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Pensar las alternativas, imaginar la transición. Economía extractiva y efectos comparados: Turismo, petróleo y minería Diego Carrión Sánchez Ricardo Sánchez Cárdenas

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Pensar las alternativas imaginar la transición:Economía extractiva y efectos comparados: Turismo, petróleo y minería

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  • Pensar las alternativas,imaginar la transicin.

    Economa extractiva y efectos comparados: Turismo, petrleo y minera

    Diego Carrin Snchez Ricardo Snchez Crdenas

  • Pensar las alternativas,imaginar la transicin

    Economa extractiva yefectos comparados:

    Turismo, petrleo y minera

    Autores:Diego Carrin S.Ricardo Snchez C.Asistentes de investigacin:Guido Surez D.Francisco Gachet P.

  • Pensar las alternativas, imaginar la transicinEconoma extractiva y efectos comparados: Turismo, petrleo y minera

    1era edicin: Octubre de 2014 Fundacin Rosa Luxemburg

    Fundacin Rosa LuxemburgMiravalle N24-728 y Zaldumbide (La Floresta)Quito Ecuador. Telfonos: (593-2) 2553771 / 6046945 / 6046946email: [email protected] www.rosalux.org.ec

    Autores: Diego Carrin S., y Ricardo Snchez C. Edicin: Sandra OjedaCoordinacin tcnica: Claudia Lpez y Ricardo SnchezDiseo y diagramacin: Jos Ortiz Ilustracion Portada: Jos Gabriel Hidalgo Imprenta: Quito, Ecuador

    ISBN 978-9942-8539-0-5

    Impreso en Quito-Ecuador, septiembre 2014

    Esta publicacin fue auspiciada por la Fundacin Rosa Luxemburg con fondos del Ministerio Alemn para la Cooperacin Econmica y el Desarrollo

    Pensar las alternativas,imaginar la transicin

    Economa extractiva yefectos comparados:

    Turismo, petrleo y minera

    Autores:Diego Carrin S.Ricardo Snchez C.Asistentes de investigacin:Guido Surez D.Francisco Gachet P.

  • ndice de contenidos

    Presentacin 11Prlogo 15Indtroduccin 19

    1 CONTEXTO Y MARCO TERICO 1.1 Contexto 24 1.2 Matriz productiva y patrn de reproduccin de capital 25 1.3 La maldicin de los recursos: un posicionamiento terico 38

    2 VALORES DE USO ALTERNATIVOS Y SUS EFECTOS 488IXMTLMT-[\ILWaKWVQK\Q^QLIL ! 2.1.1 Relacin entre Estado y empresa privada 49 +WVQK\W[WKQIT 2.1.2.1 Minas y petrleo 52 2.1.2.2 Turismo 57 2.2 Efectos sobre las formas materiales de la economa 60 2.2.1 Encadenamiento y dinamizacin productiva 61 2.2.1.1 Petrleo 61 2.2.1.2 Minera 63 2.2.1.3 La industria turstica vs la industria extractiva 63 2.2.1.4 Turismo de enclave y turismo comunitario 66 2.2.2 Empleo 68 2.2.2.1. Minas y petrleo 68 2.2.2.2. Turismo de enclave y turismo tico 69 2.2.3 Concentracin 73 2.2.3.1 Sector extractivo vs sector turstico 73 2.2.3.2 Turismo de enclave y turismo tico 76 2.2.4 La distribucin del ingreso 78 2.2.4.1 Panorama regional 78 2.2.4.2 Ingresos para el Estado (Proyecciones) 82 2.3 Efectos sobre la salud humana, los recursos naturales y la cultura local 95 2.3.1 Efectos sobre la salud 95 2.3.1.1 Minera 95 2.3.1.2 Petrleo 97 2.3.1.3 Turismo 98

  • 2.3.2 Uso de los recursos 100 2.3.2.1 Desgaste de recursos naturales en el turismo 101 2.3.2.2 Uso del agua 102 2.3.2.3 Desechos slidos 105 2.3.2.4 Energa elctrica 106 2.3.3 Deterioro cultural 108 2.3.3.1 Minas y petrleo 108 2.3.3.2 Turismo 109

    3 LINEAMIENTOS PARA LA CONSTRUCCIN DE UNAPROPUESTA ALTERNATIVA LIGADA CON EL TURISMO COMUNITARIO 114 3.1 Proceso de desarrollo de los destinos tursticos 118 3.2 Proyecto turstico impulsado por el Gobierno de Rafael Correa 122 3.3 Qu tipo de turismo es deseable? 128 3.4 Lineamientos para una propuesta nacional de impulso al turismo comunitario 129 3.4.1 Encadenamientos 130 3.4.2 mbito laboral 131,Q^MZ[QKIKQ~VXZWL]K\Q^IaZMLQ[\ZQJ]KQ~VLMZMK]Z[W[ 3.4.4 Concentracin 133 3.4.5 Financiamiento 133 3.4.6 Poltica exterior y monetaria 134 3.4.7 Intermediacin turstica y cooperacin internacional 135 3.4.8 Salvaguardas ecolgicas y culturales 135

    4 CONCLUSIONES 137 4.1 Sobre petrleo y minera 138 4.2 Sobre turismo 139 4.3 Sobre la transicin 142 4.4 Retos y temas que se necesita profundizar 144

    Abreviaturas 146Bibliografa 147

    ndice de grficos

    /ZnKW",Q[\ZQJ]KQ~VXWZKMV\]ITLMTIXWJTIKQ~V ocupada por rama de actividad 29/ZnKW"1VOZM[W[XZWUMLQW^[KIVI[\IJn[QKI /ZnKW",Q[\ZQJ]KQ~VLMQVOZM[W[XWZLMKQTM[VIKQWVIT]ZJIVI /ZnKW"*IVKW[XZQ^ILW[>WT]UMVLMKZuLQ\W /ZnKW".]MV\M[LMVIVKQIUQMV\W del Sector Pblico no Financiero 1991-2000 (Por exportaciones y ventas de derivados) 35/ZnKW".]MV\M[LMVIVKQIUQMV\W del Sector Pblico no Financiero 2000-2010 (Por exportaciones y ventas de derivados) 36/ZnKW";MK\WZM[MVKILMVILW[PIKQII\Zn[ por la minera metlica (peso porcentual) 64/ZnKW "VLQKM[LMMVKILMVIUQMV\WPIKQII\Zn[ y concentracin del encadenamiento 65/ZnKW!"8WZKMV\IRMLM[MK\WZM[MVKILMVILW[PIKQII\Zn[ /ZnKW"8WJTIKQ~VWK]XILILM[KWV\MV\IXWZIUJQMV\MXMZR]LQKQIT/ZnKW"8WJTIKQ~VWK]XILILM[KWV\MV\IXWZXW[QJTM[IKKQLMV\M[/ZnKW"7K]XILW[XWZ[M`WaZIUILMIK\Q^QLIL /ZnKW"-UXTMWLQZMK\WOMVMZILWXWZ\ZM[^ITWZM[ de uso alternativos. Proyecciones 73/ZnKW"-[\IJTMKQUQMV\W[MKWV~UQKW[KMV[ILW[ [MOVKTI[QKIKQ~V+11=LMTIIK\Q^QLILXZQVKQXIT 2009 a nivel nacional 74/ZnKW"1VOZM[W[IV]ITM[XZWUMLQW por establecimiento (en dlares) 74/ZnKW">ITWZIOZMOILWVM\WXWZM[\IJTMKQUQMV\W y nmero de establecimiento. Proyecciones 75

  • /ZnKW"VLQKMLM,M[IZZWTTW0]UIVW !/ZnKW "1VKQLMVKQILMTIXWJZMbI sobre la base de 2 dlares por da (%) 2008 80/ZnKW!"1VOZM[W6IKQWVIT*Z]\WXMZKnXQ\I /ZnKW"VLQKMLM/QVQ /ZnKW"-[KMVIZQW[XM[QUQ[\I[XIZITW[\ZM[[MK\WZM[ /ZnKW"-[KMVIZQW[WX\QUQ[\I[XIZITW[\ZM[[MK\WZM[ !/ZnKW"-[KMVIZQWWX\QUQ[\I[WTWXIZI\]ZQ[UW !/ZnKW")OW\IUQMV\WLMZMK]Z[W[VI\]ZITM[16* /ZnKW"5M\ZW[KJQKW[LMIO]IZM[QL]ITXWZIK\Q^QLIL /ZnKW",MZMKPW[[~TQLW[OMVMZILW[MV\WVMTILI[ /ZnKW"+WV[]UWLMMVMZOyIMTuK\ZQKI por establecimiento (kilovatio/hora) 107/ZnKW "+QKTWLMTLM[\QVW\]Zy[\QKW

    CD ADJUNTOMetodologa para estimar el comportamiento de ingresos fiscales con valores de uso alternativos

    ndice de tablas

    Tabla 1: Supuestos utilizados para escenarios pesimistas 84

  • Presentacin

    There is no alternative era el conocido lema de Margaret Thatcher, una de las ms frreas impulsadoras de las polticas neoliberales en los aos ochenta. Desde el 2006, el Ecuador ha proclamado su ruptura con el recetario neoliberal. Esta intencin, sin duda, se ha concretado en el papel absolutamente central Y]MPI ^]MT\W ILM[MUXM}IZ MT-[\ILW MV TI MKWVWUyI MV TIXTIVQKIKQ~VaKWUWIK\WZLMKIUJQWQ^QZ KWUW ZMITUMV\M TW QUIOQVIUW[ MV KILI KWV\M`\W-[\M TQJZWpretende abrir ese tipo de espacios.

    El presente estudiodibuja tres escenarios de cmo podra ser el Ecuador a futuro: un Ecuador ms petrolero que el de ahora, un Ecuador minero, o un Ecuador que decide no entrar a la gran minera ni tampoco expandir la frontera petrolera, sino apostar por otra estrategia econmica, basada en el fomento del turismo comunitario y a mediana escala, para lo que el Ecuador tiene tanto potencial. La primera pregunta que inquieta es Cmo se traducira KILIWXKQ~VMV\uZUQVW[LMQVOZM[W[KITIVLMOIZIV\QbIZTIKWV\QV]QLILde la inversin social? Pero tambin, y no menos importante: Cmo afectara V]M[\ZI^QLIKILIM[KMVIZQW'aTILMV]M[\ZW[PQRW[aVQM\W['-TQVOZM[W[KIT

  • generado, como asegura el estudio, de ninguna manera, puede ser el nico parmetro de comparacin entre estas alternativas. Es necesario incluir una [MZQMLMLQUMV[QWVM[M QV\MZZWOIV\M[U]aKWVKZM\I[LMT*]MV>Q^QZ Y]MVWdependen directamente de la inversin social-, que son de suma importancia y pueden tener costos inconmensurables: cunto empleo genera cada una de las actividades econmicas analizadas; cuntos daos a la salud de las personas podran ocasionar; qu impactos tendran sobre el agua; cuntos desechos generarn en un corto, mediano y largo plazo; cmo impactar sobre la distribucin del ingreso y la concentracin de la riqueza, la desigualdad y los factores estructurales que la condicionan.

    Las izquierdas del mundo miran hacia Amrica del Sur con esperanzas. Europa padece polticas de ajuste estructural; Asia le apuesta, como nunca, a TI]ZJIVQbIKQ~VKIXQ\ITQ[\I#MTU]VLWnZIJM[MP]VLMMVKWVQK\W[Y]MXIZMKMVVW\MVMZ[ITQLI#aV]M[\ZI[M[KI[I[UQZILI[[WJZMNZQKI[QO]MVT\ZILI[XWZ]VTMV\MKI\I[\ZW[\IaI[Q[\MVKQITQ[\I5QMV\ZI[\IV\WMV)UuZQKILMT;]ZM[\IZyIfuncionando un laboratorio de alternativas, con las izquierdas en el poder. Las KQNZI[WKQITM[VW[PIJTIVLM]VIZML]KKQ~V [QOVQKI\Q^ILM TIXWJZMbIKWVindicadores macroeconmicos estables en la mayora de pases de la regin. 8Iy[M[KWUW-K]ILWZPI[\IPIKMXWKW[IK]LQLW[XWZKWVQK\W[QUXWZ\IV\M[han llegado a una estabilidad poltica sin precedentes. El pas se encuentra MV]VKZ]KMLMKIUQVW[KTI^M-T8TIV6IKQWVITLMT*]MV>Q^QZseala que es necesario salir del extractivismo; pero, al mismo tiempo, se habla de extraer ms por ahora, para llegar a ese cambio de modelo. Se pretende explotar el petrleo del Yasun, concesionar la Amazona Centro-Sur para incrementar la explotacin petrolera, y entrar en la minera industrial a gran escala. Este trabajo tambin pretende abrir el debate sobre este tipo de paradojas.

    Al ser el foco de las esperanzas mundiales, procesos de cambio como el ecuatoriano cargan con una inmensa responsabilidad que trasciende el debate nacional. Qu sucedera si nuevamente fracasa, al igual que en 1989, el intento de transformar el mundo desde las izquierdas? Si la supuesta gestin transformadora se revela, en retrospectiva, simplemente como la forma ms adecuada, en las condiciones dadas, para servir a los intereses del capital transnacional y de la acumulacin capitalista en esta dcada? Si la reduccin de la pobreza de hoy se produce a costa del bienestar de las generaciones futuras, y deja un entorno invivible? Si se produce a costa de cerrar los espacios de deliberacin poltica con la ciudadana, para blindar un proyecto poltico determinado?

    Por cierto, hay al menos dos formas de fracasar. Una de ellas consistira

    en perder las elecciones, lo que implicara el retorno de la derecha poltica. Si esto llegara a suceder, sern fundamentales las herramientas polticas y jurdicas con las que cuente la sociedad y su tejido organizativo, su potencial movilizador, para enfrentar las consecuencias de un cambio de gobierno de esta naturaleza. Pero tambin sera un fracaso si lo que comenz como anhelo colectivo de refundar el pas, de crear un pas que ejerce la igualdad en la LQNMZMVKQI]VI[WKQMLILXQTW\WLMM[\MPWZQbWV\M]\~XQKWY]MM[MT*]MV>Q^QZresultara una simple modernizacin de las injusticias, las dependencias, las formas en las que nuestra generacin hipoteca las condiciones de vida de los que estn por nacer.

    Con este libro, la Fundacin Rosa Luxemburg, comprometida con las aspiraciones de cambio profundo que el pueblo ecuatoriano expres en las elecciones de -2006 que marcaron la ruptura con la poca neoliberal-, y en su Constitucin de 2008, busca aportar al debate abierto sobre el rumbo que debe tomar la transformacin de la sociedad. Es un anhelo de la Fundacin coadyuvar a la superacin efectiva de las lgicas neoliberales en todos los mbitos, en la perspectiva de construir una nueva economa centrada en el Buen >Q^QZLM\WLI[TI[XMZ[WVI[MVT]OIZLMTT]KZWXZQ^ILW#KMV\ZILI\IUJQuVMVrelaciones con la Naturaleza no depredadoras; en relaciones de igualdad entre hombres y mujeres; y, en una sociedad que deje atrs su herencia colonial.

    Los procesos de cambio social siempre son complejos: se desarrollan a partir de lo existente y en medio de mltiples presiones y de un paisaje institucional muy reacio al cambio. Estn atravesados de errores, reveses y retrasos. Para no fracasar ni ser absorbidos por las lgicas dominantes, estos procesos necesitan cuestionar de forma permanente si su rumbo general an est encarando la transformacin anhelada en el origen; o si los medios empleados, en XZQVKQXQWR][\QKILW[XWZTW[VM[XMZ[MO]QLW[\MZUQVIVUQVIVLWMTXZWKM[Wdesde adentro, para dejar una cscara de palabras vacas sobre una realidad radicalmente distinta, como sucedi con lo que suele llamarse socialismo del siglo XX.

    Negar los mrgenes de accin, invisibilizar las opciones existentes, es parte del juego dominante. Este libro refuta esa premisa y se plantea aportar a la bsqueda sustentada de alternativas reales, que contribuyan a la transformacin de la sociedad ecuatoriana en sus estructuras y en sus lgicas profundas, distorsionadas por la colonia, la dependencia y el capitalismo depredador. El texto presenta una alternativa comprometida con el Sumak Kawsay, pero, sobre todo, con la justicia generacional, ya que nuestra responsabilidad trasciende los cortos tiempos polticos coyunturales y de la prxima eleccin. No se pretende decir que esta alternativa es la nica viable o la solucin.

  • Apenas se busca demostrar que existen opciones ms all de lo que, segn las recetas de la economa clsica, parece obvio; opciones que posibiliten la transformacin del sentido de la economa, para devolverle su funcin social.

    La propuesta desarrollada en este libro privilegia formas de propiedad social ms all de lo privado y lo estatal. Para ello, toma en cuenta las lecciones del siglo XX: la estatizacin y el centralismo, dos de los factores ms importantes del fracaso del bloque sovitico. Cuando se consigue construir lo pblico no estatal, lo comn, la ciudadana se responsabiliza del cambio, se involucra en uT TWPIKMMKQMV\M \ZIV[NWZUITIK]T\]ZIXWTy\QKILM QUXZWV\IKWTWVQITY]Mcausa que la gente espere pasivamente que algo le llegue desde arriba. Es ah donde se desata la creatividad social, esa efervescencia que la emancipacin y la transformacin necesitan. La propia Rosa Luxemburg, en sus debates con Lenin, hablaba de esta efervescencia social como motor de la transformacin social:

    Lo negativo, lo que hay que deshacer, se puede decretar; lo que toca construir, lo positivo, no. Tierra incgnita. Miles de problemas. Solo la experiencia es capaz de corregir y de abrir nuevos caminos. nicamente la vida ilimitada, desbordante, puede ingeniar miles de formas nuevas e improvisaciones, mantener la fuerza creativa, corregir por s misma los pasos en falso. Por ello, la vida pblica de los Estados con libertad restringida es tan pobre, miserable, esquemtica, estril, porque al excluir a la democracia se aparta de las fuentes vivas de riqueza mental y de progreso.

    Los autores proponen, en el CD incluido en el libro, una aproximacin metodolgica que puede inspirar la tan necesaria bsqueda de alternativas en muchos otros mbitos. Si tomamos en serio nuestro compromiso con la especie y el planeta que la alberga, tendremos que seguir analizando las consecuencias que tal o cual estrategia poltica o econmica tenga en 50 aos, o incluso ms all.

    Queremos agradecer a Carlos Larrea y su equipo de la Universidad Andina Simn Bolvar, as como a Francisco Muoz y su equipo de la Universidad +MV\ZITXWZPIJMZJZQVLILWIXWZ\M[[QOVQKI\Q^W[XIZIMTu`Q\WLMM[\MXZWaMK\WEsperamos que las perspectivas y miradas que ofrece esta publicacin inspiren a las personas tomadoras de decisin en la poltica del Ecuador, y a muchas personas comprometidas con superar esta locura de sistema, que ha puesto la ganancia material inmediata por encima de todos los valores humanos y de todo sentido comn.

    Miriam Lang Belen Cevallos Directora Region Andina Coordinadora de proyectos Ecuador Fundacin Rosa Luxemburg Fundacin Rosa Luxemburg

    Prlogo

    El presente libro Pensar las alternativas, imaginar la transicin se articula un sinnmero de acontecimientos, procesos, debates y eventos generados en el Ecuador y en la regin, en la perspectiva de defender los derechos de la Naturaleza frente a las polticas y acciones extractivistas, muchas veces R][\QKILI[LM[LMTIVMKM[QLILLMZMK]Z[W[XIZI[]XMZIZTIXWJZMbILMIUXTQW[sectores de la poblacin. En esta lnea de accin y defensa, han ocurrido situaciones de diverso orden, como la relacionada con la iniciativa ciudadana de consultar a la poblacin ecuatoriana sobre la explotacin de 920 millones de barriles de petrleo del Yasun, de los campos petroleros Ishpingo-Tambococha y Tiputini (ITT), en la Amazona ecuatoriana.

    Pensar las alternativas, imaginar la transicin contiene una seria investigacin y propuesta que sostiene que s es posible salir del extractivismo y encontrar formas econmicas alternativas, como el turismo especialmente comunitario, en el contexto de un cambio en las relaciones sociales, en el patrn de reproduccin vigente y en las formas democrticas y participativas de las comunidades.

    Los autores aportan con argumentos que orientan el trnsito de la economa ecuatoriana por un sendero econmico y social que nos acerque efectivamente a una de las emblemticas disposiciones de la Constitucin de 2008: el Sumak 3I_[IaW*]MV>Q^QZ4W[I]\WZM[LQ[K]\MVMV\WZVWLMTI^ MZLILMZI\ZIV[QKQ~V#no aquella que, en el futuro, llevar al Ecuador a una condicin capitalista similar o ms grave que la actual, sino a una que se dirija hacia el Sumak Kawsay, como paradigma que represente el cambio del capitalismo hacia formas sociales y comunitarias ligadas con un autntico socialismo. Transitar -parecen decir los autores- es actuar en el presente, para colocar las premisas de un futuro que niegue el extractivismo y el capitalismo.

    +WUWIZUIVTW[I]\WZM["La evidencia parece demostrar que las alternativas econmicas para la poca de transicin no deben desconectar con los cambios estructurales requeridos a nivel de patrn de reproduccin de capital. [] Solo desde esta perspectiva, la transicin, para ser coherente, no puede obviar la efectiva transformacin del patrn de reproduccin de capital. Transicin no es un momento de espera, sino la avanzada hacia lo nuevo. Por tanto, debe afectar el inters de los dominantes, en el sentido de cambiar la propia correlacin de fuerzas a favor de los actores polticos a los que J][KIJMVMKQIZ

  • +IZZQ~Va;nVKPMbZMM`QWVIVITZMLMLWZLM]VIV]M^INWZUILMLMXMVLMVKQIen la regin, en el marco de las disputas hegemnicas en el sistema mundo. Esto conduce a los estudiosos de las problemticas econmicas y sociales de Amrica Latina, a re-pensar la teora de la dependencia, que emergi y tuvo su vigor en los aos setenta; pero, sobre todo, a proponer opciones viables, sobre la base de un nuevo paradigma que se diferencia de la idea del progreso, y que nos aboca a plantear no el desarrollo ni el crecimiento, sino una alternativa distinta, en esa lnea que han formulado tericos e intelectuales en Amrica Latina, como Gudynas, quien dice:

    Emerge una clara tendencia donde cualquier alternativa entiende que el desarrollo no puede estar restringido al crecimiento econmico, y las metas enfocadas en la calidad de vida y la proteccin a la naturaleza se vuelven centrales. El bienestar no queda atado a un plano material o individual, sino que incorpora la dimensin colectiva y espiritual, pero tambin ecolgica (Gudynas, 2011, p. 52).

    El desarrollo terico y discursivo se realiza desde la matriz del pensamiento de la economa poltica crtica, y se diferencia de las teoras institucionalista y neoinstitucionalista que, actualmente en la regin, no solo se enfocan en UQ[\QKIZTIZMITQLIL[QVWY]M[QZ^MVXIZIR][\QKIZNWZUI[aUMKIVQ[UW[LMinsercin extractivista en nuestras economas en el mundo. En esta direccin, los autores del libro dejan ver su agudeza crtica, cuando elaboran un balance de nuestra situacin actual:

    El Gobierno Nacional ha proyectado generar un cambio en la matriz productiva primario-exportadora, que conduzca al pas a una nueva etapa, caracterizada por el desarrollo endgeno. No obstante, esta propuesta encierra una paradoja: la base de recursos que permitira dicha transformacin productiva provendra de una profundizacin de la actividad extractiva. Esclarecer esta paradoja implica entender la debilidad conceptual de la nocin de matriz-productiva y sus diferencias con la categora patrn de reproduccin econmica.

    Cuando la Fundacin Rosa Luxemburg, auspiciante del Pensar las alternativas, imaginar la transicin, plante la posibilidad de avanzar en esta investigacin y propuesta, en asocio con el proyecto generado y desarrollado en la Universidad Central, denominado Balance Crtico del Gobierno de Rafael Correa: Forma de Estado, Rgimen Poltico, Desempeo Econmico y Sumak Kawsay o Buen >Q^QZ8MZQWLW[MIJZQ~Un[Y]M]VIWXWZ\]VQLIL]VIMNMK\Q^Iconexin con los objetivos planteados por el proyecto y su comprensin terico-metodolgica.

    Esta comprensin se centra en dos aspectos referidos con el cambio de matriz XZWL]K\Q^IaMTM`IUMVLMT^QOMV\MXI\Z~VLMIK]U]TIKQ~V4I[ZMM`QWVM[ITZM[XMK\W [MZnV M`X]M[\I[ MV MT QVNWZUM VIT LM TI QV^M[\QOIKQ~V XZ~`QUW I

    exponerse, con los auspicios de las facultades de Jurisprudencia (carreras de Sociologa y Ciencia Poltica) y Economa, y el Instituto de Investigacin y Posgrado de Ciencias Econmicas de la Universidad Central. Dicho anlisis se presenta en este libro.

    Ha sido una labor investigativa intensa, realizada por Diego Carrin, Ricardo Snchez, Guido Duque y Francisco Gachet, que ampli, profundiz y desarroll las tesis del proyecto durante este ao y medio de efectivo trabajo. Estas fueron las razones que nos llevaron a concretar un convenio entre el proyecto y la Fundacin.

    Como coordinador del proyecto de investigacin, me congratulo con los autores que han desarrollado esta obra y expreso mi complacencia por M[\M MVK]MV\ZW KWV TI .]VLIKQ~V :W[I 4]`MUJ]ZO Y]M PI KWVILW MV TItradicional universidad pblica del Ecuador, en este caso, la Universidad Central, y que ha apoyado la necesidad de generar investigacin, debate y propuestas en el campo de las ciencias sociales. Auguro que el compromiso de los autores de este texto fecunde en el desarrollo investigativo y acadmico, como en la accin transformadora para evitar el extractivismo en el Ecuador.

    Quito 1 de septiembre de 2014

    Francisco Muoz JaramilloCoordinador Proyecto de Investigacin Balance Crtico del Gobierno de Rafael Correa: Forma de Estado, Rgimen Poltico, Desempeo Econmico y Sumak Kawsay o Buen >Q^QZ8MZQWLW

  • Introduccin

    -TLQ[K]Z[WWKQITMVMT-K]ILWZ[W[\QMVMY]MMTXZWKM[WLMKIUJQWIX]V\II KWV[\Z]QZ MT ;]UIS3I_[Ia5n[ ITTn LM TI[ LQK]T\ILM[ XIZI LMVQZ M[\Mconcepto, que oscila entre extremos muy distantes, la desigual estructura histrica de la propiedad y el carcter dependiente de la economa ecuatoriana convierten a esta en una tarea muy compleja y de largo plazo.

    Sin embargo, es posible evaluar los avances, y en qu medida la poltica pblica se encamina efectivamente hacia los objetivos planteados. Resulta oportuno, asimismo, proponer alternativas, como las expuestas en el presente M[\]LQW XIZI MVZQY]MKMZ MT LMJI\M XWTy\QKW a LQ^MZ[QKIZ TI[ WXKQWVM[ LM TIsociedad en el trnsito propuesto. Las sugerencias expresadas, para empezar, reconocen los lmites estructurales del actual patrn de reproduccin y las (im)posibilidades que emergen de los pasos que se han tomado (o no) en trminos de poltica pblica.

    -[\W M[ QUXWZ\IV\M XWZY]M TI ZMM`Q~V Y]M ]JQKI IT LM[IZZWTTW MV ]Vcontexto crtico, debe formar parte de las decisiones que guen la construccin LMT*]MV>Q^QZ#QVKT][WM[\nTTIUILIIZM[IT\IZTI[LQK]T\ILM[KWa]V\]ZITM[aestructurales que se atisban.

    Es fundamental reconocer que el horizonte de corto plazo de la rentabilidad econmica, que caracteriza al modo de produccin capitalista, ha conducido a TyUQ\M[LMVQ\Q^W[MVTIKIXIKQLILZMOMVMZI\Q^ILMTW[MKW[Q[\MUI[MVMTU]VLWy que el cambio climtico amenaza la propia supervivencia de la especie. Ello exige adoptar una perspectiva de larga duracin, responsable con las generaciones que nos sucedern, consciente de que debemos legarles recursos conservados y renovables, para hacer viable su supervivencia.

    Por otro lado, la enorme desigualdad en el acceso a la propiedad de los medios de produccin, y el caos cclico de un sistema econmico abandonado ITW[^IQ^MVM[LMTUMZKILW\QMVLMVI[IKZQKIZLMNWZUIZMQ\MZILIMTJQMVM[\IZde las personas, para pagar los errores de la acumulacin privada. La pobreza y sus ciclos, la brecha de la desigualdad indetenible, particularmente en las ex colonias, hoy pases mal llamados subdesarrollados, sin mayores opciones para romper con la divisin internacional del trabajo, marcan la agenda de un

  • U]VLWK]aI[KZQ[Q[[WKQITaIUJQMV\IT[WV[WTWLW[TWVM[LM]VIUn[XZWN]VLI"la crisis civilizatoria de alcances globales.

    En este contexto, el desafo del Gobierno Nacional consiste en pensar qu implica cambiar su matriz productiva, y si ello bastar para posicionarse de UIVMZILQ[\QV\IMVMTM[KMVIZQWQV\MZVIKQWVIT;MZn[]KQMV\MXIZIZWUXMZTIdependencia; para priorizar a mujeres y hombres por sobre el capital y sus imperativos; para generar una base econmica respetuosa de la Naturaleza y sus ciclos de renovacin?

    Estos objetivos resultan incompatibles con la poltica de expansin de las actividades extractivas, principalmente con la gran minera y la exploracin y explotacin de petrleo; pero tambin con otras actividades productivas que, al ser controladas por grandes empresas y priorizar el lucro, provocan efectos negativos sobre la vida social y natural.

    De ah, la necesidad de pensar alternativas que puedan replantear el problema de la produccin, la distribucin de los recursos, la satisfaccin de necesidades, sin romper necesariamente la base natural que sostiene la actividad econmica y el tejido social cooperativo, centrales para la supervivencia humana.

    El presente estudio tiene como objetivo examinar algunos de los posibles efectos de la apuesta estatal por tres valores de uso (minera, petrleo y turismo), como ejes de acumulacin en el patrn de reproduccin de capital en el -K]ILWZ;MJ][KIM^IT]IZ[QMTKIUJQWLM]V^ITWZLM][WXWZW\ZWM[[]KQMV\MXIZI\ZIV[NWZUIZTIMKWVWUyILMTXIy[aUMRWZIZLMUIVMZILMVQ\Q^ITI^QLIy posibilidades de bienestar de la poblacin.

    La primera parte del trabajo aborda determinados elementos tericos y de contexto, para ubicar la pertinencia y utilidad de este estudio; entre ellos, el carcter dependiente de la economa ecuatoriana y las particularidades del patrn primario-exportador que ha dominado a lo largo de la historia del pas. Adems, se discute el enfoque institucionalista sobre actividades extractivas, sobre la base de la posicin de la Crtica de la Economa Poltica.

    La segunda parte expone algunas evidencias sobre los diferentes efectos de la implementacin de los tres ejes de acumulacin, propuestos sobre la dinmica econmica: el empleo, la salud y el medioambiente. El anlisis se detiene, asimismo, en ciertos aspectos de gnero a lo largo de las secciones. Se introduce informacin emprica comparada y se argumenta sobre el papel central de la estructura econmica capitalista, en el grado y sentido de dichos efectos. Los datos presentados buscan aportar informacin til para discutir el Z]UJWLMTIMKWVWUyIMV]VXZWKM[WLM\ZIV[QKQ~V)LMUn[[MZMM`QWVIV

    los peligros asociados con reducir el desafo histrico del cambio econmico a un simple intercambio de un valor de uso por otro, como eje de acumulacin, y dejar intocados elementos estructurales.

    La ltima parte desarrolla un conjunto de lineamientos necesarios para la construccin de una propuesta de turismo comunitario en el Ecuador. Plantea que este sector constituye un espacio de posibilidad para pensar e iniciar procesos de transicin, siempre y cuando se reconozca la necesidad de transformaciones de fondo en la estructura econmico-social, que pasan por asumir la esfera econmica privada como un espacio de disputa pblica y democrtica. Este proyecto busca esclarecer no solo el potencial del turismo como alternativa al extractivismo, sino enriquecer nuestra capacidad de teorizar e investigar crticamente alternativas reales al desarrollo capitalista.

  • 1Contexto y

    marco terico

  • Pensar las alternativas, imaginar la transicin Economa extractiva y efectos comparados: Turismo, petrleo y minera24 25

    se obtengan, principalmente si se consideran las variables sociales y ambientales, y se supera el reduccionismo del anlisis econmico convencional. A propsito de este tema, cabe preguntarse tambin, ms all del nivel de ingreso, cmo ser distribuido, cmo se evitar la concentracin de los recursos en pocas manos. Se podr evitar la afectacin a las poblaciones que viven sobre o cerca de las minas y yacimientos?

    La base de reproduccin material de las poblaciones aledaas a los proyectos mineros y petroleros, as como su riqueza cultural, se vern degradados, IZUIVTI[WZOIVQbIKQWVM[[WKQITM[-+=):=6):1XZMWK]XILI[XWZlas posibilidades futuras de sostener estructuralmente la vida en los territorios. La mayor riqueza est en la vida humana y en el esfuerzo que cotidianamente aporta para la reproduccin econmica. Por eso, se propone levantar formas econmicas alternativas, respetuosas con la Naturaleza y con los pueblos y culturas que habitan el territorio nacional que, como se colige de lo anterior, no pasen nicamente por cambiar un valor de uso por otro, sin tocar las relaciones de propiedad y los mecanismos de distribucin.

    ;MI[M^MZIY]MM`Q[\MVW\ZI[N]MV\M[LMZMK]Z[W[Un[MKQMV\M[MV]V[MV\QLWambiental y social; no obstante, estas se ven amenazadas por el avance de la actividad extractiva. Dichas fuentes alternativas implican un menor grado de afectacin a los ecosistemas y a las culturas ancestrales; por ejemplo, el turismo comunitario, los impuestos a las ganancias de sectores monoplicos, o la implementacin de alternativas agroecolgicas para la produccin de alimentos. Atacando a la concentracin de la propiedad y estableciendo UMKIVQ[UW[LMMY]Q\I\Q^W]RWLMTIZQY]MbIM[\I[N]MV\M[LMZMK]Z[W[XWLZyIVtransformar el rostro de la economa nacional, al convertirse en acicate para la democratizacin de las decisiones econmicas (hoy enteramente privatizadas), mediante la promocin de una amplia participacin de los sectores populares y las clases histricamente desposedas.

    1.2 Matriz productivay patrn de reproduccin de capital

    La transformacin de la matriz productiva aparece como una oferta determinante para el futuro del Ecuador; como un cambio revolucionario, que [IK]LQZnTI[JI[M[UQ[UI[LMT[Q[\MUIMKWV~UQKW6WWJ[\IV\MTILMVQKQ~VLMmatriz productiva es muy limitada.

    Al referirse a ella, se enfatizan principalmente [] las interrelaciones entre distintos actores sociales que utilizan los recursos que tienen a su disposicin para llevar adelante actividades productivas. La matriz productiva depende,

    1.1 Contexto

    El Gobierno Nacional ha proyectado generar un cambio en la matriz productiva primario-exportadora, que conduzca al pas a una nueva etapa, caracterizada por el desarrollo endgeno. No obstante, esta propuesta encierra una paradoja: la base de recursos que permitira dicha transformacin productiva provendra de una profundizacin de la actividad extractiva. Esclarecer esta paradoja implica entender la debilidad conceptual de la nocin de matriz-productiva y sus diferencias con la categora patrn de reproduccin econmica (Osorio, 2006).

    Se argumenta que el desarrollo exige un fuerte crecimiento econmico previo, que provea al pas de importantes recursos de inversin. La nica manera de poder competir con ventaja en el mercado externo es agregar valor a la produccin primaria, e invertir en sectores tecnolgicos de vanguardia (SENPLADES, 2009, p. 57).

    Apoyado en la antigua tesis ricardiana, que destaca la importancia de aprovechar las ventajas comparativas del pas, y motivado por el incremento coyuntural de los precios internacionales de los bienes primarios, el Gobierno sostiene la necesidad de impulsar procesos de extraccin de recursos no renovables, como base de acumulacin primaria que apalanque, paralela o posteriormente, procesos de industrializacin (Ibd., p. 56).

    En este sentido, en los ltimos aos, se ha promovido una serie de acciones jurdicas y administrativas, orientadas a crear las condiciones adecuadas para el desarrollo de la minera y la ampliacin de la frontera petrolera, en especial, aquellas que favorezcan la penetracin del capital privado o de empresas estatales. De forma paralela, una de las acciones ms importantes del presente perodo de gobierno ha estado vinculada con cambios institucionales \MVLQMV\M[ITIKIX\IKQ~VLM]VIXIZ\M[QOVQKI\Q^ILMTIZMV\IM`\ZIK\Q^IXWZparte del Estado ecuatoriano.

    >IZQI[ ^WKM[ IL^QMZ\MV [QV MUJIZOW [WJZM TW[ XMTQOZW[ LM IUXTQIZ TI[actividades extractivas, y aseguran que los costos de impulsar estas actividades, en el mediano y largo plazo, seran mucho mayores que los ingresos que de ellas

  • Pensar las alternativas, imaginar la transicin Economa extractiva y efectos comparados: Turismo, petrleo y minera26 27

    en este sentido, de la forma particular de relacin existente entre productos, procesos productivos y relaciones sociales (SENPLADES, 2012, p. 7).

    Esa forma particular de relacionamiento entre producto, procesos y relaciones sociales se denomina patrn de especializacin, e indica la incidencia de la eleccin de ejes de acumulacin particulares en la concentracin de la ZQY]MbIaMVTIZMTIKQ~VLM[^MV\IRW[IKWVMT[MK\WZM`\MZVWLMU

    Las categoras matriz productiva y patrn de especializacin consideran la disponibilidad y distribucin desigual de recursos productivos como un dato RW[WJZMMTK]IT[MX]MLMIK\]IZ[WTWMV[MV\QLWXITQI\Q^WLMV\ZWLMTUIZKWcompetitivo del mercado (bajo una hiptesis de mercados competitivos, que desconoce el carcter oligoplico de la economa nacional y sus rigideces), o por las transformaciones jurdicas,1 antes que por la accin distributiva directa del Estado, apoyado y legitimado por la sociedad. No se proponen actuar sobre las relaciones sociales de propiedad y los procesos de apropiacin del trabajo ajeno.

    Sectores de la actual administracin sostienen que los ejes de acumulacin han sido escogidos en concordancia con los intereses de los gobiernos de turno (El Telgrafo, 18 de marzo de 2013, p. 8), y, por lo tanto, el patrn de especializacin poco o nada tendra que ver con el carcter dependiente de la economa nacional. Se desconoce la determinacin que el mercado externo ejerce sobre la decisin de asignar recursos a uno u otro sector, como [Q MT-[\ILW \]^QMZIMTXWLMZ []KQMV\M MVMT TIZOWXTIbWXIZIKIVITQbIZ TI[decisiones mercantiles hacia los sectores que determine como estratgicos. El patrn de especializacin asume una perspectiva ahistrica, en la medida Y]MVWZMKWVWKMY]MTIMKWVWUyIVIKQWVITLMXMVLMLMTW[]RW[LMTUMZKILWexterno, y que una cada en el precio de los bienes primarios de exportacin, o un vuelco en la demanda externa que determina y sostiene las actividades productivas de exportacin, podra dejar al Estado completamente impotente frente a las decisiones maximizadoras de los dueos del capital.

    Estas carencias a nivel conceptual conducen a la reduccin del sentido de matriz productiva al de patrn de especializacin. As, la transformacin de TIUI\ZQbXZWL]K\Q^I [M ZM[]UMMVMTKIUJQWWLQ^MZ[QKIKQ~VLM^ITWZM[LMuso que funcionan como ejes de acumulacin. Se deja de lado la estructura de la propiedad de los medios de produccin, y no se abordan los lmites estructurales y consecuencias sociopolticas de nuestra condicin dependiente.

    Por ello, resulta esencial incorporar otras categoras explicativas que den

    cuenta del problema de fondo y propicien, en la prctica, una transformacin econmica comprometida con la equidad.

    4W[^ITWZM[LM][WY]MTIM[\Z]K\]ZIaTIPQ[\WZQILMTIVIKQ~VLMVMVKWUWejes de acumulacin, determinan, en buena medida, las caractersticas del patrn de reproduccin econmica (Osorio, 2006). Pero la categora patrn de reproduccin no solo hace referencia al tipo de valor de uso privilegiado para TIIK]U]TIKQ~V#\IUJQuVXMZUQ\MIVIZTIUQZILIXIZIMVKWV\ZIZTIXZWN]VLIrelacin entre procesos de valorizacin y formas materiales de reproduccin \yXQKI[ LM]V ^ITWZ LM][WLM\MZUQVILW>Q[\W I[y I\I}M I M[\M KWVKMX\W MTrelacionamiento de los elementos que se ponen en juego a lo largo del ciclo de reproduccin del capital, desde los procesos generadores de valor, su distribucin, la base de propiedad en la que se sustentan, hasta sus resultados MKWV~UQKWKWV\IJTM[[KITM[IUJQMV\ITM[a[WKQITM[

  • Pensar las alternativas, imaginar la transicin Economa extractiva y efectos comparados: Turismo, petrleo y minera28 29

    valor o esfuerzo social hecho en los pases dependientes. Cuando los precios suben, dadas las elevadas expectativas de ganancia, se produce una acelerada transferencia de recursos naturales no renovables, que no es retribuida de manera adecuada, debido a la externalizacin de los costos ecolgicos e, incluso, a la imposibilidad de medirlos con certeza.

    Sin embargo, cabe una explicacin de carcter estructural que vincula a la produccin con la circulacin, para explicar los efectos de la dependencia. -T XI\Z~V LM ZMXZWL]KKQ~V MV TW[ XIy[M[ XMZQNuZQKW[ [M KWVO]ZI [WJZM TIbase del colonialismo y la dependencia (momentos histricos y formas de dominacin cualitativamente diferentes). Consecuencia de ello, es la baja productividad de sus economas. La debilidad productiva se origina en la carencia de recursos trasladados histricamente al centro (franca expropiacin colonial o transferencia va deterioro de los trminos de intercambio); el atraso tecnolgico; y, el monopolio del conocimiento, basado en las leyes de la propiedad intelectual.

    Esta desventaja estructural e histrica lleva a los pases dependientes a buscar mecanismos de compensacin y, como la lgica que anima los procesos econmicos apunta a maximizar utilidades de la empresa privada, se vulnera sin escrpulos a los ms dbiles, para conseguirlo. Los dos principales mecanismos son la devastacin de la fuerza de trabajo y de los recursos naturales.

    8WZ[WJZMM[\ILWJTMLM^I[\IKQ~VY]M[QOVQKI]VMVWZUMIXWZ\MLM^ITWZLM[LM TI[MKWVWUyI[XMZQNuZQKI[I TIMKWVWUyIU]VLQIT]K\IV TW[XZMKQW[QV\MZVIKQWVITM[LM TW[JQMVM[XZQUIZQW[-TTWOIZIV\QbI]V]RWXMZUIVMV\Mque alimenta a las economas del centro y empobrece a las primeras, en trminos de valor y/o recursos naturales.

    En consecuencia, la dependencia implica la articulacin de factores estructurales productivos y una particular constitucin del mercado internacional; es decir, del mbito de la circulacin, en el marco de la divisin internacional del trabajo. Empero, lo determinante por sobre la apariencia se ubica siempre en la esfera de la produccin: all se concentran las relaciones sociales de valorizacin.

    Sobre la base de estas condiciones, se hipotecan las posibilidades futuras de reproduccin de los trabajadores y de la poblacin en general, pues se destruye la base de reproduccin material de las comunidades aledaas a la produccin extractiva.

    El hecho de que las economas dependientes tengan el grueso de su mercado en el exterior conduce a que los sectores empresariales ms poderosos de esos pases no requieran un desarrollo del mercado interno, comparable

    al de los pases centrales, pues la demanda de sus bienes est garantizada por los ingresos de la poblacin de los pases centrales. En esa medida, pueden mantener salarios bajos dentro del pas, lo que histricamente les ha permitido ser competitivos a nivel internacional. Ello, al mismo tiempo, favorece el subempleo estructural de la mano de obra, como sucede en el Ecuador (Larrea, 2006). Si se suma el subempleo y el desempleo, ms de la mitad de la poblacin ecuatoriana resulta afectada.

    Un problema de fondo reside en que los sectores extractivos, aun siendo los que mayores ingresos generan, son poco intensivos en mano de obra y, en consecuencia, generan niveles de ocupacin mucho menores que otros sectores potencialmente importantes.

    Si los sectores que generan mayor empleo no coinciden con aquellos que se consideran como ejes de acumulacin, la distribucin social del ingreso tiende a concentrarse mucho ms. La distribucin capitalista del valor implica, por s misma, una apropiacin de la plusvala generada por los trabajadores, que constrie estructuralmente su capacidad de compra. Pero una estructura monoplica u oligoplica de la propiedad en sectores ejes de acumulacin

    Grfico 1: Distribucin porcentual de la poblacin ocupada por rama de actividad

    Fuente: INEC, ENENDUR 2011 / Elaboracin: Propia

    27%

    21%

    11%

    6%

    6%

    5%

    5%

    4%

    4%

    3%

    3%

    2%

    1%

    1%

    1%

    0%

    0%

    0% 5% 10% 15% 20% 25% 30%

    Agricultura, ganaderia, caza y silvicultura

    Comercio, reparac.veh y efec. personales

    Industriasmanufactureras

    Transporte, almacenam.y comunicaciones

    Construccin

    Enseanza

    Hoteles y restaurantes

    Activ. inmoviliarias,empresariales y alquiler

    Administ. pblica ydefensa; seguridad social

    Activ. servicios socialesy de salud

    Otras activ. comunit.sociales y personalesHogares privados con

    servicio domstico

    Intermediacionfinanciera

    Pesca

    Explotacin deminas y canteras

    Suministros deelectricidad, gas y agua

    Organizaciones yrganos extraterritoriales

  • Pensar las alternativas, imaginar la transicin Economa extractiva y efectos comparados: Turismo, petrleo y minera30 31

    profundiza esta tendencia estructural, y genera desempleo o subempleo, as KWUWUIaWZM[LQK]T\ILM[XIZITIZMXZWL]KKQ~VLMTIN]MZbILM\ZIJIRW#XWZende, un dbil estmulo para el desarrollo del mercado interno.

    -T/ZnKW(Sig. Ant.) muestra esta estructura particular del mercado laboral: el sector extractivo emplea a 1% de la poblacin, mientras la agricultura emplea a 27%, el comercio, a 21%, y la manufactura, a 11%.

    -T[ITIZQWY]MZMKQJMVTW[\ZIJIRILWZM[TM[LQK]T\IZMXZWL]KQZ[]^ QLIaTILMsu familia. Los ingresos, en casi todas las categoras del trabajo (cuenta propia, privados, familiares), no alcanzan a cubrir la canasta bsica, y solo unos pocos TWOZIVK]JZQZ[I\Q[NIK\WZQIUMV\M TIKIVI[\I^Q\IT /ZnKW;MIL^QMZ\M]VIsper explotacin, entendida como procesos de vulneracin del valor de la fuerza de trabajo: el salario no alcanza ni siquiera para la reproduccin de las capacidades productivas del trabajador.2

    Una arista importante de la sperexplotacin es la interseccin con el KWVQK\WLMOuVMZW4I[U]RMZM[\ZIJIRIVU]KPI[Un[PWZI[ITI[MUIVIY]MTW[hombres; no obstante, reciben en promedio salarios menores, y el porcentaje de

    sus labores no remuneradas es mayor. Las ms afectadas por esta situacin son las mujeres del sector rural: ellas trabajan 22 horas ms que los hombres que viven en el sector rural, y 7 horas ms que las mujeres urbanas (INEC, 2007).

    La propiedad privada sobre los medios de produccin es el elemento clave para la apropiacin del trabajo ajeno y, en ese sentido, marca las diferencias entre quienes producen valor y quienes lo acumulan. Pero existe otro UMKIVQ[UWLMIK]U]TIKQ~VY]MJMVMKQIIY]QMVM[KWVKMV\ZIVMTKIXQ\IT4I[redes poltico-sociales controlan informacin privilegiada: el mercado.

    Extensas y poderosas redes de intermediacin comercial agobian a los productores agrcolas en todo el pas; por ejemplo, tres cadenas de spermercados (Megasantamara, Mi Comisariato y Supermaxi) concentran 91% del comercio minorista. Los mercados tienen un carcter oligopsnico, que permite a un grupo reducido de empresas controlar el sistema de precios y los mrgenes comerciales; fenmeno que profundiza la concentracin de la riqueza en un polo social minoritario.

    )]VXI\Z~VLMZMXZWL]KKQ~VLMM[IVI\]ZITMbI[MIOZMOITIM[XMKQKQLILde ser de tipo rentista; es decir, que prioriza la ganancia fcil y rpida, gracias a la propiedad territorial, y se basa en la explotacin de recursos naturales, en lugar de incentivar la transformacin productiva. Una economa rentista se LMVM[WJZMTIJI[MLM\ZM[KIZIK\MZy[\QKI[[MOV*MJTI_Qa4]KQIVQ! "TIrenta es el ingreso principal aunque no el nico; el origen de la renta es externo a la economa; y, una minora de la poblacin participa en la generacin de la renta (Ruiz & Iturralde, 2013, p. 35).

    En Ecuador, 30% de los ingresos del Estado procede de la exportacin del petrleo y gas natural. El 50,6% de las exportaciones corresponden a petrleo aIKMQ\M[ZMVILW[LMXM\Z~TMW#XZW^QMVMLM TIM`XWZ\IKQ~VLMJIVIVWcaf y cacao; y, 6%, del camarn elaborado. El principal ingreso es la renta hidrocarburfera, que se origina en la exportacin de este recurso; pero menos de 1% de la poblacin se ocupa de la produccin de la renta petrolera. Esto permite inferir que la economa nacional cumple las tres condiciones, para ser caracterizada como rentista.

    El rentismo ha ocasionado el descuido de otros sectores, principalmente de la industria; situacin que ha agudizado la dependencia respecto del sector externo.

    El Ecuador exporta productos primarios y genera poco valor agregado, por su debilidad industrial; tampoco existen mayores incentivos para fortalecer al sector manufacturero. Las clases altas reciben elevados ingresos y concentran buena parte de l, pero su capacidad de consumo es relativamente limitada,

    Grfico 2: Ingresos promedio vs. canasta bsica (2010)

    Fuente: INEC, ENEMDUR, 2010 / Elaboracin: Instituto de Estudios Ecuatorianos

    Asalariado Privado T. Cuenta propia EmpleadaDomsticaTrabajo

    No remunerado Canasta Bsica

    0

    100

    200

    300

    400

    500

    600

    2 El Gobierno Nacional supone que la canasta bsica debe ser comparada no con el ingreso del trabajador individual sino con el ingreso del ncleo familiar. Pero si consideramos que la canasta no contiene todo lo que podra culturalmente entenderse como bienes salario, observamos que a la sobreestimacin del ingreso del trabajador, se le aade una subestimacin de la canasta, lo que YXHOYHDOLQGLFDGRUSRFRDEOHSDUDPHGLUHOFLHUUHGHODEUHFKDHQWUHLQJUHVRV\QHFHVLGDGHVGHconsumo.

  • Pensar las alternativas, imaginar la transicin Economa extractiva y efectos comparados: Turismo, petrleo y minera32 33

    Los ingresos promedio del decil con ms altos ingresos (decil 10) son [QOVQKI\Q^IUMV\M[]XMZQWZM[ITZM[\WLMLMKQTM[XWJTIKQWVITM[4ILM[QO]ITLILrespecto del decil 10 ha aumentado, en la ltima dcada, en todos los otros grupos poblacionales, no solo porque el ingreso promedio del decil 10 ha incrementado, sino porque los ingresos promedio del resto de deciles han disminuido. Los ms ricos reciben un ingreso promedio 2.590% mayor que el decil con ingresos ms bajos (decil 1).

    La situacin de concentracin y los grupos de poder ms importantes se mantienen intocados. Muestra de ello: la mayor parte de los grupos econmicos ubicados en los primeros puestos en el ao 2010, ya ocupaban posiciones importantes en la etapa anterior al actual Gobierno, lo que evidencia que la poltica econmica, muy lejos de contener una propuesta revolucionaria, apuntala un remozamiento de los cuadros polticos y los intereses de los mismos grupos econmicos, consolidados al calor de la poca neoliberal.

    Los 18 principales contribuyentes registrados por el SRI en 2010 se han mantenido en posiciones muy similares desde el 2005; es decir, desde la ltima etapa abiertamente neoliberal. Ellos se sitan, sobre todo, en el sector extractivo (petrleo), en la agricultura (exportadores, agroindustria), en el comercio (en M[XMKQITUQVWZQ[\IaMVTIQV\MZUMLQIKQ~VVIVKQMZIJIVKW[

    El grado de desigualdad dentro de cada rama productiva es impresionante. -T KWMKQMV\M /QVQ/ Y]M UQLM TI LM[QO]ITLIL MV TI LQ[\ZQJ]KQ~V LM TW[ingresos entre operadores de un mismo sector, muestra que 75% de las ramas econmicas en el Ecuador son inequitativas, con valores iguales o mayores a 0,67; el 21% de las ramas son moderadamente equitativas, y solo 4% de MTTI[ X]MLMV [MZ KWV[QLMZILI[ MY]Q\I\Q^I[ KWV KWMKQMV\M[/QVQ/ QO]ITM[ Wmenores a 0,33 (Superintendencia de Control de Mercado, 2013, p. 9).

    La desigualdad del ingreso responde, asimismo, a la fuerte concentracin en los mercados, por parte de las empresas ms grandes. El ndice de concentracin C4 mide el porcentaje de las ventas de un sector concentrado en las cuatro empresas ms grandes del mismo. En Ecuador, 55% de los sectores \QMVM]VIIT\IKWVKMV\ZIKQ~VLM^MV\I[-[\W[QOVQKIY]MTI[K]I\ZWMUXZM[I[ms grandes concentran entre 37 y 67% de las ventas del sector. El 28% de los sectores de la economa registran un nivel de concentracin moderado (Superintendencia de Control de Mercado, 2013, p. 13).

    La concentracin de los medios de produccin y de mercados se combina KWV TI[ LQK]T\ILM[ XIZI IKKMLMZ IT KZuLQ\W" \I[I[ IT\I[ LM QV\MZu[ I\ILI[ ITconcepto de riesgo, que penaliza a la poblacin ms vulnerable por su condicin de pobreza; requerimiento de garantas, plazos ms cortos. Una barrera para la pequea produccin.

    Existe concentracin del crdito a nivel provincial: 77,1% del crdito destinado por los bancos privados a la regin Costa se queda en Guayas; y 73% del crdito destinado para la Sierra se dirige a Pichincha. Pero ms VW\WZQIM[TIKWVKMV\ZIKQ~VLMTKZuLQ\WY]MJMVMKQIITW[OZIVLM[XZWL]K\WZM[empresariales (CEEF-UEES, 2013, p. 6).

    Grfico 3: Distribucin de ingresos por deciles nacional urbana

    Fuente: INEC, 2010 / Elaboracin: Propia

    Jun06

    Sep06

    Dic06

    Mar07

    Jun07

    Sep07

    Dic07

    Mar08

    Jun08

    Sep08

    Dic08

    Mar09

    Jun09

    Sep09

    Mar10

    Jun10

    Sep10

    Dic10

    0

    100

    200

    300

    400

    500

    600

    700

    800

    900

    decil 10decil 9decil 8decil 7decil 6decil 5decil 4decil 3decil 2decil 1

    en tanto no logra apalancar por s misma el crecimiento de sectores nacionales que produzcan bienes de consumo.

    Los bienes utilizados por las familias provienen, en gran medida, de la importacin, lo que facilita la transferencia de valor hacia el sector externo, en lugar de alimentar la economa y la industria nacional.

    Sin impulso a la industria nacional, es difcil que esta se desarrolle. Sus costos de produccin son elevados, dada la dependencia tecnolgica y la rigidez MVTIM[\Z]K\]ZILMKW[\W[WZQOQVILIMVMT\QXWLMKIUJQWRWLWTIZQbIKQ~V

    Este patrn de reproduccin primario, rentista, explotador y con alta concentracin de mercado permite, gracias a estos mecanismos, una enorme desigualdad social.

    En el rea urbana, la brecha entre el grupo con mayores ingresos y el resto de grupos poblacionales es muy notoria; y es probable que la brecha sea mayor MVMTnZMIZ]ZIT/ZnKW

  • Pensar las alternativas, imaginar la transicin Economa extractiva y efectos comparados: Turismo, petrleo y minera34 35

    +WUW QT][\ZI MT/ZnKW MT LMT KZuLQ\W W\WZOILW XWZ TW[ JIVKW[privados est destinado al sector empresarial y PYMES; es decir, a sectores cuyo volumen de ventas anual es igual o superior a cien mil dlares (BCE, 2009).

    Grfico 5: Fuentes de financiamiento del Sector Pblico no Financiero 1991-2000(Por exportaciones y ventas de derivados)

    Fuente: BCE, Boletn anuario No. 23 de 2001 Informacin estadstica mensual No. 1926. Agosto 2012

    Elaboracin: Propia

    Petroleros*31%

    IVA + ICE18%

    RENTA7%

    Arancelarios8%

    ContribucionesSeguridad Social

    8%

    OtrosIngresos

    18%

    Superavit deempresas pblicas

    no financieras8%

    Solo el sector corporativo se lleva 50% del crdito, en prstamos que superan el milln de dlares en cada operacin concedida; y, en volumen, ha crecido 57% entre 2008 y 2012. Un 12% del volumen de cartera de los bancos privados corresponde a crdito productivo empresarial, con montos entre 200 mil y 1 milln de dlares. Este tipo de cartera ha crecido 166% entre 2008 y 2012. El 11% restante corresponde a las PYMES, con montos menores a 200 mil dlares, cuyo volumen ha decrecido en 52% en el perodo antes mencionado.

    El 16% del crdito se destina al consumo, con un crecimiento de 49%, en los ltimos cuatro aos.

    Apenas 11% del crdito de los bancos privados se destina a la poblacin con menores posibilidades de inversin destinataria del microcrdito: 4% va al microcrdito minorista, con montos menores a 3 mil dlares, y 4%, para microcrdito de acumulacin simple, con montos entre 3 y 10 mil dlares. En rigor solo 8% del total del crdito se destin a inversiones pequeas que podran ligarse a la economa popular y solidaria.

    A pesar de los ofrecimientos del actual Gobierno de cambiar la matriz XZWL]K\Q^IVWM`Q[\MVOM[\W[MVZUMMVM[ILQZMKKQ~VKWUWTWZMKWVWKMMTpropio presidente Correa (Televisin Peruana, octubre 2012):

    Nos ha ido recontra bien haciendo lo mismo de siempre, somos una de las tres economas que ms han crecido en Amrica Latina []. Sin embargo, tenemos un problema entre otros estamos haciendo mejor, mucho mejor, pero lo mismo de siempre.

    Los ingresos del Estado dependen, en gran medida, de la renta petrolera; ZI[OWY]MVWPIXWLQLW[MZUWLQKILWVQ[QY]QMZILMUIVMZIUWLMZILIXWZMTIK\]IT/WJQMZVW/ZnKW[a

    El ingreso en el presente perodo de gobierno ha crecido de manera [QOVQKI\Q^IXMZW[]KWUXW[QKQ~VXMZUIVMKMKI[QQVIT\MZILI4WIXWZ\ILWXWZ

    Grfico 4: Bancos privados Volumen de crdito 2012

    Fuente: Banco Central del Ecuador, 2013 / Elaboracin: Propia

    50% Productivo Corporativo

    1% Microcrdito Acumulacin Ampliada

    11% Productivo PYMES

    12% Productivo Empresarial

    16% Consumo

    0% Consumo Minorista2% Vivienda

    4% Microcrdito Minorista4% Microcrdito Acumulacin Simple

  • Pensar las alternativas, imaginar la transicin Economa extractiva y efectos comparados: Turismo, petrleo y minera36 37

    3 Si bien la evidencia estadstica, que llev a Sachs y Warner (2001) a hablar de una maldicin asociada con la abundancia de recursos naturales, ha sido cuestionada, es tan elocuente que sigue estimulando el debate. Para una discusin sobre las aristas metodolgicas de este debate y la importancia del anlisis histrico al evaluar la evidencia que este ha trado consigo, ver Folchi, 2010.

    el petrleo puede ser incluso mayor, si se contabiliza lo que paga el sector M`\ZIK\Q^WITIKIRI[KITUMLQIV\MQUX]M[\W[

    Se trata, entonces, de un patrn de reproduccin de capital primario-M`XWZ\ILWZ ZMV\Q[\I MV MT K]IT [M QLMV\QKI" ]VI MVWZUM KWVKMV\ZIKQ~V LMmercado, que permite la extraccin del excedente comercial, por parte de los mejores posicionados, y con importante concentracin de capital y del crdito, que garantiza la apropiacin del trabajo ajeno, mediante la sperexplotacin laboral; un dbil aparato productivo que no logra emplear formalmente a Un[ LM TIUQ\IL LM TI XWJTIKQ~V# ]V [Q[\MUIUWVM\IZQW ZyOQLW Y]M QV]aMen la prdida de competitividad a nivel internacional; un Estado altamente dependiente de la renta extractiva y, por lo tanto, tendiente a ser laxo y permisivo frente al capital privado y transnacional. Esos son los problemas a resolver para

    KIUJQIZTIMKWVWUyIMK]I\WZQIVI6WJI[\IKWVTILQ^MZ[QKIKQ~VXZWL]K\Q^Iy mucho menos si esta tiende a perpetuar, como ejes de acumulacin, a los sectores primarios, sea de forma directa o por medio de encadenamientos a nuevos sectores con escasa produccin de valor agregado (lase: petroqumica, maricultura, metalurgia y siderurgia).

    Frente a la inercia del patrn de reproduccin del capital, el Gobierno XTIV\MIY]MTIWXKQ~VM`\ZIK\Q^IPIZM[]T\ILWTIUn[MKQMV\MXIZIMTXIy[aY]MKWV[\Q\]aMTIVQKIJI[MNIK\QJTMXIZITIVbIZXZWKM[W[LMLQ^MZ[QKIKQ~VLa experiencia histrica permite constatar, sin embargo, que un crecimiento de la actividad extractiva puede acarrear sinergias que apalancan al mismo [MK\WZ XZQUIZQW LMJQLW IT ZMV\Q[UW a VW ]V XZWKM[W LM LQ^MZ[QKIKQ~Vefectivo (Acosta, 1995). La experiencia demuestra, de igual manera, que la opcin extractiva suele ocasionar una maldicin3 muy bien documentada en los pases primario-exportadores (Sachs & Warner, 2001), con las siguientes caractersticas:

    ;WJZM^IT]IKQ~V LM TI UWVMLI VIKQWVIT Y]M XZWL]KM XuZLQLI LMKWUXM\Q\Q^QLILLMW\ZW[[MK\WZM[XWZTWY]MTILQ^MZ[QKIKQ~V[MLQK]T\I

    Creciente especializacin de la economa nacional en productos extractivos, que la vuelve ms vulnerable a la oscilacin de los precios internacionales.

    +IZIK\MZy[\QKILM MVKTI^MLMT [MK\WZ M`\ZIK\Q^WY]MOMVMZIXWKW[ MNMK\W[multiplicadores.

    /MVMZIKQ~V LM MVWZUM[ ZMV\I[ Y]M LQ[\WZ[QWVIV MT [Q[\MUI XWTy\QKW ITincentivar comportamientos polticos orientados hacia la captura de rentas ms que al buen gobierno. Los Estados responden principalmente a los intereses de las empresas extractivas, antes que a sus ciudadanos.

    +ZMKQUQMV\WLMTKWVQK\W^QWTMV\WQUX]T[ILWXWZMTLM[MWLMKIX\]ZIZTI[rentas (Bebbington, 2013a, p. 30).

    El carcter del patrn de reproduccin de capital es resultado, en buena parte, de estos efectos sobre el tipo de relaciones sociales que lo conforman. Cmo entender esta maldicin, lejos del carcter mgico al que parece aludir su nombre y ms all de la mecanizacin de un anlisis social que acta cognitivamente sobre cosas y no sobre las relaciones sociales?

    Grfico 6: Fuentes de financiamiento del Sector Pblico no Financiero 2001-2010(Por exportaciones y ventas de derivados)

    Petroleros*30%

    IVA + ICE22%

    RENTA12%

    Arancelarios5%

    ContribucionesSeguridad Social

    12%

    OtrosIngresos

    16%

    Superavit deempresas pblicas

    no financieras3%

    Fuente: BCE, Boletn anuario No. 23 de 2001Informacin estadstica mensual No. 1926, agosto 2012

    Elaboracin: Propia

  • Pensar las alternativas, imaginar la transicin Economa extractiva y efectos comparados: Turismo, petrleo y minera38 39

    4 Estas tensiones tienen repercusiones para la coherencia de la poltica econmica, usualmente a travs de la violencia resultante, aunque tambin pueden catalizar presiones ms positivas resultantes de organizaciones y movilizaciones populares. (Nosotros encontramos poca evidencia de esto en nuestros casos de estudio.) (Thorp, Battistelli, Guichaoua, Orihuela & Paredes, 2012, p.8).

    1.3 La maldicin de los recursos:un posicionamiento terico

    La relacin causa efecto entre extraccin y pobreza, entre extraccin y desinstitucionalizacin, entre extraccin y maldicin de los recursos, no debe ser entendida como algo mecnico o permanente, sino como tendencias de largo plazo y como procesos complejos, histrico-sociales, donde se enfrentan de manera constante estructura y agencia de los actores.

    Un valor de uso por s solo no determinar las caractersticas de la economa o del Estado que se aboca a la produccin primaria, pues los objetos per se no son los que deciden sobre los sujetos y sus relaciones. Pero tampoco puede sostenerse que son una serie de acuerdos aspticos, libres de violencia aT]KPITW[Y]MLMVMV[QTIIJ]VLIVKQILMZMK]Z[W[[WV]VIJMVLQKQ~VW]VImaldicin, como aseguran ciertos anlisis institucionalistas (Orosco, 2013, p. 30).

    Dos elementos incomodan sobremanera esta corriente de anlisis: primero, que la intervencin de los movimientos sociales, de minoras, o de actores marginales en un sentido econmico, sea vista como una especie de disonancia en medio de las interacciones de los actores que s tienen poder de decisin, lo que restringe el mbito de la poltica y la economa al Estado y su relacin con el sector empresarial. Se supone que la sociedad est plenamente representada por el Estado, por lo que la participacin se restringe a la democracia electoral que legitima al gobierno de turno. Lejos de la decisin electoral, nadie puede opinar ni participar sin ser acusado de terrorista, desestabilizador, infantil o, como decan en otras pocas, incivilizado para caracterizar la ausencia de civilidad, o el carcter de no-ciudadano de quien se atreve a contradecir a la institucin, al gobierno (Orosco, 2013, pp. 27, 30, 31).

    -T [MO]VLW MTMUMV\W [M ZMMZM I Y]M TW[ IK\WZM[ Y]M XIZ\QKQXIV MV M[Mcampo restringido de la toma de decisiones se suponen desapasionados, como MV\M[ LMVQLW[ XWZ LQ[a]V\Q^I[ \uKVQKI[ W QV\MZM[M[ LM XWLMZ XWTy\QKW Un[Y]MXWZTWMKWV~UQKW8WZMTTWMTKWVQK\WX]MLM[MZZML]KQLWITIK]MZLWpueden hablar de gobiernos interactivos, de gobernanza (Orosco, 2013, p. 32). Se centran en la lucha por el control del Estado, dada entre actores que aparecen en igualdad de condiciones para dicha competencia, sin jerarquas, [QV LQNMZMVKQI[ MV MT nUJQ\W LMT XWLMZ MKWV~UQKW ,M PMKPW MT KWVQK\Weconmico desaparece o se vuelve solo un aditamento secundario del anlisis. Todo se resume en una competencia por el control del aparato del Estado, que LMJMZnLMVQZKWVLQKQWVM[Un[WUMVW[JMVuKI[XIZITIQV^MZ[Q~VXZQ^ILI

    Otra corriente dentro del institucionalismo, en cambio, otorga una elevada QUXWZ\IVKQIITIWZOIVQbIKQ~VaITKWVQK\W[WKQIT7ZQP]MTI

  • Pensar las alternativas, imaginar la transicin Economa extractiva y efectos comparados: Turismo, petrleo y minera40 41

    >@HOODVSHUFLEHQHOFRQLFWRFRPRHO~QLFRPHGLRTXHOHVSHUPLWHQHJRFLDUHQFRQGLFLRQHVGHigualdad con las empresas (Arellano-Yanguas, 2013, p. 171).

    >@FLFORVUHFXUUHQWHVGHFRQLFWRVRQHQ~OWLPDLQVWDQFLDXQDPDOGLFLyQSDUDWRGRVFRPXQLGDGempresa, polica, fuerzas armadas y autoridades locales por igual [] (Bebbington, 2013b, p. 147; Arellano-Yanguas, 2013, p. 151).

    10 [] la maldicin de los recursos es principalmente un fenmeno poltico, no uno econmico (Karl T., citado por Bebbington, 2013a, p. 32).

    KWVQK\W[WKQIT[WVKW[Uu\QKW[^MZ[MKKQ~V+WVQK\W[WKQIT@VLELHQKDKDELGRLQQRYDFLRQHVVLJQLFDWLYDVHQODJREHUQDQ]DDPELHQWDO>@VXLPSOHPHQWDFLyQKDHVWDGROHMRVGHVHUVXFLHQWHSDUDKDFHUIUHQWHDODVKHUHQFLDVVRFLRDPELHQWDOHVdel petrleo [] el progreso de la gobernanza verde no mantuvo el ritmo necesario (Orihuela & Thorp, 2013, pp. 85, 86).

    %ROLYLD(VWRVXJLHUHTXHORVGHUHFKRVREWHQLGRVDWUDYpVGHODPRYLOL]DFLyQSROtWLFDLQGtJHQDpueden verse debilitados o perderse [] A pesar de su estirpe poltica progresista, el gobierno EROLYLDQRKDWHQLGRGLFXOWDGHVSDUDHTXLOLEUDUODGHSHQGHQFLDHFRQyPLFDHVWDWDOUHVSHFWRGHODVinstituciones extractivas con su compromiso con los derechos indgenas (Kirsch, 2013, p. 357).

  • Pensar las alternativas, imaginar la transicin Economa extractiva y efectos comparados: Turismo, petrleo y minera42 43

    La propia formacin histrica del capitalismo, mediante la separacin de los productores de los medios de produccin, genera pautas para alejar estos dos mbitos. En torno de la propiedad concentrada de los medios de produccin, se crea la barrera de lo privado. As, la produccin y la apropiacin del excedente (campos de fuerza y disputa poltica), son excluidas de la esfera de lo pblico. La gestin de lo comn y el uso de la fuerza quedan separados de la produccin y en manos de un ente centralizador, que es el Estado, encargado de reproducir las condiciones legales, institucionales e ideolgicas para la continuidad de la acumulacin capitalista.

    La diferenciacin de la esfera econmica en el capitalismo puede resumirse de la siguiente manera: las funciones sociales de produccin y distribucin, la extraccin de excedentes y la apropiacin y la asignacin de la fuerza de trabajo social estn, por as decirlo, privatizadas, y se logran por medios no autoritarios y no polticos [] El correlato de estas formas privadas, econmicas, jurdico-polticas, es una esfera poltica pblica separada y especializada. La autonoma del estado capi-talista est vinculada inextricablemente a la libertad y la igualdad jurdica del in-tercambio libre y puramente econmico entre productores expropiados y apropia-dores privados que tienen la propiedad absoluta sobre los medios de produccin y por lo tanto una nueva forma de autoridad sobre los productores (Meiksins Wood, 2000, pp. 38, 39).

    4W[ KWVQK\W[ [WKQITM[ Y]M [M MV\ZM\MRMV MV TI[ M[NMZI[ XWTy\QKI XJTQKI aXWTy\QKIXZQ^ILITWMKWV~UQKWKWV]aMVMVMT-[\ILW#TW[XZQUMZW[LMUIVMZIclara y directa; los segundos, solo de manera tangencial o en momentos de emergencia, cuando los dueos del capital requieren el uso de la fuerza pblica XIZIIXTIKIZMTKWVQK\W

    El punto importante es la relacin entre la propiedad privada y el poder poltico, y sus consecuencias para la organizacin de la produccin y la relacin entre el apropiador y el productor. La caracterstica nica del desarrollo occidental en este aspecto es que est marcado por la transferencia ms completa y temprana del poder poltico a la propiedad privada y, por lo tanto, tambin el ms minucioso, generalizado y directo sometimiento de la produccin a las demandas de una clase apropiadora (Meiksins Wood, 2000, p. 46).

    En ese sentido, se trata de un Estado de clase, que legitima, reproduce y garantiza las condiciones de la acumulacin capitalista.

    El Estado tiene funciones tcnico-administrativas (ejercidas sobre las cosas) y funciones de dominio (ejercidas sobre las personas). Las funciones tcnico- administrativas aluden a sus instituciones, personal, leyes y normas (estructura y operatividad). Pero el sentido de la accin estatal est dado por las funciones de dominio. En la concepcin liberal, esto apuntara a la bsqueda del bien comn; sin embargo, en la realidad est condicionado por la imposicin del

    inters de una minora, la poseedora del capital, con capacidad de cooptar, aliarse o condicionar al aparato del Estado, aunque este aparezca como el representante del inters de la mayora (Osorio, 2004, p. 21).

    Patrn de reproduccin de capital y Estado se complementan y articulan en la reproduccin de las relaciones de dominacin. Y el mutuo apalancamiento no solo es una cuestin terica, sino visible, en especial, a nivel emprico: el Estado depende de las rentas generadas por los sectores ejes de acumulacin, y provenientes, sobre todo, de los grupos econmicos, empresas nacionales o transnacionales,11 que concentran la riqueza y los medios de produccin. No hace falta ninguna opcin ideolgica ni el control efectivo de la clase dominante del aparato del Estado. La propia estructura y funcionamiento de este ltimo dependen de la relacin entre propiedad privada y gestin de lo colectivo. Consiguientemente, el Estado cumple el til papel de presentar los intereses de la clase dominante, como si fueran los de la mayora, y garantiza, as, la reproductibilidad del patrn de reproduccin.

    Dicha garanta consiste en no tratar lo poltico privado entre los temas que ataen al rgimen democrtico; circunscribe lo discutible a las funciones administrativas y deja intocados los asuntos de la dominacin.

    Cuando se trata de emprendimientos econmicos de gran escala llmense minera, petrleo o turismo, el Estado y las empresas mantienen una relacin de mutua dependencia, que margina de la toma de decisiones a las comunidades, trabajadores y al resto de la poblacin sometida al patrn de reproduccin de capital, aunque ellos sean el motor principal del proceso de valorizacin; es decir, los productores de la riqueza.

    La lucha, en el marco de la negociacin formal, no aborda el problema de la apropiacin-distribucin del producto, porque no pertenece a la esfera de la poltica; porque no es legible dentro de los marcos civilizados del dilogo institucional.

    La consecuencia es abandonar los terrenos incmodos, delimitados por la privatizacin de la poltica (la produccin y la apropiacin), para restringir la participacin a la esfera poltica pblica, en la cual se dialogar dentro de los lmites establecidos por las funciones administrativas del Estado.

    11 La presencia de capitales transnacionales determina que el Estado dependiente se articule con estos intereses, al igual que las propias burguesas nacionales; y responda, desde entonces, a procesos de reproduccin ampliada transnacional. En esas condiciones, el Estado aparece con limitada soberana frente a la legislacin internacional, las instituciones multilaterales, las instancias GH PHGLDFLyQ GH FRQLFWRV HWF FRPR VL VROR IXHUD HO UHVSRQVDEOH ORFDO GH OD UHSURGXFFLyQtransnacional de un capital sin fronteras.

  • Pensar las alternativas, imaginar la transicin Economa extractiva y efectos comparados: Turismo, petrleo y minera44 45

    En ese contexto, la llamada maldicin de la abundancia amerita dicho KITQKI\Q^W XWZY]M MT KZMKQUQMV\W MKWV~UQKW XW[QJTM KWV TI ^MV\I LM TW[recursos naturales, si es distribuido dentro del mismo patrn de reproduccin de capital, solo puede reproducir la desigualdad y ahondar las diferencias [WKQITM[ITJMVMKQIZXZQVKQXITUMV\MIIY]MTTW[XZQ^QTMOQILW[XW[MMLWZM[LMTW[medios de produccin nacionales y extranjeros, que tienen abiertos los canales XIZIMT]RWLMZMK]Z[W[ZM[]T\IV\M[LMTI^ITWZQbIKQ~VLM[][QV^MZ[QWVM[;WTWellos (dice el Estado) pueden aportar el capital concentrado en sus manos, para que la fuerza de trabajo realice la labor de valorizacin. No hay posibilidades de negociacin en el cerrado mbito de lo econmico, pues se desalentara la inversin.

    Lo negociable se restringe a normas mnimas para aplacar los efectos IUJQMV\ITM[]VIXWTy\QKIXITQI\Q^IIVQ^MT[WKQITa TIZMVLQKQ~VLMTKWVQK\Wal cauce formal. Solo desde esta posicin, se entiende la insistencia en la QV[\Q\]KQWVITQLILaMTKWV\ZWTLMTKWVQK\W"TIUITLQKQ~V[MZM[WT^MZyII\ZI^u[del mejoramiento de las instituciones del Estado.

    Al contrario, desde la perspectiva de la Crtica de la Economa Poltica, se [W[\QMVMY]MTIIJ]VLIVKQILMZMK]Z[W[X]MLM[MZJMVuKIWXMZR]LQKQITXIZI]VI[WKQMLILMVN]VKQ~VLMTIM[\Z]K\]ZIXZWL]K\Q^IaUn[M[XMKyKIUMV\Mde la estructura de la propiedad sobre los recursos (Ruiz & Iturralde, 2013, XTWY]MMVT\QUIQV[\IVKQILMVQZnMTOZILWLMXWLMZKWVMTY]MKILIactor entra a los procesos de lucha por el control del ingreso. Se reconoce que TW[IK\WZM[[WKQITM[M[\nVLMVQLW[MVXZQUMZ T]OIZXMZWVWM`KT][Q^IUMV\Mpor su ubicacin estructural, en trminos econmicos; y que la poltica debe rebasar el marco de las instituciones formales, para penetrar en el mundo oculto y restringido de la apropiacin y la relacin apropiador-productor. Solo en ese contexto se pueden liberar las posibilidades deliberativas para toda la poblacin; es decir, solo as puede hablarse de opciones y mecanismos realmente democrticos.

    A partir de esto, el control de los recursos por parte del sector pblico nacional pasa a ser uno de los factores claves;12 y, por tanto, el control sobre el Estado se ubica en el centro de la discusin, pero no en el mismo sentido que plantea el institucionalismo, pues ahora los temas de la propiedad y la distribucin de los medios de vida e inversin ocupan, paralelamente, un lugar

    12 Un factor clave tambin relacionado con formaciones poltico-culturales en sociedades poscoloniales donde el debate sobre recursos naturales ha sido central en la articulacin de un nacionalismo que ha buscado re-interpretar memorias colectivas alrededor de los problemas que implica la propiedad y control de recursos naturales (Thorp, Battistelli, Guichaoua, Orihuela, & Paredes, 2012, p. 7).

    XZQUIZQWMVMTUIZKWLM]VKWVQK\WMVMTY]MITW[IK\WZM[UIZOQVILW[[MTM[reconoce un amplio nivel de legitimidad.

    No basta con el control pblico de la propiedad sobre los recursos naturales, si el Estado que se recupera o controla es el mismo que funciona en la actualidad. Solo un Estado (o espacio de centralidad social) con una nueva IVI\WUyIa[QWTWOyIVWI\ILIITOZIVKIXQ\ITIVQ^MTM[\Z]K\]ZITQLMWT~OQKWafuncional, podra garantizar que el uso de los recursos naturales y su dominio pblico tenga resultados diferentes.

    Entonces, no basta con la reapropiacin de los recursos por parte del Estado. Se requiere un control efectivo sobre la produccin, los mecanismos de apropiacin y asignacin de recursos, en particular de la mano de obra, cuya QV[MZKQ~VXZWL]K\Q^ILMVMTI[XW[QJQTQLILM[LM[]XMZIKQ~VLMTIXWJZMbI;Mtrata de un Estado no dependiente del capital privado, sino de fuerzas sociales provenientes del campo popular, con organicidad y fuerza para sostener un proyecto poltico propio.

    Este control efectivo podra iniciar con gobiernos que marquen la transicin a nuevas formas de centralidad social ms democrticas, comprometidas con la redistribucin y la supervivencia ecolgica de la especie. La implementacin de un proyecto de este tipo supone el apalancamiento de organizaciones con ]VN]MZ\MIVKTIRM[WKQIT#]VQUX]T[WLQ[\QV\WITLMTI[QUXTMIVQLILMTMK\WZITConsistira en un apoyo movilizado, activo y deliberante.

    Por eso, entre las principales preocupaciones de la transicin se debe considerar el fortalecimiento econmico de los sectores populares y sus alternativas comunitarias, anticapitalistas, ms que el crecimiento en la misma lgica de la maximizacin empresarial del valor. Esto permitira que la lucha XWTy\QKI KWV]aI KWV XZWX]M[\I[ MKWV~UQKI[ MNMK\Q^IUMV\M IT\MZVI\Q^I[ VWa la extraccin de recursos nicamente, sino a una forma particular distinta del metabolismo social capitalista (Mszros, 2008). Implicara sostener la confrontacin poltica con anclaje estructural, y no en la vieja lgica de la reaccin ante las agendas planteadas desde el poder. Esta sera una lucha por KWV[MO]QZ TI N]MZbI []KQMV\MXIZIXW[QKQWVIZ TIXZWXQIIOMVLI KWUJQVIZTIcon nuevas formas de vida emergentes y llevarla adelante contra los poderes fcticos e institucionales.

    La posibilidad de democracia se ubica principalmente en una correlacin de fuerzas distinta, y no solo en la demanda elevada hacia el Estado o el bloqueo reproductivo del capital por conquistas reivindicativas. La tarea histrica de transformar la correlacin de fuerzas en la sociedad ecuatoriana no puede ser XZMZZWOI\Q^IM`KT][Q^ILMT-[\ILW"XI[IXWZLM[XZQ^I\QbIZTW[KWVQK\W[XWTy\QKW[

  • Pensar las alternativas, imaginar la transicin 46

    propios de la economa, invitar a las organizaciones sociales a discutirlos en el mbito pblico, y a construir apuestas alternativas en defensa del inters de la mayora.

    La maldicin de los recursos no es algo automtico: depende de la correlacin de las fuerzas entre agentes, dada por la posesin de los recursos, la posibilidad de control de la valorizacin y apropiacin, el control directo o indirecto del aparato del Estado. Por ello, evitar la maldicin depende de actuar sobre todos los niveles mencionados, no solo sobre las posibilidades de crecimiento econmico; no solo sobre el aparato administrativo del Estado.

    2Valores de usoalternativos y

    sus efectos

  • Pensar las alternativas, imaginar la transicin Economa extractiva y efectos comparados: Turismo, petrleo y minera48 49

    La preocupacin que anima esta parte es la falta de informacin que fundamente la toma de decisiones, respecto del modelo de reproduccin de capital que puede adoptar el capitalismo en Ecuador, y las posibilidades de la transicin. No se pueden cerrar las puertas a las alternativas de manera apriorstica, desde el supuesto de vas nicas e insoslayables.

    La discusin ha carecido de apreciaciones que rebasen la lgica convencional de los estudios econmicos. Dichos estudios se limitan al nivel contable y no consideran variables importantes, como los efectos sociales, ambientales y culturales. Esta lgica tampoco contribuye al desarrollo de una imaginacin crtica que, a partir del anlisis histrico, ayude a teorizar un perodo de transicin hacia otro tipo de relaciones socioeconmicas.

    Se busca, por tanto, realizar un anlisis cualitativo y cuantitativo de los efectos de distintos valores de uso sobre las formas materiales que puede ILWX\IZMTXI\Z~VLMZMXZWL]KKQ~VLMKIXQ\ITaXZMO]V\IZ[M[Q[MZn[]KQMV\Mcon variar alternativamente estos valores de uso para transformar la economa y la sociedad.

    La siguiente informacin compara los sectores minero y petrolero con la alternativa turstica. Se diferencia, adems, entre el turismo de enclave y el turismo comunitario, que engloba una serie de actividades tursticas no relacionadas con la gran empresa privada, y que busca conscientemente evitar los daos ambientales y sociales del turismo empresarial.

    Para establecer una conexin con la discusin del segmento anterior, se XIZ\MLMTIZM^Q[Q~VLMTIKWVQK\Q^QLIL[WKQITaMT\QXWLMZMTIKQ~VMV\ZM-[\ILWy empresas privadas, que surgen al implementarse inversiones en tres valores de uso alternativos. Se sostendr que el vnculo empresas-Estado determina la TMOQ[TIKQ~VTIQV[\Q\]KQWVITQLILTIILUQVQ[\ZIKQ~VLMTKWVQK\WKWVMNMK\W[MVla implantacin de los proyectos empresariales a nivel local.

    A continuacin, se plantea la discusin sobre los efectos econmicos: la capacidad de dinamizacin econmica de cada sector, el nivel y la calidad de empleo, el grado de concentracin de la riqueza, su distribucin y los ingresos monetarios en valor presente, que cada actividad podra generar al Estado.

    Por ltimo, se abordan los efectos sobre el uso de los recursos naturales, los ecosistemas, la salud humana y la cultura local.

    Para el anlisis de los efectos comparados de los tres sectores, el informe se basa en experiencias propias del Ecuador o en lo sucedido en pases con caractersticas similares. En minera y petrleo, se toma como referencia casos parecidos por clima, geografa y estructura poltico-econmica: la actividad extractiva en Per, Bolivia y Argentina. En turismo, se revisa la experiencia centroamericana, por ser la principal y ms cercana.

    2.1 Papel del Estado y conflictividad

    2.1.1 Relacin entre Estado y empresa privada

    La extraccin de recursos naturales se relaciona comnmente con la presencia de importantes niveles de pobreza en la poblacin (Urteaga, 2011, p. 33; Ross, 2001, p. 8; Acosta, 2009, p. 35); pero, adems, con altos ndices LM KWZZ]XKQ~V QVMKIKQI O]JMZVIUMV\IT a ZMOyUMVM[ I]\WZQ\IZQW[ =Z\MIOI2011, p. 33).

    -VJ]MVIUMLQLITIIKKQ~VLMT-[\ILWMVJMVMKQWLMTIXWJTIKQ~VMT][Wsostenible de los recursos naturales y la redistribucin equitativa del ingreso estn condicionados por el tipo de relacin que existe entre el aparato del Estado y las empresas privadas nacionales o transnacionales (Crabtree & Cabtree-Cndor, 2013, p. 88).

    A mayor dependencia econmica del presupuesto del Estado respecto de las rentas generadas por los sectores ejes de acumulacin, es mayor la XW[QJQTQLILLMTI[MUXZM[I[LMLQKPW[[MK\WZM[LMQV]QZMVTIXWTy\QKIXJTQKILa incidencia tambin es directa a travs del lobby que presiona instancias medias y altas, o mediante el control de los cargos directivos del Estado por [WKQW[UQMUJZW[WN]VKQWVIZQW[IVM[ITQV\MZu[MUXZM[IZQIT

    En ausencia de las formas de control directo del Estado por parte de los empresarios de los sectores ejes de acumulacin, queda an la presin estructural: si el Estado no cede a los intereses de las grandes empresas ancladas en los sectores que le proporcionan ingresos, no podr cubrir sus ]RW[VIVKQMZW[VQKWV\IZnKWVTI[ QV^MZ[QWVM[VMKM[IZQI[XIZIIK\Q^IZI TW[sectores ms importantes de la economa.

    En este sentido, se entiende que, por ejemplo, en Argentina se registre una [] prdida de la capacidad de regulacin y de control de los territorios y sus recursos [] por parte del Estado, debido al enorme poder de mercado y lobby poltico de las empresas transnacionales (Machado, Svampa & otros, 2012, p. 33). No solo tienen la capacidad de controlar los precios, los stocks, ]RW[KWUMZKQITM[aVIVKQMZW[[QVWY]MTWOZIVQVKQLQZLMUIVMZILM\MZUQVIV\M

  • Pensar las alternativas, imaginar la transicin Economa extractiva y efectos comparados: Turismo, petrleo y minera50 51

    sobre la legislacin ambiental, las normas de tributacin, los regmenes de propiedad; consiguen burlar las regulaciones y salir victoriosas en importantes aV]UMZW[W[XZWKM[W[R]LQKQITM[LMU

    La situacin se repite en Per, donde la dependencia del Estado frente a la renta primaria y el poder de las empresas transnacionales ha logrado que la legislacin ambiental se convierta en letra muerta (Urteaga, 2011, X4I[KITQLILM[U]KPWUn[LuJQTY]MMV[][XIy[M[^MKQVW[aM[\W^Iligado con una transferencia de las responsabilidades sociales del Estado al sector extractivo privado, a travs de los programas de Responsabilidad Social -UXZM[IZQITKWVM[KI[WJMVMKQWXIZITI[XWJTIKQWVM[aKWU]VQLILM[TWKITM[(Arellano-Yanguas, 2013, pp. 161, 162).

    En Ecuador, un primer indicio es la permanencia en los cargos directivos del sector petrolero pblico, de una serie de personajes vinculados con la empresa privada, que dan continuidad a la poltica extractiva (Cabodevilla, 2013), con excepcin del corto perodo en el que Alberto Acosta, ex presidente de la Asamblea Constituyente y ex ministro de Energa y Minas, desempe ese cargo. La independencia del Gobierno frente a los intereses de las empresas petroleras est en duda, cuando se advierte la continuidad de la poltica aplicada para la Amazona por el actual Gobierno.13 La dependencia del Estado ecuatoriano de la renta extractiva explicara el renovado apoyo del presidente Correa a este sector.

    Asimismo, ha sido evidente el acuerdo entre el Gobierno y mineras canadienses, mediado por la Embajada de Canad en Quito (Moore & >MTnbY]MbXX ! L]ZIV\M MTXZWKM[WY]MLQWIT \ZI[\M KWVMTMandato Minero (avance ms importante de la poltica antiminera en el Ecuador); tambin, en la construccin de la Ley de Minera y en la elaboracin de las actuales reformas a dicha Ley, que siguen relajando las UMLQLI[IUJQMV\ITM[XIZITI[MUXZM[I[aUMRWZIVLWTI[KWVLQKQWVM[[KITM[de explotacin, para incrementar sus ganancias.

    Correlato de este apoyo a la extraccin de recursos es la poltica represiva del Gobierno, consistente en el ataque y desprestigio de lderes indgenas y dirigentes antimineros; uso de recursos estatales para socializar proyectos y propiciar la aceptacin de la actividad minera en las localidades; y, uso de la fuerza pblica para reprimir toda manifestacin de resistencia a la extraccin.

    ;Q TI QV]MVKQI LM TI[ UQVMZI[ KIVILQMV[M[ [QMVLW XZQ^ILI[ PI [QLWimportante, el actual proceso de venta, asociacin o traspaso de proyectos mineros a empresas pblicas chinas marca un nuevo escenario, en el que las relaciones bilaterales entre pases ser un factor ms de incidencia sobre la poltica pblica del pas receptor de la inversin. Basta observar los importantes niveles de endeudamiento que el pas ha adquirido con China y el vnculo en un sinnmero de inversiones en sectores estratgicos de capitales chinos, XIZIMV\MVLMZY]MMVTI[VMOWKQIKQWVM[aKWVQK\W[MT-[\ILWK]UXTQZnKWVgarantizar, en primer lugar, las inversiones de su socio estratgico.

    -T MVWZUM]RW LM ZMK]Z[W[UWVM\IZQW[ a TI T]KPI XIZI [] KIVITQbIKQ~Vhacia sectores econmicamente poderosos a nivel nacional e internacional, genera una relajacin de la normatividad y el control por parte del Estado. Pero este fenmeno no es privativo de las actividades mineras y petroleras.

    En Centroamrica, las poblaciones locales que resisten al turismo de enclave sienten que el Estado prioriza el inters de las empresas por sobre las necesidades de las comunidades. En primer lugar, la legislacin ha sido transformada sistemticamente a favor de los grandes operadores tursticos (Baca, 2011, p. 160); el Estado interviene para capacitar y crear condiciones en el tejido social, en funcin de las necesidades de las grandes empresas (Ibd., p. 161); se realizan fuertes inversiones pblicas para adecuar los destinos tursticos MV TW[ Y]M QV^MZ\QZnV TI[ \ZIV[VIKQWVITM[ +I}ILI X # VITUMV\MM[\I[MUXZM[I[ZMKQJMV]V\ZI\WXZQ^QTMOQILWIVQ^MT[KITXIZIVWINMK\IZ[][ganancias (Ibd., pp. 38-39).

    De lo anterior, se colige la actitud permisiva del Estado. Su apoyo a las empresas privadas no solo es una cuestin ideolgica o poltica; tampoco, un \MUILMVQLWXWZ]V\QXWLM^ITWZLM][W]W\ZW" TILMXMVLMVKQILMTIKIRI[KITZM[XMK\WLMTW[QVOZM[W[XZW^MVQMV\M[LMTW[[MK\WZM[Un[XWLMZW[W[LMTIeconoma, representa una barrera estructural para la autonoma del Estado en trminos normativos y deliberativos, que lo inclina comnmente a favor de los intereses de las empresas.

    Rosemary Thorp y sus colegas argumentan, luego de examinar comparativamente seis experiencias nacionales sobre desafos que ha [QOVQKILWTIM`\ZIKKQ~VUQVMZIaXM\ZWTMZIMVNZQKIa)UuZQKI4I\QVI"

    [] ante un marco institucional dbil es probable que [un boom extractivo] tienda a socavar an ms las instituciones existentes, no solo como resultado de la corrupcin, o simple incompetencia institucional, sino tambin debido a los incentivos para que elites privadas y pblicas, ciertas burocracias y otros actores, depositen toda su fe en las promesas de una ventaja comparativa temporal (Thorp, Battistelli, Guichaoua, Orihuela & Paredes, 2012, p.9).

    13 Hay otro poder, que es mejor no nombrar, que est muy cercano al petrleo y que tiene una JUDQLQXHQFLDHQOD]RQD)XHU]DVTXHQRVpKDVWDTXpSXQWRHO(MHFXWLYRGRPLQD0HH[WUDxDque tantas cosas hayan cambiado en el pas y, sin embargo, el tratamiento hacia los pueblos sin contacto contine siendo el mismo (Cabodevilla, 2013).

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    Estos incentivos parecen ser muy fuertes e incidir no solo a nivel personal [QVWN]VLIUMV\ITUMV\MIVQ^MTLMTIM[\Z]K\]ZILMVIVKQIUQMV\WLMT-[\ILWEn consecuencia, repercuten de manera directa en las posibilidades de permanecer en el poder.

    Los grupos que ocupan el aparato del Estado de manera coyuntural, estn o no relacionados con los poderes fcticos de los grupos monoplicos que controlan la economa, valorarn sobremanera el aporte econmico de las MUXZM[I[ LQZMK\WW^yI[KITQLILXIZI [W[\MVMZ []OM[\Q~VaXWZ MVLM [][privilegios.

    Se requiere, entonces, nuevas formas de sostenibilidad econmica del Estado, nuevos canales, nuevas fuentes de ingreso, nuevas formas de devolver las rentas a la sociedad, que privilegien las necesidades de la poblacin ms vulnerable y no aquellas de las lites burocrticas o sus socios empresariales.

    2.1.2 Conflicto social

    Partiendo de los importantes vnculos entre empresas y Estados, se puede comprender con mayor claridad el devenir y las formas de gestin predominantes LMTW[KWVQK\W[[WKQITM[;MM[\]LQIMTKWVQK\WKWVTI[XIZ\QK]TIZQLILM[Y]Madopta en casos extractivos y en relacin con emprendimientos tursticos.

    2.1.2.1 Minas y petrleo

    4W[ KWVQK\W[ UQVMZW[ a XM\ZWTMZW[ MV -K]ILWZ 8MZ a *WTQ^QI \QMVMVelementos comunes, que surgen de las similitudes en la estructura econmica y poltica de los tres pases. En ese sentido, los ejemplos permiten caracterizar TW[KWVQK\W[ZMTIKQWVILW[KWVTI[QVL][\ZQI[M`\ZIK\Q^I[

    Un primer elemento en comn tiene que ver con las condiciones de vida de la poblacin afectada por la explotacin minera o petrolera: en contextos econmicos de aislamiento, baja fertilidad de la tierra y geografas fragmentadas que agravan las desigualdades sociales, producto de la herencia colonial (Orihuela & Thorp, 2013, pp. 63, 65).

    Un segundo elemento: los tres pases dependen fuertemente de sus exportaciones primarias y han sentido, en la ltima dcada, el impulso a la reprimarizacin de sus economas, ya no como proyecto proveniente de organismos multilaterales, sino desde el acicate econmico de la recuperacin de los precios en el mercado internacional. En mayor o menor medida, estos pases se asumen dependientes del capital privado para el desarrollo de sus [MK\WZM[ M[\ZI\uOQKW[ a TI KWVO]ZIKQ~V XWTy\QKI LMT -[\ILW ZM[XWVLM I M[Idependencia.

    -T\MZKMZMTMUMV\W[MZMMZMIT\QXWLMIK\WZM[XZQVKQXITM[LMTKWVQK\W"TI[comunidades empobrecidas de las zonas de extraccin, las empresas privadas (nacionales, transnacionales) y el Estado.

    Arellano-Yanguas (2013, p. 155) establece, para el Per, una tipologa sobre TW[ WZyOMVM[ LMT KWVQK\W Y]M JQMV ^ITM XIZI TW[ W\ZW[ XIy[M[ IVLQVW[ IY]yKWV[QLMZILW[-TKWVQK\W[WKQIT[MWZQOQVIXWZ\ZM[ZIbWVM["

    a) Los potenciales efectos sobre los medios de subsistencia

    -T [QOVQKI\Q^W MNMK\W KWV\IUQVIV\M LM TI UQVMZyI a LMT XM\Z~TMW JQMVconocido por la experiencia histrica de los pobladores, genera el temor de que los medios de reproduccin material resulten afectados por la actividad extractiva. Los recursos ms celados por los pobladores son la tierra y el agua, por lo que sus demandas se ligan con el cuidado de la Naturaleza.

    Este es el caso de Tambogrande en Piura, Per. La comunidad resisti la extraccin entre 1998 y 2003. La mina colisionaba directamente con el poblado y una zona de agricultura de exportacin, implementada con ayuda pblica. El principal lder de la oposicin fue asesinado. Solo un referndum local, en el que se rechaz la explotacin, fren el proyecto y detuvo la violencia (Bebbington, 2013b, p. 129).

    Una situacin similar se vivi en Cerro Quilish, en Cajamarca (contra la ampliacin de la mina de oro ms grande de Amrica Latina: Yanacocha). El proyecto hubiera afectado las fuentes de agua.

    4W[IV\MZQWZM[[WVTW[KWVQK\W[XMZ]IVW[MUJTMUn\QKW[MV\IV\WTIZM[Q[\MVKQIpopular logr detener los proyectos mineros (Arellano-Yanguas, 2013, p. 165).

    En el Ecuador, la resistencia reciente a la actividad extractiva se ha KWVKMV\ZILW MV M[\M \QXW LM KWVQK\W MV LMNMV[I LM TW[ ZMK]Z[W[ VI\]ZITM[>ITMKQ\IZ\ZM[KI[W[MUJTMUn\QKW["1V\IOMV+W\IKIPQ[MWXWVMM`Q\W[IUMV\Ma la minera, detiene por un tiempo la implementacin del proyecto en 2007, y lanza, como propuesta, un modelo comunitario de desarrollo alternativo. Sarayacu resiste a la expansin petrolera, reclama la remediacin de territorios LMX]MJTW[IVKM[\ZITM[aLMMVLM[]NWZUILM^QLIKWUW]V^ITWZQVITQMVIJTMSu lucha inicia en 1989 y en diferentes episodios ha conseguido obstaculizar TI M`XTW\IKQ~V MV MT JTWY]M :Q^IT X -VQK\WZQIdel Portete, en Azuay, se activa la movilizacin y se efecta una consulta popular en rechazo a la minera. El Estado ha respondido con violencia y una fuerte campaa de desprestigio a dirigentes y pobladores. La explotacin est \MUXWZITUMV\M[][XMVLQLI5WWZM>MTnbY]MbXX

    -V*WTQ^QIKIJMZMNMZQZ[MITKWVQK\W[W[\MVQLWXWZTW[QVLyOMVI[O]IZIVyM[del Chaco de Tarija, que se opusieron a la expansin de la explotacin de

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    gas en sus territorios. Ellos demandan tierra, autonoma para decidir sobre []\MZZQ\WZQWa]RWLMZMK]Z[W[LM[LMMTOWJQMZVWXIZII\MVLMZ[][LQ^MZ[I[carencias. Luego de mltiples ofertas desde el Estado, la d