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Antena C onventual C onventual Antena Nº 22. MARZO 2011 especial

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AntenaConventualConventualAntena Nº 22. MARZO 2011

especial

sumario

2 / marzo 2011 ConventualAntena

Editorial: Seguir dando fruto. 3EDUCACIÓNEl colegio San Francisco de Valladolid gana el Euroscola. Juan Carlos Blanco 4PASTORALRenace en Centro Juniors “Hermano Sol” en Valencia. Antonio Tortosa 5FRANCISCANISMOLa Coral Hispalense Francisco de Asís celebra su 20 aniversario. Antonio Adame 6CONCOMITANCIASLa calle del Berlinés. Isabel Español 7FOTONOTICIAS 8ESPECIALTestigos de Paz y Bien. 9 Franciscanos conventuales en España: Tronco, raíces y ramas. Gonzalo Fernández-Gallardo Jiménez 10 Granollers, 1905-1936: Cuna de la restauración. Sergio Barredo García 12 Beatos Alfonso López y compañeros mártires: “¿Quiénes son y de dónde han venido?”. Valentín Redondo Fuentes 14 Capilla de los mártires de Granollers: Memoria artística de tanta vida. Luis E. Larra Lomas 16Conventuales en España hoy: Mirando adelante con fe. Joaquín Ángel Agesta 18 Instrumentos de reconciliación. 20CONVENTUALESAsís, profecía de paz. Francisco Pesquera 21PASTORAL JUVENIL VOCACIONALCuaresma: ¡Nos preparamos para la gran fiesta! Antonio Royo Tomás 22ASÍS DIRECTOLa “plantita” del hermano Francisco. Abel García-Cezón 23MISIONESCentro de espiritualidad franciscana en Cuba. Silvano Castelli 24PÁGINA BÍBLICACuaresma: conversión del corazón. Juan Miguel Vicente 25EN PRIMERA PERSONAFanny López: “Doy gracias a Dios por tener en la familia tan buen intercesor en el cielo”. 26

DIRECTOR: Luis E. Larra Lomas.CONSEJO DE REDACCIÓN: Bernardino Román • Sergio Barredo • Juan Miguel Vicente • Jordi Alcaraz. CONSEJO ASESOR: Juan Antonio Adánez (Pastoral) • Bernardino Hospital (Formación) • Antonio Royo (Pastoral Educativa y Juvenil Vocacional) • Juan Cormenzana (Misiones) • Antolín Mayo (Orden Franciscana Seglar) • Gonzalo Fernández-Gallardo (Milicia de la Inmaculada) • Francisco José Pesquera (Justicia y Paz).

ADMINISTRADOR: José Julio Diez. DISEÑO Y MAQUETACIÓN: Diego Tapia.

REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN: C./ El Greco 16 (Batán). 28011 Madrid.Teléfono 91 526 71 61 - Fax 91 526 11 16Correo electrónico: [email protected] - Pagina web: www.pazybien.org

La suscripción es gratuita, pero si desea colaborar puede enviar un giro o ingresar su donativo en el BANCO SANTANDER CENTRAL HISPANO 0049-4690-50-2693015633.

ConventualConventualAntena

EDITA: Provincia Ntra. Sra. de Montserrat. Franciscanos Conventuales (España).

Revista trimestral de la Familia Franciscana Conventual

Depósito legal: B-26306-05. Imprime: Gráficas Dehon. 28850 Torrejón de Ardoz (Madrid).© No se permite la reproducción total o parcial de artículos y fotografías sin una autorización expresa de la dirección de la revista.

EN PORTADAPintura mural de los seis beatos conventuales, en la Capilla de los Mártires de Granollers (Barcelona).

editorial

Conventual Antena

marzo 2011 / 3

El 11 de marzo se cumplen 10 años de la beatificación por Juan Pablo II del P. Alfonso López y cinco compañe-ros mártires conventuales, que murieron en Granollers (Barcelona) en distintas fechas del verano de 1936, víctimas de la persecución religiosa. Precisamente este aniversario coincide también con los 75 años de su muerte violenta al inicio de la guerra civil española.

Todavía resuenan entre los asistentes a la ceremonia las palabras que pronunció el cardenal Ricard Mª Carles, entonces arzobispo de Barcelona, en la plaza de San Pedro de Roma al pedir su beatificación: “Eran miembros de la comunidad religiosa de Granollers (Barcelona), la única que la Orden de los Frailes Menores Conventuales había erigido en España a principios del siglo XX después de su supresión, llevada a cabo por el rey Felipe II en 1567. Éstos, por tanto, constituyen la simiente nacida en tierra española, cultivada junto a la tumba del Poverello de Asís y en otros lugares de los orígenes franciscanos, y plantada nuevamen-te en el suelo de España para morir y dar fruto para la vida de la Iglesia y la familia franciscana”.

Aprovechando el décimo aniversario de la beatificación de Alfonso López, Modesto Vegas, Pedro Rivera, Dionisio Vicente, Miguel Remón y Francisco Remón, hemos querido dedicar este número especial de la revista a la presencia de la Orden de los Franciscanos Conventuales en España, que hunde sus raíces en tiempo de San Francisco, cuando llegan los primeros hermanos menores a la Península, y se prolonga hasta nuestros días. Esta trayectoria rica de vida y de misión fue interrumpida por un largo paréntesis de algo más de tres siglos, desde la supresión en 1567 hasta la res-tauración de la Orden en 1904, primero en Alcalá de la Selva (Teruel) y al año siguiente en Granollers.

A través de las páginas centrales de este número –a modo de separata– queremos poner de manifiesto, de manera breve pero elocuente, que la Orden de los Hermanos Menores Conventuales en España no sólo tiene “una historia gloriosa para recordar y contar, sino una gran historia que construir”. Hoy, la Provincia Nuestra Señora de Montserrat es heredera directa de la restauración de la Orden en España y fruto sin duda de la semilla plantada con su entrega genero-sa por los mártires de Granollers.

Al celebrar el doble aniversario de su muerte y de su bea-tificación, hay que reconocer que muchas cosas han cam-biado en la sociedad y en la Iglesia españolas. Sin embargo, el testimonio franciscano de Paz y Bien, y el servicio a la reconciliación y al perdón de los seis beatos mártires son un acicate para que en este momento frailes y laicos en misión compartida sepamos asumir los nuevos desafíos de la pre-sencia franciscana conventual en España. Hasta reconocer que su sangre derramada es semilla que hoy sigue dando fruto abundante.

Seguir dando fruto

Trece alumnos del colegio San Francisco de Asís de Valladolid representaron a España en la XVI edición del Concurso Euroscola, que tiene como objetivo acercar a los estudiantes de Bachillerato a la realidad europea.

grama participa un œ nico colegio por pa’ s, con lo que nuestro colegio fue el que represent— a Espa– a en la se-si— n celebrada el pasado 27 de enero.

A la capital europea viajaron die-

cisŽ is miembros de la comunidad educativa: Fr. Juan Carlos Blanco (director general), Teresa Mart’ nez (profesora de InglŽ s), JosŽ M» Gonz‡ -lez (profesor de Tecnolog’ a) y los tre-ce alumnos ganadores del concurso.

Durante todo el d’ a estuvimos en la sede del Parlamento Europeo, visit‡ ndolo, asistiendo a charlas ex-plicativas sobre su funcionamiento y participando en sesiones plenarias y reuniones por comisiones, en las que los j— venes (siempre obligados a expresarse en inglŽ s o francŽ s y sin intŽ rpretes) debatieron sobre la rea-lidad y el futuro de Europa.

Los d’ as siguientes (del 28 al 30 de enero) los aprovechamos para ver Estrasburgo (cuna de la imprenta de Gutemberg, la Marsellesa y la Kro-nenbourg), su impresionante catedral g— tica, sus casas, museos y canales.

Tanto para los alumnos como para los profesores result— toda una expe-riencia y una oportunidad œ nica para conocer de cerca las instituciones europeas, para percatarse de la nece-sidad de aprender idiomas y para vi-sitar el coraz— n del viejo continente.

educaci—n

El colegio San Francisco de Asís de Valladolid gana el Concurso Euroscola

Alumnos de 2¼ de Bachillerato visitan Estrasburgo

JUAN CARLOS BLANCO (Valladolid).

Euroscola est‡ organizado por el Parlamento Europeo y en Ž l pue-

den participar colegios donde cursen estudios j— venes de entre 15 y 18 a– os. El concurso consiste en la realizaci— n de una serie de trabajos que se pre-sentan a travŽ s de Internet, y su ob-

Alumnos y profesores delante del Parlamento de Estrasburgo y, al lado, ante la fachada de la

catedral gótica de la ciudad.

Más de una veintena de profesores de los colegios de Madrid, Valladolid y Tarancón (Cuenca) asistieron del 18 al 20 de febrero pasado en la Casa de Espiritualidad Rivotorto, en Los Molinos (Madrid), a la segunda tanda de formación franciscana de este curso para educadores con hasta diez años de actividad educativa en dichos centros. Igualmente, el mes pasado tuvo lugar la segunda sesión con los profesores sobre los lugares franciscanos de Italia, cuyo ciclo se cerrará el próximo mes de abril con el tercer encuentro, dedicado a la ciudad de Asís y la basílica de San Francisco.

Formación franciscana

jetivo es educar a los j— venes en la idea de Europa, utilizando las nue-vas tecnolog’ as y el aprendizaje de otra lengua.

Los ganadores obtienen como premio la participaci— n en el Pro-grama Euroscola del Parlamento Eu-ropeo, en Estrasburgo, y una ayuda econ— mica para sufragar parte de los gastos del viaje. En dicho Pro-

4 / marzo 2011 ConventualAntena

El centro Juniors de la parroquia San Francisco de Asís de Valencia volvió a abrir sus puertas, tras un tiempo de inactividad. La idea surgió entre los miembros del grupo de postconfirmación y se puso en marcha hace dos años con el fin de mantener el contacto con la parroquia, atraer a los más jóvenes a unos ratos de ocio saludable y proponerles seguir el camino de Jesús.

pastoral

Renace el Centro Juniors “Hermano Sol”

En la parroquia San Francisco de Asís de Valencia

ANTONIO TORTOSA (Valencia).

Desde el primer momento la la-bor ha sido apoyada por el pá-

rroco, Fr. Benito Modamio, quien tuvo también mucho que ver en la idea de reabrir el centro. Una vez tomada la decisión, los jóvenes “re-clutaron” a personas de la parroquia para ejercer tareas para las que se exige la mayoría de edad, como la de jefe de centro. También forman parte de esta dirección catequistas que en su día formaron parte del movimiento, como Ángela, tesorera y entusiasta impulsora del proyecto.

Juniors es un movimiento dio-cesano juvenil integrado por laicos, tiene su ámbito territorial en la Co-

El profesor Vicente Hernández con dos alumnas durante la gra-bación de un programa. Al lado,

en una reunión del equipo.

munidad Valenciana y su finalidad es la evangelización en el tiempo libre de niños y jóvenes a través de la aplicación de proyectos educati-vos y campañas anuales basadas en la experiencia y el juego, así como el contacto con la naturaleza mediante la organización de acampadas y en-cuentros entre distintos centros.

Una vez dados los pasos prelimi-nares, hubo que abordar la tarea de formación de los educadores, por lo que tres de ellos realizaron, además de la formación básica, otros cursos, como el de monitor de tiempo libre. Este año contamos con once niños y niñas.

El proyecto, por tanto, ya esta funcionando y sólo queda esperar que los educadores vayan creciendo y tomando el relevo en los cargos de dirección, que los niños y jóvenes sean cada vez más y que San Fran-cisco de Asís continúe iluminando nuestros pasos para seguir formando buenos cristianos y jóvenes compro-metidos con una sociedad que cam-bia a un ritmo de vértigo y tiende a dejar de lado la fe.

Agradecemos profundamente su esfuerzo a tantas personas que han ofrecido todo su apoyo y colabo-ración, incluso a veces toda su pa-ciencia, para orientarnos, ayudarnos

y facilitarnos la tarea de empezar un camino difícil pero lleno de ilu-sión, que estoy seguro nos reportará muchas alegrías y contribuirá a que nuestros jóvenes reciban una forma-ción en valores y en la fe.

Gracias, pues, a Fr. Benito, a Án-gela, catequista y colaboradora, a Fr. Daniel, responsable del área de ju-ventud, a los formadores de la sede de Juniors, y a la secretaría y perso-nal de dicha sede, así como a todos los integrantes de la parroquia.

Conventual Antena

marzo 2011 / 5

Momento de la firma de la consti-tución del grupo. Debajo, chicos y

educadores en una actividad.

franciscanismo

La coral fue fundada por su ac-tual director, Antonio Adame

Rodr’ guez, y el compositor Manuel Torres D’ ez con un objetivo prefe-rente: fomentar un veh’ culo de cul-tura musical en ni– os, adolescentes, j— venes y adultos que diera cabida a diversas manifestaciones art’ sticas musicales con la voz, los instru-mentos populares y electr— nicos, de percusi— n o de la orquesta.

La agrupaci— n ha desarrollado ac-tividades como coro y orquesta in-fantil-juvenil, grupos de instrumen-tos populares (orquesta de pulso y pœ a), grupos de mœ sica pop-rock y la propia agrupaci— n vocal polif— nica. Asimismo, ha organizado numero-sos encuentros de mœ sica orquestal y vocal, as’ como numerosos festi-vales anuales.

Se pueden destacar los vein-te festivales Ò Alcosa canta la Na-vidadÓ , conciertos con bandas y agrupaciones corales de m‡ s de un centenar de componentes, orato-rios con orquestas e instrumentos aut— ctonos y Ž tnicos, y el primer encuentro de coros miembros de la Federaci— n Sevillana de Coros (FE-SECO), de la que la agrupaci— n fue miembro fundacional.

La coral cuenta con centenares de conciertos para entidades pœ blicas y privadas, civiles y religiosas, insti-tuciones hospitalarias, ONGs, ayun-tamientos y diputaciones. Adem‡ s, ha realizado una gira por Italia, bus-

cando las ra’ ces del que da nombre a la agrupaci— n y realizando recitales y funciones religiosas en Roma, Flo-rencia y As’ s como embajadores de la mœ sica espa– ola.

En sus comienzos, la coral obtu-vo primeros premios en diversos concursos y particip— en masas co-rales organizadas con motivo de las dos visitas a Sevilla de Juan Pablo II. TambiŽ n ha colaborado en grabacio-nes discogr‡ ficas con grupos sevilla-nos prestigiosos y ha participado con los cantos, oficiando el cardenal Car-los Amigo, en funciones religiosas, en las que se coronaba a la Virgen de diversas Hermandades. De hecho, ha sido galardonada con la Medalla de Oro de dos Hermandades sevillanas.

En sus repertorios incluyen par-tituras de todas las Ž pocas de la mœ sica vocal, desde el gregoriano hasta autores contempor‡ neos, mœ -sica popular y religiosa. En estos momentos prepara la grabaci— n de un disco, al cumplir los veinte a– os de vida coral. Todos los beneficios ser‡ n destinados a un proyecto de ayuda humanitaria en Mal’ . El pro-yecto lo present— la comunidad re-ligiosa de las Hermanas del Santo ç ngel, residentes en la barriada, que tienen misiones en ç frica.

La agrupaci— n coral est‡ abierta a todas las personas que lo deseen, con talentos indispensables de o’ do musical. En los ensayos se les pre-para con la tŽ cnica vocal adecuada para la interpretaci— n. Sus miem-bros, de ambos sexos, tienen edades comprendidas entre los 10 y pasados los 70 a– os. Ha contado entre sus miembros con dos frailes conven-tuales: Fr. Mariano Recio y Fr. An-tonio Vallinot.

Este a– o prepara diversos actos para celebrar su vigŽ simo aniversa-rio. Ser‡ n conciertos, oratorios, pro-mociones del disco grabado, actos culturales y gastron— micos.

En la parroquia Ntra. Sra. de los Desamparados de Sevilla

ANTONIO ADAME (Sevilla).

La Agrupación Coral Hispalense Francisco de Asís es una asociación cultural nacida en el barrio Parque Alcosa de Sevilla en noviembre de 1989. Aunque con retraso, en noviembre pasado celebró su 20º aniversario en la parroquia Ntra. Sra. de los Desamparados.

La Coral Hispalense Francisco de Asís celebra su 20 aniversario

Se pueden destacar los veinte festiva-les Ò Alcosa canta la NavidadÓ y con-ciertos con bandas y agrupaciones corales de m‡ s de un cente-nar de componentes.

6 / marzo 2011 ConventualAntena

T uve una vez una compañera estudiosa, buena gente y entusiasta. Llevaba consigo un pódium ambulante al que por menos de nada se subía a proclamar el triunfo de

su libertad, con un poderío casi sátrapa. Hacía de azafata en una feria y trasnochaba mucho. Una vez llegó a casa entrada la madrugada. Su padre recibió furioso a la niña, que seguía sin respetar el horario. La bronca subió de tono y despertó a la abuela, que vivía

con ellos. Al padre se le escapó un bofetón, y la hija se marchó dando un portazo. Bajó la escalinata de la calle del Berlinés, un acantilado urbano que se precipita como un eslalon gigante en las aguas torrenciales del Cinturón de Ronda, en Barcelona. Hay allí un edificio que imita a la Alhambra y que siempre le hacía soñar con aquel alemán que, dicen, lo mandó construir para su enamorada.

Después de vagar por las calles unas horas, regresó. Le sor-prendió que había desaparecido la inmensa luna del portal de casa: el cristal estaba hecho añicos y había restos de sangre. Arriba encontró a su familia en el comedor. “¡Mira lo que has conseguido!” –le espetaron. Y se levantó, tambaleándose e irreconocible, la abuela, con la cabeza y los antebrazos venda-dos, como envuelta en una mortaja. Había salido corriendo tras ella heroicamente para calmarla y se le había desplomado el portón encima.

Todos se sentían culpables. La abuela, por intervenir; los padres, por no haber sabido evitar un enfrentamiento que estaba latente desde que, siendo muy niña, su hija se acostumbró a vivir para sus adentros, al margen de ellos, como una viruta de metal que se hubiera desprendido y no encontrara un imán con sufi-ciente gracia para atraer su voluntad. También la joven, aparente-mente díscola y renuente, por no haber sabido confiar a nadie el desasosiego y la confusión que ocultaba. Y la paz de la noche, porque no la dejaron dormir y, desvelada, quiso vengarse.

Es difícil para un padre severo entender que la autoridad que se impone sin dulzura y mansedumbre tiene los días contados. Ni convence ni se perdona. Como es difícil para un adolescente impulsivo entender que lo que purifica interiormente el acto de desobediencia es que el rebelde asume deliberadamente un riesgo por una causa justa, que redundará en el bien de los demás, no en la satisfacción de su capricho particular. Y pese al valor testimonial que pueda tener el sacrificio por un ideal,

siempre tendrá un carácter muy distinto del sacrificio que se hace por amor a una persona. Ella lo comprendía ahora que tenía muchos hijos y volvía a casa siempre cargada

hasta los topes de bolsas del súper que se le enroscaban en las muñecas como las vendas de la abuela… La cuesta del Berlinés seguía allí y no le conducía a un palacio andalusí sino al trabajo. La subía cada mañana a esa hora en que el cielo se exhibe al mundo como un escaparate de confitería repleto de peladillas rosa-pastel, amarillas y celestes. Sólo cuando alguna vez pensaba en aquel altercado, le salía de entre tanto dulzor una almendra amarga.

ISABEL ESPAÑOLLa calle del BerlinŽ s

concomitancias

Conventual Antena

marzo 2011 / 7

foto noticias

Bodas de oro de profesión solemneTres frailes conventuales celebraron el pasado 2 de febrero sus bodas de oro de profesión solemne. Se trata de Fr. Santos Játiva, Fr. Arsenio Utrillas y Fr. Evaristo Marco (en la foto, celebrando la Eucaristía en la Tumba de San Francisco). Los tres son de Teruel y, “siendo distintos y habiendo desempeñado diferentes ministerios, habéis construido un trozo precioso del mosaico de la Provincia”, según recordaba Fr. Joaquín Agesta, ministro provincial, en una circular. Actualmente se encuentran en las fraternidades de Granollers, Barcelona y Valencia, respectivamente, si bien Fr. Arsenio sufre una grave enfermedad degenerativa.

Amigos del Belén en ValladolidVarios fieles de la parroquia San Francisco de Asís de Valladolid han constituido el grupo de los Amigos del Belén, que cada año se encargará de montar un grandioso Belén en el templo parroquial totalmente confeccionado por ellos. El Belén de la pasada Navidad fue galardonado con un accésit por parte de la Asociación Belenística Castellana.

La Cruz de la JMJ en Tarancón (Cuenca) La Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud visitó recientemente un nuevo lugar con presencia de los conventuales. Los alumnos de 4º de la ESO del colegio Melchor Cano de Tarancón (Cuenca) asistieron a la Eucaristía que, con motivo de la presencia de la Cruz, tuvo lugar en la parroquia de esta localidad. A continuación, los propios alumnos trasladaron en procesión la Cruz y un icono de la Virgen hasta el centro escolar. Allí fue recibida por el resto de alumnos y todos juntos participaron en un acto de oración.

Bendición de la comunidad franciscana de inserciónEl ministro provincial, Fr. Joaquín Agesta, bendijo el pasado 27 de diciembre el piso de la comunidad de inserción, que se encuentra en un bloque del barrio de Loranca, en Fuenlabrada (Madrid). En el acto, sencillo pero emotivo, estuvieron presentes los tres miembros de la fraternidad así como un grupo de frailes de otros conventos y el párroco local. La fiesta se prolongó con una cena fraterna en la que hubo ocasión de celebrar este nuevo tipo de presencia franciscana. Asimismo, el obispo de Getafe, Mons. Joaquín Mª López de Andújar, visitó la nueva fraternidad el pasado 16 de febrero para bendecir el oratorio de la fraternidad.

El 11 de marzo se cumple el 10º aniversario de la beatificación del P. Alfonso Ló-pez y cinco compañeros mártires, que murieron en Granollers (Barcelona) hace 75 años, en el verano de 1936, durante la persecución religiosa al comienzo de la guerra ci-vil. Pertenecían a la Orden de los Hermanos Menores Conventuales, que echó raí-ces en España en tiempo del fundador, San Francisco de Asís, fue suprimida en 1567 por el rey Felipe II y restaurada en 1904 gracias a la labor de unos frai-les entusiastas e intrépidos. Su estela se prolonga a través de la Provincia Nuestra Señora de Montserrat, donde religiosos y laicos trabajan hoy en misión compartida.

ces en España en tiempo del fundador, San Francisco de Asís, fue suprimida en 1567 ces en España en tiempo del fundador, San Francisco de Asís, fue suprimida en 1567 por el rey Felipe II y restaurada en por el rey Felipe II y restaurada en 1904 gracias a la labor de unos frai1904 gracias a la labor de unos frailes entusiastas e intrépidos. Su les entusiastas e intrépidos. Su estela se prolonga a través de la estela se prolonga a través de la Provincia Nuestra Señora de Provincia Nuestra Señora de Montserrat, donde religiosos Montserrat, donde religiosos y laicos trabajan hoy en y laicos trabajan hoy en misión compartida.misión compartida.

ces en España en tiempo del fundador, San Francisco de Asís, fue suprimida en 1567 ces en España en tiempo del fundador, San Francisco de Asís, fue suprimida en 1567 por el rey Felipe II y restaurada en por el rey Felipe II y restaurada en 1904 gracias a la labor de unos frai1904 gracias a la labor de unos frailes entusiastas e intrépidos. Su les entusiastas e intrépidos. Su estela se prolonga a través de la estela se prolonga a través de la Provincia Nuestra Señora de Provincia Nuestra Señora de Montserrat, donde religiosos Montserrat, donde religiosos y laicos trabajan hoy en y laicos trabajan hoy en misión compartida.misión compartida.

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ial

Iglesia, que por el Papa Inocencio III aprob— la forma y vida de Francisco y sus compa– eros en 1209, y el 29 de noviembre de 1223, por el Papa Honorio III aprob— la Regla definitiva de la Orden.

Pocos a– os despuŽ s, en 1230 el Papa Gregorio IX les encomend— cuidar siempre del convento y de la bas’ lica donde descansan los restos de San Francisco en As’ s: “In ea per Fratres ejusdem Ordinis perpetuo serviatur”. Y eso lo han hecho ininterrumpidamente hasta el d’ a de hoy en el Sacro Convento de As’ s, al que el mismo Gregorio IX declar— Ò cabeza y madreÓ de la Orden de los Menores. Lo mismo sucede con la tumba de San Antonio en Padua, o con muchos de los conventos e iglesias m‡ s antiguas de la Orden en Flo-rencia, Venecia, N‡ poles, GŽ nova, Bolonia, Ancona, Palermo, Friburgo, WŸ rzburg, CracoviaÉ , o con los conventos hist— ricos de nuestro pa’ s, como el de San Francisco de Toledo, Santiago, Barcelona, Zaragoza y Sevilla, que en otro tiempo pertenecieron a los Con-ventuales.

Organizarse en conventosEl nœ mero de los Hermanos Menores creci— mucho y muy r‡ pidamente. Hacia 1280 alcanzaron la cifra de unos 30.000 frailes. Desde el comienzo tuvieron que pensar en la formaci— n de los candidatos y en crear

10 / marzo 2011 ConventualAntena

San Francisco de Asís fund— la Orden de los Hermanos Menores en 1209. Ò El Se– or me dio herma-nosÓ, dir’ a despuŽ s en su testamento. La pregunta que Francisco llevaba en lo m‡ s ’ ntimo de s’ (Ò À Se– or, quŽ quieres que haga?Ó) se convirti— en el santo y se– a de sus seguidores. Todos quer’ an vivir en obediencia pa-ra hacer s— lo la voluntad de Dios, vivir sin nada pro-pio para estar llenos de s— lo su Amor, vivir en casti-dad porque as’ vivi— Jesœ s, vivir agarrando y besando la Cruz porque es el camino de la santidad.

Comunidades de penitentes, con conciencia de ser criaturas amadas, redimidos por Cristo, peregrinos hacia el Cielo. Formaron fraternidades evangelizado-ras como las primeras comunidades cristianas: co-munidades de hombres que eleg’ an ser Ò hermanos menoresÓ en una sociedad dividida entre los que con-segu’ an ser Ò mayoresÓ y los que a la fuerza eran Ò me-noresÓ.

Con todo ese Ò fuegoÓ en el coraz— n, con Jesucristo en el centro de su vida y misi— n, sin olvidar nunca que lo primero y principal es el Ò Esp’ ritu del Se– or y su santa operaci— nÓ, unos se dedicaban a predicar de for-ma ambulante, otros a cuidar leprosos y enfermos, otros ayudaban a los sacerdotes en su ministerio, otros ense– aban en las universidades y centros de es-tudio, siempre con el firme prop— sito de servir a la

Franciscanos Conventuales en Espa– a

raícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraícesraíces

Gonzalo Fern‡ ndez-Gallardo J. MADRID

Los franciscanos conventuales constituyen el “tronco de la Orden de los Hermanos Menores”, fundada por San Francisco de Asís en 1209. Poco después llegaron a España, donde permanecieron hasta que en 1567 fueron expulsados por Felipe II, debido a su política religiosa a favor de las reformas observantes.

Estigmatización de San Francisco, en el claustro del antiguo convento de Toledo.

lugares estables de residencia: conventos. De aqu’ surgi— el Ò apellidoÓ (conventuales) que se uni— al nom-bre de hermanos menores.

Este Ò apellidoÓ (conventual) signific— que los her-manos de San Francisco aceptaban y asum’ an su de-sarrollo, crecimiento y transformaci— n: de ser un gru-po relativamente reducido que pod’ a organizar su itinerancia apost— lica con cierta facilidad, pasan a ser un enorme grupo de hermanos que necesitaba orga-nizarse en conventos con una estructura estable que permitiese efectuar el necesario discernimiento voca-cional de los candidatos, la imprescindible formaci— n para la entrega a la evangelizaci— n y las concretas ta-reas apost— licas. Todo ello a pesar de que desde el principio hubo hermanos que pensaban que toda transformaci— n era una infidelidad al carisma.

Bien podemos afirmar, pues, que los Franciscanos Conventuales son el Ò tronco hist— rico de la Orden FranciscanaÓ. En Espa– a, su expansi— n fue tal que en 1265 Castilla contaba ya con 44 conventos; Galicia y la zona noroeste de la pen’ nsula, con 42, y otros tan-tos se hallaban en la Corona de Arag— n. La presencia de un convento en un pueblo o ciudad era muy signi-ficativa y valorada por todos los grupos sociales.

Los hermanos gozaban de gran reconocimiento so-cial: los conventos se convert’ an en focos de vida es-piritual. Bajo su tutela se construyeron hospitales,

centros de acogida de peregrinos, cofrad’ as como las de la Vera Cruz, que enlazaban con la experiencia de Francisco en el monte Alverna (donde recibi— los es-tigmas de Jesucristo dos a– os antes de su muerte), o tradiciones como Ò hacer el belŽ nÓ, en referencia direc-ta a la intensa vivencia del Misterio de la Encarnaci— n que tuvo Francisco en 1223 en Greccio.

En concreto, la Orden Franciscana fund— unos 80 conventos en Espa– a durante el siglo XIII. Se trata siempre de lugares con poblaciones activas, cosmo-politas, abiertas a ideas, culturas, etc., id— neas para desarrollar un intenso trabajo evangelizador.

El drama vino cuando en 1567 fueron expulsados ignominiosamente de Espa– a a causa de la pol’ tica re-ligiosa que mantuvo el rey

ConventualAntena

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Felipe II instigado por algunos de sus cor-

tesanos, favoreciendo a unos religiosos a costa de otros. La verdad es

que desde hac’ a tiempo la pol’ tica que favorec’ a a las ramas observantes de las — rdenes religiosas frente a las conventuales hab’ a ido socavando la presencia de los Franciscanos Conventuales en Espa– a.

En Castilla hab’ a sido decisiva la actividad del to-dopoderoso cardenal Francisco JimŽ nez de Cisneros, franciscano observante, encargado directamente del control estatal de los religiosos desde 1493. En los rei-nos de la Corona de Arag— n y en Galicia, Asturias y Extremadura, los Conventuales lograron mantener ca-si todas sus presencias hasta el mencionado a– o 1567 en que, por obra directa de otro franciscano obser-vante, confesor de Felipe II, Fr. Bernardo de Fresneda, y en base a la misma pol’ tica centralizadora y de con-trol de las — rdenes religiosas, los Conventuales, por bulas del Papa San P’ o V, fueron expulsados de sus conventos, tomando posesi— n de muchos de ellos los Franciscanos Observantes.

Aunque lo intentaron en muchas ocasiones duran-te los tres siglos de ausencia en la Pen’ nsula IbŽ rica, los Franciscanos Conventuales no pudieron volver a Espa– a hasta el a– o 1904, sin duda para aportar a la Iglesia y a la sociedad un nuevo renacer evangŽ lico, acrisolado por los avatares de sus ocho siglos de his-toria y alentado siempre por la eterna novedad de la experiencia del Poverello: vivir el Evangelio sin glosa, sometidos a la Iglesia y a toda humana criatura por amor de Dios.

ignominiosamente de Espa– a a causa de la pol’ tica reignominiosamente de Espa– a a causa de la pol’ tica religiosa que mantuvo el rey ligiosa que mantuvo el rey

por algunos de sus corpor algunos de sus cortesanos, favoreciendo a unos tesanos, favoreciendo a unos

El drama vino El drama vino El drama vino El drama vino El drama vino cuando en 1567 fueron cuando en 1567 fueron cuando en 1567 fueron cuando en 1567 fueron cuando en 1567 fueron cuando en 1567 fueron cuando en 1567 fueron cuando en 1567 fueron cuando en 1567 fueron cuando en 1567 fueron

expulsados ignominiosamente expulsados ignominiosamente expulsados ignominiosamente expulsados ignominiosamente expulsados ignominiosamente de España a causa de la de España a causa de la de España a causa de la de España a causa de la de España a causa de la política religiosa del política religiosa del política religiosa del política religiosa del política religiosa del política religiosa del política religiosa del política religiosa del política religiosa del política religiosa del

rey Felipe II.rey Felipe II.rey Felipe II.rey Felipe II.rey Felipe II.

Pintura mural de la Capilla de los Mártires de Granollers que representa la expulsión de los Conventuales de España en 1567.

cara. La Iglesia jug— un papel importante en la ciudad, contribuyendo a la historia local. Este panorama se mantendr‡ inalterable, como tel— n de fondo, desde la llegada de los frailes en 1905 hasta que estall— la guerra civil en el verano de 1936.

Desde noviembre de 1905Nada m‡ s llegar a Granollers, el p‡ rroco, mosŽ n Onofre Viada, acogi— a los frailes en su casa y les en-treg— la capilla de la Virgen de Montserrat, sita en la calle Mayor, al tiempo que les encomend— una nueva iglesia en construcci— n (la actual) al norte de la ciu-dad. Entre otras cosas, Miguel y ç ngel, a los que se unen m‡ s tarde algunos frailes italianos como refuer-zo (Pedro Balestra, Francisco Saba) imparten cateque-sis los d’ as festivos a los ni– os que viv’ an lejos de la parroquia, administran los sacramentos a los enfer-mos, adaptan el horario de Misas al de la parroquia y ayudan al p‡ rroco cuando lo requiere, segœ n el con-venio firmado con el obispado.

Ya en 1908 se abre al culto la primera fase de la actual iglesia, en la que destac— la labor art’ stica y la direcci— n del P. Balestra. Van ingresando las primeras vocaciones (las anteriores lo hab’ an hecho en Italia, al no haber casa en Espa– a), como Fr. Pedro Melero, primer fraile conventual en emitir los votos tras la restauraci— n de la Orden en Espa– a.

La razón de escoger Granollers se debi— a las indicaciones y el apoyo incondicional de Pedro Bordoy Torrents, terciario franciscano de gran cultura human’ stica que trabajaba en la localidad. TambiŽ n influy— la proximidad a Barcelona (a 35 kil— metros en direcci— n a Girona) y la amable acogida del p‡ rroco.

Al llegar los frailes a principios del siglo XX, Grano-llers, capital de la comarca del VallŽ s Oriental, ten’ a unos 7.000 habitantes. La localidad hab’ a crecido gra-cias tambiŽ n a la llegada de catalanes de otras comar-cas, y m‡ s tarde de Arag— n, Murcia y Almer’ a. Al ser la masa obrera elevada y los problemas sociales (paro, pobreza, analfabetismo) no pocos, van surgiendo al-gunos conflictos laborales. Hasta el comienzo de la Guerra Civil, la fuerza obrera se mueve sobre todo en torno a los anarquistas (CNT-FAI).

La situaci— n social y eclesial que se viv’ a en Gra-nollers en el per’ odo 1905-1936 gir— alrededor de dos fuerzas: el C’ rculo Cat— lico y la Uni— n Liberal. El primero depend’ a de la parroquia, a quien apoyaban sobre todo laicos conservadores y tradicionalistas, y a la segunda, liberales y republicanos. En medio, entre otros, estaban los franciscanos conventuales.

En l’ neas generales, Granollers reflejaba la t— nica comœ n del resto de Espa– a: el predominio de liberales y conservadores, y, adem‡ s, un catalanismo oscilan-te. Al llegar la Segunda Repœ blica (1931), cambi— la

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Granollers, 1905-1936

CunaCunaCunaCunaCunaCunaCunaCunaCunaCunaCunaCunaCunaCunaCuna

Sergio Barredo Garc’ a. BARCELONA

El P. Miguel Salvador y el P. Ángel (tío y sobrino) consolidan la vuelta de los franciscanos conventuales a España en 1904, más de tres siglos después de su expulsión. Tras un año en el santuario de la Virgen de la Vega del pueblo turolense de Alcalá de la Selva, se trasladan a Granollers, cerca de Barcelona.

Construcción del convento de Granollers (arriba) y alumnos de las Escuelas Antonianas (debajo).

La comunidad dedica su apretada jornada a la ora-ci— n, la formaci— n de los seminaristas, la pastoral en la iglesia, en la parroquia del pueblo y en otras de la comarca, pues se solicita con frecuencia su ayuda. TambiŽ n en todo este per’ odo (1905-1936) atienden a los enfermos de la barriada y a las religiosas jose-finas, adem‡ s de impartir clases en el Ò institutoÓ mu-nicipal. Y aunque el hospital ten’ a capell‡ n propio, tambiŽ n acompa– an a los pacientes.

Semana Tr‡ gicaDiversos motivos (paro, pobreza, guerra de Marrue-cos, analfabetismo) provocaron una revuelta en Cata-lu– a, con repercusiones tambiŽ n en Granollers, como fue la ola de anticlericalismo, tal vez encauzada por algunos empresarios, al poco tiempo, a la quema de conventos, iglesias y escuelas de religiosos para que quedaran intactas sus posesiones (f‡ bricas, mansio-nes, bancos). El convento quedaran intactas sus posesiones (f‡ bricas, mansioquedaran intactas sus posesiones (f‡ bricas, mansiones, bancos). El convento nes, bancos). El convento

El convento de El convento de El convento de El convento de El convento de Granollers fue arrasado Granollers fue arrasado Granollers fue arrasado Granollers fue arrasado Granollers fue arrasado

y la iglesia quemada, sin que y la iglesia quemada, sin que y la iglesia quemada, sin que y la iglesia quemada, sin que y la iglesia quemada, sin que hubiera ninguna queja hubiera ninguna queja hubiera ninguna queja hubiera ninguna queja hubiera ninguna queja

contra los frailes. contra los frailes. contra los frailes. contra los frailes. contra los frailes. contra los frailes. contra los frailes. contra los frailes. contra los frailes. contra los frailes.

de Granollers fue arrasado y la iglesia quemada, sin que hubiera ninguna queja contra los frailes.

Los conventuales italianos regresan a su pa’ s y el resto se refugia en casas amigas. El guardi‡ n, P. ç ngel, se sobre-puso al des‡ nimo inicial gracias a Pedro Bordoy, Ò alma de nuestra fundaci— n y de nuestro restablecimientoÓ, como afirma el futuro beato Dionisio Vicente.

En las dos dŽ cadas que precedieron a la guerra civil emergen, cada vez m‡ s, dos preocupaciones: las vocaciones y el intento de abrir otros conventos, lo que no fructific— hasta despuŽ s de la contien-da. Al mismo tiempo que se afronta la se-gunda fase de construcci— n de la iglesia (en 1928 se inaugur— el templo actual), se va ampliando el edificio para dar acogida a m‡ s seminaristas, aunque tambiŽ n se env’ an a las Provincias de Cerde– a (Oris-tano) y Las Marcas (î simo), de las que depend’ a la casa de Granollers.

Quedar’ a incompleta esta breve rese– a acerca de los Ò fraresÓ (frailes), como cari-– osamente se les denomina, sin m‡ s, a los franciscanos conventuales, si se omi-tiese este apunte: en el per’ odo de 1913

al 1936 mantuvieron abiertas las Escuelas Antonianas, impartiendo clase a los ni– os pobres.

Por otro lado, un instrumento importante fue la revista Ò El Mensajero de San Antonio de PaduaÓ (Ò — r-gano en Espa– a de la bas’ lica del Santo de Padua y de la Escuela Antoniana de Segunda Ense– anzaÓ), que vio la luz en 1917 y dur— hasta 1963. TambiŽ n es de justicia destacar la labor de los seglares franciscanos, que ya exist’ an en 1905: ha sido un colectivo que con entrega generosa ha animado y ayudado siempre a la comunidad religiosa y su labor evangelizadora.

El final de una etapa: 1936A partir de 1931 la situaci— n general, a veces encres-pada, repercuti— tambiŽ n en Granollers, viŽ ndose la comunidad y los seminaristas en la necesidad de pernoctar fuera del convento en diversos momentos. Aunque a lo largo de 1936 exist’ a cierta calma tensa, los acontecimientos se precipitaron y explot— la fra-tricida guerra civil.

Los frailes tuvieron que abandonar el convento, ga-narse la vida como pudieron y colocar a los doce se-minaristas en familias amigas. Desgraciadamente, seis de ellos (de los quince) fueron fusilados y en 2001 fue-ron beatificados por Juan Pablo II. Ellos y los que les precedieron han forjado la historia viva del Granollers franciscano como mensajeros de paz y bien.

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Iglesia-parroquia de los conventuales en Granollers, dedicada a Ntra. Sra. de Montserrat y San Antonio de Padua.

Quiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes son

Valent’ n Redondo Fuentes. ROMA

Se cumplen diez años de la beatificación de los seis franciscanos conventuales de Granollers (Alfonso López, Modesto Vegas, Pedro Rivera, Dionisio Vicente, Miguel Remón y Francisco Remón), quienes en el verano de 1936, cuando los ánimos rompieron los lazos de la armonía y de la paz, dieron testimonio de Cristo con la entrega de su propia vida.

Quiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonQuiénes sonBeatos Alfonso L— pez y compa– eros m‡ rtires

Alfonso López nació en Secorún (Huesca) el 16 de noviembre de 1878. Cursó humanidades y fue secretario de Ayunta-miento. Pensó ingresar entre los benedictinos en una abadía de Australia. Desandando tan largo viaje, ingresó en Granollers en 1906. Emitió la profesión solemne en 1911, siendo ordenado sacerdote ese mismo año. Fue penitencia-rio en la Santa Casa de Loreto (1912-1915). Este último año regresó a Granollers, donde se le encargó la dirección de las Escuelas Antonianas. Durante muchos años fue maestro de novicios, entre ellos tuvo a Modesto, Pedro y Miguel.

Miguel Remón nació en Caudé (Teruel) el 17 de septiembre de 1907. Ingresó en Granollers en 1925. Marchó a Loreto (Italia) en 1933. Ese mismo año emitió la profesión solemne. Alfonso, Miguel y Buenaventura Remón, refugiados en casa de la familia Comas Mas, fueron arrestados el 3 de agosto por un grupo de milicianos de la FAI, entre los que se encontraban dos ex alum-nos de las Escuelas Anto-nianas. Fueron conducidos al lugar denominado “Dels Puatells”, en Samalús del Vallés. En las últimas horas de la tarde dos disparos de fusil acabaron con la vida de Alfonso y de Miguel. Buena-ventura, dado por muerto al caer envuelto en su propia sangre, logró cerrar su hemorragia y huyó del lugar. Él es quien narró, de prime-rísima mano, los hechos vividos en propia carne. Sus cuerpos fueron enterrados en una fosa común del cementerio de La Garriga del Vallés el 6 de agosto.

Estos seis franciscanos conventuales fueron testigos del Crucificado y Viviente en un momento nada apaci-ble y de grandes tensiones. Entregaron su vida en fa-vor de quienes se la quitaban. Dieron muerte al odio y a la violencia que los mataba, e hicieron surgir vida de la muerte.

Entregaron su vidaEntregaron su vidaEntregaron su vidaEntregaron su vidaEntregaron su vida

Óleo de los mártires pintado por Carlos del Álamo.

Modesto Vegas nació en La Serna (Palencia) el 24 de febrero de 1912. Ingresó en Granollers en 1924. Completó los estu-dios eclesiásticos en Ósimo (Italia). Emitió la profesión solemne a principios de 1934 y fue ordenado en junio de ese mismo año. Su salud fue quebrantada por la tuberculosis, lo que no le impide el ejercicio de los ministerios de la predi-cación y de la reconciliación en Granollers y en la comar-ca del Vallés Oriental. Al estallar la guerra civil se refugió en casa de la tercia-ria franciscana Dolores Artigas, pero el 27 de julio, camino del Hospital-Asilo de Granollers, es detenido por milicianos de la FAI. Ese mismo día es conducido al bosque de Can Montca-da, en Lliçà d’Amunt, donde fue fusilado hacia las cinco de la tarde. Su cuerpo fue enterrado en una fosa común del cementerio de la localidad.

Dionisio Vicente nació el 9 de octubre de 1871 en Caudé (Teruel). Ingresó en la Orden en Montalto (Italia) en 1886. Se doctoró en Teología por la Universidad de Propagan-da Fide en 1895. Emitió la profesión solemne en 1891 y fue ordenado sacerdote en 1894. Enseñó en Bagno-regio (Italia) entre 1894 y 1899 y fue penitenciario en Loreto (1905-1912). El P. Ángel Salvador decía de él en una carta al vicario general, Domenico Tavani: “Es un religioso con gran amor a nuestra Orden, gran trabajador, de profundo espíritu religioso, y de conducta moral y religiosa sin tacha, pero al mismo tiempo de una voluntad obstinadísima, unida a un carácter versátil. Según mi juicio, es el óptimo maestro para regentar una cátedra de Filosofía y el paciente consultor de libros”.

Francisco Remón nació en Caudé (Teruel) el 22 de septiembre de 1890. Ingresó en Grano-llers en 1906. Este mismo año marchó a Asís, donde permaneció hasta 1935. Ante la tumba de San Francisco emitió la profe-sión solemne en 1916. Es recordado en Asís como “belenista”. Fue detenido el 21 de julio y encarcelado en Granollers. En la prisión fue maltratado, sólo por ser fraile. Los golpes le aca-rrearon una hemorragia interna. El carcelero intervi-no para que le trasladaran al hospital y recibiese asistencia médica. En el hospital se encontró con el P. Dionisio, quien fue condu-cido allí el 19 de julio por la noche debido a su ceguera y avanzada edad. Ambos fueron hechos prisioneros el 31 de julio, en las prime-ras horas de la tarde, y llevados al término de “Els Tres Pins”, en la carre-tera de Granollers a Carde-deu. Sus cuerpos fueron inhumados en una fosa común en el cementerio de La Roca del Vallés.

Pedro Rivera nació en Villacreces (Valladolid) el 3 de septiem-bre de 1912. Ingresó en Granollers en 1925. Estudió en el Colegio Internacional de Roma y se licenció en Teología. Hizo la profesión solemne en 1933. En 1935 fue ordenado sacerdote y celebró su Primera Misa en nuestra basílica de los Santos Doce Apóstoles de Roma. Regresó a España en 1935 y el 8 de diciembre de ese mismo año fue nombrado guardián del convento de Granollers. Se ganó el apre-cio de los frailes y del pueblo por su seriedad, prudencia y caridad. Fue hecho prisionero el 25 de julio y encarcelado en Granollers. Liberado junto con los demás sacerdotes y religiosos, gracias a la amistad que unía a mosén Julià, vicario de Granollers, con el jefe del Comité, señor Roca, se trasladó a Barcelo-na a casa de unos parientes. Denunciado, cayó en manos del Comité de la Telefónica. No se conoce con certeza la forma de martirio que sufrió. El Martirologio de la Diócesis de Barcelona dice sucinta-mente: “Fusilado en la Raba-sada el 6 de septiembre de 1936”.

Los seis m‡ rtires conventuales eran pobres, tanto como sus mismos asesinos. Los mataron por odio a la religi— n cat— lica, a la fe cristiana, a la Iglesia, y ellos aceptaron esa muerte perdonando a sus verdugos o ejecutores, porque cuando el grano de trigo muere da fruto: espiga, pan, resurrecci— n-vida.

Hoy se han convertido en grano de mostaza que, al ser enterrado, se ha hecho un ‡ rbol frondoso que aco-ge a la Iglesia y a la naci— n espa– ola. Un ‡ rbol en el que se cobija una gran variedad de aves, porque al dar su vida se han convertido en portadores de un mensaje de paz, tolerancia, concordia y reconciliaci— n.

Conventual Antena

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indicar todo el poder que tuvo como cardenal y regen-te. TambiŽ n aparecen al fondo los Reyes Cat— licos, el arzobispo Fresneda, Felipe II y frailes observantes. Ò Es la secuencia del poder responsable de la expulsi— n de los conventualesÓ, explica el artista. Los frailes, vesti-dos de gris, el color del h‡ bito antiguo, Ò aparecen con cara de angustia y dolor, y se– alan hacia delante, como si no supieran a donde irÓ, a– ade. TambiŽ n hay otro personaje hist— rico, el doctor Navarro, que corri— la misma suerte que los frailes conventuales.

La tercera superficie de la primera sala es el de la restauraci— n de la Orden en Espa– a. Fr. Juli‡ n incluye en la escena a los protagonistas de aquella haza– a que comenz— en 1905 en Granollers, tanto de los primeros frailes conventuales espa– oles despuŽ s de m‡ s de tres siglos de ausencia como de aquellos laicos y sacerdo-tes que les ayudaron.

Antes de pasar a la segunda sala, hay que mirar ha-cia arriba, donde aparece un cielo que se quema: fuego, humo, nubes y una batalla de estrellas. Ò En la humani-dad siempre ha habido una eterna lucha entre la paz y la violencia, el mal y el bien. Las estrellas indican que la violencia es siempre de muchos colores y maticesÓ.

Reflexi— n sobre la violenciaLa sala de los m‡ rtires es una reflexi— n sobre la vio-lencia m‡ s que una exaltaci— n gloriosa del final de sus vidas. Ò He optado por el testimonio del martirio de otra

La Provincia de España de los Franciscanos Conventuales encarg— al fraile colombiano Fr. Juli‡ n Santamar’ a que pintara la capilla neog— tica del conven-to de Granollers para dedicar este espacio sagrado a la memoria del P. Alfonso L— pez y sus compa– eros m‡ r-tires. Dada su distribuci— n arquitect— nica irregular, for-mada por dos espacios divididos por un arco ojival, Fr. Juli‡ n dedic— la primera sala, junto a la entrada, a la llegada, supresi— n y restauraci— n de los conventuales en Espa– a, y la segunda, donde est‡ el prebiterio, a los frailes m‡ rtires de Granollers.

Un gran cord— n franciscano recorre la primera sala. Ò El c’ ngulo tiene varios colores y es de distinto grosor, para indicar que la historia de la Orden franciscana es muy variopinta. Es un œ nico cord— n que no se sabe donde empieza ni donde terminaÓ, explica Fr. Juli‡ n. El escudo de la Orden est‡ dividido en dos, para sim-bolizar lo viejo y lo nuevo. En el lado antiguo aparece un personaje de la Edad Media, con un reloj de arena, un libro y una columna rota. En la parte nueva surge un muchacho con zapatillas que escribe (en el antiguo, la figura lee).

Una de las paredes muestra la historia franciscana en general: Francisco env’ a a Espa– a a los primeros dis-c’ pulos, que predican a la gente y est‡ n entre los po-bres. Sobre la puerta de acceso aparece representada la expulsi— n de los conventuales de Espa– a: Cisneros est‡ en primer plano con la mano muy grande, para

Luis E. Larra Lomas. MADRID

La capilla de los mártires conventuales, en Granollers (Barcelona), muestra en sus muros y techumbre un resumen pictórico de la historia de la Orden franciscana conventual en España y de la entrega martirial de los seis frailes asesinados en 1936. El autor, Fr. Julián Santamaría, franciscano conventual colombiano, ha querido expresar el triunfo del amor sobre la violencia.

tanta vidatanta vidatanta vidatanta vidatanta vidatanta vidatanta vidatanta vidatanta vidatanta vida

16 / marzo 2011 ConventualAntena

Capilla de los m‡ rtires de Granollers

manera. Las estrellas de la paz son las m‡ s brillantes, las que m‡ s se ven, y tienen la estela m‡ s largaÓ.

La guerra civil es el marco del martirio de los frai-les. Fr. Juli‡ n ha recreado la destrucci— n de pueblos y ciudades. El rostro de una mujer es el m‡ s bello de toda la capilla, pero es un rostro de indiferencia. Del fondo surgen sombras de fiesta, como una exaltaci— n de la violencia. Detr‡ s est‡ la muerte en forma de ser asexuado que en un caballo apocal’ ptico sostiene en sus manos un rifle, para indicar que la violencia parece que siempre gana. Ò Pero es un triunfo falso, porque la violencia siempre produce violencia, odio y heridas que no se cierranÓ, aclara Fr. Juli‡ n.

Un fraile al que no se le ve el rostro est‡ en una ac-titud de profundo sufrimiento. Su h‡ bito ya no es gris sino negro, Ò para indicar que en esta historia de violen-cia los frailes han estado siempre en medio del puebloÓ. Ò La nube-humo que aparece indica que la violencia es una especie de vor‡ gine, s— lo

necesita un empuj— n para

que realice toda su obra de destrucci— n. La violencia for-

ma parte del alma humana y tiene que ser destruida primero dentro de uno mismoÓ.

Detr‡ s de todo esto est‡ el santuario mariano de Montserrat, s’ mbolo religioso de Catalu– a, y la alegor’ a de las virtudes. Ò La fe se viste de rojo porque tiene que ser testimoniada, y la esperanza (de color verde) tiene la venda porque tiene que ser ciega: hay que esperar contra toda esperanzaÓ. Un personaje tiene el Evange-lio en la mano y Ò los que se abrazan son el consuelo, la reconciliaci— n y el acompa– amiento de los frailes, que es su testimonioÓ.

M‡ s s’ mbolos: la columna y el gallo de la pasi— n. Ò La fe es una columna, no una roca. La fe puede mover-

Ò La nube-humo que aparece indica que la violencia es Ò La nube-humo que aparece indica que la violencia es una especie de vor‡ gine, s— lo una especie de vor‡ gine, s— lo

que realice toda su obra que realice toda su obra de destrucci— n. La violencia forde destrucci— n. La violencia for

“La gloria es “La gloria es “La gloria es “La gloria es “La gloria es un regalo de Dios, un regalo de Dios, un regalo de Dios, un regalo de Dios, un regalo de Dios,

pero de alguna manera pero de alguna manera pero de alguna manera pero de alguna manera pero de alguna manera hay que merecerla hay que merecerla hay que merecerla hay que merecerla hay que merecerla

a través de la a través de la a través de la a través de la a través de la a través de la a través de la a través de la a través de la a través de la fidelidad”.fidelidad”.fidelidad”.fidelidad”.fidelidad”.

se, perder el cimiento. El gallo indica que no se sabe cu‡ ndo tenemos que dar testimonio de lo que se cree. La Iglesia es la joven que tiene en su mano la cruz, en lugar de la palma del martirio o de la gloria. A sus pies est‡ la higuera, que tiene seis hijos, los seis frailes m‡ r-tires, y va acompa– ada de una multitud que se confun-de con la muerte; detr‡ s est‡ el convento en llamasÓ.

Los frailes m‡ rtires no tienen ningœ n elemento de gloria, no est‡ n entre nubes, no los acompa– an ‡ nge-les, est‡ n descalzos, pisando la tierra. Ò Tienen la mis-ma cruz que tiene la Iglesia en la mano. Han dado testi-monio sin que lo pensaran, no prepararon su martirio, simplemente lleg— y ah’ estabanÓ.

La idea pict— rica llega a su climax con la presencia de Cristo, Mar’ a y Francisco. Ò El œ nico que parece venido de otro mundo es Cristo. Su cuerpo est‡ distorsionado intencionadamente porque pertenece al mundo estric-tamente espiritual. A Cristo no lo tenemos de carne y hueso entre nosotros, es un rel‡ mpago que ilumina la historiaÓ. Cristo parece preguntar: À Y Ž stos quiŽ nes son? Y Francisco contesta: ƒ stos son mis hijos. Y Mar’ a a– ade: Son los que llegan de la gran tribulaci— n.

La hierba s— lo crece a los pies de Cristo: de sus pies sale una fuente de agua y Ž l sostiene una cruz en la mano. Ò Es para identificar a Cristo glorioso con el ca-mino de la cruz. La gloria es un regalo de Dios, pero de alguna manera hay que merecerla a travŽ s de la fideli-dadÓ. Mar’ a cubre sus pies con una tœ nica azul, pero es de los pocos personajes que tiene sombra, Ò para indi-car que ella es el v’ nculo m‡ s humano: Cristo es Dios y hombre, Mar’ a s— lo humanaÓ. Los m‡ rtires, como Mar’ a, han alcanzado con su humanidad la plenitud de la gloria.

Vista parcial y detalles de la Capilla de los Mártires de Granollers, pintada por el conven-tual colombiano Julián Santamaría (al lado).

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parroquias cercanas, en organismos a favor de la re-habilitaci— n de la dignidad de las personas y en otros modernos medios de evangelizaci— n.

El reconocimiento eclesial del martirio de nuestros hermanos y la propuesta de sus vidas como ejemplo de santidad por parte de la Iglesia nos estimulan a imitar sus pasos en el d’ a a d’ a de nuestra misi— n y a mirar con confianza, con fe, los retos que hoy nos sigue confiando el Se– or, no exentos de dificultades en nuestras pobres respuestas y en los contextos en los que obramos, que necesitan ser evangelizados o reevangelizados, como nosotros mismos.

Han pasado ya diez años desde que viviŽ ra-mos con gozo e ilusi— n la beatificaci— n de nuestros seis hermanos m‡ rtires de la guerra civil. Recibimos de ellos un precioso legado de fidelidad, valent’ a y entrega en su fe, que nos habla de los cimientos de la restauraci— n de la Provincia espa– ola de los frailes me-nores conventuales y del reto que tenemos los que prolongamos esta querida familia hoy.

Nuestra misi— n franciscana de evangelizaci— n, en las parroquias e iglesias conventuales, en los centros educativos, en las casas de formaci— n y en diversos ministerios en estos a– os ha cambiado con el tiempo, al aire del Esp’ ritu, dir’ a yo. Nuestros barrios humildes han visto crecer las organizaciones caritativas, los gru-pos de acogida y las iniciativas de solidaridad. Las pre-sencias m‡ s pudientes no han olvidado la llamada a la justicia, que nos compromete desde la fe, y han dado generosa respuesta al fen— meno de la inmigraci— n y la indigencia, tan acuciante en estos œ ltimos a– os.

Los centros de formaci— n han ido basculando su estilo y preocupaci— n hacia una forma m‡ s persona-lizada de atenci— n a los ni– os y j— venes, de interŽ s y cercan’ a a las familias, en el proceso vertiginoso de cambio que ha vivido esta instituci— n en estos œ ltimos 30 a– os, y han buscado seguir alentado y proponien-do el camino de la fe cristiana como verdadero itinera-rio de vida y de felicidad.

En los diversos ministerios en los que la Provin-cia ha continuado la misi— n comenzada por nuestros m‡ rtires ha resplandecido un esp’ ritu de Iglesia ad-mirable, sirviendo como Ò peregrinos y forasterosÓ en

Joaqu’ n ç ngel Agesta. MADRID

La memoria de la historia franciscana conventual en España recuerda el glorioso pasado con agradecimiento, reconoce los signos de los tiempos en el presente y, sobre todo, se proyecta hacia el futuro con ilusión renovada y “esperanza cierta”.

con fecon fecon fecon fecon fecon fecon fecon fecon fecon fecon fecon fecon fecon fecon fe

18 / marzo 2011 ConventualAntena

Conventuales en Espa– a hoy

Nuestro caminar hacia adelante en este nuevo mile-nio se sostiene en la renovada confianza con la que el Se– or nos compromete tambiŽ n hoy: Ò Toma parte en los duros trabajos del Evangelio con las fuerzas que Dios te dŽ Ó (1Tim 1, 6-8). Este hoy, a mi juicio, pide de nosotros una apuesta decidida por fraternidades donde Dios y su Reino sean el centro de nuestro vivir y de nuestro compromiso creyente, en una sociedad postcristiana, con frecuencia recelosa de todo mensa-je espiritual; una apuesta por regenerar nuestras vie-jas estructuras apost— licas para que pasen de una fun-ci— n administrativa a otra m‡ s carism‡ tica, donde la

atenci— n estŽ dirigida prioritariamente a la acogida de las personas y a la propuesta de la alternativa cristiana clara y sin complejos, presentada m‡ s con los gestos y el compromiso coherente que con la palabras.

Las fraternidades hacia las que apuntan los nuevos tiempos ser‡ n cada vez m‡ s misioneras, a la intem-perie, compartiendo instituciones y voluntariados con los hombres y mujeres que se comprometen con la justicia, de cara a la protecci— n de la dignidad de la vida humana, de la familia y de la conservaci— n del planeta, generando nuevos estilos de vida m‡ s soli-darios, fraternos y responsables con las generaciones venideras.

En las fraternidades hacia las que nos encamina-mos no podremos llevar adelante la complejidad de nuestra misi— n sin la colaboraci— n y el compromiso de los seglares con los que hemos de compartir nues-tras opciones de vida contemplativa, fraterna y de compromiso con los œ ltimos, a la vez que una seria formaci— n integral, no s— lo intelectual.

Nuestro caminar como Provincia va a estar cada vez m‡ s ligado a nuestra pertenencia a la Orden. La inter-culturalidad o la multicul-

Laicos y frailes en el Congreso de Pastoral de Guadarrama (Madrid) en 2010, y conventuales en un encuentro de formación (arriba, a la izquierda).

turalidad en nuestras ciudades y ambientes es-

t‡ n marcando ya la misi— n en Eu-ropa y por todo el mundo, y no dejan de ser

un reto al que no podemos cerrar los ojos, pues nos afecta ya y pueden ser la gran oportunidad para un rejuvenecido franciscanismo.

Conscientes de que el ayer no se repetir‡ y de que vamos hacia tiempos nuevos que nos piden un despojo de los miedos, de los privilegios y de las seguridades del pasado, queremos dar con confianza pasos hacia el futuro que Dios nos prepara. Esperamos recibir provi-dencialmente del que gu’ a la historia y la vida de la Igle-sia, para bien de la entera familia humana, la valent’ a y el arrojo que piden ser testigos del Evangelio hoy, cada uno en su estado de vida. La din‡ mica pascual que se ilumina ante nuestros ojos es la del grano de trigo, que si no se pudre bajo la tierra queda infecundo, pero si muere da mucho fruto (cf. Jn 12, 24). Hermanos, ami-gos, apostemos por la vida, como nuestros m‡ rtires.

m‡ s ligado a nuestra pertenencia a la Orden. La interm‡ s ligado a nuestra pertenencia a la Orden. La interculturalidad o la multiculculturalidad o la multicul--

turalidad en nuestras turalidad en nuestras ciudades y ambientes esciudades y ambientes es

t‡ n marcando ya la misi— n en Eut‡ n marcando ya la misi— n en Eu

Esperamos Esperamos Esperamos Esperamos Esperamos recibir la valentía recibir la valentía recibir la valentía recibir la valentía recibir la valentía recibir la valentía recibir la valentía recibir la valentía recibir la valentía recibir la valentía

y el arrojo que pide ser testigos y el arrojo que pide ser testigos y el arrojo que pide ser testigos y el arrojo que pide ser testigos y el arrojo que pide ser testigos del Evangelio hoy, cada del Evangelio hoy, cada del Evangelio hoy, cada del Evangelio hoy, cada del Evangelio hoy, cada

uno en su estado uno en su estado uno en su estado uno en su estado uno en su estado uno en su estado uno en su estado uno en su estado uno en su estado uno en su estado de vida. de vida. de vida. de vida. de vida.

Conventual Antena

marzo 2011 / 19

reconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliaciónreconciliación

Señor, te damos gracias y te bendecimos por la fortaleza y el espíritu de amor y sacrificio que infundiste en el P. Alfonso López y sus compañeros mártires. Danos, Señor, un corazón grande y misericordioso, como el de Jesús de Nazaret. Un corazón que busque siempre la paz y el bien, como el de Francisco de Asís. Un corazón capaz de acoger todas las causas buenas, todos los esfuerzos nobles, todos los compromisos sinceros.

Danos, Señor, un corazón parecido al de Alfonso, Modesto, Pedro, Francisco, Miguel y Dionisio, que supieron comprometerse con su vocación de franciscanos conventuales, que amaron a la Madre de tu Hijo y fueron instrumentos de reconciliación.

Haz resplandecer en nuestra sociedad la luz del Evangelio. Manda obreros a tu mies. Y que la Palabra de Vida sea proclamada a todos en los albores del tercer milenio cristiano. Aménsea proclamada a todos en los albores sea proclamada a todos en los albores a tu mies. Y que la Palabra de Vida a tu mies. Y que la Palabra de Vida sea proclamada a todos en los albores sea proclamada a todos en los albores

Puede dirigir la correspondencia y los donativos en relación con la Causa de los Mártires a: CURIA PROVINCIAL Franciscanos Conventuales El Greco 16 - 28011 Madrid Tel.: 91 526 71 61 E-mail: [email protected]

20 / marzo 2011 ConventualAntena

E l pasado 1 de enero, con motivo de la Jornada Mundial de la Paz,

Benedicto XVI anunció que había convocado a los líderes religiosos de todo el mundo para orar por la paz en Asís el próximo 27 de octubre, al cumplirse ese día 25 años de la con-vocatoria hecha por su predecesor. “El recuerdo de aquella experiencia es un motivo de esperanza en un fu-turo en el que todos los creyentes se sientan y sean auténticos trabajado-res por la justicia y la paz”, señaló el actual pontífice.

Durante el rezo del Ángelus del primer día del año, Benedicto XVI manifestó también que “las grandes religiones pueden constituir un im-portante factor de unidad y de paz para la familia humana”, y recordó que acudirá a Asís “como peregri-no” con el fin de “recordar ese gesto histórico querido por mi predecesor y de renovar solemnemente el com-promiso de los creyentes de todas las religiones de vivir la propia fe re-

ligiosa como servicio a la causa de la paz”.

Para reflexionar sobre esta cita, los delegados conventuales de Jus-ticia y Paz del área meditarránea se reunieron en Asís a finales de enero pasado, convocados por el presiden-te de esta comisión y ministro pro-vincial de España, Fr. Joaquín Agesta. En el encuentro participó también el delegado de la Provincia española, Fr. Francisco Pesquera.

Los asistentes se preguntaron “si aún sopla, después de 25 años, el Es-píritu de Asís”. Fr. Silvestro Bejan, delegado general para el Ecumenis-mo y el Diálogo Interreligioso, y Fr. Giuseppe Piemontese, custodio del Sacro Convento de Asís, mostraron a los presentes las diversas experien-cias positivas vividas durante estos años gracias a este acontecimiento, y animaron a resaltar el recuerdo de esta jornada en las distintas fraterni-dades y centros de apostolado, con el

conventuales

fin de que sea recordado con la profundidad que requiere.

El Centro de Ecumenis-mo y Diálogo Interreligioso ha elaborado unas fichas informativas y de forma-ción sobre este aconteci-

miento y, como símbolo, entre-gará unas lámparas encendidas, que serán bendecidas por el custodio de Asís en un momento especial de ora-ción el próximo 9 de septiembre con el fin de que puedan ir recorriendo las diferentes fraternidades.

Estamos invitados a acompañar esta iniciativa desde ahora con nues-tra oración, y a vivir en nuestros am-bientes concretos este sentido de uni-dad, de concordia y de paz.

De sumo interés para todos fue la presentación que hizo Francesca Restifo, coordinadora de Internatio-nal Advocacy en Ginebra, sobre la metodología práctica en la defensa de los derechos humanos y el trabajo que desarrolla el grupo “Franciscans International” en la ONU.

Coincidiendo con la Semana de Oración por la Unidad de los Cris-tianos, la noche del 22 de enero los delegados asistimos a una oración ecuménica en la Basilica de San Fran-cisco, presidida por el obispo de Asís y animada por la comunidad orto-doxa de Perugia.

A los 25 años de la histórica jornada de oración de 1986

Asís, profecía de paz

FRANCISCO PESQUERA. Granollers (Barcelona)

Los delegados conventuales del área mediterránea de Justicia y Paz se reunieron en Asís en enero pasado para reflexionar sobre la convocatoria el próximo 27 de octubre por parte de Benedicto XVI de un encuentro de oración por la paz con todos los líderes religiosos del mundo, para conmemorar el 25 aniversario de la histórica jornada convocada por Juan Pablo II en 1986.

Oración por la Paz en Asís el 27 de octubre de 1986.

Debajo, delegados conven-tuales de Justicia y Paz en el Sacro Convento.

Conventual Antena

marzo 2011 / 21

22 / marzo 2011 ConventualAntena

[

JOVEN, TOMA NOTA[Retiro para jóvenesen búsqueda de su vocación específica en la Iglesia: 20-22 de mayo,

en la Casa de Espiritualidad Rivotorto, Los Molinos (Madrid).

Quizás no todos los lectores ha-bituales de Antena Conventual conocerán los cuadernillos de

oración que, desde hace tiempo, ela-boramos cada año para los tiempos fuertes de Cuaresma-Pascua y Ad-viento-Navidad. Pretenden ser una ayuda para los adolescentes y jóvenes de nuestros campos de misión: ¡que vivan más intensamente los tiempos fuertes! Quienes no los conozcan, pueden descargarlos en la página web www.pazybien.org.

El que hemos preparado para esta Cuaresma lleva por título “¡Nos pre-paramos para la gran fiesta!”. Cier-tamente que 40 días de preparativos ya dan idea de lo importante que es dicha fiesta. Bien sabemos que la Pascua es el centro de nuestra fe y que por eso la celebraremos después durante 50 días: la cincuentena pas-cual. Es más, la celebramos cada vez que nos reunimos en torno al altar para celebrar la Eucaristía.

¡Qué suerte tenemos los creyen-

Cuaresma:ANTONIO ROYO TOMÁS

a vivir a fondo esta Cuaresma de modo que podamos enterarnos bien, cuando llegue la Pascua, de todo lo que se nos ha regalado en la entre-ga y humillación del Hijo de Dios, muerto y resucitado para nuestra salvación. ¡Vivamos intensamente la Cuaresma para que la Pascua pueda inundarnos de gozo!

Pascua familiar franciscanacon la mirada en la JMJUn año más un grupo de frailes que-remos compartir nuestra vivencia franciscana del triduo pascual con quienes deseen acompañarnos. Pue-de tratarse de jóvenes o de no tan jó-venes, de matrimonios o de célibes, de consagrados o de personas en búsqueda de Dios… Sólo estaremos limitados en nuestra capacidad de acogida por el espacio de que dispo-nemos en la Casa de Espiritualidad Rivotorto, en Los Molinos (Madrid). ¿Quieres venir de la mano de Fran-cisco hacia la Pascua?

Antes de acabar no puedo dejar de hacer una mención a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Será una auténtica fiesta, una celebración multitudinaria de la fe, una expe-riencia de la universalidad de la Igle-sia… Tendrá tanto de bueno que me atrevo a sugerirte que no te quedes al margen. Infórmate en www.ma-drid11.com o en www.muchasgra-cias.info. Cualquier forma de cola-borar o participar en este evento te compensará. ¡Dios te lo pague!

¡Nos preparamospara la gran fiesta!

Pastoral Juvenil

y Vocacional

tes al disponer de tiempos de espe-cial densidad que nos ayudan a rom-per con la rutina y nos hacen levantar la mirada hacia la meta de nuestra existencia! Por eso quiero invitaros

El próximo 17 de abril, Domingo de Ramos, la ciudad de Asís y toda la Familia Franciscana darán inicio a las celebraciones conmemorativas del Octavo Centenario de la consa-

gración al Señor de Clara de Asís. Según narra su primer biógrafo, el Domingo de Ramos de 1211, aprovechando la oscuridad y el sosiego de la noche, Clara se escapó de casa, junto a una amiga, para dirigirse a la ermita de la Ponciúncula, donde la esperaban Francisco y sus hermanos en oración. A la luz tenue de las antorchas, el mismo Francisco le cortó sus cabellos en un gesto lleno de significado. Clara, por su parte, con gran devoción, dejó sus delicados vestidos para revestirse con un tosco hábito penitencial.

Se iniciaba, de esta manera tan hermosa y sugerente, un camino apasionante para Clara, cuyo único deseo era vivir el santo Evangelio que “Francisco, con su palabra y con su ejemplo,

le había mostrado”, sumergiéndose con los ojos del rostro y del corazón en el Cristo pobre y crucificado, ¡el amado de su alma! Después de pasar algunos meses en diferentes monasterios, finalmente Clara se estableció con sus primeras compañeras en la ermita de San Damián. En este lugar vivió más de 40 años, hasta su muerte, el 11 de agosto de 1253.

Este importante centenario no es, o no debería ser, solamente el recuerdo de una historia hermosa y llena de buenos frutos, sino una nueva ocasión para hacer memoria agradecida por estos ocho siglos de camino recorrido en la Iglesia, con el fin de sacar de la propia historia un impulso más grande, y poder renovar así “la gracia de los orígenes” de la forma de vida de Clara y de las hermanas pobres: “Seguir la vida y la pobreza del Señor Jesucristo y de su Madre, perseverando en ella hasta el fin”.

Desgraciadamente, la historia de la “plantita del padre Francisco”, como a ella misma le gustaba llamarse, es poco conocida. Lo mismo ocurre con sus escritos (Regla, cartas, testamento y bendición), un ver-dadero “tesoro escondido” que no deja de sorprender a estudiosos de todas las épocas. Hoy en día nadie duda de la importancia para la historia de la espiritualidad cristiana de esta joven valiente y fuerte, la primera mujer que escribió una Regla para otras mujeres (hasta entonces, habían sido siempre los hombres los que habían escrito las Reglas de vida monástica para las mujeres).

No lo tuvo nada fácil la hija de la noble familia de los Offreduccio. Desde los inicios de su vocación, “fascinada” por el testimonio de Francisco, tuvo que oponerse tenazmente a la voluntad de su familia primero, y de

muchos otros después, incluso del mismo Papa, para poder abrazar y permanecer fiel a la vocación a la que el Padre de las misericordias la había llamado: hacer visible y creíble a todos, por el camino de la pobreza evangélica, que “por nosotros el Hijo de Dios se ha hecho camino, que nos mostró y enseñó con la palabra y con el ejemplo el beatísimo padre Francisco, de Él verdadero amante e imitador”.

Benedicto XVI, en la audiencia general del 15 de septiembre pasado, volvió a proponer a todos los cristianos la figura de santa Clara, al recordar que “su testimonio nos muestra cuánto debe la Iglesia a mujeres valientes y llenas de fe como ella, capaces de dar un impulso decisivo para la renovación de la Iglesia”. El carisma de Clara y de sus hermanas “sigue siendo, aún hoy, un don precioso en la Iglesia”, añadió el Papa. ¡Aprovechemos esta ocasión que se nos brinda para redescubrirlo!

ABEL GARCÍA-CEZÓN

La Ò plantitaÓ del hermano Francisco

Conventual Antena

marzo 2011 / 23

Asís directo

Martín Corazzín rodeado de niños en una de las escue-

Después de casi diez años de presencia en Cuba, los franciscanos conventuales han visto cumplidos dos de sus proyectos: abrir el segundo convento-casa de formación en La Habana (tras el primero de Matanzas) e inaugurar el centro de espiritualidad franciscana en la iglesia de San Francisco de La Habana Vieja junto al resto de la Familia Franciscana.

os frailes conventuales vivimos en el nuevo con-vento de La Habana, que funciona tambiŽ n como casa de formaci— n, desde el pasado verano. Hac’ a dos a– os que la comunidad y un grupo de cuatro j— venes ocupamos el convento que los capuchi-nos nos cedieron, ante el retraso de las obras de la nueva vivienda, una antigua casa colonial si-tuada cerca de la iglesia de San Francisco de As’ s, en pleno centro de la capital, que los conventua-les recibimos en 2004 y que venimos atendiendo desde 2008, tras las obras de restauraci— n.

misiones

Ahora tenemos la alegr’ a de vivir en nuestra casa, organi-zando nuestra vida segœ n el estilo propio de nuestra familia y con la posibilidad de un servicio m‡ s efectivo a la iglesia de San Francisco de La Habana Vieja y a la parroquia de Santa Clara, que la Iglesia local nos ha confiado.

Unas de las finalidades que ten’ amos al empezar el camino de nuestra aventura misionera en Cuba era la colaboraci— n con los dem‡ s miembros de la Familia Franciscana presentes ya en la Isla. Por eso, como fruto de esta cooperaci— n en-tre los miembros de la Primera Orden Franciscana y la Orden Franciscana Seglar (OFS), nace la idea de crear en las depen-dencias anexas a la iglesia de San Francisco, oportunamente restauradas para esta finalidad, un centro de espiritualidad para difundir el mensaje franciscano y la riqueza espiritual de San Francisco.

El proyecto, elaborado durante dos a– os, se convirti— en una feliz realidad cuando a finales del a– o pasado el cardenal arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, bendijo oficialmente la sede. El centro, que ya ha empezado su actividad, ofrece una serie de conferencias sobre la figura y la experiencia espiritual de San Francisco. En el futuro est‡ previsto tambiŽ n un cur-so de formaci— n franciscana a distancia, coordinado por una Secretar’ a permanente, con el env’ o de fichas mensuales a los interesados que en toda la Isla quieran acercarse a la espiri-tualidad franciscana.

Estos signos nos ayudan a mirad hacia delante con coraz— n confiado, acompa– ados por la certeza de que nuestra presen-cia en Cuba est‡ convirtiŽ ndose, poco a poco, en un signo de esperanza, porque s— lo la recuperaci— n de la dimensi— n espi-ritual definir‡ el camino de un pueblo hacia un futuro de paz y reconciliaci— n. Seguimos en nuestro trabajo confiados en que la presencia conventual puede ser una respuesta al hambre de esperanza, tan evidente en los rostros de nuestros hermanos cubanos.

SILVAN0 CASTELLI (La Habana)

En la iglesia de San Francisco de La Habana

Centro de espiritualidad franciscana en Cuba

24 / marzo 2011 ConventualAntena

os frailes conventuales vivimos en el nuevo convento de La Habana, que funciona tambiŽ n como casa de formaci— n, desde el pasado verano. Hac’ a dos a– os que la comunidad y un grupo de cuatro

l l l l l l

El cardenal de La Habana, Jaime Ortega, durante la bendición del centro de

espiritualidad franciscana.

Página bíblica

Conventual Antena

marzo 2011 / 25

A l inicio de la Cuaresma, la liturgia nos propone un par de lecturas proféticas que deberían ayudarnos a orientar desde el principio el espíritu de nuestras iniciativas penitenciales

durante este tiempo litúrgico. El Miércoles de Ceniza, el Señor nos exhorta a la conversión con estas palabras del profeta Joel: «Convertíos a mí de todo corazón... Rasgad los corazones y no los vestidos» (Jl 2,12-13). Y dos días después, el primer viernes de Cuaresma, el profeta Isaías se expresa en estos términos: «¿Es ése el ayuno que el Señor desea...: mover la cabeza como un junco, acostarse sobre estera y ceniza? ¿A eso lo llamáis ayuno, día agradable al Señor? El ayuno que yo quiero es éste: abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos,

dejar libres a los oprimidos, romper todas las cadenas, partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo...» (Is 58,5-7).

No serán, desde luego, estas palabras de Isaías las que han llevado a pensar en la fe como “opio del pueblo” o instrumento para adormecer conciencias. Pero es también muy probable que, al escuchar hoy en nuestras Eucaristías palabras que sin duda resultaron provocadoras –casi blasfemas– cuando fueron pronun-ciadas por primera vez, nos quedemos tan tranquilos y sigamos pensando que la práctica penitencial por excelencia consiste en no comer carne los viernes de Cuaresma (el exacto equivalente del “mover la cabeza como un junco y acostarse sobre estera y ceniza” que mencionaba el profeta; bueno, en realidad, mucho más cómodo y llevadero...).

La Cuaresma nos exhorta a la conversión del corazón, a la conversión a los valores del Evangelio que han guiado e iluminado la existencia de Jesús, más que a un ascetismo de tipo estoico que tiene como finalidad el autodominio y el for-

talecimiento de la voluntad (en ocasiones será necesario ejercitar y trabajar también esto, pero por otros motivos). La penitencia cristiana, a ejemplo de Jesús, tiene mucho más de donación que de renuncia o privación. No se trata de una penitencia narcisista y estéril, que no enriquece humana y evangélicamente a quien la practica ni se traduce en una cercanía mayor a los dolores y angustias que afligen a los hermanos.

Así, si nuestras prácticas penitenciales no nos acercan más a cuantos –cerca y lejos de nosotros– viven situaciones de “ayuno y abstinencia” permanentes (privación de alimentos, de libertad y dignidad), si no nos vuelven más sensibles al dolor ajeno y más solidarios, entonces tendremos que cuestionarnos seriamente el carácter cristiano de las mismas. La penitencia cristiana es rechazo de la dictadura del tener, del poseer, de la pura autoafirmación, y compro-miso y entrega para trabajar en la construcción de un mundo más justo y fraterno, a ejemplo de Jesús, a quien la muerte no pudo arrebatarle nada porque ya lo había dado todo.

«La llamada a la conversión –decía el Papa Benedicto XVI el Miércoles de Ceniza de 2010– revela y denuncia la fácil superficialidad que con frecuencia caracteriza nuestra vida. Convertirse significa cambiar de dirección en el camino de la vida: pero no con un pequeño ajuste, sino con un verdadero cambio de sentido. Conversión es ir contracorriente, donde la “corriente” es el estilo de vida superficial, incoherente e ilusorio que a menudo nos arrastra, nos domina y nos hace esclavos del mal, o en cualquier caso prisioneros de la mediocridad moral. Con la conversión, en cambio, aspiramos a la medida alta de la vida cristiana, nos adherimos al Evangelio vivo y personal, que es Jesucristo».

JUAN MIGUEL VICENTE

Cuaresma: conversi— n del coraz— n

tros y después de cenar venían a casa vecinos y parientes para escuchar, al calor del hogar, sus vivencias. Aprovechaba para interesarse por todos y nos daba consejos espirituales para nuestra vida. Cuando se enteró de que un vecino poco culto y algo lanzado políticamente tenía tres hijos sin bautizar, lo llamó y le convenció de la necesidad de hacerlo, y él mismo los bautizó.

La noticia de su muerte nos llegó en Hecho, donde nos refugiamos con motivo de la guerra civil. Al volver a casa des-pués de salir de la escuela me impactó ver a mi madre y a sus hermanos entristecidos y llorando, especialmente al conocer cómo habían acabado con su vida.

De la beatificación junto con sus compañeros hace ahora diez años tengo el recuerdo emocionado e imborrable de las palabras de Juan Pablo II al pronunciar su nombre. Para mí y para los doce familiares que asistimos aquel 11 de marzo de 2001 fue un día grande por la multitudinaria exaltación de fe y de esperanza.

Mi madre, mucho antes de su beatificación, ya le rezaba y se encomendaba al P. Alfonso, porque sin duda intuía sus vir-tudes y el poder de su intercesión. En estos últimos años y por iniciativa del párroco de Sabiñánigo, al que pertenece el anti-guo municipio de Secorún, cada mes de septiembre y en las ruinas de la iglesia se celebra una Misa en recuerdo del beato Alfonso a la que acuden varias personas de la zona, a pesar de las dificultades de acceso. Por todo ello, doy muchas gracias a Dios por tener en la familia tan buen intercesor en el cielo.

Mi nombre es Fanny López y, junto con mi hermano José María, somos los únicos sobrinos del beato Alfonso López. Siendo yo una niña, recuerdo su salida de Secorún, nuestro pequeño pueblo natal de la provincia de Huesca, actualmente abandonado. En nuestra vivienda rural, Alfonso (cuyo nombre civil era Federico) ocupaba una habitación en la parte posterior de la casa, en la que también dormía su sobrino Perico, hijo de su hermano Ramón.

Alfonso decidió dejar el pueblo para seguir su vocación religiosa, pero no quería dar a conocer sus intenciones para no provocar escenas familiares difíciles. Se fue de noche y salió por la ventana de su habitación que daba a un pajar para dirigirse al monasterio de Santa María del Pueyo, en Barbastro. Después de caminar un rato se volvió para comprobar que había dejado bien arropado a su sobrino, por el que sentía gran cariño, como nos recordó en una carta escrita a la familia.

El deseo de consagrar su vida a Dios le llevó nada menos que a Australia, después de un largo y penoso viaje en el que, junto a un compañero de vocación, tuvieron que bordear el continente africano. En otra carta nos contó las peripecias del viaje y espe-cialmente el paso del Cabo de las Tormentas. Desde Australia, tratando de concretar su deseo vocacional, Alfonso se trasladó a Roma, donde ingresó en la Orden de los Hermanos Menores Conventuales, para pasar, después de su ordenación sacerdotal, a Granollers.

Recuerdo que una vez se desplazó a Secorún para celebrar la boda de mi hermano Modesto. Estuvo un par de días con noso-

Fanny López

“Doy gracias a Dios

26 / marzo 2011 ConventualAntena

por tener en la familia tan buenintercesor

en primera persona

Fanny López, sobrina del P. Alfonso, con su esposo y, al lado, con otros familiares en Asís, en 2001.

en el cielo”

Información e inscripciones en las parroquias y colegios

de los franciscanos conventuales o en el teléfono 93 417 25 08

Información e inscripciones en las parroquias y colegios

de los franciscanos conventuales o en el teléfono 93 417 25 08

Peregrinación a AsísTras las huellas de San Francisco

y los lugares franciscanos

FECHAS: del 4 al 11 de julio. Salidas desde Madrid y Barcelona.

ITINERARIO: Roma Spoleto Lago Trasimeno Gubbio FontecolomboMonte Alverna Greccio Rivotorto La Porciúncula San Damián Las Cárceles Asís

PRECIO: 1.190 euros, todo incluido (pensión completa y visitas)

Domicilia tu aportación mensual, semestral o anual,o envía tus donativos mediante giro postal, talón bancario o transferencia a

- Caja Madrid: 2038 1879 10 6000052726- Caixa Catalunya: 2013 0016 62 0200730337

Para más información, contacta conFr. Juan Cormenzana CarpioC./ Los Robles 26 - 34003 PALENCIATel.: 979 74 49 00 E-mail: [email protected]

Y recuerda que tu donativo puede ser desgravado en la declaración de la renta de las personas físicas (Ley 49/2002 de 23 de diciembre)

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de los Franciscanos Conventuales

Bogotá (Colombia)

con el seminario

Ayuda a los

estudiantes

de Teolog’ a que

se preparan

para recibir

el ministerio

sacerdotal.

Contribuye

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los gastos

de formaci— n

y estudio

de los futuros

sacerdotes

conventuales.

Beca Misionera