caperucita roja charles perrault

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Caperucita Roja Charles Perrault (1628 - 1703) Érase una vez una niña de pueblo, la más bonita que se haya podido ver nunca. Su madre la quería con locura, y su abuela aún la quería más. Esta buena mujer le había hecho a su nieta una capa roja con capucha, que le sentaba tan bien a la niña, que por todas partes la llamaban Caperucita Roja. Un día su madre, que había hecho unos pasteles muy ricos, le dijo: -Ve a ver cómo se encuentra la abuela, pues me han dicho que está algo enferma, y le llevas unos pastelitos y un tarrito de mantequilla. Caperucita Roja salió enseguida hacia la casa de su abuela, que vivía en otro pueblo. Al atravesar el bosque se encontró con el compadre lobo, que tenía muchas ganas de comérsela, aunque no se atrevió, pues estaban cerca algunos leñadores. Le preguntó que adónde iba, y la pobre niña, que no sabía que es peligroso pararse a hablar con un lobo, le dijo: -Voy a ver a mi abuelita, y a llevarle estos pastelitos y este tarrito de mantequilla. -¿Vive muy lejos? - le dijo el lobo. -Oh, sí -contestó Caperucita-. ¿Ves aquel molino que se ve allá a lo lejos, pues en cuanto lo pases, en la primera casa del pueblo. -¡Pues mira por donde!-dijo el lobo-. Yo quiero ir a verla también; voy a ir por este camino y tú lo harás por aquel otro; a ver quién llega antes. El lobo echó a correr con todas sus fuerzas por el camino más corto, mientras que la niña se fue por el camino más largo, entreteniéndose en coger avellanas, corriendo detrás de las mariposas y haciendo ramilletes con las flores que encontraba. El lobo no tardó mucho tiempo en llegar a la casa de la abuelita. Llamó a la puerta: Toc. toc. -¿Quién es? -Soy tu nieta, Caperucita Roja -dijo el lobo afinando la voz-, y te traigo unos pastelitos y un tarrito de mantequilla que te manda mi madre. La pobre abuela, que estaba en la cama porque se encontraba algo enferma, le gritó: -Tira de la aldabilla y se abrirá la puerta. El lobo tiró de la aldaba y la puerta se abrió. Se abalanzó entonces sobre la buena de la abuelita, devorándola en un santiamén, pues hacia más de tres días que no probaba bocado. Después cerró la puerta y fue a acostarse en la cama de la abuelita, esperando la llegada de Caperucita. La niña llegó poco después y llamó a la puerta: Toc, toc. -¿Quién es? -dijo el lobo. Caperucita Roja, al oir el vozarrón del lobo, tuvo miedo al principio, pero, creyendo que su abuelita estaba ronca, respondió: -Soy tu nieta, Caperucita Roja, y te traigo unos pastelitos y un tarrito de mantequilla, que te envía mi mamá. El lobo le gritó, endulzando un poco la voz: -Tira de la aldabilla y se abrirá la puerta. Caperucita Roja tiró de la aldabilla y la puerta se abrió. El lobo, viéndola entrar, le dijo, ocultándose en la cama bajo las mantas:

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Page 1: Caperucita Roja Charles Perrault

Caperucita Roja Charles Perrault (1628 - 1703)

Érase una vez una niña de pueblo, la más bonita que se haya podido ver nunca. Su madre la quería con locura, y su abuela aún la quería más. Esta buena mujer le había hecho a su nieta una capa roja con capucha, que le sentaba tan bien a la niña, que por todas partes la llamaban Caperucita Roja.

Un día su madre, que había hecho unos pasteles muy ricos, le dijo:-Ve a ver cómo se encuentra la abuela, pues me han dicho que está algo enferma, y le llevas unos pastelitos y un tarrito de mantequilla.

Caperucita Roja salió enseguida hacia la casa de su abuela, que vivía en otro pueblo. Al atravesar el bosque se encontró con el compadre lobo, que tenía muchas ganas de comérsela, aunque no se atrevió, pues estaban cerca algunos leñadores. Le preguntó que adónde iba, y la pobre niña, que no sabía que es peligroso pararse a hablar con un lobo, le dijo:-Voy a ver a mi abuelita, y a llevarle estos pastelitos y este tarrito de mantequilla.-¿Vive muy lejos? - le dijo el lobo.-Oh, sí -contestó Caperucita-. ¿Ves aquel molino que se ve allá a lo lejos, pues en cuanto lo pases, en la primera casa del pueblo.-¡Pues mira por donde!-dijo el lobo-. Yo quiero ir a verla también; voy a ir por este camino y tú lo harás por aquel otro; a ver quién llega antes.

El lobo echó a correr con todas sus fuerzas por el camino más corto, mientras que la niña se fue por el camino más largo, entreteniéndose en coger avellanas, corriendo detrás de las mariposas y haciendo ramilletes con las flores que encontraba.

El lobo no tardó mucho tiempo en llegar a la casa de la abuelita. Llamó a la puerta: Toc. toc.-¿Quién es?-Soy tu nieta, Caperucita Roja -dijo el lobo afinando la voz-, y te traigo unos pastelitos y un tarrito de mantequilla que te manda mi madre.La pobre abuela, que estaba en la cama porque se encontraba algo enferma, le gritó:-Tira de la aldabilla y se abrirá la puerta.

El lobo tiró de la aldaba y la puerta se abrió. Se abalanzó entonces sobre la buena de la abuelita, devorándola en un santiamén, pues hacia más de tres días que no probaba bocado. Después cerró la puerta y fue a acostarse en la cama de la abuelita, esperando la llegada de Caperucita.

La niña llegó poco después y llamó a la puerta: Toc, toc.-¿Quién es? -dijo el lobo.

Caperucita Roja, al oir el vozarrón del lobo, tuvo miedo al principio, pero, creyendo que su abuelita estaba ronca, respondió:-Soy tu nieta, Caperucita Roja, y te traigo unos pastelitos y un tarrito de mantequilla, que te envía mi mamá.El lobo le gritó, endulzando un poco la voz:-Tira de la aldabilla y se abrirá la puerta.Caperucita Roja tiró de la aldabilla y la puerta se abrió. El lobo, viéndola entrar, le dijo, ocultándose en la cama bajo las mantas:-Deja los pastelitos y el tarrito de mantequilla encima de la cómoda y ven a acostarte conmigo.

Caperucita Roja se desnudó y fue a meterse en la cama; pero se quedó muy sorprendida al ver cómo era su abuelita en camisa de dormir, y le dijo:-Abuelita, ¡qué brazos más grandes tienes!-Son para abrazarte mejor, hija mía.-Abuelita, ¡qué piernas más grandes tienes!-Son para correr mejor, niña mía.-Abuelita, ¡qué orejas más grandes tienes!-Son para oirte mejor, mi niña.-Abuelita, ¡qué ojos más grandes tienes!-Son para verte mejor, niña mía.-Abuelita, ¡qué dientes más grandes tienes!-¡Son para comerte!Y diciendo estas palabras, el lobo malvado se arrojó sobre la pequeña Caperucita y se la comió.

fin

Caperucita Roja -cuento de los hermanos Grimm-

Había una vez una adorable niña que era querida por todo aquél que la conociera, pero sobre todo por su abuelita, y no quedaba nada que no le hubieradado a la niña. Una vez le regaló una pequeñacaperuza o gorrito de un color rojo, que le quedaba tan bien que ella nunca quería usar otra cosa, así que la empezaron a llamar Caperucita Roja. Un día su madre le dijo: "Ven, Caperucita Roja, aquí tengo un pastel y una botella de vino, llévaselas en esta canasta a tu abuelita que esta enfermita y débil y esto le ayudará. Vete ahora temprano, antes de que caliente el día, y en el camino, camina tranquila y con cuidado, no te apartes de la ruta, no vayas a caerte y se quiebre la botella y no quede nada para tu abuelita. Y cuando entres a su dormitorio no olvides decirle, "Buenos días," ah, y no andes curioseando por todo el aposento."

"No te preocupes, haré bien todo," dijo Caperucita Roja, y tomó las cosas y se despidió cariñosamente. La abuelita vivía en el bosque, como a un kilómetro de su casa. Y no más había entrado Caperucita Roja en el bosque, siempre dentro del

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sendero, cuando se encontró con un lobo. Caperucita Roja no sabía que esa criatura pudiera hacer algún daño, y no tuvo ningún temor hacia él. "Buenos días, Caperucita Roja," dijo el lobo. "Buenos días, amable lobo." - "¿Adonde vas tan temprano, Caperucita Roja?" - "A casa de mi abuelita." - "¿Y qué llevas en esa canasta?" - "Pastel y vino. Ayer fue día de hornear, así que mi pobre abuelita enferma va a tener algo bueno para fortalecerse." - "¿Y adonde vive tu abuelita, Caperucita Roja?" - "Como a medio kilómetro más adentro en el bosque. Su casa está bajo tres grandes robles, al lado de unos avellanos. Seguramente ya los habrás visto," contestó inocentemente Caperucita Roja. El lobo se dijo en silencio a sí mismo: "¡Qué criatura tan tierna! qué buen bocadito - y será más sabroso que esa viejita. Así que debo actuar con delicadeza para obtener a ambas fácilmente." Entonces acompañó a Caperucita Roja un pequeño tramo del camino y luego le dijo: "Mira Caperucita Roja, que lindas flores se ven por allá, ¿por qué no vas y recoges algunas? Y yo creo también que no te has dado cuenta de lo dulce que cantan los pajaritos. Es que vas tan apurada en el camino como si fueras para la escuela, mientras que todo el bosque está lleno de maravillas."

Caperucita Roja levantó sus ojos, y cuando vio los rayos del sol danzando aquí y allá entre los árboles, y vio las bellas flores y el canto de los pájaros, pensó: "Supongo que podría llevarle unas de estas flores frescas a mi abuelita y que le encantarán. Además, aún es muy temprano y no habrá problema si me atraso un poquito, siempre llegaré a buena hora." Y así, ella se salió del camino y se fue a cortar flores. Y cuando cortaba una, veía otra más bonita, y otra y otra, y sin darse cuenta se fue adentrando en el bosque. Mientras tanto el lobo aprovechó el tiempo y corrió directo a la casa de la abuelita y tocó a la puerta. "¿Quién es?" preguntó la abuelita. "Caperucita Roja," contestó el lobo. "Traigo pastel y vino. Ábreme, por favor." - "Mueve la cerradura y abre tú," gritó la abuelita, "estoy muy débil y no me puedo levantar." El lobo movió la cerradura, abrió la puerta, y sin decir una palabra más, se fue directo a la cama de la abuelita y de un bocado se la tragó. Y enseguida se puso ropa de ella, se colocó un gorro, se metió en la cama y cerró las cortinas.

Mientras tanto, Caperucita Roja se había quedado colectando flores, y cuando vio que tenía tantas que ya no podía llevar más, se acordó de su abuelita y se puso en camino hacia ella. Cuando llegó, se sorprendió al encontrar la puerta abierta, y al entrar a la casa, sintió tan extraño presentimiento que se dijo para sí misma: "¡Oh Dios! que incómoda me siento hoy, y otras veces que me ha gustado tanto estar con abuelita." Entonces gritó: "¡Buenos días!," pero no hubo respuesta, así que fue aldormitorio y abrió las cortinas. Allí parecía estar la abuelita con su gorro cubriéndole toda la cara, y con una apariencia muy extraña. "¡!Oh, abuelita!" dijo, "qué orejas tan grandes que tienes." - "Es para oírte mejor, mi niña," fue la respuesta. "Pero abuelita, qué ojos tan grandes que tienes." - "Son para verte mejor, querida." - "Pero abuelita, qué brazos tan grandes que tienes." - "Para abrazarte mejor." - "Y qué boca tan grande que tienes." - "Para comerte mejor." Y no había terminado de decir lo anterior, cuando de un salto salió de la cama y se tragó también a Caperucita Roja.

Entonces el lobo decidió hacer una siesta y se volvió a tirar en la cama, y una vez dormido empezó a roncar fuertemente. Un cazador que por casualidad pasaba en ese momento por allí, escuchó los fuertes ronquidos y pensó, ¡Cómo ronca esa viejita! Voy a ver si necesita alguna ayuda. Entonces ingresó al dormitorio, y cuando se acercó a la cama vio al lobo tirado allí. "¡Así que te encuentro aquí, viejo pecador!" dijo él.” Hacía tiempo que te buscaba!" Y ya se disponía a disparar su arma contra él, cuando pensó que el lobo podría haber devorado a la viejita y que aún podría ser salvada, por lo que decidió no disparar. En su lugar tomó unas tijeras y empezó a cortar el vientre del lobo durmiente. En cuanto había hecho dos cortes, vio brillar una gorrita roja, entonces hizo dos cortes más y la pequeña Caperucita Roja salió rapidísimo, gritando: "¡Qué asustada que estuve, qué oscuro que está ahí dentro del lobo!," y enseguida salió también la abuelita, vivita, pero que casi no podía respirar. Rápidamente, Caperucita Roja trajo muchas piedras con las que llenaron el vientre del lobo. Y cuando el lobo despertó, quiso correr e irse lejos, pero las piedras estaban tan pesadas que no soportó el esfuerzo y cayó muerto.

Las tres personas se sintieron felices. El cazador le quitó la piel al lobo y se la llevó a su casa. La abuelita comió el pastel y bebió el vino que le trajo Caperucita Roja y se reanimó. Pero Caperucita Roja solamente pensó: "Mientras viva, nunca me retiraré del sendero para internarme en el bosque, cosa que mi madre me había ya prohibido hacer."

También se dice que otra vez que Caperucita Roja llevaba pasteles a la abuelita, otro lobo le habló, y trató de hacer que se saliera del sendero. Sin embargo Caperucita Roja ya estaba a la defensiva, y siguió directo en su camino. Al llegar, le contó a su abuelita que se había encontrado con otro lobo y que la había saludado con "buenos días," pero con una mirada tan sospechosa, que si no hubiera sido porque ella estaba en la vía pública, de seguro que se la hubiera tragado. "Bueno," dijo la abuelita, "cerraremos bien la puerta, de modo que no pueda ingresar." Luego, al cabo de un rato, llegó el lobo y tocó a la puerta y gritó: "¡Abre abuelita que soy Caperucita Roja y te traigo unos pasteles!" Pero ellas callaron y no abrieron la puerta, así que aquel hocicón se puso a dar vueltas alrededor de la casa y de último saltó sobre el techo y se sentó a esperar que Caperucita Roja regresara a su casa al atardecer para entonces saltar sobre ella y devorarla en la oscuridad. Pero la abuelita conocía muy bien sus malas intenciones. Al frente de la casa había una gran olla, así que le dijo a la niña: "Mira Caperucita Roja, ayer hice algunas ricas salsas, por lo que trae con agua la cubeta en las que las cociné, a la olla que está afuera." Y llenaron la gran olla a su máximo, agregando deliciosos condimentos. Y empezaron aquellos deliciosos aromas a llegar a la nariz del lobo, y empezó a aspirar y a caminar hacia aquel exquisito olor. Y caminó hasta llegar a la orilla del techo y estiró tanto su cabeza que resbaló y cayó de bruces exactamente al centro de la olla hirviente, ahogándose y cocinándose inmediatamente. Y Caperucita Roja retornó

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segura a su casa y en adelante siempre se cuidó de no caer en las trampas de los que buscan hacer daño.

DE QUIÉN HABLAMOS?

Es el ave más grande y de mayor peso del mundo. Cuando nacen los polluelos miden entre 25 y 30 cm de altura, pesando unos 900 g. Durante el primer año de vida los polluelos crecen unos 25 cm al mes. Los machos adultos pueden llegar a alcanzar los 2,75 o incluso 3 metros, y pesar alrededor de 180 kg. Sus alas pequeñas no les permiten volar, aun así, les ayudan a impulsarse, equilibrarse al correr y como mecanismo de defensa, agitándolas para atacar a posibles depredadores.

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Posee una pequeña cabeza en relación al cuerpo, grandes ojos que miden cinco centímetros de diámetro y le proporcionan una vista excelente, pico plano y de punta roma, largo cuello desprovisto de plumas al igual que sus largas patas, que son potentes y musculadas, perfectamente adaptadas para correr, llegando a alcanzar más de 90 km/h sostenidos por unos 30 minutos. Si se ven acorralados atacan con fuertes patadas usando sus garras como armas. Mientras que la mayoría de aves tienen 4 dedos en cada pata, el avestruz presenta tan solo 2. Su longevidad está entre los 30 y 40 años, aunque en cautiverio pueden cumplir 50 años

El macho, por lo general, llega a medir unos 2,75 m. Su plumaje es negro, con la punta de las alas y de la cola de color blanco. La hembra sin embargo mide alrededor de 2,30 m, el color de su plumaje es gris. El color del plumaje en las hembras depende de la presencia de estrógenos, por lo tanto, las hembras inmaduras o esterilizadas presentan un plumaje negro.

El avestruz, al igual que todas las aves, carece de dientes y presenta escasa movilidad en la lengua, por lo que no realiza masticación alguna sobre lo que ingiere. Coge el alimento con el pico y lo hace avanzar hacia la apertura del esófago. Es un animal herbívoro con capacidad para digerir la fibra, aunque no es un herbívoro estricto; de hecho, algunos autores lo consideran omnívoro, pues puede ingerir pequeños animales y artrópodos. Incluso se le ha observado consumiendo restos de carroña abandonados por animales carnívoros.

Al consumir vegetales, prefieren flores y frutos, desechando generalmente las hojas. En su voracidad pueden llegar a ingerir piedras, rocas o minerales, que retenidas en su organismo ayudan a moler los alimentos. Poseen, por tanto, un gran apetito, no resisten demasiado tiempo en ayunas, pero en estado salvaje pueden soportar largos periodos sin beber agua, al igual que el camello, aunque según la edad, el tamaño del avestruz y otros factores esto puede afectarle de una u otra forma; en cautividad y en ejemplares de 4 a 6 meses, de prolongarse la carencia de agua por más de 48 horas se observa una disminución aproximada de peso corporal en un

30% y se observa que, a partir de 24 horas con privación de agua, el animal reduce considerablemente su ingestión de alimento.

A diferencia de la mayoría de las aves, los avestruces no poseen buche donde almacenar el alimento; por el contrario, su proventrículo y molleja son más largas que las de las demás aves y en proporción a sus cuerpos, por lo que es ahí donde almacenará y fermentará todo lo que ingiere. Además, la molleja de los avestruces posee una pared gruesa de capa muscular muy desarrollada.

El avestruz adulto carece de siringe, siendo por tanto un ave silente, es decir, que por lo general no emite sonidos. No obstante, ocasionalmente manifiestan una especie de siseo en tono fuerte. Por otra parte, las crías del avestruz en estado de alteración lanzan un grito estridente, aunque más característicos son los silbidos y gorgoteos a modo de llamada que emiten hasta alcanzar el mes de nacer. Además, el macho adulto emite un sonido de bravura cuando quiere establecer su territorio y avisar a otros ejemplares competidores, así como para controlar a sus propias crías. La fonación emitida para ello consiste en un leve sonido ronco semejante a un bramido o descrito en ocasiones como un gruñido nasal que puede recordar al de un león. También pueden usarlo durante el cortejo nupcial, donde se antoja más profundo. Las hembras por el contrario no presentan fonación alguna, dado que el único sonido que emiten a lo largo de su vida adulta, es algo similar a un cloqueo cuando son cortejadas por el macho.

La creencia generalizada de que el avestruz en presencia de un peligro esconde la cabeza bajo el suelo es falsa, lo más que llegan a hacer es bajar la cabeza a ras del suelo para pasar desapercibidos y parecer un arbusto. Aunque lo más normal es que salgan corriendo o ataquen con sus poderosas patas. Este comportamiento también lo tienen los polluelos cuando se encuentran igualmente ante un peligro. Por ello, la frase conocida «esconder la cabeza como un avestruz» no es del todo correcta.

De dónde viene el oro?

El oro es un elemento, un mineral, un metal precioso que todos conocemos y cuyo uso se extiende desde la metalurgia industrial hasta la joyería y el uso personal. El oro es el metal más preciado y codiciado por el ser humano, y es que el valor de este mineral siempre ha sido alto, y atribuido al sentido de riqueza y poder.

Desde tiempos remotos, tal como se descubrió en la Necrópolis de Varna*, el ser humano se ha sentido seducido por el color dorado con que el oro le deslumbraba, y esta afinidad ha llevado al ser humano a utilizarlo de distintas maneras para su propio beneficio, y buscarlo en los sitios menos accesibles de los rincones de la Tierra.

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Somos muchos los que usamos el oro para fines diferentes, pero la mayoría no sabemos o ni siquiera pensamos en la procedencia del oro y en su verdadero valor.Primero hay que tener en cuenta que el oro no es el simple lingote que uno se imagina, para eso se necesita llevar a cabo un largo proceso químico artificial, o la mena que uno ve en las películas, eso también conlleva un largo y laborioso proceso químico natural; el oro es un elemento químico cuyas propiedades lo transforman en un metal precioso.

¿De donde viene el oro? Esta es la pregunta clave. La procedencia del oro se reduce a un complejo y no tan fácil de entender proceso químico que nos lleva a sitios muy alejados de nuestro mundo. Cuando digo “alejados” me refiero a las estrellas, al universo en general. Por muy difícil o fantástico que parezca, el oro es un mineral extraterrestre, para así llamarlo. ¿Pero cómo es posible? La respuesta es “fácil”. Tal como dije unas lineas más arriba, hay que ver el oro como lo que realmente es, un elemento químico. Dicho elemento necesita pasar por unos procesos para poder alcanzar el estado de metal noble de gran densidad.

Para que el metal se forme la reacción química necesita producirse a unas temperaturas elevadas, temperaturas que ni el ser humano, ni el propio sol con toda su energía, puede crear. La única manera que existe para que el oro se forme, hasta ahora, es en las explosiones de las supernovas. Cuando una estrella alcanza el final de su vida se transforma en una supernova, una estrella de gran tamaño cuyo final es una explosión masiva. Pero el final de una supernova significa el comienzo de la vida en otro sistema solar, como por ejemplo el nuestro.

En el núcleo de aquella detonación que produce una energía que supera la energía de nuestro sol en millones de veces, es donde se forman todo lo que nosotros conocemos como elementos químicos pesados, tal como el oro, hierro, calcio y muchos otros. La explosión de una supernova significa una gran expulsión de radiactividad, cosa que podría perfectamente erradicar cualquier tipo de vida en nuestro planeta, pero al mismo tiempo esa explosión significa el principio de un nuevo sistema solar, nebulosas etc. Lo que nosotros conocemos como oro aquí en la Tierra, tiene origen en el corazón de una explosión inmensa. Lo que la detonación hace es expulsar todos los compuestos y elementos formados en la estrella por el universo. Por lo tanto el oro que nosotros extraemos de la tierra se ha formado mucho antes que nuestro Sol y ha llegado a nuestro planeta gracias a las ondas expansivas de aquella supernova.

Según los científicos y un estudio publicado en la revista Nature, el oro ha llegado a nuestro planeta a través de un impacto masivo de asteroides que la Tierra sufrió después de su formación. Esta es la respuesta a nuestra pregunta. Claro está que la respuesta desde mi punto de vista se queda corta, ya que explicar todo el proceso por el que pasa el oro hasta llegar al mineral que nosotros extraemos no es fácil de explicar, además de que los estudios son teóricos y basados en las observaciones de muchos científicos.

¿Es el hombre culpable del calentamiento global?

No solo para desarrollarnos tecnológicamente el hombre ha afectado la naturaleza y su entorno, sino también al tratar de superar a los demás países en aspectos como:la industrias, explotando cada vez sus suelos y riquezas sin reconocer que estos son recursos agotables.

A FAVOR:Muchos científicos argumentan que el clima del planeta cambia constantemente y las evidencias geológicas que poseen señalan que en el pasado este promedio tuvo temperatura de hasta 7°C y subió hasta 27°C; y el promedio de temperatura que tiene nuestro planeta en la actualidad es de 15°C.Según estadísticas la temperatura de la tierra sólo ha variado en 1°C desde los inicios de la civilización.

Según la historia de la humanidad los cambios actuales también se vivieron en otros momentos atrás donde todavía los seres humanos no existían, los cambios fueron similares a los que estamos viviendo en la actualidad. Un hecho positivo del

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calentamiento global es que, debido a éste, se posibilitará un mayor crecimiento de las plantas, que podrían tomar más CO2 de la atmósfera.

En Nueva Zelanda se vivió el mes más frío de los últimos 60 años y el cual fue diciembre de 2006; pero La Coalición Nueva zelandesa de la Ciencia del Clima, formada por 13 científicos, afirma que no es más alta en el 2006 de lo que fue en los años de 1800; pues ya que afirman que ha habido años calurosos y fríos desde 1800, pero la temperatura sólo ha experimentado un aumento de menos de tres cuartos por ciento. Las empresas han empezado a invertir en medidas de anti-contaminación.

EN CONTRA:Las mediciones realizadas por los científicos finalizando el siglo XIX arrojaron la respuesta de que la temperatura del planeta ha aumentado en aproximadamente 0,6°C durante el siglo XX. Debido al esparcimiento de océanos más calientes, el nivel del mar ha crecido de 10 a 12 centímetros. Mediciones de algunos glaciares arrojan como resultado que hay una disminución en estos, y que el hielo ártico también se ha reducido en cerca de un 40% durante los veranos y otoños de las últimas décadas.

En algunas investigaciones, los científicos han encontrado que partes de la Antártida parecen estar más frías y también encontraron diferencias entre los cambios de temperatura en la superficie y en la troposfera. Al parecer recientes investigaciones indican que la radiación solar es factor más factible en el cambio climático, y añade que la reducción de las emisiones de carbono tendrá poco impacto en el ambiente, y además puede tener involuntariamente repercusiones para el desarrollo del Tercer Mundo..Según las investigaciones, los científicos se contradicen entre sí, pues ya que muchos concuerdan en que el calentamiento global es gracias a la industrialización que desarrolla el hombre; mientras que por otra parte, muchos están de acuerdo que con este tipo de “problemas” ha vivido el hombre desde siempre, que el calentamiento global es un problema similar al vivido con el deterioro de la capa de ozono, que después de muchos años ni se menciona en las investigaciones de científicos.