caperucita roja

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Caperucita roja Adaptación de CAPERUCITA ROJA Y OTRAS HISTORIAS PERVERSAS ARCINIEGAS, TRIUNFO Hoy les contare mi verdadera historia bueno, Caperucita me dijo que me comiera a su abuela yo no quería la mire con deprecio, todavía me pregunto por qué hice esa maldad que cuesta mi vida, ella me engaño, siempre fue una farsa, desde que la conocí toda mi vida tuvo un cambio extremo tanto que, quisiera retroceder el tiempo. Me dijo póngase la ropa de mi abuela juguemos a disfraces, Yo: no estamos en octubre No importa divirtámonos un rato Pero…pero nada apúrate Yo: y tú abuelita Ella salió al mercado por unas cosas ha Bueno, yo con una impecable reputación en el Bosque era querido por todos, caperucita que no tiene garras, caí redondito en las garras más afiladas y largas que atravesaron mi corazón dejando mi sentimientos por el suelo tan sucio. Estábamos bien, jugando supuestamente, cuándo caperucita empezó a gritar Le dije ¡qué sucede, que sucede, que sucede! No respondió nada seguía gritando Parmenio A. Ayala López

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Page 1: CAPERUCITA ROJA

Caperucita roja

Adaptación de CAPERUCITA ROJA Y OTRAS

HISTORIAS PERVERSASARCINIEGAS, TRIUNFO

Hoy les contare mi verdadera historia bueno, Caperucita me dijo que me comiera a su abuela yo no quería la mire con deprecio, todavía me pregunto por qué hice esa maldad que cuesta mi vida, ella me engaño, siempre fue una farsa, desde que la conocí toda mi vida tuvo un cambio extremo tanto que, quisiera retroceder el tiempo.

Me dijo póngase la ropa de mi abuela juguemos a disfraces,

Yo: no estamos en octubre

No importa divirtámonos un rato

Pero…pero nada apúrate

Yo: y tú abuelita

Ella salió al mercado por unas cosas ha Bueno, yo con una impecable reputación en el Bosque era querido por todos, caperucita que no tiene garras, caí redondito en las garras más afiladas y largas que atravesaron mi corazón dejando mi sentimientos por el suelo tan sucio. Estábamos bien, jugando supuestamente, cuándo caperucita empezó a gritar

Le dije ¡qué sucede, que sucede, que sucede! No respondió nada seguía gritando solo gritaba, llegaron varias personas a auxiliar una víctima del lobo feroz, me capturaron me sujetaron a un árbol del bosque ¡me querían quemar¡ ¡vivo! era lo peor al rato volvió caperucita me conto su excusa. “Lo lamento solo tenía un plan macabro que salió mal”, tenía que comerte a mí abuela como te había dicho, yo tan ingenuo creí que hacía aparte del juego, como si nada me dice solo te use para realizarlo “perdón”. Quede sorprendido. Caperucita pidiendo perdón eso era raro pero no le creí del todo le dije que sí, antes de todo este enredo yo le quería regalar una flor tan bella como me parecía ella, me trato de lo peor, se reía de mi pareciera no tener sentimientos esa expresión de odio maldad. Salí corriendo tan lejos como pude al más expreso y tenebroso

Parmenio A. Ayala López

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bosque, lloré para desahogar toda esa furia. Volví tres días después precisó me encontré a una bruja era caperucita que llevaba un canasto lleno de pastel, hola lobo, quieres un pedazo de mi pastel, No, y eso porque lobo, hash ya se, la flor solo me encontró en un mal día pero ya come, no lo pensé dos veces le dije que si me dio un buen pedazo de ese pastel y se fue. Volviendo atrás me conto como si nada el plan contra su abuela no lo podía creer quería salir corriendo ¿pero cómo, amarrado a un árbol? le suplique. Déjeme ir por favor

-Caperucita-por que debería si no cumpliste la promesa

Yo: no quería hacer eso tú me obligaste

-lo siento, pobrecito un lobo pidiendo axilio.es tierno jajajaja

Después de una larga conversa, me soltó, les dijo a los demás que me escape la mejor parte es salí ileso y estoy contando esta horrible historia de mi vida ¡es cruel lo sé! me fui lejos del bosque ya nadie creía en mi ahora estos bien en otro bosque sin brujas por ahí. Dé caperucita no se mucho pero han llegado rumores que mato a su abuela por tener riquezas y propiedades, ahora está en la cárcel sin nada ni nadie lo único que tenía era su abuela pero que se puede hacer. Esa fue mi historia contada desde el Bosque Aokigahara…

Parmenio A. Ayala López