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Buenas prácticas en la gestión de la vegetación de ribera Fernando Magdaleno Mas CEDEX / UPM Jornada sobre conectividad fluvial Madrid, 29 de enero de 2015

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Buenas prácticas en la gestión de la vegetación de ribera

Fernando Magdaleno Mas

CEDEX / UPM

Jornada sobre conectividad fluvial Madrid, 29 de enero de 2015

1. Regula el microclima del río.

2. Regula la morfología de las orillas y márgenes.

3. Controla el crecimiento de macrófitas y exóticas.

4. Es un hábitat ideal para gran número de especies animales.

5. Actúa como filtro frente a la entrada de sedimentos y sustancias químicas en el cauce.

6. Actúa como zona de acumulación de agua y sedimento.

7. Sirve como zona de recarga de aguas subterráneas.

8. Permite diversos aprovechamientos, y además provee de numerosos servicios paisajísticos, culturales y recreativos

La gestión debe basarse en los múltiples servicios que ofrece la vegetación de ribera…

…y en su elevada complejidad ecológica…

…derivada de sus peculiaridades y del funcionamiento de los sistemas en que se asienta

• Características anatómicas y fisiológicas de las especies

• Técnicas de manejo e implantación • Época de plantación • Fenología • Tipo de suelo y nivel de compactación • Nutrientes • Salinidad • Probabilidad de heladas • Incidencia de sequías • Inundabilidad • Dinámica fluvial (procesos erosivos y

sedimentarios) • Circulación de restos vegetales • Clima • Régimen hidrológico • Posición relativa respecto al cauce (accesibilidad

al agua)

Consideraciones para los trabajos de revegetación del corredor ribereño

Podas y apeos

Desbroces

-1

0

+1

Incremento de la eficiencia hidráulica y de la capacidad de desagüe

Conclusiones y recomendaciones (I)

i. Los avances normativos, científicos, técnicos y sociales exigen cambios en los procedimientos de gestión y restauración de la vegetación de ribera.

ii. Existen muy diversas técnicas para la evaluación del estado de la vegetación de ribera y para su restauración, pero deben ser siempre coherentes con la imagen objetivo, con el funcionamiento hidromorfológico y ecológico, y con el contexto social.

iii. La restauración debe encaminarse a la consecución de soluciones a largo plazo, en el marco de sistemas que sufren múltiples alteraciones y que son cambiantes en el tiempo y en el espacio.

iv. Resulta preciso plantear en todos los casos análisis coste-beneficio, que optimice los servicios ecosistémicos y paisajísticos del río, la capacidad natural de retención de agua y sedimentos, los objetivos medioambientales, etc.

1. Detección del tramo que necesita actuación.

2. Diagnosis: análisis del origen de la alteración, identificación de sus mecanismos de desarrollo, estudio de las posibilidades de actuación y justificación final de la intervención a medio y largo plazo. 3. Comprobación de la compatibilidad de la actuación con los objetivos ambientales (y de gestión) de las masas de agua. 4. Evaluación de los resultados de la actuación transcurrido un breve plazo tras su ejecución, para detectar posibles derivas, y la necesidad de nuevos diseños y planteamientos. 5. Seguimiento y mantenimiento, dando prioridad a procesos continuados (y monitorizados) de mejora y mantenimiento, frente a operaciones puntuales más agresivas sobre el medio.

Conclusiones y recomendaciones (II): Programas de gestión