carlos barral: armero e, tierra · cántico, clamor, homenaje, y otros poemasy final.-sí,...

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tierra Al terminar los estudios universitarios me encontré con una herencia, con una editorial que ya existía, sólo que entonces no era literaria, sino pedagógica, y que había sido fund ada por mi padre. Se llamaba Seix-Barral y hab ía sido una segregación de una empresa gráfica y editora fundada en 1914: Seix-Barral Hermanos, Yo era escritor desde que tenía uso de razón , aunque nunca tuve la pret ensión de ganarme la vida con la pluma. Al heredar esa editorial, quise aplicar mis inquietudes y conseguí transformar esa viejaeditorial pedagógica en una literaria que básicamente se regía por ,mis caprichos y manías literaria s. Esto CARLOS BARRAL: aquella época era la menos contaminada entre las carreras humanísticas por la ideología represiva franquista. En realidad, las facultades de letras y filosofía eran entonces galpones llenos de monjas y de curas que se preparaban para la enseñanza. Empecé las dos carreras, derecho y filosofía, pero abandoné ésta por esa incompatibilidad, tanto por el alumnado como por el profesorado que había sobrevivido a las purgas del franquismo, y continué en derecho que era una facultad más neutral y tradicional en el fondo, pero sin ninguna vocación particular por ejercer el derecho. armero e, ,:"' Y··' . "./. Dasso Saldívar .. , ' " -En 1950, Carlos Barralse licencia en derecho, abandona esa profesión y se dedica a la de editor. ¿Por qué esta fuga? No es verdad que haya desestimado como editor Cien años de sol edad. Mi lucha con el leviatán franquista púa editar la buena literatura. - Bueno, yo nunca tuve vocación jurídica. Estudié derecho porque en .A'ntes de conocer personalmente a Carlos Barralen Barcelona, ya lohabíamos visto algunas veces en reuniones y actos culturales de Madrid. Loprimero que nos llamó la atención fue su inequívoco aire deperfecto marinero en tierra con la aureola lírica y señera,pero a la oe; magnánima,delcapitán que llega de anclar. Luego, conociéndolo mejor, nos damos cuenta que, esencialmente, Barrales,porlo menos, dos veces el -hombre que sevino de la mar:En los comienzos, cuando ya estaba clara su vocación de escritor y seperf ilaba la paralela deeditor-descubridor, se dedicó a estudiar derecho, talue s; para mirar y sentir a distancia loque realmente legustaba. Contemplando su gran labor de editor-descubridor y leyendo la excelente prosa desus memorias, nos preguntamos si lo primero nohabrá impedido la consolidación delquepodía haber sido uno delosprosistas másgrandiosos dela lengua castellana . De todas formas, como el marinero lír ico de Alberti, Barralllegó dela marporquererla tanto y para siempre . Con una inteligencia, no especulativa sino sinteti zadora de todo un proceso vitaly cultural, Carlos Barralfinaliea el segundo tomo desus memorias, Los años sin excusa, con la siguiente frase digna deun Tiresias: "Terminada la Juventud seestá a merced del miedo". 6

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Page 1: CARLOS BARRAL: armero e, tierra · Cántico, Clamor, Homenaje, Y otros poemasy Final.-Sí, inclusive he finalizado la edición de su obracompleta después de que Barral Editores dejó

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tierra

Al terminar los estudios un iversitari osme encontré con una herencia, con unaeditorial que ya existía, sólo queentonces no era literaria, sinopedagógica, y que había sido fund adapor mi padre. Se llamaba Seix-Barral yhab ía sido una segregación de unaempresa gráfica y editora fundada en1914: Seix-Barral Hermanos,Yo era escritor desde que tenía uso derazón , aunque nunca tuve la pret ensiónde ganarme la vida con la pluma . Alheredar esa editorial , quis e aplica r misinquietudes y conseguí transformar esavieja editorial pedagógica en unaliteraria que básicamente se regía por

,mis caprichos y manías literaria s. Esto

CARLOS BARRAL:

aquella época era la menoscontaminada entre las carrerashumanísticas por la ideología represivafranquista. En realidad, las facultadesde letras y filosofía eran entoncesgalpones llenos de monjas y de curasque se preparaban para la enseñanza.Empecé las dos carreras, derecho yfilosofía, pero abandoné ésta por esaincompatibilidad, tanto por elalumnado como por el profesorado quehabía sobrevivido a las purgas delfranquismo, y continué en derecho queera una facultad más neutral ytradicional en el fondo , pero sin ningunavocación particular por ejercer elderecho.

armero e,,:"' Y··' ."./ .

Dasso Saldívar . . , ' "

-En 1950, Carlos Barralse licenciaen derecho, abandona esa profesión yse dedica a la de editor. ¿Por qué estafuga?

• No es verdad que haya desestimadocomo editor Cien años de soledad.

• Mi lucha con el leviatán franquistapúa editar la buena literatura.

- Bueno, yo nunca tuve vocaciónjurídica. Estudié derecho porque en

.A'ntes de conocerpersonalmente a CarlosBarralenBarcelona, ya lohabíamos vistoalgunas veces enreuniones y actos culturales deMadrid. Loprimero que nos llamó laatenciónfuesu inequívoco aire deperfecto marinero entierra con laaureola lírica y señera, pero a laoe;magnánima,delcapitán que llega deanclar. Luego, conociéndolo mejor, nos damoscuenta que, esencialmente, Barrales, porlomenos, dos veces el-hombre que sevino de lamar:En los comienzos, cuando ya estaba clarasuvocación de escritory seperfilaba laparaleladeeditor-descubridor, sededicó aestudiarderecho, talues; paramirary sentir a distancialoque realmente legustaba. Contemplando sugran labor de editor-descubridory leyendo laexcelente prosa desusmemorias, nospreguntamos si loprimero nohabrá impedidolaconsolidación delquepodía haber sidounodelosprosistas másgrandiosos dela lenguacastellana.De todas formas, como elmarinero lírico deAlberti, Barralllegó delamarporquererlatanto y para siempre. Con unainteligencia, noespeculativa sino sintetizadora detodo unproceso vitaly cultural, Carlos Barralfinalieaelsegundo tomo desusmemorias, Los añossin excusa, con la siguiente frase digna deunTiresias: "Terminada laJuventud seestá amerced delmiedo".

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fue lo que yo hice a lo largo de los añoscincuenta y sesenta en Seix-Barral.

- ¿Podría hablarse de un divorcioentre el Carlos Barral escritor-editory el empresario?

- Efect ivamente, yo he ejercido los dosoficios. El de editor comport aba encier tas épocas la cual idad deempresario, en otras, no, como en la

.actu alidad, pero nunca tuve vocación de'e mpresario, y no sólo no tuve vocaciónen este terreno, sino que nunca estuvedestinado a ganar dinero. Me pareceque son dos dedicaciones que no semez clan tanto como parece, y que ,sobre todo, yo he procurado qu e no semezcl en . Yo aconsejo siempre a losescrit ores jóvenes que practiquen unaprofesión lo má s alej adam ente posiblede la literatura. Me parece que el serescritor y editor o escritor y periodista esinfinita mente más incómodo que el serescritor e ingeniero o escritor y criadorde caballos .

La cultura franquista

- La atmósfera de fuga que estácristalizada en la obra de creación deCarlos Barral, ¿a qué corresponde enla vida de Carlos Barral como sersocial y hombre cotidiano?

- Así como en mi vida profesionalexiste n rib etes avent ureros, en mi vidapriv ada hay mu cho sosiego, es una vidasede nta ria, patriarcal y pocoaventuresca, en el fondo. Esto creo qu etambién se refleja en mi poesía , que esmá s reflexiva , horaciana, que de ribetesépicos. Eso qu e tú llamas sensación defuga es, qu izás , la acumulación decier tas ob sesiones temáticas en militeratura prefer ida, no sólo en mipoesía , como pu eden ser el senti mientode la caducidad y el triunfus mortis, temasclásic os qu e lo invad en todo desdesiempre y qu e constituye n JTI ; ~

obsesi ones pe rsona les.

- Es indudable que, dados los finesde Seix-Barral, usted debió padecer yobviar innumerables escollos que levenían principalmente del leviatánfranquista.

-Tuve lógicamente qu e obvia r mu cho sescollos . En primer lugar, estaba la

resist enc ia de los du eño s de la empresaque no veían con buenos ojos eltransformar una editoria l pedagógica,que tenía un mercado seguro yacreditado, en una editorial liter ari a yriesgosa . Esto me dio mu cho quehacer alo largo de varios años. Por otro lad o,estab an efectivam ent e los escollos detipo político, es decir, la políticadescaradam ente represiva ejercida porla cultura franqu ista a través de lacensura y todo tipo de presiones. Sufríestas presiones de una man era dura ydirecta, estuve detenido varias veces,tu ve dos j uicios por haber publ icad olibros que a la administración

franquista le parecieron subversivos .Curiosa me nte ningun o de los dos libro sera pol ítico, Uno de ellos era Lastribulacionesdelestudiante Tiirless, deRobert Musil, en el que el denunciantede esta do y el fiscal creyeron verpropaganda de la homosexualida d.Recuerdo una anécdota mu y curiosa :cuando yo protesté diciendo que laescena qu e se incrimina ba era unaescena de sa dis mo y no dehomosexualidad , el fiscal replicódiciend o que sad ismo yhomosexu alidad eran una misma cosa ,lo cual p rodujo evidenteme nte risa s enel público qu e había en la sala .El segundo j uicio fue por la pub licación

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del libro Los tarahumara, de AntoninArtaud, qu e básicamente era un acolección de lo qu e él escribi ó en elsa natorio psiq uiá tr ico, y qu e fuedenunciad a privad am ent e porsupuestas injurias a la religión ca tólica.También en este juicio, que fue públicocomo el anterior, fui absuelto. Aparte deestos dos juicios, estuve deten ido variasveces y con la censura tuve infini tosproblemas. Algunos de ellos los hecontado en mis memori as. Una de lasveces, la administración franquista mepropuso un exilio semivoluntario, en elaño 62, que deb ía du rar var ios a ños enAmérica Latina , incluso esta ba n

dispu estos a ayudarme fac ilitándome laestanci a en aquel continente. Por todoesto, fue un ejercicio de la profesiónbastante accidentado.

El caso Vargas Llosa

- El descubrimiento y posterioredición de la obra de Mario VargasLlosa, había de tropezar en el mismocontexto con ciertos bemoles...

- El caso de Va rgas Llosa te lo puedoconta r con entera precisió n. Yo recibí elmanuscr ito de La ciudady los perros deman os del editor mexicanoJ oaquínDiez Canedo, a quien lo hab ía

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presentado para su publicación VargasLlosa. A la sazón, yo no conocía aVargas Llosa ni de nombre, además élsólo había publicado un puñado derelatos y estrenado alguna obrita deteatro. Era entonces un perfectodesconocido . A mí me enviaron puesaquel manuscrito, pero sin mayorénfasis. Aquí pasó por el comité delectura de Seix-Barral y fue leída por unnovelista español, hoy famoso, que hizo,recuerdo, un larguísimo informe a lápizbastante reticente, porque lo único quele preocupaba era el análisis político dela novela. De todos modos, el informeera tan prolijo que a mí me picó la

curiosidad y leí la novelapersonalmente. Al término de la lecturami entusiasmo fue absolutamenteindescriptible y pasé el libro también aJosé María Valverde, quien formabaparte de mi comité de lectura, y élparticipó inmediatamente de mientusiasmo en contra de ese primernovelista español que había leído e!libro. Por entonces se avecinaba e!término de la convocatoria para e!Premio BibÚoteca Breve. Yo viajéinmediatamente a París, busqué aVargas Llosa y le convencí, no sindificultades, de que presentara esanovela al premio, que ganó porunanimidad.

Por supuesto, la edición de La ciudady losperros contó también con ciertascortapisas. A la novela se leincrementaron varios pasajes. Recuerdoque Robles Piquer era el directorgeneral de información y de quiendependía e! Departamento deInspección de Libros. Para zanjar elcaso, tuvimos un almuerzo de trabajocon un profesor de historia de América,un hombre absolutamenteincompetente, Robles Piquer, Mario yyo. El novelista convenció a RoblesPiquer, leyendo en voz alta y dándole suritmo de lectura, que los pasajesincriminados no tenían ninguna malaintención. Al final e! libro no sufrió puesninguna mutilación, sólo se cambió unadjetivo para tranquilizar al propioRobles Piquero

- Después de la proyección de laobra del peruano, vinieron otrosnombres, como Fuentes, Donoso, etc.

- A partir de La ciudady los perros, elPremio Biblioteca Breve se abrió a unaexploración de esa generación de nuevosescritores latinoamericanos que veníande una tradición de temas indigenistas yque ahora se abrían hacia una temáticade ambición universal. Ese Premio fueun instrumento consciente de esta nuevavertiente, es decir, yo forcé laparticipación de escritores como CarlosFuentes,José Donoso, GuillermoCabrera Infante .. ., prácticamente lamayoría de los escritores que luego lacrítica calificó como miembr~sdel Boom,con la excepción de Gabriel GarcíaMárquez, con quien, como tú sabes, seprodujo ese mal entendido famoso de lapublicación de Cien años de soledad.

Gabo, Rilke, Guillén

- Me gustaría que aquí y ahoraaclaráramos esta historia que todo elmundo cuenta a su manera.

- Es una historia que todo e! mundofalsea, menos Gabo y yo. Lo.querealmente ocurrió.fue lo siguiente: yoconocía malla obra anterior de GarcíaMárquez, que, en cambio,entusiasmaba a mi mujer, quien habíaejercido durante algún tiempo el papelde agente literario y que, por tanto,había leído las obras primeras de Gabo.

.Sinceramente, confieso que a mí esaobra anterior no me producía unentusiasmo mayor, aunque e! autor me

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parecía un escritor de primera clase. Yorecibí un telegrama de Ga rcía Márquezdesde México proponiéndome comoeditor la lectura de Cienañosde soledad. Elt~legrama me llegó en vísperas de unviaje, no recuerdo si de vaca ciones o detrabajo, pero lo cierto es qu e yo mepreparaba para un viaje próximo.Entonces, por alguna ra zónabsolutamente injustificable, yo nocontesté a tiempo el telegram a, lo cualofendió mucho a Gabo, quienprescindió después de mi lectura y pasóa contratar directamente con laSudamericana. Pero yo nunca vi elmanuscrito de Cien años desoledad, asíque las versiones que cuentan que yo vio no supe apreciar el manuscrito de estanovela , son falsas . Yo vine a conocer laobra ya impresa por la citada editorialargentina. Lo que sí efectivamenteconfieso como mi culpa , tal vez pordesidia, es haber dejado de contestar untelegrama que, no recuerdo el textoexacto, se proponía como ur gente. Peroesta anécdota no influy ó en una am istadque mantenemos desde hace muchosaños.

- Una amistad en la cual Gabo sepermite el lujo de hacer bromas debuen gusto, como cuando en 1972dijo en Caracas que con el importedel Premio Rómulo Gallegos le iba acomprar el yate a Carlos Barral.

-Sí, Yel yate es una pequeña bar ca queno vale nada, y efectivamente existe unafoto en la que Gabo me entrega milpesetas junto a la embarcación varada.

- Volviendo a su trinidad deescritor-editor-descubridor, megustaría traer a colación sutraducción de Los sonetos a Orfeo ypreguntarle, con una ya largaperspectiva cronológica, por esosaires rilkianos de su poesía inicial...

- Esa es una traducción que megustaría reeditar, pero que necesitaríauna revisión, porque ahí hay todavía, notanto errores de traducción, como deinterpretación, un tanto malintencionados, de! ritmo. Es unatraducción que se publicó en 1951 enuna época en que yo padecía una fiebrerilkiana muy alta. Es probable, como túafirmas , que haya aires rilkianos en mipoesía. Rilke es una de esasenfermedades poéticas que uno padece

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y yo he padecido varias: Rilke , Guillén,Saint-John Perse, entre los modernos.Digo enfermedades, porque sonverdaderos estados morbosos en queuno asume con exceso el mundo poéticode un poeta.

- Acaba de mencionar aJorgeGuillén también y ya sabemos que noes fortuito que haya acometido laempresa de editar, en admirableedición de lujo, su obra completa:Cántico, Clamor, Homenaje, Y otrospoemas y Final.

-Sí, inclusive he finalizado la edición desu obra completa después de que BarralEditores dejó de publicar, pues para míera un deber. Guillén es para mí el poetamás importante de la generación del 27,y sobre todo yo digo, proclamo, grito ,que el conjunto de la obra poética deGuillén es de gran desplazamiento, perosobre todo Cántico, en su versióndefinitiva , la del cincuenta, librounitario de poemas que me parece elmás importante escrito en castellano enel siglo veinte . Este mundo cerrado,perfectamente estructurado que esCántico, me parece el libro singular denuestra lengua, que justifica más que aun poeta. Clamor, como los otros libros,me parece más bien Guillén para losguillenianos.

- Los volúmenes de sus memoriasAños de penitencia (1) y Los años sinexcusa (11) delatan el advenimientode otros tantos, por lo menos. ¿Quénos puede adelantar de éstos, existealgún problema de perspectiva?

- En esto , como tú dices, hay unproblema de perspectiva, y en realidadpor eso no he empezado el tercer tomo ,que abarcará de 1962 a 1975;terminaría con la histórica losa cayendosobre el menudo cadáver del dictador.Por otra parte, muchos de susprot agon istas están vivos y en plenamadurez, lo cual está demorandotambién la salida de ese tercer volumen.En cambio, he publicado algo que separece mucho a un cuarto volumen dememorias , y es una novela tituladaPenúltimos castigos, cuya primera muestraya me había producido una demanda.La novela son unas memorias de alguienque no soy yo y entre los personajes quepululan en ella existe un tal CarlosBarral que muere en el libro , lo cual es

quizás síntoma de que no escriba uncuarto volumen de memorias. Encambio, el tercero sí lo escribiré despué sde terminar esta novela. Pero, repito , nosé si lo que he vivido o viviré después delfranquismo sea tema de memorias oserán unas memorias ya seniles sobrelas que no pienso escribir.

- Usted dice en su segundo volumende memorias: "Terminada lajuventud se está a merced del .miedo". ¿Qué convicciones sustentande nuevo su labor de editor ydirector de la "Biblioteca delFenice"?

- Esta biblioteca la he comenzado,como editor corsario, pues es con Argos­Vergara, porque estoy convencido deque estamos en un punto de inflexión dela narrativa en lengua castellana; esdecir , han terminado dos fenómenosparalelos, que son, de una parte, elBoom: aquel puñado de escritores quemás o menos coincidieron en sus puntosde vista sobre la revolución cubana,pero que ahora se han dispersado,haciendo cada cual una carrera distinta .Este fenómeno ha terminado. De otraparte, ha terminado también esefenómeno de experimentación realistade la literatura castellana de Españaque tuvo lugar durante los años

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cincuenta y sesenta . Lo que estáocurriendo es que esos mismos au toresque prot agonizaron esos dosmovimientos aquí y allá, estánencontrando, que lo important e es uncamino person al y ahora están a pun tode publicar una obra importante odiferente . Es el caso de La vida exageradade Ma rtínRoma ña de Bryce Echenique, ylo mismo va a suceder en escritorescomo Roa Bastos en América Lat ina.Además, se anuncia una ola deescritores importantes que vienentrabajando hace tiempo , lo cual es paramí toda una garantía, y que van a llenarde nuevas posibilid ades las letras

latinoamericanas. Pero también estáocurriendo lo mismo en España : losescritores de aquí por fin resucitan deesa especie de sueño y anestesia que fueel social-realismo: García Hortelano,Luis Fernando Santos, CaballeroBanal , etc. También se anuncia aquíuna generación más joven. Y es de sumointerés porque ese fenómeno del" despertar" de nuestras letras aquí yallá , va a coincidir con la década queprecede al quinientos aniversario deldescubrimiento de América. Por todoesto estoy convencido que mi papel deeditor-descubridor vuelve a tenersentido ahora : por eso he vuelto a labatalla.O