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Capítulo 5 BIOGEOGRAFÍA Y SUELOS Biogeografía MAPA DE REGIONES BIOGEOGRÁFICAS 116 MAPA DE REGIONES FITOCLIMÁTICAS 117 MAPA DE FORMACIONES VEGETALES POTENCIALES 118 MAPA DE FORMACIONES VEGETALES ACTUALES 120 MAPA DE RIQUEZA DE VERTEBRADOS TERRESTRES 129 MAPA DE PRINCIPALES ANFIBIOS ENDÉMICOS 130 MAPA DE PRINCIPALES PECES CONTINENTALES ENDÉMICOS 130 MAPA DE GÉNERO LEPUS 131 MAPA DE GRANDES LAGARTOS PENINSULARES 131 MAPA DE DISTRIBUCIÓN DE CORZO Y CABRA MONTÉS 132 MAPA DE PRINCIPALES MUSTÉLIDOS 132 MAPA DE AVES RELICTAS 133 MAPA DE INVERTEBRADOS RELICTOS 133 Suelos MAPA LITOLÓGICO 135 MAPA DE SUELOS 138 OBRA COMPLETA EN : http://www.ign.es/web/ign/portal/espana-en-mapas

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Capítulo 5

Biogeografía y suelos

Biogeografía

Suelos

Capítulo 5 BIOGEOGRAFÍA Y SUELOS

BiogeografíaMAPA DE REGIONES BIOGEOGRÁFICAS 116MAPA DE REGIONES FITOCLIMÁTICAS 117MAPA DE FORMACIONES VEGETALES POTENCIALES 118MAPA DE FORMACIONES VEGETALES ACTUALES 120MAPA DE RIQUEZA DE VERTEBRADOS TERRESTRES 129MAPA DE PRINCIPALES ANFIBIOS ENDÉMICOS 130MAPA DE PRINCIPALES PECES CONTINENTALES ENDÉMICOS 130MAPA DE GÉNERO LEPUS 131MAPA DE GRANDES LAGARTOS PENINSULARES 131MAPA DE DISTRIBUCIÓN DE CORZO Y CABRA MONTÉS 132MAPA DE PRINCIPALES MUSTÉLIDOS 132MAPA DE AVES RELICTAS 133MAPA DE INVERTEBRADOS RELICTOS 133

SuelosMAPA LITOLÓGICO 135MAPA DE SUELOS 138

OBRA COMPLETA EN : http://www.ign.es/web/ign/portal/espana-en-mapas

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La biogeografía es la ciencia que estudia la distribución de las especies y las biocenosis sobre la Tierra, así como sus causas y rela-ciones de parentesco. También, teniendo

en cuenta las áreas de taxones y sintaxones (co-rología), así como la información procedente de otras ciencias de la naturaleza (geografía, edafo-logía, bioclimatología, geología, etc.), trata de es-tablecer una tipología jerárquica de los territorios del planeta, cuyas unidades principales en rango decreciente son: reino, región, provincia, sector, distrito, comarca, célula de paisaje y tesela (Ri-vas-Martínez et al., 2007, 2011, 2017).

El reino es la unidad suprema de la biogeo-grafía, por lo general pluricontinental y multinsu-lar, en la que, además de consideraciones taxonó-micas y de ecosistemas, entra en juego el origen de la flora y la fauna, la formación de los grandes continentes, las orogenias, así como los climas actuales y pretéritos. España pertenece al reino Holártico, que se caracteriza por una considera-ble uniformidad florística debido a la proximidad de las masas continentales en el hemisferio bo-real hasta el Cuaternario y por una gran variedad climática que contribuye a la riqueza florística.

La región es un territorio muy extenso, for-mado por una agrupación de provincias biogeo-gráficas que posee una flora o elemento florísti-co original en el que existen especies, géneros o incluso familias endémicas. Como se observa en el mapa Regiones biogeográficas, la franja noroccidental de España corresponde a la región eurosiberiana y el resto de la Península y de las islas pertenecen a la región mediterránea. En el

mapa se representan las subprovincias en que se subdividen estas regiones: seis eurosiberianas y catorce mediterráneas.

Los tipos fitoclimáticos de Allué Andrade (1990) combinan la información de las tempe-raturas y las precipitaciones, dos de los factores ambientales que más influyen en la distribución de las especies. Se identifican 20 subtipos fito-climáticos en España (ver mapa Regiones fitocli-máticas) agrupados en los tipos bioclimáticos de Walter (1977): III, desiertos y semidesiertos cálidos; IV, bosques mediterráneos; VI, bosques caducifolios nemorales; VIII, bosques acicu- lifolios boreales; y X, formaciones de alta mon-taña. Es un mapa que facilita el establecimiento de relaciones entre las características climáticas y la distribución de las formaciones vegetales, y ayuda también a comprender los límites de las regiones y subprovincias biogeográficas.

Una de las características biogeográficas del territorio español es la alta biodiversidad de la Península; muestra en su distribución patrones interesantes asociados con la presencia de ali-neaciones montañosas que generan importan-tes gradientes térmicos y pluviométricos, que derivan en la presencia de ecosistemas variados en superficies reducidas. De todas ellas, destaca la confluencia entre la Cordillera Cantábrica, Pi-rineos y noroeste del Sistema Ibérico, ya que en este mismo espacio tiene lugar una importante transición entre los biomas atlánticos y los me-diterráneos, al mismo tiempo que coinciden im-portantes gradientes altitudinales con diferentes orientaciones que diversifican la variedad y dis-ponibilidad de hábitats para las especies en un territorio que, además, se ubica en una de las vías migratorias más importantes entre el continente europeo y africano.

Biogeografía

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REGIONES BIOGEOGRÁFICAS

Fuente: Rivas-Martínez, S. et al, 2017

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

REGIÓN EUROSIBERIANA

REGIÓN MEDITERRÁNEA

Subprovincias

Subprovincias

IIjb Canaria occidental

IIja Canaria oriental

IIaa Catalana provenzal

IIab Valenciana

IIac Balear

IIba Bajoaragonesa altoebrense

IIbb Oroibérica

IIbc Castellana

IIca Carpetana-Leonesa

IIcb Luso-Extremadurense

IIda Murciana-Almeriense

IIea Bética

IIfa Divisoria portuguesa

IIfb Gaditana-Sadense

Iaa Pirenaica oriental

Iab Pirenaica central

Iac Prepirenaica aragonesa

Iba Cantabroatlántica

Ibb Orocantábrica

Ibc Orolusitana atlántica

Límite de región

Subprovincias

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Hayedo de la Tejera Negra en otoño

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Biogeografía y suelos CAPÍTULO 5Sección IIM

edio Natural

VegetaciónUna formación vegetal potencial es aquella

formación con vegetación madura y adaptada a las características ambientales (principalmente clima y suelo) de un territorio determinado. Es-tas etapas maduras se corresponden en muchos casos con formaciones boscosas (siempre que las condiciones de clima y suelo lo permitan), pero pueden ser también formaciones de matorral (por ejemplo, si no hay disponibilidad hídrica su-ficiente para que se desarrolle un bosque, como en el centro del valle del Ebro o en el sudeste peninsular) o también formaciones de pastizales (por ejemplo en las zonas de montaña en las que hace excesivo frío para que vivan las especies ar-bóreas o arbustivas). Así, el mapa Formaciones ve-getales potenciales de España ofrece una imagen hipotética de cómo sería la vegetación si solo de-pendiera del clima y el suelo existente y el hom-bre no hubiera intervenido modificándola a lo largo de su historia. Es, en definitiva, un modelo, pero es muy útil y didáctico para entender mejor la relación con los factores naturales que explican la distribución de la vegetación en España y para conocer también hacia dónde evolucionaría po-siblemente la vegetación si solo fuesen los proce-sos naturales los que actuasen y el hombre aban-donara la explotación del territorio (abandono de cultivos, de pastoreo,...). El mapa se ha elaborado a partir del Mapa de Series de Vegetación del an-tiguo Ministerio de Medio Ambiente (Rivas Mar-tínez, S. Coord. 1987) realizando una agrupación de las múltiples series de vegetación existentes con el criterio de reflejar los principales paisajes vegetales de España. Incluye también los límites de los grandes dominios bioclimáticos para facili-tar las relaciones con otros factores.

La formación vegetal actual es la que existe en el momento en el que se realiza la cartografía de la vegetación, y es el resultado combinado de la influencia de los factores naturales, pero so-bre todo de la transformación que ha hecho el hombre sobre el paisaje vegetal potencial para poder vivir. Las formaciones vegetales actuales no coinciden en la mayoría de los casos con las formaciones vegetales potenciales, puesto que se corresponden con superficies de cultivos, pastizales o áreas urbanas totalmente contro-ladas por el hombre o con otras formaciones vegetales que se corresponden con etapas de sustitución (matorrales, bosques más o menos intervenidos y degradados, repoblaciones, etc...) de la hipotética vegetación potencial que podría existir. Bien es cierto que, en algunas zonas, so-bre todo en las áreas de montaña y en espacios protegidos, las formaciones vegetales reales son bastante similares a las potenciales (o al menos no son excesivamente diferentes) debido funda-

mentalmente a la escasa intervención del hom-bre sobre ellas.

El mapa de Formaciones vegetales actuales se ha realizado mediante una gran labor de síntesis a partir del mapa forestal de España con objeto de poder contar con la información de las prin-cipales especies vegetales y poder organizar una leyenda comparable, en la medida de lo posible, con la del mapa de vegetación potencial y facilitar así el contraste entre ambos, lo que ha permitido la realización de la tabla de Tipos de vegetación, que, pese a ser simplemente una aproximación calculada en porcentajes a partir de la cartografía, permite hacerse una idea del contraste existente.

Los bosques de frondosas caducifolias es-tán formados por árboles de hojas planas que pierden su hoja al mismo tiempo que llega la es-tación desfavorable, hecho que en los climas de latitudes templadas se produce en la estación fría. Las nuevas hojas de estos árboles vuelven a brotar al llegar la estación favorable. Potencial-

12° 10° 8° 6° 4° 2°

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REGIONES FITOCLIMÁTICAS

Fuente: J.L. Allué Andrade, 1990

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

TIPO FITOCLIMÁTICO

ÁRIDO

III(IV) Sahariano submediterráneo

MEDITERRÁNEOS

IV(III) Mediterráneo subsahariano

IV1 Mediterráneo genuino

IV2 Mediterráneo genuino

IV3 Mediterráneo genuino

IV4 Mediterráneo genuino

IV(VI)1 Mediterráneo subnemoral

IV(VI)2 Mediterráneo subnemoral

IV(VII) Mediterráneo subestepario

NEMORALES

VI(IV)1 Nemoromediterráneo subnemoral

VI(IV)2 Nemoromediterráneo genuino

VI(IV)3 Nemoromediterráneo genuino

VI(IV)4 Nemoromediterráneo submediterráneo

VI(VII) Nemoral subestepario

VI(V) Nemoral genuino

VI Nemoral genuino

OROBOREALOIDES

VIII(VI) Oroborealoide nubnemoral

X(VIII) Oroborealoide genuino

X(IX)1 Oroarticoide termoaxérico

X(IX)2 Oroarticoide termoxérico

Pastizales de alta montaña con bosque de pino negro. Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici

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mente estos bosques ocuparían en España un 10% de la superficie, correspondiendo casi un 6% a robledales (Quercus robur) y en torno a un 2,2% tanto a hayedos (Fagus sylvatica) como a bosques mixtos caducifolios, todos ellos propios del domi-nio eurosiberiano. En todos los casos su superficie actual es mucho más reducida que la potencial, ya que no alcanza el 3% entre todos.

Los bosques de frondosas marcescentes los forman árboles de hoja plana que se caracterizan por el retraso en la caída de la hoja, de manera que pasan la estación desfavorable (el invierno en las latitudes templadas) con todas sus hojas se-

cas pero unidas a las ramas y permanecen así (si el viento no las tira al suelo) hasta que las nuevas hojas brotan en la estación favorable (primavera) y las hacen caer entonces. El aspecto de estos bos-ques en invierno es muy diferente a los de hoja ca-duca (sin ninguna hoja en las ramas), o de frondo-sas perennifolias siempreverdes. En la Península son bosques abundantes porque son representa-tivos de ambientes de transición entre los domi-nios bioclimáticos eurosiberiano y mediterráneo ocupando potencialmente más de un 15% de la superficie, hoy reducida a un 3,5%. Los robledales pelosos (Quercus pubescens) tienen preferencias ecológicas más propias del dominio eurosiberia-no, como se observa en el mapa, mientras que se adaptan mejor a las condiciones mediterráneas los quejigares (Quercus faginea y Quercus cana-riensis) y en menor medida, los rebollares o melo-jares, que ocupan los territorios de contacto entre ambos dominios (Quercus pyrenaica).

Las especies arbóreas frondosas perennifo-lias son aquéllas que se caracterizan por tener ho-jas siempreverdes en sus ramas a lo largo de todo el año. Así, son bosques con árboles cuyas hojas no mueren ni brotan al mismo tiempo sino de for-ma individualizada, de manera que la copa siem-pre presenta follaje. Los encinares son el ejemplo más representativo y abundante, perfectamente adaptado al dominio biogeográfico mediterráneo y que potencialmente se considera que cubriría un 55% de la Península y Baleares (actualmente reducido a un 12%). También hay que citar los alcornocales (Quercus suber) con casi un 3% de superficie potencial frente al 1% actual y los ace-buchales u olivos silvestres (Olea europaea) que destacan sobre todo en Baleares.

Mención especial merecen los bosques de Laurisilva con laurel (Laurus azorica) y viñátigo lo-

calizados en todas las islas Canarias, salvo en las más áridas de Lanzarote y Fuerteventura. Su do-minio potencial se considera mucho más amplio que el actual (11,4% frente a menos de un 2% ac-tual en Canarias) al corresponder a suelos profun-dos y fértiles para la agricultura.

Los bosques de coníferas se caracterizan porque sus hojas suelen tener forma de agujas (ho-jas aciculares típicas de los pinos) o de escamas y son perennes (con excepción de dos géneros: La-rix y Taxodium). Pertenecen al grupo de las plantas gimnospermas, que son las que producen semillas en conos femeninos, a los que se denomina piñas. En el dominio eurosiberiano de España peninsular los bosques más representativos son: pinares de pino negro (Pinus uncinata), pinares de pino albar (Pinus sylvestris) y abetales (Abies picea). En el domi-nio mediterráneo, además del pino albar, que tam-bién se adapta a estas condiciones, se desarrollan otras coníferas como el pino carrasco (Pinus hale-pensis, con frecuencia acompañando a otras espe-cies y preferentemente como etapa de sustitución del encinar), la sabina albar (Juniperus thurifera) o

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FORMACIONES VEGETALES POTENCIALES

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

Fuente: Mapa de Series de Vegetación de Salvador Rivas Martínez de 1987. Modificado 2009. MAGRAMA

Hayedo

Vegetaciónde ribera

Abetal

Acebuchal

Alcornocal

Bosque mixtocaducifolio

Coscojar

Encinar

Matorral demontaña

Matorral enarenales costeros

Matorral salino

Pastizal demontaña

Pinar negro

Pinar silvestre

Pinsapar

Quejigar

Rebollar

Roble peloso

Robledal

Sabinar

Matorral mediterráneotermófilo

Cardonales

Laurisilva

Pino canario

Retamares

Vegetaciónedafófila

Pastos

Matorral

Bosques deconíferas

Bosques defrondosasperennifolias

Bosques defrondosasmarcescentes

Bosques defrondosascaducifolias

Límite de región biogeográfica

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Golfo deLeón

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Región eurosiberiana

Región mediterránea

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O C É A N O A T L Á N T I C O

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FORMACIONES VEGETALES POTENCIALES

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

Fuente: Mapa de Series de Vegetación de Salvador Rivas Martínez de 1987. Modificado 2009. MAGRAMA

Hayedo

Vegetaciónde ribera

Abetal

Acebuchal

Alcornocal

Bosque mixtocaducifolio

Coscojar

Encinar

Matorral demontaña

Matorral enarenales costeros

Matorral salino

Pastizal demontaña

Pinar negro

Pinar silvestre

Pinsapar

Quejigar

Rebollar

Roble peloso

Robledal

Sabinar

Matorral mediterráneotermófilo

Cardonales

Laurisilva

Pino canario

Retamares

Vegetaciónedafófila

Pastos

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Bosques deconíferas

Bosques defrondosasperennifolias

Bosques defrondosasmarcescentes

Bosques defrondosascaducifolias

Límite de región biogeográfica

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Encina con encinar adehesado detrás

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Biogeografía y suelos CAPÍTULO 5Sección IIM

edio Natural

el pinsapo (Abies pinsapo). Todos ellos cuentan con un dominio potencial de escasa superficie en la Península y Baleares según el modelo cartografia-do (inferior al 4%), que contrasta con el 16% que cubren en la actualidad debido a intervenciones de repoblación y a su propia capacidad de propa-gación y adaptación, siendo no obstante un tema complejo.

En Canarias, sin embargo, a las coníferas les correspondería un 40% de la superficie de las islas repartido entre el pinar canario (Pinus canariensis) y el sabinar (Juniperus phoenicea), con la diferen-cia de que los pinares abundan en el momento actual (10%) en las grandes islas centrales, mien-tras que los sabinares se han reducido drástica-mente al ocupar áreas con buenas condiciones climáticas para el aprovechamiento agrario.

El matorral mediterráneo considerado como etapa madura se identifica por un lado, con si-tuaciones en las que el agua es el factor limitan-te para el desarrollo de una formación boscosa, como el caso de los coscojares (5%, matorrales de coscoja –Quercus coccifera– en los que pue-den aparecer también pinos carrascos) y en ma-yor medida del matorral termófilo del sudeste peninsular (1,8%). Por otro lado, las temperaturas de las altas cumbres, tanto mediterráneas como eurosiberianas, dominadas por los enebros ras-treros (Juniperus communis subsp. alpina) repre-sentan también la etapa madura (0,7%) de esta formación. En conjunto, todos estos matorrales ocuparían potencialmente un 7% pero las for-maciones de matorral ocupan en la actualidad más de 13%, en buena parte por ser las etapas

de sustitución de las formaciones boscosas ante-riormente citadas, como resultado de incendios, roturaciones y cultivos o pastos posteriormente abandonados, y otros aprovechamientos.

Los matorrales de las islas Canarias destacan por su singularidad y también por su extensión, tanto en su dominio potencial (47%) como ac-tual (36%). Por encima de los 2.000 m de altitud, en condiciones frías (islas de Tenerife y La Palma) hay que resaltar los matorrales de retama del Teide (Spartocytisus supranubius) que incorporan el cedro canario en las zonas más bajas. Pero es el cardonal con cardón (Euphorbia canariensis) y tabaiba (E. balsamifera…) el que presenta un gran dominio potencial (44%) en la banda costera de todas las islas. Aunque son zonas áridas, en algu-nas islas su superfície se ha visto notoriamente reducida para dedicarla a otros aprovechamien-tos. Hay que destacar también en la vegetación actual la importancia del fayal-brezal, el matorral de Myrica faya, Viburnum rigidum, Erica arborea, Ilex canariensis... que sustituye a los bosques de laurisilva en muchas áreas.

Los pastizales constituyen la vegetación po-tencial de pequeñas zonas tanto del dominio eu-rosiberiano como del mediterráneo, (no repre-sentables a esta escala) por encima de una cierta altitud en las que el frío es excesivo para el desa-rrollo de especies arbóreas o arbustivas. Es uno de los ejemplos en los que vegetación potencial y real coinciden, porque además tienen un impor-tante aprovechamiento económico ligado a la ganadería. Pero además de estas áreas de monta-ña, hay actualmente una superficie mucho mayor

(5,4% en el conjunto de España) de formaciones de pastizal-matorral, muchas veces en mosaico, que corresponden a etapas de degradación de todas las formaciones anteriormente citadas, relacionadas de forma directa o indirecta con su aprovechamiento actual o pasado (cultivos, pastoreo) o que son el resultado de incendios u otros procesos.

Por último, es importante destacar la existen-cia de formaciones vegetales que dependen fun-damentalmente de las características del suelo sobre el que se desarrollan y resultan menos in-fluidas por las condiciones climáticas imperantes. Es la razón por la que se denominan vegetación edafófila (edafohigrofila y edafoxerófila) y se lo-calizan indistintamente en los dos dominios bio-climáticos existentes.

Los tres tipos de formaciones edafófilas más destacados son:

- Las formaciones de ribera (fresnedas, chope-ras, alamedas, bosques mixtos...) desarrolladas en suelos con abundante humedad junto a los ejes fluviales. Aunque su disposicion lineal junto a los cursos fluviales hace difícil su ade-cuada representación a esta escala, destaca en general como uno de los tipos de vegetación potencial que ha reducido su superficie en la actualidad debido al uso antrópico de los fér-tiles y accesibles suelos en los que se localiza (desde el 4% potencial al 0,6% actual).

- Las formaciones salinas, normalmente mato-rrales de bajo porte en suelos con alto conte-nido en sales. Destacan en zonas litorales así como en depresiones internas de carácter en-dorreico.

- Las formaciones sobre arenales costeros

En todos los casos la superficie del dominio potencial de este tipo de vegetación, de gran in-terés biogeográfico, se ha visto muy reducida por lo que se ha hecho necesaria en muchos casos su protección.

Por último, la superficie no forestal incluye todo lo que se clasifica como suelo artificial y cul-tivos, por lo que no aparece en el mapa de vege-tación potencial, mientras que supone aproxima-damente un 46% de la superficie de la Península y Baleares y un 27% de las islas Canarias, y es no-toria su localización en las amplias depresiones y zonas litorales.

Tipos de vegetaciónTIPO

DE VEGETACIÓN

VEGETACIÓN POTENCIAL

(en %)

VEGETACIÓN ACTUAL(en %)

PENÍ

NSUL

A Y

BALE

ARES

Bosques de frondosas caducifolias 10,3 2,8

Bosques de frondosas marcescentes 15,6 3,6

Bosques de frondosas perennifolias 58,7 14,5

Bosques de coníferas 3,6 15,7

Matorral 7,4 13,2

Pastos 0,2 3,6

Vegetación edafófila 4,3 0,7

Superficie no forestal 45,8

CANA

RIAS

Bosques de frondosas perennifolias 11,4 2,5

Bosques de coníferas 40,3 12,6

Matorral 47,0 53,5

Pastos 0,0 1,9

Vegetación edafófila 1,3 1,0

Superficie no forestal 26,7 Pino piñonero. Parque Nacional de DoñanaInterior de un quejigar en el Parque Nacional de Cabañeros

Salada de Mediana, Zaragoza Tomillo en flor

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FORMACIONES VEGETALES ACTUALES

Fuente: Tercer Inventario Forestal Nacional. Mapa forestal de España. MAGRAMA 1997-2007

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

Pinar canario

Abetal

Pinar negro

Otras coníferas

Otros pinares

Pinar silvestreBosques deconíferas

Sabinar

Encinar

Acebuchal

Alcornocal

EucaliptalBosques defrondosasperennifolias

Laurisilva

Palmeral

Bosque mixto caducifolio

Robledal

HayedoBosques defrondosascaducifolias

Fayal / Brezal

Cardonal

Matorral

Matorral mediterráneotermófilo

Matorral

Matorral enarenales costeros

Vegetación de ribera

Vegetaciónedafófila

Pastizal / matorralPastos

Pastizal de montaña

Quejigar

Rebollar

Roble peloso

Bosques defrondosasmarcescentes

No forestalSuperficieno forestal

Límite de región biogeográfica

13° 12° 11° 10° 9° 8° 7° 6° 5° 4° 3° 2°

43°

42°

41°

40°

39°

38°

37°

43°

42°

41°

40°

39°

38°

37°

1°0° (Greenwich)1°2°3°4°5°6°

36°

1° 0° 1° 2° 3° 4°

Ría de Aveiro

M A R C A N T Á B R I C O

Golfo de Cádiz

Golfo de Vizcaya

M A R M E D I T E R R Á N E O

Marda Palha

Gol

fode León

Golfo deValencia

Mar Menor

Golf de Roses

Ría de Arousa

Delta de l'Ebre

Badiade Palma

Badia d'Alcúdia

Ría de Betanzos

Golfode Almería

Golf de Sant Jordi

Ría de Muros e N oia

Estrecho de Gibraltar

Sebkha Bou Areg (Mar Chica)

Ría de Vigo

Región eurosiberiana

Región mediterránea

Regi

ón e

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17° 16° 15° 14°

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O C É A N O A T L Á N T I C OEstrecho de la Bocaina

0 50 100 150 200 km

FORMACIONES VEGETALES ACTUALES

Fuente: Tercer Inventario Forestal Nacional. Mapa forestal de España. MAGRAMA 1997-2007

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

Pinar canario

Abetal

Pinar negro

Otras coníferas

Otros pinares

Pinar silvestreBosques deconíferas

Sabinar

Encinar

Acebuchal

Alcornocal

EucaliptalBosques defrondosasperennifolias

Laurisilva

Palmeral

Bosque mixto caducifolio

Robledal

HayedoBosques defrondosascaducifolias

Fayal / Brezal

Cardonal

Matorral

Matorral mediterráneotermófilo

Matorral

Matorral enarenales costeros

Vegetación de ribera

Vegetaciónedafófila

Pastizal / matorralPastos

Pastizal de montaña

Quejigar

Rebollar

Roble peloso

Bosques defrondosasmarcescentes

No forestalSuperficieno forestal

Límite de región biogeográfica

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Biogeografía y suelos CAPÍTULO 5Sección IIM

edio Natural

0 50 100 150 200 km

FORMACIONES VEGETALES ACTUALES

Fuente: Tercer Inventario Forestal Nacional. Mapa forestal de España. MAGRAMA 1997-2007

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

Pinar canario

Abetal

Pinar negro

Otras coníferas

Otros pinares

Pinar silvestreBosques deconíferas

Sabinar

Encinar

Acebuchal

Alcornocal

EucaliptalBosques defrondosasperennifolias

Laurisilva

Palmeral

Bosque mixto caducifolio

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HayedoBosques defrondosascaducifolias

Fayal / Brezal

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Matorral mediterráneotermófilo

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Matorral enarenales costeros

Vegetación de ribera

Vegetaciónedafófila

Pastizal / matorralPastos

Pastizal de montaña

Quejigar

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Bosques defrondosasmarcescentes

No forestalSuperficieno forestal

Límite de región biogeográfica

13° 12° 11° 10° 9° 8° 7° 6° 5° 4° 3° 2°

43°

42°

41°

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38°

37°

43°

42°

41°

40°

39°

38°

37°

1°0° (Greenwich)1°2°3°4°5°6°

36°

1° 0° 1° 2° 3° 4°

Ría de Aveiro

M A R C A N T Á B R I C O

Golfo de Cádiz

Golfo de Vizcaya

M A R M E D I T E R R Á N E O

Marda Palha

Gol

fode León

Golfo deValencia

Mar Menor

Golf de Roses

Ría de Arousa

Delta de l'Ebre

Badiade Palma

Badia d'Alcúdia

Ría de Betanzos

Golfode Almería

Golf de Sant Jordi

Ría de Muros e N oia

Estrecho de Gibraltar

Sebkha Bou Areg (Mar Chica)

Ría de Vigo

Región eurosiberiana

Región mediterránea

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O C É A N O A T L Á N T I C OEstrecho de la Bocaina

0 50 100 150 200 km

FORMACIONES VEGETALES ACTUALES

Fuente: Tercer Inventario Forestal Nacional. Mapa forestal de España. MAGRAMA 1997-2007

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

Pinar canario

Abetal

Pinar negro

Otras coníferas

Otros pinares

Pinar silvestreBosques deconíferas

Sabinar

Encinar

Acebuchal

Alcornocal

EucaliptalBosques defrondosasperennifolias

Laurisilva

Palmeral

Bosque mixto caducifolio

Robledal

HayedoBosques defrondosascaducifolias

Fayal / Brezal

Cardonal

Matorral

Matorral mediterráneotermófilo

Matorral

Matorral enarenales costeros

Vegetación de ribera

Vegetaciónedafófila

Pastizal / matorralPastos

Pastizal de montaña

Quejigar

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No forestalSuperficieno forestal

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Perfiles de vegetación

Una cliserie es la sucesión de distintas asociaciones vegetales determinadas por la variación climática en sentido altitudinal o latitudinal. Los ejemplos adjuntos corresponden a una selección de sucesiones altitudinales de paisajes vegetales españoles. La mayoría corresponden a síntesis

de montañas o macizos; dos conciernen a paisajes más detallados, el litoral dunar y lacustre y la ribera fluvial. En la representación gráfica se ha primado el elemento comunicativo, por lo que han sido necesarias una selección y generalización de la realidad. Las comunidades y paisajes vegetales son plasmados mediante dibujos que simbolizan especies abundantes o significativas de cada nivel o piso de vegetación. Prevalecen dos variables visuales: la forma y el color. La forma evoca al aspecto de la planta y el color tiene un significado bioclimático. Los colores cálidos se emplean para la vegetación mediterránea (en amarillo, naranja y marrón) y los fríos para la eurosiberiana (en verde y azul violáceo) y boreoalpina (en violeta); el bosque de ribera se expresa en azul.

La altitud y la influencia de las corrientes marinas en el clima han condicionado la formación de diversos pisos de vegetación, muy contrastados por su fisionomía y la composición florística. Destaca la laurisilva, un bosque singular con árboles de hoja grande y perenne, desarrollado gracias a la presencia de un nivel de nubes, que aportan humedad elevada al ambiente de manera casi permanente. La insularidad ha conllevado la existencia de numerosas plantas endémicas en todos los pisos.

1Matorral xerófilo basal: tabaibales y cardonales

2

Bosques termófilos: sabinares, acebuchales, palmerales y dragonales

3Monteverde: fayal-brezal y laurisilva

4Pinares con escobonales y jarales

5Matorral de cumbre con codesares y retamares

6 Vegetación del pico

TEIDE(Santa Cruz de Tenerife)

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Valle de Ordesa Zona de piornal-enebral. Parque Nacional de Sierra Nevada

Cardones y tabaibas dulces. Canarias

Interior de un hayedo con suelo cubierto de hojarasca. Parque Natural del Moncayo

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Biogeografía y suelos CAPÍTULO 5Sección IIM

edio Natural

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PUIG MAJOR (Illes Balears)

El perfil sur-norte de la isla de La Palma permite situar espacialmente la diversidad de paisajes vegetales, desde los matorrales adaptados a un clima muy seco hasta la laurisilva, con frecuencia cubierta por la niebla. El pinar de pino canario es el bosque más extenso y presenta diversas manifestaciones, desde el pinar claro con un estrato arbustivo bajo, hasta el pinar denso o el pinar mixto con brezo y árboles del bosque termófilo o de la laurisilva.

LA PALMA (Santa Cruz de Tenerife)

1Matorral xerófilo basal: tabaibales y cardonales

2

Bosques termófilos: sabinares, acebuchales, palmerales y dragonales

3Pinares con codeso y amagante

4 Fayal-brezal y pinar

5 Laurisilva

6

Pinar con cedro y matorral de cumbre con codeso

El conjunto de pisos de vegetación del Puig Major incluye la mayoría de los paisajes vegetales de la isla de Mallorca. La maquia de lentisco y palmito del piso inferior es una de las comunidades potenciales más extensas de la isla. Los encinares son abundantes en los sectores de montaña y donde los veranos son menos secos. La sequía, el frío y el relieve cárstico han condicionado el establecimiento de un matorral bajo y espinoso en las vertientes superiores.

1 Maquia de lentisco y palmito2 Encinar3 Matorral espinoso

1 Maquia de lentisco y palmito

2 Encinar

3 Bosques caducifolios: melojares, quejigares

4 Pinar de pino albar

5 Sabinar y matorral pulviniforme

6 Pastizales de alta montaña: borreguiles

Sierra Nevada es la máxima expresión ibérica de paisaje vegetal de montaña. Cuenta con una gran diversidad de pisos de vegetación, muy transformados por la actividad humana secular, desde las maquias del piso inferior litoral hasta los borreguiles de los pastizales culminares, y en medio una gran variedad de bosques condicionados por el clima y los suelos, como encinares, quejigares, melojares, pinares y sabinares, aparte de los matorrales de las vertientes superiores y sectores rocosos.

SIERRA NEVADA(Granada)

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1 Encinar2 Melojar

3 Pinar de pino albar

4Piornales y pastizales de alta montaña

La altitud del Sistema Central ha permitido el establecimiento de extensos melojares en las vertientes medias. Por debajo del piso del melojar dominan los encinares, a causa de los veranos secos, y por encima los pinares de pino albar, y matorrales rastreros y pastizales debido al frío y la nieve. Los aprovechamientos seculares han transformado el paisaje reduciendo la superficie de los encinares y melojares y favoreciendo la extensión de los pinares y los matorrales.

SISTEMA CENTRAL

1Vegetación de ribera: sauceda, aliseda, fresneda

2 Encinar con jarales

3Alcornocal, madroñal y quejigar

4 Melojar

5Brezales, jarales y matorrales pulviniformes

Sierra Madrona, cadena montañosa de Sierra Morena, constituye un ejemplo de diversidad de paisaje mediterráneo de montaña media, donde los usos seculares han creado un mosaico de bosques y matorrales característicos, como alcornocales y encinares, a menudo en formación mixta con madroños y quejigos, en relación con la topografía, los suelos y los usos. Los jarales y brezales ocupan una superficie extensa. En las vertientes superiores, en especial en la umbría, dominan los melojares, que en altitud han sido sustituidos por matorrales y pastizales.

SIERRA MADRONA (Ciudad Real)

La sierra de Grazalema alberga un paisaje vegetal excepcional constituido por tres pisos de vegetación principales. La solana es dominio total del encinar, con matices aportados por las plantas acompañantes. La umbría es más compleja, con un piso inferior mixto de encinares y quejigares, y un piso superior dominado por el pinsapo, uno de los bosques más peculiares del sur de España. A ello hay que añadir la diversidad de matorrales y comunidades de roca.

SIERRA DE GRAZALEMA (Cádiz)

1 Encinar2 Pinsapar

3 Encinar y quejigar mixto

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Bocci

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Mara

villas

Bocci

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Mara

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Bocci

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Biogeografía y suelos CAPÍTULO 5Sección IIM

edio Natural

El Moncayo se sitúa en la franja de contacto entre la región mediterránea y la eurosiberiana, de ahí la gran diversidad de paisajes vegetales. Tanto los carrascales como los melojares y los hayedos ocupan una superficie notable y cada uno de estos bosques constituye un piso de vegetación bien definido. Los matorrales rastreros y los pastizales ocupan también una amplia superficie a causa de las condiciones climáticas que dificultan el desarrollo del bosque, pero parte de la extensión actual es resultado directa o indirectamente de los aprovechamientos forestales y pastoriles seculares.

Peña de Francia es un conjunto montañoso típicamente mediterráneo con cierta influencia atlántica. De ahí la diversidad de paisajes vegetales, condicionada por la topografía y los suelos. En las solanas dominan los encinares y alcornocales y en las umbrías los melojares, con amplias franjas de bosque mixto. Incluso se localizan carballares sobre suelos profundos y ambientes frescos. La actividad humana ha transformado este mosaico y ha favorecido la extensión de los matorrales en las vertientes superiores.

MONCAYO(Soria, Zaragoza)

PEÑA DE FRANCIA (Salamanca)

1 Encinar con pino carrasco

2 Pinar con pino negral

3 Pinar de pino albar

4 Matorral pulviniforme

5 Melojar y pinar de pino albar

1 Encinar y alcornocal2 Carballar3 Encinar

4Brezales, piornales y matorrales pulviniformes

5 Melojar

1 Encinar2 Melojar3 Hayedo

4 Piornales y enebrales rastreros

5Enebrales rastreros y pastizales de alta montaña

Penyagolosa alberga una gran diversidad de pisos de vegetación muy transformados por la actividad humana secular. En la actualidad dominan los matorrales y pinares, pero las encinas, los melojos y otros árboles serían también abundantes de manera natural. En el piso del encinar domina el pino carrasco y en el piso del melojar el pino albar. Entre ambos se localizan pinares de pino negral, a menudo en formación mixta con otros árboles.

PENYAGOLOSA (Castellón)

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1 Prados alpinos

2 Pinar de pino negro y abetal

3 Pinar de pino albar

4 Robledal de roble pubescente y encinar

5Bosque de ribera: aliseda, sauceda y fresneda

La Val d´Aran, de clima atlántico, alberga pisos de vegetación bien definidos, desde los bosques montanos inferiores hasta los prados alpinos. Destaca la asimetría de la vegetación en relación con la exposición: extensos hayedos y abetales en las umbrías y predominio de pinares de pino albar en las solanas.

VAL D'ARAN (Lleida)

La Cerdanya es una depresión del Pirineo oriental rodeada de montañas elevadas. A pesar de su altitud, las vertientes medias e inferiores son secas por el efecto foehn, es decir, las masas de aire se vuelven secas a medida que descienden hacia el fondo de la depresión. Los pisos de vegetación ponen de manifiesto este fenómeno, matizado por la asimetría entre solana y umbría. Los abetales se localizan en algunas umbrías y los hayedos son excepcionales.

CERDANYA (Lleida, Girona)

El Montseny es el macizo más elevado de las Cordilleras Costeras. La proximidad al mar y la presencia de masas de aire de brisa marina ascendentes dan lugar a la formación de nieblas en verano. Ello favorece el establecimiento de hayedos y abetales en pleno dominio mediterráneo, que colonizan totalmente las vertientes superiores. El resto del macizo está ocupado por un extenso encinar o por alcornocales que han sido favorecidos para el aprovechamiento forestal.

MONTSENY(Barcelona, Girona)

1 Prados alpinos2 Pinar de pino negro

3 Abetal

4 Hayedo

5Robledal de carballo y bosque de ribera con aliseda

6 Robledal de roble albar

7 Pinar de pino albar

1 Vegetación de ribera

2 Encinar y alcornocal

3 Robledal de roble pubescente

4 Robledal de roble albar

5 Hayedo6 Hayedo con abetos

7 Nivel culminar de enebro enano

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Biogeografía y suelos CAPÍTULO 5Sección IIM

edio Natural

Peña Trevinca se sitúa entre la región mediterránea y la eurosiberiana. En la vertiente gallega, orientada al norte, la vegetación potencial es de carácter atlántico, excepto en el fondo del valle del Sil con carrascales. En la vertiente castellana, excepto las laderas medias y superiores, abundan los elementos mediterráneos. Sin embargo, la vegetación actual está constituida sobre todo por matorrales con genistas y ericáceas, a causa de la intensa actividad pastoril secular.

PEÑA TREVINCA (Ourense, Zamora)1 Encinar y

alcornocal

2Vegetación de ribera: sauceda, aliseda, fresneda

3 Melojar4 Abedular5 Enebral rastrero

Los Picos de Europa se levantan en medio del bioclima atlántico, caracterizado por la humedad siempre elevada y el predominio de bosques caducifolios dominantes en el oeste y centro de Europa, en especial hayedos, robledales y fresnedas; los encinares son excepcionales. Con la altitud, el frío y las nieves dificultan el bosque, y en su lugar dominan matorrales bajos y pastizales, que en la actualidad ocupan una extensión mayor a causa de la actividad humana.

PICOS DE EUROPA (Asturias, Cantabria, León)

1 Vegetación de ribera: sauceda, aliseda, fresneda2 Fresneda y robledales3 Hayedo4 Enebral rastrero con gayuba5 Pastizales de alta montaña

Los pisos de vegetación del Pirineo central manifiestan una marcada asimetría en relación con la exposición y el clima en general. Las vertientes meridionales, de carácter mediterráneo, más soleadas y secas, albergan carrascales y extensos pinares de pino albar. Las septentrionales, de carácter atlántico, más umbrías y frescas, hospedan abetales, hayedos y robledales propios de la vertiente atlántica y de Europa Central. La actividad humana ha acentuado estos contrastes favoreciendo las plantas adaptadas a ambientes secos.

PIRINEO ARAGONÉS (Huesca)

1 Encinar

2 Robledal de roble pubescente

3 Pinar de pino albar

4 Hayedo con abetos

5 Pinar de pino negro

6Matorrales y pastizales de alta montaña

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Síntesis del paisaje vegetal de ribera con caudal superficial permanente. La sucesión espacial de la vegetación está en relación con la dinámica y el régimen del río, la amplitud y profundidad del nivel aluvial, el desarrollo de les terrazas, la topografía del entorno y la actividad humana. El paisaje es variable en el tiempo, en relación con la intensidad de las últimas crecidas del río. La regeneración natural es rápida.

VEGETACIÓN DE RIBERA

1 Encinar

2Fresneda, olmeda y alameda

3 Aliseda

4 Comunidad de sarga

5Vegetación con helófitos e hidrófitos

6Bosque mixto de sauce blanco y aliso

7Bosque mixto de sauces, fresno y olmo

8 Robledal

1 Praderas de posidonia

2Vegetación psamófila con lastón y barrón

3Vegetación halófila con salicores y tarayes

4Vegetación con rubia marina y bufalaga marina

5Pinar de pino carrasco y pino piñonero

6Juncales y pastizales higrófilos

7

Comunidades de helófitos con carrizo y enea e hidrófitos con lenteja de agua y espiga de aguaSíntesis del paisaje vegetal de la franja costera de las llanuras litorales mediterráneas con dunas y lagunas. La sucesión espacial de la

vegetación está en relación con la dinámica marina y las características topográficas e hidrológicas de la llanura litoral: contenido de sal, proximidad al mar, textura de la arena, compacidad de la duna, presencia de materiales finos, evolución de los suelos, salinidad del nivel freático y de la laguna e intervención humana.

VEGETACIÓN LITORAL

Matas de clavellina en flor sobre una duna con barrones detrás. Parque Nacional de Doñana

Río rodeado de chopos en otoño.

Parque Natural del Alto Tajo

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Biogeografía y suelos CAPÍTULO 5Sección IIM

edio Natural

FaunaPara las especies y comunidades faunísticas lo-

calizadas dentro del territorio nacional, nuestra po-sición geográfica en un ámbito peninsular a medio camino entre los biomas tropicales/ecuatoriales y los boreales/polares condiciona, en gran medida, su distribución espacial y presencia anual o esta-cional. Su ubicación al sudoeste del continente europeo y casi en contacto con el continente afri-cano, le otorgan valor como paso migratorio obli-gado para muchas especies y sin embargo, para muchas otras, con una capacidad de movimiento limitada, constituye una barrera infranqueable en su distribución. Además, la evolución de las con-diciones climáticas especialmente en los últimos 10.000 años, con alternancia de periodos glaciares e interglaciares, motivaron movimientos norte-sur de especies que hicieron de la Península, en épocas desfavorables (glaciaciones), un territorio refugio para especies del centro y norte de Europa, mien-tras que en otras más benignas (interglaciares) fue paso obligado y parada estacional para numerosas migraciones de insectos y aves.

Todo ello, ha generado ambientes bioclimáti-cos diferentes, con importantes franjas transiciona-les y gradientes altitudinales marcados, generando gran biodiversidad zoológica, asociada a la amplia variedad de ecosistemas que van desde las zonas costeras mediterráneas o atlánticas, hasta las áreas de interior continentales, compartimentado todo ello por áreas montañosas que diversifican en altu-ra los hábitats. Junto a ellas, los territorios insulares de Baleares y Canarias, donde la latitud y proximi-dad a continentes diferentes marca las diferencias entre ellos y con el territorio peninsular.

Por ello, no es extraño que España cuente con la presencia del mayor número de aves, mamífe-

ros y reptiles de todos los países europeos, y sea el tercer país en representación de ictiofauna. Más del 50% de las especies de peces conocidas para la Unión Europea, visita o reside habitualmente en territorio español.

En España viven de forma espontánea más de 58.000 vertebrados e invertebrados terres-tres y casi 4.200 marinos, algunos de ellos con-siderados endémicos, relictos, finícolas o raros: se han catalogado con diferentes grados de amenaza de cara a su protección, y están bajo alguna figura de protección al menos el 20% de los mamíferos y el 54% de los peces continen-tales que aparecen en España. En este sentido, el 31%, de los vertebrados que desarrollan su ciclo vital en España albergan un cierto peli-gro de desaparición, y cuentan con medidas de protección o de seguimiento. Tanto en el medio terrestre como en el marino es el grupo de los invertebrados el que mayor cantidad de espe-cies tiene, con poco más de 60.000, pero aun siendo el más numeroso es al mismo tiempo el más desconocido; todavía en España se des-cubren al año cerca de 100 especies nuevas de invertebrados. Este desconocimiento repercu-te en su conservación y, aunque hoy en día se hacen esfuerzos para generar un mayor interés y conocimiento como el Atlas de Invertebrados Amenazados de España, todavía la información que se posee sobre ellos es escasa.

En cuanto a la distribución de la riqueza faunís-tica (ver mapa Riqueza de vertebrados terrestres), el grupo de los vertebrados terrestres presenta importantes diferencias y patrones espaciales. La mayor riqueza en número de especies se localiza en varios sectores. El primero, a caballo entre tres conjuntos montañosos: Pirineos (sector occiden-tal), Cordillera Cantábrica (sector central y orien-

tal) y Sistema Ibérico (sector septentrional); el se-gundo ocupa la sierra de Guadarrama y el tercero está situado en el sector oriental de los Pirineos. De entre todos ellos, destaca el primero, ubicado en la confluencia de los territorios de Navarra, La Rioja, Álava y norte de Burgos, donde se concen-tra el mayor número de cuadrículas de mayor riqueza. Esta situación no es casualidad, en él se da la transición entre las regiones biogeográficas eurosiberiana y mediterránea, en un contexto de sierras (Picos de Europa, la comarca de la Montaña Palentina, sierra de la Demanda, sierras de Urbasa, Andía y Aralar o los Montes Vascos) y numerosas

0 100 200 km

RIQUEZA DE VERTEBRADOS TERRESTRES

Fuente: Inventario Español de Especies Terrestres. MAPAMA. 2015

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

≤ 50

51 - 100

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> 200

NÚMERO DE ESPECIES

Cada lado de los cuadradosequivale a 10 km en el terreno

12° 10° 8° 6° 4° 2°

42°

40°

38°

42°

40°

38°

2°4°6°

36°

0° 2° 4°

36°

O C É A N OA T L Á N T I C O

M A R C A N T Á B R I C O

Golfo deLeón

M A R M E D I T E R R Á N E O

Golfo deCádiz

Golfo deVizcaya

Golfo deValencia

28°

16° 14°

O C É A N O A T L Á N T I C O

0 100 200 km

RIQUEZA DE VERTEBRADOS TERRESTRES

Fuente: Inventario Español de Especies Terrestres. MAPAMA. 2015

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

≤ 50

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> 200

NÚMERO DE ESPECIES

Cada lado de los cuadradosequivale a 10 km en el terreno

Número de especies terrestres que viven espontáneamente

en España*

GRUPO TOTAL AMENAZADAS(b)

Vertebrados terrestres 635 197 (31%)

Mamíferos terrestres 107 21 (20%)

Aves (a) 337 99 (25%)

Anfibios 35 12 (34%)

Reptiles 87 28 (32%)

Peces continentales 69 37 (54%)

Invertebrados terrestres 57.000 > 258 (> 0,5%)* Para buena parte de los grupos no puede ofrecerse mas que una cifra aproximada, la cual puede ser notablemente especulativa o más o menos controvertida. El signo > indica que el número puede ser considerablemente superior, debido a que no se ha podido tener en cuenta algún grupo o zona geográfica, que se sabe sumarían una buena cantidad de especies a la cantidad total.(a) La cifra del número total de especies se refiere sólo a especies reproductoras. El número de aves amenazadas resulta de evaluar 391 taxones (especies y subespecies), cifra que incluye las aves reproductoras y también algunas no reproductoras. El porcentaje de amenazadas está calculado sobre este total, no sobre el de aves reproductoras.(b) Calificadas En Peligro Crítico, En Peligro o Vulnerables según criterios de UICN.

Fuente: Informe 2012 sobre el estado del Patrimonio Natural y la Biodiversidad en España

130

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confluencias hidrográficas (tramo alto río Ebro), que generan variedad de ecosistemas, hábitats y refugios para los vertebrados.

El segundo de los sectores se corresponde con el Sistema Central, en el límite entre el sur de Ávila y Segovia y el norte de Madrid. La presencia de un potente sistema montañoso formado por las sie-rras de Malagón, Guadarrama y Somosierra, rom-pe la aparente monotonía ambiental y ecológica de la submeseta norte, dando lugar a gradientes altitudinales reflejo de las variaciones climáticas y edáficas, que se pueden observar en un conjunto de pisos bioclimáticos muy diferentes y por tan-to de biotopos que aseguran la presencia de un buen número de fauna terrestre.

Al contrario, importantes sectores de Casti-lla-La Mancha, el valle del Guadalquivir, la costa murciana y almeriense, el valle del Ebro y algún que otro sector de la zona más llana y antropiza-da de Badajoz, Valladolid, Ciudad Real y Toledo, muestran las diversidades más bajas. En su mayor parte, son territorios profundamente modificados por siglos de ocupación humana, que han trans-formado las condiciones biogeográficas origina-les, propiciando una ausencia evidente de espa-cios favorables para la fauna vertebrada terrestre.

Por su parte, la riqueza de especies de fauna marina todavía está por conocer; la dificultad que entraña el conocimiento de la vida marina no per-mite plasmar su realidad espacial. Sin embargo, España cuenta con importantes áreas relevantes para las aves marinas, bien representadas en el archipiélago balear e islas Canarias y en ambien-tes costeros como bahía de Cádiz, rías Baixas y costa da Morte en el Atlántico, o el delta de l´Ebre, bahía de Almería e isla de Alborán en el Medite-rráneo. Además, existen espacios con presencia relevante de cachalotes y calderones, tortugas, ti-burones o túnidos, como el sur de Fuerteventura y el denominado banco de la Concepción, al nor-deste de la isla de Lanzarote, así como otros próxi-mos a la Península, como el cañón de Avilés, de especial importancia para la anchoa y el calamar gigante, el espacio delta de l´Ebre-Columbretes con presencia de cetáceos o las montañas sub-marinas de Alborán, con poblaciones de delfines residentes. Todos ellos forman parte de la Red de Áreas Marinas Protegidas de España (RAMPE), que reúne los espacios protegidos en aguas bajo so-beranía o jurisdicción española.

El territorio español cuenta con un importante número de especies de fauna considerada endé-mica, en especial en grupos como los anfibios o los peces continentales. Los primeros muestran importantes concentraciones de especies en-démicas en zonas compartimentadas o aisladas como Pirineos, es el caso del Tritón pirenaico (Eu-proctus asper) o la salamandra rabilarga (Chioglos-sa lusitánica) en la Cordillera Cantábrica. Ejemplo de ello, son los espacios insulares como Mallorca, que han dado lugar a una especiación particular por aislamiento o deriva; así, a partir de un ances-tro común de sapo partero, se ha producido una evolución vicariante que ha originado especies diferentes: el sapo partero común (Alytes obste-tricans) y el balear o ferreret (Alytes muletensis); mientras, en territorio peninsular, la comparti-mentación del relieve ha facilitado la diferencia-ción entre el sapo ibérico (Alytes cisternasii) y el bético (Alytes dickhilleni).

En lo que respecta a los endemismos ictícolas continentales, el aislamiento entre cuencas fluvia-les permite procesos de especiación por pérdida de relación genética entre poblaciones y por tanto una evolución distinta al resto, configurando taxo-nes únicos, además de endémicos. Este es el caso del jarabugo (Anaecypris hispanica) exclusivo de

la cuenca media y baja del Guadiana o la pardilla (Iberochondrostoma lemmingii), de las cuencas del Tajo, Guadiana, Guadalquivir y Odiel. Un buen ejemplo de todo esto son los conocidos como barbos, con endemismos por toda la península, algunos de amplia distribución como el barbo co-mún (Luciobarbus bocagei) en la cuenca del Due-ro y Tajo, o el barbo comizo (Luciobarbus comizo) en la cuenca del Tajo y el Guadiana, mientras que otros presentan una distribución más reducida como el barbo de montaña (Barbus meridionalils) en las cuencas gerundenses, el barbo de Graells (Luciobarbus graellsii) en la cuenca del Asón, Ebro y Ter, o el barbo cabecicorto (Luciobarbus micro-cephalus) en la cuenca del Guadiana, entre otros.

Esta riqueza ictícola, que muestra una gran concentración dentro de las cuencas del Guadia-na y el Tajo, no está exenta de problemas. La con-taminación generalizada de las aguas, la merma de los caudales a través de presas y azudes que además funcionan como barreras insalvables en los movimientos dispersivos y la introducción de especies foráneas, está poniendo en peligro la existencia de estos endemismos. De todos ellos

destaca la introducción de especies alóctonas, que está contribuyendo a la desaparición y des-plazamiento a tramos fluviales menos adecuados de muchas de estas especies. En esta situación se encuentra uno de nuestros invertebrados de agua dulce más amenazado, el cangrejo de río

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PRINCIPALES PECES CONTINENTALES ENDÉMICOS

Fuente: Inventario Español de Especies Terrestres. MAPAMA. 2015

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

ÁREA DE DISTRIBUCIÓN

(Barbus comizo)

(Valencia hispánica)

(Aphanius iberus)

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PRINCIPALES PECES CONTINENTALES ENDÉMICOS

Fuente: Inventario Español de Especies Terrestres. MAPAMA. 2015

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

ÁREA DE DISTRIBUCIÓN

(Barbus comizo)

(Valencia hispánica)

(Aphanius iberus)

Samaruc y fartet

Barbo comizo

Samaruc

Fartet

Cada lado de los cuadradosequivale a 10 km en el terreno

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PRINCIPALES ANFIBIOS ENDÉMICOS

Fuente: Inventario Español de Especies Terrestres. MAPAMA. 2015

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

ÁREA DE DISTRIBUCIÓN

(Alytes muletensis)

(Euproctus asper)

(Chioglosa lusitánica)

Ferreret

Tritón pirenaico

Salamandra rabilarga

(Alytes dickhilleni)Sapo partero bético

Cada lado de los cuadradosequivale a 10 km en el terreno

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PRINCIPALES ANFIBIOS ENDÉMICOS

Fuente: Inventario Español de Especies Terrestres. MAPAMA. 2015

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

ÁREA DE DISTRIBUCIÓN

(Alytes muletensis)

(Euproctus asper)

(Chioglosa lusitánica)

Ferreret

Tritón pirenaico

Salamandra rabilarga

(Alytes dickhilleni)Sapo partero bético

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Ferreret (Alies muletensis)

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Biogeografía y suelos CAPÍTULO 5Sección IIM

edio Natural

(Austrapotamobius pallipes), recluido a los tra-mos altos de algunos ríos de montaña, diezmado por la introducción del cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii) que lo desplazó por com-petencia y le transmitió el hongo Aphanomyces astaci, mortal para la especie, lo que acabó con casi todas sus poblaciones.

Otro sector destacado en ictiofauna continen-tal endémica es la costa mediterránea, especial-mente la levantina. Se trata de cauces cortos por

la cercanía de sistemas montañosos a las costas, que configuran cuencas de drenaje pequeñas y aisladas, por lo que se han favorecido procesos de especiación y endemicidad. En esta situación se encuentran especies como el fartet (Aphanius iberus) distribuido por albuferas y marismas entre los aiguamolls del Alt Empordà y la albufera de Adra (Almería), o el samaruc (Valencia hispanica), distribuido en marjales entre el delta de l´Ebre y el golfo de Valencia.

Por su parte, los mamíferos terrestres mues-tran en general una capacidad de movimiento y de migración mayor que la de los peces continen-tales, anfibios y reptiles, aunque varía según las especies. Así un juvenil de lobo (Canis lupus sig-natus) puede realizar desplazamientos de más de 50 km al día, mientras que otras especies limitan sus movimientos a centenares de metros o pocos kilómetros; este es el caso de los lagomorfos. Den-tro de estos, en España se conocen cuatro espe-cies de liebres que muestran una distribución y un reparto territorial muy particular, debido a su biología y etología contrastada. La liebre europea (Lepus europaeus), de mayor talla y peso, se distri-buye por el noroeste peninsular, desde el extremo oriental del Pirineo, hasta el occidente asturiano y Picos de Europa, ocupando hábitats boscosos o de campiña pirenaica y cantábrica, y dejando los espacios abiertos y cerealistas peninsulares a su congénere más pequeño, la liebre ibérica (Le-pus granatensis), endémica pero abundante en la península ibérica y también presente en Mallor-ca; es rara en los sectores ocupados por la liebre europea y por la de piornal (Lepus castroviejoi), de tamaño intermedio entre las dos anteriores, tam-bién endemismo ibérico, aunque sólo presente en los piornales y brezales de la Cordillera Cantá-brica en un área muy reducida entre los Ancares y la sierra de Peña Labra. Por último citar la presen-cia en los territorios de Melilla y Ceuta de la liebre magrebí (Lepus schlumbergeri), similar en tamaño y peso a la europea y tendente a ocupar zonas de cultivos y matorral bajo más o menos cerrado

Algo similar ocurre con los grandes lagartos, tanto peninsulares como insulares, por razón de su capacidad de desplazamiento limitado. De esta forma, en territorio peninsular conviven hasta cuatro especies: el lagarto verde (Lacerta bilineata), el lagarto ocelado (Lacerta lepida), el lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi) y el lagar-to ágil (Lacerta agilis), con una distribución algo diferenciada. Mientras que el lagarto verde ocupa claramente la zona atlántica y septentrional de la Península, el ocelado lo hace en la mediterránea. En medio, en una franja transicional entre las dos, aparece el lagarto verdiamarillo, que mantiene una relación simpátrica con el ocelado, al sur, y con el verde al norte. Por su parte, el lagarto ágil sólo se distribuye por un pequeño sector del Piri-neo, en concreto Andorra, Cerdanya y el Ripollès. No obstante, aparece en gran parte de Europa y Asia, de manera que en su área de distribución mundial muestra una relación simpátrica con el lagarto verde e incluso con el ocelado. Así, las po-blaciones de este lacértido son finícolas meridio-nales en el territorio español.

Por su parte, el carácter insular de Canarias ha dado lugar a un alto grado de diversidad y endemicidad en la familia de los lacértidos con grandes diferencias en cuanto a su abundancia y distribución. Así, Fuerteventura, Lanzarote y una pequeña zona del oriente grancanario son el te-rritorio del lagarto atlántico (Galliota atlantica), Gran Canaria y el oriente de Fuerteventura son el hábitat del lagarto de Gran Canaria (Galliota stehlini), el sur de Tenerife, La Gomera y El Hierro el del lagarto de Lehrs (Galliota caesaris) y Tenerife y La Palma el del lagarto tizón (Galliota galloti). Sin embargo, otros están mucho más recluidos como el lagarto gigante de La Gomera (Galliota bravoana), tan solo localizado en el occidente de la isla, o el lagarto canario moteado (Gallotia intermedia) en la punta más occidental de Tenerife (macizo de Teno y montaña de Guaza) y sobre todo el lagar-to gigante de El Hierro (Galliota simonyi), emble-ma de la isla y cuya área de ocupación es menor de 10 km2.

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GÉNERO LEPUS

Fuente: Inventario Español de Especies Terrestres. MAPAMA. 2015

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

ÁREA DE DISTRIBUCIÓN

(Lepus granatensis)

Liebre magrebí(Lepus schlumbergeri)

(Lepus europaeus)

(Lepus castroviejoi)Liebre de piornal

Liebre europea

Liebre ibérica

Varias especies

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GÉNERO LEPUS

Fuente: Inventario Español de Especies Terrestres. MAPAMA. 2015

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

ÁREA DE DISTRIBUCIÓN

(Lepus granatensis)

Liebre magrebí(Lepus schlumbergeri)

(Lepus europaeus)

(Lepus castroviejoi)Liebre de piornal

Liebre europea

Liebre ibérica

Varias especies

Cada lado de los cuadradosequivale a 10 km en el terreno

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GRANDES LAGARTOS PENINSULARES

Fuente: Inventario Español de Especies Terrestres. MAPAMA. 2015

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

ÁREA DE DISTRIBUCIÓN

(Lacerta bilineata)

(Lacerta lepida)

(Lacerta schreiberi)

Lagarto verde

Lagarto ocelado

Lagarto verdinegro

Varias especies

Cada lado de los cuadradosequivale a 10 km en el terreno

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GRANDES LAGARTOS PENINSULARES

Fuente: Inventario Español de Especies Terrestres. MAPAMA. 2015

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

ÁREA DE DISTRIBUCIÓN

(Lacerta bilineata)

(Lacerta lepida)

(Lacerta schreiberi)

Lagarto verde

Lagarto ocelado

Lagarto verdinegro

Varias especies

Cada lado de los cuadradosequivale a 10 km en el terreno

Lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi)

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Caso contrario es el de las islas Baleares, donde existen lagartijas endémicas (Podarcis lilfordi y Po-darcis pytyusensis) pero no está presente ningún lagarto. También en las islas Columbretes apare-ce una especie de lagartija endémica exclusiva: la sargantana de las Columbretes (Podarcis atrata).

Un ejemplo de distribución o reparto terri-torial particular es el que muestran los grandes cápridos de España. El más abundante y repre-sentativo es la cabra hispánica o cabra montés (Capra pyrenaica), endemismo peninsular que contaba con cuatro subespecies de las que dos: C. p. lusitanica y C. p. pyrenaica se extinguieron en el siglo XIX y finales del XX respectivamente. Hoy la cabra montés ocupa las grandes cadenas mon-tañosas ibéricas, al encontrar en ellas los roque-dos y pastos de necesarios para desarrollar todo su ciclo vital, aunque en los últimos años, sin la presión cinegética de antaño y sin predadores na-turales, sus poblaciones se están incrementado y está aumentando su área de distribución, incluso fuera de las áreas tradicionales de montaña. En una situación muy similar se encuentra el rebeco, sarrio o gamuza (Rupicapra pyrenaica) que ocupa

los pastos de altura y roquedos de la Cordillera Cantábrica y Pirineos. Ambas especies muestran hoy una distribución disyunta, de manera que parece existir un reparto de cordilleras. A estas dos especies se unen dos taxones de cápridos: el muflón (Ovis aries) y el arruí (Ammotragus lervia). El primero, originario de diferentes islas del Medi-terráneo y Armenia, ocupa sectores serranos del Pirineo oriental, Sistema Ibérico meridional, Siste-ma Central, Béticas, Sierra Morena, así como otros sistemas montañosos menores o más modestos. El segundo, también introducido, es originario de las zonas desérticas escarpadas del norte de Áfri-ca y aparece en España en sierra Espuña, serranías de Murcia, Alicante y la isla de La Palma. En am-bos casos, se trata de especies introducidas con objetivos cinegéticos que, aunque no han tenido excesivo impacto con respecto a las especies au-tóctonas, son considerados como posible vector de propagación de enfermedades como la sarna.

Junto a estos grandes cápridos destaca la presencia de otros artiodáctilos como el ciervo (Cervus elaphus), el corzo (Capreolus capreolus) y el introducido gamo (Dama dama), además del

suido jabalí (Sus scrofa) que, debido a la ausencia de depredadores naturales, el avance del matorral y la recuperación de espacios arbolados de los úl-timos años, gozan de una expansión notable.

Dentro de la clase mamíferos y además de los grandes predadores más conocidos como lobo (Canis lupus signatus), y zorro (Vulpes vulpes), o lince ibérico (Lynx pardinus) y gato montés (Felis sylvestris), existen en nuestro territorio otras dos familias con importante representación. Se trata de los mustélidos y los vivérridos. Los primeros engloban especies tan interesantes como el tejón (Meles meles), la nutria (Lutra lutra), la garduña (Martes foina), la marta (Martes martes), el turón (Mustela putorius), el visón europeo (Mustela lu-treola), el armiño (Mustela erminea) y la pequeña comadreja (Mustela nivalis). Entre los segundos sólo dos especies: la gineta (Geneta geneta) y el meloncillo (Herpestes ichneumon). Ambas perte-necientes a una familia que comparte una distri-bución originalmente a caballo entre el imperio indomalayo y el paleotropical, ocupando hábitats muy diferenciados en el territorio español. Así, mientras el meloncillo (una pequeña mangosta) se restringe al sector más meridional entre An-dalucía y Extremadura, la gineta, de carácter más forestal, ha conquistado toda la Península pero también el centro y sur de Francia.

En el mapa de Principales mustélidos, se pue-de observar la distribución de dos representantes de esta familia: al norte la marta (Martes martes), con una distribución reducida, mientras que la garduña (Martes foina) ocupa mayor superficie en España peninsular. Estos dos pequeños pre-dadores, a pesar de su gran similitud en aspecto, muestran diferencias en sus preferencias de hábi-tats, mucho más selectiva la marta y más gene-ralista la garduña. Mientras que la marta prefiere grandes superficies boscosas de montaña más húmeda (coníferas, bosques mixtos, hayedos, ro-bledales…), la garduña prefiere ambientes más despejados, rocosos y formaciones boscosas me-diterráneas, como encinares y robledales de hoja pequeña.

También destaca en la zoogeografía española la existencia de especies relictas, asociadas a la alternancia en el pasado de periodos fríos y tem-plados que provocaron movimientos migratorios de norte a sur en la fauna europea, en busca de te-rritorios más favorables. Se trata de especies que en la actualidad ocupan áreas muy restringidas, pero que en tiempos pasados pudieron ser mu-cho más amplias, como el caso de la perdiz nival (Lagopus mutus) y el urogallo (Tetrao urogallus).

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PRINCIPALES MUSTÉLIDOS

Fuente: Inventario Español de Especies Terrestres. MAPAMA. 2015

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

ÁREA DE DISTRIBUCIÓN

(Martes martes)

(Martes foina)

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Cada lado de los cuadradosequivale a 10 km en el terreno

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PRINCIPALES MUSTÉLIDOS

Fuente: Inventario Español de Especies Terrestres. MAPAMA. 2015

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

ÁREA DE DISTRIBUCIÓN

(Martes martes)

(Martes foina)

Marta

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Ambas especies

Cada lado de los cuadradosequivale a 10 km en el terreno

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DISTRIBUCIÓN DE CORZOY CABRA MONTÉS

Fuente: Inventario Español de Especies Terrestres. MAPAMA. 2015

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

ÁREA DE DISTRIBUCIÓN

(Capreolus capreolus)

(Capra pyrenaica)

Ambas especies

Corzo

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Cada lado de los cuadradosequivale a 10 km en el terreno

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DISTRIBUCIÓN DE CORZOY CABRA MONTÉS

Fuente: Inventario Español de Especies Terrestres. MAPAMA. 2015

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

ÁREA DE DISTRIBUCIÓN

(Capreolus capreolus)

(Capra pyrenaica)

Ambas especies

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Garduña (Martes foina)

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Biogeografía y suelos CAPÍTULO 5Sección IIM

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Presentan una distribución reducida a las áreas más montañosas del Pirineo central y oriental en ambos casos y al sector centro-occidental de la Cordillera Cantábrica en el caso del urogallo. Al parecer, las fluctuaciones climáticas en el con-tinente europeo pudieron provocar su llegada a la Península durante los periodos más fríos, ocu-pando entonces zonas similares a sus territorios más al norte. Sin embargo, durante los periodos templados vieron reducir su hábitat natural, te-niendo que refugiarse en aquellos lugares donde se reproducían condiciones similares a sus terri-torios originales. Son por tanto verdaderas joyas vivientes que en la actualidad reciben fuertes pre-siones por los cambios de usos que confluyen en sus territorios y otros derivados del cambio climá-tico; de ahí el grado de protección que tienen y el seguimiento que se hace de ellas en la actualidad.

Por último, la zoogeografía española no sólo se restringe a las especies terrestres. La propia configuración del territorio ibérico como una pe-nínsula y la existencia de dos grandes archipiéla-gos junto a un abundante número de islas e islo-tes más o menos aislados, da lugar a una extensa línea de costa y a una franja marítima del mar Mediterráneo, el Cantábrico y el océano Atlántico, que garantizan una gran biodiversidad marina. Tal y como puede observarse en la tabla Especies ma-rinas, el número de peces, mamíferos (cetáceos fundamentalmente), aves e incluso reptiles (que-lonios o tortugas) es elevado, tanto más, si cabe, que el número de taxones terrestres.

El archipiélago canario, por su disposición relativamente lejana del continente africano y en medio del océano Atlántico, funciona como un «oasis» por constituir un punto emergido en medio del océano y coincidir en él los vientos alisios y la corriente del Golfo. En él se observan todos los años especies emblemáticas como el calderón común (Globicephala melas), calderon tropical (Globicephala macrorhynchus), delfín co-mún (Delphinus delphis), orca (Orcinus orca), del-fín mular (Tursiops truncatus), cachalote (Physeter macrocephalus), zifio de Blainville (Mesoplodon densirrostris), zifio de Cuvier (Ziphius cavirrostris) e incluso el mayor mamífero del mundo: el rorcual azul (Balaenoptera musculus). Pero también apa-recen grandes ballenas en las costas peninsulares, especialmente en el cantábrico, como la ballena franca del norte (Eubalena glacialis), el rorcual co-mún (Balaenoptera physalus) o la ballena joroba-da (Megaptera novaeangliae).

Otro de los grupos a destacar es el de las tor-tugas marinas; están presentes en las costas espa-ñolas un total de ocho especies diferentes, cinco de ellas con figuras de protección. Así, especies como la tortuga boba (Caretta caretta) y la tortu-ga verde (Chelonia mydas), ambas en peligro de extinción, la tortuga carey (Erectmochelys imbrica-ta), tortuga lora (Lepidochelys kempii) o la tortuga laud (Dermochelys coriacea), en peligro crítico, pueden verse por las costas insulares y peninsula-res. Su presencia se debe fundamentalmente a las importantes rutas migratorias que circundan las costas españolas y a la existencia de importantes extensiones de praderas de fanerógamas como Cymodocea nodosa, Zostera nolti, Zostera marina o Posidonia oceánica de las que muchas de estas especies se alimentan.

Sin embargo, es el grupo de los invertebra-dos, al igual que en la fauna terrestre, el que, muestra mayor cantidad de especies con 1.756. Dentro de ellas se pueden observar desde los animales más sencillos y poco evolucionados como los corales, poríferos o esponjas, hasta los cefalópodos, pasando por los moluscos, platel-mintos, crustáceos...

J. L.

Perea

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AVES RELICTAS

Fuente: Inventario Español de Especies Terrestres. MAPAMA. 2015

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

ÁREA DE DISTRIBUCIÓN

(Tetrao urogallus)

(Lagopus mutus)

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28°

16° 14°

O C É A N O AT L Á N T I C O

0 100 200 300 km

AVES RELICTAS

Fuente: Inventario Español de Especies Terrestres. MAPAMA. 2015

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

ÁREA DE DISTRIBUCIÓN

(Tetrao urogallus)

(Lagopus mutus)

Ambas especies

Perdíz nival

Urogallo

Cada lado de los cuadradosequivale a 10 km en el terreno

0 100 200 300 km

INVERTEBRADOS RELICTOS

Fuente: Inventario Español de Especies Terrestres. MAPAMA. 2015

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

ÁREA DE DISTRIBUCIÓN

(Graellsia isabelae)Mariposa isabelina

Cada lado de los cuadradosequivale a 10 km en el terreno

12° 10° 8° 6° 4° 2°

42°

40°

38°

42°

38°

0° 2° 4°

36°

4°6°

36°

O C É A N OAT L Á N T I C O

M A R C A N T Á B R I C O

M A R M E D I T E R R Á N E O

28°

16° 14°

O C É A N O AT L Á N T I C O

0 100 200 300 km

INVERTEBRADOS RELICTOS

Fuente: Inventario Español de Especies Terrestres. MAPAMA. 2015

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

ÁREA DE DISTRIBUCIÓN

(Graellsia isabelae)Mariposa isabelina

Cada lado de los cuadradosequivale a 10 km en el terreno

GRUPONÚMERO

DE TAXONES IDENTIFICADOS

ESPECIES CON ALGÚN NIVEL DE PROTECCIÓN

TAXONES CATEGORIZADOS

TOTAL AMENAZADAS

Algas 925 83 71 0

Aves 257 135 43 2

Invertebrados 3.086 155 119 2

Mamíferos 75 59 30 7

Peces 744 90 126 31

Reptiles 11 10 5 5

Fuente: Inventario Español del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. MAPAMA. 2015

Especies marinas

Posidonia en las aguas del archipiélago de Cabrera

134

Secc

ión

II

Med

io N

atur

al

El suelo es una capa delgada, delicada y ex-traordinaria, que se encuentra entre las rocas y la atmósfera. Delgada porque supone unos pocos centímetros bajo nuestros pies, muy

poco en comparación con el grueso de la corteza terrestre; extraordinaria porque es fundamental para la vida en el planeta y, sin embargo, delicada porque un mal uso puede provocar su pérdida irre-versible a escala humana. El suelo es fundamental para la vida por todas las funciones (o servicios ecosistémicos) que desempeña: retiene nutrientes y agua, permitiendo el desarrollo de plantas y ani-males. Gracias a ello, los suelos nos proporcionan alimentos, biomasa y materias primas, además de servir de soporte de edificios y vías de comunica-ción. El suelo desempeña un papel central como hábitat y reservorio del patrimonio genético al albergar la mayor parte de la biodiversidad de la Tierra; en el suelo se encuentra el patrimonio ar-queológico que sirve para la reconstrucción de la historia de la humanidad. A su vez, el suelo es un gran almacén de carbono, que captura alrededor de un 20% del carbono antrópico emitido a la at-mósfera anualmente. Como reconocen los orga-nismos internacionales de forma unánime, el suelo es clave para avanzar en la resolución de grandes problemas y retos que la humanidad ha de enfren-tar: la producción de alimentos en cantidad y cali-dad adecuada, la biodiversidad y la mitigación del cambio climático. Pero es preciso que la sociedad tenga mayor conocimiento y conciencia sobre las diversas funciones que realiza el suelo, las realida-des que condiciona y la necesidad de su cuidado y protección.

El suelo es un elemento muy complejo (ver ilustración Componentes de un horizonte super-ficial de un suelo) compuesto por una fase sólida (materia mineral y materia orgánica), que deja unos huecos o poros ocupados por agua (fase lí-quida) o aire (fase gaseosa).

El suelo resulta de la interacción de los deno-minados factores formadores: material parental (rocas y formaciones superficiales), clima (tempera-tura, precipitación...), organismos vivos (las plantas, animales, microorganismos y el propio hombre), topografía y tiempo. Como se observa en la ilustra-ción ¿Qué es el suelo?, los cinco factores están siem-pre presentes en la formación de un suelo pero su influencia es mayor o menor dependiendo de cada tipo de suelo y de su historia.

El material parental u originario a partir del que se forma el suelo puede ser una roca conso-lidada, un depósito no consolidado e incluso un suelo preexistente (ver Mapa litológico). Sobre este material originario van actuando el resto de

los factores formadores a lo largo del tiempo. La influencia del material originario se manifiesta en propiedades edáficas como la textura, la reacción del suelo, la pedregosidad, el color, etc. siendo muy evidente en algunos grupos de suelos y en suelos jóvenes en general.

El clima es un factor siempre esencial que in-fluye directamente mediante las precipitaciones y las temperaturas e indirectamente a través de la vegetación. Por ello hay una cierta distribución zonal en los suelos en el mundo. La temperatu-ra y la precipitación influyen en los procesos de alteración y transformación mineral, modificando la velocidad de muchas reacciones químicas que se dan en el suelo. La temperatura condiciona el tipo de meteorización, predominantemente física con bajas temperaturas, más química con altas temperaturas. La disponibilidad de agua y su flujo influye sobre gran cantidad de procesos edáficos, movilizando e incluso eliminando componentes del suelo.

Suelos

Calcisol en Partida del Capitán (Ballobar, Huesca). Los calcisoles ocupan áreas semiáridas y subhúmedas con precipitación estacionalmente irregular y están presentes en muchas zonas de España, especialmente sobre relieves estables

David

Badía

Fuente: Badía, D. y Martí, C. Edafos, 2011

COMPONENTES DE UN HORIZONTE SUPERFICIAL DE UN SUELO

M. Mineral

M. Orgánica

Aire

Agua

Fasesólida

Fasegaseosa

Faselíquida

Huecos

Ejemplo de suelo con 50% de porosidad:

Las proporciones y disposición de estas tres fases y los cuatro componentes explican numerosaspropiedades del suelo, como la textura, estructura y fertilidad.

FUNCIONES UTILIDADES

Producción de biomasa Producción de alimentos, fibra, biodiesel, madera.

Interacción ambiental Almacena, filtra y transforma nutrientes, sustancias y agua. Por ejemplo, almacena carbono, el agua y nutrientes disponibles para las plantas, biodegrada o retiene contaminantes, etc.

Hábitat biológico y reserva genética Contiene una amplia diversidad de organismos que participan en los ciclos de nutrientes, contribuyen a la estabilidad estructural, a contrarrestar los efectos de patógenos y contaminantes químicos, etc.

Soporte físico Sirve de base para el desarrollo urbano y otras actividades humanas incluidas las lúdicas.

Fuente de materiales y sustancias Contiene la arena, grava, caliche o mallacán y otros materiales usados por el hombre.

Archivo patrimonial y culturalConserva los restos arqueológicos que sirven para evaluar modelos de asentamientos humanos. Engloba rasgos que evidencian cambios en el paisaje, el uso del territorio o el clima.

Fuente: Comisión Europea (http://ec.europa.eu/environment/soil)

Funciones del suelo

Relieve Biosfera

Litósfera Clima

Suelo

Es el resultado de la interacción del clima,biosfera, litósfera, y relieve, a lo largo del tiempo.

Tiempo

Suelo= f(r,b,l,c,t)

¿Qué es el SUELO?

Fuente: Badía, D. y Martí, C. 2011.

El suelo es un cuerpo natural formado en la superficie terrestre y que tiene como componentes materiales: minerales, fragmentos de roca y materiales orgánicos, que sustenta los ecosistemas terrestres. Tiene la aptitud de permitir el crecimiento de las plantas y otros organismos, desarrollar funciones ambientales y proveer de

servicios ecosistémicos.

Definición de suelo

135

Biogeografía y suelos CAPÍTULO 5Sección IIM

edio Natural

A diferencia del clima, la influencia del relieve en la formación de los suelos es local pues está relacionada con la posición y los rasgos topográ-ficos concretos del lugar. En general, las superfi-cies horizontales, de suave pendiente o estables geomorfológicamente, permiten la acción eficaz de los procesos de edafogénesis. En cambio, en las superficies de fuerte pendiente o inestables por su posición topográfica (como fondos de valle o llanuras de inundación), el suelo se rejuvenece continuamente por erosión o cumulización, lo que limita su desarrollo. Según las características de la forma del relieve (inclinación, longitud, orientación de la ladera) y por la posición del suelo en la misma, los efectos pueden ser distintos. En la Toposecuen-cia de la laguna de Gallocanta se puede observar la influencia del factor relieve.

Los seres vivos (animales, bacterias, hongos, algas) son otro factor formador de primer orden, al participar en los ciclos del carbono, del nitrógeno, etc. La vegetación ejerce una serie de acciones tan-to directas como indirectas en la formación y con-servación del suelo. Entre las primeras destacan el aportar materia orgánica, acelerar la meteorización e incrementar la porosidad y el movimiento del agua y el aire. Entre las indirectas destaca la mo-dificación del microclima o clima edáfico, a través del efecto pantalla que la cubierta vegetal ejerce sobre el suelo. Además, el sistema radicular y los microorganismos respiran, segregan sustancias y absorben agua, por lo que tiene efectos sobre la translocación y lavado de sustancias en el suelo, por ejemplo de carbonatos. La influencia del hom-bre como transformador de las condiciones natu-rales del suelo es muy grande con capacidad tanto de rehabilitar como de degradar suelos.

Cada uno de los factores formadores ejercen su influencia en la formación del suelo a lo largo del tiempo. Los suelos jóvenes e inmaduros son aquellos que han desarrollado pocos horizontes y heredan muchas de las propiedades del material parental. Con el paso del tiempo el suelo puede desarrollarse, adquiriendo mayor espesor y dife-renciándose de la roca.

La actuación de estos factores formadores se produce mediante los procesos de edafogéne-sis, que pueden sucederse en el tiempo, actuar simultáneamente e incluso ser antagónicos. Los procesos que actúan en un suelo se sintetizan en la figura Procesos de formación del suelo asociados con los horizontes y tipos de suelos. Se pueden agrupar en tres categorías:

1. Transformaciones (orgánicas e inorgánicas): Se trata del conjunto de procesos que conlle-van cambios de composición y forma de los compuestos orgánicos o inorgánicos. Entre ellos destaca la meteorización, transforma-ción química, física o biológica del material mineral del suelo y de la roca madre por la acción de los distintos agentes atmosféri-cos. También los procesos relacionados con la evolución del hierro, como la rubefacción (deshidratación de los oxi-hidróxidos de hierro liberados de las arcillas por meteori-zación en climas mediterráneos), el empar-decimiento o brunificación (donde el hierro permanece hidratado) o la gleificación (don-de los óxidos de hierro alcanzan la forma ferrosa, por el exceso de agua). La melani-zación es el proceso de oscurecimiento de los horizontes superficiales del suelo por la evolución de restos orgánicos frescos hacia formas complejas (humus), con la participa-ción de los microorganismos. La edafoturba-ción es el proceso en el que los materiales del suelo sufren cambios posicionales y efectos

de mezcla, sea por la actividad biológica o la presencia de arcillas expansibles en el suelo.

2. Translocaciones: implican un cambio de po-sición de un componente que puede ser tanto ascendente como descendente, aunque ha-bitualmente domina este último, y supone la concentración de materiales en ciertos puntos del perfil. Según la causa que genera este mo-vimiento se distingue entre translocaciones en solución y en suspensión. En las primeras, se produce la solubilización del componente en las estaciones húmedas y su migración den-tro del perfil hasta cierta profundidad, donde vuelven a precipitar en la estación seca. Según el componente movilizado sean carbonatos, yesos o sales más solubles se diferencia entre carbonatación, gypsificación y salinización, respectivamente. En las translocaciones en suspensión destacan la argiluviación y la po-dzolización. La argiluviación consiste en la movilización en suspensión de arcilla por acción del agua, que actúa como agente físi-co de transporte, sin reaccionar químicamente con ella. La podzolización es el proceso de mo-vilización de materia orgánica, aluminio y hierro desde un horizonte superior con translocación e inmovilización a uno inferior. Requiere de condi-ciones climáticas frías y húmedas, una vegeta-ción acidófila y escasa actividad biológica.

3. Adiciones y pérdidas: procesos de enriqueci-miento y de eliminación, respectivamente, de materiales y componentes del perfil edáfico. Pueden diferenciarse procesos de: cumuliza-ción, aporte de material por aluvionamiento o coluvionamiento, que se traduce en el engro-samiento del horizonte superficial de materia mineral, lo que repercutirá en la evolución del suelo; lixiviado, migración, más o menos conti-nuada, de un componente del suelo por la ac-ción de un agente químico; erosión, degrada-ción física del suelo que consiste en la pérdida de parte o la totalidad del perfil.

A medida que los factores formadores van ac-tuando sobre el suelo a través de los diferentes procesos edáficos, se va produciendo una organi-zación de los componentes del suelo en diferen-tes capas de disposición horizontal, que reciben el nombre de horizontes. Estos horizontes se di-ferencian entre sí por rasgos perceptibles a sim-

ple vista (color, estructura, textura,…) y permiten comprender y describir mejor los tipos de suelos y sus características. El conjunto de horizontes que se superponen desde la superficie hasta la roca constituye el perfil del suelo. En la ilustración Es-quema de perfil del suelo se pueden observar los diferentes horizontes genéticos y sus denomina-ciones y siglas más usadas (según FAO, 2006).

Los perfiles de suelos tienen sus rasgos parti-culares pero es posible y necesario clasificarlos en función de su morfología y propiedades comu-nes. En este atlas se ha optado por presentar la clasificación de la Base de Referencia Mundial para Recursos de Suelos (World Reference Base, WRB 2015), impulsada por la FAO desde sus ini-cios en 1989 como leyenda del mapa de suelos y que hoy es ya un sistema de clasificación muy utilizado para elaborar cartografía de suelos. Se complementa así la cartografía según Soil Taxo-nomy de ediciones anteriores del Atlas Nacional de España.

La clasificación de los suelos se basa en propie-dades definidas morfométricamente, con datos de campo y laboratorio, por medio de horizontes, propiedades y materiales de diagnóstico. Los ho-

0 100 200 300 km

MAPA LITOLÓGICO

Fuente: M. De Terán y L. Solé Sabarís, 1978

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

Dominio volcánico

Dominio silíceo

Dominio calcáreo

Dominio arcilloso

12° 10° 8° 6° 4° 2°

42°

40°

38°

42°

38°

0° 2° 4°

36°

4°6°

36°

28°

16° 14°

0 100 200 300 km

MAPA LITOLÓGICO

Fuente: M. De Terán y L. Solé Sabarís, 1978

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

Dominio volcánico

Dominio silíceo

Dominio calcáreo

Dominio arcilloso

ESQUEMA DE PERFIL DEL SUELO

Fuente: Geología, Geomorfología y Edafología. Atlas Nacional de España

136

Secc

ión

II

Med

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al

rizontes de diagnóstico son diferentes a los hori-zontes genéticos mediante los que se describen los perfiles. En la ilustración Procesos de formación del suelo los horizontes genéticos aparecen con sus siglas y los de diagnóstico con sus denomi-naciones, a la derecha en vertical relacionándose con el proceso edáfico (en la parte superior) y la clasificación del suelo (en la parte inferior).

Se señalan a continuación los horizontes de diagnóstico, definidos por la WRB, que son más frecuentes en los suelos de España.

En superficie se pueden encontrar:

• ÚMBRICO: horizonte con buena estructura, de color oscuro debido a la abundante materia or-gánica y de cierto espesor (Ah). Es propio de sue-los ácidos, con una saturación de bases inferior al 50% y es frecuente en los climas atlánticos.

• MÓLLICO: es similar pero con saturación de bases superior al 50%. Son horizontes propios de praderas y bosques.

• HÍSTICO: horizonte orgánico (H), formado en condiciones de saturación por agua durante largos períodos. Tiene más de 10 cm de espe-sor. Típico de turberas.

En cuanto a los horizontes de diagnóstico sub-superficiales que pueden encontrarse en España destacan:

• ÁLBICO: horizonte fuertemente eluviado (E), de colores blancuzcos, debido a la eliminación de arcillas y óxidos de hierro, mientras que perma-necen la arena y limo residuales. Muy débil es-tructuración. Propio de zonas muy húmedas y suelos ácidos.

• ÁRGICO: horizonte enriquecido con arcilla (Bt) por translocación (arcilla iluvial), neoformación

u otras causas. Aparece en zonas húmedas o en unidades geomorfológicas viejas y estables.

• CÁLCICO: es un horizonte de acumulación de carbonato cálcico secundario o edáfico mayor o igual al 15% y con 15 cm o más de espesor (Bk, Ck), que si está cementado pasa a deno-minarse PETROCÁLCICO (Bkm, Ckm). Ambos horizontes son muy abundantes en la España calcárea de clima semiárido o subhúmedo.

• GYPSICO: horizonte de acumulación de yeso secundario o edáfico con 15 cm o más de es-pesor. El horizonte gypsico (By, Cy) es frecuen-te en las zonas semiáridas del centro y sur pe-ninsular.

• SÁLICO: con acumulación secundaria de sales más solubles que el yeso (Az, Bz)... Frecuente en ambientes áridos, costeros, con vegetación halófila.

• CÁMBICO: horizonte de alteración, evidencia-da por cambios en el color (más rojo), mayor contenido de arcillas o menor de carbonatos respecto al horizonte subyacente (puede co-rresponderse con el horizonte genético Bw). Abundante en todo el ámbito mediterráneo, excepto en ambientes muy secos.

• ESPÓDICO: horizonte subsuperficial de color oscuro por el enriquecimiento de humus y aluminio o hierro (Bh, Bs, Bhs), propio de sue-los muy ácidos y habitualmente bajo un álbico (E). Es propio de zonas muy húmedas y frías de España.

También se definen horizontes y materiales de origen antrópico, ya sea como resultado de un largo e intenso uso agrícola del suelo, lo que define los anthrosols, o por la gran cantidad de ar-tefactos, geotextiles u hormigón, que definen los technosols.

La WRB tiene dos niveles: un primer nivel con 32 Grupos de Suelos de Referencia (GSR) y un segundo nivel en el que se añade al GSR un con-junto de calificadores principales y suplementa-rios. Los GSR se definen con criterios amplios con la finalidad de facilitar la correlación y armoniza-ción entre los diferentes sistemas de clasificación de suelos existentes y facilitar también la recopila-ción de bases de datos de suelos globales.

El Mapa de Suelos de España que se presenta procede del European Soil Data Centre incorpo-rando las modificaciones del Atlas de suelos de Europa (2005) y reclasificando los GRS según WRB, 2015. La variedad existente en los distintos facto-res formadores en España explica la diversidad edáfica que es posible encontrar. Los GSR carto-grafiados a esta escala (indicados con mayúsculas en las etiquetas del mapa) son representativos de los suelos dominantes y permiten obtener un pa-norama general de los suelos de España, aunque hay muchos detalles que obviamente no quedan recogidos. Las siglas que acompañan en minúscu-las al GSR indican el segundo nivel de clasificación que resulta dominante en ese sector.

En la leyenda se han organizado estos GSR se-gún el factor que condiciona en mayor medida la formación de los suelos, para facilitar la interpre-tación y establecimiento de relaciones.

Es importante destacar que en un mapa sin-tético aparecen los suelos más representativos, cartografiables a la escala propuesta y debe se-ñalarse que otros suelos incrementan esa diver-sidad edáfica. Así, no es raro que junto a regosol se entremezclen phaeozems, por ejemplo en la-deras umbrías bajo bosques poco perturbados, incluso en ambiente semiárido, o aparezcan so-lonchaks en numerosas áreas endorreicas de pe-queño tamaño.

PROCESOS DE FORMACIÓN DEL SUELO

CRIOSOL HISTOSOL

MBI

RGIC

O

MBI

OSÁ

LIC

O(P

ETRO

) GYP

SIC

O(P

ETRO

) CÁ

LCIC

RGIC

O

HÍST

ICO

FÓLI

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HmHs

OA

BwBt

AAz

BwBzByBkBt

LEPTOSOL/REGOSOL

CAMBISOL ANDOSOL VERTISOL

A

Cr

C

A

Bw

C

A

Bw

C

A

Bss

C

GYPSISOLSOLONCHAK CALCISOL saturadosLUVISOL/LISIXOL/SOLONEIZinsaturadosALISOL/ACRISOL/RETISOLS

PODZOL CRIOSOL

SPÓ

DIC

O

ARG

ÍLIC

ON

ÁTR

ICO

FRA

GIP

ÁN

FERRALIZACIÓNPODSOLIZACIÓN

FERR

ÁLI

CO

PHAEOZEMCHERNOZEM/KASNAOZEM

UMBRISOL

ARGILUVIACIÓNCALCIFICACIÓNGYPSIFICACIÓNSALINIZACIÓNVERTISOLIZACIÓNAGREGACIÓNSin endopedones

A A

A

C

ByBym

A

C

Bk

Bkm

C

AzBz

Cg,Bg

A

C

Bt

Bx

E

Bn

A

C

Bo

EO

C

Bh

Bx

E

Fuente: Geología, Geomorfología y Edafología. Atlas Nacional de España

137

Biogeografía y suelos CAPÍTULO 5Sección IIM

edio Natural

Cristales de yeso

Líneas de cantos

Revestimientos de carbonato

Canales de arena

Horizonte petrocálcico degradado

Costra salina

Nivel freático (28-07-2011)

29/33

60

131/136

180

Ck

C

160160

6/10

110

Ayzg

Cyg

Cy

C185

90

170

115/120

C

152

12

28/31

60

km km km

km

29/34

Ck

185

Horizonte gris de material lacustre

Manchas de reducción y oxidación

Canales de fauna

Fondo lagunarBarrera arenosa

Valle de fondo plano

Abanico aluvial

11/25R

990 m

1.000 m

1.010 m

1.020 m

1.030 m

Sustrato rocoso

Halófitos

Cereal

Carrasca

Elevación

Kastanozem gleyco cálcicoSolonchak gleyco

Gleysol gypsico sálico

Ayz Ap

Bwk

A

Ap Ap A

Bkm

TOPOSECUENCIA EN EL ENTORNO DE LA LAGUNA DE GALLOCANTA

Compilación científica: Estela Luna y Carmen Castañeda, 2017

Leptosol

Calcisol pétrico

Calcisol háplico

El suelo es el resultado de la combinación de sus factores formadores según se expresa en la siguiente ecuación:

S = f (c, b, l, r, t)

donde «f» representa una función, «c» el clima, «b» la biosfera o seres vivos, «l» la litosfera o roca madre, «r» el relieve y «t» el tiempo. Es decir, cada tipo de suelo es el resultado de una determinada combinación de estos cinco factores formadores, independientemente de donde se localice. En una toposecuencia el factor relieve es el que más se pone en evidencia al ser el que más cambia y provoca una secuencia de tipos de suelos diferentes en un espacio a veces reducido y con el resto de factores más constantes.

Es una forma muy didáctica y expresiva de entender la relación entre el suelo y sus factores formadores y muestra la edafodiversidad que puede haber en lugares con gradientes marcados como es el caso de la ladera que desciende desde la sierra de Santa Cruz a la laguna de Gallocanta, entre las provincias de Zaragoza y Teruel. En lo alto de la ladera y con fuertes pendientes hay una escasa formación de suelo y las cuarcitas y areniscas paleozoicas dan lugar a suelos sin desarrollo de perfil diferenciado, con un horizonte A de escaso espesor (<25 cm) aunque bien estructurado (leptosol calcárico).

En la parte alta del abanico aluvial que arranca al pie de las cuarcitas, los suelos tienen poca profundidad (60 cm) y un horizonte petrocálcico (Bkm) cercano a la superficie que indica notable madurez (calcisol pétrico). El laboreo ha removido y puesto en superficie parte de este horizonte endurecido.

Vertiente abajo, en la zona distal del abanico aluvial, el suelo adquiere mayor profundidad (<150 cm) debido a una mayor acumulación de materiales arrastrados desde las partes altas de la vertiente. Por ello, en el perfil del suelo (calcisol háplico) son frecuentes los cambios de material resultantes en el rejuvenecimiento del perfil, con el horizonte superior Ap directamente sobre el horizonte C, e incluso con líneas de piedras como testigo de periodos de erosión-sedimentación.

En el valle de fondo plano, al pie del abanico aluvial, los materiales predominantemente finos y el nivel freático fluctuante favorecen la persistencia de agua en el perfil del suelo con presencia de manchas redox, acumulación de carbonatos, y un horizonte A de notable espesor y rico en materia orgánica (kastanozem gleyco cálcico). Son suelos oscuros húmicos desarrollados en zonas de pasto herbáceo localmente encharcadas y con arroyos temporales, y actualmente drenadas para uso agrícola.

En la orilla de la laguna, en la barrera arenosa cubierta de praderas de halófitos, los suelos salinos presentan un perfil poco diferenciado (A-C) con un marcado hidromorfismo y cambios sedimentarios frecuentes debido a periodos alternantes de inundación lacustre y exposición del suelo con erosión (solonchak gleyco).

Finalmente, el fondo lagunar presenta suelos hipersalinos con inundación variable (gleysol gypsico sálico) desarrollados en condiciones anaerobias sobre materiales finos ricos en carbonatos. El perfil del suelo, de escaso desarrollo, tiene tendencia a la estructura laminar o masiva, una secuencia de horizontes A-C, abundantes acumulaciones de yeso, y eflorescencia salina superficial durante periodos de exposición

Toposecuencia de la laguna de Gallocanta

138

Secc

ión

II

Med

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13° 12° 11° 10° 9° 8° 7° 6° 5° 4° 3° 2°

43°

42°

41°

40°

39°

38°

37°

43°

42°

41°

40°

39°

38°

37°

1°0° (Greenwich)1°2°3°4°5°6°

36°

1° 0° 1° 2° 3° 4°

Ría de Aveiro

M A R C A N T Á B R I C O

Golfo de Cádiz

Golfo de Vizcaya

M A R M E D I T E R R Á N E O

Marda Palha

Gol

fode León

Golfo deValencia

Mar Menor

Golf de Roses

Ría de A rousa

Delta de l'Ebre

Badiade Palma

Badia d'Alcúdia

Ría de Betanzos

Golfode Almería

Golf de Sant Jordi

Ría de Muros e N oia

Estrecho de Gibraltar

Sebkha Bou Areg (Mar Chica)

Ría de V igo

ACgl

ACgl

ACgl

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ACglACgl

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ACgl

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O C É A N O

A T L A N T I C O

17° 16° 15° 14°

28°

29°

O C É A N O A T L Á N T I C OEstrecho de la Bocaina

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UM

0 50 100 150 200 km

MAPA DE SUELOS

Fuente: European Soil Data Centre (ESDAC). European Commission, 2001

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

an Ándico

tr Térrico

ao Acróxico

ab Álbico

ar Arénico

ca Calcárico

cc Cálcico

cm Cámbico

cr Crómico

dy Dístrico

ha Háplico

ll Lamélico

le Léptico

pe Pélico

pt Petrico

rz Réndzico

tf Téfrico

eu Éutrico

fr Férrico

gl Gléyico

um Úmbrico

vr Vértico

vi Vítrico

CALIFICADORES

Suelos minerales con fuerteinfluencia humana

Suelos minerales condicionadospor el material parental

Suelos minerales condicionadospor la topografía

Suelos minerales condicionadospor su edad limitada

Suelos minerales condicionadospor un clima cálido y húmedo

Suelos minerales condicionadospor un clima (semi)árido

Suelos minerales condicionadospor un clima templado húmedo

sub(húmedo)

Andosol

Arenosol

Vertisol

Fluvisol

Leptosol

Regosol

Cambisol

Acrisol

Solonetz

Calcisol

Solonchak

Luvisol

Planosol

Podzol

Umbrisol

HistosolSuelos orgánicos

GRUPOS DE SUELOS DE REFERENCIA (GSR)

Anthrosol

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139

Biogeografía y suelos CAPÍTULO 5Sección IIM

edio Natural

13° 12° 11° 10° 9° 8° 7° 6° 5° 4° 3° 2°

43°

42°

41°

40°

39°

38°

37°

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40°

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38°

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1°0° (Greenwich)1°2°3°4°5°6°

36°

1° 0° 1° 2° 3° 4°

Ría de Aveiro

M A R C A N T Á B R I C O

Golfo de Cádiz

Golfo de Vizcaya

M A R M E D I T E R R Á N E O

Marda Palha

Gol

fode León

Golfo deValencia

Mar Menor

Golf de Roses

Ría de A rousa

Delta de l'Ebre

Badiade Palma

Badia d'Alcúdia

Ría de Betanzos

Golfode Almería

Golf de Sant Jordi

Ría de Muros e N oia

Estrecho de Gibraltar

Sebkha Bou Areg (Mar Chica)

Ría de V igo

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MAPA DE SUELOS

Fuente: European Soil Data Centre (ESDAC). European Commission, 2001

Elaborado por: Instituto Geográfico Nacional. Atlas Nacional de España

an Ándico

tr Térrico

ao Acróxico

ab Álbico

ar Arénico

ca Calcárico

cc Cálcico

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Suelos minerales con fuerteinfluencia humana

Suelos minerales condicionadospor el material parental

Suelos minerales condicionadospor la topografía

Suelos minerales condicionadospor su edad limitada

Suelos minerales condicionadospor un clima cálido y húmedo

Suelos minerales condicionadospor un clima (semi)árido

Suelos minerales condicionadospor un clima templado húmedo

sub(húmedo)

Andosol

Arenosol

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Luvisol

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Podzol

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HistosolSuelos orgánicos

GRUPOS DE SUELOS DE REFERENCIA (GSR)

Anthrosol

HS

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