canciones de misa de los años 60

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Canciones de misa de los años ‘60 Muchachos, Dios lo quiere (Anónimo) Muchachos, Dios lo quiere Marchemos a la acción Llevando al mundo entero La paz, la redención. Alcemos como un símbolo De paz, de amor, de luz, Un mundo que ilumina La antorcha de la cruz. Todos por Cristo debemos luchar Todos por Cristo debemos triunfar Hemos jurado morir o vencer Toda la juventud a Cristo a de volver La fábrica, la calle, y los colegios son El campo en donde se hace la gran revolución El círculo de estudios Fabrica sin cesar Las armas que debemos en el combate usar. Ciruja de mi ciudad Música: W. Suárez y O. Catena Letra: L. Amézaga Prisionero de la noche que lo oculta entre ruidos de huesos y de vidrios, va juntando en cada bolsa una esperanza que muy pronto será pan para sus hijos, que muy pronto será pan para sus hijos. Muchas veces lo persiguen ordenanzas su trabajo aunque honesto es muy mal visto porque pone en evidencia una injusticia: las sobras de las mesas de los ricos alimentan los sueños de los pobres, convirtiéndose a la vez en desafío (bis). No les importa que haya mucha hambre Ni que mueran los hombres de frío Ni que lloren los chicos en sus casas A impulso de un estómago vacío

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Page 1: Canciones de Misa de Los años 60

Canciones de misa de los años ‘60

Muchachos, Dios lo quiere(Anónimo)

Muchachos, Dios lo quiere

Marchemos a la acción

Llevando al mundo entero

La paz, la redención.

Alcemos como un símbolo

De paz, de amor, de luz,

Un mundo que ilumina

La antorcha de la cruz.

Todos por Cristo debemos luchar

Todos por Cristo debemos triunfar

Hemos jurado morir o vencer

Toda la juventud a Cristo a de volver

La fábrica, la calle, y los colegios son

El campo en donde se hace

la gran revolución

El círculo de estudios

Fabrica sin cesar

Las armas que debemos

en el combate usar.

Ciruja de mi ciudadMúsica: W. Suárez y O. Catena

Letra: L. Amézaga

Prisionero de la noche que lo oculta

entre ruidos de huesos y de vidrios,

va juntando en cada bolsa una esperanza

que muy pronto será pan para sus hijos,

que muy pronto será pan para sus hijos.

Muchas veces lo persiguen ordenanzas

su trabajo aunque honesto es muy mal visto

porque pone en evidencia una injusticia:

las sobras de las mesas de los ricos

alimentan los sueños de los pobres,

convirtiéndose a la vez en desafío (bis).

No les importa que haya mucha hambre

Ni que mueran los hombres de frío

Ni que lloren los chicos en sus casas

A impulso de un estómago vacío

Pero no quieren que se manifieste

Lo que ellos con sus actos han parido.

(Recitado)

Por eso, el anochecer de nuestra patria, se nutre con miles y miles de carritos que abofetean con hechos sin palabras, las palabras sin hechos del político. Porque cada ingenio, cada fábrica, cada pueblo que cerró sus puertas por el egoismo, se convirtió en semilla amarga, que fecundada por hombres argentinos, hizo florecer en todas las ciudades miles y miles de carritos, que van conduciendo hombres y mujeres con manos sucias y pantalón raído, pero en cuyos corazones, eso sí, podrían espejarse muchos ricos.

Hasta cuándoMúsica: O. Catena

Letra: Luis Amézaga

Page 2: Canciones de Misa de Los años 60

Hombres con brazos cruzados

A la fuerza, sin detino,

Cuerpos que esperan trabajo

Con estómagos vacíos,

Niños que vagan buscando

Un bocado de comida,

Hombres que curan sus males

Con vino que el mal olvida.

¡Hasta cuando, hasta cuando,

Seguiremos aguantando!

Aceptar la realidad

Es triste complicidad.

Barrios sin agua y sin luz

Sin calles y sin escuelas,

Gente que lleva la cruz

Por culpa de los de afuera.

Ranchos hechos de desechos

Más que ranchos, desafío.

En la pieza, junto al lecho,

La cocina y muchos críos.

Larga espera en hospitales,

En busca de medicinas.

No hay remedios para el pobre

Pero hay túnel y autopista.

Pueblos del norte desiertos

Porque allí se muere en vida

Gente que viaja sin rumbo

Buscando alguna salida.

Tristes salarios de hambre

-de sol a sol, la consigna-

Hombres que han cambiado su sangre

Por un poco de comida.

Todo esto y mucho más

Eres mi patria, Argentina,

¡cómo me duele aquí dentro

Tanta traición e injusticia!