carta abierta a un estudiante frustrado

6
Carta abierta a un estudiante frustrado Carlos Barrachina Lisón Querido amigo, Hoy te fuiste enojado tras la revisión de tu examen, y recibir la calificación final. Ésta venía condicionada por una serie de reseñas que realizaste a lo largo del curso. No era mala la calificación, pero tú creías que merecías más. Del examen no dijiste nada, porque eras consciente de lo que estudiaste y del resultado que obtuviste. Tu promedio para ti, hoy por hoy, es lo más importante y no quisiste escuchar las razones. Te marchaste, sin entender porqué; ¡tus compañeros copiaban tus reseñas –me dijiste-, y obtenían mejor calificación que tú!. Estallaste. Nunca habías comentado que no entendías cuales eran los criterios de evaluación. Simplemente, no te parecía… y te fuiste…sin que te pareciera. Nuestra relación era buena, y aunque no me enoja, me entristece tu reacción. Tú buen promedio en la carrera no refleja tu calidad actual, ni tu madurez –que me disculparás, pero con cariño quiero decirte, que todavía no ha alcanzado su mayoría de edad-; pero sí muestra tu inteligencia, viva y aguda, y. posiblemente tú esfuerzo continuado, comparado con el de tus compañeros. Para alguien que enseña, encontrar en su camino gente inteligente que quiere aprender, de lo mucho o poco que uno pueda aportar es lo más bonito. Para todo profesor que se precie es lo máximo tener un grupito de alumnos que quieran escuchar, que tengan los ojos y los oídos abiertos, y que se dejen moldear. Lo de pulir brillantes en bruto es una realidad. Nuestra tarea es forjar, es golpear las aristas para que brillen; y eso a veces duele. A ti te duele, y a mi me duele, sobretodo cuando me doy cuenta que un golpe mal dado, o mal recibido, pudo resquebrajar al diamante; quizás la calidad del diamante no era suficiente, quizás el cuidado del forjador no fue el adecuado; pero en todo caso, también los diamantes mal golpeados, pueden llegar a brillar, si al final del proceso muestran que son piezas únicas,

Upload: edgar-caamal

Post on 23-Jan-2016

322 views

Category:

Documents


5 download

DESCRIPTION

motivacion

TRANSCRIPT

Page 1: Carta Abierta a Un Estudiante Frustrado

Carta abierta a un estudiante frustradoCarlos Barrachina Lisón

Querido amigo,

Hoy te fuiste enojado tras la revisión de tu examen, y recibir la calificación final. Ésta venía condicionada por una serie de reseñas que realizaste a lo largo del curso. No era mala la calificación, pero tú creías que merecías más. Del examen no dijiste nada, porque eras consciente de lo que estudiaste y del resultado que obtuviste. Tu promedio para ti, hoy por hoy, es lo más importante y no quisiste escuchar las razones. Te marchaste, sin entender porqué; ¡tus compañeros copiaban tus reseñas –me dijiste-, y obtenían mejor calificación que tú!. Estallaste. Nunca habías comentado que no entendías cuales eran los criterios de evaluación. Simplemente, no te parecía… y te fuiste…sin que te pareciera.

Nuestra relación era buena, y aunque no me enoja, me entristece tu reacción. Tú buen promedio en la carrera no refleja tu calidad actual, ni tu madurez –que me disculparás, pero con cariño quiero decirte, que todavía no ha alcanzado su mayoría de edad-; pero sí muestra tu inteligencia, viva y aguda, y. posiblemente tú esfuerzo continuado, comparado con el de tus compañeros. Para alguien que enseña, encontrar en su camino gente inteligente que quiere aprender, de lo mucho o poco que uno pueda aportar es lo más bonito. Para todo profesor que se precie es lo máximo tener un grupito de alumnos que quieran escuchar, que tengan los ojos y los oídos abiertos, y que se dejen moldear.

Lo de pulir brillantes en bruto es una realidad. Nuestra tarea es forjar, es golpear las aristas para que brillen; y eso a veces duele. A ti te duele, y a mi me duele, sobretodo cuando me doy cuenta que un golpe mal dado, o mal recibido, pudo resquebrajar al diamante; quizás la calidad del diamante no era suficiente, quizás el cuidado del forjador no fue el adecuado; pero en todo caso, también los diamantes mal golpeados, pueden llegar a brillar, si al final del proceso muestran que son piezas únicas, especiales…y que deslumbran... Sin embargo para que ello sea posible, los forjadores deben continuar su trabajo, y la joya se debe dejar moldear con humildad hasta el final del proceso.

Se dice que de los errores se aprende; ojala leas esta carta, que está escrita pensando en ti, para que reflexiones, para ayudarte a entender que es una “reseña” –ya que no me quisiste escuchar cuando te marchaste enfurecido-, y porqué evalúo como lo hago. No te la he escrito a ti directamente porque no debo, y porque además quizás pueda servir para que otros compañeros tuyos aprendan, y se dejen moldear desde el principio. Si no quieres regresar, estás en tu derecho, pero si lees esta carta piensa por lo menos sobre lo que estoy escribiendo; abre tu mente y escucha el último tallido que seguramente habré tenido el privilegio de trasmitirte. Para otros compañeros tuyos, sin embargo, quizás éste sea el primero que reciban, porque a partir de ahora me comprometo a que lean esta carta para que sepan lo que espero de una reseña, y la diferencia que hay entre un resumen, una opinión de charla de café, y una crítica académica profesional. También quiero señalar con claridad lo que espero que sea capaz de realizar un estudiante de segundo, quinto y octavo semestre de licenciatura, que son los que normalmente reciben mis cursos. He de reconocer que por escrito me expreso mejor que oralmente, quizás estas líneas sirvan para evitar confusiones y clarificar lo que pretendo, y por esa razón

Page 2: Carta Abierta a Un Estudiante Frustrado

cuando inicie mis materias me comprometo a en el futuro entregar esta carta a todos mis alumnos y alumnas.

Siempre inicio mis cursos señalando que una de las habilidades que debe tener un estudiante de ciencias sociales es la capacidad de entender textos complejos, y de sintetizar sus contenidos. Si es capaz de pensar sobre ello, y emitir su valoración de una forma ordenada, clara, original y sin juicios de valor gratuitos, será de mucha utilidad para sus futuros empleadores, independientemente del lugar en el que se desempeñe laboralmente. Sin embargo lograr esta habilidad, como todas, requiere de esfuerzo y repetición. Escribir es un oficio que se aprende como todos, practicándolo a lo largo de muchos años.

Es muy común que las primeras publicaciones que un joven académico realiza sean reseñas de libros en revistas especializadas. Ese es el primer contacto con el mundo académico. Es difícil publicar artículos científicos de calidad, y las revistas normalmente tienen dificultades para encontrar quién les reseñe las novedades editoriales; es por ello que muchos se inician, con mucho esfuerzo, ya que la reseña es un género difícil, tratando de mostrar sus habilidades y su potencial redactando reseñas para estos medios. En mi caso, gracias al Dr. Caparrós-Lera de la Universidad de Barcelona, tuve la oportunidad de iniciarme escribiendo críticas de libros y de películas para la revista científica FILM-HISTORIA a principios de los años noventa, y eso me sirvió de gran experiencia y me ayudó a introducirme en este mundo tan complejo.

La reseña crítica debe señalar las aportaciones más importantes del autor que se analiza, y contextualizar las mismas en el seno de la literatura especializada que existe sobre el tema. Una buena reseña, requiere de mucho trabajo, porque el que la realiza debe conocer la literatura existente, y señalar los aportes del autor, encontrando las debilidades de los argumentos, o destacando la originalidad. Lo que nunca hará alguien que reseña científicamente un trabajo es emitir “juicios de valor”, es decir sentirse en la obligación de opinar sobre el material que enfrenta como si estuviera viendo un partido de fútbol con los amigos, y discutiese sobre si hubo penal o no lo hubo. El autor de la reseña tiene respeto por el lector, y por el autor del trabajo reseñado, y no se le ocurre opinar gratuitamente. Debe ser capaz de captar la esencia y la aportación del trabajo, discutirla, y señalar vías posibles de desarrollo de la investigación. La crítica es elegante y original, en ocasiones cínica; es un trabajo profesional sofisticado. Algunas veces uno tiene el honor de ser reseñado por un auténtico especialista en la materia, y discutido por sus pares; esas ocasiones en el que la discusión se presenta de frente, y en el que la polémica se instala en las revistas académicas, es quizás uno de los momentos más bellos de la vida académica; cuando tu trabajo no pasa desapercibido, y tus argumentos se someten al escrutinio de la comunidad.

Es evidente que no podemos pedir este nivel de exigencia a nuestros estudiantes de licenciatura. La estrategia debe ser gradual, y consiste en hacer escribir. Todos los oficios se aprenden por fases, con tiempo y con trabajo. No es prudente subirse en un carro último modelo, si uno no ha manejado un bochito de segunda mano, o un batallador tsurito que se deja rallar sin molestarse. Llegarán tiempos, dependiendo del presupuesto personal, en el que podremos manejar un auto de lujo; pero si llegan, deberemos respetar el auto haciéndole los honores que su condición requiere. Para ello deberemos saber manejar, y ello se logra practicando, gastando gasolina, rallando carros, y asustándonos en alguna maniobra imprudente que en el auto de lujo

Page 3: Carta Abierta a Un Estudiante Frustrado

probablemente hubiera sido fatal, pero que en nuestro utilitario desgastado sólo pasó por un susto… y un suspiro… El oficio de escribir es tan complicado, como el oficio de soldador, o el del herrero. Para ser un maestro es necesario haber trabajado mucho, haber gastado muchos carbones, y haberse quemado en más de una ocasión.

Los estudiantes de licenciatura deben iniciar su trayecto resumiendo. Sintetizando la información que se les encomienda leer, para una vez dominada esta capacidad atreverse con un comentario, que se debe alejar del “juicio de valor”. El estudiante, poco a poco le debe perder “respeto” al texto y atreverse a cuestionarlo, realizándole preguntas comprometidas. Si el alumno, o la alumna quiere llegar más lejos, sin que el profesor pretenda que ello se convierta en una crítica profesional, porque en la licenciatura el estudiante está iniciando su trayectoria, y está en pleno proceso de madurez intelectual, puede leer otros textos complementarios que traten sobre la misma materia, y tratar de contextualizar el trabajo. Ello le servirá para darse cuenta de que no hay verdades absolutas, y que los autores presentan muchos puntos de vista, que si están realizados con profesionalidad –lo que no siempre ocurre-, enriquecen el debate sobre una cuestión determinada.

El realizar resúmenes en esta fase es fundamental para mostrar que el estudiante captó lo principal del texto. Y si bien es verdad que en muchas ocasiones el que realiza el trabajo se limita a “mal copiar” algunas frases del texto, el hecho de que “copie” las frases más significativas, y que rescate lo importante del mismo, ya es suficiente, y señala que supo encontrar lo sustancial. En ocasiones, los más ambiciosos, o los que quieren optar por una calificación más elevada, tratan de aventurarse con un comentario sobre el texto; sin embargo, a pesar de la buena voluntad, es común que en lugar de buscar las preguntas que plantea el texto, se limiten a emitir un “juicio de valor”, como si se estuviera discutiendo sobre quién es “la mala” en la telenovela del día anterior. Poco a poco se deberá ir introduciendo a los más hábiles en la mística de la reseña crítica, y en ese momento empezaran a sentir los efectos del golpeteo del tallador. Si la humildad prevalece, y se dejan aconsejar, probablemente, si el artesano es solvente, el estudiante irá dejando salir sus primeros brillos, y con el tiempo se convertirá en un buen profesional.

En relación a los que copian los trabajos, y se aprovechan del trabajo de los más aplicados, mi querido amigo frustrado; el maestro no debe ser un policía. En un nivel de licenciatura, no tiene ya sentido estar vigilando al que tiene interés o no en aprender. Un profesor mío, nos dijo cuando entramos a la facultad en Barcelona, que la vida se encarga de aprobar o reprobar a las personas, y eso que en un principio me pareció una frivolidad, es una verdad mayúscula. Sólo sobresalen los que se esfuerzan, los que perseveran, los “necios” que encajan la crítica, hasta la malintencionada, y sobreviven su disgusto. Recuerda también, brillante todavía por pulir, que la experiencia muestra que no suelen triunfar en la vida los mejores promedios; con el tiempo nadie se acuerda de ello. Triunfan los que aprendieron a sufrir, los que aguantaron todo tipo de críticas, maduraron intelectual y personalmente y sobrevivieron sin tirar nunca la toalla, convirtiéndose en verdaderos profesionales. Recuerda también, y créetelo, que un maestro no hace favores a sus amigos poniéndoles buenas calificaciones; ayuda diciendo la verdad, golpeando la arista que debe ser retocada, y sobretodo creyendo con ilusión que es posible encontrar personas inteligentes, que con su cuidado y cariño, quizás en un futuro, como una planta a la que se riega, y a la que se le podan las ramas

Page 4: Carta Abierta a Un Estudiante Frustrado

que sobran, puedan brillar por si mismos, y crecer fuertes y hermosos, para el beneficio personal y de la comunidad.