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CARTA PASTORALDEL OBISPO DE CORIA-CÁCERES

AMAD Y CUIDADLA IGLESIA DE DIOS

(nuestra diócesis, nuestra catedral, nuestra historia, nuestra gente…)

+ Francisco Cerro ChavesObispo de Coria-Cáceres

Carta Pastoral(Cuaresma-Pascua-Pentecostés)

SUMARIO

SIGLAS Y ABREVIATURAS..........................................................................

1. La Diócesis de Coria-Cáceres..........................................................................

2. Coria, ciudad y sede episcopal.........................................................................

2.1. Recuerdo agradecido......................................................................

2.2. Presencia del Obispo en la ciudad de Coria...................................

2.3. El Ministerio pastoral del Obispo en la ciudad de Coria................

2.4. Realidades eclesiales existentes en la ciudad de Coria...................

2.5. Los edificios de la Diócesis en la ciudad de Coria.........................

2.6. Proyectos eclesiales para la ciudad de Coria en los que ya se está

trabajando.......................................................................................

3. Pertenencia a la Iglesia Diocesana...................................................................

4. Participación en la vida y misión de la Diócesis.............................................

5. El Plan Pastoral de la Diócesis 2011-2015.....................................................

6. Creación de la Vicaría Territorial de la Zona Norte de la Diócesis.................

7. Celebración de un Jubileo Diocesano con motivo de año de la Dedicación

de la Catedral de Coria, en el año 2012.......................................................

8. El tiempo litúrgico de la Cuaresma.................................................................

9. Las llamadas que el Señor nos hace en esta Cuaresma...................................

ANEXO..............................................................................................................

Creación de la Vicaría Territorial de la Zona Norte de la Diócesis......................

Nombramiento del Vicario Territorial............................................................

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Página

SIGLAS Y ABREVIATURAS

AG Ad Gentes. Concilio Vaticano II.

CE Ceremoniale Episcoporum.

ChD Christus Dominus. Concilio Vaticano II.

ChFL Christifideles Laici, Exhortación Apostólica de S.S. Juan Pablo II.

CIC Código de Derecho Canónico.

CLIM Cristiano s Laicos, Iglesia en el Mundo. Conferencia Episcopal Española.

EN Evangelii Nuntiandi, Exhortación Apostólica de S.S. Pablo VI.

LG Lumen Gentium. Concilio Vaticano II.

ME Mirificus Eventus, Constitución Apostólica de S.S. Pablo VI.

PC Perfectae Caritatis. Concilio Vaticano II.

SC Sacrosanctum Concilium. Concilio Vaticano II.

5Amad y cuidad la Iglesia de Dios

A los Sacerdotes, Diáconos permanentes,

Consagrados, Religiosos,

Religiosas y Laicos

“La gracia y la paz de parte de Dios, Padre nuestro,y del Señor Jesucristo en el Espíritu Santo”.

¡Queridos hermanos y hermanas en el Señor!

Al llegar el tiempo litúrgico de Cuaresma, me es muy grato enviaros a todos los diocesanos esta nueva Carta Pastoral, portadora de mis mejores deseos de paz y gozo, de esperanza y de amor, en el Señor.

El motivo principal de esta comunicación es compartir, como Pastor, con todos vosotros, mi gran preocupación de potenciar la misión evangelizadora de la Iglesia en las tierras de nuestra Diócesis e invitaros una vez más a participar en ella con el don, carisma o ministerio que hayáis recibido del Espíritu Santo para común utilidad y para la edificación de la Iglesia.

Os invito a hacer realidad en cada uno, con el auxilio de la gracia divina, las palabras que dan título a esta carta: “amad y cuidad la iglesia de Dios”.


1. La Diócesis de Coria-Cáceres

“¡No te separes de la Iglesia! Ningún poder tiene su fuerza. Tu esperanza es la Iglesia. Tu salud es la Iglesia. Tu refugio es la Iglesia. Ella es más alta que el cielo y más dilatada que la tierra. Ella nunca envejece: su vigor es eterno” (San Juan Crisóstomo).

El Concilio Vaticano II describe la Diócesis con estas palabras: “La Diócesis es una porción del pueblo de Dios que se confía a un obispo para que la apaciente con la cooperación del presbiterio, de forma que, unida a su pastor y reunida por él en el Espíritu Santo por el Evangelio y la Eucaristía, constituye una Iglesia Particular, en que verdaderamente está y obra la Iglesia de Cristo, que es una, santa, católica y apostólica” (ChD 11).

Esta enseñanza del Concilio nos permite conocer de forma adecuada nuestra Diócesis de Coria-Cáceres, amarla de verdad y participar desde el don, carisma o ministerio que cada uno haya recibido del Espíritu Santo en su vida y misión evangelizadora.

La Diócesis, verdadera Iglesia de Jesucristo, es una realidad misteriosa y teológica, y también jurídica e institucional. Estas dos realidades son dimensiones complementarias de la Iglesia y deben ser respetadas ambas, cada una en su orden; ambas confieren a la Iglesia un carácter sacramental que la convierte en el “sacramento radical de Jesucristo”, es decir, “signo e instrumento de Jesucristo” (cfr. LG 1). Es verdad que lo jurídico está subordinado y al servicio de lo mistérico y teológico.

Nuestra Diócesis de Coria-Cáceres es una porción del Pueblo Santo de Dios que vive y camina por estas tierras de la Alta Extremadura a la Casa del Padre, y que el Señor me ha confiado para que “la apaciente con la ayuda y cooperación del presbiterio y la reúna en el Espíritu Santo por el Evangelio y la Eucaristía” (ChD 11).

Según una antigua tradición, la Diócesis de Coria fue fundada por el Papa San Silvestre en el año 338. Es probable que fuera su primer obispo San Evasio. Lo cierto es que la diócesis existía antes del año 589, fecha del tercer Concilio de Toledo, ya que sus Actas están firmadas también por Jacinto, Obispo de Coria. En los siguientes concilios toledanos igualmente se encuentran sus actas firmadas por sucesivos Obispos de Coria.

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En el año 1957, mediante una Bula, Pío XII estableció que la Diócesis hasta entonces llamada “de Coria” pasase a ser denominada “de Coria-Cáceres”.

En el año 1958 se modificaron los límites diocesanos, quedando tal como están en la actualidad.

En el año 1994 las diócesis extremeñas vieron realizado su sueño de constituirse en Provincia Eclesiástica. Juan Pablo II determinó la creación de la Provincia Eclesiástica “Mérida-Badajoz” a la que pertenece nuestra Diócesis de Coria-Cáceres. Desde estas tierras miramos con amor y devoción a la Stma. Virgen de Guadalupe, Reina de Extremadura.

La Diócesis de Coria-Cáceres tiene una población de 226.500 habitantes, aproximadamente. Está situada en la parte más occidental de la provincia de Cáceres, abarcando el 55,7% de su superficie y contando con un 55% de su población total. Limita al norte con las Diócesis de Ciudad Rodrigo y la de Salamanca, al este con la de Plasencia, al sur con la archidiócesis de Mérida-Badajoz y al oeste con las diócesis portuguesas de Portalegre y Guarda, respectivamente.

La Diócesis de Coria-Cáceres está dividida en nueve arciprestazgos:

* Alcántara – Arroyo de la Luz* Cáceres* Coria* Granadilla* Hurdes* Montánchez* Montehermoso* Sierra de Gata* Valencia de Alcántara

El trazado de cada uno de los arciprestazgos no coincide totalmente con las comarcas naturales que conforman la geografía de esta Diócesis, pero se aproxima mucho.


* El Obispo es la figura clave de la Iglesia particular o Diócesis que él preside en la caridad y es “principio y fundamento visible de su unidad” (LG 23). El Obispo predica el Evangelio, “es el gran sacerdote de su grey”, promueve la caridad “teniendo un cuidado especial de los pobres y de los débiles, a los que el Señor lo envió a evangelizar”. En cuanto miembro del Colegio Episcopal, en virtud de la institución y precepto de Cristo, el Obispo está obligado a tener una solicitud por la Iglesia universal, bajo la guía del Papa Benedicto XVI, “que preside la Iglesia en la caridad” (San Ignacio de Antioquía).

* Los Presbíteros. Esta Iglesia diocesana está constituida también por los presbíteros, colaboradores y cooperadores del Obispo, con quien forman un solo presbiterio dedicado a diversas ocupaciones eclesiales. Agradezco a todos los presbíteros de nuestra diócesis sus desvelos y trabajos pastorales. De manera muy especial quiero agradecer una vez más el testimonio de fidelidad y perseverancia, de entrega y trabajo, que nuestros queridos sacerdotes mayores nos ofrecen día a día.

* Los Diáconos permanentes. En comunión con el Obispo y su presbiterio, y en el grado inferior de la jerarquía, se encuentran los diáconos, que son ordenados no para el sacerdocio, sino para el ministerio. Tenemos cuatro Diáconos Permanentes en la Diócesis, y otros se están preparando para ser ordenados un día, si Dios quiere. Perseverad y realizad vuestro ministerio en fidelidad, en comunión, en servicio…

* Las Religiosas de Vida Activa. La Vida religiosa, “aunque no pertenezcan a la estructura jerárquica de la Iglesia, pertenece, sin embargo, de una manera indiscutible a su vida y a su santidad” (LG 44). En su estructuración jurídica es de origen eclesiástico, pero en su contenido teológico se fundamenta en la vida y doctrina de Jesucristo y surge a impulsos del Espíritu Santo. Agradecemos el don de la Vida Religiosa en nuestra Diócesis que perpetúa y hace presente a Jesucristo virgen, pobre y obediente.

Agradecemos a todas las Comunidades de Vida Activa presentes en las ciudades, pueblos, aldeas… su entrega al servicio de los pobres, enfermos y desvalidos, así como sus tareas eclesiales: catequesis, liturgia, Cáritas, cantos…

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* Las Hermanas Contemplativas. Quiero también hacer aquí mención expresa de las Religiosas Contemplativas que viven en los Monasterios y Conventos de nuestra Diócesis, y en las que hay jóvenes de Kerala, en la India (Asia), de Kenia (África), de Colombia y de Méjico (América Latina) y de España (Europa). Todo un milagro de la gracia de Dios que acogemos, y cuidamos, agradecemos y alentamos.

Perseverad en el santo propósito de la Vida Consagrada; mantened viva la memoria de Dios entre nosotros; sed testigos del Dios vivo en pueblos y ciudades; decidnos con vuestras palabras y, sobre todo con vuestras vidas que “sólo Dios es necesario” y que “sólo Dios basta”; mostradnos con vuestra vida fraterna el valor de la comunión, de la hospitalidad; mostradnos la verdadera alegría con vuestra existencia sencilla, humilde y gozosa en la presencia de Dios…

* Los consagrados. También quiero recordar aquí a los consagrados y consagradas que viven su consagración en algún Instituto secular o en otras formas de vida aprobadas por la Iglesia.

Vivid con autenticidad vuestra consagración a Dios. Sed profetas de Dios en la secularidad, en las estructuras, espacios y actividades públicos del mundo.

Íntimamente unidos al Señor, como el sarmiento a la vid, trabajad y cooperad con generosidad y lucidez, con valentía y decisión, en la transformación del mundo para que sea más humano, más justo, más libre, más abierto a Dios. Otro mundo es posible. Otra historia es posible.

* Los fieles laicos. Estos no sólo pertenecen a la Iglesia Particular, sino que son la Iglesia. “Con el nombre de laicos se designan aquí todos los fieles cristianos, a excepción de los miembros del Orden sagrado y los del estado religioso, aprobado por la Iglesia. Es decir, los fieles que, en cuanto incorporados a Cristo por el bautismo, integrados al Pueblo de Dios y hechos partícipes, a su modo, de la función sacerdotal, profética y real de Cristo, ejercen en la Iglesia y en el mundo la misión de todo el pueblo cristiano, en la parte que a ellos corresponde. (…) El carácter secular es propio y peculiar de los laicos” (LG 31).


Os ruego que toméis conciencia, viváis y actuéis siempre como personas unidas a Jesucristo e injertadas en la Iglesia misterio, comunión y misión.

Al finalizar este epígrafe tan importante, me parece que es bueno y necesario decir que todos los bautizados, sacerdotes, religiosos y laicos, constituyen el único pueblo de Dios, el único cuerpo de Cristo, todos son obreros de la viña de la Iglesia y sarmientos de una misma vid. Con palabras hermosas y sencillas, Juan Pablo II dice: “obreros de la viña son todos los miembros del Pueblo de Dios… todos a la vez objeto y sujeto de la comunión de la Iglesia y de la participación en su misión de salvación. Todos y cada uno trabajamos en la única y común viña del Señor con carismas y ministerios diversos y complementarios” (ChFL 55).


2. Coria, ciudad y sede episcopal

2.1. Recuerdo agradecido

Guardo un recuerdo entrañable y agradecido del día de mi ordenación episcopal en la ciudad de Coria. Sentí y experimenté el cariño y la oración de mis hermanos en el Episcopado, de los presbíteros, religiosos y religiosas y laicos que me acompañaron, y de una manera especial de todos los que habéis nacido y vivís en esta hermosa ciudad, bañada por el río Alagón, a la que con razón llamamos Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Coria.

* La Ciudad de Coria es sede del Obispo de la Diócesis. Su Catedral contiene la cátedra del Obispo. El Cabildo Catedral atiende las funciones del culto, de la predicación y del servicio de la caridad en este Templo catedralicio.

* La Patrona de la ciudad de Coria es la Stma. Virgen María en su entrañable advocación de Nuestra Señora de Argeme. Es al mismo tiempo patrona de la Diócesis de Coria-Cáceres. Y como tal es venerada y querida por todos.

Nuestra Diócesis ha sido bendecida por Dios a lo largo de su historia con personas santas y mártires que pasaron por ella como signos elocuentes de la gracia y del amor de Dios, así como de la correspondencia humana a esa gracia y amor de Dios. Entre ellos destacamos a Santa Vicenta de Coria, a San Pedro de Alcántara, patrono de la Diócesis, y al beato Marcelo Spínola, que fuera Obispo de la Diócesis de Coria. En nuestro tiempo están abiertas las Causas de beatificación y canonización de los Siervos de Dios: P. Leocadio Galán Barrena, Fundador de los Esclavos de María y de los pobres, y D. Honorio María Sánchez de Bustamante, sacerdote nacido en Ceclavín (Cáceres) el 21 de noviembre de 1886, que realizó su ministerio pastoral en Garrovillas de Alconétar (Cáceres) durante tres meses, y en la ciudad de Coria durante el resto de su larga vida. Murió con fama de santo en esta ciudad de Coria, el día 15 de agosto de 1965.

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2.2. Presencia del Obispo en la ciudad de Coria

Desde el comienzo de mi ministerio episcopal en esta Diócesis de Coria-Cáceres, ha sido y es mi deseo estar presente en las ciudades, pueblos, aldeas… de esta Diócesis. Estoy convencido de que como pastor y padre de esta diócesis debo hacerme presente en las Parroquias, en las Comunidades cristianas, en los Arciprestazgos… acompañando y guiando, exhortando y discerniendo, enseñando y santificando… con la ayuda y colaboración de mis hermanos los presbíteros que son colaboradores necesarios y sacramentales del Obispo. A todos ellos les estoy muy agradecido.

2.3. El ministerio pastoral del Obispo en la ciudad de Coria

* El Obispo está presente en la ciudad de Coria:

- en la Visita Pastoral,- en la Semana Santa, - en las fiestas de la Stma. Virgen de Argeme,- en otras fiestas de la Liturgia cristiana. - En la Misa Crismal,- todos los lunes del año, - en el inicio y clausura del curso pastoral.- en otros momentos y circunstancias especiales,- en el Año Sacerdotal, que clausuré el día 14 de junio de 2010, - en la apertura de la causa de beatificación y canonización de D. Honorio María Sánchez de Bustamante, el 8 de junio de 2009,- en las Jornadas de formación permanente de los Presbíteros, - en los Retiros Espirituales de los Presbíteros, que tienen lugar en los tiempos litúrgicos de Adviento, Cuaresma y Pascua.

* Durante su estancia en esta ciudad, el Obispo ejerce su ministerio episcopal al servicio del Pueblo de Dios:

- Acogiendo a cuantas personas –sacerdotes, religiosos/as, laicos-, autoridades, organizaciones religiosas, instituciones civiles, grupos, asociaciones, cofradías…– deseen entrevistarse con él.


- Presidiendo la Eucaristía en la Catedral y predicando la Palabra de Dios en la misma en las solemnidades del Señor.

- Rezo litúrgico de Vísperas. - Confesando en los tiempos señalados. - Alentando a movimientos apostólicos, Cáritas, Asociaciones

de caridad y otras, en la realización de su misión peculiar. - Promoviendo la formación de los laicos en escuelas diocesanas

así como su participación en la vida y misión de la Iglesia. - Visitando, confortando y acompañando a los sacerdotes y

religiosas de la ciudad, especialmente a los enfermos. - Participando en otros actos religiosos y cívicos de singular

importancia. - Ayudando a las Religiosas Franciscanas del Convento

“Madre de Dios” a vivir su carisma de vida íntegramente contemplativo.

- Acompañando a los laicos que se forman en vistas a recibir un día, si así lo determina la Iglesia, el Diaconado Permanente.

- Ayudando a los Párrocos y sacerdotes de la ciudad a la mejor realización de la misión de la Iglesia en esta ciudad.

- Potenciando Caritas y otros movimientos de caridad. - Alentando el caminar y el servicio de las dos Residencias para

Mayores que tiene la Diócesis en Coria. - Acompañando a los sacerdotes acogidos en las dos Residencias

ya consignadas.

Enraizados en el misterio de Dios, viviendo el presente en fidelidad a Dios y servicio a los hermanos y mirando al futuro, queremos ser una Iglesia arrodillada en adoración ante Dios, sentada en torno a la mesa de la fraternidad, inclinada con misericordia ante los sufrientes de la tierra y enviada en misión al mundo en el que está de pie y sin arrogancia.

Os invito a volver al Cenáculo, a nuestra Catedral, para escuchar una vez más el mandamiento nuevo del amor, para recibir una vez más el don del Espíritu Santo, aliento para el camino del servicio apostólico, para acoger su Cuerpo entregado por nosotros y su Sangre derramada por la remisión de los pecados, para aprender de nuevo que el discípulo ha de lavar los pies a los demás, como hizo su Maestro y su Señor, Jesucristo, para crecer en fraternidad misionera…

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Estamos convencidos de que el tiempo presente de la Iglesia y de nuestra Diócesis no es crepuscular ni oscurantista, sino de renovación y de misión; no es de tristeza ni de decepción, sino de ilusión y de esperanza. No somos residuo en la sociedad, sino “sacramento universal de salvación” (AG 1). En nuestras manos humildes y sencillas el Señor ha puesto un ministerio extraordinario de reconciliación, de gracia, de paz, de amor, de alegría, de esperanza a favor de la humanidad entera. No lo malgastemos ni lo perdamos. “Para alabanza de Dios y para servicio de la humanidad”.

2.4. Realidades eclesiales existentes en la ciudad de Coria

a) La Catedral

No es mi intención ofrecer aquí los rasgos y características artísticos de nuestra hermosa Catedral, que ciertamente presuponemos y valoramos. Voy a centrar más bien mi reflexión en mostrar el significado teológico de la Catedral de Coria a través de una serie de afirmaciones que desentrañen su naturaleza más íntima.

✴ “La Iglesia Catedral es aquella Iglesia en la que está la cátedra del Obispo, signo del magisterio y de la potestad del Pastor de la Iglesia particular, así como también signo de unidad de los creyentes en la fe, que el Obispo anuncia, como pastor de la grey” (CE. 42).

Cuando miremos la Cátedra episcopal hemos de darnos cuenta de que ella es el símbolo de la presencia del Obispo, maestro y garante de la fe. En tiempos de crisis de fe, de indiferencia religiosa, escuchemos la Palabra de Dios, que nos confía el Obispo, con respeto y veneración, dejémonos construir y edificar por ella y consintamos gozosamente en que ella sea la luz que ilumine nuestros pasos por este mundo hacia la Casa del Padre.

✴ “La Iglesia Catedral por su grandiosidad es expresión del templo espiritual que se edifica interiormente en las almas y resplandece con el esplendor de la gracia en conformidad con la doctrina del Apóstol Pablo: “Vosotros sois el templo vivo de Dios” (2 Cor 6,16)” (CE 43).


Contemplad de esta manera nuestra hermosa Catedral y descubrid que ella es expresión visible y elocuente del “templo espiritual” que es el cristiano cuando en él habita Dios: “si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él” (Jn.14,23).

✴ La Iglesia Catedral ha de ser considerada como imagen y signo visible de la Iglesia Particular “en que verdaderamente está y obra la Iglesia de Cristo, que es una, santa, católica y apostólica” (ChD 11).

Es la Iglesia del Obispo y de toda la Comunidad Diocesana. Es la Iglesia madre de las demás iglesias de la Diócesis. Es la Iglesia que ha de acoger en su seno y en su corazón a toda la Comunidad cristiana.

✴ La Catedral es “imagen de la Iglesia visible de Jesucristo que en la tierra entera ruega, canta y adora” (ChD 43) al Padre por Cristo en el Espíritu Santo.

El Obispo preside las celebraciones litúrgicas más importantes y la plegaria con dignidad, respeto a las rúbricas y fervor comunitario, promueve la santificación de las personas y ofrenda el culto y la gloria a Dios. De este modo la Catedral es modelo y referencia para las parroquias y comunidades cristianas de la Diócesis.

✴ La principal manifestación de la Iglesia Particular se tiene cuando el Obispo, como gran sacerdote de su grey, celebra la Eucaristía, principalmente en la Iglesia Catedral, rodeado por su presbiterio y sus ministros, con la plena y activa participación de todo el pueblo santo de Dios. “En la Catedral, si otros temas pastorales no aconsejan lo contrario, el Obispo consagra el crisma y realiza las ordenaciones sagradas” (CE 42).

¡Qué hermoso es celebrar y participar en la Eucaristía presidida por el Obispo, en la Catedral, acompañado de los Presbíteros con-celebrantes, de los ministros y de los fieles! ¡Ciertamente la Iglesia hace la Eucaristía, y la Eucaristía hace la Iglesia!

¡Qué hermoso es celebrar la Misa Crismal en la Catedral y recibir de manos del Obispo los Santos Óleos y el Crisma para, en una procesión inmensa, llevarlos a todas las Comunidades cristianas para la celebración de los Sacramentos del Bautismo, de la Confirmación y de la Unción de los enfermos!

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✴ “Por tanto la Iglesia Catedral debe ser tenida como el centro de la vida litúrgica de la Diócesis” CE 44).

En el corazón de la Liturgia se encuentra la Eucaristía, memorial sacramental de la Muerte y de la Resurrección de Jesucristo.

✴ Las Misas estacionales son las celebraciones culminantes de la Iglesia Catedral y representan los momentos más significativos de la misma. En ellas se pone de manifiesto la unidad de la Iglesia particular y la diversidad de ministerios en la Iglesia (CE 119).

Participad de forma “consciente, piadosa y activamente” (SC 48) en estas Misas que culminan la peregrinación del Pueblo de Dios hacia la Pascua del Señor.

✴ La Iglesia Catedral quiere ser expresión visible de la Iglesia del Señor que hace suyos “los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren” (GS 1), pues “nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón” (GS 1).

Queremos que nuestra Iglesia Catedral sea siempre signo de la Iglesia del Señor que camina por estas entrañables tierras anunciando el Evangelio de Jesucristo a todos, acogiendo a los desvalidos, ayudando con amor y ternura a los pobres, sanando las heridas del alma y del cuerpo, abriendo horizontes de esperanza a todos, invitando a los jóvenes a abrir sus corazones a Jesucristo, acompañando a los ancianos en su vida y en su paso de este mundo a la Casa del Padre…

✴ “La Catedral debe ser tenida como imagen del Cuerpo Místico de Cristo cuyos miembros están unidos en una unión de caridad, alimentada con el rocío de los dones sobrenaturales” (CE 43).

En las celebraciones litúrgicas de la Catedral debemos descubrir con emoción y gozo que la Iglesia del Señor es como un cuerpo dotado de distintos miembros. Cada cristiano ha recibido del Espíritu Santo un don, carisma o ministerio para participar en la vida y realización de la misión de la Iglesia. En la Iglesia nadie debe estar ocioso ya que el Señor nos envía a todos a trabajar en su viña. A los pastores de las Comunidades Cristianas


corresponde ayudar a los fieles a descubrir el carisma que el Señor les ha dado, a acogerlo una vez discernido, a ofrecerle espacio para que pueda ser realizado, a ejercerlo en coordinación con otros, a ponerlo al servicio de la comunidad y de la edificación de la Iglesia. De este modo la catedral será expresión visible de una Iglesia viva, participativa, esperanzadora…

✴ La Catedral es lugar que guarda con sumo cuidado tesoros del saber y de la cultura de tiempos pasados y está abierta a todas las personas que desean conocer ese rico tesoro cultural que ella tiene.

La Iglesia Catedral es también centro importante de cultura y de investigación. Los responsables de la Catedral conservan y cuidan con especial interés un legado cultural que no se deteriora ni se pierde con el paso del tiempo, sino que se mantiene en perfectas condiciones para ser objeto de estudio, de reflexión, de luz… para las generaciones presentes y futuras… Los bienes culturales tienen la finalidad peculiar de promover la dignidad del ser humano y, en el ámbito eclesial, la evangelización, el culto y la caridad. Más aún, podemos decir que estos bienes culturales, si están animados por una inspiración espiritual, pueden ayudar al hombre y a la mujer en la búsqueda de Dios y llegar a ser verdaderas páginas de catequesis y de ascesis.

Varias exposiciones organizadas y ofrecidas bajo la responsabilidad del Cabildo Catedral, contando siempre con el aliento del Obispo, así lo han mostrado y lo ponen de relieve.

El Museo de la Catedral es como un libro abierto que permite conocer la historia de la Santa Iglesia Catedral puesta bajo la protección de la Stma. Virgen María en el misterio de su gloriosa Asunción en cuerpo y alma a los cielos.

El gobierno de la Catedral está encomendado al Cabildo Catedral, presidido por el Deán-Presidente y compuesto por los Capitulares que actúan colegialmente (CIC, cn.503) y siempre en comunión con el Obispo.

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b) Las parroquias

Al presentar este epígrafe, nos parece muy conveniente y necesario recordar lo que es la parroquia desde varios ángulos:

Desde el punto de vista canónico, el Código de Derecho Canónico presenta la parroquia como “una determinada comunidad de fieles constituida de modo estable en la Iglesia particular, cuya cura pastoral, bajo la autoridad del obispo diocesano, se encomienda a un párroco, como su pastor propio” (CIC, cn. 515,1).

Desde el punto de vista teológico, el Concilio Vaticano II enseña: “Como no le es posible al obispo, siempre y en todas partes, presidir personalmente en su iglesia a toda la grey, debe por necesidad erigir diversas comunidades de fieles. Entre ellas sobresalen las parroquias, distribuidas localmente bajo un pastor que hace las veces del Obispo, ya que de alguna manera representan a la Iglesia visible establecida por todo el orbe” (SC 42).

Desde el punto de vista pastoral, la Asamblea Sinodal de nuestra Diócesis (22-VI-1987) abordó la renovación de la Comunidad parroquial proponiéndose estos grandes objetivos que siguen siendo válidos y actuales para nuestro tiempo:

“La parroquia como comunidad, que celebra en los sacramentos la salvación de Dios, que acoge y alaba a Dios en la oración y que lo glorifica en el culto y en la vida.”

“La parroquia como comunidad evangelizadora y educadora de la persona.”

“La parroquia como comunidad que vive y promueve la fraternidad entre todos, está abierta a la comunión con la Diócesis y con la Iglesia universal y fomenta la unión de los hombres con Dios y de los hombres entre sí.”

“La parroquia como comunidad viva, corresponsable y participativa.”

“La parroquia como comunidad que asume las esperanzas, alegrías y sufrimientos de todos, que se compromete en la defensa de las nobles causas de la humanidad y en la liberación integral de las personas y


de los pueblos, que es conciencia profética desde el Evangelio y que tiene una especial preferencia por los más pobres y alejados.”

En nuestra ciudad de Coria hay dos parroquias:

La Parroquia de Santiago Apóstol, cuyo párroco es el M. I. Sr. D. Baltasar Ballesteros Morientes.

La Parroquia de San Ignacio de Loyola, cuyo párroco es el M. I. Sr. D. Julián Carlos Pérez Domínguez.

Os invito a todos a renovar la vida y misión de estas dos parroquias teniendo como guía las enseñanzas de la Iglesia y, de forma inmediata, las directrices que marcó nuestra Asamblea Sinodal que acabo de recordar.

En esta tarea los Consejos Pastorales parroquiales tienen un papel muy importante que hacer que podemos resumir así: promover la participación, alentar la reflexión, intensificar la oración y acompañar la toma de decisiones, la ejecución y la evaluación.

Agradezco a los párrocos actuales, así como a los sacerdotes que colaboran con ellos, su entrega generosa y su trabajo abnegado al servicio del Reino de Dios.

c) Otros lugares de culto

- La Iglesia de Cristo resucitado.

- El Santuario de Nuestra Señora de Argeme.

d) La Vida Consagrada

- RR. MM. Franciscana T.O.R. Convento “Madre de Dios”.

- Esclavas del Divino Corazón. Colegio.

- Hijas de la caridad de San Vicente de Paúl: “Residencia San Nicolás

de Bari”.

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- Misioneras de Sta. Teresa de Lissieux: “Residencia la Inmaculada”

para los mayores.

e) Instituciones eclesiales

* Centro de escucha para personas.

* Escuela de formación de los Cofrades.

* Subdelegación de Enseñanza y de Profesores de Religión.

* Subdelegación de Cursillos de Cristiandad.

* Instituto Superior de Ciencias Religiosas.

* Oficina para tramitar documentos oficiales.

* Inicio y clausura oficial de los cursos de pastoral.

* Vicaría del Clero:- Retiros espirituales para los sacerdotes. - Formación permanente para los sacerdotes.- Atención a los sacerdotes mayores en la Residencia “San Nicolás de Bari”.

Estos organismos diocesanos tienen su sede en las dependencias de la Casa de la Iglesia de Coria.

2.5. Los edificios de la Diócesis en la ciudad de Coria

a) La Iglesia Catedral

Ya conocéis, por diversas informaciones publicadas en los medios, que la Catedral necesita una restauración, ya que en algunos de sus elementos arquitectónicos necesitada de ella. Agradezco al Cabildo Catedral todas las gestiones que ha realizado y realiza con esmero para mantener en buen estado al primer Templo de la Diócesis.


Al mismo tiempo agradezco su valiosísima colaboración a las Autoridades locales, autonómicas y nacionales, al personal técnico del Ayuntamiento de Coria, a la Consejería de Patrimonio y personal técnico de la Junta de Extremadura, al Ministerio de la Vivienda y a cuantas personas trabajan y colaboran por resolver los problemas estructurales y funcionales de nuestra Catedral. Es mi preocupación que urgentemente, entre todos, se ponga remedio ya.

Según las informaciones aparecidas, nos alegra que se hayan tomado decisiones que harán realidad la restauración de nuestra Catedral. Muchas gracias. Estad seguros de que tomaremos las medidas oportunas y necesarias, siguiendo de cerca las orientaciones e indicaciones que los técnicos nos hagan llegar, para que todo se pueda realizar de forma adecuada, en orden a la restauración de nuestra hermosa Catedral.

Deseo ofrecer una puntual información sobre el desarrollo de las gestiones y acciones que se realicen con el fin de restaurar la Catedral. Es una preocupación para el Pastor y para la Diócesis, ¡cómo no para el pueblo querido que camina en Coria!

b) El Seminario Conciliar

Sobre el futuro del Seminario Conciliar de nuestra ciudad de Coria os comunico cuatro cosas fundamentales:

1. Que el actual edificio del Seminario necesita una restauración urgente por la situación material en que se encuentra, como todos conocéis.

2. Que este edificio estará dedicado a promover y ofrecer servicios sociales y culturales en beneficio de todos. No se dedicará a fines comerciales ni industriales ni de ocio.

3. Que en este edificio, debidamente restaurado, se reservarán unas dependencias para servicio diocesano:

* Residencia del Obispo.* Vicaría Territorial.* Servicios interparroquiales.

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4. La Capilla, por su significado religioso y su simbolismo para nuestros sacerdotes, quedará exclusivamente en manos del Obispado, pudiendo éste cederla para algún acto coyuntural que se desee celebrar en ella y que esté en consonancia con su carácter sagrado y religioso. Este discernimiento lo hará el Vicario Territorial o, en última instancia, el Obispado.

c) Las dos Residencias de Ancianos

Como expresión viva del servicio de la caridad de la Iglesia existen en nuestra ciudad de Coria dos Residencias de ancianos:

✴ San Nicolás de Bari, bajo la atención y dedicación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Les damos las gracias en el Señor.

✴ La Inmaculada, bajo la atención y dedicación de las Misioneras de Sta. Teresa de Lisieux. Les damos las gracias en el Señor.

2.6. Proyectos eclesiales para la ciudad de Coria en los que ya se está trabajando

✴ Subdelegación de Juventud. ✴ Subdelegación de Misiones. ✴ Escuela de Formación social. ✴ Escuela de Espiritualidad. ✴ Almacén-depósito de artículos, objetos religiosos. Deteriorados. ✴ Librería religiosa. ✴ C.O.F. (Centro de Orientación Familiar) de la Diócesis de Coria-

Cáceres.


✴ Aprobación definitiva de la Misa de la Stma. Virgen de Argeme. ✴ Despacho para la Vicaría Territorial. ✴ “Hogar Sacerdotal D. Honorio María” para sacerdotes jubilados y

enfermos, cuya construcción está esta previsto hacer en las cercanías de la residencia de Ancianos “San Nicolás Bari”.

✴ Lugar de encuentros y reuniones. ✴ Hospitalidad Nuestra Señora de Lourdes. ✴ Ofrecer al territorio de toda la Vicaría un Preseminario, donde

durante un curso se pueda preparar a los que desean entrar en el seminario Diocesano, ya sea de pequeños o de edad adulta, como existe en otras Diócesis.

✴ El Museo “Siervo de Dios Don Honorio”. ✴ La Casa de la Iglesia “Beato Marcelo Spínola”.


3. Pertenencia a la Iglesia Diocesana

Por la fe y el Bautismo hemos sido incorporados a la Iglesia, Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo y Templo del Espíritu Santo. Esta incorporación nos está pidiendo todos los días que fortalezcamos nuestra pertenencia afectiva y efectiva a la Iglesia. Se es cristiano como miembro de una comunidad. La Iglesia somos todos. En consonancia con esta realidad os propongo el decálogo siguiente que contiene unos compromisos que han de llevarnos a vivir y a hacer realidad la afirmación “todos somos Iglesia”.

1. Consideremos a la Iglesia como nuestra propia casa, como nuestra propia familia. La Iglesia es el hogar de la comunión y de la fraternidad.

2. Pertenecemos a la Iglesia como miembros vivos, activos, corresponsables, ilusionados, conscientes… Participemos en los organismos de comunión y de corresponsabilidad de la Diócesis, de la Parroquia, del Arciprestazgo…

3. Despertemos en todos y en cada uno el sentido consciente y responsable, gozoso y esperanzado de pertenencia a la Iglesia.

4. Vivamos la Iglesia como familia de los hijos de Dios. Superemos la inercia, la costumbre, la indiferencia ante la vida y misión de la Iglesia.

5. Sintámonos de verdad hermanos unos de los otros. 6. Tomemos en serio a los demás, también a los pobres y desvalidos.7. Compartamos con ellos los dones que cada uno haya recibido del

Espíritu Santo.8. Sintamos las alegrías y sufrimientos de los demás como algo

propio desde la compasión y la misericordia. 9. Miremos al hermano en la fe como alguien que nos pertenece, y

no como alguien lejano.10. Demos al hermano espacio suficiente en la comunidad cristiana

para que pueda compartir su don o carisma con todos, para la edificación de la comunidad y para la realización de su misión.

De este modo caminaremos hacia comunidades cristianas cada vez más vivas y participativas, más fraternas y corresponsables, más evangelizadas y evangelizadoras.


4. Participación en la vida y misión de la Diócesis

La Iglesia no vive para sí misma. La Iglesia es comunión para la misión, y la misión es para la comunión. Nuestra Iglesia diocesana ha de poner todos sus recursos al servicio de la evangelización. El tiempo que vivimos es tiempo de evangelización, que es “nuestro gozo, nuestra cruz y nuestra gloria” (CLIM 144).

Nuestra inserción y pertenencia a la Iglesia implica y exige de todos y de cada uno participar en la vida y misión de la misma desde el don, carisma o ministerio que hayamos recibido y siempre en comunión eclesial. Asumamos cada uno de nosotros el deber de colaborar con nuestra Iglesia diocesana y con nuestra parroquia en todos los sentidos. De todos y de cada uno depende el anuncio del Evangelio, la celebración de la salvación de Dios en los sacramentos, la atención a los pobres y necesitados a través de Cáritas o de otros organismos de caridad de la Diócesis, Parroquia, Arciprestazgo. Queremos pasar por este mundo como Jesús: “haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el Diablo” (Hech 10,38).

Nuestra participación ha de ser cada día más consciente y responsable, más activa e ilusionada. Por tanto, ningún bautizado debe sentirse extraño en la Iglesia, y nadie debe considerar a un bautizado como un extraño a la Iglesia. Lo que tú no hagas en la Iglesia, se va a quedar sin hacer para siempre. Todos somos corresponsables de la vida y misión de la Iglesia. Por eso debe preocuparnos y ocuparnos su vida y su misión, sus necesidades y actividades, sus organismos e instituciones… De todos y de cada uno depende la solución de sus problemas, la superación de sus dificultades, el aliento para el camino del servicio a los demás…

A todos los hermanos sacerdotes

Una vez más os llamo y os invito a seguir sembrando el Evangelio de Jesucristo en los surcos de la parcela de nuestra Diócesis que el Señor os ha confiado por medio del Obispo. No os dejéis llevar de la tentación de la eficacia. Jesucristo nos ha pedido y nos pide que sembremos y cuidemos

30 Carta Pastoral

la siembra “para que el enemigo no siembre la cizaña” (cfr. Mt 13,25), pero “el incremento lo da Dios” (cfr. 1 Cor 3,7). Por eso, sin saber quién va a recoger el fruto de vuestro trabajo pastoral, seguid sembrando la Palabra de Dios con oportunidad y sin ella, seguid haciendo memoria de Jesucristo muerto y resucitado en la Eucaristía, continuad desviviéndoos por todos, especialmente por los más pobres y necesitados.

Busquemos siempre la fecundidad del Espíritu en nuestros proyectos y en nuestras actividades pastorales. Vivamos y trabajemos en comunión fraterna, amando como Él nos amó hasta dar la vida por todos.

A todos los fieles laicos os digo: tú puedes y debes participar en la Iglesia

* En el ámbito de la comunión: Consejo Pastoral, Junta Económica. En el servicio de la caridad: Cáritas y otras Instituciones de caridad (ACISJF, Vicencianos, Coordinadoras de Caridad, Visitadores de enfermos.

* En el ámbito de la Palabra de Dios:

- Catequesis, de niños, adolescentes, jóvenes y adultos.

- Catecumenado de adultos.

* En el ámbito de la Liturgia:

- Grupos de lectores de la Palabra de Dios.

- Grupo de Cantores de la Parroquia.

- Equipos de Liturgia.

* En el ámbito del apostolado: Acción Católica, Nuevos Movimientos, Cofradías, Misiones, Vida Ascendente.

A todos los Religiosos y Religiosas

A todos vosotros y a todas vosotras os llamo una vez más a que,


desde vuestra experiencia cristiana y consagrada y desde el carisma que cada uno haya recibido del Espíritu Santo, seáis en el corazón de la Iglesia Diocesana signos vivientes de Jesús virgen, pobre y obediente, promotores de santidad desde vuestra vida evangélica, comprometidos en la proclamación de la palabra de Dios, hacedores de fraternidad desde vuestra experiencia de comunión, cercanos a los más pobres y necesitados (PC 6 y 8).

A las Hermanas Contemplativas

No quiero terminar este apartado tan importante y urgente sin tener un recuerdo agradecido a las Hermanas Contemplativas de nuestra Diócesis.

Una vez más os ruego a todas:

* Vivid muy cerca del corazón de la Iglesia, pues en ella os ha sembrado el Espíritu Santo como planta de santidad, de comunión y de misión.

* Seguid siendo entre nosotros testigos del Dios Vivo, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

* Ayudadnos a vivir en humildad y adoración ante Dios y en servicio fraterno y gratuito ante los demás.

* Recordadnos siempre que este mundo sólo se transformará con el dinamismo de las bienaventuranzas de Jesús.

* Nunca olvidéis que la mejor manera de ayudarnos a todos nosotros es no tanto por lo que hacéis, cuanto por lo que sois y vivís.


5. El Plan Pastoral de la Diócesis 2010 – 2015

Para promover, favorecer e impulsar la participación de todos a fin de que sea más consciente y fecunda, y para que todos trabajemos en comunión y en una misma dirección pastoral, el Consejo Diocesano de Pastoral ha elaborado un Plan Pastoral que he aprobado y que se titula: “En Cristo no nos puede faltar la esperanza”.

Los grandes objetivos de este Plan Pastoral son los siguientes:* La Familia cristiana.* El Laicado cristiano.* El servicio de la caridad.* El anuncio del Evangelio.

Queremos ir realizando estos objetivos pastorales con la ayuda del Señor y la colaboración de todos a lo largo de estos años, centrando nuestra atención y trabajo cada año en uno de ellos.

Durante este curso pastoral 2010-1011 ponemos nuestra atención preferente en la “JUVENTUD Y LA FAMILIA”. Tema atrayente y muy necesitado de reflexión, de evangelización, de renovación…

Al subrayar la atención pastoral en la JUVENTUD, conectamos con la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar, si Dios quiere, en Madrid, en el mes de agosto de este año 2011.

Al centrar nuestra atención pastoral en la FAMILIA, colaboramos en la renovación de la familia de la que tan necesitada está en nuestros días para que llegue a ser cada día más “comunidad de vida y de amor”.

Desde estas páginas exhorto y animo una vez más a todos los diocesanos a asumirlos y realizarlos en comunión eclesial, sostenidos y ayudados por la gracia de Dios. Que nadie se muestre indiferente ante esta llamada e invitación que hago. A todos y a todas os llamo y os invito a ir a “la viña del Señor” y a trabajar en ella con el don o carisma que hayáis recibido y en comunión fraterna. Todos estáis llamados a asumir y realizar el compromiso de colaborar en la edificación de la Iglesia y en el anuncio del Reino de Dios en nuestras entrañables tierras de Extremadura.


6. Creación de la Vicaría Territorial de la Zona Norte de la Diócesis

La realización del Plan pastoral de la diócesis que os acabo de presentar y la dinamización de la pastoral diocesana me han movido a instituir en la diócesis la Vicaria Territorial para la Zona Norte, que tiene su sede en la Ciudad de Coria.

Espero que sea una estructura pastoral que sirva para dinamizar a los sacerdotes, religiosas y laicos en la acción pastoral. No queremos que sea una institución que a la larga pierda valor y sentido.

Confío que el Vicario Territorial, Ilmo. Sr. D. Julián Carlos Pérez Domínguez, aliente y anime, coordine y revise, la acción pastoral de esa Zona geográfica diocesana.

Ruego a todos que participéis con renovado entusiasmo y celo apostólico en la vida y misión de la Iglesia a fin de que sea cada día más participativa y activa, más evangélica y evangelizadora, más encarnada en pueblos y ciudades y más servicial de todos especialmente de los necesitados.

Queremos ser una Iglesia que, enraizada en el misterio de Dios, sea signo viviente de Jesucristo y portadora de esperanza para todos.

Deseamos ser una Iglesia que hable las lenguas de todos los pueblos para anunciarles a Jesucristo y su Evangelio.

Anhelamos que nuestras parroquias, comunidades cristianas y arciprestazgos sean lugares de comunión y de misión al servicio de todos.

En el anexo final insertamos los decretos de creación de esta Vicaría y del nombramiento del Vicario Territorial.


7. Celebración de un Jubileo Diocesano con motivo del año de la Dedicación de la Catedral de Coria, en el año 2012.

Después de consultar el parecer del Ilmo. Cabildo Catedral, que desde su competencia, amistad y colaboración me ha ofrecido elementos de juicio importantes, he tomado la decisión de celebrar “EL AÑO DE LA DEDICACIÓN DE LA CATEDRAL DE CORIA”, durante el año 2012, si Dios quiere, celebrando un JUBILEO DIOCESANO.

Será un año lleno de acontecimientos eclesiales y de celebraciones litúrgicas que nos permitirán encontrarnos en la fe, la esperanza y la caridad, fortaleciendo así la comunión eclesial y vigorizando nuestra tarea evangelizadora y nuestro servicio de la caridad.

A lo largo de este año 2011 iremos preparando este acontecimiento eclesial que queremos que sea portador de gracia y de salvación, de esperanza y de paz, para todos.

A continuación os ofrezco un avance de programación de los actos que, en principio, proyectamos celebrar con la ayuda del Señor y la colaboración generosa de todos.

a) Los acontecimientos eclesiales que vamos a conmemorar

✴ El 25 Aniversario de la Beatificación del Cardenal MARCELO SPÍNOLA, que fue Obispo de la Diócesis de Coria.

- Biografía de Mons. Marcelo Spínola.- Ministerio pastoral de Mons. Spínola en nuestra Diócesis.- Mensaje para nosotros.

✴ Causa de beatificación y canonización del Siervo de Dios, D. HONORIO MARÍA SÁNCHEZ DE BUSTAMANTE, sacerdote de nuestra Diócesis de Coria-Cáceres.

- Biografía de D. Honorio María.

38 Carta Pastoral

- Su ministerio pastoral en nuestra Diócesis.- Perfil espiritual de D. Honorio María.- Tramitación actual de su Causa a nivel diocesano.

b) Jubileo diocesano con motivo de la dedicación de la Catedral de Coria

* Petición a la Santa Sede del Jubileo Diocesano.

* Catequesis en torno al Jubileo.

* Objetivos de este Jubileo:

- Acrecentar la importancia de la Iglesia diocesana en la vida y en la pastoral de todos. - Valorar la Catedral como Cátedra del Obispo. - Promover la presencia y participación de la Vida Consagrada y de los Laicos en la vida y misión de la Iglesia. - Fomentar la presencia de los laicos en la Vida Pública. - Favorecer la pastoral vocacional. - Potenciar la santidad en los miembros de la Iglesia. - Promover la caridad con los necesitados. - Seguir realizando los objetivos del Plan pastoral diocesano.

Celebración del Jubileo.

- Apertura de la Puerta Santa de la Catedral. - Concelebración Eucarística en la Catedral. - Los Arciprestazgos peregrinan a la Catedral con motivo del Jubileo. - Clausura del Jubileo.


c) Programa de actividades

* Exposiciones. Responsable: Cabildo Catedral.

- El Mantel de la Sagrada Cena de Jesucristo. Historia del Mantel de la Cena. Significado del Mantel para la Catedral.

- Documentos del Archivo de la Catedral de Coria.

- Partituras del Archivo musical de la Catedral.

* Conferencias. Responsables: Cabildo Catedral y Delegación diocesana de Patrimonio.

- La Catedral como obra de arte. - La Catedral como expresión de fe. - La Catedral como Templo primero de la Diócesis.

* Mesas redondas. Responsable: Delegación diocesana de “Fe-Cultura”.

- Fe-cultura. - Fe-vida.

* Celebraciones litúrgicas. Responsables: Maestro de ceremonias del Cabildo y Delegación Diocesana de Liturgia. CONFER.

* Concelebraciones Eucarísticas.

- Solemnidad de Navidad. - Misa Crismal. - Triduo Santo - Semana Santa. - Solemnidad de la Stma. Virgen de Argeme. - Solemnidad de San Pedro de Alcántara.

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* Celebraciones comunitarias de la Penitencia: - Adviento. - Cuaresma.

d) Encuentros de oración

Responsable: Cabildo Catedral.

- Tiempo Litúrgico de Adviento. - Tiempo Litúrgico de Cuaresma. - Tiempo Litúrgico de Pascua.

e) Peregrinaciones a la Catedral

- Encuentro de Sacerdotes: Vicaría del Clero. - Encuentro de Religiosas: Directiva de la CONFER. - Encuentro de catequistas: Delegación diocesana de Catequesis. - Encuentro misionero: Delegación diocesana de Misiones. - Encuentro de enfermos y ancianos: Delegación diocesana de la salud. - Encuentro de familias: Delegación diocesana de Familia. - Encuentro de jóvenes: Delegación diocesana de Infancia y Juventud. - Encuentro de Responsables de Cáritas diocesana, arciprestal y parroquial: Delegación diocesana de Cáritas.


8. El tiempo litúrgico de la Cuaresma

En la Carta Pastoral “Servid al Señor con alegría”, que os envié con motivo de la “Cuaresma, Pascua y Pentecostés 2008”, os hablaba del significado de la Cuaresma y de sus contenidos más importantes. A ella os remito desde aquí. Ahora, en esta Carta, sólo quiero poner de relieve que la Cuaresma es el conjunto de cuarenta días que son símbolo del retiro cristiano como preparación a la Pascua del Señor. Todos somos invitados a adentrarnos con la Iglesia en esta gran peregrinación espiritual hacia la Pascua de Jesucristo.

El Tiempo litúrgico de Cuaresma

La Cuaresma es tiempo litúrgico de preparación de todos para celebrar el Misterio Pascual de la muerte y resurrección de Jesucristo. Os invito a leer y meditar las lecturas que nos ofrece el Leccionario Dominical para este ciclo A, que es de manera especial bautismal.

La Cuaresma es tiempo litúrgico en el que la Iglesia contempla con amor a Jesucristo y desde Él se renueva y se encamina a la humanidad para ofrecerle la salvación de Cristo.

La Cuaresma es tiempo de gracia en el que la Iglesia nos llama a acoger la salvación de Dios con espíritu humilde y esperanzado.

La Cuaresma es tiempo en el que la Comunidad cristiana recuerda con gratitud la venida histórica de Jesús al mundo hace 2000 años, celebra la venida mística de Jesucristo al alma del justo y espera y suplica la vuelta gloriosa del Señor Jesús: “¡Ven, Señor Jesús!”.

En este Tiempo Cuaresmal:

✴ Los catecúmenos que desean ser bautizados en Pascua se preparan intensamente para recibirlo. Es tiempo para ofrecerles unas adecuadas catequesis mistagógicas, es decir, sobre los sacramentos

42 Carta Pastoral

de la Iniciación Cristiana: bautismo, confirmación, Eucaristía. “Mediante el encuentro personal con nuestro Redentor y mediante el ayuno, la limosna y la oración, el camino de conversión hacia la Pascua nos lleva a redescubrir nuestro Bautismo. Renovemos en esta Cuaresma la acogida de la Gracia que Dios nos dio en ese momento, para que ilumine y guíe todas nuestras acciones. Lo que el Sacramento significa y realiza estamos llamados a vivirlo cada día siguiendo a Cristo de modo cada vez más generoso y auténtico”1.

✴ Los penitentes se preparan debidamente para confesar sus pecados en el sacramento y recibir el perdón de los mismos. Es tiempo para explicar de forma adecuada el sacramento de la Penitencia y ofrecer a los fieles el sacramento del perdón de forma personal y/o comunitaria en conformidad con las normas de la Iglesia. “El período cuaresmal es el momento favorable para reconocer nuestra debilidad, acoger, con una sincera revisión de vida, la Gracia renovadora del Sacramento de la Penitencia y caminar con decisión hacia Cristo”2.

✴ Mediante las prácticas tradicionales del ayuno, la limosna y la oración, expresiones del compromiso de conversión, la Cuaresma educa y nos mueve a vivir de modo cada vez más radical el amor de Jesucristo: “el ayuno abre mayormente a Dios y a las necesidades de los hombres, y hace que el amor a Dios sea también amor al prójimo; la limosna nos recuerda el primado de Dios y la atención hacia los demás; en la oración encontramos tiempo para Dios y nos abre a la esperanza que no falla, a la vida eterna”3.

✴ Los fieles se recogen para profundizar su vida cristiana y crecer en la santidad y en el testimonio de vida mediante la lectura y meditación de la Palabra de Dios, la oración personal y comunitaria, el servicio a los necesitados. Hemos de ofrecer espacios comunitarios de oración y de reflexión en nuestras Parroquias, Comunidades Cristianas, Santuarios…

1 Benedicto XVI: Mensaje para la Cuaresma – 2011; 3. 2 Ibid.3 Ibid.


✴ Los mayores y los enfermos se preparan debidamente para recibir el santo sacramento de la Unción de los enfermos.

En esta misma dirección Benedicto XVI escribe: “La Iglesia en los textos evangélicos de los domingos de Cuaresma, nos guía a un encuentro especialmente intenso con el Señor, haciéndonos recorrer las etapas del camino de la iniciación cristiana: para las catecúmenos, en la perspectiva de recibir el Sacramento del renacimiento (bautismo), y para quien está bautizado, con vistas a nuevos y decisivos pasos en el seguimiento de Cristo y en la entrega más plena a Él”4.

4 Ibid. 2


9. Llamadas que el Señor nos hace en esta Cuaresma

¿Qué nos pide el Señor en esta Cuaresma?

a) Escuchar la Palabra de Dios “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mt 4,4).

Hagamos nuestras estas palabras de Jesús al rechazar la primera tentación que le propone el diablo. La Cuaresma es tiempo de volver a Dios, de escuchar de forma asidua y meditativa, sin prisas, con sosiego su Palabra que nos edifica, nos critica, nos ilumina. Dediquemos tiempo a escuchar al Señor y desde él asumamos el trabajo apostólico. Vivamos en contacto permanente con el Señor y a través de Él con la gracia divina con Dios. No perdamos el trato interior y permanente con el Señor. Escuchad asiduamente la Palabra del Señor, porque toda sabiduría de vida nace de ella”.

Para escuchar al Señor es necesario:

✴ Hacernos pobres desde dentro ya que el autosuficiente, el soberbioso, el endiosado… no escucha a nadie.

✴ Hacer silencio interior en nosotros, acallando las “voces de las pasiones”, que nos inclinan al mal, al pecado… y no nos dejan escuchar al Señor.

✴ Valorar al Señor que nos habla. Que podamos decir de nosotros mismos: “cuando encontraba palabras tuyas las devoraba”.

✴ Pedir continuamente al Señor que nos dé un corazón que escuche: “dame, Señor, un corazón que escuche”. Es gracia y don de Dios escucharle con todo el alma, con todo el corazón. No estemos distraídos ni perdidos entre las cosas de este mundo. Pidamos al Señor: “despierta mis oídos para que pueda escucharte”.

Con urgencia y con gran esperanza os pido que volváis al Evangelio de Jesucristo, la Buena Noticia de la salvación, “la fuerza de Dios para la

46 Carta Pastoral

salvación de todo el que cree” (Rm 1,16). Ante tantos mensajes y estímulos que recibimos en nuestra sociedad, abramos los oídos del alma para acoger la Palabra de Dios y meditarla en nuestro corazón, como hizo la Stma. Virgen María.

En nuestra Diócesis, algunas Delegaciones Episcopales y no pocas Parroquias ofrecen a lo largo del curso pastoral y, de forma especial, en este tiempo cuaresmal, Cursos de espiritualidad, Cursillos de formación cristiana, Charlas de vida cristiana… Participa en ellos. Te hará mucho bien.

La escucha de la Palabra ha de llevarnos a hacer una reflexión profunda sobre los fundamentos teológicos de la fe cristiana. Nunca olvidemos que es necesario hoy y siempre dar razones para creer, para esperar, para vivir. ¡Hay tantas personas que van por la vida sin esperanza, sin saber a donde van!

b) Convertirnos al Señor

A lo largo de ese tiempo escucharemos con frecuencia la invitación del Señor que nos hace llegar la Iglesia: “Arrepentíos y convertíos que el Reino de Dios está cerca” (Mc 1,14).

Benedicto XVI nos dice: “el itinerario cuaresmal, en el cual se nos invita a contemplar el Misterio de la cruz, es “hacerme semejante a él en su muerte” (Fil 3,10), para llevar a cabo una conversión profunda de nuestra vida:

✴ dejarnos transformar por la acción del Espíritu Santo, ✴ orientar con decisión nuestra existencia según la voluntad de Dios,

✴ liberarnos de nuestro egoísmo, superando el instinto de dominio sobre los demás y abriéndonos a la caridad de Cristo”5.

Reconozcamos con verdad y humildad nuestros pecados. Hagamos nuestra la confesión del Rey David: “Yo reconozco mi delito, mi pecado sin cesar está ante mí” (Sal 50,5). No perdamos la conciencia del pecado.

5 Ibid. 3.


Examinemos nuestros criterios, nuestros afectos, nuestros comportamientos y nuestra vida a la luz de los mandamientos de la Ley de Dios, de las bienaventuranzas, del mandamiento del amor… y nos daremos cuenta de que hemos faltado en no pocas cosas. Con sinceridad y autenticidad identifiquemos nuestro pecado, señalémoslo. Sabemos que al pecado no le gusta ni que lo identifiquemos ni que los señalemos con el dedo; prefiere la oscuridad donde vive y domina con toda su fuerza. Entra dentro de tu alma y reconoce tus faltas y pecados, límpiala de “abrojos y de espinas”: confiesa tus pecados en el sacramento del perdón. Remueve la tierra de tu corazón para que pueda acoger la semilla de la Palabra de Dios, riégala y cuida la siembra… y así dará mucho fruto.

Esta conversión nos empuja a llevar una vida más cristiana y más santa, a renovar nuestro compromiso al servicio de la Iglesia y de los necesitados, a ser personas espirituales, es decir, personas que están llenos del Espíritu de Cristo, que invade y transforma toda su persona y a quienes unge y envía, como a Jesús, a “anunciar a los pobres la Buena Noticia, a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor” (Lc 4,18-19). La conversión cristiana no puede ser ajena al compromiso por la justicia, por la paz, por la vida…

c) Retornar a las fuentes de la gracia: los sacramentos

“Cada vez que coméis este pan y bebéis este cáliz, anunciáis la muerte del Señor, hasta que venga” (1 Cor 11,26).

El tiempo de Cuaresma siempre ha sido considerado, y lo es hoy, el tiempo de la mistagogía”, es decir, el tiempo en el que todos debemos profundizar el significado de los sacramentos recibidos y darnos cuenta de cómo estos van configurando nuestra vida con el Señor, nos van incorporando con mayor plenitud en la Iglesia y nos llevan a participar en su vida y misión.

Retornemos a las fuentes de la gracia divina que son los sacramentos, “la brisa bienhechora de Dios sobre el mundo y la humanidad”, “los gestos

48 Carta Pastoral

pobres de un Dios pobre”. Profundicemos en el significado teológico de las celebraciones litúrgicas evitando de este modo que los sacramentos aparezcan como ritos vacíos de contenido y de significación. Ayudemos a la comunidad cristiana a celebrar y participar dignamente en la celebración de la liturgia y de los sacramentos.

De una manera especial os invito a redescubrir y recibir el sacramento del perdón en el que el Señor a través del Sacerdote Confesor, nos acoge, nos abraza, nos perdona y nos hace sentar en torno a su mesa, como al hijo pródigo que vuelve a la casa del Padre. Este sacramento nos enseña a mirarnos con los ojos de Dios y a ser humildes, honestos y sinceros con nosotros mismos. Cuando recibimos el perdón del Señor, aprendemos y asumimos el compromiso de perdonar a los demás.

Reconciliados con Dios, con la Iglesia y con los hermanos acerquémonos a la Mesa Eucaristía para recibir dignamente el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo. Vivamos la Eucaristía en el mundo entregando nuestra vida por los demás y derramando nuestra sangre por la salvación y liberación de todos.

d) Redescubrir el “Día del Señor”, el Domingo

“La Iglesia, por una tradición apostólica que trae su origen del mismo día de la resurrección de Cristo, celebra el misterio pascual cada ocho días, en el día que es llamado con razón ‘día del Señor’ o ‘domingo’” (SC 106).

En nuestra sociedad se está perdiendo el sentido religioso y cristiano del domingo. Por eso y en fidelidad a la tradición apostólica quiero poner de relieve la importancia del “Día del Señor” que es el domingo. En fidelidad a la práctica apostólica: “el primer día de la semana, estando nosotros reunidos para la fracción del pan” (Hech 20,7; 1 Cor 16,2), el Concilio Vaticano II enseña que “en este día los fieles deben reunirse a fin de que, escuchando la palabra de Dios y participando en la Eucaristía, recuerden la pasión, la resurrección y la gloria del Señor Jesús y den gracias a Dios que los hizo renacer a la vida esperanza por la resurrección de Jesucristo de entre los


muertos” (1 P 1,3). “El domingo es el fundamento y el núcleo de todo el año litúrgico” (SC 106).

¡Queridos hermanos sacerdotes!

Desde la reflexión teológica y desde la contemplación del misterio eucarístico, os invito y os llamo a renovar la celebración de la Eucaristía y la participación en ella. Para ello os propongo lo siguiente:

✴ Promoved el sentido cristiano del domingo y de las fiestas religiosas, ya que “están en juego la identidad cristiana de muchos fieles y la edificación de las comunidades como signos de comunión, de reconciliación, de esperanza y de paz. Esto no será posible si los creyentes no perseveran en la fe y no anuncian, con palabras y con obras, la salvación ofrecida en Jesucristo”6.

✴ Reavivad la celebración cristiana del Domingo en vuestras Parroquias, Comunidades cristianas y Arciprestazgos. La comunidad cristiana y cada cristiano deben sentirse llamados a celebrar el domingo y las fiestas cristianas “con la conciencia de que, al hacerlo, contribuyen decisivamente a expresar y alimentar su identidad cristiana y a que la Iglesia aparezca en medio del mundo como señal e instrumento de la unión con Dios y de la unidad de todos los hombres (LG 1)”7.

✴ Intensificad la participación activa, consciente y fructuosa de los fieles en la Eucaristía, especialmente en la dominical. Esta participación producirá en todos los que participan gozo y alegría, paz y esperanza. El encuentro del Señor trae siempre los dones del Espíritu Santo.

✴ Preparad con esmero y mucho amor la celebración eucarística, la homilía, el canto… No dejéis nada a la improvisación. “La homilía, parte integrante de la acción litúrgica, reviste una importancia particular como elemento de conexión con el Sacrificio eucarístico (…). Es muy importante que los ministros de la homilía se preparen bien, con el estudio y la oración, para realizar este ministerio y no

6 CEE. Instrucción pastoral: “Sentido evangelizador del domingo y de las fiestas”, n. 10, 1992.7 Ibid. n.28.

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ser predicadores vacíos y superfluos que no escuchan en su interior la Palabra divina”8.

✴ Fomentad la adoración del Stmo. Sacramento en vuestras Parroquias. La comunidad cristiana es también una comunidad orante, por lo que debemos ser en ella maestros de plegaria y oración para poder ayudarle a orar. Cuidemos los espacios de oración en la parroquia, invitemos a la comunidad a momentos de plegaria…

✴ Llevad la Comunión a los enfermos, a quienes debéis ofrecer también el Sacramento del Perdón y la Unción de los enfermos. Ayudemos a los enfermos a vivir en cristiano su dolor; estemos cerca de los moribundos para poder ayudarles en los momentos últimos de su vida en este mundo para que puedan asumir en la fe y en la esperanza su enfermedad última y salir de este mundo fortalecidos con los sacramentos, acompañados por la oración de la Iglesia y rodeados del afecto de la familia, de la comunidad…

✴ Suscitad el compromiso de la comunidad con los pobres: hay que ir de la mesa de la Eucaristía a la mesa de los pobres. Jesús se hizo pan partido para poder compartirse y repartirse con los demás. Esto es lo que debemos intentar hacer nosotros que participamos en la Eucaristía, “la fracción del pan”. “La caridad fraterna y la solidaridad con los necesitados (…) constituyen, sin duda, uno de los signos más evidentes de la participación profunda en el sacrificio eucarístico y una de las señales más eficaces que abren el camino a la acción evangelizadora”9.

Os ruego que compartáis estos ruegos y estas indicaciones con la comunidad cristiana, con las religiosas, con los catequistas para que todos vayamos en la misma dirección pastoral.

8 Ibid. n. 7.9 Ibid. n. 18.


e) Potenciar nuestra pertenencia a la Iglesia

“Porque en un solo Espíritu hemos sido todos bautizados para no formar más que un cuerpo” (1 Cor 12,13).

En muchas ocasiones, momentos, celebraciones y encuentros os he pedido, queridos hermanos, que renovéis vuestra adhesión a la Iglesia y potenciéis vuestra pertenencia afectiva y efectiva a la misma. En esta nueva Carta os lo vuelvo a pedir y rogar: amad a la Iglesia, participad en su vida y misión, colaborad en resolver sus problemas y remediar sus necesidades…

Por el sacramento del bautismo hemos sido hechos miembros vivos de la Iglesia, Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo y Templo del Espíritu Santo. Por eso, de cada uno de nosotros depende la vitalidad de la Iglesia del Señor.

En este año que dedicamos a la Juventud, os invito de manera muy especial a vosotros, los jóvenes, a que os incorporéis a la Iglesia del Señor, presente en vuestras parroquias, comunidades cristianas…, dándole un aire de vitalidad, de juventud, de alegría, de dinamismo misionero…

f) Colaborar en la misión evangelizadora de la Iglesia

“Partiendo de vosotros ha resonado la Palabra del Señor y vuestra fe en Dios se ha difundido no sólo en Macedonia y en Acaya, sino por todas partes” (1 Tes 1,8).

Uno de los retos más importantes e interpelantes que tiene la Iglesia entre nosotros, en Europa y en muchas partes del mundo donde está implantada es, sin duda alguna, la evangelización de los no creyentes, de los alejados… Como ya dije en mi última Carta Pastoral de Adviento (Noviembre-2010), nos preocupa muchísimo la transmisión de la revelación divina a los seres humanos que vivimos en este tiempo y en estas tierras; nos inquieta en gran manera que no pocos cristianos se alejen de la Iglesia y caigan en la indiferencia religiosa, en el ateísmo. Por ello, nos proponemos, como un compromiso transversal del Plan Pastoral, seguir potenciando la evangelización, la transmisión de la fe, la catequesis.

52 Carta Pastoral

Nuestro tiempo es tiempo de evangelización. El Señor nos llama a todos a que vayamos a su viña: el mundo. Nadie debe sentirse excluido ni quedarse ocioso; nadie debe permanecer indiferente ante la llamada del Señor ni darle la espalda. “Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar” (EN 14). El testimonio evangelizador reclama que existan comunidades cristianas maduras, encarnadas en la realidad concreta, en diálogo con el mundo y la cultura actuales, con talante profético y en actitud de compromiso transformador de la realidad desde la opción preferencial con los necesitados.

¿Qué puedes hacer tú?

Tú puedes hacer mucho. Os propongo lo siguiente:

✴ Los bautizados: participad en las catequesis de la parroquia.

✴ Los padres de familia: participad en las catequesis de vuestros hijos en la Parroquia: serán así catequesis familiares, que tanto necesitamos para transmitir la fe, para educar en cristiano a los niños, a los adolescentes, a los jóvenes. Invitamos una vez más a los padres a que transmitan la fe a sus hijos.

✴ Los jóvenes cristianos: colaborad en la evangelización de los jóvenes, vuestros compañeros de camino y de vida.

✴ Los profesionales cristianos estáis llamados a evangelizar:

• unos, haciéndoos presentes en los Medios de Comunicación Social para anunciar aquí a Jesucristo y su Evangelio, así como los valores del Reino de Dios.

• otros, anunciando el Evangelio en la Universidad promoviendo de forma adecuada el diálogo “fe – cultura”;

• otros debéis empeñaros en promover un auténtico diálogo “fe – vida”, del que tan necesitada está nuestra sociedad;..

• otros, promoviendo el diálogo “fe – política”.


✴ Los consagrados y las consagradas: vivid con fidelidad y alegría vuestra consagración a Dios y dad testimonio de ella en la Iglesia y en el mundo.

✴ Los esposos: vivid vuestro matrimonio como comunidad de vida y de amor y como camino de santificación personal.

✴ Los religiosos y religiosas: dad testimonio de Jesús mediante la vivencia auténtica y gozosa de vuestros consejos evangélicos: pobreza, castidad y obediencia.

✴ Los catequistas: perseverad en vuestra inmensa tarea de educar en la fe a los niños, a los adolescentes y jóvenes. ¡No os marchéis! ¡No dimitáis!

Pedimos a todos los laicos cristianos que hagáis presente con nuevo ardor y entusiasmo, con nuevas expresiones y en diversidad de lenguas, con nuevos métodos y formas, el Evangelio de Jesucristo en los nuevos areópagos o plazas públicas de la sociedad actual: radio, televisión, Internet, prensa, política, universidad, sanidad…

De este modo, todos iremos respondiendo a las preguntas que se hacía Pablo VI en su tiempo: “¿cómo acercar el mensaje cristiano en la sociedad moderna al hombre de hoy?; ¿cómo hacer para que el Evangelio sea la fuerza que aliente la solidaridad humana?; ¿qué métodos utilizar para que el Evangelio sea más eficaz?” (EN 4).

g) Intensificar la pastoral vocacional

La realización de la nueva evangelización, de la que tan necesitados estamos, requiere sin duda alguna la participación de los consagrados con especial consagración y de los laicos.

Vocaciones de especial consagración

Pongamos la atención, en primer lugar, en las vocaciones de especial consagración.

¡Queridos hermanos sacerdotes!

54 Carta Pastoral

Hagamos todos un serio y perseverante esfuerzo para suscitar vocaciones al sacerdocio, a la vida consagrada, a la vida religiosa, a la vida misionera.

¿En qué consiste este esfuerzo? ¿Qué debemos hacer?

Os propongo algunas cosas que podrán orientarnos y ayudarnos a todos en la realización de la pastoral vocacional.

✴ La oración. Sabéis muy bien que lo primero de todo es rogar al Señor para que suscite nuevas vocaciones. Ya os he entregado a todos un folleto en el que tenéis diversas formas de orar por las vocaciones. No lo echéis en olvido.

✴ La propuesta vocacional. Proponed a adolescentes y jóvenes la vocación sacerdotal. Y hacedlo convencidos de que hacéis un magnífico servicio. Es muy posible que todos hayamos recibido la llamada del Señor al sacerdocio a través de un sacerdote, de un catequista, de los padres…

✴ El acompañamiento espiritual. Antes decíamos que “del confesionario salían muchas vocaciones de especial consagración”. Ahora también es verdad eso mismo, aunque empleemos otras palabras. ¡Si no hay vida espiritual, que difícil es que surjan vocaciones!

✴ La atención a las familias. La familia juega un papel muy importante en la vocación al sacerdocio y a la vida consagrada de los hijos. Por eso os ruego que prestéis la atención pastoral debida a las familias. Un hogar cristiano puede ser fuente de vocaciones de especial consagración. Lo sabemos por propia experiencia.

✴ Encuentros de oración con los jóvenes, en los que se les hable de las diferentes llamadas que hace el Señor a los jóvenes. Entre ellas poned de relieve la llamada a seguir a Jesús en el sacerdocio, en la vida religiosa…

✴ Rogad y pedid la oración de las almas contemplativas de nuestra diócesis a favor de las vocaciones.

✴ Invitad a la Comunidad cristiana a orar, al menos una vez al mes por las vocaciones sacerdotales.


✴ En la Oración de los fieles de la Eucaristía, incluid siempre peticiones específicas por las vocaciones.

✴ Publicad artículos sobre el sacerdocio, la vida religiosa, misionera…, ofreciendo testimonios de personas que son sacerdotes, religiosos, misioneros… “Los ejemplos atraen”.

✴ Utilizad los medios actuales de comunicación social para insertar en ellos la llamada e invitación al sacerdocio, a la vida consagrada, a la vida religiosa, misionera, contemplativa…

Vocaciones laicales

“La nueva evangelización se hará, sobre todo, por los laicos o no se hará” (CLIM 148).

Todos hemos de ayudar a los cristianos laicos a que tomen renovada conciencia de su deber de participar en la Iglesia misterio, comunión y misión, así como de participar desde el don o carisma recibido en la vida y misión de la Iglesia.

Compartir nuestro pan con el hambriento

“No había entre ellos ningún necesitado, porque todos los que poseían campos o casas las vendían… y se repartía a cada uno según sus necesidades” (Hech 4,34-35).

La credibilidad del anuncio que hacemos del Evangelio depende en gran medida del compromiso de la Iglesia con los más pobres y necesitados. En efecto, los pobres son los destinatarios privilegiados del amor de Dios por lo que han de serlo también de la evangelización de la Iglesia.

Hay muchas personas y pueblos de la tierra que no tienen qué comer y mueren de hambre. A nuestra puerta hay hoy muchos “lázaros” que suplican nuestra ayuda y nos piden que pongamos en marcha un orden internacional nuevo basado en el amor, la justicia, la solidaridad…

56 Carta Pastoral

No nos mostremos indiferentes ante su clamor ya que en él está presente el grito del Señor: “cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mi me lo hicisteis. (…) Cuanto dejasteis de hacer con cada uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo” (Mt 25,45).

Dejémonos interpelar por ese grito y ese clamor. Este es un tiempo propicio para asumir algún compromiso en el servicio de la caridad que realiza tu parroquia.

Ten presente que “Dios no habrá dejado de llorar hasta que el último de sus hijos no llore más”. Por eso, limpiar las lágrimas del que llora es limpiar las lágrimas de Dios.

Bajemos de la cruz a los nuevos crucificados por el hambre, la miseria, la violencia… El mundo será así más fraterno y más humano. Construyamos todos juntos “la civilización del amor” que comienza por el respeto sagrado a toda vida humana en cualquier circunstancia en que se encuentre.

¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros en favor de los empobrecidos de la tierra?

Os propongo lo siguiente:

✴ Trabajar en algún servicio de Cáritas parroquial, arciprestal o diocesana.

✴ Dar algo de tu paga o dinero para los necesitados.

✴ Educar para la solidaridad y el compartir con los necesitados.

✴ Privarte de algún lujo y darlo a los pobres.

✴ Denunciar las injusticias del mundo.

✴ Promover la fraternidad entre todos.

✴ Pedir políticas de atención a los necesitados, a los parados…

✴ Ofrecer, facilitar, proporcionar… algún puesto de trabajo para el que nada tiene.


✴ Participar en alguna organización que atienda a los necesitados.

✴ Apoyar a quienes atienden a los necesitados.

✴ Organizar los diversos sectores de pobreza: necesitados, enfermos, inmigrantes, transeúntes, parados, marginados, enfermos… para poder servirlos mejor. La técnica tiene que ayudarnos a mejorar nuestro servicio a los necesitados. No nos conformemos con cualquier cosa.

✴ ¡A los pobres hay que ofrecerles lo mejor, sin jamás humillarlos! “Los pobres son nuestros señores” (San Vicente de Paúl).

¿Qué estás haciendo tú en estos momentos?

¿Qué tiene que pasar por nosotros para que podamos hacer esto o, al menos, hacer algo de lo que os propongo?

58 Carta Pastoral

Oración a la Stma. Virgen de Argeme,

Patrona de la ciudad de Coria y de la diócesis

Santa María de Argeme,que desde tu santuario,acompañas a todos los que caminamos en este “valle de lágrimas”,te pedimos por nuestra Diócesis de Coria-Cácerespor todos los que formamos la familia de los hijos de Dios.Bendice nuestro seminario con abundantes vocaciones.Protege y reanima en el amor a todas las familias,Suscita laicos que vivan su vocación bautismalempeñados en la transformación del mundo.Cuida a nuestros niños y jóvenes, tan necesitados.Que los trabajadores encuentren un trabajo digno.Ayuda a los enfermos en los peores momentos de su vida.Que los catequistas trasmitan la fe sin desalentarse,y a todos los que anuncian el Evangelio,desde cualquier situación, dales el gozo y la alegría de tu Corazón.Que todas las Cofradías y Hermandades conecten con “los sentimientos religiosos del pueblo”,para vivir siempre aunando fe y vida.Te pedimos, Virgen de Argeme,que ruegues siempre por nosotros,“ahora y en la hora de nuestra muerte”. AMÉN.

Os bendigo con afecto9 de marzo de 2011, miércoles de ceniza.

+ Francisco Cerro ChavesObispo de Coria-Cáceres

Tercer aniversario de mi Ordenación Episcopal


ANEXO

Creación de la Vicaría Territorialde la Zona Norte de la Diócesis

DECRETO

Mons. D. Francisco Cerro Chaves, Obispo de la diócesis de Coria-Cáceres, por la gracia de Dios y de la Sede Apostólica, deseando atender de la mejor manera posible las necesidades pastorales de la zona norte de nuestra Diócesis, contando con el parecer favorable del Consejo Episcopal, del Consejo Presbiteral y del Colegio de Consultores de la Diócesis, decreto lo siguiente:

Creamos la Vicaría Territorial de la zona norte de la Diócesis en conformidad con la normativa canónica de la Iglesia y realizadas las consultas pertinentes a los miembros del Consejo Episcopal, del Consejo Presbiteral, del Colegio de Consultores y del Consejo de Diocesano de Pastoral.

Esta Vicaría Territorial tiene su sede en las dependencias de la Casa de la Iglesia de Coria y comprende los siguientes Arciprestazgos, con sus respectivas parroquias, situados Río Tajo arriba:

✴ Arciprestazgo de Coria. ✴ Arciprestazgo de Granadilla. ✴ Arciprestazgo de Hurdes. ✴ Arciprestazgo de Montehermoso. ✴ Arciprestazgo de la Sierra de Gata.

Dado en Cáceres a 20 de junio de 2010.

+ Francisco Cerro Chaves Obispo de Coria-Cáceres

Por mandato de S.Excelencia Rvdma.El Canciller-Secretario

Diego Zambrano López

60 Carta Pastoral

Nombramiento del Vicario Territorial

DECRETO

Mons. D. Francisco Cerro Chaves, Obispo de la Diócesis de Coria-Cáceres, por la gracia de Dios y de la Sede Apostólica, teniendo en cuenta la formación teológica y pastoral, así como “su sana doctrina, honradez, prudencia y experiencia en la gestión de asuntos” (cn. 478,1), nombro para cinco años Vicario Territorial para esa zona norte de la Diócesis al Ilmo. Sr. D. Julián Carlos Pérez Domínguez, Canónigo del Cabildo de la Santa Iglesia Catedral de Coria y Párroco de la parroquia de San Ignacio de Coria (cf. cn. 477,1).

El Vicario Territorial representa al Obispo en su territorio, por lo que actuará siempre en comunión con el Obispo diocesano, y “nunca actuará contra la voluntad e intenciones del Obispo diocesano” (cn. 480).

El Vicario Territorial tiene en el territorio para el que ha sido nombrado por el Obispo las mismas competencias que tiene el Vicario General para toda la Diócesis, ya que “tiene la misma potestad ordinaria que por derecho universal compete al Vicario General, conforme a la doctrina del Concilio Vaticano II: “tiene de derecho la misma facultad que el derecho común confiere al Vicario General” (ChD 27) y a tenor de la norma de los cánones 477-481” (cn. 476), por ello, actuará en coordinación con el Vicario General de la Diócesis.

El Vicario territorial de la zona norte de la Diócesis pertenecerá por derecho a los organismos de comunión y participación de la Diócesis: Consejo Episcopal, Consejo Presbiteral, Consejo de Pastoral, Consejo de asuntos económicos, Colegio de Consultores, Colegio Arciprestal.

El Vicario territorial de la zona norte de la diócesis tiene su residencia en la Casa de la Iglesia, con sede en la ciudad de Coria, dado el carácter episcopal de esta Ciudad.


Las funciones del Vicario Episcopal Territorial

✴ Dotado de potestad ordinaria a tenor de los cánones, ha de ayudar al Obispo en el gobierno pastoral del territorio diocesano que le ha confiado el Obispo (cf. cn. 476).

✴ Le compete de propio derecho para esa porción de territorio “la potestad ejecutiva que corresponde por derecho al obispo diocesano para realizar cualquier tipo de actos administrativos, exceptuados sin embargo aquellos que el Obispo se hubiera reservado o que, según el derecho, requieran mandato especial del Obispo” (cn. 479).

✴ Por su condición de Vicario Territorial, “deberá informar al Obispo diocesano sobre los asuntos más importantes por resolver o ya resueltos” en su territorio (cn. 480).

✴ Mantendrá una comunicación sincera con el Vicario Episcopal de Pastoral de la Diócesis para lograr una unión y coordinación adecuadas, necesarias para realizar el Plan Pastoral de la Diócesis en esa zona o territorio.

✴ Será escuchado por el Obispo en el nombramiento de cargos pastorales para esa zona o territorio de su incumbencia a fin de lograr una mayor coordinación y eficacia pastoral.

✴ Impulsará y coordinará el funcionamiento de las instituciones de carácter diocesano que existan en su territorio.

✴ Mantendrá reuniones periódicas con los Arciprestes de ese territorio para coordinar la acción pastoral y atender las necesidades de los sacerdotes que surjan.

✴ Colaborará de forma especial con los servicios de las Vicarías, Delegaciones y Secretariados diocesanos en la realización de sus tareas en ese territorio.

✴ Promoverá la atención y formación de los agentes de pastoral en su territorio: Caritas, Catequistas, Lectores de la Palabra de Dios, Profesores de Religión, Visitadores de enfermos.

62 Carta Pastoral

✴ Atenderá a los Sacerdotes y a las Comunidades de Religiosas de Vida activa y de Vida íntegramente contemplativa existentes en su territorio. Para ello estará en comunicación con la Vicaría del Clero y de la Vida Consagrada, así como con la CONFER diocesana.

✴ Cuidará los Nuevos Movimientos y otros organismos de apostolado que existan en su territorio.

✴ Prestará la debida atención a los edificios diocesanos existentes en su territorio a través de las personas y medios necesarios y siempre en coordinación con los organismos diocesanos directamente implicados en este asunto.

✴ Tramitará aquellos documentos oficiales que le hayan sido confiados por el Obispo o por el Vicario General.

Cese del Vicario Episcopal Territorial

El Vicario Territorial cesará por uno de estos motivos:

✴ Al cumplirse el tiempo de su mandato (cn. 481).

✴ Por renuncia al cargo (cn. 481).

✴ Por remoción notificada por el Obispo, quedando a salvo lo que prescriben los cánones 406 y 409 (cn. 481).

✴ Cuando se produce la vacante de la sede episcopal (cn. 481).

Dado en Cáceres a 20 de junio de 2010

+ Francisco Cerro Chaves Obispo de Coria-Cáceres

Por mandato de S. Excelencia Rvdma.El Canciller-Secretario

Diego Zambrano López

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