Capítulos 1 al 18

Capítulo 1: Comienzo ¡Hola! Soy Tsuru Chevy, o bueno, así me llamaba. Soy un reencarnado, estaba en la tierra cuando morí de alguna forma nada particular, no interesante, y nací nuevamente; había reencarnado en un mundo de fantasía medieval, aumenté mi poder y llevé a ese mundo al lado de la paz y la tecnología, pero un día soy asesinado por mi esposa con la excusa de "Morir como héroe antes de seguir y convertirse en villano".

Sí, una excusa inútil; yo soy alguien benevolente, amable y ya saben, protector.

Y aquí estoy, varado en la oscuridad. Caminando por todos lados; no logró encontrar una salida en está oscuridad sin fin.

En cierto punto no sabía si había tiempo, dado que era toda una sombría oscuridad. Hasta que en algún momento una luz me sorprendió, se volvía tan grande que me tapé los ojos por ser tanta.

Empecé a sospechar de lo que ocurría. No fue hasta que...

Una voz sonó...

—Es un niño, felicidades, señorita— Dijo un hombre mientras me sostenía en sus brazos. El hombre tenía su cara tapada como si fuera el típico doctor de la tierra.

Me llevó hasta los brazos de una mujer y comprendí: había vuelto a nacer. Me comporté como cualquier bebé y así supe de que éste era el mismo mundo que el anterior, pero en el futuro.

Una sonrisa imaginaria se dibujó en mi mente al saber que tenía los mismos poderes por lo que después de un tiempo de nacer comencé a practicar en silencio la nueva magia combinada con la tecnología, probablemente por mí.

Lastimosamente estaba sellada por una fuerza externa, por lo que no podría usarla toda en éste momento, vaya molestia.

Mi nombre actualmente es Tatsuya Higaragi, mi mamá es Hiira Hirsutsa. Mi padre aún no lo conozco, pero sé que es un gran mago por lo que llegué a saber.

Está familia está en el ranking de poder, por lo que todos mis hermanos y hermanas son genios o lo intentan.

En general no me interesan, pero al parecer soy considerado como el más débil de la familia, aunque será porque no puedo levitar un cristal blanco que me dieron en aquel entonces.

El cristal blanco era un material parecido al cuarzo, era lo que para muchos su vida, detectaría si tienes sangre fría o caliente, mejor dicho, energía caliente o fría.

Cumplí 13 años y fui a la secundaria, donde conocí a una chica que me pareció hermosa de nombre Rose Byrne, la cual venía también de una familia del ranking; además de Aragorn Hortas y Jun Shi, mis mejores amigos.

Aunque ellos eran del top 10 de la academia parecía caerles bien, hasta el punto de confiarme demasiado, por supuesto que pasaría un día; Jun y Rose Se volvieron top 1 y 2 respectivamente y fueron comprometidos por sus familias.

Aragorn se separó del grupo por una chica y ellos mencionaron que "No podemos estar todos juntos ahora que tenemos que competir por el rango más alto" aunque Jun mencionó otra cosa al Rose irse " No vuelvas a hablarnos, no podemos dañar nuestra cara por tener un amigo que no llega al ranking" por supuesto, me deprimí por un día, pero volví a la normalidad al recordar mi primer pensamiento que cruzó cuando hablamos por primera vez "No te confíes de ellos, te van a traicionar, como ella".

El tiempo pasó y me volví un antisocial cualquiera, aunque aun así tenía la mejor calificación escrita y la peor mágica. Pronto salí de secundaria y entré a una preparatoria común y corriente.

Pero, una semana después salió una invitación a luz; la "Academia Luz de Luna" había aceptado mi entrada a la preparatoria y universidad en la misma mientras mantuviera perfectos mis calificaciones físicas y escritas.

Aunque me había perdido la entrada, sería interesante por lo que acepté ir. El lunes entré a clases y, mientras el profesor me pidió presentarme como estudiante de intercambio.

— Un gusto, soy Tatsuya Higaragi; provengo de la familia Higaragi en el top 10 de ranking de poder familiar. Un placer estar con ustedes— Está era la clase 1-C por lo que aún habría gente poderosa. Lo que noté fue que mis dos queridos comprometidos y el tercero estaban ahí, con una fría mirada mientras que yo mostraba una sonrisa amable. A excepción de Aragorn, que se mantuvo indiferente.

Me mandaron a sentar junto a una chica de cabellera roja y de una figura normal, y a lado una Loli albina, pues no me han faltado nunca.

Las chicas ni me dirigieron la mirada, por lo que simplemente presté atención a clases, era historia; por lo que hablaban de mí yo pasado.

Cuando mencionaron que morí por vejez me hizo dar una sombría mirada, en aquel entonces buscaba la juventud eterna para ver lo que deparaba en el futuro.

Algunos me notaron, pero me ignoraron, al igual que el profesor que sospechó de una posible locura hacía mí, pero no le tomó importancia, después de todo era el más débil y por supuesto, no tenía la capacidad de saberlo.

Cabe destacar que es internado, por lo que cuando fui a mi respectivo cuarto, toqué la puerta y al no oír a nadie del otro lado entré. La razón: no quiero un golpe en la cabeza.

Al ver que mi compañera de cuarto no estaba, empecé a desempacar mis cosas y acomodarlos en mi parte del cuarto.

En la academia se demostraba la superación personal y íntima al elegir un chico y una chica en el mismo cuarto.

Luego me senté en mi cama y de un suspiro —Tal vez no debí cambiar éste mundo en aquel entonces... Y también debí crear un diario para que la historia no fuera tan errada— mencioné para mis adentros, pues nadie me podría oír en el lugar

Un amargo dolor salió de mí, pero en un suspiro más desapareció. Me dormí para un nuevo día.

Lastimosamente me dí cuenta de una chica con cabello plateado durmiendo desnuda en mi cama, así es, desperté con un cliché frente a mí.

Traté de llamarle hasta despertar, donde empezó a abrir los ojos y levantarse estirándose.

— Buenos días~s— Mencionó con un bostezo entre medias y luego me miró a la cara, le reconocí de inmediato;

Era Ymir Dragón, Una amiga de mi primaria, ¡Como no me di cuenta antes!

—¿Cuánto tiempo llevas ahí, Ymir? — Pregunté a lo que respondió "Toda la noche" con otro bostezo.

Tal vez la reconocí inconscientemente y por eso no la ataque. Sí, eso debe ser.

Luego nos levantamos y nos cambiamos, era una de las únicas que confíe mi secreto, aunque no con seguridad sé si me creyó.

Me miró a los ojos y luego siguió con sus cosas. Fuimos juntos a la clase; 1-C. Y si, aún me pregunto cómo no me dí cuenta.

Una repentina mirada de odio salió de absolutamente todos exceptuando a las dos chicas a lado mío y un chico que se me hacía peculiarmente parecido.

Luego de sentarme, el chico y Ymir caminaron hasta mí y me explicaron un poco las cosas. Resulta que ella es la representante y la "ídolo" del lugar. Y, ah, al parecer él es Jack Dryan, un amigo igualmente de la primaria.

"¿Es qué todos mis compañeros los conozco de algo?" Me pregunté. Pero realmente no me importa mucho por lo que seguí con lo mío.

No sé si la edad me está haciendo tonto o ya no reconozco a nadie.

Saqué un par de sonrisas, cosa que me agradó, dado que eran sinceras y no como la de la mayoría de veces.

Jack también conocía mi secreto, pero tampoco tengo seguridad de que me crea. Así pasaron las clases hasta que Jack y Ymir decidieron comer junto a mí.

— ¿No les molesta tener esas miradas todo el tiempo? — Pregunté.

— Pues con nosotros son de admiración, aunque con ella son de otra razón— mencionó y reí, sabía a qué se refería.

— Pero yo sólo pertenezco a Tatsuya— dijo Ymir resignada. Hoy tocaría enfrentamientos después del receso por lo que nos vestimos y fuimos al área de prácticas.

Siempre me pregunté si Jack se enamoró de Ymir, no fue hasta que supe que él ya tenía novia y estaba comprometido con ella me sentí aliviado.

El profesor dio las parejas con las que practicar, quedando yo con el señor compromisos(Jun) y dio su declaración antes de comenzar.

— Sólo los fuertes sobreviven y te demostraré que no mereces la compañía de Dragón y Dryan. Sí te derrotó aquí tu no serás más que un monstruo ignorado— concluyó arrogante mientras sacaba una espada de madera para enfrentarse a mí.

Jack y Ymir me apoyaban mientras los demás se quedaban espectadores. Dí una sonrisa.

— Hay querido Yun, te demostraré lo que es capaz el tiempo y el débil en sus debuts— mencioné arrogantemente como si fuera alguien de grandes experiencias, yo había enfrentado dioses y demonios, ¿Cómo no enfrentarme a un niño?

Iba a usar magia de forma solo reconocible para alguien de alta visión. Usaría la magia en reforzar mi cuerpo de manera sobrehumana.

Yun inició su primer golpe con un corte horizontal el cual esquivé agachándome para intentar darle un puñetazo en el estómago.

El esquivó a tiempo haciéndose hacia atrás mientras cambiaba su posición. Al parecer no quiere usar magia por el momento así que le obligará a usarla.

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Punto de vista: Jun

Hey, Soy Jun, actualmente estoy peleando con el inútil de Tatsuya, me negué a usar magia para no dañarle demasiado y me convencí de ser más fuerte que él en forma física.

Aunque lastimosamente yo sabía la realidad; al no tener magia el usaba la fuerza física como potencia dañina. Por lo que sus movimientos son más rápidos que cualquiera e incluso ahora están siendo rápidos, pero vi la diferencia...

Había magia en su cuerpo, rodeándolo de tal manera que hacía parecer una armadura: como el héroe Tsuru de las historias, una habilidad exactamente igual a ésta era mencionada.

Aun así, no me rendiré, por lo que sigo tratando de hacer cortes y usar magia de tierra para dejarlo inmovilizado, pero es demasiado rápido.

Usé mis poderes mágicos al máximo, pero; por un momento sentí un bloqueo de magia, el cual Tatsuya aprovecho para golpear mi estómago y mandarme lejos.

—Aghhh— Grité mientras me azotaba en la pared. Al parecer había perdido y no se lo perdonaría, estaba decidido a llegar al fondo de todo lo que hace.

Mi vista repentinamente se desvaneció y sólo vi a Rose correr hacía mí preocupada.

*-*-*-*-*-*-*-*

Punto de vista: Tatsuya Higaragi

Al verle desmayarse fácilmente, me retiré para esperar las siguientes peleas. Ymir y Jack me siguieron preguntándome el por qué no usaba magia como en la primaria.

— Por supuesto que usé magia, pero solo hice más resistente mi cuerpo— recalqué dado que al parecer no lo notaron.

—Estaba tan distraída en la pelea que no me fijé— Dijo Ymir mientras que Jack se quedó callado.

Los demás se mostraban preocupados por Yun y algunos me miraban con recelo u odio. A los cuales dejé sin importancia.

Uno de ellos gritó " Si no fuera porque no usó magia te habría derrotado" y lógicamente era dirigida a mí. Aunque me extraña que me diga eso cuando él si usó magia. Cosas de fans.

Las peleas continuaron saliendo victoriosos Ymir y Jack por supuesto, además de Rose. Al terminar pasó a ser otro receso, el cual también utilicé para charlar con Ymir y Jack.

A veces ellos me pedían que creará algo para ellos, como un arma encantada que sería una reliquia nacional dado que son runas antiguas.

Aun así, se los hacía con la condición que los que la vean a parte mío y de ellos tendrían que silenciarlos. Pasó el receso y las clases, Jack se fue a su dormitorio mientras que Ymir y yo caminamos a nuestro cuarto.

Al entrar, cerré la puerta e hice mis necesidades básicas para luego acostarme en la cama boca arriba.

Cuando hice eso, Ymir pensó en algo y luego puso una cara pervertida saltando encima mío.

En la primaria le enseñé miles de cosas, entre ellas aprender de la sexualidad, no fue una sorpresa que ella tomará mi primera vez.

—¿No podríamos hacerlo? Como en los viejos tiempos— Dijo, como si fuera alguien mayor.

Me quitó mi playera y siguió con un beso en el cuello; cabe recordar que ella duerme desnuda, pero yo dormía como quedara.

Así pasó una noche apasionada de gemidos en voz baja. Al final despertamos abrazados el uno al otro.

Capítulo 2: Duelo Al despertar, lo cuál sería al día siguiente o alrededor de tres días después de conocer mi clase, me levanté con cuidado de no despertar a Ymir, pero sé muy bien que ella es muy activa... Me separé de ella suavemente, lo más que pude con exactitud. Puede que sea una relación extraña la que tengamos, después de todo no estamos saliendo.

Y sí, para el que no lo sepa, no me puedo creer como llegamos a esto... Ahora que lo pienso, mi primera vez fue con ella a los 6 años, ¿Cómo llegamos a hacerlo?

Es verdad, yo mismo le enseñé a hacerlo; todo su conocimiento provenía mayormente de mí, creo que yo soy una mala influencia para las personas. Total, y por eso me asesinó mi esposa, ¿Cierto?

Dejé de pensar y seguí con mi cambio de ropa. Luego Ymir Se despertó e hizo lo mismo; aunque no me gustaría detallar, no hay uniformes, Ymir mayormente utiliza un atuendo que marca bien su cuerpo, como un aventurero del pasado usa una playera suave de tela

ajustada, una chaqueta café encima de la playera y unos pantalones, secretamente guardan hechizos defensivos, es como si fuera una armadura de acero pero sin necesidad de tanto; yo llevé simplicidad de cosas, playera y pantalón, para luego caminar a el salón y sentarnos en nuestro respectivo asiento, no hablamos mucho después de eso, pues había llegado el profesor, y con él sería complicado sin necesidad de magia.

Todo eso, indirectamente lo hacíamos más rápido que cualquier persona. Después de todo, yo podía liberarme fácilmente con gente familiar a mí lado, aunque... después de ser traicionado, ya no confío tan fácilmente de manera real.

Jack llegó y empezamos a hablar un poco, antes de que los demás estudiantes llegarán. Pronto llegó el tiempo de descanso u receso, la verdad me desinteresa saber cómo le llamaban en éste lugar, además de que a nadie le interesa realmente.

Con cierta tranquilidad anormal, que ocultaba sentimientos dejados atrás; seguimos a la cafetería, donde ordenamos comida, la cual era algo simple, pechuga de Pug, que pronto llegó y la empezamos a comer con extraña rapidez; increíblemente pedían mucha más, más exactamente yo.

Estábamos tranquilamente comiendo, con más exactitud; yo, cuando el hermano mayor de Rose, junto a ella aparecen frente a mí.

Supongo que buscan venganza por lo de Jin. Al parecer Jin no podrá volver hasta 2 semanas después. Lógicamente lo harán. No... Tal vez simplemente quieren hablar conmigo...

-Tatsuya, sé que mi hermana menor y su prometido te han molestado, pero no debiste haber hecho eso. Por eso te retó a un duelo- Me dijo arrogante, aunque él sabía que yo podía derrotar rápidamente a él, probablemente su hermana le rogó con muchos métodos a su mano, como siempre ella intenta que se cumpla todo lo que quiere.

Valía la pena pensar que pasaría eso, supongo que no todo es como deseamos. Es lógico que descubriría esto tarde o temprano, me siento joven.

-Acepto- Mencioné, era una oportunidad para mostrar por primera vez, mi magia de energía fría. Ah, qué tiempos aquellos donde era respetado como el supremo, todos se arrodillaban donde yo iba y por eso mismo no subestimaban a nadie, pues cambiaba mucho mi apariencia.

No fue, sino que una chica con cabellera rubia salió de entre la multitud. - ¡Necesitan permiso de un profesor para pelear! - Y ella era la hija del rey, por supuesto.

La hija fue enseñada por su padre, un rey con futuro prometedor. Pero no es nada, mi esposa sigue siendo la mano en la oscuridad.

Y se preguntarán: ¿No eran futuristas? Pues al parecer la democracia tuvo un futuro decadente y volvió la monarquía.

Su nombre era Cecilia. Se acercó para alejarnos, pero de entre los profesores que observaban, uno se levantó y dijo "Yo validó éste duelo". El mismo era el mejor entre los profesores en lo que investigar [u teoría] se refiere.

Probablemente es el que sospechó de mí en la clase de historia, pues me veía con unos extraños ojos analizadores, logré detectar que utiliza una habilidad de ojos de la verdad. Lógicamente es lo que le sirvió para ser el mejor analizador entre todos los profesores, destacando en la teoría.

Tenía una cabellera gris, a diferencia mía. Además de su piel morena y 1'80 de altura, a parte de sus ropajes y su robustez.

Sí, sin duda era él, el profesor más avanzado de la teoría en la academia. No le tomé más importancia al asunto.

Mi mente seguía tranquila, a pesar de que la condición que puso era cruzar a través de una barrera mental. La cual sólo habían podido cruzar los que tienen una mente tranquila o al menos resistencia mental notable.

En realidad, más que tranquilidad mental era mi resistencia, lo sé; no podré conciliar la tranquilidad con todo lo que ha ocurrido en el pasado.

Por simple casualidad crucé como si nada, probablemente por mi habilidad "tranquilidad mental" que se activa cuando lo necesito, una de las únicas formas de hacer que mantenga tranquilidad.

El "onii-chan", o hermano de Rose entró con un poco de sudor en su frente, probablemente su resistencia no es tan buena, pero lo es. Lo sé, tenía que decir onii-chan, no podía soportarlo más, fui un fanático de los japoneses en el pasado.

Me puse en posición de pelea al estilo de boxeo mientras que el susurraba, probablemente; un hechizo.

Susurrar era una forma muy poco conocida pero muy efectiva, casi ningún oponente sabría cual hechizo lanzarías.

Entonces la pelea inició, utilizando mi velocidad anormal me acerqué a él para tratar de darle un golpe directo a sus costillas. Siendo bloqueado por un escudo de energía corporal (también llamado maná).

Y así continúe dando golpes que eran bloqueados por su escudo, hasta que decidió atacar y me lanzó una bola de fuego pequeña, era de rango medio, pero seguía siendo potente.

La potencia demostraba su potencial en su área, como por ejemplo sería el daño o la curación.

Dí un salto hacia atrás para evitar hacer contacto con ella, sigo en el cuerpo de un niño por lo que si me afectaría aún tenga un escudo.

Déjenme explicar: al parecer el "maná" en realidad es el calor corporal u electricidad/energía del cuerpo, por lo que al tratar de usar el calor del cuerpo de un niño para bloquear es anormalmente dañino. Además de que hay el maná "caliente" y "frío" por así decirlo, dado que el calor corporal básicamente puede no estar presente y por el contrario estar un frío, conocido como sangre fría. Ese tipo hace lo mismo que el "caliente" pero igualmente se nota cuando se toca uno, lastimosamente no se conocía eso y por eso cuando usaban detección de "maná" y no ven calor piensan que es alguien inútil por lo que piensan que no puede utilizar magia. Yo era del tipo frío, por eso me catalogaron como débil. Pero en el pasado los fríos eran mejor conocidos que los caloríficos, por mí; probablemente.

Pero mi esposa pensó en ello y le dio más poder al calor, probablemente para detectar mi ser de una mejor manera en caso de volver a reencarnar.

Continuando con la pelea~ Tomé distancia de él para que no me afecte la explosión. Lastimosamente él tenía otros planes por lo que continuó atacando con 3 bolas de fuego más, puede que sean del tamaño de una pelota de béisbol, pero es más potente y barata que una grande, además que la explosión es más potente.

Esta vez saqué mi maná helado del cuerpo, formando una bola de hielo concentrado, combinado con algo de tierra y metal, además de electricidad.

La forma de su creación era simple; aprovechar la materia del alrededor para ser modificada y crear un nuevo elemento, además de comprimirlo de la manera que lo deseará.

Formé a parte un arma especial: era un cuchillo plano pequeño para tallar esculturas de piedra, pero utilizando El arte del escultor helado se volvía utilizable de una potente forma.

El cuchillo podría ser usado para detalles pequeños, pero no para una obra completa, además de que mucho menos se usaría como arma dañina.

La bola de hielo concentrado creció hasta formar una forma de masa similar a una babosa de 2 metros de ancho y altura. Que aparte le salían brazos con manos (de hielo) de algunas partes del mismo. Los brazos se extendieron hasta bloquear las bolas de fuego comprimidas.

Mi poder había sido expuesto justo ahora. Pero nadie notificará a los reyes. Lo sé.

El público (que realmente era poco) se sorprendió por lo que ocurría, mientras que los que me conocían bien sólo suspiraban o mostraban una sonrisa.

Y entonces lo hice: corrí a una velocidad sin límite para cortar el brazo del hermano, el cual se congeló por la gigantesca creatura, que tenía el efecto secundario de mostrar pesadillas al enemigo.

Aunque las pesadillas las podía resistir, la sorpresa era otra cosa porque pensó que no podía utilizar magia.

Sí, mi magia, nuevamente lo digo, ya todos supieron que la hice yo y no los que estaban de mi lado, por lo que eso sorprendió por completo al público. Espero no den problemas más adelante.

Entonces corté con mi fuerza de niño su brazo, haciéndolo desaparecer. Cómo había una barrera uno no podría dañar en forma real, por lo que podía torturar de todas las maneras posibles al enemigo, e incluso tratar de matarlo.

La forma de la barrera originalmente es aún más antigua que yo, al menos la barrera defendía por completo del exterior.

Era una magia nueva que no estaba, la barrera sí, pero la ilusión del daño no, a parte que si se sufría daño mental. Sí la barrera era aún más antigua que yo, entonces el hechizo de ilusión era aún más nuevo que yo.

Aunque se utilizaba para mostrar la dureza de la realidad, algunos otros para torturar en pelea a sus enemigos o por humillar a sus enemigos.

Se usa de muchas formas, incluso los arrogantes podrían aprovecharla. De ninguna manera era injusta, el daño no hacía más que el real de manera mental.

En éste caso podría ser una batalla "justa", porque yo podía utilizar magia no es que fuera muy justo.

Un guerrero no utiliza magia, y yo era considerado uno, por lo que a la gente le sorprendió.

Y no solo eso, mi sangre era fría, no caliente. Cosa inhumana en la actualidad.

Hoy había nacido el que se consideraría el primer Guerrero mágico, o al menos en un futuro.

Tal vez no, pues años antes de que yo saliera a luz...

Capítulo 3: ¿Clase especial? Sin Editar.

Tatsuya se encontraba platicando tranquilamente con Ymir y Jack, alejados de los demás alumnos en la cafetería de la academia.

-Tatsuya Higaragi, Ymir Dragon y Jack Dryan repórtense a la oficina del director. - Sonó por los megáfonos.

Al oírlo, se levantaron y fueron rápidamente a la oficina; al entrar, un viejo con barba blanca miraba fijamente a los tres llegados. Tenía 1'90 de altura y no parecía débil en absoluto.

-Tomen asiento- Proclamó el sentado viejo. Siguieron sus órdenes y se sentaron.

-Ustedes han sido elegidos para la clase "Es”. Por lo que ya tendrán que seguir éste horario- Dijo dándoles una hoja a cada uno.

Tatsuya preguntó; ¿Quién está en esa clase? Para luego dictarles los alumnos;

La hija del rey, el príncipe de otro país, los tres conocidos antiguos de Tatsuya, una chica de pelo negro y una rusa de pelo blanco como únicos alumnos.

Los tres respondieron al unísono; entiendo y sé retiraron a hacer sus cambios de clase.

Al día siguiente, Tatsuya y Ymir caminaban tranquilamente hacía su clase, esperando que les fuera bien y nada de molestias. Al entrar notaron a Jack ya sentado con asientos apartados a su alrededor, básicamente para Tatsuya y Ymir.

Ymir saludó a Jack, luego se sentó en el asiento izquierdo a él. Luego Tatsuya y Jack tuvieron su saludo-casi pelean por ello- y Tatsuya se sentó al lado derecho de Jack.

Entonces el profesor dijo; "Ya que estamos completos, continuaremos; como sabrán todos, las primeras dos horas son de investigación personal, por lo que pueden trabajar desde ya. Si tienen alguna duda decidla".

Tatsuya miró la lejanía y comenzó a explicar a sus compañeros algunas ideas para hacer.

Entre ellas la actualmente inexistente magia para volar fluidamente.

Ellos concordaron con Tatsuya y empezaron a dar sus ideas, pues, sabían que Tatsuya nunca les diría el hechizo ya hecho.

Formaron diferentes cantos, pero sólo cuando Tatsuya mostraba una sonrisa lo dejaban para intentarlo.

Entonces en algún momento dijo Tatsuya; "Ya está terminado, pruébalo." Susurró de manera inaudible, exceptuando a los amigos del mismo.

Ya estaban preparados, así que rápidamente prepararon sus mentes.

Entonces se levantaron los dos, sabiendo que Tatsuya preparó otro hechizo para él y le dijeron al profesor para que lo vieran.

Ymir pronunció la frase; "ligero como el aire, gravitatorio como los planetas; vuelo" y por siguiente empezó a flotar, sorprendiendo a los demás. Luego Jack siguió con una versión corta; "Volador de los cielos" haciendo el mismo efecto, pero gastando un poco más de calor corporal.

El profesor exclamó: ¡magia del pasado! Éstos niños han logrado reinventar una magia del pasado. Estaba orgulloso porque en su primer día ya habían hecho tal maravilla.

La magia antigua sólo sería conocida por los antiguos, como la ex esposa de Tatsuya.

Luego de que hicieran la patente hacía ellos, Tatsuya levantó la mano, haciendo su explicación de la sangre fría, contraria al calor corporal. Y su hechizo básico era el control del aire. Siendo éste último demostrado por limpiar las ropas de todos.

Aunque no lo vieron sorprendente, era una nueva oportunidad para los de sangre fría. Una sonrisa marcó su rostro. —Hoy en día hay grandes orgullos— pensó aquel profesor.

Rose y Jun miraban a Tatsuya envidiosos y con odio, mientras Aragorn miraba indiferente a la situación.

Aun así, en el fondo dudas se empezaron a salir, además de cierto orgullo.

Ellos tuvieron que dejar a Tatsuya por sus padres, con el tiempo lograron un odio hacia él.

Al hacer la patente, Tatsuya se retiró a su asiento sin mirar atrás y siguió platicando con Jack y Ymir.

Sus conversaciones realmente eran Tatsuya contándoles historias antiguas y leyendas del pasado aún más antiguo que su época, cosa sorprendente dado su época en la que nació.

Entre ellas se encontraba El Eterno Eternut, donde dijo que una representación mental del mismo se encontraba en un bosque importante para él, pero el original no sabía dónde podría encontrarse.

***

Horas después, el profesor proclamó que era hora del entrenamiento físico, por lo que todos se dirigieron inmediatamente a probar su fuerza. En el medio de la sala había un enorme pedazo de acero con un monitor con ceros en él.

El profesor llamó a cada uno a dar su golpe más fuerte, aunque igualmente sabían que el más físico aquí era Tatsuya.

Pasó la princesa del reino y al dar su golpe, enfrentó un 1000. Luego el príncipe de otro país obtuvo 1200.

Pasó Rose con un 970, Jun con 1500, Jack con 1430 y por último Ymir con 2000.

La otra chica desconocida no había pasado, por lo que Tatsuya decidió pasar. Al dar su golpe, salió un simple 100.

El profesor sorprendido dijo a Tatsuya que demostrará su fuerza verdadera, pero Tatsuya negó con su cabeza y dijo "Ésta es mi verdadera fuerza".

Eso dejó extrañados a los demás, incluso la chica desconocida no pudo evitar desconcertarse. Nadie le creyó.

Luego la chica pasó con un sorprendente 10,000. Eso sorprendió incluso a Tatsuya. Tatsuya apretó su puño y se retiró— eso es incluso más fuerza que mi actual poder. Deberé mejorar hasta mi fuerza antigua.—.

A lo lejos, una entidad miraba fijamente donde estaría un joven que revivió en otro cuerpo. Suspiró y musitó; tú futuro es incierto, trotador.

En otro lugar, una anciana con una esfera en la mano y reyes a su alrededor le miraban fijamente. La anciana musitó; El trotador ha regresado, encuentren a un joven de sangre fría con fuerte capacidad de fuerza.

Los reyes extrañados aceptaron y se retiraron, iniciando tan esperada búsqueda. La anciana, en cambio se quedó en su lugar y, después de suspirar; dijo "Mi pequeño esposo, debiste quedarte muerto" antes de hacer magia y convertirse en una hermosa joven. Retirándose del lugar.

Una sonrisa marcó a cierta entidad mientras miraba aquella dimensión, midiendo sus palabras dijo; aprovecha tu segunda oportunidad, antes de que te atrapen. Un sonido de batalla sonó a lo lejos, marcando tristeza en aquella entidad antes de voltear a proteger aquella dimensión.

Su comienzo, será cuando tenga que salvar a los que odia.

Capítulo 4: Ocultándose como una sombra en la oscuridad.

Sin Editar.

Tatsuya miraba tranquilamente la clase mientras Ymir y Jack hablaban tranquilamente, estaba nostálgico; recordaba cada cosa del pasado. Algunas con tristeza y otras con felicidad extrema.

Entonces recordó su muerte, provocando que un par de arrugas de furia se marcarán en su rostro—Esa vieja asquerosa sigue viva—mencionó mentalmente para sí mismo, sus ojos estaban dando llamas, unas profundas llamas alimentadas con el odio.

Un cierto dolor marcó su espalda; pidiendo salir un momento recordó cierta maldición de un jabalí asqueroso. —Sucio humano, te condenó tú alma a la perdición, sufre mi venganza cuando tú odio salga a la luz.—.

Ya en un patio, un par de alas de color negro salieron; rompiendo su ropaje y cubriendo de color rojo una parte de su cuerpo; como si fuese un tatuaje, las alas estaban hechas de oscuridad; pero se movían como fuego.

Sus ojos rasgados como un kraken menor, los ojos rugían fuego rojizo carmesí. Su mente se volvía confusa, su vista de un color negro, comenzando a mirar todo su alrededor, miró un vacío oscuro...

—¿Qué? —quedó confundido, no había nada.

"Vuelve a lo que eres, Nihil; eso si deseas cumplir tu objetivo" gritó una voz ronca. Tatsuya volteó a través de la oscuridad, sólo encontrando un punto de luz. Se presentaron palabras doradas, con ciertas llamas pequeñas remarcando su superficie.

La oscuridad y la luz, oscuridad es luz y luz es oscuridad, oscuridad no es nada sin luz, luz no es nada sin oscuridad.

Las memorizó inmediatamente, pero no las comprendió. "Aún si he tenido dos vidas, sigue habiendo secretos en éste mundo que no descubrí, ¡Inmenso!" Pensó mientras empezaba a ver cómo la oscuridad es fragmentada como cristal hasta volver a el patio donde estaba.

—Pero ese jabalí... Está en realidad es una maldición potente—sospechó mientras volvía.

Lo que no sabía es que tenía gente observando, éste mismo era el director, que casualmente pasaba, pero tras ver que Tatsuya se quedaba quieto, luego transformándose y ser rodeado por completa oscuridad... ¡Era inconmensurable! Sorprendido, regresó a la biblioteca oculta a buscar relación con lo que vio.

Sorprendentemente, las únicas respuestas fueron de un dios Jabalí y de un ser llamado white. Lastimosamente no pudo seguir dado que fue convocado por su majestad.

Tatsuya al regresar en realidad descubrió que se había decidido un entrenamiento en parejas, elegidos por el profesor.

Tatsuya tuvo la grandiosa suerte de tocarle con–—–¡Rose!. Éste hecho, aunque le puso de mal humor, no se molestó en darle cara y se dirigió para enfrentarla.

Ella ya se encontraba ahí esperándole, su brillantez y hermosura en realidad haría que cualquier hombre se enamorará de ella, ¡Era como una diosa!

Tras ponerse en posición de batalla, la joven Rose saludó cortésmente a Tatsuya—Ojalá gran ser respete la batalla con honor— La razón de su dicho era su rencor contra él, pensó que utilizó tesoros para lograr vencer.

Le llamaba gran ser, no por respeto; si no porque le disgustaba su nombre.

En un repentino inicio, Rose dio un brinco hacía adelante, moviendo su puño hacía adelante.

Con su demostración de fuerza, cualquiera mencionaría quien perdería fácilmente, después de todo ella practicaba, irónicamente; el arte físico del elefante montañoso místico. Está arte haría que sólo su cuerpo pesará miles de toneladas, ¡Una de las 9 artes físicas sagradas! Aún si era menor que las 3 artes físicas inmortales, sería sin dudarlo un monstruo cuerpo a cuerpo.

Su puño pesaba alrededor de cuatro mil toneladas, ¡Tal inmensa cantidad haría morir una persona normal!

Pero Tatsuya ya sabía incluso la ley física de la supremacía inmortal divina, una ley que tenía todo; ¡Defensa, velocidad, peso, daño y control! Aún si no te daba la vida eterna como una de las 9 artes.

Aún si no la había comenzado, sólo tener sus profundos secretos ya permitía vencer fácilmente a un practicante de las 9 artes físicas, ¡Y mucho más una persona normal!

Incluso con la tecnología actual, las artes permanecieron vigentes, por lo tanto, cuando el puño impactó contra Tatsuya, Rose pensó que le mataría, ¡Y que cortejó su muerte por pararlo sin ningún método!

Pero cuando tenía esos pensamientos, la piedra fue sacudida, dado la pesadez, rompió algo de la arena.

Tatsuya mostraba una ligera sonrisa diestra mientras con ambas palmas sostenía el puño de Rose. Eso hizo enfurecer a Rose; ¿¡Cómo alguien con fuerza de 100 puntos lograría eso!? Y mucho más sin ningún método.

Pero Rose no era tonta, se retiró a pensar una estrategia. Pero Tatsuya habló; —Sin duda; tú serías perfecta como ¡Sirvienta!

Esas palabras hicieron enojar a Rose, ¿¡Cómo una diosa inconmensurable como ella se bajaría a ser una sirvienta! ¡Eso le quitaría toda su reputación y con ello su cara!

Olvidó repentinamente su plan y fue nuevamente a darle más golpes con sus puños a Tatsuya. Pero su repentino combo de golpes no afectó a Tatsuya y en cambio hizo que Tatsuya le logrará tomar del cuello, para luego lanzarla lejos.

—¡Estás lejos de poder enfrentarme! — Gritó Tatsuya, pero de pronto, justo antes de poder seguir su pelea, una voz sonó a través de altavoces mágicos.

"Atención, todos los jóvenes masculinos reportarse en el gimnasio".

Tatsuya sospechó de esto e inmediatamente selló su fuerza verdadera, fue con Ymir y Jack, ambos concordaron que había raro en todo esto.

Luego de llegar al gimnasio, el propio director anunció lo que se haría—Todos los jóvenes, hoy será probada su fuerza, los más destacados pelearán para recibir la guía directa de su majestad.

Las recompensas por participar son; un anillo adaptador de espacio universal. Un tesoro de un gran venerable de la era antigua e ingresos mensuales.

Tales recompensas hicieron brillar los ojos incluso a Jack; él cual era muy difícil de ser ambicioso, pues era muy flojo en ello.

La mayoría gritó de alegría, tras ir pasando uno a uno, en realidad se descubrió que todos estaban entre los mil y mil doscientos puntos de fuerza.

Los únicos destacados serían los de la clase "Es", a excepción de Tatsuya.

Aun así, fue elegido para participar en el torneo. Tatsuya estiró los dedos, mirando su alrededor hasta que un aura fría le rodeó, sus ojos mostraban un claro instinto de matar.

—Esposa, ¡En realidad te atreviste a buscarme! — Susurró Tatsuya mientras rechinó los dientes.

"Pues mala suerte, estás buscando en la oscuridad, y yo soy la oscuridad misma" Pensó antes de concentrarse en Lo que haría.

Capítulo 5: ¿A quién buscas? ¡Soy la persona equivocada!

Sin editar.

Tatsuya observó cómo cada niño pasaba, algunos sacaban mil a dos mil PF.[Puntos de fuerza].

Tras pasar Jack, se decidieron las personas participantes del torneo. Lógicamente hablando, Tatsuya trataría de perder, el único problema era aparentar que perdió por falta de fuerza. Aunque siendo Tatsuya; un hombre que había reencarnado y además tenía un conocimiento inmenso.

Sus métodos tenían una gran variedad después de todo, por lo que optó el más básico pero muy eficiente. Eligió ganar con tesoros, pero en estos no tenía ninguno, así que tuvo que hacerlos.

Para él, refinar tesoros a un nivel inconmensurable era fácil, pero no en éstos momentos; un solo tesoro de la vida ¡Podría tardar más de un año!

Pero el torneo estaba justo en frente; avisando los participantes y sus contrincantes. Al terminar de pensarlo, se dirigió a un baño cercano y empezó a canalizar su energía, lo estaba haciendo lo más rápido que podía.

Aún si resultaba inestable, serviría para lograr vencer máximo la primera ronda con pura suerte. Al terminar los 5 tesoros en una hora, ¡hasta él mismo se sorprendió por la velocidad!

Forjó un tenedor, pareciendo ordinario a simple vista, ¡Pero ocultaba profundos secretos de la afiliación divina!

Otro tesoro; un pañuelo. Éste pañuelo tenía la mayor defensa entre todos, ¡Superando el acero negro!

Un par de calcetines que formaban la mayor velocidad, ¡Superando el sonido!

Y por último una máscara. Ésta máscara tenía un potencial ilimitado para proteger. Ocultaba la presencia y cambiaba el rostro para ser irreconocible.

El único problema de todos los tesoros que había creado es el hecho de su inestabilidad. Aún si era lógico, pues tardó tan solo una hora. ¡Cualquiera que viera lo que hizo vomitaría sangre y pensaría; “tesoro de energía fría! ¿¡Cómo es posible!?".

Gracias a la máscara, nadie sabría que era energía fría, por lo que parte del trabajo ya estaba hecho. He incluso si alguien lo descubriera; ¿Quién le creería?

Después de obtener los tesoros, Tatsuya caminó a la salida lentamente, procuró que nadie lo viera, pues dudarían de él.

Al regresar a la plaza, habló con Jack para ponerse al día. pero justo antes de llegar, una voz sonó.

" Los alumnos de la academia que no superen la primera ronda ¡Serán expulsados inmediatamente!"

" ¡No!" "¡Que injusticia!" gritaron sorprendidos algunos estudiantes que pensaban rendirse en la primera ronda.

Tatsuya se sorprendió, pero no habló, sólo pudo callarse al ver que obligatoria mente tenía que cruzar a la siguiente ronda.

Tenía una gran inteligencia después de todo, quejarse no ayudaría en nada en éstos momentos.

Al mantenerse calmado, Ymir y Jack estuvieron igual.

Al ver los enfrentamientos; se podían ver tesoros de magnitudes exorbitantes para la mayoría, pero para Tatsuya no era diferente que cuando cocinaba.

Incluso alquimistas principiantes tuvieron que pelar con sus calderos para no ser expulsados.

En tan solo un mes se había completado más de 100 combates, ahora tocaba la ronda donde Tatsuya debía participar.

Dio un suspiro y llegó a la arena.

La arena tenía un gran parecida con los coliseos romanos, tenían una enorme altura y ancho. ¡Lo suficiente para caber dos dragones aquí!

Además de que las gradas en realidad tenían su propia pantalla para poder ver mejor la pelea.

Al ser el futuro, tenían más tecnología, pero aun mantenían muchas costumbres del pasado.

Tatsuya por un momento creyó haber visto a alguien de hace mucho tiempo, un tiempo tan antiguo donde la sangre cubría el suelo. Era el Emperador demonio.

Tatsuya reencarnó en la era demonio satánico. Esa era regida por el Emperador Demonio.

El Emperador Demonio era un demonio de apariencia humanoide, muy a diferencia de otros demonios con apariencias más animalescas.

Tatsuya tuvo la vida difícil al tener que aprender de mala forma, perdiendo todo a cambio de una habilidad que le cambió la vida.

Lastimosamente la habilidad no traspasó la barrera del renacimiento y se quedó pérdida en el tiempo.

Tatsuya ignoró el creer haber visto al emperador demonio y continuó su viaje hacia el centro de la arena.

El contrincante era un joven aparentemente joven de piel pálida con cabello blanco, cubriendo su rostro con una máscara con una sonrisa marcada de oreja a oreja y un par de huecos oscuros donde estarían sus ojos.

Su cuerpo aparentemente largo de dos metros y medio, con un solo brazo de carne terminante con 5 grandes garras en sus dedos. Mientras que, en vez de un brazo, parecía más un tentáculo de acero.

Sus cuatro piernas en realidad eran pinzas que harían temblar a cualquiera.

Muchos no pudieron evitar exclamar "¿Qué es él?". Pero solo los más informados sabían que era un tabú hablar de ello.

Tatsuya sacó sus tesoros, se quitó sus zapatos y posteriormente calcetines para luego ponerse los tesoros. Siguió con cubrir su rostro con el pañuelo y agarró con fuerza el tenedor.

La máscara de la había puesto antes para evitar ponérsela dentro.

El joven del tentáculo, al contrario, utilizó su tentáculo y empezó a mirarlo hasta formar una mano aparentemente humana. Con la diferencia de su color metálico.

Usó la mano, metiéndose la mano en su boca, al sacar la espada, sorprendió a los espectadores.

Alguien de vista aguda permitió saber que en realidad era una habilidad. No pudo evitar exclamar "¡Caja de objetos en la boca, increíble!".

La espada terminaba en una punta afilada, teniendo un curvado notable.

Puso la espada al frente y esperó a que iniciará la batalla.

Al terminar los preparativos, al final voltearon a ver a Tatsuya, pues no lo habían visto, era como un don nadie.

" ¡Un tenedor como arma!" "¿¡Acaso quiere ser expulsado!?" Por supuesto que estás personas no vieron la profundidad de los tesoros.

Los que vieron los tesoros, no pudieron evitar sorprenderse y exclamar "¡Son tesoros inestables!".

Lo que nadie notó es lo que quiso evitar Tatsuya; la energía fría.

El árbitro, un ser con un par de astas de árbol y una lámpara amarilla gritó; ¡Empiecen!

Está raza era una de las únicas que podrían rivalizar en vista con los emperadores.

El ser se movió a una velocidad indescriptible para acertarle un golpe a Tatsuya.

Tatsuya se movió hacía abajo, dado que el golpe era horizontal y con una patada sacó volando hacia atrás al joven.

—Esto será Interesante— Dijo Tatsuya en silencio.

•••••••••••

Un hombre veía a cierta pelea, éste hombre había sido conocido por muchos como una existencia inmortal.

Era un emperador demonio, pero uno sin igual a lo largo de la dimensión.

Éste emperador había muerto a manos de un reencarnado, pero reencarnó en el futuro, juró buscar al reencarnado nuevamente, pero nadie sabía si para bien o para mal.

De hecho, nadie sabía que género era.

Pues ni el reencarnado, que lo había matado, lo sabía, pero como lo llamaban emperador demonio en vez de emperatriz, supusieron que era un hombre.

Capítulo 6: Primer Encuentro Sin editar

Tatsuya decidió cruzar rápidamente la ronda y perder rápidamente. Dio una pelea contra el ser que utilizaba sus propias manos que en realidad no eran manos.

Dio un movimiento extraño, golpeando con sus patas el suelo hasta entrar en él, luego, atravesó la tierra de la arena hasta que salió sorpresivamente detrás de Tatsuya.

Trató de darle un golpe con una de sus patas hacía su estómago, siendo bloqueado por el tenedor.

Tatsuya se había dado cuenta y se defendió rápidamente, luego continuó hasta retroceder.

Se dio cuenta que el enemigo tenía una habilidad... Esta habilidad hacía desaparecer poco a poco la energía de las armas, ¡Era exactamente el contrincante de los tesoros de energía fría!

Tatsuya notó que algo andaba mal, como si fuese preparado para que sólo aquel que tenga este tipo de tesoros fuera revelado.

¡Era un plan contra él de parte de su ex esposa!

Seriedad cruzó su mente cuando levantó su tenedor y destruyó sus tesoros de energía fría.

El frío se unió y formó una espada larga, que contenía un color rojizo y uno azulado.

Los que tenían una vista más aguda, miraron la espada con otros ojos pues notaron que el tesoro solo tenía la mitad de energía calorífica.

Con la espada en mano, Tatsuya obtuvo la confianza de ganar, pues no sería afectado por la bajada de energía.

El tiempo no esperaba, todo había ocurrido rápidamente pues ya se encontraba acercándose para atravesar a Tatsuya.

Utilizando una agilidad suprema e inigualable para la mayoría de los estudiantes de la academia.

Muchos se quedaron sorprendidos, pues solo esa cosa había luchado contra todos los alumnos y muy pocos lograban cruzar a la segunda.

Incluso hubo algunos que pensaron si la academia lo había hecho para expulsar a los inútiles de la misma, con el fin de obtener calidad.

Tatsuya utilizó la espada para defenderse, siendo un héroe del pasado, contenía un arte en el ápice de la mayoría de las armas, como sería la espada y la lanza, o incluso un simple yoyo como un arma sin igual, aun si no fuera un tesoro. Por supuesto, siendo de un material menor, sin importar la habilidad sin igual de Tatsuya, sería destruida frente a un tesoro real.

Tatsuya invocó una habilidad para flotar por encima del suelo, mientras modificaba la espada.

El ser no tuvo la inteligencia para saltar, como si fuera una máquina que solo se moviera en el suelo. De hecho; se quedó caminando alrededor de la arena, buscando a Tatsuya.

He incluso si viera hacía él, no se movía en su contra.

Tatsuya modificó la espada, tomando una forma más curva y de un color más oscuro.

Bajó lentamente mientras planificaba un nuevo plan, pues ya había descubierto lo que en realidad pasaba.

El ser finalmente lo detectó y volteó rápidamente hacía él, para abalanzarse contra él en un repentino santiamén, saliendo de la tierra para encarar a Tatsuya.

Tatsuya respondió con su espada, dándose entre sí una batalla con sus respectivas armas.

Pero Tatsuya poco a poco se cansaba, la bestia poco a poco superaba a Tatsuya, como si nunca se pudiera cansar.

En un repentino golpe, Tatsuya cae contra el ser mientras la espada es fragmentada y rota a través de él joven.

Nadie se esperaba éste resultado.

El ser se acercaba lentamente, con el fin de terminar con todo, pero es detenido y enviado a su regreso.

Se enviaron los resultados públicamente como los anteriores combates.

— — — — — —

Tatsuya se encontraba en la enfermería, mientras Jack e Ymir le miraban con dudas.

—¿Por qué perdiste? —.

"Tenías las de ganar". Mencionó cada uno.

—Ustedes aún son jóvenes y no pueden ver cuando uno está a punto de caer en la trampa del tigre. — Mencionó tranquilamente como si fuera trivial.

La mente de ambos se iluminó cuando descubrieron todo.

"¡Era una trampa para cazarte!". Suspiraron después de eso, él estaba siendo buscado por el mundo entero, ¿Cómo podrían no saberlo?

De pronto, toques empezaron a sonar por la puerta.

"Pase" mencionó Tatsuya fríamente.

Una anciana salió de la puerta, está era la que había visitado a los reyes del mundo y era el verdadero gobernante del mundo.

"Discúlpennos por poner una prueba tan peligrosa para los jóvenes, por eso usted salió herido" Sus palabras eran tranquilas. Pero todos sabían que recibir una disculpa de un gobernante era poco común.

—En la supremacía, las derrotas son necesarias—. Respondió Tatsuya sin emoción.

—Sin duda extraordinario, para tener tal conocimiento y además poder refinar tesoros, y por supuesto ser innovador en cuanto a igualar la energía fría con la calorífica, muy poca gente es capaz de eso—. Sentenció ella.

—De hecho, me recuerdas a alguien, ¿No serás su reencarnación? Si es así te podremos tratar muy bien— Sus ojos se afilaron cuando habló.

Tatsuya se quedó mirando a la anciana antes de hacer su plan.

Se asustó y se hizo para atrás.

—¿Q-Qué?, ¿Quién me crees? ¿Ser una reencarnación? ¡Soy la persona equivocada! Solo soy alguien que fue entrenado por un buen maestro nada más, no soy talentoso ni brillante. —

—Pero es extraño, ¿Cómo es que tu maestro sabía de la energía fría a tal relatividad? —.

— E-es que quería igualdad entre ambas. — Respondió rápidamente Tatsuya.

La anciana lo miró por un tiempo antes de suspirar, luego se levantó.

—Nos volveremos de ver, tal vez te reclute a la próxima— Dijo y se fue caminando lentamente.

Tatsuya no pudo evitar suspirar de alivio y exclamar; ¡Soy inigualable en el arte del engaño!

Pero a lo lejos, la anciana se convertía nuevamente en una joven con una sonrisa malévola.

"No eres la oscuridad, pues yo soy una lámpara, esposo mío" luego rio hasta llegar a su hogar.

Una joven se encontraba caminando hasta estar frente a una enfermería, tocó lentamente.

"Pase" se oyó del otro lado con total indiferencia.

Suspiró y entró.

Su mente se mantuvo calmada hasta que vio a un joven acostado en la cama.

Este joven le había matado una vez.

—Nos volvemos a encontrar, héroe—.

Capítulo 7: El rey demonio en realidad es...

Sin editar.

- ¿¡Rey demonio!?-Tatsuya se sorprendió inmediatamente y dio en alto su guardia, después de todo; cuando estaba en su anterior vida, el rey demonio era el conquistador de la tierra.

Le complicó la vida muchas veces e incluso lucharon miles de veces, hasta lograr matarlo.

No fue hasta que el rey demonio quitó su máscara y reveló el hermoso rostro de una mujer, tenía una piel suave y morena, además de que tenía marcas negras; como si fueran runas, marcando cada parte de su cuerpo, dándole un aspecto extraño.

Algunos se quedarían asqueados y otros simplemente verían indiferentes.

-Sí, soy la reina demonio, pero me llaman rey demonio por mi vestimenta masculina- Explicó tranquilamente. -Pero por supuesto nadie se da el tiempo de preguntarlo. - Concluyó la reina.

Tatsuya dudó por un momento, antes de asentir.

-No vengo a pelear contigo, te tengo un trato. - Dijo tranquilamente la reina como si los asuntos del mundo fueran programados por ella.

- ¿Un trato? ¿¡Cómo el que hiciste con Miguel!?¿¡Tienes idea de lo que le hicieron por haberle corrompido el corazón!? O cuando hiciste la mazmorra del árbol de la lujuria, ¿¡Tienes idea de lo que las chicas hacían!? ¡Eran corrompidas a tal punto de traicionar al héroe! ¡Sólo para terminar en las enredaderas disfrutando de nuevo! -

Tomó un suspiro antes de seguir. -Si no fuera porque las maté junto con el árbol, ¡Hubieran crecido en números! - se tomó un silencio abrumador.

En realidad, su comentario tenía un sentido correcto, pues las mujeres de ahí en realidad nunca desearían eso hasta que fueran corrompidas.

Su comentario tenía cada palabra grabada en profundos dolores y recuerdos. Incluso si ya se había vengado, los dolores seguirían día tras día.

En aquellos tiempos tenía a alguien muy especial, pero al ser corrompida por los tentáculos del árbol, negó su corazón y destruyó el lugar poco después de haber tenido que huir.

El dolor volvió por una oreja y se esfumó en el mismo segundo, reprimió sus deseos de arrancarle cada centímetro de su cuerpo y cubrirlo con fuego mientras le mostraba una sonrisa sádica.

Ese día...

Tatsuya estaba joven, aún era inocente con el pensamiento de que todo era como un Isekai.

Tras entrar junto a una compañera y su amigo. Descubrieron que no había mucha diferencia de cualquier mazmorra. No fue hasta que se separó de su compañera que, tras pasar los pisos hasta llegar a las enredaderas.

Una mujer se encontraba ahí, amarrada firmemente a los tentáculos del árbol, los cuales en realidad eran ramas.

Después de cortar las ramas y salvarla, Tatsuya preguntó si podría seguir.

Tras seguir hasta que... Un piso más abajo, minotauros con tan solo lanzas había ahí.

La mujer, su compañera; inconscientemente miró abajo de los minotauros y dio una sonrisa.

Tatsuya activó sus habilidades.

Su compañera agarró la daga del amigo de Tatsuya y le rebanó el cuerpo de su amigo, para aventarlo a Tatsuya, el cual no pudo defenderse.

Al caer contra la pared, Tatsuya miró fríamente a su compañera y dijo; —¿Por qué? —.

Entonces, ella, con una simple sonrisa respondió—Hay que aprovechar cada ser masculino— Entonces levantó su mano para acercarse y matar a Tatsuya.

Pero se sorprendió al ver los ojos de enojo de Tatsuya, rompiendo su corrupción por un momento.

—¿Qué? —Pero no logró circular más palabras.

—Demasiado tarde, le prometí que te mataría si moría—Respondió con dolor mientras agarraba la cabeza de la mujer, con su rapidez; no pudo evitar sorprenderse antes de que su cabeza cayera al suelo.

No pudo evitar envolver su energía de calor corporal en fuego y enviarla a su alrededor. Extendiéndose rápidamente y en poco tiempo, quemando el árbol junto a los seres vivientes en él. Estaba protegido por ser su propio fuego, por lo que se salvó de morir.

Rodeado por su fuego, parecería un dios del infierno para cualquier persona normal.

Ese día, donde se quedaría un demonio interno en él.

Su sombría mirada en realidad se hizo indiferente.

Un silencio abrumador salió por un repentino segundo antes de que la reina volviera a hablar.

—Lamentó mucho eso, sé que hice mal, pero ellos ya estaban actuando y debía detenerlos.

Tú eres ignorante y no sabes que los guardianes de la dimensión en realidad solo están para detener a los de adentro y no a los de afuera. — mencionó ella.

Pero era tarde, Tatsuya había oscurecido su rostro cuando un poder despertó dentro de él.

Pero justo cuando la reina se dio cuenta que no la escuchaba, intentó darle una cachetada.

Pero Tatsuya fue más rápido y agarró su muñeca.

—No tienes permitido golpearme— Sus ojos miraban con sangre a la reina antes de darle un golpe en el estómago y sacarla volando, rompiendo la pared.

—¡Tus pecados no te permiten vivir en paz—Gritó enojado Tatsuya! —¿¡Crees que no sé qué hay seres inmensos!?, ¿¡Crees que no sé qué... ¿¡TENGO EL NOMBRE DE UNO!? ¡También se lo que hicieron con Miguel, tú eres una sucia manipuladora de mentes—!

Sus ojos miraban fríamente con un rojo vivo, incluso Ymir y Jack se sorprendieron al verlo así.

Y es que Tatsuya guardaba un inmenso rencor contra la reina demonio.

De hecho, según su única visita a La Biblioteca, Supo que los Higaragi eran una familia extremadamente fuerte, pero solo Tatsuya Higaragi destacó entre el resto, siendo un guardián interdimensional después de ser criminal.

Tatsuya en aquel momento había dudado del porque tenía el mismo nombre.

La reina se quedó en silencio antes de levantarse.

—Sé que te he lastimado a lo largo de tus miles de años, pero tú me necesitas. Después de todo, ya viste mi rostro y deberías saber quién soy en realidad—.

—¡Eso quedó en el pasado! Ahora ya olvidé mi vida en la tierra por completo, no lo recordaré jamás y menos aún alguien que me traicionó—Gritó Tatsuya antes de intentar darle un golpe en el rostro nuevamente.

Pero la reina solo respondió con un ligero abrazo.

—Tú siempre has tenido sentimientos por mí, incluso con tu esposa de este mundo, solo me has amado verdaderamente a mí, puesto que ya deberías saber que no tienes madre en realidad. — respondió tranquilamente.

Esa serena y tranquila voz hizo que Tatsuya respirará hondo antes de asentir.

Sus ojos empezaron a soltar lágrimas.

Tras calmarse, se dio cuenta del desastre que hizo, miró a Ymir y a Jack, los cuales se habían puesto en guardia dado que habían sido rodeados.

Tatsuya miró por última vez a la reina antes de activar una matriz de teletransporte.

Apareció en un bosque. Este bosque había sido abandonado por los animales hace años y solo Tatsuya conocía de su existencia.

Ymir y Jack utilizaron otros métodos para escapar, mientras la reina distraía los atacantes.

No fue hasta que Ymir y Jack se fueron que un par de seres con alas fueron velozmente a agarrarle los hombros y llevarla lejos rápidamente, escapando.

Tatsuya miró su alrededor y suspiró.

— Todo mi plan... Arruinado, ¿Ahora qué haré? — Pensó con dudas antes de empezar a explorar el bosque.

Tatsuya dudó un momento, tendría que ocultarse nuevamente.

Su esposa había mejorado mucho más que él en todo el tiempo que no renació.

He incluso si él hubiera entrenado, renacer tendría desventajas; aunque su espíritu interno estaría en perfecto estado, su cuerpo sería débil, lo que le obliga a sellar su verdadera fortaleza, lo que hace imposible llegar al límite y por ende hacerse más fuerte.

El maná, generalizado por los mortales; se divide en energía de calor corporal o de frío corporal, después de todo.

Tatsuya decidió embarcar un pequeño viaje a una tumba protegida por seres inimaginables.

Capítulo 8: Problemas. Sin editar.

Tatsuya rió con ironía un momento, ahora tenía problemas.

Aún con la tecnología unida a la magia, su atadura en realidad seguía siendo superficial. Muy probablemente estarían en mejores condiciones si hubieran descubierto los secretos de la magia.

Con algo de dolor de espalda, dio una observación a su alrededor antes de asentir y seguir caminando.

Su búsqueda apenas comenzaba, irónicamente, nunca había hecho esto.

A pesar de vivir tres vidas, recordaba cada persona que conoció y su muerte, incluso la reina demonio en su primera vida, fue la única en la que confió hasta que ella misma provocó una tragedia.

Uno pensaría que Tatsuya desarrolló un método para no corromperse al lado oscuro, pero él sabía que ya estaba cayendo en la oscuridad.

Una muestra eran sus cambios corporales al enojarse, pues gracias a eso su propia alma cambiaba a un ente.

Las desventajas de esto eran ser un ser sin sentimientos, y además sus demonios internos se unirían con él.

En cambio, aumentaría su poder, pero por supuesto para alguien con un corazón con sentimientos naturalmente negaría ese cambio; después de todo, ya era fuerte y podría lograr sus objetivos actuales.

Tatsuya caminó por un largo tiempo, la luz de la luna no se mostraba en el cielo y tampoco lo hacían los rayos solares. Es como si solo la oscuridad fuera vista entre los miles de árboles.

Al caminar por el paisaje, una persona vino a su mente, pero el fuego cubrió el recuerdo antes de poder llorar.

Tras un tiempo, encontró una pequeña lapida, con un simple nombre marcado en ella.

"Victoria"

Un nombre de ganar, yacía ahí, con dos seres llenos de rosa dentro de sí. Estos eran sentimientos dejados atrás, hechos para proteger la víctima.

Miraron fijamente a Tatsuya, sus ojos de piedra rosa solo podían parecer estatuas vivientes.

Tatsuya ni siquiera los miró dos veces antes de tocar la lápida, pero ellos no hicieron nada al saber quién era.

— Tiempos pasados deben ser dejados atrás—Suspiró con tristeza, aun si intentará hablar con ella, ya no le respondería.

Se levantó un con su sombría mirada y camino lejos, reprimiendo sus ganas de llorar.

Miró el cielo una última vez; oscuro como siempre. Luego cambió por una determinación inexplicable antes de asentir a la nada y seguir caminando.

— Es hora de seguir adelante y despedir los amargos recuerdos—Con esas palabras una corta sonrisa marcó su rostro antes de seguir caminando.

Tiempos después, notó que había una esencia de vida. Se volvió sigiloso.

Tras correr hasta ver una joven desnudarse y recostarse en unas aguas termales, Tatsuya no pudo explicar dudar.

—¿Cómo llegó hasta aquí? — Sin explicarlo, reveló su identidad por accidente, llamando la atención de la joven.

La joven tenía una figura deseosa para cualquier hombre sano y joven, con bienestar mental.

Se cambió en una velocidad inexplicable antes de apuntar con una pistola mágica a Tatsuya.

—¿Quién eres?, ¿¡Qué haces en este lugar!? ¡Es privado! — Gritó la joven.

Sus palabras parecían arrogantes y, de hecho, lo eran. Como si el bosque en realidad fuera suyo.

Tatsuya sonrió y miró más fugazmente a la joven...

—¿Quién lo dice? —Tatsuya fulminó y analizó a la joven.

—¿Ves la tumba? ¡Yo la puse ahí para sepultar a mi amiga! Ella era la dueña del lugar. Los protectores son mi amor por ella— Dijo con arrogancia y tristeza.

—¿Cuántos años tienes? — Preguntó Tatsuya.

La mujer se sorprendió antes de dudar un momento. —¿Por qué dudas? ¡Dilo! — Dijo Tatsuya.

— Veinte años— Respondió finalmente.

— Entonces es mentira, ¡Esa tumba a estado desde el tiempo del héroe supremo! Eso ocurrió tiempo atrás en una edad sombría—

La mujer se sorprendió antes de mirar a Tatsuya, dudó un momento antes de decir.

—¿Y qué?, ¿A caso no te debe valer una Mier*a? —El vocabulario de ella repentinamente explotó en insultos sin cesar.

—¿Quieres callarte? No me obligues a meterte en un terreno baldío lleno de Mier*a para que te bañes en vez de las aguas termales en mi territorio. — Contestó Tatsuya sin dudarlo.

La expresión de la joven cambió; el saber que era el maestro del territorio.

De hecho, Tatsuya era un experto en una batalla por insultos en este mundo, puede que en la Tierra aun sería novato, pero aquí había más honor y por ende menos insultos a la sociedad en sí.

—Pero éste lugar es desconocido, ¿Cómo entraste? —Preguntó con cierta inquietud.

Ella miró antes de resoplar; —Sí no lo sabes tú, ¿Cómo lo sabré yo? — Respondió de manera de burla.

—Puedes engañar a muchos, pero no a mí, ¿Sabes? Me han tratado de engañar de mil y una formas, pero, ¿Sabes su resultado? Muerte, no lograron llegar lejos sin enfrentarme si quiera. Sólo con mis antiguos protectores ya era lógico que no necesitaría mover un solo dedo antes de destruir a mi enemigo.

Fui el gobernante de la tierra por un tiempo, ¿Quién podría enfrentarme? Sí no fuera porque me asesinó mi propia esposa antes de si quieres mejorar la tierra, se corrompió y ahora mira, todo está de tal como lo vez. — Sin darse cuenta, había revelado su realidad; o al menos la menos teórica.

La mujer dio una mirada que le analizaba antes de quedarse callada.

Sonidos retumbaron a lo lejos. Tambores de guerra.

En éste momento, la única palabra que venía a la mente de Tatsuya era... Duendes.

Seres de baja estatura salieron entre los árboles.

Por debajo de ellos iban seres de gran tamaño que, en algunos; producían sonido de los tambores en sus manos.

Los pequeños monos que viajaban de árbol en árbol en realidad eran duendes, que eran de baja estatura, color verde en su piel y horrendos rostros, junto a un cuerpo que, contrario a su enorme fuerza; parecían flacos.

Los enormes ambulantes en realidad eran trolls, mayoritariamente estaban por los dos a tres metros de altura por estar encorvados en todo momento, a excepción de los que usaban tambor que mantenían su espalda recta como un tronco.

Ambos venían con el fin de combatir contra Tatsuya y la mujer.

Evitaron por poco a la tumba de Victoria.

Un hombre humano, con sus ojos oscuros y una túnica negra caminó al frente del ejército de duendes y trolls.

—¿Un humano liderando a monstruos? Nigromante— Susurró la mujer.

Tatsuya no podía enfrentar a el ejército en éstos momentos por lo que decidió alejarse.

Pero los tenían rodeados.

Tatsuya invocó un brillo que retumbó en los ojos de su alrededor; duendes, trolls e incluso el nigromante tuvieron que cubrir sus ojos antes de si quiera atacarle.

Tatsuya movió su cuerpo a alta velocidad hasta dar un golpe en el cuerpo de un troll, donde luego agarraría su cabeza y la tira a los duendes, los cuales caen por el enorme cuerpo del troll, aún a pesar de su tremenda resistencia y fuerza, el peso del troll junto a la velocidad que iba era lo mismo.

Tomó la lanza del cadáver de un piquero duende; pues eran sus armas preferidas, justo como un líder.

Mientras tanto, la mujer agarró fuertemente la empuñadura de sus armas; las pistolas mágicas tenían una apariencia similar a las de la tierra, pero no necesitaban cargador pues eran balas hechas con energía.

Dudó un momento antes de apuntar a duendes y trolls, sujetó fuertemente las pistolas y jaló el gatillo.

Con cada disparo, tenía una cabeza explotada o un brazo de troll saliendo por los aires.

Irónicamente, mientras que la cabeza o incluso una parte del cuerpo era destrozada, los trolls solo perdían un brazo o incluso una sola mano, a pesar de tener una cabeza pequeña en comparación con su tamaño.

Los ejércitos en realidad tenían muy pocos trolls y en su mayoría sólo había duendes.

El nigromante se quedó callado, empezó a reconocer con quién se enfrentaba.

Conjuró para sus adentros...

—Que el ancestral del eterno río de qúlu caiga hacía la muerte y resurrección de entre los escombros—En esas palabras, la tierra comenzó a quejarse, movimientos bruscos como un terremoto hasta que parte de la tierra sea rota.

A pesar de ello, la tumba seguía intacta.

De la tierra un ser que parecía un árbol salió.

—El eterno Eternut ha salido— Susurraron los duendes.

Tatsuya miró al ancestral y no pudo evitar suspirar.

—Esto sí es un dolor de cabeza, vaya problemas me provocan— Pensó para sí mismo antes de volver a la batalla.

Capítulo 9: El Eterno. Sin editar.

Tatsuya ideó un plan para luchar contra El Eterno. Un ancestral que parecía un árbol humanoide, sus oscuros ojos tendrían un brillo de color ámbar mientras ramas cubrían cada parte de su cuerpo.

Teóricamente, invocar a un ancestral era muy complicado gracias a su enorme poder sin explotar, y básicamente lo hace incontrolable en la mayoría de los casos.

Así, pues; aunque hay mucha variedad de significados de los ancestrales, los más comunes eran los dormidos, que seguirían órdenes de quién les despertará.

El Eterno Eternut en realidad era un ancestral dormido, un árbol que vivió millones de años atrás en una época muy lejana, donde creció y fue guiado por un maestro legendario de aquel entonces.

Al ser un árbol, tendría una vida casi ilimitada, sino hasta que despertará nuevamente y rompiera sus raíces, eliminando su inmortalidad.

Aún si creará semillas, no recuperaría el poder del pasado.

Tatsuya miró a El Eterno Eternut y buscó una debilidad, como un reencarnado que había vivido Miles de años, sabía algo de información del ancestral.

Agarró fuertemente una piedra y con símbolos de Úsnarr antiguo, la piedra brilló de un blanco color, fulminó el bosque y terminó volviéndose un triángulo de color dorado, que luego lanzó a uno de los pies de El Eterno.

La mujer ya se había dado cuenta de Tatsuya y que él tenía un plan, así pues, se dispuso a defender su posición y la de Tatsuya.

El Eterno miró la tumba por un momento y se dio cuenta de cierta cosa, pero no le tomó importancia con otro pensamiento y con voluntad evitó la tumba. El nigromante tomó nota de ello al darse cuenta de cómo evitaba lo más posible a la tumba. Por lo que él tampoco la molestaría.

Mientras Eternut se dirigía a combatir contra Tatsuya y la mujer, no se dio cuenta de los cuatro triángulos dorados dirigidos a sus pies. Tatsuya miró a Eternut y activó lo más rápido que pudo sus palabras.

Eternut no pudo notar que le habían tendido la trampa, pues las pirámides ya habían destellado y revelado un color ámbar, formando una unión entre los cuatros.

Con la pirámide de color ámbar, originalmente de las cuatro pirámides triangulares, quedó atrapado dentro.

Era una técnica que aprendió de una princesa de chicle en su vida pasada que pasó a la vida real en su siguiente vida.

Eternut miró el ámbar y con su enorme puño derecho golpeó la pared ámbar transparente.

El nigromante miró a Tatsuya y no pudo evitar ensanchar sus oscuros ojos.

—Tú...—Susurró el nigromante con sorpresa antes de ordenar a El Eterno que se liberará.

Con sus poderosos puños que destruirían hasta la más mediana montaña, no pudo más que hacer brillar donde salía el golpe.

No fue hasta que el ámbar fue cambiando a un color dorado que notó algo...

Las fuerzas de sus puños habían estado, contrariamente a sus expectativas; alimentado el poder de la prisión en forma de pirámide.

Juntó sus manos y las fue extendiendo, donde un brilló salió hasta haber formado un báculo.

Usó su mano diestra y la levantó al aire.

Con unas palabras malditas esferas del cielo fueron cayendo, como asteroides.

Al caer, como un huevo fueron rompiéndose hasta dejar ver gigantes humanos con variedad de tamaños, cabezas e incluso brazos.

Se dirigieron rápidamente hacía las pirámides doradas que formaban la prisión piramidal.

Tatsuya miró los seres y oscureció su mirada, luego dijo un susurro;

—¡Ersa, Arse! — exclamó mientras manos salieron de la tierra.

Simios gigantes salieron de entre las tierras del bosque, antiguos habitantes dormidos del mismo.

Tatsuya no tuvo tiempo de darles una mirada antes de ordenar que fueran a atacar, mientras él mismo luchaba contra duendes y trolls.

Aún si había muchos enemigos, los más complicados en realidad era El Eterno Eternut y el nigromante. Por supuesto, los duendes y los trolls mostraban su poderío en números, especialmente los duendes.

Los simios gigantes eran de un enorme tamaño, comparable o incluso mayor a los trolls y los gigantes. Además de tener una inmensa fuerza.

Con una rapidez sobrenatural dado su tamaño llegaron a luchar contra los los gigantes que luchaban en destruir las pirámides.

El nigromante rápidamente meditó pues con tantas muertes perdía poco a poco su fuerza mental con las que les ordenaba.

Tatsuya no conocía los objetivos del nigromante, pero le había dañado, además de que entrar al bosque era extremadamente raro y tabú. Fue incluso una suerte para la mujer que Tatsuya no le atacará o incluso que los simios no le atacaran, como iba a pasarle a el nigromante incluso si no había llegado Tatsuya.

Irónicamente, de entre los enormes daños de la batalla hacía el bosque, el alrededor de la tumba seguía intacto he incluso si una roca saliera aleatoriamente hacía ella, sería destruida inmediatamente por una cúpula transparente.

El combate daba más ventaja al defensor, el cual sería Tatsuya y la mujer pues tenía un control mínimo del bosque, pero incluso Tatsuya nunca consiguió el potencial completo del bosque.

La única que lo consiguió fue la que yacía en la tumba, lastimosamente murió por un error del pasado de Tatsuya.

Aunque muy pocas personas podrían entrar al bosque, realmente si llegaban algunas por, únicamente; la suerte o inclusive por el destino.

Una mano salió del bosque.

La mano parecía vieja y desnutrida; a punto de romperse en pedazos, pero cuando agarró el suelo a ayudarse a levantar, parecía tener un poder enorme.

Un rostro anciano, con una enorme barba saliendo de su mandíbula, junto al cuerpo desnutrido.

Era un simple anciano, con su piel pálida y una simple vestimenta que pareciese ser un vestido roto.

El anciano rápidamente, después de salir; dio un movimiento de meditación, con sus piernas en forma de mariposa y juntando sus manos como si estuviera meditando en todo momento.

Con sus ojos cerrados empezó a flotar y a moverse en el bosque.

A lo lejos, un joven y una mujer junto a gorilas luchaban contra seres diminutos de color verdes, un humano; gigantes humanos y algunos de piel grisácea. Además de un enorme gigante ancestral.

El viejo flotó poco a poco, como si no ocurriera nada.

Llegó hasta el frente de la batalla, brillos y sangre salían sin parar.

Movió una palma y los gorilas se detuvieron con temor, resguardándose de nuevo en la tierra.

Movió la palma nuevamente y los duendes junto a los trolls fueron descuartizados sin resistencia ni oposición.

Movió una última vez y los gigantes humanos fueron regresados a su dimensión en forma de esferas.

—¿Quién ha interrumpido mi sueño? —Con una voz profunda que fue capaz de oírse por todos.

Él era el gobernador del bosque... El protector supremo de la tumba de Victoria.

Capítulo 10: El protector de la tumba. Sin editar.

Tatsuya no notó a el anciano en ningún momento, estuvo concentrado en la batalla por completo, inmerso en la concentración.

Incluso cuando los duendes y los trolls habían sido pulverizados a cenizas, no lo notó.

Si no fue hasta que el protector movió su palma nuevamente y los simios defensores se retiraron en huesos, volviendo a la tierra.

Tatsuya estuvo tan inmerso que El Eterno se tomó de manera seria la lucha contra Tatsuya.

El nigromante también se mantuvo ocupado controlando cada creatura, pero sí lo notó rápidamente cuando su control se liberó espontáneamente gracias a la destrucción de los seres verdes llamados duendes y los gigantes de piel grisácea, conocidos como trolls.

Pero incluso así no pudo evitar tener que ignorarlo, si diera un paso en falso perdería la poca ventaja de números.

La mujer no se molestó en darle una mirada al anciano, pues destruía los gigantes de El Eterno.

Pero en el momento en el que los simios se ocultaron y los gigantes Eternut fueron descuartizados, todos se detuvieron inmediatamente y miraron al anciano.

Tatsuya notó al viejo y no pudo pensar en otra cosa. Lo conocía.

—El Real Protector de la tumba de Victoria... Llegamos al punto de tener la posibilidad de destruir la tumba...—Susurró Tatsuya.

La tumba tenía múltiples protectores, pero la mayoría no tendría inteligencia y simplemente tendrían el objetivo de destruir.

El único con inteligencia era el Real Protector de la Tumba de Victoria. El cual sólo saldría cuando fuera excesivamente necesario, cómo sería la destrucción de la tumba.

El Protector de la Tumba en realidad era el abuelo de Victoria, que en algunos momentos de su vida decidió encerrarse bajo la tumba, la cual anteriormente era el bosque de la tierra.

Tras decidir ser el protector, se unió mentalmente a la existencia de la tumba; en el momento de ser destruida, moriría él también.

Pero su objetivo no era la vida eterna, era proteger a su tesoro más sagrado: Victoria, o su cuerpo, más exactamente.

Un cuerpo tan puro y fino, o eso mostraba en el exterior, sólo por su cultivación; en realidad parecería una persona común y corriente.

Sí no fuera por conocerla y tener sentimientos positivos, uno no podría verla hermosa, si no regular.

Tatsuya concentró su mirada en el anciano. Mientras él mismo ya había dado tranquilidad a las cosas

—¿Quién ha interrumpido mi sueño? — Sonó la profunda voz de la voz del anciano.

La mujer apuntó al anciano inmediatamente con confianza, pues supuso que tenía un débil cuerpo.

En cambio, el nigromante se quedó sin hacer un solo ruido, incluso El Eterno Eternut ya no mostraba una gran arrogancia.

Tatsuya movió su mano para detener a la joven, luego miró a El Protector.

Eternut dijo serenamente—Oh; gran protector, lamentamos molestarle—. A muchas antigüedades se les abriría la boca de sorpresa, incluso un mortal de la antigüedad pensaría que el mundo se volteó de cabeza.

Tatsuya no dijo nada.

—Tú deberías estar dormido, Eterno. Ni siquiera puedes usar tu fuerza real en esta representación mental—Luego miró a Tatsuya, quedó fijamente viéndolo.

Era como si ocurriera una batalla de miradas, Tatsuya se quedó callado mientras lo veía.

La mujer notó como luchaban con sus miradas, así pues, no hizo nada.

Después de una intensa batalla, al final Tatsuya se rindió y se dio un paso atrás.

—¿Cuánto tiempo ha pasado desde que visitaste la Tumba de Victoria? ¡Miles de años! Deberías saber que ya no eres bienvenido por completo en éste lugar— Gritó fuertemente como si estuviera regañando a Tatsuya, como si le hablará a alguien más joven.

Ymir y Jack se sorprendería dado que Tatsuya tenía Miles de años de edad realmente.

Miró al anciano con arrugas en su frente...

—Tú no puedes ordenar quién es bienvenido aquí, si fuera así, ¿Por qué está joven pudo entrar? ¡Incluso aquel nigromante pudo! —.

La mujer no habló, pero se avergonzó.

El nigromante se puso rojo de la furia, pero no dijo nada ni reprochó.

El Eterno podría ser más fuerte si usará su verdadero cuerpo, pero solo era una representación, no podría vencer al protector. Tampoco mencionó nada.

—La mujer es pura, el nigromante tiene un báculo demasiado poderoso incluso para mí— mencionó con cierta duda.

—La mujer no es ni un setenta por ciento de pureza en su corazón y el nigromante no tiene tanta fuerza. Su especialidad es su número y Eternut— Reveló Tatsuya al saber que lo que dijo el anciano estaba equivocado intencionalmente.

Cualquiera de sorprendería si una persona llegará a más de veinte por ciento de pureza, dado que al vivir tantos años uno la iría perdiendo.

El anciano anteriormente tranquilo oscureció su mirada al oír las palabras de Tatsuya.

Miró a Tatsuya... Dudó en hablar... Dio un suspiro meditativo y se calmó.

—Dado que has venido a recibir la tumba una última vez, o eso espero; no te molestaré más. —Pensó otro segundo más antes de continuar.

—Te ayudaré—Fueron sus únicas palabras antes de volver a su estado meditativo, cerró los ojos y flotó nuevamente hacía el lado de Tatsuya.

El Eterno se dio cuenta que tendría que ponerse serio. El nigromante no pudo si quiera tratar de convencer a el anciano de unirse a su lado.

Pero incluso si lo intentaba, no lo lograría dado que el anciano le debía mucho a Tatsuya a pesar de su rencor hacía el dado que por su culpa había muerto su mayor tesoro.

Tatsuya colocó sus manos en sus bolsillos y empezó a brillar.

Un par de dagas cortas, alrededor de 10 cm salieron de los bolsillos, increíblemente no cortaron la ropa ni dañaron a Tatsuya.

Movió su mano al frente y se preparó para atacar, una sonrisa de par a par se mostró, la mujer no pudo evitar subir sus pistolas preparadas.

El Protector no hizo nada como si no estuviera a punto de combatir en una batalla de vida o muerte.

El Eterno Eternut no dio más miradas y se preparó. El nigromante vio la desventaja en números. Cosa irónica dado que anteriormente se enfrentaba a él con miles y miles de tropas.

Un brillo cubrió su cabeza y fue bajando, con un susurro dirigido a El Eterno desapareció del lugar.

—Transportación de partículas...—No pudo evitar exclamar la mujer.

El Eterno oscureció su mirada y volteó a mirar a los tres.

Levantó su mano y con su propia palma golpeó su frente.

Un brilló de color ámbar se mostró cuando retiró sus manos y sus ojos se habían unido para formar una gema.

La gema empezó a brillar y disparar su rayo láser de color ámbar hacía la mujer.

Fue tan rápido que no pudo evitar su muerte, la mujer entró en el rayo y fue convertida en polvo rápidamente.

Tatsuya miró a la gema y arrugó su frente. Él conocía la leyenda de la gema de la exterminación dimensional, donde eliminaría todas las existencias que fueran de una misma.

Miró al frente y sólo pensó en la misma leyenda, donde decía su forma de arreglarlo; al morir, El Eterno soltaría una lluvia de luz a su alrededor que reviviría a los que haya asesinado.

Está lluvia se extendería alrededor de 100 km circulares, pero solo afectaría a los que mató.

Tatsuya se llenó de determinación y miró a Eternut, con un brillo en sus ojos decidió matar a la representación de El Eterno.

Capítulo 11: La salida de la Tumba. sin editar

Con la determinación en sus ojos, Tatsuya miró a El Eterno y rápidamente corrió hacía el, incluso el anciano solo podría matarlo con su única debilidad; su cerebro.

Sin la ayuda de la ya pulverizada mujer, no podrían hacerlo fácilmente, y, además; al intentar destruir su cerebro con una espada sería muy difícil, dado que las ramas protegían su cuerpo y eran tan afiladas como una sierra mágica en movimiento, que sería comparable a la velocidad del sonido.

Tatsuya esquivó las ramas y los brazos del enorme ser, el anciano utilizó sus palmas para intentar frenar los movimientos de Eternut.

Pero no sería tan fácil, Eternut tenía muchos métodos para defenderse de los ataques, seres parecidos a un duende con un color café salieron de su cuerpo, representaciones diminutas de la misma representación de El Eterno con una enorme fuerza salieron a combatir contra Tatsuya y retenerlo.

Los láseres de la gema ámbar salían repentinamente y serían contrarrestadas por el anciano, utilizando su máximo sacrificio, aún no pudo superar las palmas de El Protector.

El Protector era insuperable en la mayor de los casos en la tumba, ahí cubría su mayor poder y su eternidad, después de todo. Pero incluso eso solo retrasó a El Eterno.

Lluvia empezó a a caer repentinamente, lluvia ácida que pertenecía a la tumba.

El sentimiento dejado por Victoria; su valoración por Tatsuya e incluso su admiración prevalecían a lo largo de los miles y miles de años.

Pero con cada gota se iba transformando; primero felicidad, luego admiración, valoración, amistad... Tristeza, sentimientos dejados para Tatsuya.

Victoria en su momento nunca se enamoró de Tatsuya y no lo tomó como un posible novio, en cambio Tatsuya si lo hizo. Pero solo recibió admiración.

Eso, lastimosamente dañó a Tatsuya, sufrió por un largo tiempo en secreto, había entrado en una zona de amigos que aún incluso ahora no superaba ni esperaba superar.

Empezó a darle golpe tras golpe a lo largo del brazo de Eternut, nunca se detuvo hasta tomar incluso descansos cuando era golpeado al suelo nuevamente.

Corrió entre la pierna de El Eterno, luchó contra las representaciones; destruyó ramas de protección.

Su objetivo era hacerle caer, no por ser un gigante, si no por su debilidad en su cabeza, su cerebro era una zona muy protegida por el mismo cuerpo de El Eterno. Tanto así que prácticamente era la zona más defendida. Podrías partirle a la mitad desde el estómago y aún se regeneraría por su cerebro. No importa la distancia.

Atesoró sus armas como nunca antes, nunca había pensado mucho en la vida por lo que a duras penas soportaba las grandes heridas de Eternut.

El enorme hombre árbol nunca parecía cansarse, pero en el fondo era lo mismo, seguía siendo una existencia limitada, su dedo meñique del brazo izquierdo empezó a brillar hasta volverse transparente.

Aún si lo notó, Tatsuya no lo tomó en cuenta pues necesitaría 3 años si quisiera derrotarlo con el cansancio en una guerra de resistencia.

Fugazmente se movió hacía la herida de la desaparición del dedo meñique para intentar dañarle de alguna manera.

Era una batalla de un mortal contra un titán, Tatsuya no tenía tanto poder en éstos momentos para enfrentarse a El Eterno.

La diferencia de poder, peso; tamaño y fuerza entre el mortal Tatsuya y el titán El Eterno Eternut. Si seguían así, probablemente tendrían que usar los protectores de la tumba.

Había miles de protectores, pero los más fuertes no eran los que protegían el bosque, si no la tumba en sí, como el Real Protector de la Tumba de Victoria.

El sentimiento dejado por Tatsuya eran las dos estatuas de color rosa, sus sentimientos estaban concentrados en ella.

Pero las estatuas, a pesar de su inmenso poder, se limitaban a él alrededor de la tumba, pues si salieran desaparecerían inmediatamente.

Golpeó a Eternut a través de su piel café de sus dedos llenos de musgo y corteza de árbol.

Un árbol supremo a través de una generación no era una simple broma, éste ancestral árbol, comúnmente no encontrarías un ancestral tan poderoso.

Corrió entre la maleza, incluso el dedo era más grande que un ser humano.

Era como un bosque con vida, cada árbol movía sus ramas para atrapar a Tatsuya.

Las ramas eran tan resistentes como el acero oscuro y tan flexibles como la goma, no se rompían incluso con mil hombres mortales.

Corrió esquivando las ramas y las hojas llenas de veneno, pues aún con su fortaleza actual seguía sin tener el poder de derrotarlo, dio un golpe a una rama que se partió después de dar la mitad de su fuerza.

Utilizó lanzas de duende para escalar entre el enorme brazo, cruzó hasta llegar al hombro y lanzar las armas en sus manos.

Aún si se rompieron con el simple toque, lograron hacer entrar al menos un poco de veneno en el cuerpo del gigante de ramas.

Seres diminutos empezaron a sostener a Tatsuya, aun oponiéndose a los seres, su fuerza era muy superior a él en la actualidad.

Pero su alma seguía teniendo el poder más fuerte del mundo, un resplandor le cubrió quemando así a sus enemigos.

El Eterno no habló y sólo pudo seguir liberándose de la atadura del protector.

Luchó sin parar hasta que finalmente logró un golpe en un punto débil a la barrera del anciano.

-No subestimes mi fe-Sonidos vinieron de mil universos, una luz religiosa cubrió al anciano y bloqueó nuevamente a El Eterno.

Tatsuya cambió nuevamente su mirada, quedaba poco tiempo...

Sus ojos se volvieron brillosos, luz blanca cubrió de fuego blanquecino a sus párpados y ojos mientras una niebla negra cubrió su cuerpo, manos salieron de la niebla...

Moviendo su mano, agarró fuertemente la corteza de El Eterno y corrió haciendo lo mismo.

Ni las ramas podían sacar de la fuerza que usó para impulsarse.

Era como un gancho agarrado fuertemente a la tela, atorado.

Logró llegar a los hombros y nuevamente luchó contra las representaciones. Pero con sus múltiples manos los lanzó lejos.

Se acercó hasta la cabeza, agarró la boca de Eternut y siguió subiendo como si fuera un escalón más.

La gema ámbar brilló y lanzó su láser hacía Tatsuya, pero la niebla se movió hacía la luz, bloqueándolo.

Sin la niebla, el cuerpo mostró su forma; huesos marcados en su rostro, una cara alargada en forma de lobo en huesos, cuernos saliendo en vez de orejas, con una alargada cola negra con niebla y pelaje cubriendo su cuerpo, pelaje hecho de huesos en polvo.

Utilizando una de sus 9 manos, con 5 garras filosas y de un color blanco como el hueso; metió las manos en la gema, sonidos de romperse sonaron de la gema...

Color negro empezó a salir de la gema mientras Tatsuya utilizó sus manos para seguir subiendo a la cabeza.

Un hueco enorme se mostró en el lugar del cerebro, entre los miles de ramas oscuras de roble oscuro una masa circular estaba en el centro, ramas más gruesas y blanquecinas se conectaban con aquel cerebro.

Aun disparando con las pistolas mágicas, las ramas eran aún más rápidas y bloqueaban cada bala.

Utilizando sus garras, se tiró mientras rompía rama tras rama hasta llegar al cerebro.

El cerebro intentó moverse como último recurso, las gordas ramas blancas que conectaban con él se separaban para defenderlo.

El cuerpo externo se dejaba de mover...

Todas las ramas perseguían a Tatsuya el cual caía a una velocidad sobrehumana.

Con rapidez logró estar a centímetros del cerebro.

Pero con sus garras no llegaba...

Intentó e intentó, pero el cerebro lograba alejarse en el momento justo, las ramas le retenían...

Pero la neblina oscura volvió a él, las ramas se volvieron negras y se volvieron pedazos.

Sin las ramas llegó rápidamente a el cerebro.

Con sus largas garras cortó, rasgó y despedazó cada centímetro de la enorme masa de El Eterno.

Finalmente logró matarlo, empezó a brillar por donde el cerebro antes estuvo antes.

El resplandor sobrepasó los cielos y una lluvia de brillos salió después.

Tatsuya comprobó que la mujer siguiera ahí y hubiera recuperado su vida.

Suspiró al verla normalmente, tan solo inconsciente.

Miró a lo lejos y supo entonces que el momento de irse de la tumba era ahora.

-Es hora de irse-Pensó inquieto mientras volteaba a ver a el anciano.

Miró con tristeza...

Capítulo 12: La salida de la Tumba. sin editar

El cuerpo de Tatsuya volvía a la normalidad; la neblina oscura que le rodeaba desvanecía entre los numerosos rayos de luz provenientes de la cabeza de la representación de El Eterno Eternut, su masa volvía a la normalidad mientras su mirada se concentraba en los rayos, forjó una botella vacía de energía fría y captó uno de ellos. La tapó rápidamente y la guardó.

Aún si fuera de un solo uso, podría sanar a algún ser, pues si lo dejaba capturado; se convertiría posteriormente en un brillo sanador inmenso.

Suspiró, luego miró a el cadáver de Eternut.

Hoy, una parte de un ancestral había sido destruida.

Pensó por un momento antes de sospechar si El Eterno guardaría rencor.

Un brillo inmenso salió de todo el cuerpo de El Eterno, una luz que posteriormente parecería El Eterno.

A diferencia de lo que uno pensaría, no dañó a nadie y, en todo caso; se quedó mirando a Tatsuya.

Miró a el sentimiento dejado por El Eterno y gruñó.

—¿Tengo tan hermosa cara? — Expulsó su pensamiento, sorpresivamente El Eterno siguió sin decir nada.

Decidió ignorarlo y mejor volteó su rostro a el cuerpo de la rejuvenecida mujer.

Empezó a caminar; pero no fue hasta que estaba a un metro de la joven que El Eterno empezó a hablar.

—Tú destino ya está marcado, trotador.

El destino de todos lo está; es el Destino Divino—Habló sin parar, luego; en una luz repentina, desapareció.

Tatsuya se quedó callado, oscureció su mirada y continuó; Él lo sabía, tenía razón. Se había librado de la muerte más de una vez yendo en contra de las leyes universales.

Él moriría muy, muy lejos de donde él quisiera.

Ya no tenía a nadie, podría reencontrarse con conocidos, pero no amigos. Al menos ahora que había muerto nuevamente y renacido.

Dio un último suspiro antes de estar frente a frente, dio un soplido y la mujer repentinamente abrió los ojos con terror, aterrada. Si no fuera que Tatsuya intentó tranquilizarla, probablemente seguiría por algunas horas más.

La mujer miró a Tatsuya y supuso que él la había salvado.

—¿Qué ocurrió? —Dudó mientras veía a los ojos.

Notó la cercanía de cara a cara y volteó la mirada; se ruborizó.

Tatsuya se separó rápidamente aún con su mirada tranquila, lo hizo para no molestar a la mujer.

—Moriste, o al menos envejeciste a polvo, pero logré regresarte. —Dijo serenamente.

Finalmente, la mujer supo que no conocía nada de él, por lo que empezó a dudar si preguntarle o no.

Tatsuya lo notó y asintió en respuesta; sí lo respondería.

—¿Cuál es tú nombre? —Preguntó aún con duda mientras miraba a Tatsuya.

Tatsuya no dijo nada por un momento. —Hay que ser respetuoso, yo no sé tampoco tu nombre—.

La mujer casi muere de risa; ¡Quería educación cuando él no la ha tenido!

—Está bien, está bien. Soy Ashia Pogba. Ahora sí, ya me presenté, dilo—Dijo con un poco de rudeza mientras miraba con estrellas en sus ojos.

Suspiró antes de hablar—Soy Tatsuya Higaragi—Sentenció tranquilamente, como si él no lo hubiera decidido. Aunque era así.

Ella notó que Tatsuya le veía cansado.

Miró al anciano y él asintió, empezó a caminar.

Tatsuya y Ashia siguieron por detrás a aquel anciano.

Cuando ya estaban a fuera, un joven pasó frente a sus ojos con ojos asustados, no fue hasta que miró a Ashia que suspiró con alivio mientras se acercaba.

—Ashia, el venerable te busca; ¡Desapareciste por tres días enteros! —Eso sorprendió a Ashia, en realidad, ¡Tatsuya había luchado alrededor de dos días para salvarla!

Entonces el joven notó a Tatsuya y al anciano, su mirada se volvió feroz.

—¿Vienen de la tumba de la bruja? —Dijo con seriedad.

—¿La bruja? —Dijo con dudas, Tatsuya.

—Sí, la bruja Victoria—dijo él.

Pero esas palabras enojaron a el anciano y a Tatsuya, después de todo; El Protector era su abuelo mientras Tatsuya era muy cercano a ella.

En un repentino movimiento, el joven ya estaba siendo apresado del cuello por Tatsuya, quién le miraba con odio.

—¡Victoria es sagrada! —Exclamó con enojo.

Si no fuera porque Ashia intentó detenerlo, el joven habría muerto en sus manos.

—¿Quién dijo que era una bruja? —Preguntó con enojo.

El joven, aterrado, contestó;

—¡Fue el héroe! Él mismo la eliminó—Dijo con un resplandor en sus ojos.

Los ojos de Tatsuya se volvieron blancos antes de mirar a él joven.

—¿Cuál es tu nombre? —Preguntó.

—Zareb Ankho—Tartamudeó sin dudarlo.

—Déjame decirte, Zareb; que tienes una muy mala información, el héroe amó a Victoria y ella murió por su propio error—Dijo. —Deberías saber que lo que te cuentan puede ser erróneo, ¿Quién lo dijo? —Lo decía con una anormal calma.

Dejó el terror implantado en Zareb, incluso Ashia no logró ocultar su sorpresa.

—¡Pero la propia esposa del héroe lo dijo—Sus ojos se vieron afectados por las palabras de Zareb!

—Esa zorra...—Susurró. —¡Entonces ella lo había planeado desde tiempo atrás! Como pude caer—Empezó a gritar.

Rabia había salido dentro de él, su ser ya lleno de odio había crecido.

Ashia se acercó para intentar tranquilizarlo, le tomó del hombro.

Pero recibió una separación de parte de Tatsuya.

—Nos volveremos a ver—Dijo con sus ojos volviéndose negros de la furia. Avanzó poco a poco a la lejanía.

Poco a poco, los sentimientos amables que tuvo por aquella mujer que fue su esposa, fueron desapareciendo.

Ella nunca lo amó, eso ya lo había confirmado hoy.

Alas de niebla crecieron de su espalda, pareciendo los de una mariposa oscura llena de maldad.

Empezó a flotar mientras el enorme aleteo de las alas se hacía presente, como un halcón salió volando hacia adelante mientras poco a poco se alejaba.

El Protector hace tiempo ya se había ido, él ya sabía que ella nunca le amó, pero no dijo nada; porque nunca le había agradado aquel que murió en manos de su propia esposa.

La mujer nunca le siguió, no pensó que sería lo correcto. Miró a Zareb y asintió.

—Te daré la guía—mencionó Ashia mientras empezó a caminar.

Sus palabras tenían sentido, Zareb se había perdido buscando a Ashia.

Llegaron a su destino lejano horas después, mientras Tatsuya seguía su camino y el anciano se recostaba en su puesto.

Capítulo 13: Reflexionando. sin editar

Tatsuya sintió mucho dolor cuando vio que habían mencionado que Victoria era una bruja.

Pero cuando le dijeron que había sido su propia esposa, explotó; no pudo soportar cada insulto por parte de su alrededor.

Aún después de soltar a Zareb, le miraba con odio. No notó cuando el anciano se había ido, y de hecho si estuviera en condiciones normales; se sorprendería, dado que el anciano era muy sobreprotector con respecto a Victoria.

Pero cuando vio a Tatsuya actuar incluso más rápido que él, decidió mejor irse.

Sabía que Tatsuya era protector, incluso odió a Tatsuya por ello, pero sabía que podía confiar en él de esa forma.

Su viaje en realidad fue corto, dio vuelo a una velocidad sobrehumana y llegó a un prado, tomó lugar en él, un hermoso lago fue mostrado.

Su agua cristalina tomaba la luz y la envolvía, extraños sucesos ocurrían dentro de él.

A lo lejos, Tatsuya creyó ver el movimiento de una cabellera negra, una hermosa...

Se inundó en la tristeza, aquí había sido un lugar muy importante, aquí conoció a muchas personas antiguas, que muy probablemente murieron en el río del tiempo.

Dio un suspiró mientras movía su cuerpo, sus alas desaparecían poco a poco, la oscura niebla como alas desaparecían entre el oxígeno y gases naturales.

Sus ojos volvían a ser claros, su color original había vuelto con más fuerza.

Una roca sobresalía entre el verde césped, un césped natural que salió con naturaleza y no por magia o tecnología. Poco visto actualmente; era hermoso lo que había durado a lo largo del tiempo.

Con un movimiento, logró sentarse en la roca, la roca estaba enfrente del agua; se veía todo el lago frente a sus ojos.

Un paisaje hermoso para la mayoría de las personas. Para otros, simplemente sería algo común.

Pero para todos, los sentimientos antiguos serían mostrados como si les ocurriera a ellos.

Mostró impaciencia, había sufrido mucho a lo largo de sus miles de años de vida, su camino a llegar a la jerarquía más alta en la dimensión le mantenía con vida.

No había necesidad de cambiar, ya lo había hecho por mucho tiempo después de todo.

Quiso volver a sus inicios, recuperar sus sentimientos en tiempo real, volver a sufrir... A valorar, pero todo había sido perdido hace tiempo.

No lo valoró, nunca valoró nada, incluso cuando volvió a nacer no había valorado en su máximo esplendor su propia vida, de hecho; valoraba más los que estaban a su lado, como lazos que lo unían al mundo, que a él mismo.

Dañó su corazón el hecho que más de la mitad le hayan traicionado. Irónicamente, fueron corrompidos por la codicia, lujuria y miles más, incluso sus enemigos habían tenido más amistad con él.

Dio un suspiro, tendría que seguir adelante, reflexionó un poco mientras comenzaba a mirar a el lago, aquel lago cumplía muchos objetivos.

El lago reflejó la figura de quién miraba el lago, Tatsuya se miró a sí mismo.

La figura poco a poco fue cambiando, gradualmente su piel en el lago se volvía grisácea, sus ojos cubrían un color rojo carmesí. Niebla mostró su alrededor en el lago, el corazón empezó a marcarse, un color negro flotó de él mientras empezaba a recordar lo que en realidad era aquel lago.

“El lago de la verdad mostrará tu verdadero ser. Apuesto que estará lleno de rosa” Una voz amable sonó en su cabeza... Era Victoria, en aquel tiempo la había conocido, pero nunca quiso voltear a verse en aquel lago de la verdad.

Dio una mirada de tristeza, mientras mencionaba algo en silencio. —¿Sabes? Veo que te equivocaste está vez, mi cuerpo es gris, mis ojos desean sangre y mi corazón está roto...—Murmuró con sentimientos negativos dentro de él.

Nunca se fijó, pero en realidad hace ya un tiempo tendría su cuerpo así, probablemente incluso en la época del pasado seguiría así.

Dio una media sonrisa mientras intentó recordar lo que dijo hace poco. —¡Es hora de dejar atrás el pasado y enfrentarme al presente! —Inconscientemente gritó mientras se levantaba, ignoró su alrededor mientras apuntó su dedo al cielo, demostrando su valía.

Movió su mano al frente, un brillo salió mientras empezaba a reformarse. Movió su otra mano para seguir sosteniendo la luz.

El rayo blanquecino fue expandiéndose, logró medir tanto como tres metros en la longitud, poco a poco, una punta en cada lado era mostrada, está misma era pequeña y seguía dando el brillo.

Se formó de manera redondeada, era como una jabalina o una media pica. Una reina de las armas milenaria.

Su cuerpo dudaba, día tras día pasaba mientras Tatsuya poco a poco movía su mano a lo largo de la pica, su forma en poco tiempo empezó a existir.

El color no era marcado, ni el material; La simple luz le hacía parecer poderosa.

Pero aún no terminaba, la lanza no podría ser más débil que Gaia, una diosa de un mundo que visitó hace tiempo.

Una guerra de cambios ocurría en la blancura, fragmentos poco a poco salían de entre los tres enormes metros que sobresalían.

La lanza, para cualquier mortal; sería la más pesada que habrían visto, irónicamente sería una fortuna poder verla.

Era una reina de las armas, era el ápice de la supremacía.

Pero faltaban características únicas; que le harían de un único portador.

El odio en su interior, así como sus anteriores sentimientos positivos fueron unidos, dando la sensación de dos caras en la misma moneda.

Un color grisáceo cubrió la lanza entera, habría creado su primera fase.

La lanza se dividía en fases; su maravilloso poder se había fragmentado en diferentes fases que no eran menores en fuerza cada uno.

La fase de la indiferencia; esa era su primera fase. Era una fase que no le importaba nada, era su fase en la que volvería siempre sin importar que.

Gradualmente, un color rojizo carmesí salió de las puntas de la lanza, junto a un oscuro color en sus demás partes.

Su segunda fase había sido creada, una fase corrupta.

Él sabía que tendría una fase así, él sería corrompido tarde o temprano, por lo que no se sorprendió.

La fase de la corrupción guardaba todos sus sentimientos oscuros, habían tomado forma. Pero no terminó ahí, púas salieron rodeando el cuerpo de la lanza, pero no hacían daño a Tatsuya.

Incluso ahora, otra fase dio a luz, un color blanquecino salió de las puntas de la lanza, mientras un color dorado alumbró su cuerpo que sostenía las puntas.

La fase de la protección no era una fase suprema, era una fase que guardaba su anhelo de héroe, sus sentimientos positivos y su amor por sus seres queridos ya fallecidos.

Su color demostraba su pureza y sus deseos más generales que defendían su justicia.

Actualmente yacían las fases de sus sentimientos; de la indiferencia, de la corrupción y de la protección. Cada uno demostraba cada sentimiento que tuvo.

Pero no terminó. Tatsuya también se sorprendió al saber que aún había una fase más.

Un color blanco cubrió toda la lanza, si la fase de la indiferencia era una fase que demostraba lo que le importaba la vida, entonces está fase eran sus nuevos sentimientos de aprovechar la vida.

La fase de la importancia, el color blanco que le rodeó es como si hubiera vuelto a ser cuando estaba haciendo su primera fase, cuando moldeaba la energía.

Con cuatro fases, sintió que estaba listo, no fue hasta que trató de agarrarla que notó algo.

Miles de colores empezaban a salir de la lanza, brillos de millones de colores salían, una luz transparente que poco a poco se volvió la unión de los colores salió disparada al cielo, movió las defensas; las nubes y lo que saliera de bloqueo.

Llamó la atención de todo el mundo, el cual se encontraba alarmado por lo que veían, esa luz se veía a miles de millones de kilómetros y no parecía parar, muchos budistas se arrodillaron, incluso seres de otra dimensión lo hicieron a pesar de no verla.

Tatsuya se mantuvo atento, esto estaba fuera de su control, el destino era lo que estaba haciendo la última fase.

La lanza estaba entre desaparecer y tener colores, pues, aunque tenía colores, todos estaban muy bajos al punto de poder ver por detrás de ellos.

Tatsuya miró y el nombre vino a su mente.

—La fase de la supremacía—Pensó.

Está fase parecía ser el final de las armas, era la lanza más fuerte en la dimensión por la fase de la supremacía.

Pero Tatsuya se quedó atascado...—¿Cómo activó la fase de la supremacía? —Era una duda que le atormentará, pues él sabía que la fase de la indiferencia era siempre activa, la fase de la corrupción cuando un sentimiento negativo salía a luz en cierto punto y la lanza de la protección cuando sintiera la necesidad. Pero, ¿Cómo se activaría la lanza de la supremacía?

Lo dejó para después, movió su mano derecha y agarró el centro de la lanza, la cual volvía poco a poco de los miles de colores a simplemente un grisáceo, era su primera fase.

Miró la lanza y asintió para sí mismo. Luego empezó a pensar unas cuantas cosas más.

En total, la reina de las armas tendría cinco fases;

Fase de la indiferencia, pues demostraba su irresponsabilidad respecto a todo.

Fase de la corrupción, donde la maldad anhelada será realidad, el temor y cualquier sentimiento negativo salían a luz.

Fase de la protección, originario de los sentimientos positivos; sus anhelos de héroe y sus sentimientos amorosos.

Fase de la importancia, la indiferencia desaparece y su responsabilidad aparece, lo contrario a la indiferencia.

Fase de la supremacía. Fase suprema, sin igual.

Sonrió un momento, luego movió su mano izquierda mientras retiraba la lanza, un brillo salió.

Las lanzas no se sostenían solas, la luz fue guiada a su cuerpo hasta formar lazos que se adaptarían rápidamente y agarraría fuertemente la lanza en su espalda.

A diferencia de la lanza, no tenía un color en particular y en realidad se veía transparente; como si no hubiera nada ahí.

Dio cuatro giros a su lanza, luego agarró fuertemente con ambas mientras daba una estocada hacía adelante, dejando una estela de luz que atravesó un árbol en la lejanía.

Sonrió con satisfacción, dio más vueltas a la lanza antes de prepararse para lanzarla.

Con su mano izquierda, abrió la boca y una mariposa negra salió disparada hacía adelante, ya llevaba más de cinco kilómetros cuando Tatsuya agarró fuertemente la lanza cercana a una de las puntas, dio un paso hacia adelante antes de lanzarla.

La lanza fue como una jabalina, no paró y prácticamente rompía la física de la tierra, era como si fuera guiada como un drone, finalmente, atravesó la velocidad del sonido y llegó a su destino.

El árbol había sido destrozado, junto a la mayoría de los alrededores junto a él, una piedra no fue destruida, en cambio, sólo dejó una parte que rompió y que dio origen a que la lanza se mirará atrapada.

Tatsuya volvió a sonreír, tal fuerza era inconmensurable y sólo había llegado a la primera fase.

Cada fase serviría para una razón diferente, él lo sabía.

Volteó hacía atrás, mientras extendía la mano hacía atrás, la lanza, que había estado sellada en la piedra; empezó a vibrar.

Se separó de la piedra a una velocidad sobrehumana y en un cerrar de ojos, la piedra fue rota.

La lanza fue a una velocidad que sobrepasaba el sonido, pero cuando llegó a estar cerca de Tatsuya, fue deteniéndose hasta que frenó por completo.

Tatsuya aprovechó para agarrar fuertemente el mango; el medio del cuerpo.

— Hace tiempo que no voy a visitar uno de los cementerios de la oscuridad, tal vez consiga una buena fortuna está vez— Pensó con determinación mientras sonreía.

Movió la lanza hasta ponerla en su espalda con rapidez, la tela transparente la agarró hasta hacerla parecer como si no estuviera ahí, como si fuera intangible.

De pronto, sintió una tremenda energía, no provenía de ningún lugar, como si le advirtiera de algo.

Sospechó un momento, miró su alrededor, ya no había ningún lago, no había nada.

Simplemente era un bosque.

Suspiró y abrió los brazos de lado a lado, una fuerza invisible salió para rodearle, una vez fue impuesta, empezó a moverse.

Se colocó como si estuviera meditando, empezó a levitar mientras movía la mano hacía adelante.

Movió la otra mano y empezó a lanzar energía.

—Hoy hice la reina de las armas, es hora de hacer un rey que le defienda—Habló a nadie en particular.

Capítulo 14: Un rey y una reina. sin editar

El brillo destelló de entre las manos de Tatsuya, partículas blancas fueron levantadas hacía adelante.

Un cubo fue saliendo, provocando estruendos en su cercanía. Eran partículas aún de menor tamaño que un átomo humano, inclusive miles de millones de aquellas partículas formarían menos de un milímetro.

Tatsuya estaba haciendo aquella arma de defensa de tal forma que cada milímetro diferente haría la diferencia, era hecho con tanta concentración que inclusive días pasaban como un minuto.

Día tras día, minuto tras minuto o inclusive mes tras mes; el lugar no parecía moverse, como si el tiempo no le afectará.

Ningún animal había pasado desde hace un largo, largo tiempo. Incluso no parecía florecer ninguna flora, los árboles destruidos por su lanza seguían ahí, ningún césped notable había nacido.

Todo era inmortal, solo su destrucción mataría a la vegetación. O al menos aparentaba; en realidad no eran completamente inmortales, solo tenían una longevidad enorme.

Su vida era comparable a cuarenta millones de sus reencarnaciones con el tipo de vida que la que tuvo; Miles de millones de años era un niño. Millones de miles de millones de años era un joven.

Cada partícula de verde, café y miles de colores en cada árbol y césped salía con la luz del sol, rebosante de energía vital.

Se alargó hasta llegar a más de un cuarto de metro, lo suficiente para cubrir parte de su brazo de su muñeca hasta finalizar en donde se localiza su codo; se fue extendiendo hasta tener tener veinte centímetros de cada lado, iniciando con una punta y siguiendo con una línea diagonal, luego una punta en cada lado y finalizando con una línea recta; posteriormente se formaría una punta en el medio, formando tres puntas en donde estaría el codo.

Sudor cayó de su cuerpo, su cabeza ya tenía su cabellera alborotada del calor que se sentía en su cuerpo. Sudor también se sentía en su húmedo cabello.

Un año había pasado, sí la lanza había tardado la mitad del año, entonces el escudo había sido creado con un detalle sin igual.

La mayoría de gente tardaría años en hacer un arma significativamente decente, pero no era un tesoro. Mientras los seres que tenían gran poder y control sería como cocinar un sándwich en un horno.

En cambio, sí un ser tan poderoso y sabio tardaba tanto, solo podía significar que tenía un gran futuro muy prometedor, por supuesto; hechos en manos expertas solo podía significar que cada partícula podría valer una fortuna común para cualquiera.

Su forma sola podría decirse que representaba un muro, aquel muro era la representación de sus creencias, todas las protecciones y bendiciones que le habían hecho hasta ahora se encontraban en aquel escudo.

Todos y cada uno de ellos, a excepción del más poderoso, el de su mente. Su bendición más poderosa, inclusive seres comparables a dioses habían hecho una cooperación para bloquear la mente de Tatsuya.

La razón era simple; él conocía secretos y decretos prohibidos que nadie debía saber, pero al ser conocido como un emperador supremo, no pudieron más que ser leales a él y bendecir su mente.

La bendición era conocida como “vendem mine”, del lenguaje universal Úsnarr o "la bendición de la mente" en el lenguaje hispano.

Úsnarr, el idioma supremo que nadie logró igualar, no porque era fácil ni fácil de aprender. Todo lo contrario, para algunos se les hacía extremadamente difícil.

La única razón de su supremacía en todos los universos, cada planeta, dimensión y cualquier cosa viviente capaz de pensar con un poco más de claridad lo hablarían.

Incluso las bestias salvajes la entendían, pero nunca podían hablarlo... O al menos en un principio.

Tatsuya nunca dudó cuando modificó cada partícula, sus movimientos parecían expresar sus sentimientos.

El brillo nunca paró mientras era modificado, era una noche increíble; luces sobresalían de lo que parecía ser un escudo.

Cualquiera que lo viera dudaría de su cordura; y era correcto, después de todo, en un mundo futurista, ¿Qué necesidad hay de un escudo cuando existen pistolas, rifles y demás armas mágicas?

Pero éste era especial, era hecho por alguien reencarnado, un ser que rigió a través del mundo. De hecho, el escudo podría servir de arma y de arma de defensa.

Esos pensamientos hicieron recordar su intento por colonizar otros planetas. En el pasado quiso hacer la teletransportación para cualquiera y que se extendiera en mundos de distancia.

Pero la teletransportación era defectuosa, como si algo bloqueará su intento, por ello intentó mejorar la tecnología. Pero no siquiera pudo completar el proyecto espacial antes de morir.

Ahora mismo se le ocurrió irse a otro planeta; uno tan lejano que tardarían años en encontrarlo, vivir en paz e intentar reiniciar su vida.

Pero no todo era tan simple, eso era lógico inclusive para Tatsuya. Necesitaría años de investigación y pruebas extensas y precisas. Y no solo eso; también la necesidad de como colonizar con vida humana u demoníaca.

No pensó más, concentró el cuerpo al frente mientras la luminosidad se modificó nuevamente, el escudo nunca forjó más que su primera fase; la fase de la determinación. La fase forjaba el escudo que representaba su resistencia; su gran determinación por defenderse y lograr lo que quiere.

El escudo aún sin terminar repentinamente se pegó a su brazo izquierdo. Forjó una unión con el cuerpo de Tatsuya; un color negro rodeó ciertas partes, mientras líneas doradas que formaban un rectángulo en una parte del brazo.

Aquél unión parecía formar una parte de una armadura; Tatsuya comprobó que no fuera dañina mientras intentó avanzar. Se dio cuenta que no sentía peso alguno y además lo sentía como parte de su cuerpo.

Sonrió; intentó pensar alguna manera de usar aquel escudo para poder usarlo en batalla.

Pensó en hacer una armadura; la tenía planeada para tener un poder aún mayor. Pero el escudo tenía un gran poder y necesidad de crecer que siguió sus pensamientos.

Tatsuya fue tomado por sorpresa; notó como el escudo se expandía a través de su brazo con su característico color negro con líneas doradas. Formó una resistencia sobrehumana.

Una armadura cubrió el cuerpo de Tatsuya, el cual aún seguía con sorpresa y cierto shock, está armadura de pronto le dio un clic, había conocido una armadura parecida a la que tenía; estaba en un juego de su primera vida, éste mismo era Crysis.

Tatsuya de repente se sintió nostálgico. El único lugar que realmente tuvo paz fue, en realidad, su primer mundo, La Tierra.

Recordó los regaños, la contaminación e incluso a sus compañeros de primaria y secundaria; antes de tener que sufrir la muerte.

—Ah—gimió de tristeza; si se le presentará la oportunidad, en realidad elegiría vivir otra vez en La Tierra. Sus pensamientos de la tierra ya no tenían que ver, en realidad no es como lo imaginaba: había más tristeza que una simple novela de héroe contra un rey demonio.

Una lágrima salió de su ojo izquierdo, representando su dolor, —¿Por qué? — Se preguntó en el fondo, sus dudas eran en realidad el por qué reencarnó. No quiso soportarlo, su escudo se activó, el rectángulo dorado brilló hasta que el escudo original fue forjado de un color celeste, un aura expansiva hizo que su alrededor fuera alejado.

Entonces lo descubrió; la forma de activar su escudo era pensándolo o mostrando su determinación por lograr algo.

Pero... ¿Cuál era su objetivo? Solo se sentía triste, nunca se determinó a nada... O tal vez... ¿Se había determinado a volver a la tierra? Serían preguntas que nunca olvidaría.

Decidió probar el escudo, movió su mano diestra hacía el frente. Su palma se extendió y un humo salió de él, sonrió.

Una figura negra, como la niebla oscura fue creándose poco a poco en frente de Tatsuya.

Un rival del pasado; un caballero oscuro. La niebla fue desvaneciéndose hasta dejar a la vista una armadura oscura viviente, ésta misma hizo aparecer la niebla dentro de ella como si fuera piel. Movió su mano diestra para aparecer un mazo oscuro. El martillo en realidad era un mazo gigante, digno de un enano.

Ojos rojizos miraron fríamente a Tatsuya, ojos llenos de odio y agonía. Anteriormente un hombre común que tuvo que sobrevivir, muerto años después de sobrevivir. Con su muerte la mazmorra lo transformó en una armadura viviente; más exactamente en niebla.

Con su antiguo martillo y su nueva armadura, decidió salir de la mazmorra y miles de años después logró salir, pero consigue una enemistad con Tatsuya y es destruido.

Ahora mismo él era una representación de él. Era parecido a El Eterno Eternut, lastimosamente se tenía la misma debilidad.

Se preparó, agarró su lanza y la sacó de su espalda, más exactamente de las cuerdas. Posteriormente la levantó y la giró, acomodando la lanza en su mano de una mejor forma.

Suspiró con tristeza, nunca quiso matar a el caballero oscuro. Pero le obligó y no tenía más que hacer además de aceptarlo.

Movió su mano diestra al frente para dar un ataque directo al caballero. Falla trágicamente cuando el caballero se hace a un lado y devuelve el golpe con su enorme mazo, Tatsuya mueve su brazo izquierdo y un escudo celeste sale de un rectángulo dorado.

Empezó a recordar los antiguos tiempos; movía su mano fervientemente con el fin de matar a el caballero. Su lanza indiferente con su tono grisáceo fue soltándose hasta lograr darle en uno de sus brazos. Pero el caballero era imparable, se regeneró con su niebla y es rápidamente defendida cuando mueve su mazo hacía el rostro de Tatsuya.

Es golpeado, lo que logra alejarlo tres metros. —Ese fue un golpe duro—Comentó Tatsuya como si nada hubiera ocurrido. Una marca salía de su mejilla, el golpe le habría roto los dientes o incluso matado si fuera una persona común; un mortal.

Puso su lanza en el suelo, estancada entre el sagrado césped longevo. Movió su brazo izquierdo al frente y como si fuera una resortera; movió su mano diestra como si tirará una piedra en resortera.

Había funcionado, un brillo salió cuando repentinas piedras fueron levantadas contra el caballero oscuro. Aprovechó su distracción cuando se acercó rápidamente y empezó a golpear su rostro, o al menos la niebla dentro él.

Su cuerpo fue expulsado con el primer contacto con la niebla, humo salió de su armadura.

—Probablemente me hubiera pasado si no la tuviera, que recuerdos—Pensó en su interior mientras movía su cabeza al frente.

Ignoró el olor a quemado y el humo saliendo de sus hombros como si fuera un demonio; rugió con fuerza, el dolor aún era insoportable.

A diferencia de existencias que no sentían dolor, los cultivadores, sin importar el poder sufrirían por sus heridas. Por esa misma razón tenían pequeñas barreras que se camuflaban con su cuerpo y ropas, lo que hacía parecer que con su poder aumentaba su resistencia.

Con lanza en mano y escudo, movió su cuerpo hacía adelante e intentó atravesar al caballero. De entre sus enemigos, era uno de los más difíciles de matar, guardaba una determinación incluso más grande que Tatsuya, anteriormente se complicó sus planes por el caballero, defendiendo su libertad. Pero Tatsuya fue más rápido y envío uno de sus generales que le siguieron en aquel tiempo, lastimosamente murieron en aquella batalla, por lo que él mismo decidió hacer el trabajo.

Irónicamente, incluso el día de su muerte deseó la muerte de Tatsuya y lo llamó con sus últimas palabras;

“—Eres un tirano, no reconoces que eres un mal viviente—”

Esas palabras incluso ahora le atormentaban.

Dio un frío golpe de lanza hacía el rostro de niebla oscura. Atravesó su rostro, el caballero ni se inmutó.

Pero Tatsuya ya lo había destruido una vez, con su escudo luminoso golpeó el centro de su armadura.

Un cubo dentro de la niebla, cubierta por una resistente armadura oscura era lo que había golpeado.

Fisuras de ruptura empezaron a salir en aquél cubo cuando dio aquél golpe.

Era su núcleo, su fuerza y vida. En realidad, se había transformado en un simple cubo en la mazmorra.

Hoy, había terminado por segunda vez contra Tatsuya...

Capítulo 15: El sabio del ojo azul. sin editar

Tatsuya suspiró, luchar contra el caballero oscuro en realidad era algo extremadamente complicado incluso ahora. Aún sentía repudio y odio por él, había perdido un general y un ejército en aquel momento... Con pesar, de hecho, no odió a el caballero en el inicio, en un principio sintió lástima por su pasado, pero al saber que en realidad iba en contra de su futuro mandato y opinaba una opinión más estadounidense, como si fuera la tierra. Decidió exterminarlo.

Se limpió el sudor de su frente con una gran sonrisa en su rostro. Su armadura dejó de serlo, poco a poco brilló mientras expulsaba un débil color blanco. Un pantalón de gimnasio, pants, mejor dicho; fue creado en sus piernas. Su cuerpo marcado por fuertes y resistentes músculos fue oculto tras una playera oscura y un suéter negro.

Sus ojos soltaban un hilo rojo de sangre, junto a una media sonrisa casi invisible. Rio un poco al verse, una vestimenta poco común.

Como ya lo había decidido, necesitaría ir a un cementerio, el “Semem lale lur”, cementerio de la muerte supremo.

En realidad, nadie sabía quién lo llamó así, e incluso algunos supusieron que era una simple exageración de parte de quién lo nombró. Al final, casi nadie lo visitó a excepción de los jóvenes temerarios. Antes se tomaba mucho en cuenta y solo los más poderosos lo visitaron alguna vez, pero parecía ir en decadencia con la tecnología. Se dejó de visitar y se tomó como una broma de mal chiste.

Era triste; ocurrió lo mismo en la tierra. Antes, en la era sin tecnología, donde cazar era necesario. Un hombre cazaba por necesidad, se sentía el sudor en su frente y su complicidad por capturar un animal, él sabía que, si no lo hacía, no podría lograr cenar ese día y además sería una lucha a muerte. En la actualidad, cazaban por un simple reconocimiento o por tener la cabeza de cierto animal en la pared de su casa.

En éste mundo, en realidad ya no se usaba magia como antes, si no herramientas con el hechizo pregrabado. Ya casi nadie aprendía a hacerlos por sí mismo, incluso había fábricas para armas, llegando a ser tan poderosas como un artesano antiguo.

Era como si todo fuera controlado a lo largo del paso del tiempo. Su mujer... Ella sin duda era la mente maestra. Pensó Tatsuya.

No pudo evitar pensar que debió haber tomado más en cuenta la maldad interior de ella. Así tal vez, solo tal vez, lograría dominar por más tiempo el mundo entero.

Incluso enfrentar otros planetas no sería sorprendente. Pero no podría ahora, era un enemigo público después de todo. Los planetas estaban desiertos; sin él, la evolución espacial se había quedado estancada.

Caminó, ya no había bosques, ya no había ningún lago ni césped del que ver. Sólo se podía ver una vida tecnológica y una luna en lo alto.

Se detuvo después de un largo, largo tiempo; cuando logró encontrar un pequeño lago. Decidió descansar ahí.

Se durmió y los sueños salieron en su mente. Un enorme e impotente dragón miraba fervientemente a una niña, su cabeza; que era más grande incluso que un orco adulto. Sus rojas escamas marcaban una tonta, pero impotente sensación de destruir con su mirada, ojos oscuros y un par de alas unidas a sus patas delanteras. Garras de diez centímetros salían de cada pata, eran cuatro en total, pero su gordura los hacía parecer dos.

Su larga cola de diez metros sostenía y dejaba un punto de sujeción del enorme cuerpo de aquel draco.

La niña estaba indiferente, no parecía mostrar nada de temor. De hecho, ni si quiera veía al dragón, tenía una piel blanca a punto de ser pálida; una larga cabellera rubia y un par de ojos dorados. Una túnica blanca era lo único que le cubría.

Tatsuya sentía que estaba ahí, pero no sabía dónde pues no lo recordaba. Intentó e intentó, pero al fallar, mejor observó lo que ocurría dentro de él sueño

El dragón, muy a diferencia de lo que uno pensaría, se inclinó ante la niña, la cual simplemente pasó hacía una repentina cueva. En la cueva se encontraban cadáveres.

Un cadáver más grande que el resto, un gigante muerto. Tatsuya no se sorprendió, pero sabía que aquel gigante soltaba un humo de poder que lograría que un mortal entrará en aquel mundo.

Repentinamente, la oscuridad dejó de regir, era como si se estuviera dentro de un agujero, Tatsuya sabía que en aquél lago ocurrían cosas muy extrañas.

Llegó... Sorprendentemente, parecía no estar en su mundo, aprovechó aquél momento para liberarse al máximo.

La fuerza externa que le bloqueaba ya estaba debilitada. Movió su lanza al frente, junto a la formación de escamas que marcaron su armadura. Se enorgulleció por haber formado tales armas dignas.

Se movió a una velocidad anormalmente alta, utilizando la barrera invisible hecha de su propia energía logró sobrevivir a tales riesgos. La velocidad a la que iba destruiría sus huesos, arrancaría su piel y haría polvo sus órganos.

Pero con su barrera, junto a la armadura; se defendería perfectamente. Al llegar a una pradera de aquel olvidado mundo, decidió recalcular sus propios límites.

Liberó su armadura y encerró la lanza en el suelo, luego se cruzó de piernas e invocó un lápiz y una pluma.

...

Armas:

Lanza de la supremacía (2%): la mejor lanza conocida hasta ahora. Fases: Fase de la indiferencia. Fase de la importancia. Fase de la corrupción. Fase de la protección. Fase de la supremacía.

La lanza fue hecha en meses de arduos trabajos, a diferencia del escudo, el cual tardó más de un año.

Escudo de la determinación (1%): Un escudo de la determinación.

Fases: Escudo de la determinación. Transformación: Armadura suprema. Armadura con casco.

Armadura tecnológica Traje de la determinación.

El escudo había evolucionado hasta poder tomar forma, tenía muchas transformaciones que harían diferentes ayudas, pero el traje era el más conveniente.

...

Terminó de anotar lo que conocía de sus armas, de hecho, el porcentaje de lo acostumbrado a sus armas era bajo, tenía que aprender a mejorar su propia arma y controlarla.

Necesitaba algo que le ayudará, y la mejor manera era aprendiendo una técnica de lanza y escudo. Pero Tatsuya no conocía ninguna que le fuera útil, pocos utilizaban la lanza, eran los líderes y generales que regían en caballos y monturas en la antigüedad. Ahora, con las guerras tecnológicas, casi no era necesario salir de su propio territorio.

Con misiles de energía calorífica rodeados de algún hechizo de lanzamiento y de unión podrían lanzarlo a miles de kilómetros de distancia.

Era un simple “Mantener una barrera defensiva", uno nunca sabía cuándo una bomba le caería encima, tenía una barrera activa en todo momento.

Era como si se lo impuso alguien para mantenerlos alerta en cualquier momento, pero, ¿De qué? Su esposa sabía que él renacería normalmente, no sería llamativo ni parecido... Entonces, ¿Por qué?

Serían preguntas prohibidas pues, nunca iría a preguntarle de manera directa. Pensó y pensó, pero no obtuvo respuestas.

Una llama azul cubrió su cuerpo, fue concentrándose hasta formar una esfera calorífica. La esfera era fría, irónicamente. El calor desprendió en su forma de llama había desaparecido.

Ahora, solo era una simple esfera azulada más fría que el hielo. La esfera creció y creció hasta tomar el tamaño de una pelota de fútbol.

Un brillo sin resplandecer salió del espejo y de esquina a esquina, terminó transformando la esfera a un ojo. El ojo era azulado y tenía una pupila de forma rasgada de color blanco. Aquel rasgado miraba fijamente a Tatsuya.

Miró al ojo con desconfianza, no trató de hacer nada, simplemente se quedó ahí.

Una tenebrosa voz sonó de aquella esfera azul. —No me lo creo—Risas altaneras y alocadas salían de algún orificio del ojo.

—¡Trotador!, ¿Pero que te ocurrió? ¡Pareces diferente! — Las palabras del ojo eran ciertas, ahora Tatsuya tenía un musculoso cuerpo de uno con noventa metros de altura, una

blanca, pero pálida piel; un cuerpo bien conformado con un peso inconmensurable. Ojos oscuros que parecían mostrar su indiferencia. Cierta cantidad de barba, como si recién la hubiera cortado. Una armadura oscura con líneas doradas y un tatuaje rectangular dorado donde se unían las líneas en su brazo izquierdo. Aquél triángulo era su escudo, su origen de su armadura y también el origen del traje especial.

Lazos automáticos sostendrían su lanza en su fortificada espalda, su cuerpo no mostraba signos de cortes y cicatrices. No había suciedad alguna.

Su lanza, mostrada en un color grisáceo cuando estuviera en su espalda, no mostraría su superioridad. La indiferencia era floja; no mostraría algo llamativo y la haría parecer inútil para cualquiera que viera la lanza. De hecho, sí un mortal la viera, no se vería afectada y podría sostenerla fácilmente, además de que, dado que no era un mago, cultivador u otro de ellos, no sabría que tendría un tesoro inimaginable para cualquiera. En cambio, si un cultivador o mago, brujas inclusive; sin importar que tan fuertes sean, mientras les dieran un poco de tiempo lograrían ver sus fases poderosas. Pero pronto se darían cuenta que hay un único dueño hasta su muerte.

Siendo en tal caso, ser un simple coleccionable era su opción. Sin dudarlo, Tatsuya tenía todo justamente planeado.

—¡Sabio del ojo azul! — Gritó sorprendido Tatsuya, el sabio del ojo azul era un ser muy antiguo, no rigió, simplemente era un sabio que buscó aprenderlo todo. No lo logró; en cambio, fue transformado en una esfera azulada que después de miles de años logró desarrollar pupilas y transformarse en un ojo.

Él pensaba que con el tiempo lograría obtener un cuerpo, pero siglo tras siglo fue olvidando ese pensamiento. En cambio, observó todo, eligió personas y concluyó investigaciones con ellas.

Esas personas eran conocidas como sabios y Miles de sobrenombres más para aquellos supuestos genios, en realidad, algunos incluso fueron a otra dimensión y hablaron de sus descubrimientos... Newton, Tesla, Einstein; incluso Tolkien había sido uno de ellos.

Aquél sabio de la esfera sin duda, para muchos sería lo más parecido a un dios; para otros, simplemente un demonio que nunca se cansa de investigar, a cualquier precio.

Él mismo rio y se murió de risa cuando lo supo, su primer mundo en realidad estaba conectado con éste mundo de manera inconsciente.

Pero... ¿Tolkien no había hecho un mapa diferente? La respuesta era simple, era la unión de su mundo y su imaginación.

—¿Qué quieres? —Cambió repentinamente su actitud frente al ojo, salió de la nada.

—T… Tú buscas algo... ¿Cierto? —Preguntó con su ojo fijamente a Tatsuya. Asintió.

—Entonces y… yo puedo ayudarte—Gritó con felicidad mientras levitaba en el aire. Era una de las cosas favoritas del sabio, enseñar a los demás. Después de todo.

Tatsuya pensó un momento, el sabio siempre pedía algo a cambio. Eso mismo era algo que hacía un peligro al sabio, por eso mismo eran reencarnados en el otro mundo después de todo.

El ojo se quedó callado, su voz no saldría y su cavidad no estaba en su boca. Tatsuya decidió informarse con antelación.

—¿Qué quieres a cambio? —Levantó la voz con dureza en su frente. Su cabeza tenía miles de planes para lograr obtenerlos sin poner en peligro su vida.

—Tendrás que buscar un objeto para mí en un pueblo, Trotador—Sonrió con felicidad imaginariamente, tal vez era un pueblo simple y fácil.

—Quiero que vayas... A dustown—Recalcó el ojo mientras miraba con ganas de aventurarse.

Tatsuya había oído leyendas de dustown, y no muy agradables por supuesto.

—¿Qué buscaré? —Preguntó.

—La mochila de aquél que murió allá por una eternidad—Tatsuya no respondió. Había muchas mochilas que habían sido encontradas allá, y su poder tampoco sería muy útil allá.

Dudó y dudó, planes revueltos, incluso pensó en tomarlo por la fuerza, pero finalmente se decidió.

—Acepto—Finalizó con esas palabras.

—Excelente—Dijo la esfera mientras comenzó a brillar y Tatsuya desapareció. Miró a su alrededor antes de hablar algo.

—Que trotador más triste, morirá al final; no sé para que lo intenta—Concluyó con tristeza antes de ir volviendo a su forma original y desaparecer del mundo, nuevamente.

El ojo veía a Tatsuya desde lejos, no le importaba nada más que obtuviera su objeto.

El objeto de otro hombre que se llamó Tatsuya Higaragi. Pero que murió en un pueblo de pecados, en la mina de la avaricia, donde estaría dustown.

Capítulo 16: Dustown

Sin editar.

Su mirada estaba vacía, estaba en un profundo sueño.

Su cuerpo parecía recostado en una fría cama. Un ambiente horrible para despertar. —Tatsuya, te explicaré cómo es dustown—Alcanzó a escuchar mientras tenía sus ojos cerrados.

—Dustown es un estado, un lugar con muchos secretos y cosas perturbadoras, tendrás que buscar en todo el lugar para encontrar la mochila del viajero. —Mencionó. —Recuerda, no puedes usar magia, eres un simple humano que necesitará armas para defenderse. —Recalcó con una cautelosa voz.

—Pero no te preocupes, hay otros, pero nunca preguntes sus nombres, a menos que quieras morir—rio con locura antes de callar para siempre. Repentinamente, se levantó con sudor en su rostro, miró a su alrededor, un cuarto hecho de madera, la madera parecía antigua y no había sido limpiada en mucho tiempo, un banco a lado de la sucia cama, con animales diminutos saliendo de ella.

Se levantó de un brinco, no quería durar mucho en dustown, pensó un momento y empezó a buscar entre las sábanas.

Tiró la sábana al lado, que al rebotar en el suelo cucarachas salieron rápidamente a esconderse en otro lugar, Tatsuya mantuvo la cabeza fría; había tenido experiencias peores. Entre la mugre y los insectos, una mochila fue lo único que pudo ser encontrado.

Se la colocó en su espalda, siendo sostenidas por tener dos grandes tiras unidas que se colocaron entre sus brazos de hombro.

Se movió un poco de izquierda a derecha, luego saltó. Comprobando dos cosas.

¹.La mochila no se mueve en movimiento. ².Sin dudarlo, no puede usar magia.

Dudó un momento, tal vez debía mejor buscar en otro lugar aquellas artes. Pero ya se había decidido.

—Solo es encontrar esa mochila y ya, ¿No? —Susurró para sí mismo.

Miró una puerta, la puerta parecía rota y no indicaba mucha seguridad a la hora de sostener y cumplir su función. Caminó lentamente, ruido de la madera podrida sonaba cuando daba cierto paso.

Movió su mano fugazmente a la perilla, la cual giró suavemente y la empujó. Polvo fue desprendido cuando la abrió mientras entraba a mirar su alrededor, un pasillo con más puertas.

Cada puerta era exactamente igual a la suya, casi parecía una copia exacta, si no fuera porque algunas no eran tan viejas.

Miró a su lado derecho, unas escaleras parecían sobresalir hacía abajo. Dudó si hacerlo.

—Fui un emperador en algún momento, ¿Por qué tendría que tener miedo? —Pensó en voz alta mientras caminó valientemente hacía aquellas escaleras.

Lo que no sabía él, es que el ojo le había jugado una broma; le había bloqueado ciertas cosas que encubrían su miedo o directamente lo eliminaban.

Las escaleras estaban casi por completo rotas y un color verdoso sobresalía de ellas, en algunas ya estaba completamente rotas y parecía caerse en pedazos.

Lo que había a su alrededor en realidad era...

¡Un bar!, En realidad, sillas serían encontradas junto a una gran mesa unida al suelo, donde detrás vitrinas y más vitrinas llenas de comida y cervezas.

No había nadie... Absolutamente nadie.

Repentinamente, una puerta sonó, un hombre fornido salió con una cara de pocos amigos, detrás de él una mujer rubia con una seria y amenazante mirada le siguió. Por un final, un joven chico con mirada alegre salía al último de los dos.

Se sorprendió al ver a Tatsuya, miró rápidamente a el hombre y a la mujer antes de salir contra Tatsuya. —¡Un nuevo! Bienvenido a Dustown—Mencionó alegremente.

El hombre no dio una mirada al joven antes de salir caminando por un ron de las vitrinas. La mujer siguió a él joven en vez de al fornido.

Se quedó a su lado, como si en realidad fuera el líder. —Probablemente no sepas que es dustown, ¿Cierto? —Siguió el joven ante la nula respuesta a su bienvenida. Igualmente se quedó en silencio frente al joven, con su mirada fría.

—dustown, como lo conocemos, es un pueblo al que fuimos por morir. Eso deberías tenerlo claro, estás muerto—No mostró reacción alguna, en realidad él llegó de manera diferente, no murió, sino que lo habían traído.

El sabio había utilizado miles de tesoros para traerlo de manera segura como un aventurero.

No habló, pero intentó idear una forma de conseguir información. —Quiero más información, de Dustown—. Fue directo y sencillo, sin palabras de por medio.

El joven se sorprendió de inmediato; no había dudado de sus palabras y además preguntó información. Era sospechoso, pero la probabilidad hizo que eliminará su sospecha. —¿No me crees? —Preguntó con rudeza.

Tatsuya dio una fría mirada mientras se acercaba a verlo de frente, su arrogancia parecía no tener límites.

—Dije información, si no lo quieres decir lo buscaré en otro lado—Mencionó fríamente mientras comenzaba a alejarse.

En una pared, más exactamente en una tabla de madera pegada en ella rollos de papel antiguos parecían sobresalir notablemente.

Caminó hacía ellos, recibía miradas expectantes de él joven y la mujer que hasta ahora permanecía en silencio.

—“No tomará ningún esfuerzo aquí”—Pensó con felicidad en su mente.

Agarró el papel que mejor pudo ver y lo abrió, mostrando...

Nada, su color amarillento era lo único visible en él. No fue hasta que gradualmente fue creándose un dibujo de un cuadrado y un triángulo en la parte alta del mismo. Ese era dustown en el mapa.

Se sorprendió un poco por la forma en lo que lo hizo, aquí no había magia, ¿Cómo ocurriría eso?

Lo enrolló nuevamente y movió su mochila, la abrió y metió dentro el rollo de mapa. Siguió su vista hacia afuera.

La razón de su falta de comida era en realidad que no lo necesitaba. Aún si habían bloqueado su energía fría, aún afectaba su metabolismo y podía estar sin comer por siempre, hasta que su energía se acabará.

El joven e incluso el hombre que hasta ahora no le importaba a Tatsuya se sorprendieron por ver qué no eligió nada de comer.

—Oye, solo aquí encontrarás comida, es mejor que la agarres antes de salir—Recomendó el hombre con cautela—Un sándwich será útil al menos—Agregó como si se preocupara en realidad.

Tatsuya dudó si responder. —No es necesario para mí—Fue lo único que dijo antes de avanzar hasta la puerta en la que pasaron anteriormente.

Movió su mano a la perilla y la giró con lentitud, luego hizo fuerza hacía el frente, haciéndola avanzar.

Traspaso la puerta ante las miradas de lástima. No miró atrás, y no le importó si lo hacía o no.

Cuando vieron que se había ido, el joven dio una sonrisa. —Espero que nos libere de este infierno—.

El hombre se quedó callado, pero la mujer no pudo evitar responder. —No.… el infierno es mejor que esto—Declaró con tristeza.

Luego rieron de una manera maniática, ya habían muerto cientos de veces, lo que hacía que su cordura fuera tan poca como una nuez.

Tatsuya caminó por el pueblo, casas destrozadas, miradas terroríficas, todo se podía encontrar en dustown.

Incluso kietown no haría temblar a los demonios, pero dustown superaba tu mente, era algo inmenso.

Pero Tatsuya no era tan fácil de intimidar, incluso sin magia y protección mental, aún tenía estrategias y fuerza que llegaba al límite humano.

Vio cada casa y las revisó individualmente, cada cama, recamara e incluso cajones secretos serían revelados por Tatsuya. Pero incluso así, solo una nota encontró después de treinta casas registradas.

Tomó como una inutilidad el seguir; después de todo el pueblo era pequeño y sus alrededores eran los especiales. Miró la nota:

“Con cada muerte... Ya no sé si tendré mente o perderé mi cordura” Decía aquella nota.

Eso extrañó a Tatsuya, —¿Con cada muerte?, es como un juego donde naces de nuevo—pensó en su mente mientras decidía seguir al sur.

En las afueras de la ciudad, pudo notar un páramo solitario, con un desierto lejano que no mostraba la lejanía, junto a una niebla tan espesa que era casi imposible ver.

Decidió ir su izquierda, no quiso saber que había al frente.

Tras recorrer cientos de metros y descansos necesarios, llegó a lo que parecía una mina abandonada.

Un vagón estaba al frente junto a lámparas impulsadas por aceite en una mesa, donde se podría ver picos y demás cosas de mineros.

Al lado de una lámpara, una nota era encontrada. —“Los mineros, corrompidos por la avaricia; minaron tan profundo que una calamidad los arrasó”— Explicó una tinta casi invisible de su antigüedad.

Pensó un poco, ya se había dado una idea de lo que había ocurrido; pero no tenía opción.

Agarró una lámpara e inmediatamente está se prendió, luego utilizó su otra mano para agarrar un pico.

Entró con cautela, miraba seriamente el lugar, piedras marcaban el lugar junto a gruesas y robustas piezas de madera que no permitían que cayera el techo encima de todos.

Vías de metal eran marcados en el suelo que permitirían el movimiento del vagón.

Después de caminar un tiempo, encontró pepitas de oro; Tatsuya sospechó para que servirían las pepitas, por lo que agarró las tres pepitas y las metió en su mochila.

Siguió caminando al frente en el estrecho y recto camino hacía su muerte.

Repentinamente, una mujer se adelantó y tomó otro par de pepitas, las cuales él iba a tomar.

No habló.

Ella siguió hacía el frente, mientras él le seguiría por detrás pues el camino era único.

En cierto punto del recorrido dos caminos fueron marcados cuando una enorme madera marcó la separación.

Ambos parecían lo mismo, pero rápidamente se dio cuenta que no.

Un rugido a lo lejos sonó, él mismo se sobresaltó al oírlo. Corrió al lado izquierdo por el repentino susto.

Paso tras paso no quiso voltear atrás, incluso la mujer se asustó y fue por el mismo lugar.

Pero eso no la detuvo de detenerse a recoger más pepitas, lo que concluyó en su notable lentitud.

Tras cierto punto, nuevamente dos pasillos fueron notados, la diferencia; el derecho parecía tener un musgo y líquido mocoso cubría toda la entrada.

Instintivamente fue a la normal, pero un repentino silencio detuvo sus pasos.

Miró hacía atrás.

Una bestia enorme, conectada a la mina miraba atentamente a la mujer. Sus múltiples bocas y sus tentáculos harían temblar a cualquiera.

Ese era... “El monstruo de la mina”.

Parecía ir lentamente, pero incluso su velocidad era más grande que la de la mujer, la cual fue encontrada por los largos tentáculos.

Él intentó ayudar, tiró un corte a el monstruo con su pico, pero el monstruo se concentró en ella.

La agarró fuertemente, su mochila había caído dejando en el suelo a las pepitas.

Las enormes bocas del monstruo fueron levantadas para devorar a la mujer.

La mujer intentó resistirse, dando golpes a el monstruo, pero eso no evitó su destino; sangre fluyó cuando el monstruo mordió en múltiples pedazos a la mujer con sus bocas.

El rojo cubrió el suelo, Tatsuya estaba horrorizado, no por su inminente muerte, si no por su enorme fuerza sobrehumana.

Intentó huir por el camino común, pero solo pudo notar como había una enorme pared de piedras. Aquí terminaba la mina.

Dio la vuelta, la bestia seguía ahí, yendo lentamente hacía él. Eso no pudo evitar que soltará su mochila hacía el monstruo.

El monstruo destrozó la mochila y tiró las pepitas en el suelo. Ya no había nada que hacer.

Atrapado, Tatsuya no tuvo opción que retroceder para esperar no morir.

La enorme masa de carne inhumana que representaba la codicia humana, se acercó.

Por un momento, se detuvo, como si no pudiera ver a Tatsuya. Pero el olor que desprendía era raro, algo que no pertenecía a la mina.

Tatsuya intentó hablar. —Vamos, haré lo que sea—Dijo con determinación.

Pero su respuesta era la esperada, un tentáculo agarró su cabeza, mientras tres más agarraban su cuerpo y lo partían a la mitad, luego procedían a llevar los pedazos a sus bocas, las cuales estuvieron mordiendo y comieron como si no fuera nada.

Había muerto.

Pero, repentinamente abrió los ojos y estaba en la cama otra vez, él, con dudas; confirmó si era verdad.

Inmediatamente después entró en un estado de sueño, y ahí estaba él; el sabio azul.

Capítulo 17: Reanimado Sin editar.

¿Por qué no murió? ¿Qué ocurrió con él?, eran pensamientos de Tatsuya que cruzaron su mente cuando había despertado de nuevo en la cama.

El sueño rigió nuevamente en él cuando estuvo en un sueño profundo nuevamente.

La oscuridad gobernó cuando Tatsuya estaba frente al ojo nuevamente, el cual le miraba con decepción.

-Esperaba más de tú, resulta que no puedes estar calificado para entender los secretos más profundos de dustown-Dijo el ojo con tristeza mientras empezaba a retroceder por el posible enojo de Tatsuya.

Tatsuya se sintió con una repulsiva mirada, arrugó su frente mientras movía lentamente su mano hacía atrás con el fin de levantar la lanza.

-Tatsuya, recuerda quien tiene más poder aquí-Recordó el ojo, incluso haciendo que Tatsuya tuviera que reprimir su ira.

-Explícame, ¿Cómo es que reviví? -Dudó con su pregunta. -Tatsuya, ya deberías haberlo descubierto, tu mente es una vida, cada vez que mueres la vas perdiendo hasta caer en la locura-

-Incluso si no te lo explicará, deberías haber encontrado al menos una respuesta-El ojo sabía que él mismo era inigualable en casi cualquier a lo que estudios se refiere, no era una sorpresa que Tatsuya no lo averiguará de inmediato a diferencia del sabio.

La esfera empezó a brillar con rapidez, expandiéndose año largo del oscuro espacio, perfecto para el nacimiento de un zuum.

Tatsuya no pudo evitar dar una sonrisa irónica antes de retirar su cabeza a otro lado.

Despertó; abriendo sus ojos tan brillantes como el cielo, pero oscuros como la noche y...

Sintió un dolor en su cabeza que hizo obligatorio apretarse su cara con las manos para restar dolor a sí mismo.

Se levantó con su mirada en el suelo, tenía una mirada fría y su rostro empapado en sudor. Escupió al podrido suelo de madera para hacer nuevamente su caminata hacía abajo, abrió

la puerta girando la perilla ligeramente antes de empujar y entrar por la misma. Luego dio paso tras paso por el pasillo.

Justo antes de llegar a las escaleras, se estiró su brazo izquierdo y luego el diestro, ante de empezar a bajar con cautela.

Nuevamente, estaba vacío.

Tatsuya dio una mirada rápida donde estaba comiendo el hombre anteriormente, y ahí estaban restos de comida.

- ¿Qué? -Pensó para sí mismo antes de sentarse a reflexionar.

La silla aún tenía polvo, pero a Tatsuya era lo que menos le esperaba.

-Todo... Es verdad, esto es como si fuera un juego, renacer, pero con una desventaja, estaba tan claro...

¿Cómo es que nunca me di cuenta? En verdad que el ojo tiene algo de razón, yo mismo sé que siempre tuve que tardar en aprender algo, pero... ¿Tanto así? -Pensó con tristeza, recordando los momentos que tuvo en La Tierra, justo antes de tener un triste final.

Debía dejar esos sentimientos de lado, utilizó un sello para poder ser afectado por la cerveza y el ron. Tras bebida y bebida, logró entrar a los efectos del alcohol y la cerveza.

Su cabeza daba vueltas, al caminar tambaleaba; era increíble cómo un emperador podía bajar a ser de esa forma.

Incluso ahora, logró subir a su habitación, más exactamente dónde despertó para descansar. Ahí obtuvo nuevamente sueños.

El mismo enorme y poderoso dragón estaba ahí... Pero ahora estaba decapitado.

El rojo cubrió una lanza mientras está misma estaba estancada en el suelo y el dragón en la punta alta. En frente, la misma mujer veía con tristeza al dragón, antes de voltear y un hombre con una perturbadora sonrisa la veía.

La agarró y terminó usándola, para luego Tatsuya despertar con sudor.

- ¿Qué? -Pensó tras obtener ese extraño y perturbador sueño. Ignoró eso y miró su alrededor, un viejo reloj no marco ninguna hora pues estaba estancado.

Se levantó y se estiró, luego dio una mirada seria.

Caminó hacia abajo y posteriormente al exterior, donde ignoró las casas y siguió caminando hacía la mina.

Una perturbadora sonrisa marcó su rostro cuando empezó a correr hacía la mina, agarró rápidamente el vagón y fue a través de él, luego de un tiempo encontró un brillo.

Era una antorcha.

No supo cómo llegó ahí, pero la aprovechó y la agarró, luego siguió moviendo el vagón para seguir un plan que pensó.

Pronto, la primera elección dio a luz nuevamente; dos caminos eran marcados nuevamente.

Está vez decidió explorar el segundo. Donde finalmente encontró tres pepitas y dos caminos, uno con un musgo cubriéndolo y otro bajando a la oscuridad.

Decidió no bajar, abrió el musgo como si de sabanas se tratará y encontró...

El monstruo estaba ahí, como si de un fantasma de piedra se tratará; sus tentáculos se retorcían mientras la sangre aún marcaba su rostro, pero muy a diferencia del susto de Tatsuya; no se movió.

Era como si Tatsuya no existiera, confirmando cierta sospecha de Tatsuya.

"El monstruo era el organismo defensivo de la mina, pues la mina misma era... El monstruo"

"Las pepitas eran la base; quien las tuviera sería perseguido por el monstruo de la codicia".

Rió con felicidad, hoy lograría minar la mina con facilidad, no como aquellos mineros tontos que fueron devorados, su arrogancia no tenía límites.

Ignoró al monstruo, o hizo el intento, pues aún siguió alerta. Después de todo, no tenía la completa seguridad de no ser atacado por aquél monstruo de múltiples bocas.

Rápidamente evitó a la bestia y movió el vagón hacía atrás, aún a pesar de todo quiso evitar la bajada, por lo que al volver a por el camino, eligió el izquierdo y finalmente entró al lado musgoso.

Cadáveres, dentro de la zona musgosa que había visto lo único que pudo encontrar era, irónicamente, cadáveres.

De distintivos colores, negro, blanco... Moreno... Incluso algunos ya estaban en los huesos, pero, cuando Tatsuya buscó intensamente en busca de alguna mochila, no pudo encontrarla.

Ni una sola pepita. De hecho, era como si solo viejos huesos y carnes fueran encontradas, pero justo notó algo extraño...

¿Dónde estaba el olor a sangre? O si quiera a muerte, nunca lo sintió incluso cuando entró a la parte más profunda de la habitación, el lugar simplemente daba un olor de podrido y desechos.

Serían cosas que no quiso averiguar en éste momento, por lo que rápidamente se retiró al no encontrar nada, también.

Antes de salir, logró encontrar un casco con el nombre;

"Mr. Barbas" en él. Un minero caído que cayó, junto a los demás; en la codicia humana y fue destruido junto a ellos, pero aún en su muerte, celebró su codicia.

El vagón seguía ahí, el otro pasadizo también, pero ya lo había buscado en el pasado, antes de finalmente ser devorado.

Contó cada pepita y la limpió del polvo con un negro trapo que encontró entre los escombros y cadáveres.

Un total de treinta y cuatro pepitas había obtenido, para una mina, en realidad se sorprendió de tan poca cantidad.

Pero había algo bueno, sus cosas habían sido recuperadas, después de todo dónde murió aún seguían ahí.

El pico en mano y las pepitas en el vagón ya pudo aprovechar e incluso comprar en la armería alguna arma.

Dustown, por lo que pudo descubrir finalmente; estaba dividido en diferentes lugares, desde una armería hasta un bestiario, el lugar más conocido era La Taberna, donde Tatsuya y cualquier otro tendría que despertar cuando muriera.

Rió de felicidad, pronto podría salir de Dustown, y, además, aprovechando el tiempo podría obtener algún arte de Dustown, o incluso llegar a ser el señor de Dustown.

Con el vagón a mitad de camino, tuvo que pensar; ¿Qué tal sí lograba obtener un tesoro? Ese pensamiento llegó cuando recordó el camino hacia abajo.

Rápidamente corrió al lado derecho y posteriormente eligió la bajada después de haber recorrido el pasillo por un tiempo después.

En el pasillo, calaveras serían encontradas en las paredes, cada cabeza representaba un minero.

Sí los cuerpos anteriores estaban esparcidos, entonces estás calaveras eran muros gigantes donde cráneos humanos formarían una pared de muertos.

Pero increíblemente, el olor a muerte nunca llegó a el olfato de Tatsuya. Después de un tiempo, Tatsuya descubrió que iba por la mitad.

La simple razón de esto era el líquido viscoso que ya estaba tomando la pared, era como si un mundo diferente estuviera abajo.

Parecería la entrada al infierno a cualquiera que lo viera; sin la parte del fuego y simplemente un musgo tenebroso de color verde, además de una oscuridad tan oscura como la noche.

Pero Tatsuya no era un niño miedoso que se asustaría por cosas tan simples, siguió hacía abajo lleno de determinación.

Llegó a una recamara, parecería vacía si no fuera porque un musgo mucho más grueso sería encontrado dentro, Tatsuya pensó que no había nada, por lo que retiró su vista y trató de irse.

Pero sus pasos se volvieron lentos como un caracol, Tatsuya se puso ciertamente nervioso, pero siguió determinado, volteó su vista con enojo.

-Humano-Sonó con una gruesa voz de ningún lugar en particular. -Tú tienes un deseo...-Continuó.

Tatsuya estaba callado, no habló en ni un solo momento, aún no sabía dónde estaba aquél monstruo parlante.

Pero sus ojos se ensancharon de sorpresa. - ¿Quieres jugar una apuesta? -

Una monstruosa y enorme boca salió de entre el musgo, demostrando una vez más que la mina...Era el monstruo.

Mostró una débil sonrisa, había visto cosas peores, sí, pero dependía de hechizos anti-temores.

- ¿Qué ganó a cambio? -Preguntó con algo de curiosidad, pero solo tras un tiempo la mina respondió.

-Tu deseo-Dijo con una profunda voz que llegó a las afueras de la enorme mina.

Dudó un momento, su deseo era algo inmenso y... ¿A qué precio?

- ¿Qué tengo que hacer? -Preguntó con algo de tartamudeo. La respuesta le hizo dudar aún más.

-Aceptar-Gritó con algo de felicidad la enorme boca.

Pero Tatsuya ya había visto el final de muchos, cráneos de los corrompidos mineros estarían en la entrada, además de cuerpos en otra habitación; ¿Cómo aceptar si esa así?

- ¿Hay otra manera? -Intentó cambiar el proceso a uno peligroso, pero el monstruo solo soltó unas risas de decepción.

-Humano, si no vas a aceptar; vete-Mencionó con decepción. Tatsuya no quería morir más veces, cada vida era valiosa y haría una pérdida de la poca cordura que tenía. ¿Quién sabe qué ocurriría si se volviera loco?

¡Rodarán cabezas si se vuelve loco!, ¿¡Quién se acercaría a alguien capaz de destruir países con su mano?

Tatsuya eligió no pelear y rápidamente huyó, su pesadez había desaparecido y podía volver a utilizar su velocidad normal, movió el vagón y salió de la mina, una vez fuera, finalmente sintió la paz y pudo respirar con tranquilidad.

Brillo salía de sus ojos cuando una extraña sonrisa marcó su rostro, agarró las pepitas y las colocó en su mochila, por seguridad las revisó de nuevo, obteniendo sesenta pepitas, ¿No eran más? Extrañó a Tatsuya, pero no quiso saberlo. Regresó rápidamente a Dustown. Estaba preparado para comprar armas.

Nunca pensó en Dustown como un juego, aún si podía renacer era su vida, era real.

O bueno, al menos en aquél universo, pues había algo más grande. Algo que nunca podría superar, su propio escritor.

Mientras caminaba en el pueblo, logró notar personas platicando y otros excavando. Pero no le extrañó, después de todo cada cosa era diferente; algunos harían encargos de las personas originales del lugar y otros eran nuevos.

Su mente eligió ignorarlos, algunos incluso le miraron extraño.

Caminó hasta cierto lugar en particular, un almacén.

Una silla estaba ahí con un hombre barbudo recostado en ella, tenía un sombrero vaquero y una piel pálida, además de un parche en su ojo derecho.

Su pantalón de mezclilla de color azul oscuro y su camisa blanca de cuadros estaba sucia pero no mostraba signos de mal olor.

Estaba recostado, dormido con su sombrero en el rostro, como si fuera un mundo común y corriente y no hubiera un peligro en la vuelta de la esquina.

Tatsuya se acercó lentamente, logró ver suciedad entre el suelo, símbolo de saliva tirada. Incluso sangre era encontrada.

Después de estar a un metro, el hombre robusto despertó y se acomodó el sombrero, su oscura mirada y sus ojos cafés contrastaban con su robusto cuerpo.

- ¿Qué quieres? -Preguntó el hombre con una grave voz indiferentemente.

Capítulo 18: Una hermosa escopeta Sin editar.

—¿Qué quieres? —Preguntó el hombre con una grave voz indiferentemente.

Esa misma voz era humana y no podía ser comparada con la voz escuchada por el verdadero monstruo de la mina; la mina misma.

Aún recordaba fuertemente cuando fijó su vista en los cadáveres y los cráneos humanos, una horrible vista para muchos, pero eso sin duda no era lo peor que haya visto a lo largo de su vasta vida; él se levantó a través de miles o inclusive millones de cadáveres, sea la raza que sea. Se enfrentó desde dragones hasta incluso algún zuum. Hablando estrictamente él se había enfrentado casi cualquier adversidad.

Rió un poco en silencio intentando no ser notado por aquél hombre, justo antes de hablar. —¿Qué vendes? — Preguntó con seguridad, y aunque su voz era profunda, no era tanta incluso como el vendedor, y mucho menos comparable a la mina.

El hombre dudó un poco, pero seguía con su fría mirada que recorría minuciosamente a Tatsuya hasta sentir un escalofrío, como si revisará también sus huesos.

Agarró su mochila fuertemente y la puso al frente, abriéndola y luciendo un brillo dorado que representaría las pepitas.

Los ojos del hombre brillaron cuando las vieron, rápidamente agarró las pepitas. O lo hubiera hecho si no fuera porque Tatsuya las retiró con más rapidez.

El hombre oscureció su mirada, pero luego se recompuso. Se levantó de su silla y abrió el almacén tirando fuertemente hacía adelante, una sonrisa en su rostro cobraba a luz.

Cuando las puertas fueron completamente abiertas, estanterías con todo tipo de armas estarían puestas.

Escopetas, revólveres e incluso dinamita podría ser encontrada en cada estantería, justo debajo marcaba su costo.

Miró tranquilamente cada arma y pensó cual sería el mejor para su uso, pero nunca robó ni agarró de más.

Con sus sesenta pepitas intentó medir cuántas cosas podría tomar. Los precios extrañamente variaban, pero no quiso preguntar.

Una escopeta fue agarrada por Tatsuya, la desempolvó un poco y la midió, una hermosa escopeta clásica. Su modelo bien podría ser antiguo.

Su precio eran treinta pepitas, un precio razonable. A pesar de haber escopetas más baratas, de diez pepitas o incluso menos, no quiso probar su suerte de ser barata, mientras tampoco confiaba de las caras, cincuenta pepitas o más. Se midió más en una mitad, lo que serían las treinta pepitas.

Agarró tres paquetes de cartuchos, doce por cada uno. Cinco por cada uno; ya llevaba cuarenta y cinco pepitas gastadas con eso, pensó en que podría gastar las demás, las dinamitas eran caras y necesitaban una fuente de fuego, por lo que los ignoró.

Rió con indiferencia, luego se confió agarrando una sola dinamita, pero incluso esa, que era la más barata; costaba quince, lo que darían sus sesenta pepitas.

Lo que anteriormente notó que era un tesoro resultó ser demasiado poco a la realidad.

Antes de irse, dio un último vistazo a el almacén, donde en una esquina una máquina de la suerte saldría como si fuera una oportunidad única en la vida.

Incluso, entre las esferas parecía una que cumplía tu mayor deseo, pero en su mayoría decían ¡Muerte!

Se quedó estancado, dudando si avanzar y dar rienda suelta a su suerte o ignorarlo y seguir normalmente. Pero había un peligro, ¿Acaso era un engaño donde él salía perdiendo? Eso era algo que no podía responder.

Se movió rápidamente hacia afuera, sin oposición gracias a que ya había pagado con sus sesenta pepitas. Ahora mismo volvía al principio; sin ninguna clase de moneda para usar.

Era, sin ninguna duda, pobre.

Pero no era un problema para él, después de todo podría lograr conseguir el oro de cualquier lugar inexplorado.

¡Era un camino de intercambio!

Caminó lentamente entre los hogares antiguos, algunos destruidos, otros parecían antiguos como única opción.

Una edificación mostraba su esplendor cuando unas palabras eran mostradas en un sucio letrero con una tinta casi invisible.

“Biblioteca El Perpetrador”.

No supo quién le llamó así pero no le interesaba, aun así, era interesante, ¿Por qué le llamó así?

Negó inconscientemente con su cabeza antes de acercarse. Al abrir la puerta con lentitud, tosió un poco por la suciedad del mismo.

Encontró tres puertas.

“Bestiario” “Mundo” “Reunión”.

Tres puertas de las cuales tendría que tomar su decisión, a pesar de estar a oscuras.

De pronto una voz salió, su origen parecía ser a su lado izquierdo.

—Bienvenido a la biblioteca del perpetrador—Comentó una mujer rubia de cabello corto, ojos de un color café y una vestimenta blanquecina, como si de una enfermera se tratase.

Tatsuya se sorprendió inmediatamente e intentó retroceder, pero su cuerpo no se movía.

—¿Qué es lo que buscas? —Preguntó con una extraña media sonrisa, mirándole con una indiferencia anormal.

Sí pudiera describirlo, sería como algo más frío que Rusia, un país nevado de su antiguo primer mundo.

Tosió disimuladamente mientras empezaba a calcular lo que acababa de pasar. Estaba oscuro y solo tres puertas, pero ahora una lámpara antigua de aceite estaba justo enfrente del mostrador donde la misteriosa recepcionista estaba sentada mirando a Tatsuya con su sonrisa.

Agudizó los ojos para tratar de encontrar algún truco, pero nada.

—Quiero responder mis dudas. —Dijo tranquilamente, pero en su mente estaba imaginando como irse lo más pronto posible, después de todo no le daba confianza.

—¿Dudas? Está es una biblioteca, por supuesto que encontrarás las respuestas—Respondió con una profunda voz que dejó de ser tan femenina y se juntó a una malévola.

Tosió con cuidado evitando hablar con esa voz.

—En la primera puerta encontrarás todas las bestias que has visto hasta ahora—Habló con normalidad. —En la segunda encontrarás toda la información acerca de éste lugar—Continuó antes de dar un suspiro—Y finalmente en la tercera es donde puedes buscar más

personas, agregado hace dos días por Víctor—Finalizó su charla para apuntar a las tres puertas.

—La entrada es de una pepita a cualquier puerta, de ahí ya es el tiempo que desees. También, como es tu primera vez te la dejaremos gratis—Dio un último comentario antes de que la lámpara se apagará repentinamente y al volverse a prender una caja con las palabras “Inserte su moneda aquí” grabadas de un color carmesí.

Tatsuya se sobresaltó al ver que repentinamente había solo una mesa y una caja en frente suyo. Pensó—¡Sin duda éste mundo tiene algo raro! Se supone que no existe la magia, pero logran hacer esto...—Su mente se llenaba de dudas y un cierto estrés emocional empezaba a brotar de él. Pero no era nada que no pudiera controlar.

Entonces decidió concentrarse en lo que hacía, miró las tres puertas y se quedó pensativo, ¿Cuál elegiría?

Las únicas dos opciones eran “Bestiario” y “Mundo”, dado que la otra no le interesaba, no le gustaría juntarse con otras personas a pesar de estar más informados.

Con sabiduría empezó a emprender un viaje mental hacía decidirse, miró las ventajas y las desventajas.

Sudor recorrió su cuerpo cuando un enorme número apareció frente a sus ojos...

5

Empezó a pensar por qué había salido... Era de un color verde.

4

Comenzó a preocuparse del por qué salían... Era de un color amarillo.

3

Lo pensó mejor y su opinión respecto a eso era que era su tiempo antes de ser sacado si no decidía. Era de un color naranja.

2

Sus pensamientos aumentaron su velocidad cuando se movió rápidamente hacía la primera puerta. Un color rojo carmesí remarcaba el número

1

El negro remarcó su cuerpo cuando el contorno tomó un color rojizo carmesí. Abrió la puerta y finalmente entró.

Dentro de la puerta del “Bestiario” se encontraba lo que parecía una biblioteca común y corriente.

Pero cadenas bloqueaban casi cualquier estantería. Entonces un hombre rápidamente se acercó, su cuerpo no era ni musculoso ni delgado, además de unos lentes dignos de lector que remarcaba su constituido rostro. Llevaba un atuendo de bibliotecario y su serena mirada demostraba lo poco que le importaban las cosas no relacionadas a su biblioteca.

—Bienvenido a la puerta “Bestiario”, ¿Quieres la información de algo en específico? —Recitó sin titubear.

—Claro...—Dudó, realmente fue por la adrenalina de ser expulsado que tomó lugar aquí.

Pero al recordar a la mina, decidió preguntar.

—¿Qué es el monstruo de la mina? — Preguntó con algo de duda en su rostro.

—¿Monstruo? No, es la mina misma. Cada monstruo de tentáculos con bocas enormes simplemente son sus sistemas de defensa. —Respondió sin dudar.

—¿Qué hace en su apuesta? —Siguió con su cuestionario.

—Es horrible, pide que tires una moneda y si cae en la que él elige eres devorado sin importar tu fuerza. Tendrías una suerte de los dioses si fueras a ganar en esa apuesta—Siguió respondiendo sin dudar, pero agachando su cabeza en señal de dar lástima.

—Una última pregunta... ¿Cuántos monstruos hay por éstos lugares? —Pidió una última respuesta.

De repente, los ojos de el bibliotecario sé arquearon antes de que su rostro se oscureciera, pero no fue hasta que Tatsuya insistió que reaccionó.

—Es una pregunta que no te puedo responder, nacen miles día a día, como si fueran creados por el terror humano—Respondió con algo de pena.

—¿Alguna otra pregunta? —Siguió su comentario antes de volver a su tranquilidad.

Tatsuya se quedó callado, no tenía más preguntas, pero debía aprovechar su momento gratuito.

A simple vista una pepita era barato, ¿Pero ¿qué pasaría si por cada vez aumentarán una pepita? ¡Al final podría terminar gastando diez veces más que el precio original! Nunca se sabría que podía pasar y mucho más cuando no te podías negar, ¿Quién sabe de qué eran capaces los nativos de un pueblo corrupto en los pecados?

¡Tal vez incluso la mina era usada como excusa de un almacén de cadáveres hechos por los propios nativos y el monstruo en realidad no tenía nada que ver!

Gruñó en respuesta, lo cual hizo que los ojos de el bibliotecario sé hicieran agudos.

—¿Acaso... Quieres permanecer aquí el tiempo que quieres sin preguntar? — Preguntó.

Era extraño que aquél que debía responder ahora estuviera preguntando, si se lo preguntarán a otro nativo solo lograría decir "¡Un mal presagio!, ¡Evítalo ahora!".

—Uh...Ah—Titubeó pues había sido descubierto.

—Déjame te explico, novato—Gritó. —Puedes haber sido el emperador inmortal de nueve mundos o un simple viejo, pero aquí en cada puerta e incluso fuera de Dustown hay reglas que seguir, no todo lo que te mencionan es verdad—Reveló con algo de asco.

Tatsuya se sorprendió por sus palabras. ¡Ser un emperador inmortal de nueve mundos era algo fuera de la tierra! ¿Cómo podría ser conocido por ellos? Era algo sensacional para Tatsuya haber descubierto eso.

Rápidamente se retiró de ahí y se volteó. —Está bien, me retiro—Murmuró en voz alta, antes de avanzar lentamente a la puerta.

La puerta era de un color verdoso con una madera antigua, pero no parecía ser vieja en lo más mínimo.

Agarró la perilla y la abrió, el mismo pasillo sería encontrado fuera de esa puerta.

Miró hacía atrás. El bibliotecario seguía con su aguda mirada esperanzado de que se fuera de la manera fácil.

Volteó su vista nuevamente hacía el frente y dio un paso hacia adelante. Tras pasar la puerta está automáticamente se cerró y enormes cadenas salieron de todos los lugares, cerrando por completo cualquier posible entrada a las tres puertas.

Suspiró con tristeza, no pudo aprovechar su momento gratuito, pero al menos logró encontrar respuestas a algunas preguntas.

Pero nuevas llegaban, ¿De dónde venían los monstruos? Nunca lo podría descubrir pues no era su objetivo, después de todo buscaba una mochila, una simple mochila.

De hecho, el sabio no necesitaba esa mochila, ¿Por qué haría eso? No tenía ningún sentido.

Pero aprovecharía ese momento, dado que lograría obtener algún arte de lanza supremo, ¡Algo que ni siquiera él podría hacer!

De hecho, él tenía un par de dudas más; ¿Qué ocurrió con Ymir, Jack y la reina? Era algo que quería saber de alguna manera. Pero lastimosamente no lograría saberlo en un lugar completamente diferente.

Regresó caminando a la taberna, la niebla verdosa no lograba dejar saber si era noche o de día, por lo que simplemente entró, subió a su supuesta habitación y se acostó a dormir.

Pero en los sueños, pesadillas surgirían...

Fuente: Lordvastian.wordpress.com

Autor:

LordVastian (Sánchez Ruano Alexis Sebastian)