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CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y ESTUDIOS AVANZADOS CAMPUS GUANAJUATO UNIDAD DE BIOTECNOLOGÍA E INGENIERIA GENÉTICA Caracterización genética de las respuestas morfo-fisiológica del sistema radical de Arabidopsis thaliana (L.) Heynh., a la deficiencia de fósforo. Tesis que presenta Biólogo Lenin Sánchez Calderón Para Obtener el Grado de Doctor en Ciencias En la especialidad de Biotecnología de Plantas Director de Tesis: Luis Rafael Herrera Estrella 1 Irapuato, Guanajuato Septiembre de 2006

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CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y ESTUDIOS AVANZADOS

CAMPUS GUANAJUATO UNIDAD DE BIOTECNOLOGÍA E INGENIERIA

GENÉTICA Caracterización genética de las respuestas

morfo-fisiológica del sistema radical de Arabidopsis thaliana (L.) Heynh., a la

deficiencia de fósforo.

Tesis que presenta

Biólogo Lenin Sánchez Calderón

Para Obtener el Grado de Doctor en Ciencias

En la especialidad de Biotecnología de Plantas

Director de Tesis: Luis Rafael Herrera Estrella

1Irapuato, Guanajuato Septiembre de 2006

2

Agradecimientos Al Dr. Luis Rafael Herrera Estrella por el apoyo, la confianza y la amistad que me ha brindado

Al Dr. José López Bucio por las múltiples discusiones que fueron indispensables para el inicio, el

desarrollo y la culminación de esta tesis, así como de los artículos derivados de la misma. También

por la motivación y el carácter propositivo que lo han caracterizado.

A la Dra. June Simpson Williamson y a los Drs. Plinio A. Guzmán Villate, Jean Philippe Vielle Calzada

y Joseph G. Dubrovsky por la revisión crítica y las valiosas sugerencias en la elaboración éste

trabajo.

A toda la planta académica del CINVESTAV

A los laboratorios de los Drs. Jean Philippe Vielle Calzada, Joseph G. Dubrovsky, Jorge Molina Torres

y Juan José Peña Cabriales por haber brindado la infraestructura y la asesoria necesaria para el

desarrollo de algunos experimentos. Así como al CIBNOR (La Paz, B.C.S.,México) por el permiso

para el uso del ultra micrótomo leica.

A Juan Gabriel Ramírez, Andrés Zurita, Enrique Ramírez, Verónica Limones, Antonio Vera, Liana

Contreras y Selene Napsucialy por su excelente ayuda técnica en algunos experimentos.

A Esmeralda Hernández Abreu, Fernanda Nieto, Osvaldo Gutiérrez, Víctor González que con su

trabajo enriquecieron esta tesis y especialmente a Alejandra Chacón con quien pase largas y

cansadas horas analizando raíces. Muchas gracias por su esfuerzo y empeño.

A el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología por la asignación de la beca N° 165103

A todos los compañeros que durante mi estancia en el laboratorio han estado Miguel, Andrés,

Fernanda, Pime, Tztziqui, Nayelli, Verenice, Vero, Aída, Gustavo, Silvia, Aileen, Enrique, Araceli,

Francisco. A los que en su tiempo éramos los novatos Juan, Carlos, Alfredo. A los no tan nuevos

Alejandra, Gabriela, Anahí, Víctor y a los nuevos Fulgencio, Juan José, Jessica, Marco y el otro

Lenin.

A todos los trabajadores de CINVESTAV que gracias a ellos sigue caminando esta unidad y

especialmente a Dora Anguiano, Leticia Chong, Marta Corona y Laura Camacho.

3

A mis compañeros de generación y amigos Vero, Bety, Rayo, el Vicky, Carlitos, la Net@, EL

MATATOR, el Hobbit, Luis David Alcaraz, Ginita, Gloria, Chio, Miriam, Ivan y los que falten por hacer

placentera mi estancia en Irapuato

4

A mamá y papá

Agripina Calderón Mejía y Abel Sánchez Juárez

Las dos personas que con su ejemplo han demostrado que la combinación entre

trabajo y principios es la mejor manera de vivir, a ustedes les dedico este trabajo,

siempre están presentes en mí.

A mi familia

Obed, Lourdes, Sua, Andrea, Judith, Betsaida, Edgar, Abdias y Marx.

Sigamos adelante

A la mujer con la que compartimos intensamente esta aventura, te amo Marcha

5

ÍNDICE

Índice i

Índice de tablas y figuras v

Resumen vii

Summary viii

1 Introducción 1

1.1 Generalidades 1

1.2 El sistema radical 1

1.2.1 El sistema radical de Arabidopsis thaliana (L.) Heynh como modelo de

estudio

2

1.2.1.1 Morfología 2

1.2.1.2 Anatomía 3

1.2.1.3 Desarrollo del sistema radical 4

1.2.2 El meristemo 5

1.2.2.1 Mantenimiento del meristemo apical de la raíz 6

1.2.3 Arquitectura del sistema radical 7

1.2.3.1 Efecto de la disponibilidad de nutrimentos en el desarrollo del sistema

radical

8

1.3 El P y las plantas 9

1.3.1 La importancia del P para la productividad vegetal 9

1.3.2 Toma y transporte de P por las plantas 10

1.3.3 Homeostatis del P 11

1.3.3.1 Respuestas que presentan las plantas a la baja disponibilidad de P 11

1.3.3.2 Respuestas que presenta Arabidopsis thaliana a la baja disponibilidad

de P

12

1.3.3.3 Percepción y regulación del sistema de rescate a la baja disponibilidad

de P

13

1.3.3.3.1 Percepción de la carencia de P a nivel local y sistémico 13

1.3.3.4 El sistema de rescate a la baja disponibilidad de P y su regulación 14

1.3.3.4.1 El sistema de rescate a la baja disponibilidad de P en plantas 15

1.3.3.4.2 Regulación del sistema de rescate a la baja disponibilidad de P en

plantas

16

1.3.3.4.3 Papel de las hormonas en el sistema de rescate a la baja disponibilidad

6

de P 17

2. Antecedentes 19

3. Objetivos 21

3.1 Objetivo General 21

3.2 Objetivos Particulares 21

4. Materiales y métodos 22

4.1 Material vegetal 22

4.2 Condiciones de crecimiento 22

4.2.1 Crecimiento in vitro 22

4.2.2 Crecimiento en suelo 23

4.3 Estudio de los componentes de la arquitectura radical y pelos radicales 24

4.4 Análisis anatómico e histológico del sistema radical 24

4.4.1 Cortes histológicos 24

4.4.2 Clareo de tejidos 25

4.4.3 Ensayos histoquímicos 25

4.4.4 Medición y cuantificación celular 26

4.5 Evaluación cualitativa de la exudación de fosfatasas 26

4.6 Selección y caracterización de las mutantes afectadas en los cambios

en la arquitectura radical evocados por la baja disponibilidad de P

27

4.6.1 Selección de las mutantes 27

4.6.2 Análisis genético y cruzas con líneas trasgénicas marcadoras 27

4.6.3 Cuantificación del contenido total de P en los tejidos vegetales 28

4.6.4 Medición del contenido total de antocianinas en los tejidos vegetales 29

4.6.5 Extracción de RNA y ensayos de hibridación tipo Northern 29

4.7 Mapeo posicional de los genes mutados 31

4.8 Análisis estadísticos 32

5. Resultados 33

5.1 Cambios genéticos, morfológicos y fisiológicos, que ocurren en el

sistema radical y el meristemo de la raíz primaria, en respuesta a la baja

disponibilidad de P

33

5.1.1 La disponibilidad del P altera la arquitectura del sistema radical y la

estructura del meristemo de la raíz primaria

33

5.1.2 Los cambios en la arquitectura de la raíz son evocados

específicamente por la disponibilidad de P

36

5.1.3

La disponibilidad de P afecta el crecimiento de la raíz primaria y el

38

7

número de raíces laterales

5.1.4 Los procesos de elongación y división celular se modifican en respuesta

a la disponibilidad de P

39

5.1.5 La deficiencia de fósforo altera la expresión del marcador de respuesta

auxinas en la raíz primaria

42

5.1.6 El agotamiento del meristemo de la raíz primaria correlaciona con el

incremento en la expresión de genes que participan en el sistema de

rescate al estrés por P

43

5.1.7

La pérdida de la actividad mitótica en el meristemo no es la causa del

incremento en la expresión de genes que codifican para transportadores

de P de alta afinidad y la exudación de fosfatasas durante el estrés por

P.

46

5.1.8 La pérdida de la actividad proliferativa del meristemo de la raíz primaria no es la causa del aumento del número de raíces laterales durante el estrés por P

47

5.1.9 La disponibilidad P regula la emergencia de raíces laterales 48

5.1.10 El proceso de desarrollo determinado y el incremento en la expresión de

genes que codifican para transportadores de P de alta afinidad, también

ocurre en las raíces laterales

50

5.2 Caracterización de un grupo de mutantes de A. thaliana que manifiestan

una respuesta radical alterada

53

5.2.1 Selección de un grupo de mutantes que no detiene el crecimiento de su

raíz primaria en bajo P

53

5.2.2 El fenotipo de las mutantes lpi solamente varía en condiciones limitantes

de P

54

5.2.3 Análisis genético 55

5.2.4 Las alteraciones en al desarrollo del sistema radical de las mutantes lpi

son especificas a la disponibilidad de P

57

5.2.5 Las mutantes lpi no son hiperacumuladoras de P 60

5.2.6 En las mutantes lpi los procesos de elongación y división celular no se

ven afectados cuando crecen en condiciones limitantes de P

61

5.2.7 Las mutantes lpi están parcialmente afectadas en sus respuestas al

estrés por P

64

5.2.8 Las mutantes lpi presentan una respuesta aminorada en la expresión de

genes inducibles por la carencia de P

65

5.2.9 Los meristemos de las raíces laterales de las mutantes lpi pierden su

8

actividad mitótica 69

5.2.10 Ubicación de los genes mutados en los cromosomas 70

6. Discusión 73

6.1 La deficiencia de P induce un programa de crecimiento determinado en

el sistema radical de A. thaliana

74

6.2 El mantenimiento de los meristemos es importante en crecimiento

determinado del sistema radical de A. thaliana durante el estrés por P

76

6.3 La disponibilidad de P regula el mantenimiento de los meristemos 77

6.4 La disponibilidad de P influye en el establecimiento del gradiente

máximo de auxinas en los meristemos

79

6.5 El aumento en el número de raíces laterales durante el estrés por P, es

independiente del agotamiento del meristemo

80

6.6

El agotamiento del meristemo esta relacionado con el incremento

temporal y espacial de la expresión de genes que permiten a la planta

tomar el P eficientemente

82

6.7 Los genes LPI afectan solamente un subgrupo de respuestas evocadas

por la baja disponibilidad de P

83

6.8 Importancia biológica 85

7 Conclusiones 87

8 Perspectivas 90

9 Bibliografía 91

Anexo1 100

Anexo 2 103

9

ÍNDICE DE TABLAS Y FIGURAS

Tabla 1 Marcadores usados para el análisis de segregantes mezcladas “bulked segregant analysis”

31

Tabla 2. Características del sistema radical de A. thaliana creciendo en condiciones limitantes (1 µM) y óptimas (1 mM) de P.

34

Tabla 3. Agotamiento de los meristemos del sistema radical de A. thaliana creciendo

en condiciones limitantes (1 µM) y óptimas (1 mM) de P.

50

Tabla 4. Tasa de segregación de la progenie resultante de las cruzas de cada una de las líneas mutantes lpi con las plantas silvestres (WT).

55

Tabla 5. Segregación de la progenie de las cruzas entre las mutantes lpi. 56

Tabla 6. Efecto de la disponibilidad de P en las plantas WT y en las mutantes lpi en el contenido total de P (% del tejido seco )

60

Figura 1. Esquema de un sistema radical (SR) pivotante 2

Figura 2. Regiones de la raíz primaria 3

Figura 3. Anatomía de la raíz de Arabidopsis thaliana. 4

Figura 4. Esquema del desarrollo postembrionario del sistema radical de Arabidopsis

thaliana,

5

Figura 5. Regulación de las respuestas del sistema de rescate a la baja disponibilidad de

P.

16

Figura 6. Efecto de la disponibilidad de fosfato en la arquitectura de la raíz. 20

Figura 7. Efecto de la disponibilidad de fósforo en la arquitectura del sistema radical. 33

Figura 8. Efectos de la disponibilidad de P en el meristemo de la raíz primaria. 35

Figura 9. Cambios en la arquitectura del sistema radical de A.thalianas en respuesta a la

carencia de algunos nutrimentos

37

Figura 10. Efecto de la disponibilidad de P en el crecimiento del sistema radical y en la

formación de raíces laterales.

38

Figura 11. Cambios temporales de los parámetros celulares de la raíz de Arabidopsis

thaliana durante el estrés por P.

40

Figura 12. Cambios temporales en la expresión del gen reportero GUS en las líneas

marcadoras de mitosis CycB1;1:uidA y de respuesta a auxinas DR5:uidA en

respuesta a la disponibilidad de P

41

Figura 13. Efecto de la disponibilidad de P en: La exudación de fosfatasas ácidas en

plantas de Arabidopsis

44

Figura 14. Efecto de la perdida de la actividad meristemática de la línea DT-AtsM en la

expresión transportadores de P de alta afinidad y exudación de fosafatasas

ácidas.

46

Figura 15. Efecto de la perdida de la actividad meristematica en el número de raíces

laterales.

48

Figura 16. Efecto de la disponibilidad de fósforo en el desarrollo de las raíces laterales. 49

Figura 17. Efecto de la disponibilidad de fósforo en el patrón de expresión de

CycB1;1:uidA, DR5:uidA, pAtPT2:uidA y pAtPT1:uidA, en las raíces

laterales de A. thaliana creciendo en meio limitante de P.

52

Figura 18. Escrutinio y caracterización fenotípica. 54

Figura 19. Respuesta de las mutantes lpi ante el estrés salino 58

Figura 20. Especificidad de fenotipo de las mutantes lpi 59

Figura 21. Efecto de la disponibilidad de P en algunos parámetros celulares de la raíz

primaria.

61

Figura 22. Efecto de la disponibilidad de P en la expresión de los marcadores

CycB1;1:uidA y DR5:uidA en las mutantes lpi1, lpi2, lpi3 y lpi4

63

Figura 23. El efecto de la disponibilidad de P en algunas respuestas del sistema de

rescate a la baja disponibilidad de P.

64

Figura 24. Expresión de AtPT1:uidA y AtPT2:uidA en la transgénica y en las mutantes

lpi1 y 2.

66

Figure 25. Efecto de la disponibilidad de fósforo en la expresión de genes inducibles por

su carencia en las mutantes lpi 1 y 2.

68

Figura 26. Efecto de la disponibilidad de fósforo en el agotamiento de las raíces laterales

y en la expresión de genes de específicos a la carencia de P.

69

Figura 27. Análisis de segregantes mezcladas “Bulked Segregant Analysis”. 71

Figura 28. Definiendo el intervalo de mapeo. 79

Figura 29. Modelo de la regulación de las respuestas del sistema de rescate a la baja

disponibilidad de P.

84

ABREVIATURAS

10

11

RESUMEN

Las plantas presentan una amplia gama de respuestas adaptativas, que dada su naturaleza

sésil, les han permitido sobrevivir en condiciones ambientales adversas tales como

deficiencia de agua y nutrimentos. La baja disponibilidad de fósforo (P) en el suelo evoca un

proceso de rescate que incluye cambios a nivel morfológico, metabólico y fisiológico,

encaminados a hacer más eficiente el uso del P de la planta, así como incrementar la

movilidad y la toma de este nutrimento desde el suelo. Estas condiciones de estrés afectan

de manera drástica la arquitectura del sistema radical de Arabidopsis thaliana. Estos

cambios se reflejan en un aumento de la densidad de las raíces laterales y en la disminución

de la elongación de la raíz primaria. En el presente trabajo hemos encontrado que en

condiciones de deficiencia de fósforo el sistema radical presenta un programa de desarrollo

determinado que incluye la diferenciación tisular y pérdida de la división celular en el

meristemo, y por tanto, el detrimento de su función (agotamiento del meristemo). Así mismo,

los meristemos agotados se convierten en tejido diferenciado y expresan transportadores de

P de alta afinidad y la exudan de fosfatasas. Se determinó que el aumento en la cantidad de

raíces laterales durante la deficiencia de fósforo en los primeros días después de la

germinación, se da por el incremento en la formación de primordios y por la rápida

emergencia de los mismos para formar raíces laterales. Con la finalidad de identificar

algunos genes que participan en el control del desarrollo determinado, se efectuó un

escrutinio en una población 25000 semillas de A. thaliana mutagenizadas con EMS (etil

metano sulfonato), buscando plantas que alargaran su raíz en condiciones limitantes de P.

Se aislaron un grupo de mutantes lpi (low phosphorous insensitive) que no mostraban el

programa típico de desarrollo determinado evocado por la carencia de P. Sin embargo,

algunos de los componentes del sistema de rescate a la baja disponibilidad de P

permanecen inalterados, como la acumulación de antocianinas, la exudación de fosfatasas y

el aumento en la longitud y la densidad de los pelos radicales. Cuando caracterizamos

genéticamente al grupo de mutantes lpi encontramos representados 4 genes, LPI1 al LPI4;

el fenotipo es provocado por una mutación monogénica siendo tres de ellas recesivas (lpi1,3

y 4) y una dominante (lpi 2). Nuestros resultados sugieren que el P esta actuando como una

señal importante para el desarrollo postembrionario evocando un programa de desarrollo

determinado el cual esta encaminado aumentar la superficie de contacto entre la el suelo y la

raíz de tal forma que hace eficaz y eficiente la toma del fósforo desde la rizosfera.

12

SUMMARY

Plants present an ample variety of adaptive responses that, given their sessile nature, had

allowed them to survive under adverse environmental conditions such as water and nutrient

deprivation. Low phosphorus (P) availability in soil elicits a recovery process that includes

morphological, metabolic and physiological changes, oriented to increase the efficiency of P

usage in the plant, and moreover to improve its mobility and uptake from the soil. These

stressing conditions affect drastically the root system architecture of Arabidopsis thaliana.

These changes reflect on an increase of the lateral root density and the diminishing of the

primary root length. In this work we have found that in low P conditions the root system

presents a determinate developmental program that includes tissue differentiation and the

loss of cell division at the meristem, and thus, the detrimental of its function (meristem

exhaustion). Additionally, those exhausted meristems become into differentiated tissue,

express high-affinity P transporters and exude phosphatases. It was determined that the

increase in the number of lateral roots during phosphorus deprivation in the early days after

germination is due the increase in the formation of primordia and due the early emergency of

those for lateral root formation. In order to identify some genes having a role in the control of

determinate development, an scrutiny was performed to a 25000 EMS (ethyl methane

sulphonate)-mutagenized Arabidopsis seeds population, looking for plants that kept their

roots long even when grown under low P conditions. A group of lpi (low phosphorus

insensitive) mutants was isolated, and they did not show the typical determinate

developmental program caused by P deprivation. However, some of the components of the

recovery system to low P availability remain unaltered, as being the antocyanin accumulation,

phosphatase exudation and the increase in the lateral root length and density. As we

genetically characterized the lpi mutant group we found represented 4 genes, LPI1, LPI2,

LPI3 and LPI4; the phenotype is caused by monogenic mutations, 3 of them being recessive

(lpi1, 3 and 4) and one dominant (lpi2). Our results suggest that P is acting as an important

signal for post-embryo development eliciting a determined developmental program that is

oriented to augment the contact surface between root and soil in a way such that it improves

the efficiency and effectiveness of P uptake from rhizosphere.

13

1. INTRODUCCIÓN

1.1 Generalidades

En todos los ecosistemas del mundo las condiciones ambientales son fluctuantes,

por lo que los organismos que los habitan se encuentran frecuentemente en

condiciones de estrés. Para sobrevivir en este escenario, varios organismos

simplemente se mudan a lugares donde el medio es favorable, sin embargo, las

plantas, por su naturaleza sésil, no pueden escapar de las adversidades que se

presentan en su ambiente. Dada esta presión de selección, durante la evolución

vegetal se han fijado características que les han permitido sobrevivir en un entorno

cambiante. Hay plantas que presentan cambios específicos en su morfología,

fisiología y metabolismo que les permiten sobrevivir y mantener una población

reproduciéndose únicamente en ambientes muy particulares, tal es el caso de las

plantas xerófitas que están adaptadas para vivir en ambientes áridos donde la

disponibilidad de agua es un factor limitante para su subsistencia. Así mismo hay

plantas que alteran su homeostasis o estado basal fisiológico y metabólico, así como

su programa de desarrollo postembrionario en función del estrés que enfrentan.

Estas alteraciones dependerán de manera directa de la intensidad y la duración del

estimulo ambiental estresante así como de la especie y la edad de la planta, de tal

forma que le permitan sobrevivir durante el periodo estresante (Hirt y Shinozaki,

2004). Son precisamente estas alteraciones de interés particular para el desarrollo

del presente trabajo. Sin embargo, iniciaremos con algunas consideraciones

generales del sistema radical antes de abordar este tipo de respuestas.

1.2 El sistema radical

El sistema radical (SR; figura 1) está formado por la raíz primaria (RP) la cual se

origina a partir de la raíz embrionaria, las raíces laterales (RLs) y por las raíces

adventicias (RA). Estas últimas, a diferencia de las RL, se forman de órganos

diferentes a la raíz, principalmente de tallos. El SR

constituye la porción inferior del eje principal de la

planta, generalmente se desarrolla de manera

subterránea y está presente en las plantas

vasculares (Cronquist, 1971). Sus funciones más

conservadas son el anclaje al sustrato, la síntesis de

hormonas y la toma y transporte de agua y

nutrimentos de la rizósfera. La forma y estructura del

SR son muy variables y están directamente

relacionadas con la especie y la función particular

que se encuentran desempeñando (Cronquist, 1971;

Fahn, 1974).

Figura 1. Esquema de un sistema radical (SR) pivotante, mostrando únicamente la raíz primaria (RP) y raíces laterales (RL)

1.2.1 El sistema radical de Arabidopsis thaliana (L.) Heynh como modelo de estudio

Esta planta pertenece a la familia Brassicaceae. En los últimos años ha sido utilizada

como modelo de estudio, dado que presenta varias ventajas para trabajar con ella

tanto in vitro como en invernadero. Además, la morfología y anatomía del SR son

relativamente “simples” y han sido estudiadas ampliamente (Meyerowitz, 1987;

Schiefelbein y Benfey, 1994).

1.2.1.1 Morfología

14

El SR de A. thaliana es de tipo pivotante, es decir que todo o gran parte de él se

origina a partir de la RP, la cual es el eje principal de crecimiento (figura 1). A lo largo

del eje apical-basal de la raíz, se pueden distinguir tres regiones en las que ocurren

varios procesos fundamentales para desarrollo de la raíz (figura 2). La región

meristemática que está localizada en el ápice de la raíz y está cubierta por la cofia e

incluye un grupo de células proliferativamente activas (figura 2 A). La región de

elongación, adyacente a la región meristemática, presenta células que están

expandiendo de manera controlada (figura 2 B). La región de diferenciación o

especialización contiene células que se están

diferenciando a su forma y función finales (figura 2 C). Las

regiones mencionadas anteriormente no están separadas

estrictamente, sino que con frecuencia se encuentran

sobrelapadas (Dolan et al., 1993; Schiefelbein y Benfey,

1994).

Figura 2. Regiones de la raíz primaria: (A) meristemática, (B) de elongación y (C) de diferenciación.

1.2.1.2 Anatomía

La figura 3 muestra esquemas de cortes de la raíz de A. thaliana, donde se pueden

apreciar las distintas capas celulares que conforman su anatomía. El orden en que

se presenta cada capa de la externa a la interna es la epidermis, el córtex, la

endodermis y el periciclo. Dichas capas rodean al cilindro provascular central (figura

3 A). Las células presentes en cada una de estas forman columnas a lo largo de la

raíz (figura 3 C). En la epidermis se pueden apreciar dos tipos celulares, los

atricoblastos y los tricoblastos (figura 3 A y C). Solamente los tricoblastos dan origen

a los pelos radicales (Dolan,1994). En la representación esquemática de la región

meristemática (figura 3 B y C), rodeando al ápice radical, se encuentra la cofia que

consta de las células de la columela y las células laterales de la cofia. La región

central del meristemo está compuesta de tres capas de células madres o iniciales, de

las cuales se generarán los diferentes tipos celulares (figura 3 B y C). Las células

iniciales presentes en la capa superior darán origen a la estele o cilindro provascular,

formada por el periciclo y los tejidos vasculares xilema y floema. En la capa inferior

están las células iniciales de la columea, la cofia lateral y la epidermis. En la capa de

células que se encuentran entre las dos anteriormente mencionadas, se localizan las

15

células del centro quiescente (QC) y las iniciales del córtex y endodermis (Dolan et

al., 1993).

1.2.1.3 Desarrollo del sistema radical

Figura 3. Anatomía de la raíz de Arabidopsis thaliana. Patrón de organización radial, se muestran capas celulares organizadas concéntricamente (A). Vista longitudinal que muestra la organización celular del meristemo (B). Proyección tridimensional del meristemo, mostrando la organización en columnas de las células (C). Modificada de van den Berg, et al. (1998).

El desarrollo del SR está dado por un programa genético en el que pueden

distinguirse dos etapas bien marcadas, la embrionaria y la postembrionaria. En la

primera conocida también como embriogénesis, a partir del cigoto se desarrollan los

meristemos apicales, tanto el de la raíz como el del brote y en algunas especies

también se pueden desarrollar éstos para formar la radícula y la plúmula

respectivamente antes de entrar en dormancia ya formada la semilla (Leyser y Day,

2003). Una vez que las condiciones ambientales son favorables comienza la

germinación, iniciando así el programa de desarrollo postembrionario.

Durante la germinación la primera estructura en emerger de la semilla es la radícula,

la cual formara la RP que será el eje principal de crecimiento. A partir de la RP,

particularmente de las células del periciclo, se generan los primordios que se

desarrollarán y crecerán para formar las RL y de esta manera conformar el sistema

radical (figura 4; Dolan et al., 1993; Schiefelbein y Benfey, 1994). El crecimiento de

las raíces se da en su región apical, por el aporte de nuevas células producto de las

divisiones celulares en la zona meristemática y la expansión controlada de las

16

células en la zona de elongación (figura 1 A y B; Leyser y Day, 2003; Dolan y Davies,

2004).

1.2.2 El meristemo

Figura 4. Esquema del desarrollo postembrionario del sistema radical de Arabidopsis thaliana, modificada

de Schiefelbein y Benfey (1994).

Después de que la semilla ha germinado, el meristemo de la raíz primaria (MRP) es

fundamental en el desarrollo del sistema radical. En el meristemo se lleva a cabo la

proliferación de las células iniciales. Cada célula inicial presenta un patrón de

división característico que dará origen a cada uno de los tejidos de la raíz, por lo que

cada uno de estos tejidos se origina específicamente de un tipo de célula inicial en el

meristemo (figura 3 B y C; Dolan et al, 1993; Meyerowitz, 1997). El patrón de división

celular, así como el destino de estas células está dado por su posición en el plano

radial del meristemo y no por su origen, por lo que se postula que la información que

17

18

controla la diferenciación y división es propagada a través de cada capa celular hacia

el ápice (van den Berg et al., 1995). Las células iniciales rodean a un grupo de 4

células mitóticamente inactivas, el centro quiescente (QC), por lo que cada uno de

los tejidos de la raíz convergen en este punto (figura 3 B). A éste tipo de organización

del meristemo se le conoce como cerrada (Dolan et al., 1993; Meyerowitz, 1997).

1.2.2.1 Mantenimiento del meristemo apical de la raíz

La zona meristemática mantiene el crecimiento indeterminado de la raíz, dada su

actividad proliferativa. Sin embargo en algunas especies de la familia Cactaceae la

raíz presenta como parte de su programa de desarrollo postembrionario un

crecimiento determinado, en donde las células meristemáticas están en proliferación

durante un período de tiempo limitado y se diferencian (Dubrovsky, 1997). El QC

presenta un papel importante en el mantenimiento del crecimiento indeterminado de

la raíz, ya que no permite la diferenciación de las células iniciales que están en

contacto directo con él, de tal forma que les permite mantenerse en estado

proliferativo (van den Berg et al., 1997). Se ha reportado que las auxinas además de

ser hormonas, podrían estar actuando como un morfógeno en el meristemo dado que

se ha detectado la formación de un gradiente de respuesta a auxinas en la columela ,

con su máximo en sus iniciales (figura 12 F; Friml, 2003; Sabatini et al., 1999), el cual

actúa como un organizador del patrón y la polaridad en el meristemo (Sabatini et al.,

1999). Para que este gradiente esté presente son necesarias las proteínas

codificadas por los genes de la familia PIN que son componentes de la maquinaria

de eflujo que media el transporte polar de auxinas (Blilou et al., 2005). En maíz se ha

observado que el gradiente de respuesta a auxinas correlaciona con el estatus de

oxido-reducción del QC el cual esta intimamente ligado con su mantenimiento (Jiang

et al., 2003). Asimismo se ha reportado que algunas proteínas que participan en

procesos como: La regulación del ciclo celular (Cak1At, una cinasa activadora de

cinasas dependientes de ciclina; HOBBIT un homologo de CDC27; RBR, proteína

relacionada a retinoblastoma; Umeda, et al., 2000; Blilou et al., 2002; Wildwater et

al., 2005), la degradación de proteínas (HRL, una subunidad del proteosoma 26S;

19

Ueda et al., 2004;) y la regulación de la transcripción (PLT1 y 2, factores de

transcripción con dominio AP2; los factores de transcripción de la familia GRAS SHR

y SCR; Aida et al., 2004) son necesarias para el mantenimiento del meristemo apical

de la raíz. Además se ha reportado CLE19 miembro de la familia CLE es necesario

para le el mantenimiento de el meristemo y algunos miembros de esta familia

suprimen la diferenciación y promueven la división celular pudiendo ser esta su

función en el meristemo (Casamitjana-Martínez et al., 2003; Ito et al., 2006)

1.2.3 Arquitectura del sistema radical

Se entiende por arquitectura del sistema radical (ASR) al arreglo tridimensional en el

espacio del conjunto de raíces que forman el SR (Lynch, 1995; Williamson et al.,

2001). Dadas las funciones del sistema radical, los cambios en su arquitectira

pueden afectar de manera drástica la capacidad de las plantas para tomar agua y

nutrimentos del suelo. Los procesos que contribuyen a la formación de la ASR son:

a) La proliferación y elongación celular, los cuales permiten el crecimiento

indeterminado de la raíz, b) Formación de las RLs, lo cual determina la ramificación y

por ende la capacidad de explorar su entorno y c) La formación de pelos radicales, lo

cual incrementa la superficie total de contacto entre la superficie de la raíz y la

rizósfera (Dolan et al., 1993; Celenza et al., 1995). Estos procesos están regulados

por un programa de desarrollo postembrionario controlado genéticamente. Sin

embargo dicho programa es altamente plástico y puede presentar cambios en

función de las condiciones ambientales prevalecientes, facilitándole a la planta el

adaptarse a los cambios ambientales que se le presenten (Schiefelbein y Benfey,

1991; López-Bucio et al., 2003). Por ejemplo se ha descrito que la ASR se ve

afectada por estímulos bióticos y abióticos dentro de los cuales destacan las raíces

de plantas adyacentes, las interacciones con microorganismos, los gradientes de

temperatura, la aeración, el contenido de agua y la disponibilidad de nutrimentos en

el suelo (Feldman, 1984; Schiefelbein y Benfey, 1991; Okada y Shimura, 1994).

20

1.2.3.1 Efecto de la disponibilidad de nutrimentos en el desarrollo del sistema radical

La distribución y la disponibilidad de los nutrimentos en el suelo es un factor limitante

para el crecimiento y el desarrollo vegetal. La disponibilidad de cada nutrimento

dependerá de su naturaleza físico-química. Para poder adaptarse de manera exitosa,

las plantas han adquirido mecanismos que les permiten percibir qué tan abundante

es un nutrimento en el medio y responder apropiadamente modificando su desarrollo,

con el fin de hacer más eficiente la toma de éste. Se ha postulado que la

disponibilidad del fierro (Fe), nitrógeno (N) y fósforo (P) evoca cambios en el

programa de desarrollo postembrionario del SR (Schmidt et al., 2000; Malamy y

Ryan, 2001; Forde, 2002; López-Bucio et al., 2003). La deficiencia de Fe promueve

el aumento en la longitud y la densidad de pelos radicales en A. thaliana (Schmidt et

al., 2000), así como la formación de raíces proteoides en Lupinus consentinii y

Casuarina glauca (Watt y Evans, 1999). La disponibilidad y la distribución del N

afectan el crecimiento y desarrollo de las RL. Los efectos en A. thaliana pueden

operar por distintas rutas y alterar diferentes estados de desarrollo de las RLs. Se ha

reportado que si se aplican parches de NO3- (50 µM) a la RP, se estimula el

crecimiento de las RL presentes en esa zona, por lo que se postula que la actividad

meristemática de las RLs maduras, responde directamente a la concentración local

externa de NO3- (Zhang et al., 1999). Para esta vía de transducción de señales se

identificó recientemente uno de sus componentes, el gen ANR1, que codifica para un

factor de transcripción de la familia MADS-box (Zhang y Forde, 1998). Asimismo, hay

evidencias de que esta ruta está relacionada con la ruta de señalización mediada por

auxinas, ya que la mutante axr4 no responde a la respuesta localizada de NO3-

(Zhang et al., 1999). Otro de los nutrimentos que evocan cambios en el desarrollo

postembrionario del SR de A. thaliana es el P (Williamson et al., 2001; López-Bucio

et al., 2002), el cual discutiremos con más detalle.

21

1.3 El P y las plantas

El P es uno de los nutrimentos más importantes para el desarrollo y productividad

de las plantas, representando alrededor del 0.2% de su peso seco. Este elemento

forma parte estructural de biomoléculas como los ácidos nucleicos, los fosfolípidos y

el ATP (Rausch y Bucher et al., 2002). También es importante en procesos

fisiológicos como la fotosíntesis, la respiración, el metabolismo energético y en la

regulación de diversas enzimas (Raghothama, 1999). Las plantas toman el P del

suelo como fosfato (Pi). A pesar de que la cantidad de Pi en el suelo en algunas

regiones puede ser alto, este nutrimento no se encuentra disponible para ser tomado

por las plantas dadas sus características físico-químicas, como: su bajo coeficiente

de difusión (10-13-10-15m2/s), alta reactividad, gran capacidad de adsorción y alta tasa

de conversión a materia orgánica (Holford, 1997; Schachtman et al., 1998). El Pi del

suelo puede encontrarse formando parte de compuestos orgánicos e inorgánicos; los

primeros pueden representar del 20 al 80% del Pi total contenido en el suelo. El Pi

restante se encuentra mineralizado y dependiendo principalmente del pH del suelo

se encontrará formando complejos principalmente con aluminio y fierro en suelos

ácidos y con calcio y magnesio en suelos alcalinos, quedando insoluble y por tanto

no disponible para ser tomado por la planta (Hinsinger, 2001).

1.3.1 La importancia del P para la productividad vegetal

La baja disponibilidad de Pi es uno de los mayores problemas para la productividad

vegetal en muchos ecosistemas y agroecosistemas. A nivel mundial, afecta un área

estimada en más de dos billones de hectáreas, que comprenden suelos desgastados

y volcánicos de las regiones tropicales, suelos ácidos de las regiones subtropicales

húmedas, suelos arenosos semiáridos de las regiones subtropicales y suelos

alcalinos (Raghothama, 1999; Oberson et al., 2001). Para disminuir el impacto en la

producción agrícola generada por la deficiencia de este nutrimento, se ha recurrido al

uso intensivo de fertilizantes. Sin embargo, en estudios recientes, se ha encontrado

que aproximadamente el 80% del P aplicado como fertilizante queda insoluble en el

22

suelo (Holford, 1997), lo que implica una demanda alta de fosfatos para poder

mantener una producción agrícola rentable. El uso excesivo de fertilizantes

fosfatados tiene como consecuencia un incremento en los costos de producción y

repercusiones en el ambiente por la contaminación de mantos acuíferos, ríos y lagos

(Raghothama, 1999).

1.3.2 Toma y transporte de P por las plantas

El Pi es tomado desde la rizósfera por la raíz y es transportado por las células de la

epidermis al simplasto, generando en su área circundante una disminución drástica

en la concentración de dicho nutrimento. El transporte a través de la membrana de

las células se efectúa en contra de un gradiente de concentración ya que las

concentraciones en el suelo rara vez rebasan los 10 µM, mientras que en las células

es mil veces mayor. La energía requerida para el transporte de Pi en contra de un

gradiente de concentración es proporcionada por ATPasas que generan un gradiente

de protones en la membrana celular, el cual es utilizado para cotransportar el Pi al

interior celular. Se ha postulado la existencia de un mecanismo dual para la toma de

fosfato que está caracterizado por la activación de transportadores de alta afinidad

que operan a concentraciones bajas (de orden micromolar) y transportadores de baja

afinidad que funcionan a concentraciones altas (de orden milimolar; Schachman et

al., 1998; Raghothama, 1999). El siguiente paso es la translocación del Pi a las

células del parénquima del xilema para posteriormente llenar el xilema y así llevar

este nutrimento con dirección al follaje. En este paso se ha identificado que la

proteína PHO1, la cual no es un transportador, está implicada en el transporte del Pi,

dado que las mutantes pho1 no son capaces de cargar el Pi al xilema (Hamburger et

al., 2002). Finalmente, el Pi es transportado a las hojas, sale del xilema y se

distribuye al resto de los tejidos. En condiciones de senescencia y de carencia de

este nutrimento, el P es translocado a hojas más jóvenes y órganos donde se

requiera como la raíz. En este proceso se ha visto que la proteína PHO2 está

interviniendo porque las mutantes son incapaces de translocar el Pi hacia la raíz,

acumulándose en el follaje (Dong et al.,1998). Ya en las células, el Pi puede seguir

23

distintas rutas como: a) Ser usado en rutas biosinteticas de fósfolipidos, DNA y RNA;

b) pasar a plástidos y/o mitocondrias para usarse en procesos metabólicos o bien a

vacuola para ser almacenado (éste transporte se da generalmente por

intercambiadores de otros solutos o protones); c) ser transportado a otras células

(Rausch y Bucher, 2002).

1.3.3 Homeostatis del P

El mantener estable la concentración de Pi tiene un papel preponderante en las

células vegetales ya que en el citoplasma dicha condición es esencial para que se

lleven a cabo muchas reacciones enzimáticas. El monitoreo del contenido de este

nutrimento en varios compartimentos celulares como vacuola, plástidos, mitocondrias

y citoplasma es necesario para mantener su homeostasis (Schachtman et al., 1998).

Cuando las plantas crecen en condiciones donde hay abundancia de Pi, éste es

absorbido a tasas que exceden su demanda, acumulándose en las células. Para que

la alta concentración de Pi celular no llegue a ser tóxica, éste puede ser convertido a

compuestos orgánicos de almacenaje, reducida su entrada, sacado de la células por

eflujo y almacenado en la reserva no metabólica de la vacuola (Lee et al.,1990; Lee y

Ratcliffe, 1993). Cuando se encuentra en carencia de Pi, las células mantienen la

concentración constante del nutrimento incrementando su entrada al citoplasma por

la membrana plasmática y haciendo uso de las reservas internas, principalmente de

la vacuola. Sin embargo, a nivel global en la planta se presentan una serie de

estrategias perfectamente bien coordinadas con la finalidad de mantener la

homeostasis de este nutrimento (Lee y Ratcliffe, 1993).

1.3.3.1 Respuestas que presentan las plantas a la baja disponibilidad de P

Cuando las plantas crecen en condiciones limitantes de P presentan varias

respuestas que les permiten aclimatarse. Se pueden encontrar por un lado procesos

encaminados a hacer más eficiente el uso del Pi presente en la planta, usando rutas

alternativas para glicólisis y el transporte de electrones en la mitocondria (Theodorou

24

y Plaxton, 1993). Con este mismo objetivo, se reemplazan biomoléculas fosfatadas

por no fosfatadas, como es el caso de los fosfolípidos (Essigmann et al., 1998; Härtel

et al., 2000; Yu, et al., 2002). Por otro lado también presentan procesos tendientes a

hacer disponible el Pi presente en la rizósfera tales como el incremento en la síntesis

y exudación de aniones orgánicos como el citrato y el malato que ayudan a

solubilizar el Pi de compuestos inorgánicos (Jones, 1998; Watt y Evans, 1999;

Raghothama, 1999) así como de nucleasas y fosfatasas ácidas que pueden liberar el

Pi de compuestos orgánicos presentes en el suelo (Nürnberger et al., 1990; Löffler et

al., 1992; Duff et al., 1994; Chen et al., 2000). Dentro de estos últimos procesos

podemos encontrar los destinados a acrecentar la toma de Pi del suelo como

aumento de transportadores de alta afinidad de P en las membranas celulares

(Muchhal, et al., 1996; Raghothama, 1999; Karthikeyan et al., 2002). Finalmente, hay

también una redistribución diferencial de los fotosintatos entre la raíz y el brote

además de modificaciones del programa de desarrollo postembrionario

(Raghothama, 1999)

1.3.3.2 Respuestas que presenta Arabidopsis thaliana a la baja disponibilidad de P

En A. thaliana están presentes varias de las respuestas comunes a la baja

disponibilidad de P, varios genes se han clonado y algunas mutantes han sido

aisladas. Una de estas respuestas es la exudación de fosfatasas ácidas por las

raíces (Trull y Deikman, 1998). Se ha reportado que durante este estrés varios

miembros de la familia de fosfatasas ácidas (PAP) son inducidas

trasncripcionalmente. Dos de los miembros de esta familia que se han clonado son:

la fosfatasa ácida de A. thaliana 5 (ACID PHOSPHATASE 5, AtACP5) y la fosfatas

ácida purpura (PURPLE ACID PHOSPHATASE 1, PAP 1; Li et al., 2002; del Pozo et

al., 1999; Haran et al., 2000). Además, se han aislado las mutantes

pup1(phosphatase under-producer) y pho3 (phosphorus-deficient) en las cuales la

secreción de fosfatasas ácidas se encuentra afectada (Trull y Deikman, 1998;

Zakhleniuk et al., 2001). Otra de las respuestas que muestra A. thaliana es la

exudación y sobreacumulación de las ribonucleasas (RNasas S-like) RNS1 y RNS2

25

(Taylor et al., 1993; Bariola et al., 1994). Los genes SQD1 y SQD2

(SULFOQUINOVOSYL DIACYLGLYCEROL 1 Y 2), que codifican para proteínas que

participan en la síntesis de sulfolipidos y DGD2, que codifica para una

digalactosildiasilglicerol sintasa, participan en el intercambio de fosfolípidos por

sulfolípidos y están fuertemente regulados por la disponibilidad de P (Essigmann et

al., 1998; Härtel et al. 2000; Yu, et al., 2002). También la expresión de los genes

miembros de la familia Pht1 (Phosphorus transporter1) de transportadores de P de

alta afinidad se incrementa considerablemente cuando se presenta el estrés por P

(Mudge et al., 2002). Todos los miembros de esta familia se han clonado y su patrón

de expresión se ha descrito a detalle, como es el caso de AtPT1 y AtPT2

(Arabidopsis thaliana PHOSPHORUS TRANSPORTER1 y 2; Muchal et al. 1996;

Karthikeyan et al., 2002). En respuesta a la carencia de P, A. thaliana presenta

cambios muy marcados en su programa de desarrollo. La longitud y densidad de los

pelos radicales se incrementa y el sistema radical es más corto y ramificado (Bates y

Lynch, 1996; Williamson et al., 2001; López-Bucio et al., 2002 ).

1.3.3.3 Percepción y regulación del sistema de rescate a la baja disponibilidad de P

En este contexto, hipotéticamente, las respuestas al estrés por P pueden iniciar

cuando la planta sensa el contenido de P interno y/o externo, su reconocimiento a

nivel celular y/o sistémico, activa cascadas de transducción de señales encaminadas

a regular transcripcional y postranscripcionalmente genes y proteínas que son

necesarias para la adaptación a la baja disponibilidad de P (Raghothama, 1999); de

tal forma que la planta modifica su fisiología, metabolismo y programa de desarrollo e

incluso puede influir en su capacidad reproductiva para poder enfrentarse a este

estrés.

1.3.3.3.1 Percepción de la carencia de P a nivel local y sistémico

Por medio del estudio de la inducción de genes específicos a la carencia de Pi en

cultivos de células de tomate, se ha demostrado que la percepción del Pi es a nivel

26

interno. Köck et al. (1998) en sus experimentos encontraron que los niveles de

RNAm de las ribonucleasas aumentan de manera específica en medio libre de Pi en

un período de tiempo muy corto (2 h) y que dicho nivel se reduce hasta no ser

detectado cuando las células se pasan a un medio de cultivo con condiciones

óptimas de Pi, demostrando que el P ésta regulando negativamente la transcripción

de genes que codifican para ribonucleasas. Sin embargo, cuando las células son

cultivadas en un medio rico en Pi, pero adicionado con un compuesto que secuestra

al P y no le permite entrar a las células, aumenta de manera pronunciada los niveles

de RNAm de ribonucleasas. Esto sugiere que el contenido interno de Pi es

importante para la regulación transcripcional de los genes que codifican para

ribonucleasas, por lo que existe un sensado del Pi a nivel intracelular (Köck et al.,

1998). Sin embargo, en plantas completas el mecanismo de sensado intracelular

está poco implicado en el control de la expresión de los genes regulados por la

disponibilidad de Pi (Abel et al., 2002). A nivel de planta completa parecen estar

operando tanto señales sistémicas controladas a larga distancia por el contenido total

de Pi en la planta, como señales locales dependientes de Pi externo a nivel local

(Franco-Zorrilla et al., 2004). Lo anterior es postulado porque en experimentos con

raíces divididas varios de los genes inducibles por la carencia de Pi son reprimidos

de manera sistémica en las raíces expuestas a medio con bajo Pi cuando se aplica

Pi en otras regiones distantes del sistema radical (Burleigh y Harrison 1999; Martin

et al., 2000; Baldwin et al., 2001). Dado que la represión de la expresión de los genes

precede al incremento de Pi en las raíces que crecen en carencia de este nutrimento,

el Pi per se probablemente no sea la señal sistémica (Burleigh y Harrison 1999).

1.3.3.4 El sistema de rescate a la baja disponibilidad de P y su regulación

En microorganismos como Escherichia coli y Saccharomyces cerevisiae la respuesta

a la baja disponibilidad de Pi ha sido ampliamente estudiada y caracterizada. Se han

reportado varios genes que son inducibles por la carencia de Pi como los que

codifican para las fosfatasas ácidas y los transportadores de P. Éstos genes se

encuentran regulados de manera coordinada formando regulones. En E. coli el

27

regulón Pho comprende a un grupo de aproximadamente 15 genes que participan en

la toma de Pi (Torriani, 1990). Estos genes están controlados por un sistema de dos

componentes codificados por el operón phoB-phoR. Mientras que en S. cerevisiae,

dicho regulón ésta formado por un grupo de al menos 22 genes (Ogawa, 2000), los

cuales están regulados por el factor de transcripción Pho4, éste se une a una

secuencia consenso (caja Pho 4) que ésta presente en los promotores de los genes

que forman el regulón. La localización subcelular de Pho4 depende de su estatus de

fosforilación; cuando no hay estrés por Pi, Pho4 se encuentra en el citoplasma

hipofosforilado y cuando se presenta la carencia de Pi, es fosforilado y entra al

núcleo activando la trancripción de los genes del regulón. Esta fosforilación es

dependiente de las proteínas Pho80-Pho85 que son un complejo de ciclina-cinasa

dependiente de ciclina (CDK) y éstos a su vez pueden ser regulados por Pho81, que

es un inhibidor de CDKs (Raghothama, 1999).

1.3.3.4.1 El sistema de rescate a la baja disponibilidad de P en plantas

En las plantas se han identificado genes que codifican proteínas con funciones

similares a las reportadas en los microorganismos y que su expresión es inducida por

la carencia de Pi, dentro de los cuales podemos encontrar transportadores de alta

afinidad de Pi (Karthikeyan, et al., 2002), fosfatasas con un amplio espectro de

sustratos (Duff et al., 1994; del Pozo et al., 1999; Baldwin et al., 2001), ribonucleasas

(Taylor, et al., 1993; Bariola et al., 1994) y algunos marcos de lectura abierta que

codifican para RNAs o péptidos de función desconocida como MAt1, At4 y

AtIPS1(INDUCED BY PHOSPHATE STARVATION 1; Liu et al., 1997; Burleigh y

Harrison 1999; Martin et al., 2000). Por lo anterior fue postulado primeramente por

Goldstein et al. (1988) que en las plantas existe un sistema de rescate a la baja

disponibilidad de Pi que actúa de manera coordinada ante éste estrés.

1.3.3.4.2 Regulación del sistema de rescate a la baja disponibilidad de P en plantas

De la regulación genética de dicho sistema de rescate se han encontrado en A.

thaliana las mutantes psr1 (phosphate starvation response) y pdr2 (phosphate

deficiency response), las cuales están afectadas en varias de las respuestas

evocadas por la baja disponibilidad de P por lo cual se postula que estas mutantes

podrían estar afectadas en un componente de la señalización o percepción ante la

carencia de P (Chen et al., 2000; Ticconi et al., 2004). Por otra parte, el único factor

Figura 5. Regulación de las respuestas del sistema de rescate a la baja disponibilidad de P. (1) La baja disponibilidad de P induce el aumento en la formación de pelos radicales y altera la arquitectura del sistema radical, las modificaciones morfológicas incrementan la exploración del suelo y la toma de P. En este punto el papel de las auxinas y el etileno no es muy claro aun pero está presente. (2) El estrés por P induce un grupo de genes responsivos a la carencia de P y sus productos promueven el reciclaje intracelular, la solubilización y adquisición de P. La inducción de algunos de estos genes esta regulada por PHR1 e influenciada por el estatus de P en la planta y posiblemente por citocininas. (3) Pi reprime las respuestas morfológicas y moleculares evocadas por su carencia. Modificado de Abel et al. (2002)

28

29

de transcripción que se ha clonado y comprobado experimentalmente que participa

en la regulación de dicho sistema es PHR1 (PHOSPHATE STARVATION

RESPONSE). Este factor de transcripción del tipo MYB, fue encontrado en un

escrutinio efectuado en una población de mutantes químicas generadas en la línea

transgénica AtIPS1::GUS. La mutante phr1 se seleccionó porque al crecer en

condiciones limitantes de P, se carecia de la inducción del gen AtIPS1. La mutante

phr1 también presentó defectos en la activación de algunos genes inducibles por

bajo P y en la acumulación de antocianinas, pero las respuestas de arquitectura de la

raíz se mantuvieron intactas (Rubio et al., 2001). Se ha reportado que PHR1 se une

como dimero y de manera específica a una secuencia palindrómica imperfecta de 8

bp presente en el promotor de IPS y al hacer búsqueda de estas secuencias en los

promotores de los genes que responden a la baja disponibilidad de P, se encontraron

presentes en un gran número de ellos (Rubio et al., 2001; Franco-Zorrilla et al.,

2004). La regulación de PHR1 al parecer no es a nivel transcripcional, sino

postranscripcional por un proceso de sumoilación (Miura et al., 2005). Lo anterior

sitúa a PHR1 en un punto crucial de la regulación del sistema de rescate a la baja

disponibilidad de Pi (figura 5).

1.3.3.4.3 Papel de las hormonas en el sistema de rescate a la baja disponibilidad de

P

Se ha demostrado que las citocininas afectan las respuestas a la carencia de P dado

que la aplicación exógena de citocininas a plantas que crecieron en bajo P reprime la

expresión de genes como AtIPS1 y At4 que son inducibles por este estrés sin afectar

la formación de pelos radicales (Martin et al., 2000); además, en mutantes que están

afectadas en el receptor de citocininas CRE1, no se presentan los cambios antes

mencionados (Franco-Zorrilla et al., 2002). Aunado a lo anterior, las concentraciones

de esta hormona en las plantas estresadas disminuyen en respuesta a la carencia de

P (Salama y Wareing 1979). Por lo tanto, Abel et al, (2002) postularon que esta

hormona podría ser parte de la señal sistémica. Se ha reportado que las auxinas y el

etileno controlan respuestas a nivel local como el aumento en la densidad de pelos

30

radicales y su alargamiento (Bates y Lynch 1996; Ma et al. 2003; Schiefelbein, 2000).

Por su parte, las auxinas tienen un papel preponderante en los cambios de

arquitectura durante el estrés por P (López-Bucio et al., 2002; Nacry et al., 2005) y

recientemente se ha reportado que hay una sensibilidad mayor a las auxinas en las

células del periciclo que darán origen a las RL (López-Bucio et al., 2005).

31

2. ANTECEDENTES

La ASR determina la exploración tridimensional del suelo por la planta y el área de

contacto entre la raíz y el suelo (Lynch, 1995). En estudios recientes se ha

demostrado que la baja disponibilidad de fósforo altera la arquitectura de la raíz en A.

thaliana. Cuando ésta planta crece en medio nutritivo con concentraciones menores

que 100 µM de P, se ve favorecido el crecimiento de las raíces laterales con relación

al crecimiento de la RP. En parte, éstos cambios están dados por la reducción de la

longitud de la RP, que causa un aumento en la densidad de las RLs (Williamson et

al., 2001).

En nuestro grupo de trabajo estamos interesados en estudiar los cambios que la

disponibilidad de P puede evocar en la ASR. Se ha encontrado que cuando A.

thaliana crece en condiciones de P limitantes (1 µM) ocurren cambios más drásticos

en la ASR. El número y densidad de las RLS se incrementa de manera muy marcada

(figura 6 A y C) y la longitud de la RP se reduce drásticamente (figura 6). Asimismo

hemos encontrado que estos cambios en la ASR, están directamente relacionados

con la sensibilidad a auxinas (López-Bucio et al., 2002). Al mismo tiempo trabajamos

en la búsqueda de mutantes que estuvieran afectadas en la respuesta del sistema

radical a cambios a la baja disponibilidad de P, para esto se hizo un escrutinio en una

población de semilla mutagenizada con etilmetanosulfonato, haciendo crecer a éstas

en medio con carencia de P (1μM) y seleccionando aquellas que presentaran una RP

que fuera al menos tres veces más larga que el resto de la población en estas

condiciones (figura 18 A, flecha). De un total de 25000 semillas escrutadas, se

seleccionó un grupo numeroso de 60 líneas que no mostraron respuesta (López-

Bucio, 2001).

Dado lo anterior nos interesa describir detpalladamente los cambios que se

presentan en el sistema radical y particularmente en los procesos de división y/o

elongación celular. También nos interesa analizar si los cambios descritos afectan la

eficiencia de captación de fosfato por la raíz y el papel de las auxinas en este

proceso y con el análisis detallado de las mutantes podremos analizar los

componentes genéticos que están participando en esta respuesta.

Figura 6. Efecto de la disponibilidad de fosfato en la arquitectura de la raíz. (A) Plantas creciendo en condiciones óptimas (izquierda) y limitantes (derecha) de P. (B) Longitud de la raíz primaria. (C) Número de raíces laterales. Graficas tomadas de López-Bucio et al, 2002.

32

33

3. OBJETIVOS

3.1. Objetivo General

Caracterizar genéticamente la respuesta morfo-fisiológica del sistema radical y en

particular del meristemo de la raíz primaria de Arabidopsis thaliana (L.) Heynh. a la

deficiencia de fósforo.

3.2. Objetivos Particulares

Caracterizar los cambios morfológicos y fisiológicos que presenta el sistema radical

durante el estrés por fósforo.

Estudiar los cambios genéticos, morfológicos y fisiológicos, que ocurren en el

meristemo de la raíz primaria, en respuesta a la baja disponibilidad de fósforo.

Caracterizar un grupo de mutantes de A. thaliana que manifiestan una respuesta

radical alterada a la deficiencia de fósforo, mediante análisis genéticos, morfológicos

y fisiológicos.

34

4. MATERIALES Y MÉTODOS

4.1. Material vegetal

Para los experimentos reportados en esta tesis se utilizó Arabidopsis thaliana de los

ecotipos Wassilewskija (Ws), Nossen (No-0) y Columbia (Col-0), las líneas

transgénicas marcadoras de: fase G2 a M del ciclo celular CycB1;1::uidA (Colón-

Carmona et al., 1999), respuesta a auxinas DR5::uidA (Ulmasov et al., 1997), toma

de P pAtPT1::uidA y pATPt2::uidA (Karthikeyan et al., 2002) y la línea transgénica

DT-AtsM (Tsugeki y Fedoroff, 1999) que expresan la toxina de la difteria

específicamente en células de la cofia y la línea “enhancer trap” CS9201 de la

colección de James Haseloff et al. Que se expresa ínucamnete en tejido diferenciado

(Department of Plant Science, Universidad de Cambridge, UK;

http://www.plantsci.cam.ac.uk/Haseloff/geneControl/catalogFrame.html).

4.2. Condiciones de crecimiento

4.2.1 Crecimiento in vitro

Las semillas se germinaron y crecieron según el protocolo descrito por López-Bucio

et al. (2002), que consiste en:

a) Esterilizar superficialmente las semillas haciendo lavados con etanol al 95% y

blanqueador comercial al 20% por 5 y 7 minutos respectivamente y 5 enjuagues

consecutivos con agua estéril.

b) En condiciones de esterilidad, las semillas se colocan en cajas de Petri que

contienen el medio de cultivo modificado MS (Murashige y Skoog) 0.1X a pH 5.7

adicionado con 0.5% (w/v) sacarosa y 1% (w/v) Phytagar (Gibco-BRL) y como fuente

de P, NaH2PO4 en concentraciones limitantes (1 µm) u óptimas (1 mM). El MS

modificado contiene: 2.0 mM de NH4NO3, 1.9 mM KNO3, 0.3 mM CaCl2.2H20, 0.15

mM MgSO4.7H20, 5 μM KI, 25 μM H3BO3, 0.1 mM MnSO4.H2O, 0.3 mM ZnSO4.7H20,

35

1 μM Na2MoO4.2H20, 0.1 μM CuSO4.5H20, 0.1 μM CoCl2.6H2O, 0.1 mM FeSO4.7H20,

0.1 mM Na2EDTA.2H20, inositol (10 mg/L), y glicina (0.2 mg/L). En los experimentos

donde se evaluó que los cambios de arquitectura radical fueran específicos a la baja

disponibilidad de P, los medios se modificaron de la siguiente forma: Para obtener los

medios carentes de: a) potasio (K) se substituyó KI por NaI y se omitió KNO3, b)

nitrógeno (N) se omitieron el NH4NO3 y KNO3 y como fuente de potasio se adicionó

KHCO3, c) azufre (S) se substituyo el MgSO4, MnSO4, ZnSO4 y CuSO4 por sus

respectivos cloruros y d) Fierro (Fe) el FeSO4 y el Na-EDTA se reemplazaron por

Na2SO4 en la solución nutritiva respectivamente.

c) Las cajas de Petri se mantienen durante 48 horas en obscuridad y a 4°C, con el

fin de promover y sincronizar la germinación.

d) Finalmente, para permitir el crecimiento del sistema radical en la superficie de la

placa de agar, las cajas se colocan inclinadas con un ángulo aproximado de 65º en

una cámara de crecimiento con ambiente controlado (Percival Scientific, Perry, IA,

U.S.A.), con un fotoperiodo 16 h luz/8 h obscuridad e intensidad luminosa de 300

mmol/m2/s-1 a temperatura de 21-24°C en función de la duración de cada

experimento.

4.2.2 Crecimiento en suelo

Las plántulas germinadas in vitro y teniendo formados el primer par de hojas

verdaderas, se transplantaron a moldes que contenían el sustrato especial para

crecimiento de A. thaliana que contiene vermiculita, perlita y suelo orgánico

(Sunshine, mezcla #3) 1:1:3 respectivamente. El sustrato se esterilizó previamente,

humedeciéndolo con agua destilada y colocándolo en una autoclave por 30 minutos

a 1.5 atmósferas de presión. Los moldes se cubrieron para mantener la humedad y

se pasaron a cámaras de crecimiento vegetal (CONVIRON Scientific) con fotoperiodo

12 horas luz:12 obscuridad a 24°C. Las plantas se regaron con solución nutritiva (MS

0.1X) los dos primeros riegos y agua destilada el resto de los riegos.

36

4.3 Estudio de los componentes de la arquitectura radical y pelos radicales

La cuantificación se efectuó directamente en las plantas creciendo en las cajas de

Petri, para cada uno de los tiempos estipulados en cada experimento. La longitud de

la RP se midió usando una escala de plástico. Para contar las RLs se hicieron

observaciones en el estereomicroscopio (AFX-II-A Nikon, Tokio), tomándose en

cuenta sólo aquellas que fueran observadas con el objetivo 3X. Para establecer el

número y longitud de pelos radicales, se tomaron fotografías de la zona de

diferenciación más cercana al ápice (1-0.5 cm), para lo cual se empleó un

estereomicroscopio (5ZH10 Olympus) acoplado a una cámara de video (KP-D51

Hitachi). Las imágenes fueron procesadas usando Scion Image software libre (Scion

Corporation, U.S.A.; www.scioncorp.com).

4.4 Análisis anatómico e histológico del sistema radical

4.4.1 Cortes histológicos

Con el fin de fijar los tejidos, las muestras se incubaron a 4°C durante toda la noche

en una solución al 1.5% de glutaraldehído y 0.3% de paraformaldehído (v/v) y 25 mM

del amortiguador PIPES (Piperazina-N,N’-bis [ácido 2 etanesulfonico]). Las muestras

fijadas se deshidrataron a temperatura ambiente haciendo cambios graduales en

soluciones de etanol partiendo de una concentración de 10% hasta llegar al 100%

(v/v). En cada cambio se incrementó la concentración en un 10 % y permanecieron

las muestras 15 minutos en cada solución. Las muestras deshidratadas se

embebieron en Historesina (Leica Instruments GmbH, Heidelberg) colocándolas en

una mezcla de etanol:historesina en proporciones 3:1, 1:1, 1:3 por dos horas en

cada una de ellas y por 24 horas en historesina pura. De las muestras embebidas en

plástico se hicieron cortes de 3μ en un microtomo Leica RM 2155 (Leica

Microsystems Nussloch GmbH). Los cortes se montaron en portaobjetos cubiertos

con gelatina (Baum y Rost, 1996) y se tiñeron usando la reacción modificada de

37

PAS, para lo cual los portaobjetos se colocan en ácido peryódico (1 g/dl) por 20

minutos a 40°C, seguido por el reactivo de Schiff preparado por el método de

DeTomasi (1936)con base en Pararosanilina HCl (Sigma®) por 60 minutos a

temperatura ambiente (O'Brien and McCully, 1981) y como tinción de contraste se

usó una solución acuosa de 0.05% de azul de toluidina O por 30 segundos (Electron

Microscopy Sciences).

4.4.2 Clareo de tejidos

Para hacer las observaciones microscópicas del sistema radical las muestras fueron

clarificadas utilizando el método modificado de Malamy y Benfey (1997) en el cual las

plantas se incuban en una solución de HCl 0.2N y metanol al 20% durante 50

minutos a 62° C, la cual es remplazada por NaOH al 7% en etanol al 40% se incuba

a temperatura ambiente por 20 minutos. Posteriormente se hacen cambios graduales

de etanol al 40, 20 y 10% cada uno de 15 minutos. En el último cambio se le agrega

un volumen de glicerol al 50% y se deja por lo menos una hora antes de ser

transferido a glicerol al 50%. Las muestras se mantienen al menos 24 horas en esta

solución para finalmente montarse en portaobjetos usando glicerol al 50%. Todas las

laminillas se analizaron con óptica de Nomarski, se tomaron fotografias usando una

cámara digital (Leica DC180) acoplada a un microscopio (Leica DMR) y el programa

de captura de imágenes Leica IM50 4.6.

4.4.3 Ensayos histoquímicos

La localización histoquímica del gen reportero que codifica para la enzima β-

glucoronidasa (GUS) se hizo incubando las plantas a 37 °C durante 12 horas en la

solución que contiene el sustrato para la enzima GUS, X-Gluc (1mg/ml de 5-bromo-4-

cloro-3-indolil-β-D-glucurónido), 10 mM de acido etileno diamino tetracético, 1% w/w

de X-Triton, 5 mM de ferricianuro de potasio, 5 mM de ferrocianuro de potasio en

38

amortiguador de NaPO4 100 mM, pH 7) como lo reporta Stomp (1992). Seguido a

esto se procedió a clarificar las muestras.

Para visualizar los gránulos de almidón característicos de las células de la cofia, las

plantas se colocaron en solución acuosa de Lugol (yodo 5% y yoduro de potasio 10%

w/v; Sigma®) durante tres minutos, seguido a esto, se enjuagaron tres veces en agua

destilada. Las muestras se montaron en solución que contenía hidrato de cloral al

74% w/w y glicerol al 7.4% y se tomaron las fotografías (Umeda et al. 2000).

4.4.4 Medición y cuantificación celular

El conteo celular se hizo en muestras clarificadas, directamente al microscopio (Leica

DMR). Se consideraron células del meristemo a todas aquellas presentes en la zona

meristemática que mantenían su tamaño constante y como células de la zona de

elongación desde aquellas que eran del doble de tamaño que las meristemáticas

hasta las que se habían alargado pero que no se habían diferenciado aún. Se

tomaron fotografías de células de la epidermis de la zona de diferenciación y a partir

de las imágenes y utilizando el programa Scion Image se midió la longitud de las

células.

4.5 Evaluación cualitativa de la exudación de fosfatasas

Se prepararon 200 ml de una solución de agarosa de bajo punto de fusión al 0.8% y

cuando se enfrió a 50°C se le adicionó 30 μl del reactivo BCIP (5-bromo-4-cloro-3-

indolil-fosfato; GIBCO BRL). Los sistemas radicales de las plantas en las placas de

agar fueron cubiertos con una capa delgada de dicha agarosa y una vez gelificada

las cajas de Petri se incubaron a 37°C durante toda la noche. Las raíces coloreadas

de azul se consideraron positivas para la exudación de fosfatasa.

39

4.6 Selección y caracterización de las mutantes afectadas en los cambios en la

arquitectura radical evocados por la baja disponibilidad de P.

4.6.1 Selección de las mutantes

Previamente a este trabajo, en nuestro grupo se realizó un escrutinio para identificar

mutantes que estuvieran afectadas específicamente en la respuesta del sistema

radical a la carencia de P. Para esto se sembraron 25,000 semillas (Col-0)

mutagenizadas con etilmetanosulfonato (EMS) bajo condiciones de P limitante, (para

más detalles sobre el escrutinio ver López-Bucio, 2001). Estas mutantes, al crecer en

medio con 1 µM de P, forman una RP que mantiene un crecimiento constante y

presenta escasas RLs, es decir, crecen como si estuvieran en medio con fosfato

óptimo (1 mM). Con la finalidad de seleccionar el subgrupo de mutantes con las que

se trabajó, en plantas adultas pertenecientes al grupo de mutantes de raíz larga

reportados por López-Bucio (2001) se evaluaron los parámetros de: porcentaje de

germinación, diámetro de la roseta, altura de la planta, tiempo de floración, número

de silicuas, producción de semillas y que el fenotipo se mantenga constante después

de tres generaciones.

4.6.2 Análisis genético y cruzas con líneas transgénicas marcadoras

Todas las cruzas se hicieron con ayuda de un estereomicroscopio (AFX-II-A Nikon,

Tokio), usando pinzas de punta fina. Las plantas que se utilizaron como madres se

emascularon disectando a los botones florales todos los verticilos florales

exceptuando el gineceo. Después de tres días de la emasculación el polen de la

planta padre fue transferido al estigma intacto. Tanto en la generación F1 y F2 se

colectaron las semillas y se germinaron y crecieron en medio con baja disponibilidad

de P para verificar la segregación. Los datos obtenidos se procesaron utilizando la

prueba estadística de ji-cuadrada (χ2). Las mutantes lpi (low phosphorus insensitive)

se cruzaron tres veces con el ecotipo silvestre (Col-0) con la finalidad de eliminar

40

mutaciones no asociadas al fenotipo. Con las mutantes homocigotas se hizo lo

siguiente: Para determinar la dominancia o recesividad de la mutación, se cruzaron a

cada una de las mutantes lpi con su ecotipo silvestre (Col-0). Para determinar

cuantos genes se encuentran representados en el grupo de mutantes, se cruzarón

cada una de ellas con las restantes del grupo y se formaron grupos de

complementación. Para evaluar parámetros como división celular, respuesta a

auxinas y expresión de transportadores de alta afinidad en las mutantes lpi, se

cruzaron las líneas transgénicas CycB1;1::uidA, DR5:uidA, AtPT1:uidA y AtPT2:uidA

con cada una de las mutantes lpi, estas últimas usadas como madres. Las plantas F3

homocigotas para la mutación y que portan el gene reportero se usaron para los

experimentos.

4.6.3 Cuantificación del contenido total de P en los tejidos vegetales

La determinación del contenido total de P se hizo siguiendo el protocolo modificado

de Hesse (1971) para lo cual todo el material de cristal se descontaminó

sumergiéndolo durante toda la noche en ácido nítrico al 2% y enjuagándolo al menos

tres veces con agua desionizada. En vasos de precipitado se colocó 90 mg de tejido

seco y 10 ml de una solución de ácido nítrico:perclórico 5:1 y se dejó durante toda la

noche en una campana de extracción, con el fin de degradar las muestras. Después

se colocaron en una plancha caliente hasta que se evaporaron. Posteriormente el

residuo se dejó enfriar, se disolvió en 10 ml de agua desionizada (la solución debe

ser transparente y sin residuos sólidos) y se transfirió toda la solución a un matraz

aforado de 25 ml, al que se le agregó 5 ml de la solución reveladora de vanadio-

molibdato y se aforó con agua desionizada, se agitaron manualmente y se dejaron

incubar por 30 minutos a temperatura ambiente y en obscuridad. Con ayuda de un

espectrofotómetro (DU® 650, Beckman), a las muestras se les midió la absorbencia a

420 nm. A la par se elaboró una curva patrón usando concentraciones de 0, 0.25,

0.5, 1, 2.5, 5, 10, 15, 20, 25 y 30 μg.μl-1 de NaH2PO4. Con base en el coeficiente de

41

regresión de la curva patrón, se calculó la concentración de P de las muestras

experimentales.

4.6.4 Medición del contenido total de antocianinas en los tejidos vegetales

Las antocianinas se extrajeron moliendo en mortero 500 mg de tejido fresco con 5 ml

de una solución de metanol:ácido clorhídrico 95:5, dejándolo por 12 horas a 4°C en

obscuridad para finalmente centrifugar y obtener el extracto sin partículas sólidas. El

contenido total de antocianinas se obtuvo utilizando el método de pH diferencial

(Giusti y Wrolstad, 2001), que consta de agregar 200 μl de muestra a 800 μl de cada

una de las siguientes soluciones amortiguadoras: cloruro de potasio (0.025 M, pH

1.0) y acetato de sodio (0.4 M, pH 4.5), se deja reaccionar por 15 minutos y se mide

la absorbencia a 520 y 700 nm (DU® 650, Beckman). Con los datos obtenidos se

calcula el valor de A, A = [(A520–A700)pH1.0 – (A520–A700)pH4.5] para cada muestra y con

este dato se calcula la concentración dada en mgl-1=[(A)(Mw)(DF)(1000)]/(є), donde

Mw=449.2, DF=5 y є=26900.

4.6.5 Extracción de RNA y ensayos de hibridación tipo Northern

El RNA total se extrajo de raíces y follaje de plantas creciendo en condiciones

limitantes y óptimas de P agregando 1 ml de reactivo TRIZOLTM (Invitrogene) por

cada 150 mg de tejido previamente congelado y pulverizado, dejándose incubar por 5

minutos a temperatura ambiente. Posteriormente las muestras se centrifugaron a

12000 g por 15 minutos a 4°C, recuperándose el sobrenadante y dejándose incubar

por otros 5 minutos. Seguido a esto se adicionaron 200 μl de una solución de

cloroformo:alcohol isoamílico 24:1 por cada ml de sobrenadante recuperado y se

agitaron. Los tubos se centrifugaron a 12000 g por 15 minutos a 4°C y el

sobrenadante se recuperó, se le agregaron 0.5 volúmenes de isopropanol grado

HPLC y se dejo incubar por 20 minutos a temperatura ambiente. Se centrifugó a

12000 g por 10 minutos a 4°C, se decantó el sobrenadante, la pastilla se lavó con 1

42

ml de etanol (grado HPLC) al 75% dos veces y se dejó secar. Finalmente se

resuspendió la pastilla en 30 μl agua tratada con DEPC (Dietil pirocarbonato) y se

dejo durante 4 horas a 4°C. Se verificó la integridad del RNA por medio de

electroforesis en un gel de agarosa (0.8%) y se cuantificó en un espectrofotómetro

(λ=260 nm).

Para los experimentos de hibridación tipo northern, 10 μg de RNA total se

resuspendieron en 13 μl de agua tratada con DEPC y se le agregaron 1.25 μl de

ácido morfolino propanosulfónico (MOPS; Sigma®) 10X pH7, 6.25 μl de formamida

(usb®), 2μl de formaldehído (37%; Sigma®), 4 μl de amortiguador de carga y 0.2 μl de

bromuro de etidio (10 mg/ml), la mezcla se mantuvo en baño maría a 65 °C por 5

minutos y finalmente se dejó en hielo por 5 minutos. Las muestras se separaron por

medio de electroforesis en geles desnaturalizantes de agarosa (GIBCO BRL) al 1%

(w/v) a 90 volts por 90 minutos. Los geles contenían formaldehído 2.2 M y MOPS 1X.

La transferencia se hizo durante 12 horas a una membrana Hybond-N1 (Amersham

Biosciences), usando el amortiguador de transferencia de citrato de sodio salino

(SSC) 6X. El RNA se fijó a la membrana por entrecruzamiento inducido por luz

ultravioleta en un StratalinkerTM (1200 μJ/cm2) y se horneó a 80°C por 2 horas.

Las sondas para los genes AtACP5 (del Pozo et al., 1999), At4 (Burleigh y Harrison,

1999), AtPT1 y AtPT2 (Muchhal et al., 1996), AtIPS1 (Martín et al., 2000) y AtPAP1

(Li et al., 2002) se marcaron radiactivamente usando el sistema “DECA prime II DNA

labeling kit” (Ambion). Se prehibridó la membrana a 42°C durante 4 horas; seguido a

esto se agregó la sonda marcada para hibridar y se dejo incubar a 42°C en agitación

constante, por al menos 12 horas. Se hicieron dos lavados con SSC (2X) y SDS

(0.1%) por 5 minutos a temperatura ambiente, seguido a esto se hicieron dos lavados

a temperatura ambiente por 5 minutos con SSC (0.2X) y SDS (0.1%) y dos a 42°C

durante el mismo tiempo y las mismas soluciones. Las membranas se expusieron en

películas fotográficas (Biomax MSTM, Kodak) desde 12 horas hasta 5 días

dependiendo de la señal. Las películas fueron reveladas y digitalizadas para su

análisis usando el programa Scion Image.

4.7 Mapeo posicional de los genes mutados

Para poder mapear el gen mutado, se generó la población de mapeo cruzando a las

mutantes con un ecotipo polimórfico (WS); se revisó el fenotipo del sistema radical de

la F1 en condiciones limitantes de P y se dejaron autofecundar. Las plantas F2

homocigotas para la mutación se usaron para hacer el mapeo utilizando marcadores

moleculares tipo Cleaved Amplified Polymorphic Sequences (CAPS) y Simple

Sequence Length Polymorphisms (SSLPs; Konieczny y Ausubel, 1993; Bell y Ecker,

1994). Se colectó tejido y se extrajo DNA por separado de cada planta siguiendo los

procedimientos reportados por Lukowitz et al. (2000). Para determinar a qué

cromosoma estaba ligada la mutación se efectuó un análisis de segregantes

mezcladas “Bulked Segregant Analysis” propuesto por Lukowitz et al., (2000); para lo

cual se tomó una alícuota de DNA extraído de 50 plantas, se mezclo y se evaluaron

Tabla 1 Marcadores usados para el análisis de segregantes mezcladas “bulked segregant analysis”

Crom.

(cM)

Marcador

BAC

Iniciador reverso

Tamaño del producto de PCR (bp)

[MgCl2] Iniciador directo

Col Ler Ws (mM) (5´→3´) (5´→3´)

Se muestran los datos de los marcadores en la tabla de izquierda a derecha: El cromosoma en el que se ubican, la distancia en centimorgans (cM), BAC, secuencia de los iniciadores directos y reversos, tamaño de los productos esperados para cada ecotipo y la concentración recomendada de MgCl2 para las reacciones de PCR. Tomado del material complementario de (Lukowitz et al., 2000)

43

44

22 marcadores (SSLPs; tabla 1) que se encuentran representados a lo largo de los 5

cromosomas. Los métodos utilizados se encuentran disponibles públicamente en las

bases de datos de The Arabidopsis Information Resource (TAIR;

http://arabidopsis.org) y en los datos suplementarios de Lukowitz et al., (2000). Ya

que se identificó el brazo del cromosoma en el que está ubicada la mutación, se

procedió a establecer el intervalo de mapeo, evaluando las muestras individualmente

para marcadores tipo SSLPS y CAPs (Bell y Ecker, 1994; Konieczny y Ausubel,

1993) que estén a 10 cM del marcador ligado. Se determinó el porcentaje de

recombinación de la población segregante con base en los resultados se redujo ese

intervalo.

4.8 Análisis estadísticos

En todos los experimentos los datos fueron analizados estadísticamente utilizando el

programa SPSS 10. Se efectuó análisis univariado y/o multivariado con la prueba de

Tukey o Duncan (P<0.05).

5. RESULTADOS

5.1 Cambios genéticos, morfológicos y fisiológicos, que ocurren en el sistema

radical y el meristemo de la raíz primaria, en respuesta a la baja disponibilidad de P.

5.1.1 La disponibilidad del P altera la arquitectura del sistema radical y la estructura

del meristemo de la raíz primaria

Cuando se germinaron semillas de A. thaliana (Col-0) en placas de agar que

contenían MS 0.1X suplementado con diferentes concentraciones de P, las plantas

que crecieron en medio óptimo (1 mM) de P (MOP) manifestaron un crecimiento

continuo de la RP y pocas RLs, que crecían cerca de la base del tallo (figura 7 A). En

contraste, las plantas que crecieron en medio limitante (1 µM) de P (MLP),

presentaron cambios dramáticos en su arquitectura radical, incluyendo una

Figura 7. Efecto de la disponibilidad de fósforo en la arquitectura del sistema radical. (A) plantas de 16 días creciendo en condiciones óptimas (izquierda) y limitantes (derecha). (B) ápices de la raíz de plantas de 8 días creciendo en condiciones óptimas (izquierda) y limitantes (derecha).

45

46

disminución en la longitud de la RP, una alta densidad de RLs y un aumento en la

longitud y densidad de los pelos radicales (figura 7 A y B). Desde los 8 días después

de la germinación (D.D.G.) estos cambios fueron apreciables en las plantas que

crecieron en MLP comparándolas con las que crecieron en MOP, como se puede

apreciar en la tabla 2.

Tabla 2. Características del sistema radical de A. thaliana creciendo en condiciones limitantes (1 µM) y óptimas (1 mM) de P.

P limitante

P óptimo

Densidad de pelos radicales (número/mm)

42.1 (1.7) a

24.3 (0.8) b

Longitud de pelos radicales (µM) 415.4 (22.5)a 127.4 (15.5) b

Longitud de la raíz primaria (cm) 1.1 (0.2) a 2.5 (0.4) b

Número de raíces laterales maduras 2.6 (0.4) a 1.1 (0.3) b

Las mediciones se efectuaron 8 días después de la germinación (D.D.G.). Los datos muestran las medias y la desviación estándar. Para cada parámetro medido, se usan letras diferentes para indicar las medias que difieren significativamente (P< 0.05).

Para el día 16 después de haber germinado, las plantas que crecieron en MOP

presentaron un meristemo formado por células proliferativas pequeñas, además de

presentar los gránulos de almidón típicos de las células de la columela y ausencia de

éstos en sus iniciales (figura 8 A). En contraste, las plantas que crecieron en MLP no

presentaron gránulos de almidón en la columela (figura 8 B). Además el cambio de

expresión del gen reportero que codifica para la proteína verde fluorescente en la

línea “enhancer trap” especifica de tejido diferenciado CS9201, la pérdida de la

estructura típica del meristemo y la formación de pelos radicales cercanos al ápice de

la RP durante este estrés podría sugerir que las células del meristemo han cambiado

su identidad y se mantiene metabólicamente activas (figura 8 A, B, C y D).

Para establecer a nivel más fino cuáles son los cambios en la región apical de la RP,

efectuamos cortes histológicos de dicha región en plantas de 12 días de crecimiento

en presencia y ausencia de P. En las plantas que crecieron en MOP, la anatomía de

la región meristematica presento una estructura típica, con un QC y células iniciales

bien definidas y gránulos de almidón conspicuos en la columela (figura 8 E y G)

Figura 8. Efectos de la disponibilidad de P en el meristemo de la raíz primaria. Gránulos de almidón observados en la raíz primaria de Arabidopsis creciendo en condiciones óptimas (A) y limitantes (B) de P. Patrón de expresión del la proteía verde fluorescente (GFP) en la línea transgénica CS9201 creciendo en medio con alto (C) y bajo (D) P. Cortes longitudinales del ápice de la raíz de Col-0 creciendo en condiciones óptimas (E) y limitantes (F). Acercamiento de la región del QC y la columela (G) y (H) correspondientes a E y F respectivamente. Nótese que no hay gránulos de almidón en las células de la cófia (B y H) ni formación de pelos radicales y protoxilema cercanos a la punta. Plantas de 16 días de crecimiento (A–D). Plantas de 12 días de crecimiento (E–H). Barras de escala en A-D = 100 μm, en (E y F), (G) y (H) son iguales a 20, 40 y 10 μm,

47

48

similar a lo reportado por Baum et al. (2002). En contraste, en las plantas que

crecieron en MLP se perdió la organización típica del MRP, no presento un QC ni

células iniciales claramente definidas y además no hubo presencia de los gránulos

de almidón en las células de la columela (figura 8 F y H). El ápice de la raíz es más

grueso debido a un crecimiento isodiamétrico de las células que forman el meristemo

(figura 8 F). Asimismo se apreció que están ocurriendo procesos de diferenciación en

el meristemo porque se observó que la diferenciación del protoxilema ocurre en la

región más cercana al ápice, que anteriormente estaba ocupada por las células del

meristemo (140 μm desde el área del QC) y porque en distancias de 10 células a

partir de sus iniciales, los tricoblastos se están diferenciando para formar pelos

radicales (figura 8 E y F). De igual manera, al observar al microscopio el ápice de la

RP de una muestra 20 de raíces clarificadas se encontró que la formación de las

RLs ocurre más cercana al ápice en plantas que crecen en MLP. En plantas que

crecen en MOP los PRLs se encontraron más cercanos al ápice a una distancia de la

punta de 2 a 3 mm, mientras que en MLP se encontraron a una distancia de 300 a

450 μm. Lo anterior nos indica que la baja disponibilidad de P induce cambios

anatómicos en la región apical de la RP y se continúan procesos de diferenciación.

5.1.2 Los cambios en la arquitectura de la raíz son evocados específicamente por la

disponibilidad de P

Dado que se ha reportado que la disponibilidad de algunos nutrimentos como el

fierro y el nitrógeno evocan cambios en el sistema radical (Malamy y Ryan, 2001;

Forde, 2002), existe la posibilidad de que las respuestas anteriormente descritas

(apartado 5.1.1) no sean específicas a la disponibilidad de P. Para descartar esta

posibilidad hicimos germinar y crecer a A. thaliana en medios de cultivo carentes de

potasio (K), nitrógeno (N), azufre (S) y fierro (Fe), cuantificamos los componentes de

la arquitectura del sistema radical, con el fin de compararlos con las plantas crecidas

en condiciones de carencia de P y control (P óptimo). Encontramos que el eliminar

del medio el N, Fe o S no tuvo ningún efecto en la longitud de la RP (figura 9 A y C).

En el medio carente de K, la longitud de la RP es menor, sin embargo no presenta

desorganización celular, ni formación de pelos radicales cercanos a su meristemo

(figura 9 A y C panel inferior). El número de las RLs se incrementa únicamente en las

plantas que crecen en MLP y S, pero en la carencia de S la formación de RLs es

25% menor que en P (figura 9 B). Lo cual nos sugiere que la disminución de la

longitud de la RP y la diferenciación celular en la región meristemática es evocada

específicamente por la carencia de P y que el incremento en el número de RLs es

especifico para la carencia de S y de P, pero con mayor intensidad que en el medio

carente de P.

Control P N K Fe S

0

1

2

3

4

5

6

Cont P K N S FeLong

itud

de la

raíz

prim

aria

(cm

)

012345678

Cont P K N S FeNúm

ero

de ra

íces

late

rale

s

C A

B

aa a a

b

c

a

b

c cc

c

Figura 9. Cambios en la arquitectura del sistema radical de A.thalianas en respuesta a la carencia de algunos nutrimentos. Efecto de la carencia del nutrimento indicado en el crecimiento de la raíz primaria (A) y el número de raíces laterales (B). (C) Fotografías de plantas creciendo en carencia de en nutrimento indicado (panel superior), acercamiento del meristemo de la raíz primaria (Paneles inferiores) de las líneas transgénicas CycB1;1:uidA. Los valores en (A) y (B) representan la media, n=30 ± SE. Plantas de 14 D.D.G. creciendo en medios carentes del nutrimento indicado. Las letras indican diferencias estadísticamente significativas (P<0.05).

49

5.1.3 La disponibilidad de P afecta el crecimiento de la raíz primaria y el número de

raíces laterales

50

A

B

2

4

6

8

0 2 4 6 8 10 12 14Long

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de la

raíz

prim

aria

(c

m)

4

8

12

16

0 2 4 6 8 10 12 14Núm

ero

de ra

íces

late

rale

s

24

6

8

10

12

14

0 2 4 6 8 10 12 14

Den

sida

d de

las

raíc

es

late

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P óptimo

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C

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raíc

es

late

rale

s

P óptimo

P limitante

C

D.D.G.

Para comparar los efectos temporales de la disponibilidad de P en el crecimiento de

la RP, la formación de RLS y en función de estos datos, calcular la densidad de RLs

(DRLs; número de RLs por cada

centímetro de la longitud total de la raíz

primara), hicimos cinéticas de

crecimiento, germinando y creciendo

semillas de A. thaliana Col-0, en

condiciones limitantes y óptimas de P y

cada dos días se cuantificaron los

parámetros antes mencionados. Se

encontró que durante los primeros 4

D.D.G., las plantas creciendo en ambas

condiciones tienen una tasa de

crecimiento similar. Sin embargo a partir

de este día se observó una reducción del

crecimiento de la RP en las plantas que

crecieron en MLP, en comparación con

las plantas que crecieron en MOP que

presentaron un crecimiento constante.

Alrededor de los 10 D.D.G. cesó el

crecimiento de la RP de las plantas en

MLP y su longitud se mantuvo entre 1.3 y

1.5 cm hasta los 14 días que duró el

experimento (figura 10 A).

La primera raíz lateral emergió entre los

4 y 6 D.D.G., tanto en condiciones

limitantes como óptimas de P. Sin

Figura 10. Efecto de la disponibilidad de P en el crecimiento del sistema radical y en la formación de raíces laterales. Cinéticas de (A) longitud de de la raíz primaria, (B) número de raíces laterales y (C) densidad de las raíces laterales. Los valores graficados son las medias ± SE, n = 30.

51

embargo, el incremento en el número de las RLs fue de 3 a 4 veces mayor en

plantas que crecieron en MLP, comparándolas con las que crecieron en MOP (figura

10). Como consecuencia, la densidad de RLs de las plantas no estresadas mostró un

ligero incremento hasta llegar a ser constante al día 10 D.D.G. En contraste, las

plantas estresadas presentaron un incremento exponencial alrededor del día 8 y para

el día 14 tenían de 4 a 5 veces mayor densidad de las RLs que las plantas no

estresadas. Por lo que pudimos apreciar que la disponibilidad de P afecta de manera

gradual al programa de desarrollo postembrionario del sistema radical de A. thaliana.

5.1.4 Los procesos de elongación y división celular se modifican en respuesta a la

disponibilidad de P

Dado que el crecimiento de la raíz ocurre en su región distal como resultado de la

actividad proliferativa de las células del meristemo apical y la expansión rápida y

controlada de las células en la zona de elongación, se hizo un análisis detallado de

los cambios temporales que ocurren en el meristemo así como en las zonas de

diferenciación y de elongación de raíces primarias de A. thaliana creciendo en P

óptimo y limitante; lo anterior con la finalidad de determinar si el fenotipo de raíz corta

observado en las plantas que crecen en MLP se debe a una reducción en la longitud

celular o una reducción en la división celular o por la combinación de ambas. Se

midió la longitud de los tricoblastos, los cuales acaban de entrar a la zona de

diferenciación. Se encontró que en las plantas que crecieron en MOP, la longitud

promedio de las células (147 ± 4 μm) permaneció constante durante los 14 días que

duró el experimento. En contraste, en las plantas que crecieron en MLP, se observó

una reducción en la longitud de estas células desde los primeros días después de su

germinación, hasta llegar a su menor tamaño (30 ± 1 μm) el día 10, siendo 70% más

cortas comparándolas con aquellas que crecieron en MOP (figura 11 A). El proceso

de alargamiento ocurre durante el paso de las células por la zona de elongación;

dicha zona disminuye su tamaño cuando hay estrés por P (figura 7 B). Esta

reducción puede ser únicamente como consecuencia de una disminución de la

Figura 11. Cambios temporales de los parámetros celulares de la raíz de Arabidopsis thaliana durante el estrés por P. (A) longitud celular, (B) número de células epidérmicas alongándose y (C) número de células meristemáticas. Col-0 A y B, CycB1;1:uidA C. Se muestran los valores de las media ± SE, con una muestra de 30 raíces.

52

longitud de las células que la conforman sin afectar el número de éstas, o bien por

una diferenciación de las células que permanecen en esta zona. Por lo tato contamos

el número de células en una sola fila (que darán origen a la epidermis diferenciada),

presentes en la zona de elongación.

Los límites de dicha zona los

tomamos a lo largo de la RP a partir

de la primer célula que fuera del

doble del tamaño que las células

meristemáticas, hasta la primera

célula que mostrara claramente la

iniciación de un pelo radical. En las

plantas que crecieron en MOP,

desde el día 2 hasta que terminó el

experimento, la zona de elongación

presentó de 8 a 10 células en

promedio. Por el contrario, en

plantas que crecieron en MLP,

además de observarse que la

longitud de las células se afectó, se

encontró una disminución dramática

en el número de células que forman

ésta zona perdiéndose la zona de

elongación completamente al día 12

después de la germinación (figura

11 B). Lo anterior nos sugiere que,

durante el estrés por P, la longitud

de la RP se ve afectada al menos en

parte por la disminución en la

elongación celular, causada por la diferenciación gradual y prematura de las células

que salen de la región meristemática, teniendo como consecuencia final el

agotamiento de la zona de elongación. Es conveniente remarcar que los procesos de

iniciación de las RLs ocurren mucho más cercanos a la punta de la RP, (300 a 500

μm) cuando las plantas crecen en estrés por P que cuando crecen en óptimas

condiciones (2 a 3 mm).

El siguiente paso efectuado fue investigar si el bajo P podría estar afectando los

procesos de división celular en el MRP. Para esto se contó el número de células en

el MRP de las plantas que crecieron en condiciones óptimas y limitantes de P,

durante 14 días. Se observó que el número de células en la zona meristemática de

las plantas creciendo en MOP permaneció constante durante el experimento (20 a 31

células), mientras que en las plantas que crecieron en MLP, el número celular

Figura 12. Cambios temporales en la expresión del gen reportero GUS en las líneas marcadoras de mitosis CycB1;1:uidA (A-E y K-Ñ) y de respuesta a auxinas DR5:uidA (F-J y O-S) en respuesta a la disponibilidad de P. Patrón de expresión de plantas creciendo en P óptimo (A-J) y limitantes (K-S). Fotos representativas de una muestra de l5 raíces para cada tratamiento.

53

54

disminuyó desde etapas tempranas (4 días) y se siguió reduciendo hasta que no se

identificaron células que al menos en morfología aparentaran ser meristemáticas

(figura 11 C). Las células presentes mostraron características de células

diferenciadas y sin aparente capacidad de división.

Para tener evidencia molecular de que la actividad mitotica de estas células había

cesado, se analizó la expresión temporal en plantas transgénicas del marcador

específico del ciclo celular en la tansición G2 a M CycB1;1:uidA creciendo en alto y

bajo P. En las plantas creciendo en MOP, la localización e intensidad de la expresión

de CycB1;1:uidA se presentó fuertemente relacionada con la región meristemática,

mostrando un patrón de expresión en las células en división cubriendo

aproximadamente 200 μm, sin detectarse actividad en el centro quiescente o en la

cofia de la RP (figura 12 A a E). En MLP, la expresión de CycB1;1:uidA durante los

primeros días después de la germinación fue similar a las plantas que crecieron en

MOP (figura 12 K a M), sin embargo, conforme pasó el tiempo este patrón de

expresión se alteró hasta que a partir de los 12 días después de la germinación y

hasta que el experimento finalizó, la expresión fue completamente ausente en la

región meristemática de la RP, evidenciando la ausencia de divisiones celulares

(figura 12 N y Ñ). Los resultados anteriores indican que bajo condiciones limitantes

de P, la actividad mitótica en el MRP disminuye hasta perderse totalmente y

agotarse. Lo cual contribuye al fenotipo de raíz corta evocado por la baja

disponibilidad de P.

5.1.5 La deficiencia de fósforo altera la expresión del marcador de respuesta a

auxinas en la raíz primaria

Se ha reportado que en el ápice de la raíz es necesaria la formación de un gradiente

de respuesta a auxinas para que se mantenga de manera correcta la estructura, la

organización y la actividad mitótica del meristemo (Sabatini et al., 1999). Para

determinar si la pérdida de división celular y los cambios en la anatomía del

meristemo se correlacionan con cambios en el gradiente de respuesta a auxinas, se

analizó la expresión temporal del marcador DR5:uidA en plantas que se encontraban

55

en bajo y alto P. Las plantas transgénicas que expresan el marcador DR5:uidA han

sido utilizadas para visualizar regiones responsivas a auxinas (Ulmasov et al., 1997).

Estas plantas nos permiten la visualización del gradiente de auxinas en la región

distal del MRP (Sabatini et al., 1999). Se encontró que en los ápices de plantas

creciendo en MOP, la respuesta máxima a auxinas, revelada por la expresión de

DR5:uidA, se presentó en las células de la columela y las células del centro

quiescente. También se detectó actividad de GUS en el cilindro central,

particularmente en el procambium. La actividad de GUS en este tejido es variable y

se puede presentar en la parte central o en capas celulares periféricas (figura 12 F).

No se observaron cambios en el patrón de expresión de este marcador en plantas

creciendo en condiciones óptimas desde el día 4 hasta el día 16 postgerminación

(figura 12 F a J) similar a lo previamente reportado para plantas de A. thaliana

(Sabatini et al., 1999). La expresión de DR5:GUS en plantas creciendo en MLP es

similar en los primeros días después de la germinación (figura 12 O comparada con

F). Para el día 8 la expresión disminuye en el cilindro central y en las células de la

columela hay una disminución notable (figura 12 Q). A partir del día 12 D.D.G. se

presentó una actividad residual en células que aparentemente fueron de las iniciales

del procambium (figura 12 R y S). Los resultados indican que bajo condiciones

limitantes de P, la disminución de la actividad mitótica en el MRP se correlaciona con

la disminución en la respuesta a auxinas y el subsecuente agotamiento del

meristemo.

5.1.6 El agotamiento del meristemo de la raíz primaria se correlaciona con el

incremento en la expresión de genes que participan en el sistema de rescate al

estrés por P

Tomando en cuenta por un lado que la baja disponibilidad de P evoca cambios en la

identidad de las células presentes en el ápice de la RP, por lo que estas células

pierden su capacidad de dividirse, y por otro lado que el estrés por P induce un

sistema de rescate que incluye la activación transcripcional de transportadores de P

de alta afinidad (PT) y la exudación de ácidos orgánicos y fosfatasas ácidas (FA) que

permiten a la planta incrementar la toma de P desde la rizosfera (Raghothama,

1999), podríamos esperar que las células que han dejado de ser meristemáticas se

diferencien para participar en la toma de P. Para investigar la relación entre el

agotamiento del meristemo y el sistema de rescate inducido en bajo P, se hizo un

monitoreo a varios tiempos de la inducción de dos procesos regulados por la

disponibilidad de P, la exudación de FAs y la expresión dirigida por los promotores de

los genes que codifican para los transportadores de alta afinidad de P AtPT1 y 2, en

Figura 13. Efecto de la disponibilidad de P en: La exudación de fosfatasas ácidas en plantas de Arabidopsis creciendo en alto P (A) y bajo P (B-E). La expresión del gen reportero GUS fusionado a los promotores de los genes AtPT2 y AtPT1 sin estrés por P (F y K) y en el éstres (G a J y L a O) respectivamente. La flecha indica una raíz lateral que no presenta expresión de GUS. Fotos representativas de una muestra de l5 raíces para cada tratamiento, barra de escala 100 μm.

56

57

plantas creciendo en condiciones óptimas y limitantes de P.

Bajo nuestras condiciones experimentales y durante el tiempo que duró el

experimento (16 días), no se observó la exudación de FAs en las plantas que

crecieron en MOP (figura 13 A). En plantas que crecieron en MLP a partir del día 10

se observó claramente una coloración azul, que nos indicó la exudación de FAs, en

los ápices radicales (figura 13 B a E). La región que presentaba mayor exudación de

FAs (deducida por la intensidad del color azul) fueron los meristemos agotados y los

pelos radicales maduros (figura 13 C a E).

Las plantas transgénicas pAtPT2:uidA creciendo en condiciones óptimas de P no

mostraron actividad de GUS en el sistema radical, incluyendo las regiones

meristemáticas, durante los 16 días que duró el experimento (figura13 F). De igual

forma, no se presentó expresión de GUS en las plantas que crecieron en MLP

menores de 8 días (figura 13 G). En contraste, desde los 10 D.D.G. las plantas que

crecieron en MLP mostraron una fuerte expresión de GUS en todo el sistema radical

y con más intensidad en los meristemos agotados (figura 13 H a J), similar a lo

previamente reportado (Karthikeyan et al. 2002). Las líneas transgénicas

pAtPT1:uidA que crecieron en MOP presentan una expresión de GUS baja en todo el

sistema radical exceptuando las zonas meristemáticas y de elongación donde no se

detectó expresión (figura 13 K). En las líneas transgénicas que crecieron en MLP, la

expresión de GUS se incrementó considerablemente y los ápices de la raíz

expresaron GUS conforme el proceso de diferenciación avanzó hacia el ápice de la

raíz hasta alcanzar el meristemo (figura 13 L a O). Es de notar que solamente el

tejido diferenciado expresa GUS, ya que en las RLs recién emergidas en plantas de

16 D.D.G., no se pudo detectar su expresión (figura 13 O flecha). En conjunto, estos

datos nos permiten proponer que el programa de desarrollo que evoca la deficiencia

de P se correlaciona al menos temporalmente con la exudación de fosfatasas ácidas

y el aumento en la expresión de genes que codifican para transportadores de P de

alta afinidad.

5.1.7 La pérdida de la actividad mitótica en el meristemo no es la causa del

incremento en la expresión de genes que codifican para transportadores de P de alta

afinidad y la exudación de fosfatasas durante el estrés por P.

Como lo hemos visto anteriormente, en la respuesta a la baja disponibilidad de P

existe una correlación entre la expresión de los PTs y exudación de FAs con la

perdida de actividad meristemática. Para determinar si el hecho de que el meristemo

pierda su actividad promueve la expresión de los transportadores de alta afinidad y la

secreción de fosfatasas ácidas, se hizo un experimento evaluando la inducción de

estos PTs en una línea trasngénica cuya RP es muy corta y cuyo MRP presenta una

Figura 14. Efecto de la perdida de la actividad meristemática de la línea DT-AtsM en la expresión transportadores de P de alta afinidad y exudación de fosafatasas ácidas. Plantas creciendo en condiciones óptimas (A a C, G a I y M a Ñ) y limitantes (D a F, J a l y O a Q). La tinción en azul indica donde se esta expresando pAtPT2:uidA (A, G, M, D, J y O), la exudación de fosfatasas ácidas (B, H, N, E, K y P) y las células que están en mitosis (C, I, Ñ, F, L, y Q). Fotos representativas de una muestra de 20 raíces por tratamiento.

58

59

fuerte desorganización aún cuando crece en MOP. La línea transgénica DT-AtsM se

caracteriza por que su meristemo deja de ser funcional debido a que expresa una

toxina en las células de la cofia (Tsugeki y Fedoroff, 1999). Para el experimento

cruzamos la línea DT-AtsM con las líneas CycB1;1:uidA y pAtPT2:uidA con la

finalidad de evidenciar la división celular en el meristemo y la inducción de AtPT2.

Para ello, se creció a la progenie F1 de las cruzas anteriores en MOP y MLP y se

evaluó la actividad de gen reportero GUS y la exudación de FAs al medio.

Encontramos que la actividad mitótica de las células del MRP de las plantas F1

disminuye de manera drástica a los 10 D.D.G. y que desaparece por completo a los

15 D.D.G., tanto en bajo como en alto P (figura 14 C, I, Ñ, F, L y Q). En las plantas

que crecieron en MLP, a partir de los 10 D.D.G., el nivel de exudación de FAs y la

inducción de pAtPT2:uidA fueron en incremento hasta el día 15 que duró el

experimento (figura 14 J, K, O y P) mientras que no fueron detectables en las plantas

que crecieron en MOP (figura 14 B, G, H, M y N). Esto muestra que la pérdida de la

actividad meristemática no es la causa de la inducción de pAtPT2:uidA y la

exudación de FAs y que esta relación es únicamente espacio temporal. Es

importante entonces resaltar que la baja disponibilidad de P regula directamente la

expresión PTs y la exudación de FAs de manera independiente a la perdida de la

proliferación celular en el meristemo.

5.1.8 El agotamiento del meristemo de la raíz primaria no es la causa del aumento

del número de raíces laterales durante el estrés por P

Para descartar que el incremento en el número de RLs en las plantas que crecieron

en MLP, se debiera a la perdida del la actividad mitótica del meristemo y no de

manera directa a la baja disponibilidad de P, hicimos crecer a las plantas

transgénicas DT-AtsM y como control al ecotipo Nossen en medio con bajo y alto P y

se contó el número de RLs a los 5, 10 y 15 D.D.G. Se uso la línea DT-AtsM porque en

el MRP pierde la actividad mitótica, emulando el agotamiento del meristemo que

observamos cuando las plantas crecen en MLP. Se encontró que tanto en la planta

silvestre WT como en la línea transgénica DT-AtsM se indujo un aumento en el

número de RLs cuando las plantas crecieron en MLP (figura 15 A y B). Sin embargo

la transgénica DT-AtsM tanto en bajo como en alto P, presenta un aumento muy ligero

en el número de RLs si lo comparamos con las plantas WT (figura 15 A y B).

Tomando en cuenta los resultados anteriores, el aumento del número de RLs en A.

thaliana no es consecuencia de la pérdida del la actividad proliferativa del MRP, sino

es consecuencia directa de la carencia de P.

Figura 15. Efecto de la perdida de la actividad meristematica en el número de raíces laterales. Cuantificación de las raíces laterales de (A) A thaliana ecotipo Nossen y (B) línea transgénica DT-AtsM creciendo en condiciones óptimas y limitantes de P deuna muestra de 20 plantas

5.1.9 La disponibilidad de P regula la emergencia de raíces laterales

60

En la formación de las RLs se pueden distinguir dos procesos bien marcados que

son la formación de los PRLs y la emergencia de éstos. El primordio se forma a partir

de células del periciclo, las cuales efectúan una serie de divisiones celulares

estereotipadas hasta formar esta estructura, seguido a esto, por elongación de las

células y divisiones celulares en su meristemo, emergen y forman las RLs (Malamy y

Benfey, 1997). Cuando A. thaliana creció en MLP, se observó un aumento gradual en

el número de las RLs (figura 10 B). Este aumento en el número de las RLs puede

deberse a la inducción en la formación de novo de RLs, o bien por la inducción en la

elongación de los PRL ya formados. Para poder determinar lo anterior, se hicieron

crecer plantas en condiciones óptimas y limitantes de P. A los días 6, 10 y 14 se

clarificaron y contaron todas las etapas de la formación de las RLs. Las estados de

desarrollo de los PRLs se clasificaron de acuerdo con Zhang et al., (1999) y son: (A)

hasta 3 capas celulares, (B) de más de tres capas celulares hasta formar el domo,

(C) formado el domo y alargándose sin haber emergido, (D) RLs emergidas menores

de 0.5 mm de longitud y (E) RLs de más de 0.5 mm de longitud (figura 16 B). Las

plantas que crecieron en MOP presentaron un incremento gradual en el número de

órganos laterales de la raíz (PRLs y RLs) conforme pasó el tiempo, y el número de

Figura 16. Efecto de la disponibilidad de fósforo en el desarrollo de las raíces laterales. (A) cuantificación de los primordios y raíces laterales presentes en la raíz primaria de A. thaliana. Las plantas crecieron en condiciones óptimas (izquierda) y limitantes (derecha). Las cuantificaciones se hicieron a los 6, 10 y 14 días después de la germinación (D.D.G.). (B) Etapas de desarrollo que se cuantificaron. Se grafica la media ±SE, de una muestra de 20 plantas

61

primordios (figura 16; etapas A, B y C) siempre fue mayor (de 92 a 70%) que el

número de las RLs (etapa D y E figura 16 A) durante el desarrollo del experimento.

De manera contraria, en las plantas que crecieron en MLP, el total de órganos

laterales de la raíz no presentaron aumentaron a partir del día 6 D.D.G. y el

porcentaje de PRLs disminuyó hasta representar el 10% del total de los órganos

laterales, mientras que el porcentaje de RLs aumento drásticamente (figura 16 A).

Otro de los aspectos a resaltar es que al inicio del experimento (día 6), se podía

observar que existió un mayor número de primordios en las plantas que crecieron en

MLP comparando con el número de aquellas con las que crecieron en MOP. Por lo

anterior se tiene que el P está regulando en etapas la formación de los PRLs (de

manera temprana y la emergencia de las de los PRLs para formar RLs.

5.1.10 El proceso de desarrollo determinado y el incremento en la expresión de

genes que codifican para transportadores de P de alta afinidad también ocurre en las

raíces laterales

Tabla 3. Agotamiento de los meristemos del sistema radical de A. thaliana creciendo en condiciones limitantes (1 µM) y óptimas (1 mM) de P.

% de meristemos agotados

D.D.G.

P limitante

P óptimo

8

22 ±12

0

13 25 ± 4 0

14 38 ± 11 0

15 47 ± 9 0

16 52 ± 7 0

Las observaciones se efectuaron a partir de los 8 y hasta los 16 días después de la germinación (D.D.G.). Los datos muestran las medias ± SD, n=15

Para establecer si el desarrollo determinado también ocurre en las RLs, efectuamos

un análisis de crecimiento, morfología y expresión de las líneas marcadoras

CycB1;1:uidA, DR5:uidA, pAtPT2:uidA y pAtPT1:uidA en las RLs de plantas de 12 y

62

63

16 días de crecimiento. A partir del día 8 después de la germinación se inspeccionó

el desarrollo de las RLs de plantas creciendo en MOP y no se presentó ningún

meristemo agotado en todo el sistema radical (Tabla 3). Además la expresión de

CycB1;1:uidA y DR5:uidA presentó un patrón normal en todos los meristemos de las

plantas que crecieron en MOP, mostrando la apariencia de mosaico típica de

CycB1;1:uidA y el gradiente máximo de respuesta a auxinas en QC y columela para

DR5:uidA (figura 17 E y F). De manera similar a lo observado en alto P, el sistema

radical de las plantas que crecieron en bajo P presentó RLs en distintos estados de

crecimiento, desde las recién emergidas (0-5 mm; figura 17 B y G) a maduras (5-

10mm; figura 17 C y H), las cuales mantuvieron su crecimiento y mostraron alta

actividad mitótica y el gradiente de de respuesta a auxinas. Además se encontró que

las RLs de una longitud entre 15 y 20 mm ya no presentaban crecimiento dado que

presentaron procesos de diferenciación, como la formación de pelos radicales en los

ápices y meristemos agotados (figura 17 D, E, I y J). La expresión de GUS en las

líneas CycB1;1:uidA y DR5:uidA se redujo de manera muy marcada en las RLs que

no seguían creciendo (figura 17 D e I) y fue completamente ausente en las RLs que

presentaron un meristemo agotado, morfológicamente reconocible (figura 17 E y J).

El número de RLs agotadas se incrementó hasta un 52% a los 16 D.D.G:, que fue lo

que duró el experimento (Tabla 3). Es importante remarcar que de igual forma que

ocurre en la RP, en las RLs de primer orden se inician el proceso de diferenciación y

las raíces terciarias comienzan a emerger, resultando en un sistema radical más

ramificado.

En plantas de 16 días creciendo en alto P no se detectó la expresión de pAtPT2:uidA

en ninguna de sus RLs (figura 17 K), mientras que únicamente en las RLs agotadas

de las plantas que crecieron en bajo P se detectó un fuerte incremento en la

expresión de pAtPT2:uidA (figura 17 L). Similar a lo ocurrido en la RP, la expresión

de pAtPT1:uidA es ligera y se presenta únicamente en los tejidos diferenciados de

las RLs de plantas que crecen en condiciones óptimas (figura 17 M). Sin embargo,

cuando crecen en MLP presentan una fuerte inducción en los tejidos diferenciados y

en los meristemos de las RLs que se han diferenciado y agotado (figura 17 P), lo cual

claramente contrasta con las regiones meristemáticas de las RLs que aún no se

habían agotado y no presentan inducción de este gen (figura 17 N y O). Por lo tanto

encontramos que los cambios evocados por la disponibilidad de P ocurren en todos

los meristemos apicales radicales que se han agotado.

Figura 17. Efecto de la disponibilidad de fósforo en el patrón de expresión de CycB1;1:uidA, DR5:uidA, pAtPT2:uidA y pAtPT1:uidA, en las raíces laterales de A. thaliana creciendo en meio limitante de P. Plantas de CycB1;1:uidA (A), DR5:uidA (F), pAtPT2:uid (K) y pAtPT1:uidA (M) creciendo en fósforo alto . Diferentes estados de desarrollo de las raíces laterales de plantas de 16 días de crecimiento, CycB1;1:uidA (B-E) y DR5:uidA (G-J) creciendo en condiciones limitantes de fósforo. Patrón de expresión de pAtPT2:uidA (L) y pAtPT1:uidA (P) en las raíces laterales agotadas y en raíces laterales de pAtPT1:uidA recién emergidas (N y O). Barra de escala = 100 µm.

64

65

5.2 Caracterización de un grupo de mutantes de A. thaliana que manifiestan una

respuesta radical alterada

Como ya hemos observado, la disponibilidad de P está afectando el desarrollo del

sistema radical, tanto en la formación de RLs y pelos radicales como en el

crecimiento del sistema radical. Con el fin de encontrar los componentes moleculares

que están participando en estos cambios, seguimos la estrategia de genética directa

y se buscaron mutantes que se encuentren afectadas en este proceso, por lo que en

nuestro grupo de trabajo se efectuó un escrutinio en una población de semillas de A.

thaliana Col-0 mutagenizada con etilmetanosulfonato (EMS), seleccionando aquellas

mutantes que se encontraran afectadas en los cambios del sistema radical evocados

por la baja disponibilidad de P. De dicho escrutinio se seleccionaron cinco grupos de

mutantes, afectados en alguno de los componentes de la arquitectura radical (López-

Bucio, 2001).

5.2.1 Selección de un grupo de mutantes que no detienen el crecimiento de su raíz

primaria en bajo P

Uno de los grupos de mutantes insensibles a la baja disponibilidad de P reportados

por López-Bucio (2001) constituyó un grupo de 60 mutantes EH (por Esmeralda

Hernández Abreu quien inició el escrutinio). La característica principal de este grupo

de mutantes fue que, a diferencia de las plantas tipo silvestre (WT), cuando crecen

en condiciones limitantes de P alargan su RP (figura 18 A y B). De este grupo se

seleccionó un subgrupo de 11 mutantes, tomando como parámetros de selección

que provinieran de distintos grupos parentales de semilla mutagenizada y que el

fenotipo del sistema radical fuera consistente por al menos tres generaciones filiales.

Estas 11 mutantes, ahora renombradas lpi por las siglas en inglés de low phosphorus

insensitive, se retrocruzaron al menos tres veces para su posterior caracterización.

5.2.2 El fenotipo de las mutantes lpi solamente varía en condiciones limitantes de P

Para cotejar las alteraciones en el

desarrollo inducidas por la baja

disponibilidad de P en las mutantes

lpi, se crecieron plantas silvestres

(WT) del ecotipo Col-0 y las

mutantes lpi lado a lado en placas

con alto (1mM) y bajo (1μM) P.

Tanto las plantas WT como las

mutantes que crecieron en MOP

presentaron un sistema radical

típico pivotante, producto de un

desarrollo indeterminado donde la

RP es el eje principal del

crecimiento y las RLs son muy

cortas (figura 18 B). Sin embargo

en MLP, las plantas WT presentan

una RP con un crecimiento limitado

y con formación de varias RLs,

aparentando ser un sistema radical

corto, muy ramificado y que

claramente contrasta con la

arquitectura del sistema radical

observado en alto P (figura 18 B).

Mientras que las mutantes lpi1

fueron insensibles a la inhibición

del crecimiento de la RP inducida

por la carencia de P, en MLP

presentaron una arquitectura del

Figura 18 Escrutinio y caracterización fenotípica. (A) Pantas en MOP, la flecha indica una de las mutantes seleccionadas. (B) Plantas de 14 D.D.G., WT (Col-0) y lpi1 creciendo lado a lado en medio con alto (izquierda) y bajo (derecha) P. (C) Col-0, lpr1 y lpi2 creciendo en invernadero.

66

sistema radical similar a la arquitectura característica en alto P (18 B figura). En

condiciones de invernadero, la parte aérea de las mutantes lpi presentó un

desarrollo vegetativo, de silicuas y producción de semillas similar a las plantas WT

(figura 18 C). Bajo estas condiciones la única diferencia observada entre la WT y las

mutantes fue la floración más temprana (3 a 5 días) en las mutantes. Estas

observaciones indican que los defectos genéticos presentes en las mutantes lpi

afectan de manera específica al programa de desarrollo postembrionario en

condiciones limitantes de P y de modo muy marcado a nivel del sistema radical.

5.2.3 Análisis genético

Para determinar las bases genéticas del fenotipo de las mutantes lpi, las líneas

homocigotas de cada una de las mutantes se cruzaron con las plantas WT y se

Tabla 4. Tasa de segregación de la progenie resultante de las cruzas de cada una de las líneas mutantes lpi con las plantas silvestres (WT).

Cruza

Fenotipo de la progenie _________F1_____

Fenotipo de la progenie ________F2_______

Relación obtenida

Relación esperada

χ2*

Raíz corta (WT)

Raíz larga (mutante)

Raíz corta (WT)

Raíz larga (mutante)

WT:mutante

WT:mutante

lpi1 X WT

18

44

17

2.89:1.11

3:1

0 0.27 lpi2 X WT 0 22 13 60 0.71:3.29 1:3 2.01 lpi3 X WT 22 0 50 20 2.86:1.14 3:1 0.48 lpi4 X WT 14 0 86 20 3.24:0.76 3:1 2.13 lpi5 X WT 18 0 58 14 3.22:0.78 3:1 1.18 lpi6 X WT 19 0 76 23 3.07:0.93 3:1 0.16 lpi7 X WT 26 0 75 30 2.85:1.15 3:1 0.73 lpi8 X WT 19 0 39 12 3.06:0.94 3:1 0.06 lpi9 X WT 17 0 62 28 2.75:1.25 3:1 1.80

29 2.71:1.29 lpi10 X WT 15 0 61 3:1 2.50 lpi11 X WT 0 18 24 62 1.12:2.88 1:3 0.39

Plantas creciendo en medio limitante de P. * Con un grado de libertad y un valor critico del 95%, la hipótesis es aceptada si la χ2 es menor o igual a 3.84

67

analizaron las generaciones F1 y F2. En la generación F1 de las mutantes lpi 2 y 11, el

100% de las plantas presentaron fenotipo mutante y en la F2 se presentó una

relación 1:3 (sivestre:mutante) indicando que son mutaciones dominantes. Con el

resto de las mutantes en la generación F1, todas las plantas presentaron fenotipo

silvestre y en la generación siguiente la segregación fue 3:1 indicando que son

mutaciones recesivas (tabla 4). De lo anterior obtenemos que en nuestro grupo de

mutantes se presentan nueve mutantes recesivas y dos dominantes.

Para determinar el número de genes que se encontraban representados en el grupo

de mutantes lpi se efectuaron las pruebas de complementación, para lo cual

tomamos una de las mutantes y la cruzamos con el resto de las mutantes del grupo.

Lo anterior se hizo para cada una de las mutantes del grupo. Al analizar la F1 de

cada una de las cruzas, no se presentaba el fenotipo silvestre, pero, en algunas

cruzas la RP de la progenie F1 era más corta que la de las mutantes padres, es decir

aparentaba ser un fenotipo intermedio. Se analizó la F2. de estas cruzas y se

encontró que estaban segregando los fenotipos silvestre y mutante (tabla 5). Los

Tabla 5. Segregación de la progenie de las cruzas entre las mutantes lpi.

Fenotipos generación F2

Cruza Raíz corta Raíz larga Otro Total Relación obtenida

lpi1 X lpi2 11 74 85 2.1:13.9 lpi1 X lpi3 36 154 190 3:13 lpi1 X lpi4 9 53 62 2.3:13.7 lpi1 X lpi6 0 93 93 lpi2 X lpi3 15 87 102 2.3:13.7 Lpi2 X lpi4 27 96 50 (ng) 173 2.5:8.9:4.6 Lpi2 X lpi6 12 90 102 1.9:14.1 lpi2 X lpi11 13 121 12 (ag) 146 1:14:1 Lpi3 X lpi4 10 96 106 1.5: 14.5 Lpi3 X lpi6 15 69 84 2.9:13.1 Lpi4 X lpi6 11 135 146 1.1:14.9

Plantas creciendo en medio limitante de P Las cruzas de lpi1 con lpi5 a 11 no presentaron segregación. No germinó (ng), agravitropica (ag).

68

69

resultados revelaron que en la progenie de las cruzas entre lpi1 y lpi4 a 11 no se

detectó segregación alguna, sugiriéndonos que son alélicas, pero en las cruzas entre

la mutantes lpi1,2,3 y 4, todas segregaron (tabla 5), confirmando la existencia de

cuatro genes independientes (LPI1 a 4) en nuestro grupo de mutantes lpi.

5.2.4 Las alteraciones en al desarrollo del sistema radical son especificas a la

disponibilidad de P

Recientemente se ha reportado que algunos tipos de estrés abiótico como la

salinidad y la disponibilidad de nutrimentos afectan el desarrollo de la RP de A.

thaliana (López-Bucio et al., 2003; West et al., 2004). El estrés salino afecta el

crecimiento del sistema radical inhibiendo la producción de nuevas células por los

meristemos (West et al., 2004). Para determinar si las mutantes lpi están afectadas

en la respuesta a la salinidad, cruzamos las mutantes lpi con la línea CycB1;1:uidA.

La progenie y el control (línea CycB1;1:uidA ) se hicieron crecer en MS 0.1X con P

óptimo por cinco días y después se transplantaron a medios suplementados con 1%

de NaCl. Se dejaron crecer por otros seis días más, se midió el incremento de la

longitud de la RP y se hicieron la detección histoquímica de GUS. Las mutantes

transplantadas a medio que no estaba suplementado con NaCl, de manera similar al

control, presentaron un incremento en la longitud de su RP entre 2.5 y 3 cm, además

mantuvieron actividad mitótica en el MRP, esto último evidenciado por la expresión

del gen reportero CycB1;1:uidA (figura 19). Sin embargo, cuando fueron

transplantadas a medio con alto contenido de sal (1%) no presentaron divisiones

celulares en sus meristemos y solamente incrementaron de 0.1 a 0.2 cm la longitud

de su RP, presentando un comportamiento similar a las plantas control (figura 18). Lo

anterior nos indica que el desarrollo de la RP de las mutantes lpi presenta los

mismos cambios inducidos por la salinidad que las plantas WT, por lo que estas

mutaciones no afectan dicha respuesta.

Para apreciar la especificidad de las mutaciones lpi a la deficiencia de P, se evaluó el

efecto de la carencia de otros nutrimentos tales como el potasio (K), nitrógeno (N),

azufre (S) y fierro (Fe), en los componentes de la arquitectura radical de las plantas

WT y las mutantes lpi. Se encontró que la longitud de la RP en las plantas WT

presentó una disminución drástica (70%) cuando crecieron en medio carente de

fósforo (-P) y una menor disminución (40%) en medio sin potasio (-K) comparándolas

con las que crecieron en condiciones control (medio con P óptimo; C), mientras que

no se encontraron diferencias estadísticamente significativas en las plantas que

crecieron en medio sin nitrógeno (-N), azufre (-S) o fierro (-Fe; figura 20 A). La

Figura 19. Respuesta de las mutantes lpi ante el estrés salino. Gráfica donde se muestra la media ± SE de una muestra de 20 plantas mostrando el incremento de la longitud de la raíz primaria de las mutantes lpi portando el marcador de división celular CycB1;1:uidA y como control la línea CycB1;1:uidA, en presencia o ausencia de NaCl en el medio. Fotografias mostrando la actividad de GUS. Las letras indican diferencias estadísticamente significativas (P<0.05).

70

71

longitud de las raíces primarias

de las mutantes lpi fue similar a

la de las plantas WT en todos los

tratamientos de carencia de

algún nutrimento, excepto en –P,

en el cual presentan la longitud

de su RP similar a la observada

en C (figura 20 A). Las mutantes

lpi 2 a 4 mostraron una

diferencia muy pequeña pero

estadísticamente significativa en

la longitud de sus raíces

primarias en -K al comprarse con

la longitud de las raíces de

plantas tipo silvestres (figura 20

A).

Las plantas WT incrementaron el

número de las RLs en medios –

P y –S (3 y 2 veces)

respectivamente, mientras que

no se presentó cambio en el

número de éstas en los medios

C, -K, -N y –Fe (figura 20 B). Las

mutantes lpi1, 3 y 4 mostraron

una respuesta similar a la presentada por las plantas WT cuando crecieron en medio

–P y –S, mientras que la mutante lpi2 no mostró un incremento en el número de RLs

en –P, pero respondió de igual manera a la carencia de S (figura 20 B). Lo anterior

nos demuestra que las mutantes lpi responden de manera específica a la carencia de

P en el medio y que además con la mutante lpi2 es posible estudiar de manera

independiente la disminución de la longitud de la RP con respecto al aumento en el

número de RLs.

0

2

4

6

8

10

Control P K N Fe S

Núm

ero

de ra

íces

late

rale

s

0

2

4

6

Long

itud

de la

raíz

prim

aria

(cm

) WTlpi1lpi2lpi3lpi4

a a a aa a

a a aa aa

aaa

aa

aaaa a a

a

bbbcb

c

d

a aa

a

bbb

bb

c cc c c

c

cc

c c cc c

c cc

c c cc

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A

B

0

2

4

6

8

10

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raíz

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a a aa aa

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bbb

bb

c cc c c

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c c cc c

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4

6

8

10

Control P K N Fe S

Núm

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Long

itud

de la

raíz

prim

aria

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) WTlpi1lpi2lpi3lpi4

WTlpi1lpi2lpi3lpi4

a a a aa a

a a aa aa

aaa

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aaaa a a

a

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c

d

a aa

a

bbb

bb

c cc c c

c

cc

c c cc c

c cc

c c cc

c

A

B

Figura 20. Especificidad de fenotipo de las mutantes lpi. Las plantas de WT, lpi1,2,3 y 4 se crecieron por 12 días en medios carentes de los nutrientes indicados y como control medi con P óptimo. Se cuantificó los parámetros de arquitectura del sistema radical. Medias (±SE) de una muestra de 20 plantas cuantificando la longitude de la raíz primaria (A) y número de raíces laterales (B). las letras indican diferencias estadísticamente significativas (P<0.05).

5.2.5 Las mutantes lpi no son hiperacumuladoras de P Para determinar si el fenotipo de las mutantes se debe a una toma alta de P o por la

hiperacumulación de éste en los tejidos, se midió el contenido total de P en el follaje

y en la raíz de las mutantes lpi y las plantas WT. Para esto las plantas se hicieron

crecer en condiciones óptimas y limitantes de P. A los 18 días de crecimiento se

colectaron, pesaron y secaron a 70°C las muestras. Para cuantificar el contenido

total de P se utilizaron 90 mg de tejido seco. El contenido de P total tanto en las WT

como en las mutantes lpi fue más alto en las plantas que crecieron en MOP

comparándolo con aquellas que crecieron en MLP. En MOP el follaje de las mutantes

lpi1, 2 y 3, presentó un 14% menos del contenido total de P y lpi4 igual contenido con

respecto a las controles, mientras que en los sistemas radicales de todas las

mutantes presentaron una ligera reducción (9% en promedio) en el contenido total de

P (tabla 6). En los MLPs, las mutantes presentaron una disminución de la cantidad

de P, en promedio de 6 y 25 % en follaje y raíz respectivamente, comparándolas con

la cantidad en las plantas control (tabla 6). Estos resultados demuestran que el

fenotipo de la RP de las mutantes lpi no se debe a un incremento general o local del

contenido total de P.

Tabla 6. Efecto de la disponibilidad de P en las plantas WT y en las mutantes lpi en el contenido total de P (% del tejido seco )

Líneas

P óptimo

Follaje Raíz P limitante

Follaje Raíz

WT 1.45 1.62 1.05 0.66

Lpi1 1.26 1.46 1.03 0.50

Lpi2 1.23 1.5 0.90 0.54

Lpi3 1.27 1.44 0.98 0.50

Lpi4 1.49 1.51 1.01 0.48

L as mediciones del contenido de P total se efectuaron dos veces con resultados similares.

72

5.2.6 En las mutantes lpi los procesos de

elongación y división celular no se ven

afectados cuando crecen en condiciones

limitantes de P

73

La disminución en la longitud de la RP de

las plantas WT cuando crecen bajo estrés

por P está relacionada con la reducción de

la elongación y la división celular en la

región apical de la raíz. Para analizar estos

dos procesos, las mutantes lpi se crecieron

en medio con y sin P por 14 días y se

hicieron mediciones en el ápice de la raíz.

Como se observó anteriormente, las

células epidérmicas de la raíz de las

plantas WT que crecieron en MLP fueron

80% más cortas que las que crecieron en

MOP (figura 21 A). Cuando se midieron

estas células en las mutantes lpi, no se

encontraron diferencias estadísticamente

significativas entre las mutantes que

crecieron en bajo y alto P (figura 21 A). Sin

embargo, las células epidérmicas fueron

entre 15 y 30 % más cortas que las células

de las WT creciendo en MLP.

El número de células en la zona de

elongación y en la meristemática se reduce

debido a la diferenciación gradual de las

células en la zona de elongación y de las células presentes en el meristemo agotado.

Para determinar si este proceso de diferenciación también ocurre en las mutantes lpi,

0

5

10

15

20

25

30

Cél

ulas

en

la z

ona

de e

long

ació

n

0

5

10

15

20

25

30

Cél

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en

el m

eris

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o

0

0.05

0.1

0.15

0.2

Long

itud

celu

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mm

) P óptimo

P limitante

WT lpi1 lpi2 lpi3 lpi4

B

A

C

a

bb b b b b

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0.2

Long

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mm

) P óptimo

P limitante

WT lpi1 lpi2 lpi3 lpi4

B

A

C

a

bb b b b b

c c

d

aa a a a a a a a

b

a a a a aa a a

a

b

Figura 21. Efecto de la disponibilidad de P en algunos parámetros celulares de la raíz primaria. Longitud de las células epidérmicas (A). Número de células presentes en la zona de elongación (B). Número de células meristemáticas (C). Se grafican medias ± SE de una muestra de 15 plantas.

74

se llevó a cabo la cuantificación de las células presentes en la zona de elongación y

meristemática de las plantas WT y las mutantes lpi creciendo en alto y bajo P. En

figura 21 (B y C), se puede apreciar que en la zona meristemática y en la de

elongación de las plantas WT, el número de células se reduce casi en su totalidad

cuando las plantas crecen en bajo P, similar a lo anteriormente mencionado. De

manera contraria, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas en el

número de células presentes en la región de elongación y la meristemática de las

mutantes lpi cuando crecieron en MLP y MOP (figura 21 B y C).

Cuando las plantas WT crecieron en MLP, la reducción del número de células en la

zona meristemática y de elongación correlacionó con la diferenciación de las células

del ápice (figura 22 C y D). En la zona que correspondía al meristemo hubo

formación de pelos radicales (figura 22 C flecha). En MOP no se generaron pelos en

esta región cercana al ápice (figura 22 A y B ) sino hasta los 2 mm desde la punta,

independientemente del contenido de P en el medio, en las mutantes lpi no se

observó formación de pelos en el ápice radical (figura 22 G, K, Ñ y R).

Para evaluar si se presentaban cambios en la división celular y en el gradiente de

auxinas en el ápice de la raíz de las mutantes lpi cuando se sometian a estrés por P,

se cruzaron cada una de las mutantes lpi con las líneas transgénicas CycB1;1:uidA y

DR5:uidA. Una vez que las mutantes portaban los marcadores, se hicieron crecer en

condiciones óptimas y limitantes de P por 12 días, se hizo el ensayo histoquímico de

GUS y se analizaron los patrones de expresión. En las plantas WT que crecieron en

condiciones óptimas de P, se observó el patrón de expresión de mosaico típico de

CycB1;1:uidA y en las células de la columela y QC de DR5:uidA (figura 22 A y B) y

en las WT plantas que crecieron en condiciones limitantes de P, no se pudo detectar

expresión de GUS en la punta de las raíces (figura 22 C y D), sugiriendo que

entraron a un programa de desarrollo determinado. En el ápice la raíz de las

mutantes lpi, la expresión de CycB1;1:uidA y DR5:uidA fue similar tanto en

condiciones limitantes como en óptimas de P (figura 22 E-S). Además el ápice de las

mutantes que crecieron en MLP, era anatómicamente similar, incluyendo la

presencia de un QC claramente definido, como lo presentan las plantas WT

creciendo en MOP (figura 22 G, H, K, L, Ñ, O, R y S). Estos resultados demuestran

que las mutantes lpi, a diferencia de las WT, mantienen un programa de desarrollo

indeterminado cuando crecen bajo condiciones de baja disponibilidad de P.

Figura 22. Efecto de la disponibilidad de P en la expresión de los marcadores CycB1;1:uidA y DR5:uidA en las mutantes lpi1 (E a H), lpi2 (I a L), lpi3 (Ma O) y lpi4 (P a S). Plantas de 12 días de crecimiento en condiciones óptimas y limitantes de P. Fotos representativas deuna muestra de 15 plantas. Formación de pelos radicales en la zona meristemática (flecha).

75

5.2.7 Las mutantes lpi están parcialmente afectadas en sus respuestas al estrés por

P

Dentro de las respuestas más conspicuas

que se han reportado a la carencia de P en

A. thaliana se encuentran el incremento en

número y densidad de pelos radicales y

acumulación de antócianinas (Bates y

Lynch, 1996; Raghothama, 1999). Para

establecer si las mutantes lpi están

afectadas también en dichas respuestas

crecimos a las mutantes lpi y a la WT en

condiciones óptimas y limitantes de P y se

evaluaron dichas respuestas. Cuando

comparamos la longitud de los pelos

radicales de plantas WT con las mutantes

lpi, encontramos que las mutantes lpi1 y 2

mostraron pelos radicales más largos que la

WT, tanto en bajo como en alto P, mientras

que en las mutantes lpi3 y 4 fueron similares

al control (figura 23 A). Además se observó

que los pelos radicales de las mutantes lpi y

la WT son más largos en las plantas que

crecieron en MLP. El aumento en la longitud

de los pelos radicales se vió reducido

solamente en las mutantes lpi1 y 2. La

longitud de los pelos radicales en la WT en

MLP, fue en promedio de 2.4 veces más

largos que cuando crecieron en MOP,

mientras que en las mutantes lpi1 y 2 fueron

Figura 23. El efecto de la disponibilidad de P en algunas respuestas del sistema de rescate a la baja disponibilidad de P. Se presenta la media ± SE de la longitud de de los pelos radicales (A), densidad de pelos radicales (B) y contenido de antocianinas(C). La densidad de pelos radicales es le número de pelos radicales por centímetro de raíz. Una muestra de 20 plantas crecieron por 12 días (A y B) y por 18 días, tres repeticiones biológicas (C). Las letras representan diferencias estadísticamente significativas (P<0.05).

76

77

1.80 y 1.5 veces más largos respectivamente (figura 23 A). En las plantas WT la

densidad de los pelos radicales (número de pelos radicales por centímetro de RP) se

incremento un 80% en condiciones limitantes de P, mientras que en las mutantes lpi

éste aumento no es tan marcado, siendo solamente de un 20 a un 15% (figura 23 B).

Con respecto al contenido total de antocianinas, únicamente la mutante lpi2 presentó

diferencias estadísticamente significativas (20% menos) cuando creció en MLP

comparándola con las plantas WT (figura 23 C). Estos resultados nos indican que las

mutantes son parcialmente insensibles a la baja disponibilidad de P, dado que las

respuestas como la acumulación de antocianinas y el aumento en la longitud de los

pelos radicales permanecen en menor o mayor grado en las mutantes.

5.2.8 Las mutantes lpi presentan una menor respuesta en la expresión de genes

inducibles por la carencia de P

Las alteraciones que presentan las mutantes lpi en los cambios del sistema radical a

la baja disponibilidad de P sugieren que los genes LPI podrían formar parte de una

ruta de señalización que sense el estatus de nutrimentos y específicamente de P, la

cual modula la actividad mitótica y el mantenimiento del meristemo. Sin embargo,

esto no excluye que estas mutaciones afecten otro tipo de respuestas tales como la

inducción de la expresión de genes específicos para éste estrés. Para estudiar si las

lesiones genéticas en la mutantes lpi1 y 2 tienen algún efecto en la inducción de

éstos genes, se analizó la expresión de los genes que codifican para transportadores

de alta afinidad de P en condiciones contrastantes de P. Con este objetivo, se

introdujeron las construcciones que tenían el promotor de los genes que codifican

para los transportadores de P de alta afinidad AtPT1 y AtPT2, fusionados al gen

reportero GUS (pAtPT1:uidA y pAtPT2:uidA) en las mutantes lpi1 y 2, haciendo las

cruzas entre ellas. Como se había reportado previamente, las plantas pAtPT1:uidA

creciendo en MOP tienen una expresión baja pero detectable en todo el sistema

radical, exceptuando la región no diferenciada del ápice de la raíz, donde la actividad

de GUS fue indetectable (figura 24 A y B) mientras que para pAtPT2:uidA no se

detectó expresión en ninguna parte del sistema radical (figura 24 C y D). En MLP, la

expresión del gen reportero GUS en las plantas control se incrementa drásticamente

en los dos marcadores (pAtPT1:uidA y pAtPT2:uidA), y de manera aún más marcada

en el ápice de las raíces que presentaban meristemos agotados y pelos radicales

(figura 24 E a H). En MOP, la expresión de pAtPT1:uidA y pAtPT2:uidA en el fondo

genético de las mutantes lpi1 y 2, no presentó diferencias con relación a lo

observado en el control (figura 24 I a L y Q a T). En MLP la expresión de

pAtPT1:uidA en lpi1 y 2 fue inducida en la mayor parte del sistema radical pero a

diferencia del control, no se observó tinción de GUS en el ápice de la raíz (figura 24

M, N, U y V). Para el caso de pAtPT2:uidA, se observaron niveles muy bajos de

expresión en ambas mutantes y a diferencia del control, no se detectó expresión en

el ápice de la raíz cuando crecieron en MLP (figura 24 O, P, W y X).

Para estudiar más detenidamente el papel que los genes LPI en la expresión de

genes inducibles por la carencia de P, evaluamos el efecto de la carencia de P sobre

Figura 24. Expresión de AtPT1:uidA y AtPT2:uidA en la transgénica y en las mutantes lpi1 y 2. Plantas de 12 días de crecimiento en medio con condiciones óptimas y limitantes de P. Se muestra fotografías representativas de un grupo de 20 plantas analizadas.

78

79

el nivel de RNAm de los siguientes genes cuya expresión es inducida por la carencia

de P: At4, PURPLE ACID PHOSPHATASE 1 (AtPAP1), ACID PHOSPHATASE 5

(AtACP5), PHOSPHATE TRANSPORTER 1 (AtPT1), PHOSPHATE TRANSPORTER

2 (AtPT2) e INDUCED BY PHOSPHATE STARVATION 1 (AtIPS1; Muchhal et al.,

1996; Burleigh and Harrison, 1999; del Pozo et al., 1999; Martín et al., 2000; Li et al.,

2002). Los análisis de hibridación tipo Northern de At4, AtPAP1, AtACP5, AtPT1,

AtIPS1, y AtPT2 se hicieron usando el RNA total extraído de las plantas WT, lpi1, lpi2

y phr1. Esta última una mutante afectada en la inducción de la expresión de genes

que responden a la carencia de P, que crecieron en condiciones óptimas y limitantes

de P. En todos los casos se determinó la señal relativa con respecto al RNAm de

tubulina, un gen que no es inducible por bajo P.

El nivel de expresión basal de los transcritos de todos los genes, se incrementó en

las plantas WT crecidas en MLP, particularmente el RNA extraído de las raíces

(figura 25 A y B). Este incremento en el nivel basal del transcrito también se observó

en las mutantes lpi 1 y lpi2, sin embargo a niveles más bajos que los observados en

WT. La inducción de los transcritos por la baja disponibilidad de P de AtPAP1, AtPT1,

AtPT2 y AtACP5 en la raíz de las mutantes phr, lpi1 y lpi2, se redujo entre un 20 a un

80% con respecto al WT (figura 25 A y B). El cambio más drástico en los niveles de

transcritos de los genes inducibles por P, se presentó en las raíces de la mutante lpi2

donde no se presento una inducción significativa de la expresión de AtIPS1 y se

observó una inducción de At4 (doble) si se compara con WT (figura 25 A y B). En el

follaje, no se observó incremento en el nivel de transcritos de AtPT1 en las mutantes

phr1, lpi1 y lpi2, y la tasa de inducción de los transcritos de AtPAP1 y AtPT2,

redujeron entre 40 y 80%. En contraste los transcritos de AtACP5 fueron de 6 a 3

veces más altos en las mutantes phr1 y lpi1 en relación al WT. En la mutante lpi2 no

se encontró inducción en los niveles de transcrito de At4 y AtIPS (figura 24 A y B).

Estos resultados demuestran que las mutaciones lpi no solamente alteran las

respuestas del sistema radical a la carencia de P, sino que también alteran la

respuesta de algunos genes relacionados con la aclimatación de A. thaliana a la falta

de P.

Figure 25. Efecto de la disponibilidad de fósforo en la expresión de genes inducibles por su carencia en las mutantes lpi 1 y 2.(A) Ensayo de hibridación tipo northern de AtPT1, AtPAP1, At4, AtPT2, AtACP5 y AtIPS1, usando RNA del follaje y la raíz de plantas de 14 D.D.G. de A. thaliana creciendo en condiciones óptimas (1 mM ) y limitantes (μM) de P. (B) Valores de normalización de la intensidad de la señal obtenida de follaje (izquierda) y raíces (derecha). La intensidad de la señal se cuantificó usando el programa Scion y se normalizó con respecto a su valor correspondiente en tubulina

80

5.2.9 Los meristemos de las raíces laterales de las mutantes lpi pierden su actividad

mitótica

Al hacer los análisis las mutantes lpi que crecieron en MLP encontramos que los

meristemos de las primeras dos o tres RLs que emergieron presentaban una

morfología que indicaba que se habían agotado, mientras que en las plantas que

crecieron en MOP no se observaron estos cambios morfológicos en ningún ápice de

sus raíces. Para comprobar si los meristemos de las RLs de las mutantes se

agotaban, se hizo crecer a las mutantes lpi1 y 2 que portaban los marcadores

CycB1;1:uidA, pAtPT1:uidA o pAtPT2:uidA en condiciones óptimas y limitantes de P.

Después de 16 días de haber germinado se analizaron los meristemos de las

Figura 26. Efecto de la disponibilidad de fósforo en el agotamiento de las raíces laterales y en la expresión de genes de específicos a la carencia de P. Expresión de los marcadores CycB1;1:uidA (A, G, M, D, J y P), AtPT1:uidA (B, H, N, E, K y Q) y AtPT2:uidA (C, I, O, F, L y R) en condiciones de P óptimo (A a C, G a I y M a O) y limitante (D-F, J-L y P-R). Fotografías representativas de las dos primeras raíces laterales, n=20

81

82

primeras RLs. Al hacer el ensayo histoquímico de GUS encontramos que la

expresión de CycB1;1:uidA ésta completamente ausente en los meristemos de las

RLs de las plantas que crecieron en MLP, indicándonos que los meristemos estaban

en proceso de agotamiento (figura 26 J y P). La expresión de pAtPT1:uidA en los

meristemos agotados estaba presente en ambas mutantes (figura 26 K y Q) mientras

que pAtPT2:uidA estaba ausente en la mutante lpi1 y muy reducida en la mutante

lpi2; demostrándonos que el programa de desarrollo indeterminado estaba afectado

únicamente en el MRP de las mutantes lpi y que estos meristemos agotados

presentaban una inducción diferencial de los transportadores de P de alta afinidad.

5.2.9 Ubicación de los genes mutados en los cromosomas

Con el fin de conocer la ubicación del gen mutado en el genoma, se generaron

poblaciones de mapeo. Dichas poblaciones se generaron cruzando cada una de las

mutantes lpi homocigotas las cuales están en el fondo genético Columbia con plantas

silvestres WS, se colectó la progenie F1 y se dejó autofecundar para obtener la

población F2. Para el caso de lpi1, 3 y 4 la población F2 se creció en MLP y se

seleccionaron de manera individual las plantas que dieron fenotipo mutante

(homocigotas para la mutación), se extrajo DNA y se efectuó el análisis de

segregantes mezcladas “Bulked Segregant Analysis”. Se encontró que el gen mutado

LPI1 esta ligado al marcador ciw 11 por lo que la mutación se encuentra ubicada en

el brazo superior del cromosoma III. (figura 27 A). Para determinar el intervalo de

mapeo, se evaluaron los marcadores ciw11 y nga162 en 60 plantas de manera

individual para determinar el porcentaje de recombinación y se obtuvo 17.5% y

35.7% respectivamente, indicando que la mutación esta más cercana al marcador

ciw11 (figura 28 A). Para delimitar la región de mapeo, se seleccionaron dos

marcadores que flanquearan a ciw11 a aproximadamente 10% de recombinación,

ARLIM15.2 hacia el norte y GL1 al sur. ARLIM15.2 presentó un 23.6% de

recombinación sugiriendo que la mutación se encuentra ubicada al sur de ciw11, sin

embargo, cuando se evaluó GL1 no fue posible determinar el porcentaje de

recombinación, puesto que solamente se podía detectar el alelo correspondiente al

fondo genético WS (figura 28 B). Lo mismo ocurrió para los marcadores ATPOX y

F1P2-TGF, por lo que no fue posible determinar el intervalo de mapeo. La mutación

lpi1 se encuentra en el ecotipo Col-0, sin embargo, las mutantes de la población de

mapeo presenta una región muy grande (desde GL1 hasta F1P2-TGF) del

cromosoma 3 que corresponde al ecotipo WS. Evaluamos los marcadres GL1 y

F1P2-TGP en las mutantes lpi3 y 4 y encontramos que estaba presente también la

región Ws en ambas mutantes (figura 28 C). Para el caso de la mutación lpi3, por

medio del análisis de segregantes mezcladas se encontró que la mutación esta

ligada al marcador ciw 7 por lo que se ubica el brazo inferior del cromosoma 4 y

presenta un 38.9% de recombinación (figura 27 B).

Figura 27. Análisis de segregantes mezcladas “Bulked Segregant Analysis”. (A) mutante lpi1 y (B) mutante lpi3. Se muestran los geles de electroforesis de los productos de PCR para cada uno de los marcadores. En cada fotografía el control (heterocigota) se presenta en el lado izquierdo y la mezcla de las segregantes (F2 homocigotas recesivas) en el lado derecho. La banda especifica para Col-0 esta marcada con el asterisco. En (A) a diferencia del resto de los marcadores, en ciw 11, la banda correspondiente a Ws se pierde mientras que la de Col-0 se incrementa (circulo) indicando que la mutación esta ligada a ciw11. En (B) la mutación esta ligada a ciw7.

83

Figura 28. Definiendo el intervalo de mapeo. (A) Cromosoma III región donde se ubica la mutación lpi1, los valores es el porcentaje de recombinación (B) Evaluación del marcador GL1 en la población de mapeo, notar que solamente se presenta el alelo WS. (C) Evaluación de los marcadores GL1 y F1P2-TGF en las mutantes lpi1, lpi3 y lpi4

84

85

6. Discusión

El crecimiento, desarrollo y reproducción de las plantas esta a expensas de los

nutrimentos presentes en su entorno dado que son organismos sésiles. La

distribución de los nutrimentos poco móviles, como es el caso del P, es espacial y

temporalmente heterogénea. En el suelo la disponibilidad del P disminuye conforme

se aleja la raíz de la superficie y además se presentan zonas muy localizadas

(parches) ricas en este nutrimento (Lynch, 1995). Por lo anterior, la arquitectura del

sistema radical es extremadamente importante para la productividad vegetal, dado

que determina la capacidad de la planta para explorar y explotar el medio

heterogéneo donde crece (Fitter et al., 2002; Lynch, 1995). Varias especies

vegetales pueden acrecentar la toma del P aumentando la capacidad exploratoria del

sistema radical, llegando a los parches ricos en P del suelo, por medio del aumento

en la ramificación del sistema radical y la formación de pelos radicales (Lynch, 1995;

Lynch y Brown, 2001). Si bien algunos nutrimentos como es el caso del P evocan

cambios en el desarrollo del sistema radical, los mecanismos por los cuales las

plantas perciben la disponibilidad de estos nutrimentos y traduce(n) esta(s) señal(es)

en programas de desarrollo particulares, no han sido aún completamente descritos.

Para disectar los mecanismos fisiológicos y genéticos que las angiospermas

presentan ante la carencia de P, varios grupos de investigación están usando a A.

thaliana como un sistema modelo. Recientemente se ha descrito que la baja

disponibilidad de P induce cambios drásticos en la arquitectura del sistema radical en

A. thaliana los cuales incluyen una disminución del crecimiento de la RP, aumento en

el crecimiento y densidad de pelos radicales y un crecimiento prolífico de las RLs

(Bates y Lynch, 1996; Williamson et al., 2001; López-Bucio et al., 2002). El hecho de

que A. thaliana forme un sistema radical más corto y ramificado puede ser como

consecuencia de la alteración de su programa de desarrollo postembrionario debido

a la disponibilidad de P. La información generada en este trabajo describe de manera

detallada los cambios anatómicos, morfológicos y fisiológicos que conllevan al

cambio en la arquitectura del sistema radical a través de la actividad de sus

86

meristemos, y además aporta evidencias sólidas de que dichos cambios están

regulados genéticamente.

6.1 La deficiencia de P induce un programa de crecimiento determinado en el

sistema radical de A. thaliana

Uno de los fenómenos más conspicuos que se observan en respuesta a la baja

disponibilidad de P en el desarrollo de la raíz es la inhibición gradual del crecimiento

de la RP y el aumento en el número de RLs (figura 7, 10 y tabla 2). Dichos cambios

en la arquitectura solamente se presentan durante la carencia de P y no de otro

nutrimento (figura 9). Nuestros resultados muestran que la reducción en la longitud

de la RP se da por un proceso progresivo y complejo que incluye: una reducción en

la elongación celular y una disminución y pérdida total de las zonas de elongación y

meristemática. A diferencia de las plantas que crecen en condiciones óptimas de P,

en la RP de las plantas que sometidas a estrés por P, se observan cambios muy

marcados en la longitud celular, el número de células en proceso de alargamiento y

el número de células meristemáticas. Desde los primeros días de haber germinado (2

a 4) se observa una disminución en los tres parámetros antes mencionados y dicha

disminución continúa de manera exponencial hasta que al día 12 D.D.G., la longitud

celular llega a su menor tamaño, representando el 20% del tamaño de las células de

la RP de plantas que crecen en MOP. Además, no se detectan células en proceso de

elongación, perdiéndose la zona de elongación en el ápice de la raíz. Finalmente a

los 14 D.D.G., no se detecta una sola célula meristemática (figura 11) y las células

presentes en esta zona anteriormente meristemática, pierden su actividad mitótica

(evidenciada por la expresión de CycB1;1:uidA) y no presentan la organización tisular

típica ni un QC anatómicamente distinguible (figura 8 F-H y 12). Es importante

resaltar que esta región que anteriormente la ocupaba el meristemo ahora está

ocupada por células diferenciadas y metabólicamente activas (evidenciado por la

expresión de la proteína verde fluorescente GFP que se expresa en tejido

diferenciado línea CS920; figura 8 D).

87

La reducción en la longitud de las células y la perdida de la zona elongación y del

meristemo es debido en parte a un proceso de diferenciación que inicia en las células

más dístales del ápice radical, en la zona de elongación. Dichas células se empiezan

a diferenciar antes de que alcancen su longitud final y como consecuencia no se

alargan más. Conforme pasan los días, la diferenciación ocurre más cercana a la

punta de la raíz y las células son cada vez más cortas, hasta que la zona de

elongación desaparece y la longitud celular llega a ser el 20% de la longitud de las

células radicales de plantas que crecen en condiciones optimas de P (figura 7 B y

11). Este proceso de diferenciación es gradual y continúa hasta la región

meristemática. Asimismo hemos encontrado que solamente los meristemos que

pierden su capacidad de división celular están totalmente diferenciados (figura 12),

presentando la formación de pelos radicales absorbentes y protoxilema en la región

antes meristemática, además de no distinguirse anatómicamente el QC y las células

iniciales (figura 8). La reducción en la elongación celular y la perdida total de las

zonas de elongación y meristemática también se presenta en las RLs maduras (5-10

mm; tabla 3; figura 17 A-E).

Tomando en cuenta que durante el desarrollo postembrionario que presenta el

sistema radical de A. thaliana cuando hay suficiente P en el medio, debe existir una

regulación perfecta entre la división y la diferenciación celular, de tal forma que

pueda mantener un crecimiento indeterminado. Postulamos que durante el estrés por

P este equilibrio es roto y el programa de crecimiento indeterminado cambia a un

programa de desarrollo determinado. Este cambio de programa de crecimiento por la

carencia de P, no se debe a la carencia del P per se como nutrimento, dado que

cuando las mutantes lpi crecen en MLP no presentan diferenciación temprana, ni

disminución en la elongación celular ni tampoco pérdida de la actividad mitótica en el

meristemo; de hecho, mantienen un crecimiento indeterminado independientemente

del contenido de P en el medio en que esté creciendo (figura 18, 21 y 22). Más bien

se debe a que el P es una señal ambiental que afecta el programa de desarrollo

postembrionario. Por lo tanto, proponemos que la baja disponibilidad de P evoca un

cambio en el programa de desarrollo postembrionario indeterminado a uno

determinado en el cual la división celular es inhibida, la diferenciación celular es

88

promovida y el meristemo se agota. Este tipo de crecimiento determinado en el

sistema radical había sido previamente reportado en cactáceas, pero como parte de

su programa de desarrollo el cual no era inducible por factores ambientales

(Dubrovsky, 1997); también en las raíces proteoides Lupinus albus se ha observado

este programa de desarrollo determinado como una respuesta adaptativa a la

carencia de P (Johnson et al., 1996).

6.2 El mantenimiento de los meristemos es importante en el crecimiento determinado

del sistema radical de A. thaliana durante el estrés por P

Durante el crecimiento indeterminado se producen células de novo en el meristemo

radical por la división mitótica de las células iniciales que rodean al QC. Estas células

pasan por varios ciclos de división celular durante su permanencia en la zona

meristemática, una vez fuera de esta zona, en ausencia de división celular, éstas se

elongan hasta tomar su tamaño característico, para finalmente diferenciarse al tipo

celular correspondiente (Dolan y Davies, 2004). Dicho proceso requiere de una

regulación coordinada para que cada uno de los pasos se efectúe de manera

correcta y le permitan a la raíz mantener un crecimiento continuo. Sin embargo, se

sabe poco de las señales y sus vías de transducción que están regulando lo anterior.

Se ha propuesto que para que exista un patrón de formación correcto en el

meristemo de A. thaliana debe haber un equilibrio entre dos señales antagónicas,

una proveniente del QC para mantener a las células iniciales en un estado

desdiferenciado y la otra que proviene de las células maduras para guiar el destino

de las nuevas células producto de la división de las células iniciales (van den Berg et

al., 1997). Un mecanismo similar podría existir para el mantener el crecimiento

indeterminado del ápice de la raíz, que contaría con dos señales antagónicas, una

proveniente de la región más madura de la raíz que estaría evocando la

diferenciación celular y otra proveniente de la región meristemática que estaría

inhibiendo la diferenciación y promovería la división celular. Durante el crecimiento

determinado evocado por la carencia de P se observó el desequilibrio entre la

división, la elongación y la diferenciación celular, presentándose una diferenciación

89

celular progresiva con dirección a la punta de la raíz así como una pérdida en la

división celular y el consecuente agotamiento del meristemo, es decir, que este

desequilibrio está permitiendo que se de el crecimiento determinado.

Cuando crece en MOP la progenie de la cruza entre las líneas transgénicas

CycB1;1:uidA, (marcador de mitosis) y DT-AtsM (expresa la toxina de la difteria

específicamente en las células de la cofia) la actividad mitótica en el MRP se pierde

como consecuencia de la expresión de la toxina (figura 14 C, I y N). Conforme las

divisiones celulares van decreciendo, hay un proceso de diferenciación con dirección

a la punta (figura 14 B, H y N). Este proceso de diferenciación generado por la

pérdida de la actividad meristemática, emula a lo observado en los ápices de las

raíces de plantas que crecen en MLP puesto que hay formación de pelos radicales

absorbentes y del protoxilema en el ápice de la raíz, no se pueden distinguir

anatómicamente el QC ni las células iniciales y las células son más cortas (figura 14);

incluso el MRL de esta línea transgénica se pierde su actividad proliferativa

independientemente del contenido de P en el medio. Por lo cual postulamos que la

disminución y la pérdida de la actividad meristemática es suficiente para que se dé el

proceso de diferenciación en el ápice de la raíz.

6.3 La disponibilidad de P regula el mantenimiento de los meristemos

La baja disponibilidad de P induce que los meristemos pierdan su actividad mitótica

(figura 12 y 17), dado que al analizar los cambios en el sistema radical de las

mutantes lpi a la baja disponibilidad de algunos nutrimentos (P, N, S, Fe y K),

encontramos que solamente la respuesta evocada por el P se encuentra afectada

(figura 20). Proponemos que debe existir un sistema altamente específico que sensa

la disponibilidad del P para que la información sea transmitida por una red de

señalización que se encuentra bajo regulación genética. Además, al cuantificar el

contenido de P en las mutantes lpi, encontramos que no son hiperacumuladoras de P

(tabla 6) sugiriéndonos que el mantenimiento del meristemo no se encuentra

regulado por el estatus total de P en la planta sino por el censado local de la

concentración de P en la rizósfera. Los experimentos hechos en colaboración con la

90

Ingeniera en Alimentos Alejandra Chacon-López sugieren que la pérdida de la

actividad meristemática evocada por baja disponibilidad de P podrían deberse a un

efecto directo o indirecto de la carencia del P en la actividad y/o el mantenimiento del

QC, dado que cuando las plantas crecen en estrés por la carencia de P, el evento

detectado de manera más temprana es un cambio en el QC seguido de la reducción

del número de células en el meristemo y la diferenciación celular (anexo2, articulo 5,

figura 5). Por lo anterior postulamos que el meristemo sirve como un sensor de

señales ambientales y puede regular el desarrollo postembrionario de la raíz

modulando su crecimiento vía la regulación de la actividad proliferativa.

El mecanismo por el cual la carencia de P regula la actividad meristemática esta aún

sin ser entendido, sin embargo, el hecho de que las mutantes lpi no entren a un

programa de desarrollo determinado cuando crecen en MLP sugiere que LPI1, 2, 3 y

4 son reguladores del mantenimiento del meristemo bajo estas condiciones de

estrés. Recientemente se han reportado algunos genes que son indispensables para

el mantenimiento del meristemo como son los factores de transcripción putativos de

la clase AP2 PLETHORA 1 y 2 (PLT1 y PLT2; Aida et al., 2004), los factores de

transcripción de la familia GRAS SHORT-ROOT (SHR) y SCARECROW(SCR) y

AtCLE19, un miembro de la familia relacionada a CLV3/ESR (Casamitjana- Martínez

et al., 2003). Nuestros resultados dejan abierta la posibilidad de que los genes antes

mencionados pudieran ser regulados ya sea transcripcional o

postranscripcionalmente por LPI1, 2, 3 y 4 en función de la disponibilidad de P en el

medio. De manera particular especulamos que la disponibilidad de P puede regular la

expresión o actividad de PLT1 y PLT2 porque la arquitectura del sistema radical de la

doble mutante plt1/plt2 es muy parecida a la de las plantas WT que crecen en

condiciones limitantes de P.

La regulación del ciclo celular es de suma importancia para que las células se

mantengan en división constante, lleguen a ser quiescentes, se alarguen o se

diferencien. Los reguladores del ciclo celular presumiblemente controlan la duración

del ciclo celular y el número de divisiones que llevan a cabo las células del

meristemo, antes de que se alarguen y diferencien (West et al., 2004). Dados los

cambios en el programa de desarrollo evocados por la carencia de P, podríamos

91

suponer que la carencia de este nutrimento estaría afectando el ciclo celular ya que

se puede apreciar una pérdida en la división celular (figura 12) y una reducción en el

número de divisiones celulares evidenciadas por la disminución del número de

células en el meristemo (figura 11 C), con la consecuente diferenciación del mismo

(figura 8). Aunado a esto, cuando se aplican agentes químicos que bloquean la

replicación como la hidroxiurea y la afidicolina a la raíz de A. thaliana, se presenta un

fenotipo igual al evocado por la carencia de P que comprende la reducción de la

longitud de la RP que va acompañada de la pérdida de la actividad mitótica y

diferenciación del meristemo (Culligan et al., 2004). Asimismo se ha visto que genes

reguladores del ciclo celular como la cinasa activadora de cinasas dependientes de

ciclinas (cak1At), la ribonucleótido reductasa 1 (RNR1) y la proteína relacionada a

retinoblastoma (RBR) son necesarios para el mantenimiento del meristemo porque

una mala regulación de éstos tiene como consecuencia la pérdida de la división

celular y la diferenciación del meristemo (Umeda et al., 2000; Culligan et al., 2004;

Wildwater et al., 2005). El estudio de la expresión de los genes mencionados tanto

en las plantas silvestres como en las mutantes lpi dará las bases para definir cómo

es que la baja disponibilidad de P está regulando el ciclo celular vía los genes LPI.

6.4 La disponibilidad de P influye en el establecimiento del gradiente respuesta a

auxinas en el meristemo

Se ha demostrado que en la punta de la raíz de A thaliana se localiza una máxima

respuesta a auxinas el cual es indispensable para mantener la organización y

funcionamiento del meristemo (Sabatini et al., 1999; Kerk y Feldman, 2001). En

nuestros experimentos se observa este gradiente de respuesta a auxinas en las

plantas (DR5:uidA) que crecen en MOP, se ubica en la columela y sus células

iniciales, en el QC y en el cilindro central de la raíz. En las plantas que crecen en

MLP desde los 4 D.D.G., se reduce la expresión del gen reportero GUS en el cilindro

vascular, y esto prosigue en los siguientes días mostrándose sólo expresión en

algunas células del procambium hasta no detectarse a los 16 D.D.G. La expresión de

GUS también se disminuye en las células de la cofia lateral a partir de los 8 D.D.G.,

92

hasta reducirse a un pequeño grupo de células donde presumiblemente se

encontraba el QC. Los genes PIN de manera colectiva controlan la distribución de

auxinas que regulan la división y expansión celular en la RP, además la acción

conjunta de estos genes tiene un papel muy importante en el mantenimiento del

meristemo, ya que participan en la formación del gradiente de respuesta a auxinas

en el ápice radical y restringen el dominio de expresión de los genes PLT (Blilou et

al., 2005). Por esto no podemos excluir que durante el desarrollo determinado

evocado por la carencia de P la actividad de los genes PIN se ve afectada. Sin

embargo, en la línea transgénica DR5:uidA la reducción progresiva de la expresión

de GUS en la cofia coincide temporal y espacialmente con los cambios en la división

celular en el MRP (figura 12), así como con el inicio de la diferenciación, por lo que

no es posible establecer si el desarrollo determinado en condiciones limitantes de P,

es consecuencia de la afección en el gradiente de respuesta a auxinas o sea lo que

lo cause. En las RLs más viejas (0.5 a 1 cm) donde el proceso de agotamiento es

anatómicamente distinguible, también se observa esta correlación (figura 17).

6.5 El aumento en el número de raíces laterales durante el estrés por P, es

independiente del agotamiento del meristemo

Otro de los cambios evocados por la baja disponibilidad de P es el aumento en el

número y densidad de las RLs (figura 10). Varias evidencias experimentales

sugieren que la pérdida de la actividad meristemática ya sea por la ablación celular o

por decapitación del MRP evoca un incremento en el número de RLs (Torrey, 1950;

Tsugeki y Fedoroff, 1999). De hecho, se ha descrito en cactáceas que el crecimiento

determinado favorece la formación de RLs (Dubrovsky, 1997). Sin embargo en

experimentos con la línea transgénica DT-AtsM la cual pierde la actividad proliferativa

de su meristemo independientemente de la concentración de P en el medio,

encontramos que cuando crece en MLP el número de RLs aumenta al doble

comparandola con las que crecen en MOP (figura 15), sugiriéndonos que el

agotamiento del meristemo no es un prerrequisito para que el número de Rls

aumente tan drásticamente como ocurre cuando las plantas crecen en MLP.

93

Además, al hacer el análisis fenotípico de las mutantes lpi, encontramos que a pesar

de que las mutantes lpi1, 3 y 4 mantienen la actividad del MRP durante la carencia

de P, responden a este estímulo estresante incrementando el número de RLs (figura

20). La mutante lpi2 mantiene un crecimiento continuo de la RP y no presenta un

incremento en el número de RLs. Los resultados anteriores nos dan la evidencia

genética de que el incremento en el número de RLs durante la carencia de P no es

debida al agotamiento del meristemo sino que este aumento en el número de RLs es

consecuencia directa de la carencia de P y pudiera estar obrando a nivel de la

inducción en la formación de primordios o en la emergencia acelerada de estos para

formar RLs.

Al hacer un análisis microscópico de los primordios y las RLs de plantas que crecen

en condiciones limitantes y óptimas de P encontramos que en las plantas que crecen

en condiciones limitantes de P, la mayoría de los primordios que se presentan al día

6 postgerminación emergen y forman RLs maduras al llegar a los 14 D.D.G.,

contrariamente a lo que ocurre en MOP donde la mayoría de los primordios se

mantienen sin emerger (figura 16), lo que nos sugiere que la baja disponibilidad de P

induce que los primordios que se están formando emerjan para formar RLs maduras.

En nuestro grupo de trabajo se ha encontrado que la proteína BIG es clave para

inducir la formación de primordios independiente de la concentración de P en el

medio en el que crece, pero que es requerida para incrementar la emergencia de los

primordios para formar RLs. Sin embargo, no podemos descartar la posibilidad de

que la baja disponibilidad de P, también induzca la formación de más primordios en

etapas tempranas del desarrollo de la raíz ya que al día 6 (primer de cuantificación

de primordios) se puede observar que existe un mayor número de primordios (30%)

en las plantas que crecen en MLP comparándolas con las que crecen en MOP (figura

16).

94

6.6 El agotamiento del meristemo esta relacionado con el incremento temporal y

espacial de la expresión de genes que permiten a la planta tomar el P eficientemente

El análisis temporal de los efectos de la baja disponibilidad de P demuestran que hay

una relación espacio temporal entre los cambios morfogenéticos en el ápice de la

raíz y el incremento de la expresión de los transportadores de alta afinidad (PT) AtPT

1 y 2 y la exudación de fosfatasas ácidas (FA) en el sistema radical. Cuando las

líneas transgénicas pAtPT1:uidA y pAtPT2:uidA crecen en MLP, desde los primeros

días de crecimiento se observa el proceso de diferenciación en las células más

distales al ápice radical. Conforme pasa el tiempo, la diferenciación avanza con

dirección a la punta de la raíz. En ambas líneas transgénicas hay una fuerte

inducción en la expresión del gen reportero GUS únicamente en los tejidos que se

han diferenciado (figura 13). Para el día 12 después de la germinación, se pierde

totalmente la división celular en el meristemo apical, sus células se diferencian

totalmente y se aprecia una fuerte expresión de pAtPT1:uidA y pAtPT2:uidA así

como la exudación de FA (figura 13). No se detecta la expresión del gen reportero

GUS en las laterales recién emergidas y que no se han agotado aún (figura 13

flecha). Por su parte, en las mutantes lpi1 y 2 que portan la construcción

pAtPT1:uidA o pAtPT2:uidA los meristemos apicales no se agotan cuando crecen

en MLP y se observa la tinción de GUS de manera exclusiva en los tejidos

diferenciados, mientras que en la región meristemática aún sin diferenciar no se

detecta (figura 24). De lo anterior deducimos que para que se pudieran expresar los

PTs es necesario que las células estén diferenciadas. Sin embargo, la expresión de

los PT y la exudación de FA no es consecuencia de este programa de diferenciación

en el ápice de la raíz, puesto que en la progenie de la cruza de DT-AtsM con la línea

transgénica AtPT2:uidA, únicamente hay inducción del PT y exudación de FA cuando

estas plantas crecen en condiciones limitantes de P, a pesar de que las células del

ápice de la raíz se diferencian gradualmente hasta que el meritemo se agota (como

ocurre con la WT en bajo P) tanto en bajo como en alto P (figura 14). Aunado a esto,

las mutantes lpi 1 y 2 no presentan diferenciación celular ni en la zona meristemática

95

ni en la zona de elongación cuando crecen en MLP, pero sí presentan la inducción

en la expresión de pAtPT1:uidA y pAtPT2:uidA (figura 24)

6.7 Los genes LPI afectan solamente un subgrupo de respuestas evocadas por la

baja disponibilidad de P

El sistema de rescate a la baja disponibilidad de P incluye respuestas a nivel

morfológico, fisiológico, bioquímico y molecular como lo son la acumulación de

antocianinas, exudación de fosfatasas y ácidos orgánicos a la rizósfera y aumento en

la expresión de varios genes (Raghothama, 1999). La caracterización fenotípica de

las mutantes lpi demostró que las proteínas que codifican para los genes LPI están

involucradas en el sistema de regulación de las respuestas a la carencia de P.

Algunas de las respuestas, como la acumulación de antocianinas y la estimulación

del alargamiento de los pelos radicales (figura 23), se mantienen sin cambios

significativos en las mutantes lpi, sugiriéndonos que las respuestas inducibles por la

baja disponibilidad de P, se encuentran reguladas por distintas rutas, y que la

regulación de algunas respuestas son independientes de los genes LPI (figura 27).

Con respecto a la regulación de genes por la disponibilidad de P encontramos que en

las mutantes lpi1 y 2 los niveles de transcritos de AtPAP1, AtACP5, AtPT1, AtIPS1 y

AtPT2 fueron menores cuando las plantas crecieron en MLP comparándose con el

control (figura 25), siendo entonces LPI1 y LPI2 reguladores negativos. PHR1

codifica para un factor de transcripción del tipo MYB el cual es requerido para la

inducción de genes regulados por la carencia de P y respuestas como la

acumulación de antocianinas pero no en los cambios del sistema radical evocados

por la carencia de P (Rubio et al., 2001). Abel et al., (2002) propone que las

respuestas a la carencia de P están reguladas al menos en dos rutas

independientes. Una de éstas engloba los cambios morfológicos del sistema radical y

la otra regula la expresión de los genes de respuesta a la carencia de P y es

precisamente en esta última donde PHR1 tiene un papel preponderante en su

regulación (figura 5). El hecho de que las mutantes lpi además de estar afectadas en

las respuestas de arquitectura del sistema radical, también estén afectadas en la

activación de algunos genes que están relacionados con la adaptación de la planta a

la carencia de P, demuestra que existen puntos de interacción (crosstalk) entre dos

de las vías de regulación. Los cambios en la expresión de AtACP5, AtPT1 y AtIPS1

en las mutantes lpi1 y lpi2 fueron similares en la mutante phr1, ésta ultima está

afectada en la regulación de la expresión de genes que responden a la carencia de P

(Rubio et al., 2001), sugiriendo la posibilidad que las proteínas LPI estan regulando

río arriba la expresión o función de PHR1 (figura 29 A). Sin embargo, como las

mutantes lpi no están afectadas en la acumulación de antocianinas y la mutante phr1

Figura 29. Modelo de la regulación de las respuestas del sistema de rescate a la baja disponibilidad de P. (1) La baja disponibilidad de P induce el aumento en la formación de pelos radicales en una vía independiente a PHR1 y LPI1-4. (2) EL estrés por P altera la arquitectura del sistema radical vía la formación de raíces laterales y el mantenimiento de los meristemos, siendo estos regulados por los genes LPI; las modificaciones del sistema radical incrementan la exploración del suelo y la toma de P. (3) La carencia de P induce un grupo de genes responsivos a la baja disponibilidad P y sus productos promueven el reciclamiento

96

97

no esta afectada en los cambios de la arquitectura del sistema radical cuando se

encuentran en estrés por P, sería también posible que los genes LPI estén actuando

en una ruta diferente que PHR1 (figura 29 B).

6.8 Importancia biológica

Los cambios en el programa de desarrollo postembrionario evocados por la carencia

de P, que incluyen un cambio en el programa de desarrollo determinado en el

sistema radical e inducción en la formación y la emergencia de las RLs, podrían estar

encaminados a: 1) incrementar al máximo la superficie de absorción de la raíz por

medio de la formación de un sistema radical altamente ramificado el cual pueda

explorar de manera más efectiva las capas superiores del suelo que son las capas

que generalmente son más ricas en este nutrimento y 2) proveer las condiciones

fisiológicas en el sistema radical de A. thaliana para incrementar la capacidad de

solubilizar y tomar el P por la activación de genes que estén participando en estos

procesos. De forma consistente con esta hipótesis encontramos que el programa de

desarrollo determinado correlaciona con el incremento en el número de RLs (figura

10), un incremento de 2 a 3 veces en la capacidad de toma de P (anexo1, figura 1),

activación transcripcional de pAtPT1:uidA y pAtPt2:uidA y la exudación de fosfatasas

ácidas, estos últimos de manera conspicua en los meristemos agotados (figura 13 y

17). Por lo anterior podemos afirmar que los cambios en el programa de desarrollo

postembrionario en respuesta al estrés por P son un componente muy importante en

el sistema de respuestas de A. thaliana a la carencia de P. En nuestro conocimiento

éste es el primer reporte que demuestra experimentalmente que el crecimiento

determinado tiene una importancia biológica significativa enfocada a incrementar la

capacidad de toma del P por el sistema radical de A. thaliana. La noción de que el

crecimiento determinado evocado por la baja disponibilidad de P está genéticamente

controlado y que forma parte de un programa de desarrollo postembrionario, se

sustenta en el hecho de que las mutantes lpi1-4, cuando crecen en MLP pueden

mantener un crecimiento continuo de la raíz de manera similar a cuando crecen en

MOP y que no se induce el agotamiento del meristemo por bajo P. La clonación y

98

caracterización de los genes que participen en esta respuesta incrementará nuestro

conocimiento en las interacciones moleculares, bioquímicas y de la arquitectura del

sistema radical las cuales ocurren durante la adaptación de las plantas a suelos

pobres en P.

La clonación de los genes afectados en la mutantes lpi será de gran utilidad para el

entendimiento de las vías de señalización que están regulando las respuestas a la

baja disponibilidad de P.

99

7 CONCLUSIONES

El estudio de los cambios en la arquitectura del sistema radical de A. thaliana, en

respuesta a la baja disponibilidad de P que se hizo en esta tesis nos permite concluir

que:

1.- La baja disponibilidad de P evoca la inhibición gradual del crecimiento de la RP y

el aumento en el número y densidad de RLs.

2.- La reducción en la longitud de la raíz se da por un cambio en el programa de

desarrollo postembrionario indeterminado a uno determinado en el cual la división

celular es inhibida, la diferenciación celular es promovida y el meristemo se agota.

3.- El P además de ser un nutrimento, actúa como una señal ambiental que afecta el

programa de desarrollo post embrionario del sistema radical.

4.- Los efectos más claros que ocurren durante el desarrollo determinado son: una

reducción en la elongación celular y una disminución y pérdida total de las zonas de

elongación y meristemática.

5.- La reducción en la longitud de las células, la pérdida de la zona elongación y el

meristemo es debido en parte a un proceso de diferenciación gradual que inicia en

las células más dístales del ápice radical, en la zona de elongación y continúa hasta

la región meristemática.

6.- La baja disponibilidad de P induce que los meristemos pierdan su actividad. La

disminución y pérdida de la actividad meristemática es suficiente para que se dé el

proceso de diferenciación gradual en el ápice de la raíz.

7.-El meristemo sirve como un sensor de señales ambientales locales y puede

regular el desarrollo postembrionario de la raíz modulando su crecimiento vía la

regulación de la actividad proliferativa.

8.- El aislamiento de las mutantes low phosphorous insensitive (lpi) demostró que los

cambios en la arquitectura radical evocados por la deficiencia de P pueden ser

diseccionados genéticamente.

9.- Las mutantes low phosphorous insensitive (lpi) son especificas y parcialmente

insensibles a la carencia de P.

100

10.-El hecho de que las mutantes lpi no entren a un programa de desarrollo

determinado cuando crecen en MLP indica que LPI1, 2, 3 y 4 regulan el

mantenimiento del meristemo y que son indispensables para que se mantenga el

desarrollo indeterminado cuando las plantas crecen en condiciones óptimas de P.

Dicha proteínas podrían estar actuando vía genes relacionados directamente con el

control del ciclo celular, el transporte y sensibilidad a auxinas.

11.-El incremento en el número de raíces laterales durante la carencia de P no es

debido la falta del funcionamiento normal del meristemo sino consecuencia directa de

la carencia de P.

12.-El P es un regulador negativo de la formación y emergencia de los primordios de

las RLs.

13.- Hay una relación espacio-temporal entre el programa de desarrollo determinado

y un aumento en la expresión de genes que participan en la toma de fósforo puesto

que durante el estrés por P, la expresión de los PTs, la exudación de FA y el

incremento en la toma de P se da de manera conspicua en los meristemos agotados.

Sin embargo dichas respuestas no son consecuencia del programa de diferenciación

en el ápice de la raíz.

14.- Los cambios en el programa de desarrollo postembrionario evocados por la

carencia de P podrían estar encaminados a: 1) incrementar al máximo la superficie

de absorción de la raíz por medio de la formación de un sistema radical altamente

ramificado el cual pueda explorar de manera más efectiva las capas superiores del

suelo, que son las capas que generalmente son más ricas en este nutrimento y 2)

proveer las condiciones fisiológicas en el sistema radical de A. thaliana para

incrementar la capacidad de solubilizar y tomar el P por la activación de genes que

estén participando en estos procesos.

15.- La caracterización fenotípica y de expresión de genes de las mutantes lpi nos

demostró que las respuestas evocadas por la baja disponibilidad de P, se encuentran

reguladas por distintas rutas y que las proteínas que codifican para los genes LPI son

reguladores negativos de un subgrupo de estas respuestas.

16.- Las mutantes lpi están afectadas en las respuestas evocadas por la carencia de

P tanto a nivel de arquitectura de la raíz como de la expresión de genes específicos a

101

la carencia de este nutrimento por lo que existen puntos de interacción (crosstalk)

entre las vías que regulan los cambios en la arquitectura del sistema radical y la

activación de algunos genes que están relacionados con la adaptación de la planta a

la carencia de P.

102

8 PERSPECTIVAS

Para entender detalladamente de qué manera la disponibilidad de P afecta al

mantenimiento del meristemo, es necesario estudiar varios aspectos que están

relacionados con la viabilidad del meristemo como son: A) examinar como se esta

afectando el QC y que papel podría estar desempeñando durante el estrés por P, B)

evaluar si genes tales como PLETHORA 1 y 2, SHORT-ROOT, SCARECROW o

AtCLE19 que se han reportado como necesarios para mantener funcional el

meristemo, tanto en WT en las mutantes lpi, C) analizar de qué forma la carencia de

P impacta sobre los reguladores clave del ciclo celular, ya que su regulación es

primordial para el mantenimiento de los meristemos y D) estudiar la relación entre el

transporte polar de auxinas, así como la sensibilidad de la raíz a esta hormona ya

que se ha visto fuertemente relacionada con el mantenimiento del meristemo.

Por otro lado es muy importante la clonación posicional de los genes afectados en

las mutantes lpi, ya que nos dará una muy buena herramienta para el entendimiento

de las potenciales interrelaciones entre el sensado e integración de la(s) señal(es) y

las respuestas que se han fijado en la planta durante su proceso evolutivo y que le

han ayudado a sobrevivir durante periodos de carencia de P.

103

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95.-Trull MC, Deikman J (1998) An Arabidopsis mutant missing one acid phosphatase isoform. Planta 206,544-

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96.-Taylor CB, Bariola PA, delCardayré SB, Raines RT, Green PJ (1993) RNS:A senescence-associated RNasa

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97.-Ueda M, Matsui K, Ishiguro S, Sano R, Wada T, Paponov I, Palme K, Okada K (2004) The HALTED ROOT

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101.-van den Berg C, Willemsen V, Hendriks G, Weisbeek P, Scheres B (1997) Short-range control of cell

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102.-Watt M, Evans J (1999) Proteoid roots. Physiology end development. Plant Physiol 121,317-324

103.-West G, Inze D, Beemster TS (2004) Cell cycle modulation in the response of the primary root of Arabidopsis

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104.-Wildwater M, Campilho A, Perez-Perez JM, Heidstra R, Blilou I, Korthout H, Chatterjee J, Mariconti L,

Gruissem W, Scheres B (2005) The RETINOBLASTOMA-RELATED gene regulates stem cell maintenance

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105.-Williamson L, Ribrioux S, Fitter A, Leyser O (2001) Phosphate availability regulates root system architecture

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106.-Yu B, Xu C, Benning C (2002) Arabidopsis disrupted in SQD2 encoding sulpholipid synthase is impaired in

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107.-Zakhleniuk OV, Raines CA, Lloyd JC (2001) pho3: a phosphorus-deficient mutant of Arabidopsis thaliana (L.)

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108.-Zhang H, Jennings A, Barlow PW, Forde BG (1999) Dual patways for regulation of root branching by nitrate.

Proc Nat Acad Sci USA 96,6529-6534

109.-Zhang H, Forde BG (1998) An Arabidopsis MADS box gene that controls nutrient-induced changes in root

architecture. Science 247:4407-409

110.-Zhang H, Jennings A. Barlow PW, Forde BG (1999). Dual patways for regulation of root branching by nitrate.

Proc Nat Acad Sci USA 96:6529-6534

112

ANEXO 1

Experimentos de toma de P.

Los experimentos de toma de P fueron efectuados en colaboración con la Dra.

Fernanda Nieto Jacobo, en el laboratorio de Regulación Genética e Ingeniería

Metabólica del departamento de Ingeniería Genética del CINVESTAV unidad

Irapuato.

Método

En condiciones estériles, se cultivaron plantas de Arabidopsis thaliana ecotipo Col-0

en MS 0.1X sólido (ver métodos) en condiciones de bajo (1 μM) y alto (1mM) de P

durante 7 y 11 días. Después del tiempo de cultivo las plantas fueron transferidas a

medio líquido que contenía 1 µM de NaH2PO4 y 0.6-1 µCi de 32P como ácido

ortofosforico de libre acarreador (Amersham). Después de 30 minutos de incubación,

las plantas fueron lavadas con cuidado en agua desionizada. Un grupo de 5 plantas

de cada tratamiento fueron colocadas en un plástico y expuestas a una película

fotográfica (Biomax MSTM, Kodak) para obtener la autoradiografía. Otro grupo de 5

plantas de cada tratamiento se transfirieron a un vial plástico que contenía 15 µl de

agua desionizada para cuantificar la actividad de 32P en un contador de centellos

(Packard, TRICARB 2100 TR).

Resultado

Para evaluar si las raíces primarias que presentaron el desarrollo determinado en

respuesta a la baja disponibilidad de P eran capaces de tomar P del medio,

germinamos semillas de Arabidopsis y las dejamos crecer por 7 o 11 días en

condiciones óptimas y limitantes de P, después las transferimos a medio líquido MS

0.1X que contenía 1 µM P y 1 µC de 32P y se monitoreó la toma de 32P por

113

autoradiografía y conteo de centelleo. Los autoradiogramas de las plantas tratadas

con 32P mostraron que al día 7, la toma de P se dio en todo el sistema radical de las

plantas que crecieron en bajo P. En las plantas que crecieron en condiciones óptimas

de P la señal se detectó de manera preferencial en la parte distal de la RP (figura 1 A

y B). Al día 11 las plantas que crecieron en medio con P alto presentaron una señal

débil en todo el sistema radical con una mayor señal en la región apical (figura 1 C y

E). Mientras que la plantas que crecieron en medio con P limitante presentaron una

señal muy intensa en la parte más distal de la RP y RLs (figura 1 D y E),

evidenciando una mayor toma de P en esas regiones.

Con el contador de centelleos se encontró que la tasa de toma de 32P en las plantas

que crecieron en condiciones óptimas de P fue constante, alcanzando 578

desintegraciones por minuto (dpm) por planta al día 7 y 596 al día 11 después e la

germinación (figura 1 G). La toma de 32P de las plantas que crecieron en condiciones

limitantes de P incrementa con el tiempo, iniciando en 975 dpm por planta la día 7 y

1506 por al día 11, lo cual fue de 2 a 3 veces mayor que lo observado en plantas

creciendo en medio con P alto (figura 1 G).

Figura 1. Efecto del crecimiento determinado en la toma de 32P. Autoradiografía de: (A) plantas de 7 días

después de la germinación (d.a.g. por sus siglas en ingles) creciendo en alto P. (B) plantas de 7 d.a.g. creciendo

en bajo P. (C) de plantas de 11 d.a.g. creciendo en P óptimo. (D) de plantas de 11 d.a.g. creciendo en bajo P,

presentando una señal de 32P muy intensa en las puntas de la raíz, marcado con flechas. (E) Acercamiento de una

planta del panel C y (f) del panel D. (G) Toma de P en función del tiempo. Plantas creciendo en condiciones

limitantes y óptimas de P durante los tiempos indicados. Los valores presentados representan la media ± SD de

radioactividad tomada por planta (n=5), en tres experimentos independientes. Las letras diferentes indican las

medias que difieren significativamente (p<0.05).

114

115

ANEXO 2 Publicaciones efectuadas durante el desarrollo de la tesis

1.-Cruz-Ramírez A, López-Bucio J, Ramírez-Pimentel G, Zurita-Silva A, Sánchez-Calderón L, González-Ortega E, Herrera-Estrella L (2004) The xipotl mutant of Arabidopsis reveals a critical role for phospholipid metabolism in root system development and epidermal cell integrity. Plant Cell 16,2020-2034. 2.-Sánchez-Calderón L, López-Bucio J, Chacón-López A, Cruz-Ramírez A, Nieto-Jacobo F, Dubrovsky JG, Herrera-Estrella L (2005) Phosphate starvation induces a determinate developmental program in the roots of Arabidopsis thaliana. Plant Cell Physiology 46,174-184. 3.-López-Bucio J, Hernández-Abreu E, Sánchez-Calderón L, Pérez-Torres A, Rampey RR, Bartel B, Herrera-Estrella L (2005) An auxin transport independent pathway is involved in phosphate stress-induced root architectural alterations in Arabidopsis. Identification of BIG as a mediator of auxin in pericycle cell activation. Plant Physiol 137,681-691. 4.-López-Bucio J, Cruz-Ramírez A, Pérez-Torres A, Ramírez-Pimentel JG, Sánchez-Calderón L, Herrera-Estrella L. (2005). Root Architecture. En: Plant Architecture and its manipulation. Turnbull, C. Ed. Blackwell Annual Review Series. pp 181-206. 5.-Sánchez-Calderón L, López-Bucio J, Chacón-López A, Gutiérrez-Ortega A, Hernández-Abreu E, Herrera-Estrella L (2006) Characterization of low phosphorus insensitive (lpi) mutants reveals a crosstalk between low P-induced determinate root development and the activation of genes involved in the adaptation of Arabidopsis to P deficiency Plant Physiol 140, 879-889.