cap 13 los grupos y el comportamiento grupal

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  • Captulo 13

    LOS GRUPOS Y EL COMPORTAMIENTO CRUPAL

    Los seres humanos somos muchas cosas, pero ante todo somos animales socia-les. Nuestro comportamiento es influido por los dems; en verdad, nuestra condi-cin humana misma deriva de nuestro ser social. No seriamos humanos si ello de-pendiera exclusivamente de nuestra propia accin. En el captulo 4 ya hemos anali-zado los casos de Anna, Isabelle y Genie, nios que pasaron sus primeros aos encondiciones de extremo aislamiento y, para la poca en que fueron "descubiertos",eran poco ms que vegetales. Estos casos ponen de relieve que el grupo es el funda-mento el elemento crtico por antonomasia de la vida humana. Si no formarnosparte de una existencia grupal, somos despojos inconclusos.

    CARACTERSTICAS DE LOS GRUPOS HUMANOS

    El grupo gesta al ser humano. Nuestras primeras y ms inmediatas experienciaslas tenernos en el seno de pequeos grupos. Desde la infancia en adelante estamosinmersos en grupos como la familia, la pandilla de compaeros de infancia, las orga-nizaciones y los equipos. Y como adultos, aun cuando trabajemos en grandesempresas, fbricas u organismos qficiales, nuestra tarea inmediata se desarrolla enpequeos grupos, con un reducido nmero de personas (Homans, 1950:1-2).

    Puede definirse al grupo como dos o ms personas que comparten un senti-miento de unidad y estn ligados por pautas de interaccin social relativamenteestables.

    Tres caractersticas de los grupos humanos cobran considerable relieve. Enprimer trmino, los grupos tienen fronteras. Segundo, poseen una existencia "obje-tiva": los concebimos como "cosas" (o sea, existen como entidades sociales apartede las relaciones particulares que las personas tengan entre s). Tercero, los indivi-duos tienen conciencia por lo comn de su pertenencia o falta de pertenencia aciertos grupos; de esta manera, las fronteras del grupo son las mismas para sus inte-grantes y para los "extraos".

    Veamos cada una de estas caractersticas por separado.

  • 438 MANUAL DE PSICOLOGA SOCIAL

    Fronteras

    Los grupos tienen fronteras: hay personas que pertenecen a ellos y otras que no.As pues, son entidades diferenciadas, unidades separadas y discriminadas quecomienzan y terminan en alguna parte (Nadel, 1957; Phillips y Cohviser, 1972).En uno u otro grado, sirven para "encerrar" a sus integrantes de modo que el flujode su accin quede contenido dentro de sus fronteras (Mayer, 1961; Knowles,1973; Knowles et al., 1976). Pero estas fronteras no actan como barreras fsicas,sino como formas de establecer una discontinuidad en el flujo de las interacciones.Un aspecto importante de las fronteras sociales es que apuntan en dos direcciones;no slo nos impiden desplazarnos fuera de nuestra esfera social para tener posibili-dades de interactuar ms all de sta, sino que impiden entrar a nuestra esfera a losque "no son como nosotros" (McCall y Simmons, 1966).

    Las personas definen las fronteras del grupo apoyndose en muy diversos cri-terios:

    Ubicacin geogrfica: el vecindario (el barrio Sur), la ciudad (Milwaukee),el pas (Estados Unidos).

    Un conjunto de tradiciones consagradas, como en el caso de los grupostnicos (chcanos, irlandeses, chinos, italianos).

    Concepciones polticas o religiosas, que diferencian a los cristianos, los con-servadores, etc.

    Ocupacin o profesin: mdicos, camioneros, maquinistas, etc. Idioma comn: el ingls, el francs, el ruso.*. Pertenencia a asociaciones formales: el club de los rotarios, la Iglesia de

    Cristo, la Asociacin Cooperadora. La jerarqua social, que establece la divisin en clases o en castas. Parentesco, como las familias o los clanes.

    Pero sean cuales fueren los criterios mediante los cuales se fijan estas fronteras,los integrantes de un grupo son siempre conscientes de sus contornos y saben quclases de experiencias "corresponden" o son apropiadas dentro de esos lmites ycules otras "no corresponden" (Erikson, 1970).

    Los grupos se diferencian entre s en cuanto al grado en que sus fronteras sonpenetrables o permeables (Milgram y Toch, 1969). Con suma frecuencia, la barreraque se opone a los "extraos" se asemeja ms a una pantalla que a un muro slido;o sea, es una especie de membrana de interaccin que filtra a ciertas personas peropermite el ingreso de otras. As pues, los grupos difieren en cuanto a la medida enque son abiertos o cerrados. Por lo comn, los grupos raciales, tnicos y nacionales(p. ej., los integrados por blancos, irlandeses o chicanos) son cerrados; el ingreso aellos tiende a ser funcin del nacimiento ms que de la eleccin del individuo (deah que se los designe grupos de status adscripto). En cambio los grupos laborales,polticos y religiosos tienden a ser abiertos (al menos en Estados Unidos): habitual-

  • LOS GRUPOS Y EL COMPORTAMIENTO CRUPAL 439

    Permeabilidad de las fronteras. Los pberes y adolescentes tienden a confluir engrupos del mismo sexo, y a explorar sus relaciones con el sexo opuesto en formagrupal ms bien que en interacciones bilaterales. Aunque el grupo de pares delmismo sexo es en esencia un "grupo cerrado", sirve de medio para "abrir la puerta"hacia nuevas rutas de interaccin social. (Patrick Reddy.)

    mente la pertenencia a ellos es funcin del mrito (la posesin de ciertas calificacio-nes) o de la adhesin (de ah' que se los designe como grupos de status adquirido). Yhay otros grupos que se hallan en una posicin intermedia entre los abiertos y loscerrados, como muchas camarillas, grupos de vecinos y comunitarios. Por consi-guiente, los psiclogos sociales han encontrado til considerar la permeabilidad ala manera de un continuo;

    Grupo abierto Grupo cerrado(Fronteras permeables) (Fronteras impermeables).

    Productos de las definiciones socialesHay que tener presente, ante todo, que los grupos son estados anmicos, mode-

    los o imgenes mentales que se perciben con diverso grado de conciencia. No soncosas tangibles que tengan entidad efectiva en el mundo real; ms bien los fabrica-mos en el curso de la interaccin social reuniendo mentalmente a las personas enunidades sociales como las familias, razas, equipos, camarillas, partidos polticos,asociaciones, organismos, etc. Por consiguiente, los grupos son productos de defini-ciones sociales, conjuntos de ideas compartidas, "realidades" construidas por los

  • 440 MANUAL DE PSICOLOGA SOCIAL

    ENDQGRUPOA lo largo del ao pasado me sent realmente muy prximo a un grupo

    de tipos de mi dormitorio universitario. Decididamente formbamos un endo-grupo. Pero ahora que entr en una cofrada mi relacin con ellos ha cambia-do. Hoy me preguntaron dnde iba, y cuando les dije que iba al local de lacofrada, se hizo un fro silencio. Es como si les hubiera dicho que para mellos ya no eran lo bastante buenos. Han empezado a considerarme un"desertor", un miembro del exogrupo. Y en lo que a m respecta, mi adhesina mi nuevo endogrupo que es el exogrupo para los muchachos del dormito-rio me est separando de ellos cada vez ms, a punto tal que yo tambin hecomenzado a considerarlos como un exogrupo.

    seres humanos. Pero al conceptualizar los grupos, les atribuimos sustancia real y lostratamos como si fueran cosas reales y precisas.

    Ya apuntamos en el captulo 2 que cuando definimos una situacin comoreal, sta es real en sus consecuencias. Lo mismo es vlido respecto de los grupos.Los volvemos reales al tratarlos como tales. Al agrupar a algunos de nuestros cong-neres en unidades sociales, forjamos una existencia ms all de los individuos quelas componen. En calidad de entidades sociales los grupos tienen una existenciaseparada de las relaciones particulares que sus integrantes mantienen entre s. Porejemplo, la asociacin cooperadora de una escuela tiene continuidad y es una enti-dad diferenciada, perdurable, reconocible, por ms que sus integrantes cambienpermanentemente. Lo mismo cabe decir de los grupos tnicos, rdenes religiosas,partidos polticos, sindicatos, empresas, universidades y naciones: la existencia detodos ellos trasciende el lapso de vida de las personas que los integran.

    Lo que venimos diciendo de los grupos puede sintetizarse en esto: la totalidades mayor que la suma de sus partes. Los grupos poseen.un carcter peculiar, quereside en el enlace establecido entre sus miembros, ms all de quines sean los indi-viduos particulares enlazados. Los grupos se asemejan ms a un compuesto qumicoque a una mezcla: el hidrgeno y el oxgeno son gases a la temperatura ambiente,pero al unirse forman un nuevo compuesto qumico, el agua, lquido que poseepropiedades cualitativamente distintas del hidrgeno y el oxgeno. As pues, launin (ligazn) de personas, como la de molculas, genera una sntesis, una entidadcualitativamente nueva, de un carcter distintivo. Podemos entonces hablar de gru-pos como las empresas, familias y comunidades sin necesidad de fragmentarlos enlas interacciones aisladas que los componen (Blumer, 1969).

    Conciencia de unicidad

    A lo largo de la vida comprobamos con frecuencia que uniendo y coordinandonuestros esfuerzos y recursos dentro de los grupos podemos lograr metas que de

  • LOS GRUPOS Y EL COMPORTAMIENTO CRUPAL 441

    GR UPOS INFORMALES

    Hoy fue mi primer da de trabajo en el bar. La encargada me expliccul era la tarea y qu cosas no me estaban permitidas. Una de las cosas queme aclar con nfasis es que en el horario de trabajo no poda comer ni beber.

    Empec a trabajar, y no haban pasado cinco minutos cuando vi que lasotras empleadas coman su plato de queso casero y gelatina, mientras vigila-ban de soslayo por si se acercaba la encargada. Me aproxim a la que tenams cerca y le pregunt: "Nos est permitido beber o comer mientras traba-jamos?" Se sonri de lado a lado y me respondi: "Seguro, querida, solamen-te que hay que esconder lo que tengas bajo el mostrador y mandarte un boca-do cuando la jefa no ande rondando".

    Esto ejemplifica cmo surge un grupo informal dentro de una organiza-cin formal. En aqul, se establecen diversos tipos de acuerdos que no estndefinidos o permitidos por la organizacin formal. Los grupos informalescomplementan la organizacin formal, la modifican o se oponen a ella.

    otro modo estaran fuera del alcance de cada individuo. La eficacia de los gruposse asocia con su cohesin interna. En medida considerable, esta cohesin dependedel grado en que los miembros se percaten de su comn identidad, de que compar-ten una conciencia de unicidad (denominada a veces conciencia de especie). Estaconciencia implica la identificacin simptica con los otros miembros del mismogrupo.

    Endogrupos y exogrupos. Los psiclogos sociales suelen distinguir entre losendogrupos y los exogrupos. Para cada individuo, el endogrupo es la unidad sociala la que pertenece o con la cual se identifica, y el exogrupo aquella a la que nopertenece o con la que no se identifica. A veces al referirnos a los primeros habla-mos de "nosotros", y al referirnos a los segundos, de "ellos".

    Un los endogrupos tienden a prevalecer sentimientos de lealtad, solidaridad,alia' x i y cooperacin entre los miembros. Habitualmente los psiclogos socialesdesi6uan a esto la cohesin del grupo, la fuerza que mantiene juntos a sus integran-tes impidiendo que lo abandonen; el sentimiento de constituir un "nosotros"(Collius \, 1969). Estudios realizados revelan que los miembros de los gruposmuy c-^MiSivos se sienten, en comparacin con los grupos poco cohesivos, mssatisfechos entre s, interactan ms frecuente y libremente, reciben de los demsuna mayor sensacin de seguridad, ejercen mayor influencia mutua y se comuni-can entre s ms a menudo y de una manera ms cooperativa (Cartwright, 1968;Shaw, 1971; Ryen y Kahn, 1975; Terborg et al., 1976; Shiflett, 1979; Scott yScott% 1981). (Vase el recuadro de la pgina siguiente.)

    Como consecuencia de las identificaciones endogrupales, presumimos quenuestras experiencias interiores y reacciones emocionales estn ms prximas a las

  • 442 MANUAL DE PSICOLOGA SOCIAL

    "NOSOTROS" VERSUS "ELLOS"

    Muzafer Sherif y sus colaboradores emprendieron una serie de ingeniososestudios de campo vinculados con los conflictos entre los grupos (Sherif etal., 1961). Sus sujetos eran muchachitos de once y doce aos que al comienzodel experimento no se conocan entre s. Fueron seleccionados entre familiasnorteamericanas estables de clase media, protestantes y blancas. Eran chicossanos, socialmente bien adaptados y de nivel de inteligencia algo superior alpromedio. Los experimentadores pretendan descartar as cualquier compor-tamiento grupal causado por diferencias familiares, religiosas, tnicas o socio-econmicas.

    Llevaron a los chicos en dos mnibus separados a un campamento deverano dirigido por los investigadores, y all los ubicaron en dos grupos situa-dos a considerable distancia entre s. Los grupos no tomaran contacto mu-tuo hasta la etapa 2 del experimento.

    En la etapa 1, los chicos acamparon, se hicieron la comida, trabajaronpara preparar un lugar del ro donde pudieran nadar, anduvieron en canoa ydesarrollaron diversas actividades y juegos organizados e informales. Poco apoco surgieron entre ellos dos grupos cohesivos caracterizados por una jerar-qua de status reconocida, asignaciones individuales de roles, normas (vincula-das con la rudeza en la conducta, el comportamiento alborotador y el hbitode decir "malas palabras" y blasfemias), nombres i den tfica torios (uno de losgrupos se autodenomin "Las Vboras" y el otro "Las guilas"). Cada cualcre su propia jerga, sus bromas especiales, sus secretos y lugares preferidos.

    En la etapa 2, las Vboras y las guilas "descubrieron" su respectivaexistencia y se desafiaron a realizar una serie de competencias. Los experi-mentadores organizaron un torneo en el que se iban acumulando los puntajesde cada grupo, y que incluy partidos de bisbol y de ftbol, tirar de la cuerda,breves representaciones teatrales cmicas y una bsqueda del tesoro. En elcurso de la semana, el espritu caballeresco y deportivo fue gradualmentecediendo paso a las acusaciones, las fricciones, los insultos, las refriegas ypeleas. Las guilas invadieron las cabanas de las Vboras y viceversa, causandoalgunas destrucciones. Las entrevistas y observaciones de los experimentado-res al final de esta segunda etapa revelaron que haban surgido actitudeshostiles y estereotipos negativos hacia los miembros del exogrupo, mientrasque, por el contrario, la cohesin del endogrupo haba aumentado. Los peli-gros compartidos actuaban a modo de aglutinante social, intensificando lacohesin de cada grupo.

    En la etapa 3, los experimentadores se propusieron unir a los grupos endiscordia. Partiendo de la idea habitual de que "el contacto genera amistad",Sherif y sus colegas mezclaron a guilas y Vboras en eventos sociales pla-centeros : proyeccin de pelculas cinematogrficas, comidas conjuntas,preparacin de fuegos artificiales para el Da de la Independencia, y otras por

  • Muyamistosos

    Bastanteamistosos

    Entre amis-tosos yhostiles

    Bastantehostiles

    Muyhostiles

    Cmo imaginaban"las Vboras" a

    "las guilas"Cmo imaginaban

    "las guilas" a"las Vboras"

    40 50 60 O 10

    Porcentaje derespuestas

    Al final de la etapa 2

    20 30 40

    Porcentaje derespuestas

    50 60

    Al final de la etapa 3

    Figura 1. Actitudes mutuas de ''Las Vboras" y de "Las guilas" en dos etapas de sus relaciones grupales. Surga lahostilidad entre los dos grupos de chicos cuando sus metas eran incompatibles (etapa 2), en tanto que la hostilidaddejaba paso a actitudes ms amistosas cuando deban trabajar juntos en pos de metas comunes (etapa 3). (Fuente;SherifetaL, 1961, cuadro 4, pg. 191.)

  • 444 MANUAL DE PSICOLOGA SOCIAL

    el estilo. No obstante, lejos de reducir los conflictos, estas situaciones fueronnuevas oportunidades para que los grupos rivales se insultaran y atacaran.Separados a uno y otro lado del comedor empezaron a darse empellones y apelear, y durante la comida se arrojaron papeles y trozos de alimentos.

    El mtodo que finalmente result eficaz para unirlos fue un corolariode la hiptesis que tenan los experimentadores sobre el conflicto intergrupal.La hiptesis de Sherif consista en que el conflicto surge porque los grupostienen objetivos incompatibles entre s, y el corolario era que si los objetivosse volvan compatibles, se promovera la cooperacin. Por consiguiente, seintrodujeron en la situacin intergrupal objetivos supraordinados, consistentesen una serie de situaciones de urgencia que se desencadenaban "espontnea-mente" y tornaban necesario que los chicos de ambos grupos les hicieran fren-te juntos. Por ejemplo, se dispusieron las cosas de modo tal que el caminasignado al campamento sufriera un desperfecto cuando estaba llevndolos enexcursin a todos. Debieron bajarse y empujar entre todos el camin hasta loalto de la colina, y all tratar de volver a ponerlo en marcha. Paulatinamente,una serie d actividades de equipo, que requeran la accin interdependiente,fueron reduciendo el conflicto y la hostilidad. Entrevistas realizadas con loschicos al final de la etapa 3 confirmaron que haba habido un cambio en susactitudes. Antes, slo escogan sus mejores amigos en su propio grupo;ahoramuchos empezaron a escogerlos en el otro. Adems, los estereotipos grupalesse haban vuelto ms positivos (vase la figura 1).

    de los miembros de nuestro endogrupo que a las de los extraos (Shibutani yKwan, 1965; Alien y Wilder, 1975). Adems, como tenemos expectativas de quehabr diferencias entre nosotros y los miembros de un exogrupo, nos conducimosde modo tal que generamos tales diferencias (Sherif etai., 1961; Markides y Cohn,1982). Por otra parte, evaluamos a los miembros de un exogrupo de un modo msextremo o polarizado que a los miembros de nuestro endogrupo (Linville y Jones,1980). A los primeros los despojamos de su individualidad, y es ms probable queactuemos con ellos de una manera poco amistosa y negativa (Wilder, 1978a). Enlos campos de concentracin nazis los guardias trataban a los judos ms indulgente-mente cuando saban su nombre que cuando eran meros miembros annimos delexogrupo de "los judos" (Zimbardo, 1970).

    Distancia social. Nuestra conciencia de unicidad hace que no "estemos" mera-mente en el endogrupo sino que "seamos" de l. Ya dijimos en el captulo 2 queacostumbramos categorizar o estructurar los estmulos como medio de simplificarla sobreabundante informacin que nos llega. Anlogamente, a menudo "fragmenta-mos" o categorizamos a las personas dentro de los grupos (Wilder, 1978b). Pero el

  • !LOS GRUPOS Y EL COMPORTAMIENTO CRUPAL 445

    Los de adentro y los de afuera del territorio. Las personas se sitan en el espacio(dividen el territorio) sobre la base de divisiones entre los de adentro y los deafuera. En el uso de instalaciones pblicas, suelen trazar fronteras sociales entre"nuestro grupo racial" y "ese otro grupo racial". (Patrick Reddy.)

    mero hecho de conceptualizar nuestro mundo en "nosotros" y "ellos" basta paragenerar en el endogrupo simpatas y tendenciosidades (Dion, 1973; Gerard yHoyt, 1974; Tajfel y Billig, 1974; Brewer, 1979; Locksley, Ortiz y Hepburn,1980). Nos apartamos de otras personas que no estn, como nosotros, en el gruponi son de l. Experimentamos as una distancia social que no se refiere tanto a laseparacin espacial como al sentimiento subjetivo de estar separados (no prximos)de cierta gente:

    Cuando la distancia social es pequea, cada persona participa imaginariamentede la mentalidad de la otra y comparte sus vivencias; puede as simpatizar con susjbilos y esperanzas, o condolerse de sus pesares y temores. Quienes se sientenprximos entre s estn ms relajados y tienden a adoptar conductas menos defensi-vas, porque cada uno de ellos piensa que puede comprender a quienes lo rodean. Sesiente "en su casa" y que est en la compaa "que le corresponde". Cuando la dis-tancia social es grande, vemos en el otro individuo al representante de una categoradistinta, y sentimos recelo ante un ser que se diferencia de nosotros, pues no sabe-mos con certeza qu har. Aun cuando lo conozcamos desde mucho tiempo atrs,nos quedar siempre un resto de incertidumbre, una vaga aprensin, en especial siel extrao mantiene su reserva. Por consiguiente, al hablar de distancia social nos

  • 446 MANUAL DE PSICOLOGA SOCIAL

    estamos refiriendo a las barreras psicolgicas que facilitan o entorpecen una interac-cin suelta y espontnea (Shibutani y Kwan, 1965: 42-43).

    Es frecuente que experimentemos una gran distancia social con respecto a laspersonas que tienen costumbres y prcticas muy distintas de las nuestras. En talescircunstancias, no es raro que percibamos a esos miembros del exogrupo como obje-tos de aversin y de aborrecimiento. Son:

    ... un smbolo de lo desconocido, de lo malvolo, de lo peligroso para la comu-nidad en su conjunto. Su existencia trastroca el orden de la vida, tal como esteorden es entendido y vivenciado en el endogrupo. Sus hbitos son escandalosos; susritos, sacrilegos; sus leyes, tan incomprensibles que parecen no existir. Sus diosesson falsos dioses (Speier, 1941:445).

    As es que a menudo consideramos a los extraos como anmalos o "desvia-dos" dado que su comportamiento difiere del nuestro. El etnocentrismo es estatendencia a concebir al propio grupo como centro de todo y a calificar a todas lasdems personas por referencia a l (Sumner, 1906).

    Muchos de nuestros "problemas sociales" derivan de un esquema conceptualen el que establecemos entidades sociales que incluyen a algunos y excluyen aotros: capitalistas-obreros, blancos-negros, gentiles-judos, ciudadanos honestos-delincuentes, cuerdos-locos, jvenes-viejos, ricos-pobres, etc. Trazamos fronterasentre "nosotros" y "ellos". Subdividimos el mundo, lo ordenamos en categorasy les asignamos significados a stas; imponemos lneas demarcatorias en la ampliagama de conductas humanas, y al obrar as generamos precisamente esos "proble-mas sociales" procedentes de nuestra divisin entre los de adentro y los de afuera.

    Este principio se pone de manifiesto notoriamente en las fricciones entregrupos tnicos y nacionalistas que han estado en la base de muchos conflictos blicos.Considrese el caso de Europa. Casi todos los territorios europeos estuvieron mez-clados en uno u otro momento con sus territorios vecinos. Es imposible, pues,hacer coincidir cualquier grupo tnico-europeo con un territorio definido. Los gru-pos tnicos se encuentran segmentados en reductos locales o dispersos, por su lugarde residencia y de trabajo, a lo largo del territorio del grupo dominante. La mayo-ra de las naciones europeas contienen en su seno mltiples grupos nacionales: enGran Bretaa estn los ingleses, los galeses, los escoceses; en Suiza, hay franceses,italianos, alemanes; en Checoslovaquia, checos y eslovacos; en Blgica, flamencos yvalones; en Yugoslavia, servios, croatas, eslovenos, macedonios y montenegrinos.As es que la autodeterminacin poltica de un pueblo es incompatible con la deotros.

    El hecho de que existan grupos nacionales minoritarios no es algo inherente alos asuntos humanos, sino ms bien creado por la conciencia de "entidad social"(la conciencia de unicidad), que hace que incluyamos a algunas personas y excluya-mos a otras de determinados flujos de interaccin. Procede de una imagen una

  • LOS GRUPOS Y EL COMPORTAMIENTO CRUPAL 447

    DISTANCIA SOCIAL

    Una conocida tcnica inventada por Emory S. Bogardus (1925, 1959) sepropuso medir la distancia social que ponen los miembros de un grupo deter-minado con respecto a los de otro. Bogardus formul una serie de enunciadosque representaban diverso grado de intimidad o de distancia social, y solicita los sujetos que indicaran las relaciones que estaran dispuestos a admitirrespecto de los miembros de un grupo nacional o racial determinado. Laescala de las relaciones estaba dada por los siguientes enunciados:

    Aceptara que el miembro de ese grupo:

    Se convirtiera en pariente mo por contraer matrimonio con unfamiliar. 1 punto Ingresara a mi club y pudiramos ser camaradas 2 puntos Fuera vecino de mi propia cuadra 3 puntos Fuera un compaero de trabajo 4 puntos Fuera un ciudadano de mi pas 5 puntos Ingresara en mi pas slo en calidad de visitante 6 puntos No lo aceptara en mi pas 7 puntos

    En 1926, Bogardus solicit mediante este cuestionario las respuestas deuna muestra de norteamericanos que pertenecan a 40 grupos tnicos yraciales; repiti el estudio en 1946, 1956 y 1966 (vase el cuadro 1). En todosestos estudios obtuvo un puntaje de distancia racial para cada grupo, en unaescala que iba de 1,00 (el menor puntaje de distancia social posible) a 7,00(el mayor puntaje posible). Si bien a lo largo de los aos hubo modificacionesen estas preferencias en gran medida vinculadas con las guerras y las alian-zas que Estados Unidos fue manteniendo con otras naciones, los ordena-mientos mostraron una notable estabilidad. Ellos revelan que, para los estado-unidenses, en el tope de" su escala de preferencias se hallan los ingleses, lospropios norteamericanos blancos nativos y los habitantes de otros pases delnorte de Europa. Luego vienen los espaoles, italianos y europeos del sur ydel este; y en ltimo lugar, los orientales, los negros y los hindes.

    definicin social de lo que es una "sociedad" o un "Estado Nacional", vale decir,una concepcin acerca de cul es "mi clase de gente". Este es el fundamentode los "problemas" entre las minoras y los grupos dominantes, que no derivan dela mera existencia de diferencias humanas.

    Rituales

    Hasta ahora nuestro anlisis de los grupos ha puesto de relieve algunos puntos.Ante todo, los grupos tienen fronteras, y hay gente que pertenece o no pertenece

  • Cuadro 1. Cambios en los ndices de distancia racial (las flechas indican cambios en la posicin relativa)

    1926 (segn 1.725 personasde todo Estados Unidos)

    Ungieses

    2. Estadounidenses(blancos)

    3. Canadienses4. Escoceses5. Irlandeses6. Franceses

    8. Suecos9. Holandeses

    12. Finlandeses1 3 Rusos

    15. Polacos16. Armemos

    18. Indios(norteamericanos)

    1,06

    1,131,131,301,32

    > 1 461,54\6 /

    > 1 59

    1 ^21,83\ 1 88 ^

    >. 1,942,01 N2,06/

    > 2 08

    2,38y 2 39 '

    Y 2 47

    1946 (segn 1.950 personasde todo Estados Unidos)

    ,1 . Estadounidenses/ (blancos)

    2. Canadienses

    3. Ingleses4. Irlandeses5. Escoceses6. Franceses

    4 '3 3V

    1,37 N1,40

    jf

    '

    1,63> 1 76> 1 83\4

    k, 1,94-7> 2 281

    2,2 9> 1 29*1

    ^ 2 32

    2,45

    1956 (segn 2.053 personasde todo Estados Unidos)

    j* \ Estadounidenses(blancos)

    2. Canadienses

    3. Ingleses4. Franceses5. Irlandeses6. Suecos7. Escoceses

    \ 8 Alemanes ,, ..-/X^ 9. Holandeses

    11. Finlandeses

    /13. Polacos'

    / 18. Armenios

    19. Japoneses(estadounidenses)

    20.1ndios1 (norteamericanos)

    1,081,16

    1,231,471,561,571,60

    ^ i 611,63

    i. i 66

    1,80i.. 1 89

    2,07 -. 1 08

    \ 0 v 2 15

    v 1 112,33

    2,34

    2,35

    1966 (segn 2.605personas de todo

    Estados Unidos)

    ^^1. Estadounidenses-* (blancos)

    2. Ingleses

    3. Canadienses4. Franceses5. Irlandeses6. Suecos7. Noruegos

    v /^S.Italianos/\/ 9. Escoceses

    7* 10. Alemanes

    / 11. Holandeses12. Finlandeses13. Griegos

    s'* ! 4- Espaoles^ -f 15. Judos*^*^ 16. Polacos

    >. 17. Checoslovacos18. Indios

    (norteamericanos)19. Japoneses

    (estadounidenses)20. Armenios

    1,071,14

    1,151,361,401,421,501,511,531,54

    1,541,671,821,931,971,982,02

    2,12

    2,142,18

  • 21. Mejicanos22. Mejicanos

    (estadounidenses)11 3 Jsponeses

    24. Japoneses(estadounidenses)

    2 ? Filipinos26 Negros

    27. Turcos">8 Chino"9 rinreinncit, y , i^ui caliua30. Indios (hindes)

    Media aritmtica de48.300 reaccionesracialesDistancia entrelos extremos

    2,69

    > 2 80

    \ x

    t 3,00 Yi 3.28 /

    \/ N

    > 3 36> 3 60

    3,91

    2,14

    2,85

    21 Chinos?22. Mejicanos/ (estadounidenses)

    / 23 Filipinos

    // 24. Mejicanos/

    2 5. Ture os1 26. Japoneses\)\ 7 fnraflnnc\\2f " ^ '^ ' \*an\j &/V28. Indios (hindes)

    \'19 Negros30. Japoneses -^^^~

    Media aritmtica de58.500 reaccionesracialesDistancia entrelos extremos

    > 2 502,52\

    > 1 16/\ *) ' U \9 >

    2,89

    2,90i 3 05 /

    * jf^) -3 607 \ ^ ) w / \ 3 61

    2,12

    2,57

    i 2 1 FilipinosA22. Mejicanos

    1 (estadounidenses)123. Turcos124 Pusos

    \5 rhinosIfi Tonnnococ*r U. J u^/V/ltV4WkJ

    57 T^pgros28. Mejicanos29. Indios (hindes)30 Coralos

    Media aritmtica de61.590 reaccionesracialesDistancia entrelos extremos

    > 2,46

    2,512,52

    /-> 2,56 -/

    /-^2,68->.2,70-x'

    ->2,742,79 \0 /

    ) 2 83

    2,08

    1,75

    >. 21. Filipinos2 2. Chinos

    // 2 3. Mejicanos' (estadounidenses) > 24. Rusos

    jy25. Japoneses26. Turcos

    2 7. Coreanos^ 2 8. Mejicanos^2 9. Negros

    30. Indios (hindes)

    Media aritmtica de78.150 reaccionesracialesDistancia entrelos extremos

    2,312,34

    2,372,38

    2,412,48

    2,512,562,562,62

    1,92

    1,56

    Escala: De 1,00 (menor distancia posible) a 7,00 (mayor distancia posible).Fuente: Bogardus, 1968, pg. 152.

  • 450 MANUAL DE PSICOLOGA SOCIAL

    DISMINUCIN DE LAS MUERTESANTES DE CEREMONIAS SOCIALES

    Eme Durkheim, socilogo francs, subray la importancia que tienenlos rituales en cuanto a fomentar un sentido de solidaridad colectiva. En ver-dad, crea que una sociedad se expresa y afirma a travs de sus ceremonias.Por lo mismo, sostena que un individuo integrado a la sociedad debe partici-par en tales ceremonias, que no hacerlo "equivale a romper los lazos que lounen al grupo" (Durkheim, 1954). Sostena que las personas con pocaintegracin a su sociedad y que no participan en sus ceremonias, mantenin-dose apartadas, tienen inclinacin al suicidio.

    Extendiendo sus argumentaciones, David P. Phillips y Kenneth A. Feld-man (1973) sugirieron que puede haber personas, en el otro extremo delespectro, tan ligadas a su sociedad que de hecho se esfuerzan por prolongarsu vida o posponer su muerte para participar en determinadas ceremonias.A fin de poner a prueba esta idea, examinaron las tasas de mortalidad ante-riores a tres tipos de ceremonias: fechas de cumpleaos, elecciones presiden-ciales y el Da del Perdn (Yom Kippur de los judos), cada una de las cualesera un ejemplo de ceremonia familiar, poltica y religiosa, respectivamente. Sila hiptesis de la "disminucin de las muertes" era correcta, las estadsticasrevelaran una declinacin en la tasa de mortalidad antes de estos importan-tes eventos.

    Para estudiar lo que ocurra en los cumpleaos, los investigadores toma-ron las fechas de nacimiento y de muerte de personas famosas, tal como figu-ran en la obra Cuatrocientos norteamericanos notables (en la prctica, sumuestra debi reducirse a 348 celebridades norteamericanas, ya que en algu-nos casos se desconoca el mes del nacimiento o de la muerte). Partiendo de labase de que el mes de la muerte es independiente del mes de nacimiento,poda inferirse que del total de muertes, la doceava parte (vale decir, lacorrespondiente a un mes del ao) deberan haberse producido en el mesanterior al del nacimiento de estas 348 personas; esa cifra daba 29 muertes,no obstante lo cual slo hubo 16 en ese mes. Por aadidura, mientras que en

    a ellos. En segundo lugar, los grupos son productos de definiciones sociales; mental-mente creamos entidades sociales al agrupar a algunas personas y tratar tales gruposcomo si fueran entidades reales. En tercer trmino, la cohesin del grupo es fomen-tada por la conciencia de unicidad: no estamos meramente en el grupo sino quesomos de l. Cada uno de estos elementos puede ser establecido, realzado y renova-do mediante rituales, actos sociales de significacin simblica, cumplidos en ciertasocasiones porque los prescribe la tradicin. Las ciencias sociales deben mucho aErnile Durkheim (1954), un pionero francs de la sociologa (1858-1917), por sucomprensin del papel que cumplen los rituales en la vida humana. Puntualiz

  • LOS GRUPOS Y EL COMPORTAMIENTO CRUPAL 45]

    el mes del nacimiento y los tres meses posteriores deberan haberse producido116 muertes (4/1 2 x 348), el nmero real fue de 140. As pues, haba efecti-vamente una disminucin de las muertes antes de la fecha de cumpleaos y unaumento de ellas luego de dicha fecha, hallazgos congruentes con la hiptesisde Phillips y Feldmann/

    Con el objeto de ver qu suceda en el caso de las elecciones presidencia-les en Estados Unidos, los autores investigaron a continuacin la proporcinde muertes que se produjeron en el pas en los meses de setiembre y octubre,entre 1904 y 1968. Para confirmar la hiptesis, el nivel de mortalidad debaser menor en los aos en que hubo elecciones que en los otros. Y as fue: en13 de las 1 7 elecciones realizadas, dicho nivel fue inferior.

    Respecto de las ceremonias religiosas, la misma pauta de disminucinde muertes se demostr vlida para los judos de Nueva York y de Budapestcon anterioridad al Da del Perdn.

    Phillips y Feldman llegaron a la conviccin de que esta merma en losdecesos antes de los tres tipos de ceremonias estudiadas por ellos eran conse-cuencia de que las personas se esforzaban por prolongar su vida. Se sentantan vinculadas a la sociedad que postergaban su fallecimiento hasta que lasceremonias en cuestin, tan valoradas por ellos, ya hubieran transcurrido.

    Myron Boor (1981) puso a prueba la hiptesis del suicido de Durkheimcomparando la proporcin de suicidios registrados en setiembre y octubre,entre 1912 y 1972 en catorce aos en los que hubo elecciones presidencialesen Estados Unidos, con la proporcin de suicidios en los mismos meses de losaos anterior y posterior. En los aos de eleccin la proporcin de suicidiosfue significativamente menor. De hecho, la inminencia de una eleccin presi-dencial tena mayor efecto proporcional sobre las muertes por suicidio quesobre las causadas por otros motivos. Aparentemente, las campaas electora-les hacen que las personas se conecten ms con su entorno y se muestrenrenuentes a abandonarlo.

    Durkheim que los rituales religiosos, ejecutados con toda la pompa y ceremoniaque les es habitual, sirven para renovar y afirmar el orden social.

    Otro distinguido socilogo, Robert K. Merton (1968), ha sealado que nues-tras motivaciones conscientes al desarrollar estas clases de ceremonias pueden tenerpoco que ver con las consecuencias objetivas del comportamiento. Para ello dio elejemplo de los ceremoniales de los indios hopi referidos a la lluvia. Los meteorlo-gos nos han anoticiado de que dichas ceremonias no cumplen la funcin que losindios hopi les han atribuido, de producir abundantes precipitaciones. No obstante,Merton afirma que cumplen otras funciones, no reconocidas por los aborgenes.

  • 452 MANUAL DE PSICOLOGA SOCIAL

    RITUALES

    Pronto vendr la Navidad, y la costumbre es celebrar la Navidad conmis padres en casa. Mis hermanos y hermanas concurren acompaados por susrespectivos esposos. La Navidad, es en verdad, una cuestin importante enmi familia.

    Bien, este ao la familia de mi novio me invit a que la pasara con ellos, yyo tengo unas ganas locas de ir. Siempre he sido la rebelde de la familia, ysera la primera en quebrar la tradicin (salvo Bob, cuando estuvo en el servi-cio militar). Mi madre est sumamente enojada por esto; dice que a Brad lopuedo visitar en cualquier momento y que en Navidad la familia debe estarjunta. Yo me doy cuenta de que mi proceder constituye un peligro para ella.La Navidad es un ritual mediante el cual renovamos y rejuvenecemos nuestroslazos familiares. La cena, el intercambio de regalos, la misa de medianoche, elarbolito adornado y las medias colgando de la chimenea para el "Viejo SanNick" son nuestra manera de revelarnos uno al otro hasta qu punto es pro-funda nuestra adhesin y lealtad a la familia, al par que gracias a todo eso crea-mos esa adhesin y esa lealtad. Si este ao yo no participo en la fiesta, mimadre ver en mi' a una renegada, alguien a quien perder muy pronto. Desdeluego, puede ser que en un sentido tenga razn, pues yo misma considero quemi vida est menos ligada a la familia que la de mis hermanos.

    En primer trmino, les brindan una ocasin para reunir a los miembros dispersosde la sociedad y renovar sus lazos sociales. En segundo lugar, permiten "manejar"la tensin emocional vinculada, por ejemplo, a una sequa, y sentir que puedencontrolar las fuerzas de la naturaleza, que de otro modo les resultaran ingoberna-bles. En tercer trmino, ofrece a los hopi un escape peridico de la realidad atravs del xtasis colectivo y la exuberancia que las actividades rituales poseen.

    Pero los rituales no slo toman forma religiosa: tambin son rituales lossaludos a la bandera, la entonacin del himno nacional antes de un suceso depor-tivo, los desfiles del Da de la Independencia, las festividades para Pascuas o paraNavidad, las actividades del da de la graduacin-, los matrimonios y velorios, lasfiestas de cumpleaos, determinados acontecimientos deportivos y, en algunospases, las ejecuciones pblicas. Segn los psiclogos sociales, todas estas activi-dades tienen una funcin comn: renovar nuestro sentimiento de solidaridadcolectiva. Los rituales simbolizan la realidad del grupo y la relacin que mantene-mos con l.

    Tomemos como ejemplo el saludo a la bandera, la entonacin del himnonacional y los desfiles del Da de la Independencia, que en Estados Unidos serealizan el 4 de julio. Todas estas acciones estereotipadas son llevadas a cabo enun medio comn y de una manera grupa!. Y las cumplimos con un correspondien-te sentimiento de respeto y reverencia, de estar ante algo sagrado, todo lo cual

  • LOS GRUPOS Y EL COMPORTAMIENTO CRUPAL 453

    contribuye a evocar en todos una misma definicin de la realidad y a gestar unaemocin mutuamente compartida. Estos rituales identifican las fronteras delgrupo, el hecho de que pertenecemos a una nacin e identifican a este grupo comouna entidad social peculiar, dotada de una existencia supraindividual, y nos ofrecenuna conciencia de unicidad, un realzado sentimiento de involucracin y compromi-so respecto de la nacin.

    Observa Durkheirn que si al individuo se lo deja librado a s mismo, su concien-cia individual sus estados interiores permanece cerrada para los dems. Nuestramentalidad privada no puede ponerse en contacto y comunicarse con la de otro sino "sale fuera de s misma". Y logra esto volviendo externo lo interno, transfor-mando dicha conciencia interior en una conciencia colectiva, merced al procedi-miento simblico de los rituales. Al pronunciar las mismas palabras, entonar elmismo canto o ejecutar idntico gesto, nos informamos uno a otro que estamos enarmona y que somos conscientes de nuestra unidad. Adems, mediante la represen-tacin colectiva de los rituales nos fundimos en una real comunin; experimenta-mos una hermandad de sentimientos, un comn lazo emocional, al crear al unsono,gracias a los smbolos ritualsticos, un estado anmico compartido.

    En suma, los rituales operan en dos direcciones: primero, actan como instru-mentos o vehculos para revelar nuestros estados psquicos individuales; segundo,sirven para crear estados anmicos comunes, compartidos.

    GRUPOS PRIMARIOS Y SECUNDARIOS

    Una de las distinciones ms amplias y fundamentales establecidas por los psic-logos sociales es la que existe entre grupos primarios y secundarios. Un grupo prima-rio es un conjunto de dos o ms individuos relacionados entre s de manera directa,ntima y personal. Son ejemplos de grupos primarios la familia, los grupos detrabajo, los grupos de amigos, los vecindarios a la usanza antigua, y los grupos dejuegos infantiles (vase el cuadro 2).

    La formacin de un grupo primario se ve fomentada por: 1) la proximidadfsica, que implica el contacto cara a cara; 2) un reducido nmero de personas, y3) la intensidad y frecuencia de la interaccin (Davis, 1949). La proximidad fsicapermite una comunicacin ntima; cuando las personas pueden verse y conversar,les es posible llevar a cabo un sutil intercambio de sentimientos, opiniones y estadosde nimo. El tamao del grupo es importante por la simple razn de que un grannmero de personas no se pueden vincular entre s de manerq directa y personal. Ypor ltimo, la duracin e intensidad de la interaccin es un elemento decisivo, yaque a igualdad de todos los dems factores, cuanto ms frecuentemente estemosjuntos, ms numerosos y profundos sern los lazos mutuos que estableceremos.Al asociarnos, creamos hbitos entrelazados que nos ligan.

  • 454 MANUAL DE PSICOLOGA SOCIAL

    Cuadro 2. Grupos primarios y secundarios.

    Caractersticas del grupo primario Caractersticas del grupo secundario

    Pequea cantidad de personasAbarca a la persona en su totalidad

    PersonalInteraccin continuaLarga duracinExpectativas informalesRestricciones impuestas de manera

    informalLazos expresivos

    Gran cantidad de personasAbarca slo ciertos aspectos de la

    conductaImpersonalInteraccin espordicaBreve duracinPrescripciones formalesRestricciones impuestas de manera

    formalLazos instrumentales

    Ejemplos de grupos primarios Ejemplos de grupos secundarios

    FamiliaCamarilla o grupo de condiscpulosGrupo de trabajoComunidad, vecindario antiguoGrupo de amigos ntimos

    SindicatoFacultadEmpresaCiudad modernaBatalln, unidad militar

    Un grupo secundario es lo opuesto de un grupo primario, vale decir, un conjun-to de dos o ms personas que se relacionan entre s de manera indirecta, impersonal,carente de intimidad. En ellos se entablan relaciones cotidianas transitorias, en lasque poco o nada sabe cada cual de los dems. Las universidades, la Fuerza Area, lasciudades, los organismos gubernamentales o internacionales como laOIT,las fbri-cas, grandes empresas como la General Electric, iglesias como la Catlica Romana,son ejemplos de grupos secundarios. Dentro de esos medios nos mostramos mscalculadores y cuidadosos, somos ms proclives a "autovigilarnos". Lo tpico es queslo pongamos en estos grupos secundarios un fragmento de nuestra vida y de nues-tra personalidad: no depositamos en ellos nuestro s-mismo total, como lo hacemosen los grupos primarios. A menudo los grupos secundarios apuntan a intereses espe-ciales o cumplen funciones particulares: educar a los jvenes (escuela), hacer dinero(empresas), proteger el pas (los militares), venerar algn dios (Iglesia). En suma, lasrelaciones en ellos son impersonales, la comunicacin es racional y persigue un pro-psito determinado, las expectativas d rol estn definidas especficamente y lainteraccin entre los miembros apunta a un objetivo exterior y no se centra en lapersona.

  • LOS GRUPOS Y EL COMPORTAMIENTO CRUPAL 455

    Importancia de los grupos primarios

    Los grupos primarios son bsicos (primarios) en varios aspectos. En primerlugar, son los agentes o vehculos a travs de los cuales cada persona es introducidaen la sociedad. Como observa Kingsley Dayis:

    El grupo primario, bajo la forma de la familia, nos inicia en los secretos de lasociedad. Es a travs de l que, como compaeros de juego y camaradas, damos porprimera vez expresin creativa a nuestros impulsos sociales. Es el criadero denuestras reglas y costumbres, la nodriza de nuestras lealtades (1949:290).

    As pues, los grupos primarios funcionan como agentes de socializacin. Nosadaptan para la participacin social, como fue puesto de relieve por los antroplo-gos en su trabajo de campo cuando debieron convertirse en "extraos" frente aotras sociedades. Describi esto el antroplogo Edmund Carpenter, quien vividurante un perodo entre los aivilik, un pueblo de esquimales:

    Varios meses despus del arribo an me senta vaco, incmodo entre los aivi-lik. Jams saba qu tena que hacer, ni siquiera dnde deba pararme o sentarme.Era un torpe rodeado por un mundo activo, tan impotente como un nio pese a serun hombre crecido; me senta como un deficiente mental (1965:55).

    Slo despus de haber sido incorporado a grupos primarios de los aivilik, pudoCarpenter aprender las pautas culturales correspondientes y sentirse cmodo dentrode esa sociedad.

    Un segundo motivo por el cual los grupos primarios son tan fundamentales esque gracias a ellos podemos obtener diversas satisfacciones sociales. En su senoencontramos compaerismo, un sentido de mrito personal, afecto, aceptacin yuna situacin general de bienestar. Apreciamos esta calidad de los grupos primarioscuando debemos abandonar nuestra casa para asistir a una universidad en otro sitio,casarnos o trabajar fuera de nuestro lugar de residencia. De inmediato sentimos"nostalgia por el hogar", ese grupo primario con el cual hemos cortado repentina-mente nuestros lazos inmediatos. Charles H. Cooley, creador del concepto de grupoprimario, observ lo siguiente:

    Desde el punto de vista psicolgico, el resultado de toda asociacin ntima esuna cierta fusin de individualidades en una totalidad comn, de modo tal que elpropio s-mismo de cada cual, al menos para muchos propsitos, es la vida comny la finalidad que persigue el grupo. Tambin la mejor manera de describir estatotalidad es diciendo que constituye un "nosotros"; ella envuelve esa suerte desimpata y de identificacin mutua cuya expresin natural es el "nosotros". Cadaindividuo vive sintiendo esa totalidad, y estima que en ese sentimiento se cumplesu voluntad principal (1909:23-24).

  • 456 MANUAL DE PSICOLOGA SOCIAL

    Por consiguiente, el grupo primario satisface una variedad de necesidadessociales y nos confiere un sentimiento de filiacin social.

    Un tercer aspecto en el cual los grupos primarios son bsicos es que funcio-nan como agentes de control social. Sus miembros gozan en ellos de incompara-bles oportunidades para dar a conocer sus actitudes y para controlar, modificar ocorregir los puntos de vista ajenos, poniendo en vereda a los que discrepan:

    El poder que poseen es incrementado, adems, por su capacidad extraordina-ria para retribuir la conformidad de sus miembros y castigar su desviacin, y lo queno es menos importante, para hacerlo en forma inmediata, directa y tangible. Otrostipos de asociaciones deben descansar, en cambio, en "refuerzos" ms distantesen el tiempo, ms vagamente percibidos, ms ambiguos, y por lo tanto (como lohan puesto en evidencia numerosos experimentos de la psicologa del aprendizaje),probablemente mucho menos eficaces... En caso de fallar las retribuciones queotorga el grupo primario, ste puede ganarse el acatamiento de sus miembros y amenudo lo hace rechazando a los desviados o amenazndolos con el ostracismo;medidas cuya potencia aumenta en proporcin al grado en que el miembro estimaal grupo o no tiene ningn otro al cual acudir (McClosky y Dahlgren, 1959:759).

    Los grupos primarios sirven, entonces, no slo como "portadores" o vehculosde las normas sino como los medios para "sancionarlas".

    Grupos primarios dentro de grupos secundarios

    Si exceptuamos a los habitantes de sociedades pequeas, que no superan alcentenar o dos centenares de miembros, todos nosotros vivimos en sociedadescomplejas y en medio de organizaciones formales caracterizadas por relacionessecundarias, impersonales. En este contexto, los grupos primarios proporcionanun puente esencial entre el individuo y la "gran sociedad". Ya hemos observado dequ manera l transmite, interpreta y, a la postre, sustenta las normas de la socie-dad. De hecho, es el principal "portador" y depositario de los estilos culturales delpueblo. En este sentido, acta como mediador, vinculando a los individuos con lasociedad global. La capacidad de una gran organizacin para movilizar y controlara sus miembros aumenta s stos pertenecen a aqulla a travs de grupos primariosintermedios. Cuanto ms fuerte sea el grupo mediador (p. ej. la familia), ms firmeser el lazo establecido entre la organizacin y el individuo (Broom y Selznick,1973).

    Nada tiene de asombroso que los grupos primarios desempeen a menudo unpapel decisivo en la movilizacin de personas en pro de los objetivos perseguidospor una gran organizacin. Un caso tpico es el de un ejrcito. Gran cantidad depruebas sugieren que cuanto ms fuertes sean los lazos primarios de las tropas quecombaten juntas, mejor ser su eficacia y desempeo. En un estudio sobre el ejr-cito alemn durante la Segunda Guerra Mundial, Edward A. Shils y Morris Jano-

  • LOS GRUPOS Y EL COMPORTAMIENTO CRUPAL 457

    witz (1948) comprobaron que su eficacia en la lucha proceda de su capacidadpara reproducir en las unidades de infantera la intimidad y los lazos que ofrecanantes a los soldados los grupos primarios a los que pertenecan en su vida civil.Salvo una minora de nazis pertenecientes al "ncleo duro" del movimiento, lasideas polticas y convicciones ideolgicas tenan escasa repercusin en la resolucinde los combatientes. Como dijo ms tarde un alemn capturado, "el nazismocomienza quince kilmetros atrs del frente de batalla".

    Los soldados alemanes manifestaban notable ignorancia y apata con respectoal desarrollo de la contienda. Informan Shils y Janowitz lo siguiente:

    Para el soldado alemn corriente, lo decisivo era que integraba un escuadrno grupo que mantena su integridad estructural y era, en lneas generales, una uni-dad social que satisfaca algunas de sus principales necesidades primarias. Eraprobable que se lanzara a combatir siempre y cuando le proporcionaran las armasnecesarias en tanto y en cuanto el grupo poseyera lderes con los que l pudieraidentificarse, y pudiera dar y recibir afecto de los restantes miembros de su escua-drn y pelotn. En otras palabras, su desempeo militar era bueno en la medidaen que l se senta miembro de su grupo primario, y por consiguiente ligado a lasexpectativas y demandas de los restantes miembros (1948:284).

    Estudios realizados entre soldados norteamericanos revelan motivacionessimilares (Shils, 1950; Moskos, 1969).

    Hemos dicho que los grupos primarios pueden funcionar como intermedia-rios, conectando a los individuos con una organizacin mayor; pero tambin puedenoperar de modo de socavar las metas y directivas oficiales del grupo ms amplioal que pertenecen. Esta doble capacidad suele apreciarse en los grupos informales,organizaciones sociales que surgen dentro de una organizacin formal pero sin serdefinida o prescripta por sta.

    Los grupos informales que emergen en medios laborales establecen normas quepermiten a los trabajadores aumentar su control del ambiente laboral y disminuirsu dependencia respecto de la gerencia. Peter M. Blau y W. Richard Scott resumenalgunas de estas normas y los procedimientos empleados para apuntalarlas:

    En el curso de la interaccin surgieron un conjunto de reglas comunes de con-ducta que incluan las prohibiciones siguientes: "No seas un rompe-horarios traba-jando demasiado rpido. No seas un oportunista trabajando demasiado lento. Si teconviertes en capataz temporario, prtate como un tipo cualquiera, no te mandesla parte como jefe. No seas delator."

    La conformidad con stas y otras normas se recompensaba, mediante una apro-bacin que conceda una posicin comparativamente alta dentro de la estructurainformal de status. Las violaciones a las normas eran castigadas de diversas maneraspor los miembros del grupo. Si esas violaciones eran menores, tal vez lo nico queacarrearan fuera la "vacunacin" (que consista en que cada cual le diera un golpe

  • 458 MANUAL DE PSICOLOGA SOCIAL

    al transgresor en la parte superior del brazo), o bien con la burla y el ridculo. Perosi alguien transgreda en forma permanente normas importantes, perda populari-dad, se reduca su interaccin social y a la postre terminaba en un total ostracismo.A uno de los trabajadores se lo aisl porque haba violado la norma ms grave delgrupo: delat a sus compaeros ante el capataz (1962:92).

    Estudios efectuados en crceles, cuarteles, servicios de correos, hospitales,escuelas y fbricas revelaron la existencia de elaboradas pautas para "tomar elpelo" o burlarse de los compaeros, entregarse a juegos de azar o al trfico ilcitode drogas, permitirse .recreos o interrupciones no autorizadas de la tarea as comoincurrir en "embustes", todo lo cual deriva de las relaciones propias de los gruposinformales.

    GRUPO DE REFERENCIA Y GRUPO DE PERTENENCIA

    Si un hombre no marcha al mismo ritmo que sus compa-eros, tal vez es porque escucha un tambor diferente.Henry Thoreau, Walden

    Ms de un siglo atrs, Henry Thoreau apunt que el aparente inconformistala persona que no marca el mismo paso que el resto de la procesin tal vezest simplemente marchando al ritmo de un tambor distinto. En esta observacinde Thoreau estaba implcito el concepto de grupo de referencia, expresin queemplea la psicologa social para referirse a la unidad social con la que se identificauna persona, y cuyos criterios o patrones utiliza para definir su propia conducta yevaluarla. Un grupo de referencia puede o no coincidir con el grupo de pertenencia,vale decir, la unidad social a la que realmente pertenece el individuo.

    La filiacin respecto de un grupo 'de referencia es producto de una identifica-cin psicolgica; ella contribuye a explicar el comportamiento en apariencia contra-dictorio de un revolucionario de clase alta o de un obrero reaccionario, de un catli-co renegado o de un hidalgo harapiento, del traidor a su patria que colabora con elenemigo, el inmigrante totalmente asimilado a su nuevo pas y el mayordomo quepretende escalar posiciones en la jerarqua social. Resulta claro que estos individuoshan tomado como grupo de referencia el constituido por personas muy diferentesde las que integran su grupo de pertenencia (Hyman y Singer, 1968). Tambin seamoldan a esta descripcin gran nmero de estudiantes universitarios que aspiran aformar parte de una determinada profesin; de hecho su paso por las aulas es unaforma de socializacin anticipada: cultivan las conductas (habilidades profesionales,modales, tica y perspectiva general) asociadas con las profesiones que aspiran adesempear, ya sea que quieran convertirse en enfermeros, mdicos, ingenieros,abogados, contadores u hombres de ciencia. En todos los casos, conf/an en que sugrupo de referencia llegar a ser a la larga su grupo de pertenencia.

  • LOS GRUPOS Y EL COMPORTAMIENTO CRUPAL 459

    GR UPOS DE REFERENCIA

    En la escuela secundaria mi mejor compinche era Mike. Tenamos famade ser los dos tipos ms locos del ltimo ao. Andbamos por todos ladosvestidos con el '"uniforme" de la muchedumbre bohemia. Bebamos mucho,fumbamos marihuana, siempre estbamos de parranda y, en general, hacien-do un bochinche infernal.

    Haca dos aos que no lo vea a Mike, cuando de pronto hoy me cruccon l en la calle. Usaba un buen par de zapatos negros, pantalones de tartn,un pulver y hasta una camisa abotonada. Para colmo, se haba cortado elpelo al estilo militar. A mi modo de ver estaba absolutamente ridculo. Char-lamos un rato y result que Mike se haba convertido en un "neo cate eume-no". Estaba muy metido en la religin, y me coment que haca ms de unao que no fumaba, beba ni tena relaciones sexuales.

    Atribuyo estos cambios de Mike a que se modific su grupo de referen-cia. Se apart de los bochincheros y se junt con los cristianos. Sus actitudesy su conducta cambiaron en consonancia con este cambio en su identidad yen su adhesin al grupo.

    Los grupos de referencia cumplen dos funciones (Kelley, 1952). En primertrmino, nos brindan determinadas normas y actitudes, un marco que orienta nues-tra conducta. Los psiclogos sociales llaman a sta su funcin normativa. Nos auto-concebimos como miembros bien vistos dentro de cierto grupo, o pretendemosserlo; y por ende adoptamos sus puntos de vista polticos, su vestimenta y modo depeinarse, sus creencias religiosas, prcticas sexuales y hasta hbitos de consumo dedrogas. Las opiniones y reglas que rigen en el grupo pasan a ser nuestras propiasopiniones y reglas. En este sentido, nuestro comportamiento depende completa-mente del comportamiento del grupo.

    En segundo trmino, los grupos de referencia cumplen una funcin de compa-racin, o sea, nos sirven como criterio o patrn respecto del cual juzgarnos y eva-luarnos. De continuo formulamos evaluaciones relativas a nuestro atractivo fsico,inteligencia, grado de salud, posicin social y estndar de vida respecto del resto dela gente. Si nuestro grupo de referencia no es el de pertenencia, es posible que expe-rimentemos un sentimiento de privacin relativa o sea, una insatisfaccin derivadade la discrepancia entre lo que tenemos (las condiciones o circunstancias efectivasde nuestro grupo de pertenencia) y lo que creemos que deberamos tener (las con-diciones o circunstancias de nuestro grupo de referencia). Estos sentimientospueden contribuir a alienarnos y fomentar nuestro descontento social y nuestraparticipacin en actividades revolucionarias (vase el captulo 17). Por el contrario,la sensacin de gratificacin relativa nos hace sentirnos satisfechos con el "sistema"(Singer, 1981).

  • 460 MANUAL DE PSICOLOGA SOCIAL

    Pero no todos los grupos de referencia son positivos para nosotros; tambinrecurrimos al grupo de referencia contrario, con el cual nos comparamos a fin deponer d relieve las diferencias entre ese grupo y nosotros. As, por ejemplo, loscubanos nacionalizados norteamericanos que residen en el sur del estado de Floridatienen al rgimen castrista como un grupo de referencia contrario (Carver y Humph-ries, 1981). En su mayora, escaparon de su patria luego de a revolucin de 1959que llev a Fidel Castro al poder. La oposicin a.la Cuba de Castro los ayuda a esta-blecer sus creencias y a determinar qu son ellos en realidad. Pero ms importantetodava, el grupo de referencia contrario les ofrece un mecanismo de solidaridadsocial, un medio por el cual la comunidad de exiliados se une y congrega. Facilitala aceptacin de cada individuo dentro de la comunidad y le asegura los beneficiosde la interaccin social con otros que creen en sus mismas ideas.

    La polarizacin en los debates

    Desde hace mucho se supona que los grupos tienden a ser ms moderados yconservadores en sus opiniones que cada uno de sus miembros tomados por separa-do; vale decir, que aqullos ejercen un efecto disuasivo sobre la creatividad, lainnovacin, la osada y la temeridad. William H. Whyte (1956), en su libro Elhombre organizacin que lleg a ser un xito de venta y se convirti en la Bibliadel mundo de los negocios, sugiere que el directivo que pretende un consejomoderado debera pedir la opinin de un comit y no la de individuos aislados.No obstante, como a menudo sucede con las opiniones basadas en el sentidocomn, esta prediccin ha sido contradicha por una creciente y notable cantidadde pruebas establecidas por la psicologa social.

    Las investigaciones sobre esta cuestin tuvieron sus orgenes en la tesis inditade licenciatura de James Stoner (1961), del Instituto de Tecnologa de Massachu-setts. El estudio de Stoner revel que las personas tienden a tomar decisiones msatrevidas cuando se encuentran en grupo que cuando estn a solas, fenmeno quefue denominado el efecto de eleccin del riesgo. En los experimentos en que seestudia este efecto se comienza por lo general solicitando a los sujetos que lean unfragmento referido al caso hipottico de un individuo que deba escoger entre dosalternativas: una segura pero carente de atractivos, y otra atractiva pero en la que laprobabilidad de fracaso era mucho ms alta. Por ejemplo, se presenta el caso de uningeniero electricista que tena un puesto seguro pero de modestos ingresos, aunquesuficientes para l; le ofrecan a este ingeniero otro cargo en una pequea empresarecientemente establecida, de futuro incierto, en el cual percibira un sueldo consi-derablemente mayor. A los sujetos del experimento se les pidi que manifestasen lamnima probabilidad de xito en la nueva empresa con la cual ellos juzgaranaceptable que el ingeniero cambiara de firma: las posibilidades eran una en diez,tres en diez, cinco en diez, siete en diez o nueve en diez. Luego de este pretest indi-vidual, se les dice que debatan la cuestin en grupo para llegar a una decisin. Si

  • LOS GRUPOS Y EL COMPORTAMIENTO CRUPAL 461

    EL PEQUEO GRUPO Y LACREACIN DE UNA CULTURA

    En la secundaria Ginny fue mi mejor amiga. Ahora estamos las dos ensegundo ao de la facultad. Yo me fui a estudiar a una universidad de otraparte, pero Ginny se qued en el pueblo y concurre a la universidad local. Laspasadas Pascuas fui de visita a casa y Ginny me invit a una reunin que hacapara su pandilla de la facultad.

    Yo era la nica del grupo que no conoca a los dems; salvo a Ginny, noconoca a nadie all. Fueron todos muy amables y cordiales conmigo, perome sent incmoda y fuera de lugar. Conversaban y se rean de un montnde cosas que para m eran chino bsico. De vez en cuando los muchachoscantaban un sonsonete que pareca entusiasmar y divertir a todos menos a m.Chismorreaban sobre sus conocidos, bromeaban sobre hechos que habansucedido en las clases y hacan referencias a fiestas y reuniones anteriores.Todo esto me era ajeno.

    Esta experiencia me hizo recordar lo que apunta el socilogo Gary AlanFine (1979) cuando dice que los pequeos grupos crean su propia culturaque l llama "idiocultura". Estas culturas comparten varios elementos,que son: 1) conocidos por todos los integrantes del grupo; 2) tiles parafacilitar la interaccin grupal; 3} funcionales, por cuanto sustentan los objeti-vos del grupo y satisfacen necesidades de sus miembros; 4) apropiados paraapuntalar la jerarqua de status del grupo; y 5) desencadenados por sucesosque se producen en determinadas situaciones grupales.

    A raz de su idiocultura, los miembros del pequeo grupo ntimo a quealud antes estaban inmersos en su propio mundillo, del cual yo no formabaparte. No es de sorprender que me sintiera torpe y molesta.

    bien los resultados varan algo segn el tipo de riesgo que se hace intervenir en elmarco social, hay una abrumadora tendencia (a travs de las condiciones diversas dems de un centenar de experimentos) a asumir elecciones ms riesgosas en grupoque en forma individual (Pruitt, 1971a, 1971b; Cartwright, 1971, 1973),

    Se han propuesto numerosas explicaciones para el efecto de eleccin del riesgo,y aunque ninguna de ellas alcanz confirmacin unnime, recibi considerableapoyo la teora de la eleccin del riesgo por el valor dominante, postulada porRoger Brown en 1965 y que desde entonces fue modificada y ampliada en diver-sas versiones (Morgan y Aram, 1975; Mueheman et al., 1976;Hong, 978). Segnesta teora, el atrevimiento y la asuncin de riesgos son conductas muy valoradasen la conducta occidental, y en este aspecto ninguna persona quiere ser menos quesus pares; pero en los debates grupales, algunas comprueban que no son tan osadasrealmente como les gustara creer, y. en consecuencia adoptan opciones ms atre-vidas.

  • 462 MANUAL DE PSICOLOGA SOCIAL

    LA ELECCIN DEL RIESGOAnoche me escabull, junto con tres compaeras del club estudiantil

    femenino, hasta la sede de la cofrada donde todas somos "hermanitas". Pormedio de una llave "robada", nos metimos en la casa e hicimos nuestra dia-blura en la habitacin de adelante. Todo esto suceda ms o menos a las tresy media de la madrugada. Yo saba que nuestra conducta era una transgresina las normas, y tena miedo de que nos agarraran; pero me di cuenta de queno estaba ni la mitad de asustada de lo que estara si estuviera haciendo tra-vesuras sola. A fuer de sincera, en caso de estar sola ni siquiera se me hubieracruzado esta idea por la cabeza.

    Este es un buen ejemplo del fenmeno de la eleccin del riesgo. Conver-sando con mis amigas decidimos emprender algo mucho ms riesgoso de loque cada una de nosotras se habra animado por separado.

    No obstante, en ciertas tareas las personas no se desplazan en direccin al riesgosino en direccin a la precaucin. Por ejemplo, si una tarea experimental incluye laalternativa del divorcio (opcin que no goza del favor de la cultura) como solucina la discordia conyugal, se produce un desplazamiento en el sentido de la pre-caucin.

    A estos dos fenmenos los psiclogos sociales los denominan desplazamientode la eleccin. De acuerdo con la teora antes mencionada, en las situaciones socia-les las personas adoptan el valor dominante de un cierto grupo de referencia (riesgo-so o precavido, segn cul sea la conducta considerada socialmente conveniente).En consecuencia, podemos decir que la discusin en grupo polariza el juicio de losindividuos, promoviendo la tendencia de stos a desplazarse hacia el polo preferidopor los dems, lo cual se denomina fenmeno de la polarizacin grupal (Myers yLamm, 1976). Norris R. Johnson (1974; Johnson et al., 1977) sostiene que el com-portamiento de las multitudes ofrece un buen ejemplo de esta polarizacin grupal;la respuesta promedio de los miembros del grupo se vuelve ms extrema aun, aun-que siempre en la misma direccin, que en un contexto previo a la formacin de lamultitud.

    Otra explicacin que ha tenido abundante apoyo experimental es la teora dela eleccin del riesgo por liberacin, propuesta por Dean G. Pruitt (1971a, 1971b).Dice este autor que cada vez que se nos pide adoptar una decisin se nos plantea unconflicto; por un lado el riesgo nos resulta atractivo, pues implica que confiamosen nuestra capacidad de hacer frente al medio, mientras que por otro tambin laprudencia nos atrae a raz de que la moderacin y la razonablidad son valoresampliamente difundidos en nuestra cultura. La teora de la liberacin describe elproceder de individuos como el clebre Walter Mitty, personaje del relato de JamesThurber; ese hombre precavido, dominado por su esposa, y que a pesar de desarro-

  • LOS GRUPOS Y EL COMPORTAMIENTO CRUPAL 463

    llar una vida mundana trivial, en su interior albergaba profusin de ensoacionesaventuradas y temerarias. De acuerdo con la teora de la liberacin, la adopcin dedecisiones ms riesgosas en los debates grupales se produce a raz de que los miem-bros ms cautelosos descubren que hay otros dispuestos a correr riesgos, y esto loslibera de sus coerciones sociales, dndoles "coraje para defender sus convicciones",pero debemos decir que este fenmeno de la eleccin del riesgo, as como las expli-caciones corrientes sobre l, son motivo todava de considerables controversias.

    Pensamiento colectivo

    En 1961, algunos de los dirigentes polticos ms capaces y respetados de lahistoria norteamericana adoptaron en forma unnime una medida catastrfica: lainfausta invasin de la Baha de Cochinos. El grupo que asesoraba en ese momentoal presidente John F. Kennedy inclua a Robert Kennedy, Arthur Schlesinger (h.),Dean Rusk, McGeorge Bundy, Douglas Dillon y Robert McNamara. Estos hombresdecidieron enviar a 1.400 exiliados cubanos, entrenados por la CA, a fin de tratarde derrocar al rgimen castrisa implantado en Cuba. Pero por ms que los invasoresrecibieron ayuda de la CA y de la marina y la fuerza area de Estados Unidos, lascosas no anduvieron bien: las fuerzas de Fidel Castro repelieron el ataque, captura-ron a 1.220 de los exiliados y mataron a la mayora de los restantes. La invasin dela Baha de Cochinos demostr ser un craso error, que no slo origin profundosescollos para Estados Unidos sino que adems consolid la alianza entre Cuba yRusia, llevando a este ltimo pas a intentar establecer misiles atmicos en la isla.

    El presidente Kennedy se preguntara ms tarde: "Cmo pudimos llegar aser tan necios?" Y sin embargo, ni l era necio ni lo eran su hermano Bob, ni ArthurSchlesinger (un distinguido profesor de historia de la Universidad de Harvard), niRobert McNamara (ex funcionario de la empresa Ford, de quien se deca que tenauna "mentalidad de computadora"), ni ninguno de los dems asesores presidencia-les. Con todo, examinando las premisas bsicas en que se fund la operacin de laBaha de Cochinos a la luz de los datos entonces disponibles, resultan absurdas:hechos tan elementales como el tamao y podero de las fuerzas castristas habansido pasados por alto. En verdad, el presidente y sus asesores ni siquiera tuvieronen cuenta en algunos casos la informacin pertinente de que disponan.

    Cmo fue posible que individuos en apariencia tan idneos se equivocarantanto? Irving Janis (1971, 1972), un psiclogo social de la Universidad de Yae,sostiene que la respuesta debe buscarse en el pensamiento colectivo, el proceso detoma de decisiones en los grupos de alta cohesin, donde los miembros estn tanpreocupados por conservar el consenso grupal que su capacidad crtica se vuelveinoperante. En circunstancias de amenaza externa, surge en tales casos un esquemau orden oculto que estipula que los miembros del grupo deben mantener a todacosta sus buenas relaciones mutuas. Llegan a valorar especialmente la coinciden-cia y la unanimidad, lo cual obstruye su capacidad crtica, y en consecuencia se

  • 464 MANUAL DE PSICOLOGA SOCIAL

    PENSAMIENTO COLECTIVO

    Compartimos un departamento con otros tres tipos de mi pueblo natal.Nos conocemos desde que jugbamos juntos en el equipo infantil de la liga deftbol del pueblo. Ms de una vez nos dimos patadas uno al otro o nos saca-mos de la cancha mutuamente. A medida que pasaron los aos, seguimos ju-gando al ftbol en la secundaria, y ahora estamos tambin juntos en la fa-cultad.

    Bien, hace ya un tiempo que los dems vienen hablando de comprar entretodos un tocadiscos estreo fnico, que cuesta bastante. Ahora han dicho quehay que concretar la idea, y sta a m no me entusiasma. Francamente no meatrae la msica. . . por alguna razn toda ella me parece un montn de ruidosmolestos. No slo eso, sino que el aparato es caro y consumir todos misahorros.

    Me gustara manifestarles lo que siento y decirles que no cuenten conmi-go, pero hasta ahora no dije una palabra, y hago como que comparto el pro-yecto. No quiero estropear la ilusin de unanimidad que hay en el grupo,deteriorar el sentimiento de solidaridad. Y s que en caso de expresar mi opo-sicin, los dems se me vendran encima y yo no la pasara bien. As, pues,estoy practicando la autocensura.P.D.: Ya compraron el maldito aparato y estoy conviviendo con l. Estas sonlas insidiosas virtudes del pensamiento colectivo.

    muestran dispuestos a aprobar polticas excesivamente riesgosas. Janis identificocho caractersticas o "sntomas" del pensamiento colectivo:

    Ilusin de invulnerbilidad. El grupo de Kennedy haba asumido el cargorodeado por una ola de confianza en sus conocimientos y capacidades, y se consi-deraban a s mismos inmunes a todo fracaso. Uno de los miembros de este pequeocrculo, Arthur Schlesinger, apunt ms tarde:

    Todo haba salido bien para l [Kennedy] desde 1956. Obtuvo la candidaturay gan las elecciones contra todos los clculos. Los que lo rodebamos tenamos lacertidumbre de que haba recibido el toque del rey Midas, y de que jams podraser un perdedor (1965:259).

    Estereotipos compartidos. Los asesores de Kennedy conceban a Castro y a loscubanos en trminos de ideas harto simplistas y de estereotipos ideolgicos. Presu-man que los comunistas eran tan necios, incompetentes y dbiles, que su marina yfuerza area resultaran ineficaces contra los exiliados y el buen entrenamiento questos haban recibido de la CA.

  • LOS GRUPOS Y EL COMPORTAMIENTO GRUPAL 465

    Moralismo. Las vctimas del pensamiento colectivo se contemplan a s mismascomo agentes morales del bien en la batalla contra el mal (en este caso el comu-nismo).

    Racionalizacin. El presidente y sus asesores justificaron la invasin argumen-tando que sa era la voluntad del pueblo cubano, que segn los estrategas estadouni-denses habra de rebelarse en apoyo de los invasores. No obstante, se dispona lasazn de encuestas realizadas por el gobierno de Estados Unidos segn las cualesCastro gozaba de considerable apoyo.

    Ilusin de unanimidad. Algunos de los asesores abrigaban ciertas dudas encuanto a la operacin, pero nadie las manifest. Apunta Schlesinger:

    Nuestras reuniones tenan lugar en una curiosa atmsfera de presunto consenso.Si algunos de los asesores ms antiguos se hubiera opuesto a la aventura, creo queKennedy la habra cancelado. Pero lo cierto es que nadie elev la voz contra l(1965:259).

    Presiones a favor de la conformidad. Estrechamente relacionadas con la ilu-sin de unanimidad estn las fuertes presiones a favor de la conformidad en elcaso del pensamiento colectivo. Los individuos recelosos se muestran renuentesa expresar sus dudas, por temor a incurrir en la desaprobacin de los dems miem-bros.

    Autocensura. Bajo el influjo del pensamiento colectivo, la cohesin grupal seconvierte en el valor supremo, a punto tal que los individuos censuran sus propiasopiniones divergentes en la materia. Nuevamente seala Schlesinger:

    En los meses que siguieron al episodio de Baha de Cochinos me reprochamargamente haber guardado silencio cuando el gabinete mantuvo esas decisivasdiscusiones. . ; Slo puedo explicar esa falla ma, por el hecho de que slo se meocurriera plantear unas pocas y tmidas preguntas, recordando que el impulso dehacer sonar la alarma sobre esa recia operacin simplemente era anulado por lascircunstancias mismas en que se realiz el debate (1965:255).

    Guardianes del pensamiento comn. En los grupos de alto grado de cohesin,suelen aparecer uno o ms sujetos que asumen psicolgicamente la tarea de prote-ger la clara y clida luz que emana de la unanimidad grupal, ahogando todo disen-so. De hecho se convierten en "guardianes del pensamiento colectivo" autodesig-nados: En las deliberaciones sobre la invasin a la Baha de Cochinos fue RobertKennedy quien asumi este papel.

  • 466 MANUAL DE PSICOLOGA SOCIAL

    Causa escalofro pensar que tanto el efecto de eleccin del riesgo como el pen-samiento colectivo pueden operar en procesos de adopcin de decisiones vinculadoscon la guerra y la paz en una era atmica.

    Otros estudiosos han sealado, asimismo, que las caractersticas de los dirigen-tes influyen en las decisiones que se toman en grupo. Algunos promueven el pensa-miento colectivo por su tendencia a la baja "complejidad integrativa"; procuranestablecer una manera de procesar la informacin relativamente simple y carente detoda complicacin (Tetlock, 1979). Anlogamente, los dirigentes orientados haciael poder fomentan y mantienen un estilo cerrado de funcionamiento grupal quedesalienta todo pensamiento creador e innovador, y en cambio estimula el pensa-miento colectivo (Fodor y Smith, 1982). Vemos, pues, que no slo la necesidad desolidaridad grupal sino otros factores robustecen los procesos que desembocan en elpensamiento colectivo.

    Holgazanera

    Una vieja mxima reza que "muchas manos alivian el trabajo". El proverbiosugiere que podemos alcanzar ms fcilmente nuestras metas a travs de una accincolectiva que de nuestros esfuerzos individuales. Sin embargo, estudios emprendi-dos por Bibb Latan y sus colaboradores revelaron que cuando las personas trabajanen grupo, se esfuerzan menos que cuando lo hacen individualmente (Latan, Wi-lliams y Harkins, 1979a, 1979b; Williams, Harkins y Latan, 1981). Latan denomi-n a este proceso holgazanera social.

    Las primeras pruebas sobre este fenmeno procedieron de trabajos de psiclo-gos alemanes durante la dcada de 1920. Pusieron a prueba a individuos aislados ya un grupo de ellos en una tarea que consista en tirar de una soga. Al trabajar engrupo no haba divisin del trabajo, y el desempeo total deba ser igual a la sumade los desempeos individuales; o sea, caba esperar que cuando tres individuostiraran de la soga, su esfuerzo sera el triple del ejercido por cada uno de ellos porseparado, y que ocho tiraran ocho veces ms que uno. No obstante, mientras queel esfuerzo individual equivala en promedio a una presin de 65 kilos, el promediopara grupos de tres fue de 162 kilos (slo dos veces y media la cifra individual).

    Algunos psiclogos sostuvieron que el origen de esta inefciencia grupal era lafalta de coordinacin; pero Alan G. Ingham y sus colaboradores (1974) reproduje-ron el trabajo de los estudiosos alemanes con sujetos a quienes haban vendado losojos y que crean que estaban tirando junto con otros; y tambin ellos tiraronmenos "en grupo" que a solas (al tirar con "otra persona", slo alcanzaban el 90%de su cifra individual, en tanto que al tirar con dos o seis presuntos compaeros,slo el 85% ).

    De la misma manera, Latan y sus colaboradores comprobaron la existencia dela holgazanera social cuando debieron solicitar a alumnos universitarios que hicie-ran el mayor ruido posible, gritando o aplaudiendo en concierto con otras personas

  • LOS GRUPOS Y EL COMPORTAMIENTO GRUPAL 467

    que los rodeaban. Sus resultados muestran que los sujetos slo hicieron el dobledel ruido producido en forma individual al encontrarse en grupos de cuatro, y slo2,4 veces ms en grupos de seis. Y al colocrseles audfonos para controlar su reali-mentacin auditiva, gritaban en voz ms alta cuando crean estar solos que cuandoimaginaban hallarse en grupo.

    Parecera que la fuerza de las personas flaquea en los grupos porque piensanque no estn obteniendo la proporcin que se merecen de los resultados, o porquesuponen que dentro de la multitud pueden trabajar menos y pasar inadvertidos. Ensituaciones comparables, se ha comprobado que los campesinos soviticos producenmucho ms cuando cultivan en forma individual su propia parcela de tierra quecuando trabajan en granjas colectivas: aunque los lotes privados abarcan menos del1 % de las tierras agrcolas de la Unin Sovitica, producen el 27% del valor total dela produccin agrcola nacional.

    Latan nos advierte que sus hallazgos no deben llevarnos a prescindir del tra-bajo en grupo. Subraya que los grupos son un elemento esencial de todas las socie-dades y que pueden lograr cosas que jams les seran posibles a los individuos aisla-dos. Y los psiclogos sociales puntualizan que ciertos grupos, como los AlcohlicosAnnimos, los de padres separados y los de control de la obesidad, pueden tenerexcelentes influencias y resultados,

    Latan insta, en cambio, a que se examinen las maneras de combatir la holga-zanera social. Seala, por ejemplo, que equipos deportivos de gran xito, como elde ftbol de la Universidad del Estado de Ohio, se empean en poner bien de relie-ve la contribucin de cada jugador a los resultados obtenidos en los partidos. Elplantel de entrenadores analiza y evala cada partido, calculando el desempeopromedio y el mejoramiento de cada jugador. Los compaeros de equipo conocenel puntaje de cada cual, y ste decide el plantel que saldr a la cancha qomo titularen el prximo partido. En almuerzos semanales ofrecidos a la prensa, el entrenadoranuncia quin ha sido "jugador de la semana", y distribuye calcomanas para adornarlos cascos de los jugadores tanto para el equipo como para sus admiradores ste esun smbolo de brillante desempeo. El xito obtenido por este equipo parecesugerir que la identificabilidad y la retribucin individual pueden actuar como efi-caces disuasivos de la holgazanera social.

    Investigaciones sobre jurados ficticiosSalvo en los casos de impugnacin de funcionarios pblicos,todos los dems delitos sern procesados mediante jurados.Constitucin de los Estados Unidos de Amrica, ArtculoIII, 1789.

    El derecho de ser procesado por un jurado constituido por los propios pares esuno de los ms antiguos y apreciados de los estadounidenses. A raz del papel deci-

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    sivo que cumplen los jurados en el sistema norteamericano de justicia, han sidosometidos a un creciente nmero de estudios pblicos y cientficos. En particular,se ha vuelto notoria en fecha reciente la "seleccin cientfica de los jurados". Desdeluego, tanto los fiscales como los abogados defensores, conscientes de la importan-cia de las actitudes de un jurado, han procurado siempre calibrar a sus miembrospotenciales. El abogado liberal Clarence Darrow (clebre por su defensa de JohnScopes, un maestro que a mediados de la dcada de 1920 ense la teora de evolu-cin transgrediendo las disposiciones estaduales de Tennessee) cre una frmuladestinada a elegir un jurado capaz de simpatizar con un cliente "rebelde": losprohibicionistas, presbiterianos, bautistas y escandinavos, as como las personas defortuna deca Darrow probablemente lo condenaran, y por ende deban serexcluidos en la seleccin del jurado. Mucho ms proclives a perdonarlo, segn l,eran los judos, agnsticos, irlandeses, y particularmente las personas muy dadasa rer.

    En fecha ms reciente, varios cientficos sociales ayudaron a los abogadosdefensores a elegir jurados en difundidos procesos contra activistas polticos, cues-tionadores de la guerra y miembros de grupos minoritarios incluidos los siete deHarrisburg, los acusados de la prisin de Attica, los de Camden 28, Angela Davis ylos indios procesados en el caso de Wounded Knee. Los cientficos sociales esbozanun "perfil de jurado" favorable a la absolucin; luego, los abogados defensoresejercen su derecho a recusar sin causa hasta a veinte de los miembros potenciales, afin de eliminar a quienes no posean las caractersticas deseadas. Esta costumbre seha difundido desde entonces a otros casos, incluyendo los de aquellos abogados queprocuran determinar de antemano las caractersticas que debe reunir un jurado paraconsiderar culpable a alguien que ha causado grandes perjuicios econmicos a otraspersonas (Andrews, 1982).

    Los cientficos han estudiado a los jurados de diversas maneras. Un enfoqueconsiste en entrevistar a diversas muestras de poblacin con el objeto de discerniraquellas caractersticas raza, edad, estado civil, religin, orientacin poltica, nivelde ingresos y de instruccin que permiten identificar a los individuos dotados desimpatas determinadas. Tambin se han procurado superar las grandes dificultadesque surgen al estudiar jurados en procesos efectivos mediante el uso de "juradosficticios". En la mayora de los casos, los sujetos experimentales son aqu estudian-tes universitarios. No obstante, un grupo de socilogos de la Universidad de Chicagoreunieron en estrados tribunalicios reales a grupos de doce jurados seleccionadosentre personas que realmente haban participado en tal carcter en procesos judicia-les en Chicago, St. Louis y Minneapolis (Strodtbeck et al., 1957; Strodtbeck yMann, 1956; James, 1959).

    Empresas privadas de comercializacin han recurrido tambin a jurados ficti-cios para establecer la mejor tctica tendiente a conseguir un veredicto favorable(Andrews, 1982). Basndose en estos estudios, instruyen a sus abogados sobre lamanera de manejar un caso y de conducirse y vestirse p.a obtener ms populan-

  • LOS GRUPOS Y EL COMPORTAMIENTO GRUPAL 469

    dad entre los jurados. En 1980, un estudio de abogaca que representaba a la Com-paa de Comunicaciones MCI en una causa por actividades monoplicas contraAT&T (la Compaa Norteamericana de Telfonos y Telgrafos) contrat a consul-tores para que establecieran un perfil de los jurados potencialmente favorables asu causa. Luego, la empresa cre jurados ficticios ante los cuales los abogados de laMCI practicaron sus argumentaciones. A los testigos que iban a dar testimoniofavorable a la MCI se los film con videocinta, y luego se les recomend cmo pre-sentar su testimonio ante el tribunal para que fuera ms eficaz. Lo interesante delcaso es que el juicio fue ganado, y que la MCI recibi una compensacin de 1.800millones de dlares la suma ms grande que se haya pagado por un veredicto anti-rrionoplico en la historia. "Si-uno se pone a pensarlo", dijo uno de los abogadosde la MCI, "el procedimiento que nosotros empleamos es el comente para comer-cializar una nueva pasta dentfrica".

    Las investigaciones sobre jurados revelan que el status, ya sea que se lo mida pornivel ocupacional o de instruccin, est asociado a la cantidad y calidad de loscomentarios que hace un miembro del jurado durante las deliberaciones (Gerbasiet al., 1977). En lneas generales, las personas de mayor status tienen ms partici-pacin y efectan mayor cantidad de comentarios sobre los procedimientos. Asi-mismo, suelen ser elegidas "presidentes de jurado" con ms frecuencia. Loshombres suelen participar ms que las mujeres en las deliberaciones, pero no parecehaber diferencia entre unos y otros en cuanto a la simpata que muestran hacia elreo o en cuanto a su susceptibilidad a la persuasin (Nemeth et al., 1976). RitaJames Simn (James, 1959) ha encontrado que los jurados dedican aproximada-mente el 50% de su tiempo a debatir opiniones y experiencias personales directa oindirectamente relacionadas con el proceso, alrededor del 25% a cuestiones deprocedimientos, un 15% a la consideracin de los testimonios y un 8% a discutirlas instrucciones dadas por el juez.

    Ciertos datos sugieren que l hecho de que el reo sea de alto o de bajo statustiene poco efecto sobre el veredicto del jurado (Bray et al., 1978); no obstante, esms probable que se sugieran castigos ms duros para reos de alto status si stoshan hecho uso inmedido de las habilidades o capacidades asociadas con dichaposicin (p. ej., mdicos que han cometido un homicidio). Anlogamente, si el de-lito tiene alguna relacin con el atractivo personal del reo como en el caso de untimo o estafa se castigar ms severamente a un reo atractivo que a uno que no loes; pero si no hay entre el atractivo personal y el delito ninguna relacin como enel caso de un robo a mano armada, se castiga ms severamente, por el contrario, alreo menos atractivo (Sigall y Ostrove, 1975).

    En los ltimos aos, en ciertos estados norteamericanos se ha reemplazado eljurado de doce personas de decisin unnime por grupos de seis personas para deter-minados delitos y litigios de corte civil, y por reglas de procedimiento que permitenalcanzar el veredicto si hay acuerdo entre las dos terceras partes de los miembros.La Corte Suprema de Estados Unidos sustent la validez de estos cambies en una

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    serie de decisiones aisladas, pero que hicieron poca (Williams versus Florida, 1970;Johnson versus Louisiana, 1972; Apodeca et al. versus Oregon, 1972; Colgroveversus Battin, 1973). En el caso de Williams versus Florida, el alto tribunal sostuvoque un jurado integrado por seis personas puede cumplir las funciones con igualxito que uno de doce:

    El desempeo de su cometido no depende del nmero particular de integran-tes del cuerpo. Sin duda, este nmero debe ser lo suficientemente grande como parapermitir la deliberacin del grupo, ajena a todo intento exterior de intimidacin,y para brindar una posibilidad ecunime de obtener una muestra representativa dela comunidad. Pero no encontramos motivos para pensar que sea ms probablealcanzar estos objetivos, en un sentido significativo, si el jurado est integrado porseis personas que si est integrado por doce . . . Y por cierto la confiabilidad del ju-rado en su calidad de indagador de los hechos parece tener poco que ver con sutamao.

    Al sostener la validez de estos cambios introducidos en la estructura y funcio-namiento de los jurados, la Corte Suprema no se bas en un anlisis jurdico o hist-rico sino en las comprobaciones de los cientficos sociales acerca de que el tamao deun jurado y su procedimiento para alcanzar las decisiones no gravitan en su veredic-to (Saks, 1977). No obstante, algunos cientficos han acusado al alto tribunal deinterpretar equivocadamente sus hallazgos (Gerbasi et al., 1977; Wrightsman, 1978).Por aadidura, estudios ms recientes han agravado este cuestionamiento. Porejemplo, respecto del tamao del jurado, Michael J. Saks asevera lo siguiente:

    En comparacin con un jurado ms pequeo el de mayor tamao medita mstiempo las deliberaciones, participa en un mayor nmero de comunicaciones porunidad temporal," manifiesta poseer un mejor recuerdo de los testimonios, induceevaluaciones menos dispares entre la minora y la mayora en las calificacionesdel desempeo percibido del jurado y en las calificaciones sociomtricas... facilitanotoriamente la representacin de la comunidad y tiende a producir veredictosms coherentes, aunque sin alcanzar significacin estadstica. [En contraste conello] los jurados pequeos permiten a sus miembros tomar la iniciativa en un mayornmero de comunicaciones por miembro (aunque las comunicaciones totales delgrupo sean inferiores que en el caso de los jurados de doce personas), participan demanera ms equitativa en las comunicaciones, recuerdan ms las disputas verbalescomo porcentaje del total de declaraciones, y obtienen puntajes sociomtricos msaltos en materia de razonabilidad y de contribucin a la tarea comn (1977:105).

    El cambio de la unanimidad a la mayora de dos tercios tambin introducediferencias. En el primer caso, las deliberaciones tienden a prolongarse ms. Porotra parte, slo en los veredictos unnimes puede una minora alterar de hecho elcurso de accin adoptado por la mayora (Saks, 1977). Un buen ejemplo de esto losuministra el proceso que se inici en 1974 por conspiracin contra John Mitchell,

  • LOS GRUPOS Y EL COMPORTAMIENTO CRUPAL 471

    ex fiscal general, y Maurice Stans, ex director de la campaa financiera, acusndo-los de haber impedido que la Comisin de Ttulos y Valores de Estados Unidosinvestigase a Robert L. Vesco