carta eleusina (1)

8/8/2019 CARTA ELEUSINA (1)

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Ivn Rodrigo Garca Palacios

Carta eleusina No. 1

"Si con razn reprueba en aquella carta Epicuro a quienesdicen que los sabios se bastan a si mismos y por ende nonecesitan de amigos, deseas saber. En efecto, Estilpn es

objetado por Epicuro, como as tambin lo son aquellos paraquienes la visin del sumo bien es la de un espribu impasible"

(Lucio Anneo Sneca, Cartas a Lucilio, No. 9).

Apreciado Lucilio, "te saludo"Le con gusto y detenimiento la Terapia dialgica (2) y la tom como si

respondieras a mis inquietudes del otro da y, si as fuera, me parecioportuno responderte con algunas de mis consideraciones, las cuales secorresponden con la bsqueda de una "va" para vivir con bienestar,satisfaccin e inspiracin, como lo podrs notar por las prolijas lecturasque te cito, incluidas mis reflexiones y lecturas sobre esos inquietantes yreveladores aspectos neurocientticos de la indivisible unidad de cuerpo,mente y espritu, unidad a la que la cultura occidental, por ms de dos mil

aos, ha fragmentado en los mil y un aicos de los espejos: sus palabras,el "Logos/Verbo", esa polmica sin fin en la que no voy a entrar. As comotambin incluyo algo de mis reflexiones sobre "el hombre demediado, porlo mediado" y otros asuntos relacionados. En fin.

Te cuento que le lo que me sugeriste de Mnica Cavall sobre De lastres trasformaciones de As habl Zaratustra, junto con otros de sustextos, pero poco ms tienen que ver con las ideas que te coment y lasque ms adelante te expongo en mayor detalle.

Eso s, me parecieron filosficamente interesantes, porque exploran yexplotan los apolneos terrenos de la palabra, del "Logos/Verbo", en esasmodalidades platnico-socrticas de la "medicina del alma" que son elasesoramiento filosfico, la teraputica filosfica y la filosofa prctica,etc.

Modalidades filosficas esas que, por contraposicin, no se aventuran a


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explorar en los dionisacos terrenos del sentir, a los que se dirigen lospoderes sanadores y salvficos, nunca teraputicos, de los misterioseleusinos; esos "conocimientos" a los que, me imagino, se los ignora por

lo mistricos y secretos.

Son esos los "conocimientos" que Platn le propusiera a Scrates y quel explica y emplea en Banquete, Fedro y en otros de sus Dilogos yCartas, porque l, al igual que Aristteles y tantos otros "sabios", no losconsideraron ni extraos ni ajenos ni contrarios ni contradictorios, parael "cuidado del alma" y con el "buen sentir y pensar", ms bien, para ellos,eran "experiencias" "de satisfaccin y de felicidad":

"Pues bien, querido Scrates, tal vez tu tambin puedas ser

iniciado en esta doctrina del amor; pero llegar al grado ms perfectode la contemplacin mistrica, que es la meta de todo lo dicho -contal de que se siga el camino justo- no s si sers capaz de alcanzarlo"(Platn, Banquete, 209e).

Claro, sobre ese asunto habra que escribir tambin lo mismo queescribi Platn:

"Desde luego que yo no he escrito nada sobre esas cosas, y nuncalo escribir; porque este conocimiento no es en modo alguno

comunicable, como otros, sino que slo despus de una intensafamiliaridad con el objeto y despus de haber convivido largotiempo con l, de repente -como luz que brota de una llamapalpitante- surge en el espritu y el mismo se alimenta de suspropias virtualidades" (Platn, Sptima carta, 341 c-d).

Pienso que ese incomunicable conocimiento hace parte de esa sabidurasecreta de Platn, de la que escribi Giovanni Reale, lo mismo quetambin puede hacerse extensivo a Aristteles y, desde l, a tantos otros"sabios", hasta llegar a Plotino y ms ac.

Porque la cosa era seria, puesto que, hasta el serio y respetadoAristteles, terci en el asunto con igual devocin, aceptacin y secreto ylo comparti y experiment con los suyos:

"(...) aquellos cuya vida, por ser participacin en los misterios einiciacin consumada, debe estar llena de satisfaccin y defelicidad ... Despus nos sentaremos aqu abajo en religioso silencio


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y con toda dignidad; porque nadie se lamenta de ser iniciado"(Aristteles, Sobre la filosofa, fr. 14).

A lo que agrega:"(...) como sostiene Aristteles, que los iniciados no deben

aprender otra cosa, sino experimentar una emocin y quedarse enun determinado estado, evidentemente despus de haber sidocapacitados para eso".

"(...) lo que pertenece a la enseanza y lo que se refiere a lainiciacin. Porque lo primero se hace presente al hombre a travsdel odo, pero lo segundo slo cuando la mente experimenta una

sbita iluminacin; eso es lo que llam Aristteles mistrico ysemejante a las iniciaciones de Eleusis (porque en ellas el iniciadoquedaba marcado con respecto a las visiones, pero no reciba unaenseanza" (Aristteles, Sobre la filosofa, fr. 15).

"Pero podra ser que uno ignorara lo que hace, por ejemplo ... oque no supiera que se trataba de secretos incomunicables, comodeca Esquilo a propsito de los misterios..." (Aristteles, tica aNicmaco, 1111 a 8-10).

Esto de los misterios eleusinos, si bien era un secreto, fue un asunto enel que no slo se involucraron las mentes superiores de la antigua Grecia,sino que, tambin, como ahora lo demuestran algunos especialistas,tienen que ver ("contemplar") con el origen de esa sabidura griega, cuyaherencia sataniz el cristianismo.

No hay que olvidar que los mitos y las celebraciones a Dionisios, Apolo y a esa constelacin de dioses, adems de supersticin, inspiraron yfueron motivo de "conocimiento" y del "Logos/Verbo":

Homero, los poetas, los mal llamados filsofos presocrticos, Herdoto,los dramaturgos: Esquilo, quien fuera acusado de revelar el misterio(Agamenn, Cretenses, Hiplito, El cclope, Hipspila, Ifigenia en ulide,Bacantes, Polieidos), Sfocles (Antgona, Edipo en Colono), Eurpides(Heracles, Alcestes), Aristfanes (Las ranas, Las aves), todos ellosincorporaron esos misterios en sus escrituras, tragedias y comedias.

Y, como ese era de verdad un asunto importante, la "iniciacin"


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eleusina y sus misterios se mantuvo en secreto y casi inmodificada, porms de mil aos en Grecia, en el helenismo, en Roma y hasta Plotino en elsiglo III, poca en la que los padres cristianos la estigmatizaron y

demonizaron con cruel escarnio; por ese motivo, los misterios serefugiaron en las profundas cavernas de la clandestinidad, haciendoepisdicas reapariciones en tiempos ms cercanos, pero ya con otrasformas y expresiones, tal la excepcional Gua de iniciados a Superhombrede Zaratustra, de la que ms adelante te escribo.

Es que el asunto de los misterios eleusinos tiene profundas races y esnecesario remontarse a las fuentes, a los propios misterios eleusinos, losque pienso, se originaron en la desaparecida civilizacin minica, peroese es otro asunto. Son esas las mismas fuentes donde Platn, yaactuando como el inventor de la filosofa, Aristteles, el filsofo porexcelencia y todos los que les antecedieron y les siguieron, se inspiraronpara formular, sta s, ya una teraputica, como la de los asesoresfilosficos contemporneos y "Ab uno disce omnes".

El texto ms antiguo sobre los misterios eleusinos, es el Himno aDemter, del siglo VII a. C.:

"Dichoso, entre los habitantes de la tierra, el que ha visto estascosas" (Homero, Himno a Demter).

A lo que Pndaro precisa y corrobora:

"Dichoso el que entra bajo la tierra, despus de haber visto estascosas;

conoce el fin de la vida,y conoce su principio, el que le dio Zeus" (Pndaro. fr. 137).

Asunto que Giorgio Colli presenta as:

"No cabe duda que la celebracin de los misterios de Eleusis -uno

de los momentos cumbre de la vida griega, que tena lugar todos losaos hacia finales de verano- era una fiesta del conocimiento"(Giorgio Colli, La sabidura griega, I, Trotta, Madrid, 2008, p. 30).

Luego, Giorgio Colli comenta antes de proceder a despejar suincredulidad:

"Realmente parece difcil imaginar -aunque es cierto que los


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poetas exageran- que la contemplacin de la mera imagen de unadiosa pueda proporcionar a un gran nmero de iniciados elconocimiento del principio y del fin de la vida" (Giorgio Colli, La

sabidura griega, I, Trotta, Madrid, 2008, p. 30).Por lo que se sabe y tal y como lo presenta Karl Kernyi, la celebracin y

los ritos secretos, de la fiesta anual del otoo, mes del Boedromion, enEleusis, se desarrollaba en tres etapas. La primera, corresponda al ao depreparacin, purificaciones y seleccin de los iniciados. La segunda,apolnea, de la palabra, previa al rito principal, con poesa, msica ycnticos de Orfeo, en la que se alcazaba el estado epptico. La tercera,dionisaca, la representacin prevalentemente mmica del mito de las dosdiosas, Demter y Kore, hasta alcanzar el estado de visin, eppteia, este

ltimo, si presidido por Dionisios.

Ntese que, en el punto principal de la tercera y definitiva etapa, seexcluye el uso de palabras y, en su lugar, se recrean imgenes eimitaciones. Esto es fundamental en la operacin cognoscitiva. Esa es laaccin dionisiaca: un estado de iluminacin, satisfaccin y felicidad,incomunicable que, sin embargo, slo puede expresarse en palabras, loque, en la explicacin de Giorgio Colli, parece conectado a la Terapiadialgica:

"Como ya se ha indicado antes, los presupuestos de Orfeo sonDionisios y Eleusis: Orfeo cuenta la historia del dios, y as conduceal conocimiento supremo. Pero otra caracterstica de Orfeo es lamsica: toca la lira y canta. Por eso, con l se manifiesta Apolo, ensu aspecto benigno, bajo la figura de "el salvador de Dionisios". Porotra parte, la poesa es palabra; y la palabra es el dominio de Apolo.Pero la palabra no puede expresar la eppteia, la visin suprema deEleusis, sino solamente prepararla, sugerirla, tal vez inclusosuscitarla; y eso es tambin caracterstica de Apolo, de su naturalezaoblicua, indirecta, ambigua, aunque -esta vez- con una intencin

benvola, excitante. Orfeo es el servidor de Apolo -incluso se diceque es su hijo- y urdi historias de dioses que encubren lasabidura" (Giorgio Colli, La sabidura griega, I, pp. 40-41).

Ahora bien y para situar el asunto en su contexto, te recuerdo la cita queya te haba enviado del libro La sabidura griega, de Giorgio Colli:


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"Por qu empiezo precisamente con Dionisios esta presentacinde la sabidura griega? Pues, sencillamente, porque con Dionisios la

vida se muestra como sabidura, sin renunciar a su torbellino vital:

ah est el secreto. En Grecia, un dios nace de una contemplacinentusiasta de la vida, de un fragmento de vida que se pretendeinmovilizar. Y esto ya es, en s mismo, conocimiento. Pero Dionisiosnace de una contemplacin de la vida entera, en su inmensaamplitud. Pues bien, cmo es posible abarcar toda la vida, en una

visin de conjunto? Esa es precisamente la presuncin msarrogante del conocimiento. Si se vive, es que se est dentro de unadeterminada vida. Pero pretender situarse dentro de toda la vida ensu conjunto es exactamente lo que provoca el nacimiento de

Dionisios, como el dios de donde brota la sabidura" (Giorgio Colli,La sabidura griega, I, p. 15).

A la que aado:

"Igual que en la tragedia -como afirma Nietzsche- la excitacin yla embriaguez exttica de Dionisios se vierten en un mundoapolneo de imgenes, es decir, en una serie de manifestaciones de

Apolo que confieren a Dionisios un carcter de objetividad, astambin en la poesa rfica podemos encontrar una relacinanloga entre contenido dionisaco y la forma apolnea" (GiorgioColli, La sabidura griega, I, p. 41).

Espero que estaremos de acuerdo y me lanzo "al ms all":

El conocimiento mstico/mntico (ese que es conocimientoindirecto, ya que su naturaleza exige el carcter inmediato y el queno es posible "proferirlo", puesto que su realidad es ajena a lapalabra), es tanto o ms real y operativo para cuerpo, mente yespritu, que el conocimiento del "Logos/Verbo". Sentir y"Logos/Verbo", son los pasos complementarios hacia la sabidura

de la vida.

Para afirmarlo, me apoyo en una reconocida autoridad, RaimonPanikkar, cuando dice, refirindose a la bsqueda del conocimiento por lamstica:

"Esto es lo que pretenda la Filosofa en sus mejores momentos.


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Se hablaba entonces de Filosofa como arte y ciencia de Vida, comoactividad contemplativa y aprendizaje de Sabidura: ars vitae(Seneca), cultura animi(Cicern), vera religio (Escoto Eurgena) o

ms recientemente el fin propio de todo filsofo es la intuicinmstica (Nietzsche)" (Raimon Panikkar, De la Mstica. Experienciaplena de la Vida, Herder, Barcelona, 2005, p. 180).

Sentir, mstica/mntica y "Logos/Verbo". Bien saban los griegos queDionisios y Apolo deban ser y estar en equilibrada fusin y polaridadcomo condicin necesaria para la salud individual y colectiva y, por ello,tambin buscaron el equilibrio de la unidad y la polaridad de las dossabiduras: la sabidura de Dionisios, la del sentir, de la visin, delconocimiento inmediato e incomunicable, del recuerdo, del pasado. Y lasabidura de Apolo, de la palabra, del "Logos/Verbo", que es futuro, quees comunicable, pero dependiente de la interpretacin.

Ese es el equilibro que alcanz Epimnides, el asctico cretense queprofetiz, con diez aos de anticipacin, el destino de Atenas frente lospersas, y que llev, por encargo del sabio poltico Soln, sus sabidurasdionisiaca y apolnea a Atenas para purificarla y restaurar, en el nimo delos atenienses, la tranquilidad y la sabidura del gozo primitivo:

"(...) Epimnides es un verdadero interprete, con la distancia que

con respecto a la sacralidad posee un individuo que reflexiona sobrela palabra del dios, como una especie de contraposicin con elpropio dios en una lucha de sutilezas en la que empieza a tomarforma el arma del "Logos/Verbo". Pero aun aqu, en la esfera de laadivinacin que parece propia de Apolo, Epimnides deja trasluciruna anomala. Sabemos de buenas fuentes que su enormecapacidad adivinatoria no se refera al futuro, sino ms bien alpasado. Vienen a la mente no slo el mundo mistrico, que serefleja en la poesa rfica, sino tambin el especial relieve que seatribuye a la memoria como potencia catrtica. La salvacinconsiste en recuperar el pasado, porque precisamente ah es dondese disipan todas las apariencias y se nos da la posibilidad de ver aldios y, en consecuencia, de trasformarnos a nosotros mismos enseres divinos. Y ese es Dionisios. A eso alude la profeca que subyaceen Epimnides. En cambio, Apolo dirige la atencin hacia el futuro,pues su instrumento es la palabra; y la palabra saca a la luz ciertos


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aspectos de lo oculto mediante una difusin clarificadora -donde lapalabra que interpreta es a su vez, interpretada- y en la direccinque manifiesta lo abstracto. Pero para Epimnides -y para los

griegos que alcanzaron el conocimiento- el futuro entero est yacontenido en el pasado primigenio, de modo que la comprensinque se puede obtener sobre el futuro lejano depende de la visin delpasado divino que en l se manifiesta". (Giorgio Colli, La sabiduragriega, II, Trotta, Madrid p. 16).

Ese es el armnico equilibrio que, desde entonces y en adelante, setrasmiten los sabios: griegos, helnicos, romanos, latinos, italianos,Bruno, Spinoza y otros cuantos y que es el que, el mismo Nietzsche, tratade infundir entre los "furores" de instintos y pasiones, con la voluntad delespritu, en su Gua de iniciados a Superhombres de Zaratustra.

Y, ya que estamos en compaa de Nietzsche, hay que recordar que l,en su juventud y en compaa de su entraable amigo, Erwin Rohde, seremont, en su bsqueda del origen de la tragedia, a las fuentesdionisacas y apolneas de la sabidura y la filosofa griega: Homero y lapica, los poetas rficos y lricos, los dramaturgos y, por supuesto, los malllamados presocrticos, entre ellos, Epimnides, Anaximandro, Herclito,Parmnides, Empdocles, Ferecides y su alumno Pitgoras y a losfundadores de la filosofa occidental: Scrates, Platn, Aristteles & Co.

Adems, Nietzsche, tambin fue acucioso explorador del misticismocognoscitivo oriental, de los Upanishads, de los pitagricos, de Platn, dePlotino, de Bruno, de Spinoza, de los espaoles, de los alemanes, etc.

Adems de su acucioso inters por las ciencias de su poca que biennutrieron algunas de sus ideas: Darwin y el evolucionismo sociolgico, lafsica y la especulacin csmica, etc.

Y, por supuesto, sus atracciones e intereses de juventud y formacin: lateologa, Hlderlin, Wagner y la msica, la literatua (Goethe, Dostoievski,

etc.), los romnticos, Schopenhauer y la filosofa alemana, italiana,francesa, inglesa. Nietzsche fue un estudioso y lector voraz.

Esa fue "la materia", acrecentada con la infinidad de otras "materias"procedentes de mltiples fuentes, antiguas y contemporneas que en1882, Nietzsche "destil", "purific" y "sublim", en el crisol alqumico desu s-mismo, para fundirla con "el furor" del enamoramiento por Lou


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Andreas Salom e intuir la revelacin que originara y nutrira la escriturade su Gua de iniciados de Superhombres que es As habl Zaratustra.

Ese era el espritu de los comentarios que te hice por telfono y que,pienso, motivaron tu texto y que, ahora, motivan mi respuesta, a la que,desde entonces, me compromet y emprend.

Antes de hablarte del poema de Nietzsche y de la Gua de iniciados aSuperhombre de Zaratustra, voy a intentar parar los dados en el"instante", y tratar de establecer equilibrio entre mntica, profeca,"mana", salud y episteme, as como con las formas de locura que a loselegidos afecta, con la debida iniciacin y el debido recogimiento:

"SCRATES: Pero hay dos formas de locura; una debida aenfermedades humanas, y otra que tiene lugar por un cambio quehace la divinidad en los usos establecidos.

FEDRO: As es.

SCRATES: En la divina, distinguamos cuatro partes,correspondientes a cuatro divinidades, asignando a Apolo lainspiracin proftica, a Dioniso la mstica (mntica), a las Musas lapotica, y la cuarta, la locura ertica, que dijimos ser la ms excelsa,a Afrodita y a Eros" (Platn, Fedro: 265 a-b).

Dnde est la sabidura quehemos perdido con el conocimiento?Y dnde est el conocimiento quehemos perdido con la informacin?(T.S. Eliot, La roca).

Considera que tman es el dueo de la carroza

y el cuerpo es la carroza.Considera que buddhies el aurigaymanas (mente) las riendas.A los sentidos los llaman caballos,y a los objetos de los sentidos sus pastizales.Al tman en conjuncin con los sentidos y la mentelos sabios lo llaman el sujeto de la experiencia.


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(Ka ha Upani ad, 3. 3-4).

"Recurdese, a este respecto, que aun aqu abajo,

cuando se ejerce una actividad contemplativa y, sobretodo, cuando sta se realiza con suma claridad, no se

vuelve uno hacia s mismo a travs de un acto depensamiento, sino que se posee uno a s mismo, y laactividad contemplativa se dirige por completo hacia elobjeto, y nos transformamos en ese objeto [...] ya no sees uno mismo sino de un modo potencial" (Plotino, IV,4,2, 3.).

"Si quiero averiguar si alguien es inteligente, o estpido,o bueno, o malo, y saber cules son sus pensamientos enese momento, adapto lo ms posible la expresin de micara a la suya, y luego espero hasta ver qupensamientos o sentimientos surgen en mi mente o enmi corazn coincidentes con la expresin de mi cara"(Edagar Allan Poe, La carta robada).

No hay mente en blanco, antes que las palabras existieran y muchoantes de nombrarlos, los Homo-Humanos, en los otros y en el mundo, ya"sentan" y pensaban, ya eran y estaban all, en ellos-mismos, se"conocan" y "se reconocan" y los "conocan" y tenan "ideas" de s-mismos, de los otros y del mundo. Ellos eran y estaban en s-mismos, enlos otros y en el mundo, como unidad de cuerpo, mente y espritu;tambin, cielo y tierra eran uno y lo mismo.

Antes que inventar las palabras, los Homo-Humanos tuvieron queinventarse a "s-mismos" en el espejo de los otros y del mundo.

Los Homo-Humanos se sentan y pensaban, se conocan y sereconocan a s-mismos, a los otros y al mundo y se comunicaban pormedio de los instrumentos y herramientas que la Naturaleza les habadesarrollado y, con y por ellos, inventaron las palabras, los lenguajes, losidiomas, la escritura, los nmeros, las culturas, etc., para nombrar lo queinventaban como "extensiones" de s mismos, como lo propusiera M.McLuhan y con el fin de ayudarse en la realizacin de los imperativos


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naturales de sobrevivir, reproducirse y adaptarse: tiempo, necesidad yaccin.

Eso es lo que los filsofos han tratado de averiguar por siglos y lo que,ahora, los neurocientficos (como Antonio Damasio, en sus libros, Elerror de Descartes y En busca de Spinoza. Neurobiloga de la emocin ylos sentimientos, y Marco Iacoboni, en su libro, Las neuronas espejo.Empata, neuropoltica, autismo, imitacin o de cmo entender a losotros), estn demostrando: los fundamentos neurobiolgicos de laindivisible unidad de cuerpo, mente y espritu; de la imperativa necesidadde "los otros" y del mundo para el desarrollo de la conciencia, del sentidodel "Yo", del consciente y el inconsciente, de la intencionalidad, deldesarrollo del lenguaje, del sentir y los sentimientos, del actuar y laaccin, en fin, de la cultura.

Slo que las palabras fueron un invento tan poderoso que termin porsuplantar al Homo-Humano, por esclavizarlo, por alienarlo, porescindirlo, por insensibilizarlo, por convertirlo en los aicos del espejo desus palabras.

Sobre este negocio de la filosofa de las palabras, prefiero a loshumanistas italianos, ms cercanos a la naturaleza humana, antes que,sin ignorarlos, a los hermeneutas alemanes, idealistas y racionalistas.

Sobre este asunto me gusta mucho la obra de Ernesto Grassi, en la quereivindica ese Humanismo "de la unidad de palabra y cosa" y hace lacrtica a su maestro, Heidegger y a su "casa del ser", tan racional y lgica,as como tambin a sus antecesores y descendientes:

"En la tradicin humanista italiana aparece una y otra vez la tesisfundamental de la conexin ntima entre la experiencia personal yel pensamiento terico, pues se sabe que los problemas que afectanrealmente a las personas no se pueden ni deben plantearse de unamanera abstracta y puramente formal. Si tienen sentido las

preguntas que nos apremian, han de tener un presupuestoexistencial, que hay que sacar a la luz a toda costa" (Ernesto Grassi,El poder de la fantasa. Observaciones sobre la historia delpensamiento occidental, Anthropos, Barcelona, 2003, p. 6).

Por ello, y en ese contexto, se puede "contemplar" y decir que: cuando elpensamiento est vaco ... pero de palabras, no deja de ser pensamiento,


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porque tampoco las palabras son slo el pensamiento:

"Pero un cuerpo no es limitado por un pensamiento, ni un

pensamiento por un cuerpo" (Spinoza, tica, De Dios).El pensamiento y el pensar son cualidades naturales del Homo-

Humano, son organizacin, orden, interpretacin, de la informacin. ElHomo-Humano es un todo de cuerpo y cerebro; de pensamiento ypensar; de mente y espritu, los que, a su vez, son: exploracin y anhelode conocimiento que, a su vez, son impulso para la accin. Nada de ello esinvento ni de la palabra ni de la cultura, ambas, son resultado.

Las palabras, el pensar y el pensamiento, no son ni el s-mismo ni los

otros ni el mundo ni "las ideas"; las palabras, el pensar y el pensamientono son ni el tiempo ni la necesidad ni la accin ni el actuar; las palabras,el pensar y el pensamiento no son ni el cuerpo, ni la mente ni el espritu;las palabras son formas, representaciones; el pensamiento son laorganizacin, el orden, la interpretacin, de las representaciones y de "lasideas" y esa funcin y ese proceso, son el pensar.

Todo ello son representaciones de cuerpos que sienten porque:

"Los sentimientos de dolor o placer, o de alguna cualidadintermedia, son los cimientos de nuestra mente" (Antonio Damasio,En busca de Spinoza. Neurobiloga de la emocin y lossentimientos).

Mente y cuerpo que, como defina Spinoza, son atributos paralelos,manifestaciones, de la misma sustancia (tica, parte I), para luegoagregar:

"La mente (mens) humana es la idea del cuerpo humano".(Spinoza,tica, parte II).

En consecuencia y como la actual neurobiologa lo est demostrando,mente, cuerpo y espritu, son aspectos, slo separados tericamente, deuna misma naturaleza que se manifiestan en total unidad, conexin,correspondencia y relacin, de tal manera que lo que sucede en el cuerpoafecta a la mente y al espritu y viceversa.

Esas representaciones y esas "ideas", tambin son afectadas por "el


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sentir": el instinto, la emocin, el deseo, el sentimiento, el anhelo, en laactividad homeodinmica y por el "Logos/Verbo", en la actividadintelectual. Pero las palabras no son ni el instinto ni la emocin ni el

deseo ni el sentimiento ni el anhelo, pero, estos, si se expresan porrepresentaciones.

Las palabras son "Logos/Verbo".

Las palabras no son ni la sabidura ni el conocimiento ni elpensamiento ni la memoria ni el recuerdo, ni el espritu ni lacomunicacin; son herramientas, instrumentos para la organizacin, lainterpretacin, la memorizacin, el recordar, la comunicacin; son esainformacin de la que habla el poema de T.S. Eliot; son esas

"extensiones" de que habla M. McLuhan, como lo anot atrs.Las palabras nombran; el pensamiento las ordena, las organiza, las

interpreta, las proyecta, las memoriza, las recuerda, para sealar yproyectar sobre el tiempo, la necesidad y la accin.

Y, el espritu? Es emanacin, anhelo, "conatus", intencionalidad,afecto.

Segn George Santayana:

"El espritu es una emanacin de la vida natural" (GeorgesSantayana: Platonismo y vida espiritual).

Espritu que, para las ciencias del "ms ac", es anhelo, el que es, segnel neurocientfico Antonio Damasio:

"El anhelo es un rasgo profundo de la mente humana. Estaimplantado en el diseo del cerebro humano y en el acervo genticoque lo engendra, no menos que los rasgos profundos que nosconducen con gran curiosidad hacia una exploracin sistemtica de

nuestro propio ser y del mundo que lo rodea; los mismos rasgos quenos impulsan a construir explicaciones para los objetos ysituaciones de este mundo" (Antonio Damasio, En busca deSpinoza. Neurobiloga de la emocin y los sentimientos).

Anhelo que en los territorios del alma (mens) de Spinoza, es el"conatus":


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"PROPOSICIN IXEl alma, ya en cuanto tiene ideas claras y distintas, ya en cuanto

las tiene confusas, se esfuerza por perseverar en su ser con una

duracin indefinida, y es consciente de ese esfuerzo suyo" (Spinoza,tica, II).

Anhelo que para Nietzsche es:

"Basta amar, odiar, anhelar, o simplemente sentir, para queenseguida nos sobrevengan el espritu y la fuerza del sueo ysubamos por los ms peligrosos caminos"(Friedrich Nietzsche,Gaya ciencia, Aforismo 58).

Creo que por esta cita viene al caso una digresin: Como se puede notarpor fecha, Nietzsche, desde antes de As habl Zaratustra, ya haba"iniciado su viaje" por "la va", "el camino", "los senderos", que loconducirn hasta "la llama", "la iluminacin", esa que, en suenamoramiento por Lou, le permitirn "contemplar" la "fuente deDiana":

"Ninguno cree posible ver el sol, el universal Apolo y luz absoluta,excelentsima y suprema especie; mas s ciertamente su sombra, suDiana, el mundo, el universo, la naturaleza que se halla en las cosas,

la luz que se oculta en la opacidad de la materia (es decir, aquellamisma en tanto que resplandece en las tinieblas). De los muchos,pues, que por las dichas y otras vas vagan por esta desierta selva,poqusimos son los que acceden hasta la fuente de Diana" (LosHeroicos Furores, II, 2).

Sern "las dichas y otras vas" que menciona Bruno, eleusinas? No hayque olvidar que l trabaj y escribi sobre esos temas mistricos yhermticos que lo llevaron a la hoguera.

De retorno al tema:Y, para darle al tema del anhelo una perspectiva desde el punto de vista

de la filosofa de la mente, bien vale la pena reflexionar sobre lo que diceJohn S. Searle sobre el asunto de la intencionalidad, a la que define:

"La intencionalidad es la propiedad de la mente por la cual esta sedirige, se refiere o alude a objetos y situaciones del mundo


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independiente de s misma" (John R. Searle, La mente. Una breveintroduccin, Grupo Editorial Norma, Bogot, 2006, pp. 205 y ss).

En el contexto de todo lo anterior, no se puede afirmar que son laspalabras las que enferman o curan, las que hieren o alivian, las queoscurecen o aclaran, a la mente, al pensamiento, a "las ideas", al espritu,pueden participar, pero este otro asunto.

En cambio, si lo son, cuando se infectan, las heridas infligidas al cuerpo,a la mente y al espritu, por aquellos eventos que violentan su naturaleza;son, as mismo, las cicatrices, las huellas, esas marcas de representacinque ellas provocan junto con todo lo dems que afecta al Homo-Humano

y, de las cuales, las palabras son slo un nombre, un concepto, una

representacin, pero tambin, un recuerdo.Son esas representaciones, esos sentimientos de placer y dolor, que se

memorizan y se evocan durante los procesos cerebrales, mentales,emocionales y sentimentales, de cada individuo, determinando sureactividad y su estado fsico y anmico. Sobre esto tratan lasinvestigaciones de los neurocientficos Antonio Damasio, Marco Iacoboni

y muchos otros.

A propsito, en cuestiones de psicologas, prefiero al americano William

James y al ruso Lev Vigotski, y sus sucesores y, por supuesto, a la nuevaneuropsicologa. Y en las letras y las artes... "al infinito y ms all".

Ahora bien, si las palabras enferman, es porque el hombre las convirtien su s-mismo y, con ellas, escindi su cuerpo, su mente y su espritu;separ la tierra y el cielo:

"Y el ms sabio de vosotros es tan slo un ser escindido, hbridode planta y fantasma" (Friedrich Nietzsche, As habl Zaratustra,Prlogo, 3).

As que, para curar una enfermedad, aliviar una herida, aclarar unaoscuridad en la mente y en el espritu, no es, necesariamente, elprocedimiento para lograrlo, la resemantizacin, la deconstruccin oreconstruccin de las palabras, ni de los conceptos ni de los recuerdos,porque, para ello y antes de ello, es necesario reparar y recalibrar lamecnica homeosttica, armonizar la homeodinmica, regenerar ygenerar las imgenes saludables del cuerpo, del cerebro, de la mente, del


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espritu, para, as, restaurar un cuerpo, un cerebro, una mente, unpensamiento, un espritu, saludables y vitales. Esto bien lo explican

Antonio Damasio y Marco Iacoboni.

Para aliviar o curar la enfermedad, antes es necesario restituir alhombre en su unidad, a su ser y estar de antes de las palabras, que seconozca y reconozca en su s-mismo como "su" cuerpo, mente y espritu,nicos y unidos, que sepa que l es tierra y cielo: memoria y recuerdo y lapurificadora catarsis.

Para decirlo con las palabras de uno de esos humanistas italianos y casitocayo tuyo, Hugo de San Vctor (1096-1141), citado por Ernesto Grasi:

"El filsofo slo conoce el significado de las palabras (solam vocum significationenm), pero mucho ms importante que elsignificado de las palabras es el de las cosas, pues el significado delas palabras depende del uso (quia hanc usus instiuit) y elsignificado de las cosas est establecido por la naturaleza misma(illiam naturam dictavit) (...) La sabidura de la mente es unapalabra interior (ratio mentis instrinsecum verbum est) que semanifiesta mediante el sonido de la voz, es decir, mediante unapalabra exterior (somo vocis, id est, verbo extrinseco,manifestartur)" (Hugo de San Vctor, Didascalicon, citado de:

Ernesto Grassi, El poder de la fantasa, p. 78).

Y, luego, s, hablar, que las palabras, como en tu terapia dialgica, seconstituyan en unidad de palabra y cosa y contribuyan a la restitucin dela unidad: cuerpo, mente y espritu:

"El s-mismo creador se cre para s el apreciar y el despreciar, secre para s el placer y el dolor. El cuerpo creador se cre para s elespritu como una mano de su voluntad" (Z, I, De losdespreciadores del cuerpo).

O, como lo explica Ernesto Grassi:

"De lo que se trata es de identificar esa "fuerza primitiva" quequiebra la unidad del crculo biolgico de funcin y al mismotiempo conduce al ser humano al lenguaje, a la palabra. Pues esmediante la palabra como el ser humano consigue superar su"extraamiento" frente a la naturaleza (la vivencia inquietante que


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Freud caracteriza como un rasgo fundamental de la situacinhumana) al corresponder a la necesidad de hacer aparecer unmundo propio" (Ernesto Grassi, El poder de la fantasa, p. 227).

Esto lo aprendi Nietzsche de los antiguos "sabios" y lo expusoZaratustra en su Gua de iniciados a Superhombres como hermticomisterio eleusino:

"Inocencia es el nio, y olvido, un nuevo comienzo, un juego, unarueda que se mueve por s misma, un primer movimiento, un santodecir s.

S, hermanos mos, para el juego del crear se precisa un santo

decir s: el espritu quiere ahora su voluntad, el retirado del mundoconquista ahora su mundo" (Z, I, De las tres trasformaciones).

Y Zaratustra fue mdico de su s-mismo, "retirado del mundo conquistaahora su mundo":

"Qu ocurri, hermanos mos? Yo me super a m mismo, al serque sufra, yo llev mi ceniza a la montaa, invent para m unallama ms luminosa. Y he aqu que el fantasma se me desvaneci! "(Z, De los trasmundanos , I).

Zaratustra, con la debida preparacin, se acoge a "la luz y a la llama" dePlatn en su Sptima carta, ya citada:

"(...) como luz que brota de una llama palpitante"

Y, por supuesto, con el debido recogimiento, "contempla" el objeto desu bsqueda en la iluminacin de la que escribiera Aristteles:

"(...) slo cuando la mente experimenta una sbita iluminacin".

Eso fue lo que Zaratustra quiso ensear a los hombres:

"Cmo se llega a ser lo que se es"(Ecce homo, Por qu soy tan inteligente, IX).

***

"Yo quiero ensear a los hombres el sentido de su ser: ese sentido


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es el superhombre, el rayo que brota de la oscura nube que es elhombre." (Z, Prlogo, VII).

***"El superhombre es el sentido de la tierra. Diga vuestra voluntad:

sea el superhombre el sentido de la tierra!

Yo os conjuro, hermanos mos, permaneced fieles a la tierra y nocreis a quienes os hablan de esperanzas sobreterrenales! Sonenvenenadores, lo sepan o no.

Son despreciadores de la vida, son moribundos y estn, ellostambin, envenenados, la tierra est cansada de ellos: ojaldesaparezcan! " (Z, Prlogo, III).

***

"Mirad, yo os enseo el superhombre: l es ese rayo, l es esademencia! (Z, Prlogo, III).

***

"El hombre es una cuerda tendida entre el animal y el

superhombre, - una cuerda sobre un abismo."Un peligroso pasar al otro lado, un peligroso caminar, un

peligroso mirar atrs, un peligroso estremecerse y pararse. Lagrandeza del hombre est en ser un puente y no una meta: lo que enel hombre se puede amar es que es un trnsito y un ocaso". (Z,Prlogo, IV).

Sin embargo, Nietzsche y Zaratustra fueron el hazmerrer de lospredicadores de la palabra:

"Cuando Zaratustra hubo dicho estas palabras contempl denuevo el pueblo y call:

Ah estn, dijo a su corazn, y se ren: no me entienden, nosoy yo la boca para estos odos.

Habr que romperles antes los odos, para que aprendan a or


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con los ojos? Habr que atronar igual que timbales y quepredicadores de penitencia? O acaso creen tan slo al que

balbucea?

Tienen algo de lo que estn orgullosos. Cmo llaman a eso quelos llena de orgullo? Cultural lo llaman, es lo que los distingue de loscabreros.

Por esto no les gusta or, referida a ellos, la palabra Vesprecid. Voya hablar, pues, a su orgullo.

"Voy a hablarles de lo ms despreciable: el ltimo hombre (Z,Prlogo, V).

Nietzsche lo advierte; para emprender la Gua de iniciados aSuperhombres, es necesario que los hombres "(...) aprendan a or con losojos", con todos los sentidos; beber el agua del Leteo, olvido y vida nueva:restauracin del recuerdo y proyeccin del "Logos/Verbo": tiempo,necesidad y accin; pasado, presente y futuro, en el mismo "instante": el"eterno retorno de lo mismo".

Porque, y ms asombroso todava, es la relacin sustancial entreZaratustra y la idea del "eterno retorno de lo mismo", fundamentofilosfico del poema y de la que, al contrario de la interpretacincosmolgica que comnmente se le ha dado, Alexander Nehamas afirma

y explica lo siguiente:

"El eterno retorno no es por tanto una teora del universo, sinouna visin de la vida ideal. Sostiene que una vida se justificanicamente si uno desea repetir la misma vida que ya le ha sidodada, ya que como demuestra la voluntad de poder, ninguna otra

vida es posible. El eterno retorno afirma, pues, que nuestra vidaslo tendr justificacin si se modela de tal forma que nuestro deseo

sea repetirla exactamente tal como ya ha sucedido" (AlexanderNehamas, Nietzsche, la vida como literatura, Turner/Fondo deCultura Econmica, Mxico, 2002, p. 203).

A partir de todo lo anterior, todas las teraputicas sern buenas y tilespara el alivio de la enfermedad individual y de "la enfermedad de nuestrotiempo".


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Despertar al Superhombre:

"Zaratustra est transformado, Zaratustra se ha convertido en un

nio, Zaratustra es un despierto ("el Despierto" tambin se llamabaa Buda): qu quieres hacer ahora entre los que duermen? " (Z,Prlogo, I).

Porque, es el Superhombre quien debe seguir el camino del creador, elque con su voluntad de poder se hace libre como el nio que juega, "unarueda que se mueve por s misma", ya no "camello" alienado, ya no "len"resentido:

"Pero t quieres recorrer el camino de tu tribulacin, que es el

camino hacia ti mismo? Mustrame entonces tu derecho y tu fuerzapara hacerlo!

Eres t una nueva fuerza y un nuevo derecho? Un primermovimiento? Una rueda que se mueve por s misma Puedesforzar incluso a las estrellas a que giren a tu alrededor?

Ay, existe tanta ansia de elevarse! Existen tantas convulsiones delos ambiciosos! Mustrame que t no eres un ansioso ni unambicioso!

Ay, existen tantos grandes pensamientos que no hacen ms que loque el fuelle: inflan y producen un vaco an mayor. Libre tellamas a ti mismo? Quiero or tu pensamiento dominante, y no quehas escapado de un yugo.

Eres t alguien al que le sea lcito escapar de un yugo? Ms deuno hay que arroj de s su ltimo valor al arrojar su servidumbre.

Libre de qu? Qu importa eso a Zaratustra! Tus ojos debenanunciarme con claridad: libre para qu? " (Z, I, Del camino del

creador).La respuesta a esa ltima pregunta es la conquista que debe realizar el

Superhombre:

"Prestad atencin, hermanos mos, a todas las horas en quevuestro espritu quiere hablar por smbolos: all est el origen de


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vuestra virtud.

Elevado est entonces vuestro cuerpo, y resucitado; con sus

delicias cautiva al espritu, para que ste se convierta en creador yen apreciador y en amante y en benefactor de todas las cosas.

Cuando vuestro corazn hierve, ancho y lleno, igual que el ro,siendo una bendicin y un peligro para quienes habitan a su orilla:all est el origen de vuestra virtud.

Cuando estis por encima de la alabanza y de la censura, y vuestravoluntad quiere dar rdenes a todas las cosas, como voluntad que esde un amante: all est el origen de vuestra virtud.

Cuando despreciis lo agradable y la cama blanda, y no podisacostaros a suficiente distancia de los comodones: all est el origende vuestra virtud.

Cuando no tenis ms que una sola voluntad, y ese viraje de todanecesidad se llama para vosotros necesidad: all est el origen de

vuestra virtud.

En verdad, ella es un nuevo bien y un nuevo mal! En verdad, esun nuevo y profundo murmullo, y la voz de un nuevo manantial!

Poder es sa nueva virtud; un pensamiento dominante es, y, entorno a l, un alma inteligente: un sol de oro y, en torno a l, laserpiente del conocimiento" (Z, I, De la virtud que hace regalos).

Quien se decida a esculpir su "s-mismo", paso a paso y segn la guaque Nietzsche ofrece en As habl Zaratustra, habr tallado y escrito, ensu "s-mismo", la piedra filosofal de su propio destino: la materia de supropia sabidura: su propia voluntad de poder.

Habr alcanzado "su conocimiento", y repito la cita de Platn:"(...) este conocimiento no es en modo alguno comunicable, como

otros, sino que slo despus de una intensa familiaridad con elobjeto y despus de haber convivido largo tiempo con l, de repente-como luz que brota de una llama palpitante- surge en el espritu yl mismo se alimenta de sus propias virtualidades" (Platn, Sptima


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carta, 341 c-d).

Eso es, tambin, As habl Zaratustra, un "conocimiento" que no es

posible comunicar como los otros, como el de las otras ciencias, que sloes comunicable por medio de la poesa "aunque es cierto que los poetasexageran".

Porque la poesa es la palabra de la mstica/mntica y delenamoramiento, porque ambos estados, cuando nos suceden, son lomismo y se corresponden para el cuerpo, la mente y el espritu y es, porello, que al contemplar la diosa, se es posedo por el "Poder es sa nueva

virtud", de la que habla Nietzsche. Poder mediante el cual hay quesuperar aquella amenaza que l vuelve a denunciar poco antes de ser

doblegado en el Silencio:"(...) que la vida ya no reside en el todo. La palabra se vuelve

soberana y sale de la frase, la frase salta y oscurece el sentido de lapgina, la pgina gana vida a costa del todo: el todo ya no es todo"(Nietzsche, El caso Wagner).

En fin, estos temas y estos asuntos, son una "Historia interminable",como la de Michael Ende, de escrituras, no de dos, sino de mil colores,ese libro de las dos serpientes entrelazadas y los mil y un libros ms, por

los que se entra en "Fantasa" a buscar la fuente del Agua de la Vida y dela que, quienes regresan, porque encuentran amigos all, "devuelven lasalud a ambos mundos", porque, cuando se entrelazan, como las dosserpientes, los crculos: el crculo de los cdigos biolgicos y el crculo delos cdigos culturales, se abre "el claro" en la selva y se da paso a la"Lichtung" de Heidegger, esa que "es lo abierto para todo lo presente y loausente".

Aun queda mucho por "aclarar", pero, con esto, espero haberjustificado el enigmtico comentario que coloque en tu blog:

"Gracias, me tomo esta explicacin como algo personal, pero...:tambin, tampoco y a veces. Yo soy eleusino".

Es un gozo escribir con los amigos y, no porque me considere sabio,sino feliz, te trascribo otras dos citas de Sneca a Lucilo, de nuevo, de sunovena carta:


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"El sabio se basta a s mismo". Esto, mi Lucilio, es interpretadoerrneamente por la mayora: al sabio lo relegan de todos lados y loconfinan dentro de su piel. Debe distinguirse en efecto qu significa

esta locucin y cual es su alcance: el sabio se basta a s mismo paravivir feliz, no para vivir; para esto ltimo necesita en efecto demuchas cosas; para lo primero, slo de un espritu sano, derecho ydesdeoso de la fortuna.

(...)

De seguro que, cuando le es permitido ordenar por su arbitrio suscosas, el sabio se basta a s mismo pero toma mujer, se basta a smismo y cra hijos; se basta a si mismo y sin embargo no vivira si

hubiere de vivir sin los hombres. Hacia la amistad no lo llevaninguna conveniencia propia, sino el impuso natural, porque entrelas cosas que para nosotros poseen innata dulzura, se encuentra laamistad. Tan grande como el odio a la soledad es la voluntad de

vida social y as como la naturaleza concilia al hombre con elhombre, nsito llevamos el aguijn que nos hace vidos de amistad"(Lucio Anneo Sneca, Cartas a Lucilio, No. 9).

"Que sigas bien" (Escrib para m, para ti, para quien sea),

Ivn Rodrigo Garca Palacios.

carta eleusina (1)

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