caltongo, xochimilco dia de muertos y anexo fotográfico
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LOS FESTEJOS PREHISPÁNICOS DE LOS MUERTOS Y LOS FESTEJOS ACTUALES EN XOCHIMILCO
I.-) LA FIESTA DE MUERTOS EN
ÉPOCA PREHISPÁNICA y II.-) LA FIESTA DE MUERTOS EN LA
ACTUALIDAD.
Fabiola Belén Mora Rosales, Ana Caren Guerrero García, Manuel
Alejandro Romo García, Lisset Sarahí Esparza Morales David Jesús Arreola Gutiérrez, Sofía Espinoza Vázquez, Andrea Gutiérrez Sastrias, Yair Uribe Vergara
El presente artículo se divide en dos bloques que nos permiten
comparar los ritos prehispánicos de festejos a los difuntos, con los
festejos actuales en Xochimilco, concretamente en el barrio de Caltongo,
ello con la finalidad de que le lector reflexione sobre la profundidad
histórica que tiene el festejo de día de muertos.
I.-) LA FIESTA DE MUERTOS EN ÉPOCA PREHISPÁNICA:
HUEY MICCAILHUIL Y MICCAILHUITONTLI LOS FESTEJOS
PRECOLOMBINOS DE LOS DIFUNTOS
Durante el dominio del imperio mexica (1300-1521 d.C.) se adoraron
diversas deidades de la muerte, las cuales se creía habitaban en el
inframundo, o Mictlan “el lugar de los huesos” que era el noveno y
ultimo nivel al que debían acceder los difuntos en su viaje al otro
mundo, se creía que en este lugar habitaban Mictlantecuhtli y su señora
la Micctecacihuatl, ambos eran representados en los códices como
personajes semi-descarnados de cuyos huesos aun cuelgan pequeños
trozos de carne en putrefacción, mimos que se dibujan como pequeños
círculos rojos y amarillos sobre los huesos.
Bulto mortuorio bajo la protección de Mictantecuhtli,
señor del Mictlan, (códice Borbónico lamina 10)
Mictecacihuatl (Códice Magliabechiano F. 76-r)
Acorde con lo relatado en el códice Telleriano Remensis, en época
prehispánica se celebraban estas deidades de la muerte en dos fiestas
de las veintenas del calendario solar -que consistía de 18 veintenas al
año-, los nombre de las fiestas son muy reveladores, pues la primera
es nombrada en este códice como Miccailhuitl y en otros códices como
Miccailhuitontli o “pequeña fiesta de los muertos” y la fiesta contigua se
llamaba Huey Miccailhuitl o “la Gran fiesta de los muertos”, ambas
fiestas están representadas en el códice por un bulto funerario, con la
diferencia de que el primero que corresponde al pequeña fiesta de los
muertos es de menor calidad que el bulto funerario de la Gran fiesta de
los muertos, el cual porta insignias propias de la nobleza indígena, a
continuación paleografiamos los descripciones que se hacen en glosa
latina de estas fiestas dentro del códice ya citado junto con la imagen
del bulto correspondiente :
“mic caylhujtl”
“fiesta de todos los muertos”[…]
“En esta fiesta hazian ofrendas a los muertos poniendo les comida y
bevida sobre sus sepulturas lo qual hazian por espaçio de quatro años porq[ue] tenian q[ue] en todo este tiempo no yvan las animas al lugar
de su descanso segun su modo y asi les enteravan con toda su ropa vestidos y calçados porq[ue] creyan q[ue] hasta llegar al lugar adonde
avian de yr las animas al fin de aq[ue]llos quatro años avian de tener mucho trabajo frio y cansancio y q[ue] abian de pasar por vnos lugares
llenos de nieve y de espinas y por esto quando moria algun principal matavan juntamente con el vn esclavo y enteravanlo con el para q[ue]
lo fuse a servir la naçion mixteca y çapoteca y mixes hazian las honras a sus deffuntos casi al modo de los españoles por q[ue] ponian vna
tumba cubierta de negro y al rededor della mucha comida la manera del enterar los muertos era toda a nuestro modo los pies del deffunto
hazia oriente y despues q[ue] estaban comidos los cuerpos sacavan los
huesos de la sepultura y echabanlos en vnos onsarios q[ue] tenian hechos de arga masa en los patios de sus templos esto era la nacion
mixteca. y çapoteca por q[ue] los mexicanos no los enterraban si no q[ue] mavan os huesos y esto tomaro[n] los mexicanos de la nacio[n]
otomitle o chichimeca q[ue] es la mas antigua q[ue] pobla en esta tierra[a]”
(Códice Telleriano Remensis Folio 2-r)
vey mic caylhuitl[…]
“En este mes tornavan a hazer otra vez la fiesta de los deffuntos y era muy mayor q[ue] la pasada por q[ue] este se ynterpreta este nombre
de huey mic caylhuytl gran fiesta de los muertos los tres dias vltimos deste mes ayunavan todos los vivos a los muertos y salianse a jugar al
campo por via de reguzijoEn este mes acabo el marq[ue]s don herdo
cortes la guera q[ue] tubo con mexco quando la subjecto del todo. cada año cua[n] hazian la fiesta de los muertos mientras los çaçerdotes
hazian los sacrificios. todo el pueblo. cada vno e[n] su casa se suvia sobre las açuteas de sus casas y mirando hazia el norte de noche.
hazian gra[n]des oraciones a los muertos cada vno a los quera[n] de su lina y da[n]do vozes dezian. veni presto q[ue] los esperamos los
esclavos q[ue] le matavan a los /señores cua[n]do morian era para q[ue] los sirviesen alla en los travajos q[ue] tenían”
(Códice Telleriano Remensis Folio 2-v)
No sabemos cómo sucedió pero es de suponer que esta división entre la
gran fiesta de los muertos y a pequeña fiesta de los muertos se
sincretizó con el culto católico y dio como resultado la división actual
entre la fiesta de los difuntos niños y los difuntos adultos.
II.-) LA FIESTA DE MUERTOS EN LA ACTUALIDAD
LA FIESTA DE MUERTOS EN CALTONGO: RECORDANDO Y HONRANDO A LOS QUE SE FUERON
En la actualidad una de las fechas más importantes de México es el Día
de Muertos, o Todos Santos, como también es conocido. Prácticamente,
todo el país se llena de colorido y de aromas que, según la creencia,
alimentan a los muertos.
La ciudad de México no hace la excepción, pues el recibimiento a
los muertos se realiza en una gama variada de expresiones que
muestran la pluralidad cultural de nuestro país. Sin embargo, podemos
afirmar que lo originario de estas expresiones se encuentra en los
pueblos que habitan la Cuenca de México desde tiempos prehispánicos.
Xochimilco es uno de los pueblos originarios, pueblos que, como
afirma Darcy Ribeiro, han sobrevivido los procesos de colonización.
Como un punto turístico y de comercio, el centro de Xochimilco se llena
de ofrendas en sus mercados y en sus barrios. Muchos comercios
ofrecen productos como calaveras, pan de muerto recién hecho, flor de
cempaxóchitl, dulce de calabaza, papel picado con detalles de La
Llorona, La Catrina, La Pareja y el Mariachi en diferentes colores.
Las diferentes organizaciones, como Ollin Acalli, ofrecen puestas
en escena en las que narran los mitos de la región como La Llorona y La
Leyenda del Nahual, que se presentan por temporada.
Las ofrendas comienzan a vestir el Parque Juárez, la Parroquia de
San Bernardino de Siena, los mercados locales, la Deportiva Xochimilco
y hasta las oficinas delegacionales, muestran el orgullo que tienen los
habitantes nativos1 de Xochimilco por su pasado prehispánico. Desde
antes del 28 de octubre, las familias comienzan con los preparativos de
la ofrenda. Es esta actividad ritual la que a continuación queremos
relatar.
El barrio seleccionado para esta etnografía es el Barrio de San
Francisco Caltongo, es un barrio en el que la conservación de las
tradiciones se hace como un sentimiento profundo de identidad. En la
parte originaria del barrio, es decir, el barrio viejo, se registró la
Calavereada el 31 de octubre y el 1 de noviembre.
1 Nativos son las personas que nacieron en Xochimilco, y cuya familia habita ahí desde hace más de 100
años.
Día de muertos mural (Diego Rivera)
Finalmente, el trabajo de campo concluyó en el panteón de
Xilotepec, en el que se realiza la Alumbrada. Es en este panteón en
donde pudimos identificar que existe un común denominador entre
todos los barrios de Xochimilco, pues todos poseen lotes para enterrar a
sus difuntos.
LA VISIÓN SOBRE LOS MUERTOS
Es importante, antes de comenzar a describir las actividades que se
realizan en esta fiesta, hablar sobre la visión que tiene la gente del lugar
sobre la muerte.
Para ellos, la presencia comienza a sentirse desde días antes que
llegue la fecha de la fiesta, lo que interpretan como un aviso o
advertencia, para que no olviden poner la ofrenda. Asimismo, sienten
cerca a sus difuntos desde el momento que llegan, cosa que sucede
comúnmente a las 7 de la noche del 31 de octubre, hasta el 2 de
noviembre a media noche, momento en que se marchan.
Las actividades que realizan al momento de perder a algún
familiar demuestran también la gran importancia que tiene la muerte y
la honra del difunto en esta población, ya que al morir se le prepara
para el difícil viaje que realizará. Por ello, se le entierra con ropa de
lana, que sea liviana, alcayatas para su camino, una vara de rosa que
quite los obstáculos, una muda de ropa, y agua o tequila.
Los dolientes, por su parte, conviven nueve días, hacen comida
que reparten con quienes les visitan, y reciben ayuda de sus amigos o
familiares en especie como azúcar, alimentos y despensa. Todo este
tiempo se usa para recordar al muerto.
UNA OFRENDA PARA LOS MUERTOS
Durante el 31 de octubre, las calles del barrio se ven como cualquier
otro día del año, pareciera que no sucede nada; sin embargo, los
preparativos para la Calavereada comienzan desde el 28 de octubre. Los
costales de frutas como naranja y caña, aguardan el momento de ser
repartidos en la Calavereada. Las actividades cotidianas, tanto laborales
como escolares y del hogar, continúan, aunque, en especial, la limpieza
de los hogares se realiza con mayor profundidad. Se está preparando la
mesa para colocar la ofrenda, que está compuesta de veladoras, fruta,
flor de cempaxóchitl, cirios, necoatole y leche. También lleva pan de
muerto en sus diferentes variedades, como la torta, el gollete y el
alamar; todo hecho por manos de xochimilcas desde días antes y
comprados por pedido.
Las ofrendas se colocan en los espacios de convivencia familiar, es
decir, el comedor o la sala, y las familias se reúnen para colocar todos y
cada uno de los elementos. Es un motivo de reunión y de remembranza
de los momentos vividos con las personas que ya fallecieron.
En algunos hogares, las familias se organizan para hacer Casas del
Terror. Este es el caso de la familia Huerta, quienes llevan 5 años
organizando una de las casas más famosas del Callejón la Gloria, misma
que comenzaron a realizar por iniciativa de su abuelo quien, antes de
morir, les hizo prometerle que continuarían haciendo La Casa del Terror
o, de lo contrario, los iba a venir a espantar. Además, tienen el
compromiso de dar necoatole a todas las personas que entren a su casa.
Así pues, cuentan que cada año les suceden cosas, y, si no la hacen, se
escucha como si alguien estuviera trabajando dentro de la casa.
Desde unos meses antes empiezan a buscar disfraces en Internet
para comenzarlos a preparar para el gran día. Incluso comentan que
practican y estudian cada uno de los movimientos que van a realizar
durante el recorrido por la casa, para lograr que la gente se asuste
verdaderamente. Únicamente está abierta el día 31, y eso a partir de las
8 de la noche, pues es la hora en la que llegan los muertos. En ese
mismo momento, proceden a repartir el necoatole a las personas que
llegan a pedir calaverita, y que se forman en una fila para pasar.
Después de recibir lo que les regalan, salen a recorrer los demás
callejones para visitar otras casas del terror y recibir calaverita.
El festejo de día de muertos en un mural de Diego Rivera
LA CALAVEREADA DE LOS NIÑOS
Durante la noche del 31 de octubre, los niños difuntos vienen a comer la
ofrenda que les colocan. Comparten la comida con los niños que salen a
pedir la calaverita en compañía de sus padres, los niños andan por las
calles cantando y pidiendo su calaverita desde las 8 de la noche hasta
las 12 de la noche. Todos los niños van disfrazados de personajes como
Catrinas, brujas, magos, payasos o personajes que se retoman del
Halloween o las caricaturas norteamericanas. También algunos de los
niños llevan un chilacayote con cara de calavera y una vela dentro,
haciendo las veces de una lámpara.
Los caltongueños identifican las casas en las que se puede pedir
calaverita pues tienen las puertas de los hogares están abiertas o semi-
abiertas. Ahí llegan los niños, se instalan y empiezan a rezar, también
con un acompañamiento de rimas:
“Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu
nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la
tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas como nosotros también
perdonamos a quien nos ofende, no nos dejes caer en
tentación y líbranos de todo mal, amén”.
En seguida cantan:
“Buenos días, paloma blanca, hoy te vengo a saludar,
saludando a tu belleza en tu reino celestial, los que suben ya
no bajan, los que bajan ya no suben…ya llegó la Chilindrina a
pedir su mandarina, ya llegó el chavo del ocho a pedir su
bizcocho, ya llegó Florinda Meza a pedir toda la mesa, ya
llegó Jorge Negrete a pedir su gollete, ya llegó Pancho
Pantera a pedir la calavera… Con los huesos de mi abuela voy
hacer una escalera pa´subir a la azotea y gritar ¡¡¡la
calavera!!!”
Al terminar de cantar, algún hombre o mujer de la familia sale con
un plato y tres o cuatro piezas de diferentes frutas como naranja,
guayaba, caña o mandarina. Algunos regalan dulces comerciales o
dulces caseros en piloncillo con canela, como el necoatole. La
Calavereada es una forma de estar en contacto con los difuntos.
EL CAMBIO DE LA OFRENDA. YA VIENEN LOS ADULTOS
Durante las Fiestas de Muertos se colocan tres ofrendas destinadas para
difuntos diferentes. Comienzan desde el 28 de octubre, fecha dedicada a
aquellos muertos en accidentes o de forma repentina; la noche del 31
de octubre se hace la ofrenda para los niños y se finaliza con la ofrenda
para adultos el día 1 de noviembre.
Dentro de estas dos últimas fechas se realizan varios cambios en
los elementos de la misma, tales cambios se hacen tanto para
renovarla, como para marcar la diferencia de lo que se le ofrenda a un
niño de lo que un adulto disfrutaría.
EL CAMBIO DE LA OFRENDA Y LOS PARIENTES
Cerca de las 7 de la noche, después de preparar la comida que se será
colocada en la ofrenda, se comienza a realizar el cambio de la misma.
En primer lugar, limpia la mesa en la que está colocada la ofrenda para
los niños. Se quita todo aquello representativo de la fiesta de los niños,
como las calaveras de dulce, la fruta y los dulces. Igualmente, se retira
el pan de muerto, pero manteniendo los golletes y los alamares. Todo
esto se va colocando en canastas y se separa la comida según su
fragilidad. Nunca se tira lo que se levanta de la ofrenda, pues el día 2 de
noviembre, las familias se reúnen para hacer el intercambio de ofrendas
y comerlas juntos.
Las flores también se cambian, tanto los ramos como los pétalos
colocados en el piso en forma de camino que conduce a los muertos
desde la puerta hasta la mesa; los niños se llevaron el aroma de las
flores por lo que hay que colocar flores nuevas para los difuntos adultos.
Las veladoras pueden permanecer, sin embargo, los cirios se recogen
porque se llevarán al panteón en la Alumbrada. Los cirios nuevos se
colocarán formando una cruz, cerca de ella estará una platito con sal.
Posteriormente, y antes de colocar los siguientes elementos, se prende
el sahumerio.
LA COLOCACIÓN DE LOS PANES Y EL BANQUETE
Antes de comenzar a poner la comida, se colocan los panes de muerto,
tiene que ser pan nuevo, pues según la creencia, los muertos se comen
el aroma. Se disponen tres panes caseros grandes, representado a la
familia que va a pedir por sus difuntos.
Cuando se coloca cada uno de los panes chicos, se nombra a cada
uno de los familiares y se pide por ellos, se dedican tanto a parientes
cercanos (padres, abuelos, tíos, etc.), así como a parientes más lejanos,
incluyendo a compadres o amigos. Finalmente, se coloca un pan para
las personas a las que nadie les pone ofrenda.
Después, se añaden los guisados: arroz con mole y pollo, tamales,
tortillas, atole, fruta y conserva. Esta es comida de fiesta, pero también
se agrega aquella que fuera favorita de uno u otro difunto. Casi para
terminar, se agrega algún tipo de licor y los cigarros para los hombres.
Al final de toda la colocación de la ofrenda, se colocan dos fotografías de
los abuelos de la casa.
Toda esta comida no puede ser consumida ni se puede quitar
algún elemento de ella antes del final de la fiesta, ya que está dedicada
a los difuntos. Las sanciones en caso de hacerlo, son tener pesadillas o
podrían jalarle los pies al infractor. Para finalizar el cambio de ofrenda,
se reza un rosario.
LA CALAVEREADA DE LOS ADULTOS
El primero de noviembre tiene lugar la Calavereada de los adultos en
Caltongo, por la noche salen algunos adultos disfrazados y pasan a las
casas a pedir su calaverita o jugar a espantarse entre ellos. En este día,
las travesuras suben de tono pues comienzan a circular las botellas de
vino y, más tarde, la mayoría asiste al Crucero para ver el espectáculo
de Los Carboneros.
Alrededor de las 8 de la noche, se lleva a cabo el evento de Los
Carboneros, se llama así porque inició en la carbonería que está en la
esquina de la calle de Dalia y Avenida Nuevo León (que atraviesa el
barrio de Caltongo). Esta Calavereada es para los adultos, y asiste gente
de todos los barrios y de diferentes edades, incluso niños. Su
surgimiento data de hace 25 años, cuando un grupo de avecindados se
organizó con la intención de jugar con los automovilistas y la gente que
pasaba caminando y pedirles calaverita. Un grupo de hombres se
disfraza de mujer y juegan a seducir a los hombres que transitan por
ahí. Es así como provocan las risas y los gritos de todos los asistentes,
quienes piden que el jugueteo continúe, aunque muchas veces hay
resistencia a participar.
Para disfrazarse los hombres se reúnen en la Carbonería y, con
ayuda de las mujeres de su familia, se maquillan y visten con ropa
femenina y pequeña. La transformación que tienen los hombres al
caracterizarse hace que algunos sean irreconocibles, hasta para sus
parientes, y atractivos para muchos algunos de los asistentes
masculinos; sin embargo, ellos reconocen que sus preferencias son
heterosexuales.
Cuando ya están todos caracterizados de mujeres, salen a bailar y
a entretener al público, no sin antes “darse valor” con una copita de
licor. Se acercan a los carros que pasan y les piden dinero para la
calavera; además, los mismos organizadores regulan el tráfico en la
calle para ceder el paso, evitar accidentes y permitir que los
participantes estén entre los carros. En ocasiones utilizan limousines
para recorrer las calles; otros, se suben bailando a los camiones que
pasan con la intención de hacer más atractiva su participación.
Los que van caminando se acercan al público bailando de manera
sensual y provocativa, las mujeres animan a sus parejas para que bailen
con ellos, cabe mencionar que en su mayoría los participantes son
heterosexuales y todo esto lo realizan en un marco de respeto, sin el
afán de ofender a nadie.
Finalmente, por la madrugada termina el espectáculo y la gente
comienza a tomar camino hacia el Panteón Xilotepec para realizar la
Alumbrada.
LA ALUMBRADA: DESPIDIENDO A LOS MUERTOS
Después de estos dos días, los muertos deben regresar al lugar de
donde vinieron. Se cree que salieron del lugar donde están enterrados;
es el Panteón Xilotepec, en el que se entierra a los nativos y algunos
mestizos que compraron lotes. El panteón se transforma cuando lo
visten de velas encendidas, y crean un escenario de fiesta que juega
entre lo mágico y lo solemne, al ritmo de la música estridente de la
banda, el mariachi, la marimba o, simplemente, una grabadora.
Mientras la gente vela a sus difuntos escuchan la música, los recuerdan
y aprovechan para compartir tamales u otros alimentos durante toda la
noche.
La Alumbrada se realiza desde la noche del primero de noviembre
hasta la mañana del segundo del mismo mes. Las familias salen de sus
hogares y van hasta donde descansan los cuerpos de sus familiares,
limpian sus tumbas, las adornan con flores, velas y cosas que les
gustaban. Así se preparan para acompañarles durante toda la noche.
Este gran panteón es visitado por familias procedentes de los
diferentes barrios de Xochimilco, no obstante, la Alumbrada parece ser
un elemento común entre ellos.
La Alumbrada es un acto para acompañar a los difuntos, la
remembranza de los mismos: recordándolos con cariño, hablando de
ellos y con ellos como si siguieran vivos, platicando de sus enseñanzas.
En fin, la Alumbrada se realiza para honrar la memoria de los muertos2.
Si bien no existe una historia específica sobre si hay algún tipo de
castigo por no realizar la Alumbrada, las personas recuerdan los relatos
sobre las apariciones que se presentan a quienes no colocan una
ofrenda. Por lo que se puede concluir que los muertos, más que castigar
a quienes no les honran, les dan lecciones con su presencia acerca de la
importancia de recordar a los familiares.
A través de esta etnografía podemos hacer los últimos
comentarios. La fiesta de muertos en Caltongo, además de reproducir la
cosmovisión, refuerza los lazos familiares. Por medio de la tradición oral,
se mantiene vivo el recuerdo y las enseñanzas de los antepasados.
2 Agradecemos a la familia Santana, Sánchez y al señor Fidencio del Valle por permitirnos
realizar las entrevistas.
Permite que la identidad se cree y recree en el tiempo, a la vez que
fuerza los lazos al interior del barrio y, en el caso del Panteón Xilotepec,
a nivel de los barrios de Xochimilco.
Las fiestas de muertos que se celebran en Xochimilco y México son
parte del patrimonio y la cultura mexicana. Aún guardan reminiscencias
de las fiestas prehispánicas, al tiempo que son dinámicas, pues se
amoldan a los tiempos de la sociedad actual. Promover el registro de las
fiestas y estudiarlas, nos permite buscar la esencia de las fiestas y lo
que celebraban nuestros antecesores. Nos permite identificarnos con el
próximo y mantener la cohesión social.
BIBLIOGRAFÍA:
Códice Borbónico.
1992 El Libro Del Cihuacoatl. Homenaje para el fuego nuevo. Llibro
explicativo del llamado Códice Borbónico, [Códices mexicanos III],
Introducción y Explicación de Ferdinand Anders, Maarten Jansen y
Luis Reyes García, Sociedad Estatal Quinto Centenario / Graz,
Akademische Druck und Verlagsanstalt / FCE, México / Austria.
Códice Magliabechiano.
1970 Facsímile del códice, Biblioteca Nazionale Centrale de Firenze, ed.
Akademische Druck und Verlagsanstalt, Austria.
Códice Telleriano-Remensis.
1995 Ritual, divination, and history in a pictorial Aztec manuscript, by
Eloise Quinones Keber; foreword by Emmanuel Le Roy Ladurie;
illustrations by Michel Besson, Austin, University of Texas Press,
EUA.
Códice Vaticanus A (3738) o Códice Ríos.
1979 Reproducción a color del manuscrito en posesión de la Biblioteca
Apostólica Vaticana, Editado por Graz, Vol. 65 de las series
Códices Selecti Italia.
Anexo fotográfico fiestas del día de muertos en Caltongo Xochimilco por: Cristofer Yair Uribe
Vergara, Yajaira Celina Ávila Uribe, Christian Alexis Ávila Uribe, Edgar Irving González Franco.
Compre sus flores marchanta
Casa de los espantos en el callejón la gloria barrio caltongo que tiene ya toda una tradición en el barrio