cap 1 to sin fronteras

Upload: sandraw39712

Post on 03-Apr-2018

222 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/28/2019 Cap 1 to Sin Fronteras

    1/13

    VISIN GENERAL

    Actualmente, est surgiendo una nueva orma de arontar la terapia ocupacional,

    de proundizar en el planteamiento de la proesin, no slo respecto a las personas a

    las que dedicamos nuestro trabajo sino tambin respecto al entorno que compartimos

    y en el que participamos. Este replanteamiento de los valores proesionales se est

    produciendo en todo el mundo, como lo demuestra la diversidad de los orgenes de los

    colaboradores del libro.

    Este captulo describe los principios del libro y los puntos principales desarrollados a

    partir de las ideas que Molinas Maldonado y Monroy Peralta atribuyen al socilogo Her-

    bert de Souza1. Estas ideas, ormuladas como un conjunto de principios rectores, sirven

    de herramienta para examinar la flosoa, los valores y las creencias de la terapia ocupa-

    cional aplicadas al individuo, a los grupos y a las comunidades con las que trabajamos.

    Este importante proceso trata los aspectos prcticos necesarios para acilitar una

    ocupacin signifcativa y capacitadora, cuyos resultados se han planifcado previamen-

    te; estudia las consecuencias de los cambios que pueden proporcionar nuevos par-

    metros para el trabajo con personas con discapacidad y, al mismo tiempo, desarrolla

    proesionalmente a los terapeutas. Por ltimo, orece un enoque undamental que

    permite a los terapeutas y a aquellas personas con las que trabajan plantearse cmo

    deben actuar como ciudadanos del mundo.

    INTRODUCCIN

    Durante la fase de preparacin del libro y de debate entre editores y cola-boradores hemos detectado que est aumentando la preocupacin por buscarun nuevo enfoque renovador para la terapia ocupacional. La disposicin que

    han demostrado los supervivientes y muchos escritores de todos los mbitosde la terapia ocupacional para participar en la conversacin analtica que hagenerado estos captulos refuerza esta afirmacin. Con el trmino supervivientesnos referimos a las personas que por condiciones crnicas discapacitantes son

    Captulo

    IntroduccinUn comienzo

    Fnk Knnbg, Nk Pd

  • 7/28/2019 Cap 1 to Sin Fronteras

    2/13

    teraPia ocuPacioNal siN FroNteras

    marginadas o socialmente excluidos. El trmino superviviente puede referirse tantoa individuos como a comunidades. Los estudios que presentamos a continuacininvestigan nuevas reas de trabajo del terapeuta ocupacional y revisan sus prin-cipios bsicos; examinan nuevos criterios para la investigacin y la educacin;

    nuevos modelos y proponen esperamos un replanteamiento desde dentro dela profesin y, al mismo tiempo, una ruptura de moldes.

    Como directores de este proyecto hemos intentado romper algunos de estosmoldes. Durante la redaccin del libro hemos mantenido una comunicacinfluida con nuestros colaboradores y ayudantes para as examinar y profundizaren los argumentos que entre todos queremos clarificar. Como se ver msadelante, esta manera de proceder est acorde con nuestro deseo de insistiren un proceso participativo y reformador ms que en los resultados2. Se tratade un proceso abierto a todos, en el que se pide al lector que reflexione y queconsidere a las personas con las que trabaja como participantes y activistas deuna terapia ocupacional que busca reconocer y superar situaciones de apartheidocupacional (vase Cap. 6) e injusticia ocupacional (vase Cap. 9).

    SIN FRONTERAS

    Para empezar, debemos sealar cmo surgi la idea de escribir este libro. Lapropuesta inicial la desarrollaron Salvador Sim Algado y Frank Kronenberg,quienes haban fundado en 1997, la asociacin Spirit of Survivor-OccupationalTherapists without Borders (SOS-OTwB, antes llamada Dolphin Association).

    La primera parte del nombre, Espritu de los Supervivientes, se refiere a lascualidades inherentes a las personas con las que trabajabamos4 y proporciona elpunto de partida que orienta el proceso de la terapia ocupacional, permitiendoal terapeuta desarrollar su andadura en la prctica centrada en las personas5-6.La segunda parte, Terapeutas Ocupacionales sin Fronteras, hace hincapi enconsiderar a los terapeutas ocupacionales como ciudadanos7 que trabajantanto dentro como fuera de la corriente dominante, en el mbito orientado ala medicina o en los contextos prcticos, con la determinacin de no imponerfronteras a las personas con las que trabajan, motivndolas a hacer frente a loslmites que se les ha impuesto por su condicin de personas con discapacidad

    y combinar acciones locales con una perspectiva universal. Para realizar estode forma efectiva es necesario que los terapeutas ocupacionales aprendan delespritu de los supervivientes.

    Una frontera es una barrera que requiere un pasaporte para cruzarla. Puedeser una lnea geogrfica, como un ro, o una lnea arbitraria, como el paralelo 29,pero lo importante de su existencia es que las personas que viven a cada ladotienen distintos derechos, destinos e historia, aunque hablen el mismo idiomao compartan la misma cultura. Si ponemos un pie a cada lado de la frontera,no sentiremos que nuestra mente queda diseccionada. Cuando ya hemos vistolo que hay ms all de la frontera y hemos experimentado lo que se siente all,

    ya no somos capaces de no ver y no vivir lo que ya hemos visto y vivido.Somos las personas las que creamos las fronteras. Por lo tanto, stas se puedendeshacer o renegociar. Durante el desarrollo de los servicios sociales y de saludse estableci una clara frontera entre aquellos que proporcionaban el servicio

  • 7/28/2019 Cap 1 to Sin Fronteras

    3/13

    Captulo 1 Un comienzo

    y aquellos a los que y no con los que se facilitaba dicho servicio. En una profe-sin en la que se habla de la dotacin de autonoma, es evidente que se ha dederribar el muro que existe a lo largo de la frontera. Esto no significa el fin dela profesionalidad ni de la competencia clnica, sino que se trata de unir profe-

    sionalidad y competencia, y de trabajar en las necesidades de aquellos que noreciben el privilegio de la profesionalidad. Por consiguiente, nos preguntamos:

    Cules son las fronteras que restringen o niegan a las personas sus derechoshumanos o su participacin significativa en la vida diaria?

    Cules son las fronteras que restringen o niegan a la terapia ocupacionaldesarrollar sus objetivos y su potencial como una ocupacin centrada en laspersonas?

    De qu naturaleza son estas fronteras? Quin las fija?

    Los terapeutas ocupacionales crean fronteras a otras personas?Encontrar las respuestas a estas preguntas complejas supone trabajar en todos

    los mbitos de la profesin, en sus races en el arte y en la ciencia, y entenderla importancia de esta posicin para determinar cmo, con quin, dnde y qutipo de trabajo realizamos. Nuestra responsabilidad tica7 es no crear fronterasa las personas con las que trabajamos; eliminar las fronteras que impiden orestringen el acceso de las personas a una participacin digna y significativa enla vida diaria; pensar a escala mundial y actuar a escala local; ampliar el cono-cimiento holstico9 tan limitado que tiene la terapia ocupacional; y reconocer yactuar con respecto a nuestra interdependencia5, 10 (pg. 296). Nuestra respon-sabilidad tica supone, igualmente, recnocer que existen fronteras que limitannuestros objetivos. Todo conocimiento tiene lmites, que son necesarios para elbuen funcionamiento de la sociedad, pero eso no significa que no puedan serobjeto de estudio11.

    Si nuestro objetivo es trabajar con otras personas para construir una comu-nidad en la que todos puedan desarrollar su potencial no tenemos que lucharcontra esas fronteras8, 12 para as hallar la libertad la energa creativa quepermite a una persona, a un grupo o a una comunidad liberarse de sus condi-cionamientos discapacitantes? Ms que una normalizacin o una rehabilitacinrestringida y conformista, el objetivo del proceso de la terapia ocupacional es laliberacin.

    CINCO PRINCIPIOS FUNDAMENTALES

    Para orientar el proceso de elaboracin del libro hemos tenido en cuenta cincoprincipios fundamentales atribuidos al socilogo brasileo Herbert de Souza1;stos se detallan ms adelante, relacionndolos con la filosofa, los valores y lascreencias de la terapia ocupacional. Utilizamos estos principios para trabajar conellos en un proyecto con nios de la calle en Guatemala. Se demostr que eran

    una buena herramienta para solucionar las diversas, y a menudo conflictivas,relaciones entre todos los participantes en el proyecto.Chomsky dijo: Puede que no sepamos con exactitud y no creo que nadie

    lo sepa cul sera la mejor forma de aplicar, a estas alturas, estos principios

  • 7/28/2019 Cap 1 to Sin Fronteras

    4/13

    teraPia ocuPacioNal siN FroNteras

    en sistemas complejos como las sociedades humanas. Pero no veo por queso puede ser un problema: lo que se intenta hacer es potenciar los princi-pios11 (pg. 201). Animamos a los lectores y a nosotros mismos a potenciarestos principios; en especial, los relacionados con el papel, a menudo intan-

    gible, poco claro y casi invisible, que realizan los terapeutas ocupacionalesal amoldarse no slo a las necesidades de los clientes, sino, tambin, aotros grupos en el contexto multidisciplinar de la atencin. Imaginemos queestos principios son antagonistas de los procesos de pensamiento y tomade decisiones que informan y dirigen la prctica diaria con las personas. Siel punto de partida de cualquier actuacin es la tica hipocrtica el primerobjetivo es no hacer dao, entonces los principios del pensamiento moraldeberan extenderse tambin a otras reas de la prctica relacionadas conla ocupacin. Tambin abogamos por que el acceso a una ocupacin deberespetar la eleccin, o dar razones contundentes si esto no es posible. Como

    explica Chomsky11 (pgs. 201-202): Todos tenemos derecho a ser libres y siexisten limitaciones a esa libertad, hay que justificarlas. Si lo que queremoses mantener una prctica basada en la evidencia, entonces, como l mismodice:

    El peso de la responsabilidad de cualquier ejercicio de autoridad siempre recaeen la persona que la ejerce, esto es invariable. Y, si se analiza, la mayora de lasveces, las estructuras de autoridad no tienen justificacin: no tienen justificacinmoral, no tienen justificacin desde el punto de vista del inters de la persona quese encuentra ms abajo en la jerarqua, ni de otras personas, ni del entorno, ni

    del futuro, ni de la sociedad, ni de nada; slo estn ah con el fin de mantenerciertas estructuras de poder y dominacin, y a algunas personas en la parte msalta.

    Este ejercicio de razonamiento moral y tico tiene como objetivo desper-tar nuestra comprensin de la dimensin poltica de quines somos y cul esnuestra funcin en el mundo como terapeutas ocupacionales y como ciuda-danos. Como terapeutas ocupacionales, cmo debemos llevar a cabo el papelque exponemos con modelos y enfoques holsticos y condensados, y al mismotiempo escasamente adecuados por las limitaciones del sistema social? Como

    trabajadores de primera lnea, el futuro papel de los terapeutas ocupacionalesser lamentarse por las fronteras que continuamente se interponen en el tra-bajo centrado en las personas, cuando se cierra el departamento de un hospitalpor obras, no hay personal suficiente para realizar valoraciones de las casas, eltiempo dedicado a la clnica disminuye por el papeleo o por asistir a reunionessobre la prctica basada en la evidencia, o no se puede facilitar ms ayuda a laspersonas con discapacidad en tal periodo financiero? Como personal sanitarioque trabaja con los principios de la responsabilidad clnica de la medicina y degestin de hospital, con qu frecuencia observamos que los principios que secentran en personas, que son con los que trabaja la terapia ocupacional, son

    secundarios a las demandas organizativas o jerrquicas13

    ? Si los resultados quebuscamos para las personas con las que trabajamos son libertad y liberacin,tenemos que reconstruir los parmetros con los que pretendemos alcanzar estosresultados.

  • 7/28/2019 Cap 1 to Sin Fronteras

    5/13

    Captulo 1 Un comienzo

    Con SOS-OTwB (vase Prefacio) y con este libro, y con el nmero creciente deterapeutas ocupacionales y supervivientes3, 5, 14-18, los editores propusieron replan-tear el papel tradicional de la terapia ocupacional y, en algunos aspectos, revisarlos orgenes profesionales con respecto a la accin social19 (vase Cap. 7, 9, 11).

    Nos hemos encerrado demasiado tiempo. Cuando empecemos a ver un mundosin fronteras, estaremos capacitados para revisar los parmetros del trabajo querealizamos con otras personas y para vivir el proceso que Mary Reilly describi:El hombre [sic], utilizando sus manos, que estn bajo el control de la mentey la voluntad, puede influir en el estado de su propia salud20. Empezaremosa estudiar las distintas situaciones culturales y sociales, los distintos contextospolticos, y a rearticular los fines de la terapia ocupacional. Los siguientes prin-cipios, que Molinas Maldonado y Monroy Peralta han atribuido a de Souza 1proporcionan una base:

    1. Todos somos responsables de todo.2. Pensar a escala mundial, actuar a escala local.3. Nada cambia si no se hace nada por cambiarlo.4. El objetivo no es obtener los resultados esperados, sino hacer hincapi en

    el proceso.5. No existe tica pblica sin tica personal.

    Esto nos exige trabajar con el hecho de que se depende ms de factoressociales, econmicos y polticos para lograr mejoras a largo plazo en salud, queen grandes avances mdicos o en las propias acciones sanitarias y de que la

    clave para generalizar las mejoras en salud y equilibrar las necesidades bsicasde todas las personas, supone un compromiso poltico fuerte21 (pg. 129).

    REPLANTEARSE EL ENFOQUE DEL TRABAJO EN COMUNIDADES

    Del mismo modo que las ideas fundamentales de la terapia ocupacional,estos principios pueden parecer extraordinariamente sencillos22, pero entraanreplantearse nuestro enfoque en la actuacin en las comunidades con las quetrabajamos1-2, 5.

    El primer principio nos lleva, tanto a los profesionales como a los ciudadanos,a rescatar el principio de responsabilidad de la erosin que ha sufrido durante eldesarrollo de la sociedad1. Los pioneros de la terapia ocupacional reconocieronesta responsabilidad a principios del siglo pasado23-25; nuestra capacidad derespuesta se relaciona con nuestra funcin fundamental de proporcionar unaocupacin26. La responsabilidad est unida de forma compleja con la ocupacin,entendida sta como un medio de interaccin con el entorno y con otras per-sonas, de la misma manera que la responsabilidad nos hace dueos de lo quehacemos o de lo que somos capaces de hacer. Puesto que somos integrantesde una sociedad, tenemos que negociar la naturaleza de nuestra ocupacin con

    respecto a nuestra capacidad. El hecho de que una accin participativa tengaxito depende de la capacidad de cooperacin con otros, de forma que refleje lacapacidad ocupacional. En el marco de la discapacidad, entendida como aque-llos que son diferentes de los no-discapacitados, existe un supuesto que indica

    Todos somosresponsablesde todo

    Todos somosresponsablesde todo

  • 7/28/2019 Cap 1 to Sin Fronteras

    6/13

    teraPia ocuPacioNal siN FroNteras

    que saber responder adecuadamente no es una cuestin de aquellos que vivencondiciones de discapacidad, sino de aquellos que son capaces. A menudose dice que las profesiones de ndole social estn formadas por personas mscapaces. Los terapeutas ocupacionales que se dejan seducir por la tica deRe-belin en la granja27, que seala que unos son ms capaces que otros (pg. 114),pensarn que las diferencias en la capacidad y la discapacidad se ven como unproblema mdico, y las personas que poseen estas diferencias son excluidas ydesconectadas del resto de la sociedad. Se vuelven invisibles o extraos, distintosde lo normal, objetos para la tecnologa de la atencin. Y en consecuencia, nonos creemos, de forma alguna, responsables de ellos. Parece que el sentido dela responsabilidad se ha ido diluyendo y de la misma forma que el personalsanitario, no nos involucramos en las cuestiones bsicas de los derechos de laspersonas con discapacidad ni en otros movimientos sociales. La excepcin laforman los que cruzan esta frontera5, 14, 29. Tal vez no sea razonable, o incluso tico,

    esperar que todos los terapeutas ocupacionales puedan dedicarse activamente ala poltica2, pero nos vemos obligados a preguntarnos y a justificar la razn denuestra alianza, como ya sealaba Chomsky11. Pasar por alto esto es, desde elpunto de vista del primer principio expuesto aqu, irresponsable.

    La siguiente frase de Martin Luther King parece apropiada en el contextode la salud y el bienestar: Lo que afecta a uno directamente, nos afecta atodos indirectamente. Nunca ser lo que quiero ser, hasta que t seas lo quequieres ser. sta es la estructura interrelacionada de la realidad30 (pg. 70). Enel nuevo milenio, en el campo prctico, la excusa absurda que se oy tras el

    holocausto, Wir haben es nicht gewusst (No lo sabamos), no se sostiene. Lasmejoras tcnicas estn facilitando el acceso de un nmero cada vez ms elevadode personas en todo el mundo a una informacin ms amplia. Esta facilidadmultiplica nuestra responsabilidad personal y colectiva con respecto a lo queocurre en el mundo31, puesto que tener conciencia de lo que ocurre hace msdifcil ignorar las cuestiones de justicia social y plantea preguntas sobre la raznde las desigualdades. Todos participamos en la historia, no hay nada que nosexcluya; toda accin o no accin supone una eleccin moral que est relacionadacon el resultado potencial de esta interdependencia. Sin embargo, aunque sesabe que el conocimiento es un factor determinante para el desarollo, la salud

    y el bienestar, muchas personas no tienen acceso a la educacin ni a la infor-macin y, por consiguiente, tampoco al empoderamiento ni a la participacinque esto ofrece. De este modo, esta visin supone llevar a cabo la necesidad depensar a escala mundial y actuar a escala local, el segundo de nuestros cincoprincipios.

    El segundo principio versa sobre la necesidad de tener una perspectiva mun-dial para hacer frente a las situaciones en las que esperamos influir. En cualquiercampo que deseemos intervenir es importante saber en qu se trabaja, quines,con qu mtodos, la magnitud de su contribucin, los resultados, los errores que

    se cometieron y los medios para superarlos. Tenemos que reconocer el estado ola calidad de ser otro o de otro modo. De forma sencilla, se puede aplicarla pregunta relativa siguiente: La ayuda que estoy proporcionando es laque me gustara que recibiera mi pareja, mis hijos, mis padres o yo mismo?

    Pensara escalamundial,

    actuar

    a escala local

    Pensara escalamundial,

    actuar

    a escala local

  • 7/28/2019 Cap 1 to Sin Fronteras

    7/13

    Captulo 1 Un comienzo

    Qu les gustara cambiar a ellos o a m mismo? A travs de esto podemoscrear un contexto para realizar nuestras acciones y mantener un contacto entrelo que hacemos y lo que hacen otros1. Tanto si vivimos o no con condicionesde discapacidad, nos formamos a nosotros mismos a travs de la interaccin

    ocupacional con otras personas32,33. Esto subraya nuestra interdependencia. Laformacin que realizamos de nosotros mismos depende de que otros la faciliteny la permitan. La capacitacin se consigue por mutuo acuerdo. Los logros decada persona se alcanzan con el apoyo de otras personas, exactamente igualque los padres apoyan a sus hijos para superar las fases clave del desarrollo.Reconocemos los logros de los nios, pero tambin debemos reconocer la ayudaprestada por otras personas.

    Goldstein34 entiende la importancia de la ocupacin desde un contexto inter-nacional, ms que desde el marco de las vidas individuales. Argumenta que, dela misma forma que los terapeutas ocupacionales reconocen que las personasmoldean y son moldeadas por su entorno26, las relaciones internacionales delmundo escriben el guin de las vivencias cotidianas y viceversa; las eleccionesocupacionales afectan diariamente al curso de la poltica internacional. El trabajode Goldstein nos obliga a pensar tanto en las ocupaciones de las personas conlas que trabajamos como en nuestras propias actividades en un contexto globaly poltico. La ocupacin humana no sucede de forma aislada.

    Sin embargo, es imposible abarcar todo el desarrollo de la historia y teneruna visin global de la actividad humana de forma simultnea. Aunque parecenecesario tener en cuenta toda la idea, slo somos capaces de trabajar prctica-

    mente con una parte de ella. Pensar a escala mundial, actuar a escala local enuna terapia ocupacional sin fronteras exige una conciencia crtica de la naturalezapoltica de quines somos y qu hacemos y fomenta el discurso dialctico queadmite que podemos ser o supervivientes o profesionales y respetar la posicinde los otros. Aunque Goldstein34 hace referencia a temas de ciencia poltica,sus ideas tambin pueden informar a los terapeutas que estn negociando conpacientes que quieran reconstruir sus vidas y llenarlas de significado. SegnGoldstein, las decisiones que toman los individuos en su experiencia diariatienen gran importancia y posibilidades internacionales. Los terapeutas queutilizan una perspectiva de la ciencia ocupacional estarn interesados en analizar

    el impacto de los asuntos internacionales y mundiales en la valoracin de laactividad por parte de sus pacientes. Por ejemplo, se puede generar un interspor la jardinera macrobitica en un paciente a travs de la referencia a asuntosmedioambientales a escala mundial. Los pacientes pueden elegir unirse a unmovimiento poltico como un modo de ocuparse de forma constructiva de lastensiones entre las expectativas de la sociedad y sus discapacidades o su orien-tacin sexual. El trabajo de Goldstein nos alerta a pensar en las ocupaciones denuestros propios pacientes en un contexto activo mundial y poltico.

    Como comenta Chomsky11 (pgs. 191-192):

    No creo que ningn ser humano en su sano juicio pueda observar el mundoy no darse cuenta de las cosas que hay que hacer. Dse una vuelta por la calley encontrar muchas cosas que se deben hacer. Entonces, empiece a hacerlas.Pero no va a ser capaz de hacerlas solo. Imagine que est dando un paseo por

  • 7/28/2019 Cap 1 to Sin Fronteras

    8/13

    teraPia ocuPacioNal siN FroNteras

    la calle y dice: Tendran que hacer esto. No ocurre nada. Sin embargo, si nosorganizamos para actuar en conjunto, s. As, se pueden conseguir las cosas. Nohay un lmite concreto para lo que puede conseguir. Quiero decir que, por eso, yano existe la esclavitud. Se comienza diciendo: Atencin, aqu est el mundo,

    qu podemos hacer?. Bueno, podemos empezar a hacer cosas que ayudarn aque la gente empiece a entender mejor cul es la verdadera fuente de poder y quse puede alcanzar al implicarse en la actividad poltica. Y una vez rota la fachada,se construyen organizaciones. En esto consiste. Se trabaja en aquello en lo que me-rece la pena trabajar. Se trata de tomar el control de tu comunidad, de controlarel puesto de trabajo, de trabajar en la solidaridad, de cuidar de las personas sinhogar.

    Como expuso Lyotard: Los siglos XIX y XX nos han dado tanto terror comopodemos asimilar. Hemos pagado un precio demasiado alto por el recuerdo de

    todas y cada una de las experiencias35.Si es as, la bsqueda est preparadapara ideas actualizadas y prcticas para un milenio ms prometedor. Sinembargo, en la incertidumbre de este nuevo milenio tenemos que respondera algunas preguntas: Con qu tenemos que quedarnos?, qu tenemos queabandonar del pasado?36; qu merece la pena hacer? (pg. 4), qu estamosintentando cambiar exactamente? 37 (pg. 234). Tenemos que averiguarlo con elfin de ser capaces de facilitar a los dems la tarea de alcanzar el ser y el hacerque ellos valoran38.

    El tercer principio nos dice que actuemos, que pasemos del dicho al hecho,que realicemos la transicin de forma activa, de la conversacin a la prcticaconcreta. De todos los principios, ste est unido explcitamente al armazncentral de la terapia ocupacional, la ocupacin, que se refiere a los gruposde actividades y tareas de la vida diaria a las que los individuos y una culturaponen nombre, organizan, dan valor y significado26. De la misma forma, estose asocia al papel primario de la profesin de permitir la ocupacin, lo que serefiere a colaborar con la gente para elegir, organizar y desempear ocupacionesque ellos consideran tiles e importantes en su entorno26, 39. Sin embargo, lapregunta fundamental es: a quin pertenecen el valor y el significado que seles confa a los terapeutas ocupacionales en la prctica diaria?

    Uno de los asuntos ms atroces para muchos de los habitantes de las llama-das sociedades en vas de desarrollo es que no viven el tiempo suficiente paraexperimentar cambios importantes en sus vidas1. Los grandilocuentes discursospolticos no llevan consigo una ejecucin prctica y duradera. De forma similar,los organismos ocupados en el desarrollo (por ejemplo, las ONG o las NacionesUnidas) siguen haciendo promesas para un maana que no parece convertirseen realidad y, como consecuencia, muchos grupos ya no creen sus palabras1. Nose trata simplemente de que la gente vea cmo se producen unos cambios, sinoque es necesario fomentarlos y que avancen con su colaboracin. Necesitamosevaluar con las personas con las que hemos trabajado si los procesos en los que

    participaron generan cambios visibles y convenientes. Estos pasos se encuentranclaramente dentro de la competencia de la terapia ocupacional centrada en lapersona para permitir la ocupacin16, 40, y colaboran con los movimientos deinclusin5.

    Nada cambiasi no se hace

    nada porcambiarlo

    Nada cambiasi no se hace

    nada porcambiarlo

  • 7/28/2019 Cap 1 to Sin Fronteras

    9/13

    Captulo 1 Un comienzo

    El cuarto principio nos anima a que volvamos a pensar la forma en la queproponemos y llevamos a cabo nuestros proyectos, intervenciones y programas1.A parte de medir el xito de las actividades a travs de resultados, debemosconcederle importancia a los procesos que han articulado el trabajo, incluyendo

    un marco de justicia ocupacional participativo (vase Cap. 9)3. En otras palabras,deberamos reconocer claramente la colaboracin entre los terapeutas y la gentecon la que trabajan. Los resultados representan puntos fijos en el tiempo. Tra-bajar con personas en el desarrollo de un proyecto propone y, a menudo, exigeuna continuidad que los procesos deben garantizar40. Sin embargo, al concluirla evaluacin, el testimonio de las personas con discapacidad es, a menudola pieza del puzzle que falta5, 16, 41 (pg. 116). Los procesos de evaluacin nosdicen qu progreso ha tenido nuestro trabajo y nos permiten aprender de loserrores a travs de la reconstruccin de procesos vividos y experiencias de co-laboracin e interdependencia sin importar nuestras funciones5. Los errores son

    inevitables. La colaboracin centrada en las personas supone tomar y compartirriesgos y responsabilidades, como se ha descrito en los principios anteriores.Sin embargo, en la historia de los procesos de cambio en la que nos hemosembarcado, debemos reconocer que no existe tica pblica sin tica personal(el ltimo de nuestros cinco principios).

    De la misma forma, no existe tica personal sin tica pblica y la gente esjuzgada por sus acciones. El ltimo principio nos lleva a la cuestin de la tica.Segn de Souza42, las personas tienen derechos igualitarios. Todos los tiposde pobreza son inaceptables. Todos los tipos de miseria son intolerables 42. Porconsiguiente, los seres humanos deberan tener prioridad sobre el gobierno:Es imprescindible que la tica vigile a la poltica y la poltica vigile a la eco-noma42.

    Nuestros cdigos profesionales de la tica articulan valores, como equidad,igualdad y justicia. Por ejemplo, los terapeutas ocupacionales se encargan desuministrar servicios a todos los individuos que los necesitan, sin importarlesla capacidad, el gnero u otras caractersticas definitorias43. Decimos esto, peroa menudo dirigimos estos valores a un grupo de gente a la que nos referimoscomo consumidores44. Esto indica una provisin unidireccional de servicios, msque un proceso de colaboracin de justicia ocupacional que beneficia a todos

    los integrantes de la comunidad. Los consumidores son personas que tienenrecursos para comprar servicios, como la terapia ocupacional y los productosasociados a ella, como la ocupacin significativa. Por lo tanto, el trmino con-sumidorno representa una visin holstica de las personas, sino que se centraen un aspecto de una funcin ocupacional limitada; por ejemplo, ni siquierarepresenta la relacin entre la productividad y el consumo. Esto no admite lascomplejidades de una persona que interacta con el entorno natural y es un sersocial con derecho humano a la dignidad y reciprocidad, expresado a travs dela comunidad45, ni tampoco indica que la necesidad de amor, amistad, hogary ocupacin significativa sean necesidades humanas universales, independien-

    temente de la edad, clase, raza o incapacidad5

    (pg. 84).El psiquiatra Bockhoven consideraba que el conocimiento de la impor-tancia crtica moral de la ocupacin en la vida humana reclama una crtica enprofundidad por parte de los profesionales de la salud de sus propios juicios

    El objetivono es obtenerlos resultados

    esperados,

    sino hacerhincapi

    en el proceso

    El objetivono es obtenerlos resultados

    esperados,

    sino hacerhincapi

    en el proceso

    No existetica pblica

    sin ticapersonal

    No existetica pblica

    sin ticapersonal

  • 7/28/2019 Cap 1 to Sin Fronteras

    10/13

    teraPia ocuPacioNal siN FroNteras0

    de valor y practica con respeto para identificar cules son los medios y culeslas finalidades de nuestros esfuerzos46. l argument, adems, que la terapiaocupacional es una fuente olvidada de rehumanizacin de la comunidad a laque no se le permiti percibir ni la profundidad ni la amplitud de su funcin

    como fuerza moral y cientfica. Este papel tiene incluso ms importancia parael futuro desarrollo humano que el que podra reclamar alguna especialidadcientfica existente que no tiene ninguna base moral46 (pg. 222).

    En funcin de esto, cmo podemos recuperar las preocupaciones socialesque motivaron a los terapeutas ocupacionales pioneros? Al plantear dudasy reflexionar sobre el significado de nuestro trabajo, cules son las ticaspersonales que respaldan nuestras acciones? y, como Molinas, Maldonado yMonroy Peralta preguntan, los medios que utilizamos son tan dignos, correc-tos y honestos como los resultados que esperamos conseguir?1 (pg. 45).En un mundo de corrupcin pblica en la vida diaria parece que los valoresmorales han perdido su utilidad y las personas importantes son capaces dedistorsionar la informacin y manipular las actitudes y opiniones pblicas. Lasverdades se han convertido en algo dudoso, la diferencia entre el bien y elmal no est clara. La percepcin es ms valiosa que el hecho. Por eso es msimportante ser bien visto que hacer el bien. Las personas con discapacidadson vctimas de este cambio de valores que, a la vez, ofrece una oportunidadpara aquellos que necesitan manifestar su valor como buenos ciudadanos.Esto puede incluir a gente que realmente siente la necesidad de devolver elbien a un mundo injusto, actuando simplemente por el deseo de ayudar a losdems y con eso tratarse a ellos mismos. La pena motiva para trabajar sinla necesidad individual de perdn29 porque se considera un deber hacer algopor las personas con discapacidad. Por eso tenemos que cuestionar nuestramotivacin para convertirnos en terapeutas; si no, nos podemos encontraren una profesin extraa en la que la pena por los dems ha permitido suexistencia, pero que debe mantenerse por los valores de ofrecerles autonomay capacitarlos. Una profesin as sera incapaz de encontrar un escenario parael trabajo colaborativo, porque la pena no reconoce responsabilidad mutua queindica el primer principio; al contrario, se basa en la distribucin desigual dela riqueza y de la oportunidad, sin ofrecer reciprocidad.

    Esto es algo que necesitamos afrontar con el fin de darnos fuerza a noso-tros mismos para trabajar con la gente, como propone Sen38, 47, para basar elbienestar en la libertad de ser y hacer, lo que est relacionado con la perspectivaocupacional de Wilcock46 de alcanzar la salud a travs de hacer, ser y llegar aser. Estos conceptos piden que prestemos atencin a la sostenibilidad de lacapacitacin. Este trabajo exige conviccin y compromiso con los derechoshumanos, en los que hay acreedores de los derechos (por ejemplo, las personascon discapacidad) y poseedores de deberes (por ejemplo, los profesionales quetrabajan con ellos)48 (pg. 8). Como explica Gaay Fortman, si los acreedoresde derechos no son capaces de lograr su derecho fundamental a la justicia,

    entonces los poseedores de deberes tienen que permitirles ejercer sus derechospolticos y legales48. Por eso, el papel de los terapeutas ocupacionales es capacitarla participacin activa en el primer principio de responsabilidad compartidacomo consecuencia de capacitar la ocupacin significativa (vase Cap. 6).

  • 7/28/2019 Cap 1 to Sin Fronteras

    11/13

    Captulo 1 Un comienzo

    CONCLUSIN

    Este libro se refiere a un proceso; no es una visin total, ni un intento deholismo. El proceso evala de forma crtica qu debe ofrecer la terapia ocupa-

    cional a la sociedad humana y cmo puede dirigir de forma efectiva los aspectospolticos de facilitar la ocupacin significativa. El proceso no se puede fijar enel tiempo, pero supone el continuo reconocimiento de componentes tiles, surefinamiento y su aplicacin sobre las bases negociadas localmente. Desde aques inevitable una diversidad de prctica, pero ser fundamental para todo estocomo es evidente desde la diversidad de este libro el reconocimiento de lasnecesidades ocupacionales y la aplicacin del derecho ocupacional de hacer, sery llegar a ser: la necesidad de amor, amistad, hogar (comunidad) y ocupacinsignificativa son necesidades humanas universales, independientemente de laedad, clase, raza o discapacidad5 (pg. 84).

    Esta afirmacin no procede de un terapeuta ocupacional sino de MichelineMason, una activista discapacitada partidaria de los derechos de inclusin.Quines van a ser nuestros modelos a la hora de desempear una funcin ennuestra bsqueda de una sociedad basada en derechos a favor de las ocupa-ciones significativas? Hemos dedicado la primera seccin de este libro a la vozde los supervivientes; por ejemplo, personas que han manifestado su capacidadde encontrar un porqu a pesar de las condiciones adversas, a pesar de lasrestricciones de la sociedad. Todas estas personas, como Mason, han conse-guido que las situaciones de desventaja se conviertan en una oportunidadde crear una nueva respuesta que llevar al aprendizaje y al crecimiento detoda la comunidad. Si encaminamos esta actitud hacia nuestros problemas sinresolver, la vida de cualquiera que presente estos problemas tendr un valor,un significado5 (pg. 82).

    Esto tambin supone una preocupacin por la dignidad a travs de la ocupa-cin significativa. En el captulo 6 analizaremos la ocupacin significativa comonecesidad y como derecho negado a travs del apartheid ocupacional y el absurdoocupacional. El valor de la ocupacin tal vez se percibe en primer lugar por lapersona implicada en ella. Como ya hemos explicado, hacer cosas tiene quemerecer la pena. Como los terapeutas ocupacionales que tradicionalmente han

    recomendado la ocupacin a los dems, a nosotros nos han criticado algunasveces por utilizar a las personas para realizar actividades inapropiadas, emba-razosas y aburridas26, 39, 49. Con el fin de cumplir con nuestro papel profesional ymanifestar nuestra pericia en el campo de la ocupacin, tenemos que reconocerque una terapia ocupacional satisfactoria requiere un consentimiento informadoy una base negociada alrededor de la necesidad. Por lo tanto, se necesita unareubicacin de la terapia ocupacional, la cual, como hemos argumentado aqu,hace preguntas perspicaces de la naturaleza de necesidades, y preguntas polticassobre la formacin y el desarrollo de las necesidades y los medios de dirigirlas.En este libro han contribuido ms de 50 autores, procedentes de los hemisferios

    norte y sur, de pases ricos y pobres. Con ellos hemos participado durante losltimos dos aos en un dilogo continuo sobre la dialctica de las necesidadesy derechos ocupacionales, lo que va ms all de los modelos existentes de laocupacin humana. Este libro presenta un gran nmero de conceptos nuevos,

  • 7/28/2019 Cap 1 to Sin Fronteras

    12/13

    teraPia ocuPacioNal siN FroNteras

    no solamente apartheid ocupacional yabsurdo ocupacional, sino modelos nuevos yactualizados, nuevos procedimientos de educacin y de prctica. Los colaborado-res estn desafiando y redefiniendo nuestras fronteras profesionales, refinandode forma crtica el arte y la ciencia de la terapia ocupacional y liberando a los

    profesionales para determinar cmo, con quin ydnde trabajamos.

    Deseamos expresar nuestro agradecimiento a Michael Iwama y Reg Urba-nowski por los comentarios crticos tan valiosos que nos han proporcionadodurante el desarrollo de este captulo.

    AgradecimientosAgradecimientos

    Bibliografa

    1 Molinas Moldonado MM, Monroy Peralta JG. Sistematiza-cin de experiencias: una invitacin para la accin, una pro-

    puesta para instituciones y/o programas que trabajan conel Sector de la Infancia, Guatemala City, Childhope; 1999.

    2 Duncan M, Watson R. Transformation through occupa-tion: towards a prototype. En: Watson R, Swartz L, edi-tors. Transformation through occupation. London: Whurr;2004. p. 301-18.

    3 Towsend E, Wilcock AA. Occupational justice. In: Chris-tiansen C, Towsend E, editors. Introduction to occupation:the art and science of living. Thorofare, NJ: Prentice Hall.2003. p. 243-73.

    4 McKnight J. The careless society-community and itscounterfeits. New York: Basic Books; 1995.

    5 Mason, M. Incurably human. London: Working Press;2002.

    6 Turner A. Patient? Client? Service User?-Whats in aname? Br J Occup Ther. 2002;65(8):355.

    7 Swartz L. Rethinking professional ethics. In: Watson, Ry L. Swartz, editors. Transformation through occupation.London: Whurr. 2004. p. 289-300.

    8 Kronenberg R. Overcoming occupational apartheid: en-abling people to celebrate their differences. (Paper) CapeTown: OTASA; 2004.

    9 Watson R, Lagerdien K. Women empowered throughoccupation: from deprivation to realised potential. In:

    Watson R, Swartz L, editors. Transformation throughoccupation. London: Whurr. 2004 p. 103-118.

    10 Lorenzo T. Equalizing opportunities for occupationalengagement: disabled womens stories. In: Watson, R,Swartz L, editors. Transformation through occupation.London: Whurr. 2004. p. 85-102)

    11 Chomsky N. Understanding power: the indispensableChomsky, editor. Mitchell P, Schoeffel J. New York: TheNew Press; 2002.

    12 Kronenberg F. In search of the political nature of occu-pational therapy. MSc OT paper. Linkping University,Linkping, Sweden; 2003.

    13 Watson R, Fourie M. International and African influenceson occupational therapy. In: Watson, R, Swartz L, editors.Transformation through occupation. London: Whurr;2004. p. 33-50.

    14 Kronenberg F. WFOT Draft position paper on commu-nity based rehabilitation (CBR). Online. Available from:

    . Link Archives.15 Kronenberg F. WFOT Report Helsinki review on com-

    munity based rehabilitation (CBR). Online. Availablefrom: . Link International Liaison.

    16 Kronenberg F. WFOT Position paper on community basedrehabilitation (CBR). Online. Available from: . Link Document Centre.17 Wilcock AA. Reflections on doing, being and becoming.

    Can J Occup Ther. 1998;65(5):248-56.18 Witson R. New horizons in occupational therapy. In:

    Watson, R, Swartz L, editors. Transformation throughoccupation. London: Whurr; 2004. p. 3-18.

    19 Wilcock AA. Occupation for health, vol. 2. London: Col-lege of Occupational Therapists; 2002.

    20 Reilly M. Occupational therapy can be one of the greatideas of twentieth century medicine. Am J Occup Ther.1962;16(l):l-9.

    21 Werner D, Sanders D. Questioning the solution: thepolitics of primary health care and child survival (withan in-depth critique of oral rehydration therapy). Palo

    Alto, CA: Healthwrights. 1997. p. 129)22 Hagedorn FR. Tools for practice in occupational therapy.

    Edinburgh: Churchill Livingstone; 2000.

    23 Frank G. Opening feminist histories of occupationaltherapy. Am J Occup Ther. 1992;46:989-99.24 Towsend E. Muriel Driver lecture: occupational therapys

    social vision. Can J Occup Ther. 1993;60:174-84.25 Thibeault R. In praise of dissidence: Anne Lang-Etienne.

    Can J Occup Ther. 2002;69(4):197-203.26 Canadian Association of Occupational Therapists. En-

    abling occupation: an occupational therapy perspective(revised edn.). Ottawa, In: CAOT Publications ACE;2002.

    27 Orwell G. Rebelin en la granja. Harmondsworth: Pen-guin; 1951.

    28 Focault M. Discipline and punish. Harmondsworth:Penguin; 1991.

    29 Marks D. Disability: controversial debates and psychoso-cial perspectives. London: Routledge; 1999.

  • 7/28/2019 Cap 1 to Sin Fronteras

    13/13

    Captulo 1 Un comienzo

    30 Luther King M Strength to love. Philadelphia: Fortres;1963.

    31 Kronenberg F.Occupational therapy without borders: oc-cupational justice education. Paper presented at the 9thEuropean Network of Occupational Therapy in HigherEducation. Prague; 2003

    32 Sumsion T. Overview of client centred practice. In:Sumsion T, editor. Client centred practice in occupatio-nal therapy. Edinburgh: Churchill Livingstone. 1999.p. 1-14.

    33 Thomas de Bentez, S. Green Light for Street ChildrensRights. European Network on Street Children Worldwide,Brussels; 2003.

    34 Snow J. Whats really worth doing and how to do it.Toronto: Inclusion press; 1994.

    35 Goldstein J. International perspectives in occupation.

    In: Zemke, J. y Clarke, F. editors Occupational science,the evolving discipline. Philadelphia: Davis; 1996.36 Lyotard J. The postmodern condition: a report on knowl-

    edge. Minneapolis, MA: University of Minnesota Press;1984.

    37 Gergen K. An invitation to social construction. London:Sage, 1999.

    Sloan T. Critical psychology: voices for change. London:MacMillan Press; 2000.

    38 Sloan T. Critical psychology: voices for change. London:MacMillan Press; 2000.

    Sean A. Development is freedom. Oxford: Oxford Uni-versity Press; 1999.

    39

    Towsend E. Reflections on power and justice in enablingoccupation. Can J Occup Ther. 2003;70(2):74-87.40 Watson R. A population approach to transformation.

    In: Watson, R, Swartz L, editors Transformation throughoccupation. London: Whurr; 2004. p. 51-65)

    41 Barnes C. Theories of disability and the origins of theoppression of disabled people in western society. In:Barton, L. Disability and society; emerging issues andinsights. Harlow: Longman; 1996. p. 43-60)

    42 de Souza H. Discurso en el Pleno de las Naciones Unidasdurante la segunda sesin del Comit Preparatorio parala Cumbre Social. Nueva York; 1994, 23 de agosto.

    43

    de Souza H. Discurso en el Pleno de las Naciones Unidasdurante la segunda sesin del Comit Preparatorio parala Cumbre Social. Nueva York; 1994, 23 de agosto.

    44 American Occupational Therapy Association. Code ofEthics. (2000) Online. Available from: http://www.aota.org/general/coe.asp

    45 Council of Occupational Therapists for the EuropeanCountries. Code of Ethics. (1996) Online. Available from:http://www.cotec-europe.org/