cambios psicológicos en mujeres gestantes
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Cambios Psicológicos en Mujeres GestantTRANSCRIPT
Teoría evolutiva y desarrollo infantil (TEDI)
Psicología lll
Facultad de ciencias sociales y humanas
Universidad de Antioquia
Diana Milena Restrepo Arboleda
Iván Vera Arango
“Cambios psicológicos de la mujer durante el embarazo”
Durante el periodo gestante es frecuente que las mujeres presenten cierta serie de cambios
psicológicos y físicos debido a los desajustes hormonales que el embarazo trae consigo, en
los cuales se ve involucrada la capacidad social y emocional de la gestante como tal.
También se ha demostrado que el estado emocional de la mujer varía en función del
periodo que dura su embarazo, tal como dijo Callicó Cantalejo:
“El embarazo es un momento especial para la mujer durante el cual se manifiesta
un gran número de emociones. Es una nueva situación, que genera ansiedad y
niveles elevados de estrés que pueden estar fuertemente condicionados por las
demandas sociales ante esta nueva situación a la que debe acomodarse la mujer”
(Callicó, Domingo y Requena, 1995).
Es de resaltar que Durante los nueve meses que generalmente dura el periodo gestante
aparecen en la mujer períodos de euforia y alegría por estar engendrando una nueva vida;
así como preocupación y duda por no sentirse preparada para llevar adelante el desafío de
la maternidad.
Entre estos cambios psicológicos de la mujer gestante es característica una mayor
susceptibilidad, en la que se tiende a experimentar altibajos emocionales, pasando con
facilidad de la euforia a la decadencia, de la alegría a la tristeza, del buen humor al mal
humor. Estos altibajos suelen presentarse en situaciones de estrés, aunque también pueden
ser desencadenados por pequeños acontecimientos que pueden cobrar una dimensión mayor
a la que tenían, pero que significativamente afecta el estado emocional de la madre. Es
importante que la mamá sepa que esto que siente no daña el desarrollo del hijo y que no
debe preocuparse si siente, por ejemplo, la necesidad de llorar.
Cabe decir que estos cambios psicológicos tienden a presentarse por etapas o trimestres en
cuanto avanza el periodo gestante, y que Según la etapa del embarazo en la que se
encuentre, La gestante podrá experimentar una serie de transformaciones que seguro la
afectarán un poco. El cansancio, el aumento de peso, las náuseas y el dolor de espalda se le
suman al malgenio, la ansiedad, la tristeza, la felicidad plena y el pánico absoluto.
A continuación se presentan las etapas en los cambios fisiológicos y psicológicos en las
mujeres gestantes:
Primer trimestre: En este primer trimestre del embarazo es difícil concebir la idea de
llevar una "personita en formación" en su interior, es complicado para la madre el proceso
de una nueva identidad que es ser madre llevando con si cambios emocionales, corporales,
comportamentales y preguntándose qué debe hacer ella frente a esa nueva situación, por lo
que suele temerse en mayor medida por la continuidad del embarazo y por la capacidad que
se tenga o no de adaptarse a los cambios que traerá este consigo, También se resalta mucho
el agotamiento que se convierte en una constante en la mujer gestante, inclusive la intensa
actividad fisiológica que se lleva a cabo en el organismo de esta hace que se alteren sus
patrones normales de sueño, aparece la ambivalencia entendida como los diferentes
cambios emocionales producto de la aceptación o la no aceptación de este nuevo estado y/o
condición de estar en embarazo y aparecen síntomas que la mayoría de veces no tiene una
explicación fisiológica u orgánica siendo una de ellas la hiperémesis gravídica lo que
denominamos “nauseas” o también aparecen los llamados antojos. Además durante el
primer trimestre del embarazo es frecuente tener cambios bruscos de humor, esto se debe
probablemente a los cambios hormonales que se están presentando en la mujer gestante.
Segundo trimestre: En este periodo es posible para la madre comenzar a percibir los
movimientos del feto en su interior y además es posible ver a este por medio de las
ecografías. La principal preocupación de la gestante es saber si el desarrollo de su bebe será
normal y si el desarrollo de su embarazo como tal también lo será. En este Trimestre
disminuye la hiperémesis gravídica, ya hay una aceptación del embarazo, la madre se siente
más feliz, fortalecida y de mejor de ánimo, aunque en todo momento está sensible y
emotiva, sobre todo con el tema de los niños y con el terror a la deformidad de su cuerpo.
Hay disminución de la actividad sexual (crisis de pareja) pero durante este trimestre se
conoce el sexo del bebé en camino, lo cual puede generar más felicidad y estabilidad
emocional en la futura mamá.
Tercer trimestre: En el último trimestre de embarazo la madre tiene una tendencia a
imaginar una gran variedad de posibilidades respecto a las características fisiológicas de ese
hijo ya formado en su interior lo que hace que aumente la ansiedad por conocerlo.
Psicológicamente está la preparación del parto (contracciones, trabajo de parto o cesárea),
los terrores por la propia muerte y el temor por la posibilidad de que surja algo inesperado o
no deseado. Esto, sumado a la incomodidad del sobrepeso, hace que aparezcan dificultades
para conciliar el sueño, la preocupación por sí misma común a todas las embarazadas,
especialmente en el último trimestre del embarazo donde los cambios físicos alcanzan su
punto más alto, alterando totalmente el aspecto y las cualidades del cuerpo. Se teme no sólo
por la pérdida de un cuerpo conocido, sino también por el efecto que pueda tener esto en la
pareja, a quien se teme dejar de agradar o gustar. A su vez se percibe la cercanía del parto,
como un momento único y distinto para cada mujer, en el cual se teme por lo que no se
puede anticipar respecto al nacimiento del infante.
Algunos estudios, han demostrado que las alteraciones emocionales que ocurren durante el
embarazo parecen estar relacionadas con variables psicosociales diferentes. Prueba de ello,
es un estudio llevado a cabo por un grupo de psicólogos en el que evaluaron a un grupo de
mujeres que se encontraban en el segundo trimestre de gestación. En el estudio, observaron
la presencia de dos alteraciones emocionales en las mujeres embarazadas; por una parte la
sintomatología depresiva y, por otra, la presencia de miedos relacionados con el embarazo.
Estas alteraciones emocionales se asociaban con factores psicosociales diferentes. Mientras
que la sintomatología depresiva se asociaba más al locus de control, relaciones
interpersonales, estresores e historia psiquiátrica, los miedos relacionados con el embarazo
estaban más asociados a factores sociodemográficos, relaciones interpersonales e historia
familiar. (Bernazzani, Saucier, David y Borgeat (1997).
Perspectiva desde el punto psicoanalítico
A continuación abordaremos los cambios psicológicos que sufren las mujeres gestantes
pero más dirigidas hacia un enfoque psicoanalítico del tema como tal, su desarrollo y más
destacados autores y teorías.
Según Helene Deutsch se interpreta el embarazo como consecuencia de una doble
identificación. La mujer encinta se identifica con el feto, reviviendo así su propia vida
intrauterina. Además, el feto representa para el inconsciente de la mujer embarazada a su
propia madre y especialmente a su superyó materno, y así su relación ambivalente con la
madre es revivida con su hijo futuro. Además existe una doble identificación en que la
mujer encinta vive su embarazo. Si se identifica con el feto, proyecta sobre él su propia
voracidad infantil, sus deseos de la primera infancia de comer a la madre. Cuando el feto
representa a su madre, cuya venganza oral teme, es experimentado como algo angustiante y
destructor que ella lleva dentro. En el temor de tantas mujeres embarazadas de dar a luz un
monstruo, un ser anormal, ellas expresan que juzgan sus propios deseos infantiles como
monstruosos, que en sus fantasías exigentes frente a sus madres se comportaron como
monstruos.
Según la teoría de Deutsch el deseo de la madre de tener un hijo puede corresponder a su
deseo infantil de regalar un niño a su padre. El feto puede representar para su inconsciente
el falo anhelado. Desde luego, en su deseo de maternidad influyen también causas más
conscientes o más racionales. Puede anhelar un hijo para revivir su propia infancia en él o
para darle precisamente lo que ella no tuvo. Puede desear un hijo por rivalidad con las
demás mujeres, o para retener a su marido o por necesidad de status o por cualquier otra
causa actual. Pero, en el fondo, el deseo de la mujer de dar a luz un hijo, proviene de su
necesidad psicobiológica de desarrollar todas sus capacidades latentes. (Deutsch, 1951).
En las mujeres embarazadas se crea un narcicismo primario por creer que son únicas, por
centrarse en sí misma y hacer cosas como llamar la atención por su nuevo estado sin tener
la necesidad, un ejemplo de ello es ponerse ropa materna antes de tiempo, sin necesidad,
solo para atraer la atención y entrar en un estado de sentirse especial. Las mujeres gestantes
en medio de su ansiedad y estrés presentan en las tres etapas del embarazo el terror de los
cambios en la imagen del cuerpo, se pueden presentar problemas cuando la mujer pone su
figura por encima de todo o basa su seguridad y confianza en esta, pero es necesario que
acepte estos cambios que ocurren y que se dé cuenta que el aumento de peso y cualquier
cambio son momentáneos, si se sabe llevar de una forma sana tanto física como
psicológicamente no será muy complicado volver al estado normal que tenía antes del
embarazo.
El entorno materno según el desarrollo prenatal del capítulo IV escrito por Adolfo Perinat:
“Winberg y De Château concluyen: “El embarazo constituye una especie de “crisis
en la vida” cuya resolución final depende en gran medida de cómo se han resuelto
y superado otros conflictos y crisis anteriores”. Estos autores lamentan que, junto a
los cuidados médicos preventivos que hoy en día se ofrecen a las futuras madres, no
se les atienda igualmente en la esfera psicológica siendo así que una buena
adaptación al parto y al papel de madre pasa por ahuyentar los fantasmas que se
ciernen sobre la representación de lo que es “ser madre” en una sociedad
industrial avanzada. El desequilibrio mental (no forzosamente grave) tiene un gran
impacto sobre la dedicación y crianza de los hijos y sobre la vida emocional de
éstos”.
Se conoce sobre el sistema de salud cómo vive afectado por diferentes circunstancias y que
es precisamente lo que mencionan en el párrafo anterior tomado del autor Adolfo Perinat de
su escrito “psicología del desarrollo”, basados en generosos casos, es el sistema de salud el
culpable de que a una mujer en sus nueve meses de gestación sólo le asignan una o dos
citas para llevar consigo un proceso psicológico el cual no sería proceso porque ella
necesita de una atención organizada y que se lleve a cabo durante y después del embarazo y
es por eso que la vida emocional tanto de la madre, del bebé y de los familiares cercanos se
altera por no saber llevar ciertas situaciones que en realidad necesitan del apoyo
psicológico que tanto el sisben como las seguridades sociales tienen la obligación de prestar
el servicio de una manera estratégica y eficaz en la cual no se deje a ninguna materna sin
atender pero que tampoco sea una sola sesión durante todo su embarazo.
Bibliografía
Callico Cantalejo, G. (1995). Factores psicológicos de la gestación y su incidencia
en las posteriores dificultades durante el parto y el puerperio. Psicopatología, 15,
70-74.
Jiménez, F., Merino, V. y Sánchez, G. (1993). La ansiedad en la mujer embarazada.
Psiquis, 14, 45-55.
Bernazzani, O., Saucier, J. F., David, H. y Borgeat, F. (1997). Psychosocial factors
related to emotional disturbances during pregnancy. Journal of Psychosomatic
Research, 42, 391-402.
Deutsch, Helene, La psicología de la mujer: Parte II maternidad (1951).
Perinat, A. Psicologia del Desarrollo: un enfoque sistémico. Editorial. Udc.
Barcelona 2003.