campus cientÍficos de verano

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CAMPUS CIENTÍFICOS DE VERANO. Diario de: DO-MAR (VIGO) El viaje fue bastante largo, tardé 11 horas en llegar a Vigo y a pesar de ser un recorrido en tren, no dormí nada en todo el trayecto, serían los nervios y las ganas de llegar y descubrir todo lo que allí me esperaría… El tren hizo muchas paradas, en una de ellas, en Madrid, subió una chica de mi edad, me llamó la atención, pero no le pregunté nada, sólo cuando ya llegamos a Vigo a media noche y al bajar del tren, ella me preguntó que si yo venía a un Campus Científico de verano y me di cuenta de que ella también participaba en esta experiencia al igual que yo. Nos fuimos juntas para buscar al monitor que estaría esperándonos en el andén junto con otros compañeros más y así fue. Nos dirigimos todos juntos hacia un taxi y fuimos a la que sería nuestra residencia durante los próximos quince días. Al llegar a la residencia nos quedamos sorprendidos, estaba a unos cinco kilómetros de la ciudad de Vigo y se encontraba en plena naturaleza, rodeada de pinos, helechos y la vegetación característica de la zona. El edificio era muy grande y de diseño moderno. Al entrar nos encontramos con el resto de los compañeros, que habían llegado horas antes que nosotros, en total éramos un grupo de treinta. Mi compañera de habitación (que era cordobesa) me acompañó hasta la habitación para saber dónde se encontraba y a la vez dejar todo mi equipaje. Como todos estábamos cansados nos fuimos a dormir. A la mañana siguiente nos despertamos a las 9:00h de la mañana y al asomarnos por la ventana de nuestro cuarto nos llevamos una gran sorpresa, estaba nublado, medio chispeando y hacía mucho frío. No nos habíamos traído ropa de abrigo, sólo ropa de verano (pantalones y camisetas cortas) salvo unas finas chaquetillas. Quedamos con los demás en el “hall” y nos fuimos a desayunar a un restaurante que se encontraba dentro del Campus, aunque muy alejada de la residencia. Por el camino nos fuimos dando cuenta de que en esa área se encontraban multitud de facultades, entre ellas: -Escuela de ingeniería de telecomunicación -Escuela de ingeniería industrial -Escuela superior de minas -Facultad de ciencias del mar -Facultad de química -Facultad de ciencias jurídicas y del trabajo -Facultad de ciencias económicas y empresariales

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¿Cómo conseguí ganar una plaza en un Campus Científico de Verano? La participación en este concurso fue fácil. Entré a participar gracias a nuestros profesores de física y química que nos dieron la noticia sobre la existencia de un concurso de este tipo. Primero tuve que hacer una pequeña prueba sobre física, química, biología, tecnología y matemáticas. Esta constaba de 30 preguntas de las cuales había que contestar 20 en un tiempo máximo de 45 minutos. Al resultado de esta prueba le teníamos que añadir la media de la nota del curso anterior que no podía ser menor a 7,5 por lo que cuanto más nota se saque en el examen y mayor sea la media del curso anterior más posibilidades tienes de ser escogido/a. Más tarde se tenían que elegir cuatro destinos de España por orden de preferencia y los proyectos que se realizarían en cada uno de ellos también por orden de preferencia. Cada Campus estaría integrado por treinta estudiantes de distintos lugares de España.

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Page 1: CAMPUS CIENTÍFICOS DE VERANO

CAMPUS CIENTÍFICOS DE VERANO.

Diario de:

DO-MAR (VIGO)

El viaje fue bastante largo, tardé 11 horas en llegar a Vigo y a pesar

de ser un recorrido en tren, no dormí nada en todo el trayecto,

serían los nervios y las ganas de llegar y descubrir todo lo que allí

me esperaría…

El tren hizo muchas paradas, en una de ellas, en Madrid, subió una

chica de mi edad, me llamó la atención, pero no le pregunté nada,

sólo cuando ya llegamos a Vigo a media noche y al bajar del tren,

ella me preguntó que si yo venía a un Campus Científico de verano

y me di cuenta de que ella también participaba en esta experiencia

al igual que yo.

Nos fuimos juntas para buscar al monitor que estaría esperándonos en el andén junto con

otros compañeros más y así fue.

Nos dirigimos todos juntos hacia un taxi y fuimos a la que sería nuestra residencia durante los próximos quince días. Al llegar a la residencia nos quedamos sorprendidos, estaba a unos cinco kilómetros de la ciudad de Vigo y se encontraba en plena naturaleza, rodeada de pinos, helechos y la vegetación característica de la zona. El edificio era muy grande y de diseño moderno. Al entrar nos encontramos con el resto de los compañeros, que habían llegado horas antes que nosotros, en total éramos un grupo de treinta. Mi compañera de habitación (que era cordobesa) me acompañó hasta la habitación para saber dónde se encontraba y a la vez dejar todo mi equipaje. Como todos estábamos cansados nos fuimos a dormir. A la mañana siguiente nos despertamos a las 9:00h de la mañana y al asomarnos por la ventana de nuestro cuarto nos llevamos una gran sorpresa, estaba nublado, medio chispeando y hacía mucho frío. No nos habíamos traído ropa de abrigo, sólo ropa de verano (pantalones y camisetas cortas) salvo unas finas chaquetillas. Quedamos con los demás en el “hall” y nos fuimos a desayunar a un restaurante que se encontraba dentro del Campus, aunque muy alejada de la residencia. Por el camino nos fuimos dando cuenta de que en esa área se encontraban multitud de facultades, entre ellas: -Escuela de ingeniería de telecomunicación -Escuela de ingeniería industrial -Escuela superior de minas -Facultad de ciencias del mar -Facultad de química -Facultad de ciencias jurídicas y del trabajo -Facultad de ciencias económicas y empresariales

Page 2: CAMPUS CIENTÍFICOS DE VERANO

-Facultad de filología y traducción Al llegar la noche cenamos a las 9:30h y después, a las 11:00h nos reunimos todos en el hall y bajamos a la plaza del Campus para hacer juegos y contar chistes para así ir perdiendo la vergüenza entre todos nosotros. 1ª SEMANA DE TRABAJO. Me tocó el proyecto de Innova: las tecnologías y las telecomunicaciones. Este proyecto se desarrollaría en la primera semana. Asistimos a una clase que explicaba el papel que desempeña la visión y las tecnologías aplicadas a esta, cómo percibimos todo lo que nos rodea. También los sistemas de reconocimiento biométrico, como por ejemplo el iris. El iris es uno de los biométricos más discriminativos ya que su variación a lo largo del tiempo es pequeña. Y por la tarde nos tocó un juego de orientación por todo el Campus, terminados muy cansados. Al día siguiente nos tuvimos que levantar a las 6:30h para estar en el hall a las 7:00h (ya no podíamos aguantar más). Fuimos a un edificio para recibir una charla sobre la construcción de boyas. Al tercer día nos llevaron a la escuela de ingeniería de telecomunicaciones dirigida por una empresa llamada Gradiant. Era muy interesante, nos enseñaron uno de sus inventos, una radio cuyos componentes eran: un transistor y un emisor. La radio emitía un sonido que era recogido por el receptor y transformaba la corriente en luz. Un panel recogía los protones que le llegaban y los transformaba en intensidad, lo que permitía que escuchásemos la radio. También nos enseñaron el funcionamiento de un sónar creado por ellos. Las pilas que alimentan un circuito libera una señal a un altavoz, este emite el sonido y es captado por un micrófono que envía la señal al osciloscopio. A partir del tiempo que ha tardado el micrófono en captar el sonido podemos saber la distancia que a la que nos encontramos. Se utilizaría esta fórmula: e= ½.v.t En otras de sus sesiones nos explicaban el funcionamiento de la televisión por satélite y todos los procesos que intervienen a la hora de poder ver un programa de televisión.

Otro día nos enseñaron las utilidades de los “robots” y cómo programarlos para la realización de ciertas tareas. Y el último día de esta semana recibimos una clase sobre cámaras de video vigilancia. Aprendimos que ciertas cámaras de vigilancia, mediante un sistema de reconocimiento facial pueden localizar a personas buscadas, como terroristas.

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He de destacar que todas las tardes, de 4:00 a 6:00 h teníamos charlas. Y la verdad, eran interesantes pero preferíamos dormir un poquito porque estábamos muy cansados, pero no era posible. 2ª SEMANA DE TRABAJO. En la segunda semana me tocó el proyecto Observa, el mar tiene mucho que enseñar. Este proyecto me gustó más ya que estaba relacionado con la bilogía y con temas que me gustaban. El primer día fuimos a una marisma para recoger muestras de un suelo y llevarlas a un laboratorio para observar la cantidad de pH que éste tenía. Al llegar al laboratorio diluimos las muestras de tierra en agua y después les añadimos cloruro de potasio, lo dejamos un tiempo en reposo y más tarde lo metimos en un microondas durante media hora, después mediante un medidor de pH pudimos saber la cantidad de éste que la muestras contenía.

Por la tarde fuimos a la piscina cubierta para pasar el tiempo. El segundo día fuimos a dos playas, a la Playa de Concheira y a la Playa de Ladeira, en cada una de ellas cogimos muestras de arena y sedimentos y las llevamos al laboratorio para observar sus componentes. Mediante técnicas de tamizado y de observación en lupas ópticas pudimos comprobar la cantidad de materiales por los que estaban compuestos.

También simulamos el transporte de sedimentos en el mar y la formación de ripples y lechos planos. Fue muy interesante.

Por la tarde aprovechando el día soleado fuimos a una playa cercana

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para despejarnos un poco, pero el agua ¡estaba congelada! Debido al afloramiento (un fenómeno producido en las costas del norte de la Península) algunos valientes se atrevieron a meterse, pero no tardaron en salir. El tercer día nos dirigimos mar adentro en el barco Mytilus para comprobar las distintas profundidades y los organismos que viven a cada nivel. Nos sorprendió la lluvia y acabamos empapados, para colmo me estaba mareando por el movimiento del barco y bueno, me acabó pasando lo que pasa cuando te mareas.

El cuarto día recibimos una clase de vela, todos estábamos muy ilusionados porque para la mayoría sería nuestra primera vez. El tiempo favoreció la experiencia y todos nosotros participábamos a la hora de dirigir y manejar la vela, cuando el aire se calmó, nos quedamos en medio del mar sin poder avanzar y aprovechamos para tomar el sol, que nos hacía mucha falta después de toda la semana pasada y parte de esta lloviendo y con frío.

El quinto y último día aprendimos a medir los visos de un mejillón y las “púas” de un erizo de mar mediante técnicas láser, ya que con cualquier otro instrumento de medida sería casi imposible realizar una mediada aproximada.

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Por la tarde tuvimos que exponer todo lo aprendido en estas dos semanas mediante una

presentación con PowerPoint que sería evaluada por los profesores que impartieron las clases. Así acabó nuestro último día en el Campus Domar, bueno, nuestros monitores también nos hicieron una especie de “mini película” con fotos tomadas por cada uno de nosotros para que queden en el recuerdo. Fue una experiencia inolvidable y volvería a repetirla otra vez.

Julio 2011

Belén González Alcantud 4º ESO

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