capítulo 20: la contribución de la agricultura y los agricultores al … · 2009-03-03 ·...

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Capítulo 20: La contribución de la agricultura y los agricultores al desarrollo rural ^ Miquel Vilalta Sebastiá ** José Luis Miguel de Diego *** ` Las opiniones expresadas por los autores no comprometen en modo alguno a la Organi- zación a la que pertenecen. " Ingeniero Técnico Agrícola. Responsable de Desarrollo Rural en la Comisión Ejecuti- va de COAG. ** Ingeniero Agrónomo. Responsable de Desarrollo Rural de los Servicios Técnicos de COAG.

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Capítulo 20: La contribuciónde la agricultura y los agricultores

al desarrollo rural ^

Miquel Vilalta Sebastiá **José Luis Miguel de Diego ***

` Las opiniones expresadas por los autores no comprometen en modo alguno a la Organi-zación a la que pertenecen.

" Ingeniero Técnico Agrícola. Responsable de Desarrollo Rural en la Comisión Ejecuti-va de COAG.

** Ingeniero Agrónomo. Responsable de Desarrollo Rural de los Servicios Técnicos deCOAG.

Desde el diseño de la política agraria común (PAC) (Tratado deRoma y Conferencia de Stressa) han pasado más de 40 años. Laactividad agraria e^i nuestros días es muy diferente a la que se desa-rrollaba hace 40 años. Tampoco las preocupaciones y prioridades dela sociedad europea son las mismas que en aquéllos años. La adap-tación de la política agraria a los nuevos tiempos se está realizandoa base de reformas parciales -reforma de 1992 y Agenda 2000- nosiempre afortunadas, pero el debate sobre el futuro de la agricultu-ra y el medio rural en Europa aún no se ha abordado seriamente.

1. INTRODUCCIÓN

En la reciente Cumbre de Berlín de Jefes de Estado y de Gobier-no, el pasado mes de marzo, se alcanzó el acuerdo que cerró lasnegociaciones de la Agenda 2000. La Agenda 2000 consta de trescapítulos principales:

- La ampliación de la Unión a los países del Centro y Este deEuropa.

- El marco financiero 2000-2006.

- La revisión de las políticas internas de la Unión Europea, den-tro de las que destacan la agricultura y la cohesión económi-ca y social.

La revisión de la política agraria -que no olvidemos es la únicapolítica auténticamente común de la UE- se ha realizado profundi-zando en la reforma iniciada en 1992, es decir, descenso de los pre-cios de garantía de los productos agrícolas y ganaderos, compen-sando parcialmente a los productores mediante ayudas directas. Encuanto a la política de cohesión económica y social, instrumentadacon la aplicación de los fondos estructurales hacia aquellas regionesy sectores más desfavorecidos, se ha simplificado desde los 7 obje-

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tivos actuales a solamente 3, aunque sigue manteniendo sus líneasbásicas.

En la reforma agrícola aprobada en la Cumbre de Berlín destacala publicación de un nuevo Reglamento de Desarrollo Rural, queengloba las actuales medidas de acompañamiento de la PAC (agro-ambientales, reforestación de tierras agrarias y cese anticipado), lasmedidas del actual Reglamento 950/97 ( inversiones en las explota-ciones agrícolas, instalación de jóvenes, formación e indemnizacio-nes compensatorias, principalmente), las ayudas del actual Regla-mento 951/97 (transformación y comercialización de los productosagrícolas) y otras ayudas a la promoción y desarrollo de zonas rura-les (actual Objetivo Sb)). Desaparecen de la normativa comunitarialas ayudas destinadas a las asociaciones de productores y sus unio-nes (actual Reglamento 952/97, que es derogado por el nuevoReglamento de Desarrollo Rural).

En la financiación de estas medidas del nuevo Reglamento deDesarrollo Rural también se produce un cambio sustancial, ya queel FEOGA-Orientación ^ue actualmente financia todas estas medi-das, salvo las de acompañamiento de la PAC, en todo el territorio dela Unión- pasa a convertirse en un instrumento de financiación resi-dual. El FEOGA-Orientación solamente financiará medidas dedesarrollo rural en las zonas del Objetivo 1 y no todas ellas, ya quelas nuevas medidas de acompañamiento (agroambientales, refores-tación de tierras agrarias, cese anticipado e indemnización compen-satoria) las financiará el FEOGA-Garantía en todo el territoriocomunitario.

Es decir, la mayor parte del gasto del nuevo Reglamento deDesarrollo Rural estará englobado dentro de la rúbrica 1(agricultu-ra) de los presupuestos de la Unión Europea, pero sin que la líneadirectriz agrícola se haya sometido a modificaciones respecto a suactual método de cálculo.

La intención de la Comisión Europea es integrar la política dedesarrollo rural como "segundo pilar" de la política agraria común(PAC). La publicación de un nuevo reglamento comprehensivo, asícomo la inclusión del desarrollo rural bajo el paraguas de la líneadirectriz agrícola parecen confirmar esta línea. Sin embargo, no seha producido paralelamente un incremento de los recursos financie-ros asignados. Comparando con el presupuesto aprobado para 1999,vemos como las medidas de desarrollo rural a financiar por elFEOGA-Garantía pasan de estar presupuestadas con 5.100 millones

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de Euros en 1999 a una media de 4.300 millones de Euros anualesdurante el período 2000-2006.

Todo esto pone de manifiesto la incertidumbre financiera queacompaña a los acuerdos de la Cumbre de Berlín, ya que las nuevasperspectivas financieras 2000-06 se han diseñado para integrar a losnuevos países de la Europa Central y Oriental, sin incrementar lascontribuciones nacionales al presupuesto de la Unión. Los fondosadicionales se obtienen de las restricciones aplicadas a la políticaagraria común (PAC) y la política de cohesión económica y socialen el interior de los actuales 15 Estados miembros.

Otro aspecto fundamental del Acuerdo de Berlín es la aproba-ción de un Reglamento Horizontal, que permite a los Estados miem-bros modular los pagos concedidos directamente a los agricultoresen función de la mano de obra utilizada en su actividad y/o la pros-peridad global de sus explotaciones medida mediante el margenbruto estándar (MBE) y/o los importes totales de los pagos conce-didos. La reducción máxima del importe total de los pagos será del20% y deberá destinarse en concepto de ayuda comunitaria adicio-nal para las medidas del cese anticipado, indemnización compensa-toria, agroambientales y repoblación forestal (medidas de acompa-ñamiento del nuevo Reglamento de Desarrollo Rural). Este Regla-mento Horizontal también obliga a los Estados miembros a intro-ducir sanciones para los agricultores que incumplan normas medio-ambientales (ecocondicionalidad) y a restringir los pagos a los vul-garmente llamados "cazaprimas".

Otro acuerdo tomado en el marco de la Agenda 2000 y dentro delas llamadas iniciativas comunitarias, es la prolongación de la actualiniciativa comunitaria de desarrollo rural, que se llamará LEA-DER+ en el período 2000-2006.

2. ^QUÉ ENTENDEMOS POR DESARROLLO RURAL?

El desarrollo lo entendemos como un proceso dinámico de cam-bios acumulativos, capaces de mejorar la vida de las personas.Hablamos de desarrollo rural cuando este proceso se lleva a cabo enel medio rural y es capaz de mejorar la vida de las personas queviven en este medio y también, en general, la calidad de vida de lasociedad en su conjunto. Por tanto, el proceso de desarrollo rural secompone de dos elementos: el territorio rural y las personas que

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viven tanto dentro como fuera de este medio rural. También el desa-rrollo rural debe caracterizarse por su globalidad, en el se,ntido deabarcar a todas las personas afectadas y a todo el territorio.

La pérdida de peso de la actividad agraria, tanto en términoseconómicos como de creación de empleo, ha supuesto que en estaúltima década hayan emergido nuevas iniciativas que plantean lanecesidad de desarrollar una política específica de desarrollo ruraldiferenciada de la política agraria. Todas estas iniciativas se plas-maron en la denominada Declaración de Ca-k (1996).

La Declaración de Cork fue recibida con gran inquietud por unsector agrario que se sentía marginado en el proceso de desarrollorural que se quería iniciar; olvidándose las grandes potencialidadesde modernización, desarrollo y diversificación que aún poseen laagricultura y ganadería en Europa. Desde nuestro punto de vista, enningún momento el sector agrario se negó a que nuevas actividadesproductivas fuesen impulsadas dentro de una alternativa de desarro-llo rural sostenible, compartiendo con la agricultura el papel demotor de las zonas rurales e incluso superando la aportación agrariaen un futuro próximo. La alarma surgió cuando se interpretó laDeclaración de Cork como el fin de la confianza de la Unión Euro-pea en su agricultura y, como consecuencia, la necesidad de susti-tuirla por nuevas actividades productivas en el medio rura] (procesoque nunca se ha explicado suficientemente, más que de una formateórica y que se encuentra envuelto aún hoy en una gran confusión).De esta forma el carácter productivo de ]a agricultura europea seponía en cuestión en aquellas zonas menos competitivas y su papeleconómico se limitaba drásticamente, trasladando los fondos desdeuna política común de precios y mercados hacia una llamada "polí-tica rural". Esta interpretación, aún hoy no suficientemente aclara-da, hizo que pasaran desapercibidos para los agricultores aspectosciertamente positivos contenidos en la Declaración de Cork, comoes la posibilidad de que nuevas actividades productivas modernas yflexibles se desarrollen en el medio rural.

Más allá de estas reflexiones teóricas, los resultados de laencuesta realizada por COAG en el "Estudio de necesidades para laexplotación de nuevos yacimientos de empleo en el medio rural",pueden darnos una aproximación práctica a algunos aspectos deldesarrollo rural en nuestro país. Esta encuesta se ha realizado a prin-cipios de 1999 en todo el territorio del Estado y se ha estructuradoen dos partes: la primera corresponde a las respuestas de los ciu-

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dadanos que habitan en zonas urbanas y la segunda está compuestaíntegramente por las respuestas de agricultores cuyas rentas provie-nen básicamente de la actividad agraria ejercida en sus explotaciones.

A continuación presentamos un extracto de las respuestas mássignificativas obtenidas en dicha encuesta.

Pofilación urbana Agricultores

Acuerdo Desacuerdo Acuerdo Desncuerdo

PERCEPCIÓN DE LA AGRICULTURA

• la agricultura es la ocupación básica de

la sociedad 57% 69%• es igual que no haya agricultores y

ganaderos mientras en los mercados

haya siempre alimentos 83% 82%• en el mundo mral cada vez tienen menos

peso las actividades agrícolas y ganadems 59% 65%• Los pueblos se sostienen gracias a la

actividad agrícola y ganadera 77% 74%• En pocos años las explotaciones

familiares habrán sido desplazadas porgrandes empresas 74% 74%

• Los aericultores y ganaderos se quejan

sin razón ya que reciben muchas ayudas 70%• EI mundo rural se irá despoblando y

abandonando en los próximos años 73% 73%• Los productos alimenticios actuales

tienen peor sabor y calidad que antes 61 %a 5290• Preferencia por la explotación agrícola

familiar gq%

• Se deben conceder subvenciones al

sector agrario 85%• Las subvenciones deben ir a los que

tienen rentas bajas 84%• Las subvenciones deben ir a los que viven

rincipalmente de la actividad agraria 80%

FUNCIONES DE LOS AGRICULTORES

Y GANADEROS

• Producir alimentos 97% 95%• Mantener a su familiar 96% 96%• Procurarse un puesto de tmbajo 92% 93%• Obtener beneficios en su explotación 90% 94%• Mantener la vida en los pueblos 89% 83%• Preservar las [radiciones 87% 789c• Consen^ar el medio ambiente 8890 83%• Cuidar el paisaje y los bosques 73% 70%

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Población urbana Agricultores

Acuerdo Desactterdo Acuerdo Desacuerdo

PROB[^1v1AS TÍP[COS DFl, MEDIO RURAL

• Medicina y sanidad públicas 85% 79%

• Las diversiones 81 %a 82%

• La educación de los niños 83% 81%

• La formación de los jóvenes 83% 83%

PROBLEMASENCONTRADOSEN

LAS SALIDAS AL CAMPO

• Estado de las carreteras 54%

• Escasez de actividades de ocio 39%o

• Transportes públicos 36%

• Fal[a de guías 27%

• Residuos y olores 27%

MEJORAS MÁS NECESARIAS PARA

EL DESARROLLO DE [.OS PUEBLOS(señale 3).

• Modernizar explo[aciones 15% 27%

• Poner fábricas o talleres 8% 18%

• Rejuvenecer la población 9%o IS%

• Descon[aminación de aguas 1 I% I I%

• Conservación de la namraleza 9% 11%

ACT[TUDES ANTE LAS ME]ORAS EN

EL MEDIO RURAL

• Mejora carreteras, reforestación montes,

gtattjas escuela, residencias pam mayores,

parques recreativos para niños, instala- A FAVOR A FAVOR

ciones agrícolas y ganaderas, patrimonio

y edificaciones tradicionales, casas rura-

les e instalaciones deportivas

• Hoteles, restaurantes DIVISIÓN DIVISIÓN

• Campos de golf, co[os de caza EN CONTRA EN CONTRA

ACT[VIDADES DESARROLLADAS EN

EL CAMPO

• Pasear 87%• Visitar familiares y amigos 78%

• Conocer pueblos 65%

• Ir a fies[as populares 60%

• Comer en restaurantes típicos 54%

COMPRAS REALIZADAS EN LAS

SALIDAS AL CAMPO

• Productos alimenticios Iocales 52%

• Artesanía 17%

• Objetos de recuerdo 1 l%

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Población urbana Agricultores

Acuerdo Desacuerdo Acuerdo Desacuerdo

TRABAJOS A POTENCIAR EN EL

MEDIO RURAL

• Agricultura y ganadería 33%• Conservación de pueblos 20%• Recuperación del patrimonio histórico 19%• Recuperar la forma de elaborar los

productos í8%

• Limpieza de mon[e 17%• Artesanía ^7%

• Los agricul[ores y ganaderos deben

ges[ionar e( turismo rural 45%• Las cadenas hoteleras deben gestionar

el turismo rural 38%a• Disponibilidad de casa en el pueblo 58%

Lo primero que llama la atención al observar los resultados de laencuesta es la concordancia, prácticamente total, existente entre lasrespuestas de los habitantes de las ciudades y las de los agriculto-res. Es decir, a pesar de tratarse de dos mundos claramente diferen-ciados para la opinión pública ("lo rural" Vs "lo urbano"), no nosha sido posible establecer diferencias significativas entre las res-puestas que agricultores y habitantes de las ciudades ofrecen a laspreguntas de la encuesta. La explicación a este hecho puede estar enla intensa relación que la mayoría de los habitantes de las ciudadesmantienen con el medio rural, principalmente por el origen rural dela mayor parte de la población urbana (tenemos en las ciudades a lageneración que protagonizó el éxodo del campo a la ciudad en losaños 60), así como por el contacto que actualmente mantienen, yaque e158% de los habitantes de las ciudades disponen de casa en elpueblo.

La percepción que la sociedad tiene de la agricultura y ganade-ría la podemos calificar de muy positiva, ya que para la mayoría setrata de la ocupación básica de nuestra sociedad y los pueblos sesostienen gracias a ella. Además, la sociedad está en desacuerdocon que "lo importante es que haya alimentos en los mercados, aun-que desaparezcan los agricultores y ganaderos", es decir, los agri-cultores son importantes por sí mismos, como parte de la sociedad,independientemente de su labor productiva; esto supone una alta

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valoración del resto de funciones (multifuncionalidad) que realizanlos agricultores y ganaderos -cultural, territorial, paisajística,medioambiental, etc.- y de las que se beneficia toda la sociedad.Estas funciones, ligadas a la actividad agraria y la residencia en elmedio rural, han sido asumidas tradicionalmente por los agriculto-res y ganaderos de forma desapercibida, y solamente, cuando por elabandono de la actividad agraria y el despoblamiento de los pueblossu realización se pone en peligro, la sociedad se da cuenta del granvalor que le ha sido entregado al ejecutarlas. En las respuestas hayun acuerdo unánime sobre el carácter multifuncional de la actividadde los agricultores y ganaderos, ya que le son propias la funciónproductiva, la económica (mantener a su familia, procurarse unpuesto de trabajo y obtener beneficios de su explotación), la social(mantener vida en los pueblos y preservar las tradiciones) y lamedioambiental (conservar el medio ambiente y cuidar el paisaje ylos bosques).

Por otra parte, no ha pasado desapercibido para la sociedad elintenso proceso de cambio, crisis y reestructuración que está vivien-do desde hace décadas el sector agrario y el mundo rural en su con-junto. Si bien los pueblos se sostienen gracias a la actividad agraria,hay acuerdo en que en el mundo rural cada vez tienen menos pesolas actividades agrícolas y ganaderas, es decir, el medio rural depen-de de una actividad que se encuentra en retroceso.

En cuanto al futuro, la visión es pesimista: "el mundo rural se irádespoblando y abandonando en los próximos años", "las explota-ciones familiares serán desplazadas por grandes empresas", etc. Sinembargo este futuro no es el que desea la mayor parte de la socie-dad, ya que existe una preferencia por la explotación agrícola fami-liar y una conciencia de la necesidad de que existan agricultores yganaderos y pueblos vivos.

Los habitantes de las ciudades son conscientes de la situación deinferioridad en que se encuentran la mayoría de los agricultores yganaderos respecto al resto de sectores ("se quejan con razón"), a lavez que aprueban la concesión se subvenciones al sector agrario(85%), ahora bien, estas subvenciones deben ir a los agricultoresmientras obtengan rentas bajas y vivan principalmente de la activi-dad agraria.

La percepción es negativa en cuanto a la calidad y sabor de losproductos alimenticios actuales, tanto entre los habitantes de lasciudades como entre los agricultores.

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La encuesta también nos ofrece un claro diagnóstico de los pro-blemas típicos del medio rural respecto del medio urbano (sanidad,diversiones, educación y formación), así como de las mejoras másnecesarias para el desarrollo de los pueblos (modernizar explota-ciones, instalar fábricas, rejuvenecer población, descontaminaraguas y conservar la naturaleza). Es muy interesante conocer lasactitudes de la población respecto a mejoras concretas a realizar enel medio rural, siendo rechazados únicamente los campos de golf ylos cotos de caz^ y existiendo división de opiniones en lo que res-pecta a hoteles y restaurantes. Esta división de opiniones se mantie-ne en lo referente a quién tiene que gestionar el turismo rural, aun-que la mayor parte de los entrevistados se inclina porque lo haganlos propios agricultores y ganaderos, como forma de garantizar laauten.ticidad, frente a una gestión de las cadenas hoteleras que sibien sería más profesional implica una masificación y estandariza-ción del producto.

Por último, la encuesta ofrece información en cuanto a las activi-dades desarrolladas por los ciudadanos en sus visitas a zonas rurales,indaga en las demandas insatisfechas y da cuenta de las actividades,infraestructuras y mejoras a potenciar. Es recurrente la aparición dela agricultura y ganadería como eje central de las respuestas de losciudadanos, aún en preguntas de tipo general como las compras rea-lizadas en las salidas al campo (el 52% compra productos alimenti-cios locales) o los trabajos que se deberían potenciar en el mediorural (el primero a potenciar sería la agricultura y la ganadería).

3. LA ENCRUCIJADA DE LA AGRICULTURA ESPAÑOLA

La agricultura y ganadería españolas y especialmente la explo-tación familiar agraria, afrontan el nuevo milenio con la necesidadde responder a una serie de desafíos que condicionarán su futuro.Para ello, es necesario analizar e interpretar correctamente el con-texto, cada vez más global, en el que evolucionará la agriculturaespañola. Una actividad, que al igual que el resto de sectores eco-nómicos, se inscribe en una sociedad cuya velocidad de cambio ytransformación se ha ido incrementando de una forma tan impre-sionante que muta su faz cada vez en ciclos más cortos. Esta diná-mica hace que pierda valor la experiencia en favor de la capacidadde aprender y adaptarse.

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Cada día se está produciendo una revolución silenciosa que nósobliga a cambiar totalmente los antiguos esquemas, nos ofrece posi-bilidades de ensueño y supone, también, una amenaza a nuestromodo de vida e, incluso, a nuestra existencia: tecnologías de lainformación (cibernética, inteligencia artificial), telecomunicacio-nes (internet, telefonía global móvil, T.V. global por satélite), bio-tecnología^ (organismos modificados genéticamente, clonación deanimales superiores), homogeneización de pautas culturales, crea-ción de grandes bloques económicos regionales, movimientos depoblación, ascensión del inglés como lengua franca, homogeneiza-ción política, etc. Tenemos que tener en cuenta que este proceso esglobal, porque afecta a todos los sectores económicos y sociales y atodo el globo terráqueo, y que los desafíos se presentan en todos losámbitos -económicos, culturales, sociales, éticos, políticos, etc.-. Laagricultura y el medio rural deben superar un enfoque fatalista,esquivando las amenazas mientras aprovechan las nuevas oportuni-dades que, sin duda surgirán, y evitando que sus debilidades lesiinpidan utilizar todas las fortalezas que poseen.

3.1. Los desafíos externos

Se corresponden principalmente con las consecuencias de la glo-balización económica y la liberalización del comercio agrario inter-nacional. En los próximos años, las explotaciones agrarias españo-las se verán inmersas en un nuevo contexto, aún más competitivoque el actual, que condicionará su actividad productiva y, en últimainstancia, amenazará la supervivencia de muchas de ellas.

El inicio de la Ronda del Milenio de la OMC a finales de 1999supone la profundización de la línea acordada en la Ronda Uruguaydel GATT en 1994, es decir, una mayor liberalización del comerciointernacional de productos agrarios. Las conversaciones -durantelas cuales los países exportadores agrícolas del grupo de Cairns ylos Estados Unidos ya han anunciado que mantendrán una actitudagresiva en favor del libre comercio agroalimentario mundial- pon-drán en cuestión elementos básicos de la actual política agrariacomún de la Unión Europea (PAC), como son las restituciones a lasexportaciones agrarias, las restricciones cuantitativas a la importa-ción, la protección en frontera, las medidas de protección fitosani-taria y zoosanitaria (especialmente organismos modificados genéti-

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camente), la seguridad de los alimentos y la disminució, ► e inclusoeliminación de las subvenciones agrícolas que afectan a la compe-tencia ("caja amarilla" y"caja azul"). A la Unión Europea le inte-resará introducir nuevos elementos en las conversaciones, como sonla protección medioambiental, el desarrollo rural o las diferentesformas de "dumping" en las que se realiza la producción agraria enmuchos países exportadores. En este contexto se sitúa la aprobaciónen 1996 de una nueva "Farm Bill" americana, destinada a fomentarla competitividad de sus agricultores y ganaderos en los mercadosmundiales de productos agrarios.

Otro impacto de consecuencias imprevisibles es la adhesiónsucesiva, durante los próximos años, de hasta 10 países de la Euro-pa Central y Oriental, cuya incorporación está prevista en larecientemente aprobada Agenda 2000. Se trata de un grupo de paí-ses heterogéneo, con una agricultura y un sector agroalimentariodébiles, pero con grandes potencialidades de desarrollo. El sectoragrario es sumamente importante para ellos, tanto en términos departicipación en el PIB, como en ocupación de mano de obra. Seincorporarán a la actual Unión Europea 60 millones de hectáreas denuevas tierras cultivables y 100 millones de nuevos habitantes.

También seguirán prodigándose los acuerdos comerciales Euro-mediterráneos y con terceros países, mediante los cuales se otorgancondiciones especiales a la importación de productos agrícolas pro-cedentes de estos países (esencialmente se trata de productos medi-terráneos). Actualmente acaba de firmarse un polémico acuerdo conEgipto -rechazado por todo el sector profesional español- y en lareciente Cumbre de Río se han concretado las bases de un super-proyecto de asociación de libre comercio con Mercosur y Chile (lasnegociaciones respecto a las barreras arancelarias comenzarían enjulio de12001).

Desde el 1 de enero de 1999, el acceso a la Unión Económica yMonetaria (UEM), crea un nuevo marco macroeconómico, mástransparente y competitivo, en el que se desenvuelven todos los sec-tores económicos europeos, y entre ellos la agricultura.

Por último, cambios radicales y rápidos en las tecnologías estántransformando la forma de entender la actividad agraria, especial-mente los avances en biotecnología y tecnologías de la información.Un factor nuevo es que los avances biotecnológicos aparecen prote-gidos por derechos de propiedad intelectual, similares a los ya exis-tentes para los programas de ordenador, que anulan los derechos

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actuales de uso del agricultor sobre el material genético utilizado y.las posibles mejoras conseguidas, a la vez que no le eximen de laresponsabilidad en los posibles riesgos que su utilización conlleva.

3.2. Los desafios internos

Derivados de las deficiencias estructurales de la agricultura yganadería españolas, en relación a los países punteros de la UniónEuropea. En primer lugar tenemos las dificultades que encuentranlos agricultores profesionales y los jóvenes que se instalan por pri-mera vez, para conseguir explotaciones de dimensiones viables,algo que se ha agravado en los últimos años (desde la reforma de laPAC de 1992) por la tremenda subida del precio del primer factorde producción agrario, la tierra. También dificultan la ampliación delas explotaciones hasta tamaños viables, las restricciones de la PACen cuanto a cuotas de producción y derechos a prima, que enmuchos casos alcanzan altos precios en el mercado. Tampoco laestructura de las explotaciones, en cuanto al tamaño y distribuciónde las fincas, es la óptima deseable.

Por otra parte, la situación en cuanto a equipamiento y tecnolo-gía de muchas explotaciones españolas, se encuentra por debajo dela media en los países punteros de Europa. Unido a ello, es necesa-rio mejorar el nivel de formación de nuestros agricultores, ya quetendrán que gestionar sus explotaciones en un entorno cada vez másexigente, dinámico y complejo.

Otro aspecto deficiente es el relativo al asociacionismo agrario,lo que provoca una falta de vertebración y ordenación de los secto-res, con la consiguiente pérdida de competitividad en unos merca-dos cada vez más exigentes. Lo que más separa a]a agriculturaespañola de sus homologas europeas son los hábitos asociativos.Sólo mediante la agrupación de su oferta, los agricultores se podránsentar a la mesa en igualdad de condiciones con una industria agro-alimentaria y una distribución fuertemente concentradas.

Otro tipo de desafíos internos, compartidos con toda la agricul-tura europea, son los derivados de la necesidad de garantizar la cali-dad y la seguridad alimentaria. La última crisis -pollos con dioxi-nas en Bélgica- continúa situando a la agricultura, especialmente ensu aplicación más intensiva, en el ojo del huracán de la opiniónpública; se trata de un problema del que los agricultores son tan víc-

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timas como los consumidores. En cuanto a la calidad de los ali-mentos, la pérdida de sabor respecto a los productos de antes es unaopinión compartida mayoritariamente por la sociedad; esto resultaespecialmente grave si queremos desarrollar una agricultura quecompita en el mercado en base a la calidad y valorización de susproducciones.

3.3. Los desafíos político-presupuestarios

La congelación e incluso reducción de los fondos destinados a laagricultura en los presupuestos 2000-2006 de la Unión Europeaaprobados en la reciente Cumbre de Berlín, supone un cambio cua-litativo importante que replantea. el apoyo a la agricultura europeacomo actividad productiva. Este hecho está relacionado con la pro-gresiva pérdida de legitimación social de las ayudas públicas a laagricultura ante el conjunto de la sociedad europea y con la tenden-cia hacia una agricultura más abierta a los mercados mundiales.

La creciente preocupación social por los problemas medioam-bientales ha situado a la agricultura, que gestiona la mayor parte delterritorio europeo, en la necesidad de compatibilizar su actividadproductiva con la salvaguarda del medio y el mantenimiento de labiodiversidad. Esta circunstancia, que supone un gran esfuerzo parauna actividad cada vez mas abierta a la competencia, es también unaoportunidad que los agricultores y ganaderos deben aprovechar parasituarse en la parte alta de la consideración social y, a la vez, aumen-tar la valoración de sus producciones.

3.4. Los desafíos socioculturales

La agricultura y el medio naral en su conjunto se encuentran enun momento de profundos cambios (crisis) que están transforman-do completamente la realidad que hemos conocido hasta ahora. "...Ya no es posible pensar el futuro bajo la forma de una continuacióndel presente"', la pérdida de peso de la agricultura y el mundo ruraldentro de la sociedad, tanto en términos económicos como sociales

^ BERTRAND HERVIEU. "Los campos del futuro".

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y políticos, hace que cada vez sea una prioridad política menos rele-vante. En pocos años, los agricultores han pasado de ser el sectordominante de la población, a constituir una minoría dentro de lasociedad (actualmeñte únicamente representan el 7,5% de los ocu-pados en nuestro país).

El problema de la sucesión en las explotaciones agrarias pone encuestión el futuro de muchas de ellas y lleva a la "desfamiliarizaciónde la agri►ultura", es decir, se rompe la identificación entre explota-ción y familia. Junto a esto, la viabilidad social de amplias zonasrurales se encuentra amenazada, al caer la densidad de poblaciónpor debajo de un valor crítico.

La aparición de nuevas formas de ejercer la actividad agraria,caracterizadas por un uso intensivo de tecnología e insumos, capa-ces de romper la dependencia de las leyes de la naturaleza, ha ]le-vado a algunos sectores agrarios a la concentración y especiali-zación productiva, junto a una ruptura de su ligazón con el territo-rio. En estos casos, la agricultura deja de ser una actividad "excep-cional", asemejándose a la industria o a los servicios. La aplicaciónde derechos de propiedad intelectual a los nuevos avances biotec-nológicos transformará en el futuro la forma tradicional de entenderla actividad agraria, con el peligro de que los agricultores se trans-formen en la práctica en franquiciados de grandes empresas biotec-nológicas.

La discusión sobre las funciones de la agricultura y de los agri-cultores y ganaderos se establece sobre la base del cuestionamientode la función básica de producción de alimentos. A1 dejar de ser elsuministro alimentario una preocupación básica de la sociedadeuropea, al menos de^la forma en que lo era cuando se firmó el Tra-tado de Roma, nuevas funcionés asignadas a la agricultura vantomando forma en la conciencia social. Esto no significa que la pro-ducción alimentaria deje de ser el eje principal sobre el que giraráen el futuro la agricultura en nuestro Continente, sino que esta fun-ción irá acompañada de la satisfacción de otras demandas sociales:culturales, preservación de la vida en los pueblos y del patrimoniohistórico, territoriales, medioambientales, paisajísticas, formativas,etc. Estas funciones han sido asumidas tradicionalmente por losagricultores y ganaderos de una forma natural, pero en los últimosaños, la gran crisis de la agricultura y el medio rural pone.en peli-gro su realización. En estas circunstancias, la sociedad se encuentra

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con el reto de que estas funciones básicas se sigan realizando, paralo que es necesario valorarlas y remunerarlas.

La primera respuesta a todos estos desafíos ha sido ofrecida porla Unión Europea, con la aprobación de la reforma de la políticaagraria en la reciente Cumbre de Berlín. Mas allá de algunos logroscuantitativos que la aprobación de la Agenda 2000 ha supuesto paraEspaña, lo que nos interesa analizar son los ejes por los que discu-rre el contenido concreto del acuerdo agrario:

- Cambio de apoyo vía precios por apoyo vía ayudas directasdesconectadas de la producción real. Lo que supone un incre-mento del montante de las actuales ayudas de la "caja azul"de la OMC. ^Cómo afectará esto a las negociaciones de laRonda del Milenio? La renta del agricultor en grandes secto-res dependerá cada vez menos de su producción real y más delas ayudas directas que percibe.

- La introducción del principio de "compensación parcial", porel que las ayudas directas no cubrirán completamente el dife-rencial de precios, lo que supone imponer a priori a los agri-cultores un descenso de su renta. También se trata de ayudasregresivas, ya que no serán actualizadas durante todo el perío-do en función de la subida del coste de la vida.

- Relajación e incluso desaparición de los mecanismos de inter-vención pública en algunos sectores (aceite de oliva, vacuno),lo que plantea la cuestión de cómo mantener un nivel acepta-ble de precios interiores en un mercado cada vez más abierto.

- Mantenimiento de mecanismos de control de oferta (cuotas,prohibición de nuevas plantaciones, superficies máximasgarantizadas, etc.), lo que sitúa a la agricultura europea en uncamino distinto a la libertad de producción generalizadadesde 1996 en Estados Unidos.

- Aprobación de una tímida propuesta de modulación, opcionalen su aplicación por los Estados miembros. Asimismo losEstados deberán aplicar la ecocondicionalidad y evitar elacceso a las ayudas de los "cazaprimas".

A la hora de valorar este acuerdo, no podemos dejar pasar lafuerte contradicción entre las intenciones proclamadas y las pro-puestas aprobadas. ^Cómo se puede pretender a la vez competir enlos mercados mundiales de productos brutos y desarrollar el mode-

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lo europeo de agricultura? ^,Qué sucederá con aquellos territorios,sectores y agricultores incapaces de competir en un mercado abier-to? ^Cómo afrontar el absurdo económico que supone la existenciade precios por debajo de los costes de producción en amplios terri-torios desfavorecidos de la Unión Europea? ^,La desaparición de laagricultura como sector económico viable en estos territorios, nosupone renunciar a la existencia de una agricultura productivarepartida por todo el territorio de la Unión?

Es necesario que la Unión Europea haga un ejercicio de cohe-rencia, ya que no puede invocar el modelo europeo de agriculturapara defenderse frente al exterior y luego no aplicarlo internamen-te. Existe una indefinición del modelo de agricultura por el queapuesta la Unión Europea, lo que se traduce en una gran incerti-dumbre entre los agricultores respecto al futuro y una opinión gene-ralizada de que la situación evolucionará a peor. La Unión Europeadebería comprender que los precios de los productos agrarios bru-tos no son el único factor de competitividad.

4. EL NUEVO REGLAMENTO DE DESARROLLO RURAL

El segundo componente de la reforma agraria aprobada en laCumbre de Berlín es el desarrollo rural, que aparece con una mejorintegración operativa en el marco de un único reglamento, en con-traste con la actual dispersión legislativa y operacional de ]as medi-das que lo integran. Sin embargo, la dotación financiera para estasmedidas se corresponde fielmente a la suma del gasto de las actua-les medidas y queda muy por debajo de las sumas que aparecen enlos presupuestos de la Comisión para 1999. En consecuencia, no serefuerzan los medios para desarrollar ese "segundo pilar" de la PACque ha proclamado la Comisión Europea.

Por otra parte, el FEOGA-Orientación, fondo estructural desti-nado a la financiación del desarrollo rural en la actualidad, perma-necerá solamente operativo en zonas de Objetivo l y no para todaslas medidas, por lo que se prevee su completa desaparición en elmedio plazo. Esto convierte al FEOGA-Garantía en un FondoRural, en el que coexisten medidas de mercados agrarios y apoyo alas rentas, con medidas de carácter estructural, a la vez que se afian-za el principio de cofinanciación de una forma clara. Ante las res-tricciones presupuestarias existentes es de preveer una fuerte com-

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petencia por los fondos entre la política agraria y la política de desa-rrollo rural en los próximos años.

El nuevo Reglamento de Desarrollo Rural se basa en los princi-pios de simplificación, flexibilidad y subsidiariedad. La simplifica-ción se realiza al agrupar todas las medidas en el mismo marco jurí-dico, pero también al eliminar gran parte de los requisitos que exis-ten actualmente para acceder a las distintas ayudas, lo que abre elabanico a todo tipo de productores. La flexibilidad se aplicará a lahora de programar las medidas según el potencial territorial existen-te, es decir, el nuevo Reglamento de Desarrollo Rural ofrece unmenú de medidas de las cuales cada región podrá elegir aquellasque considere más interesantes dada su situación específica. Porúltimo, la subsidiariedad es la descentralización en la toma de deci-siones, llevando estas hasta los niveles más próximos al problema;la idea de la Comisión es. que cada Estado y cada región deberándecidir qué es lo que qtiieren hacer.

Una muestra clara de los principios de flexibilidad y subsidia-riedad es la posibilidad ofrecida a los Estados miembros de estable-cer condiciones más numerosas o restrictivas para la concesión dela ayuda comunitaria al desarrollo rural, siempre que las mismassean coherentes con los objetivos y requisitos dispuestos en el regla-mento. Esta posibilidad abre la puerta a la priorización de las ayu-das estructurales hacia aquellos agricultores y explotaciones quepolíticamente se quieran favorecer. De esta forma, en aquellos paí-ses del Centro y Norte de Europa con muy baja tasa de poblaciónactiva agraria, escasa importancia económica del sector agrario,estructura territorial equilibrada y alta tasa de agricultores a tiempoparcial, lo más probable es que estas ayudas se otorguen de formahorizontal a todo tipo de productores. Sin embargo, en los países delCentro y Sur de Europa, con un sector agrario importante en térmi-nos económicos y de empleo y una gran masa de agricultores pro-fesionales muy sensibles a los efectos de la política agraria, la pre-servación del modelo europeo de agricultura pasa por priorizar alagricultor profesional en el marco de la explotación familiar agra-ria. Todo ello queda a la libre regulación de los Estados miembros,ya que la figura jurídica del agricultor profesional ya no existe parala Comisión Europea.

La filosofía del nuevo Reglamento de Desarrollo Rural parte delos conceptos de horizontalidad y de multisectorialidad. Es decir, elReglamento es horizontal porque se aplicará sobre todo el territorio

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rural europeo -en la actualidad las medidas tipo Sb) solamente sepueden utilizar en regiones determinadas-, superando aplicacionesregionalizadas, aunque se seguirá manteniendo una asignación defondos y una cofinanciación más favorable para aquellas zonas rura-les de los objetivos 1 y 2-rural. Su enfoque multisectorial parte dela base de que para mantener un campo vivo es necesario ir más alláde la agricultura -aunque siga siendo el eje más importante-, por loque debe existir la posibilidad de financiar otros elementos. Estosnuevos elementos serán las actividades de personas que no son agri-cultores, siempre que estén indirectamente relacionados con la agri-cultura y cercanos a la agricultura (pero no necesariamente vincula-dos con la agricultura). Esta aproximación supone la constataciónmás clara de la transformación del FEOGA-Garantía desde unfondo exclusivamente agrícola hacia un fondo rural.

Como ya dijimos anteriormente toda esta construcción teóricade la Comisión Europea no tiene una traducción práctica en la dota-ción de los fondos suficientes para llevarla a cabo, al menos en lossiete años del periodo 2000-2006. En realidad, no hay ningún incre-mento de los fondos para el Desarrollo Rural que haga que su finan-ciación sea compatible con la necesaria protección de la agriculturay la ganadería. Una dotación financiera adicional y específica paralas medidas de desarrollo rural no vinculadas coñ la agricultura,resulta imprescindible para conseguir el consenso social que la apli-cación de estas medidas necesita.

Analizando las medidas que aparecen en el nuevo Reglamentode Desarrollo Rural, las podemos dividir entre medidas agrarias ymedidas no vinculadas con la agricultura.

En la lista de medidas podemos observar que consiste en unarecopilación de las que se están aplicando actualmente, con la excep-ción de las ayudas destinadas a las agrupaciones de productores y susuniones (R. 952/97), que desaparecen. Es decir, las medidas agrariasdel futuro son las que se han venido aplicando hasta ahora.

Respecto a las medidas no vinculadas a la^ agricultura, se trata deuna aproximación excesivamente modesta para hablar de desarrolloruraL ^Qué hay de las mejoras en sanidad, educación, formación,equipamientos culturales y deportivos, infraestructuras, comunica-ciones y transportes públicos, actividades de ocio, residuos y olores,etc. que demanda la sociedad para el medio rural? ^Podemos hablaren estas circunstancias de una aproximación integrada al desarrollorural?

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Medidas agrarias Medidas no vinculadasa la agricu[turn

Inversiones en las explotaciones agrarias Servicios de abastecimiento básicos para la eco-

nomía y población mrales

Instalación de jóvenes agricul[ores Renovación y desarrollo de pueblos y protección

y conservación del patrimonio rural

Formación Diversificación de actividades en el ámbito agra-

rio y ámbitos afines, a fin de aumentar las posi-

bilidades de empleo y de ingresos altemativos

Cese an[icipado en la actividad agraria Fomento del turismo y el artesanado

Zonas desfavorecidas y zonas con limitaciones La protección del medio ambiente en conexiónmedioambientales específicas con la conservación del paisaje y la economía

agraria y forestal, así como con la mejora del

bienestar de los animales

Medidas agroambientales La ingeniería fnanciera

Mejora de la transformación y comercialización

de productos agrícolas

Silvicul[ura

La mejora de tierras, la reparcelación de tierras,

servicios de sustitución y de asistencia a la ges-

[ión de explo[aciones agrarias, comercializa-

ción de productos agrícolas de calidad, gestión

de recursos hídricos agrícolas, desarrollo y me-

jora de infraestmcturas relacionadas con el desa-

rrollo de la producción agraria y la recuperación

de la capacidad de producción agraria dañada

por desastres naturales y el es[ablecimiento de

medios de prevención adecuados.

5. LA CONTRIBUCIÓN DE LA AGRICULTURAAL DESARROLLO RURAL

La principal contribución de la agricultura al desarrollo ruraldebe ser la superación de las contradicciones entre los efectos de laactual política agraria y los objetivos del desarrollo rural. Conside-ramos efectos negativos de la actual PAC los siguientes:

- Desequilibrio en la percepción de las ayudas públicas. Alestar ligadas exclusivamente al número de hectáreas, de cabe-zas de ganado o al nivel de producción, las ayudas favorecenla propiedad y la producción, olvidando la actividad. Esto daorigen a situaciones injustas, ya que el apoyo de renta no se

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concentra en aquel agricultor que necesita la ayuda paraseguir ejerciendo la actividad, a la vez que ciertos agriculto-res perciben cantidades difícilmente justificables. Esto haceque se deslegitimen socialmente las ayudas agrícolas. En con-secuencia, se está produciendo una utilización ineficiente delos recursos públicos.

lncremento de los precios de la tierra, al internalizar este fac-tor de producción las ayudas por hectárea de la PAC. Está fre-nando la instalación de agricultores jóvenes y que los agricul-tores profesionales ya instalados alcancen dimensiones via-bles. Cómo ya explicamos anteriormente, la actual políticaagraria premia a la propiedad en detrimento de la actividad, loimportante es poseer (hectáreas, derechos a prima, cuota,derechos de plantación, etc.) como requisito para tener acce-so a las ayudas directas y a la garantía de precios. Esto resu]-ta contradictorio con la multifuncionalidad que se espera delagricultor y ganadero, que es consecuencia única y exclusiva-mente de su actividad (^pagamos por "hacer cosas" o paga-mos por "poseer bienes"?).

Desprofesionalización. Cualquier propietario puede teneracceso a las ayudas de la PAC, por lo que muchas personasque no son agricultores, ni quieren serlo, gestionan de formadirecta sus explotaciones -incluso a distancia- atraídos porlas ayudas a la agricultura. Todo esto sitúa en una posiciónmuy difícil al agricultor profesional -que tiene que competircon multitud de especuladores-, a la vez que se transmite unamala imagen a la sociedad. ^Cómo justificar las ayudas públi-cas a este tipo de productores agrarios?

Freno a la diversificación. Los agricultores tienden hacia aque-llos cultivos más seguros, con un nivel de ayudas más alto.

Existencia de sistemas de derechos de prima, plantación ycuota que se compran y venden en el mercado. Una parte dela inversión de instalación o ampliación de la explotacióndebe ir dirigida a la compra de estos derechos. Por una partese les dice a los agricultores que deben competir en el merca-do libre y, por otro lado, se permite una gestión de los meca-nismos de control de oferta que imposibilita que las explota-ciones puedan ser dinámicas y flexibles. Existe una contra-dicción entre ambos enfoques.

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- Incertidumbre y provisionalidad. Los agricultores sienten unagran desconfianza de cara al futuro, al encontrarse la PACcontinuamente cuestionada y sometida a reformas. Se acabade aprobar la reforma de la Agenda 2000 y ya se está hablan-do de las reformas necesarias para concluir con éxito laRonda del Milenio de la OMC. La Comisión Europea notransmite señales claras a los agricultores para que estos pue-dan prepararse de cara al futuro.

- Inexistencia de una política de calidad y seguridad de los ali-mentos a nivel europeo que respalde la producción agraria.

La pregunta que nos surge ahora, desde un punto de vista prác-tico, es cómo pueden la agricultura y la ganadería españolas reali-zar una contribución al desarrollo rural en un marco -la reformaagraria de la Agenda 2000- que, desde nuestro punto de vista, pro-fundiza en los errores ya advertidos en la reforma de la PAC de1992. La respuesta es aprovechar al máximo los instrumentos de losque disponemos, de forma que nos permitan sostener y consolidarla actividad agraria a la vez que se promueve el desarrollo paralelode nuevas actividades que acompañen a esta como motor del desa-rrollo de las zonas rurales.

La política agraria debe ser sensible a las necesidades de los doselementos que conforman el desan-ollo rural: el territorio rural y laspersonas que viven tanto dentro como fuera del medio rural. Esdecir, la agricultura europea debe desarrollarse de forma productivaen todo el territorio, incluidas aquellas zonas menos competitivasdebido a desventajas naturales o de otro tipo; no es deseable que laproducción agraria se concentre solamente en aquellas zonas másfértiles o que ofrezcan más facilidades a la intensificación, dejandoabandonado gran parte del territorio que actualmente gestionan laagricultura y la ganadería. Por tanto, la política agraria debe prestaruna gran atención al mantenimiento de la actividad productiva agrí-cola y ganadera en aquellos territorios dónde resultan menos renta-bles (enfoque territorial).

Pero la actividad agraria no es algo intangible, es el trabajo con-tinuo y directo llevado a cabo por los agricultores y ganaderos conun fin de producción, luego es necesario prestar también una granatención a las personas encargadas de realizar esta tarea. En los últi-mos años la mecanización y modernización de las labores producti-vas han supuesto una merma de la actividad desarrollada por los

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agricultores y ganaderos -actualmente no llegamos al millón deocupados en la agricultura en todo el Estado-, lo que ha encendidola alarma social al comprobarse el estado de abandono en que seencuentran muchos de nuestros pueblos y campos. Es decir, sinagricultores y ganaderos trabajando y viviendo en las zonas ruralesno es posible hablar de multifuncionalidad de la agricultura. En laactualidad se acepta ampliamente que la principal riqueza de unpaís la constituyen sus ciudadanos, no sus recursos naturales o susituación geográfica; son las personas el principal factor de compe-titividad de una región, sector económico o empresa, además deconstituir un recurso no reproducible por los competidores. Portanto, los agricultores y ganaderos son la principal riqueza del sec-tor agrario. Sin embargo, siguen olvidados por la política agrariacomún.

Siendo coherentes con todo lo anterior y aprovechando el resqui-cio que nos deja la reciente reforma de la política agraria común, esbueno empezar a considerar ya la actividad ejercida por los agricul-tores y ganaderos como un criterio importante a la hora de distribuirlas ayudas de la PAC. En este sentido, la modulación de las ayudasdirectas en base al empleo generado en las explotaciones debe supo-ner el cambio de rumbo de la actual política agraria hacia unos plan-teamientos más acordes con la sociedad del siglo XXI. Si bien estamodulación debe moverse obligatoriamente en unos márgenes muymodestos -máximo del 20% de las ayudas percibidas por un agri-cultor-, la introducción de este criterio supone un salto cualitativohistórico. La modulación de las ayudas directas también supone unaevolución del enfoque sectorial de la actual PAC (orientado a la pro-ducción) hacia un enfoque más horizontal (orientado a la actividad yal agricultor) coherente con una política de desarrollo rural.

Los ahorros obtenidos con esta modulación irán destinados aincrementar la dotación de las nuevas medidas de acompañamientode la PAC. Dentro de estas, la indemnización compensatoria a laszonas desfavorecidas, dotada adecuadamente, es la que ofrece unmayor margen de maniobra para implementar una política capaz degarantizar la actividad agraria en aquellas zonas más desfavorecidasde nuestro territorio. Consideramos como actividad agraria priori-zable la ejercida por agricultores profesionales residentes en elmedio rural.

También el Ministerio de Agricultura español deberá desarrollarobligatoriamente los artículos referidos a la ecocondicionalidad y a

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las restricciones a los "cazaprimas" integrados en el ReglamentoHorizontal.

Por supuesto, la potenciación de una actividad agraria sostenibley respetuosa con el medio ambiente debe ser una prioridad de lapolítica agraria, para lo que se deben dotaz los recursos financierosadecuados. También es necesario apostar porque el futuro de la agri-cultura en nuestro país vaya ligado a la calidad y seguridad de lasproducciones. Debemos ser conscientes de que una producciónagraria al menor coste posible, para ser competitiva en los mercadosmundiales, se cobra una comisión muy alta en términos de seguri-dad de producto y contaminación medioambiental; pensamos queno es este el camino que debemos seguir si no queremos que la agri-cultura se dirija hacia su desaparición, al menos como la conocemoshoy en Europa.

Todo ello se tiene que desarrollar conjuntamente con la evolu-ción hacia una agricultura productiva, moderna y eficiente con pre-sencia real en los mercados. El énfasis del incremento de los rendi-mientos debe desviarse hacia la calidad, la innovación y el iricre-mento del valor añadido de los productos. Hay que seguir insistien-do en la modernización de las explotaciones agrarias y la dotaciónde servicios e infraestructuras al medio rural.

Pero los retos del futuro no pueden abordazse desde una ópticacontinuista y tradicional, sino que es necesario establecer un nuevocompromiso. Este compromiso, 1lamado "contrato entre la sociedady los agricultores", consistiría por parte de los agricultores en laproducción de alimentos en las condiciones requeridas, respetandoel entorno y asumiendo la multifuncionalidad de su actividad; y porparte de la sociedad, en el reconocimiento y remuneración de laaportación por parte de los agricultores de bienes no-materiales yno-mercantilizables muy importantes para toda la comunidad. En elnuevo Reglamento de Desarrollo Rural aparece un esbozo de for-mula contractual, ya que se declara que los Estados miembrospodrán dar prioridad a las explotaciones agrícolas que procedan aaplicaz una combinación coherente de actuaciones subvencionables,llevadas a cabo en sinergía, que entren en el ámbito del presentereglamento.

Junto a esto,los agricultores y ganaderos deberán estar atentospara aprovechar las oportunidades que los nuevos tiempos les pre-sentan, como por ejemplo "la muerte de la distancia" producida porla revolución de las telecomunicaciones que eliminazá la eterna

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situación periférica del mundo rural en este ámbito. Ahora, más quenunca, tenemos que ser capaces de adaptarnos, dialogar y aprender,para gestionar el cambio y no ser únicamente las piezas y/o víctimasde su dinámica.

6. CONCLUSIÓN

La política agraria común (PAC) está evolucionando a través dereformas parciales, realizadas con el fin de hacer frente a los gravesproblemas surgidos periódicamente como consecuencia de las nue-vas circunstancias económicas, sociales y políticas; algo inherenteal paso del tiempo. Se está evitando el debate sobre el futuro de laagricultura y el medio rural en Europa que, si bien complicado polí-ticamente, es ineludible para hacer frente a los desafíos del nuevoMilenio.

Dentro de este esquema, se acaba de aprobar la reforma agra-ria parcial de la Agenda 2000, que profundiza en el camino de lareforma de 1992, afectando a los principales sectores continenta-les. La Agenda 2000, desde nuestro punto de vista, no da respues-ta a los problemas detectados en la reforma de 1992, sino queincluso tiende a agravarlos, insistiendo en el enfoque de bajos pre-cios para competir en los mercados mundiales. Sin embargo,desde un punto de vista práctico, tenemos que averiguar el margenque nos dejan las circunstancias actuales para desarrollar una agri-cultura y ganadería que contribuyan ampliamente al desarrolloru ral.

EI instrumento más potente que la reforma de la Agenda 2000 hapuesto en nuestras manos es el Reglamento Horizontal que permitela modulación de las ayudas directas de la PAC. Este Reglamentodebemos desarrollarlo y utilizarlo para premiar la actividad llevadaa cabo en el ámbito agrario (fundamentalmente por agricultoresprofesionales) y también para penalizar a aquellos que utilizan losprincipales factores de producción agraria (tierra, cuota, derechosde prima, etc.) de una forma especulativa. No debemos esperar dela aplicación de esta modulación grandes cambios cuantitativos res-pecto a la situación actual (el máximo recorte permitido es del20%), pero sí tenemos que perseguir un cambio cualitativo queoriente la actividad agrícola y ganadera hacia modelos más cohe-rentes.

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Resulta necesario también, promover en la sociedad un debatesobre el futuro de la agricultura y el medio rural en nuestro país cuyoresultado sea un nuevo compromiso entre la sociedad y los agricul-tores, capaz de responder a las nuevas circunstancias en las que sedesarrolla la actividad agraria y a las nuevas demandas sociales.

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