capítulo 9

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Rajagopal 9

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    CAPTULO 9

    Mercados, gnero e identidad:un estudio de caso del Foro de las MujeresTrabajadoras como movimiento social

    Este estudio de caso resume las conclusiones de mi investigacin decampo del Working Womens Forum (Foro de las Mujeres Trabajado-ras; WWF, por sus siglas en ingls), un movimiento grande de mujeres delSur de la India. La investigacin consisti en visitas de campo en el cursode varios aos; largas entrevistas durante ese periodo con el personal, lasafiliadas y las lderes del WWF; observaciones de las cooperativas e inves-tigacin de los numerosos materiales documentales y trabajos acadmicosproporcionados por el WWF. Ofrezco un anlisis de mis hallazgos, ademsde situarlos dentro del trabajo acadmico ms general sobre los movimien-tos sociales y el desarrollo. El estudio concluye observando la dificultad desituar al WWF dentro de las categoras generalmente reconocidas por elderecho internacional y el derecho municipal, y las distintas formas en quela praxis del WWF desafa las nociones recibidas sobre desarrollo econmi-co y derechos humanos.

    LA DESCRIPCIN DE LA ESTRUCTURAY LAS ACTIVIDADES DEL WWF

    El WWF fue fundado en 1978 por su presidenta actual, la seora JayaArunachalam, y varias trabajadoras, principalmente como un sindicato demujeres del sector informal con una membresa inicial de 800 personas.Desde entonces ha crecido hasta convertirse en un movimiento de ms de600.000 mujeres pertenecientes a tres Estados distintos del sur de la India:sus actividades se extienden a ms de 2.061 pueblos y 1.651 suburbios en4.158 reas distintas, organizadas en 45.000 grupos al interior de 15 seccio-nes. Con esas cifras, parece ser hoy el ms grande movimiento de mujeresde la India, superando al mejor conocido y mucho ms estudiado Self-Employed Womens Association (Asociacin de Mujeres Autoempleadas;SEWA, por sus siglas en ingls).

    Coleccin En Clave de Sur. 1 ed. ILSA, Bogot D.C. Colombia, febrero de 2005El desarrollo, los movimientos sociales y la resistencia del Tercer Mundo

    Balakrishnan Rajagopal. El derecho internacional desde abajo:

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    Desde sus comienzos como pequeo sindicato de mujeres pobres orga-nizadas en torno al problema del crdito, el WWF se ha ampliado paradesempear mltiples funciones. Combina las actividades de una agenciade microcrdito y banca (hace prstamos); un sindicato (organizado para lanegociacin colectiva con el gobierno y el sector privado con el fin de conse-guir mejores trminos y condiciones laborales); una ONG de mujeres (com-prometida con la defensa en foros pblicos de cuestiones clave, lapresentacin pblica de los problemas sociales de las mujeres y campaasen los medios de comunicacin) y un movimiento sociopoltico de mujeres(que impulsa luchas colectivas de base contra estructuras patriarcales opre-sivas y otros obstculos culturales y polticos, y que aporta un sentido desolidaridad entre las mujeres). Estas actividades reflejan el acuerdo delWWF sobre la necesidad de una aproximacin holstica e integral paralograr la solucin de las variadas e interconectadas opresiones que enfren-tan las mujeres trabajadoras pobres en su vida diaria: explotacin de clase,jerarquas de casta, dominacin masculina, deficiente salud y un mundocerrado que las asla y las hace vulnerables. Como resultado de ese recono-cimiento, el WWF se estructura como sigue:

    a. Indian Cooperative Network for Women (Red Cooperativa India paralas Mujeres; ICNW, por sus siglas en ingls). Se estableci como perso-na jurdica separada segn las leyes del gobierno federal y tiene laresponsabilidad de proporcionar microcrditos a las mujeres trabajado-ras pobres. Originalmente se conoca como la Working Womens Coo-perative Society (Sociedad Cooperativa de Mujeres Trabajadoras; WWCS,por sus siglas en ingls) y estaba registrada segn el derecho del Esta-do de Tamil Nadu. Posteriormente, y para evitar el acoso que sufranlas afiliadas a la cooperativa por parte de los funcionarios del gobiernoestatal, fue registrada bajo leyes federales.

    b. National Union of Working Women (Sindicato Nacional de MujeresTrabajadoras; NUWW, por sus siglas en ingls). Se estableci como unsindicato para las mujeres trabajadoras pobres segn la Trade UnionAct (Ley Sindical), con el propsito de mejorar las condiciones de vida ylaborales de las mujeres.

    c. El WWF como organismo de planeacin familiar y de servicios de sa-lud. Bajo la estructura organizacional del WWF, se han desarrolladodiversos proyectos para proporcionar servicios de salud y promover laplanificacin familiar entre las mujeres trabajadoras pobres.

    d. El WWF como movimiento social y ONG. El WWF, registrado bajo laSocieties Registration Act (Ley Sindical), desempea el papel de unaONG en mbitos como la defensa de intereses pblicos, al mismo tiem-po que moviliza a un gran nmero de mujeres en cuestiones culturalesy polticas, como la divisin social por castas. En consecuencia, el WWF

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    ha realizado un gran nmero de matrimonios entre personas de distin-tas castas, y ha intentado activamente tener influencia en la opininpblica sobre los temas que le preocupan, usando los medios de comu-nicacin cuando lo consideran necesario.

    La estructura de todos los componentes mencionados se fusiona enuna organizacin de 160 individuos como personal laboral y 174 organiza-doras de rea (elegidas de entre sus miembros), que son supervisadas porun Comit Permanente formado por siete miembros y una presidenta (JayaArunachalam, todava hoy). Segn Arunachalam y sus colaboradores, el95% del personal del WWF proviene de la base, incluyendo los mandosintermedios. Sin embargo, slo dos de las siete integrantes del Comitprovienen de la base. Adems, pareciera no existir ningn mecanismo parareemplazar a la presidenta. El personal y las organizadoras estn muymotivadas y trabajan a cambio de un salario bajo: el personal recibe entre1.500 y 3.500 rupias por mes1 y las organizadoras reciben entre 300 y 500rupias mensuales. La organizacin est razonablemente bien equipada, condos automviles todoterreno en las oficinas centrales y un todoterreno porseccin. Los costos administrativos y de gestin parecen estar bien contro-lados, y no superan el 30%.

    Como se ha observado, el propsito inicial del WWF era promover elestatus econmico de las mujeres trabajadoras muy pobres del sector in-formal, organizndolas como trabajadoras de un sector especfico y propor-cionndoles crdito. Aunque ms de 90% de las mujeres trabajadoras en laIndia pertenecen al sector informal, los sindicatos mayoritarios, domina-dos por hombres, no mostraron ningn inters ni en el sector informal nien las mujeres. Adems, los sindicatos estaban dominados por ideales iz-quierdistas de solidaridad de la clase trabajadora, lo que haca que cual-quier esfuerzo de las mujeres trabajadoras por organizarse como unacategora separada de trabajadores fuera sospechoso a sus ojos. Adems,las mujeres en el sector informal, que laboran como vendedoras en merca-dos fijos o ambulantes, prestadoras de servicios en las ciudades, manufacture-ras domsticas y comerciantes al por menor, y tambin como trabajadorasagrcolas rurales, se enfrentaban a barreras y problemas especficos quesurgan de su estatus como mujeres. Tales barreras incluan las de casta yde clase que restringan su movilidad, su comportamiento y su acceso a losrecursos econmicos, que tenan como resultado mantener a estas muje-res en el nivel socioeconmico ms bajo, forzndolas a vivir en condicionesmarginales y de supervivencia.

    As, el WWF tuvo inicialmente el objetivo de mejorar la seguridad eco-nmica de las mujeres pobres. Pero como ya se ha dicho, se vio rpidamen-

    1 En el ltimo ao, la tasa de cambio rupia-dlar oscil entre las 45 y las 50 rupias por dlar (N. del T.).

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    te que las barreras que tenan que enfrentar las mujeres no eran pura-mente econmicas, basadas en la clase, sino multidimensionales, en lascuales las normas culturales y los prejuicios, la opresin poltica y los rgi-dos estereotipos sociales contribuan a su situacin de existencia marginal.Por lo tanto, se dise una aproximacin integrada y holstica, con la cuallas mujeres combatieran todas esas formas de opresin, usando distintastcticas, a travs de subjetividades mltiples, para crear lo que RobertChambers llama contracultura (citado en Unicef-WWF 1989). Ahora descri-bir en detalle el funcionamiento de los distintos componentes del WWF yofrecer un anlisis preliminar.

    ICNW: el poder transformador de la libertad econmica

    En la India, las mujeres han encontrado adicionalmente otras dificultadespara participar como actores en el mercado. La estructura de la economafavorece los mercados de ventas al por mayor con lneas establecidas debienes y crdito, que estn usualmente monopolizados por los hombres.Adems, se espera que las mujeres dediquen la mayor parte de su tiempo alas responsabilidades domsticas, lo que impone severos lmites a la canti-dad de tiempo que pueden dedicar a sus negocios. Existen tambin normassociales rgidas acerca del tipo de negocios que pueden desempear tpica-mente las mujeres, lo que a menudo limita el rango de elecciones disponi-bles para ellas. En consecuencia, las mujeres suelen dedicarse al comerciode poco volumen, estacional o menor, que es considerado de alto riesgocrediticio. Para asegurarse la disponibilidad de ese crdito de alto riesgo,las mujeres solan confiar en prestamistas que cobraban intereses exorbi-tantes y que las dejaban en un endeudamiento severo. A pesar de la exis-tencia de una banca pblica que tena la obligacin de prestar a los pobres,las mujeres la encontraban indiferente frente a sus necesidades, imperso-nal y descorts debido a que la mayora de ellas eran analfabetas. Los ban-cos no les concedan prstamos de buena gana sin que los hombres firmarancomo garantes solidarios, ni tampoco estaban interesados en procesar elgran nmero de pequeos crditos que solicitaban las mujeres pobres, de-bido a la cantidad de documentacin requerida en el proceso.

    Como resultado, el ICNW proporciona crdito a las mujeres. El ele-mento clave en la estructura es el grupo vecinal para prstamos. Si al-guien quiere unirse al WWF debe inscribirse como miembro de uno deestos grupos. Cada grupo est formado por entre diez y veinte miembros,todas mujeres del mismo vecindario. Cada grupo elige a su lder. Una vezque el grupo se ha formado, se registra en el WWF y cada una de lasafiliadas diligencia una solicitud y paga una cuota de membresa muy baja(12 rupias al ao). Las afiliadas deben atender regularmente a las reunio-nes de grupo, pagar los prstamos puntualmente y actuar como garantes

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    solidarias para los prstamos solicitados por otra de las participantes delgrupo.

    El procedimiento para los prstamos es el que sigue: todas las partici-pantes del grupo presentan una solicitud conjunta para los prstamos, des-pus de que la jefa del grupo haya evaluado la necesidad, capacidad yproductividad de cada miembro, y de que todas las afiliadas hayan revisadola capacidad de las otras para producir ingresos. La jefa del grupo dirige lassolicitudes a la organizadora de rea local del WWF. Despus, las solicitan-tes se dirigen a la oficina local del WWF para llenar una solicitud de prs-tamo simple, de una sola pgina, con la ayuda de la lder del grupo, laorganizadora de rea, la secretaria general y la agente de crdito. Estaltima presenta la solicitud a las ramas locales de los bancos y mantieneinformadas a las organizadoras del rea, que acompaan a las solicitantesal banco en el da fijado para el desembolso del crdito y les ayudan acompletar el proceso de presentacin de los formularios adecuados. Losprstamos se toman a un inters del 4% con un plan a diez meses para ladevolucin del crdito. La lder del grupo recibe de las afiliadas el pago delas cuotas de los crditos y lo deposita en el banco.

    Aunque el dinero procede de los bancos, el WWF, como intermediario,decide en ltima instancia quin recibe un prstamo y quin puede serdeclarado en mora o reajustar su esquema de devolucin del crdito. Eneste sentido, la forma de operar del WWF vara notablemente de la de losbancos comerciales. Por ejemplo, el WWF es flexible acerca de los propsi-tos para los cuales se pueden usar los crditos: una mayora de las mujerespobres desva parte de los prstamos para necesidades de consumo (ali-mentos, vestido y tambin necesidades culturales como matrimonios y fes-tividades). Los bancos comerciales no lo permitiran. El WWF tambinpermite reestructurar los pagos por razones que podran ser consideradasinadecuadas por los bancos: fluctuaciones en la provisin de bienes debidoa inundaciones monznicas, matrimonios, nacimiento de hijos, interven-ciones mdicas, accidentes y desastres o incluso festivales religiosos. Ellono afecta las tasas de devolucin de crditos, que se sitan en torno al 95%,mucho ms altas que las de los prstamos bancarios comerciales ordina-rios. Bsicamente, todo el sistema funciona sobre la base de la presin delos pares, impulsado por un sentido de solidaridad que resulta de una com-prensin especialmente sensible de los problemas reales de estas mujeres.

    El problema del crdito es analizado normalmente slo en trminoseconmicos. Sin embargo, para el WWF y las mujeres que lo forman, suvalor trasciende la racionalidad econmica. Para el WWF, la capacidad deproporcionar crdito es la base de su potencial de movilizacin, puesto quemuchas mujeres se inscriben en el WWF principalmente para tener accesoal crdito. Para las mujeres miembros del Foro, el crdito tiene efectos

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    significativos, y a veces inesperadamente positivos, en su estatus domsti-co y social, adems de un impacto indudablemente beneficioso en su saludy su seguridad econmica. Las mujeres y sus familias comen mejor, pue-den prescindir de los prestamistas e invierten en mejores ropas, medici-nas, educacin y joyera (que es una forma fundamental de ahorro en laIndia), adems de mejorar y diversificar sus negocios. La presencia delWWF ha eliminado la necesidad de cogarantes varones para los prsta-mos, liberando a las mujeres de su dependencia de los hombres. Muchasafiliadas al WWF informan que segn aumenta su capacidad para negociarcomo producto de su solidaridad, han obtenido una mayor confianza, respe-to y poder al interior de sus familias y de sus comunidades. En otras pala-bras, los efectos simblicos de esos nuevos roles han tenido consecuenciassociales y polticas imprevistas pero bienvenidas. Tambin han tenido unnotable impacto en las actitudes y las personalidades de muchas de estasmujeres, debido al sentido de poder y de responsabilidad que les ha propor-cionado el WWF.

    NUWW: el suministro de ideologa

    Aunque el NUWW tiene programas especficos para sus miembros, comoesquemas de pensin y seguros, programas de salud y educacin para larehabilitacin del trabajo infantil, la principal razn de su existencia pare-ce ser suministrar una ideologa de centroizquierda al movimiento. La or-ganizacin de las mujeres bajo la forma de un sindicato permite que stasse comprometan con sus programas, adquiriendo conciencia de clase. Ellodiferencia al WWF de los movimientos puramente basados en la identidado creados nicamente para luchar por resolver un problema concreto. Aprimera vista, parecera paradjico que una organizacin de microcrdito yprstamo se comprometa con una ideologa izquierdista. Pero si miramosms de cerca, basndonos en las entrevistas con las mujeres, al igual queen la observacin de su estatus socioeconmico dentro de la estructurageneral de las relaciones econmicas del sur de la India, se hace obvio quepara poder tener xito, las otras actividades del WWF (crdito, cambiossociopolticos, lucha cultural, defensa legal, etc.) necesitan ser formuladasde modo contrapuesto al tipo particular de capitalismo que prevalece enIndia meridional. El WWF parece creer que es posible esa formulacincontrapuesta, situndose en otros niveles distintos de identidad: un sindi-cato de clase consciente e izquierdista. Mientras que esta identidadorganizacional le proporciona ideologa, orientacin poltica y una formaorganizativa al WWF, debe destacarse que no est afiliado a ningn partidopoltico de izquierda, ni tampoco como sindicato hace maniobras para cap-turar el poder poltico de su base.

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    Movimiento: movilizacin poltica y social,lucha cultural e identidad

    Como gran colectividad con ms de 591.000 afiliadas, el WWF es el movi-miento de mujeres ms grande de la India. Su personal y sus lderes sonperfectamente sabedores del papel crucial que tiene la identidad en su xi-to. La fuerte ideologa promujer que ha demostrado tener, ha proporciona-do un sentido de solidaridad y autoconciencia en las mujeres, adems decolocar los cimientos para varios programas promujer que a su vez impul-san la movilizacin y permiten organizar luchas populares. Que la identi-dad de la mujer sea la mdula del Foro, le ha permitido ampliar susactividades a otras reas del pas, cultural y lingsticamente diferentes.Como ejemplo se puede citar la expansin del WWF a la comunidad demujeres artesanas bordadoras de Narsapur en Andhra Pradesh (un estadovecino) y a la comunidad de mujeres rurales no agricultoras del distrito deBidar en Karnataka (otro estado vecino).

    Aunque la movilizacin basada en la identidad ha sido exitosa para elWWF, debe sealarse que las causas de su expansin han sido sustancial-mente distintas. En el primer ejemplo de esa expansin (el distrito deDingidul en Tamil Nadu), las actividades del WWF, como los esquemas deempleos no agrcolas para mujeres rurales, comenzaron por el hecho deque los antepasados del marido de Jaya Arunachalam posean tierrasancestrales en esa rea. Al menos en otros tres ejemplos (Adiramapattinamen Tamil Nadu, Narsapur en Andhra Pradesh y el distrito de Bidar enKarnataka), las actividades dirigidas a las mujeres pescadoras, las artesanasbordadoras y las mujeres rurales agrcolas (respectivamente) fueron pro-ducto de las intervenciones de las agencias internacionales para el desa-rrollo (FAO, ILO/Fundacin Ford y Unicef, respectivamente). Por lo tanto,el WWF no se ampli espontneamente hacia esas reas porque fuera unmovimiento de mujeres, sino como producto de una configuracin com-pleja de intervenciones externas, movilizaciones internas (fundamentadasambas en la percepcin de que el WWF es un movimiento basado en laidentidad), conexiones accidentales o personales y otros factores similares.La historia de esta micropoltica es fascinante en s misma y merece unestudio futuro ms profundo.

    Se puede pensar que muchas de las actividades del WWF implican lu-chas en el terreno cultural, por el hecho de que intenta conseguir cambiossociopolticos profundos que buscan alterar las relaciones de poder entresexos en la sociedad del sur de la India. A pesar de ello, muchas de lasafiliadas y del personal del WWF pareceran tener un inters limitado enlos temas culturales, al percibirlos como algo perifrico a sus actividadesprincipales. Segn ellas, sus actividades se concentran en la cultura a tra-vs de la educacin y la formacin (usando afiches, obras de teatro etc.),

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    porque intentan concienciar a las mujeres y a los hombres de las conse-cuencias negativas de las instituciones opresivas como la casta. Ello puedecontrastarse con la forma culturalmente neutra en la cual interpretan suprincipal foco de actividad, es decir, la promocin de la libertad econmicade las mujeres, o tambin el impulso ideolgico y cultural de la prcticamoderna del desarrollo, de la cual las actividades del WWF son parteintegral en el sur de la India2.

    Por lo tanto, el WWF exhibe algunas caractersticas de los movimien-tos sociales y parece carecer de otras. En su uso de la movilizacin sobre labase de la identidad, en su fluidez y en la fragmentacin de sus miembros,en su compleja relacin con el gobierno y el Estado (de la que hablaremosms), y en los vnculos trasnacionales que ha creado (como movimiento demujeres, como sindicato y tambin como institucin alternativa para eldesarrollo) es claramente un movimiento social.

    La ONG de las mujeres: constitucin legal,financiacin extranjera, construccin de la coalicin

    Como seal Eric Hobsbawn alguna vez, el taln de Aquiles de cualquiermovimiento social es la falta de institucionalizacin. Mientras que la natu-raleza fluida y fragmentaria de un movimiento social permite su difusin,la falta de un canal institucional a travs del cual la energa del movimien-to pueda conducirse puede ocasionar la disipacin de la direccin y el ritmodel movimiento. Por ello, muchos acadmicos han destacado las funcionestiles que desempean las ONG: a menudo inician o sostienen movimien-tos sociales (Lehman 1990) o pueden ser los vehculos institucionales parala protesta y la accin colectiva (Diani 1992). En consecuencia, no es sor-prendente que el WWF tambin se encuentre registrado como ONG. Comose explic, el WWF se encuentra registrado bajo una ley federal centralpara poder escapar del acoso al que le sometieron los funcionarios del Esta-do de Tamil Nadul. Ello suministra un ejemplo interesante del espaciopoltico institucional que proporcionan los vacos y las ambigedades en elsistema legal (en este caso, enfrentando al gobierno estatal contra el cen-tral) y que pueden ser explotados por las ONG como el WWF.

    Adems de la identidad institucional y de la capacidad organizacionalque provee la constitucin legal como ONG, el WWF se beneficia de otrasformas de su estatus de ONG. Primero, permite la construccin de coali-ciones con grupos similares en la India y fuera de ella, como se apunt enla seccin anterior. Esta construccin de coaliciones con grupos de mujeresy grupos para el desarrollo le da al WWF mucha ms fuerza y visibilidad

    2 Son numerosas las obras acadmicas que estn publicndose recientemente sobre crticas culturales de lasideas e instituciones del desarrollo. Son ejemplos destacables Ferguson (1994) y Escobar (1995).

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    frente al gobierno. Adems, su posicin como ONG de mujeres tambin leproporciona un espacio ideolgico y poltico que le permite manejar la ret-rica de los derechos humanos (libertad de asociacin y de igualdad de gne-ro). Segundo, facilita la financiacin de los donantes, al presentarse comouna ONG de mujeres o una ONG para el desarrollo. Dentro del climaactual de fascinacin duradera que tienen las instituciones del desarrollocon la retrica de desarrollo participativo y de base, la identidad como ONGes estratgicamente til para el WWF3. Su xito en este sentido se puedeobservar echando un vistazo al nmero de donantes que tiene: los ejem-plos incluyen (adems del gobierno central y varios gobiernos estatales)instituciones domsticas como el SIDBI (Small Industries Development Bankof India), el NADB (National Development Bank) y el Nabard (NacionalBank for Agriculture and Rural Development); el gobierno holands, ayudaalemana, la Fundacin Ford, SIDA, OIT, Unicef; UNFPA (Fondo de lasNaciones Unidas para la Poblacin) y el PNUD. Debe tambin indicarse eneste momento que, segn el personal del WWF, no ha habido ningn deba-te interno serio dentro del movimiento acerca de los pros y los contras dela financiacin extranjera. Ello puede contrastarse, por ejemplo, con otrosmovimientos indios u ONG que siguen siendo muy sensibles a todo el temade la financiacin extranjera, y que se oponen fuertemente a la financia-cin bilateral.

    LA METODOLOGA DE TRABAJO:LAS RESPONSABILIDADES POPULARES

    Existen varias tendencias comunes que se pueden ver en la metodologa detrabajo del WWF. Su movilizacin se apoya sobre una idea de identidad,sus fundadoras tienen la misma base de clase que la poblacin objeto, loscontactos iniciales se realizan mediante una oferta de crdito para el em-pleo, sus tcticas tienen una base local y se encuentran culturalmente biensintonizadas con las realidades de poder en el rea, sus fines son realistasy se basan en la necesidad y, finalmente, su estructura organizacional sefunda en el principio de promover que las bases ocupen el liderazgo. Esteltimo aspecto de la metodologa de trabajo es tambin muy importante,puesto que proporciona legitimacin externa y credibilidad interna al WWF.

    En el WWF, la divisin del trabajo entre su personal refleja las realida-des de la sociedad del sur de la India en la que debe trabajar. Las lderes,que son bien educadas y pertenecen a las clases y castas altas, se encuen-tran a cargo de las relaciones pblicas, incluyendo los medios de comunica-cin, las relaciones con el gobierno y las agencias internacionales (como

    3 Para un anlisis exhaustivo sobre la discusin como ONG, vase Fisher (1997).

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    interlocutores), y de la planificacin poltica. Las administradoras interme-dias, que tienen estudios y pertenecen a las clases medias inferiores (peroproceden de varias castas), estn a cargo de la puesta en marcha de progra-mas y proyectos, la administracin, la contratacin y los vnculos con losfuncionarios locales. Las afiliadas de base, la mayora de ellas analfabetasy pertenecientes a las comunidades ms pobres y ms explotadas y a lascastas ms bajas, son las beneficiarias: ellas son las mujeres trabajado-ras. Esta alianza de mujeres de distintos estratos de la sociedad ha funcio-nado en beneficio del Foro.

    Esta metodologa la hace muy diferente de una ONG (que suele elegirentre la defensa pblica de intereses colectivos y la prestacin de servicios)o de un sindicato (negociacin colectiva). De hecho, su metodologa, unidaa sus formas hbridas de organizacin, hace imposible categorizar al WWFcomo una entidad especfica.

    LA RELACIN CON EL GOBIERNO Y LOS PARTIDOS POLTICOS

    A pesar de la denominacin de no gubernamental, las ONG (y los movi-mientos que constan de ONG) tienen a menudo relaciones complejas,ambivalentes y dinmicas, a veces cooperativas y a veces contenciosas, conel gobierno (Fisher 1997, 451). Sin duda, ese es el caso del WWF. General-mente, sus actividades orientadas hacia el desarrollo, como el crdito, la sa-lud y los programas de control de natalidad, se organizan en conexin ntimacon los objetivos para el desarrollo y las actividades del gobierno, mientrasque sus esfuerzos en defensa de intereses pblicos como ONG, al igual que sumovilizacin como movimiento social, estn con frecuencia en tensin con elgobierno. Cuando organiza una marcha en contra de las subidas de las tarifasde los autobuses o a favor de un programa gubernamental para los habitantesde los suburbios, el WWF se enfrenta a poderosos grupos de inters dentrodel gobierno que trabajan para frustrar sus objetivos.

    Sin embargo, esta tensin ha sido y es constructiva para el WWF, encuanto los mtodos de resistencia usados y sus objetivos se han encontradodentro de los parmetros aceptados por el gobierno. Podra compararse,por ejemplo, con las hostilidades exhibidas por el Estado hacia las activida-des de un movimiento muy distinto, el Narmada Bachao Andolan (NBA),que muestra una crtica y oposicin radicales a una actividad de desarrolloespecfica deseada por el Estado, en este caso, la construccin de represas4.Ese no es el caso con el WWF, que es percibido por el gobierno como un

    4 Sobre la construccin de la represa de Narmada y las luchas en torno a ella, vase Fisher (1995).Para la lucha jurdica emprendida por el movimiento contra la represa y la forma como ellailustra el potencial y las limitaciones del derecho dentro de la globalizacin contrahegemnica,vase Rajagopal (2005).

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  • 321MERCADOS, GNERO E IDENTIDAD: UN ESTUDIO DE CASO DEL FORO DE LAS MUJERES TRABAJADORAS

    movimiento (o ONG) blando y que utiliza al gobierno como vehculo parapromover sus propias actividades.

    El nico ejemplo importante de conflicto real entre el WWF y el go-bierno parece haber ocurrido con el gobierno de Tamil Nadu, durante laadministracin de la primera ministra Jayalalitha. En ese entonces, lasafiliadas y el personal del WWF alegaron estar sufriendo el acoso de losfuncionarios gubernamentales, que estaban intentando controlar todas lascooperativas en el Estado, incluyendo las del WWF. Gracias a su experien-cia, el WWF se registr bajo una ley federal central como la ICNW, lo quele permiti escapar al control gubernamental de Tamil Nadu.

    Resumiendo, aunque las actividades iniciales del WWF, incluyendo suhabilidad para organizarse libremente, no podran haber existido sin elespacio pblico provisto por el sistema poltico y legal indio5, la experienciacon la administracin de Tamil Nadu muestra tambin cmo los gobiernoscreen frecuentemente que las ONG socavan la hegemona del Estado eintentan someterlas a su control (Fisher 1997, 451). Finalmente se debeobservar que el WWF ha tenido un xito vacilante a la hora de influenciarlas polticas o la legislacin gubernamental a largo plazo y muy poco impac-to en los procesos y estructuras polticas. Como ya se ha explicado, granparte del trabajo del WWF se encuentra en lnea con los programas guber-namentales y con sus objetivos, aunque en ciertos casos, como la protestacontra las alzas en las tarifas del transporte por autobs, su accin haobligado al gobierno a dar marcha atrs en sus decisiones.

    En cuanto al impacto en las estructuras y procesos polticos, casi dosdcadas de activismo de las mujeres del WWF no han modificado el equili-brio poltico de fuerzas, la cultura poltica, el nmero de mujeres en lapoltica o los temas de la agenda pblica del Estado de ninguna forma signi-ficativa, lo que es reconocido llanamente por los miembros del personal delWWF. Este hecho contrasta con la retrica de celebracin de la sociedadcivil, de la democratizacin o de una cultura poltica alternativa, con lascuales se saluda muchas veces a las ONG como el WWF. Lo que est mscerca de la verdad es que el WWF es un movimiento social moderado que,sin embargo, tiene algn potencial radical a largo plazo para alterar lasrelaciones de poder en la sociedad.

    Finalmente, el WWF no se encuentra afiliado a ningn partido poltico,aunque su presidenta, la seora Jaya Arunachalam, sea desde hace muchotiempo miembro del partido del Congreso, lo que le ha proporcionado unespacio poltico e institucional. El aspecto interesante de la posicin actualdel WWF hacia los partidos polticos es que est sometindose a unautoexamen para considerar si lanza un partido poltico nacional. Sus lde-

    5 Una observacin hecha por Banuri (1993, 49-67).

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  • 322 EL DERECHO INTERNACIONAL DESDE ABAJO

    res han comenzado a mirar modelos de partidos progresistas en otros pa-ses, como los Verdes en Alemania.

    RETOS PLANTEADOS POR EL WWFA LOS PARADIGMAS EXISTENTES

    Este estudio acerca del WWF ha hecho surgir numerosas preguntas quevan al centro de varias nociones comnmente aceptadas en distintas disci-plinas y campos. Aunque este estudio no es el lugar para examinar esosdesafos en gran detalle, los ejemplos que siguen se pueden considerarcomo una muestra de los tipos de retos que plantean los movimientos so-ciales, como ya lo he mostrado en captulos anteriores.

    Reto para las ideas de crecimiento econmico y de desarrollo

    La praxis del WWF desafa fundamentalmente varias ortodoxias acerca delcrecimiento econmico. Primero, el xito del reto del WWF a la visindominante de que la industrializacin intensiva es el nico modelo de cre-cimiento econmico. Las mujeres urbanas y rurales muy pobres que for-man el WWF muestran que es posible una actividad econmica viable en elsector informal de una forma autosostenible y productiva, que se ajuste alos fines de desarrollo.

    Segundo, el nfasis del WWF en apoyar empresas econmicas ya exis-tentes de mujeres, en lugar de intentar darles formacin profesional y crearnuevos trabajos, est en contra de una de las ortodoxias del crecimientoeconmico, que sostiene que los trabajadores del sector informal necesitandesplazarse al sector formal a travs de la creacin de trabajos (una polti-ca de trabajo y empleo) y formacin profesional. Estas ortodoxias generanel impulso para la imposicin de un modelo de crecimiento econmico decapital intensivo que termina declarando que las empresas pequeas (co-mercio al por menor, venta ambulante) son ilegales y las reemplaza porunidades mayores ms viables.

    Tercero, la praxis del WWF tambin muestra que su orientacin debase y su aproximacin participativa funcionan mejor que los esfuerzospara el desarrollo de arriba hacia abajo guiados por el gobierno. A pesar dela retrica de la participacin, las instituciones para el desarrollo y losgobiernos todava tienen pendiente la cesin a los movimientos de base delcontrol sobre las actividades para el desarrollo. El experimento del WWFse puede usar, por ello, para desafiar ese control.

    Reto para los derechos humanos

    La teora y la prctica de los derechos humanos han tenido siempre proble-mas para acomodar en su interior a los grupos o actividades que no estn

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    principalmente dedicados a las libertades civiles en el sentido tradicionaloccidental. As, mientras que la libertad inicial de asociacin de las afilia-das al WWF y su compromiso con la igualdad de gnero seran considera-dos como genuinos derechos humanos por la mayora de los acadmicos yactivistas de derechos humanos, la mayor parte de las actividades del WWF(como la promocin de la libertad econmica, sus actividades sindicales, losprogramas de planificacin familiar y salud, la cooperacin con el gobiernoo las actividades inspiradas culturalmente como los matrimonios entrecastas) no seran consideradas como tales.

    El movimiento de derechos humanos predominante permanece atrapa-do en una versin del liberalismo que le hace imposible comprender ade-cuadamente lo que hace el WWF. El discurso de los derechos humanos nose preocupa de la libertad econmica porque su principal inters son losderechos civiles y polticos (los derechos econmicos que son progresiva-mente realizables); no presta atencin a la sindicacin de los comercian-tes (a pesar de su silencio comprometedor) porque no ve ningn problemade clase ah (y es de hecho procapitalista, como algunos han sostenido);trata los programas de planificacin familiar y para la salud como purosprogramas para el desarrollo (con su presuposicin liberal de que existeuna divisin entre la poltica y la economa); no puede comprender cmolas actividades de derechos humanos podran conducirse en cooperacincon el Estado (debido a su prejuicio antiestatal); y, por ltimo, se ha pre-ocupado tradicionalmente de la cultura slo con el propsito de negar suvalidez (probando su propia universalidad en ese proceso). La praxis delWWF causa una incomodidad intensa al pensamiento predominante dederechos humanos. Ello explica de manera parcial por qu el WWF prcti-camente no tiene vnculos con los grupos de derechos humanos en laIndia.

    Reto para los movimientos y grupos feministas

    La mayora de las ONG occidentales de mujeres y muchas en la India sehan interesado fundamentalmente por la poltica de los derechos, concen-trando sus principales actividades en torno a los cambios polticos y legisla-tivos de arriba hacia abajo, ejecutados por el Estado. Estas ONG han sidoformadas tradicionalmente por mujeres de la lite, pertenecientes a lasclases o castas ms altas, y trabajan por la mejora de las mujeres menosafortunadas de clase o casta baja. Adems, las ONG de mujeres tambinhan asumido normalmente una lnea dura hacia las cuestiones culturales,tratndolas, como merecen a menudo, como obstculos que una retricauniversal de los derechos de las mujeres tiene que superar. Al menos entodos estos aspectos, el WWF es sealadamente distinto. Sus miembros nose preocupan de los derechos, sus actividades estn orientadas hacia labase y son iniciadas por ella. El 95% de las afiliadas al WWF proceden de

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  • 324 EL DERECHO INTERNACIONAL DESDE ABAJO

    las castas ms pobres y explotadas de la sociedad y trabajan para su propioascenso social. La prctica del WWF tambin es trabajar respetando lasnormas culturales de las reas donde acta, en la medida en que ello sirvaa sus objetivos generales. Estas diferencias son tal vez las razones por lascuales otros grupos no consideran que el WWF sea un grupo feminista.

    Reto al derecho internacional

    Recientes trabajos sobre las relaciones internacionales6 y el derecho inter-nacional7 han destacado la existencia en aumento de redes trasnacionales,constituidas por ONG locales e internacionales y por movimientos socia-les, agrupadas en torno a un problema social, como prueba de una sociedadcivil internacional emergente y como instrumentos de gobierno global. Comohe argumentado, una nocin esencial detrs de esa imagen del orden mun-dial es que la soberana y los Estados se han fragmentado y que las ONG ylos movimientos sociales forman parte de redes de gobierno global, agru-padas en torno a problemas sociales distinguibles, que se apoyan mutua-mente para administrar el mundo. Segn esa teora, las ONG y losmovimientos se encuentran a la vanguardia del nuevo orden internacio-nal. Otra presuncin liberal esencial de ese nuevo orden se apoya en lacreencia de que las afiliaciones planetarias (como las que giran alrededorde la identidad de gnero, el medio ambiente o los derechos humanos)estn enfrentndose a las identidades nacionalistas locales, que se susten-tan en la idea de cultura. Adems, incluso si el derecho internacional hacelebrado la aparicin de redes trasnacionales, tambin ha fomentado elrgimen jurdico necesario para la universalizacin de la democracia libe-ral occidental y del capitalismo de corte occidental. Por lo tanto, los juris-tas afirman que ha surgido un derecho al gobierno democrtico (al estilooccidental)8 y los internacionalistas se ocupan de la construccin de la OMC,tal vez el mayor experimento institucional internacional en el periodo pos-terior a la Guerra Fra, creada solamente para la promocin del capitalis-mo al estilo occidental.

    La praxis del WWF muestra, sin embargo, que muchas de estas afir-maciones y concepciones acerca de un nuevo orden mundial son inadecua-das, prematuras, imprecisas, contradictorias o imposibles en la prctica.Mientras que el WWF ha construido sin duda vnculos trasnacionales congrupos para el desarrollo y de mujeres, como se ha mencionado anterior-mente, no es en absoluto exacto decir que esos vnculos representan loscimientos de redes globales duraderas y estructuradas que puedan efec-

    6 Vanse, p. ej., Lipschutz (1992) y Sikkink (1993).7 Vanse, p. ej., Slaughter (1997) y Charnowitz (1997).8 Vase Franck (1992).

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    tuar realmente tareas especficas. Pero lo que es ms importante, la natu-raleza de las actividades del WWF muestra que, lejos de fragmentar lasoberana, refuerza su valor y centralidad en la vida de la gente, especial-mente si uno comprende la soberana en un sentido foucaultiano comocapacidades de gobierno (y no en el sentido liberal de superioridad formalen una esfera independiente). La afirmacin acerca de las afiliacionesplanetarias tambin parecera enormemente exagerada con respecto alWWF. Suficientemente difcil encuentran ya sus miembros llevar su acti-vidad a regiones culturalmente distintas en el sur de la India donde sehablan distintas lenguas. Sera absolutamente impreciso decir que las afi-liadas al WWF o sus lderes abrigan grandes visiones globales acerca de lasolidaridad de gnero.

    Por ltimo, debe observarse que la ejecucin real de los modelos polti-co- econmicos que en la actualidad estn siendo promovidos por Occiden-te muy probablemente causar un gran dao a las actividades del WWF.La Nueva Poltica Econmica que se inaugur en el verano de 1991 en laIndia y que refleja el Consenso de Washington acerca de la privatizacin, lamercantilizacin de la sociedad, la liberalizacin, la estabilizacin y el ajus-te estructural han tenido un serio impacto en la vida de las mujeres pobresque son miembros del WWF. Los ejemplos incluiran: la subida de los cos-tos de transporte (para los vendedores de vegetales y pequeos comercian-tes) que surgieron de un recorte de los subsidios; un menor acceso de lasmujeres a los recursos y a la informacin debido a la prdida de empleosfuera de la casa, vindose, por lo tanto, constreidas nuevamente a formasde produccin domsticas; un menor acceso a la nutricin y a las necesida-des bsicas, como la comida, el vestido, la vivienda y el agua, debido a lainflacin causada por la privatizacin; un menor acceso a la educacin su-perior debido a la privatizacin, puesto que los padres prefieren enviar asus hijos al colegio en lugar de a sus hijas debido a los altos costos; recortesen el presupuesto de los programas no formales y de alfabetizacin de masas.Estos cambios han hecho que el WWF tenga mucha ms dificultad paraalcanzar sus objetivos y cumplir con sus fines.

    Igualmente, la promocin del modelo democrtico liberal occidental yuniversal, de la variedad estadounidense, ha tenido tambin serias conse-cuencias: despolitizar las cuestiones que haban estado en el centro de lasactividades del WWF, como la libertad econmica; destacar la importanciade las ONG y de la financiacin extranjera como una verdadera medida delibertad; reemplazar una visin que pretende dar poder real a las mujeresen distintos mbitos de la sociedad por una visin de los derechos de lasmujeres que se conforma con la no existencia de discriminacin, que esuna visin mucho ms pobre; finalmente, tratar como errneas todas lasintervenciones polticas y econmicas generadas a partir de consideracionesculturales y sustituirlas por un modelo supuestamente universal (occidental).

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    Las observaciones que acabo de hacer indican la necesidad de una seriamirada a la orientacin poltica e ideolgica del derecho internacional. Siste quiere celebrar los movimientos populares y la aparicin de una socie-dad civil internacional, necesita realizar un autoexamen de sus concepcionesideolgicas y polticas, o si no sus objetivos estn en conflicto con su ser.

    Reto para el derecho domstico

    La praxis del WWF ha expuesto abiertamente las debilidades del rgimenlegal indio en muchas reas. En la banca, los xitos del WWF han sido laprueba del fracaso de las presunciones que estn detrs de la normativabancaria tradicional, con sus limitados criterios para la concesin de crdi-tos, acerca de las actividades del mercado que se consideran beneficiosas ode la razones que se aceptan para la reestructuracin de crditos, por nomencionar el elitismo machista hacia las mujeres rurales pobres. Estaspresunciones muestran la necesidad de que los bancos se examinen seria-mente para orientarse ms hacia la gente y ser ms eficientes.

    En el derecho laboral, otra vez, los xitos del WWF son prueba eviden-te del fracaso de esa rama del derecho al igual que del fracaso de la izquier-da india. En general, es una crtica bien conocida contra el rgimen jurdicolaboral indio que la sindicalizacin ha fracasado en ese pas. Se podra aa-dir que as es en el caso de las mujeres y de aquellos que trabajan en elsector informal. El WWF ha demostrado que la naturaleza de las conside-raciones de gnero presentes en el rgimen legal laboral en la India tam-bin necesita una reforma fundamental.

    Desde una perspectiva de los derechos humanos y las libertades civi-les, la experiencia del WWF con el gobierno indio ha mostrado la necesidadde una proteccin jurdica ms integral de la libertad de asociacin en losniveles centrales y estatales, al igual que de los mecanismos de control ycumplimiento de los derechos.

    Desde el punto de vista de la planeacin urbana y ciudadana, los logrosdel WWF prueban a su vez el psimo desempeo de los gobiernos locales yestatales del sur de la India a la hora de satisfacer las necesidades bsicas,como agua potable, alojamiento o servicios de salud. La presencia del WWFha proporcionado una mejor salud, higiene y oportunidades de empleo alas mujeres en los barrios pobres, por ejemplo. Sin embargo, este hechoapenas se refleja en la legislacin local relativa a las ciudades y pueblos,tanto en la asignacin de responsabilidades (el principio bsico es que esasresponsabilidades son de los gobiernos locales ms que de las organizacio-nes de la sociedad civil) como en los mtodos de puesta en prctica.

    As, la praxis del WWF ha creado una crisis seria en muchos de losregmenes jurdicos domsticos, que necesita ser abordada rpida y efecti-vamente.

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    CONCLUSIN

    Este captulo es un esfuerzo preliminar por entender el movimiento demujeres ms grande de la India, el WWF, en el contexto del trabajo acad-mico sobre desarrollo, movimientos sociales y derecho, al igual que dentrode los cambios econmicos y polticos que estn ocurriendo en este mo-mento en la India. Esta investigacin muestra que la praxis del WWF plan-tea serios retos a las nociones aceptadas de desarrollo econmico, derechoshumanos, derecho internacional y derecho domstico. Tambin muestraque mientras que el WWF tiene un gran potencial radical a largo plazo, espoco realista verlo como algo ms que un movimiento social moderado. Elestudio de caso revela las formas en que los movimientos sociales basadosen la identidad, como el WWF, suponen un reto para las estructuras econ-micas y jurdicas existentes, como parte de su proceso de supervivencia enlos mrgenes extremos de las sociedades perifricas.

    He sugerido que estos retos causan una incomodidad intensa a las ideasaceptadas en el derecho, los derechos humanos y el desarrollo econmico,aunque los mtodos, las acciones y los fines del WWF sean muy poco radi-cales (como s lo son los del NBA, por ejemplo). Los discursos tradicionalesacerca de la liberacin, el desarrollo y los derechos humanos no tienen casinada que ofrecer a las mujeres que forman parte del WWF. En lugar deello, estas mujeres han construido su propia versin de la resistencia, quepermanece incomprensible a las narrativas reconocidas de liberacin. Heintentado recuperar esa narrativa alternativa de resistencia e inscribirlaen el propio texto del derecho.

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