caridad autora del trabajo: carolina fernanda galeano madrid

20
CARIDAD AUTORA DEL TRABAJO: CAROLINA FERNANDA GALEANO MADRID

Upload: reina-roldan

Post on 22-Jan-2016

226 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: CARIDAD AUTORA DEL TRABAJO: CAROLINA FERNANDA GALEANO MADRID

CARIDAD

AUTORA DEL TRABAJO: CAROLINA FERNANDA GALEANO

MADRID

Page 2: CARIDAD AUTORA DEL TRABAJO: CAROLINA FERNANDA GALEANO MADRID

¿QUE ES CARIDAD?

Page 3: CARIDAD AUTORA DEL TRABAJO: CAROLINA FERNANDA GALEANO MADRID

La caridad es una de las virtudes teologales basada en el amor a Dios y al prójimo como a sí mismo. Una virtud difícil de practicar y propagar.

Page 4: CARIDAD AUTORA DEL TRABAJO: CAROLINA FERNANDA GALEANO MADRID

.

Para el cristianismo, la caridad es una de las tres virtudes teologales, junto a la fe y la esperanza. El cristiano ama a Dios por Él mismo y a su prójimo por amor de Dios. La caridad implica que el fin de todas las acciones es el amor.

Las personas suelen aferrarse a la esperanza cuando se encuentran en una situación complicada. En esos casos, la esperanza ayuda a no caer en la depresión, ya que el sujeto confía en que pronto las cosas mejorarán. Esa confianza actúa como estímulo y aporta fuerza y tranquilidad.

Las personas suelen aferrarse a la esperanza cuando se encuentran en una situación complicada. En esos casos, la esperanza ayuda a no caer en la depresión, ya que el sujeto confía en que pronto las cosas mejorarán. Esa confianza actúa como estímulo y aporta fuerza y tranquilida

Page 5: CARIDAD AUTORA DEL TRABAJO: CAROLINA FERNANDA GALEANO MADRID
Page 6: CARIDAD AUTORA DEL TRABAJO: CAROLINA FERNANDA GALEANO MADRID

La caridad es una de las virtudes teologales junto con la esperanza y la fe.

De acuerdo con el Catecismo de la Iglesia católica (1822), "la caridad es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por Él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios".

habla del amor de Dios y nos deja ver cómo es la caridad, "La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta" (1 Co 13, 4-8). Y termina, "la caridad no dejará de existir".

Page 7: CARIDAD AUTORA DEL TRABAJO: CAROLINA FERNANDA GALEANO MADRID

¿La caridad empieza por casa?

Page 8: CARIDAD AUTORA DEL TRABAJO: CAROLINA FERNANDA GALEANO MADRID

Aún si empezáramos por casa, la elección sigue siendo difícil. ¿Quién necesita más de la caridad en nuestra familia, y por qué razón? ¿A quién deberíamos postergar para ser caritativos con otro?  

En apariencia, los casos más graves: enfermedad, crisis emocional, pobreza, baja autoestima tendrían que ser los privilegiados, en cuanto a caridad se refiere, dentro de la propia familia. Y digo “en apariencia” porque tampoco este dictamen es definitivo. Como todo el mundo sabe, a veces las apariencias engañan y, sin sospecharlo, podríamos estar ejerciendo no ya la caridad sino la sobreprotección con el, supuestamente, más indefenso.

Cuidado con esa caridad que empieza por casa y, más tarde, crea dependencia de por vida! Conozco muchos hijos que primero recibieron demasiada caridad de la madre, después pretendieron lo mismo de la mujer, y luego la exigieron del prójimo. ¿Y sus propias capacidades? Ah, como siempre se sintieron indefensos y tuvieron la compasión de quienes los rodeaban, no hicieron demasiados esfuerzos por desarrollarlas.

Page 9: CARIDAD AUTORA DEL TRABAJO: CAROLINA FERNANDA GALEANO MADRID

Si un hijo es más desvalido que otro (por causas físicas o emocionales), sin duda nos necesitará con mayor frecuencia. Pero, ¿no deberíamos enseñarle también a valerse por sí mismo? ¿A solucionar sus propios problemas, en lugar de resolvérselos nosotros?

Otras veces, la caridad extrema puede provocar injusticias, autodestrucción y hasta perjuicios a la persona con la que se pretende ser caritativo. Sin ánimo de juzgar, como simple observadora, voy a darles este ejemplo.

Una señora madura vive el drama de tener un marido inválido. Este vía crucis lleva ya casi veinte años, aunque se ha agravado en los últimos tiempos. Y se ha agravado doblemente: por el deterioro en la salud del cónyuge, y por la caridad extrema de su mujer. Dicha señora ha consagrado la vida a cuidar al marido... como una suerte de enfermera especializada; con una entrega física, anímica y horaria desmedidas. Aunque  el paciente tiene enfermeros (con diploma) para asistirlo las veinticuatro horas, pagados por una obra social, ella no se mueve de la casa para  controlarlos. “Es que no saben, no quieren o no pueden cuidarlo como yo, ¡que lo hago desde hace veinte años!”. Idéntica actitud asume con los médicos durante las internaciones porque: “no tienen idea de cómo tratar a este tipo de pacientes” (¿para qué habrán estudiado?). Y no le importa que “el paciente” presencie, indefenso y nervioso, el tenor de sus diatribas.  

Page 10: CARIDAD AUTORA DEL TRABAJO: CAROLINA FERNANDA GALEANO MADRID

Una señora madura vive el drama de tener un marido inválido. Este vía crucis lleva ya casi veinte años, aunque se ha agravado en los últimos tiempos. Y se ha agravado doblemente: por el deterioro en la salud del cónyuge, y por la caridad extrema de su mujer. Dicha señora ha consagrado la vida a cuidar al marido... como una suerte de enfermera especializada; con una entrega física, anímica y horaria desmedidas. Aunque  el paciente tiene enfermeros (con diploma) para asistirlo las veinticuatro horas, pagados por una obra social, ella no se mueve de la casa para  controlarlos. “Es que no saben, no quieren o no pueden cuidarlo como yo, ¡que lo hago desde hace veinte años!”. Idéntica actitud asume con los médicos durante las internaciones porque: “no tienen idea de cómo tratar a este tipo de pacientes” (¿para qué habrán estudiado?). Y no le importa que “el paciente” presencie, indefenso y nervioso, el tenor de sus diatribas.  

Cuando la caridad es tan grande... hasta el santo desconfía. En ciertas personas ¿no hay un apego desmesurado, no ya al ser querido sino a la patología que este padece? ¿Esa exagerada caridad, a menudo triste y rabiosa, no estará encubriendo una necesidad narcisista de ser imprescindible? A veces, tanta caridad enferma.

Page 11: CARIDAD AUTORA DEL TRABAJO: CAROLINA FERNANDA GALEANO MADRID
Page 12: CARIDAD AUTORA DEL TRABAJO: CAROLINA FERNANDA GALEANO MADRID

¿COMO SIGUE LA MISION CARITATIVA?

Page 13: CARIDAD AUTORA DEL TRABAJO: CAROLINA FERNANDA GALEANO MADRID

Ejercer primero una justa caridad en casa no nos exime de hacerlo con el resto de nuestro prójimo; con el que está más cerca y a la espera de que le tendamos una mano, allí donde nos encontremos.  

Si la caridad se orienta hacia la ayuda económica, sería mejor encauzarla con inteligencia, teniendo la certeza de que llegue a manos de los verdaderos pobres. En ese sentido, son las parroquias, instituciones como “Caritas”, los asilos, los comedores conducidos por personas de bien y las distintas organizaciones no gubernamentales de probada honestidad, los benefactores con la experiencia y la vocación necesarias para brindar una ayuda efectiva a los más necesitados.

Pero la caridad tampoco es, pura y exclusivamente, el acto de dar dinero. Como dijo una vez un conocido cura párroco, es sabido que hay algunos “que trabajan de pobres”. Otros, en cambio, quieren trabajar -en lo que puedan- para dejar de serlo.

Hace unos días, me topé por la calle con un anciano. Estaba parado en una esquina transitada, con la mano extendida, como pidiendo caridad. Por su ropa raída, su edad y sus dificultades para deambular, pensé que pedía limosna. Me acerqué y le extendí un billete. Me miró fijo, negó con la cabeza y me mostró lo que tenía en la palma. “No, señora, propinas yo no acepto porque me da mala suerte. Vendo estos monederos, vea si alguno le viene bien”, dijo con dignidad. ¡Qué gran lección me dio!

Page 14: CARIDAD AUTORA DEL TRABAJO: CAROLINA FERNANDA GALEANO MADRID

La caridad es, sobre todo, dar amor y solidaridad. Y no sólo los pobres son merecedores de un acto caritativo sino todo ser próximo a nosotros en situación de necesidad.

Ejemplos sobran. Una anciana que cruza la avenida con bastón, a ritmo desfasado para la velocidad de motos, automovilistas y luces reguladas para ¿atletas? Una madre que lucha por hacer avanzar el cochecito de su bebé por rampas destruidas, baches y camiones con materiales que invaden las veredas sin dejar ningún paso a los desprevenidos peatones. (¿Pretenden que los de a pie circulen por el medio de la calle?). Un señor jubilado que, por no ver u oír bien el llamado de su número, sufre una avalancha de colados antes de realizar su trámite. Ellos y otros prójimos desvalidos merecen y necesitan de la caridad del más próximo: ustedes o yo.

La caridad ¿por dónde se empieza? Que se empiece por casa, cuando sea allí donde más nos necesitan porque nadie podría suplantarnos, pero sin confundirla con sobreprotección o la vanidad de creernos imprescindibles. Y que la caridad continúe, día a día, con el prójimo; en el trabajo, en el barrio, en el lugar donde Dios nos puso para dar amor y una ayuda ¡de hermano a hermano!

Page 15: CARIDAD AUTORA DEL TRABAJO: CAROLINA FERNANDA GALEANO MADRID
Page 16: CARIDAD AUTORA DEL TRABAJO: CAROLINA FERNANDA GALEANO MADRID
Page 17: CARIDAD AUTORA DEL TRABAJO: CAROLINA FERNANDA GALEANO MADRID

La Caridad, junto a la Esperanza y la Fe es una de las virtudes teologales que consiste en amar a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo tal como a nosotros mismos. En tanto, se llama virtud teologal a aquel hábito que la inteligencia y la voluntad poseen como don divino y que le permite al hombre participar de alguna manera de la naturaleza divina.

Por tanto, la misma resulta ser un concepto sumamente importante dentro de la religión cristiana y para quienes la profesan. De acuerdo al Cristianismo la caridad se hace humana cuando Jesús le dice a los Apóstoles que se amen los unos a los otros como el los ha amado. En tanto, la Biblia a través de San Pablo, vehículos de la palabra de Dios, brindan algunas características de cómo debería ser la auténtica caridad: es paciente, servicial, no conoce de envidia, nunca se jacta de nada, no es engreída, no tiene intereses, es decorosa, descarta el mal y tiende a la verdad.

Por otro lado, la palabra también se usa para referirse al sentimiento que impulsa a los seres humanos a ser solidarios con sus semejantes.

Cuando por ejemplo se sucede una catástrofe natural como ser un terremoto y como consecuencia de este miles de personas quedan sin hogares, sin pertenencias y totalmente a la deriva, se suele apelar a la caridad que normalmente los seres humanos tenemos para que cada cual desde su lugar y con lo que pueda ayude a esas personas que se han quedado sin nada. De por sí y más allá de las religiones, los seres humanos solemos ser caritativos cuando alguna circunstancia límite como la descripta se sucede.

Page 18: CARIDAD AUTORA DEL TRABAJO: CAROLINA FERNANDA GALEANO MADRID
Page 19: CARIDAD AUTORA DEL TRABAJO: CAROLINA FERNANDA GALEANO MADRID

RECOMENDADAS:

LA FILANTROPOBONDADOSO

CARIDADAMAR

SENTIMIENTO BENEFICIO

RELACIONES SOCIALES

Page 20: CARIDAD AUTORA DEL TRABAJO: CAROLINA FERNANDA GALEANO MADRID