capítulo 1-tomo 2

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tomo 2 cap 1 Capítulo 1 Página 1 CAPÍTULO 1  EL PROCESO DE LA INVESTIGACIÓN  Datos para la cita de este texto: Saltalamacchia, Homero Rodolfo. Del proyecto al análisis: aportes a una investigación cualitativa socialmente útil - 1a ed. - Buenos Aires: El Artesano, 2005. Segundo Tomo: El trabajo de gabinete. ISBN 987-43-9866-3

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  • tomo 2 cap 1

    Captulo 1 Pgina 1

    CAPTULO 1

    EL PROCESO DE LA INVESTIGACIN

    Datos para la cita de este texto:

    Saltalamacchia, Homero Rodolfo. Del proyecto al anlisis:

    aportes a una investigacin cualitativa socialmente til - 1a

    ed. - Buenos Aires: El Artesano, 2005.

    Segundo Tomo: El trabajo de gabinete.

    ISBN 987-43-9866-3

  • DEL PROYECTO AL ANLISIS: APORTES A UNA INVESTIGACIN CUALITATIVA SOCIALMENTE TIL

    Captulo 1 Pgina 2

    CONTENIDO

    INTRODUCCIN ........................................................................................................................................................ 4

    LOS PRIMEROS PASOS ............................................................................................................................................ 5

    LA ELECCIN DEL TEMA ................................................................................................................................ 6

    FUENTES POSIBLES DE INSPIRACIN......................................................................................................... 7

    LAS PRINCIPALES FASES DE LA INVESTIGACIN ................................................................................. 13

    EL CUADRNGULO FUNDACIONAL ........................................................................................................... 15

    LA UNIDAD DE ESTUDIO ................................................................................................................................ 15

    UNIDADES EN INVESTIGACIONES DESCRIPTIVAS ................................................................................ 16

    UNIDADES EN INVESTIGACIONES EXPLORATORIAS ........................................................................... 21

    LA UNIDAD DE ANLISIS Y SUS REDEFINICIONES ............................................................................... 26

    METAS Y OBJETIVOS ...................................................................................................................................... 26

    LAS PREGUNTAS ............................................................................................................................................... 32

    EL MARCO TERICO E HIPTESIS............................................................................................................. 35

    EL PROYECTO ................................................................................................................................................... 42

    LOS PRINCIPALES CAPTULOS DEL PROYECTO ..................................................................................... 45

    INTRODUCCIN ............................................................................................................................................. 46

    DEFINICION Y DELIMITACION DEL PROBLEMA .................................................................................... 47

    ANTECEDENTES E IMPORTANCIA ............................................................................................................. 48

    METAS Y OBJETIVOS .................................................................................................................................... 48

    MARCO TERICO e HIPTESIS ................................................................................................................... 48

    DISEO METODOLGICO ............................................................................................................................ 49

    CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES ............................................................................................................. 50

    PRESUPUESTO ................................................................................................................................................ 50

    BIBLIOGRAFA ................................................................................................................................................ 50

    ANEXOS ............................................................................................................................................................ 50

    Trabajos citados ......................................................................................................................................................... 52

  • DEL PROYECTO AL ANLISIS: APORTES A UNA INVESTIGACIN CUALITATIVA SOCIALMENTE TIL

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  • DEL PROYECTO AL ANLISIS: APORTES A UNA INVESTIGACIN CUALITATIVA SOCIALMENTE TIL

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    INTRODUCCIN

    El descubrimiento del fuego fue una de las primeras demostraciones de la vocacin inquisitiva y creadora que

    alienta la existencia humana. Si nos remontramos a esas pocas podramos imaginar a nuestros antepasados en

    interminables tareas tendientes a resolver los misterios de la vida y sus peligros. Gracias a esos comienzos, la pro-

    duccin cultural sigue siendo nuestro peculiar modo de afrontar los obstculos de la convivencia gregaria y los

    desafos del medio ambiente.

    A diferencia de lo que ocurre en otras especies (en las que lo cultural es, en el mejor de los casos, sumamente

    rudimentario) la fortaleza de este tipo de adaptacin parece radicar en que permite reconocer cambios en el me-

    dioambiente (los variados retos de otras especies, las rigurosidades de Geos y las ansias depredadoras de los se-

    mejantes) y producir relativamente rpidas respuestas adaptativas. En ese panorama, nada impide situar nuestras

    vocaciones de investigadores en aquella misma obstinada bsqueda: sobre todo hoy, cuando lo vertiginoso de los

    cambios, y el podero de una produccin tecnolgica cuyos efectos ponen en peligro la propia supervivencia de la

    vida humana, hacen urgente la elaboracin de nuevos conocimientos y renovadas alertas.

    Segn iremos viendo, buena parte de la filosofa occidental basa su optimismo cognitivo en un supuesto tpica-

    mente antropocntrico: que el orden de la razn humana es homlogo al orden racional del mundo (Gargani,

    1993). Ese supuesto alent el optimismo sobre nuestra capacidad para adecuar nuestros conocimientos a los

    eventos del mundo externo y nos puso ante el riesgo de ni siquiera reconocer los peligros que son producto de

    nuestro propio desempeo.

    Indudablemente, para confiar en la eficacia de la creacin cultural pueden encontrarse algunas buenas razones: si

    la humanidad ha logrado sobrevivir hasta ahora, es posible presuponer que las conductas exitosas se han basado

    en conocimientos adecuados. Pero este razonamiento tiene los lmites de toda induccin: nada indica que esa

    sobrevivencia sea eterna ni, por ende, sea indiscutible la continuada adecuacin de los conocimientos a los desa-

    fos del mundo externo1.

    No obstante, aceptando que eso es lo que hasta ahora pas (y rehuyendo de un razonamiento metafsico sobre las

    causas) podemos afirmar que, a lo largo de la historia, el ensayo y error, que permitiera conquistar y consolidar

    formas de adaptacin, no slo refera, ni se refiere, a los productos de cada una de las actividades humanas, sino

    tambin a las formas en que stas se conciben, organizan y llevan a cabo.

    1 Junto a esa fuente de evidencias, desde una perspectiva menos emprica se suele tambin hacer referencia a la proteccin de

    Dios como reaseguro de la verdad. Sobre esta ltima explicacin no es posible decir nada desde una perspectiva cientfica; pero sobre la inductiva s, y todo indica que es una presuncin plausible respecto al pasado. De todos modos, aun aceptndola, no es tan evidente que la relacin establecida entre prediccin y acierto sea una relacin simple; por el contrario, lo que en la historia se puede observar es un renovado proceso de ensayos y errores en pro de la adaptacin; por lo que, lo aplicable a grandes perodos, no puede serlo a cada proceso singular de conocimiento; en todo caso, de aquella evidencia no puede emerger nin-guna certeza sobre la explicacin que se le d a una afirmacin que haya demostrado ser suficientemente exitosa; entre otras razones porque puede ocurrir que lo sea pero por causas diferentes a las postuladas (recordar, al respecto, las discusiones del primer tomo). Pero, sea cual sean las razones de esa adecuacin y las posibilidades de que ella permanezca en el tiempo, lo que parece cierto es que, por una parte, la experiencia de ensayos fallidos (en espacios de accin tan diversos como las formaciones institucionales o las estrategias para triunfar en un juego) y, por otra, las sucesivas polmicas y rectificaciones sobre nuestras concepciones en diversas reas del conocimiento (verificadas en la comparacin entre paradigmas, culturas y pocas) deberan alertarnos sobre la complejidad de la relacin entre conocimiento y realidad.

  • DEL PROYECTO AL ANLISIS: APORTES A UNA INVESTIGACIN CUALITATIVA SOCIALMENTE TIL

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    Por lo que debemos concluir que, lo que se va corrigiendo, no es slo el resultado de la actividad cognitiva enten-

    dida como un acto simple sino tambin de su maquinaria (los modos de producir conocimiento o marco epis-

    tmico2), de la cual surgen esos productos (pensamiento que es totalmente coherente con lo afirmado respecto a

    la dinmica de la produccin de esquemas y representaciones sociales a las que hiciramos alusin en el primer

    tomo; las diferencias refieren al grado de conciencia que el cientfico debera poseer respecto a sus esquemas

    cognitivos). Por eso es que, repensar la metodologa de la investigacin forma parte de las actividades tendientes

    a mejorar aquella maquinaria. Pues, como lo sugiere Robert Reich (1993), la riqueza de las naciones debera

    medirse por su capacidad para formar trabajadores intelectuales y para crear condiciones que hagan posible la

    prctica de la investigacin en sus ms diversas formas3. Argumento sobre el cual estoy convencido no porque

    sostenga que, en la historia humana, la fuerza de la razn se imponga endmicamente a la razn de la fuerza. S

    porque creo que el insistente esfuerzo por asegurar la vigencia de la primera puede, en parte, neutralizar la sober-

    bia a la vez asesina y suicida de la ltima. Este libro intenta aportar en esa direccin; y tanto este tomo como el

    siguiente se habrn de dedicar a preguntas usuales (Cmo hacer? Pregunta que podra desagregarse en una infi-

    nidad de otras, tales como: por dnde comenzar?, cmo planificar?, qu hacer en una entrevista o en una ob-

    servacin?, cmo analizarlas?, etc.); preguntas cuya respuesta no siempre han encontrado adecuada contesta-

    cin debido a que los cursos de metodologa se han dedicado ms a la epistemologa que a las ms rusticas tareas

    del oficio.

    LOS PRIMEROS PASOS4

    Como ya fuese enunciado, la investigacin es un transcurso que comienza con una pregunta (y sus derivadas) y

    termina con cierta respuesta, cuya finalidad es proporcionar un producto necesario para alguien o para algo en la

    sociedad.

    Para lograr un buen comienzo es necesario concretar: 1) la eleccin de la unidad de anlisis u objeto a ser inves-

    tigado; 2) la formulacin de la pregunta que da origen a la investigacin, 3) la enunciacin de los objetivos, unida a

    una adecuada informacin sobre la importancia que ellos pueden llegar a tener: desde la perspectiva de los usua-

    rios del producto o de los aportes al conocimiento en general y 4) la elaboracin de la conjetura que, aplicando el

    conocimiento preexistente, permitir guiar al investigador en su trabajo. Tales actividades y sus productos consti-

    tuirn el cimiento, o cuadrngulo fundacional, sobre la que se fundar y orientar todo el trabajo posterior.

    En los apartados siguientes estudiaremos esos temas, creando as las bases generales para el posterior estudio de

    las diferentes tareas que el investigador deber afrontar y las perspectivas tericas que alentarn la elaboracin

    del mtodo y de las tcnicas adecuadas. Mientras que en los ejercicios se tendr oportunidad de verificar la pericia

    alcanzada.

    Para ir adentrndonos en el tema en forma lo suficientemente parsimoniosa como para no descuidar detalles

    importantes y, al mismo tiempo, dejar que la comprensin se asiente en bases firmes, el captulo estar dividido

    2 Temas sobre los que trat en el primer tomo.

    3 De la misma manera, la jerarqua de los investigadores debera medirse por su capacidad para crear conocimien-

    tos tiles a la vida social, poltica y econmica de sus pases o regiones.

    4 Este apartado podra ser obviado por quin ya tiene cierta experiencia de investigacin; aunque nunca est dems

    repensar viejas experiencias.

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    en dos grandes partes. La primera parte ser dedicada: 1) a todo lo relativo a la eleccin del tema y 2) a una expli-

    cacin muy general sobre cmo entenderemos la relacin teora/mtodos/tcnica [RAul, ver si hay diferencias con

    la parte de los Prologemenos en el libro entregado] . Producida esa primera aproximacin, retornaremos a una

    elaboracin ms detallada de los cuatro pilares que conforman lo que antes denominara el cuadrngulo funda-

    cional.

    LA ELECCIN DEL TEMA

    Por lo general, la eleccin del tema es un proceso creativo difcil, en el que el investigador debe ir especificando

    sus preocupaciones hasta expresarlas en una o varias preguntas sumamente concretas. Su primer xito ser el

    vislumbrar un interrogante que lo llegue a apasionar, estimulando sensaciones de asombro e interrogacin. Como

    veremos ms adelante, dicha pregunta puede estar referida a un caso o, por el contrario, ser estimulada por el

    conocimiento de ciertas regularidades que deben ser conocidas con mayor profundidad para dar ocasin a prc-

    ticas: programas, proyectos o polticas tendientes a producir alguna mejora5.

    Lo que vulgarmente denominamos el tema constituye una primera aproximacin, mediante la que vamos deli-

    neando los contornos an vagos de aquellos que nos interesan. Pero que debe ser especificado para que el trabajo

    propuesto logre mayor claridad.

    En ese primer momento, lo que denominamos tema o rea temtica indica hacia dnde se dirige el inters de

    quin lo formula; pero lo hace en forma muy genrica, ya que un rea temtica puede ser enfocado desde pers-

    pectivas diferentes. Por ello, indicar cul es el tema de inters es un primer paso. Pero ste debe ser completado,

    gracias a una mayor especificacin; comenzando por determinar, por una parte, cul es la unidad de anlisis o de

    estudio (el sobre qu quiero investigar) y cules las preguntas (que incrementa la precisin del enfoque, pues

    indican qu es lo que se quiere saber). Por ende, una vez elegido el tema corresponde avanzar en la definicin,

    por una parte, de la unidad de anlisis y por otra, de los objetivos externos (generales y especficos) y de las hip-

    tesis. Vemoslo por partes. Como si cada elemento fuese una de las columnas que sostendrn la investigacin.

    La Unidad de anlisis responde a la pregunta sobre cul es el objeto que me interesa investigar?: obliga a ir cir-

    cunscribiendo qu es lo que entra? y qu es lo que no entra? en los lmites fijados para la investigacin. Este es

    el primer pilar en la definicin del objeto de la investigacin. La(s) pregunta(s) (que constituyen el segundo pilar)

    enuncian, en forma ms precisa, qu es lo que se ambiciona conocer de la unidad de anlisis; por lo que bien po-

    dra decirse que ella(s) tiende(n) a encontrar contenido a un predicado an vaco o que, segn nuestra percepcin,

    anteriormente fue enunciado con errores. El tercer pilar sobre el que se edificar el proyecto son las hiptesis;

    mientras la unidad de anlisis y la(s) pregunta(s) orientan al investigador hacia un tipo de investigacin, la produc-

    cin de las primeras hiptesis irn completando el cuadro; proporcionando algunas ideas sobre cul podra llegar a

    ser el camino ms adecuado para la bsqueda de fuentes, y sus respectivos procesamiento y anlisis. Mientras

    que, por ltimo, como la investigacin no es un mero ejercicio de la imaginacin sino una actividad mediante la

    cual el investigador se incorpora a la sociedad en la que vive, la investigacin ha de responder a necesidades que

    pueden ser las de ampliar o mejorar ciertos aspectos an no examinados de una teora o describir y comprender

    ciertos comportamientos o padecimientos humanos, con el objetivo de proporcionar informacin que sea til para

    5 Sobre la construccin de universales (leyes y/o regularidades) y su eficacia en el apoyo a polticas ver lo expuesto en el primer

    tomo.

  • DEL PROYECTO AL ANLISIS: APORTES A UNA INVESTIGACIN CUALITATIVA SOCIALMENTE TIL

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    la produccin de programas, u otro tipo de acciones, tendientes a producir mejoras. Siendo as, los objetivos (ge-

    nerales y especficos) constituyen el cuarto pilar6.

    Los apartados siguientes son un primer comentario sobre esos cuatro pilares. Mientras se los lea, es preciso tener

    en mente que los tres primeros pilares dan cuenta de cmo se pretende construir el objeto de la investigacin y

    abren el camino para pensar en su factibilidad, mientras que el cuarto refiere a las razones que guan el inters y el

    compromiso tico que el investigador asume.

    Pero antes de tratar esos cuatro pilares fundamentales es preciso examinar las dificultades implcitas en el mo-

    mento previo a la determinacin de la temtica a investigar.

    FUENTES POSIBLES DE INSPIRACIN

    La eleccin de un tema de investigacin puede provenir de muy distintos semilleros. Puede ocurrir que, en el curso

    de sus tareas, un estudiante haya encontrado una cuestin sobre la que no hay investigacin suficiente o sobre la

    que las investigaciones existentes no hayan brindado resultados congruentes o convincentes y para l constituya

    un desafo. Tal estudiante ser sumamente afortunado y podr organizar sus estudios teniendo ese tema como

    organizador de su trabajo.

    Sin embargo, esa no es la situacin ms frecuente. Por el contrario, aun en los casos de personas que por contar

    con una amplia experiencia de trabajo pudiesen tener preguntas bien formuladas, lo que suele ocurrir es que esa

    eleccin se les presenta difcil pues no se les ocurre que lo relativo a su experiencia cotidiana sea digno de ser

    investigado. De all que sean pocos los que espontneamente encuentren cuestiones que les parezcan dignas de

    una investigacin. Esto usualmente causa diversas formas de parlisis. No obstante, est lejos de ser cierto que no

    haya temas interesantes y con cierto grado de originalidad, ya que todo asunto de algn inters siempre tendr un

    aspecto no analizado o investigado para un momento o lugar determinado. Tal como alguna vez dijo Ramn y

    Cajal: puede afirmarse que no hay cuestiones agotadas, sino hombres agotados en las cuestiones (Zubizarreta,

    1969).

    J. Leray (Zubizarreta, 1969), por ejemplo, narra lo siguiente:

    .Cuando a todos pareca que el decano Darboux haba concluido la geometra di-

    ferencial, un joven alumno de la Ecole Normale, H. Lebesgue, sac de su bolsillo un

    pauelo arrugado y afirm que ese pauelo contradeca las ms simples propiedades

    que la geometra diferencial atribuye a las superficies desarrollables sobre el plano:

    esas propiedades valen para los plastrones estirados, para superficies regulares y s-

    lo para aqullas; H. Lebesgue supo decirlo en trminos matemticos; despus consi-

    gui estudiar superficies y funciones totalmente irregulares; las grandes autoridades

    matemticas de la poca juzgaron vanos esos juegos del espritu, murmuraron que

    6 Como luego veremos, la costumbre ms difundida no es la de considerar que los objetivos de la investigacin estn en su

    utilidad. Por el contrario, siguiendo una tradicin que proviene de los proyectos de intervencin, incluyen entre los objetivos cada una cada uno de los logros que el investigador debe obtener para avanzar en la investigacin hasta llegar a terminarla. Rechazo esta forma de encarar por razones que expresar ms adelante. Pero, adelantando algunas de esas razones, creo que tales objetivos corresponden a la explicacin metodolgica y deben ir en ese apartado del proyecto.

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    sas no eran verdaderas matemticas, pero tuvieron la sabia indulgencia de publi-

    carlas. H. Lebesgue, empleando esas funciones, dio a la teora de la integracin una

    agilidad y un dominio que fueron para los matemticos y tcnicos extraordinaria-

    mente cmodos; y las nociones introducidas por H. Lebesgue se convirtieron en las

    nuevas bases del anlisis matemtico. Este ejemplo no fue aislado: una falta de ele-

    gancia turbadora, una oscuridad en apariencia superficial no pueden ser en muchas

    ocasiones elucidadas si no es revisando nociones fundamentales. Tal revisin exige

    un duro y largo trabajo, cuya utilidad es demasiado remota e imprevisible como para

    motivarlo.

    Lebesgue, el alumno del Ecole Normal, se haba atrevido a mirar las cosas desde otra perspectiva y encontr

    nuevos campos de desarrollo intelectual.

    Ese es el principal secreto de la creatividad: mirar las cosas desde otro ngulo desbloquea la imaginacin y la capa-

    cidad analtica y su eficacia es tan potente que, al liberar al investigador del peso del culto a las autoridades indis-

    cutibles, lo habilitan para encontrar aspectos nuevos y/o formas nuevas de organizacin intelectual de cualquiera

    de los infinitos problemas que son la materia de nuestra actividad cotidiana. Retomando lo dicho por el sabio es-

    paol antes citado, no hay temas agotados, pues siempre es posible encontrar aristas no encaradas o perspectivas

    no ensayadas y porque, generalmente, casi todos los asuntos dejan de ser investigados mucho antes de que los

    investigadores hayan conquistado todos sus misterios. Por eso, para descubrir el aspecto investigable de algn

    tema, lo ms importante es ir haciendo un laborioso trabajo de exploracin y desbrozamiento del asunto, con

    serenidad y audacia intelectual, hasta llegar a una pregunta que nos satisfaga por su importancia y factibilidad.

    Dnde mirar para encontrar esos temas? Sin duda, la lectura de peridicos, folletos, libros tericos y an novelas

    suele ser una de las fuentes de posibles temas de investigacin. Pero existen otras. Una de las recomendables es la

    observacin constante de nuestro entorno, con ojos sorprendidos e interesados, en los que la vocacin se exprese

    en el deseo de encontrar campos de utilidad para nuestro esfuerzo intelectual. Esa actitud nos hace ver la sociedad

    desde la ptica de cada una de nuestras profesiones y preguntarnos: 1) qu problemas o desconocimientos estn

    afectando el desempeo de una actividad grupalmente importante y 2) entre ellos, sobre cules nos sentimos ms

    atrados y capacitados, con el objetivo de aportar alguna solucin o contribuir, junto a otros investigadores, en el

    esfuerzo por encontrarla.

    Es evidente que los ejemplos de demandas (que pueden nacer: 1) de las incgnitas no resueltas, o no resueltas en

    forma adecuada resolver desafos epocales o falencias en los paradigmas cientficos o 2) de problemas socio

    comunitarios de cualquier tipo) son tan numerosas que ejemplificar sera una tarea excesivamente prolongada y

    probablemente intil. De todos modos, pongo el dos ejemplos muy diferentes, que satisfacen esas caractersticas:

    la amplsima produccin de investigacin emprica y elaboracin intelectual de por Levy Strauss, y un trabajo de

    pretensiones ms limitadas en cuanto a innovacin terico metodolgica pero de ejemplar seriedad, como el de

    Sergio E. Visacovsky (1998; 2001), cuya envidiable madurez metodolgica y paciencia reconstructiva lo han con-

    vertido en una referencia imprescindible en la conformacin de la memoria de muchos intelectuales argentinos y,

    aun, de la propia historiografa argentina7.

    7 Una de las formas habituales de clasificar las investigaciones es distinguir en investigaciones puras y aplicadas. Generalmente,

    las investigaciones aplicadas son ocasionadas por el descubrimiento de alguna inadaptacin entre los medios de que se dispo-ne, y los fines perseguidos. Por su parte, las investigaciones puras tienen cabida cuando las explicaciones o descripciones teri-cas de un cierto fenmeno parecen insatisfactorias, por lo que los investigadores se asignan el objetivo de encontrar explica-

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    El tipo y envergadura de la demanda a enfrentar ha de variar segn las pericias del investigador y las necesidades

    de la comunidad en la que vive y frente a la cual, por su pertenencia, asume obligaciones morales indeclinables.

    Dicha actitud permitir descubrir distintas demandas o reclamos que sealan focos sociales problemticos con

    mayor o menor implicancia en la renovacin de las teoras existentes. Tales encuentros pueden ser el comienzo de

    un trabajo de bsqueda que posibilite la identificacin de aspectos que merecen ser investigados. Sin embargo,

    stos no deben ser pensados, ingenuamente, como los nicos problemas ni la nica manera de plantearse esos

    problemas.

    Por ejemplo, al proponer un modo de concebir las demandas sociales, Miller y Holstein (1993) desarrollan lo pro-

    puesto por Spector y Kitsue (1987, pp. 10-11) afirmando que:

    El anlisis de la produccin de problemas sociales puede ser desarrollado de tres ma-

    neras interrelacionadas. 1- Pueden ser considerados los diversos procedimientos in-

    terpretativos y los varios procedimientos interaccionales a travs de los cuales, as-

    pectos de la vida cotidiana son catalogados como problemas sociales. 2- La produc-

    cin de problemas sociales involucra la aplicacin de representaciones colectivas a

    aspectos de la vida cotidiana. El estudio de la produccin de los problemas sociales,

    debe analizar las imgenes culturales compartidas usadas por las personas en la ex-

    plicacin y justificacin de sus orientaciones acerca de ciertos aspectos de la vida co-

    tidiana hacia "problemas sociales". 3- Finalmente, la produccin de problemas socia-

    les es una construccin comunitaria y un proceso de diferenciacin. El anlisis debe

    examinar cmo las comunidades son construidas y diferenciadas a travs del pensa-

    miento institucional y del discurso, considerando las implicaciones del proceso de

    construccin para las personas y grupos.

    Dicho de otro modo (y recordando lo expuesto en el captulo primero del primer tomo) la propuesta de Spector y

    Kitsue puede reordenarse del siguiente modo que quiz sea ms comprensible en este contexto: 1) para ser tal, un

    problema debe ser reconocido por alguien; si no hay conocimiento, todo queda en el mundo de lo Real y producir

    efectos, pero no sabremos ni cmo ni por qu; 2) el reconocimiento de problemas es posible a partir de poner en

    acto las representaciones colectivas o esquemas; 3) cuando dicho problema es

    percibido por alguien, ste puede transformarse en problema colectivo cuando

    es discutido, revisado y elaborado por el grupo que lo asume como tal. Por ende,

    hay dos tipos de reconocimiento de problemas: a) el que percibe alguien externo a

    la comunidad y sta lo hace propio; b) el que descubre y hace propio la comuni-

    dad. Ahora bien, pese al error que comente Laclau al hablar de demandas demo-

    crticas no es lo mismo descubrir un problema que convertirlo en una demanda.

    Para que la demanda exista es necesario un segundo paso: exigir, a quien posea las

    competencias adecuadas, que solucione el problema o que cree las condiciones

    para que la comunidad logre solucionar el problema.

    Si quien busca un tema para su tesis percibe esta diversidad de situaciones o inves-

    tiga hasta encontrar esa diversidad, podr situarse ante ellas de tal manera que,

    ciones o descripciones ms fructferas. Ambos tipos de investigacin coinciden en que, en su comienzo, hay algo que los inves-tigadores consideran insuficientemente conocido o no conocido y que su conocimiento permitir solucionar un problema no resuelto.

  • DEL PROYECTO AL ANLISIS: APORTES A UNA INVESTIGACIN CUALITATIVA SOCIALMENTE TIL

    Captulo 1 Pgina 10

    por sus propios medios u ofreciendo sus servicios a aquellos afectados por un problema, podr determinar un

    tema agradable y til.

    Otra fuente importante son las estadsticas ya que su lectura normalmente hace visible la magnitud de algn as-

    pecto de la vida social y permite evaluar la mayor o menor urgencia y la mayor o menor factibilidad de encararlo

    mediante una investigacin. Sin duda, para los universitarios que normalmente no han salido an de sus casas de

    estudio sta puede ser una fuente muy frtil. Pensemos en algunos ejemplos:

    1) Las estadsticas de los hospitales (y la experiencia de sus integrantes) indican que existe un porcentaje altsimo

    de enfermos de diversas enfermedades crnicas que no respetan ni el tratamiento ni las normas de prevencin

    que les fueron indicadas; el estudio de una serie de concurrentes a un hospital indica que la ausencia de atencin

    materna, (reunida o no al embarazo adolescente) incrementa notablemente la mala nutricin y el descuido afecti-

    vo de los recin nacidos (que luego produce graves deficiencias en el desarrollo).

    2) El estudio de la distribucin con Necesidades Bsicas Insatisfechas (NBI) permite ver cmo stas se distribuyen

    segn regiones, tal como lo ilustra el mapa adjunto, en el que indican que, segn datos del INDEC, en el 2001

    exista hasta un 12 % de NBI en las zonas ms claras se repite, y en las zonas ms oscuras se poda encontrar dife-

    rentes porcentajes, hasta llegar a ms del 20 %.

    En los estudios citados, las generalizaciones estadsticas son de gran ayuda en la determinacin de la prevalencia8

    y/o incidencia9 de ciertos eventos considerados peligrosos, problemticos, injustos o indeseables (consumo de

    drogas ilegales; enfermedades; prcticas que implican riesgos para la salud, delincuencia, pobreza, etc.). Pero,

    como podemos intuir a partir del estudio del mapa en el que se muestra la distribucin de las familias con NBI, si lo

    que se pretende es formular programas tendientes a mejorar la situacin de esas familias, dicha informacin es

    totalmente insuficiente; pues tanto el modo de asumir dicha condicin, los recursos econmicos regionales, las

    disposiciones y conocimientos existentes en cada poblacin y sus respectivos habitus (que pueden diferir mucho

    entre provincias y an, entre regiones de una misma provincia) pondrn al planificador frente a oportunidades,

    riesgos y recursos totalmente diferentes. Estos aspectos slo pueden ser estudiados mediante la focalizacin y la

    utilizacin de metodologas cualitativas que el tesista o investigador pueden aprovechar para su trabajo ya que

    aquella informacin indispensable no puede ser proporcionada por ninguna fuente estadstica debido a dos razo-

    nes: 1) las tcnicas estructuradas son tiles para conocer datos fcticos u opiniones concientes pero no permiten

    profundizar en los habitus o representaciones que son el soporte de toda conducta humana y 2) la necesidad de

    recurrir a tcnicas matemticas que, por estar basadas en la homogeneidad y aditividad de las unidades, son inca-

    paces de reconstruir sistemas complejos (relaciones de relaciones) en los que, como vimos, juegan un papel impor-

    tante la sobredeterminacin, la causalidad estructural, las emergencias y otro tipo de relaciones que no pueden

    ser pensadas en trminos aditivos. Razn por la cual ser necesario completar el trabajo de diagnstico acercndo-

    8 Es la proporcin de individuos de una poblacin que presentan el evento en un momento, o periodo de tiempo determinado.

    Se calcula como el cociente del nmero de eventos sobre el nmero total de individuos. Indica la carga del evento que sopor-ta la poblacin; pero en tanto, por una parte, en esa medida influyen la velocidad de aparicin del evento y su duracin y, por otro, no incluye la influencia de elementos sistmicos que completen el cuadro, no es til en la investigacin causal ni, por ende, en el planeamiento de polticas preventivas o teraputicas.

    9 La incidencia refleja el nmero de nuevos casos en un periodo de tiempo. Es un ndice dinmico que requiere seguimiento

    en el tiempo de la poblacin de inters. Cuando la enfermedad es recurrente se suele referir a la primera aparicin. Se puede medir con dos ndices: incidencia acumulada y densidad (o tasa) de incidencia. La incidencia acumulada, de uso muy frecuen-te, es la proporcin de individuos que desarrollan el evento durante el periodo de seguimiento; su clculo es el producto de dividir el n de nuevos eventos /el n de individuos susceptibles al comienzo.

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    Captulo 1 Pgina 11

    se a cada una de las sociabilidades sobre las que se pretende actuar, con el propsito de conocer y comprender

    cules son sus rasgos especficos10

    ; condicin indispensable para la formulacin de programas o proyectos que

    sean pertinentes para esa sociabilidad.

    No conociendo la especfica complejidad de esas sociabilidades, poca y pobre es la informacin en la que podra

    basarse el planificador para lograr la formulacin de una poltica una adecuada11

    . Es as que, en el primero de los

    ejemplos, podramos encontrar diferentes costumbres y modos de relacin del enfermo con su medio (familiares,

    otros significativos, etc.): informaciones que si fuesen incluidas en el diagnstico y la estrategia de la cura, permiti-

    ran planificar contando con informacin sobre las fortalezas, debilidades y recursos indispensables para llevar a

    cabo una accin exitosa12

    . En el segundo ejemplo, por las razones antes explicadas relacionadas a los diversos

    hbitos, representaciones y recursos de las poblaciones que estn bajo la lnea de pobreza, los programas que se

    formulen slo teniendo en cuenta esos datos terminan siendo un conjunto de acciones organizadas desde los

    prejuicios de quien encarga el trabajo o de quien formula el proyecto. En el tercero, slo el conocimiento del en-

    torno social (el actual y aquel en que se socializaron las madres) permitira una accin especfica, dirigida a cuadros

    sociales que no pueden ser pensados como iguales por mero decreto.

    Por cierto, tcnicas estadsticas ms sofisticadas (como el Anlisis Factorial, el Discriminant Anlisis; y, sobre

    todo, las diversas tcnicas que se desarrollaron a partir del anlisis de correspondencias) permiten agrupar datos

    y mostrar correlaciones de una riqueza muy superior que la proporcionada por las usuales estadsticas descripti-

    vas, proporcionando pistas ms interesantes y precisas, sobre eventuales factores subyacentes. Sin embargo, aun

    aquellas rutinas que exploran ecuaciones no lineales siguen dependiendo de la lgica identitaria y aditiva, lo que

    posibilita detectar correlaciones entre rasgos pero no relaciones sociales; por lo cual, la interpretacin de esas

    correlaciones slo ser tericamente adecuada si tales estudios son complementados con el estudio cualitativo de

    cada caso o, al menos, de algunos que, por considerrselos tpicos, permitan construir inferencias analgicas; lo

    que abre una oportunidad para proponer proyectos cualitativos que marchen en esa direccin.

    As pues, dadas esas peculiaridades de la informacin estadstica, quienes en ella encuentran razones e inspiracin

    para investigar con propsitos de crear las bases de una intervencin (o, al menos de una mejor comprensin del

    problema detectado) debern completar la investigacin cuantitativa (y la informacin estadstica que de ella

    emerja) con proyectos que le permitan focalizar en determinadas comunidades y emprender especficos estudios

    cualitativos13

    .

    10 Recordar cmo he descrito dichos rasgos bsicos en varios pasajes del primer tomo; ellos nos permitirn organizar una pri-

    mera hiptesis y un sistema de preguntas con las que comenzar el trabajo.

    11 Sea que tome el carcter de un programa o un proyecto destinado a solucionar, o contribuir a paliar los efectos ms negati-

    vos del problema detectado. Ejemplos de estudios epidemiolgicos que recurren a tcnicas cuantitativas se los pueden encon-trar en: Estudios ecolgicos; http://escuela.med.puc.cl/Recursos/recepidem/epiDesc5.htm

    12 Dichos datos no estn en las series estadsticas; por lo que, si slo se recurre a ellas, se pierde la posibilidad de comprender al

    enfermo en situacin y, desde all, proyectar.

    13 Trabajo de complementacin que tambin puede ser muy necesario para quien inicie un estudio cualitativo, ya que, quienes

    han partido de la ubicacin de la comunidad que pretenden estudiar, en muchas ocasiones se encontrarn con la necesidad de obtener, en fuentes estadsticas, informaciones contextuales o referidas a casos que pudiesen ser considerados anlogos, y que le sern de gran ayuda para su trabajo. Me refiero a la interaccin entre tcnicas de trabajo de campo y de anlisis de datos a la que normalmente se le da el nombre de triangulacin; la cual, segn lo decida el investigador a partir de evaluar su objeto y sus recursos, podr realizarse utilizando ambas tcnicas en forma sucesiva o simultnea.

  • DEL PROYECTO AL ANLISIS: APORTES A UNA INVESTIGACIN CUALITATIVA SOCIALMENTE TIL

    Captulo 1 Pgina 12

    Superada esa primera etapa, las angustias irn disminuyendo14

    . Si bien esa no es una faena sencilla, el premio es

    seguro, ya que, al concretar una primera definicin, el investigador tendr un material adecuado sobre el que

    comenzar a obrar. Desde ese momento en adelante, lo nico que deber hacer es consultar a colegas de mayor

    experiencia en el rea, para saber si existen o no investigaciones recientes sobre ese tema o si ese trabajo presenta

    alguna dificultad demasiado gravosa para las propias capacidades. Preguntas que continuar hacindose por mu-

    cho tiempo; y que ir respondiendo mediante un mayor contacto con las fuentes. Pues si la investigacin est

    hecha con seriedad, la interaccin del investigador con aquellas personas o instituciones que tengan relacin con

    ese problema o demanda proveer de apoyos e incentivos de gran valor y la propia vocacin de servicio una mag-

    nfica gua.

    Para terminar este tema podra afirmar que si se dedica a su tarea, el aspirante a investigador encontrar muchos

    ms temas interesantes que aquellos los que en algn momento so; y todos ellos sern dignos de su esfuerzo.

    Pues cualquiera que haya trabajado profesionalmente sabe que temas interesantes sobran. Por eso es que bien se

    puede afirmar que, muy a la inversa de lo temido, el riesgo ms frecuente para quienes se inician no ser la escasa

    significacin de aquello que llama su atencin sino, muy por el contrario la amplitud de los temas que se pretende

    abarcar en un slo trabajo.

    Si tal cosa ocurre, ser sobre esa amplitud que el investigador deber volcar sus esfuerzos, hasta producir un obje-

    to que tenga las dimensiones que su pericia y sus recursos le permitan afrontar; entre los que se cuentan las peri-

    cias que el investigador obtuvo y puli durante sus estudios universitarios y/o en su prctica profesional, pero no

    slo ellas. Ya que el mayor o menor acceso a las fuentes y a los recursos financieros ser otro aspecto que deber

    evaluar. Tema sobre el que habr de retornar en otras ocasiones, pero que debido a su importancia conviene po-

    nerlo de manifiesto desde el comienzo de todo comentario sobre la preparacin para la investigacin.

    De all que el paso siguiente a la primer delimitacin del tema sea el de ampliar la informacin sobre el mismo

    consultando nuevas fuentes. Ellas permitirn confirmar esa primera impresin. Para esto hay opciones. Por ejem-

    plo, la lectura de trabajos sobre dicha temtica o sobre temticas conexas o el contacto con las personas que estn

    involucrados en el problema. De esa o de otras maneras podr acumular ms informacin sobre ese posible objeto

    de trabajo y sobre las posibilidades que tendra de abordarlo.

    Todo ese trabajo puede parecer tedioso. Pero si el que emprende esta tarea quiere llevarla a buen fin debe tener

    claro es que, desde el momento mismo en que se decide a buscar un tema de investigacin, habr comenzado un

    proceso en el que necesitar tener constancia y paciencia. Si al principio la ansiedad por comenzar le impide adqui-

    rirlas, tendr que esforzarse por lograrlas; sabiendo que si su vocacin es la investigacin, ese trabajo y esas incer-

    tidumbres tendrn un premio que pocos logran, ya que descubrir proporciona sorpresas y satisfacciones. En algu-

    nos momentos, la audacia de una idea lo llenar de entusiasmo. En otros momentos tendr temor a los caminos

    sin salida y, en ocasiones, algn fracaso lo har sentirse sin aliento. Pero nunca estar protagonizando un trabajo

    lineal y montono, sino una verdadera aventura. Como en toda exploracin, la investigacin habr de transcurrir

    entre avances y retrocesos. Sern muchas las ocasiones en las que lo que pareci claro se oscurecer, obligndolo

    14 En toda esta fase de eleccin de un tema es muy conveniente: a) estar en permanente discusin con personas que tengan

    experiencia en el campo en que se pretende trabajar, b) discutir la cuestin con pares, c) escuchar disertaciones atinadas y d) utilizar diversas listas o redes de correo electrnico para difundir la propia preocupacin y solicitar opiniones o informacin sobre investigaciones parecidas. Es tambin interesante buscar la Web; ya que es muy probable que en la Red existan sitios que den informacin interesante.

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    Captulo 1 Pgina 13

    a buscar nuevamente soluciones adecuadas15

    . En todo el transcurso de esas peripecias, las principales recetas

    sern tres: no desesperar, tratar de distinguir aspectos diferentes de una misma cuestin (para enfrentarlos uno a

    uno) y saber que al emprender la tarea se diferenciarn substantivamente de aquellos que se contentan con ver

    las aventuras de otros desde las butacas de un cine o la pantalla de un televisor.

    LAS PRINCIPALES FASES DE LA INVESTIGACIN

    Ahora bien, hasta ahora la investigacin ha sido presentada como una entidad prcticamente esttica, lo que es

    totalmente contrario a las experiencias y normas de cualquier buen explorador, pues ninguno de ellos comenzara

    su aventura sin un cronograma y sin un mapa (al menos provisorio) del camino a recorrer.

    Es hora pues de solucionar esa falla, presentando un primer esbozo que al lector le permita construir una idea

    global de todo un proceso que se despliega en el tiempo16

    . As pues, para solucionar esa falencia recurrir a la

    construccin de un diagrama de flujo: con cuya ayuda ser posible presentar una visin de conjunto y permitir que

    en cualquier etapa de su trabajo el lector pueda identificar el momento en el que habrn de ejecutarse cada una

    15 Desde ese punto de vista, la constante esquematizacin y redaccin de mapas y matrices conceptuales sobre la que trabaja-

    r mucho en captulos posteriores ser un auxilio indispensable; puesto que le permitir hacer las distinciones que incremen-ten la inteligibilidad del asunto que est examinando; y trabajar cada subtema por separado.

    16 Como tambin en el espacio, aunque esa no ser la faceta sobre la que centrar ahora la atencin del lector.

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    Captulo 1 Pgina 14

    de las tareas que luego sern discutidas con detalle en el resto del trabajo.

    En el comienzo del diagrama aparecern cuatro crculos entrelazados que representan los cuatro pilares ya comen-

    tados y que (con independencia de cul pueda llegar a ser, en cada investigador, el orden en que ocurran) deben

    ser resueltos desde el mismo comienzo del trabajo; por lo que al conjunto lo he denominado cuadrngulo organi-

    zador. Artefacto terico que, como se recordar, incluye: 1) la unidad de estudio (sobre qu?), 2) la pregunta

    (quiero saber qu?), 3) los objetivos (para contribuir a la solucin de qu necesidad?) y 4) una conjetura inicial

    (partiendo de qu conocimientos).

    Luego del cuadrngulo antes aludido, el diagrama presenta una secuencia de etapas. Ellas representan el eje prin-

    cipal en la evolucin de una investigacin, pero entre ellas existe una indispensable interaccin; de modo tal que si

    quisisemos representarlo, el flujo ms bien debera tomar la forma de una espiral ascendente. En todo caso, las

    flechas que unen cada una de las etapas al cuadrngulo tienen como misin recordar esa permanente recurrencia

    y direccionalidad. Pues si bien con el cuadrngulo se comienza, el proceso posterior tiende a producir en ese pri-

    mer esbozo recurrentes redefiniciones, como tambin ocurre en la relacin entre las etapas, por lo que, so pena

    de perder el rumbo del trabajo el esquema debe ser una y otra vez reconstruido.

    Ahora bien, como la tendencia general de los investigadores es la de intentar un rpido encuentro con el trabajo

    de campo, es decisivo acordarse de que, si bien dicho deseo es normal (pues es all donde comenzar efectivamen-

    te la aventura del descubrimiento), tambin se debe tener presente que ningn explorador comienza su trabajo

    antes de haber preparado lo mejor posible sus herramientas, ya que sern esas herramientas las que impedirn

    que el trabajo de campo sea infructuoso.

    Por eso es que no debemos dejar de insistir en que la aventura de la investigacin no comienza en el campo sino

    en el gabinete u oficina17

    ; lugar en el que deberemos enfrentar una cuidadosa revisin de los saberes previamen-

    te existentes sobre el asunto de la investigacin; ya que esa tarea permitir refinar la elaboracin del proyecto en

    todos sus aspectos y ser el comienzo de una actividad que de una u otra forma continuar durante toda la inves-

    tigacin. Una vez cumplida esa tarea, el resultado ser un esquema bsico que ha de guiarnos durante el trabajo

    de campo gracias a la respuesta a tres preguntas: 1) Qu fuentes son necesarias?; 2) Cmo las seleccionare-

    mos?; 3) Qu necesitamos preguntarles?

    Producida esa gua, lo que se espera del trabajo de campo es la construccin e interrogacin de las fuentes (esto

    es, el trabajo con documentos, monumentos, entrevistas, observaciones, etc.)18

    . Ya en esta etapa, luego de efec-

    tuar un recomendable pre anlisis, las fuentes permitirn revisar nuevamente el esquema conjetural con el prop-

    sito de detectar errores o agregar informaciones que no habamos tenido en cuenta, mejorando tanto las siguien-

    tes tareas como as tambin las anteriores. Caracterstica sta que es exclusiva del diseo de las investigaciones

    cualitativas que en ningn momento parten de la creencia en la posibilidad de lograr que las fuentes (en este caso

    los entrevistados u observados) sean sometidos a un mismo sistema de estmulos; sino que, por el contrario, asu-

    miendo que esto no es posible, recurre a lo aprendido para rectificar posibles cegueras o errores previos. De todos

    17 Razn por la cual este segundo tomo est dedicado, con exclusividad, a un cuidadoso estudio del cmo cumplir bien con

    estos requisitos que, por supuesto, tambin forman parte esencial del proyecto de la investigacin.

    18 Tareas que en el lenguaje corriente, se agrupan bajo el nombre recoleccin de datos; nominacin que rechazo basndome

    en los argumentos vertidos en el tercero y cuarto captulo del primer tomo, donde demuestro que los datos no preexisten al investigador y que, por lo tanto, no pueden ser recogidos sino construidos por el investigador a partir de los rasgos que logra captar en su objeto.

  • DEL PROYECTO AL ANLISIS: APORTES A UNA INVESTIGACIN CUALITATIVA SOCIALMENTE TIL

    Captulo 1 Pgina 15

    modos, es importante recordar que ese pre-anlisis sirve exclusivamente para mejorar el trabajo con las fuentes y

    es diferente a la posterior etapa de anlisis propiamente dicho que comienza cuando la informacin ha sido cons-

    truida19

    .

    Con ese material acumulado, comienza el anlisis propiamente dicho. Durante esta etapa se combinarn diferen-

    tes tcnicas, segn cul sea el cuadrngulo organizador, entre las que, sintetizando, podemos incluir: 1) una lectu-

    ra cuidadosa y repetida de los textos (escritos, icnicos o de cualquier otro tipo); y 2) un ordenamiento y categori-

    zacin (que se concreta sobre todo en trabajos categorizacin, fichaje y graficacin) mediante la cual iremos pre-

    parando la informacin de tal modo que podamos interpretarla. Esas primeras dos actividades tienden al anlisis y

    resumen o reduccin de la informacin que posteriormente posible reconstruir la unidad del objeto mediante la

    produccin de alguna forma de tipologizacin que pretender responder a la pregunta de la investigacin.

    Llegados a esa conclusin ser posible la escritura del informe final; actividad que si bien forma parte del proceso

    de investigacin tiene una lgica especfica, por lo que no ser abordada en este libro.

    EL CUADRNGULO FUNDACIONAL

    Como anunciara, bajo este nombre agrupo cuatro aspectos del objeto de estudio que deben ser pensados en for-

    ma combinada y armnica desde el principio de la investigacin. Como su nombre lo indica, sobre los pilares de

    ese cuadrngulo se asienta tanto la definicin del tipo de investigacin como el propio xito de la misma, ya que

    durante todo el trabajo el investigador lo utilizar de gua. Dicho de otro modo, el cuadrngulo permanece, aun-

    que, como el agua del ro de Herclito, sus componentes cambien, debido a los reiterados regresos mediante los

    que el investigador revisa lo actuado en las etapas anteriores20

    .

    LA UNIDAD DE ESTUDIO

    Si bien el nombre no es lo que ms interesa, conviene advertir que Objeto o Unidad de estudio no son los

    trminos ms frecuentes para hacer referencia a aquello sobre lo que ha de versar la investigacin. Por el contra-

    rio, son mucho ms abundantes los tericos utilizan el significante unidad de anlisis. Dado ese uso generalizado

    sera aconsejable seguir con la misma denominacin, ya que ello permitira evitar confusiones terminolgicas e

    impedir una indeseable selva de signos que pueden hacer que el lector termine sin saber a qu atenerse.

    Sin embargo, ocurre que en la mayor parte de estos casos en los que es utilizado el nombre Unidad de anlisis,

    las definiciones (contaminadas por el empirismo) confunden lo investigado con lo real21

    . En este contexto, cam-

    biar el nombre encuentra fundamentos suficientes en lo expuesto en el primer tomo, donde pongo especial nfa-

    sis en recordar que la delimitacin del objeto es una creacin del investigador; lo que obliga a una discusin sobre

    los criterios con los que su construccin se llev a cabo.

    19 Esto no impide que durante el anlisis se vea la necesidad de retornar al trabajo de campo, pero esta debera ser una excep-

    cin y no la regla, dado que en tal caso se arriesga a que el trabajo pierda el ritmo sealado en el cronograma.

    20 Slo podremos decir que la investigacin produjo algn nuevo resultado (y no la confirmacin de conocimientos existentes) si

    al finalizar el trabajo ese cuadrngulo ha cambiado. A tal punto esto es as que bien podra decirse que una medida de la nove-dad del producto estar representada por las diferencia entre la primera exposicin de ese cuadrngulo y la que aparece en el informe final.

    21 La crtica a esta concepcin fue ampliamente expuesta en el primer tomo.

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    Captulo 1 Pgina 16

    De lo que se desprende que, cualquiera sea el nombre que le demos, la unidad de estudio debe ser entendida

    como un conjunto interrelacionado de conceptos que constituyen una teora. Es por la importancia que atribuyo a

    esta consideracin que, para evitar cualquier confusin con esa frecuente hipstasis de los conceptos que hacen

    los empiristas, prefiero comenzar utilizando un significante distinto; aunque ms adelante (para no romper total-

    mente los lazos con las tradiciones vigentes y para incrementar la diversidad de formas de referirme al tema) evite

    insistir en la diferenciacin de significantes, utilizando, en forma indistinta, unidad de anlisis, unidad de estu-

    dio u objeto de la investigacin.

    Hecha esa aclaracin, se impone otra. Dado que la unidad de estudio es una construccin, sta puede variar de

    manera significativa segn cules sean las elecciones tericas u objetivos del investigador. En los apartados si-

    guientes, al encarar en forma ms especfica la definicin de las unidades de anlisis en el comienzo de la investi-

    gacin y de los efectos que ello produce, encarar dos tipos extremos (que pocas veces se presentan en forma

    pura) dentro de una gradiente o diversidad que emerge, como dijese, de la variedad de objetos, posibilidades y

    objetivos de los investigadores. Gradiente tan amplia que puede incluir: 1) en un extremo, investigaciones que

    comienzan con un conocimiento relativamente preciso sobre el formato sistmico22

    de las mismas y que slo se

    preguntan por alguno de sus atributos en particular y, 2) en el otro, investigaciones que, si bien son originadas por

    la suposicin de que existe un sistema al que ciertos rasgos pertenecen (y cuyo conocimiento incrementara la

    comprensin de stos) no parten ms que de saber que dichos rasgos existen, por lo que el trabajo de la investi-

    gacin consiste en una exploracin que, si obtiene xito, llegar a descubrir dicho sistema o a acercarse al conoci-

    miento del mismo23

    .

    Para sintetizar, en los casos extremos de la unidad de anlisis la pregunta puede referir:

    a) A un rasgo de una sociabilidad24

    , conocida por el investigador.

    b) A la lgica sistmica que explica una serie de rasgos compartidos por una serie de individuos o grupos25

    .

    UNIDADES EN INVESTIGACIONES DESCRIPTIVAS 26

    En los dos primeros captulos del tomo anterior compartimos una sntesis de los principales rasgos de las sociabili-

    dades que son de inters para una investigacin cualitativa y pudimos captar la inmensa complejidad que es propia

    tanto de la constitucin individual como de la(s) sociabilidad(es) en la(s) que esos individuos participan. Tema

    sobre el que propuse los rudimentos de un modelo que proveyese algunos principios generales mediante los cua-

    les ir organizando esa trama compleja de relaciones, con el propsito de que sirviesen de coordenadas en el diseo

    de una investigacin cualitativa destinada a describir y comprender los rasgos idiosincrsicos de un objeto sistmi-

    22 Sobre el modo en que utilizo en esta obra el concepto sistema ver el captulo segundo del primer tomo.

    23 Por ejemplo, es el caso de ciertas conductas de intercambio de favores que creemos que no pueden ni deben ser encuadra-

    das en el concepto clientelismo, pero para las que no tenemos una conceptualizacin satisfactoria.

    24 Este concepto fue ampliamente tratado en el primer tomo. En sntesis refiere a un grupo, institucin, o cualquier entidad

    humana que: a) est regulada por normas reconocidas por sus miembros; b) que se reconocen como tales (estableciendo un nosotros); c) entre los cuales se producen fluencias (cada uno da algo y recibe algo); y d) y que subsiste como identidad mien-tras pueda regular los conflictos que hacen a su movimiento permanente.

    25 Respecto a la vanidad de la distincin micro/macro me refer en el ltimo captulo del tomo anterior.

    26 Respecto a la relacin entre explicacin y descripcin ver el captulo quinto del primer tomo.

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    Captulo 1 Pgina 17

    co, eludiendo toda generalizacin impertinente. En el nivel de abstraccin en que situ el segundo captulo, las

    personas, grupos y/u organizaciones de todo tipo fueron pensadas como identidades (al ser consideradas sin-

    crnicamente) o como estados de una identidad, cuando se las consider como momentos de una cierta tempo-

    ralidad. Dicho cambio de lenguaje me permiti consideraciones generales que en este momento comienzan a

    cobrar gran importancia, pues admiten hacer referencia a lo comn de todas las construcciones sistmicas cuando

    las referimos a la produccin de una unidad de estudio. Descontando que el lector enseguida comprender que

    cuando cada uno de nosotros elija una unidad de estudio concreta, esas denominaciones genricas pasarn a to-

    mar nombres especficos: una identidad ser la institucin tal o el grupo cual; y otro tanto ocurrir con la refe-

    rencias a los estados, a las relaciones y a sus emergentes. Sin embargo, mientras estemos tratando el tema

    en el nivel de generalidad que es el apropiado para este apartado (en el que no nos referimos a ninguna investiga-

    cin en particular) seguir en el antes propuesto nivel de abstraccin.

    Teniendo en mente esa aclaracin, es posible aseverar que, si podemos construir unidades de estudio que puedan

    ser pensadas como sistemas abiertos, podremos analizar a lo social con muchas ventajas. Pero para ello, como se

    desprende de lo ya dicho, al producir el recorte debemos observar si, respecto a la unidad que pretendemos estu-

    diar, podemos predicar la existencia de cierto grado de autarqua dentro del concierto de los dems sistemas o

    grupos sociales de los que forma parte y con los que a su vez entablan diverso tipo de relaciones. Autarqua que da

    lugar a la aparicin de formas de pertenencia que habitualmente son aludidas por sus participantes mediante el

    pronombre nosotros, en el que se acepta la existencia compartida de sistemas normativos (formalizados o no)

    que, salvo en situaciones de conflicto catastrfico, permiten diversos tipo de fluencias27

    e interacciones. Si eso se

    logra, en tales sistemas podremos diferenciar los tres aspectos estudiados en el segundo captulo del tomo ante-

    rior (identidades o los estados que dichas identidades), 2) las relaciones entre dichas identidades y 3) los

    emergentes28

    a que dan lugar esas relaciones.

    Si tal fuese el caso, en la caracterizacin de dichas unidades de anlisis debemos aclarar:

    1) qu es lo que puede ser el interior del sistema (es decir, ese conjunto de relaciones, identidades,

    estados de una identidad y emergentes que pueden ser consideradas, mediante criterios bien explici-

    tados, como poseyendo cierta autarqua en el concierto de los dems sistemas, de distinto grado, de los

    que forma parte). Unidad que, en tanto percibida por sus participantes, es expresada por un nosotros,

    en el que se presupone la existencia de sistemas normativos (formalizados o no) que, salvo en situaciones

    de conflicto catastrfico, permiten diverso tipo de fluencias.

    2) qu es lo que, para la investigacin planeada, puede ser definido (o ir definindose en el curso del traba-

    jo) como su exterior; constituido por todos los otros sistemas y subsistemas de distinto grado y que son

    dignos (y a la vez factibles) de ser integrados en el trabajo, dado que ejercen alguna fluencia respecto al

    conjunto del sistema o a alguna de sus partes.

    27 Denominamos fluencias a todo lo que emerja desde una identidad con destino a otra identidad. Utilizamos el concepto

    para enfatizar en la idea de que ese flujo ocurre en el tiempo y tiene su propia dinmica que es una de sus propiedades. Salvo fluencias fracasadas (esto es, que no llegan a ningn destino) toda fluencia produce algn tipo de efectos en la(s) identida-de(s)

    28 Se denomina emergencias a todas las propiedades de un sistema de relaciones (en este caso de un sistema de relaciones

    sociales al que denominamos sociabilidad) que no forman parte de las respectivas identidades que conforman el sistema sino que son el efecto de las relaciones entre esas identidades. Entre los ejemplos de emergentes podemos incluir, por ejemplo, lengua y habla, conjunto de normas, sentimientos de identidad compartidos, etc.

  • DEL PROYECTO AL ANLISIS: APORTES A UNA INVESTIGACIN CUALITATIVA SOCIALMENTE TIL

    Captulo 1 Pgina 18

    3) cules son las fluencias que son propias de dicho sistema y que son importantes para la investigacin en

    curso; fluencias e interacciones que, convertidas en recursos de poder (esto es, de toda aquellas propie-

    dades de una identidad que sta pueda utilizar para intercambiar, influir o dominar a otra identidad), pro-

    veen las especficas caractersticas de la sociabilidad estudiada, tanto en las relaciones de complementa-

    cin como en las de conflicto.

    4) cules son los emergentes (secuencias simples, bucles de retroalimentacin, policausalidad, sinergias o

    sobredeterminaciones.

    Como debe resultar evidente, por su carcter general, este esquema permite representar sistemas totalmente

    diversos; sistemas que van desde las relaciones ocasionales entre dos o tres personas, el estudio de los hbitos de

    un grupo de muchachos, las interacciones existentes en un poblado o en un barrio, hasta el anlisis de comunida-

    des de una complejidad muchsimo mayor como las existentes entre pases. Pero si la sntesis sirve es porque hace

    posible enfatizar en que este tipo de unidad de anlisis debe ser concebida como un sistema de relaciones-de

    relaciones-sociales29

    . En tanto tal, habr criterios que se pueden anticipar pues normalmente son importantes para

    reconocer ciertos determinantes sociales cuya conjuncin de esos tiende a constituir cierta rea de igualdad en

    la que la circulacin discursiva normalmente produce una gama finita de representaciones sociales. Tales son, por

    ejemplo: a) la localizacin espacio-temporal, ya que, directa o indirectamente, todo sistema ocupa un lugar en esas

    coordenadas, b) el tipo de grupo, segn ocupacin, clase, sexo, edad, etnia, religin, etc.; o alguna combinacin

    entre stas y/o c) el tipo de institucin. Pero existirn otros criterios que el investigador utilizar tomando en cuen-

    ta tanto las caractersticas de su objeto como sus propias preguntas, objetivos y recursos.

    Lo que en todos los casos debe cumplirse para que la unidad pueda ser clasificada en el grupo del subttulo es que

    las pautas deben ser capaces de asegurar, al menos hipotticamente, que nos encontramos frente a una sociabili-

    dad (con grados de complejidad que es el investigador el que debe determinar) y no a una simple sumatoria de

    rasgos30

    .

    Sin embargo, ese ideal, que permite dar los mayores frutos a una investigacin cualitativa, no se logra muy fre-

    cuentemente (al menos no se logra en una primera investigacin) y esto da paso a otro tipo de investigaciones con

    menor capacidad inferencial. Investigaciones a las que podemos denominar exploratorias, si pensamos que pue-

    den contribuir a obtener la informacin requerida para una investigacin ms profunda. La exploratoria es un tipo

    de investigacin muy frecuente, que puede ser suficiente para proveer la informacin que en el momento necesi-

    tamos. Volveremos sobre este tipo de investigaciones pero en este momento es preciso retornar a las investiga-

    ciones en que la unidad de anlisis es una sociabilidad, con el propsito de agregar un nuevo rasgo que hace de

    ellas el ideal de un objeto a ser investigado cualitativamente.

    Como bien se sabe, en universos demasiado amplios como para investigar a todos sus componentes, la amplitud y

    confiabilidad de las inferencias depende del modo en que hemos producido el muestreo. En el caso de las investi-

    gaciones cuantitativas dicha capacidad es asegurada, en el terreno de lo posible, por lo que suele denominarse el

    poder de la muestra, en cuyo diseo los estadsticos incluyen varias informaciones pero que, en todos los casos,

    el nmero de fuentes o unidades de informacin llega a ser determinante. Pero ese no puede ser el criterio utiliza-

    do por un investigador que trabaja con fuentes semi o no estructuradas debido a la dificultad para producirlas y al

    29 Sobre este concepto relaciones-de-relaciones ver el captulo segundo del tomo anterior.

    30 Sobre mis crticas al mtodo hipottico deductivo y mi idea sobre cmo entender los conceptos explicacin, descripcin y

    comprensin ver el captulo quinto del tomo anterior.

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    Captulo 1 Pgina 19

    tiempo que insume el analizarlas: si el nmero de fuentes fuese demasiado extenso la investigacin sera fctica-

    mente demasiado difcil, o aun imposible, en un perodo de tiempo prudencial.

    Con el propsito de no dejar un aspecto tan importante ligado a la improvisacin, Strauss y Miles (cita)propusieron

    un criterio alternativo en la produccin de muestras que justifiquen la produccin de inferencias; criterio al que

    designaron saturacin de la muestra. El postulado que sintetiza dicha propuesta es el siguiente: una muestra se

    satura cuando las entrevistas u observaciones van produciendo rendimientos decrecientes de novedades. Segn

    dicho supuesto, seguir interrogando nuevas fuentes del mismo tipo ya no proveer nuevos elementos para la in-

    vestigacin; y, por ende, lo que se consigui en el trabajo anterior debe ser aproximadamente todo lo que podra

    encontrarse. Veamos los argumentos a favor y en contra de este tipo de muestreo.

    Como el lector habr notado, el modo de razonamiento en el que se apoya ese presupuesto es inductivo. En efec-

    to, trayendo a la memoria el ejemplo que normalmente se utiliza para ejemplificar una proposicin inductiva, sta

    adoptara la siguiente modalidad: Si A, B, C, D,. y N poseen determinada cualidad, los restantes entes de esa clase

    tambin poseern esa cualidad (por ejemplo: si A. B, CN son cisnes y todos ellos son blancos, podemos afirmar

    que: Todos los cisnes han de ser blancos).

    Bien se conoce la crtica que Popper hizo de la induccin como forma de producir universales empricos confia-

    bles31

    : lo que emerge de experiencias anteriores nada dice sobre cuales habrn de ser los resultados de experien-

    cias posteriores; por ejemplo: posteriores hallazgos pueden mostrarnos que hay cisnes negros. Se debe reconocer

    entonces que desde el punto de vista adoptado por Popper, nada asegura el carcter apodctico de una generaliza-

    cin basada en la induccin y, por ende, nada asegura que la muestra est saturada.

    Ahora bien, la impugnacin popperiana a la induccin (ver su artculo El problema de la induccin, escrito en

    1954 y reeditado en 1974 por Miller D. en 1995) tendra sentido si el mundo que estudiamos estuviese constituido

    por una multiplicidad de tomos de caractersticas esencialmente singulares. Pero, tal como lo vimos en forma

    reiterada en todo lo que va del libro, ese no es el caso de los sistemas sociales. Por ende, mientras ms cohesiona-

    do y/o intercomunicado est un sistema (como hemos visto desde los anlisis del primer tomo, el conflicto implica

    cohesin de las partes pero tambin la constitucin de un campo de relaciones comunicativas entre los oponentes,

    que obliga a bsicas comprensiones sobre los universos de los adversarios), ms probable es que la heterogenei-

    dad e imposibilidad de comprensin mutua se reduzca. En ese caso, la saturacin es posible por razones sociales y

    no lgicas. Pues las fuentes son el producto de:

    1) cierto tipo y frecuencia de interacciones comunicativas (conversaciones en lugares de trabajos, clubes, ca-

    fs, lugares de diversin, de estudio, de trabajo u otro tipo de instituciones en las que, con cierta frecuen-

    cia se producen conversaciones sobre temas generales o ligados a la propia comunidad. Por ejemplo: in-

    tercambios de opiniones sobre la historia, charlas sobre el presente y el futuro, juicios estticos, discusio-

    nes polticas y toda otra gama de temticas mediante las que cada uno de los participantes conoce los

    puntos de vista de los otros y, en conjunto, van creando un sentido comn en el que, si bien pueden apa-

    recer y permanecer diferencias de grado o tipo, lo comn (y necesario para que la comunidad permanez-

    ca existiendo) es que tales diferencias no sean igual a la suma de sus participantes sino que se produzcan

    proceso de elaboracin cuyo resultado es la produccin de versiones que todo conocen, aunque sea para

    discutirlas.

    31 Ver captulo quinto del tomo anterior.

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    Captulo 1 Pgina 20

    2) el estar sometidos a la influencia comn de determinados programas televisivos o radiales, a la lectura de

    los mismos peridicos o revistas, que en muchos casos pertenecen a oligopolios que distribuyen sus reas

    de influencia de tal modo de crear opinin en forma efectiva) o a la prdica de lderes religiosos o seme-

    jantes.

    Dicho de otro modo, Popper tiene razn cuando se refiere a conjuntos (que son los que l conoce) formados por

    sumatoria de entes autosuficientes: en esos conjuntos la induccin es incapaz de predicar, con certeza, que pue-

    dan haberse agotado las diversidades a partir del examen de una porcin de todo el universo, En cambio, si nos

    encontramos con sociabilidades como las caracterizadas antes, es la propia dinmica de stas la que va producien-

    do semejanzas. Siendo as, las fuentes permiten detectar el grado en que dentro del sistema estudiado se ha con-

    solidado un universo simblico compartido, fortalecido y apoyado en distinto tipo de redes, mediante las que

    dicha sociabilidad va construyendo sus propios rasgos distintivos. Por lo que, si el investigador logra la construc-

    cin de un tal tipo de unidad de estudio, stas habrn de ser concebidas como un mbito de circulacin simblica

    e imaginaria32

    que forman un cierto sentido comn o, con mayor frecuencia, varios tipos de sentido comn co-

    existentes o en conflicto en el interior de cierta sociabilidad; por lo que, junto al estudio de las representaciones, la

    investigacin debe incluir el anlisis de las representaciones asociadas de uno u otro modo a los recursos de poder

    puestos en juego por cada una de las partes en las fluencias mediante las que interaccionan

    33.

    Dicho esto, es preciso tener en cuenta dos aclaraciones:

    1) Que puede existir una gran variedad de creencias, valores y actitudes, relativas a diferentes aspectos

    de la vida individual o colectiva que distinguen sectores dentro de una misma unidad de estudio34

    .

    Por ello, en el interior la unidad estudiada, las semejanzas sern consideradas como tales slo en

    comparacin con los rasgos que podran encontrarse en otras sociabilidades35

    ; o, dicho de otro modo,

    lo comn debe valorarse en relacin con las diferencias, respecto a otras posibles unidades36

    . Hay re-

    presentaciones que son eminentemente idiosincrsicas y slo implican lo pensado, actuado o dicho

    por un individuo (aunque difcilmente en ellas no se encuentren ecos sociales, stas son el punto ms

    32 Que, como veremos, es lo que hace posible la saturacin de las muestras.

    33 Ya que ningn individuo entra y se socializa en relacin plena y uniforme con el conjunto de la sociedad y porque esta no es

    una unidad homognea, debido a lo cual las fluencias que se producen en su seno no slo se expresan en relaciones de com-plementacin sino tambin de conflicto. Sobre estos temas, ver los captulos primero y segundo del primer tomo.

    34 Esto es lo que tambin demostraron Max Weber (en su estudio sobre las grandes troncos culturales); Norbert Elas, en su

    libro sobre La sociedad cortesana (1983); y que tambin formara parte importante de las teorizaciones propias de los que practican el anlisis institucional (Baczko, 1991); (Lourau, 1988); (Kaes, 1993); y del razonamiento de fenomenlogos como Schtz ( (1974) y etnometodlogos como Berger & Luckman (1968)

    35 Este tema fue desarrollado en el primer captulo del primer tomo.

    36 Lo dicho, debera conducir a un supuesto que es absolutamente obvio, pero demasiadas veces violado por quienes de breves

    visitas a una localidad extica para los acadmicos de cierta universidad o ncleo acadmico, extraen rpidas consecuencias de entrevistas aisladas y relativamente poco numerosas. Por supuesto, mucho peor an es la costumbre cada vez ms difundi-da de hablar de una zona utilizando como fuente principal las versiones que los peridicos de dichas localidades publican en INTERNET; ignorando los ms elementales juicios crticos sobre las lneas editoriales, el juego de intereses en las que estas se ubican, etc.

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    alejado a lo que es compartido); otras son caractersticas de cierta familia y otras son compartidas por

    grupos ms amplios37

    . Determinar esas diferencias es parte del proceso de la investigacin.

    2) Si nuestra preocupacin tambin incluye reconstruir el modo en que se generan y difunden ciertas

    representaciones38

    , en la construccin del objeto tendremos especial cuidado en que la estrategia

    metodolgica incluya el estudio del papel de los intelectuales o lderes de opinin; ya que no to-

    dos los componentes de una unidad de estudio tienen la misma relacin con la produccin y circu-

    lacin de preferencias, actitudes, creencias y opiniones39

    . Crear un esquema para la comprensin de

    esa generacin de opiniones compartidas es, como lo vimos en el tomo anterior, uno de los grandes

    mritos gramscianos; y si recordamos lo dicho entonces, tambin tendremos en cuenta que, en la de-

    finicin de las unidades de estudio deberemos estar atentos a la forma en que las creencias se insti-

    tucionalizan y, por ese intermedio, son controladas y reforzadas; haciendo mucho ms fuerte el lazo

    comunitario y mucho menos intensa la posibilidad de que se produzcan heterodoxias (que, como es

    experiencia normal en la investigacin en ciencias sociales, de todos modos se producirn una y otra

    vez)40

    .

    UNIDADES EN INVESTIGACIONES EXPLORATORIAS

    Pese a que todo sistema siempre ser un sistema abierto, su mayor o menor grado de apertura (y por ende de

    dependencia) variar segn el tipo de identidad que se llegue a constituir dentro de un sistema mayor. En algunos

    casos, el grado de autonoma de un subsistema no llega a estar claramente definido antes de terminar la investiga-

    cin y, en otros casos, el tiempo, los recursos o el inters del investigador no hacen posible o necesario el estudio

    completo de tales sistemas sociales complejos. En ambas situaciones es inviable este tipo de unidad de anlisis y,

    por ende, el tipo de investigacin sobre la que conversamos en el apartado anterior.

    Ahora bien, impide esto hacer investigaciones de tipo cualitativo? La respuesta depender de cmo definamos

    investigacin cualitativa y si podemos pensar que, dentro de ese tipo de investigacin, es posible delimitar un

    subtipo que sea caracterizado como investigacin cualitativa exploratoria, entendiendo por exploratoria un

    tipo de investigacin que, situando la atencin sobre ciertos rasgos41

    , no logra reconocer, en forma ms o menos

    acabada, el tipo de relaciones en las que cobran su especfica definicin contextual.

    37 Aunque, si nuestro trabajo lo requiere, deberemos hacer un cuidadoso examen para evaluar el grado de generalidad de las

    opiniones, actitudes o creencias, expresadas por uno de los miembros de dichas sociabilidades.

    38 Recordar el modo en que el tema fue encarado en el primer captulo del tomo anterior.

    39 Tema al que hice referencia en el primer tomo, captulos primero y cuarto fundamentalmente.

    40 Sin duda, la utilizacin que hago de la teora de la complejidad es una propuesta que creo que mejora muchsimo la com-

    prensin de cualquier tipo de relacin social. De todos modos, ejemplares estudios de casos pueden encontrarse en la tradicin etnogrfica y etnometodolgica. El lector ganar mucho en leer algunos de esos textos entre los que ahora recuerdo a los firmados por Aguirre Baztn, (1995) y el de Paul Friedrich (1986) trabajo pionero y ejemplar; pero que solo son una muestra de una largusima lista de trabajos.

    41 Es el caso de una investigacin sobre ciertos sntomas, por ejemplo, que se suponen pertenecientes a un sistema no conocido

    o no bien conocido. Por ejemplo, ciertos rituales dentro de una comunidad o una investigacin que logra conocer el modo en que un frmaco pueden contribuir a que desaparezcan algunos sntomas (y que adems conjeture cul es la razn de ello: por ejemplo, porque acta en la recaptacin de serotonina) no implica que la medicina tenga alguna idea, siquiera aproximada,

  • DEL PROYECTO AL ANLISIS: APORTES A UNA INVESTIGACIN CUALITATIVA SOCIALMENTE TIL

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    Para comenzar, lo que debe resultar claro es que la eventualidad de que sea una u otra la investigacin a encarar

    no depende slo y, muchas veces, tampoco fundamentalmente, de la voluntad del investigador sino del estado de

    los conocimientos existentes sobre el objeto, de razones de factibilidad o de razones de oportunidad (por ejemplo,

    en algunos casos la premura nos obliga a tomar solo ciertos rasgos de un objeto con el fin de investigarlos). Cual-

    quiera sea la razn por la que estas investigaciones se emprendan, su virtud es el aporte a posteriores trabajos y la

    verificacin de esa utilidad fincar en que lleguen a sumar conocimientos que harn posible otras investigaciones

    ms ambiciosas.

    CONCLUSIONES SOBRE LA UNIDAD DE ANLISIS

    Dada la anterior argumentacin que podramos concluir sobre la construccin de la unidad de anlisis?

    En tanto toda investigacin refiere a un rasgo de una unidad de anlisis lo primero que podemos concluir es que

    dicha unidad ser mejor conocida cuando respondamos a la pregunta de la investigacin. Pero no es esa la nica

    razn por la que podemos inferir que nuestro mejor conocimiento de dicha unidad u objeto de investigacin se

    obtiene casi al finalizar la investigacin. Para que eso sea verdad contribuye otra razn. Dado que lo propio de

    cualquier proceso de indagacin es ir captando el entramado de subsistemas que conforman aquello que nos pro-

    ponemos investigar, siempre iremos mejorando el conocimiento que al principio tenamos tanto en aquello que

    procuramos mediante la pregunta como tambin en otras facetas que descubrimos durante el proceso de trabajo.

    Entonces, lo que se afirma es que, a partir de ese umbral, el trabajo ir enriqueciendo nuestra inteligencia del

    objeto. Por supuesto, esto no invalida la afirmacin hecha al comienzo, segn la cual, en el momento de iniciar la

    investigacin debemos contar con conocimientos y conjeturas que hagan posible identificar aquello sobre lo que

    se quiere saber algo. Sin ese umbral la investigacin sera imposible o, al menos, estara llena de incertezas y

    dificultades. Dada esa importancia, es posible fijar algunos criterios desde los que partir en la delimitacin?

    Para ello, entre los criterios ms corrientes se encuentran los de la localizacin espacio-temporal (ya que, directa o

    indirectamente, todo sistema ocupa un lugar en esas coordenadas), tipo de grupo (segn ocupacin, clase, sexo,

    edad, etnia, religin, etc.; o alguna combinacin entre stas) o institucin; intuiciones que no son descabelladas

    pues una conjuncin de esos determinantes sociales tienden a constituir cierta rea de igualdad en la que la

    circulacin discursiva tiende a conformar una gama finita de representaciones sociales. Enumeracin que de todos

    modos, no evita que la consigna siga siendo: mientras ms sepa ms claro tendr el modo en que acotar mi

    unidad de anlisis; y, por ende, estar en mejores condiciones para definir la estrategia metodolgica en relacin

    con cuestiones tales como: 1) si estudiar todo el universo o slo una muestra; 2) cules son las fuentes a las que

    deber recurrir, etc.

    POSIBLES ERRORES EN LA DEFINICIN DE LA UNIDAD DE ESTUDIO

    Sobre qu quiero investigar? La pregunta parece sencilla, pero no siempre nuestro sentido comn est adaptado

    para contestarla de tal modo que su delimitacin sea la adecuada. Reflexionemos pues sobre el tema.

    Una de las confusiones ms frecuentes es no diferenciar la unidad de estudio de las unidades de interrogacin u

    observacin. Por ejemplo, si queremos estudiar El discurso sobre las causas y consecuencias de su embarazo

    que, en determinado lugar y en determinado momento, predomina entre las adolescentes embarazadas. En este

    de lo que es una depresin u otras enfermedades. El desconocimiento del sistema en el que un rasgo o funcin encuentra su sentido puede ocurrir en todas las investigaciones que nos ocupan en este libro.

  • DEL PROYECTO AL ANLISIS: APORTES A UNA INVESTIGACIN CUALITATIVA SOCIALMENTE TIL

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    caso, las unidades de interrogacin son ciertas adolescentes embarazadas, pero esa no es la unidad de estudio ya

    que nuestro propsito no es conocer a esas adolescentes. Por el contrario, la unidad es el discurso o los tipos de

    discurso que predominan sobre el tema. Dicho de otro modo, no pretendemos conocer a nuestras entrevistadas

    en su peculiaridad sino como portadoras de uno u otro discurso sobre el tema.

    Asimismo, si pretendemos estudiar la condicin de pobreza de una comunidad podemos entrevistar a sus

    miembros y/o hacer observacin y anlisis de documentacin, pero el objetivo no ser conocer a cada uno de sus

    miembros sino tipificar las condiciones en que se vive la pobreza o las estrategias de sobrevivencia en deter-

    minada comunidad.

    Otro tanto puede ocurrir si se comparan las capacidades relativas de dos o ms universidades para producir egre-

    sados con pericias suficientes para integrarse en el mercado de trabajo. La investigacin puede hacerse tomando

    una muestra representativa de los recin egresados de cada universidad y preguntndoles si, en el momento de la

    encuesta, tienen o no trabajo en su profesin. Ms tarde, se calcula el porcentaje de los egresados de cada univer-

    sidad que estn efectivamente trabajando (sobre el total de egresados) y se termina con una comparacin entre

    esos porcentajes. En esa situacin, la unidad es la capacidad relativa de las universidades, pero las unidades de

    interrogacin sern los estudiantes entrevistados.

    El problema no es poco importante. No determinar adecuadamente cul es la unidad de estudio introduce impre-

    cisiones que pueden ser graves en el proceso de investigacin, ya que pueden inducirnos a hacer inferencias inco-

    rrectas.

    Por ejemplo, en el primero de los casos citados, durante el trabajo de campo se puede estar construyendo infor-

    macin sobre las adolescentes en general, cuando lo que se pretende investigar es el discurso de ellas en torno

    a un cierto asunto; o en el anlisis caer en el error de confundir lo que es una tipificacin de los discursos predo-

    minantes con una descripcin del discurso de cada una de las entrevistadas. Conocer cules son los tipos predomi-

    nantes no nos dir nada a priori respecto a cada adolescente; pues, a diferencia de esa comunin que se represen-

    ta en cada uno de los tipos, la conducta de cada entrevistada ser el efecto de cierta interaccin singular entre los

    diferentes discursos que la cruzan y constituyen; y no necesariamente una consecuencia directa de uno de los

    discursos tipificado, que construimos mediante la investigacin.

    Otro tanto ocurre cuando se estudia un caso individual. Por ejemplo en Taso, trabajador de la caa, Sydney W.

    Mintz (1988) escribe basndose en las transcripciones de muchsimas sesiones de relatos orales (Crespi, 1983). All

    tenemos la narracin de la vida de un trabajador. Tal como lo definiera Mintz, la unidad de estudio es ese trabaja-

    Aquellos rasgos de las adolescentes y su situacin, que

    interesan para la investigacin. En el ejemplo: todo lo que

    imaginemos (y luego confirmemos) como relacionado con

    sus discursos desde una o varias perspectivas.

  • DEL PROYECTO AL ANLISIS: APORTES A UNA INVESTIGACIN CUALITATIVA SOCIALMENTE TIL

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    dor42

    . Es el testimonio de su vida. En Taso coincide la unidad de anlisis y la unidad de observacin. Pero sus narra-

    ciones pueden autorizar inferencias sobre las caractersticas de otros trabajadores de la caa en el Puerto Rico?

    Muy probablemente. Pero, para efectuar esas inferencias, se requiere de un estudio crtico que las autorice: sin

    hacer ese estudio toda inferencia sera injustificada. Adoptados esos recaudos, del relato individual pueden ex-

    traerse informaciones sobre los otros trabajadores de la caa; del mismo modo, luego de una reflexin sobre la

    forma en que fue seleccionado el caso, el tipo de cuestiones que se le preguntaron y el cruce con otras informa-

    ciones, tambin se pueden extraer conclusiones que habiliten a integrar partes de su testimonio en un modelo que

    represente a los hbitos y condiciones de vida de los trabajadores de la caa, hacia finales de los aos cuarenta en

    Puerto Rico. Pero, antes de hacer cualquier inferencia, es necesario recordar que Taso es muy singular, por el pro-

    pio hecho de haber contribuido con un testimonio de vida tan extenso y una relacin con el investigador del tipo

    que se gest entre ellos. Por ello es necesaria una investigacin que permita conocer qu aspectos de ese testimo-

    nio presenta rasgos tiles para caracterizar a otros trabajadores de la caa, y qu es lo peculiar o idiosincrsico.

    Por ltimo, por ms informacin que Taso provea sobre su vida y experiencias, y por mayor que sea la fidelidad

    alcanzada por Mintz en sus transcripciones, el Taso del libro de Mintz es una creacin. Es una modelizacin de

    aquel trabajador. Para hacer aquellas