caperucita

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Caperucita roja y el lobo feroz CHARLES PERRAULT

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Page 1: Caperucita

Caperucita roja y el lobo feroz

CHARLES PERRAULT

Page 2: Caperucita

Érase una vez…

Hace muchos años, vivía en el bosque una niña a la que

su mamá le había tejido una capa ROJA

Como la niña siempre la llevaba

puesta, todos la llamaban

Caperucita Roja

Page 3: Caperucita

Un día…

su mama le pidió a caperucita ROJA que llevara unos pasteles a su abuelita que vivía al otro lado del bosque , recomendándole que no se entretuviese en el camino , porque cruzar el bosque era muy peligroso , ya que siempre estaba acechando por allí el lobo.

Page 4: Caperucita

Cunado caperucita ROJA estaba en camino con su abuelita, se encontró al lobo, el lobo le dijo:

-¿A dónde vas?

-con mi abuelita.-le contesto-

-!oh¡ yo se un camino para que llegues mas rápido

-¿enserio?

-si.-

Page 5: Caperucita

El lobo le dijo el camino que sabia a caperucita ROJA para que llegara mas rápido con su abuelita, pero en realidad, le dio el camino mas largo para llegar con su abuelita, pero caperucita ROJA no lo sabia..

Page 6: Caperucita

CAPERUCITA ROJA IBA MUY FELIZ POR AQUEL CAMINO Y YA SE HABIA CANSADO MUCHO, YA QUE ERA DEMASIADO LARGO, DESPUES DE UN TIEMPO VIO UNAS LINDAS FLORES Y PENSO QUE LE GUSTARIAN A SU ABUELITA, ENTONCES LAS CORTO, MIENTRAS TANTO…

Page 7: Caperucita

el lobo se fue a casa de la Abuelita, llamó suavemente a la puerta y la anciana le abrió pensando que era Caperucita. Un cazador que pasaba por allí había observado la llegada del lobo. El lobo devoró a la Abuelita y se puso el gorro rosa de la desdichada, se metió en la cama y cerró los ojos. No tuvo que esperar mucho, pues Caperucita Roja llegó enseguida, toda contenta.

Page 8: Caperucita

Caperucita se acercó a la cama y vio que su abuela estaba muy cambiada.- Abuelita, abuelita, ¡qué ojos más grandes tienes!- Son para verte mejor- dijo el lobo tratando de imitar la voz de la abuela.- Abuelita, abuelita, ¡qué orejas más grandes tienes!- Son para oírte mejor- siguió diciendo el lobo.- Abuelita, abuelita, ¡qué dientes más grandes tienes!- Son para...¡comerte mejoooor!- y diciendo esto, el lobo malvado se abalanzó sobre la niñita y la devoró, lo mismo que había hecho con la abuelita.