carolina nahón

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Page 1: Carolina Nahón
Page 2: Carolina Nahón

INSTITUTOARGENTINOPARA ELDESARROLLOECONÓMICOPresidente:Salvador María Lozada

Vicepresidente:Alfredo Eric Calcagno

Secretario:Eliseo Giai

Prosecretario:Salomón Fainstein

Tesorero:José María Cardo

Protesorero:Carlos Zaietz

Vocales Titulares:Juan Carlos AmigoSergio CarpenterPedro EtchichuryDante FalcoAlfredo T. GarcíaHéctor A. GarcíaFlora LosadaEduardo MariWalter PengueDaniel RascovschiAlberto RosenthalAlberto UrthiagueLucía VeraCarlos M. VilasGuillermo Vitelli

Revisores de Cuentas titulares:Ana HawrylkowiczNorma Penas

Dirección y administración:Hipólito Yrigoyen 1116 - 4º piso(C1086AAT) Buenos Aires, ArgentinaTeléfonos y fax: 4 381-7380/9337e-mail: [email protected]@iade.org.arhttp://www.iade.org.ar

Nº 2191º de abril al15 de mayo de 2006

Editor responsable:Instituto Argentino para elDesarrollo Económico (IADE)

Director:Juan Carlos AmigoSecretaría de Redacción:Irene BrousseMónica PadlogComité Editorial:PresidenteHoracio GibertiEnrique O. ArceoEduardo BasualdoAlfredo Eric CalcagnoDina FoguelmanRoberto GómezMabel ManzanalMiguel Teubal

Registro Nacional de laPropiedad Intelectual Nº 133452Los artículos pueden ser libremente re-producidos con sólo acreditar a Reali-dad Económica como fuente de origen,salvo indicación en contrario. La respon-sabilidad de los artículos firmados recaede manera exclusiva sobre sus autoresy su contenido no refleja, necesaria-mente, el criterio de la dirección.

Pedido de suscripciónNacionalValor de la suscripción8 números/1 año $90

ExteriorPrecio del ejemplar (vía aérea) U$S18Suscripción anual (vía aérea) U$S130

Impreso en Inverprenta S.A., OsvaldoCruz 3091/93 - Cdad. de Buenos Aires.tel. 4302-2054/9711

Franqueo PagadoConcesión Nº 3806

Correo

Central

Argentino

(B)

ISSN 0325-1926

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Page 3: Carolina Nahón

E s t a d o y s o c i e d a d

El estado del Estado.El estado del Estado.El desafío de los servicios públicosEl desafío de los servicios públicos

Car o l ina Nahón

8El presente trabajo se propone estudiar las principales transformaciones en el rol del Estado argenti-

no en materia de prestación de servicios públicos desde su nacionalización y hasta la posterior privati-zación. Este recorrido tiene como meta comprender los antecedentes en la materia de manera de con-tribuir con el desarrollo de una propuesta de prestación y regulación para estos servicios en la Argen-tina de principios del siglo XXI.

Según la tradición francesa -a la que aquí se adhiere- los servicios públicos son aquellos servicios deutilidad pública (con características de red) cuya garantía de prestación corresponde en forma indelega-ble al Estado nacional. Para ello, por medio de un régimen jurídico especial, el Estado puede optar en-tre la prestación directa -y proveer el servicio por sí mismo, tal como ocurrió en el país desde las na-cionalizaciones de los años cuarenta hasta el programa de privatizaciones de los noventa- o la presta-ción indirecta -ya sea vía concesión (delegación temporaria de la prestación), privatización (venta de ac-tivos) o cualquier otra forma mixta definida al efecto-. Debido a que el Estado posee la titularidad o pu-blicatio, en cualquiera de los casos, debe velar porque los servicios sean prestados en forma regular, uni-forme, general y continua.

En la primera sección se revisan los aspectos distintivos del denominado “Estado empresario”, cuyagénesis en el país data de los años treinta y se consolida a partir de la segunda guerra mundial. La si-guiente sección está dedicada a estudiar el papel heredado por el Estado luego del programa privatiza-dor de los años noventa. En este sentido, describe los elementos centrales de la modalidad privatizado-ra y sus efectos en términos de la configuración de un Estado trunco en su aspecto regulador o con-descendiente con -y capturado por- los intereses privados. La tercera sección discute alternativas nor-mativas para la regulación de servicios públicos en la Argentina y, para ello, se nutre de las considera-ciones centrales del proyecto de Régimen Nacional de Servicios Públicos elevado a consideración delParlamento por el Poder Ejecutivo en agosto de 2003.

Page 4: Carolina Nahón

S e c t o r a g r o p e c u a r i o I

Carnes: ¿consumo o exportación?Carnes: ¿consumo o exportación?Horac io Giber t i 33

S e c t o r a g r o p e c u a r i o I I

ElEl boomboom de la soja. Un retorno al pasadode la soja. Un retorno al pasadoJos é Pi e r r i 53

El crecimiento extraordinario en la producción y exportación de soja originó numerosos trabajos queanalizaron las causas que lo motivaron y las transformaciones tecnológicas y sociales que lo acompaña-ron. También se polemizó sobre las consecuencias ecológicas y económicas del fenómeno, dividiéndo-se las opiniones entre quienes lo consideraron una “bendición” y aquellos que “demonizaron” sus efec-tos, a partir de la importancia del cultivo en la evolución del agro pampeano en el período.

Este trabajo, por su parte, se propone analizar aspectos relativamente poco tratados de la sojización,como ser, la evolución de su negocio externo y la industrialización del producto. Así, analiza los cam-bios de la cúpula de la industria aceitera y de las empresas exportadoras del grano y sus subproductosen los últimos veinticinco años y se propone conceptualizar las características más salientes de esa trans-formación.

En la actualidad la oferta normal de ganado no alcanza a satisfacer la demanda real, mucho menos lapotencial. La disyuntiva es: se reduce el consumo para mantener la exportación, o se mantiene el con-sumo y se reduce la exportación. Para optar por alguna de estas variables hay que definir a qué objeti-vo se apunta. Si entendemos que es necesario mantener las exportaciones, tenemos que reducir el con-sumo. Si nos parece fundamental alimentar a la población, tenemos que reducir la exportación. Entreel ganado y la carne hay una serie de actividades económicas: ganadería, mercados de hacienda, frigo-ríficos, venta minorista y consumidores. El expositor describe su operatoria y analiza cómo aumentarla eficiencia de cada eslabón de la cadena para mejorar la oferta en forma sistémica. Señala que es ne-cesario un plan ganadero con objetivos claros, inserto en un plan nacional, con instrumentos acordescon estos objetivos y voluntad política para ponerlos en marcha.

De soja somosDe soja somosRudy 52

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D o c u m e n t o s I

Decreto de nacionalización de hidrocarburosDecreto de nacionalización de hidrocarburosen Boliviaen Bolivia 64

Investigación

Renta agraria y ganancias extraordinarias en laRenta agraria y ganancias extraordinarias en laArgentina 1990-2003Argentina 1990-2003

Jav i e r Rodr í guezNico lás Ar ceo

76La Argentina goza de la existencia de una vasta región con tierras de elevada fertilidad y un clima pro-

picio para producir toda una serie de cultivos esenciales para la alimentación. Esta característica distin-tiva es olvidada en determinadas etapas de la historia, para recobrar luego una impensada relevancia enel período siguiente.

Poco se dijo en los años noventa sobre la potencialidad del agro pampeano en el desarrollo del país.Tras la devaluación todos los ojos se fijaron en el sector. parecería como si la producción agropecuariadesapareciera de la vista de los economistas durante largos períodos, para después pasar a ser el motordel desempeño económico.

En este trabajo se analiza el patrón de distribución de la renta agraria en la economía argentina en losaños noventa y su modificación como consecuencia de la devaluación del año 2002. Se realiza para elloun cálculo de la renta agraria lo más aproximado posible, dada la información disponible.

En la primera sección del presente artículo se revisa brevemente el concepto de renta agraria, paraposteriormente en la segunda sección evaluar los efectos de la aplicación de retenciones a las exporta-ciones en la economía local. En la tercera sección, se analiza el patrón de distribución de la renta agra-ria en la década de los noventa. Por último, en las conclusiones se evalúan las implicancias de la apro-piación de rentas en el proceso de desarrollo de la economía argentina.

D o c u m e n t o s I I

Carta del MORENO al presidente KirchnerCarta del MORENO al presidente Kirchner 69

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D eb a t e s

¿Un control de la inflación es posible?¿Un control de la inflación es posible?Enfoques coyuntural y estructuralEnfoques coyuntural y estructural

Gui l l e r mo Gigl ian i ,Al f r edo T. Gar c ía

Ju l i o Se var e s 99En un lejano artículo sobre inflación publicado en Realidad Económica, se mencionaba a

Celso Furtado quien había encabezado uno de sus trabajos con esta cita: “En un triángulo rec-tángulo, el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los otros lados;pero conviene agregar la pregunta ¿estamos realmente ante un triángulo rectángulo?”.Hoy el interrogante continúa vigente y en las intervenciones de este debate los expositores,

desde un doble enfoque -coyuntural y estructural- se proponen identificar causas y herramien-tas.

I A D E

En resumidas cuentasEn resumidas cuentas45 días de no t i c ia s

16.02/31.03.2006121

Page 7: Carolina Nahón

G a l e r a d e c o r r e c c i ó n

146

Economía mundial yEconomía mundial ydesarrollo regionaldesarrollo regionalRAÚL BERNAL MEZA

Y SURANJIT SAHA(COMP.)

Mart ín Schor r

El campo argentino en laEl campo argentino en laencrucijada. Estrategias yencrucijada. Estrategias yresistencias sociales, ecos enresistencias sociales, ecos enla ciudadla ciudadNORMA GIARRACCA Y

MIGUEL TEUBAL(COMP.)

Marce la Román152

I A D EActividades 2006Actividades 2006 156

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8

El estado del EstadoEl estado del EstadoEl desafío de los servicios públicosEl desafío de los servicios públicos

Estado y sociedad

Car o l ina Nahón*

* Área de Economía y Tecnología de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLAC-SO) – Argentina. Becaria del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CO-NICET). Se agradecen los valiosos comentarios de Daniel Azpiazu y Martín Schorr a versionespreliminares de este trabajo, a quienes se exime de toda responsabilidad por los errores u omi-siones que pudieran existir. Para comunicarse con la autora: [email protected] .

1 A los efectos de este artículo se utilizarán de modo indistinto los conceptos de “servicio público”y “servicio público de infraestructura” puesto que uno y otro poseen “carácter estratégico para eldesarrollo de los sistemas económicos”, son “insumos de uso difundido para el resto de las ac-tividades productivas, con fuertes eslabonamientos hacia delante y hacia atrás” y “posibilitan laintegración territorial de la producción mediante la conformación de corredores de infraestructu-

El presente trabajo se propone estudiar las principales transformaciones en el rol del Estado ar-gentino en materia de prestación de servicios públicos desde su nacionalización y hasta la poste-rior privatización. Este recorrido tiene como meta comprender los antecedentes en la materia de ma-nera de contribuir con el desarrollo de una propuesta de prestación y regulación para estos servi-cios en la Argentina de principios del siglo XXI.

Según la tradición francesa -a la que aquí se adhiere- los servicios públicos son aquellos servi-cios de utilidad pública (con características de red) cuya garantía de prestación corresponde en for-ma indelegable al Estado nacional. Para ello, por medio de un régimen jurídico especial, el Estadopuede optar entre la prestación directa -y proveer el servicio por sí mismo, tal como ocurrió en elpaís desde las nacionalizaciones de los años cuarenta hasta el programa de privatizaciones de losnoventa- o la prestación indirecta -ya sea vía concesión (delegación temporaria de la prestación),privatización (venta de activos) o cualquier otra forma mixta definida al efecto-. Debido a que el Es-tado posee la titularidad o publicatio, en cualquiera de los casos, debe velar porque los serviciossean prestados en forma regular, uniforme, general y continua (Groisman y Ariño Ortíz, en López yFelder, 1996: 10/11)1.

En la primera sección se revisan los aspectos distintivos del denominado “Estado empresario”,cuya génesis en el país data de los años treinta y se consolida a partir de la segunda guerra mun-dial. La siguiente sección está dedicada a estudiar el papel heredado por el Estado luego del pro-grama privatizador de los años noventa. En este sentido, describe los elementos centrales de la mo-dalidad privatizadora y sus efectos en términos de la configuración de un Estado trunco en su as-pecto regulador o condescendiente con -y capturado por- los intereses privados. La tercera seccióndiscute alternativas normativas para la regulación de servicios públicos en la Argentina y, para ello,se nutre de las consideraciones centrales del proyecto de Régimen Nacional de Servicios Públicoselevado a consideración del Parlamento por el Poder Ejecutivo en agosto de 2003.

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1. Estado empresario. Surgi-miento, consolidación ycrisis (1930/1989)

En correspondencia con la concep-ción liberal del Estado vigente desdela independencia, la participación es-tatal en actividades empresarias fuemás bien esporádica. Hacia los añostreinta -sin embargo- comenzó un ci-clo ascendente en materia de inter-vención que se extendió, no sin mati-ces, hasta una vez iniciado el progra-ma de privatizaciones de los años no-venta. En un primer momento, estecreciente papel del Estado se justificóen las perturbaciones económicasproducto de la crisis de 1930 y, poste-riormente, en los efectos de la segun-da guerra mundial, que afectó seria-mente al comercio exterior argentino.Con el fin de garantizar la seguridad eintegración nacional, el Estado co-menzó a intervenir en los campos fi-nanciero y cambiario, y en los merca-dos de productos básicos de formaque la acción estatal adoptó progresi-vamente un tinte regulador (Ugalde,1983: 38/44).

La llegada del peronismo al poderinició una etapa de intervención gene-ralizada del Estado (Ugalde, 1983:48). Producto del cambio de concep-ciones político-económicas que se ve-nían insinuando desde la década delos treinta se concretó una creciente ydiversificada ingerencia en la econo-mía que -con la intención de posicio-

nar el Estado en el centro de la plani-ficación del desarrollo- utilizó la pro-piedad pública para el impulso centra-lizado de sectores básicos de la eco-nomía, la promoción del progreso téc-nico, la acumulación de capital y ladistribución del ingreso. En este senti-do, al igual que sucedió en los paísescentrales, aunque con cierto retardotemporal, se avanzó en la nacionali-zación -y/o creación- de empresas deprovisión de bienes manufacturados(siderurgia, defensa y -en menor me-dida- petroquímica), de servicios pú-blicos (electricidad, agua, transporte ycomunicaciones) y de exploración yexplotación de recursos naturales(petróleo y gas)2.

Los lineamientos políticos del perío-do se consolidaron en la fugaz refor-ma constitucional de 1949, que garan-tizó la imprescriptible propiedad na-cional de las fuentes energéticas y delos servicios públicos. En este contex-to, y debido a su interpenetración conla estrategia de desarrollo vigente, lasempresas públicas asumieron -de he-cho y de derecho- funciones regulato-rias de envergadura. Progresivamen-te, las tarifas de los servicios públicosse convirtieron en instrumentos parael control de la inflación y sus deman-das de insumos al resto del sistemaproductivo comenzaron a funcionarcomo instrumentos anticíclicos y depromoción del desarrollo de sectoresproductivos locales. Asimismo, su po-lítica laboral pasó a fijar estándares

9El desafío de los servicios públicos

ra” (Forcinito y Nahón: 2005: 2). Entre ellos, se cuentan los servicios de telecomunicaciones;agua potable y desagües cloacales; transporte y distribución de gas natural en redes; produc-ción, transporte y distribución de gas envasado; generación, transmisión y distribución de ener-gía eléctrica; transporte ferroviario (de pasajeros y de carga), por vías fluviales y por caminos;servicios postales, aeroportuarios y transporte aerocomercial.

2 Así nacieron, entre otros, el Banco Industrial (1943), Gas del Estado (1947), Sociedad Mixta Si-derurgia Argentina (1947), Agua y Energía Eléctrica (1947), Aerolíneas Argentinas (1950), Ca-nal 7 (1955), Empresa de Ferrocarriles del Estado Argentino (1956 –previa nacionalización en1949-), Empresa Nacional de Telecomunicaciones (1956), Servicios Eléctricos del Gran BuenosAires (1958) y Yacimientos Carboníferos Fiscales (1958).

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10 realidad económica 219 1º de abril/15 de mayo 2006

para el mercado de trabajo en su con-junto y la inversión estatal se convirtióen un instrumento clave para la pro-moción del desarrollo regional. De es-ta forma, las empresas públicas asu-mieron un rol decisivo en términos depromoción productiva, industrial y te-rritorial3.

A partir de 1943 -año en que se dic-tó el primer régimen jurídico de carác-ter general (sociedades de economíamixta, ley 15.349)- las flamantes em-presas públicas dejaron de regularsepor sus respectivas leyes de creación.En adelante, se sancionaron diferen-tes regímenes que, al no derogar a losanteriores, configuraron una red denormas de difícil homogeneización.En este sentido, si bien el régimen ju-rídico que a partir de 1949 normó alas denominadas “sociedades del es-tado” (ley 13.653) pretendió otorgarleuna adecuada autonomía a las geren-cias de las empresas, la legislaciónposterior fue tergiversando sus princi-pios esenciales, de forma que el Po-der Ejecutivo progresivamente sobre-pasó sus iniciales atribuciones de ori-entación general y control (Ugalde,1983: 37/50).

En este contexto, con el objetivo dedividir las funciones del Estado se

crearon empresas cabeza de “hol-ding”4. Se pretendía -justamente- quelas responsabilidades de carácter po-lítico y administrativo quedasen bajola égida de los órganos de la adminis-tración pública en tanto que las em-presarias se localizasen en las corpo-raciones mayores o conglomerados(CEPAL, 1976, 8/11). Pese a este es-fuerzo, casi todas las funciones delEstado se siguieron realizando en laspropias instituciones operadoras, loscuales además de la gestión empre-saria definían la política sectorial,efectuaban la regulación y realizabanlas acciones de promoción de servi-cios (Melo, 1999: 144).

Más allá de la ligera retracción pro-ducto del golpe de Estado de 1955, elsaldo en materia de empresas públi-cas hasta el regreso de la democraciase mantuvo relativamente estable. Apesar de que la dictadura militar1976/83 abogó públicamente por elprincipio de subsidiariedad del Esta-do, en este sentido, no avanzó másque en la venta o liquidación de em-presas menores (principalmenteaquellas previamente “estatizadas”para evitar su quiebra) y en la “privati-zación periférica” de servicios o provi-siones auxiliares de algunas empre-sas estatales. En su lugar -y quizás

3 El papel del Estado como motor del desarrollo y, por tanto, el peso relativo de las empresas pú-blicas en la economía puede evaluarse tanto por su contribución a la formación del producto na-cional como por sus elevados índices de inversión. En el período 1950/74, el sector público ge-neró -en promedio- el 12,9% del PIB, siendo responsables las empresas públicas de la forma-ción del 7,8% de ese valor. En ese contexto, las empresas de servicios públicos -que represen-taban más del 75% del sector- asumieron una participación promedio de 5,9%. A su vez, si seconsidera que a partir de 1966 el Estado asumió con mayor fuerza su rol como empresario in-dustrial, se comprende por qué la inversión del sector público sobre la inversión total creció des-de el (de por sí) elevado 18,6% de 1970 al 27,6 de 1975. Nótese que en éste último año las in-versiones de las empresas de servicios públicos representaron el 22,1% de la inversión públicatotal, mientras que aquellas del área de defensa tomadas conjuntamente con las restantes em-presas públicas no alcanzaron al 6% (Ugalde, 1983: 17/21).

4 En 1947 se creó la Dirección Nacional de Industrias del Estado y en los años cincuenta la Em-presa Nacional de Energía y la Empresa Nacional de Transporte. En 1974 fue el turno de la Cor-poración de Empresas Nacionales (1974), sustituida en 1978 por la Sindicatura General de Em-presas Nacionales -un órgano exclusivamente de control- (CEPAL, 1976: 8/11).

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11El desafío de los servicios públicos

como antecedente- implementó unapolítica de descentralización de em-presas públicas a las provincias(Agua y Energía Eléctrica y Obras Sa-nitarias de la Nación) y municipios(Subterráneos de Buenos Aires)(Ugalde, 1983: 49, 61, 81/83).

Desde fines de la década de los se-tenta la economía internacional asis-tió a un progresivo cuestionamientode la intervención del Estado. En par-ticular, se puso en tela de juicio la pro-piedad estatal de las empresas deservicios públicos y, sobre todo, deaquellas productoras de bienes. Deesta manera, incluso antes del de-rrumbe de las economías del bloquesoviético, el quiebre del consenso entorno de “lo público” tuvo lugar en lamayoría de los países desarrolladosasí como también -con ligeras dilacio-nes- en muchas de las economías demenor desarrollo relativo. En estecontexto, una vez que la dictaduraconsumó la ruptura del patrón de acu-mulación industrializador (des-inver-sión, des-industrialización, reforma fi-nanciera, apertura económica), el am-biente macroeconómico emergenteen la década de los ochenta fue utili-zado -entre otros- como argumentopúblico para dar vuelta la página. Elprograma privatizador debía constituir-se en un espejo invertido de las nacio-nalizaciones de los años cuarenta: (sesupone) venía a resolver la crisis de de-

sarrollo que aquejaba al país.

2. Estado regulador. Privati-zación e institucionalidadregulatoria (1989/2005)

Luego de los intentos fallidos de laadministración radical5, en agosto de1989 la promulgación de la ley 23.696de Reforma del Estado inició una nue-va etapa en cuanto al papel del sectorpúblico en la Argentina. Distintos tiposde razones se esgrimieron para justi-ficar este reposicionamiento.

Las explicaciones de corte fiscalistaconcentraron su atención en el con-texto macroeconómico imperante enlos años ochenta. En este sentido,sostuvieron que el déficit fiscal, la es-casez de divisas y la insuficiencia decapitales habrían de generar contra-dicciones latentes entre la estrategiade desarrollo y la política monetaria(Coloma y Gerchunoff, 1992: 8/10).Puesto que la capacidad del Estadopara financiar la inversión en el sectory solventar el carácter redistributivode las tarifas era una pieza fundamen-tal del régimen de acumulación, des-de esta perspectiva, la crisis llevaríaal límite las fuentes de financiamientodel Estado y, por ende, hasta el propiomantenimiento de la infraestructuraeconómica6.

5 Hacia 1986, el Dr. Raúl Alfonsín, por intermedio de su ministro de Obras Públicas, Rodolfo Te-rragno, se propuso avanzar en la privatización de algunas de las principales empresas de ser-vicios públicos, entre ellas, Aerolíneas Argentinas y la Empresa Nacional de Telecomunicacio-nes. El partido justicialista utilizó su poder de veto en el Parlamento y -junto con el apoyo de lossindicatos y de los proveedores del Estado (“patria contratista”)- logró impedir que prosperaseel proyecto oficial.

6 El saneamiento fiscal -uno de los principales objetivos proclamados de la privatización- y la res-ponsabilidad de las empresas públicas por los recurrentes desequilibrios fiscales rápidamentese evaporaron como justificaciones válidas del programa. Una vez transferidas la casi totalidadde las empresas del Estado al sector privado, la economía argentina siguió manifestando impor-tantes déficits, de forma que el persistente incremento del déficit fiscal de fines de los añosochenta debía ligarse más a las múltiples transferencias de ingresos del sector público hacia elcapital concentrado interno que a los requerimientos de la estrategia de desarrollo vigente. Tan-

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12 realidad económica 219 1º de abril/15 de mayo 2006

Sin embargo, tal como lo sugiereOszlak, “la decisión de minimizar alEstado no respondió únicamente a lasexigencias técnicas de su crisis fiscal”sino -en su lugar- a la nueva correla-ción de fuerzas entre los grupos eco-nómicos (locales y transnacionales) ylos funcionarios estatales en el marcode la creciente globalización de las re-laciones económicas y políticas(1997: 21). La privatización no se res-tringió a la venta o transferencia deempresas públicas al sector privadosino que fue, a todas luces, “sistémi-ca”. Es decir, involucró un programaintegral de reformas que al trastrocarlos límites Estado/mercado contribuyóa generar “un cambio en los valores,cultura y expectativas sobre la activi-dad pública” (Feigenbaum y Hening,en Oszlak, 1997: 24). Como correlato,los argumentos de orden netamentefiscal en favor de la privatización fue-ron complementados con justificacio-nes de tipo filosófico, económico y fi-nanciero.

Desde el campo filosófico y político-en correspondencia con el preceptode subsidiariedad- se abogó por unEstado “mínimo”, limitado a las tareas“estrictamente necesarias” o, lo quees lo mismo, a aquellas en las que esinsustituible: seguridad interna, defen-

sa externa, acuñación de moneda ysalud pública (ILPES, 1999: 217). Eneste sentido, se aludió a las “severasrestricciones que afectan al sector pú-blico a la hora de desempeñar de ma-nera óptima el doble papel de propie-tario de una empresa y de agenteprestador del servicio” (Devlin, 1993);pudiéndose ampliar este enfoque altriple rol que le cabe como propietario,prestador y regulador.

Según las justificaciones de corteeconómico el papel productivo le co-rrespondería al sector privado en fun-ción de su mayor eficiencia relativa(desempeño) en la operación y pres-tación de servicios. Al decir de Mas-sey (1993), “el sector privado es in-trínsecamente dinámico, superior alas instituciones públicas para la pres-tación de bienes y servicios; y la efi-ciencia del mercado es el principioapropiado para el desempeño social,prácticamente en todas las esferas dela actividad de la comunidad” (en Or-lansky, 1998: 835/6)7.

Desde el punto de vista financiero,los argumentos -en plena crisis de fi-nanciamiento de los Estados en desa-rrollo- se concentraron en la recurren-te incapacidad del sector público derealizar las inversiones necesariaspara la expansión e innovación tecno-

to es así que cabría preguntarse cuál es el papel que jugaron en la persistencia de tales déficitsfiscales -aun luego de finalizada la venta o concesión de activos- de los cánones adeudados osuspendidos por muchos de los nuevos operadores de los servicios (correo postal, ferrocarrilesde carga, aeropuertos, etc.) y de los aumentos de los subsidios estatales otorgados por las au-toridades (ferrocarriles, concesiones viales, transporte aéreo, etc.).

7 Vernon, Vickers y Yarrow disienten de este enfoque. Según estos últimos, “la forma de propie-dad, pública o estadual, en sectores con monopolio natural, no es la principal influencia sobrelos resultados económicos alcanzados”. Respecto de las virtudes (o limitaciones) de la interven-ción estatal, Vernon concluye: “Los déficit de las empresas de propiedad estatal se podrían atri-buir con mucha más facilidad a las políticas de sus gobiernos que a su propia ineficiencia inhe-rente” (1992: 12). En este sentido, debe tenerse en cuenta que el pasaje de la prestación públi-ca a la privada -aun cuando medie regulación económica- involucra necesariamente un cambiodel concepto de eficiencia del bienestar: se abandona una noción entendida en términos de be-neficios sociales y se adopta un nuevo concepto de eficiencia ligado con el principio económicode rentabilidad. De esta manera, se pasa “de la maximización del bienestar a la maximizacióndel beneficio” (Vickers y Yarrow, 1991: 55).

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13El desafío de los servicios públicos

lógica de los servicios. A su vez, sellamó la atención sobre la nueva fuen-te de ingresos al fisco que habilitaría-vía tributos- la privatización en granescala.

Hacia 1989 -en medio de la crisis hi-perinflacionaria- “el consenso colecti-vo respecto de la función del Estadoen la economía llegó a un punto deruptura en el que desprenderse de lasempresas públicas (y, sobre todo, delas de servicios públicos) implicaba ala vez acabar con la inflación, con lacrisis del sector externo, con el exce-so de burocracia y con la falta de pro-ductividad” (López y Felder, 1999:24).

En este contexto, la asunción antici-pada de un gobierno deseoso de re-vertir su estigma de populista y de lo-grar reputabilidad ante la comunidadde negocios definió que la vasta y cé-lere política de venta y concesión deactivos fuese más una herramientamacroeconómica para estabilizar laeconomía (y lograr la convergenciade intereses entre los acreedores ex-ternos, el capital concentrado internoy los conglomerados extranjeros radi-cados en el país) que una política pú-blica orientada a elevar la productivi-dad económica en el largo plazo (Ger-chunoff y Canovas, 1995: 485)8. Laurgencia privatizadora y la confianzaen que la reducción del papel estatal

solucionaría todos los déficits asocia-dos a la prestación pública de servi-cios apartaron al gobierno de las prin-cipales recomendaciones de la teoríay práctica internacional en la materia.

En lo que sigue se describen los ele-mentos distintivos de la modalidad deimplementación del programa privati-zador, aunque tan solo en la medidaen que contribuyan a explicar uno desus principales efectos: la carencia deuna institucionalidad regulatoria acor-de con sus dimensiones9.

2.1. Modalidad de imple-mentación del programaprivatizador

La escasa tradición local y la cre-ciente internacionalización en la pro-visión de los servicios -con la partici-pación de un reducido y concentradogrupo de operadores propietarios delknow how- han forzado el diseño deinstituciones de regulación acordescon las normas vigentes en los paísesde origen de los operadores. En estesentido, la ausente segmentación delas empresas a privatizar y/o conce-sionar (difusión de la propiedad) y ladeterminación de patrimonios míni-mos muy elevados como requisito pa-ra participar de las licitaciones contri-buyó a configurar importantes barre-ras al ingreso al “mercado” privilegia-do de las privatizaciones10.

8 Para un análisis del programa privatizador desde un enfoque que realza su papel como artíficede la conciliación entre actores económicos internos y externos, y entre estos tomados conjun-tamente y la administración Menem, ver: FLACSO, 2002.

9 Es posible identificar dos etapas en cuanto al grado de prioridad asignado a la regulación públi-ca por parte del programa privatizador. La primera -que terminó con el inicio del plan de conver-tibilidad- se caracterizó por la venta en bloque de las empresas y por la nula importancia asigna-da a la formulación de una política regulatoria (servicios de telefonía y aerocomerciales). En lasegunda etapa aparecen las primeras medidas en torno de la creación de marcos regulatorios yentes reguladores (energía eléctrica y gas natural).

10 Aun cuando en algunos sectores (telefonía) se incluyeron cláusulas para limitar el período de vi-gencia del derecho de exclusividad y en otros (gas y electricidad) se desintegraron verticalmen-te las empresas (generación, transporte y distribución) el contexto operativo emergente del pro-ceso privatizador fue de acentuada concentración y centralización del capital. Téngase presente

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Existe acuerdo en la bibliografía -yasí lo evidencian las experiencias“exitosas” de privatización de servi-cios públicos en nivel internacional(Reino Unido, Chile y el Brasil)- res-pecto de que el desarrollo de institu-ciones regulatorias eficaces requierecomo condición necesaria, aunque nosuficiente, el respeto de la siguienteprecedencia temporal: diseño delmarco regulatorio, creación del entede regulación y, en forma posterior,sustanciación de la licitación pública einicio de operaciones de la empresaconcesionada. Asimismo, son conoci-das las ventajas en términos de legiti-midad de origen y seguridad jurídica(del Estado, usuarios y consumidoresy población en general) de regular pormedio de leyes del Congreso en lugarde por decretos del Poder Ejecutivo.

La experiencia argentina -salvo ex-cepciones en los sectores de gas yelectricidad (sanción por ley) y deaguas y saneamiento (orden de prela-ción sugerido)- se ha alejado enorme-mente de los criterios que anteceden.De esta forma, posibilitó periódicascontradicciones e incluso contraven-ciones entre normativas de diferentesestatus jurídico y temporal11. Tanto esasí que no sólo allanó el terreno paralas recurrentes renegociaciones con-tractuales acaecidas tan pronto comocomenzaron a operar los nuevos con-sorcios; sino que -peor aún- cedió in-directamente poder regulatorio a un“escaso pero diversificado número de

agentes económicos locales y extran-jeros” que, en adelante, resultaronbeneficiarios de una regulación públi-ca plenamente funcional a su lógicade acumulación y reproducción delcapital (Azpiazu, 2001: 86/88).

A continuación, se analizan los ejescentrales que explican la debilidad -ocomplacencia- de la institucionalidadregulatoria emergente del programade privatizaciones: noción de serviciopúblico, diseño de los organismos re-guladores, y regulación de los “com-ponentes activo y antimonopólico”(Forcinito y Nahón, 2005: 10).

2.1.1. Noción de servicio públicoLa privatización de servicios de in-

fraestructura supone el abandono dela noción de servicio público propiadel modelo francés -en la que el Esta-do posee la titularidad- y la adopciónde una perspectiva más cercana alpublic utility del derecho estadouni-dense e inglés (Mairal, en López yFelder, 1999: 30). El alejamiento delEstado de la prestación directa de losservicios públicos (y, por efecto, ladisminución de la injerencia estatal enla definición de la planificación secto-rial), su delegación en grupos de par-ticulares y el diseño de un nuevo en-tramado institucional de regulación ycontrol (organismos sectoriales) rede-fine por completo las relaciones (de-rechos y obligaciones) entre el Esta-do, los nuevos consorcios operadores

que prácticamente en la totalidad de los casos los nuevos consorcios operadores de los servi-cios se compusieron de representantes de los grupos económicos locales con capacidad delobby, acreedores externos poseedores de títulos públicos y de operadores internacionales conexperiencia en el sector a privatizar.

11 Los siguientes son todos buenos ejemplos de contravenciones a normas de superior jerarquía:los decretos reglamentarios de las leyes marco en los sectores de gas y electricidad (1.738/92y 1.398/92); la dolarización de las tarifas en los sectores de telefonía, redes de acceso a la Ciu-dad de Buenos Aires, gas y electricidad; y la indexación en función de índices ajenos a la eco-nomía local en todos los sectores dolarizados e, incluso, en los de agua y saneamiento y rutasnacionales.

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y los supuestos beneficiarios: usua-rios, consumidores y la sociedad ensu conjunto.

En este contexto, puesto que el Es-tado simultáneamente se desentiendede su función de “proveer” (prestacióndirecta) y “prever” (planificación), losservicios públicos adquieren el carác-ter de “actividades privadas regla-mentadas por el Estado” o -lo que eslo mismo- “industrias reguladas”. Estaperspectiva, convalida la lógica mer-cantil que supone que los receptores(usuarios y consumidores) no sonmás que “clientes” que ingresan alservicio en la medida en que puedanhacerse cargo (con dinero) de susten-tar la relación de consumo (López yFelder, 1999: 30). En este sentido, laintervención estatal no sólo se alejade su histórica responsabilidad por laprestación de los servicios, sino que-al limitarse al ejercicio del poder depolicía- simultáneamente se desen-tiende de la planificación del desarro-llo.

2.1.2. Diseño de los organismosreguladores

El Estado se desprendió de sus acti-vos sin especificaciones sobre los cri-terios de funcionamiento esperadosde los servicios públicos -ahora en

manos privadas- y de los propios or-ganismos de regulación y control -ba-jo su responsabilidad-. Eligió acrítica-mente criterios y/o normas regulato-rias por empresa que se concesiona-ba y/o por área que se transfería a laórbita privada sin resguardo algunode la perspectiva integral que requie-re la regulación de este tipo de servi-cios12. En igual sentido, no establecióprioridades en términos de los objeti-vos a cumplir por los organismos re-guladores y apañó múltiples impreci-siones en sus misiones y funciones.

El incumplimiento de las pautas parala nominación de las autoridades re-gulatorias y la irregular jerarquizaciónde la normativa abonó la progresivaconcentración de los entes en las ta-reas de control y sanción (abordadasigualmente de modo deficiente) endesmedro de aquellas de regulación,que progresivamente se fueron con-centrando en manos de las Secrete-rías de referencia del Poder Ejecuti-vo13. En igual sentido, el financiamien-to de los organismos por medio de ta-sas o cánones a cargo de las empre-sas reguladas (aeropuertos, gas,electricidad y telefonía) o de porcenta-jes sobre la facturación de los usua-rios (agua y saneamiento) contribuyóa restarles el poco margen de autono-mía que aún les quedaba. De esta for-ma, los entes reguladores fueron si-

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12 En este sentido (descuido del aspecto integral), la regulación local del sector energético es pa-radigmática. Pese a la capacidad de los hidrocarburos de incidir sobre los precios finales de lossectores regulados (transporte y distribución de gas natural y electricidad) los derivados del pe-tróleo permanecieron exentos de toda intervención estatal (respetando el criterio histórico aun-que en un nuevo contexto operativo) y el precio del gas en boca de pozo quedó librado a la in-teracción de una oferta y una demanda fuertemente concentradas (a excepción del período2002/05 de regulación estatal transitoria producto de la emergencia económica). De esta forma,la normativa -al habilitar transferencias directas o indirectas desde los sectores desregulados ha-cia los regulados- desvirtuó las prescripciones de los marcos sectoriales.

13 La exclusión de los entes de regulación de la mayoría de las renegociaciones contractuales delos años noventa (agua y saneamiento, ferrocarriles, concesiones viales y telecomunicaciones)y su débil (y confusa) participación en el marco del proceso de renegociación abierto en 2002por la Ley 25.561 evidencian esta recurrente exclusión de los entes de su inherente función deregulación.

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multáneamente capturados (“coopta-ción bifronte”) por sus agentes moni-toreados (consorcios) y sus “principa-les” políticos (Poder Ejecutivo) (Vispo,1999: 229/30).

A raíz del diseño regulatorio, la pro-tección estatal de usuarios y consumi-dores presentes y futuros fue (y es) in-suficiente. La ley fundante de la refor-ma del Estado (23.696) no contemplóel cuidado de este tipo de derechos y-con excepción de los dos sectores enque se privatizó por ley (gas y electri-cidad)- las legislaciones específicaspoco o nada han reglamentado al res-pecto. Como correlato, los usuarios yconsumidores carecen de participa-ción consultiva en los organismos decontrol (excepto en agua y sanea-miento) y no está prevista la sustan-ciación de audiencias públicas obliga-torias (salvo en gas y electricidad)14.Asimismo, si bien hacia el año 2000 laSubsecretaría de la Gestión Públicaimpulsó el programa “Carta compro-miso con el ciudadano” hasta el mo-mento sólo los sectores de electrici-dad y telefonía han rubricado sendosacuerdos (2003) e iniciado su imple-mentación (ACIJ, 2005: 3/4 y 10).

A pesar del contexto operativo (defuerte concentración mono u oligopó-lica) emergente del programa privati-zador, la Ley de Defensa del Consu-

midor (24.240) no fue sancionada si-no hasta septiembre de 1993, cuandoya se habían privatizado los cuatroservicios públicos domiciliarios (aguay saneamiento, electricidad, gas y te-lefonía)15. En este sentido, la inclusiónde los derechos de tercera genera-ción en la Constitución reformada de1994 (art. 42) marcó un hito. No solole otorgó la mayor jerarquía legal po-sible a la defensa del consumidor sinoque también incluyó la enumeracióntaxativa de tales derechos, pendientedesde la sanción de la ley (Botto,2005: 65). Pese a esto, no logró resol-ver la tensión entre las prescripcionesconstitucionales y las pautas de fun-cionamiento consolidadas durante losaños precedentes, emanadas de loscontratos de concesión. A falta de es-quemas de regulación previos (y/ocoétaneos pero) sancionados vía leyfueron los propios contratos de conce-sión los que definieron los sistemasde prestación y crearon “derechos ad-quiridos” difíciles de expropiar a lasprestadoras16. La aplicación supletoriade la Ley de Defensa del Consumidorpara el caso de servicios públicos do-miciliarios con legislación y organis-mos de control específicos (art. 25,ley 24.240) es la pieza que terminó deconsolidar la precariedad -o funciona-lidad- de este aspecto fundamental dela regulación17.

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14 Como efecto del decreto 1172/03 de Acceso a la Información Pública algunos entes (ENRE,ENARGAS y ORSNA) crearon comisiones de usuarios de carácter consultivo que -hasta el mo-mento- no han adquirido mayor ingerencia. En el sector de aguas y saneamiento fue el decretoque dio origen a la privatización (999/92) el que creó la comisión asesora ad honorem.

15 La ley de Defensa del Consumidor logró aprobación parlamentaria luego de pasados siete añosdesde la incorporación del primer proyecto en el Congreso de la Nación. Al momento de su pro-mulgación, el Poder Ejecutivo vetó 66 artículos, algunos de los cuales fueron posteriormente(1998) incorporados por medio de una modificación parcial de la norma (Botto, 2005: 66).

16 Las prescripciones garantistas de ley de Defensa del Consumidor (24.240) entran en colisióncon un sinnúmero de aspectos normados por las reglamentaciones sectoriales. Entre ellos: losrecargos aplicados por el pago de facturas fuera de término y los plazos para la resolución dereclamos, la recepción de facturas, el pago de indemnizaciones a los usuarios por reclamos deimportes incorrectos y/o facturas ya abonadas (López y Felder, 1999: 31/32).

17 La aplicación supletoria de la ley de Defensa del Consumidor implica que sus prescripcionesafectan a los servicios públicos sólo en aquellos aspectos no regulados por la normativa espe-

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2.1.3. Regulación del componenteactivo

Existe una relación directa entre unaapropiada regulación del componenteactivo y aspectos tales como la com-petitividad de la economía, la eficien-cia en la prestación de los servicios ycuestiones de naturaleza distributiva.Esto es así puesto que este tipo de re-gulación se involucra en la fijación es-tatal de los precios, la implementaciónde mecanismos orientados a garanti-zar la universalización de los serviciosbásicos y la definición de niveles decalidad adecuados.

El abandono de los criterios de tari-fación con componentes redistributi-vos propios del Estado empresariofue uno de los principales criteriosadoptados por el programa privatiza-dor. En adelante, las tarifas deberíandefinirse en función de los “costos in-dividuales de prestación” sin contem-plar más elementos que la garantía derentabilidad empresaria “justa y razo-nable”. Sin embargo, con el fin de vol-ver (más) atractivas las licitaciones rá-pidamente se desestimaron tales cri-terios de justicia y razonabilidad. Ensu lugar, se configuraron regímenestarifarios de fuerte regresividad distri-

butiva entre los usuarios y artífices decontextos operativos de nulo riesgo yexcepcionales tasas de retorno18.

El nuevo régimen tarifario teórica -oformalmente- elegido en la mayoríade los sectores (price cap) se enfren-tó con múltiples limitaciones19. En pri-mer lugar, la regulación propia del pri-ce cap (evolución y ajustes de pre-cios) se encontró restringida por losaumentos de tarifas acaecidos en elperíodo previo a las privatizaciones,los que dieron lugar a la configuraciónde “precios base” muy elevados (tele-comunicaciones y gas natural, entreotros). Esta situación inicial, en con-junto con la denominada “demora re-gulatoria” -transferencia a los usua-rios de las ganancias de productividadde las empresas- devino en una esca-sa incidencia en términos de reduc-ciones tarifarias reales (telecomunica-ciones, energía eléctrica, gas naturaly agua y saneamiento). A su vez, losmarcos normativos originales (gas,electricidad y redes de acceso a laCiudad de Buenos Aires) o los emer-gentes de las renegociaciones con-tractuales (telefonía) convalidaron ladolarización de las tarifas de formaque los consorcios operadores conta-ron -hasta el abandono de la converti-

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cífica. De esta manera, se viabiliza la superioridad de disposiciones de menor estatus jurídico(decretos y resoluciones sectoriales) respecto de una ley nacional (Ley 24. 240).

18 En el período 1993/01 la rentabilidad promedio sobre ventas de las empresas privatizadas queforman parte de las 200 firmas más grandes del país (cúpula económica) se elevó a 9,7%. Deesta forma, fue casi tres veces superior al promedio registrado por esas 200 empresas (3,6%) ymás de doce veces mayor que la obtenida por el subconjunto de firmas líderes no vinculadascon los procesos de privatización (0,7%).

19 El sistema price cap o de precio tope o máximo fue desarrollado en la experiencia privatizadorabritánica. Concentra la acción reguladora en los precios máximos que pueden percibir las em-presas monopólicas por la prestación de los respectivos servicios. Las tarifas se actualizan se-gún la fórmula IPC - X, donde IPC es el índice de precios al consumidor y X el coeficiente de efi-ciencia para trasladar al consumidor final las ganancias en productividad de las empresas mo-nopólicas con el objetivo de tender a la configuración de tarifas reales decrecientes. Esta moda-lidad se contrapone al criterio aplicado mayoritariamente en los Estados Unidos: cost plus, don-de el control regulatorio se focaliza en las tasas de ganancias obtenidas por las empresas. Ensíntesis, el sistema británico regula la evolución y los ajustes de precios mientras que el esta-dounidense se ocupa de los precios mismos y su impacto directo sobre la tasa de retorno. Paraampliar, ver: Vickers y Yarrow, 1991.

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bilidad en 2002- con un virtual segurode cambio para la explotación de losservicios. Finalmente, la aplicación deindexaciones “flexibles” (ajustes portasas o índices de variación de pre-cios de otras economías) les garanti-zó a los consorcios tarifas reales cre-cientes y la prolongación temporal dela apropiación de rentas monopólicas(Azpiazu, 2001: 78/84).

Asimismo en algunos servicios (fe-rrocarriles y aguas y desagües cloa-cales luego de la demorada revisiónquinquenal que concluyó en 2001) seconstituyeron sistemas de regulacióntarifaria “híbridos” con elementos decost plus y de price cap. De esta for-ma, se impidió la traslación al sistemade las ventajas propias de cada unade las formas “puras” de regulación.Por último, la combinación de seg-mentos regulados y desreguladosdentro de un mismo sector de activi-dad posibilitó la transferencia de la es-tructura de costos del sector desregu-lado al precio final al consumidor delsegmento regulado (sector gasífero -Cfr. nota al pie 12).

La regulación de la calidad esperadade los servicios fue complementadaen la mayoría de los sectores con laregulación vía inversiones u obras es-pecíficas (telefonía, ferrocarriles, ru-tas nacionales y agua y saneamiento-según consta en los diseños origina-les- y gas natural -luego de la revisióntarifaria de 1998-). En estos casos, secomprometió a las empresas en mon-tos de dinero o en obras determina-das a financiar por los consorcios (te-lefonía, rutas nacionales, agua y sa-neamiento y gas natural) y/o conjunta-mente con el Estado (ferrocarriles) y/olos usuarios (gas natural). Sin embar-go, los índices de calidad, continuidad

y/o seguridad exigidos -ya sea quefueran sumamente accesibles (ferro-carriles y rutas nacionales) o sujetos alos estándares internacionales (aguay saneamiento y gas natural)- fueronrecurrentemente incumplidos, tal co-mo ocurrió -en la mayoría de los ca-sos- con las metas de mantenimientoe inversión.

Por último, uno de los aspectos másabandonados del proceso privatiza-dor: la universalización de los servi-cios. La explícita definición de las tari-fas en función de los costos individua-les de prestación y la expresa prohibi-ción de los subsidios cruzados entredistintas categorías de usuarios (tele-fonía, gas y electricidad) impidieron lasocialización de los costos de los ser-vicios y una apropiada fuente de fi-nanciamiento de la universalización.De esta forma, naturalmente, se vie-ron restringidos el acceso no discrimi-natorio a costos accesibles y la dispo-nibilidad geográfica.

En el servicio de telefonía, la garan-tía de expansión estuvo orientada alaumento de la teledensidad sin con-templar el necesario elemento de uni-versalización, convalidando -desde lanormativa- una inversión limitada alas franjas más rentables y de mayorpoder adquisitivo. En igual sentido, enel sector de gas natural la obligaciónde expansión de la red se limitó aaquellas demandas razonables de losusuarios finales de los respectivos pe-rímetros de concesión. Esta situaciónimpidió el acceso al servicio a los ha-bitantes de zonas alejadas o, en sudefecto, lo limitó a aquellos usuariosque pudiesen “financiar” la expansiónde la red por medio del sistema de“obra por cuenta de terceros” (Kozulj,2000)20. A su vez, si bien el sector de

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20 A diferencia de lo previsto para el sector gasífero, en el eléctrico se estableció la obligatoriedadde los distribuidores de satisfacer toda demanda de servicio requerida (y no exclusivamente

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agua y saneamiento fue el único quecontempló la aplicación de subsidioscruzados, la proliferación de cargos fi-jos fue desvirtuando este componentetarifario y, junto con los incumplimien-tos manifiestos de la concesionaria yla complacencia del órgano regulador,desatendieron la consecución delcomponente de universalización (ob-jetivo último plasmado en la propianormativa de la concesión). Por últi-mo, la ausencia de tarifas subsidiadaso facilidades de pago para los secto-res de escasos recursos en los dise-ños originales de los servicios certifi-can el estado de desprotección deusuarios presentes y potenciales21.

2.1.4. Regulación del componenteantimonopólico

Esta dimensión regulatoria involucratanto la configuración de las estructu-ras de mercado y de propiedad del ca-pital de los servicios públicos como elcontrol sobre las conductas de los ac-tores con posiciones dominantes.

Al margen de la despreocupaciónpor la difusión de la propiedad que ca-racterizó al proceso de venta y/o con-cesión de los servicios públicos, sola-mente en dos sectores (gas y electri-cidad) se adoptaron restricciones en

materia de defensa de la competen-cia, que -de todas formas- se volvie-ron más laxas y permisivas en los res-pectivos decretos reglamentarios. Enigual sentido, la ausencia de limitacio-nes temporales a la reventa de accio-nes alentó la concentración y centrali-zación del capital en un sector clave(servicios públicos) para la economíaen su conjunto.

Las omisiones en este aspecto tam-bién se corroboran en la legislaciónde carácter general. La normativa an-timonopolio vigente durante el proce-so privatizador -decreto ley 22.262 de1980- no contemplaba un esquemade control de las operaciones de con-centración y fusión empresarial, deforma que carecía de las herramien-tas necesarias para afrontar la enver-gadura del proceso privatizador encurso (Botto, 2005: 25). Asimismo, segeneralizó una interpretación “ad hoc”de su artículo 5 según la cual se ex-cluían de su competencia los actos yconductas anticompetitivas que seatuviesen a otras normas vigentes(Nochteff y Soltz, 2003: 7). Pese a es-te vacío regulatorio, el debate para lasanción de una nueva ley se extendiópor casi ocho años en el Congreso dela Nación. Finalmente, cuando la nue-va ley de Defensa de la Competencia

aquella razonable) en las respectivas áreas de concesión. Asimismo, no se previó ningún tipo deregulación vía inversiones (a diferencia del coeficiente K y del control de obras contemplado enel gas natural), quedando limitado el control estatal a la certificación -post factum por parte del en-te regulador- del cumplimiento de los estándares de calidad exigidos (que implica, implícitamen-te, la ejecución de ciertas obras e inversiones).

21 A excepción del plan de ayuda a jubilados financiado por la ANSES en forma contemporánea alinicio del programa privatizador, ningún servicio contempló la instrumentación de tarifas sociales.Con el advenimiento de la crisis, a partir de 2001, numerosos proyectos de ley adquirieron esta-do parlamentario sin haberse logrado hasta el momento sanción alguna. A diferencia de lo ocu-rrido en el nivel nacional (a excepción del Programa de Tarifa Social implementado por el ETOSS-Resolución 02/02- y del nuevo marco regulatorio del gas licuado de petróleo -ley 26.020-) en al-

gunas jurisdicciones provinciales comenzaron a funcionar diversas modalidades de reducción ta-rifaria, focalizadas en los sectores de menores ingresos, en los servicios de agua y saneamientoy electricidad. Entre ellas: Buenos Aires, Misiones, San Luis, Santa Cruz y Santiago del Estero(aguas); Corrientes, Chaco, Río Negro, Salta y San Juan (electricidad).

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21El desafío de los servicios públicos

(25.156) fue sancionada (1999) ya eratarde: se habían acabado las “joyasde la abuela” y había tenido lugar la“segunda ola” de fusiones y adquisi-ciones en el amplio abanico de servi-cios públicos privatizados22.

Como su antecesora, la nueva leyde Defensa de la Competencia fuecuestionada en su alcance sobre lossectores de servicios públicos regula-dos por normativas específicas (leyesy/o decretos). En este sentido, mien-tras que su artículo 59 deroga todaatribución en materia de defensa de lacompetencia otorgada a otros orga-nismos o entes estatales (lo que impli-ca asumir la exclusiva responsabili-dad de la autoridad de aplicación deesta norma -Tribunal Nacional de De-fensa de la Competencia, TNDC- enel control antimonopólico), el artículo16 especifica que en esos casos (esdecir, cuando existan entes estatalesque regulan actividades específicas)el TNDC, previo al dictado de su reso-lución, debe requerir a dichos entesun informe de opinión fundada sobrela propuesta de concentración econó-mica objeto de análisis. A su vez, laatribución exclusiva asignada alTNDC (art. 59) también se encuentraen contradicción con los marcos regu-latorios del gas y la electricidad, en losque se les atribuye autoridad en estecampo a sus respectivos entes de re-gulación (arts. 52 inciso d, ley 24.076

y 56 inciso c, ley 24.065).

De esta forma -al margen de las de-bilidades propias de la ley 25.156- laprotección de la competencia en ma-teria de servicios públicos quedó nue-vamente cercenada. Aun cuando estavez la normativa incorporó el controlde fusiones y adquisiciones -y repre-senta desde lo formal un avance- laimprecisión en relación con su aplica-ción sobre los servicios públicos y,peor aún, su desajuste respecto delos dos únicos marcos regulatoriossectoriales que legislaron en esta ma-teria (gas y electricidad) confirmó eldébil lugar habilitado para este com-ponente central de la regulación públi-ca.

Como queda visto, el programa deprivatizaciones permitió una “progresi-va desvinculación estatal de las fun-ciones de planificación, de promociónde la inclusión social, de velar por laseguridad en las prestaciones y deprovisión de información, que llevan auna virtual desaparición del Estado nosólo como proveedor de merits goods(tarea propia de los esquemas de bie-nestar) sino como organizador del es-pacio público en el cual los agentesprivados asumen responsabilidades”.En síntesis, “el Estado ya no garanti-za el control de la calidad, ni el apro-visionamiento continuo y seguro, aunpara los que pueden pagar. Ni siquie-ra puede ejercer la acotada función de

22 Como efecto de este proceso, los grupos económicos locales de mayor envergadura (PérezCompanc, Techint, Astra/Repsol, Roggio, CEI Citicorp Holdings, Loma Negra, Macri y Soldati)asumieron participaciones y/o el control en una amplia gama de sectores, que se extiende des-de las concesiones de rutas nacionales y autopistas hasta las cadenas de gas y electricidad (tan-to aguas arriba como aguas abajo). En igual sentido, aunque analizado desde el punto de vistade algunos de los integrantes de los consorcios, TGS y TGN -por medio de firmas controladas-asumieron participaciones en todos los eslabones de la cadena gasífera, al igual que sucediócon Endesa en el sector eléctrico (Kozulj, 2000). Posteriormente, y siempre en el marco de lainacción oficial en materia de regulación antimonopólica, muchos de estos conglomerados sedesprendieron de buena parte de sus participaciones accionarias, gracias a lo cual pudieron rea-lizar cuantiosas ganancias patrimoniales (lo cual sugiere que su participación en el programa pri-vatizador respondió a una lógica financiera) (Basualdo y Nahón, 2004).

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poder de policía que propone el con-cepto restrictivo de servicio público[public utility]” (Felder et al, 1999: 23).

3.-Estado nuevo. La refor-mulación del débil y com-placiente Estado heredado

Una de las principales omisiones delproceso privatizador fue no haber di-señado -en forma previa ni posterior asu implementación- un esqueleto nor-mativo de carácter general y con com-petencia sobre la totalidad de servi-cios públicos sujetos a privatización.En su afán por el Estado “mínimo”, elprograma de privatizaciones arrasócon la “función de producción” del pro-pio Estado: la estructura normativa einstitucional necesaria para hacerfrente a sus -en este caso- nuevasresponsabilidades (Oszlak, 1997: 40).

Con el fin de restituirle al Estado al-gún papel en este complejo rompeca-bezas de la regulación y prestación deservicios esenciales emergen dos ac-ciones ineludibles. Por un lado, la fi-nalización de la revisión integral delos contratos de servicios públicos se-gún las disposiciones de la ley deEmergencia Pública y Reforma delRégimen Cambiario (25.561) y susmodificatorias. Por el otro, la sanción-por ley del Congreso de la Nación- deun régimen nacional de servicios pú-blicos y organismos reguladores.

Los efectos inmediatos de la crisis fi-nal de la convertibilidad fueron supe-rados sin que mediaran decisionesestructurales sobre el tipo de interven-

ción estatal deseable en materia deservicios públicos. Frente al margenque auguraba la ley de Emergenciaen materia de posibles reordenamien-tos en la relación Estado/empresasprestadoras/ciudadanía (arts. 8, 9 y10), a cuatro años de su sanción, elproceso de renegociación aún sigueabierto y su carácter integral (o re-re-gulatorio) no avanzó más que sobre lacuestión tarifaria. Sin embargo, en for-ma paralela a las renegociaciones encurso, el Poder Ejecutivo elevó a con-sideración del Congreso de la Naciónun proyecto de ley de Régimen Nacio-nal de Servicios Públicos que hasta elmomento no ha obtenido dictamen enninguna de las siete comisiones a lasque fue girado. Pese a esto, desde elmomento en que se hizo público, haconcitado un cúmulo de reaccionesadversas por parte de diversos inter-locutores: empresas prestadoras, susaccionistas y los gobiernos de los paí-ses de origen; el Banco Mundial, elFondo Monetario Internacional y unconjunto de think tanks o centros deestudio con sede en Buenos Aires(FIEL, CEMA, CEER -UADE y IE-RAL)23.

Sin detenerse a analizar las intencio-nes que motivaron al Ejecutivo a in-corporar en la agenda pública la crea-ción de un régimen de regulación deservicios públicos (¿voluntad sincerade cambiar el rumbo heredado o, porlo contrario, estrategia para saldar ensu favor la puja con los consorcios enel marco de la renegociación?) en loque sigue se presentan los elementoscentrales del proyecto oficial. Asimis-

23 El proyecto oficial se nutre de otro homólogo realizado desde el Área de Economía y Tecnolo-gía de la FLACSO - Sede Académica Argentina en el marco de un convenio de asesoramientoal Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios. A pedido del Poder Ejecuti-vo un equipo interdisciplinario de la FLACSO se abocó, durante el año 2003, a la redacción dedos proyectos de ley marco en materia de servicios públicos: Régimen Nacional de ServiciosPúblicos y Régimen Nacional de Organismos Reguladores de Servicios Públicos.

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23El desafío de los servicios públicos

mo, se recuperan algunos aspectosno contemplados que deberían serigualmente tenidos en cuenta si lo quese pretende es contribuir con la for-mulación de una propuesta integral deregulación pública.

3.1. Regulación económica:¿por qué y para qué?

La privatización o concesión del de-recho de explotación de los serviciospúblicos -es decir la separación de lasfunciones de operación de aquellasde regulación y control- de ningunamanera significa que deba simultá-neamente abandonarse toda preocu-pación estatal por la provisión de estetipo de servicios. Por lo contrario, elEstado mantiene para sí funciones“irrenunciables” (regulación) e inclusodebe asumir “nuevos papeles” (con-trol). A este efecto, se impone la crea-ción de nuevos organismos para ga-rantizar la regulación, la promoción yel control desde una perspectiva queno descuide -en aras de la prevalen-cia técnica- “aspectos sociales, eco-nómicos y jurídicos que en el flaman-te papel del Estado son tan importan-tes como en el anterior” (Melo, 1999:144; ILPES, 1999: 12)24.

Varios son los motivos que justificanasignarle al Estado un “papel espe-cial” en relación con los servicios pú-blicos de red (Melo, 1999: 136/7). Enprimer lugar, debido a que -por suefecto multiplicador- una prestación

deficiente puede poner en riesgo a losusuarios involucrados y a la sociedaden su conjunto (la interrupción del su-ministro de agua o telecomunicacio-nes por efecto del corte en el serviciode energía eléctrica, entre otros ejem-plos). En segundo lugar, la regulaciónpública se justifica en el hecho de quela explotación de este tipo de servi-cios se vale del usufructo de bienesde propiedad común, en muchos ca-sos, de carácter no renovable (como,por ejemplo, los recursos naturales-agua, petróleo, gas, etc.- o el espaciopúblico para la instalación de redes,postes, entre otros). Por último, pues-to que su prestación puede involucrardistorsiones del beneficio social, tantopor la presencia de externalidades im-portantes (afectación de la salud pú-blica y del medio ambiente, etc.) comopor las distorsiones de precios quepueden originar sus tendencias mo-nopólicas.

Ahora bien, ¿a qué debe orientarseeste “papel especial”? La regulacióndebe ser entendida “como una de lasformas de intervención estatal cuyofin es orientar la acción y decisionesde los agentes privados en beneficiode intereses sociales o colectivos”(Corrales, 1998: 356/57). En este sen-tido, el Estado debe procurar la pres-tación universal de los servicios enforma económica y tecnológicamenteeficiente, con el debido respeto de es-tándares de calidad, medioambienta-

24 Se incluye una digresión respecto de la especificidad del concepto de “regulación social” (Majo-ne y la Spina: 1993). Según sugieren los autores, la regulación económica actúa sobre la deter-minación de precios, la prevención del monopolio y el control de la calidad de la prestación (aquídefinidos como componentes activo y antimonopólico de la regulación). Asimismo, la regulaciónsocial -se supone- “tiende a corregir una amplia gama de efectos colaterales o características ex-ternas de las actividades económicas”, tales como la salud, el medio ambiente, la seguridad deltrabajador, los intereses de los consumidores y los derechos de ciudadanía. Sin embargo, ¿tie-ne la regulación social entidad propia? ¿Su escisión respecto de su par económica no es -másbien- una creación teórica con el fin de realzar un aspecto olvidado en los procesos de privatiza-ción de los países en desarrollo? ¿No es acaso la regulación económica, social por definición?

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les y de seguridad, para el usufructode usuarios y consumidores presen-tes y futuros. Para ello, el Estado asu-me esencialmente dos papeles distin-tos: el establecimiento de reglas y lafiscalización de su cumplimiento (IL-PES, 1999: 219).

La decisión de revertir la herenciaregulatoria del programa privatizadorpor medio de la sanción de una leymarco para la prestación de serviciospúblicos estaría orientada -justamen-te- a otorgarle contenido a la regula-ción económica. En este sentido, encaso de lograrse su aprobación parla-mentaria, se dejarían asentados prin-cipios generales de aplicación inter-sectorial para la prestación de servi-cios públicos en el país con indepen-dencia de su modalidad -pública, pri-vada o mixta-.

Este enfoque disiente del principiojurídico que sostiene la prevalencia dela ley especial (marcos regulatoriossectoriales) por sobre la general (Ré-gimen de Servicios Públicos, ley deDefensa de la Competencia y delConsumidor). Por lo contrario, se asu-me que la sanción de una ley marcoposibilita reunir en sí misma las venta-jas de la regulación por rama de acti-vidad (entes sectoriales) y de caráctergeneral (un solo superente que abar-que la regulación de la totalidad deservicios públicos). En este sentido,

“permite la especialización de los re-guladores y evita crear burocracias degran poder”, propiedad típica de la re-gulación sectorial; y, paralelamente,“minimiza el riesgo de incoherenciaen el proceso de regulación, lograeconomías de escala y reduce el ries-go de captura del ente regulador”,propia de la existencia de un único en-te de regulación intersectorial (Douro-jeanni y Jouravlev, 2003: 269)25.

3.2. Regulación económica:¿de qué se trata?

A continuación se revisan los princi-pales aspectos que deberían ser re-formulados, estén -o no- contempla-dos en el proyecto oficial remitido enagosto de 2003 al Congreso Nacio-nal26.

3.2.1. Noción de servicio públicoEn sentido inverso a la noción de pu-

blic utility adoptada por el programaprivatizador, un régimen de caráctergeneral debería recuperar la perspec-tiva francesa del service public (Cfr.página 127). Bajo este enfoque, “todaconcesión supone un privilegio en fa-vor del prestador” y, por consiguiente,sus alcances “deben ser interpretadoscon carácter restrictivo” (Cincunegui yGordillo, en Expresión de motivos: 5).Tanto es así que “el prestador no po-

25 Diversos países hacen descansar la regulación sectorial de servicios públicos sobre leyes de ca-rácter general, que actúan como principios de referencia (marco) para los respectivos sectores.Entre ellos: Brasil (ley 8.987 de 1995), Colombia (ley 142 de 1994), Costa Rica (ley 7.593 de1996), Italia (ley 481 de 1995) y Panamá (ley 26 de 1996).

26 En adelante, las referencias al proyecto oficial se consignarán bajo la forma: (número de artícu-lo, número de inciso). Cuando se remita a sus fundamentos: (Expresión de motivos: número defolio). Su articulado completo puede consultarse en el sitio oficial del Congreso de la Nación:www.hcdn.gov.ar , bajo el número de expediente: 0043-PE-04 del día 23/08/04. También seincluye como anexo de este artículo en www.iade.org.ar

27 En coincidencia con el proyecto del Ejecutivo se asume ineludible la determinación por ley del ca-rácter público de los servicios de infraestructura (35). Sin embargo, a diferencia de aquél, se re-comienda la inclusión en la ley marco de un listado exhaustivo de los servicios que en la actua-lidad deberían ser considerados públicos (según surge de la nota al pie 1).

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drá reclamar ni atribuirse ningún privi-legio, beneficio adicional o accesorioque no esté expresamente contem-plado en el pliego” (18).

Respecto de la modalidad de otorga-miento se considera ineludible la lici-tación pública28. A este efecto, el pro-yecto oficial contempla la incorpora-ción en los pliegos de plazos precisospara su finalización (7) y la respectivaimposibilidad de prórroga (13). Asi-mismo, como resultado del carácterpúblico de toda concesión, en caso decontroversia entre las partes, debepredominar el criterio fundante -y re-currentemente olvidado- de la regula-ción económica: la interpretación másfavorable a los intereses de usuarios yconsumidores (20, n y 3, ley 24.240).En igual sentido, la dilucidación deconflictos debe quedar sometida a la

jurisdicción y legislación nacionales(9, e) 29.

3.2.2. Diseño de los organismosreguladores30

Es forzoso -pese a su inviable re-troactividad- regular algunos aspectosque, si bien no tendrán aplicación in-mediata sobre los servicios públicosya privatizados, dejarán formalmenteregulados principios generales en lamateria. Entre ellos, la necesariacreación por ley nacional de todo nue-vo organismo regulador y el cumpli-miento de la correspondencia tempo-ral indicada en los “manuales privati-zadores”: diseño del marco regulato-rio sectorial, creación del ente regula-dor, armado de los pliegos licitatoriosy privatización (9, 34 y 35)31.

28 A este respecto, cabe marcar una disidencia con el proyecto oficial. Mientras que aquél contem-pla la delegación directa (esto es sin que medie la licitación pública) por parte del Poder Ejecuti-vo en personas jurídicas públicas o privadas con o sin fines de lucro (8), aquí se estima más ade-cuado limitar este tipo de delegación a cooperativas o personas jurídicas públicas o privadas pe-ro sin fines de lucro. En este sentido, se recomienda que la licitación pública sea el mecanismopor excelencia para el otorgamiento de concesiones, licencias o permisos en materia de serviciospúblicos.

29 La adscripción al criterio según el cual -en materia de servicios públicos- siempre debería primarel interés de usuarios y consumidores involucra un cambio sustancial en relación con las prácti-cas heredadas del programa privatizador. Igual meta persigue el sometimiento a la jurisdicciónnacional para la dilucidación de conflictos. Durante el período 1992/99, el país firmó 56 TratadosBilaterales para la Promoción y Protección de Inversiones Extranjeras (TBI), 47 de los cuales fue-ron aprobados por ley nacional. Su vigencia -que debería ser denunciada- equipara jurídicamen-te a los inversores privados (de los países signatarios) con la Argentina (como país soberano).De esta forma, expone al país a ser juzgado por Tribunales de jurisdicción internacional -como elCIADI y la UNCITRAL- para la resolución de diferendos o controversias con el capital privado.

30 El proyecto de Régimen Nacional de Servicios Públicos, tal como fue elevado por el Poder Eje-cutivo, concibe a los “organismos reguladores” en tanto meros “entes de control”. No se trata deuna simple diferencia de forma sino que implica su circunscripción a las funciones de control y fis-calización en reemplazo de aquellas de regulación. De esta forma, cuando (en lo que sigue) seremita al proyecto oficial no debe olvidarse que persiste la diferencia conceptual en términos delcarácter de control (Poder Ejecutivo) o de regulación y control (autora) de estos organismos. Asi-mismo, debido a que aún no se ha impulsado ningún proyecto para normar el funcionamiento delos entes reguladores es plausible suponer la intención oficial de limitar este aspecto central dela regulación (ni más ni menos que la autoridad que vela por el cumplimiento de la ley marco) alas estrechas prescripciones de los artículos 34 y 35 del Régimen de Servicios Públicos.

31 Respecto de los entes existentes -ya sea que hayan sido creados por decreto (CNC, CNRT,ETOSS, OCCOVI y ORSNA) o por ley (ENRE y ENARGAS)- se pregona su ratificación por leycon la correspondiente adaptación a las prescripciones del régimen nacional de aplicación gene-

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Entre los aspectos que involucran alos entes existentes, sus misiones yfunciones ameritan ser reformuladas.En este sentido, se sugiere asumir elcarácter no neutral del Estado -en es-te caso- por intermedio de sus orga-nismos de regulación y control (Ex-presión de motivos: 6). De esta forma,se espera que su misión sea protegerlos derechos del Estado nacional, delas provincias, de los usuarios y con-sumidores y de la sociedad en su con-junto; de forma tal que la prestaciónde los servicios coadyuve al desarro-llo económico nacional, a la innova-ción tecnológica y a la distribuciónequitativa del ingreso. Para ello, losorganismos deberían asumir funcio-nes administrativas y de gestión, re-gulatorias (reglamentarias), de fiscali-zación y control (investigativas y desolicitud de información), judiciales(de última instancia) y de defensa dela competencia (se volverá sobre esteasunto).

En el marco de tales funciones -deacuerdo con el proyecto oficial- los or-ganismos deben tener injerencia en laelaboración de pliegos (10) y en laevaluación de ofertas (11), en la inter-vención cautelar de los servicios (33),en el ajuste de tarifas (23), y en la ex-tinción de los contratos (27) y en suseventuales renegociaciones (24 y 26).

Más allá de estas tareas, en las que-de hecho- actúan como asesores pri-vilegiados del Poder Ejecutivo, los en-tes deben ser responsables de la sus-tanciación de audiencias públicas(obligatorias para ciertos temas -36-),de la aplicación de multas por incum-plimiento (31), de la recepción y trami-tación de reclamos de los usuariosante las empresas operadoras y/o losentes de control -26, e-), de garantizarel acceso público a la información so-bre la prestación de los servicios (20,c) y, por supuesto, de todas aquellasfunciones que impliquen el control delefectivo cumplimiento de la normativapor parte de los prestadores32.

Respecto de la estructura generaldel sistema de regulación, si bien sesugiere crear entes sectoriales (en lu-gar de un superente) se estima nece-sario establecer interdependencias ysólidas articulaciones entre los orga-nismos responsables de la regulaciónde sectores vinculados (tales comogas y electricidad) e -incluso- evaluarla viabilidad de crear una “ente regu-lador de la energía” (Azpiazu, 2002:300).

A diferencia de lo dispuesto por elproyecto del Ejecutivo (34 y 35), a losefectos de evitar la “cooptación bifron-te” de la que vienen siendo objeto losentes, debería garantizarse su autar-

ral que debería sancionarse. En este sentido, el proyecto oficial no es preciso, en tanto no es-pecifica si la mencionada ratificación por ley involucra a todos los entes existentes o solamentea los creados por ley (35).

32 El derecho de los usuarios de recurrir indistintamente a la empresa prestadora o al ente respec-tivo para la radicación de quejas, reclamos o denuncias, y la previsión de audiencias públicasobligatorias se convierten en dos elementos centrales para revertir su situación de desprotec-ción. La obligatoriedad de atravesar una instancia ante la empresa prestadora en forma previaa rubricar la demanda en el ente respectivo ha inhibido -se estima- las denuncias de los usua-rios. Asimismo, la libre voluntad que rige en materia de convocatoria a audiencias públicas enla mayoría de los sectores ha limitado enormemente las potencialidades de este instrumento.Pese a este antecedente, el proyecto oficial contempla que los entes de control convoquen -in-distintamente- a audiencias públicas o implementen “cualquier otro mecanismo que asegure laparticipación de los interesados”, lo que podría dar lugar a la utilización de mecanismos que ha-biliten menores márgenes de participación que aquellos que, al menos en teoría, garantizan lasaudiencias.

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quía financiera y autonomía funcional.En este aspecto, se estima funda-mental que los entes elaboren susrespectivos presupuestos (financia-dos por el Tesoro de la Nación) y nopuedan ser intervenidos por el PoderEjecutivo Nacional. En igual sentido,sus autoridades deberían ser elegidasconforme criterios de idoneidad e in-dependencia (respecto de los consor-cios operadores y del poder político)por medio de concursos públicos deoposición y antecedentes. Asimismo,sería aconsejable que sus Directoresgozaran de intangibilidad en las remu-neraciones y que actuasen como fun-cionarios públicos con dedicación ex-clusiva durante un período de no másde cuatro años, renovable por únicavez.

Al margen del diseño institucional delos organismos reguladores, la efecti-va defensa de usuarios y consumido-res requiere del cumplimiento de lasprescripciones de la Constitución Na-cional y de la ley de Defensa del Con-sumidor. En el primer sentido, se su-giere que los entes de regulación asu-man la responsabilidad por la protec-ción de los derechos de tercera gene-ración incorporados en la Constitu-ción reformada: salud, seguridad e in-tereses económicos; información ade-cuada y veraz; libertad de elección, ycondiciones de trato equitativo y digno

(art. 42). En relación con la ley de De-fensa del Consumidor, no sólo seaconseja su aplicación no supletoriasobre los servicios públicos (lo queimplica la necesaria modificación desu artículo 25) sino también su preva-lencia por sobre las disposiciones par-ticulares de la normativa sectorial.Asimismo, en caso de controversiaentre las disposiciones de la ley deDefensa del Consumidor y el Régi-men de Servicios Públicos o -incluso-los respectivos marcos regulatoriossectoriales se sugiere que prime entodos los casos “la interpretación másfavorable a usuarios y consumidores”que es, en definitiva, el criterio madrede todas estas normas33.

Respecto de la participación deusuarios y consumidores en los entesde regulación, debería asegurarse suinmediata inclusión en los Directoriosde los organismos, junto con la equi-valente intervención prevista constitu-cionalmente para las “provincias inte-resadas” (art. 42)34. Asimismo, con laintención de poner en ejecución lospostulados del artículo 14 bis de laConstitución Nacional, se adhiere a lapropuesta oficial de contemplar la par-ticipación de representantes de lostrabajadores en los organismos (34).

33 A diferencia de lo que aquí se propone, el proyecto oficial prescribe la aplicación supletoria de laley de Defensa del Consumidor respecto del Régimen de Servicios Públicos (38, 1). Esto fue así-se presupone- con el fin de garantizarle a los usuarios y consumidores -por medio de un “atajo”jurídico- las amplias protecciones del régimen marco y, simultáneamente, evitar la controversiarespecto de la aplicación supletoria de ley de Defensa del Consumidor sobre los servicios públi-cos.

34 Existe un debate irresuelto respecto de los alcances del artículo 42 de la Constitución cuando serefiere a “la necesaria participación de las asociaciones de consumidores y usuarios y de las pro-vincias interesadas en los organismos de control”. Sin embargo, cabe destacar que -según sedesprende del diario de sesiones de la Convención Constituyente de 1994- allí se impuso un “um-bral mínimo” a partir del cual el legislador puede definir el nivel de inserción. De esta forma, que-da habilitado para legislar en más -tal como aquí se propone- pero no en menos -como ocurreactualmente-.

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3.2.3. Regulación del componenteactivo

La determinación de nuevos criteriostarifarios es una de las piezas funda-mentales para redefinir la noción deservicio público heredada del vastoprograma privatizador de los años no-venta. En este sentido, el proyecto ofi-cial impulsa un sistema tarifario “justo,razonable y transparente” que, “en unmarco de sustentabilidad del servicio,minimice su costo total, contemple laequidad social, las prioridades encuanto al crecimiento sectorial y re-gional, la protección de la competen-cia y el desarrollo de la pequeña ymediana empresa” (5, i).

La exigencia de sustentabilidad pre-tende garantizar la continuidad delservicio y, simultáneamente, afirmarsu calidad, seguridad y prestación efi-ciente (21, a). A su vez, por medio delprincipio de justicia y razonabilidad delas tarifas se incorpora la noción deriesgo empresario. En este sentido,se pretende “ofrecer al prestador queobre en forma diligente y eficiente laoportunidad (no la garantía) de obte-ner un ingreso suficiente para satisfa-cer los costos directos e indirectos delservicio y la posibilidad de lograr unarentabilidad razonable sobre el capitalpropio invertido”. A los efectos de zan-jar toda duda respecto de los alcan-ces de esta “razonabilidad”, se explici-ta que debe entenderse como “aque-lla similar a la alcanzada, en condicio-nes operativas equiparables, en otrasactividades semejantes y de riesgo si-milar en el ámbito nacional e interna-cional” (21, b). Por último, cuando sealude a la transparencia del sistematarifario y se exige que contemple laequidad social y el crecimiento secto-rial y regional, se está adhiriendo alprecepto de que “la tarifa sea la míni-ma media posible y contemple su dis-

tribución entre usuarios y consumido-res de forma de alentar el desarrolloeconómico y la máxima equidad so-cial” (21, c). De esta forma, el sistematarifario propuesto -subsidios cruza-dos mediante- contempla el compo-nente de universalización necesariopara volver efectivo el precepto de“generalidad” del service public.

Frente a los niveles actuales de po-breza y marginalidad, la inclusión desubsidios cruzados en los diseños ta-rifarios puede no ser suficiente. Deesta manera, la previsión normativade una tarifa social (o “servicio solida-rio” en los términos del proyecto ofi-cial) para la prestación de los servi-cios públicos de primera necesidad(agua y saneamiento, electricidad,gas y servicio básico telefónico en al-gunas localidades) a usuarios resi-denciales de escasos recursos es ine-ludible. Al respecto, se propone el fi-nanciamiento compartido por parte delos restantes usuarios y consumido-res, el Estado nacional y las empre-sas prestadoras (22). Los alcances dela tarifa (en montos a pagar y cantida-des a percibir) y los eventuales bene-ficiarios deberían ser definidos por losrespectivos marcos regulatorios sec-toriales (y sus reglamentaciones).

Por último, en relación con el régi-men tarifario se impone -en función dela experiencia previa- su fijación enmoneda nacional (9, c), la prohibiciónde todo ajuste automático de las tari-fas (23) y, en los casos en que se con-sidere apropiada su modificación, laexpresa consideración de los “costosreales incurridos y previstos” y las “ta-sas de rentabilidad obtenidas y pro-gramadas sin utilizar en ningún casocomo elementos de juicio, índices aje-nos a la economía local” (23 y 26).

Existen diversos argumentos parajustificar la necesidad de complemen-

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tar la regulación de precios con la re-gulación de la calidad en servicios deinfraestructura. En primer lugar, pues-to que las posibilidades de competen-cia son limitadas, el prestador mono uoligopólico sujeto a una regulación deprecios siempre “tendrá incentivos pa-ra brindar un servicio de calidad infe-rior al nivel social óptimo correspon-diente al precio máximo establecido”.Tanto es así que la regulación de losprecios puede resultar ineficaz en ca-so de no ser complementada con unaregulación adecuada de la calidad es-perada de los servicios. Asimismo,frente a la presencia de asimetrías deinformación entre el regulador y elprestador, este último tendrá incenti-vos para bajar la calidad y, de estaforma, aplicar aumentos encubiertosde precios (Dourojeanni y Jouravlev,2003: 258/59). Pese a su relevancia,este tipo de regulación -por la presen-cia de especificidades sectoriales- nopuede ser incluida más que comoprincipio rector en una ley marco.Queda entonces bajo la responsabili-dad de las respectivas regulacionessectoriales la adopción de criterios es-pecíficos para el control de la calidady la determinación de los consiguien-tes indicadores.

Por último, cabe incorporar un co-mentario respecto del necesario dise-ño estratégico del plan de inversio-nes. Pese a la expansión mundial dela privatización, “continúa casi indis-cutida la visión de que las decisionesrelativas a la expansión de los siste-mas de energía, transportes, teleco-municaciones, agua y saneamiento

se deben tomar teniendo en cuenta suamplia repercusión económica y so-cial de mediano y largo plazos” (Born,1999: 25). Esto es así debido a la pre-sencia de importantes economías deescala, indivisibilidades y externalida-des, así como por los elevados reque-rimientos de inversión (con extensosperíodos de maduración) que caracte-rizan a la explotación de este tipo deservicios. De esta manera, es ineludi-ble restituirle al Estado Nacional sushistóricas atribuciones de planifica-ción en materia de infraestructura. Pa-ra ello, se recomienda que -por inter-medio de los organismos de regula-ción y control- se involucre directa-mente en la definición de las pautasde inversión de los servicios35.

3.2.4. Regulación del componenteantimonopólico

Los múltiples ejes a analizar en esteaspecto pueden subdividirse en dos:prescripciones que afectarían, en ma-yor medida, a las eventuales nuevaslicitaciones (aplicación de largo plazo)y aquellas que podrían comenzar autilizarse en las concesiones vigentes(aplicación de corto plazo).

En caso de que al término de las ac-tuales concesiones se optase por laprestación privada de servicios, lasnuevas licitaciones deberían contem-plar estructuras de prestación que-sujeto a las posibilidades técnicas yoperativas sectoriales- prevean la de-sintegración vertical y/u horizontal delos servicios; y excluyan las barrerasal ingreso en los concursos36. Asimis-

35 A los efectos del desarrollo económico nacional, el proyecto oficial incorpora no sólo la planifica-ción estatal de las inversiones (6) sino incluso la obligación de los prestadores de contribuir conla “formación de proveedores locales, otorgándoles apoyo a su perfeccionamiento tecnológico ypreferencias en sus compras” (16, g y 5, g).

36 Según surge del proyecto oficial, las principales consideraciones que deberían incluirse en lospliegos licitatorios son: la obligación del oferente/prestador de informar su composición acciona-

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mo, debería constar en los pliegos elderecho irrenunciable del Estado acontrolar la capacidad financiera y laestructura de propiedad de los postu-lantes e -incluso- de los consorciosganadores (9, g y 16, e, q y r). Por me-dio de estas prerrogativas se preten-de garantizar -hasta donde los aspec-tos formales lo permiten- la solvenciade los prestadores y, de esta manera,evitar que los consorcios operadoresdesarrollen prácticas lesivas de lacompetencia o modifiquen de hecho(mediante fusiones y/o adquisiciones)la estructura del mercado definidapreviamente a su privatización.

En relación con las concesiones vi-gentes, el aspecto de mayor enverga-dura es saldar la controversia respec-to de qué organismo -TNDC y/o entesde control sectoriales- debe asumir laresponsabilidad por el control antimo-nopolio en los servicios públicos de in-fraestructura. En este sentido, el pro-yecto oficial legisla su atribución com-plementaria (16, q y 16, r). Para com-pletar las consideraciones del Ejecuti-vo se propone exceptuar a los servi-cios públicos de la nómina comprendi-da en las prescripciones del artículo59 de la ley 25.156, mantener tal co-mo está su artículo 16 y explicitar entoda la normativa afectada la expresaatribución de los organismos de regu-lación en materia de defensa de lacompetencia. A los efectos de evitarque la corresponsabilidad (cuyo al-cance debería definirse en la regla-mentación) reproduzca las dificulta-des de coordinación previas o, inclu-so, genere nuevas desinteligenciasentre las agencias, se propone que el

TNDC sea la autoridad de aplicaciónprimaria y que los entes se constitu-yan en parte interesada cuando lamateria en cuestión sea de su compe-tencia sectorial. Para que esto sea po-sible, a más de seis años desde lapromulgación de la ley, es prioritariala definitiva conformación del TNDCen reemplazo de la Comisión Nacio-nal de Defensa de la Competenciaque, habiendo sido creada como au-toridad de aplicación de la normativaantimonopolio precedente (decretoley 22.262), permanece en funciones.

4.¿Quo Vadis?

La primera prórroga de la facultadque la ley de Emergencia 25.561 leotorgó al Poder Ejecutivo para rene-gociar contractos con las empresasprivatizadas de servicios públicos tu-vo lugar en octubre de 2003 (ley25.790). En ese momento, también seautorizó al Ejecutivo a firmar acuerdos“parciales o enmiendas transitorias delos contratos” e incluso se le otorgó laposibilidad de “incluir revisiones perió-dicas pautadas” y de “adecuar los pa-rámetros de calidad de los servicios”.Estas prerrogativas, no sólo limitaronel aspecto integral de la ley de Emer-gencia original sino que además indu-jeron a una especie de proceso de re-negociación permanente, tal como locertifica el escaso avance de las rene-gociaciones en curso y la reciente (di-ciembre de 2005) extensión de lasatribuciones presidenciales en estamateria.

Al margen de la necesaria finaliza-

ria y la de las sociedades controladas o vinculadas; de constituir sociedades jurídicamente inde-pendientes para desarrollar actividades diferentes al servicio objeto de la licitación; la obligato-riedad de que la casa matriz responda por los alcances de la propuesta formulada por el oferen-te y sus personas jurídicas; y la prohibición de transferir o ceder -total o parcialmente- el contra-to sin previa autorización del concedente o de revender las acciones en forma inmediata poste-rior (y por algún período a definir) al inicio de la concesión (9).

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31El desafío de los servicios públicos

ción de la emergencia en materia deservicios públicos, la sanción por leyde nuevos dispositivos normativosque reglen la prestación de los servi-cios de infraestructura es, sin lugar adudas, una de las principales tareaspendientes. En este sentido, no sólosería deseable que el gobierno nacio-nal impulsase el pronto tratamiento le-gislativo del proyecto de Régimen Na-cional de Servicios Públicos que -delo contrario- en agosto de 2006 perde-rá estado parlamentario; sino que -in-cluso- promoviese a su par comple-mentario: Régimen Nacional de Orga-nismos Reguladores de Servicios Pú-blicos.

Igual camino debería recorrer la am-plia mayoría de sectores que aún serige por marcos regulatorios definidospor decreto: agua y saneamiento, te-lecomunicaciones, ferrocarriles, con-cesiones viales, correo postal, aero-puertos, etc. Asimismo, es ineludible-tal como lo plantea el propio proyec-to oficial (40)- la pronta sanción de unrégimen nacional de hidrocarburos,capaz de velar por la explotación sus-tentable de las cuencas y la indepen-dencia energética. Hasta el momento,prima el statu quo. ¿Quo vadis?

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CarnesCarnes: ¿consumo: ¿consumoo exportación?*o exportación?*

Sector agropecuario I

Horac io Giber t i**

* Conferencia organizada por el IADE en el Centro Cultural de la Cooperación “FlorealGorini” el 10 de abril de 2006. Versión revisada por el autor.

** Ingeniero Agrónomo, profesor honorario de la Universidad de Buenos Aires, fue pre-sidente del INTA, secretario de Agricultura 1973-74 y presidente del IADE.

En la actualidad la oferta normal de ganado no alcanza a sa-tisfacer la demanda real, mucho menos la potencial. La dis-yuntiva es: se reduce el consumo para mantener la exporta-ción o se mantiene el consumo y se reduce la exportación. Pa-ra optar por alguna de estas variables hay que definir a quéobjetivo se apunta. Si entendemos que es necesario mantenerlas exportaciones, tenemos que reducir el consumo. Si nosparece fundamental alimentar a la población, tenemos que re-ducir la exportación.Entre el ganado y la carne hay una serie de actividades eco-

nómicas: ganadería, mercados de hacienda, frigoríficos, ven-ta minorista y consumidores.El expositor describe su operatoria y analiza cómo aumentar

la eficiencia de cada eslabón de la cadena para mejorar la ofer-ta en forma sistémica.Señala que es necesario un plan ganadero con objetivos cla-

ros, inserto en un plan nacional, con instrumentos acordescon estos objetivos y voluntad política para ponerlos en mar-cha.

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Vamos a conversar un poco so-bre este problema de la carne. Megustaría adelantar que la principaldeficiencia que tiene la acción ofi-cial en este momento es que seestán proponiendo instrumentossin pensar a qué objetivo se apun-ta. Lamentablemente no hay unplan nacional en el que esté inser-tado un proyecto ganadero. Aun-que se diga que algo se hizo o seintentó hacer, eso no disminuye laomisión.

Tiene que haber una planifica-ción con objetivos claros, que sedefinan según la orientación políti-ca del Gobierno; con instrumentosque apunten a esos objetivos, yvoluntad política para ponerlos enmarcha. La Argentina ha tenidouna enorme cantidad de planesde gobierno que no pasaron delpapel.

El consenso del cual tanto se ha-bla es un punto fundamental, perono con el enfoque de que hay quebuscar el consenso de las entida-des para hacer lo que ellas indi-quen. Un gobierno democráticono debe pedir permiso para go-bernar; debe gobernar, porque re-presenta a la mayoría, lo cual noimplica que no pueda consultar alas entidades, gremiales o no. Es-to no quiere decir que deba subor-dinarse a ellas ya que aunquesean sanas no dejan de contem-plar muy sectorialmente este pro-blema. Por eso insisto en que sedebe abordar la cuestión con unavisión global, no con aspectosparciales.

¿Cómo caracterizo desde elpunto de vista global la situaciónactual? Muy brevemente, diríaque la oferta normal de ganado noalcanza a satisfacer la demandareal, mucho menos la potencial,de ese ganado que después setransforma en carne. Esa deman-da se compone del consumo inter-no y la exportación. O se debe re-ducir el consumo interno y la ex-portación, o se reduce el consumopara mantener la exportación, ose mantiene el consumo y se re-duce la exportación. Para optarpor alguna de estas variables hayque definir a qué objetivo se apun-ta. Si entendemos que es necesa-rio mantener las exportaciones,tenemos que reducir el consumo.Si nos parece fundamental ali-mentar a la población, tenemosque reducir la exportación.

En rigor, no es la primera vezque en la Argentina se presentaeste problema. Históricamentehan ocurrido ciclos ganaderos; enunos sobraba carne y en otros fal-taba. En los períodos en que falta-ba se manifestaban más o menoslas mismas circunstancias actua-les, pero la situación era muy dis-tinta. En ese entonces las expor-taciones de carne representabanuna parte muy importante del totalde las exportaciones argentinas yel consumo interno era alto, quizámayor que el actual en cuanto alos valores por habitante, pero lamasa popular tenía un cierto po-der adquisitivo que le permitía, talvez protestando algo, comprar lacarne un poco más cara y seguir

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alimentándose. También se apli-caban medidas de gobierno paraque los precios no aumentarantanto.

Hoy la situación es inversa. La-mentablemente, las exportacionesde carne representan una porcióninsignificante del valor total de lasexportaciones. Suprimirlas o au-mentarlas un 30 ó un 40% no inci-diría mayormente en la balanzade pagos. Por otro lado, hoy tene-mos una gran masa de la pobla-ción con un poder adquisitivo muyreducido, con 13 millones de po-bres, lo cual es un escándalo yuna vergüenza. Si el precio de lacarne aumentara, esos 13 millo-nes tendrían más hambre queahora, y probablemente se incor-porarían uno o dos millones más ala pobreza. Por lo tanto, para míes clara la opción: es preferible fa-vorecer el consumo local, lo cualimplica disminuir o suprimir las ex-portaciones. De cualquier mane-ra, hay un problema muy serio,que anticipé: la oferta total de ga-nado no alcanza a satisfacer lademanda actual. Si esa demandatiende a crecer, porque mejora lasituación económica, habrá quepensar en que no basta con redu-cir las exportaciones sino que ha-brá que ver en qué medida se dis-minuye el consumo de carne. Ahípodemos pensar en una serie deopciones.

En esta primera parte quiero pre-sentar el problema, y luego verqué derivaciones tiene y cómo po-dríamos solucionarlo. Entre el ga-

nado y la carne hay una cadenade actividades económicas: la pri-mera de ellas es, desde luego, laganadería, que provee los anima-les que luego se transforman encarne. Como dije antes, la canti-dad de ganado que tienen los pro-ductores no alcanza a satisfacerlas necesidades de carne. Se ha-bla de que hay 200.000 ganade-ros, y que los precios no son ma-nejados por ellos sino por loscompradores de ganado. Esto esen parte cierto: hay 200.000 gana-deros, pero no todos ellos partici-pan de la misma forma dentro dela oferta. Posiblemente un 75%tiene unas pocas cabezas y nopuede, de ninguna forma, incidiren el precio. En cambio, un núme-ro pequeño puede incidir en elprecio, provocando una baja ouna suba en las cotizaciones.

Es necesario destacar que sepodrían bajar los precios si semandara más ganado al mercadoy se los haría subir si se retrajerasu envío. Eso es factible en un su-puesto de elevada concentración,pero es una medida de corto pla-zo; ningún ganadero puede man-tener indefinidamente el ganadoen el campo cuando su ciclo estáterminado, y tampoco puede man-dar ganado que no esté termina-do. Hay que tener presente queesas medidas no pueden soste-nerse más que unas pocas sema-nas.

Otro eslabón de esa cadena sonlos mercados de hacienda haciadonde se manda el ganado. El

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principal es el mercado de Liniers;también funciona el de Rosario,mucho más pequeño. En ambosse remata la hacienda y la com-pran los frigoríficos y matarifes.Los productores envían su gana-do, consignándolo a un agenteque lo vende por cuenta del pro-ductor, le cobra una comisión y letransfiere el precio neto. Estosconsignatarios son un núcleo nomuy grande, tienen bastante ca-pacidad financiera y pueden con-tribuir, influyendo sobre los gana-deros, a provocar situaciones demayor oferta o mayor demanda enel corto plazo. Este eslabón puedeactuar concertadamente con ungrupo de ganaderos. Si bien setoma el precio del mercado de Li-niers como referencia para el pre-cio del ganado, allí se comerciali-za sólo el 17% del total de anima-les vendidos en el país. Por otraparte, tanto el gobierno como laFederación Agraria Argentina hanobjetado su transparencia. Cabeseñalar que se acaba de prohibirlas llamadas “ventas al oído”, queeran transacciones directas encampos y establecimientos sin pa-sar por el remate, proceso queconspiraba contra la escenciamisma del mercado.

Otra parte de la cadena, quecontinúa el proceso económico,son los frigoríficos, que compranganado, lo transforman en carne yla venden. Si bien en los últimoslustros la industria frigorífica sedesconcentró bastante, todavíano lo hizo lo suficiente. Los frigorí-ficos pueden ejercer mayor pre-

sión, porque si quieren pagar me-nos pueden mantener esa políticapor largo tiempo. Compran el ani-mal en Liniers o directamente enlas estancias, un sistema que vie-ne de las épocas en que Lisandrode la Torre denunció los negocia-dos que se producían en esa eta-pa. Esas operaciones se hacencon los grandes ganaderos, por-que es un proceso costoso. El ga-nadero le comunica al frigoríficoque tiene tantos animales, el fri-gorífico manda un inspector querevisa la hacienda, la califica y lefija el precio. Todos esos gastos,que sólo se justifican cuando latropa ofrecida tiene un valor consi-derable, posibilidad de la que es-tán afuera los pequeños y los me-dianos ganaderos. Tiene la venta-ja de que el animal pierde menospeso y de que se eliminan las co-misiones del consignatario.

También se puede comprar elganado en los “remates-feria”,que son concentraciones de ga-nado que se realizan en instala-ciones especiales donde se los re-mata. La mención a la “feria” esun dato histórico, pues hace mu-cho tiempo en las ferias se ven-dían animales. Se ha conservadoel nombre pero es simplementeun remate de animales. Los pe-queños y medianos ganaderos lle-van allí sus animales, pues losgrandes se orientan a la venta di-recta.

Fuera de este circuito de los fri-goríficos operan los matarifes decampaña, que compran unas po-cas cabezas, las faenan y venden

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la carne en un lapso breve. Estono influye mayormente en el nivelgeneral de precios, por lo que novoy a analizar su funcionamiento.

Cuando Lisandro de la Torre de-nunció los acuerdos entre los fri-goríficos y los grandes ganaderos,los frigoríficos les pagaban en for-ma subrepticia un mayor precioque al resto de los ganaderos. Es-te acuerdo se traducía en que en-tre ambas partes orientaban la po-lítica como les parecía. Hoy, aun-que los frigoríficos están menosconcentrados, podrían intentaruna alianza de este tipo, pero losgrandes ganaderos no tienen elpoder de los años ‘30 ó ‘40. Enesa época, los grandes ganade-ros tenían un gran peso político yhoy no es que lo hayan perdidocompletamente, pero ya no con-servan el mismo poder de esosaños. Les pagaban una especiede “coima” para que ese gran ga-nadero volcara su peso político enlas medidas que querían los frigo-ríficos. Actualmente eso ocurre enmenor medida, porque, en primerlugar, los grandes ganaderos hanperdido poder político. Bastaríacon ver los gabinetes presidencia-les de hace treinta o cuarentaaños, en los que casi todos eransocios prominentes de la Socie-dad Rural Argentina, y comparar-los con los actuales, en los que di-fícilmente se encuentren figurasde esa entidad.

Los grandes ganaderos se hanimbricado con el sector financieroy las grandes firmas industriales.

Por eso no manifiestan tanto entu-siasmo por ciertas políticas gana-deras que pueden perjudicar asus otros intereses. Los frigorífi-cos tienen hoy menos posibilida-des de pagar subrepticiamentemás a unos que a otros, porquehay una tipificación hecha por ins-pectores oficiales y la categoríadel ganado no la fijan los frigorífi-cos sino los inspectores. La ma-niobra de los frigoríficos era califi-car, por sus inspectores, el gana-do que les ofrecían como si fuerade primera calidad, y no lo era.Esto sucedió en el caso del minis-tro de Agricultura denunciado porDe la Torre. A la inversa, cuandose trataba de un ganadero media-no o pequeño, la calificación eraen perjuicio de éstos. Esto permi-tía pagar un sobreprecio a los ga-naderos más poderosos. Esta po-sibilidad puede subsistir, pero noen la medida anterior.

Los frigoríficos venden la carnepara el consumo interno o la ex-portación. Algunos frigoríficos seespecializan en la exportación yotros son los que se orientan casiexclusivamente al mercado inter-no, que son los llamados “consu-meros”, que prácticamente novenden para exportación. Los fri-goríficos que privilegian la expor-tación no por eso dejan de venderen el mercado interno, pero elgrueso de su actividad se vuelcahacia las exportaciones.

Luego viene la etapa de la ventaminorista. Por un lado, los super-mercados concentran un parte im-

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portante y pueden fijar precios;por otro, los carniceros que no tie-nen el mismo poder.

Como punto final de esta cadenaestán los consumidores. Losconsumidores son receptores deprecios; evidentemente no los fi-jan. Pero la propaganda de la po-lítica liberal dice que el consumi-dor fija el precio, porque si nocompra lo hace bajar. Esto no de-ja de ser una falacia; algunosgrandes consumidores puedencomprar mucho más si les convie-nen los precios o dejar de comprarcuando suben. Pero es evidenteque los pequeños consumidores,que compran uno kilo o dos decarne por semana, muy poco pue-den hacer para influir sobre losprecios aisladamente, aunque sise agruparan podrían ejercer uncontrol sobre dichos precios. Enese sentido existen algunas aso-ciaciones de consumidores, perolamentablemente, sólo piensan enel menor precio sin analizar la ra-cionalidad de los procesos de co-mercialización. Los sindicatos, sibien no tienen como objetivo prin-cipal defender al consumidor, lohacen como objetivo social, y qui-zá ese conjunto sindical podríapesar más que algunas asociacio-nes aisladas de consumidores.Sin embargo, a veces un enfoqueparcializado de estas entidadespuede llevar a relegar la necesi-dad de defensa de los consumido-res. A modo de ejemplo, en unaaudición televisiva un dirigenteobrero de la carne se opuso a limi-tar las exportaciones porque, en

su opinión, ello podría provocar lacesantía de 10.000 obreros. Pare-ce excesiva la cifra, pues según elCenso Industrial toda la industriafrigorífica, tanto la destinada alconsumo como a las exportacio-nes, ocupa 26.000 obreros; aunadmitiéndola puede preguntarsesi es mejor subsidiar a 10.000obreros o aumentar el hambre de13 millones de pobres.

Tradicionalmente se ha pensadoque para hacer una política decarnes hay que invitar a las aso-ciaciones de ganaderos. Luego sepensó en agregar a los frigorífi-cos, pero nunca en que en unamesa de negociaciones deben es-tar los consumidores para haceroír su voz. Casi todos los intentosde reunir en una mesa a los gana-deros para fijar políticas sectoria-les han apuntado más a aumentarlos precios que a disminuirlos.

¿Cuáles son las deficiencias fun-damentales del sector ganadero yen qué medida se puede mejorarsu situación? Anticipemos que es-ta situación de una oferta que noalcanza para cubrir la demanda severá agravada si no iniciamos unapolítica de desarrollo ganadero.En el corto plazo, hay que estable-cer una política de estímulo a laganadería, lo que implica que losganaderos van a retener una grancantidad de hembras, que antesmandaban a faena, para aumen-tar la cantidad de vacas y teneruna mayor producción de terne-ros. Después de ese primer perío-do de retracción, habrá una ex-

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pansión de la oferta, Se está enfa-tizando la necesidad de bajar losprecios, pero no se habla en lamisma medida de disminuir loscostos y lograr mayor rentabilidad,aun con precios menores que losvigentes. Vamos a ver las fallasestructurales que tienen los distin-tos miembros de la cadena antesdescripta. En primer término estánlos ganaderos. ¿Podría mejorarsela cantidad de ganado ofrecido enun lapso relativamente corto me-diante medidas que puedan con-trabalancear esa retención del ga-nado que hace el ganadero cuan-do se lo estimula para producir?En la Argentina, el porcentaje deparición es del 65%, es decir quepor cada 100 vacas nacen 65 ter-neros. 35 vacas han estado co-miendo pasto y no han servido co-mo instrumentos de producción.Australia, que tiene condicionesmucho menos favorables, tiene unporcentaje de parición de alrede-dor del 75%. Mejorar el porcentajede parición puede ser una políticade corto plazo, con un buen pro-grama de inseminación artificial,que implica ciertos cambios técni-cos y en la estructura de produc-ción. Eso implica, en un muy cortoplazo y ya con miras a que sea du-radero, aumentar la producción,porque con la misma cantidad devacas se produciría mayor canti-dad de terneros. Es lo mismo quesi en una fábrica, con la mismamáquina y la misma materia pri-ma, se pudiera producir más. Evi-dentemente, ese aumento de laeficiencia tiene que repercutir en

la disminución de costos, de ma-nera que podría ser rentable loque ahora no lo es, o se podríaaumentar la rentabilidad con losmismos precios.

Otro de los problemas que afec-tan a la ganadería y que no dejade estar vinculado con el porcen-taje de parición es la sanidad ani-mal, que si bien ha mejorado mu-cho todavía tiene fallas. Todos te-nemos presente el problema de laaftosa, pero hay otro del que no sehabla tanto, que es el de la bruce-losis, causante de aborto en lasvacas y que es uno de los factoresque puede incidir en el porcentajede parición. Es decir que la sani-dad del ganado interesa muchopara lograr una mayor eficiencia.

También es importante la cues-tión de las pasturas, porque per-miten el crecimiento de los anima-les y el mantenimiento de su vigor.Tanto las pasturas como la sani-dad están muy vinculadas con elporcentaje de parición, porqueuna vaca que tiene hambre no en-tra en celo y no sirve como ele-mento reproductor. Para estarbien alimentada necesita una ade-cuada provisión de pasto. Una delas ventajas de la Argentina esque los animales pueden vivir acampo abierto todo el año y co-men pasto, lo que hace más bara-ta la producción, frente a lo queles pasa a otros países que tienenque concentrarlos en corrales e in-cluso en establos, y darles alimen-tación artificial. Esto le da al paísotra ventaja, porque un animal

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que camina y consume energíasproduce carne con mejor sabor,menos colesterol y otros factoresnegativos que otros que están in-movilizados. Es lo mismo que nospasa a nosotros cuando el médiconos dice que salgamos a caminarpara mejorar nuestra salud.

Dentro de la ganadería tenemosesas posibilidades de aumentar laproducción y mejorar la eficiencia,lo cual implica que con los preciosactuales o incluso menores, losganaderos tendrían una rentabili-dad adecuada. Los ganaderossiempre se quejan de que no tie-nen rentabilidad; la clase tradicio-nal de ganaderos, y en general losproductores agropecuarios, creenque producen sacrificándose enbien del país. Para ellos el con-cepto de lucro parecería no existir,pero en una economía capitalistael lucro es importante, porquemueve la economía. El problemaes cuando el lucro es excesivo. Sepuede mantener la rentabilidadsin que el lucro sea excesivo; des-de luego a quienes defienden sunivel de lucro no les importa loque suceda con los consumido-res, sobre todo cuando el modeloen el que piensan es la Argentinaagroexportadora en la que, si losconsumidores locales no com-pran, es mejor porque aumentanlos saldos exportables.

Los consignatarios mantienenahora las mismas comisiones queantes, sin tomar en cuenta quedisponen en la actualidad de ins-trumentos electrónicos para reali-

zar trabajos que antes se hacíanen forma casi totalmente manual.

El sector frigorífico, por su parte,también podría mejorar su eficien-cia. Si bien lo ha hecho, especial-mente en cuanto a las condicio-nes sanitarias, todavía podría te-ner una cantidad apreciable demejoras que permitirían producirmás a un costo menor. El preciode la media res, lo que se llama la“carne limpia” -lo que nosotros ve-mos colgado en la carnicería- esel resultado de faenar el animalque come pasto en el campo. Elfrigorífico compra el ganado, lomata no siempre con medios muycompasivos, le saca el cuero, divi-de la res en dos partes y saca lasentrañas y los órganos internos,que son los subproductos. El res-to se aprovecha todo, pero ahí es-tá la clave del proceso. El preciode la res es más alto que el que sepaga por la cabeza de ganado,que es lo contrario a lo que pasaen los países más desarrollados,donde el precio de la cabeza esmayor que el de la media res. Es-to se debe a un buen aprovecha-miento de los subproductos, me-diante dos vías: el aprovecha-miento en sí y su comercializaciónadecuada. Algunos son muy valio-sos y a veces se desperdician, co-mo la sangre, que se puede usarcomo elemento medicinal y enotras aplicaciones. En este aspec-to de la mejora de la eficiencia,también los frigoríficos podríancontribuir a bajar el precio sinafectar la rentabilidad.

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Hemos visto las formas de au-mentar la rentabilidad en el sectorproductor y en el frigorífico. Vea-mos ahora la venta minorista.¿Qué ocurre en la actualidad? Aun carnicero de Barrio Norte, quecompra tres medias reses, le em-piezan a sobrar los cortes baratosy a faltar el lomo. Él tendría quecomprar la cantidad de reses sufi-cientes para abastecer la deman-da de lomo, pero le van a sobrarlos cortes de menor precio. El car-nicero de Barracas, por ejemplo,no sabe muchas veces qué hacercon el lomo. La venta de carnetrozada permitiría cambiar esa si-tuación, porque no obligaría acomprar reses, pero exige rompercon la estructura actual. Yo recor-daba la campaña “Corte por lo sa-no”, en la que se proponía reem-plazar la venta en reses por carneen cortes, que empezó con mu-cho vigor, pero que se interrumpiócuando encontró la resistencia defuertes sectores que se oponían aese concepto.

¿Qué puede hacer el consumi-dor? Como decía hace un rato, siquiere tener influencia debe unir-se, porque los millones de consu-midores, actuando separadamen-te, jamás van a conseguir una mí-nima disminución. No es fácil lo-grar ese asociativismo, pero nodebería dejar de promoverse, co-mo parte de una actividad ciuda-dana.

En definitiva, creo que el proble-ma ganadero no puede resolver-se si se discute solamente la

cuestión de los precios, sino quehay que analizar los factores quecontribuyen a formar ese precio yen qué medida la estructura eco-nómica actual de toda la cadenaproductiva es eficiente o no. To-das estas medidas que describí,que son sólo las fundamentales,parecen muy sencillas y verdade-ramente lo son. Sin embargo, pa-ra realizarlas hay que vencer inte-reses creados muy fuertes. Nobasta con aumentar el porcentajede parición, sino que hay que es-tablecer un buen servicio de ase-soramiento a los productores enmateria de inseminación. De otraforma, la política ayudaría a laconcentración, porque los queaprovecharían mejor esos estí-mulos a la inseminación seríanlos grandes establecimientos. Miinsistencia en cuanto al progresotécnico es algo dirigido a mejorarlas condiciones de producción sinperjudicar a los consumidores ni alos productores. Pretender quelos productores reciban muchomenos de lo razonable es imposi-ble y no ayudaría a un programade expansión ganadera, y pensarque los consumidores tienen quesoportar un precio mucho más al-to es un suicidio nacional. De ahími preocupación por estos dospuntos.

Si bien estas medidas son técni-camente sencillas, a veces seexagera su complejidad para noadoptarlas. El problema es quehay que romper los interesescreados y ahí surgen las grandes

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resistencias. Como mencioné an-teriormente, hace unos años sepromovía una campaña que de-cía: “Corte por lo sano”, que con-sistía en dejar de comercializar lacarne en medias reses y que sevendiera directamente en trozos,por ejemplo, un bife envasado, otodo el lomo junto, que luego elcarnicero fraccionaría. Este es unproblema serio, porque los carni-ceros son pequeños y medianosempresarios que pueden llegar adesaparecer si se empieza a apli-car una medida de venta fraccio-nada. Buena parte de su trabajono se justificaría. Actualmente uncarnicero es un obrero de alta es-pecialización, porque trozar el ani-mal no es fácil. Cuando vemos alcarnicero trabajando nos pareceque hace algo sencillo, pero siqueremos hacerlo nosotros noscortamos los dedos en vez de cor-tar la carne.

El carnicero compra las mediasreses y troza el animal, vendiendoluego la carne. Como su capaci-dad de troceo no es grande, ten-drá que limitarse a trabajar unaspocas reses y su margen de ga-nancia como empresario tieneque ser alto. La carnicería tieneque cambiar, pero no podemosdejar a los carniceros en la calle.Habría que pensar un programade unificación de las carnicerías,que los carniceros formen coope-rativas para trozar el animal, y lue-go lo vendan en cada negocio.Son medidas que aumentarían laeficiencia y se mantendría el obje-tivo de vender la carne más bara-

ta, asegurando a cada uno de losintegrantes de esa cadena unarentabilidad razonable.

He sido lo más sintético posible yprácticamente no he recurrido acifras, para que fuera menos en-gorrosa para ustedes esta charla,pero me parece muy interesantedarles la posibilidad de ampliar losconceptos en la medida de lo po-sible, incluyendo otros a los quetal vez no me haya referido. Todolo que señalé está apoyado sobrelas estadísticas, porque una demis obsesiones son los números.Lo que he mencionado son con-ceptos que tienen como base lasestadísticas pertinentes.

En definitiva, este problema de lacarne no deja de ser uno de lostantos problemas sociales, que sepueden resolver con fuerza políti-ca. El Gobierno tendría que tenerclaridad de objetivos, la voluntadde mejorar las deficiencias queese programa muestre y la fuerzapolítica para realizarlo. Hasta aho-ra, los gobiernos que he visto nohan tenido claridad en los objeti-vos o no han tenido la decisión deimplementar un plan ganadero, osi lo hicieron tuvieron problemaspor falta de fuerza política. Allí es-tá el círculo vicioso de la fuerzapolítica: no se animan a tomar me-didas populares porque no tienenfuerza política, y no tienen fuerzapolítica porque no se animan a to-mar medidas populares.

El logro de estos objetivos, queno es fácil si no está la decisiónpolítica y el apoyo popular, sería

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mucho más fácil si la masa deconsumidores interviene en la po-lítica en general, no sólo cuandola carne se encarece, sino en todoel marco de la política económica,

porque la ganadería no es másque una de las partes de la econo-mía. Me gustaría que ahora tuvié-ramos un intercambio de ideas.

Preguntas de los asistentes

P.: ¿Es posible establecer una rotación entre la ganadería y la produc-ción de granos? ¿Qué incidencia tiene la cuota Hilton en la actividad delos frigoríficos?

Giberti: Sobre la primera pregunta, desde hace varios años las exis-tencias de ganado no aumentan. Eso es uno de los factores que contri-buyen al problema presente. Por lo tanto, es casi imprescindible que laganadería crezca. Una de las formas sería establecer un buen progra-ma ganadero con un servicio oficial que apoyara a los pequeños y me-dianos productores, para que no se tendiera a una concentración engrandes explotaciones. También es importante el fomento del crédito,pero no para comprar diez o doscientas vacas, sino para cumplir unplan de explotación de mediano plazo, por lo menos de cuatro o cincoaños. En ese plan de explotación, el crédito no sería para la ganaderíaexclusivamente sino para toda la explotación agrícola-ganadera, dentrode la cual es necesaria una rotación racional entre la ganadería y laagricultura para mantener la fertilidad del suelo. De esta manera se po-dría contrarrestar la tan dañina concentración de la producción de gra-nos alrededor de la soja, que crea una fuerte debilidad política, técnicay económica. Si bajara el precio de la soja, como la mayor parte de laactividad gira en torno de ella, sería un desastre. Si se produce una en-fermedad de las plantas, que se expande rápidamente, la disminuciónde la producción y de los ingresos de los chacareros sería drástica, por-que casi todos ellos se han volcado hacia la soja.

¿Por qué se ha desarrollado tanto la soja? Porque comparativamentetiene una rentabilidad mayor que la ganadería u otros cultivos. No esque la soja sea un fantasma terrible, sino que se ha descuidado la ren-tabilidad de los otros factores y, como ya mencioné, al no mejorar la efi-ciencia ganadera no pudo mejorar su rentabilidad y entonces muchosganaderos se volcaron hacia la soja. La explotación de la soja estáafectando la fertilidad del suelo, porque no hay rotaciones, y crea esadebilidad estructural que señalaba.

La cuota Hilton es fijada por la Unión Europea, que establece para dis-tintos países la cantidad de carne que va a comprar. La cuota Hilton quele corresponde a la Argentina es relativamente reducida y lamentable-

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mente no se puede expandir más, en parte por falta de oferta. Es carneque se paga bastante más que el tipo corriente de exportación, porquetiene muchas más exigencias productivas. Uno de los problemas de lacuota Hilton es cómo se distribuye, entre cuántos frigoríficos y qué vo-lumen para cada uno. Si bien el gobierno adoptó ciertos criterios paradistribuirla entre los distintos frigoríficos, no siempre han sido razona-bles y más de una vez se favoreció a los grandes en desmedro de losmedianos. Sería muy bueno que pudiera aumentarse el cupo de la cuo-ta Hilton, pero lamentablemente no es posible en este momento por laescasez de oferta. Pero debemos tratar de mantenerla, porque si no lavamos a perder. Esa distribución que hace la Unión Europea es en fun-ción de sus necesidades de carne y se toma como parámetro tambiénla seguridad de ese abastecimiento. Si falla uno de los exportadores,entraría en una lista negra.

P.: Quería preguntarle si esa asociación de los consumidores puedeser alentada desde el Gobierno, como parece insinuar el Presidente.¿Cómo se puede articular ese llamado a no consumir carne con algúnintento de asociación entre consumidores?

Giberti: No forzosamente tiene que incitar a ello el Presidente, pero sinduda la figura presidencial pesa. Me parece muy bien despertar en losconsumidores esa conciencia de no comprar carne si está cara, y bus-car sustitutos. Desde luego que hay que asegurar la provisión suficien-te de los sustitutos más baratos que la carne. Decir que se puede recu-rrir al pescado es en muchos casos un chiste malo, porque el pescadoes más caro que la carne, pero sí se puede recurrir al pollo o a las le-guminosas, que son muy ricas en proteínas. Hay que asegurar en esecaso que no surja un precio especulativo de esos sustitutos, porque alhaber más demanda puede aumentarse el precio sin razón. Actualmen-te el pollo cuesta bastante menos que la carne vacuna, y es cada vezmás creciente su consumo. Cuando yo era chico comíamos pollo una odos veces por año. A mí me daban pollo si estaba enfermo, el primerdía de la convalecencia. Hoy se consume más pollo y eso permite con-sumir menos carne vacuna.

Me parece bien entonces una campaña para reorientar el consumo,pero sería mucho mejor que eso sucediera en un marco de asociativis-mo de los consumidores. Ahí hay todo un proceso político: si la genteno participa en política, tampoco participa en otros aspectos de la vida.Oigo con frecuencia a las amas de casa quejarse del aumento de pre-cios, pero no dejan de comprar, salvo que “no les dé más el cuero”.

P.: Uno de los argumentos que utilizan los ganaderos últimamente pa-ra fundamentar su eficiencia es que si bien mantienen su stock desdehace bastante tiempo, lo hacen en una superficie mucho menor, porque

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la agricultura, principalmente la soja, le quitó seis o siete millones dehectáreas a la ganadería. ¿Cuál es, según su impresión, la veracidadde este argumento? Por otro lado, ¿qué incidencia cree que tiene en lacadena de valor de la carne el peso del supermercadismo, en cuanto asu posibilidad de presionar sobre los precios?

Giberti: El supermercadismo es un factor muy importante en el consu-mo, porque sí tiene poder de fijar precios. El supermercado compra unacantidad tal de carne que le permite hacerlo directamente al frigorífico,y puede venderla al precio que le parezca, posibilidad que no tiene elcarnicero de barrio. Teóricamente –y espero que no se cumpla en lapráctica- una asociación de supermercados, grandes frigoríficos y gran-des ganaderos podría perturbar seriamente el mercado, en el sentido dellevar el precio a cifras no razonables, aprovechando las posibilidadesde la exportación. No les importaría entonces que disminuyera el con-sumo.

Sobre la primera pregunta, como de costumbre los argumentos son enparte ciertos y en parte falsos. Es cierto que hay menos superficie parala ganadería, pero no sólo por el desplazamiento hacia la soja; tambiéndisminuyó la cantidad de cabezas. Lógicamente, la ganadería ocupaentonces menos superficie. Indudablemente el alto precio de la soja hainducido a muchos ganaderos que tienen campos grandes a volcarsehacia ésta, pero el ganadero que tiene un campo de baja calidad nopuede dedicarse a la soja, sino que tiene que seguir produciendo gana-do. En cambio, el invernador tiene muchas posibilidades de sustitución,y por eso ha dedicado la mayor superficie posible a la soja y ha concen-trado el ganado en una superficie menor. En cierta manera eso implicaun progreso técnico, porque con menos superficie se puede mantenerla misma cantidad de ganado.

P.: Quiero hacer un comentario y luego escuchar su opinión. Un factorcontra el que me tocó pelear está vinculado con una cuestión cultural delos productores. Trabajo en el partido de Pergamino, que se puede verdesde otras zonas como una región puramente agrícola, pero de300.000 hectáreas que tiene el partido hay un 10% de bajos. Yo queríatrabajar en la ganadería y me enfrenté con la comodidad; mucha gentehacía otras actividades porque resultaba muy cómodo, entre ellas laproducción de soja, ni siquiera se reemplazaba una actividad por otra.Uno suele ver en los campos de pequeños y medianos productores pe-queños lotes de 50 ó 60 hectáreas, pegados al arroyo, donde no puedesembrarse soja pero donde podría haber 50 ó 60 vacas. Tampoco po-nen las vacas, porque habría que estar todo el día con la jeringa. Parti-cularmente me tocó luchar con esa cuestión –hace diez años que ejer-zo la profesión- que se relaciona con esto que estamos conversando.

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Giberti: A todos nos gusta ganar más trabajando menos, y eso es res-petable. A lo mejor es uno de los factores que estimulan el progreso: có-mo ganar más trabajando igual, o menos. Efectivamente, la situaciónque usted narra es cierta, y me toca un poco el corazón, porque el gru-po GREA, que dirijo, hace años que está estudiando la economía dePergamino. Agronómicamente es muy interesante Pergamino, porquees una zona que tiene aptitud para muchas actividades. Allí se encuen-tran los mejores campos para el maíz y ahora para la soja, aunque si elprecio del ganado aumentara exorbitantemente podrían dedicarse a suexplotación o a la de las hortalizas, si fuera el caso. Como mencionabahace un rato, en otros lugares no hay otra posibilidad que hacer cría.Nuestro interés por el partido de Pergamino está en que, al tener todasesas posibilidades, refleja el resultado de la situación económica. Siaparece un cultivo como la soja, que asegura una buena rentabilidad,Pergamino lo adopta, y tendrá menos ganado. Cuando yo me recibí,Pergamino era una región maicera, pero había estancieros que se de-dicaban al ganado. Ahora esos mismos tienen menos ganado, por efec-to de la soja, que también ha reemplazado en gran medida al maíz, pe-ro técnicamente pueden llegar a aprovecharse los campos bajos, que aveces se los considera no utilizables. En el caso de Pergamino, es unazona muy buena y con pocos campos bajos, como usted lo señaló, pe-ro en el orden nacional ese concepto podría servir bastante.

Yo mencionaba el tema del crédito, y este sería un ejemplo concreto.Se podría otorgar un crédito sujeto a un programa de explotación en elque entraran obligatoriamente la ganadería y la agricultura: la ganade-ría, mejor que la actual, y la agricultura -sin ser mala, sino todo lo con-trario- menos expoliativa del suelo.

P.: En la provincia de Buenos Aires ha comenzado a proliferar, encampos de pocas hectáreas, la cría de animales que no se mueven, alque alimentan como si fueran pollos, con maíz fundamentalmente. Apa-rentemente les da resultado, aunque usted decía que la carne tiene máscolesterol, lo que es malo. ¿Eso podría extenderse en el futuro?

Giberti: En los últimos años se ha desarrollado bastante lo que muchagente llama feed-lot, y que yo, como soy un indígena apegado a mi cul-tura, llamo “engorde a corral”; en vez de tener los animales en grandeslotes, se los encierra en corrales pequeños, se les pone un bebedero ytodos los días se les distribuye el alimento. Esa forma de producción essimilar a la que se da en zonas donde el invierno no permite la vida delos animales en pastoreo. La carne producida con esta técnica tienemás grasa que lo necesario, más colesterol y el sabor es distinto. Unade las razones por la que nuestra carne tiene buen sabor es por la ali-mentación a campo, que es más diversificada; en los corrales al animal

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se le da predominantemente maíz para su alimentación. Eso se ha de-sarrollado, y creo que hay que procurar que no avance más, y que de-saparezca. La Argentina tiene posibilidades excepcionales para produ-cir ganado con engorde natural, y no en corrales, y tiene que aprove-charlas, porque puede ofrecer carne de mucho mejor sabor que la car-ne de corral. Es claro que muchas veces una propaganda desarrolla unconsumo insano. Yo asistí al lanzamiento del consumo de Coca-Cola enla Argentina, y a ninguno de los muchachos que en esa época la proba-mos nos gustó, pero hubo tanta propaganda que si uno no la tomabaera casi un extraterrestre. Se está insistiendo tanto en las bondades deese engorde a corral -no sé por qué razón- pero aunque circunstancial-mente fuera económicamente rentable, desde un punto de vista nacio-nal no conviene alentarlo, y vuelvo a la cuestión del crédito: ese créditoplanificado del que les hablaba debería tener como condición que no sehiciera el engorde a corral, y que se siguiera una ganadería más racio-nal, con pastoreo, con una rotación adecuada con la soja.

P.: De acuerdo con lo que ha trascendido en relación con el acuerdode precios, éste es únicamente sobre novillo. Por otro lado, he leído queel 30% del total de la hacienda que se faena corresponde a novillos. Deese 30% únicamente la mitad de los cortes estarían controlados, con locual estaríamos hablando de un 15% de la faena total. Con ese esce-nario, ¿usted le asigna algún valor a este acuerdo de precios? Usted es-tuvo en el ´73 y ´74 con Gelbard.

Giberti: Es un problema complejo. Lo que ocurre es que hay demasia-dos intereses en juego en esta situación. La idea esencial sería que seles venda a los supermercados y a los carniceros la carne en cortes yno en reses enteras.

P.: Agrego a su comentario que hoy los cortes populares son más ca-ros en Barracas que en Recoleta, y, a la inversa, en Recoleta es máscaro el lomo, pero los cortes populares los “regalan”.

Giberti: Es la consecuencia de la venta por medias reses: en un ladoles sobran algunos cortes y en otros esos mismos cortes faltan. Esa de-ficiencia se compensa en parte por los que llaman “lomeros”. Los “lome-ros” son intermediarios que compran lomo en las carnicerías de Barra-cas y lo venden en las de Barrio Norte. En cierta forma eso compensalas desventajas que tiene la venta por medias reses, pero no deja de seruna intermediación que influye en los precios. Sería preferible que elcarnicero comprara la carne que quisiera y no la que le impone la me-dia res.

Había dicho que no se puede satisfacer el consumo local, actual y po-tencial, y tampoco se puede satisfacer la demanda de exportación. Enalguna forma hay que regular el mercado. Un liberal lo solucionaría con

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una absoluta libertad de precios y finalmente los pobres serían más po-bres y estarían peor alimentados, y los ricos tendrían acceso a la carne.Habría mucha más carne para exportar. No es el enfoque adecuado ami criterio. Si no dejamos la solución del problema en manos del mer-cado, como proponen los liberales, tenemos que regular ciertas activi-dades. Me parece bien que el Estado haya desarrollado el sistema depermisos de exportación, que no son, como dicen ciertos sectores inte-resados, la prohibición de exportación. Por ejemplo, el decreto estable-ce taxativamente que eso no afecta la cuota Hilton, porque a la Argen-tina le interesa mantenerla y no perderla. En realidad tiene grandes po-sibilidades de aumentarla, porque ahora, con la aftosa que se ha desa-rrollado en el Brasil, cambió en buena medida el mercado internacionalde carnes. Aunque nos parezca raro, el Brasil, que hace 20 ó 30 añosera productor de carne de mala calidad, hoy es el primer exportador delmundo, o lo era hasta que en su territorio reapareció la aftosa, y los paí-ses compradores establecieron limitaciones y prohibiciones.

En definitiva, volviendo a la cuestión, si queremos regular el mercadoy no por la vía de precios, debemos reconocer que la producción actualno alcanza para satisfacer el consumo. Si alcanzara, se podría pensaren una campaña más fuerte para que disminuyeran los precios, peroeso no es aconsejable ni factible. Una de las formas de reducir el con-sumo era la veda, que consistía en que en determinados días de la se-mana los carniceros no podían vender carne y los restaurantes y casasde comida no podían ofrecer platos preparados con carne. Desde lue-go, se producían filtraciones, pero no dejaba de ser un factor importan-te de disminución del consumo. Estábamos en una de las famosas fa-ses del ciclo ganadero por escasez de carne, y de esa forma se privile-giaba la exportación. Se ha hablado mucho contra la veda, que tienesus filtraciones y la posibilidad de mercados negros, pero es un instru-mento aplicable si las circunstancias aconsejaran reducir más fuerte-mente que ahora el consumo.

P.: Pensándolo ya no desde el lado del consumo sino desde la oferta,¿cuál sería para usted un programa de política estatal que apuntara amejorar la productividad? Usted hablaba del porcentaje de destete quetenemos en el país, menor que el de Australia, pero también tenemosprogramas de desarrollo como el INTA Manfredi, que llega a 1000 tone-ladas por año, y si uno lo piensa desde la tenencia de la tierra, ¿cómose aumenta la productividad desde un programa público?

Giberti: Efectivamente, como decía al comienzo, se podría mejorarmucho la producción por la vía de la tecnificación. Eso también me to-ca un poco el alma, porque fui presidente del INTA en el momento en elque empezó a funcionar. Uno de los problemas que tuvimos fue con laganadería, porque hasta que se creó el INTA, las estaciones experi-

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mentales del Ministerio de Agricultura y de alguna provincia sólo traba-jaban en el mejoramiento de granos. No se hacía investigación ganade-ra, porque es mucho más cara, requiere más superficie, más tiempo,etc., e incluso porque los profesionales (veterinarios, ingenieros agróno-mos) tenían una formación bastante precaria y no sabían investigar.Eso lo conozco bien, porque mi generación es ésa: yo no hubiera podi-do, con los conocimientos que me dio la Facultad, integrar el equipo deestudios que el INTA Manfredi tuvo en esa circunstancia. Por eso la en-señanza está tan vinculada con el desarrollo.

Si quieren una anécdota un poco risueña, nuestro profesor de Zootec-nia era muy limitado, aunque tenía muy buena didáctica. En ese mo-mento, el curso de ingenieros agrónomos que yo inicié fue el primeroque estudió Genética como una materia regular. No había en ningunaotra facultad del país quien estudiara Genética. Por eso, la mayoría delos profesionales de entonces no tenía la menor idea de lo que era lagenética. Este profesor nos decía: “¿Pero cómo va a ser posible aplicarlas leyes de la genética, que se basan sobre el trabajo con animales tanchiquitos como las moscas? Esa misma ley no se puede aplicar a ani-males grandes como las vacas”. Ese era el razonamiento de un profe-sor universitario. Imagínense el de los alumnos como nosotros, o el delos profesionales de la época.

Como dije al principio, existen posibilidades técnicas. Parecería que esfácil aumentar las pariciones, disminuir las enfermedades y mejorar laspasturas, y ese aumento de la producción por hectárea que ha determi-nado el INTA Manfredi. Ese programa de trabajo que permitiría a los ga-naderos hacerlo requiere un buen servicio de extensión, que lleve el co-nocimiento técnico a los productores pequeños y medianos. Insisto enesto, porque si no va a pasar que sólo los grandes ganaderos tenganacceso a esas mejoras, ya que contratan a un técnico que sabe y tra-baja. Los otros ganaderos no tienen dinero para contratarlo y necesitanque el Estado los oriente en esa cuestión. También insisto, un tanto ob-sesivamente, en un buen programa crediticio que otorgue crédito plani-ficado, no para una tarea específica, como cosechar trigo o comprarmás vacas, sino como parte de un plan agropecuario de largo plazo quepermitiría a los pequeños y medianos productores llevar a la prácticaesa disponibilidad de técnicas que existen pero que no se aprovechan,y así podría cambiar sustancialmente la producción. Esas medidas ofi-ciales tienen que estimular a los pequeños y medianos productores,porque una de las monstruosidades que se han dado en la sociedad,con la concentración de los ingresos en un pequeño grupo y de la mi-seria en un gran grupo, tuvo también lugar en el campo, donde las pe-queñas y medianas explotaciones van desapareciendo en forma lamen-table, frente a grandes explotaciones socialmente inadecuadas.

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De sojaDe soja somos*somos*Rudy

* Publicado en Acción 951, primera quincena de abril de 2006, 40 aniversario

- ¡Papaaaaaa! - gritó Boni desde supieza -Tuve una pesadilla! ¡Soñé queel Presidente prohibía la exportaciónde carneeeee!

- Calmate, Boni, contame, ¿por quées tan terrible que no se exporte car-ne?

- Ay, pa, es muy simple. Mirá, si losEstados Unidos se quedan sin carnepara hacer hamburguesas, ¿qué tecreés que van a hacer? A ver, acorda-te de lo que hacen cuando necesitanpetróleo, que ni siquiera se puedeacompañar con papas fritas y gaseo-sa...

- Pero Boni, los Estados Unidos tie-nen su propia carne.

- Pero pa -dijo Boni en el mismo to-no, como burlándose-, los EstadosUnidos tienen su propio petróleo. ¿Yeso qué tiene que ver, si nunca usansu petróleo? ¿Por qué pensás quevan a usar su carne? Mirá, es muysimple, cuando se trata de algo paracomer o para conseguir energía, co-mo la carne o el petróleo, ellos usan lade otros. Pero a cambio de eso, cuan-do se trata de algo para entretenerse,como el cine, o para asustarse, comoel macartismo, ellos quieren que to-dos usemos el de ellos. ¿No oíste ha-blar de las políticas de intercambio?

- ¿Y vos qué sabés del macartismo,si ni siquiera habías nacido?

- Pa, sos un dinosaurio... ¿Acasovos no sabés del 25 de Mayo, o de la

Guerra de Troya, y no habías nacido?¡Por Internet, pa! Mirá , yo estaba in-vestigando por un trabajo que tengoque hacer sobre los Beatles para “His-toria Antigua”, y se ve que en vez deMcCartney puse McCarthy, o McArt-hur, no me acuerdo, y así fue que meenteré que durante un tiempo el go-bierno de los Estados Unidos, en lu-gar de meterse a destruir otros paí-ses, se dedicaba a destruir a sus pro-pios ciudadanos.

- No creas, Boni, en esos tiempostambién estaban en otros países, enCorea.

-¿Y en Corea qué había? ¿Carne opetróleo?

- No, Boni, ninguna de las dos co-sas, me parece.

-Ay, pa, qué ingenuo sos, ¿y paraqué se iban a meter en un país en elque no había nada de eso?

- Bueno, ellos decían que era paracombatir al comunismo.

-¿No será al consumismo? ¿No seráque lo hacían para que los coreanosno se comieran toda su carne y usa-ran su petróleo, así podían cam-biárselos a los Estados Unidos por elcine y el macartismo?

- No sé , Boni, pero es tarde y hayque dormir. ¿Estás más tranquilo aho-ra?

- Yo no, ¿y vos?

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ElEl boomboom de lade la sojasojaUn retorno al pasadoUn retorno al pasado

Sector agropecuario II

Jos é Pi e r r i*

* CIEA, Facultad de Ciencias Económicas UBA. [email protected]

El crecimiento extraordinario en la producción y exporta-ción de soja originó numerosos trabajos que analizaron lascausas que lo motivaron y las transformaciones tecnológi-cas y sociales que lo acompañaron. También se polemizó so-bre las consecuencias ecológicas y económicas del fenóme-no, dividiéndose las opiniones entre quienes lo consideraronuna “bendición” y aquellos que “demonizaron” sus efectos,a partir de la importancia del cultivo en la evolución del agropampeano en el período.Este trabajo, por su parte, se propone analizar aspectos re-lativamente poco tratados de la sojización, como ser, la evo-lución de su negocio externo y la industrialización del producto.Así, analiza los cambios de la cúpula de la industria aceiteray de las empresas exportadoras del grano y sus subproduc-tos en los últimos veinticinco años y se propone conceptua-lizar las características más salientes de esa transformación.

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Evolución del cultivo y delas exportaciones de sojay sus subproductos.

Se ha analizado el determinantepapel que sobre la evolución in-terna del cultivo tuvieron las cre-cientes posibilidades de incre-mento de las ventas externas porparte de la Argentina en las últi-mas dos décadas1. Así, la produc-ción, menor al millón de toneladasen la década de los ´70, aumentóvertiginosamente hasta superarlas treinta millones en los últimosaños, cuando nuestro país se con-virtió en el principal exportadormundial de aceite de ese origen yentre los tres mayores de granos yde pellets de soja (subproducto dela elaboración de aceite).

El dato más significativo del mer-cado mundial en los últimos cua-renta años fue el extraordinarioaumento de la producción (se in-crementó 6 veces) y del comerciomundial (más de 5 veces). Ese fe-nómeno se explica, en su mayormedida, por el incremento delconsumo del grano y sus subpro-ductos en naciones del medio y le-jano oriente como Irán, China, In-dia, Pakistán y Bangladesh. Esospaíses y otros de los catalogados

como pobres o en desarrollo su-peraron en el consumo a los euro-peos y al Japón, que lideraban lasimportaciones hasta la década delos setenta y eran abastecidos ca-si monopólicamente por los Esta-dos Unidos.

Las principales razones del au-mento de las compras de los paí-ses de Oriente, se originan en lasaltas tasas de incremento de lapoblación y de crecimiento econó-mico, lo que permite prever queen un futuro próximo esos desti-nos seguirán siendo los más diná-micos2.

El nuevo mercado mundialsurgido en los ´80 fue el que po-sibilitó, principalmente, el lla-mado “boom sojero” en nues-tro país, que abarca importan-tes modificaciones en la pro-ducción agrícola, algunas delas cuales estudiamos seguida-mente.

Evolución de la industria dela alimentación en losaños ´90

Uno de los resultados más signi-ficativos de la política económicade los años ´90 fue la extranjeriza-

54 realidad económica 219 1º de abril/15 de mayo 2006

1 Pierri, José, El sector externo y la producción de soja en la Argentina 1960/2001, Do-cumentos del CIEA Nº 2, Centro Interdisciplinario de Estudios Agrarios, IIHES, FCE/U-BA, 2004 y “La sojización: un caso modelo para estudiar la historia del agro pampea-no” en La Gaceta de Económicas, separata del diario Página 12, 24 de abril del 2005.

2 El mercado de harinas de la Unión Europea no parecería mostrar para un futuro cer-cano, grandes tasas de crecimiento...En cambio en Asia y más precisamente en el Su-deste Asiático, sí se podrán esperar grandes cambios en el consumo de aceites y ha-rinas...”, Julio Penna, Rubén Devoto y Germán Cuesta, Mercados estratégicos para elcomplejo oleaginoso, Documento de Trabajo Nº 3, INTA Pergamino, dic. 1998, pág.

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ción de la industria en Argentina3.Los datos del INDEC muestranque un 60 % de las 500 más gran-des empresas, excluyendo a ban-cos y empresas agropecuarias,eran de propiedad extranjera a fi-nes de esa década y “según la re-vista Mercado , de las 100 empre-sas que más vendieron en la Ar-gentina, las empresas extranjerasrealizaron un 72,3% de las ven-tas”.

Rapoport4, por su parte, destacólos datos que demuestran que laevolución del sector industrial fuemás volátil y su crecimiento me-nos intenso que el conjunto delPBI en la década (el PBInd. repre-sentaba un 51,9% del PBI en1989 y sólo un 32,3% en 1998).También relativizó las opinionesque afirmaron que la evolución dela industria fue exitosa en los ´90,basándose sobre la comparaciónde los datos del año del 2000 conlos de fines de la década de los´80,cuando la actividad se encon-traba en profunda crisis, sobre lacual los progresos de la décadaneoliberal se agrandan despro-porcionadamente. Afirma que elcrecimiento -menor al proclama-do-, estuvo vinculado con un redu-cido número de ramas industria-les, en especial, aquellas que go-

zaron de ventajas comparativas“mientras se desmantelaban ra-mas enteras debido a la apertura”,y afirma que la disminución en elnúmero de empresas y la concen-tración de la producción industrialfueron resultados comunes paratoda la industria en los ´90.

Estudios centrados sobre elanálisis de la evolución de las in-dustria de la alimentación5, afirma-ron que ya en los ´80 se produjouna concentración técnica (dismi-nución de plantas y aumentos deltamaño medio) en la industriaaceitera, la cual -contradiciendo lamarcha del conjunto de la indus-tria nacional en esa década-, logróun alto crecimiento en su produc-ción y exportaciones, favorecidapor políticas de diferenciaciónarancelaria que estimularon elprocesamiento de las oleagino-sas, en particular de la soja.

En la evolución del conjunto dela industria de la alimentación seidentifican tres períodos; creci-miento a comienzos de los no-venta (debido al aumento del con-sumo interno), seguido por otro, apartir de 1994, impulsado por lasexportaciones, seguido, finalmen-te por un período de estancamien-to desde fines de los ´90, ocasio-nado por la depresión económica

55El “boom” de la soja

14.3 Aronskid, Ricardo, ¿Más cerca o más lejos del desarrollo?, Libros del Rojas, UBA,

2001.4 Rapoport, Mario, Historia económica, política y social de la Argentina 1880/2000,

Macchi, 2000.5 Gutman, Graciela y Lavarello, Pablo, Transformaciones recientes de las industrias de

la alimentación en la Argentina: transnacionalización, concentración y (des)encadena-mientos tecnológicos, Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 17, CIEA/II-

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interna iniciada en 1998, que seprofundiza a partir de los cambiosde la política económica de di-ciembre de 2001 y restriccionesafrontadas en el mercado regional(Mercosur).

En síntesis, la evolución de la in-dustria aceitera en los ´90 se ase-meja al del conjunto de la activi-dad económica nacional. Se ca-racterizó por la concentración,centralización y transnacionaliza-ción del capital y se vio acompa-ñada,en lo que a producción agra-ria se refiere, por la importanteconcentración de la propiedad dela tierra y la desaparición de milesde explotaciones, lo que dio lugara polémicas entre aquellos que lavisualizaron tempranamente yaquellos que la negaron o minimi-zaron6.

La evolución de la industriaaceitera de soja entre 1988y la actualidad

El llamado “boom sojero” fueanalizado por gran cantidad detrabajos que estudiaron sus efec-tos sobre la infraestructura pro-ductiva, las necesidades de capi-tal e inversión, tecnología y susustentabilidad7, a la par que otrosanalizaron sus consecuencias so-

bre los distintos tipos de explota-ciones agropecuarias y la confor-mación social agraria. Sin embar-go no existen trabajos que abor-den en particular y con profundi-dad, el estudio de los grupos deempresas que participan en el ne-gocio de la exportación e indus-trialización del grano y sus sub-productos.

Debe destacarse que la produc-ción nacional de aceite de soja sededica casi íntegramente a la ex-portación y se convirtió -a partir desu sostenido crecimiento- en laactividad determinante de la evo-lución del sector de empresasaceiteras (la exportación de aceitede soja representaba un 40% deltotal de ventas externas argenti-nas de aceite en 1988 y alcanzaalrededor de un 80% en los últi-mos años). El “boom” permitió a laArgentina ocupar el primer lugarcomo exportador mundial del pro-ducto desde 1992 hasta la actuali-dad y se vincula con importantescambios en las empresas del sec-tor.

Los datos estadísticos del cua-dro Nº 1 permiten analizar lasprincipales transformaciones en laevolución de la firmas industrialesdurante aquella década.

56 realidad económica 219 1º de abril/15 de mayo 2006

HES, FCE/UBA, 2003.6 Entre los autores que afirmar la existencia de un proceso de concentración de la tie-

rra se encuentran Azcuy Ameghino, Eduardo “Buenos Aires, Iowa y el desarrollo agro-pecuario de las pampas y las praderas, Cuadernos del PIEA Nº 3, 1997 y Basualdo,Eduardo y Khavisse, Miguel El nuevo poder terrateniente, Planeta, 1993 y entre aque-llos que lo niegan Lattuada, Mario, Una lectura sobre el nuevo poder terrateniente,Realidad Económica Nº 132, mayo 1995.

7 Un estudio de carácter técnico sobre las consecuencias de la sojización es propuestopor el Ing. Agrónomo José Pizarro en Cambios y perspectivas del avance sojero, Do-

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La lectura del cuadro muestra elproceso de fuerte concentraciónde la producción en la cúpula dela industria. Las cinco principalesempresas exportaban entre un 40y un 50 % del total en el trienio1987/1989, y alcanzan cerca deun 80% en el período 2001/2003.La extraordinaria concentracióncobra aún mayor significado, porel también excepcional incremen-to en los volúmenes de las ventasexternas: las cinco principales fir-mas exportaban solo alrededor de350.000 t hacia 1989 y alcanzanlas 3.500.000 toneladas en el últi-mo trienio.

El ritmo de crecimiento no fueuniforme a lo largo de la década.Las exportaciones no crecieronsustancialmente entre 1988 y1991, se incrementaron sensible-mente a partir de la última fechallegando a duplicarse hacia 1997y aumentaron a un ritmo explosivodesde ese año hasta el presente.La principal causa que explica elaumento iniciado en 1997 debecentrarse sobre la apertura delmercado de lejano oriente (Ban-gladesh, Pakistán, India y China)que se transforma en el principaldestino, desplazando al de Irán,que lo fue desde los ´80 y hastaese año8.

57El “boom” de la soja

cumentos del CIEA Nº 2, 2004.8 Pierri, José, El sector externo y la producción de soja en Argentina 1960/2001, Docu-

Cuadro Nº 1. Exportación de aceite de soja. Volumen total en t y participa-ción por empresa

AÑO Vol. Total 1er. Export. 2o. Export. 3er. Export. 4o. Export. 5o. Export.1988 896.733 Cargill 17% Indo 6% Nidera 6% FACA 5% Chabas 5%1989 760.131 Cargill 16% IMSA 9% Toepfer 7% A.G.D. 7% Chabas 7%1990 1.245.792 Cargill 15% Chabás 13% A.C.A. 9% Vicentin 7% Ichco 7%1991 1.008.242 Vicentin 15% Cargill 15% Indo 9% ByB 9% Chabas 8%

1994 1.449.206 Cargill 18% A.G.D. 12% Pcereal10% Vicentin 9% Nidera 8%1995 1.472.489 Cargill 24% A.G.D. 9% Vicentin 8% Guipeba 7% Pecom 7%1996 1.657.795 Cargill 22% A.G.D. 11% Dreyfus 9% Vicentin 9% Nidera 8%1997 1.931.741 Cargill 19% A.G.D. 12% Vicentin 12% Dreyfus 9% Guipeba 9%

2000 3.142.398 Cargill 19% Dreyfus 15% A.G.D. 13% Vicentin 12% Bunge C.9%2001 3.518.163 Cargill 18% Bunge 15% Dreyfys 15% A.G.D. 14% Vicentin 13%2002 3.592.171 Cargill 23% Bunge 18% Dreyfus 15% A.G.D. 12% Vicentin 11%2003 4.337.464 Cargill 21% Bunge 20% A.G.D. 14% Dreyfys 13% Vicentin 11%2004 4.588.119 Cargill 24% Bunge 19% AGD 15% Dreyfus 12% Vicentin 10%2005 4.924.680 Bunge 21% Cargill 20% AGD 15% Dreyfus 13% Vicentin 13%

Fuente: Elaboración propia s/ estadísticas de la SAGPyA.

Page 58: Carolina Nahón

También debe señalarse que apartir de los ´90 existió un procesode centralización y extranjeriza-ción del capital. Las exportacio-nes en los ´80 aparecen muchomás repartidas entre firmas me-dianas y pequeñas que incluyen aentidades de carácter cooperativo(FACA) y con empresas naciona-les vinculadas con la producciónregional (ej. Aceitera Chabás), entanto tres de las cinco grandesque oligopolizan el negocio en losaños posteriores al 2000 (Bunge,Cargill y Dreyfus) son firmas decarácter transnacional, que desdehace muchas décadas controlanel comercio internacional de gra-nos9.

Exportación de granos y ha-rina de soja 1988/2005

Los negocios de exportación degranos y de harina de soja pre-sentan aspectos que los diferen-cian sensiblemente entre si. Enprimer lugar los principales desti-nos son distintos, Holanda era elmayor comprador de granos hasta1998 y fue desplazado por Chinaa partir de esa fecha, en tanto lospaíses europeos siguen siendolos principales demandantes deharina de soja, que utilizan princi-palmente como alimento para elganado.

China, el principal importadormundial de granos de soja, eraprácticamente autosuficiente has-ta comienzos de la década de los´90 pero debió comenzar a impor-tar porotos de soja con el objetode proveer a la creciente deman-da de su industria aceitera. El ré-gimen económico-político del es-tado chino, puede hacer preverbruscos cambios en la demandade granos de aquel destino, en ra-zón de la dependencia de lascompras externas de las decisio-nes del gobierno, que establece,periódicamente, las cuotas de im-portación, sus aranceles y el gra-do de subsidio a las plantas demolienda de propiedad estatal(debe destacarse el interés de lasautoridades chinas en fomentar elcrecimiento de su industria aceite-ra) a la vez que privilegia o no elconsumo de otros aceites (de col-za o de palma).

El mercado de harina de sojapresenta características más es-tables, si bien puede preverse queel volumen de ventas al mercadoeuropeo -principal comprador dela Argentina- tenderá a estancar-se y obligará a nuestro país a ori-entar sus exportaciones a los mer-cados del sudeste asiático, previ-siblemente los más dinámicos enel futuro10.

Otro aspecto que diferencia lacomercialización de uno y otro

58 realidad económica 219 1º de abril/15 de mayo 2006

mentos del CIEA, CIEA, IIHES, FCE/UBA, dic. 2004.9 Cargill, Dreyfus y Bunge son empresas que controlan el negocio de los granos en el

nivel mundial durante todo el siglo XX. Sobre el tema es de gran utilidad y de amenalectura la publicación de Dan Morgan Los traficantes de granos, abril, 1979.

10 “Mercados estratégicos...”, op. cit. INTA Pergamino, dic. 1998.

Page 59: Carolina Nahón

productos está dada por la inter-dependencia entre las exportacio-nes de aceite de soja y de harinade soja, cosa que no se observaen las ventas de grano. Al ser lospellets un subproducto de la pro-ducción de aceite, los volúmenesexportables dependen e influyensobre la producción aceitera, con-formando un conjunto en el quelos aumentos de ventas externasde un producto obligan a conse-guir incrementos proporcionalesen las del otro. Esta característica,determina que las principales em-presas exportadoras de aceitetambién lo son de harina de soja,como se puede observar al com-

parar los cuadros Nº 1 y Nº 2.Las cinco principales empresas

exportadoras de aceite también loson de harina de soja, presentan-do similares características deconcentración y centralización.Los porcentajes de concentraciónen la exportación de pellets entrelas cinco firmas principales esapenas un 2 ó 3% menor que enel aceite, lo que se puede atribuira que volúmenes menores de ha-rina son colocados por las aceite-ras en el mercado interno o queeventualmente son derivados aotras firmas exportadoras.

Los volúmenes y valores de laexportación de harina y aceite de

59El “boom” de la soja

Cuadro Nº 2. Exportaciones de pellets de soja. Volumen total (t) y por em-presa.

Año Vol. Total 1er.export. 2o.export. 3er.export. 4o.xport. 5o.export.1988 4.521.147 Cargill 14% Chabás 7% IMSA 7% INDO 6% S.Clara 6%1989 4.521.002 Cargill 16% A.G.D. 8% IMSA 6% Vicentin 6% Chabás 6%1990 5.157.180 Cargill 16% Chabás 10% INDO 9% Vicentin 9% A.G.D. 6%1991 5.803.183 Cargill 17% Vicentin11% Chabás 8% A.G.D. 8% Bunge 8%

1994 6.641.396 Cargill 16% A.G.D. 13% Vicentin 10% Nidera 9% P.Cereal 8%1995 6.895.704 Cargill 20% A.G.D. 15% Dreyfus 9% Vicentin 7% P.Cereal 7%1996 8.329.359 Cargill 16% A.G.D 14% Dreyfus 10% Vicentin 8% Nidera 8%1997 8.424.324 Cargill 17% A.G.D. 14% Vicentin 12% Dreyfus 10% Guipeba 9%

2000 13.529.214 A.G.D. 16% Dreyfus 16% Cargill 15% Bunge 12% Vicentin 10%2001 15.161.509 Bunge 16% A.G.D. 16% Dreyfus 15% Cargill 15% Vicentin13%2002 17.030.342 Cargill 19% Bunge 19% A.G.D. 16% Dreyfus 15% Vicentin 11%2003 19.383.964 Bunge 20% Cargill 19% A.G.D. 15% Dreyfus 13% Vicentin 11%2004 19.139.472 Cargill 20% Bunge 19% A.G.D 17% Dreyfus 12% Vicentin 10%2005 22.237.415 Bunge 21% Cargill 18% AGD 18% Vicentin 13% Dreyfus 12%

Fte: Elaboración propia s/ estadística de la SAGPyA

Page 60: Carolina Nahón

soja permiten afirmar que el grue-so del negocio de la soja estácontrolado por las empresasaceiteras. Como ejemplo puedentomarse las ventas externas delaño 2005. Ese año las “cincograndes” exportaron algo más de18 millones de toneladas de hari-na de soja y alrededor de 4 millo-nes de t de aceite sobre un totalcosechado de 38 millones de t degranos en la campaña 2004/2005.

Las exportaciones de harina cre-cieron, al igual que las de aceite,entre cuatro y cinco veces entrelos trienios 1988/1990 y2003/2005. Por otra parte, si biencoinciden casi exactamente losnombres de las firmas en los prin-cipales cinco lugares de exporta-ción de aceite y de harina, en al-gún año las principales exportado-ras de aceite no ocupan el mismolugar en las ventas del subproduc-to (ver cuadros), aspecto quemuestra que porcentajes menoresdel pellets de soja se comerciali-zan entre las grandes firmas, deacuerdo con las posibilidades deventas externas de cada una enuno u otro rubro.

Exportación de granos desoja 1988/2003

La exportación de poroto de sojatiene características que la dife-rencian de las de aceite y harina.Si bien el crecimiento del volumentotal colocado en el exterior fuetambién extraordinario, la lecturadel cuadro Nº 3 permite observar

que la composición del grupo delas principales firmas exportado-ras entre 1988 y 2005 presentamenor concentración y mayorescambios a través del tiempo queel grupo de los más importantesvendedores externos de aceite yharina. Así, a fines de los ´80, lascinco principales firmas exporta-doras de grano solo superaban el50 % del total colocado en el exte-rior y entre las mismas aparecíancomo principales exportadores laFederación Argentina de Coope-rativas Agrarias y los AgricultoresFederados Argentinos, por enci-ma de los “grandes” jugadores enel comercio mundial

La concentración de las expor-taciones de granos se incrementóentre 1980 (alrededor del 60% enmanos de la cúpula de las 5 prin-cipales empresas) y los últimosaños (algo mayor al 70%) pero eslevemente menor que en el casodel aceite y los pellets. La princi-pal transformación se operó en elgran aumento del volumen totalexportado (alrededor de un300%) y en la transformación dela cúpula exportadora. Así, a fi-nes de los ‘80 aparecían dentrodel lote de los principales exporta-dores, entidades cooperativas yempresas de capitales nacionalesque no poseen grandes estableci-mientos aceiteros (Federación Ar-gentina de Cooperativas Agrarias,Agricultores Federados Argenti-nos, Emiliana) mientras que luegode 2000 el negocio está manejadode manera oligopólica por cincofirmas transnacionales (Cargill,

60 realidad económica 219 1º de abril/15 de mayo 2006

Page 61: Carolina Nahón

ADM Arg., Nidera, Toepfer yDreyfus) y se caracteriza por ma-yores oscilaciones en los volúme-nes exportados por cada empresaaño a año.

El crecimiento de las exportacio-nes de grano se asemeja a laevolución de las de aceite y hari-nas ( se multiplican entre cuatro ocinco veces desde 1990 al año2005) y el papel de líder que os-tentó en los tres rubros la empre-sa norteamericana Cargill, solosuperada por Bunge en las ventasde subproductos en los últimosaños (debe destacarse, que sibien Cargill ocupó regularmenteel primer lugar como exportador

de aceite y pellets entre 1988 y2003, sólo logró ocupar el primerlugar como exportador de granosluego de 1995, cuando se abre elmercado de lejano oriente).

Debe, entonces, analizarse ycuantificarse en qué grado influyeel proceso de extraordinario creci-miento de la producción y expor-taciones de la industria aceiterasobre su paulatino mayor controlsobre el conjunto de las exporta-ciones del complejo. En ese sen-tido, se pueden plantear hipótesisy temas a estudiar; en primer lu-gar, si el determinante poder decompra que tienen las principalesempresas aceiteras les permite -y

61El “boom” de la soja

Cuadro Nº 3. Exportación de granos de soja (toneladas)

Año Vol. Total 1er. Export. 2º.export. 3er.export. 4º.export. 5o.export.1987 1.291.8621988 2.096.266 F.A.C.A.15% A.C.A. 10% Richco 9% A.F.A. 9% Conagra 8%1989 429.849 Emiliana18% Richco 16% Nidera 13% A.C.A. 12% Contine.10%1990 3.258.675 Richco 22% Emiliana16% A.C.A 10% A.F.A. 8% Cargill 6%

1994 2.914.450 ExRich,16% Cargill 11% Dreyfus 8% A.F.A. 8% A.C.A. 7%1995 2.608.266 Cargill 19% ExRich.14% ProSud 11% A.F.A. 9% Contin. 7%1996 2.114.360 ProSud 25% Contin. 12% A.F.A. 9% A.C.A. 9% ExRichc 8%1997 724.972 Cargill 33% ProSud 27% A.C.A. 5% Agrocer. 5% Gear 4%

2000 4.136.071 ProSud 29% Cargill 24% Toepfer 11% P.Cereal 9% Dreyfus 5%2001 7.453.837 Cargill 23% Dreyfus 14% Toepfer 10% P.Cerea10% ADMArg. 9%2002 5.131.630 Cargill 26% ADMArg14% P.Cerea10% A.C.A. 10% Dreyfus 8%2003 8.850.612 Cargill 20% Toepfer 16% P.Cerea16% ADMArg12% Dreyfus 12%2004 6.667.817 Cargill 20% ADMArg14% Toepfer 13% Dreyfus 10% Nidera 10%2005 9.822.626 Cargill 24% Toepfer 15% Dreyfus 13% ADMArg10% Nidera 10%

Fuente: elab. propia s/estadísticas SAGPy A

Page 62: Carolina Nahón

en qué medida- obtener ventajasen la compras de granos que sinprocesar, se destinan al mercadomundial y, en segundo lugar, elgrado de control de estas empre-sas, en particular las multinacio-nales, sobre las exportaciones delcomplejo a los nuevos grandesmercados de Oriente (China, In-dia, Bangladesh, Pakistán).

Principales destinos de lasexportaciones en los últi-mos añosSobre un total de 4.337.484 t de

aceites exportados en el año2003, los principales destinos fue-ron China (1.580.000 t), India(840.000 t), Bangladesh (280.000t), Marruecos (191.000 t), Coreadel Sur (182.000 t), Venezuela(167.000 t). Las exportaciones deaceite a los cinco países de extre-mo oriente representan alrededorde las 3/4 partes del total, demos-trando la fuerte concentración enlos volúmenes y destino asiáticode las ventas.

En el caso de las ventas exter-nas de pellets de soja, sobre untotal de 19.363.064 t de exporta-ciones, los principales demandan-tes fueron España (2.820.417 t),los Países Bajos (2.475.760 t), Ita-lia (2.279.989 t), Tailandia(1.006.435 t), Egipto (798.899 t) yVietnam (709.908 t). Los cincomayores destinos alcanzan a un50% del total, mostrando una me-nor concentración por destino y di-ferencias en los países que com-ponen los principales importado-

res, entre los cuales se encuen-tran algunos de Europa Occiden-tal.

Sobre un total de 8.850.612 t degranos de soja exportadas, China(5.932.018 t) fue largamente elprincipal destino, representandomás del 70 % del total. seguidopor Tailandia (809.821 t), Turquía(314.175 t), Taiwan (175.150 t) yEgipto (167.394 t). Al igual que enlos casos de las exportaciones deaceite y de pellets, la integraciónde los principales compradoresmuestra la importancia de los des-tinos “exóticos”, alejados de aque-llos tradicionales en la época delclásico modelo agroexportador ar-gentino, como lo eran los paísesde Europa, los Estados Unidos yotros de América latina.

Reflexiones finales

Una primera aproximación al es-tudio de la evolución de la indus-tria aceitera y de las exportacio-nes de soja y sus subproductospermite identificar similitudes y di-ferencias entre el desempeño delsector y el del conjunto de la acti-vidad industrial en los últimosveinte años.

Al igual que en el resto del sectorsecundario de la economía, pue-de observarse que durante la dé-cada de los ‘90 aumentó la extran-jerización de las grandes empre-sas. Sólo tres empresas transna-cionales como Cargill, Bunge yDreyfus controlan más del 50% dela producción de aceite al final del

62 realidad económica 219 1º de abril/15 de mayo 2006

Page 63: Carolina Nahón

período, en tanto a fines de los´80 las principales, Cargill y Drey-fus sólo alcanzaban un 20% de unvolumen total, por otra parte, mu-cho más reducido. La peculiaridadde ser una actividad industrialcuya producción se destina ca-si exclusivamente al exterior lepermitió mantener un paulatinocrecimiento desde los años ‘80 yhasta el presente y eludir los pe-ríodos de estancamiento de lamayoría de los sectores industria-les del país ocurrido en los añosochenta y entre fines de los ´90 yel año 2002.

Puede afirmarse que el llamado“boom sojero” está controladoen lo sustancial por un reduci-do grupo de grandes plantasaceiteras. Las cinco firmas másgrandes manejan un 80 % de lasventas externas de aceite y de ha-rina de soja en los últimos años, alque se suman sus exportacionesde granos. Sobre un total de ven-tas externas del complejo sojerode casi 37.000.000 de t en el año2005, ese puñado de firmas lohizo por algo menos de 26 millo-nes de t (algo así como 2/3 partesdel total). Por otra parte, si se su-man a los volúmenes de exporta-ción de las cinco grandes empre-sas aceiteras, las ventas externasde otras transnacionales y gran-des empresas nacionales comoToepfer, Nidera La Plata Cereal yPecom, se confirma la gran con-centración del “negocio” sojero(las diez primeras firmas llegan a

alcanzar más del 80% del total ex-portado).

El negocio de los granos presen-ta una leve menor concentraciónque el del aceite y la harina. Sibien Cargill también es el principalvendedor, su control y el de otrasempresas multinacionales es algomenor y la cantidad de firmas par-ticipantes radicadas en el año2003 (117 exportadores) en el co-mercio internacional es más abul-tada que en los otros dos rubros;aceites (30) y pellets (31)11.

Finalmente, las característicasseñaladas precedentemente per-miten afirmar que la producciónde soja en nuestro país a partir delos años ´90 acentúa su caracte-rística de ser parte del “negocio”mundial, controlado en gran medi-da y progresivamente por las mis-mas firmas que lo hacen desdehace más de un siglo con el co-mercio internacional, como Car-gill, Dreyfus, Bunge, Toepfer, Ni-dera entre otras. En ese sentido,debe señalarse, que si bien el“boom sojero” que comienza enlos ´80 y se vincula con exporta-ciones hacia destinos no tradicio-nales de países de lejano oriente,es, por ende, un fenómeno nue-vo, también deben remarcarsesus aspectos comunes con el pa-sado del agro pampeano, enparticular su dependencia exter-na y el control sobre el negociodel complejo por parte de un re-ducido grupo de empresastransnacionales.

63El “boom” de la soja

11 Los datos del número de exportadores en SAGPyA, 2003.

Page 64: Carolina Nahón

64

Decreto deDecreto de nacionalizaciónnacionalizaciónde hidrocarburosde hidrocarburos en Boliviaen Bolivia

Documentos I

CONSIDERANDO: Que en his-tóricas jornadas de lucha el pue-blo ha conquistado a costa de susangre, el derecho de que nuestrariqueza hidrocarburífera vuelva amanos de la nación y sea utilizadaen beneficio del país.

Que en el referéndum vinculantede 18 de julio de 2004, a través dela contundente respuesta a la pre-gunta 2, el pueblo ha decidido, demanera soberana, que el EstadoNacional recupere la propiedad detodos los hidrocarburos produci-dos en el país.

Que de acuerdo con lo expresa-mente dispuesto en los artículos136, 137 y 139 de la ConstituciónPolítica del Estado, los hidrocar-buros son bienes nacionales dedominio originario, directo, inalie-nables e imprescriptibles del Esta-do, razón por la que constituyenpropiedad pública inviolable.

Que por mandato del inciso 5 delartículo 59 de la Constitución Polí-tica del Estado, los contratos deexplotación de riquezas naciona-les deben ser autorizados y apro-

bados por el Poder Legislativo,criterio reiterado en la sentenciadel Tribunal Constitucional Nº0019/2005 de 7 de marzo de2005.

Que esta autorización y aproba-ción legislativa constituye funda-mento del contrato de explotaciónde riquezas nacionales por tratar-se del consentimiento que otorgala nación, como propietaria de es-tas riquezas, a través de sus re-presentantes.

Que las actividades de explora-ción y producción de hidrocarbu-ros se están llevando adelantemediante contratos que no hancumplido con los requisitos consti-tucionales y que violan expresa-mente los mandatos de la CartaMagna al entregar la propiedad denuestra riqueza hidrocarburífera amanos extranjeras.

Que ha expirado el plazo de 180días, señalado por el artículo 5 dela Ley Nº 3058 de 17 de mayo de2005 Ley de Hidrocarburos, parala suscripción obligatoria de nue-vos contratos.

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65Decreto de nacionalización de hidrocarburos

Que el llamado proceso de capi-talización y privatización de Yaci-mientos Petrolíferos Fiscales Boli-vianos -YPFB- ha significado nosólo un grave daño económico alEstado, sino además un acto detraición a la patria al entregar amanos extranjeras el control y ladirección de un sector estratégico,vulnerando la soberanía y la digni-dad nacionales.

Que de acuerdo con los artículos24 y 135 de la Constitución Políti-ca del Estado, todas las empresasestablecidas en el país se consi-deran nacionales y están someti-das a la soberanía, leyes y autori-dades de la República.

Que es voluntad y deber del Es-tado y del Gobierno Nacional, na-cionalizar y recuperar la propie-dad de los hidrocarburos, en apli-cación a lo dispuesto por la Ley deHidrocarburos.

Que el Pacto Internacional de losDerechos Civiles y Políticos, co-mo también el Pacto de los Dere-chos Económicos y Culturales,suscritos el 16 de diciembre de1966, determinan que: todos lospueblos pueden disponer libre-mente de sus riquezas y recursosnaturales, sin perjuicio de las obli-gaciones que derivan de la coope-ración económica internacionalbasada en el principio del benefi-cio recíproco, así como del dere-cho internacional. En ningún casopodrá privarse a un pueblo de suspropios medios de subsistencia.

Que Bolivia ha sido el primerpaís del continente en nacionali-

zar sus hidrocarburos, en el año1937 a la Standar Oil Co., medidaheroica, que se tomó nuevamenteen el año 1969 afectando a la GulfOil, correspondiendo a la genera-ción presente llevar adelante latercera y definitiva nacionalizaciónde su gas y su petróleo.

Que esta medida se inscribe enla lucha histórica de las naciones,movimientos sociales y pueblosoriginarios por reconquistar nues-tras riquezas como base funda-mental para recuperar nuestra so-beranía.

Que por lo expuesto correspon-de emitir la presente disposición,para llevar adelante la nacionali-zación de los recursos hidrocarbu-ríferos del país.

EN CONSEJO DE MINISTROSDECRETA:

ARTÍCULO 1.- En ejercicio de lasoberanía nacional, obedeciendoel mandato del pueblo bolivianoexpresado en el referéndum vin-culante del 18 de julio del 2004 yen aplicación estricta de los pre-ceptos constitucionales, se nacio-nalizan los recursos naturales hi-drocarburíferos del país.

El Estado recupera la propiedad,la posesión y el control total y ab-soluto de estos recursos.

ARTÍCULO 2.-

I. A partir del 1 de mayo del2006, las empresas petrolerasque actualmente realizan activida-des de producción de gas y petró-leo en el territorio nacional, estánobligadas a entregar en propiedad

Page 66: Carolina Nahón

66 realidad económica 219 1º de abril/15 de mayo 2006

a Yacimientos Petrolíferos Fisca-les Bolivianos YPFB, toda la pro-ducción de hidrocarburos.

II. YPFB, a nombre y en repre-sentación del Estado, en ejerciciopleno de la propiedad de todos loshidrocarburos producidos en elpaís, asume su comercialización,definiendo las condiciones, volú-menes y precios tanto para elmercado interno, como para la ex-portación y la industrialización.

ARTÍCULO 3.-

I. Sólo podrán seguir operandoen el país las compañías que aca-ten inmediatamente las disposi-ciones del presente Decreto Su-premo, hasta que en un plazo nomayor a 180 días desde su pro-mulgación, se regularice su activi-dad, mediante contratos que cum-plan las condiciones y requisitoslegales y constitucionales. Al tér-mino de este plazo, las compa-ñías que no hayan firmado contra-tos no podrán seguir operando enel país.

II. Para garantizar la continuidadde la producción, YPFB, de acuer-do con directivas del Ministerio deHidrocarburos y Energía, tomaráa su cargo la operación de loscampos de las compañías que senieguen a acatar o impidan elcumplimiento de lo dispuesto en elpresente Decreto Supremo.

III. YPFB no podrá ejecutar con-tratos de explotación de hidrocar-buros que no hayan sido indivi-dualmente autorizados y aproba-dos por el Poder Legislativo enpleno cumplimiento del mandato

del inciso 5 del artículo 59 de laConstitución Política del Estado.

ARTÍCULO 4.-

I. Durante el período de transi-ción, para los campos cuya pro-ducción certificada promedio degas natural del año 2005 haya si-do superior a los 100 millones depies cúbicos diarios, el valor de laproducción se distribuirá de la si-guiente forma: 82% para el Esta-do (18% de regalías y participa-ciones, 32% de Impuesto Directoa los Hidrocarburos IDH y 32% através de una participación adicio-nal para YPFB), y 18% para lascompañías (que cubre costos deoperación, amortización de inver-siones y utilidades).

II. Para los campos cuya produc-ción certificada promedio de gasnatural del año 2005 haya sidomenor a 100 millones de pies cú-bicos diarios, durante el períodode transición, se mantendrá la ac-tual distribución del valor de laproducción de hidrocarburos.

III. El Ministerio de Hidrocarbu-ros y Energía determinará, casopor caso y mediante auditorías,las inversiones realizadas por lascompañías, así como sus amorti-zaciones, costos de operación yrentabilidad obtenida en cadacampo. Los resultados de las au-ditorías servirán de base a YPFBpara determinar la retribución oparticipación definitiva correspon-diente a las compañías en loscontratos a ser firmados de acuer-do con lo establecido en el artícu-lo 3 del presente Decreto Supre-mo.

Page 67: Carolina Nahón

67Decreto de nacionalización de hidrocarburos

ARTÍCULO 5.-

I. El Estado toma el control y ladirección de la producción, trans-porte, refinación, almacenaje, dis-tribución, comercialización e in-dustrialización de hidrocarburosen el país.

II. El Ministerio de Hidrocarburosy Energía regulará y normará es-tas actividades hasta que seaprueben nuevos reglamentos deacuerdo a ley.

ARTÍCULO 6.-

I. En aplicación a lo dispuestopor el artículo 6 de la Ley de Hi-drocarburos, se transfieren enpropiedad a YPFB, a título gratui-to, las acciones de los ciudadanosbolivianos que formaban parte delFondo de Capitalización Colectivaen las empresas petroleras capi-talizadas Chaco SA, Andina SA yTransredes SA.

II. Para que esta transferencia noafecte el pago del Bonosol, el Es-tado garantiza la reposición de losaportes por dividendos, que estasempresas entregaban anualmenteal Fondo de Capitalización Colec-tiva.

III. Las acciones del Fondo deCapitalización Colectiva que es-tán a nombre de las Administrado-ras de Fondos de Pensiones enlas empresas Chaco SA, AndinaSA y Transredes SA serán endo-sadas a nombre de YPFB.

ARTÍCULO 7.-

I. El Estado recupera su plenaparticipación en toda la cadena

productiva del sector de hidrocar-buros.

II. Se nacionalizan las accionesnecesarias para que YPFB con-trole como mínimo el 50% más 1en las empresas Chaco SA, Andi-na SA, Transredes SA, PetrobrasBolivia Refinación SA y CompañíaLogística de Hidrocarburos de Bo-livia SA.

III. YPFB nombrará inmediata-mente a sus representantes y sín-dicos en los respectivos directo-rios y firmará nuevos contratos desociedad y administración en losque se garantice el control y la di-rección estatal de las actividadeshidrocarburíferas en el país.

ARTÍCULO 8.- En 60 días, a par-tir de la fecha de promulgación delpresente Decreto Supremo y den-tro del proceso de refundación deYPFB, se procederá a su rees-tructuración integral, convirtiéndo-la en una empresa corporativa,transparente, eficiente y con con-trol social.

ARTÍCULO 9.- En todo lo que nosea contrario a lo dispuesto en elpresente Decreto Supremo, se se-guirán aplicando los reglamentosy normas vigentes a la fecha, has-ta que sean modificados de acuer-do a ley. Los señores ministros deEstado, el presidente de YPFB ylas Fuerzas Armadas de la Na-ción, quedan encargados de laejecución y cumplimiento del pre-sente Decreto Supremo. Es dadoen el Palacio de Gobierno de laciudad de La Paz, al primer día

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del mes de mayo del año dos milseis.

FDO. EVO MORALES AYMA.David Choquehuanca Céspedes,Juan Ramón QuintanaTaborga,Alicia Muñoz Alá, Walker San Mi-guel Rodríguez, Carlos VillegasQuiroga, Luis Alberto Arce Cata-

cora, Abel Mamani Marca, Celin-da Sosa Lunda, Salvador Ric Rie-ra, Hugo Salvatierra Gutiérrez,Andrés Solíz Rada, Wálter Villa-rroel Morochi, Santiago Álex Gál-vez Mamani Ministro de Trabajo eInterino de Justicia, Félix Patzi Pa-co, Nila Heredia Miranda.

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Buenos Aires, 4 de mayo de 2006

Sr. Presidente de la RepúblicaDr. Néstor KirchnerS/D

De nuestra mayor consideración

Agradeciendo su gentileza de recibir-nos y en representación del Movimiento por la Recuperación de la Ener-gía Nacional Orientadora (MORENO), integrado por diversas organiza-ciones de ex trabajadores del petróleo, el gas, la energía eléctrica, laAsociación de profesionales de la CNEA y destacados técnicos y espe-cialistas, hemos considerado conveniente dirigirle la presente carta, enla que sintetizamos nuestras opiniones, fundadas en los siguientes ra-zonamientos:

El contexto internacional y las crecien-tes demandas de energía que el país necesita y que el mercado ha de-mostrado ser incapaz de asegurar, han generado el sentimiento mayo-ritario de que la planificación, producción, transporte y comercializaciónde los bienes energéticos por parte del Estado Nacional, constituye unade las herramientas básicas para el creciente desarrollo económico delpaís.

El MORENO ha venido insistiendo enque la desregulación energética que iniciara Carlos Menem junto a Ro-berto Dromi y Domingo Cavallo en los años 90, ha sido una aventura degrandísimas pérdidas que cambió la tradicional política del Estado quela Argentina venía desarrollando en la mayor parte del Siglo XX. Congrandes dirigentes nacionales de la talla de Jorge Newbery, Hipólito Yri-goyen, Enrique Mosconi, Marcelo T. de Alvear, Juan D. Perón, Julio V.Canessa, Arturo Sampay y Arturo U. Illia.

Documentos II

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Más allá de las diferentes considera-ciones ideológicas, lo que es evidente es que después de quinceaños de privatizaciones, este modelo es incapaz de asegurar elcrecimiento económico del país y nos coloca al borde de una cri-sis energética. Insistir en él es una suerte de suicidio energético.Cualquier medida que prolongue las adoptadas por el gobiernomenemista, implica desconocer el carácter estratégico de los hi-drocarburos y la necesidad de garantizar a todos los argentinos eluso y goce de bienes que les pertenecen, porque la energía antesque un commodity es un derecho humano y un bien social.

EL FRACASO DEL MODELO NEOLIBERAL ENERGÉTICO:El cambio radical de política petrolera que implementó Carlos Menemtuvo, entre otras, las siguientes consecuencias:

1) Precio internacional: los argentinos hemos venido pagando loscombustibles a un precio mucho mayor del que pagábamos, quetiene como referencia el precio del mercado internacional y no loscostos internos.

2) Incumplimientos de las concesionarias: las petroleras no cum-plieron con las obligaciones contractuales de mantener y ampliar elnivel de las reservas con inversiones en exploración y perforaciónde nuevos pozos. El nivel de reservas ha disminuido a un tercio delas existentes antes de la privatización.

3) Ausencia de control del ambiente: la contaminación del medioambiente y las napas de agua es creciente en casi todos los yaci-mientos del país, donde no hay autoridad de control ni reparacióndel daño causado.

4) Falta de inversiones en gas natural: no se construyó ni un metrode gasoducto para el mercado interno; el 40% de la población ca-rece de gas natural y está obligada a pagar la garrafa a precios ex-traordinarios.

5) Importación de energías: podemos decir, que habiendo logradonuestro país el abastecimiento energético, hoy está obligado a im-portar diesel, fuel oil y electricidad. El mercado ha demostrado sufracaso para producir un abastecimiento energético que pueda sa-tisfacer el creciente desarrollo económico argentino.

6) Fraccionamiento del subsuelo: también podríamos apuntar comopolítica equivocada que se sigue manteniendo el criterio de otorgara las provincias el dominio jurisdiccional del subsuelo, que no exis-te en el mundo, esbozado en los numerosos proyectos modificato-

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71Carta del MORENO

rios de la actual Ley Nº 17.319. Sólo cabe tener una política nacio-nal y una explotación centralizada en lo político y operativo, sin queello implique desconocer los derechos de las Provincias en cuantoa la participación en las riquezas generadas.

7) La liberación del precio del gas en boca de pozo: esta medidafue dispuesta por los decretos Nos 180 y 181, cuando ante los fal-tantes de marzo de 2004 correspondía el retiro liso y llano de laconcesión de explotación, significa la entrega al oligopolio produc-tor a todos los usuarios no domésticos; en este esquema, los másperjudicadas serán las PYMES, que deberán aceptar las exigen-cias o cerrar sus plantas.

8) Fraude Contable: en marzo de este año los argentinos nos ente-ramos que Repsol-YPF había declarado como propias un 20% dereservas que no le correspondían. Entendemos que el gobierno tie-ne la obligación de exigir una explicación a la empresa por estaanomalía.

9) Los ilícitos petroleros de los 90: no se han iniciado investigacio-nes referidas a los ilícitos de la Década de los 90’; por ejemplo, losque derivan de los inconstitucionales Decretos Desreguladores de1989 (Nos1.055; 1.212 y 1.589) firmados por Menem y el ministroRoberto Dromi, tales como la acumulación de áreas que superen elnúmero de cinco (ley Nº 17.319) y la conversión de contratos deobras y servicios en concesiones de explotación, maniobra expre-samente declarada de nulidad absoluta por la Ley citada. La escan-dalosa prórroga de la concesión de Loma de la Lata en la gestiónDe la Rúa, con 17 años de anticipación, sigue vigente, al igual quelas de Ramos y Acambuco durante la gestión menemista. La prime-ra venta de YPF a US$ 19 la acción (cuando su valor real era de36 dólares), sin tasación oficial previa (solamente fue tasada porFirts Boston y Merryl Lynch) constituye un ilícito de una magnitudtal que debe ser investigado.

10) La irracional política exportadora de hidrocarburos: el manteni-miento de las exportaciones es manifiestamente inconstitucional;en efecto, la Constitución Nacional determina que los recursos de-ben ser explotados racionalmente y en beneficio de las generacio-nes presentes y futuras, cuyo derecho debe ser preservado. Ade-más, estas exportaciones son negocios entre empresas privadasque han sido mal autorizadas por los distintos Secretarios de Ener-gía y deben dejar de ser avaladas por el Estado Nacional. Desde elpunto de vista del derecho internacional, el Protocolo firmado conChile no tiene jerarquía constitucional de Acuerdo. Además, la Leyde Hidrocarburos exige mantener un adecuado nivel de reservas

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-hoy inexistente- y prioriza el autoabastecimiento.

HACIA UN NUEVO MODELO ENERGÉTICOEn el profundo convencimiento de que somos los pueblos -no los em-presarios privados- los dueños de los recursos naturales y quienes de-terminamos su forma de explotación y distribución, es necesario reinte-grar al Patrimonio Nacional los recursos y activos que pertenecían a lasgrandes empresas nacionales y provinciales, como también preparar unPlan Energético Integral que establezca la exclusiva administración es-tatal y la ampliación de sus disponibilidades.

Ante el conflictivo escenario internacional y la creciente disminución denuestras reservas el MORENO propone las siguientes medidas:

1) RECUPERACIÓN DE ÁREAS QUE VIOLAN LA LEY: Debe con-cretarse La Revolución de la Ley para que el Estado Nacional recu-pere aquellas áreas que han sido entregadas en base a disposicio-nes de los Decretos Desreguladores de 1989 citados en esta nota.Idéntica actitud cabe para las áreas que pertenecían a la YPF esta-tal que fueran transformadas en concesiones de explotación y per-misos de explotación por la Ley de Privatización de YPF; en estecaso, debe desconocerse el Decreto Nº 1.108/93 que las prorrogaindebidamente. También es necesario declarar la nulidad de lasprórrogas ilegítimas de Loma de la Lata, Acambuco y Ramos. Lasáreas recuperadas deben ser asignadas a ENARSA, cuya ley decreación debe ser modificada transformándola en una Sociedad delEstado.

2) GRAN EMPRESA ENERGÉTICA PÚBLICA: Enarsa, convertida enEnarse, debe dejar de ser una mera oficina de distribución de con-cesiones a multinacionales que no tiene yacimientos ni recursos.Enarsa debe convertirse en una real empresa energética integradacon recursos, yacimientos, transporte, refinería y bocas de expen-dio propias. Consecuentemente, la nueva Ley de Hidrocarburos de-be asegurar para el Estado Nacional el dominio jurisdiccional de to-do el subsuelo de la Nación y convertir a Enarse en el único conce-sionario.

3) DEROGACIÓN DE LOS DECRETOS DESREGULATORIOS DE1989: debe considerarse a todas las actividades integrantes del ci-clo económico de los hidrocarburos como un servicio público, ínte-gramente regulado; para ello, cabe derogar los decretos desregula-torios de 1989 y los Nos180 y 181 de 2004, que liberan el mercadodel gas entregándolo al oligopolio internacional que extrae el 92 %del total.

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73Carta del MORENO

4) AUDITORÍA DE RESERVAS Y DE COSTOS CON TÉCNICOS YPROFESIONALES ARGENTINOS: consideramos necesaria, co-mo primera y urgente medida, la realización de una auditoría de re-servas por parte de técnicos independientes de las petroleras. Enla ley de creación de ENARSA, se le adjudica la formación de unBanco de Datos; nadie ignora que los datos esenciales para sus-tentar cualquier política son los referidos a las reservas. Transcurri-dos casi dos años desde que iniciara su funcionamiento nada se haconcretado. Recientemente, ante presentaciones de Repsol YPFSA ante los organismos de control donde cotiza sus acciones, dis-minuyendo sus reservas, la Secretaría de Energía solamente hamodificado la periodicidad de la presentación de las DeclaracionesJuradas y la repetición del Auditor contratado por la sociedad, locual resulta totalmente insuficiente, pues no se audita en serio y sesigue aceptando como verdad la palabra de las petroleras.

5) SUSPENDER LAS EXPORTACIONES: deben ser suprimidas deinmediato contemplando el plazo mínimo para que los consumosdomiciliarios de los países receptores puedan adecuarse al lógicoproblema de la sustitución.

6) DESGRAVACIÓN Y BENEFICIOS A LAS PETROLERAS: deberetirarse el Proyecto de Desgravaciones y Beneficios para las In-versiones en Exploración. Mientras en el mundo se discuten loscontratos a favor de los pueblos por el aumento espectacular queha sufrido el crudo en los últimos tiempos, este proyecto no sola-mente está a contramano de los tiempos sino que no reconoce an-tecedentes en el continente y premia a quienes no invirtieron en losúltimos 15 años, como también derogarse la ley de Promoción deInversiones en Infraestructura, conocida como ley Techint.

7) DETERMINAR EL REAL PRECIO DE LAS PRIVATIZACIONESHIDROCARBURÍFERAS: Los objetivos nacionales de la políticadeben ser recapturar los activos energéticos. A tales fines, será ne-cesario auditar el precio real de privatizaciones y el valor de sus re-servas actuales.

8) RECUPERAR REPSOL YPF: El gobierno nacional tiene director ysíndico titular y suplente en el directorio de esta compañía. Siendoposeedor de la Acción de Oro de YPF S.A. la misma limita sus ope-raciones de transferencia sin autorización argentina. En conse-cuencia el valor internacional de esta compañía depende del poderde decisión argentino y de las áreas que le han sido concesiona-das. El MORENO sostiene que la mejor inversión que puede hacerel gobierno nacional es recuperar el poder de decisión de esta com-pañía.

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9) LA FAVORABLE COYUNTURA LATINOAMERICANA: El gobier-no nacional debe aprovecharla para poder reconstruir su petroleranacional y junto con los países hermanos constituir una gran em-presa al servicio de nuestros pueblos.

Comprenderá Ud. que son varias las in-quietudes que nos preocupan. Requerimos de Ud. que se ponga al fren-te de la recuperación de nuestros recursos más estratégicos y valiososy encabece, tal como lo ha concretado el Presidente de Bolivia, una cru-zada patriótica similar.

Quedando a su disposición para todoaquello que estime conveniente, lo saludamos muy atentamente

Fernando Pino Solanas, Presidente

Félix Herrero, Gustavo Calleja, José Rigane, Vicepresidentes

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¿Un¿Un control de lacontrol de lainflacióninflación es posible?es posible?Enfoques coyuntural y estructural*Enfoques coyuntural y estructural*

Debates

Gui l l e rmo Gigl ian iAl f r edo T. Gar c ía

Ju l i o Se var e s

* Mesa redonda organizada ppor el IADE el 27 de marzo de 2006, en el Centro Culturalde la Cooperación Floreal Gorini

En un lejano artículo sobre inflación publicado enRealidad Económica, se mencionaba a Celso Furtadoquien había encabezado uno de sus trabajos con es-ta cita: “En un triángulo rectángulo, el cuadrado dela hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados delos otros lados; pero conviene agregar la pregunta¿estamos realmente ante un triángulo rectángulo?”.Hoy el interrogante continúa vigente y en las inter-venciones de este debate los expositores, desde undoble enfoque -coyuntural y estructural-, se propo-nen identificar causas y herramientas.

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El tema que nos ocupa esta tar-de, el de la inflación, es algo queestá en el centro de la política des-de hace varios meses. La inflacióntuvo un salto muy grande en 2002,y a partir de ahí se registraron va-lores inusualmente bajos paraépocas fuera de la convertibilidad,ya que llegó al 4% en 2003 y 6%en 2004. A partir de ahí saltó al12% en 2005. La estimación delGobierno, a través del Banco Cen-tral, es que para este año va a es-tar entre el 8 y el 11%. No hacemucho, un ex presidente del Ban-co Central de este gobierno diouna cifra aún más alta, de maneraque la inflación está en la zona delos dos dígitos, en valores todavíabajos.

Quiero armar esta exposición dela siguiente manera: en primer lu-gar, exponer acerca de las causasde la inflación en general y de lainflación argentina actual en parti-cular En segundo término, hacermención de los diversos instru-mentos de la política antiinflacio-naria y en tercer lugar plantear es-tos problemas en el contexto de laactual política económica. La infla-ción no es neutra; se da en diver-sos contextos de política económi-ca, tiene efectos sobre el salario ylas políticas económicas debenser caracterizadas. En cuarto lu-

gar arribar a conclusiones o as-pectos que me parecen claves enla perspectiva de la inflación, peroa la luz de la discusión planteadaen el punto tercero sobre la políti-ca económica de Kirchner, en rea-lidad vigente desde 2002, y cómojuega la inflación en este contexto.

Sin pretender hacer algo exhaus-tivo, pero sin esconderme en estapretensión de generalidad, agru-paría los factores de inflación encuatro: uno lo descarto, muy rele-vante en la historia económica,que es el déficit fiscal, hoy inexis-tente. Tengamos en cuenta lo quefue la década de los ‘80 en esesentido, con la deuda externa y lascaracterísticas del sistema finan-ciero.

El segundo factor que creo im-portante, destacado por variosanalistas, es el de la inflación “es-tructuralista”, de aumento de pre-cios relativos, que se da cuando laeconomía está por debajo de laplena utilización de la capacidado, para decirlo en términos de laeconomía convencional, por deba-jo del pleno empleo. “Pleno em-pleo” es un concepto de la ma-croeconomía convencional abso-lutamente falso, porque nunca haypleno empleo en las economíascapitalistas. En realidad, lo quehay es un nivel de ocupación o de

Los cuatro factores de la inflaciónLos cuatro factores de la inflaciónGuillermo Gigliani*

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* Profesor de Dinero, crédito y banco (UBA) e integrante de Economistas de Izquierda(EDI)

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actividad que llega a un límite.Cuando se está por debajo de eselímite, es usual que se dé una in-flación que no tiene nada que vercon presiones de demanda. La in-flación estructural obedece, fun-damentalmente, al reacomoda-miento de precios relativos, quese manifiestan en subas de pre-cios. En 2002 hubo una alta infla-ción, dinamizada por la devalua-ción pero también por el reacomo-damiento de los precios relativos,en el sentido de que subió la ren-tabilidad del sector exportador,agrícola e industrial más que ladel sector de no transables (servi-cios, comercio, intermediación).Poco a poco, en alguna medida,esos precios del sector no transa-ble se han ido reacomodando.Eso es lo que explica la inflaciónde 2003 y 2004 y, en gran medi-da, de 2005. La “tribu” monetaris-ta, los “gurúes” de la city, aceptanesto: gran parte de la inflación ac-tual ha sido consecuencia del rea-comodamiento de precios relati-vos, es decir que su origen es es-tructural.

El tercer factor es la inflación,que se puede apreciar en algunosmercados en los que la utilizaciónde la capacidad llegó a un tope.De ahí pueden venir algunas pre-siones, como en el caso de losmercados básicos y en destile-rías. Tal ha sido el crecimiento dela producción que se enfrentancon esa dificultad.

El cuarto factor, muy importante,es que el modelo instaurado en2002, de carácter exportador,

transmite muchas presiones infla-cionarias, sobre todo en un con-texto tan favorable como el que seatraviesa desde 2004, con unboom de precios internacionales,que afectó al petróleo y en conse-cuencia benefició a la Argentina,pero afectó a los alimentos, espe-cialmente a la carne. Ustedes sa-ben que hasta enero la Argentinatenía la gran ventaja de que en elBrasil se había declarado un focode aftosa, lo que provocó la dispa-rada de precios.

Estos son los cuatro elementos,de los cuales el primero no es re-levante; asigno gran importanciaal segundo y al cuarto: el reaco-modamiento de precios relativos yla presión exportadora.

¿Cuáles son los instrumentos?Hay un instrumento que es la polí-tica monetaria, al cual me voy areferir al final de la exposición. Elsegundo es la política fiscal. Losinstrumentos de estabilización, ló-gicamente, son de aplicación enalguna medida contractiva. Otroinstrumento de estabilización es lapolítica salarial. Hace poco Ecola-tina, la consultora a la que perte-nece Roberto Lavagna, dijo que lapolítica salarial de 2006 es la ma-dre de todas las batallas. En 2002y 2003 la política salarial del Go-bierno permitió condiciones paraun modelo exportador. Eso tam-bién es una política. La otra políti-ca que me parece muy importantey que se está usando extensa-mente son los controles de pre-cios y, en general, la intervenciónestatal.

101¿Un control de la inflación es posible?

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Presentadas estas cuestiones,para plantear el problema de la in-flación desde una perspectiva pro-gresista hay que considerar la re-lación entre crecimiento e infla-ción, y entre salario real e infla-ción. Son dos temas sumamenteimportantes; existe una literaturaabundante desde las abstraccio-nes monetaristas, absolutamenteideológicas y dogmáticas, sin va-lor real. Son las “macanas” que seenseñan en muchas cátedras uni-versitarias. Hay un consenso en laliteratura estadounidense de quelas fases expansivas y de creci-miento de los salarios van de lamano de un cierto movimiento delos precios. Por supuesto, la infla-ción no puede desbocarse, peroexiste ese tipo de relación. Pordarles un cita muy reciente, Ro-bert Pollin, un economista poskey-nesiano, realizó un estudio empíri-co de casi cien casos y llegó a laconclusión de que cuando existecrecimiento acelerado se recalien-ta la demanda agregada -la viejateoría estructuralista-, hay altera-ciones continuas de precios relati-vos, que crecen a ritmos distintos,en las economías dependienteshay bloqueos de oferta. etc. Losprocesos de estancamiento,cuando hay crisis fiscales, y losprocesos de crecimiento, cuandono hay crisis fiscales, están aso-ciados con la mayor inflación.

La relación entre inflación y sala-rios es más complicada, pero voya tratar de explicarla. Ustedes sa-ben que antes de asumir la minis-tra Felisa Miceli, en una de sus

cartas de presentación dijo quelos salarios no generan inflación.Es una laguna teórica, porque nolo fundamentó. Pero quisiera decirlo siguiente: indiscutiblemente, lainflación deteriora el poder decompra de los salarios de quienestienen ingresos fijos. Lo vemos to-dos los días y es algo muy impor-tante. En segundo lugar en el pe-ríodo 2002-2005, cuando hubouna mayor recuperación del sala-rio real promedio fue en 2005. Esose dio con inflación alta. Tratandode precisarlo teóricamente, enuna economía descentralizada,capitalista, en la que no hayacuerdos generales de precios ysalarios, la única forma que tienenlos asalariados de conseguir in-crementos del salario real es a tra-vés de los aumentos del salarionominal. Eso sucede en forma in-dependiente de la coyuntura; nor-malmente los capitalistas tiendena trasladar los incrementos sala-riales hacia los precios.

Quiero referirme muy brevemen-te a la situación actual de la políti-ca económica. Hay inflación, pero¿beneficia a los asalariados? So-bre esto voy a ser muy conciso:en la economía argentina el sala-rio real tiene una tendencia biendefinida, de acuerdo con los datosoficiales y los provenientes de au-tores como Llach, Sánchez y Bec-caria. La serie del salario real,desde comienzos de la década delos ‘70 y hasta ahora, es una cur-va: nadie me puede proporcionardatos para torcer esta curva ac-tual. En 2005, el salario promedio

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de la economía es un 10% másbajo que el salario real de 2001.Hago hincapié en esto, porque al-gunos observan el alto crecimien-to del producto en los últimosaños. Esto es una política salarial.En segundo lugar, lo que ha he-cho la reestructuración de Eduar-do Duhalde y de Néstor Kirchneres profundizar la fragmentacióndel campo de los asalariados has-ta extremos nunca vistos en la so-ciedad argentina. Ese promediode un 10% menos se compone dela siguiente manera, según cifrasdel INDEC: el sector formal de laeconomía tiene una recuperaciónde 8% respecto de 2001; el sectorprivado informal, que de acuerdocon estimaciones que no tomanen cuenta los planes Jefes y Jefasde Hogar es un 50% del sectorprivado, tiene una caída del 26%con respecto de 2001, y el sectorpúblico registra una disminucióndel 27%. Ese 8% que han ganadolos asalariados formales se lo hansacado a los empresarios, a loscapitalistas, a través de un proce-so de huelgas, de luchas, de rei-vindicaciones. Los capitalistas nohan concedido esos aumentos poriniciativa propia.

Nuestro país bajo la presidenciade Kirchner tiene el superávit fis-cal más alto de la historia argenti-na. Se ha hecho una amplia difu-sión del pago de 10.000 millonesde dólares al Fondo Monetario In-ternacional, pero la verdad es quesi uno entra a la página web delMinisterio de Economía puede verque entre Kirchner y Duhalde han

pagado 25.000 millones de dóla-res a los organismos internaciona-les. Estas cifras desnudan la le-yenda de que Kirchner ha prota-gonizado el Plan Marshall argenti-no y, por supuesto, esto paralizael sarcasmo de los Bonasso y losVerbitsky, que preguntan si acasose hubiera hecho otra cosa conesos 10.000 millones. Yo sosten-go que la política del Gobierno hapermitido pagar esos 25.000 mi-llones al imperialismo, y que esaes la razón por la que Kirchner tie-ne congelados los salarios delsector público, aunque diga queno va a “pagar la deuda con elhambre del pueblo”. Con un de-creto podría solucionar eso, queno depende de la avaricia, la per-versidad o la maldad de los capi-talistas argentinos. Esa es la si-tuación de la distribución del in-greso en la Argentina, con unagregado en este punto, que meparece muy importante, como loes la cuestión de la inflación en laArgentina actual. Los procesos decrecimiento pueden darse en con-textos más inflacionarios, perovoy a fundamentar por qué creoque la inflación es un problemamuy serio para el gobierno, queestá poniendo toda su energía pa-ra acotarla, con controles de pre-cios, intervención en los merca-dos, acuerdos con empresas.

En los dos últimos años, la políti-ca económica cambió en lo si-guiente -no quiero omitir los logrosmacroeconómicos, como el creci-miento del producto y la caída deldesempleo (que está en el 12,7%,

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y sigue siendo elevado), el supe-rávit en la cuenta corriente, en labalanza comercial- ha habido underrame, aumenta la masa sala-rial y el rumbo futuro de este pro-ceso es tarea de quienes condu-cen la economía. En 2005 el pro-ducto creció tanto como en 2004;la inflación fue del 12% contra el6%, pero el incremento de los ali-mentos fue 4% en 2004 y 15% en2005 y eso afecta brutalmente alos sectores de menores ingresos(trabajadores informales, benefi-ciarios de planes sociales). El po-der adquisitivo de ese sector su-bió un 8% en 2004 y bajó un 2%en 2005. La indigencia subió en2005, de manera que la inflaciónha empezado a atacar a los máspobres de entre los pobres. Esta-mos hablando de millones de per-sonas, de manera tal que un re-brote inflacionario, como el delaño pasado y el que se insinúapara éste, puede crear condicio-nes muy difíciles para el Gobier-no. Concretamente, puede haberuna embestida de estos sectoresmás desfavorecidos contra el Go-bierno. Ya no se trataría de algocomo lo de Santa Cruz o Misio-nes, sino de sectores profunda-mente afectados por la política re-gresiva actual, en términos de losnúmeros que yo doy, no en térmi-nos del discurso. Eso ha hechoque el Gobierno se lanzara con to-da dureza a contener la inflación.

Voy a puntualizar mis conclusio-nes: la cuestión salarial para con-trolar la inflación es clave. Losacuerdos de precios continuarán

vigentes en tanto no haya modifi-cación de tarifas y de salarios. Seestá hablando de la perspectivade un mark-up fijo: esto quiere de-cir que si no suben los salarios, nosuben los precios. ¿En qué medi-da esto puede tener éxito? Nadielo sabe.

En segundo término, creo que elGobierno va hacia un refuerzo enel control de precios. Hoy el nuevodirector de Defensa de la Compe-tencia, José Sbatella, recordó queen la Argentina hubo dos contro-les de precios: el de José Ber Gel-bard, que fue progresista, y el deAlfredo Martínez de Hoz, que fuereaccionario. El nuevo control,que anuncia Sbatella, sería comoel primero. Me permito disentir enel siguiente sentido: la distribucióndel ingreso actual no es la de laépoca de Gelbard. Cómo se distri-buye el ingreso hoy: tenemos ga-nancias altas, salarios bajos y po-breza extendida.

En tercer lugar, la política fiscalargentina ha dejado atrás los an-helos de “prohombres” de las fi-nanzas como Álvaro Alsogaray yRoberto Alemann, que sosteníanque el superávit fiscal es en símismo bueno. El Gobierno sabeque tiene que moverse con unapolítica fiscal de altos ingresos: eldólar ya está en $ 3,10, y hoy seanunció el Fondo Fiscal Anticrisis,con un monto de 2.000 millonesde dólares, lo que implica más su-perávit fiscal. Sobre la políticaeconómica y la valorización finan-ciera hay aquí dos especialistas

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que seguramente darán algunaperspectiva, pero quisiera decirque el modelo exportador deKirchner empieza a tener ciertasdificultades, y una de ellas es queen el sector exportable los salariossigan recuperándose. Acabo dehacer un trabajo para la revista delEDI, Nº 2, sobre los márgenesasombrosos para dar aumentosde salarios que tienen los capita-listas del sector industrial; los pe-troleros tienen un 30% de margenrespecto de 2001; el sector metá-lico básico, un 40%, o sea que suscostos salariales son 40% meno-res a los de 2001, los del sectorpetrolero, un 30% menos -de ahíla tremenda huelga-. Aun así, ha-cia el futuro, las dificultades en losmercados de alimentos (lácteos ycarnes) pueden hacer frenar el en-vión al modelo agroexportador,que todavía no cuajó, y que estáfavorecido por los elevados pre-cios internacionales, que permitenimportaciones industriales muydesestructuradas. Las exportacio-nes industriales tienden a generarimportaciones industriales todavíamayores, pero los controles deprecios pueden perturbar ese pro-yecto.

Sin embargo, todo esto es relati-

vo por lo siguiente, y con esto con-cluyo la exposición. Si ustedesleen a los gurúes de la city y a dia-rios como Ámbito Financiero, ElCronista e Infobae, hay reclamosmuy serios acerca de la interven-ción estatal y los costos de las em-presas, los acuerdos de precios,la violación de los contratos inter-nacionales. Broda, Melconián ySantángelo hacen estas objecio-nes, pero está en pie el programaeconómico de Kirchner, que paraellos es el programa del bloque delas clases dominantes: no haycuestionamientos del sector in-dustrial, del sector de servicios odel sector bancario. Frente a estemodelo, cuyas consecuencias hemencionado, a los economistasnos cabe bregar por algo diferen-te, por un modelo donde no siga-mos discutiendo si estamos 10%por debajo de Cavallo y de Me-nem, sino por cómo redistribuir lariqueza nacional para que no hayapobreza e indigencia, sin planesde Jefas y Jefes, y con cambiosfundamentales que permitan queen un país rico como la Argentinasu población tenga niveles de vidaaceptables, con más o con menosinflación, pero sustancialmentecon un modelo distinto al de Du-halde y Kirchner.

105¿Un control de la inflación es posible?

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El título de la charla es la pre-gunta acerca de si es posible elcontrol de la inflación. Parece queno debería haber dudas sobreeso, porque el Gobierno lo ha ve-nido haciendo, aunque en algunoscasos sea algo doloroso paraalgunos actores. En rigor esto serealiza desde la devaluación, perohay una parte de los precios quese maneja desde el Estado y otradesde el mercado. Una vez quese devaluó se controló el tipo decambio, el principal precio de laeconomía. Si hubo variaciones deprecios fue por factores como elsalario, que estuvo totalmentecontrolado durante 2002 y luegofue recuperándose. Pero cuandonos referimos al salario, su evolu-ción no fue homogénea, como seseñaló. Incluso, en un 30% de lafuerza laboral, como los trabaja-dores del sector público, el controlse mantiene, pese al elevado su-perávit. Ni hablemos del plan deJefas y Jefes, que sigue en 150pesos.

Comparemos el índice de pre-cios al consumidor y los salariosmediante los índices de salariosde trabajadores privados registra-dos, trabajadores no registrados yempleados del sector público. Enel período de mayor inflación (di-ciembre de 2001-diciembre de

2002) los salarios del sector públi-co estuvieron congelados. En losdos años posteriores los salariosde los dos primeros grupos au-mentaron bastante más que la in-flación, no así los del sector públi-co. De diciembre de 2004 en ade-lante, la segunda etapa de la infla-ción, los salarios privados regis-trados aumentaron significativa-mente, pero los del grupo informalse mantuvieron prácticamenteidénticos en términos reales, se-gún los datos del INDEC. Duranteel período completo, lo que seperdió en el segmento de mayorinflación no fue recuperado. Sola-mente hubo una recuperaciónparcial del sector privado registra-do. La conclusión es que el Go-bierno controló efectivamente lossalarios del sector público, con locual utilizó una herramienta antiin-flacionaria importante.

El otro precio fundamental es elcongelamiento de tarifas: de una uotra forma, con juicios en el CIADIo no, el Gobierno mantuvo las ta-rifas en los mismos niveles, conincentivos o castigos según lasvariaciones en el consumo. Unopuede preguntarse en qué medidaesta decisión de hacer cesar laconcesión de Aguas Argentinas ycrear una empresa estatal no sedebe a la imposibilidad de mante-

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Inflación: la forma y el fondoInflación: la forma y el fondoAlfredo T. García*

* Director del Centro de Estudios Financieros del Instituto Movilizador de Fondos Coo-perativos (Cefim) . Docente de grado y posgrado de la UBA.

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ner el congelamiento de las tarifasmás que a la mala gestión de laconcesionaria. En este períodolas tarifas estuvieron controladasy esto jugó a favor de mantener lainflación en niveles relativamentebajos. Ha habido una gran dife-rencia entre el incremento de losprecios de bienes y el de los ser-vicios. La inflación fue motorizadaen el primer año después de ladevaluación por el aumento de losprecios de los bienes y los servi-cios aumentaron en muy pequeñamedida.

Una situación totalmente distintase da entre diciembre de 2002 ydiciembre de 2004: los serviciosaumentaron relativamente másque los bienes, y esta tendenciase mantiene en el período poste-rior. Vamos a volver a esto paraanalizar la evolución.

La tercera herramienta para elcontrol de los precios fue funda-mentalmente el tipo de cambio: lainflación del primer período tienesu causa principal en la devalua-ción. Luego, por una flotaciónbastante sucia, se evita inclusoque baje demasiado. Una baja deltipo de cambio no va a afectar sig-nificativamente los precios. Lasbajas en el tipo de cambio en ge-neral no impactan sobre la infla-ción.

A la luz de las teorías que se ex-pusieron, podemos hacer dosanálisis del proceso inflacionarioen la Argentina: uno apariencial,de acuerdo con la forma en quese presenta la variación de pre-

cios, y otro vinculado con el modode acumulación de la economía,que es una explicación más difícilpero no por eso vamos a prescin-dir de ella.

Veamos la secuencia del incre-mento de precios en un esquemasimilar al anterior, pero con volú-menes. La dinámica es distinta:luego de un período en el que losbienes transables estimularon elcrecimiento de la inflación, losservicios empiezan a recuperarterreno, porque ha habido un in-cremento general de ingresos pe-ro no una mejora en la distribu-ción. Tengamos en cuenta elefecto de la violenta caída gene-rada en la crisis de 2001. Comoya explicó Guillermo, la recompo-sición del poder de compra bene-fició especialmente a las clasesmás acomodadas. Ahí está preci-samente el incremento de los ser-vicios, que son demandados fun-damentalmente por los sectoresde mayores ingresos. El INDECpresenta datos muy interesantesde distribución del ingreso porquintiles y de incrementos de pre-cios. Esto llega hasta mediadosde 2005, lo cual no nos permitever la evolución en este períodocompleto. ¿Qué está escondien-do esto? Una dinámica perversade la inflación, porque precisa-mente -algo se comentó aquí- apartir de la estampida inflacionariaposterior a 2001, la inflación haimpactado sobre las clases demenores ingresos.

Otra de las características de es-

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te proceso inflacionario que haceque se distinga de otros que he-mos tenido históricamente es quehay una fuerte variación de pre-cios relativos. Estamos compa-rando el índice de precios al con-sumidor con el de precios mayo-ristas: hay un fuerte crecimientodel sector energético, como partede la inflación “importada”, peropodemos tener una mejor visión silo sacamos. Los precios mayoris-tas de los productos agrícolas hancrecido significativamente en ma-yor medida que el promedio de losbienes. Esto parece indicar unareducción en el mercado. Estuveviendo un poco de historia: entremayo de 1987 y noviembre de1988 los precios minoristas y ma-yoristas aumentaron en forma si-milar: 8,4% y 9,92%, respectiva-mente. Entre octubre de 1988 yoctubre de 1989, un período hi-perinflacionario, el aumento fueprácticamente el mismo: 3.703% y3.881%. Son cifras terribles; entreoctubre de 1989 y octubre de1990 se produce una variaciónsignificativamente distinta entreIPC e índice mayorista: 1.838% y1.242%. En este caso creció me-nos el índice mayorista.

Las características del actualproceso inflacionario es que hancambiado significativamente losprecios relativos: ya observamosla distinta evolución de los preciosde los bienes y de los servicios,de precios minoristas respecto delos mayoristas, y lo que comenta-ba Guillermo de los alimentos. Sivemos el crecimiento de los pre-cios de los alimentos en relación

con el primer período (diciembre2002/diciembre 2001) aumenta-ron significativamente menos queen el segundo período (diciembre2004/diciembre 2002) y en el ter-cer período (diciembre 2005 a laactualidad) vuelven a aumentar.Los alimentos parecen ser uncomponente importante en el ac-tual índice inflacionario.

Veamos el crecimiento del índicede precios general, el índice deprecios de bienes y fundamental-mente el incremento de la canas-ta básica de alimentos, que fija lalínea de indigencia. La diferenciaentre la canasta básica y la canas-ta total de alimentos tiene que vercon el freno de los servicios. Poreso se dio una muy buena evolu-ción en el período de baja infla-ción, y prácticamente no hubocambios en la canasta básica. Lacanasta básica se encareció porla suba de los alimentos en el últi-mo período más que la canastatotal. Los índices de precios parael quintil de menores ingresos im-pactaron más que para el quintilsuperior. En el acumulado se ob-serva este cambio en el último pe-ríodo. Estos datos tratan de expli-car la mecánica de la acumulacióny, como dije al principio, el gobier-no tiene una incidencia significati-va en el control del nivel generalde la inflación, pero no es efectivoen el control de esta inflación seg-mentada que termina afectandomás a los sectores de menores in-gresos. La gente de menores in-gresos no es la que más carneconsume.

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Históricamente, el impacto de lainflación sobre las clases de me-nores ingresos y de ingresos fijosen la Argentina se daba por vía dela reducción de los ingresos fijosde los trabajadores. Hoy pareceque el impacto de la inflación so-bre esos sectores se da, más quepor la pérdida de ingresos, por elincremento de los precios de lacanasta familiar. El ex ministro La-vagna dijo que fue un gran logroque el impacto del pass-through-el paso de la devaluación a la in-flación- fuese escaso. Tuvimos unincremento del dólar del 200% ylos precios crecieron el 70%. Fueun “exitazo”, pero detrás de esohubo una recesión como nuncaantes se había dado. En definitiva,el tope a esa recomposición demárgenes, que fue muy alta, estu-vo dado por el poder de compraglobal en 2001-2002, fundamen-talmente de los sectores asalaria-dos y de menores ingresos; en losaños siguientes, en la medida queel incremento de salarios fue per-mitiendo que el poder de compraaumentara, volvimos a tenermuestras de incrementos de pre-cios que no son como los de2002, pero tampoco insignifican-tes.

No obstante, hubo bienes queescaparon a esta regla, principal-mente los suntuarios, que en todoeste período fueron aumentandosus precios y captaron el aumentode la renta recibida por los secto-res de mayores ingresos en unentorno de falta de redistribución

del ingreso. El impacto del au-mento de los bienes de la canastabásica o bienes esenciales en larecta presupuestaria se resolviócon el abandono del consumo deotros bienes prescindibles. Seavanzó por el aumento de bienesimprescindibles a costa de que lossectores de menores ingresos de-jaran de consumir otros bienes.Los aumentos de salarios de 2005prácticamente no alcanzaron a lossectores de ingresos informales ylos trabajadores del sector públi-co.

Se dijo que se trataba de mante-ner un mark-up fijo: si no aumen-tan los salarios no van a aumentarlos precios. Pero hay sectores quedesean aumentar su mark-up enfunción de su posición dominantee ir recuperando parte del impactode la devaluación. Esto sería unainflación por devaluación, con lacual se intenta volver a la rentabi-lidad que no se pudo recuperarpor la limitación de la demanda.Hay una teoría de que las fasesexpansivas coinciden con los au-mentos de precios; esto se da enpaíses con crecimientos norma-les, de 2 ó 3% anual. En la Argen-tina, el principal aumento de pre-cios se dio con la fase recesiva,pero en la fase siguiente, más ex-pansiva, a partir de diciembre de2002, no hubo tantos aumentos.En cambio, al continuar la fase ex-pansiva en 2005, vuelven a darseaumentos de precios, con lo cualla dinámica va más allá del propiocrecimiento económico y es elproducto de la presión que ejer-

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cen los distintos sectores concen-trados más que nunca, a partir delos años del gobierno de Menem;el desafío es ver si sigue esa pre-sión y si los futuros aumentos desalarios no van a ir a precios, in-crementando el mark-up de esossectores a costa de un menor po-der de compra de los sectores demenores ingresos. El Gobierno

tiene que actuar frente a este im-pacto de la inflación en los secto-res de menores ingresos; si bienfestejó el 0,4% del aumento del ín-dice general de precios minoristaspara enero de 2005, los alimentosaumentaron el 1%. El sector demenores ingresos gasta el 60%en alimentos. Es un tema al quehay que prestarle atención.

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Inflación y distribución del ingresoInflación y distribución del ingresoJulio Sevares*

Como les decía a mis compañe-ros y colegas antes de empezar lamesa, me veo obligado a repetir loque dice todo panelista que quedaúltimo en la fila: que todos los de-más dijeron brillantemente todo loque tenía anotado, pero igualsiempre sale algo para agregarsobre la marcha.

El tema de la convocatoria esmuy interesante: para controlar lainflación hay que saber qué es loque la causa, y a partir de allí verqué instrumentos usamos. Sin ir alos libros, por lo que uno recuerdade la historia personal, las causasde la inflación pueden ser mu-chas, y en cada punto la inflacióntiene causas diferentes; las discu-siones sobre las causas son infini-tas y están cargadas de una fuer-te dosis de ideología.

La inflación es un tema funda-mental porque afecta la distribu-

ción del ingreso; es uno de los ele-mentos principales para modificar-la, como bien lo han señalado losexpositores anteriores. Con la in-flación gana el que puede imponersus precios en el mercado. Re-cuerdo un artículo de AlejandroFoxley, en Desarrollo Económico,en los años setenta sobre las cau-sas de la inflación en Chile, en elque decía que es muy difícil deter-minar qué está primero, si el hue-vo o la gallina. Se puede encon-trar un punto de partida, pero des-pués esos procesos se haceninerciales, como las guerras. Enlas guerras, cuando alguien sepregunta quién las inició, las acu-saciones son recíprocas. Siemprehubo alguien que tiró la primerapiedra, pero éste puede responderque la tiró porque lo provocaron.Cuando recuerdo esto en audito-rios serios como éste y ante loscolegas, no suena científico, pero

* Economista, periodista, docente universitario. Autor de ¿Por qué cayó la Argentina?.Imposición, crisis y reciclaje del orden neoliberal, Norma, Buenos Aires, 2002.

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es mi percepción. Foxley decíaque había una inflación por expec-tativas del dólar, pero cuando eldólar deja de subir y aumenta latasa de interés, los precios au-mentan por la expectativa del au-mento de los costos. Cuando nosube nada pero hay un aumentode salarios, los precios suben porlas expectativas salariales. Así secrea un terreno de gran incerti-dumbre, que es lo que hace quegente como nosotros tenga dequé hablar y escribir. Esto respon-de a lo que Marx llamaba “anar-quía del mercado”, sin referirsepuntualmente a la inflación, peroes un producto de lo que Guiller-mo Gigliani analizaba cuando de-cía que los precios no estaban es-tablecidos sino dejados a las deci-siones unívocas de los agentes.Entonces hay fenómenos de de-sequilibrios permanentes que lle-van a crisis e inestabilidades sos-tenidas. Pero desde que Marx dijoesto algunas cosas han cambia-do. En su época no había infla-ción: los mercados eran más omenos competitivos, el precio delos salarios era flexible a la baja,las empresas generalmente eranpequeñas y alguien, con un pocode imaginación, podía hablar deun mercado de competencia per-fecta, en el que todos eran toma-dores de precios. Alguien teníasiempre la capacidad de imponersus precios a los demás. Estocambió con la progresiva concen-tración de la economía y con lapresencia del sindicalismo: uno delos puntales de los análisis de

Keynes en los años treinta se ba-saba sobre la inflexibilidad de latendencia del salario a la baja,que fue una de las causas de ladesocupación. Después va a sertambién una de las razones de lainflación. La inflexibilidad a la bajadel salario trajo cambios institucio-nales en el mercado de trabajo:los trabajadores tenían la posibili-dad de resistir la baja de los sala-rios nominales y sufrían, como se-guimos sufriendo nosotros, la bajade los salarios o de los ingresosreales.

Durante el desarrollo del capita-lismo posterior a la Segunda Gue-rra crece la concentración de laeconomía y se da el fenómeno dela “inflación reptante”, que sor-prende a todo el mundo. Ya se ha-bían visto fenómenos de hiperin-flación, como en Alemania en1923, que tiene mucha importan-cia para entender los procesosposteriores en la Argentina, elBrasil, Israel y otros países. ¿Quégenera esta inflación? Esta cues-tión de la rigidez de los mercados;los mercados ya no funcionan encompetencia perfecta, sino encompetencia monopólica. Los ca-pitalistas tienen la posibilidad defijar lo que los colegas llamabanmark-up. El mark-up es el mar-gen por encima del punto teóri-co de la competencia perfecta,lo que determina la gananciamonopólica. Eso es muy impor-tante para nosotros en la Argenti-na, y ahora vamos aterrizando ennuestro problema, porque una delas razones que veo para la infla-

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ción actual -como mucha gente-más allá de lo que la lanzó, que eneste caso fue la inflación, un fenó-meno exógeno al mercado de bie-nes y el mercado de trabajo. Elhecho de que haya sectores concapacidad de fijar precios y de noretroceder aunque la demandacaiga, o inclusive aumentarloscuando cae la demanda está den-tro de las condiciones de la com-petencia monopólica. Si alguientiene un margen de ganancia mo-nopólico, tiene la posibilidad dereemplazar la caída de la deman-da, manteniendo sus precios y re-duciendo su margen monopólico.Cuando, desde el punto de vistade la oferta, tiene la capacidad demonopolizarla, se dan casos co-mo el del mercado lácteo, en elque hay dos o tres empresas quecompran la leche en un mercadoatomizado de oferentes. Los com-pradores, la demanda en ese seg-mento del mercado, tienen la posi-bilidad de fijar los precios y le di-cen al tambero: “te compro la le-che a este precio, te guste o no teguste”. Por una cuestión de es-tructura ociosa, solamente se lapueden vender a dos o tres. Delmismo modo, cuando en el mer-cado de chapas Techint decideaumentar el precio, todos los quecompran chapas tienen que acep-tar el precio que pone Techint; enun contexto de encarecimiento delas importaciones por la devalua-ción, la posición monopólica deTechint es fundamental.

La cuestión de la rigidez de losmercados es central, porque una

vez que está lanzada la situacióninflacionaria, estos sectores tie-nen la posibilidad de mantenersus precios e incluso de aumen-tarlos cuando cae la demanda, ydespués, cuando ésta convalidasus deseos de mantener el mark-up, de recomponerlo o de manejarel mercado, esto sucede perfecta-mente, porque no hay ningunacompetencia que los obligue a ba-jar hacia un punto de equilibrioteórico basado sobre la compe-tencia perfecta. Aquí, como todosnosotros sabemos, los estudiosde concentración de mercadomuestran que en los años noven-ta la concentración se agudizó,que en la actualidad hay un con-junto de doscientas empresas quetienen 40 ó 50% de las ventas to-tales del mercado. Hoy se publicóen El Cronista Comercial un re-portaje a José Sbatella, -es unamigo que ahora está en el Go-bierno-. Dice Sbatella cuando lepreguntan cómo se distribuyen lasoperaciones de los 55 consignata-rios que hay en Liniers: “Sí, hayuna fuerte concentración, los vein-te primeros manejan el 60% de lasoperaciones, y esto influye en elprecio de la carne. La carne au-mentó un 300% desde diciembrede 2001, lo que equivale a un 33%de aumento en dólares”. Habló dela concentración de las usinas lác-teas y otra cosa que explica esque “mi experiencia indica que losprecios los fijan los conglomera-dos económicos más poderosos,los 200 gerentes más importantesdel país, que además están entre-

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cruzados”. Esto se manifestó gra-vemente en la hiperinflación y em-peoró en los noventa, porque lastarifas de los servicios públicosdejaron de ser fijadas por el Esta-do. Como bien se señaló, el Esta-do tiene la posibilidad de fijar sala-rios públicos y tarifas públicas, y loestá haciendo en un contexto po-lítico, tiene un papel importante enuna política antiinflacionaria. Deesta tendencia monopólica se de-duce necesariamente que la políti-ca del Estado no puede ser fiscal,monetaria ni de manejo de la de-manda, salvo que uno piense encongelarla. Aun así puede llegar atener problemas. Como bien se di-jo, en los períodos hiperinflaciona-rios o de alta inflación, los preciossiguen subiendo aunque se re-duzca la oferta monetaria, la de-manda, etc. De esto se deduce laimportancia de la política estatalde forzar acuerdos de precios so-bre el sector concentrado. Si estose está haciendo con toda la pro-fundidad necesaria y posible o siva a tener efectos, la verdad esque no es posible anticiparlo, y esdeseable que así sea.

Cuando estudié Economía, unade las perversiones de las que sehablaba estaba en la cuestión delas exportaciones. Cursaba unamateria con Javier Villanueva, queexplicaba que una empresa fijalos precios de acuerdo con su es-tructura de costos, la demanda,las condiciones del mercado inter-no, etc., pero si tiene la posibilidadde exportar su producción, así seael 5% de ella, y los precios en el

mercado externo aumentan, au-menta su fijación de precios en elmercado interno, porque va a tra-tar de obtener la misma rentabili-dad que con sus exportaciones.Esto es hipotético, porque si estávendiendo aceite o leche en elmercado interno, eso no tiene nin-guna relación con el aumento in-ternacional de precios. Pero el ex-portador va a tratar de fijar inter-namente los mismos precios querigen afuera. De esto se deduceotra cosa: es correcta la políticade las retenciones, porque las re-tenciones reducen el precio obte-nible en la exportación y eso haceque la expectativa de fijación deprecios del exportador se reduzcaproporcionalmente con las reten-ciones. Esto lleva su ecuación defijación de precios hacia un nivelmás bajo que si no existieran lasretenciones.

El tema de las expectativas esfundamental en la inflación, por-que una vez que se producen sepueden ver procesos autogenera-dos, porque todos piensan que losprecios van a aumentar y por esose anticipan, por las expectativasde que aumente la demanda o laoferta monetaria. De ahí que seaimportante la recomendación deRoberto Frenkel, expuesta en unartículo en La Nación, en el quedice que una de las políticas delGobierno debería ser transmitirexpectativas de estabilidad en lasvariables fundamentales. En lapolítica fiscal lo está haciendo, enla política salarial también, indu-ciendo acuerdos de moderación

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salarial con el sindicalismo afín(Moyano y CGT). También la polí-tica monetaria ha sido levementeexpansiva, con grandes esfuerzosde reducir la colocación de bonos,de esterilización, a un costo eleva-do; no se la puede acusar de ha-ber sido la causante de la infla-ción, aunque va convalidando elaumento de la demanda. Ahí seplantea otro problema: ¿cómocompatibilizar la política moneta-ria con la cambiaria? Una de lascuestiones es que hay una ofertamonetaria vinculada con la com-pra de dólares que hace el BancoCentral, con la idea de mantenerun dólar alto. O se deciden a dejarcaer el dólar, no comprando máspara no inyectar más moneda, orecogen la moneda lanzada almercado a través de la compra dedólares, con colocación de bonosen pesos, lo cual tiene un costo fi-nanciero. A grandes rasgos, el pe-dido de Frenkel al Gobierno estácumpliéndose.

El tema de la inercia también esimportante: los grandes éxitos enla política antiinflacionaria se die-ron con medidas de shock querompieron con las expectativas delos agentes económicos, fijadoreso no de precios, de un día paraotro que, salvo que se analicedesde el punto de vista de la psi-cología social es a veces algo mi-lagroso. Sucedió con la experien-cia de la hiperinflación alemanade 1923, con el cambio de la mo-neda por otra apoyada con reser-vas de Estados Unidos, y lo mis-mo pasó con la convertibilidad,

cuando, contra los pronósticosmás agoreros, la inflación se redu-jo rápidamente y se mantuvo auna pesar de la recuperación de laeconomía en los años posteriores.

La pregunta es si la ruptura de lainercia inflacionaria jugó un papelimportante en el hecho de que conla devaluación en 2002 no se dis-parara la inflación. Creo que másallá del efecto real, de la percep-ción, del cálculo concreto del em-presario que no puede aumentarlos precios porque no le compranadie, del peluquero del barrio,que si aumenta un peso más elcorte de pelo se queda sin clien-tes, así ocurre sucesivamente-para sostener esto tendría quecontar con una encuesta significa-tiva de opinión entre formadoresde precios, cosa que no estoy encondiciones de hacer-. Creo quetambién la modificación del régi-men cambiario y la súbita rece-sión crearon un temor. Otro ele-mento es la carrera entre preciosy salarios, típico de la época desustitución de importaciones, enla que los mercados protegidos,con una industrialización creadorade un proletariado combativo queexigía aumentos de salarios. Losempresarios los concedían y, an-tes de terminar de pagarlos, au-mentaban los precios. Lo podíanhacer porque estaban con un mer-cado muy protegido y sabían quecuando los alcanzaban los preciosinternacionales venía la devalua-ción, que volvía a encarecer lasimportaciones. Esa dinámica nose dio después de la última deva-

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luación, porque teníamos una de-socupación muy elevada, y ahí nosolamente está lo que controla elEstado y los sindicatos que siguenla política oficial, sino lo que con-trola el mercado por medio del te-rror de quedarse sin trabajo.

Otra causa que se expone comonecesidad para aumentar los pre-cios está en mantener los márge-nes de ganancias. Me gustaría te-ner el estudio de Guillermo paraver algo más reciente, pero lo quedan los balances de las empre-sas, que se publican a fin de añoen los diarios del establishment,son ganancias espectaculares, in-cluso las de servicios, lo que tam-bién explica que no han tenido ne-cesidad de supervivencia y de au-mentar las tarifas.

Un tema que no han tratadoquienes me antecedieron en eluso de la palabra es que un ele-mento regresivo de la inflación, ar-ticulado con la política antiinflacio-naria oficial, ha sido la estructuraimpositiva. Esta cuestión de man-

tener congelados los mínimos noimponibles, sin actualizarlos porinflación, ha aumentado la regre-sividad tremenda de la estructuraimpositiva. Una estructura quedescansa mucho sobre los im-puestos al consumo y sobre losimpuestos a las ganancias paga-dos por la clase media, a partir demantener congelados los mínimosdesde la época de Machinea haincorporado a sectores como lostrabajadores de Las Heras.

Algo que me quedó sin redon-dear se refiere a casos como eldel aceite, un sector exportadorque aumenta los precios internos.La variación entre 2001 y 2005 delos precios minoristas asciende a74%; los precios minoristas de lacarne aumentaron 148% y los delaceite 161%. Es el rubro que másaumentó. La concentración de losmercados como el de la chapa:los precios en ese período subie-ron un 165%; los de productosmetálicos, 266%. Ambos son ca-sos de fuerte concentración, lomismo que en la industria del ce-

115¿Un control de la inflación es posible?

mento.Preguntas de los asistentes

P.: Sobre los datos dados porGarcía: él habla de un IPC de 100para todo el período y un índicemayorista de 165. Como yo ya nocreo en la reducción de beneficios,evidentemente puede haber unadilatación de beneficios, pero latendencia es a la recomposicióndel mark-up anterior. Si hay mayor

demanda, es una cuestión de iner-cia la que se aplica en la recompo-sición de precios.

A. T. García: Quienes conocenmás los precios mayoristas nospueden dar su versión, pero mi hi-pótesis es que los precios minoris-tas se vieron frenados. Ha habidorecomposiciones entre sectores.No sé si quedó muy claro, peroacá se decía que hay sectoresque pueden aguardar para au-

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mentar los precios o que puedendejar de vender. Muchas veces, laconcentración hace que sectoresmonopólicos sigan vendiendo acosta de la tarea de las PyMEs deese mercado. No siempre el sec-tor monopólico actúa para ganarmás en lo inmediato, sino paradesplazar a sus competidores.Sería interesante ver estudioscomparativos entre los distintossectores: los que han recompues-to más rápidamente sus precios ylos que tendieron a mantener susmárgenes.

G. Gigliani: Quisiera agregar losiguiente: el mayor mark-up pro-medio es el de 2002. Ese año hayun incremento brutal de las ga-nancias y eso recompone la pro-ducción capitalista. La salida deese “agujero negro” que hubo enla Argentina se dio a través de unincremento enorme de las ganan-cias. Eso es, a mi ver, insostenibleen esa magnitud, y desde ya queen el sector industrial el mark-upse ha reducido. Por supuesto, nose ha reducido a lo que era en2001, pero sí en relación con2002. La naturaleza de los cicloses que los mark-ups en los mo-mentos de mayor expansión tien-den a achicarse. Mi impresión esque en 2006, por obra de los con-troles de precios en algunos sec-tores, va a haber un achicamientodel mark-up. Los controles de pre-cios, en determinados sectorescomo los frigoríficos y los lácteos,si “planchan” los precios, posible-mente tengan o no recomposiciónsalarial, pero ahí los márgenes gi-

gantescos van a reducirse. Las lu-chas salariales van a traer reduc-ción de los mark-ups, con un in-cremento del salario real en mu-chas áreas de la agroindustria. Encuanto a la inflación, coincido conJulio Sevares en que el acuerdode precios ha sido efectivo paracontrolar las expectativas y que elresultado anual será de un 10%.Pero por aumento de las pujas sa-lariales vamos a tener una ciertarecuperación del salario real acosta de los mark-ups. Eso, sinembargo, no va a modificar la es-tructura real de la distribución delingreso. Cuando les dije que el sa-lario real tiene esta tendencia, es-to no elimina los ciclos. En cadaetapa, como desde 2002 hastahoy, el salario real se precipita ha-cia abajo al principio, pero des-pués se empieza a recomponer apartir de 2003. Las característicasde cada recomposición nunca loretrotraen al promedio anterior.Hasta el momento, y sin que hayauna perspectiva definida para esteaño ni para el que viene, el salarioreal del capitalismo argentino va apoder recobrar los niveles de laépoca de Menem y Cavallo. Estova más allá de que determinadossectores, como el industrial, pue-dan estar beneficiados. Y en esocreo también que el Gobierno es-tá en una especie de dilema res-pecto del modelo exportador. Estetiene sus desventajas: cuando su-be el precio de la carne, esta subaes por el alza del precio interna-cional y de la demanda. Se cortaesa tendencia y surgen los proble-

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mas: parte del mercado está “ennegro”, hay maniobras, pero la di-námica del modelo está dada porla suba de los precios internacio-nales, lo mismo con los lácteos ycon el acero. La Argentina es ungran exportador de acero y losprecios internacionales del acerose han disparado. Por supuestoque la condición de monopolio uoligopolio tiene su importancia,pero la dinámica está dada por lascondiciones económicas. En laépoca de la deflación, de 1998 a2000, los que se fueron más rápi-damente al precipicio fueron ellos,cuya dinámica de precios iba ha-cia abajo, con independencia desu condición de “pulpos”. En esoel Gobierno tiene por delante unmodelo de acumulación que com-bine más armónicamente el mer-cado interno con el mercado inter-nacional, de manera que esa granpromesa de que con un dólar altola Argentina está en condicionesde penetrar en el mundo se cum-pla. La resistencia obrera, convastos sectores cuyo salario se li-cua por la inflación y que puedenpegarle un “zarpazo” al Gobierno,hace que el sector exportador ten-ga esos condicionamientos.

P.: Todos los acuerdos de pre-cios tienen como salvaguarda larecomposición salarial. La recom-posición salarial se va a dar en elsector formal, con lo cual se va aretroalimentar la inflación si serompen los acuerdos, con unaafectación muy grande sobre el

50%, que son los informales. Enese sentido veo un panorama de-salentador.

G. Gigliani: En 2006 han empe-zado a crecer los salarios informa-les. Lo cierto, y esto lo dijo tam-bién Alfredo, es que hay una polí-tica salarial; los capitalistas, contodo lo que han acumulado en laindustria, pueden ceder a las pre-siones de los sindicatos combati-vos. En el sector informal, el quepone el piso es directamente elGobierno, porque con planes deJefas y Jefes de 150 pesos la po-sibilidad que tienen los capitalis-tas de contratar a masas de asa-lariados a precios bajísimos es di-recta, y eso es responsabilidaddel Gobierno, lo mismo que lo quesucede en el sector público, demanera que va a haber luchas,que se van a traducir en aumentosde precios, más allá de los acuer-dos con el Gobierno. Lo que sedice en el Gobierno es que los sa-larios no van a impactar sobre losprecios, pero en estas condicio-nes eso va a suceder. Sin embar-go, es la única forma en que losasalariados pueden aumentar suingreso real. Creo que en 2006 vaa haber un intento de controles deprecios. Hoy Kiguel mostró muchacoincidencia con la política oficialsalvo en el control de los precios,porque eso significa intervenciónestatal. A pesar de esos controlesde precios, los salarios van a se-guir subiendo.

J. Sevares: Yo quiero agregar uncomentario. Decía que la gran de-

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socupación desalienta la deman-da, pero el mercado laboral estámuy segmentado. Hay sectoresen los que abunda la mano deobra indiferenciada, pero dóndehay necesidad de especializaciónse presentan los conflictos. En lasindustrias en las que escasea lamano de obra va a haber lucha.Aquí se ve la fragmentación quese profundizará entre los trabaja-dores.

P.: ¿Cómo influye en todo esto elprecio de los activos, su recupera-ción, que en algunos casos hizoque superaran los valores de2001? La otra cosa que quisieraseñalar es que ustedes menciona-ron que el Gobierno puede contro-lar la inflación y que hasta ahoralo logró. El problema es cuálesson los efectos de este modo decontrol. A manera de hipótesis, sila convertibilidad duró once años,la estructura de precios relativosera relativamente estable, salvoalgunas cosas que nadie queríadecir pero que expresó Pescar-mona: “la salida es bajar los sala-rios”. Lo hizo nuestro amigo Re-mes Lenicov. Uno podría esperarque si no ha habido grandes inver-siones y se ha agotado la capaci-dad productiva ociosa existenteen diciembre de 2001 tendría quehaber una tendencia a la recom-posición de aquellos precios rela-tivos que había en ese momento,salvo los salarios que, como seseñaló, tienden a bajar. El Gobier-no ha tratado de reprimir ese rea-

comodamiento de precios relati-vos en aquello que puede, queson los salarios públicos y las tari-fas de los servicios públicos mino-ristas. Pese a que segujimos pa-gando 80 centavos el boleto, lostransportes recibieron más de1.000 millones de pesos en subsi-dios. El planteo es cómo puedeseguir esto. Redrado dice que elaño pasado se portó bien, en unreportaje al Wall Street Journal delos últimos días de diciembre: lapolítica monetaria había sido con-tractiva, porque la oferta moneta-ria real bajó, pero la política fiscalhabía sido expansiva, porque elsuperávit había sido 1,1% inferioral de 2004. Todo esto, y el hechode que hay tantos precios tan in-dependientes como los de los in-muebles y la tierra agrícola que semueven por los precios internacio-nales y por lo tanto no se esperaque bajen en los próximos años,hace que esta política de controlde precios parezca insosteniblepara mantener este nivel de infla-ción, que alguien llamará “recom-posición de precios relativos” res-pecto de 2001.

J. Sevares: Es una buena pre-gunta, porque efectivamente losprecios de los inmuebles se tras-ladan a los alquileres, porque seespera una renta mayor. Eso esinflacionario, aunque no es tanevidente.

A. García: Es correcto tambiénporque, como se dijo, hubo uncontrol efectivo por parte del Go-bierno. El tema es hasta dónde

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puede seguir ese control. Los sa-larios del sector privado formalpueden aumentar significativa-mente, pero en función de lo quedecía Julio, la fragmentación delmercado haría que ese aumentono llegara al sector de trabajado-res no registrados, con lo cual hayque pensar en otro aspecto funda-mental: el congelamiento de tari-fas ¿hasta cuándo se va a poderseguir sosteniendo? No me refieroal transporte, donde lo están re-solviendo mediante subsidios, si-no en el caso de las empresas pri-vatizadas. Es un gran tema quequeda para el futuro. Pareceríaque va a continuar la recomposi-ción del salario por sectores, yque otros sectores seguirían conpérdidas relativas del poder ad-quisitivo, fundamentalmente losno registrados y los estatales. Porotro lado, está el tema de la políti-ca monetaria, que Julio mencionó;efectivamente, este sistema deeconomía exportadora está gene-rando un superávit comercial conprecios como los de los commodi-ties, que no se espera que bajentan significativamente. En el PlanFénix había un consenso genera-lizado de que a inicios de 2004 elsuperávit comercial se iba a achi-car por el aumento de importacio-nes en función del crecimiento,pero la tendencia se mantuvo, conlo cual este superávit está provo-cando una emisión monetariaimportante, que se va esterilizan-do. El tema es que los bonos emi-tidos por el Banco Central cadavez son más, y el vencimiento deestos bonos se hace cada vez

más complicado. Por eso se hacedifícil pronosticar hasta cuándo vaa durar este esquema monetarioque se frena por vía de la esterili-zación. Hay gente que está preo-cupada por el aumento del déficitcuasifiscal; a mí no me preocupatanto, pero sí me preocupa elstock.

J. Sevares: Como la economíaestá muy poco bancarizada, el au-mento de tasas no tiene mayorefecto. Como siempre pasa, la po-lítica monetaria puede estar orien-tada a sostener la oferta o el tipode cambio. Aquí se eligió sostenerel tipo de cambio, que es una va-riable dependiente de la otra.

G. Gigliani: Voy a seguir ama-gando con cuestiones del sectorfinanciero. Coincido con muchasde las cosas que dice Alfredo. Detodas maneras, creo que en elsector financiero ha cambiado al-go y eso tiene que ver con los ac-tivos. La situación del sector finan-ciero ha sido extraordinariamentefavorable en los últimos años, por-que el sistema se ha reconstituidodesde las ruinas y eso crea condi-ciones sumamente positivas paraun período corto de remonetiza-ción. Además, hasta el momentola tasa esperada de aumento deltipo de cambio se ha mantenidoen torno de los 3 pesos. Los mer-cados a futuro están proyectandosubas del tipo de cambio, y esocomplica la política financiera. LaArgentina es un país dolarizado;el cálculo de rentabilidad se haceen dólares aunque la tasa de inte-rés real sea negativa. La tasa que

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se paga es 5% contra 10% esti-mado de inflación. No obstante,hay un mercado de títulos públi-cos en movimiento. La políticamonetaria tiene esa complicación;la oferta fija de propiedades por elgran crash y la existencia de sec-tores que lo toman como un activohan hecho que los precios en laciudad de Buenos Aires se man-tengan; lo mismo sucede con losprecios de los campos, por elboom de la soja. Eso es inflacio-nario, porque los alquileres suben.Es posible que vayamos a un con-trol de alquileres.

Si no hay contradicciones, la per-spectiva de este año y de 2007para el Gobierno es seguir con al-to crecimiento y con los salarios“ahí”. El salario no puede estar enel piso, porque es tan fragmenta-da la población asalariada que sila inflación se dispara eso es unabomba. No quiero ser alarmista,

pero si llega a haber una dispara-da de los precios de los alimentos,el Gobierno tendría serios proble-mas, conflictos, marchas. Otra delas “madres de las batallas” es lainversión, y estamos por debajode los niveles de 1998. SalvoAluar y Techint, el resto no estáhaciendo grandes inversiones. Elgran boom exportador se dio conel petróleo y la soja, pero ni si-quiera hay esos proyectos en pe-troquímica de las décadas de los‘80 y ‘90. Además hay un balancedel sector industrial en cuanto adivisas que vuelve a ser negativo.El Brasil tuvo un salto exportador,y el Brasil es superavitario en labalanza de divisas industriales. LaArgentina tuvo un salto exporta-dor, pero la industria argentinanunca dejó de ser deficitaria y escada vez más dependiente: nece-sita más insumos importados.

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En resumidas cuentasEn resumidas cuentas**45 días de noticias45 días de noticias

1.04/15.05.20061.04/15.05.2006

* La elaboración de esta síntesis está bajo la responsabilidad de la dirección de la revistay no se somete a dictamen del referato de Realidad Económica.Esta sección de Realidad Económica pretende reflejar hechos y comentarios de signi-ficativa trascendencia producidos en los 45 días que abarca la periodicidad de la revis-ta. Es nuestra intención que se convierta en una especie de “ayuda memoria” para susdestinatarios. Como toda selección, corre el riesgo de caer en arbitrariedades que pro-curaremos acotar, con la colaboración y sugerencias de nuestros amigos lectores.

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�� OPI NIO NES��MAR CE LO CAN TON: EL LOBBYES PA ÑOL DE LAS PRI VA TI ZA DAS

* “Hay un eje es pa ñol en los úl ti mosacuer dos de ta ri fas que fir mó el Go -bier no. El de ayer con Gas Na tu ralBAN era un vie jo re cla mo de es tacom pa ñía ga sí fe ra que con tro la laCai xa, el ban co de Bar ce lo na conmás flui do diá lo go con la ad mi nis tra -ción de Jo sé Luis Ro drí guez Za pa te -ro. A fin de mar zo, el Eje cu ti vo apro bóun rea jus te en el pre cio del gas pa rain dus trias y co mer cios que es ta ba pa -ra do des de me dia dos del año pa sa do.El ma yor in te re sa do era Rep sol-YPF,en la que la Cai xa pe sa tam bién co moac cio nis ta prin ci pal. A prin ci pios dees te mes, el Go bier no fir mó otro au -men to de ta ri fas, el de Ac ce so Nor te yAc ce so Oes te. Con li mi ta cio nes, por -que se rá só lo pa ra au tos, y de ja de la -do a ca mio nes y co lec ti vos. El prin ci -pal ac cio nis ta de la com pa ñía, cla ro,es tam bién es pa ñol, la em pre sa Aber -tis. El 28 de es te mes se rea li za rá enMar del Pla ta la Au dien cia pú bli ca pa -ra de ba tir el acuer do se lla do con Tele -fó ni ca (de Es pa ña, es cla ro) fir ma do ame dia dos de fe bre ro. In clu ye só lo unau men to de ta ri fas en las lla ma das lo -ca les de 20 a 21 ho ras, que per de ránel des cuen to del 50% aho ra vi gen te.¿Ca sua li dad? Di fí cil de su po ner. Lasin to nía del Go bier no con la ad mi nis -tra ción es pa ño la ha te ni do su pe so enes ta ca de na de acuer dos. Tam bién lapre sión que, se gún al gu nas fuen tes,de jó sen tir Ma drid en los úl ti mos me -ses por lo que en ten día era un atra socon los com pro mi sos del Eje cu ti vo ar -gen ti no res pec to al cie rre de acuer docon las pri va ti za das de ca pi tal es pa -ñol. ¿Cuá les son las ex cep cio nes?Ae ro lí neas Ar gen ti nas (del es pa ñolGru po Mar sans): el Go bier no ha bíaacep ta do con ce der le un au men to

des pués de Se ma na San ta, pe romien tras no fir men el acuer do sa la rialcon los em plea dos, ese ajus te que da -ría en el free zer. La otra es Ag bar, lacom pa ñía de Bar ce lo na que en el Eje -cu ti vo su po nían se ría la ta bla de sal -va ción pa ra Aguas Ar gen ti nas, de laque es ac cio nis ta. Pe ro en Ag bar pe -só más la vo lun tad de su prin ci pal ac -cio nis ta, la fran ce sa Suez. Y Aguaster mi nó rees ta ti za da. Nés tor Kirch nerte nía pre vis to un via je a Ma drid pa raes te se mes tre, pe ri plo que de jó de fi -gu rar en la agen da ofi cial. Con es taca de na de acuer dos, tal vez pue danvol ver a ar mar las va li jas.” (Pe rio dis -ta; Clarín, Buenos Aires, 11-04)

��ALDO FERRER: EL LABERINTODE LAS PAPELERAS

* “Có mo es po si ble que, en un es pa -cio com par ti do, pro yec tos de gran es -ca la que afec tan al de sa rro llo y al me -dio am bien te de to da la re gión, pue -dan ser lle va dos has ta un avan za doni vel de eje cu ción sin acuer do pre vioen tre los paí ses? ¿Por qué es tos pro -yec tos se des plie gan en la for ma tra -di cio nal de la in ver sión pri va da di rec -ta, con la ex tran je ri za ción li sa y lla nadel con trol de las fir mas, sien do quees po si ble con ce bir em pre sas (jointven tu res) con par ti ci pa ción de ci si vade ca pi ta les pro pios, ar gen ti nos, uru -gua yos y mer co su re ños, con el apor -te com ple men ta rio ne ce sa rio de lasem pre sas ex tran je ras? La res pues taes cla ra: es to su ce de por que el Mer -co sur aban do nó el em pleo de la pro -gra ma ción del de sa rro llo in dus trial dela re gión, en los sec to res cla ve (co molo es el de ce lu lo sa y pa pel), que es -ta ba pre vis to y pues to en prác ti ca (enel sec tor de bie nes de ca pi tal) en losacuer dos bi la te ra les ar gen ti no-bra si -le ños, du ran te las pre si den cias de Al -fon sín y Sar ney. El ins tru men to que dó

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con tem pla do en el Tra ta do de Asun -ción pe ro se lo lle vó el vien to du ran teel tem po ral neo li be ral que aso ló anues tros paí ses. Ima gi ne mos un es -ce na rio dis tin to del de sa rro llo de laspa pe le ras de Fray Ben tos, en el con -tex to de una es tra te gia com par ti da dede sa rro llo in dus trial. El Uru guay to mala ini cia ti va de de sa rro llar in ver sio nesen el sec tor y lo acuer da con la Ar -gen ti na en un es pí ri tu de abrir nue vasopor tu ni da des a los so cios de me nordi men sión del Mer co sur. Em pre sa riosde la re gión, que no nos fal tan, se gu -ra men te pro pon drían la for ma ción deuna em pre sa in te gra da con el te ji doin dus trial y tec no ló gi co del Mer co sur,mo vi li zan do el apor te ex tra rre gio nalde tec no lo gía y fi nan cia mien to quefue ra ne ce sa rio, pe ro man te nien do elcon trol de las fir mas. En tal ca so, con -tri bui ría mos a cons truir ca pi ta lis mosna cio na les en la Ar gen ti na y el Uru -guay y, al fi nal, un ca pi ta lis mo mer co -su re ño, con el ple no de sa rro llo in dus -trial y tec no ló gi co de los paí ses miem -bro, con em pleo de ca li dad, sin po -bres y con equi dad. Las pa pe le ras deFray Ben tos son un re sa bio del vie jomo de lo cen tro pe ri fe ria. Va le de cir, laex trac ción de re cur sos na tu ra les denues tros paí ses, ba jo la ges tión de fi -lia les de em pre sas ex tran je ras, des ti -na da a la ex por ta ción al mer ca domun dial. Es te mo de lo, co mo lo re ve lala ex pe rien cia la ti noa me ri ca na y delres to del mun do, no re suel ve el pro -ble ma del de sa rro llo sus ten ta ble. Niel Uru guay, ni la Ar gen ti na, se ránprós pe ros si pre do mi nan es te ti po dein ver sio nes y, de pa so, pue den en -fren tar pro ble mas co mo los ac tua les,en un di fe ren do in con ce bi ble y ab sur -do en tre ar gen ti nos y uru gua yos.Aho ra hay que re sol ver, en tre pue -blos fra ter nos y es ta dos so be ra nos, elpro ble ma in me dia to. Es fac ti ble sa tis -fa cer el re cla mo ar gen ti no de se gu ri -

da des so bre la via bi li dad eco ló gi ca delos pro yec tos y la de fen sa del me dioam bien te de un es pa cio com par ti do,nor ma li zan do el trá fi co en una zo navi tal pa ra el Mer co sur y ga ran ti zan doel de re cho so be ra no del Uru guay depro mo ver las in ver sio nes y su de sa -rro llo. Pe ro es ta his to ria no pue de re -pe tir se y de be de jar nos en se ñan zasfe cun das pa ra el fu tu ro. Ar gen ti nos,uru gua yos, bra si le ños, pa ra gua yos ysus so cios en el Mer co sur, pa ra ge ne -rar pro duc ción y em pleo, de be moscons truir sis te mas pro duc ti vos in te -gra dos y com ple jos ca pa ces de asi -mi lar y ge ne rar co no ci mien tos en to -do el te ji do eco nó mi co y so cial. Te ne -mos que abrir nos al mun do, man te -nien do el con trol de nues tro pro piodes ti no en el or den glo bal. De be mosapren der de nues tra ex pe rien cia y dela aje na y ob ser var que no exis tenpaí ses exi to sos fun da dos so bre ca pi -ta lis mos vul ne ra bles y de pen dien tes,de si gual dad y po bre za, co mo, pre va -le ce en nues tra rea li dad ac tual. Si en -ca ra mos jun tos el de sa fío se re mosmás fuer tes. Es ta es la agen da pen -dien te del Mer co sur po si ble. Da daslas asi me trías exis ten tes, de ta ma ñoy ni vel re la ti vo de de sa rro llo, el mer -ca do, li bra do a sus pro pias fuer zas,mul ti pli ca los con flic tos y, en de fi ni ti -va, lle va al de sen cuen tro y la pa rá li -sis. De ben in tro du cir se las po lí ti caspú bli cas co mu ni ta rias en el Mer co sur.Así con ver ti re mos pro ble mas, co moel de las pa pe le ras de Fray Ben tos,en opor tu ni da des de de sa rro llo, em -pleo y cons truc ción na cio nal de nues -tros paí ses, en el es pa cio so li da rio dela re gión.” (Eco no mis ta y miem brodel Plan Fé nix; Clarín, Buenos Aires,26-04)

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��ALFREDO ZAIAT: LOSHERMANOS SEAN UNIDOS

* “La agu da de pen den cia del Uru -guay con la pa pe le ra fin lan de sa Bot -nia a par tir de la fir ma de un Tra ta doBi la te ral de In ver sio nes, con ven ta jassó lo pa ra el país nór di co, ex po ne laim por tan cia del Mer co sur. De ja enevi den cia el gra do de in mo vi li dad quecon de na a los paí ses de la re gión eseti po de con ve nios, del mis mo mo doque los Tra ta dos de Li bre Co mer cio.El in só li to pa pel que es tá ju gan do elfren team plis ta Ta ba ré Váz quez de -fen dien do con uñas y dien tes lo quedes de la ve re da de la opo si ción cri ti cócon du re za, así co mo tam bién el co -que teo con Es ta dos Uni dos, de ja aldes nu do la tram pa que sig ni fi canesos tra ta dos. El con flic to con el Uru -guay no es co mo afir man los gen dar -mes de los bue nos mo da les la ex tin -ción len ta del Mer co sur, di fun dien doasí con fi de li dad el de seo de la ad mi -nis tra ción Bush, si no que es la rea fir -ma ción de su ne ce si dad im pe rio sapa ra la re gión. El Mer co sur, con susim per fec cio nes e im por tan tes asig na -tu ras pen dien tes, es re le van te no só -lo por que es un va lio so ins tru men tode in te gra ción si no por que fi ja con di -cio nes y lí mi tes a tra ta dos de li bre co -mer cio con po ten cias eco nó mi cas.Esos con ve nios con tie nen cláu su lasque los ale jan de la cues tión co mer -cial. En un do cu men to pre sen ta do enel se mi na rio Es ce na rios de sa li da decri sis y es tra te gias al ter na ti vas de de -sa rro llo pa ra la Ar gen ti na, or ga ni za dopor Ceil-Piet te y Co ni cet, ela bo ra dopor An drés Mu sac chio y Ve ró ni ca Ro -bert, se de ta lla que esos tra ta dos `in -ten tan avan zar so bre la li be ra li za ciónde los ser vi cios, las li ci ta cio nes pa rael abas te ci mien to de los es ta dos na -cio na les, una ma yor ri gi dez en ma te -ria de pa ten tes y un es que ma de pro -

tec ción de in ver sio nes´. De esa for -ma, `los paí ses que fir man los acuer -dos re sig nan una gran can ti dad dehe rra mien tas cru cia les pa ra una po lí -ti ca de de sa rro llo´. Quie nes de fien denlos tra ta dos de li bre co mer cio o los bi -la te ra les de in ver sio nes sos tie nenque la aper tu ra del mer ca do es pa ralos dos paí ses. Se tra ta de un ar gu -men to bas tan te dé bil. Cuan do la re la -ción es tan de si gual, con mar ca dasasi me trías, esos con ve nios só lo fa vo -re cen a los más po de ro sos. Por ejem -plo, has ta aho ra no se co no ce nin gu -na in ver sión uru gua ya en Fin lan diaque pue da apro ve char –co mo sí loha ce Bot nia– de las ven ta jas del tra ta -do. El Uru guay pue de afir mar que laAr gen ti na fir mó con ca si 60 paí sesacuer dos si mi la res y no los de nun cia.Por ese mo ti vo, los pa de ce, en esafic ción de ar bi tra je en el Cia di (tri bu naldel Ban co Mun dial) im pul sa do por pri -va ti za das y mul ti na cio na les, don depre sen ta ron de man das mi llo na riaspor mon tos fi ja dos sin nin gún cri te rioob je ti vo más que el de su bor di nar alpaís a una ne go cia ción de si gual. Ta -ba ré tie ne que apren der de los erro -res ar gen ti nos no a imi tar los. Exis teabun dan te bi blio gra fía que re ve la quelas in ver sio nes ex tran je ras no dis cri -mi nan si el país re cep tor ofre ce tra ta -dos bi la te ra les o no. La prue ba máscon tun den te es el Bra sil: ex cep to conel Mer co sur, no se en cuen tra vin cu la -do por nin gu no de esos tra ta dos fir -ma dos por la Ar gen ti na y porel Uru -guay con Fin lan dia. En un do cu men todel Ban co Mun dial, la es pe cia lis taMary Hall ward-Drie meier (Do Bi la te ralTrea ties At tract FDI? Only a bi t...andthey could bi te, ju nio 2003), ana li zólos flu jos de in ver sión in ter na cio na lesen tre vein te paí ses de la Unión Eu ro -pea y 31 paí ses pe ri fé ri cos du ran te 20años y no en con tró re la ción em pí ri caen tre la fir ma de tra ta dos y un ma yor

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flu jo de in ver sión ha cia los paí ses envías de de sa rro llo sig na ta rios. Esa ex -per ta con si de ró in clu so que lo máspro ba ble es que los TBI ac túen otor -gan do ven ta jas a in ver sio nes que seha brían efec tua do de to das ma ne ras.En rea li dad, el fac tor de ter mi nan te delos flu jos de in ver sión es el ta ma ñodel mer ca do, y no los tra ta dos bi la te -ra les de in ver sión. Lo mis mo pa sa conlos tra ta dos de li bre co mer cio. Pa raac ce der a mer ca dos no se re quie rende esos con ve nios. (...) Se sa be, ade -más, que es muy di fí cil que Es ta dosUni dos re sig ne los pi la res fun da men -ta les de su po lí ti ca agrí co la, que con -sis te en brin dar sub si dios mul ti mi llo -na rios a sus far mers al tiem po que es -ta ble ce ba rre ras al in gre sos de pro -duc tos agrí co las de otros paí ses (elUru guay, por ejem plo). La so breac -tua da in dig na ción uru gua ya es unamues tra de de bi li dad que lo lle va atran si tar ca mi nos si nuo sos. Pue de serque el pa pel de víc ti ma sea par te deuna ne go cia ción pa ra que los so ciosma yo res del Mer co sur no se ocu penso la men te de sus asi me trías. Tam -bién pue de ser que ha ya que da doatra pa do de las mi se rias de la po lí ti cain ter na. Pe ro el even tual aban do nodel blo que re gio nal pa ra abra zar se aEs ta dos Uni dos (que no ha ma ni fes ta -do un in te rés es pe cial en ese ma tri -mo nio) no es sín to ma de for ta le za. Deto dos mo dos, lo va lio so de Ta ba réVáz quez es que ha mo vi do la es tan te -ría del Mer co sur. Y el ca so de las pa -pe le ras sir ve pa ra lla mar la aten ciónque la in te gra ción tie ne que rom percon la ló gi ca mer can ti lis ta (de ter mi na -da por los ines ta bles flu jos co mer cia -les) y avan zar en pro yec tos vin cu la -dos con es truc tu ras pro duc ti vas re gio -na les. Por ese úl ti mo sen de ro se afi-an za rá el blo que. En esa orien ta ciónapun ta la es tra te gia ener gé ti ca con elpro yec to del ga so duc to des de Ve ne -

zue la, co mo tam bién la in cor po ra ciónde Bo li via a esa ini cia ti va. En ese sen -ti do, la ex pe rien cia eu ro pea es un in -te re san te an te ce den te. El co ra zón dela Unión Eu ro pea fue el con ve nioener gé ti co por el car bón en tre Ale ma -nia y Fran cia, eje que se for ta le ció apar tir de esa in ter de pen den cia pa ralue go ex ten der la unión al res to delcon ti nen te. A la ga rra cha rrúa le fal tapa rar la pe lo ta y po ner la en el pi so.”(Pe rio dis ta eco nó mi co; Su ple men toCash, Página 12, Buenos Aires, 30-04)

�� POLÍTICA��LA FLEXIBILIZACIÓN LABORALMATA

* “Si el mar tes hu bo mar chas de bo -li via nos en Bue nos Ai res pa ra de nun -ciar las pé si mas con di cio nes la bo ra -les, el miér co les mi les de ellos vol vie -ron a ma ni fes tar se en la ca pi tal ar gen -ti na, es ta vez en de fen sa de las fuen -tes de tra ba jo ame na za das por lasins pec cio nes, que lan zó el go bier no,des de que un in cen dio ma tó a seisper so nas (cua tro de ellas ni ños) en unta ller tex til ile gal en el ba rrio por te ñode Flo res. Es di fí cil de ter mi nar a quienasis te la ra zón, en la su ce sión de mar -chas en fa vor y en con tra de los `ta lle -ris tas´, que ocu pan una ma yo ría debo li via nos en con di cio nes re ñi dashas ta con el sú per fle xi bi li za do mer ca -do la bo ral ar gen ti no. Co mo re sul ta dode los ope ra ti vos que se su ce die ron alas de nun cias e ins pec cio nes, fue ronclau su ra dos 41 ta lle res. An te la arre -me ti da gu ber na men tal, mu chos fa bri -can tes blan quea ron su si tua ción. (...)Una co mu ni dad que es tá en tre 1.5 mi -llo nes y dos mi llo nes de per so nas y esla se gun da ma yo ri ta ria en la Ar gen ti -na, des pués de la pa ra gua ya. Eso lacon vier te tam bién en la ma yor de la

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diás po ra de Bo li via, un país de sie temi llo nes de ha bi tan tes. Su mag ni tudex pli ca la reac ción del go bier no deEvo Mo ra les que mien tras ace le ra bala re pa tria ción de los muer tos en el in -cen dio, anun ció el en vío de una de le -ga ción con fun cio na rios y par la men ta -rios pa ra el lu nes. Si el go bier no ar -gen ti no cum ple su pro me sa de fa ci li -tar los trá mi tes mi gra to rios a to dos losafec ta dos, eli mi na ría una de las fuen -tes prin ci pa les de la ex plo ta ción y laile ga li dad. (... ) La lle ga da de bo li via -nos co men zó en la dé ca da de los se -ten ta, a cau sa del cie rre de las mi nasdel Po to sí. En la ciu dad de Bue nos Ai -res se es ta ble ció la úl ti ma ola de in mi -gran tes, ten ta da en los años no ven tapor la Con ver ti bi li dad, el plan eco nó -mi co que equi pa ra ba el pe so ar gen ti -no con el dó lar. Fue en esa épo catam bién que re cru de cie ron las ex pre -sio nes xe nó fo bas aci ca tea das por lade ma go gia de cier tos sec to res po lí ti -cos (por los par ti dos de de re cha enge ne ral y, en par ti cu lar, por el pe ro -nis mo más reac cio na rio que se en car -na ba en el aho ra vi ce pre si den te de laNación, Da niel Scio li, y en el ex go -ber na dor de la pro vin cia de Bue nosAi res, Car los Ruc kauf). (...) Cu rio sa -men te (o no), fue en una de las mar -chas de bo li via nos en las que se es -cu cha ron con sig nas ra cis tas con traco rea nos y ju díos, los otros dos gru -pos en tre quie nes se re par te la ac ti vi -dad tex til.” (Mi le nio -Mé xi co-, 7-04)

��CONFLICTO CON EL URUGUAY

* “Unos mil ve ci nos de Gua le guay -chú, con cen tra dos pri me ro en una lar -ga ca ra va na de au tos des de las12.30, y fi nal men te, reu ni dos enasam blea en Arro yo Ver de, vo ta ronpor ma yo ría cor tar otra vez el trán si toha cia el Uru guay por la ru ta in ter na -cio nal 136. (...) En cam bio, es ta ma -dru ga da, los asam bleís tas de Co lón

re sol vie ron no rea nu dar los cor tes enla ru ta 135 y `se guir día a día losacon te ci mien tos´. Y se dis pu so de sig -nar `me sas de tra ba jo pa ra ela bo raruna pre sen ta ción so bre la rea li dad re -gio nal´ que se en tre ga rá al Go bier noel lu nes. (...) El 11 de mar zo, se lesha bía pe di do que le van ta ran el cor te ya cam bio, si mul tá nea men te, que lapa pe le ra Bot nia pa ra li za ría la cons -truc ción de su plan ta. Y jus to cuan dolos dos man da ta rios es ta ban a pun tode en con trar se y las Can ci lle rías ha -bían lle ga do a un acuer do, la em pre -sa fin lan de sa di jo no. (...) El cor te sere to mó `por tiem po in de ter mi na do´,con asam bleas ca da 24 ho ras. Es tavez, pa ra vol ver a le van tar lo, exi gi ránque la pa ra li za ción de obras de la em -pre sa sea si mul tá nea. En el Uru guay,la Se ma na San ta es se ma na de tu ris -mo, ofi cial men te.” (Clarín, BuenosAires, 6-04)

* “El Go bier no car gó du ro con tra elpre si den te del Uru guay Ta ba ré Váz -quez lue go de que ese país anun cia -ra que da por ter mi na das las ne go cia -cio nes en tre pre si den tes. Tan to el mi -nis tro del In te rior Aní bal Fer nán dez,co mo el je fe de Ga bi ne te Al ber to Fer -nán dez, cues tio na ron la au to ri dad delman da ta rio uru gua yo pa ra fre nar lade ci sión de la pa pe le ra Bot nia de pa -ra li zar las obras por diez días y no por90, co mo lo anun ció ini cial men te. Eseha bía si do uno de los obs tá cu los queim pi dió que se rea li za ra la cum brepre si den cial don de se fir ma ría unacuer do de fon do en tre am bos paí sesy de esa ma ne ra des tra bar el con flic -to. Es ta ma ña na, Aní bal Fer nán dezase gu ró que Ta ba ré Váz quez “no tie -ne po der pa ra de te ner las plan tas” ypro pu so, con cier ta iro nía, que la reu -nión pa ra de fi nir el con flic to am bien talsea en tre el pre si den te Nés tor Kirch -ner y el ti tu lar de la em pre sa Bot nia.”(Cla rín .com, 8-04)

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* “El in for me de los ex per tos con vo -ca dos por la Cor po ra ción Fi nan cie raIn ter na cio nal (CFI) de bía di fun dir se el21 de es te mes. Pe ro se ade lan tó 10días, lue go de que los go bier nos ar -gen ti no y uru gua yo rom pie ron el pac -to de con fi den cia li dad. Mo les tos conlas ver sio nes `dis tor sio na das´ y `par -cia les´ del in for me que co men za ron acir cu lar en am bos paí ses, los di rec ti -vos de la CFI ade lan ta ron su di fu sióncon un co mu ni ca do de pren sa re dac -ta do a úl ti mo mo men to, se gún pu dore cons truir La Na ción en es ta ca pi tal.La lí nea téc ni ca de la CFI con si de raque el in for me con ce de cier tos pun tosa las po si cio nes de am bos paí ses sindar le la ra zón a nin gu na: los ex per tosde man dan más in for ma ción, co mo re -cla ma la Ar gen ti na, pe ro si Bot nia yEN CE me jo ran sus pro ce di mien tosam bos pro yec tos se en ca mi nan ha ciasu apro ba ción, di je ron las fuen tes dela Cor po ra ción con sul ta das. (...) Trasel des can so del fe ria do lar go de es tase ma na, las em pre sas que ins ta lanen el li to ral uru gua yo dos plan tas defa bri ca ción de pas ta de ce lu lo sa co -men za rán a tra ba jar pa ra des pe jar lasdu das que que da ron ex pues tas en elin for me del Ban co Mun dial (BM) so -bre im pac to am bien tal, se gún re co no -cie ron ayer a La Na ción fuen tes deam bas com pa ñías. Bot nia y EN CEcoin ci die ron en que re ci bie ron las ob -je cio nes del nue vo in for me del BM`sin dra ma tis mo´, aun que en tien denque se tra ta de exi gen cias nue vas yno de un re pa so de lo ana li za do en elin for me de di ciem bre. (...) Pre ci sa -men te, ayer tras cen dió que uno de losban cos que te nían en con si de ra ciónun prés ta mo pa ra Bot nia de sis tió deha cer lo lue go de ha ber re ci bi do unpe di do en ese sen ti do del Cen tro deDe re chos Hu ma nos y Am bien te (Ced -ha), que di ri ge la abo ga da ar gen ti naRo mi na Pi co lot ti.” (La Nación, BuenosAires, 13-04)

* “Por la fuer za fue ron de sa lo ja doslos am bien ta lis tas que per ma ne cíanhas ta ayer, po co an tes de las 10, enla ru ta in ter na cio nal 135 in te rrum pien -do la cir cu la ción de ve hí cu los en treCo lón y Pay san dú, co mo me di da depro tes ta por la ins ta la ción de las plan -tas de pas ta ce lu lo sa en Fray Ben tos.No hu bo ro ces fí si cos con los am bien -ta lis tas, que de acuer do con lo que in -for ma ron me dios lo ca les, eran po coslos que es ta ban ha cien do guar dia enel cor te a esa ho ra, pe ro sí el gru po deco mer cian tes de ci dió por la fuer za o`pre po ten cia´ des pe jar el ca mi no ha -cia el Uru guay. Se gún re la ta ron los in -te gran tes de la Asam blea Am bien talde Co lón, un gru po de `ma to nes´ deunas 30 per so nas se hi cie ron pre sen -tes en el lu gar del cor te y los obli ga ronpor la fuer za a de sa lo jar la ru ta in ter -na cio nal. El gru po ti po co man do queli be ró el trán si to en el puen te Ge ne ralGer va sio Ar ti gas, era di ri gi do por unco mer cian te de Co lón, que tie ne unaes ta ción de ser vi cio en el ac ce so alen la ce, se gún cons ta en la de nun ciaque hi cie ron los am bien ta lis tas.” (ElDia rio, Pa ra ná, 19-04)

* “La mi nis tra de Co mer cio Ex te riorde Fin lan dia, Pau la Leh to ma ni, sus -pen dió su vi si ta a la Ar gen ti na. Aun -que te nía pre vis to pa sar por Bue nosAi res en una gi ra que in clui rá al Uru -guay, Chi le y Pe rú, la fun cio na ria de -ci dió que no ven drá al país, lue go deque Nés tor Kirch ner re cla ma ra al go -bier no fin lan dés que asu ma `su res -pon sa bi li dad´ y `co la bo re´ pa ra queBot nia sus pen da la cons truc ción desu plan ta por 90 días y se rea li ce eles tu dio de im pac to am bien tal. Elanun cio fue rea li za do por la Em ba ja -da de Fin lan dia, con un co mu ni ca dode pren sa: `La men ta ble men te se hapro du ci do una sen sa ción de que lahués ped no se ría bien ve ni da´, di ce eltex to ofi cial.” (Página 12, BuenosAires, 21-04)

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* “El co mi sa rio eu ro peo de Co mer -cio, Pe ter Man del son, res pal da a lapa pe le ra fin lan de sa Bot nia, a la queca li fi ca de ‘víc ti ma ino cen te’ en el con -flic to en tre la Ar gen ti na y el Uru guaypor la cons truc ción de dos fá bri cas dece lu lo sa en la lo ca li dad uru gua ya deFray Ben tos.” (Te rra, Es pa ña, 21-04)

* “El Go bier no ar gen ti no re ve ló ayerque es tá dis pues to a pa gar el es tu diode im pac to am bien tal que re cla ma pa -ra re sol ver el con flic to por las pa pe le -ras. Tam bién ofre ció ha cer se car godel pa go de los sa la rios caí dos de lostra ba ja do res de Bot nia y EN CE, si es -tas em pre sas acep tan sus pen der lasobras en Fray Ben tos por 90 días. Elpre si den te Nés tor Kirch ner le in for móa su co le ga Lu la da Sil va de es ta ofer -ta, que se gún fuen tes del Go bier no yaha bía si do he cho al Uru guay du ran telas ne go cia cio nes re ser va das en tre elje fe de Ga bi ne te, Al ber to Fer nán dez,y su con tra par te uru gua ya, Gon za loFer nán dez. Di cen que to dos es tos ar -gu men tos ablan da ron las pre ven cio -nes del Bra sil, que `no en ten día´ lade ci sión de lle var el di fe ren do con elUru guay al Tri bu nal In ter na cio nal deLa Ha ya. Las pro pues tas fue ron plan -tea das por Kirch ner a Lu la en la reu -nión bi la te ral que man tu vie ron an tea -no che en es ta ciu dad y en la que pre -do mi nó la cor dia li dad, se gún con fia -ron a Cla rín fuen tes ofi cia les que ac -ce die ron a lo con ver sa do por los pre -si den tes. (...) `Los bra si le ños en ten -die ron real men te la po si ción ar gen ti -na, y la ne ce si dad de ha cer el es tu dioam bien tal pa ra po der bus car una so -lu ción al con flic to. Fue lo más cla ro dela reu nión´, di jo la fuen te y agre gó:`Es im por tan te por que los bra si le ñoses cu chan las que jas de los uru gua -yos, y siem pre el gran de tien de a pro -te ger al más dé bil´.” (Clarín, BuenosAires, 27-04)

* “Los asam bleís tas de Gua le guay -chú de ci die ron ayer li be rar el trán si tode la ru ta in ter na cio nal 136 que uneesa ciu dad con Fray Ben tos, en elUru guay. La me di da se adop ta rá hoya las 14, vein ti seís días des pués deque el cor te fue ra re to ma do por la ne -ga ti va de la em pre sa pa pe le ra Bot niaa pa ra li zar por 90 días la cons truc ciónde su plan ta. La de ci sión se to mó enuna asam blea que du ró tres ho ras yde la que par ti ci pa ron unos 1.500 ve -ci nos. Las de li be ra cio nes ter mi na ronen dis cu sión e in clu so hu bo fuer tesagre sio nes ver ba les de los que per -die ron la vo ta ción y pre ten dían se guircon los cor tes. (...) La asam blea serea li zó un día des pués de que unamul ti tud mar cha ra so bre el puen teque lle va a Fray Ben tos en re cha zo delas pa pe le ras y su po si ble con ta mi na -ción. Ayer, el re sul ta do fue de 80% a20%, apro xi ma da men te, a fa vor de le -van tar el cor te. Tam bién se apro bóque el blo queo vol ve rá en una se ma -na si el Go bier no no rea li za la de man -da.” (Clarín, Buenos Aires, 2-05)

��INTELIGENCIA AREA

* “El je fe de la Fuer za Aé rea, bri ga -dier ge ne ral Eduar do Schiaf fi no, or de -nó ayer clau su rar los des ta ca men tosre gio na les de In te li gen cia de la ins ti tu -ción, co mo par te del pro ce so de in -ves ti ga ción y re for ma del área en ca -ra do por las tres fuer zas, tras el es -cán da lo de la ba se de la Ar ma da deTre lew. La re so lu ción apun ta al cie rrede los `des ta ca men tos re gio na les deIn te li gen cia del li to ral, oes te, sur, Cór -do ba y Ca pi tal Fe de ral´, se in for móme dian te un co mu ni ca do del Mi nis te -rio de De fen sa. Asi mis mo, el je fe ae -ro náu ti co dis pu so que `la je fa tu ra II deIn te li gen cia, de pen dien te de la Fuer zaAé rea, en el tér mi no de 60 días de be -rá es tu diar y pro po ner las ta reas, fun -

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cio nes y es truc tu ra or gá ni ca de lasnue vas uni da des a crear se en sureem pla zo´. Vo ce ros mi nis te ria les in -di ca ron que la me di da es `pre ven ti va´y que `no im pli ca que ha ya de tec ta doal gu na irre gu la ri dad´ en las de pen -den cias ce rra das. Se gún la in for ma -ción ofi cial, la de ci sión se to mó a par -tir de la or den de la mi nis tra de De fen -sa, Nil da Ga rré, pa ra que la Di rec ciónde In te li gen cia Es tra té gi ca Mi li tar re -vi se `los re gla men tos, ma nua les ypla nes de In te li gen cia en to dos susni ve les de apli ca ción en el Mi nis te riode De fen sa y sus or ga nis mos de pen -dien tes´.” (La Ca pi tal, Ro sa rio, 12-04)

��EAAF: 250 VÍCTIMAS IDENTIFI-CADAS

* “El Equi po Ar gen ti no de An tro po lo -gía Fo ren se (EAAF) anun ció hoy querea li zó `unos 250 re co no ci mien tos eiden ti fi ca cio nes´ de res tos óseos devíc ti mas de la re pre sión du ran te la úl -ti ma dic ta du ra, tras in ves ti ga cio nesen `15 en te rra mien tos co mu nes´ ento do el país. La in for ma ción fue pro -por cio na da es te me dio día por la in te -gran te del gru po de pe ri tos, Ce ci liaAyer di, en con fe ren cia de pren sa. Se -gún di jo, se es tán abrien do fo sas enlos ce men te rios de Lo mas de Za mo -ra, Ez pe le ta, Be ra za te gui, San Mar -tín, La Pla ta, ce men te rio nor te y po zode Var gas de Tu cu mán, Ju juy, al la dodel cen tro clan des ti no de de ten ción`La Ca la ni ta´ de San ta Fe, Sal ta, ce -men te rio San Vi cen te de Cór do ba,Cha co y Pa ra ná. `Que se iden ti fi queno quie re de cir que se re cu pe re elcuer po, por que en mu chos ca sos seha po di do iden ti fi car por hue llas´,com pa ran do la do cu men ta ción exis -ten te con las hue llas del de sa pa re ci -do.” (La Voz del In te rior on li ne, Cór -do ba, 11-04)

��CASTRO EMBAJADORA

* “La ex di pu ta da na cio nal y ex ti tu -lar del gre mio de Ae ro na ve gan tes,Ali cia Cas tro, fue de sig na da em ba ja -do ra en Ve ne zue la. El ofre ci mien to selo hi zo el lu nes, en per so na, el pre si -den te Nés tor Kir cher y fue ofi cia li za doano che por la Can ci lle ría. Cas tro tie -ne una cer ca nía po lí ti ca y per so nalcon el pre si den te ve ne zo la no, Hu goCha vez: for mó par te de su equi po du -ran te la cam pa ña por la ree lec ción de2004. Tras acep tar, Cas tro se reu nióayer a la tar de con el can ci ller Jor geTaia na.” (Clarín, Buenos Aires, 19-04)

��CASO MATÍAS BRAGAGNOLO

* “El do lor por la muer te de su hi joado les cen te le abrió la puer ta en to -dos los me dios de di fu sión. Allí di fun -dió las po lí ti cas de `or den´ que enma te ria de se gu ri dad com par te conBlum berg des de el ini cio de su cru za -da. No son una im pro vi sa ción: ya ha -bía he cho pú bli co su apo yo a Vi de la ya re pre so res de la ES MA. (...) Es pro -ba ble que ni Blum berg ni Bra gag no losu pie ran mu cho acer ca de mé to dosde pre ven ción y erra di ca ción del de li -to, pe ro pa ra ello la Fun da ción (AxelBlum berg) te nía co mo ase sor al co ro -nel re ti ra do Al fre do Goetz, un mi li tarde sim pa tías ca ra pin ta das que fa lle -ció de muer te na tu ral ha ce po cos me -ses, mien tras va ca cio na ba en Bra sil.(...) Con su ma ra pi dez, la Fun da cióncrea da por el in ge nie ro re ci bió el apo -yo de otras dos en ti da des del mis moti po pe ro ma yor tra di ción: la Fun da -ción Li ber tad y la Fun da ción Atlas,am bas vin cu la das es tre cha men te conel Man hat tan Ins ti tu te, una mix tu ra deeco no mis tas y em pre sa rios neo li be -ra les y gen te de la CIA, en tu sias tasim pul so res de la `re vo lu ción con ser -va do ra´, el an ti fe mi nis mo, la idea de

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que el peor ene mi go de los ne grosson los ne gros mis mos, una má xi maque pue de apli car se a los po bres enge ne ral, en vi le ci dos `por la ayu da es -ta tal´. (... ) Mar ce lo Bra gag no lo tam -bién tie ne fuer tes vín cu los con Guar -dia de Hie rro y el mas se ris mo. (...) eraun fer vo ro so par ti da rio de Jor ge Ra -fael Vi de la y alen tó un gru po que mo -to ri zó una so li ci ta da de res pal do al exdic ta dor cuan do és te fue de te ni do porel ro bo de ni ños. El fa na tis mo de Mar -ce lo Bra gag no lo tu vo mo men tos pro -vo ca ti vos. Por ejem plo, el avi so fú ne -bre que pu bli có en 3 de ju nio de 2003y cu yo con te ni do es te dia rio con sig nóal día si guien te: `Mar ce lo Bra gag no lo–de cía– par ti ci pa con pro fun do do lorsu fa lle ci mien to y des pi de a un ca ba -lle ro del mar y va lien te ofi cial de la Ar -ma da Ar gen ti na. El des ti na ta rio era,na da más y na da me nos, que el ca pi -tán de fra ga ta Fer nan do Pe yón, par tede los Gru pos de Ta reas de la ES MAy, al fi nal de su vi da, asa la ria do co moofi cial de ca lle de la SI DE. (...) En abrilde 1998, Ho ra cio Ver bitsky re ve ló enes te dia rio las es cu chas ju di cia les to -ma das a los sos pe cha dos de par ti ci -par en la quie bra de otra en ti dad ban -ca ria, el Ban co In te gra do De par ta -men tal, pro pie dad de Ro ber to Ca tal di.(...) De las es cu chas se in fie re la par -ti ci pa ción de Bra gag no lo en asun tosso na dos co mo el de los fun di dos Ban -co de Cré di to Pro vin cial (BCP) de LaPla ta, pro pie dad de la fa mi lia Trus so,o el Ex tra der de Mar cos Gas tal di.”(Página 12, Buenos Aires, 21-04)

��DECLARACIÓN DE LOS PUEBLOSDEL GRAN CHACO

* “A los go bier nos de la Ar gen ti na,Bo li via y el Pa ra guay. A los Her ma nosar gen ti nos, bo li via nos y pa ra gua yos.So mos hom bres y mu je res in dí ge nas.Es ta mos pre sen tes di ri gen tes ge nui -

nos de los Pue blos Wi chí, To ba, Qom,Mo qoit, Pi la gá, Gua ra ní, Ava Gua ra ní,Sa na pa ná y Enx het Sur. Des de nues -tra iden ti dad co mo Pue blos In dí ge nascom par ti mos los sen ti mien tos y ne ce -si da des con los otros Pue blos Her ma -nos de la Re gión. So mos ciu da da nosy ciu da da nas ar gen ti nos, bo li via nos ypa ra gua yos. Des de tiem pos in me mo -ria les, ha bi ta mos en la Re gión delGran Cha co Ame ri ca no. Por que te ne -mos te mas ur gen tes que nos preo cu -pan, he mos de ja do nues tros es po sosy es po sas, a nues tros hi jos e hi jas, yhe mos via ja do mi les de ki ló me tros,du ran te va rios días, con mu cho sa cri -fi cio, has ta es ta ciu dad de Bue nos Ai -res. Por que com par ti mos una mis mare gión geo grá fi ca y te ne mos una his -to ria co mún, nos he mos reu ni do du -ran te es tos tres días. Por que te ne mosmu chas co sas pa ra de cir a los quego bier nan a tra vés de nues tros vo tosy a to dos los hom bres y mu je res debue na vo lun tad que quie ran es cu -char nos, es ta mos aquí. (...) Por que lasi tua ción ya re sul ta in sos te ni ble yame na za nues tra su per vi ven cia cul tu -ral y fí si ca, he mos ve ni do has ta aquí ySO LI CI TA MOS ur gen te res pues ta anues tras de man das: 1. Re gu la ri za -ción de nues tras TIE RRAS: res ti tu -ción y ti tu la ción de fi ni ti va de sus te rri -to rios a las co mu ni da des in dí ge nas.2. Res pe to a nues tra DIG NI DAD co -mo PUE BLOS ORI GI NA RIOS, nues -tra cos mo vi sión, cul tu ra, or ga ni za cio -nes y nor mas. 3. EFEC TI VA APLI CA -CION DEL CON VE NIO 169, ar tí cu lo75 inc. 17 de la Cons ti tu ción Na cio nalAr gen ti na, Ley Na cio nal Nº 1257 deBo li via, Ca pí tu lo V de la Cons ti tu ciónNa cio nal de Pa ra guay y LE YES NA -CIO NA LES.

4. CON SUL TA Y PAR TI CI PA CIONcla ra y de bue na fe en las eta pas defor mu la ción, eje cu ción y mo ni to reo dele yes, pla nes y pro gra mas de apo yo a

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las co mu ni da des in dí ge nas, a tra vésde nues tras or ga ni za cio nes de ba sele gí ti mas. 5. Im ple men ta ción de Pro -gra mas de Sa lud in te gra les con pro fe -sio na les in dí ge nas je rar qui za dos yres pe to a las di fe ren tes for mas deMe di ci na Tra di cio nal. 6. Im ple men ta -ción en to dos los ni ve les del sis te maedu ca ti vo de la EDU CA CION BI LIN -GÜE E IN TER CUL TU RAL, con pro -gra mas es pe cia les de pro fe sio na li za -ción y je rar qui za ción de Do cen tes In -dí ge nas. 7.Que los go bier nos de laAr gen ti na, Bo li via y el Pa ra guay de -ten gan a las gran des cor po ra cio nesem pre sa ria les que pro du cen la con ta -mi na ción y el de sas tre eco ló gi co.”(Página 12, Buenos Aires, 21-04)

��LOS AMIGOS CATAMARQUEÑOSDE K

* “Aun que en la Ca sa Ro sa da hayple na coin ci den cia en ne gar ofi cial -men te cual quier ta rea de ar ma do po -lí ti co pa ra las elec cio nes del pró xi moaño, lo cier to es que el Go bier no hare to ma do el tra ba jo he cho has ta oc tu -bre pa sa do, en par ti cu lar en aque llaspro vin cias que no ad mi nis tra o quetie ne pers pec ti vas des fa vo ra bles.`Las pro vin cias que son nues tras, lama yo ría de las cues tio nes elec to ra lesse arre glan en tre el pre si den te (Kirch -ner) y los go ber na do res. En las otrases ta mos tra ba jan do pa ra ar mar al ter -na ti vas´, cla ri fi ca uno de los ope ra do -res de con fian za del Go bier no. (...) Elca so opues to (al de Cha co) es Ca ta -mar ca, don de a pe sar de la bue na re -la ción con el go ber nan te Fren te Cí vi -co y So cial la ad mi nis tra ción kirch ne -ris ta tie ne re suel to for ta le cer el Fren tepa ra la Vic to ria. Saa di ya tra ba jó conel ofi cia lis mo pa ra oc tu bre y aho ra sesu mó Ba rrio nue vo. `El sa be que no vaa ser go ber na dor, pe ro acep tó su mar -se por que es tá más allá de to do´, di jo

un en via do de Kirch ner que ha bla se -gui do con él. La mis ma fuen te re co no -ció que Gra cie la (Ca ma ño) ayu dó aacer car lo. Ella ha ce tiem po es tá ju -gan do bien con no so tros´.” (Dia rio deCu yo, San Juan, 24-04)

��PARTE UN HISTÓRICO DE LAIGLESIA

* “El car de nal Raúl Fran cis co Pri ma -tes ta, de 87 años, cua tro ve ces pre si -den te de la Con fe ren cia Epis co pal Ar -gen ti na, du ran te 33 años ar zo bis pode Cór do ba, y una de las fi gu ras de laje rar quía ca tó li ca más pú bli ca men tecues tio na das por sus vin cu la cio nescon la dic ta du ra mi li tar, fa lle ció ayerpor la ma ña na en su de par ta men topar ti cu lar en la ca pi tal cor do be sa. Du -ran te ca si trein ta años, Pri ma tes ta fueuna fi gu ra po lí ti co-ins ti tu cio nal muyin flu yen te tan to en la Igle sia co mo enla vi da po lí ti ca del país. Man tu vo unare la ción muy es tre cha con los mi li ta -res que con du je ron el te rro ris mo deEs ta do, de fen dió la ac ti tud de la je rar -quía ca tó li ca du ran te esa épo ca y, an -te sus pa res, se opu so una y otra veza cual quier au to crí ti ca ins ti tu cio nal dela Igle sia res pec to de lo ac tua do en tre1976 y 1983.” (Página 12, BuenosAires, 2-05)

��17 MIL FIRMAS POR ZANON* “`Es to que di mos fue un pa so ade -

lan te´, di jo a Pá gi na/12 el se cre ta rioge ne ral de los ce ra mis tas neu qui nosAle jan dro Ló pez, po co des pués deen tre gar le en ma no al di pu ta do delMPN Os car `Ca cho´ Gu tié rrez un pe -ti to rio fir ma do por 16.900 ciu da da nosneu qui nos don de se exi ge el tra ta -mien to le gis la ti vo de `una ley que de -ter mi ne de una bue na vez por to das laex pro pia ción y es ta ti za ción de (la Ce -rá mi ca) Za non Ba jo Ges tión Obre ra´.

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El he cho to ma re le van cia por que, porpri me ra vez, el go bier no de Jor geOmar So bisch ava la, con su re pre -sen ta ción en la úni ca Cá ma ra que tie -ne es ta pro vin cia, un he cho pro du ci dopor los 470 obre ros que man tie nenha ce más de cua tro años en pro duc -ción la fá bri ca de por ce la na to másgran de de Amé ri ca la ti na.” (Página12, Buenos Aires, 2-05)

��PRIMERO DE MAYO A LAIZQUIERDA

* “Con la con sig na de `rom pa mos elte cho sa la rial de Kirch ner, la bu ro cra -cia sin di cal, las pa tro na les y los mo -no po lios´, los par ti dos de iz quier da,los pi que te ros du ros y las agru pa cio -nes gre mia les com ba ti vas rea li za ronun ac to con jun to en Pla za de Ma yopa ra con me mo rar el Día in ter na cio nalde los Tra ba ja do res. Por el es ce na riomon ta do de es pal das a la Ca sa Ro sa -da des fi la ron los or ga nis mos de de re -chos hu ma nos “com ba ti vos”, los uni -ver si ta rios que se opo nen a la con sa -gra ción de Ati lio Al te ri ni co mo rec torde la UBA, las or ga ni za cio nes de de -so cu pa dos, los tra ba ja do res de lasem pre sas en con flic to, los fa mi lia resde los pre sos de Las He ras y de la re -vuel ta en la es ta ción de tre nes deHae do y los or ga ni za do res de la mar -cha an ti-Bush du ran te la Cum bre deMar del Pla ta. (...) Pe ro la aren ga uni -ta ria no pa só de una ex pre sión de de -seo. No to dos los par ti ci pan tes del ac -to fir ma ron el ex ten so do cu men to demás de cin co pá gi nas y has ta hu bode ser cio nes a úl ti mo mo men to. ElPar ti do Co mu nis ta con cu rrió al ac tode Pla za Lo rea, mar chó des de ahíhas ta las pro xi mi da des de Pla za deMa yo pe ro des vió su co lum na an tesde in gre sar al pa seo. El PC no es tu vode acuer do con el pá rra fo del do cu -men to que `igua la ba a la CGT con la

Cen tral de Tra ba ja do res Ar gen ti nos(CTA).” (Página 12, Buenos Aires, 2-05)

�� ECONOMÍA��INFLACIÓN* “El pre si den te Nés tor Kirch ner des -

ta có ayer que `la in fla ción no la ge ne -ran los tra ba ja do res ar gen ti nos, quetra ba jan co ti dia na men te pa ra dar le unme jor ni vel de vi da a su fa mi lia y noma ne jan los pre cios´. Lo hi zo ape nas24 ho ras des pués de que una al tafuen te del Mi nis te rio de Eco no míaase gu ra ra que el Go bier no no con va -li da rá nin gún con ve nio sa la rial quesu pon ga au men tos su pe rio res al 16por cien to a lo lar go de es te año, pre -ci sa men te pa ra aven tar el ries go deali men tar su ba de pre cios. (...) En re -fe ren cia a los em pre sa rios, Kirch neraler tó que `hay sec to res de in te résque quie ren más ren ta bi li dad de laque co rres pon de, que ven el cre ci -mien to ar gen ti no y se lo quie ren vol -ver a lle var pa ra ca sa´. A su vez, elo -gió `la pru den cia y la res pon sa bi li dadde los tra ba ja do res´ y apun tó a `al gu -nos me dios pe rio dís ti cos´ cuan do alu -dió a quie nes `quie ren car gar lo quepa se con la in fla ción so bre la es pal daa quie nes tra ba jan co ti dia na men te´.”(Página 12, Buenos Aires, 5-04)

��UN ACUERDO A LOS BIFES

* “Lue go de de li be ra cio nes du ran tegran par te de la jor na da con los di fe -ren tes in te gran tes de la ca de na cár ni -ca, el Go bier no na cio nal ru bri có ano -che un acuer do pa ra ba jar los pre ciosde ven ta al pú bli co de 11 cor tes decar ne va cu na, los que de be rán co -mer cia li zar se al pú bli co en tre 2,20 ynue ve pe sos por ki lo. Esos va lo res secon di cen con un pre cio del no vi llo enpie de 2,40 pe sos por ki lo y de 4,40

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pe sos en gan cho del fri go rí fi co. (...)Co mo par te del acuer do se pre vé lasus pen sión del pe so mí ni mo de fae -na, el nor mal abas te ci mien to de ga na -do en pie y la fi ja ción de un cu po pa ralas ex por ta cio nes. La rú bri ca se con -cre tó con la par ti ci pa ción del pre si -den te Nés tor Kirch ner; del je fe del Ga -bi ne te, Al ber to Fer nán dez; la mi nis trade Eco no mía y Pro duc ción, Fe li sa Mi -ce li; el se cre ta rio de Agri cul tu ra, Mi -guel Cam pos, y el sub se cre ta rio deAgri cul tu ra, Ja vier De Ur qui za. Por laca de na cár ni ca es tu vie ron pre sen tesre pre sen tan tes de la So cie dad Ru ralAr gen ti na (SRA); Con fe de ra cio nesRu ra les Ar gen ti nas (CRA), el Fren teAgro pe cua rio Na cio nal (FAN), la Con -fe de ra ción In ter coo pe ra ti va Agro pe -cua rio (Co ni na gro), la Fe de ra ciónAgra ria Ar gen ti na (FAA), y de las cá -ma ras que reú nen a fri go rí fi cos, car ni -ce rías, su per mer ca dos y con sig na ta -rios.” (La Voz del In te rior –Cór do ba-,7-04)

* “Se ñor Pre si den te, la pa tria ga na -de ra al igual que los ar gen ti nos es tácan sa da y tu vo que so por tar a la pa -tria sin di cal, a la pa tria con tra tis ta, yno aguan ta mos la pre sión de la pa triamon to ne ra”, afir mó el ti tu lar de CAR -TEZ (Con fe de ra ción de Aso cia cio nesRu ra les de la Ter ce ra Zo na), Ri car doOse lla. (Clarín, Buenos Aires, 8-04)

* “Se gún el IN DEC, des de la de va -lua ción el pre cio pro me dio de la car neau men tó na da me nos que 157%. Lapi ca da se ano tó con una su ba de188%, el asa do con 154% y la pa le tacon 186%: son tres de los cor tes quese rán re ba ja dos 20%. (...) Por mu choes fuer zo que se pon ga, se rá di fí cil en -con trar sa la rio que ha ya cre ci do enigual pro por ción. Y es des de lue go unejer ci cio va no pre ten der ha llar lo en trelos tra ba ja do res que es tán en ne gro,cu yas re tri bu cio nes ape nas cre cie ron

36% con tra di ciem bre de 2001, o sea,la ter ce ra par te de lo que se les en ca -re ció el cos to de los ali men tos.”(Clarín, Buenos Aires, 8-04)

* “Des de ha ce va rias se ma nas, unade las pri me ras co sas que Nés torKirch ner ha ce por las ma ña nas es en -te rar se de cuán ta ha cien da in gre sa alMer ca do de Li niers. Ayer, ni bien tu voel da to, en tró en có le ra. De in me dia toor de nó vol ver a ce rrar el gri fo de lasex por ta cio nes de car ne, a la vez quepro du jo cam bios en su equi po de ne -go cia do res. Así, quien en he bró elacuer do de la se ma na pa sa da, el se -cre ta rio de Coor di na ción Eco nó mi ca,Li san dro Sa las, de jó su lu gar a su parde Te le co mu ni ca cio nes, Gui ller moMo re no, con si de ra do un du ro y un in -con di cio nal del Pre si den te. (...) `Es toes una pul sea da po lí ti ca. Y se no tapor que los mu cha chos man da ron aLi niers 6.000 ca be zas me nos que enla Se ma na San ta del año pa sa do´, di -jo una fuen te que si gue de cer ca delas ne go cia cio nes, apun tan do su de -do acu sa dor con tra ga na de ros y con -sig na ta rios.” (Clarín, Buenos Aires,13-04)

��DEUDA PRIVADA

* “La deu da ex ter na pri va da tu vouna dis mi nu ción de 2.592 mi llo nes dedó la res en el ter cer tri mes tre de 2005,de acuer do con un in for me da do a co -no cer ayer por el Ban co Cen tral, quetam bién se ña la que la caí da ne ta des -de di ciem bre de 2001 lle gó a 28.420mi llo nes de dó la res. De esa for ma, ladeu da ex ter na del sec tor pri va do al 30de sep tiem bre de 2005 to ta li zó 49.525mi llo nes de dó la res, co rres pon dien do44.370 mi llo nes (90 por cien to) alSec tor Pri va do No Fi nan cie ro (SPNF)y 5.155 mi llo nes (10 por cien to) alSec tor Pri va do Fi nan cie ro (SPF). Enel ter cer tri mes tre, de los 2.592 mi llo -

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nes de dó la res de re duc ción de ladeu da, co rres pon den 2.393 mi llo nesal SPNF y 199 mi llo nes de dó la res alSPF, se gún la au to ri dad mo ne ta ria.”(In fo bae, 11-04)

��PETRÓLEO* “El mis mo día que el pe tró leo lle gó

a los 69 dó la res el ba rril en el mer ca -do in ter na cio nal, en Bue nos Ai res seco no ció un in for me que da cuen ta dela com ple ja si tua ción ar gen ti na enma te ria de hi dro car bu ros: la pro duc -ción y ex por ta ción de gas y pe tró leode rra pan mien tras que la de man da node ja de cre cer. Es ta bre cha, cla ra -men te des crip ta por las es ta dís ti casofi cia les y re co gi da por va rios aná li sispri va dos, es la que es tá ani man do alGo bier no a bus car una for ma de pre -sio nar a las pe tro le ras pa ra que re -fuer cen las in ver sio nes en ex plo ra -ción. Al res pec to, en la edi ción del do -min go, Pá gi na/12 ade lan tó que Pla ni -fi ca ción ame na za rá a las pe tro le rascon qui tar les la con ce sión de áreas sino au men tan sus re ser vas.” (Página12, Buenos Aires, 11-04)

��NUEVA PRESIDENTA DELBANCO NACIÓN

* “La fla man te pre si den ta del Ban code la Na ción Ar gen ti na (BNA), Ga brie -la Ci ga not to, afir mó hoy que `el ob je ti -vo de es ta nue va eta pa se rán las eco -no mías re gio na les y el apo yo a las py -mes´, al ser pues ta en fun cio nes porla mi nis tra de Eco no mía y Pro duc -ción, Fe li sa Mi ce li. El ac to se de sa rro -lló en el sa lón de már mol de la ca sacen tral del BNA, opor tu ni dad en laque Mi ce li afir mó que `el ob je ti vo espo ner al Ban co Na ción al ser vi cio dela pro duc ción y no de la es pe cu la -ción´. En tal sen ti do, la ac tual mi nis tray ex ti tu lar de la cen te na ria ins ti tu ción

fi nan cie ra re cor dó que `en ma yo de2003 se dis cu tía si el ban co de bía se -guir sien do pú bli co o pri va ti za do. Hoy,en cam bio, se ha bla de la ne ce si dadque tie ne la Ar gen ti na de con tar conmás ban cos de de sa rro llo pa ra apo -yar la pro duc ción´.” (La Ca pi tal, Ro sa -rio, 17-04)

��SALARIOS* “El je fe de Ga bi ne te, Al ber to Fer -

nán dez, sor pren dió ayer al anun ciarun au men to pa ra los em plea dos pú bli -cos del 19 por cien to, acor da do conUPCN (Unión del Per so nal Ci vil de laNa ción), uno de los dos gre mios dees ta ta les, an tes del ini cio de la pa ri ta -ria del sec tor, pre vis to pa ra el pró xi movier nes. An te es te arre glo, el otro gre -mio, ATE (Aso cia ción de Tra ba ja do -res del Es ta do), que re cla ma ba uname jo ra del 30 por cien to, des ca li fi có lapro pues ta y ra ti fi có un `pa ro con mo -vi li za ción´ pa ra hoy. `La men ta mosque Kirch ner ten ga las mis mas prác ti -cas au to ri ta rias que Me nem, al nodar nos la po si bi li dad de dis cu tir en pa -ri ta rias. Des co no ce a ATE y arre glaen pri va do con An drés Ro drí guez (ti -tu lar de UPCN), tal co mo ha cía Me -nem´, di jo Pa blo Mi che li, se cre ta rioge ne ral de ATE a Pá gi na/12.” (Página12, Buenos Aires, 20-04)

* “Con el acuer do sa la rial con losem plea dos pú bli cos y con los gre miosgran des prác ti ca men te que da ron ce -rra das las ne go cia cio nes sa la ria les dees te año. Lla ma ti va men te, ca si to doslos con ve nios con clu ye ron con au -men tos sa la ria les muy si mi la res, delor den del 19%, en dos eta pas, lo quere pre sen ta un in cre men to pro me dioanual del or den del 15%. Las ne go cia -cio nes son las más am plias de los úl -ti mos quin ce años, pe ro al can za ron asa tis fa cer las ex pec ta ti vas de me nosde la mi tad de los asa la ria dos en blan -

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co. (...) La asom bro sa si mi li tud de lospor cen ta jes de me jo ra sa la rial mar caque no hu bo una li bre ne go cia ción, si -no un dis ci pli na mien to sin di cal a lapau ta fi ja da des de el Go bier no queba jó co mo con sig na la ne ce si dad deun te cho por que si se per fo ra ba se ali -men ta ría la in fla ción. El acuer do conlos ca mio ne ros gra bó la re fe ren ciapa ra la mar cha de las ne go cia cio nes.(...) Por otra par te, los acuer dos sa la -ria les abar can a una por ción pe que ñade los asa la ria dos, por que el 45% dela ma no de obra ocu pa da se de sem -pe ña en ne gro. Y de los que es tán enblan co, un sec tor im por tan te es tá almar gen de los con ve nios. Cla rín ya hapre ci sa do que nin gu no de los con ve -nios apro ba dos in clu ye al gún ti po decláu su la que pres te aten ción a los cin -co mi llo nes de tra ba ja do res que es tánen ne gro. El ma pa com pa ra ti vo de losin gre sos rea les de los ocu pa dos va ríasi se to ma 2001 ó 2003 co mo pau ta.El pro me dio ge ne ral de esos in gre soses me nor en un 18% si se uti li za2001, pe ro me jo ra un 19% si se con -si de ra 2003.” (Clarín, Buenos Aires,2-05)

��NUEVAS TASAS EN LAS FAC-TURAS

* “El ofi cia lis mo del Se na do san cio -nó ayer la ley que ha bi li ta al Po derEje cu ti vo a apli car car gos en las fac -tu ras de gas y elec tri ci dad pa ra fi nan -ciar de ma ne ra es pe cí fi ca obras de in -fraes truc tu ra en ma te ria ener gé ti ca.El Go bier no has ta aho ra di jo que eseapor te lo ha rán los gran des con su mi -do res, pe ro na da im pi de que pue daser abo na do por los usua rios re si den -cia les. La ley fue san cio na da tras unex ten so de ba te en el que to do el ar coopo si tor coin ci dió en que la ley es un`au men to de ta ri fas en cu bier to´ y laca li fi có co mo `un che que en blan co´ al

Go bier no pa ra que de ci da cuán to co -bra rá, quié nes lo pa ga rán y qué obrasse fi nan cia rán con esos fon dos ex -traor di na rios.” (La Nación, BuenosAires, 27-04)

�� INDICES��IPC

* “El In di ce de Pre cios al Con su mi -dor re gis tró du ran te mar zo una su badel 1,2% y acu mu ló en el pri mer tri -mes tre del año un in cre men to del2,9%. Edu ca ción li de ró las al zas conel 9,5%, se gui do por el 6,1% en in du -men ta ria. El cos to de la ca nas ta bá si -ca de ali men tos au men tó 1,8%. Unafa mi lia ti po ne ce si ta aho ra 400,09 pe -sos por mes só lo pa ra ali men tar se.”(La Pren sa, Buenos Aires, 6-04)

��SALARIOS DE POBREZA

* “Mien tras se ce rra ron la ma yo ríade las pa ri ta rias `gran des´ y a pe sarde las me jo ras sa la ria les, to da vía lami tad de los 14.127.000 de tra ba ja do -res ocu pa dos ga na me nos de $ 600por mes. Y con una fuer te dis pa ri dadde in gre sos –del 100%- en tre los quees tán en blan co y los que se de sem -pe ñan en ne gro. (...) Del cua dro ofi cialde in gre sos se des pren de que el 30%de los ocu pa dos -4,2 mi llo nes- no cu -bre el va lor de la ca nas ta de in di gen -cia de una fa mi lia ti po. Y más del 60%-8,8 mi llo nes- no ga na lo su fi cien tepa ra ad qui rir la ca nas ta de po bre zafa mi liar.” (Clarín, Buenos Aires, 22-04)

��CRECE EL EMPLEO REGISTRADO

* “El em pleo for mal pri va do cre ció un0,7 por cien to en mar zo y acu mu launa su ba anual del 9 por cien to, se -gún la En cues ta de In di ca do res La bo -ra les del Mi nis te rio de Tra ba jo. Así, el

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em pleo acu mu la una ten den cia cre -cien te que su ma ya 42 me ses. La me -jo ra es tá en ca be za da por el au men tode em pleo en el sec tor de la cons truc -ción, que du ran te mar zo re gis tró un2,3 por cien to; se gui do por un cre ci -mien to del 0,9 por cien to en la in dus -tria ma nu fac tu re ra y del 0,5 por cien toen el sec tor de co mer cio y ser vi cios.(...) En el GBA y en Cór do ba, el em -pleo au men tó el 0,7 por cien to res pec -to del mes de fe bre ro de 2006 y la va -ria ción anual al can zó una ta sa del 9,6por cien to y 9,7 por cien to, res pec ti va -men te. En Men do za, el ni vel de em -pleo au men tó un 2,1 por cien to y conres pec to a 2005 re gis tra un cre ci -mien to del 5,5 por cien to. Mien trasque en Ro sa rio el em pleo se man tu voes ta ble du ran te el mes de mar zo de2006.” (In fo bae, 26-04)

��RECAUDACIÓN

* “La re cau da ción de im pues tos na -cio na les acu mu ló en abril in gre sospor $ 10.012,8 mi llo nes (la más ba jaen lo que va del año), un 7,9% su pe -rior a la re gis tra do en igual mes de2005. La ci fra fue me nor a la es pe ra -da por los téc ni cos del Mi nis te rio deEco no mía, que la ha bían cal cu la do en$ 10.200 mi llo nes. Tu cu mán con tri bu -yó con $ 40,7 mi llo nes.” (La Ga ce ta,Tu cu mán, 3-05)

��SUBE LA ACTIVIDAD INDUSTRIAL

* “En el pri mer tri mes tre de 2006 elni vel de ac ti vi dad in dus trial cre ció7,4% en re la ción a igual lap so de2005. A su vez, com pu ta do só lo mar -zo res pec to de fe bre ro se re gis tra unavan ce de 14,3%. Y lle ga a 10,6% en -tre mar zo de es te año y el mis mo mesdel año pa sa do, se gún in for mó ayer laUA DE.” (Clarín, Buenos Aires, 3-05)

�� EMPRESAS��PYMES EXPORTADORAS

* “Dos ter cios de las em pre sas ex -por ta do ras ar gen ti nas son de ta ma ñope que ño y me dia no, di jo el lu nes unacon sul to ra pri va da, aun que su par ti ci -pa ción so bre el to tal de las ven tas ex -ter nas no lle gó al 9,0 por cien to del to -tal en 2005. El nú me ro de pe que ñas yme dia nas em pre sas que ex por tan enel país al can zó a 9.956 en el 2005, un18 por cien to más que en el año pre -vio, y un 31,6 por cien to más que en2002, año en que el país de va luó sumo ne da en bus ca de ma yor com pe ti -ti vi dad ex por ta do ra, se gún un in for mede la con sul to ra Abe ceb .com. Las de -no mi da das Py MEx (pe que ñas y me -dia nas em pre sas ex por ta do ras),aque llas que rea li za ron en víos por en -tre 10.000 dó la res y 3 mi llo nes de dó -la res en pro me dio en los tres úl ti mosaños, pa sa ron a re pre sen tar el 67,7por cien to del to tal de las com pa ñíasex por ta do ras. Pe ro Abe ceb ad vir tióque `se ob ser va una re la ción ne ga ti -va: a me nor ta ma ño de em pre sa, ma -yor va lor agre ga do tie nen in cor po ra -das sus ex por ta cio nes´, di jo al con sul -to ra. La Ar gen ti na ex por ta prin ci pal -men te ma te rias pri mas con nu lo o es -ca so va lor agre ga do. Las pe que ñas yme dia nas em pre sas, da do que in cor -po ran más va lor a sus pro duc tos fi na -les, apor tan ma yor ge ne ra ción depues tos de tra ba jo, en un país con unde sem pleo del 10,1 por cien to. (...)Las ex por ta cio nes ar gen ti nas to ta li za -ron 40.013 mi llo nes de dó la res en2005, y la con sul to ra pre vé un in cre -men to del 15 por cien to en 2006, le ve -men te por en ci ma de los pro nós ti cosofi cia les. El 23,3 por cien to de las ex -por ta cio nes de Ar gen ti na en 2005 co -rres pon dió al com ple jo olea gi no so(fun da men tal men te so ja y gi ra sol)mien tras que un 19,1 por cien to fue -

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ron bie nes del sec tor pe tro le ro-pe tro -quí mi co, y un 8,6 por cien to de la in -dus tria au to mo triz, se gún ci fras ofi cia -les.” (Agen cia Reu ters, 24-04)

��LEYES LABORALES

* “El di pu ta do Héc tor Re cal de, quepre si de la Co mi sión de Tra ba jo de laCá ma ra de Di pu ta dos, acla ró ayerque el Go bier no no con vo có a una co -mi sión es pe cial, a in te grar se por le -gis la do res y em pre sa rios, pa ra dis cu -tir los te mas la bo ra les. Esa no ti cia laha bía di fun di do el pre si den te de laUnión In dus trial, Héc tor Mén dez, elmar tes a la no che, con mo ti vo del en -cuen tro que él; el ti tu lar de AEA, LuisPa ga ni, y otros em pre sa rios ali men ti -cios, del trans por te y de su per mer ca -dos ha bían te ni do con el je fe de Ga bi -ne te, Al ber to Fer nán dez. `Mén dez es -tá equi vo ca do. Na die di jo que va mosa for mar una co mi sión en tre em pre sa -rios y le gis la do res pa ra dis cu tir te masla bo ra les por que no so tros no cole gis -la mos´, se ña ló ayer Re cal de, queavan zó más allá de esa acla ra ción.`Lo que sí di jo el Go bier no es que to -dos los que quie ran po drán ve nir a laCo mi sión de Tra ba jo a de ba tir esoste mas´.” (Clarín, Buenos Aires, 27-04)

�� CAMPO��CAMPOS EN EL OJO DE LAJUSTICIA

* “El se cre ta rio de Agri cul tu ra, Mi -guel Cam pos, fue pro ce sa do ayer porsu pues tas irre gu la ri da des en la dis tri -bu ción de la Cuo ta Hil ton. La me di da-dic ta da por el juez Ro dol fo Ca ni co baCo rral im pli ca un em bar go de 10 mi -llo nes de pe sos so bre sus bie nes y,en el cor to pla zo, el po si ble ale ja mien -to del car go que ejer ce des de 2003.Cam pos se con vier te así en el pri mer

fun cio na rio del go bier no de Nés torKirch ner en su frir un pro ce sa mien to.En su re so lu ción, Ca ni co ba dio porpro ba do que, por me di das to ma dasdes de la Se cre ta ría de Agri cul tu ra,cier tos fri go rí fi cos re ci bie ron su por -ción de la Cuo ta en el pe río do 2004/5sin reu nir los re qui si tos co rres pon -dien tes. Es to cons ti tui ría los de li tos dead mi nis tra ción in fiel e in cum pli mien tode los de be res de fun cio na rio pú bli -co.” (Clarín, Buenos Aires, 21-04)

��TABACO* “Du ran te el pri mer tri mes tre del año

las ex por ta cio nes de ta ba co cer ti fi ca -das por el Ser vi cio Na cio nal de Sa ni -dad y Ca li dad Agroa li men ta ria (SE -NA SA) su ma ron 16.944 to ne la das por34.697.000 dó la res. El prin ci pal mer -ca do fue Es ta dos Uni dos se gui do porPa ra guay. El ru bro mues tra un cre ci -mien to del 9 por cien to en vo lu men ydel 12 por cien to en di vi sas, res pec toa los en víos fis ca li za dos en el mis mope río do de 2005 que al can za ron a15.582 to ne la das y 30.976.000 dó la -res, se gún in for mó hoy el or ga nis mosa ni ta rio.” (Mi sio nes on li ne, 27-04)

�� MERCOSUR��VENEZUELA SE RETIRA DE LACAN

* “Ve ne zue la de nun cia rá an te ins -tan cias in ter na cio na les que la Co mu -ni dad An di na de Na cio nes `es támuer ta´ has ta li brar se de to dos suscom pro mi sos con ese blo que, di jo hoyel pre si den te de ese país, Hu go Chá -vez. `La Co mu ni dad An di na es tamuer ta y Ve ne zue la va a de nun ciar lapor es cri to. En ton ces se abre un pe -río do y Ve ne zue la se irá za fan do porcom ple to de los com pro mi sos has taque que de mos com ple ta men te li -

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bres´, afir mó. El pre si den te ve ne zo la -no com pa ró la si tua ción de su paíscon la de una per so na que tra mi ta undi vor cio y su bra yó que Ve ne zue la sevol ca rá aho ra en el Mer co sur, aun quead vir tió que hay que `re for ma tear´ese blo que. Du ran te su vi si ta a la ciu -dad bra si le ña de Curi ti ba, es ta do dePa ra ná (sur), Chá vez re cal có su dis -gus to por que Co lom bia y Pe rú, dosso cios cla ves en el más an ti guo es -que ma de in te gra ción re gio nal, sus -cri bie ron sen dos acuer dos de li bre co -mer cio con Es ta dos Uni dos. `Res pe -ta mos la de ci sión de Co lom bia, pe rola la men ta mos´, di jo Chá vez, al afir -mar que su país es uno de los másper ju di ca dos por ese acuer do. (...)Res pec to a la Cor po ra ción An di na deFo men to, prin ci pal ins ti tu ción cre di ti -cia del blo que an di no y crea da porsus fun da do res ha ce tres dé ca das, di -jo que la ins ti tu ción tam bién de be ráre for mar se. `Te ne mos una pro pues ta.La Cor po ra ción pu die ra ser el nú cleoini cial de una de las pro pues tas ma ra -vi llo sas (...) pu die ra ser la cu na de unban co del sur pa ra ter mi nar de li be rar -nos del Fon do Mo ne ta rio In ter na cio -nal y el Ban co Mun dial´, ase gu ró. (...)Ase gu ró que el blo que de in te gra cióndel Co no Sur ame ri ca no na ció en elmar co del neo li be ra lis mo, por lo quehay que rees truc tu rar lo `pa ra que enel fu tu ro se ba se en la com ple men ta -ción eco nó mi ca y no en la com pe ten -cia´ y pa se a te ner `in te rés so cial´, co -lo can do por de lan te la lu cha con tra lami se ria, y por la sa lud y edu ca ción delos pue blos.” (Unión ra dio, Ve ne zue la,20-04)

��ANILLO ENERGÉTICO

* “Un pro yec to de ga so duc to im pul -sa do por Ve ne zue la pa ra dis tri buir elener gé ti co a la Ar gen ti na a tra vés deBra sil se rá am plia do a otros paí ses de

Su da mé ri ca. Los pre si den tes de laAr gen ti na, el Bra sil y Ve ne zue la, Nés -tor Kirch ner, Luiz Ina cio Lu la da Sil vay Hu go Chá vez, con vi nie ron en ex ten -der la obra du ran te una reu nión es temiér co les en Sao Pau lo. (...) El Bra silpro pu so aco ger en sep tiem bre unareu nión de to dos los paí ses su da me -ri ca nos pa ra dis cu tir jun tos el pro yec -to y los exá me nes téc ni cos, di jo elcan ci ller, pe ro no pre ci só qué ni velten drán las de le ga cio nes. Se gúnChá vez, la Ar gen ti na, el Bra sil y Ve -ne zue la pla nean in vi tar a to dos lospre si den tes su da me ri ca nos pa ra in -for mar les so bre la via bi li dad del ga so -duc to. `Va mos a ha cer una ma llaener gé ti ca´ que uni rá las re des dedis tri bu ción de gas de la zo na an di nacon las de los paí ses del Mer co sur (laAr gen ti na, el Bra sil, el Pa ra guay y elUru guay). (...) El pro yec to, cu yo cos tose ha es ti ma do en tre 20 mil y 25 milmi llo nes de dó la res, se de sa rro lla ríaen tre 2009 y 2017, se gún las pri me -ras pre vi sio nes. La reu nión tri la te ralfue pre ce di da por la sos te ni da el mar -tes de no che en tre Lu la y Kirch ner, lacual, se gún Bue nos Ai res, sir vió pa rafor ta le cer la `alian za´ bi la te ral en elcon tex to del Mer co sur, un blo que sa -cu di do por pro ble mas con sus so ciosme no res el Uru guay y el Pa ra guay.”(La Jor na da, Mé xi co, 27-04)

�� SOCIEDAD��DERRAME TÓXICO

* “Más de 500 ve ci nos del dis tri tobo nae ren se de Es te ban Eche ve rríade bie ron ser eva cua dos hoy de susca sas a raíz de la pre sen cia de unanu be tó xi ca, pro vo ca da por una pér di -da de áci do mu riá ti co de un tan quecis ter na, ubi ca do en una fá bri caaban do na da. Se gún se ña la ron au to ri -da des de los Bom be ros de Es te ban

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Eche ve rría, que ac tua ron en la emer -gen cia, no hu bo he ri dos, aun que la si -tua ción obli gó a la eva cua ción de losve ci nos por la pre sen cia de la grannu be tó xi ca.” (In fo bae, 6-04)

��“OKUPAS” DE ALTO NIVEL

* “En la pro vin cia de Bue nos Ai reshay 10.652 te rre nos del Es ta do pro -vin cial ocu pa dos por par ti cu la res. Lama yo ría son per so nas de ba jos re cur -sos, que cons tru ye ron allí hu mil des vi -vien das y no cons ti tu yen in te rés fis -cal. Pe ro hay tam bién unos 1.000 te -rre nos fis ca les ocu pa dos por per so -nas con po der ad qui si ti vo, co mer ciosy em pre sas. Se gún el úl ti mo re le va -mien to efec tua do por Ren tas bo nae -ren se, el 70 por cien to ni si quie ra pa -ga el im pues to in mo bi lia rio o el ca nonde ocu pa ción que de be rían tri bu tar ala pro vin cia. Pa ra dó ji ca men te, es lata sa de eva sión más al ta que re gis trala pro vin cia. (...) En el lis ta do se en -cuen tran des de res tau ran tes de lu jo yex clu si vos clu bes náu ti cos de San Isi -dro y San Fer nan do has ta ga le rías co -mer cia les y cha lets en la cos ta.”(Página 12, Buenos Aires, 10-04)

��BASURA

* “El je fe de go bier no por te ño, Jor geTe ler man, jun to con to do su ga bi ne teinau gu ró ayer la pri me ra Plan ta deCla si fi ca ción y Acon di cio na mien to deMa te ria les Re ci cla bles que fun cio na ráen el ám bi to de la ciu dad. La mis maes ta rá ope ra da por la Coo pe ra ti vaEco ló gi ca de Re ci cla do res del Ba joFlo res (Cer baf) y re ci cla rá par te de lasca si 5 mil to ne la das de re si duos quese ge ne ran por día en Bue nos Ai res.”(La Pren sa, Buenos Aires, 2-05)

��UBA * “En me dio de gra ves in ci den tes,

con pi ñas y trom pa das por to dos la -dos en la puer ta de la Fa cul tad de Me -di ci na, es ta ma ña na se sus pen dió porcuar ta vez la asam blea en la que seiba a ele gir al nue vo rec tor de la Uni -ver si dad de Bue nos Ai res (UBA). To -do es to de ri vó en un du ro cru ce deacu sa cio nes en tre los can di da tos quese pro po nen pa ra el car go. `La res -pon sa bi li dad la tie ne la inep ti tud de lacon duc ción de la UBA´, di jo Ati lio Al te -ri ni, rec tor de la Fa cul tad de De re choy can di da to con ma yor po si bi li da desde ocu par el rec to ra do. así car gó otravez con tra el ac tual rec tor, Gui ller moJaim Et che verry.” (La Ra zón, 2-05).Al te ri ni fue fuer te men te cues tio na dopor su par ti ci pa ción en el go bier no dela ciu dad de Bue nos Ai res du ran te laúl ti ma dic ta du ra mi li tar.

* “En el día des pués de la vio len tacuar ta sus pen sión de la asam bleaque de be ele gir a un nue vo rec tor enla Uni ver si dad de Bue nos Ai res(UBA), el con flic to se tras la dó al es ce -na rio es tu dian til. Mien tras los no do -cen tes rea li za ron ayer un pa ro quede jó a la ma yo ría de las fa cul ta des ce -rra das o con un fun cio na mien to mí ni -mo (...), un gru po de es tu dian tes decua tro fa cul ta des (Cien cias Eco nó mi -cas, Odon to lo gía, De re cho y Far ma -cia), que cues tio nan la le gi ti mi dad delas agru pa cio nes de iz quier da quecon du cen la FU BA, de ci dió se pa rar sey ar mar una me sa de con duc ción pa -ra le la. Sin em bar go, aun que los cues -tio na mien tos a la FU BA por no re no -var sus au to ri da des des de 2003 al -can zan a va rias agru pa cio nes, no to -das se su ma ron a es ta frac tu ra.” (LaNación, Buenos Aires, 4-05)

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�� JUSTICIA��TERRORISMO DE ESTADO

* “Un ex mi li tar im pli ca do en crí me -nes con tra la hu ma ni dad du ran te la úl -ti ma dic ta du ra en la Ar gen ti na y con -de na do a arres to do mi ci lia rio por serma yor de 70 años, fue tras la da do hoymiér co les a una pri sión de má xi mase gu ri dad tras com pro bar se que sees ca pó va rias ve ces de su ho gar. Elex co ro nel Pas cual Gue rre ri, acu sa doen una vein te na de ca sos de se cues -tro, tor tu ra y ase si na to de di si den tes,`que bran tó in jus ti fi ca da men te, por lome nos en cua tro oca sio nes, la obli ga -ción de per ma ne cer en el do mi ci lioque se le fi jó pa ra cum plir su arres todo mi ci lia rio´, di jo en su re so lu ción eljuez fe de ral Ariel Li jo. Por ese mo ti vo,el ma gis tra do re vo có el arres to do mi -ci lia rio que lo be ne fi cia ba des de di -ciem bre de 2004 y dis pu so que `con -ti núe su de ten ción en el Com ple jo Pe -ni ten cia rio Fe de ral II de Mar cos Paz´,en la pro vin cia de Bue nos Ai res.” (Eu -ro pa Press –Es pa ña-, 6-04)

* “El Ju ra do de En jui cia mien to de ci -dió ab sol ver a dos ca ma ris tas delCha co que ha bían si do acu sa dos porli be rar con ar ti lu gios le ga les a diez re -pre so res que es ta ban de te ni dos porsu res pon sa bi li dad en la Ma sa cre deMar ga ri ta Be lén, ocu rri da en di ciem -bre de 1976. Los jue ces Ma ría Bea trizFer nán dez y To más In da ha bían lle -ga do al ban qui llo por de ci sión delCon se jo de la Ma gis tra tu ra, que elaño pa sa do re sol vió por am plia ma yo -ría sus pen der los e ini ciar les jui cio po -lí ti co con la con vic ción de que ha bíanuti li za do un ca mi no ile gal pa ra be ne fi -ciar a los mi li ta res im pu ta dos. Seis delos miem bros del jury que ana li za ronel ca so sos tu vie ron, sin em bar go, queno se pro bó que ha yan in cu rri do en`un ma ni fies to (sic) apar ta mien to del

de re cho´ ni se acre di tó `el fa vo re ci -mien to de una de las par tes´. Es later ce ra vez que se juz ga a ma gis tra -dos por su po si ble com pli ci dad conlos crí me nes del te rro ris mo de Es ta doy es la ter ce ra que son ex cul pa dospor esos car gos. (...) Los que fir ma ronla con fir ma ción de los ca ma ris tas ensus car gos fue ron los abo ga dos En ri -que Pe dro Bas la, Eduar do Ale jan droRo ca y Er nes to Sa gués, el se na dorra di cal Jo sé Za va lía y los jue ces Ra -mi ro Do min go Pu yol y Ai dée Vi llar.Los vo tos en di si den cia fue ron de lapre si den ta del ju ra do, la jue za de laCor te Su pre ma Ele na High ton de No -las co, y los se na do res pe ro nis tas Ma -nuel Ba la drón y Ser gio Ga llia. Pa raellos que dó acre di ta do el “mal de sem -pe ño” por ma la apli ca ción de la ley ypar cia li dad.” (Página 12, BuenosAires, 6-04)

* “La Jus ti cia ex car ce ló a 11 mi li ta -res re ti ra dos acu sa dos de ha ber par ti -ci pa do en el Plan Cón dor, pro gra mamon ta do por las dic ta du ras de Su da -mé ri ca en la dé ca da de 1970 pa ra eli -mi nar a sus ad ver sa rios po lí ti cos, poren ten der que no se fu ga rán del país.De ce nas de mi li ta res y po li cías re ti ra -dos fue ron arres ta dos en los úl ti mosdos años, tras la rea per tu ra de lascau sas que in ves ti gan vio la cio nes alos de re chos hu ma nos du ran te la úl ti -ma dic ta du ra (1976-1983). La re so lu -ción de la Cá ma ra Na cio nal de Ca sa -ción Pe nal re vo có las de ci sio nes deljuez Gui ller mo Mon te ne gro y la Cá -ma ra Fe de ral, que ha bían re cha za dode jar en li ber tad a los mi li ta res por lagra ve dad de los de li tos de los que es -tán acu sa dos. La re so lu ción fue adop -ta da por la sa la IV de Ca sa ción, al en -ten der que no en tor pe ce rían la ac ciónde la Jus ti cia ni van a fu gar se.” (LaCa pi tal –Ro sa rio-, 11-04)

* “Pri me ro fue una lla ma da anó ni ma

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a la lí nea 0800 que tie ne la Pro cu ra -ción Pe ni ten cia ria. En esa de nun ciauna per so na men cio nó que en uncuar to aban do na do del hos pi tal de lacár cel de De vo to ha bía do cu men ta -ción so bre cien tos de de te ni dos en losaños de la dic ta du ra, y la sos pe cha deque ese ar chi vo con te nía fi chas demu je res que es tu vie ron en la Es cue lade Me cá ni ca de la Ar ma da (ES MA) ydie ron a luz en esos años. La de nun -cia ha bla ba tam bién de la po si bleapro pia ción ile gal de al gu nos re ciénna ci dos. Lue go de la lla ma da, la de ci -sión del pro cu ra dor pe ni ten cia rioFran cis co Mug no lo -una es pe cie deom buds man de los pre sos- fue rea li -zar una au di to ría al lu gar men cio na doen la de nun cia, pa ra ve ri fi car en pri -mer lu gar si ese cuar to aban do na doexis tía. Du ran te la ins pec ción ocu laren con tró una pe que ña ha bi ta ción -de1,50 por 3 me tros- con nu me ro sa do -cu men ta ción. (...) En tre los pa pe lesse cues tra dos hay un con jun to de fi -chas y pa que tes de do cu men ta ción -al gu nos ata dos en tre sí- con re fe ren -cias a hom bres y mu je res que fue ronaten di dos en ese hos pi tal, en los añosde la dic ta du ra o po co an tes del gol pede 1976. En el ope ra ti vo, que con tócon la to tal co la bo ra ción del ser vi ciope ni ten cia rio de la cár cel de De vo to,se pu die ron ob ser var, en una pri me rare vi sión, al gu nas re fe ren cias a na ci -mien tos pro du ci dos en esos años.”(Clarín, Buenos Aires, 27-04)

��CASO BENDINI

* “El juez fe de ral de Río Ga lle gos,Ge rar do Caa ma ño, te nía a su car go lain ves ti ga ción con tra el je fe del Ejér ci -to des de ha ce más de dos años. Enlos pró xi mos días, de bía re sol ver sipro ce sa ba a Ben di ni, pe ro en un fa lloines pe ra do se de cla ró in com pe ten te yor de nó re mi tir to das las ac tua cio nes

al Con se jo Su pre mo de las Fuer zasAr ma das. `El he cho de lic ti vo que sein ves ti ga re vis te na tu ra le za ex clu si va -men te mi li tar´, ale gó el ma gis tra do.Aho ra, el je fe del Ejér ci to se rá juz ga -do por sus pa res. Su pro ce so se re gi -rá por las nor mas del Có di go de Jus -ti cia Mi li tar, cues tio na do cuer po le galque el juez de la Cor te Su pre ma Eu -ge nio Zaf fa ro ni pi dió de ro gar y que lami nis tra de De fen sa, Nil da Ga rré, pro -yec ta re for mar.” (La Nación, BuenosAires, 7-04)

��PEDRAZA PROCESADO

* “Jo sé Pe dra za fue em bar ga do ayerpor 50 mi llo nes de pe sos. La me di dala dis pu so el ma gis tra do su bro gan tedel Juz ga do 33, Eli seo Ote ro, en elmar co de una cau sa en la que el sin -di ca lis ta es tá pro ce sa do por es ta fa.De acuer do con las in ves ti ga cio nes,el di ri gen te fe rro via rio par ti ci pó deldes vío de más de 34 mi llo nes de pe -sos de un fon do de la Unión Fe rro via -ria (UF) des ti na do a se pe lios de losafi lia dos del gre mio.” (Página 12,Buenos Aires, 20-04)

�� INTERNACIONALES��PERÚ

* “Em pu jo nes, gri tos, llan tos, bas to -na zos: por to do es to de bie ron pa sarlos más de 50.000 pe rua nos que ayerse acer ca ron al Cen tro de Ex po si cio -nes de la Ciu dad Au tó no ma de Bue -nos Ai res, en la ave ni da Fi gue roa Al -cor ta al 2200, pa ra po der vo tar en laselec cio nes pre si den cia les de su país.Y la gran ma yo ría de los elec to res noso por tó más de cin co ho ras de co laba jo un sol ago bian te por los can di da -tos Ollan ta Hu ma la, Lour des Flo res oAlan Gar cía, si no que lo hi zo con elpro pó si to de evi tar la mul ta de 40 dó -la res que de bían pa gar en ca so de no

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vo tar. (...) Pa sa das las 16, ho ra enque de bían fi na li zar las elec cio nes,mi les de pe rua nos, una vez es ta ble ci -do cier to or den, aún aguar da ban pa rain gre sar. Ade más de Bue nos Ai res,se vo tó en La Pla ta, Ro sa rio, Tu cu -mán, Men do za y Co rrien tes. To doslos su fra gios emi ti dos en la Ar gen ti nase en via rán hoy por co rreo pa ra el es -cru ti nio en Pe rú.” (La Nación, BuenosAires, 10-04)

* “La se gun da vuel ta de las elec cio -nes pe rua nas ten drá co mo opo nen tesa los can di da tos del Par ti do Unión porel Pe rú, Ollan ta Hu ma la, y del Apris taPe rua no (APRA), Alan Gar cía, con fir -ma ron hoy fuen tes ofi cia les. Du ran teuna rue da de pren sa, En ri que Men do -za, pre si den te del Ju ra do Na cio nal deElec cio nes (JNE), afir mó que la ron dade fi ni ti va se rea li za rá el pró xi mo 4 deju nio y no el 28 de ma yo co mo se ha -bía pre vis to ini cial men te. (...) Por supar te, Hu ma la, can di da to del Par ti doUnión por el Pe rú, ase gu ró su pa se ala se gun da y de fi ni ti va vuel ta con3.757.719 vo tos, y se ra ti fi có en lapun ta con una ven ta ja ya inal can za blede 772.856 so bre el pos tu lan te delAPRA. Con 2.984.796 elec to res, el ex pre si den te Gar cía, del Par ti do Apris taPe rua no (APRA), es tá en la ron da de -fi ni ti va, pues Flo res se acer có al pa se,pe ro fi nal men te no lo al can zó, tal co -mo le su ce dió en la cam pa ña de2001.” (Pren sa La ti na, Cu ba, 3-05)

��FRANCIA: RETROCEDE LAFLEXIBILIZACIÓN LABORAL

* “El pre si den te fran cés, Jac quesChi rac, ha de ci di do fi nal men te reem -pla zar el po lé mi co CPE, el con tra toque pre ca ri za el em pleo ju ve nil, porotras me di das le gis la ti vas que ayu dena `la in ser ción la bo ral de los jó ve nesen di fi cul ta des´. Chi rac ha to ma do lade ci sión tras reu nir se en el Elí seo con

su pri mer mi nis tro, Do mi ni que de Vi -lle pin, y miem bros de su Ga bi ne te yde su par ti do. Vi lle pin, má xi mo va le -dor del CPE, que ha pro vo ca do unaenor me re vuel ta po pu lar en Fran cia,ha jus ti fi ca do la de ci sión en que no seda ban las `con di cio nes de con fian za yde se re ni dad ne ce sa rias´ pa ra su apli -ca ción.” (El Paí s.es, Es pa ña, 10-04)

��ESTADOS UNIDOS: MASIVASMANIFESTACIONES DE INMI-GRANTES

* “En una jor na da his tó ri ca, si mi lar alas mo vi li za cio nes por los de re chosci vi les de los años 60, cien tos de mi -les de ma ni fes tan tes de más de 100ciu da des de Es ta dos Uni dos, des deWas hing ton a Los Án ge les, de Nue vaYork a Las Ve gas, ex cla mó un es -truen do so `Sí se pue de´ en de man dade la le ga li za ción de más de 11 mi llo -nes de in do cu men ta dos. Un pa cí fi codes fi le de ca mi sas blan cas sa lió delas som bras y se apo de ró de las in -me dia cio nes del Con gre so y de la Ca -sa Blan ca en Was hing ton; cru zó a pieel puen te Brooklyn en Nue va York;pro tes tó fren te a ofi ci nas de le gis la do -res en Pitts burgh y co ro nó la jor na dacon una sen da pro tes ta en La Pla ci taOl ve ra en Los Án ge les. En Was hing -ton, la mul ti tud fue es ti ma da en másde 100 mil per so nas; en Atlan ta unas50 mil; en Nue va York al re de dor de 30mil; en San Die go, más de 10 mil;unas 9 mil en Hous ton; 7 mil en LasVe gas y mi les más en lo ca li da des dees ta dos co mo Ken tucky, Ala ba ma yTen nes see. En Los Án ge les ape nasse reu nie ron 2 mil per so nas. `Es to esape nas el co mien zo y nos fal ta mu choca mi no por re co rrer… Na die nos de -ten drá´, aren gó la pre si den ta del Con -se jo Na cio nal de la Ra za (NCLR) Ja -net Mur guia a la mul ti tud reu ni da en laex pla na da del “Mall” de Was hing ton,

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que ha si do se de de las pro tes tas deMar tin Lut her King en los 60’s y con -tra de la gue rra en Viet nam en los70’s.” (Mi le nio, Mé xi co, 11-04)

* “Cien tos de mi les de in mi gran tesen su ma yo ria his pa nos se au sen ta -ron de sus tra ba jos el lu nes y ma ni fes -ta ron en ciu da des de Es ta dos Uni dos,blan dien do su in fluen cia en la eco no -mia lo cal pa ra rei vin di car sus de re -chos. Cien tos de res tau ran tes, fá bri -cas y otros ne go cios es tu vie ron ce rra -dos. Los pro yec tos de cons truc ciónfue ron in te rrum pi dos, los ni ños seque da ron en ca sa y gran des mul ti tu -des sa lie ron a las ca lles en lo que losor ga ni za do res bau ti za ron `Un día sinin mi gran tes´. (...) El ob je ti vo co múnera lo grar que el Con gre so es ta dou ni -den se re co noz ca los de re chos de unes ti ma do de al re de dor de 12 mi llo nesde in mi gran tes ile ga les, y des car taruna pro pues ta que con ver ti ría en cri -mi na les a ellos y a to do aquel que losayu de.” (Reu ters Amé ri ca la ti na, 2-05)

��ITALIA: AGÓNICO TRIUNFO DELA CENTRO-IZQUIERDA

* “El pre si den te Nés tor Kirch ner fe li -ci tó ayer al lí der de la coa li ción decen troiz quier da, Ro ma no Pro di, por lavic to ria so bre Sil vio Ber lus co ni en laselec cio nes en Ita lia, y afir mó que aho -ra `se abre un nue vo ca pí tu lo´ en lare la ción bi la te ral. Pro di re co no ció quega nó con un apo yo de ter mi nan te delos ita lia nos en el ex te rior, sec ciónelec to ral en la que la Ar gen ti na sedes ta có co mo el país con ma yor can -ti dad de vo tan tes. En ese mar co,Kirch ner abo gó por que a par tir de es -te triun fo ha ya un `re no va do im pul so´a la re la ción en tre Ita lia y la Ar gen ti na,lue go de las dis cre pan cias sur gi dasdu ran te el Go bier no del pre mier con -ser va dor Ber lus co ni. (...) El su fra giode los ita lia nos que re si den en el ex -

te rior fue cla ve pa ra de fi nir el re sul ta -do de las elec cio nes le gis la ti vas deIta lia, en las que La Unión de cen troiz -quier da y la coa li ción de cen tro de re -cha dis pu ta ron vo to a vo to. Pro di, queen ca be za la triun fan te Unión, agra de -ció en ese sen ti do `a los ita lia nos delex te rior´, un to tal ha bi li ta do de 2,6 mi -llo nes de ciu da da nos, de los cua lesunos 400.000 re si den en la Ar gen ti na,pues sus vo tos `fue ron de ter mi nan -tes´ en la vic to ria. (...) La Unión decen tro iz quier da ob tu vo 158 es ca ñosso bre los 315 del Se na do y 342 so bre630 de la Cá ma ra de Di pu ta dos,mien tras que la alian za Ca sa de lasLi ber ta des (Cdl) del pre mier Ber lus co -ni ob tu vo 156 se na do res y 281 di pu ta -dos. (...) Des pués de Ale ma nia, la Ar -gen ti na es el ma yor dis tri to elec to ralcon 465.000 elec to res, pe ro en los he -chos vo ta ron más ita lia nos aquí queen ese país eu ro peo –unos 200.000-y ade más re pre sen tan el 50 por cien -to del pa drón su da me ri ca no. Por talmo ti vo, cua tro de los cin co le gis la do -res -dos di pu ta dos y tres se na do res-de un to tal de ocho lis tas ha bi li ta dasre si den en Ar gen ti na. La úni ca ex cep -ción es Ma ri sa Ba fi le una pe rio dis tade lar ga tra di ción en la iz quier da ve -ne zo la na que fue elec ta por L’Unionepa ra la Cá ma ra de Di pu ta dos. Los de -más ele gi dos pa ra la Cá ma ra sonGiu sep pe An ge li (Per gli Ita lia ni nelMon do), Ri car do Mer lo (As so cia zio niIta lia ni in Su da me ri ca y pre si den te dela co lec ti vi dad ita lia na en la Ar gen ti -na), en tan to que pa ra el Se na do fue -ron elec tos Mi re lla Giai (L Unio ne) y elem pre sa rio Lui gi Pa lla ro (As so cia zio niIta lia ni in Su da mé ri ca). En los he chos,el can di da to de Ita lia nos en el Mun dores pon de al ac tual mi nis tro de los Ita -lia nos en el Ex te rior Mir ko Tre ma glia,la lis ta de Su da mé ri ca es in de pen -dien te y L’Unio ne es el prin ci pal par ti -do de la coa li ción de Pro di.” (El In de -

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pen dien te, La Rio ja, 12-04)

��ESTADOS UNIDOS: MILITARESPIDEN LA RENUNCIA DERUMSFELD

* “Por pri me ra vez des de el ini cio dela gue rra de Irak, un gru po cre cien tede ge ne ra les re ti ra dos de ci dió rom perel si len cio y re cla mó la re nun cia delse cre ta rio de De fen sa, Do nald Rums -feld, des gas ta do por más de tres añosde ocu pa ción y una si tua ción de vio -len cia cons tan te tras la re mo ción deSad dam Hus sein del po der. En mo -men tos en que el res pal do es ta dou ni -den se a la gue rra lle ga a un nue vo mí -ni mo his tó ri co, los ge ne ra les Paul Ea -ton, Ant hony Zin ni, Gre gory New bold,John Ba tis te, John Riggs y Char lesSwan nack to ma ron la inu sual de ci -sión de ven ti lar en pú bli co sus crí ti cascon tra la ca be za po lí ti ca del Pen tá go -no, pe ro el pre si den te Geor ge W.Bush rei te ró su apo yo al fun cio na rio.(...) Rums feld es res pon sa bi li za do enlos cír cu los de po der de Was hing tonpor la can ti dad in su fi cien te de tro pasdes ti na das en Irak, la fal ta de pre pa -ra ción pre via pa ra la ocu pa ción, erro -res gra ves en las se ma nas, me ses yaños que si guie ron a la caí da de Sad -dam y los abu sos co me ti dos en la cár -cel de Abu Gh raib. Va rios de los ge -ne ra les que aho ra lo cri ti can sir vie ronen Irak y tra ba ja ron con Rums feld.”(La Nación, Buenos Aires, 15-04)

��BOLIVIA NACIONALIZA SUSHIDROCARBUROS

* “El pre si den te bo li via no, Evo Mo ra -les, fir mó es te lu nes un de cre to su pre -mo pa ra `na cio na li zar´ los hi dro car bu -ros del país más po bre de Su da mé ri -ca y en tre gar al Es ta do el con trol de lapro pie dad de los re cur sos ener gé ti -cos. Mo ra les anun ció que la nue va le -

gis la ción fi ja un pla zo de 180 días pa -ra que las em pre sas ex tran je ras fir -men nue vos con tra tos de ope ra ción.El man da ta rio pre ci só que las com pa -ñías que no re ne go cien sus con tra tosen el pla zo in di ca do de be rán aban do -nar el país. `Se aca bó el sa queo denues tros re cur sos na tu ra les por em -pre sas ex tran je ras´, di jo Mo ra les du -ran te un dis cur so en la lo ca li dad deTa ri ja, al sur de la ca pi tal, La Paz.”(BBC Mun do , In gla te rra, 1-05)

* “El anun cio de Evo Mo ra les de na -cio na li zar los ya ci mien tos y la ges tióndel pe tró leo y del gas bo li via no hapro vo ca do una llu via de reac cio nesde las mul ti na cio na les afec ta das y losgo bier nos se de de es tas em pre sas.Co mo ca bía es pe rar, la ma yo ría delos go bier nos hi cie ron su ya la preo cu -pa ción de las pe tro le ras, cons cien tesde que el nue vo de cre to re du ci rá enunos cuan tos pun tos sus in gen tes be -ne fi cios. Al gu nos go bier nos, co mo elde Mé xi co, mos tra ron su preo cu pa -ción por los cam bios que trae rá es tepa so, pe ro re co no cie ron el de re chole gí ti mo de Bo li via a ges tio nar sus re -cur sos. Re co no ci mien to que bri lló porsu au sen cia en las de cla ra cio nes delos paí ses eu ro peos, pe se a que és tees un de re cho que la ma yo ría de loseu ro peos ejer cen y sus go bier nos de -fien den con uñas y dien tes. Unos ha -bla ron de me nos y otros de más. Ja -vier So la na, al to re pre sen tan te pa ra laPo lí ti ca Ex te rior de la Unión Eu ro pea,se la men tó por el pre jui cio, que a supa re cer, cau sa rá al pue blo bo li via nola na cio na li za ción de los hi dro car bu -ros, dé bil ar gu men to ha bi da cuen tade lo po co creí ble que re sul ta su pre-o cu pa ción por los in te re ses de es tepue blo. Ade más, se atre vió a emi tiruna ame na za ve la da ha cia el pre si -den te de Bo li via. So la na re cor dó ayerque, en su en tre vis ta con Mo ra les elpa sa do 5 de ene ro, le trans mi tió el

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145En resumidas cuentas

men sa je de que `la se gu ri dad ju rí di caes fun da men tal pa ra que la in ver siónex tran je ra lle gue y el de sa rro llo sepue da pro du cir´. `Yo creí que ha bíaen ten di do bien lo que le ha bía di cho(...) Creo que a lo me jor no lo ha en -ten di do del to do´, aña dió. El re pre sen -tan te de la UE hi zo ga la de la pre po -ten cia eu ro pea cuan do tra tan con lasque ha ce tiem po de ja ron de ser susco lo nias.” (Ga ra, País Vas co, 3-05)

�� AL CIERRE

“El Canciller Jorge Taiana anuncióhoy que “la Argentina presentó en laSede de la Corte Internacional deJusticia, en La Haya, una demandacontra el Uruguay por la construcciónde dos plantas industriales de produc-ción de pasta de celulosa sobre elRío Uruguay, que ese país autorizóen violación del Estatuto que

reglamenta este recurso compartido,así como del derecho internacionalaplicable. La Argentina llega así aesta instancia prevista en el Estatutodel Río Uruguay, luego de ver frustra-dos sus reiterados esfuerzos, pro-movidos a todos los niveles, poralcanzar una solución bilateral a lacontroversia entre ambos países -generada por las actitudes unilat-erales e ilícitas del Uruguay-; soluciónque debe ser compatible con lapreservación del Río y de su ecosis-tema, así como con la salvaguarda dela salud y del bienestar de las comu-nidades adyacentes a este curso flu-vial. (Comunicado de Prensa de laCancillería argentina, 4-05)

Cierre de esta sección: 4-05-06

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RAÚL BERNAL-MEZA Y SURANJIT SAHA(COMP.)

Economía mundial y desarrolloregionalBuenos Aires, Grupo EditorLatinoamericano, 2005, 403 págs.

Frente a la proliferación de análisisapologéticos y complacientes sobrela globalización, que postulan que eldestino manifiesto de los países demenor grado de desarrollo (como laArgentina) pasa por aprovechar suparticular “dotación de factores” (bási-camente sus abundantes recursosnaturales y su mano de obra) comomedio para lograr una adecuada, efi-ciente y exitosa inserción en la divi-sión internacional del trabajo, el librocompilado por Raúl Bernal-Meza ySuranjit Saha constituye un aportecrítico sumamente importante. No só-lo porque estudia el proceso de mun-dialización que se viene manifestan-do en forma cada vez más aceleradadesde comienzos de los años setentaen la perspectiva de los “perdedores”en el terreno de las relaciones inter-nacionales y de la lucha de clases (esdecir, los países latinoamericanos ylos sectores populares), sino tambiénporque se trata de un abordaje desdela economía política. En oposición ala pretendida neutralidad y objetividad

de los “apologistas globales” (tantolos del nivel local como internacional),en los distintos artículos reunidos enesta obra el lector podrá encontrartérminos que la hegemonía neoliberalde las últimas décadas había logradorelegar al ostracismo: centro y perife-ria, desarrollo y subdesarrollo, clasessociales y fracciones de clases, rela-ciones de fuerzas, poder económico ypolítico, ideología, intercambio desi-gual, deterioro en los términos del in-tercambio, etcétera.

En este sentido, cabe traer a cola-ción los argumentos de Aldo Ferreren su artículo: “La globalización cons-tituye un sistema de redes en las cua-les se organizan el comercio, las in-versiones de las corporaciones trans-nacionales, las corrientes financieras,el movimiento de personas y la circu-lación de información que vincula alas diversas civilizaciones. Es asimis-mo el espacio del ejercicio del poderdentro del cual las potencias domi-nantes establecen, en cada períodohistórico, las reglas del juego que ar-ticulan el sistema global. Uno de losprincipales mecanismos de la domi-nación radica en la construcción deteorías y visiones que son presenta-das como criterios de validez univer-sal pero que, en realidad, son funcio-nales a los intereses de los paísescentrales”. Por su parte, en su contri-bución, Enrique Arceo apunta que:

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147Galera de corrección

“Se está... ante una nueva modalidadde articulación de la periferia con elcentro, basada sobre una división je-rárquica del trabajo en el seno de laindustria articulada por el capitaltransnacional y sustentada sobre lasuperioridad tecnológica del centro ylos bajos costos salariales de la peri-feria. Ello da lugar, en la periferia, aun crecimiento extremadamente pola-rizado. En efecto, los países que nologran preservar o desarrollar activi-dades industriales competitivas conlas radicadas en el centro, se venobligados a alinear sus costos salaria-les con los de los países donde ellosson más reducidos y son sometidos aun creciente intercambio desigual”.

Los distintos trabajos que integran ellibro permiten acceder a una visión in-tegradora y muy completa de las múl-tiples y complejas aristas de la globa-lización: la internacionalización de lasfinanzas y de los procesos producti-vos; las características sobresalientesde la división mundial del trabajo y elcomercio; la fisonomía estructural delos distintos actores intervinientes (elEstado nacional, el capital transnacio-nal, las fracciones locales de la bur-guesía de la periferia, los trabajado-res y los sectores populares); las for-mas predominantes de generación yreparto del excedente tanto entre lospaíses centrales y los periféricos, co-mo en el interior de estos últimos; elpapel de los bloques regionales y, enese marco, de la integración económi-ca, institucional e infraestructural enAmérica latina; las modalidades dearticulación de lo global con lo nacio-nal, lo regional y lo local, y los gradosde “autonomía relativa” de las tres úl-timas esferas respecto de la primera.

Sobre la base de este diagnóstico,todos los artículos tienen como deno-minador común la reflexión acerca de

los márgenes de maniobra de quedispondrían los países subdesarrolla-dos en general, y los latinoamerica-nos en particular (en especial la Ar-gentina), en el contexto de la mundia-lización. Ello, frente a los recurrentesseñalamientos de los “apologistasglobales” en cuanto a que esta última“ata de pies y manos” a las nacionesque integran la periferia y que, enconsecuencia, prácticamente no sepuede hacer nada para modificar –osiquiera aminorar– sus implicanciasen los más diversos frentes; de lo quese sigue que debemos contentarnoscon el statu quo existente, el cual, co-mo lo demuestran claramente variosde los análisis incluidos en esta obra,se encuentra asociado con una inser-ción pasiva y subordinada en el esce-nario internacional por parte de lospaíses de América latina y una cre-ciente sumisión de éstos (y muchosotros periféricos, como la mayoría delos africanos) ante las potencias cen-trales y los representantes orgánicosdel imperialismo (los gobiernos deaquéllas, los organismos multilatera-les de crédito, la OMC, etcétera).

En cuanto a estas cuestiones, del li-bro compilado por Bernal-Meza y Sa-ha se desprenden varios aportes en elcampo del qué hacer frente a la glo-balización, entre los que interesamencionar tres:

• la importancia de la integración re-gional con eje en la complementa-ción económica e institucional delos países latinoamericanos (enparticular, aunque no exclusiva-mente, de los que conforman elMERCOSUR). La puesta en prácti-ca de medidas en pos de este obje-tivo se asocia, por un lado, concuestiones económicas, tales comoagrandar el tamaño del mercado“interno”, viabilizar un nuevo patrón

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de inserción internacional del sub-continente y propender a un desa-rrollo regional armónico y sustenta-ble (como lo sugieren varios de losartículos incluidos en esta compila-ción, de nada sirve que se desarro-llen unos pocos países de Américalatina y que la mayoría permanezcaen la situación de atraso en la quese encuentra tras el paso del hura-cán neoliberal). Por otro, se relacio-na con factores políticos: permitirque los países de la región puedanposicionarse estratégicamente -es-to es, no a la defensiva como hastael presente- en el “mundo globaliza-do” y frente a las múltiples presio-nes existentes en favor de la con-creción de proyectos de penetra-ción imperial como, por ejemplo, eldel ALCA1;

• bajo el reconocimiento de que “elresultado, desde la perspectiva decada país, radica en el estilo de in-serción en el orden global o, dichode otro modo, en la calidad de res-puestas a los desafíos y oportunida-des de la globalización” y que “cadapaís tiene la globalización que semerece” (Ferrer), un segundo linea-miento propositivo se vincula con lanecesaria recuperación del ideariodel desarrollo nacional en materiasocio-económica y política (obvia-mente adaptado a los tiempos mo-dernos). Al respecto, como desta-can algunos autores del libro, es im-

portante reparar en el hecho que in-cluso dentro de los acotados már-genes de acción derivados de losacuerdos celebrados en el ámbitode la OMC, existen importantes gra-dos de libertad en lo concerniente ala formulación y la implementaciónde políticas públicas (compras delEstado, manejo del crédito, concen-tración de los recursos estatales enel apoyo a las actividades conside-radas como prioridades estratégi-cas y el control total o parcial de és-tas por el Estado, etc.). Naturalmen-te, para ello se requiere avanzar enla -también necesaria y urgente- re-constitución de los controles estata-les básicos sobre la actividad eco-nómica y, más ampliamente, en laconformación de un nuevo tipo deEstado; y

• el fortalecimiento democrático de lasociedad civil y los poderes locales,y la constitución de mecanismosinstitucionales que propugnen unaconstrucción de poder “desde abajohacia arriba” (cuestión de particularrelevancia no sólo como mecanis-mo de contralor social y de afianza-miento de una sociedad civil suma-mente debilitada luego de largosaños de predominio hegemónicodel neoliberalismo, sino también co-mo factor clave en la mencionadareconstrucción del accionar estatalcon sentido nacional).

148 realidad económica 219 1º de abril/15 de mayo de 2006

1 Como plantea Viktor Sukup en su aporte al libro: “En una posible Comunidad Sudamericana haycomplementariedades económicas que podrían sin duda ser explotadas en beneficio de todos...pero deberían ser combinadas con mecanismos que garanticen que estos beneficios no estén,como en el tiempo de la ALALC de los años ‘60, concentrados en los países más poderosos eindustrializados del grupo mientras que los otros se encuentran incluso perjudicados por sustituirdesventajosamente importaciones japonesas o coreanas o alemanas por brasileñas o argenti-nas... Conviene no perder de vista el hecho de que una integración regional exitosa puede ser laclave para obtener la `masa crítica´ necesaria para un desarrollo industrial viable y mejorar asísustancialmente las propias perspectivas de inserción internacional dinámica en general. Caberecordar que los motivos fundamentales de un proyecto regional suelen ser las economías de es-cala y la mayor fuerza conjunta frente a terceros”.

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Ahora bien, en los planteos de algu-nos de los autores está muy presenteel reconocimiento de que todas estasacciones entran en conflicto con losintereses del gran capital transnacio-nal que lidera la actual fase de desa-rrollo del capitalismo en el nivel mun-dial e, incluso, de los sectores domi-nantes de América latina. Debido a suostensible debilidad relativa vis à visel capital extranjero, a lo largo de lasúltimas décadas éstos han venido im-pulsando (y los respectivos aparatosde Estado convalidando) un perfil deespecialización productiva y de inser-ción internacional asentado sobre elprocesamiento de recursos naturalesy la vigencia de salarios sumamentedeprimidos y, por ende, de elevadísi-mos niveles de exclusión social.

Es decir, son fieles representantes ypartidarios de la doctrina de la “dota-ción de factores” esgrimida hasta elhartazgo por los “apologistas globa-les”, aun cuando resulta evidente queella ha conducido en nuestros paísesal subdesarrollo; el estancamiento re-lativo (y en distintos períodos, tam-bién absoluto); la desindustrializacióny una considerable regresión del apa-rato manufacturero por efecto de lacreciente incidencia de ramas ligadascon la explotación de recursos bási-cos y un acentuado retroceso de lossegmentos fabriles más complejos; ladestrucción de una vasta masa críti-ca; una notable aceleración del proce-so de concentración y centralizacióneconómica; una bajísima acumulaciónde capital asociada con una marcada“desnacionalización” del ahorro; unaumento exponencial de la deuda ex-terna; una profunda crisis laboral; y laformación de sociedades cada vezmás desiguales (de allí que en la re-

gión prevalezca una distribución delingreso notablemente más regresivaque en las economías desarrolladas yen las del sudeste asiático)2.

Es por ello que, en última instancia,la pregunta sobre qué hacer ante loscondicionamientos estructurales queimpone la globalización (que, por cier-to, son numerosos y difíciles de sor-tear) se encuentra sumamente rela-cionada con cuestiones políticas; másespecíficamente, con las formas queasume la lucha de clases en el nivelnacional (y en el mundial).

En este sentido, vale la pena resca-tar los planteos que uno de los auto-res del libro compilado por Bernal-Me-za y Saha realizó en otra publicación:“La posibilidad de constitución de unnuevo sector exportador apoyadosobre la producción de mercancíascon un alto valor agregado está indi-solublemente unida a un proceso dereindustrialización que, junto con laexpansión del mercado interno ligadocon el consumo masivo, resulta indis-pensable para eliminar la pobreza y lamarginalidad. Pero resulta evidenteque esto es imposible bajo el actualbloque dominante, crecientementetransnacionalizado y que basa su po-lítica de localización de las inversio-nes sobre la existencia de ventajasabsolutas estáticas. Se trata de unatarea que sólo puede encarar un blo-que alternativo hegemonizado por lossectores populares. En la hipótesis deque la creciente movilización de éstosen América latina lo haga posible, ellono supondrá ni la reconstitución deuna burguesía nacional cuya debili-dad frente al capital transnacional y sutemor a la activación de los sectorespopulares la tornarían un agente de la

149Galera de corrección

2 Ffrench, Davis, Ricardo: Reformas para América latina después del fundamentalismo neoliberal,CEPAL/Siglo XXI Editores, 2005.

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dependencia política y económica, nila construcción de un estado desarro-llista dispuesto, con la meta de repro-ducir la estructura del centro, a subor-dinar por generaciones el bienestarde la población a las exigencias de laacumulación. El nuevo bloque deberáafrontar la difícil tarea de compatibili-zar las exigencias de la acumulacióncon las de la equidad a fin de hacerposible la paulatina incorporación delas formas más avanzadas del desa-rrollo de las fuerzas productivas y unadisminución radical de la desigualdad.Esto, claramente, será imposible en elmarco de la internacionalización delas pautas de consumo. El nivel de in-greso de la región determina que elacceso por una minoría a las condi-ciones de vida del centro requiera lapermanencia en la pobreza de la ma-yoría de la población y su sustituciónes un requisito indispensable paraque, pese la redistribución del ingresoy la riqueza, sea posible un vigorosoproceso de acumulación. Este reque-rirá un estricto control de la salida decapitales, indispensable para que lalógica de la asignación de la inversiónesté determinada por las condicioneslocales y deberá apoyarse sobre la re-cuperación del control de los sectoresestratégicos, el desarrollo de otros yla expansión de empresas sociales yde empresas públicas bajo control so-cial capaces de gestionarlos con unalógica distinta a la del capital transna-cionalizado.

“El bloque potencialmente capaz deasumir la doble tarea de impulsar eldesarrollo e incrementar sustancial-mente la equidad es muy amplio, en-globa no sólo a los obreros, los cam-pesinos y los sectores marginales, si-no también al amplio espectro de sec-tores sociales que actualmente nopueden utilizar plenamente sus capa-cidades y carecen, en sociedades que

se degradan, de perspectiva de futu-ro. Pero es claro que los intereses deestos distintos sectores sociales noson similares en cuanto a la importan-cia de una u otra tarea y las inevita-bles confrontaciones a que ello darálugar sólo podrán ser procesadas enel marco del desarrollo y la profundi-zación de una democracia participati-va que posibilite el involucramiento delos más amplios sectores en la discu-sión y la elaboración de consensos.La transformación de las pautas deconsumo, por ejemplo, es improbableque sea resultado, simplemente, delas políticas redistributivas; estas pue-den vedar, en mayor o menor medida,el american way of life a las minoríasque tienen actualmente el acceso aéste, pero eso no significa que deje deser la meta de sectores mayoritariosde la población; la transformación re-quiere un cambio cultural ineludible-mente asociado con una amplia y per-sistente participación en las decisio-nes sobre la asignación de recursos yen la previa evaluación de las conse-cuencias económicas y sociales delos distintos usos alternativos.

“Se trata del complejo proceso decreación de nuevas relaciones socia-les en el marco de una sociedad mu-cho más orientada a la satisfacción delas necesidades, que puede ser noto-riamente facilitado por una integraciónregional asentada, más que en la librecirculación de las mercancías, sobrela formulación de un proyecto políticoy de una estrategia de desarrollo co-mún. Es un sendero difícil y lleno deinterrogantes. Pero, en caso de no serencarado, la permanencia de la actualestrategia de subordinación a la lógi-ca del capital transnacional se traduci-rá, en la mayoría de los casos, en unmayor descenso de las remuneracio-nes del trabajo y el incremento de ladesocupación y la marginalidad; con

150 realidad económica 219 1º de abril/15 de mayo de 2006

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el agravante que aun donde los resul-tados económicos sean exitosos entérminos de expansión de las activida-des primarias, la profundización de ladesigualdad desembocará finalmenteen una crisis política permanente y enel consecuente bloqueo de cualquierposibilidad de desarrollo”3.

En definitiva, Economía mundial ydesarrollo regional representa un librocolectivo trascendente. Primero, por-que se trata de un análisis pormenori-zado –para nada apologético ni com-placiente– del proceso de mundializa-ción y de sus implicancias más rele-

vantes sobre la región, la nación y elterritorio. Segundo, y estrechamenteligado a ello, porque constituye un ins-trumento para la lucha política e ideo-lógica frente a los múltiples “apologis-tas globales” en un contexto como elactual, signado por una creciente im-pugnación al neoliberalismo y la glo-balización por parte de la mayoría delos gobiernos de América latina y, lomás importante, de amplias y cadavez mayores capas de la sociedad ci-vil.

Martín SchorrFebrero de 2005

151Galera de corrección

3 Arceo, Enrique: “El impacto de la globalización en la periferia y las nuevas y viejas formas de de-pendencia en América Latina”, en Cuadernos del CENDES, en prensa.

La Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales UNLPinicia la inscripción en la

Carrera de Especialista(Acreditada Bn por CONEAU) y de

Magister Scientiae en Economía agroalimentariaCon orientación en Desarrollo Rural y en Gerenciamiento y Dirección de Empresas.

Las actividades académicas del año 2006 se inician el viernes 11 deagosto a las 13 hs. Las actividades académicas se desarrollarán losdías viernes de 13 a 21 y los sábados de 8 a 13 hs. La especiali-zación dura 33 semanas (se requerirá la disponibilidad de dos sema-nas con tiempo completo). La maestría dura 50 semanas.

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Page 151: Carolina Nahón

152

NORMA GIARRACCA Y MIGUEL TEUBAL-(COMP.)

El campo argentino en la encruci-jada. Estrategias y resistenciassociales, ecos en la ciudadBuenos Aires, Alianza Editorial, 2005

Este libro cuyos trabajos fueroncompilados por Norma Giarracca yMiguel Teubal, nos habla de contras-tes y rupturas, de la paradoja que sig-nifica la coexistencia de un campomodernizado y pujante con otro ex-cluido y pobre y que, además, persis-te.

La obra presenta trabajos de variosautores, vinculados con la Universi-dad de Buenos Aires a través del Ins-tituto Gino Germani y el Centro de Es-tudios Avanzados, y nos muestra losresultados de la investigación inter-disciplinaria e independiente realiza-da con fondos públicos. Son sus au-tores: Susana Aparicio, Pablo Barbet-ta, Karina Bidaseca, Adolfo Boy, Nor-ma del Pozo, Diego Domínguez, Nor-ma Giarracca, Celeste Golsberg, Car-la Grass, Pablo Lapegna, DanielaMariotti, Javier Rodríguez, Pablo Sa-batino, Miguel Teubal, Juan Wahren yAna Weinstock.

Al leer el índice del libro uno se pre-gunta cómo podrían trabajos referi-dos a la vasta geografía de nuestropaís, producciones y sujetos diver-sos, mantener una misma orientacióny presentar un análisis consolidado.Sin embargo, basta comparar lasimágenes contrastantes de sus capí-tulos para comprender el hilo conduc-tor de las situaciones que se presen-tan. Este hilo hilvana desde la pro-ducción agrícola pampeana, hasta loscañeros de Tucumán, las ferias fran-

cas misioneras y otras produccionesy actores atravesados por el mismoconflicto. En este contraste nos ubicaya la introducción al presentarnos,como un ícono, la figura del “Gauchi-to Gil”, cuyos altares rojos se cuelanentre rutas y espacios urbanos o rura-les, cruzados por la misma polariza-ción y mostrando, a la vez, la presen-cia de otras ideas y resistencias.

En su conjunto, los estudios son ensí mismos -lo que se hace explícito-,una invitación para recuperar el deba-te sobre la cuestión agraria en la Ar-gentina, presentando como sustentopara esa propuesta resultados de in-vestigaciones desarrolladas entre losaños 2000 a 2004 en varias provin-cias del país. Además, se realiza unrecorrido por los debates que caracte-rizaron la producción académica so-bre el agro: desde las discusiones so-bre el “estancamiento” de la produc-ción hasta las referidas a la cuestión“campesina” y a la vinculación entre“campo y democracia”. Finalmente lapropuesta avanza hasta delimitar dostemas centrales de lo que podría serel debate actual: qué tipo de configu-ración socioeconómica contribuiríamás al bienestar social y qué tipo deactores y organizaciones aportarían ademocratizar el espacio social de laproducción agraria.

Los trabajos están organizados entres partes. En la primera se presen-tan estudios que intentan una carac-terización de las transformaciones re-cientes económicas, sociales y pro-ductivas. En la segunda se agrupanartículos que nos muestran las estra-tegias de algunos actores involucra-dos en esas transformaciones. En latercera parte se ubican los estudiossobre acciones colectivas en mundosrurales y rururbanos.

Page 152: Carolina Nahón

153Galera de corrección

Cada uno de los trabajos es unamuestra de alguno o varios de loscontrastes que se sugieren al inicio.Nos entregan, a la vez, un cúmulo dehipótesis para futuras investigacio-nes. Sin ánimo de presentar un análi-sis exhaustivo del libro, que podrárealizar el lector en sus páginas, in-tentaré señalar al menos los principa-les contrapuntos que se presentan,de acuerdo con las tres partes en quese halla organizada la obra.

La primera está dedicada funda-mentalmente, aunque no en forma ex-clusiva, a caracterizar las transforma-ciones que se relacionan con la ex-pansión agrícola sojera. El contrastees planteado en términos de la coe-xistencia de problemas alimentariosjunto con extraordinarios aumentosen la producción agrícola; el aumentode las producciones destinadas almercado externo y la disminución delconsumo interno de bienes alimenti-cios, como principal contrasentido dela producción. Esta imagen se con-fronta con la propagación intenciona-da de mensajes que presentan al au-mento de la producción agrícola comouna contribución al problema delhambre en el mundo. Por otra parte,se analiza la disminución del conjuntode explotaciones agropecuarias, tam-bién en contraposición con el aumen-to de la producción agrícola y el mo-delo de “agricultura industrial”. Cadacapítulo de esta primera parte plan-tea, sin embargo, especificidades enese proceso. Sumamente interesanteresulta el desarrollado por Adolfo Boy,que muestra la historia del mejora-miento genético vegetal en la Argenti-na, contada desde la horticultura, yque trasciende hasta la interpretaciónde la ley de semillas y el peso de lasempresas multinacionales proveedo-ras de ese insumo vital.

También se muestran otras realida-des diferentes, que responden al mis-mo contraste: la desaparición de tam-bos y el impacto de las transformacio-nes sobre el complejo lácteo, lastransformaciones de los colonos delsur de Santa Fe que, a pesar de lastransferencias de ingresos hacia elsector agroindustrial, continúan mos-trando un peso importante en la es-tructura agraria provincial.

En cambio, el trabajo sobre lo ocurri-do en la producción de caña de azú-car en Tucumán, también de esta pri-mera parte, presenta otro tipo de con-traste. Vincula las transformacionesderivadas de los acuerdos delMercosur con el complejo agroindus-trial del azúcar y los actores socialesinvolucrados, uno de los sectores demayor presencia campesina, que pa-sa desde una fuerte regulación estatala procesos de desregulación y luegode lobby empresario para mantener laprotección externa. Lo interesanteaquí es que, con otro escenario, nosvuelve la imagen inicial, que muestraque el peso de las transformacionesrecae siempre sobre el mismo costa-do: mientras sólo uno de los ingeniosdeja de funcionar en el período anali-zado, la cantidad de productores ca-ñeros disminuye un 25 por ciento.

Finalmente, el trabajo de SusanaAparicio sobre el impacto de las trans-formaciones sobre el empleo ruralcierra esta primera parte, mostrandouna realidad menos conocida. La ubi-cación del capítulo, al final de esta pri-mera parte del libro, es significativapues con el denominador común delempleo resume el impacto de loscambios ocurridos en todas las pro-vincias del país y prácticamente en elmismo sentido. Con una importantefuente de datos se muestra cómo ladinámica del sector agropecuario, tal

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como se dio, no resulta compatiblecon la ampliación del mercado de tra-bajo

En la segunda parte, se resumenestrategias de actores en casos espe-cíficos, dentro de los cuales se inclu-yen a los trabajadores tucumanos enla fruticultura del Alto Valle, a las mu-jeres de Huasa Pampa, (Tucumán); afamilias santafesinas y tucumanaspluriactivas, a los productores trashu-mantes salteños, a familias de pro-ductores de Colonia Loma Senés enFormosa y a las Ferias francas misio-neras. Todos estos trabajos se enri-quecen con el testimonio directo desus protagonistas. Nos sumergen enla discusión de las diversas estrate-gias de resistencia y perseverancia delos actores frente a las restriccionesimpuestas por el contexto: la migra-ción, la resignificación del rol femeni-no, la pluriactividad, la trashumancia,el desarrollo de formas alternativas deagricultura y el despliegue de formasdirectas de acceso a mercados y co-mercialización.

Los procesos migratorios se presen-tan enmarcados por la creciente pre-carización de las formas de contrata-ción, pero además se los muestra ensu doble cara a través de estudios decaso: la de los que se van (los varo-nes migrantes hacia el Alto Valle) y lade quienes se quedan en sus comuni-dades (las mujeres de Huasa Pam-pa).

Los estudios sobre pluriactividad,desarrollados sobre familias tucuma-nas y santafesinas, muestran intere-santes datos de primera mano, peroademás se vinculan con otros fenó-menos menos estudiados: la existen-cia de explotaciones “individuales”, laresidencia urbana y las diferencias enlos niveles de instrucción de losmiembros de las familias. Se relacio-nan además los resultados con dife-

rencias de género y con la diversidadde contextos de ocupación y actividadde las ciudades circundantes.

La trashumancia en los productoresde la Finca San Andrés, Salta, semuestra no sólo como la respuesta ala heterogeneidad ambiental, sinotambién como una forma de resisten-cia para mantener una práctica a lacual el desarrollo del capitalismo haimpuesto múltiples restricciones.

La tercera parte presenta cinco es-tudios que reseñan y caracterizan ac-ciones colectivas de grupos socialesespecíficos frente a las transformacio-nes económicas y sociales: la luchapor los servicios de agua y cloacas deTucumán luego de su privatizacióndurante 1988; la marcha por los dere-chos sobre la tierra y soberanía ali-mentaria realizada en Buenos Airesen 2002 protagonizada por movimien-tos de desocupados y campesinossantiagueños; las luchas por el pro-blema de la tierra de los campesinosde Santiago del Estero nucleados enel MOCASE, las transformaciones yavatares del movimiento agrario mi-sionero (MAM), y las protestas de2001 y 2002, en las ciudades del inte-rior.

Más allá de la recomendación de lalectura de un buen libro, los investiga-dores de los problemas agrarios en-contrarán además una serie de hipó-tesis que motivan futuros estudios; enparticular las que vinculan con el mo-delo de agricultura industrial (alto usode insumos y semilla transgénica) conel desempleo y el hambre y las dife-rentes interpretaciones sobre los cos-tos microeconómicos involucrados enese proceso de cambio técnico. Tam-bién sobre las diferencias de rendi-miento entre la producción con sojatransgénica y la proveniente de mate-riales tradicionales.

154 realidad económica 219 1º de abril/15 de mayo de 2006

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Otros resultados nos llevarán a inda-gar sobre las diferencias en las condi-ciones de trabajo en las economíasregionales, el impacto de los movi-mientos migratorios, la sustentabili-dad de la trashumancia en condicio-nes restrictivas. Respecto de las pro-ducciones “ecológicas” se plantea ladiscusión acerca de si sus ventajasson un modo de oposición a la agri-cultura industrial o resultan una forma

de producciónmás barata.

Los estudiossobre pluriactivi-dad nos sugie-ren la necesidadde “descentrar”lo agrario en losnuevos análisisrurales e invitana considerar laexistencia deformas de pro-ducción “indivi-duales” o uni-p e r s o n a l e s ”además de lasfamiliares.

El estudio delas acciones degrupos socialesnos anima a re-tomar el análisisde nuevas for-mas de resis-tencia de la so-ciedad civil quea veces no sonvistas en todasu magnitud.

Estas y otrasinvitaciones aldebate, que lanaturaleza deestos comenta-rios impide re-señar, nos con-

vocan a una lectura fructífera. En sín-tesis, un trabajo cuidado y rico tantopara los investigadores como paraquienes deseen un abordaje comple-jo, pero más real, del campo argenti-no.

Marcela Román.Miembro del GREA

(Grupo deEstudios Agropecuarios)

155Galera de corrección

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156 realidad económica 219 1º de abril/15 de mayo 2006

El día 17 de abril, el Movimientopor la Recuperación de la EnergíaNacional Orientadora (MORENO),celebró el 4º Aniversario de sufundación en el auditorio principaldel Colegio Público de Abogados,de esta capital.

El evento contó con la concu-rrencia de legisladores naciona-les, dirigentes sindicales, periodis-tas, colaboradores y amigos delMORENO, y se recibieron nume-rosas adhesiones de asociacio-nes, sindicatos y organizacionesvarias.

Se llevó a cabo una mesa redon-da en la que hicieron uso de la pa-labra sucesivamente el Dr. FélixHerrero, el Cdor. Gustavo Calleja,vicepresidentes del MORENO, y

el presidente Fernando "Pino" So-lanas.

En la culminación del acto elMORENO homenajeó al Ing. Án-gel Cadelli, actual vicepresidentede Astilleros Río Santiago y al Dr.Salvador María Lozada, presi-dente del IADE, por sus respecti-vas trayectorias en la lucha por ladefensa de la Soberanía Nacio-nal. Ambas personalidades pro-nunciaron sendas palabras deagradecimiento al MORENO y deapoyo a la lucha por la recupera-ción del patrimonio nacional.

Finalmente se realizó un brindis,agradeciendo la presencia de to-dos los concurrentes al acto.

4º Aniversario del MORENO 4º Aniversario del MORENO

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Adhesión

Buenos Aires, 17 de abril de 2006

Señor Director de ACCIONDr. Ulises GoriniS / D

Nos es especialmente grato dirigirnos a usted para hacerle llegar, en nom-bre del Instituto Argentino para el Desarrollo Económico (IADE) y la revistaRealidad Económica, nuestro fraternal saludo para el 40 aniversario deACCION En defensa del cooperativismo y del país.Quienes estamos desde hace tiempo en estas lides tenemos plena con-ciencia de lo que significa la continuidad del esfuerzo por editar regular-mente un periódico que, como ACCION, ha recorrido un camino de logrossostenidos, no exento de dificultades. Sabemos también que esto no es posible sin un equipo compenetrado conlos ideales del cooperativismo que el Instituto Movilizador de FondosCooperativos contribuyó en tan alta medida a desarrollar en nuestro país.Deseamos hacer llegar nuestro saludo a ese equipo actualmente bajo sudirección, con especial mención al compañero Roberto Gómez quiendurante tantos años tuvo a su cargo esa tarea.Nos hermanan principios básicos: nuestros ideales por una Argentina másjusta y solidaria, en la que todos sus habitantes tengan posibilidad de unavida digna. En esta lucha que se expresa a través de las páginas deACCION nos sentimos reflejados y les expresamos nuestra voluntad de con-tinuar bregando por su concreción.Un fuerte abrazo a todos los compañeros y compañeras de ACCION.

Juan Carlos Amigo Eliseo GiaiDirector Secretario

Realidad Económica IADE

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InstitutoArgentino parael DesarrolloEconómico

actividades2006

Actividades a realizar 16 DE MAYO DE 2006 19 a 22 hs.

Mesa redondaPasado y presente de la cadena agroalimentaria agroalimen-taria de carne vacuna: disputas y conflictos

Gabriela Martinez Dougnac Historiadora, Master en Historia Latinoamericana. Investigadora del Centro Interdisciplinario de Estudios Agrarios de la Facultad

de Ciencias Económicas de la UBA. Profesora de las Facultades de CsEcs y Filosofia y Letras, UBA

Eduardo Azcuy Ameghino Sociólogo e Historiador. Master en Ciencias Políticas. Director e Investigador del Centro Interdisciplinario de Estudios Agrarios,

FCE, UBA y Profesor de la Facultad de CsEcs de la UBAGabriela Gresores Historiadora, Master en Historia. Investigadora del Centro

Interdisciplinario de Estudios Agrarios de la Facultad de Ciencias Economicas, UBA. Profesora de las Facultades de CsEcs y Filosofia y Letras de la UBA.

Centro Cultural de la Cooperación "Floreal Gorini", sala "Solidaridad"Av. Corrientes 1543 - Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Entrada libre y gratuita- Inscripción previa online23 DE MAYO DE 2006 19 a 22 hs.

Mesa redondaEl papel de la renta en el desarrollo. Perspectivas desde Argentina

Nicolás Arceo Economista, Investigador del área de Economía y Tecnología de la FLACSOJavier Rodríguez Economista, Investigador de la Universidad de Buenos Aires

(UBA) y del Centro de Estudios para el Desarrollo Argentino (CENDA); Profesor de Economia Agropecuaria en la Facultad de Ciencias Economicas UBA. Licenciado

en Economia y Doctorando en Economia UBAMiguel Teubal Economista, Investigador Superior, Carrera de Investigador

Cientifico del CONICET. Profesor Consulto de la Universidad de Buenos Aires. Miembro del Comite Editorial de la revista Realidad Económica.

Centro Cultural de la Cooperación "Floreal Gorini", sala "Meyer Dubrovsky"Av. Corrientes 1543 - Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Entrada libre y gratuita- Inscripción previa online5 DE JUNIO DE 2006 19 a 22 hs.

Conferencia¿Qué es la izquierda hoy?

Daniel Campione profesor regular de Teoría del Estado (UBA)

Centro Cultural de la Cooperación "Floreal Gorini", sala "Meyer Dubrovsky"Av. Corrientes 1543 - Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Entrada libre y gratuita- Inscripción previa online

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159Actividades del IADE

12 DE JUNIO DE 2006 19 a 22 hs.ConferenciaEl desarrollo a comienzos del siglo: ¿nuevos desafíos ynuevas ideas?

Manuel Acevedo Centro Cultural de la Cooperación "Floreal Gorini", sala "Meyer Dubrovsky"

Av. Corrientes 1543 - Ciudad Autónoma de Buenos AiresEntrada libre y gratuita- Inscripción previa online

Actividades realizadasENERO-FEBRERO 2006

CursoPoder disciplinario, plusganancia y subpoder: la génesis dela biopolítica. El liberalismo como la técnica de poder propiadel panoptismo

Damián Pierbattisti27 DE FEBRERO 2006

ConferenciaEl movimiento cooperativo vasco. Rol de la economía socialen el desarrollo de Euskadi

Joseba Azkarraga Rodero10 DE ABRIL DE 2006

ConferenciaCarnes: ¿consumo o exportación?

Horacio Giberti20 DE ABRIL DE 2006

ConferenciaConclusiones del seminario internacional Escenarios de salidade la crisis y estrategias de desarrollo para la Argentina

Robert Boyer Pascal Petit Carlos Quenan28 DE ABRIL DE 2006 Campus Universitario Coronda (Santa Fe)

Conferencia¿Crisis energética? Balance y alternativas en el contextointernacional

Natalio Kushnir 29 DE ABRIL DE 2006 Campus Universitario Coronda (Santa Fe)

Mesa especializadaBiocombustible: utopía o realidad en el caso argentino. Una mirada desde las economías regionales

Natalio Kushnir

INFORMES E INSCRIPCION TELEFONICA (54 11) 4381-9337/7380/4076 fax 4381-2158

o por e-mail: [email protected] o en http://www.iade.org.ar (inscripción online)

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160 realidad económica 219 1º de abril/15 de mayo 2006

.. .. y seguimos estando en DESACUERDO.. y seguimos estando en DESACUERDOahora ... ahora ...

por INTERNET (http://www.iade.org.ar)por INTERNET (http://www.iade.org.ar)Estimados amigos:Hace casi cuarenta años fundamos el IADE, porque no estábamos de acuerdo con la economía oficial.Uno de los principales objetivos que nos dimos fue analizar a fondo la economía de nuestro país y esclareceracerca de sus falencias estructurales, proponiendo soluciones acordes con el interés nacional.La intención continúa vigente porque, salvo escasas excepciones, estuvimos y seguimos estando en de-sacuerdo con las políticas económicas y sociales aplicadas en las últimas cuatro décadas.Para difundir nuestras ideas y objetivos, realizamos múltiples actividades. Editamos desde hace 36 añosla revista Realidad Económica, con un tiraje de 6000 ejemplares, cada 45 días. Esta publica-ción que lleva editados 219 números constituye el principal medio de difusión del instituto y es, a lavez, tribuna de exposición de las ideas de amplios sectores preocupados por las cuestiones económicasy sociales de nuestro país.Ahora incorporamos también una página web para difundir las actividades del IADE.Allí encontrarán información acerca de Qué es el IADE. En Cursos Técnicos está disponible laoferta de capacitación y perfeccionamiento para Pymes, con sus respectivos programas. Y en Nove-dades, la agenda de actividades del IADE.En Realidad Económica mantenemos vigentes objetivos que no han envejecido. El contenido delúltimo número, con un breve resumen, aparece en Sumario. De este último seleccionamos un artícu-lo completo, que podrán consultar e imprimir en Art Seleccionado. Los artículos seleccionados denúmeros anteriores se irán acumulando en Art. Anteriores Seleccionados. Si desean ubicar (delnúmero 1 al 219) un artículo por su título lo encontrarán en Indice Cronológico; si lo prefieren porautor lo ubicarán en Índice de autores. En el caso de que estén interesados en publicar un articuloen RE, les sugerimos leer previamente Cómo publicar.Si usted todavía no es suscriptor de RE, puede dejar de no serlo en Suscríbase. Allí encon-trará modalidades y costo de suscripción.Queremos una página viva y en movimiento. Estamos elaborando versiones en inglés, francés y portu-gués. También otras secciones, como Enlaces, donde podrán encontrar información calificada, se-lectiva y actualizada de todo el mundo, por ejemplo bibliotecas, centros de documentación, univer-sidades, centros de estudios, organismos internacionales, movimientos, organizaciones no guberna-mentales, investigadores, profesores, informes, estudios, libros, artículos. En una próxima sección Lis-tas y foros de discusión incorporaremos temas de investigación y otros de actualidad que pro-pongan los visitantes de la página.A nuestros amigos les pedimos:1. A aquellos que nos conocen desde la época pre e-mail, y que ahora tienen correo electrónico que

nos envíen su dirección a [email protected] así nos podremos mantener comunicados.2. Que tengan una participación activa en la página que les presentamos. Esperamos además sus crí-

ticas, sugerencias, aportes, ideas, y fundamentalmente que difundan http://www.iade.org.arentre sus amigos.

Cordialmente.Eliseo Giai

Secretario