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Capítulo Quinto
Ayuntamientos y grupos de poder
Sin los instrumentos de control de Portes Gil -el Partido Socialista Fronterizo y la clasista
Liga de Comunidades Agrarias-; con la estructura alemanista en descomposición y el arribo de
Norberto Treviño Zapata a la gubernatura de Tamaulipas, se configuró el escenario político
contemporáneo sobre el cual emergen, con fuerza y mando autónomos, los grupos de poder
municipales. Tan favorable resultó el entorno a esas nuevas microelites, que se transfiguraron
en entidades que la voz pública señaló como cacicazgos. La red política tejida por el
portesgilismo y las unidades económicas propiciadas por el alemanismo, aún y cuando sus
rescoldos todavía perduran, por la profundidad de sus efectos, tuvieron que ceder el paso a los
dueños del futuro: los Deándar, los Cárdenas González, los Gómez Lira, los Garza Cantú
reynosenses, los Garza Cantú tampiqueños, los González Cavazos, los Cruz Contreras, los
Pérez Ibarra, los Saavedra Sánchez, los Guerra Velasco, en los lugares de mayor desarrollo de
las fuerzas productivas; los Barrón, los Trejo, los Villanueva, los Uvalle, los García Villalón,
los Báez Rodríguez en las regiones rurales.
Los restos del portesgilismo y el alemanismo no desaparecieron de la noche a la mañana. Por
un buen tiempo, sus cadáveres deambularon por todo el estado buscando sepultureros. La
bandera de Portes Gil sobrevivió al colapso total, enarbolada por un agrarismo alimentado por
el Estado; y el proyecto de Alemán, impidió su liquidación absoluta encarnándose en el
charrismo sindical de la frontera que se trepó con ferocidad, para no bajarse, al carro de la
revolución tamaulipeca y fusionándose con los nuevos latifundistas que se adueñaron del
campo con la dureza de Gárate y las reformas a la ley agraria. Treviño Zapata, a pesar de
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gobernar ocho años el estado -los dos últimos de Horacio Terán Zozaya en los cuales impuso
candidatos a alcaldes y diputados y los seis suyos- no logró a plenitud sus objetivos de crear
“una nueva clase política”; ese largo lapso en el poder le resultó insuficiente para generar la
estructura política sustituta de los anquilosados grupos sociales de la entidad. El frustrado
intento por heredar la gubernatura a Emilio Martínez Manautou, enseñó el perfil famélico del
cuerpo que construyó el matamorense: tras su largo reinado, cuando se esperaba el dominio
de una reverdecida elite reapareció Praxedis Balboa, un callista, exportesgilista, fundador del
PSF.
-Fue el regreso al pasado, -sentenció Treviño Zapata-.1
La decisión, tomada por Adolfo López Mateos, para cancelar la entronización en el gobierno
de Tamaulipas de una facción local, tuvo su razón: el vigoroso presidencialismo no podía
tolerar la pérdida de tutelaje en las entidades. El matamorense calificó el golpe como un
intento por otorgar el poder público a representantes de las caducas estructuras y abortar su
refrescante deseo. Realmente el Presidente buscó el equilibrio de los factores políticos en el
estado, circunstancia que sólo pudo ser garantizada por una de las sabias aportaciones del
sistema político mexicano: la rotación del poder.
El golpe al acariciado sueño del gastroenterólogo, señaló también las limitaciones que -él
sistema político mexicano impuso a los gobernadores tamaulipecos. Después de Treviño
Zapata, el Ejecutivo estatal fue el líder político de la entidad por seis años y sólo seis; el
proceso de selección del candidato a gobernador, se transformó en escenario prohibido de su
ingerencia y se erigió como el factor de equilibrio, mediador, entre las pugnas por el poder
municipal entre los diferentes bandos políticos.
1 Entrevista con Norberto Treviño Zapata.
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El aplastamiento del treviñozapatismo, como corriente política, por las instancias nacionales,
dejó en libertad a las microelites. Estas tomaron sus propios rumbos y sus rasgos peculiares;
sin jefaturas permanentes a quienes rendir cuentas, las burocracias obreras, nacidas en lo más
alto de la cresta alemanista abandonaron las lealtades a los orígenes y empezaron a delimitar
sus dominios y su poder político configurando sus amurallados feudos: Agapito en
Matamoros; Garza Cantú en Reynosa; Pérez Ibarra en Nuevo Laredo; Elías Piña en Tampico
y Joaquín Hernández Galicia en Ciudad Madero. Las facciones que operaron en el campo,
rebosantes y recias por la cohesión que les inyectó el portesgilismo, olvidaron su filosofía
agrarista y se ataviaron de un pragmatismo cuyo centro de gravedad fue su propio interés y
capital político. Así se transformaron en autónomas familias de poder, los Barrón, los Trejo,
los Villanueva y los Uvalle. .
Dueños de su propio destino, las microelites echaron raíces en las áreas más fructíferas de la
planta productiva del estado. Ensancharon, con ello, su liderazgo y se prepararon para disputar
un espacio que día a día les parecía más atractivo: el poder público.
¿Qué motiva a los grupos sociales regionales a la pugna por el poder municipal?
Algunos políticos consideran que salvaguardar los “intereses del grupo político o económico
que los impulsa y patrocina”.2 Otros establecen como causas de ese interés, a “elementos
culturales -la necesidad en las comunidades rurales de tener el poder para humillar a los
contrarios, o cobrar agravios ancestrales-; económicos: contar con mayor ventaja en los
litigios de tierras o aguas, continuar con el control de los bienes sindicales y políticos:
perpetuarse en los cargos de autoridad”.3 La complejidad del mosaico social tamaulipeco, y su
diversidad, hace aventuradas las afirmaciones particulares; cada región cuenta con sus propias 2 Entrevista con Juan Alonso Camarillo. 3 Entrevista con Lucino Cervantes Durán.
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configuraciones. No parece ser la misma dinámica, la lucha por el poder en municipios
rurales como Cruillas, que en Reynosa, Matamoros o Tampico. Cada sociedad, tiene
especificidades que le imprimen su huella dactilar a cada proceso. En algunos lugares de la
frontera, por ejemplo, se riñe agresivamente por el Ayuntamiento para tener el control de las
minas de oro en que se han convertido el vicio, la prostitución, el lucro con la obra pública, la
protección a la delincuencia y el control sin restricciones del presupuesto municipal. En
comunidades rurales, con escaso desarrollo de las fuerzas productivas, con anémicos tesoros
públicos, una de las razones de la vehemente confrontación, es mantener en alto la bandera
del orgullo familiar. Pedro Silva Rodríguez, ex Director de Gobierno en el sexenio de
Villarreal Guerra, aseguró que en municipios pequeños, o de configuración rural, se pelea el
control del poder para mantener pequeños cacicazgos que por lo general tienen sustento
económico en las esferas del vicio o el negocio ilegal.4 No se debe descartar que algunas
personalidades, cuya vocación probada es el servicio a la ciudadanía, entren al ruedo para
cumplir con sus nobles fines; pero a decir de la misma clase política tamaulipeca, “son
garbanzo de a libra” que el mismo partido y los que deciden hacen a un lado.
La académica Adriana López Monjardín, expuso una opinión interesante sobre los
Ayuntamientos:
En ellos se enlaza directamente a la población con sus gobernantes; se cierra el último
eslabón que va de la nación a la totalidad; se consuma la primacía de 10 urbano, desde
el momento mismo en que la cabecera municipal asienta el poder sobre el entorno rural;
y se buscan las formas organizativas de reproducción de los diversos grupos sociales,
4 Entrevista con Pedro Silva Rodríguez.
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antagónicos o no, que comparten un mismo territorio.5
Las rutas del poder municipal
Las vías que utilizan los diferentes grupos políticos de Tamaulipas para ascender al poder
municipal son múltiples y variadas. Cada momento, cada lugar, cada coyuntura, cada
escenario dicta sus normas y comportamientos. Más de un centenar de testimonios de
políticos y líderes de opinión tamaulipecos, permitieron configurar las siguientes líneas
generales que conducen al control de los ayuntamientos:
a) La ruta del consenso entre los factores de poder. Esto supone, un convenio entre los
grupos que coinciden en otorgar su adhesión a un candidato.
b) La ruta del gobernador. Por lo regular, la propuesta del Ejecutivo Estatal, es acatada
siempre y cuando no desquicie el orden municipal.
c) La ruta del grupo suprarregional. Este camino, contiene los dictados de la fuerza de una
corriente o personaje incorporado al ámbito estatal o Federal; el SNTE, el SNTSARH, han
actuado con ése carácter al proponer desde la ciudad de México candidatos a alcaldes.
Algunos funcionarios como subsecretarios o Secretarios, Directores o simples amigos de
burócratas de alto nivel han inclinado la decisión en favor de ciudadanos desconocidos, sin
consensos.
d) La ruta opositora. Este sendero es sinuoso y accidentado; el dominio priísta de la
estructura de poder, hizo complicado y dificultoso su recorrido. Sin embargo, muchos
5 Adriana López Monjardín. La lucha por los ayuntamientos una utopía viable. Siglo Veintiuno Editores.
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tamaulipecos han salido victoriosos de este laberinto, cuando se han dado, o se han
construido, al menos, las siguientes condiciones:
-El desequilibrio entre los grupos de poder; esto ha generado apoyos gratuitos al disidente.
-La conformación de un bloque, grupo de poder-ciudadanos; así, el descontento de las elites
se transforma en una verdadera fuerza popular que llega a preocupar al gobierno estatal y en
algunos casos al Federal.
-El apoyo de grupos suprarregionales. Las diferencias entre las facciones locales o estatales,
permiten adicionar elementos de conflicto para erosionar a determinados bandos. (Algunos de
los triunfos de la oposición tamaulipeca en los años 70, se adjudican al deseo de Reyes
Heroles por vulnerar a Cárdenas González).
Los grupos de gobierno
Los giros del desarrollo histórico han moldeado el cuerpo y la personalidad de los grupos
sociales tamaulipecos. Una revolución administrada por las élites rurales: caballerismo y
lópezlarismo; una larga etapa de caudillismo político: el portesgilismo; una pequeña dictadura
política: el alemanismo con Gárate; un estadio de acusada descomposición de la estructura
política y de la autoridad: el alemanismo con Terán Zozaya y una visión mesiánica de la
administración gubernamental y el asunto público: el treviñozapatismo, han condicionado la
conducta y el carácter de la clase política de la entidad. Intentar explicar el complejo
fenómeno de la lucha por el poder en las heterogéneas regiones que conforman el estado, con
el marco de referencia anglosajón -“los partidos y los grupos de presión bastan para explicar
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las luchas por el poder, que los primeros tratan de conquistar y los segundos de influir”-6 es
riesgoso: podría llevamos a callejones sin salida y ubicamos en terrenos de incertidumbre y
desconcierto. Y la herramienta teórica de los europeos, el mismo Jean Meynaud, estudioso de
los grupos de presión en Francia fijó sus limitaciones:
-La categoría grupos de presión ha sido creada para poder informar sobre la vida política
en las sociedades industrializadas de tipo occidental, y sólo en ese contexto se comprobó su
funcionamiento y experimentó su utilidad.7
En Tamaulipas existen y operan grupos de presión, de poder y de interés. En zonas tan
industrializadas como Tampico y Madero coexisten y accionan con orientaciones y métodos
similares a los de sus homólogos de las sociedades desarrolladas. Nadie puede objetar la
presencia de esas manifestaciones sociales en centros fabriles y de alto desarrollo capitalista.
¿Pero, dónde ubicar a segmentos sociales organizados que disputan sistemática y
permanentemente el poder municipal?
¿Cómo denominar a bandos políticos que desde cualquier partido –PRI PAN, PRD, PFCRN,
PDM, PST - disputan y obtienen los Ayuntamientos?
¿Qué calificativo poner a las diversas corrientes políticas capaces de crear situaciones de
ingobernabilidad en los municipios cuando así conviene a su intereses?
¿Cómo clasificar a los ciudadanos que llegan a utilizar la violencia como método de lucha
para el arribo a las presidencias municipales?
¿Dónde encuadrar a camarillas que se han apropiado de partidos políticos y sus dirigencias,
para utilizarlos como instrumentos para llegar al poder municipal?
La ausencia de estudios en la región, que auxilien el trabajo para estructurar unidades de 6 Jean Meynaud. Los grupos de presión. Editorial Universitaria de buenos Aires. 1962 p. 152. 7 Ibid..., p. 147.
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análisis del fenómeno político tamaulipeco; la actitud exageradamente discreta de los
miembros de la clase política tamaulipeca, que han transformado la pugna por el poder
público en una actividad oscura y algunas veces semiclandestina y la mayoría de las veces la
actitud cínica y socarrona de los factores de poder que han rechazado reiteradamente la
pertenencia a algún “grupo político”, hizo complicado construir una nueva tipología sin caer
en ligerezas por la falta de sostén metodológico. A pesar de todos esos escollos observando el
desarrollo de la estructura política de la entidad, desde 1925, año en que la revolución y sus
prácticas se hacen gobierno; sistematizando la escasa información derivada de las contiendas
por los Ayuntamientos; ordenando un amplio bloque de conocimientos empíricos ofrecidos
por más de un centenar de políticos tamaulipecos que han actuado como protagonistas desde
1940 a la fecha, que comprenden testimonios de exgobernadores, dirigentes del CDE del PRI
y de sus sectores y altos funcionarios de gobierno, se intentó aislar en función de las
condiciones sociopolíticas de la región, el objeto de estudio en este capítulo: los Grupos de
Gobierno. Y se han encuadrado en este tipo, a aquellos grupos sociales que cuentan al menos,
con las siguientes características:
a) Tienen organización y amplia capacidad de liderazgo. No es una estructura formal ni con
estrategia permanente y definida hacia tal o cual sector social aún cuando algunos tienen en
sus áreas de influencia organismos sindicales; pero en la coyuntura electoral cohesionan a
innumerables grupos de presión y de interés otorgándoles una impresionante capacidad de
movilización social que los conduce, incluso, a operar como partido político.
b) Su liderazgo es vertical. Las decisiones fundamentales son tomadas por el dirigente. En las
comunidades rurales como urbanas, la voz del líder del grupo de gobierno se acata por las
bases sin mayores mecanismos de discusión o debate.
c) Son entidades autónomas. Es ésta, una de sus más interesantes peculiaridades. Aún y
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cuando responden a algunos intereses de orden estatal o nacional, paradójicamente su actitud
es de independencia: sólo actúan en función de sus propios intereses. Ni en grupos de
gobierno de origen obrero, como el conducido por Pérez Ibarra o el encabezado por Agapito
González, se ha visto el intento de conformar un bloque para disputar el poder político más
allá de sus dominios. En los de configuración campesina es similar la tendencia: han
constreñido su actividad al territorio en donde mantienen su autoridad y mando.
d) Su actividad está orientada sistemáticamente a lucha por el poder municipal. Las pugnas
por el Poder Legislativo en el plano Estatal o Federal, a los grupos de gobierno tamaulipecos,
les resulta poco atractivo y escaso de representatividad política.
Los métodos que utilizan los grupos de gobierno para pelear el control hegemónico de los
Ayuntamientos son múltiples y variados. Entre los más recurrentes en Tamaulipas, están:
a) La persuasión. Mediante muestras de poderío en la etapa preelectoral, la promesa de ser el
factor de equilibrio en el municipio, o la conducción de ruidosas corrientes de opinión,
intentan convencer al partido mayoritario y a otros factores de decisión para inclinar la
balanza en su favor.
b) La amenaza. El amago más esgrimido es irse “a la oposición”.
c) El boicot. Hacen el vacío a las campañas de los candidatos no afines, transformándose en
sólidos grupos de interés o de presión.
d) La acción directa. Son capaces de lanzar candidatos propios bajo el amparo legal de
cualquier partido y generar situaciones de violencia social que algunas veces llevan a la
ingobernabilidad. En muchos casos, para estas entidades sociales, resulta un triunfo construir
una atmósfera de inquietud e inestabilidad que obligue a la instalación de una Junta de
Administración Civil de la cual, casi siempre, forman parte.
La vasta diversidad geográfica y social de Tamaulipas; la concentración del la población en
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más del 80 por ciento en ocho importantes municipios; la conducta un tanto uniforme de los
grupos de gobierno en municipios rurales hizo fijar la atención en los Grupos de Gobierno
que activan en Matamoros, Río Bravo, Reynosa, Nuevo Laredo, Ciudad Victoria, Mante,
Tampico y Madero. En estos lugares, la dinámica social es heterogénea. -coexisten culturas
rurales, urbanas y semiurbanas- y el desarrollo de las fuerzas productivas es tan definido, que
pueden encontrarse patrones conductuales ajustables a toda la sociedad tamaulipeca. El
periodo que se aborda para el estudio de estas expresiones políticas, es de 1957-1992.
Ciudad Madero
Se encuentra localizado en la porción sur del Estado y cuenta con una extensión territorial de
62.9 kilómetros cuadrados. Su cabecera municipal se localiza a los 22° 14' de latitud Norte y
los 97° 49' de longitud Oeste, a una altitud de 3.08 metros sobre el nivel del mar.
Colinda al Norte con Altamira; al Sur con el estado de Veracruz; al Este con el Golfo de
México y al Oeste con el municipio de Tampico. Está constituido por una sola localidad que
es Ciudad Madero.
Su clima es de tipo cálido-húmedo, con régimen de lluvias en los meses de junio a
septiembre, siendo a la vez los más calurosos. La temperatura promedio anual es de 24° C.
con máximas de 36.8° C. y mínima de 9.7° C.
Es plano en su totalidad. Corresponde a la llanura costera del golfo. Algunas zonas del norte,
y al oeste están formadas por dunas y lomeríos. Sus actividades económicas estratégicas son,
la industria petrolera, química y petroquímica, construcción de barcos y turismo. Es por la
parte nororiente del municipio, entre la refinería Madero y la playa de Miramar, en la que está
contemplado que atraviese el canal intracostero, lo que traería un desarrollo mayor al
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municipio.8
Las tendencias de su crecimiento demográfico son las siguientes:
1940 1950 1960 1970 1980 1990 2000
23, 391 38, 869 53, 738 91, 239 132, 444 160, 331
La estructura política
El acontecer político de éste municipio está orgánicamente ligado al de la industria petrolera,
que ahí tiene asiento y al de la organización obrera derivada de la actividad de la explotación
y transformación de los hidrocarburos. Ambos fenómenos -el industrial y el sindical- han
dinamizado otras actividades económicas y sociales, como el comercio y la inquietud de
organización en otros segmentos de la sociedad maderense; pero en lo fundamental, estos
elementos han sido rectores de los rumbos de la ciudad.
Así como Ciudad Madero está atada a la industria petrolera, el Sindicato petrolero está
ensamblado a un personaje clave en la economía, la política y los destinos de los maderenses
petroleros y no petroleros: Joaquín Hernández Galicia.
El líder
8 Anuario Estadístico de Tamaulipas 1988. INEGI, Gobierno del Estado de Tamaulipas. 1988: Tamaulipas XI Censo General
de Población y Vivienda 1990. INEGI 1990. También, Los municipios de Tamaulipas. Secretaría de Gobernación y Gobierno
del Estado de Tamaulipas. México. 1988. También Plan Municipal de Desarrollo de ciudad Madero 1993-1995.
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Hernández Galicia nació el 12 de agosto de 1922, en la ciudad y puerto de Veracruz. Sus
padres fueron Joaquín Hernández Rodríguez, marino de un buque petrolero y Leonor García
de Hernández. Recién nacido, su madre se trasladó a Villa Cecilia, hoy Ciudad Madero.
“Llegó hasta el quinto año de primaria y aunque no fue buen estudiante en lo que se refiere a
matemáticas, desde chico mostró mucho interés por los problemas sociales”.9
“...tiene el mote desde chamaco por Joaquín -Quino-. Quina, por lo de Quina Laroche, el
tónico”.10
Abandonado por su padre y ante la precaria situación económica que obligó a su madre a
trabajar, en el año de 1937 se incorporó tempranamente al trabajo. En Poza Rica, Veracruz,
fue aceptado como ayudante de los mecánicos especialistas en combustión interna de la
Compañía Mexicana de Petróleo El Águila.11
En 1941 fue llamado por la Refinería de Ciudad Madero, para ocupar la plaza que su padre le
heredó. Se dedicó al trabajo de soldadura. Al poco tiempo inició su trabajo sindical.
En 1961 llegó a la Secretaría General del STPRM. Con el apoyo del Presidente Adolfo López
Mateos, comenzó su ascenso en el escenario político nacional y regional.
Durante todo su momento sindical de influencia, mostró un pragmatismo a ultranza. “La
Quina es uno de los más típicos productos del sistema. Es una solución de hecho. Ofrece al
régimen el tranquilo banquete de un gremio en aparente paz, bajo una mano de hierro interna,
y pasa por ello una cuenta formidable.”12
Hombre de acción y no de ideas, construyó su propia filosofía del poder. Quizá por eso,
9 Fernando Aldape Barrera. Petroleros ¡ánimo... ánimo!. Editorial Tamaulipas del Golfo. 1984. p. 79. 10 Ibid. p. 80. 11 Miguel Ángel Ferral. Ensayo rápido sobre la vida, trayectoria y obra de un hombre tenaz, visionario, diligente y generoso.
Edición del autor. 1979. p. 12 12 Carlos Loret de Mola. Los caciques. Grijalbo. 1979. p. 138.
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chocó frontalmente con Jesús Reyes Heroles13 a quien odió hasta su muerte.
“El mundo está dividido en cuatro tipos de personas: un 25 por ciento son tus amigos,
hay otro 25 por ciento de pusilánimes a los que hay que convencer, un 25 por ciento de
mercenarios a los que hay que comprar, y el resto enemigos a los que hay que combatir.
Si convences a los pusilánimes y compras a los mercenarios, ya tienes el 75 por ciento
para partirles la madre a tus enemigos.”14
Esa forma de entender la política, la empleó a fondo desde su arribo a la Secretaría General
del STPRM y luego en el ejercicio de casi 30 años de ser transformado en el guía moral de los
petroleros mexicanos. Corrompió dirigentes; reprimió a la disidencia que insistentemente lo
responsabilizó de varias muertes. Compró a intelectuales de la talla de Renato Leduc y Rafael
Ramírez Heredia quienes escribieron bajo estipendio, apologéticas obras. Subsidió periódicos
para denostar a sus enemigos y cerró otros. Retó a gobernadores y a presidentes y enriqueció
monumentalmente a sus íntimos.
Tan peculiar aritmética política orientó su estrategia para convertir el STPRM en una de las
organizaciones de mayor consistencia económica. En 1961, en una asamblea expuso un plan:
cada trabajador aportaría 10 pesos para crear una caja de ahorro. Todos los petroleros
aceptaron. Fue el inicio del espectacular tesoro que acumuló el sindicato petrolero. El buen
trato de los presidentes López Mateos, Díaz Ordaz, Echeverría, López Portillo -quien
compartió los beneficios del boom petrolero con el STPRM- y Miguel de la Madrid, permitió
al quinismo agigantar su fortuna política y económica.
13 Jaime Aguilar Briceño. La Quina. Lo lucha de un líder. Edición del autor. 1972. p. 208. 14 Salvador Corro y José Reveles. La Quina el lado oscuro del poder. Editorial Planeta. 1992. p. 33.
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“La Refinería Tula se construye en 1971, segundo año del gobierno de Echeverría. Aparte del
contratismo del que el sindicato petrolero participa ventajosamente, el entonces líder Salvador
Barragán Camacho recibió 560 millones de pesos que eran el 2 por ciento de los 28, 000
millones que costó la obra”.15
Con José López Portillo, el guía moral de los petroleros logró beneficios insospechados.
Instaló a Jorge Díaz Serrano al frente de la paraestatal, para “administrar la abundancia”.
STPRM y empresa se coludieron para saquear al país. En este sexenio, Hernández Galicia
controló el 50 por ciento de los contratos de PEMEX.16
En 1980, Díaz Serrano entregó al sindicato “la venta de residuos de petróleo a los Estados
Unidos”, que resultó ser “simplemente un disfraz para enviar, en realidad, petróleo crudo
ligero tipo Itsmo, el más caro de los dos tipos que por entonces exportaba México”. Ese gesto
generoso del gobierno lopezportillista, permitió al STPRM y a su guía moral, comercializar 6
mil barriles diarios de falsos residuos. Cinco años duró el negocio. Hasta que el Procurador
General de la República, Sergio García Ramírez, denunció la acción como anticonstitucional
y frenó la maniobra.
Hasta ahora, nadie se ha atrevido a calcular el patrimonio de los petroleros. La voz pública en
Ciudad Madero, señala a innumerables empresarios que directa o indirectamente han sido
beneficiarios del quinismo. A algunos les han colgado el epíteto de prestanombres. Entre
estos están, personalidades tan honorables como Ramiro Garza Cantú y su hermano Álvaro;17
Sergio Bolaños que llegó a ser el arquitecto y dueño del poderoso grupo financiero SERBO y
el extinto Arturo Rodríguez.
15 Ibid. p. 30. 16 Ibidem. p. 32. 17 Entrevista con Fernando San Pedro Salem.
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En 1984, uno de sus apologistas hizo un inventario de bienes y obras sociales del STPRM:
10 cines.
66 supermercados con venta de 600 millones mensuales.
5 centros recreativos.
10 funerarias.
27, 000 hectáreas de ranchos y granjas en producción.
30 talleres y fábricas.
200 escuelas.
Sistemas de agua potable en más de 40 comunidades.
Pavimentación en todos los centros petroleros y ciudades petroleras. Entre otras
acciones, lo anterior suma más de 5, 760 millones de pesos.18
Esos fueron los bienes de manejo público. Hernández Galicia, aún y cuando sus más
cercanos defensores lo describen como un hombre austero y poco dado a los lujos, se
enriqueció a trasmano: eligió como su prestanombres preferido a Sergio Bolaños Quezada.
Este hombre, que según datos de la PGR llegó a ser propietario del consorcio denominado
Grupo Serbo, que comprendía nueve empresas, abrió en los Estados Unidos una cuenta
bancaria de 3 mil 200 millones de dólares. Fue un caso de antología como nuevo millonario:
compró castillos en Francia, mansiones en Acapulco, Colegios para que sus hijos estudiaran
sin el rechazo de las elites que lo consideraron como un patán con dinero, y sus fiestas fueron
amenizadas por artistas de la fama y la estatura de Frank Sinatra.
18 Petroleros... Op. cit. p. 127.
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-Bolaños era un miserable. Lo conocí. Vendía paletas y raspas en un carrito, por las calles de
Madero. La Quina lo hizo millonario. -Dijo Fernando San Pedro-.
El atuendo de Hernández Galicia en los días comunes era más bien modesto; sólo en
ocasiones muy especiales usaba lujosos trajes. Sus hábitos alimenticios se reducían a platillos
de vegetales; odiaba el tabaco y el alcohol. Para la gente de Madero fue un ejemplo a seguir.
Pregonó la honestidad como un principio esencial de los ciudadanos; dio consejos a los
trabajadores para que fueran honestos, leales y respetuosos.
En su relación con el gobierno usó otro antifaz.
Joaquín Hernández Galicia, la Quina, líder moral de los petroleros, encontró la gallina de los
huevos de oro.
Desde su headquarter en Ciudad Madero y a través del Secretario General, Salvador
Barragán Camacho, la Quina se había enriquecido demencialmente, primero con la
lucrativa venta de plazas, que en 1974 se cotizaban en 50 mil pesos. Después obtuvo
autorización para hacer todo tipo de negocios con Petróleos Mexicanos, lo que le
permitió crear cooperativas de consumo y una de empresas sindicales.19
La sociedad maderense que vio la industria petrolera como su fuente de trabajo y al sindicato
como única organización política protagónica, pronto ubicó al guía moral del STPRM, como
el centro de gravedad del asunto público. Toda agrupación, personaje, dirigente o gremio,
desde los años 60, que intentó incursionar en la política o los negocios en Madero, consultó o
pidió la venia de la Quina. Joaquín Contreras Cantú, Raymundo Vázquez Pecina, Carlos
19 José Agustín. Tragicomedia mexicana. 2. Editorial Planeta. 1992. p. 49, 51.
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Echazarreta, Cirilo de León, Arturo Rodríguez, Ramiro y Álvaro Garza Cantú, recurrieron a
la protección y la anuencia del líder petrolero para construir sus capitales políticos y
financieros.
Agrupaciones de colonos, profesionistas, comerciantes y empresarios no se movieron sin la
autorización del quinismo. Editores, periodistas y propietarios de medios electrónicos
escucharon con suma atención las sugerencias del dirigente petrolero.
Con el presidente Miguel de la Madrid, empezó a apagarse la estrella de Hernández Galicia.
“Ya estoy cansado, señor Presidente, y he pensado en retirarme”, dijo a de la Madrid.
Echeverría le había contestado:
-No, Joaquín, quédese usted; siga, está bien.
López Portillo:
-Usted es necesario Joaquín, tiene que continuar.
De la Madrid Hurtado no respondió.20
Los problemas empezaron para el Sindicato Petrolero cuando Carlos Salinas de Gortari,
Secretario de Programación y Presupuesto orquestó una estrategia, para retirar los beneficios
del 2 por ciento de las obras de PEMEX para el grupo de Hernández Galicia. El gremio
petrolero identificaría a éste funcionario como uno de sus más rabiosos enemigos. En la
pugna por la presidencia de la república, los petroleros tomaron partido: Alfredo del Mazo.
Invirtieron todo tipo de presiones para cancelar el paso del Secretario de Programación a la
candidatura: pagaron a periodistas nacionales, externaron declaraciones tronantes contra el
aspirante Salinas y hasta subsidiaron un libro –Un asesino en la Presidencia- que narró las
precoces andanzas criminales de los hijos de Raúl Salinas Lozano.
20 Entrevista con Ernesto Salgado.
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El inmenso poder económico y el respetuoso trato de los gobiernos estatal y federal, hizo a
los petroleros un núcleo proletario de elite.
El quinismo fue aceptado como un factor de poder en el sur de Tamaulipas. Agentes del
Ministerio Público, Jueces, funcionarios estatales y federales que ahí operaron, tenían que
recibir el visto bueno de don Joaquín. El STPRM y la Quina, fueron tan poderosos como
insolentes: el 8 de enero de 1986, ante el Presidente Miguel de la Madrid, el Secretario
General del Sindicato José Sosa Martínez, criticó en un discurso a quienes censuraban a su
organización concluyendo su exposición con una amenaza abierta:
“Si se hunde PEMEX, se hunde usted, nos hundimos todos”.21
A pesar de esos retos, de la Madrid sólo sentó las bases para el desmantelamiento del
quinismo. No lo enfrentó directamente, pero desde la SPP se cocinó el operativo para
desmantelar el “imperio criminal, económico y político” asentado en Ciudad Madero.
No ocultó su desacuerdo Hernández Galicia con el destape de Salinas de Gortari como
candidato a la Presidencia. Sin embargo, repitiendo sus viejas estrategias se sumó a la
campaña del candidato priísta. Pero en la oscuridad tendió la mano a la oposición: apoyó a
Cuauhtémoc Cárdenas.
La Quina, sin dobleces, le dijo a Salinas de Gortari:
“No podemos decir que somos los primeros en su precandidatura, ni que desde hace
muchos años éramos sus partidarios... sino sencillamente, así como suena, sencillamente es
nuestro candidato.
“...el partido se la está jugando con usted.”22
Salinas le respondió: 21 La industria petrolera en México. Cronología. Petróleos Mexicanos. 1988. p. 375. 22 La Quina el lado..., Op. cit. p. 131.
303
“Invoco la memoria de Plutarco Elías Calles, fundador del PNR, que supo señalar, a tiempo
y con firmeza, que en México se acabaron los tiempos de caudillos y caciques. Sólo
perduran las instituciones”.
La soberbia de la Quina era mucha. Jamás pensó que la amenaza de Salinas pudiera
concretarse. Cinco Presidentes habían sucumbido a sus desplantes. La actitud retadora de
los petroleros y su guía moral traspasó los límites de las instituciones. Las cifras de la
contienda electoral entre Salinas y Cárdenas son aleccionadoras: el candidato del PRI fue
derrotado en todos los centros petroleros del país:
Coatzacoalcos: Cárdenas 39, 020 votos; Salinas: 26, 706
Minanitlán: Cárdenas: 27, 698; Salinas: 22, 392
Poza Rica: Cárdenas: 31, 673; Salinas: 26, 784
Atcapozalco: Cárdenas: 47, 095; Salinas: 24, 664
Tula, Hidalgo: Cárdenas: 32, 875; Salinas: 22, 439
Electo en medio de una gran controversia, el Presidente Carlos Salinas de Gortari asumió el
poder el 1 de diciembre de 1988. El l de enero de 1989, un operativo policíaco-militar,
enviado desde la ciudad de México, irrumpió violentamente en el domicilio de Hernández
Galicia en Ciudad Madero. Se le acusó de posesión ilegal de armas de fuego y asesinato.
Fue el fin del quinismo.
El académico Lorenzo Meyer resumió la acción del gobierno:
“Se puede decir, que Salinas de Gortari asumió hoy (10 e enero) la Presidencia”.
El periodista Alfonso de los Reyes, reseñó:
El martes 10 de enero de 1989 en forma repentina y alarmante dejó de existir el Imperio de la
Quina. Eso sí, luego de una larga lucha contra la Señora Muerte. Murió confortado con todos
los auxilios espirituales...pero sin la bendición de Su Santidad. Y lo peor del caso: murió
304
intestado.23
Los presidentes municipales
La Quina, con la tolerancia del gobierno federal y con la entrega del gobierno estatal a
cambio de tranquilidad y apoyo económicos del STPRM que “derramó miles de millones de
pesos en obras sociales” en el sur de Tamaulipas, se erigió en el único grupo de gobierno en
Ciudad Madero. Ningún otro grupo político, tuvo la capacidad de disputar el más mínimo
espacio a la hegemónica Sección Uno del sindicato petrolero y a su guía moral.
El presidente municipal, de probada lealtad al dirigente, siempre actuó como un
administrador de la ciudad; problemas políticos, sociales o divergencias entre grupos
ciudadanos fueron resueltos por Hernández Galicia. Quién se incorporaba al Ayuntamiento, y
dónde; qué obras públicas y dónde realizarlas; a qué núcleos ciudadanos beneficiar y a
quiénes marginar, lo decidió el líder.
1958-1960
La Quina apenas despuntaba como dirigente de la Sección con sede en Ciudad Madero.
Impulsó al interior del gremio petrolero y después al interior del PRI, a Álvaro Flores
Montante quien sin conflictos llegó a la presidencia municipal trabajó en el departamento de
cuadrillas generales; era un hombre emprendedor: combinó su trabajo sindicalista con el
contratismo. Es considerado como uno de los alcaldes más honestos que ha tenido la ciudad.
23 Alfonso De los Reyes. Ciudad Madero con y sin la Quina. Ediciones Alfonsinas de las Américas, 1991. p. 88.
305
Este trienio es considerado como el despegue progresista del municipio. Se pavimentaron
calles. Se llevó agua potable a apartadas colonias y se instalaron redes de drenaje. Algunos
observadores consideran que Flores Montante logró el auxilio de su sindicato con recursos
para mejorar la infraestructura urbana.
1961-1962
Gabino González Vázquez. Trabajó en la refinería de Árbol Grande. Posteriormente, fue
Secretario General de la sección 21 que agrupó a trabajadores de ese centro de trabajo ya
desaparecido. Fue Oficial del Registro Civil de Ciudad Madero. El quinismo, en estas fechas,
aún cuando no tenía la solidez que le caracterizaría, le brindó su adhesión, sin la cual quizá no
hubiera llegado.
González Vázquez es recordado en la alcaldía por el imperio de corrupción que construyó.
Familiares suyos en la nómina. Acaparamiento de predios urbanos, lucro con la obra pública y
otras trapacerías fueron las acciones de gobierno más representativas de este peculiar
funcionario.
La Quina le tuvo gran aprecio. Lo hizo candidato a diputado local al terminar su periodo, por
lo que al pedir licencia; lo sustituyó en el cargo los meses de campaña, Manuel García Balboa.
Logró ganarse tanto la confianza de Hernández Galicia, que años más tarde, luego de haber
cumplido en la legislatura 1963-1965 de Tamaulipas, llegó a ser presidente municipal del
vecino municipio de Pueblo Viejo, Veracruz.
1963-1965
306
Jesús González Armendáriz. Obrero petrolero de escasa preparación: sus amigos lo recuerdan
como un hombre analfabeta pero con gran sensibilidad social. Era un hombre de jornadas de
trabajo intensas. El guía moral lo apreciaba y hacía sentir su cercanía entre los trabajadores
petroleros. Fue miembro del círculo íntimo de la Quina. No terminó su periodo en la alcaldía:
fue candidato a diputado local; lo sustituyó Pedro Maya Alejo. En el Congreso del Estado se
desenvolvió con las limitaciones propias de su formación.
1969-1971
Zenón Hernández Ruiz. Era trabajador calificado del departamento electrónico de PEMEX.
Sus amigos lo recuerdan como un ciudadano de sólidos principios. Era masón. Se le recuerda
como un alcalde que trabajó mucho por la ciudad.
1972-1974
Julio Dolores Martínez. Fue coordinador de procesos de la refinería en Madero. Era
considerado como un técnico calificado entre los calificados. Durante su administración el
progreso de la ciudad fue manifiesto; pavimentación y seguridad pública tuvieron gran
atención. A estas alturas, el sindicato petrolero contaba con vastas propiedades y amplios
recursos.
1975-1977
Hugo Barba Islas. Fue trabajador de marina de altura de la flota de PEMEX. Delegado
307
sindical. Se le responsabilizó como Secretario General de la sección Uno, en donde
desempeñó tareas en varias carteras. Es considerado como uno de los hombres claves de la
Quina. Recibió un inusitado apoyo del guía moral de los petroleros y de su sindicato. Fue
responsable de todas las obras en las zonas del sistema petrolero en el país impulsando
programas de bienestar social en colonias populares. Tuvo injerencia en la administración de
las granjas colectivas nacidas bajo el misticismo quinista. Hernández Galicia lo nombró asesor
vitalicio de los alcaldes de Ciudad Madero, lo que le dio gran poder de decisión en el ámbito
municipal del lugar.
1978-1980
Benito Santamaría Sánchez. Era obrero del departamento de transporte. Tuvo algunas carteras
en la sección Uno en las cuales se desempeñó con discreción. Estudió en el Instituto
Tecnológico Regional de Ciudad Madero y se graduó de Técnico en Perforación. De 1971
data la cercanía con la Quina, ya que resultó electo Presidente de la Sociedad de Alumnos de
la Preparatoria Matías Canales, con la protección y promoción del sindicato petrolero. Fue
Presidente del Comité Municipal del PRI. Su gestión al frente del ayuntamiento representó la
continuidad de progreso en el renglón de infraestructura urbana. Poco tiempo después de dejar
la alcaldía, fue diputado federal y responsable de la comercialización de cosechas a
campesinos del Sur del estado, que producían con créditos y maquinaria financiada por el
STPRM.
1981-1983
308
Erasmo González Martínez. Se desempeñó como soldador de donde salió electo delegado
departamental. Al igual que Santamaría Sánchez, fue dirigente municipal del PRI. Su labor
como alcalde resulto gris. Se le recriminó su incapacidad para relacionarse con el equipo de
Hernández Galicia. No pudo coincidir con el numeroso grupo de seguidores de la Quina
quienes siempre lo consideraron como un arribista.
1984-1986
José Guadalupe Reyna Aguilar. Salió del departamento de cambiadores de calor. Fue
Secretario General de la Sección Uno y del ayuntamiento de Madero. Al concluir su
responsabilidad, la Quina lo incorporó a Sociedad Civil, un organismo que se transformó en
refugio de ex alcaldes, y que se utilizó para realizar obras sociales. En ese sitio habían sido
colocados con anterioridad, Barba Islas y Dolores Martínez.
1987-1989
Cirilo Juárez Saldierna. Fungió como Secretario General de la sección Uno. Le tocó estar en
la presidencia municipal, cuando el salinismo decidió dar el golpe a la Quina el 10 de enero de
1989. Actuó como un verdadero y leal quinista: encabezó actos de protesta por la detención
del guía moral. La sociedad maderense le reconoció el gesto y es calificado como un hombre
de respeto.
1990-1992
309
Fue la primera sucesión municipal en 30 años que se resolvió sin la Quina. Pero
paradójicamente, el guía moral, encarcelado y desmantelado su imperio financiero, ganó la
elección: repitió en la alcaldía, Benito Santamaría Sánchez.
Santamaría Sánchez también había dado muestras de su inquebrantable filiación quinista: se
apersonó con un Notario Público, Guadalupe González, a documentar los hechos en el
domicilio de Hernández Galicia luego de la irrupción del ejército y la PJF. Tras el quinazo,
desapareció del escenario político en Madero.
Pero lo rehabilitó el Secretario General de Gobierno, Heriberto Batres García, con quien había
hecho amistad a su paso por el Congreso de la Unión en donde estuvieron ambos.
Con la ciudad y los ciudadanos, sin cerrar las heridas provocadas por el Presidente Salinas, el
gobierno de Américo Villarreal Guerra optó por reciclar a los viejos representantes del
quinismo con quienes podría llegar a acuerdos políticos sin fricciones. De hecho, Santamaría
fue traído de la ciudad de México para que asumiera la candidatura.
El quinismo se escindió así en dos grandes bandos: los institucionales y los disidentes. Los
primeros, decidieron aliarse al gobierno estatal y federal. Los segundos, optaron por la vía de
la confrontación: se incorporaron al Partido de la Revolución Democrática y decidieron
disputar el poder municipal.
Con los institucionales, se aliaron: Benito Santamaría, Álvaro Garza Cantú, Guadalupe
González y Narciso Villaseñor. La disidencia se nutrió de importantes cuadros sindicales y
políticos: Salvador Juárez, Alfredo Pliego Aldana, entre otros, que decidieron lanzar la
candidatura de Roberto Ortiz Ramírez para enfrentar a Santamaría.
La contienda resultó cerrada. Menos de 500 votos decidieron el triunfo que obtuvo
Santamaría Sánchez. El quinismo abrigado por el perredismo denunció lo que calificó de
fraude electoral descarado.
310
Finalmente, el quinismo y Santamaría gobernaron Ciudad Madero, de 1990 a 1992. Los
reproches públicos, que en sus giras de trabajo le hicieron los quinistas disidentes, los recibió
con aplomo, como si vinieran de su familia.
A decir de sus enemigos, se enriqueció con el cargo y entregó el gobierno municipal a la
Federación y a Villarreal Guerra.
Tampico
Cuenta con una extensión territorial de 68.1 kilómetros cuadrados. Colinda al Norte con la
ciudad de Altamira; al Este con el municipio de Ciudad Madero; al Sur con Tampico alto,
estado de Veracruz, y al Oeste con la población de Pánuco, Veracruz.
La cabecera municipal se localiza en las coordenadas 97° 52' de longitud y a los 22° 17' de
latitud; comprende una de las dos localidades que conforman el municipio; la otra es el ejido
La Isleta única comunidad rural con que cuenta Tampico.
Confluyen en la parte sureste de Tampico, los ríos Pánuco y Tamesí; otros cuerpos de agua
son las lagunas de Chairel, Tancol, Champayán y Carpintero.
El clima predominante es de tipo tropical subhúmedo, cálido y extremoso con temperaturas
promedio anuales de 24° C., alcanzando las más altas un promedio de 36.8° C. y las mínimas
un promedio de 9.7° C.
La región está expuesta a fenómenos hidrometeorológicos como son los ciclones y vientos
huracanados. La precipitación anual varía de 788. 6 a l, 044. 10 milímetros cúbicos y el mes
más lluvioso es julio.
Tampico es eje regional de una economía articulada, destacando la operación portuaria, la
construcción de buques, el comercio, la industria, las finanzas, las comunicaciones y
311
transportes, además del turismo y la industria pesquera, ya que cuenta con una gran flota de
camaroneros y huachinangueros y grandes empacadoras.24
Su crecimiento demográfico ha sido así:
1940 1950 1960 1970 1980 1990 2000
84, 037 96, 541 124, 844 185, 059 267, 957 272,6 90
Los actores del poder
La dinámica socioeconómica del puerto, ha generado tres grupos de gobierno: los
empresarios, lidereados por Herman H. Fleishman; los cooperativistas, capitaneados por
Gerardo Gómez Castillo y el quinismo que reiteradamente intentó controlar económica y
políticamente Tampico en sus momentos de mayor poder en la región. Desde la
administración de Manuel A. Ravizé, 1955-1957, a la de Jesús L. Morán, 1969-1971, el
empresario refresquero en alianza con el dirigente cetemista Elías Piña mantuvo un inobjetable
control político del Ayuntamiento. A la muerte de Fleishman, ocurrida en 1973, y la del
dirigente obrero Piña en 1975, se creó un vacío temporal en la ciudad, que el quinismo en
acelerada expansión intentó ocupar. De hecho así pareció ocurrir: en la elección de 1971,
Hernández Galicia impulsó y subvencionó la candidatura de Fernando San Pedro bajo las
siglas del Partido Popular Socialista, contra el candidato priísta Valentín Holguera Khors,
dirigente empresarial del Grupo Continental de fuertes nexos con el imperio de Fleishman. 24 Anuario... Op. cit. Tamaulipas..., Op. cit., Los municipios..., Op. cit. y Plan Municipal de Desarrollo 1993-1995.
312
Esta contienda, que ganó San Pedro, marcó la pérdida de la hegemonía empresarial en las
áreas del poder público municipal.
El desplazamiento de los empresarios, abrió posibilidades para que el Gremio Unido de
Alijadores, que por años fue un soporte político importante para los candidatos priístas, entrara
a la disputa por el poder municipal. Los señores del dinero del puerto, lo contemplaron con
buenos ojos, y como instrumento para frenar los ímpetus de los petroleros. Y así fue. Gerardo
Gómez Castillo, enfrentó con acierto los propósitos del quinismo y, si no derrotó las
aspiraciones del STPRM, al menos retrasó por tres años la pujante presencia de la Quina en las
calles tampiqueñas.
Finalmente, ante el abrumador poder del guía moral de los petroleros, el Grupo Tampico
decidió pactar con él. Así de pronto, la rancia burguesía jaiba abrió las puertas del exclusivo
Casino Tampiqueño al señor Joaquín Hernández Galicia que, para humillación de los
conservadores adinerados, asistió acompañado por Estrellita, que como todo el sur de
Tamaulipas supo, no era precisamente su esposa.
Con los grupos empresariales doblegados, el STPRM consolidado como un imperio político-
financiero y la actitud de los gobiernos estatal y federal que dejaron hacer a la Quina en el sur
del estado, el quinismo cogobernó el puerto de 1972 a 1992, con excepción del trienio 1978-
1980 que ocupó el líder del Gremio Unido de Alijadores, Gerardo Gómez Castillo.
El grupo Tampico
“En los últimos 50 años de la vida de Tampico, H. H. Fleishman ha sido factor
313
determinante en todo los aspectos de su desarrollo material y político”.25
Herman Harris Fleishman nació en Palestine, Texas, el 15 de agosto de 1896. Sus padres
vinieron a México al año siguiente, estableciendo su residencia en la ciudad de Durango, en
donde vivieron hasta 1902, año que se trasladaron a Torreón; aquí inició su instrucción
primaria hasta 1905 que la familia decidió cambiar su residencia a Tehuacán, Puebla, donde
terminó su educación primaria.
Al cambiar nuevamente su residencia a la ciudad de México, la familia Fleishman permitió a
Herman asistir a la American School. Luego se instalaron en Guadalajara y de ahí partió a
continuar sus estudios a los Estados Unidos inscribiéndose en el New Military Institute para
cursar los primeros años de High SchooI. En 1912, la trashumante familia se instaló en
Tampico en donde echaron raíces.
Su primer trabajo fue, en este puerto, al lado de su padre en la fábrica de sodas La Pureza, que
funcionó en el número 20 de la calle Riviera. Posteriormente adquirió la concesión del
refresco Coca Cola, que instaló en la Isleta Pérez, para finalmente quedar en el lugar que hoy
se encuentra, sobre la avenida Ejército Mexicano.
En 1914 asistió a un curso especial de Contador Privado en la Eastern Bussiness College de
New York. Casó en 1918, con Harlet Gordon con quien procreó a dos hijos: Shirley y Jack; la
primera casó con el también empresario Burton Grossman y el segundo con Caroline Cohn.
Sus nietos son: Bruce Eduard Grossman y Cyntia Grossman, Lin Fleishman de Shmulen, Jean
Fleishman de Chapman, Susan Aline Fleishman, Nancy Fleishman, Henry Fleishman y
Roberto Fleishman, todos nacidos en Tampico.
Toda su vida fue un hombre dinámico; tanto en el ámbito empresarial como en el social.
25 El Sol de Tampico. Mayo 26 de 1973.
314
Ejerció la presidencia del Club Rotario y fue el último socio fundador. Ocupó la Presidencia
del Patronato de la Universidad Autónoma de Tamaulipas y en el primer año de la
construcción de los edificios fiscalizó su planeación y cooperó económicamente para la
realización de la obra, cuya biblioteca financió íntegramente. Participó activamente en la
fundación del Instituto Regional de Bellas Artes y el Instituto Cultural Tampico, plantel
educativo de alta calidad académica en donde se han instruido las elites porteñas, en la cual,
entre otras personalidades, se educó Sebastián Guillén Vicente conocido como el
Subcomandante Marcos. Cooperó para la construcción de la Escuela de Capacitación para el
Trabajo Industrial. Amigos y socios tienen muy presente su lema: “Dar a Tampico, mucho de
lo que me ha dado”.
En los últimos años de su vida, estuvo retirado de la dirección de las embotelladoras que
fundó, actuando sólo como asesor de ellas. Heredó el emporio empresarial a su hijo Jack.
En el mundo de los negocios y las finanzas, pocas áreas escaparon de su influencia. En sus
actividades de inversionista, fue Presidente y Consejero de varias instituciones de crédito
local, entre las que figuran: Financiera Fiduciaria del Golfo, Banco Ganadero S.A., Fomento
de Tampico, S.A., Banco de Comercio de Tampico, S.A., Banco Capitalizado de Tamaulipas y
las Huastecas. Algunas empresas de las que fue Consejero o socio, fueron: Impulsora de
Automóviles, con filiales en Ciudad Mante y Ciudad Valles; Impulsora Provincial; Asesoría y
Servicios; Remolcadores del Golfo; Diesel del Golfo; Compañía Operadora de Teatros;
Técnica Fleishman, al tiempo que establecía embotelladoras en Ciudad Mante, Poza Rica,
Tuxpan y la empresa Factor en Tampico.
Hombre hábil en las relaciones públicas, nunca chocó con las fuerzas políticas y sociales de la
ciudad. Mantuvo una estrecha cercanía con los factores productivos, ejerciendo un liderazgo
inobjetable entre empresarios y trabajadores. Uno de sus más importantes logros diplomáticos
315
fue la indisoluble alianza con la Federación de Trabajadores del Sur de Tamaulipas y su
dirigente histórico, Elías Piña. No dudó en apoyarlo en su carrera sindical y política: las
campañas para la diputación local y federal del dirigente obrero recibieron el apoyo del sector
patronal encabezado por Flishman. La coincidencia entre la CTM y el Grupo Tampico se
transformó en el completo dominio político del empresario en el puerto: de 1950 a 1971, los
alcaldes obedecieron al interés estratégico de ambas fuerzas.
La importancia económica de la embotelladora instalada en Tampico y la influencia de su
propietario en la vida política y económica de la ciudad, transformaron al Sindicato de
Obreros y Empleados de la Embotelladora de Tampico, que agrupó a los trabajadores de la
poderosa Coca-Cola, en un organismo rector de los destinos de la CTM porteña. No fue
fortuito que de esa organización saliera el sustituto de Elías Piña: el obrero Diego Navarro
Rodríguez, que en 1973 al momento del fallecimiento de Fleishman, el 26 de mayo, era
Secretario de Relaciones.
La desaparición de Herman Harris Fleishman cerró un capítulo en el desarrollo político,
social y económico de Tampico. Su lugar fue ocupado por su hijo, Jack. La herencia del
creador del Grupo Tampico todavía palpita y se mueve en todas las venas de la sociedad
porteña. En lo personal actuó como empresario; en lo político, su opinión fue fundamental
para quien intentó pelear el poder municipal. Aún y cuando el Grupo Tampico, debe ser
considerado como un grupo de gobierno, su artífice no fue un hombre al que interesara el
poder público; ejerció toda su vida, como un exitoso hombre de empresa.
El Gremio Unido de Alijadores
En junio 28 de 1911 Samuel A. Kelly, obrero anarquista, fundó el Sindicato Gremio Unido de
316
Alijadores. Con una gran carga ideológica, la organización pronto entró en confrontación con
la Rowley y Cía, concesionaria del puerto desde fines del siglo XIX. Resultó tan cruenta la
lucha de los sindicalistas contra los patrones, que Emilio Portes Gil en los inicios de su exitosa
carrera política en Tamaulipas, asesorando organizaciones de trabajadores en el sur del estado,
hizo el papel de interlocutor con el Presidente Álvaro Obregón que deseoso de alianzas con los
trabajadores, entregó la concesión del movimiento portuario al Gremio Unido de Alijadores, el
16 de abril de 1922. El lapso de consolidación del GUA en su primera etapa, fue
responsabilidad del dirigente Isauro Alfaro Otero, quien años después murió asesinado por
divergencias al interior de la cooperativa.
De 1922 a 1928 la administración de la cooperativa estuvo a cargo de dos agentes aduanales,
Rivas y Belfor, mientras los obreros se preparaban para asumir la responsabilidad
administrativa.26 En 1933 el Gremio expandió su influencia laboral y apuntaló su poder
económico: contrató importantes obras de ingeniería civil en los puertos de Tampico y
Veracruz y construyó los almacenes del muelle fiscal número 2 en Tampico.
Por décadas, la Cooperativa prohijó innumerables camarillas que lucraron con el trabajo de
miles de obreros. Las dirigencias, ante el descomunal ingreso económico producto del intenso
movimiento en el muelle derivado del febril crecimiento de la industria petrolera en el sur de
la entidad, se transformaron en patrones provocando descontentos e inquietud al interior del
Gremio. Hubo intensos jaloneos de los diferentes grupos de obreros, por el control de la
agrupación.
Esa situación hizo crisis a mediados de los sesentas. La noche del 9 de octubre de 1966, en
una tensa y acalorada asamblea, llegó al Consejo de Administración del GUA Gerardo Gómez
26 Gremio Unido de Alijadores. S. C. de R. L. 1966-1991. p. 7.
317
Castillo. Con la promesa de mejorar su nivel de vida los alijadores se adhirieron a la propuesta
del nuevo dirigente que en los primeros meses logró un importante consenso entre los socios
cooperativistas.
Gómez Castillo, impregnado por esas fechas de una perspectiva progresista del
cooperativismo planteó una lúcida estrategia para modernizar la fuente de trabajo de los
alijadores:
1. Lo inmediato: liberarse de la dependencia de Ferrocarriles Nacionales para la
tabulación y el cobro (normalmente muy retrasado), de los servicios hechos por la
cooperativa.
2. Lo mediato: ir al fondo del problema como institución decadente en ese momento y
plantear la solución mediante tres cuestiones fundamentales:
a) Concientización.
b) Alfabetización y/o capacitación.
c) Mecanización.27
Así, el GUA obtuvo de la Secretaría de Marina la concesión directa en calidad de
“permisionario exclusivo para la prestación del servicio público federal de maniobras del
muelle fiscales, fluviales y particulares, en ambas márgenes del río Pánuco”, recibiendo
directamente los beneficios del trabajo de carga y descarga. Esto se tradujo en beneficios en el
orden social: escuelas, atención médica, centros recreativos y habitación para los
cooperativistas.
27 Ibid., p. 9.
318
El manejo institucional de la agrupación, que nunca ha ido al choque ni con el gobierno
estatal ni federal, permitió una cordial relación entre las diversas instancias de gobierno y el
Gremio. Gómez Castillo, ha manejado con habilidad y pragmatismo su responsabilidad;
algunas veces con la represión, otras con la conciliación logró una agrupación relativamente
equilibrada. Desde su llegada al Consejo de Administración, fue el depositario de los destinos
de la cooperativa; tanto en el rumbo político como en el administrativo.
En febrero de 1990, la cooperativa recibió de Puertos Mexicanos, por mandato presidencial de
junio de 1989, el “100 por ciento del manejo y administración de sus ingresos y pone en
marcha de inmediato un programa de adquisición de maquinaria y equipo, para sumarlo al ya
amplio inventario, que a febrero de 1991, alcanza un valor aproximado de mil millones de
pesos”.
El amplísimo patrimonio del GUA comprendía:
5 tractocamiones Peterbilt de 60 toneladas de capacidad.
9 tractores Kenworth de 60 toneladas de capacidad.
1 Grúa P H de 140 toneladas de capacidad.
5 Cargadores frontales Waldos de 1,350 kilogramos de capacidad.
30 Montacargas Clark de 6 mil libras de capacidad.
4 Montacargas Clark de 8 mil libras de capacidad.
4 Montacargas Clark de 15 mil 50 libras de capacidad.
8 Montacargas Clark de 37 mil libras de capacidad.28
28 Ibid., p. 17.
319
La transformación de la Cooperativa en una gigantesca empresa, de rentabilidad descomunal,
dio preeminencia social al GUA y a su dirigente Gerardo Gómez Castillo. Éste, con la
experiencia aportada por su vecino, Joaquín Hernández Galicia, dirigió recursos y bienes de
los cooperativistas, a obras de beneficio ciudadano que expandieron su presencia, autoridad y
liderazgo a otros estratos de la sociedad porteña.
El dirigente Gómez Castillo
Nació en Tampico el 22 de diciembre de 1917. Hizo sus estudios primarios en la Escuela
Alijadores número 2 de Tampico y en la Escuela Alejandro Macías del puerto de Veracruz,
Veracruz. Realizó estudios por correspondencia sobre Ingeniería municipal y de perito
mercantil. En 1932 ingresó al Gremio Unido de Alijadores S.C. de R.L., donde desempeñó
diversas comisiones. Con un importante núcleo de seguidores desbancó a la dirigencia del
GUA que desde los años 30 dominó la política interna, en 1966.
Fungió como Presidente del Consejo de Administración del Gremio los periodos 1968-1970 y
1972-1974. Actualmente opera como Presidente del Consejo de Administración y Director
Técnico Administrativo. En 1968 formó parte de la Comisión de Estudios Portuarios para
visitar los puertos de Rotterdam, Amberes, Hamburgo y El Havre. En 1970 visitó los puertos
de Rotterdam, Amberes, Ternuzen y Sea Burgg e integró la Comisión de Estudios Portuarios
encabezada por el Vocal Ejecutivo de la Comisión Nacional Coordinadora de Puertos.
En 1971 fue designado miembro de la delegación mexicana que concurrió al III Congreso de
la Cooperativas de América celebrado en San José de Costa Rica. En 1973 participó en las
declaraciones de Ancón, Perú representando a México. En 1975, fue delegado del puerto de
320
Tampico en la LXIV Convención de la Asociación Americana de Autoridades Portuarias INC
celebrada en Montreal, Canadá.
Fue presidente municipal del puerto el trienio 1978-1981, derrotando en una cerrada consulta
interna del PRI, al candidato de la Quina. Luego, lo postularon como candidato a diputado
federal; ganó sin problemas para ir a la Cámara de Diputados de 1985-1988.29
Nunca ocultó sus recelos contra Hernández Galicia. Se transformó en una pieza de las fuerzas
políticas tampiqueñas para detener el avance del quinismo. El guía moral de los petroleros a
punto estuvo de romper el precario equilibrio en el sur del estado: un día intentó derrumbar el
busto de Isauro Alfaro Otero, que instalado en la plaza frente a la sede de la sección Uno del
STPRM otea el horizonte. La reacción de Gómez Castillo y del GUA no se hizo esperar: fue
una afrenta para ellos, mover de su sitio al apóstol del cooperativismo. El hecho desató una
guerra verbal entre cooperativistas y petroleros; pero no llegó a mayores. No hubo necesidad
de medir fuerzas: la idea del STPRM se dejó para mejores tiempos. Isauro Alfaro Otero, sigue
ahí, recibiendo ofrendas y homenajes del GUA.30
El quinismo porteño
En 1971, Joaquín Hernández Galicia, dueño absoluto de Ciudad Madero, de una Sección Uno
vigorosa y de un STPRM despuntando como el imperio sindical más poderoso del país, puso
sus ojos en Tampico. Aprovechó las contradicciones entre la clase política porteña; las atizó,
para agudizarlas y revolver un río en donde él aspiró a ser el pescador.
29 Carlos González Salas y Juan Fidel Zorrilla. Diccionario biográfico de Tamaulipas. Universidad Autónoma de Tamaulipas
e Instituto de Investigaciones Históricas. 1984. 30 Entrevista con Dagoberto Cárdenas y Ernesto Salgado.
321
Abiertamente echó gasolina a la hoguera. Apoyó con todo los recursos de los petroleros la
candidatura de Fernando San Pedro, postulado por el Partido Popular Socialista contra la del
priísta Valentín Holguera Khors, destacado empresario, miembro prominente del grupo
Tampico. Resultó exitosa para la Quina su primera incursión en la política del puerto: el
experimentado San Pedro apabulló a Holguera y a su principal promotor: Herman Harris
Fleishman.
A la muerte del magnate Fleishman en 1973, y la del dirigente cetemista Elías Piña en 1975,
los petroleros avizoraron un ancho espacio político vacío que se apresuraron a ocupar. Un
núcleo importante de políticos jóvenes también sintió que se ampliaban sus expectativas para
ascender en la pirámide social de la ciudad. Joaquín Contreras Cantú, Raymundo Vázquez
Pecina, Carlos Echazarreta Delgado, Israel Díaz Acosta, Arturo Rodríguez, y otros, se
pusieron incondicionalmente a las órdenes de Hernández Galicia, quien los utilizó como
arietes en la estrategia general para vulnerar la hegemonía del Grupo Tampico en el puerto
que sin su principal ideólogo y operador pareció desguarnecido.
Sin organización formal en la sede de los empresarios del sur de Tamaulipas, el guía moral
de los petroleros pronto empezó a crearla. Al inquieto abogado Contreras Cantú, le
subvencionó una Asociación de Profesionistas; a Raymundo Vázquez Pecina la Ruta
Revolución Urbana Tampiqueña, agrupación de colonos, y a Arturo Rodríguez lo disfrazó de
empresario inmobiliario: vendió terrenos urbanos a colonias enteras en el norte de la ciudad.31
De hecho, el quinismo hizo sentir su dominio en esta ciudad de 1972 a 1992, excepción
hecha del trienio gobernado por el GUA, 1978-1980. A la caída de Hernández Galicia en el
recordado 10 de enero de 1989, algunos de sus antiguos correligionarios -Joaquín Contreras
31 Entrevista con Fernando San Pedro Salem.
322
Cantú, Álvaro Garza Cantú y otros- han intentado capitalizar su herencia esforzándose por
constituirse en grupos de gobierno. Pueden o no lograrlo en el futuro. Lo cierto es que sus
capitales, tanto políticos como económicos, tienen un fuerte olor a petróleo.
Los alcaldes del puerto
1958-1960
Rodolfo Gil Zayas. Nació en Matamoros en 1913. Estudió la secundaria en Ciudad Victoria
y la preparatoria en la Escuela Nacional. Se tituló como doctor en la Facultad de Medicina de
la UNAM en 1947. Primo hermano de Emilio Portes Gil fue bien acogido por la sociedad
porteña. Cuando llega a la ciudad fundó el Comité Contra la Tuberculosis. Ocupó la dirección
del Hospital de neumología en Tampico. Con buenas relaciones en las elites fue bien visto
por Fleishman y los empresarios del Grupo de Tampico, que lo apoyaron sin reserva, para
que se convierta en alcalde. Antes, en 1957, el Grupo Tampico había impulsado su
candidatura para Rector de la UAT que ocupó de 1957 a 1958 Realizó un buen papel al frente
del Ayuntamiento.
Orquestador político del portesgilismo en la zona sur organizó con Fernando San Pedro
Salem la celebración del advenimiento del Partido Socialista Fronterizo, agrupación creada y
encabezada por Emilio Portes Gil, precursor del Partido Nacional Revolucionario. En 1973
sería llamado a ocupar la presidencia del comité municipal del PRI del puerto.
Se le recuerda por su acendrado liberalismo y limpia moral pública.
1961-1962
323
Francisco A. Villarreal. Abogado y catedrático universitario. Prestó sus servicios a elementos
importantes del Grupo Tampico con quien sigue teniendo una estrecha identificación. Es hijo
de Francisco T. Villarreal, uno de los fundadores de la UAT y hombre cercano a Fleishman.
Llegó a la alcaldía con el aval y el impulso de la corporación empresarial creada por el
magnate refresquero. Bajo esa misma sombra caminó hacia la rectoría de la Universidad
Autónoma de Tamaulipas en 1967. Luego, en el gobierno de Martínez Manautou, fue
Procurador de Justicia del Estado en concesión a los empresarios tampiqueños.
Es destacable comentar que sostuvo nexos con el susodicho grupo empresarial, capitaneado
por H. H. Flehisman, en virtud de que era apoderado de varios negocios (los edificios Plaza y
Colón, entre otros) y miembro del Club de Hombre de Negocios, que presidió el mismo
Fleishman.
Considerado por los analistas de la geometría política de ese tiempo, como de derecha y
elitista, en su comportamiento político demostró institucionalidad. Así, se enroló en la
administración de Pradexis Balboa Gojon, en la que fue Magistrado y Presidente del Tribunal
Superior de Justicia (1964-1965); Oficial Mayor de Gobierno (1966-1967) y Rector de la
Universidad de Tamaulipas (1967), en la que fue depuesto luego de una movilización
estudiantil por la Autonomía. Actualmente ejerce como Notario Público.
1963-1965
Vicente Igüanzo Suárez. Gerente de la zona norte de PEMEX, militó en el sector popular del
PRI. Hizo su carrera bajo la protección de Praxedis Balboa Gojon en la paraestatal. Con
excelentes relaciones en el Grupo Tampico. El factor fundamental para su postulación como
candidato a alcalde, sin embargo, fue el gobernador Balboa. Su gobierno se caracterizó por el
324
notable acercamiento con los empresarios capitaneados por Fleishman. Se puede decir que
actuó en función de los intereses de los hombres del dinero porteños.
Sin vida pública, Vicente Ingüanzo fue objetado por sus adversarios en la auscultación
interna, al señalársele como extranjero, concretamente como español, lo que nunca negó. Por
el contrario, su inseparable puro y el uso frecuente del regionalismo español rediez, hacían
pensar que sus opositores tenían razón. Lo cierto es que en el momento de su nominación
como candidato, fungía como Presidente de la Junta Municipal de Mejoramiento Moral,
Cívico y Material de Ciudad Madero, ya que era vecino de esa localidad.
1966-1968
Francisco Medina Cedillo. Lo postuló el PRI a la alcaldía luego de una candente elección
interna, promovida por la ola democratizadora del líder nacional del institucional, Carlos A.
Madrazo. Derrotó a su contrincante, Jesús L. Morán del sector obrero, muy cercano al Grupo
Tampico quien fue apoyado por el GUA, magisterio, estudiantes, masones y sectores de la
burocracia. Sacó la elección interna y la constitucional. No fue bien visto por los empresarios
seguidores de Fleishman; lo bloquearon en la prensa de la localidad y le hicieron un vacío en
cuanto a apoyos de la iniciativa privada, que siempre se le otorgan a ediles afines. La
diferencia entre Medina y Morán era más bien de formación cultural, que de militancia
política. El primero comulgó con los liberales y segundo actuó como Caballero de Colón.
En su administración, fungió como su Secretario particular Carlos Echazarreta Delgado,
entonces estudiante de leyes, y egresado de la Escuela Normal Preparatoria Matías S. Canales
de la que el maestro Medina Cedillo fue director. En ese tiempo dicha institución contó con
un gran prestigio generado por su planta de maestros; se constituyó un semillero de cuadros,
325
de donde salieron líderes sociales, funcionarios públicos, etc. Eso le valió contar con un vasto
consenso social.
1969-1971
Jesús L. Morán. Dirigente obrero, derrotado tres años antes por Medina. Conquistó la
candidatura con el recio impulso de Elías Piña y Fleishman que volvieron a jugar la misma
carta pero con mayor vehemencia. Hombre de idea conservadoras gobernó felizmente con la
complacencia del Grupo Tampico y su más fuerte aliado político: la CTM.
Caballero de Colón, contó desde un principio de su administración, con el respaldo del
Casino Tampiqueño, eufemismo con el que los analistas políticos identificaron a los grupos
económicos de mayor poder en la localidad, mediante el cual orientaron apoyos a los
presidentes municipales afines. Ese apuntalamiento se reflejó en la dotación de maquinaria y
equipo (camiones recolectores de basura y patrullas primordialmente) desde el primer día de
ejercicio municipal. Por ello, a Morán y su administración, les fueron donados este tipo de
unidades por los clubes de servicio (Rotario, Sertoma, Leones, 20-30, etc.) que estos grupos y
personajes manejaron. Después de abandonar la alcaldía ocupó la gerencia de una de las
empresas del magnate Fleishman.
1972-1974
Fernando San Pedro. Se desempeñó como proveedor de las compañías petroleras
norteamericanas antes de la expropiación. Nació en Tampico en 1902. Hizo sus primeros
estudios en esta ciudad y luego en Nueva York, San Antonio y Houston, Texas. Se dedicó al
326
ramo de los automóviles y los camiones desde 1918 a 1956.32 Fue de las muchas gentes
beneficiadas por Emilio Portes Gil quien lo acercó a las empresas petroleras con las cuales
hizo el gran negocio de su vida vendiéndoles refacciones, que “cobraba en oro” en los años
treinta.33 Portes Gil y seguidores lo hicieron presidente municipal del puerto en los años
cuarenta.
Su resurrección política, fue ideada por Joaquín Hernández Galicia para golpear al sólido
emporio empresarial y político que jefaturó Fleishman en el puerto desde los años 20. Con
este hombre, que de la mano del ex Presidente tamaulipeco escaló cargos como Jefe de la
Oficina Recaudadora de Rentas de Tamaulipas, representante del gobierno ante la Junta
Federal de Mejoras Materiales y tuvo a la amistad del Presidente Luís Echeverría Álvarez, el
quinismo inició la vertebración de su anhelado proyecto: apropiarse de Tampico.
A mediados de 1971, el Grupo Tampico se agenció la que parecía una más de sus victorias:
la postulación de Valentín Holguera Khors a la presidencia por el, por esas fechas, invicto
PRI. Este empresario tuvo obvios nexos con el concesionario de la Coca-Cola porteña: fungió
como Presidente de varios Consejos de administración de empresas del Midas refresquero. El
empresario logró su candidatura, entre otras causas, por su estrecha amistad con Ravizé de
quien fue suplente cuando el refinado tampiqueño operó como alcalde.
Derrotados en la fase preliminar de la pugna, el quinismo y facciones políticas contrarias a
los segmentos financieros y empresariales promotores de Holguera, decidieron ir a la segunda
ronda: la elección constitucional. Para ello buscaron las siglas de un partido opositor. Y
encontraron disponible al Partido Popular Socialista.
Octavio Magaña, líder del partido solferino recordó: 32 Diccionario…. Op. cit. 33 Entrevista con Femando San Pedro Salem.
327
“La condición que él puso es que seguiría siendo priísta. Y ni modo, allá él. Pero por
otro lado nosotros le exigimos que aceptara al compañero Juan Ledesma como candidato
a diputado local, pues estamos convencidos de que es necesaria abrir otro frente de lucha
en el Congreso local. A propósito, anote usted ahí que la primera vez en la historia de
México que un miembro del PPS llega a diputado local y en Tampico, que es el primero
y más importante de los 11 distritos que tiene el estado de Tamaulipas”.34
La contienda electoral se polarizó. Por un lado Holguera Khors, con el patrocinio económico
y político del Grupo Tampico y su fiel compañero de viaje: Elías Piña, la CTM. Por el otro
lado San Pedro, con las abiertas simpatías del quinismo y seguidores.35
-Me apoyaron Luís Echeverría, que era mi amigo; Emilio Portes Gil y la Quina -dijo San
Pedro-.36
Ante la decisión de fuerzas suprarregionales tan influyentes en Tamaulipas, gobernador
Manuel A. Ravizé optó por sacar las manos de los comicios.
Estos se desarrollaron el 5 de diciembre con una inusitada tranquilidad ciudadana pesar de
algunas provocaciones de cetemistas que hurtaron urnas de cinco casillas, comandados por
Carlos Casanova, el proceso transcurrió sin alteraciones. El resultado no fue sorprendente:
San Pedro 15 mil votos; Holguera 11 mil. El Comité Municipal Electoral sin mucha
polémica, entregó el Acta de Mayoría al coyuntural solferino.
Fleishman y Elías Piña aceptaron con resignación la inclemente estocada de la Quina.
34 La lucha..., Op. cit. p. 80. 35 Entrevista con Dagoberto Cárdenas. 36 Entrevista con Fernando San Pedro Salem.
328
Holguera Khors regresó a lo suyo: la empresa. San Pedro gobernó con una festiva actitud,
afín populismo de su amigo Luís Echeverría.
1975-1977
Carlos González Moreno. Prominente miembro del sector popular del PRI. Llegó con el
beneplácito de Hernández Galicia, quien ubicó a su hombre de confianza en puerto, Carlos
Echezarreta Delgado, como consejero del Ayuntamiento.
No resultó una elección de rutina la de González Moreno. Enfrentó una tenaz feroz oposición
de parte de un personero de San Pedro Salem habilitado como candidato del PARM a la
alcaldía, que ante la desaparición de Fleishman y Piña pensó ocupar su lugar en el escenario
político local.
La Quina no pensó igual que el alcalde. Echó a andar su creciente maquinaria política y
financiera, para llevar a puerto tranquilo a González Moreno. La guerra electoral resultó
disputada. San Pedro y su candidato cosecharon el excelente trabajo del Ayuntamiento
solferino. Miles de colonos y decenas de pequeños comerciantes se adhirieron al efímero
parmismo porteño. La Quina y el aspirante priísta trabajaron intensamente. A juicio de
observadores locales, la elección se realizó en un entorno de fraude, amenazas y hasta golpes
contra las huestes opositoras.
El Comité Municipal Electoral dio el triunfo a González Moreno. Los contingentes
ciudadanos que habían organizado el PARM y su candidato, organizaron masivos actos de
protesta que llegaron a su clímax con la toma del Palacio Municipal. Ante la irritación
ciudadana que amenazó con generalizarse, el gobernador Enrique Cárdenas González pidió la
intervención del Ejército que desalojó a los inconformes y resguardó la toma de protesta del
329
presidente municipal, Carlos González Moreno.
Nunca se repuso San Pedro del revés político. Pensó que el gobernador Cárdenas González y
la Quina, lo habían traicionado; pero no: sólo actuaron bajo el impulso de sus propios
intereses.
Observadores políticos afirmaron que en la consecución de la alcaldía también influyó su
hermano Enrique, hay que recordar que éste tenía una relación estrecha con Guillermo
Martínez Domínguez, ya que fue su Jefe de Comunicación Social cuando fungió corno
Director de la CFE (Comisión Federal de Electricidad), pero eso fue en el periodo
diazordacista (1964-1970), ya que en el régimen de Luís Echeverría Álvarez, Alfonso
Martínez Domínguez -del que dependía la carrera política de Guillermo- se vio obligado a
renunciar corno regente del D.F., por los sucesos del 10 de junio de 1971. En consecuencia,
Enrique González Moreno poco tuvo que ver en la nominación de su hermano Carlos, que
contó con las relaciones directas que decidían.
1978-1980
Gerardo Gómez Castillo. Presidente del Consejo de Administración del Gremio Unido de
Alijadores; tomó el control político de esta organización desde 1966.
Fundó sus relaciones con los presidentes de la República Luís Echeverría y José López
Portillo a partir de la eficiencia del GUA y de los proyectos emprendidos en la modernización
y construcción de nuevos puertos. La aprovechó al máximo consolidándose como una fuerza
política autónoma. Por ello explotó el filón, ya que fue respaldado por el Presidente José
López Portillo para el trienio 1978-1980.
Ganó la candidatura a la alcaldía en una cerrada contienda interna: derrotó candidato de
330
Joaquín Hernández Galicia por la diferencia mínima, un voto.
El líder cooperativista entró a la contienda por el Ayuntamiento del puerto en una coyuntura
favorable para su proyecto: en la Secretaría de Gobernación estaba Jesús Reyes Heroles,
enemigo acérrimo de la Quina y el gobernador Enrique Cárdenas debilitado ante la ausencia
de su protector Echeverría lo menos que quería eran conflictos. Con la bendición del
ideólogo, la impresionante movilización de recursos humanos y materiales y la simpatía de la
CTM, Gómez Castillo derrotó al quinismo.
Hernández Galicia midió bien la correlación de fuerzas. Esta vez, ya no se opuso a la
decisión del partido como en el pasado lo había hecho incitando Fernando San Pedro; digirió
el descalabro y dirigió su rabia contra Reyes Heroles dejando triunfar al representante del
GUA en unas elecciones constitucionales armónicas y limpias.
1981-1983
Joaquín Contreras Cantú. Abogado. Nació en Tampico en 1936, donde cursó sus estudios de
primaria, secundaria y preparatoria. Se recibió de abogado en la Facultad de Derecho y
Ciencias Sociales de la UAT, en 1962.37
Cercano a los afectos de la Quina, logró los Juzgados Civil y Penal en Tampico y la
Presidencia de la Junta de Mejoras Materiales. Promovió algunas agrupaciones de
profesionistas en el sur del estado. El periodista Carlos F. Salinas, lo define como un hábil
trepador social y político. Casó con Elvia Garza Rivas -hermana de Eduardo Garza Rivas e
hija de Natividad Garza- abogados influyentes en la vida universitaria que le “permitió
37 Diccionario..., Op. cit.
331
ascenso social ya que su cónyuge pertenece a una bien cimentada familia”.38
Publirrelacionista destacado fue ubicado por recomendaciones de Carlos Echazarreta en el
área de relaciones públicas del Ayuntamiento presidido por Carlos González Moreno. En estas
fechas fue llevado por aquel al círculo más cercano de Hernández Galicia.39
Importantes segmentos de la elite porteña reiteradamente le recriminaron su entrega a la
Quina acusándolo de nuevo Santa Ana, por haber vendido la ciudad al guía moral de los
petroleros. Como alcalde subordinó sus acciones a los dictados del dueño de Ciudad Madero.
Fue el prototipo de político engendrado por Joaquín Hernández Galicia y es el personaje al
que proyectó a las posiciones más encumbradas, que no siempre prosperaron, como su
precandidatura al gobierno de Tamaulipas. Hubo otros que también sirvieron al señor de
Ciudad Madero como fue el caso de Roberto Perales Meléndez, que sucedió en la Secretaría
General de Gobierno a Cantú; Ranulfo de Jesús Pérez Ruiz, operador político del quinismo en
Ciudad Victoria y Enrique Aragón Sierra, delegado administrativo de la Secretaría General de
Gobierno y proveedor financiero.
Con impulso propio sería Delegado de la Delegación Venustiano Carranza, durante el inicio
del salinismo sujeto a las órdenes del regente Manuel Camacho Salís; cargo que dejó poco
después de la aprehensión de Hernández Galicia. Sin embargo posteriormente reaparecería,
también con Manuel Camacho pero ahora como asesor. Recientemente, en 1994, trabajaría
como delegado especial del PRI en Chiapas, estado en el que se realizaron elecciones, y
donde triunfó el candidato de ese partido; lo que algunos analistas políticos atribuyen a la
habilidad política del tampiqueño. Algunos de estos llamaron a dicha operación “fresas con
crema”, en alusión al mote que se le dio en Tamaulipas. 38 Carlos F. Salinas Domínguez. La esquina del poder. Edición del autor. 1986. p. 97. 39 Entrevista con Ernesto Salgado.
332
En la actualidad es Secretario General de la Federación de Organizaciones Productivas y de
Servicios, organismo filial de la Federación Nacional de Organizaciones Ciudadanas (PRI).
1984-1986
Gustavo González García. Empresario. Fue presidente de la CANACO en el puerto. Hijo del
también empresario Gustavo González Terán. Fue de los pocos miembros del Grupo Tampico
que se echó en brazos del líder petrolero. Hernández Galicia continuó con su dominio en la
ciudad con él, al frente del ayuntamiento. Realizó una administración gris. Accionó en
función de las orientaciones de Madero y de los grandes comerciantes porteños.
Sus nexos con Emilio Martínez Manautou los estableció por su tío, José González Torres,
actual líder del Partido Verde Ecologista Mexicano, y yerno del ex Secretario de la
presidencia de la república, el que brindó su respaldo al empresario farmacéutico. Ante el
veto de Hernández Galicia, que deseó la nominación para uno de sus favoritos, Raymundo
Vázquez Pecina, el gobernador prometió una inversión de 1,000 y 500 millones de pesos,
para Tampico y Ciudad Madero respectivamente, si aceptaba que la alcaldía recayera en su
prospecto, Gustavo González, lo que fue aceptado. Como resultado de esta decisión,
González García se acercó al señor de Ciudad Madero de tal manera que, una vez concluido
su periodo, fueron muy frecuentes las visitas al vecino municipio. En el momento de la
aprehensión de Joaquín Hernández Galicia, también fue llevado a la ciudad de México,
aunque es liberado poco después, a instancias del entonces Arzobispo Primado de México,
Ernesto Corripio Ahumada, cercano a la familia desde décadas atrás.
333
1987-1989
Arturo Rodríguez Gutiérrez. Propietario de una amplia gama de negocios: gasolineras,
bienes raíces, ranchos ganaderos y agrícolas, terrenos, etc. Miembro del sector popular del
PRI. Debió su candidatura a los oficios políticos de la Quina. Es considerado prestanombres
de la Quina por algunos analistas.
Murió en 1988. Le sucedió en el cargo el alcalde suplente, Nicanor Fernández Cabrera.
Arturo Rodríguez gobernó con mano errática. Su Ayuntamiento se caracterizó por los
gigantescos malos manejos del erario. Al concluir el periodo, fue perseguido por la ley el
tesorero, Carlos Castillo Panameño, a quien se acusó de millonario fraude. Huyó a los Estados
Unidos de donde intentó el gobierno de Tamaulipas extraditarlo.
Fundó y financió el Frente Único de Colonias del Sur de Tamaulipas en 1984, que dirigió
Rafael Martínez Quintanilla, síndico en su administración.
1990-1992
Álvaro Garza Cantú. Empresario. Hermano de Ramiro Garza Cantú contratista de PEMEX
por recomendaciones, entre otras, de Hernández Galicia. Cuando el Presidente Salinas acordó
golpear a la Quina, se hizo a un lado. Decidió ataviarse como quinista institucional.
En su postulación no se le daban muchas posibilidades, máxime que el gobernador Américo
Villarreal Guerra respaldó a José Rábago Castillo, Secretario de la Contraloría, sin embargo,
la decisión se tomó en la ciudad de México. Fue determinante la influencia que ejerció
Ramiro Garza, a quien se asocia a empresas constructoras con contratos en países de
Sudamérica.
334
Con el Grupo Tampico sin brújula; el quinismo desmantelado, sin columna vertebral y el
GUA vigilado por un salinismo presto a desincorporar el muelle de la tutela de los
cooperativistas, llegó sin problemas Álvaro Garza Cantú con el impulso y los oficios de
Ramiro, que con los frutos de la renta de plataformas marítimas a la paraestatal y la prestación
de otros servicios, mantiene estrechas relaciones con las elites del país. Aún y cuando como
alcalde trabajó con energía para construir su propia estructura, la clase política tampiqueña lo
continúa calificando como un residuo reciclado del quinismo.
Una vez ya como alcalde, Álvaro Garza Cantú pidió licencia para contender por la diputación
local con sede en el XV Distrito Electoral, posición que algunos observadores afirman no
deseaba, pero que terminó aceptando.
Ciudad Victoria
El municipio de Victoria, se encuentra ubicado entre los 23° 44' de latitud Norte y a los 99°
07' longitud Oeste. Se localiza en la región centro del estado, sobre la cuenca hidrológica del
río Purificación y en las estribaciones de la Sierra Madre Oriental. Sus colindancias son: al
Norte con el municipio de Güemes; al Sur con el de Llera; al Este con el de Casas y al Oeste
con el municipio de Jaumave. Su extensión territorial es de 1, 634.1 kilómetros cuadrados, y
cuenta con 187 localidades.
Las características del clima del municipio son: semicálido con temperatura media anual
superior a 18° C., régimen de lluvias en verano y extremosa, con oscilación térmica entre 2°
C y 40° C.
Las actividades preponderantes son: el comercio, la construcción, y actividades terciarias,
además de la industria maquiladora. Asimismo cuenta con actividades de agricultura (maíz,
335
cártamo, rábanos, etc.) y ganadería (bovino, caprino y porcino).40
Sus tendencias demográficas han sido así:
1960 1970 1980 1990
60, 482 95, 785 153, 206 207, 923
La red política
La capital del estado, tiene una estructura económica peculiar. Su industria es casi inexistente
y la producción agropecuaria está en vías de extinción. Los rubros donde se percibe mayor
crecimiento y desarrollo son los servicios y el comercio. Los tamaulipecos coinciden en
definirla como una ciudad burocrática; esto por considerar que es asiento de los Poderes del
Estado y centro del cual salen las decisiones políticas que afectan -positiva o negativamente-
a todos los ciudadanos de la entidad.
Para algunos comentaristas sardónicos, la mayor industria que opera en Ciudad Victoria es el
gobierno del estado. Tiene sentido la afirmación: es el gasto público quien mueve la
economía regional. Los prestadores de servicios, los comerciantes, los microindustriales, los
empresarios de la construcción y los obreros del ramo, la burocracia y todo o casi todo, toman
su aliento vital del erario y sus impactos.
Esto ha propiciado que asociaciones, grupos de presión y de interés, mantengan una relación
de abierta dependencia de su principal proveedor: el gobierno del estado.
40 Anuario..., Op. cit. Tamaulipas XI., Op. cit. Los municipios..., Op. cit. y Plan Municipal de Desarrollo
1993-1995.
336
Ese entorno económico; ser sede del Ejecutivo estatal opaca e inhibe las tareas y actividades
del jefe edilicio. La marcada conducta de subordinación de los alcaldes con el gobierno que
dicta el sistema político tamaulipeco, han configurado una estructura política, con relación a
los otros 42 municipios, atípica en el escenario estatal. La sumisión de la clase política
capitalina ante la autoridad del Ejecutivo, le ha impreso a la presidencia municipal de Victoria
el perfil de una especie de regencia, cuya entrega, y administración es responsabilidad
exclusiva del gobernador del estado. Los diversos grupos sociales así parecen entenderlo; se
mueven trienio tras trienio, como un recurrente rito, para ser tomados en cuenta, pero cuando
el factor decisivo opina, sin aspavientos aceptan la designación.
De 1958 a 1992, Ciudad Victoria está marcada por la ausencia de grupos de gobierno. Esto
no excluye la expresión de grupos de interés y de presión que se manifiestan con sutileza y
cautela para influir en las decisiones del gobierno municipal y estatal.
Un grupo a típico
Un importante fenómeno social representa en la capital del estado la acción y permanencia en
la política del clan Cárdenas González. Propietarios de una gran fortuna, producto de su paso
por la administración pública, federal y estatal, la familia formada por Enrique, Jorge,
Francisco y Jaime se ha constituido en una de las más influyentes estirpes tamaulipecas en la
historia contemporánea de Tamaulipas.
Las causas de ese inusitado éxito son varias:
a) Los fuertes nexos de Enrique Cárdenas con las corrientes políticas nacionales. Es público
el padrinazgo de Luís Echeverría en el impulso de toda su carrera político administrativa.
b) Su permanente residencia en el estado. Como ningún otro ex gobernador, se apoltronó en
337
Ciudad Victoria, lo que le posibilitó mantener cierta cohesión de sus antiguos colaboradores.
Benefactor y beneficiario de la planta productiva agropecuaria, tiene en los políticos
promotores de esa economía, a una franja nada desdeñable de apologistas.
c) Su impresionante fortuna. Con el poder público como instrumento, se han adueñado de
casi toda el área de los servicios en Ciudad Victoria y mantienen fuertes inversiones en el
renglón agropecuario.
A saber, son propietarios de:
- Las concesiones de 10 radiodifusoras y una televisora en el estado.
- El Motel las Fuentes.
- Las concesiones de 4 gaseras en la región.
- El periódico El Diario de Ciudad Victoria.
- Una cadena de tiendas de ropa y electrodomésticos en la frontera tamaulipeca.
- Una distribuidora de automóviles.
- Accionistas del Club de Fútbol Correcaminos de la UAT.
- Miles de hectáreas dedicadas a la producción agropecuaria.
Esa gama de bienes; su vasta presencia en la vida social de la capital; clubes, asociaciones,
patronatos, instituciones educativas, etc.; su enorme capacidad para orientar a la opinión
pública empatándola a sus intereses y las abiertas simpatías que le prodigan las elites
capitalinas por los excelentes tratos del pasado, han hecho de los Cárdenas González el más
importante grupo de presión en el centro del estado. Conocedor de los resortes del sistema
político tamaulipeco, Enrique, -en este lapso: 1958-1989 no ha operado como grupo de
gobierno; salvo en el periodo que ubicó en la alcaldía a Magdaleno Mata Blanco y a Bladimir
Joch González en su carácter de gobernador- eligió la estrategia de tratar de “influir en los
338
hombres que están en el poder”.41
-Para Jorge Cárdenas, el mejor negocio que ha emprendido es la política -ilustró un personaje
matamorense-.42
Y así parece serlo para toda la familia. Cada trienio, se reagrupan y orquestan campañas de
opinión a favor o en contra de algún precandidato. Ganar o perder la elección es un asunto
secundario. Al final de toda contienda el clan se mueve en un sólo sentido: la obtención de
contratos publicitarios para sus medios impresos y electrónicos; la firma de convenios con sus
hoteles, restaurantes y demás negocios, y canonjías en gravámenes municipales y estatales.
Algunos analistas le cuelgan a Enrique Cárdenas y al grupo que jefatura, una destacadísima
función en la nominación del candidato, y su elección, a la alcaldía en la capital de
Tamaulipas. Es más bien un deseo de sus amanuenses: desde 1958 a 1989 el gobernador del
estado ha seleccionado al candidato a la presidencia municipal de Ciudad Victoria. Esto no
implica que el clan juegue un rol insoslayable en la dinámica de la ciudad. Establece, sí, que la
autoridad del gobernador, como representante de la federación e interlocutor de las
instituciones nacionales con la sociedad tamaulipeca, ha inhibido la emergencia de grupos de
gobierno victorenses.
Los alcaldes de Victoria
1958-1960
Carlos Canales Flores. Médico. Se incorporó a las elites victorenses al casar con la hija del
41 Sobre los grupos de presión, vera a Mauricio Duverger. Introducción a la política. Editorial Ariel. Barcelona. 1980. p.
150. 42 Entrevista con Víctor Manuel Márquez Gatica.
339
destacado hombre de empresa, banquero y henequenero, Felipe Pérez Collado. Su arribo a la
política coincidió con la intención de Norberto Treviño Zapata de crear una nueva clase
política para reemplazar las viejas estructuras y cuadros heredados del portesgilismo y
alemanismo.
El doctor Emilio Martínez Manautou tuvo un papel importante en su impulso político; fue su
amigo cercano. Uno de sus hijos, Rodrigo Canales, fungió como Director de Agricultura en el
sexenio de Martínez Manautou.
1961-1962
Arsenio Saeb Félix. Fundador de la Liga de Comunidades Agrarias y el Partido Socialista
Fronterizo. Uno de los más fervientes portesgilistas en la época de oro de esta corriente
política. Ocupó la Dirección del Banco Ejidal. Se le consideró impulsor del desarrollo agro
pecuario en el centro del estado. Testimonios de políticos de ese momento, coinciden en
señalar que Treviño Zapata se vio obligado a postularlo al ver crecer el descontento de los
residuos del portesgilismo. La concesión a esos representantes del pasado fue tolerable para
los treviñozapatistas: sólo dos años estuvo en el cargo Saeb, medida que se tomó para empatar
la elección de alcaldes y diputados.
1963-1965
Carlos Quintanilla Meléndez. Ganadero. Se desempeñó como Presidente de la Unión
Ganadera Regional de Tamaulipas. Miembro de las elites del campo. Su cercanía con Praxedis
Balboa se originó por el inmenso apoyo y buen trato de los productores pecuarios a la
340
campaña del abogado para llegar a la gubernatura. Se movió con mucha diligencia en el cargo.
Gobernó sin pena ni gloria.
1966-1968
Jesús Ramírez Macías. Comerciante. Originario de Aguascalientes. Hombre cercano a
Praxedis Balboa. Ex ferrocarrilero; ya jubilado instaló una tienda en el 7 Hidalgo lo que le
permitió estar en contacto con grupos campesinos del centro del estado. Se le consideró un
político muy carismático. Fungió como Tesorero de la Junta Local de Caminos, importante
dependencia, a la cual llegó con la influencia y el padrinazgo de Praxedis Balboa. Destacó en
su actividad política su acendrado antiportesgilismo.
1969-1971
Enrique Cárdenas González. Llegó a la alcaldía por una recomendación y sugerencia directa
del Secretario de Gobernación, Luís Echeverría, al candidato a la gubernatura Manuel A.
Ravizé. Sin consensos en la ciudad, su postulación obedeció a la decisión de un factor
suprarregional y no a la labor organizada de algún grupo social determinado. Un año duró en
el cargo; la sombra protectora de Echeverría lo llevó a una importante subsecretaría. Lo suplió
en la alcaldía, Rogelio Terán Medina.
1972-1974
Roberto Perales Meléndez. Abogado. Estudió en la Universidad de Nuevo León. Casó con
341
sobrina de Magdaleno Aguilar. Hombre hábil; cercano a los cuadros más allegados a Manuel
A. Ravizé. Realizó una administración discreta. Dejó la alcaldía para buscar una diputación
local que no obtuvo; lo suplió en el cargo Héctor Treto Cisneros. Se convirtió en uno de los
detractores más radicales de Enrique Cárdenas González. Participó en sigilosos movimientos
contra la candidatura de Cárdenas González.
1975-1977
Magdaleno Mata Blanco. Abogado egresado de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Su padre fue campesino con influencia en ejidos aledaños a la capital y perteneció al grupo
rural que encabezó Bernardo Turrubiates. Estos nexos le permitieron entrar al círculo de
beneficiarios de Cárdenas González: lo hizo Agente del Ministerio Público Federal en
Tampico. Enfrentó una férrea oposición que encabezó el candidato parmista Raúl Flores
Morán, apoyado por Perales Meléndez y funcionarios de la Universidad Autónoma de
Tamaulipas.
Mata Blanco apuntalado con todo por el candidato a gobernador, Cárdenas González, apenas
sacó la elección. Flores Morán, un catedrático universitario sin el menor antecedente político,
aceptó el descalabro con filosofía.
La toma de posesión del ahijado del gobernador electo, se desarrolló con toda tranquilidad. El
nivel de madurez de las fuerzas políticas y sociales, no les permitió disputar con posibilidades
una plaza destinada al Ejecutivo estatal.
1978-1980
342
Jorge Bladimir Joch. Periodista. Miembro del círculo íntimo de Cárdenas González; se
desempeñó como síndico en el Ayuntamiento 1969-1971. Dirigió la Federación de Periodistas
de Tamaulipas. Ocupó un escaño en el Congreso Local y se desempeñó como Presidente de la
mayoría priísta por decisión del entonces gobernador Enrique Cárdenas González; dejó esta
responsabilidad para ser nominado por el PRI candidato a la alcaldía, puesto que alcanzó sin
problemas. También ocupó el liderazgo de la CNOP en Tamaulipas.
1981-1983
Raúl García García. Masón distinguido. Concuño de Marte R. Gómez. Actuó como Oficial
Mayor del gobierno de Manuel A. Ravizé. Se destacó por su abierta militancia en los grupos
que promovieron la candidatura de Bernal Mares; eso lo enfrentó a Cárdenas González.
Promovió desde la oscuridad el Frente Cívico Tamaulipeco que tuteló Roberto Perales
Meléndez para desestabilizar el gobierno de Cárdenas González. Muy apreciado por Emilio
Martínez Manautou que lo llevó a la alcaldía.
1984-1986
Jaime Rodríguez Inurrigarro. Abogado egresado de la Universidad Autónoma de Nuevo
León. Fungió como Secretario del Ayuntamiento que presidió Roberto Perales Meléndez.
Hermano del excelente publirrelacionista Baldemar Rodríguez, amigo cercano a Conrado de
la Garza, uno de los victorenses más allegados al gobernador Manuel A. Ravizé quien lo hizo
subdirector de la Policía Judicial del Estado. Comentaristas afirman que Raúl Blázquez
Coopel, yerno de Emilio Martínez Manautou lo recomendó a su suegro por servicios
343
profesionales prestados.
1987-1989
Tito Reséndez Treviño. Hijo del Coronel Tito Reséndez, seguidor de César López de Lara, lo
que le valió el reconocimiento de Norberto Treviño Zapata. Actuó como Delegado de la
Secretaría de Comercio y Director de Catastro. Con Emilio Martínez Manautou logró la
diputación local por Ciudad Victoria. Emilio Villarreal Guerra presionó para que Américo
Villarreal Guerra decidiera su postulación a la alcaldía. Se desempeñó discretamente en la
Presidencia Municipal.
1990-1992
Ramón Durón Ruiz. Abogado y profesor. Fungió como dirigente del Frente Juvenil
Revolucionario en Tamaulipas de donde salió para ocupar una diputación local en el sexenio
de Martínez Manautou. Américo Villarreal Guerra lo convirtió en dirigente estatal de la
CNOP. Electo gobernador, Villarreal Guerra lo instaló en el Registro Público de la Propiedad.
Ha escrito algunos libros que la crítica arrulla con mordaces comentarios: El Filósofo de
Güemes, Comentarios de todos para Todos, Francisco de P. Arreola, Los Guayulones y Los
últimos días de Colosio entre otros. Formó parte del selecto grupo de jóvenes que gozaron del
aprecio, la estimación y la promoción de Emilio Villarreal Guerra; este hombre, que manejó
importantes áreas políticas de su hermano América, inclinó la balanza en favor de Durón Ruíz,
cuando Antonio Carlos Valdés y otros, apadrinaban a Jorge Quintero García para la alcaldía.
344
Matamoros
Está ubicado en el extremo Noreste del estado de Tamaulipas, a 25° 52' de latitud Norte y a
97° 31' de longitud Oeste. Colinda al Norte con los Estados Unidos, separados por el río
Bravo; al Sur con el municipio de San Fernando y la Laguna Madre; al Este con el Golfo de
México y al Oeste con los municipios del Río Bravo y Valle Hermoso.
La cabecera municipal y el municipio cuentan con más de 443 localidades. Tiene una
extensión territorial de 3, 351.9 kilómetros cuadrados, que son irrigados por la cuenca
hidrológica del río Bravo y del bajo río San Juan.
El clima es extremoso, oscila de lo frío o caliente. El clima frío predomina en los meses de
noviembre a febrero con temperaturas de hasta 7° C., bajo cero. El clima cálido en los meses
de marzo a septiembre tiene temperaturas de más de 40° C. La zona está expuesta a las
perturbaciones ciclónicas; la precipitación pluvial es de 600 milímetros cúbicos.
La actividad predominante de la zona es la agricultura, con el cultivo de sorgo, girasol, maíz
y frijol. Otra actividad también importante es la industria maquiladora, que ha tomado gran
auge por la vecindad con los Estados Unidos y proporcionado una de las fuentes principales
de empleo. Se maquilan partes para aparatos eléctricos, mecánicos y juguetería.
La industria de comunicaciones, transporte y almacenamiento ocupa un lugar destacado en la
economía de la zona, aunque no preponderante como la primera. Evidentemente su vecindad
con Estados Unidos, trajo consigo flujos migratorios muy fuertes, y una población flotante
enorme.43
43 Anuario... Op. cit. Tamaulipas XI... Op. cit. Los municipios... Op. cit. y Plan Municipal de Desarrollo1993-1995.
345
Sus tendencias demográficas son:
1960 1970 1980 1990 2000
143, 043 186, 143 238, 840 303, 293 387, 278
Las corrientes políticas
La circunstancia geográfica, que lo ubica como uno de los principales puertos fronterizos; el
desarrollo de un notable segmento de su actividad comercial y una dinámica planta productiva
agrícola le han proporcionado a la sociedad matamorense un peculiar rostro fronterizo. Esta
tarea no se ha realizado sin la participación de los grupos de gobierno, que sistemáticamente,
en cada uno de los tiempos políticos de la ciudad, han pujado por encauzar los movimientos
sociales y las luchas por el poder político en igual sentido que sus proyectos estratégicos.
La estructura política contemporánea del puerto está marcada por la indiscutible presencia del
Sindicato de Jornaleros y Obreros Industriales (SJOI) y el grupo jefaturado por su líder
histórico, Agapito González; la estrepitosa emergencia del movimiento cívico encabezado por
Jorge Cárdenas González, que cuerpeado por empresarios y comerciantes rompió con el
predominio de la CTM en los ayuntamientos; y la red política capitaneada por Roberto Guerra
Cárdenas, que representó los intereses económicos y políticos de pequeños y grandes
productores agrícolas.
El SJOI y Agapito González
346
El Sindicato de Jornaleros y Obreros Industriales nació el 15 de julio de 1932 bajo el tutelaje
ideológico del portesgilismo. El Partido Socialista Fronterizo y sus cuadros de orientación
proletaria se esforzaron por proporcionar el sostén político y organizativo para que la naciente
agrupación buscara los caminos de redención del proletariado.
El PSF, única organización política con estructura en todo el estado, cabildeó con sus
agrupaciones filiales el apoyo y la solidaridad necesaria para que el naciente grupo proletario
tomara sus primeros impulsos en su lucha contra el capital. El Gremio Unido de Alijadores, a
la fecha vigorizado por unas finanzas portentosas venidas de la concesión de la carga y
descarga del muelle, “los felicitó, se puso a sus órdenes e inició un asesoramiento para los
improvisados líderes”.44 Otros grupos obreros de Tampico, en donde se desarrolló un
palpitante movimiento sindical de abierta filiación portesgilista, festejaron al nuevo sindicato,
externaron su algarabía y demandaron un acercamiento. Entre éstos estuvieron el Gremio
Unido de Choferes, el de Carpinteros y similares y otros. La Federación Obrera de Tampico,
“les propuso una relación estrecha y el nombramiento de un representante del SJOI ante la
Federación”.
Los socialistas tamaulipecos, que tenían nexos fraternos con los de Yucatán, por Carrillo
Puerto y el Partido Socialista del Sureste, hicieron llegar hasta allá el júbilo por el nacimiento
de la organización obrera matamorense. Así, la Unión de Plataformeros de Progreso les envió
muestras de adhesión y simpatía por el interés de los obreros en sindicalizarse.
La primera etapa del SJOI está signada por la omnipresente autoridad política del
portesgilismo en las organizaciones sociales tamaulipecas. De Francisco Castellanos,
44 Alma Yolanda Guerrero-Miller y César Leonel Ayala. ¡Por eso...! Centro de Investigaciones Multidisciplinarias de
Tamaulipas-Sindicato de Jornaleros y Obreros Industriales. 1993. p. 48.
347
gobernador del estado salió la decisión de otorgar el registro al sindicato el 17 de octubre de
1932. Recibió la solidaridad y el asesoramiento de todos los segmentos proletarios
tamaulipecos leales a Portes Gil; las autoridades del trabajo dieron todo el apoyo al SJOI
impidiendo el surgimiento de otras agrupaciones en Matamoros y los liderazgos más
consistentes pertenecieron al Partido Socialista Fronterizo: Enrique Hernández, padrino
fundador y miembro honorario del SJOI, era segundo Vocal de la Secretaría de Acción Obrera
del PSF; Salvador Monter combativo militante “fue defensor obrero de las agrupaciones
locales ante el PSF”45 y José H. Hernández fue suplente del diputado federal Hugo Pedro
González.
La embestida del alemanismo contra el portesgilismo impactó seriamente al SJOI. Raúl
Gárate llegó con la tarea de desmantelar toda organización afín a Emilio Portes Gil. Apoyado
por las instituciones nacionales, que empezaban a devorar toda manifestación regional, dio un
decisivo impulso al sindicalismo cetemista en Tamaulipas. El antiportesgilismo impulsado por
las instancias federales introdujo al interior de las organizaciones sociales, la confrontación y
la división.
La penetración de la CTM en Tamaulipas marcó el golpe mortal del alemanismo a la
estructura portesgilista en el movimiento obrero. Representó la subordinación del proyecto
local a la organización obrera nacional y la pérdida de consensos entre los grupos
proletariados organizados de Emilio Portes Gil. “Y es cierto que la reorientación del SJOI
hacia la CTM coincide con el ascenso público de Agapito, pero no se puede explicar un
liderazgo sólo por sus relaciones cetemistas”, afirmaron Guerrero-Miller y Ayala.
Incorporado al movimiento obrero oficial, el SJOI, que fue el pivote obrero para organizar la
45 Ibid., p. 57, 59.
348
CTM en Matamoros, recibió un fuerte impulso político del gobierno de Norberto Treviño
Zapata. Este político matamorense, que llegó a gobernador de Tamaulipas con la idea “de
construir una nueva clase política” que dejara atrás las viejas herencias del portesgilismo y el
alemanismo, consideró al sindicato de jornaleros matamorenses y a su líder, principalmente
Agapito González, como elementos reformadores del nuevo sistema político en el estado.
Del gobernador para Agapito todo fue buen trato. El líder obrero representó el renovado perfil
que requería el gobierno para garantizar la armonía entre el trabajo y el capital.
Esa simpatía del gobierno estatal y la CTM nacional proporcionó un extenso poder político a
Agapito. Una de las primeras crisis que vivió el dirigente cetemista, fue el movimiento
disidente encabezado por Paulino Medellín. Este trabajador intentó cambiar la política del
SJOI enfrentándose a González, formando para ello la alianza de Restauración de los
Derechos de los Obreros. La propuesta no prosperó: fue expulsado del sindicato el l de
diciembre de 1961. Fidel Velásquez “mandó un oficio respaldando a González”.
En los años 60, el SJOI que se movió con fuerza en la sociedad matamorense con la anuencia
del treviñozapatismo, sumó a su buena estrella el boom de la industria maquiladora. Miles de
obreras se incorporaron a la red productiva generada por el Programa de Industrialización
Fronteriza. En 1965, Agapito, que olfateó las consecuencias laborales de este programa de
gobierno, se lanzó a pelear para su agrupación los empleos.
Tras una intensa batalla legal y política, González controló el empleo de la industria
maquiladora matamorense. Para los años 90, el SJOI contó con casi 40 mil miembros, en su
mayoría mujeres maquiladoras. Este impresionante núcleo obrero, le proporcionó a Agapito y
a su sindicato un papel protagónico en la sociedad matamorense.
A principio de los años 80, los empresarios, clase media y un importante grupo de
profesionistas, decidieron minar el inmenso poder político del SJOI, que se extendió hasta las
349
administraciones municipales. Agapito, al frente de un poderoso sindicato nutrido por miles
de trabajadoras de la industria maquiladora, era el dueño de Matamoros. Regidores, jefes de
policía, alcaldes, gobernadores y representantes del gobierno federal consideraron al dirigente
cetemista como uno de los más prominentes interlocutores de la sociedad matamorense. Y de
hecho, lo era.
El empresario radiofónico Jorge Cárdenas, fue el instrumento de la sociedad política
desplazada para desgastar el poder y la autoridad de González Cavazos, la CTM y el SJOI. La
guerra se desarrolló sin dar ni pedir cuartel; nadie dio espacio a la negociación.
En 1981, Cárdenas González llegó a la presidencia municipal con el patrocinio del más
amplio consenso social. Derrotó a Francisco Covarrubias, candidato priísta. Por primera vez
en más de 40 años, el SJOI fue desplazado de sus espacios en el Ayuntamiento, en tanto a
Agapito se le arrebató el coto de poder en las administraciones municipales que mantuvo
desde el treviñozapatismo.
El estrepitoso golpe político propinado por Cárdenas González a la estructura política de
Agapito menguó la capacidad de intermediación de éste, entre los obreros y los empresarios.
Disminuyó su presencia en el conjunto de la sociedad matamorense e inició el proceso de
descomposición de uno de los más insoslayables factores de poder en Matamoros. Ante el
nuevo escenario, los empresarios organizaron la embestida final contra el SJOI y González
Cavazos. Canacintra, Canaco, Centro Empresarial, Centro Patronal y el Consejo de
Instituciones en los años 90, concertaron acciones contra el sindicalismo del SJOI y su líder
histórico.
Ese grupo de organizaciones empresariales llegó hasta el Presidente Carlos Salinas de Gortari
para reclamar una “modernización sindical”. Con un neoliberalismo triunfante a la espera de
la integración a los mercados mundiales que obligó a una novedosa relación entre el trabajo y
350
el capital, el Ejecutivo tomó la palabra a la voz del dinero: el 7 de septiembre de 1990 la CTM
relevó de su cargo a Agapito.
Fidel Velázquez todavía quiso salvarlo: lo dejó al frente del SJOI. Pero los empresarios
fueron por todo. Endurecieron las negociaciones contractuales y obligaron al sindicato a tomar
el camino de la huelga. Señalado como un dirigente intransigente, enemigo de las fuentes de
trabajo, los empresarios ganaron la partida. El 31 de enero de 1992 la Procuraduría General de
la República aprehendió a Agapito bajo el cargo de evasión fiscal.
El factor Agapito
Agapito González Cavazos llegó a Matamoros a los quince años de edad. Vino de Nuevo
León, donde nació, a sumarse a los trabajos del campo. Estudió sólo algunos años de
educación básica; pero desarrolló un profundo sentido de la oportunidad política.46
Al nacer lo que sería el SJOI militó en el grupo político de Manuel Gil de quien aprendió los
primeros pasos en los sinuosos caminos del sindicalismo. Muy pronto se sumó a la actividad
política partidista; en pleno auge del alemanismo formaron el Bloque Municipal Orientador
del Sector Obrero Pro Horacio Terán; lo encabezó Gil y como segundo fungió Cavazos
González.
En los 40 y 50 operó como un sindicalista más. La influencia al interior de la agrupación y la
autoridad fue disputada por portesgilistas y por alemanistas. En 1948 llegó a la Secretaría
General del Sindicato; pero el control siguió en manos de Manuel Gil, Francisco Villarreal y
Paulino Medellín, experimentados dirigentes.
46 Entrevista con Víctor Manuel Márquez Gatica.
351
De 1964 a la fecha ha ocupado la Secretaría General del SJOI y desde 1964 a 1990 ha sido
dirigente de la Federación Regional de Trabajadores de Matamoros. Las alianzas de Agapito
no se circunscribieron a sectores gubernamentales y sindicales. Uno de sus mayores éxitos lo
constituyó su capacidad de negociación con los más poderosos factores de poder económico
en Matamoros. “Carretero Balboa y el grupo que él ha encabezado, son fundamentales para
entender el poder que alcanzó la FRTM y en particular el SJOI...”47
Accionista del diario más influyente en la ciudad y orientador de las políticas de la
CANACO, la Asociación de Algodoneros, la CANACINTRA y otros gropos de la iniciativa
privada, José Carretero “y su grupo mantendrían una actitud dispuesta al diálogo en busca de
la colaboración sindical, lo cual favoreció el liderazgo obrero, que recibió importantes
concesiones...”48
Fue diputado de 1970-1973 y de 1976 a 1979. Durante casi 30 años actuó como el factor
político más importante en Matamoros. Hasta que los empresarios y la política salinista
socavaron su macizo imperio sindical.
El jorgismo
A principios de los 80, un importante sector de la sociedad matamorense decidió cambiar el
escenario político local. El liderazgo de Agapito González Cavazos y sus brazos políticos, el
SJOI y la CTM, entraron en contradicción con los anhelos de una emergente clase política
que, aletargada por la fuerte presencia del único factor de poder, avizoró la oportunidad de
47 Vicente Sánchez Murguía. Tamaulipas: la ausencia de oposición política y la persistencia de los factores culturales
corporativos: el caso Matamoros. También, Río Bravo Bilingual Journal of International Studies. Volume 1. Spring, 1992.
Number 2. p. 46. 48 Ibid. p. 47.
352
incorporarse a decidir el curso político, económico y social de Matamoros. Porciones
importantes del PRI: Jorge Cárdenas González, Benjamín López Aguirre, Sonia Martínez del
Villar; importantes personalidades de la iniciativa privada: Rubén Rubiano Reina, Sergio
Argüelles y otros; un grupo destacado de jóvenes que buscaban acumular capital político:
Jesús Vega Sánchez, Tomás Yarrington Ruvalcaba y el notable apuntalamiento del
gobernador Enrique Cárdenas González, construyeron el enorme bloque social que configuró
el fenómeno político que se ha denominado jorgismo. Este hecho, de carácter regional fue
administrado, capitalizado y dirigido con marcados matices de caudillo, por el empresario
radiofónico Jorge Cárdenas González.
El jorgismo, no sólo evidenció la crisis interna del Partido Revolucionario Institucional y sus
métodos de selección de candidatos. Al mismo tiempo describió la sorda pugna por el
reacomodo de los nuevos actores sociales que disputaban espacios protagónicos en el
renovado escenario matamorense. El investigador Arturo Alvarado Mendoza, estableció:
“...particularmente en estos municipios se ha visto surgir, desde principios de los años setenta,
una oposición política que no sólo manifiesta el descontento de la población, sino las pugnas
intersindicales entre gremios y líderes de esa burocracia sindical” .49
La importancia de la acción del amplio frente político que diseñó Jorge, estribó en el impacto
sobre las relaciones sociales del municipio. Con la victoria de la Alianza de Partidos que lo
postuló en 1980 y lo llevó a la presidencia desarticuló al único grupo de gobierno que había
operado en ese puerto fronterizo desde los años 50; inhabilitó al sector empresarial que lo
legitimó -el grupo capitaneado por Carretero Balboa- y abrió posibilidades para el ascenso de
los nuevos actores sociales. Así aplastados los viejos señorones de la política cetemista y la
49 Arturo Alvarado Mendoza. Una década de política electoral. Tonatihú Guillén López, coordinador. El Colegio de México
y el Colegio de la Frontera Norte. p. 40.
353
economía agraria -Agapito y Carretero Balboa-, quedó el paso libre al neopriísmo, a dos
consistentes grupos de gobierno, los jorgistas, los Guerra Velasco y un empresario de perfil
moderno: Sergio Argüelles.
Ese movimiento social, se enraizó tanto en amplios sectores de la sociedad que ubicó a Jorge
Cárdenas González dos veces en la presidencia municipal: los trienios 1981-1983 y 1990-
1993. Su labor al frente del Ayuntamiento la desarrolló con eventos de corte populista. Muy
poco se diferenció de los trabajos de sus antecesores priístas: benefició a sus íntimos y
familiares; actuó con arrogancia ante las diversas expresiones políticas y lucró con el cargo
fortaleciendo sus empresas.
Con una visión inmediatista y superficial de la política, el jorgismo se desgastó en conflictos
internos y hasta frívolos. El acontecimiento coyuntural, que agrupó a casi toda la sociedad
matamorense, no pudo ser transformado en un proyecto de largo aliento y de bases
estructurales. Incapaz de encauzar la energía ciudadana que le dio peso específico y profunda
legitimidad en el plano regional y nacional al movimiento cívico más importante en la historia
contemporánea en Matamoros, se transformó en una facción política cada día más alejada del
pueblo que le dio sustento. Poco a poco, pero sistemáticamente, fue perdiendo su cohesión y
su poder de convocatoria: los empresarios que en un principio participaron con júbilo se
retiraron y buscaron sus propios caminos; los jóvenes que activos soportaron enormes cargas
de trabajo, retornaron al PRI y corrientes políticas organizadas como el PARM y el PAN,
rehusaron seguir prestándose al juego del poder del mesiánico opositor.
El discurso democrático que arropó al jorgismo, pronto se agotó y acabó en jirones.
Consolidado como caudillo, Jorge Cárdenas cerró el camino a toda expresión política que no
fuera la suya. Jamás promovió a alguno de los múltiples cuadros políticos que le inyectaron
vigor a su movimiento y como si fuera de su exclusiva propiedad la vasta energía social que lo
354
aclamó, brincó de partido en partido con gesto más bien cínico que pragmático.
Al finalizar su periodo de alcalde en 1993, Cárdenas González, buscó la gubernatura.
Patrocinado por su hermano Enrique enfrentó la candidatura del priísta Manuel Cavazos
Lerma; abanderado por el PAN y el PRD, y con unos bigotes de aspecto porfirista como
símbolo de su campaña, que evidenciaron la imposibilidad de convertirse en un proyecto
alternativo al de entonces Senador tricolor, fue aplastado por la fuerza fundamental que define
las gubernaturas en Tamaulipas después de 1947: el Presidente de la República y sus aliados
regionales.
Jorge Cárdenas González
Nació en Ciudad Victoria en 1925. Sus padres fueron Francisco Cárdenas Rodríguez y Josefa
Martínez. Atendió su instrucción primaria y los estudios secundarios en su ciudad natal
iniciando estudios en la escuela Industrial Álvaro Obregón en Monterrey, Nuevo León. En
1944 recibió el título de Técnico en radiodifusión de la Secretaría de Comunicaciones y
Transportes iniciando actividades en el ramo en la capital de la República en las estaciones
XEQ y XEW.50
Ante la ausencia de expectativas regresó a Tamaulipas en los años 50. Trabajó en Nuevo
Laredo, Ciudad Victoria y finalmente decidió instalarse en Matamoros. Aquí “empezó a
trabajar como locutor de la XEW, que era propiedad de Robert E. Pinkerton esposo de Juana
Maria González de Pinkerton y ésta hija de José Maria González a nombre del cual estaba la
50 Diccionario… Op. cit.
355
concesión”.51 Sufrió algunos tropiezos en su trabajo, que le obligaron a vender aparatos
eléctricos casa por casa, para el comerciante Gregorio Garza Flores. Hombre empeñoso, de
trabajo, pronto acumuló cierto capital. Su primera actividad de tipo social, la desarrolló en la
Cruz Roja de Matamoros con la cual cooperó con regularidad. En 1967, lo eligieron
Presidente de esa institución para el periodo 1967 -1970. Con la laboriosidad que siempre lo
caracterizó, hizo de la Benemérita una sólida institución de servicio: la equipó con recursos
humanos y materiales como nunca se habían visto. Se le reconoció de tal manera su labor que
se le confirió tanta autoridad como para decidir a quién le correspondía la Presidencia del
organismo.
A principios de los 70, su estrella empezó a brillar. Su hermano Enrique dejó la alcaldía de
Ciudad Victoria para asumir la subsecretaría de Inspección y Ejecución Fiscal de la Secretaría
de Hacienda. Desde ahí, el ex alcalde instaló a cientos de tamaulipecos en cargos claves de la
administración federal. Jorge nunca aceptó incorporarse a la ventajosa cauda de amigos de su
hermano que se enriquecieron en las aduanas del país; pero habilidoso comerciante, se asoció
con el empresario judío Isaac Rabinovich Rosemberg y con León Weimberg y Blas Banda
para introducir al mercado fronterizo artículos gancho. Con las aduanas a su servicio, en pocos
meses Cárdenas González apareció como un próspero comerciante en la franja fronteriza,
desde Ciudad Juárez a Matamoros.
En Matamoros, al amparo de la capacidad empresarial de su socio y la actitud permisiva de
los administradores de la Aduana, instaló las tiendas Más Más Más, MYBSA, Coloso y Pollo
Frito Chuchos; en Valle Hermoso una tienda Más Más Más; en Río Bravo, dos tiendas Más
Más Más; en Reynosa una Más Más Más y una Coloso; en Díaz Ordaz una Más Más Más; en
51 Gonzalo Martínez Silva. Ambición. El popular. 1985. p. 3.
356
Miguel Alemán una Más Más Más; en Nuevo Laredo compró una plaza pública en donde
erigió una Más Más Más; en Piedras Negras una Más Más Más y en Ciudad Juárez otra Más
Más Más.52
En poco tiempo, Ravinobich y Jorge, compraron a los otros sus acciones y se quedaron al
frente del multimillonario negocio.
En 1971 aspiró a la presidencia municipal. El gobernador Manuel A. Ravizé le hizo creer que
tenía posibilidades. Pero no: el factor Agapito inclinó la balanza a favor de Sergio Martínez
Calderoni.
Con su hermano Enrique como candidato a gobernador, en 1974 también manifestó sus
aspiraciones para administrar la ciudad. Tampoco pudo llegar. El PRI postuló a Guillermo
Guajardo González. Para compensar su desdicha el gobernador, lo hizo Presidente de la Junta
Federal de Mejoras Materiales. Desde ese cargo realizó algunas obras de beneficio para los
matamorenses.
En 1977 de nueva cuenta buscó la alcaldía. Pero lo frenaron; entonces decidió apoyar a
Roberto Guerra Cárdenas. Al proceso de selección se le denominó Democracia Transparente.
Ni Jorge ni su candidato salieron a flote: el factor Agapito volvió a definir. Antonio Garza
Cavazos derrotó en una disputada convención a su más cercano oponente, Roberto Guerra
Cárdenas. Apenas 33 votos marcaron la diferencia. El experimentado líder obrero había
habilitado a decenas de delegados con la anuencia de los representantes del CEN del PRI.
En 1980, se le presentó la gran oportunidad. La sociedad matamorense demandó cambios
políticos y sociales. Los grupos políticos priístas estaban cansados del monopolio del poder
ejercido por Agapito y el gobernador Enrique Cárdenas decidió enfrentar al aspirante a
52 Ibid., p.7.
357
sucederlo, Emilio Martínez Manautou. La ciudadanía del puerto, aún no superaba el agravio
que le propinó la administración del doctor Cavazos con la brutal muerte de un joven
estudiante a manos de la policía preventiva.53 Este ingrediente se sumó a un escenario de
creciente malestar contra el alcalde y su protector Agapito.
Esta vez sí logró su viejo anhelo. En Enero de 1981, se convirtió en Presidente Municipal
avalado por un extenso movimiento popular.
Su ruptura con el PRI lo llevó a la alcaldía bajo las siglas de una alianza de partidos
opositores, sin embargo no cambió en lo fundamental, su forma de hacer política. Gobernó la
ciudad como una pequeña hacienda y en la administración se reeditaron los censurados vicios
del priísmo: corrupción, desdén a la ley y prepotencia.
Narró el periodista Gonzalo Martínez Silva:
“...un hijo de Jorge vendía los seguros de vida al personal asegurado (policías, bomberos)
ganándose medio millón de pesos por año y el propio Jorge vendía en casi un cuarto de millón
de pesos al mes, o más, el tiempo de la difusora”.54
En 1989, gobernado Tamaulipas por Américo Villarreal Guerra, repitió la hazaña. Se enfrentó
al candidato oficial y lo derrotó por amplio margen. Para estas fechas, ya evidenciaba una
acusada anemia política: sus principales colaboradores ya no estuvieron con él. Sólo lo
salvaría el descomunal apoyo de Enrique Cárdenas González, que en la capital del estado
actuó como un impresionante grupo de presión y la desastrosa candidatura del PRI que resultó
ineficiente para reagrupar a las elites matamorenses.
El periodista Jorge Fernández, al dejar Jorge Cárdenas la alcaldía para disputar la
gubernatura, con varias pinceladas describió al último de los caudillos contemporáneos: 53 María Guadalupe Oropeza Kérlegan. El despertar de un pueblo. Grafo Print Editores. S.A. 1985. p. 30. 54 Ambición..., Op. cit., p. 60.
358
“Jorge Cárdenas es todo un personaje de Macondo. Ha sido en dos oportunidades
presidente municipal de Matamoros y en el periodo intermedio entre ambas ganó la
elección como diputado federal por el distrito que tiene su cabecera en esa ciudad
fronteriza. En las tres ocasiones compitió con los colores del P ARM, pero fue militante
del PRI. Cárdenas González es un clásico cacique de la política premoderna. La suya es
una de las familias más poderosas de esa zona de la frontera que integra la búsqueda de
poder político (utilizando para ello las banderas del PRI y el PARM, ahora las del PRD y
PAN) con la realización de prósperos negocios”.55
-El mejor negocio de Jorge Cárdenas, no son sus tiendas ni sus radiodifusoras; el mejor
negocio de Jorge, es la política, -estableció el matamorense Víctor Manuel Márquez Gatica-.56
Los Guerra
Al quinto de los ocho hijos del matrimonio formado por Plácido Guerra Lerma y Eloísa
Cárdenas de Guerra le pusieron el nombre de Roberto. Desde la temprana edad de 13 años, su
padre le confió el manejo de 100 trabajadores que levantaban algodón en el rancho El
Tahuachal, lugar donde nació a las 22.30 horas del 24 de diciembre de 1919.
En ese lugar, sus padres, preocupados por la educación de sus hijos, crearon una escuela rural
donde la profesora Francisca Valdés se encargó de enseñarle las primeras letras y la
55 Nexos. Octubre de 1992. Número: 178. p. 67. 56 Entrevista con Víctor Manuel Márquez Gatica.
359
instrucción básica a los hermanos Guerra Cárdenas. Roberto continuó estudiando en las
escuelas Josefina Menchaca de Matamoros y en la Academia Militarizada Justo Sierra de
Monterrey, Nuevo León. Terminó un curso de Tenedor de Libros en la Academia La
Corregidora, para finalmente dedicarse a diversas actividades comerciales, educativas, sociales
y políticas.57
Fue un permanente impulsor de instituciones educativas y organizaciones altruistas. “Si es
para la educación yo le entro”, decía.58 Fue miembro del patronato que promovió y construyó
el Instituto Tecnológico Regional de Matamoros. Para iniciar todos los trámites y gestiones,
donó 25 mil pesos, ejemplo que cundió entre la sociedad matamorense que pronto se sumó a la
cruzada educativa.
En la biografía de Guerra Cárdenas escrita por su esposa Oralia Velasco, se hace mención de
su inclinación filantrópica. Recuerda, que el matamorense, presidió el patronato para comprar
la primera máquina para combatir incendios para los bomberos y posteriormente como
Presidente de la Cámara de Turismo inició la reconstrucción del museo Casa Mata. Al mismo
tiempo, comenta la señora Velasco, fue jefe de la Oficina Fiscal del Estado, durante el
gobierno de Praxedis Balboa en 1963. Apunta también, la amistad del filántropo y político,
con “el ex Presidente de la república Emilio Portes Gil y los ex gobernadores Norberto
Treviño Zapata y Enrique Cárdenas”.
El agricultor Roberto Guerra Cárdenas aspiró a la alcaldía desde mediados de los sesenta. Con
buenos contactos en el campo, tanto en la poderosa pequeña propiedad como en el sector
ejidal entró a la disputa política. Su influencia en el medio rural siempre fue consistente. El
trabajo que intentó realizar en organizaciones urbanas matamorenses resultó limitado; tenía un 57 Oralia Velasco de Guerra. Biografía de Roberto Guerra Cárdenas. Inédito. 58 Entrevista con Carlos Arturo Guerra Velasco, realizada por Mario Andrés Aquino López.
360
infranqueable obstáculo: el factor Agapito.
El dirigente obrero, se erigió como el principal veto de Guerra Cárdenas para su carrera en la
administración pública. Y no era un asunto personal. El enérgico liderazgo de González
Cavazos inhibió, y cuando fue necesario aplastó, toda fuerza que intentó expresarse en la
sociedad matamorense con independencia y rumbos autónomos.
En 1977 apoyado por Jorge Cárdenas y otros grupos sociales entró a la contienda interna por
la candidatura priísta a la presidencia municipal. Participaron, también, Jaime Villarreal y
Antonio Cavazos Garza, considerados personajes de gran ascendencia en la ciudadanía y el
priísmo matamorense. Cavazos Garza fue el candidato de la CTM y de Agapito.
La Convención partidista fue organizada por los enviados del CEN del PRI y contingentes
cetemistas. Con credenciales falsas, presuntos delegados al evento, que posteriormente fueron
identificados como obreros, definieron la contienda: Antonio Cavazos Garza 400 votos,
Roberto Guerra Cárdenas 367; los otros aspirantes obtuvieron un apoyo mínimo.
El 21 de noviembre de 1977, Guerra Cárdenas murió en un accidente de aviación. Su hijo
Jesús Roberto Guerra Velasco, heredó el capital político construido en varias décadas, en la
ciudad y el campo matamorenses.
La oportunidad de participar en Matamoros como grupo de gobierno, la recibieron los Guerra
Velasco con la estrepitosa ruptura de la columna vertebral del cetemismo, tras el choque con el
vigoroso jorgismo. La victoria política de Jorge Cárdenas sobre Francisco Covarrubias y su
principal apoyador, Agapito, liquidó el viejo veto del sector obrero contra los Guerra. En
1983, el doctor Emilio Martínez Manautou hizo candidato a la alcaldía a Jesús Roberto Guerra
Velasco. En 1984, después de un proceso electoral sin estridencias y llevando en el cabildo a
dos representantes del SJOI, tomó posesión como presidente municipal.
Luego de cumplir su papel de alcalde, Jesús Roberto, se dedicó de lleno a sus negocios; aún y
361
cuando no parece retirado de la política, el liderazgo de este grupo lo cumple Arturo Guerra
Velasco, quien ocupó la presidencia del PRI municipal en Matamoros.
Alcaldes de Matamoros
1955-1957
Augusto Cárdenas Montemayor. Nació en Matamoros. Su padre fue el influyente político
Jesús María Cárdenas, próspero comerciante que llegó a ser diputado y alcalde. Sirvió a la
marina norteamericana durante la guerra. Cuñado del doctor Emilio Martínez Manautou; su
hermana Leticia casó con el galeno. Emilio y Augusto se acercaron a la sombra de Norberto
Treviño Zapata en su primera incursión en política, como candidato a diputado federal por
Matamoros. El gastroenterólogo pronto los incorporó a su equipo de colaboradores. A Emilio
lo hizo su Secretario particular y a Augusto empezó a promoverlo con las fuerzas políticas
locales que languidecían entre un portesgilismo agónico y un alemanismo en retirada. Heredó
una inmensa fortuna de su exitoso padre, en propiedades urbanas y rurales. En su
Ayuntamiento tuvo como regidor a Antonio Ceballos, líder obrero de la industria aceitera.
Algunos de sus colaboradores en la administración, fueron incorporados luego al gobierno de
Norberto Treviño Zapata. Sin duda, formó parte importante del proyecto del ex diputado
federal y jefe del Control de la Cámara, para “crear una nueva clase política” y desplazar a los
grupos tradicionales que dominaron el escenario político hasta el gobierno de Horacio Terán
Zozaya. Tras abandonar la alcaldía, no volvió a ocupar ningún cargo político.
1958-1960
362
Miguel Treviño Emparam. Nació en Matamoros. Desde muy joven trabajó en la Comisión de
Irrigación; posteriormente, unió capitales con el de sus hermanos, puso en marcha una
algodonera y otros negocios con mucho éxito. Su base social estuvo en las organizaciones de
productores agrícolas. Su cercanía a Treviño Zapata fue indiscutiblemente reconocida por la
clase política matamorense. Como alcalde, nombró Jefe de la Policía a un conocido suyo:
Agapito González de la Sección 16 de la Industria Algodonera y Aceitera. Fue el inicio de la
carrera del cetemista: desde ese cargo, incrementó su poder político aplastando a sus enemigos
al interior de la CTM. El grupo de Ceballos fue maniatado por el de Agapito con la fuerza
pública.
Fiel representante de los grandes propietarios del campo, Treviño Emparam siempre contó
con el aplauso de las elites rurales. Dos veces fue diputado federal: en 1979 y en 1988.
1961-1962
Virgilio Garza Ruiz. Nació en Parás, Nuevo León. En sociedad con su hermano Jesús, tuvo un
notable éxito en el negocio de los restaurantes. El Drive Inn fue el más importante. También
comerció con vinos y licores. Tuvo, él y su familia, mucho consenso entre los comerciantes de
la ciudad. Treviño Zapata lo instaló, a sabiendas de que su administración sería sólo de dos
años, para empatar las elecciones locales con las estatales. Realizó una labor bonachona al
frente del Ayuntamiento.59
1963-1965
59 Entrevista con Juan Cruz Villarreal.
363
Isidro González Saldaña. Originario de Nuevo Laredo. Operó como Gerente de la
poderosísima Asociación Algodonera. Tuvo excelente relación con el cada día más vigoroso
líder de la CTM, Agapito González.
Personaje de estrecha amistad con Praxedis Balboa quien lo llevó a la alcaldía. Al concluir su
responsabilidad de alcalde, el gobernador Balboa lo llevó a la Tesorería General del Estado.
En su larga vida en la actividad administrativa, ocupó también la Administración de la
Aduana de Matamoros y la Oficina Fiscal de Nuevo Laredo.
1966-1968
Enrique Siller. Ingeniero agrónomo. Egresó de la escuela de Ciudad Juárez. Trabajó como
residente de la Secretaría de Recursos Hidráulicos y Gerente de la Junta de Agua y Drenaje.
Ganó la candidatura en el proceso que se conoció como Democracia Transparente. Con el
apoyo de los contingentes campesinos derrotó a su fuerte contendiente Benjamín López.
Mantuvo contactos con ex funcionarios del gobierno de Balboa. Rompió con el PRI y ha
disputado la alcaldía y la diputación federal con el amparo de siglas opositoras y la simpatía de
Jorge Cárdenas González y familia.
1969-1971
Oscar Guerra Elizondo. Nació en Matamoros. Ingeniero agrónomo. Egresó de la escuela de
Chapingo. Hizo una larga carrera en la Secretaría de Agricultura. Concluida su labor como
Presidente Municipal, se reintegró a su trabajo de agrónomo. La CTM gozó de envidiables
364
espacios políticos en su Ayuntamiento. La mayoría de los observadores de la administración
pública, califican de mediocre su desempeño como jefe de la comuna.
1972-1974
Sergio Martínez Calderoni. Nació en Matamoros. Contador Público. Se desempeñó como
prominente asesor de industrias maquiladoras; esa razón le permitió contar con el visto bueno
del entonces poderoso dirigente obrero, Agapito González. Desde Ciudad Victoria recibió el
nada despreciable apuntalamiento del Secretario General de Gobierno, Mario Garza Ramos y
el líder del Congreso Local, Manuel Garza González. Favoreció con infraestructura a sus
antiguos patrones: los inversionistas norteamericanos. Su buena relación con la CTM y los
empresarios, le permitió crear un clima de expansión en el proyecto de industrializar
Matamoros. Obtuvo importantes créditos de Banobras para facilitar el establecimiento de esas
factorías.
1975-1977
Guillermo Guajardo González. Nuevoleonés avecindado en Matamoros desde su juventud.
Agricultor y comerciante. Hombre muy cercano a Enrique Cárdenas González; primero, el
victorense lo ubicó en la Junta Federal de Mejoras Materiales y posteriormente en la alcaldía.
Durante el proceso de selección al interior del PRI, hubo manifestaciones de simpatía para
nominar candidato a Jorge Cárdenas González, entonces convencido militante tricolor.
1978-1980
365
Antonio Cavazos Garza. Médico. Nació en Matamoros. Hijo del Coronel Antonio Cavazos;
fue hijo de crianza de su tío, Antonio León, banquero y líder masón. En la Democracia
Transparente, ganó la candidatura a Roberto Guerra y a Jaime Villarreal, con el aplastante
patrocinio de los contingentes obreros de Agapito González. Es en esta administración donde
se inicia el deterioro del control cetemista en la política matamorense. Los diversos grupos
políticos al interior y al exterior del PRI orquestaron una estrategia hábil y eficaz y lograron
minar en mucho lo que dieron por llamar “el cacicazgo de Agapito”. Sectores empresariales,
agrupaciones de profesionistas y priístas críticos, se agruparon en una coalición anticetemista
que carcomió la estructura de poder del experimentado dirigente obrero. El detonante que
generó una de las explosiones sociales más memorables en la historia contemporánea de
Matamoros, fue el asesinato de un estudiante a manos de la policía preventiva. La sociedad
que visualizaba el poder municipal como una de las extensiones de Agapito, la tomó contra el
alcalde Cavazos Garza: incendió el Palacio Municipal. Aunque el jefe edilicio sorteó el
conflicto con cierta suerte, el cetemismo salió severamente desgastado y soportando el pesado
fardo del rencor social.
1981-1983
Jorge Cárdenas González. Comerciante. Nació en Ciudad Victoria. Junto con su hermano
Enrique, instaló en Matamoros una radiodifusora que logró buena aceptación en el área rural.
Fue cabeza de grupo de un club de victorenses en el cual participaron funcionarios aduanales,
magisteriales y burócratas. Al llegar a la gubernatura su hermano Enrique, un grupo de amigos
lo invitó a buscar la alcaldía; pero fue derrotado por Guajardo González y Cavazos Garza.
366
Capitalizó el deterioro de los órganos de control de Agapito, que había pasado por una crisis
severa a consecuencia del incendio del Palacio Municipal; aprovechó la irritación de los
grupos priístas que detestaron el monopolio del poder público ejercido por Agapito y sobre
todo, contó con la anuencia del gobernador Enrique Cárdenas que confrontó al candidato a la
gubernatura, Emilio Martínez Manautou, para romper con el PRI y lanzar su candidatura a la
Presidencia Municipal bajo una alianza de partidos: PARM, PPS, PST, PCM. Enrique
Cárdenas y Jorge, enfrentaron así al candidato a gobernador y a Francisco Covarrubias,
candidato a alcalde. El priísta apoyado en lo fundamental por el sector obrero y su eterno
dirigente: Agapito González; el opositor, impulsado por el gobernador y los nuevos actores
sociales que intentabaron desplazar al cetemismo de las decisiones del poder público en el
municipio. Covarrubias resultó un candidato fácil para el opositor; se explotó al máximo la
ingerencia de “el cacique” de la CTM y de Matamoros para debilitar la campaña de Francisco.
A la vez, la propaganda de la alianza de partidos, explotó sobremanera la presencia de los
hijos de Agapito en la planilla del PRI.
Aunado a todas esas circunstancias, un bien organizado operativo electoral que se implementó
desde Ciudad Victoria y la ciudad de México, auxilió en el triunfo a Jorge Cárdenas. Su
gestión resultó buena; hizo obras en apartadas colonias y comunidades rurales. El gobernador,
Emilio Martínez Manaoutou, lo trató como a todos sus alcaldes priístas; nunca tuvieron
diferencias significativas, ayuntamiento y gobierno del estado.
1984-1986
Jesús Roberto Guerra Velasco. Matamorense. Hijo de Roberto Guerra Cárdenas, destacado
priísta que varias ocasiones aspiró a la alcaldía. Llegó a la presidencia con la recomendación
367
del poderoso clan hidalguense: los Rojo Lugo. Gestionó algunas obras viales en la Federación.
Recibió un notable patrocinio del gobernador en el renglón de la obra pública. Al terminar su
responsabilidad al frente del ayuntamiento, se retiró a sus negocios particulares: dejó al frente
de su grupo político a su hermano, Carlos Arturo Guerra Velasco.
1987-1989
Fernando Montemayor. Matamorense. Perteneció a una de las familias más antiguas de
Matamoros. Fue nombrado por el Congreso del Estado como Presidente de un Concejo de
Administración Municipal, al anularse las elecciones constitucionales entre el priísta Jesús
Guillermo Villarreal y la parmista Sonia Martínez del Villar. Se desempeñó como
Administrador de la Aduana y público representante de Emilio Martínez Manautou en el
puerto fronterizo.
Ante la terquedad del candidato a la gubernatura de postular a Jesús Guillermo Villarreal, un
abogado cuya trayectoria social se redujo a su permanente asistencia a los encuentros de golf
en la vecina ciudad de Brownsville, las fuerzas políticas, principalmente el jorgismo que se
manifestó como un verdadero fenómeno social, se agruparon en torno a la candidatura de la
promotora cultural Martínez del Villar. Tras una disputada contienda electoral, que afirman los
observadores locales, ganó la parmista, se decidió anular las elecciones. Ante el complicado
escenario, Villarreal Guerra, sacrificó a su viejo amigo y nombró a un representante ajeno a las
dos fuerzas en pugna: un manautouista. Ya gobernador, Américo hizo Presidente del Supremo
Tribunal de Justicia a Jesús Guillermo Villarreal, uno de los abogados más anodinos que
hayan ocupado ese honorable cargo. El gobierno de Montemayor fue ponderado y cauto,
sabedor del turbulento suelo que pisaba.
368
Nuevo Laredo
La cabecera municipal se localiza entre los 27° 49' latitud Norte y 99° 30' longitud Oeste. El
municipio está situado al extremo Noroeste del estado de Tamaulipas. Limita al Norte con los
Estados Unidos de Norteamérica y con el estado de Nuevo León; y al Sur y al Oeste con el
mismo estado y el municipio de Guerrero y al Oeste nuevamente con los Estados Unidos de
Norteamérica. Su extensión territorial es de 1, 665.5 kilómetros cuadrados. Está integrado por
80 localidades, siendo la más importante la cabecera municipal.
El río Bravo sirve de límite divisorio con los Estados Unidos. Su clima se caracteriza por ser
el más seco y extremoso del estado, con oscilaciones en la temperatura que varían desde los
14° C., bajo cero en invierno, hasta los 40° C., en verano. Su precipitación pluvial media anual
es de 472. 5 milímetros cúbicos.
Situado en el extremo noroeste del estado, Nuevo Laredo tiene una población dedicada
principalmente a las actividades terciarias, ya que es el puente terrestre por el que ingresan y
salen el mayor número de mercaderías en el país. Tiene una gran población de trabajadores
dedicados al comercio, a servicios sociales, gestorías y tramitación aduanal ya la industria
maquiladora.
Actividades menos relevantes son la agricultura y la ganadería.60
Sus tendencias demográficas son:
1960 1970 1980 1990
96, 043 151, 253 203, 286 219, 468
60 Anuario..., Op. cit., Tamaulipas X.... Op. cit., Los municipios.. Op. cit. y Plan Municipal de Desarrollo 1993-1995.
369
Los hombres del poder
“Nuevo Laredo es el puerto fronterizo más importante de México y Latinoamérica. Las
razones:
“Las grandes empresas estadounidenses, de Chicago, Dallas y Houston, están instaladas
en una franja que converge en Nuevo Laredo; por eso han elegido esta aduana para
mandar al mercado latinoamericano sus productos.
“Por su parte los industriales mexicanos, de Monterrey, Nuevo León y Jalisco importan
y exportan su producción por ésta ciudad porque es la salida natural de sus mercancías
para el mercado norteamericano.”61
La historia, la economía y la política, están inevitablemente cinceladas por esa circunstancia.
El descomunal movimiento aduanero, que derrama miles y miles de dólares en el puerto, se
constituyó en el pilar vertebral de la sociedad fronteriza en esa región tamaulipeca. La
condición de puerta hacia los mercados norteamericanos, movilizó otras áreas de la economía;
una de ellas, la industria maquiladora que en los años setentas se transformó en polo de
atracción para miles de obreros.
Los trámites de importación y exportación que deben realizarse ante las autoridades de la
aduana, ocupan a miles de trabajadores y dan vida a cientos de agencias aduanales. Estos
prestadores de servicios, intermediarios entre exportadores e importadores, se transformaron,
61 Entrevista con Bruno Álvarez Valdés.
370
debido a la descomunal ganancia dejada por el tráfico aduanero, en vigorosos grupos
económicos. Ser poseedor de una Agencia Aduanal representa el paso automático a las elites
locales.
En los años setenta Nuevo Laredo se vio inundado de inversionistas norteamericanos.
Trajeron dólares y la intención de convertir la ciudad en un emporio maquilador. Consideraron
las siguientes ventajas:
1) Significaba reducción de costos, en particular, en lo referente a mano de
obra.
2) La posibilidad para las firmas extranjeras de ser propietarias del 100 por ciento de la
planta, lo cual no siempre es posible en México;
3) La proximidad con los Estados Unidos, que permite:
a) tener bajos costos de comunicación y transporte,
b) que los administradores y personal técnico puedan vivir en Estados Unidos,
c) menor tiempo perdido para llevar a cabo reparaciones y elaborar nuevos productos, y
mayor control sobre las actividades diarias.62
El boom maquilador lo capitalizó política y gremialmente la CTM. Disputó y obtuvo el
control sindical de los trabajadores que por miles se incorporaron a la novedosa fuente de
empleo. El liderazgo del movimiento obrero, recayó en el profesor Pedro Pérez Ibarra; un
astuto dirigente de los trabajadores aduanales que desde 1958, ante los espacios que Treviño
Zapata abrió para la expresión de los nuevos cuadros políticos en Tamaulipas, se levantó
62 Bernardo González-Aréchiga y Rocío Barajas Escamilla. Compiladores. Las maquiladoras: ajuste estructural y desarrollo
regional. Colegio de la Frontera Norte-Fundación Fredrich Ebert. 1989. p. 107, 108.
371
como el indiscutible interlocutor de los obreros cetemistas con patrones y empresarios. A
tanto llegó su poder que desde la elección de 1957 operó como factor decisivo para llevar a la
alcaldía a Luís Treviño Peña, hasta 1973, en que una coalición de grupos de presión,
encabezada por Carlos Enrique Cantú Rosas, le arrebató la hegemonía en el Ayuntamiento
nuevolaredense.
El liderazgo de Pérez Ibarra imposibilitó el surgimiento de otros grupos de gobierno. Su
férreo control sindical, las alianzas y pactos que concretó con fuerzas estatales y nacionales,
dentro y fuera de la CTM, le permitieron convertirse en indiscutible intermediario entre la
sociedad de Nuevo Laredo, los gobiernos Estatal y Federal e inversionistas nacionales y
extranjeros. Los empresarios locales, comerciantes y agrupaciones de profesionistas, fueron
reducidos a organizaciones pequeñas de escasa movilización y presencia precaria en la
dinámica política municipal.
Esta marginación de los procesos políticos -el dirigente obrero controló el PRI municipal-
generó cansancio entre amplios sectores de la sociedad que al mismo tiempo calificaron de
insoportables las condiciones del cetemista que manejó el destino económico, político y social
de Nuevo Laredo como una aldea de su propiedad. En 1972, hicieron crisis los métodos de
control de Pérez Ibarra: un grupo de priístas rompió con el institucional y fundaron, para
disputar el poder, el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana. A la cabeza de ellos, se
puso un joven que había sido fiel militante del PRI y Secretario particular del empresario
priísta Ruperto Villarreal: Carlos Enrique Cantú Rosas.
De esa forma, la sociedad nuevolaredense, de 1958 a 1987 ha visto accionar a dos grupos de
gobierno: el capitaneado por Pedro Pérez Ibarra cuya base social ha sido la CTM y el
comandado por Carlos Enrique Cantú Rosas que hizo del PARM la estructura política que le
dio sustento.
372
La CTM y Pedro Pérez Ibarra63
Pedro Pérez Ibarra nació en Nuevo Laredo el 16 de noviembre de 1919. Hijo de Pedro
Pérez Hinojosa de 48 años de edad, empleado del Resguardo Aduanal y originario de
Lampazos, Nuevo León, así como de Francisca Ibarra de 40 años, originaria de ciudad
Guerrero.
Estudió primaria de 1925 a 1930 y desde este último año a 1933 la secundaria. Sus
estudios de profesorado los hizo en la Escuela Normal Miguel F. Martínez de
Monterrey, Nuevo León de 1933 a 1935.
El poder político y laboral de Pedro Pérez Ibarra fue único en Nuevo Laredo por las
diversas facetas en que se manifestó, aunque sin duda alguna, era el vivo ejemplo que
desde tiempos atrás Fidel Velázquez había impuesto para mantener un férreo liderazgo
sindical con el apoyo firme y decisivo de los trabajadores.
Hábil, oportuno, despiadado, afable, intimidante, sutil y por todo ello, temido y
respetado, Pérez Ibarra manejó toda una composición de expresiones y situaciones que
lo hicieron ganar, no únicamente un aprecio general de sus representados, sino una
idolatría sin par; era el caudillo que lo podía todo y que en nada se equivocaba.
El fenómeno de ese poder nunca traspasó la frontera porque Pedro Pérez Ibarra
respetaba otros linderos y poderes en manos de sus camaradas dispuestos a defender el
paralelo que los dividía en el estado, por eso cuando unos agentes de la Secretaría de
Gobernación le preguntaron, a raíz de ser nominado candidato del PRI a la diputación
63 Genaro González Gaucín. Biografía de Pedro Pérez Ibarra. Inédito.
373
federal por el primer distrito electoral de Tamaulipas, si tenía un apodo, el dirigente
obrero respondió con ese sarcasmo que le era característico: “Pues aquí mis enemigos
me dicen cacique, pues pónganle así”.
Pedro Pérez Ibarra comenzó a destacar en la Federación de Trabajadores de Nuevo
Laredo desde 1956 en que fue designado Secretario General, siendo a la vez Vocal
obrero en el Comité municipal del Partido Revolucionario Institucional, cargo que
ostentó hasta 1983.
Fue igualmente representante obrero en el comité directivo del PRI de 1979 a 1983. En
1978 fue electo Secretario General de la Federación de Trabajadores de Tamaulipas y
permaneció en el mismo hasta 1984 año en que lo relevó Diego Navarro Rodríguez.
Por cuestiones de divisiones compartió el poder de la FTNL con Mariano Zapata de
1961 a 1963, pero a partir de 1964, en que fue designado Vocal consultivo en la
delegación regional del IMSS hasta 1992, dirigió la federación sin alteraciones
sindicales.
En puestos públicos, fue regidor durante la administración municipal del editor de El
Diario Ruperto Villarreal Montemayor en el trienio 1966-1968. En la legislatura XLVII
local fue diputado por el XI distrito de 1969-1971. Diputado federal a la LI legislatura
de 1979-1982. Volvió a la legislatura local LII en el periodo 1984-1986.
Aspiró a la presidencia municipal en 1971, 1986 y en 1989 de no haber sido por los
acontecimientos de 29 de noviembre de 1992 (el incendio del puente internacional Y la
destrucción de las oficinas de la SHCP), Pedro Pérez Ibarra seguiría en estos momentos
al frente de la FTNL.
374
Su poder político64
Encumbrado Pedro Pérez Ibarra en la FTNL, el gobernador Norberto Treviño Zapata le
pidió apoyo para que el doctor Luís Treviño Peña sea respaldado para la presidencia
municipal y pese a que la mayoría de los priístas se inclinaba hacia Donaciano
Chavarría, PPI se la jugó con Treviño Peña. Tras un escandaloso fraude electoral, el
doctor llegó a la alcaldía a partir de 1958.
Luego Treviño Peña, presionado por el gobernador, trató de tumbar a los regidores que
PPI había impuesto en el Cabildo utilizando a los suplentes a medio año de su mandato,
pero PPI utilizando a los regidores, derrocó de la presidencia a Luís Treviño Peña.
Colocó en su lugar al regidor José López Serna hasta 1959. Eliud Aguirre Cavazos, otro
regidor terminó el periodo en 1960.
En el mismo 1960, los líderes José Ángel Salas, José Pérez Cardona y Manuel Ramos
de León, influyeron para que Pérez Ibarra apuntalara al mismo doctor Ismael Villarreal
Peña para la alcaldía por dos años solamente, esto, para que se emparejara el periodo con
el gobierno estatal, en el mandato de Norberto Treviño Zapata.
Ismael, por instrucciones del gobernador, le dio la pelea a PPI y logró dividir la FTNL
colocando a Mariano Zapata, pero al acercarse la sucesión de la presidencia municipal y
seguir los problemas sindicales, ya al frente de la administración de Ernesto Ferrara,
intervino el gobernador Praxedis Balboa Gojon con Fidel Velázquez y de esta manera el
líder obrero volvió a tomar el poder en 1964, el cual no soltó hasta que huyó del país en
1992.
64 Ibid.
375
En 1965 el poder de PPI se cimentó y fue factor decisivo para que el editor Ruperto
Villarreal llegara a la presidencia municipal no sin antes ser designado regidor y obtener
algunos puestos en la administración.
Con la designación de Francisco Garza Gutiérrez para presidente municipal en 1968,
PPI no tuvo problemas y controló los mejores puestos en el Ayuntamiento. Lo mismo
ocurrió con el profesor Abdón Rodríguez Sánchez de 1972 a 1974.
En 1973, cuando ganó las elecciones el parmista Carlos Enrique Cantú Rosas, en parte
propiciado por la marginación al líder cetemista del proceso político, el dirigente
opositor derrotó al líder nacional del magisterio Eloy Benavides.
En 1974, Cárdenas González impuso a su compadre el radiodifusor Francisco Javier
Cortés Delgado y Pérez Ibarra se hizo a un lado en los comicios, lo cual originó la
derrota del candidato oficial.
En 1977, el gobernador Enrique Cárdenas González hizo las paces con el dirigente
obrero y le dio vía libre para escoger al candidato mediante la burla de “una democracia
transparente” y seleccionó astutamente al restaurantero Héctor Canales Escamilla que
ganó las elecciones al comerciante Lauro Longoria que participó bajo las siglas del
PARM.
En 1979, Pedro Pérez Ibarra convenció al agente aduanal Leopoldo Garza Benavides
para que fuera el candidato del PRI a la presidencia municipal, pero éste no aceptó la
imposición del Cabildo y rechazó la nominación. Entonces PPI seleccionó a su
compadre Jesús Cárdenas Duarte quien gobernó el municipio de 1980 a 1983.
Nuevamente en 1983 Pérez Ibarra fue autorizado por el gobernador Emilio Martínez
Manautou para que escoger candidato y se inclinó por el licenciado Ricardo de Hoyos
Arizpe, quien durante tres años de mandato procuró la destitución del líder de la FTNL,
376
inclusive fue acusado de quemarle la casa y el periódico ¡Laredo Ahora! propiedad de
sus hijos Pedro Francisco y Fidel Pérez Vázquez.
En 1986 se candidateó, junto con el profesor Arnulfo Rodríguez Treviño y Heberto
Villarreal Guerra para darle la pelea al gobernador Américo Villarreal Guerra que
deseaba imponer a Isidro González Saldaña. Villarreal Guerra cedió a la presión y fue
Heberto el seleccionado, aunque sujeto a las directrices del líder obrero.
En 1989 decidido a retirarse de la FTNL, Pedro Pérez Ibarra pretendió cumplir su más
caro anhelo: ser presidente municipal. Para esto participó en unas elecciones internas del
PRI denominada “consulta a la base” siendo su principal opositor el agente aduanal
Héctor Fulgencio Bolaños Calzado, pero se retiró a mitad de las elecciones alegando un
fraude. Para contentarlo, Américo Villarreal Guerra le dio a escoger entre Arturo Cortés
Villada, Horacio Garza Garza y Ramón Barrios, eligiendo por el primero.
Cortés Villada se enemistó con PPI a mediados del primer año de gobierno y a partir de
esa fecha, hasta el mandato del veracruzano, sus peleas fueron constantes al grado de
que trató de desbaratar el PRI colocando en la presidencia del Comité municipal y los
tres sectores a sus más allegados. Esta acción no prosperó, pero le sirvió de presión para
la siguiente nominación.
En 1992 Pedro Pérez Ibarra se inclinaba en favor de Daniel Covarrubias Ramos para la
presidencia municipal, pero un diálogo con el candidato a la gubernatura Manuel
Cavazos Lerma, lo hizo apoyar a Horacio Garza Garza, a quien no llega a tratar como
alcalde debido a que en 1993 tuvo que huir a Laredo, Texas al ser acusado por la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público de incitar una manifestación para destruir las
instalaciones de los dos puentes internacionales.
A la fecha, (mayo de 1995) Pedro Pérez Ibarra permanece en el auto exilio sin que la
377
promesa de Fidel Velázquez, en el sentido de apoyarlo para que retornara, se haya
cumplido por el contrario, ordenó nuevas elecciones en 1994 en la FTNL siendo electo
el gastronómico José María Morales Domínguez.
Tanto políticos, como cetemistas ya no se acuerdan del dirigente obrero, quien por
espacio de 35 años manejó el poder en Nuevo Laredo, vaya, ni tan siquiera los que se
dijeron amigos y usufructuaron puestos para enriquecerse de manera abyecta y
descarada bajo su sombra protectora que los amparó y en cierto grado los hizo
prepotentes, influyentes y abusivos.
Carlos Enrique Cantú Rosas
Es abogado. Estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
En esta escuela fue presidente de la sociedad de alumnos, en virtud de su notable oratoria.
Militó en el Partido Revolucionario Institucional. Ocupó e liderazgo de los jóvenes tricolores
y avanzó en la política de la ciudad, con le protección de Ruperto Villarreal, empresario y
editor de la localidad, quien le hizo su Secretario particular.65
Durante años intentó ser tomado en cuenta por el PRI. Tanto en los cargos de dirección
partidistas como candidaturas al Cabildo. Nunca pudo. La permeabilidad política de la
sociedad nuevolaredense la tasaba un hombre poderoso, serio, hosco, de marcados rasgos
orientales: Pedro Pérez Ibarra.
En 1973 decidió abandonar el PRI. Ingresó y organizó el Partido Auténtico de la Revolución
Mexicana. De verbo fácil, habilidoso, de discurso didáctico agrupa gran parte de la sociedad y
65 Entrevista con Bruno Álvarez Valdés.
378
a la mayoría de los grupos políticos que marginados por el factor Pérez Ibarra, pugnaron por
espacios de expresión propios. Profesionistas, obreros disidentes, hombres de izquierda que
no tenían opción política legal para la participación, empresarios y editores, oxigenaron,
financiaron y acrecentaron el extenso movimiento social amparado en el PARM y
capitaneado por el impetuoso Carlos Enrique Cantú Rosas.
“Se sabía que era un hombre que había salido del PRI, por no soportar el cacicazgo ejercido
por el profesor Pedro Pérez Ibarra, que era quien dirigía los destinos de la ciudad”.66
Tantas esperanzas levantaron el movimiento de Cantú Rosas y el partido de la casita blanca
entre las agobiadas fuerzas sociales del municipio, que decidieron enfrentar al PRI y a su
candidato a la diputación federal, Eloy Benavides Salinas dirigente nacional del SNTE. Fue
tanta la avidez de protagonismo de los diversos factores políticos locales, que aliados con el
parmista propinaron un severo golpe al priísmo y al magisterio nacional, que había hecho de
Nuevo Laredo su santuario de diputados federales: ganó Carlos Enrique Cantú Rosas y el
PARM, la elección.
El triunfo, hizo crecer a las soslayadas corrientes políticas locales y su nuevo representante.
Con la misma carta, los emergentes actores sociales nuevolaredenses, y con nuevos bríos,
decidieron acosar a su presa mayor: el sindicalismo organizado en la CTM y su hombre fuerte:
Pedro Pérez Ibarra.
Diputado federal, Carlos Enrique Cantú Rosas desplegó a plenitud todas sus facultades de
político. Agrandó su partido. Fortaleció las alianzas entre las elites encapsuladas por la
impermeable membrana cetemista. Promovió cuadros políticos y creció su poder de
convocatoria en la frontera tamaulipeca donde los priístas desesperados acogieron con júbilo
66 Bruno Álvarez Valdés. Mi Verdad. Inédito.
379
una organización política, como el PARM, que les permitió disentir dentro “de las
instituciones”.
Convertido en un líder carismático por sus acciones y por lo medios, que contemplaban su
agigantamiento político como el desplazamiento de las esferas de poder del dirigente
cetemista, en 1974 dejó la diputación y se convirtió en candidato del PARM a la alcaldía. La
coyuntura era del todo favorable para el opositor: el PRI lanzó como candidato a la
presidencia al empresario radiodifusor Francisco Javier Cortés Delgado, a quien describió
Carlos F. Salinas como “anodino e inexperto”.67
Esta primera victoria del parmismo y de Cantú Rosas en la disputa por el poder municipal no
significó del todo una derrota para el profesor Pedro Pérez Ibarra. El aspirante institucional,
Cortés Delgado, había sido impuesto desde Ciudad Victoria: el candidato a gobernador,
Enrique Cárdenas González, hizo valer su autoridad, y su compadrazgo, desdeñado las
recomendaciones de Pérez Ibarra. La CTM enfadada por la enérgica decisión, se atrincheró y
no participó con toda su maquinaria en el proceso electoral. Resultado: el candidato de
Enrique Cárdenas González mordió el polvo ante la estridente campaña que instrumentó
Cantú Rosas en alianza con Ruperto Villarreal, propietario de El Diario y Ninfa Deándar,
propietaria de El Mañana.
El revés, si bien no golpeó la estructura perezibarrista que se sentó en la puerta de su
sindicalismo a ver pasar el fiambre de Cortés Delgado, la debilitó y erosionó. Los numerosos
grupos de presión y el parmismo que los cohesionó en tomo a Cantú Rosas, por primera vez
desde 1958, centrifugó a la CTM ya su líder como elementos decisivos en la lucha por el
poder municipal.
67 La Esquina..., Op. cit. p. 29.
380
Convertido el PARM tamaulipeco en el baluarte de esa organización en el país, de la
votación nacional que capturó en sus mejores tiempos casi del 60 por ciento provino de
Tamaulipas, principalmente de la frontera, el Chale Boy, como se le conoció al dirigente
opositor brincó al escenario nacional.
Luego de ocupar algunas comisiones en el CEN fue electo presidente del partido.
Sin capacidad para vertebrar todos los grupos sociales y la inagotable energía que éstos
dirigieron contra Pérez Ibarra, degeneró en un movimiento con marcadas deficiencias
organizativas y estratégicas que lo eligió como su caudillo. Guardando las proporciones, por
los diferentes entornos y condiciones, Carlos Enrique Cantú Rosas y su lucha, al fin de
orígenes priístas tuvo paralelismos con el esfuerzo social que capitalizó Jorge Cárdenas
González en Matamoros. Ambos encabezaron la rebelión del priísmo inconforme. Dirigieron
la nueva coalición que excitó a miles de tamaulipecos. Gobernaron a su modo, pero sin
diferencias con administraciones tricolores. Se transformaron de líderes, en caudillos y los
rebasó la coyuntura. Su apuesta al carisma, al caudillaje, antes que a la organización cívica y
política, en poco tiempo les quitó su ropaje de héroes: se esfumaron los consensos y se
expandió la indiferencia ciudadana.
Lo transitorio del fenómeno parmista tiene su explicación en el deficiente proyecto político
que lo sostuvo. Ni Carlos Enrique Cantú Rosas, ni sus más cercanos correligionarios tuvieron
la vista larga para proporcionar y proponer cambios estructurales en la sociedad
nuevolaredense. El PARM resultó una organización insuficiente para cumplir con las
expectativas de la nueva cultura política que los fronterizos demandaban.
Pérez Ibarra, lo mostró el masivo movimiento popular, tampoco pudo con su estructura,
satisfacer la exigencia ciudadana. Pero a diferencia de Carlos Enrique Cantú Rosas construyó
un tejido sindical que a más de 30 años de convertirse en factor político continúa
381
condicionando la vida, en muchas de sus facetas, del movimiento obrero de Nuevo Laredo.
Los alcaldes de Nuevo Laredo
1958-1960
Luís Treviño Peña. Médico. Alumno de Norberto Treviño Zapata. Dirigente del CDE del PRI.
Fue apoyado por el gastroenterólogo matamorense durante toda su carrera política. Fue parte
del proyecto del ex líder de la Cámara de Diputados, para crear en la entidad “una nueva clase
política”. Llegó a la alcaldía tras un proceso electoral turbulento. Los restos del portesgilismo
organizado, con los González Lugo a la cabeza, se opusieron con la candidatura de Donaciano
Echavarría. El día de los comicios hubo zafarranchos, violencia y un muerto. Resultó decisivo
para la victoria de Treviño Peña el apoyo de la CTM nuevolaredense y de Matamoros, que
soportaron el trabajo más duro en el descomunal fraude electoral para vencer a Donaciano y a
los restos del portesgilismo en la ciudad. La incapacidad política de Treviño Peña; el ambiente
de convulsión social nunca superado por las elecciones tan reñidas y la vista de águila de Pérez
Ibarra que percibió la coyuntura para emerger como factor de poder en Nuevo Laredo,
obligaron a Treviño Peña a pedir licencia del cargo. Lo suplió Eliud Aguirre Cavazos en 1959.
Fue en esta fecha, cuando el dirigente obrero Pérez Ibarra consolidó su poder.68
1961-1962
Ismael Villarreal Peña. Nació en Villa del Carmen, Nuevo León. Era un hombre con prestigio
68 Entrevista con Genaro González Gaucín.
382
social; bien visto por las elites locales. Perteneció a las familias más influyentes de Nuevo
Laredo. Fue un rehén de Pedro Pérez Ibarra. Con un poder en expansión el cetemista lo
maniató imponiéndole jefe de policía, regidores. Se le recuerda como un administrador, gris,
pero bien intencionado.
1963-1965
Ernesto Ferrara Ferrara. Nació el Lampazos, Nuevo León. De familia acomodada. La política
no fue su actividad principal. Su cercanía con el candidato Praxedis Balboa lo auxilió para
llegar a la presidencia municipal. El profesor Pedro Pérez Ibarra no le mostró simpatía; pero lo
dejó gobernar al recibir espacios políticos y administrativos en otras áreas. Como alcalde hizo
un papel aceptable; sus nexos con los grupos de poder económico y el gobernador Balboa, le
ayudaron a ejercer el cargo sin mayores problemas.
1966-1968
Ruperto Villarreal Montemayor. Empresario. Nació en Sabinas Hidalgo, Nuevo León.
Propietario del periódico El Diario y la estación de radio, XEK. Recibió todo el apoyo de
Pedro Pérez Ibarra. Sus medios se distinguieron por una postura crítica contra el gobernador
Norberto Treviño Zapata. Desde su diario y la radiodifusora creó el clima de inestabilidad
apoyando a los portesgilistas para derrocar al alcalde Luís Treviño Peña, coincidiendo en
propósitos con Pérez Ibarra. En esta administración, el editor habilitó como su secretario
particular a un joven abogado, que posteriormente sería actor principal en innumerables
luchas electorales en Tamaulipas: Carlos Enrique Cantú Rosas. El líder obrero, lo mantuvo
383
maniatado con la estrategia de siempre: le sembró a sus hombres en cargos claves del
Ayuntamiento.
1969-1971
Francisco Garza Gutiérrez. Nació en Parás, Nuevo León. Perteneció a las familias más
tradicionales de la ciudad. Se le consideró como un buen hombre. Su paso en la política fue
efímero. El dirigente obrero le impuso condiciones y dirigió su actividad política como
alcalde. Se le recuerda como un hombre de fácil manejo porque las decisiones de mayor
responsabilidad las tomaba el dirigente obrero.
1972-1974
Abdón Rodríguez Sánchez. Nació en el ejido Los Charcos, municipio de Villagrán,
Tamaulipas. Estudió en la escuela normal rural de Tamatán. Realizó una importante carrera
sindical. Ocupó algunas carteras en el Comité Ejecutivo de la Sección XXX del SNTE. El
apoyo de Eloy Benavides, líder nacional de los trabajadores de la Educación, resultó
definitivo para llevarlo a la alcaldía. Aún y cuando Pedro Pérez Ibarra trabajó como su aliado,
Benavides actuó como una fuerza suprarregional y sacó a su candidato sin problemas. El
representante de la CTM, como fue su costumbre, demandó posiciones en el Ayuntamiento y
brindó su beneplácito político por el profesor. Es en esta coyuntura cuando el joven priísta,
Carlos Enrique Cantú Rosas, rompió con su partido y se marchó a la oposición. “Primero hay
que ir a la primaria, a la secundaria y a la normal; luego ser de la sección XXX y finalmente
384
ser apoyado por Pérez Ibarra, para ser candidato a la alcaldía”, sentenció al dejar el tricolor.69
1975-1977
Carlos Enrique Cantú Rosas. Abogado. Nació en el Distrito Federal. Se instaló en la alcaldía
contra la decisión de Pedro Pérez Ibarra. Contendió a la presidencia bajo las siglas del Partido
Auténtico de la Revolución Mexicana. Fue apuntalado por empresarios, profesionistas y
grupos de poder contrarios al liderazgo de Pérez Ibarra. La editora Ninfa Deándar se adhirió a
la candidatura del dirigente opositor desde las páginas de su influyente diario. Derrotó al
candidato de Pérez Ibarra rompiendo con la hegemonía política del cetemismo en Nuevo
Laredo. Su administración se caracterizó por rasgos populistas. Creó un núcleo importante de
seguidores en toda la frontera tamaulipeca. Su administración no tuvo muchas diferencias con
las priístas; incluso instaló en la delegación de policía, a un victorense por recomendaciones
de funcionarios estatales.
1978-1980
Héctor Canales Escamilla. Empresario restaurantero. Propietario del México Típico. Parte de
una familia de empresarios, fue calificado como un ciudadano de bien. Recibió el apoyo
político y económico de todos sus familiares. Fungió como un administrador de Pérez Ibarra,
quien lo acorraló con su acostumbrada estrategia. A estas alturas, el líder obrero controlaba las
organizaciones políticas oficiales más importantes del municipio: CTM, CNC, CNOP.
69 Entrevista con Bruno Álvarez Valdés.
385
1981-1983
Jesús Cárdenas Duarte. Nació en Mazatlán, Sinaloa. Abogado. En un principio lo apuntaló
Pedro Pérez Ibarra; pero rompió con el líder obrero, lo que le acarreó un periodo de
inestabilidad. Se le recuerda como un alcalde con alta sensibilidad ante los problemas sociales
en el municipio. El cetemismo hostigó permanentemente su gestión.
1984-1986
Ricardo de Hoyos Arizpe. Nació en Matamoros, Coahuila. Abogado. Ocupó cargos en la
Secretaría de Gobernación. Primero llegó a la alcaldía con la absoluta bendición de Pérez
Ibarra; luego se distanció. Esto provocó un enfrentamiento entre Ayuntamiento y el líder de la
CTM que rebasó la esfera política: una turba, organizada por el alcalde y los grupos de poder
anticetemistas, incendió y lapidó el periódico ¡Laredo Ahora! y la residencia del dirigente
obrero.
1987-1989
Heberto Villarreal García. Nació en Villa del Carmen, Nuevo León. Empresario. Fue
postulado por las organizaciones de Pérez Ibarra. Trabajó en función de los intereses del
cetemista. Llegó bajo la sospecha de un descomunal fraude electoral. Los panistas Ignacio
Quiñones y Rafael Orozco Domínguez, candidatos a alcalde y a diputado, respectivamente,
lograron un consenso extenso en la ciudadanía. La poderosa CTM, sacó la victoria priísta a
386
viento y marea: el profesor Pedro Pérez Ibarra era candidato a diputado. El dirigente obrero,
cobró cara la factura a Villarreal García: colocó a sus hombres de confianza en puntos
estratégicos del Ayuntamiento.
1990-1992
Arturo Cortés Villada. Originario del Distrito Federal, pero con años de residir en Veracruz.
Amigo personal de Fernando Gutiérrez Barrios, quien fungió como Secretario de Gobernación
y desde donde lo impulsó en su carrera administrativa. Fue administrador de la aduana de
Nuevo Laredo, con lo cual hizo buenas relaciones con los organismos de la ciudad. Resultó un
tercero en discordia al confrontarse Pérez Ibarra y Héctor Bolaños en una consulta a la base.
Ganó Bolaños, con todo el apoyo de empresarios anticetemistas, pero el dirigente obrero
presionó y echó abajo su candidatura. Con ello, Cortés Villada llega sin problemas y con el
patrocinio de Gutiérrez Barrios. Pérez Ibarra lo dejó gobernar a cambio de prerrogativas
políticas para los suyos.
Río Bravo
Está situado en la parte Noreste del estado de Tamaulipas y forma parte del sistema regional
de la cuenca del río Bravo. Tiene una extensión territorial de 2, 140 kilómetros cuadrados. La
cabecera municipal se localiza a los 25° 59' de latitud Norte y a los 98° 06' de longitud Oeste;
el municipio está integrado por 115 localidades de las cuales la más importante es la ciudad de
Río Bravo. Otras de menor importancia son: Nuevo Progreso y Santa Apolonia.
Es uno de los municipios más jóvenes de Tamaulipas. Se fundó tomando terreno del
387
municipio de Reynosa. Esto fue el l de enero de 1962, en que por Decreto gubernamental se
erigió el municipio de Río Bravo.
Situado en la cuenca del río Bravo, su clima oscila entre menos 7° C., y 40° C., teniendo una
temperatura media anual de 22° C., y lluvias a fines verano.
Sus actividades principales son la agricultura (maíz y sorgo) y la ganadería (bovino, porcino
y caprino); así como la industria maquiladora, enfocada fundamentalmente a la fabricación de
ropa y calzado, aunque también se ensamblan productos automotrices. Actividades relevantes,
son el comercio y el turismo.70
Su crecimiento demográfico ha sido así:
1970 1980 1990 2000
71, 389 83, 522 94, 009
Los que deciden
Convertido en municipio tras el desprendimiento territorial, político y administrativo de
Reynosa, hasta hoy enseña rasgos de ese origen. Con unas fuerzas productivas primarias y
dependientes de los centros del poder de su vecino más influyente, el poder municipal se ha
disputado con escasos momentos de autonomía. Los sectores empresariales son inexistentes,
el movimiento obrero actúa con una gran inmadurez y muchas veces arrastrando una
concepción rural del quehacer sindical y los campesinos, sin capacidad de organización,
70 Anuario..., Op. cit., Tamaulipas XI... Op. cit., Los municipios..., Op. cit. y Plan Municipal de Desarrollo 1993-1995.
388
responden a la cultura de la línea sin replicar.
Para nadie es un secreto la notable presencia de los largos brazos de los grupos de presión
reynosenses en la vida política, social y económica de Río Bravo. Los Deándar y su diario El
Mañana; los Garza Cantú, el periódico La Prensa y sus potentes radiodifusoras, norman la
conducta política de los hombres públicos riobravenses.
Ese entorno de incipiente desarrollo económico y de inmadurez en el desarrollo de los
factores políticos, generó una clase política rústica, dependiente de las decisiones de la capital
del estado y Reynosa. Al mismo tiempo prohijó descomunales brotes de descontento cívico de
una sociedad que exigió cambios en los métodos políticos y de gobierno en función de los
intereses locales.
No es extraño, por ello, que en la sociedad riobravense se muevan escasos grupos de
gobierno. Existen y activan muchos y muy variados grupos de presión y de interés, e incluso
han llegado a conformar amplios bloques políticos coyunturales. Pero así como se unifican, se
evaporan ante la carencia de proyectos de largo plazo y la presencia de limitaciones orgánicas.
Sólo dos familias, y seguidores, han logrado mantener la cohesión y el permanente acecho a la
presidencia municipal: los Melhem Kuri y los Cárdenas Garza. Los demás han sido o
compañeros de viaje o socios en las aventuras electorales de estos representantes de la
sociedad política dominante.
Los Melhem Kuri
Llegaron a la región atraídos por la riqueza que trajo de la mano la bonanza algodonera. Su
padre, Moisés Melhem, de origen sirio libanés, llegó cargado de telas y zapatos que vendió a
los ejidatarios ávidos de gastar los puños de billetes que dejaban las transnacionales
389
norteamericanas por el pago de fibra.
Todos los hijos de don Moisés, heredaron sus dotes para el comercio. Guillermo, el mayor,
instaló al tiempo una exitosa zapatería y un monumental cine a donde acudían los campesinos
a extasiarse con las películas de El Santo. Moisés, impetuoso, que alguna vez incursionó en el
boxeo sin lograr una sola victoria pero que se ganó el aplauso del respetable por su tenacidad
para la derrota, puso a funcionar una zapatería con muy buena suerte. Zacarías, un destacado
comerciante que hizo de una concesión de Pemex su mejor negocio: se asegura que vende
litros de gasolina de 800 mililitros. Jesús, un rollizo riobravense que fuma incansablemente y
vende todo tipo de artículos y Alfredo, joven que emigró a la ciudad de Reynosa a continuar
con el oficio de la estirpe.
La gente del pueblo les dice los árabes. Como buenos comerciantes mantienen un sólido
control sobre las organizaciones del ramo. Moisés ha sido presidente de la Cámara Nacional
de Comercio de la ciudad y Zacarías también.
De todos los Melhem, únicamente Moisés, tomó el camino de la política. Él ha sido el
representante y líder de la familia y es sobre el cual han caído las responsabilidades
administrativas y políticas del grupo.
Mussi Melhem Kuri
Se llama Moisés pero sus amigos le dicen Mussi. Sus detractores le llaman El Árabe. Nació
el 12 de diciembre de 1943 en el poblado Anáhuac, Nuevo León71. Con escasas luces para el
estudio, apenas concluyó la carrera de Contador Privado en una academia de la localidad.
71 Ricardo Arroyo Rubio. Los trescientos y algunos más. Tomo II. Edición del autor. p. 132.
390
Desde muy temprana edad mostró sus inclinaciones por el comercio; al mismo tiempo se
acercó al PRI en donde lo remitieron a las filas juveniles de ese organismo. Casó con Rosario
Salinas Peña, hija de Santiago Salinas, prominente masón y primer Presidente de la Junta de
Administración Civil que precedió la emancipación de Río Bravo.
En los años setentas, los Melhem Kuri eran reconocidos como los comerciantes más
prósperos y pujantes del pueblo. Actuaron como líderes de opinión al interior del comercio
organizado. El matrimonio con la hija de Santiago Salinas, su paso por el priísmo juvenil y su
intensa actividad social, lo convirtieron precandidato natural a la alcaldía en 1974; promovido
por activos comerciantes, el nombre de Mussi sonó fuerte, pero el candidato a gobernador
Enrique Cárdenas González tuvo otros planes: el candidato a la alcaldía fue su amigo Gilberto
Silva Espinosa.
Su disciplina, lealtad y entrega a Cárdenas, le trajo beneficios tres años después: logró la
candidatura a la presidencia municipal.
Desde entonces, el gobernador lo incorporó a su equipo y Mussi actuó como su subordinado.
El agradecimiento de Melhem fue mucho: Cárdenas lo hizo alcalde mediante un gigantesco
fraude electoral a la vez que disipó la ingobernabilidad del municipio por la ira popular
desbordada, con la fuerza pública.
Mussi es considerado actualmente, como un político pragmático, que actúa en razón de sus
intereses familiares más inmediatos. Se presume ser gente de Cárdenas González y
abiertamente expuso su militancia y simpatía por Manuel Garza González en la sucesión del
doctor Emilio Martínez Manautou. Promovió la candidatura de Manuel Cavazos Lerma para
la gubernatura y sugirió votar por su oponente Jorge Cárdenas González. Pocos riobravenses
confían en sus pactos.
391
Los Cárdenas Garza
Esta familia tomó asiento en la región convocada por el llamado del boom algodonero. Don
Antonio Cárdenas fue comerciante toda su vida; sus hijos Jorge y Homero tuvieron
inclinaciones políticas. El primero ocupó algunos cargos administrativos en el gobierno estatal
y municipal; fungió como Delegado de Tránsito en Reynosa y Administrador de la Comisión
de Agua Potable y Alcantarillado en Río Bravo. El segundo estudió Ciencias Políticas en la
Universidad Autónoma de Nuevo León y luego se incorporó a la política en áreas
administrativas en el Distrito Federal.
Otro miembro del grupo familiar es Luís, quien ha ocupado diversos puestos administrativos
en dependencias federales.
En 1989, Jorge Cárdenas Garza logró la candidatura a la alcaldía. Llegó a la presidencia
municipal, con todo el apoyo de su hermano Homero, quien convertido en líder del grupo,
estaba en el mejor momento de su carrera política, al lado de Emilio Gamboa Patrón.
Los Cárdenas Garza han actuado como un poderoso grupo suprarregional. Es decir, a pesar
de carecer de una sólida base social local, son capaces de disputar el poder en función a su
capacidad de aliarse con fuerzas regionales por sus nexos con los factores nacionales.
Hornero, desde sus posiciones privilegiadas en la ciudad de México, ha logrado importantes
espacios para él y los suyos en diferentes áreas de la administración pública municipal y
estatal.
Homero Cárdenas Garza
Nació en la ciudad de Río Bravo. Hizo sus estudios primarios y secundarios en su ciudad
392
natal. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Desarrolló diversas actividades políticas en su época de estudiante. Tras concluir sus estudios
universitarios partió a la ciudad de México; aquí, se incorporó a la administración pública. Su
habilidad como político, lo llevó a operar como secretario privado del poderoso Secretario del
presidente Miguel de la Madrid Hurtado: Emilio Gamboa Patrón. El yucateco fue la sombra
protectora de Cárdenas Garza, durante toda su carrera política-administrativa. El momento
político de mayor vigor de los Cárdenas Garza, es justamente el periodo de mayor poder de
Gamboa Patrón.
Como alcalde, Jorge Cárdenas logró aglutinar a un importante grupo de políticos y líderes
sociales; pero todos reaccionan ante el liderazgo que ejerce Hornero desde la ciudad de
México.
Los alcaldes de Río Bravo
1962
Santiago Salinas González. Fue Presidente de la Junta de Administración Civil que se erigió
como el gobierno inicial del municipio y órgano administrativo de transición, de poblado a
municipio. Originalmente, el Procurador de Justicia Mario Garza Ramos ofreció el cargo al
licenciado Francisco Barrera, quien declinó y recomendó a Salinas Peña, un comerciante que
figuraba en el poblado como un masón militante. La larga lucha de emancipación de los
riobravenses, la habían encabezado hombres como Jorge Espino, Juan José Varela, Horacio
Sierra Garza, Juan López Álvarez, Edilio Hinojosa y Severiano Ponce. Salinas González poco
figuró en ese movimiento cívico. Pero su influencia en la familia masónica le permitió contar
con el suficiente capital político para ser instalado en el primer gobierno constituido en el
393
municipio.72
1963-1965
Pedro Martínez Vega. Primer presidente Constitucional de Río Bravo. Fue Jefe de la Oficina
Federal de Hacienda. Era originario de Pachuca, Hidalgo. Llegó a la región procedente de
Anáhuac, Nuevo León, en donde fungió como titular de la oficina federal de hacienda. Amigo
personal de Alfonso Martínez Domínguez logró la candidatura contra la voluntad del
candidato a gobernador, Praxedis Balboa Gojon, quien apoyó a Eduardo Reina Creado.
La candidatura se definió en una asamblea de sectores. Al enterarse Martínez Domínguez del
intento de Balboa por golpear a Martínez Vega alertó: “Se retira la CNOP de Tamaulipas”. El
político nuevoleonés, con su amigo, dobló las manos al candidato priísta a la gubernatura. Los
sectores nombraron candidato a Martínez Vega. Para compensar el descalabro a su
precandidato, Balboa hizo a Reina Creado, Agente del Ministerio Público en Reynosa. El
gusto le duró poco al alcalde. Balboa, tras dejarlo gobernar un año cinco meses, le inyectó
inestabilidad al municipio, aunado a los errores políticos del inexperto munícipe, que se aisló
de las fuerzas políticas locales. Desde la capital del estado, se le cocinó un cabildazo. El
gobernador, sin el contrapeso de Martínez Domínguez, derrocó al primer presidente
constitucional de Río Bravo, y comisionó a José Maria Chávez Cobos como alcalde. Sin pena
ni gloria el balboista administró la ciudad. Hoy, pocos recuerdan la administración de ese
advenedizo. En 1965 dejó la alcaldía.
72 Entrevista con Juan López Álvarez.
394
1966-1968
Gerardo Ballí González. Originario de los Herrera, Nuevo León. Agricultor en la región norte
del estado. Obtuvo la candidatura en un proceso de consulta interna del PRI. Contendió contra
el prestigiado doctor Armando Martínez García y el abogado Raúl Alberto Betancourt. Con el
apoyo de los grandes agricultores de Reynosa y Río Bravo y la bendición del gobernador
Praxedis Balboa, llegó a la candidatura y a la alcaldía. En la elección constitucional enfrentó
una oposición fuerte y organizada. El Frente Electoral del Pueblo, brazo político del Partido
Comunista Mexicano y de la entonces izquierdista, Central Campesina Independiente en
alianza con el P ARM, lanzaron la candidatura de Crispín Reyes Rodríguez. La lucha electoral
desarrollada por la izquierda riobravense logró movilizar a gruesos sectores de la sociedad.
Actas en manos de la CCI y el PCM muestran resultados en casillas rurales adversas a Ballí
González. El indiscriminado apoyo de Balboa para Ballí y la candidez en las justas electorales
de los comunistas permitieron tomar protesta al agricultor nuevoleonés.73
1969-1971
José María González Flores. Nació en Saltillo, Coahuila. Estudió agronomía en la
Universidad Antonio Narro. Se dedicó a la agricultura ya a la avicultura. Su experiencia
política se redujo a haber colaborado con Ricardo Zolezzi en su campaña para la presidencia
del Comité Nacional de Avicultores. No llegó el matamorense a dirigir a los avicultores del
país; pero siempre guardó gratitud a González Flores. Al llegar Ravizé a la candidatura del
73 Entrevista con Severiano Ponce Sandoval.
395
gobierno de Tamaulipas, Zolezzi recomendó a su amigo de andanzas. Así, el agricultor sin
militancia partidaria, sin consenso al interior de los incipientes grupos de poder riobravenses,
y sin credencial del PRI, llegó a la candidatura y a la presidencia municipal sin agobios ni
conflictos.74
1972-1974
Jaime Sánchez Bravo. Originario de Chihuahua. Su padre, Miguel Sánchez Saldaña, fue
amigo personal de Manuel A. Ravizé. Se desempeñó como auxiliar de Gerardo Ballí
González en el CDE del PRI. Fue Jefe de Tránsito en Río Bravo en la administración de José
María González Flores. Ocupó el liderazgo de la CNOP a nivel estatal. Es sobrino de Víctor
Bravo Aúja. Obtiene la candidatura sin problemas; con el apoyo de Ravizé gobernó el
municipio en medio de una armonía que sólo podían dar unas fuerzas políticas en estado
larvario. Su trabajo al frente del Ayuntamiento fue mediocre; poca gente lo recuerda como
alcalde o como político.
1975-1977
Gilberto Silva Espinosa. Agricultor; exdelegado del Poblado de Río Bravo. Con escasos
consensos sociales; ninguno de los sectores del PRI lo hacían en sus filas. Fue impuesto por el
entonces candidato a gobernador Enrique Cárdenas González. El priísmo riobravense se
escindió. Comerciantes, maestros, empresarios, obreros y campesinos, ante los métodos
74 Entrevista con Emilio Grimaldo.
396
unilaterales del partido y sus administradores, se marcharon al Partido Auténtico de la
Revolución Mexicana capitaneados por el comerciante priísta Edilio Hinojosa López. La
candidatura de Silva Espinosa generó el movimiento electoral rebelde más importante en la
historia del municipio. Tras un gigantesco fraude electoral y el uso de la violencia con la
fuerza pública, el protegido de Cárdenas González llegó a la alcaldía. Los riobravenses
recuerdan la administración de este alcalde como una de las más corruptas en la historia del
municipio.
1978-1989
Moisés Melhem Kuri. Comerciante. Fue apoyado por el comercio organizado que empezó a
surgir como grupo de presión y la masonería en donde su suegro, Santiago Salinas, realizó
labores de proselitismo. Era bien visto por el gobernador Cárdenas González por su
disciplina: tres años antes había permitido, aún y cuando era el candidato más sólido, el paso a
la candidatura de Silva Espinosa. Se instaló en la alcaldía tras una dura contienda con el
pueblo riobravense que reclamó fraude electoral. El ejército y la fuerza pública patrullaron la
ciudad. Luego de varias semanas de no poder entrar al palacio municipal tomado por los
parmistas opositores, Melhem Kuri con el impulso del gobernador Cárdenas González se
acomodó en la alcaldía. Todo el tiempo que duró despachando como presidente, lo hizo desde
una mueblería, facilitada por el empresario Noé Garza Martínez. Continuó con la corrupción
ejercida por Silva Espinosa institucionalizándola en el municipio.
1981-1983
397
Noé Garza Martínez. Empresario. Sin ejercicio político en el municipio, supo acercarse a
Bruno del Río en su paso como candidato a diputado federal por Río Bravo. Como
Secretario General de gobierno, el tampiqueño promovió la candidatura de Garza Martínez
a cambio de los favores prestados por comerciante riobravense en su jornada electoral.
Atrapó la postulación en una consulta interna del PRI. Venció a precandidatos tan fuertes
corno Bernardino Canchola, Carlos Fernández y Armando Martínez. La mano de Bruno del
Río fue definitiva. La CTM y la CNOP formaron un sólido bloque en la asamblea del
tricolor y sacaron con ciertos apuros la candidatura de Garza Martínez. Al año de ejercer
como alcalde, murió en un accidente; lo suplió el profesor Salomón Ibarra Aguillón, que ha
trascendido más por su modestia y honradez que por su habilidad política.
1984-1986
Bernardino Canchola Herrera. Ejidatario, originario de Guanajuato. Llegó a la región con
la ola cardenista que abrió tierras al cultivo y las entregó en ejidos. Militó en el grupo de
agraristas que dirigió Juan Báez Guerra. Fungió como líder de la CNC en el municipio. Su
candidatura se generó en la coyuntura de la lucha por el liderazgo nacional de la CNC, que
ganó el Tigre Hernández Posadas, con la adhesión de los agraristas tamaulipecos. En
reciprocidad, el dirigente campesino, instalado en la CNC, impuso su fuerza ante el
gobernador Emilio Martínez Manautou que cedió, y palomeó las aspiraciones del
guanajuatense avecindado en Río Bravo. El grupo de los Melhem Kuri apuntaló con fuerza
a Gerino Ramírez; pero la capacidad de propuesta de la CNC nacional era obviamente de
mayor peso.
398
1987-1989
Gerardo Cavazos Cárdenas. Agricultor. Su hermano Jesús mantuvo una cercanía
afortunada con Américo Villarreal Guerra, candidato a gobernador de Tamaulipas. No
contaba con carrera de partido; era productor agrícola y comprador de grano en la región.
Ganó la nominación en una consulta a la base en la cual hizo un despliegue aparatoso de
recursos. Derrotó a políticos tan destacados corno Arturo Serna Vigil, Mario Alejo Salinas
Peña y Adolfo Limas Sánchez, hombres de partido y trayectoria en actividades cívicas del
municipio. Con la indiscriminada entrega de credenciales del PRI por órdenes de Ernesto
Guajardo Maldonado, Presidente del CDE del PRI, los seguidores de Cavazos casi
reventaron las ánforas el día de la elección. A falta de organización partidista, rentó los
servicios de una agrupación social denominada Renovación Riobravense, formada por
profesores, colonos y campesinos que le auxiliaron en la elección interna y constitucional.
Su visión primitiva del quehacer político le impidió cohesionar una corriente política en la
ciudad.
1990-1992
Jorge Cárdenas Garza. Nació en Río Bravo. Fue administrador de la Comisión de Agua y
Alcantarillado; Jefe de Tránsito Local en Río Bravo y Reynosa. Fue candidato del PRI a la
alcaldía por el notable apoyo de su hermano Homero Cárdenas, quien desde el despacho de
Emilio Gamboa Patrón, giró recomendaciones para los funcionarios del institucional en
399
Tamaulipas. El delegado General del Partido Ernesto Luque Feregrino, familiar de Gamboa
Patrón, no tuvo problemas para hacer triunfar su candidatura en la pugna interna del priísmo
riobravense. El golpe propinado por las decisiones de factores foráneos, dividió al tricolor: el
profesor Salomón Ibarra Aguillón, exalcalde priísta, aceptó la postulación por el Partido de la
Revolución Democrática. La oposición ejecutó una campaña intensa y efectiva; pero la
incapacidad de sus dirigentes para salir de las sombras y el descomunal impulso de las
corrientes nacionales y estatales a Cárdenas Garza, llevaron a la alcaldía al priísta. Desde la
presidencia municipal y con el consejo de Homero, el jefe edilicio logró agrupar a un buen
número de colaboradores que aún militan organizadamente en la política local.
Mante
Se localiza en la porción Sur del estado de Tamaulipas, en la cuenca del Guayalejo o Tamesí;
su extensión es de 1, 906. 43 kilómetros cuadrados. Colinda al Norte con los municipios de
Gómez Farías y Xicoténcatl; al Sur con el estado de San Luís Potosí; al Este con el municipio
de González y al Oeste con los de Ocampo y Antiguo Morelos.
Se encuentra localizado entre los paralelos 22° 21' y 22° 51' de latitud Norte y los meridianos
98° 31' y 99° 07' de longitud Oeste.
La región tiene un clima semiseco extremoso, con temperaturas mínimas de 0° C. y 26° C.,
en los meses de noviembre.
Atraviesa el municipio la carretera federal número 85 México-Nuevo Laredo y la carretera
número 80 que la conecta con el municipio de González; también cuenta con una aeropista.
La mayoría de la población está dedicada a actividades primarias, específicamente a la
400
agricultura y ganadería. En los linderos del municipio se encuentra el Ingenio Mante,
dedicado al procesamiento de caña. Otras actividades importantes son la manufactura y el
comercio.75
Sus tendencias de crecimiento demográfico son:
1960 1970 1980 1990 2000
44, 974 82, 387 106, 426 116, 174
Los afluentes políticos
La historia de Ciudad Mante está estrechamente vinculada a lo que es y ha sido su principal
motor económico: el Ingenio azucarero. Instalado con fuertes capitales del grupo callista en
los años 20 generó un impresionante desarrollo económico en la región. Obras de
infraestructura hidráulica de avanzada tecnología, personal altamente capacitado y sobre todo
fuertes inversiones del Estado, levantaron una red productiva generosa y de alta rentabilidad.
Su segunda etapa, está signada por la política cardenista que implementó una reforma agraria
a fondo y rompió con el callismo y sus proyectos político y económico: expropió a Calles y
socios el ingenio y lo entregó a los trabajadores. El más reciente periodo de la agroindustria
corresponde al salinismo: el liberalismo social trajo de la mano la privatización y realizó el
milagro de las viejas elites: el Ingenio regresó a uno de sus dueños originales: los Sáenz.
Esa dinámica de flujos y reflujos en las políticas nacionales, que han dado orientación a la
75 Anuario..., Op. cit., Tamaulipas Xl. .., Op. cit., Los municipios..., Op. cit., y Plan Municipal de Desarrollo1993-1995.
401
principal industria de la ciudad han cincelado la fisonomía del cuerpo social de la región y a la
vez, ha condicionado las conductas en las pugnas por el poder político en la región. En el
momento en que la empresa pasó a ser manejada virtualmente por la federación -los
administradores del ingenio, eran nombrados por el presidente de la república-, el
administrador de la factoría contó con una descomunal influencia social. Representante del
centro, se convirtió en el único interlocutor entre las fuerzas productivas locales y las
instituciones nacionales.
Dos personajes, ligados al ingenio, han sido los rectores políticos e ideológicos de la sociedad
política mantense: José Ch. Ramírez y Manuel Zorrilla Rivera.76 El primero implantado en la
región por el Presidente Miguel Alemán; el segundo un político de ideas marxistas ligado a
las corrientes cardenistas que aún se movían en el país. Ch. Ramírez era un chino, con
tendencias místicas y una crueldad que atemperaba con múltiples obras sociales; Zorrilla, un
apasionado de la lucha anticapitalista. Uno y otro con sus propios estilos hicieron, sin
eufemismos, escuela entre la clase política mantense. Ramírez, bajo la égida del alemanismo;
Zorrilla con el apoyo de las corrientes cardenistas que aún se movían en el país con la
protección de Lázaro Cárdenas.
Zorrilla consolidó su poder, ante los errores de Ch. Ramírez, quien se enfrentó al gobernador
Horacio Terán, patrocinó política y económicamente el movimiento cívico que intentó
derrocado. Norberto Treviño Zapata, con su sueño de construir una nueva estructura política
sin portesgilismos ni alemanismos, lo desdeñó negándole todo espacio de expresión para él y
sus correligionarios. Con la anuencia del Ejecutivo estatal, liquidado el grupo de Ramírez, el
Ingenio Mante en bonanza ante la ensanchada demanda mundial de azúcar y la capacidad
76 Entrevista con César Saavedra.
402
política del gerente de la factoría, se levantó como el factor preeminente en la vida social de
Mante.
Zorrilla dominó la escena social mantense seis años; el tiempo que duró como Gerente del
Ingenio. Llegado a la ciudad a fines de los cincuentas, salió ante la llegada a la Presidencia de
la República de Gustavo Díaz Ordaz. Al igual que Ch. Ramírez resultó una fuerza política de
implante en función de intereses nacionales. Con la desaparición o debilitamiento de éstos, se
derrumbaron como castillos de arena. Sin embargo, la clase política mantense, continúa hoy
con el rostro y perfil que esas figuras paternales les delinearon.
De esos troncos comunes, nacieron los grupos de gobierno que ahora disputan el
Ayuntamiento: Abelardo Osuna y seguidores conforman un bando; el otro, lo han organizado
César Saavedra y correligionarios. Por supuesto que existen otras fuerzas políticas que forman
parte de la dinámica social del pueblo; pero actúan más como grupos de presión y de interés o
como representantes de factores regionales, que como grupos organizados que en forma
sistemática participan en la disputa del poder público.
Los Osuna
Esta corriente nació en el gobierno de Manuel A. Ravizé. Y ha sido el elemento político
fundamental en la vida social de Mante, tras la derrota de las viejas elites representadas por
mantenses ligados orgánicamente al alemanismo y al eje portesgilista-cardenista. Ha ubicado
en la presidencia municipal a Abelardo Osuna Cobos, líder del grupo, Onésimo García
Osario, Ramiro Caballero, Enrique Cano González y a Florentino Sáenz Cobas. Algunos otros
alcaldes, como Roberto Cárdenas y el panista Ubaldo Guzmán Quintero, si bien no han sido
militantes del osunismo, fueron vistos con simpatía por éste.
403
Su influencia social es muy extensa. Los clubes son parte fundamental de su estructura.
También cuentan con muchos consensos entre segmentos influyentes del clero, los
empresarios y los comerciantes. Su participación en áreas vertebrales de la economía de la
región lo constituyó en un vector político de consultas obligadas. Pragmático, este bando
acepta militantes de todo estrato social o de diversa tendencia filosófica: coexisten al interior
tanto masones como Caballeros de Colón, encumbrados empresarios y sus empleados.
Disputan el poder desde el PRI o contra el PRI.
Abelardo Osuna Cobos
Nació en Ciudad Mante. Su influyente abuelo fue el general Gregorio Osuna. Estudió
Administración de Empresas en el Tecnológico de Monterrey e hizo estudios de
administración en colegios estadounidenses. Muy joven heredó, a la muerte de su padre, una
modesta línea de camiones de autotransporte que transforma, desde el poder, en un emporio.
Su empresa tuvo varios nombres: los Galgos del Bernal; Transportes Unidos Mante-
Xicotencátl; Transportes el Vencedor y Autotransportes Mante. Se le reconoce su habilidad
para los negocios. Actualmente es propietario de predios agrícolas en los cuales se produce
caña de azúcar; el hotel Mante; la Distribuidora de Autos Nissan y Autotransportes Mante que
operan en Tamaulipas y otros estados.
No tiene ni ha tenido carrera partidista. Su presencia en la sociedad mantense es fruto de su
éxito en los negocios. Su carrera política, es resultado del parentesco con el gobernador
Manuel A. Ravizé: casó con Elsa Morales, sobrina del tampiqueño. De hecho, se sabe que
quien lo impulsó a incursionar en la política, fue Onésimo García Osorio. Así, en 1968, Osuna
se convirtió en candidato del PRI a la presidencia municipal. Sin experiencia en esos
404
menesteres, pero con toda la simpatía de su tío político, llegó a su objetivo sin roces. Desde
ese momento, Osuna decidió tomar la política como otra de sus actividades vitales.
A fines del sexenio de Ravizé, hubo dos precandidatos fuertes a la gubernatura: Filiberto
Bernal Mares, amigo de Echeverría y Enrique Cárdenas, senador de la república y también
amigo del Secretario de Gobernación. Osuna se definió por Cárdenas y le apostó sus capitales;
el político y el económico. Enrique retribuyó bien sus favores: lo hizo Tesorero General del
Estado.
Desde este importante cargo acrecentó su poderío económico y político. Consolidó así, a un
núcleo de mantenses que lo convirtieron en su líder.
Los Saavedra
Son la antitesis de los osunistas; o más bien su contrapeso político en la ciudad. El grupo está
conformado por cuatro hermanos: Lauro, César, Arturo y Luís Enrique. El primero es médico
e hizo su carrera política en el ambiente sindical del Instituto Mexicano del Seguro Social, en
donde trabó amistad con Federico Martínez Manautou; el segundo es economista, y en mucho
debe su carrera administrativa a Emilio Martínez Manautou; el tercero, es también economista
y se dedica a administrar los ranchos de sus hermanos y los suyos propios y el cuarto es
licenciado y ha sido alcalde de Xicoténcatl y funcionario de gobierno en la administración de
Emilio Martínez Manautou y de Villarreal Guerra.
Todo el clan participa en política. En parte, son formación de la etapa del marxista Zorrilla;
César, reconoce que las influencias del administrador del Ingenio, le llevaron a estudiar
economía, en tanto Lauro prestó servicios en el Hospital del Ingenio Mante, para saltar a una
405
diputación local con la venia de Norberto Treviño Zapata y la recomendación de Federico
Martínez Manautou, en la administración del gastroenterólogo. La trayectoria del doctor
Saavedra, no paró ahí; el doctor Emilio Martínez Manautou, lo hizo alcalde en el trienio 1981-
1983.77
La llegada de Lauro a la alcaldía significó la fractura de la jefatura de Osuna en la ciudad. Y
el tránsito de los Saavedra, de corriente política en ciernes, ha organizado grupo de gobierno.
El licenciado Luís Enrique Rodríguez, hermano menor de la familia, para dejar constancia de
la cercanía de esta fracción emergente con los nuevos factores del poder, fue hecho alcalde de
otro centro cañero de la región: Xicoténcatl. Su relación con personalidades y corrientes
políticas que se mueven en el escenario nacional, les ha permitido mantener cohesionados a
sus seguidores; al mismo tiempo, su interrelación familiar entre las elites locales les ha dado
un amplio tejido social. El rol de líder de este afluente, lo realiza el economista César
Saavedra.
César Saavedra
Nació en Ciudad Mante. Estudió Economía en la Universidad Nacional Autónoma de
México. En su época de estudiante fundó la Asociación de Estudiantes Mantenses en la
ciudad de México; en ésta organización, militaron gentes como Abraham Rubio Canales, Saúl
González, José María Núñez Vargas y otros. En este tiempo, hizo relación con Martínez
Manautou. Al egresar de la UNAM, el doctor Emilio Martínez Manautou, enfilado en su
carrera política ascendente, lo ubicó en la subdirección del Banco Ejidal. Luego, con las
77 Entrevista con César Saavedra.
406
relaciones hechas en su paso por la UNAM, y el impulso del matamorense, pasó por otras
responsabilidades administrativas, hasta llegar a la delegación de INFONAVIT en Tamaulipas
con la anuencia del Director General José Campillo Sáenz, en donde se desempeñó por más
de quince años.
Su influencia en la sociedad mantense es destacada. Sus nexos con políticos relevantes del
país lo ha convertido en un natural interlocutor de las elites locales con las regionales. Sus
lazos familiares han ampliado sus consensos; casó con una hermana del empresario Luís
Terán, quien ha ocupado sobresalientes cargos en el gobierno estatal y federal.78
Con el arribo a Tamaulipas de Emilio Martínez Manautou, consolidó su corriente en Mante,
promoviendo a los cuadros locales tanto a los cargos municipales como estatales.
Los alcaldes de Mante
1958-1960
Roberto García Domínguez. Nació en Tampico. Estudió ingeniería mecánica y eléctrica en el
Instituto Politécnico Nacional. Se desempeñó en Mante como gerente de la Compañía Luz y
Fuerza. Fue un liberal consistente. Su actividad política la desarrolló como presidente del
influyente Club 20-30 que en la ciudad contaba con un prestigio social extenso. Logró la
candidatura en un escenario local complejo y accidentado: los seguidores de Ch. Ramírez se
enfrentan y polarizaron posiciones con los núcleos agraristas de influencia portesgilista en la
riña por la alcaldía. El gobernador Treviño Zapata, en un afán de superar las viejas estructuras
que en el fondo pretendía desmantelar, convocó a la capital del estado a García Domínguez,
78 Entrevista con Carlos Mora García.
407
un notable militante de la sociedad civil mantense.
Le dijo:
-Usted tiene que ser el Presidente Municipal... García Domínguez, contestó:
“Hay que ver a los dos grupos; si me aceptan...”.79
Los dos bandos estaban rabiosamente peleados. Consideraron la candidatura del Treviño
Zapata como un empate. Finalmente, fue la derrota de las antiguas redes poder.
Hizo una buena administración municipal. Se dedicó a seguir las indicaciones del gobernador
y a atemperar, en lo que pudo, las rencillas de los restos del naufragio alemanista y
portesgilista.
1961-1962
Juventino Roque Zúñiga. Nació en el estado de Veracruz. Era licenciado en Derecho. Trabajó
en el Ingenio. Se significó por ser un hombre moderado y honesto. Participó en los grupos
masónicos de la localidad. Treviño Zapata lo ubicó como un ciudadano ejemplar que no
atizaría la hoguera de las querellas políticas que significaron a la sociedad mantense en los
años 50 y 60. Realmente así fue. El ex alcalde García Domínguez recibió la encomienda de
orientarlo en la actividad político-administrativa del Ayuntamiento por el Ejecutivo estatal.
Ejecutó un buen trabajo al frente de la alcaldía. Los mantenses, que por lo general vivían de la
economía del Ingenio, siempre lo vieron con buenos ojos.
1963-1965
79 Entrevista con Rafael García Domínguez.
408
Saúl Martínez Castillo. Trabajador del Ingenio Mante. Se distinguió por ser militante del
grupo político que fundó desde la gerencia de esa agroindustria el marxista Zorrilla. Gobernó
con habilidad política por el tutelaje ideológico de su padrino. A Balboa, lo menos que le
interesaba era confrontar con los factores locales: permitió que en Mante los exponentes de
mayor fuerza se instalaran al frente del Ayuntamiento. La llegada de esta gente a la alcaldía,
reflejó la extinción de los caducos representantes de las elites que dominaron la ciudad por
varias décadas.80
1966-1968
Juvencio Treviño. Con una gran ascendencia entre la comunidad masónica, es recordado por
sus hermanos como un hombre de principios en la política y en la filosofía liberal. Llegó a la
alcaldía con un impresionante consenso. Se esperaba lo mejor de una administración que,
según los mantenses, había caído en las mejores manos. Pero a los pocos meses todo se
derrumbó: fue destituido de la presidencia y se creó una Junta de Administración Civil. A
juicio de masones que vivieron el episodio, la tragedia de Juvencio se escribió cuando derrotó
en las elecciones internas para presidir la Gran Logia, al maestro Lauro Rendón Valdés. El
descalabro no lo pudo superar Rendón, quien ocupaba la Oficialía Mayor del gobierno de
Praxedis Balboa. Desde su cargo, el liberal derrotado nunca permitió a Juvencio gobernar el
municipio: le puso obstáculos hasta que lo cesó.
Los masones de Tamaulipas, se indignaron por el hecho. Acusaron al funcionario estatal de
80 Entrevista con César Saavedra.
409
no responder a los principios filosóficos de los liberales y se generó una de las más dolorosas
rupturas y escisiones de los hombres de la regla y el compás: los que se alinearon con Rendón
y los que se solidarizaron con Juvencio. El 80 por ciento de la masonería siguió al depuesto
alcalde; sólo el 20 continuó con el Oficial Mayor. Aún hoy, se recuerda con amargura las
causas de esa crisis interna del discreto grupo social.81
1969-1971
Abelardo Osuna Cobos. Empresario. Precursor del autotransporte en la región. Estudió en el
Tecnológico de Monterrey Administración de Empresas. Casó con Elsa Morales, sobrina de
Manuel A. Ravizé con quien hizo una excelente amistad. Tiene una influencia muy amplia
entre la sociedad mantense; su familia participa activamente en todo movimiento cívico,
político o religioso que se desarrolla en la ciudad; el hotel Mante, de su propiedad, es el centro
de reunión de los representantes de los más importantes sectores productivos. Su fortuna la
acrecentó con una habilidad sorprendente para los negocios y su destreza para ubicarse en el
centro de las decisiones del gobierno municipal y estatal. En la ciudad se comenta que el
iniciador de Osuna en la política fue Onésimo García Osorio, quien lo conminó a disputar la
alcaldía por su cercanía con el virtual gobernador, Manuel A. Ravizé. No es un hombre de
partido. Es un político que define situaciones con el peso de su ascendencia social en la
ciudadanía mantense. Desde esa fecha disputa, para su grupo, organizada y permanentemente,
el poder político en la ciudad.
81 Entrevista con Rafael García Domínguez.
410
1972-1974
Onésimo García Osario. Comerciante, de clase media. Se le reconoce como un prominente
liberal con autoridad en corrientes masónicas locales. Hombre cercano a Osuna Cobas.
Fungió como dirigente del PRI municipal en la administración del empresario transportista.
Llegó a la alcaldía con toda la simpatía y adhesión del grupo de Osuna; pero al poco tiempo,
García Osario, pretendió desligarse del tutelaje del poderoso padrino: empezó a golpear a los
representantes de Abelardo en el Ayuntamiento. La sana distancia que buscó el liberal,
terminó en un rompimiento con la sucesión gubernamental de Ravizé: García Osario, liberal
comprometido, se sumó a la precandidatura del venerable maestro Filiberto Bernal Mares.
Osuna, anunció su militancia en la banda de tamaulipecos que promovieron al Senador,
Enrique Cárdenas González. El hecho enfadó a Osuna; el divorcio entre Onésimo y Abelardo
se hizo necesario.
Concluido el proceso interno y externo de selección del candidato, se vislumbró un futuro
incierto para Enésimo. Es entonces cuando Abelardo Osuna emerge como factor hegemónico
en la ciudad. El vertical liberal dejó la vida pública por un buen tiempo. La administración de
Onésimo García se calificó como buena por su capacidad para no chocar con las diversas
fuerzas políticas locales.
1975-1977
Ramiro Caballero. Licenciado y profesor. Por mucho tiempo se desempeñó como director de
la secundaria federal número 1, de este municipio. Muy cercano a Osuna Cobas. Obtuvo una
Notaría Pública por mediación ante el gobierno estatal del magnate transportista. Fue parte del
411
sector masónico que acogió con beneplácito la precandidatura a la gubernatura de Tamaulipas
del Caballero del Colón Enrique Cárdenas González. Es de clase media alta; tuvo buenas
relaciones con los sectores sociales de la ciudad. Algunos lo califican como político de viejo
cuño ya que su retórica raya en lo demagógico. Asume la candidatura a la alcaldía y luego la
presidencia del Ayuntamiento con el patrocinio de la estructura de Osuna Cobos. Tras
concluir su responsabilidad en el municipio, el gobernador lo instala en la presidencia del
Comité Directivo Estatal del PRI, en donde hace un papel mediano.
1978-1980.
Enrique Cano González. Comerciante. Distribuyó azúcar del Ingenio Mante; también
comercializó café. Era de clase media alta. Tenía presencia entre las elites locales. Compadre
de Osuna Cobos. No contó con militancia partidista. Su postulación generó una gigantesca ola
de inconformidad entre el priísmo local y los grupos sociales que empezaron a ver con recelo
la imposición de los alcaldes por el empresario transportista. Sin Echeverría en la Presidencia,
con factores nacionales que pretendieron golpear al gobernador Cárdenas González y la
irritación municipal de un creciente grupo de políticos transformó la elección de Cano
González en un proceso candente plagado de violencia y de intranquilidad social.
El descontento fue encauzado a través del PARM. Los opositores a Osuna y a su candidato,
postularon al locutor José Alvarado González para impedir la imposición. La campaña del
parmista resultó un éxito: miles de ciudadanos se sumaron al deseo del cambio. Sin metáforas:
el gobernador Cárdenas González sacó a sangre y fuego la candidatura del compadre de
Osuna Cobos.
Heridos, golpeados, muertos, inmuebles incendiados y presos políticos fue el resultado de la
jornada. Se impuso la dureza del gobernador. Cuando aún no se disipaban las llamas del
412
palacio municipal, José González Alvarado se marchó a Martínez de la Torre, Veracruz.
Llevaba en sus bolsillos 300 mil pesos que le entregó Enrique Cárdenas González. Duró dos
años en el vecino estado; luego regresó a Ciudad Mante y se incorporó al trabajo del
micrófono... en una radiodifusora propiedad de Enrique Cárdenas González.
1981-1983
Lauro Saavedra García. Estudió Medicina en la UNAM. Fungió como Director del Hospital
del Ingenio Mante. Fue líder sindical de los trabajadores del IMSS. Cercano amigo de
Federico Martínez Manautou. Ocupó algunas carteras en el CEN del SNTIMSS. El
gobernador Treviño Zapata lo hizo diputado local por Mante, por recomendaciones de
Martínez Manautou. Era un ciudadano con gran influencia en la sociedad mantense. Casó con
Francisca Merrem, quien es parte de una de las familias más antiguas de la ciudad. Su
administración se le calificó de tibia. Dejó hacer y dejó pasar. Su llegada a la alcaldía terminó
con el dominio de Osuna Cobos en los ayuntamientos. Nació, así, con el impulso de Martínez
Manautou, un nuevo factor político en la región: los Saavedra.
1984-1986
Roberto Cárdenas Guevara. Abogado. De clase media alta. Fue presidente del Club de
Leones. Nació en Coahuila. Ocupó el liderazgo municipal de la CNOP. Su impulso político
hacia la candidatura a la alcaldía lo tuvo en Bruno del Río Cruz, destacado personaje en el
gobierno manautouista. Poseía buenas relaciones con Osuna Cobos. Hizo un buen gobierno.
Su habilidad para transitar por el filo del límite entre los osunistas-cardenistas y los
413
saavedristas-manautouistas, le permitió crear un entorno social equilibrado.
1987-1989
Florentino Sáenz Cobos. Ingeniero Agrónomo egresado de la Facultad de Agronomía Lázaro
Cárdenas de la UAT. Se desempeñó como líder del Frente Juvenil Revolucionario en
Tamaulipas; también ocupó la presidencia de la sociedad de alumnos de su Facultad.
Desempeñó cargos relevantes en la administración de Cárdenas Guevara. Es sobrino de
Abelardo Osuna Cobos, a quien, afirman políticos locales, le debe toda su carrera política.
Gobernó bajo severas críticas de la sociedad. Se le acusó de haber utilizado el cargo de
Presidente Municipal en su beneficio. Es considerada una de las administraciones más
deshonestas en la historia reciente de Ciudad Mante. Coincidió políticamente con Cárdenas
González y algunos de sus cuadros, como Manuel Muñoz Rocha, Enrique Cano González y
otros.
1990-1992
Ubaldo Guzmán Quintero. Comerciante. Se dedicó a atender su restaurante antes de
incursionar en política. La candidatura de Narcisa Cabriales de García Osorio, por el PRI, le
da la oportunidad de incursionar en el asunto público de la ciudad. Postulado por el PAN y los
grupos de gobierno inconformes con la dama, Guzmán Quintero ganó la alcaldía sin
problemas. Los Osuna, los Saavedra y sectores del clero local se aliaron para derrotar a la
esposa del exalcalde. Luego de dejar la presidencia municipal el restaurantero incursionó en
aventuras electorales bajo la égida albiazul, pero sin la protección de sus primeros promotores
414
enseñó su real dimensión de político de coyuntura.
Reynosa
Está ubicado en la parte norte de Tamaulipas. La cabecera municipal está situada en la ciudad
de Reynosa, a los 26° 05’ de latitud Norte y a los 98° 18’ de longitud Oeste; colinda al Norte
con los Estados Unidos de Norteamérica, a través del río Bravo; al Sur con el municipio de
Méndez; al Este con el de Río Bravo y al Oeste con el de Díaz Ordaz y el estado de Nuevo
León. Posee una extensión territorial de 2, 961 kilómetros cuadrados.
Su clima es seco estepario, muy cálido, con una temperatura media anual de 22° C., con un
régimen de lluvias de verano y una precipitación media entre los 480 y 500 milímetros
cúbicos. Se distinguen con facilidad dos estaciones, la de verano y la de invierno; en la
primera, la temperatura llega hasta los 40° C., en los meses de mayo-agosto y en la segunda,
el termómetro baja hasta menos de 8° C.
Sus actividades preponderantes son: la industria petrolera y maquiladora. Sin embargo, existe
una distinción muy nítida entre ambas. Mientras que la primera genera bienes y servicios y da
empleo a la población con salarios altos y prestaciones a los empleados, la segunda sólo
ocupa la mano de obra femenina. Otras actividades importantes son el comercio, la agricultura
y ganadería, y en menor medida las comunicaciones y el transporte.82
El crecimiento demográfico ha sido así:
1960 1970 1980 1990 134, 869 150, 786 211, 412 282, 667
82 Anuario..., Op. cit., Tamaulipas XI..., Op. cit., Los municipios..., Op. cit., y Plan Municipal de Desarrollo 1993-1995.
415
Los grupos de gobierno
“Entre 1950 y 1960, se continuaron habilitando tierras de riego, en virtud de las grandes
obras (represas y canales) realizadas en las décadas pasadas; se amplió la actividad de
PEMEX en Tamaulipas y aumentó la inversión en carreteras y transportes; pero no
prosiguió el ímpetu hacia el desarrollo de ‘actividades no fronterizas’, ni se sentaron las
bases para un mayor aprovechamiento de los recursos naturales, ni para el desarrollo
industrial. Los centros urbanos de la frontera fueron cobrando importancia y
transformándose en ciudades, vinculadas por múltiples lazos con sus gemelas del Norte.
La frontera se fue poblando y urbanizando, pero se debilitó el impulso hacia su
nacionalización y, en cambio, fue creciendo su dependencia de ‘actividades fronterizas’
y por ende riesgosas, inestables y asociadas a la relación asimétrica con el país
vecino”.83
Esa década de intenso movimiento económico, moldeó el cuerpo social de Reynosa. La
inyección hacia áreas de recursos como la industria petrolera trajo de la mano a miles de
obreros petroleros. La modernización de las obras de infraestructura hidráulica mejoró los
sistemas de riego y elevó el precio de los predios rurales vigorizando a los pequeños y grandes
propietarios. A la vez la expansión de las “actividades fronterizas” hizo crecer un importante
núcleo de trabajadores como taxistas, meseros, choferes y empleados de comercios que 83 Mario Margulis y Rodolfo Tuirán. Desarrollo y población en la frontera norte el caso Reynosa. El Colegio de México.
1986. p. 36.
416
nutrieron a una CTM incipiente pero ávida de relaciones contractuales para su consolidación
en una sociedad en proceso de urbanización. La estructura creada por esos impulsos, de
Treviño Zapata a Villarreal Guerra, prohijó cuatro grupos de gobierno: los Deándar, los
Gómez Lira, los Garza Cantú y los Cruz Contreras. Los petroleros, con todo y que disputaron
privilegiados espacios en la política local, operaron como grupo de presión y no como
corriente organizada en la disputa por el poder municipal. (Accionaron en función de los
intereses de centros de poder sindical como Madero o la ciudad de México y no en razón de
los propios. La puntilla final, que liquidó a este núcleo obrero como fuerza política organizada
con influencia en la sociedad reynosense, fue la apertura de la refinería de Cadereyta. Esta
medida trasladó inversiones, y representatividad política a ese lugar de Nuevo León
erosionando virtualmente la base social de la sección 36 de STPRM.
Los reynosenses del poder
Los Deándar
Los hermanos Heriberto y Orlando Deándar Martínez, editores del periódico El Mañana de
Reynosa, constituyeron un fuerte y protagónico grupo de gobierno en la ciudad, mediante las
influencias y las alianzas que lograron construir con la presencia de su consistente medio de
información. Desde los años cuarentas, en que tomaron asiento en la ciudad, los editores han
sido parte inseparable del paisaje político de la ciudad. Necesarios en todo proyecto de poder
en este municipio, por la insoslayable corriente de opinión que ha logrado construir su
periódico, han sido obligados compañeros de viaje de los hombres del poder reynosenses en
los últimos 40 años. Mediante negociaciones aterciopeladas o concertaciones accidentadas, se
han incorporado a diversas áreas del poder público al tiempo que obtienen jugosos contratos
417
publicitarios para su medio.
El diario ha sido su principal instrumento de presión. Los ha llevado a acumular una fortuna
considerable y a ser propietarios de un grupo de amigos en todos los niveles de gobierno. A
nivel local, es público el patrocinio que dieron al empresario Mario López, que en sólo unos
años levantó una cadena de prósperas negociaciones en todo el estado, dedicadas a la venta de
pollo importado de los Estados Unidos, que pasaba por la aduana de Reynosa sin objeciones.
Otros empresarios fronterizos también deben innumerables favores a los editores.
No les ha resultado sencillo consolidar su liderazgo como políticos y como hombres de
empresa. En los años 70 riñeron con el editor Crisanto Ramírez Guerra, propietario del diario
Prensa de Reynosa, que había adquirido para disminuir la fortaleza de los Deándar y disputar
la alcaldía. Este hombre que se desempeñó como jefe de compras de la refinería de PEMEX
en Reynosa, intentó desplazar a los Deándar del espacio que por décadas habían disfrutado.
Mandó publicar un periódico en el cual lanzó temerarias acusaciones contra la familia. La
Verdad le denominó Ramírez al panfleto. “Y mencionaba barbaridades tanto de Ninfa
Deándar como de su padre Heriberto Deándar Amador.”84
-Pobre Crisanto, lo van a matar, -se dijo en los corrillos que conocían el ambiente fronterizo-.
Los Deándar fueron hábiles. Asimilaron el golpazo y acumularon pruebas documentales
contra Ramírez Guerra, de quien se decía realizaba descomunal fraude contra la paraestatal
con movimientos en las adquisiciones. Cuando consideraron oportuno, las publicaron en su
diario a la vez que en carta abierta solicitaron la intervención del Presidente de la República
para frenar las trapacerías del funcionario. A los pocos días Crisanto fue destituido, detenido y
recluido en el penal de La Loma en Nuevo Laredo. Heriberto y Orlando se quedaron sin
84 Entrevista con Ricardo Arroyo Rubio.
418
enemigo y acrecentaron su importancia en la sociedad reynosense.
En los 80, otro factor político pretendió corroer los sólidos soportes de los Deándar:
Reynaldo Garza Cantú. Se repitió la historia. Garza Cantú adquirió La Prensa de Reynosa
para expandir sus influencias y frenar los ímpetus de los editores que en alianza con los Cruz
Contreras, querían cercenar la capacidad decisiva del cetemista en el millonario negocio del
transporte urbano. Se generó así, una de las guerras entre pandillas políticas más sangrientas y
que mayor zozobra creó en la frontera tamaulipeca en la historia reciente. De esta
confrontación, los propietarios de E1 Mañana de Reynosa salieron con profundos rasguños y
severos golpes; pero su liderazgo salió fortalecido.
En los 90, sufrieron la embestida de los hombres del liberalismo social. La Secretaría de
Hacienda y Crédito Público y la Procuraduría General de la República los hizo objeto de una
tenaz persecución. Hasta hoy, fue grande el daño sufrido por los Deándar en esta nueva
guerra. Lo cierto es que su diario continúa funcionado y sus amigos, socios y protegidos
siguen atentos a sus llamados.
Heriberto Deándar
Nació en Nuevo Laredo, Tamaulipas un 27 de enero de 1937.85 Es hijo de Heriberto Deándar
Amador, periodista que fundó el periódico E1 Antireleccionista para combatir el deseo de
reelección de Emilio Portes Gil en 1932. En los años 40 llegó a Reynosa, cuando su padre se
trasladó a esta ciudad a poner en marcha un periódico.
Algunos de sus más cercanos colaboradores aseguran que realizó estudios de Ciencias
85 Ricardo Arroyo Rubio. Los trescientos y algunos más. Tomo I. p. 45.
419
Políticas en la Universidad Nacional Autónoma de México. El jamás ha afirmado o negado el
hecho. Se le considera un hombre hábil para el negocio y con un olfato desarrollado para
medir la coyuntura y sacar el máximo provecho. Es un publirrelacionista destacado. Ha
expandido su poderío con esa capacidad para hacer amigos. José Cruz Contreras es su padrino
de boda.
Mayor que Orlando, el otro copropietario del periódico, se ha constituido en el líder y jefe
indiscutible de este grupo de gobierno. En los 90, la PGR le endilgó algunos cargos que lo
mantienen en el exilio en Mc Allen, Texas. Desde ahí, sigue mandando en algunas áreas de la
ciudad.
Los Garza Cantú
Reynaldo y Rodolfo Garza Cantú, se dice, llegaron procedentes de Nuevo León a la ciudad
de Reynosa, en los años 40. El segundo ya traía cierto capital; pastoreó ganado vacuno y
caprino en su tierra natal. El primero, era un joven emprendedor que le entró a todo trabajo
que le ofrecían. Ninguno de los dos tuvo acceso a las escuelas superiores. A lo sumo,
realizaron los primeros años de su instrucción primaria.
Rodolfo fue quien primero hizo fortuna. En los años 50 se inició la construcción de la Presa
Marte R. Gómez. Los grandes trabajos requirieron de un descomunal número de vehículos
para el transporte de material de construcción. Rodolfo, con sagacidad, invirtió todos los
ahorros de su vida en la compra de un camión. Le fue bien por su capacidad para el trabajo y
el apoyo de su esposa doña Lita, quien en condiciones extremas manejó el camión mientras su
esposo cargaba piedras a mano limpia para llevarlas a las cortinas de la presa.
420
Reynaldo la hizo de todo. Pero siempre estuvo a la zaga de su hermano, quien sobresalió por
su simpatía y su innata capacidad de caer bien que le posibilitó realizar innumerables negocios
en la frontera.
Gracias a ese don y carisma, Rodolfo llegó a la política. Y logró la presidencia municipal.
Hizo Oficial Mayor del Ayuntamiento a su hermano Reynaldo quien desde ese sitio acaparó
para él y su hermano un número indeterminado de predios urbanos que los convirtieron en
latifundistas urbanos antes de concluir la administración. También, con el poder municipal,
Reynaldo extendió su autoridad en la CTM donde se consolidó como dirigente.
La administración de Rodolfo Garza Cantú es muy recordada. Sobre todo por los excesos que
cometió con el erario. Nadie olvida que días antes de terminar su trienio, ordenó trasladar el
kiosco público de la plaza Hidalgo a su rancho, quizá para dar un toque de urbanismo a su
finca rural.
La fortaleza de este afluente llegó a su máximo nivel en los 70. Con Reynaldo como líder
indiscutible en la CTM reynosense, lograron afianzar compromisos con políticos regionales y
nacionales. El cetemista, astuto y habilidoso, amplió su tejido de alianzas: hizo compadre a
Fidel Velásquez; acercó su amistad con Agapito González, Pedro Pérez Ibarra y Diego
Navarro Rodríguez. Esto le permitió crecer sin problemas como fuerza determinante al interior
del sindicato de maquiladoras, que en los años 70 despuntó como la fuerza laboral más
importante en la ciudad.
El control de las maquiladoras fortaleció las aspiraciones de los Garza Cantú. En 1977,
hicieron candidato a la presidencia municipal a Rodolfo Garza Peña, hijo de Rodolfo Garza
Cantú y sobrino de Reynaldo. Suponían que su fuerza era de una magnitud tal que sin
problemas lo llevarían a la alcaldía. Pero se equivocaron. Una oposición parmista
subvencionada por los Contreras, los Deándar y los Gómez Lira los derrotó.
421
En los 80, adquirieron La Prensa de Reynosa. Intentaron, de esa forma, disputar espacios de
opinión a El Mañana de Reynosa y enfrentar el futuro con mejores armas para la pelea de
espacios políticos. Eso recrudeció la pugna entre las familias. Los Garza Cantú volvieron a
salir lastimados de la pelea.
En los 90, el fisco atrapó la mano con la puerta a Reynaldo. Se le siguió proceso por evasión
fiscal y huyó a los Estados Unidos en donde tiene varias propiedades. Fue la debacle política
de la familia. Aún y cuando sus negocios continuaron su marcha sintieron el golpe. Sin
Reynaldo en la ciudad el grupo quedó decapitado; dejaron de ser factor político. Su hijo,
Reynaldo Garza Elizondo, un joven que ha ocupado algunos cargos administrativos en el
Ayuntamiento y del estado, no tuvo la capacidad de sus ascendientes como para ocupar sus
lugares.
Reynaldo Garza Cantú
Nació en Nuevo León y llegó a Reynosa en los años 40. Apenas cursó algunos años de
instrucción primaria. Desempeñó varios oficios. Llegó a la Secretaría general de la Federación
de Trabajadores de Reynosa, en los años 60. Desde ese tiempo hasta los 80, decidió el rumbo
de esta organización obrera. Se apropió del transporte urbano de peseras mediante la
adquisición de placas para el servicio, que rentó a trabajadores. Desde los 70, orientó el
quehacer en el sindicato de maquiladoras que le otorgó una impresionante base social,
permitiéndole incrementar su capacidad de presión ante el gobierno y los inversionistas
extranjeros.
Es poseedor de una gigantesca fortuna. Tiene propiedades en Reynosa y en Texas. En los
años 80, adquirió el periódico La Prensa de Reynosa, con el cual pretendió fortalecer su
422
imperio sindical. Lo logró a medias.
En los 90 se derrumbó su estructura de poder. Sus enemigos y la federación lo hostigaron
hasta que se marchó al extranjero en donde residió. Su grupo, sin el líder que los núcleo, está
anémico y en vías de desaparecer como factor de gobierno en el municipio.
Los Cruz Contreras
Los Cruz Contreras emergieron como grupo de gobierno con Norberto Treviño Zapata. En el
impulso de crear una “nueva clase política”, el doctor ubicó en cada región del estado a
jóvenes con madera para ocupar los huecos dejados por las viejas elites tamaulipecas que
personificaron el portesgilismo y el alemanismo. En Reynosa le tocó tal suerte a José Cruz
Contreras, un hombre dinámico y simpático que cautivó a Treviño Zapata con su capacidad de
trabajo.
La consolidación de los Contreras, fue meteórica. Siempre bajo la sombra del
gastroenterólogo matamorense, logró ser Oficial Mayor de su gobierno, diputado federal,
diputado local y líder del Congreso local y alcalde de Reynosa. En su paso por la alcaldía,
fortaleció su patrimonio. Hizo crecer el negocio del transporte urbano propiedad de su esposa
Ernestina Icaza compró innumerables propiedades urbanas y puso a funcionar algunos
negocios en los Estados Unidos.
En Ciudad Victoria, en su tránsito por el gobierno del estado, instaló el periódico El Diario de
Ciudad Victoria, que posteriormente pasó a manos de Enrique Cárdenas González.
En 1986, los Contreras se anotaron otro éxito político. Tinita Icaza, fue postulada candidata a
la presidencia municipal por el Partido Revolucionario Institucional. Cruz Conteras supuso era
el regreso a los adorables días de poder. Pero los factores locales y nacionales no pensaban lo
423
mismo.
La candidatura de Tinita, en mucho, había sido obligada por la presión de la Quina quien tenía
nexos comerciales y amistosos con Cruz Contreras. El infortunio de Icaza empezó con la
ruptura de los petroleros con el presidente De la Madrid. “Si se hunde PEMEX, se hunde
México y se hunde usted”, le sentenciaron al Presidente. Desde entonces, Hernández Galicia
empezó su descenso; y obvio, el de sus amigos.
Los grupos locales leyeron bien la coyuntura. Se reunieron y conspiraron contra los deseos de
los Contreras Icaza. Los Deándar, los Garza Cantú y los Gómez Lira conformaron un granítico
bloque que fortalecieron con un movimiento popular considerable, para frenar el retorno al
poder municipal de Pepe Cruz. Y lo lograron.
Quienes participaron en esa turbulenta elección, recuerdan con asombro el desproporcionado
fraude electoral que se cometió. La sorpresa no era por que se incurriera en ese tipo de
maniobras deshonestas. La estupefacción fue generada porque la estrategia para manipular los
resultados electorales la realizó el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana y su
candidato Ernesto Gómez Lira.
-Me apoya Gobernación, -decía Gómez Lira a voz en cuello-.
Y así pareció. Todo el escenario local se acomodó para golpear a la candidata de los
petroleros. En enero de 1987, Ernesto Gómez Lira tomó protesta como alcalde de Reynosa por
segunda ocasión.
Desde esa derrota, sumada al descalabro contra el quinismo el 10 de enero de 1989, los
Contreras desaparecieron del paisaje político reynosense. Cruz Contreras residió en Mc Allen,
Texas. Ocasionalmente se desplaza a las Vegas, Nevada, en donde tiene casinos y hoteles. .
José Cruz Contreras
424
Empezó trabajando en Ferrocarriles como peón. Su tenacidad lo llevó a colocarse como
agente de publicaciones, que era la anuencia para la venta de tortas, refrescos y revistas en el
tren de pasajeros Matamoros-Monterrey. Su peculiaridad estilo para desarrollar ese trabajo,
que a muchos les parecía pintoresco, llevó a conocer ese transporte, como el “tren de
Contreras”.
Tiempo después se marchó a la ciudad de México en donde se relacionó con el doctor
Norberto Treviño Zapata. Esa sería la mejor de sus suertes.
El matamorense le tomó gran aprecio. Lo hizo diputado federal, diputado local y presidente
municipal de Reynosa para el periodo 1958-196. Lo convirtió, también en Presidente del
Comité Directivo Estatal del PRI, en el gobierno de Horacio Terán Zozaya.
Casó con Ernestina Icaza, hija del empresario del transporte urbano Ignacio Icaza.
Siempre fue un hombre peculiar. Usó un sombrero estilo gángster, portó pistola y fumó un
imponente puro. Se llegó a decir que era hijo de Al Capone. Los comentarios llegaron a sus
oídos, pero él se sentía satisfecho. Mostró su orgullo cuando algunos reynosenses le llamaban
padrino.
Actualmente vive en los Estados Unidos. Su esposa Tinita, al parecer, está retirada de la
política. Ambos se dedican a administrar sus negocios. Son propietarios de una de las fortunas
más grandes de ciudad Reynosa.
Los Gómez Lira
Esta familia logró su más alta influencia en la política reynosense en el sexenio de Enrique
Cárdenas González. Formada por Elpidio, José María y Ernesto Gómez Lira, grandes
425
agricultores y ganaderos que iniciaron su actividad, en el asunto público al frente de
organizaciones de productores pecuarios. Propietarios de grandes extensiones en producción,
fueron beneficiarios directos de la revolución verde que Cárdenas González instrumentó para
apuntalar a las elites agropecuarias de Tamaulipas. Se sienten y actúan como hacendados,
tienen bajo su mando a cientos de trabajadores agrícolas que operan su moderna maquinaria
agrícola. Su base social está en las asociaciones de pequeños propietarios y en comunidades
ejidales en donde contratan la fuerza de trabajo cuando la cosecha llega a su punto más álgido.
Son el único grupo de gobierno que ha repetido en el poder con el mismo hombre. Ernesto
Gómez Lira ocupó la presidencia municipal en el trienio l978-1980 en una Junta de
Administración Civil y en 1987-1989 ganó una elección constitucional bajo las siglas del
Partido Auténtico de la Revolución Mexicana.
En diciembre de 1977 le cayó del cielo la alcaldía a los Gómez Lira. En este año, el candidato
priísta Rodolfo Garza Peña fue enfrentado por el parmismo. Los Deándar, los Cruz Contreras
y los Gómez Lira crearon tal situación de ingobernabilidad que obligó a Cárdenas González a
instalar una Junta de Administración Civil y poner a la cabeza a Ernesto Gómez Lira.
En 1986, Ernesto Gómez Lira renegó del PRI y al frente del PARM disputó la presidencia
municipal en una elección constitucional. Compitió contra su comadre, Ernestina Icaza de
Contreras. Con el apoyo de fuerzas suprarregionales y locales, derrotó a la esposa de Cruz
Contreras.
Sus dos gobiernos se caracterizaron por un populismo ramplón y rústico. Político de pocas
letras y escaso intelecto, manejó la administración municipal como si fuera uno de sus grandes
ranchos. El desarrollo de la ciudad se dio por factores externos y no por la orientación
consciente del ayuntamiento.
426
Amira Gómez de Solís
El liderazgo de la familia, a finales de los 80, recayó en Amira Gómez de Solís. Hija de
Ernesto Gómez Lira. Es licenciada. Militó en el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana;
pero eso no ha sido obstáculo para contender por el PRI para una diputación local y aspirar
permanentemente a la alcaldía por el mismo partido.
Ha ocupado cargos administrativos. Estuvo al frente de la Comisión de Agua Potable y
Alcantarillado de la ciudad por dos ocasiones. En el PRI ha cumplido con varias
responsabilidades, que la llevaron hasta la presidencia del Comité Directivo Municipal. Se le
considera una excelente publirrelacionista. Es amiga personal de Laura Alicia Garza Galindo y
otros políticos destacados en el estado y mantiene estrecha relación con dirigentes de colonos
y representantes cívicos de la sociedad reynosense. Forma parte de las nuevas elites
fronterizas. Ella, Pedro Pérez Vázquez, Reynaldo Garza Elizondo y José Luís González
Benavides, son las cartas que juegan a futuro los recios dinosaurios de las estepas norteñas de
Tamaulipas.
Actualmente, noviembre de1995, ocupa la Secretaría general del Comité Directivo Estatal del
PRI.
Los alcaldes de Reynosa
1958-1960
José Cruz Contreras. Era ferrocarrilero. Se acercó a Norberto Treviño Zapata quien lo hizo
diputado federal, diputado local y posteriormente alcalde de la ciudad. El gastroenterólogo
promovió al hombre del riel para oxigenar las estructuras políticas heredadas por el
427
portesgilismo y el alemanismo. Su labor al frente del Ayuntamiento es recordada como buena,
toda vez que se esforzó por urbanizar el municipio. Con todo el apoyo del gobernador Treviño
Zapata, realizó obras como los pasos a desnivel que le dieron fluidez al tráfico y unieron
Reynosa, generando desarrollo comercial y urbanístico. Sus enemigos reprochan su desmedida
ambición que lo llevó a acumular múltiples terrenos urbanos y semiurbanos. A pesar de que en
este lugar aún se movían algunos cuadros alemanistas y portesgilistas, llegó a la alcaldía sin
ruidos. Treviño Zapata lo recuerda como uno de los mejores alcaldes todo de Tamaulipas en
su gestión gubernamental.
1961-1962
Fidel Treviño González. Se desempeñó como comerciante. Era propietario de una tienda de
abarrotes ubicada sobre la calle Herón Ramírez. No tuvo ninguna experiencia política, pero era
amigo de Treviño Zapata. Formó parte, también, de los nuevos cuadros que el doctor
promovió para construir la “nueva clase política”. Tenía una gran ascendencia en la sociedad
reynosense de la época. Su administración fue una de las más honestas y verticales que se
recuerden. Al dejar la alcaldía volvió a colocarse tras el mostrador de su popular tienda. No
ocupó ningún otro cargo político en su vida.86
1963-1965
Manuel Tárrega González. Era Originario de Reynosa. Fue fundador del Partido Socialista
86 Entrevista con Pedro Hernández Wilson.
428
Fronterizo. Siempre militó en el grupo político de Praxedis Balboa Gojon. Desde aquel año de
1932 en que Portes Gil pretendió reelegirse como gobernador, Tárrega se alineó con el grupo
castellanovillarrealista, atendiendo el llamado de Balboa. Marginado de la política por el
sueño de Treviño Zapata de tutelar “una nueva clase política”, el veterano militante del PSF,
se dedicó a sus ranchos agrícolas y ganaderos. El retorno de Balboa lo revitalizó
políticamente: fue candidato del PRI, bisnieto del PSF a la presidencia municipal. No tuvo
problemas para llegar; Balboa le brindó todo el apoyo. Nadie, ni de la vieja, ni de la nueva
clase política, se opuso a que Tárrega gobernara. Su administración la realizó con pulcritud y
buen tino. El gobernador le prodigó un trato de hermano.
1966-1968
Rodolfo Garza Cantú. Se desempeñó como Jefe de la Oficina Fiscal de Nuevo Laredo, de
donde fue removido para ser candidato a la alcaldía. Era propietario de casi un centenar de
camiones de carga. Instaló a su hermano Reynaldo en la Oficialía Mayor del ayuntamiento.
Desde este sitio, consolidaron su poderío político y económico. El gobierno municipal que
desarrollaron es bastante cuestionado. Se les acusa de haberse apropiado de un sinnúmero de
terrenos urbanos. A partir de esos años de ejercicio de poder, crecieron sus empresas
radiofónicas.
1969-1971
Rafael Sierra de la Garza. Ingeniero agrónomo. No tuvo militancia partidista. Se le conoció
como un buen productor agrícola por sus profundos conocimientos técnicos. Siempre contó
429
con buenos nexos en las asociaciones de pequeños propietarios y comunidades rurales. Su
desempeño como alcalde no tuvo ninguna trascendencia; manejó el ejercicio gubernamental
sin la menor coherencia. Después de dejar la alcaldía, ocupó relevantes cargos en la
administración federal y estatal: fue delegado de la Secretaría de Agricultura y Recursos
Hidráulicos en la zona norte del estado y luego, en el gobierno de Emilio Martínez Manautou,
fue ubicado como Secretario de Fomento Agropecuario. Un hijo suyo casó con una hermana
de Heriberto Deándar Martínez.
1972-1974
Manuel Garza González. Nació en Reynosa. Es hijo de Manuel Garza Zamora, quien fuera
senador de la república y furibundo antiportesgilista. Es uno de los políticos más hábiles del
lugar. Administró una de las mayores fortunas de Reynosa, que heredó de sus padres. Se le
considera un político profesional; no ha chocado con ninguna corriente local. Una hermana
suya, casó con Rodolfo Garza Peña. Es el único ex alcalde que ha logrado escalar cargos
importantes luego de abandonar el Ayuntamiento. Como jefe de la columna, se manejó con
caballerosidad con sus enemigos y con gran generosidad con sus amigos. Es uno de los pocos
hombres públicos que pueden conciliar con los factores de poder reynosenses sin roces ni
fricciones. Al dejar la presidencia municipal, se marchó a la ciudad de México en donde
realizó una destacada carrera de partido que lo llevó a ubicarse en la secretaría general Adjunta
del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, y desde ahí aspiró a la gubernatura de Tamaulipas en
1986.
1975-1977
430
Romeo Flores Salinas. Trabajó como locutor; luego se hizo concesionario de una
radiodifusora que le permitió desplegar cierta actividad política. Se asegura que su
acercamiento con el empresario Ramiro Garza Cantú, le dio la posibilidad de obtener la
candidatura a la presidencia municipal. Lo cierto es que Enrique Cárdenas González siempre
ha sido considerado como su padrino. Su gobierno municipal no se distinguió por cosas
buenas; aún y cuando se movió en el mundo de la información, se le conocían pocas
inclinaciones hacia actividades intelectuales que siempre le fueron ajenas. Años más tarde fue
candidato a la alcaldía, postulado por el Partido de la Revolución Democrática, para enfrentar
la candidatura de Manuel Cavazos Lerma y apuntalar la de Jorge Cárdenas González en 1992.
1978-1980
Ernesto Gómez Lira. Fue ubicado por su amigo, el gobernador Enrique Cárdenas González, al
frente de la Junta de Administración Civil como una salida negociada a la crisis política que se
derivó del enfrentamiento entre los grupos de poder reynosenses. Se desempeñó como alcalde
con poco acierto. En estos tres años, la ciudad se desarrolló poco ante la ausencia de visión del
jefe de la comuna. Desde esta posición, hizo algunas alianzas con representantes de colonias
que hicieron crecer su base social. Recibió un notable apoyo administrativo de parte del
gobierno estatal. Dentro de su administración se recuerda a Othoniel Ochoa, un minúsculo
pícaro que desde la Tesorería cometió múltiples desmanes con el erario.
1981-1983
431
Efraín Martínez Rendón. Médico. Por recomendación de su primo Heriberto Deándar
Martínez, se incorporó a la CNOP como dirigente. De ese lugar pasa a ser candidato a la
alcaldía. Su gobierno municipal no fue del todo bueno. El editor controló buena parte de los
puestos administrativos del Ayuntamiento; fue la factura: Deándar, lo había recomendado ante
el doctor Emilio Martínez Manautou. Al concluir su gestión Martínez Rendón, quien es
considerado un excelente médico, se incorporó al ejercicio de la medicina. Actualmente funge
como director de la Clínica de PEMEX en Reynosa.
1984-1986
Miguel Valdés Revilla. Abogado. Estudió en la Facultad de Jurisprudencia en Saltillo,
Coahuila, de donde es originario. Se dice que después de Manuel Garza González, es el
político más capaz que ha operado en esta ciudad. Se le adjudicó su ascenso en la política a la
sombra del tampiqueño Bruno del Río Cruz. Primero fue diputado local y desde ese cargo, que
le permitió llegar al liderazgo de la legislatura, entró a la disputa por la candidatura a la
presidencia municipal que obtuvo sin problemas. Su gobierno municipal se destacó por el
reprobable manejo del vicio y la prostitución en beneficio de funcionarios cercanos a él. Se le
impugnó también su manejo del erario. Dejó la presidencia municipal para dedicarse a
administrar sus prósperos negocios y ejercer su Notaría Pública.
1987-1989
Ernesto Gómez Lira. Con el apoyo de las familias políticas más prominentes de la ciudad,
sectores de la federación que pretendían erosionar el poder del quinismo y un considerable
432
movimiento popular derrotó, amparado en las siglas del PARM, a la candidata priísta
Ernestina Icaza de Contreras. Capitalizó una coyuntura adversa para los petroleros. Gómez
Lira, los Deándar, los Garza Cantú y un ancho núcleo de líderes cívicos, construyen un
impresionante movimiento popular que ayudado por la alquimia a favor del partido opositor,
derrotaron inobjetablemente a la candidata de Hernández Galicia. El gobierno municipal se
caracterizó por reciclar la conducta de hacendado y cacique pueblerino que enseñó en el
trienio 1978-1980. Repitió los mismos vicios y los mismos comportamientos folclóricos que
muchos, sobre todo los beneficiarios de su administración, disfrutaban y festejaban.
1990-1992
Ramón Pérez García. Licenciado en Administración de Empresas. Ocupó cargos directivos
en la cámara de comercio de la ciudad. Su conducta atenta algunas veces bondadosa, hacen
llamarle Ramoncito. Casó con una sobrina de Heriberto Deándar. Llegó a la alcaldía con el
patrocinio del PARM y todos los grupos de poder que se rebelaron ante la candidatura priísta
de Humberto Issasi un comerciante desconocido en el ambiente político, apadrinado por
Emilio Villarreal Guerra, hermano del entonces gobernador Américo Villarreal Guerra
Resultó un flan la contienda para las familias de poder locales. Issasi, cuyo mérito más
trascendente en su vida fue sido tomar un curso de contabilidad en una afamada academia
reynosense, sin experiencia política, sin consenso, fue arrasado por la ola opositora. De hecho
perdió la lucha electoral desde el momento mismo de su nominación. El gobierno de Pérez
García no fue del todo malo. La gente del pueblo recibió un buen trato aún cuando no se le
resolvieran sus peticiones. Cándido como lo es, anda por la vida dando tumbos de partido en
partido.
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