-tes que forman nuestro planeta. Su solo conocimiento es ya apasionante y estimulante.

Nos conviene en el llamado Primer Mundo “echar un vistazo”, diríamos coloquialmente, a realida-des que no están en crisis como las nuestras, por la sencilla razón de que no disponen de infraes-tructuras o sistemas organizados que puedan fallar. No podemos olvidar que la contribución aldesarrollo es capital para un equilibrio entre los pueblos que humanice nuestro mundo y que abravías a la siempre urgente tarea de la evangelización. Es la construcción de lo que ya dijera en sutiempo el Venerable Papa Pío XII: “Un mundo más humano para que sea más cristiano.” Debemospreparar la tierra buena y fecunda de la dignidad humana, la única que puede acoger la semilla dela Palabra de Dios.

Desde aquí deseo estimular la generosidad de todos, aún a costa de la crisis que se prolonga, con-fiando en que al compartir lo que tengamos, poco o mucho, salimos todos ganando, como la mis-ma experiencia nos lo demuestra. Con mucha más razón, los que sabemos que podemos confiaren el auxilio multiplicador de la Providencia divina que nunca nos faltará.

Con mi bendición y afecto, apelo a vuestra conciencia en la oportunidad de un donativo y de unaacción verdaderamente positiva y eficaz.

+ Javier Salinas Viñals,Obispo de Mallorca

“UN MUNDO NUEVO,UN PROYECTO COMÚN”

Diócesis de Mallorca

Monseñor Javier Salinas Viñals,Obispo de Mallorca.

L

Page 60: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

60

Page 61: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

61

s una cuestión de justicia, hablando coloquialmente, compartir los sentimientos y lasideas con nuestros semejantes más cercanos. Nos alegramos o lamentamos los éxitoso fracasos de familiares o amigos. Con palabras o con gestos que ayudan al otro asobrellevar los acontecimientos personales; algunas veces corrigiendo o manifestan-

do los posibles disensos. Pero siempre con cariño y con intento de mejora. En este ámbito familiarpodríamos situar también a nuestras parroquias y a la diócesis para reconocer y agradecer la viday la dedicación de determinados grupos cristianos que hacen presente a la misma Iglesia y persi-guen beneficiar a sus hermanos.

Sirva este comentario semanal para pedir a todos los lectores la oración y el afecto hacia cuatroasociaciones diocesanas que, en estos días, hacían la memoria anual de su servicio o se reuníanpara celebrar su fiesta. Me refiero a los miembros de la Vida Consagrada (el día 2 de febrero, fies-ta de la Presentación del Señor), a los componentes del movimiento apostólico de Vida Creixent(el día 2 de febrero recordando a sus patronos Simeón y Ana), a los participantes del encuentro deInfancia Misionera (25 de enero, se reunieron muchos niños con la mirada puesta en los millonesde niños de misiones), los responsables y colaboradores de Manos Unidas (7 al 9 de febrero, consu asamblea e información de su campaña en favor de los necesitados del Tercer Mundo).

En otras ocasiones he dedicado un artículo entero a cada una de estas asociaciones. Por diversasrazones no ha sido posible este año y las he englobado en un solo comentario. No indica esto res-tar importancia a su servicio y sí aprovechar la coincidencia de fechas, sin demoras en el tiempo,para pedir a toda la comunidad diocesana que rece por estos hermanos nuestros y reconozca sutarea. La presencia de estos grupos cristianos en el corazón de la sociedad consuela y reparte ter-nura, humaniza y crea fraternidad, aporta recursos y sensibiliza en el amor universal de Jesucristo.

La diócesis está en permanente deuda con todos ellos aunque saben, y eso les engrandece muchomás, que nunca será saldada porque la motivación de su trabajo está en el seguimiento del mismoSeñor que ya les concede la recompensa.

Termino dejando constancia del gran reconocimiento y enorme gratitud de la diócesis con unasbreves palabras para cada asociación:

- por fortalecer la educación de la infancia en la ayuda a los niños más necesitados de los países de misión luchando contra el egoísmo o el capricho personal

- por colaborar con los sacerdotes y seglares, desde el propio carisma religioso, en los

La diócesis reconoce y agradece

Diócesis de Menorca

Monseñor Salvador Giménez Valls,Obispo de Menorca.

E

Page 62: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

62

diversos encargos pastorales: escuelas, hospitales, cárcel, caritas, enfermos en domicilio, animación de grupos parroquiales…

- por continuar en la formación personal y comunitaria regalando sabiduría y experiencia a los hijos y nietos

- por la constancia manifestada en el trabajo y el apoyo mutuo de tantos colaboradores deManos Unidas.

Quiera Dios que aumente el ejemplo y el número en estas tareas.

+ Salvador Giménez Valls,Obispo de Menorca

Page 63: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

63

uando leemos u oímos llamadas como esta que ha sido elegida por “Manos Unidas”para la campaña del año 2014, brota en nosotros el agrado que produce un bello slo-gan. Pero, al mismo tiempo, no podemos escapar de un cierto sentimiento pesimista.La razón es muy sencilla. A la vista de tantos y tan injustos intereses políticos y econó-

micos que expolian a pueblos enteros de la riqueza que encierra el subsuelo y la superficie de sutierra; al constatar las leyes inhumanas con las que se recortan las libertades fundamentales mer-mando la capacidad personal y social de crecimiento; conociendo la horrible discriminación ideoló-gica por la que verdaderas multitudes se ven privadas de su patria y de su familia, y sepultados suslegítimos sueños de crecimiento y desarrollo, no podemos evitar un movimiento interior de indig-nación. La injusticia y la falta de respeto a los derechos fundamentales de los más débiles, no nospermiten mirar hacia otro lado, ni permanecer irresponsablemente en el silencio o en la inactividad.

Pero, si es cierto que la construcción de un mundo nuevo exige un proyecto común, las ilusionespor alcanzar la justicia y la equidad pueden frustarse ante la constatación de este mundo divididono sólo por las guerras, sino por la mentira, el egoísmo y el intolerable avasallamiento de los pode-rosos sobre los que viven limitaciones de cualquier orden.

No obstante hay otro modo de mirar la realidad, y que, lejos de ocultarnos la visión real del mundo,nos permite considerar otros caminos de renovación personal y social, y de progresivas victoriassobre la injusticia y el desorden en cualquiera de sus formas. Se trata de asumir la imprescindibleconvicción de que nada se alcanza de una vez y de modo satisfactorio. Es necesaria una esperanzavivida en la humildad y en la entrega sin ánimos eficacistas.

Es necesario el convencimiento de que urgen planteamientos muy serios acerca de lo que es elpoder político y hasta dónde puede llegar su ejercicio sin faltar a la justicia y al respeto que mere-cen los derechos fundamentales de cada persona y de cada pueblo. Urge clarificar el concepto decrecimiento y desarrollo sin que lo deformen los avasallamientos motivados por el ansia de unaproducción sin límites y de un libre mercado inspirado en el ventajismo y en una desleal competiti-vidad. Y así podríamos referirnos a otros muchos factores que provocan y mantienen criminalmen-te el hambre en el mundo.

Es necesario que, utilizando la razón y los valores éticos que la inteligencia nos permite descubrir,nos empeñemos en dar los pasos que están al alcance de cada persona y de cada grupo; y quedemos esos pasos con la generosidad de que es capaz un espíritu libre y abierto a la verdad; y, portanto, abierto a la consideración de la indeclinable dignidad de toda persona, sea cual sea el mo-mento de su vida y sus garantías de utilidad social.

UN MUNDO NUEVO, PROYECTO COMÚN¿Es posible o no es posible?

Diócesis de Mérida-Badajoz

Monseñor Santiago García Aracil,Arzobispo de Mérida-Badajoz.

C

Page 64: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

64

La razón humana, que es patrimonio de todas las personas, y que nos abre a la búsqueda y al pro-gresivo descubrimiento de la verdad, ha de ser el móvil más atendido y el punto de convergenciacada vez más amplio entre los hombres y mujeres de toda raza, pueblo, cultura, religión y situaciónen el mundo. A ello debemos contribuir impidiendo que nos frenen egoísmos propios, perezasintolerables, miedos al fracaso o a la incomprensión, y la tentación a replegarnos ante lo que con-sideramos demasiado grande o demasiado difícil. No podremos desafiar al mal si no llegamos adesafiarnos a nosotros mismos. El refranero mismo, desde la sabiduría popular nos enseña que“querer es poder”.

Pero, además, los cristianos, guiados por la fe, sabemos que la verdad es la fuente de la libertad;que esa Verdad es Jesucristo; que, como nos enseñó San Pablo, todo lo podemos con Aquel quenos conforta; que la común condición de hijos de Dios nos hace hermanos de todos los hombres ymujeres sin distinción ninguna; que el amor al prójimo debe comenzar por los más pobres, despo-seídos, marginados y oprimidos de cualquier forma; que es radicalmente equivocado e injusto pen-sar que estamos excusados de luchar por una causa cuya victoria no sospechamos inmediata ysegura.

Los cristianos, de cuya fe ha nacido la ejemplar y eficiente obra de “Manos Unidas”, debemos abrir-nos a una esperanza basada en el mandato del amor y en la ayuda de Jesucristo que se hacepresente en el rostro de los indigentes de cualquier orden y estilo. Y, movidos por ello, debemoscomprometernos en el ejercicio incondicional de la caridad, que contribuye a la implantación de lajusticia.

Desde estos convencimientos podemos creer que UN MUNDO NUEVO, ES POSIBLE DESDE UNPROYECTO COMÚN. Y que un proyecto común es progresivamente posible desde la generosidadde quienes están dispuestos a aportar su granito de arena amando a los hermanos que sufren cual-quier clase de penuria o de marginación material o espiritual.

+ Monseñor Santiago García Aracil,Arzobispo de Mérida-Badajoz.

Page 65: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

65

Queridos diocesanos:

Hace quince años, la comunidad internacional se comprometió firmemente a que en el año 2015hubiese más personas que pudieran vivir de acuerdo a su dignidad. Era lo que se llamó la “Decla-ración del Milenio” que ha logrado significativamente reducir el hambre, mejorar el acceso a la sa-lud, a la educación, al trabajo y a la participación política.

Sin embargo, los objetivos no se han logrado del todo. Si en nuestro mundo desarrollado la pobre-za está haciendo estragos, en los países del Tercer Mundo donde trabaja Manos Unidas, la situa-ción es infinítamente más grave. En los últimos años ha crecido el número de personas que vivencon menos de dos dólares al día, y, todavía hoy, en pleno siglo XXI, hay una enorme falta de traba-jo digno, muchas personas se ven obligadas a refugiarse en otros países por causa de la guerraexpuestas al tráfico de personas.

Enraizado en el octavo Objetivo de Desarrollo del Milenio, “Fomentar una asociación Mundial parael desarrollo”, Manos Unidas sitúa su trabajo bajo el lema: “Un mundo nuevo, proyecto común”.Cinco palabras definen la acción de los hombres, y sobre todo, de las mujeres de Manos Unidas:

La ESPERANZA es el motor de su actividad. Su experiencia cristiana les ayuda a mirar hacia su inte-rior y hacia el exterior. Y no pueden menos de constatar que sus fuerzas son escasas para tantocomo hay que cambiar, pero saben que Dios acude en ayuda de su debilidad y por eso trabajanesperanzadas.

En el MUNDO, no en la estratosfera, con los pies y la cabeza en la tierra. Pues saben bien que, aun-que se dedican a los que más lo necesitan, no olvidan que cada hombre y mujer se ven afectadospor su trabajo. Nuestra labor, buscando a los últimos, incluye a todos.

Para construir un mundo NUEVO dando valor verdadero a lo bueno y erradicando las lacras que yahay en él. Quieren edificar una civilización que permita reconocer a los otros como hermanos, enquienes se puede confiar. Una civilización en la que, estar de corazón los unos en los otros, sea unarealidad. Una civilización edificada en el amor permitirá que nuestro mundo globalizado caminehacia la paz, la justicia y el amor

Se trata de una tarea que afecta a todos, de forma particular y colectiva. La suya no es una tareade cada uno aisladamente, sino un proyecto COMÚN, en el que a cada uno le corresponde su pro-pio trabajo, unido al de los demás.

UN PROYECTO COMÚN PARA UN MUNDO NUEVOCampaña contra el Hambre de Manos Unidas

Diócesis de Mondoñedo-Ferrol

Monseñor Manuel Sánchez Monge,Obispo de Mondoñedo-Ferrol.

Page 66: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

66

Falta una palabra hace posible las anteriores... la FRATERNIDAD: La fe cristiana les ayuda a descu-brir que reconocer al otro como hermano exige un cambio del propio corazón, un cambio en el quetenemos que trabajar cada uno, y que sòlo es posible cuando éste se recibe como regalo, cuandose experimenta como don. Para esto se necesita un ‘corazón nuevo’ que sólo Dios puede crear ennosotros y así nos hace hermanos.

Manos Unidas realiza su tarea en la Iglesia, pidiendo a Dios que les ayude en este cambio, y tam-bién a los responsables de las grandes decisiones de este mundo. Pedimos ser don para los otros.En este año trabajarán intensamente para dar a conocer a la sociedad española esos destellos queya suceden en los países del Sur, y que permiten vislumbrar que un mundo nuevo es posible.

La delegación diocesana de Manos Unidas, juntamente con la comarcal de Villalba, financió variosproyectos: en Zambia se renovó un hospital rural; en Palestina se construyó un centro de rehabili-tación de niños con problemas psíquicos; en Lesotho (África austral) se financió un centro de ma-ternidad prenatal. Reciba, pues, de mi parte, en nombre de toda la diócesis, unas palabras de alien-to y gratitud bien merecidas.

Con mi afecto y bendición,

† Manuel Sánchez Monge, obispo de Mondoñedo-Ferrol

Page 67: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

67

er sensibles y responder ante las situaciones de pobreza y fragilidad que se viven en elmundo, reconociendo en ellas al Cristo sufriente, es una llamada profunda y continua-da que nos viene desde el Evangelio y que nos recuerda de formas diversas el SantoPadre Francisco en su reciente Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, “La Alegríadel Evangelio”.

“Manos Unidas” en su Campaña Contra el Hambre de este año 2014, nos ofrece una magníficaoportunidad de ayudar ante estas situaciones, con un lema sumamente sugerente y oportuno: “Unmundo nuevo, proyecto común”. Una invitación clara a trabajar unidos por un mundo nuevo, comoproyecto integrador, construido desde el amor.

Lo dramático en estos tiempos, no sólo es la persistencia de viejas y nuevas pobrezas en el mundoque vivimos, sino que ante tantas situaciones que “claman al cielo” vivimos en una fortísima diná-mica de fragmentación social y de contraposición, de guerras, más o menos encubiertas, dondeprima el más feroz individualismo, la lucha pura y dura por los intereses o las ideas (que a veces sonsólo revestimiento de intereses) de cada uno o de cada colectivo, con escasa capacidad de inte-grar, de sumar, de unir.

Si importante es la meta necesaria: erradicar pobrezas, remediar injusticias y fragilidades. No esmenos importante el camino, la unión de personas con sensibilidades distintas, la suma de esfuer-zos, la forja de una civilización basada en el amor.

El lema de este año: “Un mundo nuevo, proyecto común” está profundamente presente desde elinicio en un Movimiento con hermoso nombre, “Manos Unidas”, que indica el camino y que tienecomo fin ser Campaña contra el Hambre, contra la pobreza y la fragilidad de tantos seres humanos,hermanos nuestros.

Quiero dar las gracias a todos aquellos que en nuestra Iglesia diocesana de Orihuela-Alicante entre-gan sus personas a tan hermoso fin y hacen posible la presencia y tarea de “Manos Unidas” ennuestra tierra, en las parroquias de nuestros pueblos y ciudades.

Les animo a trabajar con ilusión y renovada creatividad y empeño, especialmente en unas circuns-tancias de crisis económica y de crisis de humanidad en esta sociedad, que pueden crear la tenden-cia fatal de encerrarnos en nuestras necesidades dejando a su suerte a quienes por no tener, no tie-nen ni crisis.

“Un mundo nuevo, proyecto común”

Diócesis de Orihuela-Alicante

Monseñor Jesús Murgui Soriano,Obispo de Orihuela-Alicante.

S

Page 68: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

68

Pido a todos los miembros de nuestra diócesis y a las personas de buena voluntad, que no sólo ayu-demos con generosidad en la Campaña de este año, sino que ésta sirva también para sensibilizar-nos en una tarea cotidiana de erradicar pobrezas, de ayudar fragilidades, y de crear para ello, día adía, entre nosotros un Mundo Nuevo, hecho de unión, de respeto, de educación en la complemen-tariedad, de destierro de odios, fracturas sociales y enfrentadas divisiones, haciendo realidad enuna civilización del amor las palabras de Isaías: “De las espadas forjarán arados” (Is 2,4). Unamosnuestras manos por una civilización nueva.

+ Jesús Murgui Soriano,Obispo de Orihuela-Alicante

Page 69: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

69

Queridos diocesanos:

“Un mundo nuevo, un proyecto común” es el lema de Manos Unidas para la Campaña contra el ham-bre en el mundo de este año 2014. Un lema que nos pone en camino de la fraternidad universal,como condición y cualidad necesaria para crear condiciones de desarrollo en plenitud, fundamen-tado en la verdad, la justicia, el amor y la libertad.

Este “mundo nuevo” es el objetivo que las Naciones Unidas se propone para el 2015 como metaque se puede y debe conseguir; viene a nuestra memoria la Encíclica “Caritas in veritate” deBenedicto XVI que invita a todos a realizar un esfuerzo común a implicarse en el desarrollo glo-bal como manifestación de la fraternidad a la que está llamada toda la humanidad porque, comoescribe él, “el desarrollo de los pueblos depende, sobre todo, de que se reconozcan como parte de unasola familia que colabora con verdadera comunión y está integrada por seres que no viven simple-mente uno junto al otro”.

Ésta es la base real del desarrollo: reforzar los lazos de comunión y fraternidad entre todas laspersonas, respondiendo a las exigencias de la dignidad de la persona humana. Solamente en ydesde la dinámica del amor podemos construir un mundo más plenamente humano. Sin embar-go, siendo esto verdad, la realidad nos habla de otra cosa bien distinta pues en algunas regionesdel planeta no se ha avanzado en este campo y no ha habido la cooperación compartida por todospara crear una verdadera alianza de todos los pueblos en el logro de este mundo nuevo.

La globalización ha creado oportunidades y plataformas para acabar con las injusticias y desigual-dades pero la verdad es que las injusticias y desigualdades se han reconfigurado dando lugar a unmundo de pobres estructurales crónicos,enquistados en una vida infrahumana: un mundo indivi-dualista, de la comodidad y la satisfacción, un mundo de violencia activa y latente, de terrorismo,de trata de personas de explotación sexual infantil y femenina, traficantes de drogas y armas.

Es verdad, por otra parte, que el mundo está receptivo a gestos y signos de esperanza que nos lle-van a huir de la resignación que mata y nos mueven a convertir la indignación en oportunidades einiciativas que mueven a millones de voluntarios, a miles de instituciones ejemplares, a movimien-tos y redes sociales a luchar por el bien común en todo el planeta.

Los desafíos en el logro de un nuevo mundo exigen el compromiso y la implicación de todos los paí-ses, ricos y pobres, de los organismos internacionales, de las organizaciones civiles y empresaria-les, así como la implicación activa de cada una de las personas. Todos debemos sentirnos llamados

Campaña de Manos Unidas 2014

Diócesis de Osma-Soria

Monseñor Gerardo Melgar Viciosa,Obispo de Osma-Soria.

Page 70: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

70

a crear este otro mundo; para ello, no podemos seguir como hasta ahora porque el mundo quehemos creado nos aplasta y nos agrede, nos exige más y más porque es un mundo fruto de unmodelo de desarrollo basado en lograr el mayor beneficio con el menor esfuerzo en lugar de mirary luchar por el bien de las personas.

Manos Unidas es, desde hace 50 años, generadora y acompañante en este proceso para lograr unmundo nuevo y mejor. Su alianza con los pobres tiene como base y fundamento la conciencia delDios-amor, revelado en Jesucristo, que ilumina el qué hacer y el cómo hacer la acogida y el acom-pañamiento a los más pobres, a los últimos, a los más necesitados, aclarando el verdadero miste-rio de la dignidad y la igualdad de todos cuantos formamos la gran familia humana. Ésta es una lla-mada a todos los hombres de buena voluntad, no solo a los cristianos: es una llamada que corres-ponde a todos el preocuparse por todos, por cada uno, con amor, especialmente por los niños ylos ancianos que son los más frágiles.

Manos Unidas quiere seguir cuidando la apertura al otro, la sensibilidad ante el sufrimiento de laspersonas, sobre todo de los pobres, del que tiene hambre, sed, del oprimido, de aquél que le faltainstrucción, está enfermo o marginado; en definitiva, quiere renovar el interés y la sensibilidad porla persona, independientemente de su sexo, raza, cultura y religión. Por eso, Manos Unidas estáempeñada en lograr este mundo nuevo desde todos los niveles:

1. A nivel personal: luchando por humanizar las relaciones, cultivando la lógica del don, el cuidadodel otro, la cultura de la familia, apoyando el consumo austero y creando en cada persona una con-ciencia de que hay algo que sí está en mi mano y que puedo hacer para lograr este mundo nuevo.

2. A nivel social y político: luchando para que en los países que reciben las ayudas se promuevanordenamientos jurídicos que faciliten y potencien la participación y aportación al sector privado yde la sociedad civil; así como que mejoren en su gobernabilidad, para movilizar y gestionar losrecursos de forma más efectiva y equitativa.

Manos Unidas lucha por un mundo en el que sea posible un verdadero desarrollo humano integral,en el que las relaciones entre culturas y religiones estén regidas por el diálogo fecundo, que sóloserá posible si practicamos cada uno, día a día, el diálogo fraterno entre todos. Para ello, ManosUnidas pide y reclama de todos un mundo nuevo abierto a los otros pues sólo en este mundo abier-to a los otros, la familia humana podrá afrontar el desafío de acabar con la pobreza y el hambredesde un camino de desarrollo integral auténtico.

Sintámonos interpelados por la llamada que nos hace Manos Unidas a cada uno y respondamosgenerosamente aportando lo que cada uno puede y debe; recordemos lo que decía San Agustínhablando de la salvación: “no todo depende de mí pero sí hay algo que depende de mí”. Ojalá que,cuando se trata de lograr este mundo nuevo sin desigualdades, con un desarrollo integral auténti-co, con la abolición de la vergüenza del hambre de seres humanos, sepamos que no todo dependede nosotros pero que sí que hay algo que depende de nosotros, de nuestra conciencia y de nues-tra respuesta. Respondamos responsable y generosamente.

Vuestro Obispo,

+ Gerardo Melgar Viciosa,Obispo de Osma-Soria

Page 71: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

71

Un mundo nuevo: Proyecto de todos

Diócesis de Ourense

Monseñor J.Leonardo Lemos Montanet,Obispo de Ourense.

ajo el lema: “Un mundo nuevo, proyecto común”, celebramos la LV Campaña de ManosUnidas contra el hambre en el mundo. Los medios de comunicación, rápidos y que nosaben de fronteras, nos ayudan a descubrir, incluso instintivamente, que el mundo escomo una “aldea global”, nada ni nadie puede ser o sentirse ajeno a este mundo, casa

común de la Humanidad y, por consiguiente, objeto de las preocupaciones de todos que lleva, deforma implícita, el sentimiento profundo de una fraternidad universal. Me van a perdonar, pero nome he equivocado a la hora de titular esta carta; he querido cambiar el lema por este otro: Unmundo nuevo:Proyecto de todos.

Desde esta perspectiva, entiendo mucho mejor lo que Manos Unidas quiere conseguir. Es ciertoque, desde que surgió esta institución gracias al coraje de un grupo de mujeres. cristianas, ManosUnidas ha querido ser un proyecto poliédrico, con muchas caras; el subtitulo puede ser que reduz-ca la problemática pero bien es verdad que la plaga del hambre es consecuencia de muchas causasy no sólo la falta de alimentos, porque, como muy bien decía hace unos días el papa Francisco: hayalimentos suficientes para alimentar a todo el mundo, lo que pasa es que están mal distribuidos

La realidad de este mundo globalizado adolece de gravísimos problemas que generan serias difi-cultades a esa fraternidad que debiera ser el impulso creador de un mundo nuevo y mejor. El papaFrancisco ha sabido diagnosticarlas certeramente. Si queremos un mundo distinto, más justo y másfraterno, no podemos olvidarnos de la opción por los pobres, porque no existiría una fraternidaduniversal si esta no estuviese abierta a las necesidades del hombre y de la mujer concreta con lasque convivimos y compartimos esta tierra.

Para crear un mundo nuevo es necesario convencerse de que, mientras no se solucionen los pro-blemas de los pobres y del hambre en el mundo, eso será una utopía más, como aquellas predi-cadas por los sistemas decimonónicos. Para lograrlo es necesario luchar contra toda inseguridad,tanto en nuestro entorno, nuestro pequeño mundo, como en todo el "universo". No se resolveránlos grandes problemas del mundo y de tantos hombres y mujeres “mientras no se resuelvan radi-calmente los problemas de los pobres” (E.G. nº 202), porque la inequidad es raíz de los males exis-tentes. El Papa nos ha dado los criterios necesarios para conseguir superar esa inequidad. Se nece-sita, además de un crecimiento económico, tomar una serie de decisiones justas e impregnadas deracionalidad, llevar a cabo unos programas adecuados, establecer unos mecanismos y procesosorientados a una mejor distribución de los ingresos, a una creación de fuentes de trabajo y una pro-moción integral de los pobres, de tal modo que se pueda superar el estadío de un simple asisten-cialismo y, los carentes de lo necesario, puedan ser dueños de sus vidas y de sus trabajos, conautonomía.

B

Page 72: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

72

En un mundo como el nuestro, en el que la macro-política, con su macro-economía, corre el riesgode reducir las relaciones entre los seres humanos a puro cálculo individualista y a unas micro-rela-ciones que sólo constituyen una cosmética externa de un mundo llamado globalizado, ManosUnidas, desde el primer momento, no sólo se preocupó de solucionar los problemas concretos delhambre, sino que, con su impronta en la sociedad actual, tan auto referencial y pagada de sí misma,empapada por modas hedonistas que insensibilizan las conciencias y ciegan la razón, entretejida ycondicionada por oscuros intereses económicos, ha sabido plantear los problemas para conseguirlas soluciones adecuadas.

Manos Unidas se ha convertido en la conciencia crítica de un pueblo que pretende, en muchas oca-siones, volver la mirada hacia otra parte. A lo largo de más de cincuenta años de su vida, no ha deja-do de meter el dedo en la llaga para interpelar a nuestras conciencias, tantas veces aburguesadas,que nos impiden ver la realidad. A donde nosotros no llegamos, porque no podemos, llega ManosUnidas con sus estudios y análisis de la realidad, con sus proyectos de cooperación en el desarro-llo de los pueblos, con la erradicación de todo signo de esclavitud y pobreza, comenzando por elhambre, con nuestras manos, manos de todos unidas en un proyecto común para conseguir unmundo nuevo.

A nuestros miedos y excusas nos responde Manos Unidas diciéndonos que debemos priorizar la“cultural del otro”, como camino para una fraternidad universal que sea la clave para la construc-ción de un mundo nuevo, realidad ésta que, necesariamnete, tiene que ser obra de todos. Eseproyecto de un mundo nuevo, sólo será viable si nos implicamos todos, no unos cuantos ¡los desiempre!, porque basta que uno se apee de este proyecto para que su ritmo se interrumpa y sudinamismo se ralentice. Nunca un proyecto tan ambicioso ha necesitado tantas manos para hacer-se efectivo; su novedad y su éxito se encuentran en las manos unidas de toda esa gran familia quees la humanidad. ¡Que no falten tus manos en este proyecto, porque aunque pobres y pequeñas,frágiles y también necesitadas, de ellas depende la novedad de este gran proyecto común!

+ J. Leonardo Lemos Montanet,Obispo de Ourense

Page 73: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

73

lega esa cita anual que puede parecernos ya anacrónica, como si se hubiera superado eleslogan que dio origen a una célebre campaña: la del hambre. ¿Se puede hablar de ham-bre en el mundo todavía? Sería la pregunta retórica que desde el mundo opulento, inso-lidario, triste y envejecido, quizás alguno se haga como queriendo sacudirse cualquieratisbo de mala conciencia o de inoportuno recordatorio que sería preciso censurar.

Pero cada año, llegando el segundo domingo de febrero, Manos Unidas vuelve a recordarnos estereto, esta herida, que lamentablemente sigue estando en vigor.

Manos Unidas es una de las organizaciones católicas de más prestigio internacional por el rigor conel que gestionan sus ayudas, por la generosidad con la que trabajan sus muchos voluntarios, por laidentidad cristiana y eclesial que impregnan todos sus proyectos. No es una ONG al uso sin más. Esuna expresión de la caridad cristiana que tiene denominación de origen, que sabe por qué y porQuién hacen lo que hacen.

Muchas veces, ante catástrofes naturales o desastres ocasionados por el egoísmo y violencia de loshumanos, no pocas personas se preguntan con cinismo o con sinceridad: ¿dónde está Dios? Y la res-puesta es tan sencilla como comprometida: en nuestras manos, en nuestra mirada, en nuestraentraña, en nuestra caridad, en nuestra solidaridad. Dios se vale de nuestra pequeñez para hacerobras muy grandes, y como sucediera en la multiplicación de los panes y peces que saciaron a aque-lla multitud, Jesús hizo el milagro, pero a partir de lo que le presentaron los discípulos y aquel cha-val que encontraron.

El gesto de estar cercano a quienes sufren por la carencia de lo más elemental, no sólo es una hermo-sa expresión del amor a Dios y del amor a nuestro hermano, sino también un recordatorio, un anuncio,una especie de parábola viva con la que estamos narrando la ternura y la misericordia del mismoDios. Podrá ser hambre de pan o de paz, cobijo de techo o cobijo de amistad, educación elementalo de la sabiduría que Dios enseña, carencia de dignidad o de fe y esperanza. ¡Cuántos rostros depobreza nos están reclamando un sin fin de compromisos, de entrega y de cristiana solidaridad!

El papa Francisco recordó hace poco que «es un escándalo que todavía haya hambre y malnutriciónen el mundo. Nunca pueden ser consideradas un hecho normal al que hay que acostumbrarse,como si formara parte del sistema. Hay que abatir con decisión las barreras del individualismo, delencerrarse en sí mismos, de la esclavitud de la ganancia a toda costa; y esto, no sólo en la dinámi-ca de las relaciones humanas, sino también en la dinámica económica y financiera global. Debemoscambiar nuestro estilo de vida, incluido el alimentario, que en tantas áreas del planeta está marca-

Un proyecto común: un mundo nuevo

Diócesis de Oviedo

Monseñor Jesús Sanz Montes,Arzobispo de Oviedo

L

Page 74: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

74

do por el consumismo, el desperdicio y el despilfarro de alimentos. Educar en la solidaridad signifi-ca educarnos en la humanidad. Apoyar y proteger a la familia para que eduque a la solidaridad y alrespeto es un paso decisivo para caminar hacia una sociedad más equitativa y humana”.

El lema de este año es: “Un mundo nuevo, proyecto común”. No es algo abstracto, sino que tienecauces concretos: Manos Unidas en la Diócesis de Oviedo pone nombre, rostro y respuesta a lashambres con todos los nombres. Dios sea bendito porque Él tiene hambre en sus hermanos, y esahambre es respondida con cristiana solidaridad. Nuestra gratitud a todos los que trabajan enManos Unidas, porque ese mundo nuevo, como común proyecto, se hace cada día acompañadospor el Señor.

+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofmArzobispo de Oviedo

Page 75: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

75

osotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirvemás que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No sepuede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende unalámpara para meterla debajo del celemín” nos dice el Evangelio de San Mateo queproclamaremos el próximo 9 de febrero, día en el que celebramos la Colecta de laCampaña contra el Hambre.

Manos Unidas, lleva 54 años siendo “Sal y Luz” y animándonos a comprometernos con el futuro delos millones de hermanos nuestros que más sufren fuera de nuestras fronteras. Más de cinco déca-das tratando de remediar las tres hambres que afligen el mundo: “hambre de pan, hambre de cul-tura y hambre de Dios”. En esta ocasión Manos Unidas nos anuncia que “LA CIVILIZACIÓN SE CONS-TRUYE EN EL AMOR” y nos recuerda que hace tres lustros, con la “Declaración de los Objetivos delMilenio”, la comunidad internacional se comprometió a poner en marcha las políticas necesariaspara que, en el año 2015, haya más personas que puedan con dignidad.

Desgraciadamente, en nuestra “civilización globalizada” el individualismo y la soledad primansobre el Amor. Individualismo y soledad que hacen a las personas indiferentes de sus semejantes,que son vistos como enemigos, y no como hermanos. Una sociedad en la que predomina la “cultu-

ra del descarte”, que deja fuera a los más débiles e indefensos en aras de un progreso material. Nopodemos llegar a la “civilización del amor” que permita un desarrollo integral solidario de la huma-nidad si pensamos que el progreso es sólo cuestión de mejorar procesos económicos, políticos osociales. Es necesario un compromiso solidario mundial basado en la verdad de la naturaleza huma-na, en un reconocimiento de los otros como verdaderos hermanos que nos permita salir al encuen-tro de los que tenemos cerca y de los que están lejos.

Como Manos Unidas explica, cuatro palabras quieren definir su acción, que también es la nuestra.La “Esperanza”, motor de la experiencia cristiana, que subyace en nuestra misión, y que mira hacianuestro interior, y hacia el exterior. Uniendo ambas miradas, podemos trabajar sabiendo que Diospondrá lo que falte a nuestras fuerzas. En el “Mundo”, pues aunque tenemos puesta la mirada enlos que más lo necesitan, no olvidamos que cada hombre y mujer se ven afectados por nuestraacción... en una labor que no es excluyente, sino que, buscando a los últimos, incluye a todos. Paraun mundo “Nuevo”, dando valor verdadero a lo bueno que ya hay en él. Y en una tarea que es“Común”, que nos afecta a todos, de forma particular y colectiva.

Todo ello será posible si -como nos dice Manos Unidas- vivimos la “Fraternidad”. Una fraternidadde todos los hombres que compartimos una misma naturaleza, prescindiendo de su religión, raza,

Sal y Luz para una civilización del amor

Diócesis de Palencia

Monseñor Esteban Escudero Torres,Obispo de Palencia.

“V

Page 76: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

76

sexo... Una fraternidad basada en la ley de la solidaridad humana y de la caridad... Una fraternidadque conlleva una misión y la necesidad de dar respuesta urgente a las exigencias de nuestro tiem-po... Una fraternidad humana que debe vivirse en la caridad y desde la verdad.

Esta “civilización construida en el amor” será la que nos permita reconocer a los otros como her-manos, en quienes se puede confiar. Será la que haga posible que nuestro mundo globalizadocamine hacia la seguridad, la paz y la justicia. Y solo podremos lograrlo si -como la vida de la Iglesianos descubre- reconocemos al otro como hermano, cambiando nuestros propios corazones, aco-giendo el don que nos ofrece el mismo Jesucristo.

Para Manos Unidas y para todos los cristianos, la caridad que ilumina y nutre la fraternidad y la soli-daridad nace de nuestro encuentro con Cristo, que nos lleva al compromiso. Un compromiso en elque predomina la gratuidad. Un compromiso en el servicio de la caridad en el que caminamos guia-dos por el ejemplo de Cristo que abraza gratuitamente la necesidad del otro, para hacerle presen-te el reino de Dios.

El papa Francisco, en su Homilía de inicio del pontificado, hacía una llamada a todos los hombres debuena voluntad: «la vocación de custodiar no sólo nos atañe a nosotros, los cristianos, sino que tieneuna dimensión que antecede y que es simplemente humana, corresponde a todos. Es custodiar todala creación, la belleza de la creación, como se nos dice en el libro del Génesis y como nos muestra sanFrancisco de Asís: es tener respeto por todas las criaturas de Dios y por el entorno en el que vivimos.Es custodiar a la gente, el preocuparse por todos, por cada uno, con amor, especialmente por los niños,los ancianos, quienes son más frágiles y que a menudo se quedan en la periferia de nuestro corazón».

En la medida que ejerzamos esta vocación se harán vida las palabras finales del Evangelio de estajornada: “Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria avuestro Padre que está en los cielos”.

Con mi saludo, afecto y bendición para todos los que hacen posible Manos Unidas en nuestra dió-cesis... os animo a empeñarnos en construir esta “Civilización del Amor” que tanto necesitamos.

Monseñor Esteban Escudero Torres,Obispo de Palencia.

Page 77: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

77

Queridos diocesanos:

Como en años anteriores, Manos Unidas celebra su tradicional Campaña contra el Hambre, en estaocasión con el lema “UN MUNDO NUEVO, UN PROYECTO COMÚN”.

Los actuales medios de comunicación están produciendo una globalización total, un hecho quetiene peligros, pero también ventajas. Se trata de potenciar estas últimas; y esto es lo que preten-de Manos Unidas al proponernos el eslogan de este año.

Manos Unidas se manifiesta como profecía y realización. Su mensaje encaja en la misión universalde la Iglesia que aspira a un cielo nuevo y una tierra nueva. San Juan describe en el Apocalipsiscómo entonces Dios habitará con los hombres y será su Dios. Ya no habrá llanto, ni dolor, ni muer-te, porque lo antiguo ha pasado. Todas las cosas serán nuevas (Cfr. Ap 21, 3-8). San Pedro lo con-firma cuando anuncia cielos nuevos y nueva tierra en donde triunfará la justicia (Cfr. 2 Pe 3, 13) Setrata de la meta final hacia la que camina la humanidad: la redención y salvación de todo lo creado,cuando Cristo sea todo en todos y Él se lo entregue todo al Padre (Cfr. 1 Cor 15, 28).

Asimismo, cuando el Concilio Vaticano II trata sobre la actividad humana en el mundo afirma queéste camina hacia la perfección final cuando será transformado todo el universo. Pero desconoce-mos cuándo y de qué manera se transformará (Cfr. GS 39). Por eso advierte que “la espera de unatierra nueva no debe amortiguar, sino más bien avivar la preocupación de perfeccionar esta tierra,donde crece la nueva familia humana” (Ibid. GS 39). Esta cita conciliar puede ser el punto de refle-xión que ilumine este año la campaña de Manos Unidas contra el Hambre en el mundo.

Porque, como escribía Pablo VI, “el mundo está enfermo, pero su mal está menos en la esteriliza-ción de los recursos y en su acaparamiento por parte de algunos que en la falta de fraternidadentre los hombres y entre los pueblos” (Populorum Progressio, 66).

La tierra es un regalo y una bendición que Dios pone en las manos de nuestros primeros padrespara que la pueblen, la hagan fructificar y la perfeccionen. Él nos la ha confiado para que la habite-mos y perfeccionemos con responsabilidad.

Perfeccionar la tierra significa, por tanto, poner los avances de la ciencia, la técnica y el progresopara mejorar todo lo creado con la intención de que el ser humano vaya adquiriendo mayores cotasde dignidad. En esa tarea estamos comprometidos todos los cristianos, buscando ser alivio y espe-ranza para aquéllos que sufren la miseria, el hambre y la pobreza en todas sus formas.

Diócesis de Pamplona y Tudela

Monseñor Francisco Pérez González, Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela.

UN MUNDO NUEVOUN PROYECTO COMÚN Campaña contra el Hambre Manos Unidas 2014

Page 78: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

78

Agradezco a Manos Unidas todo el bien que desarrolla en nuestra Diócesis. Seguid adelante convuestro servicio silencioso, voz de las conciencias y compromiso para lograr la dignidad de toda lahumanidad.

Con mi bendición,

+ Francisco Pérez González,Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela

Page 79: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

79

Queridos diocesanos:

Un año más os llega esta invitación mía a participar activamente en la Campaña contra el Hambrede Manos Unidas. Como muy bien sabéis, esta campaña es siempre para nosotros una oportunidadpara mirar al mundo con unos lentes -ahora que están de moda- que nos lleva a otras dimensionesde la realidad y que abren nuestros ojos y, sobre todo despierta la mirada de nuestro corazón,hacia otros límites o como dirá el papa Francisco a “otras periferias existenciales”. Manos Unidasnos brinda la ocasión de, a pesar de nuestros problemas cercanos, que son muchos, ampliar el hori-zonte y así poder colaborar en un proyecto universal: el de los objetivos del milenio.

Nos llama a buscar el desarrollo integral, ese que quiere negar a todas las necesidades de los sereshumanos, porque los reconoce a todos iguales, con la conciencia clara de que todos somos herma-nos en los que no caben diferencias en los derechos y en las posibilidades. Nos sitúa así en un pro-yecto que, en nuestro caso de creyentes católicos, nos recuerda que la igualdad es fraternidad, yaque todos tenemos un Padre común: nuestro Padre Dios. Esta campaña no sólo nos sitúa en susobjetivos más generales, sino que también nos propone tareas concretas, con fines concretos ycon destinatarios concretos.

A nosotros, los hombres y mujeres de buena voluntad que vivimos en el territorio diocesano dePlasencia, nos invitan a promover en Mozambique, África Austral, un PROYECTO DE REHABILITA-CIÓN PARA PREESCOLAR, PROMOCIÓN DE LA MUJER Y CANALIZACIÓN DE AGUA, del que se vana beneficiar de un modo directo 200 personas y más de 1.000 de un modo indirecto. Otro proyec-to es REHABILITACIÓN DEL CENTRO DE SALUD y MATERNIDAD RURAL CON CANALIZACIÓN DEAGUA POTABLE, del que se van a beneficiar 35.000 personas. Como veis, es un hermoso modo detrabajar el de Manos Unidas. No nos piden nuestra cooperación de un modo genérico; al contrario,cada año le adjudican a cada Diócesis unos proyectos para que animen a la comunidad diocesanaa su financiación. Se puede decir claramente que conocemos el destino de nuestra solidaridad yque sabemos que va a hacer un gran bien.

En nuestro caso, además, la persona, misionera, que está al frente del primer proyecto social, Hna.Concepción del Toro López pertenece a una congregación religiosa vinculada a nuestra Diócesis, Her-manas Apostólicas de Cristo Crucificado. Concretamente tienen casa en Deleitosa y, además, tienenvarias casas en la Diócesis hermana de Mérida-Badajoz. Al frente del segundo está Mons. FranciscoLerma Martínez, obispo español de la Diócesis de Gurué en Mozambique. Al equipo de Manos Uni-das en nuestra diócesis le han encomendado hacer de puente entre nosotros, entre nuestra apor-tación generosa y estos proyectos que abrirán esperanza y desarrollo en sus lugares de destino.

Un mundo nuevo, proyecto comúnMANOS UNIDAS 2014

Diócesis de Plasencia

Monseñor Amadeo Rodríguez Magro, Obispo de Plasencia.

Page 80: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

80

Es con esos dos proyectos como a nosotros se nos invita a colaborar en la realización de un nuevomundo, en un proyecto común. Ese proyecto sólo lo podemos alcanzar entre todos, contribuyen-do cada uno según sus posibilidades. Seguramente no son muchas y, en esta ocasión, esté condi-cionada nuestra generosidad por las necesidades más cercanas que tenemos a nuestro alrededor.Sin embargo, hemos de creernos que la generosidad se suma y se multiplica cuando más difícil lotenemos. Tener que acercar nuestra mirada a las víctimas de la crisis económica y laboral que pade-cemos, no sólo no nos impide ver el horizonte más lejano, sino que, por el contrario, el conocernuestras carencias nos hace más conscientes de las carencias mucho más grandes y estructuralesde los países del tercer mundo, y, por eso, también nos hace más generosos.

Acudamos, pues, con anchura de corazón a la llamada de Manos Unidas, que además de pedirnosnuestra cooperación, nos pide muy especialmente la toma de conciencia de lo mucho que aún nosqueda para lograr un mundo nuevo, un proyecto común. Un imaginativo cartel nos sitúa en lasnecesidades concretas de la geografía mundial de la pobreza y el subdesarrollo.

Con todo mi afecto y bendición.

+ Amadeo Rodríguez Magro,Obispo de Plasencia

Page 81: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

81

UN MUNDO NUEVO,PROYECTO COMÚN

Diócesis de San Sebastián

Monseñor José Ignacio Munilla Aguirre,Obispo de San Sebastián.

na vez más la Asociación Manos Unidas nos convoca a la Campaña Contra el Hambreen el mundo. No podemos dar la espalda al hambre que sufre una buen parte delmundo. Mirarlo de frente y posibilitar que toque nuestro corazón y nuestro bolsillo esel objetivo de esta campaña que pretenden suscitar el deseo de un Mundo Nuevo másjusto y solidario.

El hambre no puede ser tan solo una cuestión de mala suerte por haber nacido en tal sitio. No esalgo que depende del destino, sino algo que reclama la justicia, la conciencia cristiana y pone encomún caminos de solidaridad en la comunidad cristiana para su solución.

La liturgia que será proclamada este domingo nos pone en el camino de la solución. ¿Qué podemoshacer, cómo actuar? ¡Seamos sal de la tierra y luz del mundo!... Si la sal se vuelve sosa, no sirve paranada. Tampoco sirve la luz que se oculta!... ¿No nos ocurre algo parecido cuando nos acobardamosante el mundo?... Si queremos vivir en paz, hagamos las paces; desarrollemos la solidaridad que exi-gimos a los demás de modo que “viendo el bien que hacéis, alaben todos a vuestro Padre que estáen el cielo”. (cf. Mt 5,16)

La Asociación Manos Unidas nos invita a poner nuestra mirada como comunidad cristiana estos 55años en el desarrollo y la ayuda a los pueblos del Sur financiando proyectos sobre estos cinco ejesfundamentales: la agrícola, la sanitaria, la educativa, la social y la promoción de la mujer.

No cabe duda que este mundo es cada vez más complejo. El hambre debe ser en esta sociedadsupuestamente civilizada una sacudida a nuestra conciencia algunas veces dormida, de maneraque despertemos nuestra solidaridad práctica.

¡Que entre nosotros la sal no se vuelva sosa y que la lámpara alumbre a todos los de la casa!

Juan Cruz MendizabalVicario General

U

Page 82: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

82

Page 83: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

83

ECO DE LA PALABRAManos tendidas

Monseñor Agustí Cortés Soriano,Obispo de Sant Feliu de Llobregat

La campaña de Manos Unidas este año viene orientada por el lema “Un mundo nuevo,proyecto común”. No es preciso explicar por qué este lema, convertido en llamada pro-fética, es hoy muy oportuno. Bastaría con captar la situación social que nos rodea ydejarse interpelar por ella. ¿Quién no compartirá el deseo de un mundo nuevo? ¿Quiénnegará que este mundo nuevo no se conseguirá si todos no arrimamos el hombro?

La expresión “esperamos un mundo nuevo” es bíblica. En la Segunda Carta de San Pedro leemos:“pero nosotros esperamos el cielo nuevo y la tierra nueva que Dios ha prometido, en los que todoserá justo y bueno” (2Pe 3,13). Esta cita recuerda otros pasajes de la Biblia, concretamente de Isaíasy del Apocalipsis (y diversos lugares de San Pablo), en los que se habla también de un mundo nuevoesperado. Pero tanto en la Segunda de San Pedro, como en estos lugares, el mundo anunciado yesperado llega una vez el mundo presente ha desaparecido; y, además, este acontecimiento esobra de Dios, el Dios creador y salvador, único capaz de hacer que todo realmente sea nuevo.

Entonces, ¿qué sentido tiene la llamada de Manos Unidas? Los teólogos dirán que el mundo quepodemos construir nosotros y el que Dios hará no coinciden exactamente. Pero, ¿tienen algo quever? La llamada de Manos Unidas se dirige a todos: ¿qué significa? Lo que hacemos los cristianosesperando el mundo nuevo que traerá Dios, ¿qué aporta a la construcción de un mundo más huma-no aquí en la tierra? El Concilio Vaticano II ya había tratado este problema. En la Constitución sobrela Iglesia en el Mundo Actual (cf. GS p. 39) hallamos una respuesta: “Aunque se ha de distinguir cui-dadosamente el progreso terreno del crecimiento del Reino de Cristo, sin embargo, el primero, enla medida en que puede contribuir a ordenar mejor la sociedad humana, interesa mucho al Reinode Dios”. Los bienes humanos, como la fraternidad, se recuperarán limpios, iluminados y transfigu-rados cuando venga Cristo en su Reino.

Las Naciones Unidas proponen objetivos para el segundo milenio para erradicar la pobreza, basa-dos en “la fraternidad universal” (lograr una Asociación Mundial para el Desarrollo, dentro de losObjetivos de Desarrollo del Milenio). Pero a nadie se le oculta la debilidad de una propuesta (y elriesgo de su fracaso), cuando ella carece de fundamento teórico o doctrinal (por qué hay que se-cundarla) y de motivación subjetiva (convicción profunda). ¿Somos todos realmente hermanos?¿Hemos de serlo? ¿Por qué? De hecho, no todos piensan que compartimos la misma dignidad o quehemos de ser hermanos… Y muchos lo aceptarían en teoría, o en la “poesía”, pero no en la práctica.

Manos Unidas sí lo cree. Pero sus convicciones nacen de la fe: � Creen en la fraternidad aunque nadie lo crea, o mil intentos por lograrla acaben

fracasando: somos hermanos porque hay un Padre común.

L

Diócesis de Sant Feliu de Llobregat

Page 84: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

84

� Están convencidos de que la fraternidad ha triunfado ya en Cristo Resucitado.

� Saben que la fraternidad exige cambios, no solo estructurales, sino también personales e íntimos.

� Han aprendido de la historia que la fraternidad más radical es un compromiso de amor gratuito y generoso, que alcanza incluso el martirio.

� Se apoyan en la experiencia de que, en definitiva, la fraternidad universal es voluntad y trabajo del mismo Dios en nosotros.

Entonces, lo que hace Manos Unidas no es sólo unir las manos en círculo cerrado, sino también ten-der las manos, para, desde sus convicciones, trabajar junto a quienes, al menos parcialmente, com-partan sus sueños y sigan los mismos caminos.

+ Agustí Cortés Soriano, Obispo de Sant Feliu de Llobregat

Page 85: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

85

Campaña de Manos Unidas“UN MUNDO NUEVO,

PROYECTO COMÚN”

Diócesis de Santander

Monseñor Vicente Jiménez Zamora,Obispo de Santander.

a Campaña de Manos Unidas llama a nuestras puertas en el mes de febrero con un pro-grama de actos, que se prolongan a lo largo del año 2014 y reclaman nuestra atención einterés.

Manos Unidas es una Organización No Gubernamental para el Desarrollo (ONGD). Es la Asociaciónde la Iglesia Católica en España para la ayuda, promoción y desarrollo del Tercer Mundo.

La Campaña de Manos Unidas quiere ser conciencia crítica de la sociedad y de la Iglesia, que sientenel aguijón de la responsabilidad ante la situación del hambre en el mundo, resumen de todas lasinjusticias, con su cortejo de subdesarrollo e incultura. En la solución de este gravísimo problemahay implicadas muchas responsabilidades, a distintos niveles, que no es éste el momento de con-cretar, sino más bien de aprovechar la oportunidad que nos ofrece la Campaña de Manos Unidas,para aceptar con todas sus consecuencias lo que nos afecta y compromete a nosotros desde laconciencia humana y la fe cristiana.

La Campaña de este año, en su edición LV, tiene como lema: “Un mundo nuevo, proyecto común”basado en el Objetivo de Desarrollo del Milenio nº 8. “Para plasmar una sociedad más humana, másdigna de la persona, es necesario revalorizar el amor en la vida social -a nivel político, económico,cultural- haciéndolo la norma constante y suprema de la acción. El amor es la forma más alta y másnoble de la relación de los seres humanos entre sí. El amor debe animar, pues, todos los ámbitosde la vida humana, extendiéndose igualmente al orden internacional. Solo una humanidad en laque reine la civilización del amor podrá gozar de una paz auténtica y duradera” (Compendio de laDoctrina Social de la Iglesia, n. 582).

Es posible construir como hermanos un mundo nuevo, por el don del Espíritu Santo, que se nos hadado en el Bautismo y que nos hace parte de una gran familia mayor que la familia de la sangre: laIglesia. Este mundo nuevo, en el plan de Dios, tiene como meta, el reino de Dios; como estado, lalibertad; como ley el precepto nuevo del amor.

Con esta Carta pastoral, como Obispo expreso públicamente mi gratitud sincera a todo el equipode nuestra Delegación Diocesana de Manos Unidas y a todos los voluntarios por su trabajo entu-siasta y eficaz durante el año. Gracias a Dios la respuesta de los diocesanos es siempre generosa ynos permite financiar los proyectos propuestos para cada Campaña.

+ Vicente Jiménez Zamora,Obispo de Santander

L

Page 86: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

86

Page 87: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

87

Queridos diocesanos:

Al tener que recordar todos los años que hay casi 870 millones de personas hambrientas y malnu-tridas, entre ellas muchos niños, puede dar la impresión de que nos hemos resignado a la situacióndel hambre en el mundo. Nada más lejos de esta realidad. Se trata de concienciarnos nuevamentede que no debemos ahorrar esfuerzo alguno para que llegue el momento de que no tengamos quealudir a ella. El punto central siempre es el mismo: reconocer los Valores fundamentales de la per-sona humana, favorecer el respeto de su dignidad, y defender que el derecho a la nutrición es parteintegrante del derecho a la vida de cada ser humano.

El hambre, problema lacerante.El hambre, vergüenza injustificable desde todos los puntos de vista, es un problema tanto más la-cerante cuanto que no viene causada por la escasez material sino por la insuficiencia de recursossociales, es decir, por la falta de un sistema de instituciones económicas capaces de afrontar las exi-gencias relacionadas con las necesidades primarias y con las emergencias de crisis alimentarias rea-les, provocadas por causas naturales o por la irresponsabilidad política nacional e internacional. “Eldesperdicio de alimentos no es sino uno de los frutos de la cultura del descarte que a menudo llevaa sacrificar hombres y mujeres a los ídolos de las ganancias y del consumo; un triste signo de la glo-balización de la indiferencia, que nos va acostumbrando lentamente al sufrimiento de los otros,como si fuera algo normal“1.

Un mundo nuevo con la colaboración de todos.Este año Manos Unidas pone ante nuestra consideración el objetivo de lograr un mundo nuevo conla colaboración de todos. Hablamos tantas veces de esto que nos puede parecer una utopía inal-canzable, y sin embargo no lo es. Viviendo la paz, realizando la justicia social y ejerciendo la solida-ridad podemos ir consiguiendo un mundo nuevo. La fuerza vivificante de la gracia de Dios y de laluz de la fe nos impulsa a comprometernos en la construcción de un nuevo orden mundial funda-do sobre relaciones éticas y económicas justas, con la conciencia de ser ”familia” llamada a cons-truir vínculos de confianza y de ayuda mutua. Una humanidad unida podrá afrontar las condicionesde pobreza humillante en que viven millones de seres humanos2.

Hemos de dar asistencia a los que la necesitan siguiendo las indicaciones de Jesús como son dar decomer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, visitar al enfermo... (cf. Mt 25).En el juicio final contará el haber hecho algo por los necesitados. Además de esto nuestra preocu-pación debe ser el lograr que los pobres sean capaces de valerse por sí mismos y no sean depen-dientes permanentes. Para conseguir esto es necesario erradicar las raíces de las causas que gene-

Un mundo nuevo, proyecto común

Monseñor Julián Barrio Barrio,Arzobispo de Santiago de Compostela.

Diócesis de Santiago de Compostela

Page 88: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

88

ran estas situaciones haciendo que las estructuras sociales, políticas y económicas tengan una con-figuración más justa y solidaria. Por otra parte esto nos exige vivir la fraternidad, dando la vida paraque otros tengan vida, recordando lo que nos dice san Pablo: “Y si repartiera todos mis bienes entrelos necesitados…, si no tengo amor, de nada me serviría” (1Cor 13,3). Es necesario “educarnos en lasolidaridad, redescubrir el valor y el significado de esta palabra tan incómoda, y muy frecuente-mente dejada de lado, y hacer que se convierta en actitud de fondo en las decisiones en el planopolítico, económico y financiero, en las relaciones entre las personas, entre los pueblos y entre lasnaciones... Apoyar y proteger a la familia para que eduque a la solidaridad y al respeto es un pasodecisivo para caminar hacia una sociedad más equitativa y humana”3

Responsabilidad tuya y mía.Me pregunto y te pregunto: ¿que podemos hacer tú y yo para que al menos, algunos no pasen ham-bre? No podemos remediar el hambre de todos, pero seguramente sí podemos ayudar a algunoscuyas situaciones son muy precarias. “Cada uno de nosotros ¿no siente acaso en lo recóndito de suconciencia la llamada a dar su propia contribución al bien común y a la paz social? La globalizaciónabate ciertas barreras, pero esto no significa que no se puedan construir otras nuevas; acerca lospueblos, pero la proximidad en el espacio y en el tiempo no crea de suyo las condiciones para unacomunión verdadera y una auténtica paz. La marginación de los pobres del planeta, sólo puedeencontrar instrumentos Válidos de emancipación en la globalización, si todo hombre se siente per-sonalmente herido por las injusticias que hay en el mundo y por las violaciones de los derechoshumanos vinculadas a ellas. La Iglesia, que es «signo e instrumento de la íntima unión con Dios y dela unidad de todo el genero humano», continuará ofreciendo su aportación para que se superen lasinjusticias e incomprensiones, y se llegue a construir un mundo más pacífico y solidario”4.

Os saluda con afecto y bendice en el Señor,

+ Julián Barrio Barrio,Arzobispo de Santiago de Compostela.

1 FRANCISCO, Mensaje a la FAO 20/32 Cf. BENEDÏCTO XVI, Mensaje “Urhi el orbí” en la Navidad de 2005.3 FRANCISCO, Mensaje a la FAO 2013.4 BENEDICTO XVI, Mensaje para la Jornada mundial de la paz 2009. 8.

Page 89: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

89

ueridos diocesanos:

La organización católica Manos Unidas llama de nuevo a nuestras conciencias con su Campañaanual en la lucha contra el hambre en el mundo y en el compromiso a favor de un desarrollo huma-no integral y sostenible para todos. Este año, bajo el lema Un mundo mejor. Proyecto de todos,Manos Unidas quiere contribuir a crear un nuevo paradigma del desarrollo humano, basado en lafraternidad universal. Ésta es, en efecto, una cualidad necesaria para crear condiciones de desarro-llo en plenitud de todos los hombres y de todo el hombre, que ha de fundarse en la verdad, la jus-ticia, el amor y la libertad. Conseguirlo depende de nuestra capacidad para establecer relacionesque reconozcan y posibiliten la fraternidad fundamental de todo el género humano.

Como ya dijo el papa Pablo VI (PP 66) la causa más importante del subdesarrollo es “la falta de fra-ternidad entre los hombres y entre los pueblos” (PP, 66). Y Benedicto XVI nos recordaba que unmundo globalizado nos hace más cercanos, pero no más hermanos, y que la razón, por sí sola, escapaz de aceptar la igualdad entre los hombres y de establecer una convivencia cívica, pero no con-sigue fundar la hermandad. Ésta nace de una vocación transcendente de Dios Padre, el primeroque nos ha amado, y que nos ha enseñado mediante el Hijo lo que es la caridad fraterna (Caritas inVeritate, 19). Todos estamos destinados a “la unidad de la caridad de Cristo, que nos llama a todosa participar, como hijos, en la vida del Dios vivo, Padre de todos los hombres” (PP, 21).

La fraternidad universal es, pues, un don de Dios, que hemos de saber acoger con gratitud, y, a lavez, una llamada a vivir el don de la fraternidad con un verdadero compromiso hacia todos. “Cadaser humano es hijo de Dios”, ha dicho el papa Francisco, por haber sido creado por Dios a su ima-gen y semejanza; en el rostro de cada persona está impresa la imagen de Cristo. Se trata, enton-ces, de que sepamos verlo y así podamos ayudar a los demás -los de cerca y los de lejos-; se tratade ver en cada ser humano un hermano y una hermana que deben ser acogidos, respetados y ama-dos. El otro se convierte así en una ocasión que la Providencia nos ofrece para contribuir a la cons-trucción de un mundo más justo, más solidario y más fraterno.

Gracias a la paternidad universal de Dios todos formamos parte de la gran familia humana, la fami-lia de los hijos de Dios. Más allá de toda diferencia existe una igual dignidad de todo ser humano,por ser hijo de Dios, que debe ser percibida, acogida, respetada y tutelada siempre. Todos somosresponsables de todos. La apertura y generosidad hacia todos, la acogida de enfermos y débiles, yla promoción de los más olvidados nos muestran una y otra vez que sólo en la dinámica del amorpodemos construir un mundo en el que se den las condiciones que hagan posible, a las comunida-des y a cada uno de sus miembros, “el logro más pleno y más fácil de la propia perfección” (GS, 26).

La fraternidad, base del desarrollo integral y sostenible

Diócesis de Segorbe-Castellón

Monseñor Casimiro López Llorente,Obispo de Segorbe-Castellón.

Q

Page 90: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

90

Hay que apostar para que la lógica del don y del amor que mira a la persona concreta y le abre a laplenitud de su existencia, cuente en nuestras relaciones personales, sociales y culturales, en la polí-tica, en la economía y en la relación entre los países. Trabajemos por el desarrollo integral y soste-nible, ante todo, de cada persona y de toda la persona, incluida la dimensión espiritual, que favo-rezca la donación generosa de individuos y comunidades, que beneficie a todos, que tienda a laigualdad de oportunidades y que sea viable para las personas de hoy y de mañana.

Con mi afecto y bendición,

+ Casimiro López Llorente,Obispo de Segorbe-Castellón

Page 91: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

91

esde el año 1959, cuando se inició la Campaña en España, las Mujeres de Acción Cató-lica propusieron un día de ayuno voluntario que ha quedado fijado en el viernes in-mediatamente anterior al segundo domingo de febrero, como punto de apoyo paraimpulsar la ayuda contra el hambre.

Quien experimenta el hambre porque voluntariamente se priva del alimento, puede llegar a com-prender la injusticia que sufren quienes no tienen que comer, no un día sino muchos, incluso mesesde hambre. Experimentar el hambre para combatirla es la fórmula pedagógica que ha venido fun-cionando desde el principio de la campaña.

Estamos viviendo una crisis económica muy grave. Para que el horizonte se vaya despejando yamanezca un futuro mejor se nos ofrece un medio: compartir lo mucho o poco que tengamos. Sóloquien comparte vive dignamente. Tal vez no podremos solucionar todos los gravísimos problemasque provoca el hambre; ni podremos hacerlo de una manera inmediata, pero algo debemos hacer.

Ante nuestra situación económica en España quizás alguien podría pensar que la Campaña deManos Unidas, “un mundo nuevo proyecto común” parezca inoportuna en estos momentos. Peroa esta objeción se ha de replicar que aún con nuestras dificultades la distancia entre ellos y noso-tros -por ejemplo con nuestros hermanos de Filipinas y Haití- resulta inmensa. Nosotros malgasta-mos en cosas superfluas. Detrás de estos cientos de millones de hombres, humillados y ofendidosesta Cristo, identificado especialmente con ellos y su causa. La Iglesia nos enseña una preferenciapor los más pobres, los más débiles y los más necesitados. Necesitamos edificar la civilización delamor y reconocer a los otros como hermanos.

La Doctrina Social de la Iglesia nos descubre la entraña misma del ser cristiano y la base que sus-tenta su actuar en el mundo y en la historia, inseparable del reconocimiento de Dios como Dios,como del sólo y único Dios, Señor único de nuestras vidas, a quien debemos un amor total por enci-ma de todo, con todo lo que somos, con todo nuestro corazón, nuestra mente, nuestro querer ynuestros sentimientos.

Un amor que es cumplimiento entero de la voluntad de Dios, de sus mandatos, que no son ajenosa nuestra condición humana, imagen de Dios; un amor que es obediencia plena al querer divino,que es su infinito y apasionado amor por todos y cada uno de los hombres. Aquí radica la verdaddel hombre, ahí está su felicidad y su dicha, su libertad y la base para su encuentro en amor con losotros.

Día de Manos Unidas

Diócesis de Segovia

Monseñor Ángel Rubio Castro,Obispo de Segovia.

D

Page 92: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

92

La Doctrina social de la Iglesia tiene en su fundamento aquella expresión fundamental de la exis-tencia del hombre, del ser cristiano: «Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios es solamente uno». Estaes la clave. «Existe un solo Dios que es el Creador del cielo y de la tierra y, por tanto, también es el Diosde todos los hombres. Realmente todos los otros dioses no son Dios y toda realidad en la que vivimosse remite a Dios, es creación suya. No se trata de un dios cualquiera, sino que el único Dios verdadero,Él mismo, es el autor de toda la realidad; (…) este Dios ama a su criatura porque la ha hecho, ama alhombre (…) personalmente (…) y le da la Torah `la Ley’, es decir, abre los ojos de Israel sobre la ver-dadera naturaleza del hombre, y le indica el camino del verdadero humanismo» (Benedicto XVI), inse-parable del amor incondicional a Dios, que es Amor, como se ha manifestado plenamente en suHijo Jesucristo.

Jesús ha dado pleno cumplimiento a la Ley. Obediente hasta la muerte y una muerte de Cruz, cum-pliendo en todo la voluntad del Padre, haciendo del querer del Padre su alimento, ha desplegadoenteramente su vida hasta el extremo, hasta su entrega sacrificial por nosotros los hombres, y asínos ha mostrado el camino del hombre, en el que es inseparable la relación entre el amor a Dios yamor al prójimo. «Ambos están tan estrechamente entrelazados, que la afirmación de amar a Dios“sobre todas las cosas, por encima de todo” es en realidad mentira si el hombre se cierra al prójimo oincluso lo odia (…) el amor del prójimo es un camino para encontrar también a Dios y (…) cerrar losojos ante el prójimo nos convierte también en ciegos ante Dios» (Benedicto XVI).

Un mundo nuevo, un proyecto en común, nuevas tecnologías, credibilidad y originalidad para pro-gresar en nuestra convivencia que solo se fundamenta en Dios y en la fraternidad.

+ Ángel Rubio Castro,Obispo de Segovia

Page 93: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

93

Queridos hermanos y hermanas:

Como viene siendo una hermosa costumbre desde hace 55 años, Manos Unidas, la institución de laIglesia en España para la ayuda, promoción y desarrollo del Tercer Mundo, organiza la Campañacontra el hambre en el segundo domingo de febrero. Con este motivo me dirijo a los sacerdotes,consagrados y laicos de nuestras comunidades parroquiales, y a todas las personas de buena vo-luntad, para invitaros a colaborar generosamente a este buen fin, la lucha contra el hambre en elmundo y el desarrollo de los países del hemisferio sur.

Los datos son tristemente elocuentes: todavía hoy, a pesar de la globalización, la mitad de la huma-nidad padece hambre o está mal alimentada; una quinta parte de la población mundial sobrevivecon menos de un dólar al día; y 1.200 niños mueren cada hora como consecuencia del hambre.Quiere esto decir que en nuestro mundo todo está globalizado menos la solidaridad.

El pasado 16 de octubre el papa Francisco dirigía una mensaje al Director general de la FAO, conocasión de la Jornada Mundial de la Alimentación, en el que afirmaba que uno de los desafíos másserios para la humanidad es hoy la trágica condición en la que viven millones de personas ham-brientas y malnutridas, entre ellas muchos niños, algo que adquiere mayor gravedad en un tiempocomo el nuestro, caracterizado por un progreso sin precedentes en diversos campos de la ciencia.

Afirma el Papa que es un escándalo que todavía haya hambre y malnutrición en el mundo. Es ésteun problema que interpela nuestra conciencia personal y social y que exige una solución justa y du-radera. Señala también que mientras la globalización permite conocer las situaciones de necesidaden el mundo y multiplicar los intercambios y las relaciones humanas, crece el individualismo y la in-diferencia respecto a quien muere de hambre o padece malnutrición, casi como si se tratara de unamaldición, algo inevitable, un hecho normal al que hay que acostumbrarse.

¿Qué podemos hacer? Un paso importante es abandonar el individualismo y el encerrarnos en noso-tros mismos para abrirnos a la solidaridad, que debe inspirar nuestras decisiones personales y tam-bién las decisiones en el plano político, económico y financiero y las relaciones entre las naciones.

El Papa invita a superar la lógica de la explotación salvaje de la creación, cuidando el medio ambien-te y sus recursos, para garantizar una alimentación suficiente y sana para todos, pues está demos-trado que en el mundo hay alimentos suficientes para toda la humanidad. Esto nos obliga a supe-rar el consumismo y el despilfarro de los alimentos, un triste signo de la globalización de la indife-rencia, que nos va acostumbrando lentamente al sufrimiento de los otros, como si fuera algo nor-

AYUDEMOS A MANOS UNIDAS

Diócesis de Sevilla

Monseñor Juan José Asenjo Pelegrina,Arzobispo de Sevilla.

Page 94: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

94

mal. El problema del hambre no tiene sólo una dimensión económica o científica, sino también y,sobre todo, una dimensión ética y antropológica.

Se impone, pues la educación en la solidaridad, que es tanto como educarnos en la humanidad,tarea que nos apremia a todos, niños, jóvenes y adultos, si queremos construir una sociedad quesea verdaderamente humana, que pone en el centro de la vida personal, social y política a la per-sona y su dignidad, que nunca puede ser malvendida por la lógica de la ganancia o de los intereseseconómicos. El ser humano y su dignidad deben ser siempre los pilares de la vida personal de cadauno de nosotros y de nuestra vida comunitaria.

En la educación en la solidaridad tiene un papel preponderante la familia. Ella es la primera comu-nidad educativa. La familia es la primera escuela no sólo de valores, sino también de virtudes. Enella aprendemos a cuidar del otro, del bien del otro, a conmoverse ante sus necesidades, carenciasy dolores y a acudir a remediar con presteza sus sufrimientos. Por ello, apoyar y proteger a la fami-lia para que eduque en la solidaridad y en el compartir fraterno es un paso decisivo para caminarhacia una sociedad más equitativa y humana que elimine la lacra del hambre en el mundo.

Concluyo mi carta semanal rogando a los sacerdotes que colaboren con todo interés en la LV Cam-paña contra el Hambre, que celebramos en este fin de semana. Les agradezco de antemano el em-peño que van a poner en la homilía y en la realización de la colecta. Agradezco también el tiempo,el interés y el trabajo de los directivos y voluntarios de Manos Unidas de toda la Archidiócesis y eldesprendimiento de sus socios. Agradezco al nuevo Presidente Delegado, D. Joaquín Sainz de laMaza y Conesa, su disponibilidad ejemplar para asumir esta obra tan querida por la Iglesia en Espa-ña. Le auguro un servicio fecundo al servicio de nuestros hermanos de los países del Sur. Invito alos consagrados y a los fieles todos a la generosidad con nuestros hermanos más pobres, con laseguridad de que no quedará sin recompensa.

Para todos, mi saludo fraterno y mi bendición.

+ Juan José Asenjo Pelegrina,Arzobispo de Sevilla

Page 95: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

95

l papa Francisco, al analizar la realidad del mundo, señala que las relaciones humanasse mantienen en la actualidad dentro del juego de la competitividad y la ley del másfuerte. Como consecuencia de estos comportamientos, los poderosos se comen a losmás débiles de la sociedad y grandes masas de población se ven excluidas y margina-das: sin trabajo, sin horizonte, sin salida (EG 53).

Los medios de comunicación se encargan cada día de confirmar estas enseñanzas del Santo Padre, alponer ante nuestros ojos la insufrible realidad de los campos de refugiados, la destrucción provocadapor las guerras y la tristeza silenciosa reflejada en el rostro de millones de niños, que son obligadosa trabajar en edad temprana o que padecen deterioro físico por falta de alimento, agua o vivienda.

La constatación de esta dolorosa realidad toca una vez más nuestras conciencias haciéndonos verque, en distintos rincones del planeta, miles de hermanos nuestros no sólo son marginados, sinoexcluidos de la sociedad. Cuando se considera oportuno, se les utiliza en la búsqueda de los pro-pios intereses y cuando su actividad ya no se considera necesaria, se abandonan a su suerte. Estarealidad está muy lejos del proyecto de Dios de constituir un solo pueblo, en el que todos sus hijos,sin distinción de raza, de cultura o del color de la piel puedan vivir con dignidad y vean respetadossus derechos fundamentales. El escándalo del hambre y la pobreza extrema, que padecen tantaspersonas, no sólo va en contra del plan de Dios y de la dignidad de sus hijos, sino que resulta ina-ceptable en un mundo que dispone de recursos, de conocimientos científicos y de medios técnicospara subsanarlos.

Ante la constatación de esta dolorosa realidad, los responsables de Manos Unidas, además de invi-tarnos una vez más a los creyentes y a las personas de buena voluntad a colaborar solidariamenteen los distintos proyectos de desarrollo, quieren recordar a todos los ciudadanos y a las institucio-nes que, para seguir haciendo frente al hambre en el mundo, es preciso impulsar el desarrollo inte-gral de cada ser humano como expresión y concreción de la fraternidad, a la que todos somos con-vocados por el Creador.

La solución de estos graves problemas, ciertamente requiere dedicación y buena formación técni-ca pero, sobre todo, exige un auténtico espíritu de cooperación que haga posible la unión deesfuerzos, para que cada persona pueda ocupar su lugar en la sociedad de la que ha sido expulsa-da por el egoísmo de sus hermanos a las “periferias de la existencia”.

En ocasiones, todos podemos experimentar la tentación de pensar que esto no es posible. Sinembargo, la fe en Dios y el testimonio de tantos voluntarios, que actúan en los distintos rincones

UN MUNDO NUEVO,PROYECTO COMÚNDomingo, 2 de febrero de 2014

Monseñor Atilano Rodríguez Martínez,Obispo de Sigüenza-Guadalajara

E

Diócesis de Sigüenza-Guadalajara

Page 96: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

96

del mundo en el servicio a los más necesitados, tiene que ayudarnos a seguir poniendo los mediosa nuestro alcance para la erradicación del hambre en el mundo y para que la dignidad de cada per-sona sea valorada y respetada.

Con la ayuda del Señor, hemos de crecer cada día en coherencia, manteniendo abiertos los caminos dela generosidad y afrontando las tentaciones egoístas que nos impiden pensar en las pobrezas y mi-serias de los demás. Nuestro Dios quiere y espera que tratemos a cada persona, no como un obje-to de desecho, sino como un hermano que nos pertenece y de cuya suerte somos responsables.

Con mi bendición, feliz día del Señor.

+ Atilano Rodríguez Martínez,Obispo de Sigüenza-Guadalajara

Page 97: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

97

ste año, llega la campaña contra el hambre después de muchas palabras del papaFrancisco sobre la justicia, la solidaridad y el trabajo para erradicar la pobreza y el ham-bre. En todas ellas hay un denominador común, bien resumido en el lema de la Campa-ña de Manos Unidas de este año: un mundo nuevo, proyecto común.

El Papa afirma que: “Los planes asistenciales, que atienden ciertas urgencias, sólo deberían pensar-se como respuestas pasajeras” (EG 202) e insiste en que es necesario “un marco financiero mun-dial, con reglas propias justas y claras, para conseguir un mundo más equitativo y solidario, en elque sea posible derrotar el hambre, ofrecer a todos un trabajo digno, una vivienda decorosa y laasistencia sanitaria necesaria” (Carta al G-20, septiembre 2013).

El Papa es consciente de que a un problema global hay una solución global pero a la vez sabe quelas denuncias y las grandes palabras de poco sirven si no hay un cambio en el corazón. Por ello, nosinterpela en su Exhortación afirmando: “temo que también estas palabras solamente sean objetode algunos comentarios sin una verdadera incidencia práctica” (EG 200). Por ello, aunque nos desa-fía más cuando pone en práctica lo que dice: envía el elemosiniere pontificio a Lampedusa a orga-nizar sus ayudas a los inmigrantes; escucha saliendo de la visita pastoral a una parroquia de Romalos habitantes del barrio que no encuentran piso donde vivir; convoca a los pobres y encarceladosde Cerdeña en la catedral de Cagliari.

Antes de escribir esta glosa he mirado los resultados de la campaña de Manos Unidas 2013 y me hedado cuenta de que las aportaciones de los socios, los ingresos a través de las actividades y la partede una herencia multiplican por 10 el que se recoge a la colecta que se hace en la Iglesia. El titularsería los comprometidos multiplican por 10 la capacidad de ayuda de Manos Unidas .

En la línea de lo que pide y hace el Papa, os invito a dar un paso común en la dirección de un mundonuevo: hacernos todos socios de Manos Unidas. Si lo que daremos en la próxima colecta de ManosUnidas, lo damos cada mes a través de una suscripción bancaria, multiplicaremos por doce la colec-ta del año pasado, es decir, doblaremos la contribución de Manos Unidas Solsona a la erradicacióndel hambre. Además de aplaudir al Papa, ¿lo imitamos?

+ Monseñor Xavier Novell Gomá,Obispo de Solsona.

UN MUNDO NUEVO,PROYECTO COMÚN

Diócesis de Solsona

Monseñor Xavier Novell Gomá,Obispo de Solsona.

E

Page 98: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

98

Page 99: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

99

Queridos hermanos y amigos:

En este domingo Manos Unidas en su Campaña contra el Hambre llega a su edición cincuenta y cincoy, por lo tanto, otros tantos años que han llamado a nuestra sociedad y a nuestras conciencias para des-cubrir tantas necesidades que acucian a muchos hermanos nuestros en distintos lugares de la tierra.

Como nos recuerda Manos Unidas en el Manifiesto de esta campaña: En el año 2000, todos los paí-ses acordaron trabajar juntos para acabar con el hambre antes de 2015. A menos de un año para quese acabe el plazo, comprobamos que estamos muy lejos de poder conseguir este objetivo. Hoy, 842millones de personas pasan hambre. Es un escándalo que no podemos consentir. Está en nuestrasmanos ofrecer soluciones para que se cumpla este derecho fundamental para todos.

Ante estos números sobrecogedores de personas que pasan hambre y, a la vez, ante la crisis eco-nómica que pasa nuestro país, es fácil pensar que nada podemos hacer y que nuestra respuesta seasólo la indignación y la impotencia. En el Manifiesto Manos Unidas nos recuerda unas palabras delpapa Francisco invitándonos: a dedicar un lugar especial, en nuestros corazones, para esta emer-gencia, que es respetar el derecho otorgado por Dios a todos de tener acceso a alimentos adecua-dos, a compartir lo que tenemos, en caridad cristiana, con aquellos que tienen que hacer frente amuchos obstáculos, para satisfacer esa necesidad básica.

El eslogan de la Campaña de este año -Un Mundo Nuevo, Proyecto Común- nos invita a implicarnospara cambiar esta realidad superando nuestras propias dificultades y limitaciones.

En enero el Santo Padre ha iniciado una campaña contra el hambre en el mundo organizada porCáritas Internacional. El Papa está preocupado por esta herida de la humanidad y va a la raíz delproblema cuando indica que el hambre en el mundo hunde sus raíces en el egoísmo del hombreque ha preferido pensar en sí mismo y no pensar en los demás, por ello nos invita a todos a pres-tar nuestra voz: Invito a todas las instituciones del mundo a toda la Iglesia y a cada uno de noso-tros, como en una sola familia humana a dar voz a todas las personas que sufren silenciosamenteel hambre, para que esta voz se vuelva un rugido capaz de sacudir el mundo.

Os invito a todos a unirnos a esta llamada que nuevamente Manos Unidas nos hace en su Campañaanual. Ellos nos ayudan a participar en este proyecto común de hacer un mundo nuevo. Los distin-tos actos realizados en estos días -Vigilias de oración, cenas del hambre, actos de difusión, etc- nosconciencian y, a la vez, nos hacen colaboradores desde nuestra pobreza de este gran proyecto. LaMisa de este domingo nos une a todos en este ejercicio de amor y generosidad.

MANOS UNIDAS: UN MUNDO NUEVO, PROYECTO COMÚN

Diócesis de Tarazona

Monseñor Eusebio Hernández Sola,Obispo de Tarazona

Page 100: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

100

Felicito al equipo diocesano por su labor, al que ha dirigido hasta este año Dª. Rosa María Larrazcomo delegada, Dios os pagará vuestra generosidad y la eficacia y entrega con la que habéis reali-zado vuestro trabajo; asimismo deseo al nuevo equipo formado este año y presidido por Dª. MaríaIsabel Uriol un trabajo fructífero y una entrega generosa.

Con todo afecto os saludo y os bendigo.

+ Eusebio Hernández Sola, OARObispo de Tarazona

Page 101: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

101

e contemplado una fotografía impresionante. Aparece el papa Francisco bendiciendouna escultura que representa a una mujer tumbada en un banco callejero, a la que no se vela cara ni el cuerpo, hay que adivinarlo bajo una manta. La obra, del canadiense TimothySchmalz, se titula “Jesús sin techo”. No dice: “mujer sin techo”, sino “Jesús sin techo”.

Esta consideración de que todo ser humano necesitado es para nosotros Dios que nos pide ayuda,es la que movió a tantas personas santas de todos los siglos a entregarse a obras de caridad; la quedeterminó que la Iglesia fuera pionera en la asistencia hospitalaria mucho antes de que el Estadose encargara.

Es también el origen de Manos Unidas, organización nacida de la voluntad de un grupo de mujeresde Acción Católica de ser consecuentes con su fe. La presencia femenina, a veces reivindicada, nonecesita serlo en Manos Unidas, en sus encuentros y proyectos. Con la sensibilidad con que lasmujeres ponen para hacer las cosas, año tras año, impulsan proyectos de atención a los pobres delTercer Mundo.

El lema para 2014 es: “Un mundo nuevo. Proyecto común”. Podemos acercarnos a él partiendo deideas del papa Francisco, expresadas en la Evangelii Gaudium, y también en una oración que com-puso él mismo para la fiesta de la Inmaculada y que leyó a los pies de la columna de la Virgen, en laplaza de España de Roma.

Dice la oración del Papa: “Ayúdanos a estar siempre atentos a la voz del Señor; que no seamos sor-dos al grito de los pobres; que el sufrimiento de los enfermos y de los oprimidos no nos encuentredistraídos, que la soledad de los ancianos y la indefensión de los niños no nos deje indiferentes, queamemos y respetemos siempre la vida humana”.

El evangelizador -en palabras de Francisco- es aquel que sale al encuentro del “hombre herido”.Inspirado quizá por la escena evangélica de aquel herido que permanece en la cuneta del caminode Jericó, el Papa nos pide que no pasemos de largo ante el dolor humano.

Es lo que hace Manos Unidas desde hace tantos años, con sus proyectos, que no son sólo materia-les, sino que se dirigen a la persona en su conjunto, al hermano necesitado. Por ello me siento siem-pre muy cercano a esta bendita organización que tanto bien hace en el mundo.

+ Jaume Pujol Bacells,Arzobispo de Tarragona y primado

En socorro del hombre herido

Diócesis de Tarragona

Monseñor Jaume Pujol Balcells,Arzobispo de Tarragona y Primado de España

H

Page 102: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

102

Page 103: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

103

l segundo domingo de febrero tiene lugar la campaña de Manos Unidas en todos lostemplos de la diócesis. Manos Unidas es el nombre que recibe una organización nogubernamental de inspiración cristiana que nació de una iniciativa femenina. Fueronlas mujeres de Acción Católica las que, hace más de medio siglo, comenzaron esta lu-

cha tan razonable precisamente contra el hambre. Por este motivo se designa también con el nom-bre de Campaña Mundial contra el Hambre en el Mundo.

En este año 2014 se realiza la campaña número 55 que tiene como lema: “Un mundo nuevo, pro-yecto común”. El tema sintoniza muy bien con lo que nos propone con mucha frecuencia el papaFrancisco. Ya en aquella tarde del 13 de marzo del año pasado, al presentarse a las personas quellenaban la Plaza de San Pedro, abogó para que “haya un gran fraternidad”. Y después ha reitera-do -sobre todo en su visita a la isla de Lampedusa- la necesidad de superar la “globalización de laindiferencia” con una globalización de la solidaridad.

El núcleo de la campaña de este año se centra en reconocer que la fraternidad humana es el iniciodel desarrollo. Su Santidad Benedicto XVI, en la encíclica Cáritas in veritate nos invitaba a realizar unesfuerzo común para lograr la implicación de todos en el desarrollo global. Y esto como una mani-festación de la fraternidad a la que está llamada toda la humanidad. “El desarrollo de los pueblosdepende, sobre todo, de que se reconozcan como parte de una sola familia, que colabora con ver-dadera comunión y está integrada por seres que no viven simplemente uno junto al otro” (CV 53).

Para comprender en qué sentido hablamos de fraternidad es necesario acudir una vez más a Cári-tas in veritate, n. 19, que, comentando la encíclica Populorum Progressio, afirma: “El subdesarrollotiene una causa más importante aún que la falta de pensamiento: es la falta de fraternidad entrelos hombres y entre los pueblos” (PP, 66). Ahora bien, esta fraternidad, ¿podrán lograrla algunavez los hombres por sí solos? La sociedad, cada vez más globalizada, nos hace más cercanos, perono necesariamente más hermanos.

La razón, por sí sola, es capaz de aceptar la igualdad entre los hombres y de establecer una convi-vencia cívica entre ellos, pero no consigue fundar la hermandad. Ésta nace de una vocación tras-cendente; nace de Dios Padre, el primero que nos ha amado y que nos ha enseñado mediante elHijo lo que es el amor fraterno. Pablo VI, al presentar los diversos niveles del proceso de desarro-llo del hombre, puso en lo más alto, después de haber mencionado la fe, “la unidad de la caridadde Cristo, que nos llama a todos a participar como hijos en la vida del Dios vivo, Padre de todos loshombres” (PP, 21).

La fraternidad es el inicio del desarrollo

Diócesis de Terrasa

Monseñor Josep Àngel Saiz Meneses,Obispo de Terrassa.

E

Page 104: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

104

Quiera Dios que la gran aceptación que el papa Francisco está obteniendo en los más diversosforos del mundo de hoy, pueda servir para construir sobre todo, un mundo en el que desparezcael escándalo del hambre, que tantas víctimas produce todavía.

+ Josep Àngel Saiz Meneses,Obispo de Terrassa

Page 105: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

105

elebramos este año la LV Campaña contra el Hambre de la ONG católica ManosUnidas. El lema de este año- un mundo nuevo, proyecto común- recuerda a toda lasociedad la necesidad de crear un tejido social, en el que todos somos necesarios, paraconstruir un mundo nuevo de justicia, paz y solidaridad. En este proyecto debemoscolaborar todos.

Esta Campaña tenemos la fortuna de poder realizarla a la luz de la última Exhortación Apostólicadel papa Francisco, Evangelii Gaudium (EvG), que nos ofrece claves imprescindibles a la hora deservir a los pobres. Estas nos estimulan, sin duda, para que desde nuestra identidad cristiana poda-mos aportar también nuestro grano de arena en la construcción de ese mundo nuevo. Todos debe-mos colaborar en esta gozosa utopía que no hace sino poner ante nuestros ojos el sueño de unmundo más fraterno y justo. Los católicos de un modo especial. Así nos lo recuerda Francisco ensu escrito: “una auténtica fe -que nunca es cómoda e individualista- siempre implica un profundodeseo de cambiar el mundo, de transmitir valores, de dejar algo mejor detrás de nuestro paso por latierra. Amamos este magnífico planeta donde Dios nos ha puesto, y amamos a la humanidad que lohabita, con todos sus dramas y cansancios, con sus anhelos y esperanzas, con sus valores y fragili-dades. La tierra es nuestra casa común y todos somos hermanos. Si bien «el orden justo de la sociedady del Estado es una tarea principal de la política», la Iglesia «no puede ni debe quedarse al margen enla lucha por la justicia». Todos los cristianos, también los Pastores, están llamados a preocuparse porla construcción de un mundo mejor. De eso se trata, porque el pensamiento social de la Iglesia es antetodo positivo y propositivo, orienta una acción transformadora, y en ese sentido no deja de ser unsigno de esperanza que brota del corazón amante de Jesucristo” (EvG 183).

Esa presencia de Jesucristo en la vida del creyente que suscita una respuesta de fe, tiene conse-cuencias ineludibles en la vida de la caridad y en el compromiso social: “Confesar a un Padre queama infinitamente a cada ser humano implica descubrir que con ello le confiere una dignidad infinita.Confesar que el Hijo de Dios asumió nuestra carne humana significa que cada persona humana ha sidoelevada al corazón mismo de Dios. Confesar que Jesús dio su sangre por nosotros nos impide conser-var alguna duda acerca del amor sin límites que ennoblece a todo ser humano. Su redención tiene unsentido social porque Dios, en Cristo, no redime solamente la persona individual, sino también las rela-ciones sociales entre los hombres. Confesar que el Espíritu Santo actúa en todos implica reconocer queÉl procura penetrar toda situación humana y todos los vínculos sociales” (EvG 178).

Caminamos cerca de muchos hombres y mujeres de buena voluntad en la construcción de unmundo nuevo, pero lo hacemos desde nuestra identidad y desde nuestra fe: “Desde el corazón delEvangelio reconocemos la íntima conexión que existe entre evangelización y promoción humana, que

Un mundo nuevo, proyecto común

Monseñor Carlos Manuel Escribano Subías,Obispo de Teruel y Albarracín.

Diócesis de Teruel y Albarracín

C

Page 106: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

106

necesariamente debe expresarse y desarrollarse en toda acción evangelizadora. La aceptación delprimer anuncio, que invita a dejarse amar por Dios y a amarlo con el amor que Él mismo nos comuni-ca, provoca en la vida de la persona y en sus acciones una primera y fundamental reacción: desear, bus-car y cuidar el bien de los demás” (EvG 178).

Pongamos todo nuestro empeño, como nos propone cada año Manos Unidas, en conseguir estenuevo mundo. En él los más desfavorecidos, deben ser los que tienen verdaderamente nuestrapredilección que se concreta en nuestro compromiso. Gracias a todos los voluntarios y voluntariasde Manos Unidas que nos ayudáis siempre a tomar conciencia de la presencia de los más pobres ya ayudarlos con proyectos concretos y eficaces.

+ Carlos Escribano Subías,Obispo de Teruel y de Albarracín

Page 107: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

107

anos Unidas, Asociación de la Iglesia Católica en España, se define como una ONG nogubernamental para el desarrollo, de voluntarios, católica y de fieles laicos. Lo quesignifica que, de muchas formas, está orientada a la ayuda, promoción y desarrollodel Tercer Mundo. Su campaña 2014 es “Un mundo nuevo, proyecto común”. Asusta

un poco, no porque no suene bien, y muy bien, sino porque nos sobreviene una duda: ¿podemosconseguir un mundo nuevo? Lo digo porque he conocido en el pasado reciente gobiernos y paísesque dicen perseguir un mundo nuevo, un hombre y mujer nuevos y después vemos que no resuelvenlos problemas reales de la gente, porque, según ellos, se resolverán después, cuando ese mundonuevo llegue por su revolución. Es pura ideología, y un mundo que encierra mucha mentira.

Ciertamente Manos Unidas no va por ahí. Es verdad que ha luchado en estos años para que fueranposibles los objetivos de desarrollo del Milenio, y se une al esfuerzo que Naciones Unidas estáhaciendo para lograr un mundo más justo y solidario. “Pero la agenda de la Iglesia no es, ni puedeser, la agenda de Manos Unidas”(Cardenal Robert Sarah, presidente del Pontificio Consejo “CorUnum”). Es importante, sin duda llevar a estas instituciones internaciones la voz de la Iglesia, lavisión cristiana que ella tiene del hombre y la mujer.

Pero probablemente discrepamos y discrepa de Manos Unidas de lo que es el desarrollo integralde la persona humana, que aparece claro en aquella encíclica de Pablo VI llamada PopulorumProgressio; y es que la Iglesia piensa que el verdadero desarrollo de los pueblos no puede reducir-se a un bienestar material. El verdadero desarrollo consiste en dar al hombre la posibilidad de cre-cer en todos los ámbitos de su existencia. En este trabajo está la Iglesia y Manos Unidas.

Aunque no se proponga Manos Unidas un trabajo estrictamente misionero, sus miembros saben,como católicos, que existe una inseparable relación entre la caridad y la evangelización. No es posi-ble -son palabras de nuevo del Cardenal R. Sarah- anunciar realmente a Cristo sin acoger tambiénlas necesidades materiales de las personas; cuando le damos al ser humanos a Jesús, estamos se-guros que le damos la verdadera riqueza y la verdadera salvación del mundo.

Pero no nos duelen prendas: el objetivo 8 del Milenio (fomentar una Asociación Mundial para elDesarrollo) nos parece estupendo, porque se refiere a la participación de los países desarrolladosy en desarrollo en la lucha contra la pobreza. Ahora no están especialmente implicados en ello. Yaha dicho el papa Francisco que “la necesidad de resolver las causas estructurales de la pobreza nopuede esperar, no sólo por una exigencia pragmática de obtener resultados y de ordenar la socie-dad, sino para sanar una enfermedad que la vuelve frágil e indigna y que sólo podrá llevarla a nue-vas crisis” (cfr. La alegría del Evangelio, 202). Y ha dicho más: “Mientras no se resuelvan radical-

Cambiar el mundoMonseñor Braulio Rodríguez Plaza,

Arzobispo de Toledo y Primado de España

Diócesis de Toledo

M

Page 108: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

108

mente los problemas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de laespeculación financiera y atacando las causas estructurales de la iniquidad, no se resolverán losproblemas del mundo y en definitiva ningún problema. La iniquidad es raíz de los males sociales”(Ibíd.).

La vocación de custodiar, de acoger a los más débiles y empobrecidos no sólo atañe a nosotros, loscristianos, sino que tiene una dimensión que antecede y que es simplemente humana, y correspon-de a todos los hombres. Es custodiar toda la creación. Manos Unidas quiere hacerlo moviéndose ypresentando proyectos concretos de desarrollo que necesitan ser llevados adelante con nuestraayuda monetaria y de concienciación. ¿No se animarán a participar en esta nueva Campaña contrael hambre de Manos Unidas?

Les agradezco su generosidad.

+ Braulio Rodríguez Plaza,Arzobispo de Toledo

Primado de España

Page 109: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

109

l próximo domingo celebramos la campaña contra el hambre organizada por ManosUnidas. Las parroquias y otras realidades eclesiales nos unimos para sembrar horizon-tes de esperanza en los lugares más desfavorecidos de nuestro mundo, y en el corazónde muchas personas que carecen de lo más necesario para vivir: alimentos, instalacio-nes educativas, equipamientos sanitarios, etc...

Esta jornada nos ofrece la posibilidad de compartir nuestros bienes con aquellos que carecen debienes de primera necesidad, en muchos casos para poder subsistir. Nosotros, que en estos mo-mentos hablando constantemente de la situación de crisis que estamos atravesando, no debemosolvidar que hay muchos hermanos nuestros que están permanentemente en una situación de cri-sis mucho más grave que la nuestra y que sus esperanzas de superarla son mucho menores.

El papa Francisco, en muchas de sus intervenciones nos ha hablado con claridad de la vergüenzaque nos debería provocar el hecho de que tantas personas mueran todavía de hambre en nuestromundo, o carezcan de medios elementales para garantizar una educación digna o unas mínimascondiciones de salud.

En la exhortación Evangelii Gaudium el Papa es contundente: «No puede ser que no sea noticia quemuera de frío un anciano en situación de calle y que sí lo sea una caída de dos puntos en la bolsa.Eso es exclusión. No se puede tolerar más que se tire comida cuando hay gente que pasa hambre.Eso es inequidad» (n.o 53).

El lema de este año nos recuerda que la construcción de un mundo nuevo tiene que ser un proyec-to común de todos los hombres. Es un lema que nos interpela a todos, independientemente de suraza, cultura o religión, a sentirnos comprometidos en la construcción de un mundo en el quetodos los seres humanos vivan dignamente, de modo que el desarrollo alcance a todos los hom-bres y a todo el hombre.

Es un lema que nos sitúa en el camino de la fraternidad universal. Para que todos los pueblos ytodos los seres humanos puedan llegar a tener una vida digna, los hombres nos debemos recono-cer como parte de una misma y única familia, debemos sentir los problemas de los hermanos comopropios y vivir en un espíritu de profunda comunión.

Para que este deseo de un mundo nuevo vaya siendo realidad debemos recuperar algunos valoresen nuestra sociedad: generosidad y solidaridad en las relaciones económicas, superación del ego-ísmo y del deseo de búsqueda absoluta del propio beneficio, coherencia personal para pedir hones-tidad en el ámbito social y político. Si no compartimos estos valores sobre los que debe sustentar-se nuestra sociedad difícilmente podremos construir un mundo nuevo.

UN MUNDO NUEVO,PROYECTO COMÚN

Diócesis de Tortosa

Monseñor Enrique Benavent Vidal,Obispo de Tortosa.

E

Page 110: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

110

Manos Unidas nos ofrece cada año la posibilidad de poner nuestro pequeño granito de arena paraque nuestro mundo sea un poco mejor. No dejemos pasar la oportunidad de ser solidarios con losmás pobres.

Que el Señor nos bendiga a todos con su paz.

+ Enrique Benavent Vidal,Obispo de Tortosa

Page 111: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

111

ueridos hermanos y hermanas: La Campaña de Manos Unidas es un acontecimien-to que se repite cada año, pero que no pierde con el pasar del tiempo su significa-do e importancia, porque el compromiso de entrega solidaria a los demás es lamejor respuesta que podemos ofrecer pues surge de lo que vemos que hizo por

todos nosotros Jesús quien, como enseña el Concilio Vaticano II, “manifiesta plenamente el hom-bre al propio hombre y le descubre la grandeza de su vocación” (GS 22).

El lema de Manos Unidas para este año -“Un mundo nuevo, proyecto común”- nos sitúa ante unnuevo paradigma de desarrollo, en el que se hace cada vez más evidente la fraternidad.

Al hablar de “un mundo nuevo” hay que rechazar un modelo de desarrollo basado en un sistemaeconómico mundial que, en lugar de situar en el centro de sus intereses y actuación a la persona,pone como lo más importante, el mayor beneficio con el menor esfuerzo. Por el contrario, la “no-vedad” del mundo que queremos se basa en un desarrollo integral y sostenible, que se concibe comoun proceso, ante todo de cada persona, que incluye no sólo la obtención de recursos para respon-der a las necesidades tangibles, sino también al crecimiento personal -la dignidad, la libertad, la res-ponsabilidad, la igualdad-, y que beneficia a todos y cada uno, preferentemente a los más pobres.

¿En qué dirección debemos trabajar para construir este “mundo nuevo”? Cultivando la “lógica deldon” y desterrando la “lógica del interés”. Frente a la excusa “yo solo no puedo cambiar nada”, la“lógica del don” me lleva a descubrir que “cada uno puede hacer lo que está en su mano”: en lafamilia, en su barrio, en la escuela, en la empresa, en la parroquia…

Al hablar de un “proyecto común” nos referimos a los desafíos que todos los países, ricos y pobres,los organismos internacionales, las organizaciones civiles y empresariales, así como cada una de laspersonas, deben afrontar para que todos tengan acceso a los alimentos, las tierras, la educación,la salud, el empleo, la vivienda…

La cooperación al desarrollo es fruto de la solidaridad generosa y gratuita de todos, individuos ycomunidades. A esta unión de fuerzas se refería Pablo VI en la encíclica Populorum progressio: “Eldesarrollo integral del hombre no puede realizarse sin el desarrollo solidario de la humanidad,mediante un mutuo y común esfuerzo”.

Para Manos Unidas trabajar entre todos -involucrarse en un “proyecto común”-, por un “mundonuevo” nace del encuentro con Cristo y de nuestra pertenencia a la Iglesia que, como la familia delos hijos de Dios, ilumina e impulsa el desarrollo fraterno de toda la humanidad. Construir un

MANOS UNDAS:“UN MUNDO NUEVO,

PROYECTO COMÚN”

Diócesis de Tui-Vigo

Monseñor Luis Quinteiro Fiuza,Obispo de Tui-Vigo

Q

Page 112: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

112

“mundo nuevo” es un proyecto de amor, un proyecto de hermanos, un proyecto común. El papaFrancisco al comienzo de su pontificado, nos animaba a “preocuparse por todos, por cada uno, conamor, especialmente por los niños, los ancianos, quienes son más frágiles y que a menudo se que-dan en la periferia de nuestro corazón”.

Os invito a todos a colaborar con Manos Unidas para que nuestra Diócesis de Tui-Vigo acoja la lla-mada de una misión eclesial tan urgente y necesaria.

Con todo mi afecto y gratitud

+ Luis Quinteiro Fiuza,Obispo de Tui-Vigo

Page 113: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

113

Estos días se ha puesto en marcha la Campaña de Manos Unidas contra el hambre en elmundo, y pronto tendremos la Asamblea con los voluntarios de Cáritas de la Diócesis,que nos aporta una radiografía muy real de lo que ocurre en nuestra Diócesis en cuan-to a carencias, pobrezas, y también brotes de esperanza y realizaciones de servicio y de

amor. De igual forma, libros nuevos y Jornadas, y el contacto con las personas a las que, a pesar delos indicadores de mejora macroeconómica, siguen sufriendo la crisis tan dura, que hace actual elreclamo de San Pablo: “Nos apremia el amor de Cristo” (2 Co 5,14). A menudo sentimos la impoten-cia de no poder llegar a más, a todo… Hemos de ser humildes, levantando los ojos al cielo, y rezar,buscar en Dios la fuerza renovada para continuar trabajando, sirviendo, acompañando y defen-diendo a los pobres de tantas pobrezas como palpamos. La caridad se fundamenta en la oración.

Desde los inicios de su ministerio, el papa Francisco nos habla mucho de los pobres, del núcleo dela vida eclesial que es el amor y la dedicación a los pobres y a la justicia. El pasado septiembre,desde el Centro Astalli para refugiados en Roma recordó a todas las instituciones de servicio a lospobres (p.ej. Cáritas, Manos Unidas, grupos eclesiales y ONGs), que “la limosna no es suficiente” yrecordó la necesidad de acoger a las personas pobres y de integrarlas en la sociedad. “La simpleacogida no basta, hay que acompañar hacia la oportunidad de aprender a caminar sobre sus pro-pios pies”.

La caridad que deja a los pobres tal como están no es suficiente. La misericordia verdadera, la queDios nos da y nos enseña, reclama justicia, pide que el pobre encuentre su camino para dejar deserlo”. Porque debemos reconocer el derecho a vivir y a trabajar, a ser plenamente personas. Ydesde ese lugar de acogida, de encuentro y de servicio, nos lanzó unas preguntas: “¿me inclinopara ayudar a los que están en dificultad, o tengo miedo de ensuciarme las manos? ¿Estoy encerra-do en mí mismo, en mis cosas, o miro de saber si los demás necesitan ayuda? ¿Me sirvo sólo a mímismo, o sé servir a los demás como Cristo, que vino a servir hasta dar su propia vida? ¿miro a losojos de los que buscan la justicia, o dirijo la mirada hacia otro lado, para no mirar a los ojos?”. Sonpreguntas tan directas, que nos hacen bien. Y señala que los pobres son los maestros privilegiadosde nuestro conocimiento de Dios, ya que con su fragilidad y sencillez nos descubren nuestros ego-ísmos, nuestras falsas certezas, nuestras pretensiones de autosuficiencia, y nos guían hacia laexperiencia de la proximidad y la ternura de Dios para recibir en nuestra vida su amor, la misericor-dia del Padre que, con discreción y paciente confianza, cuida de nosotros.

De hecho los pobres, cuando los dejamos hablar, no desean ser una carga, quieren ser parte acti-va de una nueva sociedad. ¡Y esto es un derecho! Esta responsabilidad es la base ética, es la fuerzapara construir juntos. Debemos acompañar y defender este recorrido. Y construir una fraternidad

Servir, acompañar, defender

Diócesis de Urgell

Monseñor Joan Enric Vives Sicília,Arzobispo de Urgell.

E

Page 114: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

114

real. Así mismo, recomendaba a los trabajadores de las instituciones de apoyo social, a los volunta-rios y benefactores, que no sólo demos un poco de nuestro tiempo, sino que tratemos de estable-cer una relación con los solicitantes de ayudas, a quienes reconocemos como personas, compro-metiéndonos a encontrar respuestas concretas a sus necesidades. ¡Debemos mantener siempreviva la esperanza, y ayudar a recuperar la confianza! El Papa subraya tres palabras clave que pue-den ser el programa de trabajo de los cristianos: Servir, acompañar, defender.

+ Joan E. Vives Sicilia,Arzobispo de Urgell

Page 115: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

115

l hambre no depende únicamente de las situaciones diversas geográficas, climáticas ode cualquier circunstancia que surja con aires desfavorables de las cosechas. El hambretambién viene provocada por el hombre mismo. Hay tantas situaciones que provocanla muerte del hombre que debemos de estar atentos también hoy a la pregunta que

sigue haciéndonos el Creador: “¿dónde está tu hermano?”. Que, hoy, tendría también esta traduc-ción: ¿cómo está tu hermano? Sin lugar a dudas, nuestros egoísmos, que tienen traducciones muydiversas, hacen posible que pasemos por la vida sin hacernos estas preguntas. Pero la especulacióna costa de lo que sea, el olvido de que todo hombre es mi hermano, de que el mundo lo ha creadoDios para que vivamos todos los hombres como hermanos y con la dignidad que Dios nos ha rega-lado, lo mismo que una organización social deficiente, hacen posible que existan seres humanosque no tengan lo necesario para vivir. Como nos ha dicho el papa Francisco, “la mayoría de hom-bres y mujeres de nuestro tiempo vive precariamente el día a día, con consecuencias funestas.Algunas patologías van en aumento… Hay que luchar para vivir y, a menudo, para vivir con pocadignidad… Así como el mandamiento de no matar pone un límite claro para asegurar el valor de lavida humana, hoy tenemos que decir no a una economía de la exclusión y de la iniquidad. Esa eco-nomía mata” (EG 52-53). La fraternidad debe concretarse de manera práctica, con iniciativas con-cretas, políticas y económicas que hagan posible mejorar las condiciones de vida.

Manos Unidas, organización de la Iglesia, se ha propuesto desde su nacimiento, ayudar a cambiareste mundo. Precisamente, la Campaña de Manos Unidas este año 2014 tiene este lema: “Un mundonuevo, proyecto común”. El grito de Manos Unidas este año es que hay que eliminar y sacar la po-breza crónica que afecta a dos mil millones de personas; que hay que eliminar el individualismo. Yuna manera de retirarlo es dejar nuestra comodidad y nuestros intereses personales y ocuparnos delos demás siempre. Otra, eliminar de este mundo la ley del más fuerte que continuamente engendraviolencia y falta de paz. Una más, realizar una opción por el bien común que es, precisamente, lo quecrea una confianza en lo más profundo del corazón del ser humano para saber experimentar que sepueden cambiar las cosas siempre y cuando nos impliquemos en ello… La fuerza que tienen paranosotros las palabras de Nuestro Señor Jesucristo y la manera en que Él mismo las hizo realidad sontan evidentes y necesarias que nos acogemos a ellas: “Os doy un mandamiento nuevo: que os améislos unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros.En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros” (Jn 13, 34-35).Y esto nos pidió el Señor que lo extendiésemos a todos los hombres. Precisamente por eso, cuan-do se devalúa este mandato del Señor, se devalúan valores que son fundamentales en las perso-nas y en las instituciones, prevalece el subjetivismo y el individualismo crece, se genera una despre-ocupación y un desinterés por el bien común. En definitiva, dejamos de construir un mundo nuevo,ese Reino que ha comenzado con Jesucristo que es la expresión verdadera de lo nuevo.

Con Jesucristo podemos hacer un mundo nuevo

Diócesis de Valencia

Monseñor Carlos Osoro Sierra,Arzobispo de Valencia.

E

Page 116: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

116

Creemos en la fuerza que tiene el Evangelio para cambiar el corazón de los hombres, de tal mane-ra que el mandato del amor, que ha sido una gracia que el Señor ha puesto en nuestra vida con suVida, cuando lo vivimos, nos hace ofrecer todo lo que somos y tenemos a disposición de los demás,muy especialmente de quienes tienen menos. La Campaña contra el hambre que viene desarrollan-do Manos Unidas desde su nacimiento tiene cada día más vigencia y más fuerza. El papa BenedictoXVI nos recordaba en la Encíclica “Caritas in veritate” la importancia que tiene saber que somoshermanos, que somos una familia todos los hombres, pues todos somos hijos de Dios y, por ello,hermanos entre nosotros. Por eso, tienen una vigencia siempre actual sus palabras que nacen delmismo Jesucristo: “el desarrollo de los pueblos depende, sobre todo, de que se reconozcan comoparte de una sola familia, que colabora con verdadera comunión y está integrada por seres que noviven simplemente uno junto a otro”. Es decir, en el fondo nos recuerda que tenemos que acen-tuar, reforzar y formular de modos concretos la comunión entre todas las personas, para hacerposible el verdadero desarrollo, ése que responde a las exigencias que tiene la dignidad que Diospuso en el hombre y que nos ha sido revelada y manifestada por el mismo Jesucristo.

El viernes 7 de febrero, Manos Unidas nos invita a celebrar el Día del Ayuno Voluntario y el domin-go 9 de febrero, a la Jornada Nacional de Manos Unidas. Ésta del 2014 es la LV Campaña, “Un mun-do nuevo, proyecto común”. Os invito a vivir y a celebrar estos acontecimientos que miran más alláde nosotros mismos. Lo que colaboremos en nuestra Archidiócesis de Valencia tiene un destinomuy concreto en proyectos en Ecuador, Guatemala, Nicaragua, Perú, Benín, Camerún, Malawi, Ma-rruecos (con dos proyectos: taller de costura y centro de migraciones), Mauritania, Sudán, Togo,Bangladesh, India (cinco proyectos: sanitario, hogar padres con SIDA, ampliación de una escuelade educación especial, viviendas para viudas e internado para niñas). ¡Pongámonos en marcha!¡Vamos a hacerlos entre todos! Es verdad que todos lo estamos pasando mal. Pero hay quienes lopasan peor. Hoy más que nunca, ante las crisis que nos afectan también a nosotros, tiene que exis-tir solidaridad y cooperación. Prestemos atención a las necesidades de los demás, son nuestroshermanos más débiles, luchemos contra el hambre y la desnutrición. Cooperemos en crear un espí-ritu de justicia, armonía y paz entre todos los hombres.

Os recuerdo algo que, muy a menudo, os he dicho en mis cartas semanales: no podemos permane-cer pasivos ante ciertos procesos de globalización que hacen crecer desmesuradamente la diferen-cia entre los hombres. Cuando vemos ciertas imágenes en los Medios de Comunicación Social, esverdad que nos sobrecogen. Pero hemos de ir mucho más allá, hemos de preguntarnos y respon-der adecuadamente a estas preguntas: ¿no son nuestros hermanos y hermanas? ¿Acaso sus hijosno vienen al mundo con las mismas esperanzas legítimas de felicidad que los demás? NuestroSeñor Jesucristo, Pan de vida eterna, nos hace estar atentos a los demás, a todas las situaciones depobreza en que se encuentran. El alimento de la Verdad, que es el mismo Jesucristo, nos impulsaa decidirnos a eliminar las situaciones indignas de los hombres y nos da fuerza y ánimos para tra-bajar sin descanso en la civilización del amor, en construir lo que el papa Francisco, en la EncíclicaLumen fidei, nos dice en su capítulo IV: “Dios construye la nueva ciudad”.

La Iglesia tiene que estar atenta a todas las situaciones que vive el ser humano, debe trabajar, sos-tener, con palabras y obras, una acción solidaria, programada, responsable y regulada. No hace conello acciones políticas. Se une al esfuerzo por regalar la vida y reconocer la dignidad que tiene todoser humano, viendo en todos su valor trascendente que es el primer paso para favorecer la conver-sión del corazón. Cristo nos propone, de modo visible, el rostro de Dios y el rostro del hombre. “Unmundo nuevo, proyecto común”.

Con gran afecto os bendice+ Carlos Osoro Sierra,Arzobispo de Valencia

Page 117: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

117

a Campaña nº 55 de Manos unidas pide este año de manera especial unir evangelizacióny solidaridad en la ayuda necesaria para combatir el hambre en el mundo. Convoca a unaalianza por un mundo nuevo que presupone la fraternidad de todos los hombres.

Pero, ¿cómo sostener la fraternidad sin el don proclamado y acogido de un Padre común que enJesucristo nos ha desvelado nuestra condición de hijos y hermanos?

Por ello Benecicto XVI en Caritas in veritate afirma: “el desarrollo de los pueblos depende, sobretodo, de que se reconozcan como parte de una sola familia, que colabora con verdadera comunión yestá integrada por seres que no viven simplemente uno junto al otro” (CV 53)

El papa Francisco al impulsar la Campaña internacional de Cáritas “Una sola familia humana ali-mentos para todos”, que Manos Unidas hace suya, nos convoca:

“Invito a todas las instituciones del mundo, a toda la Iglesia y a cada uno de nosotros mismos, comouna sola familia humana, a dar voz a todas las personas que sufren silenciosamente el hambre, paraque esta voz se convierta en un rugido capaz de sacudir al mundo… Nos encontramos ante un escán-dalo mundial de casi mil millones de personas. Mil millones de personas que todavía sufren hambrehoy, no podemos mirar a otra parte, fingiendo que el problema no exista. Los alimentos que hay a dis-posición hoy en el mundo bastarían para quitar el hambre a todos”. Y en su mensaje para la JornadaMundial de la paz hace de la fraternidad premisa para vencer la pobreza, por lo que “la fraternidadtiene necesidad de ser descubierta, amada, experimentada, anunciada y testimoniada. Pero sólo elamor dado por Dios nos permite acoger y vivir plenamente la fraternidad”.

Esta es nuestra diferencia y también nuestra aportación a la alianza mundial que proponen losObjetivos del Milenio de Naciones Unidas. Nuestra Programación pastoral en su acción nº 24 pidecuidar esta Campaña y recuerda la importancia de que todas las parroquias, comunidades y luga-res de culto público realicen y entreguen la colecta. No podemos justificar nuestra falta de partici-pación en las situaciones difíciles que la crisis nos hace experimentar, pero menos aún en nuestraspropias necesidades parroquiales por obras u otro tipo de gastos.

Unámonos como pueblo de hermanos en una alianza por un mundo nuevo, un proyecto comúnque brota de vivir y anunciar la alegría del evangelio.

+ Luis Argüello,Vicario General de Valladolid

“UN MUNDO NUEVO,PROYECTO COMÚN”

Diócesis de Valladolid

Monseñor Ricardo Blázquez Pérez,Arzobispo de Valladolid

L

Page 118: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

118

Page 119: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

119

a campaña de Manos Unidas vuelve a llamar a las puertas de nuestro corazón para quedemos la respuesta de generosidad abundosa en favor de los más pobres de nuestro mundo.La mirada del cristiano tiene que ir siempre más allá de la realidad pequeña o grande quenos rodea, para ampliarla a todo el mundo.

Todo el mundo me pertenece, todas las personas que en él habitamos formamos una gran familia.Todo lo que sucede a un hermano mío, aunque esté bien lejos de mi, me implica. Es necesario,pues, que tengamos la mirada amplia capaz de hacer un proyecto común para todo el mundo,teniendo en cuenta los intereses de todos, no sólo los de algunos, los que formamos parte de lospaíses más ricos y más desarrollados.

Para que esto sea posible nos hace falta avanzar en la consciencia de la fraternidad universal. Elpapa Benedicto XVI decía: «Hoy la humanidad aparece mucho más interactiva que antes; estamayor vecindad tiene que transformarse en verdadera comunión. El desarrollo de los pueblosdepende que se reconozcan como parte de una sola familia que colabora con verdadera comunióny está integrada por seres que no viven simplemente uno al lado del otro» (Deus charitas est, 53).

Pero no lo vivimos siempre como debemos. El mundo de la pobreza no sólo no decrece, sinó queparece que aumente. Los ricos son cada vez más ricos y los pobres más pobres. La globalización dela indiferencia -como la califica el papa Francisco- nos habitua, demasiadas veces, al sufrimiento delotro, encerrándonos en nosotros mismos en el mundo individualista y hedonista del propio placer.Las ideologías que se van imponiendo en nuestro mundo nos llevan a un mayor individualismoegoista que conduce a un consumismo materialista que desemboca en el menosprecio del otro.Sólo en la medida en que el otro me da, este me interesa.

Ahora bien, la fraternidad universal que está en la base del mundo nuevo en la paz, la justicia y lalibertad no es posible con una simple mirada ética. Nos dice el papa Francisco en el mensaje parala Jornada Mundial de la Paz del 1 de enero de este año: «Una fraternidad privada de referencia aun Padre común, como fundamento último, no consigue subsistir. Una verdadera fraternidad entrelos hombres supone y requiere una paternidad transcendente. Desde el reconocimiento de estapaternidad, se consolida la fraternidad entre los hombres, es decir, este hacerse “prójimo” que sepreocupa del otro» (núm. 1).

El apoyo que en el ámbito de las parroquias y en otras instancias podamos dar a la Campaña con-tra el Hambre en este año, en el cual nos presenta proyectos bien concretos, debe de ser expre-sión de nuestra fraternidad con los hombres y mujeres que más sufren en nuestro mundo; una fra-

Un mundo nuevo, desde la fraternidad

Diócesis de Vic

Monseñor Romà Casanova Casanova,Obispo de Vic.

L

Page 120: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

120

ternidad que nace del reconocimiento del Padre de todos los hombres, que en Jesucristo nos hamanifestado su generosidad immensa, dándonos su Hijo, que por la muerte en cruz ha hecho posi-ble el mundo nuevo reconciliado en el amor.

Monseñor Romà Casanova Casanova,Obispo de Vic.

Page 121: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

121

a Organización católica para el desarrollo Manos Unidas (M.U.), lanza su campaña núme-ro 55 en este año 2014. Lleva por título: “Un mundo nuevo, proyecto común”.

Está en sintonía con los Objetivos de Desarrollo del Milenio propuestos por Naciones Unidas, sin-gularmente con el objetivo 8, que dice: “Fomentar una Asociación Mundial para el Desarrollo”.

M.U. afirma que esta Asociación Mundial es imprescindible si se quiere avanzar en la lucha contra la po-breza. Y necesita que se impliquen en ella los países desarrollados y los que están en vías de desarrollo.

El papa Francisco se ha hecho eco de esta urgencia mundial y ha promovido una iniciativa a favorde las personas y de los pueblos necesitados, iniciativa propuesta en el mes de diciembre de 2013y que se extenderá hasta el año 2015.

El Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, del día 1 de enero de 2014, el Santo Padre lo ha centrado enla fraternidad entre los seres humanos y los pueblos de la tierra. La fraternidad hunde sus raíces en lapaternidad de Dios, que nos hace hijos del Padre y hermanos entre hermanos. Una fraternidad vividaes camino para la paz y hace crecer el compromiso para la superación de la pobreza en el mundo.

M.U. nos avisa que nuestro mundo globalizado está generando injusticias y desigualdades que hanconfigurado maneras diferentes de estar:

a) El mundo de la pobreza estructural crónica; cerca de dos mil millones de personas, que carecen de lo necesario para vivir.

b) El mundo del individualismo, donde prevalece el propio interés. c) El mundo de la violencia, donde se impone la ley del más fuerte. d) El mundo del compromiso por el bien común, en el que las personas confían en cambiar

la situación real y se implican en ello.

M.U. y cuantos colaboramos con esta Organización católica nos situamos en el cuarto grupo yprestamos nuestra colaboración para mejorar la situación de las personas necesitadas del mundo.

Causa noble la de M.U. que merece nuestra adhesión y colaboración.

Con mi afecto y bendición

+ Monseñor Miguel Asurmendi Aramendía,Obispo de Vitoria

JORNADA NACIONALMANOS UNIDASCampaña LV. Año 2014

Diócesis de Vitoria

Monseñor Miguel Asurmendi Aramendía,Obispo de Vitoria.

L

Page 122: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

122

Page 123: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

123

Muy queridos hermanos en el Señor Jesucristo:

Impulsada por su propósito de aportar cada día más aliento y bienes para los hombres más vulne-rables, Manos Unidas emprende una nueva Campaña con la que alcanzar sus objetivos que esteaño quieren estar marcados por el anhelo expresado en este lema: “Un mundo nuevo, proyectocomún”, con el que todos nos identificamos. Con este anhelo Manos Unidas pretende encaminar-nos hacia la fraternidad universal, que es el horizonte esencial para que avancemos hacia la crea-ción de condiciones de desarrollo integral en todos los pueblos de la tierra. Lo cual requiere estarsostenido en estos principios fundamentales: la verdad, la justicia, el amor y la libertad.

Además la presente Campaña de Manos Unidas se inserta dentro de los Objetivos de Desarrollo delMilenio, entre los cuales se quiere incidir en el que procura “fomentar una alianza mundial para eldesarrollo”, que sólo se alcanzará en la medida que se den relaciones que reconozcan y posibilitenla fraternidad de todos los hombres. Por ello Manos Unidas se propone desarrollar todo su traba-jo con el fin de que se avance en el reconocimiento de la fraternidad de toda la humanidad paraimpulsar la implicación de todos en el desarrollo global. Así sólo se progresará en la consecucióndel desarrollo cuando se camine desde la responsabilidad y del compromiso de todos para que losderechos humanos sean cumplidos, se atiendan los servicios básicos de salud y educación, segarantice la alimentación y se proteja el medio ambiente.

Nuestro mundo actual, como bien conocemos, se encuentra inmerso en la dinámica de la globali-zación, que debiera posibilitar que todos los hombres y mujeres pudieran acceder a los bienes bási-cos y se lograra la superación de las injusticias. Pero realmente esto no se ha conseguido aún, detal manera que permanecen carencias fundamentales, fruto de injusticias, así como se han recon-figurado las desigualdades entre los hombres. Además se ha desarrollado un mundo marcado porla interdependencia, en el cual se reconocen cuatro maneras diferentes de estar o de vivir:

Por un lado, el mundo de los pobres estructuralmente crónicos: las personas que llevan tiemposumidos en múltiples carencias, que pueden ser cerca de dos mil millones de seres humanos. Porotro, el mundo individualista de la comodidad y la satisfacción: las personas que tienen acceso conabundancia a condiciones básicas de vida, y controlan mayoritariamente la economía, la informa-ción, la política y la cultura. Por otro, el mundo de la violencia activa y latente: donde están presen-tes el terrorismo y la violencia organizada, la trata de personas, la explotación de las personas o laesclavitud laboral. Y por otro, el mundo receptivo a gestos y signos de esperanza; ya que sonmuchos quienes tratan de superar la resignación que inmoviliza, generando iniciativas de compro-miso a favor del bien común, desarrolladas por numerosos voluntarios, por instituciones solidarias,

Un mundo nuevo: un proyecto mío y nuestro

Diócesis de Zamora

Monseñor Gregorio Martínez Sacristán,Obispo de Zamora.

Page 124: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

124

y por movimientos y redes sociales; todos los cuales apuestan y se implican por un mundo mejor,y que están presentes en el Norte y en el Sur.

Para hacer frente a las grandes carencias y deficiencias que persisten en nuestro mundo es nece-sario decidirse por buscar un nuevo modelo de desarrollo que sea humano, con vistas a ir constru-yendo un mundo nuevo que sea más justo y equitativo. Esto conlleva asumir un nuevo modelo dedesarrollo integral y sostenible que ha de estar caracterizado por ser un proceso en el que cadapersona crezca en la conciencia de su dignidad, igualdad y responsabilidad para gestionar la propiavida y cuidar la vida de los otros desde la verdad, la justicia, la paz y el amor. Este proceso se reali-zará en todas las dimensiones de la vida social: educación, economía, cultura y espiritualidad; y pro-moviendo procesos que potencien la solidaridad y la donación generosa de los individuos y lascomunidades. Además ha de beneficiar a todos y cada uno de los hombres, con preferencia a losmás pobres. Así como ha de ser viable para las personas de hoy y de mañana; por lo tanto, un desa-rrollo que salvaguarda los bienes comunes y los administra con responsabilidad, pensando en elpresente y en el futuro.

Para alcanzar el objetivo que Manos Unidas se plantea en esta Campaña está firmemente enraiza-da en la convicción que es Dios, quien primera y fielmente, se ha propuesto, así como nos estácapacitando y exigiendo a todos los hombres, este proyecto: un mundo nuevo en que se extiendaa todos la fraternidad entre los hombres y entre los pueblos. Esto se concreta para esta Organiza-ción Católica: continuar trabajando a favor del desarrollo integral y sostenible, centrándose en tresámbitos que procuran el bien común: la defensa de los derechos humanos, la atención a las perso-nas y comunidades más vulnerables y la creación de espacios de diálogo entre las culturas.

Por lo cual Manos Unidas nos invita a asumir que sólo iremos generando “un mundo nuevo” en lamedida que este anhelo constituya y sea ya acogido comprometidamente como un “proyecto co-mún”, o sea, aunando y compartiendo esfuerzos personales y colectivos. Para esto nos alienta ynos propone involucrarnos expresamente en bien de la fraternidad, es decir, de la creación y el cul-tivo de relaciones humanas. Esto supone que a nivel personal: desterremos la “lógica del interés”y cultivemos la “lógica del don”; promovamos la cultura del “cuidado del otro”, frente a la insensi-bilidad frente al sufrimiento ajeno; apoyemos el consumo austero y solidario, frenando la culturadel consumo compulsivo y superfluo; cambiemos la excusa resignada: “no puedo cambiar el mun-do”, por la decisión “puedo hacer lo que está en mi mano” en los más diversos ámbitos de nues-tra vida; promovamos actitudes de acogida, cooperación, diálogo y respeto, frente a la tendenciaa la competitividad y el conflicto; fomentemos la “cultura de la vida” y la familia, frente a la fractu-ra social y el individualismo; salvaguardemos el carácter trascendente de la persona; y anteponga-mos la lógica de los derechos humanos fundamentales, los deberes y la responsabilidad, a la lógi-ca del individualismo, los derechos particulares y las apetencias inmediatas.

Reconocemos que con todas estas propuestas sí que se construye un mundo nuevo, por ello sin-támonos interpelados a asociarnos al llamamiento de Manos Unidas, asumiendo sus iniciativas, locual significa implicarnos generosamente con ella para que su proyecto lo vivamos como algo pro-pio a través de nuestra colaboración particular.

+ Gregorio Martínez Sacristán,Obispo de Zamora

Page 125: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

125

elebramos hoy en toda la Iglesia la fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo ylevantamos nuestra oración a Dios a favor de la vida consagrada, cuya fiesta anual tam-bién hoy se celebra.

Muy conscientes de la importancia de la Vida Consagrada para la Iglesia, nos atrevemos a decir conesta oración del papa Benedicto XVI: “Oh María, Madre de la Iglesia, te encomiendo toda la vidaconsagrada, a fin de que tú le alcances la plenitud de la luz divina: que viva en la escucha de laPalabra de Dios, en la humildad del seguimiento de Jesús, tu hijo y nuestro Señor, en la acogida dela visita del Espíritu Santo, en la alegría cotidiana del Magnificat, para que la Iglesia sea edificadapor la santidad de vida de estos hijos e hijas tuyos, en el mandamiento del amor. Amén”.

Abiertos al futuro, que es siempre la grata sorpresa que Dios nos depara con el amanecer de cadadía, el próximo domingo 9 de febrero, V del Tiempo Ordinario, celebramos en todas las Iglesias par-ticulares de España la colecta de la Campaña de Manos Unidas contra el hambre en el mundo, cuyaLV edición llevamos a cabo en este año de gracia de 2014.

Como repetimos hasta la saciedad año tras año, Manos Unidas mantiene dos líneas de trabajo: dara conocer y denunciar la existencia del hambre y del subdesarrollo en nuestro tiempo, sus causasy sus posibles remedios; y reunir medios económicos para financiar los programas, planes y proyec-tos de desarrollo integral encaminados a atender estas necesidades.

Pues bien, la Campaña LV que estamos viviendo este año, con el hermoso lema “Un mundo nuevo,proyecto común”, se apoya en el octavo Objetivo de Desarrollo del Milenio, que persigue “fomen-tar una asociación mundial para el desarrollo”, y quiere hacer un llamamiento a la sociedad espa-ñola para que ésta se comprometa en la construcción de este mundo nuevo.

¿Cómo va a ser posible el advenimiento de tal mundo nuevo? ¿Qué perfiles estructurales se distin-guirán en su rostro? Y, finalmente, ¿a qué mediacianes habremos de recurrir para que a través deellas se cree y se afiance este mundo nuevo algunos de cuyos rasgos parecen ya columbrarse?

Decididos a no dejarnos seducir por los falsos optimismos del pasado y a volver a acometer la mar-cha con mayor realismo para evitar nuevos tropiezos, una cosa es clara: no podemos avanzar haciaun desarrollo integral solidario de la humanidad si seguimos pensando que el progreso es sólo unacuestión de mejorar procesos económicos, políticos o sociales. Necesitamos un compromiso soli-dario mundial basado en la verdad de la naturaleza humana, que nos reclama el reconocimiento delos otros como verdaderos hermanos. El reconocimiento de la fraternidad fundamental del géne-

UN NUEVO MUNDO,PROYECTO COMÚN

Diócesis de Zaragoza

Monseñor Manuel Ureña Pastor,Arzobispo de Zaragoza.

C

Page 126: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

126

ro humano nos permite salir al encuentro de los que tenemos cerca y de los que están lejos. Nosinvita a que cuidemos los unos de los otros.

Por eso, pasados tre lustros, la Comunidad Internacional, que se comprometió firmemente enton-ces a poner en marcha las políticas necesarias para que en 2015 hubiese más personas que pudie-ran vivir conforme a su dignidad humana, reconoce hoy que algo se ha logrado, pero algo muy exi-guo en comparación con lo que habría sido necesario y con lo que infundadamente se esperaba.Más todavía, hoy, los espíritus más despiertos observan que, por culpa del optimismo imperantedel año 2000 en que fueron redactados los Objetivos del Milenio, cuando cundía por todas partesla euforia de la globalización, los problemas no solamente no se han solucionado, sino que las injus-ticias y desigualdades se han reconfigurado dando lugar a um mundo caraterizado por la indepen-dencia y como muy lejano a las exigencias de la globalización. Porque, queramos o no, nuestromundo actual no tiene más remedio que admitir que es un mundo de los pobres estructurales cró-nicos, que es un mundo individualista de la comodidad y de la satisfacción, y que es un mundo dela violencia activa y latente, el mundo del terrorismo local e internacional, de las dictaduras milita-res y políticas, de las bandas organizadas al servicio de intereses oscuros.

Y es que, como tan bien dice Caritas in Veritate 19, comentando Populorum progressio 66, el subde-sarrollo tiene una causa más importante todavía que la falta de pensamiento: es la ausencia de fra-ternidad entre los hombres y entre los pueblos. Esta fraternidad, ¿podrán lograrla alguna vez loshombres por sí solos? La sociedad cada vez más globalizada, nos hace, día tras día, físicamente máscercanos, pero no más hermanos. La razón, por sí sola, es capaz de aceptar la igualdad entre loshombres y de establecer una convivencia cívica entre ellos, pero no consigue fundar la hermandad,la cual nace de una vocación trascendente de Dios Padre, el primero que nos ha amado y que nosha enseñado, mediante el Hijo, lo que es la caridad fraterna.

Por tanto, si realmente queremos otro mundo, no podemos seguir como hast ahora, porque la rea-lidad que hemos creado nos aplasta, nos agrede, nos exige más y más. Ella es el resultado de unmodelo de desarrollo basado en un sistema económico mundial en el que el mayor beneficio conel menor esfuerzo es siempre el centro, en vez de serlo, como debería ser, el bien de las personas.

¡Cuánto pueden contribuir al cambio del mundo esas heroínas cristianas que son las mujeres deManos Unidas! Estais llamadas a ser la levadura, el fermento y la sal de este nuevo mundo que yacomienza a sentirse en el aire.

Colaboremos con ellas. Son fe viva y razón despierta. Y colaboremos todo lo que podamos en lacolecta contra el hambre en el mundo del próximo domingo, 9 de febrero.

+ Manuel Ureña Pastor,Arzobispo dse Zaragoza

Page 127: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014
Page 128: Cartas Pastorales de Manos Unidas 2014

SERVICIOS CENTRALESBarquillo, 38-3º. 28004 Madrid TEl.: 91 308 20 20. Fax: 91 308 42 08

[email protected] www.manosunidas.org